EL TRAGALUZ BUERO VALLEJO
TRAYECTORIA DE SU TEATRO Podemos dividir su producción en varias etapas: Etapa realista Se inicia en 1949. Pertenecen a ella una serie de obras cuyo tema central es la realidad contemporánea. La acción se sitúa en un tiempo real yun espacio escénico que reproduce lugares concretos. Pertenecen a este grupo obras comoHistoria de una escalera (1949). Buero utiliza un concepto de realismo más amplio que el que habría de triunfar en los años cincuenta. Aunque también introduce algunos elementos innovadores como, realismo simbólico con el que se tratan los temas oníricos míticos y literarios. Etapa de reflexión histórica. Se inicia en 1958. En ella Buero Vallejo escri be una serie de obras de tema histórico en las que se sirve del pasado para reflexionar sobre el presente; de esta forma consigue burlar la censura y llegar a su público. Pertenecen a este periodo: Un soñador para un pueblo (1958), sobre la figura de Esquilache; Las Meninas (1960), protagonizada por Velázquez. El autor aborda en ellas el tema de España y el destino del pueblo en una sociedad injusta. Estas obras, estructuradas a partir de cuadros aislados, se suceden dentro de un mismo acto; se da entrada a la discontinuidad temporal y la acción se sitúa en lugares escénicos abstractos. La Al final de esta etapa Buero escribe dos obras que pueden considerarse de transición: doble historia del doctor Valmyy El tragaluz (1967). Última etapa. Caracterizada por la utilización de un punto de vista subjetivo. El espectador no ve la realidad sino la versión que de ella tiene el protagonista. En El sueño de la razón (1970). Además continúan con lo temas políticos y sociales.
SENTIDO DE LA OBRA
El Tragaluz pertenecería a la segunda etapa de la producción de Buera Vallejo por la insistencia en lo social ya que plantea una doble problemática, por un lado es un proceso a la realidad de la posguerra y por otro una reflexión sobre el sentido de la existencia desde el punto de vista moral. Quizá a simple vista la obra tenga un carácter pesimi sta, pero si nos fijamos en ciertos aspectos podríamos afirmar lo contrario porque se basa en la esperanza en tiempos posteriores, para que así no se cometan los mismos error es que en el pasado. Se nota un optimismo de cara al futuro. Ya hemos dicho que el escritor siempre ha insistido sobre la necesidad de la parte experimental para llegar a dar el verdadero sentido que tiene a la obra. En algunos casos se da la ambigüedad, no queda claro si asistimos a pensamientos o acciones, en todo caso consiste en una "experiencia de realidad total" que rompe con los límites de la representación y con el experimento el espectador puede distanciarse del drama para poder ser juez de las actitudes de los personajes de manera objetiva. Los símbolos tienen la misión de que los espectadores se identifiquen con los personajes que contemplan los protagonistas y de esta manera consigue sumergirlos en sus obsesiones. Toda la obra es un proceso que lleva hasta el descubrimiento de la verdad por dolorosa que sea. La vigilancia de una conciencia superior, que es la de la colectividad, que re humanizará al mundo. Esta es la función de la tragedia para Buero Vallejo: la purificación del ánimo pero acompañada de una reflexión sobre la existencia. ESTRUCTURA DE LA OBRA El desarrollo de El Tragaluz se encuentra bajo la siguiente estructura: avance continuado de la acción hasta llegar al descubrimiento del drama. Esta estructura se encuentra emparentada con la de las obras policíacas, por este motivo algunos críticos la han tachado de policiaca.
En él, toda la acción se articula como sucesión de confrontaciones: Vicente-Encarna, Vicente-Mario, Mario-Encarna... Así pues El tragaluz está formado por dos partes, ambas separadas por la intervención de Él y Ella. En la cronología interna de la obra, la historia dura alrededor de un mes. Se podría decir que hay cinco escenas, dos en la primera parte: primer día; otro día “siete días después"; y tres en la segunda: “ocho días más tarde; " veintiséis horas después"; "once días después”. Hay presentación, introducida mayoritariamente por los investigadores, también hay nudo (hasta la muerte de Vicente) y desenlace. Esta conclusión es abierta, deja que el espectador o lector de teatro continúe reflexionando, incluso cuando la obra ya haya terminado. Es un final que encierra una llamada a la esperanza de un mundo mejor. ESPACIO Y TIEMPO En el Tragaluz de Buero Vallejo podemos encontrarnos con tres planos temporales: el año 1939, año muy importante en el que toda la familia excepto Vicente pierde el tren de las esperanzas. La época de 1967 cuando la familia ya se encuentra dividida económica-socialmente (por un lado Vicente y por otro lado los padres y Mario) y la que corresponde a los siglos XXV ó XXX, época en la que los espectadores están viendo el experimento. En cuanto al espacio, se trata de un escenario múltiple que supone la fragmentación del escenario único tradicional. De esta manera se evitan los cambios de decorado, el continuo uso del telón que había que hacer anteriormente y permite cambiar constantemente de espacio y tiempo. Podemos encontrarnos dos espacios escénicos: el perteneciente al siglo XXV o XXX y el del siglo XX. Espacio escénico relacionado con el Siglo XXV o XXX: El Proscenio: es el lugar desde el cual los investigadores hablan. El Patio de butacas: a través de él, Él Y Ella acceden al escenario. La sala entera: se incluyen en este espacio escénico ya que los personajes son los espectadores del experimento llevado a cabo por Él y Ella y de la obra de teatro. Espacio escénico relacionado con el siglo XX: El sótano: en primer lugar es el lugar donde viven el padre la madre y el hijo Mario. Pero también es el símbolo de los vencidos, de los que han perdido la guerra, aquellos que no han cogido el tren y todavía están esperándolo. En su interior se localiza el tragaluz (cuarta pared del escenario) que solo pude verse cuando su sombra se proyecta sobre el foro; es un elemento totalmente simbólico el cual relaciona a los de dentro con el mundo exterior. La oficina: la oficina es el lugar de trabajo de Vicente. Por contraposición al sótano esta es el símbolo de los vencedores, de los que han cogido el tren. Al mismo tiempo representa un lugar de injusticia como se pude ver en el caso de Encarna y Eugenio Beltrán. La calle del cafetín v el muro : aquí es donde se encuentra la prostitut a y donde van a encontrarse Encara con uno y otro hermano respectivamente. La función simbólica del muro es la de evocar la miseria y donde se proyectan los pensamientos de Encarna.
QUE TIENE ESTÁ OBRA
DE CRÍTICA
Entre las críticas más destacadas de Buero Vallejo en el tragaluz destaca la crítica a la sociedad de la época de posguerra, porque tras la guerra civil, se dividió entre vencedores y perdedores. Los primeros fueron los que subieron al tren, ocuparon cargos importantes, como es el caso de Vicente, sin problemas económicos, mientras que los segundos corresponden a los que habían perdido el tren, y se refiere a Mario, la madre y el padre. Estos vivían en el semisótano que representa la miseria y la marginación de los perdedores, y el tragaluz les servía para ver el exterior. En último ruptura que asevencedores produce en(egoísmo, la sociedad de posguerra y lael consecuente forma término, de actuarla que definirá buscan únicamente beneficio personal...) y vencidos (se mantienen al margen, tímidos...), señalando al prototipo de hombre como una fusión entre ambas personalidades.
TECNICA S ESCENICAS QUE SE
EMPLEAN EN EL
TRAGALUZ
Algunas de las técnicas escénicas más novedosas que se desarrollan en El tragaluz y en general en todo su teatro son: Los efectos de inmersión (soni do, luz y tramoya): graci as a estos, lo que se consigue es penetrar en las obsesiones de los personajes ya que expresan la subjetividad y la conciencia de los mismos así como sus obsesiones e incluso sus trastornos psíquicos. De esta manera se aumenta la participación directa del espectador. Los efectos de luminotecnia marcan paso de un escenario a otro, el funcionamiento de varios a la(luz vez ye sombras) incluso losque cambios de el tiempo. Los efectos sonoros que enfatizan (hacer más interesante, dar énfasis) la acción consiguiendo así generar un mayor interés por parte del espectador (ruido del tren cuando se marcha etc.). También se deben incluir el propio dialogo que se produce entre los personajes del pasado reconstruido por parte de Él y Ella mediante el movimiento de los labios. Quinésica y proxémica: primeramente saber que se llama quinésica a la disciplina que estudia los gestos y la expresión del rostro y la proxemica hace referencia a la significación de los movimientos. En la obra se puede ver agilidad y elasticidad en las acotaciones referentes a la pareja del siglo XXX frente a los movimientos lentos que hacen seña a los personajes del pasado (la familia) en el inicio de ambas Partes. SIMBOLISMOS DEL TRAGALUZ Los símbolos que mejor explican la obra: Los personajes: Los personajes de El tragaluz son bastante esquemáticos, pues están concebidos como piezas de un diálogo dramático que, ante todo, le interesa a Buero. Por lo pronto, podrían dividirse en dos categorías: quienes «han cogido el tren» (Vicente) y quienes lo han perdido (los demás). Vicente representa, por un lado, la acción. Es el que «ha cogido el tren», en muchos sentidos. Se ha integrado «en el sistema», como suele decirse; está al servicio o es cómplice de los sectores dominantes. Pero atenderemos también a otros rasgos suyos: ciertos síntomas de tormento íntimo, entre los que se halla, claro está, el ruido del tren (tema de la culpa). Mario encarna, frente a su hermano, la contemplación. Y no sólo se le opone en ello: se sitúa al margen del sistema, se niega a integrarse en una sociedad cuya estructura rechaza; escoge ser víctima. Y frente al presunto culpable, se erige en acusador y juez. Pero su pretendida «pureza» contemplativa, ¿no es ineficaz o, más bien, no permite que el mundo siga siendo como es? Por otra parte, ¿no cabe hacer reservas ante su rigidez moral, ante su comportamiento implacable con su hermano? El padre, su locura se presenta, de una parte, como producto de los sufrimientos de la guerra y, concretamente, del suceso del tren y de sus consecuencias; es, pues, otra víctima. Pero, de otra parte, sus desvaríos están trazados por Buero con toda intención. Nos movemos aquí en las dimensiones simbólicas que abundan en la producción de Buero y que permitirán un debate que no queremos cerrar. La madre, víctima como el padre es, sin embargo, su antítesis. Frente al Juicio o la Justicia, ella encarna el amor y el perdón. Frente al odio y a la muerte, proclama con sencillez: «Hay que vivir». Encarna es otra víctima y no ha tenido fuerzas para evitar cierta degradación. Dividida entre los dos hermanos, su papel consistirá en aportar un factor más de índole, digamos, sentimental en el enfrentamiento entre ellos. Y, al final, propiciará una decisión significativa de Mario. Beltrán que no aparece en escena, pero del que se habla mucho. Representa al escritor disconforme e íntegro; pero su principal función es la de contribuir a la caracterización de los dos hermanos. Para Mario, es un modelo («Él ha salido adelante sin mancharse»), dice. Y Vicente queda definido desde la primera escena por su conducta con respecto a Beltrán.
El tragaluz: desde el punto de vista escénico el tragaluz es un hallazgo por su capacidad de sugestión e implicación del público. Es uno de los recursos clásicos del teatro de Buera que permite que el espectador se identifique can esas personajes contempladas par las protagonistas, al mismo tiempo que nosotros los contemplamos a ellos. Pero lo radical es ese "soy yo" que pronuncia Mario: todos somos uno, es necesario identificarnos con los demás para dejar de sufrir. Pero esa visión del tragaluz es también un símbolo de las limitaciones de la condición humana: estamos condenados a tener una visión parcial de la realidad ya que tan solo vemos los reflejos de la realidad total. Este hecho está directamente relacionado con el mito platónico de la caverna en el que percibimos únicamente reflejos de la realidad ideal. Por último, como espacio físico, es también un símbolo de la situación en que los vecinos de la posguerra, sumergidos y encerrados, victimas olvidadas en el subsuelo de la sociedad a los que sólo salva el afán por trascender la oscuridad y salir hacia el exterior, hacia el conocimiento del ser humano. El tren: en cierta forma contrapuesto al tragaluz, aunque el padre los identifique. Representa la vida activa, "el carro-tren de la vida". Aunque aparece con un valor negativo desde la perspectiva real (el tren tomado por Vicente), está claro que en si mismo, el tren no es, ni mucho menos, negativo. Lo negativo y lo censurable es la actitud de aquellos que toman el tren sin pensar en los efectos que pueda tener sobre el resto de las personas. Desde otro punto de vista el sonido del tren se identifica con los pensamientos. En ese caso el sentido está menos claro: pasa el tren, pasa la vida, o mejor los pensamientos que forman parte de esa vida y que sería necesario retener en su totalidad. En cualquier caso destaca también su capacidad para sugerirnos las obsesiones de los personajes. TEMAS FUNDAMENTALES Uno de los aspectos temáticos fundamentales de El tragaluz es la interrelación entre lo Individual y lo social. Ya hemos insistido en que, para Buera la atención a lo social no disminuye la valoración de lo individual. En efecto, desde el comienzo de la obra, los investigadores atraen nuestra atención hacia «la importancia infinita del caso singular», acudiendo a la imagen de los árboles y el bosque. Sin embargo pronto se pasará del plano individual a un plano más social. Así pues, la insistente pregunta del padre "¿quién es ese?" hace referencia constantemente a la importancia de lo individual, del "caso singular", al afán por conocer y valorar a cada hombre en concreto (lo que un personaje llamará "el punto de vista de Dios"). Pero, como dirán hacia el final los investigadores, esa pregunta conduce cabalmente a descubrir al otro como prójimo, como «otro yo»: «Ese eres tú, y tú y tú. Yo soy tú, y tú eres yo», "el yo y el tu, el nosotros". Y ello, a su vez, nos descubre el imperativo de solidaridad ya que sientes al resto de individuos como si fueras tú. De esta manera se salta del plano individual al plano social. Además, Buera introduce, con los investigadores, lo que podríamos llamar un horizonte utópico: nos la hablan no sólo de unlacras mundo incluso de unXX). mundo que ha vencido laellos guerra, injusticia y demás delsolidario, «pasado»sino (o sea, del siglo Otros temas se entretejen con lo dicho hasta aquí. Así, asistiremos a la confrontación entre dos actitudes frente al mundo: la acción (Vicente) y la contemplación (Mario). (Procedente de Schopenhauer). Hay que añadir también, ligado al tema central, la problemática de la libertad y la responsabilidad tan característica del autor. El autor nos muestra como en la raíz de la tragedia hay una transgresión moral... De ahí la fuerza que cobra la idea de culpa (que incluso podría recordarnos la idea de «pecado srcinal»), la cual lleva aparejada las de juicio y castigo o expiación. Son, como se ve, ingredientes esenciales de esa tragedia ética que es El tragaluz. Por último, destacar también el tema del cainismo; La historia bíblica de Caín y Abel es el trasfondo mítico. Pero este enfrentamiento no sólo es a causa de Encarna, sino de una rivalidad más profunda y compleja, que demuestra la incompatibilidad de las actitudes de los hermanos CONCEPCION DE LA VIDA, DEL HOMBRE Y DEL MUNDO VIDA: fundamentalmente remarcar la idea de una vida que se basa fundamentalmente en la esperanza de conseguir algo que nunca llegará.
HOMBRE: sus obras están escritas después de una experiencia directa, y a nivel personal muy grave, de la guerra y la posguerra, años fatídicos, de destrozo que sin duda van a marcar (como es el caso de Buero Vallejo) la cabeza de los que "sobrevivieron". Como ya hemos anticipado va a desembocar en una concepción del hombre trágica. Para Buera Vallejo el hombre se ha convertido, en la mayoría de los casos, en un ser egoísta que trata de buscar el propio beneficio sin pensar en los perjuicios que puede tener para aquellos que se mantienen al margen, sin actuar, contemplando y así es como no se construye la buena sociedad. Eso no quita que todos ellos se puedan definir como seres esperanzados en una vida mejor. MUNDO: recordamos la concepción trágica del mundo que tiene Buera debido a una guerra fatal y como consecuencia a evitar el nihilismo o el cinismo. Según Buero Vallejo, en la actualidad (entendiendo por actualidad la posguerra), nos encontramos en un mundo canalla, injusto, un mundo en el que cada individuo no se reconoce con el prójimo y donde se busca el beneficio del propio YO sin parar a pensar en los prejuicios en los que le rodean (egoísmo). Por este motivo esta autor plasma en sus personajes esa idea de un mundo esperanzador, el horizonte utópico. En último término, ese es el mundo que introduce con la presencia de los experimentadores: un mundo noblemente humano, donde no haya que devorar o ser devorado. En el cual cada hombre, cada Yo, se sintiese identificado con el resto de ¿"Vos"?, de tal manera que la respuesta a la pregunta "¿Quién es ese?" sea "ese eres tú, tú y tú", todos en esencia somos iguales y conocer al sujeto es conocer a la sociedad. Generalizando, un mundo libre, justo, donde la paz y el amor sean realidades experimentadas en el día a día y no palabras vacías sin ningún valor.
SENTIDO DEL ESPERIMETO Aunque algunas críticas han cuestionado la validez de la parte experimental de la obra y su coherencia respecto al drama, el propio Buera Vallejo insistió siempre en la necesidad del plano experimental para configurar el sentido y recepción de la obra. Desde el punto de vista funcional, se trata de un recurso relacionado con la literatura científica que permite el tópico viaje en el tiempo. Pero lo que destaca es la funcionalidad de la ciencia al servicio de los hombres. Esta técnica permite la recuperación del pasado, no para modificarlo, sino como ejercicio de aprendizaje para el presente/futuro. Por otro lado se trata de un ejercicio de investigación que revela la verdad y enjuicia al culpable por lo que puede relacionarse con la literatura policial. El hombre es una concatenación de vidas anteriores, llegar a conocerlas es conocernos mejor y asumir nuestra responsabilidad en un momento concreto de la Historia del Hombre. El experimento permite al espectador distanciarse respecto al drama, lo que le da la posibilidad de enjuiciar las actitudes objetivamente. Este recurso distanciador se ve potenciado por los comentarios intercalados que cortan la acción y que son tanto juicios personales como invitaciones a la reflexión, lo que permite relacionar estas interrupciones directamente con el coro de la tragedia griega. Esta capacidad crítica constante y despierta supon e una image n de la existencia como compromiso con la verdad. DUALIDADES QUE APARECEN EN EL TRAGALUZ
En cuanto a la dualidad entre los personajes, podríamos resumir que Vicente y Mario son polos opuestos. El primero representa la acción, y el segundo la contemplación. Vicente al haber "subido al tren", se ha convertido en un hombre egoísta y cruel, capaz de hacer cualquier cosa por conseguir lo que desea. Pero aunque la balanza esté del lado de Mario como si fuera el personaje "bueno", no es correcto decirlo, porque tanto uno como otro en sus actitudes están en lo más extremo, por lo que cada uno tiene sus aspectos buenos y malos. La combinación de ambos en diferente media, uno más que otro, dice el autor, que daría lugar a una conducta más equilibrada. Por otro lado encontramos una dualidad temporal la cual permite a Buero Vallejo experimentar tiempos pasados y futuros en un mismo espacio escénico. Así mismo hay una dualidad económica (el su personaje dinero, Vicente, frente a aquel que lucha porluz/oscuridad, no caer en lo dualidad más mínimo como es familia),con mentira/verdad, recuerdo/olvido, locura/lucidez, realismo/simbolismo, lo clásico/lo nuevo. Entre otros.
QUE QUEREMOS DECIR CON:
REALIDAD TOTAL: es una realidad que nos enfrenta el experimento, en la cual las fronteras entre el mundo objetivo, que representa las acciones, y el mundo subjetivo, que hace referencia a pensamientos y sentimientos, es dudosa, escurridiza y en muchos casos inexistente. De ahí la frase de los experimentadores: "estáis presenciando una experiencia de realidad total: sucesos y pensamientos en mezcla inseparable". TEATRO TOTALIZADOR: una concepción del mundo que es totalizadora de lo humano, que abarca a la vez conflictos políticos, sociales, psicológicas, etc., y las eternas preguntas acerca del hombre y el universo. "¿QUIEN ES ESE?": se trata pues del interrogante que continuamente se está planteando El padre. Esta pregunta hace referencia directa a la importancia que Buero Vallejo da a lo individual, el problema de la identidad. Señalar otra vez que conocer al hombre en su interior es conocer a la sociedad porque en último término todos somos uno. DRAMA JUDICIAL: Buero Vallejo presenta toda la obra bajo una estructura de drama judicial: en primer lugar se presente el primer delito, símbolo srcinal de todos los demás, se cometió muchos años antes (1939) del comienzo de la acción dramá tica (1967) que va a ser cuando se produzca ese juicio final en el cual la figura simbólica de Dios (el padre) va a castigar por el pecado srcinal que cometió en su día. Como curiosidad cabria destacar que es por este motivo por lo que se ha relacionado la obra bajo una estructura de tipo policiaco (al final se consigue resolver el problema planteado). LOS PERSONAJES
Los experimentadores no poseen rasgos de identidad propios, no nos interesan por ese motivo. Quizá la compasión, como la que deberíamos sentir nosotros. El núcleo de personajes relevantes es la familia en un triángulo de fuerzas enfrentadas. Se trata de una pirámide dominada por el padre que simboliza los efectos de la guerra civil en el pueblo español, unos efectos que están reprimidos hasta el estallido final. En este sentido, es lícito contemplar el enfrentamiento entre los dos hermanos como un reflejo de la guerra fraticida, otro caso más del cainismo propio de la historia, como dejaron sentado Unamuno “Abel Sánchez” o A. Machado "La tierra de Alvargonzález" Vicente: aparece como un individuo sin escrúpulos, es el causante de la muerte de Elvirita y, a partir de ahí, de todos los atropellos que sean necesarios para conseguir su triunfo personal: se sube al tren y no quiere bajarse cueste lo que cueste. Aquí aparece con más fuerza el problema de la responsabilidad ya que Vicente es consciente de sus actos, sin embargo no todo es negativo pues es un personaje atormentado que tiene un fuerte sentimiento de culpabilidad que el final le empuja a la confesión ante el padre y a la búsqueda de su perdón; aunque sabe que es imposible. No obstante hay que profundizar en su psicología para saber realmente que parte de verdugo y que parte de victima hay en él. En el fondo es un cobarde rendido al poder y convencido de la lógica del sistema que no le dejará escapar si no es para hundirse. Mario: aparece en un principio como la victima derrotada e inocente de esta guerra familiar, pero no hay que simplificar ya que Mario es un ejemplo de personaje contemplativo cuyo carácter derrotista y escéptico le aparta de la actividad y le empuja a la abstención de participar en la lucha. No quiere tomar el tren y se margina voluntariamente por imperativos éticos insobornables (113, análisis del funcionamiento de la sociedad y respuesta de Mario). Vicente compara el idealismo de Mario con Don Quijote pero éste actuaba; sin embargo Mario es capaz de reconocer al final sus errores (inactividad, egoísmo, empuja a Vicente, etc.). Mario representa un soplo de esperanza por su afán de trascendencia heredado de su padre. Padre: es una figura central del drama, se trata de una figura polifacética que mezcla valores reales y alegóricos. Se trata de uno de los personajes típicos de Buero Vallejo, el persone tiene una deficiencia física que representa el contrapunto a la "normalidad". En este caso se dees una psíquica (demencia senil)decuyo srcen no esLa propiamente la vejez ya trata que no tandeficiencia viejo y además existe un episodio locura anterior. locura ha sido provocada por una causa externa que aflora al final: la traición de su hijo que se utiliza como metáfora de la guerra civil o la maldad universal. Pero como ocurre con todos estos personajes el padre tiene una lucidez particular, una racionalidad especial que le lleva a descubrir la relación entre Encarna y Elvira que están unidas por ser víctimas. Pero sobre todo este
personaje canaliza uno de los temas principales de la obra: la pregunta filosófica que cohesiona el texto: ¿quién es ese? Se trata del problema de la identidad. la significación última de su obsesión es la búsqueda del conocimiento de la identidad de cada uno de los seres humanos, aunque se trate de una búsqueda imposible, es el primer paso para el conocimiento y la comprensión. Como padre, también se le relaciona con el Creador, de manera explícita se cree Dios y se comporta como un Dios bíblico el enfrentamiento entre sus hijos. Al final Vicente pide perdón pero recibe el castigo divino-paternal Los dos hermanos representan dos caras de la realidad. En el teatro de Buero Vallejo es muy frecuente el enfrentamiento entre dos personajes: el activo y el contemplativo. En su teatro, este enfrentamiento entre protagonista contemplativo y protagonista activo puede aparecer con distintas variantes ya que suelen cruzarse con otros personajes. Lo más frecuente es que exista un objeto deseado que los enfrente... Este objeto suele ser una figura femenina (como en el Tragaluz) por lo que se introduce también un conflicto amoroso. Ninguna de las dos posturas es la correcta pues hay que actuar pero también hay que saber contemplar y comprender al prójimo. No se trata de un enfrentamiento maniqueístas (religión de carácter dualista) entre el Bien y el Mal, sino de la presentación de posturas que, aisladas y condicionadas por las presiones sociales, no son beneficiosas. El propio Buera ha indicado que el hombre idóneo sería el resultado de una simbiosis entre Mario y Vicente en proporción de 60%-30%. Madre: papel menor aunque hay que destacar de él algunas notas: su abnegación, su ternura, su compasión hacia Vicente (madre al fin y al cabo, siempre perdona), su continua obsesión por el hambre Y, sobre todo, su postura escapista ante los hechos. Ni un solo día deja de recordar la tragedia, pero se impone a sí misma el silencio en un intento de evitar una ruptura que acaba llegando inexorablemente. Elvirita: es la más inocente, símbolo de la inocencia que sucumbe por la historia, los actos ajenos cuya incidencia prójimo motiva la meditación sobre la responsabilidad Encarna: a pesarsobre de suelescaso papel, permite comprobar la degradación de las humana. relaciones amorosas en ese tiempo. El amor es un concepto utilitario y es víctima (al igual que Elvira) en su relación con los dos hermanos ya que la utilizan con diversos fines y se ve en medio de Vicente (con su altruismo autocomplaciente) y de Mario (con su autocompasión-). Por ellos se ve a sí misma en un ejemplo de visualización de los pensamientos como prostituta ya que la pobreza y la supervivencia la empujan a prostituirse moralmente. Beltrán: no aparece en escena, pero por las referencias puede encarnar al escritor de talento que se convierte en víctima de los intereses ajenos, que tiene que enfrentarse con un Poder cuyos medios son más eficaces que la simple valía. CONCLUSIÓN
Todaque la obra es un proceso Vicente quelalleva descubrimiento deolapolicíaca). Verdad, por dolorosa sea (de hecho se haa relacionado obrahasta con lael literatura procesal Tras el violento juicio y ajusticiamiento de Vicente, se impone un remanso de paz, representado por las últimas palabras de Mario y Encarna, unidos ahora en el dolor, por la esperanza del futuro, un futuro representado tanto por los hombres que pasan por delante del tragaluz como por ese hijo, quizá de Vicente (unión final de los dos hermanos), que representa una posibilidad de salvación. La tragedia concluye pues con un crimen que es castigo, una mirada hacia el futuro y una confirmación desde ese futuro de esa salvación. Destaquemos los usos verbales como rasgo de esa esperanza: los pretéritos imperfectos (-aban) en contraste con ese hoy ya. La vigilancia de una conciencia superior, que es la de la colectividad, rehumanizará el mundo. Esta es la función catárquica de la tragedia para Buero: la purificación del ánimo, como en la Poética de Aristóteles, pero acompañada de una reflexión sobre la existencia.