LENGUA E S P A Ñ O L A
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INDICE DE TEMAS
1. L E N G U A JE Y C O M U N IC A C IÓ N ---- ---------- ------------------------.----- ---------
12-76
2. E S T R U C T U R A C IÓ N D E L L E N G U A JE V ER B A L...........................................
78-135
3. LA O R A C IÓ N G R A M A T IC A L ..............................................................................
138-164
4. EL S IN T A G M A N O M IN A L _______ ____ ___________ ___________________
166-203
5. LOS D E T E R M IN A N T E S Y LOS PR O N O M B R E S ...........................................
206-237
6. EL S IN T A G M A V ERBA L ........................................................................................
240-260
7. EL SIST E M A V ER B A L .............................................................................................
262-302
8. LA E S T R U C T U R A D E L P R E D IC A D O ..............................................................
305-352
9. LA O R A C IÓ N C O M P U E S T A .................................................................................
354-392
10. EL T E X T O ......................................................................................................................
394-413
11. EL L E N G U A JE T É C N IC O -C IE N T ÍF IC O ...........................................................
416-444
12. EL L E N G U A JE JU R ÍD IC O Y A D M IN IST R A T IV O ......................................
446-463
13. EL L E N G U A JE P E R IO D ÍS T IC O Y P U B L IC IT A R IO ..................................
466-500
14. EL L E N G U A JE D E LA S D IS C IP L IN A S H U M A N ÍS T IC A S ......................
502-523
15. EL L E N G U A JE L IT E R A R IO ...................................................................................
526-559
16. V A R IE D A D E S D EL U SO L IN G Ü ÍS T IC O .................................................562-578 /'
17. SIT U A C IÓ N L IN G Ü ÍS T IC A D E E S P A Ñ A .......... .............................................
580-619
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622-637
EL ESPAÑO L A C TU A L Y EL ESPAÑO L DE AM ÉRICA
LENGUA ESPAÑOLA
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Cubierta: Paco Bascuñán José Ramón Gome/ Molina, Isabel Llácer. Amparo Moreno, José María Santano. Dirigido y coordinado por Angel López García. 1988 De esta edición: Consorci d'Editors Valeneians, S.A. (Mestral libros) 1988 I S B A 8 4 -7 5 7 5 -3 3 4 -5 D.l , V -22 5 2 -1 9 8 8 Impreso por Gráficas Morvedre, El Puig (Valencia)
LENGUA ESPAÑOLA
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José R, Gómez Molina Isabel Llácer Amparo Moreno José M. Santano Dirigido y coordinado por: Angel López García
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E S T R A L
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PRÓLOGO La lingüística española se encuentra todavía atorada en la perplejidad que hace unos veinte años suscitára la irrupción de los nuevos métodos y de las nuevas terminologías. Por otra parte, como la lucha de las escuelas alcanzó pronto la enseñanza media, y en especial el C.O.U., los espectadores atónitos fue ron en seguida todos los bachilleres sin más. ¿Qué extraña disciplina era ésta en la que las informaciones suministradas por un manual —digamos generativista— se contradecían inevitablemente con las de otro —estructuralista, pongamos por caso—, y éstas con las de un tercero? Peor aún: en realidad no había dos, tres o diez tipos de manual; es que cada texto constituía un mundo —no precisamente didáctico, que ello es legítimo, sino de contenidos—, y, o bien se llamaba a la misma realidad de innúmeras mane ras, o, lo que es peor, se procedía a equiparaciones apresuradas y erróneas, como las conocidas «el sin tagma nominal es lo que antes se llamaba sujeto», «la competencia es la lengua y la actuación el habla», y otras coletillas ayudamemoria que han circulado profusamente por las aulas. El resultado, como no podía menos que suceder, ha sido el descrédito en el que, todavía hoy, se halla sumida nuestra disciplina. La lengua de C.O.U. no le parece al estudiante algo serio y digno de interés, sino un obstáculo que los meandros del plan de estudios han puesto en su camino hacia la universidad Por eso hace ya años que los compañeros que imparten esta disciplina reaccionaron en el sentido de recabar para la misma la condición de asignatura «útil»: que los estudiantes aprendan a escribir y a ex presarse correctamente se propuso, con muy buen criterio, pues al fin y al cabo el dominio del instru mento lingüístico es la primera condición del trabajo científico. El problema radica, obviamente, en que tal objetivo se revela necesario, pero tal vez no del todo sufi ciente, porque su consecución no permitiría diferenciar el Curso de Orientación Universitaria —un puente tendido entre la enseñanza media y la superior— de otros cursos de niveles anteriores —E.G.B. y B.U.P.—, en los que con mayor propiedad todo progreso debe ser contabilizado en términos de perfeccionamiento de la capacidad lingüística de los estudiantes. Entre el bachillerato y la universidad al alumno de C.O.U. se le pide que domine el uso de la lengua, pero también que empiece a reflexionar sobre ella. De hecho las lenguas naturales gozan de una propiedad especialísima que, bien entendida, justificaría que el C.O.U. se redujese a la asignatura que nos ocupa. Cuando el estudiante llegue a la universidad tendrá que ir abandonando poco a poco la actitud pasiva, de mera recepción de conocimientos, e irse acostumbrando a la actividad creadora en que consiste toda investigación y toda técnica: se trata de un aprendizaje conti nuo y largo que a menudo se intenta remedar en niveles inferiores con simulacros didácticos. En nuestro caso, en el de las lenguas naturales, no hay simulacro, hay desde el primer momento creatividad espontá nea: al estudiante al que se le pide que confeccione un herbario, o una colección de láminas de arte, se le tiene que guiar sobre los criterios de su taxonomía, so pena de que el resultado sea caótico y no formativo; al que se le requieren opiniones sobre su propio uso lingüístico, se le está solicitando sin más que racionalice los resultados de su introspección, y, como introspectivos, sus datos son siempre válidos y estimables.
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En otras palabras, que aprender a reflexionar sobre la lengua es la forma más simple, más directa, y más activa de aprender a descubrir la realidad que nos rodea. De ahí el carácter propedéutico de la Lengua de C.O.U. (o del curso terminal de lengua del nuevo plan de estudios surgido de la reforma, el cual se inspira en este mismo principio y para el que también ha sido concebido este texto): para cuales quiera actividades científico-técnicas futuras se requiere una aptitud de reflexión lingüística —antes que unos conocimientos en sentido estricto— que hace aconsejable la obligatoriedad de la gramática en el curso puente; así lo practica por cierto la tradición académica europea desde los tiempos del «trivium» medieval. Y sin embargo la desconfianza hacia la materia subsiste. De lo dicho arriba se deduce que, si queremos combinar adecuadamente lo útil con lo reflexivo, deberemos confeccionar un manual dotado de las si guientes características: a) Inspirado en los principios del método activo, de forma que la comprensión de los conceptos resul te del análisis de los textos que ilustran el fenómeno objeto de estudio, al quedar como fondos sobre los que aquél se destaca. b) Ajeno a todo dogmatismo, por lo que la materia debe concebirse como una entidad problemática en la que los distintos enfoques, resultantes de procesos de autorreflexión, coexisten, de manera similar a como un cuerpo geométrico puede ser visto desde distintas perspectivas, sin que ninguna lo agote, pero también sin que ninguna se revele del todo distorsionada. c) Centrado en el protagonismo del profesor, al que se intenta facilitar la labor sin imponerle nunca unas pautas rígidas, porque en lengua, más que en ninguna otra disciplina, cada aprendizaje individual o de grupo constituye una biografía válida. Con dicho propósito el equipo de trabajo que ha confeccionado este manual presenta un volumen que podríamos tildar de «descriptivista» y que aspira a facilitar la consecución, lo que no es poco, del «sentido común lingüístico»: el estudiante, y el profesor, no encontrarán etiquetas terminológicas infle xibles, ni coerciones conceptuales; al contrario, de un elevado número de ejercicios —el 80% del mismo— entre los que caben todas las elecciones imaginables, se infieren unas pocas ideas básicas —el 20% restante— que viene a ser el exudado natural sobre el que todos estamos de acuerdo, y sobre el que cual quier concepción gramatical futura —si el alumno termina optando por carreras filológicas—, o cual quier procedimiento de representación de la realidad empírica —si su opción se decanta por otros senderos—, deben asentarse necesariamente. Una vuelta a la tradición, por tanto, pero un retorno aliviado, creemos, de muchas rémoras, tanto de la coacción normativa que aherrojaba la vieja gramática, como de la obsesión terminológica que ha socavado los cimientos de la lingüística moderna. Después de la seducción de la teoría de conjuntos, el álgebra y las tablas de multiplicar han vuelto a los niveles iniciales de enseñanza de las matemáticas: entre nosotros está sucediendo algo parecido, y, tras el deslumbramiento de las teorías, vuelve la solidez de la gramática descriptiva, aunque, desde luego, ya nada vaya a ser como otrora fue. Este libro es el resultado de un trabajo de equipo, no por casualidad, sino como consecuencia de la propia perspectiva gnoseológica que ha guiado su confección: si la lengua se concibe como algo que debe ser comprendido por los alumnos a base del contraste de sus opiniones e instituciones en relación con los textos, era evidente que el texto de textos que presentamos aquí debía nacer igualmente de un contraste similar. La misma extracción epistemológica de sus autores lo evidencia así: hemos procurado que junto al sociológo se alinease el especialista en crítica literaria, que el teórico conviviese con el prag mático, y ambos con el historiador: al fin y al cabo una lengua es todo esto, es sociedad, estética, teoría, práctica e historia, de forma que la variedad de enfoques no sólo define cada texto y debe ser captada por varios alumnos a la vez, sino que también caracteriza al propio sistema lingüístico que, por ello, ha sido descrito desde la confrontación de pareceres de las personas que firman esta obra. Mas lo que una lengua es no se agota ahí, porque la lengua, por definición, lo abarca todo: por eso, conscientes de que cualquier empresa humana es falible e imperfecta, y que los buenos propósitos esbozados arriba podrían haberse tan sólo entrevisto, hacemos desde aquí un llamamiento a todos los colegas para la me jora futura de este manual: toda sugerencia, todo aporte textual, también, ¿por qué no?, toda incorpora ción a este equipo de trabajo, será bien acogida y contribuiría, sin duda, a hacer de este libro lo que hemos intentado que fuese, una obra de todos para todos como, al fin y al cabo, es cualquier lengua de los hombres. Réstanos añadir algunas palabras sobre la organización material de este texto. Tras meditarlo mucho hemos optado por articularlo en dos volúmenes, uno de teoría y otro de ejercicios: ello pone de mani fiesto la absoluta preponderancia que en el mismo se concede a la práctica, de acuerdo con los principios del método activo; además hace posible que el alumno asista a clase tan sólo con el tomo de ejercicios,
e incluso que dicha parte sea manejada como complemento de otros manuale, cuya orientación teórica sea más afín a la del profesor, si bien las citadas pruebas se ajustan al orden de las materias tratadas en el primer tomo. Un segundo aspecto de interés es el glosario de términos lingüísticos que acompaña a la obra: aunque la dificultad terminológica queda casi siempre aminorada por el planteamiento descriptivista de este libro, no se nos oculta que el de la nomenclatura es uno de los problemas a los que habitualmente se enfrenta el estudiante, por lo que la incorporación de este repertorio puede servirle de guía mnemotécnica a la par que de procedimiento de conciliación de contradicciones y resolución de dudas. En la medida en que los futuros usuarios del libro, ellas y ellos, lo sientan como un acicate para interrogarse sobre su lengua y para terminar discrepando personalmente de lo que en el mismo se les dice, nos daremos por satisfechos, convencidos, como estamos, de que ayudar a pensar, y por lo mis mo a suscitar disentimientos, es nuestra primera y tal vez nuestra única obligación como profesores. Angel López García Universidad de Valencia
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LENGUAJE Y COMUNICACIÓN 1.1. LA COM UNICACIÓN Y SUS ELEMENTOS: EL CONCEPTO DE INFORMACIÓN. 1.1.0. INTRODUCCIÓN. 1.1.1. CONCEPTO GENERAL DE COM UNICACIÓN. SIG NIFICAD O RESTRINGIDO. 1.1.2. LOS ELEMENTOS DE LA COM UNICACIÓN. A. B. C. D.
LA EL EL EL
FUENTE O EMISOR. MENSAJE. DESTINO. TRANSMISOR.
E. EL CÓDIGO. F. EL CONTEXTO. G. EL CONCEPTO DE RUIDO.
1.1.3. EL SISTEMA ESTÍMULO - RESPUESTA. 1.1.4. EL CONCEPTO Y CUANTIFICACIÓN DE LA INFORMACIÓN. A. B. C. D. E.
EL CONCEPTO DE INFORMACIÓN. MEDIDA DE LA INFORMACIÓN. INFORMACIÓN CONTENIDA EN UNIDADES LINGÜÍSTICAS. GENERALIZACIÓN AL PLANO SEMÁNTICO DEL CONCEPTO DE INFORMACIÓN. REDUNDANCIA.
1.2. EL SIGNO. 1.2.1. 1.2.2. 1.2.3.
EL CONCEPTO DE SIGNO: CARACTERÍSTICAS. EL TRIÁNGULO SEMIÓTICO: SIG NIFICAN TE, SIGNIFICADO, REFERENTE. DOS POSICIONES CLÁSICAS SOBRE EL PROBLEM A DEL SIGNIFICADO. A. LA POSICIÓN ANTIMENTALISTA. B. EL “INTERPRETANTE” DE PEIRCE.
1.2.4. 1.2.5.
LA SIG NIFICACIÓ N DE SEGUNDO GRADO. CLASES DE SIGNOS. A. B. C. D. E. F. G.
1.2.6. 1.2.7.
ÍNDICES, ICONOS, SÍMBOLOS. SIGNOS NATURALES. SIGNOS ARTIFICIALES. SIGNOS COMUNICATIVOS. SIGNOS EXPRESIVOS. SIGNOS MOTIVADOS. SIGNOS INMOTIVADOS. SIGNOS CON VALOR SEMÁNTICO. SIGNOS CON VALOR SINTÁCTICO. CLASIFICACIÓN SEGÚN EL MODO OPERATIVO. SIGNOS LINGÜÍSTICOS. SIGNOS NO LINGÜÍSTICOS.
EL CÓDIGO EN SENTIDO SEMIOLÓGICO. CLASES DE CÓDIGOS. A. CÓDIGOS SISTEMÁTICOS - ASISTEMÁTICOS. B. TIPIFICACIÓN FORMAL SEGÚN LA ARTICULACIÓN.
1.2.8. 1.2.9. 1.2.10. 1.2.11. 1.2.12.
LENGUAJE VERBAL - SISTEMAS SEM IOLÓGICOS NO VERBALES. M ENSAJES VERBALIZABLES. NO VERBALIZABLES. CÓDIGOS MIXTOS. LA SEM IÓTICA, D ISCIPLIN A ABIERTA. LA COM UNICACIÓN NO VERBAL.
1.3. EL SIGNO LINGÜÍSTICO. 1.3.1. 1.3.2. 1.3.3. 1.3.4. 1.3.5. 1.3.6.
CARACTERÍSTICAS. PENSAMIENTO Y SIGNO LINGÜÍSTICO. EL PROBLEM A DE LA DELIMITACIÓN. EL CONCEPTO DE CÓDIGO A PLICA D O A LA LENGUA. LA DOBLE ARTICULACIÓN. LOS SISTEMAS DE ESCRITURA.
1.4. LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE. 1.4.1. 1.4.2.
EL LENGUAJE, CARACTERÍSTICA DE LA ESPECIE HUMANA. LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE: TRES ESQUEMAS. A. LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE SEGÚN K. BÜHLER. B. LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE SEGÚN JAKOBSON. C. LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE SEGÚN HALLYDAY.
1.1. LA COMUNICACION Y SUS ELEMENTOS. EL CONCEPTO DE INFORMACION. l.l.O. INTRODUCCION La Teoría de la Comunicación y de la Información constituye una de las aportaciones más significati vas que conforman tanto los avances técnicos como el pensamiento de nuestra época. Surgida en el con texto de la Bell Telephone Laboratories y del Massachussets Institute of Technology, su objetivo inicial fué la elaboración de una serie de modelos matemáticos destinados a mejorar el rendimiento, la fiabili dad y la economía de los diversos medios de transmisión. Posteriormente, su influencia ha irradiado a las disciplinas más diversas tanto en las ciencias físicas como en las biológicas y humanas, en muchos casos por la utilización directa de los teoremas elaborados, en otros por suponer nuevas herramientas conceptuales para el análisis de los fenómenos. La estructuración inicial de la Teoría de la Comunicación se debe a Claude E. Shannon y Warren Weaber (Teoría matemática déla Comunicación, 1948) quienes se basaron en las investigaciones sobre transmisión de Nyquist (1924) y Hartley (1928), en el cálculo de posi bilidades y en la estadística matemática. A ella se vincula la cibernética (de kubernetés = piloto), término forjado por Norbert Wiener, su iniciador. La cibernética se ocupa de los problemas de la comunicación y del control partiendo de los procesos que rigen desde el funcionamiento de los mecanismos autorreguladores más simples hasta el de los modernos computadores e incluso el funcionamiento del sistema nervioso.
El periodismo, la radio, la televisión, el cine, los llamados precisamente medios de comunicación han hecho suyos y difundido en la lengua común los conceptos fundamentales de la Teoría de la Comunica ción. En algunos casos, como es inevitable, con pérdida del rigor terminológico original, como es el caso de información y mensaje erróneamente asimilados a noticia y a contenido respectivamente. Así, se habla no sólo del receptor de radio, de la emisora de televisión o de sus canales sino también de difundir informaciones o carecer de información, de las fuentes de una noticia, del mensaje del político o del artista, del código de la circulación, de pueblos bien comunicados o de la falta de comunicación en la familia o en la pareja, del contexto eco nómico y social, etc. Los más diversos fenómenos del arte, la política, la economía, la so ciología o la vida cotidiana son hoy expresados en términos de comunicación.
Tal es el caso del lenguaje. Con independencia de lo discutible en algunas generalizaciones, es un he cho que la lingüística hoy en día se halla fuertemente penetrada por la terminología de la Teoría de la Comunicación. Algunas disciplinas actuales —gramática generativa, lingüística estadística, traducción automática, técnicas criptográficas— le son directamente tributarias. En lingüística general es hoy lugar común asimilar el lenguaje a la comunicación verbal, la lengua al código, el habla al mensaje, el hablante al emisor, y el oyente al receptor. Se considera el contexto lingüístico o extralingüístico de unidades y secuencias; se analiza la influencia del canal (oral, escrito) en la codificación de estas últimas, es decir, en la estruc turación del discurso.
Por otra parte, aunque su origen es independiente, también la moderna semiótica ha establecido cone xiones con la Teoría de la Comunicación al abordar el problema de la transmisión de significados. Citemos por último otro ámbito que se ha visto enriquecido por los enfoques de la Teoría de la Comu nicación: la teoría literaria. El autor puede ser considerado como el emisor de un determinado mensaje —la obra—, destinado a un receptor —el público o lector— para lo cual utiliza un canal —el género literario— en el marco de un contexto (social, ideológico, cultural...).
1.1.1. CONCEPTO GENERAL DE COMUNICACION: SIGNIFICADO RESTRINGIDO. En Teoría de la Comunicación se entiende por comunicación el paso de una determinada informa ción de un punto a otro distantes en el espacio y/o en el tiempo. No se prejuzga, pues, que esta informa ción contenga o no un significado ni que su transmisión tenga o no carácter voluntario.
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En las ciencias humanas se restringe frecuentemente el concepto de comunicación para abarcar exclu sivamente los procesos de comunicación humana, de carácter intencionado, percibidos como tales por el receptor. Se opone, en este caso, comunicación a mera significación. Así, un gesto de adiós, un enunciado lingüístico, una señal de tráfico supondrán, en esta acepción, comunicación. En cambio, un gesto de cansancio, un acento extranjero o dia lectal, el rubor, etc. serían sólo significativos, dado que la información que permiten infe rir ha sido involuntariamente transmitida.
En los párrafos que siguen nos referiremos a la comunicación en sentido amplio, tal y como ha sido originariamente formulada.
A) LA FUENTE o EMISOR. La fuente es el punto de origen del mensaje. La fuente o emisor seleccio na el mensaje entre una serie de posibles mensajes. Del número total de estos posibles mensajes depen derá la información transmitida en cada caso. Los seres o realidades más diversas pueden desempeñar la función de información gene radora de mensajes. La fuente puede consistir en un ser viviente, humano o animal, en un mecanismo, en un sistema susceptible de estados diversos, etc.
El concepto de fuente no presupone mente, conciencia o intencionalidad comunicativa necesariamente: un semáforo, un bombo de lotería que selecciona números al azar, las ca pas de la atmósfera observadas por el meteorólogo, un astro lejano que emite radiaciones, un león que ruge, un músico que toca una melodía, la emisora de TV o de radio, un hombre que habla con otro, le escribe o le telefonea, son otros tantos ejemplos de fuente o emisor.
B) EL MENSAJE es el símbolo o sucesión de símbolos seleccionados por la fuente. El semáforo sólo puede emitir tres mensajes y cada uno consta de un único símbolo, —verde, rojo, ámbar—. El mensaje generado por el bombo es una sucesión de números, p. ej. el 36.830. Como puede verse, esta fuente maneja diez símbolos (0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9) y el número de mensajes posibles es muy elevado. El mensaje que transmite el me teorólogo es el estado concreto en un momento dado de presión, humedad, etc., de la at mósfera. Las radiaciones, el rugido, la sucesión de notas, las imágenes y las palabras, el texto escrito, constituyen los mensajes de los restantes ejemplos.
C) EL DESTINO es el ser viviente —o mecanismo— que recibe el mensaje y, por lo común, reacciona o actúa en consecuencia. Un gran número de veces el destino es un ser humano o viviente: el peatón, los jugadores de lotería, el meteorólogo, el astrónomo, el público o los restantes leones del territorio. Pe ro no necesariamente. El dispositivo de un termostato que conecta o desconecta un aparato
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de la red según la señal que recibe de la temperatura ambiente, la célula fotoeléctrica que abre la puerta al interceptar un cuerpo el rayo luminoso, un piloto automático, un misil antimisil o cualquier mecanismo autorregulador, son el destino de procesos comunicativos. Un ordenador es el destino de la información contenida en los datos que le suministramos.
D) EL TRANSMISOR, como se ha dicho, transforma el mensaje en señal que envía, a través del cana!, hasta el receptor. El receptor puede considerarse como la inversa del transmisor, pues reconvierte la se ñal transmitida reconstruyendo el mensaje inicial, que utilizará el destino. Estos elementos aparecen particularmente diferenciados en comunicaciones efectuadas mediante procedimientos artificiales, construidos al efecto. En el caso del teléfono, por ejem plo, el transmisor es el micrófono que convierte la presión sonora de la voz en una corriente eléctrica variable (señal); el canal es un cable y el receptor es un auricular que transforma de nuevo dichos impulsos eléctricos en vibraciones sonoras que reproducen las palabras. La codificación en este caso tiene carácter automático, basado en las propiedades físicas de los elementos integrantes de los aparatos en cuestión. En el caso del telégrafo, en cam bio, existe una codificación previa: la transformación del mensaje escrito en una sucesión de corrientes interrumpidas de longitud variable (puntos, rayas, espacios). El canal, medio físico por el que se propaga la señal, puede ser en otros casos simple mente el aire (señales acústicas o luminosas), e incluso el espacio vacío (ondas electromag néticas de la radio o de la televisión). El papel o la pizarra sobre los que escribo son el canal de la comunicación escrita. Una persona que repite a otra un mensaje a ésta destinado será también el canal. Si traducimos un texto de una lengua a otra y de ésta a una tercera, la lengua actúa como canal. En el caso de la comunicación simple, por medios naturales, resulta tal vez más difícil identificar el elemento o elementos que ejercen la función de transmisor, así como la índole de la codificación propiamente dicha. Sin embargo, estos elementos están presentes en cual quier caso. Imaginemos que mi mente, en un momento dado —ante un peligro por ejemplo—, selec ciona un mensaje destinado a una persona, que es la orden de que se aparte. Está claro que —telepatía excluida— este mensaje no puede llegar a su destino si no se traduce o codi fica en algo perceptible por los sentidos de dicha persona. Según las circunstancias puedo elegir uno u otro canal, recurrir a una u otra codificación, pero, en cualquier caso, habré de producir una determinada señal física susceptible de ser correctamente interpretada. Puedo, por ejemplo, hacer un gesto (señal visual - código no lingüístico) o darle un empujón (señal táctil - ídem.), decirle “apártate” (señal auditiva - lingüística) o escribírselo en algún sopor te físico (señal visual, lingüística). El receptor destino, al recibir la señal, reconstruye en su mente el mensaje y se supone que se aparta. En cualquier caso, mi voz, mis manos, mi rostro, mi lápiz o bolígrafo han actuado de transmisores del mensaje.
En la comunicación oral en presencia, el transmisor es el aparato fonador del hablante, el aire es el canal, y el receptor, el oído del interlocutor con su nervio auditivo asociado. Sin embargo, como luego se verá, el concepto de codificación aplicado a la plasmación de contenidos en las lenguas naturales pre senta una complejidad infinitamente superior al de la codificación para su transmisión de mensajes elaborados. E) EL CÓDIGO Un código es un sistema de equivalencias convencionalmente establecidas que permite transmutar el mensaje de la fuente para hacerlo apto para la transmisión. Como hemos visto, la transcripción del mensaje a los signos de estos códigos se denomina codifica ción y corre a cargo del elemento denominado transmisor. La operación inversa, que permite reconstruir el mensaje inicial invirtiendo el proceso, se denomina descodificación y corre a cargo del receptor. Por códigos en sentido estricto entendemos comúnmente los códigos de transmisión, es decir los códi gos artificiales. Todo código se presenta como un stock o inventario del que se escogen las unidades que permiten construir los mensajes. Para que la comunicación sea posible, el código tiene que ser co mún al transmisor y al receptor, es decir, que tanto uno como otro posean en su memoria las equivalen cias antes citadas.
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EJEMPLOS DE CÓDIGOS USUALES A
PUNTUACIÓN Y OTROS SIGNOS CONVENCIONALES
B C
D £
F G
H I J K
L M N
0 P
0
punto (.) coma (,) dos puntos (:) interrogación (?) guión (-) barra (I) paréntesis [()] comillas (*») igual (=) enterado error cruz (+) o fin de telegrama invitación a transmitir
• — • — ' — — • • ' — — — • • •— — • — • • . • — •• — — . __ — . — . . _ — . . . _ . . . _ .
espera fin de transmisión llamada preliminar señal de separación
. _ . . . . . . _ . . _ _ . mmm . . __ ,, _
. _ . __ __ . __
fig. 2 ALFABETO MORSE La econom ía d e un código requiere partir d el análisis d e la frecuencia d e los símbolos que com ponen los m ensajes. El código inorse refleja la frecuencia m edia d e las letras en inglés. La e, que e s la más frecuente, e s la más breve (•), la q, la más infrecuente, requiere siete v e c e s más tiempo d e transmisión (— ■—).
0
0000
1
0001
2
0010
3 4
0011 0100
5
0101
6
0110
7
0111
8
1000
9
1001
fig. 4 CODIFICACIÓN BI NARIA EN BASE 2 DE LOS DÍGITOS DECIMALES. (En esta base, 2 = 10. Sólo s e utilizan los dígitos 0 y 1).
1 2 * 4 ( ) 7 8 j t =1 2 ’ ° M \ 3 1 ' 5 6 / X 9 + ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ
fig. 6 UN CÓDIGO BINARIO DE LETRAS, DÍGITOS Y SIGNOS EN UNA CIN TA MAGNÉTICA DE CINCO CANALES. Los círculos indican magnetización en la posición correspondiente. A cada número o letra corresponde una sucesión d e 5 dígitos binarios. 0 = ausencia d e magnetización, l = magnetización en la posición. Por ej. A = 10.000, B = OI.000, Z = OI.Olí.
• A
E
• i •
•
9
•• Q •• •
9
M 9
B
• 9
9
•
C
•© D •
•• F •
j
©• G •©
K
9 9
© 9
N
•
L
9 9 9
9
9 O 9 9
R
9 9 9
9
9
• H
9
0
S
9 9
P
9 9
T
9
9 9 9
9 9 9 9
9
-
16
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• u
••
• V • ••
•9 Y
9 9 9
9
Z
9 9 9
• w •• •
•• X
••
fig. 7 EL CÓDIGO TÁC TIL BRAILLE. Los signos se com po nen m ediante perfora ciones d e puntos en el papel.
La índole de los códigos se ajusta evidentemente a las condiciones en que se verifica la comunicación, y su elaboración supone siempre un problema de optimización: un código es superior a otro si, en las mismas condiciones, permite transmitir mayor número de mensajes por unidad de tiempo sin que ello suponga pérdida o riesgo de pérdida de información. Los diversos sistemas de escritura, sus sistemas sustitutivos (Morse, Braille, señales de banderas), las cartografías, los símbolos matemáticos, lógicos o químicos, los lenguajes de ordenador (Basic, Fortran, Ada, Logo, Pascal...) constituyen ejemplos de códigos entre mu chísimos otros. Especial importancia revisten en nuestros días los sistemas de codificación binaria que manejan dos únicos símbolos (0, 1) para almacenar o transmitir cualquier tipo de mensaje.
fig. 9 CODIFICACIÓN DE LA PALABRA ES CRITA PELIGRO EN MORSE, BRAILLE, ALFA BETO DE LOS SORDOMUDOS Y CÓDIGO DE BANDERAS. La palabra escrita supone ya una primera co dificación d e la secuencia oral correspondien te. Los cód igos de transcripción son sistemas sustitutivos de segun d o grado d el lenguaje.
fig, 8 LOS DÍAS DE LA SEMANA EN EL CÓ DIGO DE LOS SORDOMUDOS. El código de los sordom udos combina id eo gramas gestuales con el procedimiento alfabé tico. O bsérvese el carácter motivado del signo correspondiente al dom ingo frente al n ecesa riamente arbitrario d e los restantes.
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Los códigos en sentido estricto son, pues, sistemas de símbolos o de signos que, por una convención previa, están destinados a representar y a transmitir la información. Sin embargo, en semiología se am plía considerablemente la extensión del concepto hasta utilizarlo para referirse a los principios que sub yacen a cualquier procedimiento de comunicación. (Para el código en sentido semiológico vid. infr,a 1.3.). F) EL CONCEPTO DE RUIDO En sentido estricto, se denomina ruido a las perturbaciones que pueden afectar a la señal en su paso por el canal. Y en sentido amplio, a cualquier perturbación experimentada por la señal en el proceso de la comunicación, es decir, a cualquier factor que la dificulte o impida, al afectar a cualquiera de sus elementos. El concepto de ruido no se limita por tanto al ámbito de lo acústico. Las distorsiones del sonido en la radio o el teléfono son ruido, pero también lo son las distorsiones de geometría o brillo en la televisión, los errores de transmisión en telegrafía, la alteración de la escritura cuando escribimos en el tren, la afonía del hablante o la sordera del oyente, la palidez de un texto impreso o las manchas en el mismo... o la ortografía de fectuosa. Tes peroenca salas hocho es un mensaje ruidoso pues su percepción se ve dificul tada frente a la codificación correcta habitual: te espero en casa a las ocho. La distracción del receptor-destino puede ser admisible a ruido: un alumno que no atiende —aunque esté en silencio— es, en este sentido, un receptor ruidoso.
Como se verá posteriormente, una de las formas de evitar o paliar la inevitable presencia del ruido en la comunicación es introducir redundancia en la codificación del mensaje. G) EL CONTEXTO La noción de contexto, fundamental en la mayoría de los procesos comunicativos tiene dos acepciones Claramente diferenciadas. a) El contexto en el seno del mensaje. b) El contexto del mensaje o contexto situacional, es decir, el conjunto de circunstancias relevan tes que enmarcan el acto de comunicación. EL CONTEXTO EN EL SENO DEL MENSAJE.
Como se ha visto, un mensaje puede constar de uno o diversos símbolos. Cuando el mensaje consta de másde un símbolo, cualquiera de ellos o conjunto de ellos tiene como contexto a los restantes. Según la índole de la fuente y del código, los símbolos que integran el mensaje pueden estar condicionados o no unos por otros: Supongamos una fuente que dispone de los símbolos a, b, c, d, para seleccionar y gene rar mensajes. Si emite el mensaje ab, b es el contexto de a; si emite abe, be es el contexto de a (y recíprocamente), si emite abe, ab es el contexto de c, etc. En el caso del bombo de lotería, es evidente que los símbolos son independientes. La aparición de un 3 no condiciona para nada el dígito siguiente, que puede ser cualquiera entre 0 y 9, y así sucesivamente. En cambio, en el caso de un mensaje en una lengua natu ral, p. ej. en castellano, aunque el hablante dispone de veinticuatro símbolos entre vocales y consonantes, las combinaciones posibles son muy inferiores a las teóricas. Tras una t no podrá aparecer, p. ej. una 1, ni u n ap , ni una f, etc. sino sólo una vocal o una r. Si conside ramos unidades superiores, tras el artículo el sólo podrá aparecer un sustantivo masculino, etc. (Vid. T.2.2.). En una melodía, una nota tiene como contexto a las restantes del compás; un compás, a los restantes compases. En un cuadro o en un cartel, todo lo que rodea a un elemento es su contexto (es decir, el resto del cuadro o del cartel).
En los mensajes lingüísticos, el contexto en el seno del mensaje determina las llamadas relaciones sin tagmáticas (Vid. T.2.). El contexto lingüístico incide, como se verá, para atribuir un determinado significado a las unidades morfolólogicas y léxicas. Así, o significa masculino singular en perro (contexto perr) y Ia persona de presente de indicativo en hablo (contexto habí). La unidad léxica canto se interpreta de modo muy distin to en el canto de un duro, el canto de un pájaro y canto una canción.
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EL CONTEXTO DEL ACTO DE COMUNICACIÓN.
El contexto situacional está constituido por todos los elementos que rodean y enmarcan un acto de comunicación. Todo acto de comunicación se realiza en un determinado contexto situacional. Desvincu lado de éste, su esencia queda totalmente alterada. El mensaje simple de una sucesión de cifras, para ser correctamente interpretado y utili zado, necesita enmarcarse en su contexto situacional. Puede tratarse, en efecto, de un nú mero premiado de lotería, de un número de teléfono, del resultado de un problema de arit mética o de la cifra en millones de los presupuestos del Estado. Un mensaje como salida de emergencia colocado sobre una mesa de despacho, o un semáforo emitiendo en medio de un bosque no supondrían acto de comunicación alguno.
Por otra parte, el contexto condiciona fuertemente todo proceso comunicativo, haciendo optar por la utilización de uno u otro canal, por la elección de uno u otro código. Los mensajes contenidos en las señales de tráfico, por ejemplo, están codificados de for ma que puedan ser captados globalmente, de modo inmediato. Dada la velocidad que lle van normalmente sus destinatarios, resultaría inadecuada la utilización de mensajes lingüís ticos, además de otras razones obvias. Un cartel destinado a una valla-publicitaria se es tructura de modo distinto que un anuncio en una revista; el lenguaje se utiliza de modo distinto en la intimidad que ante el público desde una tribuna. Si quiero avisar a mi compa ñero de mesa, que está copiando en un examen, que se acerca el profesor, fingiré toser, o le daré un codazo en ver de recurrir al lenguaje.
El contexto situacional incide por tanto decisivamente en la interpretación de los mensajes humanos. En lingüística y semiología aborda esta incidencia la pragmática, que estudia la relación de los signos con sus usuarios. OBSERVACIONES
Los elementos de la comunicación no son objetos sino funciones. Un sistema de comunicación puede considerarse integrado a menudo por diversos subsistemas. El análisis se centrará en cada caso en el aspecto que interese considerar. Por ejemplo, si analizamos el acto de comunicación telefónica o telegráfica, podemos prescindir o no de la consideración de las codificaciones y descodificaciones sucesivas que comporta, y por tanto de los sucesivos elementos que actúan de receptor-transmisor.
ñg. 10 SUBSISTEMAS QUE INTEGRAN LA COMUNICACIÓN TELEFÓNICA Y TELEGRÁFICA.
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Lo esencial para nosotros será que en el caso de la comunicación telefónica, el canal arti ficial exclusivamente auditivo condiciona la construcción del mensaje oral, dado que no podemos recurrir a expresiones faciales, gestos, ademanes, etc. que normalmente acompa ñan la comunicación oral en presencia. En el caso del telégrafo, lo fundamental es el condicionamiento de la construcción del mensaje escrito debido a las razones de economía que impone el código. Nuestro mensaje deberá tener redundancia verbal mínima incluso a costa de la violación de reglas gramati cales (Vid. infra 1.1.).
f
1.1.3. EL SISTEMA ESTIMULO-RESPUESTA.
En el sistema del tipo estímulo-respuesta el proceso de la comunicación aparece simplificado. El re ceptor no descodifica para reconstruir el mensaje sino que reacciona directamente a la recepción de la señal. Los procesos de comunicación que se producen en el interior de los seres vivos y que mantienen su equilibrio biológico, los que responden a la interacción necesaria con el me dio para la conservación de la vida, y, en general, todos aquellos que constituyen la base de cualquier mecanismo autorregulador material o artificial, corresponden al modelo citado.
EMISOR
RECEPTOR RESPUESTA w
ñg. 11 ELEMENTOS DEL SISTEMA ESTÍMULO-RESPUESTA
El estudio de la comunicación animal se efectúa necesariamente según este modelo. Las señales emiti das por un individuo actúan como estímulos que desencadenan determinadas reacciones observables en otro u otros de su especie en una circunstancia dada: el significado no es sino el efecto producido, único fenómeno accesible al análisis.
1.1.4. CONCEPTO Y CUANTIFICACION DE LA INFORMACION A) CONCEPTO DE INFORMACIÓN. En la Teoría de la Comunicación, la palabra información se utiliza con un sentido especial que no debe confundirse con su uso cotidiano. En particular, información, no debe confundirse con significado. La información contenida en un mensaje es una magnitud cuantificable de modo preciso, que depen de de la probabilidad de selección por el emisor o fuente de dicho mensaje entre los restantes que podrán aparecer en su lugar. La relación entre la información y la probabilidad es inversa: cuanto más probable es un mensaje, menor información contiene. Recordemos que el emisor selecciona el mensaje entre una serie de mensajes posibles. Analicemos el caso más sencillo: los mensajes son igualmente posibles. Imaginemos una fuente que pueda seleccionar, con idéntica probabilidad, un mensaje entre cuatro mensajes posibles, y otra que disponga de ocho para elegir. El mensaje selec cionado por ésta contiene más información que el de la primera, sean cuales sean dichos mensajes: (números, palabras, notas musicales, colores, letras, etc.). En el primer caso la probabilidad de aparición de un mensaje cualquiera es de - j - , en el segundo, de - j - . Si el número de opciones fuera, p. ej. 100, o 1.000, la información contenida en el mensaje sería muy superior. La información es una función inversa a la probabilidad. Así, por ejemplo, la información que contiene la cara obtenida al lanzar un dado (P = -g-) es inferior a la contenida en una carta extraída al azar de una baraja (P = ).
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B) MEDIDA DE LA INFORMACION.
La unidad más comúnmente utilizada para medir la información es el BIT (B inary Unit o B inary Digit), que supone la elección de u n a función logarítm ica de base 2 (Vid. infra). Los planteamientos de carácter binario han conformado importantes corrientes de la lin güística de nuestro siglo. Como se verá en el T.2., los enfoques estructuralistas (fundamen talmente en fonología y en semántica estructural) se basan precisamente, una vez inventa riados los posibles rasgos básicos, en describir la unidad en cuestión en términos de pose sión / no posesión de cada uno de dichos rasgos, es decir: de SÍ/NO, + /—, 1/0.
Un bit se define como la cantidad de información que se asocia a un mensaje —o a un suceso— cuya probabilidad de producirse es de -f-. Dicho de otro modo, se transmite un bit de información cada vez que sólo son posibles dos mensajes, ambos igualmente probables. Por ejemplo, el resultado del lanzamiento de una moneda (cara o cruz) supone 1 bit de información; niño o niña referidos a un bebé desconocido; el itinerario correcto en una bifurcación de caminos (derecha o izquierda). La elección se opera entre dos únicas posibi lidades, y puede representarse como la respuesta sí/no, o 1/0 a las respectivas preguntas ¿cara? ¿niño? ¿derecha? (o sus complementarias, absolutamente equivalentes: ¿cruz? ¿ni ña? ¿izquierda?). Toda elección, entre casos m ás com plejos, puede ser reducida, en últim a instancia, a u n a sucesión de elecciones elem entales binarias, conducentes a individualizar finalm ente el m ensaje o suceso entre el n ú m ero total de los m ensajes o sucesos posibles. A esta individualización de un mensaje —o suceso— entre numerosos casos posibles igual mente probables puede llegarse mediante un cierto número de elecciones binarias o pregun tas cuya respuesta es SÍ/NO, representables por 1/0. Cada respuesta supone 1 bit de información.
Ej.: adivinar un numero del 1 al 8 (mensaje).
N = Mensajes posibles = 8 P = Probabilidad N = -¡j-
¿Es par? N O ---------------------------------------------1 bit 1357
¿Es el 2?
/ X
¿Es el 6?
Sí 13
N O -------57
¿Es el 1?
/ \
/ \
/ X
¿Es el 5?
Sí
NO
Sí
NO
Sí
NO
Sí
2
4
6
8
1
3
5
N O ------ --------- 1 bit 7
II oo
NO 68
Sí 24
¿Igual o menor que 3?
to
¿Igual o menor que 4?
II
Sí 2468
Hemos necesitado tres preguntas o disyunciones binarias para obtener la información total sobre el mensaje. A cada pregunta ha aumentado en 1 bit la información parcial. Ob servamos que 3 es el número de veces que multiplicamos 2 por sí mismo para obtener el número total de opciones o mensajes posibles, es decir, la potencia a la que hay que elevar 2 para obtener N, (es decir Log. 2 -E ); dicho de otro modo, el logaritmo en base 2 de N. De ahí la fórmula general. I = log .2 N, es decir I = log.2 -j
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Este procedimiento es la base de un conocido juego que permite descubir un mensaje conocido cualquiera efectuandc¡.20 preguntas.bien escogidas: ¿hombre/'mujer?, ¿vivo/muerto?, ¿ciencias/letras?, ¿español/extranjero?, etc. De este modo, si P = - J -, I = 2 bits; si P = -L , 1 = 3 bits. Si P = , I = 4 bits; si P = -E-, I = 5 bits, etc. Evidentemente la fórmula es válida para cualquier valor de P. No es necesario que se trate de potencias exactas de 2. El bit admite decimales. La cifra exacta se hallará consultando una tabla de logaritmos una vez efectuada la transformación correspondiente. Para tener una idea de qué suponen algunas órdenes magnitud, piénsese que 1 mensaje o suceso entre 100 posibles contiene cerca de 7 bits (27 = 128), uno entre mil, alrededor de 10 bits (210 = 1.024), uno entre un millón, unos 20 bits, (220 = 1.048.576). Una imagen de TV en blanco y negro formada al azar supone cerca del millón de bits de información. En efecto: Una imagen puede considerarse formada por una estructura de posiciones o puntos blancos, negros y grises dispuestos en unas 600 líneas x 500 columnas aproximadamente. Admita mos que cada uno de esos puntos (300.000) puede adoptar uno de diez niveles de brillo diferentes, de manera que pueden existir 10300 00(1 imágenes distintas en la pantalla. Si és tas son equiprobables, la probabilidad de una imagen cualquiera es = - ¡ ó ¿ s r , y la cantidad de información I = log.2 j, es log.2 ÍO300000 = 300.000 log,2 10 = 300.000 x 3,32 = 996.000 bits. Evidentemente, si la televisión es en color, la cifra es muy superior. La razón de la elección de la base 2, y por tanto del bit como unidad de información más utilizada, se debe a que la mayoría de los sistemas físicos que se emplean para almacenar, procesar y transmitir la información operan sobre la base binaria (antiguos núcleos de ferrita, tarjetas perforadas, canales en las modernas cintas magnéticas, microcircuitos de los ac tuales chips, relés y sistemas on-off en general). Dichos sistemas pueden considerarse como integrados por unidades o posiciones que admiten dos estados, representables como 0 y 1. p. ej.: perforado/no perforado, magnetizado/no magnetizado. Cada posición puede almace nar, por tanto, un bit. Cualquier información puede codificarse como una sucesión todo lo elevada que sea necesario de ceros y de unos. Les cerebros electrónicos llamados digitales operan, de hecho, efectuando disyunciones binarias a velocidades vertiginosas.
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fig. 12 INFORMACIÓN ALMACENADA EN UNA TARJETA PERFORADA. Para leer las tarjetas d el ordenador, éste dispone d e un aparato periférico lector d e tarjetas que reconoce lo representado en ellas por medio de células fotoeléctricas. La velocidad de lectura suele oscilar entre 100 y 2.000 tarjetas por minuto.
En ciertos casos puede interesar utilitzar otra base logarítmica, lo que determina, lógica mente, otras unidades de información. La unidad correspondiente a la base 10 es el hartley (1 suceso entre 10 equiprobables) (= 3,32 bits); la que corresponde a los logaritmos neperianos o naturales de base e es el nat (natural unit) (= 1,44 bits). El paso de unas unidades a otras viene dado por la fórmula: log x = loga x • logb a.
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C) INFORMACIÓN CONTENIDA EN UNIDADES LINGÜÍSTICAS Como hemos visto, el concepto matemático de información, y su cuantificación exacta, nada tiene que ver con el significado de los mensajes: Dos mensajes, el primero lleno de significado y el segundo lleno de tonterías, pueden ser exactamente equivalentes desde el punto de vista de la información (W. Weaber). En lingüística estadística, la cantidad de información de una unidad lingüística en un contexto dado está en función de su frecuencia de aparición en dicho contexto. Dicho de otro modo, cuanto más probable es una unidad, tanto menor es su contenido informativo (y mayor, por ende, su grado de redundancia. Vid. infra).
SP L
CTR CH
R
_L __ F __ N T __
CA NS_ MÁQU_
tfl 1 tn 1 O
En cualquier lengua, por lo general, las consonantes son más informativas que las vocales, lo que puede fácilmente comprobarse efectuando la supresión de unas y otras: es más fácil mente reconstruible una palabra en la que hayan sido omitidas las vocales. El comienzo de una palabra contiene más información que su parte final.
U
A
E _ E _ A ____ E
_ A DO _______I N A
Reconstruible no significa otra cosa que previsible, es decir, en suma, probable.
Este hecho está en la base de los sistemas de escritura consonánticos (como el árabe o el hebreo), que prescinden de las vocales en la transcripción. La redundancia media de las letras en cualquier lengua es lo que posibilita los crucigramas. Si fuera muy elevada, éstos serían demasiado sencillos; si muy baja, se rían imposibles. D) GENERALIZACIÓN AL PLANO SEMÁNTICO DEL CONCEPTO DE INFORMACIÓN
La lingüística, la semiología y otras ciencias humanas acostumbran generalizar el concepto de informa ción para referirse, no al plano de la expresión de los mensajes, sino al de su contenido significativo. En este sentido se hace abstración de las unidades formales que integran el mensaje para valorar la probabili dad de aparición de los contenidos semánticos d e los mismos. En este sentido, sea cual sea la forma de expresión, se dirá que un enunciado o mensaje (texto, imagen, etc.) contiene mucha o poca información. Ha aterrizado un OVNI es más informativo que Ha habido un accidente de tráfico. El Papa condena el aborto y la homose xualidad, bastante menos que una hipotética declaración opuesta. En cualquiera caso, obsérvese que la noción de información continúa ligada de algún mo do a la de la probabilidad del suceso. En este caso, sin embargo, se trata de una clase distinta de probabilidad, que puede denominarse probabilidad inductiva1. A veces se simplifica —incurriendo en una inexactitud— el concepto de información vin culándolo al elemento de sorpresa por parte del receptor. Cuanto menos esperado es un men saje —se dice— más información contiene. Se efectúa así una transposición al plano subjeti vo del concepto de probabilidad dando por sentado que, cuanto más baja es la probabilidad de un hecho, mayor sorpresa causará su ocurrencia. La experiencia demuestra que esto no es siempre cierto.
' La probabilidad matemática (a priori) y la estadística (a posteriori) que se refiere a la frecuencia real de un acontecimiento se distingue de la llamada probabili dad inductiva, que es la que se utiliza implícitamente en todos los razonamientos que afectan a acontecimientos desconocidos. Sólo las dos primeras son cuantificables numéricamente, y por tanto calculable exactamente !a información contenida. En la probabilidad inductiva, la información sólo puede valorarse mediante comparación o cuantificación imprecisa: mucha/poca información, más menos información que en... etc.
Lo que sí es cierto, en cambio, es que la información realmente transmitida en la comuni cación depende de la que previamente haya podido adquirir el receptor. Desde el punto de vista del receptor, la información supone necesariamente disminución de incertidumbre sobre las respuestas posibles. De ahí que un mensaje cuyo contenido es pre viamente conocido no suponga información alguna. Cinco por siete son treinta y cinco es informativo sólo para el que se inicia en la tabla de multiplicar. Hace un día espléndido contiene información nula para el que lo está com probando por sí mismo.
E) REDUNDANCIA. Se entiende por redundancia la parte del mensaje que podría omitirse sin que se produzca pérdida de información. La redundancia de un mensaje o de una parte o elemento del mismo; está, pues, en relación inversa a la información. Cuanta menor información contiene un mensaje, más redundante es. Cualquier sistema de comunicación introduce siempre algún grado de redundancia para asegurar que no exista pérdida de información esencial, es decir, para asegurar la perfecta recepción y descodificación del mensaje. De este modo quedan contrarrestados los indeseables efectos del ruido. Conviene distinguir, sin embargo, entre el grade de redundancia inherente al código, es decir característi co de éste, y la redundancia, que puede libremente introducir el emisor y que puede revestir las más diver sas formas. a) La redundancia inherente al código pertenece intrínsecamente al mensaje. La expresión en símbolos de un compuesto químico, una fórmula matemática o que tradu ce una ley física, tienen muy baja redundancia. Todos sus elementos son informativos. Una sucesión de números —por ejemplo un número de lotería o un número de teléfono tienen redundancia nula1. Si uno sólo de los dígitos se altera, la pérdida de información afecta ra dicalmente al mensaje entero. Por ejemplo, son mensajes de redundancia nula: S 0 4H2r yé7g, el 3564801. Si oigo o leo mal una cifra, me contestará otro abonado; si se altera cualquier elemento en las fórmulas, éstas dejan de representar al compuesto o a la ley en cuestión.
Una lengua natural cualquiera contiene, en cambio, un elevado grado de redundancia. A nivel fónico, es sabido que no todas ¡as combinaciones de sus fonemas son posibles, que éstos se suceden con cierta probabilidad estadística. Por ejemplo: en español, después de t sólo puede aparecer una vocal o una r. Si se pierde por el ruido en la transmisión, la r es perfectamente recuperable en la palabra T _ A P O (Vid. supra 1.1.4.G). Se ha calculado que la redundancia media del inglés es del 50%; es decir, que la mitad aproximada de las unidades lingüísticas seleccionadas por el hablante (esto es, informativas) dependen de su libre elección, mientras que la mitad restante (redundancia) será prefijada por las reglas que rigen el inglés. La redundancia del español es aún mayor.
En el plano morfosintáctico operan una serie de construcciones de todo tipo que son las que constituyen la gramática de una lengua. Por ejemplo: En: las niñas altas, el género y el número aparecen expresadas tres veces (la expresión equi valente en inglés no contiene redundancia morfológica: the tall girls). En: mañana comeré, el futuro aparece expresado dos veces: una en el significado del ad verbio y otra en la desinencia verbal é. En: pienso en tí, me acuerdo de él, Voy a casa, las preposiciones respectivas son obligadas y por tanto redundantes. Su supresión eventual permite reconstruir perfectamente el mensaje (evidentemente, ello violaría la gramaticalidad) (Vid. T. 2.4).
'Salvo el primer dígito, previsible, según la localidad a la que pertenezca el abonado. Este dígito sí es redundante. Por ejemplo: si todos los teléfonos de Valencia empiezan por 3.
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En la lengua escrita, regida por convenciones ortográficas, la letra u es redundante tras q, puesto que no es posible en esta posición ninguna otra. P. ej.: queso querer quema. Los ejemplos podrán multiplicarse.
b) La redundancia libremente introducida por el emisor puede revestir, como se ha dicho, las más diversas formas: repetición pura y simple del mensaje o de parte del mismo, utilización simultánea o sucesiva de distintos códigos para expresar idéntico contenido semántico, etc. Con frecuencia, la redundancia está des tinada a paliar los efectos del ruido, asegurando, mediante superabundancia de recursos, la recepción efec tiva del mensaje. La redundancia supone, en el plano físico de la comunicación, el empleo de una energía superior a la imprescindible para transmitir la información. Todo elemento redundante es, strictu sensu, un gasto de energía vacío de información expiratoria, elevación de la voz,...). Por ejemplo, podemos introducir redundancia en la transmisión de una serie de números: a) repitiéndolos simplemente. b) leyéndolos con distinta agrupación: tres - cincuenta y seis - cuarenta y ocho - cero uno. c) expresándolos por partida doble, en cifras y en letras. Este procedimiento es usual en los talones bancarios: 3.840 pts... Son tres mil ochocientas . cuarenta pesetas. Una fórmula puede expresarse de nuevo mediante código lingüístico: SO4 H2 ácido sulfúrico-, dospi multiplicado por la raíz cuadrada del cociente de la longitud del pén dulo por la gravedad, etc. Otros ejemplos de redundancia son: Elevar la voz —ante un receptor distraído— o aumentar la intensidad de un altavoz; la utilización de recursos tipográficos (titulares, mayúsculas, tamaño distinto de las letras, sub rayados,...); la representación simultánea bajo la forma lingüística y gráfica de un mismo con tenido (los libros de texto utilizan ampliamente este procedimiento); los mensajes publicita rios constituyen ejemplos privilegiados de la utilización de la redundancia, texto-imagen, textotexto, imagen-imagen (Vid. T.13.2).
La redundancia puede afectar tanto al plano de las unidades que componen el mensaje, como al signifi cado o contenido de éste, caso de poseerlo. Hablamos en este caso de redundancia semántica, para distin guirla de la anterior, del mismo modo que hemos considerado el concepto de información en estos dos planos. Gran parte de los ejemplos anteriores lo son de redundancia semántica. Como luego se verá, la redundancia es característica, en el lenguaje humano, de la llamada función fática (Vid. 1.5.2.B). En efecto, la comunicación humana no consiste sólo en transmitir información. Un ele vado número de mensajes verbales y no verbales que cotidianamente se intercambia no contienen, en senti do estricto, información alguna o la tienen en bajísima medida: gestos socialmente establecidos, conversa ciones en las que se habla para no decir nada, temas y fórmulas convencionales, integran un altísimo por centaje de nuestros actos de comunicación.
1.2. EL SIGNO 1.2.1. EL CONCEPTO DE SIGNO: CARACTERISTICAS Como se recordará, la Teoría de la Comunicación denomina símbolos a las unidades que integran los mensajes y señal a su transformación para la comunicación, haciendo abstracción del plano del sig nificado, pues sólo le interesa el mecanismo de la transmisión propiamente dicha. La tradición semiológica y lingüística centra su estudio en el signo, pues, justamente, es el plano de la significación en el proceso comunicativo lo que constituye el centro de interés. Frente a la señal, que puede corresponder simplemente a la comunicación del tipo estímulo-respuesta (p. ej. entre mecanis mos), el signo se dirige siempre a una inteligencia que lo interpreta: un ser humano o un ser animado sobre cuya conciencia actúa. La correcta descodificación de un signo equivale a la captación plena de su significado.
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CARÁCTER DUAL DEL SIGNO
lodo signo se manifiesta como una realidad física perceptible por los sentidos, cuya función consiste en remitir a algo que no es él. Un signo es algo que se pone en lugar de otra cosa o por alguna otra cosa. Cualquier realidad perceptible de la que se infiere constituye un signo: un objeto material, una forma, una cualidad cualquiera, un acto, un fenómeno, pueden convertirse, en circunstancias apropiadas, en signos. Así, la luz roja del semáforo, la sirena de la fábrica, un codazo de advertencia una mace ta en la ventana, una cortina corrida o descorrida, un guiño, arrodillarse, la silueta de un hombre o de una mujer sobre determinadas puertas, las huellas que dejó un conejo, cual quier palabra de cualquier lengua, un gesto de sorpresa, los nubarrones de tormenta, son signos. La inferencia o significado atribuido de determinados signos naturales (Vid. infra) no tiene por qué corresponder a la realidad. La mentalidad mística y mágica convierte en sig nos fenómenos que no lo son: (las entrañas de la víctima, las posiciones de los astros, las rayas de ia mano o los posos del café). OBSERVACIÓN
Aunque se actualiza siempre como una realidad perceptible por alguno de los sentidos, un signo como tal es una entidad virtual. No se confunde con cada una de sus manifestaciones concretas sino que subyace a todas ellas: El signo es, por tanto, a la vez, su manifestación y el modelo o forma que subyace a ésta. Cuando hablamos de un signo hay, por tanto, que tener en cuenta que podemos referirnos tanto a lo oue Ch. S. Peirce denomina el signo-tipo (type), es decir al modelo, como el signo-ocurrencia (token), que es cualquiera de las manifestaciones o realizaciones de ese modelo. El signo del auto-stop consiste en determinada posición de la mano (signo tipo). Cada vez que alguien lo ejecuta, realiza un signo-ocurrencia. El signo, como tal, existe al margen de sus realizaciones concretas, puede realizarse con destellos de una luz, impulsos eléctricos o presiones táctiles. Los anillos de boda son realizaciones del signo-tipo anillo de boda, que significa el estado civil del portador. Muchos signos pueden, incluso, realizarse mediante sustancias diversas:
1.2.2. EL TRIANGULO SEMIOTICO: SIGNIFICANTE, SIGNIFICADO, REFERENTE La imagen física bajo la que se presenta el signo (o para ser más exactos, la imagen mental de la mis ma, Vid. supra) ha recibido múltiples denominaciones: aquí utilizaremos la de significante del signo (plano de la expresión). La idea o concepto que evoca en la mente el significante se denomina, por lo general, significado del signo (plano del contenido). El referente es el objeto o entidad real a que el signo remite. P. ej.: el dibujo de un gato es un significante. El significado es el concepto de gato, es decir, el conjunto de características comunes a todos los gatos que me permite agruparlos como clase. Los gatos reales constituyen el referente de! signo.
Esta triple relación ha sido ejemplificada mediante el llamado triángulo semiótico (Ogden y Richards). El punteado entre el significante y el referente indica que la relación es indirecta. El significante no desig na la cosa sino el concepto de la cosa.
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Algunos términos que se utilizan a veces para indicar las relaciones del trián gulo semiótico: • el signo, connota al concepto y denota al referente1. Por con-notar se entien de aquí que informa de las notas o rasgos que integran el significado. P. ej. /gato/ = (animal doméstico, felino, maúlla, etc.). Por denota se entiende que señala, que remite a objetos de la realidad externa. 8 El significado indica la comprensión del signo (características, rasgos que lo integran). El referente indica la extensión del signo (objetos a los que puede aplicarse). Como se verá al tratar del signo lingüístico, la cuestión del significado implica complejos problemas filosóficos que vienen debatiéndose desde ¡a antigüedad y a los que las diversas escuelas han intentado dar diferentes respuestas. El referente y su relación con el signo no son menos problemáticos. Puede de cirse que toda la psicología y la teoría del conocimiento confluyen en la reflexión sobre la índole del signo. Por otra parte, hay signos que carecen de referente (por ej. los que expresan relaciones +, =, y, de). En otros, el referente es imaginario: no pertenece al mundo real sino a un universo que crea el propio signo. P. ej.: centauro, extraterrestre, o La Isla del Tesoro. Las corrientes llamadas estructuralistas, entre otras, (en Europa, Saussure y sus seguidores, tanto lin güistas como semiólogos) prescinden totalmente del referente en el análisis del signo.
1.2.3. DOS POSICIONES CLASICAS SOBRE EL PROBLEMA DEL SIGNIFICADO A) LA POSICIÓN ANTIMENTALISTA: Hasta ahora hemos dado por sentado que el significado de un signo es el concepto, la idea, la repre sentación mental de una determinada categoría de objetos. Sin embargo, la escuela denominada behaviourista o conductista, representada por los norteamericanos Morris y Bloomfield, niegan que sea legí timo hablar de contenidos mentales. Adoptando un punto de vista estrictamente positivista, consideran que sólo puede ser objeto de análisis científico lo directamente observable y verificable; puesto que los contenidos mentales quedan fuera de toda posibilidad de observación, deben quedar al margen de la definición del significado. Lo único que puede decirse del significado es que es la circunstancia o contex to en la que se produce un signo, así como el comportamiento - respuesta que produce en el destinatario, únicas realidades directamente verificables. Según esta escuela, toda metodología de investigación debe adoptar dicha óptica si quiere actuar con el rigor debido. Incluso el signo lingüístico es asimilado a la señal de un proceso de comunicación de tipo estímulorespuesta y es definido como estímulo sustituto de un estímulo no lingüístico. Bloomfield lo ilustra con un famoso ejemplo: Jill ve una manzana y en lugar de cogerla directamente hace, mediante el vehículo del lenguaje, que Jim se la dé.
E— " Estímulo no lingüístico (Jill ve una manzana)
— -*• r
----------------- —---------►
Reacción lingüística.
e — -------
Estímulo lingüístico
de Jill
para Jim
*■ R Reacción no lingüística. (Jim trae a Jill la manzana)
Jill dice a Jim: “Tráeme esa manzana” Como se apuntó en su momento, la concepción conductista del significado es la única posible cuando se estudian los sistemas de comunicación animal (monos, cuervos, abejas, etc.). Sin embargo, para dar cuenta de la comunicación lingüística, sus limitaciones son más que evidentes. Un elevadísimo número de signos lingüísticos (piénsese en los abstractos: verdad, justicia, p. ej.) no son reductibles a una explicación conductista.
'Esia terminología se utiliza a uves en un sentido diferente: denotación - rasgos conceptuales; connotación = rasgos afectivos de! significado (Vid. T.2).
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B) EL “INTERPRETANTE” DE PEIRCE. El filósofo americano Ch. S. Peirce, padre de la semiología como ciencia autónoma (Vid. infra) hace observar que el significado de un signo no es directamente expresable sin pasar por otro signo (Peirce denomina signo exclusivamente al significante). Cuando intentamos formular el significado de un signo, lo que hacemos realmente es ofrecer otro signo que se refiere al mismo objeto (un sinó nimo, una definición —que no es sino un signo complejo— un dibujo, una palabra en otro idioma, o bien señalamos un objeto —que actúa así como un signo1). Así, a la pregunta ¿Cuál es el significado de /caballo/?, podemos: a) responder Cierto cuadrúpedo con cascos, crines, etc...; b) dar el equivalente en otra lengua conocida por el interlocutor: cheval, horse, Pferd...; c) dibujar el animal o mostrar su fotografía; d) señalar un caballo real... Este signo que se ofrece es el interpretante del signo. A su vez, puede ser objeto de un nuevo interpretante, y así indefinidamente. Peirce señala que la relación es recíproca: si muestro el dibujo y pregunto qué significa, el signo primitivo se convierte ahora en inter pretante. Si permanecemos en el ámbito del lenguaje sin recurrir a la práctica (mostrar el objeto), el proceso no tiene fin. Los signos sólo pueden explicarse mediante otros signos. El lenguaje es un sistema que se explica por sí mismo.
1.2.4. LA SIGNIFICACION DE SEGUNDO GRADO. Algunos autores, el lingüista L. Hjelmslev, los semiólogos R. Barthes y Umberto Eco, señalan que h significación o connotación puede darse en muchos casos a un doble nivel. Esto se produce cada vez que un signo funciona globalmente como significante de un significado.
En publicidad, lo que importa no es tanto el significado 1 de la imagen presentada como lo que con-nota o sugiere, (frescor, juventud, dinamismo, suavidad, erotismo, etc.). Por ej.: un cartel en el que figura una palmera connota el trópico, las vacaciones, la evasión, etc.; un chiste mudo connota un significado 2 que va más allá de lo que las siluetas (significante) representan (significado 1). Captarlo supone entender realmente el chiste. El significante madre tiene como significado ascendientefemenino directo de primer grado, pero el signo lingüístico connota —significa, evoca, se asocia con la protección, el amor, etc. El mensaje literario sería una de las manifestaciones más características de la semiótica de la connotación y, en otro plano, lo sería asimismo el lenguaje ¡cónico de la publicidad (Vid. T.13.2 y T.15). Un poema, por ejemplo, puede considerarse en su materialidad el sig nificante de un significado (su interpretación literal), pero va mucho más allá de ésta. Ex presa, sugiere, con-nota una significación más profunda. Así, podemos comprender per fectamente las palabras (significado 1) y no captar su significación profuda (significado 2). En tal caso, no lo hemos comprendido realmente.
'Puesto que no quiero decir este caballo negro concreto sino todos los animales como éste, la clase de animales a la que pertenece éste.
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A) ÍNDICES, ICONOS, SÍMBOLOS. Esta clasificación de los signos, debida a! semiólogo americano Charles Sanders Peirce, se basa en el tipo de vínculo que une al signo con su referente. Aunque discutida, es una de las más comúnmente utilizadas. Un ÍNDICE es un signo que tiene conexión física con el objeto denotado, bien de contig ü id ad , bien de cualquier o tro tipo de relación real. Son índices, por ej.: el dedo que apunta a un objeto —o la flecha que señala una dirección— (el significado consiste en estos casos en dirigir la atención sobre el referente), la huella que deja un pie, el humo que permite inferir la existencia de un fuego, la fiebre como síntoma de enfermedad. Determinados signos lingüísticos pueden ser considerados como índices: yo, tú, éste, aquél, aquí, allí, etc., indican una persona, objeto o lugar (distinto según quién los pronuncia en el acto del discurso). Son los llamados shifters o conmutadores, partes del discurso de significación deíctica, ocasional (Vid. T. 5.1, 5.3 y 6.2).
Un ICONO es un signo que hace referencia a su objeto en virtud de una semejanza. Sus propiedades intrínsecas de algún m o d o corresponden a las propiedades del objeto (una cualid ad o co nfiguración de cualidades). Una fotografía, un dibujo, un gráfico, lo$ mapas, los planos, muchos de los signos del lenguaje de los sordomudos, las onomatopeyas, tienen carácter ¡cónico. Obviamente, la ¡co nicidad es siempre cuestión de grado (una mascarilla mortuoria posee mayor ¡conicidad que una caricatura, la fotografía en colores de un gato es más ¡cónica que su silueta esque máticamente trazada). Peirce subdivide los signos ¡cónicos en: IM ÁGENES—
Son los que reproducen algún rasgo o rasgos del objeto (p. ej. un retrato, una silueta).
D IAGRAM AS— N o se d a sem ejanza sensible con el o bjeto sino analogía con las relaciones entre sus partes (p. ej.: u n a pirám ide de población). METÁFORAS— R epresentan el paralelism o con alguna o tra cosa (p. ej.: la im agen de u n a cascada que rem ite a la idea de frescor. M uchas im ágenes publicitarias son m etáforas). La interpretación de un signo ¡cónico no es tan in m ed iata com o p o d ría parecer a p rim era vista. Un signo ¡cónico, com o to d o signo, se b asa en u n a convención. E n la representación ¡cónica se seleccionan siem pre sólo ciertos aspectos que se consideran relevantes y se plasm an m ediante artificios convencionalizados. Reconocer com o tal u n a representación ¡cónica presupone un h áb ito perceptivo culturalm ente adq u irid o (piénsese en los m od ern o s cómics, ininteligibles p a ra personas de cierta edad). Si dibujamos una cebra podemos omitir la cola o las orejas, pero no las rayas; la silueta de una cara exige los ojos y la boca solamente... Piénsese en las convenciones sobre las que reposa la representación de la perspectiva, es decir de los objetos tridimensionales en dos dimensiones. Medios de expresión tan ¡cónicos como el cine presuponen múltiples conven ciones, como lo demuestra el hecho que los primeros espectadores se sentían chocados al percibir pedazos de personas (los primeros planos). Las onomatopeyas mismas difieren se gún las lenguas: el canto del gallo es para un español kikiriki, para un francés cocorico, para un inglés cookedoodledo, en japonés kokekokkoo.
Un SÍMBOLO es un signo arbitrario cuya relación con el objeto se determina por una ley o conven ción previa. Ej.: + , — , = . Los signos lingüísticos son símbolos, en este sentido. Como podemos observar, la palabra símbolo tiene en Peirce un significado preciso, dis tinto del que tiene en la Teoría de la Comunicación. De hecho, la mayoría de ¡os términos utilizados por semiólogos y lingüistas lo son con significados muy distintos a veces en unos y otros. Para interpretarlos correctamente hay que remitirse siempre al sistema en el que son utilizados. La honda terminología se complica aún más por el hecho que fenómenos o realidades análogas son bautizadas de modo distinto por diversos autores y escuelas.
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OBSERVACIONES. La clasificación no puede interpretarse de un modo absoluto. Como se ha apuntado, la realidad es más compleja y los límites no pueden establecerse con rigidez. Muchos signos, formalmente ¡cónicos, tienen, de hecho, un uso convencional, simbólico. P. ej.: la cruz para representar al cristianismo, —en otros tiempos se utilizó un pez— (ictius, anograma de Jesu cristo, hijo de Dios Salvador), no remiten a la cruz real del Calvario; ni el pez a los peces existentes. Otro tanto puede decirse del loto, el mandala o la hoz y el martillo. Por otra parte, signos originariamente ¡cónicos han experimentado transformacio nes que han hecho irreconocible su ¡conicidad. Por ejemplo, los signos de nuestro alfabeto tienen un origen pictográfico, hoy perdido, pues representaban el sonido inicial del objeto esquematizado. Los ideogramas chinos tienen asimismo un ori gen ¡cónico (Vid. T. 2). En realidad, muchos signos pueden ser considerados como un índice, como un icono y como un símbolo, según las cir cunstancias en que aparecen y el usó significativo a que se han destinado. Por ejemplo: una fotografía de la torre Eiffel puede ser considerada: a) como huella de jada sobre la película por el objeto real (índice), b) como icono (semejanza formal con el objeto), c) como símbolo convencional de la ciudad de París.
B) SIGNOS NATURALES. SIGNOS ARTIFICIALES. Esta distinción se basa en la índole del emisor del signo. Son signos naturales los que tienen su origen en fenómenos naturales —humanos o no humanos— En realidad son siempre índices, p. ej.: las nubes de tormenta, el humo, la fiebre, los gestos y expresiones faciales instintivos. Son signos artificiales los creados o fijados expresamente como signos. Ej.: el alfabeto Morse, la señal de auto-stop. C) SIGNOS COMUNICATIVOS. SIGNOS EXPRESIVOS. Relacionada con la anterior, esta distinción atiende a la intencionalidad del emisor. Son signos comunicativos ¡os emitidos intencionadamente y producidos como instrumento artificial. Son signos expresivos los emitidos de manera espontánea, reveladores de una situación, cualidad, dis posición de ánimo, etc. La frontera entre unos y otros no siempre es fácil de establecer, dado que los expresivos se puede fingir con alguna intención comunicativa (ej.: toser para hacer creer que se está enfermo).
Algunos autores prefieren denominarlos signos intencionados/no intencionados. El semiólogo J. L. Prieto propone para los primeros el nombre de señales y reserva para los segundos el de Indicios (Mensa jes y Señales, 1966). Observamos de nuevo el ya aludido problema terminológico. Las señales de Prieto tienen distinta acepción que en la T. C. Sus indicios corresponden más o menos a los índices de Peirce, pero el criterio de clasificación es sin embargo distinto: una huella dejada a propósi to es para Prieto una señal, no un indicio, mientras que sería un índice para Peirce.
D) SIGNOS MOTIVADOS. SIGNOS INMOTIVADOS. A lgunos autores prefieren h ab lar de m otivación o no m otivación de un signo.
Signos motivados serán aquellos en los que se da alg u n a relación entre el significante y el referente, signos inmotivados serán aquellos en los que no existe relación alguna: Desde esta óptica, tanto los índices como los iconos de Peirce serán motivados, mientras que símbolos como, x , serán inmotivados. El signo lingüístico es un signo inmotivado. Los iconos de Peirce son signos motivados, pero no todo signo motivado es necesaria mente ¡cónico. Así, el rojo como signo de peligro no mantiene ninguna semejanza con el
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referente pero sí puede considerarse motivado si se consideran determinadas evocaciones, que puede suscitar (sangre, etc.) o simplemente que es más inmediatamente perceptible. Pueden existir por tanto motivos para su elección.
Esta división enmascara el hecho que todo signo, incluso el más ¡cónico o el más motivado, es siempre convencional por definición. Incluso los signos naturales son interpretados según el consenso socialmen te adquirido en la experiencia colectiva. En muchos casos, decir si un signo es o no motivado presenta problemas análogos al de decidir sobre su ¡conicidad. Muchos signos, aparentemente inmotivados, resultan ser motivados si se conoce su origen. E) SIGNOS CON VALOR SEMÁNTICO. SIGNOS CON VALOR SINTÁCTICO. Ciertos signos poseen significado en sí mismos, por ejemplo: una señal de tráfico o una unidad léxica (la palabra casa). Los antiguos los denominaban categoremáticos. Otros, en cambio tienen solamente significado relacionante (signos sincategoremáticos). Por ejemplo: determinados morfemas gramaticales como las conjunciones y preposiciones sólo tienen valor sintáctico, relacionante (y, de, por...). F) CLASIFICACIÓN SEGÚN EL MODO OPERATIVO. Según el canal físico utilizado y el aparato receptor humano, podemos distinguir: Signos visuales:
imágenes, diagramas, símbolos científicos, sistemas de escritura, seña les ópticas en general, señales de tráfico, el mimo, la pantomima, etc.
Signos fónicos o acústicos:
el lenguaje verbal, pitidos, sirenas, golpes, etc.
Signos táctiles:
caricias, actos de tocar, alfabetos: Braille,... etc. (Vid infra T. 1.2.6. A)
Signos olfativos:
olores naturales, perfumes.
Signos gustativos:
sabores.
Los signos visuales y auditivos están privilegiados en la comunicación humana. Son estos los modos operativos en los que se han desarrollado los sistemas des comunicación más estructurados y completos. Los olfativos, fundamentales en otras especies, representan en el hombre un papel secundario. Al igual que los gustativos, no han originado por obvias razones ningún procedimiento de comunicación sistemático. G) SIGNOS LINGÜÍSTICOS. SIGNOS NO LINGÜÍSTICOS (Vid. infra).
El rigor que posee el concepto de código en Teoría de la Comunicación se difumina un tanto en se miología. El código es ahora definido como regla de emparejamiento de elementos de la expresión con elementos del contenido (Eco) y se considera que existe código incluso cuando éste es impreciso y débil (sujeto a reestructuración rápida), incompleto o provisional. El término código se utiliza por algunos autores en un sentido amplísimo: cualquier mensaje implicaría un código, subyacente. Otros autores pre fieren emplear el término de sistema semiológico o, simplemente, de procedimiento de comunicación y reservar el término código a su acepción originaria de vehículo de transformación para su transmisión de mensajes ya elaborados. Esta opción posee sin duda mayor rigor.
La aplicación de los códigos y de los sistemas semiológicos en general ha constituido uno, entre otros, de los objetos de estudio de la semiótica o semiología (Vid. infra 1.3.1.). Las clasificaciones propuestas dependen del punto de vista adoptado.
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La clasificación de los signos expuesta anteriormente (Vid. 1.3.3.) es en gran medida aplicable a los códigos correspondientes. Así, puede hablarse de códigos naturales, artificiales, visuales, auditivos, etc. Otras distinciones aparecen, además, como significativas. A. CÓDIGOS SISTEMÁTICOS. Cuando un mensaje puede descomponerse en signos estables y constantes, se dice que ha sido forma do a partir de un código sistemático. Para algunos autores, sólo en el primer caso estamos ante un código propiamente dicho. Los mensajes formados pueden ser segmentados en unidades discretas, perfectamente identificables, que se oponen sin ambigüedad unas a otras y que se repiten de un mensaje a otro. Los sistemas de escritura, las señales de tráfico, la notación musical, los símbolos químicos o matemá ticos, etc. pertenecen a códigos sistemáticos. Sus unidades constituyen inventarios cerrados.
CL2 + 2 NaOH
Na C1 + Na O C1 + H20
(x + y )2 = X2 + 2xy + y2
Circulación prohibida.
S2Fe Cu
E = mc2
Curva peligrosa a la derecha.
Curva peligrosa a la izquierda.
fig. 13 MENSAJES PERTENECIENTES A CÓDIGOS SISTEMÁTICOS.
CÓDIGOS A3ISTEMÁTICOS. Los mensajes que carecen de tal propiedad corresponden a códigos o procedimientos de comunicación asistemáticos. En los mensajes que utilizan códigos asistemáticos, la delimitación de unidades resulta más problemá tica. No es posible la identificación de elementos de significado permanente e invariable. El mensaje se interpreta como un todo unitario cuyos elementos integrantes no sirven para formar otros mensajes. Las artes plásticas, el cartel, la publicidad, los chistes gráficos, el cine, la danza, la gesti culación espontánea, se basan en procedimientos de comunicación asistemáticos.
Esto no significa que dichos mensajes sean inanalizables. El análisis revela sin embargo, no tanto su puestas unidades como técnicas o principios subyacentes, que producen distintos efectos connotativos. Así, por ejemplo, entre las técnicas de comunicación visual de la pintura o el diseño pue den inventariarse procedimientos polares como equilibrio frente a inestabilidad, simetría frente a asimetría, contraste frente a armonía, simplicidad frente a complejidad, reticencia frente a exageración, actividad frente a pasividad, etc. En la utilización del código cromáti co pueden detectarse colores agresivos (rojo, amarillo) frente a colores apacibles (verde, azul celeste...); etc.
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Los elementos que integran los mensajes construidos sobre la base de códigos asistemáticos son, por otra parte, altamente polisémicos. En contextos distintos su valor puede variar considerablemente. Cons tituyen inventarios abiertos, imprecisos., no estructurados.
. .4 M E N S A JE E N U N C Ó D IG O A S IS T E M Á T IC O .
El b o m b ard eo d e G erjS ta por Picasso.
B. TIPIFICACIÓN FORMAL SEGÚN LA ARTICULACIÓN. Al semiólogo J. L. Prieto se debe una tipificación de los códigos de carácter puramente formal, basa da en la estructura que presentan los signos que los integran. Distingue así códigos sin articulación for mados por signos indivisibles en unidades menores y códigos con articulación. Códigos sin articulación. El código del semáforo es un ejemplo de código sin articulación. Está inte grado por tres signos —círculos rojo, verde, ámbar— indescomponibles como tales. Otro tanto sucede con el bastón blanco, con el que el ciego advierte sobre su situación y que constituye un código de signo único. Los intermitentes de un automóvil o el estandarte que anuncia la presencia del almirante a bordo son otros tantos ejemplos. En este último caso se trata de un código de dos signos, uno de los cuales es cero (estandarte = presencia, no estandarte = ausencia). CÓDIGOS CON SEGUNDA ARTICULACIÓN SOLAMENTE. Los signos que integran este tipo de códigos pueden descomponerse en unidades que no representan fracciones de significado (Prieto les llama figuras). Ejemplo: el código de banderas.
f ig
IS S IG N O S D E U N C Ó D IG O D E S E G U N D A A R T IC U L A C IÓ N
~~- ' J s i g n o está integrado pqfcdos üggfi.les^fci posición d e c a d a braco) pite por s e c a d o , no siqjM te$& nadj
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Otro ejemplo: la numeración de los autobuses: el 80, el 61, el 17... El signo, integrado por dos guaris mos, informa automáticamente sobre el trayecto del autobús, pero los guarismos nada significan por separado. CÓDIGOS CON PRIMERA ARTICULACIÓN SOLAMENTE. Los signos se descomponen en unidades menores dotadas de significación que se combinan integran do la significación global del signo (Prieto les llama semas). Ejemplo: las señales de tráfico. El círculo rojo indica prohibición, el triángulo peligro, el cuadrado señal informativa. El segundo ele mento indica el objeto de la prohibición, la fuente del peligro o el contenido de la información. Estos elementos ya no son descomponibles.
Cambio d e sentí do prohibido.
Viento lateral.
Giro prohibido a la izquierda.
Giro prohibido a la derecha.
Adelantamiento ptohibido a loda cla se d e cam io
firj 16 S IG N O S D E U N C Ó D IG O D E S E G U N D A A R T IC U L A C IÓ N .
Otros ejemplos: la numeración de las habitaciones en los hoteles: 20— ►Z = piso 2°.; 0 habitación n° !. 33— ►3 = piso 3 3 habitación n° 4. CÓDIGOS CON DOBLE ARTICULACIÓN. ¡ as lenguas humanas son el ejemplo más característico de códigos integrados por signos descomponi bles a dos niveles: un primer nivel o articulación de unidades dotadas de significación (monemas) y un segundo nivel o articulación de unidades sin significación (fonemas). arboleda— ► árbol + ed a....► . a / / r / fb / / o / /! / + /e í / d i /a/. (vegetal) (lugar donde abunda)
I a tipología de Prieto se inspira precisamente en el análisis lingüístico, que es transferido a tes campos.
lo s
restan
La existencia de códigos con más de dos articulaciones es objeto de discusión. Se ha apun tado que el llamado lenguaje cinematográfico constituiría un código de triple articulación.
1.2.8 LENGUAJE VERBAL SISTEMAS SEMIOLOGICOS NO VERBALES. Esta capital distinción opone el lenguaje propiamente dicho, es decir el lenguaje verbal, basado en el signo lingüístico, a todos los restantes sistemas y procedimientos de comunicación no verbal. El signo lingüístico y las características del lenguaje verbal serán ampliamente desarrollados en los epígrafes siguientes. Nos ceñimos por tanto aquí a los procedimientos de carácter no verbal. Entre los procedimientos con autonomía real con respeto al lenguaje hablado están los ideogramas, los pictogramas y todos los sistemas convencionales de representación gráfica (figuras, diagramas, gráfi cos, mapas, etc.).
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Los pictogramas son dibujos figurativos que expresan un contenido semántico simple o complejo. Po seen, pues, carácter acentuadamente ¡cónico (vid. supra 1.2.3). Los actuales cómics o historietas, los chistes gráficos, son pictogramas. Este procedimiento fue el precursor de los sistemas de escritura propiamente dichos.
:.g . 17 P IC T O G R A M A E G IP C IO íhaciaS.OOO A ] C.)
Uri.jjey, simbolizado como halcón de Horus.iJBBJ affido ce una cggrd^^jn país sirio velS^So ■- óvalo con casSg| ae sino (|9¡)ag¡ig£puntg^iiS|“ ^ s decirflj ÜenJ^^jo su w M Eájfejfcntado en seis flores de loto, o sea, sésre ó C00 prisi<®Ss<8!El arj^BiSibujado debajo raSreseiíU r r aba t i' ÍTsr.afeaflj®ffepV’l' i P&O. iR?tág¡pj|jíbpto ciñas ortiJSdas iná»queiB H lo ^ís0M|f$$$ffit)O J | agua: lESaét, caiacteráacas pajggKi herirse alfcia
fig. m E S C R IT U R A MAYA
Es*j|B*si en imágenes mascas cieMÉgp í} las cristalización. Repr^gSfflgfm del qug¿to mándamientck
Un ideograma es cualquier signo globalmeníe representativo de un concepto que se puede captar di rectamente sin pasar por su equivalente en palabras de ninguna lengua.
íu j. 19 ID E O G R A M A S
El
cmchillgjyS fenedoE^lf Jjjemplo, para n o f ^ I p j r üynediac^a^le l a f H l l o . > 3 j | u d p y o
■fe ináaponCSHpBt- de »$. de sus realicaoiones en e ü alquie r lengua (r-iiro .-iuq . u:u ¡u#, fisuf, fes- j Captamos tráfico y loaeeionam os en vs. mu<á«iK9B8 es de vefiE-ahz.ir manr-iituc-als- p e h g ir . ote
Los ideogramas se caracterizan por su carácter universal, su economía y la rapidez con que se verifica su percepción. Ello explica su omnipresencia en la vida moderna, tanto en el aspecto cotidiano como en el de su utilización en la ciencia y en la técnica. Su número alcanza decenas de millares: signos convencionales utilizados en los medios de transporte —ferrocarriles, aeropuertos, señales de tráfiigg— en las guías turistiafe la car tografía, etc. Lognlímbolos míStmáticos y IJjicos, la notación química, las magnitudljjy relaciones de la física son ideogramas; La utilización de procedimientos gráficos como auxiliares de los mensajes lingüístico? ó con carácter de comunicación autónoma es hoy impréstindible en la inmens^mayoría de las publicaciones científicas!? técnicas así como en la americana. Ciertos contenidos só lo pueden expresarse adecuadamente por medios gráficos, (la cartografía, deí&ipctones ana tómicas, disgSo de maquinaría, arquitectura, etc.). En otros casos, constituyen un útilísimo auxiliar (geometría, p. ej., óptica, mecánica, etc.). Estos mensajes, de carácter más o menos
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complejo, utilizan numerosos símbolos gráficos, convencionales y codificados, de ¡conici dad variable, cuya combinación constituye el mensaje mismo.
fig. 20 IDEOGRAMAS DE UNA GUÍA TURÍSTICA Ducha en la habitación - baño en la habitación. No se admiten perros. Aparcamiento — Garaje. Restaurante — Bar. Piscina — Campo de tenis. Teléfono — Correo. Camping para tiendas — Camping para caravanas. Aeropuerto
fig. 21 LOGOTIPOS Relacionados con los ideogram as están los LOGOTIPOS que remiten a nombres d e marca, q u e son sustitutos o refo rzad o res d e n o m b res propios, identifícadores instantáneos d e pro ductos individualizados o e n tid a d e s y cuya im portacia en la m o d ern a p u b licid ad e s notoria.
1 PLANO INCLINADO
Viñas
2 MAPA DE POBLAMIENTO (ORIHUELA)
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fig. 22 MENSAJES EN CÓDIGOS NO VERBALES O b sé rv e se su c a rá c te r auxiliar —o autónom o— con resp e c to a los m ensajes v erb a le s La transm isión d e idénticos contenidos re c u rrie n d o exclusivam ente al lenguaje verbal sería ex traordinariam ente com pleja (1, 3) o imposibÜ_(2 4 y 6). Su efectividad en 5) m ucho menor. O b sé rv e se la iconicidad variable d e las convenciones gráficas utilizadas. Los procedim ientos gráficos constituyen el m edio m ás idóneo, cu an d o no el único posible p a ra transm itir ciertHSíjbntenida*i
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La utilización o no de un código o procedimiento no verbal no debe confundirse con el carácter verbalizable o no del mensaje. Determinados mensajes, aunque sean transmitidos y captados sin recurrir ai lenguaje verbal, constituyen el equivalente exacto de mensajes lingüísticos: prohibido aparcar, peligro, producto venenoso, raíz cuadrada de, anhídrido carbónico, malaquita, Sea un plano inclinado A B C , El peso del móvil se descompone en dos fuerzas o vectores perpendiculares, Sí, No, Ven aquí, Estoy ha ciendo auto-stop. Lléveme (Vid. fig. 13.18.20). Otros, en cambio, no son traducibles en modo alguno al lenguaje verbal o lo son de modo extremada mente imperfecto. Los contenidos que expresan sólo son expresables en el código no verbal utilizado. Un gesto, una caricia, la mayoría de los signos espontáneos que integran la llamada co municación no verbal (Vid. supra), una secuencia cinematográfica, una melodía, un cua dro, una escultura, no son traducibles a palabras.
El límite entre lo lingüístico y lo no lingüístico se puede, por tanto, situar a distintos niveles. En reali dad, todo contenido estrictamente conceptual está vinculado de un modo u otro al lenguaje verbal. Los códigos no verbales utilizados en tal caso expresan conceptos o secuencias originariamente formuladas en una lengua natural. En cambio, los contenidos de carácter emotivo o artístico no son verbalizables y necesitan expresarse mediante procedimientos cualitativamente distintos. Mención aparte merecen los procedimientos gráficos sustitutivos de! lenguaje hablado, es decir, los sistemas de escritura. Éstos, de una forma u otra, codifican exactamente mensajes estructurados en una lengua natural concreta. Como su descripción exige el análisis previo del signo lingüístico, se tratarán en el apartado correspondiente. De los sistemas de escritura alfabéticos derivan, en segundo grado, los códigos de transcripción (Morse, Braiile, etc.) (Vid. 1.3.6).
Un gran número de mensajes se construye a partir de códigos mixtos, es decir que en ellos confluyen sistemas semiológicos diversos. Hemos citado ya la confluencia de códigos gráficos, ideográficos y lin güísticos en la exposición de contenidos científicos o pedagógicos. La comunicación oral en presencia utiliza, además del lenguaje verba!, procedimientos paralingüísticos y gestuales espontáneos y codifica dos cuya síntesis constituye el mensaje. La publicidad, el cine, la danza, constituyen otros tantos ejem plos, entre muchos, de mezcla de códigos. Por otra parte, un código no siempre se basa en procedimientos homogéneos. Por ejemplo, el lenguaje gestual de ¡os sordomudos combina signos ideográficos y alfabéticos. Los símbolos de las guías turísti cas y ferroviarias combinan signos ¡cónicos, motivados con símbolos inmotivados, puramente convencionales.
El concepto de signo, las formas \ naturaleza de los signos, ia problemática filosófica que el fenóme no de la significación suscita, son objeto de estudio de la semiótica1, disciplina relativamente moderna y que puede definirse como la ciencia de los signos en general. Como los signos verbales representan una función clave en la comunicación humana, durante siglos la reflexión sobre los signos se confundió con la reflexión sobre el lenguaje. La semiótica nace realmente como disciplina independiente con la obra de! filósofo norteamericano Charles Sanders Peirce, (Calleeted Pupers, 1932).
'En ia práctica, semiótica y semiología son términos equivalentes. El primero tiene origen anglosajón y el segundo europeo. A veces se reserva para los estudios de carácter general y semiótica para 1 - cadiós particulares.
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vjotología
Simultáneamente, y al margen de Peirce, Saussure, el padre de la lingüística europea contemporánea, en su Cours de Lingüistique Genérale menciona, sin desarrollarla, la posibilidad de una ciencia general de todos los signos gracias a los cuales los hombres se comunican entre sí. Como ilustración, aportaba una serie de ejemplos heterogéneos, tanto lingüísticos como no lingüísticos (las escrituras, el alfabeto de los sordomudos, las señales militares o marítimas, los ritos simbólicos, las modas, las costumbres, la pantomima...). Estas sugerencias son recogidas posteriormente por una serie de estudiosos de diversa procedencia que, desde enfoques diversos, se proponen desarrollar la nueva ciencia. En realidad, más que de una ciencia única, habrá que hablar de escuelas o tendencias semiológicas, e incluso de semiólogos. No existe, en efecto, uniformidad sobre los ámbitos que deben ser abordados, ni sobre los instrumentos de análisis de los mismos, ni, por supuesto, sobre la terminología. Por semiótica hemos de entender, por tanto, hoy por hoy, tanto un conjunto de aportaciones sobre la problemática del signo como una serie de análisis concretos sobre diversos sistemas o procedimientos de comunicación. Se trata, pues, de una disciplina abierta. Simplificando un tanto podemos citar, por una parte, a los semiólogos interesados por el análisis de procedimientos sistemáticos de comunicación: son los semiólogos de formación saussureana, que sostie nen que sólo pueden analizarse con rigor los códigos de unidades estables que puedan delimitarse por oposición (Eric Buyssens, J. L. Prieto) (Vid. 1.3.2). Otros semiólogos se hallan interesados por los proce dimientos asistemáticos (lenguaje de la pintura, del cine, de la publicidad, etc.) cuyas leyes y mecanismos se esfuerzan por descubrir. Finalmente, existen semiólogos como los ya citados Roland Barthes y Umberto Eco, que extienden el concepto de signo a todos los hechos significantes de la sociedad humana (comidas, modas, espectáculos, costumbres, fenómenos de la vida social, objetos de uso, etc.) y para quienes todo fenómeno percibido o suscitado por el hombre —animal semiológico— tiene carácter de signo. La semiología europea nace muy influida por los procedimientos de análisis lingüístico. Se intenta hallar, en los signos no lingüísticos, equivalentes de las unidades, planos y niveles de la lengua y, a menu do, se hacen transposiciones terminológicas que no siempre se ajustan a la índole de los objetos estudiados.
CIONNO VERBAL”. Las artes y la literatura atrajeron también, en efecto, la atención de los primeros semiólogos. El arte es considerado como hecho semiológico. Jan Mukarowski, del Círculo lingüístico de Praga, declara que el estudio de las artes debe convertirse en una de las partes de la semiótica e intenta definir la especifici dad del signo estético, signo autónomo, que adquiere importancia en sí mismo y no como medio de sig nificación de referentes externos. En Norteamérica se desarrollan en las últimas décadas investigaciones de carácter experimental sobre la llámada comunicación no verbal. LA CINÉSICA. El término, acuñado por R. Birdwhistell (1964), creador de dicha discipli na, procede del griego kiné = movimiento. La cinésica se propone analizar exhaustivamen te los valores significativos que adquieren las posturas corporales, las expresiones faciales, los comportamientos gestuales e incluso las alteraciones fisiológicas que se producen en situaciones comunicativas características (p. ej. el galanteo). Estos signos, de carácter vi sual, táctil e incluso olfativo, se encuentran en el límite entre el comportamiento espontá neo, instintivo o culturalmente adquirido, y la comunicación intencionada. Con la ayuda de filmaciones, reproducidas a cámara lenta, se intentan aislar determinadas unidades trans poniendo el modelo de análisis lingüístico. Así, Birdwhistell hace el inventario de medio centenar de unidades significativas que, a su juicio, integran los mensajes gestuales y que denomina quinemos, que serian los equivalentes a los monemas de la lengua (P. ej: alzar las cejas, posiciones de los labios, etc.) y que traducirían emociones primarias (cólera, sor presa, alegría, temor, tristeza). Incluso elabora un complejo sistema de notación gráfica para reproducirlos de forma abreviada. LA PROXÉMICA, de Hall (1966), por su parte, intenta analizar el fenómeno de la estruc turación y organización de las relaciones espaciales del individuo en su interacción perso nal y social. Factores como las distancias durante una conversación, la ubicación en torno
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a una mesa, en una sala de conferencias o en una clase, la tendencia a ocupar lugares pro pios, fijos, etc. cobran un valor altamente significativo. Hall demuestra que el ser humano no ha abandonado la tendencia a la territorialidad propia de muchas especies animales, lo que explica, entre otras cosas, la incomodidad que sentimos ante las violaciones o inva siones de la imaginaria “burbuja” espacial propia que nos rodea. Constata que la conducta espacial está en función de las diferentes culturas (p. ej. los arabes se aproximan mucho más al interlocutor que los anglosajones), así como las zonas corporales susceptibles de contacto táctil (palmadas, abrazos, etc.). En su afán de cuantificar, elabora una curiosa es cala de distancias ligada al carácter de la conversación, (íntima, social próxima, social re mota, pública...). Tanto la cinésica como la proxémica enlazan interdisciplinariamente con la sociología y la etnología. La popularización de sus observaciones más notables suscitaron un interés que fue mucho más allá de lo propiamente científico. No parecen, sin embargo, sobrevivir a sus fundadores y creadores. EL PARALENGUAJE, estudiado por Trager pone de relieve la incidencia que, en la co municación oral, adquieren todos los elementos fónicos que, sin ser lingüísticos, acompa ñan al acto del habla y que constituyen indicios reveladores de estados de ánimo, intencio nes, personalidad del hablante, etc. Por ejemplo, las segregaciones vocales (Humm, ejem, ech), las pausas, la velocidad o lentitud en la dicción, la intensidad de ¡a emisión y todo cuanto caracteriza el producto lingüístico concreto del hablante al margen de la secuencia lingüística propiamente dicha. Ekman y Friesen intentan una clasificación de los signos gestuales tanto de carácter autó nomo como de los que acompañan a la comunicación verbal. Así, distinguen, por ejemplo: a) Señales emblemáticas o gestos altamente codificados, que transmiten un mensaje cu yo contenido tiene un equivalente lingüístico exacto que podría expresarse lingüísticamen te, p. ej. (sí, no, adiós, me da igual, la señal del auto-stop, señales de saludo, del adiós, de burla, de súplica, de ignorancia,... juicios sobre personas o hechos: está loco, (índice apoyado en la sien), el signo de la victoria, etc.). Son extraordinariamente numerosos y no coinciden exactamente en las distintas cultu ras, lo que puede dar origen a malentendidos pintorescos. b) gestos ilustradores que acompañan al discurso: Era as/'de grande; Ponlo ahí, La se
gunda no, la tercera bocacalle; Gire Vd. a la derecha...). c) gestos que expresan estados emocionales (tristeza, cólera, sorpresa, disgusto, alegría) que sustituyen, refuerzan o contradicen las expresiones verbales. d) gestos reveladores del carácter. e) gestos reguladores de la conversación, que ordenan subliminalmente las sucesiva' to mas de palabra, interrupciones, reanudaciones de la conversación, y que se producen de modo automático. Al margen ya de la comunicación humana, un ámbito particular específico del estudio de sistemas concretos de comunicación lo constituye la zoosemiótica (estudio de sistemas de comunicación animal). Determinadas especies han sido objetos de minuciosos análisis: abejas (V. Frish y M. Lerindaner), cuervos (P. Cramet), chimpancés (W. Kohler, Bardner, Premack). La sistematización y reflexión global sobre la señalización animal se debe a T. A. Sebeok. El interés de estos estudios no es meramente zoológico. Por una parte permiten tomar conciencia de la abismal diferencia cualitativa del lenguaje humano con respecto a la comunicación animal; por otra, se observa que determinados comportamientos instinti vos humanos con valor de indicios reguladores de la interrelación social mantienen curio sas analogías con el mundo animal.
1.3. EL SIGNO LINGÜÍSTICO 1.3.1. CARACTERISTICAS El signo lingüístico es la base del lenguaje verbal privativo del hombre, efecto y a la vez causa del desarrollo superior de la especie.
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Su caracterización y análisis, aunque cuenta con numerosos precedentes desde la antigüedad, se debe fundamentalmente a Fernando de Saussure, con quien se inicia la lingüística contemporánea (Cours de lingüistique générale, 1916, obra postuma publicada por sus discípulos). En este epígrafe seguimos su exposición, aunque algunas de sus afirmaciones, tributarias de las corrientes psicologistas del momento, han sido posteriormente matizadas. Obsérvese que, desde el punto de vista cronológico, la reflexión sobre el signo lingüístico ha precedido con mucho a los análisis de otros tipos de signos y les ha servido de punto de referencia en muchos casos. Por ello, algunos de los rasgos que se señalan como caracte rísticas del signo lingüístico son, en realidad, bien inherentes a cualquier signo (el doble plano significante-significado), bien compartidos con otros sistemas semiológicos.
El signo lingüístico es una entidad biplánica de la asociación de un significado a una determinada sucesión de sonidos o significante. Es una entidad de dos caras. El signo une no una cosa y un nombre sino un concepto y una imagen acústica. El significado de árbol o de caballo no es un árbol o un caballo concretos sino el concepto de árbol o de caballo. Ambos planos son solidarios y uno no puede concebirse sin otro, como no puede concebirse el anverso de una hoja de papel sin su reverso. Saussure insiste en que denomina signo a la unión de ambos, no sólo al significante.
Tanto el significado como el significante tienen carácter psíquico. El concepto lo es plenamente; el significante es psico-físico ya que, aunque se manifiesta como una sucesión de sonidos, es en realidad la imagen mental que subyace a todas sus realizaciones, que pueden ser muy diversas. Prueba de este carácter psíquico es que podemos pensar en una palabra sin necesidad de pronunciarla. El signo lingüís tico es, pues, virtual y pertenece a la lengua, aunque se actualiza en el habla (Vid. T.2.I.). El signo lingüístico es articulado, entendiendo por tal que es subdivisible en unidades menores (latín, articulado - miembro, parte). Esta intuición de Saussure es desarrollada por Martinet en su análisis de la doble articulación (Vid. infra 1.5.3).
Los signos lingüísticos no son un conjunto de etiquetas que corresponderían a otros tantos conceptos preexistentes: los significados no existen con independencia de las palabras. Saussure concibe el pensamiento como una masa amorfa e indistinta, una nebulosa donde nada hay delimitado. A su vez, la sustancia fónica es una masa o materia plástica segmentable en partes distintas. Es el deslindamiento recíproco de unidades, haciendo corresponder una porción de pensamiento a la imagen de una sucesión de sonidos lo que crea el signo.
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Aunque la hipótesis de la nebulosa del pensamiento es muy discutible, la comparación entre lenguas distintas muestra claramente que es el lenguaje lo que delimita los conceptos: un mismo ámbito de signi ficación es delimitado de modo distinto en distintas lenguas. Esto sucede incluso en aquéllas que están históricamente emparentadas y con mucha mayor intensidad en lenguas pertenecientes a familias lin güísticas sin relación. Saussure cita como ejemplo el francés mouton (español = cordero) al que corresponden en inglés dos términos diferenciados: sheep (cordero vivo) y mutton (carne de cordero) y propone distinguir significación y valor. Piensa que sheep y cordero tiene idéntica signifi cación pero distinto valor puesto que sheep comparte el ámbito de significación con un segundo término. No parece sostenible tal distinción. Lo que Saussure llama valor no es sino el significado del término (vid 2.6.1.A). Al español dedo corresponden dos términos en inglés: finger (dedo de la mano) y toe (dedo del pie). No existe en inglés ningún término —ni por tanto concepto— que abarque a ambos. El francés bois corresponde al español madera y también en parte a bosque, table en bois = (mesa de madera), le bois de Boulogne = (el bosque de Boulogne). Forét recubre parte dei significado de bosque pero también se usa para selva. Le Petit Chaperon Rouge se proméne dans la forét = (Caperucita se pasea por el bosque). La forét vierge = (la selva virgen). En danés sólo existen dos términos trae = (madera, árbol) y skow. En ale mán, Wald significa a la vez madera en algunos casos y bosque o selva. A nuestro concepto de tío correpondían en latín cuatro parentescos distintos: hermano del padre, hermana deI padre, hermano de la madre y hermana de Ia madre. Los conceptos de yerno y cuñado no existen en ruso: el marido de la hija y el de la hermana son un mismo parentesco = ziat. El hermano de la mujer es shurin, distinto del hermano del marido-, dévér y del marido de la hermana y de la mujer, svoiak. En galés, parte del verde, el azul y parte del gris son un mismo color: lluyd. En italiano y en ruso, el azul son dos colores según sea claro o oscuro blu, azzurro; sinii goluboir. El sango, lengua centroafricana, sólo conoce tres colores vulu —blanco— vuko —azul, viole ta, negro, gris, marrón oscuro— y bengwa —todos los restantes.
árbol
arbre
Baum trae
madera
Holz
verde
guryrdd
azul
bois lluyd bosque
skow
gris
Waid forét selva
ESPAÑOL
marrón
FRANCÉS
ALEMÁN
DANÉS
ESPAÑOL
glas
GALÉS
patruus sh eep avunculus cordero tío/a
mutton amita ESPAÑOL
INGLÉS matertera
LATÍN
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ESPAÑOL
Dentro de una misma lengua, las palabras que expresan ideas vecinas se limitan recíprocamente y el significado de un término está determinado por los que le rodean. Para Saussure, los conceptos que constituyen los significados puramente diferenciales, son definidos no positivamente por su contenido sino negativamente, por sus relaciones con los demás términos del sistema. Su característica más exacta consiste en ser lo que los demás no son. La lengua es un sistema en donde todos los términos son solidarios y donde el valor de cada uno no resulta más que de la presen cia simultanéa de los otros. Un signo lingüístico se delimita, pues, siempre en el seno del sistema. En la lengua —afirma Saussure— sólo hay diferencias: (tibio es lo que no es ni frío ni caliente, recelar, te mer, tener miedo no tienen valor propio más que por su oposición.). OBSERVACIÓN
En su deseo de establecer las bases de la lingüística como ciencia autónoma, Saussure excluye cual quier consideración al referente del signo lingüístico (Vid. 1.3.2). Esta postura saludable sin duda en su momento, y que es la adoptada por el estructuralismo ortodoxo, parece indudablemente extrema. Las lenguas naturales han surgido en las sociedades humanas como instrumentos de comunicación destinadas a captar y organizar la realidad extralingüística para poder actuar colectivamente sobre ella. Los signos lingüísticos son delimitaciones convencionales con las que el hombre clasifica la realidad. Son unidades culturales enraizadas en un mundo real que constituye el punto de partida. Por ello, al léxico de las lenguas refleja las distinciones que resultan importantes (o que lo resultaron en el pasado) para la cultura de la sociedad que las utiliza. Si el esquimal posee múltiples términos para designar la nieve, el árabe para el camello y el indio commox para el saimón, el fenómeno no es causal. LA HIPÓTESIS DE SAPIR-WHORF. Cada lengua clasifica la realidad de un modo propio forjando no sólo distintas unidades léxicas sino manejando categorías gramaticales qúe pueden diferir considerablemente en lenguas no emparentadas: Whorf, siguiendo a Sapir, estudioso de las lenguas amerindias, sostiene que la concepción del mundo, la percepción de la realidad, el pensamiento mismo, difieren profundamente en los hablantes según la lengua que hablan. En suma, que la len gua aprisiona inevitablemente la mentalidad, condicionándola. Esta hipótesis está hoy desechada. Las concepciones actuales se inclinan por considerar que, aunque el prisma de la lengua condicione el pensamiento, no puede afirmarse que esto suceda de modo tan radical. Los contenidos subyacentes o estructura semántica profunda se piensa hoy que son básicamente similares. Las diferencias residen en el molde formal en que son vertidos.
Los ejemplos aportados por Saussure para ejemplificar el signo lingüístico corresponden, de hecho, a palabras de la lengua. Sin embargo, el signo lingüístico no coincide forzosamente con la palabra. Si por signo lingüístico entendemos la asociación de un significante o imagen acústica a un significa do, es evidente que los monemas constituyentes de las palabras son también signos lingüísticos (vid. 1.4.4). Las palabras serían signos lingüísticos integrados por signos lingüísticos. Por otra parte existen unidades superiores a la palabra que responden también a la definición {puente levadizo o recién nacido, p. ej.). Algunos proponen distinguir signos simples y complejos. Subsiste sin embargo, si nos atenemos a la definición, el problema de los límites (p. ej. ¿consideramos signo complejo un café con leche o una bota de montar?). Cuando decimos que tal lengua carece de signo lingüístico para expresar tal concepto, en realidad en tendemos que carece de palabra o de sintagma lexicalizado para expresarlo.
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Por ejemplo, en español existe signo lingüístico correspondiente al concepto de niño cuyo padre o ma dre ha muerto (huérfano) pero no para madre o padre cuyo hijo ha muerto, es decir no manejamos tal unidad conceptual en el sistema de la lengua. Obsérvese, por tanto, que un concepto puede ser forjado sin que exista un signo lingüístico correspon diente (evidentemente siempre lo será por medios lingüísticos).
1.3.4. EL CONCEPTO DE CODIGO APLICADO A 'LA LENGUA La influencia de la Teoría de la Comunicación en la lingüística ha originado que, con frecuencia, se identifiquen las lenguas naturales con códigos. El término aparecía ya en Saussure, quien al establecer la dicotomía lengua/habla, describía ésta última como la combinación mediante la cual el hablante utili za el código de la lengua con vistas a expresar su pensamiento. Se equipara de este modo la lengua o sistema al código y el habla al mensaje. Las lenguas comparten con los códigos los rasgos siguientes: a) constituyen un sistema integrado por símbolos o unidades combinables, b) sirven de vehículo para la comunicación. Sin embargo, las lenguas son códigos muy particulares cuyo funcionamiento no puede asimilarse al de un código en sentido estricto. Los códigos propiamente dichos son códigos artificiales, libremente inventados, que sirven para trans formar, para poder transmitirlos mejor (más lejos, más deprisa, con mayor seguridad, etc.). Son mensa jes ya estructurados en una lengua. Por el contrario, las lenguas son códigos naturales, que están ya dados y que sirven para informar directamente sobre la realidad extralingüística. Si hablamos aquí de codificación, lo hacemos en un sen tido amplio, diferente del primero. No se trata de pasar de un mensaje a otro sino de una experiencia global a un mensaje. Las operaciones mentales y lingüísticas por las cuales el hablante llega a formular un mensaje lingüís tico nos son totalmente desconocidas: nada sabemos sobre lo que ocurre en el cerebro del que crea el mensaje. La utilización de un código supone, en cambio, simplemente la sustitución paso a paso de los símbo los que integran el mensaje de la fuente --o , a veces, el mensaje en su totalidad— por Sos correspondien tes símbolos equivalentes del código, respetando las reglas de combinación prefijadas. Tanto las lenguas como los códigos son sistemas de convenciones que permiten transformar un mensa je. Las lenguas son sistemas de equivalencias léxicas y de reglas sintácticas por medio de las cuales las ideas, el pensamiento, se transforman en había articulada. Las diferencias fundamentales son, sin em bargo, evidentes. • Las convenciones de los códigos son explícitas, preestablecidas, imperativas. • Las convenciones de la lengua son implícitas: se constituyen espontáneamente en ei uso a lo largo de la historia. • Los códigos son sistemas cerrados y fijos. • La lengua es un sistema abierto que se renueva en el habla. 13 Los códigos son sistemas sustitutivos. e Las lenguas son sistemas directos. • En los códigos se da una relación biunívoca entre significante y significado. Cada símbo lo sí que tiene un sólo significado y recíprocamente. • En la lengua son constantes los fenómenos de sinonimia, polisemia (vid. T 2.6.1. B). Por otra parte, la lengua es el único código en el que es posible adaptar a las circunstan cias la cantidad de información significativa que se proporciona. P. ej.: Dame el lápiz que tienes a tu derecha; Dame ese lápiz; Dámelo; El lápiz, por favor.
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Y por último, la lengua es el único código que puede tener como referente a sí mismo. Es decir, es un código que permite hablar del código. (Función metalingüística, Vid. infra 1.5).
En suma, las lenguas no se comportan como códigos estrictos.
E
M
M
M
m
M
i
W K Z Z E Z
Las lenguas naturales se caracterizan por poseer, en el plano de la expresión, lo que se denomina doble articulación. En esta característica1, señalada por el lingüista Martinet, reside en gran parte la clave de ¡a inmensa superioridad del lenguaje humano sobre cualquier otro medio de comunicación humana no verbal, cualquier código artificial y, por supuesto, cualquier sistema de comunicación animal. Las lenguas constituyen el código más potente que existe, pues carecen de limitación en cuanto al nú mero y ámbito de los mensajes que en ellas pueden expresarse: cualquier lengua puede expresar un nú mero de mensajes infinito y sobre cualquier tipo de contenido conceptual: Toda la experiencia extralin güística, tanto referida al mundo exterior real como al mundo interior, todos los universos posibles ima ginarios que la lengua misma crea, la lengua misma como objeto de discurso, pueden ser expresados mediante la lengua. Todos los mensajes conceptuales de los restantes códigos pueden ser traducidos al lenguaje verbal, no así a la inversa2. Por doble articulación se entiende que un mensaje lingüístico está formado por unidades menores articuladas en dos niveles: unidades mínimas dotadas de significación (Ia articulación) y unidades míni mas sin significado (2a articulación) (Vid. supra 1.4.1). LA PRIMERA ARTICULACIÓN: LOS MONEMAS.
Tenemos un enunciado cualquiera: Esos chipas plantaron un árbol.
El enunciado o mensaje lingüístico está formado por palabras, que son las unidades menores que pue den existir en forma libre, pero que no son forzosamente las unidades mínimas dotadas de significado. Si nos proponemos delimitar éstas, obtenemos: Est-o-s chic-o-s plant-aron un árbol
Los segmentos obtenidos constituyen las auténticas unidades mínimas dotadas de significado a ) Mediante el procedimiento de la conmutación comprobamos que entran en otras combinaciones para formar otros mensajes y que a su vez pueden ser sustituidas por otras. est/o/s chicos est/a flo r est/o me gusta aquell/o/s chic/o chiqu/ill/o chiqu /ill/ada obrer/o ptant/arorf plant/el p lañí/ ación mir/aron chic/o perr/o gat/o chic/a un árbol un pino un oso el árbol b) Están dotadas de significado (léxico o gramática según los casos). Son, por tanto, signos lingüísti cos (significante + significado) (Vid. T. 2.2.1).• •La potencia de las lenguas, su capacidad de forjar un número infinito de mensajes no reside sólo en la doble articulación, sino también en la recursividad. (Vid. T. 2.1.l.B). : \ o s referimos evidentemente a mensajes pertenecientes a códigos sistemáticos. Los mensajes no lingüísticos de las artes o del mundo de la afectividad corresponden a un plano distinto, no conceptual y por lamo no verbalizable (Vid. 1.3.2.0.
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Est-
Significa próximo al hablante, en este caso a mí. Sitúa en el espacio al objeto que se menciona después.
-o
Significa que el objeto mencionado pertenece al llamado génego gramatical mascu lino. Es redundancia, obligada por las reglas de combinación, chic-o-s.
-5
Es el llamado número gramatical plural. Es redundancia obligada con chico-s.
chic-
Significa ser humano, joven.
-o
Significa que el referente es varón.
-5
Significa multiplicidad.
plant- Significa relacionado con la inserción en la tierra de un vegetal para que se desarrolle. -aron
Significa que la acción mencionada se realizó en el pasado, que se considera total mente acabada y que los agentes fueron varios.
un
Significa que el objeto mencionado a continuación lo es por vez primera y que se trata de uno sólo.
árbol Significa determinado vegetal, de tronco leñoso, raíces y hojas, etc. La ausencia de -es significa que se trata de uno y no de varios.
Martinet denomina monemas a estas unidades de primera articulación. Esta terminología no es muy utilizada. Comúnmente se utiliza el término morfemas, dis tinguiendo morfemas léxicos o lexemas (chic-, plant-, árbol), morfemas derivativos (-ada, -ción, in-) y morfemas gramaticales {-o, -s, un, -aron) (Vid. T. 2.2.1). OBSERVACIONES
Aunque, en los ejemplos propuestos, los monemas obtenidos en la segmentación permanecen inaltera dos al entrar en otras combinaciones, no siempre sucede así. El monema no se confunde con una realiza ción determinada sino que es la unidad que subyace a posibles realizaciones distintas. Tiene, por tanto, carácter virtual. ej. árbol Zeda dificul/tad león/es in/sólito
arbor/escente liberal/idad perro/s im/posible
bon/dad
• Una misma forma puede corresponder a monemas distintos. En perro, ZoZ significa género masculino. En como, ZoZ significa acción atribuida al hablante (Ia p. sing.). * Un monema puede variar de significado según el contexto (Vid. T.5). En cola/dor, ZdorZ significa instrumento con el cual... come/dor, ZdorZ significa lugar en el cual.... corre/dor, ZdorZ significa agente que.... LA SEGUNDA ARTICULACIÓN: LOS FONEMAS Si proseguimos el análisis, observamos que los monemas son a su vez descomponibles en unidades menores, que pueden aislarse recurriendo a idéntico procedimiento de conmutación. Son los fonemas o unidades de 2a articulación, carentes de significado. Para evitar la confusión con los grafemas o letras las transcribimos adoptando la notación convencional específica. e /s /t/ / o / / s /
/ c / i / k / o / / ’s/
/p /l/a /n /t/ / a / /r /o /n /
/ u/n/
/á /r/b /o /1 /
Cada lengua posee un número determinado, relativamente reducido —algunas decenas— de estas uni dades mínimas, a partir de las cuales se construyen todos los mensajes posibles. En español son veinti cuatro y ninguna lengua rebasa los cincuenta. Obsérvese que, al igual que una palabra puede constar de varios monemas o de uno solo, un monema puede constar de un único fonema (p. ej: y -o).
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IM P O R T A N C IA D E L A D O B L E A R T IC U L A C IÓ N .
La doble articulación constituye: "La clave de las propiedades tan misteriosas del lenguaje humano con relación a los sistemas de co municación de los animales: su riqueza y flexibilidad infinitas. Las abejas apenas pueden comunicar más que tres o cuatro clases de mensajes, referentes a las distancias cortas, las distancias largas, la dirección con relación al sol, la materia del botín. Se han inventariado unos quince gritos de cuervos que corres ponden a situaciones o comportamientos semánticamente distintos. En los monos, setenta como máximo, al parecer. El código de circulación es más rico y debe poder transmitir vanos cientos de mensajes dis tintos, los mapas geográficos vanos miles o decenas de millares, —pero rigurosamente ligados— cada vez a un terreno muy limitado de la experiencia, de la que no pueden salir. . Por el contrario, ¿de dónde proviene el que las lenguas humanas puedan decir todo, por medio de mi les y miles de mensajes distintos? Para comprenderlos, imaginemos otro universo, otros seres, con un sistema de comunicación en el que, a una situación determinada, a un hecho de experiencia dado, co rrespondiera globalmente un grito cada vez particular, distinto formalmente de todos los demás, no par cialmente sino totalmente. La unidad significante mínima aquí sería el mensaje; las frases He aquí mi pa dre, He aquí tu padre, He aquí su padre, etc., exigirían cada una gritos distintos. Serían precisos tantos gritos específicos como mensajes, una lengua con millones y millones de gritos específicos como mensa jes, una lengua con millones y millones de gritos distinguibles, con una memoria en proporción a esta cantidad, y órganos fonadores en relación con esta masa de señales sonoras totalmente diferentes. En relación con esta situación imaginaria (que quizá es aquélla, muy empobrecida, de los cuervos y los monos), la primera articulación de las lenguak naturales realiza una codificación económica, en la que estos millones o miles de millones de mensajes distintos pueden ser compuestos mediante algunos millares de unidades que pueden volverse a emplear de mensaje a mensaje, que son los monemas; cantidad que está al alcance de todas las memorias humanas, aun de las más pobres. Pero imaginemos todavía un mundo en el que cada monema —cada unidad significante mínima— co rrespondiera a su vez a una emisión vocal específica también, inanalizable en unidades más pequeñas. Este sistema de comunicación precisaría de algunos millares al menos de emisiones fónicas mínimas, todas totalmente distintas una de otras, lo que no concuerda ni con las posibilidades articulatorias ni pro? bablemente con la memoria auditiva de la mayoría de los humanos (salvo quizá los músicos muy buenos). La segunda articulación aparece entonces como una sobrecodificación supereconómica. No sólo pode mos expresar toda nuestra experiencia del mundo mediante unos cuantos miles de monemas solamente, sino que estos miles de monemas están ellos mismos hechos a partir de unos treinta a cincuenta signos sonoros mínimos, según las lenguas: los fonemas de cada lengua". (Mounm. Claves p . v ; •
1.3.6. LOS SISTEMAS DE ESCRITURA. El signo lingüístico es acústico, y por tanto efímero LLa escritura tiene como objeto asegurar su perma nencia. Al transformar los mensajes auditivos en visuales sobre un canal permanente, los sistemas de escritora los fijan haciendo posible su transmisión en el tiempo. De ahí la importancia revolucionaria que en la historia de la humanidad ha tenido la invención de la escritura. Sin la posibilidad de almacenar y transmitir la experiencia colectiva y los conocimientos adquiridos a las generaciones sucesivas, el pro greso hubiera sido imposible. Por otra parte, la organización de la sociedad mínimamente compleja con lleva necesariamente superar las limitaciones espaciales de la comunicación oral, que exige la presencia simultánea del emisor y el receptor. Los sistemas de escritura suponen, pues, diversas soluciones a un complejo problema de codificación. La elección del procedimiento supone establecer un inventario limitado de unidades y decidir sus corres pondencias gráficas, es decir, en suma, descubrir empíricamente la estructura del lenguaje mucho antes de que los lingüistas la analizaran y formularan. A la escritura alfabética que reproduce aproximadamente los fonemas y que constituye la codificación más económica, práctica y operativa no se ha llegado sin otros intentos. Dos son las vías posibles: optar por la transcripción de unidades de significado o por la transcripción de unidades de significante. Las impropiamente llamadas escrituras ideográficas optan por lo primero, las fonográficas por lo segundo.1 1 La posibilidad de registro, almacenamiento y transmisión del habla —y del sonido en general— es, como se sabe, un fenómeno recientísimo (1878. Fonó grafo de Edison). Los registradores electromagnéticos datan de la cuarta década de nuestro siglo.
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Los pictogramas no son todavía sistemas de escritura aunque constituyan su antecedente. En efecto, lo que transcriben son contenidos conceptuales más o menos complejos utilizando directamente una co dificación no verbal. La escritura propiamente dicha, en cambio, es un sistema sustitutivo de la lengua hablada que transcribe, de una forma u otra, mensajes lingüísticos elaborados en una lengua determinada. LAS ESCRITURAS IDEOGRÁFICAS Las impropiamente llamadas escrituras ideográficas transcriben directamente unidades de significado. Su ejemplo más característico es el chino. En realidad deberían llamarse escrituras monemográficas o morfemográficas pues los signos utilizados corresponden a unidades de primera articulación. Estas uni dades son precisamente las de la lengua china y el sistema no puede concebirse al margen de ésta: las escrituras ideográficas reflejan los sistemas lingüísticos para las que fueron elaboradas1. Los signos, ¡cónicos en su origen, se han ido estilizando y transformando progresivamente hasta bo rrarse la motivación. El sistema presenta un inconveniente obvio: el número de unidades significativas de cualquier lengua es muy numeroso, por lo que son necesarios muchísimos signos distintos claramente diferenciados. Para transcribir determinados conceptos se utiliza la aglutinación de signos elementales: p. ej.: bueno, feliz (/zuro), yuxtapone el signo de mujer (niu) y el hijo (tseu); para transcribir maldad (kien), se repite por tres veces... el signo de mujer! A veces se recurre a procedi mientos mixtos fónico-ideográficos que evocan la pronunciación de la palabra.
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(im p le m e n to
p a la b ra s )
d e tra b a jo )
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“ g ran d e”
“ am anecer
( h o m b r e c o n la s
(so l so b re
‘a b a j o ”
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E n c ie rto s c a so s, se c o m b in a
ren ’ “ h o m b re” c h jo u “ e n e m ig o ”
tru o h
“ s e n ta rs e ”
“ bosque’
“ la d ra r’
(h o m b re s e n
(á r b o le s )
(b o c a , p e rro )
s ig n o d e la id e a c o n o t r o p a r a s u g e r ir e l s o n id o :
-J l
h o riz o n te )
&
m
(u n h o m b re c u y o n o m b re
X"
c h io o u
zueei
“ nuevo”
"agua”
A''
-#■ “ b osque”
lin ’ “ g o ta ” (es d e a g u a y su en a co m o “ b o sq u e” )
un banco)
fig. 24 ALGUNOS SIGNOS DE LA GRAFÍA CHINA
La economía del sistema es, como se ve, muy baja, y su aprendizaje y pleno dominio, muy costoso. La razón de su no sustitución por la escritura alfabética es que la lengua escrita es un vehículo de unidad entre los múltiples dialectos del chino, muy divorciados fonéticamente y a menudo ininteligibles entre sí. Un habitante de Cantón no puede entenderse oralmente con uno de Pekín, pero pueden leer el mismo periódico. 'E n chino, la palabra es monosilábica y carece de flexión. El sistema chino sería inaplicable a una lengua flexiva. Por otra parte, los ideogramas transmiten unidades de significado de la lengua china, no supuestos conceptos universales.
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LAS ESC R IT U R A S F O N O G R A FIC A S.
Los signos utilizados representan unidades del significante. Entre ellas están las escrituras silábicas (que transcriben sílabas) y las alfabéticas que transcriben los fonemas, es decir, las unidades mínimas de la segunda articulación. Entre las escrituras silábicas está el japonés, que combina signos silábicos con ideográfi cos. Los caracteres, tomados del chino y adaptados ai japonés, transcriben según un princi pio semejante al de nuestras charadas1.
Las escrituras alfabéticas fueron en su origen exclusivamente consonánticas (el árabe y el hebreo lo son aún). Sólo posteriormente se transcribieron las vocales. El procedimiento utilizado, absolutamente revolucionario, consistió en utilizar los pictogramas para representar directamente los sonidos. El dibujo esquemático de un objeto familiar representa el sonido inicial de la palabra que lo nombra. Así, los jeroglíficos egipcios son alfabéticos y no ideográficos. La silueta de un buitre no representa a un buitre sino a la /p /, el léon tumbado a la /l/, etc... Otros son figuras geométricas convencionales puramente simbólicas. La escritura cuneiforme mesopotámica era asimismo alfabética y procede de la estilización de pictogramaf.
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JEROGLÍFICO EGIPCIO
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“DARIO" Y “JERGE3" EN EL ALFABETO CUNEIFORME DE LOS PERSAS.
fig. 25 ESCRITURA ALFABÉTICA EGIPCIA Y MESOPOTÁMICA Ambas conocieron una primera etapa ideográfica, que luego evolucionó. Obsérvese que los símbolos utilizados han perdido enteramente en la grafía, mesopotámica la motivación primitiva, no asi en ios jeroglíficos egipcios. La forma de los símbolos está condicionada por el canal (papiro y tinta en Egipto, tablillas de barro y estilete en Mesopotamia). El alfabeto fenicio es el origen de todos los modernos alfabetos europeos. Adoptado por los pueblos me diterráneos y transformado con inclusión de las vocales dio lugar al primer alfabeto completo que es el griego (La palabra alfabeto no es sino la unión de las dos primeras letras griegas: alfa-beta ). Del griego deriva nuestro alfabeto latino.
Imagínese por ejemplo que en español transmitiéramos la palabra soldado dibujando sucesivamente un sol y un dado.
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49
HEBREO
SU SIGNIFICADO
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“ buey’’
beth
"casa”
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"camello’’
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"puerta”
SOMBRÉ
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"ventana” (?)
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"estaca”
PICTOGRA GRIEGO
GRIEGO ANTIGUO CLASICO
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“ arma”
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“ barda”
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“ ojo”
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“chango”
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“ cabeza”
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CIRÍLICO
HEBREO ARABE MODERNO MODERNO
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Íig. 26 EL ORIGEN DE NUESTRO ALFABETO O b sé rv e se cómo, po r estilización y sim plificación progresivas, se llega a la p é rd id a total d e la iconicidad primitiva. C onstátese asim ism o el cam bio d e orientación q u e o p eró el grie go clásico.
Las escrituras alfabéticas, al transcribir los sonidos —o más exactamente la imagen mental de los sonidos— (Vid. T. 2.5) se independizan totalmente del plano del significado. A! reproducir ia doble arti culación del lenguaje participan de idéntico principio de economía que el lenguaje oral: un número muy reducido de signos básicos, los grafemas o letras, permite codificar los infinitos mensajes posibles del habla. OBSERVACIONES
Obsérvese que los grafemas no son signos lingüísticos: el plano del contenido lo constituye la imagen mental del sonido, el plano de la expresión la forma que poseen. Ésta puede ofrecer variantes (mayúscu las, minúsculas, cursivas, etc...). En muchas lenguas se ha producido un divorcio creciente entre la lengua oral y los signos de la escritu ra debido a los efectos de la evolución fonética. La grafía, mucho más conservadora, refleja lo que fue en su día la pronunciación de la palabra. A ello se unen convenciones ortográficas explícitas, de carácter normativo, más o menos arbitrario. P. ej. el francés beau— fonética actual /b ó /— se pronunciaba en francés medieval /beau/-, roí —actual /ruó/— se pronunció / r o í / = /ro e/ hasta el siglo X V II. Nuestra h ortográfica es un vestigio etimológico de una primitiva aspirada procedente d e/ —7fariña/ = /hari na/ = Zarina/—.
Lenguas como el español, el italiano, el alemán, reproducen mucho más aproximadamente la cadena fónica que el francés o el inglés. La abundancia de homófonos en estas lenguas es, sin duda, un freno para posibles reformas ortográficas.
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Aunque muchos semióticos llaman lenguaje a cualquier sistema organizado de signos que sirva para la comunicación entre dos o varios individuos1, el término lenguaje, para el lingüista, debe aplicarse ex clusivamente a la capacidad de la especie humana para la comunicación mediante signos lingüísticos, es decir, a las lenguas naturales. Cualquier otro uso es metafórico. El lenguaje propiamente dicho es d lenguaje verbal2. Cuando filósofos y lingüistas se plantean el interrogante de las funciones del lenguaje, lo que se trata de averiguar no es cómo es el lenguaje sino para qué sirve. No se trata, pues, como hemos visto hasta ahora, de caracterizar el signo lingüístico, ni, como se tratará en su momento, de establecer sus leyes de combinación: de lo que se trata es de analizar qué uso hace el hombre del lenguaje, en suma, para qué cosa usamos la palabra. Es evidente que utilizamos el lenguaje con múltiples finalidades. El inventario que surge si intentamos concretar es muy extenso y queda abierto. Podemos decir, por ejemplo, que el lenguaje sirve para: Pensar. Expresar los pensamientos. Describir objetos y narrar hechos. Expresar sentimientos e intentar describir sensaciones. Preguntar, ordenar, aconsejar, suplicar, asustar, tranquilizar... Razonar, argumentar, mentir. Formular enunciados lógicos: El tocio es mayor que la parte. Formular enunciados que violan la lógica: Aquella mesa redonda es cuadrada. Formular paradojas lógicas: El mentiroso que dice que miente. Transmitir conocimientos y experiencias. Hacer versos. Influir en la mente del prójimo (la omnipotencia de los medios de comunicación es buena prueba de ello). jugar (Pito, pito, coloríto..., Catapún, chin, chin...). Hacer feliz al prójimo (Te amo). Fastidiarle o herirle (¡Imbécil!). Construir universos imaginarios: (El rey Periandro Partobón, señor de Kiberia, era un famoso guerrero...). Hacer lingüística, es decir, hablar del propio lenguaje. Desahogarse (¡Por fin!, ¡qué alivio!...). Intentar influir en los objetos inanimados (¡Sésamo, ábrete!, Abracadabra). Rezar, etc. etc. Las respuestas, como puede verse, no son excluyentes. Podrían alargarse indefinidamente según el cri terio y grado de generalización que se quiera adoptar. Esta aparente multiplicidad se puede sintetizar en un pequeño número de fundones básicas. Por otra parte, observemos que algunos de los fines enumerados pueden realizarse también sin recurrir al lengua je por lo que no constituyen funciones exclusivas del mismo; (p. ej. podemos desahogarnos, expresar sentimientos e influir en el prójimo por medios no lingüísticos. Al lingüista le interesa ante todo establecer la correspondencia entre: a) la función desempeñada por los mensajes verbales, y b) la estructura en que dicha función se plasma, es decir, señalar qué recursos lingüísticos traducen tal o cual función. Para aigunos, el punto de partida para establecer las funciones debe ser exclusivamente la form a que reviste el enunciado. A su juicio solo deben considerarse funciones específicas del lenguaje las que presenten marcas formales específicas:
í. M. Lotman. —L:n la icngua común, el uso metafórico del término es constante, (lenguaje de las abejas, de las llores, del abanico, del cine, de la pintura...etc): l.a expresión lenguaje verbal es, por tanto, redundante. Si la utilizamos en algunos lugares de este manual es para prevenir equívocos.
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No es lo mismo exactamente, en efecto, función que servir para. Una espada, por ejemplo, puede desempeñar funciones distintas: defensa, adorno, indicación de la calidad social de un dueño (...)• Pero su función específica es la defensa (...)• Función no se confunde con servir para (,..)• Podemos beber agua de una botella, jarra o estanque, pero no reconocemos en estos objetos tal función (...). La función es un servir para algo pero esta aptitud ha de tener unos índices formales específicos. La botella puede servir para beber agua, pero su función es la de encerrar líquidos, pongamos por caso1. El filósofo adopta, evidentemente, un enfoque más amplio. Los intentos de clasificación de las funciones del lenguaje dependerán, por tanto, del punto de vista que se adopte, del criterio que se siga y de los elementos sobre los que se ponga el acento. Aunque no existe coincidencia exacta en las propuestas de síntesis de los distintos autores —lingüistas, y filósofos— que han tratado la cuestión, dos aspectos, formulados de una u otra forma, aparecen como indiscutibles: el lenguaje es ante todo un instrumento de comunicación, específicamente humano, cuya función central es la de representar o simbolizar la realidad. La función referencia! constituye el eje in discutido de todas las restantes.
El papel desempeñado por el lenguaje en la evolución de la humanidad ha sido el de hacer posible la existencia misma de la especie como tal. Como se ha visto al tratar del signo lingüístico, la aparición de los conceptos, base del pensamiento, es simultánea y solidaria con la aparición de los significantes. Sea cual sea la complejidad de la relación entre pensamiento, lenguaje y realidad, la función abstractiva
y generalizadora del lenguaje está en la base de todos los procesos cognoscitivos, perceptivos y comuni cativos específicamente humanos. Sin la palabra, el hombre no se hubiera desgajado jamás de sus ante cesores animales.
1.4.2. LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE: TRES ESQUEMAS. A. LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE SEGÚN K. BÜHLER. Karl Bühler, desde la óptica de la filosofía del lenguaje, parte de la observación ya hecha por Platón según la cual el lenguaje es un órgano (instrumento) para comunicar uno a otro algo sobre las cosas. El fenómeno lingüístico es, por tanto, analizado como un instrumento en una triple relación.
Ramón Trujillo, Elementos de semántica lingüistica.
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Uno produce el fenómeno sonoro y éste actúa sobre el otro como estímulo (...). Supongamos que la producción del fenómeno acústico sea provocada en el que habla por un estímulo sensible temporalmente anterior, que procede de una cosa del campo perceptivo, y que la audición del fenómeno acústico verbal estimule al oyente a volver los ojos hacia una misma cosa. Así, por ejemplo, de dos hombres en una habitación, uno advierte un repiqueteo, mira a la ventana y dice: está lloviendo; también el otro mira hacia allí, ya sea llevado a ello directamente por la audición de las palabras o por la mirada hacia el que habla. Esto ocurre, y con ello se cierra el círculo del modo más perfecto. Si se quiere, se puede dejar ahora continuar el acontecer en el círculo así cerrado como en un tornillo sin fin. Si la cosa o el fenómeno tienen suficiente riqueza para provocar nuevas excitaciones que reciben alternativamente uno u otro de los interlocutores, si el suceso interesa intensamente a los dos (como suele decirse de un modo expresivo), se explayarán un rato en forma de diálogo mientras examinan y discuten la cosa o el asunto. K. Bühler desarrolla este modelo y establece las tres funciones básicas del lenguaje: R E P R E S E N T A El lenguaje es símbolo en virtud de su ordenación a objetos y rela ciones; síntoma (indicio) en virtud de su dependencia del emisor, cuya interioridad expresa, y señal en virtud de su apelación al oyente, cuya conducta externa o interna d i r i g e 1. C IÓ N , E X P R E S I Ó N y A P E L A C I Ó N .
Lo que puede esquematizarse del modo siguiente:
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Representación
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El círculo representa el fenómeno acústico concreto; los grupos de líneas simbolizan las funciones.
K. Bühler. Teoría del Lenguaje. Revista de Occidente.
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B. LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE SEGÚN R. JAKOBSON. El lingüista R. Jakobson retoma y aplía el esquema de Bühher tomando como referencia los elementos de un sistema de comunicación simplificado. Los aspectos técnicos carecen de relevancia para el análisis. El mensaje se asimila a la señal, el destino se fusiona con el receptor y se incluyen explícitamente el códi go y el contexto extralingüístico en el diagrama, que queda así:
EJEMPLO: Pepe comunica a Juan que ha llegado el padre de éste.
LA FUNCIÓN REFERENCIAL (también llamada representativa, denotativa o simbólica) es la orienta da ai contexto, es decir a la realidad extralingüísíica, al referente. La función referencial es la función por la que se comunican contenidos objetivos. Mediante la función referencial, el lenguaje transmite contenidos diferenciados referentes al mundo externo. Obsérvese que por objetivo, entendemos independiente de la subjetividad del emisor, no forzosamente existente en el mundo real. En efecto, ¡as lenguas naturales tienen el po der de construir el universo a que se refieren; pueden atribuirse, por tanto, un universo de discurso imaginario. Formalmente, el enunciado carece de las marcas características de otras funciones. Aparece como no marcado. La enunciación objetiva de hechos, relaciones, realizadas en general, pertenecen a la función referencial, sea cual sea el objetivo denotado. Es la función característica de la exposición del c'onocimiento. De ahí que aparezca en estado puro en el discurso de carácter científico (Vid. T. 11.1 y 2).
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Está lloviendo. La ventana está abierta. Dos v dos son cuatro. Las ballenas son mamíferos. Me duele la cabeza (e¡ hablante se tonta a sí mismo como referente). La función referencial abarca los referentes imaginarios creados por el propio discurso: Don Quijote 'alió de la venta. Acabo de hablar con un extraterrestre. La función referencial es la función específica del lenguaje hum ano. Ningún sistema de comunicación
animal parece poseerla, ni siquiera de modo rudimentario. LA FUNCION EXPRESIVA, (también llamada emotiva) es la orientada a! emisor. Esta función per mite inferir elem entos de la subjetividad deS hablante, expresados más o menos voluntariamente (su esta do emocional, su actitud ante el objeto de su discurso, etc.). Informa, por tanto, al oyente sobre el hablante. El estrato puramente emotivo está representado por las interjecciones: ¡Ay!, ¡Oh!, ¡Cielos!... A esta función se vinculan la en tonación expresiva1 y un sinnúmero de elementos paralingüísticos: Intensidad, ritmo, pausas del discurso, irreproducibles en la escritura. La modalidad exclamativa es asi mismo propia de la función expresiva: ¡Qué calor hace!, ¡Ha venido Pepe!, así como toda una serie de recursos lingüísticos tales como los diminutivos papaíto, aumentativos y despectivos: casucha, perrazo, la adjetivación valorativa. Es una situación vergonzosa, innoble, el orden mismo de las palabras y la estructura del enunciado pueden responder a la función expresiva: El chico éste, M i cabeza... Oué dolor tan insoportable... La selección misma del léxico que utiliza el hablante es un importante indicio de su actitud: Ha actúa lo con valor, Ha actuado con temeridad (connotaciones positiva y negativa respectivamente) (Vid. T. 2.6.l.A). El registro familiar que empleamos en la vida cotidiana está impregnado de función expresiva (Vid. T. 16.3). LA FUNCIÓN APELATIVA (también llamada conativa) es la orientada al receptor. Son propios de esta función todos los recursos destinados a influir en el oyente y provocar en el una reacción de cualquier tipo: una acción, uria respuesta lingüística, un sentimiento o actitud. Su pura expresión gramatical son el vocativo: ¡Pepe!, el imperativo ; Ven, Abre la puerta, y la modali dad interrogativa: ¿Qué hora es? La función apelativa puede plasmarse mediante infinidad de recursos, tanto lingüísticos como con ceptuales. A menudo, el hablante recurre a la utilización consciente e intencionada de los recursos pro pios de ia función expresiva —que pueden corresponder o no a la verdadera actitud emocional del hablante— con el fin de suscitar en el interlocutor las correspondientes reacciones afectivas. Ese pobre ci to niño está ahítan solito... ¡qué pena! ¿No podrías ayudarle?, Mi oponente es un hombre desacreditado que no merece su confianza. La función apelativa está omnipresente en el registro familiar, al igual que la expresiva (vid T. 1.6.3). Esta función vertebra, además, en gran medida, todo el lenguaje de la propaganda ideológica y política, así como el de la publicidad. El lenguaje del periodismo está asimismo con frecuencia impregnado de Mitiles recursos apelativos. Las tropas gubernamentales efectuaron una operación de limpieza contra la guerrilla, Los rebeldes hicieron una masacre entre la población indefensa (vid T. 13.1.3 y 2.4). La función apelativa eá^pues, la capacidad del lenguaje de actuar sobre el interlocutor. En sentido estricto, se plasma en la forma del mensaje, pero si consideramos la dimensión pragmática del habla, Idéntico enunciado puede expresarse con un sinnúmero de matices subjetivos diversos (jubilo, cólera, desaliento, temor, ansiedad, vacilación, etc..). Cierto actor al que dirigía Stanislawski era capaz de pronunciar la secuencia esta tarde infundiéndole cuarenta situaciones emotivas diferentes.
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(Vid. T. 10), enunciados aparentemente referenciales pueden adquirir en un contexto valores apelativos decisivos. (Ej. actos perlocucionarios: Hace frío -puede ser el equivalente exacto áe cierra la ventana). A la función apelativa puede reducirse lo que algunos autores consideran función inde pendiente; a saber: la función mágica. No parece en efecto que el conjuro, la maldición o la plegaria respondan a principios distintos. Se trata en efecto de incidir en un interlocu tor (objeto material, sustancia, potencia superior, etc.) al que se supone capaz de recibir el mensaje y de desencadenar el efecto deseado.
LA FUNCIÓN FÁTICA es la función orientada al cana!.
Se da en mensajes cuya única finalidad es establecer, prolongar o interrumpir la comunicación. O, simplemente, de comprobar que el canal funciona. El término procede del etnólogo Malinowski, quien lo utiliza para caracterizar determi nados comportamientos rituales en tribus primitivas por él estudiadas.
Son expresiones fáticas todas aquellas que se utilizan no tanto para comunicar un contenido sino para confirmar la existencia de contacto entre el hablante y el oyente. En las fórmulas convencionales con las que se responde al teléfono se da en estado puro la función fática: ¿Alió?, ¿Dígame?, asi como en las frases hechas que periódicamente intercalamos para confirmar que seguimos escuchando: Ya, Sí, Bueno, Claro, claro. La función fática se da en un gran número de intercambios lingüísticos regidos por las convenciones sociales, así como constituye mera expresión del bienestar de hallarse en compañía. Las conversaciones sobre el tiempo, las preguntas sobre la salud y la familia, las fórmulas ritualizadas de saludo y de adiós pertenecen a la función fática. Ésta predomina en un mensaje cuando la información que éste contiene es muy baja o nula. — Bueno, dijo el joven. — Bueno -dijo ella. — Bueno; aquí estamos -dijo él-. — A quí estamos, ¿ver dad? -dijo ella. — Yo diría que sí; aquí estamos. — Bueno, —dijo ella. —Bueno, bueno... —dijo él. LA FUNCIÓN POÉTICA está centrada en el mensaje.
Se da la función poética cuando la expresión lingüística atrae la atención sobre su propia forma. Cualquier procedimiento que suponga una desviación o extrañamiento con respecto a la que se consi deraría uso normal o común de la lengua pertenece a esta función, tanto en el habla cotidiana como en cualquier utilización oral o escrita del lenguaje con propósito estético o chocante. Sus recursos son numerosísimos, desde el puro juego verbal, que halla placer en la materialidad mis ma de los elementos fónicos, hasta todos los procedimientos inventariados y por inventariar de la estilís tica (verso, rima, aliteraciones, metáforas, personificaciones, incompatibilidades semánticas de todo ti po, ambigüedades ingeniosas, comparaciones pintorescas, ruptura de construcciones esperadas, etc. etc.) (Vid T. 15 2.3.4 y 16 .3). Mayombe - bombe - mayombe. Sensemaya, la culebra. Mayombe - bombe - mayombe. Sensemaya no se mueve. Mayombe - bombe - mayombe. Sensemaya, se murió. (Nicolás Guillén - Sóngoro Cosongo). Algunos autores distinguen la función poética de la fundón lúdica (del latín, ludus = juego), puro juego verbal en el que el código aparece dislocado y el mensaje no transmite significado alguno. La función lúdica se basaría en el fino placer de las combinaciones fó nicas y rítmicas. Las canciones infantiles ofrecen abundantes ejemplos. Qué hermoso pelo lleva, ¡carabí! (bis)
¿Quién se lo peinará? Carabí, hurí, hurí, hurá. El cocherito, ¡eré, me dijo anoche, leré,... (Cancionero infantil).
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La función poética no es exclusiva de ia literatura. La creatividad de muchas expresiones coloquiales responde a dicha función.
Es más corto que las mangas de un chaleco; A l ministro le han metido un gol; No te dejes comer ai coco. Las jergas juveniles, y en particular la actual habla pasóla, tienen raíces en la función poética usada con propósito provocador e inconformista. La publicidad la utiliza como recurso sistemático para atraer la atención sobre el mensaje publicitario «Vid. T. 13). CELvilletas de papel.
Un, dos, tres, picadora Mulinex.
Un poco de Magno es mucho.
Haga caso de este queso. Pilas Tudor, una pila de ventajas.
Según observa Jakobson, la función poética se basa en los principios de la técnica del discurso: selec ción y combinación que, aunque se dan evidentemente en todas las funciones, ahora se ponen al servicio de lograr un enunciado que contenga algo más que la mera referencia, es decir un valor secundario dife rente que puede, incluso, llegar a ser el esencial. En tanto que de rosa y azucena / se muestra la calor en nuestro gesto (...) coged de nuestra alegre primavera / el dulce fruto (Garcilaso). Diré como nacisteis, placeres prohibidos / Como nace un deseo sobre torres de espanto... (L. Cernuda). Verde, que te quiero verde. Verde viento, verdes ramas / El barco sobre la mar y el caballo en ¡a monta ña (García Lorca). Obsérvese que la selección juega en general en el lenguaje literario con las connotaciones de las pala bras (Vid T. 2.6.1. A), es decir, con las resonancias afectivas, sugerencias y asociaciones que el significan te evoca más allá de su significado estricto. En cuanto a la combinación, utiliza en gran medida las deli beradas incompaíilihidades semánticas (vid. T. 2.4) que no resultarían aceptables en el uso común pero que, en el plano literario, son totalmente válidas puesto que crean el objeto artístico. Otro tanto se puede decir de la violación de fas implicaciones lógicas. Nótese que no toda obra literaria implica forzosamente función poética: una obra de fic ción puede perfectamente utilizar con carácter dominante o exclusivo la función referencial sin propósito estético especial (p. ej.: una novela del oeste).
LA FUNCIÓN METALINGÜÍSTICA es la centrada en el código. Es ¡a función que se da cuando se emplea el lenguaje para referirnos al lenguaje. En realidad, es una función referencial cuyo referente es la lengua misma, bien para asegurar que hablante y oyente manejan el mismo código, bien como análisis del sistema. Cualquier proceso de aprendizaje de una lengua hace uso de esta función. Es un inconsecuente. ¿Qué entiendes por inconsecuente? Verde es un adjetivo calificativo. El signo lingüístico se compone de significante y significado. Un lebrato es una cría de liebre. ¿Cómo se dice en francés me pica una oreja? La palabra perro no ladra.
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Hjelmsiev hace observar que un signo es metalingüístico cuando el plano del significado es, a su vez, un signo. En este sentido, la semiótica metalingüística constituye la inversa de las semióticas connotativas (Vid. Supra 1.2.4).
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C u-iiK io usam os el lenguaje para referirnos al lenguaje, el significan te i.i cad en a Iónica cjue proferirnos tiene como significado los s ig nos lingüísticos, dotados d e Significante y Significado.
La función metalingüística es exclusiva de las lenguas naturales. Ningún otro sistema de comunicación tiene la capacidad de referirse a sí mismo. OBSERVACIONES
— Aunque enumeradas como funciones de! lenguaje, algunas de estas funciones se dan también en otrcs tipos de signos no lingüísticos. La comunicación animal posee función expresiva y función apelati va. Las señales de tráfico de prohibición poseen función conativa y las informativas función referencia!. Una imagen publicitaria puede basarse en la función poética. El silbido con el que comprobamos el fun cionamiento de un micrófono es función fática. — Las funciones no aparecen, por lo general, aisladamente sino que se entremezclan en el enunciado. Pueden aparecer varias simultáneamente pero una de ellas será la dominante y las restantes aparecerán como secundarias. Ej.: ¡Ay qué dolor de cabeza! contiene un elemento referencial indudable pero predo mina la función afectiva. En ¡Venga usted aquí de una vez! predomina la función apelativa pero, al tiern po, se infiere la exasperación del hablante (función expresiva). La palabra perro no ladra tiene función poética al servicio de la información metalingüística que aporta. — En nuestra exposición hemos citado como recursos lingüísticos en los que se plasman las distintas funciones tanto recursos pertenecientes al plano de la lengua como recursos pertenecientes al plano del habla, es decir de la elección del hablante. Son, de hecho, de distinto orden: un imperativo, una entona ción interrogativa, un vocativo, son recursos de lengua. La selección de un epíteto valorativo o de un sinónimo despectivo son recursos del habla. Algunos lingüistas, desde una óptica rigurosa, piensan, co mo se ha dicho, que sólo deben considerarse los primeros para establecer desde bases lingüísticas las funciones del lenguaje. Las funciones poética, fática y metalingüística desaparecerían en esta óptica al carecer de marcas formales específicas. También desaparecería la expresiva, ya que la interjección no es propiamente lingüística. C) LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE SEGÚN HALL1DAY. En Halliday encontramos de nuevo las funciones de Bühler: la función expresiva y la apelativa se fun den en una y se añade una tercera. Los presupuestos y la terminología son, sin embargo, distintos. Halliday considera que las funciones del lenguaje no deben investigarse partiendo de modelos previos sino fundamentarse a partir de las estructuras mismas de los enunciados lingüísticos del habla. El lenguaje se emplea para satisfacer gran cantidad de necesidades distintas y cualquier clasificación es posible, pero para Halliday el lingüista debe basarse en las formas particulares que toma el sistema gramatical según las necesidades personales y sociales que el lenguaje tiene que satisfacer. Sobre este principio, halla tres funciones únicas:
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í. F U N C IÓ N IDEATIVA (que coincide con la REPRESENTATIVA de B ühler y Jakobson): El lenguaje sirve para la expresión de un contenido, es decir, de la experiencia que el hablante tiene del mundo real., incluyendo el mundo interior de su propia conciencia. Al cum plir esta función, el lenguaje tam bién es tructura dicha experiencia y contribuye a determ inar nu estra visión del m undo. 2. F U N C IÓ N IN T E R P E R S O N A L . Es la función m ediante la cual el lenguaje sirve p ara establecer y m antener relaciones sociales, es decir, de interacción con oíros individuos (preguntar, responder, d a r ó r denes, expresar posiciones y actitudes individuales o sociales) y de afirm ació n de la p ro p ia p ersonalidad. 3. F U N C IÓ N T E X T U A L . Es el c o n ju n to de m edios de que dispone el lenguaje p a ra establecer corres pondencias en el seno del discurso o texto y vincular éste a la 'situ a c ió n (Vid. T. 10). Cada una de estas funciones se refleja en la estructura del enunciado mediante la confi guración de determinados roles. Los correspondientes a la función ideativa se asemejan a los casos profundos de Fillmore (Vid T. 3.2 y T. 8.2). Los de la función interpersona! son los modos o modalidades. (Vid. T. 3.3). A la función textual pertenecen funciones como las de tema y rema, elementos de cohesión textual, etc. (Vid. T, 10).
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C O M E N T A R IO D E T E X T O S
LOS TRES NIVELES DE LA COMUNICACIÓN Existen problemas de distinto tipo para cada uno de los tres niveles en que se considera dividido el amplio concepto de la comunicación. Así, resulta razonable preguntarse en el siguiente orden: Nivel A. ¿Con qué precisión pueden transmitirse los símbolos de la comunicación? (Problema técnico). Nivel B. ¿Con qué pecisión los símbolos transmitidos son recibidos con el significado deseado? (Proble ma semántico). Nivel C. ¿Con qué efectividad el significado recibido afecta a la conducta del receptor en el sentido de seado? (Problema de efectividad). Los problemas técnicos analizan la fidelidad de la transmisión desde el emisor al receptor de un con junto de símbolos (lenguaje escrito), de una señal variable (transmisión de palabra o música por teléfono o radio), o de una imagen bidimensional que varía continuamente (televisión), etc. Matemáticamente, el primero plantea la transmisión de una función continua de tiempo, y el tercero, la transmisión de una o varias funciones continuas del tiempo y de un espacio de dos coordenadas. Los problemas semánticos estudian la identidad o aproximación satisfactoria del significado captado por el receptor, comparando con el significado previsto por el emisor. Se trata de un problema complejo, incluso reduciéndolo al ámbito simple de la comunicación hablada. Un ejemplo elemental puede ilustrarnos esto. Si se sospecha que el Sr. X no entiende lo que le dice el Sr. Y, y el Sr, Y no hace otra cosa que seguir hablando, resulta teóricamente imposible aclarar esta situación en un tiempo finito. Si el Sr. Y dice ¿Me entiende Ud.? y el Sr. X contesta Desde luego que sí, esto no q uiere decir necesariamente que exista entendimiento entre ambos. Puede simplemente ocurrir que el Sr. X no entiende la pregunta. Si esto parece una tontería, pensemos que la pregunta se formula de la siguiente manera: Czypañ mme rozumie? y que la respuesta sea Hai wakkate imasu para compren der su complejidad. Yo creo que esta dificultad básica, al menos en el restringido campo de la comuni cación oral, se reduce considerablemente (aunque nunca se elimina del todo) con las explicaciones que (a) no son más que meras aproximaciones a las ideas expresadas, pero que (b) pueden ser entendidas, ya que se construyen en un lenguaje que previamente ha sido convenido de un modo operativo. Por ejemplo, no se tarda mucho en conseguir que el símbolo sí se haga operativamente comprensible en un lenguaje. El problema semántico tiene ramificaciones más amplias si lo referimos a la comunicación en general. Consideremos, por ejemplo, el significado que para un ruso pueda tener un reportaje de noticias norteamericano. Los problemas de efectividad se refieren al éxito con que el significado transmitido al receptor afecta a su conducta en un sentido deseado. A simple vista puede parecer indeseable insinuar que el propósito de toda comunicación es influenciar la conducta del receptor. Pero considerando una definición razona blemente amplia de conducta, está claro que toda comunicación, o bien afecta a la conducta, o bien no tiene efecto alguno. El problema de la efectividad implica consideraciones estéticas en el caso de las artes. En el caso del lenguaje oral o escrito, implica consideraciones que se refieren tanto a la mera mecánica de estilo, inclu yendo todos los aspectos sicológicos y emocionales de la teoría de propaganda como a los juicios de valor que sean necesarios para dar significado útil a los términos éxito y deseado que hemos menciona do anteriormente. Elproblema de la efectividad está muy mterrelacionado con el problema semántico, y a veces lo sola pa parcialmente de forma imprecisa. De hecho, existen coincidencias parciales entre todos los tipos de problemas apuntados. COMENTARIOS Según lo expresado, podría pensarse que el nivel A es relativamente superficial, ya que analiza sola mente los detalles de ingeniería de un buen diseño de sistema de comunicación, mientras que los nive les B y C parecen contener casi todo el problema general filosófico de la comunicación. La teoría matemática de la ingeniería de la comunicación desarrollada principalmente por C. Shannon en los laboratorios de la Bell Telephone sólo incide en principio sobre el problema A, esto es, sobre los aspectos técnicos de la transferencia y precisión de la transmisión de los diferentes tipos de señales que
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man desde el emisor al receptor. Pero esta teoría tiene, yo creo, un sentido profundo que prueba la invali dez de la suposición anterior. Parte de la importancia de la nueva teoría proviene de que las precisiones en ios niveles B y C sólo son posibles cuando ya ¡p ha alcanzado en el nivel A. Por tanto, cualquier limitad i n que se descubra en la teoría del nivel A incide sobre los niveles B y C. Esto se debe fundamentáis re n te a que el análisis del nivel A incluye parcialmente a los otros niveles más de lo que pudiera-jjigeauamente pensarse. En consecuencia, la teoría del nivel A es hasta cierto punto unft'íeoría de los niváíjfs ¡By C. Espero que las partes que siguen justifiquen estas afirmaciones. Shannon y Warren Weaver. Teoría matemática de la comunicación, (prólogo de Warren Wewer).
UN PROBLEMA EN LA TRANSMISIÓN DE INFORMACIÓN. Con objeto de exponer algunas ideas sobre codificación y su relación con la medida de la información, considerara®? el problema siguiente: Se desea establecer un sistema de comunicación entre San Fran cisco y Nueva York. El sistema debe transmitir, a intervalos regulares, datos sobre el estado del tiempo, debiendo hacer uso únicamente de un equipo de funcionamiento todo/nada (binario). Para simplificar la cuestión, clasificaremos el estado del tiempo en San Francisco dentro de una de las cuatro condicio nes siguientes; soleado, nublado, lluvia o niebla. Estas cuatro condiciones constituyen los símbolos men saje de la tabla 1-4. En esta tabla se indica asimismo la probabilidad de cada condición. Supongamos los cuatro estados equiprobables. TABLA 1-4. ESTADO DEL TIEMPO EN SAN FRANCISCO Mensajes
Probabilidades
Soleado ......................................................... Nublado .................. Lluvia .......................................................... Niebla ...........................................................
1./4 1/4 1/4 1/4
La siguiente correspondencia, llamada código A, muestra uno de los métodos posibles de codificar estos mensajes en secuencias de símbolos binarios. Código A Soleado ............................................................... Nublado ..................................................... Lluvia ................................................................. Niebla ........................................................ 1
00 01 10 11
Así, utilizando el código A, soleado, nublado, lluvia, niebla, se codificaría en la forma «00011011» (2 dígi tos binarios). Es evidente que el código A es aceptable para transmitir esta información en el sentido de que, dada una secuencia de palabras código, podremos deducir una secuencia de mensajes que se corresponde bmnívocamente con ella. Está claro, asimismo, que con el empleo del código A es necesario enviar dos dígitos (bimts)* por men saje. El lector podrá demostrar fácilmente que no es posible encontrar otro código válido que haga uso de menos de 2 bmits por mensaje, Consideremos ahora el mismo problema presentado a un ingeniero de Los Ángeles. Es decir, se desea establecer un sistema de comunicación semejante para transmitir el estado del tiempo de Los Ángeles a Nueva York. Sabemos que existen importantes diferencias meteorológicas entre el tiempo en San Fran cisco y los Ángeles. Una de ellas puede tenerse en cuenta clasificando el estado del tiempo en Los An geles en soleado, nublado, lluvia y bruma. Aun cuando la diferencia entre niebla y bruma es notoria para un residente en una de esas ciudades, no interviene como factor fundamental en el diseño del sistema de comunicación, ya que los cuatro estados se codifican en secuencias binarias, el significado real de una secuencia en particular no tiene influencia alguna desde el punto de vista de la comunicación. Puede existir, sin embargo, una diferencia meterológica que sí interviene en el planteamiento del pro blema de la comunicación. En justicia deberem os asignar probabilidades diferentes a cada uno de los cuatrmestadoi posibles del clima de Los Ángeles. Estas probabilidades aparecen en la tabla 1-5,
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TABLA 1-5. E S T A D O D E L T IE M P O E N L O S Á N G E L E S
Mensajes
Probabilidades
Soleado ......................................................... Nublado ......................................... Lluvia .......................................................... Bruma ..........................................................
1/4 1/8 1/8 1/2
Si utilizamos el mismo código A para transmitir esta información, la solución será igual, pero no mejor, que en el sistema de comunicación de San Francisco. Esto es, usando el código A enviaremos dos binits por mensaje, independientemente del estado del tiempo. Consideremos, sin embargo, la posibilidad de emplear para transmitir la información el siguiente código, denominado código B; Código B Soleado ........................................................ Nublado ....................................................... Lluvia .......................................................... Bruma ..........................................................
10 110 1110 0
En este caso, el mensaje soleado, bruma, bruma, nublado se transmitiría como «1000110». Igual que antes, cualquier secuencia binaria establecida a partir de este código daría lugar a una se cuencia única de mensajes. Es cierto, ya que la secuencia binaria correspondiente a un mensaje termina en 0, que puede interpretarse el 0 como referencia de fin de palabra código. Utilizando el código B, la longitud media L (en binits) de una palabra código tiene por valor: L = 2 Pr. (soleado) + 3 Pr. (nublado) + 4 Pr. (lluvia) + 1 Pr. (bruma) = 2 (1/4) + 3 (1/8) + 4 (1/8) + 1 (1/2) = 17/8 bmits/mensaje. Es decir, en el sistema de comunicación de Los Ángeles a Nueva York hemos encontrado un procedi miento para transmitir información sobre el estado del tiempo que exige una media de 17/8 binits por mensaje en lugar de 2' binits por mensaje. El lector puede comprobar que la aplicación del código B para transmitir desde San Francisco (tabla 1-4) conduciría a un valor medio L = 21/2 binits por mensaje. De esta forma, hemos demostrado que es posible transmitir el mismo tipo de información desde Los Án geles, con una economía media por mensaje de aproximadamente un 6 por ciento. Una reducción de un 6 por ciento en el número de dígitos binarios a transmitir en un sistema de comunicación representa una ganancia realmente importante, aún más si tenemos en cuenta que se ha logrado por el simple hecho de modificar la forma de los mensajes enviados.
ALGUNAS PREGUNTAS IMPORTANTES. El ejemplo del apartado anterior plantea varios problemas de naturaleza fundamental. En primer lu gar, el hecho de obtener una ganancia de un 6 por ciento de manera tan simple incita nuestro apetito a una ulterior mejora. ¿Podremos obtener una nueva ganancia adoptando un código más ingenioso? Si tal es posible (y en nuestro ejemplo particular lo es) ¿hasta dónde podremos llegar?, es decir, ¿cuál es el menor número de binits por mensaje necesarios para transmitir esta información? Una vez que haya mos calculado el valor mínimo de L, el problema práctico consistirá en construir el código a que corres ponde. ¿Cuáles son los métodos prácticos de síntesis de tal código? La última de las preguntas sugeridas por nuestro ejemplo es ¿Por qué?, ¿Qué diferencia.existe entre la situación del estado del tiempo en Los Ángeles y San Francisco que nos ha permitido transmitir desde Los Ángeles con un número menor de binits? Esta última cuestión es ciertamente fundamental. En otros términos, la pregunta puede plantearse en la forma siguiente: ¿Cuál es la naturaleza de la información? El hecho de necesitar menos bmits para especificar el estado del tiempo en Los Ángeles implica que , en cierto sentido, el conocimiento del estado del tiempo en Los Ángeles contiene una información menor que el conocimiento del estado del tiempo en San Francisco. Más adelante veremos que esta vaga no ción de cantidad de información se concretará en la propia definición de medida de la información. En el ejemplo del apartado 1-4 es evidente que la definición de información está relacionada con la probabi lidad de presencia de ¡os diferentes mensajes. Abramson. Teoría de la información y codificación
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O M N IP R E S E N C IA D E L S IG N O
I. Supongamos que el señor Sigma, en el curso de un viaje a París, empieza a sentir moljgjtias en el vientre. Utilizo un término genérico, porque el señor Sigma, por el momento, tiene u n a a ^ sa c ió ijf Se concentra e intenta definir la molestia- ¿ardor de estomago’, ¿espasmos9, ¿dolores viscerales9 Intenta dar nombre a logéstímulos imprecisos; y al darles un nombre los culturaliza, decir¿£ncuáj® lo (toe era un fenómeno natural en unas rúbricas precisas y codificadas; o sea, que intenta dar a una experien cia personal propia una calificación que haga similar a otras experiencias ya expresadas en los fieros de medicina o en los ¡artículos de lsg perió^cos. Por fin descubre la palabra que le parece adecuada: esta palabra vale por la molestia que SiC-nte. Y dado que quiere comuaicar sus molestias a un mé<§fco, sab#quefjfcdrá uHÜizar la palégfcajjque¡¿'si§¡¡í!eo está en condiciones de entender), en vez de la molestia (que el médico no siente y que quizás no ha asenti do nunca en su vida). Todo el mundo estará dispuesto a reconocer qu^ esta palabra, que el ¡feñor Sigma ha individualizado, es un signo, pero nuestro problema es más complejo. El señor Sigma decide pedir h o ra^u n mé^ScC1Consulta la guía telefónica de París: unos sfapos g o t eos precisos le indican quiénes són médicos, y como llegar hasta ellos. Sale de casa, busca oejp la mirada una sqgfel particular que cjjiioce rffsBpbieti: entra en un bar.ií¡¡ se tratara de un bar italiano intentaría localizar un ángulo próximo a la caja, donde podría estar un teléfono, de color metálico. Pero como sabe que se trata un un bar francés, tiene ^ disposición otras reglas .inter pretativas del ambiente+ibusca una e |la le ra que descienda al, sótano. Sabe que, en todo bar parisino que se respete, allí están los lavabos y los teléfonos. Es decir, el ambiente se presenta como un sistema de signos'^rientadores que le indican dónJp podrá hablar. Sigma desciende y se encuentra frente a tres cabinas más bien angostas. Otro sistema de regias indica cómo ha de introducir una de las fichas que lleva en el bolsillo (que son diferente^ y no todas se adaptan a aquel tipo de teléfono: por lo tanto, ha de leer la ficha X como ficha adecuada al teléfono de tipo Y) y, finalmente, una señal sonora le indica que la línea está libre: esta señal es distinta de la que se oye en Italia, y por consiguiente, ha de poseer otras reglas para desedificaría] también aquel rsj¡do !&§'?,: bourdonnement, como lo llaman los franceses) vale por el equivalente verbal vía libre. Ahora tiene delante el disco con las letras del alfabeto y los números; fe b e que el médico que b u ^ s corresponde a DAN 0019, esta secuencia de letras y números corresponde al nombre del médico, o hien significa casa de tal. Pero introducir el dedo en los agujeros del disco y hacerlo girar según los números y JJttras que se desea tiene además otro significado: quiere decir que el doctor será adpértido del Jgphjj de que Sigma lo llama. Son dos órdenes de signos diversos, hasta el punto de que puedo anotar un núme ro de teléfono, sjjoer a quién corresponde y i # llamarle nunca; y puedáinarcSé: un número al azar, sin saber a quién corresponde, y saber que al hacerlo llamo a alguien. Además, este número está regulado por un código muy sutil; por ejemplo, las letrasice refieren a un barrio determinada de í% ciudad, y a su ve?, cada letra significa un número, de maestra q u | ji Uamára a París desde Milán, debería sustituir DAN por los números correspondientes, porque mi télefono italia no funcfójra con otro índigo. Sea como fuere, Sigma marca el número: un nuevo sonido le dice que el número está libre. Y finalmen te oye una voz: esta voz habla en francés, que no es la lengua de Sigma. Para pedir horjjftf; también deih pues, cuando explique al médico lo que siente) ha de pasar de un código a otro, y {¿aducir gn franges lo que ha pensado en italiano. El médico le da hora y una dirección. La dirección es un signo que se refiere a una p o sp o n precisa de- la ciudad, a un pj¡¿ jffljíiSg tí? un é<3ííici0. 5 una*|)uerta ;$re¡4¿a áje este piso; la cita se regula por la posibilidad, por parte de ambos, de hacer referencia a un sistema ac signos de uso universal que es el reloj. Vienen después diversas operaciones que Sigma ha de realizar para reconocer un taxi como tal, los signos que ha de comunicar al taxista; cuenta también la manera como el taxista interpreta las señales de tráfico, ¡¿ueoeiones ¡Síiohibjias, SSmáfó)£$¿S giros a la derecha o a k ízígiierda, la ÉjSmpaífaíjóiswEHf ha de efectuar entre la dirección recibida verbalmente y la dirección escrita en una placa...; y a fá n tam bién las operaciones que ha de realizar Signa para recoftgcer 0$ ascem er del inmueble, identificar el pulsador correspondiente al piso, apretarlo gara conseguir el traslado vertical, y por fin ^.reconocimiento del piso del médico, basándose en la placa de la puerta. Sigma ha de reconocer también entre dos pul s a d le s sifnadcsncerca de la r&ierta, el que ®¡wresponde al campana y el que aSrrespdffiie a la luz1 la escalera; pueden ser reconocidos por su forma distinta, por su posición más o menos próxima a la jcuerta, ¡¡fbien basáfidos^en un dibujó gsquenMico que tienen grabado encima, timlae $3 un caso, <¡g¡. para en otro... En una palabra, Sigma ha de conocer muchas reglasfijue hacen que a una forma determi nada corresponda determinada función, o a ciertos signos gráficos, Ciertas entidades, para poder al fin acercarsé.
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Una vez sentado delante de él, intenta explicarle lo que ha sentido por la mañana: J ’ai mal au ventre. El médico entiende las palabras, pero no se fía: es decir, no está seguro de que Sigma haya indicado con palabras adecuadas la sensación precisa. Hace preguntas, se produce un intercambio verbal. Sig ma ha de precisar el tipo de dolor, la posición. Ahora el médico palpa el estómago y el hígado de Sigma; para él algunas experiencias táctiles tienen un significado que no tienen para otros, porque ha estudiado en los libros que explican cómo a una experiencia táctil ha de corresponder determinada alteración or gánica. El médico interpreta las sensaciones de Sigma (que él no siente) y las compara con las sensacio nes táctiles que experimenta. Si sus códigos de semiótica médica son adecuados, los dos órdenes de sensaciones han de corresponder, Pero las sensaciones de Sigma llegan al médico a través de los soni dos de la lengua francesa: el médico ha de comprobar si las palabras que se manifiestan por medio de sonidos son coherentes, de acuerdo con los usos verbales corrientes, con las sensaciones de Sigma; pe ro teme que éste utilice palabras imprecisas, no porque sean imprecisas sus sensaciones, sino porque traduzca mal del italiano al francés. Sigma dice ventre, pero quizás quiere decir foie (y, por otra parte, es posible que Sigma sea inculto, y que para él, incluso en italiano, hígado y vientre sean entidad indiferenciada). Ahora el médico examina las palmas de las manos de Sigma y ve que tienen manchas rojas irregula res: Mal signo —murmura--. ¿No beberá usted demasiado?. Sigma lo reconoce: ¿Cómo lo sabe?. Pregun ta ingenua; el médico interpreta síntomas como si fueran signos muy elocuentes, sabe lo que correspon de a una mancha, a una hinchazón. Pero no lo sabe con absoluta exactitud; por medio de las palabras de Sigma y de sus experiencias táctiles y visuales ha individualizado unos síntomas y los ha definido en los términos científicos a los que le ha acostumbrado la sintomatología que ha estudiado en la Universi dad, aunque sabe a qué síntomas iguales pueden corresponder enfermedades diferentes, y a la inversa, Ahora ha de pasar del síntoma a la enfermedad de la cual es signo, y esto es cosa suya, Esperemos que no tenga que hacer una radiografía, porque en tal caso tendría que pasar de los signos gráfico-fotográficos al síntoma que representan, y del síntoma a la alteración orgánica. No trabajaría con un único sistema de convenciones sígnicas, sino sobre vanos sistemas. La cosa se hace tan difícil que es muy posible que equivoque el diagnóstico. Pero de ello no vamos a ocuparnos. Podemos abandonar a Sigma a su destino (con nuestros mejores deseos): si consigue leer la receta que le dará el médico (cosa nada fácil, porque la escritura de los clíni cos plantea no pocos problemas de descifrado), quizás se ponga bien y pueda aún gozar de sus vacacio nes en París. Puede suceder, también, que Sigma sea testarudo e imprevisor, y ante el dilema: «o deja de beber o no puedo asegurarle nada sobre su hígado», llegue a la conclusión de que es mejor gozar de la vida sin preocuparse por la salud, que quedar reducido a la condición de enfermo crónico que pesa alimen tos y bebidas con una balanza. En este caso, Sigma establecería una oposición entre Buena Vida y Salud, que no es homologa de la tradicional entre Vida y Muerte: la Vida, Vivida sin preocupaciones, con su riesgo permanente, que es la Muerte, le parecía como si la misma cara de un valor primario, la despreocu pación, al cual se opondría la Salud y la Preocupación, ambas emparentadas con el aburrimiento. Por lo tanto, Sigma tendría su propio sistema de ideas (al igual que lo tiene en política o en estética), que se manifiesta como una organización especial de valores o contenidos. En la medida en que tales conteni dos se le manifiestan bajo la forma de conceptos o de categorías mentales, también ellos valen por algu na otra cosa, por las decisiones que implican, por las experiencias que señalan, Según algunos, también ellos se manifiestan en la vida personal e interpersonal de Sigma como signos. Ya veremos si ello es cier to. La verdad es que son muchos los que creen así. Umberto Eco, Signo
EL SILENCIOSO MUNDO DE CELULOIDE DE LA CINESIS Visualmente, la película no tiene nada de particular: desde una distancia impersonal, la cámara capta a cuatro personas sentadas, hablando sin parar. Se trata de una sesión de psicoterapia. Los dos hombres son psiquiatras que trabajan en equipo y las dos mujeres son madre e hija. La hija es esquizofrénica. Ai pasar la película a cámara lenta y en silencio, surge un esquema claro. Cada pocos minutos la hija cruza las piernas seductoramente, mostrando una porción considerable de muslos y se vuelve a uno de los psiquiatras, apuntando hacia él uno de sus pechos provocativamente, en un evidente signo de galan teo. Cuando la hija hace esto, la madre hace otro gesto particular: se pasa el dedo índice por debajo de la nariz. Inmediatamente, la chica descruza las piernas y suspende la conversación con el psiquiatra. Otras veces, la madre cruza los tobillos de manera peculiar, pasándose o no el dedo por debajo de la nariz: el efecto sobre la hija es el mismo.
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Varias veces, la madre da la impresión de aliarse con uno de los psiquiatras. Ante esto la hija reacciona dramáticamente, hundiéndose en el asiento o poniéndose súbitamente en pie con expresión de estupor. Sin decir palabra y sin ser realmente conscientes de lo que están haciendo, ambas mujeres controlan mutuamente su comportamiento, y de esta manera defienden y preservan su propia relación, A medida que progresa la sesión se presentan variaciones en el esquema. La hija cruza las piernas e inicia su llamada de atención hacia el mayor de los psiquiatras; pero ahora el más joven, que parece alidado en la conversación de la madre, se pase el dedo por debajo de la nariz. Inconscientemente ha aprendido la señal de control. Más aún: durante toda la sesión el mayor de los psiquiatras se ha detenido a encender o apisonar el tabaco de la pipa, cada vez que iba a brindar su atención a la chica; pero aho ra, no bien da principio al ritual de encender la pipa, la madre comienza inmediatamente a rascarse la nariz. Luego de largos años de estudiar películas de este tipo, Ray Birdwhistell, un pionero de la emesis, ha llegado a la conclusión de que gran parte de la base de las comunicaciones humanas se desarrolla a un nivel por debajo de la conciencia, en el cual las palabras sólo tienen una relevancia indirecta. Estima que no más del 35 por ciento del significado social de cualquier conversación corresponde a las pala bras'habladas. Hay ocasiones en que el científico es tan fascinante como la ciencia, ocasiones en que el propio punto de vista del especialista sobre la condición humana forma e informa en grado extraordinario su trabajo. Esto sucede con la emesis, que es la gran realización de un solo hombre: Ray Birdwhistell. La historia de la emesis es básicamente la historia del desarrollo de su pensamiento. Birdwhistell comenzó a interesarse en los movimientos corporales en 1946, mientras hacía un estudio de antropología sobre el terreno en el oeste de Canadá, entre los: indios Kutenal. Notó entonces que los aborígenes ponían una cara completamente distinta al hablar en su propio idioma que al hacerlo en in glés. Diferían la forma de sonreír, los movimientos de cabeza, las cejas y todo en general. Fue algo que me obsesionó después de haber dejado el lugar, dice. Parece que algunas personas son bilingües tanto en los movimientos corporales como en'el lenguaje hablado. Existen películas que muestran al famoso alcalde de Nueva York Fiorello La Guardia, pronun ciando discursos políticos en inglés, en yiddish o en italiano. Sin sonido puede distinguirse fácilmente por los gestos en qué lengua se está expresando. Un francés no sólo habla el idioma, sino que gesticula como tal. Un norteamericano se mueve de manera claramente americana. Un experto en emesis puede distinguir a un europeo de un norteamericano solamente por la manera de arquear las cejas durante la conversación. A fines de 1940, Birdwhistell se dedicó al estudio de los movimientos corporales. Como otros harían después de él, partió de la idea de que las emociones realmente básicas del ser humano, como la ale gría, el temor o la atracción sexual, se deben expresar de igual manera en las diferentes culturas, y que por lo tanto debe haber algunos gestos y expresiones comunes a toda la humanidad. Era una presunción lógica —la mayoría de nosotros damos por sentado que todos los hombres del mundo sonríen cuando están contentos, fruncen el entrecejo cuando están enojados, etc — Sin embargo, dice Birdwhistell que rá pidamente llegó a la conclusión de que no hay gestos universales: Que sepamos, no existe una expresión facial, una actitud o una postura corporal que transmita el mismo significado en todas las sociedades. El término significado es crucial en la afirmación de Birdwhistell. Desde el punto de vista anatómico, todos los hombres sonríen, por citar una expresión familiar. Pero el significado de la sonrisa varía en las diferentes culturas. Aún dentro de los Estados Unidos existen vastos grupos humanos muy propensos & sonreir, como en el sur, y otros que no lo ¡$n tanto, como por ejemplo en Nueva Inglaterra, o la todavía más seca parte oeste del estado de Nueva York. En la región de los grandes lagos, una persona que son ría mucho se p r i s ^ a que le pregunten qué es lo que encuentra tan gracioso; en Georgia, si una persona no sonríe mucho, le preguntarán si tienatélgún problema. Esto no significa que la gente que más sonríe sea más íaJiz, sino que en nuestra ® e z aprendemos en qué circunstancias corresponde sonreír y en c u é le o s espera que no lo hagamos, y este aprendizaje difiere en los distintos puntos del país. Birdwhistell descubrió que pp existe la mera spnrisa. La posición de la cabeza, la expresión en torno a los ojos y la postura general del cuerpo pueden participar, y a menudo participan, en la sonrisa. Por ejemplo, la cabera inclinada haci-á un lado puede añadir un aire de flirteo, mientras que una sonrisa que no provoque^equeñagarrugaS felrededor de los ojos o acompañada de una postura corporal caída, puede paree cer forzada. Una vez descartadas las reglas universales, Birdwhistell dedicó su atención a la clase de gestos que tienen un significado consciente y sobreentendido. El saludo es un buen ejemplo de ello; el gesto del autostopist^gs.otro. Cada cultura posasun repertorio especial. Un italiano al ver a una chica bonita su ep íir a r s ü l lóbulo de la oreja; un árabe en la misma situación se acaricia la barba, mientras que un nortea mericano mueve ambas miajas describiendo las formas de una figura de mujer. Sin em bargf ggtos ges tos suelen usarse también a modo de comentario iróniiK), cuando la mujer en cuestión no es en absoluto
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atractiva, en cuyo caso la ironía viene comunicada por la expresión del rostro, la postura o algún otro comportamiento corporal. Del mismo modo, un soldado experimentado al saludar puede comunicar cual quier cosa, desde la aprobación al ridículo, tan sólo por la manera de ponerse en pie, por la expresión del rostro, por la velocidad y duración del movimiento del trazo o simplemente por hacerlo en un mo mento incorrecto. Flora Davis, La comunicación no verbal
DESCUBRIMIENTOS DE LA PROXÉMICA A propósito de la comunicación hablada, George du Maurier escribió: El lenguaje es una cosa muy pobre. Se llenan los pulmones de aire, vibra una pequeña hendidura de la garganta, se hacen unos gestos con la boca, y eso estremece el aire, y el aire hace vibrar, a su vez, un par de membranitas en la cabeza..., y el cerebro capta toscamente el mensaje. ¡Cuántos circunloquios y qué pérdida de tiempo!... En la actualidad, psicólogos, psiquíatras, antropólogos y otólogos, que son algunos de los especialistas que se preocupan de estudiar en los países más avanzados la comunicación no verbal (los miles de mensajes que el ser humano transmite con gestos, actitudes, modos de estar o moverse), opinan que la palabra no llega a representar la mitad del mensaje comunicativo. Y sugieren: las palabras pueden ser muy bien lo que emplea ei hombre cuando falla todo lo demás. Por citar algunas de las parcelas que se investigan en este novedoso campo, señalaremos que la proxémica se ocupa del modo en que el hombre estructura el microespacio inmediato; la emesis, del movi miento del cuerpo, a través de filmaciones que se analizan fotograma a fotograma durante meses y aún años; o el estudio sobre el olfalto, que revela el papel de los mensajeros químicos externos, desde los que emitimos hasta los que nos colocamos, como perfumes, desodorantes, o masajes faciales los hom bres y cremas de belleza las mujeres.
EL GALANTEO SILENCIOSO Para entrar en detalles en algunos de los progresos alcanzados en el terreno de la investigación de la comunicación sin palabras, he aquí lo que se ha averiguado con respecto de algunas actitudes de cortejo. El doctor Albert Scheflen, al analizar filmaciones sobre galanteo, ha comprobado que una mujer se hace súbitamente hermosa como respuesta a una situación de atracción hacia el representante del otro sexo. Los músculos se comprimen ante una llamada de atención; en el rostro desaparecen las líneas flácidas, y las orejas disminuyen; la piel palidece o se colorea, el labio inferior se proyecta hacia afuera, los músculos de las piernas se ponen tensos y hasta llega a alterar el olor del cuerpo. En las películas sobre galanteo también destacan una sene de actitudes mecánicas. El hombre suele manosearse la corbata, se estira los calcetines y se pasa la mano por los cabellos. La mujer juguetea con el pelo y se arregla superficialmente la ropa. En esta situación las parejas se hablan frontalmente y no es frecuente que vuelvan el cuerpo de lado. Ladean la cabeza y se detectan señales genéricas, como la inclinación pelviana (parece comprobado que hombres y mujeres modificamos automáticamen te la posición de la pelvis al cruzarnos o encontrarnos con un representante del sexo opuesto al que con sideramos atractivo). Uno de los signos más sutiles puestos a la luz por las filmaciones de Sheflen es el que se refiere al hecho de mostrarlas palmas de las manos femeninas. La mayoría de las mujeres anglo sajonas las mantienen cerradas, sin dejar ver las palmas. Pero mientras dura el galanteo las muestran constantemente, aún en gestos que normalmente se hacen con ellas hacia adentro, como, el taparse la boca al toser. Los rituales varían según las razas y países, culturas y aún clases sociales. No obstante, el doctor Adam Kendom ha sintetizado unas pautas universales: la mujer hace exibición de su distintividad femenina pa ra atraer al hombre; a continuación lo tranquiliza con un comportamiento infantil (gestos blandos y ani ña,dos mirada tímida, etc.). El hombre muestra su masculinidad al principio irguiéndose, gesticulando agresivamente, y después tranquiliza a su pareja comportándose con mayor suavidad.
DESCUBRIMIENTOS DE LA "PROXÉMICA”. Los especialistas en comunicación no verbal han ahondado en los mensajes implícitos que acompañan al saludo, la sonrisa y el contacto visual. Pero tal vez los más llamativos sean los resultados de lo que corresponde a la proxémica o estructuración que hace el ser humano de su espacio inmediato a partir de su entorno corporal. El individuo no está limitado por su piel: se desplaza dentro de una burbuja per sonal que representa el territorio que debe existir entre él y los otros. El profesor de antropología de
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la North-western University, Edward Hall, ha filmado películas muy ilustrativas colocando a dos sujetos a cierta distancia, haciendo que después se aproximen paulatinamente. Cuando se irrumpe en la burbu ja o espacio de uno de los individuos, las cámaras registran mínimos movimientos oculares, y temblores, que son signos de rechazo de la invasión. Los trabajos de Hall descubren que la distancia mínima para conversar entre americanos adultos ha de ser de unos sesenta centímetros. Los sudamericanos se acercan mucho más, y los árabes mediterrá neos rodean y envuelven a su interlocutor, le miran a los ojos muy de cerca y les hacen sentir su aliento; estas actitudes crean situaciones que, a quienes no comprenden la razón, se antojan muy molestos. La causa de la reactividad ante la invasión de la “burbuja" se explica como consecuencia de haber vivido en culturas de no-contacto, en parte herencia de una formación puritana. La aproximación se con sidera como una manera de conspiración o una amenaza.
LA ESCALA DE LAS DISTANCIAS ' El doctor Hall ha confeccionado una escala de distancias apropiadas para distintas relaciones entre norteamericanos y miembros de culturas de no contacto. Es la siguiente: 1) Interlocutores situados a menos de 45 centímetros: se está en la mejor situación para conversaciones íntimas o para reñir. A esta distancia hay comunicación silenciosa por el tacto, el olor, la temperatura del cuerpo y el ritmo respiratorio. 2) Interlocutores entre 50 y 75 centímetros: es el límite de la extensión del brazo, y el tamaño de la burbu ja individual. Con esta separación se puede discutir cómodamente de asuntos personales. 3) Interlocutores entre 1,20 y 2 metros: es la que se llama distancia social próxima. Se establece para una conversación normal, 4) Interlocutores entre 3 y 4 metros: es la distancia social lejana. Resulta apropiada para conversaciones formales. (Es significativo que las personas importantes muestren inclinación por los escritorios grandes, estableciendo con ello una separación que influye en la formalidad a la hora de la conversación.). 5) Interlocutores a más de 4 metros: es la distancia pública, adecuada para discursos u otra forma rígida de conversación. El saber guardarlas distancias pueden ser decisivo en el ámbito no verbal para llevar a cabo una co municación con palabras. No se puede hablar de negocios con éxito tocando a otra persona, ni se puede exponer sentimientos íntimos a más de un metro de distancia. Estos aspectos, como los indicadores de sexo descubriertos por Ray Birdwhistell, de la Universidad de Filadelfia y padre de la cinesis, o los fracasos de conversaciones telefónicas por falta de los gestos del interlocutor que complementarían la información oral, son los aspectos más llamativos de un campo de investigación que apasiona hoy a los estudiosos de las ciencias antropológicas y sociales. José G. Martínez Calín (de la prensa) COMUNICACIÓN ANIMAL: EL CÓDIGO DE LAS ABEJAS Aplicada al mundo animal, la noción del lenguaje sólo tiene curso por abuso de términos. Es sabido que ha resultado imposible hasta la fecha establecer que haya animales que dispongan, así fuera en for ma rudimentaria, de un modo de expresión que tenga los caracteres y las funciones del lenguaje huma no. Todas las observaciones serias practicadas sobre las comunicaciones animales, todos los intentos rea lizados por medio de varias técnicas para provocar o controlar una forma cualquiera de lenguaje asimi lable al de los hombres, han fracasado. No parece que los animales que emiten varias voces manifiesten, en ocasión de tales emisiones vocales, comportamientos de los que pudiéramos inferir que se trasmitie sen mensajes hablados. Las condiciones fundamentales de una comunicación propiamente lingüística parecen faltar en los animales, así sean superiores. De otra manera se plantea el asunto en el caso de las abejas, o cuando menos hay que considerar que pudiera plantearse. Todo hace creer —y el hecho ha sido observado hace mucho-- que las abejas tienen modos de comunicarse entre ellas. La prodigiosa organización de sus colonias, sus actividades diferen ciadas y coordinadas, su capacidad de reaccionar colectivamente ante situaciones imprevistas, hacen suponer que tienen la actitud de intercambiar verdaderos mensajes. La atención de los observadores se ha dirigido en particular al modo cómo las abejas son advertidas cuando una de ellas descubre una fuente de alimento. Por ejemplo, la abeja recolectora que en su vuelo halla una disolución azucarada se sirve de cebo, la prueba en el acto. Mientras se alimenta, el experimentador la marca. Vuelve ella enton ces a la colmena. Instantes despúes se ve llegar al lugar de marras un grupo de abejas, entre las cuales no figura la abeja marcada, si bien todas son de la colmena de ésta. Tiene que haber advertido a sus compañeras. Incluso es preciso que hayan recibido informes exactos, ya que sin guía llegan al lugar, a
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menudo muy distante de la colmena y siempre fuera del campo visual, no hay error ni vacilación en la búsqueda: si la recolectora eligió una flor entre otras que pudieran atraerla igualmente, las abejas que la siguen irán a dicha flor y descuidarán las otras. Al parecer la abeja exploradora designó a sus compa ñeras el lugar de donde vino. Pero ¿por qué medio? Este fascinante problema desafió largo tiempo a los observadores. Debemos a Carlos von Frish (profe sor de Zoología en la Universidad de Munich), merced a experiencias que llevan adelante desde hace unos trenta años, haber establecido los principios para una solución. Sus investigaciones han dado a co nocer el proceso de comunicación entre las abejas. Observó, en una colmena transparente, el comporta miento de la abeja que retorna después de descubrir el botín. En medio de gran efervescencia, la ro dean de inmediato sus compañeras, que le tienden las antenas para recibir polen del que trae, o ingerir néctar que regurgita. Seguida entonces por sus compañeras, la abeja ejecuta danzas. He aquí el momen to esencial del proceso y del acto propio de la comunicación, Según los casos, la abeja se entrega a dos danzas diferentes. Una consiste en trazar círculos horizontales de derecha a izquierda, y luego de izquierda a derecha, sucesivamente. La otra, acompañada de una continua agitación del abdomen, imita más o me nos la figura del ocho: la abeja corre delante, describe un giro completo hacia la izquierda, vuelve a seguir de frente, da otra vuelta, a la derecha, y así sucesivamente. Después de las danzas, una o varias abejas abandonan la colmena y se dirigen en línea recta a la fuente de alimento que la primera visitó. Ahítas, vuelven a la colmena, donde se entregan a nuevas danzas, lo cual provoca numerosas partidas; de suerte que luego de unas pocas idas y venidas cientos de abejas se apiñan en donde la recolectora había descubierto el alimento. Así, la danza en círculo y la danza en ocho aparecen como verdaderos mensajes, merced a los cuales es señalado a la colmena el descubrimiento, Faltaba averiguar la diferen cia entre las dos danzas. C. von Frisch pensó que se refería a la naturaleza del botín: la danza circular anunciaría néctar; la danza en ocho, polen. Estos datos, con sus interpretaciones, expuestos en 1923, son hoy en día nociones corrientes y ya vulgarizadas. Es comprensible que hayan suscitado vivo interés. Pe ro, aún demostradas, no autorizaban a hablar de un verdadero lenguaje. Estos puntos de vista han sido ahora completamente renovados por las experiencias que C. von Frisch llevó adelante, extendiendo y rectificando sus propias observaciones, Las dio a conocer en 1948 en pu blicaciones técnicas y las resumió muy claramente en 1960. Después de millares de experiencias, con una paciencia y un ingenio sencillamente admirables, logró determinar la significación de las danzas. La novedad fundamental es que no atañen, como el principio se creyó, a la naturaleza del botín, sino a la distancia que lo separa de la colmena. La danza en círculo anuncia que el lugar del alimento cae a poca distancia, dentro de un radio de unos cien metros a partir de la colmena. Entonces las abejas salen de la colmena y se dispersan, hasta dar con él. La otra danza que la recolectora realiza estremeciéndose y describiendo ochos, indica que el punto está a mayor distancia, superior a cien metros, hasta seis kilómetos. Este mensaje incluye dos indicaciones distintas, una acerca de la distancia propiamente dicha, la otra sobre la dirección. La distancia esta implícita en el número de figuras trazadas en un tiempo de terminado; varía siempre en razón inversa de su frecuencia. Por ejemplo, la abeja describe de nueve a diez «ochos» completos en quince segundos cuando la distancia es de cien m etros, siete si son doscien tos metros, cuatro y medio para un kilómetro, y solamente dos cuando son seis kilómetros. Mayor es la distancia, más lenta es la danza. Por lo que respecta a la dirección en que ha de ser buscado el botín, la señala el eje del «ocho», con relación al sol; según se incline a derecha o a izquierda, este eje indica el ángulo que el lugar del descubrimiento forma con el sol. Y las abejas incluso están en condiciones de orientarse cuando el cielo está cubierto, en virtud de una sensibilidad particular a la luz polarizada. En la práctica hay pequeñas variaciones de una abeja a otra o de una colmena a otra en la evaluación de distancia, mas no en la elección de una u otra danza. Estos resultados son productos de cosa de cua tro mil experiencias, que otros zoólogos, escépticos al principio, han repetido en Europa y Estados Uni dos, hasta confirmarlas al fin. Hoy por hoy puede uno cerciorarse de que es por cierto la danza, en sus variedades, la que sirve a las abejas para informar a las compañeras de sus hallazgos y guiarlas median te indicaciones relativas a la dirección y la distancia. Las abejas, percibiendo el olor de la recolectora o absorbiendo el néctar que entrega, averiguan de paso la naturaleza del botín. Emprenden el vuelo a su vez y dan de fijo con el sitio. En adelante, el observador está en condiciones de prever, según el tipo de ritmo de danza, el comportamiento de la colmena y verificar las indicaciones que han sido transmitidas. E. Benveniste, Comunicación animal y lenguaje humano
COMUNICACIÓN ANIMAL: SEÑALES FÓNICAS EN LOS MONOS Desde el punto de vista de la génesis del lenguaje han de interesarnos ante todo las señales de carác ter fónico, base natural de la que surgió el lenguaje del hombre. Las investigaciones citoarquitectónicas del cerebro de los monos muestran que éstos carecen de cen
tros cerebrales del habla, en particular del centro de Broca. Gracias a los trabajos de muchos antropólo gos, *ntre ellos V. V. Bunak, se ha visto que el*#)aáSto fónico periférico de los monos, especialmente de los antropoides, hasta cierto punto es parecido al aparato fonador del hombre, lo que les permite emi tir sonidos bastante diversos. Los monos tienen paladar blando y úvula, con lo cual pueden producir no sólo sonidos nasales sino además bucales, a pesar de que, como índica V. V. Bunak, el limitado papel del resonador bucal, debido a la escasa distancia entre el velo del paladar y la abertura de la laringe y también al hecho de que el aire expirado pase sobre todo por la nariz, constituyen la causa principal de la pobreza de los sonidos emitidos por los animales y determinan que pronuncien fundamentalmente sonidos nasales (...). En los sonidos emitidos por los monos se distinguen vocales y consonantes. El escaso desarrollo de los movimientos articulatorios hace que predominen en gran escala los sonido^íocales. No podemos esta¡f daácuerdo con la afirmación de N. A. Tij de que eftílos hamadríades hallamilijcasi todos los somdól ^feáles propios del lenguaje humano, a saber: a, i, g,,o, i (dura). Semejante paralelo, o mejor dicho, esa identificación de unidades fónicas del lenguaje humano articulado con los sonidos emitidos por los mo nos inferiores, no está justificada, Sin embargo, en los complejos fónicos inarticulados y difusos de los monos, es posible diferenciar elementos que recuredan en cierto modo a los sonidos de las vocales indi cadas. Los monos no los pronuncian aisladamente. Todos los sonidos son elementos artificialmente dife renciados de un complejo inarticulado. ... Lo que se fija de manera más o menos clara son precisamente los complejos fónicos a que nos hemos Inferido, con la particularidad de que cada uno de-ellos se produce en una determinada situación objeti va y expresado el estacjjSF'emocional corespondiente del mono, ligado a una determinada esfera de per cepciones que son un reflejo de ciertos objetos y fenómenos y de sus concatenaciones. Así, por ejemplo, oíamos el complejo fónico: o-o-u... por la noche, cuando procurábamos acercarnos a la manada que dormía. Al oír el leve ruido de nuestros pasos, uno de los monos emitía dicho sonido una sola vez. Como respuesta a esta señal, la manana se despertaba y todos los monos se levantaban del suelo y trepaban rápidamente a las copas de los árboles. N. A. Tij indica que los monos pronuncian sonidos semejantes cuando se los separa de otros monos a los que se han unido estrechamente, y añade que tales sonidos son como una llamada recíproca. Lo más probable es que dichos sonidos expresen GsjiStado de alarma y difícilmente pueden considerarse como llamadas intencionadas. El complejo fónico mliá-mliá-mliá... es emitido principalmente por el mono adulto al dirigirse a la cría, sea o no la suya propia. Estos sonidos expresan un estado emocional de bienquerencia a acercar la cría hacia sí, a acariciar y defender, a dar alimento. El complejo fónico ts-ts-ts... se pronuncia cuando la hembra se dirige al conductor del rebaño, se le presenta y procura rascarle. Resulta sumamente interesante el hecho de que dicho complejo fónico se pronuncia siempre durante el proceso de rascar, sobre todo en el comienzo del mismo. Ello explica que para los monos exista una conexión muy sólida entre estos sonidos y el correspondiente acto de rascar. Cuando la hembra los pronuncia al acercarse al conductor, dichos sonidos son, objetivamente, como un ruego para que se le permita rascar, es decir, constituyen una señal (combinada con determinados movi mientos) de las intenciones de la hembra. En respuesta a dichos sonidos y a los correspondientes gestos, el conductor permite que le rasquen, aunque a veces, rechaza a la hembra. El mono emite el complejo fónico ac-ac-ac... cuando se encuentra en estado de alarma: cuando se acerca el conductor u otro mono fuerte, cuando toma alimento a la vista de uno de ellos, cuando percibe algún objeto, algún animal extraordinarios. Este sonido se transforma inmediatamente en un grito agudo y pe netrante a-e-e-e... cuando el peligro es manifiesto o el mono más fuerte agravia. Estos gritos, que expre san un estado emocional de alarma, tienen a menudo el carácter de llamada dirigida al conductor del que el mono más débil recaba defensa y protección. Esta señal orienta a aquél y dirige a veces su acción tjSunitiva contra el ofensor (...). Señales motoras. Al subrayar la importancia biológica, sumamente grande, de las señales fónicas en la vida gregaria de los animales, de ningún modo hay que perder de vista el hecho que para los anima les en general y para los monos en particular ciertas reacciones motoras poseen enorme trascendencia... Ademán de llamada: Es muy justa la idea de C. Darwm de que al ademán que hace el hombre para llamar, lo mismo que otros ademanes y movimientos expresivos que se han convertido en medios auxilia res de comunicación entre los hombres, tienen sus profundas raíces genéticas en el mundo animal (...). En más de una ocasión hemos podido observar cómo el conductor de un rebaño de zambos hamadría des hacía un movimiento con la mano como invitando a otro mono a que le rascara Ademán indicador: (...) Se observan numerosos casos en que un mono incita a otro a seguirlo sin influir en él de manera física, sino recurriendo a movimientos señalizadores que tienen el carácter de índica-
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ción. Por ejemplo, el conductor de un rebaño, para hacer que una hembra le siga, se le acerca, se sienta a su lado, al instante se levanta y se aparta mirando incesantemente a su alrededor; vuelve a su lado, de nuevo se levanta y se aparta mirando incesantemente a su alrededor; vuelve a su lado, de nuevo se levanta y mira a uno y a otro lado. En respuesta a dichos movimientos la hembra le sigue, La acción de volver la cabeza atrás, hacia la hembra, y hacia adelante en el sentido de su propio movimiento, se inter preta como indicación hecha con la cabeza hacia el lugar al que el conductor se dirige, atrayendo a la hembra. Si ésta no le sigue, la abraza y la lleva consigo a la fuerza,.. Ademán de amenaza:(...) el ademán que hace el hombre al amenazar a otro moviendo los puños en el aire o dando golpes a la mesa ha surgido de los movimientos que realiza en la propia pelea... Uno de los medios sumamente difundidos para amenazar estriba en la mirada y en el movimiento de las ce jas. Puede observarse un sinfín .de casos en que el conductor del rebaño, tranquilamente sentado, sin emitir ningún sonido y sin ningún movimiento con las manos, con una simple mirada y con el movimiento de las cejas ejerce una influencia reguladora plenamente eficiente sobre los miembros del rebaño: impi de que tomen alimento, pone fin a una pelea, aleja de su vera a una hembra a la que no desea, arroja de un lugar cómodo a cualquiera de los monos, etc... Ademán de bienquerencia o de consentimiento: En las relaciones entre el conductor, y las hembras se observa con bastante frecuencia otro género de movimiento. Por ejemplo, una hembra se acerca al conductor da la vuelta presentándole la cola y procurando atraérselo. El conductor pone una mano o ambas manos sobre las caderas de la hembra o imita el acto de cubrición. En respuesta a estas acciones la hembra se vuelve de cara hacia él y empieza a rascarle.., Ademán de rechazo: A veces, en respuesta a la reacción indicada de la hembra el conductor la recha za con las manos y ésta se aleja gritando. N. A. Tij indica que el mono produce señales análogas movien do las manos en el aire de manera semejante a como se sacuden las moscas. Suelo ello ocurrir cuando un mono más fuerte procura arrojar a otro más débil de un lugar cómodo (...). Es esencial (...) el hecho de que las señales motoras que acabamos de describir tienen todas un carác ter dirigido, es decir, van orientadas a un mono determinado, son un estímulo activo para que se realice una acción concreta y constituyen una forma de relación y significación mutua entre estos animales alta mente organizados... Á la vez que constituyen uno de los importantes exponentes objetivos del nivel rela tivamente alto de su desarrollo mental. A fin de comprender la causa de la pobreza de medios de comunicación fónicos y motores de los ani males hay, que tener en cuenta que ni siquiera los monos antropoides poseen más que un pensamiento embrionario y elemental. La carencia del lenguaje en los animales se explica nó sólo por el escaso desa rrollo de su cerebro en comparación con el hombre, sino además —y ello es lo más importante— por lo que se halla en la base del desarrollo del cerebro, del pensamiento y del lenguaje, a saber: las rela ciones entre los monos y la realidad.., Los animales en general y los monos en particular perciben el mundo circundante como si dijéramos cara a cara y no a través de la experiencia de la colectividad co mo ocurre en el hombre. Sus relaciones con el medio natural que les rodea se limitan a adaptarse al mis mo, a recoger alimentos ya en condiciones de ser ingeridos y a defenderse de las fieras carnívoras. Den tro de un rebaño dado, la relaciones de los monos no pasan del acoplamiento, del cuidado de las crías y de rascarse mutuamente... En la vida conjunta de los monos no existe un principio unificador en que pudiera concentrarse su vida en común y sólidamente cohesionada. No poseen ni un fin único ni medios comunes para alcanzarlo, en una palabra: no se da en ellos una actividad de trabajo ni poseen medios para ejecutarla, es decir, instrumentos. En suma, los monos no necesitan lenguaje porque nada tienen que decirse. No está en lo cierto el psicólogo Yerkes al afirmar que los monos tienen qué decir, pero no pueden. Lo poco que los animales, incluso los más desarrollados, tienen que comunicarse, puede ser transmitido sin recurrir al lenguaje articulado. Sin embargo los monos antropoides se distinguen sensi blemente de los demás representantes del reino animal por el nivel general de su desarrollo, por su vida en rebaño, con relaciones relativamente complejas... Los monos antropoides se hallan en un grado de desarrollo semejante, probablemente, al que caracterizaba al lejano antecesor del hombre aún de tipo animal, camino de iniciar la actividad de trabajo en la colectividad, de formar el lenguaje articulado y la conciencia. A. G. Spirkin. Pensamiento y Lenguaje. Academia de Ciencia URSS, 1962; en D. P. Gorskin.
UNA HIPÓTESIS SOBRE LA GÉNESIS DEL LENGUAJE El estudio del problema del origen del lenguaje exige que se dilucide no sólo la cuestión concerniente a las condiciones que engendraron la necesidad de comunicación sino, además, la relativa a los medios 7 0 -
Que pudieron ser utilizados para satisfacer dicha necesidad. Los monos superiores del tipo de los australopitecos, y luego, del pitecántropo, heredaron de sus antecesores —monos de organización inferior— una contextura anatómico-fisiológica hasta cierto punto altamente organizada, gracias a la cual se hallaban en condiciones de pronunciar sonidos muy diferentes, hasta vanas decenas. Los sonidos heredados de los antecesores animales sirvieron de material básico o de premisa biológica para la formación jjj|I¡lenguaje oral del hombre. Al admitir la concatenación genética entre el hombre y los animales, en líneas generales no podemos imaginarnos que exista otra base de material fónico del lenguaje. Una segunda rvo.rr'.rv.' 2^, radicó en los numerosos sonidos emitidos por los demás animales, así como en los sonidos de la naturale za. El hombre primitivo, que con toda probabilidad poseía, en general, capacidades de imitación supe riores a las que poseen los animales, incluidos los monos, no podía no imitarlos, Y por fin, sirvieron ya para el desarrollo del material fónico del lenguaje las innumerables transformaciones de los sonidos existentes. Al resolver el problema de origen del lenguaje no es posible eludir una cuestión tan importante —y que se plantea con toda legitimidad— como es la concerniente a la manera en que pudieron relacionar se el sonido y la imagen del objeto. Ahora nos parece que no tiene sentido, para nosotros, el problema de por qué este o aquel objeto se denomina con tal palabra y no con otra. En la correlación existente entre la denominación y lo denomina do no buscamos el vínculo necesario. Sin embargo, el análisis etimológico de las palabras nos demuestra que la denominación de los objetos, por regla general, está plenamente motivada1. Por su mecanismo fisiológico y psicológico, el lenguaje surge como resultado de grabar sólidamente en el cerebro conexiones reflejocondicionadas o asociaciones entre un determinado sonido que el hom bre oyó y pronunció, un movimento muscular de los órganos de la palabra, la imagen del objeto que pro vocó la reacción fónica dada y, finalmente, la impresión de las consecuencias a que da origen el sonido emitido, El escaso desarrollo de los procesos de inhibición interiores en la corteza cerebral determina que las emociones impetuosas del salvaje matizaran toda su actividad, cuya realidad material consistía tanto en movivientos orgánicos de distinto género como en movimientos externos—mímica, pantomímica, ademanes— y, finalmente, en movimientos de los músculos del aparato de fonación, produciendo toda clase de sonidos. Como quiera que muchas emociones eran provocadas por diversos objetos y fenóme nos del mundo exterior, nada tiene de extraño que a través de la esfera emocional del hombre primitivo pudiera verificarse la relación asociativa entre un determinado grupo de objetos y un complejo fónico que les sirviera de señal. Este principio de relación entre objetos y complejos fónicos incluía un círculo de fenómenos bastante amplio: gritos y exclamaciones emocionales en una situación de peligro, de ata que, de llamada, de pelea; gritos y exclamaciones que acompañaban la satisfacción de una u otras nece sidades, la acción de advertir o de incitar; sonidos emitidos al realizar un trabajo u otro, etc. Por ser nues tros antecesores animales sociales y por vivir y trabajar en rebaño, los sonidos que emitían reiterada mente en una determinada situación impresionaban la corteza cerebral y provocaban la formación de conexiones temporales entre los sonidos dados y lo que los acompañaba. Los estímulos objetivos, en cambio y variación constantes, determinaban que dichas conexiones, miles de veces repetidas, se diferencia ran, se generalizaran y se hicieran más complejas. La actividad analítico-sintetizadora de los analizado res auditivo y tónico-motor se desarrollaba bajo verificación permanente de la vida práctica. La satisfac ción reiterada de una necesidad orgánica reforzaba la correspondiente reacción vocal así como la ade cuada percepción de los sonidos, afianzando en el cerebro las conexiones útiles, mientras que los fraca sos relajaban las innecesarias e inadecuadas. Hubo de haber un momento, crucial, que separó el comienzo del desarrollo del lenguaje en el sentido propio de esta palabra, de la señalización animal. Es de suponer que dicho momento abarca el período de la vida de los antecesores del hombre en que el complejo fónico inarticulado dejó de estar vinculado a las emociones y entró en relación con los objetos reales, o hablando con mayor exactitud, con las imá genes de dichos objetos, y las imágenes de los objetos se enlazaron con los complejos fónicos. De medio de axpreilén espontánea de las emociones, el sonido de convirtió en medio para designar mtencionadameSS'lps objetos. Esta transición se produjo a la vez que, en el proceso del trabajo, la mentalidad de los animales superiores se transformó en la primitiva conciencia gregaria del hombre. Sólo cuando un destermmado complejo fónico entró en relación sobre todo con cierta actividad del hombre y con los objetos en ella implicados, sólo cuando dicho complejo fónico se reprodujo cada vez que se ejecutaba la actividad correspondiente y aparecían los mismos objetos, sólo entonces los sonidos de tipo animal se convirtieron en lenguaje humano primario. Los investigadores del pasado han llamado la atención so-i
i Eü JfS g iíació n d e l len g u aje la arbitrarieeístl no existe pí¡r lnicuál c a b e p erfe ctam en te p reg u n tar cuál e s la razón d e q u e t : ' p a l a b r a Hadaij¡Miifrn<¡j>precisaine'Bte una (¿peí y 3% otra (A. A. Potebniá, P ensam iento y Le n g u a je 2a ed., Jarkov, i s - j , pág. SÜ4).
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bre esta particularidad del lenguaje humano que lo distingue de la señalización de los animales13, R, Descartes excluía del lenguaje no sólo la expresión fónica del dolor y de la alegría sino, además, todo cuanto se adquiría por medio del adiestramiento. En la formación de las conexiones reflejo-condicionadas existentes entre los complejos fónicos, su per cepción audiomotora, determinadas emociones, imágines de objetos y acciones, con toda probabilidad desempeñaron un enorme papel la mímica y ademanes de toda clase El ademán precisó la dirección del sonido, que expresaba una emoción, en signo de una cosa. D. P. Gorski, Pensamiento y Lenguaje
PAPEL DEL LENGUAJE EN LA FORMACIÓN DEL PENSAMIENTO El lenguaje, que nace con el hombre, ha desempeñado y desempeña en la vida humana un papel im portantísimo. Ante todo fue una de las condiciones necesarias para la formación del propio hombre y de su pensamiento. Al formarse el lenguaje articulado se produjo un cambio esencial en los procesos cognoscitivos del individuo. Tan sólo con la aparición de la palabra se halló el hombre en condiciones de abstraer de los objetos tales o cuales propiedades y distinguir las relaciones existentes entre las co sas como algo distinto de las cosas mismas. Gracias al lenguaje resultó posible dar forma objetiva mate rial al reflejo que hallaban en la conciencia de propiedades de las cosas y sus relaciones, con lo que se pudieron crear objetos ideales del pensamiento: conceptos. Con los conceptos, y gracias a ellos, se llegó a la actividad teórica en el sentido propio de la palabra. Desde el, principio, la lengua desempeña una función que, en realidad, no puede ser sustituida por nada en la labor generalizadora del pensamiento. Precisamente gracias al lenguaje el hombre se halló en condiciones de pasar del conocimiento de objetos y fenómenos singulares a su reflejo generalizado en forma de conceptos. Al fijar en si las imágenes generalizadas de la realidad, la palabra influyó de manera radical sobre la percepción. Así, el hombre pudo incorporar la imagen del objeto percibido en ei sistema complejo de la experiencia heredada y personal, refiriéndola a una determinada categoría de objetos. Una de las particularidades esenciales del lenguaje radica en su función generalizadora. Sin ella, la conciencia del hombre de ningún modo habría podido llegar a ser capaz de tener una visión de conjunto de la infinita variedad de las cosas y de los fenómenos particulares del mundo real. Se habría desparramado y desconcertado ante el cambio incesante de fenómenos, conexiones y relaciones. El len guaje dio al hombre la posibilidad de fijar lo general de los objetos y fenómenos, de sus concatenacio nes y relaciones, le permitió diferenciarlos, referirlos a conceptos, sintetizarlos en conceptos y presen tarlos como relativamente estables. La presencia de elementos gramaticales, de reglas rudimentarias para ligar las palabras en oraciones, permitía al hombre reflejar en su conciencia y expresar en el pro ceso de la comunicación del pensamiento las concatenaciones y las relaciones de significación práctica que existían entre los objetos que estaban a su alcance. El lenguaje articulado permitía además pensar acerca de los objetos y comunicar los pensamientos propios sin tenerlos delante, es decir, operar con los objetos no sólo físicamente, sino además, mediante sus nombres, con palabras y con las imágenes generalizadas de dichos objetos, en ellas incluidas. Sobre la base del lenguaje y con la aparición del mismo, la actividad mental del individuo fue adquiriendo un carácter hasta cierto punto independiente, lo que sirvió, más tarde, de fundamento necesario para la división del trabajo en físico e intelectual, he cho de enorme trascendencia para el desarrollo de la sociedad, para el progreso del saber (,..). Al condicionar el origen del pensamiento y la formación de la conciencia que el hombre tiene de sí mismo, el lenguaje constituyó, a la vez, la forma material necesaria —o instrumento— del pensar, su reali dad inmediata tanto para el oyente como para el hablante. El término instrumento aplicado al lenguaje no es sólo una metáfora, Resulta de suma importancia señalar que entre los instrumentos de trabajo y el lenguaje existen, realmente, cierto parecido y cierta relación de tipo funcional y genético. Así como mediante el instrumento de trabajo transforma el hombre un objeto en el sentido que es útil, por medio del lenguaje —que da carácter mediato a la relación entre hombre y hombre— un sujeto influye sobre otro sujeto también en el sentido deseado, Es notable la circunstancia de que el hombre primitivo utiliza ra el lenguaje no sólo como instrumento que servía de base del pensamiento y medio de comunicación sino, además, en el sentido directo de instrumento para influir sobre los fenómenos de la naturaleza, su poniendo que alcanzaba el fin apetecido mediante súplicas y exorcismos en sus acciones mágicas. Cuando el hombre posee un lenguaje ya formado, el pensamiento cobra vida sobre la base de la lengua, utilizan do la estructura gramatical de la oración típica para el sistema lingüístico del pueblo dado.1 1 Su papel e s tan importante que, sin adem anes, resultaría difícil imaginarse cóm o se pudieron formar dichos víncu los. Basta observar a los monos para convencerse d e que éstos, por regla general, emiten sonidos acom pañados d e mímica y gestos.
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El pensamiento humano, nacido junto al lenguaje, constituye la actividad cognoscitiva del sujeto hecha inmediata por medio de la palabra. La palabra enlaza la relación existente entre el sujeto y otros indivi duos. La esencia del propio pensar radica en la actividad que el sujeto lleva a cabo utilizando el resulta do de la experiencia social objetivamente condensada en la palabra y que dirige conscientemente a la comprensión del mundo real. La cuestión estriba en que el hombre como ser social empezó a relacionar se con el mundo real a través de los individuos y de los instrumentos hechos por otras personas, utilizan do los conocimientos que otros le proporcionaron, colaborando con otros en el proceso de la produc ción. El pensamiento del hombre va dirigido no sólo al objeto de conocimiento de cuál es —el pensamiento— un reflejo, sino, además, a otras personas a las que comunica el resultado de su cognición. El pensamien to tiene no sólo un fin cognoscitivo sino, además, comunicativo, que cumple mediante el lenguaje. Esta doble orientación del pensamiento queda registrada en la doble función del lenguaje. Desde su naci miento, el lenguaje sirve de medio de comunicación. Esta es su función social y gracias a ella pone de manifiesto para los demás los resultados del trabajo del pensamiento y con ello los pone de manifiesto también para el hablante. Ahora bien, el lenguaje cumplió —y cumple— esta función comunicativa por que sirvió —y sirve— de medio para denominar las cosas. Esta es otra de sus funciones, y con ella pone en relación el pensamiento con su objeto. Tenemos, pues, que la comunicación se verifica gracias al ob jeto, y la relación del sujeto con el objeto se verifica gracias a la relación existente entre los sujetos (...). Como medio capitalísimo de relación entre las personas gracias al cual pudieron éstas organizar la producción en común, estructurar la vida sobre bases sociales, coordinar sus acciones, someterse a una comprobación recíproca, etc..., el lenguaje facilitó y facilita el enriquecimiento de la experiencia perso nal del individuo a cuenta de la experiencia de toda la colectividad con que se relaciona y que le permi te relacionarse. Al tratarse, los individuos se enriquecieron espiritualmente. El lenguaje permitió —y permite— al hombre enriquecer su experiencia no sólo a cuenta de la experiencia de la colectividad que le rodea, sino, además, a cuenta de la experiencia de las generaciones precedentes, las cuales, al fijar sus conocimientos en el lenguaje, los transmitían de generación en generación. Es decir, que los hombres se encontraron en condiciones de entrar en conocimiento de la realidad no sólo al ponerse en contacto inmediato con ella, en el proceso de su percepción, sino, además, de una manera mediata, al adquirir, gracias al lenguaje, conocimientos ya preparados, históricamente acumulados. Gorski (íbidem)
LENGUAJE Y REALIDAD Las lenguas no calcan la realidad ¿Qué es lo que comunica el lenguaje? La totalidad de la experiencia que tenemos de la realidad no lingüística (al menos en potencia) en la medida en que nos es común con los usuarios de nuestra lengua. Al analizar esta comunicación la lingüística contemporánea ha descubierto que las lenguas no analizan esta realidad no lingüística de modo idéntico, que las lenguas no son un único y mismo calco invariable de una realidad invariable, vista del mismo modo por todas las lenguas; en una palabra: que las lenguas no son nomenclaturas universales. Saussure empleaba ya la palabra "dividir” (découper) en este senti do, y señalaba que «esta relación de un cierto número de signos acústicos con otras tantas divisiones he chas en la masa del pensamiento engendra un sistema de valores» (Cours, p. 166). ¿Qué entendía por esto, y qué entendemos después nosotros mismos? Nada nos parece más objetivo y natural, más inheren te a la realidad física universal que la división del espectro de sus colores: violeta, añil, azul, verde, etc. Estamos persuadidos de que todas las lenguas —reflejos de esta realidad en un espíritu humano que nos imaginamos en todas partes idéntico a si mismo— deben dividir el espectro de este mismo modo mediante sus denominaciones de los colores. El estudio de las lenguas, aún de las vecinas a la nuestra como el galés, nos sacaría del error. El sango, lengua de Ubangui, sólo conoce tres colores fundamenta les: vulu, blanco; vuko, que designa todo lo que cubren para nosotros el violeta, el añil, el azul, el negro, el gris y el marrón oscuro; y el bengmbwa, que designa el amarillo, el marrón claro, el naranja y el rojo, el bermellón y el dorado. Lo que no impide a la mujer sango distinguir los colores de todas las telas a [as que llama vuko, lo mismo que las nuestras distinguen todos los matices del azul o el verde (jade, prusia, etcétera), ni acudir, cuando tienen que precisar (Como cuando decimos rojo cereza o marrón tabaco, cereza o tabaco), al recurso de determinantes o metáforas. Amarillo se dice bé, que significa maduro; y verde se dice finí que significa en primer lugar, nuevo referido a la vegetación. Pero la palabra que resigna a los blancos, mbunju, no tiene nada que ver con el adjetivo vulu. Basta, por otra parte, practicar una lengua extranjera y estar atentos al fenómeno para descubrir al punto por todas partes ejemplos de esto: el italiano denomina al amarillo de huevo, 11 rosso dell'uovo, el rojo; e incluso íl torio, que no hace ninguna referencia al color (palabra por palabra, es más o menos el rodete del huevo). Y el vino que los franceses llaman rouge, el griego y el italiano lo ven negro (y Lamartine escribió: Le vin est bleu, la nappe est sale).
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Cada lengua es un prisma Así presentados, estos ejemplos pueden hacer creer en excepciones sorprendentes, pero raras. Sin embargo la lingüística nos muestra a cada instante que cada lengua corresponde a una reorganización, que puede siempre ser particular, de los datos de la experiencia; y que la primera articulación de esta lengua es precisamente la manera según la cual se analiza, se ordena y se clasifica la experiencia co mún a todos los miembros de una comunidad lingüística determinada. Estos puntos de vista, antes de Saussure y antes de la lingüística actual, habían sido sostenidos por Guillermo de Humboldt y, más exac tamente, por el filósofo E. Cassirer o por el lingüista americano Whorf, que llegaban a decir que cada lengua refleja y comporta una Weltanschauung, una visión del mundo; que una lengua es un prima a través del cual sus usuarios están condenados a ver el mundo; y que nuestra visión del mundo está, por tanto, determinada, predeterminada incluso, por la lengua que hablamos. Estas fórmulas chocantes ex presan sin embargo la pura verdad: el hombre de la ciudad que no conoce ni nombra más que árboles no ve el mundo a través de las mismas Gestalten que el aldeano que reconoce y distingue la encina, el haya, el abedul, el castaño, el fresno. Y para el mismo hombre de la ciudad a los ojos del cual todas las coniferas son abetos, el único rasgo verdaderamente percibido como distintivo es una forma vaga mente típica de follaje persistente, bajo la cual no ve literalmente como diferentes el pino, la epicea, el alerce, el tejo y el ciprés. En el sentido propio del término, puede decirse que lo que no se nombra no existe distintamente. Estos cortes diferentes de la experiencia no lingüística que tenemos del mundo no están ligados por otra parte a un misterioso genio de las lenguas: a una mentalidad específica innata de cada pueblo, como lo pensaba Humboldt. Si el niño pequeño llama dada a todo lo que tiene cuatro patas y una cierta altura, el caballo, la vaca, el asno, el perro grande quizá, la cabra, así como el elefante, la jirafa, la gacela o el camello que ve en el zoo, se debe exactamente al mismo proceso por el que llama mos golondrina a la vez a la golondrina macho, a la hembra y a su cría —porque nuestra práctica social no nos inicita a distinguirlos, y por tanto a nombrarlos separadamente. Por el contrario, por esta misma razón, no confundimos el gallo, la gallina, el pollo, el capón, el polluelo, e incluso el polluelo de un día, etc. Si el diccionario árabe tiene varios cientos de palabras para hacer distinciones entre los camellos, que nos admiran y se nos escapan, allí donde no disponemos más que de camello (el francés chameau, chamelle y a veces chamelon) se debe a que el camello ocupa el centro de la práctica social de la civili zación árabe. La lengua no aprisiona la mentalidad Por una parte, se ha probado queda lengua nos impone un determinado análisis del mundo; y, por ejemplo, el hecho de hablar del lenguaje de la pintura y de la música ha podido persuadir durante mucho tiempo a los hombres de que pintura y música funcionaban como el lenguaje, y que se comprendía este funcio namiento cuando se hablaba del lenguaje de la música y de la pintura. Sin embargo el hecho de que todas las lenguas europeas digan el día surge no ha apresado a Galileo en el sistema astronómico de Ptolomeo. El hecho de que las lenguas germánicas llamen a la ballena walfisch (donde fisch = pez) no ha impedido descubrir y admitir que la ballena es un mamífero. Como tampoco el hecho de llamar mur ciélago a lo que los franceses llaman chauve-souris y los ingleses bat ha impedido descubrir y admitir que no se trataba de un roedor, sino de un insectívoro, Por otra parte, la evolución histórica de las lenguas nos impide a menudo, y con frecuencia definitiva mente, percibir el lazo de unión entre una denominación y una práctica social. A. Meillet, en un artículo notable de erudición («La catégorie du gente et les conceptions indo-européennes»), trataba de encon trar, hace cincuenta años, correlaciones entre los nombres neutros del agua y el fuego, de los astros, del sueño, del día y de la noche, y las puras designaciones prácticas de estos conceptos —en tanto que sus sinónimos masculinos y femeninos (como el lat. aqua y unda frente al germ. wasser, water) habrían expresado, mediante su género animado, el agua por así decir personificada y considerada como divi na, etc. Pero, por ejemplo, es incapaz de explicar por qué la luna tiene, en indoeuropeo, ya una forma masculina (ático [mé:n], gótico [ména], etc.), ya una forma femenina (dorio [mé:na], jónico-ático [mé:ne]), ya otra forma, derivada del adjetivo brillante, (lat. luna, griego selene). Como vemos la, denominación puede persistir más allá de su motivación sociológica, como dejar de hacerlo. En alemán, el sol (die sonne) y la luna (derm ond) han quedado respectivamente como femenino y masculino, conservando de este modo quizá la huella de una visión del mundo ligada a la religión indoeuropea; pero sunna, forma ger mánica femenina del sol, ha quedado privada de género en inglés moderno, the sun; lo mismo el nombre masculino de la luna, the moon. Nosotros no decimos ya que Zeus truena o que Júpiter llueve, pero segui mos diciendo que el sol surge. La arbitrariedad del signo, lexical o sintáctico, explica que una misma realidad no lingüística pueda ser denominada por cualquiera de sus aspectos (en sáncristo, agvas / equus = caballo, significa: el corredor) en primer lugar, y luego que esta denominación cambia o permanece cualquiera que sean las modificaciones, con frecuencia radicales que puedan experimentar el conoci miento práctico, ideológico o científico de esta realidad. Nuestra mentalidad no está aprisionada a per
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petuidad en el genio de nuestra lengua, es decir en el análisis lmgüísüf o que nuestra lengua nos propo ne de la experiencia del mundo. Georges Mounm,' Claves para la lingüística
LA FUNCIÓN POÉTICA El ser humano mantiene con el lenguaje relaciones de naturaleza erótica. La lengua es objeto de amor (ver J.-C. Milner: L'Amour de la langue), a veces de odio (ver L. Wolfson: Le Schizo et les Langues), y fuente de placer. Las estructuras constremdoras de la lengua, la norma social que impone la misma, vie ne a contrarrestar, en el niño en vías de socialización, la tendencia natural al juego, al desorden, al pla cer, a la libertad, a la imaginación creadora. Le es preciso aprender a hablar como los mayores para ser comprendido, para integrarse en la comunidad lingüística. El principio de realidad, que viene a su plantar al de placer, se manifiesta igualmente en las duras realidades del aprendizaje del código, con su s»rrelato, la falta (y es significativo que se hable de faltas de lenguaje, de gramática, de ortografía, y no de errores). En la fase del balbuceo, y, después, del parloteo, el lenguaje no es más que música, juego puramente gratuito, aunque adquiriendo posteriormente poco a poco su valor utilitario para la co municación, el lenguaje sigue siendo largo tiempo un juego, de exploración, de vértigo, de goce puro. El juego con las palabras, las sonoridades y el sentido, toda la actividad lúdica y poética que tiene como objeto y como medio de expresión el lenguaje constituyen una supervivencia del principio de placer, la conservación de lo gratuito contra lo utilitario. El juego está en la lengua, y recíprocamente, pues el ser humano está hecho, en lo fundamental, para el juego. Come por necesidad, pero cocinar puede ser un juego. Copula, pero el erotismo es un juego. Habla para comunicarse, pero hablar es también un juego. De ahí, dos orientaciones aparentemente contradictorias. Por una parte, la idea de elasticidad, de libertat, de margen de movimiento; por otra, la idea de regla y de estricto ensamblaje. Lo propio del juego es conjugar la turbulencia y la regla, la libertad y la coacción. El lenguaje está sometido a coacciones, pero si no se pudiese tomar ninguna libertad con él, no sería más que un lenguaje-máquina. Sólo los len guajes formales y artificiales no permiten el juego. Hay juego en la lengua, en el sentido en que se dice que hay juego en un mecanismo o en un ensamblaje. Si el juego constituye ante todo una toma de distan cia, jugar con las palabras es tomar sus distancias con el lenguaje y, por tanto, consigo mismo. La incapa cidad para jugar con las palabras manifiesta una carencia fundamental. La lengua es un juego (una estructura) cuyas reglas están falseadas, que permite todas las trampas, todos los golpes discutibles, sm que sea posible siquiera delimitar con precisión el conjunto de los gol pes permitidos y el de los prohibidos. Y sin embargo, desde que hay reglas no se puede decir tampoco que todos los golpes estén permitidos (ver cap, X). El lenguaje lleva en sí mismo su propia subversión y es lo que hace decir a Jakobson: A la teoría de la-adecuación del verso al espíritu de la lengua opone mos la de la violencia organizada, ejercida por la forma poética sobre el lenguaje. El lenguaje ha sido dado al ser humano para hacer de ello un uso superrealista, decía Bretón en el Manifiesto del superrea lismo, y Vian se preguntaba en Los constructores de imperios si las palabras no estaban hechas precisa mente para jugar con ellas. Si Eros y Thánatos están ligados, se comprende que el amor por la lengua pueda llevar al poeta al límite extremo de su desestructuración, hasta matarla. Y es la acción de un Joyce, de un Artaud (para quien todo verdadero lenguaje es incomprensible), de un Michaux buscando la me diación del cáñamo índico. Es el extremismo de intentos tales como Dadá o el letrismo, etc. El juego es también una revuelta contra el tópico, la redundancia, es el estereotipo, todo lo que hace que las palabras funcionen como automatismos, sin generar un pensamiento, sin significar. El absurdo deliberado (en el cadáver exquisito, por ejemplo) es preferible a la insignificancia. Se pueden distinguir fundamentalmente dos tipos de juego: juego sobre la forma (oral o escrita), juego sobre el sentido, y después, por supuesto, juego sobre los dos a la vez. En poesía —escribe Jakobson—, toda semejanza aparente en el sonido se evalúa en términos de similandad y/o de disimilaridad en el sentido. (No restringiremos la forma al sonido, pues muchos juegos, incluido en poesía —rima para el ojo, caligrama—, aprovechan la cara escrita del lenguaje). El juego con el sonido es esencialmente la rima, la repetición, la aliteración (repetición de consonan tes), la asonancia (repetición de vocales), el acercamiento de parónimos (palabras fonéticamente muy próximas), los falsos cortes, la contraposición de letras (sustitución de sonidos). El juego con el sentido es el acercamiento inesperado de palabras extrañas una a otra, la explotación hábil de la sinonimia, de la ambigüedad bajo todas sus formas, las violaciones de sentido propiamente dichas (La tierra es azul como una naranja, Eluard), el desvío, la alusión, etc. Procedimientos que se encuentran no sólo en la poesía definida como tal sino también en el proverbio, el aforismo, el folklore infantil —canciones infantiles para señalar aquél a quien toca hacer algo: estribi-
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líos, encadenamientos fónicos—, en las fórmulas mágicas y rituales, el lema comercial o político, títulos de libros o de artículos, etc., pues la función poética no se limita al campo de la poesía y engloba, por el contrario, todas las producciones verbales, ya sean espontáneas o buscadas, fijadas en una tradición o efímeras, con tal que se descubra en ello una disposición del sonido y del sentido destinada a atraer la atención sobre la forma del mensaje, cualesquiera sean el contenido o la intención comunicativa de éste. Marina Yagüells Alicia en el País del Lenguaje.
ZOOSEMIÓTICA La zoopragmática se-ocupa de la manera en que un animal codifica un mensaje, de la forma en que el mensaje es transmitido por el canal y de cómo lo decodifica el usuario. Dado que cualquier forma de propagación de la energía física puede ser puesta al servicio de la comunicación, tiene especial im portancia la especificación del sensor o entre miembros de diferentes especies... Algunos organismos disponen de sensores capaces de captar los productos químicos disueltos o dispersos en el aire (gusto, olfato), la luz (vista), los cambios de presión (percepción táctil, oído) y hasta de sensores que reaccionan, por ejemplo, a partes del espectro electromanético que se encuentran más allá de la percepción visual. Muchos animales emplean órganos sensoriales múltiples; de tal modo en la sociedad de las abejas, las señales olfativas, ópticas y acústicas, junto con otras señales mecánicas, intervienen en la comunicación recíproca; la integración social de un rebaño de ciervos se realiza mediante el oído, la vista, el olfato y el tacto. La hipótesis básica de la zoosemiótica es que, en último análisis, todos los animales son seres sociales y cada especie tiene que resolver un conjunto característico de problemas de comunicación, Toda alian za orgánica presupone cierta medida de comunicación: los protozoarios intercambian señales, un agre gado de células se convierte en organismo en virtud del hecho que las células que lo componen puedan influirse recíprocamente, Las criaturas de una misma especie deben localizarse el identificarse entre sí; además deben hacer saber cuál es el nicho que ocupan desde el punto de vista territorial, el lugar que les corresponde en la jerarquía social y cuál es su estado de ánimo del momento... Los lazos asociativos entre las señales y su significado son con frecuencia arbitrarios y no icónicos: los movimientos de la cola en un perro denotan amistad, en un gato hostilidad, y en un caballo la presencia de moscas. Algunas señales son polisémicas, es decir que cambian de significado según la situación: por ejemplo, la danza que las abejas ejecutan balanceando el abdomen denota ya sea una fuente de alimentos o un sitio para anidar... El movimiento de cabeza de la gaviota plateada cumple más de una función: es una manifesta ción previa al apareamiento, pero es formalmente idéntica al movimiento que realiza la hembra que pide alimento. Thomas. A. Sebeok. La comunicación entre los animales
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ESTRUCTURACIÓN DEL
LENGUAJE VERBAL 2.1. CONCEPTOS GENERALES. 2.1.1. 2.1.2. 2.1.3. 2.1.4. 2.1.5.
LENGUA Y HABLA. LOS DOS PLANOS: EXPRESIÓ N Y CONTENIDO. LA NOCIÓN DE SISTEMA. EL CONCEPTO DE FORM A LINGÜÍSTICA: FORM A Y SUSTANCIA. SINCRONÍA Y DIACRONÍA.
2.2. LOS NIVELES FÓNICO, MORFOSINTÁCTICO Y LÉXICO: 2.2.1. DELIMITACIÓN. 2.2.2. LA LENGUA COM O SISTEMA DE SISTEMAS. 2.2.3. INTERRELACIÓN ENTRE LOS TRES NIVELES.
2.3. RELACIONES SINTAGMÁTICAS Y PARADIGMÁTICAS. 2.4. COMPATIBILIDAD, SEM ÁNTICA Y ESTRUCTURACIÓN SINTÁCTICA: GRAM ATICALIDAD Y ACEPTABILIDAD. 2.5. FONÉTICA Y FONOLOGÍA. 2.5.1. 2.5.2. 2.5.3. 2.5.4. 2.5.5. 2.5.6. 2.5.7.
LOS ÓRGANOS DE LA FONACIÓN. EL M ECANISM O DE LA ARTICULACIÓN. CLASES DE SONIDOS. SONIDOS Y FONEMAS. LOS SONIDOS DEL HABLA DEL ESPAÑOL. LOS FONEMAS DE LA LENGUA. EL SISTEMA FONOLÓGICO DEL ESPAÑOL. LOS RASGOS SUPRASEGMENTALES.
2.6. SEM ÁNTICA SINCRÓNICA. 2.6.1. 2.6.2. 2.6.3. 2.6.4. 2.6.5.
EL PROBLEM A DEL SIGNIFICADO. LOS COM PON EN TES DEL SIGNIFICADO. RELACIONES SEMÁNTICAS. INTENTOS DE ESTRUCTURACIÓN DEL NIVEL LÉXICO. SEM ÁNTICA ESTRUCTURAL.
2.7. SEM ÁNTICA DIACRÓNICA. 2.7.1. 2.7.2. 2.7.3. 2.7.4. 2.7.5.
LOS CAMBIOS SEM ÁNTICOS. CAUSAS DE LOS CAMBIOS SEMÁNTICOS. LOS MECANISMOS DEL CAM BIO SEMÁNTICO. CONSECUENCIAS DE LOS CAMBIOS SEMÁNTICOS. OBSERVACIÓN FINAL.
2.1. CO NC EPTO S G EN ER A LES. 2.1.1. LENGUA Y HABLA. El lenguaje verbal, al que aludimos en el anterior capítulo al referirnos al signo lingüístico, constituye un fenómeno complejo que puede estudiarse desde distintos puntos de vista. La lingüística moderna ha hecho suya, de una forma u otra, la distinción formulada por Saussure entre lengua (¡cingue) y habla (parole) como ejes diferenciados de análisis. La lengua es el sistema de unidades, reglas y relaciones que comparten todos los miembros de una comunidad lingüística determinada. La lengua es, pues, un modelo general y constante, fruto de la ela boración social, que se impone al hablante, sin que éste lo pueda alterar o modificar. Las unidades y reglas de combinación que constituyen cualquier lengua son independientes de la con ciencia de los hablantes y pueden ser descritas haciendo total abstracción de éstos. Conocer una lengua supone haber interiorizado dichas unidades y reglas. Por tanto, la lengua, como sistema de unidades y relaciones, tiene una entidad objetiva. Prueba de ello es que pueden describirse y estudiarse las llamadas lenguas muertas cuyos hablantes no existen ya, e incluso resucitar una lengua, como es el caso del hebreo. En términos de comunicación, la lengua sería asimilable —en cierto modo— al código en el cual se vierten los contenidos mentales para su transmisión. Sin embargo, como se vio en su momento, las len guas naturales no se comportan como códigos estrictos (Vid. 1.3.4). El habla es la utilización concreta que hace de la lengua el hablante en una determinada circunstancia. Es el acto mismo de comunicación lingüística. Por habla se entiende, a la vez, la acción verbal y el pro ducto lingüístico a que ésta da lugar. Al hablar, el individuo actualiza el sistema de la lengua, que es en sí virtual, produciendo determinados enunciados o expresiones que reconocemos como pertenecien tes a la lengua en cuestión. Frente al carácter abstracto de la lengua, por otra parte, y dado que las lenguas no son códigos estric tos biunívocos (Vid. 1.3.4), el habla posee un considerable margen de libertad de selección y combina ción de elementos, así como de adecuación al contexto comunicativo, con el único límite de respetar las reglas del sistema. Por habla entendemos tanto la expresión oral como la escrita. Escribir es un acto de ha bla tanto como hablar. En términos de comunicación, el habla es a la vez, la codificación y el mensaje; el habla tiene pues, un aspecto psico-físico. Lengua y habla son dos aspectos de un mismo fenómeno —el lenguaje— y se presuponen recíproca mente. Sin la lengua, el habla sería imposible; y sin actos o productos de habla, la lengua no existiría. Obsérvese que lo único directamente observable son los enunciados o expresiones del ha bla. Es partiendo de éstos como pueden inferirse las reglas y unidades del sistema de la lengua. La atención del lingüista puede, sin embargo, inclinarse por uno u otro plano. Saussure, que tendía a considerar irreductible la dicotomía, sostuvo que debería hablarse de dos lin güísticas: la lingüística de la lengua y la lingüística del habla. La primera, prioritaria, es la que se centra en el sistema; la segunda, secundaria, estudia las variaciones y usos estilís ticos que emanan de la libertad de los hablantes. El enfoque de la lingüística como lingüís tica de la lengua ha sido dominante en la lingüística contemporánea hasta la aparición de la moderna gramática del texto, que es, en cierto modo una lingüística del habla. La cre ciente atención por el aspecto pragmático del uso del lenguaje responde asimismo a una revalorización de la lingüística del habla. La relación entre lengua y habla aparece por otra parte como bastante más compleja de lo que en un primer momento parecía. La distinción de Saussure, retomada por la gramáti ca generativa como competencia frente ts jaotuacjÁo JÚgAu; e.mhí.rigz', j-áívmL' m&exbiágjcamente útil.
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El plano de la expresión abarca todo cuanto es directamente perceptible, es decir captable en el fenó meno lingüístico: el significante de los signos lingüísticos, los elementos suprasegmentales, la ordena ción sintáctica. El plano del contenido es el plano del significado al cual remiten. Considerada aisladamente, cualquier unidad lingüística —con excepción del fonema— consta de este doble plano (Vid. infra 2.1.4). En la comunicación lingüística, los enunciados se presentan como una secuencia fónica continua aso ciada a un significado global unitario.
CONTENIDO
EXPRESIÓN
(Sda)i
(Sdo.)3
(Sdo.)2
/m ip á d restá en k á sa /
/ tráigam e unkafé/
/ kuán tokuéstanlaspa tá tas/
/
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El término contenido o significado, perfectamente comprensible desde el punto de vista intuitivo, no resulta sin embargo fácil de definir científicamente. Ni lingüistas ni semiólogos han llegado a una definición universalmente aceptada. En efecto, mientras que el plano de la expresión es directamente observable, los procesos y contenidos mentales no lo son. Con todo, es evidente que las secuencias fónicas citadas
están ligadas objetivamente a un determinado contenido, de un modo fijo y sodalmente válido como lo demuestra al menos el comportamiento posterior (lingüístico o no lingüísti co) del receptor (p. ej. sube a visitar a mi padre, responde veinte duros, o trae el café) El significado global del enunciado, captado unitariamente de modo instantáneo es la resultante de una compleja síntesis o combinación (no una mera suma) de los significados de las unidades léxicas, de los morfemas gramaticales y de la estructura sintáctica (Vid. infra. T. 2.13).
La consideración de la lengua como sistema es la base del estructuralismo lingüístico cuya metodolo gía impregna, de un modo u otro; toda la lingüística moderna. Un conjunto constituye un sistema cuando los elementos que lo integran están interrelacionados y cada uno se define en virtud de dicha interrelación. Sistema se opone, pues, a mera suma o conglomera do de unidades. Uno de los principios básicos de la lingüística moderna heredera de Saussure es que todo elemento lingüístico tiene su lugar en un sistema y que su función deriva de las relaciones que enta bla con los restantes. En la lengua —afirma Saussure— todos los términos son solidarios y el valor de cada uno no resulta más que de la presencia de los otros; la lengua es un juego de oposiciones en el que no hay más que diferencias. La metodología del análisis lingüístico consistirá, pues, no en el examen aislado e independiente de las unidades lingüísticas sino en establecer su valor estableciendo su oposición con otras unidades con las que presentan rasgos comunes y rasgos diferenciales. El procedimiento deberá ser, en lo posible, estrictamente lingüístico, es decir, autónomo con respecto a las categorías propias de otras ciencias humanas (lógica, psicología, sociología, teoría del conocimien to, etnología, etc...) o naturales y rigurosamente objetivo; este procedimiento es la conmutación en un contexto de las unidades estudiadas. Es decir, la sustitución de unas por otras. De este modo se observa si se producen o no oposiciones significativas.
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Por forma se entiende el conjunto de características que permiten distinguir un objeto de otro. El término objeto debe entenderse en sentido amplio, como realidad tanto físi ca como psíquica, actual o virtual, independiente de factores subjetivos: un fone ma, un sonido, un morfema gramatical, una construcción sintáctica, una unidad léxica, etc. son objetos. El concepto de form a abarca dos niveles que es necesario diferenciar: el nivel concreto y un nivel más abstracto. A nivel concreto, podemos decir que tal taza tiene distinta forma que tal otra, tal botella que tal otra, etc. A nivel más abstracto, podemos decir que una taza tiene distinta forma que una botella, o una copa. Evidentemente, las tazas, las botellas y las copas se realizan o manifiestan siempre bajo una forma concreta, pero la forma que las caracteriza como tales supone una abstracción. En lingüística, forma se utiliza, por lo general, en este segundo nivel, más abstracto. Una forma lingüística es cualquier unidad delimitable integrada por un conjunto de rasgos objetivos que marcan sus fronteras con respecto a las demás. Las unidades lingüísticas son formas tanto en el plano de la expresión como en el del contenido. Sustancia, por oposición a forma, es aquello de ¡o que está hecho un objeto, la sustancia de que está hecha la taza, p. ej. puede ser la loza, el plástico, o cualquier otro; la sustancia de que está hecha la botella es el vidrio, etc. La sustancia del plano de la expresión es la materia fónica (las vibraciones acústicas perceptibles que se emiten en el habla). La sustancia del plano del contenido es todo el ámbito de la significación, tanto léxica como gramati cal, que cada lengua conforma de modo diferente, estableciendo las unidades propias de cada nivel.
PLANO DEL CON^l:e n id o PLANO DE LA EXPRESIÓN
SUSTANCIA
DELIMITACIÓN DE UNIDADES LINGÜÍSTICAS
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Las unidades lingüísticas se presentan, pues, como formas del contenido asociadas a formas de la ex presión. La intuición de Saussure con respecto a la esencia del signo lingüístico (Vid. T. 1.3.2) es aplica ble no sólo a las unidades léxicas (árbol o caballo) sino a cualquier unidad lingüística que posea valor diferencial (morfemas gramaticales —libres o trabados—, elementos suprasegmentales, etc.).
(gato JZÍ)
(canto)
(gatos)
(canté)
jun taré)
FORMA DEL CONTENIDO f § W A DE LA EXPft’EsKiN
REALIZACIÓN: Las form as lingüísticas (en la acepción más abstracta del término, Vid. supra) se realizan a veces bajo distintas “ formas” concretas. Se habla entonces de alófonos (de un fonema), alomorfos (de un morfe ma), variantes (de un lexema), etc. Formas virtuales “ formas” concretas
/plural/
/b / / [b] bueno
\
/ -s gato-s
[b] lobo
\ -es leon-ts
ej. de MORFEMA
ej. de FONEMA
/
\\
/D orm /
dorm- duerm- durmdormir duermo durmió ej. de LEXEMA
GRAMATICAL
2.1.5. SINCRONIA Y DIACRONIA Cualquier fenómeno —o conjunto de fenómenos lingüísticos— puede ser científicamente estudiado desde dos perspectivas diferentes: la perspectiva diacrónica o eje de sucesiones (dia = a través de) y la perspectiva sincrónica o eje de simultaneidades (syn = a la vez, kronos = tiempo). A. La perspectiva DIACRÓNICA, o eje de sucesiones (dia = “a través de”). Las lenguas, como todo lo existente, están sujetas al cambio y se hallan en constante evolución. Los cambios, sin embargo, son tan lentos que el hablante no puede percibirlos y tiene la sensación de un sistema inmóvil. Para el hablante sólo existe la perspectiva sincrónica, es decir, el estado en que se en cuentra la lengua en su época. El investigador puede sin embargo analizar, contrastando textos escritos en diversas épocas, los cambios experimentados. En cada momento de su historia la lengua se presenta como un sistema, pero este sistema es el fruto de reestructuraciones constantes. La lengua actúa, en efecto, como un mecanismo autorregulador que se va modificando sin dejar de mantener en cada momento las distinciones pertinentes, relevantes para las exigencias de la comunicación en cada época. -
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La lingüística diacrónica describe los fenómenos lingüísticos en su evolución histórica. Selecciona u aspecto de la lengua —generalmente aislado— y analiza sus sucesivas transformaciones considerand un intervalo de tiempo suficiente: p. ej. los cambios fonéticos del latín vulgar al castellano primitivo la pérdida del sistema de casos, los cambios de significado de tal o cual término, la evolución de determi nada construcción sintáctica... B. La perspectiva SIN C R Ó N IC A . La lingüística sincrónica1 describe un estado concreto del sistema en un momento dado, haciendo to tal abstracción de las fases anteriores. La lingüística contemporánea es exclusivamente sincrónica y a este enfoque se han debido sus más importantes logros. La orientación sincrónica fue iniciada por Saussure, como reacción a la lingüística dia crónica de los NEOGRAMÁTICOS, dominante a comienzos del siglo12. Éstos se centraban en intentar describir leyes supuestamente inmutables que a su juicio regían la evolución fonética en las diversas lenguas. Saussure argumenta que las consideraciones diacrónicas son irrelevantes para describir un estado de la lengua. Utilizando la metáfora del juego del ajedrez, hace observar que. para describir las posiciones respectivas de las piezas en un momento del juego (sincronía no es necesario conocer cuáles han sido las piezas jugadas anteriores (diacronía). El lingüista, a su juicio, tiene necesariamente que optar por uno u otro enfoque.
DIACRONÍA
2.2. LOS N IV ELES FÓ NICO , M O R FO SINTÁC TICO Y LÉXICO . 2.2.1. DELIMITACION. Las lenguas naturales constituyen sistemas de altísima complejidad, estructurados en tres niveles o estratos diferenciados: el nivel fónico, el nivel morfosintáctico y el nivel léxico. A cada uno de estos niveles corresponden unas determinadas unidades cuya combinación está regida por determinadas reglas. A. EL NIVEL FÓNICO. Integran el nivel fónico: a) las unidades mínimas de carácter acústico en (me .ruie/Je Jfseastpw K /sic v'ivaAjuícr secuencia. b) los elementos suprasegmentales (acento de intensidad, tono, duración). 1Lingüística sincrónica no equivale necesariamente a lingüística estructural (la gramática tradicional, descriptiva y normativa, responde a una orientación sincrónica), pero toda lingüística estructural es necesariamente sincrónica. El enfoque de los temas de que es objeto este manual es el de la descripción sincrónica. Se observará, sin embargo, que introducimos alguna vez precisiones diacrónicas en el análisis de determinados fenómenos para una mejor comprensión de los mismos.
2H. Osthoff, K. Brugmann y la llamada “ Gramática Histórica”, representada en España por R. Menéndez Pidal.
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En la comunicación lingüística, el hablante produce determinadas secuencias fónicas, de cáracter con tinuo que tanto él como el oyente asocian a un significado global unitario. Por ejemplo: (Mi padre estájen casa) /rrúpádreestáqnkása/ (¿Cuánto cuestan las patatas?) /¿kuántokuéstanlaspatáts^?/ está cojo) /as^tórtjpjjgbjS^o/ (Tráigame un café con i®g:he) ATW®meunkafékMfPfeSe/
El análisis permite abstraer, en dicho continuum, un número limitado de unidades mínimas de carác ter funcional: los fonemas de la lengua en cuestión, (/m / / i / /p / /a / etc.).
Las unidades del nivel fónico carecen en sí mismas de significado: generan significado al combinarse entre sí. No son aún signos lingüísticos. El nivel fónico es estudiado por dos disciplinas: la fonética (en el plano del habla) y la fonología (en el plano de la lengua). En el epígrafe 2.5 ampliamos el análisis de dicho nivel. B. EL NIVEL MORFOSINTÁCTICO. El nivel morfosintáctico abarca, de hecho, dos subniveles diferenciados: el nivel morfológico y el sin
táctico. Dada su interrelación, se acostumbra a analizarlos conjuntamente. EL NIVEL MORFOLÓGICO.
Es el nivel de las formas (del griego morios = “forma”), es decir, de la estructura interna de las palabras. Las unidades del nivel morfológico son los morfemas y las categorías gramaticales que la lengua utiliza. En las secuencias anteriores reconocemos determinadas unidades que son ya signos lingüísticos pues
poseen significado. Su significante puede constar de varios fonemas o de uno solo. mi padre está en casa ese perro est á cojo
¿cuánto cuestan las patata s tráig a me un café con leche.
El significado de estas unidades es puramente gramatical, es decir, no remite a realidades externas a la lengua sino a la lengua misma. Los morfemas gramaticales establecen relaciones en el seno del discur so o remiten al eje hablante-oyente, en torno al cual el discurso se organiza. Mi relaciona al término siguiente con el hablante, -á indica que el hecho es simultáneo al momento del discurso, e n introduce una localización; ¿cuánto? sustituye a una cantidad ignorada, la s identifica como conocidas a p a t a t a s , donde s indica pluralidad; ese ubica es pacialmente a p e r r o , o designa género masculino; -ga presenta la acción como orden, no como un hecho; m e remite al hablante como destinatario, u n clasifica sin identificar (uno cualquiera), con introduce una determinación...
Los morfemas reciben denominaciones específicas (determinantes, nexos, pronombre^,etc.), así como las categorías gramaticales (género, número, tiempo, modo, persona, etc.). Las lenguas difieren en su índole y número. Al nivel morfológico se adscriben los denominados morfemas derivativos (prefijos y sufijos), que pueden tener significado léxico (Vid. infra) (perrera, paternal, distraer, etc.). LAS CLASES DE PALABRAS. La posibilidad de recibir determinados morfemas distingue las llamadas clases formales de palabras, (sesteros, adjetivos, verb^...) las cuales se encuentran, ade más, ligadas a determinadas funciones sintácticas. Así, en los ejemplos anterio res, observamos que padre, casa, patata, perro, café, leche pertenecen a una mis ma clase sustantivos cuya función privativa es la posibilidad de constituirse en núcleo organizador de oraciones; rojo pertenece a la clase de los adjetivos, cuya función es modificar a lojWustantivos; está, cuesta, traiga, son verbos —núcleo sintáctico de predicados. 83
OBSERVACIÓN.
Las clases de palabras, las categorías y morfemas gramaticales en general no responden a realidades extralingüísticas: son formas de analizar la realidad y pueden variar considerablemente de una lengua a otra. Las categorías gramaticales constituyen para una lengua simplemente todo aquello que dicha len gua obliga a expresar por procedimientos gramaticales. (Vid. texto: Relatividad de los conceptos gramaticales). EL NIVEL SINTACTICO. El nivel propiamente sintáctico es el de la articulación de las unidades entre sí. Los fenómenos morfológicos no pueden analizarse con independencia de los sintácticos: p. ej. el mor fema -n de cuestan que significa pluralidad está regido por el número plural de las patatas, el morfema -o de cojo por el género masculino de perro, etc. Las dislintas funciones ligadas a las clases de palabras que se dan en el seno de las unidades superiores a la palabra reciben diversas denominaciones en el análisis sintáctico de sintagmas y oraciones. Así se distinguen en éstas las funciones de sujeto y predicado y, en el interior de uno y de otro, núcleo y comple mentos de diverso tipo: (determinativos, directos, indirectos, circunstanciales, atributos, predicativos, agente, etc.) Cualquier unidad lingüística superior a la palabra puede considerarse por tanto como una estructura abstracta representada por la articulación de dichas funciones. Así
"Mi p a d r e está en casa" corresponde a S. + ¿Cuánto cuestan la s patatas? — C. C. Cant. E se p e r ro está cojo S. + V. copulativo + Tráigam e un café con le c h e V. transitivo
V. intransitivo + C. C. Lugar + V. intransitivo + S + (Modalidad interrogativa) ATR. + C.I. + C. D + (Modalidad imperativa)
Ejemplos de estructuras sintácticas. 1) 2) 3) 4)
S. S. S. S.
1) 2) + C.C.
3) 4)
+ + + +
V. V. V, V.
intransitivo Juan corre transitivo + C. D. Juan com e p e r a s transitivo + C. D. + C. I. Juan en trega la carta al portero copulativo + ATR. Juan e s alto
Juan Juan Juan Juan
corre en zapatillas. com e p e r a s en e l jardín. entrega cu idadosam en te la carta al portero. e s alto ahora... etc.
5) Det. + N. el perro; ese perro; mi perro... 6) Det. + N. + Adj. el perro negro; ese perro negro.. 7) Det. + N. + Cto. de N. el perro de Juan...
Las estructuras sintácticas básicas de una iengua constituyen un conjunto limitado. Sin embargo, co mo ha observado la gramática generativa, debido a la propiedad característica del lenguaje denominada reeursividad, pueden dar lugar a un número teóricamente infinito de combinaciones por autoincrustación, encajamientos o encadenamientos de sintagmas y oraciones. Un h om bre guapo (Det. + S. + Adj.) Un hom bre guapo, rico, inteligente.. (Det. + S. + Adj + Adj + Adj...) P edro s e ha m archado (S. + V.) P edro y Juan y A n d rés y Pablo s e han m archado (S. + S. + S. .. + V.) Éste e s e l h o m bre qu e s e casó con la chica. (que + Oración) Éste es el hombre que se casó con la chica que escribió el libro que... (que + oración [que + oración]...)
SEM ANTISM O DE L A S ESTRUCTURAS SINTÁCTICAS. Las estructuras sintácticas son, en alguna medida, portadoras de sentido, con independencia de las unidades léxicas que las integran. Las relaciones semánticas asociadas a dichas estructuras se proyectan sobre las palabras hasta el punto que pueden infundir cierto semantismo a términos sin significado, forjados artificial mente. En este mecanismo se basan los lenguajes inventados con propósito lúdico.
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/ He pilufado una pitufita muy pitufosa. 2 Pitufe usted en el pitufo. 3 Los loteros lolaros con tolos. 1) Se asocia a un proceso que recae sobre un objeto (femenino) que aparece calificado en superlativo. 2) Ordena ejecutar una acción en algún lugar. 3) Evoca un sujeto, una acción y un instrumento. Los significantes ficticios se connotan con los rasgos correspondientes. LA AM BIGÜEDAD SINTÁCTICA. Cuando una misma estructura sintáctica puede tener más de una interpreta ción semántica, decimos que existe ambigüidad sintáctica. Por ejemplo el temor de los enemigos puede interpretarse como nosotros tememos a los enemigos o como los enemigos nos temen; mujeres y hombres sabios pueden entenderse co mo mujeres sabias y hombres sabios o como hombres sabios y mujeres. La Gramática generativa explicaba estas construcciones recurriendo al concepto, básico en esta escuela, de estructura profunda, frente a estructura superficial. Aun que la estructura profunda se halla hoy en revisión, conviene recordar qué se enlim te. tjoc urna y por otra. La estructura superficial o patente (ES) es la organización sintáctica de la ora ción tal y como se presenta; es decir \o que electivamente olmos o leemos. Asi, por ejemplo: La circulación fu e desviada p or la policía. La circulación fu e desviada por un atajo. Tiene estructura superficial semejante. La estructura profunda o subyacente (EP) sería la organización de la oración a un nivel más abstracto, antes que se efectúen las transformaciones que condu cen a la estructura superficial. EP
reglas transformacionales
ES
La estructura profunda es la estructura abstracta básica que determina la in terpretación semántica. La EP de las oraciones anteriores es distinta. La representación aproximada sería:
0
0 \S V
V / (la p o li c ía )
( d e s v ía )
\S V
(S N ) Á c
SN \S N
\ S h l ~ ~
V /
(la c ir c u la c ió n )
(a lg u ie n )
(d e s v í a )
(la c ir c u la c ió n )
P rep . ( p o r u n a ta jo )
Una oración es ambigua cuando a una misma ES corresponde más de una EP Ej.: “Obligaron a disparar al soldado”. 02
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Otros ejemplos de ambigüedad sintáctica: La Crítica de Menéndez Pelayo fu é sangrienta, Juan quiere a su mujer y yo también, Se vende carrito pura enfer mo en buen estado. La ambigüedad sintáctica debe distinguirse de la ambigüedad léxica, que resi de en el carácter polisémico de las palabras. P. ej.: yo hago el cuarto. hago = 1) fabrico,
2) limpio,
cuarto = 1) habitación,
3) ocupo el lugar....
2) ordinal etc... (Vid. infra. polisemia. T. 2.6.3.B).
De ahí: 1) Yo limpio la habitación... etc. 2) Yo ocupo el cuarto tugar. 3) Yo fabrico el cuarto objeto. EL ORDEN DE LA S PALABRAS. Un factor que caracteriza las diversas lenguas es el orden de las palabras. Las reglas sintácticas que rigen la sucesión de los términos según la función gramatical desempeñada constituyen otras tantas ca racterísticas del sistema. Las lenguas que poseen el morfema de caso tienen mayor libertad de coloca ción. En las lenguas que carecen de este morfema, el orden constituye yna de las marcas de relación sintáctica. De ahí que el orden de las palabras pueda revestir valor diferencial en el plano de la lengua. querer es poder / poder es querer la madera rompió el hacha / el hacha rompió la madera la mancha cubre la tela / la tela cubre la mancha un psicólogo poco sabio / un sabio poco psicólogo cierto asunto / asunto cierto pobre hombre / hombre pobre Los dos primeros ejemplos se basan en el orden normal en castellano S + V + CD y el tercero en la posposición del adjunto determinativo de un sustantivo. Los dos últimos afectan, incluso, al conteni do semántico. Estas alternancias no deben confundirse con la flexibilidad de colocación que puede producirse en muchos casos en el plano del habla y que no tiene carácter diferencial sino estilístico. El orden informa en tal caso sobre la actitud psicológica del hablante ante el enunciado. Así, p. ej.: En esta casa no se puede dormir frente a No se puede dormir en esta casa. En el primer enunciado se antepone el sintagma en esta casa porque el hablante considera tema de su discurso la casa en cuestión. En el segundo, el tema antepuesto psicológicamente es la carencia de sueño (Vid TEMA/REMA, Tematización T. 10.4). El nivel morfosintáctico es estudiado por lo que comúnmente se denomina la “ gramática”. Los temas 3 a 10 desarrollan la caracterización morfosintáctica dé la lengua española.
C. EL NIVEL LÉXICO. El nivel léxico corresponde a los elementos lingüísticos que poseen significado léxico, es decir los lexemas. Por significado léxico entendemos un significado que remite a la realidad extralingüística. Las unida des-del nivel léxico remiten a un referente —real o imaginario— exterior a la lengua y al acto del discurso. padre
está
casa
cuestan
patatas
perro
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cojo
traiga
café
leche
Estas unidades denotan, como se ve, objetos, procesos y propiedades de objetos del universo extralingüístico. Como vimos en el T.l, las lenguas imponen una determinada categorización léxica a la sustan cia del contenido según las necesidades de sus usuarios. Los lexemas constituyen la base de las unidades léxicas. El concepto de unidad léxica está asociado al carácter unitario desde el punto de vista del significado de las unidades consideradas. Una unidad léxica puede estar integrada por más de un lexema: matasellos, bocacalle, vaivén. Son las palabras compuestas de la gramática tradicional. Normalmente, la unidad léxica coincide con la palabra. Sin embargo, en ciertos casos, una unidad léxica está integrada por más de una palabra: se trata de sintagmas lexicalizados que el hablante toma del conjunto de su memoria lexical del mismo modo que lo haría con cualquier unidad simple. No los construye, por tanto, en el momento del habla. Tal es el caso de: tener miedo, llave maestra, ponerse de rodillas, alta mar, meter la pata, emprender la huida, tomar el sol, etc. Los límites de la lexicalización pueden ser borrosos. De ahí que, en un sentido restrictivo, algunos autores consideren unidad del nivel léxico exclusivamente al lexema. El nivel léxico es estudiado por la semántica. En el epígrafe 2.5 ampliamos el análisis de dicho nivel.
2.2.2. LA LENGUA COMO SISTEMA DE SISTEMAS. Cada uno de los tres niveles constituye un sistema. El sistema fonológico está integrado por el subsistema vocálico y el subsistema consonántico. Los fo nemas vocálicos se oponen entre sí y lo mismo los consonanticos: a /e /i/o /u , pasa/pesa/pisa/posa, osa/usa b /fL /c /d /f/g ¡ y / k / l / j / m / n / n / p / r / r / s / t / y .
borro/zorro/chorro, día/fía/guía, chucho/ducho, día/fía/guía, jota/cota, cuna/luna, luma/llama/mam a, nido/mido, pena/peña, gnomo/pomo/romo, perra/pera/pesa, soda/toda, tema/ye ma (Vid. infra. 2.4). El sistema morfológico está integrado por diversos subsistemas: La oposición de género: o/a: gato/gata. La oposición de número 0/s: gato0/gatos. La oposición de tiempo: canto /canté /cantaré /cantaba /he cantado/había cantado/cantaría/habría cantado... La oposición de modo: canto /canté /cantaba /cantara... La oposición de persona: canto/canlas/canta/cantamos/cantáis/cantan... El subsistema del artículo: el /un. Los subsistemas de otros determinantes: posesivos: m i/tu /su ... demostrativos: este /ese /aquel... El sub sistema de los indefinidos: todos/alguno/ninguno/varios.. .etc., de los numerales: uno/dos/tres... primero /segundo /tercero... El subsistema de las preposiciones: voy a casa/vengo de casa/voy hasta casa. Café con leche /café sin leche, etc... El subsistema de los adverbios de lugar y tiempo: a q u í/a h í/a llí... h o y/a yer/m a ñ a n a ... entonces /ahora /después. ..etc. -
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El sistema sintáctico incluye la oposición de categorías o clases de palabras: sustantivos/adjetivos/verbos/...; de funciones gramaticales: sujeto/predicado... complemento directo/indirecto/eircunstancial, etc...; oposición de modalidad y de tipos de oración: afirmación /negación: Pedro canta/Pedro no canta; aseveración/mandato/interrogación... Pedro viene/Pedro, ven/¿Pedro viene?, etc. Los sistemas fonológico y morfosintáctico constituyen inventarios cerrados. Están integrados por uni dades en número limitado. El sistema léxico. Las oposiciones de significados léxicos son evidentes en determinados campos “pri vilegiados”, pero resultan más problemáticas cuando se aspira a abarcar la hipotética totalidad de las unidades léxicas. A diferencia de los anteriores niveles, el nivel léxico constituye un inventario abierto, con un número elevadísimo de elementos, débilmente trabados, cuya vinculación es mucho más inestable. Las delimitaciones recíprocas en determinados campos conceptuales son, sin embargo, un hecho: días de la semana, meses del año, estaciones, división cronológica del día, parentescos, clasificaciones empí ricas de animales y de plantas, de alimentos, microsistemas de verbos y adjetivos muy comunes, etc. lunes/m artes/m iércoles/..
prim avera/verano/otoño/invierno
m añana/tarde/noche
niñez/adolescencia/edad adulta/vejez
padre/m adre/hijo/abuelo/tío/sobrino/prim o/cuñado... alto/bajo ir/venir llevar/traer
enero/febrero/marzo...
hirviendo/caliente/tibio/frío/helado entrar/salir
andar/correr
carne/pescado/fruta/verduras/legumbres...
bueno/regular/malo
grande/m ediano/pequeño
dormirse/despertarse
subir/bajar
dar/recibir
ver/oir/oler/gustar/tocar
OBSERVACIÓN El enfoque estructural ofrece resultados prácticamente indiscutibles en los niveles fónico y morfosintáctico y revela importantes aspectos de la organización del nivel léxico. Sin em bargo, las dificultades con las que se enfrentan los análisis estructurales de este último nivel son evidentes. El léxico es el ámbito por excelencia de la semántica y la significación enlaza muy directamente con la experiencia extralingüística y la dinámica pragmática de la comu nicación. De ahí que, hoy por hoy, la posibilidad de una rigurosa semántica estructural con tinúa siendo una cuestión abierta (Vid. infra T. 2.6.4). Su carácter fuertemente estructurado hace que los sistemas fónico y morfosintáctico presenten una considerable estabilidad. Sus transformaciones en el eje diacrónico son extraordinariamente lentas y la integración de elementos extraños al sistema es difícil. En cambio, las alteraciones de ciertas zonas del sistema léxico (préstamos, cambios semánticos, neologismos, caída en desuso de términos), son fenóme nos que se realizan ante los ojos de una generación de hablantes. Por ello, las interferencias extrañas resultan mucho más graves para el sistema cuando afectan al sistema morfosintáctico. Sería impensable, por ejemplo, la repentina adopción de un nuevo género, de un pronombre demostrativo o posesivo nuevo, de una desinencia verbal distinta... Sin embargo, la presión unilateral ejercida por determinados medios de comunicación está hoy introduciendo distorsiones sintácticas debidas a traducciones apre suradas de otras lenguas que atentan a las reglas que vertebran el código del español.
2.2.1 INTERPELACION ENTRE LOS DISTINTOS NIVELES. La consideración de los tres niveles del lenguaje es de carácter metodológico. En la práctica, no puede efectuarse el análisis de un nivel del enunciado sin tener en cuenta los restantes. En efecto, los lexemas, los morfemas gramaticales, las relaciones sintácticas se establecen como tales en virtud de sus relaciones recíprocas. Las lenguas no son códigos biunívocos (Vid. T. 1.3.4) compuestos por unidades de significado fijo: los factores semánticos inciden directamente tanto en la segmentación como en la caracterización de las unidades de cualquier nivel.
Así, por ejemplo, son formalmente semejantes p a d r e y ladre; c a fé y ca n té ; c ierro y p erro ;
es en función del co nocimiento léxico que poseemos del término: p a d r - e /la d r -e (morf. gramatical 3a p. pres.
c a n ta r ía y z a p a te ría . Si Segmentamos y analizamos de modo distinto,
subj.), c ierr-o (morf. gramatical I a pers. pres. ind.), p e r r -o (mor. gramatical género), c a n t a -ría (morf. gramatical de potencial), za p a t-e r -ía (morfemas derivativos de oficio y lugar).
Del mismo modo, en los enunciados:
Cantaln p o r la m a ñ a n a . M e g o l p e ó c o n u n cantoO), interpretamos cantoui como cant lexema ("emitir sonidos melodiosos con la voz”) + o morfema gramatical ( I a per. s. pres. ind.) y eantoigi como canto li^jgttpa ("pedrusco” ) debido a que efectuamos simultáneamen te un análisis del nivel sintáctico que interpreta canto m como verbo en función del núcleo del predicado y canto aireomo sustantivo núcleo de un cto. circunstancial. Del mismo modo, en: L a c ir c u la c ió n f u e d e s v ia d a p o r u n p o lic ía . L a c ir c u la c ió n f u e d e s v ia d a p o r u n a ta jo . L a c ir c u la c ió n f u e d e s v ia d a p o r u n c a p r ic h o .
Interpretamos sintácticamente p o lic ía como cto. agente, a ta jo como cto. circ. de lugar y c a p r ic h o como cto. circ. de causa, debido al conocimiento léxico que poseemos acerca de dichos términos, ya que p o lic ía = (+ humano), a ta jo = (+ material), c a p r ic h o = ( + abstracto). La estructura sintáctica patente es, en efecto, la misma. Todo ello explica que el intento de construir una sintaxis con absoluta independencia de laKéonsideraciones semánticas, emprendida por la gramática generativa en ^ Comienza se haya revelado imponible.
1 5 . RELA CIO NES SINTAGM ÁTICAS Y PA R A D IG M Á TIC A S. Toda unidad lingüística, sea cual sea el nivel considerado, establece dos tipos diferentes de relación «m las unidades de su mismo nivel. %l Se denomina relación SINTAG M ÁTICA, la relación que contrae una unidad en el contexto con las pesiantes de su mismo nivel. La relación sintagmática es, pues, una relación en presencia. Ejemplos: MVEL FÓNICO: En la secuencia '/pesa/. / e l bstá en relación sintagmática con ¡fe/ y /a / Ip l con le í ís / y /a / / s / con le / / a / y / p / /a / con / s / l e í y Ip l Las relaciones sintagmáticas pueden considerarse tanto en el aspecto fonético como en el fonológico. La relación sintagmática a nivel fonético explica los fenómenos de anticipación o contagio del punto de articulación (Vid. infra T. 2.5.4): las metátesis (*GrabieI por Gabriel, *cocreta por croqueta); las inflexio nes vocálicas de algunas lenguas; p. ej. en bable: pirru por perro (la -u cierra a la e-) y otros. MVEL MORFOSINTÁCTICO: En la secuencia el niño tomaba pan. Simplificando un tanto, diremos que los morfemas el niñ o tom aba están en relación sintagmática. Esta relación explica el fenómeno de concordancia el, o, aba; (frente a la niña tomaba o los niños tomaban). La relación sintagmática entre tom y aba explica la obligatoriedad de la selección de la variante de imperfecto -aba de la Ia conjugación y no de -ta; (en -aba y no en -ía) (frente a com 0 p. ej.), etc.... MVEL LÉXICO: Niño, tomaba y pan están en relación sintagmática. La que existe entre tomaba y pan permite interpre tar tomaba en su significado de comía (frente a tomaba el aire, por ejemplo).
Obsérvese que, entre las relaciones sintagmáticas, las hay que tienen particular incidencia mientras que otras carecen de efecto alguno. En perro la relación sintagmática que incide es entre e y r, pues ésta abre la e. La que existe entre p y o carece de relevancia. Otro tanto puede decirse de el con respecto a tom. Hay relaciones sintagmáticas mucho más estrechas que otras. U N ID A D ES SUPERIORES A LAS PALABRAS En los ejemplos anteriores hemos seleccionado como unidades fonemas y sonidos, morfemas (léxicos y gramatica les) y palabras. Las relaciones sintagmáticas pueden evidentemente considerarse en unidades superiores a la palabra (sintagmas y oraciones).
en mesas de madera
comen pan
Todos los niños
ctrst^
....->RS<-
---------- 1---------> RS
1
m e compraría el periódico
I
¡
.--------------------------------»r s * --------------------------------- 1 RS = relación sintagmática.
B) Se denomina relación PARADIGMATICA la relación que contrae una unidad con las restantes de su mismo nivel que podrían aparecer en su lugar en el mismo contexto. Es, por tanto, una relación en a u se n c ia . Retomando los ejemplos anteriores, se darían las siguientes relaciones paradigmáticas: N IV E L FÓ N ICO :
/p/esa /b / /m / etc.
p/e/sa /// /a /
pe/s/a Vb/ /r / etc.
pcs/a/ /o /
La Ip l está en relación paradigmática con /b /, I m l y con cuantos fonemas puedan formar en dicho contexto palabras existentes en la lengua: la e con / y con a etc... NIVEL MORFOSINTÁCTICO: e l e s te mi un
n iñ o ito ato
etc.
tom a b a a ará ó aria
etc. El está en relación paradigmática con cualquier determinante en masculino singular; o con otros mor femas derivativos , aba con cualquier morfema gramatical verbal de tiempo y modo de Ia conjugación en 3a pers. del singular.
NIVEL LÉXICO: el n iñ o ho m b re tío a lb a ñ il
to m a b a co n ta b a ro b a b a c o m ía
etc., etc.
etc., etc.
pan le c h e fruta so p a
Niño está en relación paradigmática con cualquier unidad léxica que designe en masculino a alguien o algo susceptible de tomar pan', tomaba está en relación paradigmática con cualquier verbo que pueda recibir pan como complemento directo y tener como sujeto n iñ o ; pan con cualquier sustantivo que de
signe un tipo de alimento. Obsérvese que la posibilidad de establecer qué unidades léxicas entran en rela ción paradigmática depende de si se mantiene o no el significado. Si abrimos la posibilidad de cambio de significado, la lista aumenta inmediatamente. el niño tomaba /el fresco{ leí pelo/ /lecciones/
SINTAGMAS
Todos los niños ios presidiarios ios jardineros del duque quienes tú sabes etc., etc.
comen pan se sientan se apoyan etc.
en mesas en platos
de madera de mármol de mimbre etc. Rp.
en el comedor en casa de su tía etc.
R p.
Rp.
ORACIONES
Si tuviera veinte duros
me compraría el periódico
Si me interesaran las noticias Si no lo tuvieran en el bar etc.
te invitaría a un café me los jugaría a los chinos etc., etc.
1 4 . CO M PA TIBILID A D SEM Á N TIC A Y EST R U C TU R A C IÓ N SINTÁCTICA: G R A M A TIC A LID A D Y AC EPTA BILIDAD . La combinación de las unidades en cada uno de los niveles estudiados —fónico, morfológico, sintácti co y léxico— está sujeta a determinadas reglas en cada lengua. La aplicación de dichas reglas da lugar a secuencias bien formadas o gramaticales. Si se violan estas reglas se producen secuencias “agramaticales”. GRAMATICALIDAD El concepto de gramaticalidad procede de la gramática generativa. Para esta corriente lingüística, la gramática de una lengua es un conjunto finito de reglas —deducidas de un corpas suficiente de muestras— que permiten teóricamente el conjunto infinito de todas las expresiones posibles en dicha lengua y a la vez excluir las que no pertenecen a la misma. La gramaticalidad se define pues, con respecto a las reglas explícitas que el lingüista descubre como propias de dicha lengua. Una oración se considera gramatical cuando está bien formada según las reglas que han sido formula das para describir la competencia del hablante nativo ideal de una lengua. En sentido restringido, la gramaticalidad afecta sólo al nivel morfosintácíico y en este sentido utilizan dicho concepto los generativistas en un primer momento. Posteriormente, al incluirse en la gramática de una lengua reglas de selección léxica que tienen en cuenta el componente semántico, el concepto de gramaticalidad se extiende al nivel semántico: Ejemplos de agramaticalidad propiamente dicha (nivel morfosintáctico): *He visto una perro. * Vosotros irán al cine. *La mesa sobre quien escribo. *Padre tuyo está enfermo. *Ese chico está arquitecto. *Jaan pasea un paseo. Como puede observarse, se incumplen reglas que afectan a la concordancia, a la selección de formas pronominales, al uso del verbo copulativo, a la construcción de verbos intransitivos, etc. Son, en cambio, gramaticales, las secuencias correspondientes: He visto un perro. Vosotros iréis al cine. La mesa sobre la cual escribo. Tu padre está enfermo. Ese chico es arquitecto. Juan da un paseo/Juan pasea. -
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Ejemplos de agramaticalidad que afectan al nivel léxico (incompatibilidad semántica): *La sinceridad admira a Juan. *El niño transcurrió. *Pepe fu e abundante.
*Juan resolvió la pipa. *EI libro se dispersó. *Bebemos bocadillos de queso.
Estas oraciones, aunque no violan ninguna regla gramatical, resultan semánticamente inaceptables. En efecto, admirar selecciona —es decir, exige— un sujeto que posea el rasgo semántico (+ humano). transcurrir exige (+ temporal), abundar exige (— humano), resolver sólo admite como objeto términos con el rasgo (+ dificultad), beber requiere (+ líquido), etc. En este caso, lo que se incumple son restricciones de selección, es decir reglas que indican qué elemen tos léxicos pueden o no combinarse. Son, en cambio, gramaticales las secuencias correspondientes: Juan admira la sinceridad. El tiempo transcurrió. La cosecha fu e abundante.
Juan resolvió el problema. El rebaño se dispersó. Bebemos café con leche.
OBSERVACIÓN El concepto de gramaticalidad es descriptivo, no normativo.
Las secuencias citadas son agramaticales porque violan reglas interiorizadas por cualquier hablante nativo de habla española, no porque la Academia —o cualquier otra institución— decrete que sor. incorrectas. La norma preceptiva consiste en que una determinada institución creada al efecto (p. ej. Real Academia de la Lengua) o un grupo determinado de individuos al que conviene reconocer autoridad, decide y fija entre los diversos usos que de hecho se dan entre los hablantes, cuáles deben seguirse y cuáles deben ser rechazados. Así acepta determinadas construcciones gramaticales, usos léxicos, introducción de términos, pronunciación de pa labras, etc., en tanto que rechaza otros como incorrectos. La norma preceptiva prescribe, pues como debe hablar y escribir el usuario culto de una lengua para ser reconocido como tal (Vid T.15). Aunque uno de los objetivos de la enseñanza de la lengua a niveles escolares sea dar a conocer al estudiante cuáles son las formas gramaticalmente correctas desde el punto de vista de la norma preceptiva, con el fin de dotarle de la necesaria competencia en el uso de su lengua en el nivel culto, no debe olvidarse que la lingüística es una ciencia descriptiva, no normativa.
Por aceptabilidad se entiende algo mucho más amplio: Un enunciado es aceptable si ha sido o podría ser utilizado por un hablante nativo en una situación determinada y ha sido o podría ser considerada como perteneciente a la lengua en cuestión por otro hablante nativo. El término aceptable es más primitivo en cuanto que, en oposición a gramatical y signi ficativo no depende de definiciones específicas o teorías de la lingüística (Lyons). Son aceptables los enunciados que son plenamente naturales e inmediatamente inteligibles y que de ningún modo resultan estrafalarios o chocantes. Evidentemente la aceptabilidad es una cuestión de gra dación, reducible a dimensiones distintas. Nú hay que confundir el concepto aceptable con gramatical. Aceptabilidad es una magnitud que per tenece al campo de estudio de la actuación lingüística. Gramaticalidad, por el contrario, pertenece al dominio de investigación de la competencia1 lingüística. (Lyons: Introducción a ¡a lingüística teórica)
'(Recordemos que por competencia y actuación debe entenderse, respectivamente, lo que Saussure denomina lengua y habla).
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Una secuencia puede ser agramatical y sin embargo, ser emitida y aceptada por los hablantes de una lengua en mayor o menor grado. Un ejemplo del nivel morfosintáctico es la llamada concordancia por el sentido. La oración Se presentaron multitud de personas de todo tipo resulta aceptable pese a que viola la con cordancia sujeto-predicado. Otro tanto sucede con La entrada y salida de barcos ha sido aplazada. La aceptabilidad es, por tanto, cuestión de grado y, a menudo depende de sutiles matices. El enjambre de avispas se alejaron es inaceptable. En cambio, lo sería menos Esa gente son amigos, que responde a idéntica estructura (sustantivo colectivo en singular, verbo en plural). Inversamente, una secuencia perfectamente gramatical puede resultar inaceptable. El siguiente ejem plo, impecablemente bien formado sería rechazado como estrafalario y chocante por cualquier hablante: A m í me han dicho que a tí te han dicho que yo había dicho lo que tú me habrías dicho que dijera (Cf. recursividad: Vid. supra). Existen conocidos ejemplos literarios que juegan humorísticamente con este tipo de inaceptabilidad: M i c u ñ a d o ten ía , p o r p a r te p a te r n a , u n p r i m o h e r m a n o c u y o tío m a te r n o te n ía u n s u e gro, c u y o a b u e lo p a te r n o s e h a b ía c a s a d o e n s e g u n d a s n u p c ia s c o n u n a jo v e n in d íg e n a , c u y o h e r m a n o h a b r á c o n o c id o , en u n o d e s u s via jes, a u n a m u c h a c h a d e la q u e s e e n a m o ró y c o n la q u e tu v o u n hijo, q u e s e ca só c o n u n a fa r m a c é u tic a ... (Ionesco. L a C a n ta n te C alva)
ACEPTABILIDAD E INACEPTABILIDAD SEM ÁNTICA La inaceptabilidad de un enunciado en el nivel semántico puede ser de diversa índole: a) Inaceptabilidad estrictamente lingüística. Secuencias del tipo *la estatura me da vértigo, *se rompió la pierna de la mesa, *el lápiz se ha derramado, son inaceptables —y agramaticales— en cualquier contexto y situación. Ningún hablante nativo las utilizaría. Si las oyéramos en boca de un extranjero, objetaríamos eso no es español, o no se dice así; se dice: la altura me da vértigo, se rompió la pata de la mesa, el lápiz se ha caído. En español, en efecto, estatura y pierna sólo se usan referidos a seres humanos; derramar se aplica sólo a líquidos. b) Inaceptabilidad semántica propiamente dicha. Un caso distinto se plantea con secuencias del tipo *la sinceridad admira a Juan * el perro desnu da al viento * el plátano muerde el significado. Estas expresiones, contrariamente a las anteriores, están en perfecto español. Si son inaceptables es porque son no significativas en una situación normal de discurso. (La objeción sería: no tienen sentido). c) Inaceptabiíidad lógica. La inaceptabilidad de enunciados como los siguientes reside en la ruptura de las implicaciones lógicas. Las expresiones son “contradictorias”. (La objeción sería: es absurdo). *Ha salido a cenar con su viuda. *Esa mesa redonda es cuadrada. *¡Apresúrate despacio!. Tanto este tipo de enunciados como el anterior son inaceptables si se presentan como referenciales. En el marco de un discurso adscrito a la función poética se rían absolutamente aceptables. Precisamente, ésta consiste en producir efectos presión —es decir del mensaje lingüístico— (Vid. tos, la función poética utiliza la violación de las tradicionales tropos —metáfora, personificación, -
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inusuales en el plano de la ex T.l). Entre otros procedimien reglas de selección léxica. Los sinestesia, metonimia, etc— y
otros muchos recursos estilísticos no son sino deliberadas incompatibilidades se mánticas. La literatura mística utiliza la paradoja —incompatibilidad ló g ic a para intentar reflejar experiencias inefables. El humor absurdo utiliza asimismo este tipo de incompatibilidad. La lírica surrealista practica también las combina ciones más provocadoras y chocantes. El calor rojo de la noche/La noche cae tostada/sobre el río (N. Guillén). ¡Qué tranquilidad violeta! (J. R. Jiménez). Vivo sin vivir en m í (Sta. Teresa). Leche para comer (anuncio publicitario). — ¿Podría embarcar hoy? - Si paga bastante, podría incluso embarcar ayer. (Her manos Marx. Una noche en la ópera). d) Inaceptabilidad pragmática. Enunciados del tipo Los burros vuelan, Juan ve el aire, M i perro dice que está harto de comida de lata, Tengo una sortija de mercurio, resultan inaceptables si se toman como referidos al mundo real. La experiencia nos demuestra, en efecto, que el aire es invisible, que los animales no hablan, que el mercurio es líquido a temperatura ambiente, etc. Nuestra objeción sería por tanto: no es cierto. Estos enunciados serían, sin embargo, aceptables, si se presentaran como referidos a otros univer sos posibles. En los relatos de ficción de todas las épocas —que no implican necesariamente presen cia de función poética— son perfectamente habituales. Los animales hablan en fábulas y cuentos (El lobo le dijo a Caperucita...) y cualquier alteración de las leyes físicas o biológicas es posible. (Piénsese como límite en los modernos relatos de ciencia ficción). e) Inaceptabilidad de registro o de connotación. En el acto concreto del habla, un enunciado puede resultar inaceptable por no ajustarse al registro requerido o por incluir términos cuyas connotaciones son socialmente improcedentes. Ej: ¡Está Vd. presionando mis metatarsos con los suyos!, Para sacar hidrógeno por electrólisis se agarra un cacha rro con agua y se meten unos chismes que..., M i padre estiró la pata hace un año.
2.5. FO N ÉTICA Y FO N O LO G ÍA La profundizaeión en el análisis del nivel fónico del lenguaje requiere unas consideraciones prelimina res acerca de los fenómenos psicológicos y acústicos en los que dicho nivel se fundamenta. Comenza mos, por tanto, por exponer una breve introducción descriptiva del aparato fonador humano, del meca nismo de la articulación y de las clases de sonidos que ésta origina. 2.5.1. L O S O R G A N O S D E L A F O N A C IO N : EL M E C A N IS M O D E L A A R T IC U L A C IO N . La especie humana ha habilitado como transmisor de los mensajes lingüísticos un conjunto de órga nos pertenecientes a sistemas que desempeñan otras funciones: el aparato respiratorio y la parte inicial del aparato digestivo (fig. 1). La descripción del aparato fonador humano y del mecanismo de la articulación no pertenecen a la lingüística sino a la anatomía y a la fisiología humanas. Su conocimiento resulta, sin embargo, necesario como introducción al estudio del nivel fónico de la lengua. La caracterización de las unidades del nivel fónico se definen comúnmente, en efecto, en términos articulatorios. Esta clasificación resulta más accesible para el no especialista que la clasificación acústica, puesto que es directamente verificable articulando el sonido con atención. Los sonidos del habla son la resultante de un tono fundamental producido por la vibración de las cuerdas vocales y de los tonos secundarios que se producen según el tamaño y la forma que adoptan -
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las cavidades que la onda sonora atraviesa. Los rapidísimos movimientos de los órganos móviles —mandí bula inferior, labios y sobre todo la lengua— originan sucesivas modificaciones de forma y volumen del resonador bucal. El velo del paladar, por su parte, actúa incorporando o no a éste el resonador nasal. El timbre específico de cada sonido se debe a la posición que en cada caso dichos órganos adoptan.
A) PAPEL DE LAS CUERDAS VOCALES La materia con que se producen los sonidos es el aire expirado. Éste pasa por la tráquea y llega a la glotis donde se encuentra con unos músculos en forma de esfínter: las cuerdas vocales, que pueden o no obstaculizar su paso. Si permanecen pegados a las paredes de la glotis, la columna de aire sale libre mente y no se produce vibración alguna (fig. 3.1). Si, por el contrario, las cuerdas vocales se juntan, el aire, al apartarlas a su paso origina una vibración de las mismas (fig. 3.2). De ahí una primera división de los sonidos en: Sordos:
Glotis abierta. Paso franco del aire. No hay vibración, (ej. [p] [t] [k] [f] [s] [0] [c] [^]).
Sonoros:
Glotis cerrada. Vibración, [b] [d] [g] [y] [m] [n] [ñ] [1] [¿] y todas las vocales. La vibración o ausencia de la misma puede comprobarse pronunciando cualquier vocal mientras se coloca un dedo en la nuez de Adán y haciendo otro tanto a continuación con cualquier consonante sorda continua, p. ej. [s] [f] o [0], Esta comprobación resulta difícil en los restantes casos ya que las consonantes no continuas — es decir no prolongables— necesitan de vocal para pronunciarse y la sonoridad de la vocal falsea inevitablemente la observación.
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EL RESONADOR NASAL Al llegar a la cavidad oral, la columna de aire expirado se encuentra con dos posibilidades: salir por la boca o por la cavidad nasal. El velo del paladar —paladar blando— rematado por una excrecencia móvil, la úvula o campanilla, puede adherirse o no a la pared de la faringe. Si se adhiere, cierra el paso a las fosas nasales y el aire sale exclusivamente por la cavidad oral. Si no se adhiere, el aire sale por la nariz en su mayor parte (fig. 4). Así tenemos una segunda división de sonidos en: Orales: Paso cerrado. El aire sale por la boca. Nasales: Paso abierto, el aires sale por la nariz y solo secundariamente por la boca. La nasalidad puede comprobarse intentando pronunciar un sonido nasal [m] [n] o [ñ] con cualquier vocal de apoyo mientras se obstruye la salida del aire tapando las fosas nasales. Obsérvese en cambio que tal obstrucción no afecta a ningún sonido no nasal, ej: maná/bata.
SONIDOS VOCÁLICOS Y CONSONANTICOS Cuando el aire expirado no encuentra obstrucción alguna a su paso, se producen los sonidos vocálicos o vocales. Las variaciones de timbre se deben a la simple modificación del resonador bucal por la posi ción que adoptan los órganos móviles, activos (lengua, labios, etc.). Todos los sonidos restantes, es decir aquellos que encuentran algún tipo de obstrucción, completa o incompleta, se denominan consonantes. Desde el punto de vista fonético, aunque no del fonológico, se habla de soni dos intermedios que participan del carácter de ambas: son las semiconsonantes (primera vocal de un diptongo creciente p, ej.: la / / / de ié, la l u í de ué) y semivo cales o segunda vocal de un diptongo decreciente, ej.: la l i l de ai, ei, la l u í de ■au, eu. Fonéticamente, se trascriben como [/] [»*],['] [«], [pjé\ pié [bwuéno] bueno [baHe] baile \káusa] causa MODO DE ARTICULACIÓN El modo de articulación de un sonido es la posición que adoptan los órganos articulatorios en cuanto a su grado de abertura o cierre. Según este rasgo, las consonantes se dividen en: OCLUSIVAS; el contacto entre los órganos es completo y por tanto se cierra momentáneamente el pa so del aire. \p] [ó] [/] [d] [i] jg] [v] [m] [n] [n] que sale formando una pequeña explosión (de ocludere = cerrar). FRICATIVAS', el contacto entre los órganos es incompleto. Se produce un estrechamiento que deja pa sar el aire con un rozamiento [0] [/] [s] fy] [/] [d] \g\ ¡y], AFRICADAS4, combinación de los anteriores, es decir, oclusión, seguida de fricación, [cj.
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LÍQUIDAS; Se denominan líquidas aquellas consonantes que combinan una oclusión y una abertura del canal bucal de manera simultánea como las laterales o de manera sucesiva como las vibrantes1. a) LATERALES: se produce una oclusión que permite, sin embargo, al aire salir por un lado de la boca o por ambos [7] [/]. b) VIBRANTES: se produce por una vibración en el punto de contacto, simple [r] o múltiple [r]. Las consonantes líquidas tienen su articulación al mismo tiempo ([/]) o intermitentemente ([r] [r]), cierre o fricación. PUNTO DE ARTICULACIÓN Es el lugar en que se produce el contacto o Sa aproximación entre los órganos móviles y los fijos. La cavidad oral se considera dividida en zonas de descripción articulatoria. Los sonidos se clasifican según la zona en que se producen en: bilabiales, labiodentales, interdentales, dentales, alveolares, palatales (pre palatales, mediopalatales, postpalatales) y velares. Según intervenga el ápice o el dorso de la lengua pue de añadirse APICALES Y DORSALES (fig. 2).
2.5.3. S O N ID O S
)' F O N E M A S:
FO N E T ICA
KF O N O L O G IA .
Como se ha dicho, el lenguaje se manifiesta, en el plano fónico, como una cadena o sucesión ininte rrumpida de modulaciones de la voz, sin más soluciones de continuidad que las pausas que hace el ha blante. En esta cadena, el análisis permite delimitar las unidades mínimas de las que puede considerarse formada dicha cadena y establecer su inventario para una lengua dada. Si nos atenemos a la descripción física de las unidades diferenciadas que regularmente aparecen en el habla, obtenemos un número relativamente elevado de sonidos distintos. En tal caso tendremos una descripción fonética. El número de sonidos que pueden diferenciarse en el habla es extraordinariamente eleva do. Todo depende de la precisión que queramos establecer en la descripción de la perfec ción de los instrumentos con que los analicemos (espectrógrafos, films radiográficos, etc.) y de la f i n a l i d a d que la descripción se proponga. Si en la descripción se incluyen caracterís ticas debidas al h a b la n te in d iv id u a l (timbre peculiar de voz, edad, sexo, situación anímica, etc.), los matices y variaciones acústicas se multiplican considerablemente.
En lo que a la descripción lingüística se refiere, se opera con cierto grado de abstracción: se prescinde de los matices individuales y se retienen sólo los rasgos comunes que aparecen en los hablantes de una lengua dada para inventariar así los sonidos del habla de dicha lengua. En el plano del habla, una lengua se caracteriza, en efecto, por una determinada realización fonética normal de sus unidades fónicas en función de su posición en el contexto. Cuando aprendemos una lengua extranjera nos esforzamos en pronunciar lo más exactamente posible todas sus variantes posicionales. Y es bien sabido que resulta imposible alcanzar la perfección del hablante nativo. Por mucho que se domine el sistema, siempre subsiste un acento que traiciona. Si nos atenemos a la descripción de las unidades funcionales de la lengua, las unidades obtenidas son los fonemas. En tal caso, tendremos una descripción fonológica. La fonología, nacida con los trabajos del Círculo lingüístico de Praga en 1927 (Trubetzkoy, Jakobson) vino a dar respuesta a un hecho que desde antiguo, causaba la perplejidad de los fonetistas; a saber: que el hablante no es consciente de la extrema multiplicidad de los sonidos que oye o profiere. Donde cree oir o pronunciar un sonido, p. ej.: a o b único, el análisis fonético revela diferencias acústicas a veces considerables.
Acústicamente, las líquidas poseen a la vez carácter consonántico y vocálico. De ahí que puedan articularse después de las oclusivas y ante vocal formando sílaba: pra, cía, tra, etc.
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La fonología aplica al plano fónico la concepción Saussureana de la lengua como un sistema en el que cada elemento se define sólo por su oposición funcional con los restantes Las unidades fónicas se establecen, pues, no sobre la base de sus características físicas — variables al infinito— sino por su función distintiva de significados.
Lo que llamamos / b / en español no corresponde físicamente a un sonido, sino a un número indeter minado de sonidos, entre los cuales los más extremos y diferenciados son el oclusivo de ambos y el frica tivo de rabo. Físicamente, se trata de sonidos diferentes, pero para el punto de vista perceptivo de un hablante español se trata de una misma cosa. Un español oye / b / en tanto que función, no en tanto que sonido físico: su atención se centra, no en la forma física de cada /b / que oye, sino en la forma funcional. Por eso no se percata de la diversidad. Para él, la forma de / b / no radica en la totalidad de los datos físicos que en cada caso impresionan sus sentidos, sino sólo en aquéllos que dentro del código que maneja resultan pertinentes (...) Decir basa con la /b / de ambos con la de rabo no aporta ninguna diferencia de información a su finalidad comunicativa. En cambio, para el hablante, será esencial la so noridad de /b /, que le permite distinguir basa, de pasa, o la falta de nasalidad, que le permite diferen ciarla de masa o el carácter labial que le permite distinguirla de tasa. Estas tres características físicas —sonoridad, falta de nasalidad, labialidad — sí serán para nuestro hablante esenciales para su finalidad comunicativa, puesto que no le es indiferente decir basa, pasa, masa o tasa. ( R. Trujillo. Elementos de semántica dinámica). La fonología constituyó la base de la lingüística estructural que ha dominado en gran medida la refle xión lingüística contemporánea. El método forjado por la fonología se extiende despúes al estudio de los planos morfosintácticos y léxico. (Vid. supra T. 2.1.2.). 2.5.4. L O S S O N ID O S DEL H A B L A DEL E S P A Ñ O L . Citemos a título de ejemplo algunos sonidos del habla del español. Se observará que es necesario pres tar atención expresa para captar las diferencias. La e de perro es abierta y la de pelo es cerrada. La a de mal es velar, pero no lo es la de pasa (fig. 5). Perro [pero] pelo ¡pelo] pasa [pasa] mal ¡mal]. La b, la d y la g son oclusivas en posición inicial y fricativas en posición intervocálica (fig. 9). bota [bota] dar [dar]
cantaba [kantada] hada [ada]
goma [goma]
pagar [pagar]
La y de yunque y cónyuge es oclusiva; la de mayo es fricativa. Yunque [yunke] conjuge [konyuj^e] mayo [mayo] (fig. 9). La k de quien es palatal [k'jen]; la de cuna es velar [kuna] La n ofrece múltiples variantes (fig. 6). Nota [nota] (alveolar) lince [liQtie] (interdental) antes [a$tes] (dental) confuso [Ao^/uso] (labiodental) concha [konca] angustia [angustia] (velar) (fig. 7). La s de salir es sorda [salir], la de rasgar, es sonora [razgar]. Todas estas diferencias fónicas se deben en general a fenómenos de anticipación o de contagio de los sonidos contiguos. Están, pues, condicionados por el contexto fónico. La [/] vocal palatal atrae el punto de articulación de la [A] de quiso o de quien. (Otro tanto sucede en menor medida en queso o quema). La [f] labiodental atrae a la [/í] de enfermo, la [g] velar de angustia la retrotrae al velo del paladar, etc... La contigüidad de las vocales afloja la articulación de [b] [d] [g] impidiendo el contacto pleno, etc.
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C O N S O N A N T IC O S
C O N S O N A N T IC O S
(P U N T O D E A R T IC U L A C IÓ N )
(M O D O D E A R T IC U L A C IÓ N )
Fig. S LUGAR Y MODO DE ARTICULACIÓN DE ALGUNOS SONIDOS DE HABLA
CUADRO SINÓPTICO DE LOS SONIDOS CONSONANTICOS DEL HABLA EN ESPAÑOL (SIMPLIFICADO) BILABIALES
OCLUSIVAS
FRICATIVAS
sorda
sonora
ipj
Ib] bueno
padre
ID lobo
LABIODENTALES INTERDENTALES sorda
sonora
sorda
sonora
[¡i hazte in fácil
m mozo
a luzbel
DENTALES sorda
sonora
w todo i
pasta
ALVEOLARES
[d]
[k]
doy
casa
u] gato
IKI jefe
M pagar
[s]
sorda
sonora
sonora
paso
sonora
VELARES sorda
m hada
sorda
PALATALES
[y] mayo
[z] rasgar [c] chocar
AFRICADAS
LATERALES
[i] lamer
VIBRANTES
[r] [f] pera rosa
[y] cónyuge ú llueve colcha
NASALES
[m] mal
IR]
enfermo
[5] lince
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153 antes
In] lana
12] año ancho
m angustia
2.5.5. L O S F O N E M A S D E LA L E N G U A . Si en lugar de delimitar las unidades físicas del habla nos proponemos establecer de qué elementos mínimos con valor diferencial se vale una lengua dada, el número de unidades se reduce considerable mente. El método para establecerlos no es ya la observación experimental sino un método estrictamente lingüístico: la conmutación en idénticos contextos. En efecto, se trata ahora de establecer y definir las unidades fónicas que en dicha lengua permiten distinguir significados, es decir, poseen valor funcional. La articulación exacta bajo la cual se manifiestan es ahora indiferente puesto que nos situamos en el plano abstracto, virtual, del sistema de la lengua. Las unidades obtenidas son los fonemas de dicha lengua. La descripción de estas unidades será una descripción fonológica, y su inventario establece un sistema en el que cada unidad sólo puede definirse en su oposición con las restantes. LAS LENGUAS SE CARACTERIZAN POR SU SISTEMA FONOLÓGICO. Entre todo el conjunto de sonidos que pueden articularse, cada lengua selecciona un reducido número (entre veinte y cincuenta como máximo) que constituyen el sistema fonológico que la caracteriza. Ejemplos: El francés posee fonemas que el español no posee. Por ejemplo l i i ‘1 ( z l (jour) / v / (viens) y recíprocamente, carece de /£/, de 1^1 y de IB/. El inglés posee /*/ (she) Izl (job) leí (chip) /# / (think). etc. El árabe no conoce lpl\ tiene sólo Ib/. El japonés carece de nasales; el chino tiene /// pero no /r / (de ahí las conocidas confusiones: el pelo ladla). El hawaiano tiene diez vocales, y ocho consonantes solamente labiales o velares, sin ninguna dental. El tahitiano, en cambio, carece de velares. Estas diferencias de naturaleza se plasman en la acomodación de los préstaqios que se adaptan por lo común al sistema fonológico propio sustituyendo los fonemas extraños por los que más se les parecen de la lengua propia (Inglés shampoing [sapwéj ; esp. champú). Una diferencia puramente fonética en una lengua puede constituir un rasgo pertinente en otra: el fonema /// en inglés se realiza como [/] (light) o como [fl / velarizada (battle). En polaco, estas eles son fonemas distintos [?] [£], variantes fonéticas de leí en español tienen valor diferencial en muchas lenguas. Catalán [dfu] (dios) [d?u] (diez); Francés: mere l eJ (madre), mer /? / = mar, etc.)1. Por otra parte, no todas las combinaciones están permitidas. Cada lengua se caracteriza, además de por la naturaleza y número de sus fonemas, por una determinada probabilidad de aparición de los mis mos en determinadas posiciones. Así, secuencias como aml, kso, tía, optf, eibt, no podrían darse en ninguna palabra es pañola. En cambio, secuencias inexistentes como naca, poler o lita resultan fonológica mente aceptables, en español. No existen tales palabras, pero podrían existir. En alemán son perfectamente normales conglomerados consonánticos como ngts, schw, tschl o tzt (Angst, schwebt, entschlonen, tetzt). La /i/ es la vocal de aparición más frecuente en griego moderno mientras que en inglés lo es la Id. Ninguna palabra del euskera puede empezar por /f/ o por /r/, etc... DEFINICIÓN E IDENTIFICACIÓN DE LOS FONEMAS DE UNA LENGUA. Un fonema es una unidad abstracta integrada por un conjunto de rasgos pertinentes o diferenciales. Se denomina rasgo pertinente toda característica articulatoria (sonoridad, sordez, nasalidad, oralidad, lugar de articulación, oclusión, fricación, etc) cuya supresión da lugar a otro fonema del sistema. Los ras.gos pertinentes de un fonema se establecen por oposición con los restantes fonemas en el marco del sistema. Un fonema no puede, pues, definirse aisladamente.
'La / ü / es una palatal cerrada labializada (punto de articulación como [/] y labios como fu]); la 161 también, pero media (fe] pronunciada con labios para [o)); / s í es una prepalatal fricativa sorda y / / / la sonora correspondiente; /v / es labiodental sonora (la sonora correspondiente a la [f])
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Así, la sonoridad forma parte de la definición de / b / pues, si se omite, aparece el fonema Ipl. Otro tanto sucede con la oralidad, pues, si se nasaliza, aparece /m /: pata/bata/mata. Al materializarse en el habla, aparecen, además de los rasgos diferenciales, otras características fóni cas que constituyen la realización normal del fonema. Estos rasgos son a veces permanentes, a veces regidos por la posición. Son los rasgos no pertinentes, es decir, irrelevantes desde el punto de vista fun cional. Si se suprimen o alteran, se produce solamente un efecto de anormalidad fónica en el discurso, pero la palabra en la que se insertan sigue siendo reconocible. No aparece otro fonema sino una variante del fonema en cuestión. Así, la /s/ se realiza en español como alveolar y apical. Pero si se articula como palatal y dorsal no se produce cambio de significado en alguna palabra:
casa:
[kása]
[kása]
En español existe un único fonema /s/. La apicalidad o dorsalidad son rasgos no pertinentes. Sí lo es en cambio el no ser interdental (pues no se confunde con /O/ casa/caza) ni velar (pues no se confunde con / /: caja. La oclusión o fricación no son rasgos pertinentes de Ibl Idl Igl. Según la posición de estos fonemas se realizan con uno u otro rasgo. Si oponemos Ibl a /p / podemos considerar ambas oclusivas, si / b/ a / / / ambas como fricativas. La definición o caracterización de un fonema incluye, en sentido estricto, todos sus rasgos pertinentes y sólo sus rasgos pertinentes. Es frecuente, sin embargo, que en su descripción se incluyan también los rasgos característicos de su realización normal en el habla (Vid. infra en 2.5.6. El subsistema consonántico). Para identificar los fonemas de una lengua se utiliza el método de la conmutación. Se comprueba sistemáticamente, sustituyendo uno por otro, si sonidos del habla que poseen algún rasgo común permiten en algún caso diferenciar parejas de palabras —es decir, si poseen valor funcio nal. Si es así, nos hallamos ante una oposición fonológica. En caso contrario, son variantes o alófonos de un mismo fonema. El conjunto de las oposiciones fonológicas constituye la estructura del sistema fonológico de la lengua en cuestión. Partiendo de ésta, como vimos, se define cada uno de los fonemas que lo integran. En la práctica, la conmutación se realiza sobre palabras cualesquiera. Sin embargo, las oposiciones realmente significativas son aquellas que afectan a palabras de idéntica distribución1. Así, hijo/hizo no es un buen ejemplo de oposición 0/ , puesto que una es un sustantivo y la otra una forma verbal que no aparecería nunca en idéntico contexto. En cambio sí lo son hijo/higo ( /g), peso/besó (p/b), pasar/casar (p/k), blanco/flanco (b /f), dado que su oposición permite que no se confundan enunciados posibles. Tiene varios hijos/Tiene varios higos. Pesó la medalla/Besó la medalla. Te tienes que pasar por la iglesia/Te tienes que casar por la iglesia. Tirar al blanco/ Tirar al flanco. Quiero un polo/Quiero un pollo. EL HABLANTE PERCIBE LOS SONIDOS COMO FONEMAS. Como dijimos, sólo prestando atención y con cierto adiestramiento se perciben las diferencias entre los sonidos físicos reales del habla. El hablante percibe directamente los sonidos como fonemas, filtra automáticamente los rasgos pertinentes del sonido que realmente llega a su oído. De ahí que cueste tanto captar las diferencias fonológicas ajenas a nuestro sistema. (Las distintas e del francés le suenan igual al que se inicia en el estudio de dicha lengua. Un hablante yeísta que no articula la / / / como tal, tampo co la percibe fácilmente y cree oir lo mismo en pollo y poyo, pues para él solo existe /y /) . La escritura alfabética como vimos, refleja en sus orígenes este fenómeno (Vid. T. 1). 101
2.5.6.
EL SISTEM A F O N O L O G IC O DEL E SP A Ñ O L .
A) EL SUBSISTEMA VOCÁLICO. El español posee solamente cinco vocales fonológicas que se oponen entre sí por la zona de articula ción y el grado de abertura. El subsistema vocálico del español presenta una gran simplicidad1: no existen vocales mixtas, ni na sales, ni distinción fonológica de grado de abertura de las vocales medias. a = vocal central abierta
o = vocal velar media
e = vocal palatal media
u = vocal velar cerrada
i = vocal palatal cerrada pasa/pesa/pisa
lana/lona/luna
beca/boca
rosa/rusa
EJEMPLOS DE OPOSICIONES: a/e; rasgo pertinente de la oposición: central, abertura máxima/palatal, aber tura media. La oposición de abertura se denomina gradual (posesión en mayor o menor grado de una cualidad). i/u; rasgo pertinente: palatal/velar (ambas poseen abertura máxima, es decir, son cerradas). e/o; rasgo pertinente: palatal/velar (ambas poseen abertura media). Las vocales posteriores se articulan con labialización (máxima en la /u /, me dia en la /o /, lo que acentúa el resonador bucal); las anteriores, sin labialización. Estos rasgos no intervienen en español en oposición fonológica alguna. PALATALES (anteriores) CERRADAS
/!/ V
\ MEDIAS
CENTRAL
VELARES (posteriores)
¡ 1 1
\
i i i
/ e / 'k
s
,x j
/o/ '
i \ i i
ABIERTA
/
(no labializadas)
1 1
(labializadas)
/a/
Fig. 6 TRIÁNGULO DE HELLWAG O TRIÁNGULO VOCÁLICO.
Fig. 7 ARTICULACIÓN AISLADA DE LOS FONEMAS VOCÁLICOS. Un fonema com o tal no se p u ed e p r o n u n c ia r . Lo que pronunciamos cuando, oralmente nos referimos a un fonema dado es la realización de este fonema que consideramos más c a r a c te r ís tic a , es decir la que corresponde en las vocales a su articulación aislada y en las consonantes a la inicial absoluta ante [a].
'Compárese por ejemplo con el sistema vocálico del francés (o del inglés): Fr. /a / il a fait, /a / il en fait; /ü / buche, / / / ¡el mere, Icé/ brun, /él brin, etc.
biche;
In g.
/ ? / b ad, / a : / calm , /
/ a b o u t,
13:1 bird, l i l p r e in . ship.
i:
Gieep.
a
cu i, e i c .
-
102
/« /
un,
/o /
eux,
/ó /
on;
le í
pain,
Id
peine,
mer,
B) EL SUBSISTEMA CONSONANTICO. El español posee diecinueve fonemas consonánticos, de los cuales tres son nasales y cuatro son líqui dos. Su descripción es la siguiente:
LIQUIDAS
NO LIQUIDAS
(son todas orales y sonoras) / p / (bi)labial oclusiva sorda oral / b / (bi)labial (oclus. o fríe) sonora oral / / / labio (dental) fricativa sorda I m l (bi)labial (oclusiva) (sonora) nasal
LABIALES
/ / / alveolar LATERALES -
/ dental oclusiva sorda oral I d l dental (oclus. o fric.) sonora oral /■&/ interdental fricativa sorda oral I n l dental oclusiva sonora nasal
DENTALES
/£/ palatal
7/7 alveolar simple VIBRANTES • VELARES
I k l velar oclusiva sorda oral I g l velar (oclus. o fric.) sonora oral Tij-/ velar fricativa sorda oral
PALATALES
/£ / /y / /s / In l
pesar/besar, setalseda,
palatal africada sorda oral palatal (oclus. o fric.) sonora oral (alveolar) fricativa sorda oral palatal (oclusiva) (sonora) nasal
posolfoso, retar/rezar,
base/fase,
lobo/lomo
pecholpeso,
higo/hijo hoyo/oso,
pasar/tasar/casar poco/pocho
saya/saña
ñtm o/zum o
pera/perra,
tapa/chapa perro/pelo para/pala
haba/hada/haga/haya oso/ojo
cama/cana/caña
lado/lazo, pido/pino
pecar/pegar sacarlsajar, macho/mayo,
I r l alveolar múltiple
casar/cazar -
103 -
polo/poílo
La siguiente serie de oposiciones permite comprobar que se trata efectivamente de
fo n e m a s.
Los r a s g o s p e r tin e n te s desde el punto de vista de las o p o s ic io n e s fo n o l ó g i c a s son los que aparecen fuera de paréntesis. Entre paréntesis figuran rasgos que caracterizan la articula ción del fonema pero que no son fonológicamente distintivos ya que no existe en el sistema fonema con el que puedarf ofrecer contraste. Por ejemplo / f / se realiza como labiodental, pero si se pronuncia bilabial sigue mante niéndose la oposición p / f , pues no existe en el sistema ninguna “bilabial fricativa sorda oral” La I s l se realiza como alveolar, pero si la pronunciamos como palatal (s dorsal andalu za) no hay diferencia fonológica. Por eso puede situarse fonológicamente entre las palatales. La m es oclusiva y sonora pero estos rasgos no la oponen a ningún fonema del sistema. (No existe ninguna “labial nasal fricativa” ni ninguna “labial nasal sorda”)
LIQUIDAS
NO LIQUIDAS
£
sonoras
0
sordas
Fig. 8 ARTICULACIÓN DE LOS FONEMAS CONSONANTICOS EN INICIAL ABSOLUTA.
EJEMPLOS DE OPOSICIONES p/f: pase/fase:
p = consonante no líquida, oral (bi)labial o c lu s iv a sorda / = consonante no líquida, oral labio(dental) f r ic a tiv a sorda Rasgo pertinente de la oposición: oclusiva/fricativa, o mejor o c l u s i v a / n o nen en el modo de articulación. Oposición, privativa (Vid. infra).
o c lu s iv a .
Se opo
r/I: p ir a /p ila
r/r: perro/pero
r = consonante líquida, v ib r a n t e simple, alveolar. / = consonante líquida, la te r a l, alveolar. Rasgo pertinente de la oposición v ib r a n t e /la t e r a l. Se oponen en el modo de articulación r = consonante líquida, vibrante m ú lt ip le , alveolar, sonora r = consonante líquida, vibrante s im p le , alveolar, sonora Rasgo pertinente de la oposición: s i m p l e / m ú l t i p le . Se oponen en el modo de articulación. Oposición gradual (Vid. infra).
104-
y/¡: poyo/polló y = consonante n o líq u id a , palatal, sonora, oral / = consonante líq u id a , palatal, sonora, oral Rasgo pertinente de la oposición: líquida/no líquida. Se oponen en el modo de articulación. 6/s: caza/casa 0 = consonante no líquida, oral, in t e r d e n t a l, fricativa, sorda. s = consonante no líquida, oral, a lv e o la r , fricativa, sorda. Rasgo pertiente de la oposición i n t e r d e n t a l/a lv e o la r . Se oponen en el punto de articulación. b/m:
b = consonante no líquida, oral, (bi)labial, oclusiva, sonora, n o n a s a l m = consonante no líquida, oral, (bi)labial, oclusiva, sonora, n a s a l Rasgo pertinente de la oposición: n a s a l / n o n a s a l. Se oponen en la nasalidad. Oposición privativa. EJEMPLOS D E OPOSICIONES CON M Á S DE UN RASG O DIFERENCIAL.
k/b: loco/lobo
k = consonante no líquida, oral, v e la r , s o r d a . b = consonante no líquida, oral, ( b i ) l a b i a l , s o n o r a . Rasgos pertinentes v e la r /la b ia l; s o r d a / s o n o r a . Se oponen en el punto de articulación y en el papel de las cuerdas vocales.
CLASES DE OPOSICIONES O p o s ic io n e s privativas Se llama oposición privativa a la que tiene por base la existencia o ausencia de un rasgo. Ej.: sonora/no sonora; oclusiva/no oclusiva; nasal/no nasal. p/ b\ t/d; k/ g
sorda/sonora
p / f ; t/0; k / x
oclusiva/fricativa (= no oclusiva)
b / m ; d/n; y /n
no nasal/nasal
E l t é r m in o q u e p o s e e e l r a s g o s e d e n o m i n a T É R M IN O M A R C A D O ; e l q u e n o l o p o s e e , T É R M IN O N O
son términos marcados en cuanto a sonoridad, /p/, /t/, /k/, en cuanto a oclu sión, /m /, /n /, en cuanto a sonoridad. Este tipo de oposiciones permite simplificar los análisis en térmi nos binarios: + = posesión del rasgo; - = ausencia del rasgo, procedimiento que utiliza también el aná lisis estructural de los elementos de otros niveles. M ARCADO, /b /, /d /, /g /,
OPOSICIONES PROPORCIONALES Obsérvese que la relación entre un miembro y otro es la misma. Cada pareja difiere en el mismo rasgo pertinente y tiene en común los restantes. p/b
=
t/d
p / f = t/ 9
k/ g
=
k /x
=
b/ m = d/ n
=
y/ n
OPOSICIONES GRADUALES. Se llama oposición gradual a la que existe entre fonemas que participan en mayor o menor grado de una misma cualidad; ej.: e / i (una es más cerrada que la otra) más vibraciones que r. OPOSICIONES NEUTRALIZARLES S e d e n o m i n a n e u t r a liz a c ió n la a n u l a c i ó n e n u n c o n t e x t o d a d o , d e u n a o p o s i c i ó n f o n o l ó g i c a .
mas que se neutralizan continúan manteniendo su función diferencial en otras posiciones:
-
105 -
Los fone
Ejemplos: En posición implosiva, —es decir en final de sílaba ante consonante— las oposiciones p/b t/d k/g se neutralizan. '[atlas] -[apto] atlas •, apto - [abpto]• “Yadías]• La oposición b/m se neutraliza ante m. submarino [submarino] [summarino]• La oposición i/y (vocal/consonante) se neutraliza entre vocales y en inicial + vocal. vino y agua [binoiagua] [binoyagua]• hiedra pedra] [yedra]» La oposición n/n se neutraliza ante c, así como l/l , —r[konca] .. kolca] concha colcha konca]• kolca] En posición final, implosiva o inicial, la oposición r/r se neutraliza. a la m o r ] , , [arto] amor harto ^^"[am or], arto] En inicial, sólo aparece r (si articulamos [r] se dará una pronunciación anormal, pero no diferencia dos significados: [rosa]» rosa —^ [rosa] Como se ve, la conmutación en estas posiciones no produce cambio alguno de significa do. La realización fonética normal en cada caso es la señalada con •. Cuando dos fonemas se neutralizan, e l r e s u lt a d o e n e l p l a n o f o n o l ó g i c o s e d e n o m i n a ARCHIFONEMA. El archifonema es una unidad abstracta que tiene como rasgos integrantes los rasgos comunes a ambos fonem as neutralizados. /aKdion/ laPtol laTlasl DESFONOLOGIZACIÓN / FONOLOGIZACIÓN S e d e n o m i n a D e sfo n o lo g iza c ió n la d e s a p a r ic ió n d e u n a o p o s i c i ó n f o n o l ó g i c a e n u n m o m e n t o d a d o d e
Lo que eran dos fonemas diferenciados se convierten en variantes o alófonos de un único fonema, o bien son sustituidos por un fonema diferente y se produce una reestructuración de todo el sistema. La desfonologización es un fenómeno d i a c r ó n i c o (Vid. supra 2.1.5).
la h is t o r ia d e u n a le n g u a .
Actualmente, en muchas zonas se está produciendo la desfonologización de la oposición 1/y (yeísmo). El andaluz y el español de América han desfonologizado la oposición s/0 (ceceo y seseo) (Vid T.16 y 17). l / y se oponen en el rasgo líquida/no líquida, (ambas son palatales y sonoras). Al perderse el rasgo líqui da se confunden en /y / y el hablante no distingue rayar de rallar, valla de vaya, etc. s/0 se oponen en el rasgo no interdental (palatal o apical)/interdental. Al perdesrse el rasgo interdental, se confunden en / s i palatal (s andaluza) y el hablante pronuncia lo mismo se va de casa como se va de caza; zapato = [sapato], cerilla = [serUa] como sale = [sale]. La f o n o l o g i z a c l ó n es el fenómeno inverso del anterior. Consiste en la aparición de una oposición fonológica. El fonema único latino /k / ha dado lugar en las lenguas románicas a dos fonemas: uno velar, análogo al original, y otro palatal de diversa realización: (quarere ——-#» querer /k / Caesar César / 0 / (it. Cesar l e / , fr. / s i César). Actualmente asistimos en zonas del andaluz a una fonologización, que da lugar a la opo sición e/e o/o a/a para indicar alternancia de número, dado que se pierde la -s final del plural: /kafé/ kafé (café/cafés) la ka'sa/ la kása (la casa/las casas). LA TRANSCRIPCIÓN FONOLÓGICA. Las transcripciones fonéticas se enmarcan mediante corchetes [ ] y las transcripciones fonológicas me diante barras //; cierro [Gjéfo] IQiérol lobo [lobo] /lo b o / enfermo [emférmo] /enférm o/
-
106 -
L a o r t o g r a f ía e s p a ñ o l a e s r e la t iv a m e n t e f o n o l ó g i c a , comparada con a de otras lenguas como el fran cés o el inglés. Se dan, sin embargo, algunos desajustes y no siempre un g r a f e m a o le tr a corresponde a un fonema.
Distintas grafías pueden transcribir un mismo fonema: I b / “ b” , “ v” : bueno, ventana; 1 0 1 “ c”, “ z” : cerilla, zapato; I k l “ qu”, “ k” : casa, queso, kilo. IgÁ “ g”, “ gu” : goma, guerra; / X / “ j ”, “ g” : jefe, geranio, jamón; /r / “ r ”, “ rr” : rosa, perro; ñ l “ i”, “ y” : idea, voy. Inversamente, la m is m a g r a f ía p u e d e c o r r e s p o n d e r a f o n e m a s d i s t i n t o s “ c” / 0 /, I k l cerilla, casa; “ g” : !g¡, l \ l goma, geranio; “ r” : /r/, /r / rosa, pera, “ y” : l i l /y /, voy, yunque. Finalmente, existe un grafema: la h , que no corresponde a fonema alguno: huevo luevo/, inhábil /in á b il/
2.5.1. LOS RASGOS SUPRASEGMENTALES. R a s g o s s u p r a s e g m e n t a le s s o n r a s g o s f ó n i c o s q u e a f e c t a n a s e g m e n t o s s u p e r io r e s a l f o n e m a
morfemas, palabras ú oraciones)
(a sílabas,
r e a lz a n d o a u n o s c o n r e s p e c t o a o t r o s .
L o s r a s g o s s u p r a s e g m e n t a le s : •
E l a c e n t o d e in t e n s id a d ( r e l a c i o n a d o c o n la m a y o r o m e n o r f u e r z a c o n q u e e s e x p u l s a d o e l a ir e
e x p ir a t o r io ) . •
E l t o n o o a lt u r a m u s ic a l ( e n t o n a c i ó n ) r e l a c i o n a d o c o n la f r e c u e n c ia d e l s o n i d o .
•
L a d u r a c ió n ( q u e p u e d e a f e c t a r a d e t e r m in a d o s s o n i d o s c o n t i n u o s ) .
EL ACENTO DE INTENSIDAD De estos rasgos, s ó l o e l a c e n t o d e in t e n s id a d t ie n e v a lo r f o n ó l o g i c o e n e s p a ñ o l . La alteración de la colocación de dicho-acento en ciertas palabras da lugar a cambios de significado. Posee, pues, valor fu n c io n a l.
peso/pesó
/péso/ / /pesó/
canto/cantó
/k án to / / /kantó/
depósito/depositó
/depósito/ / /deposito/
— — ------- / ----------- -----cántara/cantara/cantará
/Kántara / / /K antára/ / /kantará/ -
-
- , / -
-
-
/
-
-
-
El valor diferencial del acento de intensidad se da en otras muchas lenguas (inglés, ruso, alemán, hebreo...). En inglés, por ejemplo, se distinguen parejas como /éxport/(exportación)/expórt/ (exportar), no reflejado en la grafía export. En otras lenguas en cambio, el acento de intensidad carece de valor fonológico. Por ej.: en francés, donde todas las palabras son agudas. E n e s p a ñ o l , e l a c e n t o d e i n t e n s id a d , o a c e n t o t ó n i c o , e s u n r a s g o in h e r e n t e a la p a la b r a . E l e s p a ñ o l
es
le n g u a d e a c e n t o f ij o .
Toda palabra aislada tiene acento. En el discurso, las palabras átonas lo pierden. Su articulación se apoya en las palabras tónicas. mi casa es grande [mikásaesgránde] (átona)
(tónica)
(átona)
(tónica)
-
107
CLASIFICACION Según la posición del acento, las palabras se clasifican en español en
ag u d a s,
g r a v e s o l la n a s y e s d r ú j u la s .
Las AGUDAS son las que tienen el acento en la última sílaba: e j s salí/salí/, correr Ikorérl; veracidad /beraOidád/; colchón /kolcón/; cafés /kaíés/. Las GRAVES o LLANAS lo tienen en la penúltima: lobo /lobo/-, áspid /áspid/; coche /kóce/; elemento /eleménto/.
.
Las ESDRÚJULAS lo tienen en la a n t e p e n ú lt im a : pájaro Ipáyprol; sílaba /sílaba/; límite /límite/. E l e s p a ñ o l p r e s e n t a t e n d e n c ia a la a c e n t u a c i ó n l la n a
y las palabras esdrújulas
son muy escasas en el conjunto de la lengua. NORMA PRECEPTIVA
No hay que confundir el a c e n t o d e i n t e n s id a d , que es un rasgo prosódico (es de nivel fónico) con el a c e n t o e s c r it o o t ild e . L a n o r m a o r t o g r á f ic a p r e s c r ib e q u e lle v a n t ild e la s p a la b r a s a g u d a s q u e t e r m in a n e n vocal, n o s , las graves que n o terminan en v o c a l, n o s, y todas las esdrújulas. La transcripción fonética o fonológica incluye siempre el acento de intensidad. El TONO o ALTURA MUSICAL carece en español de valor diferencial en el nivel de la palabra1. En el de las secuencias oracionales permite oponer la aseveración a la interrogación: Viene Pepe / ¿Viene Pepe?
/biénepépe/ / /biénepepe/1 descendente/'ascendente. Tiene asimismo valor diferencial en la delimitación de oraciones (Vid. T.3). En la mayoría de las lenguas africanas, en algunas asiáticas y amerindias la altura tonal sí tiene valor fonológico: En chino, p. ej. se distingue
/káo/
(d ía ) de
/kao/
(b u e n o ).
La DURACIÓN tampoco tiene valor diferencial en español. Tanto este rasgo como el anterior pueden señalar matices expresivos en el habla, pero no oponen significados. Esto es imposible [esto es imposible] [esto es imposible]. La segunda pronunciación resulta más enfática que la primera. La duración tiene valor diferencial en inglés, en latín clásico y otras lenguas. Así, p. ej., en inglés: s h ip (b a rc o ) / s h e e p (c o rd e r o ), [sip] / [sfcp], la primera i es breve y la segunda larga. En alemán b itte n [bíten] (ro g a r) / bieten [bi:ten] (o fre c e r ).
2.6. SEM Á N TIC A SIN C R Ó N IC A . 2.6.1. EL PROBLEMA DEL SIGNIFICADO: SUS COMPONENTES. El concepto intuitivo del significado no presenta aparentemente problema alguno. Sí al hablante de una lengua cualquiera se le pregunta si conoce el significado de tal o cual palabra, la respuesta —afirmativa o negativa— es inmediata. Puede darse la duda, pero no se daría la pregunta previa ¿Qué significa el significado? o ¿qué entiende Vd. por significado?. -
108 -
Así, un hablante español dirá por ejemplo que sabe lo que significa bueno, estatura, es parcir o absurdo-, que desconoce el significado de barritar y que no está muy seguro de lo que quiere decir enfisema, aunque le suena a algo relacionado con la medicina.
Intuitivamente, conocer el significado de una palabra o unidad léxica equivale a poseer o no una de terminada representación mental ligada a la palabra y que se supone idéntica o muy semejante a la que ésta suscita en el resto de los hablantes. C o n o c e r e l s i g n i f i c a d o s u p o n e , p u e s , in te r p r e ta r c o r r e c t a m e n t e c u a lq u ie r e n u n c i a d o e n e l q u e f ig u r e d ic h a p a la b r a .
Sin embargo, si pretendemos profundizar, la cuestión se vuelve más compleja. Ante la pregunta ¿qué significa exactamente (tal o cual palabra)? o ¿qué diferencia de significado hay entre ... y ...?, las respuestas pueden ser muy diversas. El hablante que comprende y utiliza sin vacilación alguna bueno, estatura, absurdo o padre se verá en dificultades si se le pide una definición exacta y preci sa de sus significados. Las respuestas a la diferencia entre listo, espabilado e inteligente pueden ser variadísimas. Por otra parte, como es sabido, e l s i g n i f i c a d o d e u n a p a la b r a p u e d e v a r ia r c o n s i d e r a b l e m e n t e e n u n o A la pregunta ¿Cuál es el significado de banco o de celo? nuestro interlocutor responde rá probablemente: Depende... o Dígame Vd. en qué frase.
u o tro co n te x to .
Por último, es evidente que el dominio del significado de una palabra incluye de algún modo también tanto sus combinaciones posibles como el registro de habla a que pertenece, etc. (p. ej. que saldar se aplica sólo a cuentas o deudas, que jorobar es vulgar e incomodar es culto, etc.). E n suma, c o n o c e r e l s i g n i f i c a d o d e u n t é r m in o im p lic a t a m b ié n s e r c a p a z d e u t i l i z a r l o e n l o s m i s m o s c o n t e x t o s y s i t u a c i o n e s e n l o s q u e l o s d e m á s h a b la n t e s l o u t iliz a r ía n .
Para el lingüista, el análisis del significado constituye uno de los más duros escollos con que se enfren ta cualquier teoría que aspire al rigor científico. En efecto: a) L o s s i g n i f i c a d o s n o s o n e n t i d a d e s d ir e c t a m e n t e o b s e r v a b le s —como lo son los significantes de las palabras. Se plantea pues cómo establecer criterios objetivos para determinarlos. b) E n l o s s i g n i f i c a d o s c o n f l u y e n f a c t o r e s q u e im p lic a n a d i s c i p l i n a s n o li n g ü ís t ic a s —filosofía, lógica, psicología, sociología, antropología.... La autonomía de los planteamientos estrictamente lingüísticos, perfectamente conseguida en los niveles fónico y morfosintáctico, se hace más problemática en el nivel de los significados léxicos. A todo ello se debe que importantes corrientes lingüísticas modernas se hayan desentendido durante décadas del problema del significado y que, de hecho, n o e x is t a u n a d e f i n i c i ó n r ig u r o s a d e l s i g n i f i c a d o a c e p t a d a p o r t o d a s la s e s c u e la s .
Como se vio en el T. 1, las escuelas antimentalistas niegan incluso que se pueda hablar del significado en sí de un término. A su juicio, sólo puede observarse y estudiarse la situa ción en la cual el hablante lo enuncia y la respuesta que provoca en el oyente. La J k Iría CoNTiSWPftliiliHCAix), menos radical, afirma sin embargo que una unidad léxica no tiene sentido por sí misma sino solamente en un contexto. Así, el significado de una palabra so lamente se puede definir mediante una media entre sus empleos lingüísticos (Meillet), lo que se resume en la conocida frase de Wittgenstein: D on’t look fo r the meaning, but fo r
the use (No busquéis el significado, sino el uso).
La lingüística estructural ha intentado, sin embargo, abordar el análisis del significado partiendo de presupuestos semejantes a los que han dado evidentes frutos en el plano del significante. Para ello se parte de dos postulados implícitos: a) Sea cual sea su trasunto mental, lo s s i g n i f i c a d o s s o n e n t i d a d e s o b j e t iv a s c o n e x is t e n c ia i n d e p e n al margen de toda apreciación individual. Los hablantes no pueden alterarlos a su arbitrio. Deben, pues, poder ser analizados mediante métodos objetivos. d ie n te
El problema consistirá en la práctica en hallar dichos criterios y establecer los métodos de análisis.
-
109 -
b)
L o s s i g n i f i c a d o s s o n e n t id a d e s c o m p l e j a s q u e p u e d e n d e s c o m p o n e r s e e n u n id a d e s c o n s t it u t iv a s m á s
p eq u eñ as:
los rasgos semánticamente pertinentes.
De ahí la definición provisional de
s ig n ific a d o
como
e l c o n j u n t o d e r a s g o s c o n c e p t u a l e s v in c u l a d o s
d e m o d o f i j o y s o c i a lm e n t e v á lid o a u n a im a g e n a c ú s t ic a d e t e r m in a d a .
2.6.2. LOS COMPONENTES DEL SIGNIFICADO. Los rasgos que integran el significado son de diversa índole. Reciben nombres diversos según las escue las. Simplificando un tanto, podríamos distinguir: A) L O S R A S G O S C O N S T I T U T I V O S , o c o n c e p t u a l e s . Estos rasgos integran el núcleo semántico fun damental y, si procede, las matizaciones secundarias. Así, por ejemplo, ver, mirar, escudriñar, contemplar, otear tienen como rasgos conceptuales básicos: (vista) + (acción); oir, escuchar, atender tienen como rasgos: (oído) + (acción). Mirar, escudriñar, contemplar, otear poseen, además, el rasgo (+ voluntariedad) que no posee ver. escudriñar posee el rasgo (+ dificultad), contemplar posee el rasgo (+ con detenimiento), otear posee el rasgo (+ desde arriba). B ) L O S R A S G O S R E L A C I O N A N T E S , q u e r ig e n la s r e s tr ic c io n e s c o m b in a t o r ia s e n e l s e n o d e l d is c u r s o .
Así ver, mirar, etc., debido a su contenido semántico implican necesariamente un sujeto (+ animado) (+ con órganos visuales). El hombre ve o el gato ve, pero no es aceptable *el árbol ve. Los rasgos relacionantes pueden deberse también a factores de u s o lingüístico. Así cabello exige ( + humano) y crin (+ equino). La joven peina sus cabellos, Cepillo las crines de la yegua. Pero no *La joven peina sus crines. *Cepillo los cabellos de la yegua. Averiado exige (+ mecánico), no así roto: televisor averiado, taza rota, televisor roto, *taza averiada. C)
L O S R A S G O S C O N N O T A T IV O S .
Frente a los rasgos pertinentes constitutivos, que integran el significado denotativo, y que son distintivos, se acostumbra a considerar los r a s g o s c o n n o t a t i v o s .
p e r t i
n e n te s,
Desde el punto de vista de la le n g u a , es decir del sistema, el concepto de connotación debe tomarse en sentido restringido. S o n r a s g o s c o n n o t a t i v o s a q u e lla s a s o c i a c i o n e s q u e p o s e e o b j e t iv a m e n t e e l t é r m i n o al m a r g e n d e su c o n te n id o c o n c e p tu a l.
Así, chucho posee como rasgos connotativos (+ familiar) (+ despectivo) frente a perro-, corcel posee (+ culto) frente a caballo-, ácido acético (+ tecnicismo) frente a vinagre.
SIGNIFICADO COMÚN-SIGNIFICADO TÉCNICO. E l s i g n i f i c a d o c o m ú n d e u n t é r m in o n o in c lu y e e x h a u s t iv a m e n t e t o d o s l o s r a s g o s c o r r e s p o n d ie n t e s a la s c a r a c t e r ís t ic a s d e a q u e l l o q u e d e s ig n a s i n o s ó l o a q u e l l o s q u e s o n p e r t in e n t e s e n e l m a r c o d e l s is t e m a
y cuya selección se efectúa con criterios pragmáticos: se retienen sólo los rasgos que interesan en la rela ción del signo con los usuarios. Así, en el significado del h o m b r e no entra el rasgo (sin plumas). En la clasificación lin güística común no se considera la categoría b íp e d o , en cuyo seno se opondría h o m b r e /p á ja r o . En cambio sí entra el rasgo (+ racional) que lo opone a a n im a l. E j.: S o m o s h o m b r e s , n o a n im a le s .
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El signo lingüístico perteneciente a la lengua común se diferencia en este sentido de los tecnicismos de los usos científico y técnico. Éstos son indudablemente signos lingüísticos, dado que poseen signifi cante y significado, pero éste está integrado por la descripción de todos los rasgos del referente pertinen tes en el marco de la ciencia en cuestión.1 Cualquier enumeración de rasgos implica necesariamente una selección, una opción. Ca lificar la descripción que supone el significado científico de completa es un sinsentido. Las taxonomías científicas también se basan en oposiciones en el interior de sistemas. La dife rencia reside no tanto en estructuración frente a nomenclaturas como en el hecho que los rasgos seleccionados corresponden a propiedades objetivas que caracterizan al objeto en sí mismo1. De ahí que un mismo término, usado en el ámbito común, posea rasgos distintos como componentes del significado que los que posee en su acepción técnica y que a veces, inclu so, no recubra idénticos referentes. Por ejemplo: El significado científico de animal comprende un conjunto de rasgos para el biólogo que lo oponen, digamos, a vegetal en la taxonomía de su disciplina: (viviente) (se nutre de ali mentos orgánicos) (posee aparato digestivo) (aparato de relación o sentidos) (sistema ner vioso o más o menos embrionario) (interdependencia de tejidos) etc...; y, a nivel celular, (ausencia de pared celulósica) (ausencia de plastos -granos de clorofila, almidón, etc.) centrosoma visible... etc., etc. En consecuencia, animal abarca, en sentido estricto, tanto al pe rro como al hombre o la cucaracha. El significado lingüistico, en cambio, opone animal (no racional) a hombre (racional) y selecciona el término en el uso entre otros posibles, como bicho, bestia, etc., con solapamiento en la distribución: animal (presupone cierto tamaño) (connotación neutra) frente a bicho (no presupone tamaño) (connotación despectiva). Una cucaracha (o un mosquito) no es un animal sino un bicho. Tienes un bicho en la espalda/*Tienes un animal en la es palda. Camarero, en mi sopa ha caído un bicho./ *ha caído un animal. Los toros son bichos/animales peligrosos. Es un mal bicho/ *Es un mal animal. • El significado científico de pez está integrado por (vetebrado) (esqueleto óseo o cartilagi noso) (acuático) (temperatura variable) (escamas) (branquias) (circulación simple e incom pleta) etc... y se opone a anfibio y a reptil... El significado común retiene sólo rasgos (viviente) (acuático) (fusiforme) y opone pez a pescado (destinado al alimento) y éste término a marisco/carne... etc. Jurídicamente, mi padre y mi madre son parientes míos. Ej.: —¿X es pariente tuyol —Sí, es mi padre. Sin embargo, no diré: *Ha venido a verme un pariente si viene mi padre a verme. Pariente significa en el uso lingüístico común los rasgos (familiar) (no íntimo) y excluye a padres e hijos; familiar, en cambio, es genérico: Ha venido a verme un familiar: mi padre. En suma, el plano del significado lingüístico posee una autonomía propia y se define, como se ha señalado en diversos lugares, con criterios internos al sistema. LAS CONNOTACIONES EN EL PLANO DEL HABLA. Aunque a veces se confunden, constituyendo un verdadero cajón de sastre, habría que distinguir las connotaciones como componentes objetivos del significado, de las llamadas connotaciones que tienen lugar en el plano del habla y que corresponden a las evocaciones afectivas o ideológicas que acompañan a las palabras para un hablante o conjunto de hablantes y que revisten un carácter subjetivo. Éstas cons tituyen un objeto de análisis de gran interés para una lingüística del habla y aportan datos reveladores de carácter estilístico, psicológico o sociológico, pero no pertenecen al sistema como tal. Es evidente que un gran número de términos evocan en los hablantes asociaciones de diversa índole, de carácter positivo o negativo, ligadas a su significado conceptual. Cuando un término posee un significado que contiene componentes agradables o desagradables,
'Algunos autores — R. Trujillo— oponen léxico estructurado (o común) a léxico nomenclátor (tecnicismos) y niegan el carácter de signos lingüísticos a estos últimos. Esta afirmación no parece sostenible. :.('omo podrían no serlo?
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un mecanismo psicológico elemental transfiere a la secuencia fónica las reacciones agrada bles o desagradables correspondientes. Así: libertad, victoria, salud, éxito, dulce, suave, etc. poseen connotaciones positivas/Zerin connota alegría, excepcionalidad, ocio, diversión... etc.; frescor puede connotar humedad, vegetación (Vid. T. 1) (Obsérvese que las connotaciones a veces dependen del contexto) frente a muerte, ruina, asqueroso o podrido... que poseen connotaciones negativas. Aunque, en muchos casos, estas connotaciones tienen carácter generalizado, en otras es tán en función de los receptores. Así, revolucionario tiene connotaciones positivas para el que lo es y negativas para el conservador. Otro tanto sucede con numerosos términos ideológicos o políticos: fascista, comunista, ateo, patria, patriótico, democrático, autoridad o disciplina, que sugieren aso ciaciones distintas según cada cual. (El fenómeno es distinto en los términos que realmente poseen connotación negativa en el seno del sistema: reaccionario, facha, rojo o subversivo son objetivamente negativos). Las connotaciones puramente individuales como las que pueda tener agua para el se diento o para el que estuvo a punto de ahogarse carecen de interés para el lingüista. El lenguaje literario utiliza como recurso constante la selección léxica para producir efectos estilísticos de creación de clima (Vid. T. 15). Allá afuera, en el agua helada, lejos de la costa, esperábamos todas las noches la llegada de la niebla, y la niebla llegaba, y aceitábamos la maquinaria de bronce, y encendíamos los faros de niebla en lo alto de la torre. Como dos pájaros en el cielo gris, McDunn y yo lanzábamos el rayo de luz, rojo, luego blanco, luego rojo otra vez, que miraba los barcos solitarios. Ray g ra(j^ury (ga Sirena) El lenguaje publicitario opera, como es sabido, con un léxico tipo fuertemente connotativo: moda joven, maxima potencia, nuevo, novedad, energía, precisión, seguridad, vida, elegancia, pres tigio, hogar, confort, natural... (Vid T. 13). Asimismo el discurso periodístico y el de la propaganda política e ideológica en general tienen muy en cuenta las connotaciones de todo tipo de giros y palabras. El lenguaje se convierte de este modo en una poderosa arma de influencia en el receptor. (Vid. T. 13). Compárense, por ejemplo, los dos enunciados siguientes, que traducen desde ópticas dis tintas idéntico hecho: a) Lasfuerzas del orden se vieron obligadas a disparar con sus armas reglamentarias sobre los alborotadores. b) La policía disparó indiscriminadamente sobre los trabajadores indefensos. En cada caso, aquellos referentes que se desea defender o justificar son designados me diante términos positivos (Vid. infra E ) y sus opuestos mediante significantes car gados de asociaciones negativas. Así, en a) fuerza, orden, tienen connotaciones positivas para la generalidad (frente a sus opuestos debilidad, desorden). Policía puede asociarse ne gativamente a represión, delincuencia, etc. etc. La perífrasis verse obligado a elimina toda voluntariedad y por tanto responsabilidad en el hecho que se desea justificar. Vid. asimis mo en la expresión arma reglamentaria, reglamentaria connota de algún modo la legalidad de todo lo que se haga con el arma. La selección del término alborotador objetivamente negativo, desautoriza automáticamente al agredido y por tanto refuerza la justificación in consciente del hecho —objetivamente grave— de disparar, b) Trabajador y trabajo conno tan ocupación digna, seriedad... etc., el adjetivo indefenso, altamente valorativo, refuerza la simpatía hacia los atacados..., indiscriminadamente evoca abritrariedad, injusticia, etc. Otros ejemplos: Tuvo la desfachatez de.../Tuvo el valor de...', malos tratos/torturas', aborto/interrupción voluntaria del embarazo', pacto, alianza/contubernio seguidores/secuaces...; regímenes fuertes /sangrientas dictaduras', u f e m is m o
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disidente/traidor a la patria socialista; Se procedió a la necesaria reestructuración de plantilla/La empresa dejó en la calle a miles de obreros.
En el límite puede producirse un fenómeno de perversión del lenguaje, es decir, de altera ción total del contenido conceptual del término, que pasa a designar lo opuesto de su ver dadero significado. Ej.: Nuestras tropas han efectuado un avance táctico sobre la retaguardia (Westmoreland, durante la guerra del Vietnam) para enmascarar la derrota de la retirada.
En las lenguas naturales, la relación entre significados y significantes no es, como se ha repetido, uní voca. Este fenómeno pone en cierto modo en cuestión el concepto saussureano del signo lingüístico co mo unión inseparable de ambos. Los términos biunívocos u homosémicos son, en efecto, escasos en la lengua común (un significante corresponde a un significado y recíprocamente), p. ej.: elefante, bolígrafo. Lo más frecuente es, a) que a un significado correspondan varios significantes —sin o n im ia —, b) que a un significante correspondan varios significados — p olisem ia— .
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La polisemia es un factor de economía lingüística, en tanto que la sinonimia se presenta, aparentemente, como una superabundancia innecesaria. De hecho, como se verá, la sinomia perfecta se da muy raras veces y la selección de uno u otro significante no es indiferen te. Determinadas palabras se encuentran en oposición de significado (bajo algún aspecto, designan conceptos contrapuestos). Finalmente, el significado de un término puede hallarse incluido en el otro; se da así una jerarquización de los significados. A. LA SINONIMIA. Según la semántica tradicional, sinónimos son aquellos términos cuya configuración fonética es dis tinta pero cuyo significado es similar o idéntico. Por ejemplo: ver, atisbar, contemplar, otear, divisar; pueril, infantil; enfermedad, achaque, indispo sición; hallar, encontrar, minúsculo, ínfimo, exiguo; asno, burro, pollino, rucio; cementerio, campo santo, necrópolis; nevera, frigorífico; rapidez, celeridad, presteza, prontitud, diligencia; aeroplano, avión; quieto, sosegado, tranquilo; miedo, temor, recelo; magnetofón, grabadora.... Los llamados diccionarios de sinónimos ofrecen incontables ejemplos de este tipo de se ries en los que, como veremos, se confunden aspectos muy distintos de semejanzas de signi ficado. Se incluyen, en efecto, tanto sinónimos conceptuales reales como series de términos que sólo tienen en común la pertenencia a un mismo campo léxico (Vid. infra). La imprecisión del concepto de sinonimia es evidente: ¿qué debe entenderse en efecto por semejanza de significado? De la respuesta que demos dependerán de hecho distintos grados y clases de sinonimia.
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¿EXISTEN LOS SINÓNIMOS PERFECTOS? La mayoría de los semantistas coinciden en afirmar que no existen sinónimos perfectos totales. En efecto, si consideramos que el significado de un término no se limita al significado conceptual básico sino que incluye rasgos conceptuales secundarios, rasgos connotativos y rasgos relacionantes (Vid. supra: 2.6.2), cons tatamos que son escasísimos los sinónimos perfectos, es decir los términos abso lutamente equivalentes, intercambiables en cualquier contexto y situación sin la más leve alteración del significado objetivo y de los valores connotativos. Veamos algunos ejemplos: conlento, feliz, dichoso son prácticamente sinónimos conceptuales, pero dichoso es más culto que feliz y los dos últimos más intensos que contento. Por otra parte contento selec ciona obligatoriamente el verbo copulativo estar. estoy contento soy feliz feliz dichoso dichoso *contento dichoso admite acepciones irónicas que los otros dos excluyen. dichosas moscas *felices moscas *contentas moscas
Es lo mismo sentir miedo que sentir temor, pero decimos temor de Dios y no *miedo de Dios-, contestar equivale a responder en muchos contextos pero no en todos; el enfermo no responde al tratamiento, *el enfermo no contesta al tratamiento-, respondo de él, Contesto de él
Morir, fallecer, expirar, fenecer, cascar... coinciden en el componente conceptual o lógi co (dejar de vivir), pero morir es más común y general que los restantes y su distribución es más amplia; fallecer, expirar, fenecer tienen connotación culta, y cascar y estirar la pa ta, despectiva y familiar. A todo ello se añaden matices estilísticos secundarios, situacionales. Las connotaciones cultas y solemnes de fallecer y expirar excluyen en principio su utili zación en el caso de seres vivientes no humanos. *expiró mi gato *falleció la planta de la maceta Fenecer es compatible metafóricamente (y adquirir matiz humorístico) con objetos no animados. No así los restantes. feneció el jarrón chino * murió el jarrón chino * falleció el jarrón chino * expiró el jarrón chino Expirar es compatible metafóricamente con ciertos abstractos. No así los restantes. expiró el plazo * murió el plazo * falleció el plazo
Compárese, por otra parte: Perez Galdós murió en 1920. Ha fallecido don Fulano. Expiró tras larga agonía. En un manual de literatura resultaría chocante Perez Galdós falleció/expiró en 1920. Fa llecer evoca cierta familiaridad con el difunto y expirar tiene un componente descriptivo. En una esquela se evitaría morir como demasiado directo y se seleccionaría fallecer —o cualquier eufemismo.
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Diminutivo, minúsculo, ínfimo, exiguo coinciden asimismo en el componente conceptuaL(tamaño extremadamente pequeño), pero minúsculo es más intenso que diminuto. Ambos se refieren exclusivamente al tamaño; ínfimo implica cierta jerarquización y exiguo conno ta insuficiencia. Tampoco alternarían en cualquier contexto:
objeto diminuto
minúsculo salario
ínfima calidad
objeto minúsculo
exiguo salario
*minúscula calidad.
*diminuto salario
Alubia, judía, habichuela; soja, garrofóm, zanahoria, cariota', olla, peroI poseen distri bución geográfica distinta; son propios de regiones distintas, así como aceituna, oliva. (Sin embargo: aceite de oliva y no *aceite de aceituna). Estas alternativas son frecuentísimas
en la denominación de hortalizas, utensilios usuales, nombres populares de las partes de una res (costilla, chuleta; redondo, gallón...) y connotan el origen geográfico del hablante (Vid. variantes diatópicas T. 16). La afirmación de muchos semantistas parece, pues, confirmarse: dos palabras pueden ser sinónimos absolutos en cuanto a su contenido conceptual pero no lo son jamás cuando se tiene en cuenta la riqueza de factores externos que dependen del hablante y de factores internos que dependen de la estructura de la lengua misma (K. Baldinger). OBSERVACIÓN
...Y sin embargo, sí existen, aunque rarísimos, los sinónimos perfectos. Tal condición parece darse, en efecto, en casos excepcionales de términos industriales surgidos en torno a un invento y que coexisten durante cierto tiempo hasta que divergen o uno es eliminado: p. ej.: magnetofón, grabadora; ordenador, computador/a; mechero, encendedor o cuando una lengua recibe y aclimata un préstamo que duplica un término ya existente: En suma, es evidente que los considerados sinónimos presentan entre sí relaciones bastante diversas y que muchos dejan de serlo en cuanto se endurecen las condiciones de coincidencia. Sin embargo, el concepto de sinonimia puede ser especificado y, por tanto, utilizado con cierta exactitud si definimos previamente a qué aspectos afecta. De ahí las distintas clases de sinonimia. • LA SINONIM IA CONCEPTUAL.
Diremos que existe sinonimia conceptual cuando coinciden los rasgos pertinentes lógicos o concep tuales de los significados de los términos. En este sentido, son sinónimos: morir, fallecer...etc.; burro, borrico, asno, pollino...etc.; feliz, dichoso-, contestar, responder; caballo, corcel; mechero, encendedor; frigorífico, nevera; comprar, adquirir; ha llar, encontrar; morfema léxico, lexema; rey, monarca, soberano. No se daría en cambio sinonimia conceptual cuando uno de los términos posee rasgos diferenciales conceptuales específicos que otros no compartan. P. ej: barco, vapor, embarcación, navio, velero; ver, contemplar, otear...; enfermedad, achaque, indisposición. En este caso, más que de sinónimos, se trata de campos léxicos vinculados a un determinado concepto: en el primer caso el de medios de transporte sobre agua, en el segundo verbos relacionados con la percepción visual, en el tercero padecimientos físicos. En efecto, embarcación es genérico que incluye a ¡os restantes: vapor contiene como ras go “movido a vapor”, que no se da en barco (Ej. barco de vela, de remos); navio presupone “grandes dimensiones” etc... enfermedad esá en oposición con indisposición (— intenso) y achaque posee el rasgo ( + habitual); contemplar supone (+ detenimiento), otear (+desde un lugar elevado)... etc. Evidentemente, en muchos casos podrá discutirse si existen o no rasgos conceptuales per tinentes que establezcan oposiciones funcionales de significado. La decisión de considesrar
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o no sinónimos los términos estará en función del análisis que se realice y de si se conside ran o no los rasgos conceptuales secundarios. En cambio, perro, can, chucho, o vientre y barriga tienen idéntico significado conceptual (un determi nado animal doméstico y una parte del cuerpo). La selección de uno u otro por el hablante informa solo de su actitud ante lo denotado, del registro utilizado en el discurso, etc. Difieren tan sólo en las connotaciones. Su carácter de sinónimos conceptuales es indiscutible. • LA SINO NIM IA CONTEXTUAL.
Un enfoque distinto supone el establecer los términos que pueden ser conmutados en un contexto da do sin que se altere el significado del mismo. Los que reúnan tal condición serán sinónimos contextúales. Se parte de la base de que una unidad léxica no tiene sentido por sí misma sino solamente en un con texto (Vid. supra 2.6.1). Carece pues de objeto, —se afirma— comparar significados fuera de todo contexto. De ello resulta que un mismo término puede tener varias series de sinónimos, tantas en teoría como acepciones distintas presente. Así, por ej., pesado tiene como sinónimos: a) indigesto
Los garbanzos son pesados. Los garbanzos son indigestos.
b) pelma, latoso
Pepe es un pesado. Pepe es un pelma. Pepe es un latoso.
Otros ejemplos a) Se quedó blanco del susto. Se quedó pálido del susto.
b) Tiene el pelo blanco. Tiene el pelo canoso.
Un niño listo. Un niño inteligente. Un niño despierto.
Está listo para salir. Está preparado para salir. Está dispuesto para salir.
La tierra da frutos. La tierra produce frutos.
El niño me dio el libro. El niño me entregó el libro.
c) Acertar en el blanco. Acertar en la diana. ¡Estás listo/ ¡Estás aviado/ Le dieron una bofetada. Le arrearon una bofetada. Le soltaron una bofetada.
Como podemos observar, la sinonimia contextual en los anteriores ejemplos implica sinonimia con ceptual en el contexto. Pueden darse casos, sin embargo, de sinonimia contextual puramente connotativa.
Su conducta es incalificable. vergonzosa. inadmisible.
Eso es soberbio. estupendo, fenomenal. fantástico. divino.
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Ese individuo es un animal. burro. cretino. salvaje.
Este tipo de enunciados, en los que lo fundamental son las connotaciones afectivas origina abundan tes sinónimos afectivos o expresivos, en los que e! significado conceptual originario se ha borrado prácticamente. • SINO NIM IA REFERENCIAL.
Un mismo referente puede ser denotado mediante términos cuyo significado es absolutamente distin to: ese hombre, mi padre, el director, la justicia, personificada... La sinonimia referencial es un factor de cohesión textual (Vid. T.10). No pertenece a la lengua, al siste ma, sino al habla. Sólo aparece, por tanto, en los actos concretos de la comunicación. Mi tío, Don José, era el dueño del taller. El pobre estaba con frecuencia enfermo. Cuando faltaba, los demás critricaban al ausente. Él ni se enteraba. B. LA POLISEMIA. La inmensa mayoría de los términos de las lenguas naturales son polisémicos, es decir, que no poseen un único significado sino varios, más o menos emparentados entre sí. Esta multiplicidad no afecta en nada a la comuniciación pues entre los posibles significados en el momento de la comunicación, sólo se activa en la mente el que corresponde al contexto, borrándose automáticamente los restantes. Se acostumbra a observar que la polisemia es un factor de economía en el lenguaje al igual que la derivación. Si una palabra no tuviese la capacidad de ser empleada en varios sentidos, el número de lexemas que habría que retener en la memoria seria inmenso. Los distintos significados de un término, constituyen el campo semántico de dicho término. Así, por ejemplo: corona (del rey, de flores, aureola, moneda sueca, tonsura, cima de un monte, etc.) mano (parte del cuerpo humano, pata delantera del caballo, utensilio de cocina mano del mortero, capa de pintura, veinticuatro hojas de papel, mano de santo, mano de obra, ser mano en tas cartas, echar mano de algo, etc.), madre (ascendiente femenino directo, la madre del vino, casa madre, sacar a uno de madre, etc.). La constatación de la polisemia constituye la base de la teoría contexíual del significado, como vimos.según muchos lingüistas (Meillet, Wittgenstein) solo puede hablarse de signifi cado en un contexto: el significado de una palabra seria en todo caso la media éntre sus empleos lingüísticos. De ahí la citada recomendación de este último Don’t look for de meaning bur for the use (No busquéis el significado sino el uso) (Vid. supra 2.6.1) En ciertos casos resulta imposible establecer el significado de una palabra aislada cuan do sus acepciones, están muy equilibradas en el uso, p. ej. banco, (¿para sentarse? ¿para meter dinero?). £n otros, está claro que existe un significado básico, primario, etimológico o como se quiera llamar, del cual derivan los restantes por mecanismos asociativos diver sos. No se falsea, por tanto, la realidad si se admite que una palabra tiene un significado fundamental, expresadle al margen de los contextos. De otro modo la existencia de diccio narios sería imposible y la expresión: Conozco o no conozco el significado de la palabra tal carecería de sentido. La semántica di aero nica explica las fuentes y mecanismos de la polisemia como metáfo ras, metonimias, sentidos figurados, asociaciones excepcionales, etc. (Vid. infra 2.7.). Por lo general, el término no pierde su significado básico, nuclear, al incorporar los restantes, (ojo sigue significando organo de la vista, aunque hablemos de! ojo de la cerradura o de los ojos del aceite.) Lo que hacemos es aplicar el mismo signo a distintos referentes. C. LA HOMON1M1A. Aunque los límites no están siempre claros, se distingue comunmente la polise mia de la ttomoniinia. Los Homónimos son signos lingüísticos de distinto origen que, como resultado de una evolución fonética convergente, han llegado a con fundir sus significantes. Así haya (lat. fagea) y haya (lat. habeat). asta y hasta,
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haz (de leña) y haz {lo que puedas) {yo) canto y canto (piedra), hojear {de hojtñ y ojear {de ojo), votar y botar, etc. Si existe sólo coincidencia fónica se denomina homofonía, (bello, vello) si se añade la semejanza de grafía homografía, (haya (árbol), haya (verbo haber) El resultado es, de nuevo, un significante que corresponde a distintos significa dos pero en este caso no existe relación alguna entre estos y la coincidencia e> casual. Obsérvese que en muchos casos, ni siquiera pertenecen los términos a la misma clase de palabras asta (sustantivo), hasta (preposición), haz (sustantivo), haz (forma verbal). Los diccionarios distinguen los homónimos mediante entradas distintas en tanto que agru pan bajo el mismo artículo las acepciones de los términos polisémicos. No siempre resulta fácil decidir una cosa concreta, si estamos ante homonimía o polisemia. Hay palabras polisémicas cuyas acepciones han llegado a tal divergencia que el hablante las percibe como homófonos sin relación alguna y solo el historiador de la lengua podría resconstruir su origen. D. LA OPOSICIÓN DE SIGNIFICADO. Una de las relaciones semánticas más importantes en el léxico de las lenguas naturales es la oposición o contrariedad de significado; Abundan las parejas de términos que mantienen entre sí una relación de oposición. Este hecho se relaciona probablemente con la tendencia general de la mente humana a la percepción mediante contrastes. La oposición de significado puede ser de diversas clases. Se acostumbra distinguir la complementariedad, la antonimia y la reciprocidad. Se da complementariedad entre parejas de términos cuando en su ámbito de aplicabilidad todo ele mento que no pertenece al uno, pertenece al otro. Ej.: hombre/mujer, macho/hembra, presente /ausente, soltero/casado, tónico/átono,...etc (un ser humano es hombre o mujer; un animal sexuado es macho o hembra; quien no está presenta está ausente). Los términos se denominan complementarios. Nos referimos, evidentemente, a la dicotomía de primer nivel que se produce en el uso normal. Las situaciones excepcionales pueden disponer de términos específicos (hermafrodita). Puede observarse, por otra parte, que algunas dicotomías son estrictamente lingüisti cas, mientras que otras reflejan situaciones extralingüístas de carácter biológico, social, cul tural, etc., que pueden experimentar variación. Así, la oposición soltero/casado opera a efectos legales pero a efectos descriptivos no agota el ámbito de estado civil (divorciado, viudo). En cambio ausente implica por definición en el sistema no presente. LA ANTONIMIA se da entre términos opuestos que admiten gradación intermedia tales como alto/bajo; calien te/frío, grande/pequeño, etc. Estos términos se denominan antónimos. t i agua no está caliente, no implica necesariamente, el agua estáfría puede estar tibia. Los antónimos no significan necesariamente cualidades o características absolutas. Por lo general, se refieren a una norma implícita que es la base de la gradación. Así, son perfectamente aceptables expresiones como: un elefante pequeño es un animal grande. No existe contradicción alguna, puesto que pequeño está referido a la norma implícita del tamaño de los elefantes y grande a la de los animales en general. En muchos casos, existe el término intermedio: mediano, tibio, regular. LA RECIPROCIDAD es la relación de significado que se da entre términos opuestos que se implican mutuamente tales como comprar/vender, dar/recibir, padre/hijo, tío/sobrino. Los términos se denominan recíprocos Si alguien compra, alguien simultáneamente vende, Juan es el padre de Pepe implica Pepe es hijo de Juan. Si alguién recibe, es porque alguién da...
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Finalmente, se da relación de INVERSION entre términos opuestos tales como: entrar/salir, meter!sa car, hacer/deshacer. OBSERVACIONES
• Un frecuente recurso del sistema para la formación de contrarios es la utilización de morfemas deriva tivos de negación, privación, carencia, etc. hacer/deshacer, normal/anormal, hábil/inhábil, existencia/ine xistencia, atender!desantender. • Las relaciones de oposición de significado pueden darse entre cualquier clase de palabras e incluso de morfemas, siempre/nunca; todos/ninguno-, encima/debajo-, arriba /abajo-, penazo/perrito. E.
LA JERARQU1ZACIÓN DE LOS SIGNIFICADOS.
Uno de los principios constitutivos de la organización del léxico de todas las lenguas es la relación de inclusión. Así, el significado de perro está incluido en el de animal-, el de tulipán, en el de flor. Esta relación se denomina Hiponimia. Se dirá que perro, gato, conejo, cabra, toro... etc. son hipónimos de animal. Tulipán, rosa, clavel, mar garita, son hipónimos de flor. La relación inversa se denomina hiperonimia: animal es hiperónimo de perro, gato... etc; flor es hiperónimo des tulipán, rosa...etc. Los términos hipónimos desde un mismo hiperónimo son co-hipónimos.
flor HIPERONIMO
lí HIPONIMOS
COHIPÓNIMOS
Se puede establecer, de este modo, una estructuración jerarquizada del léxico, en diversos estratos cu yos términos presentan, de abajo arriba, comprensión decreciente y extensión creciente.
ser
perro
basseí
y \ dogo
doberman
chihuahua
Así, a dogo corresponden más rasgos que a perro, (comprensión) y por tanto puede aplicarse a menos seres (extensión), perro a su vez es más comprensivo y menos extenso que animal y animal menos extenso que ser. -
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La hiponimia establece una relación de implicación unilateral. x es un tulipán fp x es una flor x es una flor x es un tulipán. En las lenguas naturales, la estructuración antedicha presenta múltiples lagunas, asime trías e intersticios. El léxico común carece con frecuencia de hiperónimo para una serie da da de cohipónimos: olla, cacerola, sartén, cazo... carecen de hiperónimo, así como bicicle ta, moto, velomotor... o lápiz, pluma, bolígrafo, rotulador... y otros muchos. Perro es hi perónimo de múltiples términos (lás razas de perros), no así cabra o conejo. A veces, el hueco del inexistente hiperónimo es llenado por un sintagma lexicalizado, que puede asimilarse a una unidad léxica: utensilio de cocina. En cuaquier caso, las relaciones son con frecuencia laxas y se producen abundantes solapamientos. Son característicos por otra parte, términos de cáracter muy vago como hiperónimos de ámbito múltiple: cosa, chisme, trasto... OBSERVACIÓN
De nuevo hay que insistir en la radical diferencia que presenta este tipo de jerarquización lingüística con las clasificaciones científicas, aunque en algún caso pueden incrustarse parte de éstas en el uso común. Las taxonomías científicas, sistemáticas y completas, reflejan características y propiedades objetivas de los seres, establecidas mediante la observación. Las clasificaciones comunes, en cambio, tienen un carácter eminentemente pragmático, y atienden so bre todo a la relación del hombre con lo designado: un piojo, una cucaracha, un grillo, un mosquito, un lagarto son bichos. No diríamos un animal para referirnos a una mosca... He matado una mosca. *He matado un animal..(?), pese a que científicamente lo sea (Vid. supra 2.6.4). Decimos ¿de qué color es? y respondemos blanco, negro, rojo... frente a película de color/película en blanco y negro.
2.6.4.
INTENTOS DE ESTRUCTURACION DEL N lV EC tíXIC O .
Los lingüistas han intentado, por diversos métodos, hallar tas estructuraciones del léxico en una len gua dada. Se parte del principio de que el léxico no es un conglomerado de términos sin relación entre sí, sino que, entre sus unidades existen relaciones que deberían teóricamente poder ser sistemáticamente descritas. En los epígrafes anteriores, hemos enumerado algunos principios generales que subyacen a la organi zación del léxico en cualquier lengua (sinonimia, polisemia, homonimia, contrariedad, hiponimia...) Se trata de profundizar y comprobar si no existen, además, otros principios de estructuración. A) UN PUNTO DE PARTIDA: LAS RELACIONES ASOCIATIVAS. Saussure constataba que, fuera del discurso, las palabras que ofrecen algo en común se asocian en la memoria; se forman así grupos en el seno de los cuales se dan relacionados muy diversas, conceptua les, morfológicas o fónicas. Por ejemplo, —continuá Saussure—el término enseñanza hace pensar: a) en enseñar y todas las for mas verbales relacionadas, enseño, enseñamos, enseñaré, etc..., b) en aprendizaje, educación, docencia...etc. c) en templanza, esperanza... etc. d) en lanza, balanza (mera coincidencia fónica)... etc. La palabra es como el centro de una constelación donde convergen otros términos, cada suma es indefinida. __. -( Enseñanza j ~. enseña'
S
'■ lanza
\
aprendizaje
ensenemos
templanza
educación
balanza
esperanza etc
etc.
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etc.
Las relaciones asociativas, más que a organizacioáfe objetivas del léxico responden con frecuencia a nuestros mecanismos mentales. Las irradiaciones que pueden produciré son imprevisibles.
P. ej: buey se encuentra unido por asociación con vaca, toro, ternero...', con cuervos, ru miar, mugir...', con balanza, yugo, con carne, guiso... etc., etc., con la idea de fuerza, de trabajo paciente, lentitud. Estas “configuraciones libres”, prácticamente ilimitadas, expli can muchos fenómenos relativos a los cambios semánticos (Vid.: infra 2.6.2), pero su base estrictamente psicológica no constituye un punto de partida válido para fundamentar un análisis científico lógico de la estructura del léxico desde el punto de vista sincrónico, B) AGRUPACIONES FORMALES: LOS CAMPOS DERIVATIVOS. Un eje evidente de estructuración del léxico lo constituyen los llamados campos derivativos, morfoléxicos o etimológicos, que la gramática tradicional denomina familias de palabras. Se establecen según un criterio- de agrupación forma!, basado en los significantes. Se pueden así inventariar todos los términos construidos sobre un mismo lexema y que constituyen series emparentadas por el significado. P. ej: caballo, caballero, caballeriza, caballar, caballuno, caballe roso, caballerosamente, cabalgar.... Cuando un lexema o una unidad léxica tiene diversas acepciones o usos, pue den originarse derivados distintos en cada caso. Así: arte 1) artista, artístico, artísticamente', arte 2) artesano, artesanal, artefacto, animado 1) inanimado, animado-, animado 2) desanimado, desánimo, abstenerse 1) abstención, abstencionista; abstenerse 2) abstinencia, abstinente... Al igual que sucede con los morfemas gramaticales, ei concepto de lexéma tiene un ca rácter relativamente abstracto, que no se confunde con posibles realizaciones fonológica mente distintas. Así, reconocemos un mismo lexema en: dormir, duerme, durmió, durmiente, dormitorio,... etc. En Ubre, libertad, liberación,...tic. En huérfano, orfandad,... etc. Observóse que los términos pertenecientes a un campo derivativo poseen una motivación relativa (Vid. T. 1). Constituyen un factor de economía lingüística, a la vez que una ventaja para la memoria: un léxico sin términos motivados necesitaría un número muy elevado de lexemas. Este tipo de agrupación no agota, sin embargo, en modo alguno, las relaciones que existen entre las unidades léxicas de la lengua. Aunque existen conjuntos de significados organizables sobre la base de sus marcas formales, lo más frecuente es que no exista ninguna semejanza forma! entre términos empa rentados por el significado: ej.: susto, miedo, recelo, inquietud...; padre, hijo, tío, primo, sobrino...; si lla; sofá, taburete, banco...; ir, venir. Se imponen, pues, otros criterios para establecer dichas organizaciones. C) AGRUPACIONES CONCEPTUALES: LOS CAMPOS CONCEPTUALES. Este enfoque, iniciado por J. Trier, Ipsen, Porzig y otros, parte de la noción de campo conceptual. Se trata de, una vez fijada previamente una zona de sentido o un concepto establecer el subconjunto del léxico que la estructura. De este modo se establecen, por ejemplo, los términos correspondientes al campo conceptual de la vivienda, los animales domésticos, el parentesco, los colores. El punto de partida es, por tanto, extralingüístico, ya que el área que hay que analizar se determina de antemano. El método ha resultado particularmente fructífero como auxiliar de investigaciones etnológicas y an tropológicas. En efecto, las distinciones léxicas que establece una lengua reflejan los rasgos culturalmen te importantes de los objetos, actividades e instituciones de la sociedad que la utiliza. -
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Por otra parte, al basarse en centros de interés, su utilidad es indiscutible en la enseñanza de las le guas extranjeras. Cabe preguntarse, sin embargo, si tales análisis, aunque versen sobre unidades lingüísticas, son ello mismos lingüísticos, ya que se parte necesariamente de una decisión no lingüistica al delimitar el campo Matoré y Greimas utilizan dicho método para el análisis de los conceptos clave de u época histórica dada. Establecen así las palabras-testigo (neologismos correspondientes cosas o concepciones nuevas) y las palabras-clave (portadoras de los conceptos central de una generación) relativas a la industria, la vida política, el arte, etc. EL CAMPO LÉXICO DE UN CONTEXTO En otros casos, lo que se quiere establecer es el campo léxico de un concepto, es decir el conjunto de unidades léxicas que pueden constituir su expresión en el discurso. Si partimos, p. ej. de la noción de miedo definida psicológicamente hallaremos: “temer”, “recelar”, “tener miedo” (Vid. supra: sinoni mia 2.6.3.A). El valor de cada término está delimitado por la existencia de los restantes y el conjunto constituye un sistema. Si aparece un cuarto término “asustarse”, su valor se establece a expensas de los demás. Andar, correr, triscar designaran el concepto de desplazarse a pie y se distribuyen del mismo modo que en el caso anterior, es decir por oposición mútua: el aréa de significación de correr supone rapidez y la de triscar, con pasos cortos. El enfoque es, por tanto, estructural (Vid. infra 2.6.6.). EL CAMPO SEMÁNTICO DE UN TÉRMINO La investigación en este caso supone el proceso inverso: dada una unidad léxica, se trata de inventariar el conjunto de sus distribuciones, es decir, de los diversos significados que posee según los contextos: ej. madre', madre de familia, madre del vino, célula madre, casa madre, madre superiora, la madre del cordero, sacar a uno de madre, etc.; muñeca-, un golpe en la muñeca, jugar con la muñeca, barnizar con una muñeca,... etc. (Vid. supra: polisemia 2.6.3.B) El método es, pues, esta vez estrictamente lingüístico, el análisis no parte de presupuesto conceptual alguno, sino del análisis de un corpus de muestra lo suficientemente extenso. D) IMPLICACIONES LÉXICAS. En el plano sintagmático es frecuente hallar subsistemas integrados por dos elementos: un lexema im plica a otro: agarrar mano, ver ojo, volar ala, encender fuego (o luz).
2.6.5. SE M A N T IC A E S T R U C T U R A L . La semántica estructural postula que toda unidad léxica está integrada en un sistema y que debe ser definida en el seno del mismo, estableciendo las oportunas oposiciones de significado con las restantes. Esta corriente retoma el concepto de campo, infundiéndole un mayor rigor utiliza el procedimiento de descomposición del significado en unidades menores y la conmutación de las mismas para establecer las unidades. Los campos semánticos son, en este caso, constelaciones de términos cuyos significados pueden construirse unos a partir de otros por suma o resta de una o varias unidades mininas de significación. Citemos a continuación, algunos ejemplos de este tipo de análisis: EL CAMPO SEMÁNTICO DE “ASIENTO”. (Pottier) Los significantes pueden, como se sabe, descomponerse en unidades menores, en el límite están los fonemas, que pueden también descomponerse en rasgos pertinentes de carácter fónico. El análisis sémico se propone hacer otro tanto con los significados, utilizando el mismo procedimiento del análisis fonológico. A cada unidad léxica del plano de la expresión o lexía corresponde una unidad de significado o semema.
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Obsérvese que, en esta terminología, lexía equivale a significante y semema, a la unidad de significado correspondiente.
Del mismo modo que un fonema puede considerarse como un conjunto de ras gos pertinentes de carácter fónico, un semema está integrado por un conjunto de rasgos pertinentes de carácter semántico, o semas. Por ejemplo, el semema Si silla = para sentarse + con patas + con respaldo + para una persona. El semema Si silla se opone al semema S2sillón, en que este posee, además de los citados, el sema con brazos; se opone asimismo al semema S3taburete en que éste no posee el sema con respaldo etc... Se establece que b/p en sonora/no sonora, b/m en no nasal/nasal, etc. Silla, sillón, taburete... forman parte de un conjunto más amplio de lexías que designan objetos que sirven para sentarse y cuyo inventario completo puede establecerse: es el campo semántico de “asiento”. Si estos términos se disponen en un cuadro, puede simplificarse con los signos + o — la posesión o no posesión del rasgo o sema, y con + — si éste no es pertinente. Tenemos así: SEMAS Si
LE X ÍA S SEMEMAS
(para sentarse)
S2
S3
(elevado so (con patas) sobre el suelo)
S4
S5
S6
(con res paldo)
(con brazos)
(para una persona)
Silla
Si
+
+
+
+
Sillón
S2
+
+
+
+
+
+
Banco
St
+
+
+
±
—
—
Sofá
S4
+
+
+
+
_+
—
Taburete
Ss
+
+
+
—
—
+
Puf
S6
+
+
—
—
—
+
+
El sema o el conjunto de semas comunes a varios sememas se denomina archisemema. En este caso, el archisemema está integrado por: para sentarse, elevado sobre el suelo. La lexía correspondiente se de nomina archilexía. En este caso es asiento. No siempre existe archilexía. Por. ej.: pluma, lápiz, bolígrafo, rotulador etc... carecen de archilexía aunque su archisemema sería = para escribir sobre papel. A cazo, cazuela, sartén, olla etc. correspondería una archilexía compleja: utensilios de cocina. OBSERVACIONES El análisis sémieo, basado en la observación del referente, es válido sobre todo para clasi ficaciones tecnológicas. Su generalización como método de análisis de otras zonas.del léxi
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co resulta problemática. Piénsese por ej. en la imposibilidad de aplicarlo a justicia, honra dez, rectitud... o semejantes. Por otra parte, no da cuenta del carácter polisémico que pue den tener las lexías. Así, silla se define con respecto a sillón, etc... pero el análisis deja de ser válido para silla de montar. A ello hay que añadir que, en la práctica, la sinonimia interfiere con frecuencia (cazuelacacerola, olla-puchero) y que los objetos mismos cambian, (los sillones modernos carecen de brazos, con lo que la oposición silla/sillón se establecería sobre otras bases). EL CAMPO SEMÁNTICO DEL PARENTESCO (Lounsbury) Los presupuestos son idénticos que los del análisis sémico, pero la terminología usada difiere y se pre fiere hablar de componentes del significado en lugar de semas. De ahí el nombre de análisis componencial . Los componentes o rasgos son, para cualquier parentesco. Como ejemplo, he aqui el análisis del cam po semántico del parentesco según este método. L = Linea de filiación (Li = directa; L2 = colateral en 1* grado; L 3 = colateral en 2° grado...) G = Generación (+ = ascendente, — = descendente). 0, 1, 2... = grado de distancia generacional. S = Sexo (m. = masculino; f. = femenino). Así tenemos: pudre hijo abuelo hermano primo sobrino tio abuelo bisabuelo tatarabuelo
= = = = = = = = =
G G G G G G G G G
+ 1, — 1, + 2, + 0, + 0, — 1, + 2, + 3, + 4,
Li, Li, Li, L2, L3, L2, L2, L3, Li,
Sm: Sm: Sm. Sm. Sm. Sm. Sm. Sm. Sm.... etc....
madre = G + 1, Li, Sf. hija = G - 1, Li, Sf. + Filiación q
'S a d e ra c itjh
u -
eg o (yo)
Así, pues, padre se define como: ascendiente en primer grado, línea directa, varón; hija como deseendiente en primer grado, línea directa, hembra....etc. NB: Los parentescos así analizados son los cosanguíneos. Introduciendo el rasgo alianza etc..)
0 matrimonio se establecen los no cosangüíneos (esposo, suegro, cuñado, OPOSICIONES PROPORCIONALES.
Entre las unidades léxicas de determinados campos conceptuales, pueden establecerse oposiciones pro porcionales, al igual que sucede entre fonemas. Así, por ejemplo, en series como: hombre mujer niño toro vaca novillo gallo gallina pollo caballo yegua potro carnero oveja cordero Observamos que hombre/mujer = toro!vaca = gallo!gallina = caballo/yegua = carnero/oveja (rasgo diferencial macho/hembra) y que hombre/niño = toro/novillo = gallo/gallina...ete. (rasgo diferencial: adulto/no adulto) Los términos de cada oposición contienen rasgos comunes: humano, bovino, gallináceo, equino, etc. De nuevo hallamos la analogía con el método utilizado por el análisis fonológico para hallar las compo nentes mínimas. Así: hombre = humano, adulto, macho. toro = bovino, adulto, macho. niño = humano, no adulto, macho, etc.
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La conmutación consiste, en este caso, en comprobar si la sustitución de un elemento por otro en el plano del contenido entraña una distinción en el plano de la expresión. Así la sustitución macho por hembra en el semema toro, entraña que el significante correspondiente o lexía sea vaca y no toro. Por este procedimiento se identifican las unidades. EL MÉTODO DISTRIBUCIONAL. Se trata de establecer, desde presupuestos estrictamente lingüísticos, todos los contextos en que puede aparecer una unidad léxica en oposición a aquellos en los que no puede aparecer. Cuando determinadas unidades aparecen en los mismos contextos se agruparán como disíribucionalmente equivalentes; si no tienen ningún contexto en común, están en distribución complementaria. Suce de a menudo que se den distribuciones parcialmente equivalentes: una distribución contiene a la otra o bien poseen un aréa común. Ej.: agudo/puntiagudo agudo admite ir precedido por los sustantivos uñas, pico, filo, punta... y también por enfermedad, dolor...ele. puntiagudo, comparte los primeros y excluye estos últimos: pico agudo dolor agudo pico puntiagudo *dolor puntiagudo. ver!mirar. ver un libro
ver la razón de
mirar un libro
*mirar la razón de.
joven/nuevo: animal joven *animal nuevo
*casa joven casa nueva; planta joven.
Este procedimiento es eficaz para dar descripciones estructurales del empleo de las acepciones de un término, del campo léxico de un concepto, de las diferencias entre sinónimos, del fenómeno de la homonimia, pero es impracticable para intentar estructurar todo el léxico. CONCLUSIONES. El análisis de los significados en términos de unidades menores, no constituye un descubrimiento de la lingüística estructural. La intuición del mismo está ya en Aristóteles. Leibnitz postuló asimismo la posibilidad teórica de reducir todas las unidades léxicas a un número finito de rasgos semánticos míni mos e invariables que constituirían los átomos indivisibles del significado. Los significados no serían sino diferentes combinaciones de estos semas elementales y primitivos. La experiencia demuestra, sin embargo que el número de distinciones que pueden esta blecerse para clasificar los rasgos del mundo es, en principio, infinito y que las lenguas di fieren considerablemente en aquéllos que seleccionan. Incluso en el seno de una lengua dada, las dificultades para establecer semas mínimos son un hecho: caballo = equino + macho o yegua = equino + hembra. Sin embargo el sema equino ¿es simple o descomponible?. ¿Cómo establecer, con criterios estrictamente lingüísticos caballo (especie) frente a camello por ejemplo? Eloy por hoy, incluso con el auxilio que podrían aportar los modernos medios técnicos de los ordena dores más potentes, tal empresa continúa siendo un sueño imposible de lógicos y lingüistas. Por otra parte, incluso si tal análisis fuera posible, siempre quedaría excluido del mismo el eje sintag mático, es decir, las variaciones de significado contextúales, las restricciones combinatorias de las distri buciones respectivas de los términos, amén de las significaciones pragmáticas que infunden la situación de discurso.
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En sumas la extrema complejidad de las relaciones de significado que se establecen entre las unidades léxicas no tiene parangón con los restantes niveles: La investigación permite establecer islotes estructura dos en el plano sintagmático o en el paradigmático, pero el conjunto de las relaciones responde a una red unidimensional que se resiste a la sistematización globalizadora. Resta saber si esto se debe a una insuficiencia metodológica, que acaso algún día la lingüística supere, o si, por el contrario, responde a factores objetivos que harían del léxico un ámbito cualitativamente distinto de los planos fónico y morfosintáctico, irreductible por razones intrínsecas a modelos estructurales. Esta última opinión es la sostenida por los semantistas clásicos (Weinreich. Ullmann) quienes sostienen que: excepción hecha de algunos campos privilegiados, el vocabulario no se puede reducir a una descripción exhaustiva y ordenada mediante los mismos méto dos que ¡a grámatica y la fonología de una lengua. Mounin, por su parte, sugiere que: las estructuraciones de los significados podrían muy bien no ser procedimientos unitarios si no conjuntos extraordinariamente complejos de estructuración muy diferentes, quizas yux tapuestas, quizás integradas. En todo caso, no se ha hallado todavía un método que permi ta organizar estructuradamenle, la totalidad del léxico de una lengua.
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2.7. SEM A N TIC A D IA C R O M C A . La relación entre el significante y el significado de una unidad léxica es fija desde el punto de vista sincrónico. En un momento dado de la evolución de la lengua —y ésta es la única perspectiva que existe para el hablante—, la generalidad de los usuarios de una lengua, coincide en asociar a cada palabra uno o varios significados determinados. Sin embargo, esta relación no es inmutable desde el punto de vista diacrónico: la estabilidad del vínculo entre el significado y el significante es sólo aparente. El significado está incluso mucho más sujeto al cambio que la forma física de las palabras; la rápidez con que se efectuán los cambios semánticos es muy superior a los ritmos de la evolución fonética y fonológica. El sistema fonológico y gramatical de las lenguas está, como vemos, constituido por un número de elementos relativamente reducido y estrechamente organizado. El léxico, en cambio, está integrado por un número infinitamente mayor de unidades que constituyen un inventario abierto, integrado por estruc turas inestables, mucho más fluidas y móviles. Así sucede que constantemente se añaden nuevas pala bras, desaparecen otras del uso y se producen corrimientos o desplazamientos de significado. El signifi cado está mucho más sujeto al cambio que la forma física de las palabras. La rapidez con que tienen lugar los cambios semánticos, sobre todo en ciertas zonas del léxico, es muy superior a los ritmos de la evolución fonética y fonológica. La lentitud de los cambios fonéticos y de los morfológicos y sintácticos los hace imperceptibles para el hablante. Sin embargo, todo hablante a lo largo de su vida tiene ocasión de constatar la caída en desu so de términos usuales para las generaciones precedentes y de asistir al nacimiento de palabras que desig nan conceptos nuevos. El fenómeno en nuestra época moderna está particularmente acelerado. Dejando al margen los tecnicismos de la ciencia y de la técnica, términos como asociacionismo, politizar, consen suar, programar, vídeo, extraterrestre o pantalones vaqueros eran desconocidos hace unos años. En cam bio nadie habla ya de enaguas, refajos o faltriqueras, ni cuenta por reales. Podría observarse que existen zonas del léxico más estables que otras: los subsistemas estrictamente lingüísticos, cuyos términos se establecen por oposiciones (del tipo bueno, malo; ir, venir; el campo léxico de los colores, del parentesco, de los días de la semana, etc., los términos que denotan clases de objetos o fenómenos que no experimentan varia ción, animales, plantas, partes del cuerpo, fenómenos meteorológicos, objetos comunes, etc. cambian con más lentitud que las zonas fronterizas de las costumbres, la política, las modas y los objetos de consumo, que presentan fenómenos en constante mutación.
2. 7.1. LOS CAMBIOS SEMANTICOS. Al semantista Guillieron se debe la metáfora biológica la vida de las palabras para designar todas las alteraciones que afectan a la relación significante — significado; es decir, a los cambios semánticos. Las palabras, en efecto, nacen —surgen en un momento dado—, pueden morir —caer en desuso— y por lo general, experimentan cambios a lo largo de la existencia. A. CREACIÓN DE TÉRMINOS El nacimiento de una palabra supone la creación de un nuevo signo lingüístico. Cuando surge una realidad nueva —invento, descubrimiento, relación humana, institución, etc...— surge la necesidad de nombrarla. Se crea entonces espontánea o deliberadamente un término para designar el nuevo concepto. Así surgieron en su día: anestesia, guillotina, autopista, bolígrafo, telescopio, neutrón, discoteca, con testatario, ecologista, platillo volante, sputnik, robot, ligue, destape, estraperlo, terrorista, nilón o porro. Un término nuevo es un neologismo con respecto a la época en que surge. Luego, naturalmente, deja de serlo; ballesta o vasallo lo fueron en su día. Ni anestesia ni guillotina lo son para nosotros. El procedimiento para forjar el nuevo término (salvo excepciones como el puramente gra tuito gas, inventado por M Helmont en el XVIII) consiste en la combinación de elementos existentes: raíces latinas o griegas, composición y derivación, metáforas, préstamos de len
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guas extranjeras, nombres propios, etc. (Vid. T. 11-4). La historia de la creación de muchos de ellos constituye un extensísimo anecdotario. B. DESAPARICIÓN DE TÉRMINOS. La muerte de un signo léxico es su caída en desuso. Se pierden tanto el significado como el significan te. Esto sucede cuando desaparece el referente como realidad cultural. Así ha sucedido con rodela, jubón, pechero o barbacana. El término se convierte en un vestigio ar queológico, conocido por los eruditos pero ya no pertenece al vocabulario usual de los hablantes; es un arcaísmo. C. CAMBIO DE SIGNIFICANTE. El significado permanece intacto, pero el significante primitivo cae en desuso y es sustituido por otro. A nuestro moderno “salir” correspondía en español mediaval /exir/, “regalo” se decía /presentaja/, “guardar; atesorar” /condessar/ “comer” /yantar/', “es necesario” se decía /hueboses/, “arriba” /suso/', “abajo” /ayuso/...} D. CAMBIO DE SIGNIFICADO. El significante permanece puede haber experimentado naturalmente alguna evolución fonética, pero, ha pasado a significar algo distinto. En español medieval y clásico / recordar/ significa despertarse, /luego/ = inmediata mente', /vicioso/ = agradable, agusto\ !verdura/ = cualquier planta o hierba verde', /pri vado/ = en secreto', un /ministro/ era una especie de guardián o portero, el /mariscal/ era el criado que cuidaba los caballos', la /azafata/ y la /camarera/, criadas del servicio personal', /amante/ = enamorado, pretendiente; /esposa/ = prometida; /liberal/ signifi có generoso hasta las Cortes de Cádiz. /Castigar/ significaba aconsejar; /villano/ = habi tante de una villa; /correrse/ = avergonzarse... Ejs. Recuerde el alma dormida ... ¿qué fueron sino verduras/de las eras? (Manrique)”; Martín Antolinez cavalgó privado (Mío Cid.), Descargué mi ropiella por yacer más vicio so (Berceo); El amante liberal (Cervantes); £/ villano en su rincón (Lope de Vega); Cancio nes entre el alma y el Esposo (San Juan de la Cruz). Ciertas palabras correspondían en otra época a conceptos que ya no existen. Así no hay equivalente moderno para lo que en el siglo de oro se entendía por /discreto/, compleja mezcla de cualidades intelec tuales y sociales: inteligencia, habilidad, modestia, don de la oportunidad etc.
CREACIÓN DE U N ' NUEVO SIGNO
DESAPARICIÓN DE UN SIGNO
CAIDA EN DESUSO DEL SIGNIFICANTE SOLO.
'Representamos entre comillas Ifflusignifieados "" y entre barras, los signifícame)
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CAMBIO DE SIGNIFICADO PROPIAMENTE DICHO.
2.7.2. CAUSAS DE LOS CAMBIOS SEMANTICOS. Stephen Ullmann, máximo representante de la semántica tradicional, enumera una serie de causas de los cambios semánticos. Más que de causas, convendría tal vez hablar de factores que han incidido en determinados cambios semánticos. Los fenómenos lingüísticos, en efecto, no están sujetos a leyes que actúen de modo mecáni co e invariable: siempre cabe preguntarse por qué actuó tal causa en tal palabra y no lo hizo en tal otra. La expresión cambio semántico posee como vimos un sentido muy amplio, que incluye tanto la crea ción como la desaparición de términos, así como cualquier alteración de la relación significante-significado. A. CAUSAS EXCEPCIONALES. Muchos cambios son debidos a causas excepcionales que sólo cabe establecer reconstruyendo el marco en que se produjeron. Ejemplo clásico de este tipo de cambios es la palabra latina moneta. Etimológicamente procede del participio del verbo moneo (aconsejar, advertir) que daba nombre a una de las advocaciones de la diosa Juno. En el templo de Juno Moneta de Roma se acuñaba mo neda, de ahí la metonimia (Vid. infra) Un haiga era el automóvil ostentoso que adquirían muchos nuevos ricos incultos que ha bían hecho fortuna en los años de la posguerra (Quiero el mejor que haiga) . /estraperto/ procede de un juego fraudulento de ruleta introducido por unos tales Strauss y Perl en 1934; el término pasó luego a designar el mercado negro. B. CAUSAS HISTÓRICAS. En tanto que el reflejo organizador de una realidad extralingüística cambiante (costumbres, objetos, técnicas, conocimientos científicos, instituciones, concepciones ideológicas, etc.), el léxico de las lenguas está en constante transformación. Sucede a menudo que cambia el referente (o el concepto), pero el significante persiste, con significado diferente por un fenómeno de conservadurismo lingüístico. Otras veces, nuevas realidades exigen nuevos términos (Vid. supra: neologismos) o se extienden las acepciones de los ya existentes (polisemia). Como ejemplos de cambio del objeto y conservación del término, se podrían citar: carro (esp. Am. = coche, automóvil) braga (originariamente “calzón guerrero de los celtas”) me chero (carece ya de “mecha”) pluma (ya no se usan para escribir plumas de ave) etc. En realidad, el objeto cambia físicamente pero, en sentido estricto, se mantienen rasgos esenciales del significado (desplazamiento, prenda de la parte inferior del cuerpo, objeto para producir fuego, objeto para escribir con tinta) Humor responde al concepto biológico hoy superado de la teoría de los fluidos vitales; geometría originariamente era el arte de medir terrenos y átomo significa etimológicamente no divisible, cosa que desmiente la física moderna. C. CAUSAS LINGÜÍSTICAS. Algunos cambios son debidos a las asociaciones que las palabras contraen en el habla —es decir, a lo que hemos denominado relaciones sintagmáticas: (Vid. supra 2.3.) una palabra contagia su significa do a otra, junto a la que aparece con frecuencia. Este es el origen de muchos morfemas gramaticales de negación. /Nadie/ y /nada/ pro ceden respectivamente del latin /nati/ = nacidos (mase, p'ur.) y /nata/ = cosas nacidas (neutro). En su origen: no he visto a nadie equivale a no he visto a hombres nacidos, No he visto nada significaba literalmente«o he visto cosa nacida. El uso en este contexto ios impregno a /nadie/ y /nada/ de valor negativo y el adverbio no deja de ser necesario: na die lo sabe, nada me pasa... Las negaciones francesas Ipasl, Ipointl, trien/, tpersonne/ proceden también des términos “positivos”: passus (paso), punctus (punto), rem (cosa), per sona (persona). Je ne marchepas = originariamente "no ando un paso". Je ne voispoint orig. “no veo un punto". Je ne dis rien, orig. “no digo cosa"... etc. 129 -
• Citemos también como fenómenos de asociación sintagmática la elipsis o elisión de un término en un sintagma de frecuente uso. El término restante asume el significado de la totalidad: ej. un (peso) duro, un (cigarro) puro, un (barco de) vapor, un (periódico) diario, un cabo (de) primera (clase), un (café) cortado. Entre las causas lingüísticas debidas a relaciones asociativas en el seno del sis tema están: • LA ETIMOLOGÍA POPULAR La etimología popular asocia una palabra con otra semejante con la que el hablante cree que tiene relación. Responde a una tendencia a la motivación del signo. Así por ejem plo, el itaüanismo burattino se convierte en volatín (por asociación con volar, voltereta) nigromancia procede de necromantia (nekrós = muerto, invocación de los muertos). Al perderse la conciencia de este origen se asocia con niger (negro). De ahi magia negra. Del mismo modo verruculum verrojo cerrojo (asociación con /cerrar/') ante-ostianum antozano oscurece su origen etimológico y se corrige como, /altozano/. Muchos topónimos deben su forma a la etimología popular El avapies Lavapiés, Andealuenga Aldealengua, así como algunos vulgarismos: /Vagamundo/ por vaga bundo (vagabundum) /*destornillarse de risa/ por /desternillarse.../, /ternilla/ = (cartíla go de la nariz, desconocido por el hablante) se sustituye por el más familiar /tornillo/... * LOS CONFLICTOS HOMONÍM1COS ocasionan la eliminación de un significante cuya evolución convergen con la de otro, produciéndose una identidad incómoda. oleum ^~ol¡o^~ ojo, oculum ► ocio ► olio ► ojo. El sistema no tolera identidad fónica con significados tan dispares y se elimina el primero de los térmi nos, que sustituye por el arabismo aceite. D. CAUSAS PSICOLÓGICAS. Las causas psicológicas de cambio semántico abarcan todo cuanto es imputable a factores emotivos y subjetivos comunes al conjunto de los hablantes. Los ámbitos de significación que constituyen centros de interés en un momento dado tienden a irra diar sus términos a otros campos con valor metafórico o figurado. Piénsese p. ej. en la utilización hoy día para cualquier cosa de términos propios de la informática: /programa/ /computar/: programar un trabajo, antes se planificaba y antes aun se organizaba computar los resultados, el cómputo de los votos aunque se realice a mano. Un fenómeno extraordinariamente generalizado relacionado con el factor psicológico lo constituyen el tabú, su contrapartida, el eufemismo y los disfesmismos. Tabú1lingüístico es toda la palabra que el hablante evita pronunciar debido a consideraciones de de coro, delicadeza, temor ú otras. En su lugar, se utiliza otra, o una perífrasis. Este sustituto se denomina eufemismo. Ejemplos de eufemismos son hacer sus necesidades, trasero, hacer el amor, minusválido etc. Esta estrategia verbal se relaciona, con el carácter solidario de las dos caras del signo lingüístico. Al evitar el significante, se evita la asociación automática con el significado, que tiene una connotación inconveniente o desagradable. Ob sérvese, en efecto, que la connotación forma parte del significado. El eufemismo evita evocar el significado, no el referente. Quien pregunta por el lavabo en un lugar público aspira lógicamente a ser comprendido y que no le conduzcan ante una pila. Quien nos dice que su esposo faltó el mes pasado pretende realmente comunicar la defunción.
'Tabú es un término polinésico introducido por él Capitán Cook a finales del XVIII y que significa “sagrado, vedado, prohibido”. En antropología se utiliza para designar cualquier práctica u objeto vedado en determinadas sociedades primitivas.
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Las fuentes de los eufemismos son variadas, pero se pueden sintetizar en cuatro: a) El TEMOR. El tabú del miedo va más allá de las connotaciones. Reposa en una irracional y atávica suposición de que el lenguaje posee una función mágica: nombrar es invocar y por tanto atraer a lo nombrado. De ahí los eufemismos gesneralizados que pesan sobre animales considerados peligrosos y divinidades malignas. Se sustituye el tabú por un eufemismo bien neutro, bien humorísti co, bien elogioso, destinado a captar su benevolencia: ia t. m u s te la c o m a d r e ja (pequeña comadre) en francés / b e l e t t e / (g u a p ita ); el z o r r o en sardo es Z u N ic o la el tio Nicolás. La serpiente en gran parte de Andalucía es innombrable: la b ic h a . Los griegos antiguos llama ban a las E r in r ia s o F u ria s, E u m é n id e s , Bienhechoras. El nombre del D ia b lo se sustituye por S a ta n á s, P e d ro B o te r o o P a te ta ... La reverencia sagrada prohibía a los hebreos mencionar el nombre de Dios, sustituido por E l S e ñ o r ... Mucha gente evita nombrar ciertas enfermedades , por aprensión tal vez de contraerías: é s ta d e l p e c h o e n fe r m e d a d p e n o s a , etc...
b) EL DECORO. Innumerables son los tabúes que afectan a todos los términos relacionados con la excreción, el sexo y los órganos correspondientes: el trasero, las asentaduras, hacer sus necesidades, hacer aguas (mayores y menores), sus partes, el bajo vientre, el servicio, el lavabo, relaciones íntimas, hacer el amor, acostarse con alguien, chica de vida alegre, mujer pública, protector... c) LA DELICADEZA. Numerosos eufemismos'afectan al ámbito de significa ción de las realidades desagradables de la existencia: la enfermedad, la vejez, la muerte, las malformaciones o defectos físicos o psíquicos. Este tipo de eufemis mos no está inspirado en el temor sino en la consideración o el respeto forzado hacia el prójimo, que se sentirá herido ante expresiones excesivamente crudas. Así, son eufemismos de delicadeza: descansar, pasar a mejor vida, subir al cielo, faltar... edad avanzada, tercera edad, residencia geriátrica, casa de salud, casa de reposo invidente, disminuido físico, Los niños diferentes... En una fiesta, el empleado está borracho; en cambio, el jefe está alegre o mareado d) EL EUFEMISMO SOCIOPOLÍTICO. Aunque probablemente se ha dado en todas las épocas, los modernos medios de comunicación han potenciado la proli feración de un tipo de eufemismo que utilizan en exclusiva los gobernantes y el poder en general, con la intención, esta vez, de e n m a s c a r a r e l r e fe r e n te , de ocul tar su naturaleza. Así, se habla de reajuste de precios= subida, flexibilidad en el empleo = des pido libre, inactividad laboral = huelga, crecimiento cero= estancamiento, ope ración de limpieza= matar, bajase muertos reclusos o internos= presos, esta blecimiento penitenciario = cárcel, malos tratos= torturas. DESGASTE DE LOS EUFEMISMOS. Los eufemismos sufren rápido desgaste como tales. A fuerza de usarse para designar la misma reali dad, terminan por cargarse de nuevo de connotaciones inconvenientes y se convierten, a su vez en tabúes. Surge entonces un nuevo eufemismo, que corre la misma suerte. El proceso se detiene si el nuevo término mantiene otros usos: si se especializa en exclusiva como eufemismo, no dura mucho. ej. letrina
anormal
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retrete
water
lavabo
literalmente (lugar donde uno se retira) habitación privada
(anglicismo water closed = dorado mediante agua)
(polisémico aún)
minusválido
discapacitado
subnormal
deficiente
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servicio
diferente
OBSERVACIONES • El eufemismo y el tabú son fenómenos ligüísticos pero sobre todo sociológicos qu: sólo pueden ser analizados en el contexto de las circunstancias de la comunicación. Los términos tabú no lo son necesariamente en cualquier circunstancia comunicativa. P u e:: serlo en unas y no serlo en otras. Asimismo dependen de status del interlocutor. Por otra parte, la utilización deliberada de una palabra tabú en ciertos casos puede tener un valoi significativo, de provocación. 8 En un mismo ámbito lingüístico, puede' no haber coincidencia entre términos tabú. Aj| el español de América considera tabú, al atribuirles significado obsceno, palabras tan usuales en la Península como concha o coger y evita sistemáticamente madre y padre (sustituidos por mamá y papá). • No sólo se desgasta el eufemismo. También el tabú se desgasta como tal cuando, trans grediendo la norma social, se empieza a utilizar profusamente. Muchas interjecciones obs cenas han debilitado totalmente su significado y, olvidado su origen, no producen efecto chocante excesivo.
DISFEMISMOS El disfesmismo es un s u s t it u t o d e c a r á c t e r h u m o r í s t i c o que puede ser tan connotativo o más que el término sustituido: La Calva (la muerte), Pedro Botero (el diablo), estirar la pata, hincar el pico o casar se de penalty, pegársele a una el arroz son expresiones disfemísticas. La muerte, el sexo y la embriaguez son fuente inagotable de difemismos. Las jergas marginales —delicuentes, carcelarias, etc— practican el procedimiento en abundancia des de nuestros clásicos: la N de palo (la horca), el gato de nueve colas (el látigo), cantar (confesar). Particularmente abundantes son en todas las lenguas las metáforas humorísticas para de signar los órganos sexuales masculino y femenino. Su cáracter de tabú en contextos de de coro es evidente pero cualquier hablante es capaz, sin duda, de formular “in mente” una copiosísima lista de cada uno.
2.7.3. L O S M E C A N IS M O S DEL C A M B IO SE M A N T IC O . Cualesquiera que sean los factores o causas que incidan en el cambio, existe siempre alguna conexión asociativa entre el significado primitivo y el nuevo significado adquirido por un término. Los mecanismos asociativos de la mente son imprevisibles e inagotables (Vid. supra 2.6.4.A.). La se mántica tradicional distingue dos tipos básicos: por s e m e j a n z a y por c o n t i g ü i d a d , que pueden afectar tanto al significante como al significado.
SIGNIFICANTES
SIGNIFICADOS
^ -s e m e ja n z a "^-contigüidad
^
sem ejanza '^ -c o n t ig ü id a d
ETIMOLOGÍA POPULAR “CONTAGIOS" SEMÁNTICOS, ELIPSIS.. METÁFORA, SINESTESIA METONIMIA, SINÉCDOQUE
A. LA METÁFORA E s u n a d e ¡a s m á s p o d e r o s a s f u e n t e s d e c a m b i o s e m á n t ic o . Su importancia como fuerza creadora en el lenguaje ha sido reconocida desde muy antiguo. Tradicionalmente se explica como un cambio basado en la s e m e j a n z a d e s i g n i f i c a d o s . Otros autores opinan que lo que se asemeja no son los significados sino los referentes. C o n s i s t e e n d e n o m in a r u n o b j e t o o u n a d a s e d e o b j e t o s c o n u n t é r m in o q u e d e s ig n a a o t r o e n r a z ó n d e a lg ú n r a s g o c o m ú n c o n c e p t u a l o e m o t i v o e n tr e a m b o s . La metáfora será, pues, una comparación abreviada: la pata de la mesa, el brazo del sillón, el ojo de la aguja, tienen una s e m e j a n z a con el significado originario pata de un animal, brazo de una persona, etc., (la función, la colocación, la forma, etc.).
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Aunque el procedimiento es el mismo, no hay que confundir las metáforas léxicas o lexicalizadas, que pertenecen al sistema de la lengua con las metáforas poéticas que pueden ocasionalmente forjarse en el discurso familiar o literario. En la metáfora léxica no queda rastro de efecto de extrañamiento o desviación (Vid. T.l Funciones del Lenguaje y T. 15.3). LAS FUENTES DE LA METÁFORA
Numerosas son las metáforas antropomórficas. Muchas expresiones que se re fieren a objetos inanimados están tomadas del cuerpo humano y sus partes, sus sentidos, sus pasiones, etc.. El hombre es un poderosísimo campo de expansión metafórica así como los animales, que dan lugar a metáforas zoomórficas. Citemos, por ejemplo, ojo de la cerradura, de la aguja, cabeza de alfiler, de serie.., pie de la lámpara, del monte..., boca de la cueva..., cuello de la botella..., los pulmones de la ciudad..., la circulación vial, pata de la mesa, lomo del libro, rabo de gato.., diente de león.., cola del autobús..., cresta del monte, pico del monte. Muchas métaforas zoomórficas tienen carácter valorativo. Ciertos animales se asocian con determinadas características psíquicas: burro, cerdo, borrego, galli na, gallito, rata de sacristía, ser un águila, un lince.... Las plantas y sus partes dan lugar también a numerosas metáforas: la raíz de un asunto las ramas del saber, árbol genealógico, hoja de papel, planta del pie, de una casa, dejar plantado... Hablamos de la nuez de Adán, del globo del ojo; músculo significaba en latin ratoncito, semejanza del bíceps contraído con el animalito. Numerosas son las metáforas humorísticas del habla familiar o coloquial: azotea, calabaza, cabeza, el francés tete tiene como origen testa = tiesto de barro. Numerosos significados abstractos tienen origen metafórico: iluminar, aclarar, equilibrar, desvelar, quitar el velo, atraer arrastrar hacia ad-trahere, etc. hundir en la tristeza; destrozar hacer trozos, el cuerpo del delito, el fondo del asunto, la base del razonamiento, el caudal de los conocimientos. Los ejemplos serían interminables. La metáfora es una de las máximas fuentes de polisemia y un recurso habitual de denominación de nuevas realidades. El lenguaje científico y técnico recurre a ella constantemente como recurso para acu ñar tecnicismos (Vid. T.15.4). B. LA SINESTESIA La sinestesia (del griego syn = juntamente y aisthesis = percepción) es una clase particular de metá fora que consiste en la transposición de un sentido a otro. Se trata de un fenómeno muy general en todas las lenguas cuya base reside en ciertas correspondencias o semejanzas de base psicológica en los meca nismos de la percepción humana. Transposiciones del tacto al oído. Sonido agudo, voz cálida, áspera, fría... del oído a la vista y viceversa, un color chillón, estridente un sonido opaco. del gusto al oído; palabras dulces, amargas... del tacto a la vista: una tonalidad suave, colores cálidos, fríos...(Para la sinestesia, como tropo estilístico propio de la función poética. Vid. T. 15). C. LA M ETONIM IA Y LA SINÉCDOQUE. Frente a la metáfora, basada en la semejanza, la metonimia se basa en la relación externa que existe entré los significados, o mejor dicho, entre los referentes designados: Esta puede ser de muy diversa índole: contigüidad espacial: el puño, el cuello de la camisa. el continente por el contenido: un vaso de vino, un plato exquisito. -
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materia p o r el objeto: una porcelana, una pintura. origen p o r el producto: el champan, el camembert, el jerez. autor p o r la obra: un Velázquez. instrumento p or el que lo maneja: el primer violín, el espada, el corneta. prenda p o r quien lo lleva: las camisas viejas, los boinas verdes. signo p o r la cosa significada: traicionó su bandera. causa p o r el efecto: vendió la cosecha. contigüidad temporal: la siesta (reposo d u ran te la h o ra sexta).
la el el el la el la
D. LA SINÉCDOQUE R esponde al esquem a lógico de 1a. inclusión: Se da sinédocque cuando se utiliza la parte por el todo y viceversa: cabezas de ganado, un pueblo de dos mil almas, concedió la mano de su hija. O bien el singular p o r el plural: el español es orgulloso (los españoles) o el género p o r la especie y viceversa: los mortales los hom bres. La im p o rtan cia de la m etonim ia com o factor de d esplazam ientos sem ánticos es considerablem ente inferior a la de la m etáfora. Al igual que indicábamos en el caso de metáforas y simetesias, deben distinguirse las m e incorporadas al uso común y que f o r m a n p a r te d e l s is te m a de la lengua, de las metonimias creadoras propias del discurso literario en las que está presente la función poética (Vid. T. 15) ej: q u e e l oro y d e l cetro p o n e o lv id o (la riqueza y el poder. E l ta ñ id o d e lo s bronces (las campanas) son figuras estilísticas, pertenecientes al habla. to n im ia s le x ic a liz a d a s ,
2.7.4. CONSECUENCIAS DE LOS CAMBIOS SEMANTICOS. Desde el punto de vista lógico de la extensión y comprensión de los conceptos, el resultado de un cam bio semántico puede dar lugar a ampliación o a una restricción. Son numerosos los términos, originaria mente reducidos a un significado preciso en un ámbito concreto, que generalizan su aplicación. A M P L IA C IÓ N D E S IG N IF IC A D O
9 Ejs. de ámbito marítimo: a r r ib a r ad-ripare = llegar a la orilla, a c o s ta r llegar a la costa de la astrología, creencia extendidísima en la antigüedad y Edad Media: c o n s id e r a r si tiera = astro, originariamente = contemplar los astros, d e s a s tr a d o el que tiene en con tra a los astros, jo v i a l Jovis = Júpiter, nacido bajo este signo m a lh a d a d o que tiene a los hados en contra te n e r b u e n a estrella... En su origen, el a r m a r io seria para guardar las armas; e m b e le s a r era aturdir a los peces con un foco de luz; riv a l, el que está en la otra orilla del río de ahí, adversario debido a las probables peleas de vencindad c o m p a ñ e r o era el que compartía el pan con uno cum-panis. Modernamente, desde la tauromaquia, los juegos de cartas, los deportes populares, etc. se han extendido numerosos términos y locuciones al uso común: e s ta r p a r a e l a rra stre, d a r la p u n tilla , m a n o a m a n o ; b a ra ja r, d e ordago', a r r o ja r la to a lla ; q u e d a r f u e r a d e ju e g o ... etc. R E S T R IC C IÓ N D E S IG N IF IC A D O .
En otros casos se da el proceso inverso de especialización de significado: un grupo social, una actividad, una técni ca o disciplina confieren a un término común una acepción restrictiva específica. Numerosísimos tecnicismos tienen este origen Ej. o p e r a c ió n matemática, bancaria, quirúrgica (Vid. T. 11-4) a p e tito origináriamente significaba impulso en general. o c a (avica = avecilla). Desde el punto de vista de la valoración afectiva, es decir, de las connotaciones que acompañan al significado lógi co o conceptual, puede darse tanto un desarrollo peyorativa como, aunque menos frecuente, ameliorativo. Ejemplos del primero son “im b é c il" orig. d é b il, v illa n o orig. habitante de la villa. Unas veces el origen de la connotación nega tiva está en prejuicios sociales; otras se trata de eufemismos desgastados.
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Ejemplos de desarrollo son ciertos nombres de cargos originariamente humildes, luego ennoblecidos canciller por tero, mariscal cuidador de caballos; inglés mare = yegua, ministro, criado, así como los usos elogiosos familiares de determinados adjetivos, bestia!, bárbaro. El verbo trabajar procede de tripalium = yugo, instrumento de tortura. En el Siglo de Oro trabajos = penalidades. Los trabajos de Persilas y Segismunda (Cervantes).
La concepción analítica del significado como agregación de unidades menores permite detallar el pro ceso de los desplazamientos semánticos. Uno o varios rasgos denotativos o connotativos se desgajan, incorporan nuevos rasgos y se articula así un nuevo significado. El proceso puede repetirse indefinidamente. Sdo2
Sdol
Sdo3
o = semas.
caballo = (+ (+ (+ (+ (+
animal) (+ con patas) (+ montar). montar) llevar a alguien a caballo sobre la espalda. con patas) (+ con tablero) caballete de pintor. montar) = (+ encima de algo) (+ un pie a cada lado). un pie a cada lado) Cervantes está a caballo entre el Renacimiento y el Barroco.
cabeza = (+ parte de un ser viviente) (+ en un extremo) (+ sede de la inteligencia) (+ importancia preeminente). (+ en un extremo) cabeza de alfiler. (+ sede de la inteligencia) tener cabeza. (+ importancia preeminente) cabeza de serie, cabeza de familia.
burro =
(+ animal) (+ torpe). (+ torpe) eres un burro.
La estructura del significado como agregado de unidades menores explica, asimismo, la aparición de signos lingüísticos carentes de referente real. Así, la combinación de + humano + caballar + varón = centauro viviente + racional + procedente del espacio = extratrerestre, + humano + pez + hembra = sirena. La mitología y la ficción de todas las épocas han podido crear así innumerables términos de referente virtual o imaginario. Generalizando, el hecho que el significado y no solo el significante sea también articulado, explicaría cómo el lenguaje, aunque nace vinculado a la realidad, puede cobrar una autono mía absoluta con respecto a sus orígenes y crear universos posibles en número infinito.
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LA ORACIÓN GRAMATICAL 3.1. LA ORACIÓN Y SUS CONSTITUYENTES. 3.1.1. 3.1.2. 3.1.3. 3.1.4.
PROBLEM ÁTICA DE LA DELIM ITACIÓN DE LA ORACIÓN. EL CONCEPTO TRA D IC IO N A L DE ORACIÓN. D EFIN IC IO N ES EN EL PLANO DEL HABLA. D EFIN IC IO N ES EN EL PLANO DE LA LENGUA. A. CRITERIO DISTRIBUCIONAL. B. LA ORACIÓN EN LA GRAMÁTICA GENERATIVA.
3.1.5. O PCIÓ N TERM INOLÓGICA. 3.1.6. LA ORACIÓN COMO UNIDAD ESTRUCTURAL. 3.1.7. LA ORACIÓN COMO UNIDAD DE CONTENIDO.
3.2. SUJETO Y PREDICADO. 3.2.1. 3.2.2. 3.2.3. 3.2.4. 3.2.5. 3.2.6.
EL CONCEPTO DE SUJETO: RECONOCIMIENTO. SUJETO GRAM ATICAL - SUJETO LÓGICO. LA CONCORDANCIA. LAS ORACIONES “ INCOM PLETAS”. LAS ORACIONES IM PERSONALES: SUS CLASES. CLA SIFICA CIÓN DE LA ORACIÓN SEGÚN LA ÍNDOLE DEL VERBO.
3.3. LA M ODALIDAD. TIPOS DE ORACIÓN. 3.3.1. EL CONCEPTO DE MODALIDAD: CARÁCTER AMBIGUO DEL TÉRM INO. 3.3.2. ORACIONES ENUNCIATIVAS. 3.3.3. ORACIONES INTERROGATIVAS. A. B. C. D.
3.3.4. 3.3.5. 3.3.6. 3.3.7. 3.3.8.
INTERROGATIVAS TOTALES E INTERROGATIVAS PARCIALES. LA ENTONACIÓN EN LAS ORACIONES INTERROGATIVAS. INTERROGATIVAS QUE NO SON TALES. INTERROGATIVAS DIRECTAS E INDIRECTAS.
ORACIONES ORACIONES ORACIONES ORACIONES ORACIONES
EXHORTATIVAS. OPTATIVAS. DUBITATIVAS. EXCLAMATIVAS. NEGATIVAS.
OBSERVACIONES SOBRE LA NEGACIÓN.
3.3.9. LA IN TEN CION ALIDA D COMUNICATIVA: LOS ACTOS DE HABLA INDIRECTOS.
3.1. L A O RAC IO N Y SU S C O N STITU Y EN TES. 3.1.1. PROBLEMATICA DE LA DELIMITACION DE LA ORACION. Los signos lingüísticos no funcionan aisladamente en la comunicación sino que se presentan normal mente articulados en unidades superiores a la palabra (Vid. T .2 .1 .2 ) . En la tradición gramatical, la oracción es la unidad de descripción lingüística en el seno de la cual adquieren pleno sentido todas las restantes unidades, así como sus relaciones mutuas a todos los niveles. (Ello explica la antigua denominación partes de la oración aplicada a las distintas clases de palabras: sustantivos, verbos, etc.). No toda secuencia de palabras conexas constituye necesariamente una oración. Secuencias como: a) Los padres del niño, el perro de san Roque, una mesa grande, cinco perros y cinco gatos, sin azúcar, del quince al veinte, etc., son secuencias conexas (no lo serán: los padres del, perro de, perros y cinco etc.). Sin embargo, no las denominaríamos oraciones. Sí constituyen en cambio oraciones secuencias como: b) El niño quiere a sus padres, el perro de san Roque no tiene rabo, la mesa es grande, cinco perros persiguen a cinco gatos, quiero el café sin azúcar, estaremos en Valencia del quince al veinte,... Las secuencias del tipo b) son de distinta naturaleza que las del tipo a). ¿En qué consiste la diferencia? Responder a esta pregunta equivale a definir la oración gramatical. El concepto de oración es uno de los más controvertidos de la reflexión lingüística. Los intentos de definir con cierto rigor qué se entiende exactamente por oración desembocan en múltiples formulacio nes, se entremezclan criterios y planos distintos: ® Criterios lingüísticos y extralingüísticos. • Criterios basados en la intencionalidad comunicativa y criterios basados en la estructura que presenta la secuencia. • Criterios formales y criterios semánticos. • El plano del discurso y el plano del sistema. En ciertos casos, los enfoques son compatibles e incluso se complementan. En otros, sin embargo, la adopción de un criterio ú otro delimita como oraciones realidades lingüísticas distintas. Es decir, se cuencias que se considerarían oraciones desde un punto de vista dejan de serlo si se adopta otro. No existe, en suma, un concepto unívoco para el término oración.
1.2. EL CONCEPTO TRADICIONAL DE ORACION. L a g r a m á tic a t r a d ic io n a l d e f i n e
la
o r a c ió n g r a m a t ic a l c o m o la e x p r e s ió n
del
j u i c i o ló g i c o ,
es decir,
e l a c t o d e l e n t e n d i m i e n t o e n v ir t u d d e l c u a l a f i r m a m o s u n a c o s a d e o tr a .
Si decimos, por ejemplo: Cinco lobos mataron cinco corderos. Juan es estudioso, en el primer caso afirmamos la acción de matar como verificada por el sustantivo lobos-, en el segundo afirmamos la cua lidad de estudioso de la persona Juan. Con arreglo a esta concepción, Juan corre, Juan quiere a sus padres, la mesa es grande, etc. s o n o r a puesto que expresan juicios. Juan, el niño, la mesa, son s u s t a n c i a s (personas o cosas), y corre, quiere a sus padres, es grande, hacen p r e d ic a c io n e s sobre estas sustancias. En cambio, la carrera de Juan, los padres del niño, la mesa grande, del quince al veinte, la tercera calle a la derecha, etc., no son oracio nes porque no expresan juicios.
c io n e s ,
Las partes esenciales de la oración gramatical son dos: el vocablo con que se designa el ser (persona, animal o cosa) de que se afirma algo y que en lenguaje gramatical se llama s u j e t o , y el que expresa la cosa afirmada, que se llama p r e d ic a d o .
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Un juici'j consta, en efecto, de dos partes: a) un elemento, correspondiente en principio a la categoría aristotélica de sustancia, que constituye el sujeto de la predicación —es decir, aquell t e lo que se afirma o niega algo—, y b) una propiedad o accidente, que se predica de aqr éi y que constituye el predicado. Tanto la noción de sustancia como la de accidente se relacionan con ciertas clases de palabras. Las que denotan sustancia son los sustantivos, mientras que las propiedades acci dentales corresponderían a verbos y adjetivos. De ahí que sujeto y nombre, y predicado y verbo se hallen indisolublemente ligados en la teoría gramatical y lógica. Como puede verse, la gramática tradicional sitúa en la predicación el requisito necesario para la exis tencia de la oración y especifica su estructura, integrada por dos elementos: sujeto y predicado. Esta última intuición preside también la definición estructural de la oración gramatical (Vid. 3.1.3.B) INSUFICIENCIAS DE LA DEFINICIÓN TRADICIONAL. La objeción que puede formularse a la definición tradicional es que parte de un criterio extralingüís tico, presuponiendo, lo que no es exacto, que las categorías gramaticales derivan automáticamente de las lógicas. Tomada en sentido estricto, la definición tradicional sería únicamente válida para las oraciones aseverativas (vid. infra 3.3), pues las de mandato y las interrogativas no constituyen juicios1. Por otra parte, el sujeto y el predicado lógicos no coinciden forzosamente con el sujeto y el predicado gramatical (vid. 3.2). En suma, los fenómenos lingüísticos poseen autonomía propia y deben ser caracterizados mediante criterios lingüísticos.
3.1.3. DEFINICIONES QUE PARTEN DEL PLANO DEL HABLA. En el plano del habla, la oración ha sido definida como la menor unidad de habla con sentido completo. El criterio es, por tanto, semántico. Cabe, sin embargo, objetar que la noción de sentido completo es imprecisa. Las secuencias citadas anteriormente tienen también, en efecto, sentido completo, pues re miten a significados perfectamente identificables: los padres de Juan, el perro de san Roque.... Se precisa entonces que por sentido completo se entiende que el hablante afirme o niegue, pregunte o desee, mande, etc. Es decir, en suma, que adopte una determinada actitud ante el enunciado. Así, —se dice— secuencias como los padres de Pedro o del quince al veinte, aunque no carecen del todo de sentido no lo tienen completo, puesto que el hablante ni afirma, ni niega, ni pregunta..... En cambio, son oracio nes: Pedro quiere a sus padres, Estaré aquí del quince al veinte o ¿Me presta Vd. veinte duros?, El perro de san Roque no tiene rabo. El requisito implícito para la existencia de oración sería, pues, la existencia de modalidad (Vid. infra 3.3). El problema está en este caso en que la modalidad es una característica de la oración que se formula a partir de ésta. Fundamentar la oración en la modalidad escamotea el problema sin resolverlo. Siempre en el plano del habla, otro enfoque define la oración como b) unidad psíquica intencional comprendida entre dos pausas que se caracteriza por ser un todo clauso, caracterizado por una curva melódica o entonación propia. El hablante segmenta el discurso en unidades intencionales, que marca mediante pausas y entonación en la lengua oral —y mediante puntuación en la lengua escrita— Las unidades resultantes son oraciones. Así, idénticas secuencias pueden constituir oraciones distintas.
'En efecto, no puede aplicárseles el criterio veritativo (verdadero/falso) inherente al juicio. Para no excluirlas de la definición se argumenta que en ¿Ha venido Pedro? exponemos un juicio pero ignoramos si el predicado ha venido conviene o no al sujeto.
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PAUSA
ii
Yo no me enfadaría. /
/
tonema d escen d en te
lo dejaría para mañana.
Si fuese tú, tonema ascen dente
I a O R A C IO N
tonema "d escen d en te 2 a O R A C IO N
->
I!
Yo no me enfadaría si fuese tú. A I a O R A C IO N
tonema d escen d en te
Lo dejaría para mañana.
A í
2 a O R A C IO N
tonema d escen d en te
->
El punto de partida es, de nuevo, como vemos, extralingüístico: la oración se define como una unidad intencional (criterio psíquico), pero esta unidad se manifiesta formalmente en el plano fónico mediante marcas suprasegmentales: la entonación y las pausas, luego puede reconocerse mediante criterios
lingüísticos. Así, la inflexión descendente y la pausa larga señalan el fin de la oración: los grupos fónicos ascenden tes son percibidos como incompletos. Así, cinco lobos mataron... no es oración. Sí lo es: cinco lobos mataron cinco corderos. Según este enfoque, las citadas secuencias de tipo a) (vid. supra 3.1.1) pueden perfectamente ser ora ciones. Basta insertarlas en una adecuada situación del discurso. ¿Quién ha venido? Los padres del niño. ¿Cómo quieres el café? Sin azúcar. ¿Cuándo son los exámenes? Del quince al veinte. Idéntica observación puede hacerse a la definición de oración como unidad mínima de comunicación
lingüística o bien forma más pequeña de mensaje. Según esta definición, en un contexto y/o situación apropiados, cualquier secuencia fónica puede ser una oración, con independencia de la estructura que adopte. Basta que sea una unidad de comunicación: que constituya un mensaje. Serían consideradas oraciones, por tanto, no sólo Pedro quiere a sus padres sino Los padres de Pedro (como respuesta a ¿quién ha venido?), Del quince al veinte (¿cuándo son los exámenes?), Café con leche (dicho ante la barra del bar), \Lapolicial (gritado por un ladrón a su cómplice), \Hola\, ¡A diós), Buenos A íu o ,
fiUri,
lU'.
3.1.4. DEFINICIONES QUE PARTEN DEL PLANO DE LA LENGUA. A) CRITERIO DISTRIBUCIONAL: LA INDEPENDENCIA SINTÁCTICA. El criterio disíribucional define la oración como una forma lingüística independiente no incluida en ninguna forma lingüística mayor en virtud de alguna construcción gramatical1, o, dicho de otro modo, ¡a oración es la unidad mayor de descripción gramatical. Sea la siguiente secuencia: ¿Cómo está usted?, Hace un día excelente, ¿Va a jugar al tenis esta tarde? Sea cual sea la conexión práctica que pueda haber entre estas tres form as no hay ninguna organiza-
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ción gramatical que las una en una form a mayor. La expresión se compone, pues, de tres oraciones, es decir, de tres secuencias distribucionalmente independientes (Bloomfield). Por distribucionalmente independientes se entiende que no puede establecerse o predecirse los contex tos en que aparece una secuencia. Por ejemplo, después de ¿Cómo está Vd.? (o antes) podría aparecer cualquier otra: ¿Cómo está Vd.?; Han venido los padres de Juan; ¿Cómo está Vd.?; Tómese ese café; Buenas tardes, ¿Cómo está Vd.? En cambio, secuencias del tipo a): Los padres del niño, del quince al veinte, sin azúcar, de san Roque, etc. poseen una determinada distribución. Es decir, aparecen en determinados contextos: Han venido/los padres del niño, He visto a/los padres del niño, ¿Quién ha venido?, Los padres del niño... etc. Café, té, etc./sin azúcar... Vendré; tendrá lugar, etc./del quince al veinte. Son gramaticalmente incompletas. Por ello no son oraciones.
El criterio para definir la oración es, como puede verse, estrictamente lingüístico y formal. No se recu rre a consideraciones semánticas o psicológicas. La delimitación se efectúa sobre la base de la indepen dencia sintáctica de la unidad considerada. B) LA ORACIÓN EN LA GRAMÁTICA GENERATIVO - TRANSFORMACIONAL. Para la gramática generativa, la oración es un axioma de base, es decir de estructura profunda de la lengua; no requiere, pues, definición. Se genera mediante una serie de reglas que aseguran la gramaticaüdad de las cadenas resultantes en una lengua dada. Por ej.: 1) S = FN + FV. 2) FN = Art. + N. 3) FV V + FN. 4) Art. la 5) N mujer, pelota. 6) V golpeó, tomó, etc. La aplicación sucesiva de estas reglas produce la oración (inglés sentence): La mujer golpeó la pelota. S = oración; FN = frase nominal; FV = frase verbal; Art. = artículo; N = nombre; V = verbo. El ejemplo, evidentemente muy esquemático, puede representarse por medio del diagrama siguiente:'
Una lengua se define entonces como el conjunto de todas las oraciones posibles pertenecientes a dicha lengua (conjunto necesariamente infinito) y la gramática de una lengua, como el conjunto finito de re glas que permiten generarlas (Vid. tema 2.4).
3.1.5. OPCION TERMINOLOGICA: LA ORACION ES UNA UNIDAD DE LENGUA. Como se ha visto, la oración es considerada unas veces como del sistema, y otras, unidad de discurso, con lo que una secuencia puede a la vez no ser oración según qué punto de vista, y cualquier secuencia puede, en un contexto y situación apropiados, constituirse en oración. No hay modo, pues, de operar con unidad tan incierta. 'Chomsky.
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El problema se resuelve en parte si optamos claramente por reservar el concepto de oración al plano del sistema: tanto la oración como las unidades lingüísticas de rango inferior —sintagmas, palabras, mor femas, fonemas— son unidades de lengua, no de habla. Evidentemente, no podemos formular una oración sin materializarla en el habla (es de cir, sin pronunciarla o escribirla), pero la oración no es la secuencia pronunciada sino el modelo que subyace a sus realizaciones. Al analizar, por ejemplo, Pepe como peras como una oración (frente a las peras maduras), lo que significamos es que Pepe come peras es
la manifestación en el plano del habla de una estructura de lengua que recibe el nombre de oración. Puede ponerse en relación con Juan come manzanas, María ve el cuadro,... Las secuencias que pronuncian los hablantes en situaciones concretas de discurso son enunciados y pueden tener o no estructura oracional. De hecho, son frecuentemente incompletas desde el punto de vista sintáctico. Ello no impide la comunicación de contenidos informativos completos dada la presencia de factores externos a las mismas, el contexto y la situación. Si preguntan ¿Qué ha comido Pepel (contexto lingüístico), respondemos: Peras. Sería redundante responder Pepe ha comido..., pues se trata exclusivamente de rellenar, desde el punto de vista informativo, un lugar vacío y deshacer la incertidumbre del interlocutor fijando una opción en tre el número de alimentos posibles. Del mismo modo, Dos, pronunciado ante el cobrador del autobús, fija el único elemento desconocido que interesa transmitir, puesto que el hecho de que deseo comprar billete/s viene dado por la situación extralingüística y no necesita formularse.' Evidentemente, muchos enunciados corresponden a oraciones. Ello sucede cuando tienen que preci sarse todos los elementos (o se desea hacerlo); ejemplo: Tu tía se acaba de caer por las escaleras. Juan es un mal hijo. Eso no es cierto: Juan quiere a sus padres. Obsérvese que los enunciados de estructura oracional son obligados por lo general en el discurso escrito, ya que toda la información tiene que ser transmitida por medios lingüís ticos (Vid. tema 16.3). También hay excepciones, sin embargo: A Madrid: 250 Km., Seño ras/Caballeros, La rendición de Breda (índices lingüísticos que remiten a un contexto: ca rretera, puerta del aseo, cuadro, etc.).
3.1.6. LA ORACION COMO UNIDAD ESTRUCTURAL. Si nos atenemos a consideraciones estrictamente lingüísticas, la oración se caracteriza por una deter minada estructura. Existe oración cuando aparecen dos constituyentes de carácter obligatorio: un sintagma nominal —o equivalente— en función de sujeto y un sintagma verbal en función de predicado. Como puede verse, esta definición, de carácter sintáctico, retiene como inherente a la oración la es tructura bipolar que intuía la definición tradicional, es decir, estar constituida por dos términos en rela ción de interdependencia (un término presupone al otro y viceversa). Pero aquí se hace abstracción de considerarlos lógicos y psíquicos y los constituyentes se definen, así como su relación, en términos es trictamente gramaticales. En su forma más simple, el SN y el SV constan de un único elemento: El núcleo del SN es un sustantivo —o equivalente. El núcleo del SV es un verbo. Esto es así aunque se hable por tradición de predicado nominal si el verbo es copulativo (vid. tema 8.): el núcleo sintáctico del predicado es necesariamente un verbo.
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REPRESENTACIONES DE LA ORACION
o
Pedro
corre
En torno al núcleo del SN se organizan, siguiendo determinadas reglas, los sintagmas determinantes y adjuntos que complementan a dicho núcleo. En torno al núcleo del SV se organizan los complementos del verbo. Los sintagmas complementos pueden constar a su vez de un núcleo y complementos, y éstos a su vez de núcleo y complementos, originándose así diversos estratos de complementación. el niño rubio
corre m ucho
P epe
tonto
es
N ^m ----- Ve SN
SV
Esta chica
O
com e peras SN
L -8 B -/ V
SN
SV
T odos los alum nos d e C O U
esta chica
c o m e p e ra s
aprobaron los ex á m e n e s en Junio
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El perro del hortelano vecino
comió la carne preparada para mi cena
S N
SV
N = núcleo del SN sujeto. n, n’ = núcleos de SN complementos. V = verbo: núcleo del SV.
Sujeto y predicado son, por tanto, las funciones sintácticas básicas de la oración. Las restantes han sido fijadas y denominadas con una fuerte influencia de la estructura de las lenguas clásicas (latín y griego), en las que tradicionalmente se ha venido basando la reflexión gramatical occidental. Los térmi nos acuñados con que se designan los diversos tipos de determinación y complementación, así como las clases de sintagmas que puede desempeñar cada una de estas funciones, serán objeto de las lecciones siguientes. Ahora bien, si, una vez fijada la oración gramatical, adoptamos para su análisis un punto de vista distinto del sintáctico, las nociones de sujeto y predicado varían. (Desarrollaremos ampliamente la cues tión en 3.2.1). UNA INTERPRETACIÓN SINTÁCTICA DISTINTA: LA GRAMÁTICA DE DEPENDENCIAS. En la denominada Gramática de dependencias de Tesniére, el verbo se considera el elemento nuclear de toda la oración. El verbo es término regente de dos clases de unidades: Los actantes que designan a los seres que, de una forma u otra, participan en el proceso. El circunstante, unidad o serie de unidades que expresan las circunstancias de tiempo, lugar, modo..., en las que se desarrolla el proceso expresado por el verbo. Los verbos se caracterizan por el número de actantes que pueden poseer. Siguiendo el símil químico, hay verbos de valencia cero, monovalentes, bivalentes y trivalentes. El sujeto es, sintácticamente, un actante más, sin función privilegiada. (Vid. tema 6.).
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En general, El primer actante es el sujeto de la oración activa (S), El segundo actante es el objeto de la oración activa (CD). El tercer actante designa a aquél en cuyo beneficio o detrimento se realiza la acción (CI). Los términos que dependen del término regente se denominan subordinados.
te r b o W «*lal*fcia cero
llueve
ttS K o m onovalente
P edro corre
verbo tri® ^™ B
veJHo bivalente
P edro com e p e ra s
P ed io en trega la carta a Juan
La rep re sen tació n se ría
corre
/ /
/
A
Pedro i r actante
Pedro 1 actante
entrega
com e
\
pw ias actante
/
Pedro 1er actante
\>
una carta 2o actante
a Juan 3!'! actante
Esterna o representación de las relaciones existentes entre las palabras d e la oración.
E l n iñ o r u b io c o m e una p e r a m a d u r a
WB&
EL PLANO DEL SIGNIFICADO. Además de caracterizarse por una determinada estructura o forma, ¡a oración, como toda unidad lin güística de rango superior al fonema, posee un determinado contenido semántico. De ahí la observación tradicional de que transmite un significado calificado de completo frente a las de inferior nivel (sintag mas, palabras, morfemas). El plano del contenido es de un orden distinto al de la mera suma de significados de sus elementos integrantes, pues precisamente éstos adquieren su significación plena en el seno de la oración (vid. 2.2.3). Aunque, por razones de método, para estudiar la oración se ha comenzado por aludir a su articulación sintáctica, la consideración de ésta está íntimamente relacionada con la articulación semántica y viceversa. En efecto, secuencias estructuralmente impecables no serían consideradas oraciones pese a responder a SN + SV y respetar todas las reglas gramaticales. * Se ha derramado Pepe. * El olfato corre. * Ese niño es múltiplo de dos.
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* * * *
Una idea coge peras. Todos los peligros de muerte aprobaron el examen de grado. El perro del hortelano vecino maduró las naranjas. La cuadruplicidad bebe dilación (Vid. tema 2.4 gramaticalidad y aceptabilidad).
En la atribución de determinados predicados a determinados sujetos funcionan, por tanto, exigencias de compatibilidad semántica (o lógico-semántica): derramarse sólo puede predicarse de líquidos, correr de entes susceptibles de desplazamiento, múltiplo de x sólo puede predicarse de un número, etc. La segunda observación es que la propia interpretación de la articulación sintáctica requiere recurrir a la consideración del componente semántico. Para establecer las relaciones sintácticas no siempre bas tan los criterios formales. De un modo u otro hay que recurrir al plano del significado (Vid. 2.2.3). Ejemplo: a) Una honda preocupación ha causado el ataque a Libia. b) Una honda preocupación causa grave disgusto. En a) interpretamos el ataque a Libia como sujeto y el resto como predicado. En b) interpretamos Una honda preocupación como sujeto y el resto como predicado, en razón de factores semánticos. En Se está bebiendo la leche un gato la articulación sintáctica es: o
a
En cambio, en Se está bebiendo la tía un café, es:
o
dado que beber exige como sujeto [+ viviente] y como objeto [+ líquido]. La gramática tradicional, fuertemente logicista, intenta hacer corresponder las diversas funciones sintácticas a funciones lógico-semánticas fijas. Así, el sujeto designaría al ente que realiza la acción, el llamado complemento directo al que la recibe, el complemento indirecto al destinatario, etc. Esto no es siempre exacto. Las funciones semánticas no guar dan necesariamente relación con la estructuración sintáctica.
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Véase por ejemplo: Pedro abrió la puerta con ayuda de Juan (Juan realiza la acción de abrir pero no es el sujeto gramatical). Hay manzanas en el cesto (manzanas es el C.D., pero no recibe acción alguna). Estas cuestiones se desarrollan ampliamente en el tema 8.
3.2. SUJETO Y PREDICAD O . 3.2.1. EL CONCEPTO DE SUJETO: RECONOCIMIENTO. Como puede deducirse de todo lo hasta ahora expuesto, el sujeto y el predicado, como constituyentes de la oración, son funciones sintácticas, es decir, gramaticales. La relación que vincula el sujeto al predicado es una relación lingüística, de carácter formal: El sujeto gramatical es el elemento organizador de la oración, que rige la concordancia del verbo. Juan canta.
Los niños ríen.
Sale el sol.
Pasan vacas
El sujeto coincide frecuentemente con el agente de la acción o soporte del proceso desig nado por el verbo, pero esto no es siempre así. En El chocolate me gusta o, como es más frecuente, Me gusta el chocolate, el sujeto de la oración es el chocolate, puesto que el verbo está en 3a p. sing. Sustituyéndolo por un plural (los bombones), observamos que obliga a concordar al verbo: me gustan los bombo nes (3 a p. plural). En Me avergüenzo de tu conducta, el sujeto es yo, implícito en la desinencia verbal de Ia p. sing. Pero si digo tu conducta me avergüenza, el sujeto es tu conducta (En efecto: tus acciones me avergüenzan). En Es difícil acertar, el sujeto es acertar (En efecto: Los aciertos son difíciles). El criterio de reconocimiento del sujeto gramatical es, por tanto, la existencia de concordancia. Si la comulación de singular a plural o viceversa exige la alteración del morfema verbal, se trata del sujeto. (En el caso de Ia y 2a personas basta observar el morfema verbal de persona/número). En la conmutación no es, evidentemente, necesario intentar mantener semantismo algu no del término: Era inevitable su muerte. Eran inevitables las soluciones/ las decisiones / los problemas... El sujeto no puede llevar preposición. Al tratarse de un elemento que no complementa nada sino que, por el contrario, recibe la complementación del predicado, es incompatible con la preposición, que es una marca de subordinación (vid. tema 9.3).
Determinadas construcciones parecen contradecir esta afirmación: Esto lo saben hasta los chinos. Entre Juan y Pedro conducen la locomotora. Sin embargo, obsérvese que hasta y entre, aunque formalmente son preposiciones, no lo son sintácticamente en este caso. Son conmutables por adverbios de refuerzo (e incluso pueden suprimirse sin alterar sensiblemente el significado). Se trata de traslaciones (vid. T. 4.4.7).
Eso ¡o saben incluso los chinos. Incluso los chinos saben eso. Los chinos saben eso. Juan y Pedro conducen conjuntamente la locomotora. Juan y Pedro conducen la locomotora.
3.2.2. SUJETO GRAMATICAL - SUJETO LOGICO. La gramática tradicional, al identificar la oración con la expresión verbal del juicio lógico, efectúa una confusión de planos en la determinación del sujeto.
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Recordemos que por juicio se entiende la operación mental por la que ligamos dos conceptos, predican do el segundo del primero; (B se dice de A) y, claro está, el producto de dicha operación lógica. El sujeto, según la interpretación tradicional sería, por tanto, aquello d élo cual se dice algo, y el predi cado lo que se afirma o niega del sujeto. Como puede verse, lo así definido son el sujeto lógico y el predicado lógico, no el sujeto gramatical. Muchas veces, ciertamente, hay coincidencia, pero no es forzoso que así sea. En
Pepe come peras El niño rubio corre mucho, Juan está cansado, El botijo se rompió,
come peras (P) corre mucho (P) está cansado (P) se rompió (P)
se afirma de
Pepe (S). el niño rubio (S.) Juan (S). el botijo (S).
Sin embargo, en: El pastel me lo com í con gusto-, En esta casa no se puede dormir, estamos predican do: me lo com í con gusto, de el pastel', y no se puede dormir, de en esta casa, que son respectivamente un C.D. y un C.C. de lugar y que sin embargo constituyen el sujeto lógico. Algunas veces se denomina sujeto psicológico al sujeto lógico porque se considera el jui cio desde la perspectiva del hablante. El sujeto lógico es, efectivamente, el objeto deI pensam iento', y consecuentemente aquello que psicológicamente se antepone en la mente. La gramática del texto ha desarrollado ampliamente la cuestión introduciendo los con ceptos de tema y rema. Nos remitimos, por tanto, al tema 10 para su profundización.
3.2.3. LA CONCORDANCIA. Uno de los fenómenos que marcan más estrechamente el carácter de unidad estructura! de la oración en el plano sintáctico es, como se ha visto, la concordancia, es decir, las conexiones formales que mantie nen entre sí las unidades menores que la integráis. La concordancia supone: a) igualdad de número y persona entre un verbo y su sujeto (éste obliga la concordancia de aquél). b) igualdad de género y número entre sustantivo y adjetivo. El niño duerme/Los niños duermen. La mesa es blanca/El armario es blanco. Las mesas blancas me gustan/Los armarios blancos me gustan. En determinados casos, sin embargo, interfiere la llamada concordancia ad sensum, o concordancia de sentido, con la concordancia sintáctica propiamente dicha. Se producen entonces desajustes de variable aceptabilidad, que la gramática normativa enumera, pres cribiendo el uso fijado como correcto. 1)
COLECTIVOS EN SINGULAR,
Como encierran idea de pluralidad, pueden concertar con un adjetivo o verbo en plural. Favorece esta concordancia de sentido: a) La heterogeneidad con que se sienten los componentes individuales. b) La presencia de determinación que especifica los componentes. c) La distancia a la que se encuentran del verbo o adjetivo con el que deben concordar: La gente, a una señal de sus jefes, se amotinó/se amotinaron. El enjambre, con la humareda, se dispersó/*se dispersaron (enjambre posee carác ter más unitario y homogéneo que gente). Guardaba/guardaban el paso una multitud de hombres armados.
’Panfilov. Gramática y lógica. Otros confunden el sujeto lógico con el agente, que es una relación exclusivamente semántica (y no lógico-semántica) y lo denominan sujeto lógico; por ejemplo a el amo, en el perro es golpeado por el amo. Tal denominación, como vemos, no es exacta.
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La mitad de los náufragos se salvó/se salvaron (presencia de determinación de pluralidad).
El público, después de tan ruidosa propaganda en periódicos y carteles, se agolp ó/se agolparon en las taquillas. El público se agolpaba/*se agolpaban en las taquillas (distancia con respecto al
verbo). Inversamente, si acompañan al colectivo adjetivos que refuerzan la singularidad gramatical, se favorece la concordancia gramatical. El vecindario, conmovido por sus palabras, aplaudió/*aplaudieron.
En ciertas oraciones atributivas, especialmente con pronombres neutros y en ¡as atributivas reversibles, un atributo en plural puede atraer al verbo. Esto son habladurías. Aquello eran tortas y pan pintado. M i único trabajo es/son cuatro horas diarias de oficina. Trabajos y miseria es/son la herencia del hombre. 2) PLURALES UNITARIOS.
Ejemplo inverso son plurales sentidos como un todo unitario al eliminar el determi nante del segundo elemento del sintagma. La entrada y salida'cle vapores ha sido aplazada/han sido aplazadas.
(Compárense con la división disociada, que obligaría a la concordancia gramatical: La entrada y la salida de vapores han sido aplazadas/*ha sido aplazada).
Dos o más demostrativos, neutros son asimismo sentidos como un todo unitario: Todo esto y algo más motivó mi zozobra. 3) LA CONCORDANCIA DE LA PERSONA GRAMATICAL.
Si concurren personas verbales diferentes, la segunda es preferida a la tercera, y la primera a todas. Él y tú estáis equivocados. Juan, tú y yo viajamos juntos. Nótese que la persona puede hallarse implícita: Todos iremos; Todos [nosotros] iremos; o bien aparecer indi cada como complemento del nombre: Los ladrones somos gente honrada (nosotros, los ladrones...); Algunos de nosotros vamos de viaje.
En las relativas dependientes de atributivas la alternancia es posible. Yo soy el que habló/hablé primero. Vosotros sois quienes os aprovecharéis /se aprovecharán.
3.2.4. LAS ORACIONES “INCOMPLETAS”. Caracterizada la oración como una estructura bimembre, resulta incongruente plantear, como a veces se hace, la división entre oraciones unimembres y oraciones bimembres. Toda oración tendría que ser bimembre por definición. Con la expresión oraciones unimembres se pretende, sin embargo, dar cuenta de dos tipos de enunciados: a ) Enunciados que presentan un sentido completo, pese a que falta alguno de los dos constituyentes, bien el SN sujeto, bien el SV (o su núcleo), y a veces los núcleos de ambos. Se trata de enunciados del tipo: Buenos días, ¡Qué hermosura!, ¡La policía!, ¡Fuego!, etc. b) Las oraciones impersonales desde el punto de vista sintáctico (Vid. infra 3.2.5), Llueve. Se saluda al embajador. Hay manzanas. Es tarde. Es verano. Hace días que no come. La cuestión es muy distinta en uno u otro caso. En el caso a) se pueden adoptar dos interpretaciones: 1) Recurrir al concepto de estructura implícita o subyacente. Estas oraciones serían completas en su estructuración sintáctica subyacente. Su estructura superficial sería el resultado de la aplicación de reglas transformacionales de elisión o elipsis (es la interpretación de la gramática generativa). Simplificando un tanto:
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¡Buenos días!
¡La policía!
o
o
la policía
J)
2) Considerar que no se trata de oraciones sino de enunciados de habla de estructura no oracional. Aparecerán siempre en una situación comunicativa dada de la que depende su interpretación como uni dades con sentido completo. La segunda interpretación parece más acertada. En efecto, aunque es teóricamente posible reconstruir oraciones sintácticamente completas partiendo de estos enunciados, es más que dudoso que se hallen presentes en la mente del hablante a nivel alguno. En las oraciones de tipo b), es decir en las impersonales, la cuestión es algo distinta. En este caso no existe sujeto ni patente ni subyacente Son verdaderas unimembres integradas por un único constituyente, que es un SV. Ahora bien, ¿cómo puede darse un predicado que no se predica de nada?. ¿No era la interrelación SN + SV la definición misma de la oración?. Simplificanto un tanto, las impersonales se representan del modo siguiente:
Se saluda a los embajadores Llueve
Hay flores
o
o
llueve
hay
o
¡Llaman!
ñores
El caso b) intenta ser explicado por algunos rectificando la concepción de oración gramatical (O = SN + SV) y considerando que lo que caracteriza la oración es la presencia de un verbo en forma personal. Ello supone invertir la relación y considerar que es el sujeto el que, en cierto modo, completa al verbo y no a la inversa. Un desarrollo consecuente de este planteamiento lo constituye la moderna gramática de dependencias (vid. supra 3.1.6). OBSERVACIÓN
La lengua no se utiliza sólo para la predicación explícita sino también para verbalizar la mera presencia de objetos o fenómenos1. En suma, para constatar verbalmente su existencia; bien para atraer sobre ellos la atención del interlocu tor, bien como mera función expresiva.
'La adquisición del lenguaje en el niño comienza justamente por expresiones sintéticas que consisten simplemente en nombrar señalando los objetos de su entorno.
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La expresión de contenidos lógicamente estructurados y ,por tanto, la oración, es sin duda el nivel más elevado y complejo de la utilización de la lengua, pero no tiene por qué ser el único. No parece, pues, existir inconveniente en admitir que existen enunciados de habla que no constituyen oraciones de lengua. Interpretarlas como resultado de elipsis resulta altamente artificial1. Tal es el caso, por ejemplo de: Buenos días o ¡Caramba, una cucaracha!, etc. En el caso de llueve, hace frío, es tarde, etc., se trata de predicados lógicos de una situación extralin güística que constituye el sujeto lógico de la oración. Su explicitación, si coincidiese con el aquí-ahora del hablante, sería redundante. Llueve = (aquí, ahora) llueve, hace frío. Es tarde = (ahora) es tarde. Si no coincide, aparece bajo la forma de un circunstancial. Ayer llovió; Entonces hacía frío-, Mañana lloverá', El 15 de Mayo hizo frío... Dentro de una hora será tarde. Lo que sí es evidente es que no existen ni agente ni sujeto gramatical.
3.2.5. CLASES DE ORACIONES IMPERSONALES: INTERPRETACION SINTACTICA. El concepto de impersonalidad se utiliza en gramática con cierta ambigüedad que conviene disipar. Por una parte se denominan impersonales las oraciones que carecen de sujeto gramatical (vid. supra 3.2.4). Son las oraciones impersonales, desde el punto de vista sintáctico. Sin embargo, también se denominan impersonales, esta vez desde el punto de vista semántico, aque llas oraciones cuyo agente no se explícita, bien por desconocido, bien por no interesar su especificación. No toda oración impersonal semántica lo es en el sentido sintáctico. Por ejemplo: Se venden botellas', Se cuentan mentiras; Se dice que subirá la gasolina, son oraciones impersonales en sentido semántico (no se expresa quién vende botellas, cuenta mentiras, etc.), pero no lo son desde el punto de vista sintácti co: botellas, mentiras y que subirá la gasolina son el sujeto gramatical. (En efecto: Se venden botellas / se vende una botella; se cuenta una mentira; se dice una verdad / se dicen verdades...). Consideramos necesario distinguir uno y otro plano y, para inventariar las oraciones impersonales, nos atendremos aquí al criterio exclusivamente sintáctico. A) En primer lugar, están las IMPERSONALES DE VERBOS que indican fenómenos naturales o me teorológicos tales como, llueve, truena, diluvia, relampaguea, amanece, anochece, etc... Estos verbos son formalmente unipersonales, es decir, que sólo se utilizan en infinitivo y 3 a persona del singular, por lo que la gramática tradicional los denomina verbos unipersonales. En determinados casos, pueden dejar de ser impersonales, en usos metafóricos, despla zados o causativos (o, en el caso de amanecer, explicitando el sujeto implícito día). P. ej.: Amenecieron días amargos. Llovieron críticas sobre él. A l día siguiente amanecí en Fran cia (me hallé). Amanezca Dios y cenaremos (causativo = Dios hará que amanezca...).
B) IMPERSONALES EVENTUALES. El verbo, en 3a persona del plural, expresa una indeterminación del agente de la acción, bien porque se ignora, bien porque no se desea explicitarlo. Llaman a la puerta. Por televisión dicen mentiras. Le pegaron un tiro.
' E s t o n o s i g n i f i c a n e g a r l a e x i s t e n c i a d e l f e n ó m e n o d e l a e l i p s i s , p e r o e i c a s o e s m u y d i s t i n t o d e l d e l a s v e r d a d e r a s e l i p s i s . P o r e j e m p l o : L e d i u na b o feta d a y él a m í (m e dio) otra ;
L le v a traje (nuevo ) y za p a to s n uevos.
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El plural es simplemente marca de esta indeterminación, no un verdadero plural. En lla maría la puerta puede ser uno solo el que llama. En le pegaron un tiro es imposible que sea más de uno el agresor.
C) IMPERSONALES GRAMATICALES: En determinadas construcciones, las formas verbales hay, hace y es, fijadas en 3 a persona del singular, dan lugar a oraciones impersonales. Hay manzanas. Hubo fiesta. Habrá fiestas. Hace frío. Hace calor. Hace tres días. Hoy hace tres días. Mañana hará tres días. Es tarde. Es verano. , El elemento que sigue al verbo no es sujeto del mismo. Debe interpretarse como complemento directo en el caso de hay y hace (Sin duda es un CD algo peculiar, puesto que no admite la transformación pasiva). a) HAY: El origen de esta construcción es el uso arcaico de haber con el significado de tener (Ej.: Bienaventu rados los que han hambre y sed de justicia...). Y, totalmente gramaticalizado, es el resto del adverbio de lugar /'procedente del latín ibi = ahí1. En su origen, probablemente, existía sujeto implícito: Fulano —el que sea— ha í manzanas = (tiene ahí manzanas). Al producirse la indeterminación del sujeto, dado que lo que interesa realmente es la presencia de lo que hay, la construcción se desliza hacia la impersonalidad. Compruébese la posibilidad de sustitución por la forma pronominal de complemento directo lo/s la/s. Hay manzanas-*~las hay. Hubo fiesta -* -la hubo (Vid. tema 5.1 y tema 8.). Este protagonismo del objeto da origen al uso vulgar, extendido en algunas zonas, *habían manzanas, *habrán fiestas, en el que el hablante siente como sujeto de la oración manza nas y fiestas y efectúa la concordancia. Se trata de un uso totalmente incorrecto. Obsérvese que en presente de indicativo no se cometería jamás *han manzanas. b) HACE: Hace frío, hace calor. La RAE pone estas construcciones en relación con las del tipo la leña hace humo (produce, causa, etc.) y considera como sujeto implícito el tiempo, la estación. Desde el punto de vista diacrónico es así, sin duda. Sin embargo, no puede sostenerse que exista seme jante elipsis en la mente del hablante hoy día. Estas construcciones están más bien en relación con las de verbos meteorológicos o de fenómenos naturales. Hace frío, llueve (la RAE, por lo demás, pretende también explicar llueve como Dios o la naturaleza llueve, lo que es menos admisible aún). En cualquier caso, frío y calor se interpretan como complementos directos de hace. En efecto, Hace calor lo hace (vid. supra). Hace tres días. Hoy hace tres días. El 15 de Mayo hará tres meses. La RAE las pone en relación con expresiones del tipo tres y cuatro hacen siete. Considera que si deci mos hace tres días queremos decir que el día de hoy (sumado a los anteriores) hace tres días12. Tres días es, por tanto, el complemento directo de hace. Hace tres días
los hace.
1Resulta de interés comparar esta construcción con las correspondientes del francés y en inglés: Fr. // y a des pom mes , y < ibi (idéntico origen que en español). La construcción es semánticamente impersonal, con un sujeto aparente, el pronombre il (él). En inglés, la palabra que designa al ser cuya presencia se señala es realmente el sujeto gramatical de la oración. There are apples, literalmente: (ahí son manzanas). There is an apple (ahí es una manzana). La construcción es sentida semánticamente como impersonal. 2Sería incorrecto, sin embargo, decir *hacen tres días. *hoy hacen tres días.
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Cuando aparece explícitamente un adverbio pronominal de tiempo (Vid tema 6) o un sintagma con significación temporal, cabe preguntarse si no podría considerarse sujeto gra matical de la oración. Es decir si se debe analizar: Hoy hace tres días (oración impersonal semántica pero no impersonal gramatical), o bien: hoy hace tres días (oración impersonal semántica y gramatical). Ambas interpretaciones son posibles, pero aunque la RAE sostiene la primera, creemos más ajustada la segunda. En efecto, un adverbio no puede ser sujeto1; la construcción es análoga a:
Dentro de una semana hará tres meses, donde no puede ya considerarse sujeto el sintagma inicial, ya que lleva preposición. C) ES TARDE, ES TEMPRANO, ES VERANO, ES DE DIA, ES DE NOCHE, etc. El elemento nominal no puede ser interpretado como CD en estos casos, ya que el verbo ser no admite CD. La explicación tradicional lo considera atributo de un sujeto implícito: hoy, ahora, la estación, el momento, etc. La objeción sería la misma que en el caso Hace frío, etc. El hablante siente más bien estas construcciones como sintagmas inanalizables referidos a la situación extralingüística. D) PARA LA CONSTRUCCIÓN IMPERSONAL CON SE, vid. tema 8.6.
3.2.6. CLASIFICACION DE LA ORACION SEGUN LA INDOLE DEL VERBO. Además de la consideración de las oraciones impersonales analizadas en el epígrafe anterior, la tradi ción gramatical introduce otras clasificaciones basadas en la naturaleza o índole del verbo y de las rela ciones sintácticas que se establecen en el seno del predicado o en la relación S - P. Las enumeramos brevemente y remitimos a ulterior desarrollo en los temas correspondientes. Provi sionalmente se definen desde el punto de vista nocional que la gramática tradicional utiliza. TRANSITIVAS.
El verbo presenta un complemento del objeto que complementa su significado. Juan tiene dinero. Juan come peras. Juan quiere a sus padres.
INTRANSITIVAS.
(Todas las restantes). Juan anda. Juan duerme demasiado (Vid. tema 6.2).
REFLEXIVAS.
a) Con significado reflexivo: la acción producida por el sujeto recae sobre él mis mo. Juan se ata los zapatos. b) Sin significado reflexivo. Juan se duerme. Juan se va. Juan se arrepiente (vid. tema 6. y tema 8.6).
RECÍPROCAS.
Varios sujetos que a la vez realizan y reciben la acción: Pedro y Juan se pegan. (vid. íbidem).
ATRIBUTIVAS o de PREDICADO NO M INAL. El verbo es un verbo copulativo: ser, estar, parecer. Juan es médico. Juan esa en fermo. Juan parece tonto (Vid. T. 6.2 y T. 8.6). PREDICATIVAS.
(Todas las restantes). Juan tiene dinero. Juan anda. Juan se duerme...
ACTIVAS.
El sujeto gramatical coincide con el agente de la acción. Juan golpea a Pedro.
PASIVAS.
El sujeto gramatical recibe la acción ejecutada por otro. Pedro es golpeado por Juan. Se alquilan pisos. Se dicen muchas mentiras (Vid. tema 8.5 y 8.6).
' U n a d v e r b i o p r o n o m i n a l d e t i e m p o p u e d e s e r s u j e t o ú n i c a m e n t e e n a l g u n o s c a s o s , e x p e r i m e n t a n d o u n a t r a s l a c i ó n . E j . : H o y p u e d e ser un gran día. A yer f u e un día espantoso.
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3.3. M O D A LID A D ES O R A C IO N A LES 3.3.1. EL CONCEPTO DE MODALIDAD: CARACTER AMBIGUO DEL TERMINO. La estructuración de la oración varía según diversos factores: a ) El estatuto de la oración, es decir, el tipo de comunicación que se establece entre el hablante y su interlocutor; a saber: la aserción (expresado por la oración enunciativa —afirmativa o negativa—); la interrogación (expresada por la oración interrogativa); la orden (expresada por la oración exhor tativa —afirmativa o negativa—). Pedro viene. Pedro no viene. / ¿Viene Pedro? / Pedro, ven / Pedro, no vengas. b) La actitud del hablante ante el contenido de su propio enunciado, es decir, la modalidad propia mente dicha: el hablante puede considerar dichos contenidos como reales o simplemente como pen sados, como deseados, temidos, acogidos con alegría o con disgusto, etc. Toda oración puede consi derarse, integrada por: — el dictum (lo dicho) —el proceso puro y simple desprovisto de toda intervención del hablante. — el modus o modalidad, que es la actitud que manifiesta el hablante frente al contenido de lo que dice.
(m odus o modalidad)
M
P e d r o v ie n e
c) El grado de adhesión del hablante al contenido del enunciado, que puede presentar como asumido o no, en mayor o menor grado (modalización). Los modos verbales constituyen uno de los medios lingüísticos de reflejar la modalidad, pero no son los únicos. También puede traducirse la modalidad mediante determinados verbos (querer; temer, sentir, etc.) de los que hace depender el enunciado; o bien mediante adverbios modalizadores {quizá, acasó, ojalá...) (Vid. tema 6). [Pedro viene] Deseo que venga Pedro. Temo que venga Pedro. ¡Que venga Pedro!. Ojalá venga Pedro. Siento que venga Pedro. Tal vez venga Pedro. Lamentablemente viene Pedro. Según dicen, viene Pedro. AI parecer, viene Pedro... (el hablante no asume, no se responsa biliza de lo enunciado: toma distancia con respecto al mismo). OBSERVACIÓN La modalidad oracional es un concepto distinto de las modalidades lógicas. Éstas establecen objetiva mente clases de predicados, al margen de toda situación comunicativa (por ej: necesario, frente a contin gente; probable, frente a posible-, permitido, frente a prohibido, etc.). Este tipo de predicado se expresa mediante verbos y perífrasis modales, poder + inf., deber + inf, hay que, tener que...etc; giros del tipo es necesario/posible/etc. que... (vid. 7.1.4.C). El todo tiene que ser mayor que la parte (necesidad). Todo lo que nace debe morir (necesidad). El cielo no puede caer sobre nuestras cabezas (imposibilidad). La bomba puede estallar (posibilidad). Es probable que llueva (probabilidad). -
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El perro puede estar rabioso o no estarlo (contingencia). Debemos trabajar (obligación). A quí no se puede fum ar (prohibición). Juan puede levantar el baúl él solo (poder, capacidad). Su formulación se entrecruza con las modalidades oracionales pero no se confunde con ellas. Vid., en efecto, la confluencia de ambos fenómenos: Temo que la bomba pueda estallar. ¡Ojalá estuviera permitido que..A Acaso es necesario que .... Tal vez pueda enviar un recado... Según parece, todo lo que nace debe morir. Afortunadamente, aquí no se puede fumar. La tradición gramatical enumera como tipos básicos de oración los siguientes. Como se observará, se entremezclan criterios diversos.
3.3.2. ORACIONES ENUNCIATIVAS o ASEVERATIVAS. Expresan la conformidad o disconformidad objetiva del sujeto con el predicado, por lo que pueden considerarse no marcadas. Se caracterizan por la ausencia de recursos lingüísticos específicos y por el modo indicativo. Pedro viene. La silla es blanca, (afirmativa) Pedro no viene La silla no es blanca (negativa) LA ENTONACIÓN EN LAS ORACIONES ENUNCIATIVAS Su entonación presenta una línea melódica sostenida que finaliza en inflexión descendente. Si poseen varios grupos fónicos, los que preceden al último presentan inflexión igualmente ascendente por encima del tono normal. días
Las oraciones simples enunciativas pueden ser consideradas como las oraciones nuclea res de la lengua. Constituyen una norma de partida a partir de las cuales, mediante trans formaciones diversas, se obtienen las restantes. La adquisición del lenguaje, el aprendizaje de otras lenguas, la patología de las afasias, confirman esta concepción. Su adquisición es, pues, primaria con respecto a los restantes tipos de oración.
3.3.3. ORACIONES INTERROGATIVAS. La oración interrogativa es el tipo de oración utilizado para expresar preguntas, es decir, para suscitar una respuesta verbal por parte del interlocutor en el proceso de la comunicación. Sentidas como expre sión de un contenido semánticamente incompleto, se trata precisamente de que sea completado por el interlocutor eliminando la incertidumbre formulada. Las oraciones interrogativas poseen sujeto gramatical (salvo, naturalmente, las impersonales; por ejemplo: ¿Llueve?) y sujeto psicológico. No constituyen, sin embargo, juicios ya que en ellas no se afirma o niega un elemento de otro. Formalmente se caracterizan por una entonación característica. Su curva melódica presenta inflexión final ascendente muy marcada o bien entonación circunfleja. Este final ascendente es precisamente señal
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de su carácter semánticamente inacabado, que el oyente está llamado a completar. Las interrogativas parciales (vid. infra) presentan determinados morfemas interrogativos especiales (pronombres, adverbios, locuciones interrogativas). El español, a diferencia de otras lenguas, carece de marcas sintácticas obligatorias específicas de la interrogación. La entonación basta para señalarla1. ¿Pedro viene? ¿Viene Pedro? ¿Conocéis a ese señor tan distinguido? ¿Están decididos a seguir? A veces puede aparecer el refuerzo inicial: ¿Es que..?, pero sin carácter obligatorio. ¿Es que estáis deci didos a seguir?. En la lengua escrita, se enmarcan por signos de interrogación al comienzo y al final, (¿...?).
A. INTERROGATIVAS TOTALES E INTERROGATIVAS PARCIALES. Las interrogativas totales preguntan por todo el contenido de la oración, es decir, inquieren si es cierta la relación entre sujeto y predicado. La respuesta esperada es, por tanto, sí o no (o expresiones afirmati vas o negativas equivalentes). El orden de las palabras es libre y depende sólo del elemento sobre el que recae el interés subjetivo del hablante, que tiende a anteponerse (tematización). Si el elemento antepuesto lleva muchos determinantes, se produce normalmente una segmentación fónica que lo aísla antes de ini ciarse la entonación interrogativa lo que sucede a veces sin este requisito. ¿ Tu madre estuvo ayer en casa?; ¿Estuvo ayer en casa tu madre?; ¿Estuvo ayer tu madre en casa?; ¿Ha traído la carta del criado?; ¿El criado ha traído la carta?; El criado, ¿ha traído la carta?; A ese señor tan distinguido, ¿lo conocéis? En las interrogativas totales, la negación se neutraliza como tai: ¿Ha vgnido Pedro? ¿No ha venido Pedro? son equivalentes. Existe, sin embargo, una diferencia de matiz. La interrogación negativa presu pone que se espera respuesta afirmativa; ¿No es usted el concejal de Urbanismo? ¿Aquíno había antes una farola? ¿No tienes hambre? La interrogación en forma afirmativa no prejuzga la respuesta: ¿Llevas peluca? Las interrogativas parciales, preguntan sólo por un elemento de la oración, que aparece representado por un pronombre (sustantivo o adjetivo) interrogativo, por un adverbio interrogativo o por una conjun ción o locución interrogativa*2. El significado de estos interrogativos es exclusivamente gramatical (pre guntan por el sujeto o por determinado complemento). La respuesta llena este vacío con un sintagma de significación léxica o referencia plena. — — —— — — —
¿Quién ha venido? — Tu padre. ¿Qué has comido? — Patatas. ¿Cuándo vendrás? — El lunes. ¿Cómo es la casa? — Grande. ¿Dónde están mis gafas? — En el cajón. ¿Cuánto cuesta? — Veinte duros. ¿Por qué lo has hecho? — Porque lo creí conveniente.
Las interrogativas parciales pueden preguntar asimismo por el predicado, recurriendo a determinadas pro-formas verbales: hacer, suceder, etc.: — ¿Qué ha hecho Pepe? — Ha roto el jarrón. — ¿Qué te sucede? — Estoy cansado.
'Compárese con el francés, que exige Esr-ce que... o bien la inversión dei sujeto: Esl-ce que Pierre viera? Pierre, vient-il.J El inglés exige el auxiliar do y la inversión: Does Peter come? Do yo like it? 2(Vid. pronombres interrogativos tema 5 y adverbios interrogativos tema 7). Los elementos interrogativos son, pues, sustitutos catafóricos. (Vid tema 10).
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LA ENTONACION EN LAS ORACIONES INTERROGATIVAS. Las interrogativas totales se caracterizan por una curva melódica de inflexión final fuertemente ascen dente, señal de su contenido incompleto. ¿Iremos a la piSv na el martes?
La entonación en las oraciones interrogativas parciales puede adoptar dos formas básicas: a) Específicamente interrogativa, con curva melódica de movimiento final ascendente o circunflejo.
¿A qué piscina?
b) Entonación aseverativa, con descenso muy marcado. En efecto, al existir marcas de interrogación al comienzo, éstas bastan sin el auxilio de la entonación para marcar la modalidad interrogativa. La diferencia entre ambas es estilística. Es el primer caso se interpretan como mera pregunta neutra; en el segundo se sienten como más conminatorias. Compárese; ¿Con quién has estado?
¿Con quién has estado9
o bien: ¿Con quién has estado?
Por ello, la pregunta cortés, aunque parcial, mantiene en general entonación ascendente: ¿Cómo dices?
B.
INTERROGATIVAS QUE NO SON TALES.
No todas las oraciones interrogativas son verdaderas preguntas. Muchas veces una interrogativa no espera respuesta verbal alguna. a ) Las llamadas interrogaciones retóricas son preguntas cuya respuesta es sobradamente conocida. Equi valen a exclamaciones cargadas de afectividad. Algunas sugieren negación implícita. ¿Qué se hizo del rey Don Juan? (está muerto). ¿Dónde están las nieves de antaño? (todas bajo tierra). ¿Quién hubiera imaginado tanta maldad? (nadie). ¿Cómo podría yo negarme? (de ninguna manera).
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b) Interrogativas que equivalen a mandatos o peticiones. ¿Te vas a callar de una vez? (cállate). ¿Me pasa usted la sal? (páseme la sal). ¿Tiene usted hora? (dígame la hora)... Este tipo de interrogativas constituyen las llamadas interrogativas puramente fáticas. ¿Tú por aquí? ¿Ya habéis llegado? (vid. infra 3.3.8 y 10.6). C.
LAS ORACIONES INTERROGATIVAS DIRECTAS E INDIRECTAS.
Todas las oraciones interrogativas que hemos caracterizado y analizado hasta aquí eran interrogativas directas, pues reproducen exactamente el discurso del hablante. Si se hace depender una interrogativa directa de un verbo de entendimiento o declaración o del verbo preguntar, se obtiene una oración compuesta cuya subordinada se denomina interrogativa indirecta. Ejemplos: ¿Qué has comido? ¿Dónde están mis gafas? ¿Por qué lo has hecho? ¿Ha venido Pepe? (Este tipo de oraciones se
~— ----------- ------------- ------------- ► (No sé qué has comido). ---- --------------------------------- ------ ► (Le dijo dónde estaban sus gafas). *--------------------------------------------- ► (Confesó por qué lo había hecho). — -------- ------------------------------— ► (Te pregunto si ha venido Pepe). estudiará en el tema 9: La oración compuesta).
Las oraciones exhortativas expresan mandato, en sus diversos matices de orden imperioso, exhorta ción o simple ruego. En ellas se manifiesta, al igual que en las interrogativas, la función apelativa del lenguaje, pero, a diferencia de aquéllas, las exhortativas están destinadas a provocar una respuesta activa de carácter no verbal: Ven aquí. Tráeme el periódico. Cierre usted la puerta. Estas oraciones pertenecen exclusivamente a la comunicación interpersonal y sólo aparecen en sentido estricto en este plano. Tampoco constituyen juicios. El sujeto gramatical sólo puede ser, naturalmente, la 2a persona, que está contenida en la desinencia verbal. Si aparece mencionado el interlocutor bajo otra forma —apelativo, pronombre, etc.—, se trata de un vocativo, no del sujeto. Pepe, ven aquí. Tú, tráeme el periódico. Niños, salid ahora. Voc.
Voc.
Voc.
Las oraciones imperativas se caracterizan por el modo imperativo, cuyas formas son exclusivamente de 2a persona y no admiten la forma negativa (Vid. tema 7). Para la forma negativa y el tratamiento de respeto (3a persona con valor de 2a persona) u otras, el imperativo es sustituido por las formas correspondientes del subjuntivo (Vid. tema 7). Ven. * No ven. No vengas.
Venid. Venga Vd. *No venid No vengáis. No venga Vd. Subamos al castillo.
Vengan Vds. No vengan Vds.
Obsérvese que en 3a persona el límite con las optativas es borroso; que la Ia persona del plural implica ordenar una acción que el hablante piensa también ejecutar: El mandato en Ia persona del singular carece de sentido. La modalidad exhortativa puede plasmarse asimismo: a) Con usos trasladados del presente o del futuro de indicativo. Mañana me echas la carta; Mañana no sales; Mañana me echarás la carta; No matarás.
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Obsérvese que, mientras la 2a pers. del presente de indicativo rara vez se interpretaría como enunciativa (resultaría chocante enunciar lo obvio), sólo el contexto y la situación permiten atribuir modalidad oracional imperativa al futuro. Así: Mariana saldrás a la ca lle, puede ser tanto una orden como una predicación. El llamado futuro de mandato como el presente de mandato y cualquier otro uso trasladado verbal en nada difieren morfológi camente de sus usos rectos (Vid. tema 7.1.1.B). b) Mediante el infinitivo (precedido o no de a) - (Registro popular o familiar condenado por la norma pero absolutamente generalizado). Venir aquí todos. ¡A callar! Y también mediante el gerundio: ¡Andancio! c) E incluso mediante expresiones sintéticas. ¡Arre!', ¡Hala!', ¡A la cama!', ¡Rápido! Digamos, por último, que son interpretados como exhortativas, en contexto apropiado, determinadas oraciones interrogativas (actos de habla indirectos. Vid. supra: ¿Podría Vd. cerrar la puerta? = cierre la puerta). Por otra parte, las imperativas orientadas a suscitar una respuesta verbal a una pregunta im plícita equivalen como actos de habla a las interrogativas. Dígame usted la fórmula del ácido sulfúrico. = (¿Cual es la fórm ula del ácido sulfúrico?).
Se denominan optativas aquellas oraciones que expresan contenidos cuya realización se desea. De ahí que se caractericen por el modo subjuntivo, que es el modo de la irrealidad y de lo subjetivo (Vid. T. 7). Aparecen marcadas por interjeción ojalá, el adverbio optativo así y el sintagma quiera Dios que', etc. En las optativas potenciales, el deseo se considera realizable en mayor o menor grado. En las optativas irreales, el deseo se considera de imposible cumplimiento o bien se sabe que no se ha cumplido. La diferencia entre ambas es puramente semántica, ya que tan sólo el presente de subjuntivo es marca inequívoca de potencialidad de realización. La alternancia presente/imperfecto señala mayor/menor pro babilidad de cumplimiento. El resto de los tiempos del subjuntivo señalan el deseo en el pasado. Potencial de presente: Irreal de presente: Potencial de pasado: Irreal de pasado:
Ojalá apruebe (más probable)/Oy'a/í/' aprobase (menos probable). Ojalá fuese tú. Ojalá haya aprobado (más probable)/0/afó hubiese aprobado (menos probadle). Ojalá hubiese aprobado, pero no ha sido así.
Los potenciales pueden expresarse asimismo mediante que y considerarse implícitamente dependientes de un verbo de deseo o de un imperativo haz dirigido a alguna entidad superior capaz de lograr el cumplimiento. ¡Que bailen!', ¡Que bailen! ¡Virgen pura, Virgen pura, que apruebe la asignatura! El límite con las exhortativas es, en este caso, borroso. A sí le parta un rayo. Quiera Dios que lo consigas (Vid tema 7.1.2).
3.3.6. ORACIONES DUBITATIVAS Y D Í POSIBILIDAD O PROBABILIDAD Las oraciones dubitativas son en realidad aseseratisas cuyo enunciado no asume totalmente el hablan te. Esta modalización de incertidumbre se realiza mediante adverbios de duda: acaso, quizás, tul vez. El modo utilizado es el indicativo (si la duda está atenuada) y el subjuntivo (si presentan mayor intensi dad dubitativa) (Vid. tema 7.1.2). Acaso está enfermo / Acaso esté enfermo. Quizás haya enviado el recado. Ta! vez fuese verdad tu sospecha.1 1Etimológicamente, éste es el significado del arabismo Ojalá (Quiera Alá que...).
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La probabilidad en presente o en pasado inmediato se expresan: — Mediante el futuro simple y compuesto de indicativo. — Mediante medios léxicos: — Mediante los adverbios modalizadores probablemente, posiblem ente^id. T. 7.2.7). — Mediante las perífrasis modales poder + inf; puede (ser) que...1 Deber de + inf.; Serán las diez. Habrán dado las diez. Probablemente son las diez. Puede que sean las diez. Deben de ser las diez. Supongo que son las diez. La posibilidad y la probabilidad en pasado o en futuro se expresan mediante el potencial, así como mediante los citados medios léxicos. Serían las diez. Habrían dado las diez. Probablemente eran las diez. Puede que fueran las diez. Debían de ser las diez. Supongo que eran las diez. Tendría gracia que mañana lloviera. Las formas del potencial pueden sustituirse en determinados casos por el imperfecto de subjuntivo en -ra. Nunca me lo habría figurado. Cualquiera lo habría tomado a mal. Nunca me lo hubiera figurado. Cualquiera lo hubiera tomado a mal.
3.3.7. ORACIONES EXCLAMATIVAS. Las exclamativas no forman paradigma autónomo. Muchas de ellas son incluso palabras aisladas o encunciados de estructura no oracional. Se caracterizan por el predominio de la efectividad, que se traduce en un énfasis articulatorio y una curva melódica distinta de la entonación habitual, un tiempo acelerado o retardado y un sinnúmero de recursos fónicos peculiares en cada caso de los sentimientos que se expresan. Las exclamativas pueden expresar sintéticamente contenidos subjetivos inanalizables bien de carácter emocional (dolor, asombro, alegría, temor, disgusto, etc.) —función expresiva—, bien de carácter deícti co —función apelativa—, o de ambos a la vez. Cuando poseer! función referencial, ésta está claramente dominada por la función expresiva. Evidentemente, la lengua escrita es incapaz de transcribir todos estos riquísimos matices y se limita a señalar el carácter exclamativo del enunciado mediante los puntos de exclamación al comienzo y al fin del mismo (¡...!). Dentro del carácter sintético de las exclamativas pueden distinguirse grados. * Emisiones inarticuladas, es decir, interjecciones no lingüísticas, que la lengua escrita transcribe más o menos convencionalmente: ¡Ay!, ¡Oh!, ¡Huy!, ¡Eh!, ¡Psst!. Constituyen, junto con ciertas palabras únicamente usadas como exclamativas, las llamadas interjecciones propias: ¡Hola!, ¡Caramba! • Interjecciones impropias: es decir, palabras de todas clases habilitadas como interjecciones, que man tienen además su uso en el seno del sistema: ¡Bien! ¡Bueno! ¡Bravo! ¡Cielos! ¡Diablo! ¡Ya! ¡Demonios!.
• Frases exclamativas de dos o más palabras que suponen un comienzo de análisis de la emoción expre sada, de un objeto afectivamente nombrado. ¡Por Dios! ¡Bonito día! ¡Oué asco! ¡Pobre de mí! ¡Fuego! ¡Una serpiente! * Oraciones articuladas con especial énfasis y curva melódica característica. Pueden corresponder a cual quiera de los tipos estudiados: Enunciativas: ¡La hora se acerca! ¡No sé qué hacer! ¡Cuánta pipa hay en esta clase!
'Probabilidad y posibilidad son modalidades lógicas, al igual que necesidad y contingencia.
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Interrogativas: ¿Qué persecución es ésta, Dios mío?1 (Vid. supra: interrogación retórica). Optativas: ¡Ojalá aprobásemos todos! Imperativas: ¡Ven ahora mismo! Sólo las dubitativas parecen presentar incompatibilidad con la exclamación, dado el matiz de incerti dumbre que encierran: *¡Quizás llueva! Las exclamativas pueden comenzar por pronombres, adverbios y conjunciones interrogativas en uso exclamativo. De ahí la clasificación de estos morfemas como interrogativo-exclamativos. La gramática normativa precisa que sólo qué, cuánto, cuán (arcaizante) y cómo son ap tos para este uso exclamativo. De hecho, es frecuente hallar otros interrogativos: ¡Quién lo diría!, ¡Dónde se ha visto cosa igual! En las oraciones exclamativas la afectividad puede marcarse con alteraciones expresivas del orden de las palabras. ¡Bonita casa es ésta! Finalmente pueden citarse una serie de sintagmas acuñados que marcan el comienzo de exclamativas: ¡Vaya un..../, ¡Menudo.....! LA ENTONACIÓN DE LAS EXCLAMATIVAS. La entonación exclamativa no tiene curvas melódicas con estructura propia diferenciada de la enun ciación y la exclamación, pero presenta mucha mayor variedad de tonos, inflexiones, intensidad expiratoria, etc. debido a la influencia emocional, marcar énfasis de intensidad o entonación en determinadas palabras, etc. Puede aparecer básicamente como exclamación ascendente, descendente o circunfleja (simple o doble): iBuenos días!
iC állate!
¡Qué espectáculo tan hermoso!
¡Tienes una cara más dura!
ASCENDENTE
DESCENDENTE
¡Con muchísimo gusto! DESCENDENTES
iBuenos días!
¡Me parece que no venimos llamativas!
CIRCUNFLEJA DOBLE
¡Ha venido Pedro!
CIRCUNFLEJA
3.3.8. LAS ORACIONES NEGATIVAS. La negación se expresa mediante morfemas negativos, entre los cuales es fundamental el adverbio de negación no. Se utilizan asimismo otros adverbios y pronombres con valor de negación: nunca, jamás (temporales), nadie, ninguno, nada (cuantificadores, indefinidos de negación), (Vid. tema 5 y 7).
!La RAE prescribe utilizar en este caso punto de admiración al principio, y el de interrogación al final o viceversa. Rarísima vez se sigue esta regla.
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Puede expresarse asimismo mediante medios léxicos, o fraseológicos (frases hechas). Pedro no viene. La mesa no es blanca. Nadie lo sabe. Ningún hombre es inmortal. Nada sé. Nunca lo haré. Jamás lo he visto. M e importa un bledo. Estos morfemas pueden acompañar, además, a no para reforzar el sentido negativo de la oración. Si hay más de dos elementos negativos, uno de ellos precede necesariamente al verbo.
No lo haré nunca. No lo he visto jamás. No lo sabe nadie. No sé nada. No lo he visto en mi vida. No ha dado jamás nada a nadie. Desde el punto de vista diacrónico, nadie y nada no tenían originiariamente significado negativo. Eran meras expresiones de refuerzo que, a fuerza de acompañar a la negación, acabaron contagiándose de significado negativo hasta poder reemplazar a «o; nadie nati (= persona nacida), nada ■*- nata (= cosa nacida).
No veo nada = no veo “cosa nacida”; No viene nadie = no viene “persona nacida”. (Vid. 2.6.2: cambio semántico por causas lingüísticas). El proceso es semejante en otras lenguas. Ej.: francés: Je ne marche pas, originariamen te; “ no ando un paso” ; Je ne vois ríen trien ~«rrem = cosa): “ no veo cosa” ; Je ne vois
ptnonne: no veo “persona”. Pas, ríen, personne, point (punto), etc. se han gramaticalizado y se generalizan para ex presar la negación (Vid. asimismo en catalán res, cap, gens). El proceso sigue vivo actual mente en expresiones de refuerzo como las antes citadas: en mi vida, en todo el día, en absoluto, en parte alguna y las populares un bledo, un comino, un pepino, etc: No lo he visto en mi vida. ■ » ■ En mi vida lo he visto No me importa un pepino. _ _ _ _ _ _ _ Me importa un pepino. OBSERVACIONES RELACIONADAS CON LA NEGACIÓN. La negación plantea complejos problemas de carácter tanto lógico y semántico como sintáctico. Sin agotar en modo alguno la cuestión, veamos algunos de ellos. LA NEGACIÓN NO REMITE DIRECTAMENTE A LA REALIDAD.
Puede observarse que la oración negativa se construye sobre la oración afirmativa; ia supone de algu na manera como preexistente a ella. Si decimos la silla es blanca, al tiempo que afirmamos una propie dad de la silla estamos reflejando un estado de cosas que puede ser percibido por el sujeto. Si decimos en cambio, que la sillg. no es blanca, no estamos operando igual que en el caso anterior. El no ser blanca la silla no es una propiedad que predicamos de ella. Las infinitas carencias o ausencias no son infinitas propiedades y la no blancura no es perceptible físicamente de la misma forma que la blancura lo es. Las oraciones negativas tienen existencia, no a partir de un objeto, sino de una oración afirmativa. (I. Bosque. Sobre ¡a negación). INCIDENCIA SEMÁNTICA DE LA NEGACIÓN.
En las oraciones negativas más simples la negación afecta a todo el predicado; mejor dicho, a la rela ción sujeto-predicado. Pedro no viene significa que no es verdadero predicar viene de Pedro. Puede observarse, sin embargo, que en cuanto la oración adquiere cierta complejidad, la negación puede incidir semánticamente sobre otros elementos distintos del núcleo del predicado. En Pedro no come peras, la negación afecta a todo el predicado: come peras, no a su núcleo come. En realidad lo negado es el CD peras (come otra cosa). Sería agramatical en español *come no peras1. Igualmente, en Pedro no duerme por las noches, la negación incide semánticamente en el C.C. de tiem po: p or las noches (puede dormir en otros momentos).
' M á s e x a c t a m e n t e , a f e c t a a l a r e l a c i ó n e n t r e c o m e y peras; a d u erm e y p o r las noches, e t c . N o l o s e r í a e n o t r a s l e n g u a s c o m o e l i n g l é s : P eter eats no m eat.
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Desde el punto de vista sintáctico, no, unas veces es un adverbio oracional, y otras un modificador de adjetivos y adverbios. Tiene una form a no excelente (adj.). Hablaba no siempre sinceramente (adv.). Este uso con adjetivos y adverbios tiene generalmente valor estilístico de eufemismo (atenuación de la negación). ¿ Te duele? —No mucho. Esta no muy satisfecho. Es una comedia no lograda. La colocación de no puede hacer variar el significado de la oración al adscribirse la negación a uno u otro elemento de la misma. Compárese, en efecto, Tu hermano puede no volver (se da la posibilidad de que no vuelva); Tu hermano no puede volver (no tiene la capacidad de volver). Esta cuestión nada tiene que ver con el uso moderno, periodístico, de no ante determina dos sustantivos abstractos. En estos casos no se trata de un adverbio sino de un prefijo de carencia (pese a su forma libre): La no existencia (la inexistencia) la no consecución, la no conformidad (la disconformidad), para evitar el giro: la falta de, la ausencia de, cuando no existe antónimo acuñado: La no proliferación de las armas nucleares, generalizado lue go a otros casos. LA LLAMADA POLARID AD NEGATIVA Determinadas palabras y expresiones sólo son sintácticamente compatibles con entornos negativos. Se dice que poseen polaridad negativa. Las oraciones afirmativas correspondientes exigen su sustitución por otros giros para mantener la gramaticalidad. En este fenómeno intervienen factores diversos, incluso, a veces, el orden de las palabras, el carácter durativo o no del verbo, etc.). No ha venido n a d ie ; *Ha venido n a d ie ; Ha venido a lg u ie n . Luis no ha hablado de esto con n a d ie n u n c a ; *Luis ha hablado de ésto con n a d ie n u n c a ; Luis ha hablado de ésto con a lg u ie n a lg u n a vez; Juan no ha llegado a ú n to d a v ía ; *Juan ha llegado a ú n to d a v ía ; Juan ha llegado No has venido por aquí en to d a la s e m a n a ; *Has venido por aquí en to d a la se m ana .
ya;
No come en a b s o lu to / *Come en absoluto. No vale g ra n cosa / *Vale gran cosa. No tengo la m e n o r idea de qué se trata. / *Tengo la menor idea de qué se trata. Juan n o tra ga a Pedro. / *Juan traga a Pedro. No he podido p e g a r u n o jo / *He podido p e g a r u n ojo. EXPRESIONES AFIRMATIVAS QUE IMPLICAN NEGACIÓN. Determinadas oraciones formalmente afirmativas podrían considerarse como semánti camente negativas con respecto a verbos o expresiones antónimas. Dudo que se haya enterado / Creo que no se ha enterado. Negó haberlo hecho / Dijo que no lo había hecho. Se me quitan las ganas de hacerlo / No tengo ganas de hacerlo Impidió que saliera / Logró que no saliera...etc.
3.3.9. LA INTENCIONALIDAD COMUNICATIVA. LOS “ACTOS DE HABLA INDIRECTOS”. Los diversos tipos de oración que acabamos de exponer fueron fijados por la gramática tradicional, fuertemente dependiente, como se sabe, de la estructura de las lenguas clásicas, donde los recursos lin güísticos para señalar las distintas modalidades oracionales estaban fijados de modo inequívoco (espe cialmente el uso obligatorio de determinadas formas verbales: indicativo, subjuntivo, optativo, etc.). La clasificación respondía pues, realmente, a criterios formales. Al aplicarse al español, lengua de procedimientos más laxos, la clasificación resulta ser más psicológi ca que lingüística. Unas veces se atiene a las marcas formales, lingüísticas, presentes en la oración, y otras a la intencionalidad comunicativa que se atribuye al hablante.
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Así, por ejemplo, aparecen clasificadas como imperativas tanto Abra usted la ventana, por favor, co mo ¿Puede Vd. abrir la ventana, por favor?(que es, formalmente, una interrogativa). Ambos planos de ben, en lo posible, distinguirse. Los ejemplos tipo que hemos expuesto en este capítulo se refieren a una caracterización lingüística, form al de los distintos tipos de oraciones en español. El plano de la intencionalidad comunicativa rebasa el examen de la oración aislada y necesita la consideración de factores de situación y contexto1. En el plano de una situación concreta de comunicación, es un hecho que, con las debidas salvedades, no existe correspondencia exacta entre los tipos de oración y la intencionalidad o significación contex tual que el acto de habla supone2. En este sentido, resulta fenómeno frecuentísimo en el habla la utili zación de interrogativas o de aseverativas con significación imperativa, interrogativas que son exclama ciones o negaciones, dubitativas que no son tales, etc. Son los actos de habla indirectos. ¿Me das fuego? (Dame fuego). Luego me traes el pan (Tráeme el pan). ¿Hasta cuándo habré de soportarte? (¡Estoy harto de soportarte!). ¿Quién lo hubiera imaginado? (Nadie lo hubiera imaginado). Buenas. Desearía un jersey a rayas (Deseo un jersey... Déme un jersey...). El análisis completo de estos enunciados debe incluir ambos planos: a) Su caracterización formal como tipo de oración, atendiendo a la estructura patente. b) La indicación de su fuerza ilocutoria, es decir, de la intención comunicativa, de su significación en el contexto. Así, diremos que ¿Me das fuego? es formalmente una oración interrogativa afirmativa con fuerza ilo cutoria (o intención comunicativa) imperativa (en este caso, de ruego cortés).
' E s d e c i r , e n t r a d e l l e n o e n l o q u e s e d e n o m i n a gram ática d el discurso o gram ática d e! texto. ( V i d . t e m a 1 0 ) . : E s d e c i r , e l acto ¡locutorio. ( í b i d e m ) .
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EL SINTAGMA NOMINAL 4.1. ESTRUCTURA DEL SINTAGMA NOM INAL. 4.2. EL SUSTANTIVO.
4.2.1. 4.2.2. 4.2.3. 4.2.4. 4.2.5. 4.2.6. 4.2.7. 4.2.8. 4.2.9.
SIGNIFICACIÓN GENERAL. FORMA. SUSTANTIVOS DE LENGUA Y SUSTANTIVOS DE DISCURSO. EL GÉNERO. EL NÚMERO. CONCORDANCIA DEL SUSTANTIVO Y SUS ELEMENTOS INCIDENTES. FORMANTES FACULTATIVOS. FUNCIÓN DEL SUSTANTIVO. SUBCATEGORIZACIÓN DEL SUSTANTIVO. A. TRADICIONAL. B. POR SEMAS GENÉRICOS.
4.3.
EL ADJETIVO CALIFICATIVO.
4.3.0. ADJETIVOS CALIFICATIVOS Y DETERMINATIVOS. 4.3.1. SIGNIFICACIÓN GENERAL DEL ADJETIVO CALIFICATIVO. 4.3.2. FORMA. A. B. C. D.
4.3.3. 4.3.4. 4.3.5. 4.3.6.
EL GÉNERO. EL NÚMERO. \ EL GRADO. FORMANTES FACULTATIVOS.
FU NCIÓ N DEL ADJETIVO. EXPLICATIVOS Y ESPECIFICATIVOS. PO SICIÓN DEL ADJETIVO. LA COM PLEM ENTACIÓN DEL ADJETIVO: EL SINTAGMA ADJETIVO. SUSTANTIVACIÓN.
4.4. OTROS ADYACENTES EN EL SINTAGMA NOM INAL. 4.4.1. EL COM PLEM EN TO DE NOMBRE. 4.4.2. LA A POSICIÓ N. 4.4.3. ESTRUCTURAS ORACIONALES ADYACENTES.
4.5. A PÉN D IC E 4.5.1. LAS LLAMADAS “PARTES DE LA O RACIÓN” O CLASES DE PALABRAS. A. EL ENFOQUE TRADICIONAL. B. EL ENFOQUE FUNCIONAL: LA TEORÍA DE LOS TRES RANGOS. C. CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN.
4.5.2. EL CONCEPTO DE TRASLACIÓN.
4.1. E ST R U C T U R A DEL SINTAG M A N O M IN A L D e f i n i d o e l s in t a g m a n o m i n a l como el prim er constituyente de la oración gramatical en su form a sin tácticamente completa, pasamos a analizar su estructura.
El SN está integrado por un n ú c le o , que es necesariamente un s u s t a n t iv o —-o elemento nominal equivalente—, determinado o no en la estructura explícita por d e t e r m in a n t e s o a c t u a liz a d o r e s , y acom pañado o no de elementos a d y a c e n t e s o subordinados que lo complementan. El núcleo es el único elemento obligatorio para la existencia del SN. SN
(DETERMINANTES)
(ADYACENTES)
NÚCLEO
Micifuz el
gato
blanco
este
d e mi tía
mi algún...
Ejemplos de sintagmas nominales: Micifuz; el gato; gato blanco; el gato blanco; el gato blanco de mi tía; este gato; mi gato Félix; etc. Un SN constituye una unidad sintáctica y una unidad semántica (es decir, posee un significado unitario). EL NÚCLEO. El núcleo del SN tipo es, como se ha dicho, un sustantivo, es decir, un elemento léxico. En tanto que sustituto del sustantivo, puede figurar un
p r o n o m b r e s u s t a n t iv o
(Vid. tema 5).
En razón de su carácter mixto, en parte verbal y en parte nominal, puede aparecer también un infiniti vo (Vid. tema 7). (Para el estudio del sustantivo, Vid. infra 4.2). Si el núcleo del SN es un elemento perteneciente a cualquier otra clase de palabras, se dirá que ha experimentado una t r a s la c ió n , puesto que desempeña una función que no es la suya privativa: en este caso, se trata de una s u s t a n t iv a c ió n , es decir de su conversión en sustantivo funcional, o de discurso. Cualquier clase de palabra puede, pues, en principio, convertirse en núcleo de un sintagma nomina! en el discurso. El bueno de la película. Un mañana esperanzador. El vivir perdurable.
El porqué Un ay lastimero
En ciertos casos ello supone, sin embargo, el paso a la función metalingüística: El de de su apellido nobiliario. Más vale un toma que dos te daré. Desarrollamos el estudio del sustantivo en 2.5.2.
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166 -
LOS DETERMINANTES. Los determinantes o actualizadores son morfemas gramaticales libres que identifican o cuantifican el concepto expresado por el núcleo. Desempeñan en castellano esta función el artículo y los adjetivos determinativos (posesivos, demostrativos, indefinidos, numerales) (Vid. tema 5). Esta es su denominación tradicional. Actualmente se prefiere denominarlos pronombres adjetivos: El niño; un niño; este niño; mi niño; algún niño; varios niños; tres niños; el primer niño... LOS ADYACENTES. La clase de palabras que tiene como función privativa la de adyacente o adjunto del sustantivo como modificador directo es el adjetivo calificativo, propuesto o antepuesto al mismo (Vid. infra 4.3). Gato negro; gran mesa. Otros elementos o secuencias de elementos pueden desempeñar asimismo la función de adjuntos. En tal caso, se trata de adjetivación, es decir, de la conversión de elementos en un adjetivo funcional. La tradición gramatical reserva denominaciones específicas para algunos casos: • el complemento de nombre: reloj de oro; café con leche. • la aposición: el gato Félix; la reina madre (Vid. infra 4.4.2).
4.2. EL SUSTANTIVO. 4.2.1. SIGNIFICACION. La gramática tradicional define al sustantivo desde el punto de vista de la significación como la pala bra con la que delimitamos y designamos realidades pensándolas con conceptos independientes. En primer lugar, evidentemente los sustantivos sirven para designar los entes físicos que nos rodean —seres vivos, personas, objetos. Ej.: perro, hombre; casa, pero también para cualquier aspecto de la rea lidad considerado en sí mismo —cualidades, procesos, relaciones, etc — que abstraemos de los seres en que se hallan o que los producen. Ej.: blancura; carrera; magnitud; afirmación (Vid. infra 4.2.9).
4.2.2. FORMA. Formalmente, los sustantivos constan de dos constituyentes:
LEXEMA + FORMANTES o MORFEMAS contiene el significado léxico gaí lex.
-
0 morf. mas.
0 morf. sing.
gaf lex.
. CONSTITUTIVOS: morfemas gramaticales de género y número, " FACULTATIVOS: morfemas derivativos (prefijos, sufijos, de significación semántica).
- a - 0 morf. morf. sing. fem.
gaf lex.
-
- it - 0 ■ 0 morf. morf. morí. derivat. mase. sing. diminutivo (facultativo)
gaf lex.
-
gaf lex.
-
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0
morf. mase.
-
s morf. plural
az 0 morf. morf. derivat. mase. (facultativo) aumentativo
gaf - a - s lex morf. morf fem. plural
0 morf. sing.
La oposición de género se establece, bien como o / a e /a 0 /a El masculino se considera el término no marcado.
gato / gata (la más frecuente) tu n a n te/tu n a n ta león 0 / leona
La oposición de número se establece bien como: 0/ s 0 /es
gato 0 / gatos león 0 / leones (-s y -es son alomorfos de un mismo morfema).
El singular se considera el término no marcado. Si el sustantivo carece de oposición de género, se considera que la vocal final, si la hay, forma parte del lexema1. armario lex. (*armaria)
0 morf. gén.
0 morf. núm.
mesa lex. (*meso)
0 morf. gén.
0 morf. núm.
mano lex.
0 morf. gén.
0 morf. núm.
guardia lex. (*guardio)
0 morf. gén.
0 morf, núm.
Ello no significa, evidentemente, que el sustantivo no esté adscrito a un género determinado: armario es masculino, mesa y mano son femeninos; guardia puede ser masculino o femenino con significado léxico diferente, pero sí que carecen de marca formal de género. De ahí la siguiente definición formal del sustantivo como categoría gramatical: Palabra compuesta de un lexema o de formantes constitutivos de género y de número. Frente al adjeti vo, admite el morfema de artículo y no admite el morfema de grado. Puede recibir formantes facultativos.
4.2.3. SUSTANTIVOS DE LENGUA Y SUSTANTIVOS DE DISCURSO. La descripción formal que hemos hecho corresponde a la sustantivación propiamente dicha, es decir, a los sustantivos de lengua como categoría formal. Si se atiende a criterios funcionales, la categoría fun cional del sustantivo abarca a los llamados sustantivos de discurso, es decir, a palabras de otras proce dencias que, en un contexto dado, desempeñan la función que desempeñaría un sustantivo. Hablamos entonces de s u s t a n t iv a c ió n . Hay sustantivaciones ocasionales y sustantivaciones permanentes que, a fuerza de producirse, han ter minado por convertirse en sustantivos de lengua (perdiéndose incluso en algunos casos la conciencia de su origen). Tal sucede con palabras como joven, viejo, intelectual, técnico, imperdible, peinado, recta, cantar, pésame, hazmerreír, el absurdo, el parecido,... El criterio, en casos dudosos, para establecer si la sustitución es permanente, es la posibi lidad en los infinitivos de admitir el morfema del plural y el artículo indefinido en todos ios casos. Así, cantar (un cantar, cantares de mi tierra, etc.), querer (un querer traicionero) son ya sustantivos de lengua. No lo son, en cambio, el fumar ni el comer, puesto que: *un f u m a r , los fumares-, *un comer *los comeres. Lo es sabio, un sabio; pero no inteligente, *un inteligente. En principio, cualquier clase de palabra puede sustantivarse (hay que observar que, a veces, esto supo ne cierto cambio semántico). También pueden sustantivarse secuencias enteras que se lexicalizan como un todo unitario. ADJETIVOS: los buenos, los malos, lo fácil, lo blanco, un tonto, un imbécil. INFINITIVOS: (notemos que ya tienen en parte carácter nominal) el andar, el querer, el vivir, el ir y venir. ADVERBIOS: el hoy, el ayer, el mañana; el cómo, el cuándo, el bien, el mal. CONJUNCIONES: el por qué. PREPOSICIONES: el pro y el contra. INTERJECCIONES: propias e impropias; un ¡ay!; un Dios mío. , SECUENCIAS ORACIONALES LEXICALIZADAS: un no se qué, los dimes y diretes; el hazmerreír. 'Aunque existen opiniones distintas sobre el particular, seguirnos en esto el criterio de Pottier.
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L a s u s ta n tiv a c ió n d el a d je tiv o será o b je to de d e s a rro llo e sp ecial (V id. p a rtic u la rm e n te
lo
+
a d j.).
4.2.4. E L G ENERO .
El género es una categoría gramatical asociada al sustantivo y adjetivo, que se manifiesta fundamen talmente en la concordancia del adjetivo, en la sustitución pronominal, en el artículo y, a veces, en mor femas específicos adscritos al lexema. En español se distinguen dos géneros solamente: masculino y femenino. El neutro, propio de las len guas clásicas indoeuropeas, ha desaparecido como genéro del sustantivo (las formas del neutro afectan sólo al artículo y al pronombre). Todo sustantivo pertenece, pues, a uno de los dos géneros, tenga o no morfemas específicos de género en su terminación. Lo que define el genéro a que un sustantivo pertenece es la concordancia a que obliga a los adjetivos de dos terminaciones. Así: persona es femenino, ya que se dice: persona buena masculino libro libro grueso femenino piedra piedra blanca masculino rebaño rebaño pequeño dolor masculino dolor agudo femenino alegría alegría inmensa masculino sofá cómodo sofá masculino papá papá bondadoso femenino familia simpática familia águila femenino águila negra Así como el artículo que le acompaña cuando está determinado (con una aparente excepción de carác ter fonético): la persona, el libro, la piedra, etc. (Sin embargo: el águila). SUSTANTIVOS SIN ALTERNANCIA DE GÉNERO. Los sustantivos de una única concordancia son, bien masculinos, bien femeninos; no poseen incorpo rado morfema específico de género. Es cierto que existe una tendencia general en la lengua a que la terminación —o corresponda a los sustantivos masculinos y —a a los femeninos, pero ni esta terminación ni otras constituyen morfema de género, puesto que no permiten determinarlo inequívocamente. Así: mano, dinamo, seo, nao, terminados en -o, son femeninos; mapa, poeta, profeta, fantasma, clima, panorama y muchos otros terminados en -a son masculinos. (También terminan en -a, permaneciendo invariables, muchos sustantivos de profesiones que, si bien admiten alternancia, ésta está marcada por el artículo solamente: el telegrafista, el ascen sorista, el astronauta, el periodista,...). Diente, cisne, monte, coche, etc. son masculinos; noche, leche, parte, muerte, etc. son femeninos. (Ambas series terminan en -e). Espíritu es masculino, pero tribu es femenino; haz, almirez, trasluz, son masculinos, pe ro paz, luz, honradez, coz, femeninos; corazón, montón, frente a razón, porción. Dolor es masculino y flor femenino. Análisis es masculino y síntesis femenino. En suma, no existe relación en estos casos entre la forma del sustantivo y el género a que pertenece. El hablante, al incorporar un sustantivo a su léxico de uso, aprende simultáneamente el género al que está adscrito. NORMA PRECEPTIVA
Un escaso número de sustantivos pueden adscribirse indistintamente al masculino o al femenino: el mar/la mar; el azúcar/la azúcar; el tilde/la tilde. Suele usarse sin embargo el mar en registro común y la mar en ámbitos marineros y en poesía, el azúcar en masculi
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no con artículo y demostrativos: este azúcar; los azúcares y en femenino con adjetivos: azúcar refinada. Artes es masculino en singular y femenino en plural: el arte griego/las bellas artes; calor y color son femeninos hoy día. Los femeninos que comienzan por a tónica llevan artículo el, un, en este caso etimológi camente femenino (el/a), (un/a): el águila, el agua, el alma, el hacha, un aula, etc. (Pero: esta águila... esta harina). SUSTANTIVOS CON ALTERNANCIA DE GÉNERO. Ciertos sustantivos tienen alternancia de género, es decir, la posibilidad de doble concordancia, en masculino o en femenino. En este caso el género transmite una información sobre el sexo o bien refleja oposiciones semánticas diversas. A) El género informa sobre el sexo. Puede hablarse entonces de género motivado, es decir, de coinciden cia del género gramatical con el género natural. Esto sucede con ciertos sustantivos referidos a seres hu manos o a animales cuyo sexo resulta informativamente relevante. El masculino aparece entonces asocia do al macho y el femenino a la hembra. Se da en este caso una triple posibilidad: a) El género aparece plasmado mediante morfemas o formantes específicos de género adscritos al lexema: o/a, e/a, 0/a (y algunos femeninos cultos irregulares): amigo/a, muchacho/a, chico/a, monje/a, perro/a, elefante/a, león/a; gallo/ina, actor/actriz, abad/abadesa, poeta/poetisa, b) La marca del género corre a cargo del artículo, sin que el sustantivo experimente modificación for mal alguna. Este caso se da fundamentalmente en sustantivos que indican profesiones y roles socia les: el/la ascensorista, el/la telegrafista, el/la cónyuge; el/la testigo. Existe una serie de sustantivos que designan profesiones o papeles que hasta tiempos re cientes han sido desempeñados exclusivamente por varones. Al incorporarse la mujer a los mismos ha surgido el problema de su adaptación al género motivado no sin numerosas va cilaciones. El mantenimiento del género masculino tiende a ser interpretado por muchos hablantes como condenable actitud machista y la adscripción del morfema -a es reivindica da desde una óptica ideológica, además de gramatical. Así pues, hay que utilizar claramente: la médica, la ministra, la abogada, la catedrática, la funcionaría, la ingeniera, la arquitecta... (los masculinos en -a no presentan problema al basar la alternativa de artículo: el/la astronauta el/la oficinista). De hecho, se dan numerosas vacilaciones: *la médico; la señora Thacher es ¿el jefe del gobierno?... ¿la jefe?... ¿la jefa?. La RAE admite jefa pero el lenguaje administrativo no lo usa jamás. En una serie de casos no presenta el femenino alteración alguna: juez, reo, testigo; *jueza, *rea, *testiga, no son aceptables. Se dice necesariamente la juez, la reo, la testigo, c) El masculino y el femenino son designados con lexías distintas: se denominan entonces heterónimo%\hombre/mujet; toro/vaca, caballo/yegua, carnero/oveja. B) La alternancia de género refleja otros tipos de oposición semántica. En algunos casos, la diferencia de significado es considerable. Desde el punto de vista sincrónico se sienten como palabras distintas, prácticamente homófonos: cuadro /cuadra, punto/punta, suelo/suela. En otros, el género informa sobre algún rasgo sobre una base significativa común: leño/leña (objeto/material), cerezo/'cereza (árbol/fruto), cubo!cuba, cesto!cesta, barco/barca (oposición de tamaño)', el trompeta/la trompeta (agente/instrumento), el policía/la policía (individuo/institución),....
‘Obsérvese que en estos sustantivos el género clasifica según oposiciones semánticas relativas a la dim ensión del objeto, a la clase de seres (árbol/fruto), etc. En muchas lenguas no indoeuropeas el género clasifica sobre la base de propiedades naturales totalmente ajenas al sexo y no existen sólo dos géneros sino varios: animado/inanimado...; seres humanos/objetos inanimados, árboles y plantas, abstractos, etc... o bien aspectos, textura, color, comestibilidad, etc... Sin dejar por ello de constituir una categoría específicamente gramatical, como lo prueban las numerosas excepciones.
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GÉNERO MOTIVADO/GÉNE \ 0 INMOTIVADO. Como puede observarse, e • énero, como categoría gramatical del sustantivo, no mantiene una rela ción automática con lo que podría llamarse género natural, es decir, biológico. En primer lugar, obsérvese que entre todos los seres que se pueden nombrar, los seres sexuados consti tuyen exigua minoría, e incluso en este caso, sólo se refleja el sexo mediante el género en contadas oca siones: gato/gata, caballo/yegua, león/leona (animales domésticos fundamentalmente y especies con rasgos morfológicos particularmente acusados). En cualquier caso, la especie como tal es adscrita globalmente a uno de los dos géneros gramaticales: El tigre, el chacal, el elefante, el mosquito, el pájaro, el buitre, el tiburón son masculinos, mientras que la serpiente, la pantera, la hiena, la jirafa, la mosca, el ave, el águila, la ballena son femeninos. Los ejemplos de género motivado —es decir, con relación al sexo— son mucho menos frecuentes de lo que a primera vista parece. La distinción tiene mayor importancia cuando se trata de referentes humanos en que, por razones ob vias, la presencia de género motivado es mucho mayor, ya que la información sobre el sexo tiene evidente relevancia comunicativa: hombre/mujer, amigo/a, vecino/a, chico/a, criado/a, maestro/a, catedrático/ca tedrática (Vid. supra). Sin embargo existen numerosos sustantivos de género inmotivado para referenciar a colectivos: el p ú blico, la gente, la humanidad, la policía. La inmensa mayoría de los sustantivos presenta, por tanto, género inmotivado: el que mesa, luna, agua, justicia sean femeninos y armario, sol, hierro y valor masculinos, no guarda relación con propiedad al guna de lo designado. Es un hecho puramente arbitrario1. IMPORTANCIA MORFOLÓGICA DEL GÉNERO. Contrariamente a lo que sucede en otras lenguas (por ejemplo en inglés), el género desempeña en es pañol un importante papel morfológico (Vid. infra. 4.2.5).
4.2.5. EL N U M ERO .
El número es una categoría gramatical asociada al sustantivo (no en exclusiva, puesto que también lo está al adjetivo y al verbo) que aporta una información de carácter cuantificativo. La oposición se establece en castellano y en muchas otras lenguas entre singular = uno y plural = más de uno*2. Desde el punto de vista formal, el número se plasma en los formantes o morfemas -0 para el singular; -5, -es para el plural, situados a continuación del lexema y del morfema de género si lo hay. El singular es, como puede verse, el término no marcado. Es decir, la ausencia de morfema se interpre ta como singular. -S y -es son alomorfos, es decir, variantes de un mismo morfema. La selección de uno u otro está determinada por la norma siguiente general (norma = uso normal): -s si precede vocal y -es si precede consonante, debido a que los grupos consonánticos en posición final son ajenos al sistema fonológico del castellano.
‘En alemán, s o l es femenino;
lu n a ,
masculino; y n iñ o , neutro: das kind.
2Esta oposición, aunque es la más común, no es la única. Esisten lenguas que tienen, además, un dual para referirse a los objetos dobles: El griego clásico (iam pho kheire = las manos), el sánscrito, ciertas lenguas eslavas, el finés, el húngaro... poseen dual. En esta última lengua, p. ej., szem = los d o s ojos, es un dual, por lo que un o jo se tiene que decir félsern, literalmente: la m ita d d e lo s d o s ojos. Un resto de dual en castellano es el cuantificador am bos. Otras lenguas tienen tría! para referirse a tres objetos (islas Fidji) y el esquimal incorpora desinencias de número hasta siete. Inversamente, el chino, el vietnamita y otras muchas lenguas orientales desconocen la categoría gramatical y expresan la pluralidad por otros medios.
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,
NORMA PRECEPTIVA. La norma preceptiva fija una casuística un tanto más compleja. 1. Vocal átona o e tónica— «»- plural -s café/cafés. 2. Vocal tónica distinta de é o consonante plural -es: bisturíes, cipreses, cárceles. Excepciones: papas, mamas, sofás, dominós. Se reconoce que va extendiéndose cada vez más -s para todo tipo de sustantivo termina do en vocal, neutralizándose la oposición entre átonas y tónicas: bisturís, maniquís, esquís, (aceptado por la RAE), pero: tabúes, zulúes siguen siendo preferibles a tabús, zulús. • Las palabras terminadas en -s no varían si la vocal precedente es átona, y toman -es si es tónica: el chasis/los chasis, la dosis/las dosis, el éxtasis/los éxtasis, a los que se añade el tórax/los tórax. (En cambio: el marqués/los marqueses, el compás/los compases...). • Muchos sustantivos que son préstamos de lenguas extranjeras hacen el plural en -5 en vez de seguir la regla: fan/fans; trust/trusts; club/clubs; (en América, clubes), frac/fracs; ticket/tickets; film /films; chalet/chalets. Lo mismo pasa con algunos latinismos: accésit/accésits; déficit/déficits; fórum/fórums; auditorium/auditoriums; memorándum/memorándums. En estos casos el uso vacila entre formar el plural con el morfema -s o dejar la palabra inalterada, como sucede con réquiem y tándem. La RAE fija explícitamente álbumes y ob serva que algunas de estas palabaras se usan muy poco en plural. Sin embargo, si la consonante final es -/, -r, o -n, al no ser terminación extraña a la fonología española, la palabra se asimila más fácilmente y toma plural regular: revólver/revóheres, gol/goles, chófer/chóferes, líder/líderes, mítin/mítines, lord/lores (fonet. /lor/). Algunos sustantivos cambian la acentuación al pasar al plural: carácter/caracteres, régimen/regímenes, espécimen/especímenes
SIGNIFICACIÓN DEL NÚMERO. Como fácilmente se deduce, la cuantificación uno/más de uno sólo tiene plena significación estricta en el caso de sustantivos que designan realidades contables, es decir, que se presentan en la realidad física o en el pensamiento como entidades discretas: (los sustantivos genéricos individuales y colectivos y los abstractos contables) niño/niños, mesa/mesas, rebaño/rebaños, idea/ideas. En caso contrario, es decir, si el sustantivo designa realidades no contables —tengan o no entidad físicala oposición singular/plural, o no es posible: oxígeno *oxígenos, exactitud *exactidudes, o —lo que es más frecuente—, conlleva una recategorización del sustantivo que lo convierte en contable en el contex to: vino/vinos, amistad/amistades. Asimismo es fácil comprender que los sustantivos que denotan objetos o seres únicos, teóricamente, no deberían admitir el plural, y así sucede en principio: el norte/*los nórteres, Felipe II/*Felipes II. De hacerlo, se produce de nuevo un fenómeno de recategorización con cambio de significado: la luna/las lunas (los satélites). Desarrollaremos estos aspectos al tratar del comportamiento ante el morfema de número de los sus tantivos llamados de materia, abstractos y propios respectivamente. Digamos, finalmente, que en cierto número de casos la oposición singular/plural se neutraliza prácti camente y el plural expresa simplemente valores estilísticos o enfáticos (Vid. infra: plurales no informati vos); y que, en determinados contextos un sustantivo genérico individual puede adquirir significación colectiva, plural. En general, aparece entonces acompañado de cuantificadores intensificativos: ¡Cuánto niño! No he visto tanta mosca junta en m i vida. PLURALES NO INFORMATIVOS. • Un contado número de sustantivos se utiliza sólo en plural: gárgaras, víveres. • En ciertos casos el plural de sustantivos de materia no evoca variedades sino cierta heterogeneidad o conciencia de composición. Otro tanto sucede con determinados concretos contables. Se trata de usos
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estilísticos: Las aguas bajan turbias/el agua (en el primer caso se evocan oleadas sucesivas), las babas, las sopas, las tripas, las escaleras, los cielos, los infiernos (evoca sus círculos), me dan sudores (plural enfático). En cambio, una visión unitaria selecciona barba, sopa, tripa, escalera, cielo. • Hay plurales que designan objetos dobles (o compuestos de dos partes iguales) que alternan con el singular sin más criterio que la preferencia del hablante: pantalones/pantalón, tijeras/tijera, tenazas/tenaza, bragas/braga, calzoncillos/calzoncillo; narices/nañz evoca los orificios nasales. • En ciertos contextos el plural adquiere un valor despectivo al usarse con términos que no lo admiten: No me vengas con filosofías; déjate de historias. PALABRAS CON DOBLE PLURAL. Grillo o esposa admiten doble plural: uno con sentido estricto: cantan los grillos; las esposas y las concubinas de! sultán, y otro con cambio de significado de origen metafórico: (hierros para aprisionar): Le colocaron los grillos y las esposas (en realidad son objetos dobles). INCIDENCIA DEL NÚMERO EN SUSTANTIVOS NO CONTABLES. • Los sustantivos de materia se formulan lógicamente en singular. Utilizados en plural experimentan una recategorización y pasan a ser contables. Indican entonces: a) Variedades de la materia en cuestión: vinos (el Rioja, el Valdepeñas...); maderas (de pino, de roble...). b) Pedazos u objetos hechos de dicha materia: hierros, maderas (trozos de...), mármoles (estatuas). Se trata, como puede verse, de metonimias. • Si el sustantivo designa una sustancia que carece de variedades y no es fragmentable, no es posible el plural: oxígeno, nitrógeno. • Los abstractos no contables se recategorizan como contables. Indican entonces: a) Manifestaciones sucesivas de una cualidad: caridades, bondades, (acciones en las que se hace gala de caridad, de bondad...). b) O bien pasan a ser concretos: amistades (amigos), bellezas (muchachas bellas), fes de vida (docu mentos que dan fe), geografías (libros de geografía). Se produce, un cambio semántico. • En otros casos no es posible el plural: Los sustantivos que designan entes únicos en rigurosa significación no admiten plural: caos, cariz, norte, sur, ecuador, cénit, Nadir...
4.2.6.
L A C O N C O R D A N C IA D E L S U S T A N T IV O Y S U S E L E M E N T O S IN C ID E N TE S.
Como se ha visto, el sustantivo es autoincidente, es decir, que tiene en sí mismo la razón de ser de sus formantes de género y número. El de número es seleccionado por el hablante de modo opcional según a qué se quiera referir, mientras que el género es intrínseco al sustantivo. Quiero un caramelo/quiero caramelos; quiero una pera/peras. Los determinantes, ei adjetivo calificativo, los pronombres sustitutivos, el atributo y el predicativo cohcuerdan en principio con el sustantivo sobre el que inciden o al que sustituyen. Para ello es necesario, naturalmente, que posean en su paradigma el formante de género. (Para el análisis en detalle, Vid. los epígrafes correspondientes a cada subclase, infra 4.3.2 y tema 5): La rosa blanca; el niño bueno; esta rosa; este niño; alguna rosa; algún niño; las rosas blancas; los niños buenos... La rosa es blanca, el niño es bueno. Encuentro simpáticos a los niños. Las niñas volvieron cansadas. Compré un reloj/lo pagué. Compré una falda/la pagué. Juan y María vinieron ayer. Él no quería venir. De todas las faldas prefiero la verde.
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Como podemos observar, el morfema de género tiene bastante relevancia en español1 y es caracterís tica su redundancia, al igual que la del morfema de número: En Los gatos son negros se expresa tres veces el género (los/-o/-o) y cuatro el número (-s/-s/son/-s). En la oposición de género, el femenino es el término marcado -o intensivo y el masculino el no marca do -o extensivo. En otras palabras, el masculino puede aplicarse a varones y hembras, el femenino exclu sivamente a hembras. Así, los alumnos = alumnos y alumnos-, el hombre (genérico) = el hombre y la mujer (ej.: El hombre es mortal)-, mis padres = m i padre y mi madre. Esto explica la norma de concor dancia en el SN (y lógicamente en atributivas y oraciones con complemento predicativo)*2. Basta que exista un elemento masculino en el número para que la concordancia se efectúe en masculino: una falda y un jersey preciosos; mi hijo y mi hija son estudiosos; mi hijo y mis hijas quedaron encantados. CONCORDANCIA POR EL SENTIDO. Los pronombres que remiten a los interlocutores del discurso no sustituyen a sustantivo alguno (Vid. tema 5). Se produce entonces concordancia por el sentido atendiendo al sexo. [Yo] estoy cansado (hablante varón), cansada (hablante hembra). [Tu] eres simpático (interlocutor varón), simpática (interlocutor mujer). Nosotros estamos cansados (conjunto que incluye al hablante y que contiene al menos un varón). Vosotros estáis cansados (conjunto que incluye al oyente y que contiene al menos un varón). Nosotras estamos cansadas/vosotras estáis cansadas (conjuntos compuestos por mujeres exclusivamente), usted es generoso (interlocutor varón)/generosa (interlocutor hembra). Véase, por ejemplo: Sacra, católica, real Majestad, Su Alteza Serenísima. LA CONCORDANCIA EN LA APOSICIÓN. Los adjetivos en aposición libre concuerdan con el sustantivo: los soldados, cansados, detuvieron la marcha. El sustantivo en aposición ligada puede concordar o no: un día perro, una vida perra, un hombre rana, una mujer cañón. El sustantivo en aposición libre o en función del atributo no tiene por qué concordar: Sus tres hijas, báculo de su vejez... Felipe, vida mía,... Ese libro es una tabarra. Esto es una porquería. Mi descanso son las armas, mi descanso, el pelear... (Cervantes). La concordancia del verbo con el sujeto ha sido tratada en el tema 3. 4 .2 .
7.
L O S F O R M A N T E S F A C U L TA TIVOS.
Algunos de estos formantes son específicos del sustantivo; otros son compartidos con el adjetivo, el verbo o ambos. Unos son cuantificadores —como los diminutivos aumentativos (que tienen además va lor estilístico)—, otros poseen valores semánticos diversos, por lo que su estudio entra más en el campo de la lexicología que en el de la morfosintaxis. En su reconocimiento como tales, y consecuentemente, en la segmentación de la palabra, hay que tener en cuenta que el criterio sincrónico de conciencia de la composición de la palabra no siempre coincide con el diacrónico (el origen etimológico). Así, no sentimos pa ñuelo como diminutivo de paño ni ventanilla o mesilla de noche como diminutivos de ven tana y mesa; y menos aún compañero como el que comparte el pan (cum + pañis) ni de sastre como el tener en contra a los astros. De ahí que la segmentación deba efectuarse desde el punto de vista rigurosamente sincrónico siguien do el criterio de la posibilidad de conmutación de los morfemas obtenidos en otros contextos. Si la con 'Esto sucede en general en todas las lenguas románicas. Fr.: un chal n o ir/u n e chatte n o ir e / Cat.: un h o m e cansat,
una dona cansada/li.: un bello ragazzo un a bella ragazza/G all.: un m eniño d o r m id o / u n a rosa branca/R um .: un p o m fr u m o s /o flo a re fr u m o asa; creiron a lb a stru /flo a re albastru
Compárese con el inglés: The beautiful boy/The beautiful girl. Plural: The beautiful boys/The beautiful girls.
2Si el adjetivo se refiere a la persona, se produce concordancia por el sentido, pero si se refiere al tratamiento, concuerda gramaticalmente.
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mutación no es posible, o si se origina un cambio de significado considerable al efectuarla, hay que re nunciar a la forma de segmentación intentada. Por ejemplo, podemos segmentar: — idad — 0 — 0 in móvil morf. derivt. lex. morf. deriv. de formación negación. (movimiento) de abstractos. móvil Puesto que Puesto que existe: existe: utilidad, in quietud etc. in fidelidad:, etc.
Pero no podemos segmentar: des *astre
ni
— dera rega morf. derivt. de lex. utensilio. Puesto (echar agua so que existe: bre una planta) tapa dera, rega-r espuma dera, etc.
com *pañero
La segmentación adecuada es: desastre,compañ -ero lex. lex. morf. deriv. actividad compañía, acompa ñar, etc. El otro factor que hay que tener en cuenta es la existencia de alomorfos de un mismo morfema, es decir, el hecho que un morfema puede aparecer bajo diversas variantes. Un lexema también puede apare cer bajo realizaciones distintas. inco entre-tad -mentó etc. im posibil interposible imcón-dad -miento -idad lexemas Citemos finalmente que hay sustantivos formados por dos lexemas (la gramática tradicional los clasi fica como palabras compuestas: boca-calle, saca-corchos). lex. lex. lex. lex. Ejemplos: S + S compraventa aguanieve fotocopia bocamanga hojalata V + S limpiabotas quitamanchas S + A hierbabuena camposanto A + S bajamar cortocircuito el ganapierde Estas palabras suponen la consumación de un procedimiento de síntesis, lo que refleja la grafía al transcribir los componentes sin separación alguna (bocacalle, sacacorchos, etc.). En otros casos no se produce la fusión, pero el sintagma funciona como una unidad léxica. Ej.: avión-cisterna (Vid. tema 1). LOS DIMINUTIVOS Y AUMENTATIVOS. Los diminutivos y aumentativos son, en su origen, cuantitativos incorporados al lexema para precisar valorativamente el tamaño según la oposición pequeño/grande. Sus formas generalizadas son: Diminutivos Aumentativos -it- (o/a) -on ( 0/a) -ill- (o/a) -ot (+ e/a) -az (+ o/a) Librito, casita, corrillo, cucharilla, hombrón, mujerona, libróte, perrazo. -It- tiene como alomorfos: -cit-: mujercita; -ecit-: florecita y -cecit-: piececito. Existen, como es sabido, otros diminutivos de carácter regional: -Ic- (Aragón), -in- (0/o/a)(Asturias), -et- (e/a) Valencia (Vid. tema 17): librico, cabecica, pequeñín, pequeñino, pequeñina, pobrete, pobreta. A ellos hay que añadir un despectivo puramente estilístico uch- (o/a): pueblucho, casucha.
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VALORES AFECTIVOS El carácter cuantitativo de los diminutivos se pierde fácilmente para pasar a ser puras marcas de afecti vidad, es decir, manifestación de la función expresiva en el lenguaje o de la apelativa (captatio benevolentiae) del interlocutor. Ej.: Papaíto, dame veinte duritos. Hazme un favorcito. De idéntica manera, el aumentativo puede adquirir valor despectivo: San Cristobalito, San Cristobalón, mandas, patitas, manazos, patazas, carita de rosa, cara de cuerno, dame un novio “p a ” mi niña, que la tengo moza, como tienes la cara me diste el yerno. PRINCIPALES MORFEMAS DERIVATIVOS. Sin pretensión alguna de exhaustividad, citamos algunos de los morfemas derivativos más operativos. PREFIJOS anteco- condes- in- aentre- ínterexextrapreresobre- supersub-
EJEMPLO antevíspera condolencia desunión entrevias expresidente extrarradio prejuicio relectura sobretasa suboficial
SIGNIFICADO anterioridad compañía negación en medio de que sale fuera fuera de antelación, prioridad repetición, intensificación superioridad inferioridad
SUFIJOS ESPECÍFICOS DE FORMACIÓN DE SUSTANTIVOS • Forman sustantivos abstractos (a partir de adjetivos y verbos). - anda ignorancia -
encía ción dad, tad, ¡dad eza ez ¡tud e
existencia afirmación antigüedad, lealtad, utilidad belleza redondez esdavitud despegue, destape, engrase
* Forman sustantivos concretos
agente-oficio -
ario or dor ero ante* ente ura
boticario profesor vendedor zapatero fabricante sirviente
lugar
instrumento
campanario
devocionario
com edor lavadero
colador tapadera
efecto o resultado
peladura
(*Son desinencias de participio de presente).
• Forman sustantivos de diversos significados. - edo- al colectivos de árboles o plantas: robledo, alameda - azo (golpe dado con...) latigazo - ismo doctrina, creencia, sistema: cristianismo - ido gritos: ladrido, chillido - ezno, - ino, - ucho, - ato*
*Son
crías de animales: osezno, palomino, aguilucho, lobato.
diminutivos.
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• La selección y adscripción de los formantes facultativos a los lexemas correspondientes —posibilidad del plano de la lengua—, experimenta restricciones en el de la norma1. No puede, pues, forjarse a ca pricho cualquier derivado. Así: quieto ^inquietud; moralidad-^inmoralidad; sabiduría ■**-*insabiduría; espeso -► espesura; pero: vago vagancia y no *vagura; negar anegación; pero: j u r a r a juramento y no *juración; etc. • Muchos morfemas derivativos son polisémkos. La interpretación del significado está en función del lexema en cada caso. Así: boticario (-ario = oficio), pero campanario (-ario = lugar) vendedor (-dor = oficio), pero comedor (-dor = lugar) • La posición de los morfemas con respecto al lexema es obligatoria, y su orden, cuando se acumulan varios también: superhombre *hombresúper; zapaterita § *zapatitera. N.B. Todas estas observaciones son aplicables a la formación de otras clases de palabras, no sólo de los sustantivos.
4.2.8. FUNCION DEL SUSTANTIVO. Desde el punto de vista funcional, el sustantivo se caracteriza por ser la clase de palabras que desem peñan la función de sujeto en la oración (Vid. tema 3). Otras funciones privativas del sustantivo son: objeto directo: Como peras. objeto indirecto: Lo entregó al portero. complemento agente: Fue resuelto por los alumnos. Cualquier palabra o secuencia de palabras que desempeña estas funciones se convierte en sustantivo de discurso. Otras funciones que desempeña el sustantivo, compartidas con otras categorías, son: • atributo: Esto es pan. • complemento predicativo: Le nombraron presidente (con el adjetivo). • complemento circunstancial: Lo hizo con cuidado. Estas funciones se estudian en el tema 8. • complemento de un sustantivo o de un adjetivo, complemento de nombre: Los días de invierno. aposición: La reina madre. cto. de adjetivo: Diestro en matemáticas. Estas funciones se estudian en infra 4.4 y 4.3.5.
4.2.9. SUBÍATEGORIZACIONDEL SUSTANTIVO A. LA CLASIFICACIÓN TRADICIONAL. El modo de significar de un sustantivo depende de qué clase de sustantivo sea. Tradicionalmente, los sustantivos han sido clasificados en diversas categorías según precisamente la naturaleza de aquello que designan: Esta clasificación tiene, como se ve, una base semántica y lógica. En ella están presentes consideracio nes de índole más filosófica que propiamente lingüística. De ahí la activa participación en los debates que en este ámbito se han suscitado, no sólo de lingüistas y gramáticos sino de lógicos y filósofos del lenguaje. 'Norma se utiliza aqui en el sentido descriptivo que tiene Coseriu y otros, no en el de Norma preceptiva (Vid. temas 1 y 6).
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Los criterios que delimitan las clases o subcategorías del sustantivo no siempre presentan absoluto rigor y coherencia. En algunos casos, la adscripción de un sustantivo dado a una u otra clase resulta problemática. La clasificación tradicional: a) Se refiere exclusivamente a los sustantivos de lengua, no a los de discurso. b) Parte del significado léxico del sustantivo, es decir, del sustantivo en sí mismo como unidad aislada, haciendo abstracción de su utilización en un contexto. Ahora bien, el significado léxico o básico de un sustantivo como el de cualquier unidad léxica, es casi insuficiente, puesto que el significado pleno, exacto, sólo puede establecerse en el plano del texto y en cada caso. Pese a estas limitaciones, la clasificación tradicional del sustantivo resulta orientadora en muchos ca sos; en todo caso constituye un punto de referencia necesario. A) CONCRETOS/ABSTRACTOS. La primera subdivisión distingue entre sustantivos como niño, perro, flor, agua, rebaño... y sustantivos como blancura, carrera, altura, es decir, entre sustantivos concretos y sustantivos abstractos. Son sustantivos concretos aquellos que se refieren a objetos o seres que tienen existencia independien te en la realidad, que son perceptibles por los sentidos o representables en la mente mediante imágenes. Obsérvese que no es necesario que exista un referente real en el mundo físico que nos rodea. Basta que podamos forjar una representación mental clasificable como imagen. Tam poco concreto se confunde con material: ángel o fantasma son concretos, centauro, sirena, marciano, son tan concretos como caballo, pez o futbolista. Son abstractos los que designan entes que carecen de existencia independiente en la realidad: sólo exis ten en algo que los produce o posee. En tanto que sustantivos, naturalmente tienen independencia men tal —por definición— pero ni se da ni puede concebirse su existencia aislada en el mundo físico. La blancura existe como propiedad de los objetos blancos; la carrera sólo existe si alguien o algo corre; la altura es una dimensión de objetos o figuras. Lo designado por un sustantivo abstracto no es perceptible directamente por los sentidos; como su nombre indica, es una abstracción sólo captable por la inteligencia; está presente en la mente bajo la forma de ideas. De todos modos, es evidente que hay abstractos que parecen estar más alejados del ámbito de los sen tidos que otros: bondad, justicia, libertad, relación se nos antojan más abstractos que carrera o montón. CLASIFICACIÓN Los sustantivos abstractos se dividen en tres clases: a ) Abstractos de fenómeno. Están relacionados con verbos; es decir, son sustantivos que designan procesos (acciones, o estados) o sus efectos: carrera (relacionado con correr), salto (con saltar), lectura (con leer). b) Abstractos de cualidad. Están relacionados con adjetivos. Designan por tanto cualidades, propie dades, etc. de los objetos o seres: blancura' (blanco), inteligencia (inteligente), justicia (justo). (No es necesario que exista en la lengua un verbo o un adjetivo de idéntico lexema). Podría creerse que la blancura, la carrera, la altura se perciben por los sentidos, pero no es así: lo que se percibe es un objeto blanco. La blancura, propiedad no sólo de ése sino de todos los objetos blancos, es un concepto elaborado mediante abstracción y genera lización. Lo que percibimos —o nos representamos mediante imágenes— es el objeto blan co, los automóviles o personas que corren, las figuras y objetos que poseen altura..., es de cir, los concretos. ‘En el sentido técnico que la palabra tiene en filosofía. A veces se dice también que los nombres concretos se refieren a objetos físicos y los abstractos a objetos mentales.
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c) Abstractos de número o cuantitativos (Frente a los dos grupos anteriores, que no lo son), éstos cuantifican de modo preciso: par, docena, mil (numerales), o de modo impreciso: montón, puña do... (indefinidos). B) NOMBRES COMUNES Y NOMBRES PROPIOS. Los sustantivos concretos se subdividen en comunes y propios. Los nombres comunes —o apelativos— son clasificadores. Agrupan bajo una misma denominación a todo un conjunto de seres en virtud de características comunes' prescindiendo de los rasgos diferenciadores que puedan presentar los individuos: hombre, gato, mesa, cuadro, madera, agua son nombres comunes. Por ejemplo, mesa designa a una clase de objetos con patas y tablero con independencia de tamaño, color, material de que está hecha, forma; agua designa una sustancia con deter minadas propiedades, etc. Lo designado por un nombre común puede estar integrado por seres u objetos limitados en su forma o extensión y que se presentan en la realidad bajo forma de unidades discretas, discontinuas, en suma, contables: hombre, gato, mesa. El nombre concreto se llama, entonces, genérico; o bien, puede consistir en una sustancia continua no contable: madera, agua, hierro. El nombre concreto se llama, entonces, de materia. Los nombres genéricos, a su vez, pueden designar a clases de seres singulares: hombre, soldado, oveja, barco. Son entonces, individuales, o bien designar —en singular— conjuntos de seres semejantes consi derados como un todo: ejército, rebaño, flota... son, entonces, colectivos. Los nombres comunes no designan, por sí mismos, a individuos particulares. Son términos universa les o generales, que designan a toda una clase. Para designar objetos particulares tienen que ir acompa ñados de alguna determinación*2. hombre (universal general)/ este hombre, el hombre de allí (individuo particular). gato / mi gato, el gato de mi tía. cuadro / aquel cuadro, el cuadro más fam oso de Velázquez. Los nombres propios, en cambio, son individualizadores; en sí mismos identifican o nombran seres u objetos particulares3: Juan, Micifuz, el Tajo, Las Meninas. Ciertamente, un nombre propio puede aplicarse a muchos objetos: María, Peréz, Juan, Córdoba... pero ello no obsta para que individualicen a un ser en un ámbito concreto de utilización. Si es necesario, mediante precisión suplementaria: Juan padre/Juan hijo. Relacionados con los nombres propios están los nombres de objetos únicos: el sol, la luna, el cielo, el infierno, el caos. Obsérvese, sin embargo, que se trata de nombres comunes que designan a una dase compuesta por un único objeto; el nombre propio, en cambio, distingue un objeto entre otros de su clase. Desde el punto de vista formal, los nombres propios forman parte de inventarios no finitos, abiertos e imprevisibles: cualquier secuencia fónica, incluso ajena a los hábitos articulatorios de una lengua, pue de constituir un nombre propio: Spantax, Alcoroc, Tip, Shim. Si se trata de sustantivos comunes, o de adjetivos habilitados como nombres propios, puede, evidentemente, reconocerse en ellos lexema y for mantes, con un significado determinado en sí pero que no describen al objeto: Angustias, Sr. Bueno, Herrero. •La selección del o de los rasgos comunes fija la comprensión del concepto designado por el sustantivo. El ámbito de la realidad a que se aplica es su extensión. La relación es inversa: cuantos más rasgos comunes se incluyen, a menos seres se puede aplicar el concepto. Así, animal selecciona menos rasgos que perro; y caniche, más. De ahí que animal posee más extensión, y menos comprensión, que perro; perro más extensión, menos comprensión, que caniche, etc. 2Vid. tema 5 Los determ inantes y el artículo. 3De ahí la equivalencia desde el punto de vista de la denotación en el discurso de los nombres propios y de los sintagmas con un nombre común inequívoca mente determinado: [Juguetes) del niño — Juguetes deJuanito, si el niño = Juanito (frente al indeterminado clasificador Juguetes d e niño) y que algunos lógicos hayan propuesto reservar la palabra nombre sólo para lo que realmente nom bra , es decir, el nombre propio y las expresiones identificadoras: el vendedor de Austerlitz, la estrella vespertina.
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EL MODO DE SIGNIFICACIÓN DE LOS NOMBRES PROPIOS. La cuestión que han debatido lingüistas y filósofos es si, al identificar objetos individua les, los nombres propios aportan o no alguna información sobre los mismos, al igual que los comunes. Los nombres comunes, como se ha visto, son connotativos (con-notativos = aportan notas o rasgos característicos de los objetos que nombran). Referidos a objetos individua les: /a mesa, el gato, el niño, además de identificar a los seres en cuestión, informan acerca de sus propiedades o rasgos: (objeto material, con patas, con tablero), (felino, doméstico, de pequeño tamaño), (ser humano, varón de corta edad), etc. Los nombres propios, en cambio, según la opinión más generalizada (Stuart Mili, Bróndal, A. Alonso), son no-connotaíivos: no informan sobre rasgos o características; simple mente designan, identifican al objeto: son exclusivamente denotativos. Así, Juan nombra y distingue al individuo llamado Juan entre otros hombres, pero no contiene ninguna de sus características diferenciales o comunes con otroí Seres. Córdoba nada indica sobre la ciudad que lleva este nombre. Muchos hombres se llaman Juan, y varias ciudades Córdo ba, sin que una rasgo común alguno a unos y a otras: Juan, Córdoba “no significan” nada, son meras marcas distintivas, vacías de contenido, como la cruz que hace el ladrón de las Mil y una noches sobre una puerta para distinguirla de otras semejantes (Stuart Mili). En suma, e! nombre común dice qué es el objeto que nombra; el nombre propio no dice qué es sino cómo se llama.
La posición opuesta (Jespersen) sostiene que, bien al contrario, ¡os nombres propios son los más con notativos de todos, es decir, más ricos en notas características que los comunes. En efecto, al designar seres únicos, todas sus propiedades individuales están incluidas en ellos. Felipe I I “connota” mucho más que rey, Velázquez que pintor, Las Meninas que cuadro, etc. En realidad, todo depende de que el referente de! nombre propio sea conocido o no. Si el referente no es conocido, el nombre propio resulta opaco, el Zipa, Agave, Maríabeque, Las Lucayas. Si el referente es conocido, indudablemente el nombre que lo designa evoca $us características. ¿CARECE EL NOMBRE PROPIO TOTALMENTE DE SIGNIFICADO?1 Las siguientes observaciones, sin invalidar la teoría general sobre los nombres propios, previenen de una interpretación excesivamente radical. Dentro de una comunidad lingüística existen convenciones implícitas relativas a los nombres propios que los convierten en parcialmente informativos acerca de qué tipo de seres designan. Hay antropónimos establecidos: Fernando, Carlos, Luisa, Carmen son interpretados como nombres de persona —y respec tivamente como de varón y de mujer. Hay nombres de animales (nadie llamaría a su hijo Micifuz o Pi do); claros topónimos: Benicássim, Brihuega...; secuencias que connotan inequívocamente productos co merciales: Lux, Suavex, Dodotis (aunque ignoremos de qué se trata exactamente). A ello podría añadirse que muchos nombres propios sí tienen intención connotativa, a! menos en su origen, y que precisamente se han forjado incluyendo características individuales diferenciadoras. Tal es el origen de muchos patronímicos: Pérez (hijo de Pedro); González (hijo de Gonzalo); Herrero, Smith, Taylor (profesiones); apodos: el Tuerto, el Estirao, el Mandas; de topónimos: la Selva Negra, el Mar Muerto... A Pulgarcito le llamaban así por ser tan pequeño como el dedo pulgar. Fiénsese asimismo en el significado —olvidado o no— de muchos nombres propios: Lucía (la que lleva la luz), Eugenio (bien nacido), etc. y de otros trasparentes-, Víctor, Félix, Clara, Rosa... En estos casos el nombre significa, aunque sin relación con las características del referente.
1Utilianjjft aquí significado en la acepción de c o n te n id o s e m á n tic o , sin tener en cuenta la diferencia que hacen algunos autores entre significado y sentido; por ejemplt^lrege. Para este autor el signiticado —o lo significado— es el referente y sentido el contenido semántico. Por ejemplo: e l v e n c e d o r d e A u s te r liiz. e l v e n ep ifi d e tienen distinto sentido y un mismo significado.
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En todo este razonamiento hemos utilizado los términos de denotativo y connotativo en su acepción lógica: denotar = designar, señalar objetos, connotar = incluir rasgos semánticos. Connotativo y denotativo tienen también otro significado en algunos semantistas. (Vid. tema 1): denotación = contenido conceptual básico, connotación = significaciones secun darias y resonancias afectivas que la palabra suscita. En este sentido, está claro que los nombres propios pueden ser extraordinariamente connotaiivos. No es lo mismo llamarse Alicia que Gumersindo, ni llamar a una plaza Plaza del Caudillo que Plaza de la Constitución. Como no es lo mismo ponerle a un bebé Moisés que Sigfrido, Nuria que Amparo, Gemina que Pepita. Ni decir San Sebastián que Donosti. Ni rotular como Lli'ria que como Liria una misma localidad. La publicidad forja los nombres de marea en función de las connotaciones sugestivas que pretende asociar al producto: OH of Ulay, Ocean, Varón Dandy, Crees. Ningún fabri cante bautizaría una prenda juvenil como La Abrigadita ni un automóvil como El Seat Crash.
CUADRO SINÓPTICO DE CLASIFICACIÓN TRADICIONAL DEL SUSTANTIVO.
SÜSfifeNTIVOS
GENÉRICOS
DE MATERIA
DE FENÓMENO DE CUALIDAD NUMERALES INDEFINIDOS (carrera)
INDIVIDUALES
(belí$g¡i)
(docena)
(montón)
C O L E C flm iS
(ejército) (rebaño)
LIMITACIONES DE LA CLASIFICACIÓN TRADICIONAL. RECATEGORIZACIONES. Si nos atenemos a los criterios que presiden la clasificación tradicional, observamos que, de hecho, existen zonas de interferencia en las que ni la gramática ni ¡a lógica han llegado nunca a establecer una división segura entre los nombres o conceptos concretos y los abstractos, o como acabamos de ver, entre los comunes y los propios... Por otra parte, se dan constantes trasvases de una subcategoría a otra en cuanto se analizan los sustantivos en el plano del discurso. * Cuando un nombre común concreto individual aparece utilizado con sentido general, su significación se aproxima a la de los abstractos. El hombre es mortal. La rana es un batracio. Adquiere entonces valor de colectivo totalizador: Los hombres son mortales. Las ranas son batracios. Los nombres concretos sólo lo son realmente cuando se refieren a individuos particulares: El hombre que está ahí.• • Los nombres de materia, utilizados en plural, pasan a individuales y, en todo caso, a contables, pues indican, bien trozos ú objetos hechos con dicha materia, bien variedades de la materia en cuestión: Los hierros que sostienen el cable, los aceros que fabrica la empresa, trae esos papeles, todos los detergentes son parecidos.
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• Los abstractos utilizados en plural pueden pasar a concretos: Tiene muchas amistades, desfilan belle zas falleras En general, puede decirse que la abstracción es cuestión de grado y que hay abstractos más abstractos que otros, es decir, que poseen mayor grado de generalización: La libertad / las libertades (manifestaciones distintas del ejercicio de la libertad: libertad de expresión, de asociación, sindical... etc.); La injusticia / las injusticias (actos concretos de injusticia). • Los abstractos de número y los colectivos tienen indudable relación: rebaño, ejército, centuria, escua drón, con puñado, montón, docena; ambos indican en singular conjuntos plurales (con o sin cuantificación precisa). Difieren sin embargo en que los primeros denotan la clase de elementos que los integran y los segundos no, por lo que hay que precisarlos mediante un adjunto: un puñado de garbanzos, un montón de piedras, una docena de almendras... • Un nombre común puede aparecer usado como propio: Rosa, Margarita, Pilar, Dolores, el Caudillo, el Poeta (Homero) y recíprocamente. Un nombre propio puede generalizarse como común: Ese indivi duo es un Tenorio; Tiene un Sorolla en su casa. • Como vimos, los nombres comunes de objetos únicos están próximos a los nombres propios: el sol, la luna, el cielo, el infierno, pues, son denotativos (sin dejar de ser connotativos), así como los que, sin ser únicos de modo absoluto, lo son dentro de un ámbito limitado: el rey, el director, la mamá. De todo lo anterior se deduce, pues, que la significación de un sustantivo sólo puede establecerse ine quívocamente en el contexto. Paseo es abstracto en: vamos de paseo, y concreto en: los árboles del paseo; madera, es concreto, —pese a estar en singular— en: sujeta esta madera y abstracto en: esta madera, es de mala calidad. Rodríguez es común en: un Rodríguez es un hombre cuya familia está de vacaciones; amor, normal mente abstracto, es concreto en Pepe es mi amor (= persona amada). B. LA SUBCATEGORIZACIÓN POR SEMAS GENÉRICOS. Existe otra forma de abordar la significación de los sustantivos mucho más reciente, que supone la superación de la clasificación tradicional y que constituye un instrumento mucho más preciso y riguroso de análisis. Consiste en caracterizar ai sustantivo mediante una serie de semas genéricos que indican la pertenen cia o no a clases conceptuales tales como animado, humano, material, contable, etc. La lista es abierta y puede prolongarse según las necesidades de la descripción. Se maneja en cada caso la oposición bina ria + — (marcado o no marcado con respecto al rasgo en cuestión), es decir: La caracterización se construye, pues, por combinación de rasgos marcados positiva o negativamente sin tener que adscribir el sustantivo a un inventario cerrado de subclases (Vid. tema 2). Así: Mesa oveja niño Juan
se definirá como (+ común), (— animado), (+ material), (+ contable), (— potente). (+ común) (+ animado) (— humano) (— colectivo) ( + común) (+ animado) (+ humano) (— colectivo) (— común)
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UNO DE LOS POSIBLES DIAGRAMAS.
mobiliario
mesa
OBSERVACIONES. • Esta disposición no es, por supuesto, la única posible. • El diagrama rto se considera cerrado. Puede prolongarse para dar cabida a otras distinciones (por ejemplo, Z. divi no en ¡os (+ animado) (— material) o a seres imaginarios de otros mundos posibles (ficción literaria, mitologías, etc.). 6 (+ animado) implica (+ contable) y (+ potente). Por potente se entiende capaz de actividad. Todos los (+ animado) son potentes. Los (— animados) pueden serlo o no serlo: reloj, picadora, robot, frente a: taza, cenicero... • Los nombres propios (es decir, — comunes), carecen, como se ha dicho, de rasgos connotativos o descriptivos. De ahí que, por elemental coherencia, no se incluye subcategorización alguna de los mismos. Evidentemente, si se co noce el referente, puede aplicarse a los nombres propios la descripción del nombre (+ común) que le corresponda. Así, a Juan corresponden los mismos rasgos que a hombre; a Micifuz que a gato, a Satanás que a espíritu; a Mulinex que a picadora; a Mediterráneo que a mar, a Lux que a jabón, etc. Obsérvese que hay lugares vacíos donde no aparecería nunca un nombre propio. Todos los llamados antropónimos figurarían entonces como (+ humano), los topónimos como (— animados) (+ material), en el lugar que les corresponda. Obsérvese, también, que esta clasificación de los nombres propios no cubre en absoluto la cantidad de clases de seres que pueden ser nombrados mediante los mismos.
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4.3. EL ADJETIVO . 4.3.0. ADJETIVOS CALIFICATIVOS Y DETERMINATIVOS. Una vez examinado el sustantivo pasamos a estudiar aquella clase de palabras cuya función privativa es la de modificar al sustantivo como adjuntos. Es decir, el adjetivo calificativo. También modifican al sustantivo los determinantes (Vid. 4.1) y, en este sentido, con excepción del artí culo, pueden ser también denominados adjetivos. La gramática tradicional los denomina adjetivos de terminativos. Hoy se prefiere englobarlos en la categoría general de los pronombres. De ellos nos ocupa remos en el siguiente capítulo. La clasificación calificativos / determinativos tiene una base semántica. Los calificativos designarían cualidades y los determinativos relaciones: blanco, grande, limpio, fiero indican cualidades; mío, este, varios, indican relaciones (propiedad o pertenencia, ubicación, cantidad), etc. Sin embargo, la frontera que separa la cualidad de la relación es una cuestión más filosó fica que lingüística; verde es una cualidad y mío una relación. Pero alto, clasificado como cualidad, supone relación implícita con un promedio de altura, así como bajo, grande, pe queño, semejante, parecido (parecido a una flor) es una relación que implica en cierto mo do una descripción cualitativa. Este criterio es, por tanto, insatisfactorio. En el tema siguiente se aborda la definición de determinantes y pronombres sobre bases distintas.
4.3.1. EL ADJETIVO CALIFICATIVO: SIGNIFICACION. Según la definición nocional, los adjetivos calificativos son palabras con las que designamos cualida des o propiedades de los objetos, pensándolas sin independencia mental, es decir, como cualidades de pendientes de los seres que las poseen. Así, blanco, delgado, grande, tienen que ser pensados como apli cados a algo que lo sea (frente a los sustantivos correspondientes blancura, delgadez...). De nuevo observamos que la diferencia no consiste en la realidad sino en la forma de pensar esta realidad.
4.3.2. FORMA. Desde el punto de vista de su forma o estructura interna, el adjetivo presenta los mismos componentes que hemos analizado en el sustantivo. De ahí la clasificación tradicional de nombre que, como dijimos, engloba en la gramática tradicional a ambas categorías. Sin embargo, el adjetivo no admite como tal el morfema artículo y admite —en determinados casos— el morfema de grado. Nótese, en efecto, que, si se acompaña de artículo, deja de ser un adjetivo y se convierte en sustantivo: el verde, lo blanco, el bueno de la película. De ahí la siguiente definición formal del adjetivo calificativo como categoría gramatical: Palabra compuesta de un lexema y de formantes constitutivos de género y de número. Frente al sus tantivo, admite el morfema de grado y no admite el morfema de artículo. Puede recibir formantes facultativos. CONSTITUTIVOS
morfemas gramaticales de GÉNERO y NÚMERO
LEXEMA + FORMANTES o MORFEMAS contiene el sig nificado léxico. blanc - o - 0 blanc - a - 0 alegre - 0 - 0
FACULTATIVOS
morfemas derivativos (pre fijos, sufijos,...)
blanc - o - s blanc - a - s alegre - 0 - s -
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alegre lex.
Un gran número de adjetivos son, de hecho, participios que han generalizado su uso como tales. Bello propone llamarles participios adjetivos para distinguirlos de los participios que integran los tiempos com puestos y las perífrasis verbales (ejemplo: he pintado; tengo hecho). En general, la misma forma puede desempeñar ambas funciones. Estos adjetivos presentan, por tanto, lexema verbal, vocal temática y el morfema gramatical de partici pio, -d-\ pint-ff-d-o tem-/-d-o dorm-i-d-o; o bien, la forma irregular correspondiente: hech-o. A. EL GÉNERO. La oposición de género se establece sólo en los llamados adjetivos de dos terminaciones. Los morfemas son, en tal caso: — o / a (la más frecuente); blanco/blanca. — 0 / a traidor/ traidora, juguetón/juguetona. Los adjetivos de una terminación no poseen oposición de género. Carecen, pues, de forma masculina y femenina. 0 /0 ; alegre : niño alegre /n iñ a alegre feliz : hombre feliz /m ujer feliz posible : un asunto posible /u n a cuestión posible. Dos observaciones se imponen sobre el género de los adjetivos: » En primer lugar, a diferencia de lo que se constata en el sustantivo, la terminación -o/-a es marca ine quívoca de género; -o es siempre morfema de masculino; -a es siempre morfema de femenino. • En segundo lugar, que la naturaleza deí género es distinta en los adjetivos que en los sustantivos. El género de los sustantivos es, como se ha visto, inherente a la palabra. La alternancia de género, cuando se da, supone oposiciones significativas (macho/hembra, tamaño, objetos distintos, etc.). En el adje tivo, el género es un elemento puramente sintáctico, regido por el género gramatical al que el sustanti vo pertenece (o por referente, en el caso de concordancia por el sentido; ejemplo: estoy cansada). EL GÉNERO NEUTRO EN LOS ADJETIVOS. Cuando un adjetivo aparece como atributo o predicativo de un pronombre neutro (o de un segmento de discurso) o bien sustantivado por el artículo neutro lo, se interpreta, coherentemente, como neutro. Obsérvese, sin embargo, que sólo lo es desde el punto de vista del significado, puesto que no existe mor fema de neutro en el adjetivo. La forma utilizada es la misma que la del masculino. Esto es bueno; eso es bueno; lo bueno Desde el punto de vista diacrónico, lo que ha tenido lugar es un fenómeno de convergen cia fonética. En latín, Nom.: bonus bono bonum; Ac: bonum bona bonum. Al caer la -m, el masculino y el neutro convergen: bueno buena bueno. (Vid. el género neutro en tema 5). B. EL NÚMERO. La oposición de número se establece mediante 0 / -s -es (-sy -es son alomorfos de un mismo morfema) en idénticas condiciones generales que en el sustantivo: -s tras vocal, -es tras consonante: bueno fi/buenos, alegre %/alegrts. Obsérvese que el adjetivo, si bien puede no reflejar el género, siempre refleja el número del sustantivo en el que incide: niño alegre/niños alegres; niña alegre/niñas alegres; hombre feliz/hombres felices; mu jer feliz/mujeres felices. Si una palabra en función de adjetivo no concuerda, es que se trata de una traslación, no de un adjeti vo de lengua propiamente dicho: un niño bien/niños bien (adv. adjetivo de discurso).
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C. EL GRADO. El grado opone la mera enunciación de la cualidad designada por el adjetivo a su cuantificación com parativa o valorativa. Se establece así los tres grados tradicionales. POSITIVO: mera enunciación de la cualidad. Es el grado no marcado: alto, bueno, feliz, blanco. COMPARATIVO: La cualidad aparece cuantificada en comparación con otro ser que la posea también, (o con otra cualidad que posea el mismo ser) estableciendo una relación de superioridad: más alto (que Pedro); más alto (que ancho). igualdad: tan alto (como Pedro); tan alto (como ancho). inferioridad: menos alto (que Pedro); menos alto (que ancho). SUPERLATIVO: la cualidad aparece valorada en grado sumo; muy alto, altísimo. La gramática tradicional distingue aquí dos clases de superlativos. El llamado superlati vo absoluto (al que corresponden las formas citadas) y el llamado superlativo relativo (el más alto de todos) que, además de valorar en grado sumo la cualidad de un ser, lo relaciona con todos los restantes del grupo: de ahí la denominación relativo. El llamado superlativo relativo (el más alto de todos) es, en realidad, un comparativo cuyo término de comparación es la totalidad. = más alto que ninguno. Estamos una vez más ante la inercia de la utilización de distinciones que tenían sentido en latín pero que han dejado de tenerlo en castellano. En latín, en efecto, se usaba la misma forma: eloquentissimus orator (orador muy elocuente o elocuentísimo); orator omnium eloquentissimus (el orador más elocuente de todos). Como puede verse, el grado va ligado directamente a la significación del adjetivo. De ahí que más que de morfema grado, se prefiera hablar de grado de significación del adjetivo. Como se verá, unas veces se plasma mediante morfemas, y otras, es dudoso que así sea. MARCAS FORMALES DEL GRADO. PO SITIV O :
0
COM PARATIVO:
superioridad más... (que) e n c i e r t o s a d j e t i v o s f o r m a s s i n t é t i c a s e t i m o l ó g i c a s , igualdad tan... (como)
inferioridad SUPERLATIVO:
— —
ísimo m uy
menos... (que)
y a lo m o rfo s
El grado se realiza, por tanto, mediante morfemas específicos en el superlativo y por medios sintáctivos en el comparativo. Algunos adjetivos, restos de comparativos y superlativos latinos, realizan el grado me diante alteración del lexema. Así sucede con: bueno, mejor, óptimo / malo, peor, pésimo, grande, mayor, máximo / pequeño, menor, mínimo, alto, superior, supremo / bajo, inferior, ínfimo. Los superlativos etimológicos de estos adjetivos son sentidos como formas eruditas y al ternan con las forjadas por el procedimientos general: muy bueno, buenísimo; muy malo, malísimo, etc. Las formas comparativas son más usadas que las superlativas y se consideran incorrectas las forjadas por el procedimiento general *más bueno *más malo. Es preferible asimismo mayor a más grande y menor a más pequeño (sobre todo en lengua escrita). Superior e inferior tienen significado diferente a las formas analíticas correspondientes: más alto, más bajo (superior, inferior indican posición jerárquica o calidad). Ej.: Pedro es superior a Juan/Pedro es más alto que Juan.
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Se conservan asimismo otros restos de superlativos latinos en paupérrimo, celebérrimo, pulquérrimo fpauper, celeber, pulcher) propios sólo de la lengua escrita o de registro culto. (Reg. común: muy pobre, muy célebre...). El registro popular o familiar posee otras formas de expresar el superlativo mediante prefijos de intensidad: re-, requete-, archi-, super-, etc. rebueno, requetebueno, superbueno, archilonto. Extra-, ultra-, se sienten como cultos: extraplano, ultra/wo.
MORFEMAS DE GRADO Y PROCEDIMIENTOS SINTÁCTICOS. Algunos autores consideran que más...que constituye en realidad un morfema libre discontinuo entre cuyos componentes se integra el adjetivo en grado positivo. Nosotros consideramos que más es un cuantificador (Vid. tema 5) y que una conjunción que sólo aparece cuando esta explícito el término de la comparación: Hoy Pepita está más guapa que ayer/H oy Pepita está más guapa. Si más...que fuera morfema de grado, habría que admitir que el sustantivo admite grado, lo que es falso, En efecto: Tengo más pan, libros, (sust.) que tú. Más es un adverbio de cantidad que experimenta una traslación a adjetivo ante sustantivos. Sí que consideramos en cambio muy como morfema de superlativo, ya que sólo es posible con adjeti vos: *muy mesa, *muy árbol. En efecto, cuando rara vez aparece con sustantivos, éstos se interpretan automáticamente como traslación adjetiva: muy hombre ( = muy varonil). ADJETIVOS QUE NO ADMITEN GRADO. El morfema de grado no es exclusivo del adjetivo. También lo poseen cierto adverbios: bien/mejor/mal/peor; muy bien, muy mal; más deprisa; muy claramente... (Vid. tema 6). Por otra parte, no todos los adjetivos admiten grados de significación. Los que designan cualidades o características no cuantificables no admiten, lógicamente, morfemas de grado (como no admiten cuantificación mediante otros procedimientos lingüísticos). El ser posee o no posee la cualidad o propiedad y la única atribución posible es afirmarla o negarla. Un objeto puede ser caro, más o menos caro que otro, carísimo o bastante caro, algo caro, etc. pero no puede ser *más eléctrico, *menos eléctrico, *muy eléctrico o algo eléctrico. Del mismo modo que no puede ser *más virgen o *bastante virgen o estar *menos muerto o *algo muerto. Los adjetivos que clasifican con respecto a relaciones no admiten nunca grado: el calor solar (= del sol), *un calor muy solar; el conocimientos portuario (del puerto) *movimiento más portuario... Otros ejemplos: agrario, rural, urbano, doméstico, económico, financiero, científico, soltero, casado, viudo, portugués, noruego... La lista puede prolongarse indefinidamente. Determinadas expresiones parecen contradecir esta afirmación. En realidad se trata de usos estilísticos que suponen un desvío propio de la función poética presente en los regis tros familiar o vulgar. Soy tan virgen como tú equivale a si tú eres virgen, yo lo soy tam bién. Está más muerto que mi abuelo equivale a está muerto como lo está mi abuelo. El modismo estar más muerto que vivo tiene sentido figurado. D. FORMANTES FACULTATIVOS. El adjetivo calificativo puede, al igual que el sustantivo, recibir formantes facultativos: prefijos, aumen tativos, diminutivos, etc. Por otra parte, al igual que existen morfemas específicos de formación de sus tantivos, existen una serie de morfemas que son específicos de la formación de adjetivos.
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CUADRO DE MORFEMAS DERIVATIVOS DEL ADJETIVO (no exhaustivos). 1. PREFIJOS: comunes al sustantivo: anormal Imposible, extraplano, etc. 2. SUFIJOS: específicos de formación de adjetivos. • Forman adjetivos a partir de sustantivos. — al (referente a, perteneciente a): general, arbitral, semanal. — il: senil, juvenil, monjil. — ario: semanario. — ero, dero (pertenencia o lugar): monedero, embarcadero, callejero. — oso (abundancia): humoso, sudoroso. — ista (adjetivos aplicados a persona ligada a una determinada creencia, doctrina, actitud). Se relaciona con -ismo del sustantivo correspondiente; socialista, nacionalista, racista. — és, ol, ano, eño, etc. (gentilicios): francés, español, valenciano, cacereño. • Forman adjetivos a partir de verbos.
— (a)ble (a veces a partir de sustantivos) • (posibilidad; que puede ser hecho): tratable, favorable. — (i)ble: convertible, disponible. — izo: pegadizo. — ante: (agente o elemento activo) Se trata del morfema de participio presente latino, perdido salvo en este uso): laxante, amante, brillante. — ente: repelente. — iente: reluciente, ardiente. — dor (forma adjetivos a partir de verbos: agente o elemento activo): saltador, corredor, bronceador. • Forman adjetivos derivados de adjetivos. — ino, ecino, usco, uzeo, izo (afinidad, aproximación sobre todo de colores o matices): albino, rojizo, parduzco, blanquecino. (Obsérvese la alternancia neutro/despectivo: electoral/electorero/electoralista. Adjetivos integrados por más de un lexema. A + A: hispanoparlante, sordomudo, verdinegro, aeronaval. S * A: ojituerto, cejijunto, alicaído, astifino, quinceañera. OBSERVACIONES
• Muchos de estos adjetivos han pasado a ser sustantivos de lengua: un general, un brillante, un fran cés,.., manteniendo la posibilidad de doble funcionamiento: un general/un tema general; un brillante/un color brillante; un francés/un coñac francés. Otros se utilizan sólo como adjetivos: favorable, pegadizo. • En algunos casos, la selección dei sufijo implica connotaciones distintas. • Todas las observaciones realizadas para los morfemas facultativos del sustantivo son válidas en el caso del adjetivo (restricciones regidas por la norma, interpretación con frecuencia dependiente del contexto, anteposición obligada a los morfemas gramaticales de género y número, etc.). DIMINUTIVOS, AUMENTATIVOS, VALORATIVOS. El predominio de los valores puramente afectivos, valorativos de los diminutivos y aumentativos se manifiesta muy especialmente en el adjetivo. (Vid. supra 4.2.6): pequeñito no es sentido como menor que pequeño, ni blanquito como menos blanco que blanco, ni un niño calladito es menos callado que un niño callado. Sopa calentita; estamos solitos; ¡pobrecito mío!; —¿Arisca yo? — Arisca no, arisquilla. Es muy noblo te; Un chico grandón. Los derivativos de aproximación pueden tener matiz despectivo: grisáceo, blanquecino.
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Obsérvese que, en general, no pueden admitir diminutivos ni apreciativos los adjetivos que no admiten grado. Las restricciones con respecto al diminutivo son mayores que en el sustantivo: el calor solar, *el calor solarcito; un aparato eléctrico, *un aparato electriquito. El diminutivo, de querer usarse, tendría que afectar al sustantivo: el calorcito solar, un aparatito eléctri co. (Sin embargo: casadita, viudita, solterita..., tal vez por su frecuente uso como sustantivos). Por otra parte, las restricciones de uso del diminutivo son mayores que las de la cuantificación en ge neral y el grado. Adjetivos que admiten grado no admiten diminutivo. El aumentativo está aún menos extendido.
4.3.3. FUNCION DEL ADJETIVO. La función privativa del adjetivo es la de modificador directo del sustantivo, pero puede también refe rirse al mismo a través de un índice verbal: niño alto, el niño es alto, encuentro alto al niño. Las posibilidades son las siguientes: Adjetivo adjunto' (modificador directo). Puede estar antepuesto: alta torre, o bien pospuesto: niño alto. (Para el estudio de su significación, vid. infra 4.3.4). Adjetivo en aposición libre. Separado del sustantivo mediante pausa (o coma en la escritura): el niño, alto... (Vid. tema 4,1, Adyacentes del sustantivo). Atributo. Referido al sustantivo-por mediación de un verbo copulativo {ser, estar, parecer): la torre es alta, la torre parece alta; el niño es alto, el niño está alto, el niño parece alto. (Estas oraciones, llamadas de predicado nominal o atributivas, se estudiarán en el tema 8.3). Complemento predicativo. Referido al sustantivo por mediación de un verbo semicopulativo o de un verbo predicativo (sé da concordancia): El niño se volvió alto; el agua cae lenta; encuentro alto al niño (Vid. asimismo, tema 8.3). Adjetivo adverbial. Se trata de una traslación. El adjetivo modifica al verbo sin concordar con el sustan tivo: la bala dio alto, las balas dieron alto. (Vid. El adverbio, tema 6.3).
4.3.4. ADJETIVACION DESCRIPTIVA Y SELECTIVA: EXPLICATIVOS Y ESPECIFICATIVOS. En principio, un adjetivo calificativo, al igual que cualquier otro adjunto o determinante, tiene como efecto restringir la extensión del sustantivo al que modifica. El sustantivo aislado designa a toda una clase de seres. Acompañado de un adjetivo, se restringe el ámbito de su aplicación y entonces designa una subclase: el conjunto de seres de dicha clase que posee el rasgo que el adjetivo expresa. Así, gato designa a todos los gatos en general, pero gato negro, gato joven o gato salvaje seleccionan subclases de gatos incluidas en la clase general. Unido a un sustantivo sin determinación, el adjetivo actúa, pues, como elemento restrictivo, selectivo; al describir selecciona o, si se prefiere, selecciona describiendo. Al informar sobre la cualidad considera da, se oponen implícitamente los que la poseen a los que no la poseen. En suma, el adjetivo especifica qué seres se está considerando. De ahí el término adjetivo especificativo.
‘Se produce aquí un conflicto terminológico, pues la denominaciones utilizadas difieren: Caballo blanco. El caballo es blanco. a) Terminología centroeuropea, seguida por Marcos Marín y otros: ATRIBUTO PREDICATIVO b) Terminología francesa y derivadas: EPÍTETO ATRIBUTO. Consideramos que a) se presta a confusión con las oraciones atributivas y con el complemento predicativo, que se quedaría sin distinguir. En cuanto a b), se presta a confusión con el epíteto como figura literaria, que es exclusivamente explicativo. Preferimos, por tanto, denominar a estas funciones adjunto y atributo.
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Lápiz rojo (se opone a los que no son rojos); muchacho alto; libro interesante; calor solar (se opone al calor de otras procedencias); hombre soltero (se opone a no soltero); industria algodonera (se opone a otras clases de industrias); época feudal (se opone a las restantes), etc. La gramática tradicional considera, sin embargo, que existen cualidades inherentes cuya enunciación no restringe el ámbito de aplicación del sustantivo. Por ejemplo: verde hierba, blanca nieve, oveja man sa, fiero león, lobo feroz y semejantes. En este caso —se afirma—, al adjetivo es puramente descriptivo de la cualidad, y no hay selección alguna puesto que todos los seres designados por el sustantivo la poseen. El adjetivo es meramente explicativo. El esquema correspondiente vendría a ser:
La gramática tradicional parece confundir las cualidades inherentes unas veces con tópi cos literarios (el epíteto) y otras con estadísticas de frecuencia. El concepto de cualidad in herente es, en efecto, más que discutible. ¿Qué cualidades son inherentes a un ser? La únicas que pueden ser consideradas tales son aquellas que forman parte de la definición del concepto que lo designa. Y, precisamen te, su formulación daría lugar a enunciados inaceptables por tautológicos. *Círculo redondo, *tristeza tiste, *agua húmeda, *viejo anciano... Las supuestas cualidades inherentes pueden aparecer en enunciados perfectamente acep tables con valor especificativo y ser negadas; puede atribuirse al mismo ser la cualidad opuesta, etc. Véase por ejemplo: Los conejos comen hierba verde, no hierba seca. No le tengas miedo: no es un león fiero. Encontrarás nieve blanca en la cumbre: en la pista, la nieve es gris. San Francisco convirtió en lobo bueno a un feroz lobo. Recíprocamente, adjetivos explicativos tópicos no corresponden a cualidades inherentes: Visitó a su anciana madre (es anciana ahora; no lo ha sido siempre). Su enfurecida mirada se posó sobre mi (no supone en absoluto un furor intrínseco y per manente en la forma de mirar del sujeto). En conclusión, el carácter explicativo de un adjetivo no reside en su significación léxica ni en la del sustantivo modificado. Reside, como se verá, en su utilización.
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LA SIGNIFICACIÓN DEL ADJETIVO EN EL DISCURSO. La distinción entre adjetivos especificativos —o restrictivos— y explicativos —o descriptivos— sólo tiene vigencia plena en el seno del discurso. Una u otra significación dependerán de las restantes determi naciones que pueda recibir el sustantivo. a) Si el referente del sustantivo está especificado ya por otros procedimientos y el adjetivo no es nece sario para identificarlo, la adjetivación será meramente explicativa, descriptiva... A ello se debe que los nombres propios y los sintagmas determinados equivalentes a nom bres propios desde el punto de vista denotativo no admiten en principio más adjetivación que la explicativa. Es el caso, asimismo, de los nombres de objetos únicos y de los sintag mas que individualizan inequívocamente al referente. (Vid. supra 4.2.4, el nombre propio). El fam oso Napoleón; la brillante luna; el espantoso infierno; la genial descubridora del radio; el cono cido autor del Quijote; nuestro insigne director; querida mamá. La luna llena, la luna nueva y semejantes parecen contraejemplos. (En realidad la variación de las frases sugiere lunas distintas y deja de sentirse como objeto único). Chico alegre, *Juan alegre tampoco admiten, lógicamente, subordinada adjetiva especificativa: El chico que salió a las dos, *Juan que salió a las dos. b) Si el adjetivo es necesario para identificar al individuo o a la clase que el hablante se refiere, el adjetivo será especificativo. Es un hecho que, en muchos casos, al intervenir factores contextúales y extralingüísticos a menudo complejo, los límites entre explicativos y especificativos pueden resultar borrosos. De ahí la dificultad, señalada por muchos autores1, en diferenciar inequívocamente ambos usos y que se propongan recetas escolares de mayor o menor utilidad. Traéme el lápiz rojo supone inequívocamente que deseo un objeto perteneciente a la subclase lápiz rojo. Es, por tanto, especificativo (un lápiz rojo, no un lápiz negro). Este lápiz rojo escribe muy mal. El lápiz está determinado por el demostrativo y, por tanto, identifica do plenamente. El adjetivo lo describe simplemente como rojo. Es, por tanto explicativo (= Este lápiz escribe muy mal; Por cierto, este lápiz es rojo). Ha venido con su hijo mayor (mayor presupone que tiene más hijos): especificativo. Peinaba sus cabellos rubios (se presupone que todos sus cabellos son rubios —presuposición basada en la experiencia— puesto que nadie se tiñe media cabeza de rubio y peina sólo esa parte): explicativo. Los cabellos rubios son muy frágiles (se opone a los cabelllos no rubios y no frágiles, por tanto). Es decir:
' “No son las condiciones sintácticas las que puedan fallar, de manera absoluta, si un adjetivo es restrictivo o es un epíteto, sino la intención del hablante y la intelección del oyente: si c . -el calificó necesariamente para distinguir y éste comprendió la cualidad como distintiva o no. Por eso, a menudo, sobre textos escritos, según casos en que la vacilación está justificada...» Cf. G. Sobejano. E l epíteto en la lírica española. A este autor se debe el ejemplo citado de supresión del adjetivo.
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En casos más dudosos se acostumbra aconsejar la supresión del adjetivo y observar si se altera el signi ficado del enunciado. Si se pierde información esencial o si se producen secuencias agramaticales, será especificativo. En caso contrario, explicativo. Ej.: Un hombre pobre tenía un carrito. Un hombre pobre no tiene coche.
Un hombre tenía un carrito. Explicativo. *Un hombre no tiene coche. (?) Especificativo. (Cambia el significado. Pasa a valor general).
El procedimiento resulta útil con frecuencia. En efecto, los adjetivos explicativos, — descriptivos— son, en cierto modo prescindibles desde el punto de vista lógico, informati vo. Lo son mucho menos en una óptica literaria1, y normalmente, los análisis se efectúan sobre texto literarios. El procedimiento de la supresión no debe, pues, tomarse como recela infalible. En mu chos casos, valorar si se pierde o no información esencial equivale a deducir la intención comunicativa del emisor, es decir, a saber qué uso le está dando al adjetivo. Estamos, pues, ante una petición de principio.
Por otra parte, hay adjetivos explicativos que no son sintácticamente prescindibles. Son portadores de una información esencial y su supresión acarrea la inaceptabilidad del enunciado. Ej.: Me miró con sus dulces ojos. Dulces es explicativo, puesto que no posee otros ojos. Sin embargo, encierra la información clave (= me miró dulcemente). Si se suprime, se produce una expresión tautoló gica: *Me miró con sus ojos. Más seguro que la supresión del adjetivo es observar qué determinaciones acompañan al sustantivo y deducir su significación en el contexto teniendo en cuenta todos los factores tanto lingüísticos como pragmáticos que permiten establecerla. El adjetivo sólo será explicativo si la determinación del sustanti vo es totalmente identificadora. Tengamos finalmente en cuenta que la adjetivación explicativa es propia, fundamentalmente, del len guaje literario: la lengua hablada, en su registro familiar, usual, la utiliza raramente, salvo en un contado número de expresiones idiomáticas. El lenguaje científico y técnico utiliza exclusivamente la adjetivación especificativa. (Vid. tema 11). EL PROBLEMA DE LA POSICIÓN DEL ADJETIVO. El adjetivo calificativo adjunto al sustantivo puede estar pospuesto o antepuesto, es decir, correspon der al esquema S A (sustantivo + adjetivo) o bien a A S (adjetivo + sustantivo). En un gran número de casos la posposición es forzosa. Se dice: una n¡ujer casada', un tratado científi co-, un hombre educado', un elemento auxiliar, un coñac francés. No es posible, en efecto, *una casada mujer... *un francés coñac... En otros casos puede hallarse antepuesto o pospuesto. Un bonito traje', un traje bonito. Una encantadora muchacha; una muchacha encantadora. Un desgraciado incidente; un incidente desgraciado. Se ha observado que, en tal caso, la posición del adjetivo condiciona su significación o aporta matices estilísticos diversos. En el estado actual de los estudios sobre el tema no puede deducirse que se haya llegado a una explica ción exclusiva. Los distintos enfoques parecen complementarse y, según los ejemplos aducidos, una u
'Imagínese el alumno cualquier poema o fragmento literario que le resulte familiar al que suprimieran los epítetos. Por ejemplo, en Garcilaso: «Cual queda el blanco cisne cuando pierde/ la dulce vida sobre la hierba verde. Cual queda el cisne cuando pierde la vida sobre la hierba (!). (be pierde todo el efecto estético).»
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otra explicación aparece como más adecuada. Por otra parte, ninguna de ellas está exenta de contraejem plos. Se trata, pues, de una cuestión abierta. Más que de leyes o normas fijas, debe hablarse de tenden cias de la lengua y de valores estilísticos y expresiones. Enumeramos, a continuación, los distintos puntos de vista adoptados y sus conclusiones. A ) EL PUNTO DE VÍSTA LÓGICO-SEMÁNTICO.
Andrés Bello señala que el adjetivo antepuesto (AS) tiende a ser explicativo, y el pospuesto (SA) especificativo. Así sucede en: un hermoso edificio/un edificio hermoso; un bonito traje/un traje bonito... Esto explicaría que resulta chocante la posposición en contextos en los que la interpretación es inequívocamente explicativa: los leones fieros parece sugerir que hay leones no fieros, su madre viuda, que hay más de una madre. Asimismo re sulta chocante las ovejas mansas, que evoca posibles ovejas feroces, etc. En un gran número de casos la observación de Bello se verifica, por lo que las gramáticas escolares tienden a atribuirle un valor absoluto. Así, se lee con frecuencia que el adjetivo pospuesto es siempre especificativo, el antepuesto, explicativo. Sin embargo, pueden hallarse contraejemplos. La humana naturaleza, el conyugal vínculo, la diaria actividad, la femenina condición (A S, y sin embargo, especificativos). Son usos literarios perfectamente aceptables. En los primitivos pobladores no se siente desviación alguna. B) EL PUNTO DE VISTA LÓGICO-SINTÁCTICO.
Desde el punto de vista sintáctico, el orden S A corresponde al orden lógico, (lo complementado prece de al complemento). Es la construcción analítica. La posición A S supone un orden envolvente, de carác ter sintético, globalizador. E! castellano es una lengua que practica normalmente el orden lógico1. De ahí que la anteposición en muchos casos sea sentida como desviación estilística de la norma (Vid. ejem plos del párrafo anterior: la humana naturaleza, etc.). C) EL PUNTO DE VISTA PSICOLÓGICO.
Hansen, Lenz y otros sostienen que la anteposición y la posposición corresponden a una elección del hablante según quiera resaltar o no la cualidad. Nubes blancas asomaban en el horizonte/blancas nubes asomaban... no difieren en la significación, pero en el primer caso la atención se centra en el sustantivo, y en el segundo, en la cualidad. El adjetivo antepuesto tendría, por ello, carácter subjetivo mientras que el pospuesto tendría carácter objetivo. Madrigal de las altas torres. Es un excelente ejemplo. El verde prado se extendía ante mi vista. (La cualidad aparece resaltada, se resalta el sustantivo). Compárese el efecto con: Madrigal de las torres altas. Es un ejemplo excelente. El prado verde se extendía ante mi vista. De ahí —se dice—, la tendencia a anteponer los adjetivos de carácter valorativo tales como: bueno, malo, excelente, magnífico, grande, etc. La anteposición es, por tanto, frecuente en las oraciones exclamativas y en aquellas en las que domina la función expresiva: Bonita casa; Magnífica ocasión para hablarle; Dichoso niño; El cochino dinero tiene la culpa de todo.
' De! mismo modo se dice mesa de madera y no *de madera mesa; comer pan, y no *pan comer, etc. No sucede así en todas las lenguas. En inglés, el adjetivo precede obligatoriamente al sustantivo: a sitly boy (A S, literalmente: un tonto niño; a married woman; literalmente: una casada mujer. En euskera: guernikako arbola; literalmente: Guernica árbol el.
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Observóse que en algunos de estos ejemplos se produce un cambio semántico (Vid. infra): dichoso niño = molesto (es irónico), cochino = suciedad moral. D ) FACTORES SINTÁCTICOS Y RÍTMICOS.
La posición del adjetivo está, a veces, condicionada por factores puramente sintácticos o rítmicos que refuerzan —o neutralizan— las tendencias anteriormente expuestas. Las longitudes respectivas del adje tivo y del sustantivo, la posición de los acentos de intensidad, la curva melódica general de la secuencia, posibles cacofonías, etc., pueden hacer que resulte más eufónica una u otra colocación. Así, parece que suena mejor: La casa deshabitada que la deshabitada casa (S = 2 sil, A = 5 silabas); Un globo desinflado que un desinflado globo (S = 2 sil. A = 5 sílabas); Rumores escalofriantes que escalofriantes rumores (S = 3 sil. A = 6 sílabas). Se o bseda en la tendencia a la posposición que el adjetivo es más largo que el sustantivo. La población laboriosa / la laboriosa población (la + la: cacofonía) Tan gran sobresalto corno inexplicable placer / Tan gran sobresalto como placer inexplicable. 5a
5“
5a
4a
(no mantiene el ritmo el segundo grupo tónico).
Viven deI producto de estos hermosos frutales / Viven del producto de estos frutales hermosos. Por otra parte, determinados grupos sintácticos condicionan estadísticamente la posposición. Es el caso, por ejemplo, de con + un(a) + S A estudiado por Fernández Ramírez, tres veces más frecuente que + A S. La niña lo miraba todo con una cara asustada. Se encogió de hombros con una mueca despectiva. Sujetó la tapa con una goma elástica. E) E N FO Q U E D ISTR IB U C IO N A L.
Recientes trabajos han vinculado la posición del adjetivo al contenido informativo que posee y, por tanto, a su distribución. Los adjetivos escasamente informativos, de sentido vago, poseen una distribu ción amplia, es decir, pueden atribuirse a un gran número de sustantivos. Así: bueno, malo, grande, pe queño, viejo, joven, antiguo, nuevo... E j .:
un buen libro, ¡a buena mesa, una buena solución, un buen alumno, un buen ejemplo, un buen bofe tón (Obsérvese que en cada sintagma adquiere el adjetivo un matiz distinto). Los adjetivos de distribu ción amplia tienden —se dice— a la anteposición. En apoyo a esta observación está la interpretación de sintagmas del tipo: un joven francés, un viejo vecino. Ambos elementos pueden funcionar como sustantivos o como adjetivos, pero se interpreta como nú cleo del sintagma el segundo. Para invertir la relación es necesario alterar el orden: un francés joven, un vecino viejo (S A). En cambio, los adjetivos altamente informativos, de significado preciso, que poseen una distribución restringida, es decir, que pueden atribuirse a un escaso número de sustantivos, tenderían a la posposición: Aparato eléctrico; actividad agropecuaria; caballo alazán; problema algebraico; comercio algodonero; dolencia cardíaca; individuo divorciado; animal doméstico; sentido figurado; tema financiero; propie dad química; canto gregoriano; palacio presidencial; tribunal tutelar; finca urbana; acto sexual;... y to dos los gentilicios: español, francés, etc. Como puede observarse, coinciden con los especificativos de Bello. Y tampoco están exentos de contraejemplos: El eremítico país del Bierzo (altamente informativo, de distribución restringida, y, sin embargo, ante puesto). Otro tanto sucede con el musical hechizo; el apocalíptico anticristo, etc. -
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F) CAMBIOS DE SIGNIFICADO SEGÚN LA POSICIÓN. En algunos casos la colocación del adjetivo condiciona su contenido semántico. Es fenómeno conoci do, en efecto, que ciertos adjetivos no significan lo mismo antepuestos que pospuestos. Pospuestos, con servan su significado objetivo, de especificación lógica. Antepuestos, experimentan su cambio semántico y pasan a acepciones figuradas. Así sucede con adjetivos de caso tan frecuente como bueno, malo, viejo, nuevo y otros. Compárese, en efecto: La nueva casa, (que se acaba de ocupar), subjetivamente nueva / la casa nueva (recién construida) —sentido propio—; los viejos amigos (amigos desde hace tiempo) / los amigos vie jo s (de edad avanzada); un buen hombre (valoración ligeramente despectiva) / un hombre bueno (cons tatación objetiva de la bondad); un mal cigarro (ni siquiera un cigarro) / un cigarro malo (de mala cali dad). Asimismo: un simple soldado/un soldado simple; un triste empleado/tín empleado triste. Cierto cambia incluso de categoría: cierto hecho (indefinido). /;«7/o cierto (calificativo) = verdadero. CONCLUSIÓN.
En suma, como apuntábamos al comienzo, la cuestión de la posición del adjetivo no puede ser reduci da a una interpretación única. S IN T A G M A S L E X IC A L IZ A D Ü S Y E X P R E S IO N E S
IDIOMÁTICAS.
Señalemos, finalmente, que existe un gran número de unidades léxicas indivisibles que corresponden a conceptos unitarios, en las cuales la posición del adjetivo es fija: puerta falsa; puente levadizo; central nuclear; buen gusto; mal gusto; buena suerte; mala suerte; idea fija; última pelea; libre albedrío; mujer de vida airada; mujer pública, etc. En algunos casos han llegado a aglutinarse los elementos, lo que refle ja ¡a grafía (Vid. supra: 4.2.6.): camposanto, librepensador, altavoz. El lenguaje de la ciencia y de la técnica, así como el de cualquier ámbito especializado del conocimien to, ofrecen cantidades ingentes de ejemplos de sintagmas lexicalizados de este tipo: Cianuro potásico; movimiento uniforme; velocidad angular; media aritmética; materialismo histórico; Edad Media. A ello pueden añadirse los frecuentes giros idiomáticos que, sin llegar a lexicalizarse, presentan un orden fijo (S A o A S): La pura verdad; un verdadero caos; mi negra suerte; la pena negra; la negra honrilla; la mera opción; etc.
4.3.5. LA COMPLEMENTACION DEL ADJETIVO: EL SINTAGMA ADJETIVO. Ciertos adjetivos no necesitan complementación y, o no la admiten o lo hacen muy raramente. Su sig nificado es, por así decir, completo: brillante, doméstico, alcohólico. Otros, en cambio, de significado en cierto modo incompleto, requieren normalmente un sintagama preposicional que los complemente: (Hombre) capaz de todo, (coche) capaz para seis personas, (mine ral) rico en hierro, fácil de hacer, difícil de decir, aficionado al fútbol.. Evidentemente, estos adjetivos admiten también usos absolutos (a veces con cierto cam bio de significado): hombre capaz, un problema difícil el tenis aficionado.
El fenómeno es, como se verá, análogo al de la transitividad verbal y se relaciona con el fenómeno genera! de la valencia de las palabras (Vid. tema 7). ; La gramática tradicional observa que la preposición exigida guarda cierta relación con la significación del adjetivo.
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de: alto de talle; flaco de memoria (cualidades físicas, morales, con que sobresalen o se distinguen los seres), corto de entendimiento'. En este caso constata que estas construcciones son equivalentes a talle alto, memoria fla ca, entendimiento corto: Luisa es corta de entendimiento; Luisa tiene el entendimiento corto; Muía alta de talle; Muía de talle alto. Sin embargo, si el adjetivo procede de un participio de presente, el significado del com plemento es otro: amante de la música = que ama la música (C D).
en: diestro en matemáticas, versado en astronomía, perito en agricultura (ciencia o maestría), para: apto para el trabajo, útil para la labranza, hábil para mandar (disposición o aptitud). Finalmente, obsérvese que los participios en función de adjetivos pueden llevar la misma clase de com plementos circunstanciales que las formas conjugadas y, si tienen significado pasivo, complemento agente. Inserto en la circular (insertar en la circular = C. Circ. lugar) Fabricado con madera (fabricar con madera = C. Circ. materia) Hecho de papel 2. circ. materia) Cortado con cuchillo (C. Circ. instrumento) Asunto conocido de todos (Cto. agente) Sabido por todos (Cto. agente) Una curiosa construcción es aquella en la que invierten las funciones sintácticas del sustantivo y del adjetivo pero se mantiene semánticamente la determinación de aquél por éste. Son las del tipo: El bueno de Pedro; el tonto de tu hermano; ¡infeliz de mí!; la taimada de la portera; ¡pobres de nosotros! Esta construcción sólo es posible con adjetivos que expresan compasión, desprecio o vituperio (RAE) aplicados a personas. En realidad, son traslaciones dobles (Vid. infra, 4.5).
el bueno de Pedro adjetivo
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sustantivo
sustantivo
i_______ :____i\ ____________ t sustantivo funcional
Pedro es bueno adjetivo
adjetivo funcional
Cuando el complemento es un infinitivo, éste tiene significación pasiva: Asunto fácil de resolver que el asunto sea resuelto es fácil; difícil de decir; cómodo de utilizar; imposible de conseguir; hacerlo es fácil. La unidad formada por un adjetivo y sus complementaciones o adjuntos puede denominarse sintag ma adjetivo. fácil de resolver
difícil de decir
versado en astronomía
Núcleo
Núcleo
Núcleo
El núcleo del sintagma adjetivo es el adjetivo. Evidentemente, un adjetivo sin complementación constituye también un sintagma adjetivo, pero no se acostumbra en tal caso utilizar la denominación.
'La construcción con sustantivo corresponde al llamado acusativo griego: fem in a e nudae braccia (mujeres desnudas en cuanto a los brazos). La construcción con infinitivo corresponde al llamado supino latino, desaparecido como forma verbal: fa cilis dictu (fácil de decir), horribiiis visu (horrible de ver).
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4.3.6. SUSTANTIVACION DEL ADJETIVO. El adjetivo se sustantiva sin el transpositor artículo en las enumeraciones, distribuciones, contraposi ciones y empleos en que el sustantivo resultante tiene carácter virtual o categórico; Ricos y pobres; pagan justos por pecadores; sin perdonar profano ni sagrado; finezas de enamorado. Normalmente, el adjetivo se sustantiva mediante el artículo. En muchos casos, la sustantivación adquiere carácter permanente y el adjetivo se convierte, como se ha visto, en sustantivo de lengua: un joven, un vecino, un bronceados un laxante, un francés... SUSTANTIVACIÓN OCASIONAL a) EN MASCULINO O EN FEMENINO. Presupone la elipsis de un sustantivo implícito. El adjetivo pasa entonces a asumir su función co mo sustantivo de discurso: Entraron dos chicas. La morena se dirigió a m í (la chica morena); (De todos estos jerseys) prefiero el verde (el jersey verde); Los buenos serán premiados (los hombres bue nos); El negro me sienta bien (el color negro). El transpositor puede ser un determinante distinto del artículo (un demostrativo, un indefinido, un numeral...): Ese amarillo es demasiado oscuro; convendría poner algún azul; uno bueno y dos malos. Obsérvese que en el caso de determinantes puede existir ambigüedad: ese
amarillo
ese color amarillo
núcleo adj. sustantivado
amarillo
ese objeto amarillo
adjunto
pronombre
Adj,
b) EN NEUTRO. Adquiere valor abstracto o colectivo: me gusta lo negro. (Para una ampliación de esta cuestión, Vid. tema 5. El artículo).
4.4. O TROS ADYAC ENTES EN EL SINTA G M A N O M IN A L . 4.4 i EL COM PLEM ENTO DE NOMBRE
EL COMPLEMENTO DE NOMBRE O COMPLEMENTO DETERMINATIVO. Aunque cualquier elemento adjunto a un sustantivo es, en sentido propio, un complemento de nom bre, se reserva tradicionalmente este término para designar al sintagma preposicional adjunto, es decir, un sintagma nominal precedido de preposición cuya función es complementar a un sustantivo. La preposición puede ser cualquiera. La que aparece tal vez con mayor frecuencia es de, pero, como decimos, no es exclusiva: reloj dé oro; té sin azúcar; café con leche; producto contra insectos; deseo bajo los olmos; declaración contra el terrorismo; San Juan ante Portam Latinam; jabón en polvo.
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Adviértase que el núcleo del S N es el núcleo sintáctico. Éste puede no coincidir con el elemento sentido como núcleo semántico cuando aquél es un sustantivo o pronombre de significado cuantitativo. En: infinidad de mosquitos; algo de pan; un millón de pesetas; los núcleos son respectivamente: infini dad, algo, un millón, y el adjunto o complemento de nombre el resto, pese a que s e m á n t ic a m e n t e la complementación sea la inversa (muchos mosquitos; poco pan; mil pesetas). VALORES S E M Á N TIC O S D EL C O M P L E M E N TO D E N O M BR E E l c o m p l e m e n t o d e n o m b r e , al ig u a l q u e t o d o s l o s a d j u n t o s e s p e c i f i c a t i v o s , t ie n e c o m o e f e c t o r e s tr in g ir s e m á n t ic a m e n t e la e x t e n s ió n d e l s u s t a n t i v o y a u m e n t a r s u c o m p r e n s i ó n .
Así, mesa, gato, perro, recubren respectivamente un campo de realidad más amplio que mesa de made ra, gato negro y perro lobo y a la vez contienen menos rasgos diferenciadores.
Si atendemos al plano semántico, la estructura sintáctica del complemento de nombre recubre un gran número de significaciones distintas. En ciertos casos, el significado viene dado por la preposición (si ésta posee cierta sustancia semánti ca): Declaración contra el terrorismo (oposición); San Juan ante Portam Latinam (localización); Café con leche (unión o compañía); Té sin azúcar (privación o negación); Agua para beber (destino, fin). Sin embargo, en la mayoría de los casos es sólo la relación sintagmática misma la que permite inferir el significado de la relación: El perro de mi tía (posesión = poseedor); El dueño del perro (posesión = co sa poseída); Mesa de madera (materia); Libro de química (asunto); Queso de Burgos (origen); La calle de la derecha (localización espacial); El examen del lunes (localización temporal); Lucha por la vida (fi nalidad); Obediencia al rey (destinatario o receptor etc.); La ciudad de Méjico (identificación: la ciu dad = Méjico); El miedo de los enemigos: (ambigüedad), puede interpretarse como: a) el miedo que sienten los enemigos (genitivo subjetivo latino), b) el miedo que sentimos ante los enemigos (genitivo objetivo latino). E L C O M P L E M E N TO D E N O M BR E C O M O FACTOR D E E C O N O M ÍA L IN G Ü ÍS T IC A
La construcción sintáctica del complemento de nombre es, desde el punto de vista funcional, equiva lente al adjetivo calificativo pospuesto. Desde el punto de vista léxico, ciertos sintagmas preposicionales tienen su correspondencia exacta en adjetivos: Árbol sin hojas/árbol deshojado; agua para beber/agua potable; comida sin sal/comida sosa. Otras veces existe relación, con matices semánticos distintos: Reloj de oro (materia) / dorado (apa riencia); barra de p/om o/(materia); libro plúmbeo (sentido figurado). Piénsese, sin embargo, en la imposible tarea que supondría para el sistema de una lengua el tener que forjar tantos adjetivos como complementaciones se pueden establecer, De ahí el factor de economía lin güística que supone el complemento de nombre. N O R M A PR ECEPTIVA Aunque se oyen con frecuencia, difundidos por los medios de comunicación y generali zados por ei uso, la R A E considera incorrectos los sintagmas del tipo: *olla a presión, *avión a reacción, *motor a gasolina (instrumento o medio), *crem a a la glicerina (ingrediente de un producto), *tarea a realizar, *acto a celebrar, *a s u n to a c o n s i derar (infinitivo que señala acción que debe ser realizada).
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La preposición a es, en todos estos casos, un galicismo. Habría que decir: olla de pre sión, avión de reacción, motor de gasolina, crema con glicerina, tarea que hay que reali zar, acto que debe ser celebrado, asunto que debe considerarse, etc. (Parece dudoso, sin embargo, que la norma preceptiva prospere).
4.4.2. LA APOSICION. Cuando el elemento adyacente es otro sustantivólo un S N más complejo) y se encuentra adjunto al núcleo sin mediar preposición, se denomina aposición: perro lobo, la reina madre, el rey soldado, el rio Tajo. Al igual que en el caso anterior, estamos ante una traslación adjetivadora, ya que lo propio es que el modificador directo de un sustantivo sea, como vimos, el adjetivo calificativo. En los ejemplos citados, núcleo y aposición forman un sólo grupo fónico. La aposición se denomina en este caso aposición ligada o trabada. Cuando la aposición y el núcleo forman dos grupos fónicos, ¡a aposición se denomina aposición libre. En la escritura, la pausa se marca mediante coma. Carlos I, el emperador; Toledo, la ciudad del Tajo; (en este caso, también se denomina aposición si se trata de un adjetivo o de un participio): el muchacho, alegre...; los soldados, cansados... (Vid. supra, 4.3.3). La aposición puede tener carácter especificativo o explicativo. La aposición especificativa restringe la extensión del sustantivo hasta llegar a algunos casos a una to tal identificación individualizadora. Preferimos hablar de aposición ligada y aposición libre a utilizar los términos aposición unimembre/bimembre con que algún autor las designa, pues esta terminología confunde a la aposición propiamente dicha con la totalidad del S.N. (Vid. supra 4.3.4.): perro lobo, sillón Renacimiento (se distingue una clase de perros o de sillones entre otras posibles), el Emperador Carlos (se distingue a un individuo específi co entre los emperadores). Las oposiciones trabadas son especificativas siempre. La aposición explicativa resalta simplemente una nota o rasgo característico del sustanti vo cuya extensión o delimitación no queda alterada: Danubio, río divino; Toledo, la ciu
dad del Tajo; el arsénico, veneno poderoso,... La oposición explicativo/especificativo afecta, como se ha visto, a todos los adjuntos. Se ha estudiado ya ampliamente al tratar del adjetivo calificativo. Obsérvese finalmente que determinadas aposiciones especificativas son equivalentes en cuanto a significación a las construcciones de complemento de nombre que indican identi ficación. Así, es indiferente decir: La calle Colón y La calle de Colón', El teatro Apolo y
El teatro de Apolo', El cabo San Vicente y El cabo de San Vicente. El orden de los elemen tos puede estar invertido1: Méjico ciudad y La ciudad de Méjico. FUSIÓN DE LOS ELEMENTOS DE LA APOSICIÓN: PALABRAS COMPUESTAS Y SINTAGMAS LEXICALIZADOS. La gran frecuencia en el habla de determinadas aposiciones ha ocasionado la fusión de los componen tes en una única palabra en ciertos casos. Ejemplo: palabras compuestas del tipo compraventa, aguar diente, bocacalle. Otras veces, sin llegarse a la fusión plena, el conjunto funciona de hecho como una unidad léxica. Es el caso de pájaro mosca, perro lobo, ciudad dormitorio, radio teléfono, etc.
!La lengua mediavai usaba esta construcción mucho más frecuente que la actual. Aíienza las torres que moros ¡as han (Mió Cid) (Las- torres de Atienza; que tienen en su poder los moros). Burgos la ciudad (la ciudad de Burgos).
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4.4.3. ORACIONES EN FUNCION DE ADJUNTO. Una secuencia de estructura oracional puede, asimismo, desempeñar la función de adjunto en su SN. Se hablará entonces de: Oraciones adjetivas: el niño que es rubio. Oraciones de complemento de nombre: ganas de que vengas. Se estudiarán ampliamente en el tema 9, La oración compuesta.
4.5. L A S L L A M A D A S “PARTES D E L A O R A C IÓ N ” 0 CLA SES D E PALABR AS: EL C O NC EPTO D E TR A SLA C IÓ N . En este capítulo han sido estudiadas dos categorías lingüísticas: el sustantivo y el adjetivo. En los res tantes temas de morfosintaxis se analizarán otras: los pronombres, el artículo, el verbo y el adverbio, y se hará mención de las preposiciones y las conjunciones. Son las llamadas partes de la oración por la gramática tradicional y que hoy preferimos denominar clases de palabras. La delimitación, definición y caracterización de las clases de palabras han experimentado variaciones a lo largo de la historia de la reflexión gramatical. Piénsese que cualquier clasificación depende de los criterios que se adopten para establecerla y no es, en suma, sino un instrumento de análisis susceptible de modificaciones. Por otra parte, debe tenerse en cuenta su carácter relativo. Forjadas inicialmente para describir las len guas clásicas —griego y latín—, fueron luego adaptadas a la descripción de las lenguas modernas. Su oportunidad es evidente en el seno de la familia indoeuropea, pero sería erróneo atribuirles validez uni versal para describir cualquier lengua. Su inadecuación cuando se aplican a otro tipo de lenguas — asiáticas, amerindias o africanas —es un fenómeno conocido, al igual que otras categorías gramaticales. En el establecimiento de las categorías primarias, los gramáticos alejandrinos y medievales se basaron en las categorías lógico-semánticas de la tradición aristotélica, a lo que incorporaban el criterio, esta vez gramatical —formal—, del tipo de flexión que admitía la palabra. De este modo, el sustantivo se relacionaba con el concepto de sustancia (es decir, con las cualidades y propiedades de las sustancias); el verbo con las acciones —o procesos en general— que promueven o experimentan las sustancias; el adverbio, con las circunstancias de la localización de éstos en el espacio y en el tiempo. El sustantivo y el adjetivo ai tener ambos idéntica flexión de género, número y caso, fueron engloba dos en la categoría única de nombre, frente al verbo que experimenta flexión de tiempo, número y perso na. De ahí procede la pervivencia en la grámatica tradicional de los términos nombre sustantivo, nombre adjetivo. La consideración creciente de la distinción funcional entre sustantivos y adjetivos hace que se opte luego por su separación en categorías distintas y que se identifique el nombre propiamente dicho exclusi vamente con el sustantivo. De ahí la práctica utilización de sustantivo y nombre en muchas gramáticas. Las partes mayores eran las que poseían significación, es decir, remitían a conceptos, a los objetos de pensamiento que constituyen la materia del discurso: nombre, verbo, adverbio. Junto a ellas estaban las partes menores, que no significan cosas sino que son meros instrumentos gramaticales para organizar el discurso (conjunciones, preposiciones, pronombres). Hoy preferimos denominar a las primeras clases de palabras con significado léxico y a las segundas clases de palabras con significado gramatical. Es de notar, por otra parte, que los enfoques funcionales han ido paulatinamente separando el adjeti vo del sustantivo y acercándolo al verbo, dado que ambos tienen en común ser términos y predicación del sustantivo.
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Así, la teoría de los tres rangos de Jespesen considera el sustantivo como término primario (autosemántico y autoincidente), al adjetivo y al verbo como términos secundarios, es decir, términos cuya fun ción es modificar a los términos primarios. En cuanto al adverbio —categoría heterogénea, como se verá—, será el término terciario, modificador de los términos secundarios y de sí mismo. Tendríamos, por tanto, como clases fundamentales de palabras (antiguas partes mayores de la oración): TÉ R M IN O S PRIM ARIO S
TÉ R M IN O S SECUN D A R IO S
TÉ R M IN O S TE R C IA R IO S
SUSTANTIVOS
ADJETIVOS/VERBOS
ADVERBIOS
Para delimitar y describir una clase de palabras se utilizan, por tanto, tres criterios: — El criterio form al (estructura de la palabra: morfemas que admite). — El criterio funcional (papel que desempeña en la oración o en los sintagmas). — El criterio de la significación (es decir, su contenido conceptual, léxico o gramatical). En general, el criterio form al prima sobre los restantes y constituye la base de la clasificación de las categorías primarias básicas. Si prima el criterio funcional, se delimitan las llamadas categorías sintácticas. En el caso del sustantivo, del verbo y, en cierto modo, del adjetivo calificativo, los criterios de forma, función y significación convergen en delimitar claramente la categoría. En el caso de los tradicionalmente llamados adjetivos determinativos, los pronombres y los adverbios, las dificultades son mayores. En efecto, cuando se aplican de un modo riguroso los citados criterios a las clasificaciones acuñadas por la tradición gramatical, se producen solapamientos o quedan excluidas determinadas formas. La gramática actual ha introducido el concepto de determinante, revisado el de pronombre y constata do la heterogeneidad del adverbio. Por otra parte ha formulado enfoques de clasificación como la d e ix is , la f o r ic id a d o la c u a n t i f i c a c i ó n , que recorren las categorías establecidas. De ahí que no siempre se dé un concurso unánime entre los gramáticos en los criterios que deban presidir las clasificaciones y, por tanto, en la delimitación de las mismas. El terreno resulta más firme a la hora de describir y caracterizar el comportamiento de las formas que integran un paradigma concreto. En ello nos detendremos, pues, especialmente en ios temas siguientes. EL CONCEPTO DE TRASLACIÓN Las clases de palabras han sido delimitadas en virtud de sus características formales, es decir, de los morfemas que reciben, y de su comportamiento sintáctico, atendiendo básicamente a lo que se conside ran sus funciones privativas. Esta clasificación pertenece al plano de la lengua1.
E n e l p la n o d e l d is c u r s o ,
sin embargo,
se p r o d u
c e n c o n s t a n t e s d e s a j u s t e s e n la c a t e g o r ía a la q u e p e r t e n e c e u n a p a la b r a y la f u n c i ó n s in t á c t ic a q u e r e a l
Este paso de una categoría sintáctica a otra es conocido desde antiguo. La gramática tradicional lo denomina con los términos adecuados a cada caso: sustantivación, adjetiva ción, adverbialización... Actualmente se le designa con el término general de t r a s la c ió n , acuñado por Tesniére, o t r a s p o s ic ió n (Bally). m e n te d e s e m p e ñ a en el c o n te x to .
'Así en los diccionarios, al incluir una palabra, se acostumbra indicar la clase a la que pertenece, p. ej.: sm l. adj. adv.(Y se añade, si procede, U.t.c... úsase también como...).
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Por otra parte, se amplía el ámbito del concepto, aplicándolo a fenómenos sintácticos que rebasan el ámbito de la palabra. Una traslación puede tener lugar sin que medie ningún elemento que la active, o bien realizarse con el auxilio de un elemento lingüístico que recibe el nombre de transpositor (T). Así, bueno es un adjetivo. Precedido del artículo, que actúa de transpositor (en este caso sustantivador), pasa a ser un sustantivo: lo bueno, los buenos. Valencia, música, son sustantivos. Precedidos de preposición, pasan a adjetivos funcionales: de Valen cia, de música. Ej.: valenciano, musical; cuidado es sustantivo. Precedido de la preposición con, pasa a adverbio: con cuidado. Ej.: cuidadosamente. Otras veces la mera colocación de la palabra es suficiente. Puede hablarse de transpositor cero (0) una niña bien, la casa cuna... E J E M P L O S D E T R A S L A C IO N E S .
VERBO
_ _ VERBO
la reina m a d re
fum ar e s m alo
-------------------------------- -*-■
una taza rota
f lo hizo q u e r ie n d o
VERBO TRASLACIONES SIMPLES La reina madre
M e gusta lo bueno
sust
i1
adj
1------- ----------- ---------i
F. de adj.
F. de sust.
(Cf: la reina joven)
(Cf: me gusta la calidad)
Una mujer asi
Ibamos a oscuras
adv.
sust. I-í- ---____ !
F. de adj.
F. de adv.
(Cf: una mujer buena)
(Cf: íbamos lentamente)
Recuerda el ayer T
Habla claro
adv.
adj.
F. d e sust
F.
I---------------------1
(Cf: recuerda la juventud)
de adv.
(Cf: habla claramente)
TRASLACIONES DOBLES El de Valencia ha venido j ,f ;
s u st.
El azul de Prusia
.
_T
F. d e ad j.
adj. _ f
F. d e sust.
T ------------------1 F. d e sust.
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sust. t F. d e adj.
LOS DETERMINANTES Y LOS PRONOMBRES 5.1. EL CONCEPTO DE DETERM INANTE. 5.1.1. EL ARTÍCULO. A. B. C. D. E. F.
EL ARTÍCULO EL. EL ARTÍCULO UN. OPOSICIÓN PRESENCIA /A USENCIA DE ARTÍCULO. EL ARTÍCULO Y LOS NOMBRES PROPIOS. EL ARTÍCULO COMO TRANSPOSITOR. EL ARTÍCULO NEUTRO LO.
5.2. EL CONCEPTO DE PRONOM BRE 5.2.1. LOS PRONOM BRES PERSONALES. A. B. C. D. E.
SIGNIFICACIÓN. FORMAS. FUNCIÓN. OBSERVACIONES SOBRE EL USO DE LOS PRONOMBRES PERSONALES. LAS FÓRMULAS DE TRATAMIENTO.
5.2.2. LOS PRONOM BRES POSESIVOS. A. B. C. D.
SIGNIFICACIÓN. FUNCIÓN. FORMAS. OBSERVACIONES SOBRE EL USO DE LOS PRONOMBRES POSESIVOS.
5.2.3. LOS PRONOM BRES DEMOSTRATIVOS. A. SIGNIFICACIÓN. B. FUNCIÓN. C. FORMAS.
5.3. LOS CUANTITATIVOS. 5.3.1. LOS INDEFINIDOS. A. EL PROBLEMA DE SU CARACTERIZACIÓN. B. CLASIFICACIÓN Y FORMAS. SIGNIFICACIÓN DE LAS MISMAS.
5.3.2. LOS NUMERALES. A. B. C. D. E.
CARDINALES. ORDINALES. DUAL Y DISTRIBUTIVO. MÚLTIPLOS. PARTITIVOS.
5.4. PRONOM BRES INTERROGATIVO-EXCLAMATIVOS Y RELATIVOS. A. INTERROGATIVOS. B. RELATIVOS.
5.5.
AGRUPACIONES D E D ETERM INANTES Y PRONOMBRES.
/
* Al analizar la estructura del sintagma nominal nos hemos referido a los determinantes o actualizadores del sustantivo (Vid. T. 4.1). Por actualización1 se entiende el paso de un elemento lingüístico del plano de lo virtual al plano de lo actual, es decir, del plano abstracto del concepto al plano de las expresiones concretas que permiten referirlo a realidades existentes, a ubicarlo en un lugar y momento concretos. Un sustantivo sin determinante designa cualquier realidad u objeto de su clase: niño, gato, mesa, día. Incluso acompañados de adjetivo calificativo o cualquiera de los adyacentes estudiados en el tema anterior (complemento de nombre o aposición) que restringe su significado, continúan sin designar a ningún ser concreto: niño rubio, gato negro, mesa de madera, día triste. Si introducimos un determinante o actualizador, implicamos automáticamente la existencia de seres o realidades concretas, los ubicamos en el mundo, por así decir: este niño, mi gato, una mesa de madera, cierto día triste. DEFINICIÓN. Los determinantes son morfemas gramaticales libres que dependen en género y número del sustantivo al que actualizan. Pertenecen a inventarios o paradigmas cerrados. Son determinantes: el artículo y los pronombres adjetivos: posesivos, demostrativos, indefinidos, nu merales, e interrogativo-exclamativos. El adjetivo calificativo y el sustantivo que integra aposiciones y complementos de nombre son pala bras de significado léxico y significación permanente. Pertenecen a inventarios abiertos. La complementación que realizan del sustantivo ofrece infinitas posibilidades. Los determinantes, en cambio, son contados y están organizados en paradigmas o subsistemas cerra dos, donde cada forma se opone a las restantes de modo estructurado e inequívoco: mi/tu/su... este/ese/aquel... alguno/ninguno/todo/nada... muchos /pocos... etc. Los determinantes, al restringir la extensión del sustantivo pueden llevar ésta a su grado máximo hasta designar un único individuo —o conjunto de individuos— que queda singularizado por el determinante. El concepto se aplica entonces única y exclusivamente a él. Así, este gato, mis gatos o el gato (si sólo hay uno en la casa) identifican a unos gatos precisos y con cretos. Ciertos determinantes marcan, en efecto, la especificidad y singularidad de lo determinado. (Compárese con los que no singularizan; por ej.: algunos gatos, muchos gatos, siete gatos...).
CUADRO DE LOS DETERMINANTES o ACTUALIZAD ORES • U n a c t u a l i z a d o r v a c ío , s in s u s t a n c i a s e m á n t i c a : E L A R T ÍC U L O . • N o c o n n o ta t iv o s : P R O N O M B R E S A D JE T IV O S P O S E S IV O S . D E M O S T R A T IV O S . "IN D E F IN ID O S ". IN T E R R O G A T IV O -E X C L A M A T IV O . • C o n n o ta t iv o s : N U M E R A L E S .
'El concepto de actualización se debe a la Escuela de Ginebra, formada por discípulos de Saussure; concretamente a Ch. Bally; quien relaciona la actuali zación como el paso del plano abstracto, virtual, de la lengua, al plano concreto, actual, del habla, en el sentido algo restingido que Saussure da a estos conceptos.
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Como dijimos, este cuadro no coincide exactamente con el de los adjetivos puesto que existen adjeti vos no actualizadores y un elemento actualizador que no es un adjetivo.
CUADRO DE LOS ADJETIVOS a ) n o a c t u a l i z a d o r e s : A D J E T IV O S C A L IF IC A T IV O S . • C o n n o ta t iv o s b ) a c tu a liz a d o r e s : N U M E R A L E S . P O S E S IV O S . • N o c o n n o ta t iv o s : P R O N O M B R E S A D JE T IV O S . T o d o s s o n a c tu a liz a d o r e s .
D E M O S T R A T IV O S . IN D E F IN ID O S . IN T E R R O G A T IV O -E X C L A M A T IV O S .
Obsérvese el paralelismo entre los adjetivos calificativos y los numerales. Ambos connotan propieda des del sustantivo: el adjetivo calificativo expresa la cualidad; el numeral la cantidad numérica. Ambos tienen, por tanto, significación connotativa, no ocasional. gato negro
tres gatos
\ cu alid ad (no actualizado) co n cep to d e gato n eg ro
num ero (actualizado: tres gatos existentes)
negro, tres significan ¡o mismo independientemente de las coordenadas del discurso.
El artículo es un determinante del sustantivo sin sustancia semántica. Frente a los restantes determi nantes, es un actualizador vacío. Contrariamente a lo que sostenía la gramática tradicional, que lo considera una parte de la oración más, para algunos autores no sería sino un morfema d el sustantivo. En efecto, carece de carácter autóno mo (no puede aparecer nunca solo). En algunas lenguas ni siquiera tiene independencia gráfica1. Por otra parte, el artículo es el susíaníivador por excelencia. Transforma en sustantivo del discurso cualquier elemento al que preceda. PROCEDENCIA DEL ARTÍCULO Históricamente, el artículo en las lenguas románicas procede de un demostrativo con sig nificación debilitada (el latín, como se sabe, carecía de artículo). De ahí su carácter deíctico y su valor determinante.
EVOLUCIÓN FONÉTICA singular M. ille-a*~el(e) el i 1 a ~^~e*a “^ e l ( a ) N. í7/um-*-(e)lo ►lo
'En rumano, por ejemplo es enclítico:
cal
(= caballo),
c a lu l
{ille hortus- * - e l huerto) (illa rosa—■►la rosa) (illa aquila - ► e l águila)
(= caballo).
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plural ilIos-*~(e) l o s ó l o s ¡7te*-(e)las-*-las
A.
EL ARTÍCULO EL.
FORMAS En singular posee formas para los tres géneros: masculino, femenino y neutro.
S IN G U L A R
PLU RA L
M a s c u lin o
F e m e n in o
M a s c u lin o
F e m e n in o
el
la
lo s
la s
N eutro lo
el niño, la niña, lo bueno, los niños, las niñas
Ante [a], por razones de evolución fonética, la única forma posible es el, sea el sustantivo masculino o femenino. el agua el águila el aula (Sin embargo la harina [a]) FORMAS CONTRACTAS. Precedido de las preposiciones a y de, se aglutina en formas contractas en masculino singular. a + e l — ►al
d e + e l—
ver al niño
► del
juguetes del niño
B. EL ARTÍCULO UN. Tardíamente, y por imitación de la gramática de Port Royal, se incluyó en la categoría de artículo a un procedente del desgaste del numeral latino unus. Entonces se denominó el, “ artículo determinado” y un, “ artículo indeterminado”. Muchos gramáticos rechazan, sin embargo, dicha terminología por inexacta. En efecto, ambos artícu los son determinantes del sustantivo. FORMAS
S IN G U L A R
PLU RA L
M a s c u lin o
F e m e n in o
un
una
-2 0 8
0
Al igual que sucede con el, la forma correspondiente a sustantivos que comienzan por [a] es única: un niño, una niña, un agua, un águila, sea masculino o femenino el sustantivo: Existe discusión acerca de las posibles formas del plural del artículo un. Las gramáticas consideran normalmente unos, unas como los plurales del artículo. Sin embargo, autores como Pottier señalan que el artículo un carece de plural; unos, unas, ante sustantivo son pronombres adjetivos indefinidos. El plu ral de un una es la forma cero (0). sing. ha venido un niño, plural, han venido niños. En cambio, Han venido unos niños = varios = algunos EL PROBLEMA DE UN. La relación de un con los indefinidos es evidente. Algunos autores niegan que un sea, ni siquiera en singular, un verdadero artículo. El único artículo sería, pues, el. Tal es la posición de Amado Alonso, que la justifica con los argumentos siguientes: un es muy dife rente de el puesto que: a) Conserva acento propio, en tanto que un carece de acento. Ej. el niño [elníno] un niño [unníno] un día júndía] (compárese con hundía [undía]) b) Alterna con indefinidos (Vid. supra). Y se opone al indefinido ningún: un día, cierto día, algún día ...te lo diré: Pepe es un tonto/ Pepe no es ningún tonto. c) Se puede usar autónomamente y es sustantivable: uno sube, otro baja; uno ha traído una carta. d) En determinados contextos tiene claro valor numeral: Quiero un terrón, no dos. En suma, un, más que verdadero artículo, es según los casos, un indefinido o un numeral. Nosotros admitiremos, pese a todo, siguiendo la tradición gramatical, el carácter de artículo de un en singular. Lo que no significa que en todos los casos deba ser interpretado como tal. En ciertos casos es efectivamente un numeral. C.
OPOSICIÓN
PRESENCIA/AU SENCIA DE ARTÍCULO.
El artículo se opone a la ausencia de artículo, es decir a 0 . La presencia de artículo señala la existencia efectiva de lo designado por el sustantivo. El sustantivo con artículo tiene valor actual existencial. El sustantivo sin artículo (y, por supuesto, sin otra determinación) apunta a la esencia de lo nombra do, tiene carácter virtual; se sitúa en el plano de lo abstracto, del concepto (Vid. supra 5.1.1). Compárese, en efecto: Dejó mujer e hijos / Dejó a los hijos y a la mujer. (esencia o categoría) (seres reales, concretos) Ponte abrigo / Ponte el abrigo / Ponte un abrigo. Llevo gafas / Llevo las gafas / Llevo unas gafas. La clase de sustantivo incide en la posibilidad de presencia o ausencia de artículo. Así, los sustantivos .de materia, los abstractos no contables, presentan frecuentemente ausencia de artículo Dame agua, Quiero pan, Pedir justicia, Tener bondad.
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209 -
Esta ausencia se da particularmente en complementos de estrecha relación con el verbo hasta el punto de constituir prácticamente una unidad léxica, Tener ganas de, tener deseos de... Es el caso de sustantivos contables, el número incide en la presencia o ausencia de artículo. Es así que el artículo no es obligatorio en sustantivos contables en plural (Vid. supra. Observación de Pottier): Como peras, Pasan vacas, Juegan niños en el patio. Pero la presencia de artículo es obligatoria en sustantivos contables en singular en funciones sintácti cas características del sustantivo: sujeto, CD, CI, cto. agente. La omisión del artículo acarrea en estos casos la agramaticalidad del enunciado. el perro está ladrando *perro está ladrando niño corre *corre niño *niño corre leo el / un libro *leo libro doy chocolate a un niño / al niño *doy chocolate a niño fu i ofendido por el / un individuo *fui ofendido por individuo. En algunos contextos, sin embargo, la ausencia del artículo es posible. Pero, entonces, se produce un cambio de significación y el sustantivo deja de ser sentido como un singular contable para pasar a adqui rir valor de esencia, de categoría, en suma, pasa a designar una clase, incluso con indiferencia respecto al número en ciertos casos. Busco novio (alguien perteneciente a la categoría de “ novio” ). Se necesita criado (alguien perteneciente a la categoría de “criado” ). ¿Tienes coche? —Sí, tengo tres, (la respuesta afirmativa muestra que no se ha sentido coche como sin gular). Compárese en efecto con ¿Tienes un coche? — No, tengo tres. D. EL ARTÍCULO Y LOS NOMBRES PROPIOS. Los nombres propios, que son por esencia denotativos, con determinación y especificidad máximas, son teóricamente incompatibles con el artículo, que es precisamente un determinante. De hecho, la gran mayoría no admite artículo. María canta, Llegó Marzo, Fuimos a Barcelona, OMO lava más blanco, A h í está Micifuz. En cualquier caso, el nombre propio carece de la posibilidad de variación entre forma con artículo y forma sin artículo que tiene el nombre común. CASOS EN QUE EL NOMBRE PROPIO LLEVA ARTÍCULO. El artículo forma parte del nombre propio. Con frecuencia se trata de elipsis de un nombre común: Los (montes) Pirineos, el (mar) Mediterráneo, el (río) Tajo, la (orga nización) OTAN, la (compañía) RENFE... b ) Algunos topónimos se usan indiferentemente con o sin artículo, sin variación alguna de significación. Perú/el Perú, Estados Unidos/los Estados Unidos, Coruña/La Coruña. Cuando existe una determinación suplementaria, el artículo es obligatorio, La Valen cia del siglo XX, La Roma de los Césares. c) Ciertos usos arcaizantes, vulgares o dialectales: Ha venido la María; La Juana está mala. d ) El lenguaje jurídico: El Pérez atacó aI López. e) Con nombres propios en plural que designan a los miembros de un clan o familia: La familia de los Borgia, Ya están ahí los Fernández. f) El uso enfático de un admite nombre propio. Se produce entonces una recategorización; un tiene valor ponderativo, clasificador y el nombre propio es sentido como co mún: Es una Crolls. g) En las recategorizaciones de nombre propio a nombre común: Es un Velázquez, Tocaba con un Stradivarius. a)
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E . E L A R T ÍC U L O C O M O T R A N S P O S IT O R .
Una segunda función del artículo es la de ser un sustantivador, o transpositor a sustantivo de cual quier elemento o secuencia de elementos del discurso. La presencia de artículo indica que lo que sigue funciona como sustantivo (Vid. T. 4.4). un negro (adj.) el blanco (adj.) el ayer (adv.) el comer (inf.) los que viven bien (oración adjetiva) el de la izquierda (sintagma preposic.) el que no me creas me entristece (oración sustantiva). Observan A. Alonso y H. Urefla que el artículo no sustantiva a las oraciones subordina das sustantivas de sujeto puesto que ya son sustantivas sin necesidad de artículo; ej.: el (que errasen en la creencia) no es culpa del clima; que errasen en la creencia no es culpa del clima... el artículo hace como si pusiera un marco todo alrededor de la proposición... ha ciendo resaltar la íntima conexión con que sus elementos forman una unidad superior de significado... Tal argumento no es válido sin embargo para infinitivos aislados en función de sujeto, que también admiten indiferentemente artículo/ 0. En este caso se trata simplemente de un refuerzo o insistencia en el carácter nominal del infinitivo. Fumar es malo / el fumar es malo. F. EL ARTÍCULO NEUTRO LO. Lo + adjetivo forma sustantivos de discurso de género neutro con diversos matices. Se opone enton ces a la sustantivación en masculino o femenino, en que sustantiva con carácter general, e indiferencia numérica, frente al valor particular de EL, LA (Vid. supra). Me gusta lo negro
Me gusta el negro: particular y por cierto, ambiguo:
(general, colectivo)
a) el (color) negro. b) el (objeto o individuo) negro.
Me gusta lo blanco = (todo aquello que es blanco, la blancura dondequiera que se halle): —valor colectivo—. Asimismo: lo diferente, lo necesario, lo igual, lo ajeno... etc. Lo bueno de esta mujer es su cáracter —valor selectivo— (delimita frente a lo no bueno o menos bueno): Lo malo es esta cuestión, lo malo son estas cuestiones. A veces lo introduce una gradación o estimación implícita —valor intensivo, enfático—: Se asustó al ver lo lejos que estaban (hasta qué punto estaban de lejos). Hay que ver lo fuerte que es (qué fuerte es). EL PROBLEMA DE LO. Se ha discutido acerca del carácter de lo en construcciones como las citadas del tipo: lo bueno, lo espe rado, lo que dices... etc. Para Bello lo no es un artículo sino un pronombre personal, con valor de núcleo, determinado por lo que sigue. Observa, en efecto, que en las relativas sería conmutable por un pronombre: eso que dices. lo bueno lo que dices N N (pron.) (pron.) eso Para Alarcos y otros —y ésta es la opinión que hemos adoptado— es artículo sustantivador. En efecto, conmuta con el artículo masculino o femenino. lo bueno ...lo esperado el bueno el esperado la buena -s*- la esperada No hay, pues razón para atribuirle una categoría distinta por ser neutro'. xLo es evidentemente pronombre cuando ejerce función de complemento de verbo o de atributo: ¿Qué ha pasado?; N o lo sé. (neutro, sustituye a toda una oración); ¿Eres valiente?; Lo soy (neutro, sustituye a un adjetivo); A h í está eso. ¿No lo ves? (neutro, sustituye a un pronombre neutro).
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La representación es, por tanto: lo bueno Det. N. (art.)
lo que dices Det. N. (art.)
LA OPOSICIÓN EL/U N . Tanto el como un puede tener valor general o particular. a) VALOR GENERAL El hombre es mortal. La rana es un batracio. Un caballero español nunca miente. Un zorro es más astuto que un lobo. En este caso, el designa a la clase y un al individuo como representante de la clase. En ambos, la susti tución es posible por el plural precedido de los. (Los hombres son mortales... Los zorros son más astutos que los lobos). b) VALOR PARTICULAR El hombre se sentó. He cogido una rana. Entró un caballero español. He visto un zorro. Un es un presentador de discurso. Introduce un objeto no mencionado antes: no presupone nada: Vi no a verme un estudiante. He visto una paloma. Es asimismo un clasificador de sustantivos contables en singular, tanto concretos como abstractos. Un menciona un objeto en singular como perteneciente a una determinada clase. En los ejemplos ante riores, además de presentar el objeto se indica que vino un estudiante (no un profesor, o un amigo o un electricista...), que he visto una paloma (no un buitre). Esto es un anillo. Hay una pipa sobre la mesa. Ha cometido una infamia. ¡Camarero! ¡Un café!... Obsérvese que los no contables en plural no precisan de artículo clasificador. El sustanti vo por sí solo indica la clase. Esto es 0 carne (de materia). Hay 0 justicia. Tengo 0 hambre (abstractos no contables). Pasan 0 vacas (concretos genéricos contables). c)
VALOR ENFÁTICO En ciertos casos un puede tener valor enfático: Emocionado de verse ante un emperador. /Un Miguel Bosé no va a cantar en ese pueblucho! (Obsérvese que el nombre propio adquiere aquí valor genérico y connota cualidades = una persona de la categoría de...).
Un enfático admite como refuerzo todo: todo un emperador... El es un reconocedor, bien de discurso, bien de experiencia. Presupone una presentación que puede ser explícita, o bien pragmática consabida por el “ conocimiento del mundo”. Vino a verme un estudiante. El estudiante me dijo... (reconocedor de discurso). Obsérvese el valor anafórico. He visto una paloma. La paloma tenía el ala rota (idem). El cielo está azul (reconocedor de experiencia). He ido a casa del dentista (reconocedor de experiencia). Es una realidad consabida. En ir a casa del dentista subyace la presuposición de la exis tencia en nuestras culturas de ese tipo de profesional. Obsérvese, en efecto, que resultaría chocante: *He ido a casa del hechicero. ¡Camarero! ¡un café y la cuenta! “La. cuenta.” se presupone asimismo dado que la consumición en un lugar público qo es gratuita. - 2 1 2 -
Es asimismo un identificador, es decir, confiere especificidad a lo nombrado: Este es el anillo (ése, el q u e sabes, d e l q u e h a b la m o s , etc.). Dame la pipa (la q u e e stá a h í, la q u e u tiliz o siem p re, etc.). Nunca olvidaré la infamia (esa in fa m ia c o n c re ta , d e la q u e fu i o b je to ...).
5.2. EL C O NC EPTO D E PR O N O M BR E Si d e s c o n ta m o s el a rtíc u lo , el re sto d e los d e te rm in a n te s p e rte n e c e a la clase d e p a la b r a s d e n o m in a d a s
pronombres. H o y se p re fie re e sta d e n o m in a c ió n a la tra d ic io n a l d e adjetivos determinativos, p u e s el c o n c e p to de pronombre, c o m o se v erá, se b a s a e n el m o d o de s ig n ific a r la p a la b r a y n o en la fu n c ió n q u e d e se m p e ñ a . L a clase d e p a la b ra s d e fin id a s c o m o p ro n o m b re s p u e d e n , e n efecto , e je rc e r fu n c ió n d e su s ta n tiv o s o de a d je tiv o s ; e in c lu so fu n c ió n a d v e rb ia l. Se d irá p o r ta n to , b ie n
pronombres sustantivo, b ie n pronombres
adjetivo. A veces, se utiliza la terminología simplificada de pronombre (posesivo, demostrativo, etc.) frente a adjetivo (demostrativo, posesivo, etc...), entendiendo por pronombres sólo los que tienen función de sustantivo. Dado el concepto de pronombre en sentido estricto, esta denominación es menos exacta. S IG N IF IC A C IÓ N . L os p ro n o m b re s s o n u n a clase e sp ecial d e p a la b ra s d e s ig n ific a c ió n
no connotativa' y ocasional.
P o r sig n ific a c ió n n o c o n n o ta tiv a se e n tie n d e q u e n o a p o r ta ra sg o s se m á n tic o s o son
notas del o b je to . N o
descriptivos (en e sto c o in c id e n c o n los n o m b re s p ro p io s).
U n a p a la b r a tie n e s ig n ific a c ió n
ocasional c u a n d o a q u e llo q u e d e sig n a e stá en fu n c ió n de c irc u n s ta n yo, aquí, ahí, delante, detrás, antes, después, derecha,
cias o b je tiv a s e sp a c ia le s, te m p o ra le s o je rá rq u ic a s ;
izquierda, primero, último... L a sig n ific a c ió n d e lo s p ro n o m b re s v a ría en efe c to , a l v a ria r el p u n to d e re fe re n c ia d e l c o lo q u io — D E I X I S - - o del h ilo d el d is c u rso — F O R IC ID A D — ,
La d eix is es c o m o el índice que apunta, la flecha que señala directamente a la realidad extralingüística. U n e le m e n to
lingüístico es d e íc tic o c u a n d o se ñ a la , sin n o m b ra rla s , re a lid a d e s re fe re n te s a u n a s itu a
c ió n c o n c re ta d e e n u n c ia c ió n . S u sig n ific a c ió n p re c isa d e p e n d e , p u e s, del h a b la n te , d el oyente, d el m o m e n to y lu g a r de la e n u n c ia c ió n . Yo, tú, éste, ése, aquél (c o n v a lo r e sp a c ia l o te m p o ra l); lo s a d v e rb io s aquí, ahora, so n e je m p lo s d e e le m e n to s d eíc tic o s. D e n tro d e los p ro n o m b re s , lo s p e rs o n a le s, lo s p o sesiv o s y lo s d e m o s tra tiv o s e s tá n d ire c ta m e n te en re la c ió n c o n las p e rs o n a s g ra m a tic a le s, es d ecir, c o n los p a rtic ip a n te s en la situ a c ió n c o m u n ic a tiv a .
Yo, mi, éste c o rre s p o n d e n al c a m p o d el h a b la n te : tu, ése... al c a m p o d el oyente. O tro s p ro n o m b re s tie n e n p u n to d e re fe re n c ia d is tin to s:
el otro, los demás, etc...
Foricidad equivale a deixis textual. fórico c u a n d o re m ite a u n e le m e n to d el d is c u rso a p a re c id o a n te s o q u e él, su, éste, ése, aquél (c u a n d o re m ite n a p a la b ra s d e l te x to ), los p ro n o m b re s re la tiv o s,
U n e le m e n to lin g ü ís tic o es a p a re c e rá d esp u és:
etc. s o n e je m p lo s d e e le m e n to s fó ric o s. L os d e m o s tra tiv o s , lo s p e rs o n a le s de 3 a p e rs o n a , fu n c io n a n in d is tin ta m e n te c o m o d e íc tic o s o c o m o fó ric o s. 'En el sentido de que no dan notas o rasgos semánticos del objeto, no en el sentido de asociaciones afectivas que el término tiene en otrós contextos.
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213 -
Si la p a la b r a a la q u e re m ite n h a a p a re c id o a n te s , se dice q u e el p r o n o m b re es a n a fó ric o . Si a p a re c ie ra d e sp u é s, el p ro n o m b re o ;e le m e n to es ;c a ta fó ric o . E sto s c o n c e p to s se d e s a rro lla rá n a m p lia m e n te en lo s e p íg rafes c o rre s p o n d ie n te s y en el te m a 10 al es tu d i a r los e le m e n to s d e c o h e sió n en el texto.
Los pronombres son, pues, palabras ocasionales, sin significación permanente. P o se e n s u s ta n c ia se yo sig n ific a al h a b la n te , sea q u ie n sea; este sig n ific a “ p ro x im id a d a l h a b la n te ” ; su, “ p e rte n e n c ia a la 3 a p e rs o n a m e n c io n a d a a n te s ” , m á n tic a — fre n te al a rtíc u lo — p e ro d e c a rá c te r p o r así d e c ir in c o m p le to :
etc. P a ra id e n tif ic a r a lo s referen tes resp ectiv o s h a y q u e te n e r e n c u e n ta las c o o rd e n a d a s o b je tiv a s del d isc u rso . O b sérv ese en las sig u ie n te s p a re ja s d e e je m p lo s el m o d o d e sig n ific a c ió n n o c o n n o ta tiv o y o c a sio n a l d e lo s p ro n o m b re s . L a p rim e ra c o lu m n a p re s e n ta e je m p lo s d e p a la b ra s c o n n o ta tiv a s y n o o c a sio n a le s. L a s e g u n d a , e je m p lo s d e p ro n o m b re s en id é n tic a fu n c ió n sin tá c tic a .
Pepe come peras / Pepe se come las m ías. Gato negro / T u gato. El niño se rascó una oreja disimuladamente / É l se rascó una oreja así. El cliente se fía poco del vendedor / No te fíes de ella. En verano hace calor / E s ta mañana está haciendo calor. Coloca el libro sobre la mesa / Coloca eso en a q u e l estante. Martínez ha tenido un ocho / López ha tenido la m ism a nota. La chica llamó al camarero / y le pidió cerveza / pero él no se la traía ni a tiros. El novio de Pepita / está saliendo con o tra . Te invito al cine / ¡Hombre! ¡eso está bien! FUNCIÓN. D e sd e el p u n to d e v is ta fu n c io n a l, los p ro n o m b re s p u e d e n a c tu a r c o m o
sustantivos, c o m o adjetivos adverbios pronomina
e in c lu so c o m o adverbios. E n este ú ltim o ca so p re fe rim o s, sin e m b a rg o , h a b la r d e les (V id. T . 7). C u a n d o fu n c io n a n c o m o su s ta n tiv o s se lla m a n
pronombres sustantivos (a veces se d ice sim p le m e n te
“ p ro n o m b re s ” ).
Algunos lloran; Yo iré; Éste me gusta; Quiero la mía. C u a n d o fu n c io n a n c o m o a d je tiv o s , se 'llam an “ a d je tiv o s ” . A lg ú n
pronombres adjetivos. A veces se dicen sim p le m e n te
niño llora, v a rio s chicos irán. E ste libro me gusta; quiero m i gorra
C o n tra r ia m e n te a lo q u e so s te n ía n c ie rta s d e fin ic io n e s, y a lo q u e p a re c e in d ic a r la e tim o lo g ía ( prono men), ei pronombre no es forzosamente el sustituto de un nombre. P u e d e se rlo en m u c h o s caso s, p e ro n o p u e d e d e fin irs e c o m o ta l. E n efecto:
No sé qué es a q u e llo Yo, Pepe Pérez (a q u í c o e x iste el p ro n o m b re c o n el n o m b re s u p u e s ta m e n te s u s titu id o ), ¿Q u ién está ahí? • H a y p ro n o m b re s q u e n o su s titu y e n a n in g ú n n o m b re :
(P re c isa m e n te el o b je to o ser q u e n o s es d e s c o n o c id o ),
(P re c isa m e n te p re g u n ta m o s p o r el n o m b re ). N a d ie p ie n s a en su n o m b re s y a p e lli d o s c u a n d o d ice
yo y o tro ta n to su c e d e c o n c u a lq u ie r d e íctico : Oye, tú , ¿cómo
te llamas? • N o só lo h a y p ro n o m b re s q u e n o su s titu y e n a n in g ú n n o m b re sin o q u e h ay n o m b re s q u e su s titu y e n a p ro n o m b re s. E s el ca so d e lo s lla m a d o s tra ta m ie n to s , s u s titu to s c e re m o n ia le s, etc. (V id. in fra ):
Su Alteza; Su Señoría; el infrascrito;
servidora.• • E l p ro n o m b re p u e d e s u s titu ir no só lo a n o m b re s sin o a a d je tiv o s y a se g m e n to s d e d iscu rso .
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— ¿Eres bueno? —Lo soy. Eso que has dicho es una tontería. L a c a ra c te riz a c ió n d el p ro n o m b re c o m o su s titu to só lo p u e d e m a n te n e rse , pu es, to m a n d o en se n tid o m u y a m p lio este c o n c e p to . E n este se n tid o sí p u e d e d ecirse, n o su stitu y e al n o m b re , sin o q u e se re fie re a o b je to s n o m b ra d o s o sim p le m e n te a o b je to s p e n s a d o s , p re se n te s o d e te rm in a d o s p o r el c o lo q u io , en lu g a r d e m e n c io n a rlo s m e d ia n te n o m b re s c o m u n e s o p ro p io s.
FORMA. Los p ro n o m b re s s o n , c o m o se h a d ic h o ,
morfemas libres. E s tá n c o n s titu id o s p o r u n a base p o r ta d o r a morfemas o formantes de
d e la sig n ific a c ió n g ra m a tic a l, a la q u e se u n e n en la m a y o ría d e lo s c a so s
género y número (c o m o e n el su s ta n tiv o y el a d je tiv o ). S in e m b a rg o , h a y fo rm a s q u e n o a d m ite n g én ero , Por ello p u e d e d ecirse q u e los pronombres no constituyen una clase formal.
y o tra s ni g én ero ni n ú m e ro .
est base
- e
est
a
-
morf. gen. mase.
est
-
morf. gen. fem.
oír - o
0
s
morf. gen. mase.
morf. núm. plur.
oír - a
oír - 0 - S
est
-
a
s
morf. gen. fem.
morf. núm. plur.
est
0 morf. gen, neutro
oír - a - s
m i (carece de género) m i - S
alguien (sólo designan el singular)
yo que: (invariable; designa cualquier género y número). EL GÉNERO NEUTRO EN DETERMINANTES Y PRONOMBRES. Una particularidad de algunas formas pronominales, que comparten con el artículo, es la posibilidad de género neutro, inexistente, como vimos, en el sustantivo en español. El género neutro sólo aparece, en efecto, asociado a algunos pronombres sustantivos y al artículo. Desde el punto de vista morfológico, el neutro sólo posee formas específicas en el demostrativo: esto eso-aquello, en el pronombre personal sujeto ello, el indefinido algo y el artículo lo. Obsérvese en efecto que: ESTO
ÉSTE, ÉSTAS, ÉSTOS, ÉSTAS.
ESO
ÉSE, ÉSA, ÉSOS, ÉSAS.
ELLO
ÉL, ELLA, ELLOS, ELLAS.
AQUELLO
AQUÉL, AQUÉLLA, AQUÉLLOS, AQUÉLLAS.
LO (artícu lo )
EL, LA, LOS, LAS.
En los restantes casos la forma es la misma que la del masculino s in g u la r1. Dame eso Dame el libro
Dámelo significado neutro Dámelo significado mase.
Esto es bueno significado neutro. El libro es bueno significado mase. ‘Se produjo, en efecto, una convergencia en la evolución fonética y que Ac. Bonum, bonam, bonum-^bueno, buena, bueno; Ac. illum, illam, M udólo, la, lo.
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El género neutro es indiferente al número. Morfológicamente, se relaciona con el masculino singular por la ausencia de formantes -s pero, semánticamente, no indica singular ni plural. De ahí que pueda ser referido tanto a singulares como a plurales. Lo bueno es esta cuestión. Lo bueno son estas cuestiones. ¿Qué es esto? - Esto es un pijama. ¿Qué es esto? - Esto son dos gatos que se pelean. Y que, asimismo, sea el género de los sustitutos de oraciones o de segmentos de discurso (que, natural mente, carecen de “ género” o “ número” ). Pepe ha llegado. ¿No lo sabías? Eso que me acabas de contar es mentira El artículo neutro lo confiere un carácter general, abstracto o colectivo a la sustantivación (Vid. infra 5.2). Me gusta lo negro. Es mejor lo otro. CLASIFICACIÓN DE LOS PRONOMBRES De nuevo observamos que se entrecruzan, en parte, las clasificaciones. El cuadro de los pronombres no coincide exactamente con el de los determinantes ni con el de los adjetivos (aunque tiene partes en común con ambos) e incluye un elemento nuevo: el pronombre personal, que es exclusivamente pronom bre sustantivo, sin tener en ningún caso función adjetiva ni determinante.
CUADRO DE LOS PRONOMBRES P R O N O M B R E S S U S T A N T IV O S El PRONOMBRE PERSONAL Ciertos INDEFINIDOS (algo, alguien, nada...) El PRONOMBRE R ELATIV O 1 P R O N O M B R E S S U S T A N T IV O S O A D JE T IV O S POSESIVOS DEM OSTRATIVOS INDEFINIDOS INTERROGATIVO-EXCLAM ATIVOS,
Dada la definición adoptada, quedan fuera del cuadro los numerales, que tienen significación perma nente, no ocasional. Éstos presentan rasgos comunes con los indefinidos, que expresan cantidad. Hemos mantenido la terminología tradicional de indefinidos, pero, esta clase encierra elementos bastante diversos.
'Salvo la forma cuyo, que es sólo adjetivo.
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ESQUEMA GENERAL DE DETERMINANTES, ADJETIVOS Y PRONOMBRES (RESUMEN),
DETERMINANTES ®
—■IT'PRONOMBRE (sólo sustantivos)
(vacío)
0 >
1
O
oo o 2
5.2.1. L O S P R O N O M B R E S P E R SO N A LE S. A. SIGNIFICACIÓN. Los pronombres personales son deícticos que apuntan a los interlocutores en la situación de coloquio, es decir, establecen las personas gramaticales del discurso. El eje de coordenadas en torno ai cual se articula toda la deixis del coloquio está constituido por; el hablante — 1.a persona el oyente — 2.a persona La 3.a persona abarca todo lo que no es ni incluye al hablante y al oyente. No está referida, como se ve, a una persona del discurso sino que se establece por la oposición a ellas. Es el único caso de sustiM tuto propiamente dicho. El modo de significar es, por tanto, distinto. La 3.a persona puede estar presente en el acto de coloquio y sólo en este caso el pronombre sería deíctico.
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-
•
tu
persona
Pásale la sal a él (deíctico) estuve con Juan y Pepita. Él me dijo... (sustituto)
El modo de significar es, por tanto, distinto. La 3.a persona puede estar presente en el acto del colo quio y sólo en este caso el pronombre sería deíctico. tu
yo
3.a persona
Pásale ¡a sal a él (deíctico) Estuve con Juan y Pepita. Él me dijo... (sustituto) La deixis del coloquio tanto espacial como temporal se organiza en torno al sistema que tiene origen en el hablante ( el yo-aquí-ahora del discurso). Se establecen así los tres campos de referencia de todos los elementos deícticos en relación con las personas gramaticales: los posesivos, los demostrativos y los adverbios situacionales de lugar y tiempo de deixis absoluta (Vid. T. 6.3) y los tiempos verbales absolutos (Vid. T. 6.1). B FORMAS. EL MORFEMA ESPECÍFICO DE CASO. La característica más peculiar de los pronombres personales es que son las únicas palabras en castella no que poseen el morfema de caso, es decir, que su forma varía según la función sintáctica que desempeñan. Algunas formas admiten variación de género y número. Otras, sólo de género y algunas son invariables. Las formas correspondientes a sujeto y término de preposición son tónicas; las de objeto, atonas.
SIN G U LA R
,1.a persona
2.a persona
PLURAL
SU JE TO
yo
SU JE TO Y
O B JE TO
me
T. D E PREP.
T. D E PREP.
mi
F. A G L U T IN A D A
conmigo
Nosotros/as mase.
O B JE TO
fem.
Nos
SU JE TO
O
SU JE TO
O B JE TO
te
T. D E PREP.
Vosotros/as
T. D E PREP.
ti
f e m.
F. A G L U T IN A D A
contig,
O B JE TO
mase. os mase.
fem.
mase, fem
neutro
SU JETO Y T. D E PREP el
ella
■fio
SU JETO Y T. D E PREP. ellos/
as
O B JE TO D IR E C T O
la
lo
O B JE TO D IR E C T O
as
lo
O B JE TO IN D IR E C T O e l
los/
O B JE TO IN D IR E C T O les
3.a Persona L B JE TO T.
R E F LE JO
DE
se PREP.
sí
F. A G L U T IN A D O consigo
218
Yo carece de género, así como la forma tú. Nosotros no es, obviamente, el plural de yo sino que representa un conjunto en el que está incluido el hablante. Su género, así como el de las restantes formas que lo poseen, está determinado por las reglas normales de concordancia. Vosotros representa, bien a un oyente plural (tú + tu) bien a cualquier conjunto en el que esté incluido el oyente y que excluya al hablante, (tú + él) (tú + tú + él/ellos) etc. El español carece de distinción ente el nosotros inclusivo y el exclusivo que muchas len guas poseen; nosotros inclusivo abarca al oyente: vamos nosotros (tú vas también), noso tros exclusivo lo excluye: vamos (tú no vas). Asimismo puede oponerse semánticamente. Vais vosotros (ellos también). Vais vosotros (ellos no van) pero esta distinción no se refleja en el paradigma. C. FUNCIÓN. El pronombre personal sólo funciona como pronombre sustantivo, nunca como adjetivo. Es, por tan to, término primario y puede desempeñar las mismas funciones que el sustantivo (Vid. Terna 8). Él está aquí. Te veo. Dámelo a m í Hecho por nosotros. Un libro de ella. D. OBSERVACIONES SOBRE EL USO DE LOS PRONOMBRES PERSONALES. EL PRONOMBRE SUJETO. Las formas correspondientes a la función de sujeto están generalmente omitidas, ya que el sujeto está incorporado a la forma verbal*1. Tengo hambre. Vamos de paseo ¿ Tienes una cerilla? Pepe iba por la calle y se encontró veinte duros. El pronombre figura solamente en los casos en que se quiere marcar el énfasis. Deja, yo abriré la puerta. Tú lo sabes, no yo. Vosotros tenéis la culpa. O cuando podría existir ambigüedad. Pepe y Juana iban por la calle y él se encontró veinte duros. Hace un rato yo estaba cantando/é\ estaba cantando. Y que, en el caso de personas, si no hay ambigüedad posible, su uso resulta también agramatical desde el punto de vista textual. Juan iba por la calle y él se encontró veinte duros (?) Obsérvese que el pronombre sujeto de 3.a persona él, ella sujeto sólo se usa para personas, no para cosas: Tengo un jersey y una blusa; Él es blanco y día, gris. (?). El neutro arcaico ello está en claro desuso. Desde final del s. XIX ha ido desapareciendo, sustituido progresivamente por las otras soluciones, sobre todo por el demostrativo eso. Algunos usos perduran aún en registros cultos; otros se sienten como claramente arcaizan tes. La posibilidad de uso es mayor como término de preposición que como sujeto. Ello es que... Ello has de casarte (R. Zorrilla). Esto, Inés, ello se ataba (Baltasar de Alcázar) No estoy arrepentido de ello. Lo que te estorbe fuera con ello (Pereda). EL PRONOMBRE OBJETO DE 3.a PERSONA. El pronombre de 3.a persona procede del artículo y del demostrativo latino Ule. De ahí las semejanzas formales.
]Algunos lo denominan sajelo desinencia). El pronombre es necesario, en cambio, en francés o en inglés en los que la homofonía es mucho mayor. Compárese en efecto: Je chante, tu chantes, il chante, ils c h a n te n t^ i át] I, you, we, they sing / he sings
-
219
_^e/(artículo) — especializado como determinante. 1^ ""^e/ (pronombre) — especializado como pronombre sustantivo. Las formas correspondientes al pronombre objeto proceden del acusativo y del dativo latinos. —
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SINGULAR M a se. A C U S A T IV O
O .D.
D A T IV O
O.I.
illu m
F em .
lo
M am
la
PLURAL N e u tr o , W ud
M a se.
lo
id o s
i l l i d le
F em .
los
illa s
las
il lis le s
Los usos etimológicos y correctos son, por tanto: lo cojo Cojo los libros los cojo Veo a Pepe lo veo Veo a los niños los veo Veo a Juana la veo Veo a las niñas las veo le escribo 0 . 1. Escribo a Pepe Escribo a los niños les escribo Escribo a Juana le escribo Escribo a las niñas les escribo
O.D. Cojo el libro
Usos incorrectos: Leísmo, Laísmo, Loísmo. El leísmo es el uso antietimológico de le. Consiste en utilizar le en vez de lo para el C.D. masculino. Se considera admisible sólo en caso de un C.D. masculino singular de persona. El resto de los usos antie timológicos de le se consideran incorrectos. Hay que decir, sin embargo, que están muy extendidos (so bre todo en Madrid y provincias circundantes) y que se encuentran abundantes ejemplos de leísmo inclu so en nuestros clásicos y en los mejores autores. Veo a Pepe (persona) Cojo el libro (cosa) Cojo los libros Veo a los niños Veo a las niñas
lo veo le veo lo cojo le cojo *les cojo *les veo *les veo
uso correcto. leísmo aceptable. uso correcto. leísmo incorrecto. leísmo incorrecto leísmo incorrecto leísmo incorrecto
El laísmo es el uso antietimológico de la. Es siempre incorrecto y sentido como tal por el hablante culto. Consiste en utilizar la en vez de le en el C. I. femenino. Escribo a Juana *la escribo (laísmo incorrecto) Escribo a las niñas *las escribo (laísmo incorrecto) Otros ejemplos:
*La dio una bofetada. *La envió un paquete. *La dije que esperara.
El loísmo. Consiste en el uso antietimológico de lo, como GI. Es sentido como muy incorrecto y vul garismo inequívoco. Es mucho menos frecuente que los casos anteriores. *Lo d i unos libros.
*Los d i unos libros.
Uso redundante del pronombre objeto. Las formas tónicas precedidas de preposición aparecen anunciadas mediante un pronombre átono catafórico de idéntica función. Le dijo a él, La vio a ella, Me pesa a mí, (*dijo a él, *vió a ella...) Si se trata de un elemento nominal puede darse alternancia. t i ?-A .& . Sffiáffié ti liílíBO ?B 1116 y él loísmo éñ S$)4, y censura como vulgarismo el leísmo para el C.D. de cosa, como se ha dicho. No debe sorprender, sin embargo, hallar ejemplos también de laísmo en autores consagrados (Moratín, Espronceda...).
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Entregó la carta al portero. Le entregó la carta al portero. En la lengua antigua, la repetición no era obligada. Si pesa a vosotros, más pesa a mí (Mío Cid)
LEXICALIZACIÓN DEL PRONOMBRE PERSONAL ÁTONO. En una serie de casos, el pronombre personal objeto remite vagamente a conceptos no expresados y acaba formando unidad significativa con el verbo. En el caso de arreglárselas, componérselas, verlas ve nir, emprenderla con alguien, pasarlo bien, etc. LA FORMA REFLEXIVA SE La 3.a persona posee una forma reflexiva, se invariable al género y al número. Es la única persona que posee forma específicamente reflexiva. El resto carece de formas específicas de reflexivo y utiliza para el significado reflexivo las mismas formas que para el no reflexivo. Pepe se lava/Yo me lavo/Tú te lavas. Hay que tener en cuenta que en la forma se confluyen dos homófonos sin relación alguna y que sólo uno de ellos es propiamente reflexivo: El otro se es una variante combinatoria de le que aparece obligatoriamente cuando la oración posee ya un pronombre personal C.D. le dió la carta
*le la dió
se la dió
les dió la carta
*les la dió
se las dió
El origen de esta toma es un conglomerado arcaico que acabó por confundirse fonética mente con SE en el momento de la reestructuración fonológica de las sibilantes en el XVIXVII. En la Edad Media se pronunciaba con /g / illi illud dedit (e)lielo dió He lo dio gelo1 dio se lo dio XVI-XVII.
La forma reflexiva procede del latín se ) puede tener significado reflexivo o no. Se tiene significado reflexivo cuando el sujeto y el objeto se refieren a la misma persona. Semántica mente se dice que la acción realizada revierte sobre el sujeto. Pepe se lava Pepe se ata los zapatos Los niños se lavan
(*Pepe lava a Pepe) (*Pepe ata los zapatos a Pepe) (*Los niños lavan a los niños) Reflexivo, admite siempre el pronombre de refuerzo: a sí mismo.
Obsérvese que, como se ha dicho, en el resto de las personas sólo puede hablarse de signi ficado reflexivo, no de forma reflexiva.
Yo me lavo. C.D. significado reflexivo. Mi madre me lava significado no reflexivo.
Tú te los zapatos significado reflexivo.
Tu madre te ata los zapatos significado no reflexivo.
'Compárese con muliere-*-muller-+-muger-*~mujer !i + vocal -W 1/ -* -/g / = (g. francesa)-► /x/ (velar sorda actual).
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221
Nosotros nos lavamos / Nuestra madre nos lava.
Vosotros os laváis / Vuestra madre os lava, etc. En algunos casos, la form a reflexiva se puede tener significado recíproco. Formalmente es idéntica; pero en este caso, el refuerzo admitido es mutuamente, el uno al otro, el uno con el otro, los unos a los otros, etc. Pedro y Juan se saludan. Romeo y Julieta se amaban. (Para la función desempeñada en todos estos casos por se Vid. T. 8.6. Reflexivas propias o reales y recíprocas). En muchos casos, sin embargo, se funciona como un morfema sin función propia en la oración, que confiere a! verbo valores diversos (aspecto, marca de intransitivización, voz, etc. ej.: —irse, asustarse,—) o bien forma parte insolubie de la lexía verbal (ej.: jactarse, arrepentirse). (Para todos estos valores, vid. ibidem T. 8.6.).
ti. LAS FÓRMULAS DE TRATAMIENTO. .He entiende por fórmulas de tratamiento las distintas maneras que tiene la 1.a persona par», dirigirse a la 2 a en el coloquio. En la selección de unas u otras interviene un factor extralingüistico de carácter
iü 8 u w , . . . : j vi «Ai | ; los interlocutores oei discurso (Vid, Tema 16.2). ¡t:i pnacipío. el sistema actúa! del español peninsular consta de dos formas básicas con sus plurales
-*.U."OfOgiCOt
v uívcc
diferenciados.
tratamiento «le confianza tratamiento d e respeto
TÚ USTED (+ 3a p. sing)
VOSOTROS USTEDES (+ 3a p. plural)
En el seno de la familia, entre jóvenes (niños o adolescentes) exista o no compañerismo o amistad, el uso exclusivo es tú. Con desconocidos jerárquicamente superiores por edad o situación social, el uso exclusivo es usted. Entre ambos casos se da una compleja casuística implícita, plagada de convenciones tácitas, según el clima convencional que desee crear el hablante. La progresiva extensión de tú en situaciones impensables hace décadas es un fénomeno de nuestra época. EL ORIGEN DEL SISTEMA ACTUAL. El latín, como es sabido, carecía de forma de tratamiento de respeto, —es decir, se habla ba de tú a todo el mundo1. El castellano medieval generalizó la 2a persona del plural co mo tratamiento de respeto para dirigirse a un interlocutor individual. El Cid del poema trata de voí a su esposa y al rey y de tú en general a sus compañeros de armas. Yo partiré e vos fincaredes remanida... Vos las. casaste... Fabla, Pero Mudo, varón que tanto callas... A mí lo dizen a u dan las orejadas... (Mío Cid) Paralelamente, y para diferenciar el verdadero pluralfamiliar, se extiende laforma refor zada vos + otros —^vosotros, que contagia analógicamente a nos— nosotros Si pesa a vos más pesa a m í*2 (Mío Cid). Al avanzar la Edad Media, -' utiliza cada vez más una nueva forma de respeto, más in ]E n inglés, en cambio, se h abla d e u sted a to d o el m undo. La form a de tuteo ha desaparecido prácticam ente salvo en plegarias (thou). N o es forzoso, como se ve, que una lengua posea diferenciación de tratam iento. 2 Exactam ente com o en francés actual: vous autres, no u s autres, enfáticos con respeto a las form as simples vous, nous.
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tensa que vos; el sustituto vuestra merced, lo que origina la progresiva desvalorización de vos. Vos compite con tú para tratamiento a iguales o inferiores. En el XVI resultaba ya ofensivo vos entre caballeros, pues se sentía ya como fórmula propia para hablar a los criados. Tratar de vos en circunstancias indebidas era como hoy tutear inadecuadamente. ( \Facételo vos! contesta irrespetuosamente a uno de sus jefes un soldado en Bernal Díaz del Castillo). El desgaste fonético de la fórmula vuestra merced da lugar a múltiples variantes, todas ellas atestiguadas en nuestro clásico. vuestra merced, vuesa merced, usarced, vuarced, voarced, vuced, uced, voacé, vuested y alguna otra. La contienda entre tú y vos para el tratamiento de confianza origina la eliminación de una de las formas. El español peninsular elimina vos, que queda relegado al lenguaje litera rio arcaizante. TÚ
TÚ
TÚ/VOS
VOS " " í
Latín
VUESTRA MERCED (y derivados) Siglo d e Oro
E. M edia
TÚ USTED M oderno
EL VOSEO.
Amplias zonas del Español de América mantuvieron, sin embargo, vos y eliminaron tú. En otras se da contienda entre tú y vos, y otras, finalmente, siguen el uso peninsular, aunque ninguna utiliza voso tros; es sustituido por la forma única ustedes1 (Vid. Tema 18. Rasgos morfosintácticos del Español de América, para las áreas correspondientes). El sistema del área de voseo*2 es por tanto:
confianza
VOS + 2a p erso n a l plural ——
re sp e to
USTED + 3a p e rso n a singular
USTEDES + 3 a p plural
vos cantás, vos tenés, vos salís, usted canta, ustedes cantan cantáis cantás ; tenéis tenés La forma átona es siempre te, (nunca os) ¿Vos, qué te crees? (y no *¿Vos, qué os creés?). FÓRMULAS REVERENCIALES DE TRATAMIENTO.
El castellano posee diversas fórmulas de respeto de uso reglamentado para casos en los que el interlo cutor posee un status jerárquico muy elevado (político, jurídico, religioso): (Vuesta/Su) majestad, alte za, ilustrísima, excelencia, señoría y el arcaizante burocrático usía (Vuestra Señoría). Su concordancia se realiza, como es lógico, en 3a persona y el género respeta el sexo del interlocutor (Vid. supra). En sentido estricto son sustantivos sustitutivos de pronombres (Vid. supra). Otros casos de sustitutivos de respeto son los característicos registros de servidumbre. El señor, la se ñora, el señorito... utilizados por los subordinados en ciertos ambientes sociales, que les exigen “ marcar las distancias” : ¿Qué desea la Señora? OTRAS FÓRMULAS DiSTANCIADORAS
A ello hay que añadir otras fórmulas de distanciamiento utilizadas por la primera persona para refe rirse a sí misma evitando el excesivamente directo yo por humildad o por insuficiente para ia propia alcurnia. — --Ip ra n parte dei área dialectal del andaluz desconoce asimismo vosotros y utiliza ustedes para el plural, tanto de confianza como de respeto. Pero, a diferen cia del uso americano, la construcción es híbrida con 2a p. plural. (Vid. Tema 17.4) Confianza tú cantas ustedes cantáis Respeto usted canta ustedes cantan 2E1 voseo es combatido tenaz —pero vanamente— por las academias de la lengua latinoamericanas, que lo consideran vulgarismo y recomiendan el tú.
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a) El plural mayestático Nos usado por el papa + (Ia p. plural). b) El plural sociativo; nosotros (de significado singular) propio a la exposición periodística o ensayística. Expondremos seguidamente... A veces se refiere exclusivamente al interlocutor: ¿Qué tal vamos? (familiar, por ¿Qué tal vas? o ¿Qué tal va Vd.?). Ahora haremos un ejercicio (“ haréis” o “ harán Vds. un ejercicio” ). c) La 3 a persona: servidor/a, el infrascrito, el abajo firmante, y otras formas coloquiales pintorescas producto de la creatividad lingüística o de préstamos más o menos ocasionales: menda (caló) este cura, el hijo de mi madre...
5.2.2. LOS PRONOMBRES POSESIVOS. A SIGNIFICACION. Al igual que los pronombres demostrativos, los posesivos se hallan en estrecha relación con las perso nas gramaticales. Indican posesión o pertenencia de lo nombrado con respecto a la Ia, la 2a o la 3a per sona. En realidad, los posesivos son sustitutos analíticos de un sintagma preposicional de + mí; de + tí; de + él; de + nosotros; de + sustantivo en función de complemento de nombre. Por ello, algunos auto res consideran al posesivo como mera variante del pronombre personal. La conmutación no es posible en Ia y 2 a personas pero sí en 3a mi libro *el libro de m í tu libro *el libro de tí el libro es nuestro el libro es de nosotros su libro, el libro de él, de ella, de ellos, el libro de Juan su libro. Más que posesión en sentido estricto, los posesivos indican una relación estrecha permanente con las personas del discurso. La tradicionalmente llamada posesión recubre en efecto, valores semánticos diversos, no sólo la mera propiedad. En español las formas son las mismas para la posesión alienable (capaz de ser abandonada): m i libro y para la inalienable: mi padre, mi cabeza. Compárense los diversos valores de: m i libro (yo poseo un libro) mi pueblo (yo pertenezco a/o procedo de mi pueblo) mi brazo (el brazo es parte de mí) mi retrato (el retrato me representa) Pueden confluir, por tanto, sin conflicto: Toma: mi retrato es tuyo. B. FUNCIÓN. Los posesivos pueden funcionar como determinantes, como pronombres adjetivos y como pronom bres sustantivos. En este caso, sus formas pueden considerarse sustantivaciones de las anteriores. mi libro Det.
un libro mío Pron. adj.
el mío se ha perdido Pron. sust.
C. FORMAS. Los pronombres posesivos admiten formantes de género y número en algunas de sus formas. En otras, sólo de número. Tienen formas distintas para un poseedor o varios poseedores y representan formas plenas o tónicas y apocopadas.
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UN POSEEDOR
apocopada sing.
VARIOS POSEEDORES plena
plural
mase.
fem.
plena pl.
mase. fem. plur.
Ia persona
mi
s
m ío / a / s
nuestro / a /s
2a persona
tu
s
tuyo / a / s
vuesto / a / s
apocopada
plena mase. fem. plur. suyo / a / s
3 a persona su / s
Se ha observado la relación formal con los personales, cuya base comparten m, l, s, nstr, vstr (me, te, se, nosotros, vosotros). D. OBSERVACIONES SOBRE EL USO DE LOS PRONOMBRES POSESIVOS. La formas átonas o apocopadas son obligatorias en la anteposición cuando existen: mi libro, *mío libro, tu libro, *tuyo libro. Cuando funcionan como determinantes no pueden ir acompañadas del artículo (la lengua antigua sí permitía el doble determinante y hoy pervive como rasgo dialectal: madre, la mi madre, guardas me ponéis (Cervantes). Pospuestas, presentan la forma plena o tónica. Son compatibles con el artículo y otros determinantes y se interpretan como pronombres adjetivos: el libro mío; ese libro tuyo. La diferencia entre anteposición y posposición no es de carácter lógico-semántico sino meramente es tilístico. La posposición resulta ligeramente más enfática: M i hijo / El hijo mío. Como pronombres sustantivos toman el artículo y siempre aparece la forma plena. Más que pronom bres sustantivos, podría hablarse de una sustaníivación del adjetivo (así como bueno se sustantiva co mo el bueno; mío el mío) El mío, el tuyo, el suyo, el nuestro, los míos, las tuyas... Este libro es mío, ¿Dónde está el tuyo? Pron. adj. (ATR) Pron. sust. (SUJ) Este libro es el mío. Habéis perdido el vuestro Pron. Sust. (ATR) Pron. Sust. (C.D.) LEXICAL1ZACIÓN DEL POSESIVO. Una serie de expresiones hechas pueden considerarse lexicalizaciones del posesivo que remite, al igual que se vió en el pronombre personal, a conceptos no expresados más o menos vagos: Hacer de las suyas. La sustantivación los nuestros, en el sentido de nuestros correligionarios puede considerarse perma nente (su opuesto es el enemigo).
5.2.3. LOS PRONOM BRES D EM OSTRATIVOS
A. SIGNIFICACIÓN. Los pronombres demostrativos se hallan en relación con las personas gramaticales con respecto a las cuales establecen una relación de ubicación espacial. Son, pues, morfemas situacionales, deícticos, “co mo gestos verbales que señalan...”, “como índice que apunta al objeto...” De la deixis espacial deriva la temporal (proximidad/lejanía) con respecto al momento del discurso. -
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Los demostrativos tienen, por otra parte, significación fórica, es decir establecen relaciones anafóricas o catafóricas de proximidad/lejanía en la materialidad del texto. RELACIONES ESPACIALES. El español posee, frente a otras lenguas que sólo poseen dos grados de proximidad1, un sistema tripartito. A primera vista podría parecer que lo nombrado apunta a la proximidad respectiva con respecto a las tres personas gramaticales. Tal es la interpretación común de las gramáticas. El paralelismo con los posesivos sería, pues, total: Así: éste Ia persona (lo que está cerca de mí), ése 2a persona (lo que está cerca de tí), aquél 3a persona (lo que está cerca de él). Muchas veces esto es así: Trae ese libro que tienes ahí. Éste ya lo he terminado. O, si no levántate y ve por aquél. Otras veces, sin embargo, el esquema no es tan simple, cuando digo: “ese libro que tengo detrás”, ei libro está más cerca de “ mí” que de “ tí” y, sin embargo, aparece usado el supuesto deíctico de 2 a persona. En realidad, les tres grados marcan más bien tres relaciones de proximidad exclusivamente cen trados en el $©-ahora del hablante. Piénsese, por otra parte, que ei concepto de proximidad es relativo, sin relación forzosa con la distan cia física rea!. Éste corresponde a lo que el hablante considera perteneciente al campo d ejo , con lo que pueden darse variaciones según la óptica adoptada. Por ejemplo: . Mira aquella chica de allá. Esa falda que lleva es preciosa. Me encantan estas faldas. (La chica y la falda están en los tres casos a idéntica distancia física del hablante). RELACIONES TEMPORALES En cuanto a las relaciones temporales, puede decirse que sucede otro tanto, este se vincula al yo - aho ra del hablante y expresa proximidad subjetiva al momento del discurso, —independientemente del tiem po cronológico real. Esta mañana ha llovido. Este sábado iremos al cine. Este verano está haciendo calor. Este año he estudiado poco. En este siglo ha nacido el noventa por ciento de los científicos de todos los tiempos. Este, como puede verse, puede referirse tanto a acontecimientos presentes como pasados, o futuros. Aquel, en cambio, expresa lejanía con respecto al yo-ahora del hablante y sólo se refiere al pasado: ¡Qué bien lo pasé aquel día! pero no *Aquel sábado iremos al cine. Ese expresa lejanía en el futuro o en el pasado: Ese día te acordarás de lo que te digo. Ese día lo pasé bien. En este caso, los límites con aquel están borrosos: Aquel día... RELACIONES ANAFÓRICAS Y CATAFÓRlt AS. Por otra parte, como se ha dicho, los demostrativos establecen relaciones en el hilo del discurso, bien de carácter anafórico (remiten a elementos ya expresados), bien de carácter catafórico, (anuncian ele mentos que aparecerán después). Son elementos de cohesión textual (Vid. Tema 10). Han ¡legado Pedro y Juan, Este tenía una pierna escayolada. Aquél lo sostenía. (Anaf. remite a Juan) (Anaf. remite a Pedro)
A /, francés: celui-ci/celui-lá. Inglés: Ihis/thal. El latín también tenía dos grados: iste/ille. Del conglomerado tardío *accun? ¡lie surge aquel. Ese procede de ipse (el mismo), con desplazamiento semántico.
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A ver si entiendes esto: N o pienso dejarte más dinero. (Cataf. remite a todo el enunciado que sigue) Repitarnos aquello que vimos en el primer capítulo. (Anaf.) B. FUNCIÓN. Los demostrativos pueden funcionar como determinantes —pronombres adjetivos— o como pronombres sustantivos. En este caso no se trata de sustantivación de la forma adjetiva, como en el caso de los pose sivos. En efecto, obsérvese que no necesitan artículo para desempeñar dicha función. ese libro; el libro ese; quiero ése. Det. Pron. adj. Pron. sust. C. FORMAS. Los demostrativos admiten formantes de género y número. Poseen forma específica de género neutro. Estos formantes se unen a una base portadora de la significación relacional: est-, es-, aqu-.
SINGULAR
le: arado de proximidad 2° grado de proximidad 3o grado de proximidad
PLURAL
masculino
femenino
neutro
masculino
femenino
este ese aquel
esta esa aquella
esto eso aquello
estos eso s aquellos
estas esas aquellas
Obsérvese que la oposición de los morfemas de género y número ofrece cierta irregularidad, e/a/o, pero e/os (el mase, plural no es *estes). Aquel tiene como consonante final / y no II, fonema insólito en esta posición en castellano (el mase, singular no es aquell). NORMA PRECEPTIVA.
El demostrativo femenino es siempre esta. Es incorrecto aplicar analógicamente la regla del artículo ame [á] (tónica). Se dice, por tanto: este agua, esta águila, esta aula, y no agua *este águila, *este aula. El pronombre adjetivo, al igual que el posesivo, puede ir antepuesto o pospuesto y, en este caso, ir acompa ñado de otro determinante. Pospuesto, adquiere matiz enfático y, a veces,' en ciertos contextos, despectivos. Quiero el libro ese. ¡Vaya con el niño ese!
5.3, LOS CUANTITATIVO S.
5.11. LOS INDEFINIDOS. A. EL PROBLEMA DE SU CARACTERIZACIÓN. La gramática tradicional incluye en la clase de palabras llamada los indefinidos, una serie de formas de problemática caracterización y clasificación cuyo rasgo común sería —se dice— referirse a su objeto de un modo vago, general, indeterminado, impreciso, inconcreto. La imprecisión de esta terminología —y su inadecuación— es evidente: alguno, cierto o cualquier pueden considerarse indefinidos compara dos con este, ese o mío, pero ninguno, nadie, nada o todo no tienen nada de indefinidos. No constituyen una clase formal: los hay que admiten género y número; otros sólo número y otros, finalmente, son inva riables. Funcionalmente, pueden tener valor sustantivo, adjetivo e incluso adverbial. En realidad, se trata en su inmensa mayoría de cuantitativos de magnitud imprecisa. 227 -
De ahí su relación con los numerales. La diferencia con éstos reside en que los numerales cuantifican de modo preciso: Han llegado algunos/vaños chicos, (indef.) / Han llegado siete chicos, (num.) / Queda poco pan.(indef) / Queda medio pan. (num.) Otros indefinidos establecen relaciones cualitativas, lo que los emparenta con el adjetivo calificativo. El núméro de estas formas es mucho más elevado que las que presentan los paradigmas de los posesi vos y demostrativos y el subsistema de los indefinidos en su conjunto aparece como bastante menos rígi do que el de éstos. En muchos casos la selección de una u otra forma es libre y la diferencia es simple mente de matiz. Quedan algunas/varias/unas manzanas', Los otros se han ido/los demás se han ido. Se dan casos de sinonimia: su mismo padre; su propio padre; un vestido igual que el tuyo; un vesti do idéntico al tuyo; pareádo/semejante/análogo. El límite con los calificativos es borroso. Finalmente se ha discutido su carácter de pronombres ya que no les es aplicable a todos el concepto de “significación ocasional”, característico del pronombre. ¿En qué medida es, por ejemplo, ocasional muchos o nadie? Más bien parecen estos y otros indefinidos tener significación permanente, no ocasio nal (“cantidad elevada” y “ausencia de personas” respectivamente). Todo ello explica que los criterios de clasificación no sean unánimes y que los manuales presenten bastantes disparidades al respecto. El rasgo que sí puede considerarse común a todas estas formas es que no guardan relación con las personas gramaticales. En esto se oponen globalmente como clase a demostrativos y posesivos. Hechas las salvedades antedichas, mantendremos la terminología habitual; su comportamiento sintác tico en el seno del sintagma nominal es análogo al de los restantes adyacentes gramaticales e idéntica su posibilidad de constituirse en núcleo del mismo. B. CLASIFICACIÓN Y FORMAS. SIGNIFICACIÓN DE LAS MISMAS. Sin ser esta clasificación propuesta la única posible, seguimos en líneas generales la agrupación lógicosemántica, que distingue tres subgrupos cuyas significaciones respectivas son: I. Identidad, semejanza y contrario. Indefinidos. Demostrativos. 11. Cuantitativos existenciales. 111. Cuantitativos gradativos e intensivos. 1. IDENTIDAD, SEMEJANZA (Y CONTRARIOS) INDEFINIDOS. DEMOSTRATIVOS M IS M O P R O P IO , T A L , IG U A L , ID É N T IC O , A N Á L O G O , S E M E J A N T E .. ¿ O TR O , D IS T IN T O ... etc.
Mismo, idéntico y propio admiten género y número: mismo/a/s, idéntico/a/s. tal e igual sólo admiten número: tal /es, igual/es. Mismo expresa unas veces identidad del objeto; otras semejanza absoluta. Vivimos en la misma calle; Llevamos el mismo vestido. En esta segunda acepción, alterna con igual o idéntico-. Llevamos el mismo vestido / igual vestido / idéntico vestido. La semejanza atenuada se expresa con semejante > sinónimos: propio marca enfásis de identidad. Su propia m adre.. O T R O /O T R O S , E L O T R O /L O S D E M Á S , LOS O T R O S:
Otro/Otros posen valor diferenciador. Se opone a mismo en sus dos acepciones. 'Algunos autores lo consideran un demostrativo sin relación con las personas gramaticales. (Blecua)
-
228 -
Vivo ahora en otra calle (*■ en la misma calle). Soy otra mujer i ¿ la misma mujer) Desde el punto de vista lógico, la significado: de otro es la referencia a un elemento que no pertenece a un conjunto implícito: Éramos cuatro y llego . aro chico. Su plural es otros y admite femenino: Éramos cuatro y llegaron otros chicos. Su valor diferenciador explica el uso frecuente de otro en contraposiciones y distribuciones y su valor de sucesión y adición. Uno canta, otro baila; estos programas son buenos, otros son peores; algunos lloraban, otros reían; le dió una bofetada y luego otra, y otra, y otra. EL OTRO/LOS DEMÁS. El otro no es la sustantivación de otro sino la forma singular correspondiente al plural los demás. Admiten femenino: la otra/las demás. Estas formas señalan los elementos que faltan para completar un conjunto implícito. Éramos diez y quedamos siete. ¿Dónde están los demás? Nosotros haremos la comida. Los demás, que vayan por agua. Éramos diez y quedamos nueve. ¿Dónde está el otro? Vinieron juntos, pero uno se quedó y el otro se marchó. LOS OTROS. Los otros no es el plural de el otro sino la referencia a un conjunto plural distinto del conjunto implícito considerado: Nuestro curso se fu e a la discoteca y a los otros los llevaron al museo. La diferencia entre los otros y los demás es, por tanto, el que el hablante considere o no un conjunto integrador. En el ejemplo anterior, si los asistentes al museo se consideran parte integrante del conjunto instituto, por ejemplo, se utilizará los otros. Si nuestro curso se siente insolidario del resto, se utilizará los otros. Cuando decimos: hay que pensar en ¡os demás, el conjunto implícito considerado es la humanidad entera. II.
CUANTITATIVOS EN EL SENO DE UN CONJUNTO. (Algunos gramáticos los llaman existenciales). Todas estas formas se refieren a la totalidad, a un fragmento o cierta cantidad de un conjunto. Cada, cualquier(a) y su opuesto é ningún(o) se refieren a una unidad solamente.
Así, si el conjunto es C, constituido por a, b,- c, d,... CADA = a, después b, después c, después d. Cada alumno traerá su calculadora. CUALQUIER(A) = a, o b, o c, o d insisten en la indiferencia de lo seleccionado. ¡Que salga cualquiera a la pizarral Cualquier alumno sabría resolverlo. NING Ú N (0)/A = ni a, ni b, ni c, ni d. Tiene valor negativo. Ningún alumno supo resolver el ejercicio. Ninguno supo resolver el ejercicio. Cada es invariable y sólo puede ser adjetivo. Ninguno admite femenino. Sólo cualquiera tiene plural: cualesquiera (muy poco utilizado). Cualquiera y ninguno se apocopan cuando están antepuestos. Ambos pueden ser sustantivos o adjeti vos, cada sólo adjetivo. cada hombre
/ cada mujer
*Ha venido cada
cualquier hombre
/ cualquier mujer
Cualquiera lo sabe
ningún hombre
/ ninguna mujer
Ninguno lo sabe / Ninguna lo sabe
Cada está siempre antepuesto. Cualquiera puede posponerse. La posposición de ninguno obliga a su sustitución por alguno: *No vi hombre ninguno; No vi hombre alguno.
-
229 -
uno/a/s algun(o)/a/s cierto/a/s todo/a/s segmento, algo todo ¿ nada se refieren a la totalidad alguien nadie cada hombre, *hombre cada, un hombre cualquiera, uno canta, otro ríe.
Se refieren a un
UNO/A/S. Es en realidad un numeral de uso debilitado sobre el que se ha formado un plural analógico. Emparen tado con el articulo un, su uso como indefinido alterna con el de alguno/a/s, y forma frecuentemente parte de correlaciones con otro/a/s. En este uso admite artículo, pero no lo necesita para ser sustantivo. Admite femenino. Uno canta, otro ríe unos cantan, otros ríen, el uno es listo, el otro tonto. Uno no sabe qué hacer.
Este indefinido constituye (Vid. Tema 8).
una de las formas de señalar la impersonalidad semántica
de la oración
ALGUNO/A/S. Tiene género y número. Indica referencia a un fragmento del conjunto: a(~ E. Se apocopa en masculi no si está antepuesto.
(Pospuesto toma valor negativo. CIERTO A
Algún alumno lo resolverá. Algunos alumnos lo resolverán. Vid. supra: No lo resolvió alumno alguno).
S.
Supone cierto grado de determinación. También admite género y número. Cierto alumno resolvió el problema. Ciertos alumnos resolvieron el problema. (Pospuesto cambia de significado: cierto hecho/hecho cierto = verdadero). IODO A S 1 iene perspectiva genérica, es decir, considera ai elemento representante de ¡a totalidad. 'alo! plural
ante contables en singular.
De ahí su
Todo alumno sabe resolver el problema.
Alterna con la forma plural: Todos los alumnos saben obligado el artículo. Admite femenino: Toda alumna.
resolver ...(a, b, c, d = G)
y en este caso es
t 1LRTO/A/S es sólo adjetivo, ALGUNO/A/S, TODO/A/S pueden ser sustantivos o adjetivos. *C ierto resolvió el problema. Alguno resolvió el problema. Todos resolvieron el problema. algo todo 4 nada alguien nadie Son exclusivamente sustantivos. ALGO y NADA pueden ser, además, adverbios.
ALGO. TODO, NADA son neutros y, como tales, invariables: ALGUIEN y NADIE se refieren exclu sivamente a personas. Algo sucede
(p. sut. neutro) Es algo tonta
(adv.)
Alguien viene (pr. sust.)
Todo es mentira P. (sust)
¿
Nada tengo : no tengo nada P. (sust. neutro) (p. sust neutro) No corre nada (adv.) No es nada tonta (adv.) Nadie lo sabe No lo sabe nadie (pr. sust.) (p. sust.)
230 -
=
III.
CUANTITATIVOS GRADATIVOS E INTENSIVOS.
a) Gradativos. Expresan cantidad o número de modo impreciso, bien con apreciación objetiva, bien subjetiva. VARIOS/AS
MUCHO/A/S
PCX O/A/S
BASTANTE/S
DEMASIADO/A/S
HARTO/A/S
VARIOS expresa solamente pluralidad y por tanto carece de singular, aunque admite femenino. Puede ser sustantivo y adjetivo. Varios alumnos resolvieron el problema. (adj.)
Varios lo resolvieron. (sust.)
MUCHO/S, POCO/S expresan valoración objetiva de cantidad o de número. Admiten femenino y for ma neutra. Pueden ser sustantivos, adjetivos o adverbios1. Tiene mucho dinero. (pron. adj.)
Tiene poco dinero (pron. adj.)
Muchos alumnos resolvieron el problema. (adj.)
Pocos alumnos resolvieron el problema (pron. adj.)
Tiene mucho miedo. (pron. sust. neutro)
Tiene poco (pron. sust. neutro)
Corre mucho (adv.) (M uy ante adjetivos)1
Corre poco. Es poco alto (adv.) (adv.)
BASTANTE/S, DEMASIADO/S, HARTO/S, expresan valoración subjetiva por comparación implícita con una cantidad o número ideal. Bastante supone alcanzarla y demasiado, sobrepasarla indebidamen te. Funcionan como sustantivos, adjetivos y adverbios. Tiene bastante dinero. (pron. adj.)
Tiene demasiado dinero. (pron. adj.)
Bastantes alumnos resolvieron el problema. (pron. adj.)
Hay demasiados (pron. adj.)
Es bastante tonto. Corre bastante. (adv.) (adv.)
Corre demasiado. Es (adv.) (adv.)
a lu m n o s en
esta
c la s e
d e m a s ia d o io n io ,
Demasiado y harto admiten femenino. Harto es exclusivamente culto. b) Intensivos. Intensifican por comparación implícita o explícita, o como recurso ponderativo. Más menos tanto/a/s (De ahí que estas formas se utilicen en ios grados de! adjetivo como primer elemento de más..,que, menos...que, tanto...como) (Vid. tema 4).
¡a
correlación
Excepto tanto son invariables. Pueden ser pronombres sustantivos, pronombres adjetivos o adverbios. Han venido más alumnos. (pron. adj.)
Han venido más. (pron. sust.)
1M ucho como adverbio por lo tanto se apocopa en m u y ante adjetivos (Vid. T. 6.7.7). Procede del latín.
.. .
M ultum
m ui lo ■->-
m ucho {it —> - ch como n o c te -> - noche)
m uy (perdida de la O final y de la T)
-2 3 1 -
Hay menos alumnos. (pron. adj.)
Hay menos. (pron. sust.) (implícito: de los esperados, de los que había, etc.)
\Hay tantos alumnosl (ponderativo) (pron. adj.) Corre más. (adv.)
\Hay tantosl (pron. sust.) Corre menos. (adv.)
\Es tan tonto! (adv.)
Obsérvese la correspondencia en el grupo anterior MUCHO TANTO en transformaciones ponderativas. Hacía mucho calor, luego se derritió la nieve/Hacía tanto calor que se derritió la nieve.
5.3.2. LOS NUMERALES. Frente a los cuantitativos llamados indefinidos, los numerales indican cuantificación precisa. Con una única excepción —los ordinales— poseen significación fija, es decir no ocasional y todos ellos son connotativos, al igual que los adjetivos calificativos. Su inclusión en la categoría de los pro nombres es, por tanto, problemática. Su clasificación es la siguiente: A.
CARDINALES.
Precisan el número exacto de los objetos, es decir, señalan los seres por una particularidad que, de momento, interesa en ellos: la cantidad computada con relación a la unidad. En teoría corresponden, pues, a la serie infinita de los números enteros. De hecho, constituyen una lista limitada. El resto se forma por composición, bien con fusión en una palabra —lo que refleja la grafía— bien constituyendo un sintagma. FORMAS. cero, un(o)/a, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince.... veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta, ochenta, noventa, eien(to), quinientos, mil. Mediante composición con fusión se forman: dieciséis, diecisiete, dieciocho, diecinueve veintiuno, veintidós, etc....veintinueve doscientos/as, trescientos/as, cuatrocientos/as, seiscientos/as, setecientos/as, ochocientos/as, novecientos/as. Formación de sintagmas mediante conjunción o yuxtaposición. Ejemplos: Treinta y uno, treinta y dos, etc. Cuarenta y uno, cuarenta y dos, etc. Noventa y uno, noventa y dos, etc. Ciento uno, ciento dos, etc. Doscientos veinte, mil quinientos, cuatro mil trescientos treinta y uno, etc. Obsérvese que: millar, millón, billón, docena, centenar no son numerales sino sustantivos abstractos de número. Ofrecen pues, distinto comportamiento. un millón de pesetas N Cto. de Nombre
mil pesetas Det. N.
-
232 -
FUNCIÓN. Los cardinales pueden tener función sustantiva o adjetiva. En función sustantiva puede referirse, bien al nombre del número entero o al de su guarismo, bien ser sustitutos de un sustantivo implícito y explíci to. Comparóse, en efecto: Me han puesto un cinco. El siete me trae suerte. La barca se hundió con todos los pasajeros y sólo se salvaron cinco. Generalmente son invariables con respecto al número: uno es singular y el resto es plural del epígrafe siguiente. Sin embargo, cuando son sustantivos que nombran al guarismo, admiten singular y plural. Me han puesto un cero/varios ceros/un diez/dos dieces... Asimismo son invariables en cuanto ai género, salvo uno/a y los compuestos de ciento. Uno y ciento se apocopan cuando están antepuestos. Me queda un libro por leer. Llegó a cumplir cien años. O B S E R V A C IO N E S .
La delimitación de un numeral y un artículo resulta a veces incierta. Evidentemente, el artículo en singular señala la unidad. Sólo el contexto puede indicar si existe insistencia explícita en la unidad por oposición a otras posibilidades, o si se trata de un mero presenta dor. Acabo de ver un ratón. Echa sólo un terrón de azúcar. (Art.) (Det. numeral) El plural, sólo cabe la interpretación como indefinido (cuantificador impreciso) (o como artículo si se admite que un artículo admite plural, lo que discuten muchos gramáticos) (Vid. supra 5.1.1): Acabo de ver unos ratones (art.) o (pron. adj. indef.); Unos ríen, otros lloran (pron. sust. indef.) La cuantificación exacta y precisa de los cardinales puede aparecer modalizada en un sentido de aproximación mediante el indefinido uno. Tiene unos diecisiete años. Costó unas dos mil pesetas. NORMA PRECEPTIVA. • Insertos en el discurso, y salvo si se trata de fechas o direcciones, los numerales de ben escribirse sin recurrir por comodidad al guarismo correspondiente (Se excep túan, naturalmente, los textos de carácter técnico o científico). Ej.: Tengo diecisiete años, y no: *Tengo 17 años. El sombrero le costó dos mil pesetas, y no: *...le costó 2.000 pts. • El cardinal un no concuerda si forma parte de un cardinal complejo: veintiún mil toneladas y no *veintiuna mil toneladas. • Los compuestos del dieciséis al diecinueve presentan vacilación ortográfica tolerada: diez y seis... o dieciséis... B. ORDINALES. Indican el rango ocupado en una serie. Son los únicos numerales con significación ocasional. (El pri mero, el segundo... dependen de la colocación del observador o de la orientación de la serie). FUNCIÓN. Tienen función adjetiva, aunque pueden sustantivarse mediante el artículo. El primer hombre. Una segunda oportunidad. (adj.) (adj.)
-
Que venga e.1 primero. Soy la segunda de la fila (sust.) (sust.)
233 -
FORMAS.
pnmer(o), segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno, décim o, undécim o, du o d écim o .... 13° d ecim o tercero 14° decim ocuarto 15° decim oquinto 16° decim osexto !7° d ecim oséptim o 18° decim octavo l \ ° decim onoveno 20- vigésim o 30° trigésim o 4CA cu ad rag ésim o 50° quincuagésim o 60° sexagésim o 70° sep tu ag ésim o 80° octogésim o 90° nonagésim o
Las formas de ¡os ordinales ofrecen vacilación incluso para el hablante culto y las superiores a cien
—centésimo—, (con excepción de mil -m ilésim o-—, millón —-millonésimo —), son prácticamente desco nocidas (tricentésimo, 300°; cuadringentésimo 400°, etc...). Por ello, aunque la lengua posee en teoría un sistema extenso de ordinales, de hecho los superiores a diez son poco usados. Su empleo es tanto más raro cuanto más elevado es el número. Lo usual es su sustitución por el cardinal correspondiente. Juan X X III (veintitrés)
Capítulo X IV (catorce)
Luis X V (quince)
NORMA PRECEPTIVA. La sustitución citada es perfectamente admisible. No lo es, en cambio, la utilización del sufijo -avo para formar ordinales: *el término veintidosavo (por vigésimo segundo). Sin embargo aparece con frecuencia en el lenguaje matemático. *decimoprimero, *decimosegundo, formados por analogía, son incorrectos: hay que decir undécimo y duodécimo i .os ordinales admiten género y número. Primer se apocopa cuando está antepuesto.
El primer capítulo, capítulo primero, lección segunda.
(
DUAL V DISTRIBUTIVO. Aunque algunas gramáticas los incluyen entre los indefinidos, ambos y sendos son numerales. ÁMBOS/AS es un numeral dual, equivale a los dos: Lo cogió con ambas manos (con las dos manos).
SENDOS/AS es un numeral distributivo, equivale a uno cada uno: Los niños llevan sendas carteras (una cartera cada uno). No puede tener función sustantiva y cualquier otro uso es incorrecto (por ejemplo, como sinónimo de fuerte: *Le dió sendas bofetadas. D.
MÚLTIPIjOS.
Indican multiplicación. Salvo en números muy bajos tienden a sustituirse por la perífrasis “X veces más". Los más usados son doble, triple, cuádruple (o cuádruple). Tiene doble fuerza que yo. Tiene diez veces más fuerza que yo. Los restantes son: quíntuplo, séxtuplo, séptuplo, óctuplo, nónuplo, décuplo, undécuplo, duodécuplo y céntuplo. La observación hecha sobre el escaso uso de los ordinales es válida aún en mayor medida pura los múltiplos. L.
PARTITIVOS. indican división y sólo hay una forma propia: medio, que admite género: medio pastel, media tarta. Mitad, tercio, cuarto no son numerales sino son sustantivos abstractos de número.
Pueden formarse partitivos con el cardinal correspondiente y el morfema —avo, en los superiores a diez. En los inferiores se sustituye por una perífrasis: ordinal + parte. La cuarta parte/la quinta parte/la sexta parte del pastel; un dozavo de pastel o un doceavo de pastel. 234 -
NORMA PRECEPTIVA. Aunque muy usados, la R.A.E. no admite *onceavo, *doceavo, *treceavo, *cartoceavo, *quin;eavo, *dieciochoavo sino que preconiza onzavo, dozavo, etc. La indicación no es seguida prácticamente por nadie, salvo en contextos puristas.
5.4. PR O N O M B R E S INTERRO G ATIVO -EXCLA M ATIVO S Y RELATIVOS. Presentan formas análogas, pero los interrogativos y exclamativos son tónicos —llevan tilde en la grafía— mientras que los relativos no llevan acento gráfico. A.
INTERROGATIVOS.
Los interrogativos preguntan p o r u n elemento desconocido al que sustituyen tomando su función sin táctica. En las llamadas interrogativas indirectas tienen, además, función de nexo (Vid. tema 9). FORMAS. QUE
? pregunta por la identidad, por la sustancia, por laclasificación.
CUÁL
? pregunta por la cualidad.
QUIÉN
? pregunta por la identidad, excluxivamentereservado a personas.
CUÁNTO ? pregunta por la cantidad. [CUYO]
? como interrogativo está en desuso. La lengua antigua lo usaba como tal: ¿cúyo es aquel caballo?
Qué es invariable. Cuál y quién admiten número: cuál/es, quién/es. Cuánto admite género y número, cuanto/a/s y se apocopa cuando es adverbio antepuesto. • QUIEN equivale en ciertos contextos a persona cualificada o idónea.
No eres quién para hablarme así. • CUÁL puede tener valor de indefinido en coordinadas distributivas.
Todos contribuyeron, cuál más, cuál menos, al resultado. FUNCIÓN. Funcionan como pronombres sustantivos, como pronombres adjetivos y algunos, incluso, como adverbios. Ejemplos: SUSTANTIVOS
ADJETIVOS ¿Qué libro es ése? ¿En qué mano está la china? ¿Cuál libro quieres? (raro en español peninsular)
¿Qué compraré? ¿Qué es esto? ¿Cuál quieres?
¿Cuánto pan quieres?
¿Quién viene? ¿Cuánto quieres?
¿Cuántas asignaturas estudias?
¿Cuántas estudias?
ADVERBIOS —
—
__ ¿Cuánto corre? (Vid. T. 7.2.3.C)
USO EXCLAMATIVO DE LOS INTERROGATIVOS. Los interrogativos, aunque no en todas sus formas ni en todos los casos, pueden tener usos exclamati vos, ponderativos.
-
235 -
ADJETIVOS ¡Qué hermosura!
SUSTANTIVOS ¡En qué estará pensando!
ADVERBIOS ¡Qué bonito!
¡Con qué gozo la contempla! ¡Quién supiera escribir! ¡Hoy! ¡Cuántos!
¡Cuántos niños!
¡Cuán hermosura!
B. RELATIVOS. Los pronombres relativos son elementos anafóricos cuya función esencial es ia de ser sustitutos rela cionantes. Esta función de articulación de oraciones es común a los relativos y a las conjunciones de subordinación pero, a diferencia de éstas, los relativos poseen en la subordinación función sintáctica. El hombre que ríe Digo que ríe suj. (conj.) (pron. relat.) (mero nexo) Su función es, por tanto, doble: a) Constituye el nexo que introduce una oración subordinada. b) Desempeñan la función sintáctica que desempeñaría el elemento representado o sustituido (llamado antecedente). FORMAS. Los pronombres relativos propiamente dichos tienen idénticas formas que los interrogativos-exclamativos. No incluimos aquí las formas cuándo, cómo, dónde, que son exclusivamente adverbios relativos y nunca funcionan como sustantivos o adjetivos. (Se tratarán en el tema del ad verbio. tema 7.2.6)
Cuyo es solamente adjetivo. Que, el cual, quien, cuanto son sustantivos. Cuyo es siempre complemento del nombre: La casa cuyas ventanas veo (las ventanas de la casa). Cto. de N. QUE EL CUAL QUIEN CUANTO
El hombre que ríe, el niño que veo, la silla en la que estoy. Vi a un chico, el cual llevaba una gorra verde. Quien mal anda mal acaba (sin atencedente expreso). Haré cuanto me digas.
En tanto que pronombres sustantivos, pueden desempeñar las mismas funciones que los sustantivos (Vid T. 8). SUJETO C.D. C.I. C. Cir.
El hombre que ríe (el hombre ríe). El niño que veo/al cual veo (veo al niño). Dáselo a quien quieras (quieres darlo a X). Ésta es la escalera por la que cayó Pepe (cayó por la escalera). Éste es el material con el cual se fabricó la mesa (se fabricó con el material).
Para los adverbios relativos (Vid. tema 7.2.3.C).
El artículo y el demostrativo pueden ir precedidos o seguidos de un segundo determinante1, eviden temente con ciertas restricciones. ’Los generativistas denominan a estas formas respectivamente pre-artícuio y post-artículo, terminología que no adoptamos, dada la orientación general de este manual, no adscrito a dicha corriente. El esquema sería el siguiente: Det
-
Preart. •}
236 -
> Post-artículo (“regla de reescritura del determinante”).
Por otra parte son frecuentes en la lengua agrupaciones de pronombres en las cuales uno desempeña función del núcleo y el —o los restantes— son modificadores. Sin entrar en la pormenorización de la casuística de sus posibles combinaciones, obsérvese que en al gunos casos el artículo resulta obligatorio, así como el orden adoptado que, en otros casos, se producen diferencias de significado'o de matiz y, finalmente, que determinadas combinaciones son agramaticales. ARTÍCULO Y DEMOSTRATIVO AGRUPADOS CON OTROS MODIFICADORES. Todos los días voy al mercado. Todos estos días.... Los dos muchachos. El tercer hombre. El tal A dolfo me dijo... Un tal A dolfo me dijo. Los restantes ejercicios, m a s pocas sillas, el otro día me la encontré, otro día te lo explicaré, estos otros chicos, aquellos primeros meses, esta su casa de Vd. ese mismo individuo. (Sin embargo son agramaticales *los todos días, *estos todos días, *los muchachos dos, testantes ejerci cios, *unas muchas sillas, *otros estos chicos, etc.). Asimismo pueden aparecer varios modificadores del sustantivo al margen del artículo y demostrati vos. En este caso —y en algunos de los ejemplos anteriores— más que de doble determinante, parece que debe hablarse de un determinante propiamente dicho y de un adjunto. Algunos libros tuyos. Det N Adj
mi primer amor. Det. Adj N
AGRUPACIONES CON FUNCION SUSTANTIVA Algún otro lo hará. Det. N. Muchos otros. Det N.
Este otro es mejor. Det. N
Prefiero estos dos. Det. N. Det
Los tres primeros N Det.
CONSTRUCCIÓN ALTERNATIVA DE DETERMINANTES CUANTITATIVOS. Una construcción alternativa de algunos determinantes consiste en su utilización como valor sustanti vo, seguidos de un complemento de nombre. La diferencia no es semántica, pues el núcleo semántico del sintagma continua siendo el elemento sustantivo, pero sí sintáctica', (el núcleo sintáctico es el indefi nido cuantitativo). Muchos de los conocidos. Muchos conocidos N (pronombre sustantivo) CTO de N. Det. pronombre adj N sustantivo (Obsérvese que se trata de un adjetivo sustantivado por la presencia de determinante, que actúa de transpositor). Otros ejemplos: Bastante de los condenados eran drogadictos. bastante condenados, algunos de los presentes se fueron. algunos presentes, varios de los premiados acudieron. varios presentes.
237 -
6.1. EL VERBO: FO R M A , FU N C IÓ N , SIG N IFIC A C IÓ N . 6.1.1. FORMA. 6.1.2. FUNCIÓN. 6.1.3. SIGNIFICACIÓN.
6.2. SIG N IFIC A C IÓ N D E LA S CA TEG O RÍA S G RA M A TICA LES D EL VERBO. 6.2.1. EL TIEMPO. 6.2.2. EL ASPECTO. 6.2.3. EL MODO.
A. INDICATIVO. B. SUBJUNTIVO. C. IMPERATIVO. 6.2.4. LA PERSONA Y EL NÜMERO. 6.2.5. LA VOZ O DIÁTESIS.
6.3. A N Á L IS IS D E LA S FO R M A S V ERBA LES D E LA C O N JU G A C IÓ N 6 .3 .í. 6.3.2. 6.3.3. 6.3.4.
LA CONJUGACIÓN: FORM AS SIM PLES Y COMPUESTAS. VERBOS REGULARES-IRREGULARES. ANÁLISIS DE LAS FORMAS SIM PLES DE LOS VERBOS REGULARES. VERBOS IRREGULARES.
6.4. CLA SES D E VERBOS. 6.4.1. 6.4.2. 6.4.3. 6.4.4. 6.4.5.
CRITERIO S SEMÁNTICOS. EL CRITER IO DEL MODO DE LA ACCIÓN. CRITERIOS MORFOSINTÁCTÍCOS. CRITERIO S SEMÁNTICO-CONTEXTUALES. CRITERIO S LÓGICO-CONTEXTÚALES.
Desde el punto de vista formal, el verbo se caracteriza por las variaciones que reciben el nombre de conjugación. Ésta refleja las categorías gramaticales que afectan al verbo. Las de tiempo, aspecto y mo do y, en ciertas lenguas, voz. Las de persona son compartidas con los pronombres personales y posesi vos. Las de número, con el sustantivo y el adjetivo. El verbo carece de género, salvo en el participio. Las formas verbales constan de un lexema (o raíz) que encierra el significado léxico y de formantes constitutivos que expresan las categorías gramaticales que les son propias. Entre el lexema y los forman tes constitutivos se sitúa la vocal temática que informa sobre la conjugación a la que pertenece el verbo y que figura sin alteración en el infinitivo. Estos formantes son los formantes constitutivos. Los formantes constitutivos presentan un fenómeno de sincretismo, es decir, de fusión de varias cate gorías en un único morfema inanalizable. Así, las categorías de tiempo y modo (el aspecto está implíci to) constituyen un único formante. Las de persona y número, otro; El sincretismo puede, incluso, en al gunos casos, fusionar ambas. El orden de colocación es invariable. Ejemplos: mos cant í a ba tem a mos part i a mos cant mos a re tem e re mos part i re mos mos cant a 0 tem e 0 mos part i 0 mos L exem a
T ie m p o
P erso n a
T em a - M o d o tica . A s p e c to
N úm ero
V o ca l
am o
tem o
part o
voc. tem. tiempo-modo pers. núm. El verbo admite asimismo, formantes facultativos. Algunos son comunes a verbos, sustantivos y adje tivos. Otros son específicos de formación de verbos a partir de sustantivos y adjetivos. PREFIJOS: des- re- contraaníe- en- (em-) sobre- interpre- Iras- sub- entre- sobre- a- etc.
SUFIJOS: u(ar) e(ar)
actuar, conceptuar. vocear, agujerear, lloriquear, bailotear (adquiere significado en general
ej(ar) iz(ar) ific(ar) gu(ar) ec(er)
bosquejar, cortejar. carbonizar, economizar. osificar, ramificar, bonificar, dulcificar, santificar (sufijo culto) santiguar, amortiguar (derivación vulgar) favorecer, humedecer, oscurecer,enrojecer (significación incoativa), etc.
frecuentativo)
Ejemplos: deshacer, rehacer, contraponer, anteponer, ensuciar, embarcar, encajar, sobrevolar, intercam biar, sobrevivir, prefabricar, prever, trasnochar, subestimar, entreabrir, sobrecargar, achicar.
La función privativa del verbo es ser núcleo del predicado. A él se refieren, directa o indirectamente, todos los complementos del sintagma verbal que, conjuntamente con el sintagma nominal sujeto, consti tuyen la oración.
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240
Recuérdese que en la teoría de los tres rangos de Jespersen, el verbo es considerado tér mino secundario, al igual que el adjetivo. Incide en el sujeto en los formantes de persona y número. (El sustantivo es término primario y es autoincidente: sus formantes no dependen de nin gún otro elemento de la oración).
Desde el punto de vista lógico semántico, los verbos son la clase de palabras con las que designamos una realidad concebida como proceso, frente al sustantivo que considera la realidad bajo la especie del ser. De ahí que la temporalidad sea inherente a esta categoría. Algunos gramáticos definen al verbo como palabra con que pensamos la realidad considerándola co mo un comportamiento de un sujeto, frente al sustantivo que designa realidades en sí mismas, con carác ter independiente. Comportamiento debe entenderse en sentido amplio: abarca acciones (correr), procesos (caer, crecer), estados (permanecer). Dado que existen, como se ha visto, verbos impersonales que no pueden atribuirse a su jeto ni a agente alguno (p. ej. llueve), parece más exacta la primera formulación. Observemos que una misma realidad o fenómeno puede ser considerado en algunos ca sos bajo uno u otro ángulo. Ej: correr (verbo)/la carrera (sust.), caer (verbo)/la caída (sust.).
La categoría gramatical de tiempo ubica el acontecer del verbo en el imaginario eje del tiempo natural o real del hablante1. Se trata, por tanto, de una categoría deíctica. La localización se efectúa con respecto a un punto de referencia que puede ser el momento del discur so, pero también otro cualquiera: señala la simultaneidad, anterioridad o posterioridad con respecto a dicha referencia. Es, pues, asimismo, la categoría de la sucesión. La oposición básica se establece entre el presente, el pasado y el futuro: (acción simultánea, anterior y posterior respectivamente al ahora del hablante).
YO AHORA TIEMPO N A T U R A L
------------- $ -- ---PASADO
9
PRESENTE
FUTURO
• acontecimiento
'La categoría de tiempo, contrariamente a lo que podría parecer a primera vista, no se da en todas las lenguas. No existe, por ejemplo, en el hopi (lengua amerindia de la meseta del Colorado). En esta lengua, en cambio, la oposición gramatical se realiza entre si la acción del verbo es observada o no, esperada, o habitual. Así, m r i = “él corre” (el hablante y el oyente ven al corredor), era warí = "él corre” (—p ero n o lo veo— «el corrió o corría»), warikni = expectación: («el correrá, espero qu e corra, creí que correría»), warikngwe («él corre habitualm ente»). Se trata, como se ve, más bien de modos que de tiempos. Obsérvese que el carecer de morfemas temporales en el verbo no significa que no pueda una lengua situar la acción por otros medios lingüísticos, por ejemplo, por medios léxicos: (si dijéramos, por ej.: antes (correr), después...ayer...etc.).
-2 4 1 -
En cada lengua, el tiempo resulta dividido en un número de zonas de diversa extensión y límites que se refleja en diferentes sistemas. Por tiempo se entiende asimismo, no sólo la categoría general sino los paradigmas formales que corresponden a cada una de estas zonas. (Por ej.: presente, pretérito indefini do, pluscuamperfecto, etc...). En cada forma se entrecruzan, por otra parte, valores aspectuales y modales fijos. El conjunto de di chas formas constituye la conjugación. Los tiempos medidos tomando como punto de referencia el momento de la enunciación, es decir el yo-ahora del habíante se denominan tiempos absolutos. Cuando el punto de referencia u origen es otro, se.denominan tiempos relativos. Ej. de tiempos absolutos en español: canto, canté, cantaré. Ej. de tiempos relativos: (Cuando llegué) se había marchado', (Dijo que) vendría. ESQUEMA TEÓRICO DE LA OLIAIS TEMPORAL
anieriei ¡dad
s im u lta n e id a d
p o s te r io r id a d
an terio rid ad
sim ultaneidad
p o ste rio rid ad
O -- o rig en o punto d e referencia d e los tiem pos absolutos (m ed id as d e s d e el m om ento d e i discurso; el yo-ahora).
= origt n o punto d e referencia d e los tiem pos i elativ - (m e :ti ios d e s d e otro punto d e referencia).
No todas las posibilidades se reflejan necesariamente en las lenguas que poseen la categoría de tiempo verbal mediante formas específicas: existen lugares vacíos. Por ejemplo, en español existe forma correspondiente a acción futura (cantaré) y a acción anterior a un punto de referencia futuro: (habré cantado), pero no a acción posterior a dicho punto. El sistema de los tiempos dei español será estudiado detenidamente en el tema 7.
6.2.2. EL ASPECTO. La categoría gramatical de aspecto indica en qué fase de su desarrollo considera el hablante la acción o proceso y bajo que óptica con respecto a su duración y acabamiento. Por ello se podría denominar tiempo interno de la acción verbal. El aspecto no supone, a diferencia de la categoría tiempo, ubicación alguna, pero sí tiene en cuenta, al considerar la acción aislada, el factor temporal que subyace a su realización, desarrollo y conclusión. Por ello, aunque no se contunden, existe una relación entre ambas categorías*. Ln el plano gramatical, el aspecto corresponde a lo que en el plano semántico se denomina modo cíe acción del verbo (Aktionsart). (Vid. infra). hi aspecto juega un papel decisivo en muchas lenguas, incluso en detrimento del tiempo. Ixisten lenguas carentes de tiempos verbales que, sin embargo marcan ej aspecto. Parece ser, incluso, que, históricamente, se trata de una categoría previa a la ubicación temporal. Determinadas formas un bales que expresan originariamente sólo ei aspecto se convierten paulatinamente en formas de expresión dei tiempo (mantenien do el valor aspectual). w — -(perfeci lorig iaméñte signific implemente engo escrito» (haber de escribí» se ha realizado anteriormente De .ahí el desplazamiento a vafbr de pretérito
\<¡í, S c r ip t w n h a b e ó — h e e s
-
242 -
tener). Si lo le n g ó
e s c r ito
es que la
LA OPOSICIÓN FUNDAMENTAL ASPECTO IMPERFECTIVO / ASPECTO PERFECTIVO El aspecto imperfectivo indica que la acción es representada como un proceso sin indicación de su término. La acción es considerada en su desarrollo, con indiferencia a su acabamiento o no. cantaba, canto, cantaré, cantando. El aspecto perfectivo indica que la acción es representada con indicación de su término, es decir, como acabada, ( p e r f e c t u m per-factum: hecho totalmente). comió, ha comido, habrá comido. Aunque no se confunde totalmente con ella, guarda relación con esta oposición la de durativo/no durativo o puntual. El aspecto durativo presenta la acción en su fluir, con consideración del tiempo que tarda en realizarse. El aspecto puntual hace abstracción de la duración que haya podido tener la acción, asimilándola a un fenómeno instantáneo. comía uvas / se comió una uva. durativo puntual El imperfectivo es sentido como durativo. El perfectivo puede ser sentido o no como puntual, según el modo de acción del verbo. disparó perfectivo puntual
durmió toda la noche perfectivo no puntual
En español, el aspecto no se manifiesta mediante un morfema específico sino que aparece fundido en un único morfema tiempo-aspecto en la conjugación. El aspecto es un rasgo inherente a las formas verbales del sistema. Determinados tiempos y formas son perfectivos, otros, imperfectivos. Por ejemplo, en español son imperfectivas todas las formas simples —salvo el pretérito indefinido—, el infinitivo y el gerundio: cantó, cante, cantaba, cantaría, cantase... cantan, cantando. Son perfectivas todas las formas compuestas y el pretérito indefinido (Vid. infra). canté, he cantado, haya cantado, habrá cantado, cantado. OTRAS MANIFESTACIONES DEL ASPECTO. Aspecto incoativo. El aspecto incoativo marca el comienzo de la acción (o la entrada en un estado). Ejemplo: se echó a llorar; rompe a reir.
A la inminencia de la acción corresponde el aspecto ingresivo. Ejemplo: voy a salir. Aspecto terminativo. Señala bien la interrupción, bien el fin de la acción. Ejemplo: dejó de escribir,
acabó de escribir. Aspecto iterativo: Señala la repetición de la acción: Volvió a salir.
La conjugación carece de formas simples o compuestas para traducir estos valores aspectuales. Se ex presan mediante perífrasis verbales. (Vid. tema 7).
La categoría del modo traduce la actitud del hablante ante la acción o proceso que el verbo expresa. Ésta puede ser presentada como un hecho cierto o bien considerada su realización como más o menos incierta, virtual (hipotética, deseable, deseada, dudosa, etc.). Es una categoría específica del verbo. 243
El modo constituye unos de los medios de expresar las llamadas modalidades oracionales y el estatuto de la oración o tipo de comunicación establecida por el hablante entre él y el interlocutor (Vid. tema 3). La oposición básica se establece entre el modo indicativo y el modo subjuntivo. A. EL INDICATIVO. Al modo indicativo pertenecen las formas verbales que expresan que el hablante considera la acción o proceso como algo perteneciente a la realidad; es decir que tiene lugar efectivamente, que posee exis tencia objetiva. El libro está ahí / Sabía que había escrito / Mañana iré a verte. El indicativo es el modo actualizador por excelencia. Sus formas situán el acontecer en un lugar y momento dados. Por ello, la categoría de tiempo sólo se realiza plenamente en los tiempos del indicativo. B. EL SUBJUNTIVO. Al modo subjuntivo pertenecen las formas verbales con las que el hablante considera la acción o pro ceso como algo irreal, es decir, como un hecho que, en el momento del discurso, existe en su pensamien to pero al que no puede atribuir fuera de éste existencia real con seguridad. Espero que esté a/n'(esperanza) / ¡Ojalá hubieses escrito! (deseo) / Acaso vaya a verte (hipótesis). El subjuntivo es, pues, el modo de lo virtual. Ofrece la significación del verbo sin actualizar. Por ello, en los llamados tiempos del subjuntivo el significado temporal está mucho más desdibujado. Quiero que vengas mañana.
Quisiera que vinieses mañana.
Decía que ojalá estuviera sano.
Desde el punto de vista funcional, el subjuntivo se considera como el modo marcado (con respecto al rasgo + irrealidad) y el indicativo como modo no marcado. El subjuntivo puede, en algunos casos, ser simple marca de dependencia oracional o ve nir regido por factores internos al discurso. Hay verbos, adverbios, locuciones y giros sin tácticos que rigen necesariamente subjuntivo. La oposición modal puede, en tal caso, neutralizarse.
Cuando llegó le saludé / Cuando llega le saludo (ind.) / Cuando llegue le saludaré (subj.) IfCuando llegará le saludaré). Es posible que venga; *Es posible que viene / Me parece que viene; *Me parece que venga / Creo que viene; *Creo que venga / No creo que venga; *No creo que viene. Algunos gramáticos consideran al subjuntivo como el modo de la subordinación (subjungere) frente al indicativo, que sería el modo de oraciones independientes o de la oración principal. Explican las oraciones independientes en subjuntivo como subordinadas de un verbo implícito: ejemplo: (ordeno, deseo...) ¡que venga!, (queremos que...) ¡Vivan los no vios! Ojalá llueva (quiera Dios que llueva), etc. Sin embargo, como se ha visto, existen también subordinadas en indicativo: Cuando lle / Creo que Pepe está enfermo / etc.
gó le saludé C. EL IMPERATIVO.
El modo imperativo pertenece a un plano distinto que el indicativo y el subjuntivo, pues se utiliza exclusivamente en situación de discurso para expresar la orden o mandato (función apelativa). En conse cuencia, sólo posee como tal la segunda persona. Algunos sostienen que debe considerarse modo de habla y no de lengua y que, al igual que los vocati vos, se halla fuera del sistema.
Todo depende de la acepción que demos al concepto de lengua. En sentido amplio de modelo que subyace a la manifestación lingüística, definible en términos de gramaticalidad, su exclusión no es sostenible. -
244 -
—
6.2.4. LA PERSONA Y EL NUMERO. La persona y el número no son categorías exclusivas del verbo sino que afectan también a otras clases de palabras. La persona afecta también al pronombre personal y a los posesivos. Como es sabido, la persona remite a los interlocutores del discurso, según el eje básico hablante-oyente, yo-tú. El número afecta también al sustantivo, al adjetivo y a muchos pronombres. Ia persona: singular = el hablante; plural = cualquier conjunto que incluya al hablante. 2a persona: singular = el oyente; plural = cualquier conjunto que incluya al oyente y excluya al hablante. 3a persona: el que no es ni el hablante ni el oyente (singular = uno; plural = varios). Los morfemas de persona y número presentan sincretismo morfológico: un único formante representa a ambos. Este morfema reitera la persona-número del sujeto (concordancia). La presencia de este morfema caracteriza las llamadas formas del verbo finito. Las que no lo poseen se denominan formas no personales y tampoco poseen la de tiempo-modo. Tan sólo poseen valores aspectuales. Las formas no personales son el infinitivo, el gerundio y el participio.
6.2.5. LA VOZ O DIATESIS. La voz es una categoría gramatical asociada al verbo que indica la relación existente entre el sujeto, el verbo y el objeto. La oposición se establece entre: Voz activa: el sujeto gramatical coincide con el agente de la acción expresada por el verbo, acción que se ejerce sobre un objeto. El amo golpea al perro. Voz pasiva: el sujeto gramatical coincide con el objeto. El agente puede estar especificado o no. El perro es golpeado por el amo./El perro es golpeado. La voz pasiva, como se ve, sólo puede darse con verbos transitivos (Vid. infra 6.1.3). Obsérvese que la relación semántica existente entre sujeto, verbo y objeto es la misma en una y otra. La diferencia consiste en que se modifica el punto de vista: en la voz pasiva es el objeto el que atrae el interés del hablante. En gramática generativa se consideran transformaciones de una única estructura profun da o subyacente.
En español no existen morfemas específicos de voz. (La categoría se expresa mediante giros sintácticos (Vid. tema 8.5). Muchas lenguas sí poseen dichos morfemas. Por ejemplo, el latín oponía: ACTIVA
amo amabat amabitis amant
yo amo él amaba vosotros amareis ellos aman
PASIVA amor amabatur amabimini amantar
(soy amado) (él era amado) (vosotros seréis amados) (ellos son amados)
La llamada voz media, existente en algunas lenguas como el griego, correspondía tanto a lo que denominamos significación reflexiva (directa o indirecta): el sujeto es a la vez agente y objeto: Pepe se lava. Pepe se ata los zapatos, como a la significación intransitiva en la que el sujeto no es agente de una acción sino soporte de un proceso: Pepe murió. En este segundo sentido se habla a veces de significación media de determinadas construcciones en español (Vid. tema 8.6. “valores de se”). 245 -
6.3. A N Á L ISIS D E LA S FO R M A S V ER BA LES D E L A C O N JU G A C IÓ N . 6.3.1. LA CONJUGACION: FORMAS SIMPLES Y COMPUESTAS. La conjugación española está integrada por los tiempos verbales que a continuación se enumeran. Éstos se dividen en tiempos simples y tiempos compuestos. • En los tiempos simples la forma verbal consta de una única palabra. • En los tiempos compuestos, consta de dos: el verbo auxiliar haber (en el tiempo y modo correspon dientes al tiempo simple con el que guarda relación y el participio del verbo conjugado fijado en la for ma del masculino singular. amo
he
P resente de indicativo au x ilia r
P resen te de in d icativ o del verbo h a b er au x iliar
Forma simple
amado P articip io del verbo am ar
f orma compuesta
TIEMPOS VERBALES DEL ESPAÑOL1 INDICATIVO SIMPLES PRESENTE PRETÉRITO IMPERFECTO PRETÉRITO INDEFINIDO FUTURO IMPERFECTO POTENCIAL SIMPLE
COMPUESTOS
amo amaba amé amaré amaría
PRETÉRITO PERFECTO PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO PRETÉRITO ANTERIOR FUTURO PERFECTO POTENCIAL COMPUESTO
he amado había amado hube amado habré amado habría amado
SUBJUNTIVO PRESENTE ame PRETÉRITO IMPERFECTO amara, amase.
PRETÉRITO PERFECTO PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO
FUTURO IMPERFECTO
FUTURO PERFECTO
amare
haya amado hubiera amado hubiere amado
IMPERATIVO ama amad FORMAS NO PERSONALES INFINITIVO GERUNDIO PARTICIPIO
amar amando amado
haber amado habiendo amado —
6.3.2. VERBOS REGULARES - VERBOS IRREGULARES. Se denominan verbos regulares aquellos cuyas formas corresponden al paradigma de ciertos verbosmodelo y que, por tanto, pueden ser deducidas conociendo la conjugación a la que pertenecen y el lexema o raíz. 'En la denominación de los tiempos adoptamos la terminología tradicional de la R.A.E. En el tema 7 abordamos la cuestión de sus equivalencias con otras denominaciones.
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246 -
I a conjugación - ar : CANTAR 2a conjugación - en TEMER 3a conjugación -ir: PARTIR L a tra d ic ió n g ra m a tic a l d e n o m in a raíz al
lexema y desinencia al c o n ju n to vocal temática + morfemas
de tiempo-modo -persona- número. P a ra c o n o c e r u n a fo rm a c u a lq u ie ra de u n v e rb o reg u lar, b a sta u n ir la raíz a la d e sin e n c ia p re v ista de los v e rb o s-m o d e lo . A sí, d a d o q u e
canto-*beso temo - * bebo parto-*-vivo
besar, beber, vivir son reg u lares, ten e m o s: cantemos-*-besemos canté*~besé tem am os- * - bebamos temí -*- bebí partamos-*-vivamos p a r tí-* viví
cantaré-*-besaré temeré -* -beberé partiré - * viviré
cantado- * - besado . . . etc. temido -*- bebido . . . etc. partido -*- vivido . . . etc.
L os v e rb o s cu y as fo rm a s n o c o rre s p o n d e n a la c o n ju g a c ió n re g u la r p o r p re s e n ta r a lte ra c io n e s en a lg u n a s de sus fo rm a s se d e n o m in a n irregulares. E je m p lo : DESPERTAR: despierto, despierte...; PONER:pongo, puse, pondré, puesto...; SABER: sé, sepa, supe... etc. (V id. in fra . 6.3.4).
Ü J . A N A L I S I S D E L A S F O R M A S S IM P L E S D E L O S VERBO S R E G U L A R E S. D a d o el fe n ó m e n o de sin c re tism o q u e p re s e n ta n las d e sin e n c ia s v erb a le s, n o sie m p re re su lta fácil d e li m ita r q u é se g m e n to s d e éstas c o rre s p o n d e n a c a d a m o rfe m a . L os g ra m á tic o s d ifie re n en
la in te rp re ta
c ió n de a lg u n a s fo rm a s.
La vocal te m á tic a es en la I a conjugación = -a-; 2 a c o n ju g a c ió n adoptar distintas formas, é incluso d e sa p a re c e r (o fu n d irse c o n el
-
Puede
-e-; 3 a c o n ju g a c ió n = -i-.
m o rfe m a sig u ien te).
MORFEMAS DE PERSONA Y Nt MI RO. PL U R A L SINO. L - 0 — m os — s: — is 2a —0 — n 3a Como se verá, la I a p e rs o n a del singular del presente (in d ic a tiv o y su b ju n tiv o ) y la del pretérito indefinido plantean problemas específicos.
Ia y
3 1del singular
PRESEN! E: M ORFEM AS
DE TIEMPO-MODO
El presente es el tie m p o n o marcado (no pasado, n o fu tu ro ), lu e g o no existe m o r fe m a de presente: la marca de presente es la a u se n c ia de morfema. El in d ic a tiv o es a sim ism o el m o d o n o m a rc a d o , frente al subjuntivo (-i irrealidad). El morfema tie m p o -m o d o d e p re se n te d t in d ic a tiv o es 0, INDICATIVO 1" can! eam cant
j ;
a a a
cam
|
a
i
0
te ni
fl
0 '#
tem lem tem tem tem
tí
0
mos is n
riel: 0 • Modo
Persona-Número
e o t* e t* Vocal temática
'•Salvo en pieiérito indefinido que es 0.
247 -
S
0
0 m os is n
0 0 0 . 0 TÍ“ 'P'
**>
Persona Numero
p art p art p art p a rt p art p art
o e e i i e Vocal temática
0 0
s
0
0 0 0 Tiempo Modo
-
m os (¡)s n Persona Número
SUBJUNTIVO
ca n t cant ca n t cant ca n t ca n t
e e e e e e V ocal te m ática T ie m p o Modo
0 s
0 m os is n P erso n a Número
p art p art p a rt p a rt p art p art
a a a a a a Vocal te m ática T ie m p o Modo
tem tem tem tem tem tem
a a a a a a Vocal te m ática T ie m p o Modo
0 s
0 m os is n P erso n a Número
0 s 0 m os is n P erso n a Número
OBSERVACIONES
En la 1.a persona de presente de indicativo: canto, temo, parto entendemos que el formante -o re presenta, a la vez vocal temática tiempo-modo cant-o persona y número. y no
cant-
o Vocal temática
0 Tiempo modo
01 Persona número
ni
cant-
0 Vocal temática
0 Tiempo modo
0*2 Persona número
En efecto, no existe oposición alguna basada en cualquier otro morfema de persona, como sucede en: (él) canta-0 / (nosotros) canta-mos (no existe *cantomos, *cantois, *canton, etc.). En presente de subjuntivo, en cambio, tenemos cante-0 / cante-mos / cante-, luego 0 marca realmente la 1.a persona (y la 3.a). La oposición indicativo / subjuntivo es cantas / cantes, canta / cante, cantamos / cantemos, etc. La marca es el cambio de la vocal temática en subjuntivo frente a su mantenimiento en indicativo: a/e. Es asimismo la alternancia de vocal temática la marca de subjuntivo en la 2.a: e/a y 3.a: e i/a. En cuanto a la Ia persona, la oposición cant-o / cant-e aconseja mantener la interpretación de que en la -o está incluida la vocal temática (y no suponer cant-0-o). Vocal temática
'Como interpreta Marcos Marín. 2Como interpreta Alcina Blecua.
-
248 -
P R E T É R IT O IM P E R F E C T O .
MORFEMAS DE TIEMPO-MODO: indicativo
Ia conjugación: -ba2a y 3a conjugación: -a-
SUBJUNTivo -ra- / -.se-
INDICATIVO
ca n t ca n t . can t can t can t can t
a a a a a a Vocal te m á tic a
0 s 0 m os is n P erso n a Número
ba ba ba ba ba ba T iem p o Modo
p a rí p a rt p a rt p a rt p a rt p a rt
í í í í í í Vocal te m á tic a
tem tem tem tem tem tem
a a a a a a T iem p o Modo
í í í í í í V ocal te m á tic a
a a a a a a T iem p o Modo
0 s 0 m os is n P erso n a Número
ra /s e ra /s e ra /se ra /se ra /se ra /s e T iem p o Modo
0 s 0 m os is n P erso n a Número
0 s 0 m os is n P erso n a Número
SUBJUNTIVO
ca n t cant ca n t ca n t can t ca n t
a a a a a a Vocal te m ática
ra /s e ra /se ra /s e ra /s e ra /s e ra /s e T ie m p o Modo
p a rt p a rt p art p a rt p a rt p a rt
0 s 0 m os is n P erso n a Número
ie ie ie ie ie ie Vocal te m ática
tem tem tem tem tem tem
ie ie ie ie ie ie Vocal te m ática
ra /se ra /se ra /s e ra /se ra /s e ra /se T iem p o Modo
0 s
0 m os is n P erso n a Número
Obsérvense las alteraciones de la vocal temática: 2.
a conjugación, indicativo e~*~i subjuntivo e - ^ ; e
3.
a conjugación, subjuntivo i->~ ie Las formas en ra y se son alomorfos de un mismo morfema.
-
249 -
P R E T E R IT O IN D E F IN ID O .
MORFEMAS DE TIEMPO-MODO: Ia conjugación
2a y 3a conjugaciones
-ó-
0 -ste-roé
ca n t cant
a
b
tem
(i)
í
tem
j
ste
tem
i
ó
tem tem tem
i i ie Voc. Tem.
0 ste ro Tpo. M od.
ó
cant cant cant cant
ste
a a a Voc. Tem.
0 ste ro Tpo. M od.
mos is n Pers. Núm.
part
(i)
part
i
‘ ste
part
i
ó
part part part
i i ie Voc. Tem.
0 ste ro Tpo. M od.
• mos is n Pers. Núm.
« 0
mos is n Pers. Núm.
En la Ia y 3a personas del singular interpretamos que el morfema representa tanto a la vocal temática como a tiempo-modo y persona-número. En efecto, no existe oposición: *Canté-& / *canteste / *canteroa... etc. *Cantó-& / *cantoste / *cantoron... etc. Observamos que en la 2a persona, en cambio, el morfema de persona-número es, efecti vamente, 0 ya que cantaste-0 se opone a cantasteis. Es éste único el caso de una 2a persona de singular sin morfema -s. De ahí el vulgarismo analógico que consiste en añadirla para mantener la coherencia del sistema: cantas, cantabas, *cantastes, *temistes (en vez de cantaste, temiste... que es la for ma correcta). La Ia persona del plural presenta «idéntica forma que el presente de indicativo: canta mos, temimos, partimos. De ahí el vulgarismo analógico: canté, *cantemos (ayer cantemos, ayer compremos, etc, en vez de cantamos, compramos, que es la forma correcta) para mantener la oposición dis tintiva con el presente. FUTURO. MORFEMAS DE TIEMPO-MODO: INDICATIVO
-ré-rá-rá-re-re-rá-
SUBJÜNTlvo (1) -re-
INDICATIVO
ca n t can i cani ca n t ca n t can t
a a a a a a Vocal te m ática
ré rá rá re re rá T ie m p o Modo
p a rt p a rt p a rt p a rt p a rt p a rt
tem tem tem tem tem tem
6 s 0 m os !S n P erso n a Número
i i i i i i Vocal te m ática
ré rá rá re re rá T ie m p o Modo
e e e e e e Vocal te m á tic a
ré rá rá re re rá T iem p o Modo
0 s 0 m os is n P erso n a Número
re re re re re re T iem p o Modo
0 s 8 m os is n P erso n a Número
0 s 0 m os is n P e rso n a Número
SUBJUNTIVO ca n t ca n t cant ca n t ca n t ca n t
a a a a a a Vocal te m á tic a
re re re re re re T iem p o Modo
p a rt p a rt p arí p a rt p a rt p a rt
tem tem tem tem tem tem
0 s 8 m os is n P e rso n a Número
ie ie ie ie ie ie Vocal te m ática
re re re re re re T iem p o Modo
ie ie ie ie ie ie Vocal te m á tic a
e S
e m os is n P erso n a Número
La grafía obliga a respetar las reglas de acentuación. Piénsese, sin embargo, que en indicativo el acento tónico esta siempre en el morfema re o ra de tiempo-modo en tanto que en subjuntivo está en la sílaba anterior (vocal temática). La oposición entre formas idénticas se establece, pues, por medios suprasegmeníales: cantaremos / cantáremos cantaré / cantáre kantarémos kantárernos kan taré kantáre
POTENCIAL. MORFEMA DE TIEMPO-MODO: -ríaca n t ca n t ca n t can t ca n t ca n t
a a a a a a Vocal te m ática
ría ría ría ría ría ría T iem p o Modo
tem tem tem tem tem tem
0 s
e m os is n P erso n a Número
-2 5 1
e e e e e e V ocal te m ática
ría ría ría ría ría ría T iem p o Modo
8 s e m os is n P erso n a Número
i i i i i i
ría ría ría ría ría ría
0 mos is n
Vocal te m ática
T iem p o Modo
P erso n a Número
p a rt p a rt p a rt p a rt p a rt p a rt
0 S
IMPERATIVO ca n t ca n t
a
a Vocal te m ática Modo
0 d
tem tem
N u m ero
e e Vocal te m ática Modo
e d N ú m ero
e i
p a rt p a rt
Vocal te m á tic a Modo
8 d N ú m ero
El imperativo solo posee 2 a persona y un único tiempo que carece de sentido denominar presente. (Toda orden se proyecta hacia un futuro más o menos próximo). Esta denominación es un calco del latín donde sí tenía razón de ser, pues existía un impe rativo futuro para el cumplimiento remoto. Presente ama amate Futuro amato amatóte
(ama ahora) (amad ahora) (ama mañana) (amad mañana)
Carece de sentido, pues, hablar de morfema de tiempo y persona en el imperativo como tal. Se da sincretismo de vocal temática y modo, y la oposición es sólo de número: 0/d. El singular es formalmente idéntico a la 3a persona del presente de indicativo en la conjugación regu lar. En muchos verbos irregulares se distingue: (él) sale - / sal. (él) pone - / pon. Obsérvese que, en plural, el morfema número se pierde ante pronombre enclítico: callaos (y no *callad-os) FORMAS NO PERSONALES
IN F IN IT IV O G E R U N D IO P A R T IC IP IO
IN F IN IT IV O G E R U N D IO P A R T IC IP IO
IN F IN IT IV O G E R U N D IO P A R T IC IP IO
a a a
r ndo d
Vocal te m ática
Morfema específico
e ie i
r ndo d
Vocal te m á tic a
Morfema específico
ie i Vocal te m ática
r ndo d Morfema específico
ca n t ca n t ca n t
tem tem tem
p a rt p a rt p a rt
-
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o/a
0/s
G én ero n ú m e ro
o/a 0 /s G én ero n ú m e ro
o /a 0/s G én ero n ú m e ro
6.3.4. VERBO S IR R E G U L A R E S Cierto número de verbos, entre los que se encuentran algunos de los más usuales, presentan anomalías en algunas de sus formas. Estas no pueden ser deducidas aplicando regias de composición, sino que el hablante debe conocer las que la norma ha consagrado. Estos verbos se denominan irregulares. Obsérvese que las irregularidades de estos verbos son el fruto de la evolución fonética normal de las formas originarias. Estas formas son, pues, en cierto modo previsibles desde el punto de vista diacrónico si conocemos las leyes fonéticas que han actuado en cada caso. (Sin embargo, se dan también aquí irregularidades diacrónicas por la intervención de la ana logía o de factores imprevisibles). No se consideran irregularidades las meras alteraciones gráficas a que obliga la ortografía para mante ner la pronunciación. Por ejemplo: coger cojo, cojam os...;pagar pague; vencer venzo; tocar toque; etc. Algunos verbos son altamente irregulares: IR
Pres. ind. voy, vas..., Pres. subj. vaya, vayas..., Pret. imp. ind. iba..., Pret. indef. fu i, fu iste ' fue, fuim os, fuisteis, fueron..., Gerundio yendo.
SER
Pres. ind. soy, eres, es, somos, sois, son..., Pres. subj. sea, seas..., Pret. imp. ind. era, eras..., Pret. indef. fu i, fuiste, fu e, fuim os, fuisteis, fueron (homónimo con ir)
HABER Pres. ind. he, has ha, hemos, habéis, han. Pres. subj. haya, hayas..., Pret. indef. hube, hubiste, hubo..., Futuro haré..., Potencial había... Descontando éstos, los verbos irregulares pueden agruparse según los distintos temas verbales de pre sente, de pretérito, y de futuro. El tema de presente abarca los presentes de indicativo y subjuntivo y el imperativo. El tema de pretérito abarca el pretérito indefinido, el pretérito imperfecto de subjuntivo y el futuro imperfecto de subjuntivo. El tema de futuro abarca el futuro de indicativo y el potencial simple. PRINCIPALES IRREGULARIDADES. I. EN EL TEMA DE PRESENTE a) Diptongación de la vocal tónica del lexema. Ejemplo despertar despierto, despierta,... mover muevo, mueva,... b) Cierre de la vocal e del lexema e-*~ i. Ejemplo r e i r r í o , ría... c) Adición de consonantes (velares) Ejemplo poner pongo caer salir salgo oir valer valgo asir
caigo oigo asgo
parecerparezco placer plazca (subj. 3a p.) agradecer agradezco...
d) Cambios de consonante: <-->■ g: b ->-p Ejemplo: h a c e ra - hago decir digo saber sepa (subj.) c a b e r a quepo, quepa 'La -y de soy, voy, doy y otros, tiene idéntico origen que la del impersonal hay; a saber, un adverbio de lugar arcaico: i ib i = (ahí), soy = so + i (literal mente “soy” ahí).
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253 -
II. E N EL TEMA DE PRETÉRITO
a) Cierre de la vocal del lexema: e-*~ i Ejemplo: reir rió dorm ir durmió
o
u
b) Pretéritos fuertes: pretéritos indefinidos con el acento en el lexema (los regulares son formas agudas) Ejemplo: anduve, supe, quise, pude, hice. III. E N EL TEMA D E FUTURO.
a) Pérdida de la vocal temática (protónica). Ejemplo poder pod(e)ré podré saber sab(e)ré sabré b) Pérdida de consonante y vocal temática. Ejemplo decir di(ci)ré diré hacer ha(ce)ré - k haré. c) Pérdida de vocal temática y desarrollo de una consonante. Ejemplo tener ten(e)dré tendré valer val(e)dré valdré Algunos verbos pueden presentar varias de estas irregularidades a la vez. Ejemplo: decir presenta en futuro y potencial: a) Cierre de la vocal del lexema á e ^ d i : diré. b) Pérdida de consonantes y vocal temática (-ci-). Así, diré diría (en vez de *diciré, *diciría). OBSERVACIÓN.
Comúnmente se incluyen entre las formas irregulares concluir-**- concluyo, h u i r o i r - * - oyes, etc. En realidad, -i- intervocálica se articula como -y-, lo que no hace sino reflejar la grafía h u ir-* -h u rí huyo. ALGUNOS VERBOS IRREGULARES CUYAS FORMAS OFRECEN DUDA. He aquí las formas preceptivas: ver, prever, entender, rever... Pres. ind.: prevés, prevé; Pret. indef.: pre vé, previste, previo; Gerundio: previendo (y no *prevees, *prevee, *preveí... *preveyendo) Asir: Erguir: Placer:
Pres. ind.: asgo, ases..., Pres. subj.: asga, asgas... Pres. ind.: irgo o yergo, irgues o yergues... etc. Pres. ind.: plazco, places... Pret. indef.: plací, placiste, plació (o plugo), placimos, placisteis, placieron (o pluguieron). Pres. subj.: plazca, plazcas, plazca (o plega, o plegue), plazcamos, plazcáis, plazcan. Pudrir o podrir son formas indistintas de infinitivo de este verbo. Yacer: Pres. ind.: yazco, yazgo o yago, yazcas, yazgas o yazgas... Imperativo: yace o yaz tú. Es de notar que muchas de estas formas ofrecen vacilación incluso al hablante culto, por lo cual son muy poco usadas. VERBOS DEFECTIVOS. Se denominan defectivos una serie de verbos que sólo se utilizan en unas cuantas formas. Respecto a las formas no utilizadas, puede discutirse si carecen de ellas o si existen pero no se usan por razones de significado o por resultar fonéticamente chocantes. Son verbos defectivos evidentemente los unipersonales (Vid. tema 3.2.5) por razones obvias de signifi cado, *yo granizo, *tu llueves, *alboreamos... En el verbo roer suele ^ itarse la primera persona de pre sente de indicativo: roo, royo, roigo. -
fe
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Atañer sólo se emplea en tercera persona: No te atañe, los asuntos que te atañen. Balbucir se sustituye por balbucear en las formas que presentan -zc-: *Ba!buzco, balbuceo. Concernir se emplea sólo en tercera persona de presente (indicativo y subjuntivo), en gerundio y partici pio activo: concierne/n, concierna/n, concernía/n, concerniendo, concerniente. Soler se usa en todas las personas del presente y pretérito imperfecto de indicativo: suelo, sueles, solías. Muy poco usado en pretérito indefinido: solí. El participio sólo se usa en pretérito perfecto: he solido. Los siguientes verbos se emplean sólo en aquellas formas que mantienen como i o ie la vocal temática: abolir, agredir, aguerrir, arrecirse, aterirse, despavorir, garantir, transgredir; abolí, abolía, abolido, aboliendo... POSIBLE ANÁLISIS DE LAS FORMAS IRREGULARES. Ei análisis formal de los verbos irregulares presenta, obviamente, mayor dificultad que el de las formas regulares. Se considera que las formas diversas, a veces extraordinariamente dispares bajo las cua les se presenta el lexema, son variantes de carácter supletivo (del mismo). Ejemplos: duerm /dorm /durm [dorm-ir], duerm-o, duerme -0- s... ha hac hag hic, hiz [hac-er], hag-o, hag-a-s, hic-e, kiz-o [0]
v
fu
íg]
I
10]
[ir] v-oy, f-ui, i-ré.
Ejemplos de análisis:
duernt" Lexema (variante supletiva)
0 Vocal Temática TiempoModo Persona Número
dorm Lexema
i Vocal Temática
hag Lexema (variante supletiva)
a s hac Vocal Persona Lexema Temática Número Tiempo Modo (ya que se opone a hac - e - 0 - trios)
ha 0 Lexema Vocal (variante Temática supletiva)
V
Lexema (variante supletiva)
a Vocal Temática
0 Tiempo Modo
0 Tiempo Modo
í Vocal Temática
a Tiempo Modo
ré
is
Tiempo Modo
Persona Número
s Persona Número
mos Persona Número
durm Lexema (variante supletiva)
mos Persona Número
haz 0 Lexema Tiempo Número ' Modo
i ra Lexema Tiempo Vocal Modo Temática
s Persona Número
n ie ro Vocal Tiempo Persona Temática Modo Número
hic i 0 ínos Lexema Vocal Tiempo Persona Tiempo TemáticaModoNúmero Modo Tiempo I Modo — |
tuv e Lexema Persona (variante Número supletiva) Tiempo Modo
fu i ste is Lexema Vocal Tiempo Persona (variante Temática Modo Número supletiva)
Obsérvese que son las variaciones del teeroa y no sólo los morfemas específicos lo que constituyen la marca de tiempo-modo en algunos casos. En otros, las variantes, están en distribución comple mentaria obligadas por leyes fonéticas. Ejemplo duermo - dormirnos (tónica = ue, átona = o)
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6.4. CLASES DE VERBOS. Las clasificaciones del verbo pueden realizarse desde diversos puntos de vista.
6.4.1. CRITERIOS SEMANTICOS. Según su significación, la tradición gramatical distingue: a) Verbos de acción o actividad. Por ejemplo, correr, pintar, golpear, mirar, leer, construir / luchar, correr, ju gar... presuponen un agente consciente, dotado de intencionalidad, y puede existir o no referencia a un objeto determinado. Verbos de significación causativa. En algunos, existe un agente impulsor de una acción o actividad que otro agente (especificado o no) realiza o bien desencadena un proceso que tiene lugar en otro sujeto (es decir “hace que alguien haga algo” o “hace que a alguien le pase algo”). Pueden adquirir valor causativo verbos transitivos como construir, cortar, hacer... e intransitivos como correr o dormir. M e he construido un chalet (He hecho que me construyan...) Me corto el pelo en la barbería (Hago que me corten...) Pepe duerme al niño (Pepe hace que el niño duerma). lx> corrieron a tomatazos (Hicieron que corriera...) b) Verbos de estado. Designan un acontecimiento estático: Por ejemplo, estar, permanecer, yacer, residir... c) Verbos de proceso: El acontecer que designan se realiza en un sujeto sin su intervención voluntaria, originan do una modificación en el mismo. A diferencia de los anteriores, presentan carácter dinámico. Por ejemplo, caer, crecer, adormecerse, helarse... Los verbos unipersonales que corresponden en su mayon'a a los fenómenos atmosféricos o naturales. Ej: llover, granizar, nevar, helar, tronar...; carecen de agente o de soporte del acontecer. La clasificación no debe tomarse en sentido absoluto. Un verbo de acción puede, en determina dos contextos, pasar a ser un verbo de estado, por ejemplo, “hacer", en dos más siete hacen nue ve: (“son” nueve) o de proceso, por ejemplo, “hace frío». Un verbo puede tomar o no, según el contexto, significación causativa: Me corto el pelo en la barbería / Me corto el pelo yo solo. OTRA CLASIFICACIÓN SEMÁNTICA. Si se desea precisar más el significado del verbo, tenemos: — Verbos de percepción, que designan actos de percepción sensible: ejemplo, ver, oir, sentir... etc — Verbos de entendimiento, que designan actos de percepción intelectual: advertir, pensar, creer, entender, ima ginar, recordar, juzgar, saber... — Verbos enunciativos, que son aquellos mediante los que se enuncian dichas percepciones (con frecuencia el verbo es el mismo): decir, declarar, afirmar, exponer, manifestar... Afirmo que miente / Sé que mienteentiendo que miente, imagino que miente.... — Verbos de sentimiento, que expresan afectos animicos o afecciones del alma: alegrarse, entristecerse, pas marse, espantarse, enfadarse, sentir, lamentar, etc — Verbos de voluntad, que expresan actos de voluntad positiva -deseo- o negativa: -temor-; Ejemplo, querer, desear, anherlar; temer, recelar... — Verbos de mandato, relacionados con los anteriores, que suponen que el deseo se proyecta en una exhorta ción al interlocutor. Su intensidad puede ir desde la orden tajante hasta el consejo, ruego o súplica: ordenar, mandar, exigir, pedir, aconsejar, rogar, suplicar... y sus negativos léxicos: prohibir, impedir, etc. -
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Los límites no son tajantes y se producen constantes desplazamientos y adiciones entre signifi caciones psicológicamente afines. Ejemplo: Quiero que vayas (voluntad -^-mandato) Temo que venga (voluntad) Le temo al guardia (sentimiento) Lamento que fracase (sentimiento + declaración) Aunque la base de esta clasificación es semántica, algunos de las distinciones se reflejan en el plano sintácti co, formal. Por ejemplo: los verbos que expresan actos de voluntad o mandato rigen siempre subjuntivo en la subordinada: Quiero que venga. Prohíbo que salgas....
■6.4.2. EL CRITERIO DEL MODO DE LA ACCION. El modo de la acción es una categoría semántica propia del verbo que caracteriza el proceso verbal desde el punto de vista de su manera de acontecer. Se relaciona estrechamente con la categoría del aspecto (Vid. supra 6.I.2.B.) pero, a diferencia de éste, pertenece al nivel léxico-semántico. No se basa en la consideración subjetiva del hablante como sucede en el aspecto, sino que se fundamenta en el significado léxico, objetivo, del verbo. Pongamos por ejemplo la acción de leer. El hablante puede considerarla subjetivamente en su duración: Pepe leía; en su comienzo: Pepe se pone a leer...; en su acabamiento: Pepe ha leído... etc Esta categoría es el aspecto (imperfectivo, incoativo y perfectivo respectivamente en los ejem plos considerados). En cambio, si consideramos en sí mismo el verbo leer, observamos que la acción que este verbo expresa posee objetivamente una duración determinada y no necesita terminar de efectuarse para poder dedr que se ha producido: este carácter, imperfectivo y durativo intrínseco a la acción de leer es el modo de acción de este verbo. Según el modo de acción, puede distinguirse entre: VERBOS PERFECTIVOS; Designan acciones o procesos que requieren alcanzar su culminación para produ cirse como tales. Por ejemplo: saltar, disparar, concluir, terminar, morir, nacer, abrir, cerrar... no se puede en efecto saltar, disparar, concluir, etc a medias; o se salta, o no se salta. Otro tanto puede decirse de los restantes. VERBOS IMPERFECTIVOS: No se requiere en estos verbos, culminación o acabamiento para que la acción o proceso tenga lugar. Por ejemplo, andar, dormir, leer, escuchar, barrer, pintar... Obsérvese que el modo de acción, aunque intrínseco al significado del verbo, puede; al igual que éste, experimentar dependencia del contexto: Ejemplo: subir a la azotea es perfectivo; subir por una escalera, imperfectivo. En el primer caso, si no se accede a la azotea, la acción no se produce; en el segundo se indica simplemente el desplazamiento ascensional. Desde el punto de vista del tiempo que necesita para realizarse el proceso, se distingue asimismo entre verbos cuyo modo de acción es puntual o momentánea y verbos durativos. En los primeros, la duración de la acción es despreciable ejemplo, disparar, estallar, fulminar, hacer explosión, encender, etc Los segundos se realizan empleando un tiempo determinado. Ejemplo, leer, escribir, andar, preparar, fumar, comer. Los durativos tienden a ser imperfectivos y los puntuales son necesariamente perfectivos. El punto de vista del análisis es distinto y ambos clasificaciones no se confunden necesariamente En el ejemplo anterior: subir a la azotea, el verbo subir es perfectivo y, sin embargo durativo (se emplea tiempo en subir). VERBOS INCOATIVOS o INGRESIVOS: Señalan el comienzo de un proceso o la entrada en un estado. Ejem plo, enrojecer, amanecer, inflamarse, palidecer, alborear. Frecuentemente el modo de acción incoativo está aso ciado a determinar morfemas derivativos: los sufijos -ecer y ear. (Vid. supra 6.1.1.) y la forma reflexiva se: dormirse, marcharse (entrar en el sueño) frente a dormir; marcharse (empezar a marchar) frente a marchar (Vid. tema 8.6). VERBOS ITERATIVOS o REITERATIVOS. Indican acciones compuestas de varios actos iguales ejemplo, ma nosear, corretear, besuquear, picotear, golpear, tintinear, patear. -
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Observóse que determinados sufijos infunden significado iterativo (Vid. supra 6.1.1.A) -ear (pi cotear-^-picar, besuquear-*-besar). Algunos gramáticos distinguen los iterativos propiamente dichos de los verbos frecuentativos que señalan que la acción es frecuente o habitual. Ejemplo: tutear, cecear. El verbo defectivo soler infunde a la perífrasis modo de significación frecuentativa: suele correr.
6.4.3. CRITERIOS MORFOSINTACTICOS. VERBOS AUXILIARES - VERBOS PLENOS. El concepto de verbo auxiliar se opone al de verbo pleno. Son verbos plenos aquellos que poseen contenido semántico pleno, no atenuado. Ejemplo: comer, golpear, dormir, leer... Los verbos auxiliares son aquellos que han debilitado —o perdido prácticamente— su significado bien de modo permanente, bien al integrarse en determinados contextos. Se emplean en combinación con formas no personales de verbos de significado pleno para indicar valores temporales, aspectuales, modales o de voz. Entre ellos figuran: a) Verbos auxiliares de los tiempos compuestos. En español se usa el verbo haber (originariamente tener) que se ha especializado como auxiliar y carece de otro uso pleno1. b) Verbos auxiliares de perífrasis aspectuales incoativas, duiativas, resultativas, reiterativas, etc Ejemplo: ir, es tar, andar, venir, tener, volver... etc Ejemplo: voy a salir, está durmiendo, tiene hecho el problema, vuelve a hablar (Vid. tema 7.2). c) Verbos auxiliares de perífrasis modales. Ejemplo: haber de, tener que, hay que... (obligación). Ej.: tengo que salir... y los verbos modales, propiamente dichos: deber, poder, que expresan las modalidades lógicas (necesidad frente a contingencia, posibilidad frente a imposibilidad, etc.). Ejemplo: Todo lo que nace debe morir. EL perro puede estar rabioso o no estarlo. El cielo no puede caer sobre nuestras cabezas. La maceta puede caer en la calle (Vid. ibidem tema 7.2). Obsérvese que determinados verbos, auxiliares en un contexto, pueden tener en otro contexto el carácter de verbos plenos. Ej. Voy a salir (auxiliar), Voy al cine (verbo pleno), volvió a hablar (auxiliar), volvió a su casa (verbo pleno). e) El auxiliar ser de la construcción pasiva: El perro es golpeado. El asunto es conocido por todos (Vid. tema 8.5). VERBOS COPULATIVOS. VERBOS PREDICATIVOS. Son verbos copulativos aquellos cuya función es servir de nexo (copula = unión) entre el sujeto y un ele mento nominal o adjetivo que le es atribuido, bien como identificación, bien como atribución de una propiedad: Ej. Este niño es Pedro / Pepe es inteligente. Los verbos copulativos en español son ser y estar, a los que se asimila parecer. Funcionan asimismo como copulativos quedar, permanecer, volverse, hacerse..., que son variantes con distin tos matices de los copulativos fundamentales. Pepe quedó asombrada El niño permanece quieto. ¿Te has vuelto tonto? Juan se ha hecho médico, etc Los verbos copulativos son verbos semánticamente vacíos, aunque sí poseen el significado gramatical de ex presar el tiempo, el modo, el aspecto, como cualquier otra forma verbal*2.
'La lengua antigua oponía haber = (“tener'’ en sentido moral) a tener = (“tener físicamente” en las manos, “sostener”). Cuando os tuve en mis brazos no os supe servir, na Y, ahora que os serviría no os puedo haber no. (Romance de Rosa Fresca). Atienza las torres que moros las han (Mió Cid). En Español antiguo, en francés y otras lenguas, alterna con ser. Son idos (= se han ido) Fr. Je suis alié, je suis monté / j ai mangé... 2E1 carácter semánticamente vacío del verbo copulativo scplica que en determinadas lenguas (hebreo, griego o ruso) se omita en presente de indicativo, que es el tiempomodo no marcado y sólo se use en los demás casos. En ruso, p. ej., se dice: Oria horosa (Ella (es) hermosa). On uectel (Él (es) profesor). La cópula se expresa sólo cuando es necesaria para marcar el tiempo-modo.
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El concepto de verbo copulativo se opone al de verbo predicativo, que son todos aquellos que tienen signifi cado pleno y constituyen el núcleo tanto sintáctico como semántico del predicado. El predicado con verbo copulativo se denomina predicado nominal; con verbo predicativo, predicado verbal (Vid. para toda esta cuestión Tema 8.3 y 4). VERBOS TRANSITIVOS. VERBOS INTRANSITIVOS. Un verbo es semánticamente transitivo cuando necesita de un objeto para completar su significación, (ejem plo: tener, hacer, encontrar, traer) e intransitivo si no lo necesita (ser, existir, correr, morir). La explicación tradi cional consiste en afirmar que los verbos transitivos implican que la acción ejecutada por un agente “pasa” y culmina en una meta u objeto, (trans + iré - «pasar a través»). Esta interpretación es acertada en muchos casos, por ejemplo: Juan come peras, pero no en todos. Ejemplo: Juan tiene frío. Hay manzanas. Ves el árbol. Ixis verbos transitivos se incluyen por tanto entre los verbos de predicación incompleta1. En sentido semántico, el concepto de transitividad no perjuzga bajo qué forma sintáctica se manifiesta el objeto del verbo transitivo: serían transitivos tanto verbos como pensar (en algo) como ganarle (a alguien). Sin embargo, desde el punto de vista sintáctico se restringe el concepto de verbo transitivo a aquellos verbos susceptibles de recibir un complemento directo. Así, escribir, es transitivo ya que da lugar a oraciones del tipo: Pedro escribió la carta, en la que la carta es el complemento directo de escribió. Salvo contadas excepciones, estas oraciones admiten la transformación pasiva y el complemento directo pasa a ser el sujeto de la activa correspondiente: La carta fu e escrita por Pedro. El complemento directo puede, sin embargo, omitirse en muchos casos: Estudio la lección. ¿Estudias o tra bajas?. Come peras No come desde hace días. En estos casos se dirá que el verbo está empleado intransitivamente. Por otra parte, verbos normalmente intransitivos pueden a veces recibir un complemento directo construido sobre el mismo lexema (acusativo interno) o cuya significación está implícita en el significado del verbo de algún modo. Vivir su vida; correr una carrera; soñar un sueño; respirar aire puro; bailar un vals. En suma, descontando algunos casos límite en uno u otro extremo, la mayoría de los verbos puede usarse indistintamente como transitivos o como intransitivos. De ahí que algunos gramáticos opinen que más que de verbos transitivos o intransitivos, deba hablarse de predicados transitivos o intransitivos (Vid. tema 8.1). VERBOS PRONOMINALES. Son aquellos que se construyen en todas sus formas con pronombres reflexivos de igual persona que el suje to del verba Ej.: arrepentirse, avergonzarse, marcharse, cartearse, etc. Hay que distinguir entre aquellos verbos que son sólo formalmente reflexivos. Ejemplo: arrepentirse, jactar se, quejarse y aquellos que tienen significación reflexiva. Ejemplo: peinarse (el agente es, a la vez, objeto de la acción). Entre los verbos pronominales están los verbos recíprocos, que implican diversos agentes que ejecu tan la misma acción, unos sobre otros: tutearse, pelearse, cartearse. (Para el análisis completo de los verbos pronominales, vid. tema 8.6, Valores de ve). Recordemos por último, los verbos impersonales, que se construyen sin sintagma nominal sujeto: Llueve, es de día, hace frío, hay manzanas... etc. (Vid. tema 3).
6.4.4. CRITERIOS SEMANTICO-COSTEXTL ÁLES. La gramática de dependencias a la que se aludió en el tema 3.2.4, partiendo de la idea tomada del modelo químico del átomo, considera al verbo el elemento dominante de todos los actantes o participantes (obligatorios 'Un verbo puede ser de predicaciónincom pleta y no ser transitiva Por predicación incompleta se entiende, en efecto, que necesite de complemento (en general) para completar la significación. Por ejemplo ir, necesita de un C. circunstancial de “lugar a dónde”: Pedro va a su casa.
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u opcionales) que con él integran la oración. Los verbos se caracterizan por su número de valencias, es decir de posiciones o casillas vacías susceptibles de ser ocupadas por actantes. El sujeto, como se recordará, es consi derado un actante más y pierde la posición privilegiada que tiene en la gramática tradicional. Se distinguen así: VERBOS AVALENTES VERBOS MONOVALENTES
ej.: llover ej.: correr, hay
VERBOS BIVALENTES.
ej.: comer
VERBOS TRIVALENTES.
ej.: dar
llueve Pedro corre; hay manzanas. (alguien corre, hay algo) Pedro come peras. (alguien come algo) da Pedro la carta a Juan. (alguien da algo a alguien)
•
El complemento circunstancial o circunstante no es afectado por las valencias.
f
6.4.5. CRITERIOS LOGICO-CONTEXTUALES.
_____________
Este criterio, relativamente reciente, ha sido introducido por la Filosofía del Lenguaje y rebasa el plantea miento estrictamente lingüístico. El concepto de acto ilocucionario (o ilocutorio) se debe a J. L. Austin. Un acto verbal es ilocucionario cuan do realiza o tiende a realizar la acción denominada. Por ejemplo: Prometo que pagaré realiza, a la vez que lo expresa, el acto de prometer. Entre los verbos ilocucionarios se distinguen los verbos performativos (ordenar, condenar) y los de actitud (condenar, jurar, prometer... etc.)1 Como han observado algunos, cualquier enunciado puede considerarse, de una manera u otra, como ilocucio nario: Hace sol-*- afirmo que hace sol... Ven a q u í T e ordeno que vengas... etc VERBOS FACTIVOS. VERBOS IMPLICATIVOS. Son verbos factivos aquellos que presuponen como verdadera la oración que los complementa, tanto si son afirmados como si son negados. Ejemplo: saber, lamentar, ignorar. Lamento que Juan esté solo. (Juan está solo). No lamento que Juan esté solo (Juan está solo). Son verbos implicativos aquellos que implican, cuando son afirmados, que la oración que los complementa es verdadera y, cuando son negados, que ésta es falsa. Ejemplo: lograr, Juan logró besar a María (Juan besó a María). Juan no logró besar a María (Juan no besó a María). En los implicativos negativos, la relación es inversa. Su afirmación implica la negación de la subordinada y su negación la afirmación de ésta. Ejemplo: evitar, los bomberos evitaron que ardiera la casa (la casa no ardió). Jjos bomberos no evitaron que ardiera la casa (la casa ardió). Para todas las cuestiones, Vid. tema 9.
•Algunos distinguen “ jurar” “ prometer” como ilocucionarios “ de actitud” frente a los anteriores, que serían los performativos propiamente dichos.
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EL SISTEMA VERBAL 7.1. EL SISTEM A VERBAL DEL ESPAÑOL. 7.1.1. LOS TIEM PO S DEL INDICATIVO. A. TIEMPOS ABSOLUTOS Y TIEMPOS RELATIVOS. TERMINOLOGÍA. B. SIGNIFICACIÓN. USOS RECTOS Y TRASLADADOS. — — — —
EL PRESENTE. PRETÉRITO IMPERFECTO. PRETÉRITO INDEFINIDO. PRETÉRITO PERFECTO. PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO. PRETÉRITO ANTERIOR. EL FUTURO Y EL POTENCIAL (SIMPLES Y COMPUESTOS).
7.1.2. LOS TIEM PO S DEL SUBJUNTIVO. A. FORMAS DEL SUBJUNTIVO. SU CARÁCTER ATEMPORAL. B. CORRESPONDENCIA ENTRE LOS TIEMPOS DEL INDICATIVO Y DEL SUBJUNTIVO. C. USOS DEL SUBJUNTIVO.
7.1.3. EL IMPERATIVO. 7.1.4. LAS FORM AS NO PERSONALES. A. VALORES ASPECTUALES. B. LA DOBLE NATURALEZA. — EL INFINITIVO. — EL GERUNDIO. — EL PARTICIPIO.
7.1.5. PERÍFRA SIS VERBALES. A. B. C. D.
EL CONCEPTO DE PERÍFRASIS. PERÍFRASIS ASPECTUALES. PERÍFRASIS MODALES. LÍMITES ENTRE LA PERÍFRASIS Y LA ORACIÓN COMPUESTA.
7.2. EL ADVERBIO. 7.2.1. EL ADVERBIO COM O CATEGORÍA H ETEROGÉNEA. A. FORMA. B. FUNCIONES.
7.2.2. CLASIFICACIONES. A. LA CLASIFICACIÓN TRADICIONAL. B. OTROS ENFOQUES.
7.2.3. SIGNIFICACIÓN. 7.2.4. LOS ADVERBIOS SITUACIONALES. A. LOS ADVERBIOS DE LUGAR. B. LOS ADVERBIOS DE TIEMPO.
7.2.5. LOS ADVERBIOS NOCIONALES. A. LOS ADVERBIOS DE MODO. B. LOS ADVERBIOS DE CANTIDAD.
7.2.6. ADVERBIOS RELATIVOS E INTERROGATIVOS. 7.2.7. LOS ADVERBIOS M ODALÍZADORES.
7.1. EL SISTEM A V ER BA L D EL ESPA Ñ O L. La conjugación española presenta formas simples o sintéticas (canto, cante, canté, cantaba, etc...) y formas compuestas o analíticas construidas mediante el verbo auxiliar haber seguido del participio pa sado: (he cantado, haya cantado, etc...). Las formas compuestas proceden de la gramaticalización de perífrasis aspectuales de carácter resultativo, perfectivo, que terminan consolidándose como tiempos relativos de acción pasadaíS Por ejemplo, cantaré es originariamente cantar hé, es decir “ he de cantar”, “tengo que cantar”.., obligación formulada en presente que paulatinamente adquiere valor de simple futuro (si “tengo que ir”, se entiende que “iré” ). Del mismo modo cantaría es originariamente cantar había contraído en cantar (hab)ía — cantar hía-*- cantaría: “Yo tenía que cantar”. De ahí el deslizamiento hacia signi ficación de futuro con respecto al pasado. Por otra parte, algunas formas hoy sintéticas proceden de formas analíticas primitivas: concretamente de perífrasis modales de obligación, que acaban debilitando su significación hasta designar simplemente acción fütura con respecto a un punto de referencia. Por ejemplo, Pedro ha escrito es originariamente Pedro “tiene” escrito (un libro, un poe ma). Es analizado por el hablante como el resultado presente de una acción acabada, que por tanto ha debido realizarse antes. De ahí el deslizamiento de valor meramente aspectual al valor temporal de pasado. Del mismo modo, Pedro había escrito es originariamente Pedro “tenía” escrito (un li bro, un poema, etc.), luego la acción de escribir fue anterior. De ahí el deslizamiento al valor temporal de pasado con respecto al pasado. El español presenta un sistema temporal muy desarrollado, en comparación con otras lenguas vecinas. Compárese por ejemplo, el subsistema del pretérito con el del francés, que ha eliminado prácticamente el pretérito indefinido, o con el inglés, que cubre con un único tiempo verbal los valores de todos nues tros tiempos del pasado.
he ido al cine
je suis alié
fui al cine
I went
iba al cine
j’allais
7,1.1. LOS TIEMPOS DEL INDICATIVO.
A. TIEMPOS ABSOLUTOS Y TIEMPOS RELATIVOS: TERMINOLOGÍA. Como tiempos absolutos, es decir medidos desde el yo-ahora del hablante o momento de la enuncia ción, el español posee como tiempos verbales: EL PRESENTE: (simultaneidad con el momento de la enunciación): canto EL PRETÉRITO INDEFINIDO: (anterioridad al momento de la enunciación): canté EL FUTURO IMPERFECTO: (posterioridad al momento de la enunciación): cantaré EQUIVALENCIAS TERMINOLÓGICAS No todos los autores coinciden en la denominación de los tiempos verbales. En nuestra exposición adoptamos la de la Real Academia Española. Como denominaciones alternativas se utilizan también las siguientes, propuestas por los gramáticos cuyo nombre se indica entre paréntesis. PRETÉRITO INDEFINIDO (RAE) = PRETÉRITO (Bello), PRETÉRITO PERFECTO ABSOLUTO (Gili Gaya). PERFECTO SIMPLE (Alarcos). FUTURO IMPERFECTO (RAE) = FUTURO (Bello, Alarcos), FUTURO ABSOLUTO (Gili Gaya). -
262 -
Los tiempos relativos son aquellos cuyo punto de referencia es otro que el del momento de la enuncia ción. Se acostumbra distinguir entre: — Relativos primarios; que se establecen por referencia a los tiempos absolutos. — Relativos secundarios; que se establecen por referencia a los relativos primarios. LOS TIEMPOS RELATIVOS PRIMARIOS SON: El pretérito imperfecto (RAE), (Gili Gaya) = co-pretérito (Bello): cantaba. El pretérito anterior (RAE) = ante-pretérito (Bello), antepretérito (Gili Gaya): hube cantado. El potencial simple (RAE) = condicional simple (RAE, “Esbozo” 74), pos-pretérito (Bello), futuro hi potético (Gili Gaya): cantaría. El pretérito perfecto (RAE) = Ante-presente (Bello), pretérito perfecto actual (Gili Gaya): perfecto com puesto (Alarcos): he cantado. El futuro perfecto (RAE) = ante-futuro (Bello), antefuturo (Gili Gaya): habré cantado. LOS TIEMPOS RELATIVOS SECUNDARIOS SON: El pretérito pluscuamperfecto (RAE) = ante-co-pretérito (Bello), pluscuamperfecto (Gili Gaya): había cantado. El potencial compuesto (RAE) = condicional compuesto (RAE, “Esbozo” 74), ante-pospretérito (Be llo), antefuturo hipotético (Gili Gaya): habría cantado. OBSERVACIONES
La distinción aquí expuesta entre relativos primarios y secundarios en la que se basa la terminología de Bello, utilizada por algunos manuales, resulta de hecho algo artificial. En realidad el pretérito ante rior está prácticamente en desuso por lo que el pretérito pluscuamperfecto puede considerarse el único “ pasado del pasado”. El único tiempo relativo secundario del sistema es el potencial compuesto que posee, como se verá, dos puntos de referencia. Por otra parte, aunque el pretérito perfecto se incluye como tiempo relativo, no parece haber inconve niente en considerarlo tiempo absoluto al igual que el pretérito indefinido. El matiz en que se basa la distinción es realmente demasiado sutil. YO-AHORA momento del discurso O
PASADO | 1 I PRETÉRITO I!» • INDEFINIDOll1 c a n té 1 1 PRETÉRITO] 1 j 1 PERFECTOiT ¡ h e c a n ta d o .
1 | | .
PRESENTE___ c a n to
i
^
i i
PRETÉRITO ! IMPERFECTO 1 1 c a n ta b a 1 PRETÉRITO 1POTENCIAL. PLUSCUAM| SIMPLE c a n ta r ía PER FEC TO h a b ía c a n ta d o • c a n ta d o ¡
| 1 1 FUTURO ¡I PERFECTOII h a b r é c a n ta d o
I 1
1
PRETÉRITO I ANTERIOR 1®_______________| h u b e c a n ta d o
FUTURO
1
! i 1 POTENCIAL | 1COMPUESTO | íh a b r ía c a n ta d o \
1 i
O, O ’, O ” =• P u n to s de referencia de la m e d id a de los tiem pos. II = Tierr.:,\-> perfectivo .... tie m p o im perfectivo.
263 -
FUTURO IMPERFECTO___ c a n ta r é
0
0
0 ----------------------->
L íW
1
V W
---------------------- ------------- ■-#----»»
canto
1 !
H o y h e 'cantado
Tu vendrás y yo me habré ido. o ----------------------- ÍS,-----------®—
1
i Llegué mientras Juan cantaba.
o ----- o — ¡------------------ >
me habré ido
he cantado
llegué cantaba
i Había llegado mientras Juan cantaba.
Cuando llegué se había marchado. O’ se había marchado
Presente YO-AHORA
Presente YO-AHORA
Presente YO-AHORA
canté
Mañana cantaré.
Hoy canto.
Ayer canté.
llegué
cansaré
vendrás
Dijo que vendría hoy. O’ — #--------------UBICACIÓN EN EL EJE CRONOLÓGICO DE LOS TIEMPOS VERBALES AB SOLUTOS Y RELATIVOS.
dijo
I Cuando hubo acabado, salió. O’ > ----------o - o - i hubo salió 8
8
Dijo que vendría ayer. O' * ------- ©—
dijo
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í>~
vendría
vendría
¡* i---------------i
Dijo que vendría mañana. O’ ' -o -----------------1-------------- ®—> dijo
,
vendría
acabado
D ijo q u e ve n d ría a la fie s ta y q u e p a ra en to n ce s h a b ría com prado y a el regalo. O’ dijo
B.
O” habría comprado
vendría
S IG N IF IC A C IÓ N D E L O S T IE M P O S D E L IN D IC A T IV O : U S O S R E C T O S
Y TR A SLA D A D O S.
Se dice que un tiempo verbal está empleado en su u s o r e c t o cuando su significación corresponde a la ubicación absoluta o relativa analizada en el epígrafe anterior. Cuando un tiempo verbal aparece usa do con el valor de otro se habla de u s o t r a s la d a d o (Vid. concepto de traslación tema 4). La traslación puede afectar no sólo al valor temporal, sino al modal. Estudiaremos a continuación los valores temporales y aspectuales que caracterizan a los tiempos ver bales, así como los diversos usos trasladados que algunos de ellos pueden adquirir. Dado que sus respec tivos valores se establecen según determinadas oposiciones, se agruparán en el análisis de modo que és tas puedan percibirse con claridad. EL PRESENTE. E l p r e s e n te e s e l t i e m p o n o m a r c a d o p o r e x c e le n c ia . La acción se formula en presente cuando el ha blante la considera no pasada y no futura, es decir coexistente con el momento del discurso.
Esta coincidencia no debe tomarse en sentido cronológico estricto. El tiempo gramatical, como cualquier otra categoría lingüística no es sino una form a de analizar la realidad. El tiempo gramatical no tiene nada que ver con el tiempo físico, magnitud objetiva que miden el cronómetro, el reloj o el calendario. Carece, pues, de sentido plantearse qué lapso de tiempo abarca la simultaneidad con el momento del discurso: no existe límite alguno. El lapso de tiempo que el presente del ha blante abarca puede dilatarse en ambas direcciones (o en una sola) tanto como éste desee considerar.
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PRESENTE YO-AHORA d e la enuncación
Yo os declaro marido y mujer. Ahora mismo llueve. Hoy hace calor. Este año hace más calor que el pasado. En nuestro siglo el hombre domina la Naturaleza. Me duele un pie desde hace tres días. Me duele un pie desde el año pasado. Me duele un pie desde que nací. Ahora me pongo a leer hasta las ocho. Estudio económicas hasta segundo (y luego cambio de especialidad).
Obsérvese, por tanto, que no es exacto, como a veces se formula, que el presente abarque “lo que acaba de ser presente (y ya es pasado) y lo que es todavía futuro pero que va a ser presente inmediatamente”. Véase, en efecto: YO-AHORA
Hace un minuto me dolía un pie (Pretérito imperfecto) Esta grabación se destruirá dentro de ocho segundos: uno... dos... (Futuro imperfecto)
-------------- #-j------------------------------ (-•------------ ►
USOS RECTOS Según los diversos valores con que aparece empleado, los gramáticos distinguen diversos presentes. Dada la definición que hemos formulado del presente, todos ellos pueden considerarse perfectamente usos rectos. PRESENTE PUNTUAL O INSTANTÁNEO. Sería tal, por ejemplo, el de los verbos performativos: Juro (la acción de jurar dura exactamente lo que dura el enunciado); Prometo...; Os declaro marido y mujer. El presente puntual es rarísimo en la práctica. Si preguntamos a alguien ¿qué haces? y nos contesta leo, en realidad ya no es cierto, pues ha dejado de leer para contestarnos. PRESENTE ACTUAL. Indica simplemente que la acción o proceso está teniendo lugar en el momen to del discurso, sin prejuzgar su duración anterior o posterior. Es el uso más común del presente. La acción se produce en un lapso de tiempo de extensión variable (vid. supra, esquemas) que abarca el mo mento del discurso. Te amo; Tengo frío; ¿Por qué pones esa cara?; ¿Qué haces?; Escribo a mi tía; ¡Kempes dispara y el balón sale fuera! PRESENTE HABITUAL. El presente se denomina habitual cuando indica acciones reiteradas que se vienen realizanclo y que posiblemente se continuarán realizando después del momento del discurso, aun que ninguna de ellas coincida exactamente con éste: Tomo chocolate por las mañanas (es evidente que ahora mismo no estoy tomando).
YO-AHORA
i ------•-----• ----- •------ ¡------•------• ----• — ► I Obsérvese que la proyección en el futuro es necesaria para el uso del presente habitual. Si no se prevé la continuación del hábito, éste se formula en pretérito: Hasta ahora tomaba chocolate (pero no tomaré más); He venido tomando... (pero no seguiré haciéndolo). -
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Distinto matiz —aunque también se denomina presente habitual— reviste el presente utilizado para expresar cualidades o particularidades del sujeto. Por ejemplo: Juan juega al ajedrez; Pepe canta muy bien; Trabajo en un banco. Semánticamente se opone, en efecto, Juan juega al ajedrez (ahora) / Juan juega al ajedrez (sabe jugar al ajedrez). Juan juega al ajedrez pero ahora mismo no juega. está jugando. PRESENTE ATEMPORAL. Este uso, a diferencia de los anteriores, y de los tiempos en general, no vincula ¡a acción a ningún momento cronológico concreto. Sirve para enunciar predicaciones con carácter intemporal —o atemporal— no sometidas al transcurrir del tiempo. De ahí que sean válidas para cualquier momento elegido. El pre sente atemporal es el presente del discurso científico, de las aseveraciones categóricas de los proverbios (de ahí su denominación paralela de presente gnómico). Dos por siete son catorce. Los planetas describen órbitas elípticas. Más vale pájaro en mano que ciento volando. USOS TRASLADADOS Cuando el presente se utiliza en sustitución del pretérito o del futuro podemos hablar de usos traslada dos del presente. EL PRESENTE HISTÓRICO refiere un hecho pasado presentándolo como actual. Colón descubre América en 1492 (descubrió). Ayer voy a su casa y me dice que... (fui). Entonces aparece un guardia y nos pone una multa (apareció... y nos puso). Este uso es explicado por algunos como un acercamiento del pasado al presente y por otros como el fenómeno inverso. Según la primera interpretación, el hablante finge que el hecho pasado se realiza ahora con el fin de producir un efecto psicológico de acercamiento, de implicación en lo narrado. Para otros, en cambio, el fenómeno es inverso: nos trasladamos imaginativamente al pasa do para vivir — en presente— los hechos. Un curioso uso del presente es el llamado presente de conato que no sólo no indica presente sino que indica que la acción no se produjo, pero estuvo a punto de producirse. Se comió toda la paella y por poco revienta. Cuando se enteró por poco me mata. Equivale exactamente a una perífrasis ingresiva en un tiempo perfectivo del pasado: estuvo a punto de... o ha estado a punto de. ¡Caramba, por poco me caigo! (Aparece necesariamente acompañado del adverbio cuantitativo casi o de la locución adverbial por poco). El presente con valor de futuro, transmite la idea de una acción inminente o sentida psicológicamente como próxima. El hablante anula en su imaginación el tiempo que falta para que la acción se produzca. Observemos de nuevo que éste puede ser tan dilatado como el hablante quiera considerar: ¿ Vienes? ¿Ahora voy?. Mañana me examino. El año que viene me matriculo en Económicas. En tres años se termina la obra. También se proyecta en el futuro el llamado presente de mandato. Aquí se produce una neutralización de la modalidad: el presente equivale al imperativo. Pues coges la puerta y te vas. Mañana me echas esta carta al correo. Hay asimismo neutralización de modalidad en la sustitución coloquial del pluscuamperfecto de sub juntivo por el presente en enunciados como: Si en aquel momento le digo la verdad, me mata. (hubiera/se dicho) (hubiera/se matado) 266 -
PRETÉRITO IMPERFECTO, PRETÉRITO INDEFINIDO, PRETÉ UTO PERFECTO. Analizamos conjuntamente estos tres tiempos verbales porque constituyen el subsistema fundamental que recubre la referencia a acciones pasadas; y sus valores se delimítm recíprocamente. En su uso recto —y sólo el pretérito imperfecto posee usos trasladados— se establecen las siguientes oposiciones, total mente vivas en el español peninsular. El pretérito imperfecto ha sido ya mencionado como tiempo relativo que indica acción simultánea a una acción pasada; Bello lo denomina co-pretérito y, en efecto, tal es con frecuencia su uso. Ejemplo: Se presentó en mi casa mientras cenábamos. En realidad puede indicar acción simultánea no sólo a un indefinido sino a cualquier pretérito: Los viajeros habían llegado a la plaza donde las autoridades les esperaban (pret. plusc. perf.); Ha llegado mientras yo dormía (pret. perf.). Incluso puede indicar acción simultánea a otro pretérito imperfecto: Mientras me sujetaba yo le daba patadas. Por otra parte, no sólo el imperfecto puede indicar simultaneidad con una acción pretérita. Por ejem plo, si decimos: En el momento en que se asomó le dieron un empujón, la relación de simultaneidad se traduce con el pretérito indefinido. Lo que opone el pretérito imperfecto al pretérito indefinido no es, por tanto, su a veces discutible ca rácter de tiempo relativo (frente a tiempo absoluto) sino sus respectivos valores aspectuales: El pretérito imperfecto, como su nombre indica, es un tiempo imperfectivo, en tanto que el pretérito indefinido es perfectivo. Ayer llovía o ayer llovió. El año pasado yo salía con Pepe o El año pasado salí con Pepe. Estábamos en el cine o Estuvimos en el cine, etc. En los primeros ejemplos la acción es considerada por el hablante en su proceso, en el fluir de su desa rrollo, sin indicación de término. De ahí el valor aspectual secundario inevitablemente durativo. A veces se formula erróneamente el valor imperfectivo del pretérito imperfecto afirman do que la acción no ha terminado todavía, lo cual es absolutamente inexacto. En la mayo ría de los casos la acción ha terminado de hecho, pero esto lo sabemos por el contexto, la situación, las presuposiciones u otros factores; no lo indica el tiempc utilizado. Por ejemplo, a la pregunta: ¿Tú no tenías un perro? la respuesta esperada es que lo tenía y lo sigue teniendo. Pepe cantaba muy bien no presupone que no pueda seguir cantando bien ahora. En cambio, en Pepe tenía siete años en 1957 es evidente que no los tiene ahora. Si anoche estábamos en el cine es obvio que no estamos ahora. Nadie dirá yo tenía un no vio torero si perdura el noviazgo en el momento del discurso, sino tengo... En los segundos ejemplos (Ayer llovió. El año pasado salí con Pepe. Estuvimos en el cine), todos ellos en pretérito indefinido, acciones y procesos están considerados desde el punto de vista de su realización acabada. Lo que interesa al hablante es que el hecho se produjo. Su posible duración no es reflejada en la forma verbal. Por ello el pretérito indefinido es el tiempo idóneo para reflejar acciones concebidas aspectualmente como instantáneas, puntuales. En combinación con el imperfecto la oposición aparece claramente. Compárese el distinto enfoque aspectual de un mismo hecho. Mientras me bañaba sonó el teléfono.
Mientras me bañaba sonaba el teléfono.
sonó
bañaba
bañaba
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Aunque sonaba el teléfono me bañé. sonaba
bañé D e n u e v o s e ñ a la m o s el rie sg o d e p ro y e c ta r los v a lo re s a s p e c tu a le s , p u r a m e n te lin g ü ís ti co s, s o b re el tie m p o re a l. El p re té rito in d e f in id o n o sie m p re im p lic a q u e la a c c ió n n o se p r o d u z c a ta m b ié n a h o r a . D e n u e v o in te rv ie n e n fa c to re s d iv e rso s s e m á n tic o s y c o n te x tú a le s p a r a in c lin a r h a c ia u n a u o tr a in te rp re ta c ió n . P o r e je m p lo , en:
Yo tuve un novio torero,
E n c a m b io es p e r fe c ta m e n te p o sib le :
es o b v io q u e y a n o lo te n g o .
El año pasado salí con Pepe y este año también.
Ayer estuvimos en este mismo cine. O b sé rv e se q u e , sin e m b a rg o , p a re c e su g e rirse c ie r ta s o lu c ió n d e c o n tin u id a d q u e la a c c ió n se h a in te r ru m p id o p a ra r e a n u d a r s e d e s p u é s. C O N F L I C T O S E N T R E M O D O D E A C C IÓ N Y A S P E C T O .
Cuando existe contradicción entre ei modo de acción del verbo y el carácter perfectivo o imperfectivo del tiempo utilizado, uno de los dos resulta dominante y éste es generalmente el aspecto. La acción puede entonces adquirir matices aspectuales diversos, nuevos. Ejemplos de verbos inequívocamente perfectivos (e incluso puntuales) y de modo de acción imperfec tivo: disparar, morir, dormir. Pepe disparaba a las palomas.
Estaba tan enfermo que me moría', modo de acción perfectivo + aspecto imperfectivo. Resultante imperfectiva: ingresiva: “estaba a punto de morir’'. Pepe durmió durante tres horas: modo de acción imperfectivo + aspecto perfectivo. Resultante perfectiva. USO S TR A SLA D A D O S.
El imperfecto de indicativo admite como usos trasladados los siguientes: El imperfecto de cortesía, que tiene valor de presente. Supone una modalización destinada a atenuar determinadas fórmulas fijas con valor de voluntad. El hablante siente, en efecto, demasiado directa la expresión en presente y la sustituye por el imperfecto: ¿Quédeseaba Ud.? - Pues, mire, quería una cami seta. Quería saber a quién se envía la instancia (deseo, quiero)1. El imperfecto de conato tiene valor de fututo inminente, es decir, un valor aspectual ingresivo: No se moleste, ya me iba (estoy a punto de irme). Un uso curioso es el imperfecto “lúdico”, perteneciente al lenguaje infantil usado para situar aconteci mientos ficticios en un universo de juego. Tú eras la reina y yo era el rey. Éste venía y nos saludaba... Yo era el policía y vosotros los ladrones...
'
El carácter imperfectivo del imperfecto permite este uso. En efecto q u e r ía no excluye a priori que no siga queriendo ahora.
-
268 -
En registro coloquial, el imperfecto puede neutralizarse al potencial simple. Ejemplo: Con ese hombre (casaría).
yo no me casaba ni borracha
PRETÉRITO INDEFINIDO - PRETÉRITO PERFECTO. El pretérito indefinido y el pretérito perfecto son ambos perfectivos. La oposición consiste en que el pretérito perfecto mantiene un vínculo con el presente de que el indefinido carece (como se vió en 7.1). El préterito perfecto es originariamente una perífrasis perfectiva de presente. Con este tiempo se designa una acción pasada y acabada cuyos efectos, de algún modo, perduran en el presente. Algunos autores indican que señala una “acción realizada dentro de una unidad de tiempo
que aún no ha terminado para el hablante”.
En cambio, el pretérito indefinido se siente como totalmente desvinculado del momento presente. Compárese, en efecto: Napoleón murió en Santa Elena. Ha sido asesinado O lof Palme. o bien: M i novio me dejó plantada. M i novio me ha dejado plantada.
(en el primer caso se percibe mayor indiferencia) Debido a esta relación, hechos cronológicamente muy recientes se expresan normalmente en pretérito perfecto y no en indefinido. ¿Qué ha pasado? Que Pepe se ha caído de la silla. ¿Has cerrado el grifo? Pues se me ha olvidado. A mediodía hemos comido puré de lentejas.
No hay que vincular, sin embargo, a lapsos de tiempo determinados el uso de uno u otro tiempo. El acercamiento al presente es puramente subjetivo. Ciertamente acciones muy re motas dificultan el uso del pretérito perfecto; resultaría chocante, por ejemplo: * Napoleón ha muerto en Santa Elena. * Colón ha descubierto América en 1492. Sin embargo, es perfectamente normal: Desde sus orígenes el hombre ha buscado ¡afeli cidad (y curiosamente, en este caso, el aspecto perfectivo se anula: 2» ahora ¡a busca también). Determinados adverbios y deícticos de tiempo parecen favorecer la aparición de uno u otro tiempo: Ayer... El año pasado, el mes pasado. Hace tantos días... meses, años, etc.... favorecen la selección del pretérito indefinido. En cambio, esta mañana, este mes, este año... favorecen la selección del pretérito perfecto. OBSERVACIÓN
Amplias zonas del español de América han eliminado prácticamente al pretérito perfec to: ¿Qué hubo? ¿Qué dijiste? ¿Qué fué? (Vid. tema 18.1). En la península sucede otro tanto en Galicia y Asturias. Por otra parte, la influencia del inglés en el estilo periodístico, por la vía de las traducciones apresuradas de agencia, empie zan a amenazar la distinción también en el español peninsular de los medios de comunicación. Tanto el pretérito indefinido como el pretérito imperfecto carecen de usos trasladados. PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO Y PRETÉRITO ANTERIOR. Ambos son tiempos relativos e indican una acción anterior a una acción pasada. El
mente en desuso, tiene como matiz la inmediata anterioridad.
Pepe dijo que se había levantado a las siete. Cuando hubo terminado la charla, salí.
(Tiende a sustituirse por el pretérito perfecto simple: -
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Cuando terminó salí...).
segundo, clara
EL FUTURO Y EL POTENCIAL Estrechamente emparentadas, ambas formas tienen su origen en perífrasis de obligación debilitadas. El futuro sintáctico latino amabo, amabis... se pierde y es sustituido por amare h a b e o s amar hé-*amaré. Del mismo modo, amare habebam amar h a b í a n amar h í a amaría. Obsérvese que la tendencia a evitar la forma sintáctica para expresar el futuro vuelve a reproducirse una vez consolidada ésta. El futuro como tal es bastante menos utilizado de lo que parece. Comúnmente se sustituye por perífrasis ingresivas o de obligación. Ejemplo: Esta tarde voy a salir. Mañana tengo que ir de compras. Ambos indican posterioridad de la acción: El futuro imperfecto, con respecto al presente: (tiempo absoluto): Mañana iré. El potencial simple con respecto a un punto de referencia pasado (tiempo relativo). Obsérvese que no sitúa con respecto al presente: Dijo que iría ayer / hoy / mañana. Este carácter de tiempo no realizado posibilita una serie de usos en los que el contenido del verbo aparece no como real sino como virtual o irreal, lo que acerca ambas formas a los valores modales. FUTURO Y POTENCIAL DE PROBABILIDAD Tanto el futuro como el potencial pueden tener valor de probabilidad o conjetura1. Constituyen uno de los varios recursos de modalización del enunciado en el sentido de la dubitación. FUTURO IMPERFECTO
POTENCIAL SIMPLE
Probabilidad en el presente: Ahora tendrá veinte años. Eso costará un dineral. Probabilidad en el pasado: Entonces tendría veinte años. Eso costaría un dineral.
Del mismo modo, ambos tiempos pueden tener valor de cortesía, o distanciamiento para evitar el ca rácter directo del presente en determinados giros con verbos modales sobre todo. Futuro:
¿Querrá Vd. abrir la puerta? ¿Podrá Vd. darme fuego?
Potencial:
¿Querría Vd. abrir la puerta? ¿Podría darme fuego? Desearía un jersey a rayas.
VALORES CONCESIVOS. En presente o en pasado. Futuro: Potencial:
Será tonta, pero es guapísima (aunque sea...) Sería tonta, pero era guapísima (aunque fuera tonta...)
El FUTURO DE MANDATO. El futuro sustituye con frecuencia al imperativo y al subjuntivo de mandato: Mañana me traerán el ejercicio resuelto.1 (Tráiganme). En tercera persona, equivale a perífrasis de obligación: Los solicitantes presentarán la documentación por triplicado (Tienen que presentar). Este uso es muy frecuente en el lenguaje jurídico y administrativo (Vid. tema 12.3). EL POTENCIAL. Por su parte, es el tiempo usado en la apódosis —o principal— de las oraciones subordinadas condicio nales. De ahí que algunos gramáticos lo hayan considerado como un modo más; el modo de la posibili dad o hipótesis, que habrá que añadir al indicativo y al subjuntivo. El valor modal es, en efecto, evidente en estos casos, así como en algunos de los anteriormente mencionados.12 1 Por ello no parece conveniente denominar futuro hipotético al potencial o condicional. El futuro propiamente dicho puede ser tan “ hipotético” como éste (Serán las diez ahora). 2 El cumplimiento de la orden se siente tan indiscutible que se da por hecha su realización en el futuro. De ahí la neutralización del modo imperativo y el consiguiente uso del indicativo, modo de lo real. A. Alonso, H. Ureña, Lacan, Rosetti, por ejemplo, y la RAE.
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Si tuviera dinero, te lo dejaría (irreal). Yo que tú no lo haría, forastero (si yo estuviera en tu lugar). Obérvese que, la condición puede estar implícita: (si fuera posible, etc...) Yo me iría de vacaciones aho ra. (Si pudiera...) (Vid. tema 9.5.D). Otros gramáticos niegan su carácter de modo, observando que en su valor de futuro del pasado tiene un contenido significativo claramente temporal, “actualizador en el tiempo”, propiedad que sólo poseen los tiempos del indicativo, no de un modo aparte: Dijo que vendría hoy. Está en relación con Dijo que habría venido ayer, en absoluta simetría. E L P O T E N C IA L D E “R U M O R ”
Su uso se extiende cada vez más en nuestros días en el lenguaje periodístico y de los medios de comu nicación. Constituye, en efecto, una cómoda forma de modalización del enunciado con economía de recursos lingüísticos. Con su empleo, el hablante quiere indicar que ni asume ni deja de asumir lo enun ciado: simplemente transmite el testimonio de otro: El Ministerio estaría dispuesto a ceder a las peticio nes de los estudiantes. Las víctimas de la catástrofe ascenderán a doscientas... E L F U TU R O PERFECTO Y E L P O T E N C IA L COMPUESTO.
Ambos son perfectivos, frente a las formas simples que son imperfectivas1. EL F U TU R O PERFECTO (habré cantado).
Expresa acción futura y acabada anterior a un punto de referencia futuro. Es, pues, un “ pasado del futuro” : Tú vendrás a buscarme y me habré ido. E L P O T E N C IA L SIM PLE.
Es un tiempo relativo secundario, que posee dos puntos de referencia y no uno sólo: indica una acción futura medida desde el pasado y pasada con respecto a otro momento posterior. Se podrá considerar, en cierto modo, el “ pasado del potencial”. Dijo que me vendría a probar el traje el lunes y que para entonces ya habría terminado las mangas. Al igual que las formas simples, pueden expresar la probabilidad o contextura, esta vez en pasado y referida a un hecho anterior. Obsérvense las correspondencias: Pepe ganará una fortuna
Fut. imp.
(gana ahora probablemente...)
Pepe habrá ganado una fortuna.
Fut. perf.
(ha ganado probablemente...)
Cuando se casó, Pepe ganaría una fortuna
Pot. simple.
(ganaba probablemente...)
Cuando se casó, Pepe habría ganado una fortuna Pot. comp.
(había ganado probablemente...)
E L P O T E N C IA L COMPUESTO.
Aparece en las apódosis de las condicionales irreales de pasado. Con frecuencia, sin embargo, se pro duce atracción del modo de la subordinada y se sustituye por el subjuntivo: Si hubiera tenido dinero entonces, te lo habría prestado. te lo hubiera prestado. (que era, en realidad, la forma primitivamente usada. Vid. infra). 'E n realidad, el futuro simple y el potencial parecen más bien neutros en cuanto al aspecto. A diferencia del presente y del pretérito imperfecto no alteran la significación de los verbos de modo de acción perfectivo: Yo dispararé (perfectivo); Disparaba a la palomas (iterativo - imperfectivo). Son perfectivos con verbos perfectivos e imperfectivos con verbos imperfectivos: Pepe paseará.
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7.1.2.
A.
L O S TIEM PO S DEL S U B JU N T IV O .
FORMAS DEL SUBJUNTIVO. SU CARÁCTER ATEMPORAL.
El subjuntivo no ubica la acción en un momento concreto: Los tiempos del subjuntivo no son actualizadores en el tiempo. Todo lo más, algunos de ellos pueden marcar con carácter relativo la anterioridad de un hecho con respecto a otro. En la mayoría de los casos son indiferentes al presente y pueden usarse indistintamente para referir hechos que pertenecen al pasa do o al futuro. Los “ tiempos” del subjuntivo Presente: Pretérito imperfecto: Pretérito perfecto: Pretérito pluscuamperfecto:
son los siguientes: cante cantara / cantase. haya cantado. hubiera / hubiese cantado.
A estas formas hay que añadir dos, claramente en desuso, que han quedado reducidas al len guaje jurídico-administrativo, a usos literarios afectados y frases hechas: Futuro simple: cantare Futuro perfecto: hubiere cantado Por ejemplo: Quien contraviniere la disposición será castigado. Dondequiera que fueres haz lo que vieres... El pretérito imperfecto posee dos formas, en -ra y en -se, que son prácticamente alomorfas. La forma en -se es la etimológica: (amavissen-*-amase). La forma en -ra procede del pluscuamperfecto de indicativo latino amaveram (yo había amado). Con este valor aparece usada en nuestros clásicos y puede hallarse en estilo litera rio afectado: Conservaba el anillo que ella le regalara (había regalado). La forma en -ra se empleaba en el español clásico en la apódosis de las oraciones condi cionales con valor de potencial simple (indicativo): Si tuviese buenos valedores conseguiría (o consiguiera) el cargo que solicito. De la apódosis pasó a la prótasis, haciéndose equivalente a la forma en -se. De ahí tomó su valor de subjuntivo Si tuviese (o tuviera) buenos valedores... consegui ría (o consiguiera)... Ej.: Aunque no hubiera cielo yo te amara / y aunque no hubiera infierno te temiera... ¿Qué dijera Amadís si tal oyera? (Quijote). La elección quedaba, pues, entre: Si yo temiera, también temieras tú. temiese temerías. Hoy, de hecho, ya no se utiliza en la apódosis, donde se siente como afectado. Si fuera/se conveniente lo dijera (?) Si fuera conveniente lo diría (potencial). Las formas en -ra y -se son conmutables en cualquier contexto, salvo dos excepciones: — El uso etimológico de -ra como indicativo: *Conservaba el anillo que ella le regalase. — El uso de cortesía con ciertos verbos modales: Quisiera un jersey a rayas. *Quisiese un jersey a rayas. Como se ha dicho, los “ tiempos” del subjuntivo carecen de auténtico valor temporal concreto. El presente puede ser futuro y los pretéritos pueden no ser pretéritos. El valor temporal viene da do por el contexto: En suma, todos los tiempos del subjuntivo son relativos. La selección de una u otra forma viene dada por exigencias contextúales unas veces, otras por la intencionalidad del hablante que desee transmitir uno u otro matiz. 272 -
Compruébese, en efecto, como idénticas formas de subjuntivo se refieren a hechos pasados pre sentes o futuros. Inversamente, para un mismo momento pueden aparecer distintas formas: YO-AHORA PASADO
PRESENTE
FUTURO
a) Presente: Lo que hagas ahora es asunto tuyo. Lo que hagas mañana es asunto tuyo. b) Pretérito perfecto: Lo que hayas hecho hasta ahora es asunto tuyo. Mañana entregarás los ejercicios que hayas hecho. c) Pretérito imperfecto: Dado que ayer me dijera la verdad. Dado que me dijera la verdad ahora. Dado que me dijera la verdad mañana. Aunque estuviera enfermo ahora no iría a verle. Aunque estuviera enfermo ayer tenía que haber avisado. Aunque estuviera enfermo mañana iría a verle. d ) Pretérito pluscuamperfecto: Si mañana hubiera/se terminado el trabajo me iría al cine. Si ahora hubiera/se terminado... me iría al cine. Si ayer hubiera/se terminado... me habría ido al cine. e) Presente / pretérito imperfecto: ¡Parece que seas de pueblo! ¡Ni que fueras de pueblo! Ojalá apruebe en Junio. Ojalá aprobase en Junio. Obsérvese que, en algunos casos, la selección es obligada. Existe, en efecto, una corresponden cia entre los tiempos del subjuntivo y los del indicativo de las oraciones correspondientes (Vid. infra). En otros, la forma elegida depende de cómo considere el hablante la acción. La oposición se da entre: presente / pretérito imperfecto y pretérito perfecto / pretérito pluscuamperfecto. Dentro de la “ irrealidad” con que se presenta la acción, en las segundas la acción es sentida como más imposible que en las primeras. El grado de eventualidad es más intenso que en aquellas: Ojalá apruebe (más probable); Ojalá aprobase (menos probable); lo que hayas hecho (has hecho algo seguramente); lo que hubieses hecho (no es seguro que hayas hecho algo). B.
CORRESPONDENCIA ENTRE LOS TIEMPOS DEL INDICATIVO Y DEL SUBJUNTIVO.
El subjuntivo es en gran medida el modo de la subordinación, regido, como se verá, por determinados verbos y construcciones. Cuando hacemos depender una oración en indicativo de un verbo o construc ción que exige subjuntivo, la forma de éste es de obligada selección. En una misma forma de subjuntivo se neutralizan diversas formas de indicativo. Las correspondencias se establecen en el siguiente cuadro. En él se ordenan los tiempos según diversos ejes de oposición: pasado / no pasado (realización / no realización en el tiempo).
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futuro / no futuro (virtualidad en el tiempo / no virtualidad), indicativo / subjuntivo (modo no marcado / modo marcado). Futuro imperfecto
Potencial simple
c a n ta r é
c a n ta r ía
TIEMPO SIMPLE INDICATIVO
Presente
Pretérito indefinido Pretérito imperfecto
c a n to
c a n té c a n ta b a
SUBJUNTIVO
Presente de subjuntivo
Pretérito imperfecto de subjuntivo
c a n te
c a n ta r a / s e
Futuro perfecto
Potencial compuesto
h a b r á c a n ta d o
h a b r ía c a n ta d o
TIEMPO COMPUESTO INDICATIVO
Pretérito perfecto
Pretérito anterior Pretérito pluscuamperfecto
h e c a n ta d o
h u b o c a n ta d o h a b ía c a n ta d o
SUBJUNTIVO
Pretérito perfecto de subjuntivo
Pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo
h a y a c a n ta d o
h u b ie r a / s e c a n ta d o
Ejemplos: Ju an c a n ta r á m a n a ñ a .
__ J u a n c a n ta ah o ra .
J u a n c a n ta b a ó p era .
D u d o q u e Ju a n c a n te m a ñ a n a . D u d o q u e Ju a n c a n te ah ora.
D u d a b a q u e J u a n c a n ta r a /s e óp era . D u d o q u e J u a n c a n ta r a /s e ó p era . D u d o q u e J u a n c a n ta r a /s e ó p era .
C u a n d o lle g u e s h a b r á c a n ta d o Ju an. J u a n h a c a n ta d o h a c e p o c o .
__
J u a n d i j o q u e h a b r ía c a n ta d o c u a n d o tú llegaras. C u a n d o h u b o c a n ta d o , salió. J u a n h a b ía c a n ta d o bien.
D u d o q u e c u a n d o lle g u e s h a y a c a n ta d o Juan. D u d o q u e J u a n h a y a c a n ta d o h a c e p o c o .
C.
J u a n d i j o q u e c a n ta r ía d e s p u é s . j u an c a á to ayer.
D u d o q u e Ju a n h u b ie r a /s e c a n ta d o c u a n d o tú llegaras. D u d o q u e c u a n d o h u b ie r a /s e c a n ta d o sa lie se . D u d o q u e h u b ie r a /s e c a n ta d o b ie n .
USOS DEL SUBJUNTIVO.
El subjuntivo aparece como régimen obligado de ciertos verbos y construcciones que presentan la acción como dudosa, posible, necesaria, deseada, etc., es decir, teñida de irrealidad, virtualidad o afectividad (vid. infra). Rigen asimismo subjuntivo determinadas locuciones; por ejemplo: a menos que (a menos que venga), como si (como si se aburriera), cual si / si que (sin que lo sepa), para que (para que se calle), antes de que (antes de que tú nacieras). Siguiendo a Gili Gaya clasificaremos el uso del subjuntivo en dos grandes grupos que corresponden a: I. acciones pensadas como dudosas o posibles (subjuntivo común o dubitativo).1 II. acciones pensadas como necesarias o deseadas (subjuntivo optativo).*2 Las primeras responden a los llamados juicios (psicológicamente) problemáticos que expresan posibili dad. Las segundas a los juicios (psicológicamente) apodícticos o necesarios. I. Acciones pensadas como dudosas o posibles. VERBOS de DUDA o DESCONOCIMIENTO. Frente a la afirmación y la negación que suponen certidumbre y exigen el verbo subordinado en indicati vo, los verbos que expresan la duda en sus diversos grados y matices tienden a exigir el subjuntivo. 'Algunos gramáticos denominan a este grupo oraciones de subjuntivo “ potencial”, terminología que creemos puede inducir a confusión con el tiempo del indi cativo de idéntica denominación. 2E1 término subjuntivo “optativo” se debe a que estas oraciones en grupos se expresaban con un modo especial de dicho nombre. El latín fundió ambos térmi nos en un único modo, el subjuntivo, pero la terminología ha perdurado en la tradición gramatical.
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Dudo que sea sincero No creo que sea sincero No me parece que sea sincero
* Dudo que es sincero. *No creo que es sincero. *No me parece que es sincero.
Obsérvese, sin embargo, que creer rige indicativo en su forma afirmativa. Creo que es sincero *Creo que sea sincero; De idéntico modo: Me parece que es sincero. En suma, la casuística de los usos consagrados por la norma es bastante más compleja. En ciertos casos la alternancia subjuntivo / indicativo en este tipo de verbos conlleva implicaciones distintas o distinto gra do en la dubitación. (Vid. infra). Compárese: Yo ignoraba que era un borracho (ahora sé que lo es) / Yo ignoraba que fuese un borracho (aún tengo mis dudas de que lo sea). VERBOS de TEMOR y EMOCIÓN. — Se expresa el temor o la emoción sin afirmar la realidad del hecho: Temo que esté enfermo. Tengo miedo de que se entere mi padre. — Se expresa emoción ante un hecho que se afirma: Siento que estés descontento. Me duele que me hayas olvidado. Me alegro de que hayas aprobado. (en estos casos no hay inseguridad: es sólo la afectividad lo que determina el subjuntivo). La frontera de estos verbos con los de deseo es borrosa (vid. infra). Toda emoción implica, en efecto, algún matiz de deseo o de rechazo. VERBOS de POSIBILIDAD y de PROBABILIDAD (o construcciones equivalentes). Es posible que venga. Puede (ser) que no vuelva nunca. Es probable que lo consiga. Hay pocas probabilidades de que tenga hijos a su edad. II.
Puede ser que nos veamos. Puede ocurrir que pierdas. Es improbable que le contraten.
Acciones pensadas como necesarias o deseadas.
VERBOS de NECESIDAD SUBJETIVA. Entre ellos están los verbos de necesidad subjetiva, es decir, sentida como tal, tenga o no realidad objeti va: verbos de voluntad y sus contrarios: mandato, ruego, permiso, deseo, encargo... etc. / prohibición, opo sición, etc. Es necesario que me entere de lo ocurrido. Te ordeno / ruego / suplico / aconsejo / sugiero / ... que tengas paciencia. Te autorizo a que me acompañes. Te permito que me acompañes. Te prohíbo que vayas. Me opongo a que nos tuteemos. Se construyen asimismo con subjuntivo verbos que, sin ser propiamente de voluntad, llevan implícito un deseo; por .ejemplo: obtener, alcanzar, lograr, conseguir, esperar, etc. y sus opuestos. Conseguí que aceptaran las propuestas. No aprobamos que vayáis. Asimismo, las oraciones finales implican siempre voluntad o deseo de que se realice el acto expresado por el verbo subordinado. Vengo a que me paguen. Lo digo para que lo sepas. Se escondieron a fin de que no las vieran.
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VERBOS de NECESIDAD OBJETIVA. Corresponden a los juicios lógicos apodícticos. Por ejemplo: Es necesario que el todo sea mayor que la parte. El deslizamiento hacia la necesidad subjetiva del juicio apodíctico psicológico corresponde a un mecanismo natural: Es necesario que trabajes; Es necesario que me entiendas —- Necesito que me entiendas. Estos valores aparecen con verbos y expresiones en 3 a persona del singular del tipo: conviene, es conve niente, importa, es importante, es útil, es bueno, está bien, está mal, etc.: Conviene que trabajes; Es útil que nos veamos; Está mal que engañes a tu padre. EL SUBJUNTIVO EN ORACIONES INDEPENDIENTES. Estas oraciones, sintácticamente independientes, son consideradas por algunos como dependientes de verbos implícitos. Se trataría de “ subordinadas mentales”. En ciertos casos el verbo principal sería evidente: Que te diviertas; que te mejores (deseo); ¡Que baile! ¡Que se besen! (queremos). En otros se da la presencia de adverbios y fórmulas diversas de carácter modalizador sin nexo alguno inicial. Duda: Deseo:
Quizá vayamos juntos; Tal vez esté anunciado; Acaso esté enfermo. ¡Ojalá aprobara!; ¡Viva el Presidente!
Como vemos, pueden aparecer sin introducción alguna. El subjuntivo basta entonces para expresar la modalidad: Dios le ampare, hermano; ¡Maldita sea! EL SUBJUNTIVO OBLIGATORIO EN LAS SUBORDINADAS TEMPORALES EN FUTURO En este tipo de oraciones, pese a que no se dé ninguno de los matices que hemos citado en los epígrafes anteriores, es obligatorio el subjuntivo. Su significación es de futuro de indicativo: Cuando vengas te lo diré. Cuando hayas terminado, entrégalo.
*Cuando vendrás te lo diré. *Cuando habrás terminado.
CONTEXTOS DE ALTERNANCIA MODAL INDICATIVO-SUBJUNTIVO. Como se ha venido apuntando, en una serie de casos el hablante puede optar entre indicativo y subjunti vo. Esta alternancia modal expresa oposiciones significativas diversas. En unos casos el modo determina el valor semántico del verbo. decir
+ indicativo = afirmar
sentir + indicativo = percatarse
decir
+ subjuntivo = ordenar
sentir
+ subjuntivo = lamentar
Ejemplo: Le dijo que se marchaba / Le dijo que se marchara. Siento que me quieres / Siento que me quieras. En otros casos la oposición es de grado de incertidumbre. El indicativo indica mayor seguridad. Tal vez está enfermo. Acaso estaba enfermo.(hipótesis más segura) Si apruebo me compran la moto. (posible cumplimiento) ¡Ojalá apruebe en Junio! (se siente como más probable)
Tal vez esté enfermo. Acaso estuviera enfermo. (hipótesis más incierta) Si aprobase me comprarían la moto. (cumplimiento problemático) ¡Ojalá aprobase en Junio! (se siente como menos probable)
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La alternancia en oraciones de relativo. Las oraciones de relativo están en indicativo cuando el antecedente es conocido; si es desconocido o dudoso el verbo va en subjuntivo. Dicho de otro modo, el indicativo presupone la existencia de referente, no así el subjuntivo. Contrataré a una secretaria que sabe ruso / que sepa ruso. (la secretaria existe y sé quien es) (tal vez no exista) El que quiere entrar, que entre / el que quiera entrar que entre. (hay uno que quiere entrar) (no sé si alguien quiere entrar) Alternancia en oraciones concesivas y adversativas. Los presupuestos y matices son asimismo distintos en uno u otro caso. El valor sintáctico puede incluso diferir. Aunque tenga miedo se enfrentará con él (no se afirma que lo tenga) Aunque seas mi hijo no te lo consentiré (aunque real, se considera irrelevante) M e dice que le tutee aunque no me atreva (él sabe que no me atrevo: subordinada concesiva)
Aunque tiene miedo... (lo tiene realmente) Aunque eres mi hijo. (se acepta la realidad del hecho) Aunque no me atrevo. (coordinada adversativa: pero no me atrevo)
Alternancia en oraciones causales. N o va al teatro porque se aburre; No va al teatro porque se aburra (sino porque es un roñoso) (causa lógica, real: se aburre realmente) (no se aburre: la causa se desecha) Como + indicativo / como 4- subjuntivo. Como hace frío se abriga / Como haga frío se abriga. (subordinada causal: Hace frío) (condicional: Si hace frío...) Los ejemplos propuestos no agotan en modo alguno la problemática de los usos y alternancias del subjuntivo, que constituye una de las cuestiones más complejas de la sintaxis del español.
7.1.3. EL IMPERATIVO. El llamado modo imperativo se caracteriza por su función exclusivamente apelativa, frente al indicati vo y subjuntivo que poseen función representativa. Tiene por tanto un carácter en cierto modo marginal. Su uso está restringido a la modalidad mandato y en consecuencia sólo posee las formas de la 2 a perso na: canta; cantad. Cuando lleva pronombres átonos, es obligatorio que sea enclítico. En plural se pierde entoces la -d: cállate; sentaos. En la modalidad negativa, así como en las personas gramaticales distintas de la 2 a, es reemplazado por el subjuntivo: No salgas; Venga Vd. ¡Salgamos!; “¡Que inventen ellos!”
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Es de notar que la modalidad de mandato o exhortativa puede plasmarse mediante re cursos lingüísticos muy diversos, no sólo mediante el imperativo. Por ejemplo, determinadas interrogativas, el presente o el futuro: ¿Me da fuego? Mañana me traes hecho el pro blema. Mañana traeréis hecho el problema... Perífrasis diversas: A ver si te callas; Ya te estás callando; el gerundio: ¡Andando!; el infinito: ¡A callar!, etc.
r 7 .1.4. LAS FORMAS NO PERSONALES. Ei infinitivo cantar, el gerundio cantando y el participio cantado son formas no personales, no moda les del verbo. Se trata de formas mixtas, que participan de una doble naturaleza verbal y nominal.
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En tanto que elementos nominales pueden funcionar, respectivamente: como sustantivo, el infinitivo; como adverbio o adjetivo, el gerundio; como adjetivo, el participio. Por otra parte, estas formas, al combinarse con verbos auxiliares, dan lugar a las perífrasis verbales, construcciones analíticas capaces de plasmar valores aspectuales y modales muy variados que la conju gación normal no puede expresar. Finalmente, en determinadas construcciones, constituyen proposiciones u oraciones, exactamente equi valentes a las que poseen formas personales (vid. tema 9). A. VALORES ASPECTUALES. EL INFINITIVO:
Tiene carácter virtual, imperfectivo, la acción es considerada como potencia de realización. Sugiere la carga intacta de tiempo potencial interno que el proceso necesitaría para realizarse.1 Es la forma ver bal neutra; por ello sirve para nombrar al verbo. Al encerrar tiempo en potencia, entra con frecuencia en perífrasis orientadas hacia el futuro (ingresivas, incoativas...): Voy a saltar; empiezo a comer... EL GERUNDIO:
Tiene carácter imperfectivo; la acción es considerada en parte realizada y en parte por realizar. Sugie re que parte de la carga de tiempo interno está gastada y parte por gastar. De ahí que entre con frecuen cia en perífrasis de carácter durativo, que consideran el proceso en su transcurso: Estoy leyendo. EL PARTICIPIO:
Tiene carácter perfectivo. La acción es considerada como totalmente realizada. Sugiere que la carga de tiempo interno se ha gastado totalmente. De ahí que entre en perífrasis de carácter resultativo, perfec tivo: tengo hecho el ejercicio, y que con él se formen las formas compuestas de la conjugación, todas ellas perfectivas: he cantado; había cantado..., así como la pasiva: es conocido por todos. Las formas compuestas del infinitivo y del gerundio, formadas sobre el participio, tienen, pues, carác ter perfectivo, del que deriva un valor implícito de anterioridad con respecto a las formas simples. Haber cantado
habiendo cantado
No existe participio compuesto. B. LA DOBLE NATURALEZA DE LAS FORMAS NO PERSONALES.
EL INFINITIVO puede desempeñar todas las funciones propias del sustantivo y, simultáneamente, re cibir complementación propia de verbo. Es, pues, a la vez verbal y nominal. (Para estos conceptos con súltese previamente el tema 8).
~T~
~i
Comer fruta verde es perjudicial. SUJETO
l
Ouiero comer con tenedor.
\
CD
Papel de escribir cartas.
CC. Instr.
Escribir en España es llorar.
A 1 CD CTO. de N.
CCL
A T R IB U T O
S U JE T O
Lo hizo sin proponérselo. CCM
Mención aparte merece la curiosa posibilidad del infinitivo de admitir sujeto: salir tú y entrar él fu e todo uno, puesto que esta posibilidad obliga a cuestionar el concepto de sujeto gramatical como origen de ia concordancia.
'Guillaume.
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En el ejemplo citado, las formas pronominales específicas de sujeto no permiten otra interpretación. Más dudosa es. sin embargo, la de construcciones del tipo: Te vi salir; Oigo cantar a Mercedes; Veíaflorecer los claveles; en las que las gramáticas consideran que exis te sujeto del infinitivo, lo que es más que discutible dado la inequívoca forma-régimen de te y de a Mercedes. En estos casos, el infinitivo debe interpretarse como complemento pre dicativo respectivamente de te, Mercedes y los claveles. (Para el infinitivo equivalente a pro posición u oración subordinada, vid. tema 9). Obsérvese que, en determinados casos, el infinitivo adquiere significación pasiva: fácil de hacer. EL GERUNDIO puede desempeñar funciones de adverbio o de adjetivo: Pepe entró silbando una canción
fj
f__r
No me hables gritando.
i t s»
CCM
En una serie de construcciones puede haber vacilación en interpretar el gerundio como adverbial o como adjetivo. En realidad, se trata de casos en los que puede conmutarse tan to por uno como por otro y la dificultad desaparece si se considera que, al igual que el adverbio, puede incidir en elementos que no son el verbo. (Vid. tema 7.2). GERUNDIO CONCERTADO. Juan, temiéndose lo peor, acudió (adjetivo en aposición incide en Juan). Juan, mirándolo fijamente, le saludó (valor adverbial que incide además de en el verbo, en Juan) En muchos casos, el gerundio incide en el C.D. Tiene entonces claro valor de adjetivo en función de predicativo. Encontró a la mujer lavando en el río (adjetivo, predicativo de mujer). Le sorprendí intentando sobarme (adjetivo; predicativo de le). Puede darse ambigüedad en construcciones como: le vi bajando la escalera, donde el gerundio puede incidir tanto en el sujeto implícito yo como en el CD le, (yo bajaba / él bajaba). NORMA PRECEPTIVA: ASPECTOS NORMATIVOS DEL USO DEL GERUNDIO: IN FRACCIONES USUALES. Desde el punto de vista de la norma académica, el gerundio con valor adjetivo sólo pue de tener valor explicativo pero no especificativo. Así pues, es admisible Las ranas pidiendo rey o Napoleón arengando a las tropas como título o rótulo. No son admisibles en cambio expresiones del tipo: * Una lámpara con adornos colgando del borde; *No quedan personas llevando este apellido; *Caja conteniendo frutas o *Decreto regulando... Estas construcciones son, sin embargo, frecuentes en el lenguaje administrativo y jurídico. Excepción única de uso explicativo son: hirviendo, ardiendo, agua hirviendo.' Igualmente condenado por la gramática normativa es el gerundio de posterioridad: El gerundio sólo puede expresar acción simultánea o anterior al verbo sobre el que incide. Avan zando un poco, llegaron hasta la esquina; Contestaba denegando con la cabeza. Sería re chazable, en cambio, *Entró en el ascensor apretando el botón del ático, o *Fueron al cine sentándose en la última fila. El gerundio de posterioridad es tanto menos aceptable cuanto mayor tiempo transcurre entre una y otra acción: *A los sesenta años emigró a América, muriendo en Méjico diez años después. El gerundio no puede usarse como atributo *Era robusto y gozando de buena salud, ni
'Los usos adjetivos del gerundio se explican porque en esta forma convergerán tanto el gerundio latino como los usos del participio de presente, perdido salvo casos residuales: Agua hirviendo = agua hirviente.
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como equivalente a una oración coordinada: *Los ministros se hallan reunidos, creyéndo se en ciertos núcleos políticos que... Es de notar que, pese a las restricciones normativas, pueden registrarse frecuentes ejem plos de usos incorrectos de gerundio no sólo en el lenguaje periodístico sino incluso en autores consagrados. Ello no obsta para que lo recomendable sea la sustitución de cualquier gerun dio dudoso por formas personales coordinadas u oraciones de relativo: emigró a América y murió...; era robusto y gozaba...; se hallan reunidos y se cree...; no quedan personas que lleven este apellido. (Gerundio en construcciones absolutas y construcciones equivalentes a subordinadas, vid. tema 9). EL PARTICIPIO. El participio, sin perder su carácter verbal, puede desempeñar funciones de adjetivo. Cuando está usa do como tal, posee los morfemas de género y número propios de los elementos nominales. Una casa pintada; un banco pintado; casas pintadas, bancos pintados. Inmovilizado en masculino singular forma, como se ha visto, los tiempos compuestos unido al auxi liar haber. Con el auxiliar ser, y concertado con el sujeto, expresa la voz pasiva. El participio se asocia en general con el tiempo pasado, aunque de hecho es atemporal, como el resto de las formas no personales. Ello se debe a su carácter aspectual perfectivo (indica resultado de una ac ción anterior). Por ejemplo: pintado ayer; pintado hoy; pintado mañana. VERBOS CON DOBLE PARTICIPIO. Determinados verbos poseen dos formas distintas de participio, una irregular y otra regular. La prime ra es la forma etimológica, la segunda ha sido forjada por analogía con la de los verbos regulares. Los tiempos compuestos se forman con el participio regular. El irregular se usa como adjetivo. Tie nen, por tanto, distinta distribución. En algunos casos expresan matices distintos o pertenecen a registros distintos. fijado / fijo hartado / harto injertado / injerto maldecido / maldito atendido / atento bendecido / bendito confesado / confeso
infundido / infuso freído / frito manifestado / manifiesto convertido / converso concluido / concluso despertado / despierto
PARTICIPIO ACTIVO. PARTICIPIO PASIVO. Su significación puede ser activa o, lo que es más común, pasiva. Esto depende del significado del verbo y otras veces del contexto. arrepentido: (activo) (que se arrepiente) = el pecador arrepentido, viajado; (activo) (que viaja mucho) = es hombre muy viajado. Par. act.: bebido leche bebida un hombre bebido
entendido asunto entendido form a entendida
desprendido botón desprendido persona desprendida.
Como se puede observar, depende de que el sustantivo modificado posea o no el rasgo más humano. Cuando es pasivo, admite complemento agente, se dé o no construcción completa con ser (o estar): Un asunto conocido de todos; Cuadro pintado por Goya; El caso fu e resulto por el juez; El campo está cubierto de nieve. (Participio en construcciones absolutas. Vid. tema 9). EL PARTICIPIO DE PRESENTE Aunque algunos le niegan el carácter de participio, existe también en castellano la forma llamada de “ participio de presente”. Su significado es siempre activo y se caracteriza por el morfema -nte. Admite
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número pero no género.' carbón ardiente - que arde; hombre fascinante = que fascina. Por valor de “ presente” se entiende simultaneidad relativa al momento considerado: carbón ardiente ahora (que arde ahora); ardiente entonces (que ardía entonces); ardiente después (que arderá después). La mayoría de los usos del participio de presente latino fueron asumidos por el gerundio.
7.15. P E R IF R A S IS VERBALES. A. EL CONCEPTO DE PERÍFRASIS. Las perífrasis verbales son construcciones complejas de significado unitario compuestas por un verbo auxiliar y una forma no personal, precedida o no de preposición ú otro nexo. Los valores temporales y modales corren a cargo del auxiliar; el contenido semántico corresponde a la forma no personal (o auxiliada). El conjunto traduce valores aspectuales o modales. Verbo auxiliar + (preposición o conjunción) + Verbo principa! o auxiliado Portador de los morfemas de per sona, tiempo, aspectos, modo. Portador del Significado Infinitivo Gerundio Participio Iba a salir cuando tú llegaste Dejará de fum ar si se lo pido. Ia p. s. pret. imperf. indic.: (Aspecto de inminencia o ingresivo). 3a p. s. futuro indicativo: (aspecto terminativo; cese de la acción). Ha podido matarse 3a p. s. pret. perfecto indicativo (valor modal de posiblidad)
Solemos comer en el campo. presente de ind. (aspecto de acción habitual).
Obsérvese que una cosa es el valor aspectual o modal de la perífrasis como tal y otra el que tiene el verbo auxiliar. Ambos factores se combinan en el valor unitario de la perífra sis, lo que justifica ciertas restricciones. El verbo auxiliar puede ser de dos clases: a) Un verbo gramaticalizado, es decir, que pierde en la perífrasis su propia significación; se “vacía” semánticamente y se convierte en mero instrumento gramatical: voy a bajar; vengo diciendo; llevo hechos tres problemas. Esta pérdida puede ser total o parcial. Obsérvese, por ejemplo, que verbos de movimien to como ir, venir, andar, etc., pierden su significado de desplazamiento físico en el espacio pero no su carácter dinámico, “vectorial” en una determinada dirección. Verbos como lle var, dejar, tener... toman valor metafórico. (Compárese con construcciones en las que el verbo conserva su significado: voy a casa; vengo del cine; llevo un paquete). b) Un verbo que posee contenido semántico propio que se suma al de la forma auxiliada: empieza a cantar; suele estudiar; termina de escribir; puede aprobar. B. PERÍFRASIS ASPECTUALES. Corresponden a la consideración de la acción o proceso según las diversas fases de su desarrollo (co mo su inminencia, comienzo, duración, fin, efectos, eventual reiteración, etc.), sin pretensión de exhaustividad. He aquí las más frecuentes y su denominación: INGRESIVAS: señalan la inminencia del proceso: Voy a leer; paso a explicar; está para llover; está a punto de salir...
'Salvo en ciertos casos, cuando se sustantiva: El presidente / la presidenta.
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INCOATIVAS: señalan el momento incial del proceso; empiezo a leer; comienzo a leer; me pongo a leer; echó a andar; se echó a llorar; rompió a reir... EFECTIVAS: añaden un matiz de consecución tras obstáculo o esfuerzo: llegó a abrir la lata. DURATIVAS: señalan el proceso en su transcurso y difieren en la visión bajo la cual se considera aquél (Vid. gráfico); estoy leyendo; ando leyendo; sigo leyendo; voy leyendo; vengo leyendo; llevo leyendo... La perífrasis supone una intensificación del aspecto durativo con respecto a la forma simple corres pondiente, asimismo imperfectiva. canto cantaba fum aba
estoy cantando (intensificación del aspecto durativo). estaba cantando estaba fum ando
TERMINATIVAS: señalan bien el fin del proceso: acabo de comer; bien su interrupción; dejó de comer; cesó de leer. También se llaman egresivas. RESULTATIVAS: señalan el resultado de una acción o proceso previo: Tengo resueltos dos problemas; Llevo leídos varios libros; deja arruinada a su familia... Estar + participio es incluido en este grupo por algunos: la taza está rota (resultado de romperse). REITERATIVAS: señalan la repetición de procesos (una única vez): Volvió a salir. CONSUETUDINARIAS: señalan el carácter habitual del proceso: Suele madrugar; acostumbra a cenar tarde.
Vuelto a leer-----
1
ACCIÓN 0 PROCESO VERBAL
R eiterativas
voy a leer / Inminencia \
me pongo a leer Momento inicial, comienzo exacto del proceso
Ingresivas
I n c o a tiv a s '
\!r a, Pasar a, Estar a punto de, Estar para etc.
Ponerse a inf. Echarse a + inf. | Empezar a, Romper a, etc.
estoy leyendo dejo de leer Transcurso Interrupción del proceso! k I ^ C u rativas \
| T e rm in ativas
IEstar | Andar Ir + ger. Seguir Venir Llevar
|Dejar de \
acabo de leer Acción acabada I I .
tengo leído Resultado de acción previa R esultativas
1Acabar de\ Terminar de + inf.
Estar Tener Llevar + part. Dejar Traer
MATICES DE LAS PERÍFRASIS DURATIVAS: LA VISIÓN. La acción verbal puede considerarse de forma globalizadora. Resaltando su carácter to tal e individual o adoptando un determinado punto de vista desde el cual se destaca un aspecto parcial de la misma. Las perífrasis globalizadoras tienen forma copulativa y el ver bo auxiliado está, excepcionalmente, en forma personal: cojo y leo...; agarro y le digo...; va y se enfada... Las perífrasis parcializadoras presentan diversos matices neutros: abarca la acción en su transcurrir entre dos momentos cualquiera: Estoy leyendo. añade un matiz dinámico a la anterior: Ando leyendo. p rospectiva: la acción es vista a partir del presente orientada hacia el futuro: Voy
V isió n angular:
V isió n b asculante: V isió n
leyendo. V isió n retrospectiva:
la acción es vista viniendo del pasado
h a cia
el presente: Vengo le
yendo, llevo lleyendo. V isió n co n tin u a tiv a :
la acción es vista viniendo del pasado y orientada hacia el futuro:
Sigo leyendo. -
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PRESEME PUNTO DE VISIÓN
¡ACCIÓN O PROCESO VERBAL]
C. PERÍFRASIS MODALES. Se denominan modalidades lógicas las diversas maneras de presentar el predicado de 1a oración: (con tingente o necesario, probable o posible, etc.).1 Las perífrasis modales expresan modalidades lógicas, vistas desde la óptica del hablante. Modalidad tiene aquí un significado distinto que cuando hablamos de “modalidades ora cionales”, es decir del estatuto de ¡a oración, que es la estructura que adopta la oración según el tipo de comunicación que establece entre el hablante y el oyente: enunciación (enunciativas o aseverativas); interrogación—^(interrogativas); orden—»-(imperativas). La gramática tradicional no siempre distingue ambos planos (Vid.,tema 3.3). Determinados verbos tienen como única función el formar parte de este tipo de perífrasis y no apare cen nunca solos. Son los verbos modales: poder, deber... (soler tiene valor aspectual de hábito). Algunas gramáticas incluyen entre los verbos modales querer (quiero cantar) y saber (sé cantar). Otras añaden incluso listas del tipo: necesitar, creer, esperar, mandar, etc.; que ca lifican de semi-modales; sin embargo: a) Su comportamiento sintáctico es distinto: puede introducir verdaderas completivas. b ) Expresan otros tipos de “modalidades” = la actitud de! hablante ante el enunciado, (deseado, esperado, etc), o el estatuto implícito de la oración (mandar). Creemos que debe reservarse el término de verbos modales estrictos a los que expresan relaciones entre el sujeto y el predicado y que no admiten más uso que perífrasis donde la cohe sión con el infinitivo es total (Vid. infra 7.1.4.D). Como se verá, los verbos modales tiene un carácter ambiguo y sólo el contexto permite en cada caso fijar la interpretación semántica de la perífrasis. Además de los verbos modales, integran este tipo de perífrasis otros verbos auxiliares procedentes de verbos plenos que debilitan su significación en la perífrasis (Vid. supra). También puede darse ambigüedad en ciertos casos. Citamos a continuación las perífrasis modales más usuales: PERÍFRASIS de NECESIDAD y OBLIGACIÓN (La obligación puede considerarse la expresión de la nece sidad subjetiva). El todo tiene que ser mayor que la parte. (es necesariamente...)
TENER QUE .
a)
H ABER D E + inf.
b) Pepe tiene que estudiar. (tiene la obligación de ...) He de estudiar más...
'L a aserción puede considerarse com o no m arcada. La negación posee m orfem as propios (adverbios y otros m orfem as negativos).
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DEBER H A Y QUE (construcción impersonal) sólo de obligación.
Debo estudiar más... Hay que estudiar más.
PERÍFRASIS de PROBABILIDAD, POSIBILIDAD... (Se añaden las de conjetura y cálculo aproximado). DEBER DE PODER PUEDE QUE + inf. (valor impersonal) VENIR A
Deben de ser las diez (Son probablemente...) Coge el paraguas, que puede llover (Es posible que llueva) Puede que Juan venga (Es posible que Juan venga)
*
La entrada viene a costar doscientas pesetas (Cuesta aproximadamente).
AMBIGÜEDAD DE LOS VERBOS MODALES. Como se ha apuntado anteriormente, los verbos modales son fundamentalmente ambiguos. Así, p o der + inf. puede expresar, según situaciones o contextos: a) LA POSIBILIDAD. b) LA CAPACIDAD (física, intelectual, moral...) c ) LA AUTORIZACIÓN o PERMISO (modalidad deíctica permitido / prohibido). Juan puede hacerlo a)
Es posible que Juan lo haga. Cf.: Vete, que mi padre puede llegar de un momento a otro. b) Juan es capaz de hacerlo. Cf.: No puedo levantar el baúl / Puedo resol ver la ecuación / No podría matar una mosca. c) Juan está autorizado para hacerlo. Cf.: A q u í no se puede fumar.
D E B E R + INF. puede expresar, asim ism o. a) L A NECESIDAD. b) LA OBLIGACIÓN. c) Añadiendo la preposición la preposición de, LA PROBABILIDAD. Juan debe venir a) Juan vendrá necesariamente. Cf.: E l todo debe ser mayor que la parte. Con ese calor la cera debe derretirse. b) Juan tiene la obligación de venir. Cf.: Debes estudiar cada día. c)
Debe de venir-*»Es posible que Juan venga. Cf.: Deben de ser las diez. Debe de estar enfermo. NORMA PRECEPTIVA.
Debemos cuidar no confundir deber + inf. (obligación) y deber de + inf. (Probabilidad o conjetura): Debe de estar enfermo, y no *Debe estar enfermo (que significaría que “ está obligado a enfermar” ). Debes estudiar más, y no *Debes de estudiar más (salvo si se pretende sugerir que probablemente ahora estudies más que antes).
D. LÍM ITES ENTRE LA PERÍFRASIS Y LA ORACIÓN COMPUESTA. Como se ha visto en el epígrafe anterior, además de poder y deber hay otros verbos que indican el modo en que el hablante encara la acción de la forma nominal que los sigue; son los llamados verbos semi-modales: querer, temer, prometer, necesitar, desear, y otros: Quiero dormir; temo suspender; prometo acudir; necesito comer. Pese a la aparente semejanza formal con las perífrasis, estas construcciones no son tales, puesto que se da independencia entre los elementos que las integran: las verdaderas perífrasis constituyen unidades indisociables. La diferencia puede comprobarse observando que la forma no personal admite conmutación por com pletivas en forma personal, lo que no sucede en la perífrasis: Quiero que duerma; temo que suspendas; prometo que acudiré; necesito que coma;
-
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En cambio: *puedo que corres; *debo que duermas; confirman el carácter de perífrasis de puedo co mer y debo domir. Tampoco es análogo el comportamiento ante la transformación interrogativa. Compárese, en efecto: a: desea trabajar corresponden las interrogativas ¿qué desea? quiero dormir ¿qué quiero? En cambio, a: puedo comer corresponden las interrogativas ¿qué puede hacer? y no ¿qué puede? debo dormir ¿qué debe hacer? y no ¿qué debe? Las construcciones formadas mediante verbos semi-modales deben interpretarse por tanto como ora ciones compuestas completivas en las cuales el sujeto implícito del infinitivo es el mismo que el del verbo semi-modal. E. VALORES ESTILÍSTICOS DE LOS TIEMPOS VERBALES. El pretérito imperfecto. El valor aspectual imperfectivo del imperfecto de indicativo le hace particularmente apto para la des cripción en el pasado. En la narración, si se trata de verbos de modo de acción perfectivo, sugiere, bien el carácter habitual de la acción, bien la duración en el tiempo de la misma. En conjunto, el predominio del imperfecto infunde, pues, al texto, un carácter de morosidad, de estatismo. Algunas de las casas tenían una especie de porche formado por dos estacas clavadas en la tierra, en cima de las cuales se apoyaban trozos de placas onduladas de fibrocemento. Las puertas de las vivien das aparecían medio cerradas con cortinas hechas con trozos de sacos, de sábanas remendadas. En los tendederos colgaba la ropa puesta a secar... Armando López Salinas, La Mina. La abuela de Alfanhuí incubaba pollos en su regazo. Le solía venir una fiebre que le duraba veintiún días. Se sentaba en la mecedora y cubría los huevos con sus manos. De vez en cuando les daba ¡a vuelta y no se movía de la mecedora, ni el día ni la noche, hasta que los empollaba y salían. Entonces se le acababa la fiebre y le entraba un frío terrible y se sentaba ai brasero. Aquella fiebre le entraba diez veces al año. Cuando venía la primavera, todos los niños le llevaban los huevos que encontraban por el campo. La abuela solía enfadarse porque le parecía poco serio aquello de incubar pájaros entre los huevos de ga llina (...) La abuela era larga y flaca. Tenía el pelo blanco y no lo peinaba nunca. La abuela se vestía de negro y tenía una carcoma en la pantorrilla. La carcoma le iba comiendo el hueso y rechinaba por la noche. Pero la abuela tenía ¡a tibia tan dura y tan seca, que la carcoma no acababa nunca. Se untaba la espinilla con un trapito mojado en una preparación de tomillo y ciprés y la carcoma se dormía. Por eso tenía la abuela la pantorrilla toda verde. La abuela no salía nunca, pero todos iban a visitarla. El piso de abajo también era suyo y lo tenía alquilado. Aquellos vecinos le hacían la comida y cuidaban. Rafael Sánchez Ferlosio. Industrias y andanzas de Alfanhuí. No era político Bríngas, ni lo había sido nunca, aunque tenía sus ideas, como todo español, por cierto muy moderadas. No sentía ambición y por no tener vicios, ni siquiera fumaoa (...) ... Restauraba libros cuya encuadernación se deteriorase, y barnizaba un mueble a quien el tiempo y el uso hubieran gastado el lustre. Lo mismo remozaba un abanico de cabritilla o peineta de concha que la más innoble pieza de la cocina. Hacía nacimientos de corcho para Navidad y palillos de dientes para todo el año. Pérez Galdós. Tormento.
Atravesaba las vacías calles donde las luces amortiguadas apenas si separaban unas de otras las fa chadas. Hombres de paso rápido, solitarios, ceñudos, con el sombrero hundido en la frente, la evitaban, Ya no había autos. Sólo de lejos se sentía pasar alguna sombra cuadrangular silenciosa. Los serenos se
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habían ido a dormir a desconocidas guaridas de las que no logran extraerlos las repetidas palmadas de los náufragos. Todavía, quizá, una mendiga-cigarrera podía estar oculta en el saliente de una casa de la calle de la Reina que protegía del viento. Todavía quizá por allí mismo, con un bastón y oliendo a vino, podía intentar beneficiarse con técnica inversa a la del habitual que suplica en el atrio de la igle sia. Había una mujer con abrigo de astracán, morena y bien peinada, con brillantina y un clavel, que le ofrecía anís como quien ofrece una droga. Esta mujer sonríe como dispuesta a vender también —fuera de hora— cualquier otra mercancía. Luis Martín Santos. Tiempo de silencio. Normalmente ¡os viejos se hablaban m uy poco y discutían menos. A veces, él rezongaba que segura mente, al guisar, ella se comía los mejores bocados, no gritando ni tan siquiera riñendo, sino más bien comentando. Ella decía que no con la cabeza y la cosa no pasaba de ahí. Apenas cambiaban alguna frase fuera de las necesarias para pedir, ofrecer o proponer, algo, para contar alguna cosa chocante que había visto u oído. Con los extraños, todavía eran más callados. El cartero no los conocía. Nunca recibie ron visitas de parientes o amigos. Se sabía que tuvieron un hijo. Era fuerte y rubio y sus ojos parecían hechos para mirar a la cara de las personas. Luis Goytisolo, Las afueras. Quico levantaba el dedo índice y reconvenía a su hermana. — ¿Por qué no lo pides, di? (...) Juan le miraba desganadamente, pero su interés fue creciendo a medida que Quico se acercaba al enchufe del zócalo y abría las puntas de las tijeras. — ¿Qué vas a hacer? — Arreglar la luz. Yo era Blas.____________________ Miguel Delibes. El Príncipe destronado. El pretérito indefinido. El valor aspectual perfectivo del pretérito indefinido lo hace particularmente apto para la narración de acontecimientos o acciones presentadas en la globalidad de su realización y, por tanto, muy especial mente, en aquellas que son efectuadas con rapidez. De ahí su frecuente valor puntual. Con verbos imper fectivos presupone que el proceso ha dejado de producirse y que está relegado afectivamente al pasado. En conjunto, el predominio del pretérito indefinido infunde al texto un carácter de dinamismo. Le agarró ella una de las ruines muñecas y se la retorció hasta ponerle de rodillas. Abierta la otra ma no, le golpeó con ella en la cara de mejillas sumidas media docena de veces en cada una de ellas, ha ciendo que la cabeza fuese de uno a otro lado. Pudo él alzar el brazo libre para protegerse el rostro, pero no lo hizo. Dinah le soltó la muñeca, le dio la espalda y alargó el brazo en busca de la ginebra y el agua de seltz. Estaba sonriendo. No me gustó la sonrisa. Dan se levantó, guiñando los ojos. Tenía la muñeca enrojecida en el lugar por el que Dinah le había sujetado, y la cara mostraba los golpes. Se afianzó sobre las piernas y me miró con ojos apagados. Sin que le cambiara la expresión vacía del rostro y los ojos, metió una mano debajo de la chaqueta, sacó una pistola automática negra y disparó contra m í Pero estaba temblando demasiado para actuar con rapidez o con puntería. Tuve tiempo de tirarle un vaso. El vaso le dio en el hombro. La bala pasó por encima de m í y fue a parar a alguna parte. Antes que pudiera disparar por segunda vez, salté sobre él y logré mi propósito en medida suficiente para quitarle la pistola de la mano de un golpe. La segunda bala se hundió en el suelo. Le di con el puño cerrado en la mandíbula. Cayó a poca distancia, y allí se quedó. Dashiel Hammett. Cosecha roja. Don Eladio guardó ¡os décimos y se estiró el chaleco. — Esto de la lotería es cosa del demonio. Una vez vi un número que m e gustaba y no lo compré por no cambiar. Pues ¿qué creen ustedes que ocurrió? -
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Hizo una gran pausa. — Pues, nada. Voy a mirar la lista, por casualidad, porque no jugaba, y allí estaba con doscientas mil pesetas. El militar que procedía de tropa se limitó a decir; — Hay que ver lo que son las cosas. A las nueve en punto se levantaron. D. Eladio salió con don Arcadio. El militar se fue a la biblioteca. Don Ulpiano se sumergió en el sillón y empezó a mirar, con ojillos de perro en celo, a una señora que estaba con su marido. D. Eladio llegó a su casa, puso la radio, cenó, charló un rato con doña Trinidad y ¡a la cama! Ignacio Aldecoa. El diablo en el cuerpo, Cuentos Completos. Alternancia pretérito imperfecto / pretérito indefinido La alternancia de ambos tiempos permite múltiples variaciones estilísticas según la intencionalidad del autor en la presentación de lo descrito o lo narrado. Por lo general, la irrupción del pretérito indefini do en un contexto en pretérito imperfecto sugiere la realización repentina de la acción que describe.
Quico la miraba con sus atónitos ojos azules, el rubio flequillo hasta las cejas, anonadado. En ese instan te se oyó ruido dé cristales y las voces de la Domi y la Vitara. Mamá salió como un relámpago y Quico forcejeó hasta que su tía le dejó libre... Miguel Delibes. Ibidem.
El pico hacía un ruido corto y preciso al dar en la masa de hielo. La pala daba un sonido agrio y largo. Punto del pico, raya de la pala. Escupía Macario ¡a salida del trabajo, pastosilla y ahogante. Afá jadeaba. Punto del pico, raya de la pala. El ruido del hielo al desmoronarse entre metálico y cristalino. Joaquín Sas salió de m uy mala gana a trabajar. Antes de subir al espardel se pasó por ¡a proa y se asomó a ¡a boca de la nevera. — José, que subo al espardel para que no digas —su voz tenía un dejillo de desafío—, para que no se te pudran los hígados. Ascendió la respuesta de Afá, serena y amable. — Bueno. Ignacio Aldecoa. Gran Sol. El presente. La narración en presente de indicativo supone la ficción de hacer coincidir lo referido con el momento de la recepción del mensaje literario, con lo que cobra una especial fuerza, pues se sienten los hechos como actuales. Creemos que este recurso no debe confundirse con el presente histórico, recurso expresi vo esporádico en relatos presentados como pertenecientes al pasado.
Se les acerca El Málaga con una concha rosada en la mano, la cara partida a la altura de la boca con la más abierta de sus sonrisas. — ¿Está bonita, no? <*
— ¿Y tú cómo estás? — le pregunta, verde, Rodríguez. (...) Pablo Rodríguez no deja a nadie en paz, todo le parece mal, aunque dicho sea en verdad, ahora tiene cierta justificación su mal humor. — ¿No te duele el estómago? — le pregunta Alvert, el practicante. — Antes de la guerra, sí. Pero con dos años y medio de dieta se m e ha pasao. Max Aub. El limpiabotas del Padre Eterno.
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Un ordenanza que se acerca a la puerta principal y la abre; gente que va entrando a su trabajo; el coche estupendo de don Crípulo que entra abriéndose paso. La gente haciendo gestos de saludo, que él no contesta porque lleva cara de pocos amigos. La Vespa con Mariana encima, arrancando silbidos de admiración y poniéndole los dientes largos a los caballeros, también con cara de poquísimos amigos; Julián, en su bicicleta y un poquito de pitorreo que él acoge con mal humor. Se echa abajo de la máquina y sigue a pie cogido del manillar. Va triste. Y por fin, el pobre Plácido que llega casi el último, con la lengua fuera, murmurando algo contra los tranvías. Se ve que está a punto de estallar de indignación. Domingo Manfredi Cano, Los niños también se mueren y otros cuentos. Don León no escucha la radio, acaba de enterarse de que su mujer ha muerto como un pajarito, pero la radio funciona, vaya si funciona, Unión Radio emite su primer diario hablado La Palabra a las ocho, mientras casi todo el mundo duerme. Camilo José Cela. San Camilo, 1936. La descripción en presente de indicativo es particularmente apta para infundir al texto un carácter impresionista (Este tipo de descripción se generaliza justamente con la influencia de dicho movimiento). Destaca las sensaciones como percibidas en el momento de la lectura. La catedral es fina, frágil y sensitiva. La dañan los vendavales, las sequedades ardosas, las lluvias, las nieves. Las piedras areniscas van deshaciéndose poco a poco; los recios pilares se van desviando; las goteras aran en los muros huellas hondas y comen la argamasa que une los sillares. La catedral es una y varia a través de los siglos; aparece distinta en las diversas horas del día; se nos muestra con distintos aspectos en las varías estaciones. En los días de espesas nevadas, los nítidos copos cubren los pináculos, arbotantes, gárgolas, cresterías, florones; se levanta la catedral entonces, blanca, sobre la ciudad blan ca. En ¡os días de lluvia, cuando las canales de las casas hacen un ruido continuado en las callejas vemos vagamente la catedral a través de una cortina de agua. En las noches de luna, desde las lejanas lomas que rodean la ciudad, divisamos la torre de la catedral destacándose en el cielo diáfano y claro. Muchos días del verano, en las horas abrasadoras del mediodía, hemos venido con un libro a los claustros silen ciosos que rodean el patio: el patio con su ciprés y sus rosales. Azorín. Castilla. Dios está en su palacio de cristal. Quiero decir que llueve, Platero. Llueve. Y las últimas flores que el otoño dejó obstinadamente prendidas a sus ramas exangües, se cargan de diamantes. En cada diamante, un cielo, un palacio de cristal, un Dios. Mira esta rosa; tiene dentro otra rosa de agua, y al sacudirla, ¿ves?, se le cae la nueva ñor brillante, como su alma, y se, queda mustia y triste, igual que la mía. Juan Ramón Jiménez, Platero y yo. En cualquier caso, el presente sugiere que lo descrito continúa existiendo objetivamente, en algún lu gar, en el momento de la lectura, frente a la descripción en imperfecto que lo presentaría como algo ya desaparecido. Bajo el suele del tempranal hay una cisterna cubierta por una rejilla metálica. Encima, dos palmos de tierra abonada y'una capa de arena. Así se evita la evaporación intensísima en aquella zona. A través de la rejilla metálica la planta hunde sus raíces en el agua. Juan Goytisolo. Campos de Níjar. El presente atemporal es característico, como se ha dicho, de la descripción científica y técnica, pura mente referencial y neutra. Las magmas son masas en estado Buido, más o menos viscosas, pastosas a unos 1.000 0 C, que se en cuentran en las zonas profundas de la corteza, a 20 km. como mínimo. VV. AA, Ciencias Naturales. 3° B.U.P. Casi todos los pulsares van disminuyendo su velocidad de giro muy gradualmente. Los radioastrónomos pueden medir los impulsos con tal precisión que son capaces de detectar variaciones en los perío dos de una parte en 101S, lo que representa un aumento del período de una cuadríllonésima de segun do entre dos impulsos consecutivos. Así, por ejemplo, el primer pulsar que fue descubierto, PSR 1919 +
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posee un período que se va alargando en 0,116 nanosegundos por día. Los pulsares van perdiendo velocidad de giro debido a que emiten energía en forma de partículas de alta velocidad. Los pulsares más viejos son aquellos que poseen períodos más largos, o períodos que
21,
varían m uy lentamente. H.
L. Shipman. Los agujeros negros, los cuásares y
el Universo, 1980.
Dentro de la carcasa, de ¡a dinamo se encuentran los polos del inductor creando un campo magnético dentro del cual gira el inducido. Éste está formado por un núcleo de hierro con ranuras dentro de las cuales se aloja un determinado número de espiras de alambre de cobre. Al moverse el inducido, estas espiras cortan las líneas magnéticas del campo, originándose la corriente según el principio de induc ción. En el extremo del inducido se encuentra el colector, del cual se toma la corriente eléctrica por medio de unos carbones llamados escobillas. H.
Dullenburger.
Tu auto.
7.2. EL AD VERBIO . 7.2.1. EL ADVERBIO COM O CATEGORIA HETEROGENEA.
El adverbio constituye una categoría heterogénea cuyos límites se han puesto reiteradas veces en discu sión y que abarca clases de palabras que sólo tienen en común: Su invariabilidad: (rasgos que comparten con preposiciones y conjunciones). No poseen morfemas de concordancia con ningún elemento de la oración: Eso está bien hecho; La casa está bien hecha; Pepe habla alto; Juana habla alto; Es bastante guapa; Son bastante guapas; Anda rápidamente; Andan rápidamente; Hoy ha llovido; Estoy aquí... Su carácter de modificadores: Fundamentalmente, del verbo, aunque, como se verá, no de modo exclusivo. A. FORMAS. Los adverbios carecen de unidad morfológica. Se dan, en efecto, adverbios que presentan formas sim ples: bien, ayer...; formas compuestas: anteayer, enfrente; formas complejas lexicalizadas (locuciones ad verbiales): tal vez, a tontas y a locas, a escondidas; adjetivos adverbializados: sólo, claro, bajo...; deriva dos de adjetivos con el sufijo —mente: alegremente, rápidamente, primeramente... Algunos adverbios tienen la posibilidad de admitir morfemas diminutivos, así como el morfema de grado (cuantificación): cerquita, poquito, ahorita...; más cerca, muy temprano...; cerquísima, tempranísi mo, tardísimo... B. FUNCIONES. Tampoco existe homogeneidad de función. La gramática tradicional define al adverbio como modificador del verbo, de un adjetivo o de otro adverbio. Se trataría, pues, de un modificador de modificadores, es decir, un término terciario en un gran número de casos, esto es, aparentemente así: Pedro corre rápidamente;
Es bastante listo;
Está muy mal; (= con rapidez', cto. circunstancial)
(cuantificador)^'
adv-
En otros casos, sin embargo, el adverbio afecta a toda la oración, actuando como elemento modalizador; es decir, como recurso lingüístico mediante el cual el hablante manifiesta la manera de enfocar el propio enunciado: Probablemente, Juan vendrá; Increíblemente, Juan comió = es probable o considero -
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probable que Juan venga; es increíble que Juan comiera (Compárese con Juan comió increíblemente “ de manera increíble” , Vid. infra 7.2.3.C). Algunos adverbios constituyen palabras-oración: ¿Has venido? — Sí. ¿Lo has hecho? — Ciertamente. Por último, algunos adverbios desempeñan función de nexo entre oraciones. Son los llamados adver bios relativos: Iré donde me digan; La casa donde vivo; Lo haré como me parezca; Ven cuando puedas (límite-*- conjunciones de subordinación). Los límites de la categoría dependen de qué se considere como función'privativa y esen cial del adverbio. Algunos autores —Alarcos— afirman que ésta es la de funcionar como aditamento, es decir, como complemento circunstancial. Para otros, los adverbios situadonales o deícticos (Vid. infra 7.2.3.A), es decir, los llamados de lugar y de tiempo, deben excluirse de la categoría. Observen que, en realidad, el adverbio no modifica elementos ais lados sino que incide en la relación establecida entre elementos (A. López). Así, en Juan anda velozmente, velozmente no modifica sólo a anda sino a la relación Juaneando. Otro tanto sucederá en la relación sustantivo ^adjetivo niño^calto en el sintagma niño muy alto. El adverbio propiamente dicho sólo actúa sobre relaciones previamente establecidas.
7.2.2. CLASIFICACIONES. A. LA CLASIFICACION TRADICIONAL. La clasificación tradicional del adverbio está basada en un criterio semántico fundamentalmente, aun que apunta también a la división entre adverbios oracionales frente al resto y al funcionamiento como relativos (y por ende interrogativo-exclamativos). Distingue también entre “calificativos” —hoy diría mos nocionales— y “determinativos’— hoy diríamos situacionales.
/de LUGAR:
SITUACIONALES
“determinativos” (de TIEMPO: o “pronominales” (DEÍCTICOS)
de MODO:
calificativos i O CONCEPTUALES
INTERROGATIVOEXCLAMATIVOS
RELATIVOS
¿dónde?
donde
¿cuándo?
cuando
Bien, mal, así... deprisa, despacio... gratis, aposta... y un gran número de los terminados en — mente.
¿cómo?
como
Mucho, muy, poco, bastante, demasiado, más, menos, apenas, medio, algo, nada... Primeramente, última mente, sucesivamente. respectivamente. Sí. En efecto, ciertamente, también, claro, desde luego, bueno... No; tampoco nunca, jamás. Acaso, quizás, tal vez, probablemente...
¿cuánto? ¿qué?
cuanto
Aquí, ahí, allí... arriba, abajolejos, cerca... Ayer, hoy, mañana entonces, ahora antes, después aún, ya,... nunca, siempre...
I de CANTIDAD e
l INTENSIDAD:
cuantificadores 1 de ORDEN: DISTRIBUTIVO: de AFIRMACIÓN:
ORACIONALES de NEGACIÓN: de DUDA:
La clasificación que utilizamos corresponde en realidad a una de las muchas propues tas. Como se apuntó al comienzo, el adverbio es una categoría problemática sobre la que no existe pleno acuerdo entre los gramáticos. Algunos autores, por ejemplo, incluyen parte de los adverbios de lugar y de tiempo entre los nocionales o conceptuales; a saber, todos los que no están relacionados con el yo-ahora del hablante (cerca, lejos, delante, detrás, dentro, fuera, etc.) (A. Alonso, H. Ureña). A su juicio, sólo son verdaderos adverbios pro nominales los que se denominan demostrativos, es decir, los de deixis absoluta (aquí, ahí, allí... // ahora, hoy, mañanaste.). Si bien es cierto que éstos tienen significación estrictamente ocasional, en tanto que los primeros poseen, además, cierta sustancia semántica, creemos más operativo no romper la categoría. La adscripción de todos ellos al fenómeno general de la deixis espacial y tem poral, tanto si es absoluta como si es relativa, justifica englobarlos en una misma clase. Otros autores eliminan los adverbios de cantidad, que consideran elementos nominales dada su relación con los pronombres indefinidos (mucho, poco, demasiado, todo, nada, etc.). Tal es el caso de Lenz y de Alarcos. Hemos considerado preferible mantenerlos en la clasificación general. La tradición gra matical los considera adverbios y, en efecto lo son ya que: a) desde el punto de vista funcional son modificadores de verbos, adjetivos y adverbios (ejemplo: cose mucho, anda bastante / muy alto, algo tonto / bastante bien, muy mal) b) son invariables. Por último, incluimos globalmente los adverbios de modo entre los conceptuales, que es su significación más característica. Sólo existe, en efecto, un deíctico de modo (así) y un deíctico textual: el anafórico como.
7.2.3. SIGNIFICACION. DOS FORMAS DISTINTAS DE SIGNIFICACIÓN. ADVERBIOS SITUACIONALES Y NOCIONALES. Frente a todos los restantes, los adverbios llamados de lugar y de tiempo son formas deícticas, es decir que señalan —o apuntan—- a la situación extralingüística espacial y temporal. Enmarcan el mensaje y lo ubican en coordenadas espaciales o temporales (secundariamente, como todos los deícticos, pueden, claro está, adquirir funciones anafóricas en el discurso). Estos adverbios están por tanto estrechamente emparentados con los pronombres demostrativos (y en su caso con los personales). Aquí no hay nadie; Hoy me han traído una carta; Entonces se enfadó con él; Después te llamaré a tu casa; Allí están todos los libros. _AquL no hay nadie
-Entonces^
-Hoy. me han traído una carta
se enfadó con él
NOCIONALES. Los adverbios de MODO y CANTIDAD, así como los modalizadores no encuadran el enunciado. Inci den semánticamente sobre el valor de núcleo del predicado —o sobre algunos de los elementos de la oración— o en sus relaciones mutuas: Juan hizo bien el examen. I I
£ } Juan no comió patatas. (comió otra cosa)
X } No lo hizo Juan. (lo hizo Pedro)
Pepe corre alegremente. I I
Observemos el carácter extraordinariamente complejo de la modificación adverbial, que no sólo inci de en el verbo sino en S.N. con posibilidades muy diversas en función de los rasgos semánticos de unos y otros. A título de ejemplo: -
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En Juan abrió nerviosamente la puerta, nerviosamente incide en el verbo y en el sujeto: / Juan = o Juan construyó laboriosamente la casa nervioso + abrió de manera nerviosa; Otro tanto sucede, en cambio con laboriosamente: Juan = laborioso. En Juan construyó sólidamente la casa, sólidamente incide en la casa y no en Juan; la casa = sólida, pero Juan no es sólido; Juan escribe ilegiblemente, ilegiblemente incide en el resultado-implícito del hecho de escribir; no en Juan (Juan no es ilegible).
7.2.4. LOS ADVERBIOS SITUAGONALES. A. ADVERBIOS DE LUGAR. Los adverbios de lugar establecen: a) como punto de referencia primario a los interlocutores del discurso, según el sistema temario que se vio para los demostrativos. Ia persona yo
AQUÍ, ACÁ
éste
2 a persona tú
AH Í
ése
3 a persona él
ALLÍ, ALLÁ
aquél
Se relacionan con los demostrativos.
Estas formas de deixis absoluta no admiten complementación. b) Otros puntos de referencia que necesitan explicitarse en el discurso, o ser obvios por la situación (dei xis relativa). Estas formas, a diferencia de las primeras, admiten complementación para precisar jus tamente el punto de referencia: encima de la mesa; lejos de casa; delante de la puerta. Los S. prep. de la mesa, de casa, de la puerta complementan semánticamente a los adver bios y podrán interpretarse como complementos de nombre de un elemento pronominal: Encima de la mesa. Sin embargo, más correcto parece considerar que en estos casos se ha producido una trasla ción del adverbio a función de nexo y que encima de, lejos de, delante de, son locuciones prepositivas. Encima de la mesa. Adv. prep. (Transpositor). preposición Asimismo, pueden combinarse con preposiciones antepuestas para precisar más la ubicación o trans mitir matices locativos y direccionales complejos: Por encima; desde arriba; hacia arriba; por detrás; hasta dentro; de lejos; de cerca; por fuera; etc... FORMAS Las formas básicas constituyen un subsistema cerrado, cuyos elementos se oponen según rasgos de orientación, distancia, interioridad, etc. Existen formas locativas o de ubicación estática (por ejemplo: dentro), y formas direccionales que implican movimiento (por ejemplo: adentro). La oposición locativo / direccional se neutraliza, sin embargo, en el habla en muchos casos. Ejemplo: ¡Salga Vd. fuera! (en vez de afuera)', Se sentó atrás (en vez de detrás).
LOS ADVERBIOS DE LUGAR locativos
-
292 -
direccionales
L encima D arriba
s u p e rio r O rientación vertical in ferio r
j
an te rio r j O rientación horizontal
L debajo D abajo
L delante D adelante opuesto: enfrente
p o steriorj L detras D atrás
t
A preciació n ¡ p o c a cerca distancia m u ch a A le jo s
L= locativos
A p reciación interioridad
D = direccionales
/ interior | 'e x te r io r )
L dentro D adentro n eu tra
c L Fuera ' D afuera circu n d an te alrededor
Ejemplos: El libro está encima de la mesa. Vamos arriba, a la azotea. La peseta estaba debajo de su pie. Vamos abajo, al sótano. Juan iba delante y nosotros detrás. ¡Adelante, soldados! ¡Atrás, miserable! Han instalado una tienda enfrente de mi casa. Madrid está lejos del mar. B.
Francia está más cerca de España que Italia. Se escondió dentro de la cueva. Vamos adentro, que llueve. El gato se ha quedado fuera. Daba vueltas alrededor de la casa. La nube está encima de nosotros. Se ha caído la servilleta debajo de la mesa. Vamos afuera, que hace calor.
ADVERBIOS DE TIEMPO.
Si los adverbios de lugar sitúan la predicación en unas determinadas coordenadas espaciales, los ad verbios de tiempo hacen otro tanto en unas determinales coordenadas temporales. De nuevo hallamos dos posibilidades en cuanto a punto de referencia escogido. a) El punto de referencia es el momento del discurso: (el yo-ahora de la situación de coloquio) Estas formas se dice que poseen valor actual. Algunos —H. Weinrich— denominan este tipo de referencia mundo comentado e incluyen en la misma ciertos tiempos verbales, por ejemplo el presen te, el futuro, el pretérito perfecto. El hablante comenta, es decir expone lo que se sitúa de algún modo en torno al eje del yo, tú, del momento del discurso. b) El punto de referencia es un punto distinto al del momento del discurso: (el momento no es el de la comunicación sino otro) Estas formas se dice que poseen valor inactual. Corresponderían al llamado mundo narrado. El hablante narra, es decir relata, cuenta hechos que corresponden a un contexto —real o imaginario— que no es en el que se hallan él y el oyente. Por otra parte, la ubicación temporal relativa puede, evidentemente, señalar tanto la simultaneidad con el punto de referencia, como la anterioridad o posterioridad con respecto al mismo. De ahí que la división anterior se combina con tres tipos de referencia: — REFERENCIA de PRESENTE. — REFERENCIA de PASADO. — REFERENCIA de FUTURO. De nuevo podemos observar la perfecta correlación con el sistema deíctico de los tiempos verbales. -
293 -
YO-AHORA
f
I Of
PASADO
PRESENTE
FUTURO
anterioridad
simultaneidad
posterioridad
antes
ahora
después
referencia genérica
1 PASADO anterioridad
PRESENTE simultaneidad
am es
ll
FUTURO posterioridad
e n to n c e s
\
PASADO anterioridad
d esp u é s
PRESENTE FUTURO simultaneidad posterioridad
a n te s
e n to n c es
T odavía, a ú n Ya
d e sp u é s
/
continuativos innovativo
i
---------------------------‘
anteayer
ayer
hoy
mañana
pasado mañana
anteanoche
anoche
—
—
—
referencia "día"
referencia "noche"
• Las formas ACTUALES son: ahora. ayer, hoy, mañana, anoche. Ahora, hoy, indican simultaneidad o referencia de presente con respecto al presente. Ayer, anoche, indican anterioridad o referencia de pasado con respecto al presente. M añana indica posterioridad o referencia de futuro con respecto al presente.
• Las formas inactuales o neutras son: antes, entonces, después (y equivalentes sintéticos: anterior mente, posteriormente, luego...). Entonces indica simultaneidad, referencia de presente con respecto bien al pasado, bien al futuro — nunca al presente— A n tes (referencia de pasado) y después (referencia de futuro) sirven lo mismo para cualquier punto de origen. Eran las diez: Pronto serán las diez:
ahora ceno, entonces cené; entonces cenaré;
antes he estudiado, antes habría estudiado; antes habré estudiado;
después m e acostaré. después m e acostaría. después m e acostaré.
Al igual que los adverbios de lugar nexivos: Encimas, lejos, delante, etc., antes y después admiten complementación de punto de referencia cuando éste no está implícito en el contexto o la situación (Vid. supra). a) Después de la comida. A n tes de las ocho. b ) Después que comieron. A n tes que te cases mira lo que haces.
En los ejemplos a) consideraríamos, como en el caso de los adverbios de lugar, que se origina una locución prepositiva. En b) es una locución conjuntiva. A n tes que y después que compiten con antes de que; después de que. Ambos están admitidos. REFERENCIA GENÉRICA. REFERENCIA CONCRETA DÍA-NOCHE. Ahora, antes, después, entonces, no especifican lapso de tiempo alguno; se dice que poseen referencia
genérica. Ahora, (en este momento)... (en nuestra época)... (en nuestro siglo)... etc. Entonces (en aquel m om ento) (por aquellos tiempos) (en aquella época)... etc. 294 -
hoy, ayer, mañana, / anoche,
E n c a m b io ,
d e s ig n a n p e r í o d o s n a tu r a le s c o n c r e t o s (e l d ía y la n o c h e
r e s p e c t iv a m e n t e ) .
LOCUCIONES Y SINTAGMAS TEMPORALES: LÍMITES DE LA CATEGORÍA. C o m o p u e d e v e r s e , e l s is t e m a n o p o s e e a d v e r b io s d e t i e m p o p a r a c u b r ir t o d a s la s p o s i b i l i d a d e s s in o t a n s ó l o p a r a a lg u n a s “ c a s i ll a s ” . E n la s “ c a s illa s v a c í a s ” s e s u p le n c o n s in t a g m a s n o m i n a l e s , m á s o m e n o s le x i c a l i z a d o s , q u e d e s e m p e ñ a n e x a c t a m e n t e la m is m a f u n c i ó n d e C . c ir c u n s t a n c ia l d e t i e m p o q u e l o s a d v e r b io s p r o p ia m e n t e d ic h o s . PRESENTE
anteayer
ayer
hoy
mañana
pasado mañana
[anteanoche]
[anoche]
[esta noche]
[mañana noche]
[pasado mañana noche]
PASADO
FUTURO
[la víspera]
[aquel1/ese día]
[al día siguiente]
[la víspera]
[ese día]
[al día siguiente]
[la noche antes]
[esa noche]
[la noche siguiente]
[la noche antes]
[esa noche]
[la noche sigiuente]
Los límites, por tanto, entre los adverbios situacionales y expresiones nominales con va lor de circunstanciales de tiempo son puramente convencionales. Diacrónicamente, proce den en su inmensa mayoría de sintagmas nominales: hoy hodie (hoc die = este día); ahora (~*~ad horam = en la hora esta). Mañana tiene idéntica forma que el sustantivo la mañana. Ejemplo: mañana por la mañana..:, las mañanas alegres...; etc. E n s u m a , s i c o n s i d e r a m o s l o c u c i ó n a d v e r b ia l c o m o fr a se n o m in a l
aquel día, al día siguiente,
la víspera, pasado mañana,
en ta n to q u e a n a liz a m o s
e s p o r r a z o n e s f o r m a le s e s t r ic t a m e n t e : l o s p r im e r o s s o n
in v a r ia b le s a l h a b e r s e c o n s u m a d o la g r a m a t ic a liz a c ió n .y lo s s e g u n d o s a d m it ir ía n v a r ia c ió n :
aquellos días...
e tc . L a f u n c i ó n e s i d é n t ic a .
Idéntica observación puede hacerse sobre los adverbios de lugar: arriba, delante, enfren te son adverbios; a la derecha, una locución adverbial de origen nominal... Pero enfrente, originariamente es en (la) frente...; arriba; es ad ripam, en el borde, etc... AÚN, TODAVÍA, YA D e n t r o d e la r e f e r e n c ia d e p r e s e n te , y n e u t r o s d e s d e e l p u n t o d e v is t a d e la a c t u a lid a d , y a q u e s e a p l i c a n in d i s t i n t a m e n t e a c u a lq u ie r p u n t o d e r e f e r e n c ia , e s t á n l o s a d v e r b io s
Todavía
y
aún
todavía, aún, ya.
ex p resa n c o n tin u a c ió n d e u n p ro ceso :
A ntes llovía y todavía llueve ahora, aún Ayer, a las siete todavía estaba allí, aún M añana estaré todavía en Valencia, aún Ya e x p r e s a in n o v a c i ó n , e s d e c ir , i n i c i o d e u n e s t a d o o p r o c e s o : Ya llueve... (hace un m om ento no llovía); Ya verás, ya... ‘Como se dijo en el tema 5, el demostrativo aquel sólo puede referirse al pasado, en tanto que ese se refiere indistintamente al pasado y al futuro: Lo pasé m uy bien aquel día; Lo pasaré m uy bien ese día; Lo pasaré muy bien aquel día, ese día.
~ 295 -
LOS ADVERBIOS DE TIEMPO “DESCRIPTIVOS’ Todas las formas analizadas hasta ahora tenían carácter mostrativo: sitúan en un ámbito cronológico de pasado, presente o futuro. El grupo que se cita a continuación no establece este tipo de ubicación sino que “describe” la situación temporal. Tienen carácter absoluto, sin punto de referencia: Siempre, a veces, nunca, jamás. Los dos primeros son positivos; nunca y jam á s son temporales negativos; siempre indica el carácter permanente del proceso; a veces , su carácter esporádico; nunca y jam ás, su no realización en momento alguno. Ejemplos: Está siempre de buen humor. Está a veces de buen humor. N o está nunca de buen humor.
............................................................................. .................... ---------------------Tienen carácter descriptivo relativo, con referencia a un hecho o proceso dado (explícito o implícito): mientras, entretanto', pronto, temprano, tarde; mientras, entretanto (y locuciones equivalentes: en tan to..., al tiempo...,etc.) describen la simultaneidad. Pronto, temprano describen anterioridad con valora ción implícita; tarde describe posterioridad con valoración implícita (negativa). Ejemplo: Se levanta tem prano (con respecto a lo normal); M añana será tarde (con respecto a la ocasión de actuar); Llegué tarde a clase (con respecto al comienzo de la misma); El indulto llegó tarde (con respecto a la ejecución). Estoy leyendo y tú, mientras, haces ruido.
H em os llegado temprano a clase.
H em os llegado tarde a clase. E l indulto llegó tarde, -z t^ s z z z z z n z z n .- -------------- --------------------------------------------------------------- a z -> |c ---------- v
TRASPOSICIÓN DE VALORES EN LOS SISTEMAS ESPACIAL Y TEMPORAL. El trasvase de categorías de lugar y tiempo es constante en la lengua en todos los órdenes. (Ejemplo: fecha lejana, espacio radiofónico, etc.). No es de extrañar, por tanto, que se den con frecuencia casos
de adverbios de lugar con valor temporal y viceversa. Algunos trasvases se consolidan. El mostrativo luego viene de locu = en este lugar, de a h í^ -“en este momento”: “Hacedlo luego = hacedlo ahora mismo”. El valor de posterio ridad es moderno. Allá en el mes de Abril. Aquí se acaba todo. Más adelante supo la verdad (advebios de lugar usados como de tiempo). Está varías líneas después. Ese párrafo está antes del capítulo tres (adverbios de tiempo usados como de lugar).
7.2.5. LOS ADVERBIOS NOCIONALES. Los adverbios nocionales, calificativos o conceptuales abarcan, en la clasificación tradicional común, los adverbios de modo y de cantidad. Son adverbios nocionales también los de orden relacionados con los numerales ordinales y los adver bios llamados oracionales o modalizadores. A. ADVERBIOS DE MODO El término modo, cuando nos referimos a los adverbios de este nombre no debe confundirse con otras acepciones de la palabra, como “ modo verbal”, “ modalidad oracional”, “ modalidad lógica”, “ modalización”, etc. Equivale simplemente a la manera de realizarse la acción o proceso. Los adverbios de modo describen circunstancias cualitativas, es decir cómo se realiza la acción. De ahí su relación con los adjeti-1
1Puede escribirse indistintamente entre tanto. Forma la locución entre tanto (que).
- - 296 -
vos calificativos, de los cuales con gran frecuencia proceden. a) Una gran mayoría de adverbios de modo están formados sobre el femenino de adjetivos calificati vos, al que se une el sufijo -mente: lentamente, fríamente, tontamente,
buenamente, calurosamente, perversamente,
altamente rápidamente generosamente.
Si el adjetivo es de una terminación, evidentemente derivan de la forma singular única: felizm ente, alegremente, brevemente, torpemente, etc.
Como es fácil comprender, al tener una base léxica, el inventario que constituyen es un inventario abierto, a diferencia de otros subconjuntos adverbiales, estrictamente gramatica les, que constituyen subsistemas cerrados. Tienen su origen en ablativos absolutos: b u e n a m e n te b u e n a mente (con la mente buena), alegre m ente (con la mente alegre). El cristianismo, atento a las “intenciones” que presiden los actos, popu larizó la construcción. Luego se extendió por analogía hasta gramaticalizarse totalmente. b ) Cierto número de adverbios de modo están constituidos por la forma misma del adjetivo, fijada o “congelada” en masculino singular; por ejemplo: alto, quedo,
bajo, recio,
claro, fuerte,
Hablar bajo. Justo entonces.
flojo, exacto,
firm e, hondo,
Golpear fuerte. La bala dio alto.
justo, caro,
largo, mejor,
A n d a r derecho. Trabajar mejor.
derecho, rápido, peor (comparativos sintéticos de bueno y malo). Ir rápido.
etc.
c ) Poseen funciones nominales, además de adverbiales: bien, mal. En registros coloquiales o familiares, fenóm eno, bom ba y semejantes son sustantivas adverbializadas: Juega bien; Juega mal (el bien, el mal); Eres bien tonto; Estás mal peinado; Se p o rtó bien ingenua mente; Pasarlo bom ba (estupendamente); ¡Estás fenóm eno!; (m uy bien).
d ) De sintagmas preposicionales prep. + sustantivo proceden las formas sintéticas despacio (de + es pacio), apenas (a + penas), aposta, adrede y otros. Evidentemente, no existe conciencia de dicha composición: A ctu ó aposta; anda despacio; apenas se mueve...
e) Son numerosas, finalmente, las locuciones adverbiales de modo: a ciegas, de repente, sin querer, de sobra,... que mantienen su forma analítica. f) El adverbio de modo así e s estrictamente un morfema sin raíz léxica (-*-ad sic = de ese modo). A diferencia de los anteriores, posee carácter deíctico, pronominal. Remite al contexto extralingüístico: Se hace así (como te estoy mostrando).
Puede tener también valor de deixis textual (anáforico o catafórico): Se ocultó y así se libró de la persecución (ocultándose).
No son adverbios de modo, aunque algunos diccionarios los consideran tales: excepto, salvo, incluso... Excepto y salvo proceden de los participios irregulares de exceptuar y salvar: todos excepto Pepe (Circ.: todos exceptuado Pepe). Todos salvo Pepe (Todos salvado Pepe). Incluso, del participio de incluir: Todos incluso Pepe. (Todos incluido Pepe). Estas palabras han experimentado una translación permanente. Excepto y salvo son conjunciones: equivalen a “pero no..” Vinieron todos excepto Pepe (vinieron todos pero Pepe no vino). Incluso puede funcionar como conjunción: Todo me parece bien Incluso la comida (y la comida también) y como nexo lógico supraoracional, con matiz modalizador: Incluso puedes telefonearle...
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297 -
INCIDENCIA SEMÁNTICA. Como se vio al tratar de la función y significación del adverbio en general (Vid. supra tema 7.2.1.B, y 7.2.3), cuando decimos que estos adverbios modifican al verbo estamos simplificando un tanto la cues tión. Esto es exacto desde el punto de vista sintáctico: efectivamente, son palabras invariables que no ofrecen concordancia con ningún otro elemento. Desde el punto de vista semántico, sin embargo, el adverbio incide a veces en otros elementos (por ejemplo en el sujeto) o en la relación misma que se establece entre elementos oracionales, o constituyen un procedimiento mediante el cual el hablante modaliza el enunciado. sintácticamente E l agua cae lentamente.
4_---- J Pepita habla alto. 4— i
semánticamente r '" " ¡
El agua cae lentamente
4_ _ _ _ _ _ ! Pepita habla alto. 4_ _ _ *
Juan construyó sólidamente la mesa.
(el agua es lenta y cae lentamente). (Pepita no es “alto”; sólo habla alto).
Juan construyó sólidamente la mesa.
(La mesa resulta ser sólida. La solidez corresponde al resultado, no a la acción, ni a Juan: Juan no es “sólido”). La siguiente distinción, debida a Jackendoff, intenta profundizar en la complejidad de las relaciones semánticas que presentan los adverbios. Propone distinguir: De manera (o modo). Construcciones del tipo: Juan entró silenciosamente (de manera silenciosa). Propiamente dichos: (inciden en el verbo) Juan le miró curiosamente (de manera curiosa). Orientados hacia el hablante , es decir, modalizadores: Evidentemente, Juan no vendrá ("considero evidente ” o "es evidente” que Juan no vendrá). Curiosamente, Juan no supo qué hacer (“considero curioso” o "es curioso” que Juan no supiera qu é hacer). Evidentemente, Juan no vendrá (equivale a “que Juan no vendrá es evidente”).
(Alarcos los llama “atributos oracionales” Vid. infra 7.27). Orientados hacia el sujeto: Juan, cuidadosamente, no le despertó (Juan fu e cuidadoso al no despertarle). Juan, sabiamente, no le despertó (Juan fu e sabio al no despertarle).
Topicalización: Vinieron precisamente dos niños. (Destaca, poniéndolo en relieve, un elemento del enunciado): Lo hizo justam ente él. B.
ADVERBIOS DE CANTIDAD.
Salvo muy, apócope de mucho; tan, de tanto y algún otro, presentan idéntica forma que los pronom bres indefinidos y numerales correspondientes y tienen análogo valor cuantitativo. (Vid. tema 5.4). Mucho, muy, poco, bastante, algo, demasiado, harto... (gradativos). Más, menos, tanto, tan... (intensivos). (El) doble, (el) triple... (múltiplo). M edio (partitivo).
A éstos hay que añadir algunas forma sintéticas de origen nominal; por ejemplo: sobremanera, sum a mente, etc. y la forma casi, que indica aproximación (Casi se muere. Está casi calvo). Estas formas son adverbios cuando actúan como modificadores de verbos, adjetivos o adverbios. En
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298 -
tal caso son invariables, a diferencia de su uso como pronombres, sustantivos o adjetivos. Juan corre m ucho / poco / bastante / demasiado / más / m enos / algo... m uy tonto / poco tonto / bastante tonto / demasiado tonto / más tonto... m uy alegremente, bastante alegremente, demasiado alegremente... Juan corre el doble / el triple... m edio tonto / casi tonto sum am ente hermosa...
OBSERVACIÓN La interpretación de estas formas como adverbios es obligada en el caso de verbos comúnmente in transitivos dado que, en tal caso, se trata de un verdadero modificador del verbo, con significación de cuantificador invariable. Juan pasea (anda, corre, sale...) m ucho (poco, bastante..) A dv. de cantidad. C. circ. Es conm utable p o r un adverbio o sintagma preposicional en fu n ció n de circunstancial. En efecto, Juan pasea m ucho (excesivamente, considerablemente, sin m edida...) C. Circ.
Si el verbo es normalmente transitivo, la forma en cuestión no es un modificador sino el comple mento directo. Por lo tanto, no es adverbio sino pronombre indefinido con valor sustantivo en género neutro. Sería conmutable por un sustantivo o SN en singular o en plural: Juan come m ucho (poco, bastante, dem asiado,...)
Pron. sustant. indef. C.D. En efecto: Juan com e m ucho mucha comida comida abundante manjares copiosos...
ADVERBIOS DE ORDEN, Un corto número de adverbios relacionados con los numerales ordinales establecen relaciones de seriación: Primeramente, (primero), últimamente. Con lexema independiente figuran: seguidamente, suce sivamente. Colocó primeramente el mantel, seguidamente la vajilla. Primero vivir, luego filosofar.
El resto de los significados se traduce mediante locuciones adverbiales: en segundo lugar, en tercer lugar... También las formas citadas alternan con locuciones o giros: p o r último, acto seguido, a continuación... El adverbio respectivamente tiene valor distributivo: Juan y Pedro tienen respectivamente veinte y vein tidós años.
7.2.6. ADVERBIOS RELATIVOS E INTERROGATIVOS. Los adverbios relativos son elementos de deixis textual, es decir remiten, con carácter anafórico (o catafórico) a otros elementos del discurso. Al igual que los pronombres relativos (Vid. tema 5) poseen doble función: a) Son nexos que introducen oraciones subordinadas. b ) Desempeñan una función sintáctica en el seno de éstas. En el caso de los adverbios, la de comple mento circunstancial de lugar, tiempo y modo.
-
299 -
de LUGAR: Donde, adonde Ésta es la casa donde vivo (antecedente)
A q u él es el sitio adonde m e llevan.
I_____ C.C.L.
(antece dente) C.C.L.
O. sub. adjetiva.
O. sub. adjetiva.
de TIEMPO: Cuando En el m om ento cuando oigas el tiembre, sales. (antecedente)
C.C.T.-------L O. sub. adjetiva
de MODO:
Com o Lo hizo de la manera com o le dije (de hacerlo). C.C.M________________I O. sub. adjetiva.
Cuanto es pronombre relativo, no adverbio (Vid. tema 5). Desempeña en la subordinada la misma función que un elemento nominal: Dijo todo cuanto sabia. (antecedente)
CDO. sub. adjetiva.
El antecedente puede ser un adverbio pronominal de la misma clase: Voy allí donde me mandan. A s í como me lo contaron lo cuento...
Las oraciones subordinadas que introducen son subordinadas adjetivas si existe un antecedente explí cito y subordinadas adverbiales si no lo hay. Voy donde m e mandan. O. sub. adverbial de lugar
C.C.L.
Sin antecedente, los límites de los adverbios relativos con la conjunción son inciertos. En Cuando sale el sol, los pájaros cantan. Com o m e lo contaron te lo cuento. Com o no m e escuchan, m e voy se interpre taría el nexo como conjunción. ADVERBIOS INTERROGATIVOS. Al igual que los pronombres relativos (Vid. tema 5) los adverbios relativos admiten uso interrogativo. En tal caso se convierten en adverbios interrogativos. La forma es análoga, pero son tónicos y exigen tilde en la grafía. Los adverbios interrogativos son catafóricos. Constituyen “lugares vacíos” que ¡a respuesta del inter locutor debe llenar de significado en el sentido adecuado. DÓNDE
¿D ónde está el perro?
En el jardín.
C.C.L. -
CUÁNDO ¿Cuándo llega?
E l viernes.
C.C.T. •
CÓMO
¿Cómo lo has hecho?
Poniéndolo al horno.
C.C.M.
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300 -
De nuevo, es discutible cuánto como adverbio: ¿Cuánto pesa? Pesa siete kilos. ¿C.C. Cantidad? ¿CD?
Los pesa.
1.2.1. A D V E R B IO S M O D A L IZ A D O R E S.
Dentro de los adverbios conceptuales, las gramáticas incluyen los llamados constituyen un grupo especial. Se denominan así porque
a d v e r b io s o r a c io n a le s ,
que
m o d i f i c a n o in c id e n s o b r e t o d a l a o r a c ió n .
Tienen carácter autónomo y pueden constituir manifestaciones lingüísticas completas, equivalentes a oraciones. ¿Tienes hambre? ¿Está Pepe? ¿Me piensas pagar?
— S í (= Tengo hambre). — No (= No está Pepe) — Tal vez. (= Tal vez te pague).
Los adverbios oracionales se clasifican en:
DE AFIRMACIÓN: S í (y equivalentes afirmativos: ciertamente, cierto, claro, justo, exacto, bien, bueno, etc.). DE NEGACIÓN: No (y equivalentes negativos: nunca, jamás, tampoco, ca, quiá, etc.). DE DUDA: quizá, acaso, tal vez (y locuciones adverbiales como: a lo mejor...). En realidad, estos adverbios, más que o r a c io n a le s deben denominarse m o d a liz a d o r e s que constituyen el medio de manifestar el hablante su actitud ante lo enunciado.
o r a c io n a le s ,
puesto
La afirmación, negación o duda no son, por otra parte, las mínimas modalidades posibles: el hablante puede considerar el enunciado, como vimos al tratar de los modos verbales, como real, como virtual, como temido o no deseado, como aceptado con alegría, con pena, con extrañeza, etc. Los adverbios oracionales forman parte de todo un conjunto de procedimientos lingüísticos modaliza dores del enunciado, y no se limitan a la afirmación, negación o dubitación. Un gran número de adver bios en -mente no son de hecho adverbios de modo, es decir C. circunstanciales, sino modalizadores, ejemplo: probablemente, seguramente, lamentablemente, afortunadamente, increíblemente, etc... Equi valen exactamente a otros medios modalizadores ya citados (Vid. tema 3.3): Esproblable que; considero probable; lamento que; es lamentable que... Son los adverbios orientados hacia el hablante de Jackendoff, y que Alarcos denomina atributos oracionales (Vid. supra). O
o
( J u a n ) f v e n ir
MODALIDAD posibilidad, disgusto, extrañeza, duda... etc. afirmación / negación
S
+ Fur)
P
-
301
o
o
no
Juan vendrá Juan no vendrá o
o
C u r io s a m e n te
A c a so ...
A caso A caso.
Probablemente no venga Juan
i i Probablemente venga Juan
(El caso específico de la negación ha sido tratado en el tema 3.3).
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302 -
LA ESTRUCTURA DEL PREDICADO 8.1. C LA SES D E P R E D IC A D O S.
8.1.1. PREDICADO VERBAL. PREDICADO NOMINAL. 8.1.2. PREDICADOS TRANSITIVOS. PREDICADOS INTRANSITIVOS. 8.1.3. CLASES DE COMPLEMENTOS. A . C O M P L E M E N T O S D E O B JE TO . B. C O M P L E M E N T O S C IR C U N S T A N C IA L E S . C. R E L A C IÓ N E N T R E LA S C L A S E S D E P A L A B R A S Y L A S F U N C IO N E S S IN T Á C T IC A S .
8.2. C R IT E R IO F U N C IO N A L D E A N Á L ISIS D E LOS ELEM EN TO S D EL PR E D IC A D O .
8.2.1. ATRIBUTO Y COMPLEMENTO PREDICATIVO. 8.2.2. COMPLEMENTO DIRECTO (“ IMPLEMENTOS” DE ALARCOS)
8.2.3. COMPLEMENTO INDIRECTO (“COMPLEMENTO” DE ALARCOS) 8.2.4. COMPLEMENTO RÉGIMEN (“SUPLEMENTO” DE ALARCOS)
8.2.5. COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES (“ADITAMENTOS” ) 8.3. R E L A C IO N E S D E N A TU R A LEZA SE M Á N TIC A E N T R E LOS ELEM EN TO S O R A C IO N A LES.
8.3.1. 8.3.2. 8.3.4. 8.3.5. 8.3.6.
EL SUJETO. EL COMPLEMENTO DIRECTO. EL COMPLEMENTO RÉGIMEN. LOS COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES. LA GRAMÁTICA DE CASOS.
8.4. O R A C IO N E S ATRIBUTIVAS Y PREDICATIVAS.
8.4.1. ESTRUCTURAS DE PREDICADO ATRIBUTIVAS. A. A TR IB U TIV A S C O N SER-ESTAR. B. V A R IA N T E S L É X IC A S D E SER-ESTAR. C. V E R B O S C O N S IG N IF IC A D O P L E N O .
8.4.2. LOS VERBOS SER Y ESTAR. A . U SO S P R E D IC A T IV O S . B. U SO S A T R IB U T IV O S .
8.5. EL P R O B L E M A D E L A VOZ 8.6. VALORES D E “S E ”
8.6.1. CONSTRUCCIONES REFLEXIVAS PROPIAMENTE DICHAS: REFLEXIONES PROPIAS. A . D IR EC TA S. B. IN D IR E C T A S . C. C O N S T R U C C IO N E S CAUSATIVAS.
8.6.2. LA SIGNIFICACION RECÍPROCA. 8.6.3. CONSTRUCCIONES SIN SIGNIFICACIÓN REFLEXIVA. A. LOS V E R R B O S P R O N O M IN A L E S . B. V E R B O S Q U E O F R E C E N D O B L E P O S IB IL ID A D .
8.6.4. CONSTRUCCIONES REFLEJAS IMPERSONALES Y PASIVAS. A. C O N S T R U C C IO N E S R E F L E JA S D E S IG N IF IC A C IÓ N PASIVA: LA PASIVA R E F L E JA . B. C O N S T R U C C IO N E S R E F L E JA S IM P E R S O N A L E S S IN T Á C T IC A S .
8.1. C LA SES D E PR ED IC A D O S. La oración gramatical se compone, como se ha dicho, de dos constituyentes básicos: un sintagma no minal en función de sujeto y un sintagma verbal en función de predicado. Una vez descrito el primero (Vid. temas 4 y 5) y el verbo, elemento nuclear del segundo, (temas 6 y 7), vamos a abordar el análisis de los diversos tipos de predicado, así como de las relaciones sintácticas y semánticas que se establecen en el seno de la oración simple.
8.1.1. P R E D IC A D O V E R B A L - P R E D IC A D O N O M IN A L . D esd e
el
p u n t o d e v is t a f o r m a l, t o d o p r e d ic a d o c o n n o t a n e c e s a r ia m e n t e u n v e r b o , q u e c o n s t i t u y e su
Ahora bien, desde el punto de vista semántico, podemos considerar que lo “predica do”, es decir lo atribuido al sujeto puede no ser una acción, proceso o estado expresado por un verbo sino una cualidad o característica expresada por un elemento nominal. En el primer caso tendremos un p r e d ic a d o v e r b a l, en el segundo, un p r e d ic a d o n o m in a l. n ú c le o s in t á c t ic o .
En el predicado verbal, el verbo es un verbo p r e d ic a t iv o (Vid temas 6.1.4. C), es decir dotado de conte nido semántico pleno, que constituye no sólo el núcleo sintáctico sino también el núcleo semántico del predicado. Si figuran otros elementos adyacentes, éstos son complementos del verbo. Las oraciones de predicado verbal reciben el nombre de
ín SUJETO
o r a c i o n e s p r e d ic a t iv a s .
VERBO PREDICATIVO (+ COMPLEMENTOS) *-------------- PREDICADO VERBAL--------------------i
r Pedro qwt?
r x Juan come peras
r N El niño duerme en su cama
PREDICADO
PREDICADO VERBAL
PREDICADO VERBAL
VERBAL
El predicado se denomina n o m in a l cuando lo “predicado”, es decir lo atribuido al sujeto, es una cuali dad o característica expresada por un elemento de carácter nominal que califica o clasifica al sujeto. El verbo, en tal caso, es un verbo semánticamente vado en principio. Su función es servir de enlace entre el sujeto y el elemento que de él se predica. Estos verbos se denominan c o p u l a t i v o s (de cópula = unir) y el elemento predicado (es decir, atribuido), a t r ib u t o . Éste complementa, pues, al sujeto —no al verbo—, y constituye el núcleo semántico del predicado. Las oraciones de predicado nominal reciben el nombre de s u jI t o
__________ _
O R A C IO N E S A T R IB U T IV A S .
ATRIBUTIVO
VERBO COPULATIVO PREDICADO NOMINAL
Juan es bueno V. co p ATRIBUTO
Pedro es médico
La casa está derruida
V. co p ATRIBUTO
V. co p ATRIBUTO
PREDICADO NOMINAL
PREDICADO NOMINAL
La terminología consagrada no debe inducir a confusión: toda oración, en sentido estricto, es p r e d ic a dado que “predica” algo del sujeto. Oración a t r ib u t iv a debe entenderse por tanto como “oración en la que lo que se predica es un atributo del sujeto”.
t iv a ,
-
304 -
EL PREDICADO MIXTO Existe una tercera estructura mixta de predicado con verbos no copulativos que contienen una cons trucción atributiva implícita. En este tipo de construcción aparece un elemento referido al sujeto, al igual que el atributo, por mediación de un verbo que actúa como relacionante; sin embargo, a diferencia de los predicados normales, el verbo no es un verbo vacío sino que posee contenido semántico. El elemento atribuido o predicado del sujeto recibe el nombre de c o m p l e m e n t o p r e d ic a t iv o para distinguirlo del atri buto propiamente dicho. | SUJE'¡ T O
VERBO PREDICATIVO
------------i Los viaieros llegaron hambrientos S
C. PVO
CTO. PREDICATIVO
PREDICADO VERBAL ------- 1 El chico se llama Pepe s
C. PVO
Como se veía en su momento, el complemento predicativo puede afectar no sólo al sujeto sino al com plemento directo. Ejemplo:
R en cu en tro pálida CD
Nombraron director a~Vepe
C. PVO
8.1.2. P R E D IC A D O S T R A N SIT IV O S. P R E D IC A D O S IN T R A N S IT IV O S .
Como vimos al tratar de las clases de verbos (Vid. tema 6.1.4.C), d e t e r m in a d o s v e r b o s r e c u p e r a n p o r La oración verbal, ejecutada por el sujeto, es concebida como proyectándose en dicho objeto, que constituirá su m e t a o t é r m in o .
n a t u r a le z a u n o b j e t o q u e c o m p l e m e n t e s u s i g n i f i c a c i ó n .
La mención de dicho objeto constituye el llamado complemento directo, que se caracteriza por una especial cohesión sintáctica y semántica con el verbo y su vinculación directa al mismo sin preposición1. La relación es hasta tal punto estrecha que la oración puede invertirse mediante la transformación pasiva y este elemento se convierte en el sujeto gramatical de la forma verbal resultante: El hombre golpea la mesa la mesa es golpeada por el hombre. Pepe vio el árbol el árbol fu e visto por Pepe. Estos verbos se denominan t r a n s it iv o s . Son, por ejemplo, transitivos: hacer, golpear, dar, abandonar, mostrar, enseñar, coger, comer, ver, querer, odiar, pintar, escribir... etc. Otros verbos, en cambio, parecen poseer una significación completa, cerrada en si misma, que no re quiere de complementación. Ejemplo: andar, vivir, dormir, crecer, venir... etc. Son los verbos in tr a n s itiv o s . En la práctica se observa, sin embargo, que un gran número de verbos transitivos son susceptibles de ser usados sin complementación, en predicados absolutamente inteligibles que el agente no percibe en modo alguno como incompletos: No come desde hace tres días. Enciende, que no veo. Pepe escribe muy bien, etc. De ahí que, aunque se acostumbra distinguir entre verbos transitivos y verbos intransitivos, esta divi sión no es tajante. Un reducido número de verbos parece admitir exclusivamente el uso transitivo o in transitivo. Por ejemplo, hacer, tener sólo aparecen en estructuras transitivas, mientras que ser, expresar, estar, ir, venir, sólo aparecen en estructuras intransitivas. En la mayoría de los casos, sin embargo, la transitividad es una cuestión de grado (mayor o menor probabilidad de aparición de CD). Verbos nor malmente transitivos admiten usos absolutos, intransitivos: Ayer no comí. La droga mata. He dejado de beber. ¿Oyes bien? En verbos normalmente intransitivos pueden presentar CD: Vive una vida triste. Llorar lágrimas amargas, etc. '(Vid. excepción de CD de persona, tema 8.3.2).
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305 -
SÓLO________ TRANSITIVOS hacer tener...
Doble posibilidad comer ver matar transitivos
SÓLO INTRANSITIVOS ir estar...
vivir
correr llorar intransitivos
Otra observación ha conducido a algunos gramáticos a proponer pura y simplemente el abandono del concepto de verbo transitivo/intransitivo y a considerar que la transitividad no es una característica propia del verbo sino del predicado. En lugar de hablar de verbos transitivos o intransitivos, hay que hablar más bien de predicados transitivos o intransitivos. Un predicado es, pues, transitivo si en él figura un complemento directo, y es intransitivo en caso con trario, sin perjuicio de otro tipo de complementaciones que en ambos casos puedan aparecer. La posición más consecuente sobre este particular es la representada por Alarcos, que la razona del modo siguiente: “La mayoría de los verbos pueden ser indistintamente intransitivos o transitivos. Si yo quiero completar la idea de J u a n con la idea de c o m e r puedo hacerlo de dos maneras: cuando no me interese especificar la noción verbal cerraré el predicado sobre ella y obtendré un predicado simple: J u a n c o m e . Cuando quiera añadir algo que me parezca oportuno, la ex tenderé y llegaré a un predicado compuesto: J u a n c o m e u v a s . No se puede hablar, pues, de verbos transitivos o intransitivos; lo que hay son realizaciones sumarias o binarias de una misma noción verbal de lengua”. OBSERVACIONES Al efectuar el análisis sintáctico de una oración, éste debe tener en cuenta evidentemente la estructura que en ese caso concreto presenta el predicado. Si el predicado de una oración carece de complemento directo, la oración debe considerarse intransitiva, sea cual sea el verbo que aparezca. Innecesariamente, si aparece un CD, se analizará como transitiva, aun que el verbo normalmente no construya como tal. Ahora bien, ésto no supone que carezca de sentido el aplicar los conceptos de transitividad/intransitividad al verbo en sí. Por una parte porque, aunque reducido, como se ha visto, hay un cierto número de ver bos irreductibles que no admiten más que uno u otro uso. Es imposible: J u a n hace. E l h o m b r e tie n e . A l l í h a b ía (transitivos). P e p e va e n c a m in o . E l n iñ o to s ió u n a tos. E l g lo b o e s ta lló u n esta llid o , etc. (intransitivos). En el caso de los verbos transitivos, es indudable que todos ellos presuponen un objeto, se formule éste o no. Si, al margen de todo contexto lingüístico, o extralingüístico, formula mos a un interlocutor hipotético las órdenes ¡H a z!, ¡E sc rib e !, ¡ C o m e !, Trae, C ierra, nues tro interlocutor preguntará inevitablemente: ¿el q u é ? o ¿ q u é? , sin cuya especificación la eje cución no es posible —ya que, efectivamente, e s u n e n u n c ia d o in c o m p le to — Si, en cambio, ordenáramos C orre, Salta, S o n ríe o Tose, la acción puede ejecutarse sin mayor especificación. Lo que sucede en el caso de los usos intransitivos de los verbos transitivos es que el obje to no necesita ser especificado bajo la forma de CD, bien porque es obvio, bien porque el hablante no considera necesario informar sobre su índole; pero en cualquier caso, s u b y a ce la p r e s u p o s ic ió n d e q u e ta l o b je to e x is te , lo que no sucede en un verbo intransitivo. Cuando decimos que J u a n n o c o m e d e s d e h a c e tre s d ía s, el hablante desea informar so bre la acción de n o c o m e r , no sobre el alimento o alimentos. Está implícito que por n o c o m e se entiende aquí que no come ningún alimento. El bo xeador que a b a n d o n a : abandona el combate. P e p e e s c rib e b ien : cualquier cosa que escriba (artículos normales o lo que sea). El enfoque de Alarcos es válido desde el punto de vista s in tá c tic o exclusivamente. Desde el punto de vista s e m á n tic o es extremado. De hecho, los diccionarios informan habitual mente en las entradas de los verbos si el verbo es transitivo o intransitivo por naturaleza. -
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Obsérvese que no estamos afirmando, como sostenía la gramática tradicional, que exista elipsis alguna. Lo que sí puede decirse es que la capacidad de recibir complementación, sea ésta obligatoria u opcional es una característica que ciertos verbos poseen de modo in trínseco, en tanto que otros carecen de ella en su uso estricto1. Sobre esta observación se basa, como se estudiará en su momento, la gramática de de pendencias, que considera el concepto de valencia del verbo como eje del análisis de la es tructura oracional (Vid. tema 6.1.4.D). En el caso de los intransitivos usados como transitivos no hay objeto externo: el comple mento directo representa un objeto ficticio, cuyo contenido semántico unas veces está ya contenido en el verbo. Dormí un sueño tranquilo = dormí tranquilamente, etc. respirar implica “aire". Correr la tercera carrera es correr durante la carrera que se celebra en tercer lugar. Se trata de construcciones que permiten precisiones cualitativas o circunstanciales sobre la acción, no verdaderas especificaciones de objeto extremo.
8.1.3. CLASES DE COMPLEMENTOS. A. COMPLEMENTOS DE OBJETO. La transitividad, considerada en sentido estricto como capacidad de recibir complemento directo, no agota en modo alguno la característica, intrínseca en ciertos verbos, de admitir, para formar algún tipo de complementación, predicaciones completas. Determinados verbos, en efecto, presuponen no sólo un objeto directo (o CD) sino un objeto indirecto que representa desde eípunío de vista semántico bien al “ destinatario” bien el ser afectado por la acción o proceso verbal; es el llamado complemento indirecto. Así, verbos como dar, entregar, decir, pagar, comunicar, ofrecer, etc... presuponen algo a alguien-, agra dar, gustar, sentar, etc. suponen un alguien a quien se gusta, agrada, etc. (en este caso sin CD). Ejemplos: Da limosna al pobre. Entregó ¡a carta a Juan. Dile la verdad a tu hijo. A Juan le gusta el vino. El traje te sienta bien. Evidentemente, cuando el referente es obvio o no interesa precisarlo, puede omitirse, al igual que suce de con el CD. Acostumbra dar limosna. No digas mentiras.
El repartidor ha acabado de entregar por hoy. Ese traje sienta bien.
Estrechamente relacionado con el complemento directo se halla el complemento régimen, exigido por ciertos verbos, como complementación no menos estrecha que aquél. La diferencia es la presencia en este caso de un preposición fija. Alarcos denomina suplemento a este tipo de complementación. El verbo en cuestión, admite He soñado con Pepe. Hablan de fútbol. Pensaba en sus padres.
asi mismo, como ya vemos que es normal, la construcción absoluta. / Normalmente sueño poco. / No hables. / Pienso, luego existo.
El complemento directo, el complemento indirecto y el complemento régimen o suplemento mantie nen, como se ve, una estrecha relación sernántico-sintáctica con el verbo. De ahí que puedan englobarse en una categoría común, la de complementos de objeto. En la gramática de dependencias, estos complementos constituyen, junto con el sujeto, los actantes del proceso o acción verbal, es decir, los elementos estrechamente vinculados al mismo en una relación de participación bajo algún aspecto. (Vid. tema. 6.1.4.).
1Del m ism o modo, el que existan construcciones unipersonales en verbos que norm alm ente llevan sujeto (por ejemplo: se saluda a los embajadores; llaman a la puerta; o decir que subirá la gasolina) no nos lleva a negar su diferencia intrínseca con los impersonales por naturaleza ( llueve, hace frío, hay manzanas...)
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B. LOS COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES. Frente a los complementos de objeto, pueden aparecer, tanto en predicados verbales como en predica dos nominales, otro tipo de complementos, esta vez de carácter “periférico” o “circunstancial” no exigi dos en principio sintáctica ni semánticamente por el verbo, que son, por tanto, en cierto modo “opciona les”. Son los complementos circunstanciales, que designan las circunstancias de lugar, tiempo, modo, etc., que enmarcan el predicado (e incluso, a veces, la oración entera). Juan es bueno a ratos. Pedro trabaja en Valencia. El niño corre en zapatillas por el pasillo. Dios existe en nuestra mente. Todos los dias llueve. Hizo un pastel cuidadosamente. Le entregó la carta a Juan rápidamente. La pelota rompió el cristal ayer tarde. Me he despedido tristemente de Juan. Fíjate bien en esa chica. Siempre habla de lo mismo. En la gramática de dependencias, estos elementos se consideran circunstantes. Frente a los actantes, no participan en el proceso, no les afecta la valencia del verbo y su número puede ser variable. Como se verá al analizar este tipo de complementos, habrá que matizar en algunos casos su pretendido carácter periférico. Con determinados verbos intransitivos parecen desempe ñar una función de complementación tan estrecha como los complementos de objeto en su ámbito específico.
C.
RELACION ENTRE LAS CLASES DE PALABRAS Y LAS FUNCIONES SINTÁCTICAS. Las funciones de complemento directo, indirecto y complemento régimen son propias del sustantivo. La función de atributo es propia del adjetivo calificativo y del sustantivo. La función de complemento circunstancial es propia del adverbio.
Cuando estas funciones son desempeñadas por otros elementos, podemos considerar que existe una traslación (Vid. tema 4.4). RESUMEN DE LA ESTRUCTURA DEL PREDICADO COPULATIVO PREDICADO NOMINAL VERBO
PREDICADO,
VERBAL
+
ATRIBUTO
SEMICOPULATIVO INTRANSITIVO
+
CTO. PVO.
TRANSITIVO
+
CD + CTO. PVO
TRANSITIVO
+
CD
TRANSITIVO
+
(CD)
INTRANSITIVO
+
CI
INTRANSITIVO
+
-REFLEXIVA RECÍPROCA CONSTRUCCIONES <í INTRANSITIVA CON SE DE SIGNIFICACION PASIVA IMPERSONAL
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CI
> C.C. CIRC.
8.2. C R ITER IO F U N C IO N A L D E A N A L ISIS DE LOS ELEM EN TO S DEL PR ED IC A D O . Los diversos tipos de elementos adyacentes al verbo que puede incluir el predicado y que hemos enu merado sucintamente en los anteriores epígrafes han sido investigados desde antiguo por la tradición gramatical y definidos con criterios heterogéneos de carácter unas veces semántico, otras sintáctico —o ambos a la vez— no siempre coherentes y, en algunos casos, discutibles. (Vid. infra. tema 8.3.). Para su reconocimiento parece preferible recurrir a criterios estrictamente funcionales y delimitar resuelta mente dos planos de análisis: el sintáctico o funcional y el de las relaciones semánticas que subyacen entre elementos oracionales. Entre uno y otro no existe necesariamente coincidencia. La clasificación y reconocimiento de los elementos adyacentes del predicado desde una óptica estricta mente funcional, sin concesión alguna a consideraciones semánticas, se debe al gramático E. Alarcos, quien propone simultáneamente un cambio teminológico para designar los diversos tipos de comple mentos, en substitución de la terminología tradicional1.
8.2.1. ATRIBUTO Y COMPLEMENTO PREDICATIVO. Ambos complementan por mediación de un verbo a un elemento nominal con el cual se da concor dancia. Aunque algunos autores los confunden bajo uno u otro nombre, parece conveniente distinguir los. En efecto, se trata de funciones sintácticas distintas, dada la diferencia de comportamiento ante la pronominalización. El atributo es sustituible por lo, no así el Cto. Predicativo. Juan está enfermo —----- #- lo está Juan es arquitecto » lo es Juan se siente enfermo ----- — *se lo siente Te veo pálido — *te lo veo Nótese que el atributo aparece exclusivamente en ser, estar y parecer. El complemento predicativo pue de aparecer en un gran número de verbos. Algunos pueden considerarse variantes semánticas de ser o estar, por ejemplo: volverse = llegar a ser, considerarse = creer ser etc., pero no necesariamente (Vid. infra tema 8.4.1)
8.2.2. COMPLEMENTO DIRECTO (“IMPLEMENTO” DE ALARCOS). Al igual que el sujeto, no ofrece en principio ningún rasgo que indique su función pero, a diferencia de aquél, no rige la concordancia del verbo. Come pan / come panes: pasa el tren / pasan los trenes: CD CD SUJETO SUJETO quiero un_cargj?ielp / quiero cgjxuiKlps me gusta el caramelo / me gustan los caramelos. S U JE T O
SU JETO .
EL COMPLEMENTO DIRECTO CON A. El complemento directo de persona lleva la preposición a (salvo si es un pronombre átono). Así: Veo a mi padre / Veo un árbol; Busco a los niños / Busco mis gafas; Adoro a Pepe / Adoro el cine. La preposición está individualmente ligada al rasgo (+ humano), e incluso (+ animado), pero la regla citada no es automática. Puede no figurar en ciertos casos: Busco criada y, recíprocamente, aparecer con no animados personificados, para evitar la ambigüedad sintáctica de ciertas oraciones, por causas diacrónicas u otros factores. Am o a mi país; matar al perro (matar una cucaracha). E! desarrollo político no ha acompañado al desarrollo económico. En el uso de la preposición a existe una compleja casuística en función del grado en que se considere la personíticación de lo designado y, sobre todo, de que el CD sea o no un sintagma determinado.
'La terminologia propuesta por Alarcos es.seguida por algunos gramáticos. Conviene por tanto conocerla aunque no haya arraigado con carácter general.
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En síntesis, el CD lleva a1 en los casos siguientes: a) con nombres-propios de personas o de animales: César venció aPompeyo. Don Qui jote quería a Rocinante.
b) con pronombres indefinidos o interrogativos: alguien, nadie, quien; uno, otro, todo, ninguno, cualquiera referido a personas: He visto a alguien. No quiere a ninguno... c) con nombres comunes de personas o de animales que se encuentren determinados: Busco al hermano de Juan. Llamaron al mejor médico de la ciudad. He invitado al capitán gene ral. No encuentro a mi gato. d) con seres personificados, sobre todo si el verbo se constituye normalmente en comple mento de persona: Llamar a la muerte. Calumnia a la virtud. e) con colectivos de personas cuando la acción que denota el verbo se ejerce sobre los individuos: Entretener al pueblo. Engañar a la gente. Deleitar a la muchedumbre. f) por necesidad de evitar la ambigüedad, especialmente en comparaciones: Tripas lle van pies, que no pies a tripas. Todos le temen como a! fuego.
Por el contrario, deja de usarse la preposición a a) con nombres comunes de persona cuando no estén determinados: Busco criada. No tie ne hermanos. Necesito un médico.
b) cuando hay un complemento con a que puede inducir a ambigüedad: Recomendó su sobrino a! vendedor.
c) En nombres propios geográficos, hay vacilación salvo si llevan artículo: César pasó el Rubicán. Pero amo a Valencia / amo Valencia. d) También hay vacilación en colectivos de persona cuando la acción no individualiza a sus componentes: Conozco esa fam ilia / a esa familia. Respetar el ejército / respetar al ejército.
e) Y en los abstractos, según el grado de personificación: temer la muerte / temer a la muerte. PRONOMINALIZACIÓN DEL CD. El CD se caracteriza porque su supresión deja un pronombre personal átono que conserva el género y el número del elemento elidido. Es decir, es sustituible por lo, la, los, las. lo veo Veo a tu tía
— ---- ►
El Derro nersisue al lobo
El veo ----- ►to persigue
a la loba ----- ►/« persigue a los lobos—*~los persigue a las tobas—► te persigue
El pronombre es, como se ve, necesario. Sin él, la oración pierde su significado: veo; amo; el perro persigue. LA TRANSFORMACIÓN PASIVA. El CD, si la transformación pasiva es posible, se convierte en sujeto de la oración resultante. Veo a tu tío. ——► Tu tío es visto por mí CD S V, pasivo El perro persigue a los lobos. -----► Los lobos son perseguidos por el perro. CD S V.PASIVO 1 La preposición a ante CD de persona —o cosa personificada— se generalizó en el español clásico, aunque también era posible !a construcción sin a: quiere Doña Beatriz su primo; No disgustemos mi ahucia (! .ope).
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El desarrollo político no ha acompañado al económico. — — acompañado por el político.
El desarrollo económico no ha sido
E l criterio d e la transformación pasiva no es aplicable a algunos verbos, por ejemplo: tener o el impersonal hay cuyos adyacentes son sin embargo CD. Tienes mis zapatillas » *Mis zapatillas son tenidas por tí (pero sí: las tienes). Hay una manzana -----► *Una manzana es habida (pero sí: la hay). L a a p lic a c ió n del c rite rio d e p ro n o m in a liz a c ió n se ve en cie rto s ca so s d ific u lta d a en la p rá c tic a p o r la e x te n s ió n e n lo s h a b la n te s d e los fe n ó m e n o s d e le ísm o y la ís m o (V id. te m a 5.3.)
8.2.3. COMPLEMENTO INDIRECTO (“COMPLEMENTO” DE ALARCOS) Aparece siempre bajo forma de un sintagma nominal introducido pora (rara vez por para). Frecuente mente aparece en predicados que tienen ya CD y entonces complementa al conjunto verbo + CD. Entrega la carta al portero. Escribo una carta a mi madre, pero no necesariamente: No le compres Ci Cl CI pan a ese panadero. Puede no haber CD: No Jes hemos ganado aún a esos. A Pepe le gusta el vino. Me_ CI
ci
CI
CI
CI
CI
es difícil. A diferencia del CD, no se convierte en sujeto de la pasiva correspondiente si la hay: El portero no es entregado; mi madre no es escrita; Pepe no es gustado, etc. PRONOMINALIZACIÓN. Si se suprime, el CI deja como huella un pronombre personal átono que refleja sólo el número del elemento debido, no el género: le, les. Entrega la carta al portero. entrégale la carta, entrégale la carta, a la portera entrégales la carta, a los porteros entrégales la carta. a las porteras Escribo a mi madre — s*~ le escribo Le gusta el vino (a él / a ella) No le compres (a él / a ella) La aplicación de este último criterio para distinguir el CD del CI, teóricamente válida desde el punto de vista del sistema, tropieza en la práctica con la indudable generalización del fenómeno del leísmo (Vid. supra). Por otra parte, en determinados casos en los que aparece un único complemento con a, los límites entre el CD y el CI pueden estar borrosos: La muerte asusta a los hombres — ► la muerte los asusta / la muerte les asusta. El CI lleva siempre la preposición a salvo cuando se trata de un pronombre átono. En contados casos, lleva la preposición para: Es difícil para m í / M e es difícil. Esto no debe confundirse con el Cto. de finali dad (Vid. infra.). EL COMPLEMENTO INDIRECTO CON P A R A . Existe discusión acerca del carácter del CI de ciertos sintagmas introducidos por para. a) Traigo un libro para Juan. Mandé un regalo para María. Aparentemente, equivalen a le_traigo un ci libro a Juan: le mandé un regalo a María, pero, de hecho, no es así. CI
CI
CI
Los sintagmas “para Juan” y “para María” no cumplen la función sintáctica de CI ya que ésta puede figurar conjuntamente con ellos con otro referente.
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Le traigo un libro para Juan
le mandé a Pepita un regalo para María.
ci
ci
ci
Estos sintagmas deben ser interpretados como complementos circunstanciales de finalidad. (Ej.: Juan estudia para abogado. La carta es para el correo). b) Sí, en cambio, son interpretables como CI los elementos para Juan; para mí; para tí en las oraciones atributivas: Eso es fácil para Juan; Es difícil para mí; Es útil para tí. Obsérvese que no es posible aquí la inserción de otro CI divergente pero sí la formalización con le, les. *Eso le es fácil para Juan. Eso le es fácil, *Me es difícil para mí. Me es difícil. LOS VERBOS CON “DOBLE ACUSATIVO” Ciertos verbos, como enseñar, preguntar, robar, pagar, vestir pueden construirse con CD tanto de per sona como de cosa. El profesor enseña latín CD El profesor pregunta la lección CD
La guerra inspira honor CD Vestir una túnica CD
El profesor enseña al alumno CD El profesor pregunta al alumno. CD La naturaleza inspira a! poeta. CD Vestir al desnudo. CD
Cuando ambos complemento se dan en la misma oración, en latín se construían con doble acusativo: Docere pueros grammaticam. En español el CD de persona pasó a ser CI. Enseñar gramática a los alumnos. CD algo CD Pagar
<
a alguien CI
pagar algo a alguien CD CI
la deuda CD Pagar x
al acreedor CI
pagar la deuda al acreedor CD CI
REDUNDANCIAS Tanto el complemento directo como el complemento indirecto aparecen con frecuencia formulados de modo redundante en la oración, mediante un pronombre personal átono (anafórico o catafórico que, según los casos, es gramaticalmente obligatorio en el español actual. A mi oadrélo quiero mucho. (*A mi padre quiero mucho) CD CD
Les comunicó los resultados a todos. CI CI
Le dijo a Juan que vendría. ci ci
Le doy un regalo a Pepe. CI CI
A tí no te engaña nadie. CD CD
A Pepe le doy un regalo.
E n e s p a ñ o l a n tig u o n o e ra n e c e s a rio e n c a s o s e n q u e h o y lo es: A m í lo dizen a ti dan las orejadas (M ío C id ) (A m i m e lo d ic e n , a tí te tira n d e la s o re ja s); Si pesa a vosotros más pesa a mi (Ibidem); (Si o s p e s a a v o s o tro s , m á s m e p e s a a m í).
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El complemento régimen (CR) está siempre precedido de preposición: no de cualquiera, sino sólo al guna de las siguientes: a, de, en, con; la selección de una u otra viene determinada por el verbo. Puede hablarse por tanto de reacción, de ahí el nombre de complemento de régimen'. Habla de política; pienso en Juan; cuenta con recursos suficientes. Estos complementos presentan por tanto la misma estructura formal que los complementos circuns tanciales. Algunos gramáticos, de hecho, los consideran como tales y no admiten que constituyan una clase aparte. Es cierto que semánticamente les están emparentados y a veces los límites pueden ser borro sos, pero su comportamiento sintáctico es distinto y la distinción está plenamente justificada desde el punto de vista funcional. La cohesión con el verbo es mucho más estrecha —análoga a la del CD — si se eliden, dejan huella pronominal en forma tónica precedida de la preposición: cuento con los chicos / cuento con ellos; habla de política / habla de ello; pienso en Juan / pienso en él. Compárese con la elisión total de los circunstanciales cuya sustitución es, bien cero, bien un adverbio sin preposición Habla de noche ------ habla [entonces]. Está en ca sa ---------- +~Está [allí]. CCT
CCL
El complemento régimen es compatible con el CI y con los circunstanciales pero no con el CD2, ya que el complemento régimen es un complemento alternativo a éste. Algunos verbos admiten construc ción con uno o con otro (con matiz semántico distinto en general). Pensar algo / Pensar en algo Acerró la adivinanza / No acertó con la puerta Soñar con algo / Soñar algo
Tratar algo / tratar de algo Te creo / creo en tí Acabar algo / acabar con algo
Ejemplos como avisar a alguien de algo parecen contradecir esta imposibilidad. Sin em bargo, de algo es aquí sustituible por acerca de algo o sobre algo e interpretable como C. Circ. de “materia” o asunto. Uno de los criterios de distinción del complemento régimen, para algunos, es que la preposición se encuentre semánticamente vacía, reducida a mero indicador de función.
Otros verbos se constituyen exclusivamente en complemento régimen: prescindir de algo; arrepentirse de algo; reirse de algo; defenderse de alguien; referirse a algo; burlarse de alguien; jactarse de algo; acos tumbrarse a algo. Obsérvese que muchos presentan incremento pronominal con se. Al igual que sucede con los transitivos, estos verbos pueden aparecer en construcciones absolutas sin complemento. Hablaba de fú tb o l (y ahora come peras) Hablaba (y ahora come.)
8.2.5. COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES (“ADITAMENTO” DE ALARCOS) Los complementos circunstanciales pueden aparecer bajo la forma de sintagmas preposicionales o bien sin preposición, con lo que pueden presentar la misma estructura que los complementos directos. Sin embargo, poseen menos intimidad de relación con el núcleo verbal y por tanto, si se suprimen, no dejan rastro pronominal. Se dice que son términos marginales del predicado. 'Es preferible esia terminología a la de complemento preposicional, que es claramente ambigua. Cualquier complemento precedido de preposición es, en efecto, lin complemento preposicional (el C'D con a. el CI, el Cto. determinativo, la mayoría de los circunstanciales...).
Cuando decimos que no dejan rastro pronominal nos referimos a que no son sustituibles por pronom bres personales. Sí que lo son por adverbios pronominales deícticos (allí, entonces, así: Entregó el regalo entonces. Hizo el pastel así, etc.), pero no con carácter obligatorio. Entregó el regalo al día siguiente.
________ Entregó el regalo [O].
cc En cambio: entregó el regalo a la señora. _____ ^ (le entregó el regalo) ci Ha escrito esta semana.
Ha escrito [O]
cc En cambio: ha escrito esta carta.
------------- ^
(La ha escrito)
CD
Pueden ir introducidos por cualquier preposición, o locución prepositiva. Hizo el pastel con cuidado. Come con tenedor. Lo puso encima de la mesa. Dios existe en nuestra mente. Lo hago por t í . Está por encima de nuestras cabezas.
Desde aquí se ve el mar. Va en bicicleta sin manos. De noche todos los gatos son pardos. El tren sale a las diez. Salió de entre las matas.
8.3. RELA C IO N ES D E N A TU R A LEZA SEM Á N TIC A ENTR E LOS E L E M E N TOS O R AC IO NALES. INSUFICIENCIAS DEL ENFOQUE TRADICIONAL. Como hemos reiterado en diversos lugares, la gramática tradicional no siempre deslinda el pla no sintáctico del semántico en su definición y delimitación de las funciones gramaticales. De ahí que las diferencias clásicas de sujeto y de las diversas clases de complementos adolezcan de insufi ciencias y contradiciones que la reflexión lingüística actual ha puesto precisamente en cuestión.
8.3.1. EL SUJETO (Vid. tema 3.2.) Se asocia comúnmente el agente de la acción con el ser que realiza la acción expresada por el verbo (Para explicar la voz pasiva, la gramática tradicional forja el término sujeto paciente ‘). Esto es así en: Juan corre; Alguien viene; El niño come peras; y podrá admitirse —metafóricamente— en: El viento sopla; Sale el sol. Sin embargo, es inexacto en: El cuadro cuelga de la pared; Me duele la cabeza; Esta llave abre la puerta; La cesta tiene manzanas; Mi abuelo oye mal; Pepe teme a los fantas mas; Me avergüenzo de tu acción. En efecto, ni el cuadro, ni la llave ni la cesta realizan acción alguna. Son, respectivamente, un objeto al que se atribuye un estado o situación, el lugar donde me duele, el instrumento con el que se abre la puerta, el lugar donde están las manzanas... Asimismo, oye mal, teme o me avergüenzo no indican ac ción alguna por parte de sus respectivos sujetos gramaticales sino que esperan algo que les sucede o ex perimentan sin intervención alguna de su actividad. El sujeto gramatical representa, en estos casos, el soporte de un proceso. Las distintas funciones semánticas que en cada oración desempeña el sujeto dependen, por tanto: a) del significado del verbo.
‘El término no es demasiado acertado. En Juan sufre; Juan padece vejaciones; Juan no es denominado sujeto paciente... El término se reserva al sujeto de las oraciones en voz pasiva.
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b) de los rasgos semánticos del sujeto (según sea “humano”, “animado”, etc. o no, la interpretación difiere). c) de elementos contextúales o de conocimiento del mundo. Así, interpretamos “colgar” como verbo de estado y no de acción en el contexto citado. Será verbo de acción en Juan cuelga el cuadro. Tener es estativo en cualquier contexto, como cualquier verbo de posesión. Oír indica percepción física, involuntaria, no acción. La ¡lave, el cuadro, como no animados, no pueden ser interpretados como agentes... Es el conocimiento del mundo, extralingüístico, lo que permite afirmar que Juan no se afeita a sí mismo en la barbería sino que hace que otro le afeite, etc..
8.3.2. EL COMPLEMENTO DIRECTO. El complemento directo se define comúnmente como el término que precisa la significación del verbo transitivo (Vid. supra) y denota a la vez el objeto en que recae directamente la acción expresada por aquél. El complemento directo —se dice— representa, por tanto, un objeto externo o meta sobre el que se proyecta la acción del verbo. El complemento in d irecto, si lo hay, designa entonces al objeto sobre el cual recae indi rectamente la acción; el complemento indirecto, en efecto, complementa no al verbo solo, sino al conjunto formado por el verbo + el complemento directo. Todo ello se ejemplifica con construcciones del tipo: dar el clavel a Juana V
CD
CI
La acción de dar recae sobre el clavel y la acción de dar el clave! recae sobre Juana. [D ar-----^ el clavel] V
CD
------- a Juana. (Vid. infra.) Ci
La explicación resulta válida en muchos casos y tal es el origen de la construcción transitiva en las lenguas europeas Limpio ---------------- >- la Corto ------------------------la Sostengo --------------------la Como ----------------------- la
mesa patata cuerda pera, etc..
Sin embargo, no puede dar cuenta de un gran número de complementos directos a los que se ha exten dido el procedimiento. Así, en Veo el árbol es evidente que el árbol no recibenada (más bien soy yo quienrecibe la imagen procedente del árbol) En dar unsusto aalguien tampoco el susto puededecir que reciba acción alguna y Juana parece recibir muy directamente la acción de dar un susto, equivalente exacto de asustar. Las relaciones semánticas entre el verbo y el complemento directo pueden, por tanto, variar considera blemente según las construcciones, en función de la naturaleza del verbo, de-la subcategorización del CD y de factores contextúales. Compárese, en efecto: a) b) c) d)
Juan Juan Juan Juan
e) Juan pinta un cuadro f) La caja contiene bombones g) La montaña domina el valle h) Dar un susto
come una manzana trae una manzana ve una manzana tiene una manzana
En los ejemplos a) y b) el CD representa un objeto afectado realmente por la acción verbal, aunque de modo distinto. En a) el objeto se modifica, en este caso hasta el punto de dejar de existir como tal manzana. -
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En b) experimenta sólo un desplazamiento físico. En c), como sucede en cualquier verbo de percepción, el objeto no es afectado en absoluto —el afecta do, en todo caso es el sujeto Juan. Tampoco en d). Con un verbo de posesión, el objeto representado por el CD no recibe alteración alguna. En e), Juan pinta un cuadro, el objeto no preexiste a la acción sino que surge muy precisamente como resultado de la misma (lo mismo que en Juan inventa una historia, compone un poema, etc.). En f), La caja contiene bombones, el CD indica un objeto del que afirma la existencia o referencia en un lugar determinado (representado por el sujeto gramatical la caja). El CD de g), La montaña domina el valle, expresa claramente una relación locativa (lo mismo que en El retrato de su padre presidía la estancia y semejantes). h) Dar un susto, dar un beso, causar molestia, hacer compañía, hacer pedazos, prestar ayuda y expre siones análogas constituyen prácticamente sintagmas lexicalizados o verbos funcionales. La cohesión entre el verbo y el CD es tan estrecha que pueden considerarse léxicos complejos cuyo significado unitario es equivalente exacto de las simples correspondientes asustar, besar, molestar, acompañar, despedazar, ayudar, etc.. Cabe preguntarse cómo deben analizarse los predicados en los que aparecen éstos y otros verbos funcionales de diversa estructura. Depende de los casos; por ejemplo: Juan hizo pe dazos la mesa. En sentido estricto, la mesa es CD de hizo, y pedazos es un Cío. predicativo de mesa. Sin embargo, dado el carácter unitario de hacer pedazos parece más real analizar mesa co mo CD de! conjunto. Idem en hace trozos, añicos, etc. En efecto; cabe la mesa fue hecha pedazos. En cambio en doy un beso a Juana no cabe *Juana es dada un beso por mí En este caso, conviene mantener el análisis CD + CI.
8.3.3. EL COMPLEMENTO INDIRECTO El complemento indirecto puede aparecer con verbos transitivos y con verbos intransitivos, incluidos los verbos de estado. En él confluyen dos funciones básicas que la tradición gramatical aconseja distin guir: el complemento indirecto propiamente dicho y el llamado dativo ético. Puede, además, traducir secundariamente otros matices semánticos (direccionales, posesivos, relaciónales). I. EL COMPLEMENTO INDIRECTO PROPIAMENTE DICHO. a) Determinados verbos transitivos como dar, entregar, etc. se construyen con un complemento indirec to que complementa, como hemos visto, la significación del sintagma integrado por el verbo + el CD. Semánticamente, se considera que designa al destinatario de la acción. Algunos gramáticos lo denominan dativo de interés1. Juan entrega la carta al portero. CD
CI
Como en estos casos, la acción puede realizarse tanto en «provecho» o beneficio como en «daño» de la persona designada (regalar algo a alguien / dar una bofetada a alguien). CI CI
S.V&' q j 'i'jV a iCGff signas miúzácion, la terminología utilizada por Alcina-Blecua. La R.A.E. y otros, en cambio, utilizan dativo de.interés para designar también al dativo ético. El término es, por tanto, ambiguo.
316 -
El CD puede omitirse con algunos de estos verbos, por hallarse implícito en su significa ción. Por ejemplo: No quiso abrir al juez (la puerta);
CI
Escribo a mi tía (una carta)
é ' A}fi:
Que se trata de un C1 y no de un CD se comprueba al realizar la imposibilidad de trans formación pasiva. *EI juez es abierto *Mi tía es escrita. Se trata, como puede observarse, de verbos de tres “actantes” o “valencias” (sujeto, CD, CI): dar algo a alguien (Vid. tema 6.1.4.). b) Significado posesivo. En ciertos casos, el CI puede indicar posesión o pertenencia— en el mismo sen tido amplio que el término tiene en los adjetivos posesivos (Vid. tema 5.3.2.). Algunos lo denominan dativo simpatético. Le rompió el vestido (a Mercedes) CI
CD
-CI
(= rompió su vestido
rompió el vestido de Mercedes)
Me meto la mano en el bolsillo ~cT
CD
CCL
(meto la mano en mi bolsillo) c) Con verbos que indican movimiento el CI cobra un valor direccional. (Designa a la persona que es el origen o término del desplazamiento). Se denomina por ello dativo de dirección. Le alejé la bicicleta. ci (dativo de dirección de lugar “desde donde’’) Obsérvese que la interpretación como CI de este tipo de complementos está en función de que se trate de una persona o de un ser (+ animado). En caso contrario, se analizará como un complemento circunstancial de lugar y la pronominalización no es posible: Llévale las gafas al abuelo Lleva las gafas aI cajón (*Llévale las gafas al cajón) , CÍ
5
CCL
(matiz direccional de lugar a dónde, o movimiento hacia una meta) (alejé la bicicleta del niño) (alejé la bicicleta de la pared)
le alejé la bicicleta *le alejé la bicicleta.
OBSERVACIÓN El complemento indirecto puede expresar relaciones opuestas en determinadas oraciones ambiguas. Así, en:
Mamá le ha comprado un reloj a Juan CI
CI
El CI puede, en efecto, interpretarse tanto como destinatario como origen o procedencia. (“María ha comprado un reloj destinado a Juan / Juan le ha vendido un reloj a María”). d) Con ciertos verbos intransitivos, el CI indica a la persona (o ser animado) para la que es válido lo que el verbo enuncia: se denomina dativo de relación. Le gusta el vino cf Le pareció magnífico. A Juan le gusta el vino Me falta la paciencia Te sienta bien el traje Nos viene como anillo al dedo Me es difícil contestar A todos los que van en el navio se les mueren los piojos (Quijote). (el elemento nominal, explícito o implícito, es el sujeto de la oración: el vino, el traje, contestar, etc.).
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317 -
II.
EL DATIVO ÉTICO.
A diferencia de todos los casos anteriores, este complemento tiene carácter expletivo, es decir puede omitirse sin que varíe el significado de la oración. Se da necesariamente en forma pronominal y aparece tanto con verbos transitivos como con intransitivos, en construcción no refleja y refleja. Fn construcción no refleja, el pronombre representa a la persona a la que afecta particularmente el que se realice la acción o proceso que el verbo designa (aunque no participe directa ni indirectamente en la misma). Doctor; mi hijo no me_ come nada (no come, y ello me afecta) dativo ético
Le mataron a su marido (mataron a su marido, con las consecuencias que ello implicaba para ella) dativo ético
A ver si nos apruebas de una vez el latín (a ver si apruebas, que estamos interesados en que apruebes) dativo ético
En la construcción refleja, el pronombre subraya por lo general cierta intencionalidad y regodeo que el agente pone en la realización de la acción, aunque puede tener otros matices (vide infra. 8.6. valores de se. Construcciones con dativo ético) (Se) lo leyó del cabo al rabo. dativo ético
(Me) com í tres platos de sopa. dativo ético
La construcción refleja y no refleja pueden darse simultáneamente. ¡No te me enfermes! dativo ético reflejo
' dativo ético no reflejo.
El dativo ético tiene carácter fundamentalmente expresivo y es particularmente frecuente en el habla coloquial y familiar. No te me asustes; No te me vayas; A ver si me barres tu habitación; Nuestra hija nos vuelve a casa todos los días a las doce de la noche.
8.3.4. EL COMPLEMENTO REGIMEN. El hecho que muchos de estos complementos posean significación circunstancial ha originado que muchos gramáticos los consideren como tales y no los reconozcan como categoría distinta. Su cohesión sintáctica y semántica con el verbo los emparenta, sin embargo, claramente con los complementos de objeto. Los valores semánticos pueden ser muy diversos. En Pensar en algo / en alguien, hablar de algo, acordarse de algo, tratar de algo, etc. hay un claro valor de materia (figurada) o asunto. En arrepentirse de algo contar con alguien acertar con algo despedirse de alguién
el valor es causal. puede interpretarse como “instrumental”. puede ser locativo, por ejemplo: acertar con la puerta. es locativo de origen.
8.3.5. LOS COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES. Es en esta clase de complementos en la que el criterio semántico ofrece mayor coherencia, pues de un modo u otro, todos reflejan circunstancias en las que rodean a la acción o proceso que el verbo designa
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318 -
La gramática tradicional los subclasifica según la Índole de la relación: lugar, tiempo, modo, materia, instrumento, compañía, cantidad, carencia, etc. con una clasificación que parece quedar abierta para precisar los matices que procedan. LUGAR: Pueden indicar: — el lugar en donde o locativo (estático). Estamos en clase
El farol está junto a la ventana
CCL
CCL
Sobre la mesa hay un jamón
Juan reside en París
CCL
CCL
— el lugar a donde, direccional (dinámico). Voy a Valencia
Se dirigirá hacia la estación
CCL
CCL
— el lugar por donde (dinámico) etc. Paso por el puente CCL
Observamos que, en ciertos casos, estos complementos son tan necesarios para complementar semán ticamente a ciertos verbos de movimiento o estado como son los de objeto en los predicados transitivos: *Juan reside. TIEMPO: Pueden indicar tanto simultaneidad, como anterioridad o posterioridad A las doce sonará el timbre
Vendré el lunes
CCT
CCT
Iré después de la cena
Comemos antes de las tres CCT
CCT
MODO: Indica el modo o manera como se realiza la acción del verbo Me recibió con los brazos abiertos
Hizo el pastel con cuidado
CCM
Vamos deprisa
CCM
CCM
MATERIA: Requiere que el sustantivo sea (+ material) y (- contable). Hizo la estatua con mármol
Los bollos se hacen de harina
CC Mat.
CC Mal
Si el asunto es (— material) se considerará de asunto o materia figurada Habló mucho sobre ese tema CC Mat. fig.
(límite con el complemento régimen) INSTRUMENTO: Requiere que el sustantivo sea (+ contable). Asimismo puede tratarse de instrumento físico (+ material) o figurado (— material). Cortaba el salchichón con un cuchillo
Me engañó con una mentira
CC In.
CC In.
COMPAÑIA: Requiere que el sustantivo sea (+ humano). Voy al cine con Pepe
Nada temo si estas conmigo
C C Comp.
CC Comp.
CANTIDAD: Te lo he dicho tres veces CCCant.
— 319 —
Normalmente se incluyen en el C. Circunstancial de cantidad complementos del tipo: El saco pesa veinte kilos;
la mesa mide dos metros.
CD
CD
Estas construcciones son dudosas. Pueden, en efecto interpretarse como c. circunstaciales frente a Juan pesa cuarenta kilos de patatas. Juan mide dos metros de cinta. Obsérvese, sin embargo, que en todos los casos aparece como pronombre sustitutivo los, signo funcio nal de CD (Vid. supra). El saco los pesa. La mesa los mide. Sin embargo, la pasiva no es posible: veinte kilos fueron pesados por el saco, etc. En cambio, en anduvo veinte kilómetros hay claramente CD (fueron andados por él; los anduvo). CARENCIA: Puede considerarse una subclase de los de modo. Estoy sin tí. CC Carencia
FINALIDAD: Estudia para abogado, etc. CC Fin.
Como puede observarse, no existe otro criterio que el semántico para distinguir estas subclases. For malmente, anda de noche no difiere de anda de rodillas ni hazlo con cuidado, hazlo con cuchillo o hazlo CCT
CCM
CCM
CC Intra.
con patatas, ni fuim os con temor de fu i con mi tía, etc. CC Mat.
CCM
CC Comp.
La mayoría de los complementos circunstanciales llevan preposición o locución prepositiva; no todos, sin embargo, (Saltó varias veces. Vendré el lunes). ¿ES EL COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL UN ELEMENTO REALMENTE “MARGINAL”? La caracterización tradicional de los complementos circunstanciales sostiene que se trata de elementos relativamente “marginales” o “prescindibles” que añaden al contenido oracional elementos uniformáticos que podrán omitirse sin afectar a lo esencial del mismo. Su cohesión con el verbo sería por tanto mucho más débil que la de los complementos de objeto. Estas afirmaciones son válidas en el caso de determinados complementos circunstanciales, al menos en apariencia. Así, si suprimimos los circunstanciales en los siguientes ejemplos, las estructuras restantes son perfectamente gramaticales, y el significado fundamental no se ve esencialmente afectado. Juan come manzanas [en el comedor] CCL
Juan pasea [en zapatillas] CCM
Hizo varios muebles [con madera de pinol C C Mat.
Cortó el filete [con un cuchillo/ CCInstr.
Sin embargo, la supresión del circunstancial no sería posible en oraciones como: Juan reside en Valencia; Mi madre puso una manzana en la cesta CCL
CCL
Pepe fu e a Barcelona; Mi hermano se hallaba en su casa. CCL
CCL
En efecto: *Juan reside; Mi madre puso una manzana; Pepe fue; *Mi hermano se hallaba (agramatica les o incompletas) En efecto, ciertos verbos, tanto intransitivos como transitivos, exigen sintáctica y semánticamente cir cunstanciales de dirección o locativos. Es el caso, por ejemplo, de ir, poner, colocar, llevar y la mayoría de los verbos de movimiento. Otro tanto sucede con verbos de estado como residir, estar, hallarse, etc. La cohesión entre el verbo y el circunstancial es en este caso tan estrecha como la del CD con los verbos
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transitivos. El paralelismo se mantiene en la posibilidad de construcciones elípticas o absolutas, cuando el complemento es deducible por el contexto o se dan desplazamientos semánticos: ¿Está Pepe? (ahí). — \Camarero!— Voy (allí). La gallina puso un huevo. Cuestión aparte es el hecho que desde el punto de vista de la situación comunicativa concreta, el complemento circunstancial aporta con frecuencia una información esencial, en absoluto “prescindible” como “aditamento” superfluo en el plano semántico. En El tren sale a las diez, el c. circunstancial de tiempo es vital para quien ha de tomar el tren. En Te prohíbo comer con los dedos, la prohibición afecta sólo al c. circunstancial de instrumento. Si se omite, el enunciado altera totalmente su significado: Te prohíbo comer. En Tus gafas están en el cajón, el circunstancial de lugar es imprescindible para quien las busca. Información esencial aportan asimismo el circunstancial de compañía en Le sor prendió bailando con otra y el de “lugar desde donde” en Se cayó de un quinto piso.
INCIDENCIA SEMÁNTICA DE LOS COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES Procede, por último, delimitar la cuestión de la incidencia de los circunstanciales. No siempre inciden exclusivamente en el verbo. Si comparamos: En esta clase no hay nadie; Todos los días se retrasa Juan; Hizo el examen con gran nerviosismo; Juan hizo el examen a lápiz; hallamos idéntico tipo de relación que el que presentan los adverbios, que son los complementos circunstanciales por excelencia. Hay, en efecto, circunstanciales de carácter situacional que encuadran todo el enunciado.
En esta clase
Todos los días
no hay nadie
se retrasa Juan
Por otra parte, hay circunstanciales nocionales que inciden sobre el predicado, o más exactamente so bre la relación entre el núcleo del predicado y otros elementos (los circunstanciales de modo). Obsérvese el paralelismo con el comportamiento del adverbio.
¡--y-zz-
- - - - 7
En Juan hizo el examen con gran nerviosismo, el C. circunstancial incide en hizo el examen pero asimis mo en el sujeto Juan (Juan estaba nervioso).
y~
11-
En Juan hizo el examen a lápiz, el C. circunstancial incide en hizo el examen pero no en Juan sino, en todo caso, en el examen que queda escrito a lápiz.
8.3.6. LA GRAMATICA DE CASOS. El análisis tradicional de los elementos oracionales parte, como hemos visto, de las relaciones sintácti cas que se dan en el plano de la estructura patente que la oración presenta, aunque puedan añadirse observaciones acerca de las relaciones semánticas que en cada caso subyacen. De un enfoque radicalmente distinto parte la llamada gramática de casos. Esta corriente gramatical intenta abordar directamente el análisis de las funciones semánticas que se dan en la estructura subya cente de la oración. Las funciones semánticas básicas o casos profundos serán, en esta óptica, categorías sintáctico-semánticas universales, independientemente de que las lenguas las reflejen o no 321 -
en el plano formal. Así, determinadas oraciones reflejan, por ejemplo, que “alguien” “hace algo” “en benefi cio de alguien” “con ayuda de algo”. Otras traducen que “alguien” experimenta algo pro ducido por “algo”, o bien que “algo” se modifica “de algún modo debido a alguien o a algo”, etc. A todo lo cual puede añadirse “en algún lugar”, etc. Cada una de estas funcio nes constituye un caso profundo. Los casos posibles, necesariamente limitados, como vemos se establecen, según criterios de referencia a la realidad extralingüística, pragmática. Tanto su número como los términos con que son denominados han experimentado modificaciones a lo largo de la elaboración de la teoría. Ésta se halla actualmente en desarrollo y se presenta más como un innovador campo de investigación que como un inventario cerrado y definitivo. La gramática de casos se inicia con Fillmore (1967). Los casos, a pesar de la coincidencia terminológica, son muy diferentes de los manejados por la gramática tradicional en su des cripción de lenguas de desinencias como el latín y el griego. Estos reflejan funciones sintác ticas que se plasman en la estructura patente o superficial mediante distintas desinencias (por ejemplo: nominativo, acusativo, dativo, genitivo...). Para evitar la confusión, los casos de Fillmore, que se sitúan en el nivel de la estructura semántica subyacente, se denominan casos profundos. PRINCIPALES CASOS PROFUNDOS. Seguidamente enumeramos aquellos casos profundos que parecen más establecidos. Su utilidad para abordar determinadas relaciones semánticas es indudable (Vid. en el tema 8.6. su aplicación a los valores de se). AGENTE O AGENTIVO. Es el ser animado que ejecuta una acción. Está marcado necesariamente por los rasgos + animado y + activo. Por ejemplo: Juan golpeó a su hermano; Pedro fu e golpeado por Juan; El lobo devoró a la oveja, etc. AGENTE AGENTE AGENTE EXPERIMENTADOR. Es el ser animado que sufre la acción ejecutada por un agente. Juan golpeo a su hermano; Pedro fu e golpeado por Juan. EXPERIMENTADOR EX PER IM EN TA D O R
El lobo devoró a la oveja; Juan obsequió a su novia. E XP E R IM EN TA D O R
EXPERIMENTADOR
El experimentador es necesariamente + animado y en el contexto no activo (o pasivo, se se prefiere) RECEPTIVO. Ser animado que experimenta un proceso. A diferencia del caso anterior, no existe necesariamente un agente que lo origina sino una causa, que puede ser animada o no (causativo). Juan se asustó al ver el fantasma; Juan se enteró de la noticia; Juan duerme. RECEPTIVO RECEPTIVO RECEPTIVO Como vemos, la visión del fantasma es causa de que Juan experimente un susto; Juan no ejerce acción alguna. Del mismo modo, enterarse es un proceso involuntario, así como el dormir, que tiene lugar en Juan. BENEFACTIVO. Es el ser, anunciado o no, que se beneficia de la acción. Compró un regalo para su novia; Compró flores para el altar. BENEFACTIVO
BENEFACTIVO
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En el primer caso es ejemplo de (+ animado); el segundo, de (— animado). CAUSATIVO
Es el ser, animado o no, que origina un proceso o transformación en un ser animado o no. En el ejem plo anterior: Juan se asustó al ver el fantasma, el fantasma es causativo del susto de Juan, la noticia es aquello de lo que se entera Juan, es decir, asimismo la causa del hecho de que se entera. En Juan duerme no es explícito el causativo, que podemos considerar que es el sueño, el cansancio. El elemento causativo no “actúa” conscientemente, aunque sea animado. Ejemplos: Mamá se asustó al ver el fantasma; los campos se inundaron por la lluvia; la lluvia inundó CAUSATIVO
CAUSATIVO
CAUSATIVO
los campos; el fuego quemó la cosecha. CAUSATIVO
LOCATIVO
Es el lugar u orientación local del estado o proceso. Puede considerarse el locativo tanto espacial co mo temporal. Puede ser no animado o animado: Me senté en la silla; Me senté encima de Pedro; Me pica la nariz (lugar donde esté el picor); Las flores LOCATIVO LOCATIVO LOCATIVO cubren el jardín (el jardín es el lugar donde están las flores). LOCATIVO INSTRUMENTAL
Fuerza al objeto inanimado con ayuda del cual realiza la acción al agente. Juan abrió la puerta con la llave; La llave abrió la puerta INSTRUMENTAL
INSTRUMENTAL
Aunque no se exprese, en este segundo ejemplo hay necesariamente un agente implícito: la persona que abre la puerta. Se considera + activo. FACTITIVO
Es el caso no animado y no activo que aparece como resultado de los verbos “creativos” Juan pinta un cuadro; Inventé una historia. FACTITIVO FACTITIVO Ni el cuadro ni la historia preexisten a la acción del verbo: son producidos por ésta. Dentro del factitivo se incluyen también los complementos llamados de “objeto análogo” o “acusativo interno”, de verbos intransitivos, como por ejemplo: Vive tu vida; Lloraba lágrimas amargas FACTITIVO O BJETIV O
FACTITIVO
Es un caso relativamente neutro, no especificado desde el punto de vista semántico. Representa el ob jeto o cosa que sufre modificación o desplazamiento, o se ve afectado de algún modo por la acción o estado sospesados por el verbo. Se desprendió una piedra; Juan quemó la cosecha; Leo un libro; Abre la puerta. OBJETIVO
OBJETIVO
OBJETIVO
Es siempre no animado COMITATIVO
Puede ser animado o no animado. Indica acompañamiento. Juan va con Pedro; El trueno acompaña al rayo. COMITATIVO COMITATIVO
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OBJETIVO
ESSIVO Animado o no, es el caso que indica existencia y atribución. Pedro es mi tío. E S S IV O
Como puede verse, el análisis de una oración en el nivel de las estructuras semánticas profundas per mite percibir por una parte que a una misma estructura sintáctica pueden corresponder diversas estruc turas semánticas subyacentes. ESTRUCTURA SINTÁCTICA.
VERBO TRANSITIVO + CD
ESTRUCTURAS SEMÁNTICAS PROFUNDAS Juan Juan Juan Juan Juan Juan
come una manzana. pintó un cuadro ve un árbol golpea a Pepe avergüenza a su padre cruza la calle
agente + agente + receptivo agente + causativo agente +
verbo + verbo + + verbo verbo + + verbo verbo +
objetivo factitivo + objetivo experimentador + receptivo receptivo
Recíprocamente, una misma estructura semántica puede manifestarse bajo distintas estructuras sintácticas. ESTRUCTURAS SINTÁCTICAS
ESTRUCTURA SEMANTICA PROFUNDA AGENTE + V + EXPERIMENTADOR + INSTRUMENTAL
► S + V + CD + CC instr. V pas. + C. agente + C.C. Instr. » ^ + Cto. de N + V + CD -----------------► V + CD + C.C. Origen --------------►
Juan golpea a Pedro con un garrote P. es golpeado por Juan con un garrote El garrote de Juan golpea a Pedro P. recibe un garrotazo por parte de J.
ESTRUCTURA SEMÁNTICA: Pedro abrir puerta agente — ►acción -----►objeto t instrumento llave ESTRUCTURAS SINTÁCTICAS
Pedro abre la puerta con la llave Sujeto
CD
CC Instr.
O SV
La llave de Pedro abre la puerta Sujeto
Cto. Det.
CD
Sujeto
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8.4. O R A C IO N E S A T R IB U T IV A S Y P R E D IC A T IV A S Al analizar la estructura del predicado (Vid. supra) vimos que la gramática tradicional distingue dos clases de predicado y por tanto dos clases de oraciones. Las que corresponden a verbos semánticamente vacíos, cuya función exclusiva les sirve de nexo, unión o cópula entre el sujeto y un atributo (oraciones atributivas) y las que corresponden a verbos plenos, auténtico eje del predicado (oraciones predicativas). (Vid. supra tema 8.1.1.). Así, serán oraciones atributivas: Pepe es médico; Juan es tonto; El perro está enfermo; Eso es agua. Se dice que el predicado es nominal' puesto que lo que se predica —o atribuye— al sujeto es una “cualidad o clasificación”. El verbo es mero nexo o cópula, vacío de contenido semántico (verbo copulativo). Son, en cambio, oraciones predicativas: Pepe come peras; El perro ladra mucho; Eso huele bien. Se dice que el predicado es verbal puesto que lo que se predica del sujeto es un determinado “compor tamiento” expresado por el verbo. Éste pone contenido semántico pleno (verbo predicativo). La gramática tradicional mezcla algún plano distinto: el lógico-semántico y el léxico. OBSERVACIONES a) La distinción predicado nominal / predicado verbal no es válida en el plano sintáctico. El núcleo del predicado es siempre el verbo, en uno y otro caso. b) El carácter de “nexo” no se identifica necesariamente con el de “semánticamente vacío”*2. Un verbo semánticamente vacío, en un contexto dado, se interpreta como mero nexo, pero la recíproca no es cierta: un verbo puede funcionar como nexo manteniendo un contenido semántico en mayor o menor grado. Pepita se siente feliz; Juan llegó cansado. c) No puede decirse, por tanto, que un verbo sea “copulativo” o “predicativo” de modo absoluto. Inclu so, ser y estar, copulativos por excelencia, admiten usos predicativos (Vid. infra.) La conferencia es en el salón. El plato está en la mesa. Por todo ello, más que de verbos copulativos y de oraciones atributivas y de verbos en oraciones predicativas atributivas, parece preferible hablar de estructuras de predicado atributivas y de estruc turas de predicado predicativas y utilizar para su distinción un criterio estrictamente sintáctico: la presencia o no de un elemento predicativo. \ J
r e->T
TRIBI
En toda construcción atributiva existe, como se ha dicho, un elemento nominal que se atribuye o pre dica de otro por mediación de un verbo. Este elemento puede referirse bien al sujeto, bien al comple mento directo. Te encuentro pálida Tú estás pálida Mi primo es director Nombraron director a mi primo La pones nerviosa Pepita está nerviosa CD
A T R IB U T O
C T O .P V O
‘Por nominal hay que entender, tanto propio del sustantivo como del adjetivo (y traslaciones a cualquiera de ellos). La gramática tradicional incluye a ambos en la categoría del nombre (nombre sustantivo / nombre adjetivo). 2Esto sucede con cualquier nexo. Hay nexos vacíos y nexos con contenido semántico. Compárese Veo a m i padre; Mesa de madera; con Lo puso sobre (a mesa o Está dentro de la caja, o bien Quiero que venga; Iré cuando digas. lugar lugar
tiempo
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Normalmente, el elemento predicativo1, es un sustantivo o adjetivo, pero puede ser también un infi nitivo: querer es poder, o el resultado de una traslación (sintagma preposicional, adverbio, etc): Pepe es de Valencia (valenciano); No seas así (s. prep)
(adv. adj.)
Desde el punto de vista del verbo, podemos distinguir tres posibilidades: A. ATRIBUTIVAS CON SER O ESTAR. A los que se asimila parecer (= ser + modalidad de probabi lidad o duda). Son los, tradicionalmente considerados copulativos: puros, carentes de contenido semántico. El elemento predicativo tienen un comportamiento sintáctico distinto del que tiene en los restantes casos, pues es sustituible por el pronombre personal neutro lo. Estás pálido -------------------------->Eso es una vergüenza -------------- lo Parece cansada ---------------------- *M i primo es director --------------- lo Los chicos están contentos ------- lo
lo estás es lo parece es están
Debido a ello y atendiendo a un criterio estrictamente funcional, algunos —Alarcos— reservan para este caso la denominaión de atributo y llaman predicativos a todos los restantes. ñ. VARIANTES LÉXIC AS D E SER O ESTAR. Es decir, ser, estar + algún rasgo aspectual, semántico o matiz estilístico diferencial. Por ejemplo re sultar (= ser + terminativo: acabar siendo); caerse (ser + “a juicio de uno”) Ponerse (estar + incoativo: empezar a estar) etc; volverse (ser y “cambio de esencia”), etc. La conferencia resultó aburrida. Juan se cree listo. Pepe se siente enfermo. Me considero capaz. Pepe se puso enfermo. Pepe se ha vuelto idiota. La calabaza se convirtió en carroza. Otros ejemplos (la lista no es exhaustiva en modo alguno): ANDAR (versión dinámica, matiz pasajero): Anda enamorada de un cantante. LLEGAR A (logro o consecución tras esfuerzo): Juan llegó a presidente. SALIR (matiz de sorpresa): La nuez salió vana. HALLARSE (variante de registro de estar): Pepe se halla enfermo. Se podría, en todos estos casos, sustituir al verbo por ser o estar sin alterar la estructura (perdiendo evidentemente al rasgo añadido) La conferencia fu e aburrida; Juan es listo; Soy capaz; Pepe está enfermo... etc. Por esta razón algunos gramáticos llaman a estos verbos semi-copulativos y extienden a estos casos la denominación de atributo junto con los anteriores, reservando predicativo para el caso C. Otros —Alarcos—, como vimos, constatando la diferencia de comportamiento con respecto a la pronominalización, proponen el término de predicativo. En efecto, la sustitución por lo no es posible en estos casos. La conferencia resultó aburrida > la conferencia lo resultó La conferencia fu e aburrida -------- >- la conferencia lo fue. 'El término complemento predicativo, arraigado en la tradición gramatical, no debe inducir a confusión. Obsérvese que corresponde a las estructuras atri butivas, no a las predicativas.
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326 -
C. VERBOS CON SIGNIFICADO PLENO.
Mi padre me miró enfurecido; Las aguas bajan turbias; Todos contemplamos espantados el incendio. El elemento predicativo está en el límite de la función adverbial e incide —normalmente— también en el verbo (Mi padre me miró furiosamente...; contemplamos miedosamente el incendio; las aguas bajan de un modo turbio...) Obsérvese sin embargo que, a diferencia de la construcción adverbial, se produce concordancia grama tical con el sujeto: el agua cae lenta / la bala dió alto. PVO
ADV.
Obsérvese que, en muchos casos, son verbos que conservan usos predicativos plenos en otras construcciones y que aquí se hallan total o parcialmente gramaticalizados: Pepe ha vuelto enfermo;
Pepe ha vuelto la cabeza;
C. PVO
CD
Anda preocupado;
Anda por la calle.
C. PVO
CCL
Juan llegó agotado;
Juan llegó a su casa.
C. PVO
CCL
La nuez salió sana;
La nuez salió de la cáscara. CCL
C. PVO
Construcciones atributivas
Construcciones predicativas
COMPLEMENTO PREDICATIVO El complemento predicativo implica siempre en la estructura semántica subyacente una oración atributiva. [conferencia = aburrida] (la conferenciafue aburrida) La conferencia resultó aburrida
[ella = enamorada] (ella estáenamorada) Anda enamorada
[aguas = turbias] las aguas son turbias Las aguas bajan turbias La conferencia resultó aburrida — >M i padre me miró enfurecido ------*Te encuentro pálida ----------------- ■>-
[tú = pálida] té estás pálida. Te encuentras pálida (Aspecto resultativo) + (la conferencia fu e aburrida), (mi padre me miró) + (mi padre estaba enfurecido) (encuentro que tú estás pálida)
8.4.2. LOS VERBOS SER Y ESTAR. Frente a otras lenguas vecinas, el español posee la particularidad de disponer de dos verbos copulati vos y no de uno solo: ser y estar, cuyos respectivos usos constituyen un conocido escollo para el estudian te extranjero. Ese infinitivo ser procede de se(d)er seer ser (originariamente “estar sentado”), así como otras formas que confluyen con las de sum - estar proceden de stare. A. USOS PREDICATIVOS. Estos verbos, a juicio de la mayoría de los gramáticos, no sólo poseen uso atributivo sino que, en de terminadas construcciones, tienen uso predicativo, es decir pleno. Se enumeran los siguientes casos:
-
327
SER CONSTRUCCIONES ARCAICAS:
El Señor es contigo CC Comp.
^ El ser, es; el no ser ¡ EXISTENCIAS
es (no absoluto).
~~ Érase una vez. CCT
de RELACIÓN:
¿Es a mí?
de SUCESO:
Eso no será.
de TIEMPO:
Son las siete.
de CAUSA:
Es por tu bien.
LOCATIVO:
A q u í es.
CI
SU] CC Causa CCli
ESTAR Exposición DE SITUACIÓN:
No está aquí.
DE PERMANENCIA:
Estaré tres dias.
CCL CCT
Como puede observarse, en estos ejemplos, el verbo ser / estar poseen contenido semántico propio. Serían conmutables por verbos como existir, suceder, concernir, tener lugar, estar situado, permanecer, etc. El elemento adjunto, si existe, se interpreta no como atributo sino como complemento circunstancial (de lugar, tiempo, causa, compañía, finalidad, etc.). El límite entre el uso predicativo y el atributivo es difícil de establecer y de nuevo nos hallamos con el problema de la delimitación, en el análisis, de los criterios sintáctico y se mántico. Si comparamos, por ejemplo, Juan está enfermo y Juan está en París, razonamos que en el primer caso, enfermo es atributo y en París, CCL, ya que enfermo es “cualidad” atribuida a Juan mientras que en París es el “lugar donde está”. (Juan = enfermo pero *Juan 4 en París). El criterio es, en suma, semántico. La cuestión está ya menos clara en ejemplos como: Juan está en cama; Juan está sin dinero; Juan está contra todo; Ha sido sin querer; La playa está lejos; Eso está bien; Estoy en un aprieto, etc. Sería igualmente defendible considerar el elemento adjunto como atributo (resultado de una traslación) que como circunstancial de tiempo, modo o lugar —según el caso— y pos tular el uso predicativo del verbo. Sin embargo, desde el punto de vista funcional se comportan en cualquier caso como atributos (son conmutables por lo) y de hecho, son conmutables por adjetivos: en cama acostado; sin dinero-*-pobre; contre todo-*-furioso; sin ganar-*-involuntario; lejos lejana; bien -*- correcto; en un aprieto -*- apurado. Por estas y otras razones algunos autores consideran que la distinción no es pertinente y niegan los usos predicativos de ser, estar (Atareos).
B. USOS ATRIBUTIVOS. En construcciones atributivas, ser y estar presentan una determinada distribución que, como es sabi do, supone una de las dificultades más conocidas en la enseñanza del español a extranjeros. Para el ha blante nativo es obvio que se dice Pedro es médico y no *Pedro está médico; Esta taza está rota y no *Esta taza es rota, y que puede decirse Pepita es guapa y Pepita está guapa pero que no significan exacta
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mente lo mismo. La relación de ser o de estar en un contexto dado 10 presenta problema alguno, ni siquiera en las más tempranas etapas del habla infantil. Se verifica, de modo certero e instintivo. Explicitemos la distinción que subyace en esta relación: 1. Ser aparece obligatoriamente cuando el atributo es un sustantivo o equivalente, es decir un pronom bre, un infinitivo o una oración subordinada sustantiva: Pedro es médico; la ballena es un mamífero; Juan es éste; El abrigo es el mío; El vendedor es él; Que rer es poder; Eso es lo que le dije. Ser se usa con cualidades sentidas como esenciales, es decir intrínsecas o inherentes al objeto, intem porales, independientes de cualquier elemento externo. De ahí su uso en juicios de carácter general. El plomo es pesado; La nieve es fría; Pepe es tonto; La planta es venenosa. Por eso, ser aparece necesariamente con adjetivos gentilicios o de clase: Pepe es burgués; Juan es ateo; Ese vino es español. Dado su contenido semántico, determinados adjetivos sólo pueden utilizarse con ser. Por ejemplo: capaz, incapaz, mortal, inmortal, cuidadoso, justo, injusto, constante, etc. (designan cualidades intrínsecas). 2. Se usa estar con cualidades sentidas como accidentales; es decir como adquiridas en un momento dado, como resultado de una transformación real o pensada, o como una apreciación que depende de la experiencia inmediata, de una comprobación. La leche está caliente (podría estar fría); Pepe está tonto (lo está ahora, accidentalmente); La niéve está fría (resultado de comprobación: la toco y compruebo que está fría). Determinados adjetivos sólo pueden utilizarse con estar, dado que designan cualidades accidentales o adquiridas. Por ejemplo: harto, perplejo, descalzo, deseado, presente, ausente, contento, enojado, sa tisfecho, enfadado, cercano, próximo, lejano, vivo, muerto, lleno, vacío, etc. Otros pueden utilizarse, indistintamente con ser o con estar, con diferencias de matiz o de significado. Por ejemplo: adjetivos como alto, bajo, gordo, delgado, normal, anormal, feo, guapo, alegre, triste, listo, tonto, etc. Obsérvese, por ejemplo la diferencia entre: Pepita es guapa (cualidad esencial, intrínseca, intemporal) La habitación es oscura (no tiene ventanas) Eres rico (situación social) Pepita es joven (edad cronológica)
Pepita está guapa (lo está ahora, accidentalmente, la cualidad está vinculada a mi percepción) La habitación está oscura (no se han abierto las ventanas o no se han encendido las luces) Estás rico (acabas de cobrar) Pepita está joven (aparenta menos edad. De hecho podrá aplicarse a una anciana)
OBSERVACIÓN Es inexacto vincular, sin embargo, ser a lo duradero y estar a lo pasajero. Lógicamente, lo esencial tiende a ser permanente y duradero y lo accidental se vincula con lo pasajero y transitivo, pero esto no es forzoso en todos los casos. Una cualidad puede ser accidental —adquirida— y no ser pasajera. Por ejemplo: estar muerto. La oposición ser / estar se vincula en las categorías lógicas de lo necesario / lo contingente. Estar muerto es un estado no inherente al ser, fruto de una transformación. En cambio, se dice ei hombre es mortal, cualidad que le pertenece por esencia.
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A veces, la alternancia ser / estar origina un cambio semántico. Compárese, en efecto: ser cómodo / estar cómodo. (+ humano) gustarle a uno la comodidad (+ humano) sentir comodidad y por tanto no molestar se; Pepe es muy cómodo; Pepe está muy cómodo en el sofá; (— humano) producir cantidad; el sofá es cómodo. Ser listo / estar listo. a) ser inteligente
a) preparado, la cama está lista. b) locución irónica ¡Estas tú listo!
ser verde / estar verde
Ser pez / estar pez
las hojas son verdes / la fruta está verde (color) (no madura)
¿La ballena es pez o mamífero?
Ese chico está pez (ignorar algo), etc.
Pepe está verde aún (sin experiencia)
LAS ATRIBUTIVAS REVERSIBLES. Determinadas construcciones atributivas tienen carácter identificativo. Cuando están en Ia o 2a per sona, la concordancia señala claramente que elemento es el sujeto. Yo soy Pedro. Tú eres el culpable. ~ ATR I T ATR Sin embargo, en 3a persona, sujeto y atributo son intercambiables: Pedro es el alcalde. ► El alcalde es Pedro. S ATR S ATR Esta ciudad es la capital ► La capital es esta ciudad. S ATR S ATR El orden, en este caso, supone una tematización. El hablante menciona en primer lugar el elemento que constituye el sujeto desde el punto de vista psicológico.
8.5. EL PR O BLEM A D E LA VOZ Entre las categorías gramaticales propias del verbo figura, además de las de tiempo, aspecto y modo la de diátesis o voz. Esta categoría refleja las relaciones que existen entre el sujeto, el verbo y el objeto. Se distingue así la voz activa (el sujeto realiza la acción del verbo que revierte sobre un objeto), la voz pasiva (el sujeto recibe o padece la acción del verbo), la voz media el sujeto es soporte de un proceso que tiene lugar en él, sin que exista “acción propiamente dicha”). Esta categoría se formuló sobre el modelo de lenguas como el latín o el griego, que po seían morfemas específicos para plasmarla. Así, en latín: video (activa) / videor (pasiva) (veo) (soy visto) amabat (activa) / amabatar (pasiva) (él amaba) (él era amado) en griego: ó p S / o p S y U c é i (veo) (.soy visto) En castellano, —como en otras lenguas románicas— no existen morfemas específicos de voz. La voz pasiva se realiza mediante el auxiliar ser + participio concertado y mediante se, que tiene, como se verá, otros usos. De este modo, a la oración en voz activa Pedro golpea a Juan corresponde la pasiva Juan es golpeado por Pedro; donde es golpeado se considera la forma pasiva del verbo golpear.
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Observamos que el objeto —o CD— Juan pasa a ser sujeto en la transformación pasiva, mientras que el sujeto Pedro pasa a desempeñar la función de un tipo de complemento exclusivo y característico de las construcciones pasivas, llamado c o m p l e m e n t o a g e n te . La voz pasiva en castellano constituye pues, una categoría sintáctica específica, caracterizada precisa mente por la posibilidad de aparición de complemento agente. Desde el punto de vista formal, las ora ciones pasivas en nada difieren de las atributivas. Compárese: Esta mujer es admirada; Esta mujer es hermosa. Sin embargo, la distinción es legítima dado que existen ejemplos suceptibles de doble interpretación: como atributiva y como pasiva. Véase por ejemplo: La edición fu e reducida. Si, como se dijo, definimos la pasiva como posibilidad de inserción de complemento agente, podemos interpretar: reducida (por el editor), es decir, “el editor redujo la edición”: pasiva. O bien: reducida = escasa, es decir: atributiva. Sus palabras eran excusadas.
<
“Por los Presentes”: Pasiva- “L°s Presentes excusaron”. “Superfluas”. Activa Atributiva.
Asimismo La noticia es falsa se opone a La noticia es falseada. adj. ATRIBUTIVA
part. PASIVA.
¿PUEDE HABLARSE DE VOZ PASIVA EN ESTAR? Las construcciones de estar + participio (concertado) son interpretadas con frecuencia por p a s iv a c o n que se opondría a la pasiva con ser, que indicaría la acción en su proceso. Así:
c a r á c te r r e s u lta t iv o ,
El cable está cortado es resultado de otra acción anterior: “ha sido cortado” Los cañones están emplazados sobre la colina, (han sido emplazados) La taza está rota, (ha sido rota) No existe, sin embargo, coincidencia sobre el particular y es tan válido considerarlas atributivas como pasivas. Compárese, en efecto: La ventana está abierta. La habitación está iluminada.
.
La casa está ¡impía, aseada... Un gran número de participios son asimilables a adjetivos calificativos. En la comida está quemada resulta realmente forzado pensar que “ha sido quemada”. El hablante siente esta construcción como análoga a la comida está fría, caliente, etc. No parece, pues, necesario interpretar estas contrucciones como pasivas salvo si existe un complemen to agente explícito (o implícito). La habitación está iluminada por la casa Philips, Tu café está pagado. OBSERVACIÓN L a c o n s t r u c c i ó n e n v o z p a s iv a s u p o n e q u e e l o b j e t o d e la a c c i ó n p a s a a p r im e r p la n o e n la a t e n c ió n
del
h a b la n t e e n d e t r im e n t o d e l a g e n t é d e la m is m a .
Las calles son barridas todos los días. La catedral fu e construida en el siglo XIII. Ha sido declarado el estado de excepción en Chile.
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R esu ltará, en cam b io , ch o c a n te :
El periódico es comprado por mi padre (mi padre compra el periódico) Las chuletas son traídas por el camarero (el camarero trae las chuletas) La tematización se efectuará en estos casos preservando la voz activa. El periódico lo compra mi padre. Las chuletas las trae el camarero (coloquial) En efecto, la pasiva es inusual con verbos perfectivos en tiempos imperfectivos (presente, imperfecto, por ejemplo). Sólo resulta aceptable con valor habitual en este caso: La puerta es abierta ahora por el portero; la puerta es abierta todos los días por el portero. La perífrasis durativa estar + gerundio posibilita la pasiva en casos en los que resultaría inusual con una forma simple: La puerta está siendo abierta ahora por el portero; el edificio era construido rápidamente; El edificio estaba siendo construido rápidamente. LA PASIVA REFLEJA. Como se estudiará detenidamente en el siguiente epígrafe, cierto número de construcciones con se tie nen significado pasivo. La pasiva con se o pasiva refleja constituye, en efecto, la segunda de las posibili dades de plasmar en castellano la voz pasiva y hay que señalar que esta construcción aparece con mucha mayor frecuencia que la de ser + participio ¿PUEDE HABLARSE DE VOZ MEDIA EN ESPAÑOL? La voz media, en español, de admitirse su existencia, constituye una categoría puramente semántica, propia de determinados verbos intransitivos (dormir, crecer) y de determinadas construcciones reflejas con se (asustarse; avergonzarse...) (Vid. infra valores de se).
8.6 VALORES D E SE . El pronombre reflexivo de 3 a persona se es la única forma propiamente reflexiva del pronombre. Es, en efecto, la única forma que indica específicamente la coincidencia del sujeto y del objeto de la acción verbal. En las restantes personas, la forma del pronombre objeto es idéntica en los usos reflexivos y no reflexivos. Yo me l a v o -------------- Pepe me lava; Nosotros nos lavamos Pepe nos lava;
Tu te la v a s ------------------ Pepe te lava; Vosotros os la v a is -------- Pepe os lava.
Sólo en la tercera persona aparece la distinción lo / la, los / las, le / les... como pronombre divergente, no reflexivo, frente a se, pronombre reflexivo: El se l a v a -------------------------------------------------------- >- Pepe lo lava. Ella se l a v a ------------------------------------------------------- Pepe la lava. El se ata los z a p a to s ------------------------------------------ Pepe le ata los zapatos... La forma se procede de la confluencia de las formas latinas de acusativo y dativo (se, sibi) del reflexivo. Nada tiene que ser por tanto con el se variante de le que aparece obliga toriamente cuando hay otro pronombre objeto en la oración: le dio la carta-*~se la dio. Este último es un homófono cuyo origen es el arcaico le ■*— ge confundido en se en el momento del ensordecimiento y reestructuración del sistema consonántico medieval (Vid, te ma 5.3.1). El hecho que se sea una forma reflexiva no significa que posea en todos los contextos significado refle xivo. Como se ha venido señalando, puede tener valores muy diversos en los que ha desaparecido total-
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mente la noción de reflexividad. En algunos casos, incluso, se pierde su carácter de pronombre para des empeñar el papel de un morfema indicador de valores léxicos, aspectuales o de voz, o simplemente cons tituye un incremento obligatorio de ciertos verbos denominados “pronominales”. Cuando las gramáticas se refieren a construcciones reflexivas no siempre está claramente delimitada la distinción entre: a) El carácter de forma reflexiva que, por su origen, posee se. b) El significado reflexivo que puede adquirir o no dicha forma y que pueden compartir otras formas no reflexivas del pronombre. Por ello parece más acertado reservar el término “reflexivo” a la significación reflexiva propiamente dicha -—es decir a lo que las gramáticas denominan reflexivas propias y referirnos en los restantes casos a c o n s t r u c c i o n e s p r o n o m i n a l e s , o r e f le j a s .
8.6.1. CONSTRUCCIONES REFLEXIVAS PROPIAMENTE DICHAS: REFLEXIVAS “PROPIAS” O “REALES”. Son éstas las construcciones en las que se da significado reflexivo. El sujeto ejecuta y a la vez “recibe” la acción del verbo. La acción que ejecuta en sí mismo es idéntica a la que podría ejecu tar en otro. Estas construcciones mantienen total paralelismo con las construcciones transitivas correspondientes. El pronombre reflexivo desempeña idéntica función que la que desempeñaría en éstas el pro nombre átono.
A.
DIRECTAS. Pepe se lava. (Pepe lava al niño -*- Pepe lo lava). CD
CD
CD
M i padre se_afeita. (Mi padre afeita a mi abuelo - * - Mi padre]o_afeita). CD
CD
CD
Carmen se viste en dos minutos (Carmen viste a la niña-*- Carmen la viste). CD
CD
CD
Pepe se mira en el espejo (Pepe mira a Juan -*- Pepe lo mira). CD
CD
CD
El sujeto y el CD son correferenciales: Pepe se afeita = *Pepe afeita a Pepe. En ciertos casos, el pronombre reflexivo puede ir acompañado de un complemento predicativo. María seconsidera culpable (Maríaconsidera culpable a Juan-*-lo considera culpable). CD
c. PVO.
María se^cree muy lista CD
c. PVO.
c. PVO.
CD
(María cree muy lista a Carmen
la cree muy lista). CD
c. PVO.
B. INDIRECTAS. Pepe se lava la cara (Pepe le lava la cara al niño-*-/e_ lava la cara). Carmen se_puso el abrigo. (Carmen le puso el abrigo a M aría-*-le puso el abrigo). Juan se ata los zapatos (Juan ata los zapatos al niño -*-le_ ata los zapatos). Juan se dijo que era mentira (Juan le_ dijo que era mentira).
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El sujeto y el CI son correferenciales: Pepe se ata los zapatos = ’Pepe ata los zapatos a Pepe. En muchos casos, el CD es una parte del cuerpo humano perteneciente al sujeto. María se lava las manos / se tapa las piernas / se rasca una oreja / se toca la nariz. Todas esta construcciones adquieren un sentido prosesivo que, según algunos, no es debido al se sino al artículo, que en éstos y otros casos, suple al posesivo en español. Resultaría agramatical, en efecto, o al menos chocante, María se lava sus manos. No lo sería se lava sus medias —posesión alienable—.1 En términos de gramática de casos, (Vid. tema 8.3.6), el sujeto gramatical de las construcciones reflexivas representa, como puede observarse, a un agente, que es a la vez experimentador en el caso de las reflexivas directas y benefactivo en el caso de las indirectas. Es, por tanto, siempre, un ser (+ animado) o que posee este rasgo accidentalmente como resultado de una personifica ción (por ejemplo: La ciudad se entregó a los sitiadores).
-V
AGENTE
EXPERIMENTADOR
T E X P E R IM E N T A D O R AGENTE
CONSTRUCCIÓN NO REFLEXIVA
V
CONSTRUCCIÓN REFLEXIVA DIRECTA
CONSTRUCCIÓN NO REFLEXIVA
BENEFACTIVO AGENTE
V
OBJETIVO
CONSTRUCCIÓN REFLEXIVA INDIRECTA Todas las reflexivas propias admiten el pronombre de refuerzo a sí mismo, que señala el énfasis de identidad (y las formas correspondientes a las restantes formas: a m í mismo; a tí mismo, etc.). De hecho, la posibilidad o no de admitir dicho incremento constituye la prueba de que una construc ción pronominal es realmente una construcción reflexiva. C. CONSTRUCCIONES CAUSATIVAS. Cierto número de construcciones reflexivas tienen la particularidad de que el sujeto no representa al agente de la acción propialmente dicha sino que hace que otro la ejecute en su provecho. En cierto modo, se trata de un agente que actúa por agente interpuesto. 'Compárese en las construcciones correspondientes en inglés Mary washes her hands. Literalmente: lava sus manos.
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Por ejemplo: Juan se afeita en la barbería. CD
Carmen se viste en una tienda de modas. CD
Pepe se_construyó un chalet. CD
La estructura sintáctica de estas oraciones es idéntica a la de las reflexivas directas o indirectas antes mencionadas. Es el “conocimiento del mundo”, extralingüístico, lo que origina una interpretación se mántica diferente: Juan hace que “otro” —el barbero— le afeite; Carmen hace que “otro u otros” —los modistos— la vistan, etc.; Pepe hace que “otros” —el arquitecto, los albañiles— construyan el chalet para él.
CAUSATIVA INDIRECTA Las construcciones causativas no admiten el refuerzo a sí mismo. Juan no se afeita a sí mismo en la barbería. El paciente no se opera a sí mismo en el quirófano. En algunos casos, el carácter de agente del sujeto motor del proceso puede estar muy debilitado. La intervención activa del mismo en Pedro se construye un chalet es evidente. Es más discutible, por ejemplo en Pedro se opera mañana. En este caso, el sujeto parece asimilarse exclusivamente a un experimentador (la gestión de la operación le es probable mente ajena). El causativo aquí se encuentra en el límite con la pasiva o la impersonal: Ma ñana operan a Pedro. OBSERVACIÓN Cuanto se ha dicho hasta ahora sobre los valores de se es igualmente válido para las restantes personas gramaticales del pronombre de significación reflexiva. DIRECTAS PROPIAS: Yo me afeito; Nos vestimos en dos minutos; Os miráis en el espejo. CD
CD
CD
INDIRECTAS PROPIAS: Tú te atas los zapatos; Me dije que era mentira; lavaos las manos. CI
CI
CAUSATIVAS: Me afeito en la barbería. CD
8.6.2. LA SIGNIFICACION RECIPROCA. La significación recíproca se da en determinadas construcciones pronominales cuando el sujeto gra matical representa un agente múltiple tal que cada uno de los individuos ejecuta sobre los restantes idén tica acción que cada uno de éstos ejecuta sobre él: la gramática tradicional la define como cambio mu tuo de acción entre dos o más seres.
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Al igual que en las reflexivas, puede hablarse de construcciones recíprocas directas e indirectas. En el primer caso, se da multiplicidad en el CD, en el segundo, en el CI. Pedro y María se_ besan (Pedro besa a María y María besa a Pedro; Pedro la_ besa y María lo_ besa); Mi padre y mi madre se abrazan (Mi padre la_ abraza y mi madre lo_ abraza); Juan y Moríase consideran mutuamente muy atractivos (Juan la_considera atractiva y María lo_ consi dera atractivo); Juan y María se regalan libros (Juan ]e_ regala libros a María y María je regala libros a Juan).
RECÍPROCA DIRECTA
RECÍPROCA INDIRECTA Estas dos clases no agotan en modo alguno las posibles relaciones entre los elementos de la construcción recíproca. En oraciones como: Pedro y Juan se pelean o Juan y María se separan las construcciones que subyacen son, respectivamente, Pedro se pelea con Juan y Juan se pelea con Pedro; Juan se separa de María y María se separa deyJuan, donde . la relación es de complemento régimen. Obsérvese que se trata de construcciones, frente a las anteriores, en las que el se no queda eludido: en cambio, Pedro y María se besan; María besa a Pedro y Pedro besa a María. Las construcciones recíprocas se caracterizan por admitir como refuerzo, según los casos, mutuamen te, el uno al otro, unos con otros, unos a otros, etc. La posibilidad de tal incremento es precisamente la confrontación de que nos hallamos ante una construcción recíproca. Formalmente, en efecto, en nada difieren en muchos casos de las reflexivas propias, así como de otros usos de se. Carmen y María se tiran de los pelos. Carmen y María se contemplan con satisfacción. Carmen y María se enfadan. En otros caso, el significado del verbo excluye la interpretación no recíproca: Carmen y María se prestan libros / se saludan, / se reúnen / se pelean... Ejemplo con personas diferentes de la 3a : Juan y yo nos hemos peleado. ¿ Vosotros os habéis escrito este verano?. Pedro y yo nos apreciamos C. REG CI ; CD considerablemente. Me gustaría que nos enviáramos postales durante las vacaciones. ci
OBSERVACIÓN
La noción de reciprocidad puede expresarse por medios distintos que la construcción pronominal. De terminados verbos tienen significado recíproco sin necesidad de se. Por ejemplo: El rojo y el negro com binan bien. Esas personas encajan bien. Juan y María han roto.
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8.6.3. CONSTRUCCIONES SIN SIGNIFICACION REFLEXIVA Las construciones hasta el momento examinadas, aunque distintas, mantienen entre sí una indudable relación. Los usos reflexivos, causativos y recíprocos suponen, en último término, una incidencia de la acción verbal en el sujeto. En los usos de se que se examinan a continuación, aunque no pueden establecerse límites tajantes en todos los casos, el primitivo carácter reflexivo del pronombre se ha ido debilitando. Aunque se mantie ne su carácter pronominal, como lo prueba la variación de persona, su presencia con respecto a la forma sin se traduce otro tipo de matices que la reflexividad propiamente dicha: Estas construcciones se daban ya en latín y según A. Alonso tienen origen en un uso meta fórico del reflexivo en cierta “ personificación” del objeto. En lugar de littera scribitur (la carta es escrita) se podrá decir littera se scribit (la carta se escribe). Como si dijéramos la carta dice... o el libro pone tal rosa, en un deseo del hablante de hallar un sujeto cuando el agente está indeterminado. A. VERBOS PRONOMINALES. Comencemos señalando que existe cierto número de verbos en los que la alternancia se / 0 no es posi ble. Se trata de verbos que exigen obligatoriamente se —o la referencia personal correspondiente idéntica al sujeto: me, te, nos, etc.—. Son los verbos pronominales, forzosamente reflexivos desde el punto de vista formal. El pronombre forma una unidad indisociable con el verbo; es parte de la lexía verbal y carece de sentido plantearse su función. Tal sucede con verbos como: jactarse, arrepentirse, portarse, atreverse, quejarse, dignarse, apropiarse, fugarse, vanagloriarse, etc. No existen las formas correspondientes factor, *arrepentir, *atrever; *quejar, etc. Nos referimos al uso actual. Algunos de ellos eran transitivos en el español clásico; por ejemplo, jactarse y atreverse admitían jactar (algo), atreverse (algo): que no jacto valor de mis pasados (Ruiz de Alarcón); al cielo atrevían locas pesadumbres (Tirso de Molina). De ahí pasaron al uso reflexivo con un incremento complemento régimen: jactar va lor—►.jactarse del valor, y se perdió finalmente la posibilidad de construcción no pronominal. Van seguidos, por lo general, de un complemento régimen: Se jacta de su valor; Se arrepiente de sus pe'
G Rea.
codos; Se atreve a todo; Se apropia de lo ajeno; o de un circunstancial de lugar o de modo: Fugarse ’C.vReg. •
. C. Reg.
■•:
'
C. Reg.
'
de la cárcel; Portarse bien. También admiten, algunos de ellos, construcciones absolutas de carácter inCCL
.1
CCM
.transitivo: El enfermo se queja. B. VERBOS QUE OFRECEN DOBLE POSIBILIDAD. VERBOS TRANSITIVOS: SE DE INTRANSITIVIZACIÓN. Un gran número de verbos, en un comienzo transitivos, ofrecen la doble posibilidad de construcción con o sin se, es decir, pronominal o no pronominal. Desde muy pronto, sin embargo, en la historia de la lengua, la posibilidad de construcción pronominal se extendió a verbos intransitivos1 por un meca nismo analógico. Se establecen así una serie de oposiciones de diversos tipos que pueden sintetizarse como sigue: Verbos de movimiento como levantar, apoyar, desviar, apretar, etc. normalmente transitivos, pasan a ser intransitivos en construcción pronominal. 1Dado que
se
es originariamente un reflexivo, lógicamente su primitiva razón de ser se vincula con verbos transitivos.
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La construcción transitiva indica que el sujeto ejerce un desplazamiento sobre un objeto externo. La construcción pronominal indica un movimiento del cuerpo realizado voluntariamente por el sujeto. Com párese, en efecto: Pepe levanta un peso. Juan apoya el bastón en el árbol. El general retiró sus tropas del frente. María tiró la piedra al agua. La madre acuesta al niño.
Pepe se levanta. Juan se apoya en el árbol. El general se retiró de! frente. María se tiró al agua. La madre se acuesta.
Pese a su indudable semejanza aparente con las construcciones reflexivas propias no cabe interpretar estas construcciones como tales. En efecto, independientemente de su origen metafórico, está claro que el sujeto no puede efectuar sobre sí mismo idéntica acción que ejerce sobre otro, como era el caso de aquéllas (Juan afeita a Pedro -*~Juan se afeita); Levantarse es una acción distinta a Levantar un peso, de ahí que no sea posible en estos casos el refuerzo a sí mismo: *Pepe se levanta a sí mismo; *Juan se apoya a sí mismo en el árbol en tanto que sí lo es como vimos en las reflexivas propias: Juan se afeita a sí mismo. No cabe, por tanto, interpretar el se —o pronombre correspondiente— como complemento directo: se trata de una marca pronominal de intransitivización que indica que la acción tiene su sede en el sujeto sin proyección en un objeto. Algunos proponen considerarlo CI. El sujeto en estas construcciones representa a un agente, es decir, es necesariamente (+ animado) y (+ activo). La acción es ejecutada consciente y voluntariamente. Obsérvese que si se trata de un (— ani mado) no saldría la interpretación propuesta: la construcción pasaría a ser pasiva (Vid. infra): la barrera se retiró del camino; El palacio se levantó en un año (la barrera fu e retirada; el palacio fu e levantado...). Relacionada con la anterior está la doble construcción de verbos que indican estados anímicos. En su uso transitivo indican producción a otro de una determinada situación anímica: alegrar, asustar, aver gonzar, cansar, etc. La construcción pronominal indica en este caso que el proceso tiene lugar en el sujeto (pudiendo o no explicitarse la causa externa que lo origina). Juan asusta a María. La noticia alegró a Pedro. Cansa a Pepe.
María se asusta. Pedro se alegró de la noticia. Pepe se cansa de hablar.
Tampoco aquí puede interpretarse se como CD. Se trata de nuevo de una marca de intransitivización del verbo, a lo que podrá añadirse que comunica un carácter de voz media frente a la activa de la cons trucción no pronominal. Recuérdese, en efecto, que aunque la voz media carece de morfemas específicos en castellano, pode mos considerar que constituye una categoría semántica que permite interpretar diferenciadamente aque llos procesos verbales que indican una transformación o cambio que tiene lugar en el sujeto. En este sentido, la construcción pronominal puede considerarse, en ciertos casos, como marca de voz media. No es, por otra parte, el único procedimiento: la significación “media” reside en ciertos casos en el significado léxico del verbo: por ejemplo: Juan duerme, Juan sufre, poseen significación media frente a Juan trabaja o Juan escribe. A diferencia del caso anterior [Pepe se levanta), el sujeto no ejerce acción voluntaria alguna. Repre senta un receptivo, (+ animado) (+ pasivo), de un proceso que tiene lugar por desencadenamiento originado por un causativo externo o por un instrumental, utilizado por un agente. María se asustó cuando oyó la noticia (causativo); Juan asusta a María con una máscara, María se asusta (instrumental). Asimismo admiten doble construcción ciertos verbos transitivos que indican alguna transformación en un objeto. Se trata de verbos como romper, cortar, torcer, abrir, calentar, enfriar, etc. Normalmente se construyen con un complemento directo que representa a un objeto inanimado —o asimilable a tal—.
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La construcción pronominal en estos verbos da lugar a dos tipos distintos de oraciones: a) Juan abrió la puerta. El sol secó la ropa. El calor derritió la nieve. Juan calienta el agua. Juan rompió los platos.
La puerta se abrió. La ropa se secó. La nieve se derritió por el calor. El agua se calienta. Los platos se rompieron.
La construcción pronominal señala aquí de nuevo que el verbo ha pasado a ser intransitivo y a indicar un proceso cuya sede es el sujeto gramatical. El se es, pues, marca de intransitivización y de voz media. La diferencia con las construcciones anteriores (María se asusta) es semántica. El sujeto gramatical es ahora un objetivo, es decir (no animado); de nuevo puede aparecer expreso o no el causativo que origina el proceso. La nieve se derritió por el calor / la puerta se abrió (no sabemos qué la hizo abrirse). CAUSATIVO
Cuando el proceso afecta indirectamente a un ser (animado o inanimado) éste puede aparecer repre sentado en la oración mediante un CI explícito. A Juan se le rompieron los platos ci s A María se le perdieron las gafas. "cT s A l abrigo se le cayó un botón. ci s SE: morfema de intransitivización y de voz media, b) Juan se rompió la pierna. Juan se cortó un dedo pelando patatas. María se torció la muñeca jugando al tenis. Pese a su aparente semejanza con las reflexivas indirectas propias (Juan se lava las manos; María se pone el abrigo), estas construcciones no son tales. Se relacionan estrechamente con las descritas en a). En efecto: Juan se rompió la pierna equivale a la pierna de Juan se rompió (debido a un golpe, etc.). Asimismo, la muñeca de María se torció, etc. Al tratarse de partes del cuerpo pertenecientes a un ser + animado, el hablante fematiza la construcción convirtiendo a éste en sujeto gramatical, pero claro está que no es en modo alguno agente de la acción. En condiciones normales nadie se rompe voluntaria mente la pierna o se corta un dedo. La construcción lleva implícita la involuntariedad del proceso, lo que el hablante deduce, una vez más, como en otros casos, del conocimiento extralingüístico de la realidad. Evidentemente, en determinados contextos, puede tratarse de auténticas reflexivas indi rectas propias (autolesiones influidas por algún motivo excepcional): Juan se cortó un de do para librarse del servicio militar; Los reclusos se hirieron los brazos para llamar la atención sobre su situación.
En caso de ambigüedad, ésta se resolvería mediante los refuerzos alternativos queriendo o a propósito, frente a sin querer. Estaba furioso y se golpeó la cabeza contra la pared
. , queriendo.
^ qUerer
Desde el punto de vista estrictamente sintáctico, estas construcciones son transitivas en su estructu ra patente. Analizamos el objeto como CD. En cuanto al pronombre se, las gramáticas lo consideran una clase particular de complemento indirecto: el dativo simpatético o posesivo. El análisis sintáctico es, pues, semejante —con matizaciones— al de las transitivas indirectas: Pedro se rompió la pierna SUJETO CI CD (dativo simpatético)
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CONSTRUCCIONES PRONOMINALES CON VERBOS INTRANSITIVOS. En todos los ejemplos anteriores, como se ha visto, el se constituirá una marca de intransitivización y, eventualmente de medialidad, en verbos normalmente transitivos. En los ejemplos que se citan a conti nuación la construcción pronominal afecta a verbos que son ya intransitivos, y algunos de ellos con sig nificación “media”. Se trata de verbos de movimiento como ir, venir, marchar, subir, bajar, caer, salir; de verbos de significación «media» o de verbos de estado: morir, dormir, quedar, estar. Las oposiciones que se establecen entre la construcción pronominal y la no pronominal varían según los casos: a) Con ciertos verbos, como ir, caer, marchar, la construcción pronominal infunde al verbo un matiz aspectual incoactivo. El se, o el pronombre correspondiente, no desempeña función sintáctica: es marca de dicho matiz aspectual. La forma no incrementada significa el desplazamiento en sí; la forma con se marca el inicio de dicho desplazamiento: Juan va. Juan marcha.
Juan se va. Juan se marcha. En estos verbos se produce, un corrimiento semántico: el inicio del desplazamiento supo ne la ausencia del lugar de partida. De ahí el significado de ausentarse que adquiere la cons trucción con se; caer evoca la caída libre en su trayectoria. Los cuerpos caen atraídos por la gravedad; caerse evoca el instante en que se inicia la caída: La maceta se cayó desde la ventana; ¡Cuidado! ¡que se cae!.
Compárese asimismo: Pepe se durmió a lasdiez. Pepe durmió todala noche.
*Pepe durmió a las diez. *Pepe se durmió toda la noche.
Dormir indica el proceso del sueño: dormirse el momento en que éste se inicia. De ahí la agramaticalidad de las construcciones citadas en segundo lugar. En ciertos casos, el se puede resultar obligatorio. Por ejemplo, si aparece especificado mediante un circunstancial el lugar de donde se parte: *Pepe va de Valencia.
Pepe se va de Valencia.
b) En otros casos la alternancia es meramente estilística. La presencia del pronombre insiste expresiva mente en que la acción o proceso verbal afecta especialmente al sujeto. El pronombre puede interpretarse como un “dativo ético” cuya misión no afecta al significado verbal El viejo murió de una pulmonía. El niño está quieto. Juan bajó por la escalera. Carmen subió a una silla.
El viejo El niño Juan se Carmen
se murió de una pulmonía. se está quieto. bajó por la escalera. se subió a una silla (Vide infra)
Las construcciones no pronominales resultan más neutras. El se infunde a la oración un matiz afectivo que localiza y refuerza la implicación del sujeto en el proceso. Los matices en todos estos casos pueden ser muy variados. En las distribución se / 0 y en los usos mismos de se intervienen, a veces, sutiles matices. Citemos algunos ejemplos: Irse y marcharse toman el significado de ausentarse cuando están usados en construc ción absoluta o con complemento de lugar en donde.
Con complemento de lugar a donde, la oposición pasa a ser un uso estilístico del mismo tipo que los que acabamos de citar: Pepe marchó a Barcelona / Pepe se marchó a Barcelona.
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El verbo estar sólo admite en imperativo la construcción pronominal /estáte quieto!; *Está quieto. El verbo salir sólo admite la construcción cuando el “lugar de donde” está explícito o inequívocamente implícito: Juan come Pepe se salió del cine
*Juan se come ¡Qué aburrido es esto! Yo me salgo...
En caso contrario, aparece una segunda opción que relaciona el verbo con los antes men cionados que indican transformaciones en un objeto (no animado) (Vid. supra): El botijo se sale (el origen de la acepción es posiblemente retórico: el agua se sale del botijo^el botijo se sale). En una muy conocida cita del Quijote puede verse el efecto humorístico de la ambigüe dad de la construcción: —M; amo se sale, sálese sin duda-- ¿Y por dónde se sale, señora? ¿Hásele roto alguna parte de su cuerpo? —No se sale sino por la puerta de su locura; quiero decir, señor bachi ller de mi ánima, que quiere salir otra vez a buscar por ese mundo lo que él llama venturas (Quijote III.7). El verbo morir no admite se en determinados predicados: Murió contento / se murió contento. Sin embargo: murió asesinado / *se murió asesinado. Reir, en su acepción de burlarse, sólo admite construcción pronominal: Pepe ríe / se ríe. Sin embargo: Pepe se ríe de mí; *Pepe ríe de mí. CONSTRUCCIONES CON DATIVO ÉTICO. Las construcciones pronominales con dativo ético pueden darse tanto con verbos intransitivos (Vid. supra: Juan se bajó) como con verbos transitivos. Se trata, como se ha dicho, de construcciones en las que el pronombre se cumple un papel afectivo, enfático, expresivo. Su misión no altera el significado de la oración. Se interpreta como CI (dativo ético). Juan come una chuleta. Pepe leyó la novela. El profesor mira el examen con lupa. María creía que aprobaría.
Juan se come una chuleta. Pepe se leyó la novela. El profesor se mira el examen con lupa. María se creía que aprobaría.
Al igual que cuando aparece con verbos intransitivos, el se atrae la atención hacia la esfera personal del sujeto. En algunos casos, la construcción pronominal parece obligada: El niño se ha tragado un botón; *El niño ha tragado un botón. Obsérvese que en todos los casos aparece explícito el CD. La construcción no sería posible con usos absolutos, o intransitivos, de estos verbos: Juan come; Vuan se come / Pepe leyó; *Pepe se leyó, o adqui riría otra significación: El profesor mira. *El profesor se mira (reflexivo propio directo). OPOSICIONES LÉXICAS. En determinados casos, la forma con se ha consolidado un significado distinto que la forma sin se. Se da entonces entre ambas una oposición semántica de carácter léxico. Por lo común, el régimen del verbo es asimismo distinto. Tal es el caso de verbos corno: Acordar (decidir conjuntamente), Ocupar (colocarse en un lugar). Acordaron la paz.
Acordarse de (recordar). Ocuparse de (prestar atención). Se ocuparon del asunto. CR
CD
Los concejales se ocupan de la ciudad.
Las tropas ocuparon la unidad. CD '
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Como en otros casos examinados, carece de sentido discutir la función de se. Forma parte de la lexía verbal y no cabe su análisis por separado. 8.6.4. C O N S T R U C C IO N E S R E F L E JA S IM P E R SO N A L E S Y P A S IV A S . La descripción que se propone de este tipo de oraciones es controvertida, así como la terminología con la que se designan sus clases y subclases. Para comenzar, señalemos que, a diferencia de lo que suce de en todos los casos de se hasta ahora examinados, no cabe en ellos posibilidad de variación alguna de persona en el pronombre reflejo, que es siempre se (y no me, te, nos, os...); presentan como única forma la 3 a persona. S e parece incluso perder aquí su carácter pronominal para convertirse en un morfema o partícula cuya única función es marcar la impersonalidad o el carácter pasivo de la oración1.
Antes de proceder al examen de estas construcciones conviene recordar qué se entiende por imperso nalidad y por pasividad. El concepto de “impersonalidad” puede entenderse en diversas acepciones (Vid. tema 3.3). a) En sentido estrictamente gramatical, sintáctico, por “impersonal” se entiende que la oración carece de sujeto gramatical. Es decir, que no existe en ella elemento nominal alguno que rija la concordancia del verbo. En adelante, para referirnos a esta acepción, utilizaremos la precisión impersonal sintáctica. b) En el plano semántico, se dice que una oración es impersonal cuando en ella no se especifica el sujeto real. — Bien porque la acción o proceso que el verbo expresa no se refiere a un ser determinado y concreto sino que se afirma con carácter general. Por ejemplo: se duerme bien en esta cama (cualquiera, el que sea, todo el que se acueste en ella), (Uno duerme bien...). — Bien porque se desconoce: (llaman a la puerta / no sé quién llama). — Bien porque, aunque se conoce, no interesa especificarlo: M e han dicho que se casa Pepe (sé quien me lo ha dicho, pero no hace al caso). Obsérvese que, en cualquier caso, existe un sujeto real, y que se trata de un ser (+ humano). Si el verbo es de acción, diríamos que es el agente de los mismos si indica un proceso, como, por ejemplo: dormir, diríamos que es un receptivo (Vid. supra.). Para referirnos a esta acepción utilizaremos el término imper sonal semántica. c) La oración no tiene sujeto ni gramatical ni real. Es el caso de los verbos meteorológicos (llueve, nieva...) o de construcciones como hace frío; hay manzanas. Esta acepción no nos interesa aquí dado que no es compatible con la construcción refleja (*Se llueve; *Se hay manzanas). Todas son, evidentemente, impersonales tanto sintáctica como semánticamente. El concepto de pasividad es un concepto sintáctico-semántico: una oración es pasiva cuando un sujeto gramatical representa a un ser que no ejecuta la acción del verbo sino que recibe la acción que otro ejecu ta. Dicho con mayor precisión: el sujeto no es agente sino experimentador, si es (+ animado), o bien objetivo, si es (— animado). La gramática tradicional lo denomina sujeto paciente. En la construcción activa correspondiente, se expresaría mediante un CD. En cuanto al agente real de la acción, puede aparecer expresado o no. Si lo está, aparece bajo la forma del precisamente llamado complemento agente introducido por por. La gramática tradicional denomina 'Algunos gramáticos sostienen, incluso, que se trata de otro se, que nada tiene que ver con los anteriores (Otero).
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a las oraciones de agente expreso “primeras de pasiva” (El perro fu e golpeado por el amo) y a las que no lo expresan “segundas de pasiva” (El perro fu e golpeado). Como puede observarse, estas últimas equi valen a impersonales semánticas (golpearon al perro). Sin embargo los gramáticos no las denominan “ im personales” dada la presencia de un sujeto gramatical muy evidente. Del examen de los conceptos de impersonalidad y pasividad se desprende que no se trata de conceptos opuestos o incompatibles sino de dos puntos de vista distintos de análisis de la oración. Por ello la termi nología tradicional pasivas reflejas (se venden billetes) frente a impersonales reflejas (se admira a los héroes) puede inducir a confusión. El concepto semántico de impersonalidad (acepción b) no es incom patible con la pasiva. Sólo lo es la impersonalidad sintáctica (acepción a). Por ello, algunos proponen —lo que sería más exacto—, en el estudio de las construcciones reflejas, hablar de “impersonales pasivas” (se venden billetes) y de “impersonales activas” (se admira a los héroes)'. CONSTRUCCIONES REFLEJAS DE SIGNIFICACIÓN PASIVA. LA PASIVA REFLEJA. Í < fu e J i, 7
Si decimos: los hijos no se escogen: nacen y se reciben; Estos libros no se pueden leer porque tienen las hojas cortadas; Las puertas se abren a las diez por el portero; Se venden los pisos; observamos que ninguno de los valores hasta ahora estudiados de se puede aplicarse a estas construcciones. En todas ellas tenemos un sujeto gramatical y un verbo transitivo pero la significación no es ni reflexi va, ni recíproca, ni el verbo deja de ser transitivo, pero la significación no es reflexiva, ni recíproca, ni se produce intransitivización, ni se trata del se enfático, etc. (los hijos no se escogen a si mismos, ni mu tuamente, etc.). Significan que los hijos no son escogidos, son recibidos; Los libros no pueden ser leídos. Las puertas no son abiertas por el portero y los pisos son vendidos. Éstas son construcciones pasivas, sin agente expreso, salvo en las puertas se abren p o r el portero, las AGENTE
restantes tienen el carácter de impersonales semánticas (uno no escoge a los hijos...; uno no puede leer esos libros; venden los pisos...). El sujeto gramatical representa al ser que recibe la acción: experimentador, ya que es (+ animado) en los hijos, objetivo (— animado) en los libros, las puertas, los pisos... Se es aquí un morfema que pone de manifiesto precisamente que el sujeto gramatical debe interpretar se como experimentador u objetivo y no desempeña ninguna otra función sintáctica; lo analizaríamos, en estos contextos como morfema de voz pasiva2. Esta clase de oraciones puede dividirse en dos subclases. La presencia de complemento agente puede darse en ambas pero señalamos que no es muy frecuente; en su inmensa mayoría tienen significación impersonal. EL SUJETO GRAMATICAL ESTÁ ANTEPUESTO AL VERBO.
Los hijos no se escogen: nacen y se reciben. Estos libros no se pueden leer porque tienen las hojas cortadas. Ese mueble no se limpia. La obra se publicó el año pasado. El sujeto gramatical es un SN necesariamente determinado. Esta construcción no permite un sujeto no determinado: *Hijos no se escogen; *Libros no se pueden leer; *Mueble no se limpia. 'M. A. Martin Zonaquino. Las construcciones pronominales en español; trabajo que ha sido tenido especialmente en cuenta en este capítulo, con algunas salvedades. Recordemos que no se trata de un morfema específico de pasiva, puesto que puede tener otros valores, pero sí lo es en los contextos citados puesto que, al menos con (+ animado); cabe oponer: los hijos no se escogen / los hijos no escogen; se reciben / reciben... pasiva activa pasiva activa
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Lo más frecuente es que se trate de un ser no animado, aunque pueden encontrarse ejemplos con ( + animado), e incluso (+ humano), excepcionalmente. Los perfumes se extraen de las plantas. Esas cosas no se pueden ocultar. Los garbanzos se cuecen con bicarbonato. La gripe se cura con pastillas. Ejemplos de (+ humano) serían el ya citado: los hijos no se escogen, se reciben; los maridos no se encuentran fácilmente; las mujeres no se conocen nunca bien... Ejemplo de (+ animado) (— humano): Esos cerdos se tienen que matar para evitar el contagio. El sujeto representa, pues, normalmente un objetivo. El agente de la acción no está especificado, pero implícitamente, es un agente (+ humano). Su relación con las impersonales semánticas es evidente. Sin embargo, no se denominan así porque el sujeto gramatical está ocupando la posición normal de tema de la oración. Si lo expresado por el verbo no puede atribuirse a un agente + humano, no se trata de pasivas reflejas sino de construcciones intransitivas con valor de voz media. Estas oraciones se emparentan, en efecto con aquellas en las que un sujeto inanimado es sede de un proceso asignado por un causativo externo1. Para hacer la pajarita se dobla el papel en cuaatro (pasiva refleja) (= El papel debe ser doblado en cuatro por la persona que hace la pajarita). Se rompieron los platos como venganza (pasiva refleja) (los platos fueron rotos por alguien como venganza). El camarero resbaló y se rompieron los platos (intransitiva media) (los platos se rompieron a causa del golpe).
VALORES MODALES DE ESTAS CONSTRUCCIONES. Como hemos visto, estas construcciones aparecen con frecuencia en verbos modales o perífrasis verbales: Estos libros no se pueden leer*2... Estas cosas no se pueden ocultar... Esos cerdos se tienen que matar. Estas ho jas se deben clasificar... Sin embargo, una particularidad de estas construcciones es la facilidad con que en muchos casos adquieren significaciones modales sin necesidad de que figuren en ellas explícitamente los verbos modales poder y deber ni marca alguna. Algunas, en efecto, sólo pueden interpretarse como asociaciones neutras, por ejemplo: el libro se pu blicó el año pasado (fue publicado). Los hijos se reciben (son recibidos) es decir de ser + participio. Sin embargo, otras equivalen a perífrasis pasivas como poder y deber (o a atributivas con adjetivo en -able -ible.) Los hijos no se escogen. •— ► Los hijos no se pueden escoger3.——►No La gripe se cura con pastillas.— +~La gripe se puede curar con pastillas. -+-Es La hierba no se pisa. ——► La hierba no se puede / debe pisar. s ~ N o ¡Nene! eso no se toca. ------ ►Eso no se puede / debe tocar. ——► No
son escogidos. curable con pastillas. es pisable. es tocable.
En tal caso, pueden participar de la ambigüedad de los verbos modales: Ese mueble no se limpia
nunca (no es limpiado por nadie) constatación neutra. 'v ni a tiros (no se puede limpiar físicamente) capacidad. porque se estropea: (no debe limpiarse) prohibición. “no es limpiable”
‘La colocación de se es indiferente. No pueden leerse / no se pueden leer; no se pueden ocultar / no pueden ocultarse. 2Recuérdese que la función sintáctica de sujeto presupone actualización y por tanto exige, en principio, la presencia de artículo (u otro determinante) (Vid. tema 5.2). 3E1 tema es se venden; se alquilan. En cuanto al sujeto real o agente, es el ser o seres (+ humano) indeterminados que venden las botellas o alquilan los pisos.
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Aparecen con frecuencia dichos valores modales en instrucciones, recomendaciones y expresiones, sen tencias, etc. El presente atemporal favorece la interpretación modal. El pollo se asa a fuego lento (debe asarse...) Los garbanzos se cuecen con bicarbonato (deben cocerse...) Eso no se hace (no debe hacerse) Este nudo no se desata fácilmente (no puede desatarse) La puerta se abre hacia adentro (sólo puede abrirse hacia adentro) Los hombres dignos no se rebajan (no pueden rebajarse) Los hijos no se escogen (no pueden escogerse) Se observa que, por lo general, el sujeto gramatical representa bien un ser, bien una clase especificati va, bien un conjunto definido de seres con alguna cualidad específica, implícita, que justifica io que de ellos se predica. En efecto, en la mayoría de los casos podría añadirse dicha justificación: porque... OBSERVACIÓN Estos valores modales, aunque mucho más frecuentes en la anteposición del sujeto, pueden aparecer también en casos de sujeto pospuesto (vid. infra): Non se faze así el mercado (Mió Cid) (= no se hacen así los negocios); no se pescan truchas a bragas enjutas; Para abrir, se da una vuelta a la manivela; Se pica la cebolla y se añade el tomate...; etc. e incluso en construcciones impersonales sintácticas reflejas (Vid. infra) en verbos intransitivos: se sale por la derecha; se sube por la escalera; se corre con zapatillas (se debe... hay que... sólo se puede... etc.). Este fenómeno, aunque ligado a las construcciones reflejas, no es, sin embargo, privativo. Determina das aseverativas, sin presencia alguna de se adquieren también valores modales implícitos; por ejemplo: Los hombres no lloran; Los niños no gritan (no deben llorar, no deben gritar). EL SUJETO GRAMATICAL ESTÁ POSPUESTO AL VERBO.
Se venden botellas; Se alquilan pisos céntricos; Se busca criado. El sujeto gramatical es un SN, que puede estar determinado o no. Lo más frecuente es que no esté determinado; botellas y pisos son inequívocamente el sujeto de la oración, puesto que rigen la concor dancia del verbo: se vende una botella / se venden botellas. Se trata, sin embargo, de un sujeto un tanto particular: a) No constituye el tema de la oración (Vid. temas 3.2 y 10.2). b) La posición que ocupa es lo que corresponde normalmente al CD. c) Como se ha dicho, puede no estar determinado. Esto no sería posible en la construcción pasiva “normal”: ser + participio. *Botellas son vendidas
*Pisos céntricos son alquilados.
En principio, se trata de un ser no animado, con más generalidad aún si cabe, que en el caso anterior de sujeto antepuesto. Se vendieron las parcelas. Se requirieron dotes de mando. Desde aquí se ven los barcos.
Hoy no se han recogido las basuras. ¿Se han abierto ya las taquillas? Cuando aparece un sujeto (+ animado), y particularmente (+ humano) se produce una “despersona lización” o “cosificación”; los individuos no son sentidos como tales sino reducidos a su “función”, a su “utilidad” o “caso”. Tal sucede especialmente con los SN que indican oficio o profesión, o en ejem plos como los siguientes en los que seres humanos aparecen privados de su condición de tales debido al semanticismo del verbo al contexto. -
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En ciertos países subdesarrollados, aún se compran esposas. En algunos casos se han comprado niños por parejas sin hijos. Se transportaban esclavos en las bodegas. El español clásico ofrecía modalidades más amplias que el actual de utilización de esta construcción con sujeto (+ humano). Se pueden imitar los santos (Santa Teresa); que de tal manera consentía que se tratasen los caballeros andantes (Quijote). En suma, si existe un agente (i.e. + humano) implícito, son sentidas como pasivas reflejas. Si el proce so es debido a una causa, más o menos espontánea o mecánica, son sentidos como intransitivos medios. Los límites pueden estar borrosos en algunos casos, lo que hace pensar a algunos que precisamente las intransitivas medias de sujeto inanimado son el origen de la pasiva refleja. Por ejemplo: La gripe se cura con pastillas. Interpretación a) La gripe es curada —o curable— por quien debe curarla utilizando el instrumento que son las pastillas (pasiva refleja). Interpretación b) la gripe se cura, es decir desaparece, por efecto de las pastillas (intransitiva media). En el primer caso, entendemos que el médico (o quien sea) cura la gripe con pastillas; en el segundo, que las pastillas curan la gripe. CONSTRUCCIONES CONCERTADAS Y NO CONCERTADAS. VACILACIONES. Con frecuencia hallamos, en lugar de se venden botellas, se alquilan pisos, se vende botellas, se alquila pisos, es decir, construcciones no concertadas con un SN que designa un objeto no animado. Se ha pro ducido un deslizamiento hacia la impersonal sintáctica. Como señala Gili Gaya: La vacilación presente entre s e v e n d e n b o te lla s y s e v e n d e b o te lla s, s e a lq u ila n h a b ita c io n e s y se a lq u ila h a b ita c io n e s , ta n d is c u tid a s p o r lo s g r a m á tic o s , d e p e n d e d e q u e p r e v a le z ca la id e a d e q u e la s b o te lla s s o n v e n d id a s ( im p e r s o n a l p a s iv a ), c o n c e r ta n d o e l v e r b o c o n s u s u je to p a s iv o , o d e q u e u n s u je to in d e te r m in a d o ( im p e r s o n a l a c tiv a ) v e n d e b o te lla s.
Estas construcciones se dan desde antiguo, en español por ejemplo: M uy pocas reinas de Grecia se halla / que limpio oviessen guardado sus lechos (Juan de Mena); Sácase de ellas otras muchas cosas (Santa Teresa); No sería en todo el lugar sino ladridos de perros (Quijote); Se te entregará mil reales (Lara). La RAE condena estas construcciones no concertadas1 y fija como norma preceptiva ia concordan cia, es decir la utilización de pasiva refleja y no de impersonal sintáctica en este caso; las construcciones concertadas correspondientes, correctas, serán por tanto: Se venden pisos; Se solicitan guardianes noc turnos; Se requieren dotes de organización; No se pueden hacer dos cosas a la vez; A los hombres se les critican menos las cosas feas...; Se declaran de urgencia las obras...; ¿Se pueden fum ar puros?; etc... De hecho, se da vacilación en los hablantes. La no concordancia se ve favorecida por la frecuencia de verbos modales y su perífrasis, los giros lexicalizados del tipo se busca, se requiere, se solicita y los sintagmas nominales coordinados. En el huerto se puede plantar rosales / se pueden plantar rosales. Se suele ver algunos lobos / se suelen ver algunos lobos. Se ha comenzado a tener materiales / se han comenzado a tener materiales. El hablante interpreta la secuencia como se puede; plantar rosales (en lugar de segmentar se puede V
CD
'Algunos gramáticos generativos, por ejemplo: Carlos Otero, sostienen que son las construcciones concertadas, —aunque gozan de “aceptabilidad” por todos los hablantes, las que no son “gramaticales” en el sentido técnico de la palabra (Vid. tema 2.4) y preconizan la generalización de la construcción no concertada: Se alquila pisos; se vende botellas.
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plantar rosales) dado que se puede es sentido como tema; vid. por ejemplo:
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s
¿Qué se puede hacer? Se puede plantar un rosal. plantar rosales, pasear al sol... etc. Por idéntica razón se inmoviliza como tema invariable se busca, se solicita, etc. ¿Qué se requiere?; Se requiere buena presencia. dotes de mando. En los casos de SN coordinados, en singular podría discutirse la interpretación: se necesita camarero y doncellas y (se necesita) doncella. A veces se identifica lengua y habla con competencias y actuación. [lengua y habla] [competencia y actuación] pueden sentirse como unidades. Otra muestra de vacilación son las oraciones anormales con CD concertado cuya agramaticalidad, esta vez, es indiscutible: *Se persiguen a los ladrones. La preposición a, marca de CD, hace imposible que los ladrones sea sujeto gramatical y por tanto origine concordancia. La única forma concreta posi ble es: se persigue a los ladrones. CÓMO ANALIZAR ESTAS ORACIONES. En el análisis sintáctico de este tipo de oraciones hay que atenerse a la forma en la que aparecen for mulados. Si el hablante ha optado por la construcción concertada, se analizarán como pasivas reflejas en caso contrario, como impersonales sintácticas. Como la concordancia sólo puede observarse en plural, si están en singular conviene atenerse a la nor ma preceptiva y considerarlas pasivas reflejas. Se requieren dotes de mando (pasiva refleja). morfem a d e p asiva
SU JE T O
Se requiere dotes de mando (impersonal sintáctica / refleja). morfem a d e im personalidad
CD
Se requiere buena presencia (pasiva refleja) m orfem a d e pasiva
SU JE T O
Un caso particular lo constituyen oraciones en las que el elemento nominal es una oración subordinada sustantiva. En estas oraciones, dado que no puede darse concordancia, puede discutirse la interpreta ción. Se trata de oraciones del tipo: Se dice que...; Se anuncia que...tte. Por ejemplo: Se dice que subirá la gasolina; Se anuncia que ocurrirán catástrofes... ¿Se trata de impersonales sintácticas o de pasivas reflejas? ¿Cuál es el análisis más adecuado? a) Se dice que subirá la gasolina (impersonal sintáctica refleja). morfena de Im p erso n a lid a d
oración subord. trans. de CD.
b) Se dice que subirá la gasolina (pasiva refleja). m orfem a de pasiva
oración subord. sust. de SU JE T O
La decisión depende de si aceptamos o no la norma preceptiva que rige las construcciones concerta das. Si la aceptamos —lo que parece recomendable—, el único análisis consecuente es el b. En efecto, aunque por tratarse de una oración no podemos comprobar la concordancia, ésta puede comprobarse indirectamente por conmutación con cualquier SN; de este modo tendríamos:
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Se dice que subirá la gasolina una verdad Se dicen verdades una mentira Se dicen mentiras... El SN será sujeto puesto que se efectuará concordancia, luego la oración subordinada también lo es, dado que la conmutación muestra que desempeña idéntica función sintáctica. Sólo si compartimos la posición de quienes consideran perfectamente “gramaticales” y “aceptables” las eventuales oraciones *Se dice verdades, *Se dice mentiras, consideraríamos adecuado el análisis a). Observemos, por último, que, en cualquier caso, siempre se trata de impersonales semánticas, es decir, de oraciones de agente no especificado, puesto que no se formula en ninguno de ellos quién “dice” ni quién “anuncia”. Las pasivas reflejas son por lo general, como se ha dicho, impersonales semánticas. Ello no se debe, sin embargo al se, que es morfema sólo de pasividad en ellas, sino a la ausencia de cto. agente explícito. Si éste se formula, dejan de ser impersonales: Las puertas se abren cada dia por el portero; La entrevista se viene preparando desde hace días por Televisión Española. Algunos gramáticos consideran anorma les estas construcciones. Son, sin embargo, muy frecuentes en el lenguaje periodístico. Se anuncia por la Casa Blanca que el Presidente solicitará más fondos al Senado. n.orf. de pasiva
cto. agente
O. sub. sust. SU JE T O
Se ha expresado la repulsa por todos los partidos. morf. d e pasiv.
SUJETO
cto. agente
Los libros se editaron por un millonario americano. Se han difundido por el gobierno rumores contradictorios.
CONSTRUCCIONES REFLEJAS IMPERSONALES SINTÁCTICAS. Como se ha visto en epígrafes anteriores, la construcción pasiva refleja, al perder la concordancia, se convierte en impersonal sintáctica. Ésta es construcción obligada cuando el SN designa un ser o seres con el rasgo (+ humano) sentido como tal y determinado. Se admira a los héroes. Se paga a los acreedores.
Se invoca a los santos. Se saluda a los embajadores.
Se aborrece al tirano.
Obsérvese que la presencia de la preposición a hace inequívoco el carácter de CD del SN y, por tanto, la interpretación de estas oraciones como impersonales sintácticas además de serlo en el sentido semántico. Esta construcción es obligada, asimismo, en todos los casos en que se da un SN determinado que lle varía la preposición a en una construcción transitiva si fuera CD. Se ensilló a Rocinante. Se llama a la muerte.
Se persigue a mi gato. Se persigue a la virtud.
Es de notar que, en estas construcciones, el pronombre objeto masculino es, generalizadamente la, les, aunque se trate de un C D y no lo, los, incluso en hablantes cultos no “leístas” 1
Se admira al héroe -*- Se le admira (Admiro al héroe - * - lo admiro). Se admira a los héroes-*- Se les admira (Admiro a los héroes-»-los admiro). Del mismo modo: Se paga a los acreedores-*-Se les paga. Se invoca a los santos-*Se les invoca. Se aborrece al tirano-*-Se le aborrece.
'La explicación no es unánime: para uno se trata de un “resto del sentir clásico que lo consideraba CT\ Para otros se trata de un contagio de construcciones en que lo es por ser verbos de “doble acusativo’’.
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En femenino, en cambio, es siempre la, las: Se admira a las señoras -*- Se las admira. Se admira a la señora-*-Se la admira. Esta construcción se extendió en el Siglo de Oro donde, como vimos, podía alternar con la pasiva refleja: Se pueden imitar los santos (Santa Teresa). Se paga la deuda a los acreedores -*~Se les paga (la deuda). Se robaba a amigos como a enemigos (Hurtado de Mendoza); Si a la reina se prende todo es perdido (Pérez de Hita). Se relaciona su difusión con la indudable ambigüedad que pueden presentar las cons trucciones reflejas con sujeto que designa seres animados. En efecto, caben en muchos ca sos interpretaciones reflexivas, recíprocas, etc., dado que los (+ animados) pueden ser agentes de acciones o receptivos.
Se saludan los embajadores (¿unos a otros? recíproca) Se admiran los héroes (¿a sí mismos?: ¿reflexiva?; ¿unos a otros?: ¿recíproca?) Se asustan los niños (intransitiva media) En esta construcción, se ha pasado a ser exclusivamente una marca que pone de manifiesto la indeter minación del agente de la acción, es decir, un morfema de impersonalidad: Se admira a los héroes (impersonal sintáctico-refleja). morfema de CD. impersonalidad. Sentido como tal, su uso se extiende a usos intransitivos de verbos transitivos (Se come y se bebe) y verbos intransitivos con quien acá se muere y se suspira (Garcilaso); Vívese con trabajo (Diego de Hermosilla), e incluso a construcciones con complementos predicativo y a los verbos ser y estar. Se vive feliz. Se está contento. Se está bien aquí. Asno se es de la cuna a la mortaja (Quijote).
Se es bueno de pequeño.
Se es o no se es.
Estos usos, condenados al principio por la RAE y los puristas, que los calificaban de “galicismos”, son considerados hoy absolutamente normales y aceptables, y la RAE ha terminado por admitirlos. El problema, en aquellas que presentan atributo o complemento predicativo es saber a qué elementos se refieren éstos, puesto que, tratándose de impersonales sintácticas, el sujeto gra matical es 0 . Indudablemente, se refieren al sujeto real indeterminado y general implícito y se da la particularidad de que admiten concordancia ad sensual de género (no de núme ro) y de que el atributo no es sustituible por lo.
Se está contento^-Se está contenta *Se lo está (frente a estoy contento*-lo estoy) morfema V. cop. Atributo, de impersonalidad.
Se es bueno -*-Se es buena
*Se lo es (Soy buena
lo soy)
morf.V. cop.A tributo de impersonalidad.
Se vive feliz
Se está bien aquí
Se es o no se es
morfema V. intr.Cto. Pvo. morf. CCM CCL morf. uso pred. de impersonalidad deimp. uso de imp.de ser pred. de estar
COMPARACIÓN CON OTRAS LENGUAS. Resulta de interés comparar la utilización de se como marca de impersonalidad en español con los procedimientos utilizados por otras lenguas para expresar dicha categoría semántica. Todos estos procedimientos responden a la necesidad de la lengua de disponer de una estructura sin táctica capaz de “ impersonalizar” cualquier enunciado. El francés recurre a on, resultado de la gramati-
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calización de homme (hombre). Idéntico origen tiene el indefinido alemán man procedente de (Mann = hombre) Man spricht deutsch (Se habla alemán). El español medieval conoció este procedimiento, que fue desapareciendo en el español clásico con la extensión de se. Todavía en el XVI se puede hallar: el no maravillarse hombre de nada (Hurtado de Mendoza); Andando a oscuras, justo tropieza hombre (Alfonso de Valdés). Hoy se diría: el no maravi llarse uno de nada y pronto se tropieza. En francés, sin embargo, on es realmente sujeto gramatical de la oración, lo que no sucede con el espa ñol se. Compárese, en efecto: se venden libros on vend des livres. Suj.
se está bien aquí
on est bien ici. Suj
Sin embargo, on ne vend pas de livres. -*-*se no venden libros
(sino ->-No se venden libros).
on n ’est pas bien ici. ------>-*se no está bien aquí (sino ->-No se está bien aquí). Si se fuera sujeto gramatical, mantendría, como en francés, la posición en la negación. Se no es en español sujeto gramatical, aunque ocupa la posición del sujeto gramatical; en francés no hay impersona lidad sintáctica. Tampoco la hay en el inglés, que ha “congelado” para este uso la 3a persona del plural, con pronom bre personal expreso: they say that... dicen que... they shoot houses, don’t they? Se mata a los caballos, ¿no? (Estructura que se relaciona con nuestro dicen, cuentan,... etc.).
LA IMPERSONAL REFLEJA FRENTE A OTRAS CONSTRUCCIONES IMPERSONALES: VALO RES ESTILÍSTICOS Y RESTRICCIONES. La lengua dispone, además de la construcción refleja, de otros dos procedimientos básicos para expre sar la indeterminación del agente: el pronombre indefinido uno / a y la 3a persona del plural. Estos pro cedimientos no son conmutables en todos los casos. Existen restricciones que condicionan la selección de uno u otro. Por otra parte, cuando pueden alter nar, sus valores estilísticos no son idénticos. La construcción refleja no está marcada con respecto al hablante. Puede implicarlo o no. Uno / a está marcado positivamente y lo implica necesariamente, en tanto que la 3 a p. del plural lo excluye, así como al oyente. Por ello no son posibles las construcciones impersonales que se marcan con asterisco: En casos como éste no se sabe qué hacer. En casos como éste uno no sabe qué hacer *En casos como éste no saben qué hacer (el hablante se siente implicado). Aún no se ha descubierto un remedio contra el cáncer. Aún no han descubierto un remedio... * Aún no ha descubierto uno un remedio (no implicación del hablante). ¡Caramba, llaman a la puerta! *¡Caramba! Se llama a la puerta *Uno llama... (énfasis en la no impli cación de ninguno de los interlocutores). l e han matado / *Se le ha matado *Uno le ha matado (idem). Debido a ello, cuando el hablante se refiere a sí mismo, aunque se escude por delicadeza en la cons trucción impersonal, la selección obligada es uno / a. ¡Una está harta de lavar platos! *Se está harto de lavar platos. La construcción refleja es incompatible con los verbos pronominales, y con cualquier otro uso de se. En estos casos es forzoso uno / a: Uno se avergüenza, uno se lava, uno se va, uno se asusta, uno se cae... *Se se avergüenza *Se se lava...
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Por su parte, la 3 a p. del plural con valor impersonal no es posible con cualquier verbo. En particular no es compatible con los verbos modales: No se puede desatar el nudo Uno no puede desatar el nudo *No pueden desatar el nudo (deja de ser impersonal: sólo puede referirse a un sujeto determinado implícito) Se debe respetar a los ancianos Uno debe respetar a los ancianos *Deben respetar a los ancianos. (idem). Sobre todo es usual con verbos de declaración: dicen, cuenta, afirman... aunque aparece también en otros muchos casos: ¿Quéponen en la televisión?; Le dispararon a quemarropa; Le detuvieron; Le inven taron; Le creyeron muerto... Sin embargo *nacen y mueren (Se nace y se muere; uno nace y muere).
PASIVAS
L as p u e r ta s son a b ie rta s p o r e l portero. L as p u e rta s s e a b ren p o r e l portero. L os hijos no s e esco g en .
CONSTRUCCIONES REFLEJAS
IMPERSONALES SEMÁNTICAS S e ve n d en botellas. S e adm ira a lo s héroes. IMPERSONALES SINTÁCTICAS
S e esta b ie n aquí. A nuncian la derrota d e lo s moros. Uno no s a b e q u é nacer.
IMPERSONALES Y PASIVAS REFLEJAS Y NO REFLEJAS. INTERRELACIÓN. • • • •
Cada dase está delimitada por un círculo o elipse y caracterizada por el rótulo que lo señala. Las intersecciones delimitan subclases que participan de más de una ciase. Cada ejemplo representa, dentro de estas subclases, un tipo distinto de construcción. Los usos anómalos han sido excluidos. CUADRO-RESUMEN DE LOS VALORES DE SE í Directas
Pepe se lava: Pepe se cree listo S
REFLEXIVAS PROPIAS ' (SIGNIFICADO i[ Indirectas REFLEXIVO) Causativas
RECÍPROCAS (SIGNIFICADO RECÍPROCO)
S
CD
Refuerzo: a sí mismo.
C ío. pro.
Pepe se lava la cara S
CI
CD
Pepe se afeita en la barbería (el sujeto no es agente). S
1 Directas
CD
CD
Pepe y María se besan:
Refuerzo mutuamente
CD <,
Indirectas
Pepe y María se regalan libros.
uno con otro.
CI
Otras
VERBOS PRONOMINALES (FORMA REFLEJA FORZOSA)
Pepe y María se casan. (Cto. régimen: casarse con).
Pepe se jacta de su valor (se forma parte de la unidad léxica del verbo, carece de sentido plantearse su función).
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(verbos de movimiento). (estados anímicos).
P e p e s e le v a n ta :
ci P e p e s e a le g r a :
1o , . ............ , , loe marca de íntransitivizactoml
Z
ci
VOZ MEDIA
Transitivos |S e
marca de voz media:
'El
p l a t o jse_ r o m p i ó (-hura.) c i
VERBOS CON DOBLE POSIBILIDAD.
(transformación en un objeto).
VOZ MEDIA Juan
se_ r o m p i ó
la p ie r n a :
fin v o -
(+h) C l (dativo simpalético) l u n t a r i e d a d ) .
DATIVO ÉTICO: J u a n (s e ) c o m i ó ¡a p a e lla . S e marca de ASPECTO INCOATIVO: P e p e s e f u e . Intransitivos: DATIVO ÉTICO: P e p e (s e ) b a j ó a la c a lle . ( MATICES ESTILÍSTICOS DIVERSOS. Oposiciones lé x tc a & '.A c o r d a r s e d e s u p a d r e / a c o r d a r la p a z .
rE l
P e p e se d u r m ió .
l ib r o s e p u b l i c ó e l a ñ o p a s a d o ( f u e p u b l i c a d o ) (- hum.)
Sujeto antepuesto: VALORES MODALES: L o s PASIVAS REFLEJAS Se es morfema de voz pasiva.
h ijo s n o se e sc o g e n (n o p u e d e n s e r (+ hum.i
e s c o g id o s )
E s o n o se_ t o c a ( n o d e b e s e r l o c a d o ) (■ hum.) S e v e n d e n b o t e l l a s ( la s b o t e l l a s s o n v e n d i d a s ) .
Í
s (-hum)
S e p u e d e n f u m a r p u r o s ( lo s p u r o s p u e d e n s e r f u m a d o s ) [*Se v e n d e b o t e l l a s (incorrecto)] CD (-hum)
IMPERSONALES SIN S e a d m ir a a lo s h é ro e s TACTICAS REFLEJAS, CD ( + hum) Se es morfema de Con verbos intransi impersonalidad. , Se tivos y copulativos: (admitidas finalmentes por la RAE).'
e s t á b ie n a q u í.
S e e s fe liz . S e v iv e c o n te n to .
No debe confundirse con se alomorfo o variante del pronombre átono no reflejo le. Le dio el libro -*-*le lo dio Se lo dio. CI CD
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9 LA ORACIÓN COMPUESTA 9.1. ORACIÓN SIM PLE FRENTE A ORACIÓN COMPUESTA. 9.2. CONCEPTOS G ENERALES DE COORDINACIÓN Y SUBORDINACIÓN. 9.3. CLASIFICACIÓN D E LA ORACIÓN COMPUESTA.
9.3.1. ORACIONES COORDINADAS. A. B. C. D.
C O PU L A T IV A S. D ISY U N T IV A S. A DV ERSA TIV A S. D IST R IB U T IV A S .
9.3.2. ORACIONES SUBORDINADAS. A . SU STA N TIV A S. — D E SU JET O . — D E C O M P L E M E N T O D IR E C T O . — E L N E X O E N L A S IN T E R R O G A T IV A S IN D IR E C T A S . B. A D JE T IV A S . C. A D V E R B IA L E S . — D E LU G A R . — D E T IE M P O . — DE M ODO. D. C O M PA R A T IV A S. E . ¿ P U E D E H A B L A R S E D E S U STA N TIV A S D E C O M P L E M E N T O C IR C U N S T A N C IA L ?
9.3.3. SUBORDINADAS DE IMPLICACIÓN LÓGICA. A. B. C. D.
CAUSALES. C O N S E C U T IV A S. F IN A L E S . C O N D IC IO N A L E S . — R EA LES. — EVEN TU A LES. E. C O N C E SIV A S.
9.3.4. EL NEXO EN LAS SUBORDINADAS ADVERBIALES: OBSERVACIONES. 9.3.5. CONSTRUCCIONES DE INFINITIVO, GERUNDIO Y PARTICIPIO EQUIVALENTES A ORACIONES SUBORDINADAS.
9.1. O R A C IÓ N SIM PLE FR E N T E A O RAC IÓ N C O M PU ESTA . La problemática de la delimitación de la oración que planteábamos en su momento (Vid. tema 3.1) se plantea con toda crudeza al abordar el análisis de las tradicionalmente llamadas oraciones compues tas . Recordemos, en efecto, que la oración puede definirse según dos criterios distintos, no convergentes: a) Si la oración es definida en razón de su estructura interna, entendemos por oración la unión de un sujeto y un predicado. En tal caso O = S + P (o bien O = SN + SV.). (Vid. tema 3.1.6). b) Si la oración es definida según el criterio distribucional de la independencia sintáctica, entendemos por oración la unidad máxima de descripción gramatical, no incluida en una unidad superior (Vid. tema 3.1.4), lo cual se corresponde con una unidad intencional de comunicación (Vid. tema 3.1.3). Si una secuencia consta de un solo sujeto y un solo predicado y, a la vez, es una unidad intencional de comunicación, ambos criterios coincidirán sin conflicto en caracterizarla como oración. Por ejemplo: Pedro come peras tiene a la vez como estructura S + P (SN + SV) y no está incluida en ninguna unidad superior y constituye una unidad de comunicación. Pero si la secuencia consta de más de un sujeto y de más de un predicado (o de varios sujetos o de varios predicados) y a la vez constituye una unidad de comunicación, ¿cómo caracterizarla? • Juan dice que Pedro come peras. s
s
P
p
Pedro come y Juan trabaja. S
P
S
P
Juan dice que Pedro come peras cuando él quiere. P
S
P
S
Juan y Pedro corren; S
S
P
Juan corre y salta; etc.
P
S
P
P
Cada una de estas secuencias constituye una única oración según el criterio b) y más de una según el criterio a). La gramática tradicional, de la que proceden las clasificaciones oracionales que comúnmente se mane jan, soslaya el problema1 mediante el concepto de oración compuesta. Distingue así dos clases de oraciones: A. ORACIONES SIMPLES, que son las que constan de un sólo sujeto y un sólo predicado. B. ORACIONES COMPUESTAS, que son las que constan de más de un sujeto y/o de más de un predi cado. Las oraciones citadas son, por tanto, oraciones compuestas, frente a Pedro come peras, que sería una oración simple. Las oraciones del tipo Juan y Pedro corren, es decir, las que constan de varios sujetos unidos por coor dinación y un solo predicado, deben, sin embargo, excluirse de la oración compuesta y considerarse ora ciones simples. La razón se debe a que la gramática tradicional considera el sujeto y el predicado como términos del juicio lógico, más que como entidades lingüísticas. En consecuencia considera que Juan y Pedro corren se descompone en Juan corre + Pedro corre, lo que no es exacto desde el punto de vista lingüístico. En efecto, sujeto y predicado son conceptos gramaticales, no lógicos. Desde el punto de*
*Es evidente que sin resolverlo y entrando además en contradicción con su propia definición de oración, es expresión de un juicio, a saber: S + P. En las oraciones compuestas hay más de un juicio expresado.
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vista sintáctico, constituyen una unidad indisociable, exactamente como si tuviéramos Los muchachos no corren. La organización sintáctica de la oración es, en efecto, Juan
y
Pedro
SN
Enlace copulativo
SN
SN (plural)
corren
V
(plural)
Que ello es así lo prueban oraciones como la siguiente: Juan y Pedro pueden conducir la locomotora. Esta oración no equivale, ni siquiera desde el punto de vista lógico, a Juan puede conducir la locomotora y Pedro puede conducir la locomotora. En efecto, la oración sólo afirma que pueden conducirla conjun tamente, no cada uno por separado. Puede suceder que Juan pueda conducir la locomotora con ayuda de Pedro (pero no solo) y que otro tanto sucede con Pedro. Sin embargo, se considerará que si hay más de un predicado, sí que hay oración compuesta. El tipo de análisis que se practica comúnmente identifica, por tanto, el número de oraciones integrantes con el nú mero de predicados que aparecen. Así, Juan canta y baila se considera tan compuesta como Juan canta y Pedro baila.
La duda se plantea cuando lo que aparecen no son predicados propiamente dichos, es decir, dotados de verbos en forma personal concertados con un sujeto, sino formas verbales no personales: infinitivo, gerundio, participio. ¿Debe hablarse en este caso de oración compuesta? Oigo cantar a Pedro; Verá florecer los claveles; Lo hizo queriendo; Pepe, cansado de esperar, se fue. La respuesta de los gramáticos no es unánime. Unos, remitiéndose a la estructura subyacente, implíci ta, consideran que las formas no personales pueden constituir en ciertos casos verdaderos predicados. Otros, ateniéndose a la estructura explícita que ésta presente, lo discuten poniendo el acento en el carác ter nominal o adverbial de estas formas. Para ellos, se tratará de oraciones simples. (Estas construcciones se estudian en el epígrafe 9.7). CUESTIONES TERMINOLÓGICAS Algunos gramáticos, optando resueltamente por la definición b) de la oración (Vid. supra), proponen no denominar oraciones a la estructura con sujeto y predicado cuando es tán integradas en una oración compuesta. Para denominarlas, utilizan los términos propo sición, cláusula, sub-oración, etc. -
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Cada elemento de la coordinación conserva la máxima autonomía; el vínculo es, pues, relativamente débil. He comprado libros, periódicos y revistas He comprado libros -*~He comprado periódicos comprado revistas. He comprado libros y periódicos ... etc. Un traje de pana y un sombrero cordobés un traje ... un sombrero ... Coge el paraguas o el impermeable Coge el paraguas o coge el impermeable. Pepe canta y Juan baila. Estiró la pata, es decir, murió.
He
La relación aparece marcada en general por un enlace (o nexo) coordinante que se denomina conjun ción de coordinación (o locución conjuntiva si consta de más de una palabra). La presencia del enlace en la estructura sintáctica explícita no es imprescindible para que exista coordinación.. Los elementos pueden hallarse co-ordinados sin enlace explícito. (Vid. yuxtaposición): Hombres, mujeres, niños ... todos salieron. CLASES DE COORDINACIÓN La coordinación copulativa indica adición o suma de los elementos coordinados, la disyuntiva indica elección entre los mismos. a) Pueden ejercerse en la estructura explícita sobre cualquier tipo de elementos: palabras, sintagmas, oraciones. b) Pueden coordinar a más de dos elementos, formando series indefinidas. Quiero plátanos, peras, manzanas y uvas. Me he comprado un reloj digital, unas zapatillas de deporte y un jersey de lana. Pedro canta, Juan baila y Pepe aplaude. Trae un lápiz, o un bolígrafo, o una pluma, o un rotulador... O me voy al cine o me pongo a trabajar o me echo a dormir. Hay que observar, sin embargo, que su comportamiento no es idéntico. También difie ren, por otra parte, la coordinación copulativa afirmativa y la negativa. Veámoslo. En sentido estricto sólo la coordinación copulativa afirmativa une propiamente elemen tos, y la oración es simple. Como manzanas y peras, Pedro y Juan pueden conducir la lo comotora (conjuntamente: Pedro + Juan). En caso de coordinación negativa hay implícita más de una oración: Ni Pedro ni Juan pueden conducir la locomotora (= Ni Pedro puede + Ni Juan Puede. Pedro no puede y Juan no puede). La oración es en realidad implícitamente compuesta: Ni Pedro ni Juan han venido. No como manzanas ni peras (no como manzanas ni como peras, no como man zanas y no como peras). A diferencia de la afirmativa, la coordinación negativa no establece un sintagma unita rio. El verbo se predica de cada elemento, no del conjunto. Otro tanto sucede en la coordinación disyuntiva, «unión que desune» o tipo de coordi nación que «une en la expresión lo que desune en el pensamiento» Le salvó el arrojo o la temeridad (o le salvó el arrojo o le salvó la temeridad). Si conviene un sujeto, no convie ne otro. Este cuaderno es de Pedro o de Juan (o es de Pedro o es de Juan). Si conviene un predi cado, no conviene otro. Son oraciones implícitamente compuestas. Tan sólo en el caso del uso llamado declarativo o explicativo de la conjunción se daría un sintagma unitario: El protagonista o personaje principal de la obra es Don Juan Tenorio. 1,8 coordinación adversativa señala oposición. No puede coordinar a más de dos miembros. Se ejerce siempre sobre dos oraciones, omitiendo si procede en una de ellas la expresión de todos los elementos análogos que se expresan en la otra: Es torpe pero tiene buena voluntad. No ríe sino llora.
N o lo hizo Juan sino Pedro (lo hizo). No quiero peras sino manzanas (quiero manzanas). -
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Por tanto, la oración es, siempre, una oración compuesta. El carácter coordinado de las adversativas se halla hoy día en discusión. EL ENLACE EN LA COORDINACIÓN El enlace de la coordinación es un enlace débil. El nexo, si lo hay explícito, es una conjunción de coor dinación: y, ni1, más, pero, sino. y pasa a e ante vocal: Juana e Inés. o pasa a u ante o: siete u ocho. Que es conjunción coordinante sólo en contadísimos casos: dale que dale. En las series de más de dos elementos, la conjunción copulativa y enlaza tan sólo los dos últimos: manzanas, peras, plátanos y uvas; come, bebe, y duerme. La alteración de esta norma no origina agramaticalidad sino los efectos estilísticos denominados asíndeton (supresión de la conjunción): llegué, vi, vencí; y polisíndeton (conjunción ante casa tér mino): manzanas y peras y plátanos y uvas. ___ COORDINACIÓN1 ^ ELEMENTO COORDINADO
Enlace coordinante (débil)
ELEMENTO COORDINADO
peras
y
plátanos
Enlace coordinante (débil)
ELEMENTO COORDINADO
y
manzanas
&
0
REPRESENTACIÓN GENERAL DE LA COORDINACIÓN
coordinante d ébil
d ébil
coordinante débil
ORACIONES COORDINADAS
LA SUBORDINACION Se entiende por subordinación (sub-ordinación: sub = debajo de) un determinado tipo de conexión tal entre elementos que uno de ellos se halla supeditado al otro. Los elementos no están en el mismo plano sino jerárquicamente articulados y el subordinado no podría aparecer sin él. He comprado libros de texto
*He comprado [ ] de texto.
M e encantan las plantas exóticas -► *Me encantan las [ ] exóticas. _ ----1— El término subordinado determina o complementa al núcleo. En el caso de elementos menores que la oración (palabras, sintagmas), aunque el fenómeno es el mismo, se acostumbra usar los términos de determinantes o complementos y se reserva el término de subordinación para referirse a oraciones. 'Ni es apócope de ñeque
nec, es decir, literalmente, no + y = y no ...
i \ no
y
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Pepe dice mentiras
Pepe [ ] mentiras. Sabe que aprobará. ^
—
S u b . d e C .D .
Obsérvese que al integrarse en una unidad superior, el conjunto desempeña la función que desempe ñaría, de figurar sólo, el elemento nuclear. He comprado libros de texto
Dice que sabe 1 C .D .
He comprado libros
Dice que sabe que aprobará J -
CUESTIONES TERMINOLÓGICAS En sentido estricto, deberían denominarse oraciones subordinadas solamente aquellas que presentan subordinación a otra oración, según ha sido definido el concepto; es decir, aquellas que desempeñan idéntica función en el seno de la misma que la que desempeña un elemento simple: sustantivo, adjetivo o adverbio: las sustantivas, adjetivas y adverbiales en sentido estricto (de lugar, tiempo y modo). Sin embargo, a falta de otro término más exacto, se utiliza también el término de oraciones subordina das para designar un tipo de interrelación entre oraciones en el cual ambas se hallan en el mismo plano, al igual que sucede en las coordinadas. Difieren de éstas en que se da una relación de interdependencia, de condicionamiento mutuo. La una presupone a la otra y viceversa. El enlace entre ambas es un enlace fuerte. Juan se enfadaQ jPepe canta. Juan se enfada porque Pepe canta. Aunque Pepe cante, Juan no escucha.
Se trata de las subordinadas que denomínanos de impugnación lógica1.
quiero
quiero
0 0 que
peras grande (fuerte)
vengas
ORACIONES SUBORDINADAS DE IMPLICACIÓN LÓGICA
REPRESENTACIÓN GENERAL DE LA SUBORDINACIÓN
‘La gramática tradicional las incluye en las adverbiales, pero, como se verá, son muy distintas de las adverbiales en sentido estricto.
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El límite entre coordinadas y este tipo de subordinadas de implicación lógica no es siempre fácil de establecer, pues, como se ve, la estructura que presentan es semejante. Todo depende del grado de auto nomía que en cada caso se atribuya a las oraciones. Por eso la gramática tradicional vacila. Considera por ejemplo coordinadas a oraciones del tipo: M i ayuda no es necesaria, me voy y subordinadas a: Me voy porque mi ayuda no es necesaria. Actualmente se tiende a considerar subordinadas todas las oraciones que expresan relaciones lógicas de causa, consecuencia, condición, etc. En todo tipo de subordinación se denomina oración subordinada a la que aparece introducida por el nexo y oración principal a la otra. Como se ve, la oración principal unas veces es auténtico núcleo y otras no. El criterio es puramente formal. EL ENLACE EN LA SUBORDINACIÓN El enlace de la subordinación es un enlace fuerte. El nexo explícito, si lo hay, es una preposición, una conjunción de subordinación o un pronombre (adverbio) relativo. En unidades menores que la oración, es una preposición (o locución prepositiva): libro de texto; café con leche. Las preposiciones son: a, ante, bajo, (cabe = junto a; arcaica), con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, (so = debajo de; arcaica), sobre, tras. Las locuciones prepositivas, es decir, secuencias complejas con valor de preposición, son numerosísimas: Por entre, por encima de, por debajo de, acerca de, respecto a, dentro de, etc.: Una pera dentro de una cesta. En el caso de oraciones, el nexo es una conjunción de subordinación (o locución conjuntiva), o bien un relativo (pronombre o adverbio): Dice que sabe
El hombre que ríe
~F pronombre relativo
~T,
conjunción d e su b ord in ación
Llueve desde que salí
Sé dónde vas
F
adverbio relativo
Iré hasta donde pueda
f locución conjuntiva
locución conjuntiva
LA YUXTAPOSICIÓN Aunque algunos autores hablan de oraciones yuxtapuestas como clase aparte a añadir a subordinadas y coordinadas, esta inclusión es errónea. La yuxtaposición no es un tipo especial de conexión sino un procedimiento (el menos caracterizado) de marcar la conexión entre elementos. La yuxtaposición es un concepto puramente formal que indica ausencia explícita de nexo. La yuxtaposición, en el caso de oraciones, puede marcar tanto relaciones de coordinación como de subordinación. a) Estaba muy cansado; se encontraba peor (coordinación). b) El profesor me advirtió; “su hijo no aprobará el curso” (subordinación). Se analizarán por tanto las oraciones: a) como oraciones coordinadas yuxtapuestas; y b), como ora ciones subordinadas yuxtapuestas: su hijo suspenderá el curso, y como principal: el profesor me advirtió.
9.3. C LA SIFIC A C IÓ N D E L A O R A C IÓ N C O M PU ESTA . El análisis sintáctico de las llamadas oraciones compuestas se practica comúnmente tomando como punto de partida las clasificaciones consagradas por la gramática tradicional que, como es sabido, mez clan con frecuencia criterios formales, funcionales y lógico-semánticos. La clasificación que aquí se expo -
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ne tiene por tanto como base la comúnmente adoptada en niveles es olares, con las salvedades que la coherencia aconseja revisar en su enfoque actualizado.
9.3.1. ORACIONES COORDINADAS. La clasificación se basa en el criterio de la relación lógica existente entre las oraciones, así como, a veces, en el nexo empleado. A.
COPULATIVAS La relación es siempre de adición o suma, nexo: y, e. Juan canta
y
Pepe
Juan canta,
conjunción O. coord. cop. de O. coord. coj coordinación
O. coord. cop.
ríe
y
conjunc. O. coord. d e cop. coord.
baila O. coord. cop.
Ec = enlace coordinante. LA COORDINACIÓN NEGATIVA. Si una o ambas oraciones son negativas, el nexo es ni, que es a la vez coordinante y marca la modali dad negativa (y + negación) (Vid. supra): Juan no come ni bebe; Yo no voy ni tú tampoco; Juan no come y no bebe; Yo no voy y tú tampoco (vas). La conjunción ni puede aparecer en ambas oraciones: N i Juan come ni Pepe bebe (Juan no come y Pepe no bebe). OBSERVACIÓN
La coordinación copulativa es la menos marcada de todas. Debido a ello, puede traducir relaciones lógicas diversas que no son la mera adición o suma. Este fenómeno es muy frecuente en la lengua habla da y en estadios primitivos de la lengua escrita, y suple en estos casos a conjunciones específicas. Le llamo y no contesta (= pero no contesta = significado adversativo). M e insultó y le golpeé (= por lo tanto le golpeé = significado consecutivo). Por razones formales, estas oraciones se analizan como coordinadas copulativas, pero conviene preci sar, además, la relación que subyace en cuanto al significado. B.
DISYUNTIVAS.
La relación expresada es de exclusión, nexo: o, u, pero este valor puede debilitarse hasta el de equiva lencia (o declarativo). Escúchame o vete a la calle (una cosa excluye la otra. Hay una elección entre ambas. Vid. infra). O. Coord. disyuntiva
O. Coord. disyuntiva
O no lo sabes, señora o eres falsa y desleal (Quijote). O, Coord. disyuntiva
O. Coord. disyuntiva
Las coordinadas disyuntivas propiamente dichas suponen una elección entre los términos coordina
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d o s . L o s t é r m in o s c o m u n e s a la s o r a c i o n e s s o n o b j e t o d e e lip s is ; s e t r a t a s ie m p r e , p o r t a n t o , d e o r a c io n e s co m p u e sta s.
Si ha de ser del vecino O.'coord^dlsyunüvÉT
'
o
tuya
o
mía la pesca del caimán y el cocodrilo
(B . d e l o s H e r r e r o s )
C° ° rdC oord disy, disy.
O he de matar o morir o quien sois he de saber. O. coord. disyuntiva
O. coord. disyuntiva O. coord. disyuntiva
DISYUNTIVAS QUE INDICAN EQUIVALENCIA Este tipo de coordinación, formalmente disyuntiva, aparece también con palabras o sintagmas. Su va lor es meramente explicativo, aclaratorio. Los elementos remiten a idéntico referente: Nueva España o Méjico. La destrucción o el amor (o = es decir). Pregúntale quién es o cómo se llama (no hay exclusión; es indiferente uno u otro término). O. coord. disyuntiva
O. coord. disyuntiva
C . A D V E R S A T IV A S . L a r e la c ió n e n t r e ¡a s c o o r d i n a d a s a d v e r s a t iv a s e s d e o p o s i c i ó n o c o n t r a d ic c ió n .
Dicha oposición admi
te grados, por lo que se suelen distinguir dos clases de adversativas. a ) A d v e r s a t iv a s r e s tr ic tiv a s ( o c o r r e c t iv a s ) . Una de las adversativas niega sólo una parte de lo afirmado por la otra (o lo que se pudiera deducir de ella), estableciendo así una restricción o limitación lógica.
Llovía mucho pero no me m ojé (se niega la consecuencia lógica de llovía que sería mojarse). Este tipo de coordinadas, aunque clasificadas como tales, está estrechamente em parentado con un tipo de subordinadas: las subordinadas concesivas. Expresan, invertida, idéntica relación lógica (Vid. infra tema 9.3.3.E). Otros ejemplos de adversativas restrictivas: Tengo máquina de fotos pero le falta el carrete / Es gua pa; sin embargo, es mema / Tiene cincuenta años, aunque no los aparenta / Poesía grandes riquezas, más no era feliz. / Todos estaban de acuerdo menos unos cuantos / Llegaron todos excepto Pepe. Como puede verse, el nexo es pero, o sea el que sea, es siempre sustituible por pero o por pero no. Llega ron todos pero no llegó Pepe. (o excluyentes). La relación es de oposición total de significados. La primera oración es necesariamente negativa. La segunda presenta con frecuencia elipsis. El nexo es sino (reforzado a veces por que, si se explícita el verbo).
b ) A d v e r s a t iv a s e x c lu s iv a s
No vino Juan sino Pedro (sino que vino Pedro); Este árbol no da peras sino manzanas (sino que da manzanas); No corta el mar sino vuela'un velero bergantín (Espronceda). Tal es la fuerza elíptica de esta conjunción que pueden omitirse incluso elementos de la oración princi pal, que quedan sobreentendidos. No hace (otra cosa) sino llorar; No se veían (otras cosas) sino minas. CD
S
D . D IS T R IB U T IV A S
La gramática tradicional añade a las anteriores las llamadas coordinadas distributivas, que carecen de enlace y se caracterizan por la presencia de términos correlativos con valor de alternancia del tipo u n o s... otros; tan pronto ... tan pronto; y a ... y a ...; bien ... bien. En realidad la relación lógica que expre s a n e s l a m is m a q u e l a d e l a s c o p u la t iv a s o l a s d is y u n t iv a s , según los casos.
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Unos ríen, otros lloran unos ríen y otros lloran (significado
9.3.2. ORACIONES SUBORDINADAS ORACIONES SUBORDINADAS PROPIAMENTE DICHAS: ORACIONES SUSTANTIVAS, ADJE TIVAS, ADVERBIALES. EN SENTIDO ESTRICTO. En este tipo de oraciones, la llamada oración principal constituye la secuencia completada por la subor dinada. En realidad, el término no es demasiado acertado puesto que la secuencia representada por la oración principal es, con frecuencia, totalmente incompleta y precisa de la subordinada tanto como ésta de aquella. En efecto, la oración subordinada está integrada o incrustada en una estructura racional aná loga a la de una oración simple. En ella desempeña la misma función que desempeña un elemento no minal (sustantivo o adjetivo) o un adverbio. La subordinada forma parte del todo. En estas oraciones el enlace podrá considerarse un transpositor, que convierte una ora ción —unidad estructuralmente independiente y autónoma— en un elemento subordinado: sustantivo, adjetivo o adverbio funcional (Vid. tema 4.4). Como puede verse, la clasificación, esta vez, es estrictamente funcional. A. SUSTANTIVAS. Desempeñan en una oración la misma función que desempeñaría un sustantivo de lengua. Las funciones propias, específicas del sustantivo, son, como sabemos: sujeto, complemento directo, complemento indirecto, complemento régimen y complemento agente. A ellas se añaden las de atributo (compartida con el adjetivo) y complemento de nombre, complemento de adjetivo y aposición que im plican, como es sabido, traslaciones. En cuanto a la función de complemento circunstancial, se tiende hoy a considerar que es propia del adverbio y se prefiere incluir las subordinadas sustantivas en función de complemento circunstancial en tre las adverbiales. SUBORDINADAS SUSTANTIVAS DE SUJETO. Constituyen el sujeto del verbo de la denominada principal. Me gusta que cantes O. sub. sust. de Sujeto oración compuesta (Ej.: Me gusta la canción)
-
Es fácil que apruebes O. sub. sust. de Sujeto oración compuesta (Ej.: Es fácil el asunto) 363 -
El nexo que es aquí conjunción de subordinación. Es un nexo semánticamente vacío cuya única fun ción es unir la oraciones.
La canción me gusta
que cantes me gusta
O
O
/
/ O,
\
1 V COP ATR. el asunto es fá c il
\
sv
que apruebes es fá cil
ORACIONES SIMPLES-----►
ORACIONES COMPUESTAS
Este tipo de subordinadas se da sobre todo: a) Con verbos intransitivos que indican estados de ánimo y que se construyen con C.I.; ejemplo: Me gusta, me duele, me encanta, me entusiasma, me avergüenza, me inquieta, etc. b) En oraciones atributivas del tipo: es fácil, es difícil, es bueno, es malo... parece fácil, difícil, etc. c) En construcción de pasiva refleja: se dice, se cuenta, se sabe, se ignora, se afirma... etc. Ej.: Se dice que subían los precios (Vid. tema 8.6.4. A). En ciertos casos, se trata de interrogativas indi rectas: No se sabe a quién embistió primero
Se ignora si ha venido
morf. de pasiva
morf. de O. sub. sust. de pasiva sujeto
O. sub. sust. de sujeto,
d) Adjetivas sustantivadas: El que calla, otorga.
Los que quieran, que salgan.
O. sub. sust. de sujeto
O. sub. sust, de sujeto
SUBORDINADAS SUSTANTIVAS DE COMPLEMENTO DIRECTO. Desempeñan la función de C.D. del verbo de la principal y son siempre sustituibles por el pronombre personal neutro lo. Pepe dice que subirá la gasolina. S E
Pepe lo dice.
O. sub. sust. de C.D.
Oración compuesta Que = conjunción de subordinación nexo vacío (vid. supra). (Ej.: Pepe dice mentiras) S V CD -
364 -
o
Pepe
mentiras.
SN i i i i Pepe
O,
i i i dice
O R A C IO N SIM PLE
que
subirá
la
gasolina
O RA C IO N CO M PU ESTA
Este tipo de subordinadas aparece fundamentalmente: a) Con verbos transitivos de “ pensamiento” : creo que... considero que... deduzco que...: Juan cree que lloverá (Juan cree una cosa). b) Con verbos transitivos de declaración: digo que... afirmo que... niego que... sostengo que... etc.: Pepe afirma que es inocente. (Pepe afirma su inocencia). c) Con verbos transitivos de sentimiento o estados de ánimo: siento que... deseo que... temo que... lamen to que... etc.: Pepe lamenta que Juan se marche (Pepe lamenta la partida). d) Con verbos transitivos que indican percepción física o mental. Ejemplo: veo que, oigo que, siento que: Veo que la taza está sucia (veo la suciedad); Veo que lo conseguirán (Veo el resultado); Siento que estás detrás de m í (siento tu presencia). e) Con verbos transitivos de mandato, consejo o prohibición: le ordenó que saliera (le ordenó la salida); Te aconsejo que estudies (le aconsejan el trabajo). Una subclase de sust. de C.D. la constituyen las llamadas interrogativas indirectas (discurso indirecto) que consiste en vincular a un verbo una interrogativa directa mediante un nexo. EL NEXO EN LAS INTERROGATIVAS INDIRECTAS Si la interrogativa es total, el nexo es la conjunción de subordinación si, morfema vacío cuya única función es la de enlace. Si la interrogativa es parcial, el nexo es un interrogativo (pronombre o adverbio). Además de servir de nexo, desempeña en la subordinada la función que desempeñaría el elemento sustituido por no conocido.
¿Tienes hambre? —►7e preguntoQ )tienes hambre. ^ ------ O. Sub. Sust. C.D. (Int. ind.) ¿Quién ha venido?-----► No sé quién ha venido
{Ha venido Pepe)
I ----------O.S. Sust. C.D. (unit. ind.) ¿Qué dices?-*~No entiende qué dices ¿Dónde está? > Di dónde está I
(Dices varias cosas) C -D '
C . P . r --A ,
A C C .L .J
O. SÜb. Sust. C.D.
(Estás ahí) C.C.L.
Compruébese en todos los casos la sustitución de la subordinada por lo: Te lo pregunto. N o lo sé. No lo entiende. Dflo. OBSERVACIÓN
No todas las interrogativas indirectas son de complemento directo; las hay de sujeto. Tal es el caso de oraciones principales con se interpretables como de pasi va refleja (vid. supra). No se sabe a quién embistió primero (*No se lo sabe) *
O. sub. sust. de sujeto -
365
Si se tratara de una forma personal, sí se trataría de subordinada sustantiva de C.D: N e sé a quién embistió primero (No lo sé). O. sub. sust. de C.D. ORACIONES SUBORDINADAS SUSTANTIVAS PROCEDENTES DE RELATIVAS SUSTANTI VADAS. Son muy frecuentes: Prefiero el que me diste ayer.
Ejemplo: Prefiero el bueno (vid. infra)
•---------------O.S. sust. C.D. (reí. sust.) Los que tengan hambre que lo digan. O. sub. sust. de sujeto
Es falso lo que dices
(los hambrientos)
(lo dicho)
O. sub. sust. de sujeto.
Estas subordinadas sustantivas responden a idéntico mecanismo que la sustaníivación de adjetivos. El artículo actúa como transpositor (en este caso sustantivador) de la oración. El nexo es un relativo y, como tal, desempeña función sintáctica en la subordinada (Vid. infra). Se llaman más bien relativas sustantivadas (Vid. infra) A veces el antecedente está implícito. Quien quiera, que vaya;
Haz cuanto quieras. O. sub sust. de C.D.
O. sub. sust. de sujeto. SUBORDINADAS SUSTANTIVAS SIN NEXO:
Aunque no es frecuente con verbos finitos (es decir, conjugados) puede darse el caso de subordinadas sustantivas sin nexo: Le ruego envíe el paquete sin falta. Tal sucede, asimismo, en el discurso directo: Me dijo “no iré” y, obviamente, en las construcciones de infinitivo equivalente a oraciones subordinadas de sujeto o de complemento directo (Vid. infra. tema 9.3).
Comer demasiado es malo para la salud; quiero aprobar el curso en Junio. SUBORDINADAS SUSTANTIVAS DE COMPLEMENTO INDIRECTO Son siempre relativas sustantivadas. El jurado dio el premio al que le pareció (Ejemplo: dio el premio a Juan) i --------------------- O. S. Sust. C.I. (reí. sust)
^ ------------------ C.I.
A quien madruga, Dios le ayuda. SUBORDINADAS SUSTANTIVAS DE COMPLEMENTO RÉGIMEN El periódico habla de qñei ha sucedido una catástrofe
t
(...habla de política)
---------------------------O.S. Sust. C.R.
Todos sueñan con que se convoquen elecciones (Sueñan con los angelitos)
El carácter de este complemento ha sido analizado en el tema 8.2.4. y 8.3.4. Si no se admite el comple mento régimen como diferenciado de los complementos circunstanciales, estas oraciones se considera rían adverbiales de materia figurada.
-
366 -
SUBORDINADAS SUSTANTIVAS DE ATRIBUTO Son siempre relativas sustantivadas. Pepe fu e el que me insultó
s4__. V. COP
(Pepe fu e el ofensor) ATR.
• O. sub. sust de atributo
SUBORDINADAS SUSTANTIVAS DE COMPLEMENTO AGENTE Otro tanto sucede con esta subclase. El libro era alabado por los que lo habían leído S
V. Pasivo
(era alabado por la crítica).
T l ^ r ^ r a r C t o . Agente
La fianza fu e pagada por quien sospechas
CTO. AG.
(por el cómplice).
SUBORDINADAS SUSTANTIVAS DE COMPLEMENTO DE NOMBRE En realidad son estas funciones más bien propias del adjetivo, puesto que no complementan al verbo sino a un sustantivo. Y, como sabemos, cuando un sustantivo complementa a un sustantivo, considera mos que ha sufrido una traslación. Sin embargo se incluyen entre las sustantivas por el criterio formal de llevar preposición. Obsérvese que pueden integrarse en estructuras no oracionales. En realidad, se integran en sintagmas nominales (que pueden o no formar parte de la oración). Ganas de < qu¿ llame a Juan
SUST. 4 .
O.
S. sust. Cto. de N.
(Ej.: ganas de juerga).
SUBORDINADAS SUSTANTIVAS DE COMPLEMENTOS DE ADJETIVO Otro tanto sucede en este caso. Cansado de que le llamen tonto
(cansado de tonterías)
(A d j^ --^ rT s m rC ta ~ a ^ id j.
(adj)4 ------- cto. de adj.
SUBORDINADAS SUSTANTIVAS EN APOSICIÓN Son relativas sustantivadas. Ese chico, el que tiene coche, es amigo mío. (Ej.: Ese chico, Juan, es amigo mío). -•O. sub. sust. en aposición. B.
ADJETIVAS
Desempeñan la función específica de un adjetivo, es decir la de modificadores, sin mediar preposi ción, de un sustantivo. Se integran por tanto en sintagmas nominales como las tres últimas sustantivas citadas. El niño que tiene el pelo rizado
(Ej.: El niño rubio). Adj.
1--------- O. Sub. Adjetiva.
que caza ratones
Evidentemente, el SN del que forma parte la subordinada adjetiva puede estar integrado en una oración. El niño que tiene el pelo rizado
O SN ^
\
SV
come peras.
O. sub. adjetiva
V
CD SV
que tiene el pelo rizado
SUBORDINADAS ADJETIVAS EXPLICATIVAS Y ESPECIFICATIVAS Las subordinadas adjetivas, al igual que los adjetivos, pueden ser descriptivas o explicativas y selecti
vas especificativas (Vid. tema 4.3.4). En el primer caso, la relación es de recubrimiento total: el referente está determinado, especificado en el contexto y la subordinada ajusta simplemente una caracterización del mismo: A = B. Los soldados, que eran valientes, fueron condecorados (todos).
Soldados A que eran valientes B
En el segundo caso, la relación es de recubrimiento parcial. Es la subordinada adjetiva la que permite precisamente determinar al referente entre otras opciones posibles B D A . Los soldados que eran valientes fueron condecorados. (presuposición: Habría otros soldados que no eran valientes).
Soldados A que eran valientes B
Las adjetivas explicativas están marcadas por pausas en la lengua hablada y van entre comas en la escritura. Como aportan una precisión incidental, si se omiten, el significado global no se altera sustancialmente. M i padre, [que es algo avaro], me da veinte duros los sábados. Las adjetivas especificativas no suponen pausas ni van entre comas. Su supresión alteraría totalmente el significado global. Me gustan los hombres que visten bien # Me gustan los hombres. Obsérvese en los ejemplos citados que el carácter de precisión incidental de las subordinadas adjetivas explicativas, origina que a veces adquieran significados causales o concesivos: (= Los soldados, como eran valientes... = M i padre, como es algo avaro...) (causal); Pepita, que tiene quince años, está aún en octavo de EGB (concesivo = Pepita, aunque tiene...). La posibilidad de adjetiva explicativa o especificativa se relaciona con el grado de determinación del antecedente. El nombre propio, que evoca la determinación máxima, no admite la subordinada especifi cativa ni ningún sintagma que suponga especificación o identificación total. Juan, que salió a las dos, ha llegado ya. *Juan que salió a las dos ha llegado ya.
M i padre, que tiene cuarenta años... *Mi padre que tiene cuarenta años...
EL NEXO EN LAS SUBORDINADAS ADJETIVAS. En las subordinadas adjetivas1, el nexo o enlace es un relativo (pronombre o adverbio), es decir, la clase particular de nexo que desempeña dos funciones simultáneas: 'Como habrá podido observarse, la terminología subordinada de sujeto, de complemento directo, indirecto, régimen, adjetiva, etc. alude siempre y única mente a la fu nción que la subordinada desem peña considerada en bloque y no a la estructura interina que posea. Nada tiene que ver, por tanto con que la subordinada contenga o no un sujeto, un CD, un adjetivo, etc...
368 -
a) Sirve de vínculo que une la subordinación al elemento nominal al que determina (para ser precisos, habrá que decir que ejerce de transpositor de la oración a la función adjetiva). b) Desempeña una función sintáctica en la subordinada. En efecto, el relativo es un sustituto. Remite a un elemento del SN llamado su antecedente y que es precisamente el elemento al que la subordinada adjetiva caracteriza o determina. La función del relativo es la que desempeñaría el antecedente si se repusiera. ANT. Un gato qué caza ratones ______________ o sub. adjetiva SN Tengo un gato que caza ratones {Tengo un gato) (el gato caza ratones) (que caza ratones). i___ i___________________ ^ S. S. Éste es el gato que encontré en la calle-^(éste es el gato) (encontréel gato en la calle}-*~(que encontré). i _____ '______________________ i' CD CD
Ello explica que si la función exige preposición, el relativo la conserve. A h í está la persona de que te hablé.
Es la escalera por la que caí.
Prep. 1----- - i 1 C. régimen El piso al que voy es el cuarto
Prep' CC. lugar Ésta es la madera con la que hice la silla. Prep. i----- ^ CC. mat.
PreP- CCL.
Cuyo es siempre adjetivo y Cto. de N. El libro cuyo título mencionaste es aburridísimo (El libro es aburridísimo) (mencioné el título del libro). Cto de N. Cto. de N. NORMA PRECEPTIVA Es absolutamente incorrecto el uso de cuyo con cualquier otro valor. Concretamente hay que evitar oraciones del tipo *Fueron a una casa, en cuya casa (fueron a una casa, en la cual... / y en esa casa...) *Obedece a muchas causas, cuyas causas (que son...). CUESTIONES TERMINOLÓGICAS. A veces se denomina a las subordinadas adjetivas, oraciones relativas u oraciones de re
lativo. Esta terminología no es la más adecuada y se presta a confusiones. a) Resulta poco coherente alterar el criterio general seguido que atiende a la función des empeñada por la oración y sustituirlo por un criterio formal (la clase de nexo que la intro duce). (Este criterio consecuentemente aplicado obligará a llamar conjuntivas a las subor dinadas introducidas por conjunciones). b) Nexos relativos como que se reconocen como tales precisamente porque se reconoce pre cisamente la función adjetiva de ¡a oración y no a la inversa. Formalmente, que (conjun ción) es idéntico a que relativo. Pero sobre todo: c) Muchas oraciones de relativo, es decir, introducidas por pronombres o adverbios relativos
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n o s o n a d je tiv a s s in o s u s ta n tiv a s ( p o r s u s ta n tiv a c ió n ) y a d v e rb ia le s.
Quien y cuanto c la s ifi
c a d o s c o m o p r o n o m b re s re la tiv o s in tro d u c e n fre c u e n te m e n te s u b o r d in a d a s s u s ta n tiv a s y n o só lo a d je tiv a s (a n te c e d e n te im p líc ito ).
Ei hombre a quien amo
p e ro
Haz todo cuanto puedas
Quien mal anda mal acaba. Hizo cuanto pudo.
(a d je tiv a s )
Donde,
( s u s ta n tiv a s ).
a d v e rb io re la tiv o , in tro d u c e a d je tiv a s y a d v e rb ia le s (V id. in fra ).
La casa donde vivo es bonita
Iré donde quieras
A d je tiv a ( = en la c u a l vivo)
A d v e rb ia l d e lu g a r: (allí)
L a s s u b o r d in a d a s a d je tiv a s se c a r a c te r iz a n , p u e s , e n tre to d a s la s d e re la tiv o , en te n e r a n te c e d e n te e x p lícito . P a re c e m á s e x a c to a n a liz a r la s o ra c io n e s c o m o s u b o r d in a d a s : s u s ta n ti v as, a d je tiv a s o a d v e rb ia le s y a ñ a d ir la s o p o r tu n a s p re c isio n e s so b re el nexo.
C. ADVERBIALES. Se acostumbra distinguir un primer grupo de subordinadas adverbiales que son las que desempeñan en una oración la función de un adverbio, hallándose, al igual que las sustantivas, incrustadas en la es tructura oracional. Son las adverbiales de lugar, tiempo y modo. A ellas pueden añadirse otros tipos de complementación adverbial circunstancial. DE LUGAR. Son las que ejercen la función de complemento circunstancial de lugar del verbo de la llamada princi pal. Son, pues, conmutables por un adverbio de lugar (o por un sustantivo en función de complemento circunstancial), precedidos o no de preposición1. En realidad, si nos atenemos a lo dicho sobre el ad verbio (Vid. tema 6), habrá que convenir en que, a veces, más que complementar estrictamente al núcleo, enmarcan situacionalmente a la principal entera (al igual que las de tiempo). Donde hace calor madura toda clase de frutas
A llí madura toda clase de frutas
Es decir,
y no
0 SN X
11 í
toda clase de frutas
0 SN ^
:
11 i
\
\> s v
/ " S ™ madura donde hace calor i a \ toda clase de frutas madura donde hace calor
'En el caso del sustantivo, la preposición es necesaria:
en e l h u e rto .
-
370 -
Otras veces, sin embargo, al igual que los CC de lugar, complementan estrechamente verbos cuyo sig nificado exige complementación de dirección, origen, etc.
o
o
o
El nexo es un adverbio relativo1, donde, precedido o no de preposición. De ahí los diversos valores locativos o direccionales que pueden tener. Las gafas están donde las dejaste
í . ----------------O sub. adv. de lugar. (Lugar: en donde, desde donde, hacia donde, por donde,...): Voy adonde me parece; vengo de donde tú sabes; pasa por donde siempre lo habría hecho; encendimos la hoguera en donde no la estorbase el viento. DE TIEMPO. Son las que ejercen la función de complemento circunstancial de tiempo del verbo de la llamada prin cipal. Son, pues conmutables por un adverbio de tiempo (o por un sustantivo en función de C. Circ. de tiempo) precedidos o no de preposición. La observación sobre su incidencia que hacíamos para la adverbiales de lugar, es asimismo válida para las de tiempo. En realidad, aunque comúnmente se consideran integradas en la principal, de hecho más la emmarcan y ubican en coordenadas temporales. Cuando menos los esperaba me trajeron una carta
Antes de que amaneciera yo había hecho el equipaje
Entonces
me trajeron una carta
Es decir, idéntica representación alternativa que en el caso de las adverbiales de lugar. 1Insistimos, sin embargo, en que no las clasificamos como adverbiales por estar introducidas por un adverbio, sino por ejercer una función propia del adverbio.
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371 -
Yo
había hecho el equipaje antes de que amaneciera y no
amaneciera El nexo en estas oraciones es el adverbio relativo cuando, una conjunción o una locución conjuntiva a veces bastante compleja. (Cuando, en realidad, está en el límite con las conjunciones). Las adverbiales de tiempo pueden indicar simultaneidad, anterioridad, posterioridad inmediata o me díala, duración, reiteración o hábito, con diversos matices aspectuales secundarios. ¿CC'T o mero nexo? Cuando hablaba, se reía ¡a gente. O.
subT"
tiempo
Mientras hablaba, se reía la gente. Antes de que hablara se reía la gente. En cuanto hablaba se reía la gente. Después que habló se rió ¡a gente. Siempre que hablaba, se reía la gente. Apenas me vio echó a correr, tan pronto como acabe de comer te llamaré', Luego que hablaba se reía; le estuvo insistiendo hasta que se cansó. NB. Obsérvese que la anterioridad o posterioridad marcadas por el nexo lo son de la prin cipal con respecto a la subordinada y no a la inversa. Antes de que lo diga lo adivinaré
— ---- *--------------*----------►
DespííéPque terminó recogió la mesa
— X--------------------- X----------------------►
lo adivinaré terminó En cuanto terminó, salió
lo diga recogió la mesa
------------------- * r - X ---------------
terminó
salió
DE MODO. Son las que ejercen la función de complemento circunstancial de modo, es decir piensan la manera de realizar la acción principal. Son, por lo tanto, conmutables por un adverbio de modo (o por un sus tantivo precedido de preposición en función de CC. de modo). Sobre la incidencia semántica de éstos podrá decirse lo mismo que se dijo del adverbio de modo: una veces inciden en el núcleo del predicado de la principal, otras en la relación entre elementos de ésta, etc. (Vid. tema 6): Hice el pastel como indicaba la receta y Hice el pastel así (con cuidado, al horno...). Pepe nadaba como yo le había enseñado. O. pral.
O. adv. de modo. -
372 -
O
Pepe
nadaba
com o y o le había enseñado
Lo hago como puedo Algunos autores hablan de comparativas de modo cuando existe comparación explícita o implícita. De todos modos, es evidente que las fronteras son borrosas. Pepe se portó como un caballero (se porta): indica a la vez la manera de portarse Pepe y supone la comparación cualitativa con la manera de portarse un caballero. Sin embargo, la comparación está en función de indicar la manera de comportarse, que es lo informativamente predominante, por lo que en tran de lleno en las modales y será más exacto llamarles modales comparativas, si a toda costa se quiere precisar1. La otra cuestión relacionada con este subtipo es el problema de la interpretación sintáctica cuando existen elementos correlativos explícitos. El viento golpeaba así como nos lo habían anunciado. Sus palabras eran tales cuales era de esperar. Le daré tanto cuanto me pida. La mayoría de las gramáticas las incluyen en las comparativas de modo y su significación es esa sin duda. Sin embargo, sintácticamente, la presencia de un elemento pronominal (adverbial o no) en la prin cipal hace que deban interpretarse en realidad como adjetivas que complementan a dicho elemento y no como adverbiales. Así, tales, tanto, son el antecedente de las adjetivas introducidas respectivamente por como (adv. rela tivo), cuales (pronombre relativo), cuanto (pron. relat.). Es decir: ANTEC.
El viento golpeaba
como nos lo habían anunciado.
así adv. pron. d e m odo
Relat. O. Sub. adjetiva
4 . ____
(Ej. = de la madera como...)
C.C. d e M odo (sintagm a adverbial)
ANTEC.
tales
Sus palabras eran
cuales eran de esperar.
pron. indef. identificativo
i __ __ ___ O.
_ Sub. adjetiva
ATRIBUTO (sintagma adjetivo)
i
‘Vean que la sustitución adverbial, si existe en el léxico el adverbio apropiado, no supone pérdida semántica alguna: no existen adverbios para todas las circunstancias no invalida la argumentación: y corría como un conejo *conejamente\ pero sí como un cerdo cerdamente.
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Se portó caballerosamente. Pero sí
ANTEC.
Le daré f
tanto
cuanto me pida.
p ro n indeí. cuantitativo
Relat.
*---------- O. Sub. adjetiva CD (sintagm a nominal)
Sólo si se omite el correlativo antecedente se transforman en adverbiales modales propiamente dichas. El problema es idéntico al de las adverbiales de lugar y su relación con las adjetivas cuando hay antece dente expreso. Ésta es la casa donde vivo (adjetiva); Voy allí donde me mandan (adjetiva), CCL = allí donde se mandan-, Voy donde me mandan (adverbial de lugar). Las modales condicionales, introducidas por como si, son modales de verbo elíptico que integran una subordinada condicional. Lo quería como si fuera su hijo
como (lo querría) si fuese...
Por último hay que aludir a un tipo de adverbiales modales que, aunque no tienen denominación espe cial, desempeñan una función distinta de todas las anteriormente citadas. No son complementos cir cunstanciales del verbo de la principal. Son modalizadores de la principal entera. Su papel es, pues, idén tico al de los adverbios de modo modalizadores de la oración, a saber: indican la actitud del hablante ante el enunciado, la medida en que lo asume, etc. Como se ve, Cervantes no conoce límite para la libertad... (Cf. Evidentemente,...). Según Américo Cas tro, Cervantes no es un ingenio lego... (el hablante no asume directamente el enunciado sino que lo atri buye a otro). Según parece, subirán los precios (probabilidad). Como es lógico, serás el último en enterarte (considero lógico que seas el último en enterarte), etc. Está claro que en ningún caso pueden interpretarse como la manera de realizarse la acción de la principal. D. COMPARATIVAS. La tradición gramatical incluye entre las subordinadas adverbiales una clase de oraciones establecida sobre el criterio lógico semántico de la comparación (cualitativa o cuantitativa). Estas oraciones reciben el nombre de subordinadas comparativas. Su carácter adverbial es muy dudoso.
Mi abrigo es igual que el tuyo; Juan tiene más libros que Pedro; Pedro es menos listo que Juan...; Pedro tiene tantos libros como Pedro...;
(comparación cualitativa) (comparación cuantitativa)
Formalmente, estas oraciones se caracterizan por la presencia de un elemento de carácter identificativo o cuantificador en la principal, correlativo con el nexo de la subordinada. Este elemento puede ser un pronombre o adjetivo indefinido o un adverbio. El nexo de la subordinada es un relativo. Hago lo mismo que tú; Gano tanto como tú; PRONOMBRE
Tengo tantos amigos como tú; Tengo más amigos que tú; ADJETIVO
Como más que tú. Visto mejor que tú. ADVERBIO
Juan corre tanto como Pedro. Juan es más listo que Pedro. Juan tiene tantos libros como Pedro. Es evidente la relación de este tipo de subordinadas con los llamados grados del adjetivo (y de ciertos adverbios). De ahí que puedan distinguirse comparativas de igualdad, de superioridad y de inferioridad. 374 -
En estas oraciones cabe una doble interpretación: a) Considerar que existe un verbo elíptico. b) Analizar el elemento introducido por el nexo como término de la comparación. En latín esta doble posibilidad es plasmada en la doble construcción con nominativo y ablativo. Alexander clarior quam Philippus (est clarus) NOMINATIVO (SUJETO) Alejandro es más famoso que Filipo (es inteligente) (O pral.)
(O. sub. comparativa). '• Alexander clarior est Philippo.
f
f ' Alejandro es más famoso que Filipo Término de comp. Complementa a más famoso O. simple LA COMPARACION CUALITATIVA La comparación cualitativa tiene como base la constatación de identidad (o semajanza) cualitativa; ésta se opone a la no identidad o semejanza, es decir a la diferencia.
igualdad o Morfemas correlativos semejanza
TAL ) CUAL J j COMO =j= Diferencia: j IGUAL...QUE LO MISMO QUE
i DISTINTO... OUE, DE ) DIFERENTE...
IGUALDAD
YZ7
La maceta de Juan es igual que la maceta de Pedro.
V J
maceta de Juan
maceta de Pedro
O
La maceta de Juan es (tal) como/cual yo la imaginaba. maceta de Juan
Juan hace lo mismo que Pedro, igual
maceta imaginada por mí por mí
Juan lee juega come peras...
Pedro lee juega come peras...
Pedro nadaba (tal) como yo le había enseñado (COMPARATIVA DE MODO: Vid. adverbiales modales)
DIFERENCIA La maceta de Juan es diferente que/de la de Pedro. LA COMPARACIÓN CUANTITATIVA
f
w
O
La comparación cuantitativa tiene como base la comparación de magnitudes consideradas en objeto,
37 5 -
cualidades, acciones, etc. El morfema cuantificador puede, por tanto, referirse a sustantivos, adjetivos, adverbios o verbos, y expresa la igualdad o desigualdad cuantitativa de los elementos comparados. De ahí los tres tipos de comparativas: de igualdad, superioridad, inferioridad. Los morfemas correlativos son: IGUALDAD
Tanto (tan)... como Tanto/todo... cuanto
SUPERIORIDAD
Más... que/de lo que adjetivos o adverbios en grado comparativo sintético (me jor, peor, etc.). ■
INFERIORIDAD
Menos...que/de lo que adjetivos o adverbios en grado comparativo sintético (me jor; peor, etc.).
Recuérdese que, tan, tanto, todo, etc... fueron estudiados en el tema 5, dentro de los lla mados pronombres indej'inidos, como cuantificadores de comparación explícita, y tal, igual, mismo..., como identificamos que marcan identidad o semejanza cualitativa.
(Perspectiva de Juan) (Perspectiva de Pedro)
Juan es tan listo como Pedro...........IGUALDAD Pedro es tan listo como Juan.
(Perspectiva de Juan)
Juan es más listo que Pedro............ SUPERIORIDAD
(Perspectiva de Pedro)
Pedro es menos listo que Juan...... INFERIORIDAD
Inteligencia de Juan Inteligencia de Pedro
Inteligencia de Pedro
Juan es tun bueno como Pedro. Juan es mejor que Pedro. Pedro es peor que Juan.
Juan es más listo de lo que yo creía. Juan es menos listo de lo que yo creía.
Juan corre tanto como/igual que Pedro. Juan corre más que Pedro. Pedro corre menos que Juan.
Me dio tanto dinero como le pedí. Me dio tanto cuanto le pedí. Me dio todo cuanto le pedí.
Juan tiene tantos libros como Pedro. Juan tiene más libros que Pedro. Pedro tiene menos libros que Juan.
Juan es mejor de lo que yo creía. Corre más de lo que yo creía. Tiene más libros de los que yo creía. OBSERVACIÓN
Nótese que igual que y lo mismo que dan lugar a expresiones ambiguas que pueden refe rirse tanto a comparación cualitativa como cuantitativa. , . . _ (tienen la misma técnica,., o ambos cojean, etc.) Juan corre igual/lo mismo que Pedro tZ , (ambos recorren cien metros en diez segundos)
LAS SUBORDINADAS COMPARATIVAS, ¿SON ADVERBIALES? Como se ha dicho, el concepto de subordinada comparativa es un concepto semántico. Desde el punto de vista semántico, este tipo de subordinadas complementa al elemento correlativo que las anuncia en la principal. Strictu sensu sólo serán adverbiales si este elemento es un adjetivo o un adverbio. Si es un pronombre, serán adjetivas. Si el elemento está omitido, pueden desempeñar diversas funciones: -
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La maceta de Juan es como yo la imaginaba V. ~Cop.
Por ejemplo: hermosa.
ATRIBUTO
Pedro nadaba como yo le había enseñado | L_ _
Por ejemplo: así.
O. sub. -A dverbio de modo
OBSERVACIÓN FINAL SOBRE LA COMPARACIÓN. Dado que el tema se refiere a clases de oraciones subordinadas, sólo se incluyen aquí estructuras ora cionales comparativas (la elipsis del verbo por redundante en la estructura no invalida el carácter de ora ción de estas construcciones). Obsérvese sin embargo que las oraciones subordinadas comparativas so n una de las formas posibles de plasmar la comparación pero no la única. La comparación, como categoría lógica y semántica, puede expresarse mediante recursos léxicos o gramaticales distintos de la estructura oracional: Pedro y Juan son iguales; Pedro y Juan corren lo mismo; Pedro y Juan son igualmente listos; Cada día te quiero más; Pepe es el más listo de todos; M i abrigo es distinto del tuyo; M i abrigo se parece el tuyo;
E. ¿PUEDE HABLARSE DE SUSTANTIVAS DE COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL? Algunos gramáticos consideran como clase aparte de las adverbiales las llamadas subordinadas sus tantivas de complemento circunstancial. La terminología se presta a confusión y el criterio para diferen ciarlas de las subordinadas adverbiales es meramente formal: la presencia de preposición. Se dice, en efecto, que estas oraciones, que se caracterizarían frente a las adverbiales por ir precedidas de preposición, son sustituibles por un sustantivo. Entró sin que le oyeran; (prep.) Q sub susL de c d r
Esperó hasta que se cansó; (prep.) Q sub. sust. de C. cir. de tiempo
de modo y Entró sin ruido
y Esperó hasta el alba.
En tanto que no lo son las adverbiales, introducidas directamente por una conjunción o un relativo. Entró como le habíamos indicado
Esperó mientras yo terminaba.
O. sub. adv. de modo.
O. sub. adv. de tiempo.
La distinción se hace irrelevante y acarrea más confusión que claridad. La función de complemento circunstancial es propia del adverbio, no del sustantivo. Cuando el sustantivo la desempeña lo hace su friendo una traslación precisamente mediante el transpositor que es la preposición (y a veces sin ella). Entró sin ruido CCM
Esperó hasta el alba. CCT
Entró silenciosamente CCM
Esperó largamente. CCT
Compárense, en efecto, los siguientes equivalentes funcionales: Nadaba como yo le había enseñado. sin que sus piernas tocaran fondo, sin aletas. rápidamente. así. (C. Cir de Modo) -
Permanezco donde me parece. en donde me parece. en casa. allí. (C. Cir. de Lugar) 37 7 -
Te presto el libro mientras dura el viaje, hasta que lo acabes, por tres días, tres días indefinidamente, CC. tiempo (durativo)
Te presto el libro después que lo acabe, en cuanto lo acabe, a las siete, mañana. CC. tiempo (ubicación temporal)
No es, por tanto, desatinado considerar simplemente como adverbiales a estas subordinadas (que son, si se quiere, subordinadas sustantivas adverbializadas) y no forman clase aparte alterando el criterio fun cional hasta ahora seguido. En efecto, resulta un tanto incongruente analizar de modo distinto. Entró sin que le oyeran (sust.); y Entró como le habíamos indicado (adv.). Te presto el libro en cuanto lo acabe; y Te presto el libro cuando lo acabe.
Espérame hasta que te llame; y Espérame mientras me tomo el café. Se cayó de donde se había subido; y Estaba donde se había subido.
Que en estos casos, la preposición y la conjunción constituyen un nexo complejo único lo prueba la tendencia a la aglutinación de morfemas gramaticales libres para formar nexo de cuya composición ori-, ginal el hablante pierde conciencia. Porque y aunque, clasificados como conjunciones, son el resultado de la fusión de la preposición por y que; aún + que... etc.; el relativo adonde a + donde, etc. OTRAS SUBORDINADAS EN FUNCIÓN DE COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL. Por idéntica razón de coherencia funcional se incluyen aquí, aunque no existen los correspondientes adverbios léxicos, otras subordinadas que desempeñan la función de complemento circunstancial y no só lo de lugar, tiempo, modo, sino también de materia, instrumento, compañía, etc.. Hizo el pastel con lo que le gustaba (sub. adv. de materia procedente de adjetiva sustantivada). Clavó el clavo con el que yo le había prestado (sub. adv. de instrumento procedente de adjetiva sustantivada). Haremos una fiesta con los que aprueben el curso (sub. adv. de compañía. Idem). A veces, se incluyen también ejemplos como: Se contentará con que le paguen la mitad (Se contentará con poco dinero); Se habla de que aumentarán los impuestos (Se habla de economía). Este caso es, sin embargo, muy diferente: son, efectivamente, subordinadas sustantivas pero de complemento régimen (su plemento de Alarcos). El criterio formal de consideración del nexo hace que algunos incluyan entre las subordinadas sustan tivas: a) a las causales, b) a las finales, desgajándolas de las consecutivas y condicionales en los que tie nen evidente vinculación lógica. En efecto, son ciertamente sustituibles en ciertos casos por sustantivos.
Le detuvieron porque le denunció su cómplice; Toma mil pesetas para que te diviertas; Le detuvieron por un chivatazo; Toma mil pesetas para tus diversiones. Este criterio es adoptado por algunos autores. (Sin embargo, Vid. infra).
9.3.3. SUBORDINADAS DE IMPLICACION LOGICA Este tipo de adverbiales vincula, en razón de una relación lógica explícita mediante nexo, dos oracio nes relativamente autónomas. De ahí que algunos autores señalen la relación que existe entre ellas y las coordinadas tradicionales. Aunque tradicionalmente se sigue hablando de principal y subordinada el cri terio es puramente formal (principal es la que no empieza por el nexo, simplemente). En realidad ambas están en el mismo plano y su relación es de interdependencia, la una presupone a la otra y viceversa. -
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Sean dos hechos que consideramos vinculados en la realidad por una relación de causa-efecto y las respectivas oraciones que los formulan: Llueve; Pepe riega el jardín; Se acostó con su novio; Se cayó de un quinto piso;
Me mojo; Las plantas crecen; Se quedó embarazada; Se mató.
Estas oraciones, independientes y autónomas, pueden integrarse en una unidad oracional compuesta mediante simple coordinación y dejar que, al enunciarse, el oyente sobreentienda el vínculo lógico subyacente. Llueve y me mojo; Pepe riega el jardín y las plantas crecen; Apruebo el curso y mi padre me compra la moto, etc. Podemos, sin embargo, explicitar el nexo adoptando distintas perspectivas. La estructura formal difie re entonces y se originan los diversos tipos de subordinadas que reciben su denominación de la perspecti va que se adopte. CAUSAL
Las plantas crecen porque Pepe riega el jardín.
CONSECUTIVA
Pepe riega el jardín, luego las plantas crecen.
FINAL
Pepe riega el jardín para que las plantas crezcan.
CONDICIONAL
Si Pepe riega/regase el jardín las plantas crecen/crecerían.
CONCESIVA
Aunque Pepe riega el jardín las plantas no crecen.
A. CAUSALES Expresan la causa por la que se produce ¡o enunciado en la principal. Esta causa puede ser tanto causa necesaria como causa efectiva. La expresión sintáctica no difiere. Causa necesaria: Las plantas son verdes porque realizan la función clorofílica. El mercurio sube en el termómetro porque la temperatura aumenta. Causa efectiva: El suelo está mojado porque ha llovido. (Podrá estar mojado por otra causa, por ejemplo, porque han regado). También pueden expresar no la causa real de lo enunciado, como en los casos anteriores, sino la causa que nos mueve a formular dicha enunciación. Por ejemplo: Va a llover porque me duele un pie. Pepe no está en casa porque la luz está apagada. Es evidente que ni el dolor de pie produce la lluvia ni la luz apagada la ausencia de Pepe. La subordi nada causal se vincula a un verbo declarativo implícito que la estructura explícita omite: [Digo que] va a llover porque me duele un pie. La cohesión entre ambas oraciones en la subordinación causal puede ser más o menos laxa. Cuando
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es débil, la gramática tradicional hablaba de coordinadas causales, concepto actualmente desechado. Sea cual sea el nexo, se consideran todas subordinadas. El nexo causal por excelencia es la conjunción porque cuyo origen es por (luego) + que (conj. de subordinación) fusionados incluso en la grafía. Hay variedad de nexos, simples [como, pues) o comple jos (puesto que, dado que, ya que, etc..) Todos ellos conmutables por porque, lo que permite reconocer fácilmente este tipo de subordinadas. Puesto que no me escuchas, me voy. Recibió el premio pues se lo merecía con creces. Ya que tienes dinero, invítame.
Como hacia frío, se acatarró. En vista de que se hace tarde, lo dejaré para otro momento.
Si la oración principal es exhortativa, porque -*■ que. No salgas, que llueve, Estáte quieto, que te vas a caer. Causales hipotéticas: por + si introduce causales de modalidad hipotética o de probabilidad, Te lo digo por si no lo sabes (porque acaso no lo sepas). ORDEN DE APARICIÓN: El orden lógico es la enunciación de la principal en primer lugar, pero puede invertirse en ciertos casos cuando el hablante desea destacar psicológicamente la causa o ésta se da por conocida: Porque soy pe queño todos abusan de mí. B. CONSECUTIVAS. La inversión de la expresión de la relación causal origina las llamadas subordinadas consecutivas. Ex presan idéntica relación desde la perspectiva opuesta. Me mojo porque llueve. O.
Existo porque pienso (causa de la enunciación: digo que..)
PRAL O. Sub. CAUSAL
> x ^ Llueve, por tanto me mojo O.PRAL
iso, luego existo.
O. Sub. CONSECUTIVA
El nexo es una conjunción o locución conjuntiva: pues, luego, conque, por consiguiente, por tanto, por lo tanto... Todas estas formas son sustituibles por por ¡o tanto, que podemos considerar el nexo con secutivo por excelencia. Algunos les llaman conjunciones ilativas. Estás enfermo; pues no vayas a clase. / Hace frío; conque no salgas sin abrigo. En la actualidad no se acostumbra distinguir coordinadas de subordinadas. Se clasifican todas como subordinadas pese a la relativa independencia marcada por la pausa y la puntuación. Una clase especial de subordinadas consecutivas la constituyen aquellas que tienen en la principal un morfema cuantificador de intensidad o ponderativo, en correlación en el nexo que en este caso es que (conjunción), tanto (tan)..., que, tal... (o locuciones: hasta tal punto... de tal manera.../que). La cohesión en este caso entre principal y subordinada es mucho más estrecha que en el caso anterior. La consecuen cia se deduce de la intensidad con la que se manifiesta un elemento de la principal. Tiene tanto dinero que no lo puede gastar; Está tan gorda que no cabe por la puerta; Habla tan bien que da gusto oirle;
Tiene tal encanto que nadie se le resiste; Se enfureció hasta tal punto que llegó a golpearme.
Como puede observarse, corresponden a la inversión de causales en las que figura un cuantificador con valoración implícita: mucho, demasiado, etc. que se transforma en ponderativo en la inversión:
380 -
No lo puede gastar O. ppal.
porque tiene demasiado dinero.
X
Tiene tanto dinero
que no lo puede gastar.
O. ppal. C.
O. Sub. causal
O. Sub. consecutiva
FINALES
Expresan la finalidad de lo enunciado por la principal. En cierto modo se trata de la producción vo luntaria de una causa para que de ella se dé el efecto correspondiente, que se presupone deseado. Apruebo el curso para que mi padre me compre la moto; O. sub. adv. final Pepe riega el jardín para que crezcan las plantas. Otras veces la principal no expresa la causa propiamente dicha sino una circunstancia necesaria para que lo expresado en la subordinada se produzca, aunque no sea la causa directa. Mañana iré a tu casa para que me prestes el libro; Llámale por teléfono para que venga. En este último caso la relación es final-condicional: Si la llamas por teléfono, vendrá. RESTRICCIONES. Obsérvese sin embargo que no toda relación causa-efecto es susceptible de ser formulada en términos de subordinada final. Se dan determinadas restricciones. Su transposición origina enunciados inacepta bles en mayor o menor grado. El verbo de la principal tiene que tener significación activa y su agente ser [+ humano] (o recaracteri zado como tal). El efecto que tiene de deseable es un factor extra-lingüístico de conocimiento del mundo. *Llueve para que yo me moje; *La temperatura aumenta para que suba el termómetro; (— An) *Las plantas realizan la función clorofílica para ser verdes; [+ An] [—■Hum.] *Se resbaló para que se fijaran en él; (— Activo) voz media *Se acostó con su novio para quedarse embarazada (?); *Se echó a llorar para que se burlaran de él (?). EL MODO DE LAS SUBORDINADAS FINALES El efecto esperado que la subordinada expresa no tiene existencia real, actual, objetiva, existe sólo en la mente del hablante, con carácter subjetivo y virtual; podría incluso no producirse. Por ello las subordi nadas finales están necesariamente en modo subjuntivo: Apruebo para que mi padre me compre *me compra. *me comprará. Aprobé para que mi padre me comprase. *me compraba. *me compraría. -
381 -
LAS SUBORDINADAS CAUSALES Y FINALES, ¿SON ADVERBIALES? Por razones de coherencia y simetría hemos dado por sentado que todas las subordina das de implicación lógica presentaban análoga estructura de interdependencia dentro de una relativa autonomía sintáctica (Vid. supra). Así, las hemos considerado adverbiales, aunque de un tipo distinto de aquéllas que están incrustadas en la estructura oracional, desempe ñando la función de un elemento simple. Sin embargo, algunos gramáticos las incluyen entre las sustantivas, argumentando que: a) Van precedidas de preposición, b) Son sustituibles por un sustantivo. Se tratará, pues, de una clase particular de subordinadas sustantivas de complemento circunstancial. Se aducen ejemplos como: Faltó a clase porque estaba enfermo; por [+ que...] Faltó a clase por enfermedad. Toma este dinero para que te diviertas. Toma este dinero para tus diversiones. Sobre la conveniencia de considerar como clase aparte de las adverbiales unas supuestas subordinadas sustantivas de C. Circunstancial, vid. supra. Subsiste, sin embargo, el problema de cómo interpretar la inserción de la subordinada en el resto de la estructura oracional. ¿Son oraciones incrustadas, integradas, como las sus tantivas, o podemos seguir manteniendo que la estructura de la oración compuesta resul tante es en este caso distinta, emparentada con las coordinadas? Comencemos examinando las subordinadas finales. Normalmente se analizan como ta les oraciones tales como: A B A B
Toma este dinero para que te diviertas / para tus diversiones. Aceptó el dinero para que yo me contentara. Esto es una cazuela para que cuezas tu carne / para Ia carne. Llevó a! niño al cine para que se distrajera.
Sin aventurarnos a sugerir indicadores sintagmáticos precisos, pensamos que la-- oracio nes A y B tienen estructuras distintas. En Toma este dinero para que te diviertas / para tus diversiones, la oración subordinada —o el SN equivalente— incide exclusivamente en el sustantivo dinero. Ejemplo:
J f ~ - __ Toma este dinero. Este dinero es para que te diviertas / para tus diversiones. Dinero / para que te diviertas, destinado a divertirte, etc. Para que te diviertas no es finalidad de tomar el dinero —no se divertirá tomándolo sino gastándolo— sino el destino que hay que dar al dinero. Si se tienen dudas, cámbiese el ver bo por otro cualquiera. Ejemplo: Ves dinero para tus diversiones, (no se divertirá mirándolo). En suma, dinero para tus diversiones, cazuela para la carne y semejantes son SN con un núcleo y un CTD de nombre que, es cierto, goza de una particular libertad de posición: Toma, para que te diviertas, este dinero, para tus diversiones y que podrá formar parte de otras construcciones, con valor atributivo.
,
r —
La cazuela es para la carne ATRIBUTO
~¡
La tengo para la carne PREDICATIVO
reservada En cambio, en las oraciones B: Aceptó el dinero para que yo me contentara, la sustitución por un sustantivo no es posible sin cambiar el significado (Aceptó el dinero para mi c o n te n to r Para mi con tento, = (modalizador) = afortunadamente). -
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La subordinada incide en el SV es decir en V + SN; aceptó el dinero y es verdadero complemento circunstancial de finalidad. En suma, sólo las oraciones B son subordinadas finales y, en tanto que inci den en la relación V + SN (no solamente en SN), son adverbiales. El problema de las causales es algo más complejo: Lo hizo por maldad. Lo hizo porque quiso. Se presupone que existen SN en función de complemento circunstancial de causa y así se analiza co múnmente: Lo mató por odio; enfermó a causa del frío; murió de pulmonía; cae debido a la fuerza de la gravedad. Podrá suponerse, sin embargo, que estos SN implican estructuras oracionales implícitas: lo hizo por maldad porque es malvado; lo mató por odio porque lo odiaba; enfermó a causa del frío por que hacía frío; murió de pulm onía-aporque cogió una pulmonía; cae debido a la fuerza de la gravedad cae debido a que actúa la fuerza de la gravedad; etc.
En suma, que un SN precedido de preposición en función de CC. de causa implicaría, al igual que un CC. de finalidad, una estructura oracional. Las subordinadas causales y finales son adverbiales, puesto que son complemento circunstancial de toda la oración principal pero no desempeñan función propia de un sustantivo. El problema planteado es justamente el inverso. D. CONDICIONALES La subordinada expresa el hecho que tiene que producirse para que se produzca lo enunciado en la prin cipal. Es decir, el hecho enunciado por ésta está supeditado al cumplimiento del hecho enunciado por la subordinada. Ambos hechos se presentan por tanto como hipotéticos. La posibilidad o no de su cum plimiento así como, en caso afirmativo, la probabilidad de éste, determinan diversos tipos de subordina das marcadas por los tiempos y modos utilizados. REALES El término reales se refiere a que el cumplimiento de la condición comporta el de lo condicionado de un modo necesario, no a la condición en sí misma que es, por naturaleza, evidentemente hipotética. Estas condicionales pueden considerarse una de las posibilidades de expresión de juicios categóricos. Si aumenta el calor, el mercurio del termómetro sube equivale exactamente a El aumento de calor hace subir el mercurio... Obsérvese que podrá expresarse también mediante una adverbial de tiempo: Cuando aumenta el calor, el mercurio del termómetro sube. Tanto la subordinada como la principal están en presente atemporal. Este tipo de condicionales es muy frecuente en el lenguaje de la ciencia y en expresiones sentenciosas o proverbios. Si Si Si Si Si
calentamos agua a 100°, hierve. (El agua hierve a 100°). trazamos en 0 la paralela a AB, observamos que corta xy (La paralela en 0 AB corta en xy). los dioses son malos, no son dioses (Los dioses no pueden ser malos). quieres la paz, prepara... la paz (La paz se consigue preparando la paz). eres pobre, nadie te hace caso (A los pobres nadie les hace caso).
EVENTUALES Expresan que lo enunciado por la condicional puede cumplirse o no: es una eventualidad que puede ocurrir, pero también puede no ocurrir. Si manifiestamente se sabe que no puede ocurrir (o que no ha ocurrido) se llaman irreales; en caso contrario, potenciales. En el caso de las potenciales, el modo utilizado puede ser tanto el indicativo como el subjuntivo. El indicativo sugiere que el cumplimiento de la condición se siente como más probable. Si más incierta, el subjuntivo. -
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PRESENTE Si me das la mano te ayudo a bajar / te ayudaré PRES. IND.
PRES. INDI.
FUTURO IND.
Si me dieras la mano te ayudaría a bajar. IMPERF. SUB],
FUTURO
Si Si Si Si
POTENCIAL SIMPLE.
vinieses mañana, te enseño las fotos / te enseñaré (Sentido como más probable). vinieses mañana, te enseñaría las fo to s (Menos probable). encuentro billete, cogeré mañana el avión (Más probable). encontrara billete, cogería mañana el avión (Menos probable). OBSERVACIÓN
Obsérvese que no es posible el uso del futuro de indicativo en la subordinada *Si vendrás mañana te daré... En la lengua antigua era posible el futuro de subjuntivo, hoy sentido como arcaico y en total desuso. Sólo aparece en lenguaje jurídico: Si alguien produjere desórdenes será multado. PASADO:
Si ha llegado ya habrá sacado las entradas. PRET. PERFECTO
FUTURO PERFECTO
INDICATIVO
Si eso era así, yo no lo sabía / supe, he sabido... PA PERF. IND.
IMP. INDI
Las condicionales irreales de presente o de futuro tienen la misma forma .que las potenciales sentidas como monos probables. Sólo el sentido permite saber si se trata de una irreal (condición de cumplimiento imposible). Si yo fuera Robert Redford aceptarías mi invitación. Si él resucitara mañana, te llevarías un susto. IMPERF SUBJ.
POTENCIAL SIMPLE.
Es decir, están en imperfecto de subjuntivo y la principal en potencial simple. Las irreales de pasado están necesariamente en pluscuamperfecto de subjuntivo y la principal en po tencial compuesto. Si hubiera / se sabido que era tu padre, le habría saludado. PLUSC. SUBJ
POTENCIAL COMPUESTO
(no lo sabía, luego no le saludé) Con frecuencia se produce una atracción o contagio y la principal está también en pluscuamperfecto de subjuntivo (es la construcción originaria). Si hubiera / se sabido que era tu padre, le hubiera/se saludado. Si me hubiera / se sido probable, te habría (hubiera) telefoneado. OBSERVACIÓN FINAL. La conjunción que introduce las subordinadas condicionales es sv, pero pueden aparecer otras, usadas traslaticiamente, así como numerosas locuciones conjuntivas. Como me inviten, voy. Cuando lo dices, será verdad. Con que me pagasen la mitad, me conformaría (dudosa; puede interpretarse también como sustantiva de complemento: Me conformo con poco) Con que estudiases un poco más, aprobarías. -
384 -
E.
CONCESIVAS.
Suponen una ruptura de la relación de implicación: si A , entonces B, bien porque A sea causa directa o indirecta de B, bien porque A y B se dan normalmente unidas o se considera lógico que lo estén. La subordinada expresa un hecho del que no se deriva la consecuencia lógica esperada. Las gramáticas lo expresan, a veces, como un obstáculo para el cumplimiento de lo enunciado por la principal, pese al cual, éste se produce. Aunque se cayó de un quinto piso, resultó ileso. (Caerse de un quinto piso es, normalmente, causa de matarse, no de resultar ileso. Expresaríamos se cayó, luego se mató. La consecuencia no es, pues, la esperada). Aunque he aprobado en Junio, mi padre no me ha comprado la moto (Vinculación lógica; no causal). Aunque es feísima, es muy simpática. (Se considera «lógico» que ser feo suponga toda clase de defectos adicionales). La inversión de las subordinadas concesivas da lugar a una clase de oraciones compuestas que tradicio nalmente se vienen clasificando entre las coordinadas, con evidente falta de coherencia: las adversativas. Aunque llueve, saldré. Llueve, pero saldré (adversativa). El modo de las subordinadas concesivas puede ser el indicativo o el subjuntivo. En el primer caso, el obstáculo se siente como real. En el ejemplo anterior afirmo que, efectivamente, llueve. Si utilizamos el subjuntivo, el obstáculo se siente sólo como posible o bien como real, pero equivalente. Aunque llueva, saldré. (No sé si lloverá o no: subjuntivo). Aunque es mi hijo, no se lo consentiré. (Real: indicativo). Aunque sea mi hijo, no se lo consentiré. (Real, pero irrelevante: subjuntivo). El nexo característico de las subordinadas concesivas es aunque. Pueden aparecer otras conjunciones o locuciones conjuntivas, todas ellas sustituibles por aunque, lo que permite reconocer fácilmente esta clase de oraciones (a efectos prácticos piénsese, sin embargo, que aunque tiene a veces valor adversativo = pero y compruébese que esta sustitución no es posible antes de clasificar como concesiva una subordinada). A s í me lo juren, no lo creeré. Si bien no era la ocasión oportuna, quise probar suerte. Hazme ese favor, siquiera sea el último. Por más que lo repitas, no lo entiendo. Por feo que sea, es simpático. OBSERVACIÓN La relación concesiva puede aparecer incluso en coordinadas copulativas desiderativas o imperativas en ciertos refranes y frases hechas.
Dame pan y dime tonto. Hágase el milagro y hágalo el diablo. RESTRICCIONES. INFLUENCIA EN EL INTERLOCUTOR.
En las subordinadas concesivas subyace siempre una preposición no formulada. Por ello, para que sean aceptables, es necesario que lo sea la presuposición implícita. *Aunque es rubio, es buena persona. *Aunque es de Valencia, ha cursado bachillerato. *Aunque me duele un pie tengo los ojos azules. No resultan aceptables, puesto que no lo son, las incompatibilidades respectivas que presuponen: los -
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rubios son malvados; los nacidos en Valencia no estudian el bachillerato; el dolor de un pie impide el color azul de los ojos. Sin embargo, resultan perfectamente aceptables oraciones concesivas tan incongruentes strictu sensu como las anteriores, en determinados contextos de irracionalidad o prejuicios generalizados de los interlocutores. Aunque es comunista, es buena persona (o la formulación adversativa inversa —vid. supra—) Es comunista, pero es buena persona. Aunque es negro, es inteligente (Es negro, pero es inteligente). Aunque es pobre, es honrado (Es pobre, pero honrado). Presuponen que los comunistas son malvados; los negros, torpes y los pobres ladrones. El lenguaje de la propaganda utiliza a menudo, conscientemente, este recurso de influencia en el interlocutor, quien da por buena la proposición subyacente con mayor facilidad que si se formulara directamente.
9.3.4.
EL N E X O E N L A S S U B O R D IN A D A S A D V E R B IA L E S . O B S E R V A C IO N E S
El nexo en las subordinadas adverbiales —y aquí las consideramos globalmente— puede ser bien un adverbio relativo, bien una conjunción de subordinación (o una locución conjuntiva a veces bastante compleja). ADVERBIOS RELATIVOS: Iré donde me manden.
Lo hace como le parece.
Lo haré cuando quieras.
Corre cuanto puede.
Consideramos que el nexo es un relativo en estos casos y más que una conjunción porque: a) Suponemos un antecedente implícito: allí, en el momento, de la manera, todo. b) El nexo desempeña función en la subordinada: Donde me manden (Ej. Me mandan allí). C C L ugar l
-------4
Cuanto puede (Ej. Puede poco).
CCL
C C. Cant. i_____
4
4 ______ I C C
tjan t.
Como le parece [que debe hacerse] (Ej. le parece [quedebe hacerse] así). i -------------------------------- 4 4 ------- : Cuando quieras (Ej. Quieres ahora).
----4
4 --------- 1 C C T
¡
CONJUNCIONES. Es de notar, sin embargo, que en muchos casos, el límite con la conjunción es borroso; como e incluso cuando son sentidos como meros nexos, es decir como conjunciones en: Como no me escuchan, me voy
Cuando canta Pepe, Juan se enfada (?).
Sí son, en cambio, claramente conjunciones: que, si, aunque, porque (resultado de aglutinación, de hecho, de adv. + conj. o prep. + conj.). Tengo más libros que Pepe / Iré si quiero / Aunque llames no abriré / Me mojé porque llovía. LOCUCIONES CONJUNTIVAS. Los elementos integrantes pueden ser diversos, pero el nexo en su conjunto debe considerarse de modo unitario pues funciona como conjunción. Después^deyue me llamaste se presentó Pepe. No te irás hasta~qite no termines.
-
386 -
Salió de casa sinj/ue nos diéramos cuenta. Estoy cansada, á sfe slfu e me voy a dormir. Podemos reconocer múltiples casos: Preposición + conjunción; hasta que; sin que (que: transpositor) Adverbio + preposición + conjunción. El adverbio es portador del valor semántico, y la preposición y la conjunción son sucesivos transpositores vacíos: después de que
V
a dv.
después iré.
i s
Adj.
p rep . conj. Cf.
después de cenar. iocuc. prepositiva
Locución prepositiva
gN
después de que acabes de cenar.
Locución conjuntiva
Loe. conjuntiva
O ración
Sintagmas gramaticalizados con elementos verbales: asíes que, dado que, o sin ellos: por ¡o tanto..., etc.
CUADRO -
R E S U M E N D E L A O R A C IÓ N C O M P U E S T A
COORDINADAS*1 COPULATIVAS: DISYUNTIVAS: ADVERSATIVAS:
DISTRIBUTIVAS: EXPLICATIVAS:
Juan canta y Pepe baila - Ni Juan canta ni Pepe baila. Escúchame o vete a la calle (condición). RESTRICTIVAS: Llueve, pero no me mojo (Relacionadas con las sub. concesivas). EXCLUSIVAS: No vino Juan sino Pedro. Bien ríe, bien llora (discutidas). Ya canta, ya baila. Estiró la pata, es decir, murió (propuestas por algún gramático).
SUBORDINADAS 1. SUBORDINADAS PROPIAMENTE DICHAS (idéntica función que un elemento de la principal). SUSTANTIVAS DE SUJETO: Me gusta que me inviten. Es fácil que apruebes. Se dice que subirá la gasolina. DE C.D.: Creo que lloverá. Te aconsejo que calles. Te pregunto si tienes hambre (interrogativas indirectas). Di dónde está. Prefiero el que me diste ayer (adjetiva sustantivada). DE C.I.: Dio el premio a quien le pareció (adjetiva sustantivada) DE CTO. RÉGIMEN O SUPLEMENTO: Sueña con que se convoquen elecciones. DE ATRIBUTO: Ése es el que me insultó (adjetiva sustantivada). DE CTO. AGENTE: La fianza fu e pagada por quien sospechas. [DE C. CIRCUNSTANCIAL.]: Lo hizo sin que le vieran. Tienen idéntica función que las adverbiales. [DE CTO. DE NOMBRE]: Tiene ganas de que llame Juan. [DE CTO. DE ADJETIVO]: Está cansado de que le llamen tonto. [APOSICION]: Ese chico, el que tiene coche, es amigo mío. Tienen idéntica función que las adjetivas. ADJETIVAS EXPLICATIVAS: ESPECIFICATIVAS:
Los chicos, que estaban cansados, se sentaron. Los chicos que estaban cansados se sentaron. -
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ADVERBIALES DE LUGAR: Está donde sabes. Cuando hablaba se reía la gente. DE TIEMPO: Antes que hablara, se reía la gente. Después que hablaba, se reía la gente. DE MODO: Hizo el pastel como indicaba la receta. Lo quería como si fuese su hijo (modal condicional), OTRAS... (materia, instrumento, etc.). COMPARATIVAS (son una clase semántica más que sintáctica) Juan es más alto que Pedro, de SUPERIORIDAD. Juan es menos alto que Pedro, de INFERIORIDAD. Juan es tan alto como Pedro, de IGUALDAD. II.
SUBORDINADAS DE IMPLICACIÓN LÓGICA (cierta autonomía. Interdependencia) Se clasifican también como adverbiales, lo que puede discutirse. CAUSALES: Me mojo porque llueve. CONSECUTIVAS: Llueve, luego me mojo. Llovía tanto que me mojé hasta la camiseta. FINALES: Estudia para que le compren la moto. CONDICIONALES: Si estudia le comprarán la moto. CONCESIVAS: Aunque estudió no le compraron la moto.
'9.3.5. CONSTRUCCIONES DE INFINITIVO, GERUNDIO Y PARTICIPIO EQUIVALENTES A ORACIONES SUBORDINADAS. 7 i Como se analizó en el tema 7, las formas no personales del verbo pueden desempeñar funciones pro pias del sustantivo, del adjetivo y del adverbio y, por otra parte, dada su naturaleza verbal, reciben complementación propia del verbo. El problema general que se plantea es si estas construcciones deben considerarse o no oraciones, (y por tanto si el conjunto debe clasificarse como oración simple o compuesta.) Las respuestas no son unánimes. Algunos gramáticos consideran que ciertos infinitivos están más cer ca de los sustantivos que de las oraciones (por ejemplo, si llevan determinantes propios del sustantivo o si el sujeto está indeterminado) (R. Seco). Recompensar un sacrificio con otro es pagar con la misma moneda; En vano su morir van dilatando; El tocar de las campanas me llenó de júbilo. Otros, en cambio, serían típicamente oracionales: Yo hago crecer llorando el fruto miserable. Otros gramáticos consideran que estas construcciones contienen oraciones implícitas; prueba de ello es la posibilidad de conmutación: que se recompensa un sacrificio; que él muera; que toquen las campa nas; hago que crezca el fruto... (V. Demonte). Por último, otros (Alarcos) consideran que el análisis debe limitarse a la forma explícita que la cons trucción presenta. Como no se dan las circunstancias sintácticas exigidas para que la secuencia constitu ya una oración (a saber: sujeto gramatical y verbo concertado) no pueden considerarse oraciones. Oigo cantar a Pedro; Veo regar los claveles; serán, por tanto, oraciones simples, a juicio de este autor. En el caso del gerundio y del participio la cuestión ha sido menos estudiada pero el problema plantea do es semejante. Compárese, en efecto: -
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Lo hizo queriendo; involuntariamente;
Pepe, cansado de esperar, se fue; Pepe, alegre, se fue;
Adv. modo
Adj.
sin que nadie se diera cuenta;
Pepe, que se cansó de esperar, se fue.
Orac. adv. modo
Orac. sub. adjetiva
La gramática tradicional no se plantea el problema y habla de oraciones de infinitivo dentro de las subordinadas sustantivas y postula idéntico análisis para quiero ir al cine mañana
quiero que vayas al cine mañana.
O. Sub. d e CD
O. Sub. sus. d e CD
La cuestión no está, por tanto, resuelta y la respuesta depende del plano de análisis que se adopte. Dado que hemos venido adoptando hasta ahora un criterio preferentemente funcional en el análisis sintáctico, por razones de coherencia no clasificamos como oraciones propiamente dichas las construc ciones de infinitivo, gerundio y participio. Aludiremos a ellas como construcciones de... y señalaremos que equivalen a... o son conmutables por... oraciones subordinadas cuando sea particularmente evidente. En razón de dicha coherencia, no creemos deba hablarse de sujeto gramatical de las formas no perso nales sino, en todo caso, de agente, sujeto real o nocional, etc. CONSTRUCCIONES DE INFINITIVO equivalentes a SUBORDINADAS SUSTANTIVAS. En función de SUJETO: Beber agua es muy sano. Comprender el asunto parece difícil. Oirte hablar me desespera. En función de CD: En determinados verbos este tipo de construcción es obligada si el agente atribuido al infinitivo es el mismo que el del verbo al que complementa. Quiero hacerlo (*Quiero 'que yo lo haga) En otros, en cambio, cabe la alternancia con subordinadas de CD. Pienso hacerlo (Pienso que lo haré) No creo estar enfermo (No creo que yo esté enfermo) Si el agente no es el mismo, se dan diversas posibilidades. a) Oigo caer la lluvia (Oigo que la lluvia cae) Veía florecer los claveles ( Veía que los claveles florecían) Hizo salir el humo (Hizo que el humo saliera) Indudablemente, en el plano de la estructura implícita, la lluvia cae; los claveles florecen; el humo sale son, pues, agentes de la oración o soportes del proceso. Desde el punto de vista de la estructura superficial, sin embargo, el CD de digo, veía, etc., es la lluvia, los claveles, etc. y los infinitivos son com plementos predicativos. Compárese: Veía mustios los claveles Pro
CD
CD
Veía florecer los claveles Pro
los veía mustios.
CD
Pro
los veía florecer. CD
PRO
Otros ejemplos: Veo arder el bosque. Mandó al sol pararse. Dejaron hablar al sobrino. b) Oigo cantar una canción Veía regar los claveles Hizo abrir las ventanas
(Oigo que alguien canta una canción). (Veo que alguien riega los claveles) (Hizo que alguien abriera las ventanas)
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En el plano del significado, el agente de los infinitivos es ahora indeterminado: alguien — inespecifi cado — canta una canción, riega los claveles, etc. En este caso, el CD de digo, veía, hizo, es unitariamen te toda la construcción de infinitivo donde canción, claveles, ventanas son el CD. Oigo cantar una canción. ________1 CD Construcción d e infinitivo CD
Que se trata de construcciones diferentes lo prueba el diferente comportamiento ante la pronominalización Oigo la lluvia
la oigo caer
Oigo cantar una canción
*oigo caerla
la oigo cantara- oigo cantarla.
O
O
Otros ejemplos: Necesito comprar un libro. Temo decir la verdad. Pretendía conseguir un empleo. En función de COMPLEMENTO RÉGIMEN: Todos hablaron de ir al cine. En función de C.I: Presta más atención a comer bien que a dormir. No le das ninguna importancia a decir disparates. En función de ATRIBUTO: Esto es tener suerte. En función de C. CIRCUNSTANCIAL, es decir, ADVERBIALES. Trabajo para comer Lo hizo sin darse cuenta Con decir mentiras no lo arreglas. INF. en función d e Sub. adv. FINAL
Construcc. d e INFINITIVO C.C. d e Modo (involuntariamente) (sin que se diera cuenta)
Construcc. d e INFINITIVO C.C. d e Modo (Así)
Después de comer echaremos una siesta A l llegar a casa me puse las zapatillas Antes de salir apaga la luz Construc. d e INFINITIVO equivalente a sub. adv. d e Tiempo (Después de que comamos. Cuando lleguemos. Antes de que salgas).
Por comprar jam ón barato lo llevó medio podrido Construc. d e INFINITIVO equivalente a sub adv. CAUSAL (Porque compró...)
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CONSTRUCCIONES DE PARTICIPIO Y GERUNDIO CONCERTADOS. Equivalen, como se ha dicho, a un adjetivo o a un adverbio. Al igual que las construcciones antes citadas de infinitivo, podrán sustituirse por subordinadas incrustadas en la estructura de una oración principal. Pepe, viendo que no le escuchaban, se marchó
Los alumnos, sentados cerca, le oyen.
gerundio en función adjetiva. Aposición EXPLIC.
Part. en función adj. Explicativo
Pepe, cansado de esperar, se marchó
el problema resuelto por todos era fácil.
participio en función adjetiva A PO SIC IO N EXPLICATIVA
gerundio en función adjetiva Especificativo
Pepe, furioso, se marchó
Que todos han resuelto
Adj. APOSICIÓN EXPLICATIVA
O. sub. adjetiva Especificativa
Pepe, que vió que no le escuchaban, se marchó
luego
O. Sub. adjetiva EXPLICATIVA
adj. especific.
*Una lámpara con adornos colgando del borde (incorrecta aunque no
lo hizo queriendo
maljgerundio en función adjetiva
colgados del borde
involuntariamente
participio en función adjetiva
adv. de modo
que cuelgan del borde
sin que nadie se diera cuenta
O, Sub. adjetiva
O. sub. adverbial d e modo.
La vi durmiendo apaciblemente CD
gerundio en función adverbial
Pepe entró cantando una canción
gerundio en función adjetiva PVO
- - gerundio en función d e C. Circt. d e MODO adverbial
dormida
ruidosamente
participo en función adjetiva PVO
Adv. de MODO
que dormía
como le pareció
O. sub. adjetiva PVO
O. sub. adverbial d e MODO
Aún teniendo razón, calla. gerundio equivalente a una subo, adverbial CONCESIVA
Aunque tengas razón...
Diciendo mentiras no lo arreglas
Terminado el trabajo me voy
gerundio en función adverbial d e MODO
gerundio en función adv. d e CCT equivale a una sub. adv. d e tiempo
= cuando termine el trabajo... /a s i/
Adv. Modo
/en to n ces/ adv. TPO
GERUNDIO Y PARTICIPIO EN CONSTRUCCIÓN ABSOLUTA. OTRAS CONSTRUCCIONES EQUI VALENTES A SUBORDINADAS ADVERBIALES. En una serie de casos, las construcciones de gerundio y participio no complementan a ningún elemen to nominal. Su agente no forma parte de la oración principal. Son construcciones absolutas que siempre equivalen a adverbiales. GERUNDIO ABSOLUTO Llegando la noche, yo me duermo. Gerundio absoluto equivalente a una sub. adv. d e TIEMPO =
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Cuando llega la noche.
Nada temo estando tú conmigo. G eru n d io absoluto equivalente a una subord. adverbial.
Diciendo esto, se marchó = cuando dijo esto. s.
tpo.
CAUSAL: Porque estás tú... o bien CONDICIONAL: Si estás tú conmigo No teninendo voz, no canto. G eru n d io absoluto equivalente a una sub. adv. CAUSAL: Como no tengo VOZ ... Explicándolo tú, lo entiendo. G eru n d io absoluto equivalente a una sub. adv. in te rp re ta b le com o CONDICIONAL
Si lo explica él... O
b ie n c o m o
CAUSAL: porque lo explicas tú... Estando tan claro, no lo entiendo. También puede ser CONCESIVA: aunque está tan claro... PARTICIPIO ABSOLUTO. Llegada la noche, reposó. Participio absoluto equivalente a una subordinada Terminada la clase, salimos al patio.
a d v e r b ia l d e tie m p o :
Cuando llegó la noche.
ídem
= Cuando terminó la clase. Perdida la esperanza, se rindió.
Una vez perdida la esperanza... = Como perdió la esperanza...
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10 EL TEXTO 10.1. LA NOCIÓN DE TEXTO O DISCURSO. 10.2. M EDIOS FUNDAM ENTALES DE MANIFESTACIÓN DE LA COHERENCIA TEXTUAL.
10.2.1. EL MARCO DE INTEGRACIÓN GLOBAL. 10.2.2. FACTORES PRAGMÁTICOS DE CONOCIMIENTO DEL MUNDO. EL MARCO COMO CONCEPTO METADISCURSIVO. 10.2.3. IMPLICACIONES Y PRESUPOSICIONES. 10.2.4. MECANISMOS DE COHESIÓN TEXTUAL EN LA ESTRUCTURA PATENTE. A. B. C. D. E.
10.3. 10.4. 10.5. 10.6.
LA LA LA LA LA
ANÁFORA. CATÁFORA DEIXIS PROPIAMENTE DICHA. COHESIÓN LÉXICA. CONEXIÓN MEDIANTE MORFEMAS GRAMATICALES: PRO-FORMAS.
TEM A Y REM A. TEMATIZACIÓN (O TOPICALIZACIÓN) Y FOCALIZACIÓN. PROGRESIÓN TEMÁTICA. LENGUAJE Y ACCIÓN.
10.1. L A N O C IÓ N D E TEXTO O D ISC U R SO . EL TEXTO COMO UNIDAD SUPERIOR A LA ORACIÓN Y COMO UNIDAD DE COMUNICACIÓN INTENCIONAL Tanto la gramática tradicional como las diversas corrientes lingüísticas modernas consideraban la oración como la máxima unidad de descripción lingüística; todo ello con independencia de las dificultades que, como se vio, reviste su definición exacta. Sin embargo, a partir de los años 70 se va abriendo paso un enfoque distinto del estudio del lenguaje que, por una parte, supone la superación de las gramáticas con base en la oración y, por otra, incorpora a la reflexión lingüística la componente pragmática. El punto de vista adoptado no será soto ei de ia lengua como sistema de signos virtual, con sus estructuras abs tractas regidas por reglas, sino la utilización concreta que de la lengua hace el usuario en una situación dada, con una finalidad determinada. La gramática del discurso es pues, ante todo, una gramática del habla. Se pone en cuestión el postulado hasta el momento vigente de que la oración es la máxima unidad de descripción lingüística, a partir de la cual se definían las restantes como sus partes o constituyentes y se establecían las reglas de combinación de los mismos en su seno. En efecto, se observa que un análisis que no rebase el marco de la oración no puede dar cuenta de toda una serie de fenómenos lingüísticos interoracionales, muchos de los cuales habrán sido observados y descritos sin entrar en el fondo del pro blema por la gramática tradicional; por ejemplo, el uso del artículo, de pronombres anafóricos, ciertos adverbios, correlaciones temporales, elementos de conexión que marcan vínculos lógicos entre oraciones distintas, etc. Entró un niño con un perro. El niño llevaba un gorro gris. Juan invitó a Pepe al cine. Éste aceptó. Voy a casa. A llí me espera mi hijo. Estoy cansado. Sin embargo saldré contigo. Empezó a pintar el cuadro. Previamente había preparado la tela. Se observa que la facultad del lenguaje, en la realidad, no se ejerce mediante enunciados de habla ais lados y cerrados, —que serán el correlato de las correspondientes oraciones de lengua— sino mediante un discurso o texto en el que enunciados sucesivos se articulan en un todo con una significación global que condiciona su estructura. En esta óptica, los límites entre la oración y esta eventual unidad superior que se pretende investigar, se difuminan. Compárese, por ejemplo: a ) Pedro toca el piano y María repasa las lecciones, b ) Pedro toca el piano. María repasa las lecciones. (7ca
Para la pragmática clásica, a) es una oración compuesta (coordinación copulativa), y b) son dos oracio nes distintas. Otro tanto sucedería con: Pedro toca el piano pero María sepasa las lecciones. Pedro toca el piano. María, en cambio, repasa las lecciones. a) Es de nuevo considerada una única oración (compuesta por coordinación adversativa), y b) son dos oraciones autónomas, independientes. Un último ejemplo: a) Pepito jugaba en el patio, pero su madre lo vió y le mandó entrar en casa porque tenía que merendar antes de ir a visitar a sus abuelos. b ) Pepito jugaba en el patio. Su madre lo vió y lo mandó entrar en casa. En efecto, tenía que merendar antes de ir a visitar a sus abuelos. De nuevo, el contenido comunicativo de a) y b) es exactamente el mismo, aunque a) se presenta como una oración compuesta compleja (dos coordinadas —adversativas y copulativa—, una subordinada cau sal, una subordinada temporal) y b) se presenta formalmente como tres oraciones, distintas, lo que viene marcado por la puntuación.
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Es evidente que lo que varía de a) o b) en los tres casos es la forma, la estructura superficial, y que la estructura semántica subyacente es idéntica en cada pareja: idénticos valores semánticos, idénticos nexos lógicos, idéntica modalidad. El límite máximo de la oración coir o objeto de análisis aparece, pues, como sumamente artificial. Si en la gramática es posible establecer un nivel morfémico, que se integra en uno superior —el de las palabras—, éste a su vez en el del sintagma, y éstos, unidos, forman el nivel superior, la oración, no habría razones de principio para no considerar que el nivel de las oraciones se subordina a su vez en un nivel más elevado, el de los textos. Tendríamos así, como unidades de descripción lingüística: fonema
morfema
palabra
sintagma
oración
texto.
Cada nivel está formado por unidades del nivel precedente, combinadas según las reglas propias de dicho nivel. Ahora bien, del mismo modo que un morfema puede estar integrado por uno o varios fonemas, una palabra por uno o varios morfemas, y así sucesivamente, un texto puede estar integrado por varias ora ciones —enunciados en realidad— o por una sola. Pedro ha ido a buscar setas (pronunciado por un hablante que calla a continuación) es un texto, al igual que ¡Fuego! o que el conjunto pregunta-respuesta —¿Qué hora es?— Las tres y media. Una oración compuesta, un conjunto de oraciones sucesivas sobre un asunto cualquiera, un editorial de periódico, un discurso político, un poema, una novela, son textos. Sin embargo, aunque lo primero que se observa es que el texto puede estar compuesto por oraciones, el concepto de texto es cualitativamente distinto al de las unidades inferiores. Lo que caracteriza a la unidad llamada texto es el ser una unidad de comunicación, no el poseer una determinada forma o es tructura. El concepto de texto supone considerar al lenguaje fundamentalmente como instrumento de comunicación. Un texto no es tanto un conjunto de oraciones como la unidad fundamental del lenguaje entendido comunicativamente. Por ello, el texto, como unidad teórica, no tiene en realidad una extensión prefijada. Su delimitación depende sencillamente de la intención comunicativa del hablante, de lo que éste desea comunicar y co munica como un todo unitario. En efecto, para dar cuenta del fenómeno del lenguaje en toda su complejidad, sin reducirlo a lo que no es sino uno de sus aspectos —el plasmarse en un sistema—, las descripciones lingüísticas no pueden limitarse a elaborar modelos abstractos en el plano de la lengua, de enunciados, al margen del acto con creto de la enunciación por el usuario en un contexto y situación dada y con una finalidad intencional precisa. Hay que asumir que el lenguaje es el instrumento de comunicación básico que los hombres utili zan para la relación interpersonal; que el lenguaje no es sólo el molde en el que se forja y expresa el pensamiento sino también la base misma de su ser social. Los factores pragmáticos no pueden, por tan to, excluirse de la descripción lingüística sin mutilarla seriamente. El concepto de texto o discurso intenta dar respuesta a todas estas cuestiones y a otras muchas con ellas conectadas. Sin embargo, hay que decir que el texto no se presenta como una entidad estrictamente defi nible con universal coincidencia sino más bien como un objeto de investigación y búsqueda que se abor da desde prespectivas diversas. Por ello no existe una definición inequívoca del texto. Las llamadas gramáticas del texto o gramáticas del discurso no constituyen una escuela unitaria. Su preocupación común es, sin embargo, el abordar toda una serie de fenómenos que, bien no habían sido considerados anteriormente, bien lo habían sido de modo esporádico y fragmentario, e integrarlos en una teoría global y coherente. EL TEXTO COMO ENTIDAD DE LENGUA.
No existe acuerdo sobre si el concepto de texto debe reducirse al plano de la actuación, del habla, o si es una entidad que tiene asimismo una dimensión en el plano de la lengua, del sistema. Los gramáti-
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eos del texto de la escuela generativa sostienen lo segundo, argumentando que el fenómeno de la competencia' lingüística no se limita a la oración sino que abarca la sucesión de oraciones que consti tuyen el texto. Es decir, que el hablante no sólo es capaz de producir y reconocer oraciones bien forma das de la lengua que, como sistema, domina, sino también de producir y reconocer textos bien formados y detectar la agramaticalidad de los que no lo son, es decir de los pseudo-textos. El hablante reconoce, en efecto, como bien formados, los textos: a) ¿Lavará María los platos? — Sí, los lavará. — Sí, lo hará. b ) Pedro ha comprado un libro. Se lo quiere regalar a su tía. c) He encontrado a Pedro. El muy imbécil no me ha saludado. d ) La policía no evitó la catástrofe. Yo la presencié. Y como mal formados, es decir como pseudo-textos, o no textos, es decir, como agramaticales, cual quiera que fuera la circunstancia en que se formularan las correspondientes secuencias: a ) */Lavará María los platos? — Sí, los lavaréis. — Sí, lo es. b ) *Pedro ha olvidado escribir una carta a su tía. Su tía ya la ha leído. c ) *He encontrado al muy imbécil. Pedro no me ha saludado. d ) *La policía evitó la catástrofe. Yo la presencié, etc... Del mismo modo que reconoce, en el nivel de la oración como bien formadas: Pedro ha ido a buscar setas; frente a "Ha Pedro buscar setas ido. Juan atemoriza a sus alumnos; frente a 'Juan atemoriza a la sinceridad. La gente dice mentiras; frente a *La gente dicen mentiras. No habría, por tanto, razón alguna para excluir del plano de la lengua el estudio del texto, aunque sus características más notorias se sitúen en el plano pragmático de la actuación*2, es decir, del habla. La gramática de una lengua debe por tanto incluir no sólo las reglas que permiten generar oraciones b ie n formadas, sino las reglas —con sus correspondientes restricciones— que permiten generar textos b ie n formados.
10.2. M E D IO S FU N D A M E N T A L E S D E M A N IFESTA C IÓ N D E LA C O H E R EN C IA TEX TU A L Se entiende por coherencia la propiedad inherente al texto por la cual puede ser comprendido por el oyente como una unidad en la que las partes o componentes se encuentran relacionadas entre sí y con el contexto en el que se produce la comunicación. Los mecanismos de coherencia se dan tanto en el plano de la estructura patente como en el de tructura subyacente. Otros son de carácter pragmático.
la
es
10.2.1. EL M A R C O D E IN T E G R A C IO N G L O B A L . “ P L A N G L O B A L ” . “ M A C R O E S T R U C T U R A ” O “A S U N T O ” . Una sucesión cualquiera de enunciados, incluso si se dan elementos de cohesión aparente en la estruc tura superficial (anáforas, repeticiones, etc.), no constituye un texto si carece de coherencia en el nivel de su estructura subyacente. El oyente, al percibir un texto, tiene necesariamente que captar que existe 'Para estos conceptos, véase el T. 2.1.1. 2Tal es la función de Gemma Rigau, autora de un decisivo estudio: Gramática de discurs.
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un núcleo informativo fundamental al que se subordinan, de forma articulada, los diversos enunciados. Este núcleo, asunto, o pian global, recibe diversas denominaciones según las escuelas. Vamos a denomi narlo aquí, siguiendo a una de ellas1, marco de integración global o MIG. Ejemplo de no-textos por carencia de MIG: Compré una máquina de escribir en Nueva York. Nueva York es una gran ciudad de los EE.UU Las grandes ciudades tienen a veces problemas financieros. Juan nació en Manchester y vamos a ir a la playa. Pedro ha venido en coche. A la puerta hay un coche parado. El coche es muy útil para desplazarse. Los niños salieron colegio. Un avestruz escapa del cazador. Las alacantarillas son una gran obra de ingeniería. Como puede verse, en ninguno de estos casos existe relación semántica entre los enunciados. Las se cuencias carecen de unidades pues no existe conexión alguna entre ellas. Son percibidas como incoheren tes y por tanto no constituyen unidad comunicativa alguna. En cambio, sí constituyen texto los secuencias siguientes, en las que podemos establecer un MIG. Compré una máquina de escribir en Nueva York. En Nueva York se fabrican excelentes máquinas de escribir. Para m í son las mejores del mundo. (MIG. Excelencias de mi máquina de escribir comprada en Nueva York). Juan nació en Manchester pero sus padres eran de Liverpool. (MIG. Datos biográficos sobre los orígenes de Juan). Pedro ha venido en coche y lo ha dejado aparcado a la puerta. Es peligroso porque en este barrio ha habido muchos robos de coches. (MIG. Comentarios acerca del coche de Pedro). También lo denominan algunos tópico de conversación o tema de texto; pero esta deno minación resulta ambigua ya que, como se ve, se utiliza tópico o tema para designar las partes de un enunciado (oracional) aislado, como opuesto al comento o rema.(Vid. infra Tema / Rema).
Los niños salieron del colegio. Sus padres habían ido a buscarles. Les llevaron de paseo y luego volvie ron a casa. (MIG. = lo que hicieron los niños a la salida del colegio)
OBSERVACIÓN El M.I.G. o macroestructura del texto se ña presentado aquí de modo intuitivo. En reali dad, los estudiosos de la gramática del texto intentan formalizarlo de un modo mucho más preciso estableciendo diagramas en los que aparecen articuladas las relaciones semánticas profundas, las modalidades que afectan a los enunciados, etc.
10.2.2. F A C T O R E S P R A G M A T IC O S D E “ C O N O C IM IE N T O D EL M U N D O ” . Un texto, perfectamente bien formado, y que posea un M.I.G. reconocible, puede, sin embargo, resul tar inaceptable si en él se violan deterrninados factores externos que corresponden a lo que puede deno minarse conocimiento del mundo, es decir, de la realidad extralingüística. Inversamente, relaciones ba sadas en nuestro conocimiento de la realidad pueden infundir aceptabilidad a un texto en el que no exis tan, o apenas, elementos formales de cohesión superficial. Así, consideraríamos en principio inaceptables textos como los siguientes: Los esquimales perseguían a la foca azuzando a los leones. Cuando éstos llegaron a alcanzarla, la foca emprendió el vuelo (MIG = cacería de focas). No sería aceptable en el mundo real, dado el conocimiento que se tiene del comportamiento y caracte rísticas de focas y leones. Obsérvese sin embargo que sí lo sería en el marco de la ficción literaria (Vid. La noción de marco). 'Vid. E. Bernárdez. Introducción a la lingüística deI texto. Madrid, 1982.
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La casa estaba destruida. Su cárter yacía por los suelos. El coche iba a sesenta por hora. El conductor se hizo un huevo frito. La institutriz atravesaba el desierto. En la habitación las luces estaban encendidas. El oyente sabe, por conocimiento del mundo real, que el cárter es una pieza del automóvil, no de las viviendas; que no puede freir un huevo en un coche, que en el desierto no hay habitaciones. En cambio, resultaría aceptable si el resto del enunciado fuera respectivamente: De la chimenea no quedaba nada. El conductor pisó el acelerador. La institutriz atravesaba el jardín, ya que existe un conocimiento prag mático que relaciona casa-----► chimenea; coche----► acelerador; jardín — -*-(casa) ——► habitación.
LA NOCIÓN DE MARCO? Hemos visto que la coherencia es la propiedad fundamental que hace que un texto pueda ser conside rado como tal y no como un conjunto de enunciados inconexos. Asimismo, la gramaticalidad y acepta bilidad de un texto dependen de la no violación de determinados condicionamientos semánticos, de co nocimientos del mundo. Ahora bien, la atribución de coherencia no depende únicamente de factores internos del texto sino también de un factor externo fundamental que es el marco en el que lo encuadramos. Cada texto posee un propio marco en función del cual se le atribuye significado y se le asigna coherencia. El marco sitúa al texto en una tipología implícita concreta que hace que sea coherente lo que en un marco distinto no lo sería o resultaría inaceptable. Por ejemplo: Ha dimitido el Ministro de Educación. El terremoto de ayer no causó daños, El paro aumentó en un 3% en el último trimestre, constituyen un texto perfectamente coherente en el marco de la sinopsis previa que son los titulares de un diario hablado, cuando no lo sería en el de una conversación normal. Un caballo entra en un bar y pide un vermut con aceitunas es el comienzo de un texto en el marco de un chiste, no de una conversación en serio. El Atletic ganará la Copa y yo me voy a mi casa es aceptable en el marco del final de una discusión futbolística en boca de un interlocutor exasperado. El rostro me recuerda a su pobre madre. En el bosque sombrío. El profundo seno blanco. Me pareció oir. Ferguson. Una chica. Alguna chica. Lo mejor que podría sucederle. Pino que siempre saludaré, re sulta aceptable como fragmento de un monólogo interior transcrito en la novela Ulises de Joyce, en la que el autor pretende reflejar exactamente el fluir de pensamientos y asociaciones de imágenes tal y co mo se producen en el cerebro del personaje. No lo serían en el marco de una narración tradicional. En suma, y éste ha sido uno de los hallazgos de las consideraciones sobre el texto, el receptor de un mensaje lingüístico —usual o literario— no es un ente pasivo sino que, en mayor o menor medida, coo pera con el emisor para que la comunicación; se produzca; y entre otras cosas, enmarca el discurso reci bido en las coordenadas que lo hacen aceptable, y que permiten infundirle sentido. Los efectos de juego de ruptura del marco producen efectos curiosos de todos conocidos. Piénsese en discursos trágicos leídos en clase con humor, declaraciones de políticos descontextualizadas con propósito de parodia, etc... Los llamados géneros literarios, periodísticos, científicos, etc., no son sino marcos en los que cobra sentido el discurso correspondiente.
10.2.3. IM P L IC A C IO N E S Y P R E S U P O SIC IO N E S La coherencia discursiva depende en gran medida del tejido de implicaciones y presuposiciones que los elementos léxicos contienen. 'N o confundir con ei MIG. El marco es un concepto metadiscursivo (de discurso referido al discurso para catalogarlo).
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Pedro se casa con María implica María se casa con Pedro. El hijo de Juan es calvo presupone Juan tiene un hijo. Serían, pues, inaceptables: *Pedro se ha casado con María pero María no se ha casado con Pedro. *El hijo de Juan es calvo. Sin embargo, Juan no tiene hijos. LAS PRESUPOSICIONES1 Son aseveraciones no expresadas, subyacentes al enunciado y que condicionan su aceptabilidad, (su buena formación semántica) y la adecuación de los actos de habla en general. Se habla a veces de presuposiciones pragmáticas, basadas en el conocimiento del mundo que compar ten los hablantes y que son independientes del discurso. Por ejemplo, el enunciado ¡Abre la puerta! pre supone que la puerta está cerrada y que el oyente sabe de qué puerta se trata. Asimismo una expresión como El hijo del rey de Francia es calvo resulta inaceptable —en el sentido que no puede ser verdadera ni falsa—, ya que no existe rey de Francia alguno. Existe toda una serie de verbos y expresiones que encierran implicaciones y presuposiciones. Los lla mados verbos factivos presuponen que la expresión que de ellos depende es verdadera (tanto si se afirma como si se niega), por ejemplo: lamentar, darse cuenta, saber, percatarse, etc. María lamenta haber llegado tarde. María no lamenta haber llegado tarde. En ambos casos se presupone como verdadero que María ha llegado tarde. Otro tanto sucede con expresiones como es extraño, es significativo, es triste, etc. Es extraño que Guillermo esté solo (Guillermo está solo). No es extraño que Guillermo esté solo. Los llamados verbos implicativos presentan dos tipos: En unos casos los implicativos del tipo A: lo grar, conseguir, presuponen que la subordinada es verdadera si son afirmados, y falsa si son negados. El Si: Perez consiguió ser elegido director (fue elegido director). El Sr. Perez no consiguió ser elegido director (no fue elegido director). Los verbos implicativos del tipo B: evitar, impedir, etc. presentan la situación opuesta. Si son negados, implican la verdad de la subordinada y viceversa. Los bomberos evitaron que la niña muriese (la niña no murió). Los bomberos no evitaron que la niña muriese (la niña murió). Es este tipo de fenómenos el que origina que resulten inaceptables secuencias como: Pedro ha olvidado escribir la carta. Su tía ya la ha leído. La policía evitó una catástrofe. Yo la presencié. Pedro impidió que Pablo entrara pero éste entró de todos modos. La compatibilidad e incompatibilidad semántica (vid. tema 2) pueden analizarse bajo el prisma de presuposiciones categoriales. Así, resultan gramaticales: Juan admira la sinceridad; Juan juega al golf; El fantasma asusta a! niño; Mientras que no lo son *La sinceridad admira a Juan, *El golf juega a Juan, *El plátano asusta al lingüista. En efecto, admirar presupone sujeto (+ humano); jugar presupone sujeto (+ humano) (y que el CD sea la denominación de un juego); asustar presupone que el sujeto pueda ser en alguna circuns tancia temible, etc. 'Implicación y presuposición como conceptos lógicos semánticos se pueden formular de la manera siguiente: P implica Q cuando, si P es verdadera, Q es verdadera. P presupone Q cuando P puede ser verdadera o falsa sólo si Q es verdadera. En caso contrario no tiene sentido P. En la gramática del texto la aceptación es, como se ve, mucho más amplia.
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OTROS TIPOS DE PRESUPOSICIONES: LA PRESUPOSICIÓN IDEOLÓGICA. Un gran número de enunciados expresan de hecho, de modo implícito, mucho más de lo que aparece patente. Este tipo de presuposiciones constituye un poderoso mecanismo de influencia ideológica en el receptor puesto que las aseveraciones que implican no operan a nivel consciente. Pasan por obviedades compartidas por todo el mundo, con lo que su examen crítico es más difícil que si se formularan explícitamente. El ministro piensa que esta ley solucionará el problema. (la ley no solucionará el problema). Pepe es comunista pero es buena persona. (los comunistas en general no son buenas personas). Juan parecía honrado. (Juan no es honrado). No sólo no trabaja sino que además está siempre protestando. (Implica un juicio negativo sobre la conducta del sujeto). Contengamos la inflación pero elevemos los salarios. (Lo que importa verdaderamente es lo segundo). Elevemos los salarios pero contengamos la inflación. (Es más importante contener la inflación). Ese problema lo resolvería incluso Juan. (El problema es fácil), (Juan no es inteligente) Hoy el jefe no está borracho. (Lo está habitualmente). Como puede observarse, tanto el léxico como las estructuras sintácticas, e incluso el tiempo verbal, implican frecuentemente enunciados declarativos de carácter valorativo. La utilización del procedimien to, espontáneo en el uso coloquial de la lengua, es deliberada en el discurso argumentativo de carácter político e ideológico.
10.2.4.
A.
M E C A N IS M O S D E C O H E S IO N T E X T U A L E N L A E S T R U C T U R A P A T E N T E
LA ANÁFORA.
Uno de los más importantes mecanismos de cohesión textual es la anáfora1. Se entiende por anáfora la relación existente entre un elemento del discurso y otro elemento del mismo discurso que ha aparecido formulado anteriormente. La anáfora expresa una identidad de referencia o de sentido2. El mecanismo inverso es la catáfora, por la que un elemento remite a otro que aparece formulado posteriormente. Ejemplos de anáforas.
-c z n
María se peina.
-£ =
— f=z~
i
A esta chica no la puedo tragar.
Pedro y Juan iban de paseo.
Ti
Este tropezó.
_.fzr------ i
¿Has visto a Pepe?
Lo he visto.
___f = r i
Pepe tiene un libro que_ trata de astrología.
----- 1 Me he encontrado con Pepita. Su padre ha estado muy enfermo. Pepe suspendió en Junio todo y por eso no pudo ir de vacaciones. Pepe estudia y Juan hace lo mismo.
¿Que has sacado un diez en mates? ¡Vaya cosa!
Me he encontrado a Juan y el muy imbécil no me ha saludado. El concepto de foricidad fue apuntado en su momento al tratar de los pronombres (Vid. 5.2.1). En este capítulo se aborda su generalización. 2En la anáfora de referencia ambos términos tienen el mismo referente, es decir, representan a la misma persona o cosa. Se, = María, la = esta chica concreta...etc. La mayoría de los ejemplos citados son de esta clase, que es la más común. Sin embargo la anáfora puede afectar sólo al sentido. En “ Yo tengo una moto, y m i novia también tiene 0 ” , 0 = moto, pero no la misma moto que tengo yo sino evidentemente otra.
400 -
LA ANÁFORA ELÍPTICA. l Pedro ya está aquí. 0_Llegó anoche. 0 Está muy cansado (elipt. = él = Pedro); Yo tengo moto y mi novia también tiene 0 (elíptico = moto). Como puede observarse, la anáfora puede darse tanto en el marco de la oración como en el marco de oraciones distintas. El elemento anáforico puede constar de una única palabra (morfema o elemento léxico) o de varias, e incluso estar representado por 0 (anáfora elíptica). Elementos anafóricos por excelencia son los llamadas pro-formas (pronombres demostrativos, posesi vos, el pronombre personal de 3a persona del plural, el artículo determinado, los relativos, ciertos adver bios, determinados elementos léxicos, etc. (Vid. infra 10.2.4.E). B. LA CATÁFORA. El fenómeno es mucho menos frecuente que la anáfora. Le d i el libro a Juan. Todos habrán llegado: mujeres, niños, ancianos. No pienso ir por lo siguiente: no tengo ganas. Sólo somos dos: tú y yo. C. LA DEIXIS PROPIAMENTE DICHA Como se recordará, es deíctico1 todo elemento que remite al contexto extralingüístico que rodea el acto de la enunciación. La deixis es, en el discurso, la flecha lingüística que seftala y sitúa en el espacio y en el tiempo personas, objetos, acciones o sucesos tomando como punto de referencia el eje de coorde nadas centrado en el yo-aquí-ahora del hablante (deixis absoluta). ro-AHORA - ■■C*') VA
YO AQUÍ-AHORA Los deícticos tienen pues, siempre, significación ocasional. La deixis puede ser, como se ve, personal, espacial o temporal. Así, son deícticos los pronombres personales —especialmente yo-tu, nosotros / vosotros— ; los demostrativos éste, ése, aquel — cuando son usados como tales—; adverbios: aquí, ahí, allí; hoy, ayer, mañana, (así como toda una serie de giros: hace poco, dentro de un rato, etc). Alguno autores utilizan el término de deixis para referirse también a los elementos que señalan o apuntan a otros elementos lingüísticos dentro del texto, pues consideran que lo esencial en la deixis es el s e ñ a la r y no el punto de referencia adoptado o aquello que se señala. Dan, pues, un sentido más amplio a la deixis, que abarcaría, pues, a la anáfora. Se tratará en este caso de deixis textual. Consideramos, sin embargo, que es más operati vo para el análisis distinguir ésta de la deixis propiamente dicha. Así, pues, en P e d ro y J u a n ib a n p o r la calle. Éste tr o p e z ó , hablaremos de anáfora, y en O ye, tú, p o n este lib ro a h í e n c im a d e deixis, pues remite a la situación extralingüística* 2.
Son asimismo deícticos los tiempos verbales llamados absolutos, que situán los hechos con relación al momento del discurso. canté canto cantaré (anterioridad) (simultaneidad al momento (posterioridad) de la enunciación). Finalmente, algunos autores hablan también de deixis social, que marcaría el status de jerarquización que el discurso reconoce o establece entre los interlocutores, según las conversaciones sociales que presi den la comunicación interpersonal. Por ejemplo, sería deixis social el tratamiento: usted / tú, etc1. 'Vid. T. 5.2.1. y T. 7.3. 2Obsérvese que !a deixis espacial necesita normalmente acompañarse de alguna señal no lingüística. Coloca eso allí requiere, para saber de qué se trata, que se hagan los gestos correspondientes.
- 401
Los deícticos, también llamados shifters o conmutadores, constituyen un elemento clave de la cohe sión textual. Fuimos ayer al cine todos nosotros pero tú no viniste. *Fuimos ayer al cine todos nosotros pero a m í me fu e imposible ir (agramatical). Hoy está lloviendo. Sin embargo, mañana hará buen tiempo. *Ayer hará buen tiempo. Sin embargo, mañana llovió (agramatical). Han traído aquí los muebles pero hay que llevarlos allí. *Han llevado aquí los muebles pero hay que traerlos allí (agramatical). D.
LA COHESIÓN LÉXICA.
Una de las formas básicas de establecer la cohesión textual es la conexión entre elementos léxicos, que puede ser de diversos tipos: • REPETICIÓN LÉXICA pura y simple. Un elemento del texto reaparece en el mismo. No me gustan los perros. Prefiero los gatos. Los peros pueden morder. • SUSTITUCIÓN LÉXICA SINONÍMICA. Reaparece un término léxico diferente pero que tiene idéntico significado. La estatua estaba en el jardín. Me encantaba contemplar aquella escultura. Llegó en automóvil bastante tarde porque el coche no era muy rápido. Anduvo tres kilómetros. Caminaba despacio. Hay que tener consideración con los ancianos. Uno no tiene culpa de ser viejo. • PRESENCIA DE HIPERÓNIMOS, HIPÓNIMOS, ANTÓNIMOS, DERIVADOS. El león escapó de la jaula. La fiera estaba hambrienta (Hiperónimo: aquí se da sustitución; el referente es el mismo). Me compré unos claveles porque adoro las flores (Hiperónimo: aquí el referente es más amplio). Trajeron los muebles. La cómoda se colocó en la habitación, y la mesa en el comedor. (Hipónimos). Los niños salieron; los mayores se quedaron (Antónimos). La zapatería donde me compré estos zapatos es carísima (Derivado). • LAS LLAMADAS PRO-FORMAS LEXICALES. SUSTITUTOS LÉXICOS. Algunas palabras de significación muy amplia se emplean como sustitutos que apuntan al mismo refe rente que otras. En realidad se trata de superhiperónimos. Son las pro-formas lexicales. Cosa es el sustituto prácticamente universal para sustantivos (no animado) y persona para seres huma nos. Con valor verbal, existe el sustituto hacer. A na se riza el pelo y María hace lo mismo. ¿Está comiendo? Eso hace (anafórico). ¿Qué haces? Leo (anafórico). Hacer sustituye sólo a verbos de acción. No resulta aceptable, pues: 'Ana se parece a su padre y María hace lo mismo. “A A na le duele la cabeza y lo mismo hace María. El sustituto de verbos de estado o proceso es suceder, o pasar: Ana se parece a su padre y a María le sucede lo mismo. • LEXEMAS PERTENECIENTES A UN MISMO CAMPO CONCEPTUAL O ASOCIATIVO. En los ejemplos anteriores puede decirse que la relación percibida entre los lexemas se basa fundamen talmente en el conocimiento que el hablante tiene de la lengua como sistema. Otro tanto sucede con lexemas que puden adscribirse a un mismo campo conceptual o asociativo (días de la semana, meses del año, colores, parentesco, animales de corral, vestidos, utensilios, etc.). En Enero hace más frío que en Diciembre. Las ovejas, las vacas y los caballos morían de sed. Abramos puertas y ventanas. -
402 -
• FACTORES PRAGMÁTICOS. Los límites de lo semántico y lo pragmático son, sin embargo, a veces borrosos. Con frecuencia, las relaciones semánticas se deben al conocimiento de la realidad que posee el hablante, no a su conoci miento del sistema de la lengua. En el último ejemplo citado, sabemos que las casas tienen puertas y ventanas, como pueden tener chimenea, de ahí que sea aceptable: La casa estaba destruida. De la chi menea no quedaba nada. Pero no lo será, como vimos antes: "La casa estaba destruida. Del cárter no quedaba nada y el vo lante estaba destrozado. Pero sí: el coche estaba destruido. Del cárter... Las relaciones pueden darse a veces sobre factores estrictamente pragmáticos sin que intervenga para nada el conocimiento de la lengua. El coche iba a ochenta. *El reactor iba a ochenta. íbamos a ochenta. El conductor apretó el acelerador. *íbamos a ochenta. El conductor frió un huevo. Intervienen aquí los factores de conocimiento del mundo que citábamos en su momento.
E LA COHESIÓN MEDIANTE MORFEMAS GRAMATICALES: LAS PRO-FORMAS. Las pro-formas son elementos especializados en la función de sustitutos. Los pronombres (pronom bres) pueden actuar como pro-formas, como sustitutos del nombre o segmentos de enunciado con valor nominal; los pro-adverbios sustituyen a adverbios o segmentos de enunciado en valor adverbial (comple mentos circunstanciales). PRO-NOMBRES. Entre los personales, sólo los de 3a persona pueden considerarse verdaderos sustitutos1. Otros pro nombres que tienen función sustitutiva clara son los relativos, los demostrativos*2 y posesivos, algunos indefinidos, los interrogativos. Anafóricos: Ayer llegaron Luis y Ana. É[ esta muy contento de haber vuelto. f
~
j
^
|
f
Mana se peina. Pedro y Juan se tutean.
i
Juan trajo su escopeta. Pedro, la suya (de Pedro).
El profesor y los alumnos no están en clase. Aquél ha vuelto a casa; éstos se han ido al bar. t I Juan no ha venido. Está en su casa (de Juan). # — j f | Juan trajo su escopeta. Pedro, la suya (de Pedro). fr ' Llegaron varias mujeres. Todas traían pañuelos en la cabeza. i------------------ i Catafóricos: Le dije a mi padre que no pensaba ir. I 7-------------- > ¿Quién ha terminado? — Pepe. Nótese que los demostrativos sutituyen a veces oraciones completas: Estaba cansado de esperarle una y otra vez. Por eso me fui. E incluso series de oraciones sucesivas: La novia le dejó, perdió el trabajo, cayó enfermo y le echaron de casa. Por eso bebía. 'Recuérdese que los de Ia y 2a persona son deícticos que designan elementos exteriores al discurso. También puede ser deíctico —y no sustituto— el de 3a si se refiere a alguien presente: Él dice que salgamos. Y tú ¿qué piensas? 2Los demostrativos son primariamente deíctios. Su función de sustitutos en el texto es derivada. Otro tanto sucede con los pro-adverbios (Vid. infra).
-4 0 3
PRO-ADVERBIOS. Son adverbios que sutituyen a adverbios o a cualquier elemento con función adverbial (locución ad verbial o complemento circunstancial). Todos estaban dentro. A llí hacía menos frío. Todos estaban en casa. A llí hacía menos frío. Dieron las tres. Entonces se marchó. EL SUSTITUTO 0. La elipsis es una forma especial de sustitución en la que el sustituto es 0. Los chicos salieron. 0 Se pusieron a jugar en el patio. Yo tengo coche y tú no 0 0. Obsérvese que resultaría agramatical o de gramaticalidad dudosa: *Los chicos salieron. Ellos se pusieron a jugar en el patio. *Yo tengo coche y tú no tienes coche (la redundancia sería chocante). OTROS ELEMENTOS GRAMATICALES DE COHESIÓN TEXTUAL. EL ARTÍCULO. Como es sabido, un opera como presentador de discurso y el como reconocedor. El elemento introduci do por vez primera aparece con un y se identifica mediante el en las sucesivas menciones (Vid. tema 5). Había un viejo en la escalera. El viejo me pidió limosna y se la di. *Habrá el viejo en la escalera. Un viejo me pidió limosna... ELEMENTOS CORRELATIVOS. DISTRIBUTIVOS. Uno... otro; éstos...aquéllos, por una parte... por otra...etc. Unos cantaban. Otros reían. Éstos bailaban, aquéllos aplaudían (Vid. tema 9. coordinador). NEXOS LÓGICOS SUPRAORACIONALES. Marcan explícitamente en la estructura superficial relaciones lógicas entre oraciones que se dan en la estructura semántica subyacente del texto. Fui al cine. No encontré entradas, sin embargo. (Adversativo) Haz el problema. Y no diagas que no tienes tiempo. (Copulativo) No fu e a clase. En efecto, estaba enfermo. (Causal) El dinero no ha aparecido todavía. En consecuencia, sigo buscando. (Consecutivo) El dinero ho ha aparecido todavía; sigo buscando por tanto. Obsérvese que podrían formularse como oraciones compuestas de implicación lógica: Fui al cine pero no encontré entradas. Haz el problema y no digas... No fu i a clase porque estaba enfermo...
10.3. TEM A V REM A . Los conceptos de tema y rema fueron inicialmente formulados con respecto a los enunciados oracio nales simples. Sin embargo, pronto fueron adoptados por la gramática del texto como instrumento de análisis básico para dar cuenta de las concatenaciones que forma la estructura del discurso cuando éste se presenta como una sucesión de enunciados. TEMA Y REMA EN EL ENUNCIADO ORACIONAL SIMPLE Un enunciado que conste de una única oración posee, como ya vimos, una articulación sintáctica S + P que establece los dos constituyentes del plano gramatical, un sujeto gramatical y un predicado gramatical.
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404 -
Existe, sin embargo, otro enfoque posible. Es la llamada articulación actual del enunciado, cuya base se fundamenta en el criterio lógico (si lo consideramos en sí mismo) o psicológico (si consideramos el punto de vista del hablante). La gramática tradicional, al definir la oración, ya intuía que habría dos componentes: aquello de lo cual se afirma o niega algo —el sujeto— y lo que se afirma o niega del sujeto —el predicado—. Confun día sin embargo el plano gramatical con el plano lógico, pues aquello de lo cual se predica algo no siem pre coincide con el sujeto gramatical, cuyo criterio de reconocimiento es estrictamente formal, sintáctico —el condicionar la concordancia del verbo— (Vid. tema 3.2). Pero sí es cierto que en un enunciado cualquiera aparecen, explícitos o no, dos elementos: a) Un objeto del pensamiento que se presenta como una unidad integral que se expresa en una o varias palabras, es decir, un sujeto lógico. b) Algo que se atribuye o predica de este objeto del pensamiento (acción, proceso, cualidad, propie dad, etc.), es decir, un predicado lógico. sujeto lógico a l e le m e n to q u e re p re s e n ta a l se r q u e r e a liz a re a l y lo d is tin g u e n d e sujeto psicológico — lo q u e h e m o s lla m a d o tema—. A sí, e n el perro fu e golpeado por el amo, el amo se rá el sujeto lógico y el perro se rá el sujeto psicológico. E s ta a f irm a c ió n es in e x a c ta . E l s u je to ló g ic o n o es el a g e n te d e la a c c ió n sin o A lg u n o s a u to r e s lla m a n
m e n te la a c c ió n
el o b je to d el p e n s a m ie n to d el c u a l se p re d ic a algo. L a s o r ie n ta c io n e s g r a m a tic a le s lo g ic ista s
sujeto lógico y la s p sic o lo g is ta s, c e n tr a d a s e n la s u b je tiv id a d d e l h a b la n sujeto psicológico, p e ro a m b o s c o n c e p to s c o r re s p o n d e n a u n a m is m a c o s a . (E je m p lo : P a n filo v . Gramática y lógica). p re fie re n lla m a r lo
te,
E s tá c la ro q u e el ju ic io ló g ic o p u e d e ta m b ié n e x a m in a rse c o m o p ro c e s o p s íq u ic o , p e ro n o h a y u n “ju ic io p s ic o ló g ic o ” a d e m á s d e u n a ju ic io ló g ico . E l s u je to y el p r e d ic a d o p s ic o ló g ic o y el s u je to y el p r e d ic a d o ló g ic o s o n lo s m is m o s c o m p o n e n te s d e l p r e n s a m ie n to , p e ro e x a m in a d o s en su d is tin ta s fa c e ta s . A l ig u a l q u e p u e d e h a b la r s e d e “c o n ju n to ” ( e n fo q u e ló g ic o ) o d e “ r e p re s e n ta c io n e s ” (e n fo q u e p sic o ló g ic o ).
sujeto psico predicado psicológico, tópico y comento, presuposición y foco (Chom sky). A quí utilizaremos
E l sujeto lógico y el predicado lógico han recibido diversos nombres, según las escuelas:
lógico
t
los de tema y rema, acuñados por la escuela de Praga, que resulta el más generalizado y que a menos confusiones se presta. E l tema — ei objeto del pensamiento— es lo que aparece previamente como dado en la mente en el acto de pensar. Com o los sustantivos son ¡as formas lingüísticas
bajo las cuales pensamos ¡a realidad de
modo independiente, el sujeto lógico o tema se presenta casi siempre bajo la forma de un sintagma no minal, pero ello no es forzoso, como se verá. E l predicado lógico o to como elemento
rema aparece en un segundo momen
nuevo referido a aquél,
En: El cuervo espantado por nosotros se posó en la rama del árbol, la representación mental previa el cuervo espantado por nosotros que constituye el tema, siendo, el resto el rema. En cambio, en: Sobre la rama del árbol... había un cuervo posado, la representación mental previa, y por tanto el tema, es la rama del árbol. Y en: Salieron volando por todas partes un sinnúmero de cuervos, lo dado en primer lugar a la mente
es
es el hecho de que algo vuela por todas partes; y que en un segundo momento se especifica que se trata de cuervos. Luego el tema es ahora E l tema y el rema
salieron volando por todas partes, y el rema un sinúmero de cuervos.
pueden plasmarse en cualquier elemento o conjunto de elementos del enunciado, Pepe hace gimnasia por las mañanas como res-
en franca contradicción con la articulación sintáctica: puesta a la pregunta
T
R
¿Cuando hace gimnasia Pepe?, tiene como tema Pepe hace gimnasia, y como rema
por la mañana. En
Mi tío tiene ochenta años pero su salud es envidiable el tema del segundo miembro del enunciado t
es el posesivo
.
¡MBM ■
T
su anafórico con un tío (su
R =
de
m i
tío, que es lo dado).
- 405 -
En A Juan no le gusta la música y le aburren los conciertos el tema del segundo miembro es el proT
R
T
F
,
nombre personal le, anafórico con Juan... La segmentación de un enunciado aislado en tema y rema no siempre resulta inequívoco. En efecto, para saber exactamente qué se está predicando de qué, habría a veces que situarse dentro de los procesos psíquicos del hablante. Por ejemplo en el enunciado tan simple como: M i padre me ha comprado una bicicleta la segmentació normal parece ser M i padre me ha comprado una bicicleta. TEMA
REMA
Pero, podría darse que lo dado sea que M i padre me ha comprado como objeto lógico unitario previo (por ejemplo porque el hablante sabe que su padre le ha comprado algo o es su cumpleaños, etc.) y en tonces el elemento nuevo predicado es solamente una bicicleta, que es lo que completa al tema: M i padre me ha comprado una bicicleta. TEMA
REMA
En el acto de la enunciación, tema y rema hacen referencia fundamentalmente a la perspectiva comu nicativa del hablante, quien con frecuencia utiliza medios lingüísticos explícitos para marcarlos ante el receptor. En el caso anterior, probablemente el hablante podría recurrir a la ubicación distinta de la pau sa. M i padre ... me ha comprado una bicicleta. M i padre me ha comprado ... una bicicleta. (Para otros mecanismos, vid. infra: TEMATIZACIÓN...) Obsérvese que en ciertos casos un enunciado puede construirse sobre la base de un concepto o idea única (simple o compleja) referida gramaticalmente a la reali dad y carecer por tanto de articulación actual tema / rema. En un enunciado que responda a la pregunta ¿Qué ocurrió? no se da nada conocido de antemano: Zarparon los barcos. (Todo el enunciado comunica algo nuevo) Llegaron los grajos. Otro tanto parece suceder con constataciones de una realidad del tipo. anochece llueve hace frío es tarde Estos enunciados podrían ser considerados bien como una forma de pensar distinta del juicio, o bien consideran que el sujeto lógico o tema está implícito en la situación (o en el contexto): (Ocurrió) (que) zarparon los barcos. T
R
A quí / ahora
anochece, llueve, etc.
T
R
En favor de este último estaría el hecho que en cualquier tiempo que no sea el presente sería necesario para la gramaticalidad del enunciado un deíctico o un circunstancial expreso: Ayer llovió. Pronto anochecerá. En mi clase hace frío. :
R
T
R
T
R
10.4. TEM A TIZA C IÓ N (O TO PIC A LIZA C IÓ N ) Y FO C ALIZA CIÓ N. La operación lingüística q u e consiste en convertir un elemento del enunciado en tema, marcándolo ine quívocamente como tal, es la t e m a t iz a c ió n ( o topicalización), la operación inversa es la f o c a l i z a c i ó n , que consiste en señalar un elementos como foco1 o rema. Algunas lenguas poseen morfemas específicos para marcar estas funciones. Por ejemplo, en japonés la marca del tema es va y la del rema ga. Tanaka llegó se dirá, por tanto, de dos maneras. Si Tanaka es lo dado y la pregunta es ¿qué hizo?, la respuesta será Tanakasanva Rimasita. Si lo dado es que alguien llegó y se pregunta ¿quién?, la respuesta será: TanakasanGk Rimasita. En otras lenguas, entre ellas el castellano, la f u n c i ó n t e m a t iz a d o r a y f o c a l i z a d o r a la cumple el orden de las palabras, la entonación y determinados giros sintácticos de énfasis. 406 -
En principio, en un enunciado aislado simple, el hablante sitúa lo que constituye el tema al comienzo. Por tal razón coincide en general con el sujeto gramatical, aunque esto no es forzoso en absoluto. Como vimos, puede tematizarse el CD, CI, un circunstancial o el predicado verbal: El vigilante no nos dejó pasar.
La ocurrencia de Juan nos hizo reir a todos.
T (y S. gr.)
T (y S. gr.)
Ese hombre, ¿tiene dinero? T (y S.gr.)
Los programas de TV los encuentro abominables. T ( y CD)
A m í me gusta el cine. t T T c I)
Ese libro no se lo dejes a nadie T (y CD)
(Obsérvese que, aunque con altísimo grado de aceptabilidad en lengua hablada, la gramaticalidad es du dosa y el CD tiene que repetirse en el pronombre átono lo): En esta casa no se puede dormir. T (y C.C. L.)
Mañana por la noche llegan mis tíos. T y (C. C. Tpo)
Con esas tenazas no sacarás jamás el clavo.
Está pasando por la calle una procesión.
T (y C. C. Instr.)
T (y Pred. Verbal) De Pepe, es mejor no hablar T (Y Supl.)
Obsérvese que la inversión del orden de los constituyentes haría aparecer como un tema un elemento distinto. En No nos dejó pasar el vigilante sentiríamos como un tema nos y el resto como rema, (lo que sucedió a nosotros). En No se puede dormir en esta casa sentiríamos como tema no se puede dormir, hecho del que aparece predicado como rema, el lugar donde tal sucede, en esta casa, etc. O bien: No se puede, dormir en esta casa (lo que no se puede hacer).
Además del orden de las palabras existen giros sintácticos específicos de tematización enfática. En cuanto a mí, no pienso ir.
De „ , Pepe, te diré que es un cretino. Sobre
FOCALIZACIÓN. En lo que respecta a la focalización o señalamiento del foco o rema, predicado lógico o elementos que aporta la información nueva, la lengua hablada dispone fundamentalmente de dos recursos: a) la entonación, b) determinados giros sintácticos. Imaginemos que alguien profiere el siguiente enunciado erróneo, que deseamos rectificar: Magallanes descubrió América', no conviene el rema Magallanes y procedemos a su sustitución, marcando, es decir focalizando el elemento sustituido. Entonces respondemos, no: Fue Colón quien descubrió América, o bien, utilizando el énfasis de entonación: Colón descubrió América (entonación ascendente en el ele mento rectificado). La focalización puede versar sobre cualquier otro elemento. Compárese, en efecto, la entonación de los siguientes enunciados en los que el rema es distinto cada vez. y b) (Colón conquistó América) No:' Colón descubrió América = Lo que hizo Colón con relación a Foco o R ema América fae descubrirla Foco O Rema 'El término foco es utilizado por algunos como opuesto a p r e s u p o s i c i ó n , como equivalente a r e m a frente a t e m a . El significado de p r e s u p o s i c i ó n es aquí simplemente de l o p r e s u p u e s t o o c o n s a b i d o ; Esta terminología se presta sin embargo a confusión con las presuposiciones lógicas o pragmáticas que son precisamente aseveraciones no expresadas. Por ello preferimos no utilizar este término.
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4 c) (Colón descubrió Madagascar) No: Colón descubrió Am érica = Lo que descubrió Colón fue Foco o R ema América. ____________ 4 Foco O Rema d) (Colón inventó el bicarbonato) No: Colón descubrió América = Lo que hizo Colón fue descubrir Foco o Rema América. Foco O Rema Observamos que sobre el rema o foco recae un peculiar acento de intensidad cuando interesa destacar como tal a un elemento. Es entonces señalado como elementos nuevo, dándose por conocido el resto del enunciado (tema). En a) es conocido que alguien descubrió América, en b) que existe TEMA
una relación entre Colón y América: Colón-América; en c) que Colón descubrió algo, y en d) que Co TEMA
tem a
lón hizo algo Los giros focalizadores Fue ... quien, Lo que ... fue, etc., son válidos tanto para la lengua hablada co mo para la lengua escrita. Nótese que la focalización aparece necesariamente en el discurso como rectificación a un elemento informativo que el hablante considera erróneo, o inadecuado o ignorado por el interlocutor. En caso contrario, su utilización acarrearía agramaticalidad del enunciado: Es a Pedro a quien amo sólo resulta admisible en un contexto en el que se halla explicitado o sugerido que amo a alguien que no es Pedro o en una situación no lingüística que permitiera aventurar tal hipóte sis. (Por ejemplo como respuesta a mi madre, que pretende casarme con Juan, o al propio Juan, que pretende abrazarme). Cuando iremos es el viernes. El que lo hizo fu e Juan. Soy yo quien lo tiene. Lo tengo yo, no tú. TEMA Y REMA EN EL ANÁLISIS TEXTUAL. El ámbito en el cual los conceptos de tema y rema se han revelado como realmente operativos ha sido, sin embargo, el del texto como unidad supraoracional. Al aplicarse al texto como instrumento de análi sis, tema y rema aparecen ligeramente redefinidos, como el elemento básico de cohesión del discurso, al asegurar la concatenación entre las oraciones que lo integran. Lo dado y lo nuevo se refieren ahora exclusivamente a las formulaciones concretas en el texto, no a procesos mentales, por lo que su reconoci miento es mucho menos problemático. Evidentemente, sigue en pie la cuestión que para decidir qué es el tema y qué el rema en una oración cualquiera del conjunto es preciso tener en cuenta las oraciones anteriores y el contexto sintáctico en general. Véase un ejemplo, relativamente simple: M i herm ano tenía siem pre m iedo p o r las noches. M i madre le dejaba la luz enT
R
T
R
cendida y entonces él se quedaba tranquilo.
T
R
El tema de la primera oración es M i hermano, y el resto es el rema. En la segunda, sigue siendo el tema mi hermano (lo dado) representado por el pronombre le, y otro tanto sucede en la tercera, represen tado por él. El resto de cada oración constituye su rema, es decir, lo nuevo. Tema
e s p u e s , a q u e l l o q u e c o n t i e n e l o y a c o n o c i d o o p r e s u p u e s t o y q u e , e n c o n s e c u e n c i a , p o s e e la
m e n o r in fo r m a c ió n e n u n c o n te x to d a d o o e n u n a s itu a c ió n d e e n u n c ia c ió n .
Rema
ío q u e a p o r ta e l c o n te n id o fu n d a m e n ta l d e l m e n sa je e n u n c o n te x to d a d o o e n u n a s itu a c ió n
d e t e r m in a d a ; l o q u e e x p r e s a l o n u e v o , l o q u e s e c o m u n i c a a c e r c a d e l te m a ; e s d e c ir , l o q u e r e s u lta m á s r ic o e n i n f o r m a c i ó n c o n r e s p e c t o a l t e m a .
En general, en el texto, se considera por tanto tema aquello que o bien ya ha sido presentado en el mismo texto y, en consecuencia resulta conocido al oyente, o bien, si se trata de un elemento no apareci-
40 8
do explícitamente, aquello que el hablante presupone perfectamente conocido por el oyente por formar parte de sus conocimientos extralingüísticos o conocimiento del mundo.
10.5. PR O G R E SIÓ N TEM ÁTICA. Es otro de los elementos básicos de cohesión textual. La estructura patente de un texto se presenta como una articulación sucesiva de temas y remas concatenados de formas diversas. Las más frecuentes son las siguientes: En la progresión lineal simple, el rema de una oración (o parte del mismo) se convierte en tema de la siguiente: Tengo un perro. Le he escogido un nombre bonito. Lo elegí entre varios. Ti
T2
R
T3
R
R
Progresión de tema constante: Mi perro se llama Rex. 0 Es podenco. Ningún perro le supera en inteligencia. TÍ
R
Ti
R
R
Ti'
R
O puede darse progresión con temas derivados. ...Los domingos voy de caza porque en este pueblo abundan las perdices. T2
T3
R
R
O bien un rema puede escribirse: En la habitación habría varias personas. Unas bailaban y otras miraban. T
R
T2
T3
O bien aparecer un nuevo tema, para volver a continuación al tema inicial, etc.
10.6. LEN G U A JE Y ACCIÓN. Quienes consideran que el lenguaje es ante todo y sobre todo un instrumento de com unicación..base por tanto de las relaciones entre los seres humanos— han puesto de manifiesto la relación existente entre la actividad lingüística y otras form as de actividad humana. La actividad comunicativa verbal no sería, por tanto, sino una form a específica de actividad, es decir de acción efectuada para obtener un determi nado fin. Este enfoque permite dar cuenta de una serie de hechos de carácter lingüístico que no pueden ser ex plicados desde la óptica estricta de la consideración de la lengua como sistema, al margen de su utiliza ción como vehículo de interacción social. Comparemos, a título de ejemplo, enunciados como los siguientes: a) Abra usted la puerta, por favor. b) ¿Querría usted abrir la puerta? c) Me gustaría que abriese la puerta. d) ¿Por qué está cerrada esa puerta? e) ¿Y si abriera usted la puerta? Se trata, como se ve, de expresiones absolutamente distintas desde el punto de vista sintáctico, y se mántico así como de la modalidad oracional utilizada en cada caso. a) es una exhortativa, b) d) e) son interrogativas, c) es una enunciativa. Sin embargo, las sentimos co mo equivalentes en cuanto a su función. El hablante persigue con todas ellas idéntica finalidad: que el interlocutor abra la puerta, y se sitúa en el plano de una relación social de respeto y cortesía, (que no existía, por ejemplo, en ¡A ver si cerramos de una vez esa puerta! y semejantes).
409
LA TEORÍA DE LOS ACTOS DE HABLA. Formulada por los filósofos del lenguaje Austin y Searle, esta teoría sostiene que cuando el hablante emite un determinado enunciado en una situación concreta, se pueden distinguir tres actos distintos (que se dan evidentemente fusionados). a) Un acto locutivo (o locucionario), que consiste en la producción propiamente dicha del enunciado. b) Un acto ilocutivo (o ilocucionario), que es la intención con la que el hablante produce dicho enun ciado {mandar, preguntar, jurar, aseverar, etc.) c) Un acto perlocutivo (o perlocucionario), que consiste en los efectos que produce en el oyente sobre sus sentimientos, ideas o acciones. (Por ejemplo, mediante un aseveración, yo puedo persuadir o convencer a alguien, aconsejarle, puedo asustarle o alarmarle, fastidiarle o irritarle; preguntándo le puedo conseguir que haga algo, etc.). Ejemplo: La esposa que le dice a su marido en medio de una fiesta: Es tarde. Realiza: a) Un acto locutivo (la emisión física de dicho enunciado). b) Un acto ilocutivo (en este caso una aseveración). tj Efectos perlocucionarios (conseguir que se vayan ambos a casa). Y podría añadirse, tal vez, hacerle un reproche implícito, irritarle, etc. El dirigente sindical que dirigiéndose a sus compañeros dice: ¿Permitiremos que nos rebajen el suel do? con una fuerza ilocutiva de pregunta, en realidad pretende el efecto perlocucionario de caldear los ánimos de los oyentes para emprender una acción reivindicativa. La amenaza Te voy a tirar de ¡as orejas puede tener efecto perlocutivo de una expresión cariñosa en circunstancias apropiadas. El elogio Eres perfecto puede ser una bula, etc... IOS ENUNCIADOS PERFORVIATIVOS. Otra de las aportaciones de la teoría de los actos de habla es la observación según la cual determinadas enunciaciones se identifican con el acto mismo que expresan. Son aquellos en los que intervienen los verbos llamados performativos o realizativos, en los que decir es hacer. Formulados en primera persona de presente de indicativo, estos verbos realizan al pronunciarlos la acción que descubren. (Fueron men cionados ya en el tema 6). Juro decir ¡a verdad (es el juramento mismo) Prometo que devolveré el dinero (es la promesa misma) Te ordeno que vengas, Te prohíbo que lo hagas. Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo... Te apuesto veinte duros. Por ello debemos condenar y condenamos... Nótese que en ciertos casos, sólo tienen efecto si son pronunciados por la persona adecuada en circuns tancias adecuadas. Sólo un cura puede bautizar, un juez condenar; el revestido de autoridad, prohibir... (convenciones sociales). Los enunciados performativos se opondrán a los enunciado constativos. Hoy llueve. Tengo frío. Juré decir la verdad. Le condenaron a cadena perpetua... Cualquier tiempo verbal que no sae el presente, cualquier persona que no sea la Ia, convierte en constativo un enunciado performativo. Algunos han hecno observar que los enunciados constativos contienen siempre performativos implíci tos: digo, afirmo, sostengo, etc., en la estructura profunda. Por ello tal vez convenga hablar de realizati vos, o performativos explícitos para referirse a enunciados del tipo juro, prometo, etc.
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EJEMPLO DE COMENTARIO TEXTUAL.
Recordemos que recibe el nombre de coherencia o cohesión la propiedad del texto gracias a la cual es percibido como unidad comunicativa. Estudiar todos los procedimientos de cohesión que se manifies tan en el ejemplo siguiente. 1 2 3 4 5 6 I 8 9 10 II 12
Ayer noche escapó un león de un circo en nuestra ciudad. El león fue visto por allí dos horas después pero, sin embargo, hasta ahora no ha sido posible capturarlo. Tampoco se le ha vuelto a ver desde entonces. En consecuencia, fuerzas de la Guardia Civil patrullan en estos momentos las calles en su busca. Todas van con armas y algunas utilizan perros especialmente adiestrados. Éstos han sido previamente introducidos en la jaula abandonada por el animal para poder rastzear su olor. Las Fuerzas del Orden consideran que el éxito de la empresa es inmínente. Por ello, nadie debe alarmarse. Sin embargo es aconsejable que la gente permanezca en sus casas en tanto ya ha podido ser localizada la fiera. No es prudente, en efecto, correr riesgos innecesarios. Continuaremos informando en los próximos boletines informativos. Permanezcan a la escucha y recomienden a sus familiares que hagan otro tanto.
MARCO DE INTEGRACIÓN GLOBAL (O TÓPICO DE DISCURSO). La fuga de un león de un circo. La palabra clave del tópico es león. Constituye directamente o mediante sustitutos el tema de la inmensa mayoría de las oraciones del texto. MARCO. El texto es una noticia radiofónica. Ello implica las siguientes presuposiciones pragmáticas: a ) El referente es el mundo real y el texto es informativo;
b) La veracidad del emisor; c) La pertinencia del mismo (es normal que la radio informe sobre sucesos de este tipo). SUBUNIDADES TEXTUALES O MACROESTRUCTURAS. a ) La fuga del león y circunstancias conexas —temporales, espaciales—(desde el comienzo hasta ' desde entonces" 1. 3). b ) Actividades relacionadas con la búsqueda por parte de la Guardia Civil (desde ' ‘e n consecuencia —1. 3— hasta es inminente 1. 7). c) Recomendaciones a la población (desde "Por ello nadie debe alarmarse" hasta el final). Lo denotado por estos subtópicos está conectado con la realidad, que conocemos por la experiencia: si se escapa un león lo normal es intentar capturarlo; la Guardia Civil tiene la misión de velar por la segu ridad de la pobalción; los leones son peligrosos; y es normal que se den orientaciones. Se da, pues, el requisito de la coherencia en el plano de la integración de las partes. ELEMENTOS LÉXICOS DE COHESIÓN TEXTUAL. Repetición léxica: (escapó un) león (1)... el león (fue visto) (1). Repetición sinonímica (en sentido estricto es una metonimia): Fuerzas de la Guardia Civil (3.4) ...las Fuerzas del Orden (7). Sustitución por hiperónimos: león (1). León (1)ts- - -el animal (6) ''la fiera (9) R e la c ió n s e m á n tic a d e p e r t e n e n c ia a u n m ism o c a m p o c o n c e p tu a l:
Ciudad (l )-v— calles (4)
\
\
'casas (9)
R e la c io n e s d e inclusión: u n a c iu d a d s e c o m p o n e d e c a lle s , c a s a s , etc.
Guardia civil (4) — arma (5) R e la c ió n d e p o s e s ió n a lie n a b le . L as a rm a s e n tra n e n la d e fin ic ió n d e la G.C., c u e rp o a rm a d o .
-
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RELACIONES LINGÜÍSTICAS PROPIAS DEL SISTEMA. escapar (1)----- captura (2) (oposición de significado). no se le ha vuelto a ver (3): (implícito perder de vista) ----- buscar (ídem). empresa (7)----- éxito (7) (implicación alternativa éxito/fracaso). prudente (9)----- riesgos (10) (forma parte de la definición: prudente = el gue no corre riesgos). adiestrar (5)----- perros (S) (el verbo se usa para animales). boletín informativo (11)----- escucha (11) (la percepción auditiva forma parte de la definición del
concepto), etc. (La lista no es exhaustiva) RELACIONES SEMÁNTICAS DE CARÁCTER PRAGMÁTICO (experiencia o conocimiento del mundo): Presuposiciones. León ■«.----- circo (1) " "-jaula (6)
Sabemos por experiencia que en los circos es normal que haya leones. Los leones son peligrosos y se encierran normalmente en jaulas. Presuposición: el león estaba en una jaula.
Olor (7)*--león. Presuposición: (los leones, como la mayoría de los animales poseen un olor característico). '''jaula. Presuposición: (el olor persiste). perros. Presuposición: (los perros tienen aguzado el sentido del olfato). Guardia Civil ---- perros. Presuposición: (es habitual recurrir a perros policía por parte de este cuerpo)
ELEMENTOS GRAMATICALES DE COHESIÓN TEXTUAL. Deícticos. El punto de referencia es el yo-ahora del discurso del locutor. Ayer noche (1): locución adverbial temporal = noche anterior al momento del discurso. Nuestra (ciudad) (1): posesivo con valor semántico de relación —no de posesión —que abarca al hablan te —el locutor —y a los oyentes —los radioescuchas. En estos (momentos) (4): demostrativo con valor temporal. Indica simultaneidad con el momento del dis curso, es decir, de la emisión de la noticia. Escapó (1); patrullan (4); consideran (7); continuaremos (10); etc.: tiempos verbales absolutos, deixis tem poral. Cohesión con el contexto extralingüístico. Pro-formas gramaticales o sustitutos. Anáforas y catáforas. Por allí (2): adverbio de lugar. Proadverbio, remite anafóricamente a circo (1) (implícitamente a los alrede dores del mismo). Después (2): adverbio de lugar. Proadverbio, remite anafóricamente a escapó (implícitamente dos horas después de escapar). Capturarlo (3): pronombre personal, remite anafóricamente a león (1) al igual que le (3). Su (olor) (9): pronombre adjetivo posesivo —posesión inalienable—remite anafóricamente a el animal)6)
(el olor del león). (Por) ello (8): pronombre personal neutro. Sustituto oracional de considerar que el éxito de la empresa es inminente (7). Sus (casas) (9): pronombre posesivo con valor adjetivo; las casas de la gente (8). Otro tanto (12): pronombre indefinido con valores semánticos de identidad o semejanza. Lo mismo (que
ustedes hacen). Hagan. Pro-forma léxica verbal o pro-verbo, sustituye a permanecer a la escucha (recomienden a sus familiares que permanezcan a la escucha). N a d ie ----- la gente (relación de oposición) nadie (8) es un elemento gramatical (pronombre indefinido existencial de negación); la gente (8) es un elemento léxico. Ambos establecen una relación de distribución.
NEXOS LÓGICOS SUPRAORACIONALES. Pero, sin embargo (2): explícita una relación adversativa entre los enunciados el león fue visto (1) y - - - n o ha sido posible capturarlo (2). Tampoco (3): explícita la coordinación negativa entre (no) se le ha vuelto a ver {3) y ----- fue visto por allí dos horas después (2).
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En consecuencia, nexo consecutivo. Enlaza: No ha sido posible capturarle (2)-- —Fuerzas de la Guardia Civil patrullan por las calles en su busca No se le ha vuelto a ver (3) - ' "
Por ello, nexo causal que vincula los enunciados sintácticamente independientes: nadie debe alarmarse (8) (porque, ya que)----- el éxito de la empresa es inminente (7) Sin embargo : nexo adversativo restrictivo, vincula: nadie debe alarmarse (8) y ----- es aconsejable que la gente permanezca en su casa (8) En efecto: nexo causal vincula: es aconsejable que la gente permanezca y ----- no es prudente correr riesgos innecesarios (10)
Su significado no es de causa real sino de causa de la enunciación ( = decimos A porque B; lo que nos mueve a decir A es B). RELACIONES LÓGICAS O SEMÁNTICAS SIN CONECTOR. En el texto predominan, como puede verse, los conectares como marca de relación entre oraciones y secuencias. La yuxtaposición para marcar la relación implícita es escasa. Se da, sin embargo, en: Ayer noche... nuestra ciudad 0 ----- El león fue visto por allí... (relación copulativa). No es prudente... innecesarios 0 ----- Continuaremos informando (ídem), Continuaremos informando 0 ----- Permanezcan a la escucha (relación consecutiva: por tanto...). PROGRESIÓN TEMÁTICA. Delimitación del Tema en las sucesivas oraciones del texto. Los subíndices indican que el Tema oracional es el mismo, aunque se presente bajo diversas formas. Los cambios de índice indican los sucesivos Temas. Para evitar complicar la notación, señalamos explícitamente sólo el Tema de cada oración. Téngase en cuenta que todo lo restante (con excepción de los nexos supraoracionales de conexión lógica) es el Rema de cada una de las oraciones señaladas mediante las barras, Obsérvese que, en algunos casos, el Tema procede de algún elemento de una oración anterior (ele mento que señalamos en escritura recta). En otros casos procede de la experiencia extralingüística co mún compartida por el locutor y los oyentes). A yer noche escapó un león,., ciudad. / El león fue visto ... dos horas después/
Ti
(2)
T2
(pero, sin embargo), hasta ahora... capturarla / Tampoco sele_ha... en to n c e s /
T2
T2
(En consecuencia) Fuerzas de la Guardia Civil,., en su busca / Todas van con armas / (3 ) T2 T3 y algunos... perros adiestrados. / Éstos han sido... por el animal / para 0 poder rastrear su olor./ T3 (4 ) T4 T4 (los perros) Las Fuerzas del O rden... inminente / (Por ello) nadie... alarmarse./
T3
Ts
(Sin embargo) e s aconsejable que la gente... localizada la fiera/ T6 N o es p rudente , en efecto... riesgos innecesarios./ Continuaremos informando...
T6
T7 (nosotros)
informativos. / Permanezcan^... / y recomienden... otro tanto / Ts (Vds.) Ts
413 -
EL LENGUAJE TÉCNICO-CIENTÍFICO.I* 11.1. 11.2. 11.3. 11.4. 11.5.
CONCEPTO Y CO NDICIONAM IENTOS EXTERNOS. CONDICIONAM IENTOS INTERNOS. VARIEDADES Y SUBSISTEM AS. CARACTERES GENERALES DEL LENGUAJE CIENTÍFICO. RASGOS LINGÜÍSTICOS DEL E N U N C IA D O TÉCNICO-CIENTÍFICO. 11.5.1. 11.5.2. 11.5.3. 11.5.4.
11.6.
RASGOS RELACIONADOS RASGOS RELACIONADOS CIENCIA. RASGOS RELACIONADOS RASGOS RELACIONADOS
CON LA OBJETIVIDAD. CON EL CARÁCTER VERIFICA BLE DE LA CON LA UNIVERSALIDAD. CON LA CLARIDAD Y PRECISIÓN.
PROBLEM AS QUE PLA N T E A EL LENGUAJE CIENTÍFICO. A. PROBLEMAS QUE SE REFIEREN A ASPECTOS EXTERNOS. B. EL PROBLEMA DE LA DISTINCIÓN ENTRE LENGUAJE CIENTÍFICO Y ORDINARIO.
11.7. 11.8. 11.9.
DIFERENCIAS ENTRE EL COMPORTAMIENTO D EL LENGUAJE COM ÚN Y EL CIENTÍFICO. INTERCAMBIOS LÉXICOS. CREACIÓN DE LA TERM INOLOGÍA CIENTÍFICA. 11.9.1. 11.9.2.
PROCEDIM IENTOS PROPIOS DE LA LENGUA. PROCEDIM IENTOS EXTERNOS A LA LENGUA. A. B. C. D. E. F. G. H. I.
DE ORIGEN CULTO. DE PROCEDENCIA GRIEGA. DE PROCEDENCIA LATINA. VOCES HÍBRIDAS. RIQUEZA LÉXICA APORTADA POR LOS FORMANTES CLÁSICOS. OTROS PROCEDIMIENTOS PARA LA CREACIÓN DE TECNICISMOS. LOS PRÉSTAMOS. LOS CALCOS. LOS ACRÓNIMOS.
11.10. EL LENGUAJE CIENTÍFICO. EL CONTENIDO CIENTÍFICO. 11.10.1. 11.10.2.
ESTRUCTURA DEL TRABAJO CIENTÍFICO. CLASES DE ESCRITOS C IENTÍFICO S. A. LA DEFINICIÓN. B. LA DESCRIPCIÓN CIENTÍFICA. C. EL INFORME CIENTÍFICO.
11.10.3.
REALIZACIÓN MATERIAL DEL TRABAJO CIENTÍFICO.
11.11. APÉNDICES: A. PREFIJOS Y RAÍCES PREFIJAS CLÁSICAS. B. SUFIJOS Y RAÍCES SUFIJAS CLÁSICAS.
11.12. GUÍA PARA EL COMENTARIO DE U N TEXTO CIENTÍFICO. 11.13. COMENTARIO D E U N TEXTO CIENTÍFICO.
11.1. C O NC EPTO Y C O N D IC IO N A M IE N T O S EX TER N O S. Es una variedad del habla caracterizada por un conjunto de rasgos fonéticos, morfosintácticos y léxi cos generados en el acto de la elocución al actuar sobre el sistema gramatical de la lengua común (en su nivel culto) una serie de condicionamientos externos. Esos factores o condicionamientos externos son los siguientes: a) La materia, que: — impone unos determinados tecnicismos, es decir, una serie de términos con los que en cada especiali dad se designan sus objetos propios, las condiciones objetivas en que se presentan y los elementos que los constituyen. — requiere la utilización de un código más o menos heterogéneo (formalizaciones, elementos gráficos, símbolos no lingüísticos, etc.). b) El medio de expresión utilizado, que en el caso —usual— de que sea la lengua escrita, permite organi zar el contenido con propiedad (adecuación entre las palabras y las ideas) y elegancia (armonía entre el contenido y su expresión) superiores a las conseguidas en la expresión oral. c) el estilo o exigencias formales de la expresión científica, sintetizadas en las siguientes: — objetividad o primacía de los objetos, de los datos concretos y de cuanto se relaciona con los hechos y con las circunstancias en que se producen, eliminando en lo posible tanto la presencia del sujeto emisor como sus valoraciones y sentimientos. — universalidad o aspiración a salvar cualquier tipo de limitación: espacial: superación de cualquier frontera; lingüística: ambición de ser entendido por todos los hombres, cualesquiera que sean sus len guas; científica: aspiración a un consenso universal, por encima de las diferencias de grupos y escuelas; ideológica: superación de las fragmentaciones producidas por las distintas concepciones filosóficas del hombre y de la vida; temporales: ansia de alcanzar verdades permanentes por irrefutables. — univocidad o biunivocidad (que cada significante remita a un solo concepto y que cada concepto sólo se exprese con un significante), con la que se quiere superar la dificultad que presentan las distintas lenguas naturales para la expresión de contenidos científicos a causa de la polisemia, sinonimia, homonimia, ambigüedades y valores subjetivos contenidos en las frecuentes connotaciones lingüísticas. — claridad y precisión para que los contenidos sean nítida y universalmente aprehendidos. Esta condi ción del estilo viene a ser indispensable para la existencia de las anteriores y constituye su coronación. — carácter verif¡cable. La verdad científica, para ser objetiva, exige la prueba explícita. El enunciado científico no puede prescindir de ningún medio necesario para comprobar sus afirmaciones: datos, prue bas documentales, experimentaciones, exigen un lugar en el texto. d) El receptor, que exige una graduación de la propia expresión y de los contenidos haciéndolos oscilar entre el nivel científico rico en formalizaciones, símbolos específicos y tecnicismos sólo inteligibles para los iniciados, el nivel didáctico, cuidadoso de la claridad y def empleo de procedimientos visuales y, por último, el nivel de la divulgación, en la misma frontera, ya, del ensayo. e) La atmósfera o ambiente en que se produce la información puede imponer un tono más o menos formal al enunciado.
11.2. C O N D IC IO N A M IE N T O S IN TER N O S. Consisten, fundamentalmente, en la capacidad lingüística del autor-emisor. Por su formación, debe poseer un nivel culto de lengua y ser capaz de expresarse utilizando un código elaborado, sin errores. Esta destreza le permite crear textos formalmente correctos. De una manera inconsciente, su personalidad lingüística, sus gustos y predilecciones expresivas influi rán sobre el enunciado al incorporar al mismo su propio idiolecto —léxico y giros personales de su habla— (Ver tema 16.2). 416-
11.3. V A RIED ADES Y SU BSISTEM A S. La existencia de estos condicionamientos y el diverso peso específico que puede tener cada uno de ellos en el acto de la elocución, así como !a diversidad de los tecnicismos (cada especialidad científica y cada técnica tienen su propia terminología), permiten afirmar que no hay un único lenguaje científico sino tantos como ciencias existen. Hablar, pues, del lenguaje científico es hacer abstracción de las dife rencias, para analizar de un modo convencional y práctico los rasgos comunes a las distintas variedades que puedan encontrarse.
11.4. CA RAC TERES G EN E R A L E S DEL LEN G U A JE CIENTÍFICO . Pueden señalarse algunos caracteres comunes a todas las variedades: 1. Es empleado por sus usuarios sólo en una parcela de su actividad. Fuera de ella hacen uso de la lengua común. Esta convivencia de ambos lenguajes en la misma persona es uno de los hechos que pro picia el transvase de términos de una esfera a otra, primero temporalmente y, despúes, de forma definitiva. 2. Las diferencias entre las distintas variedades radican, fundamentalmente, en los tecnicismos y sím bolos operativos: cada ciencia ha desarrollado un sistema de codificación para representar sus conteni dos y las fórmulas apropiadas para operar con ellos. Pero todos necesitan de las estructuras de la lengua común para hacerlos inteligibles. Véase una breve muestra de los signos utilizados por algunas materias: 1- La In fo rm á tica Ejecuta el siguiente programa y razona su funcionam iento: 10 GET A$ 20 IF A $ = “ ” T H E N 10 30 PR1NT AS 40 GO TO 10 50 END Ejecuta y razona el siguiente programa: 10 GET A$ 20 IF A$ = “ ” TH E N 10 30 IF A$ = CHR$(13) T H E N 60 40 PR1NT AS; 2 - Las M a tem áticas r > = ( G 1, B, Á ) donde ¡(1, p), (k, p), (h, r), (h, s)j D E F IN IC IÓ N 1 .2: Dada la correspondencia T = (G, A, B) para todo subconjunto Y de B (Y B), se llama antiima gen inversa o antiim agen de Y por la correspondencia T, al conjunto T (Y) constituido por las antiim ágenes de los elem entos de Y. Es decir: a e f 1 (Y) T (a) 6 Y. Evidentem ente F '1 (Y) A.
G ‘ =
3 - La Q uím ica La hidratación se lleva a cabo en dos pasos: — el SCb es absorbido por el SO4 H 2 del que ya se dispone: SOj + SOrH: S 2 O 7 H: (ácido pirosulfúrico); — el ácido form ado se disuelve en agua: SnOvH: + H 2 O — ► Z S O j H:, HC
\
H CCH
y H H fu rano
/
HC
-O \
C CH
y H H pirano
4.- La Física Si una partícula tiene com ponentes de velocidad a lo largo de y y z, no es difícil hallar las com ponentes en S\ En estos casos, A y’ = A Y y A z’ = A z ’ existiendo la m ism a relación entre A t’ y A t. A sí pues, obtenemos:
-
417 -
Ay/ A t
Af
y (Ai- v- ^ x-i
o sea
y (i- v u x
/ c2 )
con un resultado semejante para u z\ La inversa es:
y ( l + v u x ’ / c 2)
El deseo de rigor en la expresión de sus contenidos ha acercado a algunas disciplinas que podrían clasificarse como humanísticas (ver tema XIV) a procedimientos y códigos semejantes a los empleados por las Ciencias de la Naturaleza. Tal sucede con los enunciados de la Lógica Simbólica, con la Gramáti ca Generativa y con la Lingüística Matemática, como puede verse a continuación: 5.- Lógica Sim bólica
Satisfacibilidad y verdad lógica. C om o casos límites del concepto extensional de verdad, se pueden considerar las nociones de satisfacibilidad y ver dad lógica. S a tis fa c ib ilid a d . U n a fórm ula A es llam ada s a tis fa c ib le si hay al m enos en algún universo una interpretación que la satisfaga. A nálogam ente se dice de un conjunto F de fórmulas que es (simultáneam ente) s a tis fa c ib le si hay al m enos en algún universo una interpretación que satisfaga a un m ism o tiem po a todas las fórmulas que sean m iembros de r . Y correlativamente, una fórm ula A o un conjunto de fórm ulas r que no sea satisfacible bajo ninguna interpre tación en ningún universo, recibe la denom inación de in s a tis fa c ib le . Por ejem plo, la fórmula: A x (P x-> -Q x) es satisfacible (basta imaginar que P denote al conjunto de los españoles y Q al de los europeos); en cam bio el conjunto de fórmulas: F 2 j-A x (P x -* - Qx), - > Vx(Px A Qx) es insatisfacible (el lector observará que la segunda de ellas contradice la primera). V e rd a d ló g ica . La satisfacibilidad llevada a su m áxim o extremo es la validez universal o verdad lógica. Se dice que una fórm ula es lógicam ente verdadera o u n iv e r s a lm e n te v á lid a (y tam bién v á lid a sin m ás) si esa fórm ula es verdadera bajo toda interpretación y en todo universo (no vacío). Por ejem plo, la fórmula: VxAyPxy
AyVxPxy
es una verdad lógica porque no adm ite ninguna interpretación que la falsee. En cam bio su conversa: AyWxPxy -* VxAyPxv es solam ente safistacible, porque si bien admite interpretaciones que la hacen verdadera, admite también otras que la falsean (bastaría, para esto últim o, elegir com o universo el dom inio de los números naturales y denotar m ediante P la relación «m ayor que». M anuel Garrido, L ó g ic a s im b ó lic a . Ed. Tecnos, 229, 230. Madrid, 6 a ed., 1983, pág. 2. Resolver el siguiente argumento: — iVx (Px a — |R x) A x (P x -> Rx) V x — , (— | Q x \P x )
—
i Ax (Q x -> Px)
Solución 1 — iV x (Px a —i Rx) —i Ax (Q x -• Px) 2 Ax (Px Rx) 3 — iVx —i (P x -> Rx) DG 2 4 — tV x —i —i (P x A —i Rx) IDI 3 5 —iVx (Px A —i Rx) ID N 4 6 —i Ax (Q x -> P x) M P 1,5 7 —i — iVx —i (Q x -* Px) ID G 6 8 V x — , (Q x x» Px) DN 7 9 Vx — —¡Qx \ Px) IDI 8 (Ibídem pág. 147).
-
418 -
6.- Gramática Generativa
b) Reglas de subcategorización selecciona!, que analizan un símbolo en base a los rasgos sintácticos de su constexto, por ejemplo: A -* -S C / [+ animado - (-l-visible)] [+ concreto y - animado - + visible] Esta regla se lee « a es analizado en SC en el contexto en que va precedido obligatoriamente de [+ animado] y seguido facultativamente de [+ visible], o en aquel otro en que está precedido obligatoriamente por [+ concreto] y [- animado] y seguido obligatoriamente por [+ visible]». Si las reglas de subcategorización estricta han introducido los rasgos [+ N -] y [+ -0], y si el sujeto posee el rasgo [+ animado], en este caso se podrá escoger únicamente: A -*-S C /[ + animado -] y el símbolo complejo tendrá además el rasgo: SC -*-[ + animado -]. Si las reglas de subcategorización estricta han introducido los rasgos [+ N -] y [- N], entonces se presentan dos casos: — o el sujeto tiene el rasgo [+ animado] y el objeto el [+ visible], y se aplica entonces A -* -S C / [+ animado + visible], lo que da lugar al SC siguiente: SC [+ animado -], [- + visible]; — o el sujeto tiene los rasgos [+ concreto] y [- animado] y el objeto el rasgo [+ visible] y se aplica A ->-[+ concreto y animado - + visible], lo que da lugar al SC siguiente SC -> -[ + concreto y - animado -], [- + visible]. Christian Ñique, Introducción Metódica a la Gramática Generativa. Edit. Cátedra. Madrid 1934. pág. 134.
3. No es utilizado por toda la comunidad lingüística sino por un grupo de especialistas. Piénsese en el len guaje de la Medicina, de las Ciencias Naturales, de la Mecánica. El léxico de estas áreas de conocimien tos sólo llega a ser comprendido en una mínima proporción por los que no son especialistas. El uso difunde entre el hablante medio palabras como conjuntivitis, cigüeñal, crustáceo. 4. El léxico científico está permanentemente abierto a la recepción de neologismos, tecnicismos y extranje rismos. Unos y otros son resultado de dos hechos innegables: a) El permanente desarrollo de las ciencias propicia la profundización en lo conocido y la aparición de nuevos objetos a los que es preciso dar un nombre en el mismo momento en que son creados. Sirva como ejemplo del espectacular desarrollo científico las conquistas logradas en algunas ramas científicas: la Cibernética (calculadoras, computadores, ordenadores); la Biología Molecular (descubri miento del código genético); la Ginecología (la fecundación in vitro); la Química (antibióticos, fertili zantes, vitaminas); Astronáutica (sondas tripuladas para la investigación interestelar, satélites artificiales que estudian el tiempo, descubren yacimientos minerales, acuíferos, “defienden” el espacio exterior); la Física (rayos láser y sus múltiples aplicaciones, el radar, importante para la navegación aérea y marítima, el sonar, indispensable para la investigación de los fondos marinos, la energía atómica); la Medicina (reim plantación y trasplantes de órganos). b) La colonización cultural de nuestro país por otros más avanzados científicamente, los cuales aportan con su tecnología sus propias denominaciones. 5. El lenguaje científico no está exento de términos polisémicos. Algunas voces, por distintos motivos, han ido especializándose en el uso con significados distintos según el área del saber en que son utilizadas. La palabra radical está definida en el Diccionario de la Academia Española (20a edición, 1984) en los siguientes términos: radical.(Del lat. radix, -icis, raíz.) adj. Per teneciente o relativo a la raíz. // 2. fig. Fun damental, de raíz. / / 3. Partidario de re formas extremas, especialmente en sentido democrático. Ú. t. c. s. / / 4 Extremoso, ta jante, intransigente. / / 5. Bot. Dícese de cualquiera que parte de una planta que nace inmediatamente de la raíz. Hoja, tallo RA DICAL. // 6. Gram. Concerniente a las raí ces de las palabras. // 7. Gram. Dícese de cada uno de los fonemas que constituyen el radical de una palabra. / / 8. Mat. Aplí case al signo (V ) con que se indica la ope-
.
- 4 1 9 -
9.
ración de extraer raíces. U. t. c. s. m. / / M ed. V. húm edo radical. / /
10.
Gram.
Conjunto de fonem as que com parten vo cablos de una m isma familia; asi, amo-, en amado, amable, amante, etc. / / raíz / /
12.
11.
Gram.
Quím . Grupo de átom os que,
en general, no puede ser aislado porque no constituye un sistema saturado, y que en las reacciones químicas funciona com o un solo átomo. / /
13. Quím.
Agrupamiento atómi
co que interviene com o una unidad en com puesto quím ico y pasa inalterado de unas com binaciones a otras.
En la definición aparecen cuatro significados propios de la lengua ordinaria y nueve especializados: (Botánica, Matemáticas, Medicina, Química —dos acepciones— y Gramática, que llega a tener cuatro).
H.5. R A SG O S L IN G Ü ÍS T IC O S D E L L E N G U A JE T É C N IC O -C IE N T ÍF IC O . CARACTERES DEL ENUNCIADO CIENTÍFICO Y RASGOS LINGÜÍSTICOS CORRELATIVOS
a) Restan importancia al sujeto. / Pasivas analíticas.
Sujeto inanimado. Sin complemento agente.
Nominalizaciones.
L- Objetividad.
Í J {
De frases verbales. De infinitivos.
—Nominalización infinitivos— Adjetivos especificativos. Oraciones de relativo especificativas. Complementos preposicionales del nombre. Uso predominante del indicativo = tiempo de la realidad.
c) Determinan la circunstancia de los procesos.
Í
Formalizaciones. Datos numéricos. Gráficos.
-
¡ { Í
Impersonales. De pasiva refleja.
Oraciones con se.
420 -
Subordinadas adverbiales. Complementos circunstanciales. Gerundios, participios al comen zar la frase (valor circunstancial).
3) Universalidad.
Artículo generalizador. Nombres abstractos. Tecnicismos. Construcción de límites precisos. Coordinación. Incisos entre guiones, comas o paréntesis. Yuxtaposición. Aposiciones. Enlaces explicativos Oraciones de relativo explicativas. Uso de la conjunción o con valor de equivalencia. Definiciones tras dos puntos. Repetición de palabras
{
Claridad
4) Claridad y precisión.
Ordenan el escrito
Fórmulas,
ij
í Elementos secuenciadores del contenido. t Enlaces consecutivos y conclusivos.
Plural de modestia. Fórmulas que dirigen la actividad del lector.
11.5,1. RASGOS RELACIONADOS CON LA OBJETIVIDAD.
DILUYEN LA PRESENCIA DEL SUJETO. Empleo de: — Oraciones enunciativas usadas en función referencial, sin ningún tipo de información sobre el emisor ni de actuación sobre el receptor. — Oraciones pronominales con se con valor impersonal o de pasiva refleja. Las impersonales ocultan o prescinden del sujeto gramatical y del agente de la acción. Se limitan a pre sentar el proceso verbal en su fluir anónimo: Se pretende que una sonda científica atraviese Ia cola del cometa Halley cuando se acerque a la tierra; se ha descri to también, en raras ocasiones, casos de nefritis intersticial, hepatitis, pancreatitis y fiebre, reversibles con la suspensión del tratamiento; se comienza con dos aplicaciones diarias sobre la lesión; se recomienda, para evitar reversiones, se instaure una terapia de mantenimiento consistente en 400 mg. diarios. Las pasivas reflejas presentan como sujeto gramatical un sustantivo inanimado que no puede ser el eje cutor de la acción. La despreocupación por el agente se demuestra con el hecho de que raramente llevan este complemento: Los alabes (palas de las turbinas) se mejoran continuamente para hacerlos más resistentes. Las pistas de los aero puertos se revisan para impedir que piedras u otros objetos puedan ser absorbidos por los reactores; la nicotina, iras ser disuelta por la saliva, se distribuye por todo el organismo. — Oraciones de pasiva analítica (con ser). Aparecen en alternancia con las pasivas reflejas, aunque con menos frecuencia. Se construyen casi siempre con sujeto inanimado y sin complemento agente. Indican asimismo la acción verbal independientemente de quien la realiza: La nicotina se fija en el cerebro y después en los demás órganos. Es transformada en el hígado y eliminada por la orina. Con las técnicas de Karlson han sido fijados los puntos de unión de cierto tipos de bacterias de la flora intestinal. (En ejemplos anteriores alternan con impersonales, formas de infinitivo pasivo: ser absorbidos, ser disuelta). — NominaMzación de frases verbales o sustitución de la construcción verbal por la nominal: sale el so!-&- la salida del sol. Esta transformación: 1. — diluye los valores verbales (tiempo, modo, persona, con lo cual 1) se desvanece el interés por el sujeto de la acción; 2. — se sustituye el verbo por un sustantivo postverbal abstracto que transforma la acción en un hecho ya realizarlo, puramente mental. La frase nominal es transformable, de nuevo, en frase verbal con grados -
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distintos de dificultad, según se quiera convertir el sustantivo en su verbo correspondiente (infinitivo o forma personal) o utilicemos un verbo de acontecer. Las nominalizaciones son frecuentes en el lenguaje científico: La ingestión de dosis pequeñas acelera el corazón; el consumo de tabaco creció hacia 1855; el cianuro de hidróge no inhibe la acción de ciertas encimas y la fijación de oxígeno en la hemoglobina; los usos caseros incluyen espumas para el acondicionamiento del cabello.
— Nominalización del infinitivo, sustituido por un nombre o por un participio también sustantivado: estudiar los resultados -?~el estudio de los resultados, el enlatado de los espárragos es autom ático, el barn izado de los muebles, el vaciado.
DESTACAN Y DEFINEN LOS OBJETOS. — Utilización de adjetivos especificativos, generalmente pospuestos, cuya función es restringir la exten sión del sustantivo. Tienen especial interés los adjetivos utilizados para clasificar al sustantivo: cuarzo citrino (topacio), hematoide (falso jacinto de Compostela), siderita (falso zafiro), prusio, rosado, ahumado, lechoso, y los que se han lexicalizado en el sintagma: campo semántico (Lingüística), gravitatorio (Astronomía), magnético (Física), visual (Oftalmolo gía), vectorial (Física), operatorio (Cirugía). — Oraciones de relativo especificativas, utilizadas con el mismo valor delimitador de los adjetivos: Las fitoecdisonas actúan como poderosos agentes protectores a! perturbar los ciclos de crecimiento de los insectos que depredan plantas productoras de las mismas (que depredan = depredadores); descubrieron que después de que los enjambres de langosta hubieran devastado amplias extensiones de sabana, la única planta que sobrevivía en la Ajuga remota (que sobrevivía = sobreviviente).
— Complementos preposicionales del hombre, con la misma función especificativa de los rasgos ante riormente señalados: Los ecdisteroides actúan iniciando los ciclos de ecdisis propios de la secuencia del desarrollo; en muchos insectos, queda bloqueado el tránsito normal de larva a pupa y la hormona juvenil actúa como un elemento de control de! proceso de desarrollo.
— Uso predominante del indicativo, modo de la realidad. D ETER M INA N LAS CIRC U N STA N C IAS DE LOS PROCESOS: — Distintos tipos de oraciones adverbiales. — Distintos tipos de complementos circunstanciales. Ver en los textos analizados. — Presencia al comienzo de la frase, con valor circunstancial, de infinitivos, gerundios y participios (fre cuentes en libros de texto y artículos científicos): A l hablar de la composición química de la materia hemos explicado...; al estudiar la nutrición hemos indicado que el ser vivo es un sistema abierto; A l mezclar S y Fe no se form a SF si previamente no se calienta la mezcla. A l echar un trocito de Na en LLO reacciona espontáneamente (infinitivo expresando circunstancias temporales); Sa biendo que sen a = 0, 3, 90°, 180°, calcular eos a; conociendo la segunda form a cuadrática fundam ental podemos calcular la curvatura de cualquier curva de una superficie; sabiendo que In 71 = 4 ’26268, calcular el logaritmo de 71; utilizando argumentos matemáticos complejos se puede demostrar que las fronteras de Plateau deben estar fo r madas por tres películas (gerundio condicional o consecutivo y modal); Dada la enorme velocidad de la luz, una masa muy pequeña representa una gran acumulación de energía; Dado que las burbujas están unidas entre sí, sus presiones internas son iguales y sus diámetros idénticos (participio condicional o consecutivo).
422
11.5.2. R A SG O S R E L A C IO N A D O S C O N E L C A R A C T E R V E R IF IC A B LE D E L A C IE N C IA .
Como consecuencia de esta característica, el enunciado recibe formalizaciones y expresiones numéri cas y se confirma con elementos gráficos, pero no incorpora ningún rasgo lingüístico que no haya sido citado hasta ahora.
11.5.3. R A SG O S R E L A C IO N A D O S C O N L A U N IV E R SA L ID A D .
LINGÜÍSTICOS: — Artículo con valor generalizador: transforma en general lo particular y le da validez universal: El guepardo constituye un modelo de ingeniería aerodinámica (el guepardo = todos los guepardos); el autogiro está form ado por un fuselaje, una o varias hélices que lo impulsan y dos molinetes que giran libremente (el autogiro = todos los autogiros); la célula es una unidad microscópica constituida por protoplasma y dotada de vida propia que compone el cuerpo de plantas y animales (la célula = todas las células); El pájaro jardinero construye un nido para las crias y un quiosco para los apareamientos (el pájaro jardinero = a todos los pájaros jardineros); El molino de viento es uno de los medios más antiguos para producir energía mecánica (el molino de viento = todos los moli nos de viento); el corazón humano posee cuatro cámaras (el corazón hum ano■= todos los corazones humanos).
— El presente atemporal que, por referirse a un espacio temporal amplio, comprendido entre el pasado y el futuro, es el tiempo propio de las afirmaciones y definiciones científicas. La exposición doctrinal se perpetúa y unlversaliza temporalmente. Como ejemplo pueden verse los del rasgo anteriormente estu diado.
— Presencia de nombres abstractos que confieren categoría mental a lo material. Pueden expresar fenó menos, cualidades o cantidad (Ver tema 4). Se le ocurrió la idea de utilizar para la sustentación hélices que girasen libremente. Las ventajas eran la supresión de la pérdida de velocidad y el aterrizaje vertical.
— Utilización de tecnicismos. El tecnicismo garantiza la universalidad de los conceptos por su univoci dad y por la relación directa entre el significante y la cosa (ver 11.1 y 11.6). La universalidad exige la cohe rencia en el uso de los tecnicismos, es decir, que cada significante se aplique siempre referido al mismo contenido mental: La mielografía consiste en la introducción de una sustancia radio-opaca dentro del espacio subaracnoideo para demostrar una lesión en los compartimentos intra y extradural del canal raquídeo. (Clínica Médica); A partir de casi mil kilogramos de gusanos de seda se aislaron 25 mg. de un disteroide llamado ecdisona y alrededor de un tercio de mg. de otro llamado 20-hidroxiecdisona. Otros investigadores lograron extraer 25 mg. de 20-hidroecdisona a par tir de 2 ’5 gramos de rizoma seco de un helécho Polypodium vulgare (Biología).
NO LINGÜÍSTICOS: Formalizaciones, gráficos, etc.
11.5.4. R A S G O S R E L A C IO N A D O S C O N L A C L A R ID A D Y P R EC ISIO N .
Pueden clasificarse en tres grupos, en cada uno de los cuales se enumerarán las características más importantes: a) CONTRIBUYEN A LA CLARIDAD: — La construcción sintáctica de límites precisos. La construcción paratáctica —coordinadas y yuxtapue as— ofrece el pensamiento con mayor nitidez que la hipotáctica (subordinación).
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— Las oraciones de relativo explicativas, que se presentan como expansiones aclaratorias de sus antecedentes: Así se forma el enlace covalente, que conocemos con el nombre de coordinado; los jóvenes, que se asemejan a los adultos en el aspecto, pasan por diversos períodos de ecdisis o muda. — Los incisos entre comas, rayas o paréntesis: Los cilios se excitan ante la presencia de objetos extraños y —vía nerviosa— provocan el reflejo de la tos; Las actividades se presentarán por flechas (es decir, arcos dirigidos) en un grafo. El del principio de la cola se conoce por el suceso de la cola (o inicial); el de la punta de flecha se llama suceso de punta (o final). — Aposiciones:
El guepardo, verdadera máquina de correr, constituye un modelo de ingeniería aerodinámica; La formación de hidronio es similar: uno y otros iones, amonio e hidronio, se han formado mediante enlace”. — Uso de la conjunción o como enlace de definiciones por ideo áficación o equivalencia: pasan por períodos de ecdisis o muda; se llama imagen inversa o aníiimagen de y. — Definiciones, aclaraciones o resúmenes tras dos puntos: Durante la carga se producen capas de materia en las placas positiva y negativa: en la positiva, de óxido de plomo y en la negativa, plomo sólo; El principio de la electrólisis es muy simple: en un recipiente que contiene agua se echa potasa cáustica (CKOH) y se conduce una corriente eléctrica por dos alambres metálicos o electrodos, el cáto do y el ánodo (Obsérvese en este ejemplo el uso de la O de identificación y del inciso explicativo). — Enlaces explicativos —es decir, esto es, a saber, etc— que consolidan la coherencia textual (Ver te ma 10,): La noción de un universo en expansión, es decir, que las galaxias que lo forman se van alejando o separando cada vez más; la síntesis endsergónica de compuestos inestables —materia orgánica y oxigeno molecular— a partir de los más estables, a saber: agua, anhídrido carbónico, nitrato, sulfato y fosfato. — Repetición de palabras: improcedente en otros escritos, se tolera en los enunciados científicos por su contribución a la claridad de los mismos: Obsérvese el número de repeticiones que puede llegar a tener el texto de un buen libro científico: Es particularmente importante observar que el vector velocidad puede variar de módulo, de dirección o de ambas cosas a la vez. Si el vector velocidad está cambiando de algún modo, la partícula está acelerándose de acuerdo con su definición. Quizá estemos másfamiliarizados con aquella aceleración que corresponde a una variación del módu lo del vector de velocidad. En éste varía ¡a celeridad (puesto que la celeridad es, precisamente, el módulo del vector velocidad). Sin embargo, una partícula puede estar moviéndose sin que su celeridad cambie y, no obstante, está ace lerándose si está cambiando la dirección del vector velocidad (un ejemplo particularmente importante en este caso es el movimiento circular (ya estudiado). Esta aceleración es tan real como lo es la producida por una celeridad variable. (A. Tipler Física Ed. Reverté. S. A. - Barcelona, 1978, pág. 66). b) ORDENAN EL PENSAMIENTO — Elementos secuenciadores del contenido informativo: Los bronquios se dividen repetidamente, van perdiendo grosor y forman, por fin, unas bolsitas de epitelio, los alvéolos. — Enlaces consecutivos o conlusivos: por lo tanto, pues, por consiguiente. (Ver tema 10): Los derivados de la destilación son gases como el butano, gasolina, petróleo para el alumbrado, gasóleo. De ahí su importancia en la economía mundial; La atmósfera de todos los planetas y, por tanto, de la Tierra, era reductora en oposición a la actual que se halla típicamente oxidada. Así, pues, además la reductora era una atmósfera anaero bia, es decir, sin oxígeno; La costa está sometida a una fuerte acción erosiva. Por esto se eligió como línea de posible ajuste la profundidad de 2.000 metros sobre los taludes continentales; en definitiva es, pues, el estímulo nervioso el que provoca la secreción. Los lípidos poseen mayor energía potencial química, por tanto, guardándolos, el orga nismo almacena más energía; Llamamos f a la fracción generatriz que buscamos. Luego: f = 0,373737...; En este conjunto hay que situar, por consiguiente, los nervios aferentes y eferentes. c) FÓRMULAS. — Plural de modestia con el que el emisor alude a si mismo: -
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Al estudiar la nutrición hemos indicado que el ser vivo es un sistema abierto. < orno allí hemos podido comprobar [...] cuando nos hemos ocupado de las funciones de relación....
— Fórmulas apelativas con las que el autor se dirige al lector. Pueden estar expresadas: 1) Por infinitivos que presentan un valor imperativo impersonal: Expresar en radianes los siguientes ángulos: a) 12; b) 60. 2) Por la 1.a persona (el emisor atenúa el mandato incorporándose a la acción solicitada): Encerrémonos con algún amigo en la cabina principal bajo cubierta de un barco grande y con nosotros encerremos algunas moscas, mariposas y otros pequeños animales volado res. También tengamos una vasija grande de agua con algún pez en su interior; colguemos una botella que se está vaciando gota a gota dentro de un recipiente grande dentro de la misma.
11.6. PR O BLEM A S Q U E P L A N T E A EL LEN G U A JE CIENTÍFICO . La simbiosis de términos naturales y científicos plantea problemas de diferente profundidad.
A. PROBLEMAS QUE SE REFIEREN A ASPECTOS EXTERNOS. 1. El planteado por el creciente número de tecnicismos: su incorporación global al léxico de la lengua haría que ésta resultase ahogada en un mar de términos científicos. La solución dada comúnmente por los lexicógrafos es la de incorporar los términos que puede necesitar un hombre de mediana cultura y los que hayan trascendido el círculo estricto de los especialistas. 2. Neologismos y tecnicismos que deben admitirse. Gili Gaya y la práctica generalidad de los lexicógra fos son partidarios de admitir todos aquellos que estén formados por raíces grecolatinas porque son p a ra nosotros tan patrimoniales com o los que ha creado el romance. Más dificultades teóricas tiene la pa labra extraña (extranjerismo), aunque el uso lingüístico, en la práctica, lo incorpora de distintas formas al caudal de la lengua. 3. La incorporación indiscriminada hecha por el uso puede producir que el mismo tecnicismo sea adop tado con adaptación o traducción distinta en los diversos territorios de habla española. Para dar solu ción al problema, en el Congreso de Academias de la Lengua celebrado en Bogotá en 1960, se acordó la creación de una serie de Comisiones de Vocabulario Técnico que serían las encargadas de resolver las dudas que se presentasen. 4. La penetración de términos con una fonética inusual en español (caso semejante al de las comunes: whisky, hóer, club, lord) y los problemas planteados bien en su adaptación (güisqui) o en la formación de sus plurales (clubes, siguiendo la norma española, o boers y lores, alterándola).
B. EL PROBLEMA DE LA DISTINCIÓN ENTRE LENGUAJE CIENTÍFICO Y ORDINARIO. Ramón Trujillo, basándose en las ideas de Saussure sobre el signo (ver tema 1), observa una distinción entre ambos lenguajes porque: a) Los signos lingüísticos ordinarios no son nombres para designar una realidad anterior a la palabra sino instrumentos para delimitar esa realidad, y los términos técnicos, en cambio, nacen para designar objetos previos a la designación. b) El signo lingüístico une imagen acústica y significado y no, como el tecnicismo, un significante con una cosa. A partir de estas reflexiones, concluye que el tecnicismo, es ajeno al concepto de lengua de Saussure aunque la lengua haya debido utilizarlos para incorporar el saber objetivo alcanzado por la comunidad. La intuición de dos clases de léxico está, pues, clara. El problema consiste en saber si podemos distinguirlos por medio de criterios objetivos y hasta qué punto pueden delimi tarse esos criterios, o si sólo se trata de dos funcionamientos distintos del proceso semioló-
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gico, con lo cual los dos tipos no vendrían a ser más que especializaciones en una u otra función. R. Trujiilo: “El Lenguaje déla técnica”, en Doce ensayos sobre el lenguaje. Publicaciones de la Fundación J. March, Ensayos Rioduero. Madrid, 1974, pág. 206. También Coseriu opone léxico estructurado ordinario a léxico nomenclátor o técnico como expresión del divorcio entre una parte estructurada de la lengua, y, por tanto, lingüística, y otra ordenada según las propiedades de lo real o, mejor dicho, sobre las propiedades con que una técnica determinada descri be o intenta describir lo real. Habla de un lenguaje objetivamente fundado que establece y hace valer las delimitaciones que corresponden a líneas divisorias objetivas y valoradas objetivamente:
Entre las muchas posibilidades del lenguaje existe también la de un lenguaje objetiva mente fundado, o sea, de un lenguaje que sólo establece y hace valer las delimitaciones que corresponden a líneas divisorias objetivas y objetivamente valoradas. A este respecto, el len guaje de la ciencia, el lenguaje técnico, es simplemente una de las posibilidades del lenguaje que, dicho séa de paso, es realizada también, en parte, en las lenguas históricas, represen tando lo que en las lenguas es nomenclatura y terminología técnica. Un lenguaje tal puede entonces designar también sólo cosas “existentes”. Pero la diferenciación entre lo existente y lo no-existente sólo se hace también posible mediante el lenguaje. En Baldinger: Teoría Semántica, edic. Aléala, 2a ed. Madrid, 1977, pág. 57. A Coseriu le falta, no obstante, establecer de una manera precisa la frontera formal entre uno y otro léxico.
11.7. D IFE R E N C IA S D E CO M PO RTA M IENTO EN TR E EL LEN G U A JE C O M Ú N Y EL CIENTÍFICO . Con independencia de las opiniones de R. Trujiilo y de Coseriu antes citadas, se observan algunas diferen cias en el comportamiento de los términos de uno y otro léxico. Pueden enumerarse los siguientes: a) En el léxico científico las oposiciones son exclusivas: un término es diferente de todos los demás; en la terminología común muchas oposiciones son inclusivas : el término negativo o no marcado puede en globar al positivo o marcado. Así, hombre puede oponerse a mujer, pero también sirve para referirse a ambos géneros {el hom bre es racional). No obstante, la diferencia de comportamiento no es distintiva porque en la lengua común también existen oposiciones exclusivas como bueno/malo, alto/bajo, blanco/negro, etc. b) En las traducciones de una lengua a otra el traslado de los términos técnicos se realiza simplemente cambiando los significantes de una lengua por los de otra sin que ello signifique una pérdida o un cam bio del significado: branquia se traduce sin residuos semánticos al inglés sustituyendo el término por gilí; al alemán por kieme; al portugués por branquia ; al italiano por branchia. Para traducir los términos comunes es necesario transponer previamente los significados de una lengua a la otra y encontrar en la segunda lengua un campo de significación equivalente al designado por la palabra de la primera. Esta transposición no es fácil porque las lenguas organizan la realidad de diversas formas, no siempre coincidentes. El contenido de la palabra española mediodía no tiene equivalente exacto en ninguna de las len guas europeas. Cualquier traducción que de ella se haga dejará sin incorporar algún aspecto del contenido. c) En las definiciones los términos técnicos concretan su contenido semántico por enumeración de las notas que constituyen su naturaleza o que describen sus comportamientos. El Diccionario de la Acade mia de la Lengua incluye las siguientes:
nitrógeno: metaloide gaseoso, incoloro, transparente, insípido e inodoro, que no sirve para la respiración ni la combustión y que constituye las cuatro quintas partes del aire atmosfé rico. Es el elemento fundamental en la composición de los seres vivos. Nú. atómico 7. Símb.: N. musgo: cada una de las plantas briofitas con hojas bien desarrolladas y provistas de pelos rizoides o absorbentes, que tienen un tallo parenquimatoso en el cual se inicia una diferen ciación en dos regiones: central y periférica. Estas plantas crecen abundantemente en luga-
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res sombríos sobre piedras, cortezas de árboles, en el s ielo y aun dentro del agua corriente o estancada. Los términos lingüísticos reciben su significación a través de las oposiciones y relaciones con otros sinónimos. Dar adquiere su valor en relación con otorgar, conceder entregar, proporcionar, etc. Su defi nición, como la de cualquier palabra común, se realiza por sinónimos o perífrasis sinonímicas: en el Dicccionario de la Academia se concreta así: donar, entregar, proveer en algún empleo u oficio, etc. d) En las relaciones sintagmáticas, los términos ordinarios pueden ser sustituidos, con bastante aproxi mación y facilidad, por otros similares: construyen (o edifican, levantan, hacen, etc.) su (o una, la, esta) casa (o morada, habitación, hogar, etc.). Esta posibilidad queda muy reducida en el lenguaje científico, pues por su universalidad ven reducida esta posibilidad. Sólo pueden sustituirlos los nombres genéricos de clase, indicadores de estado físico, o su propia fórmula química. Puede conmutarse clorato potásico por sal o por CbK. Lo mismo ocurre en otros ejemplos: la sal (o el cloruro sódico o el CINa) es muy abundante en la naturaleza.
e) La relación significante-significado dentro del signo lingüístico ordinario está marcada por la arbitra riedad (ver tema I), salvo en las onomatopeyas, que imponen como significante una señal de índole acús tica o motora relacionada con el concepto evocado. En los tecnicismos, en cambio, es frecuente algún tipo de relación entre ambos planos del signo. Esa relación se presenta por distintos motivos: — Porque el término está formado por raíces clásicas, que son una definición de lo evoca do: anaerobio, an ‘no’ + aer ‘aire’ + bio ‘vida’ , = que puede vivir sin aire; microscopio, micro ‘pequeño’ + scopio ‘ver’ = que puede ver lo pequeño; macrocéfalo macro ‘grande’ + cefalé ‘cabeza’ = de gran cabeza. — Porque es una perpetuación del nombre de un científico relacionado con el estudio de lo significado: amperio: Andrés Ma Ampére; maipigiáceas: Marceño Malpighi; dalia: An drés Dhal; vatio: Jacobo Watt; julio: Jacobo Prescott Joule, etc. — Porque los elementos que forman el nombre son los que integran el producto evocado: acetil-salicílico, poliuretano.
— Porque se hace referencia al comportamiento del significado: hidrógeno: hidro ‘agua’ + geno ‘producir’ = que produce agua; despegar: des: ‘separar, desunir’, + pegar = ‘ad herir’ una cosa a otra. — Porque recuerda un lugar relacionado con el significado por algún motbo: polonio: Po lonia, patria de M. Curie, la descubridora; rutenio: Ruthenia (lugar de Rusia en que se en contró el metal); faro: isla de la desembocadura del Nilo que da nombre al indicador en ella construido. — Porque se alude al color: cianuro: danos ‘azul’; cloro: cloros ‘amarillo verdoso’. — Porque se hace alusión a la forma de lo significado: los huesecillos del oído medio: mar tillo, yunque, lenticular, estribo: bacteria gr. ‘bastón’; espirilo en forma de espiral; flagela dos, con forma de flagelo o látigo. — Porque se menciona el momento en que aparece lo significado: presbicia: présbite ‘viejo’.
11.8. IN TER C A M BIO S LÉX IC O S. No hay separación absoluta entre los términos del lenguaje común y los del lenguaje técnico o científi co. Intervienen conjuntamente en la elaboración de los enunciados científicos y con frecuencia se transva san de un plano léxico al otro. Así han pasado a la lengua ordinaria gran cantidad de tecnicismos proce dentes de diversas especialidades: kilovatio, radiografía, neutrón, átomo (procedentes de la Física); sal, alcohol, bicarbonato, sulfato, celulosa, sacarina (de la Química); coordenadas, solución, incógnita (de las Matemáticas); nylón, batería, transistor, embrague, fotómetro, dinamo, secuencia (de la Técnica); -
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conjuntivitis, penicilina, sulfamida, electrocardiograma (de la Medicina).
Cuando el tránsito se realiza desde el léxico especializado al común el significado se generaliza y pier de su rigor. En la puerta tiene óxido la imagen mental del hablante no es idéntica al concepto cientí fico “oxígeno más metal” sino al aspecto visual de la herrumbre o corrosión originada por la reacción química. Lo mismo sucede con la frase desinfecta la herida con alcohol, de la que queda excluido el significado científico de “función orgánica cuyo grupo caracterís tico es OH”. En la sopa es muy buena pero le falta algo de sal no hay ninguna referencia al “compuesto resultante de la sustitución del H de los ácidos por un metal”, sino a un tipo de condimento; con espérame un minuto, por favor no solicitamos una espera de se senta segundos, sino de diez o quince minutos. En ocasiones el transvase da lugar a un eufe mismo no exento de malicia e ironía: en la afirmación se casó de penalty, a la palabra espe cializada sólo le resta de su significado primitivo el valor de “ falta grave contra lo regla mentado”.
iK l" -
También es muy frecuente el trasvase en sentido opuesto: de la lengua común a la especializada. En estos casos, la palabra también modifica su significación y se especializa: Conjunto toma una significación muy precisa cuando pasa al campo de las Matemáticas; caballo pasa a formar parte del sintagma caballo de vapor en el campo de la Física; fuente toma nuevos valores en la Teoría de la Información; frente se especializa al designar reali dades meteorológicas. A veces la palabra se convierte en un tecnicismo de varias ramas del saber, perdiendo su univocidad, como veíamos en el apartado 11.4 punto 4.
La frontera entre lo científico y lo común puede ser traspasada por el mismo término en doble senti do: se especializa inicialmente y retorna después a la lengua común con un valor híbrido. Es lo que sucedió con la palabra común operación-, “ejecutar una obra’. Pasó a la Lógica, a la Medicina, a la milicia (táctica militar) y volvió a su lugar de origen formando parte de expresiones como “operación limpieza”, “operación sonrisa”, etc. El cambio de plano es posible también en los adjetivos: maligno “propenso a pensar u obrar mal”; según el Diccionario de la Real Academia Española pasa a la Medicina significando “evolución desfavo rable, mortal”. En sentido inverso se instala en una lengua común el adjetivo embrionario en la frase “la idea embrionaria de la novela surgió leyendo un cuento”, en la que el adjetivo ha perdido contacto con su contenido técnico “ germen o rudimento de un ser vivo” para significar la “ idea inicial” . El mismo término puede usarse con valor general o con el especializado.
11.9. C R EA C IÓ N D E LA TER M IN O LO G ÍA C IENTÍFICA. L a n e c e s id a d d e d a r n o m b r e a l o s o b j e t o s
y c o n c e p to s
n u e v o s m a n t ie n e
a la lengua e n
una
permanente
a c t it u d c r e a d o r a . L o s p r o c e d i m i e n t o s d e c r e a c ió n d e n e o l o g i s m o s s o n d iv e r s o s :
11.9.1. PROCEDIMIENTOS PROPIOS DE LA LENGUA. Los neologismos aparecen como consecuencia del empleo del sistema de derivación y composición que es normal en la lengua para la creación de cualquier palabra común. a)
Creación por derivación.
Se utilizan, sobre todo en los tecnicismos, los siguientes sufijos:
Con sufijos: -ado: encofrado, enlosado, acristalado. -aje: estiaje, cabotaje, rodaje, alunizaje, aterrizaje. -ción: secreción, intersección, reacción, hibernación, solidificación. -era: hormigonera, lanzadera, podadera, abrazadera. -ero: petrolero, financiero, calero. -
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-ficar: electrificar, panificar, planificar, codificar, estratificar. -/'a: cerrajería, ferretería, marmolería. -ización : cristalización, fertilización, fosilización. -izar, abalizar, cauterizar, electrizar, amerizar, alunizar. -o r: transistor, ordenador, extractor, refrigerador, entibador. -ora: lavadora, exploradora, apisonadora, pulimentadora, batidora.
Con prefijos: re-: recauchutar, recocer, regeneración. de- o des-: decodificar o descodificar, desbridar, descolorear, desnutrición, decorticar. b) Procedimientos científicos. Las distintas ciencias han seleccionado para la clasificación de sus obje tos y fenómenos una serie de sufijos que, con mayor regularidad que los de la lengua, dan origen a los tecnicismos necesarios en sus descripciones. La lengua presenta irregularidades en la aplicación de los sufijos: (barca barquero, camión camionero, coche-*-cochero), pero (avión-*-aviador, tractor-*-tractor/sfa, moto-»-motor/sía). En las ciencias la formación es mucho más regular tanto en la aplicación de las bases griegas indicadoras del número (deca, hect, etc. como en la de los sufijos); así en Geometría, junto al sistemático empleo de la indica ción numérica, aparecen invariablemente los sufijos -edro ‘cara’ y -gono ‘ángulo’: hexágono, hexaedro, octógono, octaedro, etc.; en Química cambia los afijos, pero no el comportamiento: actúan como prefi jos met-, et-, prop-, bu- y como sufijos, entre otros, -ano, -ilo: metano, metilo, etano, etilo, propano, propilo, etc.; hay terminaciones para clasificar las distintas sales según el ácido de procedencia ( uro, -ito, -oso, -ato): cloruro, clorito, clorato, cloroso, etc.; en Ciencias Naturales, las clasificaciones científi cos se establecen por sufijos específicos; -//era, -a'cea, -ógama, etc.): liliácea, papaverácea, criptógma, conifera, etc. Las distintas ciencias utilizan también en la creación de tecnicismos la composición sintagmática: vér tice geodésico, silicato de aluminio, campo gravitatorio, vector de velocidad, etc.
11.9.2. PROCEDIMIENTOS EXTERNOS A LA LENGUA. A. DE ORIGEN CULTO. Las raíces grecolatinas ofrecen amplias posibilidades para crear neologismos. El latín, que fue la len gua de la ciencia durante siglos, dejó una rica herencia de tecnicismos, heredados muchos de ellos del griego. Palabras como simsibrio ‘jaramago’; periostio ‘membrana fibrosa adherida a los huesos’, y cri soberilo ‘piedra preciosa’ pasaron al español desde el griego teniendo como vehículo el latín. A partir del Renacimiento el griego influyó directamente y sus raíces fueron utilizadas sistemáticamente —junto con las latinas— para formar los neologismos. De tales neologismos nada debemos temer puesto que son para nosotros patrimoniales como los que el romance ha creado con sus propios recursos (Gili Gaya). Desgraciadamente, las ventajas que ofrecen estas composiciones neológicas comienzan a neutralizarse con la pérdida creciente de la formación humanística. El desconocimiento del latín y del griego deterio ran la utilidad y universalidad de los neologismos creados sobre bases grecolatinas. B. DE PROCEDENCIA GRIEGA. a) Con el mismo significado que en la lengua originaria: anacoluto ‘que no sigue, inconsecuentemen te’; tautología ‘repetición, decir lo mismo’; seísmo ‘temblor de tierra’; am orfo ‘sin forma’; glosa ‘lengua’. b) Cambian de significado: fa ro ‘señal luminosa en una isla de.la desembocadura del Nilo’,-^ ‘reflec tor’; anatom ía ‘disección’,-*-1estructura de las diferentes partes de cuerpo’\ fó sfo ro ‘lucero de la maña na’,-*- ‘sustancia química inflamable’. c) Neologismos creados con raíces griegas: an ‘no’ + orexia ‘apetito’—► anorexia ‘falta de apetito’, hipos ‘caballo’ + potam os ‘río’ -► hipopótam o ‘caballo de río’; críeos ‘anillo’ + -oide ‘parecido a’-^ -
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cricoide ‘cartílago anular de la laringe’; cito ‘cubierta’ + plasm a ‘formación '^ c ito p la s m a ‘cubierta del protoplasma celular’; a ‘no’ + tom o ‘división ’- ^ á to m o ‘no divisible’; polios ‘gris’ + m yelos ‘mé dula’; + itis ‘inflamación -^p o lio m ielitis ‘inflamación de la médula’, plu to ‘rico’ + erada ‘gobierno’ plutocracia ‘gobierno de los potentados’; xilon ‘madera’ + fo n o ‘sonido’-^- xilófono ‘instrumento
musical de madera’.
C. DE PROCEDENCIA LATINA. a) Con el mismo significado que en la lengua de origen: pústula ‘ampolla’; p ó m ez ‘piedra’; circulo ‘superficie circunscrita por la circunferencia’. b) Con distinto significado: estilo ‘punzón para escribir sobre tablillas enceradas’-*» características de un escritor o artista; bacilo ‘bastoncillo’-*-bacteria de foma cilindrica o de cayado; fístu la ‘conductoV ‘conducto ulcerado en la piel o en las mucosas’. c) Neologismos creados con raíces latinas: columba ‘paloma’ + cultura ‘cu\tivó-+-columbicultura ‘cría y reproducción de palomas’; dis ‘no’ + caléis ‘cal’ + facere ‘hacer^-descalcificar ‘no producir carbona to de cal’; som ni ‘sueño’ + fe ro ‘Wcv'áf-^somnífero ‘que produce sueño’; verm is ‘gusano’ + fugare ‘ahuyentax’- ^v erm íg u g o ‘que ahuyenta los gusanos’.
D. VOCES HÍBRIDAS. Las raíces de ambas lenguas clásicas pueden ser utilizadas indistintamente, dando nacimiento a neolo gismos híbridos: a) H íbridos de raíz latina y griega: lat. bis ‘dos’ + gr. gamos ‘casamiento’+ -bígamo ‘estado del hombre casado con dos mujeres’; lat. esplenus ‘bazo’ + gr. megale ‘grand e^esplenom egalia ‘inflamación del bazo’; lat. dei ‘dios’ + gr. cida ‘el que mata ’-+-deicida ‘el que da muerte a un dios’; lat. espectro ‘imagen’ + gr. grafo ‘escritura'-^espectrógrafo ‘aparato para registrar el espectro de una radiación’; lat. pluvia ‘lluvia’ + gr. metro ‘m edlddl-^pluvióm etro ‘aparato para medir la lluvia caída’. b) H íbridos de raíz griega y latina: gr. bios ‘vida’ + lat. esfera ‘sólido redondo’ : biosfera ‘parte de la Tierra donde se manifiesta la vida’; cosmos ‘mundo’ + lat. nauta ‘navegante’: cosmonauta ‘navegante que viaja más allá de la atmósfera terrestre’. c) H íbridos de raíz clásica y española. Las raíces clásicas se utilizan también en combinaciones con voces romances: hiper ‘grande’ + m e r c a d o ip e rm e rc a d o ; lat. p luri ‘varios’ + em/j/eeo-pluriempleo; tele (apóc.) + espectador-*-telespectador.
E. RIQUEZA LÉXICA APORTADA POR LOS FORMANTES CLÁSICOS. Al gran número neologismos formados con las raíces clásicas es necesario añadir las palabras que la dinámica de la lengua va formando como derivados de ellas: de alergia : gr. allos ‘otros’ + ergon ‘traba jo’, (reacciones producidas en el organismo por sustancias ajenas al mismo) se derivaron alergólogo o alergista ‘médico especialista en alergias’, alérgeno sustancia que produce la alergia, alérgico relacionado con la alergia; de neumología ‘tratado de las enfermedades del aparato respiratorio’ se derivan neum ólogo especialista en ellas, neumológico relacionado con la neumología.
F. OTROS PROCEDIMIENTOS PARA LA CREACIÓN DE TECNICISMOS Los más importantes son los tres que se exponen a continuación: los préstamos, los calcos, y los acrónimos.
1. LOS PRÉSTAMOS. Los préstamos son voces de una lengua que pasan al uso de otra sin cambiar su significante ni su
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significado. Pueden distinguirse entre ellos dos categorías: a) los préstamos propiamente dichos, que son las voces que, inicialmente exóticas, se adaptaron a la lengua que las acoge, y b) los extranjerismos que no han sufrido ninguna modificación ni en su fonética ni en su grafía, y que son sentidas por el hablante como enquistadas en su propio idioma. Ambas serán estudiadas conjuntamente por la dificultad de esta blecer en muchos casos una distinción entre ambas. La mayoría de los préstamos recibidos en el español proceden del francés y del inglés. La proximidad geográfica y la relación cultural con el primero y la dependencia comercial, científica y técnica respecto al segundo son condicionantes de esta influencia. Del inglés nos llega el setenta por ciento de los préstamos de nuestro idioma. En el proceso de aclimatación de los préstamos pueden presentarse diversas situaciones: 1.a El término exótico está marcado por su forma y pronunciación originarias.
f
Es el momento de hablar de extranjerismo propiamente dicho: ing. holding, standing, je t, jeep, flash, long play y de la palabra artificial kodak (creada por el norteamericano George Eastman, inventor de la primera máquina fotográfica instantánea). La misma situación se revela en otras palabras utilizadas en el lenguaje no científico como ingl. hobby, open, suspense, suec. tungsteno ( tung ‘pesado’ + sten ‘piedra’). 2.a El término se ha adaptado a nuestra fonética y ortografía: a) Con ligeras modificaciones en el significante: al. wolfram : volframio; fr. plateau : plato; linotipe : linotipia; esc. fio r d : fiordo; hol. sberg, ing. iceberg, esp. : iceberg. Lo mismo ha sucedido con otras palabras que circulan en la lengua ordinaria: ing. ja zz : yaz; film : filme; sta n d a rd : estandard o están dar; b itter : biter; ta n k : tanque; clow n : clon; fr. tricoter : tricotar; cassette : casete, it. spaghetti : espagueti. b) Con cambios importantes en el significante: ing. travelling : travelín; electrick shock : electrochoque. En la lengua común es visible el mismo fenómeno en ing. beefsteack : bistec o bisté, container : contenedor, whisky : güisqui; ture, y o g h u r t : yogur. c) Se traduce el extranjerismo: fr. décoller : despegar; ing. bulldozer : explanadora; rooter : desraizadora. d) Se traduce la voz foránea por una frase vernácula: ing. o f f side : fuera de juego; córner : saque de esquina; linier : juez de línea; al. kindergarten : escuela maternal. e) El préstamo aparece en español con una doble forma originada por la vía de introducción: ing. nylon: nilón (por su introducción a través del francés) y nailon (cuando se tuvo en cuenta la procedencia
inglesa). f) El extranjerismo produce una doble forma: una por su adaptación a la fonética española y otra por su traducción. La Real Academia Española no rechaza ninguna de ellas aunque prefiere las que van en cursiva (siempre su adaptación a la fonética y ortografía españolas): extranjerismo fo o t ball voley ball base ball
traducción balompié balón volea pelota base
pronunciación inglesa fútbol voleibol béisbol
adaptación final fú tb o l balonvolea béisbol
g) Se unifican las terminaciones de los nombres derivados de nombres propios añadiendo el sufijo -io: wat «Jacobo Watt»: watio. joule «J. Prescott Joule»: julio hertz «Enrique Hertz»: hercio. culomb «C.A. Culomb): culombio. ampére «A. M a Ampére»; amperio. maxwell «Jacobo Clerck Maxwell»: maxvelio. rutenio «Ruthenia »: rutenio. polonio «Polonia (patria de la descubridora M. Curie)»: polonio. -431
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3.a Anomalías en la adopción de préstamos: a) Se admite flirteo, flirtear y no flirt, lexema de ambas. Lo mismo sucede con la admisión de esnobis mo, dejando fuera snob. b) La preferencia en casi todos los préstamos por su pronunciación original no se tiene en cuenta en el caso de las voces inglesas club y trust, que se admiten como se escriben. DIFICULTADES EN LA ADMISIÓN DE PRÉSTAMOS. La incorporación de extranjerismos puede plantear problemas morfológicos. Emilio de Lorenzo indi ca dos: la formación del plural y la creciente presencia en nuestra lengua de nombres femeninos termina dos en -o que a la larga pudieran m odificar la morfología de nuestro idiom a .‘ a) E L P LU R A L. En el plural de los extranjerismos se presentan los siguientes casos: 1. Nombres terminados en consonante que, contraviniendo nuestras normas morfológicas, hacen su plu ral en -s y no en -es. En el caso de algunos tecnicismos: Kodak- kodaks, bunker- bunkers, iceberg-icebergs, panzer- panzers, record-records, trust-trusts y de muchas otras palabras foráneas trasplantadas a nuestra lengua: ing. lunch, gángster, sueter, girl; fr. cabaret, gourmet, ballet cuyos plurales se vienen construyen do con -5. En la escritura estos plurales anómalos deben ir entre comillas. El fenómeno ha adquirido una difusión considerable. Aparentemente de carácter perio dístico y popular, presenta, sin embargo, perfil definido y síntomas de perennidad en la pluma de hombres de ciencia y de letras que auguran la instalación de este esquema en un futuro no muy lejano. (E. Lorenzo, obra citada, pág. 81) 2. Palabras que hacen su plural con formas específicas: ing. lord : lores; al. lied ‘canción’> Heder. 3. Voces que no se han inclinado por una forma de plural, entre las que se encuentra el término deportivo penalty, que adopta la forma inglesa penalties con que aparece frecuentemente en la prensa deporti va, y la palabra común vermut, recientemente aceptada por la Real Academia con la forma vermú. Para la primera, Manuel Seco postula la forma penaltis, del préstamo definitivamente adaptado a nuestra lengua; para la segunda, el mismo autor propone vermús, frente a Gili Gaya que sugiere vermutes.
4. Los términos latinos déficit, superávit, que la Real Academia Española recomienda dejar invariables en plural (los déficit, los superávit). b) L O S F E M E N IN O S T E R M IN A D O S E N -O. La oposición -a/-o que, salvo escasas excepciones (seo, nao, mano), que distinguía en español el feme nino del masculino, se ha visto debilitada por la existencia de abundantes formas femeninas terminadas en -o. Algunas de ellas son resultado de elipsis: la (máquina) dinamo, de apócopes: la fo to ( grafía), la moto(cicleta), pero también pueden registrarse casos de latinismo como la contralto, la soprano, en el italianismo la libido y en las siglas inglesas la UNO, la N A T O (adaptadas después en la forma ONU, OTAN), la UNESCO. Aunque no se puede afirmar que el desajuste morfológico tenga su causa en la influencia de los extranjerismos, como en la formación de los plurales cons. + 5. Lo importante es que el español de hoy lo(s) usa sin violencia y, abierta la brecha, no es atrevido predecir que el grupo se puede incrementar fácilmente. Si el español culto no comete estas incorrecciones, las oye; su oído se habitúa a ellas y acaba venciendo la repugnancia instintiva que podría asegurar la vieja e inconmovible iden tidad nominal -o = masculino. (Emilio Lorenzo, ob. cit., págs. 92 y 93 respectiv.).
'Emilio de Lorenzo, El español de hoy, lengua en ebullición. Ed. Gredos, 2a ed. Madrid, 1980, pág. 103.
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ACTITUD ANTE LOS PRÉSTAMOS. Los préstamos pueden considerarse como un empobrecimiento de la lengua y sólo están justificados cuando ésta carece de los términos precisos para designar las aportaciones culturales. Si el extranjerismo tiene un equivalente en español debe utilizarse éste. Sólo deben admitirse aquellas palabras que no ten gan equivalente castellano y cuyo uso sea imprescindible en virtud de nuevas necesidades. Todas las de más deben ser rechazadas (Fray Benito Jerónimo Feijoo). Es lícito el uso de voz de idioma extraño cuan do no hay equivalente en el propio (ídem). La introducción de nuevas voces extrañas será inevitable al tratar algunos puntos facultativos, vituperable tratando otros que no lo son y ridiculísima en la conver sación (Fray Martín Sarmiento). Es preciso tener en cuenta, también, que a veces el éxito de un neologis mo al lado de un sinónimo patrimonial es una muestra de su necesidad y de la introducción de cambios en la form a de un mismo campo semántico (R. Trujillo). Si el neologismo proviene de raíces grecolatinas, puede acogerse como legítima herencia de un legado común. TRADUCCIÓN DE LOS PRÉSTAMOS. La traducción de los extranjerismos es una medida para limitar su entrada en la lengua (Giíi Gaya), pero no todos los autores la recomiendan. Para Lázaro Carreter la traducción dificulta el carácter monosémico y el valor universal que tendría en su lengua de origen el tecnicismo. R. Trujillo considera que ¡a traducción traslada el tecnicismo de un nivel semiológico (no lingüístico) a otro lingüístico, de acuerdo con la distinción que dicho autor establece entre términos lingüísticos o estructurados (los de la lengua común) y términos no lingüísticos —no estructurados— (los tecnicismos). La traducción del tecnicismo y su circulación en el ámbito de la lengua puede originar connotaciones que dificulten su precisión original. 2. LOS CALCOS. Los calcos pueden ser de dos tipos: a) calco léxico, que es la traslación de un significado de una lengua a otra apoyándose en que en la len gua receptora existe un significante similar al que tiene el significado en la de origen. Aparentemente la lengua receptora parece no resultar afectada porque subsiste su significante, pero se desplaza solapa damente una forma de significación atendida por la palabra española y se instala en ella un nuevo signi ficado. Ej.: el significado ‘aro metálico de las ruedas’ se instala por influencia del significante francés jante de sonido muy próximo, en el significante vernáculo llanta, arrinconando la significación que éste tenía ‘berza que no repolla’, Del mismo modo el significado español ‘instalación’ se asocia con el signifi cante planta por influencia del inglés plant y funciona con ese valor y no con el suyo en el sintagma planta industrial. Lo mismo sucede con el significante jirafa, que, por influencia del francés girafe pasa a significar como éste ‘micrófono elevado que se utiliza en los estudios de televisión’. Los calcos se pro ducen asimismo por presión de significantes ingleses, como en la expresión documentos clasificados (se cretos) por influencia de classified; no seas rudo (grosero) por influencia de rude, y en respuestas exclarnativas como ¿puedo llamar por teléfono? -¡Seguro! (en vez de ¡claro! por influencia de sure! También se calcan sintagmas: en vez de aviación y de ejército se emplean las construcciones inglesas fuerzas aéreas y fuerzas armadas respectivamente. fe) el calco sintáctico se produce a! utilizar construcciones propias de otras lenguas. Del francés pasan al español construcciones como batería a pilas, (por batería de pilas) avión a reacción (por avión de reacción), mechero a gas (por mechero de gas), golpe de teléfono (por llamada telefónica), golpe de vista (por vistazo), yugar un papel importante (por tener importancia). Del inglés han pasado construcciones en que el artículo indeterminado actúa como elemento inicial de una frase explicativa: Memorias de África, una fotografía excepcional, un reparto extraordinario, un guión excelente.
3. ACRÓNIMOS. Son palabras formadas por siglas o iniciales de otras. A veces es difícil distinguir la sigla del acrónimo.
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La sigla es la letra inicial de una palabra empleada como abreviatura y también el conjunto de siglas que forman un título o denominación: JC (Jesucristo) y también ONU (Organización de Naciones Uni das), OTAN (Organización del Atlántico Norte), etc. El acrónimo es una palabra formada con siglas y que, como tal, sirve para dar nombre a una realidad. De un modo amplio puede considerarse acróni mo una palabra formada por las sílabas iniciales: HIFI (ing. high fidelity). Los acrónimos son muy abundantes: a) formados por siglas de significantes españoles: iva (impuesto sobre el valor añadido); uvi (unidad de vigilancia intensiva); ovni (objeto volante no identificado); sida (síndrome de inmunodeficiencia adqui rida); talgo (tren articulado ligero Garaicoechea-Oriol); en sentido amplio: m otel (motor-hotel);
b) con siglas de significantes extranjeros: radar (radio dedetection and ranging); en sentido amplio: so nar (sound navigation ranging), lorán (long range navegation). ¿Sí
11.10. EL LEN G U A JE C IENTÍFICO . EL C O N T E N ID O CIENTÍFICO . En la investigación científica pueden utilizarse dos métodos de trabajo:
A) EL MÉTODO INDUCTIVO: Parte de la observación de la realidad. Es un proceso que se inicia en la observación de lo particular para llegar a conclusiones generales. Pueden distinguirse los siguientes momentos: l.° Observación de los hechos de la experiencia, de los datos del problema. 2o. Análisis de los elementos primarios para desechar los que no son esenciales. 3o. Búsqueda de una explicación que pueda ser válida para todos los datos considerados esenciales (hi pótesis). Esta primera teoría es un adelanto de solución, una simple suposición o teoría provisional. 4o. Comprobación: tratar de ver si la hipótesis formulada es válida para todos los datos de la experien cia o para todos los supuestos del problema. 5o. Si es válida, la hipótesis se convierte en principio científico (tesis). El método inductivo, por ese pro ceso parte de lo particular y llega a conclusiones generales. Es aplicable a cualquier trabajo científi co, pero tiene mayor aplicación en las ciencias experimentales. Puede fallar por falta de observación, por error en la selección de los datos fundamentales o por exce siva generalización en las conclusiones. Observemos en el siguiente texto el encadenamiento de datos concretos que lleva a la formulación de una hipótesis: posibilidad de un bing bang o explosión inicial como origen del universo. Ya han transcurrido aproximadamente 400 años desde que Copérnico afirmó que la Tierra debía destronarse de su posición central privilegiada que ocupaba según la cosmología de Ptolomeo y describió el esquema general del sistema solar en la form a aceptada hoy en día. Sin embargo, sólo ahora, en el siglo X X , el hombre se ha dado cuenta por completo de que el Sol no es más que uno de los cien mil millones (10“) de estrellas que hay en la Vía Láctea. Harlow Shapley, Van Oort, y otros científicos, han demostrado que la Vía Láctea es un sistema de estrellas de forma de disco plano que gira alrededor de su eje aproximadamente una vez cada 2 x ¡ff años. El Sol está cerca del bor de del disco, aproximadamente a 30.000 años-luz de su centro. Además, la Vía Láctea, nuestra propia galaxia, es simplemente una de los cien mil millones de galaxias que hay en la escena cósmica. Si nuestra galaxia se observase desde una distancia de varios millones de años-luz, tendría el mismo aspecto que algunas de las galaxias espirales que se observan en el telescopio. Las fotografías del firm amento tomadas con un gran telescopio pueden mostrar muchos millares de galaxias, al gunas de ellas tan alejadas que la luz que recibimos ha empleado millones de años en su viaje hasta nosotros. A un que las estrellas individuales no pueden resolverse, es posible obtener espectros de la luz integrada de todas las estre llas de una galaxia remota. Estos espectros indican que las galaxias contienen más o menos la misma mezcla de elementos químicos que el Sol y nos muestran también que las constantes físicas básicas (por ejemplo las masas y las cargas de los electrones y protones y la constante de Planck), cuyos valores determinan las propiedades de la radiación procedente de la superficie de las estrellas, tienen ciertamente valores uniformes a través de toda la parte observada del universo.
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Sin embargo, estos espectros revelan una tendencia sistemática significativa: las rayas espectrales se desplazan to das ellas hacia el rojo, hacia las longitudes de onda más largas. Este efecto fu e estudiado por Edwin Hubble, que interpretó el desplazamiento hacia el rojo como un efecto Doppler y dedujo que las galaxias distantes se están ale jando de nosotros. Además, Hubble demostró que la velocidad de retroceso de una galaxia determinada es propor cional a su distancia. La relación velocidad-distancia resultó ser también la misma en todas las partes del firm am en to; en otras palabras, la aparente "expansión del universo” es isótropa (la misma en todas las direcciones). A prime ra vista, se podría pensar que esto implica el que la Tierra (o por lo menos nuestra galaxia) posee una posición cen tral privilegiada; pero es fácil de convencernos de que esto no es así y de que un astrónomo hipotético situado en cualquier otra galaxia podría haber descubierto también la ley de Hubble: hallaría que todas las demás galaxias aparentemente se alejaban isotrópicamente de él. S i las g a la x ia s h a n te n id o s ie m p r e la m is m a v e lo c id a d re la tiv a , la le y d e H u b b le im p lic a q u e e n u n c ie r to m o m e n to d e fin id o d e l p a s a d o ( a p r o x im a d a m e n te q u in c e m il m illo n e s d e a ñ o s a trá s) to d a s ella s d e b e r ía n h a b e r e s ta d o r e u n id a s en u n p u n to . G e o r g e s L e a itr e
y o tr o s p r o p u s ie r o n q u e e l u n iv e r s o r e a lm e n te s e d e s a r r o lló a p a r tir d e u n e s ta d o p r i
m o r d ia l d e d e n s id a d e le v a d ís im a . E¡ o b je tiv o p r im a r io d e la c o s m o lo g ía m e d ia n te o b s e r v a c io n e s d e s d e e l a ñ o 1320 h a s id o , p o r ta n to , c o m p r o b a r s i e x is tió v e r d a d e r a m e n te u n b ig b a n g , o sea, u n a g ra n e x p lo s ió n , o s i — c o m o p o s t u la b a u n a te o r ía r iv a l— e l u n iv e r s o h a e x is tid o s ie m p r e e n u n e s ta d o e s ta c io n a rio , sie n d o c r e a d o c o n tin u a m e n te n u e v o m a te r ia l y n u e v a s g a la x ia s d e m o d o q u e s u s p r o p ie d a d e s m e d ia s p e r m a n e c e n in a lte ra d a s a p e s a r d e la e x p a n s ió n d e H u b b le .
/
Martin Ress Instituto de A stronom ía, Universidad de Cambridge. En A . Tipler: Física Ed. Reveter, S. A. Barcelona, 1978 pp. 711-713.
La exposición contempla datos de dos momentos importantes:
S ig lo
Hace 400 años: Copérnico expone la teoría que destronaba a ia Tierra de su posi ción central para poner en ella al Sol. X X : datos: 10 el Sol es una de las estrellas que en número de den mil millones forman la Vía Láctea. 2o la Vía Láctea es un sistema y el Sol está en uno de sus extremos. 3o La Vía Láctea es una entre los millones de galaxias. Las fotografías de los grandes telescopios muestran miles de galaxias. 4o Los espectros de la luz indican que todas las galaxias tienen la misma mezcla química y las mismas constantes físicas. 5o El desplazamiento de las rayas espectrales hacia el rojo fue interpreta do por E. Hubble como una prueba de su alejamiento de nosotros. 6o La velocidad del alejamiento es proporcional a la distancia. Esa velo cidad es ia misma en cualquier parte. 7o No se separan de nosotros. Desde cualquier galaxia se vería a la Tierra alejándose.
H ip ó te s is : Si las galaxias han tenido siempre esta velocidad de expansión, hace millones de años deberían haber estado reunidas en el mismo punto, del que saldrían por una gran explosión o b in g b a n g . Ésta es la hipótesis que tratan de comprobar los cosmólogos desde 1930.
B) EL MÉTODO DEDUCTIVO. Sigue el proceso inverso. Opera con conceptos abstractos e ideas generales. Parte de un principio gene ral (tesis) para ir extrayendo por medio de argumentaciones lógicas aplicaciones particulares, implícita mente contenidas en ia tesis inicial. Si la reflexión se fundamenta en un teorema o axiona, la deducción suele tener como finalidad demostrar los conceptos afirmados y obtener las conclusiones correspondien tes. Es un razonamiento característico de las disciplinas humanísticas y de las ciencias físicas, químicas y matemáticas. Tres circunstancias pueden mermar la eficacia de! método: la interferencia de elementos emocionales, la falta de rigor lógico y la incapacidad del lenguaje para precisar los conceptos. Ambos métodos pueden complementarse en el mismo enunciado científico. Por razonamiento induc tivo es posible llegar a una tesis, y de ésta, por el procedimiento inverso, deductivo, alcanzar conclusio nes concretas. -
43 5 -
Véase un ejemplo del razonamiento deductivo:
Dos triángulos son iguales cuando tienen: Iguales dos lados y el ángulo comprendido: Si ^ y 4. A = 4. A’, tomando AM = A’B’ y trazando MN / / BC, resulta AB AC AAMN~ A ABC, por estar en posición de Tales; de donde AB AM
=
AC AN
Comparando esta proporción con la hipótesis y teniendo en cuenta que AM = A’B’, se deduce: AC A’C’
AC AN
AN = A’C’
Luego A AMN = A A’B’C’, por el primer caso de igualdad y A ABC= AA’B’C’.
Tras un principio general claramente establecido se expone la argumentación capaz de justificarlo.
11.10.1.
E S T R U C T U R A D EL T R A B A JO C IE N T IF IC O .
Son partes importantes en un trabajo científico: 10 Titulo: Es una síntesis de la idea fundamental del enunciado. 2° Introducción: Tiene una doble misión: informar al lector sobre la materia y sobre los métodos: a) sobre la materia:
importancia del tema. implicaciones teóricas y/o prácticas que tiene.y estado de la cuestión (breve exposición histórica). ^ hipótesis de trabajo de la que se parte y finalidad que se persigue.
b) sobre métodos:
documentos que se han tenido en c u e n ta .^ límites que se fijan en el estudio. ^ aclaraciones sobre terminología cuando sean necesarias.>c
3 o Cuerpo del trabajo: Es la parte estrictamente informativa. Figuran en este apartado las pruebas, re flexiones, aportaciones originales, etc. En ella es posible —y muchas veces indispensable— aportar 436 -
documentos de autoridad, es decir, opiniones de otros autores que han tratado el mismo tema y que corroboran las opiniones ahora expuestas, así como las de aquellos otros que tienen opiniones distin tas, en cuyo caso deben ser rebatidas científica y cortésmente. 4o Conclusiones: Punto de llegada y balance general de cuantas aportaciones querían hacerse con el estudio. 5° Bibliografía: Relación alfabética de los libros consultados, indicando autor, título, editorial, lugar de la edición, número de la edición (se omite la Ia), año de publicación.
6o
índice: Tabla de materias y orden general de la exposición.
No es necesario que todos los trabajos científicos se estructuren del modo anteriormente expuesto. Se trata de una pauta de comportamiento generalmente admitida, que, en cada caso, deberá ajustarse al trabajo que pretende realizarse. 11.10.2. C L A S E S D E E S C R IT O S C IE N T IF IC O S. Son, fundamentalmente: la definición, la descripción científica, el informe científico, la exposición, la argumentación y el ensayo. Trataremos en este capítulo los tres primeros. Los demás serán analizados en el capítulo XIV. A. LA DEFINICIÓN No es propiamente un escrito con la individualidad y extensión de los demás enunciados científicos, pero es importante por su carácter sintético y su ambición de delinear el contorno de la realidad objetiva o de un concepto. Su estilo es sumamente preciso y austero. Los contenidos están contemplados en su pura esencialidad, sin detalles superfinos. Ej,; Los magmas son rocas en estado fluido, más o menos viscosas, a unos 1.000°Q que se encuentran en las zonas profundas de la corteza, a 20 kilómetros como mínimo. Están sometidos a presiones enormes. Los elementos químicos que ios componen son los más abundantes en la corteza y en él los minerales más abundantes son los óxidos y los silicatos. B. LA DESCRIPCIÓN CIENTIFICA. Analizamos sus distintos aspectos: a) Finalidad. No persigue finalidad estética, como la literaria. Su objetivo es ofrecer una visión esque mática de los objetos a través de la selección de sus datos sensibles. b) Contenido. Ofrece los datos que singularizan el objeto o el proceso incluyendo entre las propiedades las características estáticas, las dinámicas y las informaciones sobre la localización. c) Orden. No hay un orden concreto. A veces se sigue como pauta un esquema de clasificación científica; otras veces se establece una enumeración progresiva ascendente o descendente; por último, el interés ra dica en el modo de actuación y se sigue el orden que aparece en el proceso. En general, el orden de la descripción está relacionado con los fines que con ella se persiguen. d) Estilo. Como la descripción literaria, es frecuentemente, enumerativa, pero se diferencia de ella en aspectos muy concretos: --N o hace uso de comparaciones, metáforas e imágenes. —Predominan los sintagmas nominales y el adjetivo especificativo. —Utiliza con mucha frecuencia el presente de indicativo, que une a su valor atemporal el aspecto imperfectivo. El uso del presente la separa también de la descripción literaria, más interesada por el uso del imperfecto de indicativo. —En el aspecto sintáctico—como la literaria— prefiere las oraciones sencillas y cortas, que ofre -
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cen mayor facilidad para expresar los matices y detalles. e) Autonomía. Puede ser independiente o ir integrada en el texto más amplio de la exposición o de la argumentación. El cilindro es una cámara cilindrica, como su nombre indica, por la que se desliza el émbolo. Se halla en el interior del bloque, ya como cuerpo independiente, ya como parte integrante en la fundición del mismo. Suele ser de fundi ción gris, aunque en motores de gran rendimiento se construye, en algunos casos, de aleaciones ligeras para ahorrar peso. Cuando es de fundición gris, puede llevar camisas independientes, pero cuando es de aleación ligera necesaria mente tiene que tenerlas corporadas de otro material más potente. Se habla generalmente de camisas húmedas o de camisas secas, según el agua de refrigeración del motor las bañe directamente, o bien se interponga la pared del bloque. H. Dullenburger, Tu auto. Ed. Daimon. Barcelona, 1970. Pag. 176. C.
EL INFORME CIENTÍFICO.
Su misión es levantar acta de las observaciones realizadas en pruebas de laboratorio, sesiones clínicas, experiencias en fábricas, etc. Debe recoger con exactitud : — Qué se experimentaba y cuál era el objetivo de la experiencia. — Técnicas y mecanismos utilizados. — Resultados obtenidos con cada uno de ellos (si son varios). Es importante incorporar todos los detalles de la prueba y las condiciones exactas en que ésta se realiza. — Cronología del proceso y momento en que se produce cada uno de los resultados. — Conclusiones que pueden obtenerse de las pruebas realizadas. Los informes científicos tienen aplicación en campos muy diversos, por lo que aunque siendo sustan cialmente idénticos en el contenido, difieren en la forma, de acuerdo con el carácter específico de cada uno de ellos y con la materia de que se trate. No es lo mismo un informe elevado a los responsables de la NASA sobre las causas que originaron la explosión del tanque de combustible que había de propul sar el “ Challenger” que el que levanta acta sobre el comportamiento de unos cultivos en un laboratorio o el informe de un médico forense sobre los resultados obtenidos en una autopsia. 11.10.3. R E A L IZ A C IO N M A T E R IA L DEL T R A B A JO C IE N T IF IC O . A ) Observaciones sobre el estilo — Trabazón interna: progresión lógica del pensamiento. Que cada idea se apoye sobre lo anteriormente expuesto, sin saltos. — Trabazón externa: organización y progresión en la ordenación de capítulos, epígrafes y parágrafos. Enlaces sintácticos entre los distintos parágrafos de cada epígrafe. — Sobriedad expresiva: oraciones sencillas, meramente enunciativas y expresión neutral. Rigor en la informaciónrSupresión de cualquier ambigüedad en la elocución. B) Sobre la presentación material — Escribir sobre hojas de tamaño folio u holandesa, preferentemente a máquina y a doble espacio. Uti lizar sólo una cara del folio. — Dejar dos márgenes: uno anterior, a la izquierda del escrito, a dos o tres centímetros de la orilla de la hoja, y otro a la derecha, dejando un espacio de un centímetro en blanco. Al comienzo del escrito y después de cada punto y aparte comenzar sangrando el renglón, es decir, escribiendo un centímetro más hacia la derecha de la línea que indica el margen general del escrito. Tanto en la parte superior del folio como en la inferior deben dejarse asimismo márgenes: el de la parte superior de dos o tres centímetros, y un poco menor el de la inferior, evitando siempre escribir cerca de la orilla de la hoja. Las notas de las referencias bibliográficas pueden disponerse en la parte inferior de la página o al final del capítulo. La indicación en pie de página resulta más cómoda para el lector.
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11.11. A P E N D IC E S. A. PREFIJOS Y RAÍCES PREFIJAS CLÁSICAS. ateo ‘sin Dios’, átono ‘sin acento’, apatía ‘sin deseos’. agr. ‘sin’ anfiteatro ‘alrededor del teatro’. anfigr. ‘alrededor’ antiaéreo. antigr. ‘contra’ archidiócesis ‘la primera entre varias diócesis’ (arzobispal). archigr. ‘el primero’ bípedo ‘que tiene dos pies’, bisagra ‘de dos puntas, eje’. bi-/bis- lat. ‘dos’ circunnavegar ‘navegar alrededor, dar la vuelta al mundo’. circun- lat. ‘alrededor’ encéfalo ‘que está dentro de la cabeza’. engr. ‘dentro’ endograstritis ‘inflamación de la mucosa interior del estómago’. endogr. ‘dentro de’ epitafio ‘sobre la sepultura’. epigr. ‘encima’ eutanasia ‘buena muerte, sin sufrimiento’; eufemismo. eugr- ‘bueno’ excéntrico ‘que está fuera del centro o de lo normal’. exlat. ‘fuera de’ extraordinario ‘fuera de lo ordinario’. lat. ‘fuera de’ extrahelioterapía ‘curación por el sol’. heliogr- ‘sol’ hemiciclo ‘la mitad del círculo’; hemitórax. hemigr- ‘medio’ hemorragia ‘flujo de sangre’. tiemogr. ‘sangre’ hipertenso ‘que tiene excesiva tensión sanguínea’. hipergr- ‘exceso de’ hipoclorhidria ‘escasez de ácido clorhídrico’. hipogr. ‘debajo’ irredento ‘no redimido’; insolar ‘poner al sol’. i-/inlat. ‘en, no’ isosílabo ‘con las mismas sílabas’. ‘igual’ isogrmicrobio ‘pequeño ser con vida’; microscopio ‘que ve lo pequeño’ microgr- ‘pequeño’ minifundio ‘finca rústica de pequeña extensión’. minilat. ‘pequeño’ minusválido ‘inválido’. minus- lat. ‘menos’ multicolor; multiforme ‘que tiene muchas formas’. ¡nulti- lat. ‘muchos’ neoclasicismo; neocristiano. neogr. ‘nuevo’ omnipotente ‘que lo puede todo’. omni- lat. ‘todo’ panacea ‘remedio para todos los males’; panteísmo. pasi/pant- gr. ‘todo’ península ‘casi isla’; Penibética. pessilat. ‘casi’ perenne ‘a lo largo de un año’. perlat. ‘a través de’ perímetro ‘medida del contorno’. perigr. ‘alrededor’ pluriempleo; plurivalente. piarilat. ‘varios’ pluscuamperfecto; plusvalía. pluslat. ‘más’ polideportivo; polifonía ‘varios sonidos simultáneos’. poligr- ‘varios’ postdata ‘lo escrito detrás de la fecha o firma’. postlat. ‘después’ precalentamiento; prematrimonial; prematuro. prelat. ‘antes de’ protomártir ‘el primero de los mártires’. proío- gr. ‘el primero’ semicírculo ‘la mitad del círculo’. semilat. ‘medio’ sincronía ‘en el mismo tiempo’. singr. ‘con’ sotabarba ‘vello que crece bajo la barbilla’; sotobosque. lat. ‘debajo’ sotasubterráneo; subnormal; subsuelo. lat. ‘bajo’ subsuperhombre; superdotado. super- lat. ‘sobre’ suprarrenal ‘sobre los riñones’. supra- lat. ‘sobre’ televisión; teleobjetivo. telegr- ‘lejos’ tetraedro ‘cuatro caras’. tetragr. ‘cuatro’ transpirenaico. trans- lat. ‘al otro lado’ ultramarino ‘más allá del mar’. lat. ‘más allá de’ ultraunicelular ‘con una sola célula’. lat. ‘uno’ univicedirector. vicelat. ‘en lugar de’ B. SUFIJOS Y RAÍCES SI FIJAS CLÁSICAS neuralgia ‘dolor nervioso’; cefalalgia ‘dolor de cabeza’. gr. ‘dolor’ -algia monarquía ‘mando de uno solo’; anarquía ‘sin gobierno’. -arquía/-arca gr. ‘mando’ pediatra ‘médico de niños’; psiquiatra. gr. ‘médico’ -aíra anaerobio ‘que vive sin necesidad de aire’. -bio* gr. ‘vida’ -cefalo/ macrocéfalo ‘con cabeza grande’. gr. ‘cabeza’ -cefalia triciclo ‘con tres ruedas’. gr. ‘círculo’ -ciclo
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-cidio -erada -crono* -dermo* -doxa -dromo -adro -estesio/a -fago*/-fagia -filia -fobo/ia -fono* -forme -foro -fugo/a -gamia* -geno -gono* -grafíaVo -itis -latría -litos -logia -mancia -manía -megalia/o* -metro/ía -morfo* -oide -orna -ónimo -osis -patía/pata -pode/-podo -poli -ptero* -rragia -sderosis -scopio -semia -teca -terapia -tomo/tomía -uria -voro -zoo*
gr. gr. grgrgrgrgrgrgrgrgr. grlat. grlat. grgrgr. gr. gr. grgrgrgrgrgr. gr. grgrgr. grgrgrgrgrgr. grgr. gr. gr. grgrgrgrlat. gr.
‘que mata’ ‘gobierno’ ‘tiempo’ ‘piel’ ‘opinión’ ‘carrera’ ‘cara’ ‘sentir’ ‘comer’ ‘afición’ ‘aversión’ ‘sonido’ ‘forma’ ‘llevar’ ‘que ahuyenta’ ‘matrimonio’ ‘origen’ ‘ángulo’ ‘escritura’ ‘inflamación’ ‘adoración’ ‘piedra’ ‘estudio’ ‘adivinación’ ‘afición’ ‘grande’ ‘medida’ ‘forma’ ‘parecido a’ ‘tumor’ ‘nombre’ ‘enfermedad’ ‘enfermedad’ ‘pie’ ‘ciudad’ ‘con alas’ ‘derrame” ‘endurecimiento’ ‘ver’ ‘significación’ ‘armario depósito’ ‘curación’ ‘cortar’ ‘orina’ ‘que come’ ‘animal’
uxoricidio ‘que mata a la mujer’; homicidio; suicidio. democracia ‘gobierno del pueblo’; mesocracia. isócrono ‘al mismo tiempo’. paquidermo ‘de piel gruesa’. heterodoxa ‘de otra opinión’. hipódromo ‘lugar para carreras de caballos’. poliedro ‘con muchas caras’. anestesia ‘sitir’; radioestesia. antropofagia ‘comer carne humana’. hemofilia ‘facilidad para el flujo de sangre’. hidrofobia ‘aversión al agua’; claustrofobia. audífono ‘aparato para facilitar la audición’. fusiforme fe n forma de huso’; uniforme ‘forma única’. semáforo ‘que lleva significación’. vermífugo ‘que ahuyenta a los gusanos’; centrífugo. poligamia ‘varios matrimonios’. patógeno ‘origen de la enfermedad’. pentágono ‘de cinco ángulos’. biografía ‘relato de la vida’. conjuntivitis ‘inflamación de la conjuntiva’. idolatría ‘adoración de los ídolos’. megalito ‘piedra grande’; aerolito. geología ‘estudio de la tierra’. cartomancia ‘adivinación por los naipes’. megalomanía ‘delirio de grandezas’. esplenomegalia ‘inflamación del bazo’. termómetro ‘aparato para medir la temperatura’. amorfo ‘sin forma’; alomorfo ‘otra forma’. ovoide ‘parecido a un huevo’; antropoide. epitelioma ‘tumor en el epitelio’; osteoma. topónimo ‘nombre de lugar’; antónimo. tuberculosis; silicosis. cardiopatía ‘enfermedad del corazón’; cardiópata. trípode ‘que tiene tres pies’; miriápodo ‘con mil pies’. metrópoli ‘ciudad matriz o principal’; necrópolis. díptero ‘con dos alas’; áptero ‘sin alas’. hemorragia ‘derrame de sangre’. arterioesclerosis ‘endurecimiento de las arterias’. microscopio ‘aparato para ver las cosas pequeñas’. polisemia ‘varios significados’, monosemia. biblioteca ‘depósito de libros’; hemeroteca. helioterapía ‘curación por el sol’. micrótomo ‘aparato para cortar objetos pequeños’. anuria ‘cesación total de la secreción urinaria’. carnívoro; omnívoro ‘que come cualquier cosa’. protozoo ‘animal primario, de una sola célula’.
El asterisco* indica que la raíz puede ser utilizada también como prefijo.
11.12. G U ÍA PA R A EL CO M EN TA R IO I)E U N TEXTO CIENTÍFICO . 1. Tipo de escrito: Forma de discurso (ver tema XIV, 3). 2. Estructura del enunciado. a) Tema o idea central. b) Organización del contenido: plan seguido por el autor (línea del pensamiento). 3. Códigos utilizados.
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4. El a) b) c)
código plano plano plano
lingüístico. Rasgos lingüísticos que caracterizan el estilo del enunciado: morfológico. sintáctico. léxico.
5. Relación autor-enunciado.
6.
Relación enunciado-receptor.
7. Valoración final.
11.13. C O M EN TA R IO D E U N TEXTO CIENTÍFICO . Texto para el comentario EL ORIGEN DEL UNIVERSO Y LA FORMACIÓN DEL SISTEMA SOLAR No podemos, en una obra como la presente, entrar en detalles sobre las distintas hipótesis y teorías formuladas para explicar el origen del Universo, ni mucho menos someter a discusión los pros y contras de cada una de ellas. Para nuestro propósito, basta considerar que por muchos científicos actuales se admite que el Universo se halla en continua expansión. La noción de un Universo en expansión (es decir, que las galaxias que lo forman se van 5 alejando o separando cada vez más) presupone que en su origen el Universo era una esfera condensada de altísimo potencial energético, en cuyo suelo partículas elementales (neutrones, protones y electrones) formaban un gas nu clear con una temperatura de varios miles de millones de grados. La rápida expansión de esta bola gaseosa incandes cente se acompañó de una serie de procesos complejos que provocaron la agrupación de las partículas elementales en átomos. A medida que proseguía la expansión, la temperatura fu e descendiendo y los átomos de los elementos 10 de un elevado punto de fusión, tales como hierro y silicio, cristalizaron en forma de polvo cósmico, que quedó flotando en el seno de una masa gaseosa formada principalmente por hidrógeno y helio. Llegó un momento en que esta masa de expansión se fragmentó en masas menores de gas y polvo cósmico que empezaron a girar sobre sí mismas y formaron las galaxias. Con este giro se provocaron turbulencias en el interior de las galaxias que abocaron en lafragmentación de su masa en miles de millones de porciones que dieron las pro15 to-estrellas, las que girando a la vez sobre sí mismas se concentraron y con ello se presentaron en su interior una serie de reacciones termonucleares, origen de poderosas reacciones luminosas y calóricas. De esta forma se originó el Sol de nuestro sistema planetario solidificado. Pero la velocidad de enfriamiento fu e lo suficiente mente lenta para que los elementos más pesados (hierro y níquel, por ejemplo) se concentraran en un núcleo central, quedando envueltos por los más ligeros tales como el silicio y el aluminio, mientras que los más ligeros aún 20 formaron una envoltura gaseosa que era la atmósfera primitiva, la cual tenía una composición muy diferente de la actual, ya que estaba constituida principalmente por metano, amoníaco, hidrógeno y vapor de agua, pero carecía de oxígeno, nitrógeno y anhídrido carbónico, que son los principales componentes de la atmósfera actual de Ia Tierra. V ic e n te D u a ld e P é re z . Biología. E d ito r ia l L ó p e z M e z q u id a , V a le n c ia , 1982, p á g . 673-4
COMENTARIO 1. TIPO DE ESCRITO. Es una exposición en la que el autor explica el origen del Universo a partir de una materia inicial que comenzó un proceso de continua expansión. 2. ESTRUCTURA DEL ENUNCIADO.
■-ssr
La idea fundamental de un Universo creado como consecuencia de ¡a expansión y posterior enfria miento de una esfera gaseosa e incandescente se desarrolla de acuerdo con el siguiente plan: a) la materia inicial (hasta la línea 7); b) fenómenos que se producen en el interior de esa masa primaria (linea 7 a 11); c) fragmentación de la masa y sus consecuencias (linea 12 a 17); d) formación de la Tierra —núcleo central y atmósfera)— (línea 17 al final). CÓDIGOS UTILIZADOS. Solamente se utiliza el código lingüístico y el tipográfico. Con este último se subrayan, mediante la letra cursiva, las ideas fundamentales, coincidentes con las del plan anteriormente señalado: expansión de una esfera condensada, fragmentación en masas menores de gas y polvo y creación del núcleo central de la Tierra y de su atmósfera. -
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4. EL CÓDIGO LINGÜÍSTICO: Rasgos lingüísticos que caracterizan el estilo del enunciado, a) Plano morfológico. Una de las características más evidentes de este enunciado es la frecuente repetición de palabras (ex pansión, Universo, galaxia, átomo, etc.) originada por dos razones principales: el afán de claridad que pretende todo enunciado científico, especialmente cuando —como en este caso— está destinado a la en señanza, y por el carácter unívoco de los tecnicismos científicos, que impide el desarrollo de sinónimos, usual en la lengua ordinaria. La cacofonía solo podría ser evitada por perífrasis contrarias a la propie dad y a la precisión, indispensables en la expresión científica. Así, lo que en otra clase de escritos sería reprochado como pobreza expresiva se acepta en el texto científico si la reiteración no es enojosa y pro duce los efectos deseados. Es notable asimismo la abundancia de nombres abstractos cuyos referentes son exclusivamente categorías mentales (teoría, hipótesis, noción, propósito) o fenómenos expresados mediante nombres postverbales en cuyo contenido perdura una parte de la dinámica del verbo originario (enfriamientosenfriar, expansión sexpansionarse, discusión-* discutir, fusión-*fundir, fragmentación -^fragmentar). El nombre abastracto sitúa la realidad en una dimensión intelectual. Otra característica morfológica es la abundancia de adjetivos, generalmente especificativos o restricti vos del contenido semántico del nombre. Generalmente pospuestos, sirven para definir y delimitar el sustantivo, por lo que tienen un valor fundamental en la objetivación del proceso científico y en la preci sión de sus datos (1.5 esfera condensada, potencial energético; 1.6 gas nuclear; 1.7 rápida expansión; 1.8 procesos complejos, partículas elementales; 1.10polvo cósmico; 1.11 masa gaseosa; 1.16 reacciones termo nucleares; 1.18 núcleo central; 1.20 envoltura gaseosa, atmósfera primitiva; 1.23 atmósfera actual). El in terés por la exactitud origina expresiones en que el concepto está matizado por dos o más adjetivos. Cuando son dos los adjetivos y su colocación es posterior al nombre, el segundo de ellos no sólo modifi ca al sustantivo sino a la noción compleja creada por el nombre y el primer adjetivo (1.7 [bola gaseosa] incandescente; 1.17 [sistema planetario] solidificado. Si el nombre va flanqueado por los dos adjetivos, el primero de ellos aporta —como en la triple adjetivación— una valoración que no merma la objetivi dad del proceso, sino que trata de ponderarlo en sus límites científicos reales (1.6altísimo potencial ener gético; 1.16 poderosas reacciones luminosas y calóricas). El tiempo verbal viene exigido por el carácter del enunciado. La exposición utiliza el presente en el planteamiento de la hipótesis, ya que éste es el principio fundamental del que arranca el enunciado (1.3 se admite que el Universo se halla; 1.4 las galaxias que lo forman se van alejando; 1.5 presupone que en su origen). Se utiliza el pasado (pretérito indefinido) para explicar el proceso expansivo del Universo (1.7 se acompañó de una serie de procesos que provocaron; 1.9 los átomos cristalizaron; 1.12 llegó un momento en que esta masa se fragmentó; 1.13 empezaron a girar y formaron; 1.14 que abocaron, queda ron; 1.15 se concentraron, se presentaron etc.). La lentitud con que se desarrollaron algunos de los fenó menos descritos se subraya utilizando perífrasis continuativas de gerundio (1.4 las galaxias... se van ale jando cada vez más; 1.9 la temperatura fu e descendiendo; 1.10 el polvo cósmico que quedó flotando). El valor incoativo de la perífrasis de infinitivo sirve para puntualizar la génesis de las galaxias (1.12 masas que empezaron a girar). Todos los tiempos —presentes y pasados— pertenecen al modo Indicativo en consonancia con la realidad y objetividad de lo tratado. Conviene destacar, también, el plural de modestia con que el autor trata de diluir su presencia desde el comienzo del texto (1.1 no podemos; 1.3 para nuestro propósito), b) Plano sintáctico. La exposición se hace utilizando frases afirmativas, generalmente yuxtapuestas, en las que el pensa miento se ordena lógica y linealmente. No faltan algunos enlaces adversativos que segregan de la afirma ción principal detalles que refuerzan la exactitud de la aserción: las reacciones crean el sol del sistema planetario, pero (1.17 la velocidad del enfriamiento fue lo suficientemente lenta...); la atmósfera primiti va tenía metano, amoníaco... vapor de agua, pero (1.21 carecía de los principales componentes de la at mósfera actual). En este entramado afirmativo aparecen abundantes oraciones de relativo, especificativas o explicati vas, cuya presencia contribuye a la condensación informativa del texto, pues el relativo sirve para enlazar el antecedente con un nuevo fenómeno que el autor quiere mencionar en su exposición (1.4 las galaxias 442 -
que lo form an se van alejando; 1.6esfera condensada en cuyo suelo partículas elementales...; 1.10 en for ma de polvo cósmico que quedó flotando...; 1.10 gas y polvo cósmico que empezaron a girar...; 1.22 nitró geno y anhídrido carbónico que son los principales componentes... En algún caso el deseo de objetivar los fenómenos y de economizar palabras produce un encadenamiento excesivo de este tipo de oraciones (1.20 formaron una envoltura gaseosa que era ¡a atmósfera primitiva a) la cual tenía una composición muy diferente de la actual b) 1.4 se provocaron turbulencias en el interior de las galaxias que abocaron a la fragmentación de su masa en... porciones a) que fueron las proto-estrellas b), las que girando... se concentraron... c). Abundan también las oraciones pronominales, pasivas reflejas o impersonales, por su capacidad para hacer desaparecer el agente de la acción y, por ello, de presentar las nociones con la máxima objetividad, tal como se decía en 11.5.1. (1.3 por muchos científicos se admite que el Univer so...; T.T3 se provocaron turbulencias en el interior; 1.16 de esta forma se originó el Sol). Son escasas las indicaciones temporales y modales. Más interesante es la existencia de oraciones explicativas propias de la exigencia de claridad que tiene un texto científico, especialmente si está destinado a la enseñanza (1.4 la noción de un Universo en expansión (es decir, que las galaxias que lo forman...) y los incisos con el mismo valor 1.6partículas elementales (neutrones, protones y electrones); 1.18 los elementos más pesa dos (hierro y níquel, por ejemplo). El deseo de precisión se manifiesta en una serie de complementos preposicionales dependientes de sus tantivos o adjetivos y, en ocasiones, de la noción compleja creada por la unión de ambos (1.4 noción de Universo en expansión; 1.5 atmósfera de altísimo potencial; 1.7 rápida expansión de esta bola, etc.). A veces se encadenan los complementos (1.9 los átomos de los elementos de un elevado punto de fusión; 1.23 componentes de la atmósfera actual de la Tierra). Conviene mencionar también la presencia de nominalizaciones como elementos objetivadores. Las ex presiones: «las partículas se agrupan», «se fragmentó la masa» se convierten en el texto en las siguientes nominalizaciones: «la agrupación de partículas elementales» (1.6), «la fragmentación de la masa» (1.14). ¿ ) Plano léxico-semántico. Son muy numerosos los. tecnicismos y de muy diverso origen: 1. Formados por derivación: a) de la lengua propia: cristalizar. lexema cristal + sufijo -izar b) científica: metano <- met ‘primer elemento de la serie de los hidro carburos’ + -ano ‘terminación génerica del grupo’; carbónico carbono + ico ‘ácido’. 2.
Formados con raíces clásicas: a) latinas: silicio sílex ‘sílice’. b) griegas: galaxias- galaxias ‘galácteo’, helios helios ‘sol’ (gas que se descubrió en la atmósfera solar); p r o t ó n protos ‘primero’; electrón; elektron ‘ambar’ (resina que al ser frotada atrae pequeñas par tículas); hidrógeno*#-hidro gr. hidr ‘agua’ + gr. geno ‘engendra’; gr. a ‘no’ + gr. tomo ‘cortar’, (que no se puede cortar)-#-átomo
3. Formadas con raíces clásicas y palabras españolas: protoestrellas -«-protos ‘primero’ + estrella (las primeras estrellas). 4. Formados con raíces clásicas y sufijos científicos: anhídrido gr. a ‘no’ + hidr ‘agua’ + -ido ‘ácido’. 5. Préstamo del al. níquel -«-Nickel (nombre de un duende que se aplicó al mineral que no producía cobre). Todos estos tecnicismos son perfectamente unívocos. La polisemia de gaseosa y masa queda neutrali zada por el contexto. 5. RELACIÓ N DEL AUTOR CON EL ENUNCIADO. El autor se limita a hacer una exposición neutral y objetiva sin proyectar su subjetividad sobre el enun ciado ni actuar sobre el receptor. El lenguaje está empleado con una exclusiva función referencial. 6. RELAC IÓ N ENUNCIADO-RECEPTOR. El texto está destinado a un receptor no especializado. Ha sido evitado cuidadosamente cualquier ele-
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12.1. CONCEPTO . Es el utilizado en textos que tienen como fin regular la vida social (leyes, contratos, concesiones, sen tencias, etc.) y gestionar el bien común. Este nivel de habla es propio de escritos y documentos relacionados con alguno de los poderes del estado y de los tratados doctrinales que los analizan y explicitan: 1. ° Con el poder legislativo se corresponden las leyes que ordenan la convivencia y erigen al estado en moderador de los intereses de los individuos y grupos sociales. El centro de este poder legislativo en las sociedades democráticas es el parlamento. En los estados organizados en comunidades autónomas las disposiciones generales conviven con las que promulgan los parlamentos autonómicos sobre materias de su competencia.
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2. ° Con el poder judicial se relacionan los escritos utilizados por los tribunales de justicia (diligencias, exhortos, demandas, sentencias, etc.). 3. ° Del poder ejecutivo depende la amplia actividad documental promovida por los numerosos orga nismos del estado existentes en los distintos planos de la vida social (estatal, autonómico, provincial, local). La función de estos organismos es gestionar el bien común, vigilar el cumplimiento de lo prescrito por las leyes y legislar de forma complementaria y subordinada. El órgano que comunica la administra ción con los administrados es el Boletín Oficial del Estado, publicación diaria que recoge todos los do cumentos del ordenamiento social (leyes, decretos, resoluciones, etc.^O tro tipo de documentos son los que intervienen en la tramitación administrativa concreta, tales como instancias, oficios, declaraciones, certificados, etc.
12.2. SE M E JA N Z A S Y D IFE R E N C IA S EN TR E U N O Y OTRO LENG UA JE. La semejanza es total en la actividad legislativa, común a ambos estamentos. Las disposiciones que emanan del poder legislativo son idénticas en nombre (leyes, decretos, resoluciones, etc.), en estructura y estilo a las promulgadas por el ejecutivo (administración). Todo cuanto se puede decir en este aspecto del lenguaje jurídico es plenamente transvasable al administrativo. Persiste la semejanza en los textos administrativos no jurídicos. Contribuye a ello la exigencia de que su redacción esté sometida y como aprisionada por la norma jurídica en todo estado de derecho. Esta dependencia hace posible que el lenguaje administrativo acuse filtraciones abundantes del lenguaje jurí-, dico, como pueden ser los latinismos, arcaísmos, fórmulas, tratamientos solemnes, parejas de sinóni mos, construcciones nominales, form as no personales del verbo, períodos extensos, repeticiones, etc.1 La amplia ennumeración de semejanzas permite comprender el paralelismo existente entre ambas ma nifestaciones. Puede afirmarse que las diferencias no son formales sino de grado o intensidad. Las mani festaciones típicas se perciben con mayor rigor en el lenguaje inductor, el jurídico, más conservador; con menor intensidad en el administrativo, el inducido, más poroso a las influencias de la retórica políti ca. Le afectan asimismo en mayor medida los cambios dinámicos de la lengua contemporánea (anglicis mos, galicismos, préstamos) y la capacidad lingüística y expresiva de sus usuarisos, menos uniforme que en el jurídico, pues depende de los criterios y procedimientos empleados para la selección de los funcio narios administrativos.
12.3. LEN G U A C O M Ú N Y D ER EC H O . El lenguaje jurídico se sirve, en gran medida, de la lengua común. Gracias a ella las leyes pueden ser 1L. Calvo Ramos, Introducción al estudio del Lenguaje A dministrativo. Edit. Gredos, Madrid, 1980, pág. 238. Queremos hacer constar que este magnífico estudio nos ha sido muy útil para desarrollar este capítulo.
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formuladas y conocidas por cualquier ciudadano. La formulación lingüística es indispensable incluso para que adquieran fuerza legal los comportan., entos tradicionales del derecho consuetudinario. No obstante, la lengua ordinaria es un vehículo imperfecto del contenido jurídico. El lenguaje jurídi co, según Kurt Baldinger, es el mayor ejemplo de un lenguaje científico que se encuentra entre el lengua je común y la nomenclatura1 (vid. tema 11, 6). No basta la lengua común: es necesario encontrar un punto medio entre ésta y la manera de indicar la realidad que tienen los tecnicismos científicos. La len gua común funciona muy bien con objetos mentales a los cuales corresponden trozos de realidad sin límites fijos. Pero tan pronto intentamos trazar límites precisos en la realidad por medio del lenguaje, tropezamos con enormes dificultades. Desde el punto de vista de la teoría del lenguaje esto es imposible2. La lengua distingue los conceptos mentales frío, tibio, caliente. A cada uno de ellos corresponde un frag mento de realidad. Pero la lengua no marca cuándo se llega a la frontera de cada uno y se pasa a la del otro. No está trazado el límite. El derecho, en cambio, necesita definir los límites porque de ello pue de depender la culpabilidad o la inocencia. Los problemas surgidos en España con la Ley de Despenalización del Aborto tuvieron como funda mento la indefinición del límite en que comienza el hombre a ser hombre (en el momento de la fecunda ción o en el nacimiento) y la ambigüedad del indefinido todos con que se inicia el artículo 15 de la Constitución: Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser some tidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra. Quien piensa que el nuevo ser existe desde la fecundación, da al indefinido todos una amplitud que ampara a la nueva vida; quien pone el límite meses después, en el nacimiento, lo desliga del derecho a la vida netamente reconocido en el precepto constitucional. En el primer caso el juez tendría que ha blar de homicidio; en el segundo, de intervención quirúrgica, por ejemplo. El problema del lenguaje jurídico es esa necesidad de recortar y limitar la realidad con una lengua imprecisa en el establecimiento de los límites (vid. tema 1). 12.3.1. D E F IN ICIO N E S. Como el significado común de algunos términos no se identifica con su concepto jurídico o lo defor ma, los tribunales de justicia se ven en la necesidad de hacer, en las sentencias, definiciones de algunas palabras cuya fijación semántica es fundamental para calificar y emitir un fallo justo. Suelen ser conci sas y muy matizadas. Si caen en la tentación de dar una definición exhaustiva, el resultado suele ser farragoso y complicado, de efecto contrario al perseguido. La necesidad de definir es habitual en los juristas desde la antigüedad. Veamos algunas definiciones: a) en el Derecho Romano: En la denominación de fundo se comprende todo edificio y todo campo (Florentino); en la denominación cosa se entiende también una parte de ella (Paulo); por derecho propio llamamos familia a las varias personas que por naturaleza o por derecho están sujetas a la potestad de uno (Ulpiano); caso fortuito es el que no pue de preveerse por ningún medio humano (Ulpiano). b) en las sentencias de los tribunales: La palabra dinero sólo significa moneda, nunca un conjunto o universalidad de bienes; población y lugar son sinónimos para efectos lega les; intimidación es la presión moral que por el miedo se ejerce sobre el ánimo de una per sona ptu i conseguir en ésta un objeto determinado; el despoblado requiere operar delictualmente en paraje alejado de los núcleos de población en el que sea difícil o poco probable encontrar personas que oostaculicen el quehacer criminal. c) en los códigos: Hay alevosí; cuan do el culpable comete cualquiera de los delitos con-1
1 Kurt Baldinger,
T e o r ía S e m á n tic a .
Edit. Alcalá, 2a edic. Madrid, 1977, pág. 62.
‘La referencia entre paréntesis se refiere a Kurt Baldinger, ob. cit., pág. 62.
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tra las personas empleando medios, modos o formas de ejecución que tiendan directa y especialmente a asegurarla sin riesgo para su persona que proceda de la defensa que pu diera hacer el ofendido (Código Penal, artículo 10, Ia); se denominarán buques [...] para los efectos del Código de Comercio y de este Reglamento no sólo las embarcaciones desti nadas a la navegación de cabotaje o altura, sino también los diques flotantes, pontones, dragas, gánguilas y cualquier otro aparato flotante destinado o que pueda destinarse a servicios de la industria o comercio marítimo o fluvial (Reglamento del Registro Mercan til, art. 146); se entiende por impresores a efectos de este artículo, los directores o jefes de establecimiento en el que se haya impreso, grabado o publicado, por cualquier otro me dio, el escrito o estampa criminal (Código Penal, art. 15 bis). d) en los convenios comerciales: Por importación se entenderá el cacao que entre en el territorio aduanero del país. Por país importador o miembro importador se entenderá, res pectivamente, todo país o todo miembro cuyas importaciones de cacao, expresadas en su equivalente en cacao en grano, sean mayores que sus exportaciones (13. 2. 1987. 4354)L
12.4. FACTORES Q U E IN T E R V IE N E N EN LOS E N U N C IA D O S JU R ÍD IC O S Y A D M IN ISTR A TIV O S. El estilo de un texto es resultado de una serie de condicionamientos internos y externos, que actúan sobre el emisor en el momento de la elocución y le imponen una determinada selección del material lin güístico. El emisor actúa, pues, con una idea preconcebida, estrechamente relacionada con las caracterís ticas ideales del enunciado, y aplica su capacidad lingüística (condicionamientointerno) a conseguirlas. Todas ellas dependen de los siguientes factores externos: a) El instrumento es la lengua culta. b) El medio es la expresión escrita salvo en la práctica jurídica, que emplea también la oral en !a vista de las causas. Este uso forense permite un habla más libre y creadora en la que pueden apare cer elementos subjetivos (vehemencia), conativos (deseo de convencer) y expresivos (adjetivación, elementos retóricos). c) La atmósfera es el ambiente en que se produce la comunicación. Está creado por coexistencia de un doble plano de distinto rango; el plano superior, que impone la norma y establece las condicio nes de la gestión, y el subordinado, que debe acatarla. En el primero está el legislador o la admi nistración, en el segundo, los ciudadanos, los administrados. d) La materia sobre la que versa la comunicación, que obliga a una elaboración lingüística del enun ciado concorde con las exigencias internas de la disciplina.
12.5. A) La atmósfera. Actúa sobre el enunciado de tres maneras: a) Imponiéndole el tono imperativo propio de los preceptos, que se reflejara en las oportunas mar cas lingüísticas. b) Introduciendo en las fórmulas del mandato elementos ajenos al mismo, que tienen como función: 1) subrayar la autoridad del legislador; 2) rodear de prestigio lo mandado. B) La materia. El contenido jurídico, común a la actividad jurídica y administrativa, y la gestión del bien social peculiar de esta última se proyectan sobre el enunciado imponiéndole tres características fundamentales: a) La objetividad, tendente a eliminar en la gestión del bien común y en la administración de la
Estas citas so refieren al Boletín Oficial del Estado: las tres primeras cifras separadas por punto indican el día, el mes y el año; la cuarta, la página.
justicia el subjetivismo que entorpecería y llegaría a neutralizar su función social. b) El carácter general del enunciado, impuesto por.la necesidad de legislar sobre la amplia actividad humana tipificándola en grandes bloques —sin casuismo— con el fin de que todos los ciudada nos queden obligados a su cumplimiento. Esta amplitud de la normativa puede ser matizada y pormenorizada por procedimientos lingüísticos, de los que hablaremos más adelante (vid. 12.6), o por procedimientos jurídicos: I o Por la progresiva restricción de lo le g isla d o merced al articulado de la ley o del código. 2o Por documentos legales, complementarios de la ley (estatutos, reglamentos, circulares, etc.). 3 o Por la referencia a preceptos legales ya existentes en el ordenamiento del estado. 4o Por las precisiones realizadas a través de las definiciones jurídicas (ver 12.3.1). c)
La claridad y la concisión. Son fundamentales en un documento que obliga a todos, tanto si es un precepto legal como si se trata de una actuación administrativa. Deben ser entendidos por cualquier individuo. El texto jurídico no puede quedar anulado por las dificultades que ofrece la lengua (polisema, problema para el establecimiento de límites) ni por tecnicismos que sólo son comprendidos por los especialistas. La importancia que la claridad tiene para el derecho se desprende de la atención que merece para el legislador. El artículo 359 de la Ley de Enjuiciamiento Civil dice: Las sentencias deben ser claras, precisas y congruentes con las demandas; en el ámbito administrativo también se exi ge la concisión: la Orden de 7 de Julio de 1986, artículo 2o, 2, dice: En las comunicaciones admi nistrativas que hayan de dirigirse a la Administración (...) no se consignarán fórmulas de saluta ción o despedida ni expresiones que no sean esenciales para la exposición del documento (22.7.1986 / 26287).
12.6. RASG OS LING ÜÍSTICO S DETER M IN A D O S PO R LOS FACTORES EXTERNOS. RASGOS LINGÜÍSTICOS RELACIONADOS CON LA ATMÓSFERA
Dos planos en la relación
/ 3 a pers. sing. Ciudadano ) Apelativos de función: apelante, litigante, etc. j i Designación por el lugar ocupado en el escrito \ I nombre y apodos conocidos. í
el infrascrito e¡ el susodicho e^ a^ aí ° Armante
Tono: Oraciones enunciativas de carácter imperativo
Fórmulas del mandato o de la función Verbos realizativos Que subrayan la autoridad:
Mandato
Fórmulas solemnes
Elementos adyacentes al mandato
Que suavizan la relación entre los dos planos: fórmulas de corte sía y tratamiento. -
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¡2.6.1. RELACIONADOS COA LA ATMOSFERA. A. MOTIVADOS POR EL DOBLE PLANO. a) El legislador o autoridad aparece a veces utilizando la Ia persona del plural —uso anticuado— o del singular. La Ia persona suelen utilizarla los jerarcas de la iglesia y del estado en documentos solem nes y los jueces al emitir su fallo en alguna sentencia. En el lenguaje administrativo no suele utilizarse. Nos, Dr. (...) por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de...; por esta sentencia lo pro nunciamos, mandamos y firmamos; debemos fallar y fallamos (14. 1. 1974. 1757). Es más frecuente el uso del singular: Mando a todos los españoles y autoridades que guarden y hagan guardar la Constitución (29. 12.1978); He resuelto en el uso de las facultades que me están conferidas (27. 2. 1987. 5931). Por tanto, ordeno a todos los ciudadanos (...) (13. 3 1987. 6281). b) El subordinado. Cuando debe dirigir un escrito se expresa siempre en la tercera persona del singu lar, y las referencias a su persona suelen reducirse al apelativo de la función que ejerce en la relación jurídica o administrativa o a simples menciones del lugar que ocupa en un escrito. En la Ley de Enjuicimiento Criminal aparecen los siguientes apelativos: artículo 57: El recusante; art. 147: Los oponentes; art. 766: El litigante, art. 717: El demandante, y muchos más. En la Ley de Enjuiciamiento Civil apare cen estos otros: art. 116: Herederos y causahabientes; art. 176: El adoptante, El adoptado. En el lengua je administrativo: el solicitante. Es frecuente la designación por el lugar que ocupa en el escrito donde se le menciona, bien con forma latinizante: el infrascrito (-*-infra ‘abajo’ + scriptus ‘escrito’ = el a b a jí escrito o mencionado), susodi cho sursum ‘arriba’ + dictus ‘dicho’ = mencionado o dicho más arriba) o por formas castellanas: el abajo firmante. Cuando el subordinado está sometido a la justicia, ésta ordena en el artículo 142, 5o, Io, de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que en las sentencias se ponga además de el nombre de los procesados, los sobrenombres o apodos con los que se les ha conocido. B. MOTIVADOS POR LA EXPRESIÓN DEL MANDATO. Las oraciones son exclusivamente enunciativas, imperativas* propias de la naturaleza impositiva de las leyes; leyes; se construyen fundamentalmente con las terceras personas (singular o plural) del futuro imperfecto de indicativo y abundan asimismo las perífrasis obligativas. En las proposiciones condiciona les, en las temporales y en las frases hechas del lenguaje jurídico (siprocediere, si hubiere lugar) se usa por arcaísmo el futuro imperfecto de subjuntivo con el mismo valor que tenía en el Siglo de Oro. Lo más característico de su uso es, sin embargo, la acumulación de sus formas dentro de la frase. Por último, son también característicos los verbos realizativos, que al ser empleados realizan la acción que significan. Ejemplos de futuro imperfecto de indicativo: No se consignarán en las comunicaciones administrativas (...) fórmulas de salutatión o despedida; se dirigirán exclusivamente a los órganos superiores de la Administración; se redactarán en forma impersonal (22.7. 1986. 26287). Ejemplos de perífrasis: Habrá de realizarse; habrá de enviarse; habrá de estar a lo esta blecido (13. 2. 1987, 34697). En algunos casos la perífrasis enfatiza el mandato; se conside ra oportuno proceder a prorrogar (por prorrogar) los contratos (13. 2.1987. 4368); podrán hacer uso (por usarán) del recurso de queja (13. 2. 1987. 4368): de lo actualizado se hará mención (por lo actuado se mencionará) en el acta (Ley de Enjuiciamiento Criminal, art. 77). Ejemplos de futuro imperfecto de subjuntivo: a) En proposición temporal: Cuando el enajenado hubiere cometido un hecho que la Ley sancionare como delito (Código Penal, art. 8, Io); b) En proposiciones condicionales: si así no lo hiciere se le tendrá por notificado y le parará el perjuicio a que hubiere lugar (14. 1. 1974. 7292); c) En frases hechas del lenguaje jurídico: ...los gravámenes anteriores y preferentes, si los hubiere al crédito del autor (2.1.1974. 53). -
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Ejemplos de verbos realizativos: Fallamos; Como encargado del Registro, certi fico que este sobre sólo contiene correspondencia oficial. C MOTIVADOS POR LA NECESIDAD DE SUBRAYAR LA AUTORIDAD DEL LEGISLADOR. Son, sobre todo, fórmulas solemnes que enmarcan las actuaciones de la autoridad en momentos im portantes o que sirven de introducción o cierre a la promulgación de las leyes. a) En la promulgación de la Constitución Española: D. Juan Carlos I, Rey de España, a todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: Que las Cortes han aprobado y el Pueblo Español ratificado la siguiente Constitución... Por tanto: Mando a todos los es pañoles, particulares y autoridades, que guarden y hagan guardar la presente Constitu ción (29. 12. 1978). b) Ley de Comunidad Autónoma: Hago saber que el Parlamentgo de Navarra ha apro bado la siguiente Ley Foral (...) Yo, en cumplimiento del art. (...) Promulgo en nombre de S. M. el Rey esta Ley Foral, ordeno su inmediata publicación en el B.O.E. y mando a los ciudadanos y a las autoridades que la cumplan y hagan cumplir (27. 2. 1987. 5920). c) Ley del Estado: Sabed que las Cortes Generales han aprobado y yo vengo en sancio nar la siguiente Ley. d) En las sentencias: Fallamos: Que debemos desestimar y desestimamos la causa de inad misibilidad opuesta e igualmente desestimamos el recurso contencioso-administrativo in terpuesto por D.... (27. 2. 1987. 5945). e) En los decretos: En su virtud y a propuesta de! Ministerio de Economía y Hacienda y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día... d e ... de (...) Dispon go: ... (2. 3. 1987. 6157). D. MOTIVADOS POR LA NECESIDAD DE PRESTIGIAR EL MANDATO. El legislador introduce en el enunciado distintos elementos cuya misión es avalar y hacer fiable su contenido. Proceden todos de la tradición y son utilizados por su prestigio. Son los siguientes: a) referen cias legales; b) locuciones latinas; c) fraseología jurídica depurada por el uso; d) aforismos. Las referencias legales sirven de presentación al nuevo ordenamiento. Suelen aparecer en la parte ini cial de toda nueva ley, cuando se exponen los motivos que la originan y los principios que la fundamen tan. La referencia es obligada cuando el cumplimiento de una ley exige tener en cuenta lo establecido por otra anterior. Ej.: El funcionamiento de la Oficina de Compensaciones de la Energía Eléctrica (OFI CIO) se regula p or el Real Decreto 2194/1979, de 3 de agosto, complementado por lo dispuesto en los Reales Decretos 2992/1980, de 4 de diciembre; 2660/1983, de 13 de octubre; 541/1985, de 6 de marzo y 2877/1985'de 1 de agosto (28. 3. 1987). Cuando no es necesario detallar las referencias se utiliza lo + participio (lo dispuesto, lo establecido, lo estipulado); Habrá que estar a lo establecido en la legislación comunitaria (13. 2. 1987; 4368). En muchos casos las referencias son obligadas porque indican modificaciones en la legislación que deberán tomarse en cuenta. Es lo que sucede con el siguiente artículo de la Ley de Enjuiciamiento Criminal:
Art. 142. Las sentencias se redactarán con sujeción a las reglas siguientes (49): (49) La Orden de 5 de abril de 1932, interpretando el presente artículo, dispuso: 1? Los Tribunales redactarán las sentencias que dicten en las causas criminales sujetán dose con todo rigor a lo preceptuado en el artículo 142 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. 2.° Deberá cumplirse exactamente lo determinado en el número 12 de dicho artículo en cuanto se refiere a ia expresión de los hechos que hubieren dado lugar a la formación de -451 -
la causa, antecendente necesario que deberá consignarse, aunque sea someramente, en vez de ia referencia al delito como, por regla general, se viene haciendo. Las locuciones latinas son expresiones lexicalizadas que han conseguido un uso polivalente en distin tos ambientes culturales. Aparecen en el texto de su forma originaria, o reforzadas por la traducción castellana: supuesto contemplado en elart. 66, punto 1 in fine ‘hasta el final’ (13.3.1987.6271); cualquier persona puede detener al delincuente in fraganti ‘cometiendo el delito’ (art. 490 de la ley de Enjuicia miento Criminal); la transmisión se hará pro indiviso ‘sin dividir’ (22.1.1974, 388); la ley regulará un procedimiento habeas corpus ‘procedimiento para la inmediata puesta en libertad de un detenido’ (art. 17.4 de la Constitución Española). Las fórmulas fraseológicas. El formalismo lo domina todo: los procedimientos, las estructuras de los escritos, cualquier tipo de exposición escrita, y se fija hasta en los detalles: el artículo 142 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal prescribe: En las sentencias que se dicten en causas por injurias deberían ex presarse no solo las frases injuriosas sino la form a en que se vertieron, los antecedentes del hecho, la ocasión en que se realizó, las circunstancias del ofensor y ofendido y todos aquellos detalles que sean útiles para valorar el grado de la injuria y la intención del procesado. En los escritos legales y administra tivos el formalismo es absoluto. Hay fórmulas: a) Para el comienzo de los escritos: De conformidad con lo expuesto en el artículo... (5.3.1987. 6611); Vista la propuesta formulada por el tribunal calificador de las pruebas... (27.2.1987. 5929); En atención a los méritos que concurren en el General.. (2.3.1987. 6173). b) Para la parte intermedia: Este Ministerio, en nombre de S. M. el Rey (q. D. g.) ha tenido a bien... (2.3.1987. 6173); En cumplimiento de lo establecido en los preceptos cita dos, Dispongo... (2.3.1987, 6157); Vengo en conceder la Gran Cruz de la referida Orden Militar de San Hermenegildo con la antigüedaed del día... (27.2.1987, 5945). c) Para el final: Dado en Madrid a ... (2.3.87. 6157); Lo que comunico a VI. para su conocimiento, el del interesado y demás efectos (5.3.1987. 6609). Las fórmulas jurídicas. Son breves enunciados de gran aplicación en los distintos escritos jurídicos, donde tienen completa significación. Pueden encontrarse en cualquier tratado y en los códigos. En la Ley de Enjuiciamiento Criminal podemos encontrar las siguientes, entre otras muchas: Sustanciar el recurso de apelación (art. 12); a tenor de lo dispuesto en el art.... (art. 30); la Audiencia procederá al recurso de casación (art. 32); Devolver las diligencias al Juzgado para que se practiquen las pruebas pro puestas y se redacte el nuevo auto (art. 81). Los aforismos recogen la sabiduría del Derecho Romano en el que muchos de ellos tienen sus raíces. Suelen utilizarse en su expresión latina o en la traducción castellana: Summum ius, summa iniuria (Cicerón) = el mismo rigor del derecho viene a ser la suprema injusticia. Excusado non perita, accusatio manifestó = la justificación no solicitada, acusación manifiesta. Nemo plus iuris alium transferre potest quam ipse habet = nadie puede transferir a otro más justi cia que la que él mismo tiene. A d impossibilia nemo tenetur = nadie está obligado a lo imposible. (Al final de este capítulo incluimos un apéndice con una breve selección de aforismos). E. MOTIVADOS POR LAS RELACIONES DE CORTESÍA Y URBANIDAD. La evidencia de un plano superior del que procede el precepto legal o la sanción y otro subordinado a él introducen en los textos jurídicos y administrativos un elemento inexistente en los otros niveles lingüís ticos. Se trata de los títulos y tratamientos de cortesía, que, lejos de hacer desaparecer la dependencia, la subrayan a la vez que tratan de marcar con límites corteses las relaciones entre ambos. Los títulos son los nombres de los cargos, organismos e instituciones. Los tratamientos, fórmulas de cortesía y respeto también son de noble rango, puesto que la fórmula se corresponde con la importancia jerárquica. De ahí que existan unas fórmulas propias para las personas que integran el plano superior y otras aplicables a los subordinados. Los tratamientos han perdido el valor que tenían en siglos anteriores, pero su mal uso puede rebajar
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el mérito y eficacia de un escrito y hacer pasar a quien lo escribe por inculto. La administración, por una Resolución de la Presidencia del Gobierno de 7 de Julio de 1986, fijó para los modelos oficiales y comunicaciones que a ella se dirigiesen las siguientes normas: a)
Que en los modelos oficiales utilizados por sus servicios (instancias, formularios) no se usen fór mulas de salutación o despedida.
b)
Que no se utilicen fórmulas de tratamiento o cortesía en el cuerpo del escrito.
c) Que la expresión del tratamiento que corresponda se realice a pie del escrito y se omita en el enca bezamiento del mismo. Estas normas son exclusivas de y para la administración. En el ámbito jurídico y en los escritos que los particulares dirijan a las autoridades deben utilizarse las fórmulas de cortesía usuales. Todas ellas tienen una forma abreviada para el encabezamiento y el pie del escrito y otra que sirve para mencionar a la persona cuando sea necesario en el interior del texto.
Tratamiento Excelentísimo y Reverendísimo Señor Excelentísimo Señor Ilustrísimo Sr. Señor/a Alteza Real Su Majestad Muy Ilustre señor Magnífico y Excelentísimo Señor Rector. Reverendo Señor Reverenda Madre
A B R EV IA TU RA S Encabezamiento y pie del escrito
Interior del escrito
Excmo. y Rvdmo. V. Excia. Rvdma. (a, de, con, por) V. Excia. Rvdma. Excmo. Sr. V. E. V. E. limo. Sr. V. I. V. I.1 >> Sr. / Sra. Vd. Vd. >> A.S.A.R. el Príncipe D. V. A. R. V. A. R. >> V. M. A.S.M.D. V. M. V. I. limo. Sr. V. I. Magnífico y Excmo. Sr. V. E. Rvdo. Sr. Vd. Rvda. M. Vd.
>> >5
V. E. Vd. Vd.
(1) Diputados, senadores y jueces emplean Vuestra Señoría sólo cuando tienen delante a la persona o se refieren a ella en 3 a persona: Vuestra Señoría está en lo cierto; Su Señoría no está presente en el hemiciclo. Ejemplos: El Excmo. Obispo de Plasencia habló en el acto. Escrito del Magnífico, y Excmo. Rector de la Universidad. Excmo. Sr. Presidente de las Cortes Españolas Excmo. Sr. Presidente del Gobierno. Excmo. Ministro de Obras Públicas. Hablé con el Muy Ilustre Sr. Secretario de Cámara del Obispado, limo. Sr. Director General de Sanidad. Excmo. Sr. D. ... Duque de Alburquerque. Por mandato de su Excelencia Reverendísima. Lo comunico a VV. EE. (Vuestras Excelencias). Lo comunico a VV. II. (Vuestras Ilustrísimas).
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12.6.2. DETERMINADOS POR LA MATERIA. RASGOS LINGÜÍSTICOS RELACIONADOS CON LA MATERIA
MATERIA
Oraciones pronominales con se Oraciones pasivas (analíticas) sin agente Objetividad ( Nominalización de frases verbales < Participio pasivo Uso de formas nominales del verbo ] Participio presente Léxico denotativo ( Gerundio
Carácter generalizador de la ley
Concisión y claridad
como sustantivo como adjetivo
artículo generalizador nombres abstractos presente atemporal
Orac. adversativas Orac. disyuntivas Oraciones condicionales Oraciones temporales Oraciones de relativo Incisos Enumeraciones Tecnicismos' Univocidad
o entre oraciones ^ selección (A o B) o entre palabras s valor de equiva' lencia (A = B)
A. MOTIVADOS POR LA OBJETIVIDAD. Aunque en los escritos aparezcan, en las fórmulas solemnes, alusiones al Yo, al M ío al Nos mayestáticos, nunca decide el individuo sino el cargo o función. Los rasgos lingüísticos son coincidentes con los de otros tipos de lenguaje también necesitados de esta cualidad en sus enunciados (ver tema 11.5.1). Las principales marcas lingüísticas de la objetividad son: a) U tiliz a c ió n de o r a c io n e s p r o n o m in a le s im p e rso n a les o de pasiva refleja.
En la lengua común es normal que al desaparecer el interés por el agente esta situación se traslade a la pasiva refleja y se construya sin indicar el agente. Pero en el lenguaje admi nistrativo es característica la presencia del agente introducido por las preposiciones de y por: Resolución de la Administración Pública por la que se convocan pruebas... (28. 3. 1987. 9076); Por el ministerio de Trabajo y la Organización Sindical se dictarán las dispo siciones complementarias (3.1. 1974. 73). b) O ra cio n es p asivas a n a lítica s sin el e lem en to in d ica d o r del agente: Los aspirantes serán convocados para cada ejercicio en único llamamiento (28. 9077); Dispondrá al menos de una persona que atenderá cuantas cuestiones les sean planteadas (28. 3. 1987. 9077), Será condenado a costas (Ley de Enjuiciamiento Criminal, artículo 33); Será admitido como parte (Ibid. artíc. 766). c) N o m in a liz a c io n d e frases verb ales en la s q u e la exp resión verbal (con sujeto implícito) se ha transformado en sustantivo abstracto, la responsabilidad establecida en el capítulo II, comprende... 2.° la reparación del daño causado. 3.° la indemnización de perjuicios (Códig. Penal, artíc. 101); Los Tribunal regularán el importe de esta indemnización en los términos prevenidos para la reparación del daño (Ibid. art. 104). d) U tiliz a c ió n de la s fo r m a s n o m in a le s del verb o y de m o d o esp e cial d e lo s geru n d ios:
Visto el expediente presentado por D. ...; Estudiada e informada la instancia por la sec ción correspondiente. Con gerundios: Cuando se proponga declinatoria ante un Juez Mu nicipal se resolverá ésta en término de segundo día, oyendo previamente al fiscal (Ley En juiciamiento Criminal, artíc. 32); Habiendo sido aprobado el proyecto de las obras de en-
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sanche y mejora... y hallándose incluidas en ellas (1. 1. 1974. 13). e)
U s o frecu en te del p a rticip io d e presente fu n c io n a n d o c o m o su sta n tiv o o c o m o a d je ti
Si se hubiesen realizado tareas de preparación de aspirantes; la autoridad convocante publicará en el BOE Resolución.... (28. 3. 1987. 9077); La adopción requiere que el adop tante se halle ...; El depositante está obligado a reembolsar... (Código Civil arts. 172 y 179 respectivamente). Como adjetivo: Considerando que en la empresa solicitante concurren todas las condiciones exigidas por el decreto... (11. 1. 1975. 7774); Sin conocimiento y apro bación de las partes ligantes (Código Civil art. 1291). v o:
B. MOTIVADOS POR EL CÁRACTER GENERALIZADOR DE LA LEY. a) U s o d el artícu lo generalizador: Están exentos de responsabilidad criminal: I o el ena jenado y el que se halla en situación de trastorno mental transitorio (Código Penal art. 8); El error invencible sobre un elemento esencial integrante de la realidad criminal... (Ley Enjuciamiento Criminal, art. 6bis a). En ambos casos el artículo se refiere a todos los ena jenados o a todos los errores invencibles. b) U s o d e un lé x ico d en o ta tiv o , u n ív o c o , p red o m in a n tem en te ab stracto: Se establece en el derecho de determinados arrendamientos a acceder a la propiedad mediante la adquisi ción forzosa de las tierras abonando el precio al contado que será fijado por la autoridad judicial... y conforme al valor de expropiación (13.2.87.); La reincidencia o reiteración en el delito llevará emparejada la pérdida del tiempo de libertad condicional (Código Penal);uso del presente atemporal: El cabeza de familia que habita una casa (...) es responsable de los daños causados por las cosas que cayeren de la misma (Código Civil, art. 1910); Hay violencia cuando para arrancar el consentimiento se emplea una fuerza irresistible (Ibid. art. 1267); Son bienes de dominio público de la Diputación los inmuebles de su propiedad y los servicios públicos (23.3.87. 6 272).
C MOTIVADOS POR EL DESEO DE CLARIDAD Y CONCISIÓN. El deseo de precisión es evidente en los siguientes rasgos del texto: a) O ra cio n es ad versativas c o n las q u e se preten d e excep tu ar d e la n o rm a gen érica algún
No obstante lo dispuesto en la regla anterior, el máxi mo de cumplimiento de la condena del culpable no podrá exceder de! triplo del tiempo por el que se le impusiera la más grave de las penas (Código Penal, art. 70. 2.°); Sin embar go de lo dispuesto en el artículo anterior los autores, los cómplices y los encubridores, cada uno dentro de su respectiva clase, serán responsables solidariamente entre sí por sus cuotas y subsidiariamente por las correspondientes a los demás responsables (Código Pe nal, art. 107); el plazo en años se contará a partir de su iniciación, pero se extingue con la muerte del culpable, pero en este caso subsiste la civil contra sus herederos (Ibid. 115). caso e s p e c ífic o o u n m a tiz especial:
b) O ra cio n es c o o rd in a d a s d isy u n tiv a s. L a n o rm a se p royecta so b re d o s o m ás p o sib ilid a
Serán castigados con prisión mayor los que, con el fin de perjudicar la autoridad del estado o comprometer la seguridad o los intereses vitales de España, mantienen inteligencia con grupos, organismos, ... internacio nales o extranjeros (Código Penal, art. 129); En caso de renuncia se exigirá el abono o reintegro de las bonificaciones y subvenciones disfrutadas (16.3.1986. 7771); Se presume ocurrido el naufragio si el buque no llega a su destino; o, si careciendo de punto fijo de arribo, no retornase, luego que en cualquiera de los casos hayan transcurrido tres años, contados desde las últimas noticias recibidas, o, por falta de éstas, desde lafecha de salida de la nave del puerto inicial del viaje. De los pasajeros, tripulantes y auxiliares de una aeronave perecida, si hubieren transcurrido dos años desde la comprobación del siniestro sin haber tenido noticias de aquéllos o en caso de haberse encontrado restos humanos, no hubieren podido ser identificados (Código Civil, artículo 194). d es, ca d a u n a de la s c u a les d eb e ser c o n tem p lad a:
c) C o n m u ch a frecu en cia la c o n ju n c ió n o n o u n e o r a c io n e s sin o palabras, ex p resan d o
Sólo se podrá utilizar este medio de prueba cuando para apreciar los hechos sean necesarios o convenientes co nocimientos científicos, artísticos o prácticos (Código Civil, art. 1242); Los bienes de la Diputación regional (...) se clasifican en bienes de dominio público o demoniales y bienes q u e u n o d e lo s ele m e n to s u n id o s es el q u e ha d e a lcan zar la eficacia:
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de dominio privado o patrimoniales (23.3.1987. 6272). d) U s o de la c o n ju n c ió n o c o n valor d e eq u ivalen cia: No pueden prestar consentimiento los locos o dementes (Código Civil, art. 1262, 2o); Se le asignará un puesto de trabajo (...) en su centro sin que ello suponga la creación de un puesto de trabajo ficticio o artificial (25.3.1987, 8657). e) O ra cio n es c o n d ic io n a le s q u e fo rm u la n la c o n d ic ió n n ecesaria para q u e se cumpla el p rin cip io general del en u n cia d o : Si no se hubiere fijado plazo a! arrendamiento, se entien de hecho por años cuando se ha fijado un alquiler anual y por dias cuando es diario (Có digo Civil, art. 581); Los acuerdos de los cónyuges, adoptados para regular las consecuen cias de la nulidad, separación o divorcio serán aprobados por el juez salvo si son dañosos para los hijos (Código Civil, art. 90 E) f) O ra cio n es tem p o ra les. P recisa n la s circu n stan cias en q u e se produce la principal: Ia. Cuando al hecho concurriere sólo alguna circunstancia atenuante, impondrán la pena en grado mínimo. 2 a Cuando concurre alguna circunstancia agravante la impondrán en su grado medio o máximo. Si concurrieren varias se impondrán en el grado máximo. 3a Cuando concurrieren en circunstancias agravantes y atenuantes, las compesarán racionalmente pa ra la deteminación de la pena graduando el valor de unas y otras (Código Penal, art. 61). g) O ra cio n es d e relativo. T a n to explicativas como e sp e cifica tiv a s. Tratan de precisar al gunos matices de sus antecedentes para concretar con mayor perfección la idea. A veces se producen encadenamientos indeseables porque hacen farragosa y oscura la frase: Se dic ta la presente ley, que establece los principios fundamentales de la titularidad y de la ges tión del patrimonio, que, según el referido estatuto —art. 45, número uno— está integra do por la Diputación de Santander en el momento de aprobarse el estatuto, por los bienes y derechos a servicios que se traspasen a la Diputación Provincial (23.3.1987. 6272). h) In c iso s. Se b u sca la p recisión necesaria m ed ian te la in tr o d u c c ió n d e u n e le m e n to a c la
Si un contenido, una vez hecha exclusión de sus bienes, no satis]adere la multa impuesta, quedará sujeto a una responsabilidad personal subsidiaria, que el tribunal esta blecerá según su prudente arbitrio sin que en ningún caso pueda exceder de s e i s m e s i s (Código Penal, art. 91).
ratorio:
contempla Se llaman autos cuando designan incidentes o puntos esenciales que afecten de una manera directa a los procesados, acusadores particulares o actores civiles; cuando decidan la competencia del juzgado o tribunal, la procedencia o improcedencia de la recusación, la reposición de alguna providencia, la denegación de la repoosición, la prisión y soltura, la admisión o denegación de prueba o del beneficio de pobreza y, finalmente, los demás que según las leyes deben fundarse. (Art. 141 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal). Todo propietario podrá cerrar o cercar sus heredades por medio de paredes, zanjas, se tos vivos o muertos o de cualquiera otro modo, sin perjuicio de las servidumbres consti tuidas sobre las mismas (36). (Art. 388 del Código Civil). i) E num eraciones. Intentan recoger cauísticam ente las diversas posibilidades que
la ley.
j) T e c n ic ism o s. No hay auténticos tecnicismos. Sólo puede hablarse de ellos en sentido amplio como términos y giros de la lengua común que se repiten frecuentemente en este nivel lingüístico y que en él tienen una significación precisa: casar = anular; vista = jui cio; auto = documentos de un procedimientos judicial; sentencia = dictamen que merece para un tribunal el análisis de unos hechos; providencia = resolución judicial por la que se deciden asuntos de poca importancia. Teniendo esto en cuenta, se pueden hacer algunas precisiones: Io El mayor número de palabras fundamentales utilizadas en este nivel tienen origen latino frente a la extraordinaria proporción de los tecnicismos científicos que proceden del griego; 2o el lenguaje jurídico y administrativo, tan pobre en auténticos tecnicismos, hace suyos los de cualquier disciplina al extender su actuación a todo tipo de tecnología, ténica y científica. 3o Son más estables los tecnicismos jurídicos que los administrativos, ya que estos últimos están influidos por las variaciones que experimentan la economía y la política, medios in fluyentes en los ambientes administrativos; 4o frente a la lengua común, el lenguaje administrativo prefiere óbito a ‘muerte’, célibe a ‘soltero’, minusválido a ‘cojo’, pasaportar a ‘dar el pasaporte’, tal vez porque su menor fre cuencia en el uso ordinario les proporciona un toque de prestigio. k) A d jetiv o s.
En un intento de fijar la naturaleza de lo preceptuado se introduce en el texto -
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con cierta frecuencia. Muchos de ellos son estrictamen e formularios: cauces legales, opor tuno expediente, autoridad competente. 1) Univocidad. Es el elementó indispensable de un lenguaje cuya eficacia depende de su capacidad para definir los límites entre las cosas. Es importante que los significantes re mitan a un único significado y viceversa.
12.7. DEFECTO S D EL L EN G U A JE JU R ÍD IC O Y AD M IN ISTR A TIV O . No siempre se logra adecuar el enunciado a las exigencias formales que hemos descrito. Un lenguaje que necesita la máxima concisión da entrada a frases expletivas (innecesarias) como las siguientes: A los Convenios Colectivos podrán adherirse, pura y simplemente, la totalidad de sus estipulaciones (3.1.1974. 72); Los beneficiarios deberán justificar, mediante la oportuna certificación, que se han aportado las mercancías correspondientes (11.1.1974. 642). Las frases en cursiva pueden suprimirse sin que pierda na da el sentido general. En otras ocasiones, la pretensión de matizar mediante incisos y subordinaciones provoca la compleji dad de la frase y la oscuridad de su significado. Buscando la concisión se llega a la prolijidad y persiguiendo la claridad se incurre en la oscuridad. Otros defectos son los arcaísmos (otrosí digo, ítem más, hubiere) y galicismos (obras a realizar). DEFECTOS DEL LENGUAJE JURÍDICO Y ADMINISTRATIVO: Frases expletivas. Prolijidad por exceso de pormenorización. Oscuridad por exceso de subordinaciones o incisos. Arcaísmos. Galicismos.
12.8. ESCRITO S JU R ÍD IC O S Y A D M IN ISTR A TIV O S. Del ejercicio de la triple potestad del estado y de estudios adyacentes a ella emana una gran cantidad de escritos que podrían clasificarse en los siguientes grupos: 1. ° Preceptos fundamentales, que fijan las grandes líneas de la convivencia y la organizan según las pautas de un estado de derecho. Pertenecen a este grupo: a) Los códigos que regulan las distintas actividades. Cada uno de ellos regula una actividad impor tante: mercantil, administrativa, comercial, penal, etc. b) La Constitución o norma suprema del estado, elaborada por las Cortes Generales y refrendada por los ciudadanos que van a acatarla; sancionada y promulgada por el Rey. c) Los estatutos de las autonomías, que dentro de cada territorio autónomo son la norma institucio nal básica. El estado los reconoce como parte integrante de su ordenamiento jurídico. 2. ° Escritos y disposiciones relacionados con la administración del estado. Forman un grupo muy am plio en el que es posible distinguir: a) Disposiciones legales de la administración: leyes, decretos, órdenes, resoluciones, circulares, edic tos etc. b) Escritos que sirven de comunicación entre la administración y los administrados en la resolución de problemas concretos de la convivencia. Los que se originan en la administración son: oficios, certificados, circulares, recibos, etc. Los que dirigen los ciudadanos a la administración son: instancias, declaraciones.
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3. ° Escritos relacionados con la administración de justicia: sentencias, demandas, providencias, ex hortas, etc. 4. ° Libros científicos que analizan los distintos aspectos del ordenamiento jurídico. Escritos por espe cialistas, fruto del rigor y del uso de un nivel culto de lengua, son tratados similares a los de las ciencias y disciplinas humanísticas. Su lenguaje es mucho más libre y creador que el de las leyes y recoge todas las variedades posibles en la creación personal.
12.8.1. ESCRITOS FUNDAMENTALES. A. LA LEY Y SU ESTRUCTURA. La Ley es una disposición de los órganos legislativos del estado. Son de dos clases: orgánicas, que legislan sobre los derechos fundamentales y las libertades públicas; ordinarias, que legislan sobre cual quier otra materia. La capacidad legislativa corresponde a las Cortes Generales (Congreso y Senado), a las que el gobier no remite los proyectos de ley cuando ya han sido aprobados en el Consejo de Ministros. En las cámaras se debate, primero en el Congreso, y a continuación en el Senado. Una vez aprobadas, son sancionadas y promulgadas por el Rey. Las Cortes pueden delegar en el gobierno la potestad de dictar normas sobre materias que no estén relacionadas con los derechos fundamentales. En ese caso otorgan una ley de bases, que es un documen to que concreta de forma expresa la materia de la ley y los principios y criterios que han de seguirse para su ejercicio. La ley de bases es el criterio que debe seguir el gobierno en la elaboración de esa ley. Los parlamentos de las comunidades autónomas pueden aprobar leyes que son promulgadas por el presidente de la comunidad en nombre del rey. La estructura de la ley es la siguiente: 1.
” Fórmula de promulgación. a) Ley del estado: Juan Carlos I, Rey de España, A todos los que la presente vieren y oyeren, Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente Ley. b) En las comunidades autónomas: El Presidente de la Comunidad de... Sea notorio a todos los ciudadanos que el Parlamento de ... ha aprobado y yo, en nombre de! Rey, de acuerdo con lo que se establece en el art... del Estatuto de Autonomía promulgo la siguiente Ley:
2.
° Cuerpo de la ley. a) Preámbulo: Motivos, justificaciones y aparato legal en que se apoyan sus mandatos. b) Exposición normativa dividida en artículos. c) Disposiciones adicionales, transitorias, adicionales.
3. ° Imposición de la ley. La autoridad, el rey o el presidente de la comunidad autónoma imponen la ley a todos los ciudadanos con la siguiente fórmula: Por tanto, mando a todos los españoles (o ciudadanos), particulares y autoridades, que la cumplan y hagan cumplir. Las leyes del estado español van firmadas por el rey. Junto a la del rey aparece la del jefe del gobierno. Las leyes de las autonomías van firmadas por el presidente de la comunidad autónoma.
B. EL REAL DECRETO Y SU ESTRUCTURA. Disposición de mayor rango después de la ley. Su misión es completar aspectos importantes de éstas
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o de decretos-leyes anteriores. Son elaborados por el ministerio o mini: terios que tengan competencia en la materia regulada y aprobados por el Consejo de Ministros. Una v¿z aprobados por el Consejo de Ministros, el rey los promulga. Su estructura es muy parecida a la del cuerpo de las leyes: l.° Preámbulo: Motivos, justificaciones y aparato legal (ley o decráo-ley que van a ser desarrollados por el decreto). 2? Trámites seguidos: En su virtud, a propuesta del Ministro (o Ministros) de ... y previa deslibera ción del consejo de Ministros en su reunión desl día ... de ... 3. ° Exposición normativa precedida de la fórmula: Dispongo: (sigue el articulado legal). 4. ° Puede incorporar disposiciones adicionales, transitorias, finales. 5. ° Fecha y firma del rey y del ministro que lo ha propuesto. C EL DECRETO-LEY Y SU ESTRUCTURA. Es una disposición intermedia entre el decreto y la ley, como indica su nombre. Es utilizado por el gobierno en caso de extraordinaria y urgente necesidad (art. 86.1 de la Constitución) para tratar sobre cualquier materia que no afecte al ordenamiento de las instituciones básicas del estado, a los deberes y libertades de los ciudadanos ni al régimen de las comunidades autónomas. Deben ser sometidos al debate del Congreso en el plazo de los treinta días siguientes a su promulgación. El Congreso habrá de pronunciarse expresamente dentro del dicho plazo sobre su convalidación o derogación (art. 86.2 de la Constitución). Si es convalidado por el Congreso, el decreto-ley tiene fuerza de ley. Su estructura es similar a la de los reales decretos, pero no son propuestos por un ministerio sino por el gobierno, que lo aprueba en reunión de Consejo de Ministros y posteriormente lo sanciona y promul ga el rey. Va firmando por el rey y el presidente del gobierno. D. LA ORDEN MINISTERIAL Y SU ESTRUCTURA. Su contenido es de menor importancia que el de los documentos precedentes. Procede de uno de los ministerios del gobierno y lleva únicamente la firma del titular del ministerio. Tienen forma de comuni cación escrita. Su estructura es la siguiente: 1. ° Tratamiento de cortesía de las autoridades destinatarias déla disposición (normalmente el de Ilustrísimos Señores, por tratarse de subsecretarios o directores generales). En incumplimiento de normas re cientes, algunas órdenes ministeriales comienzan directamente por el preámbulo. 2. ° Preámbulo: motivos, justificación legal, etc. 3. ° Exposición normativa dividida en puntos. 4. ° Pueden llevar al final disposiciones adicionales, transitorias, finales. 5. ° Terminan con la fórmula Lo que comunico a VV.II. para su conocimiento y efectos. Sigue la fecha y la firma del ministro que corresponda. E. LA RESOLUCIÓN. Es una disposición de rango menor. Es utilizada por autoridades de rango inferior a los directores generales (subsecretarios, universidades, alcaldías, etc.). Predomina en ellas el carácter informativo, las convocatorias (de concursos, oposiciones), los nombramienos, adjudicaciones, etc. F. LA INSTRUCCIÓN Y CIRCULAR. Son escritos vinculados a las direcciones generales de los ministerios. Tienen la forma de escritos diri gidos a personalidades subordinadas a los directores generales y tienen una misión normativa muy preci sa, contemplando aspectos y detalles no regulados en documentos más generales. En casi todos ellos, aunque sea brevemente, es frecuente encontrar la motivación y las referencias legales que autorizan el escrito. Van firmadas por el director general. G. LA SENTENCIA. Escrito de tipo procesal regulado por el art. 142 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y el 372 de -
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la Ley de Enjuiciamiento Civil. Es un documento que los tribunales de justicia deben redactar sujetán dose con todo rigor a lo preceptuado en el art. 142. Deben tener la siguiente disposición: Io El lugar y la fecha en que se dictaren, los hechos que hubieren dado lugar a la formación de la causa, los nombres y apellidos de los actores particulares, de los procesados; los sobrenombres o apodos con que sean conocidos, su edad, estado, naturaleza, domicilio, oficio o profesión, el nombre y apellido del magistrado ponente. 2 ° Los hechos se consignarán en uno o varios RESULTANDO numerados y desarrollados con la am plitud suficiente para precisar los antecedentes, los detalles de ejecución, la participación del procesado, el móvil y cuantos datos puedan servir para valorar jurídicamente los hechos. En los resultandos se hará declaración expresa y determinante de los que se estimen probados. 3. ° Se consignarán todas las conclusiones definitivas de la acusación y la defensa y las que en su caso hubiese propuesto el tribunal. Estas conclusiones se consignarán también en párrafos numerados que empezarán por la palabra CONSIDERANDO. En cada considerando se indicarán los fundamentos le gales de la calificación de las circunstancias atenuantes o eximentes de responsabilidad en caso de haber concurrido y los fundamentos doctrinales y legales para la calificación de los hechos que se hubieren estimado probados. 4. ° Expresión del fallo, que comienza por la frase formularia VISTOS los preceptos legales, FALLO: Que debo condenar y condeno (absolver y absuelvo; confirmar y confirmo). Se fallará sobre el delito principal, sobre los conexos y sobre las faltas accidentales que se hubiesen conocido en la causa. Ejecutivo n.° ............. de 198 . . . SEN TEN CIA En la d u d a d de Valencia, ..................................................
de ..................................................
de mil novecientos ochenta y .............
Vistos por el limo. Sr. D............................................................................................................ m agistrado-juez de prim era instancia núm ero dos de esta capital, los presentes autos de Juicio Ejecutivo núm ero .................................................... de 1985 promovidos por ..................................................................................... representado por la procuradora D o ñ a ....................
.............................. y dirigido por el letrado declarado en rebeldía sobre reclamación de
Don ...................................................................... contra cantidad; y
l.° RESULTANDO: que por el procurador D......................................................................... .............................................. en la representación indicada se presentó dem anda ejecutiva el deudor antes expresado, en reclamación de ................................................................................. pe setas de principal y ................................................................................. pesetas más, para intereses y costas. 2. ° RESULTANDO: que despachada ia ejecución en los térm inos dichos, practicado el em bargo de bienes del deudor, y citado de remate éste, dejó transcurrir el plazo legal sin oponerse a la ejecución ni personarse en los autos, por lo que fue declarado en rebeldía y se acordó traer los autos a la vista para la sentencia, con citación solamente del ejecutante. 3.
° RESULTANDO: que en la sustanciación del procedim iento se han observado las prescripciones legales.
1? C O N SID ERA N D O : que el título en que se funda la dem anda tiene fuerza ejecutiva, que se trata de cantidad líquida en dinero efectivo, y que se halla vencido el plazo de la obligación, no habiéndose opuesto el deudor a la ejecución, y habiendo sido declarado en rebeldía, de conform idad con lo dispuesto en ¡os artículos 1473 Y 1474 de la Ley de Enjuiciam iento Civil, procede dictar sentencia en el sentido determ inado en el núm ero l.° de dicho artículo 1473, con im posición de las costas al ejecutado. Vistos los artículos citados y los demás concordantes y de general y pertinente aplicación FALLO: Que debo m an d ar y m ando seguir adelante la ejecución despachada hasta hacer trance y rem ate de los bienes em bargados propios del deudor D......................................................................................................... y D.a ........................ y con su producto pagar al actor .......................................................................... la cantidad de im porte del principal, los intereses ..................................... de dicha cantidad, y las cestas causadas y que se causen hasta el completo pago. Y por la rebeldía del dem andado, notifíquesele esta sentencia en la form a prevenida por la Ley, caso de no solicitarse su notifica ción personal dentro del segundo día. C ontra esta sentencia cabe recurso de apelación en am bos efectos ante la A udencia T erritorial. Así, por esta mi sentencia, lo pronuncio, m ando y firmo.
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H. ESCRITOS QUE RELACIONAN AL CIUDADANO CON LA ADMINISTRACIÓN. a) La instancia. Se ajusta en lo fundamental al siguiente esquema: I o. Fórmula de tratamiento (según la persona a la que se dirija: Excmo. Sr., limo. Sr. —Vid. punto 12.6.l.E de este tema—). 2o. Indentificación del solicitante: nombre y apellidos, documento nacional de identidad (o datos personales y profesionales), domicilio, lugar de residencia. Todo ello redactado en 3.a persona, suele concluir con la fórmula a V.I. (o V.E. según la personalidad) expone: 3o. Exposición: Comienza con la palabra Que, detrás de la cual, en distintos puntos numerados (Io, 2o, etc.), se van exponiendo los motivos, argumentos legales, etc. que avalan la solicitud que se hace, y que suele exponerse detrás de la palabra SOLICITA. 4o. Despedida. Suele hacerse con una frase respetuosa: Es gracia que espera obtener de V.E. (o de V.I.). A continuación se pone la ciudad y la fecha, se firma y rubrica. En la parte inferior del folio se escribe el cargo al que se dirige el escrito: Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia. VALENCIA. b) La declaración jurada. Tiene dos partes: Ia La identificación del interesado: Nombre y apellidos, pro fesión, domicilio (los datos que convengan en cada caso, según el ambiente en que se produzca la decla ración: organismo civil o profesional. 2.a El contenido, introducido por alguna de estas fórmulas: Decla ra bajo juramento o promete por su honor, tras la cual se expone lo que es objeto de promesa o juramen to. El final se inicia con la fórmula: Y para que así conste, firm a el presente en (ciudad) a .................... de .......................... de .......................... Termina con la firma y rúbrica del interesado.
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SELECCIÓN DE AFORISMOS JURÍDICOS 1. SOBRE LA APLICACIÓN DE LAS LEYES 1. La ley obliga desde el momento en que es promulgada: Obligat lexi simul aíque promulgata est. 2. La ignorancia del derecho no puede excusarse fácilmente: Ignorantia juris excusan facile non possit. 3. No es despreciable la autoridad de la costumbre ni la del uso inveterado: Consuetudinis ususque longaevi non vilis auctoritas est. 4. Donde está la culpa está también la pena: Ibi sit poena, ubi et noxia est. 5. La ley es precepto común: Lex est commune praceptum. 6. Saber las leyes no es conocer sus palabras, sino su fuerza y su poder: Scire leges non hoc est, verba earum tenere, sed vim ac potestatem. 7. No constituye novedad que las leyes primeras se interpreten por las posteriores: Non est novum, ut priores leges ad posteriores trahantur. 8. Las leyes no sólo se derogan por el voto del legislador, sino también por el tácito consentimiento de todos mediante el desuso: Leges non solum suffragio legislatoñs, sed tácito consensu omnium per consuetudinem abrogantur. 9. La costumbre es la mejor intérprete de la ley: Consuetudo est óptima legum interpres. 10. A nadie le es lícito ignorar la ley: Nemine licet ignorare ius. 2. SOBRE PROCEDIMIENTOS JUDICIALES 1. Los que quieran acusar han de tener pruebas: Qui accusare volunt probationes habere debent. 2. No probando el actor, ganará el demandado aunque nada hubiere alegado: Actore non probante, qui convenitur, etsi nihil ipsi praestate, obstinebit. 3. Por pacto no cabe ni dar ni quitar la herencia: Haereditas pacto ñeque daré ñeque adimi potest. 4. No sea nadie juez y abogado en el mismo asunto, porque conviene que exista diferencia entre árbitros y defensores: Non Ídem in eodem negotio sit advocatus et judex, quoniam aliquem Ínter arbitros et patronos oportet esse delectum. 5. Los abogados han de abstenerse de injuriar: Advocad temperent se ad injuria. 6. El dolo solo se puede probar con juicios evidentes: Dolum non nisi perspicuis probari convenit. 7. La carga de probar incumbe a quien reclama la posesión, no al que la posee: Petitori possessionis, non ei qui possidet onus probandi incumbit. 8. El documento privado no hace fe contra tercero: Scriptura privata fidem non facit adversus tertium. 9. La sentencia definitiva, para ser justa, ha de absolver o condenar. Definitiva sententia, quae condemnationem ve/ absolutionem non continet, pro justa non habetur. 10. El juez está obligado a pronunciar sentencia sobre aquello que hubiere conocido: Dequo re cognoverit judex, pronuntiare quoque cogendus erit. 11. Se presupone la ignorancia donde no se prueba la ciencia: Praesumitur ignorantia, ubi scientia non probatur. 12. La ira no excusa el delito: Ira non excusat delictum. 13. En la duda, la sentencia ha de dictarse contra el actor: Sententia, in dubio, contra actorem ferenda est. 3. CRITERIOS JURÍDICOS. 1. No existe transacción cuando nada se da, retiene o promete: Transactio, nullo dato vel retente promisso, minime procedit. 2. El que posee bienes ajenos, aún cuando no cuente con ningún justo título para tenerlos, no está obligado a restituirlos sino al que pruebe su dominio: Res alienas possidens, licet justam tenendi causam nullam nabeat, non nisi suam intentionem implenti restiturere cogitur. 3. La cosa comprada con dinero de la comunidad no es común: Res empta ex pecunia communi, non est communis. 4. El incendio no libera al deudor: Incendium aere alieno non exuit debitorem. 5. Más vale lo hecho que lo escrito: Plus actum quam scriptum valet. 6. Los contratos al principio son de la voluntad, y una vez hechos son de necesidad: Contractus initio sunt voluntatis, ex post fa d o necessitatis. -
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7. A los confesos en juicio se los considera como juzgados: Confessos in jure pro judicatis haberi placet. 8. En la medida que eres anterior en el tiempo, eres preferido en el derecho: Sicut es tempore, ita potior es iure. 9. Se considera que no delinque quien defiende su propia salud: Defensor propiae salutis in nullo peccasse videtur. 10. Sin duda fue muerto en derecho quien se había anticipado en la voluntad de inferir la muerte: Dubium non est, eum, qui inferendae caedis volúntate praecesserat, jure caesum videri. 11. La desgracia de la madre no debe perjudicar al que está en el vientre: No debet calamitas matris nocere ei, qui ventre est. 12. El miedo (justo) no es el de un hombre apocado, sino el que con razón experimente un hombre muy animoso: Metus (justus) est non vani hominis, sed qui mérito et in hominen constantissimum cadit. 13. Nadie debe lucrarse con el daño ajeno: Nemo debe lucrari ex alieno damno. 14. El que da ocasión, también se entiende que causa el daño: Et qui ocasionem praestat damnum fecisse videtur. 15. Comete hurto quien a sabiendas recibe dinero indebido: Furtum fit, quum quis indebitos sciens acceperit. 16. La excepción confirma la regla en los casos no exceptuados: Exceptio confirmat regulam in contrarium in casibus non exceptis. 17. Las nupcias simuladas son nulas: Simulatae nuptiae nullius momenti sunt. 18. En las cosas ambiguas conviene seguir el parecer más humano: In ambiguis rebus, humaniorem sententiam sequi oportet. 19. En la duda prevalece la libertad: In obscuro libertas praevalet. 20. Lo que de nadie es, por razón natural se concede a quien lo ocupa: Quod nullius est, id naturali ratione occupanti conceditur. 21. Es lícito rechazar la fuerza con la fuerza: Vim vi repeliere licet. 22. Preferible es dejar impune el delito de un culpable que condenar a un inocente: Satius est, impunitum relinqui facinus nocentis, quam innocentem damnari. 23. No daña a nadie quien usa de su derecho: No videtur injuriam facere qui utitur jure suo. 24. Por una presunción, aún vehemente, a nadie se le puede condenar como reo de un crimen grave: Propter praesumptionem etiam vehementem non debet quis de gravi crimine condemnari. 25. A quien es lícito lo más, le está permitido lo menos: Cu i licet quod est plus, licent utique quod est minus. 26. En las malas promesas no procede guardar la fe prometida: In malispromissis, fidem non expedit observan. 27. Nadie puede dar lo que no tiene: Daré nemo potest quod non habet. 28. A nadie es lícito ayudar a uno perjudicando a otro: Alteri subvenire cum detrimento alterius nulli licet. 29. Nadie puede ser obligado a lo imposible: Nemo potest ad impossible abligari.
13 EL LENGUAJE PERIODÍSTICO Y PUBLICITARIO 13.1. 13.2. 13.3.
PERIODISM O Y M EDIOS DE COM UNICACIÓN. DISTINTOS CÓDIGOS EXPRESIVOS. EL PERIÓDICO. 13.3.1. 13.3.2. 13.3.3. 13.3.4.
FU N C IÓ N DEL PERIÓDICO. INFORM ACIÓN Y O PIN IÓ N EN PERIODISM O. EL ESPACIO PERIODÍSTICO. PERIOD ISM O Y OBJETIVIDAD. A. FACTORES EXTERNOS QUE INFLUYEN EN LA OBJETIVIDAD. B. FACTORES INTERNOS QUE INFLUYEN SOBRE LA OBJETIVIDAD.
13.4. 13.5.
GÉNEROS PERIODÍSTICOS. GÉNEROS INFORMATIVOS. 13.5.1. 13.5.2. 13.5.3.
13.6.
GÉNEROS D E O PIN IÓ N O INTERPRETATIVOS. 13.6.1. 13.6.2.
13.7.
LA NOTICIA-COMENTARIO. LA CRÓNICA. LA CRÍTICA .
LOS TITULARES. 13.8.1. 13.8.2.
13.9.
EL EDITORIAL. ARTÍCULOS DE COLABORACIÓN.
GÉNEROS MIXTOS. 13.7.1. 13.7.2. 13.7.3.
13.8.
LA NOTICIA. EL REPORTAJE. LA ENTREVISTA.
C LA SIFICA CIÓN DE LOS TITULARES. ELEM ENTOS QUE FORM AN EL TITULA R.
EL LENGUAJE DEL PERIODISM O. 13.9.1. 13.9.2.
EL LENGUAJE DE LOS TITULARES. EL LENGUAJE GENERAL DEL PERIODISM O. A. INFLUENCIA DE LA LENGUA LITERARIA. B. INFLUENCIA DEL LENGUAJE ADMINISTRATIVO Y BUROCRÁTICO. C. INFLUENCIA DE LA LENGUA DE BASE ORAL.
13.10. CLAVES PARA INTERPRETAR U N A NOTICIA PERIODÍSTICA. 13.10.1. 13.10.2. 13.10.3. 13.10.4. 13.10.5. 13.10.6.
LA PUBLICIDAD. DISTINTOS TIPO S DE PUBLICIDAD. EL PROCESO DE COM UNICACIÓN PU BLICITA RIA Y SUS FUNCIONES. FUNDAMENTOS RETÓRICOS DE LA PUBLICIDAD. EL M EN SAJE PUBLICITARIO: LENGUAJE E IMAGEN. EL C Ó D IG O DE LA PUBLICIDAD. A. B. C. D. E.
NIVEL FÓNICO. NIVEL MORFOSINTÁCTICO. NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO. RECURSOS ESTILÍSTICOS. FUNCIONES Y VALORES DE LA IMAGEN EN PUBLICIDAD.
13.1. P E R IO D ISM O Y M ED IO S D E C O M U N IC A C IÓ N . El periodismo responde a la demanda de información del hombre contemporáneo. Para atenderla uti liza los principales medios de comunicación de masas (radio, prensa, cine documental y televisión) y en cada uno dispone de complejos y perfeccionados instrumentos técnicos. La instalación de cualquiera de ellos exige fuertes inversiones de dinero que fratan de amortizarse con los ingresos producidos por las ventas, la publicidad y las subvenciones del estado. Sólo en 1984 el gobierno repartió por este concep to 527 millones de pesetas entre doce periódicos nacionales. Las necesidades de capital y la influencia que ejerce en la sociedad justifica que detrás de cualquier medio de difusión —saivo la televisión contro lada por el estado— existan poderosas empresas que los gestionan y administran.
13.2. D ISTIN TO S C Ó D IG O S EX PR ESIV O S. Cada medio tiene un sistema de codificación. La prensa escrita —periódicos y revistas— además del código lingüístico utiliza el iconográfico (fotografías, dibujos, diagramas, color) y el tipográfico (tipos de letras, cuerpo de los caracteres, situación en la página, jerarquización del espacio ocupado, cuadros, contexto); el cine y la televisión, el lingüístico, el iconográfico, el musical y el de los colores. La radio, el más austero de todos, sólo utiliza el lingüístico y el sonoro —música y ruidos— lo que no impide que se haya convertido para nuestra sociedad en el medio informativo por excelencia gracias a la conjun ción de varios factores: a) la perfecta utilización del medio: su agilidad para estar informando desde el lugar mismo en que se produce la noticia, la transmisión inmediata y sin intermediarios, la fiabilidad con que las mejores emisoras comunican los hechos; b) por la profesionalidad de los programadores y locutores que han acertado en la selección de noti cias, programas y horas de emisión; c) por causas sociales, ya que es un medio que puede accompañar la soledad de un trabajo que no exija excesiva concentración. La televisión, pese a superar a todos los medios de comunicación en el número global de receptores, es considerada por éstos simplemente como un medio de entretenimiento. La prensa, incluso los mejores periódicos, no llega a editar de más de 500.000 ejemplares, con poco más de 1.000.000 de lectores. Estas cifras contrastan extraordinariamente con los índices de tirada de los periódicos extranjeros. Sirvan co mo ejemplo el France Soir que publica 1.390.000 de ejemplares diarios y el Daily Mirror que saca a la calle diariamente 5.000.0001,
13.3. EL PER IÓ D IC O . 13.3.1. FUNCION DEL PERIODICO. El periódico tiene tres funciones fundamentales: informar, formar y entretener. La información constituye su contenido fundamental. Es lo que espera el lector interesado en conocer los sucesos del mundo que tienen un interés en sí mismos o que de alguna manera configuran, alteran o influyen el devenir cotidiano. Debe ser una información fiable, si es posible de primera mano, suficien temente contrastada, expuesta directa y objetivamente. Por ella la sensibilidad del lector puede sintoni zar con lo que sucede a otros hombres, salir del círculo de sus egoísmos e intereses y poseer los datos necesarios para actuar responsablemente como ciudadano en una sociedad democrática. La formación es el resultado de la interpretación de los sucesos. El periódico enjuicia la realidad y 'Los datos incluidos en este apartado proceden de la obra de José L. Corzo Toral Leer periódicos en clase, Editorial Popular, Madrid, 1.986, págs. 66 y 69.
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crea un estado de opinión que, de hecho, es compartido por sus lectores y suscriptores, normalmente simpatizantes de su ideología. Esta función la realiza por medio del artículo editorial y de las noticias comentadas en las que la información va acompañada de elementos ideológicos y valorativos. El lector, además de la noticia, encuentra el juicio que ésta le merece al redactor. Es frecuente que los periódicos más respetuosos con sus lectores distingan ambos elementos para que éstos no los confundan. La forma de hacerlo es diversa. Lo más común es que los artículos de opinión ocupen secciones destinadas a la interpretación: editorial, secciones de comentario, colaboraciones fijas que difunden sistemáticamente criterios con los que la redacción del periódico y la empresa editora se identifican. En otros periódicos se recurre al empleo de determinadas marcas tipográficas. En E! País los trabajos de opinión van titulados en cursiva tanto si se emplea la caja baja (minúsculas) como la caja alta (mayúsuculas)1. Ya, en su nueva etapa, coloca al lado de la información escueta recuadros som breados, netamente diferenciados del espacio informativo, en los que se ofrecen datos complementarios, estadísticas, breves crónicas, opiniones de la redacción o ajenas a ella, entrevistas, etc. La intención de estos espacios yuxtapuestos, netamente diferenciados, es que el lector disponga de medios para formar su propia opinión. Si el periódico —o la televisión— no distingue de alguna forma entre ambos contenidos, el lector pue de confundirlos y perder su libertad de juicio, convirtiéndose en un ser manipulado. En los periódicos de partido y en los que están vinculados a determinados intereses sociales, religiosos o económicos la tensión orientadora puede llegar a la adulteración de la noticia. Las fórmulas de adulte ración son diversas. Van desde silenciar las noticias cuya difusión no interesa hasta la transformación de los datos del suceso para disimular o poner de relieve —según los casos— algunos aspectos ideológi camente significativos. Más común es respetar los elementos de la noticia y presentarlos tendenciosa mente por el sutil empleo de los valores connotativos de las palabras. Amando de Miguel recoge un ejemplo sumamente ilustrativo. Consiste en el pie de una foto publicada en un periódico nacional. La foto, realizada en Moscú, presenta un grupo de bañistas que toman el sol en la ribera de un río urbano. El pie de foto es el siguiente: Con el fo ndo nada idílico de estructuras obsesivas de hormigón, los vecinos de Moscú aprovechan los calores estivales para chapotear en las aguas del río Moscova y, de paso, tomar algo de sol en sus frondosas orillas, con aire de gran aburrimiento*2. La información carece de objetividad. La presencia crítica del autor se manifiesta repetidamente en los términos elegidos para expresarla. Obsérvense sus intromisiones en la descripción de la escena: fondo nada idílico, estructuras obsesivas de hormigón, tomar algo de sol, con aire de gran aburrimiento. En la comunicación no hay prácticamente ninguna nota positiva, pues hasta la elección del verbo chapotear tiene connotaciones negativas. El pie de la foto transforma la evidente objetividad de la fotografía, mera captación de la realidad. Basta incorporar una serie de valoraciones asociadas para que la escena sea contemplada tendenciosamente. También en los trabajos de opinión es posible leer entre líneas ideas o sentimientos que el autor, por decoro, no se atreve a manifestar claramente. El mensaje subliminar que el lector puede entender no es voluntario, como en el ejemplo anterior, sino revelación de un fondo que se quería ocultar, pero que queda denunciado por las connotaciones de las palabras usadas. No aparece en la lectura directa e inge nua sino en la interpretación sesgada, tratando de entender las motivaciones de lo que se dice. La contrariedad y el fastidio son visibles en estos fragmentos de editoriales escritos al día siguiente de las eleccionnes del 22 de junio de 1986 aunque en ambos se acepte el resultado de las urnas.
'José L. Corzo Toral, ob. cit. pág. 47. 2Amando de Miguel, La perversión del lenguaje, Espasa Calpe, 2a Edición. Madrid, 1985, págs. 59-60.
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A política española seguirá ECÍAM OS en la anterior edición que el Partido Socialisdominada por un partido he ta podía considerar un triunfo el resultado de las eleccio gemónico, a gran distancia de la segunda fuerza política. Éste es un nes generales. En efecto, a pesar del desgaste de sus cua desequilibrio profundo que nos tro años de gobierno, a pesar de las promesas que no se aleja de la normalidad democrá pudieron cumplir, a pesar de su form a prepotente de gobernar,tica de Occidente. Las confronta el pulso español ha querido revalidarle como el partido más vo ciones electorales en Europa se li bran por márgenes exiguos que en tado, otorgándole el difícil regalo de una mayoría reducida, pe todo caso nunca descartan la es ro absoluta. Es cierto que pierde escaños. Pero también es ver peranza de la alternativa. En Es dad que don Felipe González ve alcanzado su sueño dorado: el paña, por segunda vez consecuti poder gobernar en solitario, desde la autoridad que proporcio va, la diferencia entre el primer y el segundo partido es casi de veinte na la perspectiva de un «gobierno fuerte». En este sentido, sus puntos, es decir, más del doble de apelaciones al voto útil, aunque escondieran intenciones de ate lo que la ciencia política europea morizar al ciudadano, han resultado fructíferas. Tampoco se pue califica como situación de parti de descartar como causa de este nuevo triunfo el ambiente polí do dominante. El éxito del PSOE tico del entorno: las divisiones a derecha e izquierda y el resur le acerca peligrosamente al califi cativo de partido hegemónico, gir del centro, que, en principio, parece haber restado presencia usual en las democracias menos electoral a las fuerzas conservadoras. desarrolladas. No oponemos ninguna descalifi cación al resultado de las urnas. Creemos que la limpieza del cóm puto es una constante en España desde 1977.
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En el primer fragmento el editorialista no expresa tanto el triunfo del partido ganador sobre unas difi cultades constatables —aunque ló parezca a primera vista— como su estupor ante el hecho de que el pueblo haya reelegido al partido responsable de esos errores. Su sorpresa es evidente: el pulso español (serenidad, reto) ha hecho al vencedor el difícil regalo de una mayoría reducida, pero absoluta (la segun da nota es objetiva; la primera es el recorte que a esa gloria hace el redactor). La afirmación de que es cierto que pierde escaños es una concesión objetiva y a la vez una satisfacción que se otorga el atribu lado comentarista. El final del texto lo dedica a hacer inculpaciones: a) a los vencedores, porque las ape laciones al voto útil escondieron intenciones de atemorizar al electorado; b) a los partidos de izquierda y derecha que con sus divisiones posibilitaron el resultado y su disgusto personal. En el segundo texto existe el mismo fondo de desengaño, pero el énfasis se pone en el aspecto social y político del resultado. Dar por segunda vez hegemonía a un partido resulta inadecuado en una socie dad desarrollada. Tal resultado se aleja de la normalidad democrática de occidente (no es democrático ni europeo, luego debe de ser del tercer mundo), es desequilibrado (lo evidencia la hegemonía de un par tido), descarta la esperanza de una alternativa (que no es posible en los votantes, ni en el partido gana dor, por lo que tal esperanza estaba solamente en el comentarista). La objetividad hace volver los ojos a los datos: la diferencia entre el primero y el segundo partido es casi de veinte puntos, es decir, más del doble de lo que la ciencia política europea califica como actuación de un partido dominante. Pero enseguida aparece el juicio y el descontento personal: usual en las democracias menos desarrolladas (se ahonda en el lector la idea de pertenecer a un país de tercer orden). Al final, afirma que acepta los resul tados y que ha habido limpieza en los escrutinios. No tiene nada que oponer, pero el lector termina con vencido de que el editorialista y la empresa representada están decepcionados porque no han vencido los que ellos esperaban. La tercera función, entretener, es poco importante en los grandes periódicos, que suelen publicar se manalmente un suplemento en el que ese aspecto puede ser atendido con mayor extensión.
13.3.2. INFORMACION Y OPINION EN PERIODISMO. El periodismo moderno —dice Víctor de la Serna1— se plantea la vieja disputa del periodismo como 'Víctor de la Serna, «El relato periodístico» en: Lenguaje y periodismo escrito. Fundación Juan March. Serie Universitaria, n° 37. Madrid, 1977, págs. 96-123.
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información o como opinión. Para un grupo, el periodismo es, antes que nada, información. Los demás sustentan que debe formar. La prensa mundial se ha movido en torno a dos ejes claramente diferenciados: por una parte la con cepción sajona —inglesa y americana— del periodismo, que defiende un periodismo basado casi exclu sivamente en la información objetiva. Los hechos se relatan sin consideraciones de orden personal, sin fiorituras literarias. En el lado opuesto está la idea latina del periodismo, en la que es posible que el periodista participe en el relato introduciendo sus ideas personales, sus valoraciones y fórmulas creativas en la expresión. El resultado de esta actitud es un artículo artístico, mezcla de editorial e información, siempre parcial y muy próximo al ensayo. También Lázaro Carreter observa un acercamiento entre la simple información y el comentario —la opinión—, que se concreta en una nueva forma de tratar la información, en un nuevo género denomina do por este autor la noticia-comentario1. Su aparición estaría justificada por la precedencia que en la información tienen la radio y la televisión. Cuando el periódico llega a las manos de los lectores, éstos conocen ya todas las noticias importantes, por lo que el periódico ha tenido que defenderse de esa com petencia presentando cada vez más abiertamente las noticias con una orientacciónn interpretativa12. El sentido que esas interpretaciones tienen, el fondo ideológico que conjuntamente revelan define la personalidad de cada periódico y selecciona en torno a cada cabecera de prensa a un determinado grupo de lectores que se identifican con esa manera de pensar y de concebir la vida y las relaciones humanas. El periodista no publica sólo hechos objetivos; tiene la obligación de interpretarlos, porque eso es lo que esperan los lectores del periódico. Y al hacerlo ha de volcar una parte de sí mismo en cuanto escribe. Su función no es, como antiguamente, la persecución de la noticia. Ahora la noticia llega a través de las agencias a las redacciones de los periódicos donde el periodista ha de seleccionarlas, completarlas si es preciso valiéndose de los servicios de documentación del diario y comentarlas. El fruto de su activi dad es un trabajo en el que ha movilizado partes importantes de su propia e irreductible personalidad1 y que publicará en el diario con su propia firma. Junto a estas noticias comentadas, firmadas, se insertan en el periódico las informaciones anónimas e impersonales, menos numerosas —según el parecer de Lá zaro Carreter— aunque la proporción varía en cada periódico.
¡3.3.3. EL ESPACIO PERIODISTICO. La lectura superficial del periódico cuya única finalidad es satisfacer una curiosidad intranscendente está al alcance de cualquier persona. Pero una lectura profunda, que separe contenidos informativos, opiniones y motivaciones ideológicas y que, en suma, deje al lector libre para formarse su propio crite rio, exige el conocimiento de la estructura de! medio de difusión. Sólo sabiendo el valor del espacio, de los signos gráficos e icónicos, de la intención que subyece en las heterogéneas formas de expresión que aparecen en las páginas de un periódico, se está en condiciones de valorar la comunicación que con todos esos elementos —y no sólo con las palabras— se nos hace. Como en la contemplación de un cua dro o en la lectura de un poema, la experiencia es más rica sí se poseen unos conocimientos, aunque sean mínimos, de los medios que pueden ser utilizados en la comunicación. Hay que leer la noticia o el artículo y cuanto sirve para presentarlo. Conviene tener en cuenta, por consiguiente, los siguientes conceptos: l.° El periódico es un espacio perfectamente jerarquizado. • El lugar de preferencia es la primera página. En ella se publican las noticias más importantes. ®Su elaboración requiere particular esmero y en él colaboran los principales responsables del periódico, que deben seleccionar las noticias oportunas, la posición de cada una, el número de columnas que
1 F. Lázaro Carreter, «El lenguaje periodístico entre el literario, el administrativo y el unipar», en Lenguaje y periodismo escrito. Fundación Juan March, serie universitaria, n.° 37. Madrid, .1977 pág. 3-8-31. 2 F. Lázaro Carreter, ob. cit. pág. 43.
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ocuparán, los antetítulos y titulares adecuados y los elementos gráficos apropiados. • Del resto de las páginas, las preferencias están en las páginas impares. • Dentro de cada página los lectores españoles prefieren la mitad superior, y en la división vertical, la mitad de la derecha. • Los porcentajes de preferencia asignados a los posibles espacios pueden verse en el siguiente gráfico publicado por José L. Corzo Toral1: 28%
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16%
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2. ° Establecido el lugar de la página que ha de ocupar la noticia, existen otras jerarquizaciones: a) el espacio (columnas) que se le concede; b) el cuerpo (tamaño) de los caracteres de los titulares; c) la presencia o ausencia de un recuadro de realce; d) la presencia o ausencia de elementos gráficos (fotografía, dibujo, mapa, etc.); e) el montaje de la noticia: contexto en el que se inserta, del que depende en muchos casos el grado de importancia que se le concede. Piénsese el escaso realce que tendría la noticia del nombramiento de un alcalde situada junto a la de un gran accidente nuclear o el matiz crítico que alcanzaría entre otras referidas a la exportación de mu ñecos o junto a un anuncio publicitario que dijera: Raticida X: no deje uno vivo. 3. ° El periódico es una comunicación compleja, un espejo de múltiples facetas en el que se da cuenta de la vida nacional, internacional, local, social, política, económica, cultural, deportiva, etc. Acoge tam bién las opiniones de los lectores en la sección de Cartas al Director 4. ° Puede utilizar (en secciones distintas) todos los tonos: humorístico, irónico, sarcástico, etc. y tantos estilos como son precisos para servir los distintos géneros periodísticos: noticia, reportaje, crónica, críti ca, editorial. 5. ° El periódico es una comunicación compleja y caudalosa formada con la aportación de géneros muy diversos. A todos les es común informar y crear opinión pero cada uno de ellos lo hace con inten ción, técnica y lenguaje distintos. Es fácil distinguir las diferencias existentes entre una noticia, la crítica de espectáculos, el editorial o la crónica de un enviado especial.
13.3.4. PERIODISMO Y OBJETIVIDAD. La objetividad es el traslado a la comunicación del suceso escueto, sin interpretación personal. Esta objetividad es difícilmente alcanzable en periodismo. Aún dentro de la mayor neutralidad el suceso pue de ser contemplado desde distintas perspectivas. Cada hombre se fija en un aspecto de los hechos. No se puede pedir al periódico que nos dé la verdad absoluta del acontecimiento sino que nos ofrezca honra damente su verdad. La información totalmente aséptica no se encuentra ni en los llamados diarios inde pendientes porque, por mínima que sea, en todos ellos existe una concepción de la vida que es la marca de su personalidad, su sello distintivo en el concierto de la prensa escrita. La distorsión ha de ser lo me nos fuere posible, pero es inevitable, dice Jacques Fauret12. La objetividad periodística no existe desde el momento en que un fenóm eno (discurso o conferencia de prensa) se transforma en otro. La elección
1 José L. Corzo Toral, L e e r p e r i ó d i c o s e n c l a s e . Edit. Popular. Madrid, 1986. 2Jacques Fauret, Las noticias y la información, Salvat Editores, Barcelona, 197.
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es siempre subjetiva, aunque, como en todas las profesiones, existe una cosa que se denomina oficio y que hace que se sepa discernir entre lo que interesa y lo que no a las personas. 1 El lector habitual de un periódico busca algo más que las noticias que podría encontrar en cualquier otro. Desea una interpretación coincidente con su visión personal de la vida. Es decir, se separa de la objetividad y se adhiere a la opinión. La objetividad periodística está dificultada por una serie de factores externos e internos que analiza mos a continuación. A. FACTORES EXTERNOS QUE INFLUYEN EN LA OBJETIVIDAD. a) El estado. Es un poder mediatizador en regímenes dictatoriales o totalitarios que imponen consig nas y censuras a la prensa y demás medios de comunicación. En los regímenes democráticos la presión es menos sensible, pero no desaparece. Puede manifestarse indirectamente favoreciendo a determinados periódicos con filtraciones importantes de información, celada a los otros medios, contratando espacios para su propia propaganda (en 1984 el Ministerio de Hacienda gastó en propaganda 1.911 millones; el de Agricultura, 642 y la Generalitat de Catalunya, 320)2 y distribuyendo subvenciones. b) Las agencias de prensa. El periodismo de presencia es imposible. Un periodista sólo ocasionalmen te es testigo de los acontecimientos. En un mundo amplísimo los escenarios de los sucesos son inabarca bles. Al no poder hacer un periodismo de primera mano se utilizan los servicios de las agencias de prensa a las que las distintas redacciones están suscritas. Las de ámbito nacional son escasas (Efe, Logos, Euro pa Press, Sapisa) y las informaciones de cada una son verificadas al instante por los despachos de las otras. Más difícil es el control de los grandes monopolios internacionales, que se reparten las áreas de información como los gobiernos de sus países de origen tratan de fijar sus zonas de influencia. Son las grandes empresas siguientes: Tass (U.R.S.S.), estatal; France Press (Francia), paraestatal; Reuter (Reino Unidos), paraestatal; Deutsche Press Agentur (R.F.A.); Associated-Press International (A.P.) y United Press International (UPI) de los Estados Unidos, ambas privadas; Hsin-Hua y Nueva China en China. Algunas de ellas informan en exclusiva desde una determinada zona geográfica y su información es difí cilmente verificable. Es impensable recibir una noticia totalmente objetiva de la agencia Tass si con ella se deforma la idea que del país propagan los dirigentes soviéticos. Es significativo el ejemplo del acci dente del reactor nuclear de Chernobil. Las noticias del suceso tardaron varios días en llegar incluso a los países que quedaron gravemente expuestos a sus radiaciones. Prevalecieron las razones políticas sobre las humanitarias. La agencia, durante algún tiempo, se inhibió; posteriormente fueron dados de modo progresivo datos y referencias. Lo mismo sucede con otras agencias cuando han de comunicar incidentes del área de dominio de su país originario. Se silencia o minimiza en función de intereses aje nos a los informativos. c) La empresa periodística. Es también un filtro entre la noticia y los lectores porque la gestión empre sarial promueve un periodismo hecho desde unos determinados planteamientos ideológicos. Sólo un pru dente equilibrio y una gran honestidad profesional permiten una información sin intromisiones. Como vimos anteriormente (punto 5), el riesgo de manipulación existe. Con motivo del intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1982, un diario nacional estuvo más interesado en combatir el levantamiento en cuantos números publicó que en informar del desarrollo de los sucesos. Por la misma causa difieren las noticias que se dan sobre el terrorismo en los periódiocos nacionales y en publicaciones editadas por ciertos medios del País Vasco. Debe señalarse que, sin embargo, la coloración de la noticia por parte de la empresa no molesta excesivamente al lector, que previamente ha aceptado esa atmósfera informativa. d) La publicidad. La dependencia de la publicidad en que el periódico se halla sustrae de la informa ción cualquier noticia que pueda alterar el mensaje publicitario inserto previo pago de la tarifa correspondiente. e) Ei lector o suscriptor. Intervienen en la orientación de las noticias al exigir el mantenimiento de la línea ideológica del medio. El periódico no puede ir a contrapelo de sus lectores sin grave riesgo de Bartolom é Rotger-Joana M d. Roque. Cómo leer la prensa escrita, Edit.. Escuela Española, S.A. Madrid, 1982, pág. 24. 'José L.. C'or/.o Toral, ob. cit. pág. 71.
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perderlos inmediatamente. Dice Lázaro Carreter: No olvidemos que un periódico resulta siempre de un pacto entre redactores, empresa y público y que es éste el que se encuentra en situación más fuerte para imponer condiciones.1 B. FACTORES INTERNOS QUE INFLUYEN SOBRE LA OBJETIVIDAD. Están relacionados con la función del periodista y con las técnicas de inserción en el periódico:
a) Elección del material informativo. La obligación del periodista es elegir lo más interesante del mate rial de que dispone. No puede reproducir la conferencia de prensa como la tiene grabada, ni las notas sueltas que ha ido tomando de modo inconexo en la indagación de los hechos. Si el periodista rehúsa elegir —dicen Ives Agnés y Michel Croisandreau—, el lector elegirá rehusarlo12. Ha de elegir y, aunque lo haga con acendrado criterio profesional, la elección siempre será un acto subjetivo que recorta la ini cial objetividad del suceso. b) Redacción de la noticia. Es el momento fundamental El periodista, ante el material informativo, decide: 1) el tratamiento (si debe ampliar, silenciar o reducir); 2) la estructura (características que deben integrarse en el lead — lid, para algunos autores— y las que formarán parte en orden descendente de interés del cuerpo de la noticia); 3) el punto de vista (neutralidad, coloración ideológica, social, política, epicidad, apreciación lírica, etc.); 4) en estrecha relación con el anterior, la expresión adecuada (adjetiva ción valorativa, descriptiva, léxico denotativo o connotativo). Estas elecciones puede hacerlas en bloque, mientras está dando forma a la materia, sin el estricto carácter sucesivo que parece desprenderse de la obligada linealidad del análisis, pero de ellas dependerá indefectiblemente la objetividad o subjetividad de la noticia o información periodística.
c) Los recursos tipográficos. La noticia aparecerá en el periódico a través de un nuevo código. Todos los medios tipográficos empleados servirán para revelar en esta recodificación el grado de participación del emisor, su actitud ante la noticia. Serán indicios de la relación emisor-mensaje: el lugar elegido para publicarla, el espacio que se le ha concedido (número de columnas), el contexto que se le ha dado, la presencia o ausencia de encuadre, la complementación gráfica (fotografía, dibujo, gráfico, mapa, etc.).
d) Los titulares. Tienen un valor importante. Pueden orientar al lector hacia el contenido fundamental o hacia uno de los aspectos entrañados en la noticia y pueden connotar un tipo de valoración que prepa ra al lector para recibir el contenido informativo en una determinada situación de espíritu; pueden inclu so disuadirle de la lectura. (Puede verse sobre este aspecto el punto 9).
13.4. G ÉN ER O S PE R IO D ÍST IC O S. Teniendo en cuenta las funciones principales del periodismo, sus géneros pueden clasificarse del mo do siguiente: 1. Géneros informativos: la noticia, el reportaje, la entrevista. 2. Géneros de opinión o interpretativos: editorial, artículo de colaboración habitual (columna), ar tículo de colaboración ocasional (cuyo autor puede no ser un periodista). 3. Géneros mixtos: la noticia, el comentario, la crónica y la crítica.
1 ob. cit. 2 Ives Agnés y Michel Croisandreau, Lire lejournal. LE MONDE, 1979. Citados por Bartolomé Rotger y Joana M.a Roque en Cómo leer la prensa escrita, Edit. Escuela Española S.A., Madrid, 1982, pág. 23.
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13.5. G ÉN ER O S INFO RM ATIVO S. ¡3.5.1. LA NOTICIA.
Es el género fundamental del periodismo oral o escrito. Consiste en el relato de un hecho importante o de carácter insólito directa o indirectamente relacionado con el hombre y con su existencia. El interés suscitado por la noticia depende en general del grado de sorpresa que produce y de la proxi midad temporal de los hechos contados (actualidad) o espacial (vecindad). Cuanto más recientes sean los hechos o más próximo a lector se encuentre el lugar del suceso más interesantes resultarán para él. No obstante, el interés puede depender también de las expectativas de los grupos sociales servidos por el periódico. Ésa es la razón de que los periódicos locales se interesen preferentemente por los aconteci mientos de su ámbito geográfico o de que para una revista especializada en arte sea más importante un mínimo hecho artístico que un suceso objetivamente transcendete. La noticias, según las técnicas más depuradas, deben recoger los seis tipos de circunstancias denomi nadas las 6W por la presencia de esta consonante en las palabras que las designan: • • • • • •
E l s u j e t o (quién lo ha hecho) = Who (quién). E l c a s o (qué ha sucedido) = What (qué). E l t i e m p o (cuándo ha sucedido) = When (cuándo). E l l u g a r (dónde ha sucedido) = Where (dónde). L a c a u s a (por qué ha sucedido) = Why (por qué). E l m o d o (cómo ha sucedido) = H ow (cómo).
El proceso de su elaboración pasa por la siguientes fases: a) Selección de los elementos fundamentales del suceso. Al eliminar lo trivial y no significativo resalta lo que es importante. En esta operación el periodista puede manipular la noticia silenciando algún as pecto que, aunque importante periodísticamente, le resulta indeseable en otros aspectos, por ejemplo, silenciar el partido al que pertenece un gobernante que realizó una gestión pública excelente o pésima.
b) Elección del punto de vista o enfoque desde el que se va a relatar los hechos. La noticia puede presentarse con absoluta neutralidad, coloreada ideológicamente (con valoración implícita o explícita), líricamente, en tono humorístico o satírico. c) Ordenación y jerarquización de las circunstancias y matices seleccionados. También en este mo mento es posible manipular la notica al elevar de rango y privilegiar un aspecto por razones ajenas al interés informativo. Este hecho es particularmente sensible en las noticias estructuradas en orden decre ciente en las que ese orden es un signo de relevancia. d) E s t r u c t u r a c ió n eligiendo las circunstacias que van a integrarse en el lead y las que pasarán al cuerpo de la noticia. e) Estructura de la noticia. Dejando aparte los titulares (que se estudiarán en otro lugar) la noticia está formada por dos elementos: el lead (o lid según algunos autores) y el desarrollo o cuerpo de la noticia. El lead. Es la entrada de la noticia. Un párrrafo que recoge las claves informativas del suceso, la esen cia de la información. En él está la máxima tensión informativa. Para mí, éste es el principal elemento del relato periodístico ... Ese momento en que el periodista se apodera de la atención del lector y, suave, inteligentemente, le sumerge en el relato . 1
El Diccionario del Periodismo dice: Primer párrafo de una información donde hay que resumir lo más importante de la noticia: quién, qué, cuándo, dónde y cómo. La fórm ula ya no es válida —dice el autor anteriormente citado— y su estricta aplicación conduce a esos interminables lead hoy de moda en los periódicos españoles. 1 Víctor de la Serna, ob. cit.
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Como dice Bernstein: Un lead que llegue a las cien palabras puede convertirse en un indigesto potaje que habría que masticar por segunda vez. 1 El lead suele aparecer en forma de entradilla impreso en negritas. En otros periódicos no se hace dis tinción alguna y coincide con el primer párrafo de la noticia. Si la noticia es breve, el lead coincide con ella y el ideal es que no supere las sesenta palabras. EFE
S E R Á IN V E S T ID O D O C T O R “ H O N O R IS C A U S A ” .
— Ernesto Cardenal, ministro de Cultura de Nicaragua, sacerdote y poeta, que acaba de regresar de Granada en visita cultural y maña na será investido Doctor “Honoris Causa” por la Universidad de Va lencia, asistió hoy al ICI, donde ofreció una lectura de sus poemas.
Noticia breve = lead. Las características dadas en esta noticia son: quién, por qué, cuándo y qué, pero estos dos últimos elementos aluden a más de un hecho, por lo que la noticia se enriquece: qué cuándo quién por qué cómo dónde
regreso de Granada ayer Ernesto Cardenal
ley o poemas en el ICI hoy
será investido Doctor mañana por honrarle
(elíptico ritual propio de estos casos) Valencia
Por sus características, el lead puede servir de base para extraer de sus informaciones los titulares de la noticia. f) El comentario o cuerpo de la noticia. Complementa la información del lead incorporando nuevos detalles y matices a la información inicial gracias a la incorporación de nuevos párrafos cuya disposición depende del tipo de estructura empleado. Las estructuras convencionales más frecuentes son las siguientes: 1. ESTRUCTURA DECRECIENTE DE PIRÁMIDE INVERTIDA. Los párrafos que van a continuación del lead presentan detalles en grado decreciente de interés. Se pasa así desde la máxima tensión, conseguida en el lead hasta los matices menos interesantes. Este orden está justificado por dos razones fundamentales: una tiene como referencia al lector y pretende captar su inte rés o al menos informarle rápidamentae cuando haga una lectura apresurada; la segunda está relaciona da con las necesidades del periódico y trata de disponer de un sistema que permita cortar y prescindir de los rasgos menos importantes del suceso cuando a la hora de compaginar no hay espacio suficiente para insertar todo el escrito original. Este sistema es importante también para interpretar la noticia porque permite conocer los hechos que a juicio del redactor eran primordiales e incluso entender los motivos de esa selección. Es frecuente que el periodista introduzca en el cuerpo de la noticia antecedentes de datos complemen tarios que pueden ayudar a comprender los hechos finales expuestos en el lead o entrada. La noticia convencional en pirámide invertida tiene una disposición contraria a la del relato literario. En éste se avanza progresivamente hacia ¡a máxima tensión narrativa (el clímax); en la noticia se comien za en el momento más intenso (el lead) y la tensión se va relajando hasta su desaparición.
1 Víctor de la Serna, ob. cit.
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Obsérvense los elementos constituyentes de la siguiente noticia:
Detenidos dos presuntos agentes de la CIA en Cuba La Habana. (Agencias.) —Las autoriadades de La Habana anun ciaron ayer que habían detenido a una norteamericana nacida en Cu ba y a su hermano cubano, a quie nes acusan de trabajar para los ser vicios secretos de Estados Unidos. Gladys Juana Oliva García, que había obtenido la nacionalidad es tadounidense, residía en Miami y había introducido en la isla “los medios adecuados para el envío y recepción de mensajes”, algunos de los cuales fueron incautados, según la nota oficial defundida por el Ministerio de Interior cubano. La mujer viajó a Cuba en varias ocasiones a través del puente aéreo Miami-La Habana utilizado por
quienes abandonaron Cuba des pués de la revolución, en 1959, pa ra visitar a los familiares. De acuerdo con esta informa ción, Gladys viajó a La Habana como agente de la CIA y durante una de sus estancias reclutó a su hermano Néstor Norberto, que trabaja en una dependencia del Ministerio de la Construcción y lo entrenó en el empleo de medios y técnicas de comunicación utiliza das por los servicios secretos esta dounidenses. Según el comunicado oficial, Néstor Norberto García envió a Estados Unidos información eco nómica, sociopolítica y militar hasta el momento de su detención.
1,r párrafo: Es el lead o entrada. Está impreso en el mismo tipo de letra que el resto de la noticia. Da cuenta de las siguientes circunstacias: Quién: Autoridades de La Habana. Qué: Han detenido a dos hermanos. Cuándo: Ayer (el ayer del periodista). Por qué: Estaban acusados de trabajar para la CIA. Éste es el resumen de la noticia. Lo que puede captar un lector apresurado. Lo que sigue son detalles complementarios: 2. ° párrafo: Nombre de la mujer y viaje a Cuba desde Miami. En esta ocasión introduce medios de recepción y emisión de mensajes, algunos de los cuales le fueron incautados (no se precisa cuándo). 3. r párrafo: Siguen las actividades de la mujer: otros viajes a Cuba utilizando el puente aéreo MiamiLa Habana que los exiliados cubanos empleaban para visitar a sus familias. 4. ° párrafo: Los viajes se repiten. En uno de ellos recluta a su hermano y lo entrena en el empleo de medios y técnicas de comunicación utilizados por los servicios secretos estadounidenses. 5. ° párrafo: El hermano envió información económica, sociopolítica y militar hasta que fue detenido. La noticia se ha ido diluyendo poco a poco. Los dos personajes detenidos en el lead se convierten en uno sólo en todos los demás párrafos. Sólo están juntos durante el período de aprendizaje del varón (párrafo 4.°). El interés de los viajes de la mujer decrece también: en el Io introduce aparatos de recep ción y emisión; no producen ninguna tensión ni interés los viajes que hace aprovechando el puente aéreo (3 o párrafo). En el 4 o párrafo recluta a su hermano, lo alecciona y se pierde su acción como agente. El personaje se oculta al interés del lector. Sólo queda para el último párrafo la actividad del agente bisoño que consiste en algo tan poco emocionante como enviar información. Para el periodista, esta historia evanescente tampoco parece muy segura. Cuenta lo que han dicho las autoridades. Son ellas quienes han trazado la historia, quienes acusan a los hermanos. En el 2o párrafo insiste: dice la nota -
475 -
oficial. En el 4o repite: D e acuerdo con esta información... viajó..., reclutó... Todavía en el último párrafo insiste: según el comunicado oficial.
Conclusiones: Entre el lead y el final hay un claro descenso de interés. De 4 elementos informativos pasamos a uno; dos personajes se reducen a la unidad. Tampoco queda la ilusión de revivir un episodio épico: la insistencia del periodista en que todo lo que dice repite fuentes oficiales llega a convencernos, al final, de que todo es una pura invención. Técnica y anímicamente lo que empezó siendo noticia se ha desvanecido en nuestro manos. 2. ESTRUCTURA CRECIENTE, PIRAMIDAL. Su redacción es semejante a la de un relato literario. Los hechos se producen cronológicamente hasta llegar al final noticiable. Esta técnica no intenta ayudar al lector apresurado ni solucionar problemas de composición. El lector ha de leer toda la noticia para enterarse; en la redacción habrá que rectificar el original inicialmente escrito si hay problemas de espacio, porque no se puede cortar nada. Si se pres cinde del final, ha desaparecido la noticia. Es una técnica de trabajo desvinculada de la aceleración, propia de revistas o de periódicos que pueden trabajar sin agobios. 3. ESTRUCTURA MIXTA. Se inicia con un lead que expone, como en el tipo de pirámide invertida, las características fundamen tales de la noticia y a continuación se emprende el relato cronológico de estructura crecientes para expli car cómo se han desarrollado los hechos. Véase cómo se aplica la técnica al siguiente reportaje:
El oficial, en situación de reserva transitoria, estaba cenando con su esposa y tres amigos
Un teniente de! Ejército mata a un atraca dor y hiere a otro, cuando asaltaban un mesón M adrid/Jesús Duva tanto que el colega del machete se U n j o v e n a t r a c a d o r r e s u lt ó m u e r t o y o t r o g r a v e m e n t e h e r i d o a c o n s e c u e n c i a d e s e n d o s d is p a r o s d e a r m a
de f u e g o
efectu a d o s p o r
un t e
n i e n t e d e l C u e r p o d e S a n id a d d e l E j é r c it o d e T ie r r a , c u a n d o s e h a l l a
calle P a b l o N e r u d a , e n e l b a r r io ma dos delincuentes t r a t a r o n de a s a lt a r e l c i
b a c e n a n d o e n u n m e s ó n d e la d r ile ñ o d e P a lo m e r a s . L o s
t a d o l o c a l , p e r o s u a c c i ó n r e s u lt ó f r u s t r a d a p o r e l m ilit a r , v e s t i d o d e p a is a n o , q u e se h a lla e n s itu a c ió n
El joven muerto fue identifica do como J a v ie r A g u a d o R iv e r o , de veintidós afios de edad, que había sido detenido con anterioridad en cuatro ocasiones por su presunta implicación en delitos contra la propiedad, mientras que su com pañero herido resultó ser M ig u e l S a n t a n a R u iz , de diecinueve años, que hasta ahora estaba limpio de antecedentes policiales. Ambos re sidían en el barrio de Moratalaz. El suceso se inició cuando alre dedor de las once de la noche del pasado miércoles irrumpieron dos desconocidos en el mesón, sito en
de r e s e r v a t r a n s it o r ia . la parte posterior de la finca nú mero 17 de la calle Pablo Neruda. Uno de los asaltantes iba provisto de un machete de monte y el otro esgrimía una pistola. Ambos cu brían sus rostros con unas rudi mentarias capuchas, fabricadas con sendas mangas de un jersey. Junto a la barra del menciona do local había a esa hora alrede dor de veinte personas, entre clien tes y empleados, que fueron obli gadas a tumbarse en el suelo. In mediatamente después el mucha cho que empuñaba la pistola se di rigió hacia la caja registradora, en 476
encaminaba hacia el comedor. En ese momento sólo se halla ban sentados en la zona del restau rante cinco personas: el teniente J o s é Sierro, su esposa, O la y a P e l e c h a n » , un matrimonio amigo y otra mujer. Al parecer, el grupo de amigos había estado antes en un bingo, donde ganaron 30.000 pe setas, por lo que decidieron cenar a base de marisco. Según la Policía, «al escuchar las voces y gritos proferidos por los atracadores, el militar se levan tó de su mesa para dirigirse hacia la barra, pues pensó que se trata ba de una pelea. Cuando iba a traspasar la puerta que comunica ambas dependencias, se vio sor prendido por uno de los asaltan tes, que le puso un machete al es tómago y le obligó a sentarse. El individuo se dirigió en tono ame nazante hacia el amigo que acom-
pañaba al oficial, lo que éste apro vechó para extraer su revólver A s irá, del calibre 38.» El atracador corrió a atacar al teniente Sierro, quien efectuó en tonces un disparo que alcanzó al desconocido. Al escuchar la deto nación, el otro enmascarado salió de detrás de la barra —abando nando su idea de coger el dinero que había en la caja— para tratar de comprobar qué sucedía. Este segundo joven irrumpió en el comedor, a la vez que apuntaba con su pistola al oficial del Ejér cito, al que sorprendió de espaldas. Pero éste, al ser advertido por su amigo, se volvió con rapidez y efectuó un segundo disparo, que alcanzó en un hombro al desco nocido.
estar heridos. A l marcharse deja ron abandonada aquí la pistola, que luego se vio que era simple mente de imitación, y un machete. Pero en mi local no perdieron ni una gota de sangre, por lo que creimos que el teniente no les ha bía dado», según dice el propieta rio del mesón. Quince minutos después, un po licía nacional que caminaba por la calle San Claudio, a unos doscien tos metros de restaurante, informó al 091 que había dos jóvenes caí dos en el suelo. Uno de ellos, que estaba moribundo debajo de una furgoneta, sangraba abundante mente. Ambos fueron trasladados al Hospital Provincial, donde Ja vier Aguado Rivero ingresó cadá ver a causa de una herida de bala con orificio de entrada por el Corrían como gamos hombro izquierdo. «Parece increíble. Pero la ver El otro presunto atracador, Mi dad es que los dos chicos salieron guel Santana Ruiz, presentaba una corriendo como gamos, a pesar de herida de bala que le penetraba a
la altura del séptimo espacio inter costal y, aparte de seccionar la ar teria humeral, atravesó el diafrag ma, el hígado, el duodeno y el co lon transverso, quedando alojada en la musculatura vertebral dere cha. Su pronóstico es muy grave. El juez compareció en el lugar de los hechos y llevó a cabo una reconstrucción de los mismos, de duciendo en principio que el te niente actuó en legítima defensa, puesto que resultaba imposible sospechar que el arma que empu ñaba uno de los atracadores era tan sólo una imitación. El oficial de Sanidad del Ejér cito, que es padre de tres hijos, se encontraba ayer «muy afectado», según manifestó a YA su esposa. Ésta comentó que su marido «no se había visto obligado a disparar contra nadie durante los muchos años de profesión militar y, desgraciamente, ha tenido que ocurrir esto ahora.»
Representación gráfica d e las estructuras
estructura creciente (piramidal)
estructura d ecrecien te (pirámida invertida) LEAD
estructura mixta
EL LENGUAJE DE LA NOTICIA Ha de ser sumamente claro y sencillo, evitando cualquier perturbación en la comunicación directa del suceso. Esa sencillez ha de ser norma de la sintaxis, en la que predominarán las oraciones poco comple jas, sin incisos. Utiliza adjetivos descriptivos, útiles para definir ambientes y lugares y evita los valorati- - 477 -
vos. Los verbos se emplean fundamentalmente en los presentes y pretéritos del modo indicativo. Puede incorporar frases en estilo directo o indirecto para recoger impresiones interesantes de protagonistas o testigos. El léxico debe ser utilizado con propiedad y precisión. Deben ser evitadas las formas en que se manifiesta la epicidad (Ver tema 8.1.1.).
13.5.2. EL R E P O R T A JE .
Es una noticia amplificada, por lo que su contenido fundamental son los hechos. Con el reportaje se quiere profundizar en la presentación de sucesos importantes de la acutalidad insuficientemente trata dos en la noticia (accidentes, fiestas, costumbres, catástrofes naturales, etc.). En contraste con la ligereza descriptiva de la noticia el reportaje pretende subrayar los rasgos pertinen tes del hecho, precisar el ambiente y las circunstancias que lo enmarcan. Con esa intención el periodista introduce, en una forma de elocución principalmente narrativa, elementos descriptivos, indaga, hace pre guntas a los testigos y traslada ese material al relato utilizando el estilo directo o indirecto. Cuando es necesario para la plena comprensión recurre a la exposición de antecedentes o indica las consecuencias de su historia. El punto de vista es el de una narración en tercera persona, tras la que se oculta el propio yo del reportero, cuidadoso de no aparecer con valoraciones sobre lo que escribe. La estructura es más abierta que la de la noticia, aunque puede utilizar los procedimientos convencionales de ésta: lead, orden decreciente al que debe incorporar un cierre concreto. El lenguaje, como el de la noticia, ha de ser llano, de gran viveza, en la que cada cosa sea llamada por su nombre.
13.5.3. L A E N T R E V IS T A .
Puede entenderse de dos formas: a) el método de trabajo periodístico; b) el género que vemos aparecer en revistas y periódicos y oímos en televisión y radio. La entrevista como método de trabajo es un género preparatorio de otros trabajos, es la investigación del reportero que busca personas que pueden informarle, visita barrios, convive con la gente, etc. para documentarse y poder informar en un reportaje posterior. Éste ha sido el modo de actuar del reportero desde el nacimiento del periódico. La entrevista como género es más limitada, pues se concentra en recoger información de una fuente única. Puede tener una doble orientación: la persona entrevistada habla sobre sí misma (vida, trabajo, relaciones) o responde sobre cuestiones generales, dando su opinión sobre ellas. En el primer caso se trata de una estrevista biográfica, en el segundo, informativa. La estructura de la entrevista es la siguiente: l.° presentación breve del personaje; 2.° serie de preguntas y respuestas. Es interesante captar gestos, movimientos anímicos, rasgos ambientales, movimientos, cambios de postura etc., para dar realismo y amenidad a la conversación.
13.6. G É N E R O S D E O P IN IÓ N 0 INTERPRETATIVO S. 13.6.1. EL E D IT O R IA L .
Es el artículo que da la opinión del periódico sobre un asunto de actualidad. Adopta la forma de una exposición o de una argumentación. En el primer caso trata de exponer la situación del problema para aclarar sus facetas y envergadura. Si se presenta como una argumentación, el editorial reflexiona sobre el problema tratando de persuadir al lector sobre la exactitud y coherencia de unos determinados plan teamientos o ideas lógicas o sobre la congruencia de unas soluciones concretas. El editorial exige un tono sosegado, ponderado, de grave madurez. Aspira a ser objetivo, pero la objetividad puede ser traicionada por la carga ideológica del periódico o por la simple elección de las palabras en el artículo. -
478 -
El artículo editorial no suele ir firmado. Ocupa un lugar preferente del periódico, siempre el mismo, pero no siempre es escrito por la misma persona. En cada periódico suele haber un grupo de editorialistas integrado por personas especializadas en diversos asuntos. El autor del editorial dependerá del tema sometido a estudio. En algún periódico cada miembro de la redacción escribía un editorial sobre el tema elegido y se publicaba posteriormente el mejor de todos ellos. El editorial no tiene una estructura fija; cada autor lo organiza según las exigencias del tema o la línea del pensamiento. La lengua utilizada es culta, clara y normalmente sugestiva.
1 1 6 .2 , A R T IC U L O S D E C O L A fíO R \a O N .
El periódico acoge normalmente la colaboración de personas que no pertenecen a su equipo de redac ción. Unos son contratados como colaboradores habituales (los columnistas) que tienen a su cargo una sección fija. Su pensamiento no se identifica plenamente con el del periódico pero está muy próximo al sentir de la empresa. Los otros son colaboradores ocasionales, que utilizan el periódico como tribuna para difundir sus criterios sobre los distintos aspectos de la vida social, política y económica. Firman sus artículos y se hacen responsables de su contenido. En ambos tipos de colaboraciones se manifiesta, por tanto, una opinión personal que se hace de modo libre y con un estilo que depende de la personali dad y capacidad del escritor. El tono es muy variado: desde la grave lección doctrinal al enfoque humo rístico o satírico. De una forma u otra el lector encuentra una opinión personal sobre algunos de los temas importantes del momento.
13.7. G ÉN ER O S M IXTO S. 13.7.1. LA NOTICIA-COMENTARIO. Durante los últimos años se ha impuesto en la prensa europea —dice Lázaro Carreter—, y por tanto en la española, la noticia-comentario. El género, según este autor, sería fruto de una reacción defensiva contra la competencia que al periodismo le hacen la televisión y, sobre todo, la radio. La rápida difusión de las noticias a través de estos medios hace que el lector conozca ya los sucesos del día cuando compra el periódico. La solución es que el periódico ofrezca las noticias presentándolas con una orientación in terpretativa ideológica en la que el lector busca la confirmación de sus expectativas tanto o más que en el viejo e imprescindible editorial o artículo de fondo. En esta nueva orientación de su tarea el perio dista se limita a seleccionar, de entre las noticias servidas por las agencias, las más chocantes y transgresoras de la normalidad para comentarlas. Y como al proyectar su criterio sobre la noticia se comprome te, comienzan a aparecer las noticias firmadas para hacerse responsable del comentario. La noticia-comentario obliga al periodista a poner de relieve su personalidad mediante el lenguaje. Pero al tratar de hacerlo puede incurrir en los siguientes errores: a) El de olvidarse que no está haciendo literatura y utilizar recursos propiamente literarios. b) El de caer en una parcialidad que podría chocar con los criterios de sus lectores y comprometer a su periódico. c) Incorporar al comentario un grado de epicidad inadecuado si el receptor no está plenamente identifi cado con el punto de vista del autor del comentario. RASGOS DE LA EPICIDAD. Lázaro Carreter señala los siguientes rasgos y ejemplos: 1. Empleo masivo de sustantivos y verbos de significación bélica: lucha, combate, conquista, moviliza ción; acción directa que desmantele la estrategia del enemigo, que aplaste la resistencia e impida que nadie alce el desacuerdo entre las sindicales; se trata de golpear a la burguesía con el potente puño de la unidad; se trata de mantener un combate permanente. -
479 -
2. Utilización de la hipérbole: miles de campesinos inundaban las carreteras con sus tractores; la situa ción económica descarga en tromba sobre los trabajadores; los expedientes de crisis. 3. Uso de adjetivos y adverbios en el grado máximo de significación: La más amplia libertad de pren sa; los partidos obreros y nacionalistas deben negarse en redondo a ceder un solo ápice puesto que son los órganos soberanos de la representación directa de los trabajadores. 4. Abundancia de los sintagmas constituidos por verbo + nombre, en los cuales el verbo sufre un traslado topológico que implica la invitación a un esfuerzo: hay que forjar la movilización, reforzar el proceso de afiliación, fraguar la unidad, tensar las fuerzas de las clases. 5. Enumeración enfática: N i la prohibición gubernativa, ni la nieve, impidieron que más de... 6. Adjetivación hiperbólica, índice de la vehemencia del redactor: las manifestaciones fueron inconte nibles y no pudieron ser reprimidas; extremada vigilancia policial; intenso control; los vehículos de las brigadas antidisturbio aparecían ostentosamente estacionados en los puntos neurálgicos de la ciudad: el despliegue resultaba más espectacular en la plaza. 1
13.7.2. L A C R O N IC A .
Es una información con enfoque personal, valorativa de hechos de actualidad. Esos hechos, o los ha presenciado el cronista o tiene información de primera mano sobre ellos. El periodista elige lo más desta cado de la actualidad o hace una síntesis de lo más importante. La fusión de información y opinión aproxima la crónica a la noticia-comentario y su contenido informativo al reportaje. Noticia-comentario se puede diferenciar por dos características: a) La crónica dirige su glosa a encontrar al suceso una explicación que permita aprenderlo. Da la in formación y lo que podría considerarse su razón última; en la noticia-comentario la interpretación no se ciñe al contenido informativo sino que éste, muchas veces, sirve de pretexto para que el comentarista manifieste su opinión en otras direcciones; b) La noticia-comentario se elabora con alguna de las informaciones de agencia y la crónica es una información transmitida por un periodista que estaba muy cerca de la noticia o en condiciones privile giadas para poder conocer los hechos. (Véase la orientación que toma el comentario de la noticia que insertamos a continuación) c) El comentario no explica la noticia. Lo que hace es no explicarse que haya motivos para que ésta se produzca)
Feministas consideran el piropo un «acto de violencia»
de «Nunca más una agresión, ni a mí ni a ninguna otra mujer».
___________ Córdoba/A ntonio Gil Las feministas de Córdoba han puesto en marcha una nueva campa ña contra las agresiones y los malos tratos a la mujer. Con estas jornadas, las feministas cordobesas pretenden arremeter contra cuanto consideren vejatorio para la dignidad de la mu jer. La campaña lleva por lema partir
Entre las iniciativas que están lle vando a cabo las feministas cordobe sas se encuentran el reparto de cartelería y dípiticos, donde se denuncian situaciones de violencia contra la mu jer. «Unas veces la mujer se ve some tida a violencias sutiles —ha señala do el portavoz de la asamblea de mu jeres de Córdoba— en forma de pi ropos y chistes, y otras de una mane ra más descarada, como en la publi cidad y la pornografía, por no hablar de la brutalidad de las violaciones y malos tratos.»
‘ Lázaro Carreter, Ob. cit.
-
480 -
Piropos feministas EL INDISCRETO se siente embar gado por una rendida admiración ha cia las feministas; con ellas, a veces, vibra de ensusiasmo y otras desfalle ce de asombro. «Nunca más una agre sión a ninguna mujer», dicen las fé-
minas que consideran que el piropo es una «violencia sutil» contra las mu jeres. Todo eso le parece muy bien a EL INDISCRETO. Pero luego vienen esas feministas de la greña con sus ata víos y pancartas y el «nosotras pari mos, nosotras decicimos» y otras ex presiones, y EL INDISCRETO se pre gunta: pero ¿a quién se le ocurrirá pi ropear a mujer que así se exprese?
Las diferencias con el reportaje son poco precisas. Puede decirse que el reportaje ahonda la noticia que tiene un interés humano; la crónica ofrece una visión global o una selección de acontecimientos. El primero amplía la información de forma objetiva; la crónica resume o selecciona la información más importante y trata de ofrecerse justificación; muestra el cuerpo informativo y trata de insuflarle el espíri tu que lo ha animado. La crónica es enviada por un periodista destinado de modo permanente en una capital con interés informativo (Washington, Roma, París, etc.) o por enviados especiales a grandes acontecimientos (coro naciones, catástrofes, olimpiadas, etc.). Son crónicas de tono menor las que en vez de cubrir un área geográfica se ocupan de informar sobre un área de actividades humanas: bursátil, cultural, deportiva, social (o de sucesos).
13.7 .1 L A C R ITIC A .
La función de la crítica es indispensable. Informa y a la vez emite juicios que pueden orientar a los lectores sobre diversas actividades humanas: culturales, deportivas, etc. Son sumamente útiles las críticas artísticas (pintura, escultura, etc.), la bibliográfica, cinematográfica, teatral, de televisión, etc. Permiten conocer las manifestaciones a que se refieren y tener un juicio documentado sobre ellas.
13.8. LOS TIT U L A R E S. La palabra titular es un términoiespecializado que ha sustituido al primitivo título en los usos propios de los periódicos. Es, por tanto, el letrero —dice Alarcos Llorach— con que se indica o seda a conocer el contenido, objeto o destino de un escrito impreso en los periódicos. Constituye una especie de extracto o resumen de otra manifestación lingüística más amplia que está físicamente contigua '. Los titulares han de ser distintivos: indican el contenido de las noticias que encabezan, distinguiéndolas de las demás a la vez que las clasifican y jerarquizan. Sirven para realizar las tres funciones que Bühler señaló a la lengua:
# a) Representativa, en cuanto que una breve frase ofrece los contenidos fundamentales de las noticias a que se refieren. b) Apelativa: llaman la atención y atraen al lector. Esta función se convierte en fundamental en las primeras páginas de los periódicos actuales, convertidas en un sugestivo índice de contenidos. c) La de la manifestación de las concretas intenciones del autor de la noticia y de los titulares.*
*E. Alarcos Llorach, L e n g u a je 126-147).
d e lo s titu la r e s en L e n g u a je en p e r io d is m o e s cr ito ,
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Fundación Juan March, Serie Universitaria, n° 37, Madrid, 1.977 págs.
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13.8.1. CLASIFICACIOS DE.IOS TITULARES. Alarcos Llorach hace la siguiente clasificación. 1.
Por su relación con la noticia í Amplios: una irase del texto. ' Concentrados: eliminando partes del discurso.
/ Propios o normales. Utilizan expresiones I corrientes. / Explícitos o completos ^ Figurados o anormales: utilizan figuras re2. Según su intensidad al captar lo i jtóricas, metonimias, metáforas, etc. Son esencial de la noticia \ titulares chocantes y llamativos. llm plícitos o incompletos: dejan sin especificar algún aspecto de la * noticia cuyo contenido sólo es visible después de haberla leído.
3.
í Objetivos o asépticos: expresan de modo neutral el contenido. DoSegún la actitud e intenciones Jm ina la función referencial. del redactor sobre el lector \ Comprometidos: ofrecen una interpretación personal que puede lleI gar a falsear la noticia. Domina la función expresiva. Ejemplos de los distintos tipos: Amplios: El candidato de Alianza Popular promete convertir Madrid en un paraíso fiscal. Aunque pierde dieciséis diputados, el PSOE gana las elecciones y mantiene la mayoría absoluta. Concentrados: Madrid-Atlético, fina! de lujo; Hoy, huelga hasta en el bingo. Explícitos y completos: a) Propios o normales: Nueva manifestación estudiantil ante el Ministerio. Cinco días más de huel ga en Iberia por una discrepancia de quince mil pesetas al año. Presentado Cartas a mi hija mongólica. b) Figurados o anormales: España volvió a machacar a Polonia; Argentina acusa a Londres de man tener armas nucleares en Ia Malvinas (personificaciones, metonimias). Francisco Gil Dávila recibió el testigo de un atleta, Fernando Díaz Pérez (metáfora). Implícitos o incompletos: Con RENFE se entrena mejor. Malvivir en Madrid. Aires de grandeza. Objetivos o asépticos: En Yugoslavia también se arreglan partidos de fútbol. Siguen en huelga los médicos de la Seguridad Social. Comprometidos: La triste realidad andaluza. Los devaneos del PDP. El pelotón se confabula contra los colombianos.
13.8.2. ELEMENTOS QUE FORMAN EL TITULAR. El titular puede estar formado por las siguientes partes: el antetítulo o entradilla, la cabeza, que es la parte principal, y el sumario. La cabeza es el resumen de la noticia y el antetítulo o el sumario explican los motivos u otros datos sustanciales de la información. El sumario es el lead de la noticia. Tiene nor malmente más palabras que la cabeza. \
Ideas del libro de estilo de El País sobre los titulares:1 1. Sirven para centrar la atención y satisfacer la curiosidad primera del lector, que ha de quedar entera do de lo que ocurre sin necesidad de acudir al resto de la información. Se redactarán de acuerdo con las siguientes normas:
-
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—Responderán fielmente a la información, se desprenderán normalmente de la entrada o lead y nun ca establecerán conclusiones que no figuran en el texto. 2. Un titular puede componerse de antetítulo, cabeza y sumario. Cada uno de estos elementos consta rá siempre de una sola oración, y ha de poder entenderse por separado. 3. Los titulares han de ser escuetos, pero nunca se sacrificará la claridad expositiva a su brevedad. En cualquier caso, la cabeza no pasará de diez palabras. 4. Un buen titular es aquél que no necesita signos de puntuación. Nunca se emplearán admiraciones ni paréntesis. El uso de interrogantes debe ser limitado. Los dos puntos se utilizarán sólo cuando después de un nombre propio siga una frase entrecomillada (una frase pronunciada por una persona). 5. Los verbos de los titulares se ponen, preferiblemente, en tiempo presente. También se prefiere la afirmación a la negación. 6. Nunca se parten palabras en un titular ni se utiliza un tamaño de letra superior al cuerpo 36. 7. Hay que procurar que en los titulares de una misma página no se repitan palabras, (págs. 293-5).
13.9 EL L EN G U A JE D EL P E R IO D ISM O 13.9.1. EL LENGUAJE DE LOS TITULARES. Pueden estar formados por oraciones simples normales, pero es frecuente encontrar elipsis de los ele mentos que pueden ser sustituidos por el contexto: — Es frecuente la supresión de los verbos ser, estar y cualquier otro que pueda ser sobreentendido: Los Ángeles Lakers, favoritos; Boston Celtios, enemigo a batir; El régimen de Ceaucescu, en horas bajas (está); Orden de la Dama de Elche, a Dámaso Alonso (concedida); Los impresos para la declaración de la renta, en los estancos (se venden); Escasas perspectivas de lluvias (hay). — Supresión del verbo dicendi que introduciría el estilo directo: FECSA: la solución, este verano (de cir y ser). — Desaparición del verbo por nominalización: Se buscan infructuosamente los marinos desapareci dos; la búsqueda infructuosa de los marinos desaparecidos [el OD se transforma en un complemento de + N y el verbo es sustituido por un nombre abstracto procedente del mismo lexema verbal (estilo nominal)]. —Supresión del artículo por influencia hispanoamericana: Piden control sobre plantas medicinales; feministas consideran el piropo un acto de violencia. —En algunos titulares se destaca el nombre del lugar o de la persona: El alavés, feliz: No soy un dese cho de ciclista; Reinosa: un polvorín.
13.9.2. EL LENGUAJE GENERAL DEL PERIODISMO. Al hablar de los géneros periodísticos hemos hecho alusión en cada uno de ellos a su estructura y estilo. Completamos lo que entonces se decía para analizar en bloque la situación del lenguaje periodísti co siguiendo el cauce trazado por Lázaro Carreter, para quien el riesgo de la lengua del periodismo con siste en la invasión de su espacio léxico por formas provenientes de la expresión literaria, de la adminis trativa y del lenguaje de base oral, que delimitan su espacio propio.
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A. INFLUENCIA DE LA LENGUA LITERARIA. El riesgo está en que el periodista utilice los recursos literarios en el tratamiento épico de la actualidad. Las características de la epicidad pueden verse en el punto 8.1. de este mismo tema. B. INFLUENCIA DEL LENGUAJE ADMINISTRATIVO Y BUROCRÁTICO. Los rasgos más constantes de ese lenguaje son: • Alargamiento de palabras: problemática por problema, concretizar por concretar, novelística por no vela, conflictividad por conflicto, confusionismo por confusión. • Ampulosidad expresiva que genera abundantes perífrasis y circunloquios: en el transcurso de por de lante, estamos en condiciones de afirmar por afirmamos, demostrar el rechazo por rechazar, dar por finalizado por finalizar, por la vía de por mediante (hubo que resolverlo por la vía de la negociación = mediante negociación), hacer público por publicar, en calidad de por como (en calidad de alcalde = como alcalde), tener efecto por celebrarse (emplea la fórmula: de, con + carácter + adjetivo en vez del adjetivo): de carácter leve por leve (heridos de carácter leve = heridos leves), con carácter urgente por urgente o urgentemente (mándeme con carácter urgente = mándeme urgentemente); • Rechazo de palabras comunes por el prestigio y sonoridad de otras expresiones: tercera edad en vez de viejo, empleada de hogar en vez de sirvienta, empleado de finca urbana en vez de portero, profesor de E.G.B. en vez de maestro, A.T.S. en vez de practicante; • Ese gusto por la ampulosidad lleva también al uso frecuente de redundancias: cobarde asesinato, leal tad inquebrantable, total erradicación, lucha armada, execrable crimen, expresiones en las que el adjeti vo no aporta ningún elemento significativo que no estuviese sobreentendido en el nombre; • El disimulo político propicia todo tipo de eufemismos: al cierre de empresas se le llama reconversión; a la huelga, paro o plante; al despido libre, regulación de empleo; la bolsa no baja, tiene una evolución descendente; • El deseo de evitar problemas políticos y el temor a herir susceptibilidades nacionalistas favorece el uso de tópicos tropológicos: se dice este país en vez de España, se evita hablar de español y en su lugar se habla de Estado (en todo el territorio español = en todo el territorio del Estado); • La lengua administrativa presenta una amplia gama de adulteraciones en forma de anglicismos, neolo gismos e incorrecciones en el uso de las palabras. a) Anglicismos: A nivel de, en base a, VIP (very important person), fulltime, ancestros por antepasa dos, compromiso usado erróneamente con el significado de acuerdo (llegar a un compromiso entre dos partes), cuando es un traslado de la voz inglesa compromise = componenda, concesión mútua; apreciar es anglicismo si se le da el significado de agradecer o revalorizar (aprecio lo que ha hecho por mí; el dólar se ha apreciado con relación a la peseta); asumir, empleado con el significado de reconocer o de confesar es un anglicismo (Pedro ha asumido su fallo). b) Neologismos: Puentear = pasar por encima de un cargo para hacer lo que a él le correspondería (el Presidente ha puenteado al ministro de Asuntos Exteriores); aparcar = retrasar (el proyecto de ley ha quedado aparcado en el Parlamento); incorrecciones léxicas: confundir accesible (afable) con asequi ble (que se puede conseguir o adquirir); israelita (hebreo, judío) con israelí (relativo al Estado de Israel); utilizar reinserción —que no existe en español— por reintegración; mala utilización de los adjetivos hi perbólicos: drástico (neologismo que debe ser sustituido por el giro con dureza, con severidad) y crucial (decisión que puede tener resultados opuestos). C.
INFLUENCIA DE LA LENGUA DE BASE ORAL.
El periodista no debe caer en la oralización del lenguaje periodístico por mucho que desee acercarse al público lector y comunicarse con mayor facilidad con él. El lenguaje escrito debe ajustarse a la lengua escrita. Otra cosa sería contribuir a un avulgaramiento y una reducción del código lingüístico. La lengua hablada puede utilizar la hablada en una medida prudente y en el momento oportuno. El periodista pue de y debe contribuir a la elevación de sus lectores al uso y disfrute de un código elaborado. Sin embargo -
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aparecen en sus escritos abundantes formas del lenguaje oral. Algunas de las características orales son las siguientes: a) Presencia de frases hechas: No faltaron persecuciones a toda pastilla; Si un Estado de derecho esta lla, apaga y vámonos; El ministro del ramo no ha dicho todavía esta boca es mía; El Gobierno le teme a eso más que a un nublao (sic); El Gobierno va poniéndose el parche antes que la herida; También los gobernantes las pasan canutas; X X brilla por su ausencia en los carteles sevillanos; Ahora sólo pien sa en salvarse de la quema; El pelóton circulaba lentamente, flojo de remos; El pelotón circulaba lenta mente porque los ciclistas hacían huelga de piernas caídas (calco sobre huelga de brazos caídos). b) Términos de reciente curso en el habla: Vimos tres o cuatro parejas “gays”; La zona ha quedado limpia de travestidos. c) Términos del mundo de la droga y del habla juvenil: Esa película tiene mucho morbo; Hubo varias ruedas pinchadas por los cristales de laslitronas; Cuando se lo dijo no se cortó; Están dispuestas a liqui dar a los camellos; Ellas eran expertas en el lenguaje “lumpen” con olor a zoológico, que incluye a espe cies como el caballo, el mono, el burro o el camello. Toda una j e r g a que han tenido que aprender para hablar con sus hijos; No vimos camellos, pero s í jóvenes que iban muy colocados; La movida está ahora en Cánovas.
13.10. CLAVES PA R A IN TER PR ETA R U N A N O TIC IA P E R IO D ÍST IC A . 1. Leer simultáneamente lo que está en la noticia y la razón posible de su presencia. Reparar en todos los elementos que puedan tener valor significativo. El interés está en lo que se dice, en el modo como se dice y la intención con que se dice. 2. Comenzar por la noticia en sí: no reparar inicialmente en otros elementos significativos, ni en el interés del contenido por su actualidad. En una lectura objetiva, el interés por el tema y la posible orientación que proporcionan los titulares son interferencias indeseables. 3. Se recomienda analizar en el siguiente orden: 1. ° El lead: informaciones que contiene; orden en que se ofrecen. ¿Hay alguna razón para ese orden? 2 . ° El cuerpo de la noticia: informaciones. Orden y matices que parecen destacados por esa organización. 3. ° Punto de vista desde el que se da la información (neutralidad, partidismo político o ideoló gico, crítico, lírico, humorístico). Elementos portadores de la opinión del redactor (adjetivos, orden de las palabras, valores connotativos del léxico, rasgos épicos). 4 . ° Signos icónicos complementarios: Espacio que se le ha concedido. Lugar en que está publicada (preferente o no). Contexto (lo que tiene alrededor subraya o difumina su contenido). Tipo y cuerpo de los caracteres usados en el lead, en los titulares (antetítulo, cabeza, entradilla) y en el resto de la noticia. Recuadros, subrayados, color (dónde y por qué). Elementos icónicos que ilustran la noticia (dibujos, gráficos, fotografías: qué aspectos destacan). 5. ° Titulares: Son objetivos o subjetivos. Explícitos o implícitos. -
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Normales o figurados (en el segundo caso, connotaciones). Qué aspecto de la noticia destacan. Llevan implícita una opinión del autor o no. 6.° Conclusiones: resumen e interpretación de lo observado.
13.10.1. LA PUBLICIDAD.
Los progresos técnicos e industriales traen consigo una producción mayor y más rápida, lo cual origi na un aumento de productos en el mercado de consumo que precisa de una salida también rápida de los mismos, a fin de que no se rompa la cadena de la producción. En consecuencia, hay que incitar a la compra o hacer que se venda un objeto o servicio más que otro, aunque en realidad sean idénticos, para lo cual se utilizan medios persuasivos. Se puede afirmar que el origen de la publicidad es ante todo comercial y la función económica es esencialmente la que predomina. La publicidad surge a finales de siglo pasado y ocupa un lugar pri mordial en nuestra sociedad actual. Podemos definir la publicidad como una forma de comunicación persuasiva que pretende conseguir de sus destinatarios, una disposición favorable a la introducción, mantenimiento o consumo de un pro ducto o servicio. En su aspecto comercial no es nada más ni menos que una técnica de persuasión que apela a la psicología del receptor para hacerle necesitar, y por lo tanto adquirir, el producto promocionado. El fenómeno publicitario es complejo; supone: • Un sistema de comunicación entre productores y consumidores a través de los medios de comunica ción de masas. • Una actividad creativa reflejada en la elaboración de los mensajes. • Una técnica de mercadotecnia (marketing) que intenta favorecer la venta. • Una forma de transmitir valores sociales y modelos culturales. • Un medio capitalista de propaganda y de explotación de los consumidores. La finalidad del mensaje publicitario es esencialmente convencer, persuadir al destinatario para obte ner de él una conducta determinada: La publicidad crea hábitos, manipula conductas, reduce la libertad y lleva al condicionamiento... Es a través del registro emocional como suele alcanzar el plano de la significación ideológica. Pignotti, La super nada. F. Torres, editor. Valencia. 1976. La publicidad comercial es comunicación pública planificada con la finalidad de una información, persuasión y dirección de decisiones económicamente eficaces. O. W. Haseloff, citado por Spang. P a r a que su objetivo se cumpla, la publicidad hace uso de una serie de medios gráficos, lingüísticos, semiológicos, etc., que se caracterizan por su atractivo y su valor estético. De ahí el uso de procedimien tos retóricos por su funcionalidad en tanto en cuanto sirven social y psicológicamente a la consecución de los resultados que se proponen.
Én este tema nos ceñimos a la publicidad impresa: revistas, diarios, folletos, carteles publicitarios, etc. La publicidad radiofónica, televisada o cinematográfica sería objeto de un análisis distinto. ! Teniendo en cuenta la complejidad publicitaria, haremos mención de las funciones, recursos retóri cos, procedimientos lingüísticos y unidad del mensaje. En resumen, la publicidad se puede considerar como una lingüística aplicada, como un complejo pro ceso de comunicación intencional no meramente lingüístico. -
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13.10.2.
DISTINTOS TIPOS DE PUBLICIDAD.
Los elementos que intervienen en publicidad son diversos y complejos tanto en su preparación como en su elaboración. En principio, y antes de analizar los aspectos más esenciales de la publicidad, veamos los distintos tipos publicitarios que podemos encontrar. Seguimos la clasificación de Spang: l.° Según los medios, distinguimos: — La publicidad impresa: diarios, revistas, carteles publicitarios, octavillas, etc. Predomina el medio visual. — La publicidad radiofónica, basada en medios auditivos. — La publicidad televisiva y cinematográfica, que consta de medios visuales y auditivos en to das sus variantes. 2 . 0 Según el destinatario o receptor potencial. En este caso señalamos: — La publicidad de masa. — La publicidad dirigida a determinadas clases sociales según su poder de adquisición. — Una publicidad según el sexo. — Otra determinada por la edad. — La destinada a productos técnicos, altamente especializados. Esta variedad está en función del producto o servicio que se promociona. 3 . 0 Según su finalidad, destacamos: — Una publicidad de venta subdivisible en función del producto y del público destinatario. Igual mente podemos distinguir entre el lanzamiento de un nuevo producto o la recomendación para adquirir un producto ya asentado y conocido en el mercado. — Una publicidad de prestigio que persigue aumentar la autoridad o reputación de una entidad dependiente o no del estado. Por ejemplo, la propaganda de consumo de determinados alimen tos, la propaganda de ICONA, la campaña antidroga. — Una publicidad electoral, muy importante en la actualidad y que exigiría un estudio aparte, pues, aunque tiene una finalidad persuasiva y utiliza medios semejantes, se sale del marco pu blicitario en general. 4 . 0 Según su elaboración, podemos encontrar un número indefinido de posibilidades y de variacio nes, desde el anuncio común para lanzar al mercado un producto de consumo generalizado (de tergente, marca de televisores, etc.) al anuncio elaborado con cierto afán estético para productos de lujo.
¡3.10.3. EL PROCESO DE CO M U N ICACIO N PUBLICITARIA Y SUS FUNCIONES.
La publicidad constituye un proceso de comunicación complejo y unidireccional en el que se distin guen una comunicación de tipo visual y otra de tipo verbal. Este esquema de comunicación podría sintetizarse así:
El acto publicitario consiste en Configurar textos con un fin utilitario, por ello es de especial interés el código y el mensaje, que deben ser eficaces para conseguir la conducta r revista en el receptor. Las funciones principales de este tipo de comunicación son la informado ? (referente) y la persuasión (conativa). En consecuencia, el emisor debe apoyarse en un conocimiento exhaustivo de la psicología social, de la lingüística, de la psicología del individuo, pero su importancia se desvanece en beneficio del receptor, que es el eje esencial hacia el que convergen todas las estrategias del quehacer publicitario. El mensaje publicitario se centra principalmente en un producto u objeto real cuya presentación y ca racterísticas han de inducir al receptor a su adquisición. La información acerca del producto está satura da de connotaciones, de asociaciones que consigan sugestionar al destinatario, para lo cual se utilizan todos los medios necesarios a fin de lograr las motivaciones emotivas y los estímulos precisos que le lleven a la adquisición del producto o servicio. De esta forma se actúa sobre el subconsciente del recep tor. Resulta normal que el producto aparezca mitificado, como portador de valores muy cotizados por la sociedad actual: libertad, prestigio, etc. Es decir, el objeto es vehículo de algo real o verosímil, pero también crea una utopía al representar un ideal alejado de lo cotidiano; no se venden unos pantalones vaqueros sino juventud, libertad; no se vende el perfume sino la belleza, la sensualidad, etc. Atraer la atención, suscitar el interés, avivar el deseo y provocar la adquisición del producto son, suce sivamente, los imperativos de un buen anuncio publicitario, en cuya elaboración nada se puede dejar al azar. El predomino de las funciones asumidas en la creación publicitaria, según el diagrama de Jakobson y reflejadas por Péninou, son: CONTEXTO Función referencial (información y p ed agogía sobre e l objeto)
Función emotiva (referencia al emisor)
Función poética Función conativa (conformación retórica d el manifiesto) (implicación activa d e 1destinatario)
CONTACTO Función fótica (Señalización d e la información)
CÓDIGO Función metalingüística (pertenencia publicitaria d e la información)
La función que predomina en un mensaje condiciona su estructura verbal. En el caso de la publicidad el predominio referencial e implicativo del objeto y su configuración retórica determinan sus funciones esenciales. A saber: La función representativa o referencial, centrada en el producto o servicio a través del texto y de la -
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imagen cuya polisemia se matiza y concreta con el mensaje lingüístico (nombre de marca, esíogan) que aclara las significaciones ambiguas, distingue lo accesorio de lo esencial y cristaliza la significación. Es la función denotativa, documental. La información disminuye en pro de la sugestión, por ello se aumen ta la densidad connotativa y la carga asociativa. La función implicativa, apelativa, centrada en el receptor en cuanto establece un contacto con él a través de la función fática e intenta influir en su conducta y persuadirle. Es la función esencial a la que se subordinan las restantes funciones. La función poética, a través de la cual la publicidad adquiere la categoría de información de carácter estético. La forma del mensaje adquiere valor por sus connotaciones y procedimientos empleados, que intentan atraer al destinatario e implicarle en la consecución de los objetivos propuestos. Esta función estética se caracteriza por presentar una información redundante, reiterativa. Redundan cia que potencia la información y que contribuye a que el receptor ponga interés en la decodificación del mensaje. A su vez, el valor estético de la imagen retórica convierte en persuasiva la comunicación, porque la hace memorable.
13.¡0.4. FUNDAM ENTOS RETORICOS D E LA PUBLICIDAD.
La publicidad coincide con la retórica en su utilización del lenguaje y en su finalidad primordial: la persuasión. Formalmente se distingue de otros tipos de lenguajes por su laconismo o economía expresi va, como veremos en el uso del código en estos tipos de mensajes. Desde un punto de vista funcional, la publicidad tiene esencialmente una finalidad persuasiva que precisa de unos pasos muy bien elaborados para conseguir su objetivo. La persuasión es una forma de comunicación con una intención consciente que pone de manifiesto Ja incoherencia e ineficacia de la conducta del receptor e intenta modificarla mediante la interacción de símbolos. En consecuencia, los pasos fundamentales consistirán en la motivación hacia el anuncio para conseguir impresionar, conven cer y dejar impreso en el subconsciente del destinatario el objetivo deseado. Por ello, el proceso de argu mentación sólo consiste en anular toda resistencia que pueda obstaculizar ese proceso de captación y de grabación en el otro. Hay que tener en cuenta que la retórica afecta en publicidad tanto a su aspecto verbal, en cuanto que utiliza la palabra como medio de persuasión, como a su imagen, que se convierte con el texto lingüístico, en otro factor importante de persuasión y en la que aparecen muchos recursos propios de la retórica.
El cuadro siguiente resume los pasos a seguir en la elaboración del anuncio: TÉCNICA PUBLICITARIA
C O N M O V ER — C l i n c h e r (especie de gan cho que capta la atención). — Medios de motivación. — Aspectos ¡cónicos que muestran algo insólito. — Alienación. — Técnica del enigma. — Narración.
IN FO R M A R — Aspectos tipográficos. — Ordenación natural. — Partes del anuncio: * C lin c h e r.
<* Cuerpo. • Eslogan.
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CO M PO N ER — Impera la eficacia y la in novación sobre la corrección. — Se tiene en cuenta la vir tud de la claridad. — El mensaje subliminar po tencia la carga connotativa del texto para despertar y es timular a! receptor. — Creatividad e inventiva en la elaboración: • Figuras de omisión. 0 Figuras de repeti ción. * Tropos.
Estos pasos podrían identificarse con las tres partes que la retórica clás.ca identificaba como inventio, dispositio, elocutio, según podemos observar en el anexo siguiente: La retórica es el estudio de las propiedades de los discursos, de sus componentes esenciales. Desde sus inicios se consideraba como el arte del bien decir y pasó a ser una doctrina que recopilaba todos los procedimientos de expresión figurada propios del lenguaje. La finalidad de la retórica era la persuasión y a pesar de las modificaciones que la retórica ha tenido a lo largo de la historia no ha variado esa finalidad específica persuasiva. De esta forma, la retórica constituye una técnica o arte de la persuasión, una enseñanza, una ciencia de los efectos del lenguaje, una especie de código y una práctica social. Esta retórica clásica, como ciencia del discurso oratorio, proporciona un corpus teórico importante. Este corpus contiene cinco partes: 1. INVENTIO: búsqueda de ideas y argumentos acerca de un tema determinado —concepción—. 2. DISPOSITIO: adecuado ensamblaje, organización —configuración—, 3. ELOCUTIO: formulación lingüística, corrección gramatical y preceptos retóricos —elaboración—. Estas tres partes se ciñen a la construcción del enunciado, del discurso. Las dos siguientes se refieren a la actividad de la enunciación del discurso, a su práctica o ejecución. 4. M EM ORIA, memorización del discurso. 5. ACTIO, preparación de gestos y entonación adecuada.
13.10.5. EL M ENSAJE PUBLICITARIO: LENGUAJE E IMAGEN.
Tanto el lenguaje utilizado como la imagen en un texto publicitario son de naturaleza heterogénea y ambos forman una unidad indisoluble. Por lo tanto, los dos tipos de mensajes se completan y ofrecen las siguientes características: 1. El mensaje lingüístico, verbal, consiste en el texto marginal y en las etiquetas insertas en la imagen. Este mensaje tiene la función principal de anclaje, es decir, precisa y concreta la significación de la ima gen, que suele ser polisémica, multívoca. Es el medio que relaciona la imagen y el producto y concreta la información. Este mensaje verbal suele encerrar una condensación de sentido y se caracteriza por su eficacia y eco nomía. Recordemos numerosos textos verbales: Coca-Cola, la chispa de la vida; Carlos III. Si tiene tiem po, bébase el tiempo; etc... A su vez, el texto lingüístico ofrece otros niveles interrelacionados: — Su configuración o disposición formal, composición, tipografía. — La manipulación ejercida sobre la lengua: omisiones totales o parciales, texto truncado, creación de enigmas semánticos. Modificaciones inesperadas del código. — Función instrumental en cuanto el texto verbal asegura, acrecienta o focaliza la polisemia de la imagen, 2. El mensaje ¡cónico, que proporciona dos mensajes en mutua relación: a ) Un mensaje literal o denotativo, primer grado de inteligibilidad de la imagen que sirve de sopor te. Cumple una función referencial, pues muestra el objeto de forma analógica.
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b ) Otro mensaje simbólico, connotativo, que conlleva la propia imagen portadora de los atributos del producto. En este caso la retórica visual concede al objeto o producto una valoración emoti va y crea una actitud positiva hacia el mismo. Estos mensajes originan un sentido que se propaga a la estructura global del anuncio y que consiste en el mensaje de inferencia o abstracto, es decir, se le concede el valor que coincide con el significado intencional previo y el referente se ha transformado en el valor único y deseado. Observemos estas características en el ejemplo siguiente:
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1. Mensaje verbal.— La función referencial se manifiesta en el nombre de la marca, que aparece re dundante con la presentación analógica del referente y su etiqueta inserta: la botella de licor. Sigue en forma apositiva, nominal, el mensaje referencial y a la vez implicativo, y sugestivo por las connotaciones que ofrece su lugar de origen —licor del Caribe— de exotismo, aventura, ensueño, naturaleza, privilegio, etc. Cabe señalar la prioridad del nombre de marca tanto tipográfica como por su estructura fónica que aparece en distintos formatos.
2. Mensaje icónico.— En una primera lectura observamos los materiales denotativos en los que apare ce el objeto o referente: la bebida en sí, junto a otros soportes referenciales: el vaso, la copa que ponen de manifiesto las posibilidades de ofrecer el licor —con hielo o sin él—, y una mujer que nos llama la atención por su belleza y que aparece tendida en la arena. Se encuadra en un paisaje luminoso: la arena, el cielo, las hojas de las palmeras, aunque en un segun do plano. Todo este campo denotativo es el medio para expresar su valor simbólico, su significado connotativo: la mujer caribeña que irradia y predica sensualidad, exotismo y que aparece en posición frontal como interpelando al receptor del mensaje aparece tendida en la arena de la playa y simula cubrir su cuerpo desnudo con un material semitransparente. En conjunto produce fascinación y se convierte en algo deseado, como si -el hecho de la bebida del licor conllevara el placer de la posesión de cuanto le rodea. Se ha conseguido persuadir al receptor. La imagen se convierte en ídolo.
1110.6. EL C O D IG O D E LA P U B L IC ID A D . Nos basamos en el código verbal del anuncio publicitario, en el uso específico que se hace de la len gua, en la realización del mensaje y que se caracteriza por su eficacia tanto a la hora de seleccionar sus argumentos persuasivos como en su combinación y presentación. Junto al objetivo de la eficacia, la ley de la economía impera también en los mensajes publicitarios. El eslogan presenta la condensación mayor: Mejor, con Fundador; A lfa, la pasión de conducir; CocaCola, la chispa de la vida.
En líneas generales la publicidad usa un código heterogéneo o innovador que de acuerdo con las fun ciones propias se caracteriza por la presencia de exhortación, formas imperativas, uso del vocativo, ele mentos sugestivos como reflejo de la función apelativa e implicativa, por informar denotativamente acerca del producto, cumpliendo así la función referencial, y por la superposición de valores connotativos y uso de elementos retóricos con una finalidad pragmática que hacen que el receptor se detenga en el pro pio mensaje por sí mismo, propio de la función poética del lenguaje. Describimos a continuación los rasgos verbales y recursos retóricos más sobresalientes del lenguaje publicitario; metodológicamente los analizamos según los tres niveles de lengua: fónico, morfosintáctico y léxico-semántico. A. NIVEL FÓNICO. Destacan la frecuencia de uso de determinados fonemas, la tendencia a los grafemas extranjeros de escasa manifestación en nuestra lengua: K, W, X; por ejemplo: Kas, Philips, Flex, Warons...; la combina ción fónica inusual, atractiva por ello: bocazizllo, Espuña, los salchichones arte sanos. Juega también con el tamaño de los grafemas: imPKble. Utiliza el procedimiento reiterativo de la rima: Desodorante Rexona, no te abandona. A n ís Asturiana, A n ís de España; M i cosita está suavita, etc.
En cuanto a los recursos retóricos más empleados, destacamos:
Onomatopeyas:
Crujientes biscottes. Creks que hacen cree. -4 9 3
Paronomasias: Fanta, fantástico refresco. Coloval es colosal. Si de puros hablamos, puros habanos. Aliteraciones: Ford Fiesta, fuerte. Un Martinl invita a vivir. B. NIYEL MQRFOSINTÁCTICO. La rapidez de la información se logra mediante procedimientos de condensación, de reducción: elip sis, aglutinaciones, parataxis, estilo nominal de las frases, etc. La frase publicitaria no respeta una disciplina gramatical estricta, pero conserva su inteligibilidad a pesar de las operaciones de reducción y a menudo deformadoras que se realizan en el lenguaje. Veamos algunos rasgos significativos: Uso del artículo — Oscila entre la presencia y la ausencia. Si está presente posee un valor elativo, antonomástico. Identifica y singulariza el producto. Se produce una impresión de identidad entre la marca y el producto y su receptor: Codorniu, la gran marca europea. Nescafé Oro, el café liofilizado. Presupo ne el conocimiento por excelencia del producto al que se refiere. La presencia del artículo un particulariza el producto, separándolo de otros: Pida un Martini. Es una Crolls (marca la pertenencia a un clan). La ausencia de elemento deíctico es igualmente una constante en el lenguaje publicitario y aporta un valor amplificativo: Nuevo B M W M3, inalcanzable. Gran Duque de Alba, felicidad. Esta impresión de identidad aparece con otros elementos verbales que cumplen esta función deíctica o mostrativa: Éste es el hombre, éste es el brandy. ¡Por fin, mi café!. Tus cabellos necesitan KIorane. Cuidamos de su coche, cuidamos de usted. Uso del adjetivo.— Mayoritariamente tiene un carácter intensivo, sensacionalista. Es característico el uso de los grados del adjetivo, sobre todo el superlativo absoluto: — Sufijo: —ísimo: amplísimo, carísimo. — Prefijos: super—, extra—, hiper— : superconcentrado, extraplano. — Reforzado por un adjetivo en grado positivo: fresco, fresquísimo. Blanco, blanquísimo. — Por medio de construcciones simétricas: mejores productos, mejor servicio, o de construcciones antitéticas: calidad más alta, precio más bajo. — Por medio de atributos dobles: un café café. — A través de superlativos lexicales: soberano, excelente, fantástico. También encontramos el uso del comparativo sin el segundo elemento de la comparación: Philips, mejores no hay. El epíteto, el desplazamiento del adjetivo y las sinestesias suelen ser recurso habitual en el mensaje publicitario: Licor serio, gusto suave, sabor blando. También aparece el adjetivo con función adverbial: Vuele seguro. Formas verbales. Los modos verbales de uso mayoritario son el indicativo y el imperativo (modo de habla más que de sistema). Entre las formas no personales, el infinitivo y el participio. El infinitivo cumple dos funciones en publicidad: — Sustituye al imperativo. — Convierte el enunciado en forma de sentencia, como una afirmación general tipo refrán: Ron Bacardí Carta de Oro. Nacido para mezclar. / Saber regalar. Carlos I. Entre los tiempos verbales predominan el uso del presente y del futuro: Los mejores momentos se vi ven con Ballantine’s. Cuanto más entienda de whisky escocés, más apreciará Ballantine’s. Estructuras sintácticas. La construcción nominal —sustantivo y nombre de marca— predomina en los mensajes publicitarios. No obstante encontramos las siguientes posibilidades: Fin cuanto a) su jeto :
— Uso convencional: Ariel es blancura. -
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— Sujeto incluido en el morfema verbal con renundancia del pronombre: ¿Conoce usted el tren? — No aparece, —omisión completa del verbo— de capital importancia en la creación de anuncios: Camel, el sabor de la aventura. Alfa, la pasión de conducir. Tía María, licor del Caribe. Ron Bacardí... en compañía. Modalidades oracionales. Todos los medios de los que dispone el sistema para apelar al receptor son los que proliferan en las construcciones publicitarias: modalidades imperativas, exhortativas, exclamati vas e interrogativas: Ponga un Vanguard en su casa. ¡Enriójate! Métete en el mundo de La Rio ja. Des corcha una botella... Busque, compare y... si encuentra algo mejor, cómprelo. El empleo de la subordinación es poco relevante de este tipo de lenguaje, siendo la yuxtaposición y la coordinación las estructuras más idóneas. C.
N IV E L L É X IC O -S E M Á N T IC O .
La economía lingüística se refleja en el nivel léxico en el predominio de palabras llenas (sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios) frente al escaso uso de palabras vacías, debido al estilo nominal y condensado de los anuncios. En el uso del léxico señalamos las características siguientes: — Utilización de voces griegas y latinas por su sabor de prestigio y cultura. Estos vocablos han perdi do su significado original y sólo designan el nombre del producto: Alfa, Beta, Omega, Venus, Lux, Rex, etc... — Influencia de las lenguas extranjeras en la creación de vocablos publicitarios por su exotismo y prestigio. El francés suele evocar buen gusto, refinamiento; el inglés, la perfección técnica, la efi ciencia, la potencia económica. Ejemplo: Ronson, Executive, Valentine, Afther Eight, etc. Se llega también a producir el anuncio en lengua extranjera: Pearl tipped luxury slim cigarettes. Cartier. — La influencia de las ciencias y de la técnica tiene interés en el vocabulario de la publicidad, bien por su modernidad y novedad: biodegradable, fibra acrílica... o por su tradición y antigüedad: la tradición del bordado a mano. Soleras de antaño... Carlos I. Solera especial, o bien por su singula ridad y distinción: Marlboro, n°l en el mundo. — Lo que más llama la atención es la creación de nuevos vocablos haciendo uso de los procedimien tos neológicos: Sufijos: fago rizar, recargable. Composición, palabras bloque: oferta ocasión, credimelo, muellespuma, pontelois. Siglas: CAMPSA, RENFE, BIC, sistema VHS. Préstamos: gin-tónic, ge!, panty, slip. Tecnicismos: instamátic, lavamátic. Junto a la creación constante de vocablos, la connotación es el factor más importante en el léxico publicitario. La publicidad actúa en el plano de lo emotivo-irracional y por eso opera con elementos simbólicos, con un complejo juego de connotaciones y cargas asociativas que suelen girar en torno a los siguientes núcleos: — Lo excepcional, selecto, único para marcar la singularidad y la distinción, como si con la adquisi ción del producto consiguiéramos esa extraordinaria cualidad. — La universalidad o identificación con el grupo social. — La modernidad, el futuro que supone renovación, novedad. — La antigüedad en cuanto a experiencia, prestigio, arraigo. — Lo sofisticado y refinado. — Lo natural por lo que de autenticidad encierra. — El hogar, la familia representada como célula nuclear de la sociedad, afectivamente sólida, ejem plo de conformismo social. — La aventura, la libertad, la audacia, la juventud. — El sexo y el erotismo. La mujer de ensueño, elegante como lujoso objeto de decoración o como — 495 -
ejemplo de buena esposa. El hombre, elegante, varonil, distinguido, atractivo o el marido fiel y respetuoso. — Las sensaciones placenteras que afectan a todos los sentidos: la fragancia, la suavidad, el frescor, lo delicioso, la humedad,... — El prestigio y el éxito, el dominio y el poder. — La inocencia, el candor, el niño. En resumen, se nos presenta una especie de superm undo que tan acertadamente expone y critica Lam berto Pignotti en su obra La super Nada. Ideología y lenguaje de la publicidad. Sin lugar a dudas, el mundo de la publicidad constituye un tema acuciante de enorme repercusión, un tema complejo por su heterogeneidad y abismal por su influencia vertiginosa sobre la sociedad ac tual. Como podemos detectar, la publicidad, todo tipo de publicidad (comercial, tecnológica, de promo ción de ventas, propaganda política o ideológica, etc.), se inmiscuye en nuestras vidas produciendo una especie de sometimiento solapado. Se hace necesario conocer sus mecanismos para descifrar su sentido y su poder crítico, para liberarse de esa agresión social que supone la sociedad de consumo, conocer todos los medios persuasivos para decodificar los mensajes publicitarios y propagandísticos sin que se altere nuestra independencia de juicio y nuestra capacidad de reflexionar, tan perseguida por la creación de hábitos reflejos que produce la invasión publicitaria. D. RECURSOS ESTILÍSTICOS. Como decíamos, la función implicativa o apelativa constituye el hilo conductor de toda creación pu blicitaria. Para conseguir atraer al receptor se utilizan procedimientos retóricos que contribuyen a grabar la forma del mensaje, aspecto propio de la función poética del lenguaje. Ahora bien, la utilización de estos recursos extraños por su conformación alejada del uso normal de la lengua no tiene una finalidad estética —propia del lenguaje literario— sino pragmática. Presentamos diversos ejemplos de recursos en ejemplos publicitarios. (Véase el tema 15 para consultar cualquier definición de los procedimientos retóricos. Omitimos ejemplos de recursos fónicos citados anteriormente). Anáforas: Por economía, por precisión, p o r confort. Coche del año en Europa, Renault 5 / A n í s Cas tellana, anís de España. Epanadiplosis: Gordons, siempre Gordons / La ventaja de ser un super cinco diesel es ser un super cinco. Anadiplosis: La buena mesa es la debilidad de Don Carlos. D on Carlos, vino de Yecla. Reduplicación: Fundador, el brandy brandy. Reiteración: N uevo Seat, para viajar bien, llegar bien y quedar bien. Derivación: E l interés más desinteresado. Paralelismo: N o es una fo rm a de viajar, es la m ejor fo rm a de llegar / Cuidamos de su coche, cuida m os de usted / Paso a paso, sorbo a sorbo. Metáfora: Sanyo, la hormiga japonesa (apositiva) / Socialismo es libertad. Centro es democracia (an tonomasia) / Opel Kadett, una joya mecánica. Sinestesias: Risas de chocolate / Frescor salvaje / Gusto suave. Personificaciones: A lbal te ayuda / Lanofil cuida tu cabello / Tú, café, siempre serás compañero. Metonimias: Beba Etiqueta Negra. Antítesis: Para desgravar, deuda desgravable ¡y súmese a los que restan! / M ás velocidad con menos consumo. Paradojas: E l pequeño gigante / Eres grande, pequeño / Un poco de M agno es mucho. Hipérbole: M il sensaciones de suavidad. E. FUNCIONES Y VALORES DE LA IMAGEN EN LA PUBLICIDAD. Hemos podido comprobar el poder motivador de la imagen y su función de incrementar la eficacia de los demás soportes que aparecen en el anuncio. Su papel fundamental radica en despertar el interés y mejorar la retención del mensaje subliminar de la publicidad. Al elaborar la imagen, el emisor o autor manipula más los símbolos que los objetos, puesto que los símbolos son los que actúan sobre el subconsciente del receptor, sobre el psiquismo del consumidor po tencial. De esta forma consigue estimular unos falsos valores. -
496 -
Al margen de todo cuanto nos puede aportar la psicología, la sociología y otras ciencias afines acerca de la repercusión de la invasión publicitaria sobre nuestro psiquismo también existe una retórica de la imagen, una semántica, una relación sintáctica, en suma, una estructura que se revela a través del estudio sistemático de los códigos que intervienen. Éste es el punto más importante desde nuestro punto de vista lingüístico, o más concretamente desde el campo de la semiología. Varios son los estudios elaborados a tal fin: Roland Barthes, Umberto Eco, Christian Metz. En este apartado queremos destacar el poder implicativo de la imagen y la retórica utilizada en la misma, es decir, la eficacia y la estética que se complementan en el mensaje icónico. Decimos que la imagen es implicativa, (mantiene el contacto con el receptor y le apela) porque se cen tra en el destinatario con la finalidad de conmoverlo; ejerce una función de interpelación, de ahí la pre sentación de los personajes con gestos seguros, imperiosos, o la presentación de los objetos y marcos de encuadre de los mismos con un poder de sugestión, de seducción, de algo perfecto que no admite parangón alguno. Como bien sabemos, la denotación sólo es soporte para establecer toda la gama posible de connota ciones acordes y bien estudiadas para conseguir a través de la imagen los objetivos deseados. Imagen que a su vez suele ser redundante para evitar cualquier tergiversación y concentrar al receptor en ella. Asimismo la imagen publicitaria recurre a la figura retórica, de tal forma que lo visual y lo verbal proceden de una misma disciplina: la retórica formal. Una retórica que hoy día semiólogos y lingüistas intentan profundizar partiendo del supuesto de que a pesar de que la retórica varíe en función de la sustancia (sonido articulado, imagen, etc.) existen las mismas relaciones formales de elementos en la ba se de las figuras, independientemente del área en que se manifiesten. Observemos el análisis retórico de los anuncios siguientes:
Metáfora. Constituye un mecanismo de transferencias de significado. Hay una identificación entre el producto promocionado y la naturaleza, en ambos existen las mismas notas: frescor, pureza, alegría. 497
Repetición. Es tautología publicitaria, transcripción visual.
Chivas es el único regalo que no le importa que le hagan repetido,
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Desnuda, ninguna fragancia te vestirá mejor
Hipérbole. Amplificación del tema. Es la figura del exceso de la pasión.
El nombre propio. La Marca. Por antonomasia, asegura la identidad, confiere al receptor las caracterís
ticas fundamentales de la individualidad: distinción, prestigio.
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Entre en un Seat Málaga. Póngase de un Seat Málaga hay sitio de sobra cómodo. Viva la sensación de estar en para usted y los suyos. un grande del espacio. Del confort. MODELO CV YELDO. p.v.p. im ia c u Descubra la sensación de acertar. Disfrute del motor System Porsche y viva grandes sensaciones. En el interior
L 1.5 GL 1.5 GLX 1.5 LD 1.7 GLD 1.7
85 85 85 55 55
5 5 5 5 5
1.173.592 1.233.309 1.387.589 1.324.547 1.392.643
GRAN D ES SENSACIONES.
Metonimia y sinécdoque. Una parte por el todo para ensalzar el todo. Hay una transparencia del sentido mediante la contigüidad. Es una figura centrífuga porque parte de un elemento muy localizado. -
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o
EL LENGUAJE DE LAS DISCIPLINAS HUMANÍSTICAS 14.1. 14.2. 14.3. 14.4.
LAS DISCIPLINAS H UM ANÍSTICAS. EL LENGUAJE DE LAS D ISCIPLINAS HUM ANÍSTICAS: SUS CARACTERÍSTICAS. FORMAS DEL DISCURSO. LA EXPOSICIÓN. 34.4.1. 14.4.2. 14.4.3. 14.4.4.
14.5.
LA ARGUM ENTACIÓN. 14.5.1. 14.5.2. 14.5.3. 14.5.4. 14.5.5.
14.6. 14.7. 14.8.
14.9.
DOCUMENTACIÓN. ESTRUCTURA. ELOCUCIÓN. INDETERM INA CIÓN DE LA FORM A EXPOSITIVA. ESTRUCTURA. EL CUERPO DE LA ARGUMENTACIÓN. LA CONCLUSIÓN. ELOCUCIÓN. ANÁLISIS DE LOS TIPO S DE ARGUMENTACIÓN.
SUBJETIVIDAD Y APELACIÓN EN LA ARGUMENTACIÓN. EL ENSAYO. GUÍA PARA EL COMENTARIO DE U N TEXTO HUM ANÍSTICO. COMENTARIO DE UN TEXTO HUM ANÍSTICO.
14.1. LAS DISCIPLINAS HUMANISTICAS. Se agrupan bajo esta denominación de ascendencia renacentista las especialidades que tienen como objeto el estudio del hombre y la amplísima gama de sus actividades socioeconómicas, artísticas y cultu rales. Forman un grupo numeroso, en aumento constante por la aparición de nuevas especialidades. Es tudian distintos aspectos del hombre, la antropología, la psicología, el psicoanálisis; su relación con la tierra en que vive, la geografía humana; su educación, la pedagogía y todas las ciencias de la educación; sus respuestas a cuantas preguntas se hace sobre sí mismo y sobre el mundo, la filosofía; su propio paso por la vida y la cultura, la historia, el entramado íntimo de su pensamiento, la lógica; los principios que regulan su comportamiento, la ética; los sistemas de signos con que se relaciona con sus semejantes, la semiología; su propio lenguaje, la lingüística; su vida de convivencia, la sociología y la política; su capacidad para crear bienes, la economía; las leyes que ordenan su sociedad, el derecho (ver tema 12); los medios de comunicación que utiliza, el periodismo (ver tema 13); su capaciadad para la creación literaria, la literatura (ver tema 15). Aunque se clasifican en un mismo grupo, no forman un todo homogéneo. Las diferencias entre ellas se presentan en el grado de abstracción alcanzado por cada uno y en la expresión de sus contenidos. La filosofía, por ejemplo, alcanza niveles especulativos y grados de abstracción'que superan los de cual quier otra disciplina. Pese a esta heterogeneidad coinciden todas en algunos caracteres que se diferencian de las ciencias de la naturaleza, aplicadas al estudio de las realidades físicas del mundo: — Predomina en ellas el plano teórico sobre el práctico y por ello son menos propicias a la investiga ción experimental, aunque ésta pueda desarrollarse en algunos casos (sociología, política, pedagogía, economía, psicología, etc.). — Al tener como objeto el estudio del hombre poseen una superior virtualidad para la formación humana.
14.2. EL LENGUAJE DE LAS DISCIPLINAS HUMANÍSTICAS: SUS CARACTERÍSTICAS. En la génesis del lenguaje humanístico coinciden los mismos condicionamientos externos e internos que en el científico (ver punto 1 al 4 del tema 11) y, como consecuencia, son observables los mismos rasgos morfosintácticos y léxicos analizados en el punto 5 del mencionado tema, al que remitimos. Una prueba de su validez la tendríamos en la facilidad con que podríamos sustituir ios ejemplos científicos aducidos a propósito de cada rasgo por otros semejantes extraídos de enunciados humanísticos. Es preciso señalar, no obstante, algunas diferencias, más cuantitativas que cualitativas, originadas por alguno de estos factores: contenidos, tecnicismos y forma del discurso. a) El contenido 1. Mayor número de nombres abstractos: como el objeto de estas materias no es la realidad física, desaparecen de los enunciados los datos sensibles, se incrementa la abstracción y, correlativa mente, el número de nombres abstractos, más abundantes que en los textos científicos. 2. Aumento de la subjetividad: el contenido ideológico de los textos humanísticos facilita la apari ción de la subjetividad del emisor y del receptor. La del emisor aparece en los juicios de valor (estimaciones sobre lo que otros han hecho o pensado), en la selección léxica que ha de realizar para organizar el enunciado (adjetivos y verbos fundamentalmente), en el respaldo doctrinal del enunciado (formación personal, ideología, adscripción a una determinada escuela científica, a un grupo ideológico o político, presencia de filias, fobias y tics intelectuales). A este incremento de la subjetividad en el emisor hay que unir el incremento en el receptor, más sensibilizado por los contenidos que se le transmiten en estas disciplinas que por los científicos. -
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Frente a la frialdad de términos como bióxido, abscisa, metaloide, sinclinal, pueden aparecer términos cargados de connotaciones como justicia, opresión, segregación, libertad, que pueden llevar al receptor incluso a posturas de compromiso activo, situación muy distante de la que se producía con el texto científico.
b) Los tecnicismos Los tecnicismos de las disciplinas humanísticas son más estables y menos numerosos que los cientí ficos pero carecen del rigor y de la universalidad de éstos. Contribuyen a esta situación las siguientes circunstancias: 1. La significación de algunos tecnicismos del área está muy vinculada a un sistema ideológico fuera del cual su uso produciría impropiedades. Términos como libertad, mundo, existencia, auten ticidad o angustia no tienen el mismo valor en el existencialismo que en otro sistema de pensamiento. 2.
El tecnicismo crea un campo de significación polisémica como consecuencia de la superposi ción de valores aportados por la investigación a lo largo del tiempo. El significante sentido tiene en la teoría lingüística el valor que le otorga Saussure y el aportado por las sucesivas interpreta ciones de Marouzeau, Martinet y Prieto. Para que su uso sea inequívoco será imprescindible in dicar el sentido que se le da al término en el momento de emplearlo.
3.
La utilización interdisciplinar de la terminología hace que tecnicismos lingüísticos sean utili zados en antropología, en publicidad, en psicología. Estos usos, por lo común, varían el campo significativo y alteran la precisión del término.
4.
La utilización como tecnicismos de voces de la lengua común que se especializan en campos diferentes, provocando una polisemia indeseable: rechazo, además de su significación común tie ne en medicina la de reacción del organismo contra tejidos extraños al mismo y en psicología bloqueo de los recuerdos relacionados con una neurosis; lo mismo sucede con rasgo, que se utili za en fonética y fonología con el valor de característica que permite distinguir unos fonem as de otros.
5.
A veces, los mismos significantes son utilizados por distintas escuelas para designar conteni dos diversos. Bernard Pottier llama distributivo al adjetivo que modifica directamente ai nombre y predicativo al que lo hace a través del verbo, al tiempo que Lucien Tesniére los denomina res pectivamente epíteto y atributo, términos que, a su vez, son utilizados por otros lingüistas para designar contenidos de amplitud diferente.
6.
La univocidad, frecuente en el lenguaje científico, se altera por la presencia de sinónimos pro ducidos generalmente por el uso indistinto del término tradicional y del neologismo más o me nos triunfante. Es el caso de las parejas lingüísticas verdaderamente sinónimas: objeto directo -—implemento, objeto indirecto —complementos, complemento circunstancial— aditamento: en otras parejas, aparentemente sinónimas como desinencia—morfema, raíz—lexema, el neologis mo expresa un contenido que no es plenamente identificable con el del término tradicional.
14.3. FORMAS DEL DISCURSO. En el tema 11 estudiamos la definición (tema 6.4.1.), la descripción científica (tema 6.4.2.) y el informe científico (tema 6.4.3.). Se completa ahora el estudio de las formas del discurso con el análisis de la expo sición, la argumentación y el ensayo.
14.4. LA EXPOSICIÓN. Es un enunciado cuya función es ofrecer una información rigurosa y objetiva sobre cualquier tema técnico o científico (experiencias y manejo de aparatos, presentación de los puntos fundamentales de
503
una teoría, desarrollo histórico de una problemática o de un proceso, etc.). El trabajo científico estudia do en el tema 11 (tema 6.2.) no es sino una exposición de rango superior vinculada por el uso académico a una estructura convencional para garantizar su eficacia. Fuera del trabajo universitario y de la investi gación científica, la exposición se desprende del aparato erudito y adopta estructuras más flexibles con las que puede utilizarse en distintos momentos de la vida ordinaria: prospectos informativos de cual quier tipo, trabajos escolares sobre cuestiones literarias, históricas, científicas, presentación del conteni do de un capítulo o de un libro, informe sobre una película, etc. Puede presentarse en una hoja suelta, en un artículo periodístico o de revista especializada o bien ocu par por completo un libro. Se emplea independientemente de cualquier otra forma del discurso o asocia da con ellas. Es frecuente su asociación científica y son importantes los siguientes aspectos: documenta ción, estructura y elocución.
14.4:1. DOCUMENTACION. Como el fin principal de este tipo de escritos es la información, una buena exposición depende de la calidad, modernidad y originalidad de ésta. La calidad exige que los contenidos estén perfectamente contrastados con fuentes autorizadas y fiables. Es usual incorporar al enunciado, brevemente, ideas im portantes de destacados especialistas. Estos argumentos de autoridad tienen como misión avalar partes fundamentales del razonamiento expositivo, bien porque se pronuncian en el mismo sentido o porque, siéndole adversas, son refutadas. Tanto las citas de autoridad como las principales fuentes consultadas deben tener oportuna referencia en el texto o en nota al pie para que cualquier lector que lo desee pueda consultarlas. La modernidad impone el conocimiento y consulta de las últimas publicaciones sobre el tema —libros o artículos de revistas especializadas, últimos documentos descubiertos sobre la materia, etc— sin desdeñar el acervo de verdades fundamentales que constituyen el legado cultural de una especialización. Lo nuevo, si es válido, debe estar cimentado sobre el depósito del saber secular. La originali dad absoluta no es siempre posible y, menos, cuando la exposición debe recoger aportaciones de otros autores y épocas, pero siempre es posible la originalidad en el planteamiento, el alumbramiento de as pectos poco estudiados, la aportación de nuevos puntos de vista, nuevas asociaciones, etc.
14.4.2. ESTRUCTURA. Puede ser muy diversa, ya que se adapta con facilidad al tema y al punto de vista del autor. A veces se utiliza la misma del trabajo científico, despojándola de la rigidez erudita y académica (Ver tema 11, punto 6.2). En otros casos aparecen los cuatro esquemas estudiados por María S. Salazar y recogidos por F. Marcos M arín1: ESQUEMA ANALIZANTE. Está formado por una idea fundamental que se da a continuación, para demostrar seguidamente que no es algo fijo. La confirmación de la idea inicial se hace aportando los datos que dan credibilidad. Ejemplo: “ Los procedimientos correlativos,
¿son barrocos? N o
lo creo. N o tie n e n e l í m p e tu d e n a t u
ra le za q u e e n c r e sp a c u a lq u ie r p r o d u c c ió n v e r d a d e r a m e n te ba rro ca . T o d a s la s im á g e n e s q u e s e n o s o c u r r e n p a r a p i n t a r la c o r r e la c ió n p o é tic a , lo s s u r c o s p a r a le lo s d e la tierra arada, la c a b e lle r a r e g u la d a p o r e l p e in e , d e
np úas,
e l e d ific io e n e l q u e la s d iv e r s a s a ltu ra s , en
lo s d is tin to s p is o s , s e re p ite n la s m is m a s c o r r e s p o n d e n c ia s , to d a s n o s lle v a n a l d o m in io d e la n o r m a . L a c o r r e la c ió n s ig u e v iv ie n d o e n e l b a r r o c o c o m o ta n to s o tr o s a rr a str e s d e l s ig lo X V I . S u s d ía s d e tr iu n fo e u r o p e o s o n lo s d e e se sig lo ; s u a p o g e o e s p a ñ o l c a rg a h a c ia f i n e s d e l X V I y d e c lin a e n e l X V I I . E s s in to m á tic o q u e G ó n g o r a la a c e p te a lo s v e in te añ o s, p e r o a lo s c in c u e n ta — e s d ecir, e n s u m o m e n t o p le n a m e n te b a r r o c o — a p e n a s s e a c u e r d e d e ella. S ig u e v iv ie n d o en C a ld e r ó n , p e r o e s q u e C a ld e r ó n e s — e n to d o s u a r te — u n n u e v o in te n to d e s is te m a tiz a c ió n y e s q u e m a tiz a c ió n d e la v io le n c ia y la a b u n d a n c ia d e l b a r r o q u is m o : la n o r m a o tr a v e z s o b r e la n a tu r a le z a ”.
(Dámaso Alonso: P o e s ía E s p a ñ o la . Ed. Gredos. Madrid, 1966, pág. 439-440). 1 F. Marcos Marín, El comentario lingüístico. Ed. Cátedra, Madrid, 2? 1977, págs. 18-20.
-
504 -
El esquema es evidente: una primera idea (en negritas) niega que los movimientos correlativos utiliza dos en la poesía sean barrocos: cuando siente juicio trata de confirmarlo con datos concretos de la histo ria libre.
ESQUEMA SINTETIZANTE. inverso al anterior, expone unas ideas, obtiene una conciusión. Ejemplo: “ E l a n á lis is d e l c o n te n id o lin g ü ís tic o n o p u e d e re a liz a rs e n u n c a s in re fe re n c ia s a l m e d io s o c io -c u ltu r a l e n e l q u e f u n c i o n a la le n g u a : la lin g ü ís tic a a isla d a d e lo s p r o b le m a s s o c io ló g ic o s e h is tó r ic o -c u ltu r a le s re su lta , p o r ta n to , u n a b su r d o . Y e s to s p r o b le m a s h a n d e se r to m a d o s e n c o n s id e r a c ió n ta m b ié n — a v e c e s e n u n g r a d o m u y im p o r ta n te — c u a n d o e n tr a e n e s c e n a ¡a c a u s a lid a d d e lo s c a m b io s lin g ü ístic o s . F in a lm e n te , lo s e s ta d io s m á s a n tig u o s, e s e n c ia le s p a r a e l c o n o c im ie n to d e la h isto r ia , e v o lu c ió n y p a r e n te s c o d e u n a le n g u a , n o p u e d e n s e r tr a ta d o s c ie n tífic a m e n te s in u n a in te r p r e ta c ió n se g u ra d e l te x to le g a d o p o r la tra d ic ió n , y a se a d e p e r g a m in o a m a r ille n to , d e fr á g ile s r o llo s d e p a p ir o o d e p ie d r a s r ú n i
La filología o interpretación de los textos —con sus aspectos histó ricos y literario-científicos— y su disciplina auxiliar, la paleografía, resulta así una rama de la ciencia del lenguaje; la rama más antigua, de la que, en realidad, ha surgido ia lingüística”. ca s c u b ie r ta s d e m u s g o .
(Bertil Malmberg: L a le n g u a y e l h o m b r e . Edit. Istmo, Madrid, 2.a edic. 1972, págs. 24 y 25).
Todas las ideas antepuestas al texto en negrita (conclusión) demuestran la necesidad de la filología y de su disciplina auxiliar, la paleografía para el estudio de los textos antiguos.
ESQUEMA ENCUADRADO. La idea del principio da pie a una explicación que tiene también su con clusión. Por eso, a veces, se repite la idea inicial. Ejemplo: La comunicación ejerce en todas las especies una función regulativa dei comportamien to, y parece, por tanto, que debe ser adecuada al medio propio de cada una de ellas. E n e l s e r h u m a n o e s e v id e n te q u e e s e m e d io d e b e s e r s im b ó lic o o c u ltu r a l y q u e e l le n g u a je p r o p o s ic io n a l e s e l e s p e c ífic a m e n te a d e c u a d o p a r a m a n e ja r s e e n él. S i e s te le n g u a je d e s a p a re c ie se o s e d eterio ra se, la s re p e rc u sio n e s e n la v id a d e l h o m b r e se ría n ca ta stró fic a s. N u e s tr o le n g u a je , n u e s tr o p e n s a m ie n to y la c u ltu r a d e q u e a m b o s s e n u tr e n — y a lo s q u e a s u v e z a lim e n ta n — , s e h a lla n ta n in e x tr in c a b le m e n te u n id o s q u e n o c a b e se p a ra rlo s.
guaje es el órgano de la instalación humana en la cultura, y
Ei len
s i b ie n H u m b o ld t, W h o r f
W e isg e rb e r y o tr o s e tn o lin g ü is ta s h a n e x a g e r a d o a c a s o la te s is d e q u e e l le n g u a je c o n fig u ra e l p e n s a m ie n to ,
la verdad es que sin su apoyo, e! hombre regresaría a su primitiva condi
ción de homínido. (José Luis Pinillos, Comunicación, lenguaje y pensamiento en D o c e e n s a y o s s o b r e e l le n g u a je . Ensayos Roiduero. Madrid, 1974 (págs. 141-155) pág. 151).
La idea inicial: la comunicación regula el comportamiento (en negritas); es seguida por una explicación sobre la adecuación entre comunicación y medio y, por último, cerrando el enunciado aparece de nuevo la idea que relaciona, como al principio, comunicación y comportamiento (en negritas).
ESQUEMA PARALELO. No hay subordinación de unas ideas a otras por el contenido, sino que todas tienen la misma importantica que las demás. Ejemplo: El cultivo de la filosofía, cuando no se es demasiado ingenuo o no se obra de mala fe, suele engendrar en el ánimo del cultivador un constante sentimiento de frustración. E n a u se n c ia d e p a tr o n e s , e s q u e m a s , m o d e lo s , s is te m a s e h ilo s c o n d u c to r e s s u p u e s ta m e n te d e fin iti
el filósofo tiene la impresión de estar navegando a la deriva o de estar en un laberinto. que apenas se vislumbra uria saiida del laberinto, ya está metido en el co gollo de otro; que no hay idea filosófica que, a poco de servirse de ella, no empiece a d e s vo s,
P r o n to d e s c u b r e
lu stra rse : q u e , d e s d e e l m is m o in s ta n te e n q u e a lc a n z a u n a p o s ic ió n , y a e s tá f l a q u e a n d o ;
que, aunque hay muchos argumentos en filosofía, ninguno c o n s titu y e p r u e b a ; que no pa rece haber, e n s u m a , d o n d e a g a rra rse. (José Ferrater Mora, I n d a g a c io n e s s o b r e e l le n g u a je . Alianza Editorial, Madrid, 1970, pág. 15).
En este enunciado, el paralelismo se presenta en ¡as ideas principales y en las subordinadas sintáctica mente (subordinadas sustantivas en función de objeto directo): -
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Ideas fundamentales: 1. — El cultivo de la filosofía engendra un sentimiento de frustración en quien la cultiva. 2. — Por falta de esquemas e hilos conductores el filósofo cree estar a la deriva o en un laberinto. Si vislumbra la salida descubre: Subordinadas substantivas: 1. Que ya está metido en el cogollo de otro laberinto. 2. Que no hay idea filosófica que no se deslustre con el uso. 3. Que cuando alcanza una posición ya está flaqueando otra. 4. Que ningún argumento filosófico constituye prueba. 5. Que no parece haber dónde agarrarse.
14.4.3. ELOCUCION.
Construcción del texto. Es muy importante la trabazón de las distintas partes del discurso expositivo. Cualquiera que sea su estructura deben observarse los siguientes principios: • Que el lector pueda comprender inmediantamente, por su claridad, la línea de pensamiento del autor. • Que exista cohesión lógica entre las distintas partes del enunciado y resulten evidentes los enlaces entre las distintas partes de su estructura. • Que cada nueva idea tenga su apoyo en las precedentes. • Que el pensamiento avance linealmente, sin digresiones ni retrocesos. • Que el desarrollo del tema presente un análisis de los matices y gradaciones existentes en cada momen to de su desarrollo.
Lenguaje. Tiene las mismas características expuestas para el lenguaje científico en el tema 9.2. (véanse). Sólo sería importante insistir en dos aspectos relacionados con el léxico: la conveniencia de utilizar los tecni cismos impuestos por la materia y —sin que esté en contradicción con lo anterior— que al utilizarlos se tenga en cuenta la capacidad y grado de especialización del receptor para introducir en el enunciado, cuando las circunstancias lo aconsejen, las oportunas aclaraciones terminológicas.
14.4.4. INDETERMINACION DE LA FORMA EXPOSITIVA. Es imposible recoger todas las características que puede tener una exposición. De su versatilidad son buena prueba los ejemplos que, por su brevedad, se incluyen a continuación. El l.° es una exposición técnica; el 2? presenta una teoría o interpretación personal sobre la figura de Don Quijote y desde el mismo título puede comprobarse su estructura bimembre: en un parágrafo analiza los fines que se pro pone el caballero y en el siguiente los medios de que se vale para lograrlos; el 3.° y el 4.° presentan inter pretaciones personales de dos famosos cuadros de Velázquez que son dos obras cumbres de nuestra pin tura: Los borrachos y el Cristo crucificado, respectivamente; el 5.° y último estudia dos clases de misticis mo y aporta como novedad sobre los anteriores la cuidadosa referencia a las obras que contienen las informaciones ofrecidas: 1 ,°
La refrigeración por aceite E l a c e ite lu b r ic a n te tie n e c o m o se g u n d a fu n c ió n la d e e v a c u a r e l c a lo r in te rio r , d e s p u é s d e h a b e r re a liz a d o su p r im e r a fu n c ió n d e en g ra se, c r e a n d o u n c o jín e n tr e la s p ie z a s m ó v ile s . D e h e c h o esta fu n c ió n y a s e re a liza d e s d e e l m o m e n t o en q u e la to ta lid a d d e l c o n te n id o d e a c e ite d e l c á r te r s e b o m b e a d e tre s a c u a tr o vece s p o r m in u to c u a n d o e l m o t o r tra b a ja a p le n a p o te n c ia . E l a c e ite q u e b a ñ a e l c ilin d r o en u n in s ta n te d a d o s e e n c u e n tr a en e l s ig u ie n te o tra v e z e n e l c á r te r d e aceite, d e d o n d e será s a c a d o y b o m b e a d o n u e v a m e n te . E l c á r te r d e aceite, c o lo c a d o en la p a r te in fe r io r d e l m o to r , está b a ñ a d o p o r e l a ire d e la m a r c h a , y c o n fr e c u e n c ia h a s id o d o ta d o d e a le ta s re frig e ra d o ra s, d e fo r m a q u e c o n tin u a m e n te s e le fu e r z a a d is m in u ir su te m p e r a tu ra .
(H . D ille n h e rg e r: T u a u to , Ed. Daimon, Barcelona, 1970, p á g . 235).
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2.
B uen
fin y m a l o s m ed io s
D o n Q u ijo te es h o m b r e d e id e a le s. B a s te e v o c a r la e m p r e sa ca b a lleresca a q u e se s in tió m o v id o e l h id a lg o d e la M a n c h a : e n d e r e z a r e n tu e r to s y d e s h a c e r a g ra v io s, e x te n d ie n d o e l re in o d e l b ie n so b r e la tierra. E l id e a l es s ie m p r e u n fin , a u n q u e n o to d o f i n se a u n id e a l. E s, p o r ta n to , a lg o q u e p e r te n e c e a l o rd e n d e la in te n c ió n . D o n Q u ijo te es e l h o m b r e d e la in te n c ió n m á s p u r a y r a z o n a b le q u e d a rs e p u e d a . E n e ste terren o , n i n g u n a lo cu ra es im p u ta b le a l C a b a llero d e la Triste F igura, n in g u n a p e r d ic ió n la d e g a n a r p a ra e l b ien to d a s las cosas. C o n s id e r a n d o a D o n Q u ijo te e n ese p la n o d e la in te n c ió n y d e l fin d e la a c c ió n h u m a n a , es u n h o m b r e p e r fe c to . ¿ Q u ié n s e a tre vería a p o n e r le la m e n o r ta ch a ? E n c a m b io , e n e l o r d e n d e lo s m e d io s y d e ¡a e je c u c ió n , D o n Q u ijo te , en a q u e llo q u e e s e s e n c ia l a s u fig u ra , falla sie m p re . A q u í h a b ría q u e traer, si q u is ié r a m o s h a c e r u n e s tu d io p o r m e n o r iz a d o , to d o s lo s erro res y e q u iv o c a c io n e s d e l I n g e n io s o H id a lg o , a l q u e s e g u r a m e n te C e r v a n te s lla m a ría « in g e n io s o » p o r l o p o c o h a b itu a d o s q u e e s ta m o s a e n c o n tr a r n o s c o n h o m b r e s q u e u rd a n p a ra v iv ir ta le s tra za s: e l h a b e r t o m a d o lo s m o lin o s p o r g ig a n te s, e l r e b a ñ o d e c a r n e ro s p o r ejército , e l río E b r o p o r o c é a n o , la ve n ta p o r c a stillo , la M a r ito r n e s p o r h ija d e l c a s te lla n o , etc. P ero a u n e q u iv o c a c io n e s ta n g r a n d e s c o m o la s d ic h a s s o n n a d a a n te la e q u iv o c a c ió n f u n d a m e n ta l d e D o n Q u ijo te : e l e r ro r d e h a b e r e le g id o c o m o m e d io p a ra p o n e r p o r ob ra s u a ltís im o d e s ig n io d e h a c e r e l b ien s o b r e la tierra la p r o fe s ió n d e la c a b a llería a n d a n te . E s te d e s a c ie r to es e l p e c a d o o rig in a l d e to d o e l q u ijo tis m o . P o r q u e la ca b a llería a n d a n te , re su c ita d a e n p le n o sig lo X V I c o n u n a s a r m a s lle n a s d e o rín y d e m o h o , q u e p e r te n e c ía n a la E d a d M e d ia , é p o c a p a s a d a p a ra sie m p re , sig n ific a la m á s d e s a tin a d a y ¡oca d e la s ele c c io n e s.
(Leopoldo Eulogio Palacios, D . Q u ijo te y la v id a es su e ñ o . Edic. Rialp, Madrid, 1960, págs. 15 y 16). 3.°
E n L o s B o rra c h o s, ríe n lo s p e r s o n a je s . E l a u to r, n o ríe. N i s im p a tiz a c o n e l v ic io d e a q u e llo s, a la m a n e r a d e lo s a r tis ta s d e lo s P a íses B a jo s , n i, en g u isa d e p r e d ic a d o r m o r a lis ta , s e e n tr is te c e so b r e s u m a l. A n o ta y revela in d ife r e n te , c o n u n a se r e n id a d q u e s e d iría la d e la c ien cia , e l b rillo d e la aleg ría , c o m o la m u e c a la m e n ta b le d e la e s tu p id e z . D o s d e s n u d o s ta m b ié n , a u n q u e B a c o es fig u r a d o a q u í p o r u n p ic a r o d e ta b e r n a d e su b u r b io , c o m o lo s o tro s ; p e r o é s to s s o n y a — en a v a n c e d e r e a lis m o so b r e
La fragua— g e n te d e c a p a y b ra g a s y so m b re r o . G e n te s
d e a n d ra jo , q u e la ágil, la d e s e m b a r a z a d a p in c e la d a a ca rició , c o n e l in fa lib le d e s le im ie n to c u r v ilín e o d e la p a s ta , ta n a m o r o sa m e n te c o m o a ca ricia ra u n a tib ia c a r n e o u n su a v e terc io p e lo . N o s ó lo a D o n Q u ijo te se le c o n v ie r te n lo s c a s tillo s en p o s a d a s , la s p r in c e s a s en m a r ito r n e s . É s a es d e s d ic h a m u y e s p a ñ o la . V e lá zq u e z, p o r e l m is m o tie m p o , tru e c a ¡as m ito lo g ía s en r u fia n e r ía s ... P ero e l a rte to d o lo re d im e ; y c u a n d o d a en c o n v e r tir a l d io s en p ic a ro , es p a ra , a s u m a n e r a , elevar, c o n la in m o r ta lid a d , e l p ic a r o a d io s.
(Eugenio D’Ors, T re s h o r a s e n e l M u s e o d e l P ra d o . Edit. Aguilar, Madrid, 1963, pág. 54). 4. 0
E l C r is to en la C r u z s ig n ific a u n a d ig n id a d su p r e m a . P r e c is a m e n te p o r l o so b r io , p o r lo h u m a n o , p o r la a d m i ra b le a u se n c ia d o b le d e la b e lle z a y d e ¡a fe a ld a d físic a . E s te c u e r p o n o es fe o , c o m o en el G reco. T a m p o c o b ello , c o m o en G o y a será. N o es ta m p o c o u n a tle ta , c o m o en M ig u e l Á n g e l, n i u n a la rv a , c o m o en a lg u n o s p r im itiv o s . E s n o b le : h e a q u í to d o . N o tie n e cara, q u e l o s c a b e llo s o c u lta n . N o tie n e sa n g r e c o n q u e a b re v a r r o m á n tic a m e n te la c o m p a s ió n . N o tie n e c o m p a ñ ía h u m a n a p a ra h a c e r v isa je s en q u e s e re tra te n la s p a s io n e s . N i p a is a je n i cielo, n i a p a ra to s o s m e te o r o s y p r o d ig io s . E ra u n j u s to ; h a m u e r to . Y — ¡ s u p re m a d ig n id a d !— e stá solo.
(Ibídem, pág. 55). 5.°
E n g e n e ra l, e l le n g u a je d e lo s m ís tic o s c r istia n o s, j u d í o s y m u s u lm a n e s , c u a n d o d ecla ra n la u n ió n , se in sp ir a en la o r to d o x ia « te ísta » ; e l d e lo s m ís tic o s h in d ú e s , p o r e l c o n tr a r io (a l m e n o s e n la m a y o r ía d e lo s c a so s), se in sp ir a e n la o r to d o x ia « p a n te ís ta » , p u e s la u n ió n id e n tific a d o r a c o n B ra h m a c o n s titu y e el n ú c le o d e su o r to d o x ia religiosa . O tra c a ra cterístic a f u n d a m e n ta l d e lo s m ís tic o s teísta s es e l e n o r m e é n fa s is q u e d a n a l a m o r. L a u n ió n tr a n s fo r m a n te es c o n s u m a c ió n d e a m o r : « P o r e l a m o r e l a lm a a d q u ie r e ¡as c u a lid a d e s d e l A m a d o , q u e es e l a lm a d e la s a lm a s » ( s u f í J. R u m i); « É l n o s m u e s tr a e l u so y p r o p ó s ito d e n u e s tr o tr a b a jo y d e to d a n u e s tr a vida, a saber, la u n ió n d e a m o r c o n n u e s tr o A m a d o » (R u y s b r o e c k ,
Adorno de las bodas espirituales, I I I , 3); « Q u e y a s ó lo en
a m a r es m i eje rc ic io » , ca n ta S a n J u a n d e la C r u z , y J. R u m i se s ie n te « c o m o fla u ta en tu s la b io s, c o m o la ú d re c lin a d o e n tu p e c h o » . E n la cú b a la la n o ta d e l a m o r es m e n o s in s is te n te y a p a sio n a d a , p e r o existe: « L a u n ió n c o n D io s se a lc a n z a s ir v ié n d o le c o n a m o r » (Z o h a r ). A la m ístic a h in d ú s e la c a lific a , a veces, d e fr ía m e n te in te le c tu a lis ta . N o e s d ifíc il s in e m b a r g o e n c o n tr a r en ella e x p r e sio n e s c o m o ésta to m a d a d e la s E s c r itu r a s (¡a n h a s) d e ¡a re lig ió n S i k h (d isc íp u lo s): « M i A m a d o m e h a h e c h o s u e sp o sa y h a c o lm a d o e l fu e g o d e m i c o r a zó n . H ic e b ie n e n in v ita r a m i A m a d o , p u e s a s í h e c o n o c id o q u e la p a z y la fe lic id a d e stá n en É l.» T a m b ién p a ra P lo tin o , u n m ís tic o s in filia c ió n re lig io sa e x p líc ita , la c o n s u m a c ió n d e la u n ió n se h a lla e n el
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a m o r. « S ó lo p o r e l a m o r p u e d e s e r É l a lc a n z a d o y p o s e íd o , n u n c a p o r e l p e n s a m ie n to » (E n é a d a s , V I. 9.); « L a vid a p le n a es a m o r p le n o ... E n la v is ió n d e l U n o el e s p ír itu e stá e n a m o r a d o , e m b r ia g a d o e in to x ic a d o d e a m o r » (E n é a d a s . V I. 7). L o e s p e c ífic o d e l m is tic is m o c r istia n o es q u e c o n c ib e lo s e le m e n to s c o n s titu tiv o s d e la u n ió n (in tu ic ió n y a m o r ) en la d o c tr in a te o ló g ic a d e la T rin id a d ; « L a s tre s P e rso n a s d e la S a n tís im a T rin id a d , P adre, H i j o y E s p ír itu S a n to s o n la s q u e h a c e n e n ella (el a lm a ) esta d iv in a o b ra d e u n ió n » (S a n J u a n d e la C r u z , Llama, I I) . L a tr a n s fo r m a c ió n en D io s s e a tr ib u y e a l P adre, q u e la lleva a c a b o p o r e l E s p ír itu S a n to « in fin ito fu e g o d e a m o r » — y p o r e l V e rb o — « s a b id u r ía d e l P a d re» . (Ib id .). C o n r e sp e c to a l E s p ír itu S a n to , el a lm a es « u n a b ra sa a r d ie n d o en e l c o r a z ó n d e l A m o r in fin ito ... E l E s p ír itu d e D io s n o s esp ira p a ra q u e p o d a m o s a m a r... y n o s in sp ir a d e n tr o d e s í p a ra q u e d e s c a n s e m o s en e l g o z o ... d e m o d o s im ila r a c o m o n u e s tr a v id a m o r ta l s u b s is te p o r la e s p ira c ió n e in s p ir a c ió n d e n u e s tr o a lie n to » (R u y s b r o e c k , Los siete grados de amor. 1.4). E n e l V erbo e l a lm a d e s c u b r e e l o rd e n d e la R e d e n c ió n y d e l m u n d o : « E s u n m o v im ie n to q u e h a c e el V erbo en la su s ta n c ia d e l a lm a ... q u e p o r c u a n to to d a s la s c o s a s e n É l s o n vida y e n É l v iv e n y s o n y se m u e v e n , d e a q u í es q u e m o v ié n d o s e É l to d a s a u n a p a r e c e n m o v e r s e » (S a n J u a n d e la C r u z . Cántico, X X I I I ; L la m a , I V ) . S e g ú n éste, la c o n s u m a c ió n d e a m o r , lle v a c o n s ig o la « c o n fir m a c ió n en g r a c ia » . L a im p e c a b ilid a d (C á n tic o , X I I , V. I); a fir m a c ió n a la q u e lo s te ó lo g o s c a tó lic o s n o c o n c e d e n c e r tid u m b r e a b s o lu ta d e p e rse v e ra n c ia fin a l.
(Ángel L. Cilveti, In tr o d u c c ió n a la m ís tic a e s p a ñ o la . Edit. Cátedra, Madrid, 1974, págs. 28 y 29).
14.5. LA ARGUMENTACIÓN. ^ Forma del discurso oral o escrito que tiene como finalidad persuadir (lat. persuadere = impulsar a tomar una decisión) al receptor, de la verdad o importancia de unos determinados contenidos. Puede utilizarse en cualquier especialidad, pero su uso en el campo de las disciplinas humanísticas, esencial mente especulativas, introduce una variación importante: la reflexión no puede apoyarse en datos experi mentales, sino en premisas lógicamente aceptables. Tiene dos finalidades: confirmar y refutar una teoría. En el primer caso, la argumentación aduce pruebas y razones que tratan de colaborar o fortalecer el valor de una teoría, el acierto de una aplicación técnica, etc.; la refutación se emplea para demostrar la falsedad de una idea o lo inadecuado de una aplicación o de un razonamiento. Es un escrito dialéctico, apto para la polémica. Aparece aisladamente en artículos periodísticos o integrada en un volumen de contenido complejo. Es frecuente su uso como complemento de cualquier tipo de exposición, especialmente cuando es nece sario presentar una nueva teoría y refutar la contraria. Su presencia es indispensable en el ensayo, donde el autor debe defender y presentar sugestivamente sus personales concepciones literarias, sociales, políti cas, etc.
14.5.1. ESTRUCTURA. En toda argumentación existen tres elementos importantes: la idea fundamental o tesis, el cuerpo de la argumentación y la conclusión. La tesis suele estar expresada breve y claramente al principio o al final del enunciado. Si va expuesta al comienzo, el razonamiento se dirige a confirmarla o a refutarla. Todo el entramado lógico depende de la idea enunciada y la argumentación sigue el método deductivo, de lo general a lo particular. Si la tesis aparece al final, es el resultado del proceso reflexivo quien le precede. El método seguido en este caso es el inductivo, que procede de lo particular a lo general. La tesis o idea ha ido tomando forma gracias a las ideas parciales que progresivamente se han ido formulando.
14.5.2. EL CUERPO DE LA ARGUMENTACION Está formado por el proceso lógico que confirma o refuta la idea inicial (argumentación deductiva) o que la elabora (argumentación inductiva). En el primer tipo, la reflexión debe considerar tanto las ideas favorables a la tesis como las contrarias, que deben ser refutadas con objetividad, reconociendo la parte
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de razón que pudiera haber en ellas, y con cortesía hacia sus autores. Al grupo de ideas que forman este apartado suelen incorporarse datos, experiencias, ejemplos y argu mentos de autoridad, es decir, opiniones de autores que han estudiado el mismo tema y cuyas ideas se citan para fortalecer la argumentación porque son coincidentes con las de ésta, o porque, siendo contra rias, van a ser refutadas. En cualquier caso, deben darse con precisión las referencias de la obra origina ria para que el receptor que lo desee pueda consultarla. Por la presencia de una idea inicial compleja o por la necesidad de refutar diversas opiniones, la argu mentación puede ser múltiple y encadenar sucesivos razonamientos.
14.5.3. LA CONCLUSION. En las argumentaciones deductivas, tras el razonamiento, aparece un apartado destinado a recoger brevemente las conclusiones del mismo. En las argumentaciones inductivas este apartado es innecesario porque su lugar lo ocupa la tesis, que, naturalmente, es la conclusión fundamental de todo el proceso lógico.
14.5.4. ELOCUCION. En la elocución son importantes dos aspectos: el lógico y el lingüístico. El primero exige del discurso rigor en el razonamiento, ideas convincentes y una línea argumental nítida, sin generalidades ni divaga ciones, que el receptor pueda comprender y asimilar con facilidad. La claridad en la línea argumental es más necesaria cuando las ideas manejadas son naturalmente abstrusas. La expresión lingüística debe complementar esta exigencia de claridad y servirla con un estilo sencillo, preciso, exento de recursos figu rativos u ornamentales.
14.5.5. ANALISIS DE LOS TIPOS DE ARGUMENTACION. A) ARGUMENTACIÓN DEDUCTIVA. E n la a c tu a lid a d , to d a v ía es fr e c u e n te o ír h a b la r a c ie r to s p s ic ó lo g o s d e la d e s ig u a ld a d m e n ta l d e la s r a z a s h u m a n a s y d e las cla ses so c ia le s. P o r d e p r o n to , es p r e c is o e n fr e n ta r s e c o n a lg u n o s h e c h o s in n e g a b le s y tr a ta r d e in te r p r e ta rlo s. A s i p o r e je m p lo , es c ie r to q u e la p o b la c ió n n eg ra d e lo s E s ta d o s U n id o s p o s e e , c o m o c o n ju n to , u n c o e fic ie n te in te le c tu a l in fe r io r al d e la p o b la c ió n b la n c a , y ta m b ié n es ig u a lm e n te c ie r to q u e la s p u n tu a c io n e s q u e ¡os h ijo s d e lo s o b r e r o s a lc a n z a n en la s p r u e b a s d e in te lig e n c ia s o n , en té r m in o s d e p r o m e d io s e s ta d ís tic o s , in fe r io r e s a la s q u e c o n s ig u e n en la s m is m a s p r u e b a s lo s h ijo s d e lo s e m p r e s a r io s , in te le c tu a le s y a lto s fu n c io n a r io s . E s to s d a to s so n , sin d u d a , in n e g a b le s , p e r o h a y q u e in te r p r e ta r lo s . E n re a lid a d , ta le s d a to s n o p r u e b a n lo q u e c o n ello s se p r e te n d e p r o b a r . S u v a lo r es el m is m o q u e te n d r ía n u n a s e s ta d ís tic a s en q u e se d e m o s tr a r a q u e lo s h ijo s d e las fa m ilia s a c o m o d a d a s , d o n d e se c o m e b ie n , e s tá n m e jo r n u tr id o s q u e lo s h ijo s d e la s fa m ilia s p o b r e s , d o n d e se pa sa h a m b r e las d ife r e n c ia s d e p e s o e n tr e u n o s y otros p o d r á n se r ta n d r a m á tic a s c o m o se q u ie r a , p e r o n o p r o b a rá n sin o q u e u n o s c o m e n b ien m ie n tr a s o tr o s p a s a n h a m b r e . P o r d e p r o n to h a y q u e c o n s ta ta r q u e la s lla m a d a s p r u e b a s d e in te lig e n c ia n o m id e n e x c lu s iv a m e n te la c a p a c id a d in te le c tu a l in n a ta d e lo s in d iv id u o s ; s o n p r u e b a s c o n ta m in a d a s p o r la c u ltu r a , en e l s e n tid o d e q u e , a d e m á s d e la in te lig e n c ia m a t u r a l » m id e n ta m b ié n el n iv e l d e c o n o c im ie n to s q u e el s u je to ha a d q u ir id o en v ir tu d d e su e d u c a c ió n . L a s lla m a d a s p r u e b a s d e in te lig e n c ia p u r a n o e x is te n , e n tr e o tr a s c o s a s p o r q u e la in te lig e n c ia h u m a n a n o es u n a c a p a c id a d vacía, s in o u n a c a p a c id a d q u e se a c tu a liza s ie m p r e en u n a c u ltu ra c o n c r e ta . P o r c o n s ig u ie n te , lo s n iñ o s q u e h a n r e c ib id o u n a e d u c a c ió n in fe r io r se h a lla n , c o m o es n a tu r a l, en in fe r io r id a d d e c o n d id io n e s p a ra c o n te s ta r a u n a s p r u e b a s q u e p r e s u p o n e n u n o s c o n o c im ie n to s c u ltu ra le s . D a d a s ta le s c o n d ic io n e s , lo ló g ic o p a ra a v e r ig u a r si en e fe c to , las ra za s « d e c o lo r » o las « c la se s b a ja s » ,s o n m e n ta l m e n te in fe r io r e s a la raza b la n c a y a las cla ses a lta s, d e b e c o n s is tir en a lg o m á s q u e en la c o n s ta ta c ió n dg u n a s d i f e re n c ia s q u e o b e d e c e n a la d iv e r s id a d d e c o n d ic io n e s c u ltu ra le s . E fe c tiv a m e n te , s e h a n h e c h o n u m e r o s o s e x p e r im e n to s q u e p o n e n d e m a n ifie s to q u e e n ig u a ld a d d e c o n d ic io n e s e d u c a tiv a s , la s d ife r e n c ia s ra c ia le s y s o c ia le s s o n p o r té r m in o m e d io , in e x is te n te s . L a c o n c lu s ió n , p o r ta m o , e s e v id e n te : e l r e n d im ie n to in te le c tu a l d e las d is tin ta s ra z a s y c la se s s o c ia le s p o d r á va ria r
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a feñ o r d e las c ir c u n sta n c ia s , p e r o la c a p a c id a d d e ro d a s ellas p a re c e se r b á s ic a m e n te la m is m a , a d e s p e c h o d e l c o lo r d e la p ie l o d e l e s tr a to so c ia l. ( J o s é L u is P irtillo s, L a m e n t e h u m a n a ) .
Tesis o idea fundamental: Aparece en las primeras líneas del texto. No es una afirmación propia del autor, sino el traslado que éste hace de opiniones ajenas para refutarlas: Todavía es frecuente oir hablar a ciertos psicólogos de la desigualdad mental de ciertas razas humanas y de las clases sociales. Cuerpo de la argumentación: a) El autor acepta algunos hechos que parecen confirmar la tesis: 1. ° La población negra de Estados Unidos posee como conjunto un coeficiente intelectual inferior al de la población blanca (confirmaría la primera parte de la tesis relativa a las diferencias menta les de las razas humanas). 2 . ° Los hijos de los obreros obtienen en las pruebas de inteligencia puntuaciones que son en términos de promedios estadísticos inferiores a las que consiguen en las mismas pruebas los hijos de empre sarios, intelectuales y altos funcionarios (justificaría la segunda afirmación de la tesis, referida a las diferencias mentales entre las clases sociales). b) Refutación de la tesis inicial por el escaso valor de los hechos aducidos como demostración. El razo namiento se apoya en las siguientes valoraciones: 1
Las llamadas pruebas de inteligencia no miden exclusivamente la capacidad intelectual innata; son pruebas contaminadas por la cultura, porque además de la inteligencia natural miden también el nivel de conocimientos que el individuo ha adquirido en virtud de su educación.
2.° Las llamadas pruebas de inteligencia pura no existen porque la inteligencia humana no es una capacidad vacía sino una capacidad que se actualiza siempre en una cultura concreta. Conclusión: El rendimiento intelectual de las distintas razas y clases sociales podrá variar con las circunstancias, pero la capacidad de todas ellas parece ser, básicamente, la misma. Línea argumental: Aunque se han comprobado diferencias de coeficiente intelectual entre negros y blancos, entre hijos de obreros y de altos funcionarios, no se puede concluir que hayan sido motivadas por la raza o las clases sociales. Las diferencias proceden de que las pruebas aplicadas para medir la inteligencia tienen un com ponente cultural que ha favorecido no a los más inteligentes, sino a los que tienen más fácil el acceso a la cultura. B) ARGUMENTACIÓN INDUCTIVA
P oder del hombre sobre la lengua E sta fa n ta sía m e lleva a la c u e s tió n q u e c o n s id e r o m á s v ita l d e to d o e s te d is c u r s o . ¿ C u á l es la re la c ió n c o n s c ie n te d e l h o m b r e y su le n g u a je ? M e e s fo r c é h a sta a h o r a en s o s te n e r q u e la r e la c ió n in c o n s c ie n te , n a tu r a l, e n tr e le n g u a je y h o m b r e es d e rig u ro sa e s e n c ia lid a d . E l h o m b r e ha h e c h o el le n g u a je . P e ro lu e g o e l le n g u a je , c o n su m o n u m e n ta l c o n ju n to d e s in ó n im o s , c o n tr ib u y e a h a c e r a l h o m b r e , se le im p o n e d e s d e q u e n a c e . S u s fó r m u la s , m o ld e s e x p r e s iv o s , f o r m a n u na o r g a n iz a c ió n a c e p ta d a p o r la s o c ie d a d y a la q u e h a y q u e o b e d e c e r s o p e n a d e n o s e r e n te n d id o . S i u n i n d iv id u o re c h a za la c o n s titu c ió n lin g ü istic a n o r m a l d e su p a ís y a d o p ta u n a s in ta x is p a r tic u la r p a r a su u s o p r o p io , n in g u n a le y h a y q u e s e lo ve d e , p e r o la s o c ie d a d lo d e ja rá a isla d o , p o r la s im p le r a z ó n d e q u e n o s a b e lo q u e d ic e . E l le n g u a je es e l s e ñ o r ío d e u na r e a lid a d e s p ir itu a l d e s ím b o lo s fo r ja d a d u r a n te sig lo s , s o b r e la a n a r q u ía in d iv id u a l. P e r o a d m ito e so , ¿ d e b e r e m o s a d m itir ta m b ié n q u e el le n g u a je fu n c io n a c o m o u n a fa ta lid a d , q u e n o s a rra stra en su c a u d a l, c o m o el a r r o y o a la b riz n a d e h ie rb a ? H a e s c rito V o ssle r q u e e l h o m b r e , p o r m o d e s to q u e sea, a l e m p le a r e l le n g u a je n u n c a es u n m e r o
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repetidor mecánico. ' 'A un en los seres más escasa y pobremente dotados vive ¡a chispa de una lengua propia y libre, id más miserable esclavo, desde el punto de vista lingüístico, es autónomo siempre en un oculto rincón de su alma v nunca puede desdender hasta el papagayo". Nos negamos a aceptar la actitud positiva ante el lenguaje, cuando afirma, basándose en el principio, idolatrado por el positivismo, de la evolución natural, que el lenguaje escapa casi por completo a toda acción voluntaria del hombre. Un brillante filólogo hispánico de la escuela idealista, Ama do Alonso, afirma: "La lengua no es un organismo animal ni vegetal, no es ningún producto natural, ni tiene en si leyes autónomas ni condiciones de existencia ajenas a la intervención de los hablantes. Una lengua ha sido lo que sus hablantes hicieron de ella, es lo que están haciendo, será lo que hagan con ella". ¡Qué profundo resonar dejan tras sí esas palabras del filólogo hispano-argentino! Porque nos llevan al centro del mismo de nuestra responsabili dad, como hablantes de un idioma, hacia ese idioma. Nos lleva a ¡a formulación de una pregunta gravísima: ¿Tiene o no tiene el hombre, como individuo, el hombre en comunidad, la sociedad, deberes inexcusables, mandatorios en todo momento, con su idioma? ¿Es lícito adoptar en ningún país, en ningún instante de su historia, una posición de indiferencia o de inhibición, ante su habla? ¿Quedarnos, como quien dice, a la orilla del vivir del Idioma, mirán dolo correr, claro o turbio, como si nos fuese ajeno? O, por el contrario, ¿se nos impone, por una razón de moral, una atención, una voluntad interventora del hombre hacia el habla? Tremenda frivolidad es no hacerse esa pregunta. Pueblo que no la haga vive en el olvido de su propia dignidad espiritual, en estado de deficiencia humana. Porque la contestación entraña consecuencias incalculables. Para mí ¡a respuesta es muy ciara: no es permisible a una comu nidad civilizada dejar su lengua, desarbolada, flotar a la deriva, al garete, sin velas, sin capitanes, sin rumbo. (Pedro Salinas. La responsabilidad del escritor y otros ensayos. Ed. Seix Barral, Barcelona, 1961, págs, 48-50). Tesis o idea fundamental. La argumentación de P. Salinas es inductiva. A partir de una serie de ideas establecidas como premisas se llega a la conclusión o tesis que aparece al final del escrito, como coronación lógica del razonamiento. Cuerpo de la argumentación: Está formado por tres ideas fundamentales, una de ias cuales sirve de refutación a una teoría positivis ta, basada en la evolución natural. El autor apoya sus afirmaciones en argumentos de autoridad. El es quema lógico es el siguente: 1. El hombre ha hecho el lenguaje y ha de acatar sus normas y fórmulas, aceptadas socialmente, si quiere ser entendido. 2. Ese sometimiento no impone una obediencia fatalista y mecánica, ya que cualquier hombre, por modesto que sea puede usar de su lengua libre y creadoramente (idea apoyada en la autoridad de Vossler). 3. Rechazo de la tesis positivista: no es posible aceptar que el lenguaje escape casi por completo a toda acción voluntaria del hombre. La argumentación contra la teoría la hace el autor apoyándose en otro argumento de autoridad, en este caso, en Amado Alonso que afirma: La lengua no es un animal ni un vegetal (para estar sometido a la evolución natural) ni tiene leyes autónomas ajenas a la intervención de los hablantes; la lengua es lo que sus hablantes hagan de ella. 4. Preguntas retóricas que sirven de preparación a la conclusión o tesis. Tienen como función alertar sobre todas las posiblidades del contenido recogido en la breve conclusión. Conclusión: Está subrayada por imágenes en dos series paralelas: No es permisible a una sociedad civilizada dejar su lengua: 1. ° Sin impulso (= desarbolada), sin dirección (= a la deriva), sin control (= al garete).
J
2. ° Sin velas
\
i
sin capitán
sin rumbo
Línea argumenta!: Aunque el hombre ha hecho el lenguaje debe someterse a las formas de éste ha desarrollado social mente, si quiere ser entendido, Pero no de una manera mecánica, sino de un modo creador. No es cierto que el lenguaje escape a la acción voluntaria del hombre como decían los positivistas. Una lengua ha 511
sido lo que sus hablantes hicieron de ella, es lo que están haciendo y será lo que hagan con ella. De ahí que toda comunidad deba estar pendiente de su lengua. C) EXPOSICIÓN CON VALOR ARGUMENTAL. El proceso hacia la tesis puede tener formulaciones distintas. Ortega y Gasset en el texto siguiente uti liza la exposición contrastada de dos comportamientos culturales: el clásico y el románico. La exposición analítica de ambos es suficiente para ofrecer inductivamente los elementos de convicción que llevan a la conclusión o tesis. No hay un convencimiento lógico sino una atracción por simpatía hacia uno de los extremos. El proceso se habrá rebajado al descender el peldaño que separa la razón de la intuición. Pero el camino hacia la conclusión ha quedado magistralmente trazado. Cuando el lector llegue al final del mismo no tendrá una tesis racional y lógicamente formulada: deberá obtenerla también intuitiva mente valiéndose otra vez de la historia. En este caso la de Saúl, que buscando unas burras que se le perdieron a su padre acude a Samuel para que le diga dónde están y éste, inspirado por Dios, le unge como rey de Israel (Samuel I, 9, 1-25). El proceso reflexivo se tranforma así en un proceso inductivo. La conclusión no se impone por la fuerza lógica que emana de las premisas, sino por la distinta tensión sugestiva que producen ambas exposiciones. El procedimiento es más literario que científico. Se incluye en el capítulo de la argumentación para registrar su existencia. Si no es válida para el trabajo científico, puede serlo para el ensayo, a cuyo cuerpo pertenece. Todo clasicismo que no sea una mera reproducción arcaizante de un clasicismo pretérito, supone una limitación previa del horizonte ideológico y sentimental. Merced a esta reducción el espíritu domina lo que ve y es su visión clara y exacta. Por esto lleva el clasicismo anejo el carácter de perfección. Sólo hacemos perfectamente lo que es un poco inferior a nuestras facultades. La sociedad sería perfecta si los ministros fuesen gobernadores de provincia; los profesores de Universidad, maestros de segunda enseñanza, y. los coroneles, capitanes. No sé qué adverso sino obliga a los hombres a lo contrarío, sobre todo en la edad contemporánea. La cultura griega, ejemplo del clasicismo, se caracteriza por la limitación de su campo visual. No creo que pueda entenderse ni admirarse lo verdaderamente helénico sino después de haber notado la preconsciente contracción a que somete la realidad. No hay mundo más espléndido, más lleno de claridad que el mundo visto por la pupila grie ga. Todos sus detalles adquieren tal relieve y precisión, que el conjunto parece inagotable, infinito. Y, sin embargo, cuando hacemos el ensayo de trasladar a él nuestro corazón vivo; cuando en vez de aprender filología helénica in tentamos ser griegos, como Goethe lo intentó, advertimos la angostura de aquel paisaje. Es un orbe reducido, “borné”, donde la mitad de nuestro pulmóm queda inactiva por no hallar el aire adecuado. ¿Quién no siente al punto de ponerse en contacto con lo griego la pobreza de su cultura emocional y de su pensa miento religioso? El teclado de emociones que lleva dentro de sí el hombre de hoy no rebasa menos la sentimentalidad griega que una orquesta alemana suple las modulaciones posibles de un rabel morisco. Y en cuanto a Dios, nombre colectivo que damos a lo que es ilimitado, infinito en extensión o en calidad, a cuanto rebosa nuestro poder de medir y prever, ¿hay nada más antihelénico? Es curioso perseguir el desarrollo de la indignación griega contra todo lo infinito. El L p o \), lo in-definido, lo sin-límites les saca de quicio. Cuando los pitagóricos descubrie ron el número irracional sintieron el vértido y lo consideraron como algo “escandaloso”. Por Una sublime fidelidad a sus capacidades, que fue el secreto de Grecia, lograron los helenos suprimir de su preocupación cuanto no puede ser fácilmente gobernado con la medida. Metro, proporción, armonía, ley, son las palabras que se articulan en todo buen párrafo griego. Por el contrario, el romanticismo es una voluptuosidad de infinitudes, un ansia de integridad ilimitada. Es un quererlo todo y ser incapaz de renunciar a nada. Por esto hay en él siempre confusiórie imperfección. Toda obra romántica tiene un aspecto fragmentario. Además, se ve al autor sudar por hacerse dueño de su tema, que es inmen so y turbulento como una fuerza del cosmos. Si el temperamento romántico no coincide con una genialidad de pri mer orden, la visión es confusa, vaga, inconcreta. En rigor, no es una visión, sino un ciego palpar no se sabe qué misteriosas realidades. Y puesto a escribir, necesita rellenar con montones de palabras el inmenso hueco de su percepción. El sujeto romántico encuentra siempre dentro de sí la impresión de que fuera de él algo colosal acontece; pero a menudo, cuando quiere precisar esa enorme contingencia, se sorprende sin nada entre las manos. En tal situación lo mejor sería callarse, mas el silencio es un género literario de sentido clásico y el romántico prefiere hacer retórica. Completando una frase ilustre, yo diría que el clásico, como Saúl, parte en busca de unas asnillas que ha perdido -512-
y vuelve con un reino, mientras el romántico sale en busca de un reino y vuelve a menudo con las asnillas de Saúl. (.losé Ortega y Gasset, "Leyendo el ‘‘Adolfo’', libro de amor”. En E! Espectador I. Coi “ El Arquero” . Revista de Occidente, Madrid, 4 \ Edic., 1983, págs. 37-47).
14.6. SUBJETIVIDAD Y APELACIÓN EN LA ARGUMENTACIÓN. Las cualidades de la argumentación, como las del estudio científico, son la objetividad y la neutrali dad. La función del lenguaje en ambas formas es la referencial. Pero como se indicaba en el apartado 14.2. la presencia de contenidos idelógicos propicia la entrada de elementos subjetivos. El apasionamien to puede transformar la función referencial en apelativa. Los elementos subjetivos pueden aparecer en las argumentaciones y escritos polémicos de dos formas: a) de una manera directa, presentándose como temas del escrito las preocupaciones del autor; b) de for ma solapada, a través de la pasión contenida en la forma expresiva, o del tono del escrito (irónico, sar cástico, humorístico, etc.). Los temas que preocupan al autor pueden pasar inadvertidos para un lector normal, pero no para una persona conocedora de su pensamiento. El grado de apasionamiento es visible en la tensión de los argumentos, en las palabras utilizadas, en la articulación de las frases. La apelación al receptor, cuando existe, es detectada inmediatamente por el frecuente recurso a su persona. Veamos como ejemplo esta arguemtación de Unamuno a propósito de que Don Quijote dice a su veci no Pedro Alfonso la frase Yo sé quién soy: Al oír esta arrogante afirmación no faltará quien exclame: “¡ Vaya con la presunción del hidalgo! Llevamos siglos diciendo y repitiendo que el ahínco mayor del hombre cabe ser el de buscar conocerse a sí mismo y que del propio conocimiento arranca toda salud, y se nos viene el muy presuntuoso con un redondo “¡yo sé quién soy!” Eso sólo basta para medir lo hondo de su locura. Pues bien, te equivocas tú, el que dices eso; Don Quijote discurría con la voluntad y al decir “yo sé quién soy” no dijo sino “yo sé quién quiero ser”. Te debe importar poco lo que eres; Io cardinal para tí es lo que quieras ser. El ser que eres no es más que un ser caduco y perecedero que come de la tierra y que ¡a tierra comerá un día; el que quieres es tu idea en Dios, Conciencia del Universo: es la divina idea de que eres manifestación en el tiempo y en el espacio. Y tu impulso querencioso hacia ese que quieres ser no es sino la morriña que te arrastra hacia tu hogar divino. Sólo es hombre hecho y derecho el hombre cuando quiere ser más que hombre. Y si tú que así reprochas su arrogancia a Don Quijote, no quieres ser sino lo que eres, estás perdido, irremisiblemente perdido. Estás perdido si no despiertas en tus entrañas a Adán y su feliz culpa, la culpa que nos ha merecido la redención. Porque Adán quiso ser como un dios, sabedor del bien y del mal, y para llegar a serlo comió del prohibido fruto del árbol de la ciencia y se ¡e abrieron los ojos y se vio sujeto al trabajo y al progreso. (Miguel de Unamuno, Vida de Don Quijote y Sancho. Edit. Espasa Calpe, Madrid, 11a. Edic., Madrid, 1958, págs. 38-39).
a) El texto se hace eco de algunas preocupaciones obsesivas del autor. Son las siguientes: 1. ° La pugna entre el corazón (voluntad) y la razón, que tiene su antecedente en Pascal: Don Quijote discurría con la voluntad y al decir yo sé quién soy no dijo sino ¡yo sé quién quiero ser! (Con lo cual, el conocimiento racional se convierte en deseo). 2. ° El problema de la personalidad: Quicio de la vida humana toda: saber el hombre lo que quiere ser. 3. ° El problema de la inmortalidad: al que la tierra se comerá un día; el impulso querencioso hacia ese que quieres ser no es sino la morriña que te arrastra al hogar divino. 4. ° El problema (ansia) de Dios: Morriña que te arrastra al hogar divino. 5. ° El ansia de saber y de modo especial de resolver los misterios que envuelven al hombre: estás per dido, irremisiblemente perdido si n,o despiertas en tus entrañas a Adán y su feliz culpa cuando quiso ser como un dios sabedor del bien y del mal. b) La tensión apasionada con que el autor siente lo que escribe es visible en la forma expresiva: léxico: -
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impulso querencioso, morriña que te arrastra a tu hogar divino, irremisiblemente perdido; metáforas: quicio de la vida; paradojas: quiso ser como un Dios, se le abrieron los ojos al trabajo y al progreso, sólo es hombre el hombre hecho y derecho, el hombre cuando quiere ser más que hombre; reduplicacio nes, bimembraciones... La apelación es también evidente. Toda la argumentación va dirigida a un posible juez del caballero andante, identificado con el lector que ha de sufrir la apasionada defensa que hace el autor. La apelación comienza con formas genéricas que van estrechado el campo referencial hasta concentrarse directamente en el receptor. A una forma de indefinición ano faltará quien exclame», sigue la 1.a persona del plural: «Llevamos siglos diciendo», para acabar en las formas de 2 .a persona de verbos, pronombres y posesi vos: el ser que eres, el que quiere ser, tu idea en Dios, te equivocas tú, etc.
14.7. EL ENSAYO, cr Género literario que tiene su origen en la obra de Miguel de Montaigne titulada Essais de messire Michel, seigneur de Montaigne (Ensayos de don Miguel, señor de Montaigne). Editada en 1578 con 194 capítulos, fue aumentada con 13 más en la edición que su propio autor hizo en 1588. El lema que presentaba el libro en su primera edición, c ’est moi que je peins: «me describo a mí mis mo» define con claridad su contenido. Convencido Montaigne de que todo hombre lleva en sí un ejem plar de la condición humana emplea los ensayos en hablar de sí mismo, de sus gustos, enfermedades, viajes, experiencias políticas, hábitos; informaciones que se mezclan con reflexiones sobre la vanidad, la experiencia, las condiciones del hombre honesto, etc. CARACTERÍSTICAS DEL ENSAYO. Son las siguientes: a) Escrito sin extensión definida. b) Presenta una visión personal. c) Sugestiva. d) Sin demostración científica. e) Sobre cualquier materia. f) Va destinado a un receptor medio no especializado. EXTENSIÓN. Oscila entre el artículo periodístico (artículo de fondo, editorial) y el libro más o menos voluminoso. En su origen tenía tendencia a la brevedad. Posteriormente ha aumentado su volumen cuando ha susti tuido en muchos casos al estudio científico tanto en el área de las Ciencias Humanas como de las Naturales. Aun los libros de intención científica comienzan a escribirse en estilo menos didáctico y de remediavagos; se suprime en lo posible las notas al pie y el rígido aparato mecánico de la prueba es disuelto en una elocución más orgánica, movida y persona!. (José Ortega y Gasset, Meditaciones del Quijote, Espasa Calpe. Madrid, 2.a edic. 1969, pág. 24). Como consecuencia, el ensayo breve pierde fuerza y se extiende el ensayo más amplio enJx>dos los temas del saber. VISIÓN PERSONAL. La pérdida de los elementos objetivadores y la mayor facilidad elocutiva facilitan el tránsito hacia un grado mayor de subjetivismo. Montaigne en los orígenes del género ya pretendió entregarse a sí mismo con su libro. Ortega y Gasset presenta los suyos en sus Confesiones de El Espectador siguiendo la misma pauta: -5 1 4-
En estas páginas, ideas, teorías y comentarios se presentan con el carácter de peripecias y aventuras personales del autor. (José Ortega y Gasset, El Espectador I, Espasa Calpe, Madrid, 1966, pág. 13) Va fluyendo bajo la tierra espiritual de estos ensayos, viscosa y a veces áspera —con rumor ensordecido, blando, como si temiera ser oída demasiado claramente— una doctri na de amor. (José Ortega y Gasset, Meditaciones del Quijote, pág. 13). El ensayo se presenta, pues, como un estudio en el que predomina la apreciación subjetiva, impresio nista y, por ello, provisional. El ensayista contempla el panorama de la vida y de la cultura desde su corazón, como dice Ortega y Gasset. INTERPRETACIÓN SUGESTIVA. En el trabajo científico se buscan conclusiones; en el ensayo, predominan las sugestiones, las nuevas formas de ver las cosas, las incitaciones, ángulos y perspectivas originales: Se busca en ellos (en sus ensayos) lo siguiente: dado un hecho —un hombre, un libro, un cuadro, un paisaje, un error, un dolor— llevarlo por el camino más corto a la plenitud de su significado. Colocar las materias de todo orden que la vida en su resaca perenne arroja a nuestros pies como restos inhábiles de un naufragio en postura tal, que dé en ellos el sol innumerables reverberaciones. (José Ortega y Gasset. Meditaciones del Quijote, pág. 12). Yo sólo ofrezco posibles maneras de mirar las cosas. Invito al lector a que ensaye por sí mismo; que experimente si, en efecto, proporcionan visiones fecundas. (Ibídem, pág. 24). En mi intención, llevan estas ideas un oficio menos grave que el científico; no son de obstinarse en que otros las acojan, sino meramente quieren despertar en almas hermanas pensamientos hermanos. Aun cuando fueran hermanos enemigos. (Ibídem, pág. 24). LA DEMOSTRACIÓN. El ensayo es la ciencia menos la prueba explícita. (Ortega, Ibíd. pág. 23). Dice también: Para el escritor hay una cuestión de honor intelectual en escribir nada susceptible de prueba sin poseer antes ésta. Pero le es lícito borrar de su obra toda apariencia apodíctica, dejando las comprobaciones meramente indicadas, en elipse, de modo que quien las nece site pueda encontrarlas. (José Ortega y Gasset, Ibíd, pág. 23). La doctrina expuesta en el ensayo no es menos segura que la del tratado científico, pues como éste, se fundamenta seriamente. Pero el autor no es tan riguroso en las citas e incluso puede citar de memoria y por aproximación sus propias fuentes informativas y hasta olvidarse de darnos su referencia. CUALQUIER MATERIA. El ensayo no tiene ninguna limitación temática. Puede tratar cualquier tipo de materia: historia, lite ratura, arte, psicología, astronomía, etc., y adoptar una línea crítica o creativa. En estos últimos, el tema sirve de pretexto para la creación poética. EL DESTINATARIO. Se dirige a un lector medio no especializado por lo que pone al alcance de un amplio público temas
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de interés general y se convierte en instrumento de divulgación cultural. Su capacidad para ganarse el interés de los lectores reside en la sencillez expositiva y en la amenidad y fuerza del estilo. Ortega pensaba en un lector selecto, por encima incluso del nivel medio: Por esto es El Espectador Ia conmovida apelación que un público de amigos de mirar', de lectores a quienes interesen las cosas aparte de sus consecuencias, cualesquiera que ellas sean, morales inclusive. Lectores sin prisa, advertidos de que toda opinión justa es larga de expresar. Lectores que, como el autor, se hayan reservado un trozo de alma anti político 12. En suma: lectores incapaces de oír un sermón, de apasionarse en un mitin y juzgar de personas y cosas en una tertulia de café. (José Ortega y Gasset: El Espectador I. Espasa Calpe. Madrid, 1966, pág. 20). ESTRUCTURA Y ESTILO DEL ENSAYO El discurso combina la exposición y la argumentación y no tiene una estructura definida. Está abierto a cualquier organización sin tener que referirse a un canon establecido. Quedan, no obstante, actitudes heredadas de Montaigne, su creador: la presencia de anécdotas que fluyen en la reflexión, la alusión a alguna lectura realizada, el progreso expositivo gracias a asociaciones de ideas, la posibilidad de que se produzca digresión. Frente a la rigidez del estudio científico, el ensayo es el género de la máxima libertad. En cuanto al estilo, combina las características del lenguaje científico y las del literario. Del primero conserva la abundancia de nombres abstractos, los tecnicismos y préstamos —aunque reducidos a un mínimo compatible con la propiedad—; del literario, la riqueza léxica, la capacidad de sugestión, el em pleo de los recursos estéticos (comparaciones, metáforas, adjetivos ornamentales, etc.). El superior ran go estético conseguido con estos procedimientos no merma las cualidades propias del lenguaje científico (claridad, precisión, propiedad). Véase en 4.6. el texto comentado de Miguel de Unamuno y los que a continuación transcribimos de José Ortega y Gasset: l.° Hay dentro de toda cosa la indicación de una posible plenitud. Un alma abierta y noble sentirá la ambición de perfeccionarla, de auxiliarla, para que logre esa su plenitud. Esto es amor —el amor a la perfección de lo amado. Es frecuente en los cuadros de Rembrandt que un humilde lienzo blanco o gris, un gro sero utensilio de menaje se halle envuelto en una atmósfera lumínica e irradiante, que otros pintores vierten sólo en torno a las testas de los santos. Y es como si nos dijera en delicada amonestación: ¡Santificadas sean las cosas! ¡Amadlas, amadlas! Cada cosa es un hada que reviste de miseria y vulgaridad sus tesoros interiores, y es una virgen que ha de ser enamorada para hacerse fecunda. (De Meditaciones del Quijote, Ibíd., pág. 13). En el siguiente texto, el ensayista señala alegóricamente los efectos producidos por un gran estilo lite rario aprovechando la imagen de un águila que planea majestuosamente sobre un paisaje de alta sierra (la creación poética): Hay en los grandes estilos como un ambiente estelar o de alta sierra en que la vida se refracta vencida y superada, transida de claridad. El artista no se ha limitado a dar versos como flores en marzo el almendro: se ha levantado sobre sí mismo, sobre su espontanei dad vital; se ha cernido en majestuosos giros aguileños sobre su propio corazón y la exis tencia en derredor. Al través de sus ritmos, de sus armonías de color y de línea, de sus percepciones y sus sentimientos, descubrimos en él un fuerte poder de reflexión, de medi tación. Bajo las formas más diversas, todo grande estilo encierra un fulgor de mediodía y es serenidad vertida sobre las borrascas. (Ibíd., pág. 89). 1 Subrayado en el original. 2 Antipolítico = idealista, no práctico.
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Finalmente, compruébense las comparaciones, metáforas, adjetivos ornamentales, hipérboles, etc., que se utilizan en esta descripción: Sobre el horizonte asoma su hombro negro una nube redonda, torva, maléfica, mágica, y con ella un extraño dramatismo en el paisaje. De repente entra por el umbral una tolva nera que enciende la tiniebla con innumerables lucecitas áureas: Las menudas pajas que revuelan y ciegan. Poco después otra ráfaga y otra. Caen unas gotas gruesas que estallan sobre el polvo del camino. Los transeúntes avivan el paso. Las gotas menudean, y un true no gigante retumba. La nube cubre el horizonte. Llega a la carrera, en un galope triunfal, como si dentro de ella un Dios bárbaro viajase. Llueve. Las gentes pasan corriendo. El chubasco arrecia. Otro trueno parece machacar las vegas. Un rayo da su latigazo a los caballos aéreos de la nube. La tolvanera no deja ver nada, y súbitamente entra una boca nada de hombres y mujeres que buscan recaudo en el zaguán. Risas, gritos, orgía espontá nea de rurales. En el quicio de la puerta, a contraluz, queda una moza. El refajo rojo se abraza a sus caderas, y una chambra blanca se hincha, como una vela, bajo el doble viento elástico de sus senos. Es rubia, como la cebada, y de ojos azules, como hontanares. (José Ortega y Gasset: “Notas del vago estío”. En El Espectador IV. Rev. de Occidente. Col. “El Arquero” Tomo IV, Madrid 1936, págs. 173-174). HISTORIA DEL ENSAYO. Tras Montaigne, Francis Bacon contribuyó con su obra Essays (1597) a que el ensayo se difundiese por Europa. En España hay un antecedente del género en la obra de Pero Mexía, quien en 1540 publica su Silva de varia lección en la que ofrece preciosas noticias sobre sus contemporáneos y las mezcla con hechos fantásticos e históricos haciendo gala de un estilo en que coinciden la amenidad, la erudición y la elegancia. En el siglo XVIII fray Benito Feijoo y Montenegro escribió dos colecciones de ensayos bajo el título de Teatro crítico Universal (1727-1739) y Cartas eruditas y curiosas (1742-1760). Entre los ocho volúme nes de la primera y los cinco de la segunda se agrupan numerosos ensayos de las más diversas materias: Medicina, Ciencias físico-naturales, Literatura y Filología, Teología y Moral, Geografía e Historia, etc. En el siglo XIX: Larra, Leopoldo Alas, Ganivet, Azorín, Unamuno (ensayo influido por las preocupa ciones filosóficas de su autor), Maeztu. En el siglo XX: Ortega y Gasset, Eugenio D ’Ors, Gregorio Marañón, Francisco Ayala, Dámaso Alon so, Pedro Salinas, Pedro Laín Entralgo, Julián Marías, José Luis López Aranguren.
14.8. GUÍA PARA EL COMENTARIO DE UN TEXTO HUMANÍSTICO. 1. Tipo de escrito: forma del discurso (tema 14.3) 2. Estructura del enunciado: a) Tema o idea central. b) Organización del contenido: plan seguido por el autor (línea del pensamiento). 3. Análisis del escrito (organización interna). 4. Rasgos lingüísticos que caracterizan el estilo del enunciado: a) Plano morfológico. b) Piano sintáctico. c) Plano léxico. 5. Relación autor-enunciado. 6. Relación enunciado-receptor. 7. Valoración final.
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14.9. COMENTARIO DE UN TEXTO HUMANÍSTICO. CUANDO NO HAY ALEGRÍA (I)
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Cuando no hay alegría el alma se retira a un rincón de nuestro cuerpo y hace de él su cubil. De cuando en cuando da un aullido lastimero o enseña los dientes a las cosas que pasan. Y todas las cosas nos parecen que hacen camino rendidas bajo el fardo de su destino y que ninguna tiene vigor bastante para danzar con él sobre los hombros. La vida nos ofrece un panorama de universal esclavitud. Ni el árbol trémulo, ni la sierra que incorpora vacilante su pesadumbre, ni el viejo monumento que perpetúa en vano su exigencia de ser admirado, ni el hombre, que, ande por donde ande, lleva siempre el semblante de estar subiendo una cuesta —nada, nadie manifiesta mayor vitalidad que la estrictamente necesaria para alimentar su dolor y sostener en pie su desesperación.
(II)
15 Y, además, cuando no hay alegría, creemos hacer un 16 atroz descubrimiento. Muy especialmente si la falta de 17 alegría proviene de un dolor físico percibimos con extraña 18 evidencia de línea negra que limita cada ser y lo encierra 19 dentro de sí, sin ventanas hacia fuera, como Leibniz de20 cía, pero sin el infinito que este hombre contento metía 21 dentro de cada uno. Este es el descubrimiento que hace22 mos por medio del dolor como por medio de un micros23 copio; la soledad de cada cosa.
(III)
24 Y como la gracia y le. alegría y el lujo de las cosas con25 sisten en los reflejos innumerables que las unas lanzan 26 sobre las otras y de ellas reciben —la sardana que bailan 27 cogidas todas de la mano—, la sospecha de su soledad ra28 dical parece rebajar el pulso del mundo. Se apagan las 29 reverberaciones que refulgían en sus flancos; nada sue30 na m resuena; las gargantas son mudas, los oídos sordos 31 y el aire intermedio, como paralítico, es incapaz de vibrar. 32 Lo demás es fantasmagoría, fiesta irreal de luz perdida 33 en un instante sobre las largas nubes vespertinas —pen34 samos—. Y ya es casi un goce de nuestra falta de alegría 35 perseguir con la mirada la espalda curva, rendida, de cada 36 cosa que sigue su trayectoria solitaria. Y presentimos que 37 hay dondequiera oculto un nervio que alguien se entre38 tiene en punzar rítmicamente. En la estrella, en la ola 39 marina, en el corazón del hombre, da su latido a compás 40 el dolor inagotable...
(José Ortega y Gasset: "Cuando no hay alegría" en "Confesiones de el Espectador”. El Espectador, To mo I. Ed. Espasa Calpe, Madrid 1966, pág. 41). 1. — Tipo de escrito. Es una exposición que no emplea la lengua discursiva propia del trabajo científico, sino la expre siva. Es visible la intención estética, evidente en la calidad y cantidad de los recursos utilizados. Con ello se traslada la emoción personal del autor y se crea un texto rico en sugestiones. Estas caracte rísticas, unidas al enfoque personal del tema y la huella de lecturas anteriores, permiten caracteri zar el fragmento como un ensayo. 2.
— Estructura del enunciado. a ) Tema: efectos producidos por la ausencia de alegría. -
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b ) Organización del escrito: plan seguido por el autor. Siguiendo la numeración que hemos da do a cada párrafo, es la siguiente: I. Analiza el retraimiento, la hostilidad y la visión que de la vida tiene el alma carente de alegría. II. Descubrimiento de la soledad si la falta de alegría proviene de un dolor físico. III. Los efectos de esa soledad. El pensamiento reflejado puede resumirse de esta forma: I. Cuando no hay alegría el alma se retira a un rincón de su cuerpo desde donde se manifiesta hostilmente. La vida se le presenta como un panorama de universal esclavitud, sin más vitalidad que la necesaria para mantener su desesperación. II. si la alegría falta a consecuencia de un dolor físico, hacemos el atroz descubrimiento de la soledad de cada cosa y, III. como ésta destruye la posiblidad de la gracia y de la alegría — fruto del intercambio de los reflejos que las cosas tienen — decae el tono de la vida, se rebaja el pulso del mundo (percep ción táctil de la realidad), se apagan las reverberaciones que refulgían en la vida (visual), se hace el silencio en las gargantas, oídos y en el aire intermedio (auditiva); la vida queda reduci da a una fiesta irreal de luz prendida en un instante sobre las nubes y es casi un goce de nuestra falta de alegría perseguir con la mirada el abatimiento de cada cosa que sigue su trayectoria solitaria con el sentimiento de un dolor impuesto y continuó tanto en las cosas como en el corazón del hombre. Organización interna del escrito. I. Efectos de la falta de alegría: Retirada del alma a un rincón del cuerpo. Hostilidad: aúlla de modo lastimero y enseña los dientes a las cosas que pasan. Visión del mundo: las cosas están rendidas bajo el peso de su destino y no tienen vitalidad. La vida es un panorama de esclavitud. Resultado: Sólo hay vitalidad para mantener el dolor y la desesperación: En las cosas: Árbol trémulo. Sierra que incorpora su pesadumbre. Monumento que exige ser contemplado. En el hombre: Con el semblante de estar subiendo una cuesta (¿Sísifo?). II. Si la falta de alegría la produce el dolor físico: Descubrimos un línea que nos limita y encierra: Sin ventanas hacia fuera. Sin el infinito que Leibniz ponía dentro del hombre. Resultado: la soledad de cada cosa.I. III. Consecuencias de la soledad: Imposiblidad de la alegría, que es emprendida por los reflejos mutuos de las cosas. Sospecha de la soledad radical. f
Resultado: Decae la vida (Sensaciones):
En las cosas: Se rebaja el pulso del mundo (percepción táctil). Se apagan las reverberaciones de las cosas (visual). Aire incapaz de vibrar (auditivo). En el hombre: Silencio: Gargantas mudas (auditiva) Oídos sordos (auditiva) Todo lo demás: Es una fantasmagoría e irrealidad. Luz prendida en un instante sobre las nubes V vespertinas. 519-
Conclusiones: Amargura: Casi es un goce seguir con la mirada la espalda rendida de cada cosa en su trayectoria solitaria. Dolor inagotable: En las cosas: estrella. ola marina. En el hombre: al compás del latido de su corazón. 4.— Rasgos lingüísticos que caracterizan el estilo del enunciado. El texto elegido para aplicar el método de comentario propuesto es un ensayo de Ortega y Gasset. Si en cualquier texto de este tipo predomina lo subjetivo y el poder de sugestión, estas características se incrementan en los ensayos de este escritor —sobre todo, como es el caso, en los de su primera etapa—. El propio autor confiesa que se propone colocar las materias de todo orden que la vida arroja a nuestros pies como restos inhábiles de un naufragio en postura tal, que dé en ellos el sol múltiples reverberacio nes. Se trata, pues, de encontrarse con los temas de un modo conceptual, imaginativo y afectivo a la vez. En el ensayo aparecerán, por tanto, conceptos, imágenes y sentimientos. Para Dámaso Alonso esta síntesis es la que define la plenitud del significado poético (Poesía española, Madrid, 1966, págs. 20 y ss.). El propio Ortega relacionaba la prosa con la poesía: La buena prosa se hace siempre en vista al verso, confundiéndose casi con él, pero al cabo eludiéndolo en grácil fuga en el momento decisivo. Por eso, aunque el texto por su contenido es humanístico, por su intencionalidad y contextura tiene un rango literario. Sería inútil buscar aquellos rasgos lingüísticos en que el discurso humanístico suele coincidir con el científico (desaparición del sujeto, máxima objetividad, descripción de las circunstan cias en que se desarrollan los fenómenos de los que se da cuenta en el punto 5 del tema 9). La calidad del texto y el conjunto de sugerencias y connotaciones que proporciona exigen un análisis acorde con el de un texto literario. En su desarrollo podrán comprobarse los elementos rítmicos, los desvíos y recu rrencias que lo cualifican como un producto estético. A) ANÁLISIS DEL PLANO FÓNICO. Aunque el texto está escrito en prosa, presenta características rítmicas que aparentemente no están muy marcadas. Su eufonía está producida por varios factores que vamos a mencionar someramente: 1. ° Por la rima interna asonante que relaciona regularmente determinadas palabras del texto. La repetición *de los mismos sonidos, como sabemos por el verso, es un elemento rítmico de primera clase. En el texto las repeticiones son muy frecuentes, como puede comprobarse en la tabla de asonancias. Sólo en las diez primeras líneas del texto se producen seis diferentes asonancias en las que intervienen veintiséis palabras distintas. Las parejas de sonido actúan simultáneamente y cuando una asonancia pierde eficacia por la distancia excesiva para el recuerdo de la última palabra, suele aparecer una nueva que releva a la anterior y mantiene el golpeteo fónico que es la base del ritmo. Es cierto que esta polifonía no es captable directamente por el lector si no realiza un análisis de lo que lee, pero va actuando subconscientemente y contribuyendo a su placer estético. 2. ° Por la presencia de períodos rítmicos. Muchas frases del texto podrían funcionar, sin ninguna alteración, en una composición versificada. Las primeras frases del texto constituyen ya otros tantos tridecasílabos y crean un marco inicial en el que se instalarán otros ritmos métricos. Ocupan las primeras líneas del texto: 1. 1. Cuando no hay alegría el alma se retira. 1. 2. de cuando en cuando da un aullido lastimero; 1. 3. o enseña los dientes a las cosas que pasan. Otros metros subyacentes son los endecasílabos heroicos de las siguientes frases: 1. 6. para danzar con él sobre los hombros; 1. 7. la vida nos ofrece un panorama: 1. 9. que perpetúa en vano su exigencia; y otros endecasílabos de ritmo menos puro: 1. 18. que limita cada ser y lo encierra (2.a oración de relativo con ritmo endecasílabo). Existen también heptasílabos como en 1. 9: el viejo monumento, 1. 11. lleva siempre el semblante. 3. ° Por la presencia de series que contribuyen a marcar una cadena rítmica: a) BINARIAS: de locuciones: de cuando en cuando, ande por donde ande; de proposiciones: nos parece 1. que hacen camino ren didas bajo el fardo de su destino y 2. que ninguna tiene vigor suficiente, a las que sigue otra pareja 1. para alimentar su dolor y 2. sostener en pie su desesperación; b) TERNARIAS: la gracia, la ale-
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520 -
TABLA DE ASONANCIAS DEL TEXTO DE ORTEGA Y GASSET Terminación de las palabras LINEA
1
AE H ace
AA
EA
EE
10 11
C uando cuando E n señ a
IO
C u e rp o L a s tim e ro
B a jo - f a rd o
A u llid o C a m in o D e s tin o
B a s ta n te P a n o ra m a S ie rra
V a c ila n te
O fre c e Á rb o l
E x ig e n c ia L le v a
A n d e -s e m b la n te N ada
13 16 17
P a ra F a lta E x tr a ñ a
18
C ada
19 20 21 23 25
V e n ta n a s
T ré m u lo V ie jo - m o n u m e n to
V ano
C u e s ta - m a n ifie s ta
P ro v ie n e
F ís ic o -p e rc i b im o s
E v id e n c ia n e g ra -e n c ie r ra I n fin ito
In n u m e ra b le s
26
C ada C ada L anzan S ard an as b a ila n
E lla s S o sp ech a
A pagan N ada G a r g a n ta s
M ano F la c o s
R e su e n a I n te rm e d io
I n s ta n te
37 38 40
en
D ie n te s P a re c e
H acen
12
27 28 29 30 31 33 34 35
EO
A lm a
2 3 4 5 6 7 8 9
AO
L a rg a s F a lta M ir a d a c a d a e s p a ld a
O íd o s P a ra lític o
P en sam o s
D o n d e - q u ie ra E s tr e lla
E n tre tie n e
N e rv io
I n a g o ta b le
gríay el lujo de las cosas; en la estrella, en la ola marina, en el corazón del hombre; c) DE CUATRO ELEMENTOS: ni el árbol (...), ni la sierra..., ni el viejo monumento (...), ni el corazón del hombre (...). 4.° Por los emparejamientos o repeticiones de estructuras que se analizarán al estudiar la morfología y la sintaxis. B) ANÁLISIS DEL PLANO MORFOLÓGICO. En el aspecto nominal el texto emplea el cultismo microscopio formado por las raíces griegas micro ‘pequeño’ y scopio ‘ver’, presente desde hace tiempo en la lengua ordinaria, y voces compuestas forma das por el prefijo latino privativo o negativo in- que produce dos resultados: la simple yuxtaposición de prefijo y adjetivo (inagotable, incapaz, innumerable) y la corrección ortográfica del adjetivo ante la presencia del prefijo i(n) + real / irreal. La derivación con sufijos romance está representada por exclavitud y lastimero, forma menos usual que su sinónimo lastimoso. Al estudiar el plano léxico-semántico se estudiarán los nombres abstractos y concretos. Prestamos aten ción aquí a tres formas fundamentales del texto: 1. los adjetivos; 2. los verbos; 3. los emparejamientos morfológicos.
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1. Los adjetivos. Son muy numerosos. No pertenencen exclusivamente, como en el lenguaje científico, al tipo especificativo o restrictivo (dolor físico, hombre contento); utiliza también adjetivos explica tivos o descriptivos (viejo monumento, aullido lastimero, línea negra) e incluso aquellos que encie rran valoraciones subjetivas del emisor (atroz descubrimiento, extraña evidencia, universal esclavi tud). (Sobre el adjetivo vid. tema 4.4). Más importancia que la presencia de unos u otros en el texto o que el orden de su colocación en la frase tiene su utilización metafórica a causa del desajuste se mántico: adjetivos que exigen ser aplicados a nombres con el rasgo + animado califican a sustanti vos con el rasgo — animado. El resultado es que este uso sorprende al lector (desvío estético) y a la vez dota de animación a lo inerte al calificar los objetos con adjetivos propios de seres animados. El adjetivo, al traspasar la frontera entre lo animado y lo inanimado, traslada al mundo de las cosas estados de ánimo propios del mundo de los seres vivos y atribuye a aquéllas cualidades que no son sino proyección y objetivación de los sentimientos humanos: cosas rendidas, árbol trémulo, sierra vacilante, aire paralítico, incapaz de vibrar, espalda curva, rendida. El autor subraya así su tema: cuando no hay alegría en el hombre, el mundo pierde su vitalidad y se transforma. En algún caso, la frase, parte de un pensamiento central, se carga de adjetivos que asedian el nom bre y realzan su significación simbólica: lo demás es fiesta irreal de luz prendida en un instante sobre las largas nubes vespertinas. Todos los elemenos de las frase son altamente sugeridores: la vida sin alegría es instantáneo arrebol (luz prendida) sobre la nube de una tarde, (= fin del día: un instante de un momento terminal). 2. Los verbos. Están empleados siempre en presente reforzando el valor temporal, definitivo de las afir maciones. Empleados también metafóricamente refuerzan la impresión producida por los adjetivos. Las cosas están animadas, actúan como los hombres. El paisaje que ve el hombre sin alegría es diná mico, pero de una actividad larvada de tristeza. Le parece que las cosas: — Hacen camino, pero rendidas. — No tienen vigor para danzar bajo el peso de su destino. — Que la sierra incorpora vacilante su pesadumbre (doble significado: peso y dolor - dilogía). — Que el monumento perpetúa en vano su exigencia de ser admirado. — Que las cosas bailan una sardana cogidas de la mano (metáfora de la intercomunicación de los reflejos que se lanzan). 3. Emparejamientos. Entendemos por emparejamiento la repetición o recurrencia de una estructura formal a lo largo del texto (Vid. tema 15). Considerados por los autores contemporáneos como uno de los medios frecuentes en la creación literaria, no puede extrañarnos en el texto de Ortega. Existen varias estructuras recurrentes: a) posesivo + nombre, repetida en siete ocasiones y en intervalos regulares (1. 2. su cubil, 1. 5. su destino, 1. 9. su pesadumbre, 1. 10 su exigencia, 1. 14. su dolor y su desesperación, etc.). Debe incorporarse ai inventario la construcción igualmente posesiva de artículo + nombre que aparece en línea 6: danzar con él sobre los (sus) hombros; b) adjetivo + nombre (cinco veces) o nom bre + adjetivo (en diez ocasiones: árbol trémulo, dolor físico, línea negra, soledad radical, espalda curva, etc.); c) sin + nombre (sin ventanas hacia fuera, sin infinito); d) de locuciones adverbiales de tipo elusivo (de cuando en cuando, ande por donde ande). C) ANÁLISIS DEL PLANO SINTÁCTICO. La cohesión interna del texto está marcada externamente a través de los enlaces copulativos no norma tivos. El párrafo (I) se liga al (II) y éste al (III) por la copulativa “y” que, a su vez, contribuye a resaltar su singularidad. El fenómeno se repite cuando se indican en el punto final los dos últimos matices de la reflexión. El análisis revela asimismo la presencia de dos esquemas constructivos fundamentales: el esquema atributivo y el de la subordinación de relativo, que se convierten en las auténticas estructuras del texto. El esquema atributivo se repite en seis ocasiones frente a la abrumadora recurrencia de la pro posición especificativa de relativo, reiterada en nueve oportunidades, tanto para determinar a un nombre sujeto (la sierra que incorpora vacilante su pesadumbre; el viejo monumento que perpetúa su exigencia; el hombre que lleva siempre el semblante, etc.) como para determinar a un objeto directo (percibimos (...) la línea negra que delimita; la sardana que bailan, etc.) o un atributo: éste es el descubrimiento que hacemos. -
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D) ANÁLISIS DEL PLANO LÉXICO-SEMÁNTICO. 1. Abstractos. Como corresponde a un texto discursivo, abundan los nombres abstractos (exigencia, sos pecha, vitalidad, descubrimiento, etc.). Sobre ellos descansa el peso de la reflexión y el tono, en cierto modo dramático, con que se plantea. A medida que la exposición avanza, los abstractos son más inten sos: dolor, desesperación, soledad. 2. Tropos. Los nombres concretos no sólo huyen de cualquier generalización (verba ómnibus) sino que están utilizados de forma que presentan un alto poder connotativo por el empleo metafórico y las sugestiones que adquieren en la frase. El texto se abre con el tropo inicial: rincón del cuerpo = cubil que introduce casi un proceso alegórico: alma = fiera (tácito), lamento = aullido lastimero, hostili dad = enseña los dientes. El lector entra en un mundo de sugestiones en el que las cosas no se desva necen sino que se cargan de significado: el destino es un fardo pesado que exige un vigor imposible; el devenir es un camino y, más aún, una trayectoria solitaria; la incomunicación humana (término abstracto) se concreta identificándola con una línea negra que encierra al ser; el intercambio de refle jos que generan la gracia y la alegría de las cosas (elemento conceptual) se transforma en una colla que baila una sardana. Y, por medio de la comparación, el aire se vuelve paralítico. Si la metáfora acrecienta la potencialidad semántica y sugestiva de la realidad, la metonimia (sinécdoque) condensa y centra la realidad, la convierte en núcleo de un gran campo significativo: todo lo humano del mun do son gargantas (mudas) y oídos (sordos). El autor sigue un camino de expansión de la realidad con las metáforas, enriquecedoras de los valores connotativos, y vuelve, mediante la sinécdoque, a lo intensivo de la realidad, al órgano mismo de la significación. 3. Valores sugestivos de las palabras. El mismo enriquecimiento se produce con la vecindad de palabras en la frase (Ver apartado B). En el texto hay casos de dilogía (pesadumbre:peso o dolor) y otro (largas nubes vespertinas) en que el lector puede inclinarse por entender arreboles o nubarrones que pueden hurtar la luz aunque lo más seguro es que ambas estén presentes en su sensibilidad. Las expresiones trayectoria solitaria, soledad radical, seguir con la mirada la espalda (imagen de la soledad en compa ñía) adquieren un gran poder de sugestión. 4. Sinónimos. Las dos parejas de términos yuxtapuestos que existen en el texto (1. 12. nada, nadie, 1. 35. curva, rendida) no lo son en realidad. En el primer caso es una doble síntesis, de cosas y de personas; en el segundo, dos matices: el visual y el conceptual de la misma cosa. 5. Emparejamientos. Los elementos recurrentes en el léxico son repeticiones de la misma palabra. Se repiten las palabras fundamentales, las que condensan el tema: alegría, descubrimiento, rendiada, so ledad. Bastaría poner los determinantes y el verbo para reconstruir con facilidad el tema del ensayo. 6. Relación autor-enunciado. El autor no ha estado ajeno a lo que se exponía. Ha puesto en el enuncia do su subjetividad. Pensamiento y emoción se entremezclan en el tejido del escrito, que no podría expli carse si faltase alguno de estos ingredientes. 7. Relación enunciado-receptor. Por el nivel de pensamiento y de expresión el texto está pensado para un receptor de cultura media, capaz de comprender y de dejarse emocionar por la magia del estilo. 8. Valoración final. Lenguaje muy elaborado, de gran calidad literaria, servido por artificios poéticos (asonancias, metros poéticos) y por la riqueza de los tropos y las connotaciones léxicas. Se hace refe rencia a un fondo cultural (Leibniz). El lector, por su parte, asocia ese hombre con semblante de estar subiendo una cuesta con el célebre mito de Sísifo y el cubil en que el alma se encierra y desde donde se muestra hostil con los que pasan con el mito de la caverna de Platón.
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523 -
15 EL LENGUAJE LITERARIO 1 5 .1 . C A R A C T E R Í S T I C A S G E N E R A L E S 1 5 .2 . E L
PROCESO
1 5 .3 . T E O R Í A S
DEL
D E C O M U N IC A C IÓ N
Q UE
E X P L IC A N
LENG UAJE
L IT E R A R IO .
L IT E R A R IA .
EL H E C H O
L IT E R A R IO .
15.3.1. INFLUENCIA DE LA RETÓRICA CLÁSICA. 15.3.2. TEORÍAS ACTUALES. 1 5 .4 . E L D E S V Í O 1 5 .5 . L A
O E X T R A Ñ A M IE N T O .
F U N C IÓ N
PO É T IC A .
15.5.1. LA TEORÍA DE JAKOBSON. 15.5.2. TEORÍA DE S. R. LEVIN. 15.5.3. PROPUESTA DE LÁZARO CARRETER. 1 5 .6 . L A
C O N N O T A C IÓ N .
1 5 .7 . P R O C E D I M I E N T O S
E ST IL ÍST IC O S.
15.7.1. CONCEPTOS DE FIGURA Y TROPO. 15.7.2. CLASIFICACIÓN DE LOS RECURSOS. A. RECURSOS FÓNICOS. tV. kyc'C';Rm7S' snvrxei icos C. RECURSOS SEMÁNTICOS.
15.8.
G U ÍA
PARA
EL C O M E N T A R IO
DE U N
RELATO.
15.8.1. DATOS EXTERNOS A LA OBRA. 15.8.2. ANÁLISIS DE LA OBRA. 15.9.
G U ÍA
PARA
EL C O M E N T A R IO
DE
U N A
O BRA
DE TEATRO.
15.9.1. EL COMENTARIO. 15.9.2. GUÍA DEL COMENTARIO. 15.10.
G U ÍA
PARA
EL C O M E N T A R IO
D E
U N
PO EM A.
15.1. CARACTERISTICAS GENERALES. El hablante de una lengua emite normalmente mensajes —unidades de texto lingüístico— que suelen pertenecer a la lengua estándar o normal. Estos mensajes pueden responder a dos modalidades: oral o escrita, que implican una intención diferente (vid. tema 16.2.6.). En el plano de la lengua escrita halla mos dos registros muy especializados y diversos: el científico y el literario. Entre estos dos polos coexis ten otros tipos de lenguajes, formando una red de zonas mutuamente intermedias de forma sucesiva unas respecto de otras. Hemos podido observar en los temas precedentes la diversidad de registros y sus inter ferencias y gradaciones. El lenguaje literario se caracteriza, en líneas generales, por ser predominantemente connotativo y mu cho más complejo lingüísticamente que el resto de los lenguajes extraliterarios. Esta distintividad viene determinada por su finalidad y por su realización, que supone un dominio del código, una especial com petencia por parte del hablante. En principio, estableceremos las diferencias entre el lenguaje literario y otros tipos de lenguajes con el fin de deslindar el uso especial que se hace del código en literatura; es lo que se ha denominado la literariedad. Todos los lenguajes tienen como punto de partida la lengua común, cuyo fin es pragmático y admite muchas variantes de uso. Son actos de habla que dependen de un contexto extraverbal y real, y que tanto pueden presentar características de la lengua científica como acercarse a la literaria. Por eso, decíamos antes, en las actuaciones del código existen dos polos especializados que se adecúan a intenciones distin tas: el lenguaje científico y el lenguaje literario. Observemos esta bipolaridad en el cuadro siguiente: L E N G U A C IE N T ÍFIC A
L E N G U A L IT E R A R IA
• Se refiere a una realidad verificable y presupuesta que intenta describir. • Su función es meramente informativa o referencial. • Posee valor denotativo. • Su significación es unívoca. • Carácter heterónomo.
• Crea una realidad fingida, desconocida por el receptor. • Su función dominante/secundaria es la poética.
• Busca la precisión en orden a la comprensión universal. • Uso de un lenguaje claro. * Se capta como objeto. • Toda su entropía (potencial informativo) debe agotarse en la primera lectura.
0 Posee valor connotativo. • Crea campos semánticos plurisignif¡cativos. • Carácter autónomo*, crea y estructura su propia realidad. • Establece nuevas relaciones entre la palabra y su sentido. • Realiza un juego complejo y sutil del contenido y de la forma. • Se capta como experiencia. • Posee una entropía que no se agota más que lentamente de lectura en lectura. Permite un mayor número de lecturas.
*Exenta de las conexiones normales entre discurso y su mundo exterior. Igual que en otros registros, también en la lengua literaria encontramos sectores, zonas intermedias entre lo literario y lo no literario y entre lo literario y lo poético. Como afirma el profesor Lázaro Carreter, existen todas las hibridaciones entre el poeta puro que se sitúa en el lenguaje y el prosista puro que se sirve del lenguaje. Ahora bien, definir con rigor científico qué entendemos por literario es una cuestión difícil de esclare cer y a la que se han dedicado numerosos esfuerzos, sobre todo en este siglo. Todo escritor se mueve en una dimensión lingüística y el estudio de esa organización lingüístico-formal constituye el objeto de -
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una serie de disciplinas que reciben distintas denominaciones: estilística, poética, semiótica literaria. To das ellas intentan definir lo peculiar de la lengua literaria y su relación con el sistema y los usos de la lengua, aunque lo realizan desde distintos puntos de vista y con métodos diferentes. En líneas generales, la lengua literaria forma en sí misma un sistema específico, alejado de la lengua común y en oposición significativa con la lengua científica. Su peculiaridad se pone de manifiesto en el uso particular que hace del código a través de la desviación del uso estandarizado del lenguaje y de las intensificaciones que potencian el sistema. Debido a esto es normal encontrar elementos sugestivos, elecciones léxicas anómalas, nuevas distribuciones de los elementos, nuevos significados gramaticales o léxicos, etc. En conclusión, el lenguaje literario tiene una intención estética que comporta un lenguaje más elabo rado y tiene como función relevante el llamar la atención sobre sí mismo con la finalidad de preservar su identidad. Observemos en los textos siguientes cómo una misma realidad queda plasmada de forma diferente, cómo lo puramente informativo da paso a expresiones de extraordinaria significación:
CASTILLA a)
Castilla es una extensa llanura sin apenas accidentes topográficos, en cu yos bordes aparecen sistemas orográficos de desigual importancia. Las me setas castellanas oscilan entre 500 y 1.000 metros de altura. La jerarquización de la red hidrográfica por parte del río Duero crea los con dicionamientos esenciales para la formación de un relieve de erosión diferen cial. Su clima es consecuencia directa de la elevada altitud media de la Me seta y de la presencia de una sene de relieves que se manifiestan como una auténtica barrera frente a los vientos marítimos. L. Vignoli. Diccionario Enciclopédico
b)
¡Ancha es Castilla! y ¡Qué hermosa la tristeza reposada de ese mar petrifi cado y lleno de cielo! Es un paisaje uniforme y monótono en sus contrastes de luz y sombra, en sus tintas disociadas y pobres en matices. Las tierras se presentan como en inmensa plancha de mosaico de pobrísima variedad, so bre la que se extiende el azul intensísimo del cielo. Unamuno
c)
El Duero cruza el corazón de roble de Iberia y de Castilla. ¡Oh tierra triste y noble, la de los altos llanos y yermos y roquedas, de campos sin arados, regatos m arboledas; decrépitas ciudades, caminos sin mesones, y atónitos palurdos sin danzas ni canciones que aún van, abandonando el mortecino hogar, como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar! A. Machado, Campos de Castilla
El texto a) ofrece un lenguaje transparente, apunta con claridad al referente o realidad representada: Castilla, su geografía. Los textos b) y c) presentan esa misma realidad enriquecida a través de un lenguaje opaco, figurado, en el que sobresale el valor connotativo. Del objeto en sí tratado en el primer texto se pasa a las sugerencias emotivas de los textos últimos.
15.2. LA COMUNICACIÓN LITERARIA El hecho literario es, sin duda, un hecho de comunicación que reúne los siguientes elementos y características: -
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C O D IG O
Real i/a
Interpreta
OBRA ■T U R A R I A
AUTOR
P U B LIC O
Mensaje
Em isor
Receptor
Intención
Efecto '
Creación
Actual i/ación
Oral
Canal oral
Audiencia
Escrito
Canal papel impreso
Lectura
Todos los elementos que integran este proceso son importantes para comprender el fenómeno litera rio. El autor es un emisor especialmente cualificado que tras un proceso de elaboración y de inspiración cifra un mensaje dirigido a un receptor universal y desconocido. El receptor intenta aprehender el mensaje; para ello lo decodifica y realiza una tarea crítica. El recep tor es un re-creador del mensaje. La relación entre autor y público forma el contexto. La obra, al referirse a sí misma, forma su propio referente, el receptor accede a ella y crea su propia situación de lectura, condicionada por sus circunstan cias sociales, culturales, ideológicas, etc. Tanto en el autor como en el público existen unas variables que intervienen y condicionan el acto de comunicación literaria: la situación social, el rol en que se desen vuelven, la historia, sus grupos de pertenencia y de referencia, los motivos que le impulsan, etc. Todos estos factores constituyen un marco de referencia externa y conforman el hecho literario como un proce so de comunicación socialmente diferenciada. Para comprender el fenómeno literario en su totalidad se deduce que es necesario realizar una visión interdisciplinar y múltiple. En este proceso es esencial el mensaje —texto lingüístico—, que permanece sin límites espacio-temporales y que está destinado a un receptor distante del autor. El mensaje es el elemento que marca la especifici dad de la lengua y sus diversas estructuras discursivas. Se caracteriza por estar compuesto de unos ele mentos estructurados que garantizan su permanencia y mantienen su identidad. En el mensaje, forma y contenido, de manera solidaria, crean un producto intangible.* La complejidad de este proceso de comunicación literaria se pone de manifiesto, según se desprende del análisis de sus elementos, en los aspectos siguientes: • El código del autor y el del público no siempre son idénticos. • La decodificación del mensaje debido a sus estructuras y a sus valores connotativos es, muchas veces, compleja. • La lengua común sirve de sustrato a la lengua literaria, pero se estiliza y se manipula a través de diver sos procedimientos. • Una serie de elementos o subcódigos (históricos, culturales, etc.) aportan referencias específicas dife rentes de las del receptor. Lo dicho hasta aquí pone de manifiesto que el mensaje literario se especifica tanto en el plano denota tivo como en el connotativo (vid. tema 1), que le proporciona su significado global, su expresión estilísti ca. Ese mensaje, eje esencial del proceso de comunicación, es un mensaje estético que ha de ser descifra do por el destinatario a través de una lectura crítica. Para conseguir una interpretación exacta se exige por parte del lector un proceso de adecuación al código y a la ideología del autor. Umberto Eco establece esta complejidad de la comunicación literaria y su proceso de decodificación de la siguiente forma: ‘ Intangible en el sentido de algo que no puede o no debe alterarse. De hecho, la histoira literaria nos pone de manifiesto que, en ocasiones, han existido obras que se han modificado (romances, obra de Juan Rui? por deseo propio, etc.), pero indudablemente, en líneas generales, la literatura mantiene esta característica.
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15.3. TEORÍAS SOBRE LA LENGUA LITERARIA. Pese a la gran dificultad para definir la literariedad, se pone de manifiesto el interés que suscita este uso peculiar que se hace del lenguaje en literatura. Existen diversas teorías que tienen como objetivo explicar los aspectos creativos de los mensajes poéticos.
15.3.1. INFLUENCIA D ELA RETORICA CLASICA. De todos los paradigmas existentes, el que más ha influido en la lengua literaria es el modelo aportado por la retórica clásica, que concebía lo literario como el uso divergente del lenguaje usual o estandariza do en el que tenían lugar todas las figuras o desvíos propios. Ya vimos en el tema 13.2. en qué consistía este modelo y cuál era su finalidad. En lo que concierne a su influencia en la lengua literaria, siguiendo a J. Pozuelo, cabe señalar que: • Proporciona un cuadro totalizador de la construcción textual. • Informa de los mecanismos de la palabra poética. • Ofrece una manera de ver y entender lo literario, por un lado como lenguaje específico opuesto al estándar o común, y por otro como un uso desviado que supone unas estructuras y recursos específicos. En la actualidad, la nueva retórica tiene tres concepciones diferentes: a) Como teoría o análisis del discurso (Barthes, Genette), que supone una auténtica renovación de la retórica clásica. b) Un estudio actualizado de tropos y figuras como instrumento auxiliar para el lenguaje literario. c) Una nueva forma de la estilística de la desviación (grupofj,).
15.3.2. TEORIAS ACTUALES. Resumimos las teorías actuales en cuatro apartados. Todas ellas intentan explicar la lengua literaria. Las tres primeras coinciden en afirmar la literariedad como objeto de análisis; no son antagónicas, sino que se complementan. La última teoría hace referencia a las características generales de su uso como un proceso complejo de comunicación:1 1. La escuela estructuralista, siguiendo el paradigma de Jakobson, concibe que lo específico de la es-
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tructura verbal de un texto literario es su función poética, siendo la forma del mensaje el factor domi nante de la lengua literaria (Vid. tema 1.). 2. Otros autores consideran la lengua literaria como un desvío de la lengua común e intentan describirla como un fenómeno lingüístico diferenciado del estándar. 3. Hay quienes estiman la lengua literaria no como una lengua diferente sino como un uso lingüístico del propio sistema que actualiza todas sus posibilidades. De esta forma, el lenguaje literario se integra en el marco de referencia de la lengua común, que llega a su punto álgido en el lenguaje poético. La connotación y plurisignificación del signo que crea nuevas dimensiones semánticas es, para mu chos autores, la esencia de la lengua literaria. 4. En último lugar, señalamos la tendencia actual que considera la lengua literaria como un sistema com plejo de comunicación. Esta teoría trasciende el nivel lingüístico de la frase y de las consideraciones globales del texto para abordar el hecho literario desde la totalidad de su proceso. Da lugar a lo que se llama pragmática literaria, disciplina que emana de la Semiótica y, en general, de la Teoría de la Comunicación. En resumen, las diversas teorías sobre el concepto de desviación, la tesis de la función poética de Jakobson, el estudio de la connotación, intentan explicar la especificidad de la lengua literaria, y a ellas haremos referencia en este tema. No obstante, señalamos a título indicativo la postura de mu chos autores actuales que abandonan el estudio de la estructura verbal para centrarse en el análisis de lo literario como una modalidad de producción y recepción comunicativa. Al respecto señala J. Pozuelo:
Hoy día se destaca que reconocer lo literario no es obvio, que puede deducir se por caracteres “lingüísticos" sistemáticos, puesto que en un nivel estrictamen te lingüístico la lengua de la lírica comparte sus rasgos con otros tipos de discur so no literario (sermón, refrán, etc,); el texto narrativo literario es a veces similar al texto histórico y a las estructuras narrativas no literarias; el texto dramático, por último, toma sus formas de la narración y del diálogo. Se viene arguyendo, por tanto, que el reconocimiento de un texto como literario no proviene tanto de sus propiedades específicas de tipo lingüístico cuanto de su uso o función en la vida social. Esta función está, por lo demás, histórica y socialmente determinada. J. Pozuelo: La lengua literaria El texto siguiente de Antonio García Berrio se refiere también a la consideración del fenómeno litera rio dejado de sus consideraciones lingüísticas particulares para incluirlo en un marco más amplio:
Diríamos así que, tras un poco menos de dos decenios de acendradas esperan zas lingüísticas en conseguir definir con rigor la literanedad desde sus presupues tos disciplinarios, creando la acariciada expectativa de la lengua literaria «inde pendiente» o, al menos, «distinta», parece apuntarse, al menos en alguno de los sectores más rigurosos, la tendencia contraria. Esto, que supone en cierto modo una revigorización de la especificidad lingüística en cuanto tal, significaría, por otra parte, la vuelta al estado de opiniones «clásicas» sobre la naturaleza «inten cional» de la lengua literaria. Es decir, no se trataría tanto de un código y una gra mática esencialmente distintos de los de la lengua tipo general sino, en todo caso, de una modalidad «estilista» del empleo de aquéllos en los «actos lingüísticos pri vilegiados» que el convencionalismo cultural ha canonizado como literarios. Así pues, si somos conscientes de las consecuencias de esta actitud, los lingüistas de bemos irnos acostumbrando a entrar con más respeto en un dominio cada vez menos nuestro, y cada vez más específico de la sociología literaria y de la historia cultural.
15.4. EL DESVÍO 0 EXTRAÑAMIENTO. La noción de d e s v í o aparece en muchas orientaciones de la crítica actual (estilística idealista o genéti ca, poética estructuralista, estilística generativa), entendiendo por desvío aquello que se aparta de la len gua común. De esta forma se considera la literariedad como algo específico y diferenciado, aunque, co -
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mo ya dijimos antes, cada escuela lo realiza desde distintos puntos de vista y con diferente metodología. Esta teoría está, en cierta medida, sustentada en la retórica tradicional y es la base de las figuras o procedimientos que se manifiestan en los mensajes estéticos. El estilo literario viene marcado por el des vío consciente y deliberado del código que hace el autor. Desde este punto de vista, el hecho literario es un hecho no sistemático del lenguaje, un uso marginal de los paradigmas lingüísticos que lleva al autor a transgredir la norma, presentar nuevos condiciona mientos de los signos, etc. Esta teoría ofrece la dificultad de discernir cuál es la norma que debe servir de referencia para deslindar lo literario de lo no literario. Los formalistas rusos consideran, en un principio, la lengua literaria por los modos y formas en que está construida. Posteriormente, el formalismo recuperó los aspectos semánticos, contextúales, y se acer có a una concepción semiológica de la literatura, concibiéndola como un signo autónomo y a la vez como un signo de comunicación. Intentaron reforzar lo endeble de esta tesis desviacionista y hablaron de extrañamiento como producto del desvío y principio definitorio de lo literario. Mediante el extraña miento se nos ofrece una percepción inédita de la realidad, desautomatizando el lenguaje, deformando los materiales que lo componen, dislocando semánticamente la expresión. Este procedimiento de extra ñamientos sitúa a la palabra como foco de interés. Los efectos verbales suponen un alejarse del automa tismo de la lengua usual que nos lleva directamente al propio mensaje. La palabra se siente como tal palabra, no como sustituto del objeto designado —función referencial— ni como explosión afectiva —función emotiva. Esta divergencia del lenguaje común individualiza la lengua literaria y la constituye como una experiencia formal con una singular construcción cuya función es esencialmente estética. Tanto la noción de desvío como la de extrañamiento se consideran como hechos de estilo. En este sentido, el estilo se refiere al conjunto de rasgos formales que parten del patrimonio común de la lengua y que se caracteriza por: 6 Tener unos valores extranocionales, de origen afectivo o emotivo. 8 Ser un hecho de elección que tiende a elegir lo desviado. ® Un extrañamiento frente al uso automatizado de la lengua común. Este extrañamiento es fuente de expresividad, • Presentar distintos grados de gramaticalidad, desviaciones que se ejercen sobre el significante que, en consecuencia, originan o provocan significados insólitos. Todos estos rasgos apuntan hacia ese extrañamiento propio de la lengua literaria, pero no tienen senti do por sí solos sino en el contexto, que es donde los rasgos anómalos y no anómalos adquieren su valor y sentido estilístico. Sin embargo, estas nociones de desvío o extrañamiento frente al automatismo son rasgos de expresivi dad que aparecen en otros mensajes no literarios: proverbios, eslóganes publicitarios, propaganda políti ca, conversación, etc. Ahora bien, la originalidad, la creatividad, la belleza, se reflejan en su grado máxi mo en la creación que percibimos como literaria. Por ejemplo, el siguiente texto pertenece a los dos terce tos últimos del soneto de Quevedo A m or constante más allá de la muerte:
Alma a quien todo un dios prisión ha sido, venas que humor a tanto fuego han dado, médulas que han gloriosamente ardido, su cuerpo dejará, no su cuidado; serán cenizas, mas tendrá sentido; polvo serán, mas polvo enamorado. Si observamos su sintagma final, vemos que está constituido por dos unidades claras y no desviadas de la lengua aisladamente: polvo y enamorado, pero esos elementos unidos adquieren un sentido especí fico, peculiar, extraño, que hace necesario acudir al contexto para darle su auténtica significación. El fenómeno de la convergencia y del contraste ayudan a definir los significados textuales. En el citado fragmento podemos observar el fenómeno de la correlación, el del paralelismo, la imagen visionaria y el citado desplazamiento calificativo. Estos procedimientos hacen que la palabra por sí mis ma concentre todo el interés y el mensaje sea soporte y vehículo de una vivencia tan nítida dentro de
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su condensación temática como es la superviviencia del amor sobre la muerte. Un esfuerzo más en el intento de definir lo literario es el de Jakobson, con su noción de función poéti ca y el principio de recurrencia, cuya dominancia marcaría la literariedad de un texto.
15.5. LA U N C IÓ N POÉTICA. 15.5.1. LA TEORIA DE JAKOBSON. Las funciones del lenguaje (vid. tema 1) marcan en cierto sentido, según su orden jerárquico, la estruc tura del mensaje en función del factor que predomine. Lo que es indudable es que no son privativas de unas estructuras determinadas y, en el caso que nos ocupa, la función poética puede aparecer en otros tipos de mensajes no literarios. Cuando el mensaje asume la función principal y se convierte en objeto estético decimos que predomi na la función poética y el resto de las funciones pierden relevancia. Para afirmar que esto es lo esencial en el lenguaje literario, Jakobson intenta describir los mecanismos que rigen dicha función. La forma del enunciado es el factor dominante en el lenguaje literario. En él la palabra es sentida como tal palabra por su forma misma, por su calidad fónica, morfosintáctica y léxica. En esto radica la literariedad. Toda su estructura verbal depende de la función poética que, aunque no es exclusiva-de este tipo de mensajes, como ya sabemos, llega a su más alto grado en la lengua literaria, sobre todo en la poesía. La función poética, dominante o secundaria según el grado de literariedad de los textos, se manifiesta a través de los fenómenos paralelísticos y de las organizaciones recurrentes (insistencia en lo ya dado). Las recurrencias se convierten en principios constructivos textuales, ya que las secuencias manifiestan continuas equivalencias en términos ya emitidos, reiterando lo dado, repitiendo en la cadena rasgos fóni cos, morfológicos, sintácticos y semánticos. Fenómenos recurrentes son: el verso, el paralelismo sintácti co, la isotopía semántica, etc. Román Jakobson concibe el lenguaje como un haz de funciones (vid. tema 1) que se refieren a los distintos factores constitutivos de la comunicación. Acerca del propio mensaje, de su organización inter na, que denomina él función poética, nos dice:
La literariedad de un discurso consiste en una ordenación y composición total del mismo mediante el principio de la recurrencia, a saber: la función poética proyecta el principio de equivalencia (de semejanza) del eje de selección al eje de combinación. La equivalencia pasa a ser un recurso constitutivo de la secuencia. R. Jakobson. Lingüística y Poética. Según el principio de Jakobson, es probable que una unidad lingüística en el mensaje literario tenga importantes relaciones de semejanza y de contraste con otras unidades del discurso, en lugar de estar relacionada con ellos sólo a través de la sintaxis. Según vimos en el tema 1, el eje de selección supone la opción que hace el hablante ante varias posibi lidades que le ofrece el sistema —relaciones paradigmáticas de los signos—. La relación sintagmática viene representada por el eje de la combinación que significa las relaciones que contraen los signos entre sí basadas en el carácter lineal de la cadena lingüística. Según esto, en el lenguaje común el hablante selecciona primero y combina después, mientras que en el lenguaje literario dominado por la función poética las dos relaciones se hallan enlazadas de forma indisoluble. Como dice el profesor Lázaro Carreter acerca del principio de Jakobson:
En efecto, la construcción de una secuencia como El caballo galopa es el resul tado de dos actividades; una, la «selección», permite elegir la palabra caballo en -
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tre vanas que la lengua ofrece ordenadas en el mismo pardigma: caballo, jamel go, rocín, penco, jaco, corcel, etc; otra, la «combinación» autoriza a añadir al ca ballo un predicado de entre los muchos que se agrupan en diveros paradigmas; uno de estos está constituido por vocablos como correr, trotar, galopar, bracear, caracolear, corvetear, gambetear, escarcear, etc. En ese punto de la construc ción, el hablante realiza otra selección, y se decide por el ve'rbo galopar. Simul táneamente, aplica las reglas gramaticales que obligan a anteponer un presenta dor al nombre, a adecuar los accidentes verbales a su intención, y a establecer la concordancia. El resultado de la «selección» y de la «combinación» es la ora ción: El caballo galopa. La primera se realiza dentro de paradigmas que pode mos imaginar ordenados verticalmente: correr trotar galopar caracolear, etc.
caballo jamelgo rocín corcel, etc.
En cambio, la combinación se produce a lo largo del eje horizontal de la secuencia. En el uso común del lenguaje, una vez que se ha realizado la «selección» dentro de un paradigma, se da normalmente por definitiva, y se pasa a la siguiente; tras ésta, otra, y no se vuelve sobre ninguna de ellas, El principio de Jakobson esta blece que la función poética consiste justamente en lo contrario: el escritor no se olvida de las «selecciones» que ha realizado, ni de los paradigmas de voces (sinó nimas o antónimas, homófonas, parónimas, copartícipes de semas, etc.) en que ha efectuado su elección. Tampoco se desentiende de los fonemas y sus combina ciones o de las estructuras sintácticas que han aparecido; por el contrario, sigue proyectando el paradigma sobre la secuencia; y ésta, a su vez, engendra nuevos paradigmas sintagmáticos, que siguen repitiéndose: lo vertical se proyecta así sobre lo horizontal, y la secuencia se hace asiento de todo tipo de recurrencias. L. Carreter. Estudios de Poética, En consecuencia, los elementos se seleccionan en función de los demás con los que se combinan y conforman la cadena lingüística. Selección y combinación de elementos que operan através de las recu rrencias y desviaciones.
75.5.2.
TEORIA DE S.R. LEVIN.
S. R. Levin parte de la función poética descrita por Jakobson y proporciona un método de análisis basado en el coupling o emparejamiento. El coupling se presenta como una estructura en la que los ele mentos lingüísticos de naturaleza semejante están planteados en una relación de equivalencia o-se apro ximan y enfrentan en una única isotopía. Esa repetición de signos en posiciones equivalentes o semejan tes proporciona al texto unidad y le dota de inalterabilidad. En otras palabras, Levin establece que las dos características más importantes de los textos literarios — su especial cohesión interna y su memorabilidad o permanencia— son debidas al emparejamiento. De esta forma, el emparejamiento es la colocación de elementos lingüísticos equivalentes en posicio nes también equivalentes y se constituye en fenómeno estructurador muy útil para el análisis de la con vergencia entre repetición y orden sintáctico. Es importante señalar que la equivalencia de elementos se refiere tanto a elementos idénticos como opuestos: alba/atardecer, feliz/triste, etc. Observemos los elementos recurrentes en este poema de Gil Vicente:
1 Muy graciosa es la doncella, ¡Cómo es bella y hermosa! Digas tú, el marinero que en las naves vivías, -
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5 si la nave o la vela o la estrella es tan bella. Digas tú, el caballero que las armas vestías, si el caballo o las armas o la guerra 10 es tan bella. Digas tú, el pastorcito que el ganadico guardas, si el ganado o los valles o la sierra es tan bella. El poema tiene una estructura muy sencilla: l.° una afirmación: M uy graciosa es la doncella. 2 ° una exclamación nacida del asombro: ¡Cómo es bella y hermosa!' 3.° una demostración sugerida por la indagación en tres experiencias de lo bello: a ) el hombre de mar: Digas tú, el marinero. b ) el hombre de la guerra: Digas tú, el caballero. c ) el hombre de la naturaleza: Digas tú, el pastorcito. La triple indagación divide el poema en tres grupos perfectamente estructurados. Veámoslos gráfica mente, señalando en negrita los elementos funcionales que cada grupo tiene en común con los otros: Grupo a) Digas tú, el marinero que en las naves vivías si la nave o la vela o la estrella es tan bella.
= 7 sílabas. = 7 sílabas. = 11 sílabas. = 4 sílabas.
Digas tú, el caballero que las armas vestías si el caballo o las armas o la guerra es tan bella.
= 7 sílabas. = 7 sílabas. = 11 sílabas. = 4 sílabas.
Digas tú, el pastorcito que el ganadico guardas si el ganado o los valles o la sierra es tan bella.
= 7 sílabas. = 7 sílabas. = 11 sílabas. = 4 sílabas.
Grupo b)
Grupo c)
Si observamos el esquema de los tres bloques estructurales, salvo una oscilación del acento entre la 3.a y 4.a sílaba del 2.° verso del grupo c), vemos que son idénticos: — Se repite el esquema silábico: 7—7—11—4. — Se repite el esquema acentual (salvo la oscilación indicada): son tónicas las sílabas 3.a y 6.a de todos los versos. Los endecasílabos coinciden además en el acento obligado de penúltima sílaba. — Se repite el esquema sintáctico: — Imperativo + vocativo (Determ. + N) — Condicional trimembre Si + (Determ. + N) + o + (Determ. + N) + o + (Determ. + N) — V. Cop. + Adverb. ponderativo + Adj. !A1 medir este verso téngase en c v m a la h aspirada ih i
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ELEM ENTOS RECURRENTES:
EN EL PLANO FÓNICO. a) Ritmo del verso: 7—7—11—4 sílabas repetido tantas veces como grupos hay. Eso significa que la cadencia de versos de 7, 11 y 4 sílabas se presenta cada 4 versos (la de heptasílabos en los versos 3, 7 y 11; la de endecasílabos en los versos 5, 9 y 13; la de tetrasílabos en los versos 6, 10 y 14). Esa cadencia es idéntica en todos los grupos. b) Ritmo acentual: Salvo en el 2.° verso del grupo c) las sílabas tónicas están uniformemente reparti das: van en los lugares 3.° y 6.° de cada verso, por lo que la recurrencia es absoluta. La intensidad silábica se reproduce una y otra vez, y siempre tras el mismo período. El ritmo, así, está plenamente conseguido. c) La rima: La recurrencia fónica se manifiesta en la rima porque los sonidos se repiten totalmente (rima consonante) o de forma parcial (rima asonante). Pueden darse asimismo fenómenos de rima inter na en las palabras que constituyen los versos del poema. En el poema de Gil Vicente la recurrencia en forma de rima consonante se produce en tres casos: • Palabras asociadas por la rima con el adjetivo bella, eje temático del poema. Son estrella (v. 5), que aparece en rima externa, y doncella, (v. 1) que lo hace en rima interna. • Adjetivos intensificadores del núcleo temático: graciosa (v. 1) y hermosa (v. 2). • Palabras relacionadas con los campos de experiencia “consultados” por el poeta: guerra (v. 9), del campo de experiencia del caballero, y sierra (v. 13), del campo de experiencia del pastorcito. Existen, además, otras recurrencias en rima asonante que se producen en el seno del verso: vela (v. 5) rima con bella y su grupo; caballo, campo de experiencia del caballero con ganado, campo de expe riencia del pastor; y naves (v. 4), campo de experiencia del marinero, con valles (v. 13), campo de expe riencia del pastor. Para concluir con las recurrencias fónicas habría que añadir la rima consonante entre morfemas de dos palabras del mismo campo de experiencia: pastorcito (v. 11) y ganadico (v. 12). Las recurrencias presentes en el plano fónico han creado una red de asociaciones entre los elementos significativos del poema. EN EL PLANO MORFOLÓGICO. Es recurrente el uso de adjetivos, bien independientes: bella (repetido en cuatro ocasiones por ser el núcleo poemático), o geminados: bella y hermosa (v. 2). Otra recurrrencia, interesante por el siglo en que se escribe el poema, es la repetición de los morfemas apreciativos —ico, cargados en ambos casos de afectividad. También es recurrente la relación caballo/caballero. EN EL PLANO SINTÁCTICO. Puede comprobarse cómo se repiten las estructuras sintácticas en el esquema que hicimos al comenzar este comentario. Las construcciones que aparecen en el primer grupo vuelven a manifestarse sin cambio en el segundo y en el tercero. Hay un perfecto paralelismo sintáctico. Se repite: • El imperativo inicial. • El vocativo e incluso su hoy anómalo determinante. • La oración de relativo. ® La oración de condicional y su peculiar trimembración unida por la conjunción disyuntiva para ofrecer al lector la posibilidad de elegir el elemento que mayor rivalidad entrañe para la belleza de la mujer. • El atributo intensificado concordando con uno solo de los elementos enumerados en la serie dis yuntiva: es en vez de son, porque lo que se ofrece no es comparar los tres conjuntamente, sino elegir uno de ellos -—¿el más bello?— para compararlo con la doncella. No hay recurrencia de tiempos verbales. En el grupo del marinero y del caballero el tiempo utilizado es el pretérito imperfecto, expresivo de la duración del pasado, pero pasado. Los personajes están presen tados como guerrero que antes vestía armas, como marinero que antes vivía en las naves. Parece que eso no sucede cuando se pregunta al pastor. El pastorcito está en presente, realizando su actividad: el ganadico guardas. Precisamente es este cambio temporal el que hace que se produzca la única irregulari dad en los acentos de los versos. Si hubiera puesto el poeta guardabas, la correlación con los otros gru -
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pos poéticos hubiera sido perfecta. Pero ha debido decir guardas y se ha alterado ligeramente el pulso rítmico del verso. La falta de redundancia en el tiempo verbal es intencionada, porque el poeta ha renun ciado a la perfección rítmica. Ha querido que el pastor esté ejerciendo. Tal vez de ahí nazca la fuerte afectividad que se desprende de los sufijos apreciativos. La época de Gil Vicente señala el triunfo de la naturaleza y de lo natrual. Alborea el Renacimiento. EN EL PLANO LÉXICO-SEMÁNTICO. Se utilizan términos sinónimos, recurrentes por definición: bella tiene el mismo contenido que hermo sa. La repetición formando grupo bimembre es una forma de subrayar lo que se dice: un gesto expresado léxicamente, congruente con la afectación exclamativa. No hay sinonimia, sino simple repetición del tér mino en nave, que aparece en el verso 4 y 5 una vez en singular y otra en plural, y en el término ganado (v. 13), precedido de ganadico (v. 12). La serie disyuntiva de cada grupo recoge elementos propios del campo conceptual —visual o mental— del personaje nombrado. El marinero ve estrellas, navega en la nave, sujeta las velas; el caballero viste armas, cabalga sobre el caballo; el pastorcico pastorea el ganado por los valles o la sierrra. Y como son elementos de su diario vivir, son elementos valorados y hermosea dos por el afecto. Por eso se anotan esas posibilidades tratando de concretar si hay algo que pueda en sombrecer la hermosura de la doncella. La redundancia está en repetir el procedimiento en cada parte de la estructura. Es interesante señalar la metonimia armas por armadura aunque no sea un elemento recurrente. Lo mismo sucede con el colectivo ganado.
15.5.3. P R O P U E ST A D E L A Z A R O C A R R E T E R .
El profesor Lázaro pone de manifiesto que la función poética descrita por Jakobson no posee ese ca rácter tan distintivo de lo literario, sino que cumple una función estructurante, y considera importante investigar lo literario como una manifestación no única de los mensajes literales. La permanencia y memorabilidad de la lengua literaria hace que fije unas estructuras inamovibles, que permanezcan literales, fijadas, en oposición al lenguaje que no tiene voluntad de permanencia y por lo tanto es fungióle. Vengamos, por fin, al mensaje mismo, para tratar de caracterizar el literario frente al no literario. Un rasgo del primero se nos impone en seguida: su intangibilidad. Retengamos esto: la obra artística nace para ser siempre como en su origen fue. Al mensaje ordinario corresponde una expresión transformable; al literario, no. El autor, por supuesto, es libre —o relativamente libre, pues no falta quien le nie ga esa facultad de elegir, de fijar las correspondencias que considera más perti nentes entre sustancia y expresión. Pero, cuando ha elegido, lo ha hecho así y pa ra siempre, de tal modo que en su obra es ya imposible separar la expresión del contenido. Para que la obra quede inmovilizada en sus límites y en su literalidad (aunque sujeta a las variables interpretaciones de los lectores), se constituya en contexto de sí misma y se fundan en ella, como acabamos de decir, tan estrechamente su «forma» y su «fondo», algo muy radical debe suceder en el manejo del código lin güístico cuando se emplea para construirla. Algo que no puede limitarse a la pro piedad, corrección y pureza de la retórica clásica; que no consista en las opera ciones reposteras de ornarla con figuras. Ha de tratarse, en suma, de una lengua distinta. Creo equivocado oponer lengua literaria a lengua usual; estimo que es más ajustado a la realidad enfrentar el lenguaje estándard, de empleo oral (dejo tácticamente fuera de cuestión el grave problema de la lengua escrita), con el que denomino lenguaje literal, es decir, el destinado a reproducirse en sus pro pios términos. Ya he aludido a que ésta es una característica importante de la len gua literaria, pero no le pertenece en exclusiva, porque la comparte con otros muchos tipos de lenguaje que no son artísticos. Por ejemplo, con el refrán y la máxima, el eslógan publicitario, la plegaria, la jaculatoria, el conjuro, el precepto legal, la inscripción...- Multitud de manifestaciones lingüísticas que, sin ser litera rias, exigen, sin embargo, la literalidad. Y esta cualidad —insisto: la que facilita a un mensaje la posibilidad de ser re producido en sus propios términos— exige, evidentemente, unas propiedades en
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el lenguaje que utiliza, muy distintas a las que se requieren en la comunicación de finalidad escuetamente informativa, en la cual, el cuerpo material del lengua je resulta indiferente, y está, por tanto, destinado a perecer apenas se ha realiza do la comunicación. En cambio, si yo no enuncio un refrán tal cual la tradición lo ha fijado, produciré la perplejidad de mis oyentes, y si no formulo a la letra un exorcismo, no podré quejarme de que no produzca efecto. Es fácil ver cómo el lenguaje de la literatura pertenece a esta estirpe de lenguajes literales, puesto que resulta imposible alterar un texto artístico sin destruirlo, sin atentar contra él. La lengua literaria, insisto, pertenece al orbe dei lenguaje literal, que, en nues tra competencia, se opone en bloque al de la creatividad, al de los mecanismos mentales que conducen a construir oraciones gramaticales y aceptables. Porque ocurre que esta lengua fijada, precisamente para poder ser repetida y precisa mente para poder ser distinguida de los mensajes creados para cada ocasión, rompe con las reglas gramaticales y hasta emplea palabras y formas exclusivas, que jamás se utilizarán fuera de ella. Una propiedad fundamental del lenguaje literal frente al no literal es que debe ser estructurado y, por tanto, proyectado de antemano. Proyectar es algo bien ajeno a la lengua oral, cuya simultaneidad con el pensamiento resulta casi perfecta. Pro yectar, por el contrario, implica prever el contenido antes de componer, para dar después forma tanto al contenido como a la expresión. Implica también algo im portantísimo: la precisión de cerrarlo en un punto previsto con una cierta aproximación. La espacialidad del mensaje, de tan escasa relevancia en el lenguaje no literal, aparece, pues, como propiedad específica del literal, imponiendo su ley de que, a menor espacio, corresponde un mayor alejamiento de la gramática y del léxico ordinario. Y aquí, en la manera de cifrar el mensaje, encontramos, según pienso, un ele mento decisivo para caracterizar la literatura, con las exigencias que imponen su cierre y su espacio, a las que hay que responder con tácticas que atenúan, de mo do más o menos grave, contra la norma del lenguaje ordinario. Pero, como hemos dicho, la lengua de la literatura es sólo una manifestación, aunque importantísi ma, de la lengua perdurable. (...) (...) Si resumimos lo que con trazos muy generales y sm matices, llevo dicho, nos encontramos con la posibilidad de definir la literatura —por supuesto, he dejado fuera adrede los problemas especiales que, en vanos puntos, plantea la literatu ra folklórica—como un conjunto de mensajes de carácter no inmediatamente prác tico; cada uno de estos mensajes lo cifra un emisor o autor con destino a un re ceptor universal, constituido por todos los lectores potenciales que, en cualquier tiempo o lugar, acudirán voluntaria o fortuitamente a acogerlo. Ese mensaje con lleva su propia situación; lo cual implica que, para adquirir sentido, debe instalar se en la peculiarísima de cadaledtor, constituyendo una situación de lectura apro piada. Por último, la obra literaria, en función de que debe mantenerse inalterada y ser reproducida en sus propios términos, se cifra o escribe en un lenguaje es pecial, cuyas propiedades generales se insertan en las del lenguaje literal, y cu yas propiedades específicas deben investigarse.
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15.6 LA CO NNO TACIO N En la comunicación literaria el mensaje ofrece una información que no siempre es fácilmente decodi ficable, debido a su complejidad, ambigüedad y a sus connotaciones. En oposición al valor informativoreferencial regulado por el código aparecen otros valores no referenciales que se superponen a los valores denotativos y que se denominan connotadores. En realidad, pertenecen al propio código, pues toda len gua no sólo denota sino que también connota. C Ó D IG O (lengua) — ► S U B C Ó D IG O (tradición literaria y retórica) — ► ID E O L O G ÍA
i_______________ '
i
1
P L A N O DENOTATIVO — ► P L A N O CONNOTATIVO
Desde este punto de vista, lo literario no es un lenguaje diferente sino una modalidad de uso del pro pio sistema que se especifica no sólo en el plano denotativo sino también en el plano connotativo como significado global. Hasta tal punto interfieren lengua literaria y sistema lingüístico que es el código denotativo aquél con que se construye el subcódigo que gobierna la lengua literaria. De esta forma, signo literario equivale a signo connotativo. Esta teoría, expuesta por Hjelmslev, concibe el hecho literario dentro de la semiología denominándolo como una semiótica connotativa: En la semiótica connotativa el plano de la expresión viene dado por el plano de la expresión de una semiótica denotativa. Se trata, por tanto, de una semiótica en la que uno de los planos (el de la expresión) es una semiótica. Prolegómenos a una teoría del lenguaje. Como vimos en el tema 1, podemos representar el signo connotativo de la siguiente forma:
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STe
Desde esta perspectiva, el lenguaje poético potencia y actualiza las relaciones, connotaciones y evoca ciones que se dan como posibles en todo signo lingüístico, constituyendo la realización de la plenitud funcional del sistema (Coseriu). Esta vertiente de análisis de lo literario se opone a considerar el lenguaje literario como desvío respec to del uso normal, puesto que su uso connotativo apela a la totalidad del lenguaje, a todas sus posibilida des, y por ello no representa ninguna reducción o desviación. Igualmente, está en oposición con la teoría de un sistema propio y específico. La connotación adquiere en el mensaje literario un valor muy importante como medio de creación, tanto enriqueciendo el propio sistema como creando nuevos significados. A su vez, la connotación ela bora en la totalidad estructurada de un texto una red de asociaciones progresivas; esto hace que el fenó meno de la connotación en el hecho literario sea muy difícil de sistematizar y realmente se convierta en un fenómeno de percepción individual, de re-creación en la lectura por parte del receptor. Debido a la polivalencia funcional del lenguaje, observamos los valores denotativos y los connotativos como los aspectos más importantes que parten de un mismo referente pero que se oponen en el plano psicológico. Mientras la denotación designa respuestas cognitivas, la connotación expresa algo diferente del mismo objeto afectivamente y proporciona un modo original y específico de captar el mundo. -
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Toda palabra tiene el poder de evocar una u otra de acuerdo con la estructura del mensaje en que se halla inserta. Lo hemos podido comprobar en los textos referidos a Castilla en este mismo tema. Observemos en el siguiente texto de Juan Ramón Jiménez en Diario de un poeta recién casado, la serie de connotaciones sugeridas por el campo cromático y sus asociaciones textuales con los nombres. Este poema lo escribe el autor en su viaje de vuelta de EE.UU en barco. En alta mar, de forma profunda, clara y desnuda, nos da a conocer la experiencia, lo realmente sentido por él en ese preciso momento y en esa situación determinada:
8 de junio MAR DE PINTOR (Al encausto y en dos mitades) Cuatro de la madrugada: Mar azul Prusia. Cielo verde malaquita. Emociones seis de la mañana: Mar morado. Cielo gris— Sports. Nueve de la mañana: Lectura. Una de la tarde: Mar ocre. Cielo blanco.— Desamor. Cuatro de la tarde: Mar de plata. Cielo rosa— Nostalgia. Ocho de la tarde: Mar de hierro. Cielo gris— Pensamientos. El cuadro siguiente nos ofrece las posibilidades connotativas del léxico: VALORES SEMÁNTICOS DE LOS COLORES, LÍNEAS, PLANOS Y LUZ. SUS SENSACIONES. COLORES (acercan, alejan, apagan o excitan). _ , , Palabras ásperas violentas PERCEPCIONES SIMPLES
CÁLIDOS: acercan, excitan, dinamizan. rojo: pasión, lucha, calor, ira, fiebre, tensión, vibración. amarillo: imperio, estímulo, agudez, sequedad. naranja: delicadeza, femineidad, candidez. FRÍOS: alejan, calman.
Palabras suaves
azui: verde: violeta:
lejanía, altitud, pureza, quietud, abstracción. calma, depresión, vejez. tristeza, cansancio, sufrimiento.
LÍNEAS (concretan) amplias
PERCEPCIONES COMPLEJAS
Palabras
recta:
oval: delicadas oblicua: inquietas ascendentes vertical: dinámicas
ondulantes:
dinámicas
en zig-zag:
amplitud, calma, espacio, estatismo, in mensidad: mar, desierto. delicadeza, suavidad: ojo, huevo, pez. inquietud, desasosiego: rayo, sierra. ascensión, firmeza, esperanza, seguridad: ciprés, torre. duda, inseguridad, amenaza, ímpetu: ser piente. desorden, enredo: mareo, torrente.
PLANO (abstraen) serenas circulares (esferas): calma, serenidad, precisión. equilibradas piramidales: armonía, seguridad, equilibrio. opresivas cuadrangulares: limitación, espíritu cerrado: cárcel. inquietas irregulares: inquietud, impetuosidad, libertad, ira.
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LUZ (ambiente)
Palabras
Blanco-negro (y sus combinaciones) Blancas, limpias: blancura, luminosidad, optimismo, alegría. Sombrías: noche, sombra, tinieblas, pesimismo.
15.7. PR O C ED IM IEN TO S ESTILÍSTIC O S FU N D A M E N TA LES. Si existen variadas opiniones sobre el problema de especificar lo literario, también existe diversidad de paradigmas para englobar lo relativo a la técnica literaria. Los procedimientos o recursos que utiliza la lengua literaria no son exclusivos de ella, pues son recur sos lingüísticos y por tanto pueden aparecer en otros registros distintos. En el caso que nos ocupa, este uso se caracteriza por su originalidad y poder innovador, como recurso de estilo. El empleo de los ele mentos comunes de la lengua seleccionados denota una intención estilística. Hacemos hincapié en el hecho de que todo recurso no actúa aislado sino que converge en el significa do global del texto. El texto tiene una construcción textual, es una unidad definida como conjunto: U n te x t o p r e s u p o n e u n a e s tr u c tu r a , u n lím ite e s p a c io - t e m p o r a l y u n a j e r a r q u ía in te r n a e n s u s c o n s ti tu y e n te s . (I. L o t m a n )
Junto a esa retórica discursiva se dan en el texto literario unos recursos o procedimientos que afectan a la palabra poética y que aparecen interrelacionados en sus niveles fónico-morfosintáctico-semántico. El uso de estos recursos configura una estructura verbal más compleja, más opaca, y tiene la misión de salvaguardar la forma del mensaje dotándole de permanencia e inalterabilidad. En efecto, la importancia de la presencia de estos procedimientos radica en la coherencia y organiza ción interna, en su proyección discursiva. No olvidemos que la elaboración o elocución en la retórica es una función de elección y composición en relación con otras que abarcan la configuración textual.
15.7.1. C O N C E P TO S D E F IG U R A Y TROPO.
FIGURA. Consiste en la distancia existente entre signo y sentido, como espacio interno del lenguaje. Es un proceso basado en la connotación, y como tal implica la conciencia de la ambigüedad del lenguaje y, en particular, del discurso literario. Al ser modos diferentes de disponer o modificar el discurso según las posibilidades del sistema, afectan a lo sintagmático. TROPO. Figura de carácter semántico mediante la cual se hace tomar a una palabra una significación que no es su significación propia. En un fenómeno de sustitución con desplazamiento del valor semánti co. La sustitución de una palabra por otra pertenece a lo paradigmático, a la elección dentro del sistema.
15.7.2. C L A S IF IC A C IO N D E L O S REC U RSO S.
Acerca de la tipología se han intentado clasificaciones y definiciones actualizadas de las figuras que ya la retórica clásica había definido pero que aparecen como poco satisfactorias e incluso arbitrarias. Nosotros haremos referencia a la clasificación basada en la consideración tripartita, desde el punto de vista metodológico, de la estructura lingüística. Ponemos de manifiesto que las interferencias son nota bles y que no toda figura corresponde exclusivamente a un nivel dado. Todo recurso conlleva un aporte significativo, pero la incidencia mayor en un plano u otro hace viable esta clasificación.
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A. RECURSOS FÓNICOS.
La materia fónica del discurso puede ser manipulada con la finalidad de conseguir un mensaje más bello. De esta forma captamos los recursos métricos y su carácter literario, el uso de ciertas series de sonidos con valores onomatopéyicos, expresivos. Igualmente en el nivel discursivo cabría hablar de la organización recurrente fónica. Los recursos característicos más importantes son: ALITERACIÓN. Consiste en la repetición de la misma consonante o vocal, a veces sílaba, al princi pio o en el interior de varias palabras dentro de una unidad sintáctica o métrica. Es, por lo tanto, una figura de repetición: Una torrentera rojiza rasga los montes (Azorín) Con el ala leve del leve abanico (R. Darío) El paralelismo fónico que se deriva de la aliteración puede tener efectos sobre el significado. PARONOMASIA. Se puede considerar como un juego de palabras. Es una figura de repetición de elementos de semejanza relajada. Consiste en la leve modificación de la palabra repetida que se corres ponde con una diferencia de significado. Produce un contraste de gran efectividad: Vendado que me has vendido (Góngora) El hecho de que aparezcan significantes parecidos con significados distintos da lugar a: Atanaclasis: cuando se repite una misma palabra con sentidos diferentes: Mora que en su pecho mora (Romancero) Calambur: cuando las sílabas de dos palabras contiguas producen una palabra de sentido distinto: Si el Rey no m uere/ el Reino muere (Alonso de Ledesma) Retruécano: se reordenan de forma diferente los elementos de una frase con cambio de sentido: ¿Cómo creerá que sientes lo que dices oyendo cuán bien dices lo que sientes? (B. Argensola) Capacidad motivadora o simbólica. Determinados sonidos presentan un valor simbólico en relación con determinados sentidos. D. Alonso hace referencia a la función sugestiva que ofrecen las vocales: oscuridad/claridad (o, u / a, e, i), y las consonantes: suaves/duras y ásperas (fricativas/oclusivas y vi brantes). No existen estudios objetivos al respecto, pero observemos los versos siguientes: /Desamparo tórrido! La acera de sombra Palpita con toros Ocultos y topan (J. Guillem, el Sediento, de Cántico) En estos versos, la aliteración de la consónate t puede representar simbólicamente los latidos de palpi tar; el predominio de la vocal o da una tonalidad oscura: t ó r r i d o / sombra / toros / t o p a n . Ciertas repeticiones de sonidos, combinados con otros o con ¡a presencia o ausencia del acento, traen a nuestros oídos, por sinestesia, sensaciones de oscuridad o claridad u otras que proporcionan una cohe rencia en el nivel fónico y que tienen su referencia textual. Castagnino atribuye a algunas consonantes un valor onomatopéyico: / líquida, lo que se derrama o fluye; r rodadura, redoble, trueno; s, f , soplido o silbido; p, t, k, estallido. La motivación fónica está muy ligada a la onomatopeya propia de la lengua común. Ambos sólo funcionan cuando su efecto está apoyando su sentido. -
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B. RECURSOS SINTÁCTICOS.
Tratamos aquí los procedimientos que dislocan la estructura “ideal” de la frase, bien porque se aña den elementos, se cambia el orden o se suprimen. * Figuras de repetición, bien de términos idénticos, bien por acumulación de los diverso: • Figuras de repetición de términos idénticos: ANÁFORA. Consiste en la repetición de una o más palabras al principio de versos o enunciados suce sivos, subrayando enfáticamente el elemento iterado. Sirve para dar coherencia textual (vid. tema 10): Pena con pena y pena desayuno pena es mi paz y pena mi batalla (M. Hernández) ANAD1PLOSIS. Es una forma de iteración en la que se repite al principio de un verso o de una frase una palabra que estaba al final del verso o de la frase anterior. Es una repetición en contacto. CONCATENACIÓN. Producida por una anadiplosis continuada: Ideas sin palabras / palabras sin sentido (Bécquer, rima 6) Las adargas avisaron / a las mudas atalayas, /la s atalayas los fuegos, /lo s fuegos a ¡as campanas (Góngora, romance 23) EPANADIPLOSIS. Se reitera una palabra al principio y al fin de una frase o verso. Es una repetición a distancia: Perderte fuera así por no perderte (Quevedo) POLISÍNDETON. En oposición al asíndeton, consiste en la reiteración de esquemas sintácticos idén ticos, o bien en el uso marcado de conjunciones con valor expresivo. Dámaso Alonso le confiere un efec to de lentitud. Es lógico que vaya unida a la ENUMERACIÓN. Ni nardos ni caracolas tienen el cutis tan fino, m los cristales con luna relumbran con ese brillo (G. Lorca)
Hay un palacio y un río, y un lago y un puente viejo, y fuentes con musgo y hierba alta y silencio... un silencio (J.R.Jiménez)
POLIPTOTON. Consiste en la utilización de una misma palabra en diferentes accidentes gramaticales. Es una figura muy cercana a la derivación: ;Vive Dios, que la he de ver! Veréis la mayor belleza que los. ojos del rey ven (Tirso de Molina, El burlador) ¡Oh niñas, niño amor, niños antojos! (Lope de Vega). • Figuras de repetición por acumulación de lo diverso: ENUMERACIÓN. Se produce por la acumulación coordinante de elementos diversos. El tema se co munica a través de una serie de detalles que deben ir en contacto, asindética o polisindéticamente ordenados: El cuarto era angosto (...) Contenía una mesa de pino, un derrengado sillón de va queta y tres sillas desvencijadas; un crucifijo con una ramo de laurel seco, dos estampas de la Pasión y un rosario de Jerusalén, en las paredes;... (Pereda, Sotileza) En la poesía contemporánea es frecuente el fenómeno de la enumeración caótica, que consiste en la agrupación de detalles inconexos lógicamente hablando, pero que expresan un todo con una coherencia superior. Presenta desorganizada una realidad con el fin de dar a entender ese propio desorden. Es una especie de enumeración elíptica que intenta dirigir la atención sobre los objetos, cargados de valor sim bólico, relacionados con un eje común que el lector ha de identificar: -
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Perchas, peroles, picaros, patatas, aves, lechugas, plásticos, cazuelas, camisas, pantalones, sacamuelas, cosas baratas que no son baratas. (R. Alberti, Roma, peligro para caminantes) Si dos o más enumeraciones de un texto tienen sus elementos en relación biyectiva entre ellos, aparece una construcción denominada CORRELACIÓN. CORRELACIÓN. Consiste en la sucesión de elementos de la misma categoría sintáctica cuya relación es la paratáctica. Según D. Alonso una característica suele ser que la primera pluralidad de elementos está diseminada a lo largo de todo el poema o de parte de él, y la segunda aparece reunida hacia el final de la composición en un solo verso. La denominada correlación diseminativa recolectiva. Un ejemplo se puede observar en los tercetos del soneto de Quevedo: Fue valiente, fue hermoso, fue artista, inspiró amor, terror, respeto en pintarle gladiando desnudo ilustró su pincel Tintoretto Machiavelli narra su historia de asesino elegante y discreto Cesar Borgia lo ahorcó en Sinigaglia (...) Dejó un cuadro, un puñal y un soneto.
(M. Machado) (Como valiente dejó al morir un puñal; como hermoso, un cuadro; como artista un soneto). Otro artificio estructural que afecta a la frase y a su sintaxis es el PARALELISMO. D. Alonso y C. Bousoño, por oposición a la correlación, definen el paralelismo como una estructura poética que ordena los elementos de distinta categoría sintáctica y cuya relación es hipotáctica. Se basa en la corresponden cia entre elementos sucesivos y ordenados sintagmáticamente. La construcción inicial se repite en frases o versos siguientes. Requiere una lectura horizontal. Observemos el poema de J. R. Jiménez. y su pluma se deshace como £2 F2 mi ansia, (estribillo)
Lo que corre por la tierra es humo A,
Si
Ci
no agua, y su azul se desvanece como
Lo que sube por la sombra es sueño
mi ansia, (estribillo)
no alma,
E.
F¡
AS
B2
Cs
y su gris se descompone como
Lo que vuela por el aire es bruma
A.'
Bs
ES
C2
FJ
mi ansia, (estribillo)
no ala
• Figuras que alteran el orden sintáctico habitual.
En líneas generales toda ruptura de concordancia en un período recibe el nombre de ANACOLUTO. Se considera recurso retórico cuando la posición de los elementos se sale del marco de lo acostumbrado, resulta insólita y concentra el interés del lector. Señalaremos como más importantes el QUIASMO Y EL HIPÉRBATON. QUIASMO. Consiste en la ordenación de dos grupos de palabras de tal forma que el segundo invierte el orden del primero. Recuerda el ejemplo de una imagen en el espejo. Crea cierto contraste y produce un efecto visual: Por casco sus cabellos,
Cuando pitos, flautas,
A\
/
su pecho por coraza.
cuando flautasqoitos.
B
(Góngora)
A
(Rubén Darío)
No es necesaria la repetición exacta de la palabra. Es suficiente el que guarden relación algunas entre sí.
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HIPÉRBATON. Cualquier variación en el orden sintáctico estandarizado por una lengua constituye un hipérbaton. Origina una percepción de miembros con posición cambiada: Del salón en el ángulo oscuro (Bécquer). Esta estructura irregular de la frase (según lo que se considera regular en el uso lingüístico) reproduce la estructura de genitivo latino. Niñas sólo perfiles dulcemente ladeados ... avanzan (V. Aleixandre) • Figuras de omisión o supresión de algún elemento. Consisten en la economía de los elementos nece sarios, pero tienen la capacidad de enriquecer el texto por su poder sugestivo. ELIPSIS. Se elude algún elemento gramatical que es sobreentendido: Mira, Señor, qué solos. Qué mortales (Blas de Otero) Yo soy querida por mi persona; el rico por su hacienda (Fernando de Rojas) ZEUGMA. Se utiliza un elemento sintáctico común para varias unidades análogas de la oración: La rotación del fruto, la alegría del pájaro fomentas y el bienestar y la salud de paso (M. Hernández)
C.
ASÍNDETON. Se da cuando hay carencia de cópula entre dos o más miembros que deberían llevarla. Bousoño le asigna un dinamismo expresivo de signo positivo: La delicia, el poder, el pensamiento aquí descansan. (L. Cernuda)
C. RECURSOS SEMÁNTICOS. Distinguiremos, por un lado, los tropos o lo que afecta a la semántica lingüística y a la significación relacionada con el sistema lingüístico. La creación de nuevos sentidos, la sustitución de un elemento por otro, son procedimientos inherentes al propio funcionamiento de la lengua y, de hecho, se produce en la lengua cotidiana. Ahora bien, la lengua literaria imprime un carácter estético, una originalidad, que no tienen en la lengua normal esos cambios de sentido. Por otro lado, citaremos una serie de procedimientos cuya relación se mantine con el referente o con el contexto a partir de los cuales son comprensibles. LOS TROPOS. Los tropos más importantes son la metáfora y la metonimia. Algunos autores citan también la sinécdoque, aunque la estrecha relación que mantiene con la metonimia hace que se incluya en ésta su estudio. Tanto la metáfora como la metonimia realizan un desplazamiento del significado y se refieren a un tipo de reducción léxica. Para A. Martínez García, la metáfora sufre reducción por metasemia y la metonimia por combina ción. Estudiamos por separado cada una de ellas. LA METÁFORA. Consiste en la sustitución de un término propio por otro cuya significación mantie ne con él una relación de analogía. Se trata, por tanto, de una identificación que se apoya en la selección paradigmática. Gráficamente se puede representar así: PLANO REAL
PLANO IMAGINARIO
TENOR
VEHÍCULO
(término metaforizado)
(término metafórico)
rías
FUNDAMENTO (semejanza) frescura, elegancia, gracia -
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nardo
Su risa era un nardo / de sal y de inteligencia (G. Lorca)
La importancia de la metáfora radica en su capacidad para relacionar los términos más aparentemente alejados en su poder plástico y en su fuerza emocional y significativa. Es una forma de aprender la realidad. Encontramos distintas clases de metáforas: si aparece el término metaforizado se denomina metáfora impura, como en el ejemplo anterior. En ocasiones se elimina el tenor, lo que proporciona mayor com plejidad por su elaboración imaginativa que obliga al lector a la búsqueda del tenor o plano rea!. En este caso se denomina metáfora pura. Entre ambas existen procedimientos intermedios de relación. La metáfora puede expresarse en varias formas gramaticales; fundamentalmente en nombres, verbos y adjetivos: Su lana de pergaminos / Precios locando viene (j. Lúea) La voz del muchacho naufragaba en la gangosa respuesta (M. Laínez) Florecerán ¡os besos / sobre las almohadas (M. Hernández) El campo duerme / hablando en su celeste tristeza (J. R. Jiménez) Distintas clases de metáforas A es B: Nuestras vidas son los ríos / que van a dar en la mar / que es el mar (J. Manrique). A de B: Labios de coral. B de A: Tambor del llano (G. Lorca). APOSITIVA: Guadalquivir, alta torre (G. Lorca). Carácter aposicional de B: Gigarra, estrella sonora (G. Lorca). Gran río, gran rey de Andalucía (Góngora). IMPRESIONISTA, al término real A se oponen dos o más rasgos que lo caracterizan y se identifican con él: Cecilia, dulce amiga, (...) a tí prado o colina que esparce su reposo (G Bousoño). Toda metáfora consiste en un desajuste semántico que hace ver un referente bajo un aspecto nuevo, no carente de sentido, y que establece su conexión con otro, dando relevancia a la nota común a amfccs recogida por el término metafórico, neutralizándose las restantes notas. LA METONIMIA Y LA SINÉCDOQUE. Consisten en la sustitución de una expresión semántica mente más amplia por otra semánticamente más restringida o al revés. Tanto la metonimia como la si nécdoque coinciden en establecer una relación de contigüidad que permite sustituir un término por otro, apoyándose en la combinación sintagmática. Difieren por el tipo de relación entre el término sustituido y el sustituyeme: Ambos tropos son casos de interdependencia sémica; por ello resulta difícil diferenciar. Umberto Eco, en su Tratado de Semiótica, afirma esta interdependencia, que consiste en la selección de un sema por el semema al que pertenece (vela por nave) o a la inversa: de un semema por uno de sus semas (mortal por hombre). Ya vimos ejemplos de cambios de significado debido a la contigüidad entre significantes en el tema 2. Observemos algunos ejemplos literarios según el tipo de relaciones:• • • • •
El todo por la parte: Los dos ríos de Granada / bajan de la nieve aI trigo. La parte por el todo: en esto se divisaron / de la religión seis velas. La causa por el efecto: cuando las estrellas clavan / rejones al agua gris. Rayo de luz El instrumento por el que lo maneja: Oh siempre gloriosa patria mía tanto por plumas como por espadas. -
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Otros términos emparentados con la metáfora que en ocasiones tienden a identificarse con ella: la IMAGEN, la COMPARACIÓN o SÍMIL y la SINESTESIA. Hacemos mención a ellas: IMAGEN. No existe relación directa entre el plano real y el imaginario. Abarca una variedad de efec tos por evocación y consiste en la introducción de un segundo sentido, simbólico, que descubre la intui ción o sensibilidad del lector y del autor. Bousoño diferencia la imagen tradicional, cuya analogía es objetiva, de la imagen visionaria, que supone una asociación emocional y de la visión que consiste en la atribución de cualidades imposibles. Según D. Alonso la imagen es el término irreal o conjunto de términos irreales que aparecen en una comparación explícita o en una alegoría. Para M. Pagnini es la representación de cualquier experiencia sensorial: sonido, vista (color o forma), gusto, olfato, tacto (imágenes térmicas y plásticas), movimiento (imágenes cinestésicas). ¿Quién pasará mientras duermo por mi jardín? A mi alma llegan en rayos de luna voces henchidas de lágrimas En estos versos de Juan Ramón Jiménez aparecen imágenes estáticas y visuales: sueño, jardín-, imáge nes dinámicas: voces que llegan; imágenes cromáticas: rayo blanco de la luna-, imágenes auditivas: voces henchidas de lágrimas. La imagen visionaria consiste en la relación que se establece entre dos términos, no porque existe entre ellos semejanza física sino porque ambos producen el mismo tipo de sugerencia. Si la imagen tradicional o metáfora era racionalista —lógica—, la imagen visionaria es irracionalista, subconsciente. Observemos qué dice Vicente Aleixandre del cuerpo de una muchacha tendida: Tu desnudez se ofrece como un río escapando El cuerpo de la muchacha desnudo sugiere sentimientos semejantes a los del río que se desliza presuro so: fertilidad, pureza, limpieza de la naturaleza, frescor, musicalidad,... Cuando un pensamiento se expresa por medio de una serie de imágenes, de forma que haya correspon dencia entre la imagen y la idea que representa hablaríamos de ALEGORÍA. En la alegoría el significa do connotado está oculto. Algunos críticos sitúan la alegoría entre las figuras lógicas o referenciales, al considerar que es una operación lingüística que actúa sobre el contenido lógico por medio de la supresión total del significado básico, que ha de ser referido a un nivel distinto de sentido que se comprende en relación a un código secreto. Veamos los ejemplos siguientes: Anoche cuando dormía sofié, ¡bendita ilusión!, que una fontana fluía dentro de mi corazón. Di, ¿por qué acequia escondida, agua, vienes hasta mí, manantial de nueva vida en donde nunca bebí? Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía dentro de mi corazón; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión! que un ardiente sol lucía dentro de mi corazón. (...) A. Machado
L. Carreter señala en este poema de A. Machado que la fuente, la colmena y el sol significan connotativámente, de forma oculta y profunda, las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Un pastorcito solo está apenado ajeno de placer y de contento y en su pastora ha puesto el pensamiento -
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y el pecho del amor muy lastimado. No llora por haberle amor llagado que no le pena verse así afligido, aunque en el corazón está herido; mas llora de pensar que está olvidado. Que sólo de pensar que está olvidado de su bella pastora, con gran pena se deja maltratar en tierra ajena, el pecho del amor muy lastimado (...) y al cabo de un gran rato se ha encumbrado sobre un árbol, do abrió sus brazos bellos y muerto se ha quedado asido dellos, el pecho del amor muy lastimado. S. Juan de la Cruz En este poema se corresponden: pasíorciío, Cristo; pastora, el alma; se deja maltratar al ir a buscarla, la pasión; tierra ajena, el mundo; árbol, la cruz. LA COMPARACIÓN O SÍMIL Un hecho real y otro imaginado aparecen conectados por una partícula. La relación que mantienen es también de analogía: Fléñda, para m í dulce y sabrosa más que la fruta del cercado ajeno (Garcilaso) /Cuánta nota dormía en sus cuerdas como el pájaro duerme en las ramas! (Bécquer) Si se suprime la partícula de comparación surge la metáfora, así como una formulación extensa sin partícula alguna desembocaría en la alegoría, mientras que la parábola suele mantener la fórm ula de comparación expresa (Lausberg). SINESTESIA. Consiste en la asociación de elementos que provienen de diferentes dominios sensoria les. Los adjetivos califican a un nombre captado por un sentido con una cualidad captada con otro senti do distinto. Por ejemplo, en /Salve al celeste sol sonoro! (R.Darío) existe una asociación de vista —sol— y oído —sonoro—. En este caso, sol es una metonimia —luz— y presenta a su vez un ejemplo de aliteración sinestésica. El epíteto como expresión nueva, original, produce sinestesias. El desplazamiento de la relación gra matical y semántica de un adjetivo forma también sintagmas sugerentes: El reposo verde de las calladas hojas En este caso el adjetivo se desplaza y se refiere a otro sustantivo que semánticamente no le pertene ce, califica una realidad próxima. Cohén los denomina epítetos no pertinentes. En el trino amarillo del canario (G. Lorca) el adjetivo sintetiza el sentido de los sustantivos canario y trino, formando un conjunto caracterizado por un color que se convierte en símbolo, en definición esencial de ambos nombres. Otros ejemplos: Los barrios entornados (J. R. Jiménez) La sonrisa amarilla de la marquesa (M. Delibes) Llamad a los alhelíes con su blancura pequeña (G. Lorca) El desplazamiento de adjetivos, la sinestesia, la imagen visionaria, son recursos estéticos de la poesía contemporánea. A. Machado, en el siguiente poema de Campos de Castilla, nos ofrece un conjunto de imágenes senso riales al recordar los años de su niñez:
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Tengo recuerdos de mi infancia, tengo imágenes de luz y de palmeras, y en una gloria de oro, de lueñes campanarios con cigüeñas, de ciudades con calles sin mujeres bajo un cielo de añil, plazas desiertas donde crecen naranjos encendidos con frutas redondas y bermejas; y en un huerto sombrío, el limonero
de ramas polvorientas y pálidos limones amarillos, que el agua clara de la fuente espeja un aroma de nardos y claveles y un fuerte olor a albahaca y hierbabuena; imágenes de grises olivares bajo un tórrido sol que aturde y ciega, y azules y dispersas serranías con arreboles de una tarde inmensa;
FIGURAS REFERENCIALES. Existe un grupo de figuras retóricas que aluden al contexto y/o al referente. Son figuras de orden lógi co, también denominadas de pensamiento. LITOTE. Consiste en negar lo contrario de lo que se quiere afirmar. Puede tomar todas las formas de la atenuación, pero la más frecuente es la de la negación del contrario; Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido (A. Machado) En esto no os alabo (D.R.A.) RETICENCIA o interrupción del discurso con una intención expresiva. El lector u oyente debe com pletar su sentido; El diputado oye una voz que le dice: diputado, serás ministro: el ministro oye una voz que le dice: ministro, serás... yo no sé qué, señores (Donoso Cortés)
HIPÉRBOLE o exageración más alia de lo verosímil. Consiste en la sustitución del término propio o adecuado por otro que rebasa semánticamente los límites de la verosimilitud; Tanto dolor se agrupa en mi costado que por doler m e duele hasta el aliento (M. Hernández) PLEONASMO o uso de palabras superfluas, redundantes: Temprano madrugó la madrugada: temprano estás rodando por el suefo(Miguel H e rn á n d e z ) ANTÍTESIS o asociación que se produce entre unidades de significado opuesto: iMira qué arrogante pasa, cuánto lujo por el cuerpo, cuánta pobreza en el alma!
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FIGURAS SEMÁNTICAS TIPOLOGÍA TROPOS sobre el significa do: metaseraas. modifican las pala bras en cuanto a su significado.
FIGURAS LÓGICAS sobre el referente: matalogismo. modifican el valor lógico d e la frase.
RASGOS
NOMBRE
supresión o adición parcial
METÁFORA (identidad sém ica) ANTONOMASIA
supresión o adición completa
METONIMIA SINÉCDOQUE (interdependencia sémica)
a en lugar d e b a = b a (apelativo) en vez d e A (nom bre propio), o a la inversa
a en vez d e b
supresión parcial
LITOTE
no a (contrario d e b ) en vez d e b (expresión propia)
supresión com pleta
RETICENCIA
a b e . ab...
adición sim ple
HIPÉRBOLE
adición repetitiva
PLEONASMO ANTÍTESIS
a
supresión o adición completa
ALEGORÍA SÍMBOLO
A — a :— a : ~ a.<— a -en vez de B — b : — b.- b b:.
supresión o adición negativa
IRONÍA
A (idea contraria) en vez d e B (idea propia).
b\ aben
defn
15.8 . G U ÍA P A R A EL C O M E N T A R IO D E U N R E L A T O 115.8.1. DATOS EXTERNOS A LA OBRA.
J
a ) Vinculación histórica:
Época.
b) Vinculación cultural:
Movimiento literario. Ideas predominantes en la época.
c ) Vinculación a un corpus artístico: — — — —
Autor. Vida. Otras obras del autor. Tema predominante. Estilo.
115.8.2. ANALISIS DE LA OBRA.
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1. El narrador a ) Forma parte del mundo de la obra. b ) Es ajeno a ese mundo (es un observador desde fuera). c) Valora lo que ocurre: • Con valoración fuerte: De pronto se encendió la luz y la suntuosa recepción brilló insolente mente con sus dorados y sus espejos. Por lo general había mayor sobriedad y decoro; mayor buen gusto. Lo subrayado destaca la valoración muy marcada del narrador.
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d)
e)
f) g)
h)
• Con valoración débil o nula: Visitó todas las casas hasta que eligió una de su gusto. Era sobria, elegante, de paredes encaladas. En el subrayado se indica la opinión del personaje con la que po dría coincidir la del narrador, pero no se indica así. Narra desde la Ia persona, desde la 2 a persona, desde la 3 a persona. Sabe tanto como sus personajes, más que sus personajes, menos que sus personajes, lo sabe todo: es omnisciente; descubre incluso el fluir de los pensamientos de los personajes y nos lo expone en el orden en que se produce, con sus titubeos e incoherencias (monólogo interior) o nos cuenta a su modo lo que piensan (estilo indirecto libre). Está presente en todas partes: omnipresente o ubicuo. Narra la acción desde un punto de vista: Fijo: Desde la puerta apenas distinguía el perfil de algunos muebles. Múltiple: El narrador presenta lo que ocurre desde distintos enfoques valiéndose de diversos testi gos y empleando diversas técnicas: Desde el rincón, Pedro veía la figura de Luis. Isabel, de espal das, adivinaba su presencia por la extraña larga sombra, por el silencio que sobrecogió a todos. A veces la misma historia es contada por diversos personajes que la cuentan desde su personal perspectiva y criterios. (En el ejemplo propuesto.hay tres puntos de vista: el de Pedro, el de Isabel y el de Luis). El punto de vista múltiple se denomina también perspectivismó. Mira a los personajes desde un plano de igualdad, superioridad o inferioridad.
2. El tiempo a ) Tiempo de la historia: — La historia se desarrolla a lo largo de un tiempo amplio = propio de la novela tradicional. — Reducido, la historia se desarrolla en unas horas o abarca un período de breves días = muy utilizado en la novelística contemporánea española y universal. b) Tiempo de relato: — Lineal: el narrador cuenta los hechos cronológicamente como hubieran sucedido en la vida real. — Simultáneo: el narrador va contando a la vez varias historias que suceden al mismo tiempo. Para lograrlo presenta las historias interponiéndolas: 1. Alternadas: contar una historia, cortarla, contar la segunda historia, volver a la Ia, etc. 2. Intercaladas: narrar una historia dentro de otra. Discordancias entre el tiempo de la historia y el tiempo del relato. Si los sucesos han tenido un orden temporal y son contados por el narrador en otro, se produce la anacronía, que puede ser de dos clases: 1. Analopsis: el narrador da un salto atrás para contar hechos que sucedieron en el pasado (imi tación del flash back = salto atrás del cinematógrafo). 2. Prolepsis: el narrador anticipa hechos futuros con relación a lo que se está contando. Tipos de analepsis y prolepsis: — Externa: salto atrás o adelante que lleva a un momento anterior al comienzo de la historia que se está contando en, 1er. plano. — Interna: salto atrás o adelante que va a coincidir con un momento anterior o posterior de la misma historia que se está contando en,ler. plano. c ) Tiempo del relato y del narrador: 1. El narrador cuenta una historia coincidente con el momento de escribirla: usa el presente (his tórico): El niño se levanta, se acerca a la puerta y sale. 2. El narrador, en su presente, narra un pasado: pretérito perfecto simple: El niño se levantó, se acercó a la puerta y salió. 3. El narrador, situado en el futuro, cuenta un hecho pasado: pretérito perfecto: El niño se ha acercado a la puerta, ha salido. El uso del pretérito perfecto simple es válido también para contar hechos en que el tiempo de lo narrado y el del narrador se presentan como concluidos en una circunstancia temporal alejada pero difieren el uno del otro: El niño se levantó, se acercó... -
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3. El espacio Lugar o lugares donde se desarrolla la acción narrada. Importancia de los mismos. Influencia para la historia narrada. Análisis de las posibles connotaciones aportadas por los espacios del relato. 4. La realidad representada: • Hechos. • Época: — el medio social, — aspectos políticos e históricos, — elementos culturales e ideológicos en general. • Sentimientos. • Realismo o fantasía. • Actitud que toma el autor (no el narrador) ante los elementos de la realidad que capta, (critica, de fiende, etc.). • La obra como información o como arma de transformación social. • Los personajes: Com o actores:
Caracterización física y moral utilizando frases extraídas del relato y trabadas correctamente en una redacción-resumen de las mismas. (Sólo de los principales). Como actantes:
Teniendo en cuenta los posibles actantes de! relato: 1. Sujeto (personaje principal). 2. Objeto (persona, cosa abstracta, idea que se propone como fin). 3. Destinatario (en favor de quien se busca el objeto). 4. Remitente o enviante (la persona o cosa que mueve al sujeto a realizar la acción. Puede ser también una idea o sentimiento). 5. Ayudante (persona o cosa que ayuda al sujeto a realizar su acción). 6. Oponente (persona o cosa que dificulta la acción del sujeto). Indicar los actantes fundamentales del relato. 5. El lector y su relación con la obra. a ) Se facilita su evasión o le hace responsable de los problemas. b ) Se le obliga a participar activamente en el relato: • Para reconstruir la historia y articularla. • Para tomar partido por una determinada idea o sentimientos. c ) Descubre un aspecto nuevo de la vida o se reafirma en determinados valores (concretar en qué consiste la novedad o la reafirmación). 6. El lenguaje utilizado en la obra. Nivel de lenguaje (coloquial, culto, poético, vulgar) o niveles que pueden registrarse. Si hay varios niveles, estudiar cuándo aparece cada uno de ellos. Concretar las características generales de esos niveles de lenguaje. Especificar si aparecen formas propias del lenguaje poético (metáforas, comparaciones poéticas, epí tetos abundantes, metonimias y en general las llamadas figuras retóricas). 7. Distribución externa de la obra. Capítulos, secuencias, cuadros, estrofas, etc. 8. Valoración final. Sentido o significado de las obras estudiado a través del análisis anteriormente realizado. Juicio final sobre el relato (aportar la opinión personal especificando los aspectos que más han llamado la atención del lector crítico).
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15.9. G U ÍA PARA EL C O M ENTAR IO D E U N A O BR A D E TEATRO. PREÁMBULO. El teatro es una producción compleja de indicios y estímulos destinados a que el espectador participe al máximo en un acontecimiento artificial del que siempre se espera que sea para él altamente significan te (Georges Mounin). Es un arte diferenciado: No es un arte específicamente lingüístico: Una obra de teatro está mucho más lejos de la significación de un lenguaje puramente lingüístico que de la significación de un aconteci miento (Idem). Está construido como una sucesión m uy particular de acontecimientos producidos intencionalmente para ser interpretados (Idem). Hasta su misma interpretación debe hacerse como se interpretaría un acontecimiento al que se asiste y en el que se participa (Idem), Por tanto, para Georges Mounin el teatro no es un hecho lingüístico sino un acontecimiento artificial, altamente significante, cuya misión es la de ser interpretado. (Cfr. Introducción a la semiología. El tea tro. Ed. Anagrama, pág. 107). Sin embargo, toda obra de teatro puede perpetuarse en un libro que puede ser leído por cualquiera. Ese libro no es más que el embrión o proyecto que recoge las intenciones del autor sobre lo que ha de ser acontecimiento artificial o espectáculo escénico. Es una guía, sin finalidad en sí misma. Todo lo que el autor siente está allí codificado en diversos sistemas o códigos: 1. Código lingüístico: utilizado en las acotaciones y en el texto pronunciado (diálogos, monólogos, apartes). 2. Códigos visuales: actores, gestos, movimientos, luces, colores, decorado, trajes, peinados, maqui llaje, expresión corporal...). 3. Códigos auditivos: sonidos, música, efectoá sonoros no articulados. Hay una cantidad de signos de distintos códigos, por lo que la obra no es un producto estrictamente lingüístico. Es una unidad integrada por un conjunto de signos simultáneos y heterogéneos • que cooperan a dar al conjunto una significación polisémica; • que colaboran en la delimitación de la significación fundamental cuando el espectador analiza los sistemas productores de sentido y cuando el espectador inserta sus observaciones en la tradición. El texto literario es fundamental para esta búsqueda de sentido; es indispensable como guía de la representación. -Las fases de la creación son: I a El autor codifica sus intenciones. El resultado es un texto polisígnico. 2 a Decodificación de esa comunicación compleja (alguien la comprende). 3a Nueva codificación: montaje escénico. Es el momento culminante de la obra. Es la obra plena. 4a (posible): Otros montajes, hechos por otros directores, subrayando otras significaciones implícitas en la obra y que se manifiestan subrayando unos signos distintos a los utilizados en montajes anteriores. El montaje escénico justifica y exige la complejidad sígnica del texto; desarrolla toda la potencialidad que el texto encierra. Sin él, la obra no llega a su pleno desarrollo. El auténtico teatro es el que llega a ser representado. Valor de los signos En todo producto artístico (estético) los signos pueden tener los siguientes valores: 1. denotativo: el signo remite a la cosa (la palabra, al significado normal): colmena = alojamiento de abejas. 2. connotativo: el signo remite a valoraciones subjetivas de quien lo emplea o recibe: colmena = tra bajo, orden, organización, jerarquización, dulzura... 3. simbólico: el signo representa una realidad abstracta o espiritual.
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El valor simbólico es ocasional, intencionado o no. . Los valores 1 y 2 suelen aparecer simultáneamente en la obra artística. Pueden aparecer los tres valores en una misma palabra (literatura) o en un mismo objeto (teatro). Ejemplo: Un diamente en un anillo: 1. Remite a la belleza de la joya (valor denotativo). 2. Sugiere la riqueza, vanidad, etc. de la persona (connotativo). 3. Es signo de la pureza de la persona, de su valor espiritual (valor simbólico). Sinonimia de signos Un mismo significado puede ser ofrecido por varios significantes. Ejemplo: La noche: puede tener como significante: un ruido nocturno, una música, un traje de noche, un anuncio luminoso, disminución de la luz en el escenario, silencio, la voz del actor que dice: es de noche. Valor de los signos en el teatro Aparte de su significación denotativa, connotativa o simbólica, los signos teatrales pueden tener un valor añadido puramente teatral: 1. instrumental: hace falta para la acción. 2. caracterizador del personaje. 3. delimitador del espacio teatral. 4. simbólica (ya aludida).
15.9.1. EL COMENTARIO. Comentar una obra dramática será descubrir los signos existentes y su significación parcial para com pletar con esas significaciones el sentido total de la obra. Se debe tener en cuenta: 1. Que esos signos están producidos voluntariamente con el fin de que sean interpretados (son consi derados, por el autor, por tanto, como expresivos). 2. Que intervienen varios códigos. 3. Que los signos pueden tener distinto valor. 4. Que el signo puede ser analizado: a ) En el plano sintáctico = relación con otros signos. b ) En el plano semántico = el de sus significaciones. c) En el plano pragmático = interpretación que da al signo el usuario y la sociedad.
15.9.2. GUIA DEL COMENTARIO. 1. El contenido: Esbozo inicial del sentido temático, simbólico e ideológico de la obra. Se puede trazar el argumento brevemente y subrayar en el mismo los elementos que parecen más significativos desde el tema, la ideología o lo simbólico. 2. Análisis de la dimensión sintáctica: Estudio de los códigos y los signos: El texto dramático (código lingüístico). El texto presenta un gran conjunto de elementos significantes. Se presenta en dos niveles fundamentales: a) en las acotaciones. b) en el texto pronunciado.
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Las acotaciones ofrecen: • El tono de la obra, que permite configurar el matiz psicológico de los personajes y el ambiente total de la obra. Indicaciones como: con saña, con sorna, etc. son signos insustituibles. • Los signos que deben tenerse en cuenta en el decorado: una azotea, unas luces que se encienden...; los gestos, objetos etc. que el autor señala porque son interesantes y no los dejan a la libre interpretación. 3. El lenguaje empleado por el autor: que puede indicar su actitud personal ante lo representado: ideali zación poética, distorsión, juego estético. El texto pronunciado ofrece: • Los núcleos del conflicto. • Las formas lingüísticas que evidencian las tensiones. • Las formas lingüísticas que evidencian el tono. • Elementos simbólicos lingüísticos. • Elementos complementarios de tipo sociocultural: — ideología, — fórmulas sociales, — movimiento literario, etc. • Caracterización de los personajes a través del lenguaje: — por el léxico, — por la construcción sintáctica, — por el contenido de lo dicho. Situaciones y escenas dramáticas El concepto de escena: espacio dramático en que no hay variación de decorado ni de personajes. En cada escena se produce una tensión entre un número de personajes fijos: esa tensión es una situa ción dramática. La obra de teatro es una serie de situaciones = serie de escenas. La importancia de un personaje puede ser medida objetivamente por el número de escenas en las que aparece. Gráficamente puede establecerse elaborando para cada acto una matriz semejante a ésta: ACTO I
Personaje A ....... .... Personaje B ....... .... Personaje C ........... etc.
Escena número 1 + +
2 + +
3 — +
4 + —
5 + —
6 + —
7 — +
8 +
9 —
10 + +
11 + +
12 + +
13 14 — + — +
Este esquema permitiría: a ) Saber qué personajes son los más frecuentes en las escenas. b ) Conocer qué personajes están presentes en las escenas más tensas o importantes. Y sabiendo esto, conocer por qué, es decir, qué actitudes representan y qué fuerzas psicológicas son las que están en la base del conflicto dramático. c ) Conocer los personajes de menor importancia por su ausencia en las escenas de tensión. Si en el cuadro se indican también los personajes que no están presentes pero en los cuales se habla (indicados de una manera distinta a los realmente presentes), se puede precisar la importancia de perso najes que pueden no aparecer en la representación.
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Otros signos no lingüísticos: • Mímica-gestos, movimientos • Maquillaje, peinado • Traje • Iluminación, color • Accesorios: objetos para la acción (instrumentales) objetos para la ambientación objetos con valor simbólico • Música y sonidos • Decorado Estudio del espacio escénico 1. Interpretación de los elementos que lo configuran (decorado y accesorios). 2. Atención especial a los elementos simbólicos (o a los aspectos fundamentales de ese espacio escénico). Distinguir lo que es elemento estético sin valor para la acción de lo que es importante, para concen trar el estudio de los signos exclusivamente sobre estos últimos elementos. El punto 1 hace relación al valor denotativo de los elementos. Gracias a ellos podemos describir cómo es el lugar en el que el autor quiere que se desarrolle la acción dramática en cada uno de los actos. En el comentario esa descripción debe hacerse aunque sea someramente. El punto 2 hace relación, sobre todo, al valor connotativo de los elementos señalados por el autor como marco de la acción dramática. Es importante tener en cuenta los objetos y elementos de la escena y el color o colores que se indican para cada cosa. No se puede olvidar el valor simbólico de los colores en nuestra civilización. El tiempo a ) El tiempo exterior: período (años, meses, horas) en el que se desarrolla la acción. b ) El tiempo interior: relación entre el tiempo de la acción y el de la representación. Algunos críticos lo denominan tempo y puede ser lento = poco contenido dramático para el tiempo que dura el es pectáculo, o rápido = suceden muchas cosas en poco tiempo. c) El tiempo como elemento estructuración La obra puede presentar los hechos cronológicamente: obra lineal; empezando desde el final: retrospectiva; linealmente, pero con interrupciones que nos llevan a acciones anteriores: obra construida con analepsis o flash back. En cualquier caso, éste es el momento para analizar el valor que tiene el tiempo en el desarrollo de la acción. Aunque ya no es importante el principio clásico de la unidad de tiempo (que toda la acción se desarrolle en un día) es el momento de indicar si la obra respeta ese principio o no y por qué sucede así. Signo del tiempo. a ) Visuales: tanto en los actores como fuera de ellos. b) Auditivos: tanto lo que dicen ios personajes como cualquier otro sonido revelador del tiempo (un reloj, un carrillón, los sonidos de las campanas llamando a misa, al rosario, a vísperas etc.). Para elaborar el estudio definitivo del tiempo en la obra es necesario hacer el estudio de cada uno de los actos. Cuando se ha hecho este análisis ya se puede intentar el estudio definitivo de los signos temporales. Condiciones del análisis sintáctico de los signos. Los signos actúan de un modo simultáneo en la representación.
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Como en el análisis hay que tener en cuenta su valor de un modo sucesivo sólo tras el estudio de los distintos signos estaremos en condiciones de hallar los valores definitivos de la obra tanto en el tema como en el aspecto ideológico o simbólico. El estudio definitivo será el resultado de la interacción de unos signos sobre otros, ya que actúan com plementándose o determinándose (recortando límites y significaciones). Inicialmente, los signos escénicos dan un complejo conjunto de significaciones que tienen un valor polisémico. Esa polisemia desaparece tras el análisis de la dimensión semántica. A n á l i s i s d e la d i m e n s i ó n s e m á n t ic a .
Trata de aclarar y unificar el conjunto de relaciones significativas ofrecido por la obra. Los distintos signos (lingüísticos, visuales, etc.) han creado un espacio escénico. Este espacio escénico afecta, a su vez, al significado de los signos. Entre ambos hay una relación de interdependencia. Para encontrar el auténtico sentido de la obra se puede echar mano de una serie de elementos que colaboren en la interpretación al modo de claves, como pueden ser: a ) b) c) d) e)
Historia real en que la obra puede basarse. Modelo literario (consciente o no) que pudo influir en el autor. Base real de alguno o algunos de los personajes. Tratamiento dado por la tradición literaria a problemas semejantes. La elección de nombres dados a los personajes, ya que pueden aludir a funciones programadas de antemano. f ) Paralelismo con otras obras del autor o con su ideología dramática, con los objetivos que el autor confiesa como propios. g ) Comparación del texto con otros materiales literarios semejantes (tradición, movimiento literario, etc.)
S ig n ific a c ió n d e io s p e r s o n a je s .
El personaje está configurado por: a) Lo que dice él / lo que se dice sobre él. b ) Lo que hace y dice en la escena / su modo de estar en la escena. A partir de estos datos almacenados en la memoria es posible hacer su descripción indicando: su ideo logía, sus actitudes, su psicología, la función que realiza en la obra y grado de participación, posible valor simbólico.
A n á l i s i s d e la d i m e n s i ó n p r a g m á t ic a .
Tiene por objeto ver la relación: a) Del autor con la obra. b ) De ¡a obra con el lector o espectador.
R e la c ió n a u t o r - o b r a
Inicialmente, el autor codificó sus intenciones mediante signos. La interrelación de esos signos produjo un significado complejo. Cuando la obra va a ser montada escénicamente, el director ha de decodificar la intención del autor teniendo en cuenta un proceso similar al aquí expuesto. Una vez decodificado, debe codificarlo en len guaje teatral. Eso sucede a lo largo de la historia, es decir, en una sociedad en la que pueden haber varia do determinadas situaciones que influyen en la comprensión de la obra: • Predominio de una concepción política. • Existencia o inexistencia de censura de espectáculos. • Predominio de una determinada ideología. • Exigencias del empresario teatral. • Público al que se dirige la representación, etc. -
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El montaje escénico será diverso en cada caso: — Variará ia lectura de la obra (interpretación). — Se insistirá más en unos signos que en otros. — Se subrayarán unos elementos sígnicos y se despreciarán otros. El resultado es que cada montaje, aunque deje a salvo las intenciones del autor, irá subrayando un aspecto especial. Aunque todos ellos tengan en cuenta la intención del autor y los valores simbólicos, poéticos, etc. de la obra podrían encontrarse en el análisis de cada montaje unos elementos nuevos, una nueva propuesta de lectura. Ese análisis es el que correspondería hacer ahora. R e la c ió n o b r a - r e c e p t o r ( le c t o r o e s p e c t a d o r )
Si se trata de un lector: —La obra le ofrece su riqueza, pero también los límites para su interpretación. —La aceptación de la obra y su valoración por parte del lector sólo es posible conocerla por reaccio nes cuantificables: número de obras vendidas, opiniones recogidas en un determinado grupo social. Si se trata de un espectador: —Está subordinado al montaje que se le haya ofrecido. —La valoración de este aspecto puede medirse por el grado de aceptación, visible por el tiempo que permanece la obra en cartel, y por la opinión de la crítica teatral. En un estudio, sólo podría recogerse este análisis pragmático si se tuvieran datos objetivos sobre estas reacciones de lectores y espectadores. En cualquier caso, no obstante, es posible hablar de la actitud que exige la obra al receptor: • En lo artístico: pasividad o co-creación. • En lo social: evasión o compromiso. • En lo ideológico: aceptación o rechazo. S ín t e s is f in a l
El conjunto de relaciones de un producto estético adquiere su definitivo sentido cuando enmarcamos su plano de relaciones sintácticas en el plano de las dimensiones semánticas y éste se explica finalmente si lo situamos en el cuadro de los procesos pragmáticos.1
1. Relaciones Sintácticas 2. Relaciones Semánticas 3. Relaciones Pragmáticas
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15.10. G U IA PARA EL C O M ENTAR IO D E U N PO EM A . Trabajo previo: lectura y comprensión del texto en todas y cada una de sus expresiones. Se trata de comprender, no de interpretar. C o m e n t a r io :
El texto puede ser una obra aislada o una parte de obra mayor (novela, poema, obra de teatro, poemario). En ambos casos debe ser localizado: a) Si es una obra aislada y completa debe localizarse dentro de la obra del autor (época de su pro ducción, modalidad artística que ejercita el poeta en este momento, situación anímica o sentimental, etc.). b) Si es un fragmento de otra obra: — Indicar a qué obra pertenece. — Tema y estructura de la obra general, valorando cada una de las partes de la estructura. — Lugar al que pertenece el fragmento dentro de esa estructura (como todas las partes de una obra artística forman un conjunto solidario, esta información ofrecerá unos datos indispensables pa ra la interpretación del texto). — Relación existente entre el tema general de la obra y el del fragmento que va a analizarse. — Relación semántica del texto con el todo (partes del fragmento que adquieren o refuerzan su significado teniendo en cuenta otros aspectos de la obra en su totalidad: hechos, sentimientos, fechas, etc.).
1. L o c a li z a c ió n .
Indica la intención del autor al escribir el poema. Se expresa prescidiendo de elementos episó dicos, de una manera clara, breve y exacta.
2. T em a.
Un texto literario no es un caos. Está organizado. El autor, al escribir, va componiendo, ordenando (de una forma lógica o irracional). Si el autor iba a expresar un tema, es forzoso que en todos los apartados de la estructura encontremos elementos relacionados con él.
3 . D e t e r m i n a c i ó n d e la e s tr u c t u r a .
Los elementos de la estructura no siempre coinciden con el final de una estrofa. Hay textos breves y simples que no tiene estructura: el autor no ha querido dársela porque el desor den es lo que expresa adecuadamente el tema. Determinación de la estrofa o estrofas en que ha sido escrito el poema. Si el poema está escrito en verso libre, se debe indicar.
4 . D e t e r m i n a c i ó n d e la e s tr u c t u r a m é t r ic a .
El autor utiliza una serie de expresiones (palabras, giros gra maticales, figuras literarias, metáforas, etc.) para expresar el tema. Todos los elementos lingüísticos han sido utilizados conscientemente para esa finalidad expresiva: fonemas, morfemas, formas sintác ticas, etc. El tema está presente en esos rasgos formales. La explicación de un texto tiene por objeto justificar sus rasgos formales. Ante cada rasgo formal que nos choque nos preguntaremos: ¿por qué dice eso el autor? y trataremos de explicarlo como una exigencia del tema.
5 . E s t u d io d e la f o r m a p a r t ie n d o d e l t e m a .
6.
C o n c l u s i ó n . Es un balance de las observaciones hechas al realizar el comentario. Además es una im presión personal. a) La conclusión como balance: Resaltar los rasgos comunes o fundamentales observados en el texto. b) La conclusión como impresión personal: Es una respuesta a estas preguntas: ¿Me ha gustado este texto? / ¿por qué? Al contestar estas preguntas debemos apoyarnos en lo que hemos observado y utilizarlo como argumento.
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16 VARIEDADES DEL USO LINGÜÍSTICO 16.1. INTRO DUCCIÓ N. 16.2. VARIACIÓN INTRALINGÜÍSTICA.
16.2.1. 16.2.2. 16.2.3. 16.2.4. 16.2.5. 16.2.6.
VARIEDADES GEOGRÁFICAS. VARIEDADES SOCIALES. NIVELES DE USO LINGÜÍSTICO. LAS JERGAS PROFESIONALES Y DE GRUPO. VARIEDAD ESTÁNDAR. LA NORMA. VARIEDADES RELACIONADAS CON LA SITUACIÓN COMUNICATIVA. LOS REGISTROS. A. VARIEDADES RELACIONADAS CON EL CANAL DE COMUNICACIÓN. B, FORMAS DE EXPRESIÓN ORAL.
16.3. VARIACIÓN INTERLINGÜÍSTICA. 16.4. BILINGÜISM O Y DIGLOSIA.
se
16.1. IN T R O D U C C IÓ N . La función primordial del lenguaje es la comunicación social, y el instrumento que permite dicha co municación entre los miembros de una determinada comunidad idiomática es la lengua. Sin embargo, ésta no es un código uniforme ni rígido, ya que en el acto del discurso los diversos hablantes adaptan las reglas de dicho sistema a sus propias peculiaridades, rompiendo así la uniformidad del código. Si bien es cierto que los hablantes de español o de cualquier otra lengua necesitan utilizar un código común que les permita establecer contacto, las diferentes circunstancias sociales, geográficas e, incluso, individuales, contribuyen a que existan diversas formas de usar una misma lengua; es decir, el sistema se encuentra interiormente diferenciado. A pesar de ello es imprescindible mantener una cierta uniformi dad lingüística para que la comunicación sea posible. Por otra parte, como el lenguaje compartido es una forma de cohesión social, es frecuente que en los diversos grupos sociales existan ciertos hábitos lingüísticos que los caracterizan frente a los demás y actúan como signos de identidad. Así pues, este uso diferente y específico de la lengua según circunstancias, situaciones, grupos, etc., da lugar a las variedades lingüísticas. Podemos definir una variedad de lengua como el conjunto de ele mentos lingüísticos caracterizados (rasgos fonéticos, morfosintácticos y léxicos) que se asocian con un tipo particular de relación geográfica, social o situacional. No obstante, dadas dos o más variedades, es necesario determinar si se trata de variedades del mismo código o pertenecen a sistemas lingüísticos diferentes. Comprobaremos que pertenecen a la misma len gua cuando cumplan estos tres requisitos: • La recíproca comprensibilidad de los hablantes de una y otra variedad, aunque a veces es difícil establecer de una forma precisa el grado de comprensibilidad; • Una gran homogeneidad en la estructura del sistema en sus niveles fonológico, morfosintáctico y léxico-semántico; • La adopción y uso por varios hablantes de la misma comunidad social. Entre las ciencias que se han preocupado de estudiar el lenguaje desde diferentes perspectivas — psicolingüística, antropología lingüística, etnolingüística, etc.— hay una cuyo verdadero objetivo es co nocer la diversidad interna de cada lengua, analizada dentro del contexto social en que se produce. Se trata de la sociolingüística, disciplina que se ha desarrollado principalmente a partir de los últimos años de la década del sesenta y principios del setenta. En sus trabajos de investigación prevalece la metodolo gía que trata de establecer las correlaciones entre conductas lingüísticas y parámetros sociológicos de los hablantes: clase social, edad, sexo, nivel de estudios, profesión, etc. Lectura reflexiva del texto I.
16.2. VARIACIÓ N IN T R A L IN G Ü ÍST IC A . A continuación se desarrollan los principales tipos de variedades lingüísticas de un mismo código, aplicando una distinción usada en sociolingüística: dialecto o relación entre la variedad y la distribución geográfica o social de los hablantes (variedades según el usuario) y registro, relación entre la variedad y la situación de uso (variedades según el uso). Hudson, en su obra La Sociolingüística, señala que esta distinción es necesaria y, aun a riesgo de sim plificar demasiado porque hay algunos aspectos coincidentes entre dialectos y registros, se basa en que el dialecto de cada individuo muestra quién (o qué) es uno —utilización peculiar que caracteriza a cada hablante—, mientras que el registro de cada individuo muestra qué es lo que uno está haciendo —utilización que cada hablante hace de la lengua en el momento del enunciado—. La distinción es necesaria porque la misma persona puede usar elementos lingüísticos -
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muy diferentes para expresar más o menos el mismo significado en diferentes ocasiones, y el concepto de dialecto no puede ampliarse razonablemente para incluir tal variación. Al escribir una carta, por ejemplo, una persona puede empezar: Le escribo para informar le que ..., pero en otra podría escribir: Simplemente quería hacerle saber que ... Tales ejem plos podrían multiplicarse indefinidamente, e indican que la cantidad de variación debida a diferencias de registros (si de alguna forma pudiera cuantificarse) puede ser bastante com parable a la debida a diferencias de dialecto.
16.2.1. VARIEDADES GEOGRAFICAS.
La primera variación que suele distinguirse es la variedad diatópica o dialecto geográfico; es aquella que relaciona al hablante con su origen territorial. Tradicionalmente ha sido denominada dialecto, por que este término hace referencia a la variedad que adopta el idioma en una cierta área de su dominio espacial. Son variedades geográficas las llamadas lenguas regionales, los dialectos y las hablas locales. Es un buen momento para precisar algunas definiciones que encontraremos más detalladas en los te mas 17 y 18. Manuel Alvar, desde una consideración social de los hechos lingüísticos, en su obra Lengua y sociedad define la lengua como un sistema lingüístico caracterizado por su fuerte diferenciación, por poseer un alto grado de nivelación, por ser vehículo de una importante tradición literaria y, en ocasiones, por haberse impuesto a sistemas lingüísticos del mismo origen. O sea, los dos rasgos esenciales de una lengua son: • Grado de diferenciación suficiente respecto de otros sistemas lingüísticos. • La lengua es una estructura constituida por los rasgos en común que tienen las variantes geográfi cas, sociales y personales (validez colectiva, nivelación). Dialecto es un sistema de signos desgajado de una lengua común, viva o desaparecida; normalmente con una concreta limitación geográfica, pero sin una fuerte diferenciación frente a otro de origen común. En cuanto a las hablas locales, peculiaridades lingüísticas de carácter local, hay que tener en cuen ta que no se reducen a la superposición de hablas distintas, por más que ello sea cierto, sino a una espe cial situación lingüística determinada por multitud de hechos sociales. El estudio de las hablas urbanas demuestra que al mismo tiempo que unas desaparecen dentro de la nivelación aparecen otras nuevas producidas por la complejidad de la vida en los grandes núcleos.
5.2.2. VARIEDADES SOCIALES.
La fragmentación interna del idioma no sólo puede observarse horizontal o geográficamente. Cuando hablamos de dialectos sociales, sociolectos o variedades diastráticas nos referimos a las variedades de lengua relacionadas con la distribución y estratificación social de los hablantes. Se ha comprobado que en un mismo punto del espacio geográfico aparece una diferenciación lingüísti ca al disminuir por causas sociales los contactos entre los diversos grupos que componen la comunidad idiomática. Por eso, en un momento dado, todo grupo de hablantes situado geográficamente lo está también socialmente por las relaciones que mantiene con el resto de la comunidad. Un ejemplo evidente de esta confluencia es el idiolecto de cada individuo, concepto que tiene el hablante del código que utiliza a diario; se trata de una variedad relacionada con la identidad del hablante, producto de su procedencia geográfica (dialecto horizontal) y de sus condicionamientos sociales (dialecto vertical). El estudio sistemático de la sociolingüística ha demostrado que la lengua y el entorno social se condi cionan mutuamente, relación que ya pusieron de manifiesto los lingüistas de la escuela sociológica francesa. Lectura reflexiva del texto II. La diversificación de los sociolectos de una lengua viene determinada por causas sociales y culturales, todas ellas extralingüísticas. Las más relevantes son: -
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a) el hábitat: • El lenguaje rural es más relajado en la entonación, menos cuidadoso en la pronunciación y más conservador en el léxico. Se caracteriza por su aislamiento y su resistencia al cambio. • El lenguaje urbano es más renovador porque está influido de forma constante por las modas lingüís ticas y por el contacto con ideas, conceptos o situaciones que evolucionan periódicamente. • También es interesante clasificar aquí el lenguaje de los inmigrantes, que suelen agruparse en las grandes ciudades según su procedencia geográfica, y constituyen lo que puede denominarse dialecto de barrio. b) la edad: Este factor mostrará la capacidad de adaptación a los cambios lingüísticos según el estrato cronológi co del hablante. Esta capacidad decrece con la edad. Los estudios descriptivos suelen aplicar diversas estratificaciones; la más general los divide en tres grandes grupos aproximativos: de 20 a 40 años, de 40 a 60, y de 60 en adelante. Estos grupos generacionales constituyen formas de expresión a veces muy aisladas entre sí. Los jóvenes no comprendidos en el primer grupo (menores de 20 años) suelen utilizar un lenguaje deliberadamente marginal y muy marcado por las fugaces modas lingüísticas. c) el sexo: Los estudios más recientes demuestran que el sexo no es un factor determinante en el habla diferente de hombres y mujeres, sino que las diferencias lingüísticas son prod*- idas por las diferentes formas de vida, educación e integración laboral, oposición que paulatinamente va anulando el actual concepto de la sociedad. d) la profesión: Las diversas profesiones u oficios contribuyen a diferenciar el uso de la lengua en el nivel léxico-semántico fundamentalmente. Cada profesión se distingue por el conocimiento de un amplio número de palabras relacionadas con su materia y que la diferencian de las demás (agricultor, carpintero, obrero de la cons trucción, banquero, etc.). e) el nivel sociocultural: Aunque cada estamento social posee un conjunto de rasgos propios que lo singularizan frente a los demás, es el nivel cultural del hablante el factor que más contribuye a un uso distinto de la lengua. Claro está que la relación cultura/clase social no es. matemática, pero es evidente que las posibilidades de for mación integral del individuo son diferentes. La clase social a la que se pertenece condiciona en gran medida el idiolecto. Podemos diferenciar varios estratos según el grado de instrucción: — Personas de sólida formación; intelectuales, universitarios, etc. — Personas de mediana cultura. — Personas poco instruidas o incultas; son aquellas capas peor escolarizadas de la sociedad. No obstante, hay que señalar la existencia de agentes que tienen como función homogeneizar el uso lingüístico de los hablantes contrarrestando la diferenciación del idioma por causas sociales. Entre estos factores de nivelación destacan como más importantes la escuela y los medios de comunicación social.
16.2.3. N IV E L E S D E U SO L IN G Ü IS T IC O Dada la complejidad de establecer una división de las hablas sociales y a pesar de que los niveles socioculturales están íntimamente ligados con el uso lingüístico del idioma, hemos preferido clasificar los niveles de lenguaje como producto de la conjunción de todas las causas sociales (sexo, edad, profesión, clase social, etc.) y culturales (nivel de instrucción), ya que unas y otras subdivisiones se entrecruzan y forman un complejo entramado. Por eso distinguimos cuatro niveles de lenguaje: a) NIVEL CULTO: Utiliza el lenguaje con toda la expansión de sus posibilidades, cuidándolo en todos sus planos: -
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F o n o ló g ic o :
— — — — —
Guarda los matices de expresividad fónica. Utiliza procedimientos de enfatización. No admite relajaciones: la d intervocálica, la d final, etc. No utiliza frases interjectivas. El hablante no comete ningún vulgarismo fónico ni morfosintáctico.
Morfosintáctico: — Rigor en la expresión por medio de la construcciones sintácticas adecuadas. — Precisión y riqueza en el uso de tiempos verbales. — Encadenamiento de frases unidas por las conjunciones correspondientes, etc. Léxico: — La riqueza léxica es superior a los demás niveles, hecho lógico si precisamos que el hablante de este nivel posee una sólida formación intelectual. — Vocabulario preciso, tanto si se trata del léxico designativo como de preposiciones, adverbios, etc. que concretan las circunstancias de la acción. En ocasiones, uso de términos abstractos. Este nivel funciona como modelo de corrección, como ideal de lengua para los estratos inferiores. Es el nivel más estable y uniforme en el uso lingüístico; es el mejor dotado para expresar en profundidad los diversos matices del mundo referencial que nos rodea; es, en definitiva, el más preciso, el más estruc turado y el más rígido; por eso la lengua culta permite dar cohesión y unidad al idioma. Se concluye que los elementos lingüísticos (morfosintácticos, léxicos, etc.) utilizados en este nivel se aproximan al modelo de lengua escrita. b) NIVEL MEDIO. Se trata de un nivel formal que adopta las exigencias normativas del idioma, aunque es menos meticuloso y rígido que el nivel culto. Su uso más frecuente se da en los medios de comunica ción social. La lengua utilizada es común a la gran mayoría de hablantes que pertenencen a un nivel sociocultural medio. c) NIVEL POPULAR. Los aspectos generales que caracterizan este nivel de lenguaje son: — La subjetividad del hablante. — La economía de medios lingüísticos. — La apelación al oyente. Veamos los rasgos que lo determinan atendiendo a las peculiaridades propias de este nivel: 1.
La subjetividad del hablante: • Los elementos de la oración están ordenados de forma personal, es decir, en función de las pala bras que interesa poner de relieve: Tiempo tiene, dejarla — dijo Julia. Dieciséis años no los representa, desde luego.
® Interrogación retórica. A veces el hablante se pregunta a sí mismo o interroga al interlocutor sin que espere respuesta: ¿Qué haces? Ya lo has roto otra vez. N o sé qué pasa este año en el casino. Y cuidado que la orquesta es buena, pero no sé. ¿Cómo podría yo negarme?
» Importancia de los elementos suprasegmentales (acento y entonación) en ciertas expresiones: ¡Ni hablar! Cría cuervos... Y también el coche, ¿para qué decir más...?•
• Importancia de la ironía, es decir, uso deliberado de palabras que significan lo contrario de lo que se pretende decir. La clave para el interlocutor no puede ser la literariedad del mensaje sino la entonación o expresión: ¡Dichoso pueblo...! -
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• Uso frecuente de interjecciones o locuciones interjectivas: ¡Huy, p o r D ios! N o se preocupe. ¡A h! mira, a quí está tu tío.
• Uso frecuente de construcciones pleonásticas para reforzar la expresión; L o digo yo. Lo vi con mis propios ojos.
• Abundancia de fórmulas y expresiones de tipo afectivo: — Expresiones enfáticas de cantidad: una enorm idad la m ar de contento,... — Intensificación en los adjetivos: divino, fenom enal,... — Comparaciones exageradas: la cabeza hecha un bombo,... — Creación de curiosas metáforas: estoy hecho polvo,... — Abundancia de diminutivos, aumentativos y despectivos: pequeñín, grandote,... A través de los rasgos anteriores puede comprobarse la importancia considerable de la función expresiva.
2.
La economía de medios lingüísticos: • Como los interlocutores poseen el mismo marco de referencia sobre la situación, utilizan con fre cuencia oraciones inacabadas, incompletas desde un punto de vista gramatical (M. Seco las deno mina oraciones suspendidas): Si y o te contara ... Bueno, para el caso que hacen ...
• Tendencia a economizar medios expresivos, elipsis, porque es la rapidez por comunicar algo, lo que, aparentemente, mueve al hablante (M. Seco las llama oraciones sincopadas): Y desde éste hasta Natalia, nueve años. Las mañanas en el puesto y las tardes en el café.
• La falta de precisión determinada por los rasgos anteriores da lugar a la ausencia o escasez de adjetivos y adverbios. • Empleo de frases cortas, de una gran simplicidad sintáctica. • Escasísimo empleo de oraciones subordinadas de tipo deductivo. • El anacoluto es muy frecuente: Yo, de todo lo que hem os visto, lo que más m e gusta es la Alhambra. E l sujeto es cuando concuerda con el verbo ...
• Uso frecuente de ciertas palabras: pues, pero, bueno..., que sirven fundamentalmente para resaltar la continuidad de la conversación y adquieren una gran variedad de funciones: causal, ad versati va, etc.: Pues creo que sí. Bueno, pues tengo que llamar a m i novia.•
• Uso frecuente de los elementos lingüísticos que sirven para señalar o apuntar cosas o personas que remiten al contexto extralingüístico dentro del mismo marco de referencia (elementos deícticos): A q u í hace m ucho calor (en esta casa). Éste no sabe lo que hace (Juan, Luis, etc.). Eso ya lo sabía yo (lo que se supone consabido). • Abuso de las muletillas que, por su abundancia, suponen un empobrecimiento de la expresividad: Esto..., entonces..., es que..., es algo..., etc. • Empleo de frases hechas que pueden aplicarse a las más diversas situaciones: Tirar la piedra y esconder la mano.
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3. La apelación al oyente: • Una manifestación más de la subjetividad del hablante es el uso de la segunda persona para refe rirse a opiniones de la primera: Ya m e dirás tú; o ¿Verdad, tu? Usted, ¿qué cree?
En ocasiones hay un intento de impersonalización del hablante porque desea eludir responsabi lidades, y otras, por timidez o modestia: A ti nadie te ha dicho nada, ¿eh? (se intenta eludir la responsabilidad de lo que ha dicho el hablante). — Uso del infinitivo por el imperativo: ¡Callar! por ¡Callad! — Uso abundante de un que reforzativo: Que te digo que vengas. Que s í que ha venido.
El hablante desea no perder el contacto, la atención del oyente, para ello utiliza palabras como ¿eh? o vocativos: Mujer, pues que pena. Ya han venido tus padres, ¿eh?
Estas llamadas de atención continuas al oyente determinan el predominio de la fu n ció n apela tiva o conativa.
Otra característica del habla popular es el uso de proverbios o refranes. Julio Casares define el refrán como una frase completa e independiente, que por lo general en forma sentenciosa, ex presa un pensamiento —hecho de experiencia, enseñanza, admonición, etc. — a manera de jui cio, en el que se relacionan por lo menos dos ideas. Se trata pues, de una expresión de carácter moral o didáctico que se transmite oralmente, pero quienes utilizan con más frecuencia el refranero son los hablantes de competencia idiomática li mitada, más restringida. Así lo señala el profesor Lázaro Carreter: Los refranes formulan aserciones que se aceptan como válidas y prácticamente indiscutibles por la comunidad. Tienen una forma fija que permite retenerlos en la memoria y evita el esfuerzo de crear oraciones para expresar lo que quiere decirse. A cambio, como sus pre suntas verdades valen para todos, generalizan en exceso, y, usándolos, el hablante renuncia a expresar lo que es particularmente suyo. Se explica así que los refranes se empleen abun dantemente en el código restringido, el cual apenas si permite manifestar lo individual. EL LENGUAJE PROVERBIAL • Se caracteriza por ser un lenguaje figurado, es decir, la lectura de los componentes sintácticos y semánticos que expresan una realidad objetiva denotativamente genera otra donde existe un va lor connotativo o de traslación en los aspectos de la vida real: EXPRESIÓN DENOTATIVA: Quien ríe el último, ríe mejor. SENTIDO FIGURADO: E s aconsejable esperar hasta que finalice un suceso o litigio para co nocer quién sale beneficiado.
• Por lo general presenta una estructura bimembre: En boca cerrada no entran moscas, aunque hay algunos con estructura unimembre: N o se pescan truchas a bragas enjutas; y también existen otros estructurados con frases nominales: Zapatero, a tus zapatos. • Es frecuente la oración compleja en sus diferentes clases: N i olla sin tocino, ni alegría sin vino; disyuntiva. M al p o r mal, m ás vale ir a la taberna que al hospital; comparativa.•
• El refranero sude utilizar un lenguaje lexicalizado y anquilosado: -
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En los nidos de antaño no hay pájaros hogaño; arcaísmo. N i pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió; 2a. persona por impersonal.
• Dado que se transmite por vía oral, suele tener una rima que favorece la memorización: Cuando marzo mayea, mayo marcea. E l que roba a un ladrón tiene cien años de perdón.
• La estructura de los refranes ofrece abundancia de correlaciones y paralelismo entre las dos partes: Quien vino no tiene, agua bebe. M ás hace el que quiere que el que puede.
d) NIVEL VULGAR. Se considera que un hablante está clasificado en este nivel cuando no es capaz de cambiar de registro y adecuar su mensaje a otros niveles. El hablante descuida la lengua no volunta riamente sino por falta de instrucción, lo cual suele coincidir con la clase social baja o la población rústica. El rasgo peculiar de este nivel es la alteración de las normas de la lengua, utilizando una serie de parti cularidades lingüísticas que se conocen como vulgarismos. A continuación se enumera un breve resumen de los rasgos más característicos de esta variedad lingüística, clasificados en los diferentes planos: Fonológico: • Desplazamientos acentuales: máestro, telégrama... • Alteraciones vocálicas por confunsión de prefijos: dispertar, inyesar; o por vacilación en el timbre de la vocal átona: sigún, teléfono. • Alteraciones en los diptongos: sais. • Alteraciones en los hiatos: rial, cuete (cohete). • Cambio de b en g y viceversa: güeno, abuja; y desarrollo de una g ante el diptongo ue: güevo, güeso. • Relajación de los fonemas d, g, r: esperdiciar, aúja, p a (para), plazo (pedazo). • Ultracorrección: bacalado. • Vocales pertenecientes a palabras distintas se pronuncian como diptongo: ti aseguro; a veces dipton gan la vocal: juegar, hai ido-, contrariamente, otros diptongos monoptongan: anque, Usebio, fregó. • Alteración de / y r: arquiler. • Apócope ante vocal de me, te, se, le, que, de: vengo d ’allí, s ’arrepiente. • Metátesis: probe, Grabiel. Morf osintáctico: • • • •
Alteraciones de género: cuala, la reuma. Alteraciones verbales: cantastes, pusiendo, conducí, veniba. Laísmo, leísmo, loísmo: la m iré las piernas. Alteración en el orden de los pronombres personales: me, te, se, fenómeno que recibe también el nom bre de solecismo: te se fu e ; m e se vio. • Transposición o duplicación de la n de plural en los pronombres enclíticos: calleasen. • Falsa concordancia del verbo haber con valor impersonal o de otros verbos usados como inpersonales: habían m uchas personas ... • D equeísm o: digo de que es peor... • Utiliza la construcción de que por cuando o tan pronto como: de que ande el niño. • Comparativos perifrásticos: m ás pequeño por menor, m ás bien por mejor. • Discordancia: se da com o seguro la dimisión (segura).
Léxico: • • • •
Formas verbales arcaizantes: truje, sernos. Partículas o formas de empleos arcaicos: enantes, cuantimás. Formación de términos hipocorísticos o apocopados: La Pelos, Tico,... Particularidades léxicas que se dan en los medios rurales para la labranza, ganadería, industria, rústi ca, y para la naturaleza: remormor (el retumbar del trueno); mercar (comprar). • Confusión en el significado de partículas: igual, lo mismo, por a lo mejor. Voy a casa, igual aún está allí; etc.
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Lectura reflexiva del texto III
16.2.4. L A S JERG AS PROFESIONALES Y D E GRUPO.
caracterizan fundamentalmente por emplear un léxico especmco, propio, y corresponden a determina dos grupos sociales, agrupados por su profesión u ocupación. A pesar de que los usuarios de tales jergas sólo las emplean para comunicarse con miembros de su mismo grupo y en situaciones de comunicación establecidas -—utilizando fuera de dichas actividades la lengua común—, frecuentemente pasan a ésta voces procedentes de aquéllas, que pueden llegar a per manecer en la lengua general, aunque, en ocasiones, con cambios de sentido. De forma general pueden distinguirse las siguientes hablas profesionales: El lenguaje científico, forma marginal de nivel culto, caracterizado por la gran cantidad de tecnicis mos, términos ignorados por el hablante medio. No hay un solo lenguaje científico, sino tantos como ciencias o técnicas: matemáticos, químicos, médicos, economistas, lingüistas, etc. Se trata de un lenguaje que incorpora nuevos términos sin cesar, a tenor de la evolución científica y técnica. La jerga artesanal de carpinteros, albañiles, fontaneros... Su vocabulario es prácticamente estable y no presenta tanta diferencia con la lengua común como la observada en el lenguaje científico. La jerga artística de pintores, escultores, músicos, del cine... Cada una de estas artes posee su propio vocabulario clásico y que va engrosando paulatinamente con nuevos términos. La jerga técnico-industrial, sometida a constante renovación motivada por la continua introducción de nuevas técnicas. Una gran cantidad de palabras son de origen extranjero y se introducen con el objeto que designan. Existen además otros particularismos profesionales que corresponden a jergas de menor entidad que las reseñadas y cuyas voces son de amplio dominio entre los hablantes en general: deportivos, taurinos, etc. Pero además de estas jergas profesionales, cualquier grupo suficientemente diferenciado puede tener su jerga especial. Esta habla de grupo sirve para fortalecer la cohesión entre los miembros del mismo empleando una serie de vocablos que los demás no comparten ni comprenden. Entre otras están: • E l lenguaje de los estudiantes, formado por voces y expresiones que se ponen de moda en una época y pasan pronto: vacilar, paliza, ligar bronce, molongo,... Algunas son de dominio público: empollar, ca tear,... Tienen una marcada tendencia a utilizar apócopes: profe, mate, insti,... y a utilizar voces y expre siones pertenecientes a los sectores sociales más bajos. • Los soldados también utilizan términos concretos de la vida militar: imaginaria, retreta,... y utilizan expresiones coloquiales: la mili, escaquearse, etc. • L os delincuentes y marginados sociales emplean una jerga conocida como habla de germanía. Está formada por eufemismos o voces caprichosas para designar las actividades que practican, así como los objetos y circunstancias que las rodean: chorizo (ladronzuelo), dar el queo (avisar de un peligro), chorar (robar), derrotarse (confesar), chota (chivato), etc. La función críptica de este lenguaje es evidente, ya que sólo la dominan los miembros del grupo y aquellas personas que están en contacto permanente con ellos: policías, carceleros, abogados, etc. Una gran mayoría de voces procede del caló (lengua de los gita nos) y algunas palabras de germanía han pasado al léxico general: chorizo, chorar, gachó,...• • Los pasotas: este grupo social ha creado su léxico con palabras tomadas de lenguas extranjeras, del caló, de! argot madrileño y sevillano y también con algunas formas de la lengua vulgar: molar, naturaca, demasié, ¡amos, tío!... Crean sustantivos y nuevas estructuras sintácticas: darse un bureo, estar al loro,... Una buena parte del léxico hace referencia al mundo de la droga: chocolate, camello, fliparse, chute,... Otras palabras tienen referencia sexual: loba (prostituta), dante (homosexual activo),... Se trata de un
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lenguaje clave, pero del que varias expresiones han llegado a formar parte de la lengua habitual: comer el coco, enrollarse, etc.
16.2.5. V A R IE D A D E S T A N D A R . L A N O R M A Cuando una comunidad idiomática está compuesta por un número elevado de individuos que ocupan un vasto espacio geográfico, existe una serie de factores, de intereses y de realidades que determinan la diversificación de la actividad lingüística. Este tipo de sociedad, donde existen al mismo tiempo varieda des lingüísticas sociales y variedades lingüísticas geográficas, exige la necesidad de una variedad que fun cione como vehículo de comunicación en el conjunto de la colectividad, que tenga carácter de lengua común, y que denominaremos variedad estándar. Esta variedad representa el uso correcto del conjunto de normas y hábitos lingüísticos seleccionados y aceptados por los propios hablantes. Así lo señala J. Fishman en su obra Sociología del lenguaje: Uno de los comportamientos sociales ante la lengua mejor conocidos en la estandarización, es decir, la codificación y aceptación, dentro de una comunidad lingüística, de un conjunto de hábi tos o normas que definen el uso correcto. De ahí que la norma se defina como el conjunto de rasgos o reglas gramaticales que coinciden con el buen uso o empleo correcto de la lengua. Pero ese uso correcto, fijado por la norma, no es una solu ción más o menos arbitraria, adoptada por los guardianes de la lengua ante un conflicto idiomático, sino que ha sido decidido atendiendo fundamentalmente a tres criterios: — Concuerda más con los hábitos generales de la lengua; — Admite una justificación lógica; o bien, — Tiene una explicación en la propia historia de la lengua. Sin embargo, es necesario distinguir entre la norma lingüística, estadio intermedio entre el habla indi vidual y el sistema abstracto de la lengua, de la norma preceptiva. Aquélla es variable según los límites y la índole de la comunidad social, esto es, nos dice cómo es la realidad lingüística en una comunidad determinada, mientras que la norma preceptiva nos dice cómo debe ser. Aunque en los temas referentes a la gramática del español ya se han señalado varios apartados de nor ma preceptiva o académica, veamos ahora a continuación aquellas reglas que más fácilmente son trans gredidas por los hablantes: a) No concuerdan con los hábitos generales del español aquellas palabras y construcciones de proceden cia extranjera que, por traducciones descuidadas, reflejan la norma de la lengua extranjera, pero en cam bio no se adaptan a la norma del español. Ejemplo: • En morfosintaxis: — Formación del plural: club, clubes (no clubs); film , film e s (no films). — Formación del diminutivo: la norma española es mediante sufijos: ito, ico, illo. Se aparta el mo delo francés una pequeña casa (una casita). — La preposición a tiene en español un significado direccional. Se apartan de esta norma los gali cismos: televisión a color, táctica a seguir, pun to s a considerar (televisión de color, puntos que conside rar); etc. • En el léxico: — Uso de palabras o expresiones que reflejan un significado ajeno al de nuestra lengua y, en cam bio, calcan el que poseen otras lenguas: ganó p o r dos tantos (goles); la Adm inistración socialista (el Go bierno socialista); golpe de ojo (vistazo), remarcable (destacado), etc. b) La corrección en el uso de ciertas palabras o construcciones puede ser explicada por criterios lógicos o racionales que se desvanecen cuando analizamos su uso incorrecto o vulgar. Ejemplos de incorrecciones: -
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Habían pocos chicos en clase. He conocido a aquel chico que su padre es médico. Tenía un perro en el piso, sacándolo a pasear por la tarde. Necesito una asistenta sabiendo cocinar. Lo correcto es: Había pocos chicos en la clase, porque el verbo haber se usa aquí como impersonal (no va acompaña do de ningún participio verbal), por tanto carece de sujeto y es innecesaria e incorrecta la concordancia. He conocido a aquel chico cuyo padre es médico; porque cuyo, además de funcionar como relativo (que), también engloba los papeles del posesivo (su). Tenía un perro en el piso y lo sacaba a pasear por la tarde', porque el gerundio es una forma verbal que expresa la acción en su transcurso, es decir, es un indicador de la forma durativa, y en la frase repre senta un valor descriptivo, no durativo. Necesito una asistenta que sepa cocinar, porque el gerundio no puede denotar una cualidad, estado o acción tan lenta que se asemeje a una cualidad, empleándose en este caso como adjetivo. c) Otros usos tienen una explicación o justificación histórica que aquí, por limitaciones obvias, no pode mos detallar. Como ejemplo, observemos las irregularidades verbales: Parece a primera vista que las formas andé, escribido, conducí, poní,... son más lógicas que sus corres pondientes usos normales o correctos: anduve, escrito, conduje, puse,... porque siguen ios modelos de los verbos regulares: canté, sufrido, temí, etc. Efectivamente, las irregularidades se apartan de la lógica, pero en cambio se deben a razones históricas o diacrónicas del español: escrito, de la forma verbal latina scriptum; puse, supe,... porque en latín hay una serie de verbos que rechazan el perfecto fuerte posui, sapui, etc. Lectura reflexiva del texto IV.
[16.2.6. V A R IE D A D E S R E L A C IO N A D A S C O N L A S IT U A C IO N C O M U N IC A T IV A . L O S R E G IST R O S. Según hemos visto en el estudio de los dialectos cada hablante queda encuadrado social y geográfica mente en un determinado nivel de lengua pero, por otra parte, el hablante puede y debe saber escoger el nivel de habla que convenga en cada momento. Es decir, el uso individual que el hablante hace de su lengua puede tomar un registro u otro según las circunstancias en que se produzca su comunicación. Estas variedades diafásicas o modalidades diversas que pueden presentar las situaciones de la comuni cación vienen determinadas por una serie de factores, que fundamentalmente son: — El medio, modo o canal de expresión utilizado, según el cual es distinta la lengua hablada de la escrita, e incluso un artículo periodístico de un libro. — El tema o materia sobre la que versa la comunicación; es diferente la exposición de un comentario político o filosófico que las noticias deportivas. — La atmósfera o tensión comunicativa; es decir, la situación en la que se produce la comunicación y el grado o tipo de relación entre emisor y receptor. Así, utilizaremos un tono formal, más matizado y cuidado, cuando hablamos manteniendo las distancias sociales (con los superiores, la policía, etc.) o bien emplearemos un tono informal, familiar, espontáneo, cuando existe cierta confianza entre los inter locutores (con los padres, amigos, conocidos, etc.). — Y además interviene otro factor, la propia personalidad del que habla —el yo actúa como centro ordenador del acto comunicativo—, pues las distintas variedades de registro pueden ser también analiza das a través de las relaciones de dependencia que establecen con el resto de las variables según el usuario. Algunos hablantes son incapaces de cambiar de registro por su limitada competencia lingüística; otros -
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pueden elegir entre esta o aquella palabra, entre esta o aquella construcción, pronunciación, etc. porque su destreza idiomática es mayor. En los registros determinados por la personalidad del que habla merecen destacarse dos factores que, aunque de caracterización menos marcada, tienen también interés sociolingüístico: el habla infantil y el sexo. Con arreglo a él, Manuel Seco señala que es típico del habla femenina informal el uso abundante de diversos recursos de ponderación (sufijos, diminutivos y superlativos, hipérbole), así como el empleo, raro en boca de hombres, de adjetivos como mono = lindo y rico = encantador, y de nombres califica dores como monada, ricura, sol, cielo, encanto; el uso de determinados eufemismos en las mujeres de clase burguesa, etc. El acto de comunicación puede ser situado en varias dimensiones no menos complejas que las referi das a la variedades sociales del hablante. Por otra parte, es evidente que en la comunicación con nuestros semejantes cambiamos de registro idiomático, casi sin darnos cuenta, varias veces al día; por ello puede afirmarse que cada hablante posee varios registros con los que se adapta a cada situación comunicativa concreta. Asimismo, en tema anteriores hemos estudiado distintas modalidades de lenguaje; técnico, jurídico, periodístico, etc. Cada uno de ellos es muestra fehaciente de la variedad de situaciones que ofrece la comunicación lingüística.
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V A R IE D A D E S R E L A C IO N A D A S C O N EL C A N A L D E C O M U N IC A C IO N .
El modo de expresarse de un individuo varía según el medio elegido, porque la lengua hablada presen ta unas peculiaridades lingüísticas diferentes de la lengua escrita. Todo hablante, conscientemente o no, utiliza distintos registros para hablar y para escribir. Pedro Salinas, en su obra Aprecio y defensa del lenguaje, lo argumenta así: Porque la actitud del ser humano cuando escribe, su actitud psicológica, es distinta de cuando habla. Cuando escribimos se siente, con mayor o menor conciencia, lo que llama ría yo la responsabilidad ante la hoja en blanco; es porque percibimos que ahora, en el acto de escribir, vamos a elevar el lenguaje a un plano distinto del hablar, vamos a operar sobre él, con nuestra personalidad psíquica, más poderosamente que en el hablar. En suma, ha blamos casi siempre con descuido, escribimos con cuidado. Casi todo el mundo pierde su confianza con el lenguaje, su familiaridad con él, apenas coge una pluma. El idioma se le aparece, más que como la herramienta dócil del hablar, como una realidad imponente, el conjunto de todas las posibles formas de decir una cosa, con la que el que escribe tendrá que luchar hasta que halle su modo. Por eso el hablante tiene conciencia de que son dos cosas muy distintas, pero sería insensatez oponer las dos formas de lengua, pues cada tipo de lenguaje cumple una finalidad específica y son complemen tarios: la lengua oral permite una comunicación mucho más directa, más espontánea, más expresiva (las inflexiones de la voz, los gestos y la actitud del hablante matizan extraordinariamente el contenido del mensaje); la lengua escrita es permanente, más cuidada porque permite pensar mejor y elegir las pala bras más adecuadas, es menos habitual, y para ser expresiva dispone de menos medios que la oral. Pero si las dos lenguas se separan, dice Amado Alonso, la escrita acabaría en lengua muerta, la hablada en dialecto, sin valor general o común. De la lengua hablada se nutre sin cesar la lengua escrita, y de ésta nacen constantemente novedades que se difunden entre los hablantes para aumentar su capacidad expresiva.
B. F O R M A S D E E X P R E S IO N O R A L . Es evidente que cada hablante acostumbra a tener varios modos de expresarse según la ocasión y el medio a través del que se comunica. Pero nosotros vamos a céntranos en la comunicación oral, forma que nos permite estudiar mejor los diversos idiolectos que posee cada hablante puesto que es el medio habitual y más frecuente de comunicación. 572 -
Empleamos el lenguaje oral cuando están presentes en la situación de discurso los interlocutores. Esta situación ofrece grandes ventajas: — Para el emisor, porque conoce la reacción del receptor a medida que va recibiendo el mensaje, con lo que puede aclarar, rectificar, etc. — Para el receptor, porque interpreta mejor la comunicación pues no sólo escucha el texto, sino tam bién la gesticulación, intencionalidad, entonación, etc. Aunque cualquier intento de sistematizar las diferentes variedades resultaría arduo y complejo, pue den reducirse las diversas posibilidades a dos: • Conversación espontánea o expresión coloquial, familiar, etc. • Conversación cuidada: expresión expositiva, expresión dialéctica, etc. determinándose las diferencias lingüísticas entre ambas con claridad. EXPRESIÓN COLOQUIAL. En ocasiones se confunden los conceptos de lengua popular y expresión coloquial. Si bien es cierto que tienen muchas cosas en común, responden a dos criterios diferentes: la lengua popular pertenence a una variedad según el nivel sociocultural del hablante, mientras que la expresión coloquial alude a una situación comunicativa concreta, independientemente del conocimiento idiomático que posee el hablan te. Sin embargo, es cierto que la variedad sociocultural más frecuente en la expresión coloquial es la po pular, aunque también se dan las demás. La expresión coloquial es la propia de la comunicación entre amigos o en familia; es un habla espontá nea y algo descuidada, porque el hablante lo único que busca es la expresión inmediata de aquello que quiere comunicar. Dos son las condiciones que marcan la variedad coloquial y la distinguen de otras variedades de la lengua hablada: a ) presencia física de uno o más oyentes, con cuya atención y reacción cuenta el hablante; y b) una circunstancia o situación espaciotemporal de la vida cotidiana que sirva de marco a los interlocutores. Las principales características de esta variedad coloquial pueden ser identificadas con los rasgos seña lados en el nivel de lenguaje popular (Vid. supra 16.2.3.C).
16.3. VARIACIÓN INTERLINGÜÍSTICA. En algunas ocasiones, dentro de una misma comunidad social, junto a hablantes monolingües pueden convivir otros bilingües como es el caso de algunas zonas de España, ya que el castellano es lengua coo ficial con el catalán, vasco o gallego según territorios. En estas comunidades la actividad lingüística de estos individuos puede estar caracterizada tanto por la variación intralingüística, aquella que se mani fiesta en los usos y estructuras de un mismo código (castellano u otra lengua), como por una variación interlingüística, pues el hecho de que haya dos o más sistemas lingüísticos en presencia produce interfe rencias causadas por el contacto de lenguas. No debemos olvidar que dos o más lenguas están en contac to si se emplean alternativamente por las mismas personas. Las interferencias pueden producirse en cualquiera de los niveles del sistema lingüístico: léxico, que es donde más fácilmente se generan; morfosintáctico e incluso fonológico, aunque este nivel por ser el más estructurado de la lengua, ofrece una mayor resistencia. Si lo ejemplificamos en el habla de indivi duos bilingües castellano-catalán, se puede observar: En el nivel léxico: Llévame estos libros por Tráeme estos libros. Te tocaré por teléfono por Te llamaré por teléfono. ¿A qué hora plegas? por ¿A qué hora acabas el trabajo? En el nivel morfositáctico: No cal que vengas por No hace falta que vengas.
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Ven en m i prim o por Ven con m i primo; Ven bajo por Ven abajo. En el nivel fonológico: es muy perceptible la entonación o tonillo. La tensión de ciertas consonantes: /parét/, /berdát/, /té k n ik a / versus /tégnika/, etc.; La velarización exagerada de la / final y la a contigua: /norm al/, /igw ál/, etc.
16.4. BILINGÜISMO Y DIGLOSIA. La consideración anterior que manifestaba que dos lenguas están en contacto si se emplean alternati vamente por las mismas personas hace referencia en primer lugar al individuo, como lugar donde se da el verdadero contacto idiomático, pero también presupone la comunidad, unidad de tipo social que permite el funcionamiento de más de una lengua. Sin entrar en detalles, el concepto de bilingüismo ha evolucionado de forma compleja dando lugar a diferentes clasificaciones según sean catalogadas por psicólogos, lingüistas, antropólogos, sociólogos, etc. Por nuestra parte hemos adoptado la que consideramos más acertada: el bilingüismo se refiere al hecho de que un individuo utilice alternativamente dos lenguas; estos individuos reciben el nombre de bilingües. Sin embargo, cuando nos referimos a sociedades o comunidades bilingües hemos de hablar de bilingüismo social, pues ya no se describe una realidad individual sino una realidad social. Y en este caso, una comunidad bilingüe puede estar formada tanto por individuos bilingües como por individuos monolingües en cada una de las lenguas en presencia. Badia i Margarit ha intentado centrar el tema y señala dos clases de bilingüismo en nuestro país: el bilingüismo natural que caracteriza a los hijos de padre y madre de lenguas diferentes, o a quienes, por alguna razón, se encuentran en contacto con dos lenguas desde los primeros momentos de su vida cons ciente; y el bilingüismo ambiental que es el que ofrecen en general la lenguas menos favorecidas o len guas minoritarias en su convivencia con la lengua que tiene más potencia y vitalidad dentro del Estado español (en nuestro caso, la cooficialidad del catalán, gallego y vasco junto con el castellano, según territorios). También es conveniente discernir entre individuos bilingües activos, que son aquellos hablantes capa ces de usar y emplear alternativamente ambas lenguas, de los bilingües pasivos, aquellas personas que entienden la otra lengua pero no son capaces de hablarla. En cambio, la diglosia, a diferencia del bilingüismo que es un fenómeno natural, supone un fenómeno antropológico-cultural. Expondremos de una manera rápida dicho concepto: en una comunidad donde coexisten dos lenguas puede hablarse de diglosia cuando la distribución de usos lingüísticos de una u otra, según ámbitos o situaciones sociales concretas, es desigual o desequilibrada; es decir, existe una le n g u a s, dominante, que tiene mayor prestigio, es la de uso público, formal, escrito; y otra, denomina da lengua B, con menos prestigio, de segundo orden y con usos sociales más restringidos a determinados ámbitos (familia, amistades, etc.). Pero también puede hablarse de diglosia refiriéndonos a una sola lengua. En esta situación lingüística relativamente estable puede producirse una diversificación funcional diferenciada en el uso de una varie dad estándar se ha repetido de diversas variedades regionales, porque en determinadas actividades públi cas se utiliza una y en otros ámbitos se usan otras. La razones que explican la existencia de la diglosia son siempre de tipo sociopolítico. Concluiremos señalando que bilingüismo y diglosia pueden coincidir cuando las variedades específicas funcionalmente diferenciadas son lenguas distintas. Pero puede haber diglosia sin bilingüismo cuando las variedades per tenecen al mismo sistema lingüístico. Y por último, puede haber bilingüismo sin diglosia cuando las dos lenguas son usadas por los hablantes sin diferenciación funcional significativa y constante.
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TEXTOS.
Lectura reflexiva y comentario crítico de los siguientes textos: Texto I. SOCIOLINGÜÍSTICA Y LINGÜÍSTICA Sí es importante preguntarse si hay alguna diferencia entre sociolingüística y lingüística y, en caso afirmativo, dónde reside esta diferencia. La opinión más ex tendida es la d e que efectivamente existe tal diferencia, y que la lingüística difie re de la sociolingüística en que aquélla considera sólo la estructura del lenguaje, con exclusión del contexto social en el que se aprende y se usa. La tarea de la lingüística, según este punto de vista, es la de elaborar «las reglas del lenguaje X», después de lo cual el sociolingüísta puede entrar en escena y estudiar cua lesquiera de los puntos en los que tales reglas entran en contacto con la socie dad, tales como los puntos en los que modos alternantes de expresión de una misma cosa son escogidos por distintos grupos sociales. Ésta es la visión característica de toda la escuela «estructural», que ha dominado la lingüística del siglo XX, in cluida la lingüística generativo-transformacional (la variedad desarrollada a par tir de 1957 por Noam Chomsky). Sin embargo, no todos ¡os estudiosos del lenguaje compartirían este punto de vista. Algunos argüirían que, puesto que el habla es (obviamente) comportamien to social, estudiarlo sin referencia a la sociedad sería como estudiar el comporta miento durante el noviazgo sin relacionar el comportamiento de cualquiera de los novios con el del otro. SOCIOLINGÜÍSTICA Y SOCIOLOGÍA DEL LENGUAJE He definido la sociolingüística como «el estudio de la lengua en relación con la sociedad», significando (intencionadamente) que la sociolingüística es parte del estudio del lenguaje. Así, el valor de la sociolingüística está en la luz que proyec ta sobre la naturaleza el lenguaje en general o sobre las características de algu na lengua en particular. Tal como sería de esperar, los estudiosos de la sociedad han descubierto que hechos de lenguaje pueden iluminar la comprensión de he chos sociales; después de todo, no es fácil pensar en una propiedad de la socie dad tan distintiva como su lenguaje, o tan importante como su funcionamiento. «El estudio de la sociedad en relación con el lenguaje» (lo recíproco de nuestra defi nición de sociolingüística) define lo que generalmente se denomina la sociología del lenguaje. La diferencia entre sociolingüística y sociología del lenguaje es, sobre todo, una diferencia de énfasis, según el investigador esté más interesado por el lenguaje o por la sociedad, y también según su mayor experiencia en el análisis de las es tructuras lingüísticas o en el análisis de las estructuras sociales. Hay una extensa área de superimposición de las disciplinas, y parece inútil intentar separarlas más claramente de lo que lo están actualmente. R. Hudson: La sociolingüística. Texto II. Cómo se establecen esas conexiones entre lengua y sociedad es un problema de mil aspectos diferentes, no todos fáciles de resolver Así, por ejemplo, la es cuela lingüística francesa (Saussure, Bréal, Meillet) ha sido llamada sociológica porque partía de una concepción elemental; el lenguaje es un hecho social, y que, como tal, no p u ede realizarse fuera de la sociedad. Por tanto, los diversos aspec tos de la sociedad formulados por medio de la palabra repercutirán sobre la len gua; estudios de este tipo deberán atender tanto a los grupos sociales (jergas) cuanto a los rasgos característicos de cada lengua. Nos encontramos, pues, ante ciertas posturas metodológicas basadas en los hechos actuales (loque en lingüís tica viene llamándose sincronía) con independencia de la historia (o diacronía). Precisamente en la doctrina de Saussure las famosas teorías de oposiciones pue575 -
den servirnos para ambientarlos problemas que ahora nos ocupan: lengua es el sistema suprapersonal que existe por encima de los individuos, que no pueden modificarlo; mientras que la realización individual y comunicativa de ese sistema es lo que llama habla. Es, pues, el habla donde se producen las modificaciones lingüísticas que no pueden afectar a la lengua salvo en el caso de que toda la comunidad las haya hecho suyas y las acepte como propias. Resulta entonces que el lenguaje es un sistema de signos empleados para la comunicación humana y como sistema de signos se inserta en una ciencia general que abarca a todos es tos sistemas (la semiología o semiótica). Sin embargo, la lengua como hecho so cial es independiente de otros sistemas sociales (costumbres, arte, creencias) pre cisamente por su mayor grado de socialización, lo que le hace ser un sistema muy estable. Pueden cambiar todas las estructuras sociales, pero la lengua continúa poco menos que inmutable, pues si sus cambios se produjeran violentamente lle garían a quebrar el sustento de la propia sociedad. No se olvide que las motiva ciones sociales actúan lentamente, sin llegar a romper lo que la lengua tiene de inmanencia: Cuando Stalin se enfrentaba con la realidad lingüística del ruso se ñalaba los cambios sociales que se habían producido en su país en algo más de cien años: desaparición del sistema feudal, liquidación del capitalismo, nacimiento del régimen socialista; se habían superado dos bases con sus supraestructuras y había surgido otra nueva con la suya propia, pero el ruso actual apenas si difie re en su estructura del ruso de Pushkin, y poco después interroga: ¿Cómo se puede destruir la lengua existente y crear en su lugar, en unos pocos años, una lengua nueva sin llevar la anarquía a la vida social y sin provocar a la propia sociedad el riesgo de su disgregación? La lengua es, repetimos, la más social de todas las creaciones, pero con su pro pia peculiaridad. Cierto que sin sociedad no podría existir ninguna lengua y cier to también que la lengua consigue que la propia sociedad se realice. Por eso, cuan do estudiamos las variaciones lingüísticas producidas por la sociedad, no esta mos haciendo otra cosa que éstudiar un aspecto de las muchas variaciones posi bles que puede tener un sistema lingüístico, pero no la única. M. Alvar: Lengua y sociedad. Texto III. La lengua como promedio de todas las hablas individuales (idiolectos) se basa en los elementos comunes de éstas. Hemos visto que la lengua varía como conse cuencia de un cambio de los hábitos lingüísticos; hay diferencias dialectales, lo calizadas geográficamente, y diferencias de niveles, no localizadas geográfica mente. La existencia de los distintos niveles se presenta como una de las caracte rísticas de las lenguas naturales, como ya señalamos. Toda comunidad está formada por una serie de relaciones y funciones diversi ficadas y el lenguaje refleja esta diversidad. Diríamos que el lenguaje sigue un determinado comportamiento que se corresponde con la importancia que noso tros atribuimos a la situación concreta en que nos movemos. Aparecen, entonces, los distintos niveles del lenguaje: generacional, de los sexos, lengua literaria, len guaje científico, hiperurbanismo, lengua familiar, lengua coloquial, lengua vulgar, bables, lenguas jergales y lenguas profesionales. Las causas concretas de estas diferencias podem os resumirlas en estos dos grupos: a) La existencia, en muchas lenguas, de modalidades sociales que llevan a la lenguas de grupos. Martinet emplea la expresión «dialectos sociales» «para designar el comportamiento lingüístico divergente de ciertas clases socia les». Y los explica por «una reducción de la frecuencia y de la intimidad de contactos entre dos segmentos de ¡a población. Esto ha traído consigo un proceso de diferenciación lingüística que no se detiene más que por el mí nimo de cooperación que supone la coexistencia en una misma ciudad». b) En el segundo grupo entrarían los distintos tipos de la lengua culta (con sus -
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variedades literarias) y de la lengua hablada (nivel coloquial, familiar, etc.). En el primer grupo las causas de estas diferencias van desde la ocultación, que puede ser mayor (lenguas jergales) o menor (lenguas profesionales), las diferen cias sociales, geográficas, profesionales, el grado de relación entre los interlocu tores, hasta las tradiciones culturales (forzosamente históricas) de una comunidad. El lenguaje generacional se basa, como indica García de Diego, en que «los viejos son arcaizantes morales y lingüísticos y los jóvenes gustan de novedades en los usos y en el idioma». En el lenguaje de los sexos habría que buscar las causas de las diferencias ini cialmente en las distintas actividades vitales; en segundo lugar, en los sistemas de educación, y, por último, en las normas sociales que han regulado la conducta de hombres y mujeres a-lo. largo de la historia. Las lenguas jergales se caracterizan por la «ocultación o la diferenciación deli berada». Diferencian a muchos grupos, (menestrales, emigrantes, malhechores, cíngaros, soldadesca, estudiantes) y mientras unas tienen un carácter estable (caló, germanía), otras están en renovación constante (jergas estudiantiles). Las lenguas profesionales se diferencian de las anteriores por carecer del ca rácter ocultista. La medicina nos proporcionaría una excepción. En el segundo grupo no analizaremos las manifestaciones cultas. Para las for mas coloquial, vulgar, familiar, hiperurbanismo y bable señalemos que también la situación inmediata tiene importancia. Muchas veces en la comunicación po nemos como fines la claridad, la brevedad (economía) y la comunicabilidad instantánea. El hiperurbanismo indica la acción de la lengua culta que, «erigiéndose en co rrectiva de la vulgar, enmienda abusivamente términos bien formados» (García de Diego). Los bables son, según definición de M enéndez Pidal, las hablas locales subdialectales. Martinet indica que es «la forma lingüística que se aprendió primero y que se emplea normalmente en el seno de la familia». A. Sabin y J. Urrutia: Semiología y Lingüística general. Texto IV. Así como en unas elecciones el voto de la mayoría puede ser efecto de una cam paña hábilmente dirigida por unos pocos hombres, también en esta actividad hu mana del lenguaje —la más democrática de todas— el ejemplo de una minoría egregia, si es suficientemente difundido, puede orientar y encauzar la decisión lingüística de la muchedumbre. «¿No es patente —dice Amado Alonso— el influjo que la prosa personal de Ortega ha ejercido en la lengua escrita de España y de América, especialmente en la de muchos escritores que están a caballo entre el periodismo y la literatura? ¿No es seguro que la lengua escrita impone su sello en la lengua oral de las ciudades, inñuyendo en su fisonomía? ¿No es cierto que el habla de las ciudades ejerce un poder de imitación en las hablas provinciales y rurales, especialmente en épocas de auge cultural?La intervención que un indi viduo d e empuje personal tiene en los destinos de su lengua es proporcionada a su potencia de proselitismo idiomático». El lenguaje, pues, no está sometido a leyes ciegas. Es un hecho humano, y, co mo tal, sometido a la voluntad humana; no sólo la voluntad del que propone un uso, sino la del que decide seguirlo. Por consiguiente, cabe hablar de una direc ción impuesta a una lengua. Dirección que está en manos de los escritores más leídos —entre ellos, hoy, los periodistas—, y tal vez de los gramáticos, si es que ocurre —raro fenómeno— que la enseñanza gramatical ha adquirido gran pre ponderancia en el país. Las personas que ajustan su decir, hablado o escrito, al ejemplo de los buenos escritores de su época o a la norma de los buenos gramáticos, se dice que ha blan o escriben bien. El lenguaje correcto goza de una consideración social so-
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bre la que no es necesario insistir aquí. No cabe duda de que la corrección en el lenguaje es un adorno, un factor de distinción en la persona que la posea. Pero no es esto, o sólo esto, lo que uno debe buscar cuando trata de depurar su expre sión lingüística: hablar bien no es lo mismo que ir bien peinado o llevar los zapa tos relucientes. El hablante debe aspirar a la perfección de su habla porque ésta es un intrumento de importancia vital para su convivencia dentro de una nación, Y su habla sólo será perfecta si se ajusta al máximo al modo de decir de sus compatriotas. Y es aquí donde debe intervenir el gramático. Hablando con más precisión: el gramático normativo, el preceptista. El papel del gramático no es el de enseñar a hacer análisis morfológicos o sintácticos, ni el de enseñarnos a hablar y a re dactar igual que Cervantes o Ricardo León, sino el de orientar nuestra lengua de hoy en un sentido de unidad entre todos los que la hablan, El gramático tiene que decirnos qué regionalismos, qué particularismos locales debemos desterrar de nuestro uso para acomodarnos a lo general, en nuestro propio beneficio; tiene que enseñarnos a seleccionar, entre las varías formas que circulan, las que son preferibles por adaptarse mejor al espíritu del idioma; tiene que darnos a cono cer, o recordarnos, los usos que son normales y corrientes en nuestra lengua y que nosotros, por la razón que sea, no hemos sabido poner en práctica. M. Seco: Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española.
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17 SITUACIÓN LINGÜÍSTICA DE ESPAÑA. 17.1. INTRODUCCIÓN. 17.1.1. ASPECTOS GENERALES. 17.1.2. LAS LENGUAS: PARENTESCO Y TIPOLOGÍA.
17.2. PROCESO DE FORMACIÓN DE LAS LENGUAS PENINSULARES. 17.2.1. ETAPA PRERROMANA. EL SUSTRATO LINGÜÍSTICO. 17.2.2. ETAPA ROMANA. LA ROMANIZACIÓN. 17.2.3. EL SUPERESTRATO LINGÜÍSTICO. A. PUEBLOS GERMÁNICOS. LOS VISIGODOS. B. LOS ÁRABES.
17.2.4. 17.2.5. 17.2.6. 17.2.7.
IMPORTANCIA DE LA RECONQUISTA. NÚCLEOS POLÍTICOS Y LINGÜÍSTICOS. DIVERSIDAD DIALECTAL. EL MOZÁRABE. EL ADSTRATO LINGÜÍSTICO.
17.3. LAS LENGUAS DE ESPAÑA. 17.3.1. EL CASTELLANO. A. B. C. D. E.
CARACTERÍSTICAS PECULIARES. LA PROGRESIÓN DEL IDIOMA. EL CASTELLANO MEDIEVAL. LA LABOR LINGÜISTICA DE ALFONSO X. EL CASTELLANO EN LOS SIGLOS XIV, XV, XVI. LA IMPORTANCIA LINGÜÍSTICA DEL SIGLO XVIII.
17.3.2. EL CATALÁN. A. B. C. D.
SUS ORÍGENES. SÍNTESIS HISTÓRICA. CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS. VARIEDADES LINGÜÍSTICAS.
17.3.3. EL GALLEGO. A. ASPECTOS HISTÓRICO-CULTURALES. B. CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS. C. DIALECTOS DEL GALLEGO.
17.3.4. EL VASCO. A. ASPECTOS H ISTÓRICO-CU LTU RA LES. B. CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS. C. SITUACIÓN DIALECTAL.
17.4. PROBLEM AS ACTUALES DEL BILINGÜISMO.
17.1. INTRODUCCION. 17.1.1. A S P E C T O S G E N E R A L E S. Las lenguas son el medio de comunicación humana, las cuales se caracterizan por ser instrumentos vivos, dinámicos y con posibilidades amplias de expresión, según hemos visto en los temas anteriores. Su formación es el resultado de una serie de hechos históricos en los que el pasado y el presente cooperan en la formación de sus estructuras y, a su vez, las configuran como medio expresivo de comunicación entre sus hablantes. Lengua e historia son dos realidades inseparables cuando analizamos cualquier do minio lingüístico, pues toda lengua no es más que el resultado de una herencia histórica. Desde el punto de vista diacrónico, la historia lingüística de España fundamentalmente se sustenta en dos hechos particulares, constituidos por la colonización romana —el latín— y la superposición ulte rior de la lengua árabe, lenguas de cultura ambas en casi todo el territorio peninsular. Estos dos hechos no son dos acontecimientos aislados en el tiempo, sino parte integrante de todo un complejo proceso en la evolución lingüística peninsular. Desde el punto de vista sincrónico, en el Estado español coexisten cuatro lenguas distribuidas en co munidades lingüísticas diferentes: castellano, catalán, gallego y vasco. Estas lenguas actuales, como sis temas vivos y con arraigo histórico, han originado variedades diatópicás y han contribuido a crear la riqueza lingüística actual. Recuérdense los conceptos de lengua, dialecto, habla regional y habla local dados en el tema 16.2.1. La evolución lingüística no sólo está en función del tiempo sino también de las condiciones sociales y geográficas. A su vez, las lenguas tienen la capacidad de convergir y de divergir a lo largo de su historia. Lo que se admite actualmente es que los diversos dialectos no son versiones imperfectas de lenguas, sino que constituyen sistemas regulados y con capacidad comunicativa. Las diferencias entre las lenguas y los dialectos, estrechamente relacionados con ellas son, en su mayor parte, políticas y culturales, pues desde un punto de vista estrictamente lingüístico, lo que normalmente se considera lengua es un simple dialecto que por accidente histórico se ha vuelto cultural y políticamente importante. También es de interés señalar que las demarcaciones entre los dialectos nunca son nítidas; la contigüi dad espacial es un hecho en dialectología. Como veremos a lo largo de este tema, la formación lingüística peninsular parte de un dominio lingüístico en el norte de España que sólo se quiebra por la separación genética del vasco, en oposición a los grupos latinos. Pero dentro de cada uno de estos grupos, el paso de uno a otro es gradual generalmente. No existen barreras tajantes, se trata más bien de un continuum lingüístico, aunque por motivos didácticos se agrupen en diferentes do minios lingüísticos. En este caso dominio lingüístico equivale a lengua o lengua escrita, que se agrupa a su vez en una determinada área. Cuando un dialecto se normaliza, presenta un mayor grado de estandarización, adquiere un predominio singular dentro de este continuum, se convierte en lengua común con fron teras más nítidas y con toda clase de variantes. En conclusión, la dicotomía lengua/dialecto se debe superar, puesto que las diferencias entre ambos es accesoria. Los dialectos son propiamente lenguas aunque resulten menos regularizados que las lenguas comunes y sus límites sean más difusos.
17.1.2. L A S L E N G U A S : P A R E N T E S C O Y T IP O L O G IA . La diversidad lingüística del mundo es tan grande como incompleto el conocimiento que se tiene de ella. Prescindiendo de si las lenguas surgieron o no independientemente unas de otras en distintos luga res y épocas, lo que sí sabemos es que las lenguas que hoy conocemos se desarrollaron la mayoría desde una misma protolengua, a partir de la cual se diferenciaron. Así, se suelen agrupar las lenguas en gran des familias o comunidades de origen, cada una con subgrupos. -
580 -
La familia lingüística más extensa y conocida es la indoeuropea, cuyo estudio se inicia en el s. XIX a partir de la lingüística comparada y del conocimiento del sánscrito. Se basa en el descubrimiento de las semejanzas gramaticales y léxicas de las diversas ramas que la forman. Observamos en el cuadro siguiente que la mayoría de las lenguas habladas en Europa pertenecen a la familia indoeuropea:
.
1 Indoiranias
indio
Con sus conocidos estadios antiguos: veda, sánscrito.
iranias
Rama oriental: afganés y lenguas del Pamir. Rama occidental: persa y kurdo.
2. Armenio
3. Albanés
4. Baltoeslavas
5. Germánicas
bálticas
Lituano, letón.
eslavas
Ruso, búlgaro, servocroata, esloveno, checo, eslovaco, polaco, etc.
nórdicas
Danés, noruego, sueco, féroe, islandés.
occidentales
Inglés, frisón, holandés, alto y bajo alemán.
orientales
Gótico, burgundio (muertas).
6. Célticas
Bretón, irlandés, galés, escocés, manx, etc.
7. Itálicas
Osco-umbro (muerta) y latín (de la que proceden las románicas: francés, provenzal, catalán, castellano, gallego, portugués, reto rrománico, italiano, sardo, rumano, dálmata (muerta).
8. Griego
Entre otras familias lingüísticas importantes citamos: urálicas, caucásicas, amerindias, chino-india, etc. Otro criterio de distinción en las lenguas está basado en la semejanza tipológica o coincidencias en la estructura lingüística. Aunque las clasificciones pecan siempre de parciales, la distinción tipológica se establece en aglutinantes, flexionales y monosilábicas. Las aglutinantes son fácilmente segmentables en morfemas; ¡as flexionales tienen palabras polimorfemáticas con variantes y abundan los hechos de amalgama y sincretismo, mientras que en las monosilábicas los conceptos de palabras y morfema coinci den y adquieren importancia el orden y la entonación. En el Estado español las lenguas son románicas y flexionales, excepto el vasco, de origen no clarifica do y aglutinante.
581 -
Distribución de las lenguas en el mundo (según Meillet y Cohén).
17.2. PR O C ESO D E FO R M A CIÓ N D E L A S LEN G U A S P E N IN SU L A R E S Y SU S R E LA C IO N ES H ISTORICAS. Pasamos a estudiar los factores históricos y culturales que cronológicamente contribuyeron a la con formación de las lenguas de España. 17.2.1. E T A P A P R E R R O M A N A . EL S U S T R A T O LIN G Ü ISTIC O .
La etapa anterior a la llegada de los romanos a la península sigue siendo en muchos aspectos una gran incógnita, pero podemos afirmar que se caracterizó por una superposición de pueblos y lenguas que iban a dejar su impronta en las lenguas de las tierras ocupadas. Los numerosos pueblos que invadieron la península fueron: los iberos y los tartesos o turdetanos, que procedentes del norte de África se extendieron por el este y sur de España; los ligures y celtas, que venían del norte de Europa y ocuparon las zona de la Meseta y norte; los fenicios y griegos, que fundaron sus colonias por el Mediterráneo. Esta diversidad de pueblos trajo consigo una falta de unidad lingüística que sólo el latín unificó, con la excepción del vasco que conservó su lengua, aunque asimiló vocablos latinos adaptándolos a sus estructuras. D e t o d a s l a s le n g u a s p r e r r o m a n a s e s e l v a s c o l a ú n ic a le n g u a q u e h a p e r v iv id o e n e l o c c i d e n t e e u r o p e o .
Sobre sus orígenes los lingüistas han elaborado diversas hipótesis, pero hasta el momento no se ha llega do a conclusiones válidas y satisfactorias, por lo que el vasco representa una reliquia lingüística de indu dable valor. Es importante señalar que todas las lenguas indígenas de la Europa occidental fueron absor bidas por las familias lingüísticas posteriores, ya fueran germánicas, célticas o románicas (vid. tema 2.3). Consideramos de interés el texto de A. Tovar que insertamos para su estudio. El aislamiento del vascuence, su falta de parientes próximos, es un hecho bien sabido, y, por qué no decirlo, uno de los motivos de orgu llo de los euskaldunes. El método por el cual se ha podido descubrir hace ya siglo y medio el parentesco de la inmensa familia indoeuropea, desde el sánscrito al celta, y desde el eslavo al latín, no ha dado, ni puede dar, resultado para el vasco, pues aunque el vasco presenta indu dables parecidos con otras lenguas (sus vecinas románicas, en especial el español y los dialec tos del suroeste de Francia, lenguas más extra ñas, como las caucásicas y las camiticas, quién sabe si las lenguas de los viejos pobladores de Eurasia, que hoy aparecen hablando lenguas ñnougrias o las lenguas primitivas de Siberia que llamamospaleoasiáticas); tales parecidos, ni aun cuando estuvieran estudiados en su conjunto, no permiten establecer un sistema de correspon dencias como el que se da entre las lenguas in doeuropeas, las semíticas, y otros grupos de idiomas cuya separación y diferenciación es más reciente, y por ello más fácilmente reconocible y documentado. No podremos descubrir por nin guna parte lenguas hermanas del vascuence, ni siquiera (continuando la fácil metáfora) primas hermanas. Ya hemos dicho que las lenguas no son seres vivos, que no tienen genealogía sino en sentido figurado y que no se pueden relacio nar de otra manera que mediante esa descen dencia de un antepasado común, que expresa mos con metáforas como filiación o parentesco.
El vascuence se relaciona, naturalmente, con ¡as lenguas vecinas, con las que desde hace tres mil años le están comiendo el terreno y mezclándo se con él, y posiblemente se relaciona con len guas que, separadas de él hace miles de años, y sometidas a presiones de culturas muy diver sas, conservan, en sus divergentes caminos, ele m entos com unes m ás o m enos num ero sos. (...) El aislamiento del vasco ha de ser atribui do a que es resto de una capa de lenguas que se hablaron en territorios más o menos extensos de la Península y del Occidente de Europa, y que fueron desplazadas y últimamente arrinco nadas por las lenguas indoeuropeas. Ahora sa bem os que éstas, desde sus zonas originarias, en el centro y este de Europa, sólo durante el segundo milenio antes de Cristo se abrieron pa so hacia el Occidente; en sucesivas oleadas completaron en el milenio siguiente su predo minio (celtas, latinas, etc.), y sólo en territorios aislados se salvaron algunos idiomas represen tativos de la época anterior, prehistórica. Los subcélticos, que se habían impuesto en Francia, la mayor parte de Hispania, las islas Británicas, el norte de Italia, cedieron ante el mayor empu je cultural y político del latín, y así surgió el oc cidente románico, la Romanía, en la que el vas cuence es una isla donde se ha salvado el unco resto anterior, la única muestra de las lenguas preindoeuropeas del Occidente.
A. Tovar: El euskera y sus parientes. Madrid, 1959.
En el estudio de las lenguas denominamos s u s t r a t o a los rasgos lingüísticos de lenguas anteriores a la romanización que se introducen en el latín, lengua invasora. Según Lázaro Carreter: Por analogía con las capas geológicas, se da este nombre a la lengua gue, a consecuencia de una invasión de cualquier tipo, queda sumergida, sustituida por otra. La lengua invadida no desaparece sin dejar teñida a la invasora de algunos rasgos: palabras que sobrenadan en el hundimiento, hábitos fonéticos, de ento nación, gramaticales, etc. De aquí que muchos rasgos de las lenguas románicas se atribuyen a fenómenos de sustrato. Este influ jo lo encontramos en: a ) L a f o n é t ic a :
• Pérdida de / - inicial latina, de influjo vasco, pasa en castellano a h aspirada y posteriormente desaparece. Se conserva en las demás lenguas románicas de la península. Ejemplo: vasco c a s t e lla n o c a t a lá n gallego la t ín huir f uxir ihes egin f ugir f ugio facer egin hacer fer fació humo fum fume f umus ke • Ausencia de v labiodental, también sustrato del vasco. Este fenómeno se da en la mayor parte de España en oposición a los demás pueblos románicos. • Suavización de las oclusivas sordas intervocálicas que se sonorizan: p, t, k / b, d, g. Sustrato de influencia celta. Ejemplo: arpa -► cuba; vita vida; locus lugar; securus seguro; • También de sustrato celta se considera el paso del grupo —ct— a —it— inicialmente; en una etapa posterior se modifica por contacto con la vocal vecina o evoluciona a —ch—. Ejemplo: nocte noite noche factu Jeito fecho hecho conserva una serie de sufijos derivativos nominales: • Los despectivos —arro, — orro, — urro, en machorro, baturro, guijarro. • Los sufijos —eco, — ueco, —iego, tanto en nombres comunes como en topónimos: muñeca, la briego, mujeriego, Batueca... • El sufijo ligur — asco y el patronímico español —ex: peñasco, nevasca, borrasca, Velasco, Sán chez, González...
b ) L a m o r fo lo g ía
tiene muchas palabras que no encuentran etimología correcta en latín y otras lenguas, por lo que por su antigüedad se les atribuye a épocas más antiguas que la romanización: barro, manteca, perro, álamo, páramo, lanza, Toledo, Barcelona, izquierdo, pizarra...
c ) E l lé x ic o
La influencia del sustrato lingüístico aparece en mayor o menor grado según la fuerza con la que la lengua invasora, en nuestro caso el latín, incide en las distintas zonas de la geografía peninsular. 17.2.2. E T A P A R O M A N A . L A R O M A N IZ A C IO N .
La conquista romana de Hispania se inicia en el año 218 a C. y se consolida el año 19 a C. con Augus to. Comienza en el litoral mediterráneo con el desembarco de los Escipiones en Ampurias por motivos militares —segunda guerra púnica— y constituye después un avance más en la expansión y hegemonía del Imperio romano. Los romanos vencen a los cartagineses y se instalan en la parte meridional y en la oriental de España. Desde allí van avanzando hacia el resto del territorio peninsular y se adueñan de Hispania excepto la zona septentrional donde resisten los pueblos galaicos, astures y cántabros que sólo en los años 29-19 a C. consiguen integrar en el Imperio. A partir de la época de Augusto —siglo I a C.— comienzan los síntomas de empobrecimiento y desintegración del Imperio romano y en consecuencia el inicio de la dis gregación lingüística, al perderse la intercomunicación de los pueblos romanizados. -
584 -
La incorporación de una región al vasto dominio del Imperio romano levaba consigo la romanización de sus gentes, su cultura y su lengua. De esta forma, la d iv e r s id a d s o c i a l y lin g ü ís t ic a d e l a H i s p a n i a a n te r io r a la lle g a d a d e l o s r o m a n o s d e s a p a r e c ió g r a d u a lm e n t e y se p-odujo una transformación en to dos los órdenes de la vida, un cambio de mentalidad de los pueblos aborígenes y, sobre todo, un enrique cimiento cultural. La romanización fue un proceso lento, gradual, que se extendió por casi toda la Penín sula hacia el siglo III, hecho histórico que la incorporaba definitivamente al mundo grecolatino. E s te p r o c e s o d e r o m a n i z a c i ó n ib a c a l a n d o d e f o r m a d is t in t a s e g ú n la s r e g i o n e s h is p á n ic a s e s t a b l e c i d a s p o r lo s r o m a n o s d e m a n e r a q u e ib a a te n e r c ie r t a t r a n s c e n d e n c ia e n la f r a g m e n t a c i ó n l i n g ü ís t ic a p o s t e r io r . En la Bética la romanización fue más intensa y temprana; era una zona con una cultura superior y ello facilitaba la asimilación de usos nuevos. En la Tarraconense la romanización presentó ragos m á s innovadores. En la Lusitania y zona norte la romanización fue menor y los rasgos de sustrato serían más notables. Consecuencia de todo ello es la diferencia existente entre el aspecto conservador de la Béti ca frente al carácter innovador del este peninsular.
Decíamos que la romanización tiene especial relieve en la fragmentación lingüística de la península porque en las zonas de mayor influencia romana el latín iba a dejar una huella mayor en la lengua ro mance surgida en esa zona, y a la inversa, en los lugares donde la romanización fue menor, en la lengua surgida convivirían rasgos latinos con otros ajenos a él. Así, en el área castellana confluyen estas dos corrientes y este contacto de lenguas proporciona los rasgos eclécticos que caracterizan al castellano frente a las otras lenguas romances de la península: el catalán y el gallego. La romanización se efectuó en distintas épocas y condicio nes para cada región. Al ini ciarse en la Bética y en Tarra conense, se estableció allí el se dimento lingüístico que des pués se propagaría hacia el in terior: desde la Bética hacia el oeste y noroeste peninsular; desde la Tarraconense, por la vía romana del Ebro, hasta la Meseta septentrional. Una diferencia importante entre estas dos regiones —la Bética y la Tarraconense— ra dicaba en la mayor comunica ción de la segunda con la Galia y con Italia, en resumen con la Romanía central. Direcciones de la romanización, según Meier Lübke Ensaios, pág. 22 A partir del siglo III comienzan los síntomas de descomposición del Imperio romano y empieza a usarse el nombre de R o m a n ía para designar el conjunto de pueblos ligados por el vínculo de la civiliza ción romana. El t é r m in o R o m a n ía p a s ó a d e s ig n a r u n a u n id a d li n g ü ís t ic a , ll a m á n d o s e le n g u a s r o m á n i c a s , r o m a n c e s o n e o l a t in a s a l r e s u lt a d o d e la f r a g m e n t a c ió n y d i v e r s if ic a c ió n d e l la t ín v u lg a r , i n s t r u m e n to s
de
c o m u n i c a c i ó n e n e l I m p e r io r o m a n o .
Siguiendo criterios lingüísticos podemos comprobar que estas lenguas románicas presentan dos blo ques, uno oriental y otro occidental, diferenciados principalmente en algunos aspectos fonéticos. La cla sificación de estas lenguas sería la siguiente: A. Romanía occidental 1. Lenguas galorrománicas. • Francés • Provenzal • Retorrománico -
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2. Catalán 3. Sardo
LENGUAS RO M ÁNICAS E N EUROPA
EL LATÍN VULGAR Y EL LATÍN HISPÁNICO. Con la civilización romana se impuso de forma lenta y gradual la lengua latina. El latín era un idioma surgido en el Lacio que presentaba unas caracte rísticas rudas pero que se perfeccionó en su proceso de evolución y por influencia helénica. Como en toda lengua se distinguían en el latín dos variedades diastráticas: un la t ín c lá s ic o , uniforme, regulariza do, perteneciente a la minoría culta; y un la t ín v u lg a r hablado por los colonos, administrativos, etc., lengua de uso común entre las gentes la cual carecía de regularización. Es este latín vulgar sermo vulgaris, sermo rusticas, el que entra en Hispania de forma profunda aunque, como hemos señalado anterior mente, no uniforme. Este latín presentaba unas características unitarias en la época de Augusto; posteriormente se iniciará el proceso de abandono que traerá consigo el inicio de las lenguas romances en el siglo V. Estas lenguas romances son el resultado de la evolución del latín vulgar en contacto con los elementos de sustrato y otras influencias posteriores. El la t ín h is p á n ic o presenta unas características que constituyen el germen de la posterior diferencia ción lingüística peninsular. Este latín, frente a otros territorios romanizados, es más conservador y pre senta una evolución más lenta. La evolución del latín vulgar en Hispania es el elemento esencial de los primitivos idiomas peninsula res conocido por el famoso tratado Appendix Probi (siglo III), que es una lista de 227 formas correctas del latín clásico, seguidas de las formas incorrectas del latín vulgar. Realizado por un maestro anónimo, representa un medio muy importante para conocer la lengua común de la época. Como hemos dicho anteriormente, este latín no debe confundirse con el latín culto, que sólo se intro -
586 -
dujo en ambientes reducidos. Una vez arraigado el latín vulgar surgirán do bajo latín y en el Renacimiento el latín humanístico.
e i
la Edad Media el denomina
A c o n tin u a c ió n e n u m e r a m o s la s c a ra c te rís tic a s n á s im p o rta n te s d e este la tín h is p a n o :
En el sitema vocálico
h a y u n a r e d u c c ió n d e d ie z v o c a le s p r o p ia s del la tín c lá s ic o a siete,
y d e la d is tin c ió n c u a n tita tiv a se p a s a a d is tin g u ir las v o c a le s p o r su tim b re o a c e n to d e in te n s id a d . L a tín c lá s ic o
i
i
e
e
a
a
o
o
1/
tT
o
L a tín v u lg a r
u
romance
C a s te lla n o
e
En el sistema consonantico • P é r d id a d e la
m
ié
a
ué
o
u
las c a ra c te rís tic a s m á s g e n e ra le s so n
fin a l, e x c e p to e n lo s m o n o s íla b o s ( tam, ■cum,
rem)
p, t, k-*~b, d, g en p o s ic ió n in te rv o c á lic a : lu p u lo b o vita v id a securus -*■ se g u ro • C o n f u s ió n b / v. •
S o n o riz a c ió n d e
• S im p lific a c ió n d e g r u p o s c o n s o n á n tic o s :
pt -*-tt septem (la t. nct-+~nt sanctum mn-*-nn alumnus damnu gr-*~ r intergrum En el sistema morfológico
clás.)
sette (la t. santu alunnus dannu Ínter
v u lg .)
sie te (c a s te lla n o )
—
s a n to
->
a lu m n o (c u ltis m o ) daño e n te ro / ín te g ro (c u ltis m o )
el d a to m á s re le v a n te es el c a m b io del s ite m a c a s u a l al
p re p o s ic io n a l.
En la estructura sintáctica,
la a u s e n c ia d e h ip é r b a to n .
17.2.3. EL S U P E R E S T R A T O LIN G Ü ISTIC O .
Otro fenómeno que contribuye a la conformación histórica de las lenguas es el que se conoce con el nombre de superestrato y que se atribuye a los fenómenos producidos por una lengua llevada a otro dominio lingüístico en un proceso de invasión, y que desaparece o no es adoptada ante la firmeza de la lengua aborigen. En el mapa lingüístico peninsular los dos factores de superestrato más importantes están representados por los pueblos, germanos y los árabes. A . P U E B L O S G E R M Á N IC O S . LO S V IS IG O D O S .
En el siglo V, año 409, los suevos, alanos y vándalos atraviesan los Pirineos y se dispersan por la Pe nínsula. Esta invasión se ve favorecida por la descomposición del Imperio romano. A partir del año 415 llega la oleada de los visigodos desde la Galia, el pueblo más latinizado de los germanos. Los visigodos eran un pueblo de costumbres y de religión arriana, pero adoptaron la hispanidad y se convirtieron al catolicismo, con lo que se logra la unidad religiosa, territorial y jurídica, hechos que estuvieron a punto de fraguar la unidad de Hispania como estado, pero que la presencia de los musulmanes a principios del s. VIII cortó lo que parecía un resultado próximo. Los visigodos, romanizados pronto, abandonaron el uso de su lengua y desapareció la posibilidad de que la lengua germana fuera vehículo de comunicación. Sólo dejó algunos rasgos morfológicos y léxicos en el latín hispano. En el plano gramatical cabe señalar la presencia del sufijo — ing que evoluciona a — engo en algunos derivados de voces latinas: abolengo, realengo,... En el nivel léxico los vocablos peninsulares de origen visigótico tienen también sus correspondientes en otras lenguas románicas (italia no, provenzal, francés): albergue, espuela, tejón, bramar, guarecerse,... También la toponimia y la ono mástica conservan palabras adaptadas a la fonética y morfología latinas y árabes: Alvaro, Fernando, Gonzalo, Burgos, Castrogeriz, Villalán... -
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Los escritores hispanogodos utilizan el bajo latín, medio expresivo también en la legislación. Sólo en la obras de S. Isidoro — Las Etimologías— hay aportaciones léxicas del habla vulgar. Época de esplen dor en cuanto a la conciencia de un nacionalismo hispánico, lo que se hace decisivo en estos años es la evolución lingüística peninsular, pues tiene lugar el proceso de latín vulgar hispánico hacia los inci pientes romances con rasgos muy primitivos. Con la invasión visigoda el latín hispano quedó abandona do a sus propias tendencias; esta dispersión hizo que aparecieran los rasgos iniciales e intermedios de evolución. En resumen, los visigodos actúan como catalizador de descomposición del latín vulgar hacia nuevos romances, acelerando el nacimiento de las lenguas que en años posteriores se desarrollarán. B. LO S Á R A B E S.
Con la venida de los musulmanes, año 711, comienza un nuevo período histórico que presenta unos rasgos muy específicos y singulares en el aspecto lingüístico. De hecho, la influencia árabe en las lenguas romances de la península hace que éstas se separen de las del resto de la Romanía. Nos encontramos con el fenómeno de superestrato más importante. La convivencia entre árabes y po blación autóctona durante varios siglos trajo consigo la adopción de numerosos vocablos. De hecho, el elemento árabe es, después del latino, la principal fuente lexical del castellano. Unas cuatro mil pala bras se incoporan a nuestro sistema lingüístico y le confieren una naturaleza y fisonomía particulares en el conjunto de las demás lenguas romances. Estos vocablos se adaptaron a las estructuras internas de las lenguas peninsulares, amoldándose a su fonética y asimilando los cambios propios de un léxico patrimonial. E je m p lo s d e v o c a b lo s p ro c e d e n te s d e l á r a b e e n c o n tr a m o s en m u c h a fa c e ta s d e la v id a :
aceifas o algaras, adalides, atalayas, alfanje, adar ga, alcazaba, tambor, alféreces, jineta, alazán, acémilas, albardas, jaeces,... • V o c a b lo s p e rte n e c ie n te s a la a g r ic u ltu ra : acequia, aljibe, azud, noria, alquería, almunia, alcachofas, algarrobas, alubias, zanahorias, chirivía, berenjena, alfalfa, azafrán, azúcar, algodón, aceituna, almazara, azucena, azahar, adelfa, alhelí, retama,... • V o c a b lo s p e rte n c ie n te s a l tr a b a jo o la in d u s tr ia : tarea, alfarero, taza, ajorca, alfiler, aljó far, marfil, azufre, azogue. • D el trá fic o : aranceles, tarifa, aduana, almacén, arroba, quintal, fanega. • D e la v iv ie n d a : arrabal, aldea, zaguán, azotea, alcoba, alféizar, albañil, tabique, azulejo, alcantarilla, ajuar, almohada, alfombra, jofaina, alcuza, almirez, albóndiga, almíbar, arrope, alfeñique,... • D el v e s tid o : jubones, albornoces, zaragüelles, babuchas,... • D e la s in s titu c io n e s : alcalde, alguacil, albacea,... • T é rm in o s p e rte n e c ie n te s a la g u e rra :
E n la to p o n im ia ex iste n ta m b ié n m u c h o s n o m b re s d e p r o c e d e n c ia á ra b e : Algarbe, Alca lá, Alcolea, Guadalquivir, Guadalajara, Guadiana, Algeciras, Alcira, Benicásim, Bugarra,... Alboraia (Al-boráiza: el m ira d o r) Albalat (la c iu d a d ) Beni = lu jo . Benimaclet, Benasal ( h ijo s d e l m o ro , h ijo d e la m iel) Mass = p o s a d a ; guad = río
Aparte del léxico es de procedencia árabe el sufijo í: baladí, alfonsí, jabalí, muladí,... En los sistemas fónico, morfológico y sintáctico no han sido estudiadas de forma rigurosa las posibles influencias. La invasión y predominio árabes contribuyen a establecer las diferencias de las lenguas romances pe ninsulares. Entre los siglos VIII - X predomina ia presencia y el auge árabes, pero, a partir de! siglo XI, la reacción cristiana y la consiguiente repoblación de territorios hacia el sur cambia el panorama político y con él avanza la progresión y evolución de los romances originados en el norte de la Península.
17.2.4. IM P O R T A N C IA D E L A R E C O N Q U IST A . N U C L E O S P O L IT IC O S Y L IN G Ü IST IC O S.
Hemos llegado en el estudio diacrónico de las lenguas al período histórico considerado como el más decisivo en la configuración lingüística de España. Con la dominación musulmana el año 711, la Penín sula queda dividida en dos partes antagónicas: el dominio árabe y el dominio cristiano. En sus inicios,
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los árabes ocupan casi toda la Península excepto la parte norte —cántabro-astur y vascona— que igual que bajo dominio gótico, seguía independiente al margen del poder que dominaba el resto peninsular. Los siglos VIII, IX y X se caracterizan por la supremacía árabe que con Abderramán III proclamado califa (919 - 961) consigue la época de mayor esplendor. Pero una vez destruido el califato, la Península se dispersa en reinos de taifas y comienza la decadencia árabe ante los reinos cristianos del norte. Mientras tanto, en estos primeros siglos de la Reconquista, los núcleos cristianos situados en el norte constituyen focos de resistencia político-militar y, convertidos en reinos, comienzan la repoblación de las tierras yermas en el desierto estratégico del Duero, que separaba a los árabes de los cristianos. En el siglo IX se repueblan Tuy, León, Astorga, Amaya. En el siglo X llegaban a la línea del Duero y Alfon so I forma el reino astur-leonés que se extendía desde la Galicia septentrional hasta Cantabria y Álava y por el sur hasta Sepúlveda, Salamanca y Coimbra. La cuenca alta del Ebro, único lugar donde tenían contacto con los musulmanes, fue fortificada por los reyes de Asturias, de ahí la abundancia de castillos (Frías, Briviescas...) que dieron nombre a Castilla y que tenían como objetivo asegurar la tranquilidad de Oviedo, capital de este reino que posteriormente se trasladaría a León. Durante estos siglos primeros de la reconquista, Navarra se iba formando en el Pirineo y reconquista ba la Rioja alta. Y la actual Cataluña estaba organizada en pequeños condados, bajo la soberanía de los reyes francos, formando la Marca Hispánica desde el Rosellón hasta Barcelona. En lo referente a la lengua, esta Edad Media abarcaba unas variedades lingüísticas situadas en este norte peninsular y que en líneas generales mantenían un mismo plano de igualdad, aunque en cada una de ellas se ponía de manifiesto la asimilación peculiar del latín y las influencias respectivas de sustrato, amén de las producidas por contactos lingüísticos. Así, encontramos que en la cornisa cantábrica, entre el gallego-portugués y el vasco, surgen el astur-leonés y, de forma muy incipiente, el castellano en la anti gua Cantabria. En los Pirineos, el navarro-aragonés y el catalán. D u r a n t e l a E d a d M e d ia e s t a s le n g u a s p r e s e n t a b a n u n a n o t a b l e d iv e r s id a d d i a l e c t a l.
El vasco seguía
su trayectoria en una zona más reducida.
17.2.5. D IV E R S ID A D D IA L E C T A L .
Los incipientes dialectos peninsulares son reflejo del fraccionamiento político de la época: a ) En el reino astur-leonés Asturias representó el primer apoyo de la Reconquista. Pueblo heredero de la tradición visigótica, traslada posteriormente su capital a León. T o d o e l r e in o c a r e c ía d e u n id a d lin g ü ís t ic a ; en él confluían: — El g a lle g o , romance conservador con gran influencia romana y fuerte sustrato celta, que desde el oeste se prolongaba hacia el sur. — El a s t u r - le o n é s , hablado en el centro del reino, era un dialecto muy diversificado, sometido a muchas influencias. — El m o z á r a b e , evolución del habla de los cristianos en territorio árabe, era el dialecto más arcaizante. — El c a s t e lla n o , que se iba formando en Cantabria, era un romance incipiente no derivado espon táneamente del latín, sino constituido como un habla de transición vasco-románica. b ) En los Pirineos, el reino de Navarra, tras su conquista de La Rioja, forma el reino de Aragón en el siglo XI y se extiende hacia el sur con las conquistas de Huesca y de Zaragoza. E l d i a l e c t o n a v a r r o a r a g o n é s t ie n e s e m e j a n z a s c o n e l d e L e ó n , p e r o e s m e n o s r e f in a d o y p r e s e n t a i n f l u j o v a s c o . Tanto el leonés como el navarro-aragonés vienen a representar una mediación lingüística con los otros ro mances vecinos. Ambos también se verán anulados por el progresivo avance del castellano. c ) Cataluña, incorporada a Francia por motivos políticos y culturales, se independiza en el siglo X. Por formar parte de la Marca Hispánica bajo los emperadores carolingios s e le h a a t r ib u id o l i n g ü ís t ic a m e n t e u n a d e p e n d e n c ia p r o v e n z a l.
Históricamente, los condes de Barcelona, una vez independizados del dominio franco, extendieron sus dominios y su lengua hacia el sur, oeste y ultramar.
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Junto a todas estas formas dialectales románicas, coexistía la lengua vasca que había reducido su extensión y que había permanecido aislada durante toda la Edad Media. Alrededor del siglo IX aparece el condado de Álava y el señorío de Vizcaya que mantuvieron relaciones con Navarra y pos teriormente se unirían al reino de Castilla. Lingüísticamente estas formas dialectales tenían sus rasgos propios que, con la excepción del vas co y del castellano, coincidían en una serie de características que prolongaban la fundamental uni dad lingüística anterior a la invasión musulmana. En conclusión, cabe suponer una continuidad lin güística primitiva que se rompe con la expansión e innovaciones propias del castellano.
17.2.6. EL MOZARABE. Junto a este panorama norteño, la evolución del habla de los cristianos en territorio árabe recibe el nombre de mozárabe. El mozárabe es el dialecto más arcaizante y su importancia radica en ser el documento más valioso para estudiar los procesos intermedios del latín al castellano.
Situación lingüística de la Península a mediados del siglo X
mozárabe es conocido por un caudal no demasiado conexo, pero con el descubrimiento de las j a r se ha reconstruido esta modalidad de habla romance, junto con otros documentos o fuentes como son los glosarios latino-árabes, los topónimos e inscripciones, las citas en aljamía de escritores árabes. Las jarchas, cancioncillas de tipo tradicional, eran unos estribillos con los que los poetas musulmanes cerraban unos poemas conocidos como moaxajas, escritos en árabe y hebreo. El
chas
L a s c a r a c t e r ís t ic a s q u e p r e s e n t a e s t e r o m a n c e a r c a ic o c o i n c i d e n c o n la s d e l o s r e s ta n t e s r o m a n c e s p e
como se puede observar en el cuadro anexo. Citamos aquí los rasgos más importantes del mozárabe: • Diptongación de e, o, tónicas ante consonante palatal. • Diptongación de ai, ei, au, ou. • Conservación de / - inicial. • Conservación de g-, j- iniciales ante a, e, i. • Palatalización de /- en / procedente de -ly-, -c’l-, • Conservación de los grupos pl-, el-, fl-, • Evolución del grupo -ct- en -gt-, -it-.
n in s u la r e s ,
En cuanto a la morfología, las características más importantes son: • Alternancia del artículo románico el con el árabe al. • Uso de las formas personales mib, mibi, por analogía con tibí • Uso de la conjunción copulativa ed. « Diptongación de las formas verbales del ser en yes, yed. • Conservación de d- en la 3 a persona verbal: éxid (sale).
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Obsérvese en el siguiente texto mozárabe algunas de estas características: ¿Qué fareyo au ké serad de mibi? ¿Qué haré yo o qué será de mí? Habibi, Amigo mío, non te tuelgas de mibi. no te apartes de m í (Tomado de la Crestomatía del español medieval, de M. Pidal, pág. 23). Garid vos, ay yermanelas, Com í contener é meu malí? Sin el habib non vivireyu ed volarey demandan.
Decid vosotras, oh hermanillas, ¿cómo refrenaré mi pesar? Sin el amado yo no viviré y volaré a búscalo
(Tomado de Textos hispánicos medievales, tomo I de M. Alvar, pág. 9). Ya hemos dicho anteriormente que la lengua oficial entre los hispanogodos era la latina. Cuando los árabes ocuparon casi toda las Península, los cristianos de esas tierras conservaron su lengua romance, pero no se desarrolló sino que más bien quedó estacionada. De ahí el interés que ofrecen esas cancioncillas mozárabes a través de la cuales se puede sondear en el habla romance primigenia.
17.2.7. EL ADSTRATO LINGÜISTICO. Otro factor importante que interviene en la conformación de una lengua es lo que denominamos adstrato y que designa el influjo mutuo de dos lenguas o dialectos vecinos. Este contacto de lenguas, proce dimiento vivo, justifica las influencias castellanas y catalanas, catalanas y provenzales, gallegas y astu rianas, etc. Los hechos históricos propiciaron el que durante estos siglos una serie de galicismos y provenzalismos se introdujeran en nuestras lenguas romances. Esta influencia lingüística se vio favorecida por la abun dante entrada de francos desde Roncesvalles a España, con motivo de la peregrinación a Santiago de Compostela. De esta forma entran vocablos como: homenaje, mensaje, fraile, deleite, vergel, manjar, etc. Como recapitulación de todo lo visto hasta aquí, remitimos al alumno al gráfico Proceso de form a ción I en el que se expone este aspecto diacrónico de las lenguas peninsulares hasta los siglos X - XI.
17.3. L A S LEN G U A S D E E SPA Ñ A . 17.3.1. EL CASTELLANO. A. CARACTERÍSTICAS. El castellano como lengua romance es el resultado de la evolución, a través de varios siglos, del latín vulgar originado en la antigua Cantabria, evolución en la que confluyen tres factores: a ) La intensidad de la romanización, que en este caso iba a ser tardía y pobre; por lo tanto menos deter minante que en el resto hispánico. En consecuencia, otros factores iban a pesar más en la conforma ción de esta lengua. b ) Una mayor manifestación del sustrato prerromano. El castellano se origina en la parte norte de lo que hoy es provincia de Burgos, junto al dominio vasco. Esto explica las influencias del vasco en el castellano, sobre las que la investigación sólo ha fijado las referentes al aspecto fonético: corres pondencia de sistema vocálico — cinco fonemas — de ambas lenguas, frente a las otras lenguas ro mánicas, así como aspiración y pérdida de la /- inicial latina y la correspondiente ausencia en el vas co, etc. -
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c ) Los superestratos posteriores a la romanización que enriquecerán el acervo léxico del idioma, produ cidos por los asentamientos étnicos. Estos tres factores citados explican las peculiaridades del castellano. Según hemos visto en la exposición anterior, existía una notable afinidad de soluciones fonéticas en las lenguas romances hispánicas (gallego — astur — leonés — navarro — aragonés — catalán — mozá rabe) de las que el incipiente castellano discrepa y, evitando vacilaciones, da soluciones rápidas y certe ras. De esta forma se presenta con rasgos peculiares frente a los otros dialectos romances que se acerca ban más al étimo latino. Las características más sobresalientes de este castellano son: • Pérdida de / - inicial latina sustituida por h aspirada, que después se pierde: filiu-*- hijo; fariña-* harina. • Pérdidad de g-, j- iniciales ante e, i, inacentuadas: januañu -* enero; germanu - * hermano. • El grupo li + vocal, k ’l, g ’l, se convierten en un sonido que después daría j: mullere-*- mujer. • Conversión de -ct- en ch: octo - * ocho. • Transformación del gurpo latino sci- en r asciata - * azada. • Las vocales tónicas e, o, que generalmente diptongan en ie, ue, respectivamente dejan de hacerlo en alguno casos por influencia de la yod: térra - * tierra, nocte-*- noche. • L o s g r u p o s i n ic ia le s pl-, el-, fl- s e p a l a t a l i z a n e n //. • Se reducen los diptongos latinos au-*-o, a i-* e, o e -* e: auru-*-oro; tauru-*-toro; b a is u -* be'So; foedu - * feo. B. PROGRESIÓN DEL IDIOMA. El castellano comenzó siendo un habla aislada, de transición o mediación interlingüística, a la que, sin embargo, la historia marcó un rumbo de progreso y de expansión que en sus inicios no era de prever. Localizado en una zona muy heterogénea lingüísticamente, pues en ella se mezclaban variedades cánta bras, vascas, riojanas, aragonesas, asturleonesas y mozárabes, cristalizó esta habla castellana como re sultado de una integración y nivelación lingüísticas, como una koiné que sirviera de comunicación entre sus gentes y a la vez evitara la dispersión dialectal. La cuña castellana formulada por Menéndez Pidal es una expresión que de forma gráfica intenta plas mar la expansión del castellano hacia el sur peninsular. Dice así Menéndez Pidal:
La
nota diferen cia l castellana obra com o una cuña que, clavada al Norte, ro m p e la antigua u n id a d d e ciertos ca ra cte res rom ánicos a n tes ex te n d id o s p o r la Penín sula, y p e n e tra hasta A ndalucía, e sc in d ie n d o alguna originaria uniform idad dia lectal, descuajando los primitivos caracteres lingüísticos d e s d e el D uero a Gibraltar, esto es, b o rrando lo s d ia lecto s m o zá ra b e s y en gran p a rte lo s le o n e s e s y arago n eses, y en sa n ch a n d o ca d a vez m á s su acción d e N o rte a S u r para im plantar la m o d a lid a d e sp e c ia l lingüística nacida en e l rincón cántabro.
Esta visión tan aceptada comúnmente puede presentar algunas dudas tanto de tipo filológico, motiva dos por la carencia de testimonios, como de tipo geográfico-lingüístico. El profesor Ángel López García, en su obra El rumor de los desarraigados (Premio ensayo, Anagrama, 1985), aborda la cuestión lingüísti ca peninsular actual basándose en un análisis histórico de notable interés, y señala como una anomalía histórica la cuña hispánica de Menéndez Pidal. El castellano es la lengua mixta, la koiné surgida de la necesidad de comunicación entre una pluralidad de hombres con hablas diferentes, es la lengua de los desarraigados (Ver texto 1 y 2). Texto 1. Lo im portante e s se ñ a la r que, d e s d e el p u n to d e vista lingüístico, la expansión d e lo s n a cien te s id io m a s rom ánicos p e n in su la re s s e enfrentaba a un lastre difícilm ente digerible, a una tensión interna que, incli nándolos d e forma natural hacia su derecha o hacia su izquierda, le s forzaba en cam bio a p rogresar siem p re hacia e l sur. C óm o resolvieron e l dilem a e s cosa q u e se acostum bra a ex p lic a r m ed ia n te su p u e sto s d é b i les; el castellano, se g ú n la conocida im a g en d e M e n é n d e z Pidal, p ro g re só en form a d e cuña a b so rb ien do —s e dice, p ie n so q u e in e xa cta m en te— e l le o n é s a un costado y e l a ra g o n és al otro; el catalán lleg ó casi hasta las in m ed ia cio n e s d e l ca b o d e Palos, p e r o red u jo en o rm e m e n te su s p re te n sio n e s horizontales,
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d e form a q u e no sólo no am plió su anchura originaría, q u e lindaba con la Ribagorza, sino q u e la redujo hasta lo inverosím il m a nten ien d o un fre n te d e algo m á s d e veinte kiló m etro s en las proxim idades- d e la ciu d a d d e Valencia: la co m p en sa ció n le vendría d e un vigoroso desarrollo p o r la m a rg en izquierda d e su desem b o ca d u ra , hacia las isla s B aleares prim ero, y lo s territorios suditahanos d e s p u é s ; e l gallego, en fin, avanzó sin titubeos, p e r o tam bién sin ex p a sio n e s colaterales, hasta e l A lgarbe, y term inó p o r ex te n d e rse al p iéla g o oceán ico situado a su d e re c h a d e m anera p a re cid a a com o lo habría h e c h o e l cata lán: la s Azores, M adeira, etc... A d viérta se q u e este rápido b o sq u e jo d e lo sucedido, co m p le ta m en te a co rd e con la rea lid a d intocable d e l hoy, im plicaba d e h ec h o una violencia histórica considerable. D el la d o oriental resulta ba sta n te in co m p ren sib le q u e e l aragonés, ca so d e no lle g a r a afianzarse com o idiom a in d e p en d ie n te , fu e se ab so r b id o p o r el castellano y no p o r e l catalán: al fin y al ca b o política, económ ica y culturalm ente A ragón y Cataluña constituyeron una federación d e s d e e ls. X IIh a sta ¡os D ecreto s d e N ueva Planta en e l X V III(...) N o ha sido así, y la razón p a r e c e estrib a r en ca u sa s ex clu siva m en te lingüísticas. (...) Lo lingüístico no ha condicionado nunca lo político en el E ste peninsular: sólo en nuestro siglo, y p ro b a b le m e n te a causa d e una identificación d e lo castellano con lo esp a ñ o l im pulsada, en lo ideológico, p o r la g en eración d e l 98 so b re el m o d elo lingüístico, s e llega, m im éticam ente, a n e g a r esp e c ific id a d propia a todos lo s h isp a nohablantes considerados, sin más, " ca stella n o s", El p roblem a d el occid en te p en in su la r e s diferente, p e ro en p a rte co m p a ra b le al q u e aca b a m o s d e exa minar: d e s d e un cierto pu n to d e vista los resu lta d o s lingüísticos eran m á s p r e d e c ib le s q u e en el Este, p o rq u e la absorción —y utilizo n u ev a m en te e s te térm ino inexacto— d e l le o n é s p o r e l castellano n o hacía sino evid en cia r la unidad política d e León y Castilla; m a s d e s d e otro punto d e vista, resulta co m p le ta m e n te so rp re n d en te q u e la expansión horizontal d e l castellano llegase, cu a n d o no a en g lo b a r e l rem o d e Galicia, al m en o s a desgajarlo d e l resto d e l dom inio lingüístico occidental, d eja n d o a Portugal en una situación d e aislamiento. (...) A lo largo d e toda la E d a d M ed ia conviven d o s tradiciones literarias, o m e jo r líricas, en la península: la occidental, escrita en g a lle g o p o rtu g é s y pra ctica d a en todos lo s re m o s situ a d o s al O este d e l Sistem a Ibérico, Castilla incluida, y la oriental, re d a cta d a en occitano y ejem p lifica d a p o r tro b a d o res catalanes, valencianos o aragoneses. El e s p e c ta d o r im parcial n o p u e d e m e n o s q u e a dm irarse d e q u e en la a ctualidad esa p re p o ten c ia cu l tural d e l E ste y d e l O este p a rezca h a b e r c e d id o el p a so a la gran m ancha central, o, en otros términos, q u e el “castellano" haya u surpado la repartición honzontalista m ed ie v a l im p o n ie n d o una verticalidad .estricta.
Ángel López. El rumor de los desarraigados. Texto 2. El español no fu e un sim p le dialecto d e transición —algo im p o sib le en tre el eu ske ra y e l latín, com o e s obvio—, sino q ue nació con voluntad d e constituirse en lengua mixta q u e podrían adoptar también quienes no hablaban ni vasco, ni la va ried a d ro m a n ce d e l alto Ebro; p ro p ia m e n te su rg e com o una len g u a sim pli ficada q u e retien e la form a interior gram atical d e un idiom a y el apresto léxico y m orfológico d e otro; p e ro p o r esto m ism o su ca rá cter koinético fu e e l fe rm en to d e una expansión in e xp lica b le —p rim e ro p e ninsular, lu e g o am ericana— cim entada en una ideología im plícita q u e a m e n u d o s e ha q u erid o ignorar y so b re todo, dolorosam ente, p o r p a rte d e su s p ro p io s ".h a b la n te s nativos". El español nació com o la len g u a d e los otros, la len g u a d e lo s d e s h e r e d a d o s q u e no conocían otra na ción q u e la q u e ellos m ism o s y su trabajo p u d ie se n ed ifica r sin restriccio n es d e raza, sexo, cla se social o lu g a r d e nacimiento. D e sd e q u e la ko in é disfrazada d e "castellano " s e convirtió en la len g u a oficial d e l Estado, el ro m a n ce oriental y el occidental han visto alteradas m u c h a s d e su s p e c u lia rid a d e s lingüísticas com o c o n se c u e n cia d e l contacto —a v e c e s d e la im posición— d e lenguas. Ello dem u estra q u e e l contacto d e le n g u a s en el q u e p a re c e n h a b e r se basado, y a través d e l cual cier tas peculiaridades euskéricas s e han propagado a través d e la koiné hasta el catalán y el gallego-portugués, e s antiquísimo, s e alarga durante toda la E d a d M edia. Y durante la E d a d M ed ia el catalán n o s e relacio nó con e l castellano, sino con la ko in é g en era l en form a d e nerval en tanto q u e e l g allego se realacionaba m á s b ie n con esta m ism a k o m é en form a d e leonés. En otras palabras, q u e la utilización d e la k o m é d e l valle d e l Ebro com o instrum ento d e com unicación
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en tre p en in su la re s —p rim e ro en Navarra, Rioja, A ragón y Cantabria, luego, y a través d e l cam ino d e S a n tiago, en la Castilla central y en León, p o r último en otros E stados p en in su la re s — e s anterior a la entroni zación d e l castellano com o len g u a oficial d e l E stado esp a ñ o l e in d e p e n d ie n te d e aquélla. S o b re todo e s in d e p e n d ie n te ideológicam ente: q u e la kom é, tal vez la única len g u a natural d e extensión m undial a je na a p lanteam iento s d e dom inancia en tre lo s h o m b re s y llam ada, p o r tanto, a en ca rn a r las id e a s em a n ci p a d o ra s e igualitarias q u e caracterizan a la nueva so cied a d , haya lle g a d o a s e r en España e l sím bolo d e dicha dom inancia, constituye una piru eta trágica d e la historia q u e urge p o n e r en claro cuanto antes.
Ángel López. El rumor de los desarraigados.
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R e d u c c ió n d e lo s d ip to n g o s /a i/, /a u /. a
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leí. lol.
C L/3 U
G LA LENGUA MEDIEVAL. DIALECTALISMO E INSEGURIDAD—Las primeras manifestaciones escritas del castellano que conocemos datan del siglo X. Se trata de las Glosas Emilianeses (San Millán, Logroño), y algo posteriores las Glosas Silenses (Monasterio de Silos, Burgos). Ambas se admiten como reliquias castellanas aunque propiamente son de dialecto navarro-aragonés y la primera incluye elemen tos vascos. En resumen, las glosas son muestras fragmentarias del romance que se hablaba en los siglos finales del período visigodo por la zona de Cantabria, la Rioja, Santander y provincia de Burgos. Las glosas ofrecen rasgos idénticos a los que posteriormente se estabilizarían en el castellano medieval, pero también presentan rasgos de los dialectos vecinos: a)
G a u d ea m u s fra tres carisism i e t D eo gratias agim us, quia uos, se c u n d u m desidería nostra, jn c o lo m es[sa n o s e t sa lbos]jnueniri m eru im u r [jzioqui dugu], Et uere fratres ju ste e t m érito [m ondam ientre] p a te r g a u d e t q u o tien s fílios su o s e t co rp o re sa n o s e tD e o d e u o to s[p ro m isio n e s]jn u e n e r it;... concessit[donauit]; h o c q u o d ad p ro fe ctu m am m arum uestrarum p e rtin e t[c o n u in e t fe re] d e u e m u s carítati [m iente] u estre su g g e re [feruire],
b)
A d ju b a n te dom ino nostro Jhesu Christo cui e s t h o n o r e t jim p e riu m cu m p a tre e tS p irítu Sancto jn sé cu la se cu lo ru m cono ajutorio d e n u e tro d u e ñ o d u e ñ o Chris to, d u e ñ o Salbatore, qual d u e ñ o g e t ena honore, e q u a l d u en n o tien et ela m andatione cono Patre, cono Spiritu Sancto, e n o s ie cu lo s d é lo ieculos. F a ca n o D eu omnip o te tal erbitjo fe r e k e d en a n te ela ua fa c e gaudio o egam us. A m en . Jn c o lo m es anos e l albo ... Juste e t m érito m o n d a m ien tre ... Q uod a d pro fe ctu m anim arum uestrarum p e rtin e t co n u ien e t fere.
Obsérvese las anotaciones latinas, románicas y vascas. En el segundo texto las influencias riojanas cono, ena- y las navarroaragonesas -get, faca. Los textos escritos de los siglos XI, XII y XIII evidencian la fragmentación dialectal de la época, un dialectalismo que reflejaba inseguridad y vacilación, todo ello propio de una falta de estabilidad lingüís tica y de regularización de los sistemas; El Cantar de Mío Cid tiene influencias del dialecto de la Extre madura soriana; el Auto de los Reyes Magos nos ofrece rasgos toledanos; Gonzalo de Berceo es expo nente del habla riojana, etc. Ahora bien, a pesar de este dialectalismo y de esta falta de estabilidad, tanto la épica como el mester de clerecía contribuyen a consolidar paulatinamente la lengua que en sus inicios presentaba limitaciones debidas a su falta de riqueza léxica, al abuso de reiteraciones, el uso paratáctico en el texto, en suma, un lenguaje inseguro que va tomando fuerza y solidez, aspectos que aparecerán en el siglo XIII con la figura de Alfonso X.
Texto 3.
L a lengua q u e reflejan esta s glosas, d e a cu erd o con la localización geográfica en q u e s e escribieron, e s en realidad una m uestra, d efe c tu o sa m e n te m anifestada p o r la grafía, d e l ro m a n ce q u e s e hablaría en to n ce s en la región, e s decir, en esta Rioja, zona d e interferencia d e p u e b lo s y le n g u a s d e s d e lo s tiem p o s prerrom anos. A q u í estuvieron en contacto g e n te s célticas, com o lo s b ero n es, y g e n te s m á s o m e n o s eu sq u éric a s com o lo s vascones, lo s várdulos, etc. Tras la rom anización, p o r a q u í confluían los lím ites d e la s provincias d e la T arraconense y C artaginense. Y en la oscura alta E d a d M edia, a q u í vinieron lo s visi godos, con Leovigildo, a d e b e la r a cántabros y vascones, y aquí, fre n te a Logroño, e l re y ocupó la ciu d a d d e Cantabria. D esp u é s, p re c isa m e n te en lo s a ños d e n u estra s glosas, a q u í s e situaban la s lin d e s en tre la Castilla en g ra n d ec id a y em a n cip a d a d e l c o n d e Fernán G onzález y e l reino navarro. Fue un siglo m á s tarde, en 1076, cu a n d o e l m eto d e Sancho e l Mayor, A lfo n so VI, ya r e y d e Castilla, anexionó a su reino la Rioja. D e s d e entonces, con alguna ñuctuación, q u e d ó inclusa en la órbita castellana. N o obstante, el carácter fronterizo d e la Rioja sig u e m a n ife stá n d o se e n su lenguaje, p u e sto q u e todavía en e l siglo X III la obra d e B erceo m u esta alguna q u e otra p a rticularidad a c o rd e con lo s d ia lecto s navarros. Escritas, p u es, la s glosas en e l confín occid en ta l d e l reino navarro, p e r o en el ám bito d e e s te m o n a ste rio q u e m antenía in ten sa s re la cio n es con otros ce n o b io s d e la Castilla b u rg a lesa y q u e recibía la visita constante d e p e re g rin o s castellanos, no ha d e extrañar el ca rá cte r híbrido d e la lengua q u e m anifiestan.
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M ezcla d e ten d en cia s lingüísticas q u e s e d a b a n sin d u d a en e l h a b la m ism a d e nuestro am anuense. Igno ram os su n o m b re y condición, p e r o lo q u e consignó p o r escrito a d u c e d atos su ficie n tes para p o d e r afir m a r q u e era un bilingüe vasco-rom ánico d e d ic a d o con aplicación al estu d io d e l latín escrito. C o n se c u e n cia d e este aprendizaje tienen q u e ser, p o r cierto, la s glo sa s q u e s e n o s han conservado. En su lectura d e lo s textos religiosos latinos q u e constituyen e l m anuscrito 60 d e San Millán, n u estro s d esco n o c id o b i lin g ü e fu e anotando, e n interlíneas o al m argen, la s eq u iva le cia s d e lo s e le m e n to s d e l lé xic o q u e no cono cía bien. Esto son en definitiva la s glosas: tra d u ccio n es m ejo re s o p e o r e s d e lo q u e no en ten d ía en el texto ¡atino. N o todas e s a s glo sa s están en rom ance; algunas s e limitan a o fre c e r un e q u iva le n te latino m á s o m e n o s sinónim o d e las p a la b ra s dificultosas; p e r o adem ás, y esto e s lo curioso, un p a r d e ellas no están re d a cta d a s ni en latín n i en rom ance, sino en vasco. Con lo cual esta m o s ce le b ra n d o un d o b le m ilenario: el d e lo s p rim e ro s testim onios escrito s d e l castellano y d e l vasco. Sin gran esfu erzo s e p u e d e a sí su p o n e r q u e e l a m a n u en se era bilingüe, co m o tantos otros co etá n o s suyos, p u e sto que, com o s e sabe, h a y p r u e b a s d e q u e e l vasco, p o r a q u ella s ca le n d a s y aún d esp u és, s e seg u ía h a b la n d o en b u e n a p a rte d e la Rioja occidental y d e l oriente d e la actual provincia d e Burgos, se g ú n todavía lo confirm a la a b u n d ante toponimia d e origen eu skera q u e s e m a n tien e e s esta zona: Ezcaray, O llaun, Z alduendo, etc. No e s ahora e l m om ento d e d e c id ir si esto s vasco h a b la n tes d e la orilla d e re c h a d e l E bro eran su c e so re s directo s d e lo s prim itivos habitantes d e la com arca, o si, com o c re e n otros, eran em ig ra n tes d e l p a ís vas co instalados a q u í e n la E d a d M ed ia com o co n sec u en cia d e la s rep o b la cio n es. Lo in teresa n te e s sa b e r q u e en estos siglos persistía vivo e l bilingüism o q u e in d u d a b le m e n te existió largo tiempo, d e s d e lo s p ri m e ro s intentos d e rom anización, en todas esta s tierras d e l alto curso d e l Ebro, y q u e era gran p a rte e s resp o n sa b le d e las esp e c ia le s características q u e adoptó el ro m a n ce castellano. C aracterísticas que, p o r d ecirlo rápida y esquem á tica m en te, s e r e d u c e n a s e r un latín m a l a p re n d id o p o r in d íg e n a s q u e tendrían p o r lengua propia e l vasco o algún dialecto íntim am ente em p a ren ta d o con éste. D e otro m odo: el ca ste llano e s en el fondo un latín vascom zado, una len g u a q u e fueron crea n d o g e n te s e u s q u é n c a s rom aniza das. Y esto sería nuestro cenobita d e las glosas. Por los rasgos d e las d o s q u e están en v a sc u e n c e s e había p e n s a d o q u e el origen geo g rá fico y lingüístico d e l a m a n u en sse sería la zona navarra; p e r o última m e n te un vasquista tan em in e n te com o Luis M ich elen a so sp e ch a q u e p u e d e atribuirse a ¡as particulari d a d e s d e l dialecto vizcaíno d e Álava. P a rec e a c e p ta b le esta opinión y hasta p u e d e su p o n e rse q u e n u e s tro escriba fu e s e riojano, ya q u e el vasco d e l su r d e l Ebro no difería m u ch o d e l d e la s tierras alavesas d e su m a rg en izquierda.
E, Alarcos. Milenario de la lengua.
LA LABOR LINGÜÍSTICA DE ALFONSO X. La figura histórica, cultural y lingüística de! momento es Alfonso X el Sabio, que fija el idioma castellano y lo convierte en lengua escrita, útil para expresar toda clase de contenidos. Con é! nace la prosa medieval castellana y se fija por primera vez ia ortografía. A Alfonso X se debe el primer intento de regularizar o sintematizar el castellano con un sorprendente criterio fonológico que hace corresponder, en general, un signo gráfico a cada fonema. Además perfec cionó la estructura sintáctica de las frases con el uso de las conjunciones y el uso de los modos y tiempos verbales. En cuanto a la estructura lexicográfica, su tarea fue múltiple, introdujo el vocabulario científi co por la doble vía de los latinismos y de los arabismos, amplió los campos léxicos, delimitó los significa dos, creó vocablos con el uso de la derivación, etc. En suma, se creó una castellano derecho que respon día en general al gusto de Burgos, pero con ciertas concesiones a la norma de Toledo y el lenguaje de León. La labor de Alfonso X capacitó el idioma para cualquier tipo de exposición científica e incluso didác tica y lo elevó a rango de lengua oficial al utilizarlo en los documentos reales. E t dixo allí d o m a Sancha: " Inffante, m al ñ zie ste s q u e non a d u x ie ste s conuusco uuestras armas, ca non s a b e d e s quin uos qu iere b ie n nin qui mal". R espondiol e l inffante e t dixo: "D onna Sancha, yo nunca fíz m al m n p e s a r a ningún o m n e d e l m undo, e t non s e quien fu e sse a q u el quien m e q u isiesse m atar m n otro m al fa z e r "
Alfonso X. Primera Crónica General.
Observemos en el texto el estado de las grafías: -x-/-j-; -nn-/-ñ-; f- inicial latina / h-; -z-/-c-; -u-/-b, v-; etc.
-SS-/-S-,
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Página de una copia del Código de las Siete Partidas, de Alfonso X el Sabio. 1348.
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D. DEL ESPAÑOL MEDIEVAL A LA LENGUA CLÁSICA. La lengua de los siglos XIV y XV recibe influencias francesas e italianas y a su vez presenta un interés por el mundo grecolatino que le llevará a la imitación de la sintaxis y vocabulario latinos. Todavía perviven en el castellano de la época inseguridades y vacilaciones propias de todo proceso primario que poco a poco se irán perfilando y estabilizando. Por un lado, se consigue la unidad lingüísti ca del centro de la Península, quedando el leonés y el aragonés reducidos en sus zonas septentrionales respectivas. Con el auge de la literatura renacentista, se extiende el dominio de la lengua, hecho que se ve favoreci do por la difusión de la imprenta que indudablemente ayuda a estabilizar el idioma. A finales de siglo XV, la publicación de la Gramática de Nebrija —1492— marcaría el nivel de presti gio y de realización al que había llegado el castellano. Nebrija se propuso crear una obra que sirviera de medio didáctico para el aprendizaje del latín y a su vez definió y codificó el romance vulgar que se había convertido en lengua común. Grandes escritores castellanos marcarán la literatura de los siglos XVI y XVII, épocas en que la lengua se va definitivamente perfilando hasta pasar a las formas fijas del español moderno, que se consolidará en el siglo XVIII. Constituyen estos siglos el exponente más claro de la prepotencia del castellano sobre todos los demás lenguas peninsulares, todo ello consecuencia del desarrollo político, histórico y cultural. En síntesis, los hechos más importantes fueron: a) La generalización del castellano como lengua española, lengua común de uso entre la mayoría de sus hablantes que llega su más alta cota con Carlos I, con quien la lengua se universaliza. b) El proceso de unificación y de expansión en el que cobran importancia los estudios lingüísticos. Con el descubrimiento de América la obra de Nebrija tiene una clara proyección. Además hay que destacar la obra de Juan de Valdés y su Diálogo de la Lengua (1535); el Tesoro de la Lengua castellana o española de Sebastián de Covarrubias (1611); el Arte grande de la lengua española castellana de Gonzalo de Correas (1625). c) La configuración sustancia! de la lengua española iniciada con Alfonso X suponía un proceso lento y difícil que fue paulatinamente resuelto. Todas las posibilidades tanto fónicas como morfológicas que convivían en la lengua para expresar idéntica forma encontraron su configuración definitiva en el siglo XVIII. Esta transformación iniciada en la Edad Media se generaliza en los siglos XVÍ y XVI! y determina el paso del sistema fonológico medieval al moderno. REAJUSTE FONOLÓGICO DEL CASTELLANO. Desde finales de siglo XII y principios del XIII podemos percibir ya cómo va surgiendo la norma castellana que se impondrá hasta el XVI y que, con una coherencia relativa, se va propagando a través de! influjo de la cancillería y de la cultura clerical. Este castellano se va perfilando paulatinamente en sus niveles fonológico y morfosintáctico. El sistema fonológico y gráfico de las vocales era prácticamente en el siglo XIII idéntico al actual. El signo u, hoy inicialmente vocálico, se utilizaba también para representar la consonante v. No aparecía solamente en posición intervocálica con valor consonántico sino en posición implosiva e inicial: uino, deuda, debda, amaua. La vocal i presentaba los mismos inconvenientes gráficos al utilizarse los signos i, j, y, con valores consonántico y vocálico. En cuanto a las consonantes, algunas del castellano medieval son compartidas por el moderno, aun que la dificultades sean de carácter gráfico. Ahora bien, en el siglo XIV existían unos sonidos que se han perdido en el español moderno. Es especialmente notable la oposición sorda/sonora que estaba mu cho más extendida que en la actualidad, ya que no se daba sólo entre las consónales oclusivas (p/b, t/d, k/g) sino también entre las africadas y las fricativas, hecho que les confería un valor distintivo. Observa mos en el cuadro siguiente las diferencias notables en la evolución fonológica del castellano medieval al español moderno: -
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FONOLOGÍA MEDIEVAL * Oposición 5 sorda / ¿ sonora
S.
Is l - s s - , s - e j osso (oso, animal) I z l -s- intervoc.: oso(oso, v. osar) * Oposición Is l Izl Is l sorda; ts: decir (detsir, de discedere) IzJ sonoras; ds: dezir (dedsir, de dicerej
Isl alveolar, fricativa sorda
XVI*
S. XVII - XVIII
I d sorda
/# / interdental c, ante e, i z, ante a, o, u
Ix l sorda
Ix l g, j, sorda
* Oposición Is l I z l /s7 x: fixo & g, j: fijo * Diferencia b / v * Aspiración de h-
-b- fricativa h- muda
Tras una serie de reajustes los sonidos sonoros I z l ! z / /zf/ representados por s, z, g, j desaparecen, quedando su correspondientes sordos. La b y la v se confunden como sonidos. Es importante señalar que el sistema consonántico se escindió desde el s. XVÍ en dos variedades bien definidas. Una, la mitad septentrional del dominio castellano peninsular junto a Toledo, Murcia y algu nas zonas de la Andalucía oriental. La segunda variedad correspnde a la mayor parte de Andalucía con extensión hacia Cartagena, Canarias y América (Vid. tema 18. Seseo y ceceo). Nota.- Estudios recientes del profesor J.A. Frago ponen de manifiesto que este reajuste fonológico es anterior.
La lectura, observación y análisis de los textos siguientes nos servirá de refuerzo para los contenidos dados:
E X E M P L O X X X V III D E L O Q U E C O N T E S Q IO A U N O M N E Q U E IV A C A R G A D O D E P IE D R A S P R E Q IO S A S E S E A F O G O E N E L R IO U n d ía , d ix o e l c o n d e a P a tr o m o q u e a v ía m u y g r a n d v o lu n ta d d e e s ta r e n u n a tie r r a p o r q u e l a v ía n d e d a r y u n a p a r tid a d e d in e r o s , e c u id a r a fa z e r y m u c h o d e s u p r o , p e r o q u e a v ía m u y g r a n d r e p e lo q u e , s i a llí s e d e t o v ie s e , q u e l p o d r a v e n ir m u y g r a n d p e r ig lo d e l c u e r p o , e q u e l r o g a v a q u e l c o n s e j a s s e q u é fa r ía e n e llo . — S e ñ o r c o n d e — d ix o P a tr o m o — , p a r a q u e v o s f a g a d e s e n e s to , a l m ío c u id a r , lo q u e v o s m á s c u m p le , s e r ía m u y b ie n q u e s o p ié s s e d e s lo q u e c o n t e s g ió a u n o m n e q u e lle v a v a u n a c o s a m u y p r e s g ia d a e n e l c u e l l o e p a s s a v a u n r ío . E l c o n d e le p r e g u n tó c ó m m o fu e r a a q u e llo . — S e ñ o r c o n d e — d ix o P a tr o m o — , u n o m n e le v a v a m u y g r a n d p ie g a d e p ie d r a s p r e g io s a s a c u e s ta s , e t a n t a s e r a n q u e s e l e f a z í a n m u y p e s a d a s d e l e v a r ; e a c a e s g i ó q u e o y o d e p a s s a r u n g r a n r ío ; e c o m m o é l l e v a v a g r a n d c a r g a , g a f o n d a v a m á s q u e s i a q u e l l a c a r g a n o n l e v a s s e ; e g u a n d o f u e e n o n d o d e l r ío , c o m e n g ó s g a fo n d a r m u ch o . E u n o m n e q u e e s t a v a a la o r ie lla d e l r io c o m e n g o l a d a r v o z e s e d e z ir q u e s i n o n e c h a s s e c a r g a , q u e s e r í a m u e r t o . E e l m e s q u m o l o c o n o n e n t e n d i ó q u e s i m u r i e s s e e n e l r ío , q u e p e r d e r í a e l c u e r p o e l a c a r g a q u e le v a v a ; e s i la e c h a s s e q u e , a u n q u e p e r d ie s s s e la c a r g a , q u e n o n p e r d e r ía e l c u e r p o . E p o r l a g r a n t c o b d i g i a d e l o q u e v a l í a n l a s p i e d r a s p r e g i o s a s q u e l e v a v a , n o n l a s q u i s o e c h a r e m u r i ó e n '1 r ío , e p e r d i ó e l c u e r p o e p e r d i ó l a c a r g a q u e l e v a v a . E v o s , s e ñ o r c o n d e L u c a n o r , c o m m m o q u ie r q u e lo s d in e r o s e lo a l q u e p o d r ía d e s fa z e r d e v u e s tr a p r o s e r ía b ie n q u e lo f iz ié s e d e s , c o n s é io v o s y o q u e s i p e lig r o d e v u e s t r o c u e r p o f a lla d e s e n la f in c a d a q u e n o n fin q u e d e s y p o r c o b d ic ia d e d in e r o s run d e su s e m e ja n te . E a ú n v o s c o n s e jo q u e n u n c a a v e n tu r e d e s -
600 -
e l v u e s to c u e r p o s i n o n fu e r e p o r c o s a q u e s e a v u e s tr a o n r a o v o s s e r ía m e n g u a s i lo n o n f iz ié s e d e s : c a e l q u e p o c o s e p r e s g ia e p o r c o b d ig ia o p o r d e v a n e o a v e n tu r a s u c u e r p o , b ie n c r e e d q u e n o n tie n e m ie n t e s d e fa z e r m u c h o c o n e l s u c u e r p o , c a e l q u e m u c h o p r e s g ia e l su c u e r p o , a m e n e s te r q u e fa g a e n g u is a p o r q u e lo p r e g ie n m u c h o la s g e n te s ; e n o n e s e l o m n e p r e g ia d o p o r p r e c ia r s e é l m u c h o , m a s e s m u y p r e g id o p o r q u e fa g a t a le s o b r a s q u e l p r e g ie n m u c h o la s g e n t e s . E s i é l ta l fu e r e , g ie r to s e e d q u e p r e c ia r á m u c h o e l s u c u e r p o , n o n lo a v e n tu r a r á p o r c o b d ig ia n in p o r c o s a e n q u e n o n a y a g r a n d a o n r a ; m a s e n lo q u e s e d e v e r ía a v e n tu r a r , s e g u r o s e d q u e n o n h a o m n e e n e l m u n d o q u e ta n a ín a n in ta n d e b u e n a m e n te a v e n tu r e e l c u e r p o , c o m m o e l q u e v a le m u c h o e s e p r e g ia m u c h o . E l c o n d e to v o é s t e p o r b u e n e n x ie m p lo , e fíz o lo a s s í e f a lló s e d e lio m u y b ie n . E p o r q u e d o n J o h a n e n t e n d i ó q u e é s t e e r a m u y b i e n e n x ie m p lo , fiz o lo e s c n v i r e n e s t e lib r o e fiz o e s t o s v i e s s o s q u e d i z e n a s s í: Q uien p o r g rand cobdigia d e aver s e aventura, será maravilla q u e e l b ie n m u ch o l dura.
D o n J u a n M a n u e l,
Cuatro son, i m ui d ife re n te s e n tre si, lo s le n guajes, en q u e hoi día s e habla en toda España. A l p rim e r lenguaje llaman Vazquense, q u e e s la lengua d e Viscaia, d éla Provincia, i d e Navara; tiene su origen esta lengua, i re c o n o sc e p o r m a d r e ala lengua C aldea, se g ú n d izen lo s dotos q u e la entienden: e s m ui notorio (com o p a r e s c e alos m a s graves varones) q u e esta e s la m a s an tigua lengua entre todas la s otras, q u e s e hablan p o r toda España en e ste tiempo. S íg u ele tras e s ta, la Araviga, q u e e s ve rd a d e ra m e n te H e b re a ; la cual tiene e l lugar segundo, no solo p o r su an tigua i n o b le d esce n d en cia , com o tam bién p o r haver escrito en ella m u ch o s E sp a ñ o le s bien, i a g u d a m en te d iversa s ob ra s en todas la s artes liberales: esta s e habla en e l reino d e Granada, i en p a rte d é lo s rein o s d e l Andaluzia, d e Valen cia, ¡A ragón. La tercera, e s la len g u a Catalana; esta e s verdaderam ente Francesa, i trahe su ori g en déla provincia d e Gascoña, d éla m u i anti gua ciu d a d d e Limojes: h a b la se e n ella s en lo s reinos d e Cataluña, d e Valencia, M allorca, M e norca, Iviga, C erdeña, i aun en Ñ apóles, tiene esta lengua su lugar ¡m ediatam ente junto ala le n gua Araviga (dexando aparte muchas, i m ui b u e nas razones) p o r esta solo, que, d e s p u é s d é lo s Araves, no se han escrito en toda España tantos, tan buenos, i tan sotiles libros en prosa, i metro, com o en esta lengu a Catalana, tanto q u e todos lo s Italianos a vna b o z dizen, i confíessan, havér sid o lo s P roengales in ven to res d e sustrobas, d e q ue hoi día tanto se precia la ingeniosa ¡p ru d e n te Italia: i la lengua Proengal, d e q u e ellos hablan, e s la m esm a Catalana, lo qual ninguno duda, i silo dudase, s e p ru e va d e l p ie ala m ano p o r las m ui antiguas obras d élo s Proengales, p o r el Dan to, p o r e l Petrarca, p o r el Bocacho, i prin cip a l m en te p o r el veinteno canto d e su Purgatorio d e l
El c o n d e Lucanor.
Dante, en el qual h a ze h a b la r á su m aestro, el gran Limosin, p a d re d e poesía, e l divino A m o l d o Daniel, digo, le h a ze h a b la r en len g u a d e Lim ojes, o Poengal, d o s e v é e claram ente, q u e la Poengal, i la Catalana son una m e sm a lengua. El quarto lenguaje, e s aquel, q u e io nuevam en te llamo, L engua Vulgar d e España, p o rq u e s e habla, i en tien d e en toda ella generalm ente, i en particular tiene su assiento en lo s réin o s d e A ra gón, M urcia, A ndalucía, Castilla la nueva, i vie ja, León, i Portugal: a u n q u e la le n g u a Portoguesa tiene tantas, i tales v a ried a d e s en algunas p a labras, i pronunciaciones, q u e b ien se p u e d e lla m a r len g u a d e p o r si: toda via n o e s apartada re a lm en te d e aquella, q u e io llam o vulgar, an te s son vna m esm a cosa, m anaron d e vna m e s m a fuente, tienen en todo, i p o r todo vna m esm a d e sc e n d e n c ia , saluo q u e la P ortuguesa s e p a r e s c e algo m a s con la m a d re d e entram bas, la lengua Latina. Pero esto no em bargante, licito e s acadauno apartarlas la vna déla otra, i d e quatro q u e io hize, h a ze r cinco le n g u a s diferentes. A esta, q u e io nom bro Vulgar ; algunos ¡a llaman lengua Española, en lo qual, a m ip a re sc e r, erra ron, p u e s ve m o s q u e en E spaña hai m a s d e una lengua; i otras m a s antiguas, q u e no e s esta, i d e m a s lustre, p o r lo s m a s escritores, q u e han teni do. O tros la llam aron Castellana, d a n d o e l n o m b r e déla provincia d e Castilla, d o n d e (según s e dize) ella m a s floresce; lo qual, a u n q u e n o p a r e s c e desaforado, todavía e s n o m b re am bicio so, i lleno d e im bidia, p u e s e s m a s claro q u e la luz d e l sol, q u e los reinos d e León, y A ragón tie n e n m aior y m ejo r d e re c h o en la lengua Vulgar, q u e no .el reino d e Castilla, i esto p o r tres razones...
Gram ática A nónim a d e Lovaina.
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E. IMPORTANCIA LINGÜÍSTICA DEL SIGLO X V III. El clima erudito y crítico que imperaba en este siglo tuvo su consecuencia en el campo de la lengua. Si durante el período anterior se había avanzado notablemente en la fijación del idioma, ahora se va a atender prioritariamente a la preceptiva gramatical culminando así la tarea de estabilización lingüística emprendida desde Alfonso X. En 1713 se funda la Real Academia Española, por orden de Felipe V. Una de sus primeras actividades fue la publicación entre 1726 y 1739 de los seis grandes volúmenes del Diccionario de Autoridades, deno minado así porque cada palabra incorporada y definida se ejemplifica con frases de autores afamados. En 1741 la Academia publica una Ortografía, y en 1771 la Gramática castellana. En el terreno de la estabilización del idioma se resuelven las inseguridades que había referentes a los grupos de consonantes procedentes de palabras latinas cultas: concepto, digno, solemne, para las que la Academia adopta las formas latinas, atendiendo a las excepciones que el uso ya había asimilado como luto, fruto y que sin embargo en sus familias lingüísticas respectivas ofrecen los derivados latinos luctuo sos, fructífero,... Otro logro de la Academia fue el eliminar los desajustes entre la reducción de los fonemas de los siglos anteriores y su representación gráfica. Así desaparece la confusión u como vocal y consonante, igual que en la vocal i. Se estabiliza el uso de c, z, se suprime la distinción de -ss-, -s-, se suprime la cedilla, se eliminan los latinismos ph, th, chi, por f t, c; ejemplo: philosophia/filosofía, thesoro/tesoro, Christo/Cristo... En cuanto al sistema léxico es de destacar la influencia francesa que iba a suponer la entrada de un grupo numeroso de galicismos en nuestro vocabulario. Esta influencia va a revestir cierta importancia, pues la preocupación por el idioma traería consigo reacciones de defensa de la pureza del español.* *E1 texto siguiente de Cadalso critica este influjo francés en el lenguaje de la época y expone múltiples galicismos léxicos y sintácticos. Hágase un análisis de ellos.
CARTA XXXV DEL MISMO AL MISMO En España, como en todas partes, el lenguaje se mu da al mismo paso que las costumbres, y es que, como las voces son invenciones para representar las ideas, es preciso que se inventen palabras para explicar la impresión que hacen la costumbres nuevamente intro ducidas. Un español de este siglo gasta cada minuto de las veinticuatro horas en cosas totalmente distintas de aquellas en que su bisabuelo consumía el tiempo: éste, por consiguiente, no dice una palabra de las que al otro se le ofrecían. — Sí me dan hoy a leer — decía Ñuño— un papel escrito por un galán del tiempo de don Enrique e l E n fe rm o , refiriendo a su dama la pena en que se halla ausente de ella, no entendería una so la cláusula por más que estuviese escrito de letra ex celente, moderna, aunque fuese de la mejor de las Es cuelas Pías. Pero en recompensa, ¿qué chasco lleva ría uno de mis tatarabuelos si hallase, como me suce dió pocos días ha, un papel de mi harmana a una ami ga suya que vive en Burgos? Moro mío, te lo leeré, lo has de oír, y como lo entiendas, tenme por hombre ex travagante. Yo mismo, que soy español por todos cua tro costados, y que si no me debo preciar de saber el idioma de mi patria, a lo menos puedo asegurar que lo estudio con cuidado, yo mismo no entendí la mitad de lo que contenía. En vano me quedé copia del dicho papel; llevado de curiosidad, me di prisa a extractar lo, apuntando las voces y frases en puerta, suplicando
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a todos mis amigos arrimasen el hombro al gran nego cio de explicármelo. No bastó mi ansia ni su deseo de favorecerme. Todos ellos se hallaron tan suspensos co mo yo, por más tiempo que gastaron en resolver calepinos y diccionarios. Sólo un sobrino que tengo mucha cho de veinte años, que trincha una liebre, baila un minuet y destapa una botella con más aire que cuantos hombres han nacido de mujeres, me supo explicar al gunas voces; con todo, su fecha era de este mismo año. Tanto me movieron estas razones a deseo de leer la carta que se la pedí a Ñuño. Sacóla de su cartera, y poniéndose los anteojos, me dijo: — Amigo, ¿qué sé yo si leyéndotela te revelaré flaquezas de mi hermana y secretos de mi familia? Quédame el consuelo de que no lo entenderás. Dice así: «Hoy no h a s id o d ía e n mi a p a rta m e n to hasta m e d io d ía y m e d io . Tomé dos tazas de té; páseme un d e s h a b illé y b o n e te d e n o c h e ; hice un to u r en mi ja r d ín ; y leí cerca de ocho versos del se gundo acto de la Zaira. Vino Mr. Labanda; empecé mi toaleta; no estuvo el a b a te . Mandé pagar mi m o d ista . Pasé a la sa la d e c o m p a ñ ía ; me sequé toda sola. Entro un p o c o d e m u n d o : jugué una partida de m e d ia d o r ; ti ré las cartas. Jugué al p iq u e te . E l m a itre d 'h o te l, avisó. Mi nuevo j e f e d e c o c in a e s d ivin o ; él v ie n e d e a rr ib a r de París. La c r a p a u d in a , mi plato favorito, estaba deli cioso. Tomé café y licor. Otra partida de quince, perdí m i todo. Fui al espectáculo; la p ie z a que han dado es e x e c r a b le ; la p e q u e ñ a p ie z a que han anunciado p a r a lu n e s que viene es muy g a la n te ; pero los actores son p ito y a b le s ; los vestidos, horribles; las decoraciones, tristes. La Mayonta cantó una cavatina p a s a b le m e n te
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bien. El actor que hace los criados es un poquito ex tremoso; sin eso sería pasable. El que hace los amoro sos no jugaría mal; pero su figura no es preveniente. Es menester tomar paciencia, porque es preciso ma tar el tiempo. Salí al acto tercero y me volví a allí a ca sa. Tomé de la limonada; entré en mi gabinete para es cribirte ésta porque soy tu ventable amiga. Mi herma no no abandona su humor de misántropo; él siente to davía furiosamente el siglo pasado, yo no le pondré ja más en estado de brillar; ahora quiere irse a su pro vincia. Mi primo ha dejado a la joven persona que él entretenía. Mi tío ha dado en la devoción: ha sido en vano que yo he pretendido hacerle entender la razón. Adiós, mi querida amiga, hasta otra posta ; y ceso, por que me traen un dominó nuevo a ensayar.» Acabó Ñuño de leer, diciéndome; — ¿Qué has saca do en limpio de todo esto? Por mi parte te aseguro que antes de humillarme a preguntar a mis amigos el sen tido de estas frases, me hubiera sujetado a estudiar las, aunque hubiesen sido presisas cuatro horas por la mañana y cuatro por la tarde durante cuatro meses. Aquello de medio día y medio, y que no había sido día hasta mediodía, me volvía loco, y todo se me iba en mi rar el sol, a ver qué nuevo fenómeno ofrecía aquel as tro. Lo del deshabillé, también me apuró, y me di por vencido. Lo del bonete de noche o de día, no pude comprender jamás qué uso tenga en la cabeza de una mujer. Hace un tour, puede ser una cosa muy sana y
muy buena; pero suspendo el juicio hasta enterarme. Dice que leyó de la Zaira hasta unos ocho versos; sea enhorabuena; pero no sé qué es Zarra. Monsieur de Labanda dice que vino; bien venido sea monsieur de Labanda, pero no le conozco. Empezó su toaleta; esto yo lo entendí, gracias a mi sobrino, que me lo explicó, no sin bastante trabajo, según mis cortas entendede ras, burlándose de que tu tío es hombre que no sabe lo que es toaleta. También me dijo lo que era modista, piquete, maitre d'hotel y otras palabras semejantes. Lo que no me supo explicar, de modo que yo acá me hi ciese bien cargo de ello, fue aquello de que el jefe de cocina es divino; también lo de matar el tiempo, sien do así que el tiempo es quien nos mata a todos, fue co sa que tampoco se me hizo fácil de entender, aunque mi intérpete habló mucho, y, sin duda, muy bueno so bre este particular. Otro amigo, que sabe griego, o a lo menos dice que lo sabe, me explicó lo que era Mi sántropo, cuyo sentido yo indagué con sumo cuidado, por ser cosa que me tocaba personalmente; y a la ver dad que una de dos; o mi amigo no me lo explicó cuál es, o mi hermana no lo entendió y siendo ambos casos posibles, y no como quiera, sino sumamente posibles, me creo obligado a suspender por ahora el juicio has ta tener mejores informes. Lo restante me lo entendí tal cual, ingeniándome a mi modo y estudiando acá con paciencia, constancia y trabajo.
Cadalso, Cartas Marruecas.
Hasta aquí hemos intentado ofrecer la trayectoria del castellano-español desde sus albores hasta su fijación y estabilización como sistema lingüístico. Su situación actual la estudiaremos en el tema siguiente.
17.3.2. EL C A T A L A N .
A. ORÍGENES. El catalán es una lengua derivada del latín perteneciente a la Romania occidental. Presenta una seme janza con los dialectos provenzales en su aspecto fonético y en parte de su léxico, motivo por el cual algunos lingüistas agrupan el catalán en el área galorrománica a la hora de justificar sus orígenes. Esta postura es contraria a la de Menéndez Pidal y otros lingüistas, que consideran el catalán como una len gua iberorrománica. El carácter galorrománico del catalán es defendido por Meyer-Lübke y Griera, y se apoyan en el hecho histórico de la vinculación con la Galia y en el hecho literario del uso de la lengua provenzal, el lemosín, para la poesía de los primeros siglos de literatura catalana. Por ello se le atribuye una estrecha trabazón con las lenguas meridionales de Francia. Esta cuestión surge porque no siempre se ha otorgado al catalán independencia y personalidad propia, y, a la vez, porque una vez considerada lengua independiente presenta rasgos de ambas tendencias. De hecho, por su situación geográfica y por el sustrato común se considera una lengua iberorrománica, aun que se parezca más al provenzal que cualquier otra lengua románica. El problema de su inserción en una u otra area es cuestión histórica. En la actualidad, se adopta una postura más ecléctica; el profesor Badia Margarit le confiere la categoria de lengua-puente, lengua en la que confluyen rasgos ultrapirenaicos por un lado, aspectos fónicos y léxicos de filiación galorrománi ca, y, por otro, rasgos morfológicos y también léxicos de tipo iberorrománico. — 603 -
B. SÍNTESIS HISTÓRICA. El catalán surge sobre un sustrato vasco-ibérico y celta en el que la romanización fue profunda y más perfecta que en otros lugares de la Península, aniquilando casi todo el sustrato anterior y caracterizando al catalán como una de las lenguas más fieles a su origen latino. Históricamente se formó en el territorio de los condados carolingios establecidos a ambos lados de los Pirineos orientales entre los siglos VI al IX. Este romance se fue afirmando una vez independizados del monarca francés y, durante la Reconquista, se extendió hacia las Baleares y el actual País Valenciano llegando a expandirse por el Mediterráneo —Alguer y Cerdeña—. Desde finales del siglo XV a inicios del XVIII, la Confederación catalano-aragonesa mantuvo el cata lán como lengua oficial en líneas generales, a pesar de su incorporación a la monarquía española. Al mismo tiempo se producía una castellanización entre las clases cultas, sobre todo en Valencia ya desde el siglo XVI. A raíz de la Guerra de Sucesión (1707 - 1716) con Felipe V y la supresión de las libertades de los anti guos reinos confederados se prohibió el uso del catalán como lengua oficial. Los siglos XVIII y XIX constituyeron un proceso de asimilación lingüística del castellano que tuvo su impulso a través de la legislación educativa (Ley Moyano, 1857) al imponerse como obligatorio en la enseñanza. Es. en la segunda mitad de este siglo XIX cuando surge un movimiento nacionalista y reivindicativo de la lengua, la Renaixenpa, que abrió el camino de la normalización lingüística. Fruto de esta labor surge: — La promulgación de las Normas Ortográficas del Instituí d’Estudis Catalans en 1913 que unificó la escritura del catalán moderno. — La primera gramática normativa (1918) que modernizó la morfología y la sintaxis. — El Diccionari General de la Llengua Catalana (1932) que actualizó el léxico con la incorporación de neologismos científicos y técnicos. Ejerció una labor importante el prestigioso lingüista Pompeu Fabra, principal redactor de las Normes y autor de la gramática y del diccionario citados. Con la época franquista, en 1939 hay una prohibición del uso público de las lenguas que no fueran el castellano, anulando toda la autonomía defendida por la República de 1931. En la actualidad, nuestra Constitución vigente reconoce el derecho de las lenguas autóctonas.
C CARACTERÍSTICAS Y VARIEDADES DEL CATALÁN. En el cuadro 3 observamos la características lingüísticas que definen el catalán. Un análisis detallado nos lleva a identificar los rasgos diferenciadores y análogos entre las lenguas románicas peninsulares: a ) Rasgos que comparten el gallego y el catalán frente al castellano: — La e y o breves del latín mantienen el timbre abierto sin diptongar, mientras que en castellano diptongan respectivamente en ie, ue. — Conservan la / - inicial latina; en castellano desaparece. — Distinguen e, o abiertas y cerradas, y timbre apagado en la -a final. — El grupo -ct- latino, en catalán y gallego da el grupo -it- al vocalizar la k; en castellano se palataliza (ch). — Conservan la g- y j- iniciales latinas; en castellano se pierden en tal posición. — Ly, c’l dan l; en castellano evoluciona a velar fricativa sorda x b ) El catalán y el castellano coinciden en: — Palatalización de los grupos latinos nn, ll. — Pronunciación fricativa de b, d, g en posición no implosiva. Para su obsevación y análisis de rasgos, insertamos unos textos catalanes.
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TEXTOS CATALANES Siglos XIII y primeras décadas del XIV
R A M Ó N LLULL • L libre d 'a m ic e amat: 8 —D igues, am ic —d ix 1'amat—, ¿haurás p a cien cia si e t d o b le te s Uangois? — Hoc, ab q u e em d o b le s m e s a mors. 25 Cantaven lesa u ce llsR a lb a , e despertadR am ic. qui ésR alba; e le s au cells fem ren H uícant. e l'am ic m o rí p e r l'amat, en Ralba. • Plany d e la Verge: D em en tre q u e m on fül pen ja va en a ixí cascú lo deshonra e ca scú ¡'escarní e m on ñll callava e'l c a p tem a enclí. E al p e u d e la cre u se n t Joan era a b mí. • A U SIA S M A R C H (siglo X V ) Lo te m p s é s tal q u e tot anim al b ru t re q u e r amor, cascú trobant son par: lo c e r v brau sen t en lo b o s c bramar, e son fé r gram p e r d o lg ca n t e s tengut; agrons e co rp s han m elodía tanta q u e llur sem blant, dehtant, enam ora; lo rossm yol d e tal ca s s'estreyora si lo se u cant s-anam orada spanta.
ODA A ESPANYA Escolta, Espanya, la veu d ü n ñll q u e e t parla en 1len g u a no castellana: parlo en la ¡lengua q u e m 'ha donat la térra aspra ; en aquesta ¡lengua p o c s t ’han parlat; en l'altra, massa.
T'han parlat m assa d e is saguntm s i d e is q u e p e r la patria m oren: le s teves glories i e ls teus records, re c o rd s i glories n o m é s d e morís: h a s viscut tnsta.
M assa p e n s a v e s e n ton honor i m assa p o c en el teu viure: trágica d u ie s a m orí e ls filis, te satisfeies d 'h o n re s m oríais i eren tes fe s te s e ls funerals. oh tnsta Espanya!
Jo h e vist e ls b a rc o s m a rxa r re p le n s d e is filis q u e d u ie s a q u é m o n ssm so m n e n ts m arxaven ca p a l'atzar; i tu cantaves vora d e l m a r com una folla. On són e ls barcos? On són e ls filis? P re g u n ta d o al P onent i al l'ona brava: tot ho p e r d e re s, no te n s nm gú. Espanya, Espanya, retorna en tu, arrenca el p lo r d e m are! Salva 't, oh! sa lv a ’t d e tant d e m a l: q u e e l p lo r e t torm fecu n d a , a le g re i viva; p e n sa en la vida q u e ten s entorn: aixeca el front, som ríu ais s e t colors q u e hi ha en els núvols. On ets, Espanya? N o e t veig enlloc. N o se n ts la m eva veu atronadora? N o en te n s aquesta llengua q u e e t parla en tre perílls? H as d e s a p ré s d 'e n te n d re an e ls teus filis? A d éu , Espanya!
J. Maragall.
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REPÓS A le ix va eixir a la porta d e l m a s d e l'Arbre, i tal com 1¡ havia p a ssa t dalt a 1'obrír el b a leó d e la seu a cam bra, e l va tornar a en llu ern a r la cla red a t d e l'avangat m a tí d e la m untanya. Tanmateix, el sol rom ania un p o c esm o rteit d a rre re una capa lleu d e c e la tg e s deixatats i groguenes, d e p u r a sp e c te d e tardor. Feia una fresca agradosa; ellre p ira va Paire a p ie pu lm ó i sentía e ls m e m b r e s re g a ts d'una sa n g n o v a i p ri m averal i e l c a p aclarit i ferm . A ra e l re p ó s li s e n a so is un g o ig d e 1'ánima. Ja estava retornat; ja era d e b e ll nou un h o m e fort, en la p le n a vigoría d e la joventut. Á n g e la , la masovera, q u e seia al sol allí davant la porta p e la n t u n e s hortalisses p e r al diñar, al v e u re ’l eixir va saludar-lo tota m aternal i am antent, com cada dia. —Ja m e'n vaig a la font— li va fe r s a b e r ell. Ella e s va algar. —E s p e r e ’s. Entra en la casa i li va traure un got q u e encara duia g o te s d e l'esb a n d id a . A le ix l i ’n va d o n a r le s g r a d e s i s e n'aná c a p a la font. El cam inoi eixia d re tu rer d e s d e davant la casa, en tre d o s b a n ca ls d e p o m e r e s joves. Tot recorrent-lo, a le s d e u o d o tze p a sse s, va teñir la sen sa ció q u e e l m iraven caminar, i va girar-se. El se u esg u a rd va e n so p e g a r llavors am b el som riure llum inós d e la m u lle r d e d o m Maciá, q u e se 'l mirava a m b un in te ré s te n d re d e s d 'u n b a lc o n e t revetat d e blava franja. A le ix li va fe r un g e st d e com iat d e s e ix it i a fectu ó s i p ro sse g u í e l se u camí. La font d e 1A r b r e era prop, a m en y s d e d u e s-c e n te s p a s s e s d e la casa. A le ix tardava uns m in u ts a fe r aquesta curta anada, p e r q u é avangava a p leret, girant la vista al paisatge, parant-se a aleñ a r e l p e r fu m serrá. Ara, m e n tre q u e feia aixó, sentía q u e Pauleta, la senyora d e l mas, parlava d 'e ll a m b la pa g esa . —C om s'ha recuperat, com !— li oía d ir a m b veu p le n a d e joia. —.I té b o n color! —precisa va l'Á ngela tota riallera— S em b la i tot m é s alt q u e quan va venir. N o hi ha re s co m la joventut p e r a refer-se en quatre dies. Quin g o ig fa ja d e mirar-lo! A le ix arriba allá on, vora la senda, a m á dreta, s'o b n a la b a ssa arran d e térra, i el dolí d'aigua q u e s'h i vessava a m b rnonóton i a le g re soroll im p e d í q u e se n tís com se g u ien le s d o n e s lloant e l se u b o n estat. Vartaderam ent, anava b é; ja no li qued a va sino e l re c o rd p e ñ o s d e is tres llargs ¡ T ie s o s d e p a tim e n ts p a ssa ts allá avall en l'alcova d e sa casa d e l poblé. Avui e s sentía p ie d ’una intensa vitalitat; la veu d e Pauleta am erava la se u a ánim a d ’un b á lsa m novell i tebi; le s tristors i e ls n eg u its vells s'arraconaven.
E n r íe V a lo r ,
L'A m bició d 'Aleix.
D. VARIEDADES LINGÜÍSTICAS. En la Edad Media el catalán ofrecía mayor uniformidad que el resto de los romances. En la actualidad presenta una diversidad que se sintetiza en dos bloques: el catalán oriental y el catalán occidental. Esta clasificación está basada, sobre todo, en criterios fonéticos: las vocales átonas a, e relajadas con valor neutro en el catalán oriental, mientras que en el occidental se mantienen diferenciadas. Siguiendo a Badia Margarit, la clasificación es: • Catalán oriental: central, balear, rosellonés, alguerés. * Catalán occidental: leridano y valenciano. Según el mapa adjunto podemos observar el dominio lingüístico de cada variedad y las variantes que ofrecen.
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DOMINIO LINGÜÍSTICO DEL CATALÁN
Maó
CATALAN ORIENTAL Rosellonés Hablas de transición Central Mallorquín' 03 03 Iblcenco a co |S \\\\^ | Menorquín
CATALAN OCCIDENTAL ___] Noroccidental ZZZ2 Hablas de íransiciór Valenciano septentr.' |A:vy:,'.Ln;[ Valenciano “apitxat | Valenciano merld. > Límite de la lengua Límite del cat. oriental y occidental ENRIQUE RESEL
M apa d e las distintas zonas de h abla caíala:: i
sus c o rre sp o n d ie n te ? vanantes dialectales.
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17.3.3. LA LENGUA GALLEGA. El gallego es una lengua iberorrománica, resultado del proceso sufrido por el latín vulgar tardíamente aprendido en el Noroeste peninsular. Ofrece peculiaridades propias que lo diferencian de las demás len guas romances y otros rasgos que comparte con ellas. Históricamente, el gallego es el extremo occidental de una cadena lingüística que llegaba hasta la Gas cuña en el extremo oriental y que se quiebra en su parte cantábrica con la consolidación y expansión del castellano. En la actualidad se extiende por las cuatro provincias de Galicia, también por Asturias hasta el río Navia, por la región leonesa del Bierzo hasta las proximidades de Ponferrada y en parte de la provincia de Zamora hasta el Padornelo.
A. ASPECTOS HISTÓRICO-CULTURALES. Sometida por los romanos el año 19 a C. formaba con Portugal y León la Hispania citerior. El año 216 es constituida por Diocleciano provincia romana, Gallaecia. La romanización de esta zona se asienta sobre un sustrato ligur y celta, procede de la Bética y le confiere en parte ese carácter conservador y arcaico que la caracteriza. Posteriormente, los suevos fueron el elemento germano que, junto con los visigodos, invadieron esta zona pero no dejaron notables influencias lingüísticas. Durante el período ára be, Galicia se encuentra aislada en sus primeros años, después se extenderá hacia el sur por el actual Portugal y su lengua romance recibirá el nombre de gallego-portugués. Este romance gallego-portugués tiene un importante cultivo literario durante toda la Edad Media y alcanza pestigio lingüístico en el género lírico. Testimonio de ello son los Cancioneiros galaicoportugueses. Este auge de la lírica medieval galaicoportuguesa ocurre entre 1198 y 1354. Los cancioneiros medie vales son la manifestación escrita de una tradición oral anterior, sobre todo en el género de las cantigas d ’amigo. Además de éstas existían otros tipos: las cantigas d ’amor y las cantigas d ’escarnho e de maldizer —de escarnio y de maldecir—. Constituyen el tesoro lírico de las literaturas románicas medievales. La importancia y prestigio del gallego fue considerable y autores castellanos se sirvieron de él para sus composiciones líricas. Así, el cancioneiro se enriqueció con el género religioso que aportó Alfonso X con su Libro de las Cantigas de Santa María. La obra de los últimos años medievales que se escribe en gallego se halla recopilada en el Cancionero de Baena, compuesto hacia 1445. Esta lengua romance sigue su proceso evolutivo hasta que por motivos políticos e históricos se escinde en dos ramas: el gallego y el portugués. El gallego, a partir de este siglo XV, se regionaliza y se reduce a la expresión hablada, y el adstrato castellano va a condicionar, sobre todo, el léxico autóctono. El por tugués se convierte en lengua oficial y nacional que continúa su tarea literaria al tiempo que amplía su dominio lingüístico al ser llevada como vehículo expresivo a las tierras conquistadas por los portugueses. Esta escisión trae consigo algunas diferencias lingüísticas entre ambas lenguas, las cuales, aunque per tenecientes desde el punto de vista evolutivo y geográfico a un origen gallego común, desde el punto de vista sincrónico son en la actualidad dos lenguas autónomas que sirven de vehículo de comunicación a dos comunidades culturales diferentes. Causas políticas y lingüísticas hacen que desaparezca el cultivo literario del gallego, que no resurgirá hasta el siglo XIX con un movimiento paralelo al de Cataluña denominado el Rexurdimento, que coope ra en un nuevo impulso de los sentimientos nacionalistas e intenta hacer renacer las culturas autóctonas. La celebración de los Juegos Florales (1861) supone el renacer del gallego como medio literario. Auto res de interés son Eduardo Pondal, Rosalía de Castro y M. Curros Enríquez. La literatura en nuestro siglo ha seguido ofreciendo autores de indudable valor tanto en la lírica como en la narrativa y el ensayo. Excepto el período de la guerra civil, que interrumpió el proceso creador
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en gallego, autores como Alfonso Rodríguez, Castelao, Otero Pedrayo, Celso Emilio Ferreiro, Manuel María, Alvaro Cunqueiro, etc. marcan de nuevo una época literaria gallega importante. La lengua y la cultura gallegas se ven impulsadas hoy día tanto por la labor de la Real Academia Gale ga y la Universidad como por la legislación educativa que se emana de la Constitución de 1978.
B. CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS. Remitimos ai alumno al cuadro anexo ya citado en el que podrá observar, entre otros, el polimorfismo vocálico del gallego que llega a afectar al género (a leite, o leite), el mayor número de diptongos, la ausencia de g, j, castellanas ante e, i, que en gallego da Ixl, el fenómeno de la geada, etc. Resumimos aquí los aspectos morfológicos característicos del gallego y que difieren del castellano y otras lenguas hispánicas: — El sistema de artículo: o a o un unha os as - uns unhas — La contracción de algunas preposiciones más artículo: eos das polo — El uso del artículo ante el posesivo: o meu neno (mi niño). — El arcaísmo de los pronombres personales y posesivos: eu, ti, el/ela/elo, nos, vos, eles/elas. min/me, te che lie os/as lies.
G DIALECTOS DEL GALLEGO. El área lingüística del gallego se caracteriza actualmente por presentar cierta uniformidad más que una múltiple fragmentación. El profesor Zamora Vicente distingue dos zonas claras: la orienta! y la occi dental. Para Carballo Calero son cuatro las zonas dialectales del gallego: a ) Suroccidental, en el oeste de Pontevedra y sur de La Coruña. Donde se da el fenómeno de la geada; sufijos -anu, -ana latinos han dado -an. b) Noroccidental, entre las rías altas y la meseta de Lugo. Aquí los sufijos latinos anteriores han dado -a, desaparece -n del plural. No presenta geada ni seseo. c) Central, al igual que el noroccidental no presenta geada ni seseo, pero los sufijos latinos dan -ao (anu) y -a (-ana), con tendencia a cerrarse el primero en -eu, -au. d) Oriental, zona que se prolonga por las comarcas asturianas, leonesas y zamoranas donde se habla gallego. Tiene rasgos de asturiano-leonés, como el diminutivo -in y no -iño, propio del gallego. Pero tiene rasgos arcaicos que lo acercan al portugués; por ejemplo, forma el plural en -is en palabras con -n, -/, como animáis por animales, y, además, reduce el gurpo -oit- a -uit; ejemplo: troita truita = trucha.
T e x to m e d ie v a l a
Tardei, mía filia, m en tir p o r am igo ninca vi ce rv o q u e vo lvese o rio. —O s a m o res hei.
) —D igades, filia, mía filia belida. ¿por q u é tardastes na fontana fría? —O s a m o res hei.
Mentir, m ia filia, m en tir p o r am ado; n u nca vi ce rv o q u e vo lvese o alto. —O s a m o res hei.
D igades, filia, m ia filia lougana: ¿por q u é tardastes na fría fontana? —O s a m o res hei. Tardei, mia m adre, na fontana fría, c e rv o s do m o n te a augua volvían —O s a m o res h e i.
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b) N on chegou, m a d re o m eu am igo e oí e s o prazo saido —A i m adre, m oiro d'amor.
c) Un tal h o m e s e i eu, ai b e n tallada, q u e p o r vos ten a sua m o rte chegada; v e d e s q u en o e s e e d 'e n lem brada: eu, m iña dona.
N on chegou, m a d re o m ou am ado e 01 e s o prazo p a sa d o —Ai, m adre, m oiro d'amor.
Un tal h o m e s e i c e q u e p reto se n te d e si a m o rte ch e g a d a c e rta m e n te; v e d e s q u en o e veña vos en m ente: eu, m iña dona.
E oí e s o prazo p a sa d o ¿por q u é m entiu o d esm entido? —Ai, m adre, m oiro d'amor. E 01 e s o prazo p a sa d o ¿por q u é m entiu o q u e m ’avia xurado? —Ai, m adre, m oiro d ’amor.
Un tal h o m e s e i eu, aquesto oido, q u e p o r vos morro, vo-lo en partido; v e d e s q u en o e non s e vos obride, eu, m iña dona.
( L ír ic a g a la ic o - p o r t u g u e s a . s . X III. a ) y b ) tigas d e amigo, c ) cantiga d e amor,
can
Texto moderno \ a m o n ñ a s d a s silveiras q u e eu He d a b a o m e u amor, cam iniños antre o millo, ¡adiós, para sem p re, adiós!
d) A d ió s rios; a diós fontes; adiós re g a to s p e q u e ñ o s; adiós, vista d o s m e u s olios, non s e i ca n d o n o s verem os. Miña térra, m iña térra, térra d o n d e m e e u criey, hertiña q u e q u ero tanto ñ g u eiriñ a s q u e prantey,
¡Adiós, groria! ¡Adiós, contento! iD eixo a casa o n d e nacin, d eixo a a ld ea q u e conogo p o r un m u n d o q u e non vin!
prados, ríos, arboredas, p in a re s q u e m o ve o vento, paxa riñ o s piadores, casiña d o m e u contento,
D eixo am igos p o r estraños, d eixo a veiga p o lo m a r deixo, en fin, canto b e n quero... ¡Quen p u e d e r a n o o deixar.,.1
m in o d o s castañares, n o ites crera s d e luar, cam paniñas tu m b a d o ra s da igrexiña d o lugar,
(R o s a lía d e C a str o .
C antares G allegos, s. XIX.
R isurdim ento)
17.3.4. LA LENGUA VASCA. El vasco o euskera, como hemos visto anteriormente, es el único preindoeuropeo en la Europa occi dental. Su extensión antigua era mayor a la actual según confirman las investigaciones toponímicas. Abar caba la zona montañesa del norte peninsular desde Cataluña a Galicia. Sin embargo, a pesar de ser una lengua que no ha presentado tendencia a la expansión, su antigüedad y pervivencia la convierten en un tesoro lingüístico de indudable valor. Muchas hipótesis han intentado desvelar el origen del vasco (vascoiberismo, filiación camitosemítica, parentesco con las lenguas del Cáucaso), pero no hay criterios válidos que de forma incuestionable acla ren los orígenes del vasco, tema que sigue siendo un desafío constante en la investigación lingüística. Es probable que los iberos fueran el primer pueblo invasor que redujera el ámbito del vasco, presiona do posteriormentae por los pueblos indoeuropeos de la zona galaica, astur y cántabra. El proceso de
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romanización peninsular coadyuvaría a que el vasco disminuyera su área geográfica a los límites que hoy se conocen. Durante el período de la Reconquista el vasco ocupaba la zona actual y se extendía por la Rioja Alta y el nordeste de Burgos. El posterior despliegue de las lenguas romances arrinconó esta lengua que con el paso de los años recibiría el fuerte influjo del castellano. En la actualidad el vasco se extiende por las provincias de Vizcaya y de Guipúzcoa, una parte pequeña de Álava, el cuadrante noroeste de Navarra y aproximadamente la mitad del departamento francés de los Bajos Pirineos. El número total de hablantes es de seiscientos mil, de los cuales quinientos mil perte necen al País Vasco español y el resto a la zona francesa.
A. CARACTERÍSTICAS. El vasco comienza a conocerse en 1545 con la publicación de los poemas de Dechepare, y en 1571 con la publicación del Nuevo Testamento en vasco de Leizerraga. También existen anotaciones medieva les de Arnold von Harff en el siglo XV, la Guía de Peregrinos a Compostela del s. X lll y otro documento ya citado, las Glosas Emilianenses, del siglo X. Anterior a este siglo es una incógnita. Es importante subrayar que el vasco que aparece en las fuentes citadas es sustancialmente el vasco actual. Los testimonios orales son también muy importantes. Leyendas, refranes, cuentos populares, han enri quecido el euskera. Se destaca un tipo de poesía vivo hasta la actualidad: la compuesta por los bertsolaris. El bertsolari era una especie de poeta improvisador, lleno de ingenio, que recorría los pueblos y can taba temas populares. A continuación enumeramos las características más específicas de esta lengua no románica que pre senta un tipología diferente al resto de las lenguas estudiadas: es una lengua aglutinante que expresa cada valor semántico-funcional mediante un morfema y en el que la relación funciones-categorías es transparente. Características fónicas. — El acento vasco es móvil, cambia de acuerdo con la estructura de la frase y las exigencias del énfa sis. Si la palabra se cita por separado tiende a acentuarse al final. En la actualidad hay una castellanización del sistema acentuativo. — El sistema vocálico es idéntico al español. Únicamente no se nasalizan en contancto con m, n. — El sistema consonántico coincide también con el castellano. Pero presenta las siguientes diferencias: • Ausencia de / en palabras genuinamente vascas. Las palabras latina iniciadas por /- son aspiradas en h- o cambian la consonante. • No suele usar las oclusivas sordas p, t, k, en posición inicial, tampoco admite una s o r inicial, para lo cual prefija con a o e: esker, izquierdo; errege, rey; arroka, roca; Erramón, Ramón En cuanto a la pronunciación del vasco cabe señalar la facilidad para palatalizar las consonantes: n, I en ñ, II, también t, d. Suele reducir las consonantes geminadas a simples y elimina los grupos. Típicamente vascas son las numerosas metátesis de consonantes: bage, gabe, ‘sin’. Características morfológicas y sintácticas. Como lengua aglutinante, el euskera acumula tras el radical sufijos distintos que expresan las relacio nes gramaticales. Los sufijos se añaden a cualquier tema nominal. Las características más esenciales son: — En cuanto a la concordancia, en el euskera se expresa fundamentalmente con la colocación del artículo enclítico al último tema de cualquier grupo nominal. Sus formas pueden ser: -©-, -a, -ak: etxe -0- etxea etxeak etxe berri O- etxe berria etxe berriak casa la casa las casas casa nueva la casa nueva las casas nuevas tam bién se expresa la concordancia con la categoría del número en el verbo que ofrece diferencias con las lenguas románicas. Es pluripersonal, puede concordar en número y persona con dos o tres ele mentos de la frase (sujeto, objeto directo, objeto indirecto).
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— En el paradigma de categorías señalamos: • El sustantivo y el adjetivo pueden ser lexemas nominales, según su posición en la cadena. Si apa rece en primer lugar se considera sustantivo, si está en segundo lugar, adjetivo, respectivamente tema y rema. Jainko ona, on jainkoa / el Dios bueno, el bien divino. — Alrededor de la palabra se forman todas las posibilidades de función preposicional: giZon gizonan gizcnaren gizonaz gizonarekin hombre al hombre del hombre sobre el hombre con el hombre • La formación de palabras cuenta con abundantes recursos ya que los sufijos de derivación son numerosos y la composición es un procedimiento muy productivo. De todas las categorías gramaticales la más compleja es el verbo. Ni Donostitfn bizitzen naiz yo en vivo Yo vivo en San Sebastián — La estructura sintáctica ofrece una característica muy especial al establecer un paralelismo sintácti ca entre el término de un verbo transitivo y el sujeto de un verbo intransitivo, denominado construcción ergativa. El ergativo es un caso asociado al sintagma nominal, distinto del nominativo. Expresa el agente del proceso en oraciones transitivas. El vasco es una lengua casual, es decir, a través de una serie de sufijos señala las diferentes funciones. Señalamos los casos más importantes del vasco: Casos actanciales:
ERGATIVO DATIVO -k -ri (gizonak liburua darama) (zuri liburua ahaztu zaizu) el hombre lleva el libro te has olvidado el libro.
ABSOLUTO 0 (gizona doa) el hombre va
Gizonak niri liburua eman diot (ergativo) (dativo) (absoluto) El hombre me ha dado el libro Casos locales:
LOCATIVO -ko elizako kadirak las sillas de la iglesia
ABLATIVO -tik etxetik ateratu da la salida de la casa
ADLATIVO -ra etxera doa va a la casa
Tanto el ablativo como el adlativo requieren la presencia implícita de un deíctico, hemen (aquí). Características léxicas. El vasco conserva muchos vocablos estrictamente vascos a pesar de la presión dominante de las len guas vecinas. La influencia mayor es la románica; las voces latinas se adaptaron a las estructuras del vasco y, a su vez, el vasco proporcionó vocablos a las restantes lenguas hispánicas: izquierdo, boina, cha bola, pizarra, áscua, etc. Situación dialectal. El hecho de que no exista unidad en la lengua hablada ha contribuido a crear una literatura dialectalizada; esto ha obstaculizado la expansión de una literatura en euskera. De la misma manera, una len gua fragmentada origina problemas para su supervivencia, y por ello desde hace tiempo se viene persiguiendo la unificación, el llamado batua (bat = uno) elaborado por el profesor Michelena y que_ la Academia Vasca aprobó en 1968. L.L. Bonaparte (1863), padre de la dialectología vasca, contemplaba ocho dialectos con veinticinco modalidades subdialectales. En la actualidad, gracias a la normalización académica y social, el euskera ha iniciado una nueva etapa gracias a la cual la divergencia será un hecho reversible. -
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Se distinguen los siguientes dialectos: Vizcaíno Guipuzcoano Labortano
Aitonavarro Altonavarro Bajonavarro Bajonavarro Suletino
septentrional meridional occidental oriental
Vizcaíno
Guipuzcoano
Altonavarro septentrional
Labortano
Altonavarro m eridional
Bajonavarro oriental
+ 4 + +
+ 4-4- + + 4- + ,4
Bajonavarro occidental
Suletino
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A n e x o 1'
T R A Y E C T O R IA D E L A S L E N G U A S H IS P Á N IC A S
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Anexo 1 (cont.)
cultivo literario ___________________________ decadencia literaria------------------------ -------------
1545
T R A Y E C T O R IA D E L A S L E N G U A S H IS P Á N IC A S
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17.4. PR O B L E M A S A C TU A LES DEL BILING ÜISM O . En la actualidad España es una nación multilingüe tanto desde la realidad sociolingüística como des de una perspectiva de política lingüística, dado que existen cuatro lenguas, una de ellas común y oficial para todos los españoles —el castellano— y otras tres repartidas en diferentes territorios que gozan tam bién del estatuto de oficialidad en sus respectivos ámbitos —el gallego, el vasco y el catalán. Así lo expresa la Constitución Española de 1978 en su artículo 3o. 1. El castellano es la lengua oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. 2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en sus respectivas Comunida des Autónomas de acuerdo con sus Estatutos. Y así lo señalan: — El Estatuto de Autonomía para Galicia. Artículo 5°.: 1. La lengua propia de Galicia es el gallego. 2. Los idiomas gallego y castellano son oficiales en Galicia y todos tienen el derecho de conocerlos y usarlos. — El Estatuto de Autonomía para el País Vasco. Artículo 6°.:
1. El euskera, lengua propia del pueblo vasco, tendrá, como el castellano, carácter de lengua oficial en Euskadi, y todos sus habitantes tienen el derecho a conocer y usar ambas lenguas. — Y el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Artículo 3°.: 1. La lengua propia de Cataluña es el catalán. 2. El idioma catalán es el oficial de Cataluña, así como también lo es el castellano, ofi cial en todo el Estado español. Pero además de estas regiones hay también otras comunidades bilingües en el Estado es pañol: una parte de Navarra, donde se habla euskera, y las Comunidades Balear y Valen ciana, que pertenecen originariamente al dominio lingüístico catalán. Así, el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana dice en su artículo 7°.: 1. Los dos idiomas oficiales de la Comunidad Autónoma son el valenciano y el caste llano. Todos tienen derecho a conocerlos y usarlos. No obstante, a pesar de que este conjunto de disposiciones reconoce oficialmente el bilingüismo, pues to que permite que otras lenguas sean cooficiales en sus respectivos territorios junto con la que actúa como vehículo de comunicación entre todos los españoles —el castellano—, las situaciones sociológicas, históricas y culturales de las distintas regiones españolas han condicionado el desarrollo de ese ideal de bilingüismo perfecto, equilibrado, dentro de la realidad lingüística de cada una de ellas, aunque el proce so de actuación ha sido similar. Una vez codificado o normativizado el idioma o lengua autóctona de una Comunidad, estandarización que no está exenta de dificultades que quedan reflejadas en la elabora ción de diversas gramáticas, es necesario un proceso de normalizacioón, esto es, que su utilización se generalice a toda la escala social de la comunidad. Este proceso de normalización se logra a través de la creación y desarrollo de instituciones (Academias, Institutos..., de disposiciones oficiales): Leyes de Uso y Enseñanza, Leyes de Normalización Lingüística..., de su empleo en los medios de comunicación social, etc. Sin embargo, el grado de bilingüismo obtenido —entendiendo este concepto como el uso y compren sión de ambas lenguas en presencia— ha sido desigual en las comunidades bilingües. Y las razones y motivos son fundamentalmente extralingüísticos. Líos sociolingüistas señalan que son las actitudes y com promisos idiomáticos los factores determinanes, ya que las actitudes que manifiestan y aplican los ha blantes ante cada una de las lenguas oficiales en sus respectivos territorios hacen que el uso de ellas sea equilibrado o desequilibrado en su comportamiento lingüístico. Por lo general, suelen emplear de forma mayoritaria la lengua vernácula para los ámbitos familiares, conversaciones entre amigos, etc. y el caste llano para los ámbitos formales y públicos: habla con los superiores —médico, policía, profesores, etc.,
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actos oficiales, conversaciones en la calle cuando no se conoce al interlocutor, etc., situación que se co rresponde con una realidad lingüística diglósica. No obstante, este fenómeno va disminuyendo, aunque de forma, paulatina, gracias al proceso de normalización emprendido por las instituciones políticas y culturales en sus respectivos territorios, preocupadas por la elaboración y aplicación de nuevas normas de uso lingüístico que potencian la recuperación y difusión del idioma autóctono. Tomando como base los estudios sociolingüísticos realizados en las diferentes Comunidades bilingües, puede señalarse que la situación actual del bilingüismo queda caracterizada por estos rasgos generales: 1. El castellano (L,) es la lengua de mayor prestigio social y utilidad lingüística para una elevada pro porción de la pobllción de dichas comunidades. 2. Sin embargo, el sentimiento de lealtad lingüística hacia el idioma autóctono (L:) de cada territorio va incrementándose progresivamente y ello genera cierto rechazo hacia el castellano, si bien en pro porciones reducidas (entre el 8 y el 15% de la población). 3. El grado de bilingüismo pasivo (entiende la otra lengua pero no la habla), es elevado, sobre todo en Cataluña y la Comunidad Valenciana (más del 80% de la población). 4. El índice de bilingüismo activo (uso de ambas lenguas, L. y L:) está aumentando en todas las co munidades bilingües, aunque lentamente; no obstante, el estrato sociológico que destaca en la adop ción de la segunda lengua es el de los jóvenes (18-35 años). 5. También la tasa de bilingüismo equilibrado (uso indistinto de ambas lenguas en cualquiera de los ámbitos: Administración, Ayuntamiento, escuela, amistades, trabajo, etc.) sigue aumentando, lenta pero progresivamente, dentro del grupo bilingüe. 6. Si bien en la comunicación oral se aprecia un futuro bastante halagüeño para el bilingüismo social, en la expresión escrita la realidad lingüística es diglósica de forma casi general. Una inmensa mayoría de individuos bilingües utilizan el castellano para sus comunicaciones escritas y sólo un reducido gru po de bilingües emplea también la otra lengua. 7. Concluiremos señalando que si el bilingüismo y la diglosia han existido a lo largo de la historia espa ñola, también hoy siguen constituyendo una realidad sociolingüística, pues dentro de la población de las comunidades bilingües citadas se encuentran individuos monolingües en castellano (L ), monolingües (L.) y a la vez bilingües pasivos, monolingües en el idioma autóctono (Lf), bilingües equi librados (uso indistinto de L, y L-) y otros con bilingüismo desequilibrado o diglósico. Además exis te un reducido grupo de bilingües que, llevados por un elevado sentimiento de lealtad lingüística ha cia la lengua autóctona del territorio (U), emplean siempre dicho idioma independientemente de la lengua empleada por el interlocutor.
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Anexo 2
EL ESPAÑOL ACTUAL Y EL ESPAÑOL DE AMÉRICA. 18.1. EL ESPAÑOL EN LA ACTUALIDAD. 18.1.1. EL ESPAÑOL CON TEM PORÁNEO. 18.1.2. ¿ESPAÑOL O CASTELLANO? 18.1.3. VARIEDADES GEO GRÁ FICAS DEL ESPAÑOL ACTUAL.
A. DIALECTOS HISTÓRICOS. EL LEONÉS O ASTURIANO. EL ARAGONÉS. B. DIALECTOS MERIDIONALES. CARACTERÍSTICAS GENERALES. EL ANDALUZ EL EXTREMEÑO. EL MURCIANO. EL CANARIO. 18.1.4. LA NORM A CULTA CASTELLANA Y LAS VARIANTES DIALECTALES.
18.2. EL ESPAÑOL DE AM ÉRICA. 18.2.1. 18.2.2. 18.2.3. 18.2.4. 18.2.5. 18.2.6.
INTRODUCCIÓN. ELEM ENTOS INDÍGENAS. RASGOS DEL ESPAÑOL DE A M ÉRICA . DIVERSIDAD LIN GÜ ÍSTICA DE AM ÉRICA. ÁREAS DEL ESPAÑOL DE AM ÉRICA. RELACIÓN CON EL ESPAÑOL PENINSU LA R Y ESPECIA LM ENTE CON LAS HA BLAS M ERIDIONALES.
18.1. EL ESPA Ñ O L E N L A A C TU A LID A D . 18.1.1. EL ESPAÑOL CONTEM PORANEO.
La extensión de un idioma viene determinada por su expansión geográfica, el número y grado de cul tura de sus hablantes, la mayor o menor unidad dialectal y por el desarrollo nacional o demográfico de cada país. En cuanto a su expansión geográfica, el español presenta unidad lingüística y se extiende fuera de España por parte de América Central y del Sur, Filipinas, parte del suroeste de EE.UU., así como en un cierto número de comunidades hebreas —sefardíes— en las costas del Mediterráneo. La expansión por América, teniendo en cuenta el incremento de su población, su extensa geografía y su importancia política, sitúa al español como lengua internacional. De hecho se considera que el nú mero de hablantes supera los doscientos millones y por lo tanto es la lengua románica más extendida. El español contemporáneo es una lengua de cultura plasmada a lo largo de siglos, producto de todos los factores y vicisitudes históricas estudiados en el tema anterior. La cultura, la educación y la sociedad han contribuido a plasmar la idiosincrasia de la lengua española de hoy, una lengua común con un senti do de universalidad en su propio dominio lingüístico. Otros factores importantes inciden en la lengua actual y, en cierto sentido, cooperan en su configura ción y pueden llegar a modificar el sistema. Señalamos como importantes: — Los anglicismos, mayoritariamente presentes en la tecnología, pero que también aparecen en nues tro entorno social y afectan sobre todo a nuestro vocabulario, a su estructura léxica. — La trabazón entre la lengua oral y la escrita, dos modalidades que ya no están tan distanciadas como antes. — La notable influencia de los medios audiovisuales, que, junto a la nula afición hacia la lectura por parte de los hablantes, pasa a ocupar un papel preponderante en la cultura actual. No obstante, el español mantiene su vitalidad y unidad a pesar de su extensión y su intrínseca diversi dad social. Esta cohesión se debe principalmente a la fuerte tradición literaria, pero también ejerce un importante papel el deseo de sus hablantes de mantener una lengua común que redunde en beneficio de la numerosa comunidad de hablantes españoles. Referente a su mayor o menor unidad dialectal, haremos referencia en este tema a la situación actual tanto en el Estado español como en los países de América de habla hispana. En el Estado español destacaremos unas variedades geográficas como supervivencia de los romances absorbidos por la expansión castellana: el leonés y el aragonés, y otras variedades meridionales o hablas que hasta ahora se consideran surgidas del propio castellano: andaluz, extremeño, murciano y canario. La situación fuera de España es mucho más compleja. El español de América, como veremos, no pre senta una uniformidad lingüística; sus países tienen diferencias notables entre sí motivadas por circuns tancias diversas: sociales, históricas, culturales, lingüísticas, etc... Sin embargo existe una conciencia bas tante arraigada, sobre todo en las capas cultas, del valor instrumental e histórico de la lengua común.
18.1.2. ¿ESPAÑOL O CASTELLANO?
En el tema anterior hemos podido repasar, aunque sucintamente, la trayectoria del castellano cuyo avance mermó el cultivo literario de las otras lenguas peninsulares durante varios siglos de la historia. La progresiva castellanización no supuso el aniquilamiento de las otras lenguas autóctonas y el bilingüis mo fue la pauta lingüística de las zonas respectivas. Al convertirse el castellano en idioma nacional (s. XVI) se justifica el nombre de lengua española como lengua común de una nación recién unificada.
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De esta forma, la designación de español a la lengua extendida por todo el territorio hispánico alternaba de forma sinonímica con la designación original y peculiar de castellano. Motivos extralingüísticos, fundamentados en la propia historia de las lenguas de España postergadas impositivamente por la acción central del español, han originado discusiones y posturas diferentes en la designación que corresponde a nuestro idioma nacional. Veamos las opiniones de A. Alonso y E. de Bustos sobre los término español y castellano:
Para quien examine desapasionadamente la polémica en torno al empleo de 'castellano' o ‘es pañol’ ésta tiene dos planos claramente diferen ciados: en un nivel superficial, quienes defien den el empleo de 'español' lo hacen desde dos perspectivas simultáneas: desde un enfoque sociolingüístico, se trata del idioma común, de in tercomunicación entre todos los miembros de la nación, sea cual fuere su lengua regional. Des de una consideración histórico-lingüística, aun que tenga su origen en Castilla, ese idioma co mún ha sobrepasado sus límites iniciales (para los que valía ‘castellano’) y participan, no sólo todas las regiones españolas sino los pueblos his panoamericanos. (...) Quienes defienden 'caste llano', en cambio, atienden de modo esencial y casi exclusivo a la perspectiva geográfica de la denominación: castellano, catalán, gallego y vas
co son lenguas españolas, en el sentido de que se habían, en algunas zonas de España, enten dido en su dimensión territorial. Y se olvida que 'castellano' en su sentido lingüístico no es reductivo a Castilla. Pero en un plano más profundo, lo que se dis cute es cosa muy distinta, de índole esencial mente política. Se debate, en el fondo, el esta tus jurídico de las distintas lenguas habladas en España, en dos temas de gran trascendencia: la Administración Pública y la Enseñanza. Usar ‘castellano’ equivale a considerar tal lengua co mo una red entre las españolas; aceptar 'espa ñol' supone el reconocimiento de su empleo suprarregional y, por ello mismo, de no equiparamiento en régimen de absoluta igualdad con las demás. E. de Bustos.
Así pues, mientras Castilla fue un puñado de condados o un remo entre los reinos peninsulares, su ro mance, cuando se especificaba, se llamó casi únicamente castellano: el romance de los castellanos, para distinguirlo de los romances de los leoneses, aragoneses, gallegos, catalanes. Pero Castilla, saliendo de su casa, castellanizó el centro y sur de la Península, y luego se unificó con los reinos de León, Navarra y Aragón, que adoptaron en común el hablar de Castilla. La unificación española coincidió con el des pertar renacentista de las conciencias nacionales en Europa: España, Francia, Inglaterra, Alemania y, con menos fortuna y coherencia, Italia. Entonces, junto a los que siguieron tradicionalmente llamando castellano al hablar de todos, hubo muchos que empezaron a ver intencionadamente en el idioma una significación extrarregional y un contenido históríco-cultural más rico que el estrictamente castellano. Y junto al arcaismo «castellano» empezó a cundir el nombre de «español», ya usado algunas veces en la Edad Media, pero que ahora tenía la fuerza interior de un neologismo oportuno. Un arcaísmo no necesita más justificación que su propia continuidad y, sin duda, a esta fuerza de inercia debemos más que a nada la conservación secular de castellano —conviviendo con español aún en las regiones españolas fuera de la antigua Castilla. El neologismo es el que necesita justificarse, ya por enriquecimiento del conteni do, ya por precisión del pensamiento. Y, en efecto, la denominación de «español» para nuestro.idioma suponía en el siglo XVI un contenido de significación más rico y más preciso. A. Alonso: Castellano, español, idioma nacional. 1.1.3. V A R IE D A D E S G E O G R A F IC A S DEL E SP A Ñ O L A C T U A L . El dialecto es un término confuso, eminentemente sociolingüístico, pero que tiene su trascendencia propiamente lingüística. En su caso más común se refiere a las variantes condicionadas por la geografía. Según este punto de vista encontramos en el español actual dos variedades distintas motivadas por factores históricos que condicionaron la expansión de dos dialectos romances —el leonés y el aragonés—, mientras que la evolución del propio idioma nacional originaría unas variedades meridionales muy defi nidas. Esto trae como consecuencia, en el mapa lingüístico del español, la presencia de unos dialectos
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arcaicos o históricos -leonés-asturiano y aragonés— producto de una diversificación iberorrománica, y unas variedades dialectales del mediodía peninsular surgidas a partir del siglo XVI y que se concretan específicamente en el andaluz, extremeño, murciano y canario.
A. DIALECTOS HISTÓRICOS. En el tema 17 estudiamos la evolución lingüística del norte peninsular, cuna de las lenguas romances hispánicas, y vimos la existencia, características y evolución de estas lenguas romances. Como es, pues, conocido, dos de ellas quedarían relegadas a pequeños dominios geográficos, sin posibilidaddes de ex pansión y de cultivo, literario debido a la castellanización, que redujo estas áreas dialectales. No obstan te, han prevalecido y en la actualidad surge una reafirmación lingüística autóctona, sobre todo en el as turiano, denominado también bable. EL LEONÉS o ASTURIANO. Es una lengua romance en sus inicios que se ha mantenido sin un desarrollo literario debido a la caste llanización sufrida desde fines de la Edad Media. Resulta difícil señalar sus límites al estar rodeado de otras lenguas con mayor arraigo cultural e histó rico como son el castellano, el gallego y el portugués. Se suelen distinguir tres zonas según estas influen cias lingüísticas: a) La occidental, entre el río Navia y la sierra del Rañadoiro, con influencias galaicas: presencia del diptongo ei y ou. Ejemplo: carrára, ouro. b) La oriental, que se circunscribe a las provincias de Santander, Zamora y la Extremadura leonesa y que presenta rasgos castellanizados; como, por ejemplo: pérdida de la/- inicial latina: harina, horno. c) La central, con menores influencias, se reduce a Asturias y mantiene una mayor autenticidad en sus rasgos —el bable—: presenta /- inicial y formación del plural en es: les cases. En líneas generales, los rasgos más sobresalientes del leonés son: — Diptongación de las vocales breves latinas e, o, tanto en sílaba libre como en trabada y ante yod: o < . ou, au; e < . ie, ia. Por ejemplo: puarta, tiendo, tiampu. No diptonga cuando le sigue una nasal: ponte. — Se conservan los diptongos decrecientes, ou, ei: cousa, touro, caldeiro (leonés occidental). — Epéntesis de i al final de palabra: matancia. — Cierre de las vocales finales e, o, en i, u, respectivamente:esf¿, pradu, otru. —- Terminación -in: venín, padrín. — A veces se conserva una -e final: piedade, azule. En cuanto a las consonantes, observamos: — Conservación de f. — Palatalización de /; a veces se produce yeísmo. — Pronunciación de j, g latinas con valor de fricativas medio-palatales; en la actualidad se sustituye por la sorda s. — Grupos pl, el, f l que dan c en la zona occidental; se asimila en la oriental y hay lugares donde la consonante lateral cambia a vibrante. Otros rasgos consonánticos figuran reflejados en el cuadro anexo (M): conservación de -m b -, evolu ción de ct, ult, en algunos lugares en it (arcaísmo), y en otros en ch, como en castellano, etc. Podemos observar los rasgos del leonés y asturiano en estos fragmentos:
LA RAPOSA Y EL LOBO Una vez yera una raposa que se chamaba Maruxa ya un tsobu que se chamaba Xuan, ya casárunse. Salieron pul monte ya matarum un curdeiru. Xuna quería cumelu; pero Maruxa, que estaba preñada, dixutse que yera mejor deixalu pal dia 624 -
del boutizu, ya Xuan dixutse que buenu, Al outru día Maruxa dixutse que tenía que ir a un boutizu ya marchóu a cumer al curdeiru. A la nueite, cuandu vulviú Xuan preguntóutse cumu se chamaba eu nenu ya etsa dixutse que Empecélu, Yera que cumenzara a cumer el curdeiru. Al outru día igual, ya al vulver dixutse que el nenu chamaba Demediélu. Yera que lu demediara. Yal outru día igual, ya dixu que se chamaba Acabélu. Yera que lu acabara. Pariú Maruxa, ya Xuan foi a buscar el curdieru, perú faltaba ya vulviú pa casa muy enfadau rifiendu cun Maruxa. Etsadixutse que etsa que nun fora, qur fora él, ya si nun, pa desengañase, tumbase a durmire lus dous yal que tse sudaran las narices primeiru que yera el que lu cumiera. Tumbárunse ya cumu Xuan se durmiú en seguida Maruxa mixoutse pu las narices ya chamóulu, ya claru, él cumu nun tenía memoria ninguna tuvu que aguantase cuna culpa. Cuentos, I, pág.537, núm. 214, Transcrito por Eduardo M. Torner en 1913.
POETA POETA Y PALABRA Ser poeta ye vivir fuera'1 papel y tener mal de lletra, sola ver siempre la mesma silueta, sentir qu’ende fuera pasa la vida'n meyor ferramienta; atender la mar debaxo'l poema, y nun ser barcu nin airín de vela nin saber mui bien lo que se cellebra. Ser poeta ye una campana que riela na melguera voz d'escosa sirena, muelle baldáu, rede ensin mella, día tardiegu, nuechi indiscreta...
Por qué peí día, si día ye, pasa’l páxaru más nochermegu y a la hora'l nalu, apartad tiempu. Por qué na nuechi, si nuechi ye, tanta disgracia nun atapez y nun perdesfái Teternu xueu, esti faer suañu la lluz del xestu,,.; tanto agüeyase col propiu güeyu, tanto frayase de muertu a muertu: Palabra y poeta, campana y mayuelu.
Manuel Asur, Lletres Asturíanes, n° 13. Oviedo, 1984
EL ARAGONÉS. El aragonés ha sufrido reducciones mayores que el leonés, llegando a convertirse en una mera variedad del español rústico. Viene a denominarse también habla baturra. Posee, igual que el leonés, zonas de transición con las lenguas colindantes; estas zonas son complejas, siendo la más clara la oriental, situada entre el aragonés y el catalán. La parte propiamente dialectal donde se manifiestan rasgos del dialecto arcaico se reduce a los valles de Ansó, Hecho, Lanuza, Biescas, Sobrarbe y Ribagorza. Las características del aragonés ponen de manifiesto su paralelismo con el leonés: conservación de f- inicial latina; evolución de g, j ante e, i; paso de -li~ y -el- a de -ct- a -it-. Como el catalán, conserva los grupos consonánticos iniciales pl-, el-, ñ- y reduce igualmente el grupo -mb- a -m-, (Vid. cuadro ane xo 3). Los textos siguientes nos ofrecen estas peculiaridades y nos pueden servir para realizar un estudio com parativo con el leonés:
CUENTO DE LA LECHERA*. Graus (Huesca) Una muchacha tenía un tío que había vuelto al pueblo con una gran fortuna y que pensaba quedarse allípara siempre; pero acostumbrado a la vida de las gran-
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de ciudades, no se hacía a la vida rústica y decidió volver a marchar.
I cuan ya s’en iba su tío, le ba di la moceta: «Compre-me una eraba pa yo, que m'en iré a bendé la leche a Gráus». I su tío la i ba compré el día que s'en iba. I como la moceta iba dicho en casa: «m’en iré a bendé la leche a Gráus», ban pensá su pare i agüelo: «la de to-las erabas podría í a bendé esta moce ta; nos tocarían buenos dinés.» I la moceta ba di entonces: «I a yo, que me darán dellebá la i?» «Como tiens una eraba, te darén pa tu lo que saques un día de la semana,» Y ella se ba fé múi contenta; en ba í traén mucho tiempo, i con lo que le tocaba de cada semana, se ba comprá un pañuelo de sarja i un apretado, i ba pensá ella: «Ora, ya tiengo prou ropa, i con lo qu'en saque ói de la leche, qu’en faré i m’en iré a Pruquemá, que tienen muchas gallinas i m’en compraré una; le posaré beintirés güegos i me sacará lo menos beinte pollos; las pollas, me las dixaré en casa pa que posen i me henderé los güegos; los pollos, me los henderé en Gráus el día de la fiesta, que los pa gan millo qu'en to-1 año i me guardaré los dinés asta que me pueda compra una baca, i la baca me parirá un nobillo; i con lo que m’en que del nobillo, de los güegos y de los pollos del otro año que posaré tres o cuatro llocadas, yo me compraré un campo, i la baca que m’abrá paríu otro novilo, i los güe gos i la leche que áiga bendíu, ya seré la más rica de toz estos llugás, i enton ces sí que tendré nobios, pero me faré respeté i bendrá ixe Ramonón de la Terrazuala que e tan presumíu, i ya no me llamará Mariona, sino que me di rá: «Marieta, ¿te quies casa con yo?» I yo le diré: «¿Ora biens con éstas? No, aber beníu antes; ora, porque sói rica, me llamas Marieta, ántes siempre me llamabas Mariona; yo me quiero casá múi a gusto, m’en quiero í el día San Miguel a la feria, i pa ixo, me posaré ben maja, que aquel día acuden a Grús to-los millos mozos que ñ'ai al rededó i me triaré el más guapo que béiga.» I al di esto, entrepuza en una pedra; se le cái el cantre i se le ba fé a peazos i adiós ilusiones!
BIELSA (Huesca) 3.
1.
Cuan l’aliaga floreix, la fambre creix; cuan bachoca, pertot en toca; e cuan ya está granada, ya está pasada.
El tío Florián de Floripes que baixaba ta Parzán, ya me vió cuan me chitares de capeza no barzál. 4. La muller que se le’n sale las aletas del chipén, era puede ser curiosa, pero las trazas no'n son,
2.
Pa san Antón chiner, a mitad paller e a mitad graner, e la muller que ye muller, el latón enter.
5. Cuan va tal monte va farteta, e cuan torna ta casa viene laseta.
* Antonio Badía: El habla d e Bielsa. Barcelona, 1950. 626 -
B . D IA L E C T O S M E R ID IO N A L E S .
Las peculiaridades que adopta el castellano en el mediodía peninsular hace que se distingan unos dia lectos que surgen hacia el siglo XVI. Andalucía, Canarias, Extremadura y Murcia marcan una trayecto ria distinta del resto del dominio español. Siguiendo a R. Lapesa enumeramos las características genera les o meridionalismos que configuran sustancialmente estos dialectos: — El yeísmo o alteración de los sonidos palatales ll, y. — Relajación de la -s final de sílaba, que se convierte en aspirada. En la actualidad, la aspiración o asimilación de s y z finales es habitual ante cualquier consonante. La vocal que precede a la aspiración suele pronunciarse abierta y cuando la aspiración desaparece por completo su función significativa es desempeñada por la abertura de la vocal, que se alarga. Así, existe una distinción fonológica a base de diferentes timbres y duración de las vocales, por lo que se puede distinguir, por ejemplo, entre dio y Dios, va y vas, etc. — Las finales r y / se intercambian: muhe\ por mujer, soxdao, cuelda. — Hay un relajación de las sonoras intervocálicas, que se eliden ordinariamente: vestío, deo...\ ante r desaparecen o se vocalizan; la r entre vocales también desaparece; así como la n en andaluz. — La h procedente de / - inicial latina va de la aspiración sorda hasta la aspiración sonora o nasal. EL ANDALUZ. Constituye la única variedad de orígenes no primitivamente románicos: una evolución del castellano llevado a tierras andaluzas durante la repoblación de los siglos XIII a XVI. Sus fronteras quedan marca das por una serie de rasgos lingüísticos: 5 coronal, confusión de fricativas, aspiración de h, etc. Se caracteriza por la presencia de los meridionalismos citados anteriormente. Lo más importante del sistema vocálico andaluz es su riqueza de timbre que le proporciona una entonación peculiar, con un ritmo más rápido y vivaz y una, articulación más relajada. Existen distinciones fonológicas debidas a la abertura o cierre de las vocales por la aspiración de la 5, que hace que se distinga el singular del plural en una misma palabra. La característica o rasgo más significativo del andaluz es el seseo y ceceo. El seseo consiste en la con fusión o igualación de los sonidos s y z en uno sólo, dando como resultado una nueva s. El ceceo es la confusión de los dos fonemas en 0. Si recordamos la evolución fonológica del castellano, vemos que las antiguas c / z se convirtieron en fricativas, y además la z perdió su sonoridad, igualándose en caste llano en la fricativa sorda interdental 0. Pero ésta no se confundió con la s ápico-alveolar procedente de la igualación -ss- y -s- . Los cuatro fonemas medievales quedaron reducidos en Castilla a dos: 5 / 0. En Andalucía los cuatro fonemas confluyeron en uno sólo, bien en 5 -seseo- , pronunciación única con una s sorda coronal o predorsal, bien en 0 -ceceo- o articulación única predorsal interdental sorda. El seseo, como podemos comprobar en los mapas, se extiende por gran parte de Córdoba, sur y norte de Sevilla, norte de Málaga y Granada, oeste de Huelva y gran parte de Jaén. El ceceo se extiende por casi todo el sur de Andalucía desde la frontera de Portugal hasta Almería, norte de las provincias de Sevilla y Granada y disminuye en Málaga. Otros rasgos peculiares del andaluz son: — Aspiración de h / - inicial latina, irregularmente repartida por todo el territorio: hase, por hace. — Aspiración del fonema j: muhere, por mujeres. — El yeísmo: yeva, por lleva. — Articulación relajada de la ch que le ha llevado a una articulación fricativa s. — Igualación de los sonidos / y r implosivas. — Pérdida de consonantes intervocálicas d, r, y s final. El léxico andaluz conserva numerosos arcaísmos y abundan los arabismos especiales, palabras de ori gen medieval, vocablos mozárabes. También, como toda-lengua en contacto, ha recibido accidentalismos, aragonesismos y catalanismos.
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LA S ANDALUZA
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Los textos andaluces que presentamos a continuación nos permiten ver reflejadas las peculiaridades de este dialecto meridional.
LA RECOLECCIÓN DE LA ACEITUNA* L'asituna se recolerta entre muñere y ombre. Los- ombre se dedica al- abareo, a abareallá, ehto é que s’echan abaño del- olibo. Y luego lah muñere l'arrecohe. Si se utilisa saco, en ese ihtante de que se coñe, luego, uno que se didica al- aca rreo yega con la eñtia y loh carga, y se lo yeba al molino o ábrica; y si no se hase así como abemo dicho, que se yeba a ü montón con- un- ehportonero que se nom bra; y así se hase la mihma faena que ante; se carga en loh mulo y se la yeba de la inca. * Transcrita por G. Salvador en julio de 1955. La s es coronal plana. Con signo de abertura se indican vocales doblemente abiertas. ER CULTIBO L’ARGODÓN* Lo primero e acé la tierra bien- echa, qu'eh preparé la tierra mobiendola mu cho pa qu'ehté bien cehania. Ehto ce ace conaraoh i grada y tablone pa cental la y ponel-la yana. El- argodon ce ciembra em paternna de Taño treta p'alate. El- argodon- ec- echao a mano y a máquina: ba aun canga abierdo'l zürco. (La canga éh una pareha behtia; y zace con tractore tambie). Cuando nace ce paza'r curtibado y lo ilette entre lo que dehár curtibadó, ce caba co zoletta. Luego dehpue é cermanal-lo qu’é clareal-lo arrancado lo mu ehpezo 'pa que crehca, pueh comw é mateáo y ehtá en cehpe mu grande ay que dehal-lo claro. Un béz- echa eza aena, ce le dan- aluego tanto pace de curtlbo comw el due ño crea necezario, y cuando ce pone maduro el cahcabuzo qu'écha, quempieza'bri, ce cohe a medida que bá'briendo ahta apúrale toa lah cláuzula que'echa. La aena que queda dehpué de cohío e pazá el- arao de yerro y amontonal-la y quema la broza que queda. * Transcrito por M. Alvar el 5 de diciembre de 1955.
CUENTOS DE LA HORMIGUITA* Abía una b é una ormiguita. Y un día s ’encontró un xabico y no sabía c ’asé con é y por f se compró un laso y un behtío. Y se puso a la puerta de su casa. Pasó un páharo y le d ito : «Ormiguita, ¿Te quiere casa conmigo?» Eya le preguntaba: «¿Cómo le va acé al niño?» Diño: «Pipipipí.» «No, que me lo dehpertaráh.»Entonse pasó un griyo y le diho: «Ormiguita, ¡qué gruapa'htáh!, ¿te quiereb casa conmigo?» Y también le preguntaba: «¿Cómo le va acé al niño?» «Rrirrirrírrí.» «No, que me lo dehpertaráb.» Pasó ü ratoncico y otra vé le preguntó: «Ormiguita, te quiereh casá conmigo?» »¿Y cómo le vá acé al niño?» «Éa, éa, éa.» Dice: «Bueno, entonse, sí.» Y se casaron. Y tuvieron un crío. Y la ormiguita se iba a la plaza y e ratonsico se quedaba cuidando al niño. E ratón era mu buenesiyo, pero mu goloso y metía lo'ciquiyo en todo sitio y la ormiguita cuando s ’iba le desía: «Que no dehapeA la oya.» Aqué día ehtaba mesiendo al niño y olía mu bien el puxero y el pobre no pudo resistí la tentado y debtapó la oya. Al pnnsipio olía un poquiyo na máb, pero co mo le guhtaba l'olorciyo, s'empinó un poco y cayó de cabeza. Cuando yegó Mari quita de la plasa, s ’encontró que no ehtaba su rotoncico y empesó a buhcario por todo sitio yorando ahta que se 1'ocurrió dehtapá la oya y se lo encontró muertecico ayá en el caldo. Y lo niño le cantaba: «E ratonsico se cayó é la oya y su Mariquita le hime y le yora.» *La s es predorsal. Tomados de Textos hispánicos dialectales , de M. Alvar.
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EL EXTREMEÑO. Variedad de lengua que se extiende por las provincias de Cáceres y de Badajoz, posee caracteres leone ses y a su vez meridionalismos. Los primeros se reflejan sobre todo en la parte de Cáceres: — — — — —
Epéntesis de i: alabancia. Cierre de las vocales finales -o, -e, en -u, -i: benditu, dineru. Conservación del grupo -mb-: lamber. Cambio de l en r en los grupos pl-, el-, fl-: cravu Aspiración de la h f - inicial latina: jambre.
En cuanto a los meridionalismos presentados tanto en la provincia de Cáceres como en la de Badajoz, aunque en esta última más arraigados, son: seseo, ceceo, confusión de / y r, aspiración de la h, general mente sonora, etc. E L M U R C IA N O .
Hechos históricos contribuyeron a que la presencia de catalanes y aragoneses en los siglos XIII y XIV dejaran su impronta lingüística en el murciano, variedad de lengua en la que se mezclan meridionalismos e influencias aragonesas y valencianas. La huella del catalán y el aragonés se manifiesta en la conservación de las consonantes sordas intervo cálicas: acachar, cocote; en la palatalización de /- inicial: /lengua, lletra; en conservación de los grupos pl-, el-, fl-, en algunos casos: flamarada,... En cuanto a los rasgos meridionales, señalamos: seseo, ceceo, yeísmo, desaparición de algunas consonantes interiores: caeza, bebía; identificación de / y r implosivas: mu]el, arto. Característica del murciano es también la presencia del sufijo -ico, propio del aragonés y del catalán. Esta modalidad de lengua sobrepasa su límite administrativo y'"encontramos rasgos murcianos por tierras del sur de Alicante, nordeste de Jaén y Granada y en el norte de Almería. El murciano recibe también el nombre de panocho. E L C A N A R IO .
Se extiende por todo el archipiélago canario y conserva todas las características meridionales debido a que su repoblación fue orientada desde Andalucía, de aquí que casi todo su patrimonio idiomático participe fundamentalmente de las características propias de las lenguas meridionales de la península. Junto a estos meridionalismos, presenta un vocabulario muy heterogéneo debido a los múltiples contac tos con otros pueblos al ser lugar de tránsito hacia América.
18.1.4. L A N O R M A C U L T A C A S T E L L A N A Y L A S V A R IA N T E S D IA L E C T A L E S . La pluralidad lingüística de España, resultado de la historia, como hemos podido comprobar, presen ta una superposición de lenguas y dialectos con sus correspondientes variantes geográficas, sociales, etc. Todo esto, consecuencia de la vitalidad de las lenguas, pesenta una tendencia centrífuga, una fuerte di versificación que podría acarrear la ruptura del sistema. Sin embargo, otras fuerzas centrípetas cooperan a forjar la unidad necesaria para que toda lengua cumpla su función de vehículo de comunicación entre sus hablantes. Si, por un lado, las lenguas evolucionan de forma espontánea, por otro, un instinto de conservación halla los medios necesarios para forjar la estabilidad y unidad del idioma. En toda lengua existe, por tanto, la preocupación de fijar con claridad el uso correcto de la misma, es decir, una norma que contenga las diversas formas de hablar efectivamente utilizadas por la colectivi dad y que a su vez rechace las formas incorrectas, descuidadas o vulgares. El concepto de norma tiene diversas acepciones. En este tema hacemos referencia a su sentido tradi cional, norma preceptiva en cuanto atiende a la fijación del buen uso, de lo correcto basado en los hábi tos generales de la lengua, con una justificación lógica y un arraigo en las raíces más profundas de la lengua.
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Para muchos lingüistas esta idea de corrección es el eje central de toda norma lingüística, que se con vierte así en el comportamiento lingüístico que se debe aceptar e imitar. Pero norma, buen uso, no son valores absolutos. La diversidad que conlleva toda lengua, sus variantes tanto diatópicas como diastráticas, hace que podamos hablar también de normas diversas. Sobre todas ellas hay una norma culta que sirve de guía y que se caracteriza por su universalidad y por su estabilidad. Esta norma culta se constituye en modelo de corrección, no por una imposición sino por su utilidad, en cuanto que establece unos principios derivados de lo que la mayoría practica y que por ello coopera a la unidad del idioma, unidad que no presupone uniformidad. Esta norma de corrección aceptada tiene sus cauces de expansión: instituciones, organismos, personas instruidas. La Real Academia Española, el prestigio social del uso culto del idioma, las obras de grandes escritores, contribuyen a establecer y mantener unos criterios de corrección que cooperan a la unidad de la lengua.
18.2. EL ESPA Ñ O L D E A M ÉR IC A . 18.2.1. IN T R O D U C C IO N . Llamamos español de América al uso que hacen del castellano los hablantes de diversos países ameri canos. Esto es debido al proceso de hispanización, cultural y lingüístico, que comenzó en 1492 con el descubrimiento de América por Colón y que constituyó un proceso lento y gradual, con pautas similares al proceso de latinización europea. En efecto, problemas propios de sustrato, superestrato y adstrato, propios de un país caracterizado por un polimorfismo lingüístico y que es invadido por un pueblo con una cultura y lengua diferentes, constituyen los factores más importantes para un análisis descriptivo del proceso de hispanización americano. La propagación del castellano fue una tarea de siglos, consiguiéndose la auténtica hispanización lin güística en el siglo XIX. El castellano llevado a tierras americanas es el propio del siglo XVI (tema 17), caracterizado por una falta de fijación íntegra y trasladado por un pueblo fuertemente dialectalizado. Ahora bien, dos fuerzas centrípetas, principalmente, contribuirán a evitar la fragmentación lingüística en esta época. Por un lado, ejerce una función unificadora la obra de Nebrija, y por otro, la necesidad de entendimiento entre los colonizadores que les lleva a la asimilación de una lengua común, una koiné de intercambio que sirviera de vínculo en su trato con las demás comarcas. Según lo dicho, no es difícil detectar en este español de América rasgos que respondan a algunas va riantes propias del castellano o bien a giros arcaicos. No obstante, el español americano presenta una homogeneidad sólida que se manifiesta sobre todo en las capas cultas de la sociedad. En realidad, no hay mayores diferencias en América de las que pode mos encontrar en España. SU EXTENSIÓN ACTUAL. Lo que hoy llamamos español comúnmente —el dialecto castellano— es la lengua oficial de dieciocho repúblicas hispanoamericanas: — Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá, Cos ta Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Méjico, Cuba, República Dominicana. También se habla en: — Puerto Rico, junto al inglés. — EE.UU.: Nuevo Méjico, Arizona, Texas, California, como idioma nativo total o parcialmente. — Numerosas islas de las Antillas, como idioma nativo bajo soberanía extranjera.
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Además de ser idioma oficial no es la única lengua pues convive con los idiomas autóctonos, dándose en muchos lugares el bilingüismo. Recordamos al alumno que la extensión del español fuera de España y de América se encuentra en Filipinas junto con el inglés y el tagalo, en territorios españoles de África y en las colonias judías (sefar díes) de África, Balcanes y Próximo Oriente.
18.2.2. ELEMENTOS INDIGENAS Las familias lingüísticas amerindias son muy numerosas, se designan desde el punto de vista geográfi co y se caracterizan por una gran fragmentación lingüística que dificulta su organización. De todas las lenguas amerindias, las que de alguna forma influyeron en el español y actualmente con servan su pujanza, son: — El caribe y arahuaco, situadas en la zona del Caribe. — El náhualt, maya-quiché, en Méjico y América central. — El quechua y aimerá, en la zona andina. — El tupí-guaraní, en Río de la Plata. — El mapuche o araucano, en Chile. Este sustrato indígena se observa en la entonación y en el ritmo actual de la lengua; de ahí la diferencia del mejicano y su tendencia a abreviar las voces eliminando vocales internas con el argentino, que tiende a prolongar las vocales tónicas y pretónicas. Otros rasgos que se atribuyen a una influencia de sustrato son: la confusión entre las vocales e-i, o-u en zonas de Ecuador, Bolivia y Perú debido al sistema vocálico compuesto de tres vocales en el quechua y en el aymará; la tendencia a la acentuación paroxítona propia del quechua; la formación del diminuti vo en -í, como sustrato guaraní, y la presencia del sufijo -eco en los gentilicios propios del náhualt. Pero donde la influencia indígena es notable es en el nivel léxico. Siguendo a García de Diego damos a continuación una serie de préstamos indígenas: • del arahuaco (es la forma más antigua): canoa, cacique, batata, caníbal, piragua, sabana, enaguas, maní, tabaco, tiburón. • del náhualt: cacahuete, chocolate, aguacate, petate, petaca, jicara, hule, coyote, tomate. • del quechua: alpaca, coca, carpa, cóndor, llama, guano, choclo, puma, pampa. • del araucano: boldo, gaucho, malón, chamal, poncho. • del guaraní: ananá, jaguar, cobaya, mucama, tapera, tapioca, petunia. En líneas generales, este sustrato léxico se refiere especialmente a aspectos de la vida natural y concre ta; son palabras precolombinas que fueron asimiladas por los colonizadores.
18.2.3.
R A S G O S DEL E SP A Ñ O L D E A M E R IC A .
Teniendo en cuenta que toda lengua conlleva diferencias tanto geográficas como sociales que se entre cruzan, resulta obvio deducir que en el español de América, por su trayectoria lingüística y su extensión, estas diferencias ocupan un lugar importante en el estudio lingüístico de sus países. No obstante, enume ramos a continuación los rasgos generales que ofrece el español americano. En el nivel fónico: — El seseo está generalizado y consiste en la confusión /s/, /O/ pronunciados como s. — El yeísmo, con distintás matizaciones fonéticas según las zonas, consiste en las realizaciones fo néticas de ///, /y/. En parte de Argentina y del Uruguay es rehilada, con un sonido similar a la j ingle-
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sa. En zonas como Méjico, centroamérica, Antillas, Venezuela, gran parte de Colombia, Ecuador, Pe rú, Chile y Argentina se produce el fenómeno conocido como yeísmo, que consiste en la nivelación de / y en la fricativa palatal sonora y. — La debilitación de la s final de palabra o de sílaba. Lo mismo que en la zona central y meridional de España, esta s se aspira en la mayor parte de América hispanohablante. Ejemplo: móhca. También se da el caso de la desaparición de esta s, con el consiguiente cambio de timbre de la vocal, en Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Panamá, costas de Colombia y Venezuela. No se da en Méjico central y regiones andinas. — La confusión M , / / / finales de sílaba, sobre todo en las zonas insulares y costeras: Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Panamá, zona costera de Colombia, gran parte de Venezuela y centro de Chile. — La asimilación de la doble r M (río, perro) y de r /r / en el grupo tres, otro que se pronuncia de una forma parecida a la r inglesa. En posición final tiende a desaparecer. En líneas generales no existen rasgos lingüísticos fonéticos en América que falten por completo en .España, hecho que podremos comprobar en el análisis de los textos que presentamos. De la misma manera algunos vulgarismos del español de América son idénticos a los de España (cambio de voca les, conversión de hiatos en diptongos, reducción de grupos consonánticos cultos, etc.).
En el nivel morfosintáctico destacan: — El voseo o uso del pronombre vos para el tratamiento familiar en lugar de tú, ti. Durante el siglo XVII vos reemplaza a tú, como vuestra merced fue reemplazado por usted en el tratamiento culto. Esta pérdida de la 2a persona plural del sistema verbal trajo consigo también la pérdida de las formas pronominales vosotros, os, vuestro. La forma te se mantuvo. Vos se usaba con las formas verbales arcaicas de 2 a persona en los presentes e indefinido. Así, encontramos las formas siguientes: 2a persona singular: vos cantás, por tú cantas. vos cantés, por tu cantes. canta, por canta tú. 2a persona plural: ustedes cantan, por vosotros cantáis. ustedes canten, por vosotros cantéis. ustedes cantaron, por vosotros cantásteis. A pesar de su extensión el voseo es considerado como un vulgarismo. Observamos en los mapas la extensión del voseo, así como las zonas híbridas de voseo y tuteo.
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— Tendencia a construir el femenino analógico: mayordomo, tigra, etc... Así como el masculino en -isto: pianisto, telegrafisto, cuentisto, etc. — Adverbialización del adjetivo: carta lindo, caminaba lento, etc... — Tendencia al uso del diminutivo en exceso y de su aplicación en adjetivos y adverbios: chiquitito, ahorita. — En cuanto a los pronombres: • El uso de -n enclítica con los pronombres me, te, se, para percibir mejor el plural: siéntense-a., vuél vanse-a,... Es una formación puramente analógica (cantan...). Este fenómeno se detecta en zonas rurales españolas; la diferencia es que en Hispanoamérica se localiza también en ambientes cultos. • Caso parecido es el uso de se los (las) por se lo (la). A fin de resolver la ambigüedad del número plural en la forma se: se lo digo a ellos, se los digo, donde las formas las asume el plural del C.I., que no se expresa. • Prevalece la oposición de lo (C.D. de persona) y le (C.I.): le veo / lo veo. — En las form as verbales señalamos el mayor uso del perfecto simple — canté— y la casi desapari ción del perfecto compuesto —he cantado— , como en castellano antiguo y hoy en Galicia, Asturias, León y Canarias. -
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Predominan también la formas del subjuntivo en -ra con valores de pluscuamperfecto, de pretérito o imperfecto de indicativo. Este uso es propio del lenguaje periodístico y literario, más que de habla familiar. Sin embargo, en España es un arcaísmo o dialectalismo, bien gallego o asturiano. Otro aspecto del verbo en el español de América es el uso de hacer, haber, impersonales, usados en plural concordados: habían muchas personas, hacían muchos años,... error sintáctico en el español normativo.
En el nivel léxico: El predominio de arcaísmos y dialectalismos occidentales y la constante creación de neologismos por derivación le confieren un carácter dinámico y renovador. A ello hay que añadir los barbarismos (ingleses, italianos, africanos) que por motivos sociohistóricos han venido a enriquecer el léxico patrimonial. El léxico hispanoamericano es muy rico y variado, diferente del español peninsular. Estas diferencias pueden convertirse en elemento negativo y fraccionador pero es indudable que éstas están también pre sentes en España, donde cada región usa nombres específicos para un mismo objeto. Dos textos del libro Nuestra lengua en ambos mundos, de Ángel Rosenblat, ponen de manifiesto la distintividad léxica de cada región: a) Un español, que ha pasado muchos años en los Estados Unidos lidiando infructuosamente con el in glés, decide irse a Méjico, porque allá se habla español, que es, como todo el mundo sabe, lo cómodo y natural. Enseguida se lleva sus sorpresas. En el desayuno le ofrecen bolillos. ¿Será una especialidad mejicana? Son humildes panecillos, que no hay que confundir con las teleras, y aún debe uno saber que en Guadalajara los llaman virotes y en Veracruz cojinillos. Al salir a la calle tiene que decidir si toma un camión (el camión es el ómnibus, la guagua de Puerto Rico y Cuba), o si llama a un ruletero (es el taxista, que en realidad suele dar más vueltas que una ruleta)... Si quiere limpiarse los zapatos debe re currir a un bolero, que se los va a bolear en un santiamén. Llama por teléfono, y apenas descuelga el auricular oye: "¡Bueno!", lo cual le parece una aprobación algo prematura. Pasea por la ciudad, y le lla man la atención letreros diversos: "Se renta", "Ventas al mayoreo y menudeo", "Ricas botanas (tapas) todos los días".
Perdido por perdido decide irse a Buenos Aires, donde es fama universal que se habla el peor castellano del mundo. Efectivamente, le asom bró tanto che, tanto chau, tanto vos, tanto tara do, tanto avivato, tanto atorrante, tanta macana. Pero después de su dura experiencia no le pa reció peor ni mejor castellano que el de otras partes. El habla de Buenos Aires suele provo carla estupefacción de los turistas. Un periódi co recogía hace años el siguiente relato, que está enteramente dentro de esa visión: .Ayer, justamente, hablando con un señor extran jero recién llegado al país, nos decía que, a p e sar de poseer correctamente el castellano, le re sultaba casi imposible andar por nuestras calles sin utilizar los servicios de un intérprete. Ya al bajar del vapor se le había presentado el pri m er inconveniente idiomático. Al preguntar có mo podía trasladarse a la casa de un amigo, al cual venía recomendado, un muchacho le respondió: —Cache el bondi... (es decir, coja el tranvía; del italiano cacciare y el brasileño bondi), y le dijo
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un número. Poco después sorprendió esta convesación en tre algunos jóvenes, al parecer estudiantes, por los libros que llevaban bajo el brazo: —Che, ¿sabes que me bochó en franchute el cusifai? (= m e suspendió en francés el tipo ese). —¿Y no le tiraste la bronca? —Pa’qué... Me hice el otario... En cambio me pelé un diez macanudo... —¿En qué? —En casteyano... Las aventuras de su español le enseñaron a nuestro turista la discreta virtud del silencio. En Buenos Aires aprendió a agarrar el travía, co mo en Venezuela a botar la colilla y el Méjico a pedir blanquillos. En Buenos Aires un amigo le dio una extensa lista de palabras que no se puede pronunciaren buena sociedad o en pre sencia de damas, y fue contraproducente, pues ¡as expresiones más anodinas se le contamina ban de mala intención (en ese terreno es prefe rible la más absoluta ignorancia, o inocencia).
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Como vemos, el vocabulario es la parte del sistema lingüístico que con mayor facilidad se modifica, al estar influenciado por condiciones externas. Estos términos se adaptan a la estructura de la lengua cuando se trata de términos nuevos. También es frecuente que las palabras españolas adquieran en Amé rica una acepción total o parcialmente nueva.
18.2.4. D IV E R SID A D L IN G Ü IST IC A D E A M E R IC A .
El español llega a América como idioma vivo y coherente pero diverge según los países debido a facto res de sustrato, étnicos, sociales y culturales de cada región. Hay que tener en cuenta que la América precolombina contaba con un gran número de lenguas muy diferenciadas entre sí, lo que hace imposible establecer rasgos particulares de estas lenguas amerindias. Junto a esta diversidad lingüística, las culturas existentes —tolteca, maya, azteca, inca— gozaban de es plendor y arraigo, y aunque fueron dominadas por la colonización española, marcaron su impronta y su idiosincrasia peculiar. Por ello, el español de América coexiste con otras lenguas autóctonas que se hablan, aunque cada lugar presenta aspectos diversos. Por ejemplo, en Paraguay se da el bilingüismo al convivir en iguales condiciones el guaraní y el español. Las zonas hispanohablantes de Estados Unidos suelen ser también bilingües. En las regiones andinas del Perú y de Solivia el español casi no se entiende, debido a que el quechua es la lengua indígena usada entre los habantes, etc. La fisonomía lingüística de la América hispánica aparece fragmentada debido a estos rasgos lingüísti cos, culturales y, además, a las estructuras sociales durante la época de la colonización y en las primeras fases de la independencia. B. Mahnberg sintetiza los factores que contribuyeron a esta diversificación lingüística del siguiente modo: 1. Según el estado político, social y cultural de la población indígena en la época de ¡a colonización. 2. Según la situación política y cultural de cada territorio durante la época colonial. 3. Las relaciones entre blancos e indios durante los primeros siglos de la colonización y principalmente según la posición social de los segundos. 4. Los ideales lingüísticos y culturales del siglo XIX. 5. La evolución posterior, principalmente el papel desempeñado por la inmigración y el proceso de industrialización de cada país.
Estas causas, en líneas generales, motivaron diferencias notables entre las distintas regiones de Améri ca hispánica. Esta fragmentación no deja de ser un aspecto global de toda lengua, puesto que en todo sistema se entrecruzan diferencias geográficas y sociales, que son hechos concretos del habla individual con el sistema propio, abstracto, que de por sí tiende a la unidad.
18.2.5. A R E A S DEL E SP A Ñ O L D E A M E R IC A .
La clasificación más extendida corresponde a la elaborada por Henríquez Ureña y basada en los as pectos geográficos, los lazos político-culturales y la influencia del sustrato indígena. Según H. Ureña se distinguen cinco áreas en el español de América: — La zona antillana o del Caribe. Comprende las tres grandes Antillas españolas (Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo), la costa y llanos de Venezuela y la parte septentrional de Colombia. — Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo, de influencia criolla. — Venezuela, zona atlántica de Colombia, con influencias de las lenguas caribe y arahuacana. — La zona mejicana: el sur y suroeste de los Estados Unidos, Méjico y las repúblicas de América central: — Nuevo Méjico y las zoñas españolas de EE.UU. tienen gran influencia del inglés. — Méjico y América Central se caracterizan por su contacto con el nahualt. — La región andina de Venezuela, interior y costa de Colombia (Pacífico), Ecuador, Perú Solivia
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y norte de Chile, de influencia quechua. La mayor parte de Chile, centro y sur, de influjo araucano o mapuche. Argentina, Uruguay y Paraguay. Paraguay y las zonas argentinas limítrofes, de influencia guaraní. Argentina y Uruguay.
Esta clasificación adolece de rigor científico, pues toda división dialectal debe estar fundamentada en hechos lingüísticos comprobables. Estudios posteriores sobre estas lenguas aborígenes ponen también de manifiesto lo endeble de esta clasificación de Henríquez Ureña. José Pedro Roña (1964) realiza un estudio basado exclusivamente en hechos lingüísticos y crea 23 zo nas diferentes al conjugar las diferencias establecidas con los rasgos lingüísticos de zeísmo, yeísmo, voseo y su combinación con las formas verbales. Este dialectalismo da la impresión de una falta de unidad que en el fondo idiomático no existe.
18.2.6. R E L A C IO N C O N EL ESPAÑ O L P E N IN SU L A R Y E SP E C IA L M E N T E C O N L A S H A B L A S M E R ID IO N A L E S.
El español americano coincide con la lengua de la España meridional y más particularmente con An dalucía. Esta similitud ha sido justificada por la afluencia de emigrantes andaluces a estas tierras duran te los siglos XVI y XVII. Sin embargo, esta impronta andaluza ha sido rebatida por algunos lingüistas, tras haber analizado aspectos históricos y lingüísticos del proceso de colonización hispana. En cuanto a lo histórico, se apoyan en el estudio de los documentos según los cuales el predominio andaluz no fue tan grande. En cuanto a lo lingüístico, sólo el rasgo de seseo es el más extendido en la América hispa na, y además, algunos rasgos estaban presentes anteriormente. Por todo ello, estos autores defienden más que un protagonismo a ultranza de lo andaluz, un puro desarrollo paralelo en ambas partes del dominio español. En líneas generales, casi todos los cambios lingüísticos operados1en América tras la conquista repre sentan aspectos propios de los dialectos y las hablas populares de España. La pauta lingüística es casi siempre la reducción y el sincretismo del sistema fonético; que fue reprimido en el centro peninsular por fuerzas puristas y por la influencia normativa, pero que sin embargo triunfó en otros lugares más aleja dos y periféricos. La colonización de Hispanoamérica se llevó a cabo por hombres y mujeres de origen popular en su mayoría, este hecho contribuyó en líneas generales a que su nivel sociolingüístico se expandiera por esas zonas. Igualmente, la importancia de las rutas comerciales en mayor o menor contacto con la metrópoli, ya fuera Madrid o Sevilla, produjo sus consecuencias lingüísticas.
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ABSOLUTO, TIEMPO. Tiempo verbal medido desde el yo-ahora del discurso como punto de refencia. Se opone a RELATIVO. ACENTO. Resalte de una unidad fónica con respecto a las restantes en cuanto a intensidad o altura tonal (ACENTO PROSÓDICO). Transcripción en la escritura del acento prosódico (ACENTO GRÁFICO o TILDE). ACEPTABILIDAD. Propiedad de los enunciados que pueden ser pronunciados o admitidos sin rechazo por el hablanteoyente de una lengua sin que le resulten por algún motivo estrafalarios o chocantes. Se opone a INACEPTABILIDAD. Frente a la gramaticalidad, relacionada con la competencia, la aceptabilidad pertenece a la actuación. Un enunciado puede ser gramatical e inaceptable. Ejemplo: E l ig n o r a q u e t ú s a b e s q u e é l p i e n s a q u e e lla d i c e q u e é l le h a d i c h o q u e sí.
ACTO DE HABLA (J. L. Austin, J.R. Searle). Es el enfoque pragmático del fenómeno del lenguaje, unidad fundamen tal de la comunicación lingüística, es decir la producción, por parte del hablante, de un determinado enunciado en determinadas condiciones con una determinada intención. ACTO DE HABLA INDIRECTO. Acto de habla cuya forma no corresponde con la intencionalidad real con que es pro ferido. Por ejemplo, ¿ M e d a s f u e g o ? es una petición y no una interrogación. ACTUACIÓN, (inglés, p e r f o r m a n c e ) . N. Chomsky designa con este término el uso real del lenguaje en situaciones concretas. Corresponde en cierta medida al concepto de h a b la en Saussure. La actuación es posible gracias a la com petencia que el hablante posee de la lengua, es decir a la interiorización de las reglas que la constituyen. Se opone a COMPETENCIA (inglés, c o m p e t e n c e ) . ACTANTES. a) En la Gramática de Dependencias de Tesniére, son seres o cosas que participan de un modo u otro en el proceso expresado por el verbo y que aparecen representados en la oración por sustantivos o equivalentes depen dientes del verbo. Corresponden al sujeto y a los complementos directo e indirecto de la gramática tradicional. Los verbos se caracterizan por el número de actantes que pueden acoger. (Vid. VALENCIA). Se opone a CIRCUNSTANTES, elementos facultativos que enmarcan la acción (complementos circunstanciales de la gramática tradicional). b) En el análisis literario semiológico los actantes son los personajes que intervienen en la acción del relato según funciones características que se puden tipificar (protagonista, antagonista, auxiliar, etc). ACTUAL, VALOR. Valor que poseen las formas lingüísticas cuyo punto de referencia es el yo-ahora del discurso y que determinan el llamado MUNDO COMENTADO. Por ejemplo: H o y , a y er, m a ñ a n a y los tiempos verbales absolutos. Se opone a INACTUAL. PRESENTE ACTUAL. Presente que coincide con el momento del discurso. Se opone a PRESENTE HABITUAL, HISTÓRICO, etc. ACTUALIZACIÓN. Paso de lo virtual / abstracto a lo real / concreto. Actualizar un concepto es situarlo en el tiempo y en el espacio. A cto tiene aquí el sentido aristotélico en la oposición potencia / acto.
ACUSATIVO. Caso que designa en latín al complementos directo. ADITAMENTO. En la terminología de Alarcos, complemento circunstancial. ADJUNTO. En gramática estructural, elemento que no es indispensable desde el punto de vista estructural en una oración y que puede suprimirse sin que el resto deje de ser gramatical. Por ejemplo, muchos complementos circunstanciales. Sinónimo: CIRCUNSTANTE, ADJETIVO ADJUNTO. Adjetivo calificativo antepuesto o pospuesto al sustantivo, al que modifica directamente. Por ejemplo, hermosa casa, caballo blanco. M. Marín y otros lo denominan A T R I B U T I V O , terminología que puede indu cir a confusión. Se opone a ATRIBUTO y a COMPLEMENTO PREDICATIVO. ADVERSATIVA. Relación lógica de oposición o contradicción. Son nexos adversativos las conjunciones de coordina ción p e r o , s i n o y la locución adverbial s i n e m b a r g o , etc. ADYACENTE. Se dice que dos elementos son adyacentes cuando son contiguos en una estructura dada, es decir cuan to están el uno junto al otro. AFIJO. Término genérico de la gramática tradicional que designa conjuntamente a los PREFIJOS, los SUFIJOS y los INFIJOS. Sinónimo: MORFEMA DERIVATIVO. AGENTE O AGENTIVO. a) En la Gramática de Casos Profundos de Fillmore, ser animado que realiza la acción. Por ejemplo, P e d r o come peras. Pedro es golpeado por el g u a r d ia . b) En gramática tradicional se habla de SUJETO AGENTE o sujeto de la voz activa, frente a SUJETO PACIENTE o suje to de la voz pasiva. COMPLEMENTO AGENTE: complemento introducido por la preposición p o r que designa en la voz pasiva al ser que ejecuta realmente la acción ( e l g u a r d i a en el ejemplo anterior). AGRAMATICAL, AGRAMATICALIDAD. Véase GRAMATICALIDAD. AGUDO. Rasgo de carácter acústico. En los sonidos agudos el espectro presenta c centración de la energía en las frecuencias altas. Son agudas las vocales anteriores e, i, así como las consonates palatales y dentales. Se opone a GRAVE. ALÓFONOS. Variantes combinatorias de un fonema, es decir, cada una de las realizaciones en las que se manifiesta este fonema en el habla. Por ejemplo b y v son alófonos del fonema /b/. ALOMORFOS. Variantes combinatorias de un morfema, es decir, cada una de las realizaciones que puede tener dicho morfema en función del contexto, por ejemplo:-s y -es son alomorfos del morfema de plural en el sustantivo. AMBIGÜEDAD. Posibilidad de distintas interpretaciones de una oración o de un sintagma. Puede tratarse de AMBI GÜEDAD LÉXICA, basada en la polisemia; por ejemplo, Te espero en el banco; o de AMBIGÜEDAD SINTÁCTICA. En este caso, a una estructura patente corresponde más de una estructura sintáctica subyacente posible. Por ejemplo, E n c o n t r é a ¡a c h i c a g u a p a (encontré a la chica que era guapa / encontré que la chica era guapa). ANALÍTICO. Una norma es analítica cuando sus elementos constituyentes se presentan separados o discontinuos. Ejemplo: M u y b u e n o , h e c a n ta d o . Se opone a SINTÉTICO ( b u e n í s i m o , c a n ta r í a ) . ANÁFORA, a) Procedimiento sintáctico que consiste en que un elemento remite a otro aparecido anteriormente en el enunciado. Por ejemplo: A P e d r o n o lo h e v is to . Se opone a CATÁFORA. b) En Retórica, repetición de una palabra o sucesión de palabras al comienzo de enunciados sucesivos. Por ejemplo, T o d a s v i s t e n u n v e s tid o , t o d a s c a l z a n u n c a lz a d o , t o d a s c o m e n e n u n a m e s a , t o d a s c o m í a n d e u n p a n . ..
ANTECEDENTE. Término de la oración principal al que sustituye el pronombre o adverbio relativo en las oraciones subordinadas adjetivas. Por ejemplo, E l n i ñ o q u e v e s e s P e d r o . El término puede usarse para designar cualquier elemento al que se refiere un elementos anafórico. A P e d r o n o lo h e v is t o ; E n c a s a s e e s t á b ie n ; A l l í n o h a c e c a lo r.
ANTE-CO-PRETÉRITO. En la terminología de Bello, PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO ( h a b í a ANTE-FUTURO. En la terminología de Bello, FUTURO PERFECTO ( h a b r é
c a n ta d o ) .
ANTE-POS-PRETÉRITO. En la terminología de Bello, POTENCIAL COMPUESTO ( h a b r í a
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c a n ta d o ) .
c a n ta d o ) .
ANTE-PRESENTE. En la terminología de Bello, PRETÉRITO PERFECTO (he cantado). ANTE-PRETÉRITO. En la terminología de Bello, PRETÉRITO ANTERIOR (hubo cantado). ANTIMENTALISMO. Principio metodológico que rechaza tanto en Psicología como en Lingüística cualquier conside ración de los procesos metales por considerar que éstos no pueden constituir materia de investigación científica, ya que no son directament observables y medibles. Véase CONDUCT1SMO. ANTONIMIA, ANTÓNIMOS. Relación semántica basada en la oposición de significados con posibilidad de gradación. Por ejemplo, frío / caliente, alto / bajo. APELATIVO (NOMBRES). Nombre común. FUNCIÓN APELATIVA. Función del lenguaje centrada en el receptor (interrrogación, mandato, vocativos, etc.). APÓCOPE. Desaparición de uno o varios fonemas al final de una palabra. Por ejemplo san (santo), muy (mucho). La forma resultante se llama FORMA APOCOPADA. APÓDOSIS. Término que designa a la oración principal en las oraciones subordinadas condicionales. Por ejemplo,
Si no lloviera, saldría. Se opone a PRÓTASIS. ARCHIFONEMA. Conjunto de rasgos pertinentes comunes a dos fonemas que se neutralizan. Por ejemplo /T / (den tal) (no nasal) es el archifonema de la neutralización t / d (atlas, adías, aTlas). ARCHILEXÍA. Unidad léxica que constituye la expresión de un ARCHISEMEMA. Por ejemplo /calzado/, /asiento/. ARCHISEMEMA. En Semántica estructural, sema o conjunto de semas comunes a los sememas que integran un cam po semántico. Por ejemplo, para sentarse es el archisemema de los sememas silla, sillón, taburete, sofá, etc. Su expre sión léxica es la archilexía /asiento/; en los pies + contacto con el suelo es el archisemema que se expresa en la archilexía /calzado/, que abarca zapato, zapatilla, bota, etc. ARTICULACIÓN, a) Movimiento de los órganos del habla que realizamos para pronunciar los distintos sonidos que componen la cadena fónica. b) Estructura interna que presenta un signo que pueda descomponerse en unidades menores. El signo lingüístico está articulado en dos niveles, es decir, posee DOBLE ARTICULACIÓN, ya que puede descomponerse en monemas y éstos en fonemas. ASEVERATIVA. Oración cuyo estatuto es la simple enunciación del contenido. Por ejemplo: Llueve; Pedro viene; Juan
no come. Coresponde a la función referencial de lenguaje. Sinónimo: DECLARATIVA, ENUNCIATIVA. Se opone a oración INTERROGATIVA y a oración IMPERATIVA. ASPECTO. Categoría gramática del verbo que indica cómo considera el hablante el desarrollo del proceso que enun
cia. Los tiempos verbales IMPERFECTIVOS indican que la acción es considerada en su realización, sin indicación de término. Por ejemplo: cantaba, canto, cantaré. (Obsérvese que puede tanto haber concluido como no haber conclui do: El año pasado yo tenía quince años (ya no los tengo) / Hace un año tenía la misma cara que ahora (la sigo teniendo). ATRIBUTIVO. Ciertos gramáticos denominan de este modo al adjetivo calificativo ADJUNTO, antepuesto o pospuesto al sustantivo. Por ejemplo: Hermosa casa, caballo blanco. En esta terminología se opone a PREDICATIVO: El caballo es blanco, la casa es hermosa. Esta terminología no es utilizada en nigún momento por el presente manual por considerar que se presta a confusión con el atributo. AUXILIAR (VERBO), a) Verbo que se emplea unido a formas personales de otros verbos para formar los tiempos com puestos y las perífrasis, experimentando en la mayoría de los casos un desgaste semántico. Ejemplo: He cantado;
Voy a ir; Tengo hecho el ejercicio. b) En gramática generativa, el símbolo aux. (auxiliar) designa al morfema de tiempo y modo que afecta al verbo en ¡a estructura profunda, con independencia de que aparezcan formas simples o compuestas posteriormente en la estructura patente de la oración. Por ejemplo, las reglas que generan el SV en Pedro corre serían, aproximadamente:
SV Aux. + V Aux. 3 a pers. sing. pres. ind. V correr.
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BEHAVIOURISMO. (del inglés behaviour; comportamiento, conducta). Véase CONDUCTISMO. BENEFACTIVO. En la Gramática de Casos Profundos de Fillmore, ser animado o no que se beneficia de la acción. Por ejemplo: Compró flores para su novia. BINARISMO. Hipótesis metodológica según la cual cualquier unidad lingüística puede describirse mediante oposicio nes binarias (posesión o no de determinados rasgos), tanto en el nivel morfológico como en los niveles sintáctico y semántico. Supone una generalización del procedimietno utilizado en Fonología. BIUNÍVOCO. Que presenta correspondencia unívoca en ambos sentidos. TÉRMINO BIUNÍVOCO: Término que posee un sólo significado, el cual, a su vez, sólo puede expresarse mediante di cho término. Por ejemplo, elefante. Se opone esta relación a la POLISEMIA y a la SINONIMIA.
CAMPO. Conjunto de unidades léxicas interrelacionadas. La noción de campo es esencial en las investigaciones semánticas. CAMPO ASOCIATIVO (Saussure). Serie de palabras unida por asociación de ideas o por cualquier otro tipo de asocia ción. Por ejemplo, buey, cuerno, rumiar, labranza...; labranza, enseñanza, bonanza...; labranza, lanza, panza... CAMPO CONCEPTUAL. Conjunto de términos que corresponden a un ámbito prefijado como objeto de estudio. Por ejemplo: la vivienda, los animales domésticos, el vestido, los colores, el parentesco. A veces, siguiendo a Trier, se denomina también CAMPO SEMÁNTICO. CAMPO MORFO-LÉXICO, DERIVATIVO O ETIMOLÓGICO. Conjunto de términos que comparten un iexema común. Por ejemplo, caballo, caballar, caballero, caballeriza... CAMPO LÉXICO. Conjunto de términos que expresan un determinado concepto. Por ejemplo, temer, tener miedo, recelar,... (es decir, conjunto de sinónimos conceptuales). CAMPO SEMÁNTICO. Además de la acepción anteriormente citada, equivalente a campo conceptual, seguida por Pottier y otros (Vid,, por ejemplo, el campo semántico de asiento), se utiliza para designar los diversos significados de un término. Por ejemplo: madre, madre del vinagre, casa madre, la madre del cordero... CAMPO SINTAGMÁTICO. Campos mínimos que vinculan parejas de términos del tipo agarrar-mano, ver-ojo, oir-oído... CANAL. Contacto establecido entre el emisor-transmisor y el receptor-destino que permite la transmisión del mensa je, es decir, la comunicación. El aire, el agua, el vacío, un cable, una fibra óptica, el contacto físico, pueden constituir canales. Desde el punto de vista físico, la señal consiste en modificaciones del canal. A veces se utiliza por metonimia el término canal para designar al órgano corporal receptor. Se habla así de canal visual, auditivo, táctil, etc. y equivale en tal caso al MODO OPERATIVO DE UN SIGNO. CASO, a) En las lenguas de casos (latín, griego, alemán...), categoría gramatical propia del sustantivo, el adjetivo y el pronombre, que refleja mediante morfemas flexivos la función sintáctica que desempeñan en la oración (nominati vo, acusativo, genitivo, dativo, etc.). Así, por ejemplo: Petrus Paulum amat (Pedro quiere a Pablo) / Petrum Paulas amat (Pablo quiere a Pedro). El paradigma de estas flexiones constituye la DECLINACIÓN. El español no es una lengua de casos, pero la gramática tradicional emplea a veces esta terminología para designar clases de complementos. b) CASO PROFUNDO. En la Gramática de Casos Profundos de Ch. J. Fillmore los casos designan las diferentes rela ciones que mantienen con el verbo los elementos nominales en la estructura semántica subyacente de la oración (Agente, Experiementador, Instrumental, Causativo, Objetivo...) CATEGORÍA. En sentido general, se entiende por categoría cada uno de los grupos de elementos que resultan de una clasificación. En lingüística, el término tiene dos acepciones fundamentales. a) CLASE DE PALABRAS, en el sentido de las antiguas partes de la oración. Por ejemplo sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio... (CATEGORÍAS PRIMARIAS).
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Los criterios para establecer una categoría determinada son variables. De ahí que pueda hablarse de CATEGORÍAS FORMALES, de CATEGORÍAS SINTÁCTICAS, de CATEGORÍAS SEMÁNTICAS... b) Modificaciones que experimentan (y / o que obligan a experimentar a otras en el discurso) determinadas clases de palabras: género, número, persona, caso, tiempo, modo, voz... (CATEGORÍAS SECUNDARIAS). Vid. MORFEMA, así como otros principios generales de clasificación lingüística: DEIXIS, FORICIDAD... CAUSATIVO. En la Gramática de Casos de Fillmore, caso profundo que designa al ser —animado o no— que origina un proceso o transformación en otro. Por ejemplo: E l fuego quemó la cosecha; Juan se asusta del fantasma. CONSTRUCCIÓN CAUSATIVA. Construcción reflexiva en la que el sujeto no es agente directo de la acción sino impul so de que otro la realice; por ejemplo: Juan se construye una casa (hace que le construyan...) CIBERNÉTICA, (del griego Kybernetés = timonel, gobernante). Término creado por Norbert Weiner para designar la disciplina de carácter general que estudia los elementos comunes al funcionamiento de las máquinas automáticas autorreguladoras (robots) y a los procesos de comunicación en el sistema nervioso de los seres vivientes. CINÉSICA. Nombre dado por R. Birdwhistell a sus investigaciones acerca de los comportamientos significativos gestuales y corporales que se producen de modo inconsciente en la interrelación personal. Constituye un aspecto de la llamada comunicación no verbal. CIRCUNSTANTE. Complemento circunstancial. Circunstancias de lugar, tiempo, modo, etc. que enmarcan la predicación. En la terminología de Tesniére, los circunstantes se oponen a los actantes, que son los seres que, de una forma u otra, participan en el proceso. CLASE. En sentido general, conjunto de hechos o de objetos que tienen una o varias propiedades comunes. CLASES DE PALABRAS. Denominación que designa a las antiguas partes de la oración de la gramática tradicional (sustantivo, verbo, adjetivo, pronombre, adverbio, conjunción, etc.) a partir de la Lingüística estructural se tiende a definr las clases de palabras según criterios estrictamente lingüísticos, formales o funcionales prescindiendo del crite rio de la significación. Por otra parte, el concepto se desvincula de la palabra como unidad para referirse en sentido más amplio, a clases gramaticales en general. CLASE DISTRIBUCIONAL. Conjunto de unidades que pueden aparecer es un punto dado del enunciado. COMPLEMENTO, a) En sentido general, cualquier elemento que completa o precisa el sentido de otro en un comple mento de éste. Se acostumbra, sin embargo, reservar el término complemento para designar a los complemento del verbo (directo, indirecto, régimen, circunstancial, agente, al sintagma preposicional que modifica a un sustantivo (com plemento de nombre) y al complemento predicativo. En cambio, no se acostumbra denominar complemento al adjeti vo calificativo adjunto ni al atributo. b) En la terminología de Alarcos se restringe el significado para designar únicamente al complementos indirecto. CONCERTADO. Sujeto a concordancia gramatical. CONSTRUCCIÓN CONCERTADA. Construcción en la que se da concordancia. Por ejemplo: Dichas estas palabras... Se opone a NO CONCERTADO. CONCORDANCIA. Coincidencia de morfemas gramaticales entre elementos del discurso, que subraya que existe entre los mismos una relación sintáctica (concordancia de género, de número, de persona). La concordancia es un fenóme no de redundancia inherente a! código de la lengua. CONECTOR. Clase gramatical que abarca los morfemas cuyo sentido varía con la situación o con el contexto. El refe rente al que designan depende de la situación comunicativa (DEÍCTICOS). Por ejemplo: yo, tú, aquí, ayer, o del hilo del discurso (ANAFÓRICOS y CATAFÓRICOS). Sinónimos: SHIFTERS; palabras de significación ocasional. CONDICIONAL. POTENCIAL (cantaría, habría cantado). ORACIÓN CONDICIONAL. Oración subordinada que expresa condición. Por ejemplo: Si lloviera, se mojaría; Si quie
res, te acompañaré. CONDUCTISMO. Corriente metodológica de psicología experimental surgida en los Estado Unidos a principios del siglo (B. Watson) que rechaza cualquier referencia a procesos mentales y sólo admite como método de análisis la observación del comportamiento del sujeto, es decir, las reacciones observables ante estímulos externos (ANTIMENTALISMO). Recurrir a la introspección queda asimismo rechazado como subjetivo y acientífico. El lenguaje es asimilado a un comportamiento más: el comportamiento verbal, analizable en términos de estímulo-respuesta (E-R). Nociones como
‘En Filosofía, se entiende por categorías los conceptos fundamentales que designan las propiedades y relaciones más generales de los fenómenos o de la forma como se presenta a nuestro conocimiento; por ejemplo sustancia y accidentes (cualidad, cantidad, espacio, tiempo, etc.).
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mente, intención, idea, concepto, conciencia, memoria, imagen, etc. deben quedar excluidas, según esta corriente, de cualquier descripción que se pretenda científica (B. F. Skinner). El conductismo ha ejercido una gran influencia en la lingüística americana contemporánea (L. Bloomfield, Z. Harris), así como en los estudios semióticos (Ch. W. Mo rris). La reflexión y el análisis lingüístico deben ceñirse a lo directamente observable: el producto lingüístico en su realidad inmediata, la circunstancia en que se profiere y el efecto visible que origina. Pese al carácter más que discuti ble de los principios que lo inspiran, el enfoque conductista ha posibilitado avances considerables en la descripción del sistema de las lenguas sobre bases rigurosas, aunque sus limitaciones para dar cuenta del complejo fenómeno del lenguaje son más que evidentes. Vid. ESTRUCTURALISMO AMERICANO, DISTRIBUCIONALISMO. COHERENCIA. Propiedad inherente al texto que asegura su gramaticalidad y aceptabilidad como tal, es decir, como unidad intencional de comunicación. Supone una interrelación entre sus componentes en todos los niveles que permi te percibirlo como un todo cohesionado. Sinónimo: COHESIÓN. COMPETENCIA. En gramática generativa y transformacional, sistema de reglas interiorizado por el hablante y que constituye su saber lingüístico, es decir, la capacidad de comprender y producir un número infinito de oraciones nun ca oídas anteriormente y de distinguir intuitivamente las secuencias gramaticales de las que no lo son. Corresponde, en cierta medida, al concepto de LENGUA. Se opone a ACTUACIÓN. CONMUTACIÓN. Procedimiento de investigación y análisis característico de la lingüística estructural que consiste en sustituir un segmento en el plano de la expresión reemplazándolo por otro de su mismo nivel para comprobar si ello acarrea un modificación en el plano del contenido (y viceversa). De este modo puede delimitarse sobre bases objetivas las unidades funcionales reales de la lengua. La conmutación es el procedimiento de análisis lingüístico por excelencia. COMPLEMENTARIEDAD, COMPLEMENTARIOS. Relación semántica basada en la oposición de significados, con ca rácter de incompatibilidad y recubrimiento total del ámbito de la significación: la negación de un término implica la afirmación del otro; por ejemplo: soltero-casado; varón-hembra; vivo-muerto. CONNOTACIÓN, CONNOTATIVO, CONNOTAR. Estos términos han sido usados en dos sentidos diferentes y en cierto modo contradictorios: a) que apunta al significado (y no al referente); b) que apunta a un determinado aspecto del significado. a) La primera acepción es la de Stuart Mili: connotación equivale a significado intencional. La parte perceptible de un signo connota un significado, es decir, una serie de notas o rasgos característicos. Así, se dirá que el nombre común es connotativo. Por ejemplo, perro connota (animal) + (doméstico) + (ladrar), etc. b) Significados asociados al núcleo conceptual significativo básico, que traducen informaciones secundarias o bien asociaciones emocionales de toda índole ligadas al término, tanto a nivel social (patria, mundo libre, huelga, hospital, fascismo...) como individual (la soga en casa del ahorcado). En ambas acepciones el término se opone a DENOTACIÓN, DENOTAR, DENOTATIVO. SEMIÓTICA DE LA CONNOTACIÓN. Hjelmslev y R. Barthes definen como sistemas de comunicación connotativos aquellos en los que el signo actúa en su conjunto como significante de un singnificado a un nivel más profundo de interpretación; por ejemplo, el significado último de un poema frente a su interpretación literal, las asociaciones sugerentes que suscitan las imágenes publicitarias, etc. La literatura, las artes figurativas, símbolos como la balanza (repre sentación de la justicia), etc. son ejemplos de semiótica de la connotación. CONSTRUCCIÓN. Término genérico con que se puede designar cualquier sintagma para señalar que lo estemos con siderando desde el punto de vista de la estructura que presenta. CONSTRUCCIÓN ENDOCÉNTRICA: Construcción que pertenece a la misma clase formal que su núcleo (o núcleos coordinados) y que por tanto tiene la misma distribución. Por ejemplo: El pobre Juan, chicos y chicas, café con
leche, El pobre Juan / ha venido, Juan / ha venido; Hay / chicos y chicas, hay / chicos, hay / chicas; Tomaré / café con leche, tomaré / café. CONSTRUCCIÓN EXOCÉNTRICA. Construcción que no cumple la condición anterior; por ejemplo, del pobre Juan, en mi casa, Pedro corre. Los dos primeros son sintagmas preposicionales, en tanto que sus núcleos Juan y casa son sintagmas nominales. Pedro corre es una oración, en tanto que sus constituyentes son un SN y un verbo. No pueden, por tanto, conmutarse: La canción del pobre Juan. *La canción / Juan; Hace calor en mi casa; *Hace calor / casa; Pedro / come peras *Pedro corre / come peras. CONSTITUYENTES. Elementos integrantes de una construcción o de una unidad lingüística cualquiera que pueda descomponerse. Los constituyentes de una oración presentan una estructuración jerárquica. En el punto o nudo más elevado están los CONSTITUYENTES INMEDIATOS; por análisis sucesivos se pueden ir determinando los que integran los distintos niveles hasta llegar a los constituyentes últimos. Por ejemplo, en El niño come peras maduras los constituyentes inme diatos son El'niño (SN) y come peras maduras (SV). Los constituyentes del SN El niño son el (art.) y niño (sust.). Los del SV come peras maduras son come (V) y peras maduras (SN). Los constituyentes del SN peras maduras son
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peras (sust.) y maduras (adj). El análisis podría proseguir en niveles inferiores a la palabra y considerar que los consti tuyentes de niño son niñ (lexema) y o (morf. de género), etc. CONTEXTO, a) En el seno del mensaje, el contexto de un elemento cualquiera son los restantes elementos que apare cen en el mensaje. CONTEXTO LINGÜÍSTICO. Entorno de una unidad lingüística en el discurso.
b) Contexto extralingüístico o situación. Circunstancias de toda índole que enmarcan el acto de comunicación, reali dad externa. COORDINACIÓN. Conexión en la cual los elementos vinculados están en el mismo plano. Puede darse con o sin nexo
explícito. Se opone a SUBORDINACIÓN. COPULATIVO. Elemento cuya función es la mera unión (latín copula). COORDINACIÓN COPULATIVA. Coordinación con valor de mera adición. CONJUNCIÓN COPULATIVA: y, ni. Se opone a DISYUNTIVA, ADVERSATIVA, etc. VERBO COPULATIVO. Verbo semánticamente vacío cuya función es servir de nexo entre el sujeto y el atributo. Se opone a VERBO PREDICATIVO. CO-PRETÉRITO. En la terminología de Bello, PRETÉRITO IMPERFECTO (cantaba). CORREFERENCIAL. Dos elementos del discurso son correferenciales cuando denotan, es decir, designan al mismo referente. Por ejemplo, Tu hermano está aquí: Le vi ayer. CUANTITATIVO. Término general que designa a cualquier morfema gramatical que. exprese cantidad o cuantificación (precisa o imprecisa). Pueden ser pronombres (sustantivos o adjetivos), adverbios, sufijos (aumentativos, disminutivos). La mayoría de los llamados pronombres indefinidos son, de hecho, cuantitativos y, por supuesto, todos los numerales. CORPUS. Conjunto representativo de enunciados de habla que se somenten a análisis para realizar la descripción
de una lengua o de alguno de sus aspectos. El Corpus como punto de partida caracteriza la metodología de las escue las estructuralistas. CORRECTO. Un enunciado es correcto cuando está conforme a las prescripciones de la gramática normativa, que fija, entre los diversos usos, aquellos que considera que deben seguirse. Por ejemplo el aula (y no la aula), esta aula (y no este aula). La corrección es un concepto distinto de la gramaticalidad, aunque se da coincidencia en la mayoría de los casos. Se opone a INCORRECTO.
DATIVO. En las lenguas de casos (latín, griego), caso que designa al complemento indirecto. El término se utiliza a veces para designar en castellano diversas clases de complemento indirecto según la relación semántica que subyace. DATIVO ÉTICO: No te me enfríes; DATIVO SIMPATÉTICO o POSESIVO: Le rompió el vestido; DATIVO DE RELACIÓN: Le sienta mal el café; DATIVO DE DIRECCIÓN Le alejé la bicicleta... DECLARATIVA (ORACIÓN). Oración aseverativa. Sinónimo: ENUNCIATIVA. VERBO DECLARATIVO Verbo que expresa una enunciación; por ejemplo: decir, contar, declarar. Se opone a verbo de OPINIÓN (pensar, creer). DEIXIS, DEÍCTICO. Categoría gramatical que comprende a todos los elementos que apuntan directamente a la situa ción exíralingüistica en la que se produce el enunciado, señalando al objeto sin nombrarlo. Ejemplo: este, yo, tú, ahora, allí, mañana... Vid. CONECTOR. Algunos autores denominan DEIXIS TEXTUAL a los elementos fóricos. DEFECTIVO. Verbo que no tiene completo el paradigma de sus formas. Ejemplo: atañer. DENOTACIÓN, DENOTAR, DENOTATIVO, a) Relación que mantiene el signo con el referente. En este sentido denotar, equivale a designar. Por ejemplo, la palabra perro denota una determinada clase de animales. La denotación de un signo es, por tanto, la realidad a la que el signo apunta, es decir, su significado extensional.
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Los pronombres (yo, él, éste...), los nombres propios (Rex), son exclusivamentes DENOTATIVOS puesto que no infor man sobre notas o rasgos de significado. Dos o más signos pueden tener la misma denotación y distintos significado; por ejemplo, el griego brotós (hombre en cuanto no dios), antropos (hombre en cuanto no animal); el lucero matuti no, el lucero vespertino (el planeta Venus, en ambos casos). b) Núcleo fundamental del significado de un término: significado conceptual, frente a los significados efectivos aso ciados o connotaciones. En este sentido se dirá que perro es un término puramente denotativo, frente a c h u c h o o can, que poseen respectivamente connotación despectiva y connotación culta. Se opone a CONNOTACIÓN, CONNOTAR, CONNOTATIVO. DENSO. Rasgos de carácter acústico. En los sonidos densos el espectro presenta concentración en una franja estrecha central. Son densas las vocales abiertas a, e, o y las consonates velares y palatales. Se opone a DIFUSO. DESCRIPTIVO. Se dice que un enfoque es descriptivo cuando se estudia un fenómeno u objeto tal y como se presenta, procediendo simplemente a su análisis. La lingüística descriptiva analiza el estado real de la lengua partiendo de los enunciados realmente proferidos por los hablantes de la misma, sin hacer consideraciones valorativas sobre si un uso es preferible a otro o si una forma es correcta o incorrecta. En este sentido, la lingüística es una ciencia descriptiva, frente a la gramática tradicional. Se opone a NORMATIVO o PRESCRIPTIVO.
Por otra parte, descriptivo se opone a explicativo. En este sentido, la lingüística descriptiva se opone a la gramática GENERATIVA y TRANSFORMACIONAL. DESFONOLOGIZACIÓN. Pérdida, en un momento dado de la evolución de una lengua, de una oposición fonológica. Por ejemplo, la s sorda y la s sonora, que tenían valor diferencial en español medieval, pasaron en el siglo XVI a ser variantes de un único fonema. DESIDERATIVA (ORACIÓN). Oración afectada por la modalidad del deseo. Por ejemplo: ¡Ojalá venga!. Sinónimo: OPTATIVA. DESVÍO. Expresión que se aparta del uso normal. El desvío intencionado para atraer la atención sobre la forma del mensaje es característico de la función poética. DETERMINATIVO (ADJETIVO). PRONOMBRE ADJETIVO (demostrativos, posesivos, interrogativos indefinidos, numerales). Se opone a ADJETIVO CALIFICATIVO. DETERMINANTE. Morfema gramatical actualizador del sustantivo (artículo y pronombres adjetivos antepuestos). DIACRONÍA, DIACRÓNICA. El punto de vista diacrónico aborda los hechos lingüísticos en su evolución a través del
tiempo, según un eje de sucesiones. La lingüística del siglo XIX era fundamentalmente diacrónica (Neogramáticos. Fonética Histórica). Se opone a SINCRONÍA. SINCRÓNICO. DIAGRAMA, a) Subdivisión de los iconos en la terminología de Peirce: signo que presenta analogías con las relacio nes entre las partes del objeto; por ejemplo, una pirámide de población. b) Representación gráfica de la estructura sintáctica de una oración; por ejemplo, diagrama arbóreo. DIFUSO. Rasgos de carácter acústico. En los sonidos difusos el espectro presenta dispersión en los extremos. Son difusas las vocales cerradas i, u y las consonantes labiales y dentales. Se opone a DENSO. DISFEMISMO. Término despectivo o humorístico con el que el hablante designa una realidad que evita nombrar di rectamente. Frente al eufemismo, que ensalza al objeto, el disfemismo lo rebaja para conjurar el temor o el respeto que inspira. Por ejemplo: estirar la pata (morir), la N de palo (la horca). Se opone al EUFEMISMO. DISTRIBUCIÓN. Suma de los contextos o entornos en que puede aparecer una unidad lingüística. Cuando dos unida
des aparecen en los mismos contextos se dice que tienen la misma distribución. Si no aparecen nunca en los mismos contextos, están en DISTRIBUCIÓN COMPLEMENTARIA ;por ejemplo, los alomorfos de plural -s y -es. Si comparten entornos se dice que hay intersección. DISTRIBUCIONALISMO. Escuela lingüística del estructuralismo americano, representada fundamentalemente por Zellig
S. Harris, que utiliza la metodología del análisis distribucional para la delimitación y caracterización de las unidades lingüísticas. DISTRIBUTIVO. Adjetivo cuantitativo que expresa repartición. En español sólo existe sendos, aunque pueden for marse sintagmas distributivos mediante cada y numerales; por ejemplo, dos cada uno, tres cada uno...
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ORACIÓN COORDINADA DISTRIBUTIVA. Oración coordinada que presenta elementos correlativos. Por ejemplo: Ya
ríe, ya llora; Unos cantan, otros ríen. DISYUNCIÓN. Relación lógica de exclusión entre dos términos. ORACIÓN COORDINADA DISYUNTIVA: Oración coordinada que expresa elección entre las oraciones que integran:
Sal o quédate. DUAL. Número que poseen algunas lenguas para designar parejas de objetos u objetos dobles (por ejemplo, el grie go). En español sólo exite el dual ambos (aunque existen unidades léxicas que tiene significación dual; por ejemplo,
los padres.
ECONOMÍA LINGÜÍSTICA. Un procedimiento lingüístico es más económico que otro cuando necesita menos recursos que éste para transmitir idéntico contenido; por ejemplo, la derivación como procedimiento de formación de nuevas palabras es un factor de economía lingüística. ELIPSIS. Supresión de elementos en un enunciado; por ejemplo: El tiene tres hijos, y yo dos. ENLACE. Cualquier morfema gramatical cuya función sea relacionar unos elementos lingüísticos con otros. Su existencia se opone a la YUXTAPOSICIÓN. ENUNCIADO. Unidad básica del habla o discurso. Segmento de comunicación comprendido entre dos silencios del hablante. Un enunciado puede tener o no estructura oracional, y su extensión depende exclusivamente de la intención comunicativa del hablante. ENUNCIATIVA (ORACIÓN). Oración aseverativa o declarativa. EPÍTETO Ciertos gramáticos denominan epíteto al adjetivo calificativo adjunto al sustantivo, tanto si es explicativo como si es especificativo: hermosa casa, caballo blanco. Se opone a ATRIBUTO (el caballo es blanco). Como figura estilística de la retórica, se refiere exclusivamente al adjetivo calificativo explicativo, ornamental. Blanca nieve, las mansas ovejas. ESPECIFICATIVO/A. Adjetivo calificativo adjunto (o bien oración adjetiva) que, en el discurso, restringe la extensión del sustantivo. Por ejemplo: su mano derecha; los soldados que eran valientes eran condecorados (sólo lo eran algunos). Sinónimo: RESTRICTIVO. Se opone a EXPLICATIVO o DESCRIPTIVO ESSIVO. En la Gramática de Casos de Fillmore, caso profundo que indica existencia y atribución. Por ejemplo, Juan
es arquitecto. ETIMOLOGÍA. Origen de una palabra. Por ejemplo, la etimología de ojo es el latín oculus. ETIMOLOGÍA POPULAR. Alteración de una palabra por relacionarla erróneamente con otra. Por ejemplo, berrojo (del latín veruculus) se convierte en cerrojo (por analogía con cerrar). ESTATUTO DE LA ORACIÓN. Estructura de la oración definida por el tipo de comunciación que establece entre el hablante el oyente (aseveración, interrogación o mandato).
y
ESTILÍSTICO. Referente a los elementos afectivo-expresivos del habla. VARIANTE ESTILÍSTICA: variante propia del habla frente a oposición significativa de lengua. ESTILÍSTICA. Disciplina que estudia el lenguaje literario. Corresponde a la antigua RETÓRICA, sin el carácter nor mativo que ésta incluía. ESTRUCTURA. Modo o forma en que se relacionan los elementos de un sistema unos con otros. Una estructura, fren te a una simple acumulación, supone una totalidad que se compone de elementos similares donde cada uno depende de los demás y es lo que es sólo en relación con los demás (Hjelmslev). ESTRUCTURA DE UNA ORACIÓN (o de una unidad lingüística compleja cualquiera). Organización interna de la misma. ESTRUCTURALISMO. Denominación común a un conjunto de escuelas lingüísticas europeas y americanas de nues tro siglo tiene en común la consideración de la lengua como un sistema o estructura y que utiliza métodos de
que
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descubrimiento y análisis estrictamente lingüísticos y extremadamente rigurosos y objetivos (Glosemática de Hjelmslev o Escuela de Copenhague; Escuela de Praga — Trubetzkoy, R. Jakobson —; En EE.UU, L. Bloomfield y D i s tr ib u c i o n a l i s m o de Zellig S. Harris). La lingüística estructural parte del análisis de un corpus representativo de los enun ciados de la lengua estudiada y tiene un carácter exclusivamente descriptivo, taxonómico. A veces se denomina FUNCIONALISMO, GRAMÁTICA FUNCIONAL. ESTRUCTURA PROFUNDA. En gramática generativa y transformacional, la estructura profunda es el nivel de des cripción que subyace a la manifestación de la oración tal y como se presenta, que determina la interpretación semánti ca de la misma (de ahí que las oraciones ambiguas posean más de una estructura profunda). La estructura profunda de una oración se representa mediante una cadena o sucesión de símbolos de carácter abstracto que es generada por determinadas reglas. En la primera formulación de la gramática generativa y transformacional (Chomsky: Sintactic Structures 1956), la estructura profunda es generada por las llamadas reglas de reescritura o reglas de primer nivel. De ella se pasa a la estrutura superficial (que es la que determina lo que realmente percibimos) mediante las llamadas reglas transformacionales. La estructura profunda de una oración como e l m e c á n i c o a r r e g la l o s f r e n o s se representa ba, por ejemplo, como: sing. + el + mecánico + pres. 3 a p. sing. + arreglar + Plur. + el + freno (inserta en el diagrama arbóreo correspondiente que explica cómo se obtiene dicha cadena). Posteriormente, la teoría experimen ta sucesivas modificaciones: El concepto de estructura profunda, en un comienzo exclusivamente pasa a incluir un componente semán tico y elimina pácticamente las reglas transformacionales (Chomsky: A s p e c t o s d e la T e o r í a d e la S in t a x i s . 1965). En la actualidad se halla en revisión polémica (Teoría Estándar frente a los discípulos disidentes de la llamada semántica generativa). Sinónimo: ESTRUCTURA SUBYACENTE. Se opone a ESTRUCTURA SUPERFICIAL o PATENTE.
sintáctico,
Extendida
EUFEMISMO. Término o expresión con el que se sustituye una palabra que se evita pronunciar para no evocar las connotaciones desagradables que suscita. Por ejemplo: p a s a r a m e j o r v i d a (morir); te r c e r a e d a d (vejez). La palabra evitada es denominada ta b ú . Se opone al DISFEMISMO en que se enaltece lo designado, en tanto que éste lo rebaja. ‘ EXOFÓRICO. Elemento fórico sin antecedente explícito que se da en situaciones de discurso en que los hablantes com parten un conocimiento concreto. Se basa, por tanto, en una presuposición de experiencia. Por ejemplo: H e l o a q u í (proferido por alguien en un grupo al ver aparecer alguien a quien se estaba esperando).
a
EXPERIMENTADOR. En la Gramática de Casos Profundos de Fillmore, ser animado que sufre la acción por un agente; por ejemplo, P e d r o e s g o l p a d o p o r J u a n .
ejecutada
EXPLICATIVO. Un enfoque es explicativo cuando no se contenta con observar y clasificar los objetos o fenómenos sino que elabora hipótesis acerca que cómo se originan. Se opone a DESCRIPTIVO 0 TAXONÓMICO. Por ejemplo, la gramática generativa es explicativa, frente al carácter descripitivo del estructuralismo. ADJETIVO EXPLICATIVO, ORACIÓN ADJETIVA EXPLICATIVA. Adjetivo calificativo (u oración adjetiva) que indica en el discurso una cualidad que posee un referente determinado. El adjetivo explicativo no restringe, por tanto, la extensión del sustantivo. Por ejemplo: s u s l i n d o s o j o s (no tiene otros); l o s s o l d a d o s , q u e e r a n v a lie n te s , f u e r o n c o n d e c o r a d o s (todos los eran). Sinónimo: ADJETIVO DESCRIPTIVO; en retórica, EPÍTETO. Se opone al ADJETIVO ESPECIFICATIVO o RESTRICTIVO. E x p lícito . Que aparece formulado en el discurso o texto de modo expreso. Se opone a IMPLÍCITO. E x p re sió n , a) Plano de los significantes. Se opone a CONTENIDO, o plano de los significados. b) EXPRESIÓN IDIOMÁTICA. Frase hecha, sintagma lexicalizado. Por ejemplo: s i n v e n i r a c u e n t o , a t o n t a s y a lo c a s . EXTENSIÓN (de un concepto o de un signo). Clase de objetos a los que se aplica, seres a los que designa o denota, referente. Se opone a la INTENSIÓN significado o contenido).
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TACTIVO (verbo). Término forjado por P. y C. Kiparsky para designar aquellos verbos y construciones que presupo nen como verdadera la oración que los complementa, tanto si son afirmados como si son negados; por ejemplo, saber, lamentar, percatarse, ignorar, es raro que, etc.: Lamento que Juan esté solo; No lamento que Juan esté solo (Juan está solo). FACTITIVO. En la Gramática de Casos Profundos de Fillmore, designa al objeto que aparece como resultado de un
verbo creativo: pintar un cuadro; construir una casa. FÁTICA. Función del lenguaje orientada al canal (a establecerlo, a comprobar su existencia, etc.). La función fática
no transmite informción. Ejemplo: Hola, buenas; Vaya, vaya. FOCO. REMA. FOCAI.IZACIÓN. Operación consistente en resaltar el REMA (o FOCO) en un enunciado; por ejemplo: Fué Juan quien lo rompió (Juan = rema; quien lo rompió = tema). En el lenguaje oral puede efectuarse mediante un énfasis en el acento y la entonación: Juan lo rompió (no yo). Se opone a la TEMAT1ZAC1ÓN. FINITO. Las formas del verbo finito son las formas conjugadas del verbo.
Se opone a las FORMAS NO PERSONALES (infinitivo, gerundio, participio). FLEXIÓN. Variación que experimenta una palabara para expresar determinadas catergorías gramaticales (el género, el número, el caso, el tiempo, el modo, la persona). En general se efectúa mediante morfemas o desinencias específi cas: gato, gata, gatos, gatas; canto, cantas, canta, cantamos, cantaré... FONEMA. Unidad mínima funcional de lengua. Se define por oposición a las restantes del sistema del que forma
parte. Transcripción /p/, /b/, /a/, etc. Se opone a SONIDO de habla. FONÉTICA. Estudio de los sonidos del habla, con independencia de su valor diferencial. La FONÉTICA ACÚSTICA describe las características físicas de dichos sonidos (frecuencia, duración, intensidad, etc.). FONÉTICA ARTICULATORIA. Describe los sonidos desde el punto de vista de su producción (órganos que intervie
nen, punto exacto de articulación, etc.). La fonética como tal es una ciencia experimental que cuenta en la actualidad con importantes medios técnicos con el desarrollo de la electrónica (espectrógrafos, sintetizadores, etc.). FÓNICO. Este término se aplica a todo lo referente a los sonidos del lenguaje tanto en sí mismos como considerados en su valor diferencial (fonemas). FONOLOGÍA. Parte de la lingüística que estudia los FONEMAS o unidades mínimas de la lengua. Fue iniciada por la escuela de Praga (1928) (N. S. Trubetzkoy), y ha servido de ejemplo teórico y metodológico a los análisis estructu rales de los niveles morfológico e incluso semántico. FONOLÓGICO. Relativo a los FONEMAS. Se opone a DESFONOLOG1ZAC1ÓN. FONOLOGIZACIÓN. Aparición, en un momento dado de la evolución de una lengua, de una oposición fonológica, es decir, nacimiento de dos fonemas. Se opone a DESFONOLOGIZAC1ÓN. FONOGRAFIAS (ESCRITURAS). Sistemas de estrictura basados en la transcripción de las unidades fónicas de la len gua. Se opone a IDEOGRÁFICAS, que reproducen directamente unidades del plano del significado. FUTURO HIPOTÉTICO. POTENCIAL, CONDICIONAL. FÓRICO. Elemento que tiene como función remitir a otro en el texto. Puede ser ANAFÓRICO o CATAFÓR1CO. F'ORMA. Rasgos o cualidades objetivas, es decir captables, que caracterizan un objeto o elemento cualquiera, distin guiéndolo de otros. Se opone a MATERIA, SUSTANCIA. FORMAL. Referente a la forma perceptible de una entidad lingüística, al margen de su significado o de su función. Se opone a NOCIONAL o SEMÁNTICO y a FUNCIONAL.
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MORFEMA (tanto en el sentido más abstracto como en el de su realización). FORMANTE CONSTITUTIVO. Formante inherente a la clase de palabra de que se trata. Por ejemplo, el género y el número en el sutantivo. FORMANTE FACULTATIVO. Formante opcional, que puede figurar o no en dicha clase de palabra. Por ejemplo, los morfemas derivativos.
F orm ante.
FRASE. Algunos utilizan el término como sinónimo de ORACIÓN (al traducir literalmente el francés phrase = ora ción). Otras veces aparece usado como sinónimo de SINTAGMA (en inglés, phrase = sintagma, frente a sentence = oración). De ahí las abreviatura FN, FV, para designar a los símbolos de sintagma nominal y del sintagma verbal en algunas gramáticas. FUENTE. Origen del mensaje. FUNCIÓN. En sentido general, cometido, finalidad, aquello para lo que sirve algo. a) La función de un elemento o constituyente en una oración es la relación que éste mantiene con los restantes. Las funciones más estudiadas por la tradición gramatical han sido las FUNCIONES SINTÁCTICAS, en los distintos niveles jerárquicos de análisis (sujeto / predicado; núcleo de... / complemento de tal o cual elemento; determinante; nexo, etc.), que hoy se tienden a establecer al margen de consideraciones de significado. Un plano distinto lo constituyen las relaciones de significado que subyacen en cada caso a una construcción determinada, y que permiten establecer otro nivel de análisis en el que se establecen esta vez FUNCIONES SEMÁNTICAS, independientemente de la estructura sintáctica bajo la cual aparezcan (agente, receptivo, instrumental, objeto, etc. —Casos Profundos de Fillmore e inten tos de tipificación semejantes), o bien FUNCIONES LÓGICO-SEMÁNTICAS (como la articulación del enunciado en Tema / Rema)—. FUNCIÓN PRIVATIVA. Función sintáctica ligada estrechamente a una clase de palabras y que constituye precisamente el criterio para establecer ésta. Por ejemplo, la función de sujeto es función privativa del sustantivo (si otra clase de palabras la desempeña, diremos que ha experimentado una sustantivación). FUNCIONES DEL LENGUAJE. Finalidades con las que utilizamos el lenguaje. Han sido objeto de diversas tipificacio nes a partir de las tres clásicas fijadas por Bühler (representativa, expresiva, apelativa); así, R. Jakobson, M. A. K.
Halliday. Aunque sus autores no las denominan con este término, responden a la misma orientación las investigacio nes de J. L. Austin y J. R. Searle sobre ¡os actos de habla. FUNCIONAL. Relativo a la función. SUSTANTIVO / ADJETIVO / ADVERBIO FUNCIONAL. Palabra que desempeña en la oración la función de un sustanti vo, adjetivo, etc. sin pertenecer a esta clase de palabras. Por ejemplo: El sí de las niñas (sí, adverbio de afirmación, es aquí un sutantivo funcional); La reina madre (madre, sustantivo, es, en este contexto, un adjetivo funcional). Cf. SUSTANTIVACIÓN, ADJETIVACIÓN, ADVERBIALIZACIÓN, y el concepto general de TRASLACIÓN. CLASE FUNCIONAL DE PALABRAS. Clase de palabras establecida según el criterio de la función o funciones sintácti
cas que les son características. En ciertos casos coinciden con las clases formales, pero no siempre. Algunas clases de palabras establecidas por la tradición gramatical responden a clasificaciones cruzadas; por ejemplo, los pronom bres (pueden ser sustantivos o adjetivos, algunos son invariables, etc.). GRAMÁTICA FUNCIONAL. Vid. ESTRUCTÜRALISMO.
GÉNERO. Categoría gramatical ligada al sustantivo, al adjetivo y a algunos pronombres, que exige determinadas con cordancias en el discurso. GÉNERO MOTIVADO. Distinción de género vinculado con el sexo. La mayoría de los sutantivos presenta GÉNERO INMOTIVADO (el armario, la persona, la mesa, la serpiente, el mosquito). El español sólo posee dos géneros, masculi n o y fem e n in o , siendo el primero el género marcado. La gramática tradicional, confundiendo lo gramatical con lo semántico, incluía en el género co m ú n sustantivos idénticos para hombre y para mujer; por ejemplo: juez, ascensoris ta, y el ep ic e n o (nombres de especies de animales que designan tanto al macho como a la hembra: la serpiente, ei mosquito, la jirafa, el grillo). Esta distinción está hoy totalmente desechada. El género neutro se da sólo en el artículo lo y en determinados pronombres (esto, eso ...) y posee concordancia en masculino. GENÉRICO (NOMBRE). Nombre común concreto que designa seres o entidades discretas, es decir, contables
niño). Se opone a DE MATERIA (madera, agua).
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(m e sa ,
SEMA GENÉRICO. Sema que indica la pertenencia a clases conceptuales de carácter general (material, humano, ani
mado, contable, etc.). Sinónimo: CLASEMA. GENITIVO. Caso latino que designa al COMPLEMENTO DE NOMBRE. GRADUAL (OPOSICIÓN). Oposición cuyos términos poseen grados distintos de una misma cualidad o rasgo. Por ejem
plo: e / i: el fonema
Id
posee mayor abertura que el fonema /i/.
Se opone a OPOSICIÓN PRIVATIVA (posesión o no posesión de un rasgo). GRAFEMA. LETRA. Unidad mínima del discurso escrito. GRAFÍA. Forma de escribir una palabra. GRAMÁTICA. El término puede usarse en sentido restringido o en sentido amplio. a) En sentido restringido, la gramática abarca solamente la morfología y la sintaxis. En esta acepción, gramatical se opone a LÉXICO, a SEMÁNTICO y a FONOLÓGICO. Hablamos así, por ejemplo, de análisis gramatical de una oración, de significado gramatical de ciertas clases de pala bras, de morfemas gramaticales, etc. b) En sentido amplio, la gramática de la lengua es la descripción total de la misma, con inclusión de todos los niveles de análisis (fónico, morfosintáctico, léxico, semántico). En este sentido, GRAMATICAL equivale a LINGÜÍSTICO , y
se opone a cualquier adjetivo que enfoque el lenguaje desde otras disciplinas, por ejemplo filosófico, lógico, semiológico, etc. Así, diremos, por ejemplo, que el sustantivo es una catergoría gramatical, en tanto que la noción de sustan cia es un concepto filosófico. c) En gramática generativa, una gramática de una lengua L es un sistema de reglas que especifica el conjunto de ora ciones y asigna a cada oración una descripción estructural. La gramática de una lengua es la representación del cono cimiento de dicha lengua poseído por un hablante-oyente que ha adquirido su dominio, es decir, es el modelo de la COMPETENCIA. En este sentido, GRAMATICAL se opone a AGRAMATICAL (Vid. GRAMATICALIDAD). GRAMÁTICA GENERATIVA Y TRANSFORMACIONAL. Corriente revolucionaria de la lingüística contemporánea, ini ciada por Noam Chomsky, en un intento de superación de las limitaciones de los enfoques estructuralistas imperantes hasta mediados de nuestro siglo. La gramática generativa pretende dar cuenta de la capacidad que posee el hablante-oyente de una lengua de producir y entender un número infinito de oraciones que no ha oído nunca anteriormente, es decir, desentiaflar la esencia del lenguaje como realidad dinámica. Una gramática generativa de una lengua es, un modelo de la COMPETENCIA, esto es un mecanismo fuertemente for malizado y explícito que, teóricamente, debe permitir generar —o sea, enumerar— mediante un número finito de re glas, el infinito número de oraciones de una lengua, atribuyéndoles una adecuada descripción estructural. A partir de su primera formulación en 1956, la teoría ha experimentado sucesivas modificaciones, enriquecimientos y rectifi caciones (Vid. ESTRUCTURA PROFUNDA) y ha suscitado entusiastas partidarios y violentos detractores. GRAMÁTICA DE CASOS. Aportación de que es autor Ch. J. Fillmore (1967), que postula como objeto de investiga ción y análisis la estructura semántica subyacente de la oración (o estructura profunda en sentido semántico), inde pendientemente de cómo se manifieste sintácticamente en la estructura patente o explícita. Los Casos Profundos pre tenden constituir una tipificación universal que expresaría las relaciones semánticas posibles que se dan entre el verbo y los diversos seres o cosas designados por los sintagmas nominales (agente, experimentador, instrumental, causativo, locativo, etc.). GRAMÁTICA TRADICIONAL. Entendemos por gramática tradicional todo el conjunto de aportaciones al estudio del lenguaje tanto descriptivas como normativas anteriores al estructuralismo y a otras corrientes modernas de análisis lingüístico. La gramática tradicional es heredera de la tradición gramatical grecolatina y medieval y ha ido incorpo rando sucesivas reflexiones sin llegar a constituir una teoría sistemática y coherente. Constituye, por lo general, la báse de las gramáticas escolares. GRAMATICALIDAD. Propiedad que poseen las oraciones generadas por la gramática de una lengua y que permite al hablante-oyente de las misma reconocerlas como bien formada. Frente a la ACEPTABILIDAD, con la ACTUACIÓN, la GRAMATICALIDAD es una noción relacionada con la COMPETENCIA. Se opone a la AGRAMATICALIDAD. Por ejemplo: y o le e r u n l ib r o s o b r e m ú s i c a o c u a d r u p l i c a d a b e b e d i l a c i ó n son secuencias agramaticales.
N. B. Según las. reglas que se decida incorporar para la definición de una lengua, las llamadas incompatibilidades semánticas entrarán o no en el concepto de gramaticalidad. GRAMATICALIZACIÓN. Desgaste semántico que vacía total o parcialmente de su significado una unidad léxica y la convierte en instrumento gramatical. Por ejemplo, el sustantivo m e n t e ha pasado a ser morfema de adverbialización:
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alegremente, buenamente; el verbo auxiliar h a b e r procede de un significado pleno originario de poseer; e n f r e n t e , l u e proceden respectivamente de frente y de locu = lugar, etc. Algunos consideran que todos los morfemas gramaticales de las lenguas proceden en sus remotos orígenes de formas léxicas desgastadas.
go,
GRAVE. Rasgo de carácter acústico. En los sonidos graves, el espectro presenta concentración de la energía en las frecuencias bajas. Son graves la vocal media [a] y las posteriores [o] y [u], así como las consonantes labiales y velares. Se opone a AGUDO.
HABLA. a) Uso individual del lenguaje en el acto de la comunicación. b) Producto lingüístico resultante de dicho acto: mensaje concreto emitido. Se opone a la LENGUA, sistema o código abstracto utilizado en la comunicación lingüística. La dicotomía lengua / habla formulada inicialmente por F. de Saussure y retomada de una forma u otra por toda la lingüística posterior es más un concepto intuitivo que una definición rigurosa. En la práctica, no resulta tan senci llo decretar qué fenómenos deben adscribirse a la lengua y cuáles pertenecerían exclusivamente al habla, ya que todas las manifestaciones de ésta están necesariamente regidas por posibilidades que el sistema ofrece. En cualquier caso, la distinción lengua / habla resulta metodológicamente de gran utilidad. Frente a la LINGÜÍSTICA DE LA LENGUA —que podríamos considerar la lingüística por antonomasia—, los fenómenos de carácter expresivo o ESTILÍSTICO, los condicionamientos en el uso debidos al CONTEXTO y a la SITUACIÓN comunicativas, son objeto de atención cre ciente y justifican que pueda hablarse de una LINGÜÍSTICA DEL HABLA. HABLAS LOCALES. En geografía lingüística se denominan hablas locales las subdivisiones de un dialecto. El signifi cado de habla en esta expresión es, por tanto, el de lengua en el sentido saussuriano, es decir, sistema lingüístico (en este caso de una comunidad reducida de hablantes). HIPERONIMIA. Relación semántica inversa a la HIPONIMIA. Por ejemplo: flor es hiperónimo de rosa, clavel, tulipán, margarita...; perro, de mastín, dogo, basset; mueble, de mesa, silla, armario, etc. HIPONIMIA, HIPÓNIMO. Se entiende por hiponimia la relación semántica de inclusión de significado desde el punto de vista de la extensión. Por ejemplo: rosa es hipónimo de flor (los referentes que podemos denominar rosas están incluidos en los que denominamos como flores). Así, toda rosa es una flor. La relación inversa se denomina HIPERONIMIA. Así, f l o r es HIPERÓNIMO de rosa (algunas flores son rosas). Obsérvese que desde el punto de vista de la intensión, el hipónimo abarca más rasgos semánticos distintivos que el hiperónimo correspondiente: rosa contiene más rasgos o notas que flor, puesto que además de los de flor contiene los propios específicos. COHIPÓNIMOS. Los términos que son hipónimos de un mismo hiperónimo se denominan cohipónimos: rosa, c la v e l, tu li p á n , m a r g a r ita .
HIPOTAXIS. Subordinación. Su opone a PARATAXIS o coordinación. HOMONIMIA. Coincidencia fonética casual de los significantes de dos signos lingüísticos. Frente a la polisemia, en la homonimia no existe rasgo semántico común entre los significados, ni puede establecerse relación alguna. Los homónimos pueden ser HOMÓFONOS (coincidencia fonética pero no ortográfica; por ejemplo: hasta, asta (cuerno) y HOMÓGRAFOS (coincidencia ortográfica, además); Por ejemplo canto (cantar), canto (piedra).
ICONO, ICÓNICO. En la semiología de Ch. S. Peirce, signo determinado por su objeto en virtud de su naturaleza
interna, es decir, cuyos significantes poseen alguna relación de semejanza con el referente. Por ejemplo, una silueta, un gráfico.
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SIGNO ICÓNICO = ICONO. Se opone a ÍNDICE y a SÍMBOLO en esta terminología. IDEOGRAMA. Cualquier signo globalmente representativo de un concepto, captable sin pasar por expresión lingüísti ca alguna, es un ideograma. Puede tener carácter ¡cónico o carecer totalmente del mismo. Ejemplo: una señal de tráfi co, un logotipo. ILOCUCIÓN. ACTO ILOCUTIVO O ILOCUCIONARIO. En la Pragmática de L. Austin y J. R. Searle, componente de todo ACTO DE HABLA que expresa el carácter que el hablante da a su enunciado. Todo acto de habla implica un ACTO ILOCUTIVO, que puede parafrasearse siempre mediante fórmulas del tipo: Te informo que... Te pregunto si... Te ruego que... Te ordeno que... Te suplico que... Te aconsejo que... Te objeto que... etc. Estos verbos se denominan VERBOS ILOCUTIVOS. El concepto de ilocución amplia considerablemente en el concepto tradicional del estatuto de la oración y constituye una cuestión abierta decidir si deben considerarse tantos tipos de ilocución como verbos ilocutivos (son varios centenares) o si, por el contrario, deben poder reducirse a un inventario de tipos básicos.
IMAGEN, a) Representación mental de una realidad que es captable por los sentidos. Frente al concepto, la imagen evoca los rasgos físicos del objeto. b) En la terminología de Peirce, una de las subdivisiones de los iconos: icono que reproduce rasgos del objeto (frente a! GRÁFICO y la METÁFORA). IMPERFECTIVO. Véase ASPECTO. IMPERSONAL (ORACIÓN). Oración que carece de sujeto gramatical, tanto explícito como implícito. Ejemplo: Llue
ve; Se está bien aquí; Hace frío (IMPERSONAL SINTÁCTICO), o bien oración en la que no se expresa el agente de la acción, por desconocerse o por carecer de interés explicitarlo —aunque puede haber sujeto gramatical— (IMPER SONAL SEMÁNTICA); por ejemplo: Llaman a la puerta; Se vende botellas; Uno no puede hacer eso. VERBo I mp ERSONAL. Verbo que se utiliza en las oraciones impersonales gramaticales (hay, hace, es... y UNIPERSO NALES de fenómenos atmosféricos tales como llueve, nieva, etc.). IMPLEMENTO. En la terminología de Alarcos, COMPLEMENTO DIRECTO.
IMPLICACIÓN. Concepto lógico-semántico de relación entre dos proposiciones. Se dice que P implica a Q si P es verdadera. Por ejemplo: María se casa con Juan implica: Juan se casa con María. IMPLICATIVO (verbo). Verbos que implican, cuando son afirmados, que la subordinada es verdadera y, cuando son negados, que ésta es falsa. Por ejemplo: lograr, conseguir, ...: Juan logró besar a María (Juan besó a María). Juan no logró besar a María (Juan no besó a María). En los IMPLICATIVOS NEGATIVOS la relación es inversa. Por ejemplo: evitar, abstenerse, impedir...: El bombero evitó que ardiera la casa (la casa no ardió). El bombero no evitó que ardiera la casa (la casa ardió). Los verbos implicativos, al igual que los FACTIVOS, desempeñan un importante papel en la coherencia o cohesión del texto. La violación de las implicaciones entraña agramaticalidad: *E1 bombero evitó que ardiera la casa, pero ésta ardió de todos modos. IMPLÍCITO. Que no figura en el plano de la expresión, pero se deduce del mismo.
Se opone a EXPLÍCITO. ESTRUCTURA IMPLÍCITA. En gramática generativa y transformacional, ESTRUCTURA PROFUNDA o SUBYACENTE. INACTUAL. Carácter que poseen las formas lingüísticas cuyo punto de referencia es otro que el yo-ahora del hablan te. Su referencia es un contexto, real o imaginario, distinto al del momento del discurso (MUNDO NARRADO). Por ejemplo: entonces, después. Se opone a ACTUAL. N. B. Las formas inactuales pueden usarse en ciertos casos con valor actual, no así al revés. INCIDIR EN ... Complementar semánticamente a un elemento del discurso, aunque no exista ninguna marca sintácti ca que lo señale. Por ejemplo, en Juan sonrió feliz, feliz incide en sonrió y en Juan (Juan estaba feliz; La forma
de sonreír era feliz). INCOATIVO. Valor aspectual que indica el comiezo de la acción o proceso. Por ejemplo: Se echó a llorar. VERBO INCOATIVO. Verbo de modo de acción incoativo: enrojecer, florecer. ÍNDICE. En la terminología de Ch. S. Peirce, signo determinado por su objeto en virtud de la relación real que man tiene con él. Por ejemplo, una huella, una flecha que señala. INFORMACIÓN. En sentido estricto, magnitud que mide la predictibilidad de un mensaje o de un elemento del mis mo según una razón inversa: cuanto más probable es un mensaje menor información contiene.
Se opone a REDUNCANCIA. Recibir información, desde el punto de vista del receptor, implica una disminución parcial o total de la incertidumbre
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acerca de un fenómeno, objeto o problema determinado. De ahí que un dato o elemento resulte INFORMATIVO sólo en la medida en que resulte desconocido por el receptor. INGRESIVO. Valor aspectual que indica la inminencia de la acción o proceso. Por ejemplo: Voy a salir. INTENSIÓN. La intensión de un concepto es su contenido, el conjunto de rasgos que lo componen, su significado. Por ejemplo: niño = ser humano, corta edad, varón. Se opone a su EXTENSIÓN (clase de objetos a los que se aplica: referente). INTERPRETANTE. En Peirce, signo en el que se traduce otro signo. Un sinónimo o una paráfrasis que explica el signi
ficado de una palabra en su interpretante. Recíprocamente, la palabra es interpretante de su sinónimo y de su paráfrasis. INTRANSITIVIZACIÓN. Construcción en la cual un verbo, normalmente transitivo, pasa a adquirir valor instransitivo. Por ejemplo: levantar, levantarse. INSTRUMENTAL. En la Gramática de Casos de Fillmore, caso profundo que designa a aquello que se sirve el agente
para realizar la acción. Por ejemplo: Juan golpea el clavo con el martillo; La llave abre la puerta. ITERATIVO. Modo de acción de los verbos que indican repetición de la acción. Por ejemplo: picotear, besuquear.
LENGUA. Sistema abstracto que subyace a las manifestaciones de la capacidad específicamente humana del lenguaje. Comprende el conjunto de las unidades lingüísticas y las reglas de combinación de las mismas en los diversos niveles. Se opone a HABLA. LENGUA NATURAL. Se denomina lenguas naturales a los diversos sistemas de comunicación lingüística producto del desarrollo socio-histórico de las colectividades humanas. Por ejemplo, el español, el francés, el latín, el japonés... Se opone a LENGUAS ARTIFICIALES, LENGUAJES ESPECÍFICOS, LENGUAJES DE CÁLCULO. LENGUA ARTIFICIAL. Lengua forjada deliberadamente con el propósito de servir de vehículo de comunicación in ternacional. Por ejemplo: el esperanto, el volapuk. LENGUAJE, a) En sentido estricto, fenómeno específicamente humano consistente en la comunicación mediantes sig nos lingüísticos y cuyas vertientes inseparables son la lengua y el habla. La facultad del lenguaje se inserta en la heren cia biológica de la especie. b) En sentido figurado, algunos denominan lenguaje cualquier procedimiento de comunicación. LINGÜÍSTICA. Ciencia del lenguaje. Los diversos aspectos del mismo dan lugar a sus diversas ramas. Los distintos enfoques y metodologías dan lugar a las diversas escuelas. El objetivo de la lingüística es la descripción y explicación de los fenómenos, no la prescripción normativa de determinados usos. El término LINGÜÍSTICO se restringe a veces para designar una descripción o análisis en la que no se utilizan más elementos que los que aparecen explícitamente en el sistema de la lengua, sin recurrir a nociones interpretativas pro pias de otras disciplinas (lógica, psicología, etc.). LEXEMA. a) Parte de la palabra que posee el contenido léxico fundamental de la misma. Por ejemplo, zapatero. Sinónimo: MORFEMA LÉXICO. Se opone a MORFEMA o FORMANTE gramatical o derivativo. b) En semántica, a veces se denomina lexema a la totalida de la unidad léxica. LEXÍA. Sinónimo de UNIDAD LÉXICA. Puede constar de una o más palabras. LEXÍA SIMPLE: perro; COMPUESTA:
sacacorchos; COMPLEJA: casa cuna, avión a reacción. LÉXICO, a) Conjunto formado por las unidades léxicas de una lengua. Su inventario exhaustivo es inabarcable, b) Relativo al léxico. UNIDAD LÉXICA. Las unidades léxicas son aquellas unidades lingüísticas que designan nociones o categorías que apuntan a la realidad extralingüística. En este sentido se opone a GRAMATICAL y a FÓNICO. lineal . Una ordenación es lineal cuando sus elementos se organizan de modo sucesivo en el espacio o en el tiempo; por ejemplo, los fonemas en el signo lingüístico.
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Se opone a ESPACIAL y a SIMULTÁNEO. Por ejemplo: una señal de tráfico; los rasgos semánticos que constituyen un significado. LÍQUIDA (CONSONANTE). Consonante que participa de características vocálicas, ai poseer a la vez oclusión y aper tura, de modo simultáneo (/) o sucesivo(r). Pueden formar grupo con las oclusivas: bl, tr, pr, el, etc. (en cambio, no es posible bt, td, ct, etc. en inicial de sílaba.
LOCATIVO. En la Gramática de Casos de Fillmore, caso profundo que designa la localización espacial o temporal. Por ejemplo, M e d u e l e la c a b e z a ; H a y m a n z a n a s e n e l c e s to . LOCUCIÓN. Se utiliza este término en gramática tradicional para designar unidades de significado léxico o gramati
cal que constan de más de una palabra. Por ejemplo: t o m a r la s d e Sinónimo: FRASE HECHA, FRASE IDIOMÁTICA. LOCUCIÓN PREPOSITIVA: e n c i m a d e , m á s a llá d e , p o r d e b a j o ; LOCUCIÓN ADVERBIAL: d e r e p e n te , a c ie g a s , a t o n t a s y a lo c a s ,...
V illa d ie g o .
LOCUTIVO O LOCUCIONARIO (ACTO). (Austin, Searle) Acto que se cumple al realizar cualquier acto de habla y que consiste en la mera producción de las palabras que lo integran. Se oponen a ACTO ILOCUCIONARIO y a ACTO PERLOCUCIONARIO.
MACROESTRUCTURA. Núcleo informativo fundamental de un texto al que se subordinan los enunciados que lo com ponen y cuya existencia es condición necesaria —aunque no suficiente— para la coherencia o cohesión del mismo. Sinónimo: MARCO DE INTEGRACIÓN GLOBAL, ASUNTO, TEMA DEL TEXTO. Si el texto puede descomponerse en unidades ignificativas menores, cada una de ellas constituye a su vez una macroestructura. MARCADO (TÉRMINO). Término que posee el rasgo pertinente en una oposición privativa.
Por ejemplo, en la oposición b / m, m es marcado con respecto a p (nasalidad). El término, usado inicialmente por la fonología, se ha extendido a otros niveles de análisis: el femenino es género marcado con respecto al masculino, la negación con respecto a la afirmación, etc. MARCO, a) Tipo de texto, índole del mismo, género en el que se puede encuadrar que justifica su forma y caracterís ticas. Por ejemplo, un guión cinematográfico, una emisión radiofónica, un informe científico, un anuncio publicita rio, un poema, un prospecto de instruciones, etc. b) Ámbito a que se refiere el texto. Conjunto de presuposiciones, basadas en los conocimientos compartidos por emi sor y receptor, que posibilita la percepción de la cohesión del mismo; por ejemplo, el relato de un banquete en un restaurante tiene como marco restaurante, de ahí la cohesión de elementos como camarero, plato, servicio, propina, la cuenta, la carta, etc. que pueden aparecer en el mismo (elementos que carecerían de cohesión si el marco fuera zoológico o iglesia).
c) Marco de integración global. MACROESTRUCTURA. MATERIAL. Rasgo semántico utilizado en la subcategorización de los sustantivos en semas genéricos o clasemas. No confundir con los sustantivos llamados de materia de la clasificación tradicional. Por ejemplo: p e r r o e s m a te r ia ! , p e r o n o e s d e m a te r ia .
MEDIA. Voz de los verbos indoeuropeos, en particular del griego, con desinencias específicas distintas de la activa y de la pasiva, que indicaba que el sujeto de la oración es a la vez sujeto y agente de la acción (por ejemplo: P e d r o s e l a v a ) o bien que la acción repercute sobre el sujeto sin que éste sea claramente agente de la misma, es decir, lo que le sucede al sujeto (por ejemplo: P e d r o s e c a e ) . En español, el término se reserva para esta segunda acepción, con un valor puramente semántico. En el primer caso hablamos de significado reflexivo. En la Gramática de Casos, el sujeto de la voz media es un RECEPTIVO. MENSAJE, a) En teoría de la comunicación, símbolo o sucesión de símbolos seleccionados por fuente u origen y que se codifica en señal para su transmisión. b) En sentido amplio, signo o secuencia de signos que constituyen el vehículo de la comunicación cuando ésta se produce. El mensaje es un concepto físico, formal, que no debe confundirse con el significado o contenido del mensaje. METÁFORA LEXICALIZADA. Metáfora incorporada al sistema de la lengua, carente por tanto de efecto e x t r a ñ a d o r o estético. Por ejemplo, la p a t a d e la m e s a ; la s h o j a s d e l c u a d e r n o .
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METÁFORA POÉTICA.Metáfora forjada intencionalmente por el hablante, en virtud de su creatividad, en una situa ción de coloquio o de producción literaria para producir un efecto de desvío o extrañamiento (y que otros pueden imitar hasta desgastarla); por ejemplo: las perlas de sus dientes, el rey del rock, esa chica es un cardo borriquero... METÁFORA CIENTÍFICA. Metáfora destinada a hacer accesible un nuevo concepto. Por ejemplo, La máquina Turing; Planificación por redes; Los árboles de la gramática generativa. METALENGUAJE. Utilización del lenguaje para referirse al lenguaje o a otro sistema de signos. Por ejemplo, la lin güística es un metalenguaje. Signo cuyo plano del contenido es en sí mismo un signo (es la inversa de la Semiótica de la Connotación de Hjelmslev y R. Barthes). FUNCIÓN METALINGÜÍSTICA. Función del lenguaje centrada en el código. METONIMIA. Designación de un referente con el signo que corresponde a otro en virtud de una relación de contigüi dad de algún tipo. Frente a la metáfora, basada en la semejanza, la metonimia se basa en una relación externa: causa / efecto, origen / producto, proximidad física, agente / instrumento, continente / contenido, etc. Ejemplo: un vaso de vino, el primer espada, el jerez... MODAL (VERBO). Verbos auxiliares y locuciones verbales que expresan las modalidades: poder, deber, hay que, tener que, puede que..., etc. MODALIDAD, a) En Filosofía, categoría que reflejan distintos tipos de predicados. Se habla así de MODALIDADES ALÉTICAS (necesario-posible), DEÓNTICAS (obligación, permiso), BULOMAYÉTICAS (necesidad, deseo), EPISTÉMICAS (saber), DOXÁSTICAS (creencia), etc. b) Actitud que el hablante adopta ante el enunciado, medida en que lo asume o toma distancia respecto al mismo. Ejemplo: debes trabajar / deberías trabajar (dubitativa). En ambos casos la modalidad en el significado a) es la obligación. c) Estatuto de la oración / (aseveración, interrogación, mandato —afirmativos o negativos—). La gramática tradicional, en la clasificación de la oración según su modalidad, mezcla todas estas acepciones. MODALIDAD. Utilización, por parte dei hablante, de determinados recursos lingüísticos para mostrar su actitud ante el enunciado. Por ejemplo: Deberías trabajar (frente a Debes trabajar); Felizmente, viene Pedro (frente a Viene Pe dro); Según parece, subirán los precios (frente a Subirán los precios). MODALIZADOR. Elemento de que se sirve el hablante para modalizar. En los ejemplos anteriores, el condicional, un adverbio y una locución, respectivamente. MODO. Categoría gramatical asociada al verbo que traduce la modalidad (actitud del hablante ante el enunciado o el estatuto de la oración). A veces es mera marca de dependencia sintáctica. Los modos son: el indicativo, el subjunti vo y el imperativo. MODO DE ACCIÓN. Categoría semántica asociada al verbo como entidad léxica, es decir, con independiencia de la flexión que adopte, que indica la forma como se desarrolla el proceso. Viene a ser el aspecto interno del mismo. Por ejemplo, dormir es imperfecto, disparar es perfectivo, florecer es incoativo, picotear es iterativo. El modo de acción perfectivo señala que la acción tiene que haber sido totalmente cumplida para poder decirse que se ha producido; si tal condición no es necesaria, el modo de acción es imperfectivo. MODO OPERATIVO (de un signo). Clasificación de los signos según el sentido corporal por el que los percibimos (visual, auditivo, táctil, etc.). MODIFICAR, MODIFICADOR. Sinónimo en ciertas terminologías de DETERMINAR o de COMPLEMENTAR. MODIFICADOR DIRECTO. Modificador con ausencia de enlace; por ejemplo, la casa, hijo mío, Carlos Quinto. MODIFICADOR INDIRECTO. Modificador precedido de enlace (en esta terminología al modificador se le denomina TÉRMINO); ejemplo: casa de Pedro, Juan sin Tierra, filete con patatas. MODUS. MODALIDAD. Toda oración simple se puede representar como una proposición o DICTUM (contenido) afec tado por una modalidad o MODUS: O = M + D. Ejemplo: ¿Ha venido Pedro? = (Interrog) + (Pedro ha venido) Pedro, ven = (Mandato) + (Pedro viene) Acaso llueve = (Dubitación) + (Lloverá) Se opone a DICTUM (la proposición subyacente). MONEMA. En Martinet, unidad mínima del plano de la lengua dotada de significación. Se obtiene por segmentación y conmutación a partir de los mensajes lingüísticos. Los monemas son unidades de Ia articulación. Sinónimo: MORFEMA (léxico o gramatical). MORFEMA, a) Unidad mínima de lengua dotada de significación. Sinónimo: MONEMA.
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A veces se restringe el término para designar sólo a los morfemas gramaticales y a los afijos —morfemas derivativos—, designándose con el término LEXEMA los morfemas léxicos. En sentido estricto, el morfema es una unidad abstracta que subyace a sus realizaciones concretas o MORFOS. Por lo común, se usa indistintamente sin embargo en ambos sentidos. Por ejemplo: el morfema s de plural se fealiza en los morios —o morfemas— s y es-, b) En sentido amplio, categoría gramática. Por ejemplo: el morfema género, el morfema número, el morfema caso, el morfema tiempo, etc. MORFEMA CERO: 0. Comodín que se utiliza para indicar que la oposición se establece entre un morfema y su ausen cia. Por ejemplo: p e r r o - 0 (sing.) / p e r r o - s (plur.). MORFOLOGÍA. Estudio de las clases de palabras según su forma o estructura interna (flexión, derivación). La dificutad que en muchos casos se presenta de efectuar el análisis de los fenómenos morfológicos al margen de los sintácti cos hace que por lo común se abarquen ambos bajo el nombre de MORFOSINTAXIS. MOTIVADO. (SIGNO). Un signo es motivado cuando su significante mantiene alguna relación de algún tipo con el referente, a veces solo detectable mediante la investigación diacrónica. Por ejemplo, e l p e z como símbolo del cristia nismo. Todos los signos ¡cónicos son motivados, pero no a la inversa. Se opone a INMOTIVADO. GÉNERO MOTIVADO. Género gramatical que guarda relación con el sexo. Ejemplo: g a to / gata. Se opone a INMOTIVADO (a rm a rio , la G u a r d ia C iv il).
NOMBRE. En gramática tradicional, la categoría de n o m b r e abarca el sustantivo y al adjetivo. Comúnmente, sin em bargo, se restringe al SUSTANTIVO (Vid. NOMINALnominal). NOMINAL. Referente al nombre, en el sentido más amplio. De ahí PREDICADO NOMINAL (construcción con un ver bo copulativo y un atributo, que puede ser tanto sustantivo como adjetivo). Se opone a VERBAL. NQRMINALIZACIÓN. Transformación que convierte una oración en un sintagma nominal.
Por ejemplo: E l m é d ic o
h a lle g a d o
ta; O r d e n ó q u e la s tr o p a s a v a n z a r a n
la lle g a d a d e l m é d ic o ; N o im p o r ta q u e se a d e r r o ta d o
N o im p o r ta su d e r r o
O r d e n ó e l a v a n c e d e la s tro p a s.
NORMA. El término tiene dos acepciones distintas. a) Precepto, prescripción basada en la autoridad que, entre diversos usos que de hecho se dan entre los hablantes, prohíbe unos y recomienda otros en nombre de un “buen uso” que se propone como modelo por razones etimológi cas, de racionalidad, por hallarse en autores prestigiosos, etc. En este sentido, la norma fija, desde fuera de la lengua, lo “correcto” y lo “incorrecto”. Acomodarse a la norma se presenta como una necesidad social para ser considerado persona “culta”. La gramática tradicional incluye una importante faceta NORMATIVA.
En este sentido, NORMATIVO se opone a DESCRIPTIVO. b) Constatación de las realizaciones lingüísticas concretas que son comunes y generales en una comunidad de hablan tes dada, es decir lo que es normal. Este concepto de NORMA se debe al lingüista rumano E. Coseriu, quien subdivida el concepto saussureano de lengua en dos componentes: el sistem a y la n o rm a . Al sistema pertenecerían las oposiciones significativas virtuales o poten ciales; al habla, las realizaciones estrictamente individuales. Entre ambas estaría la norma, que comprendería las rea lizaciones colectivas del sistema que caracterizan la lengua sin poseer valor diferencial. Por ejemplo, el sistema dispo ne de diversos prefijos privativos (in-, a - , etc.), pero la norma fija cuál se selecciona en cada caso. Así, decimos in ú til, a n o r m a l (y no *aútil, *innormal); una secuencia como M e a lela q u e L o la s e a ta n le la es totalmente conforme al sistema, pero no a la norma, pues la frecuencia habitual de la 1 en castellano es mucho menor. De idéntico modo, la pronunciación de la b como fricativa en posición intervocálica o de la r como r múltiple en posición inicial son hechos de la norma, no del sistema. La NORMA de Coseriu se opone, pues, tanto al SISTEMA como al HABLA. N. B. No todos los lingüistas están de acuerdo en la necesidad de complicar la dicotomía saussureana lengua / habla con este nuevo concepto. NEUTRALIZACIÓN. Eliminación en determinados contextos de una oposición fonológica. Por ejemplo, p / b ante m. El término puede utilizarse en otros niveles de análisis. Por ejemplo, la oposición negación / afirmación se neutraliza en las interrogativas totales: ¿ V ie n e s? / ¿ N o vie n e s?
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NEXO. Morfema gramatical libre cuya función es vincular elementos u oraciones; por ejemplo, preposiciones, con junciones, relativos,... Pueden ser también locuciones. Los verbos copulativos pueden considerarse asimismo nexos. Sinónimo: ENLACE. NÚCLEO. Elemento fundamental de un sintagma, al cual determinan o complementan los restantes, caso de haber los; por ejemplo, el núcleo del SV es un verbo.
OBJETIVO. En la Gramática de Casos de Fillmore, caso profundo que designa a cualquier objeto no animado que experimenta una modificación o desplazamiento o se vea afectado de algún modo por la acción o el proceso expresa do por el verbo, sin que se le pueda asimilar a otro caso del inventario: P e d r o a b re la p u e r ta . E l c u a d r o c u e lg a d e l cla vo . H a y m a n z a n a s en e l cesto.
OCASIONAL (SIGNIFICACIÓN). Significación dependiente del discurso y del contexto extralingüístico. Ver DEÍCT1CO. OPOSICIÓN. Relación entre dos unidades o formas lingüísticas por la cual se definen como entidades significativa mente diferenciadas y no como variantes de una misma unidad. OPTATIVA (ORACIÓN). Oración DESIDERATIVA. Por ejemplo: O ja lá llueva. SUBJUNTIVO OPTATIVO. Subjuntivo por el que se presenta la acción como necesaria, conveniente o deseada. Por ejemplo: Te r u e g o q u e v e n g a s; E s n e c e s a rio q u e v e n g a s; O ja lá llu e v a . Se distingue del SUBJUNTIVO POTENCIAL, que presenta la acción como posible, probable, etc. A c a s o v e n g a ; E s p r o b a b le q u e llu e v a , etc. La distinción, como vemos, es puramente semántica. ORACIÓN. Unidad máxima de descripción gramatical del plano de la lengua. Se distingue de la unidad intencional de habla o ENUNCIADO. ORAL, a) Referente al habla en su realización fónica. Se opone a ESCRITO. b) Elementos fónico en cuya articulación interviene sólo el resonador bucal. Se opone a NASAL.
PARADIGMA. En gramática tradicional, conjunto de formas flexivas que toma una unidad léxica: la conjugación en el verbo, la declinación, en sustantivos, pronombres y adjetivos en las lenguas de casos. Por ejemplo: ca n to , ca n ta s, ca n ta , etc... Constituye el paradigma del presente de indicativo de la Ia conjugación. PARADIGMÁTICA (RELACIÓN), a) En Saussure, relación asociativa en general entre unidades lingüísticas en el siste ma de la lengua; por ejemplo, e n s e ñ a n z a está en relación paradigmática con e n señ a r, e n se ñ o , e n s e ñ a m o s...; con in s tr u c c ió n , a p re n d iza je ...; con a se c h a n za , e s p e ra n za ... La relación paradigmática es una relación en ausencia, opuesta a la relación sintagmática, relación en presencia en el discurso. Vid. CAMPO ASOCIATIVO, b) La lingüística actual restringe el término para designar la relación que existe entre unidades que podrían aparecer en un mismo punto o lugar de enunciado por sustitución. Por ejemplo: E l / p e r r o ; e s te / p e r r o ; m i / p e r r o ; a lg ú n / p e rro , etc.; H e c o m id o / ca rn e ; H e c o m id o / p a ta ta s; H e c o m id o / p era s; etc. Se opone a RELACIÓN SINTAGMÁTICA. PARÁFRASIS. Repetición de un mismo contenido utilizando otras palabras. PARALENGUAJE. Conjunto de elementos fónicos que acompañan al habla sin constituir elementos lingüísticos (ca rraspeos, vacilaciones, segregaciones vocálicas —hum..., eee... — ritmo, intensidad de la voz, etc.). Ha sido estudiado por Trager. PARATAXIS. COORDINACIÓN. Puede realizarse tanto mediante conjunciones (coordinación SINDÉTICA) o mediante mera yuxtaposición (coordinación ASINDÉTICA).
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Se opone a HIPOTAXIS o SUBORDINACIÓN. PATENTE (ESTRUCTURA). En gramática generativa y transformacional, la estructura patente es la secuencia terminal que resulta después de haber aplicado las llamadas reglas de transformación a la estructura profunda o subyacente. La estructura patente es la que determina la interpretación fonética de la oración. A veces, sin excesivo rigor, se vulgariza el término a efectos pedagógicos confundiéndolo con dicha interpretación fonética: lo que realmente percibimos. Sinónimos: ESTRUCTURA SUPERFICIAL. Se opone a ESTRUCTURA PROFUNDA, SUBYACENTE O LATENTE. PERFORMATIVO (Austin, Searle). Un enunciado es performativo cuando posee la propiedad de cumplir una acción.
Por ejemplo: J u r o r e s p e ta r a l C o n s titu c ió n . T e fe l i c i t o es la acción misma de jurar, felicitar, casar.
p o r tu asc en so . O s d e c la r o m a r id o y m u je r.
La formulación
verbo perform ativo . Verbo que en Ia pers. sing. de presente de indicativo da lugar a enunciados performativos. Sinónimo: REALIZATIVO.
PERÍFRASIS, a) Combinación de un verbo auxiliar con una forma personal del verbo para expresar determinados valores aspectuales o modales. Por ejemplo: Voy a leer, T e n g o q u e ir. b) Figura estilística que consiste en la alusión o rodeo en lugar de denominar directamente al objeto. Por ejemplo: e l n ie to d e S a n ta A n a (Jesucristo); e l c o m ú n d e lo s m o r ta le s (los hombres). PERLOCUTIVO O PERLOCUCIONARIO (Austin, Searle). Uno de los actos integrantes de una ACTO DE HABLA: efecto último que se desea producir en el oyente mediante su realización. Por ejemplo: instruir, convencer, persuadir, alar mar, producir satisfacción, molestar, insultar, etc., por ejemplo: T u n o v io s a le c o n o tr a es una información desde el punto de vista ilocutivo, pero su efecto performativo probable es fastidiar al oyente, conseguir que deje la relación, etc.). PICTOGRAMA. Procedimiento precursor de la escritura que transmite un contendido utilizando medios ¡cónicos. En la actualidad, los chistes gráficos, los cómics o historietas ilustradas son total o parcialmente pictogramas. POLISEMIA. Pluralidad de significados para un mismo significante. La mayoría de las unidades léxicas son polisémicas. Se opone a la MONOSEMIA y la SINONIMIA. POTENCIAL, a) CONDICIONA!, (cantaría). Sinónimo: FUTURO HIPOTÉTICO. b) SUBJUNTIVO POTENCIAL. Subjuntivo que presenta la acción como posible, probable, dudosa, etc., por ejemplo: D u d o q u e lo haga; T a l v e z ven g a .
c) CONDICIONAL POTENCIAL (ORACIÓN). Subordinada condicional en la que la condición se presenta de posible cumplimiento. Por ejemplo: S i m e d a s la m a n o , te a y u d o a s u b ir ; S i a p ro b a r a e n J u n io m e iría d e veraneo. Se opone a IRREAL: Si yo fuera tú,... Si las miradas matasen... POS-PRETÉRITO. En la terminología de Bello, POTENCIAL SIMPLE (cantaría). PRAGMÁTICA. Orientación lingüística que aborda la relación del discurso con su emisor, su destinatario y la situa ción comunicativaíeoncreta en que se produce. Ver ACTOS DE HABLA. En semiología general, aspecto de dicha disci plina que estudia la relación de los signos con sus usuarios. PRESUPOSICIÓN, a) Proposición que no se formula explícitamente en el enunciado pero que se deduce del mismo, bien por lógica, bien por formar parte del conocimiento pragmático compartido por los hablantes. Por ejemplo: Ya n o v iv e a q u í p r e s u p o n e a n te s v iv ía a q u í. P e p ito se h a to m a d o m u y b ie n e l b ib e r ó n presupone P e p ito e s u n beb é. D e v u é lv e m e lo s v e in te d u r o s presupone T e h e p r e s ta d o v e in te d u r o s y n o m e lo s h a s d e v u e lto a ún. A las proposicio nes de carácter lógico, lingüístico y pragmático, se pueden añadir las llamadas conversacionales, del tipo: H o y e l j e f e a ú n n o e s tá b o r r a c h o o E s a te o p e r o es b u e n a p e r s o n a , que presupone que hay que dar por hecho que el jefe es un alcohólico o que los ateos son malvados por lo general.
b) En gramática generativa y transformacional (formulaciones a partir de 1965) se denomina presuposición al tema de la oración y foco al rema. PRO-FORMA. En gramática del texto, término que designa a cualquier elemento especializado en la función de susti tuto. Los pronombres (pro-nombres) son pro-formas, así como ciertos adverbios (pro-adverbios) y algunos elementos léxicos (pro-formas léxicos). Por ejemplo: el verbo hacer, el sustantivo co sa ). PRONOMBRES. El término se usa actualmente tanto para los pronombres propiamente dichos de la gramática tradi cional como para los que ésta denomina ADJETIVOS DETERMINATIVOS. De ahí que se especifique: PRONOMBRE SUSTANTIVO: é l corre, lo s m ío s , a lg u ien ..., o PRONOMBRE ADJETIVO: m is libros, a lg ú n chico... PRONOMINAL (VERBO). Verbo que se construye en todas sus formas con un pronombre de idéntica persona que el
sujeto. Pueden ser forzosamente pronominales, por ejemplo: arrepentirse, jactarse, o admitir alternancia con la for ma no pronominal: m o r ir / m o r ir se , le v a n ta r / lev a n ta rse .
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PRONOMINALIZACIÓN. Sustitución, en un enunciado, de un SN por un pronombre personal: Veo a m i tío, lo veo. También puede pronominalizarse toda una oración: Está enfermo, ¿no lo ves? (lo = que está enfermo). PROPOSICIÓN, a) En lógica tradicional, enunciado verbal que expresa un juicio, es decir, la operación por la cual atribuimos un predicado a un sujeto. El juicio se distingue de otros tipos de enunciados en que puede aplicársele el criterio verdadero / falso. b) En algunas terminologías, cada una de las oraciones que integran una oración compuesta. Sinónimo: CLÁUSULA, SUB-ORACIÓN. PRÓTASIS. Subordinada propiamente dicha en la oración compuesta subordinada condicional: s i n o lloviera, sald ría . PROXÉMICA. Semiótica particular desarrollada por Hall que analiza cómo organizamos significativamente el espa cio que nos rodea en nuestra interacción con los demás. Supone una transposición al ser humano del concepto de territorialidad propio de muchas especies animales.
RANGOS. Niveles jerárquicamente interrelacionados. TEORÍA DE LOS TRES RANGOS. Definición hecha por Jespersen de las clases gramaticales: sustantivo, adjetivo, ver bo y adverbio basada en las relaciones de determinación. El sustantivo es denominado término primario; el adjetivo y el verbo, que complementan al sustantivo, son términos secundarios; el adverbio, que modifica a los anteriores, es término terciario. RASGO. En sentido general, característica inherente a un objeto lingüístico cualquiera. A efectos de descripción, un objeto lingüístico puede ser considerado como un conjunto de rasgos. RASGO PERTINENTE. Rasgo diferencial que permite oponer un fonema a otro en el seno del sistema; por ejemplo: la sonoridad es un rasgo pertinente de la /b /, así como la no- nasalidad, la labialidad, etc. Se opone a RASGO NO PERTINENTE, que corresponde a la realización concreta del fonema en un contexto o entorno dado; por ejemplo: la oclusión o fricación en la realización de /b /. RASGO SEMÁNTICO. Cada una de las unidades en que puede descomponerse un significado, por ejemplo: y e g u a (+ animado) (+ equino) (+ hembra) (+ adulto)... En la subcategorización de las unidades léxicas se distinguen entre
rasgos constitutivos —o inherentes — y rasgos relacionantes, que condicionan la
aceptabilidad de sus combinacio nes; por ejemplo: b e b e r tiene como rasgos relacionantes (+ sujeto viviente) (+ objeto líquido), lo que origina la inaceptabilidad de oraciones como *La casa bebe la leche o *Juan bebe la carne. En semántica estructural los rasgos semánticos se denomina SEMAS. RECATEGORIZACIÓN. Cambio de categoría que afecta a un morfema léxico. Por ejemplo: a m is ta d (abstracto) se recategoriza como (+ concreto), o mejor, como (— abstracto). En M i s a m ista d e s, m a d e r a (— contable), se recategoriza como (+ contable); en T ra e e s a s m a d e r a s la recategorización puede afectar asimismo a las categorías gramaticales (sustantivación, adjetivación, adverbialización...). RECEPTIVO. En la Gramática de Casos de Fillmore, caso que designa al ser animado que experimenta un proceso. Por ejemplo: J u a n s e a su sta . J u a n s e en tera . RECTO (uso). Uso de un término verbal; por ejemplo: el presente con valor de presente. Se opone a TRASLADADO. RECIPROCIDAD. Relación semántica basada en la oposición de significados. Dos términos son recíprocos cuando se implican mutuamente. Por ejemplo: comprar / vender; padre / hijo. RECURSIVIDAD. Una regla recursiva es aquella que puede aplicarse un número indefinido de veces. Por ejemplo: Axioma inicial: S. Regla I a S A + B Regla 2a A C + D Regla 3a B B + (S) (regla recursiva) La flecha indica reescríbase como..., el signo + indica s e g u id o de...; el paréntesis indica que es opcional incluir o no el símbolo que encierra. Si optamos por incluirlo y aplicamos sucesivamente las reglas, se enumera, especifica o genera un número infinito de cadenas de símbolos: C D B , C D B C D B , C D B C D B C D B , C D B C D B C D B C D B , etc. La recursividad constituye una propiedad inherente al lenguaje: un elemento lingüístico puede ser incluido como cons
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tituyente de un elemento de su misma naturaleza un número indefinido de veces: É s te
es el h o m b r e q u e s e ha casado
c o n la c h ic a q u e h a e s c rito e l lib ro q u e h a le íd o la p e r s o n a q ue...; P e d ro , J u a n , E n r iq u e , P ep e... j u e g a n a l f ú t b o l ; la ca sa d e l v e c in o d e l a m ig o d e l p r i m o del... La existencia de reglas recursivas explica, según la gramática generativa y transformacional, que el conjunto infinito de reglas que describen un lengua pueda producir el conjunto ilimitado de oraciones de dicha lengua.
REDUNDANCIA. Parte o aspecto del mensaje cuya omisión no entraña pérdida de información propiamente dicha.
La mayoría de los códigos prevén cierta cantidad de redundancia para prevenir las pérdidas de información que puede originar el ruido. En las lenguas naturales, son redundantes todos los elementos previsibles, por ejemplo: morfemas de concordancia, preposiciones obligadas, etc. REFERENTE. Universo extralingüístico al que nos referimos por medio del lenguaje u otros sistemas de comunica ción sustitutivos. El referente de un signo es la realidad externa a la que apunta, el objeto o clase de objetos que denota o designa. REFLEJO. Sinónimo de REFLEXIVO en el sentido de forma reflexiva. Por ejemplo: PASIVA REFLEJA: construcción formalmente reflexiva con significado pasivo: se venden botellas; IMPERSONAL REFLEJA: construcción formalmen te pasiva con significado impersonal: se v iv e b ie n a q u í. S e a d m ir a a lo s h éroes. REFLEXIVO. Podemos distinguir entre FORMA REFLEXIVA: forma verbal acompañada de un pronombre objeto de idéntica persona que el sujeto; por ejemplo: él se va, ellos se asustan, y SIGNIFICADO REFLEXIVO: construcción en la cual el sujeto es a la vez agente y objeto de la acción; por ejemplo: J u a n s e lava. Yo m e a to lo s z a p a to s . La forma reflexiva propiamente dicha sólo se da en 3 a pers.: el pronombre se. REGLA, a) Descripción que da cuenta de la estructura de una oración o secuencia gramatical en una lengua. En este sentido las reglas gramaticales describen o explican el funcionamiento real del sistema de las lenguas en cualquiera de sus aspectos. b) En gramática generativa, cada una de las instrucciones formalizadas y explícitas que permiten generar, enumerar, las cadenas de símbolos que constituyen la estructura subyacente y que permiten pasar de ésta a la estructura patente de la oración, y, finalmente, a la cadena fónica que realmente percibimos o pronunciamos. c) Precepto normativo que decide, entre distintos usos que se dan en los hablantes, cuál debe ser considerado “correc to” (Vid. NORMA PRECEPTIVA). RELATIVO. Clase de nexo que reproduce en una oración subordinada un elemento de la principal (explícito o implíci to); por ejemplo: É s te e s e l lib ro q u e m e d e ja s te (me dejaste el libro) —pronombre relativo—, Voy d o n d e e s tá P e p e (allí donde...), (Pepe está allí) —adverbio relativo—, ORACIÓN RELATIVA U ORACIÓN SUBORDINADA DE RELATIVO . Oración introducida por un relativo. Pueden ser
adjetivas o adverbiales. En los ejemplos anteriores, que me dejaste es adjetiva, y d o n d e
e s tá P epe,
adverbial.
REMA. En la articulación lógico-semántica del enunciado, aquéllo que se predica del TEMA y que contiene la nueva información aportada. Puede coincidir o no con el predicado gramatical. Sinónimos: FOCO, COMENTO, PREDICADO LÓGICO, PREDICADO PSICOLÓGICO. Ver TEMA. RAE. Siglas de la REAL ACADEMIA ESPAÑOLA de la Lengua, institución oficial que data de 1713 y cuyo objetivo es depurar, conservar y prestigiar el castellano. Sus publicaciones constituyen el punto de referencia obligado para todos los aspectos normativo-preceptivos de ia lengua, tanto desde el punto de vista léxico (admisión o no de térmi nos) como gramatical y ortográfico.
Oración condicional del tipo: S i la te m p e r a tu r a a u m e n ta , e l te r m ó m e tr o su b e ; saldrá trigo, que son equivalentes a juicios categóricos: la temperatura hace subir el termómetro, el trigo produce trigo. Son muy frecuentes en el lenguaje científico y equivalen exactamente, como puede verse, a temporales (S ie m p r e qu e..., C a d a v e z que..., cu a n d o ...). REAL (ORACIÓN CONDICIONAL).
S i p la n ta m o s trigo,
Se opone a CONDICIONAL EVENTUAL (POTENCIAL o IRREAL). Ver POTENCIAL. RESTRICCIÓN. Condición o caso en el que no se aplica una determinada regla lingüística. RESTRICTIVO (ADJETIVO): Adjetivo calificativo que restringe el ámbito de la referencia del sustantivo en el que inci de. Por ejemplo: tinta roja; los gatos negros. Sinónimo: ADJETIVO ESPECIFICATIVO. Se opone a ADJETIVO DESCRIPTIVO o EXPLICATIVO. RETROALIMENTACIÓN o FEED-BACK. Un proceso comunicativo supone retroalimentación cuando el receptor, al re cibir el mensaje, se erige en emisor de un nuevo mensaje — respuesta cuyo destinatario es el emisor original y cuyo comportamiento —en sentido amplio— modifica. Por ejemplo: cualquier mecanismo autorregulador, un radar de seguimiento, una conversación entre dos personas, la adaptación del discurso a las reacciones del auditorio...).
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REVERSIBLE. (ORACIÓN). Oración en la que pueden invertirse las funciones. Por ejemplo: L a c a b ra f u e s e g u id a p o r la vaca.
Se opone a IRREVERSIBLE (L a n iñ a rie g a la p la n ta ). ATRIBUTIVA REVERSIBLE. Oración atributiva en la que son intercambiables el sujeto y el atributo sin alteración de significado. Por ejemplo: É s e e s P e d r o P e d ro e s ése. RECCIÓN. Fenómeno por el cual ciertos elementos del discurso imponen a otros bien flexiones obligadas, bien la presencia de determinados morfemas; por ejemplo: preposiciones. La CONCORDANCIA, el RÉGIMEN, son fenóme nos de rección. RÉGIMEN. Caso o preposición exigidos por un determinado elemento en el discurso. Por ejemplo: el verbo iré en latín rige acusativo de dirección {iré R o m a m = ir a Roma). COMPLEMENTO RÉGIMEN. Complemento de objeto precedido de preposición fija exigido por determinados verbos. Por ejemplo: s o ñ a r c o n a lg u ie n ; h a b la r d e algo, etc. RUIDO. En teoría de la comunicación, toda perturbación que experimenta la señal en su paso por el canal. El térmi no no se limita a las señales acústicas. Por extensión, cualquier perturbación que dificulte o impida la comunicación puede ser denominada ruido (por ejemplo: deficiencias en el transmisor o en el receptor).
SECUENCIA. Cualquier serie o sucesión lineal de elementos lingüísticos o de símbolos de los mismos. El concepto de secuencia no prejuzga que constituyan o no un conjunto unitario, ni que posean gramaticalidad; por ejemplo, son secuencias, ta n to d e m i p a d re , n iñ o b u e n o , ca ja s, c o m o d e m i, b u e n o n iñ o , cajas. SEGMENTO. Unidad que resulta de la segmentación, es decir, de la división del enunciado en unidades discretas, re conocibles como tales por procedimientos de conmutación. Los segmentos son cosntituyentes del enunciado en sus distintos niveles, en tanto que las secuencias no tienen por qué serlo. En: L a n iñ a e s ru b ia , son segmentos la n iñ a , e s ru b ia ; la n iñ a e s ru b ia ; n iñ -a r u b i -a.
SEMA. En semántica estructural, nombre que reciben las unidades del plano del significado en que se descomponen los semas. Sinónimo: RASGO SEMÁNTICO. SEMA GENÉRICO. Sema de carácter muy general que permite la subcategorización del sustantivo en grandes clases; por ejemplo: a n im a d o , h u m a n o , c o n ta b le , c o m ú n , etc... Sinónimo: CLASEMA. SEMÁNTICA. Parte de la lingüística que estudia el significado, SEMÁNTICA. Relativo al significado. SEMEMA. En semántica estructural, unidad del plano del significado que corresponde a una unida léxica. Los sememas pueden considerarse integrados por un conjunto de semas. Corresponde a lo que en la terminología de Saussure se denominaría significado de un signo lingüístico de carácter léxico. SEMIOLOGÍA. SEMIÓTICA. Ciencia general del signo. La tradición europea prefiere el primer término, acuñado por Saussure, en tanto que la tradición anglosajana utiliza el segundo (del inglés semióticas, utilizado en la obra de Peirce C o lle c te d P a p e rs ), con la que propiamente se inicia esta desciplina con carácter autónomo. A veces se utiliza este término para designar sistemas específicos en un ámbito dado; por ejemplo: semiótica de la publicidad, del cine, lite raria, zoosemiótica, etc. SENTIDO / SIGNIFICADO. Aunque aparecen a veces usados como sinónimos, s e n tid o se refiere más bien al significa do en un contexto dado. La propuesta de G. Frege de reservar el término significado al referente (lo significado por el signo) no ha sido seguida por los semiólogos. SEÑAL. En teoría de la comunicación, variaciones o modulaciones del canal que posibilitan la transmisión de la in formación del transmisor al receptor. La señal es el resultado de la codificación del mensaje emitido por la fuente. En semiótica, el término aparece usado según los autores con sentidos algo diferentes. Algunos oponen SEÑAL — signo intencionadamente emitido— a INDICIO —signo natural o signo involuntariamente emitido (J. L. Prieto); por ejemplo: un gesto de saludo frente a una expresión de cansancio. Otros oponen SEÑAL a SIGNO. La señal provoca
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una determinada reacción pero no implica necesariamente una relación de significación. En este sentido, la comuni cación animal se reduce verosímilmente a señales. En K. Bühler, constituir una señal es una de las tres funciones del lenguaje: el lenguaje es señal en virtud de su ordena ción respecto al oyente (función APELATIVA), SÍNTOMA (función EXPRESIVAexpresiva) y SÍMBOLO (función REPRESENTATIVA). SIGNIFICADO. Plano del contenido de un signo. Saussure lo identifica con el concepto, pero esta identificación no es totalmente exacta. Concepto es un término filosófico que se define en el seno de la psicología o de la teoría del conocimiento. SIGNIFICADO LÉXICO. Significado que poseen los signos lingüísticos que remiten de algún modo a la realidad extralingüística. SIGNIFICADO GRAMATICAL. Significado puramente lingüístico que poseen determinadas unidades lingüísticas que remiten a la organización del discurso; por ejemplo: p e rro , casa, correr, poseen significado léxico; los pronombres, las conjunciones, los morfemas de género, de tiempo, etc., poseen significado gramatical. SIGNIFICACIÓN. Relación que mantiene un significante con su correspondiente significado. SIGNIFICANTE. Parte perceptible del signo lingüístico: su imagen acústica (Saussure). Por extensión, se puede aplicar al plano de la expresión de cualquier signo, por ejemplo: el significante de la señal del auto-stop es el conocido gesto que realizamos al efectuarla. Se opone al SIGNIFICADO o plano del contenido. SIGNO. En Saussure, el signo es la UNIÓN del significante y el significado, en tanto que Peirce y otros denominan signo simplemente al significante, considerando que está implícita su asociación a un significado. A Peirce se debe la esclarecedora distinción entre SIGNO - TIPO (la forma del signo en su virtualidad) y SIGNO - OCURRENCIA cada una de las realizaciones o actualizaciones del signo-tipo); por ejemplo, la señal del auto-stop es un signo-tipo: existe potencialmente aunque nadie lo realice. Cada vez que lo utiliza alguien físicamente, se produce un signo-ocurrencia. SÍMBOLO a) En teoría de la comunicación, cada una de las unidades emitidas por la fuente u origen del mensaje.
b) En la terminología de Pecire, signo arbitrario cuya relación con el objeto se determina por mera convención, por ejemplo: el signo +, los signos lingüísticos). Por el contrario, la tradición francesa, heredera de Saussure, denomina símbolos a los signos motivados, es decir, a la inversa por ejemplo; la balanza, símbolo de la justicia. El lenguaje habitual utiliza símbolo indistintamente en ambas acepciones. c) En gramática generativa y transformacional, cada una de las representaciones convencionales con que se designan categorías gramaticales u otras construcciones abstractas que integran las cadenas en cada nivel de descripción. Por ejemplo: S (Oración), SN (Sintagma nominal), N (Nombre), Adj. (Adjetivo), CS (símbolo complejo = un conjunto de rasgos sintáctico), X - Y, (X, Y: contextos de...), etc. SINCRETISMO. Fusión de varias categorías gramaticales en un único formante de modo indisociabie; por ejemplo: el tiempo y el modo en los verbos: -ba o -la indican pretérito imperfecto de indicativo. SINCRONÍA, SINCRÓNICO. Simultaneidad. Que sucede al mismo tiempo. LINGÜÍSTICA SINCRÓNICA. Análisis de ios hechos lingüísticos en un estado determinado de la lengua. Haciendo abstracción de situaciones anteriores, Saussure compara el análisis sincrónico con la descripción de las posiciones de las fichas en un momento dado en una partida de ajedrez. La orientación sincrónica caracteriza las corrientes lingüísticas del signo XX. Se opone a D1ACRONÍA, D1ACRÓNICO, LINGÜÍSTICA DIACRÓNICA. SINÉCDOQUE. Designación de la parte por el todo y viceversa. Por ejemplo: cabezas de ganado (reses), los mortales (los hombres). Algunas veces se incluye en el concepto general de METONIMIA pero, en sentido estricto, la sinécdo que presupone una relación de inclusión que no se da en la metonimia. SINESTESIA. Transposición de una percepción de un sentido a otro. Por ejemplo: color chillón, (vista-oído), mirada dulce (vista-gusto), sonido suave (oído-tacto). Se trata de un tipo particular de metáfora. SINONIMIA. Relación semántica de identidad de significado —en sentido estricto o amplio— o de identidad de refe rencia en el discurso. Por ejemplo: b u rro , a sn o : D o n J o s é P érez, e l d ir e c to r d e l centro,... SINTAGMA. En sentido estricto, toda concatenación de elementos lingüísticos que posea sentido es un sintagma: un morfema, un lexema, una palabara, una sucesión de palabras conexas, una oración... (re-leer; c o n tr a to d o s ; la v id a humana; Juan es rubio; Si hace b u e n tie m p o , saldremos). Sin embargo, se acostumbra restringir el uso del término para designar aquellas unidades lingüísticas que constan de más de una palabra pero que no constituyen oración. SINTAGMA NOMINAL. Sintagma que tiene como núcleo un sustantivo (L a ca sa de J u a n ; T o d o s lo s a lu m n o s q u e ves a q u í). SINTAGMA ADJETIVO. Sintagma que tiene como núcleo un adjetivo ( fe liz d e verte, c o n te n to c o n s u s u e r te ).
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SINTAGMA ADVERBIAL. Locución adverbial, locución sintácticamente equivalente a un adverbio (a p r o p ó s ito , sin p e n s a r, d e ro d illa s).
SINTAGMA PREPOSICIONAL. Sintagma nominal introducido por una preposición ( d e m i tía, s in lo s lib ro s). SINTAGMÁTiCAS (RELACIONES). Relaciones que contrae una unidad con las restantes de su mismo nivel en el con texto. Las relaciones sintagmáticas son relaciones en presencia. Se opone a RELACIONES PARADIGMÁTICAS. SINTAXIS, SINTÁCTICO. Parte de la gramática que describe las reglas por las que las unidades significativas se com binan para formar sintagmas y oraciones. Todo fenómeno lingüístico que afecta a la relación de los elementos en el discurso —sus funciones respectivas— se denomina sintáctico. SINTÉTICO. Se dice que una forma es sintética cuando presenta fusión en los morfemas que la integran: b u e n ís im o , c a n ta ré.
Se opone a ANALÍTICO: m u y b u e n o , h e c a n ta d o . SISTEMA. Un conjunto constituye un sistema cuando los elementos que lo integran están interrelacionados, de modo que cada uno de ellos se define por oposición con los restantes. SISTEMÁTICO, a) Que posee las características de un sistema. b) Que se lleva a cabo de forma metódica, siguiendo una sucesión de operaciones fijas. PROCEDIMIENTOS DE COMUNICACIÓN SISTEMÁTICOS. Aquellos cuyos mensajes pueden ser descompuestos en uni dades estables y constantes; por ejemplo: la notación musical, los sistemas de escritura, la formulación química. Se opone a ASISTEMÁTICO. SONIDO. En fonética, unidad mínima de habla. Se describe mediante su caracterización física. El sonido, frente al fonema, carece de valor diferencial. Transcripción [e] [m]... SONORO. Elemento fónico en cuya articulación intervienen las cuerdas vocales. Se opone a SORDO. SORDO. Elemento fónico en cuya articulación no intervienen las cuerdas vocales. Los fonemas sordos del español son /p / / t / / k / /£ / /9 - / /x / / f / /s/. Se opone a SONORO. SUBCATEGORIZACIÓN. Establecimiento de sub-categorías en el seno de una categoría gramatical. La subcategorización utiliza un procedimiento de carácter binario (pertenencia o no a la subcategoría, lo que se señala con + o —). La subcategorización del sustantivo corresponde en gramática generativa a las siguientes reglas:
N Común Contable Animado Contable
[+ / común] [+/— contable] [+/— animado] [+/— humano] [+/— abstracto]
Así, por ejemplo: niño se subcategoriza como + N, + común, + contable, + animado, + humano. Los verbos se subcategorizan en función del contexto en que pueden aparecer (transitivos, tipos de sujeto y de objeto que admi ten, tipos de sintagmas que introducen, etc.). SUB-ORACIÓN. En algunos autores, oración integrada en una oración compuesta. Sinónimos: CLÁUSULA, PROPOSICIÓN. SUBORDINACIÓN. Relación sintáctica en la cual uno de los elementos se halla jerárquicamente supeditado a otro, el cual completa. Puede darse con o sin nexo explícito. Se opone a COORDINACIÓN. SUBSISTEMA. Sistema integrado en un sistema. Por ejemplo, el subsistema vocálico con respecto al sistema de los fonemas de la lengua. SUJETO. Categoría sintáctica que recibe como predicado el resto de la oración. Según el plano de análisis, puede definirse: a) SUJETO GRAMATICAL: Sujeto propiamente dicho, 'núcleo organizador de la oración representado por un SN (o equivalente), que rige la concordancia del verbo. b) SUJETO LÓGICO, también llamado PSICOLÓGICO: corresponde a la articulación lógico-semántica del enunciado tal y como se presenta en el habla; es el elemento de la misma que el hablante antepone como centro de atención de la predicación (Ver TEMA). N. B. algunos denominan sujeto lógico al agente de la acción o soporte del proceso: P e d ro e s g o lp e a d o p o r J u a n , en contradicción con lo expuesto más arriba.
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No existe unanimidad sobre el término en los distintos autores y corrientes. La gramática tradicional identifica erró neamente al sujeto con el agente de la acción o soporte del proceso, con lo que se ve obligada a distinguir SUJETO AGENTE —sujeto de la voz activa— y SUJETO PACIENTE —sujeto de la voz pasiva—. Las orientaciones gramaticales que, de una forma u otra, admiten que es legítimo tener en cuenta en el análisis de las oraciones un nivel subyacente a la forma que efectivamente presentan, no tienen inconveniente en considerar que el sujeto puede estar implícito en determinadas construcciones. Por ejemplo: en T e p r o m e to v e n ir se dirá que y o es sujeto de te p r o m e to y de ven ir, en tanto que en T e o r d e n o venir, y o es sólo sujeto de te o rd e n o , y el sujeto de v e n ir es tú. Las corrientes funcionalistas estrictas, por el contrario, al considerar que todo análisis debe atenerse a los ele mentos que aparecen explícitamente y a la forma como aparecen, niega que pueda hablarse de sujeto si el verbo no está en una forma personal (Alarcos). SUJETO DESINENCIAL. Se denomina a veces sujeto desinencial a la marca de sujeto explícita en la desinencia del
verbo; por ejemplo:
ca n to , c a n te m o s , c a n ta d .
SUPLEMENTO. En la terminología de Alarcos, COMPLEMENTO RÉGIMEN. Por ejemplo: h a b la r d e p o lític a . SUPLETIVA (VARIANTE). Alomorfo de un morfema que pertenece a un radical diferente. Por ejemplo: ir / v / fu / iré, voy, fui (formas del verbo ir). SUSTANCIA. Noción intuitiva de raíz aristotélica para designar la realidad indiferenciada que subyace a las distintas delimitaciones bajo las cuales se presenta. Sinónimo: MATERIA (en sentido propio o figurado). Se opone a FORMA. SUSTITUTO. Elemento que sustituye a otro en el seno del discurso, evitando su formulación o su repetición. Por ejem plo, la mayoría de los pronombres y las pro-formas en general. SUBYACENTE. Al margen de enfoques generativos estrictos, el término se utiliza con frecuencia para designar un ni vel de análisis al que pertenecen fenómenos que no pueden explicarse mediante el análisis estrictamente formal del enunciado tal y como se presenta; por ejemplo: las diferentes interpretaciones de una oración sintácticamente ambi gua, el problema del sujeto en las construcciones no personales, etc. Por ejemplo: H e e n c o n tr a d o la ta z a ro ta ; P r o m e t í v e n ir a J u a n ; O r d e n é v e n ir a J u a n .
Sinónimo: IMPLÍCITO.
TAXOMÓNICO. Que se limita exclusivamente a clasificar. TEMA. En la articulación lógico-semántica del enunciado, el TEMA es el objeto del pensamiento sobre el cual se reali za la predicación o REMA. Por ejemplo, si decimos: E l v e r a n o p r ó x im o p ie n s o ir a Ita lia , el tema del enunciado es e l v e r a n o p r ó x im o . Según se va articulando el discurso, el tema de cada oración representa el elemento dado, lo que está en la conciencia del oyente en el momento de la expresión, bien porque se ha introducido en el discurso, bien porque está presente en el contexto físico, en tanto que el rema representa la información nueva que se introduce cada vez. El TEMA puede presentarse bajo formas gramaticales muy diversas, incluso 0. Por ejemplo: E s te h o m b r e e s m u y a n tip á tic o : s u cara n o m e g u s ta n a d a . El tema de la Ia oración es e s te h o m b r e , que continua siendo el tema de la 2 a representado por el posesivo su . P e p ito e s m i h e r m a n o : tie n e c in c o añ o s. Sinónimos: TÓPICO, SUJETO LÓGICO, PRESUPOSICIÓN. Tema o tópico de todo un TEXTO. Conviene distinguir el TEMA o TÓPICO ORACIONAL —definido en el párrafo anterior— del TEMA o TÓPICO del conjunto de un texto o discurso completo, que es el asunto global al que se refiere. Por ejemplo: una biografía sobre Juan tiene como TEMA o TÓPICO a Juan. TONEMA. a) Acento de altura o tono. b) Inflexión que recibe la entonación de un enunciado a partir de la última sílaba. Puede ser ASCENDENTE o DES CENDENTE: ¿ H a v e n id o ? / H a ven id o . TÓNICO. Portador de acento de intensidad. Por ejemplo: mí(pron. pers.), ca sa (ca = sílaba tónica), m á s (adv. de cantidad). Se opone a ÁTONO. Por ejemplo: m i (pron. pos.), e l (art. det.). TOPICALIZACIÓN.TEMATIZACIÓN.
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TOPICO. TEMA.
TRANSFORMACIÓN.a) Cambio de una construcción gramatical a otra conservando su significado o información fun damentales, por ejemplo: la transformación pasiva, la nominalización, la pronominalización, la írasformación inte rrogativa o negativa: trabaja constantemente Su trabajo constante; Veo a Pedro Lo veo; Juan ha venido ¿Ha venido Juan? b) En gramática generativa y transformacional, reglas que permiten pasar de la estructura profunda a la estructura superficial. TRANSITTVIDAD,Propiedad de ciertos verbos llamados transitivos que se caracterizan por construirse con un com plemento de objeto. En sentido amplio se utiliza a veces el término para designar la necesidad que tienen determina dos elementos de recibir complementación. TRANSITIVO (VERBO). Verbo que se construye con un SN complemento directo. Entre ellos, los hay que admiten la elisión de éste, por ejemplo: comer, escribir, pintar, y los hay que no admiten dicha elisión: hacer, intentar, resolver, poseer. En el primer caso se dirá que están usados intransitivamente. Juan come peras Juan come; Juan está escri biendo una carta Juan está escribiendo. En cambio, Juan hace pasteles 4 *Juan hace; Juan resuelve el problema é *Juan resuelve. La gramática tradicional denomina a veces transitivos INDIRECTOS a los verbos que se construyen con un comple mento de objeto precedido de preposición: por ejemplo: el traje le sienta bien a Luisa (CI); carecer de dinero; pensar en el futuro (Cto. reg.), etc. TRASLACIÓN(Tesniére). Paso de una categoría sintáctica a otra. Por ejemplo, existe traslación cuando un sustantivo determina o complementa a otro sustantivo, puesto que está ejerciendo en este caso una función propia del adjetivo: la reina madre, un libro de cuentos. Un adjetivo adverbial, cualquier sustantivación, una oración subordinada sustan tiva o adjetiva, son otras tantas traslaciones. TRASLACIÓN OCASIONAL. Traslación dependiente del discurso. Por ejemplo: sustantivación ocasional El sí de las niñas. Ignoro el cómo y el porqué. Se opone a NO OCASIONAL o PERMANENTE. TRASLADO (USO). Utilización de un tiempo verbal con un significado distinto del que se supone originario; por ejem plo: el presente con valor de pretérito: Colón descubre América en 1492, y el imperfecto con valor de potencial: Con ése no me casaba ni a tiros, etc. Se opone a USO RECTO. TRASPOSITOR. Elemento lingüístico que, en ciertos casos, posibilita una traslación. Por ejemplo: un libro de cuen tos, quiero que vengas. La ausencia de traspositor puede denominarse traspositor 0. Por ejemplo: La reina 0 madre. TRASPOSICIÓN.TRASLACIÓN.
VALENCIA. En la Gramática de Dependencias de Tesniére, capacidad del verbo de abrir en torno suyo cierto número de casillas vacías que son ocupadas por los ACTANTES. El número de casillas, es decir de actantes, caracteriza al verbo. VERBOS DE CERO VALENCIAS O AVALENTES: llover; verbos de una valencia: correr (Juan corre); de dos valencias: comer (Pepe come peras); de tres: entregar (Juan entrega la carta al portero). El término valencia está inspirado en el modelo químico del átomo. VERBAL, a) Por verbal se entiende todo aquello que hace referencia al lenguaje humano, es decir, a la comunicación o la simbolización mediante signos lingüísticos. Se opone a NO VERBAL (comunicación o simbolización que no recurre a la palabra: gestos, gráficos, etc.), b) Referente al verbo como categoría gramatical; por ejemplo: desinencia verbal, sintagma verbal, etc. En esta acepción se opone a NOMINAL. VALORATIVO. Se dice que un elementos lingüístico es valorativo cuando su presencia en el discurso informa acerca de la actitud del hablante ante lo denotado; por ejemplo, el adjetivo excelente, el morfema despectivo -ucho. La valo ración puede ser positiva o negativa: excelente, soberbio, infecto, garrapatear, casucha,... Se opone a NEUTRO (alto, redondo, azul, correr, casa).
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VOCATIVO. Caso latino de la apelación o interpelación al oyente. El vocativo pertenece exclusivamente al habla y no desempeña función sintáctica alguna en el enunciado: Pedro ven; Eh, tú, ¿me oyes? El término se utiliza también en castellano para el análisis de dichos elementos.
ZOOSEMIÓTICA. Estudio de los sistemas de señalización animal. El intercambio de señales es vital para la organiza ción y pervivencia de un número muy elevado de especies.
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