EL MAR DE BRONCE
Al realizar las pruebas de Iniciación pasando por la purificación de los cuatro elementos, nos encontramos frente a las aguas bravías del Mar de Bronce y mientras nuestros oídos se encuentran ensordecidos y nuestros ojos sin luz nos da un momento de paz el poder transformador y purificador del agua. De las cavilaciones del espíritu inquieto de de Irma Habbib cuando realizaba la construcción del Primer Templo de Salomón nació la idea del MAR DE BRONCE y procedió a realizar este magno proyecto, aunque cielo y tierra suspendieran empavorecidos el aliento ante tan audaz propósito. Muy poco nos dice la Biblia acerca del mar de bronce. Él capitulo cuarto del segundo libro de las Crónicas refiere que Hiram construyó la gran pila llamada mar de bronce o también mar de fundición, que era de muy considerable tamaño y estaba asentada sobre doce bueyes dispuestos con la cabeza en la periferia y las traseras hacia el centro. Estaba destinado exclusivamente a los sacerdotes. Muchos más añade la Biblia en termino que podrían aturdir al lector, pero las características que acabamos de apuntar demuestran la señalada importancia de la pila o mar de bronce, según veremos al comparar el relato masónico con las veladas palabras de la Biblia.
Dice la masónica narración: Cuando Hiram hubo terminado el templo comenzó a fundir los diferentes vasos requeridos por el servicio, según los diseños trazados por Salomón como intermediario agente de Jehová. El mayor y principal de estos vasos era la gran pila destinada a contener el baño de la purificación a que todos los sacerdotes se habían de someter antes de entrar en el servicio del Señor. Esta pila y los vasos menores fueron felizmente fundidos por Hiram, según relata la Biblia. Pero hay una muy importante distinción entre la pila y el mar de bronce proyectado por Hiram para contenido, y hasta que no se hubiese derramado carecía la pila de propiedades purificadoras y sería tan incapaz de lavar las
manchas del alma como una pila vacía las del cuerpo. Ni el mismo Salomón conocía la Palabra para esta admirable obra.
Únicamente Hiram la conocía. Aquella obra había de ser su obra maestra y si con feliz éxito se realizaba, su arte lo elevaría sobre la humanidad y lo haría tan divino como el Elohim Jehová. Su divino progenitor Samael había asegurado a la madre Eva que si comía del árbol del conocimiento sería tan divina “como los Elohim”.
Durante siglos habían trabajado en el mundo sus antepasados y gracias a la acumulada habilidad de los hijos de Caín, se había erigido un edificio donde Jehová se ocultaba “tras el velo”, y únicamente se comunicaba con los
sacerdotes, hijos de Seth.
A los hijos de Caín se les arrojaba del templo que habían construido, como su padre Caín fue expulsado del jardín que cultivara. Hiram consideraba todo esto como una tropelía y una injusticia, por lo que se ocupó en preparar los medios de que los hijos de Caín pudiesen “rasgar el velo” y ab rir el camino para llegar a Dios “quien mucho lo desease”. A este fin despacho por todo el mundo
mensajeros que recogiesen todos los metales en que siempre habían trabajado los hijos de Caín.
Pulverizó los metales con su martillo y echólos en un ardiente horno para extraer alquímicamente de cada partícula la quintaesencia del conocimiento derivado de la experiencia de trabajarlos. De esta suerte, la combinada quintaesencia de los diversos bajos metales formaría un espiritual sublimado de conocimiento de incomparable potencia y más valioso que todos los tesoros de la tierra. Por ser de ultérrima pureza seria incoloro y semejante a un “mar de cristal”.
Quienquiera que en él se lavase quedaría dotado de perpetua juventud y ningún filosofo podría comparársele en sabiduría.
Esta “blanca piedra” del conocimiento le capacitaría para levantar el velo de lo
invisible y ponerse en contacto con las súper-humanas Jerarquías que actúan en el mundo con una potencialidad insospechada por las gentes. aleph:
Así pues podemos ver que en efecto, el Mar de bronce se encuadraba dentro de un simbolismo cósmico, pues esa denominación le venía seguramente porque con él se quería representar el “Océano celeste” (las “Aguas superiores”), ya que
estaba repleto de agua hasta sus bordes, y su forma era enteramente redonda, como el cielo.
Si bien es verdad que como relata el segundo libro de Crónicas, 4, 6, el Mar de bronce se usaba para las abluciones de los sacerdotes, en la antigüedad, con el paso del tiempo se fue desvirtuando este concepto tomándolo como un símbolo de purificación por medio del agua, esto debió ocurrir en una época en que se había olvidado su primitivo significado, que era (según las investigaciones que al respecto se han realizado) el de servir como observatorio astronómico, como sucedió en Meso América en diversos templos prehispánicos y fuentes naturales como los cenotes abiertos en la península de Yucatán, puesto que la superficie plana del agua hacía de espejo en donde era posible contemplar el mapa celeste, y por tanto la rotación regular de los astros, planetas y constelaciones, permitiendo establecer medidas y cálculos y así llevar un seguimiento de sus ciclos, los que se ponían en relación con el calendario litúrgico y ritual. Esta interpretación sobre el Mar de bronce se refuerza por el hecho de que éste estaba soportado por cuatro grupos de tres toros cada uno también de bronce, que en total suman doce, número de las constelaciones y signos zodiacales, según la descripción que se da de él. Cada uno de esos grupos estaba orientado según los cuatro puntos cardinales: tres a Oriente, tres a Occidente, tres a Mediodía y tres a Septentrión, disposición que recuerda la situación que ocupaban las doce tribus de Israel en el campamento hebreo, las que también se correspondían con los meses del año . El Mar de bronce en el templo masónico tiene pues la triple significación de ser el símbolo de purificación en el segundo viaje del aprendiz por medio del agua donde representa los mares embravecidos y la importancia del vital liquido para
la supervivencia de la vida, tal ves para el profano sea el primer acercamiento a tomar conciencia del universo que le rodea y lo remita a considerar los ritos de purificación que han existido a través de los tiempos . El segundo uso de este símbolo es el de observatorio de lo que se tiene constancia tiene como principal propósito el conocimiento del mecanismo del firmamento, necesario para la agricultura, y que se entrelazaba con la función litúrgica, sugiere, que las personas de antigüedad fueron capaces de hacer mediciones astronómicas mucho antes de lo que se creía y con muchísima más precisión de la que los científicos modernos imaginaban. Otro aspecto a considerar es el de que además de ser un espejo natural que refleje el firmamento podría considerarse como un espejo de la conciencia donde el hombre haciendo una confrontación al planteamiento de Platón en el VII libro de La República en el mito de la caverna como una explicación alegórica, de la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento. Así explica su teoría de la existencia de dos mundos: el mundo sensible (conocido a través de los sentidos) y el mundo de las ideas (solo alcanzable mediante la razón) . En está relación que se plantea con el mito de la caverna de Platón, El Mar de Bronce, refleja al humano y al universo como las apariencias, es decir, lo que captamos a través de los sentidos y pensamos que es real (mundo sensible). Las cosas naturales, el mundo que está fuera de este reflejo y que los observadores ven de forma distinta, sería el mundo de las ideas, en el cual, la máxima idea, la Idea del Bien, la luz del conocimiento de los astros.
En el mito de la caverna uno de los prisioneros logra liberarse de sus ataduras y consigue salir de la caverna conociendo así el mundo real. Es este prisionero ya liberado el que deberá guiar a los demás hacia el mundo real, es el símbolo del filósofo. La situación en la que se encuentran los prisioneros de la caverna viene a representar el estado en el que permanecen los seres humanos ajenos al
conocimiento, únicamente aquellos capaces de superar el dolor que supondría liberarse de las cadenas, volver a mover sus entumecidos músculos podrán contemplar el mundo de las ideas con sus infrautilizados ojos. Esta alegoría platónica equiparada con esta interpretación del mar de bronce nos pone de manifiesto una de las misiones que plantea la masonería que es la de combatir la ignorancia por medio del estudio del universo que nos rodea y el conocimiento de nosotros mismos.
El agua al ser un espejo imperfecto que nos hace ver la realidad con una apariencia imperfecta y que esta supeditada a que la superficie de esta se encuentre estable gracias a que el recipiente que contiene el liquido, este a plomo y a nivel para que no se derrame, en contraposición al mito de la caverna El Mar de Bronce para que pueda ser un espejo que refleje nuestra visión del universo, depende de la habilidad y el conocimiento del hombre para dominar el arte y la ciencia. La obra culminante del Templo es el mar u océano de bronce, el que no logra terminar bien debido a una conspiración envidiosa de quienes se creían con derecho a ser maestros, sin merecerlo todavía (historia que siempre se repite). La culminación de la obra será lograda por quienes descubran el secreto de ese mar de bronce y de una escuadra de oro, oculta por Hiram antes de morir asesinado. Para completar la obra, será necesario acceder al sancto-santorum, el lugar más sagrado de todo templo, donde se encuentran la escuadra áurea y la palabra pérdida. El Templo de Salomón representa el templo de las hermandades secretas. Los iniciados de ésta se reúnen en el santum, ya que conocen el significado del mar de bronce y la escuadra de oro. Si bien los poseedores de un espíritu religioso, descendientes de Seth, no han tenido fuerza transformadora, por serles propia la pasividad relativa, los descendientes de Caín tienen otro inconvenientes: les cuesta dominar el fuego de las pasiones o "kama". Kama es el apego a la existencia, es la naturaleza pasional y emocional.
Se supone que con, el advenimiento del cristianismo, la religiosidad se libera de kama. Cristo como amor encarnado, fluye con devoción hacia afuera, es decir, un deseo invertido, dirigido ahora hacia lo superior, en vez de lo inferior. La religiosidad superior puede ser entusiasta. Pero para ello debe haber un trabajo de cada persona, (trabajo sobre sí), desarrollando el cristo interno individual, mediante el dominio del fuego. El aspecto Caín debe actuar para que Cristo retorne a la tierra, renaciendo en cada uno. La construcción cultural humana ha sido edificada (el Templo de Salomón). Solamente un iniciado puede construir lo que falta para coronar esta obra. El secreto está oculto en la fundición del mar de bronce y en la santa escuadra También observamos la referencia de el Mar de Bronce con Los ADAMITAS (hijos de Adán) son gente muy clama y espiritual; están al servicio de JEHOVÁ y forman la casta sacerdotal de la época; conforme pasa el tiempo envidian a los cainitas, se saben incapaces de emular su tecnología; su corazón se endurece llegando a la ruindad y llevándolos a enfrentamiento fratricida que sostiene con los cainitas a lo largo de la edificación del TEMPLO.
Sus características físicas se comprenden que son puramente femeninas, y que eviten el bautismo de fuego. Al bautizarse con agua intentan asegurarse que no se pueden mezclar las razas.
En la pila bautismal se infunde el espíritu de la LUNA a los hijos de SET. Esta pila es conocida en la Biblia con el nombre de MAR DE BRONCE. El agua bautismal es transformada en la pila en el menstruo llamado MERCURIO CITRINO y le resulta inútil a loa adamitas. Para evitar el acceso al mercurio citrino del mar de bronce se impide a los cainitas el paso al Templo, así como se expulsó a Caín del Jardín se cultivaba, condenándolo a vagar por todo el universo conocido
Bibliografía.- leyendas masónicas Rene Guenon.- la DIVINIDAD DE LOS símbolos masónicos