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INTOXICADO CON BABILONIA LA SEDUCCION DE L A GENTE DE D I OS EN L OS UL TI M OS DI AS

SECCION UNO: UN MANDATO BIBLICO

Uno – El Espíritu de este Mundo Dos – El Origen de Babilonia Tres – Mundanalidad: La Caída de Israel Cuatro – Salgan Cinco – Sed Santos Como Yo Soy Santo SECCION DOS: LA CONDICION DE LA IGLESIA Seis – La Iglesia de Laodicea Siete – No Necesitas Obedecer a Dios Ocho – Engaño y Ambición al Máximo Nueve – La Sabiduría del Kosmos Diez – Indoctrinación Once – Viviendo Como Reyes (En el Reino del Diablo) SECCION TRES: LA IGLESIA EN LOS ULTIMOS DIAS Doce – El Espíritu del Anticristo Trece – El Gran Engaño Catorce – Listos para el Señor Quince – La caída de Babilonia

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PROLOGO: ROMPA LAS CADENAS Mantener una “aventura amorosa con el mundo” es similar a tener una amante. En muchas de las culturas actuales mantener una amante es una práctica aceptable que provee algo de emoción a lo que de otra manera sería una vida y matrimonio aburridos. La Iglesia de los tiempos modernos, especialmente en el Este, tiene su propia amante, habiéndose enamorado perdidamente del mundo. El creyente promedio puede hablar por horas acerca de “las cosas del mundo” pero al preguntarle algo sobre su relación con el Señor rápidamente se queda sin palabras. La Biblia dice dice “de la abundancia del corazón habla la boca.” Cuando una persona está enamorada, habla con entusiasmo acerca de su enamorado. Pablo nos advierte que en los los últimos días los hombres serán amantes del dinero, amantes de los placeres, amantes de si mismos más que amantes de Dios. Estos son algunos de los “amantes” que entran sigilosamente en nuestras vidas y gradualmente erosionan nuestra relación con Dios. Jesús dijo en los últimos días “el amor de muchos se enfriará.” Que bien describe esto la condición condición de la Iglesia de hoy. Al paso del tiempo, la pasión de la Iglesia por Cristo se ha enfriado de su antigua efervescencia y fuego a lo que es ahora, una brasa caliente. Santiago se refiere a aquellos que aman el mundo como adúlteros. Trágicamente, la inmensa mayoría de Cristianos están, aún ahora, persiguiendo una contínua aventura amorosa con el mundo. Cada Domingo transmiten a otros la falsa imagen de que su matrimonio con Cristo está impecable, aunque en realidad obtengan mucha más emoción de su relación con el mundo. El espíritu de este mundo es un poderoso y astuto seductor que pocos parecen estar en capacidad de discernir y del que aún menos parecen ser capaces de soltarse. Ella astutamente adula con sus labios, engañando a personas hacia una falsa sensación de seguridad mientras participan de sus atracciones. Pero, como dice el libro de Proverbios “Porque muchas son las víctimas derribadas por ella, y numerosos los que ha matado. Su casa es el camino camino al Seol” (Proverbios 7:25-27) Imagine lo que sería escuchar en el día de su matrimonio a su esposa decir estas palabras: “Yo _______ te tomo a ti ________ para ser mi legitimo esposo ________. Prometo mantenerme fiel a ti solamente los domingos. Yo rehúso renunciar a mis antiguos amantes, eligiendo mantenerme apegada a ellos y verlos durante la semana.” Nadie en su sano juicio accedería a ese acuerdo! Pero, esa es exactamente la forma en que muchos Cristianos tratan al Señor – nuestro Novio Celestial. Steve Gallagher no deja de pegar ni un solo puñetazo en este libro, a medida que busca exponer y destruir esta “amante” mundana. Usted apreciará la maestría y profunda p rofunda intuición con la que trata trata este tema. El deseo de Gallagher es ver a la Iglesia restaurada a su primer amor –Cristo Mismo. Si ha perdido la pasión en su relación con Jesucristo, entonces este libro es para usted. Léalo honestamente, en oración y con frecuencia, pidiendo al Espíritu Santo que quite la ceguera y la callosidad indiferente de su vida. Luego pídale a El que le conceda Su precioso regalo del arrepentimiento que da como resultado la restauración del compañerismo y la intimidad con el Amante de su alma.


INTRODUCCION Babilonia es el poder de Satanás trabajando en los corazones del género humano. Este no es un fenómeno nuevo, sino algo muy antiguo. Sus insidiosos esfuerzos comienzan en el jardín del Edén, cuando la serpiente-con monstruosa delicadezaconvenció a Eva que el conocimiento mezclado del bien y el mal la haría comparable a Dios. El momento en que sus labios tacaron la fruta prohibida, su alma fue contaminada, su mente entenebrecida y ella cayó bajo el espantoso poder del pecado y la muerte. La primaveral pareja descubrió que había cruzado un terrible límite y dejado atrás una existencia que nunca más podría reclamar. “La mente del hombre,” escribió Oliver Wendell Holmes, “una vez que se flexibiliza con una nueva idea, nunca puede tomar sus dimensiones originales.” Por los próximos dos o tres mil años la corrupción del género humano se profundizó hasta que “toda intención de los pensamientos de su corazón era sólo hacer siempre el mal.” (Génesis 6:5). Luego, después de repetidas advertencias de Noé, el Diluvio masivo abrumó y sepultó al hombre en un vasto océano de juicio. El Señor comenzó de nuevo con una familia. Pero la germinante semilla semilla de la corrupción se mantuvo en el interior interior del hombre. La ceniza de la lujuria continuó ardiendo en el corazón del hombre, esperando solo el viento del mal necesario para abanicar una nueva vida en él. Cuatro generaciones mas tarde, este viento vino, cuando una insurrección contra Jehová rompió rompió en las fértiles llanuras de Mesopotamia. Mesopotamia. La torre y la ciudad de Babel fueron creadas como una nueva alternativa a lo que ellos consideraban una aburrida adoración al Señor. Fue ahí, en Babilonia, que las fuerzas de la oscuridad desarrollaron un nuevo impulso en su guerra contra Dios. En la antigua antigua Babilonia, la rebelión de Lucifer se volvió sistemática. Los esfuerzos del enemigo no estarían mas confinados a la atracción de individuos al pecado. Satanás había establecido una programación mental a “nivel nacional”, unificando al hombre en su rebelión contra la ley de Dios. Su sistema de valores estaba basado en el bienestar temporal de la persona en lugar del bienestar eterno. Puesto que el hombre fue creado con la consciencia y la inherente necesidad de sentir que está haciendo “bien,” el enemigo silenciosamente formó su propio juego de reglas no habladas que determinaban la aceptabilidad de la conducta del hombre. Todo esto fue hecho como una alternativa a los estándares, valores y perspectivas del Reino de Dios. A esta programación mental universal se le puede seguir el rastro a través de diferentes épocas de los tiempos modernos, y aún está vivo y creciendo entre nosotros hoy. El “mundo” es el sistema unificado de Satanás que reside fuera del reino de Dios. Esto no sería tan peligroso para la gente de Dios si fuera abiertamente presentado como una obvia alternativa a lo que el Señor ha establecido entre creyentes - aquellas personas que están adheridos a Su Reino. El peligro estriba en la sutileza de los los poderes que están actuando dentro de la Iglesia y en nuestras vidas personales. Como un cáncer, el espíritu del mundo callada, constante y metódicamente ataca una célula a la vez, infiltrándose en


nuestras iglesias, nuestras familias y nuestras vidas y ampliamente reemplaza el sistema de valores de Dios por un nuevo híbrido. Pablo se preocupó porque, “Pero me temo temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo.” (2 Corintios Co rintios 11:3). Es la simple (no mezclada) y la pura (no contaminada) devoción a Cristo a lo que los creyentes son llamados a vivir. La escritura es muy clara acerca de la necesidad de una vida consagrada. Sin embargo la mayoría de la gente no puede enfrentar el solo pensar en vivir sin todas las atracciones del mundo, y se convencen a si mismos de que vivir con mezcla es aceptable al Señor. La gente solo es vulnerable a ser engañada cuando quieren las cosas que se les ofrecen.

Mientras los días del hombre avanzan a un acercamiento y nos aproximamos al gran Día del Señor, esta guerra invisible se hace más más feroz que nunca. La ira de Satanás se vierte sobre los creyentes. (Apocalipsis 12:12) El espíritu del Anticristo está agotando la bendita resolución de los santos. (Daniel 7:25) Ahora, en la hora crucial, la gente de Dios tiene la aprobación institucional de una forma de religión carente de poder que tolera una impotente mezcla de Cristianismo y paganismo. “Ellos adoran al Señor,” dice la Biblia sobre la idolatría de Israel, “ y servían a sus dioses conforme a la costumbre de las naciones” (2 Reyes 17:33) No fue por gusto que el Señor dijo, “no tolero iniquidad y asamblea solemne” (Isaías 1:13) En mi propia vida, vida, yo también he tenido tenido que enfrentar la mundanalidad. La mayor fuente de contaminación espiritual para mi vino de la televisión. Cada noche durante años, me tiraba frente al televisor para ver viejos programas. Luego, a principios de 1985, Dios comenzó a tratar conmigo conmigo acerca de esto hasta que finalmente me arrepentí y me deshice de nuestro televisor. Un año más tarde, el Señor me guió a iniciar el Ministerio Vida Pura. Para ese entonces, habiendo estado alejado del televisor por un tiempo, pude ver más claramente el efecto que tuvo en mi vida y el que estaba teniendo en las vidas de aquellos a los que ahora estaba ministrando. Desde el principio de mi trabajo con adictos sexuales, los demonios de la televisión eran un tema prominente en mis enseñanzas. Luego, en 1993, Dios puso en mí una pasión por el estudio del libro del Apocalipsis. Ningún estudio Bíblico que haya hecho antes se compara a lo que yo emprendí con este libro apocalíptico. Yo no estaba preparado para la intensidad intensidad con la que este libro me tomó. En total, invertí unas mil doscientas horas examinando cada capítulo y versículo del Apocalipsis. Escuché sermones, leí libros, y estudié comentarios. Oré sobre los versículos, uno por uno. Estudié el Libro del Apocalipsis inductivamente y escuché una dramatización del libro en cassette tantas veces que lo desgasté. El estudio de este tremendo libro literalmente se convirtió en un trabajo de tiempo completo - usualmente invertía cuarenta horas a la semana en este estudio. Dios usó la riqueza que encontré en Pulpit Commentary y comentarios escritos por santos de todos los tiempos como Adam Clarke, Matthew Henry, John Wesley y otros para inspirar un hambre por la verdad en mi corazón. Por momentos, las realidades de las regiones espirituales - donde se da el poderoso conflicto entre el Reino de la Luz y el e l Reino de la Oscuridad - se hizo más real para mi que el mundo a mi alrededor. El mensaje que descubrí en ese estudio es tudio de la Biblia me afecto muy profundamente, alterando completamente completamente el curso de mi vida. Dios impartió un gran llamado a mi alma que todavía me afecta hasta hoy: “Salid de ella,


pueblo mío, para que no participéis de sus pecados p ecados y para que no recibáis de sus s us plagas; porque sus pecados se han ha n amontonado hasta el cielo, y Dios se ha acordado acorda do de sus iniquidades.” (Apocalipsis 18:4-5) Querido lector, Yo testifico que no me arrepiento de haber cambiado los vacios encantos de este mundo por las gloriosas riquezas de conocer a mi Salvador. En algunos períodos tuve luchas pero continúo respondiendo respo ndiendo a Su llamado: un llamado que suena para toda la Cristiandad. Lo invito a acompañarme en mi búsqueda por una u na vida rica en Dios. Porque usted y yo nunca conoceremos los tesoros del cielo mientras estemos estemos Intoxicados con Babilonia.

Capítulo Uno El Espíritu del Mundo 1

”El corazón del hombre es estrecho, y no puede contener ambos amores. El mundo aleja el corazón de Dios; y entre más predomina el amor del mundo más se debilita y decae el amor de Dios…El Espíritu de Dios en verdaderos cristianos es opuesto al espíritu del mundo”111 Matthew Henry Una colonia prisión, rocosa, establecida por las duras autoridades de Roma no era un lugar para un hombre de noventa años. Parece injusto que Dios pudiera permitir que al apóstol amado se le enviara a un campo romano de trabajos forzado y obligado a trabajar con los más cruentos criminales del Imperio Romano. Pero los caminos de Dios generalmente están escondidos a la lógica humana. Mientras la Isla de Patmos era un lugar de agonía incuestionable y sufrimiento para sus compañeros de celda, para Juan era un lugar en donde todos los lujos y frivolidades de este mundo estaban gloriosamente ausentes. Había poco que lo pudiera distraer del Rostro Maravilloso de su amado Jesús. Se dice por aquellos que lo conocieron que en sus años de advertencia todo lo que Juan hablaba era del amor y de ese Ser de Amor – tal devoción es claramente expresada en su primera epístola. Cautivado por la mirada de Jesús, él no se conmovía por los sonidos y visiones del caos infernal alrededor suyo. El solo pensaba en su Amado cuyo Nombre estaba de continuo en sus labios, cuyo Rostro estaba grabado en su mente. Pero había más de la vida privada de Juan que solo la “visión beata”. Por años Dios le había dado a Juan visiones de lo que habría de ocurrir antes de la segunda venida de Jesús. Juan había visto muestras del gran forcejeo espiritual entre la Luz y las Tinieblas que alcanzaría un clímax al final de esta era. El teatro para este conflicto apocalíptico seria el planeta Tierra, y el escenario serian los corazones de la humanidad. “Y ahora mis pequeños”, él había escrito antes, “permanezcan en El, así cuando El aparezca, tengamos confianza y no nos alejemos de El avergonzados en Su venida” (1 Juan 2:28) Aunque Juan tenía una idea de estas cosas, aun permanecían muchas cosas detrás de un velo. Ahora los rigores de Patmos estaban llevando a Juan a Dios como nunca antes. Juan estaba “EN el espíritu” cuando de repente el fino velo que lo separaba de su Salvador desapareció y la misma puerta del cielo se abrió delante de sus ojos. Fue el


Descubrimiento (Revelación) de Jesucristo! A medida que Juan yacía tirado a los pies de Jesús sin fuerza humana alguna, los cielos se abrieron, y le fueron mostrados grandes misterios. Las verdades inspiradas que él había grabado en sus epístolas estaban ahora actuadas en gloriosas escenas justo delante de el. El vio la gloria y el triunfo de una Novia” sin mancha y sin arrugas!”. Pero también vio el desenvolvimiento de un gran engaño demoniaco que un día atacaría la tierra, haciendo que muchos seguidores de Cristo se alejaran de la fe. El conflicto del cual Juan fue testigo, el cual es el tema de este libro, puede ser resumido en las palabras que él había escrito antes: No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.(I Juan 2:15-17) Estas cuatro oraciones describen la batalla la cual será peleada en los corazones y en las mentes de la gente de Dios en los últimos días. Aquellos que escojan ser seguidores de Cristo tendrán que enfrentar decisiones difíciles. ¿Gobernará sus corazones los deseos de la carne? ¿Gobernara sus decisiones los deseos de los ojos? ¿Podrá el deseo de tener una posición alejarlos de los pies de Jesús? En resumen, ¿Harán la voluntad de Dios? Las escrituras indican que muchos sucumbirán a la mentira de que pueden deleitarse en el mundo y sus “cosas” y todavía mantener un amor por el Padre. Que equivocada esta la mayoría! Hay tres términos en este pasaje de la Escritura el cual constituye el vocabulario de este gran conflicto. Estas tres palabras – mundo, lujuria y amor – son extremadamente importantes para nosotros para considerarlas y vale la pena que tomemos un tiempo para examinarlas.   

El Mundo

Cuando estudiaba este importante pasaje de la Escritura, empecé a investigar la palabra Griega kosmos, traducida al español como “mundo.” Encontré la siguiente definición para este término enterrado en un antiguo diccionario teológico escrito en 1930: Kosmos tiene varios significados conectados con “orden.” Así, denota “lo que

está bien ensamblado o construido de sus partes individuales…” Los significados previamente mencionados todos se juntan en el orden cósmico. El uso de kosmos para el universo es usado ampliamente y se remonta a una época muy temprana. La idea es que hay un orden de cosas que corresponden al orden de la ley humana. Cosas individuales están dispares, a medida que la gente riñe, pero una norma cósmica inminente mantiene las cosas juntas así como la ley actúa en la sociedad. El mundo por si mismo entonces es visto como una sociedad en orden.2

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El descubrimiento de esta definición me llevó a pensar acerca de los aspectos involucrados en cualquier visión de “el mundo”. Al principio fue difícil imaginar como podría haber un orden en nuestro mundo caótico de seis billones de voluntades individuales. Las guerras étnicas, filosofías conflictivas, amplia diversidad de idiomas, luchas de poder, posición, y placer, todo esto obstaculiza a la raza humana para llegar a un acuerdo en casi todas las cosas. Poco tiempo después de eso, me encontré con la siguiente descripción de kosmos en “El Comentario del Pulpito”, el cual me ayudó a tener un mejor sentido de lo que “el mundo” es tal y como lo conocemos. (Kosmos) es un término específicamente usado por San Juan para enfatizar el

orden amplio del universo, visto desde un punto de vista alejado de Dios…De ser así la escena de una existencia apartada de Dios, se mueve rápidamente hacia una resistencia organizada a la voluntad de Dios, y por lo tanto muchas veces denota la humanidad tomada como un todo separado de la gracia y de Dios.3 Sustentado con esta nueva evidencia, hice un estudio exhaustivo de este importante concepto en la Escritura, recordándome a mi mismo que kosmos significaba “una existencia ordenada separada de Dios”. Lo que fue claro para mí fue que, aunque algunas veces la palabra se refiere a todos los que viven en el planeta tierra (Juan 3:16), es usada principalmente para describir la conciencia corporativa de la gente de este mundo quienes están en rebeldía en contra de la autoridad de Dios. Kosmos es lo que liga al mundo no creyente. Es una mentalidad global que permanece como una fuerza poderosa y silenciosa en las vidas de la humanidad. Moldea grandemente a grupos de gente diferente en una sola entidad que vive su existencia en la tierra bajo el dominio de Satanás, unidos en contra de Dios. Una Historia Bíblica del Kosmos

Mis estudios en este tema me llevaron al principio de la creación en donde se nos menciona que después que Dios creo los cielos y la tierra, El “vio que era bueno” (Génesis 1:31) El después hizo al hombre a su semejanza y disfrutó una relación sin quebranto con él. Aunque Dios le había dado al hombre dominio por sobre todas las cosas en la tierra, hubo un gran distanciamiento con Él cuando Adán pecó. Algo se perdió que el hombre caído no podía reclamar por sí mismo. Pablo explica que, “a través de un hombre el pecado entró al mundo…” (Romanos 5;12) Cuando esto sucedió, el hombre le cedió autoridad de este planeta al diablo. Cuando Satanás trató de tentar a Jesús, él “ lo llevó a una gran montana, y le mostró todos los reinos de este mundo, y su gloria; y le dijo a El, “ Todas estas cosas te daré si arrodillado me adorares” (Mateo 4:8-9) Jesús no negó que eran de él y que los podía dar. El Señor entendió que el diablo era dueño de los reinos del mundo desde el tiempo en que Adán entró en sociedad con este ángel de luz caído en el Edén. Satanás, el fundador y jefe perpetuo de la rebeldía, es el cerebro detrás de la mentalidad global que está en contra de Dios, habiendo logrado traer a casi toda la humanidad hacia su (espíritu de) rebelión


En Apocalipsis, es la serpiente antigua la cual engaña al mundo entero. (Apocalipsis 12:9;13-14) Pablo menciona a Satanás como “el dios de este mundo” (II Corintios4:4) Jesús lo llama “el gobernador de este mundo” (Juan 12:31;16:11) Juan explica que “todo el mundo está a merced del poder del maligno” (1 Juan 5:9). También dijo, “Este es el espíritu del Anticristo, del cual ustedes han oído que está por venir, y que ya está en el mundo”. (1 Juan 4:3) Mientras el mundo kosmos se refiere primeramente a la gente que está en este sistema anti-Dios, también se refiere a las conciencias globales de aquellas personas o a ese espíritu que controla sus pensamientos. Así, el espíritu del kosmos no es otro que el mismo diablo. Para ayudarnos a tener una mejor perspectiva de con quién estamos tratando, he tomado algunos versos de la Escritura que se refieren al maligno y he sustituido la frase, el espíritu del mundo en su lugar. Eres de tu padre, el espíritu del mundo, y quieres hacer los deseos de tu padre. El fue un asesino desde el principio, y no está en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando él habla mentiras, habla de su propia naturaleza; ya que es un mentiroso; y padre de mentiras. Pero porque yo hablo la verdad, ustedes no me creen a Mi (Juan 8:44-45) Sujétense por lo tanto al Señor. Resistan al espíritu del mundo y él huirá de vosotros. (Santiago 4:7) Sean de espíritu prudente, estén alertas. Su adversario, el espíritu del mundo, acecha como león rugiente, buscando a quien devorar. Pero resistan, firmes en su fe…. (1 Pedro 5:8:9)

Mis hijitos, no dejen que nadie les engañe; el que practica la justicia es justo, así como El es justo; el que practica el pecado pertenece al espíritu de este mundo; ya que el espíritu de este mundo ha pecado desde el principio. El hijo del Hombre apareció para este propósito, para que El destruyera las obras del espíritu de este mundo Nadie que nace de Dios practica el pecado, porque Su semilla está en El; y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. Por esto los hijos de Dios y los hijos del espíritu del mundo son obvios: todo aquel que no practica la justicia no es de Dios, ni aquel que no ama a su hermano (1 Juan 3:7-10) El espíritu que continuamente ofrece recompensas tan intoxicantes es el mismo espíritu que busca destruir al hombre. Los engaños que utiliza para deslumbrarnos, lejos de ser nocivos, se vuelven caminos hacia el corazón del hombre para que el mismo maligno pueda entrar. Los Deseos del Mundo

El espíritu de este mundo persiste siempre y cuando el hombre persiga “los deseos de la carne y los deseos de los ojos y el arrogante orgullo de la vida”. Cualquiera que esté


dominado por estas pasiones que no son de Dios pertenece al mundo. Los demonios se esmeran por tales deseos de violencia, avaricia y todas las demás pasiones ante las cuales los humanos se rinden. Se eso por mi propia experiencia. Hace años cuando yo todavía era un ávido televidente, los programas de Star Trek, Viaje a las Estrellas, era lo que marcaba mi vida. Yo recuerdo un episodio en particular que involucraba la presencia de Kilngons en la nave espacial el Enterprise. Había una frágil alianza entre ellos y la tripulación del Enterprise. Sin que nadie se diera cuenta, había también otro visitante en la nave. Era un ser invisible que aumentaba su poder y fuerza de la energía de odio y violencia de otros. Este ser (maligno) crearía escenarios que incitaban luchas entre los dos grupos opuestos. Cuando ellos peleaban, crecía en fuerza. Por supuesto, el capitán Kirk finalmente se dio cuenta, y el programa terminó con los Klingons y los miembros de la Federación riéndose juntos y echando al intruso fuera de allí con su camaradería. Esta es una excelente ilustración de las fuerzas malignas que acechan las pasiones carnales de los hombres. Por ejemplo, si va a una prisión, verá casi literalmente demonios creciendo y alimentándose del odio y la orgullosa competencia entre los presos. Visite una librería de adultos, y usted sentirá demonios burlándose y actuando sus perversiones a través de los cuerpos de los hombres. Pase una tarde en un bar, y usted será testigo de los espíritus de alegría y borrachera hipnotizando a sus víctimas en un estupor. Caminen por cualquier centro comercial, y verá gente comprando en un frenesí lo último de la moda y tendencias. Vaya a las iglesias, y usted discernirá espíritus religiosos mimando a las víctimas y dando una sensación de falsa paz. El mundo tiene miles de engaños para apartar al creyente de una relación de amor con Dios, vibrante, y genuina. Santiago dijo, “que cada uno es tentado, cuando de su propia pasión es atraído y seducido”. (Santiago 1:14) Cada ser humano tiene en si su naturaleza caída y en ellas numerosos deseos los cuales son blancos del espíritu del mundo. La urgencia de una persona por poseer o experimentar “las cosas de este mundo” puede ser tan poderosa que ahogan el deseo por la verdad. El enemigo ensalza las satisfacciones que nuestros deseos anhelan, haciéndonos rebotar de una mentira a otra, constantemente buscando una llenura ilusoria que nunca se materializa. Este fenómeno es exactamente lo que Jesús se refería cuando habló acerca de los que permitían “ que las preocupaciones del mundo, y el engaño de las riquezas, y los deseos por otras cosas entren y ahoguen la palabra…” (Marcos 4:18-19) Entre mas un creyente se complazca con los placeres de este mundo, se volverá mas corrupto por dentro. Su amor por Dios, el cual alguna vez pudo haber sido intenso, se disipará eventualmente para convertirse en una fachada externa de actividad religiosa. El podrá decir convincentemente: “Amo al Señor con todo mi corazón”, aun así dedicar su tiempo y energía a las atracciones del mundo actual, colocando a Dios en un lugar secundario y menor en su vida. El espíritu del mundo toma a este “creyente” como un blanco seguro. Con una vida centrada en los deseos de la carne, ¿Cómo no va a ser vulnerable a esta influencia? Estos tres apetitos carnales, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y los deseos del orgullo, son ramas del pecado. Los deseos de la carne representan el cuadro completo del placer, entretenimiento, diversión y confort e incluye adicciones, películas, deportes, televisión, viajes y todas las actividades en que la gente se ve envuelta. Los deseos de los ojos describen un deseo intenso de una persona por tener algo que ha visto. Generalmente


esto se mueve alrededor de los deseos de posesión: ropa de moda, la ultima tecnología, un carro nuevo, etc. El orgullo de la vida es el valor exagerado que una persona estima de su propio valor como persona. Ambición, afán por ser exitoso, tener más presencia, la urgencia de querer estar siempre “a la altura de los Pérez”, o el deseo orgulloso de “ser el único” – estas son las evidencias del orgullo de la vida. El árbol del mal, completo con sus tres ramas, puede ser descrito por la palabra codicia, la cual en su forma más sencilla es el deseo de algo para sí. La mayoría de las cosas mencionadas arriba son permitidas por Dios cuando se mantienen en el lugar apropiado. El problema es que los Cristianos han permitido estos deseos sean el motor de sus vidas casi de la misma forma que los no salvos. De hecho, en la vida diaria, es difícil ver alguna diferencia entre los dos. Este mundo abastece estas pasiones, y la Ramera de Babilonia opera una casa de placeres que le dará a cualquiera – sea que se llamen cristianos o no – lo que deseen. En otros capítulos, discutiremos como el espíritu del mundo ha utilizado estos deseos para llegar hasta la propia iglesia. Amor – una manera de Devoción

No se equivoquen – hay una intensa batalla por el corazón de cada persona que profesa a Cristo como Señor. Juan advierte a los creyentes, ”No amen a este mundo, ni las cosas de este mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él”. Esta advertencia describe la gran lucha que hay por la devoción de una persona, por el corazón de una persona. De cualquier manera, o está completamente entregado a Dios o no lo está, este es el factor importante presente en los verdaderos intereses de su vida. Jesús lo dijo de esta manera: “Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón” (Mateo 6:21). El tesoro de una persona es simplemente aquello que es más valioso para ella, lo que ama. Sin excepción, una persona ira por la vida dirigido por lo que más ama. La palabra griega agapao es nuestra palabra para “amor”. En el Nuevo Testamento es utilizada principalmente para describir la vida diaria de un verdadero cristiano. En esencia, proyecta la pasión desbordada del alma de un creyente. Jesús dijo, “Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primer y mayor mandamiento” (Mateo 22:37-38) . En otras palabras, cada cosa que un cristiano hace en la vida debería ser motivado y controlado por un profundo afecto por el Señor. Cualquiera que está verdaderamente viviendo en este mandamiento ha sido separado de todos los demás deseos en la competencia. Todo su corazón, toda su alma, y toda su mente están centrados alrededor de Jesús. Su hombre interno está lleno de y motivado por el amor de Dios. Este verso no describe a una persona que escasamente obedece algunos de los mandamientos más externos y obvios encontrados en la Biblia. Mas bien, define los parámetros de un Corazón en el cual la mayor alegría la encuentra en Dios mismo. Como un viejo escritor refirió acerca del gran mandamiento: “Solo piensen cuantos cambios inmensos se darían en la tierra, con solo mantener este mandamiento de nuestro Dios…tiene lo suficiente como para que este mundo endemoniado se vuelva en un verdadero paraíso”.4 El amor también es utilizado para describir otras pasiones. Jesús dijo, “ Y este es el juicio, que la luz ha venido al mundo, y los hombres amaron la oscuridad mas que la luz; porque sus obras son del diablo” (Juan 3:19). También dijo, “Aquel que ama su vida la


perderá; y aquel que odia su vida en este mundo la mantendrá para vida eterna” (Juan12:25). Pablo habló de los que son amantes del dinero (1 Timoteo 6:10) , amantes de ellos mismos (2ª Timoteo 3:1) y los “amantes del placer mas que amantes de Dios” (2ª Timoteo 3:4) El también habló del abandono de Dimas su compañero, “habiendo amado este mundo, me ha dejado y se ha ido a Tesalónica” (2ª Timoteo 4:10) . Cuando Juan dijo, “Si alguno ama mas este mundo, el amor del Padre no está en él” él estaba describiendo el camino angosto y el ancho. ¿Será Dios el principal receptor de su devoción? ¿O se dedicara en forma egoísta a buscar las cosas gratificantes de la carne que este mundo le ofrece? El diablo intenta pintar un panorama gris el cual Dios ya lo pintó de blanco y negro. Algunos pueden decir que los creyentes no deberían amar las cosas de este mundo demasiado, pero Juan dice que no deberíamos amar las cosas de este mundo para nada! Si alguien está en el sistema de lo que este mundo ofrece, esta persona simplemente no ama a Dios. La Biblia es bien clara con respecto a esto. Jesús lo dijo en términos inequívocos cuando dijo: “Nadie puede server a dos señores; porque odiará a uno y amará al otro, o se aferrará a uno y apartará al otro. No puedes servir a Dios y a mamon” (Mateo 6:24). A pesar del hecho de que el enemigo ha utilizado a predicadores suaves para que disimulen estos mandamientos claros, no puede ser mas claro. Una persona ya sea servirá a los deseos de lo que el mundo ofrece, o servirá a un deseo santo de honrar a su Dios. El Gran Engaño

La meta sin tregua del enemigo es el engaño de los seguidores de Cristo, haciéndoles creer que pueden vivir por los premios que el mundo ofrece y al mismo tiempo, todavía mantener un caminar viable con Dios. En gran medida, este engaño ya está firmemente atrincherado en la Iglesia y está pavimentando el camino para un mayor engaño. Ha sido tan sutil en su acercamiento y tan universal en su extensión que esta trama insidiosa prácticamente ha sido invisible a medida que se desarrolla rápidamente. El querer ver la magnitud de lo que está sucediendo en el mundo espiritual, requerirá de un corazón abierto y una determinación muy fuerte para obtener la verdad. Las multifacéticas estratagemas de Satanás continuamente trabajan junto con los deseos carnales del hombre de alcanzar su meta deseada. La capacidad que tiene de enmascarar la verdad y cegar la mente no debe ser tomada a la ligera! (2ª Corintios4:4) . “Satanás se disfraza a si mismo de ángel de luz” (2ª Corintios 11:14) . Como ya lo mencioné, la gente es engañada cuando su deseo por el mundo excede el deseo por la verdad. Amado mío, en el lenguaje más claro, el apóstol Pablo advierte a los creyentes que el espíritu del Anticristo viene “con toda el engaño de lo malo para aquellos que mueren, porque ellos no recibieron el amor de la verdad como para ser salvos” (2ª Tesalonicenses 2:10). Usted debe tener un amor por la verdad sin importar lo que le cueste! El Kosmos es el enemigo de Dios. Se ha vuelto en contra del Señor y abiertamente ha desafiado Su autoridad. Es un lobo vestido de oveja, acechando a través de nuestras iglesias, librerías y hogares, constantemente, sin descanso y persistentemente tratando de desanimar, tentar, influenciar y oponerse a las personas que son de Dios. Se presenta como nuestro amigo, pero es un ser en extremo maligno enfocado en nuestra destrucción. Sus esfuerzos se aumentarán y se intensificarán en la medida que la venida de Cristo esté más cerca. (Apocalipsis 12:12)


Los cristianos de Estados Unidos no pueden darse el lujo de olvidar que fue el espíritu del mundo que asesinó a Jesús y a Pablo y a once de sus discípulos, y asesinará a cualquiera que intente enfrentársele. (Juan 15:18-20). Incrustado en el estilo de vida de lujuria de los americanos del siglo 21 es un enemigo invisible que constantemente está atrayendo sus naturalezas más bajas, persistentemente tratando de seducirlos y engañarlos, y atacando a cualquiera que no se amolda. En siglos anteriores miles de santos escogieron enfrentar muertes horribles antes de comprometerse o renunciar a su fe en Cristo Jesús. Uno puede preguntarse en donde se encuentra esta sobriedad en la iglesia hoy en día. ¿Adonde están los verdaderos testigos de Cristo? El siguiente catálogo de verdades bíblicas acerca del mundo debería de servir para enderezarnos y despertarnos. A través de este libro, examinaremos metódicamente la mayoría de estos pasajes de una forma integral en un intento de aplicarlos en un sentido practico del Cristianismo moderno. Por ahora, están listados en una forma básica, permitiendo el impacto completo de lo que está siendo expresado. Mi reino no es de este mundo. ( Juan 18:36) El mundo ha sido crucificado para mi. (Gálatas 6:14) Ustedes anteriormente caminaban de acuerdo a este mundo. ( Efesios 2:2) No te juntes con los no creyentes (2 Corintios 6:14) Mantente sin mancha de este mundo ( Santiago 1:27) No se conformen a este mundo (Romanos 12:2) Salgan de en medio de ella y sepárense (2 Corintios 6:17) No amen al mundo, ni las cosas que hay en el mundo (1 Juan 2:15) Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él (1 Juan 2:15) Dimas, habiendo amado mas el mundo, me ha dejado (2 Timoteo 4:10) El que es amigo del mundo se hace así mismo enemigo de Dios (Santiago 4:4) Ganar al mundo y perder su alma. (Marcos 8:36) Aquel que ama su vida (en este mundo) la perderá (Juan 12:25) Nuestra lucha es contra las fuerzas del mundo de esta oscuridad (Efesios 6:12) Cualquiera que haya nacido de Dios prevalece contra el mundo (1 Juan 5:4) Ellos han escapado a las vanidades de este mundo (2 Pedro 2:20) El mundo los ha odiado ( Juan 17:14) No son del mundo ( Juan 17:14) Hombres de los cuales el mundo no merecía (Hebreos 11:38) No os extrañéis si el mundo os aborrece (1 Juan 3:13) Pero antes que veamos las maneras practicas en que todos somos afectados, investiguemos la conspiración en si. Debemos ir mas adentro para desenmascarar la estrategia que el espíritu del mundo usara en los días negros que se vienen. Debemos trazar sus obras hasta sus orígenes (a los primeros días del hombre). 

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Capítulo Dos El Origen de Babilonia


“O fuerza universal, yo la conozco bien No es más que espuma de necios que se revelan Porque tu eres Señor y tienes las llaves del Infierno”1 C.S.Lewis El clímax del libro de Apocalipsis y la historia del hombre es la última de las batallas entre las fuerzas del bien y del mal, conocida como Armagedón. En este gran choque de fuerzas, los seguidores del Anticristo se reunirán para tener un enfrentamiento con Dios, humillando las psicóticas ilusiones de grandeza de Satanás contra el Reino de El Modesto Jesús. Esta será el atentado final del diablo para derrocar la autoridad de Dios en este mundo. Como un símbolo de las fuerzas del mal, a Juan le fue mostrada una ciudad llamada Babilonia. Aunque muchos han argumentado que Babilonia se refiere a una ciudad moderna, tal como Roma, Nueva York, o aun Bagdad, en realidad representa a todo el mundo caído. Babilonia simboliza la reunión de todos aquellos que quieren deshacerse de la presencia y autoridad de Dios. Uno puede preguntarse porque nuestro Señor escogió Babilonia para representar lo impío. ¿Por qué no Roma, que controlaba al mundo con vara de hierro, asesinando y torturando a aquellos que escogían seguir a Cristo? ¿Por qué no la ciudad de Corinto, que era un resumidero de inmoralidad? O, ¿Por qué no Egipto, el país que una vez tuviera al pueblo Hebreo en cautividad por cuatrocientos años? O, ¿Sodoma y Gomorra, las ciudades gemelas de homosexualidad y perversión? ¿Por qué Dios escogió representar al mundo caído en los últimos días como Babilonia? Para que podamos comprender el significado de lo que Dios está revelando acerca de lo que va suceder en los últimos tiempos, primero debemos examinar los orígenes y el espíritu de la antigua Babilonia de la manera en que se relaciona con toda la historia bíblica. Los Orígenes de la Primera Ciudad del Mundo después del Diluvio

Los orígenes de Babilonia son descritos en Génesis 10, siguiendo la historia del gran Diluvio. A los hijos de Noé se les dijo “fructificad y multiplicaos y llenad la tierra”. (Gen 9:1) Dios los separó de tal manera que se esparcieran alrededor del mundo. Sus hijos fueron bendecidos con hijos y sus hijos tuvieron más hijos. Entre los descendientes de Cam vino un bisnieto de Noé llamado Nimrod, “quien llegó a ser un valiente cazador ante el Señor. Las principales ciudades de su reino fueron Babel, …” (Gen 10:9-10) La palabra Hebrea para “ante”, paniyim, tiene una variedad de aplicaciones, pero su raíz ( paneh), significa “enfrentar”. El contexto de su uso aquí

parece connotar la idea de hacer algo en directo desafío contra alguien mas: “en la cara de una persona”, podríamos decir. Esto tiene sentido si lo que dicen algunos eruditos es verdad: el “nombre Nimrod viene de marad , ‘él se rebela’”.2 Las acciones de Nimrod eran un desprecio deliberado a la autoridad de Dios, comparable al amotinamiento de un oficial menor contra el capitán del barco. La historia de Nimrod y subsecuentemente de Babel (conocida mas tarde como Babilonia) es una historia que debe ser explorada si queremos entender el significado de Babilonia la Grande en los últimos días. Aparentemente, Nimrod era un hombre extremadamente violento, enfocado en dominar y gobernar sobre las vidas de otros en una forma desafiante a los deseos del Señor. Tenemos que entender que la presencia y


autoridad de Dios fueron establecidas sobre la tierra a través de las vidas de Sem y sus descendientes. Esta era una línea de gente piadosa, gente que, hasta cierto grado, estaban sujetos al gobierno del Señor. Nimrod no quería nada con esto y actuó de tal manera que estableció algo que hasta ese momento era desconocido: un reino para él, donde él era el gobernante. Para aprender toda la historia de este insurgente, tenemos que volver a los historiadores de antaño quienes tenían acceso a escritos antiguos antes que fueran perdidos por el hombre. El Targum, una traducción aproximada del Antiguo Testamento en Arameo antes de Cristo, tradujo 1ª Crónicas de esta forma: “Nimrod comenzó a ser un hombre poderoso en pecado, un asesino de hombres inocentes, y un rebelde ante el Señor”3. La misma perspectiva de Nimrod* es dada por Trogus Pompeius cuando dijo que él, “antes que todo, cambió la moderación normal de la manera antigua, incitado por una nueva pasión, el deseo de conquista. El fue el primero en llevar una guerra contra sus vecinos y conquistó todas las naciones desde Asiria hasta Libia, naciones que aun no estaban acostumbradas a las artes de la guerra”4. Justiniano, un mártir cristiano de los tiempos antiguos, dijo lo siguiente acerca de Nimrod: “habiendo sometido a sus vecinos a través de la adquisición de fuerzas y siendo fortalecido mas allá de lo normal, emprendió su lucha contra otras tribus y cada nueva victoria pavimentaba su camino hacia la siguiente. El llegó a dominar a todas las naciones de la tierra”5. En esta época, el hombre se contentaba con vivir una vida nómada habitando en tiendas, lo cual era exactamente lo que Dios quería. El sabía perfectamente lo que que estaba adormecido en el corazón de los humanos y la segura intensificación de la maldad que ocurriría en el hombre a medida que comenzara a congregarse en ciudades. Nimrod decidió construir la primera ciudad del mundo en un valle fértil de Mesopotamia. La rebelión de Nimrod contra la orden de Dios levantó la admiración de otros que compartían su enemistad con Dios. Nimrod, rápidamente, tomó ventaja de esto y la usó para sus propias ambiciones. “Vengan, vamos a construir una ciudad” dijo a sus seguidores, “y una torre que llegue hasta el cielo. De este modo nos haremos famosos y no tendremos que dispersarnos por toda la tierra.” (Génesis 11:4) Esta torre, la primera de una larga lista de espectáculos hechos por el hombre sobre la tierra, estaba diseñada para atraer a otra gente a tener la misma mentalidad. Nimrod claramente quería seducir a la gente para si mismo y alejarla de Dios. Les ofreció una alternativa a la vida aburrida de servicio a Dios en los silenciosos campos del desierto.* La torre de Babel tenia como objetivo ser una maravilla en el mundo. El objetivo de Nimrod era el de levantar un monumento simbólico de las habilidades del hombre sin Dios. El resultado fue un rascacielos antiguo que llegó a ser el emblema de su grandeza y desarrollo colectivo. Josefo, el historiador judío del siglo primero, nos cuenta lo que supo de la historia. Fue Nimrod quien los motivó para que afrentaran y contendieran con Dios. El fue el nieto de Cam, hijo de Noe, un hombre atrevido y de gran fuerza de mano. El los persuadió de no someterse a Dios, como si su felicidad dependiera de Nimrod y no de Dios, les hizo creer que su felicidad dependía de su propio coraje. Además, gradualmente cambió el gobierno en tiranía, como la única forma de alejar a los hombres del temor a Dios al mismo tiempo que los atraía a una constante dependencia de su poder. También dijo que se vengaría de Dios, en caso de que El pensara ahogar al mundo de


nuevo; para eso construiría una torre tan alta que las aguas no podrían alcanzar y que él mismo se vengaría de Dios por haber destruido a sus ancestros. Ahora la multitud estaba lista para seguir las determinaciones de Nimrod y considerar un acto de cobardía el seguir a Dios; y ellos construyeron una torre, sin considerar cualquier sacrificio, sin ser negligentes en tal trabajo; y, debido a la multitud de manos que se emplearon, la torre creció muy alta, mas pronto de lo que cualquiera se hubiese esperado; y su espesor fue tan grande y fue tan bien construida que su gran altura se veía a la distancia, a pesar de ser menor de lo que se veía. Fue construida de ladrillo quemado, cimentada completamente con cemento, hecho con asfalto, lo cual no lo hacia propenso a admitir agua.6 Rápidamente, la ciudad de Babel se estableció como un lugar donde los hombres podían reunirse en su búsqueda de sus propios deseos y pasiones. Con ayuda mutua, en una alianza impía, podían alcanzar lo que individualmente no podían. Los seguidores de Nimrod le idolatraron como un héroe “nacional” y, por supuesto, él estaba más que encantado de aceptar esa adoración. El, y no Dios, se convirtió en el punto focal de su adoración. Una Nueva Religión

Aparentemente, Nimrod percibió que, para triunfar en su insurrección, necesitaba una fuerza poderosa que uniera a sus súbditos. Talvez este fue un motivo adicional para construir la Torre de Babel. No solo se levantaría más alto que algún posible diluvio futuro, pero también serviría como un punto focal para una nueva religión. La torre serviría tanto como una magnifica edificación para atraer gente de todo el mundo y también como un templo para dioses de su propia elección. Su gente ya no estaría confinada a servir únicamente al Gran Dios Jehová quien causó el diluvio. El nuevo templo de Nimrod permitiría adorar a un ejército de “dioses”. Es probable que este fuera el resultado de una revelación brillante: Jehová era solamente uno de muchos dioses. Para estar seguro, El era el Señor de los Semitas (los descendientes de Sem), pero ¿no era El solo una de muchas deidades que afectaban las vidas de la humanidad? Parece ser que Nimrod presentaba una gran variedad de dioses a quienes sus súbditos podían acudir por ayuda. Sin embargo, esta idea no era una idea con la que Nimrod nació. Su revelación tuvo que originarse de una inteligencia mucho más grande que la propia. Henry Morris, quien hace un excelente trabajo al rastrear el humanismo moderno y la evolución de este periodo de rebelión, discute el origen de la idolatría: La increíble complejidad de la astrología, el espiritismo, la mitología, la idolatría politeísta, y la evolución del panteísmo han sido muy enmascaradas con una verborrea seudo-científica y de especulación (algo para cada gusto), que marca a las religiones antiguas tanto como al moderno y evolucionista método científico. Este punto de vista global nunca pudo haber sido diseñado solo por el hombre, ni aun por un hombre tan poderoso como Nimrod y sus seguidores. El atractivo supernatural que este sistema ha mantenido sobre multitudes a


través de los tiempos seguramente implica nada mas ni nada menos que un origen supernatural. De alguna forma, en conexión con el edificio de ese primer templo pagano en lo alto de la Torre de Babel, Satanás y sus poderes de oscuridad tuvieron que haber comunicado estas revelaciones ocultas a Nimrod, estableciendo en sus principios la primera gran rebelión contra Dios, posterior al diluvio. Esa rebelión fue interrumpida por un tiempo a través del juicio de Babel, pero continúa hoy en todo el mundo, más fuerte que nunca en la historia.7 No hay duda de que la temprana religión de Nimrod no era muy complicada. Tanto las referencias bíblicas como la evidencia arqueológica revelan que el hombre de antaño adoraba a las “huestes celestiales”. Esta expresión, que se encuentra frecuentemente en el Antiguo Testamento, literalmente significa “ejercito del cielo”. “En los cultos astrológicos de la antigüedad se creía que los cuerpos celestiales eran animados por espíritus y así constituían un ejército viviente que controlaba los destinos celestiales”.8 Es probable que las formas mas tempranas de idolatría involucrara a los planetas. Desde las sublimes alturas del ziggurat de Babel, los sacerdotes Sumerios podían estudiar el movimiento de los planetas. Al principio, esto consistía primariamente del sol, la luna y cinco planetas, que eran adorados como dioses. De este comienzo simple se desarrolló la seudo-ciencia de la astrología. La premisa básica de la astrología era (y es) que el movimiento de los planetas afecta las vidas de los habitantes de la tierra. Los astrólogos eventualmente se volvieron tan adeptos al estudio del “zodiaco”, que comenzaron a creer que en realidad podían predecir los eventos futuros en las vidas individuales a través de la comparación de los cuerpos celestiales dentro del zodiaco al momento de sus nacimientos. Esta “ciencia”, por supuesto, se ha desarrollado en el transcurso de muchas generaciones, pero aparentemente fue concebida en el misterio de las religiones de la antigua Babilonia. La ciudad de Nimrod continuaba creciendo al igual que crecía su poder. Su posición como rey de Babilonia le permitió formar un harén para si mismo, del cual emergió una joven concubina que se distinguió por sobre todas las demás. Ella era una bella y sensual mujer llamada Semiramis a quien Nimrod hizo su reina. Inmediatamente después de la muerte de Nimrod, Semiramis consolidó su poder y tomó control sobre todo el imperio. Su primer acto oficial como reina de Babilonia fue divinizar a su finado esposo. Sus seguidores lo habían divinizado en vida y ella lo exaltó en su muerte. Parece ser que el comportamiento libertino de Semiramis no era un secreto en la corte de Babilonia. Eventualmente, ella concibió un hijo y se inventó un plan brillante para disfrazar sus promiscuas obras. Ella anunció que Nimrod se había levantado de los muertos y que era el padre de su hijo. Su hijo, Tamuz, fue entonces glorificado como un dios-hombre sobre la tierra. Muchos creen que la historia de Nimrod, Semiramis y Tamuz se convirtió en el prototipo de muchas (sino de todas) de las mitologías antiguas y de los cultos de fertilidad que se desarrollarían en los siguientes miles de años. Lo que comenzó y se desarrolló en la cultura Babilónica, eventualmente se esparció (a través de la gran dispersión que Dios causó al confundir sus lenguajes) a Siria, Canaán, Egipto y eventualmente a Grecia y Roma. En cada civilización antigua abundan mitologías idénticas (cada una con sus características muy particulares) pero que son esencialmente las mismas. Los cultos a la fertilidad, los cuales se desarrollaron a partir del mito inicial, tuvieron aun mayores consecuencias sobre la raza humana que aquellos de la astrología.


De estos mitos antiguos, el que giró alrededor de la violenta muerte de Tamuz tiene un significado especial. Ya sea que se llame Osiris en el folklore Egipcio, Baco en Grecia y Roma, o Balder en Escandinavia, siempre es la misma historia básica. Tamuz es asesinado y se encuentra a si mismo en la morada de la muerte. Horrorizado por su fallecimiento, los otros dioses ofrecen una recompensa a la diosa del infierno por su liberación. Ella acepta, pero con una condición: todo lo que está en la tierra debe llorar la muerte de Tamuz. Solamente entonces se podría probar que en verdad él es digno de volver a la tierra. Como consecuencia, uno de los ritos de los cultos primitivos era el llorar por Tamuz. Aun encontramos esta práctica que se menciona en la Escritura cuando Ezequiel es transportado en el Espíritu (desde Babilonia de todos los lugares) hasta Jerusalén, cuando se le muestra una mujer llorando por Tamuz (Ezequiel 8:14) . Parece ser que Semiramis y Tamuz habían impactado los dogmas cristianos, a medida que los mitos que rodeaban sus vidas pavimentaban el camino para muchos de los conceptos de la Roma Católica de la Madonna: María la Madre de Dios.2 Cultos Antiguos de la Fertilidad

Como ya se ha notado, Semiramis fue una mujer lasciva y malvada. Aparentemente, fue su depravada imaginación la que concibió la idea de introducir la espantosa inmoralidad sexual dentro de los ritos religiosos que se practicaron en la idolatría Babilónica. Muchas de estas idolatrías fueron posteriormente calificadas como “cultos a la fertilidad”. Las muchachas Babilónicas eran educadas para creer las enseñanzas religiosas de estos cultos. En su cultura, se esperaba que las jóvenes vírgenes de Babilonia estuvieran disponibles para ser usadas por los sacerdotes Sumerios para iniciar la adoración de sus dioses y recolectar las “ofrendas”. Ellas también ofrecían los regalos más preciosos que pudieran dar: su virginidad, castidad, y su sentido de modestia y vergüenza…Los senderos y gradas del templo estaban infestados de mujeres de todas las edades que se ofrecían a si mismas a los que pasaban por allí. Los babilonios no eran el único pueblo que se hundió en este degradante pecado. Todo el mundo, todos los pueblos, razas, y tierras, se contaminaron a si mismas con este pecado. Desde el Mar Caspio hasta las islas de Grecia; desde las montañas de Ararat hasta los desiertos de Yemen y aun mas allá. Cada rodilla se doblaba a las diosas, cada mano se extendía a ella para implorar; su nombre estaba en cada boca. Uno de los fundamentos santificados de la adoración de Ishtar obligaba a cada mujer que creyera en ella y que la adorara en su templo, a que se entregara a si misma, por lo menos una vez en su vida, a un hombre desconocido. Esta obligación era universal sin respetar edad o rango. Cada adoradora tenía que sentarse en el santuario con un velo cubriendo su cara y exponiendo su desnudez a los lujuriosos ojos de varones desconocidos. Si un hombre se detenía en frente de una mujer y deseaba tener relaciones sexuales con ella, lo podría hacer, poniendo una pieza de plata o algún artículo de valor en el pecho de la mujer, como símbolo de su deseo. Entonces, la mujer estaba obligada a rendirse a la lujuria del hombre


que la deseaba. Este regalo era tomado por los sacerdotes como una ofrenda para la diosa Ishtar. Además de esta prostitución obligatoria que era llevada a cabo por los sacerdotes de Ishtar, había también adjunto al templo, prostitutas devotas, o kedeshot (esto es, santa o santificada para la prostitución a Ishtar). Durante el festival de primavera, cuando Ishtar descendía al Seol (hecho teatralmente) para rogar a las sombras que liberaran a Tamuz de los lazos del sueño mortal y enviarlo de vuelta a la tierra para renovar su fructificación y fertilidad, las kedeshot participaban de las mas salvajes orgias del templo, en honor al regreso del recién nacido Tamuz.10 A medida que pasaba el tiempo, la licenciosa naturaleza de Semiramis vino a ser personificada en diferentes culturas por los nombres de Astarte, Ishtar, Afrodita y Venus. Subsecuentemente, mientras la mitología se desarrollaba en diferentes civilizaciones, seguidores imaginativos se inventaban una serie de historias acerca de varios dioses y diosas. Talvés podamos ahora entender mejor porque esta antigua ciudad era llamada “MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE PROSTITUTAS Y DE LAS ABOMINABLES IDOLATRIAS DE LA TIERRA” (Apocalipsis 17:5 RV – Las mayúsculas se encuentran en los manuscritos bíblicos). Todos estamos consientes de que el termino “prostituta” es usado en la Biblia para ilustrar la idolatría. Como podemos ver arriba, y por el histórico involucramiento de Israel en los cultos de la fertilidad, las prostitutas de Babilonia también contenían un elemento de verdad literal. Con la excepción del Islam, la religión que Nimrod comenzó engendró cada una de las falsas religiones que el mundo conoce. Así, Babilonia es llamada la “madre” de las prostitutas y las abominaciones. Pero aun más importante, Babilonia resucitó la rebelión, la cual ha llenado los corazones de los hombres antes del diluvio. Lo que comenzó en el corazón de un rebelde audaz creció como cáncer, el cual se expandió a través de toda la tierra.

Capítulo Tres Mundanalidad: La caida de Israel Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. Salmos 119:115

Después de una década de la muerte de Nimrod (y menos de 300 años despues del Diluvio Universal), Abraham nació en Ur, una de las ciudades que Nimrod construyó en Mesopotamia. Podemos asumir que el conocimiento de Dios todavía prevalecía sobre la tierra, probablemente no había ateos sobre la tierra, solamente rebeldes que se congregaban en el nuevo culto de la fertilidad de Babel. A pesar que hombres piadosos como Job (quien


también vivió en este periodo de tiempo) continuaban buscando del Señor, la mayoría de los habitantes de Mesopotamia se desviaban a lo más profundo de la inmoralidad, carnalidad, y rebelión contra la autoridad de Dios. Tan difícil como haya sido para el Señor localizar a alguna persona en Ur que conociera la verdad, Dios se abrió brecha a través de Abraham y se le reveló a si mismo en una forma poderosa. Las Escrituras no dicen acerca de los años de su juventud, pero si sabemos que cuando Abraham tenía 70 años el Señor se le apareció diciendo: “Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré”. ( Hechos 7:2-3 ) “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba”. ( Hebreos 11:8 ) Y así fue que Abraham fue llamado del “mundo de Ur” el cual había sido establecido por el rebelde y malvado Nimrod, un par de décadas antes. Durante los siguientes 105 anos, el patriarca peregrino vivió en tiendas de campaña y rehusó establecerse con un estilo de vida más confortable como el de las culturas ateas que le rodeaban. Su vida probaría ser un ejemplo de un hombre piadoso por los siglos por venir. El sobrino de Abraham, Lot, también expresó fe en Dios y se le unió en su peregrinaje hacia un territorio no conocido. Ambas familias salieron juntas de Mesopotamia, en dirección primeramente a Siria y luego a Canaan. Sin embargo, la fe de Lot no se comparaba con la de su tío. A medida que los dos jefes de familia expandían sus rebaños y manadas, en Canaan, los criados de Lot contendieron con los criados de Abraham al punto que la tensión ya no era tolerable. Finalmente Abraham dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda. ( Génesis 13:8 - 9 ) Ésta era una llamada de atención para Lot y su esposa. Debieron haberse humillado a su tío santo y debieron haberse arrepentido. Su actitud debió haber sido como la de Ruth cuando Noemí le pidió volver a su propia gente: “No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. “Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga el Señor, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos”. ( Ruth 1:16 - 17) En lugar de ver la vida en Dios que podrían tener con la dirección de Abraham, su atención estaba a otra parte: Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.

(Génesis 13:10 - 13)


¿Había sido purgado el amor a la vida de la ciudad en Ur, del corazón de Lot? Al parecer no, porque fue atraído hacia Sodoma. No sólo era más conveniente vivir entre la gente, pero la tierra era también más apetecible. El hecho de que Sodoma y Gomorra eran extremadamente malvadas, era de importancia secundaria a Lot; como muchos que demandan ser seguidores de Cristo hoy, las ventajas de tal unión eran demasiado buenas para pasar por alto, su religión tendría que adaptarse alrededor de su amor por este mundo. Lot trasladó a su familia cerca de Sodoma, mientras que Abraham se asentó en la parte más occidental de Canaan donde la vida era rural y simple. No mucho después que Abraham y Lot se habían apartado, cinco reyes rivales saquearon Sodoma y Gomorra, llevándose a Lot y a su familia en esclavitud. Abraham inmediatamente salió a la búsqueda de los reyes guerreros, siguiéndolos hasta Dan, donde él y sus hombres los atacaron. Ésta fue la única acción militar que Abraham tomó - no para su propio bien sino para salvar a su sobrino y a su familia. Ésta era la segunda llamada de alerta que el Señor graciosamente había enviado a Lot y a su esposa. ¡Vivir fuera de la voluntad del Dios vivo es peligroso! Esta pareja carnal debería haberse humillado, haber reconocido su locura y haber demostrado su arrepentimiento, dejando Sodoma de una vez por todas. Había ciertamente muchos sitios en Canaan para que ambas familias vivieran confortablemente. ¿No habría Dios llenado las necesidades de Lot y lo habría bendecido asi como lo hizo con Abraham? Pero Lot no aprendió de su tragedia la lección que necesitaba. Esta vez él movió a su familia a Sodoma, donde permanecieron por otros diez años, hasta el día que los ángeles del Señor vinieron a juzgar aquel lugar malvado. Una vez mas, fue Abraham quien salvó a sus parientes carnales de la destrucción “colocándose ante el Señor” para interceder por ellos. Aun cuando Lot era un “creyente,” sus acciones durante esta experiencia revelan que él se había alejado del Señor, en su corazón. ¡Él ofreció proteger a los ángeles de las pandillas homosexuales que asaltaron su casa, pero se dio vuelta y ofreció a la multitud enloquecida por el sexo, sus hijas virginales para apaciguar su lujuria! Por pura misericordia los ángeles se interpusieron y cegaron a los hombres en la puerta, evitando así otra tragedia causada por el pobre juicio de Lot. Al día siguiente, la advertencia de Lot a sus yernos trajo solamente desprecio, como lo siempre ocurre cuando el mensajero amonestador es mundano y su vida con Dios es tibia, arbitraria y carente de autoridad. Cuando los mensajeros angelicales urgieron a Lot a salir AHORA, “él vaciló.” La palabra hebrea para vacilar significa: “renuente a moverse.” La esposa de Lot no deseaba para nada, dejar su querida Sodoma, y parece que Lot se iba sin muchas ganas. ¡Si no hubiera sido por “la compasión del Señor” quién ordenó a los ángeles tomar sus manos y arrastrarlos fuera de la ciudad, todos ellos habrían sido destruidos! ¡Una vez fuera de la ciudad, los ángeles les dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras de ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. ( Génesis 19:17 ) En lugar de llevar rápidamente a su familia a un lugar seguro, Lot buscó una negociación. “Mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera. He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; dejadme escapar ahora allá (¿no es ella pequeña?), y salvaré mi vida.” ( Génesis 19:19 - 20 ) La ciudad próxima, Zoar, era probablemente tan malvada como Sodoma y Gomorra. Sin embargo, el ángel consintió, diciendo, “He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado. Date prisa, escápate allá; porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí.” ( Génesis 19:21 - 22 )


El sulfuro fundido, que cayó como una lluvia del fuego en las ciudades malvadas y ateas del valle de Jordania, las destruyó totalmente y las enterró bajo capa de sal. La esposa de Lot, aún más necia que él, iba rezagada y mirando hacia atrás vehementemente, y el sulfuro que caía transformó su cuerpo en un monumento perpetuo al amor de este mundo. Casi 2000 años más adelante, Jesús utilizó la historia trágica de esta mujer para advertir a nuestra generación: “En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot” ( Lucas 17:31 - 32 ) Ella era un ejemplo de lo que no se debe hacer en vida. En lugar de ser salvada de la destrucción, su amor por este mundo causó su fallecimiento. Al igual que siempre es el caso, su corazón había permanecido con su tesoro. Lot continuó su vida con sus dos hijas - que eran todo lo que tenia después de sus años de avaricia en Sodoma - eligiendo vivir en una cueva de la montaña sobre la ciudad de Zoar en vez de humillarse para vivir con Abraham. Sus hijas, espiritualmente contaminadas por una vida de exposición al ambiente malvado de Sodoma, idearon un plan típico del pensamiento carnal. Sin perspectivas de un matrimonio, se las arreglaron para concebir hijos de su propio padre, quien sin saberlo e instigado por ellas, las embarazó mientras estaba borracho. Dos hijos nombrados Moab y Amon fueron el resultado de esta sórdida relación. Qué enorme pena causarían los Moabitas y las amonitas al pueblo de Dios por cientos de años por venir. Lecciones de Sodoma ¿Puede usted ver cómo los caracteres en esta historia caracterizan las diversas clases de gente que están en nuestras iglesias ahora? Primero, hay un Abraham, hombre de gran fe y consagración. Dios respetó su nivel de consagración a tal grado que, antes de que destruyera las ciudades del valle de Jordania, El se sentía obligado a informar a Abraham. “Ocultaré esto de Abraham?,” El preguntó a los ángeles, “lo que estoy a punto de hacer…?” ( Génesis 18:17 ) Entonces, como el Señor envió a los ángeles para ejecutar el juicio, Abraham, lleno de misericordia, comenzó a interceder por los habitantes malvados de estas dos ciudades infames. Él abogó por ellos, él negoció, él clamó e intercedió a favor de ellos. Tan poderosa fue su intercesión con Dios que nos dicen más adelante, Lot fue salvado solamente debido a Abraham. ( Génesis 19:29 ) Sus oraciones tenían tal impacto en el cielo que el ángel dijo a Lot, “Date prisa, escápate allá; porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí.” ( Génesis 19:22 ) En segundo lugar, hay un Lot. Su amor por la prosperidad del mundo lo condujo lejos de la tierra prometida y de la cobertura espiritual de Abraham y a favor del entretenimiento que ofrece la vida sensual de la ciudad. En lugar de conducir a su familia a una vida de santidad, él los condujo derecho al ambiente infernal de Sodoma y de Gomorra. Su vida caracteriza al cristiano americano moderno que tiene cierta creencia en Dios pero nunca entrega su voluntad, su vida, o su amor por este mundo. Él representa al creyente que sigue al Señor solamente en sus propios términos. En vez de mirar al ejemplo santo de Abraham, Lot incurrió en la tremenda equivocación de exagerar su nivel de santidad comparando su vida a las vidas de los impíos alrededor de él. Los creyentes ahora hacen frente a esta misma tentación. Nuestro país es prácticamente un espejo de la maldad de la cual Sodoma y Gomorra se jactaron. Sin duda por esto es tan fácil para los cristianos indiferentes verse como santos. Mientras su nivel de pureza sea un poco mayor que la del mundo, pueden considerarse a si mismos como santos. Sí, comparado


a los hombres viles de Sodoma, Lot era considerado justo debido a su fe. Es también verdad que Dios lo rescató, pero él tuvo que ser prácticamente arrastrado de Sodoma para ser salvado. Las consecuencias trágicas de las decisiones de Lot – la muerte de su esposa y yernos y la corrupción de sus hijas -- deben servir como una advertencia a cualquier creyente que imagine que puede amar también al sistema de este mundo sin lamentarse. Nuestro tercer ejemplo es la esposa de Lot, a quien Jesús nos advierte solemnemente que recordemos. Esta mujer ilustra a la persona que se sienta en una iglesia evangélica que escucha la enseñanza y la prédica santa pero quién nunca ha tenido una conversión genuina. Las palabras de J.C. Ryle se aplican exactamente a tal clase de personas: Hablaré de los privilegios religiosos que la esposa de Lot gozaba… Ni uno en un ciento quizás tenía tal buen ejemplo, tal sociedad espiritual, tal conocimiento claro, tales advertencias tan sencillas que la esposa de Lot. Comparado con millones de sus contemporáneos, la esposa de Lot era una mujer favorecida… ¿Aun Con todo esto, qué buen efecto tenían todos estos privilegios en el corazón de la esposa de Lot? Ninguno. A pesar de todas las oportunidades dadas, medios de gracia, medios de tolerancia- a pesar de todas las advertencias y mensajes especiales del cieloella vivió y murió sin gracia, sin Dios, sin arrepentimiento, y sin ser creyente. Los ojos de su entendimiento nunca fueron abiertos; su conciencia nunca realmente fue despertada y acelerada; su voluntad nunca fue realmente traída a un estado de obediencia a Dios; su afecto nunca fue verdaderamente fijado en las cosas de arriba. La forma de religión que ella tenía fue mantenida por causa de la moda y no por sentimientos: era un manto usado para satisfacer a la gente que la acompañaba, pero no por ningún sentido de valor. Ella hizo como otros alrededor de ella en la casa de Lot: ella se sometió a las costumbres de su marido; no se opuso a su religión; permitió pasivamente que la remolcaran hacia adelante en su despertar; pero todo este tiempo su corazón estaba equivocado a la vista de Dios. El mundo estaba en su corazón, y su corazón estaba en el mundo. En este estado vivió, y en este estado murió… Nada endurece tanto el corazón del hombre como la infructuosa familiaridad con las cosas sagradas.” [1] De todos los ejemplos del Antiguo Testamento que Jesús habría podido seleccionar, es el ejemplo de la esposa de Lot el que El utilizó como sobria advertencia para los que vivimos en los últimos días. Dios “No contenderá para siempre” ( Salmo 103:9 ) pero siempre traerá rápido juicio a los que rechacen la salida que El ofrece. Él nos ordena “recuerda a la esposa de Lot.” ¿Cómo hacer eso? Trayendo su historia frecuentemente a nuestra memoria y considerar su vida comparada con la nuestra. La lección que se aprende de esta mujer se puede resumir en las palabras de Jesús en otra ocasión: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Usted no puede servir a Dios y a mamón.” (Mateo 6:21, 24) Gente Nueva Para el tiempo en que el nieto de Abraham, Jacob, y sus hijos se reunieron con José en Egipto, esta ciudad abundaba en idolatría que había comenzado en Mesopotamia mucho antes. La familia original de Israel caminó directo hacia un pozo espiritual de oscuridad y


permaneció allí por más de cuatrocientos años. Sin embargo, no fue la maldad la que obligó a los hebreos a buscar escape de la tierra del Nilo. De hecho, no hay expediente de una sola queja de ellos referentes a los cultos de la fertilidad que impregnaron su sociedad. Más bien, ellos solo desearon la libertad de la esclavitud; parece que estos primeros Israelitas clamaron al “Dios” de sus antepasados solamente porque no tenían a nadie en ninguna parte a quien acudir. Ellos mismos fueron empapados en la misma idolatría politeísta discutida previamente que estaba desenfrenada por todo el mundo: la creencia que habían muchos dioses, cada uno de los cuales poseía cierta energía o característica única. El problema monumental que enfrentaron era que ellos eran forasteros y no podían pedir a los dioses egipcios por ayuda. Su sola esperanza era volverse al Dios de sus antepasados-Abraham, Isaac, y Jacob. Dios tenía un plan, por supuesto, y colocó a un muchacho hebreo en el palacio del Faraón que sería entrenado en toda la sabiduría de los egipcios. Los caminos de Dios no son los caminos del hombre. Se nos ha dicho que, “Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.” ( Hebreos 11:24 - 27 ) Dios libró a su pueblo, no por ingeniosidad humana ni conexiones políticas, pero por fe . El hombre seleccionado por el Señor para que los conduciera en esta gran emancipación, no buscó una posición más alta en la corte del Faraón, sino eligió caminar lejos de ella, e identificarse con el pisoteado pueblo Hebreo- eligió salir de entre los opresores y entrar al yugo del oprimido. Tomó cuarenta años en el desierto para que Dios limpiara a Moisés de la mentalidad egipcia e incorporara en él la mansedumbre que es característica de una voluntad conquistada. Finalmente, habiendo moldeado su vasija en un instrumento que El podría utilizar, el Señor lo envió de nuevo a Egipto para la liberación de sus hermanos. El espíritu de Babilonia , sin embargo, que por ahora estaba firmemente atrincherado en los palacios de Egipto, no iba a dejar ir al pueblo de Dios sin una lucha violenta. El Faraón lleno de orgullo y codicia, endemoniado, enterró sus talones y rechazó consentir a la voluntad del libertador de Israel. El gran Jehová azoto a los egipcios con plagas y más plagas hasta que Faraón se rindió. En una exhibición del deslumbramiento de la energía suprema del Todopoderoso en la tierra, el espíritu contrario a Dios que controlaba Egipto fue quebrantado. Al final, el “Dios” de los esclavos hebreos había hecho pedazos a la nación más poderosa en la tierra. Una vez que habían alcanzado la seguridad del lado este del mar rojo, Israel cantó un poderoso canto de liberación, dirigido por la profetisa Miriam, hermana de Moisés. Por un a corto tiempo, los hebreos se regocijaron en este Ser Glorioso quién graciosamente reclamó la semilla de Jacob como su mas preciada posesión. Desafortunadamente, en cuestión de días volvieron la espalda al Señor, acusándole de liberarlos en el desierto para matarles. No es realmente ninguna sorpresa que respondieran de esta manera. Por centenares de años se habían entregado completamente a los cultos de la fertilidad de Egipto. Estaban acostumbrados a servir a los demonios que los motivaban a tener orgías sexuales con


promesas de energías secretas, sólo para abusar de ellos al extremo, con demandas viciadas, incluyendo sacrificios infantiles. Habían crecido con el contexto babilónico del politeísmo. Ahora estaban en el desierto del Sinaí con poco alimento y agua y ninguna promesa de pasiones carnales. De hecho, este “Dios,” conocido solamente por un puñado pequeño, no ofrecía nada que llamara la atención a su naturaleza más baja (es decir su carne). En vez de ver a un Dios amoroso que acababa de liberarlos con Su mano poderosa del brutal y quebrantador trabajo de campo, todo lo que ellos podían ver era a un Ser de gran poder no dispuesto a satisfacer los deseos de la carne. En varias ocasiones, se levantaron en rebelión contra el Señor. Moisés intentó razonar con su gente. Les habló del amor del Dios y resaltó Su gran misericordia. Sin embargo, esta gente no estaba interesada en nada de eso. ¡Desearon volver “a las ollas de carne de Egipto” aun a expensas de volver a la esclavitud! Parecía que los hebreos iban de una crisis a otra. A través de Moisés, Dios les dio la ley, esperando trabajar en sus almas corrompidas la forma de pensar de Dios, los valores y las perspectivas santas de Su Reino. El Señor advirtió repetidamente a su gente para que se arrepintieran de sus prácticas idólatras, para que obedecieran la ley dada en Sinaí y para que lo amaran con todo su corazón. Sin embargo, cuando alcanzaron Canaan, su fe era dudosa y simplemente rechazaron entrar. Por lo tanto, Dios los mantuvo en el desierto por cuarenta años- no por venganza por su rebelión- sino para levantar una nueva generación incorrupta; que estuvieran libres de las influencias impías del paganismo, para residir en la tierra que pronto iban a poseer. Momentos antes que esa nueva generación entrara a “la tierra de leche y miel,” Moisés les advirtió que no se involucraran de ninguna manera con las naciones paganas que todavía vivían allí: No harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia. Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto. Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. ( Deuteronomio 7: 1 - 6 ) Desafortunadamente, el siguiente milenio, es una larga historia de rebelión a la autoridad de Dios y de mezcla con las naciones paganas que las rodeaban. Había personajes excepcionales por supuesto -tales como David, Josias y Ezequias- pero para en su mayoría, la gente elegida de Dios le rechazó a favor de lo que el kosmos ofrecía a través de los cultos de la fertilidad que abundaban en esos días. Después de recordar de nuevo la falla de los hebreos, Pablo dijo, “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” ( I Corintios 10:11 - 12 ) Hay tres lecciones importantes para los creyentes de ahora que pueden ser extrapoladas de la historia de la gente judía. Primero, Dios exige que su gente, ya sea Judíos en el Antiguo Testamento, o cristianos en el Nuevo Testamento, vivan una vida separada de los no creyentes. En segundo lugar, si no pueden hacer esto, es inevitable que serán arrastrados


dentro de la misma idolatría que domina las vidas de los ateos. Tercero, si esto sucede, Dios permitirá que su gente viva bajo opresión de la misma gente con quienes los santos se han mezclado y han comprometido su testimonio. El mandato bíblico claro de las negociaciones de Dios con el pueblo judío es que su gente debe mantener una forma de vida distinta y separada de los que sean parte del reino de la oscuridad.

CAPITULO CUATRO “Salgan” “Pero que yo nunca me gloríe, excepto en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, a través de quien el mundo ha sido crucificado para mi, y yo para el mundo”. 1 El Apóstol Pablo “Recordemos que, mientras estamos en este mundo, somos peregrinos en tierra extranjera, y estamos lejos de nuestro hogar; y, por lo tanto, no nos apeguemos afectuosamente con nada de esta tierra”. 2 Philip Doddridge Las cosas no podían verse peor en 445 A. de C. para la gente escogida de Dios. El reino del norte de Israel había estado cautivo cerca de 300 años antes, había asimilado la cultura Asiria y había sido perdido, desde el punto de vista de la historia. El reino del sur había cedido ante Nabucodonosor en 586 A. de C. y, los 70 años de cautividad se dieron exactamente como fue predicho por Jeremías. Aun así, a través de la intercesión y la labor de hombres “separados” como Nehemías, Esdras y Hageo, un remanente había vuelto a la tierra de Israel para reconstruir los muros de Jerusalén y restaurar el Templo y la adoración. A pesar de sus esfuerzos, muchos de los judíos de Babilonia no querían regresar. Habían prosperado y estaban renuentes a dejar atrás su riqueza. Ellos amaban la buena vida de los más ricos sobre la tierra. ¿Porque ceder la comodidad de su tierra adoptiva por un futuro incierto en la tosca y desolada tierra de sus padres? Todavía eran judíos, en su manera de ver las cosas, y sentían que podían guardar su religión sin “consagrarse” y volver, pero en realidad eran adictos a Babilonia y sus placeres. Para tal tipo de gentes Isaías clamaba, “Salgan, salgan fuera de ella, no toquen nada impuro; salgan de en medio de ella, purifíquense, ustedes los que cargan los vasos del SEÑOR” (Isaías 52:11) En otro clamor, Dios estaba llamando a Su gente a una vida de separación , esta vez, para salir de Babilonia. Notemos el mandato de Dios para que Su gente actúe, para que haga algo. “¡Sepárense! ¡Que mi gente rompa con todo aquello que los ata al rey de Babilonia! Aparten todas sus ataduras con el. Y una vez que hayan realizado esa separación, purifíquense de toda la contaminación que ha caído sobre ustedes a través de su asociación con el”. Ese es el contexto en el Antiguo Testamento para el mismo poderoso llamado de Dios para Su gente en el Nuevo Testamento. “SALGAN”. Tomémonos unos momentos para explorar la conexión.


El Reino de Dios pasó por una gran transformación después del Calvario. Ya no estaba mas confinado a una sola nación, Su Reino se volvió todo incluido: “A todo el que quiera, déjenlo venir”. De “toda lengua y nación”. (Apocalipsis 5:9) Dios comenzó a ensamblar Su gente y a llamarlos a una vida separada. Su santificación no iba a ser la misma como la de los judíos del Antiguo Testamento, que vivían en una sociedad más cerrada, separados completamente de las otras naciones del mundo. No, los creyentes del Nuevo Testamento iban a tener que vivir como vecinos de gente no creyente, comprar en tiendas mundanas, trabajar en fábricas de impíos, y aun así, tenían que permanecer sin ataduras de la “Babilonia” que los rodeaba; separados del mundo mientras viven en el mundo – separados con DIOS EN SUS CORAZONES. Habiendo sido rescatados “del dominio de la oscuridad, y transferidos al reino de Su amado Hijo” (Colosense 1:13), tenían que vivir separados del sistema de este mundo, separados para ser consagrados como vasos para el uso de Dios. Serían conocidos como santos, (del griego hagios , “separados, apartados, santos”), llenos con el Espíritu Santo (del griego Hagios Pneuma ). “¿O no saben ustedes que su cuerpo es un templo del Espíritu Santo quien esta en ustedes, y que viene de Dios, y que ustedes no se pertenecen a ustedes mismos? Porque han sido comprados con precio: por lo tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo” (1ª Corintios 6:19-20) El cuerpo corporativo de estos “separados” se llama la iglesia (del griego ekklesia , de ek, que significa fuera de , y kletos , que quiere decir llamados ). En el lenguaje del Antiguo Testamento, los llamados de Dios eran “la congregación del Señor”; en el Nuevo Testamento ellos son “la iglesia”, los “llamados”. El significado de Pablo era inequívocamente para los creyentes de Corinto que hablaban griego, cuando los saludaba de la siguiente forma: Pablo, llamado ( kletos ) a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Sostenes, nuestro hermano, para la iglesia (ekklesia ) de Dios la cual esta en Corinto, a aquellos que han sido santificados ( hagiazo ) en Cristo Jesús, santos ( hagios ) por el llamado ( kletos ), con todos los que en cualquier lugar claman el nombre de nuestro Señor Jesucristo, su Señor y nuestro. (1 Corintios 1:1-2) Escuche la explicación del significado de tales palabras desde la pluma de W. B. Godbey, un gran predicador del siglo 19. Ekklesia , de ek, fuera, y kaleo, para llamar, quiere decir Iglesia a través del Nuevo Testamento Griego. Si usted no recuerda esa definición va a caer en una total confusión de la idea de Iglesia, y puede ser arrastrado por el Iglesianismo de la actualidad, lo cual es una gran variación de, y completamente antagónico a la ekklesia del Nuevo Testamento, el cual consistía solamente de las almas llamadas fuera del mundo y separados para Dios. Por lo tanto, todas las iglesias mundanas son simplemente una burda falsificación de Satanás… Esta es la iglesia glorificada del Primer Nacimiento, “sin mancha y sin arrugas”. Los miembros de esta iglesia no son inducidos, sino son nacidos a ella, por el poder sobrenatural y la intervención del Espíritu Santo. Esto no es nada de las iglesias mundanas ya que la palabra misma para Iglesia, ekklesia , quiere decir los llamados fuera del mundo; mientras que hagiadzo, santificar, significa sacar al mundo fuera de usted.


Luego, todos los miembros de la Iglesia del Nuevo Testamento tienen una doble razón para no ser mundanos; la primera, porque han salido de este mundo y lo han dejado; y la segunda, porque el mundo ha sido sacado fuera de ellos. Por lo tanto, hay un doble divorcio entre ellos y el mundo. 3 (los énfasis han sido agregados) Esto nos da una verdadera perspectiva acerca de lo que la Iglesia del Nuevo Testamento es en realidad. Con estas definiciones en mente, examinemos cuidadosamente lo que significa el ser parte de este Cuerpo espiritual viviente. En los siguientes pasajes que se encuentran en el Libro de Hechos, la frase definitoria “los llamados” ha sido sustituida por la palabra “iglesia”. Y en aquel día, se levantó una gran persecución contra los llamados en Jerusalén; y fueron esparcidos por todas las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles. (Hechos 8:1)

Pero Saulo comenzó devastando a los llamados , y entraba casa por casa; y arrastraba a hombres y mujeres y los ponía en prisión. (Hechos 8:3) Asi que los llamados por toda Judea y Galilea y Samaria disfrutaron de paz, siendo edificados; y, caminando en el temor del Señor y siendo confortados por el Espíritu Santo, continuaban creciendo en numero. (Hechos 9:31) Y Pedro fue puesto en prisión, pero las oraciones por el fueron mas fervientes por los llamados para Dios. (Hechos 12:5) Guárdense para ustedes y para las ovejas, entre las cuales el Espíritu Santo les ha hecho cuidadores, para que pastoreen a los llamados de Dios, a los cuales El compró con Su propia sangre. (Hechos 20:28) La iglesia de Jesucristo nació en una forma espectacular; las conversiones fueron profundas y muy notorias. Las condiciones antes y después de la salvación fueron dramáticamente distintas. Los convertidos entendieron que iban a enfrentar persecución y probablemente aun la muerte. ¿Puede usted ver como la gente de Dios, en la Iglesia primitiva vivían en un completo estado de separación con los impíos a su alrededor? Esos queridos hermanos probablemente se lamentarían si vieran cuan apáticos e inseparables del mundo son los “llamados” de hoy. El autor del Libro de Hebreos hace una pregunta muy sobria a todos los que profesan el cristianismo. “¿Cuánto mas severo creen que será el castigo que merezcan aquellos que han pisoteado al Hijo de Dios y que han tenido por impura la sangre del pacto por medio del cual han sido santificados, y han insultado al Espíritu de gracia?” (Hebreos 10:29) El Llamado de la Gente de Dios ¿Qué pasa cuando una persona responde al llamado de Dios para entrar en Su Reino y aun asi retiene sus lazos con el reino del diablo? Jesús, Aquel que fue colgado en la Cruz para comprar un pueblo para El, dejó muy claro que esto no es posible. “Nadie”, dijo, “que luego de poner sus manos en el arado mira atrás, es digno del reino de Dios”. (Lucas 9:62) “El que no es conmigo es contra Mi; y el que no recoge conmigo, desparrama”. (Mateo 12:30) La devoción a Cristo a medias, no solo es completamente inaceptable; es imposible. Toma


tiempo para que el nivel de consagración de una persona madure, por supuesto, pero es dudoso que una persona que nunca cambia haya tenido una verdadera conversión. Pablo enfrentó esta actitud comprometedora en la iglesia que estaba en la malvada ciudad portuaria de Corinto; un lugar lleno de pecados sexuales, orgullo griego, y prácticas paganas. Los creyentes corintios eran “carnales”, decía Pablo. Ellos querían retener sus antiguas alianzas con el mundo al mismo tiempo que gozaban los beneficios de la salvación. Pablo escribió acerca de su necesidad de romper con toda atadura con el mundo. Llamando a tomar en cuenta el clamor de Isaías, con el que abrimos este capitulo, Pablo dice, No os juntéis en yugo con los incrédulos; porque ¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunicación la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia [tiene] Cristo con Belial? ¿O qué parte el fiel con el infiel? ¿Y qué consentimiento el templo de Dios con los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios Viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis cosa inmunda; y yo os recibiré, y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. Así que, amados, pues teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios. ( 2Co 6:14-7:1 ) Este tremendo pasaje de la Escritura contiene 3 mandamientos, 5 comparaciones y 7 promesas condicionales. Demos una mirada profunda a los 3 mandamientos. Mandamiento # 1: “¡Apártense del yugo desigual!” Pablo se está refiriendo aquí a una ley oscura que prohibía unir a un buey con un burro. (Deuteronomio 22:10) No son compatibles y no pueden obtener un arado sincronizado del campo. Claro, el buey y el burro pueden pastar juntos, pero nunca podrán trabajar hombro a hombro en un yugo. Ahora Pablo aplica el principio de esta ley a un creyente y a un no creyente. Un verdadero cristiano ha pasado por un tremendo cambio interno. Dios ha transformado sus valores, creencias y perspectivas y, en general, su estilo de vida; todo esto es diametralmente opuesto al estilo de vida de los no creyentes a su alrededor. No hay ninguna posibilidad de reconciliación entre los dos. Luego, Pablo pregunta, “¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunicación la luz con las tinieblas?” ¿Cómo pueden aquellos que se han sometido a Dios mezclarse con aquellos que son parte de un sistema que en el que hay rebelión contra Dios? ¿Cómo puede el reino de luz – ese lugar de santidad, pureza y verdad – coexistir con la falta de santidad, la impureza, y el engaño del reino de las tinieblas? Son dos reinos diferentes separados eternamente. NO HAY UN AREA GRIS ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO. Pablo esta apuntando lo mundano entre los creyentes y sondeando cosas como, ¿Debería una hija de la luz casarse con un hijo de la oscuridad? ¿Debería un hombre que es gobernado por los preceptos del cielo unirse en sociedad de negocios con uno que ha jurado alianza con el sistema de este mundo? ¿Deberían los cristianos fraternizar con los no creyentes? Las respuestas a todas estas preguntas es un rotundo “¡NO!” Asi como Pablo amonestaba a los corintios antes, “No erréis; los malos compañeros corrompen el buen carácter”. ( 1Co 15:33)  

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El que ha sido verdaderamente salvo reconoce el efecto que la mala compañía tiene sobre él, y consistentemente evita relaciones no saludables. Vive una vida para el reino de los cielos y no es cautivado con el encanto del mundo ni con sus encantadores. El “… no anda en consejo de malos, ni está en camino de pecadores, ni se sienta en silla de burladores” (Sal 1:1) porque entiende su vulnerabilidad a esas influencias. Esta es la vida separada de un verdadero creyente. Este es el meollo del mandamiento: Todas aquellas “relaciones de yugo desigual” tienen que terminar.* Mandamiento # 2: “¡Su estilo de vida debe cambiar!” El segundo mandamiento esta contenido en las palabras de Isaías y fueron citadas por Pablo en este pasaje a los corintios. “Por lo tanto, ´Salgan de entre ellos y permanezcan separados` dice el Señor”. Esto implica una definitiva diferencia entre la forma en que viven los cristianos y la forma en que viven los no cristianos. Aquellos que no tienen una perspectiva eterna viven con una visión temporal muy corta. Si no existe vida después de la vida, ¿Por qué no hacer del placer, las posesiones y la posición los motivos para vivir? No así para aquel que tiene una perspectiva eterna. El es un peregrino en camino a “… [la] ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios. (Heb 11:10) Está separado de este mundo y pertenece a “…el linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido. (1Pe 2:9) Su destino es el cielo y no le importan y desprecia las filosofías y dictados del “mundo malvado presente”. Como veremos más profundamente un poco mas adelante, demasiados creyentes están inmersos en la cultura de nuestro tiempo. En realidad, se puede decir que sus vidas no son tan diferentes de la de aquellos, alrededor de ellos, que no son salvos. Como los judíos que se asimilaron a la cultura babilónica, estos creyentes también deben prestar atención al llamado de Dios para cambiar sus vidas y separarse del estilo de vida de los malvados. Este es un mandamiento distinto de Dios para los santos del Nuevo Testamento. Mandamiento # 3: “¡Descontamínense!” “¡No toquen lo que es impuro!...Límpiense (a si mismos) de toda la degradación de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. ¿No está Pablo hablando de las influencias contaminantes de este mundo caído? Imagínese, si es que puede, a una persona saludable viviendo en una colonia de leprosos. Gérmenes por todos lados: en los muebles, en las paredes, en los pisos. Allí están los agentes de una horrible, debilitante, y detestable enfermedad. Uno siente la presión interna que nos dice “No toques NADA”. En términos espirituales, el mensaje para cada creyente es, “¡No tengas contactos cercanos con nada que sea parte de la vana existencia del reino de Satanás! ¡Aléjate de todo mal, de toda impureza y de toda contaminación!” El kosmos está buscando constantemente transferir su repulsiva y diabólica manera de pensar a los creyentes. Hace esto, primordialmente, a través de variadas formas de los medios de comunicación y a través del sistema educativo. Cualquier creyente que preste su oído a la voz del kosmos va a ser afectado por él. Tenemos que recordar que el espíritu del mundo apela a los deseos de nuestra baja naturaleza. La fuerza que ejercen esos pensamientos lujuriosos nunca deberá ser subestimada. El enemigo sabe como motivar a los creyentes para entrar en su campo a través del abastecimiento de esas pasiones impías. Así es como funciona en lo que respecta a los medios de comunicación masiva. La inocente persona simplemente quiere ver televisión cuando llega a su casa del trabajo, por ejemplo. El kosmos le provee una amplia variedad de entretenimiento. Al mismo tiempo su


mente entra en un sopor de satisfacción, luego es bombardeado con una descarga de imágenes y mensajes impuros. Consecuentemente, de esta manera su mentalidad mundana es reforzada. Y así es como funciona muy a menudo en el mundo de la academia. Un jovencito desea mejorar a través de la educación. El espíritu del mundo le provee con una riqueza de conocimientos mientras que de una manera subliminal lo desliza dentro de su propia agenda impía. Ante todo esto Pablo clama, “Limpiémonos de toda profanación de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. Nosotros, como creyentes, deberíamos levantar barricadas para cada avenida que el diablo busca usar para entrar en nuestras mentes. La Palabra de Dios va a lavar diariamente todos los pensamientos contaminantes, a medida que nos llenemos de ella. Despreciemos la tendencia en nosotros y en otras personas de simplemente afiliarnos con el cristianismo al mismo tiempo que mantenemos nuestros lazos con el espíritu del mundo. Enemigos de Dios Cuando alguien desea emigrar hacia los Estados Unidos para convertirse en ciudadano, primero tiene que llenar la aplicación apropiada, tomar los exámenes requeridos, y someterse a algunas entrevistas – todas estas cosas son parte del proceso necesario. Además, se espera que la persona que aplica renuncie a su lealtad al país del cual es originario y promete fidelidad a su nueva patria. Algunos vienen a América, por supuesto, para usarla para sus propias ambiciones y propósitos egoístas. Un ejemplo de esto ocurrió en 1979, cuando la revolución iraní tomó como rehenes a algunos de nuestros diplomáticos. En esa época, el patriotismo se levantó a niveles grandes en América. La mayoría de iraníes que habían emigrado a los Estados Unidos antes de este incidente también se sintieron mal acerca de lo que había pasado en su país. Su lealtad se mantuvo, apropiadamente, con su nuevo país. Sin embargo, algunos emigrantes iraníes expresaron abiertamente su simpatía por los secuestradores. La respuesta de americanos patriotas era predecible y correcta. Si estos emigrantes estaban en América por los buenos oficios de nuestro gobierno, si América había abierto su corazón y su tierra a ellos, si ellos estaban asistiendo a nuestras mejores universidades con becas, si ellos estaban siendo empleados a niveles inimaginables en Irán, luego, ¿Cómo podían ellos mostrar simpatía por los enemigos de América? ¿Adonde estaba la gratitud por las innumerables oportunidades y libertades que se les había ofrecido? Pero, ¿No es esta una analogía justa para aquellos a quienes se les ha permitido la entrada al Reino de Dios, solamente para retener su fidelidad al mismo y despreciar categóricamente la gracia, la cual les permitió entrar? A ellos se les ha dado “las llaves del reino” (Mateo 16:19). A ellos se les ha dado “todo lo que se relaciona con la vida y la santidad” (2 Pedro 1:3). Porque a sus ángeles mandara acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos (Salmo 91:11). Si todo eso no fuera suficiente, El les ha concedido, además, “los deseos de sus corazones” ( Salmo 37:4). Y aun así, en lugar de vivir el resto de sus vidas en un estado de consiente gratitud por toda la bondad que Dios les ha extendido, ellos viven en conspiración con los enemigos del Señor. ¡Que grado de ingratitud! ¿Será que su profesión de fe en Cristo es una farsa? ¿Será que han “recibido a Cristo” solamente por lo que pueden obtener de El? Las penetrantes palabras de Santiago deberían traer conciencia a toda alma caprichosa. “Adúlteros, y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye [en] enemigo de


Dios” (Santiago 4:4). Desafortunadamente, mucha gente simplemente rehúsa creer en lo fuerte de esa afirmación, a pesar que es la Palabra de Dios. El poder del enemigo sobre aquellos bajo su hechizo neutraliza la Palabra de Dios. El “creyente” lee el versículo mentalmente, pero este no penetra ya que los años de mundanalidad y desobediencia han endurecido su corazón. Su vida cristiana es un fingimiento, aunque ellos no lo miran así. El simple pensamiento de que puedan ser enemigos de Dios es tan ridículo para ellos que ni siquiera consideran la posibilidad. Ellos no ven ningún daño en permanecer absorbidos por este mundo. No escudriñan sus corazones porque en el fondo tienen miedo de lo que van a descubrir. Incapaces de soltarse de la garra que el mundo tiene sobre sus corazones, simplemente desestiman el significado correcto de versículos como este. Por otro lado, el creyente cuyo corazón es tierno lee estos versículos en Santiago e inmediatamente hace un inventario de sus motivos y acciones. ¿Estoy permitiendo que me afecte el pensamiento del mundo? ¿Estoy guardando algo de lujuria a través de lo cual el enemigo puede atraerme? “Muéstrame, Señor, adonde necesito arrepentimiento. ¡Oh Dios! ¡Arranca el amor hacia el mundo lejos de mi corazón! Apártame para Tu gran servicio. Jesús, ven y toma el lugar correcto dentro de mi”. En pocas palabras, cuando un creyente así ve las evidencias de mundanalidad en su vida, comienza a arrepentirse hasta que todo eso es arrancado y erradicado. La Eterna Morada El cielo no es un lugar para los enemigos de Dios, ya sea que alguna vez haya habido alguna clase de encuentro con El o no. El amigo del mundo es enemigo de Dios. Imagínese a tal persona que muere y va al cielo, donde moran la justicia y la verdadera santidad. ¡Dios sería su enemigo! Las mansiones serían el hogar de los seguidores de su enemigo. Las calles de oro, los ángeles, y las alabanzas le harían enojar rápidamente. Sentado en el trono está Aquel que demandaba la lealtad que este hombre no estaba dispuesto a dar. El cielo sería el peor lugar posible para pasar la eternidad para alguien que está enamorado de las cosas de este mundo. El infierno está reservado para aquellos que no quieren el yugo de la autoridad de Dios sobre sus vidas. En las palabras de George Whitefield, “Un rebelde sería tan infeliz en el cielo, que le pediría a Dios que le permita correr a buscar refugio en el infierno”. No sería difícil para nosotros darnos cuenta de la importancia que la Escritura pone en la necesidad absoluta que los cristianos nos separemos de los principados y potestades que trabajan en este oscuro planeta. Sin embargo, parece que hemos sido golpeados con ceguera, incapaces de discernir la rebelión deliberada que domina a la cristiandad americana. ¡El resultado son conversiones débiles y un estilo de vida comprometedor! ¡Y los cristianos permanecen esclavizados a los palacios de placer del reino de Satanás! Pero este mundo no es el hogar de un verdadero creyente. El está en guerra frente a la línea enemiga. Un día, cuando las guerras cesen, será enviado a su hogar para su tan ansiado descanso. Por ahora, está continuamente consiente de que está en territorio enemigo. Ama a Dios y no pensaría en hacer amistad con aquellos que Le odian. ¿Traicionaría a Dios haciendo alianzas con Sus enemigos? ¡Impensable! Dios lo ha salvado, guardado, y bendecido. Su lealtad es profunda. Ama a Dios porque Dios le amó primero. No odia a la gente, pero detesta y desprecia lo que el mundo ama. Su ánimo es como el de David, cuando escribió:

De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos, pues, de mí, los varones sanguinarios, que te dicen blasfemias; se ensoberbecen en vano tus enemigos. ¿No


tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos? De entero odio los aborrecí; los tuve por enemigos. (Salmo 139:19-22) Esta tiene que ser la convicción de cada verdadero creyente en lo que respecta al kosmos. Este mundo no es el hogar para los seguidores de Cristo. Los cristianos deben ser como los diplomáticos americanos en Irán durante la crisis de los rehenes, que continuaban aferrándose a sus perspectivas y valores americanos aun cuando estaban aparentemente bajo el poder de sus captores. Todavía tenían un trabajo que cumplir y, su fidelidad, era para su patria. Pablo dijo, “En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo (Filipenses 3:20). Pedro dijo, “Queridos hermanos, les ruego como a extranjeros y peregrinos en este mundo, que se aparten de los deseos pecaminosos* que combaten contra la vida (1Pe 2:11). El escritor del libro de Hebreos dijo, refiriéndose a Abraham, “Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. (Hebreos 11:9-10)

Ser parte de la verdadera iglesia viviente de Jesucristo no significa que uno se ha unido a las filas del movimiento evangélico. No significa que ha tenido en el pasado alguna especie de experiencia espiritual y que ahora vive en los límites de la cristiandad. Tampoco significa que ha incorporado en su vida la ideología del movimiento evangélico americano. Lo que en realidad significa es que es un santo, dedicado y apartado para el uso de su Maestro. Ha sido llamado a salir del kosmos y se ha divorciado de él. Y aunque aun no ha alcanzado la perfección sin pecado, está siendo conformado a la santa imagen de Jesucristo.

Capítulo 51 Sed Santos Como Yo Soy Santo “Hemos aprendido a vivir sin santidad y hemos llegado a ver la impiedad como algo totalmente natural”1 A. W. Tozer “Nuestro llamado, por sobre todas las cosas, es a ser santos” 2 Leighton Ford Hubo un tiempo, no muchos años atrás, en que los cristianos sabían, por el ejemplo que recibían, lo que era la verdadera santidad. La mayor parte de creyentes, al principio del siglo pasado (1900’s) eran muy cuidadosos al examinar todas sus acciones a la luz de la Palabra de Dios. Tenían reverencia y temor de Dios que hacía que tuvieran un gran cuidado de la forma en que vivían sus vidas. Ellos se daban cuenta y estaban de acuerdo de que este Dios Justo en realidad era SANTO. En sus corazones había un deseo sincero de obtener Su santidad. Ellos estaban dispuestos a ser “gente peculiar”. Para algunos, esto quería decir que no podían tomar ni bailar. Otros ni siquiera se ponían maquillaje o se negaban a usar joyas. Los seguidores de Jesús se negaban a asistir


a fiestas en las que jugaba a las cartas, no asistían a discotecas ni a eventos de entretenimiento. Ser un cristiano implicaba tener una vida separada. Unos pocos se volvieron auto justificados y se comenzaron a exceder en su comportamiento y comenzaron a confiar en observancias de reglas externas como un medio de parecer lo que no eran por dentro. Pero para la mayoría de estas personas, la santidad era simplemente un deber de los creyentes para poder vivir en profunda consagración para un Dios Santo. Ellos se separaban a si mismos de las atracciones de este mundo porque veían el espíritu de este mundo por lo que es y no querían ser parte de eso. Desafortunadamente, ahora no escuchamos mucho acerca de la santidad. En muchos círculos cristianos, la santidad es un término políticamente incorrecto. Yo creo que la razón por la que esta gente desprecia este concepto bíblico es porque no quieren vivir bajo la presión de agradar a Dios. Sin embargo, el mandato todavía resuena desde las páginas sagradas, sea que esté de moda o no. Pedro dijo “ Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia, sino, así como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está: ‘Sed santos, porque yo soy santo’” (1 Pedro 1:14-16). Este es un mandato y no una petición. El libro de Hebreos muestra la seriedad de esto cuando dice “sin santidad nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14). Las siguientes tres citas acerca de la santidad son de escritores de antaño, cuando los Cristianos todavía tenían entendimiento de su importancia:

(La santidad) traspira en la profecía, relampaguea en la ley, murmura en la narrativa, susurra en las promesas, suplica en las oraciones, brilla en la poesía, resuena en las canciones, habla en los ejemplos, resplandece en las metáforas, vocifera en el lenguaje, y quema en el espíritu de todo el esquema, desde el alfa hasta la omega, desde su principio hasta su final. Santidad. La santidad se necesita, la santidad se requiere, la santidad se ofrece, la santidad es adquirible, la santidad es un deber presente, un privilegio presente, un disfrute presente, es el progreso y complementación de un tema maravilloso. Es la verdad que resplandece por todos lados, brotando a través de toda la revelación – la verdad gloriosa que resplandece y susurra y canta y grita en toda su historia, biografía, poesía, profecía, preceptos, promesas, y oraciones – la verdad central y grandiosa del sistema.4 Todo el diseño de Dios fue hecho para restaurar al hombre a su imagen y levantarlo de las ruinas de su caída; en una palabra, para hacerlo perfecto; para erradicar todos sus pecados, purificar su alma, y llenarlo con toda santidad, para que ningún temperamento impío, deseo malvado, o afecto o pasión impura se pudiera establecer o tuviera algo que ver dentro de el. Esto y solamente esto es la verdadera religión, o la perfección cristiana; y cualquier salvación menor que esta sería deshonrosa para el sacrificio de Cristo y la operación del espíritu Santo. Tenemos que ser hechos copartícipes de la naturaleza divina. Tenemos que ser salvos de nuestros pecados – de la corrupción de este mundo, y ser santos por dentro y justos por fuera, o nunca veremos a Dios. Por este propósito es que Jesús vivió, murió y resucito, para que nos purificara dentro de El mismo.5 La Biblia, como un todo, es testigo de la posibilidad de ser santos. Aun el lector más descuidado no puede dejar de ver que es un libro que va en contra de toda clase y naturaleza de pecado.


Dios ha puesto todo su corazón en este trabajo. El diseño el gran plan de salvación para restaurar al hombre caído para santidad. Cristo se dio a si mismo para poder lograr este objetivo. El espíritu renueva a cada creyente y después le da un “bautismo de fuego” que los santifica, para consumir toda maldad escondida en sus corazones y para hacerlos santos… Si la accesibilidad de santidad aquí…no puede ser entendida, entonces Cristo no fue sincero cuando oraba a Dios para “santificarnos” y poner en los labios de todos los creyentes una oración para santidad – “que se haga tu voluntad en la tierra como en los cielos”.6 Cada persona que tiene el espíritu de Cristo viviendo dentro de él va a sentir un empujoncito constante hacia la santidad. Aunque haya muchos maestros que mal representan la gracia diciendo que nos ha libertado de la demanda de santidad de Dios, la convicción del espíritu Santo, que aunque es suave pero al mismo tiempo fuerte, habla dentro del corazón de la persona y le dice todo lo contrario. Jesucristo no fue colgado en la cruz y se desangró hasta la muerte solamente para que sus seguidores se deleitaran en su carne sin importarles nada; El fue crucificado para que fueran liberados de las garras del pecado y que vivan una vida de pureza y santidad. Pablo dice: La voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor, no en pasión desordenada, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano, porque, como ya os hemos dicho y testificado, el Señor es vengador de todo esto. Dios no nos ha llamado a inmundicia, sino a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo. (1 Tesalonicenses 4:3-8) Dios es santo y nos manda, a sus seguidores, a ser santos. Pero, ¿Qué exactamente es la santidad? La palabra santo, en el griego, es hagios, la misma palabra que se traduce como “santos”. La idea de estar separados de lo mundano y del pecado se aplica en ambos casos. Cuando la Escritura habla de santidad, se está refiriendo primariamente al nivel de consagración y vida piadosa que crece sólo de la obediencia y sumisión a Dios. Un ministro lo dijo de esta manera: “La santidad es correctamente el nombre para aquel estado del alma totalmente santificado, y denota (1) la ausencia de corrupción, (2) la posesión del perfecto amor. Un corazón vaciado y vuelto a llenar”.7 Alguien mas escribió, “La voluntad está completamente ajustada a la voluntad de Dios y los afectos son purificados (ya que estaban alienados del pecado y del mundo) y exaltados al supremo amor por Dios.” 8 Y otro escritor lo expuso de la siguiente manera: “La verdadera santidad consiste en una conformidad a la naturaleza y voluntad de Dios, donde un santo se distingue de un mundo no renovado, y la persona ya no actúa por sus propios principios y preceptos, ya no es gobernada por sus consejos y costumbres.” 9 El proceso de Santificación

Cuando mencionamos la palabra santidad, no nos estamos refiriendo a la perfección totalmente sin pecado. Sin embargo, el creyente puede y debe alcanzar un lugar en su vida donde ya no está más bajo el control del pecado, sino que ama al Señor con todo su corazón y tiene un amor genuino para interesarse por otras personas. ¿Cómo pueden los


imperfectos humanos, con su naturaleza caída, alcanzar tan grande llamado? A través de un proceso de santificación de dos etapas. La palabra griega para “santo” (hagias) es la raíz de santificar (hagiazo). Por lo tanto, el principio fundamental de la santificación es la separación para el Señor. La santidad resultante no es intrínseca para el creyente pero resulta de obligarse a si mismo a alejarse de la impureza de kosmos para luego ser poseído por un Dios santo. La santificación comienza con separación. Existen dos actos distintivos de santificación que se describen en la Escritura. Santificación de posición, la cual ocurre cuando una persona recibe la salvación y se vuelve santo, uno que está separado. Ahora él es “templo de Dios…en el cual mora el espíritu de Dios…” (1 Cor. 3:16 ); apartado para el uso del Maestro. El ha “sido comprado a precio…” y ya no se pertenece a si mismo…(1 Cor 6:19-20), llamado para Dios “a la comunión con Su Hijo, Jesucristo nuestro Señor” (1 Cor 1:9). “Él, para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que había preparado de antemano para gloria”.(Romanos 9:23) Todo esto es hecho, para el nuevo creyente, por un acto soberano de Dios y no tiene nada que ver con el nivel de espiritualidad del creyente. Se le ha imputado sin ningún esfuerzo de su parte excepto por el arrepentimiento y su fe en Cristo. La santificación de posición es el designio divino de la posición de uno como hijo del Altísimo. La santificación progresiva describe el desarrollo del carácter cristiano. Quiere decir la madurez en la fe. A medida que el nuevo creyente, lleno de si mismo y de todo su bagaje de pecado, orgullo y egoísmo, se mueve a través del proceso de santificación de Dios, gradualmente se va conformando a la semejanza de Cristo. La santificación es como una persona es hecha santa. Es el proceso; la santidad es el resultado. Pablo se refiere a la santificación progresiva cuando dice que los creyentes son “predestinados a ser conforme a la imagen de Su Hijo…” (Rom. 8:29) y “están siendo transformados a la misma imagen de gloria en gloria…” (2 Cor. 3:18) Esto es a lo que se refería cuando dijo, “No os conforméis a este siglo sino mas bien sed transformados por medio de la renovación de la mente…” (Rom. 12:2) O, en las palabras de Pedro, involucra el que nos hagamos “copartícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que está en el mundo a causa de las pasiones” (2 Pedro 1:4 ) La santidad es al alma lo que la salud es al cuerpo físico: libertad de los efectos dañinos de la impureza. Cada persona nace con una falla natural, la cual no se desvanece bajo la salvación. Para que un cristiano sea salvo, necesita mortificar su carne. (Rom. 8:13; Galatas 5:24; Colosenses 3:5 ) El se tiene que purificar a si mismo. (1 Juan 3:3 ) A medida que pelee contra las inclinaciones (pasiones) naturales de su carne, se volverá cada vez mas parecido al Señor. Es importante saber que el creyente no se puede hacer santo por si mismo. Solamente el Señor puede hacer eso por el. Por otro lado, Dios no va a transformar a una persona que no desea pelear por su santidad. Para que ocurra la santificación debe de haber un deseo de ser separados de los enemigos de Dios (Salmo 139:19-22) y de ser llenado con Su justicia (Mateo 5:6). Limpiando la Vasija

El deseo de ser como Cristo es lo que motiva a un creyente a separarse a si mismo de las cosas del mundo. Alexander McLaren dijo correctamente: “La medida de nuestro desacuerdo con el mundo es la medida de nuestro acuerdo con Cristo”. 10


Yo necesito aclarar que separarse a uno mismo de las cosas del mundo no necesariamente lleva a las personas a la soledad. Pone a la persona en una posición de ser hecha santa, pero la separación por si misma no crea santidad. La mayoría de nosotros ha visto o ha escuchado de aquellos cuya relación con Dios parece moverse alrededor de su habilidad para permanecer separados del sistema de este mundo. Existen ciertos grupos en los Estados Unidos de hoy, donde los hombres manejan carruajes y las mujeres cocinan como la gente de antes. Personalmente no tengo ningún problema con lo que ellos hacen. Aquellos con los que he hablado tienen una inocencia refrescante, que muchos de los que vivimos en la ciudad y sus alrededores no tenemos. Sin embargo, abstenerse de manejar un carro no hace a nadie más santo. Andrew Murray dijo con certeza, “Aunque no puede haber santidad sin separación, puede haber separación que no lleve a santidad”. 11 Lo que una verdadera separación de las cosas del mundo debería hacer es volvernos receptivos al trabajo santificador del espíritu Santo. Nadie pone un vaso de agua potable en la mesa para admirarlo. Un vaso tiene un propósito práctico: retener una bebida. Utilizando una ilustración de Pablo: “En una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; unos son para usos honrosos, y otros para usos comunes. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra. Huye también de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.” (2 Timoteo 2:20-22 ) Hasta que la vasija no ha sido vaciada y limpiada, esta permanecerá inutilizable. Lo mismo es verdad para nuestras vidas. Mientras seamos llenos de las cosas de este mundo, no podremos ser llenados con el Espíritu Santo. Pero cuando vaciamos nuestros corazones del amor por las cosas de este mundo y todo lo que este nos ofrece, entonces seremos llenos con el Espíritu Santo y creceremos en nuestro amor por el Señor. Su deseo por nosotros, así como fue por el antiguo Israel, nos va a hacer los portadores de Su conocimiento a un mundo caído. El quiere vivir su Santa vida a través de nosotros. Esto no lo puede hacer si permanecemos unidos al deseo de pecar y a pasiones fuera de lugar. Andrew Murray, quien obedeció a Dios permaneciendo en un pequeño pueblecito en Sur África en lugar de aceptar el ofrecimiento para guiar a una de las más prestigiosas iglesias de Londres, dijo lo siguiente acerca del proceso de santificación: Es a medida que Dios obtiene la completa posesión de nosotros, a medida que la vida eterna de Cristo tiene completo dominio de nuestro ser, a medida que el Espíritu Santo fluye y se mueve libremente en nosotros, y que habitamos en Dios y Dios en nosotros, que la separación será, no algo de observancias y ordenanzas, sino de una realidad espiritual. Es la conciencia de la Presencia de Dios habitando permanentemente en nosotros haciéndonos y guardándonos como propios, lo que hace la verdadera separación de las cosas y del espíritu de este mundo, de nuestros propios deseos y de nuestra voluntad. Y, a medida que esta separación es aceptada y apreciada y continua en nosotros, la santidad de Dios entrará y tomará posesión de nuestro ser. El nos separa para Si Mismo y nos sacrifica para que seamos Su morada. El viene personalmente a tomar posesión a través de la habitación de Cristo en el corazón. Y entonces somos verdaderamente separados y nos mantiene separados por la presencia de Dios dentro de nosotros. 12


Pasos para la Santidad

El tiempo y la edad, por si solos, no produce santidad, así como tampoco una fe vaga que cree que Dios nos va a santificar “sólo cuando El lo decida”. Dios tampoco selecciona a algunos para perfección mientras otros son dejados en un estado de impiedad. La puerta a la santidad está abierta para todos. La profundidad de nuestra consagración tiene mucho que ver con nuestra hambre por la justicia y nuestra voluntad de luchar contra el pecado. El aletargamiento espiritual obstaculiza la consecución de la santidad. El comer “comida chatarra” de la vida nos quita el hambre por la santidad. La lujuria y la codicia son los enemigos del hambre por la pureza. La vida de santidad está disponible para aquellos que están dispuestos a dar la batalla contra el mundo, la carne, y el diablo. El que entra por esta puerta angosta rápidamente aprende que su enemigo más grande es su propia carne. Solamente a través de un profundo y persistente arrepentimiento va a tener victoria sobre su norma de hábitos pecaminosos. Voy a dar un ejemplo personal para ilustrar este punto. Recientemente, mi familia política nos visitó desde California. Un día, mi esposa y yo los llevamos a Cincinnati. De repente pasamos por una tienda que frecuentábamos antes durante alguna de sus visitas previas. A medida que contábamos historias acerca de esa tienda, yo recordé un incidente que ocurrió mientras comprábamos allí cuando acababa de hablarle inadecuadamente a mi suegra. Aunque ella muy cordialmente había “olvidado y perdonado” mi falta, yo nunca lo olvidé. Mientras le recordaba ese incidente a ella, mi esposa me preguntó si ya me había arrepentido de ello. “Cerca de un millón de veces” le respondí. Mi suegra dulcemente me dijo, “Steve, tu solamente tenías que arrepentirte una vez”. Yo le repliqué, “no es arrepentimiento si continúo haciendo lo mismo a otra gente”. En lo que concierne a mi relación con ella y con Dios, en realidad yo solo necesitaba pedir perdón una sola vez. Pero en aquellos días yo tenía una lengua muy puntiaguda, sarcástica y fea, y no parecía tener ningún control sobre ella. Si, fui perdonado por mis acciones pero yo quería un arrepentimiento más profundo. Yo quería cambiar. Incidentes similares a ese pasan por mi mente una y otra vez. Lamento mucho la forma en que maltraté a otros y les hice sufrir a expensas de mi lengua indomable. Busqué a Dios para poder amar más a los demás, para tener una lengua más suave, y una mayor disposición. Y El está respondiéndome. La transformación está llegando paulatinamente; los horribles incidentes ocurren menos frecuentemente y con menor intensidad. Por Su gracia, Dios me está cambiando, pero me ha tomado muchos arrepentimientos y serias batallas contra mis inclinaciones naturales, las cuales permiten que Dios derrame de su gracia para hacer su trabajo dentro de mí. Vencer el pecado habitual solo es un aspecto del proceso de santificación. La sabiduría de Dios abarca TODAS nuestras necesidades, para corrección así como para nuestra comodidad, aun cuando no nos damos cuenta de áreas donde el divino bisturí debe hacer su doloroso trabajo de cortar. Las raíces del egoísmo y del orgullo van muy profundas y a veces nos podemos preguntar si toda una vida es suficientemente larga para que el trabajo de Dios sea completado en nosotros. Pero, mientras más le permitamos, Dios más va a alcanzar Su propósito para amoldarnos más a la imagen de Cristo.


La Necesidad de Vivir Santamente

Uno de los malentendidos mas grandes que he visto entre los cristianos es la poco mencionada noción de que una persona puede vivir una vida egoísta y mundana sobre la tierra y entonces, de una manera mágica, ser transformada, a través del proceso de la muerte, en una santa persona amante de Dios. La verdad es que el mundo de la eternidad solo es una continuación de la vida de una persona en la tierra. La vida interna, el carácter, el alma de la persona continúa de una manera perpetua. Igual podemos decir de los deseos del corazón de cada persona. En realidad, creo que la Escritura es muy clara al decir que el objeto de afecto de una persona (ya sea Dios o cualquier ídolo) determinara la residencia eterna de esa persona. Como dijo Jesús, “Allí donde está tu tesoro, allí estará tu corazón”. (Mateo 6:21) En el último capitulo, menciono la idea de que el cielo sería un lugar miserable para los enemigos de Dios. Creo que debo volver a tocar este tema para enfatizar este punto extremadamente importante. Una vez más debo volver a las palabras inspiradas de los escritores de antaño para poder articular adecuadamente esta verdad. No hay (idea) tan perniciosa como esta – que las personas no purificadas, no santificadas, que no hallan sido santos en su vida, sean llevadas, después de la muerte, a un estado de bendición el cual consiste en el disfrute de Dios. Esas personas no podrían disfrutar a Dios, ni Dios les podría recompensar. La santidad en realidad es perfeccionada en el cielo: pero el principio de ella esta definitivamente confinado a este mundo. 13 ¿Cómo podríamos algún día llegar a nuestro hogar en el cielo si morimos como impíos? La muerte no obra ningún cambio. El sepulcro no nos altera en nada. Cada uno va a resucitar con el mismo carácter con el que dio su último suspiro. ¿A dónde iremos si ahora somos extraños a la santidad? Suponga por un momento que se le permite entrar al cielo sin santidad. ¿Qué haría? ¿Qué posibilidad de disfrutar podría sentir allí? ¿A cual de todos los santos se uniría? Los placeres de ellos no son sus placeres, los gustos de ellos no son sus gustos, el carácter de ellos no se parece a su carácter. ¿Cómo podría usted ser feliz si no ha sido santo aquí en la tierra? Ahora, quizás usted se agrada en compañía de la gente del mundo que toma estas cosas a la ligera y no les importa, gente que disfruta de la codicia y que son parranderos y buscadores de placeres. No habrá nadie como ellos allá en el cielo. Ahora, quizás usted piensa que los santos de Dios son muy estrictos y serios. Así que mejor los evita…No habrá otro tipo de compañía allá en el cielo. ¿Cree usted que alguien así se deleitaría conociendo a David, a Pablo, a Juan, después de vivir una vida completamente opuesta a la que ellos predicaron? La gente puede decir, en una forma vaga, “que esperan ir al cielo”, pero en realidad ellos no consideran lo que están diciendo…El cielo es esencialmente un lugar santo para el que debemos ser de alguna manera entrenados aquí en la tierra, para estar listos cuando lleguemos allá.14 Dado el tremendo énfasis de la Biblia acerca de la necesidad de santidad, ¿Por qué se menciona tan poco desde el pulpito hoy en día? Tal vez sea porque alteraciones sutiles han sido introducidas en la iglesia las cuales han traído un cambio gradual en las prioridades. Si en verdad hay una especie de conspiración satánica para engañar a la gente y alejarla de un vivir santo y una verdadera cristiandad, tendría sentido decir que


parte de ese plan sería crear un falso sistema de cristianismo evangélico que adormezca a la gente dentro de un infundado sentido de seguridad. Ciertamente que la condición del Cuerpo de Cristo hoy es una clara indicación de que las cosas no son como deberían ser.

Capítulo Seis La Iglesia de Laodicea “Estoy absolutamente convencido que la falta de sentido no viene de estar cansado del dolor. La falta de sentido viene de estar cansado del placer. Y esa es la razón por la cual estamos en banca rota de sentido en una tierra de mucha abundancia.”1 Ravi Zacarías Regresamos a la isla de Patmos. Mientras Juan yace a los pies del Salvador Transfigurado, Jesús comenzó a hablarle. Momentos después, Jesús dio siete de los más puros mensajes que cualquier ser humano hubiera esperado escuchar jamás. Siete iglesias fueron abordadas en lo que eventualmente se convertiría en los 51 versículos de Apocalipsis 2 y 3. Juan probablemente ha visitado todas esas iglesias en Asia Menor, incluyendo la congregación de Laodicea. El sin duda conocía al pastor y a los miembros de la iglesia de Laodicea. Pero ningún recuerdo sentimental de esas personas lo limitó de decirles las palabras exactas que Jesús habló acerca de su condición espiritual. La mayoría de eruditos coinciden en que estas siete iglesias representan la historia de la iglesia Cristiana. Si esto es verdad, la palabra dada a Laodicea es un mensaje extremadamente importante para los creyentes de hoy. La correlación entre la Iglesia de Laodicea y la Iglesia Americana (junto con su dominante presencia alrededor del mundo) no se puede pasar por alto. No hay ninguna duda que estamos disfrutando de nuestra mejor hora. Nunca en la historia del Cristianismo había habido tantas conversiones, tantas iglesias, y tanto dinero para apoyar la iniciativa evangélica. Los edificios de las iglesias nunca han sido tan grandes. Los servicios nunca habían estado tan llenos. Los libros y la música Cristiana son un gran negocio. El Cristianismo ha permeado cada área de la vida Americana. Tenemos estrellas del Baseball Cristianos, políticos Cristianos, actores Cristianos, millonarios Cristianos, y aún Cristianos campeones de peso completo! El Cristianismo está floreciendo, no solo en América, sino también alrededor del mundo. El Evangelio es presentado al mundo entero vía satélite. La Palabra es predicada en televisión veinticuatro horas al día. La radio Cristiana cubre el planeta. Misioneros bien apoyados están llevando el Evangelio a cada país y grupo étnico en la tierra. Personas brillantes en posiciones claves que creen en lo que están haciendo se han dedicado a si mismos y sus habilidades a la difusión del Evangelio. Trabajan incansable y eficientemente para promover la causa. Los estrategas han diseñado un plan de batalla para ganar el mundo para Cristo, y está funcionando! Ideas frescas están fluyendo. Iglesias amigables han abierto sus puertas para los desconfiados y escépticos. Psicólogos Cristianos están trayendo una moderna credibilidad a una Iglesia cansada de combatir el viejo estereotipo de “Fajadores Biblicos” con poca educación. Los ganadores de almas


presentan un mensaje positivo acerca de las bendiciones de Dios para Sus hijos. Bandas de rock Cristiano hacen un discipulado ruidoso y divertido. A cada lado que vemos en el campo ministerial, encontramos cuentas bancarias abultadas, números creciendo, organizaciones expandiéndose, denominaciones floreciendo, y nuevos convertidos multiplicándose. Seguramente, las cosas no se podrían ver mejor para la Novia de Jesucristo de lo que se ven ahora! Todo lo que queda por suceder es el Rapto, así que podemos irnos todos a casa para una merecida recompensa y dejar al resto del mundo valerse por si mismo durante la Gran Tribulación. Era muy parecido entre los discípulos de Laodicea al final del primer siglo. Esa iglesia era posiblemente pastoreada por Archippus, el hijo del rico comerciante, Filemón. Los miembros de la congregación estaban contentos. Todo estaba en paz. El futuro se veía prometedor para estos Cristianos que se las arreglaban para mantener su fe mientras vivían un estilo de vida confortable. Yo he estado en las ruinas de Laodicea y puedo entender porqué ellos estaban tan confiados. Situada entre la pequeña villa de Colosa y el pueblo turístico de Hieropolis, Laodicea fue el centro comercial de un rico y fértil valle. Tenía un lindo anfiteatro Griego, un enorme coliseo Romano, y muchas otras magnificas estructuras que hablan mejor de su prosperidad. Puesto que la iglesia de Laodicea no estaba bajo ninguna persecución, todo estaba marchando bien para este cuerpo de creyentes. Las pequeñas congregaciones en Esmirna y Filadelfia se deben haber visto patéticas en comparación con los elevados miembros del rebaño de Laodicea! Los santos de Esmirna conocidos por su pobreza y privación, obviamente no estaban disfrutando de las “Bendiciones de Dios.” La principal característica del rebaño de Filadelfia era su carencia de poder. Sin duda, sus ministros carecían de una predicación entretenida llena de carisma y colorido. Para los santos de Laodicea, las congregaciones en Filadelfia y Esmirna estaban menguando y muriendo, incapaces de relacionarse y ser relevantes. Por todas las apariencias externas, ambos eran miserables fracasos. Y aún así, cuando “el fiel y verdadero Testigo” habló, solo tuvo alabanzas para ellos. Seguramente debe haber un error aquí! ¿Como puede ser posible que Jesús no tenga nada bueno que decir acerca de la prospera asamblea de Laodicea y solo mención para los oprimidos creyentes de Esmirna y Filadelfia? Habiendo orado y llorado sobre el mensaje de Cristo a Laodicea y su obvia aplicación a los Últimos-Días-de la Iglesia de Laodicea en América, varias cosas se ponen frente a mí. La primera fue la obvia discrepancia entre la evaluación de Jesús sobre la condición de esta iglesia y del propio punto de vista de sus miembros. Los de Laodicea veían su patética condición desde una luz completamente positiva, inconscientes de su verdadero estado. Casi podemos oír la alegría en su voz cuando alardeaban, “Somos ricos y de ninguna cosa tenemos necesidad!” La deduccion no dicha fue “Dios está bendiciendo!” Esta forma de pensar debe haber sido constantemente reforzada por el éxito del que estaban disfrutando individualmente y como congregación. Ellos quizás consideraban su “actitud mental positiva” como fe. Ellos estaban contentos y las cosas en efecto estaban marchando bien para ellos. Ellos no estaban interesados en una “predicación negativa.” Enmedio de su paz y prosperidad la última cosa que querian oir era un mensaje de “abatimiento y fatalidad” De haber tenido a Timoteo, Iraneo o Policarpo – todos santos de esa era – predicando arrepentimiento en Laodicea, hubieran sido rápidamente juzgados de ser muy legalistas o severos. Pero Jesús dijo a los de Laodicea algo que ellos “no sabían” Jesús, el Omnisciente, vío las cosas diferente a ellos. La respuesta a su engaño fue, “Porque tú dices: Yo soy rico, y


estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un desventurado y miserable y pobre y ciego y desnudo. . .” (Apocalipsis 3:17) En Su misericordia los expuso. Aún era verdad lo que El habia hablado a un hombre codicioso años atras, “guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” (Lucas 12:15) Note que diferente la forma en que Jesús habló a los pobres santos de Esmirna, a quienes llamó “ricos” en medio de su pobreza y a los de Filadelfia a quienes elogió por su fidelidad en medio de la persecución. Estos experimentados cristianos pudieron haber enseñado algo acerca del verdadero Cristianismo a sus prósperos hermanos de Laodicea. Verdaderamente, tenían poco éxito visible. Es poco creíble que hubiera asistencia masiva a sus servicios. Sus asambleas probablemente ascendían a nada más que un pequeño grupo que ase reunía en casas. Aún así, esta querida gente eran “ricos en Dios,” mientras los de Laodicea estaban “desventurados y miserables y pobres y ciegos y desnudos…” Una iglesia mundana ve el éxito de una forma diferente a la que Jesús la ve. La primera ve el éxito exterior y sus atavíos – grandes edificios, lucrativas cuentas bancarias, y hordas de idolatras seguidores. Jesus, en cambio, ve el angosto camino a la Cruz y las cualidades internas de una vida santa, humildad y una devoción real por proveer para las necesidades de los demás. La prosperidad tiende a cegar a la persona de sus pobrezas espirituales y crea un falso sentido de bienestar y eterna seguridad. Cuando los de Laodicea se examinaron a sí mismos, solo vieron el favor divino y bendiciones, dejándolos con una actitud de “no tener necesidad de nada.” Todo se veía bien por la ausencia de problemas. Era fácil ser un seguidor de Cristo. Las cosas marchaban sin problema, había abundancia de todo, y la oposición no existía. Jesús prescribió ungüento del ojo (la verdad) para curar su ceguera. La verdad podía revelar que tan cortos de vista espiritual se encontraban. Les mostraría su verdadera carencia de reverencia por Dios y que tan cercana era su alianza con el enemigo. A través de los ojos de la verdad ellos podrían ver las necesidades de otros y la pasión de Cristo por ayudarles. De la condición de los de Laodicea, Jesús dijo, “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 'Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” (Apocalipsis 3:15-16) Una y otra vez los de Laodicea estaban primero enamorados de Jesús y luego enamorados del mundo. Este sin duda es un Cristianismo mediocre. Ni se trata de la fría existencia de alguien que no conoce a Dios, ni de la ferviente pasión de uno que verdaderamente lo ama. Los creyentes de Laodicea no estaban opuestos al evangelio, pero tampoco lo abrazaban por completo. No estaban pecando completamente, pero no estaban esforzándose por la santidad. No se burlaban del cristianismo pero moderaban su entusiasmo para que no fuera malinterpretado como fanatismo. Ellos hacían todo apropiadamente de manera que nadie se ofendiera, especialmente los no salvos a quienes se les preparaba para hacerlos miembros. Tenían programas exitosos, pero no tenían el poder de Dios.

Los Hitos Evangélicos Americanos Que comparable es la Iglesia del Siglo 21 con esta prospera congregación! También nosotros hemos creado un evangelio para nuestra propia cultura, hecha para quedar a la medida en los confines del sueño americano. El evangelio anticuado que deberíamos predicar ha sido alterado solo lo necesario para coincidir con nuestros ocupados horarios e


incontables diversiones. Enfatizando en ciertas enseñanzas bíblicas, y más importante, abandonando otras, nos las hemos arreglado para crear un evangelio completamente nuevo que talla bien a nuestro estilo de vida americano. Trágicamente, nuestra rendición al Cristianismo no hace demandas, no espera sacrificios, y no proporciona ninguna recompensa eterna. El León de Judá ha sido anestesiado, domesticado y sus garras han sido cortadas. Hemos reducido al Todopoderoso a un ícono inofensivo al que pasivamente honramos en nuestras ocupadas vidas. La visión de un Dios Santo, un Fuego Consumidor, un Juez, quien un día va a dar a cada hombre su recompensa, ha sido virtualmente desvanecida de la iglesia americana. Hemos inoculado el Cristianismo a tal grado que tratamos a Dios como si fuera el perro envejecido de la familia al que dejamos entrar a la iglesia una vez por semana, le damos palmaditas en la cabeza, y lo mandamos de nueva al patio con un hueso para roer. Quizás ocasionalmente le rendimos cumplidos patronales para satisfacción de nuestras conciencias, pero no hay sustancia en nuestras palabras porque realmente no las sentimos. Entonamos canciones de adoración pero difícilmente vamos más allá de la emoción de su significado. Nos apegamos a las formas Cristianas, pero no hay poder. Lo honramos con nuestros labios, pero nuestros corazones están lejos de Él. ¡Ay de los habitantes de la Iglesia de esta generación! Aún más, hemos acumulado para nosotros una colección de predicadores que hacen cosquillas a nuestros oídos con piezas de verdades bíblicas que satisfacen a “santulones locos por información” sin que nunca pongamos los pies en la tierra o confrontemos el pecado. Lo que se ha predicado no es malo en sí mismo. Simplemente es un Evangelio incompleto. Las porciones que incomodan a la gente son evitadas y los destructivos soplos de pecado no son nunca rendidos. Los Pastores que sí predican sobre una vida santa están tan decepcionados de las mordidas de las ovejas que difícilmente tienen alguna fuerza para presionar. Muchos se han dado por vencidos y han regresado a un empleo secular. Otros han accedido y se han unido a la categoría de los que alimentan al ya demacrado rebaño con sermones carentes de sustancia real o profundidad. Entre más elevamos a nivel de superestrellas a predicadores que hacen “cosquillas en los oídos”, más nos convencemos de lo buenos que somos. Cada nueva personalidad que no predica contra el pecado, carnalidad, y mundanalidad, fortalece nuestras infundadas convicciones más y más. ¿Por qué hay tantos que no dan en el blanco? ¿Es porque creemos lo que queremos creer, y oímos lo que queremos oír? Si un predicador santo trata de poner las cosas en perspectiva, rápidamente es etiquetado, sobre todo por ser “desbalanceado!” Somos consistentemente alimentados con una firme y poco sana dieta de pasta espiritual en América. Nos han dado sustitutos por tanto tiempo que hemos olvidado el sabor de la verdadera carne. Este diluir de la verdad espiritual ha sido tan gradual que ha pasado desapercibida aún por aquellos que se supone que tienen discernimiento espiritual. Ahora, apenas quedan algunos rastros de la sustancia real. Quisiera que alguien pudiera ponerse de pie y gritar como la anciana en el comercial, “¿Dónde está la carne?!” Leonard Ravenhill dijo bien, “La iglesia ha sido anormal por tanto tiempo que cuando finalmente se vuelve normal, todos piensan que es anormal.”2 O como lo puso Watcman Nee “Para el tiempo que el Cristiano promedio lleve su temperatura a lo normal, todos piensan que tiene fiebre.”3 No es que todo creyente sea así, pero este estándar disminuido es ahora la norma aceptada en América. El Cristianismo Americano está tan satisfecho con su evangelio sustituto que ya no siente necesidad por el verdadero. Comemos suficiente comida chatarra para evitar sentir


hambre. Sin los retortijones del hambre, nunca sentimos la necesidad por una comida completa. Estamos muriendo de hambre y no lo sabemos. Según nuestro pensamiento, estamos satisfechos y de nada tenemos necesidad. ¿Y quien es responsable de crear y proporcionar la comida chatarra spiritual? Es correcto, el diablo, también conocido como kosmos, quien hará cualquier cosa por evitar que veamos nuestra necesidad de comida solida. América está en la misma crisis de los creyentes de Laodicea. La prosperidad ha debilitado nuestra dependencia diaria de Dios. En lugar de preguntar, “¿Cómo puedo deshacerme de las venenosas influencias del mundo?” nos preguntamos, “¿Cuanto de este mundo puedo tener y siempre ir al cielo?” Una dama que vivió en este “Cristianismo” de Laodicea y estuvo activa en una iglesia evangélica por años, dio el siguiente testimonio desde la pila bautismal durante el avivamiento de Brownsville. No voy a comentar su teología, solo deje que su testimonio hable por sí mismo. Hace veintidós años fui salva, llena del espíritu, y bautizada en agua. Me uní a una iglesia llena del Espíritu, pero mi esposo y yo caímos en una trampa religiosa. Íbamos a la iglesia cada vez que abría sus puertas. Teníamos cada título y posición imaginable. Por un tiempo él fue el administrador de un Colegio Bíblico. Éramos diáconos, maestros de escuela Dominical, obreros del altar. Éramos consejeros y enseñábamos a los nuevos creyentes, lo que se le ocurra, lo hicimos. Cantábamos alabanzas, adorábamos, y decíamos oraciones superficiales, pero durante la semana vivíamos como queríamos. Pensamos que como no bebíamos, fumábamos o asistíamos a fiestas íbamos a ir al cielo. Caímos en la mentira con que la mayoría de las iglesias alimentan a América hoy en día. Es mentira, no lo creas. Fuimos miserables y desilusionados en el Cristianismo. De hecho, fuimos desilusionados en Dios porque eso es de lo que pensamos que se trataba el Cristianismo. No había absolutamente ningún poder, Cuando nuestra hija se fue de casa en Noviembre, estábamos devastados. Hablamos acerca de venir al avivamiento, pero pensamos que era para personas no salvas. No sentimos que era para nosotros, pero pensamos que quizás podríamos obtener algo. Manejamos hasta aquí un miércoles y nos sentamos en la parte trasera del santuario. Steve Hill hizo un llamado al altar. Sentada ahí, recuerdo que mi corazón no latía. No había convicción. Así de perdida estaba. Algunas veces, nosotros que hemos estado en la iglesia por años – especialmente los que han estado en el liderazgo – son las personas más difíciles de alcanzar, porque no sentimos que tenemos esa necesidad. Realmente sentimos que somos salvos. Algunas veces es más fácil predicar a un alcohólico, porque él sabe que tiene una necesidad. Es la gente religiosa en la Iglesia la que está ciega, quienes no sienten que tiene necesidad. Es este espíritu Fariseo de hipocresía. Viendo a toda la gente ir al altar pensé, “¿No es eso dulce? Dios los bendice; ellos están recibiendo salvación.” Me fui a dormir esa noche y me levanté la mañana siguiente para lavarme los dientes. Parada frente al espejo, en mi auto-justicia, piadosamente dije, “Oh Señor, solo dame más de Ti.” El dijo, “No! Yo quiero más de ti!” Comencé a quebrantarme y todo lo que el hermano Hill había dicho la noche anterior comenzó a preocuparme. Era el día de Gracias pero yo me sentía tan miserable que ni siquiera pude salir a comer. Venimos al servicio esa noche, y el Señor comenzó a mostrarme como era yo. Era tibia, engañada, y mal oliente a Su nariz.


Mientras pensaba en ir al altar, recordé que había gente de mi iglesia en el santuario. Pensé que solo debía deslizarme por un lado y arrepentirme. El dijo, “Oh no, tu no! Has estado jugando este juego, deslizándote hacia adentro y afuera por veintidós años. Si quieres que estas cadenas de religiosidad sean quitadas de tu vida, te vas por el pasillo del centro frente a todos. Necesitas romper ese orgullo. No más religión!” Recorrí ese pasillo y me tire en el altar y le pedí a Dios me perdonara. Ojos De Amor

Esos mismos ojos llenos de amor que vieron la deplorable condición interna de esa pareja en 1997, vieron el corazón de un joven próspero en 31 D. C. que corrió a Jesús para preguntar cómo podía tener vida eterna. Jesús le respondió diciendo, “Tu sabes los mandamientos, “No mataras, no cometerás adulterio, no robaras, no darás falso testimonio, no defraudaras, honrarás a tu padre y a tu madre.” Y él respondió, “Maestro, he guardado todas estas cosas desde la juventud.” Y viéndolo, Jesús sintió amor por él y le dijo, “Una cosa te falta: ve y vende todas tus posesiones, y dáselas a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; después ven y sígueme.” Pero ante estas palabras su rostro decayó, y se fue sufriendo, porque él tenía muchas posesiones. Y Jesús viendo a su alrededor, dijo a Sus discípulos, “Que difícil será para los ricos entrar en el reino de Dios!” (Marcos 10:17-23) Este joven gobernante había guardado los requerimientos externos de la religión. Si su historia fuera actualizada hoy lo encontraríamos sirviendo como miembro de la junta directiva de una iglesia local, manteniendo las apariencias. Estaría de servicio cada semana, diezmando fielmente. Beber, maldecir, o salir con mujeres no estarían en su agenda diaria. El sería un buen hombre a los ojos de sus vecinos y exitoso en el trabajo. Pero faltaría algo que la mirada penetrante de Jesús podría detectar. Rex Andrews da un comentario sobre esta historia: Oh el amor que fluye, del cordero que esta pronto a ser ofrecido, mientras mira hacia aquel que ha sido tocado por Su Palabra! Con cuanta voluntad y en que completa consagración iba Jesús hacia la Cruz! Con que determinación fue su rostro dirigido hacia Jerusalén, la cual mató a los mensajeros que Dios envió! Y con que inefable ternura e inmensa compasión dijo: Te falta Una Cosa. Ve vende todo lo que tienes, y dáselo a los necesitados y tendras un tesoro en el cielo. Después ven, TOMA TU CRUZ y sígueme. Y el interés brillante y urgente desapareció rostro del que buscaba. El se entristeció – por la PALABRA de Dios – y se fue sufriendo. Cual fue la aflicción que había descendido sobre él? Simplemente el “amor por este mundo” y el apego a sus posesiones. Ese amor sombrío por el mundo podría hacer perder la vida eterna; y renunciar al Jesús que amó; y volverse a su vida enamorada del mundo mientras La Cruz se avecinaba ante él. Una decisión fue tomada, por la cual Jesús declaró lo espantoso del PODER del amor por este mundo y sus inútiles riquezas.4


No mucho antes que este incidente sucediera, Jesús dijo, “más las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se queda sin fruto.” (Mateo 13:22) Este fue un pronunciamiento de una realidad espiritual. La “mentira de las riquezas” corrompe el discernimiento al punto de creer que se está viviendo para Dios, cuando en realidad se vive para las cosas del mundo. Estas palabras son reminiscencia de otras declaraciones hechas por Jesús acerca de la falta de frutos: “Todo árbol que no da fruto será cortado y tirado al fuego” (Mateo 7:19). “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, le quitará. . . será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los cogen, y los echan en el fuego, y arden.” (Juan 15:2-6) La prosperidad hace el corazón del hombre altamente susceptible al engaño. Los de Laodicea se veían a sí mismos como espirituales; no tenían necesidad desde el punto de vista material. Y aquí reside el peligro para usted, el lector, ahora mismo: el mismo poder de engañar que lleva a la gente a hacer concesiones, es el mismo poder que puede hacer que rápidamente descarte el mensaje de este capítulo. ¿Es usted un Cristiano de Laodicea? La Perla de Gran Precio está tocando a la puerta, pidiéndonos “vender todo” para que podamos tenerlo a Él. El “todo” para nosotros es sencillamente todas las cosas del mundo que han ahogado nuestro amor por El. Esos ojos de amor están viéndote ahora mismo, querido lector. Su voz esta suplicando por usted. “¿Te vas a divorciar de las cosas de este mundo que te alejan de Mi y me seguirás con todo tu corazón?” El joven y rico gobernante se alejó de esos ojos y esa voz, sin la disposición para decir Si al Señor. Los de Laodicea, igualmente indispuestos, fueron menos honestos consigo mismos pero su engaño no alteró la realidad de su rechazo por Cristo. En ese momento su iglesia tenía mas de 40 años de existir. Ahora estaban vacilando entre Jesús y Kosmos. El Jesús que los amaba habló sinceramente, como un amante rechazado haciendo un último intento. Esta iglesia de corazón dividido no podría vacilar más. Su tiempo de elegir había llegado. O respondían a Su llamado abriendo la puerta o El los vomitaría de su boca. Nosotros podemos encontrar el camino de regreso a nuestro primer amor, pero debemos comenzar con una honesta evaluación de nuestra condición espiritual. No podemos seguir haciendo de lado la evaluación. Ahora es el día, este es el tiempo, para confesión y arrepentimiento. Que el clamor de nuestro corazón siga siendo “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón: Pruébame y reconoce mis pensamientos: Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.” (Salmos 139:23-24)

Capitulo Siete No Necesitan Obedecer a Dios “Aun cuando Dios anhela la salvacion de los hombres, el cielo no se va a prostituir, y no se van a abrir las puertas de par en par para aquellos que solamente vuelan en extremidad pero que nunca lo buscan seriamente, ni les importa ahora, ni lo desean por otro motivo sino para disculparse de que van directamente al infierno”1 Richard Baxter “¿No amas a nadie? ¿Vives dentro de ti mismo? ¿Estás recluido dentro de tus propias costillas? ¿Tu mundo eres tu mismo? Entonces te vas a ir al infierno. No existe ayuda para ti; porque el lugar de espíritus sin amor es el hoyo sin fondo. Solamente aquellos que aman pueden vivir en el cielo, porque el cielo es amor: y no


puedes ir a la gloria a menos que hallas aprendido a amar y a encontrar que toda tu vida se basa en hacer el bien a aquellos que te rodean.”2 C. H. Spurgeon A pesar de la cortina de humo de engaño y falsa ilusión que satura la atmósfera espiritual, un llamado urgente resuena por sobre América de un remanente de santos sobrios y virtuosos. Ellos no son parte de una denominación particular o movimiento en si. Ellos son simplemente hombres y mujeres santos que viven vidas consagradas y que saben lo que significa orar. Puede que sea un predicador que ha sido relegado a algún pastorado insignificante en un pueblito. Puede que sea una abuela que llora en intercesión cada mañana. O quizás es una ama de casa que vive un estilo de vida santificado a pesar de la dura crítica. Son santos que disciernen con oídos afinados a Dios y que están pasando el mismo mensaje: “¡Salgan. Sean santos como Yo soy santo!”. ¡Como deseo que cada creyente recibiera de buena gana ese refrescante mensaje al arrepentimiento y la santidad! Trágicamente, existe otro llamado tan ensordecedor que a puras penas alguien puede oír lo que Dios esta diciendo a aquellos “con oídos para oír”. Esa voz impía grita “¡Tu no tienes que ser santo!” Denominaciones enteras y movimientos de la iglesia enseñan que una persona no necesariamente tiene que obedecer a Dios. Este mensaje falso está siendo proclamado en voz alta desde el púlpito, por la radio cristiana, y a través de una barrera de libros cuyo objetivo es dar a los visitantes de las iglesias un falso sentido de seguridad. Sus promotores verbales silencian a cualquiera que se les oponga. “¡Estás enseñando el legalismo! Le estás diciendo a la gente que tienen que ganarse su entrada al cielo! ¡No hay nada que una persona pueda hacer para ser salva. Todo es por la gracia de Dios!”. Como con la mayoría de mentiras, usualmente hay suficiente porción de verdad mezclada en el mensaje como para hacerlo creíble. Y debe reconocerse que una presentación fuertemente legalista de la cristiandad se presta para un entendimiento del evangelio como “salvo por obras”. Pero no hay suficiente de esa enseñanza desbalanceada en los círculos de la iglesia como para justificar el gran énfasis en la gracia que la cristiandad ha escuchado en los últimos 10-20 años. Uno pensaría que el legalismo es la amenaza mas grande que la iglesia haya enfrentado, considerando la inundación de enseñanzas dadas acerca de la gracia.* La verdad de las cosas es que la verdadera amenaza viene de esas enseñanzas las cuales, en el nombre de la Gracia, han motivado a los creyentes a mimarse a si mismos en un estilo de vida egoísta y mundano, lejos de la vida abundante que Jesús tenia en mente para Su Novia. No hay duda que Satanás, en su sutileza, ha planeado cada aspecto de esta estrategia para los últimos días. La frase que sin rodeos diga que “no importa pecar” sería un veneno muy fuerte para ser tragado por los creyentes. En lugar de eso, Satanás ha inventado un esquema doctrinal completo que permita tal estilo mundano de vida. Al guiar a maestros de Biblia a sobre enfatizar la gracia de Dios y disminuir la necesidad de santidad y piedad, el diablo ha hecho que una vida comprometida con el mundo sea aceptable en los ojos del cristiano promedio. A través de los esfuerzos concertados de muchos falsos maestros, la santidad es ahora políticamente incorrecta y el libertinaje es el status quo. Una Advertencia para los Creyentes de los Últimos Tiempos Pablo dio una pista extremadamente importante acerca de lo que se espera en los últimos días cuando dijo, “Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos”. (2


Timoteo 4:3-4) ¿Se podría estar refiriendo a la iglesia de hoy? ¡Ciertamente!* La realidad de

todo esto esta muy de moda, justo frente a nuestros ojos hoy. ¡“El tiempo” no solo “vendrá”; ya ha llegado! La palabra griega para deseos, epithumia , es la misma palabra que encontramos en nuestro tema del pasaje de 1 Juan 2:16, “los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos ….El mundo se acaba con sus malos deseos”. En otras palabras, Pablo estaba diciendo: “En los últimos días, la gente va a exaltar a maestros que les provean con enseñanzas que les permitan vivir un estilo de vida carnal y mundano mientras mantienen una fachada de verdaderos cristianos. En esencia, ellos se van a desviar del verdadero cristianismo y se rehusaran a escuchar la verdad”. Hoy en día, el gran énfasis en la gracia sin santificación real es exactamente contra lo que Pablo nos advirtió. ¿Qué podría ser más impío que enseñar a la gente que pueden amar a este mundo y permanecer en pecado y aun así ir al cielo? Muchos de aquellos que así argumentan a favor de la injusticia, lo hacen en parte porque viven tal vida carnal, con estilos de vida mundanos y sin convicción alguna acerca de la despreciable naturaleza del pecado. En sus mentes, el cruzar la línea de la voluntad de Dios no es algo como para estar muy preocupados. Estos son de los que hablaba Pablo cuando dijo, “Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad; por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre sino a Dios, quien les da a ustedes su Espíritu Santo”. (1 Tesalonicenses 4:7-8) Sin embargo, advertencias como esta son de poca importancia para aquellos falsos maestros. Ellos están muy confiados en su propia justicia, aunque la Escritura claramente contradice sus enseñanzas e ideologías básicas. Desafortunadamente, estos hombres se han levantado para ocupar algunas de las posiciones de más influencias en la iglesia de los últimos tiempos. Su mensaje es tan obligatorio y predicado con tal entusiasmo que se vuelve casi imposible para cualquiera pararse en oposición. Sin embargo, la verdad de la Palabra de Dios y Su consejo permanecen para siempre. La Prueba de Fe Santiago, el medio hermano de Jesús y líder de la iglesia en Jerusalén, era conocido por todos por ser un hombre piadoso. Su epístola tiene la cualidad de tener los pies en la tierra. En ella, define la verdadera religión. “La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es esta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo”. (Santiago 1:27) La vida del verdadero creyente se caracterizará por estas dos marcas reconocidas de verdadero cristianismo. Primero, vivir el amor de Dios en aquellos que tienen necesidad; segundo, una vida pura en un mundo contaminado. Luego, Santiago continúa para dar una definición práctica de la fe salvadora y una enseñanza definitiva de lo que hace.

Porque habrá un juicio sin compasión para el que actúe sin compasión. ¡La compasión triunfa en el juicio! Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les dice: "Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse", pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. Sin embargo, alguien dirá: "Tú tienes fe, y yo tengo obras." Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios


lo creen, y tiemblan. ¡Qué tonto eres! ¿Quieres convencerte de que la fe sin obras es estéril? (Santiago 2:13-20) A primera vista, uno puede pensar que Santiago estaba refutando las enseñanzas del apóstol Pablo, quien continuamente afirmaba que una persona no es salva por obras sino por fe. Sin embargo, un examen más detallado del tema muestra que en realidad aquí no hay ninguna contradicción. Mathew Henry explica este pasaje de la Escritura: Cuando Pablo dice que un hombre es justificado por fe, sin las obas de la ley (Romanos 3:28), él está hablando claramente de otro tipo de trabajo, diferente del que habla Santiago, pero no de otro tipo de fe. Pablo habla de obras hechas en obediencia a la ley de Moisés, y de antes de que el hombre abrazara la fe del evangelio; y él tuvo que tratar con aquellos que se valoraban a si mismos tan por encima de esas obras, que terminaban rechazando el evangelio (como se expresa muy claramente, mas que todo al principio de Romanos 10); pero Santiago habla de obras hechas en obediencia al evangelio, y como un fruto y efecto propio y necesario de la sana doctrina de Jesucristo. A ambos les preocupa magnificar la fe del evangelio, como aquella única a través de la cual podemos ser salvos y justificados; pero Pablo la magnifica mostrando la insuficiencia de cualquier obra de la ley antes de la fe, o en oposición a la doctrina de justificación de Jesucristo; Santiago magnifica la misma fe, mostrando cuales son los productos y operaciones genuinas y necesarias de ella…Es solo por fe que somos puestos en un estado de justificación, pero entonces, las buenas obras vienen para completar nuestra justificación en el último gran día; entonces, vengan ustedes hijos de mi Padre – porque estaba hambriento, y me disteis de comer , etc. 3 Uno no es salvo por obras. La salvación resulta de la combinación de la gracia de Dios y la fe de una persona (Efesios 2:8). Sin embargo, aquellos que piensan que pueden hacer lo que les de la gana después de su “conversión”, deberían considerar la siguiente frase bíblica: Jesús dijo, “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con sus ángeles; y recompensará a cada hombre de acuerdo a sus obras” (Mateo 16:27). El, además, dijo que “aquellos que hicieron las buenas obras (serían destinados) a una resurrección de vida, y aquellos que cometieron malas obras a la resurrección de juicio” (Juan 5:29). Pablo, escribiendo a los miembros de la iglesia en Roma, dijo lo siguiente: “¿O menosprecias las riquezas de su bondad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que su bondad te guía al arrepentimiento? Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios; el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: A los que perseveraron en bien hacer, gloria y honra e incorrupción, a los que buscan la vida eterna. Mas a los que son contenciosos, y que no obedecen a la verdad, antes obedecen a la injusticia: enojo e ira (Romanos 2:4-8). Así que aquí vemos que lo que uno hace en vida afecta directamente nuestro destino eterno. Si, es verdad, que uno es salvo solo por fe; pero aun así, existe una cualidad en la vida de una persona con fe salvadora que se manifiesta por las obras que hace. Veamos 3 indicadores. La primera y mas obvia evidencia de conversión es el crecimiento continuo en obediencia a Dios. Su vida está caracterizada por un proceso de crecimiento espiritual en marcha. A través de recurrentes períodos de quebrantamiento, el viejo hombre centrado en si mismo, con su orgullo y sus debilidades, es alcanzado y el fruto del Espíritu comienza a mostrarse. Este es el proceso de santificación, “…sin el cual nadie verá al Señor” (Hebreos


12:14)* *Un error garrafal cometido por muchos es el pensar que al aprender acerca del cristianismo oyendo sermones y leyendo libros es lo mismo que la santificación. El oír es importante, pero por buenas razones Santiago dijo a los creyentes, “Mas sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos (Santiago 1:22).

Una segunda evidencia de genuina conversión es el desarrollo de una perspectiva eterna. La eternidad está siempre en el fondo de la mente de un verdadero convertido. El entiende y vive por las palabras de Jesús: “El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará (Juan 12:25). Debido a que tiene una perspectiva eterna, vive como forastero en tierra extranjera. El mundo no es su hogar sino un lugar temporal. Sus recompensas no serán alcanzadas en la tierra sino en el cielo. Ama las palabras de Jesús: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en [el] cielo, donde ni polilla ni orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan (Mat 6:19-20). El enfoque primordial de su vida no es lo que el mundo ofrece sino lo que le espera en la eternidad. La característica final de una autentica conversión se expresa en las palabras de Jesús: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Juan 13:35). El apóstol Juan elaboraba un poco más al respecto. En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo; cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su Hermano, no es de Dios. Porque, esta es la anunciación que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. Nosotros sabemos que somos pasados de muerte a vida, en que amamos a los Hermanos. El que no ama a su Hermano, permanece en muerte... En esto hemos conocido la caridad [de Dios], en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los Hermanos. Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo permanece la caridad de Dios en él? (1Jo 3:10, 14, 16-18) . Juan escribió este pasaje de la Escritura para ayudar a ser sinceros a los que buscan a Dios para saber si en verdad habían sido regenerados. La persona con un deseo real de “saber” si había “pasado de muerte a vida” sería capaz de decirlo por su amor a “los hermanos”. El amor de Dios fluyendo a través de la vida de una persona es el signo inequívoco de que existe un fe verdadera dentro de él. Igualmente, la ausencia del amor de Dios debe ser motivo de una necesidad urgente. * Si alguien no ve estos principios funcionando en su vida, la respuesta no es el tratar de ir a hacerlos; eso seria como tratar de salvarse a si mismo por medio de las obras. La respuesta es comenzar a clamar a Dios con arrepentimiento real. El Señor responderá esa oración y suplirá todo lo que falta.

Fe Muerta Cada domingo en la mañana, en las iglesias de América, miles de creyentes cantan con gran emoción acerca de su amor apasionado y compromiso con Dios. Lo que me asusta es la extensión de mentira que esto involucra. “Los cristianos no dicen mentiras”, decía Peter Marshalls, “ellos solo las cantan”. Mucha gente que se sienta en las iglesias no han entregado sus vidas al Señor, verdaderamente. En realidad, ellos nunca han puesto su fe en El. Pueden irla pasando a través de la obediencia selectiva del “cristianismo de la cafetería”: tomando y escogiendo cuales “reglas” pueden cumplir. Les falta la resurrección de la vida de un corazón transformado. Pablo advertía que en los últimos días, muchos que clamaban ser seguidores de Cristo, en realidad serian “amadores de los deleites más que de Dios; teniendo


apariencia de piedad, pero negando la eficacia de ella (2Ti 3:4-5). No hay poder porque no hay sumisión. Los fariseos eran el ejemplo del extremo de esto. Sus acciones externas expresaban obediencia estricta a los mandamientos de la Ley, pero por dentro, algo no estaba bien; sus corazones estaban lejos de Dios, y por eso les decía Jesús: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más importante de la ley: el juicio y la misericordia y la fe; esto era necesario hacer, y no dejar lo otro. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo que está de fuera del vaso o del plato; mas por dentro están llenos de robo y de incontinencia. ¡Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera se haga limpio! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres; mas por dentro, llenos estáis de hipocresía e iniquidad”. (Mat 23:23-28). Estas palabras son de extrema importancia para los creyentes de hoy porque revelan el peligro de vivir por estándares externos sin tener un verdadero cambio del corazón. Estos líderes religiosos obedecían escrupulosamente los mandamientos bíblicos que gobernaban el comportamiento externo pero ignoraban aquellos mandamientos que solo podían ser obedecidos internamente desde una voluntad sometida. Por fuera se veían “hermosos”. Por dentro, estaban llenos de codicia y auto gratificación. Por fuera, parecían estar limpios. Por dentro, no tenían interés en los demás. Todo era un gran espectáculo. Estas mismas palabras podían ser expresadas a muchos en nuestras iglesias hoy: “hay de ustedes seudo-creyentes. Ustedes van a la iglesia todos los domingos. Pagan sus diezmos. Oran antes de cada comida y leen una promesa cada día. Pero su falta de verdadera santidad se muestra por su falta de interés en los demás. Ustedes viven para ustedes mismos y no tienen casi nada para los demás. Por fuera aparentan ser hombres de integridad, pero por dentro están llenos de hipocresía y faltos de ley”. Las palabras de Jesús para los fariseos no eran una exhibición de provocaciones sino un último intento de despertarlos y salvarlos. A nadie le gusta oír palabras duras, pero a veces, un fuerte llamado de atención es lo único que puede golpear a una persona y sacarla de su engaño. Pablo le decía a Timoteo, “Que prediques la Palabra; que apresures a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina…” (2Ti 4:2-3). Las experiencias espirituales por si mismas no proveen la evidencia de conversión. La gente puede sentir la presencia de Dios obrando en algún punto de sus vidas o pueden aun sentir Su inmenso amor, pero eso no necesariamente significa que son salvos. Jesús dijo, “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán [en] aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos [en] tu nombre, y [en] tu nombre sacamos demonios, y [en] tu nombre hicimos muchas grandezas? Y entonces les confesaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad. (Mat 7:21-23). Así, Jesús acusaba a muchos que parecían estar muy involucrados en el trabajo de Dios, aun hasta el punto de tocar Su poder. ¿Cómo podían hacer milagros y aun así ser enviados al infierno? Yo no sé. Yo solo se que Jesús dijo que


iba a pasar. El da la razón: ellos no hicieron “la voluntad de Mi Padre que está en los cielos”, sino que eran hacedores de maldad. Básicamente, ellos no obedecieron a Dios, y realmente no vivieron para Dios. Lo peligroso de saborear el amor y la presencia de Dios mientras se anda en la propia voluntad es que una persona puede alejarse de tal experiencia completamente engañado. En la historia del joven rico, Marcos nos dice específicamente que Jesús, mirándole a los ojos, le amó. Estoy seguro que Su amor se manifestaba como una poderosa emanación que venia desde Su corazón. Sin embargo, la eternidad de este joven dependía de su respuesta a ese amor ardiente. ¿Obedecería o no las palabras de Jesús? Jesús, en Su misericordia, lo llevó a un cruce, a un punto decisivo. El hombre tenia que escoger entre Jesús y el dios mamón. El punto es la obediencia, no los sentimientos. La persona que verdaderamente ha sido convertida obedece a Dios desde lo profundo de su corazón, convirtiéndose en un vaso del amor de Dios para otros. Cuando la Gracia Abunda En los años cercanos a 1930, el movimiento evangelico en Alemania era muy fuerte. Aunque había idolatría y pecado presente, la mayoría del pueblo alemán de esos días eran simples personas – como sus contrapartes en los Estados Unidos – cuyas vidas circulaban alrededor de la iglesia y la familia. Dietrich Bonhoeffer, uno de los líderes cristianos de la Alemania de ese entonces, pudo ver los inicios de un movimiento que le iba a concernir grandemente. La creencia fundamental de este movimiento descansaba sobre un falso concepto de gracia: una vez que la persona es cristiana, ninguna cantidad de pecado puede cambiar su estatus espiritual con Dios. Bonhoeffer desesperadamente trató de oponerse a este movimiento impío antes de que ganara mas campo. Antes de perder su vida en las manos de los Nazis, él escribió estas palabras inmortales en su clásico, El Costo del Discipulado.

Gracia barata es el mortal enemigo de nuestra iglesia. Estamos peleando hoy por la gracia costosa. Gracia barata quiere decir la gracia que se vende en el mercado como mercancía de poco valor. Los sacramentos, el perdón de pecados, y las consolaciones de la religión son tirados a la basura y cortados en pedazos. La gracia es representada como el tesoro inagotable de la iglesia, desde donde ella derrama con generosas manos sin hacer preguntas o fijar limites. La gracia sin precio; gracia sin costo. La esencia de la gracia, suponemos, es que la cuenta ha sido pagada por adelantado; y, ya que ha sido pagada, cualquier cosa puede tenerse sin costo. Ya que el costo fue infinito, las posibilidades de usarlo y gastarlo es infinito. ¿Qué sería la gracia si no fuera barata? Gracia barata es el predicar del perdón de pecados sin que haya arrepentimiento, bautismo sin disciplina de la iglesia, comunión sin confesión, absolución sin confesión personal. Gracia barata es la gracia sin discipulado, gracia sin la cruz, gracia sin Jesucristo, viviendo y encarnado… Gracia costosa es el tesoro escondido en el campo; por ese tesoro un hombre va y vende todo lo que tiene. Es la perla de gran precio a comprar, por la cual el mercader venderá todos sus bienes… Tal gracia es costosa porque nos llama a seguir, y es gracia porque nos llama a seguir a Jesucristo. Es costosa porque le cuesta al hombre su vida, y es gracia porque le da al hombre la única y verdadera vida.4


Desafortunadamente, por mucho tiempo el pueblo alemán rechazó sus enseñanzas. A medida que la economía alemana prosperaba bajo el dinámico liderazgo de Adolfo Hitler, la vida espiritual en Alemania se volvió galopantemente fría. Las preocupaciones de este mundo, el engaño de las riquezas, y los deseos por otras cosas entraron y ahogaron la Palabra, y se volvió estéril. (Marcos 4:19) La vida iba mejorando en la tierra de Hitler bajo el liderazgo del Fuhrer. El orgullo nacional estaba siendo restaurado. La “nación cristiana” de Alemania puso a Adolfo Hitler en el poder porque les dio lo que querían. No solo lo instalaron como su canciller, pero también le adoraron. Y antes que supieran que había pasado, él estaba pasando a millones de Judíos por la cámara de gas en los campos de concentración de Europa. Cuando ellos eligieron a Hitler nunca se imaginaron que perpetraría tales atrocidades. La ausencia de total rendición a Cristo y la resultante falta de discernimiento los hicieron vulnerables a la poderosa personalidad del Fuhrer. Tanto hemos villanizado al pueblo alemán que es muy fácil colocarlos en el molde de Hitler. Olvidamos que la mayoría de ellos eran gentes comunes quienes, como nosotros, solo querían tener una vida mejor para ellos y sus familias. Una vez Hitler estuvo en el poder, muchos de ellos se volvieron agentes de carnicería porque su cristiandad no tenia ya mas poder sobre sus conciencias y el clima moral de sus días los controló. No había nada que pudiese parar su descenso hacia las crueldades del infierno. “ Nosotros nunca haríamos lo que ellos hicieron”, decimos ahora. Pero, mi querido lector, nuestra cultura está mucho mas influenciada por el espíritu del kosmos que la cultura de ellos en esa época. Estamos en un terrible peligro de desenrollar la alfombra de bienvenido, no para un dictador NAZI, sino para el hombre que guiará al mundo hacia una ruta de colisión violenta contra el mismo Dios. La gente de América esta lista para tal líder. La única oposición real que permanece viene de la iglesia cristiana. Desafortunadamente, mucha de esta resistencia esta colapsando debido a un liderazgo espiritual muy débil. Un pobre discernimiento, ambición egoísta y mundanalidad se están combinando para dejar a los santos vulnerables contra el gran engaño.

Capitulo Ocho Engaño y Ambición al Máximo “Las Iglesias están abarrotadas de principiantes religiosos que no están aptos para ministrar en el altar, y como consecuencia, la gente sufre. . . Mucho de lo que se está haciendo en el nombre de Cristo es falso para Cristo porque ha sido concebido en la carne, incorpora métodos carnales, y busca objetivos carnales.” 1 A.W. Tozer “Se asume que cualquiera que esté contra (un cierto) demonio representa el Bien. La posibilidad que esta persona represente un demonio aún mayor es rara vez considerada.” 2 Lev Navrozov


Una iglesia con mentalidad mundana abrazará conceptos mundanos que inevitablemente pervierten el Evangelio de Jesucristo y genera falsas enseñanzas. Por ejemplo, conceptos concebidos en el movimiento de la Nueva Era y en los campos humanísticos de la “ciencia” han sido ya discretamente introducidos en la Iglesia, ofreciendo “otro evangelio” que acomoda deseos egoístas. El espíritu del kosmos ha tejido su filosofía en las mismas fibras de la teología y doctrina de la Iglesia moderna. ¿A dónde reside la culpa de esto? No en las raíces, sino en la cima, donde los lideres han sido corrompidos con mucha frecuencia por engaño y ambición. Mientras el apóstol Pablo hacía su discurso de despedida a los ancianos de la iglesia de Éfeso, dijo la siguiente: Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al ganado; Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para llevar discípulos tras sí. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno... (Hechos 20:28-31)

Tal como Pablo lo predijo, lobos salvajes se han infiltrado en las iglesias del Primer Siglo, y veinte siglos más tarde estamos viendo lo mismo. Repetidamente Jesús, Pablo y los otros escritores apostólicos advirtieron de las enseñanzas que podrían llevar a la gente a perderse. Considere los siguientes ejemplos: Pablo también habló de “ángeles de luz,” que en realidad están sirviendo a Satanás. El mismo Jesús nos alertó de ser cautos con “falsos profetas que viene a vosotros vestidos de ovejas, más por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7:15) y nos amonesta para juzgarlos “por sus frutos.” Pedro continuó diciendo que "habrá también falsos maestros entre vosotros, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras... Muchos seguirán su sensualidad," (2 Pedro 2:1-2) El Apóstol Juan nos dijo “probad los espíritus para ver si son de Dios, (ó) es el espíritu del anticristo” (1 Juan 4:1-3) 

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Estas advertencias son tan importantes para nosotros hoy como lo fueron para los primeros Cristianos. Debemos aprender a discernir lo que las personas nos enseñan. Debemos orar para que Dios nos dé oídos para oír y ojos para ver! Sincero pero Equivocado Cuando la mayoría de Cristianos piensan en falsos maestros, vienen a sus mentes las descripciones que Jesús y Pablo dieron. Pero en lugar de buscar una oveja, buscan lobos. En lugar de buscar ángeles de luz, buscan siervos de Satanás, tales como obvios líderes de cultos. De lo que muchos no se dan cuenta es que los falsos maestros aparentan ser ovejas y ángeles. Cuando Jesús advirtió de falsos profetas que aparecerían en los últimos días, no estaba primariamente refiriéndose a hombres como Jim Jones o David Koresh. El dijo “Se levantaran muchos falsos profetas y a muchos engañaran” (Mateo 24:11) El estaba describiendo el engaño que ocurriría en mucho mayor escala que la de unos cuantos lideres de cultos aislados. Los lobos vestidos de oveja y los ángeles de luz no están afuera de la


Iglesia, sino que están adentro! Ellos no son reconocidos como engañadores porque su conducta no es lo que la Iglesia espera ver como engañadores. Existen dos tipos de engañadores obrando en el Cuerpo de Cristo hoy. Están los que por su voluntad mienten a otros para conseguir sus propios propósitos egoístas. Predicadores en televisión que piden “ofrendas como semilla de fe,” hombres que acechan a mujeres vulnerables, y artistas no nacidos de nuevo que están invirtiendo en la lucrativa industria de la música cristiana, todos ellos son ejemplos de lobos vestidos de ovejas. No tan obvio – pero igual de devastador – son aquellos que no por su voluntad están llevando las ovejas a perdición. Ellos propagan una falsa doctrina porque eso fue lo que les enseñaron y sin conocimiento la pasan a otros. Eso es lo que hace el engaño tan poderoso! El espíritu del mundo, que los está usando ahora para rechazar las palabras de Jesús originales a favor de un mensaje más suave, más atractivo, los ha engañado. Es un evangelio diluido, con poco o ningún fuego. Es falso porque no es el Evangelio dado por Jesucristo. Ambición Ciega Mientras muchos pastores y ministros hacen lo mejor para ayudar a la gente, otros trabajan intensamente creando seguidores personales. Quieren ministerios grandes, con sus nombres al frente y con ellos al CENTRO. Es muy fácil desviarse del ministerio por motivos personales. Es posible iniciar una obra para Dios con un genuino deseo de ayudar a otros, pero la tentación de usarlo como un vehículo para éxito personal puede ser abrumadora. Lo que comienza como un sincero deseo de hacer el bien, a menudo se convierte en una motivación ambiciosa por alcanzar la cima. Las falsas enseñanzas es uno de los inevitables efectos secundarios de la ambición dentro de la cristiandad. Cuando alcanzar la cima se convierte en la motivación primaria, el deseo por la verdad gradualmente se vuelve secundario. Pablo observó esta misma situación sucediendo en la Iglesia Temprana. El dijo a los Filipenses que algunos estaban proclamando a Cristo “por ambición personal, no con sinceridad” (Filipenses 1.17) En el comienzo del siguiente capítulo de la misma epístola, Pablo dijo lo siguiente: “Nada hagáis por contienda ó por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros: No mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también a lo de los otros.” (Filipenses 2:3-4) Estos dos versos son el corazón del Cristianismo y son especialmente relevantes para aquellos que tienen un ministerio, para quienes el llamado es servir a los demás antes que a si mismos. Jesús enfrentó este problema aún con Sus propios discípulos, quienes discutían entre ellos acerca de quien era el mejor. A esa actitud egoísta El respondió, “Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.” (Marcos 9:35) Nos hemos desviado de este pensamiento de siervos. En lugar de buscar servir a otros, muchos están buscando llegar a la “silla del jefe. . . y lugares de honor.” (Marcos 12:39) Esto es exactamente lo que Pablo predijo cuando nos advertía que falsos maestros se levantarían “para apartar a los discípulos después de ellos.” Competencia intensa para atraer grandes multitudes, mayor público, o más lectores conlleva a libros llenos de vida y espumosos sermones, ambos carentes de sustancia y convicción. La radio y la televisión en si mismos crean una presión en los predicadores para mantener la atención de los oyentes sin ofenderlos, simplemente porque los oyentes ofendidos no envían el dinero necesario para pagar las astronómicas cantidades que cuesta mantener los programas al aire! Una prédica confrontativa que asedia el pecado, la mundanalidad y la carnalidad tiende a no atraer seguidores.


Para el típico oyente o televidente, la personalidad se valora mejor que el contenido. Esta anonadado por las estrellas, enamorado de personalidades infladas que parecen más grandes que la vida. Los medios masivos le hacen eso a sus protagonistas, aunque esto no necesariamente significa que sus directores sean demonios. Sin embargo, los creyentes de los últimos días deben escuchar cuidadosamente el error y rechazarlo, sin importar quien sea el mensajero. Maestros con Mentalidad Mundana Otra causa de engaño en las altas esferas de la sustitución de la educación para la unción y al deseo tras esa sustitución: para ganar credibilidad con el mundo. En la década de los 40’s, 50’s y 60’s, los colegios y seminarios Bíblicos Cristianos lideres, aparentemente con la expectativa de ganar credibilidad (y acreditación) en el mundo académico secular, introducen en sus programas las artes liberales. Muchas de estas clases, enseñadas desde una perspectiva Bíblica, estaban libres de toda influencia contaminante; (por ejemplo matemáticas, historia, etc.) y eran beneficiosas para el futuro de los estudiantes en el ministerio. Sin embargo, como descubriremos en el próximo capítulo, otras materias de artes liberales eventualmente se convirtieron en un caballo de Troya transportando un sutil engaño dentro del Cuerpo de Cristo. Colegios Bíblicos que una vez fueron extremadamente espirituales gradualmente perdieron su fuego y se marchitaron bajo el agobiante espíritu del mundo. Una dama que experimentó esto de primera mano da cuenta de lo que sucedió en su escuela.

A principios de los 60’s, estudié 3 años en la Escuela Bíblica Pentecostal que enfatiza en preparar personas para el ministerio. Cada estudiante ahí planeaba una vida al servicio de Dios, ya sea pastoreando una iglesia o yendo al campo misionero. Las únicas clases ofrecidas en esta escuela estaban directamente relacionadas al ministerio o al estudio de la Biblia. El presidente de la escuela a menudo predicaba a los estudiantes acerca de la necesidad de estar santificado. Nos enseñó que cualquier ministerio que valiera la pena solo vendría como resultado de una vida crucificada. En uno de esos días en que el El Show de Dick Van Dike tipificaba lo que se veía en televisión, el continuamente nos advertía que ver TV podría mermar nuestras vidas espirituales. Su propia profunda consagración a Dios establecía una sobria y seria atmósfera ahí. Durante mi estadía allí, comenzamos a escuchar reportes que líderes denominacionales querían traer clases de artes liberales al currículo. Los rumores que circulaban eran que la escuela iba a recibir acreditación y comenzó a ofrecer Carreras de 4 años. Había estudiantes que estaban contentos de oír esto, pero la mayoría quería que las cosas se quedaran como estaban. Un día, el presidente de la escuela se paró ante nosotros con lágrimas cayendo por sus mejías. Había estado bajo tremenda presión de la organización denominacional para cooperar con sus planes pero firmemente había resistido hasta el final. Finalmente lo obligaron a renunciar. Ese día, nos dio una charla que afectó profundamente mi vida. Nos advirtió que habría un tono más bajo en la escuela en el futuro pero no para permitirnos perder nuestro sentido de sobria espiritualidad. Algún tiempo después que él se fue, escuchamos que había muerto con su corazón roto. Tal como él predijo, el énfasis de la escuela sufrió una gran transformación. El profundo sentido del Espíritu de Dios que había estado ahí años antes, se había ido.


La historia de esta dama es una ilustración de lo que ha ocurrido en un sentido más amplio en casi todos los campos de la educación Cristiana. En lugar de disciplinar a las jóvenes para una vida santa, se les ensaña como ser “profesionales.” En lugar de enfatizar la importancia de caminar con Dios, se enfatiza en materias como el crecimiento de la iglesia. La medida de su espiritualidad no es la humildad y la pureza interna, sino el éxito externo. Las enseñanzas mundanas de hoy producirán los líderes mundanos de mañana. Afirmaciones Categóricas Hay otro factor a nivel de la enseñanza/predicación en la iglesia que contribuye a hacer un marcado declive en el entendimiento espiritual y el engaño que prosigue: la inmadurez espiritual cubierta por afirmaciones categóricas. Cuando se trata de discipulado, un maestro o predicador puede llevar a otros solo tan lejos como haya ido él, no más. Eso se convierte en un verdadero problema cuando el maestro quiere aparentar ser más espiritual de lo que realmente es. Se excede, dependiendo de su propio carisma y habilidades personales. El simplemente no posee un verdadero entendimiento de la materia. El resultado es un ministerio poco profundo con una perspectiva superficial. El apóstol Pablo sacó a luz esta disparidad cuando le escribió a Timoteo:

Pues el fin del mandamiento es la caridad nacida de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida: De lo cual distrayéndose algunos, se apartaron a vanas pláticas; Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan, ni lo que afirman. (1 Timoteo 1:5-7) Pablo habló con autoridad porque tenía una íntima relación con el Señor que estaba basada en una vida de profunda consagración y oración. El amor sincero por los demás lo motivaba, no la ambición propia. La carencia de estos dos factores – una relación intima con Dios y la motivación del amor – inevitablemente lleva a falsas doctrinas o a un mensaje diluido. Si a esto se le agrega el deseo humano de tener respeto como maestros sin la disposición de ganárselo, la corrupción se propaga. Es también muy fácil “apoyarse en su propio entendimiento.” Una vez que el maestro aprende a confiar en sus propias habilidades, en lugar de vivir en mansedumbre y humildad, adopta la actitud que siempre ha funcionado en su pasado: confiado y ostentoso. Como dijo Pablo, “…esperando a ser maestros de la Ley, aún cuando no comprenden ni lo que están diciendo ni las implicaciones acerca de lo que hacen declaraciones categóricas.” Hombres confiados de si mismos han tomado siempre ventaja de los simples, que confían en otros. ¿Hay alguna razón para creer que esto no sucede en la iglesia? Hace muchos años antes de entrar al ministerio, trabajé en ventas por un tiempo. Desarrollé una competencia amistosa con otro de los vendedores, pero sin importar que tan duro trabajara, poniendo horas extras y haciendo numerosas llamadas, Rob me superaba en ventas todos los meses. La diferencia era la personalidad agradable de Rob. En diez minutos, él podía hacer que una persona se sintiera como que eran amigos de toda una vida. Con una sonrisa que nunca faltaba en su cara, él podía lograr que la gente firmara en la línea punteada, así de fácil! Veo muchos “Robs” en el liderazgo de la iglesia hoy. Ellos tienen la habilidad de atraer seguidores – no porque prediquen la verdad – sino por su manera agradable y amable. En contraste es interesante ver lo que Pablo dijo acerca de si mismo al respecto:


Cuando fui a vosotros, hermanos, proclamándoos el testimonio de Dios, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría, pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Jesucristo, y éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y con temor y mucho temblor. Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. (1 Corintios 2:1-5) No debería sorprendernos, que había algunos en la iglesia de Corinto que dijeron de Pablo, “Sus cartas son severas y duras, pero la presencia física es poco impresionante, y la manera de hablar menospreciable.” (II Corintios 10:10) Pablo no negó esto. La pregunta es: ¿un miembro promedio de la iglesia de hoy, podría discernir el Espíritu de Dios en sus palabras o estarían aburridos por la predicación carente de carisma? Gran Negocio Otra razón para la ambición y engaño en la cima del liderazgo es el innegable hecho que el Cristianismo en los Estados Unidos es una industria multi-billonaria. Música, libros, enseñanzas, seminarios, conferencias, y ofrecimientos de amor son todo parte de lo que se puede tocar. Esta opulencia anima a cualquiera con talento, habilidades, y carisma para hacerlo en grande. Desafortunadamente, el éxito les paga maravillosamente. Pablo habló de esto cuando dijo que algunos estaban “comerciando con la palabra de Dios,” (2 Corintios 2:17) y “toman la piedad como fuente de ganancia” (1 Timoteo 6:5). Que triste es esto a la luz del precio que nuestros primeros padres Cristianos pagaron por el Evangelio! Hay muchos en el ministerio que están ahí solo por la recompensa inmediata y tangible. Un ejemplo de la mentalidad que prevalece en mucho de la Iglesia es la conversación que tuve con uno de los editores Cristianos líderes del país. El vio este libro y lo descartó por ser irrelevante. “Steve, lo que necesitas hacer es escribir un libro que diga a los Cristianos como pueden perder peso y ser espirituales al mismo tiempo. Entonces tendrás un libro exitoso!” Lo aterrador es que este hombre sabe lo que dice. Una mirada a su imperio editorial le dice a un alma con discernimiento que la venta de libros es mucho más importante que las verdades espirituales. El aspecto más profundo aquí es la mentalidad Americanizada de éxito en los negocios transferida al ministerio. ¿Donde están los ministerios que son reconocidos por el SACRIFICIO? K. P. Yohanan, un misionero con un record probado de sacrificio y aún persecución en la India, cuenta la siguiente historia:

Recientemente aconsejé a una pareja que planea entrar al servicio misionero. Ellos decían que desesperadamente deseaban servir al Señor. Estaban bien calificados, y era obvio que el Espíritu Santo los estaba llamando al privilegio de Su servicio. Pero el mundo tenía una mano puesta sobre ellos. Comenzaron a preguntar lo que ahora reconozco como las preguntas Americanas críticas acerca del servicio Cristiano. Si van a misiones, ¿Cómo vivirían?, ¿tendrían una casa?, ¿tendrían un plan de retiro?, ¿Qué acerca de la educación de sus hijos?, ¿Qué acerca de los seguros? Ellos estaban midiendo la oportunidad de servir por la cantidad de inconvenientes que esto les ocasionaría. No querían enfrentar la posibilidad de


dificultades, penas, sacrificio e incertidumbre en el servicio misionero. Los riesgos eran demasiado grandes, de manera que, al igual que millones de Norte Americanos aún no habían obedecido ese llamado. Y probablemente nunca lo harían. Que contraste con el sacrificio rutinario hecho por muchos obreros Cristianos en el tercer mundo. Pienso en un equipo de cinco jóvenes misioneros pioneros a quienes el Señor llamó a iniciar una misión en Rajasthan, un estado al norte de la India. Ellos no tenían dinero para el tren, ni dinero para renta o comida. Todos los desanimaban y les pedían que se quedaran en casa. Pero esta fue su respuesta. “Si no tenemos dinero para ir en tren, vamos a caminar (1,500 millas). Si alguno de nosotros se enferma y muere en el camino, lo vamos a enterrar al lado del camino, y el resto de nosotros seguiremos adelante. Si solo uno de nosotros sobrevive el viaje y llega a Rajasthan, y entrega un solo tratado del evangelio en la arena del desierto caliente de ese estado antes de morir, habremos cumplido la misión, y habremos obedecido a nuestro Señor.3 Me temo que en la medida que los ministerios anhelen recompensas materiales tangibles, la Iglesia Americana continuará siendo engañada por líderes cuya motivación es una ambición egoísta y un pensamiento carnal, y cuyo legado es un evangelio débil y enseñanzas falsas. Mientras tanto, los verdaderos hombres de Dios serán ignorados por gente engañada que prefiere el carisma a la espiritualidad y destellos a la sustancia espiritual. Una iglesia que está abierta a la mundanalidad estará abierta al engaño.

CAPITULO NUEVE LA SABIDURIA DEL KOSMOS “El deseo correcto es producido por la obediencia, nunca viceversa”.1 Oswald Chambers “Nuestro único refugio, nuestra única fuente, nuestra única fortaleza, nuestro único consuelo, nuestra única autoridad, es la preciosa Palabra de Dios. Quite eso, y no tenemos absolutamente nada; dennos eso, y ya no queremos nada mas”.2 Charles H. Mackintosh La siguiente historia personifica el estado de la iglesia americana como un todo: vacía de un discernimiento espiritual verdadero y rápida para abrazar la sabiduría del mundo. La escena es otra tarde cotidiana de septiembre en la vida de Wes Allen.* Como coordinador de las oficinas centrales de una gran denominación, sin él saberlo, su reputación estaba pasando por un ataque demoniaco en ese mismo instante. Al otro lado de la ciudad, un cristiano psicoterapeuta estaba aconsejando a Amy, la hija de dieciocho años de Wes. Investigando para encontrar la raíz de los “tan asentados problemas” de Amy, el consejero introdujo gradualmente la idea de que el padre de Amy la había abusado durante su infancia. Al principio, Amy retrocedió ante tal sugerencia. Pero, a medida que el terapista, hábilmente recorría esta línea de pensamiento, ella comenzó a “recordar” incidentes. Gradualmente Amy se volvió en contra de su padre, cuyos esfuerzos


subsecuentes por razonar con ella solo consiguieron reforzar su convicción de que el psicoterapeuta estaba en lo cierto. El terapista inmediatamente trajo los resultados de su “investigación” a los superiores de Wes y por lo tanto este fue despedido. Enfurecido por estos cargos falsos, Wes puso una demanda al consejero y ganó el caso luego de que su hija se retractara de sus “memorias”. Al final, habiendo sido exonerado de todos los cargos contra él, la relación quebrantada con su hija fue restaurada y él fue reinstalado a su cargo anterior con la denominación. Una iglesia mundana y cargada de problemas es susceptible a soluciones mundanas. En respuesta a la gran necesidad que agobia a nuestras iglesias, el espíritu del kosmos ha comisionado a toda una industria de profesionales para dispensar la suficiente ayuda para mantener a la gente lejos de experimentar un genuino quebrantamiento ante Dios con verdadero arrepentimiento. En lugar de abrazar los conceptos bíblicos de la auto negación y la muerte al yo, demasiado a menudo los creyentes corren hacia los “expertos” quienes proveen soluciones alternativas para mantener a la gente encerradas en una prisión de auto centrismo. La iglesia ha abrazado de una manera entusiasta este modo de pensar mundano. Hemos alcanzado la absurda conclusión de que solo porque un cristiano tiene un título en psicología, está calificado para ensenar a la gente como vivir una vida victoriosa en Cristo. John MacArthur expone sobre esto: La escritura es el manual para todo el “trabajo del alma” y es tan exhaustiva en el diagnostico y tratamiento de cada problema espiritual que, energizada por el Espíritu Santo en el creyente, lo lleva a ser uno con Jesucristo. Este es el proceso de la santificación bíblica… “La psicología cristiana” como se usa el termino hoy es un oxímoron (combinación de dos palabras con sentido opuesto). La palabra psicología ya no habla más del estudio del alma; en lugar de eso, describe una diversa cantidad de terapias y teorías que son fundamentalmente humanistas. La presuposición y la mayor parte de la doctrina de la psicología no pueden ser exitosamente integradas con la verdad cristiana. Sin embargo, la infusión de la psicología en la enseñanza de la iglesia ha desvanecido la línea entre la modificación del comportamiento y la santificación. El camino a la integridad es el camino de la santificación espiritual. 3 En Primera Corintios Uno, Pablo describe lo que se podría llamar “la Mente Occidental”. El dice, “Los Griegos (Gentiles) buscan la sabiduría”. (1 Corintios 1:22) Esta inclinación a exaltar la sabiduría humana es un obstáculo principal que se opone a los creyentes que quieren una vida profunda, verdadera, y victoriosa en Cristo Jesús. Dios no espera que nosotros seamos idiotas sin sentido, pero El nos ordena que “pongamos nuestra mente en las cosas de arriba” y que busquemos la mente de Cristo en todas las cosas. Nuestro problema estriba de nuestra tendencia de abordar las cosas espirituales con la mente natural y razonable, la cual es la perpetua antagonista de Dios. Pablo dijo que “por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios, porque no se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden”. (Rom 8:7) Su punto es que los procesos naturales de la mente humana funcionan completamente diferente de los procesos del Espíritu. Los humanos son inherentemente auto centrista; nuestro pensamiento constantemente se mueve alrededor de nosotros mismos. El orgullo y el egoísmo que resulta de este tipo de pensamiento están en oposición a la forma de pensar del Espíritu de Dios. Debido al conflicto básico que existe entre ambos (Gálatas 5:17), desafortunadamente, aun la persona más brillante, nunca entra en el Reino de Dios a menos que se humille a sí mismo como un


pequeño niño. Jesús dijo, “ y dijo: De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos”. (Mat 18:3-4) Como creyentes, es imperativo que nos bajemos de nuestra altanera forma de pensar y aprendamos que los problemas espirituales no pueden ser entendidos o deducidos a través del razonamiento lógico de la mente humana. Seamos honestos con nosotros mismos. En su mayoría, la iglesia en América es mundana, carnal, y centrada en sí misma. Está inundada de cristianos descorazonados y vencidos cuyas vidas se han salido de control en una espiral debido a nuestra cultura prospera y permisiva. El resultado inevitable es que muchos luchan con una carga de opresión de problemas emocionales y adicciones muy asentados. La iglesia ha perdido de vista la cura para estos problemas y ahora solo puede ofrecer un analgésico llamado “consejería” para aminorar el dolor. Hay muy pocos en posiciones de influencia que entienden lo que significa venir al Calvario. “Adultos” con un testimonio de caminar en el Espíritu han muerto sin que nadie los sustituya. Las enseñanzas del kosmos se han deslizado bajo la puerta y nos han lavado el cerebro metódicamente. Es tiempo de despertar de nuestro adormecimiento y que abramos los ojos al engaño que nos ha sobrecogido. La Sabiduría del Kosmos Para los creyentes de Corinto, quienes eternamente buscaban nuevas ideas y filosofías, Pablo dijo: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. De estas cosas hablamos, no con palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. (1 Corintios 2:12-14) Pablo continuó diciéndoles que debido a su inmadurez (de los corintios), no podía hablarles como a gente con discernimiento espiritual, “… sino como a carnales, como a niños en Cristo”. (1 Corintios 3:1) Los corintios estaban encaprichados con la visión de este mundo. Una y otra vez, Pablo les recordaba que la visión del kosmos era locura para Dios. “Nosotros hablamos de la sabiduría de Dios de manera misteriosa…” decía él, “la sabiduría que ninguno de los gobernadores de esta era ha entendido”. (1 Corintios 2:7-8) La sabiduría del mundo apela a la lógica de la mente humana y a la vida misma. El kosmos menosprecia el camino a la Cruz y exalta la auto preservación y la persecución de la felicidad personal. Este conflicto de ideas fue expresado muy claramente en las palabras de Jesús: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará”. (Lucas 9:23-24) Esta manera de pensar es diametralmente opuesta a la manera de pensar que promueve el kosmos y pone un dedo justo en el motivo por el cual los cristianos de América tienen tantos problemas sin resolver: la falta de deseo de negarse a sí mismos . Después de veinte años trabajando con gente con problemas graves, aquí en los Ministerios Vida Pura hemos aprendido que solamente Jesucristo tiene el poder de traer a una persona a un verdadero gozo y contentamiento – y El sí que tiene el poder. Aquellos que aprenden el poder de la obediencia de corazón y se rinden completamente a Su voluntad vienen a conocer ese estado de bendición. Muchos quieren ayuda de Dios, pero la quieren en sus propios términos. Quieren que el Señor resuelva sus problemas sin que haga ninguna demanda a sus vidas. “elimíname y arréglame” es su oración, pero no están dispuestos a vivir en sumisión, obediencia y sin


egoísmos. Quieren que Dios se lleve sus problemas sin que tengan que dejar el estilo de vida que solo busca los placeres y que produce, mayoritariamente, el comportamiento obsesivo. En pocas palabras, ellos quieren que el Señor los tenga sin problemas sin necesidad de interrumpir el fluir de sus vidas en este mundo. Lo que quieren es la victoria del Calvario sin la Cruz del Calvario – eso es imposible. La iglesia ha comprado la idea que si tienes problemas médicos, vas al doctor; si tienes un problema espiritual, vas adonde el ministro; y si tienes un problema emocional, vas al sicólogo. De esta forma, el espíritu del kosmos ha sido capaz de introducir falsas enseñanzas al Cuerpo de Cristo bajo el disfraz del profesionalismo. Hubo un tiempo en mi vida cuando aún estaba profundamente dentro del pecado, y solía decirme a mí mismo, “Si tan solo tuviera el dinero para un sicólogo (o mejor aún, un siquiatra), podría tener la ayuda que realmente necesito”. El campo de la sicología siempre ha tenido algo de místico, para mí. Yo razonaba de la siguiente manera: “Seguramente que estos probadores de la mente y del comportamiento poseen un conocimiento que les da poder para liberar a la gente como yo”. Yo estudiaba sicología en la escuela y me metí de lleno en las teorías de moda. Puse mi confianza en ella porque creía que era una ciencia bien establecida – y esto a pesar de su fracaso en ayudarme a sobreponerme a mis propios problemas. Cuando me convertí en cristiano, trasladé esta verdad a la “Psicología Cristiana” y a sus enseñanzas. Pero fue luego de asistir al Instituto Bíblico, donde se me ensenó la verdadera consejería bíblica, que pude darme cuenta de cuan equivocado estaba el lugar adonde había depositado mi confianza. La Moderna Ciencia de la Psicología Una de las falacias de la psicología es que es una ciencia basada en hechos en el mismo sentido en el que uno puede pensar de la neurología o la fisiología. Nada puede estar más alejado de la verdad como lo muestra claramente Dave Hunt:

En los primeros días de diciembre de 1985, 7000 participantes (3000 fueron eliminados por falta de espacio) se reunieron en Phoenix, Arizona, para la “Conferencia de la Evolución de la Psicoterapia”. Nominada por los organizadores como “probablemente la concentración de personas más grande dedicada a la práctica de la psicoterapia”, la prestigiosa convención atrajo participantes de 29 países. Una de las mayores atracciones era la presencia de sicólogos de la talla de Carl Rogers, Rollo May, R.D.Laing, Joseph Wolpe, Albert Ellis, Bruno Bettelheim, y Thomas Szasz. La gran convención presentaba una extraña dicotomía: por un lado estaba la sorprendente exhibición de confusión y contradicción; por otro lado, en aparente ceguera a la bancarrota de su propia profesión, había la planeación entusiasta y competitiva de los participantes para la expansión de sus influencias sobre un público crédulo que los miraba ávidamente buscando respuestas que obviamente ellos no tienen. Ann Japenga, miembro del grupo de escritores del periódico Los Ángeles Times reportó, “Los héroes estaban allí para evaluar adonde había llegado la psicoterapia en 100 años y hacia donde iba – lo único es que realmente no se podían poner de acuerdo”. La convención fue un fracaso en cuanto a distinguir la diferencia entre los cientos de sectas rivales de la psicoterapia y en traer algún semblante de orden a la caótica confusión de literalmente miles de teorías y terapias conflictivas.4


El acuerdo entre sicólogos está aun ausente ya que ellos rechazan las enseñanzas autoritativas de la Palabra de Dios en favor del razonamiento humano acerca del alma. La mayoría de sus teorías están basadas en análisis subjetivos, no en la ciencia empírica. Y aun la ciencia empírica no puede salir con una mejor explicación para un comportamiento anormal excepto decir, “Está en los genes”. Las palabras de Santiago aplican a la confusión que se encuentra en el campo de la psicoterapia cuando escribe, “No es esta la sabiduría que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica, pues donde hay celos y rivalidad, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”. (Santiago 3:15-17) La verdad es que el campo de la psicología no es nada más que un mar de confusión, que refleja teorías acerca de cómo traer a una persona a su estado emocional de bienestar. Estos seudo expertos nunca entenderán el verdadero camino hacia el gozo interno porque no están dispuestos a humillarse ante Dios. Consecuentemente, andan a tientas en la oscuridad del kosmos , en su vano intento de salir con algo – cualquier cosa – que suene a una respuesta adecuada a los problemas del hombre. ¿En realidad esperaríamos que hombres impíos como Sigmund Freud, Carl Jung o Carl Rogers – todos los cuales han sido abiertamente hostiles hacia el cristianismo – pudieran proveer soluciones para los cristianos emproblemados? Si sus soluciones fueran lo que los cristianos necesitaban (tan contradictorios como son), ¿Por qué Dios no se lo reveló a los hombres piadosos? Jesucristo ha estado transformando gente por más de mil novecientos años. ¿Por qué es que la iglesia de repente siente que debe gatear en sus manos y rodillas hacia el mundo inconverso para encontrar soluciones para los problemas de su rebaño? La Biblia dice que el Señor “nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad” (2Pe 1:3) y que somos hechos “completos en Cristo” (Colosenses 2:10). ¿Que tenemos que hacer para creer las promesas de la Biblia? Un ejemplo típico de cómo se nos ha dicho que deberíamos poner nuestra fe en sicólogos en lugar de en Dios viene de la siguiente cita en un artículo de Cristianismo Hoy , que trata con mujeres adictas a la pornografía: “Mujeres adictas a la pornografía necesitan terapia profesional con un consejero cristiano… La peor cosa que usted puede hacer con estas mujeres es ensenarles como orar más o pedirle ayuda a Dios. Ellas ya han hecho eso, a menudo hasta el punto de desesperarse”.5 No se equivoque en esto: Esta es la voz de las tinieblas encubiertas en palabras de consejo amigables de un profesional. Esto apela a la lógica humana, sentido común y la historia pasada, en lugar de motivar la fe en un Dios poderoso y compasivo que puede y va a liberar a la gente de sus ataduras (algo de lo que yo he sido testigo en un sin número de ocasiones durante mis 20 años de ministerio). Pero también ofrece una opción muy clara para los creyentes: ¿Pondrá usted su confianza en la sabiduría mundana o va a obedecer y confiar en el Señor? “La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. (1Co 1:18) ¿Lo Mejor de Ambos Mundos – O El Conflicto de Religiones Rivales? Los líderes de la “psicología cristiana” dicen que han sido capaces de integrar las verdades poderosas de la Escritura con aquellas de la psicología. No adhiriéndose a las “enseñanzas simplísimas” de la Biblia, ni tampoco a la falta de profundidad espiritual de la psicología secular, ellos dicen que pueden proveer a sus seguidores de lo mejor de ambos mundos. Imagínese eso. A primera vista, este razonamiento parece tener sentido, pero


cuando una persona honesta mira por debajo de la superficie, rápidamente se da cuenta de que eso es imposible. La verdad es que no es más posible combinar las verdades de la Escritura con las falacias de la psicología que integrar el cristianismo con el hinduismo. Las suposiciones en las que se basan están en conflicto; sus diferencias son irreconciliables. Lo que algunos llaman consejería bíblica no es otra cosa que las mismas y antiguas y trilladas enseñanzas de la psicoterapia maquilladas con una capa delgada de cristianismo. Los versículos de la Biblia han sido sacados de contexto para dar un ostensible apoyo espiritual a sus teorías. El Dr. Jay Adams responde a este tipo de razonamiento: Usted puede estar seguro que esto no es el resultado de la gracia común que dos maneras rivales de consejería existan hombro a hombro. Dios no puede ser embestido con semejante contradicción. Su gracia común no es responsable de las falsas enseñanzas de Freud (el hombre no es responsable por su pecado), Rogers (el hombre es esencialmente bueno y no necesita ayuda externa) o aun Skinner (el hombre es solamente animal, sin valor, libertad o dignidad). Es casi blasfemo decir (como un buen número de gente dice) que tales sistemas, llenos de errores, falsedades y enseñanzas anticristianas, don el producto de la gracia común de Dios. Imagínese a Dios, en común gracia, a través de esos sistemas, ensenando a la gente a creer que sus problemas pueden ser resueltos separados de Cristo…. Es impropio concebir a Freud, Rogers y a un buen numero de otros como ellos como grandes benefactores de la iglesia, cerca de cristianos, o personas de las cuales podemos aprender mucho. No; en lugar de eso, debemos ver claramente que ellos han venido traficando mercaderías del enemigo. Ellos son agentes del enemigo. Ellos ofrecen sistemas, aconsejan una forma de vida opuesta a la verdad bíblica. Sus puntos de vista no son suplementarios, sino que son alternativas indiscutibles. Seguramente, ellos mismos ven esto suficientemente claro, y no hacen ruido de eso. Claramente dicen que no hay lugar para Dios o Su Palabra. ¿Cómo es que, entonces, algunos cristianos están virtualmente ciegos a este hecho? En el análisis final, la respuesta a la pregunta es esta – los cristianos están engañados para aceptar el pensamiento y la práctica pagana en consejería cuando no piensan teológicamente.6 Dave Hunt llegó casi a la misma conclusión cuando comenzó a investigar la psicología en la iglesia: A pesar de su impotencia para proveer alguna ayuda duradera, la psicoterapia se ha convertido para miles una parte de la vida al igual que lo es la maternidad y el pastel de manzana. Consecuentemente, el cristiano promedio ni siquiera esta consiente que consultar a un psicoterapeuta es casi lo mismo que volverse hacia un sacerdote de alguna religión rival. Por supuesto, cuando es practicada por un cristiano, a la psicología se le da una legitimidad sin garantía, la cual engaña al incauto. La falacia es aun falacia, y no es menos dañina aun cuando sea proclamada o practicada por cristianos. 7 La afirmación básica de que los conflictos interrelacionales, los hábitos pecaminosos, ansiedades, temores, depresión, etc., etc., pueden ser resueltos en la ida de un creyente desde una fuente fuera de Cristo es falsa, descarrilante y es inaceptable. La psicoterapia es la


alternativa del mundo a lo que Dios ofrece para el cristiano obediente. Lo mejor que la psicoterapia puede esperar a proveer es meramente una imitación barata de la vida abundante la cual está disponible para todo aquel que es verdaderamente un seguidor de Cristo. Al ofrecer algo falso en lugar de Dios, Satanás, en una manera magistral, impide que la gente corra hacia el Señor al momento de sus necesidades. La gente es “rescatada” de llegar al lugar de desesperación adonde encontraran la victoria, la cual viene de un quebrantamiento y arrepentimiento real. La psicoterapia también tiene en poco la autoridad de la Escritura. A los creyentes de hoy se les ensena que su verdadera esperanza no va a ser hallada en las enseñanzas de la Biblia sino en aquellas del mundo. Esta mentalidad es reforzada constantemente en la radio cristiana, en las librerías cristianas, y a menudo también desde el pulpito. Las enseñanzas de la psicología no son un beneficio para el Cuerpo de Cristo sino un completo detrimento. Talvez parte del motivo por el cual los creyentes han aceptado tan ávidamente las respuestas del mundo a sus problemas ha sido porque se les ha infundido esta manera de pensar. No hay duda que la mente humana ha sido creada para ser programable por la información de la que se le alimenta. Es la responsabilidad del creyente ejercitar discernimiento extremo y cuidar lo que permite en su mente. Meditación de la Escritura y Oración: Dios escogió a propósito lo que el mundo considera como locura para humillar a los sabios, y escogió lo que el mundo considera débil para humillar a los poderosos. El escogió lo que el mundo mira de menos y desprecia y que no considera valioso, para destruir lo que el mundo considera importante. (1 Corintios 1:27-28 GNB)

No tenemos que confiar en las adivinanzas y opiniones del mundo. No aprendimos esto a través de la lectura de libros ni yendo a la escuela; lo aprendimos de Dios… Se el bobito de Dios – ese es el camino a la verdadera sabiduría. Lo que el mundo llama inteligente, Dios lo llama estúpido. Está plasmado en la escritura, El expone la elegancia de los elegantes. (1 Corintios 2:13; 3:19) Señor – no tenía ni idea. ¿Cómo pude ser tan tonto y falto de discernimiento? Aterrízame en la infalible, e invariable Palabra de Dios para que pueda detectar la verdad y la falsedad. Yo me comprometo a tener una vida devocional fuerte. Fortalece mi resolución de alimentarme de la Palabra. Haz que la Palabra se haga vida en mí.

CAPITULO DIEZ ENDOCTRINAMIENTO

“Poned una fuerte barrera respecto a vuestros sentidos externos; estos son los lugares de aterrizaje de Satanás, especialmente el ojo y el oído.”1 William Gurnall

“Si no estuviéramos tan intoxicados con el viajar, el placer, las vacaciones, y lo recreativo, ¿no tendríamos más tiempo para orar? Si no estuviéramos tan enamorados de los deportes y el entretenimiento, ¿no tendríamos más tiempo para


orar? Tenemos mas tiempo libre como nunca antes – pero menos tiempo para orar. No solo estamos haciéndole trampa a Dios y al mundo sino que también a nosotros mismos.”2 Paul Billheimer Ray estaba tan emocionado cuando vino a verme una mañana de 1996. Uno de un puñado de hombre que continuaban viviendo en las instalaciones de Vida Pura luego de completar el programa residencial, pero que tenia un lugar especial en mi corazón. Ray era un hombre joven que luchaba con el conflicto entre los mensajes y los valores de la Biblia y aquellos de la vida americana del siglo XXI. Yo apreciaba mucho el hecho de que Ray caminara con Dios porque, aunque a veces cometía errores, eventualmente los veía y se arrepentía. Tenía una convicción que prevalecía profundamente en su corazón y que parecía que siempre lo volvía al camino correcto cuando se apartaba de él. “Pastor Steve, vi la cosa mas maravillosa la noche anterior. Fui a la casa de un amigo y vi la pelea de Tyson contra Holyfield.” Ray sabía que era contra las reglas del ministerio ver televisión así que, al principio, yo estaba sorprendido por su atrevimiento. Aparentemente, lo que sea que tenía que decirme era tan maravilloso que compensaría en gran manera su infracción. “Holyfield derribó a Tyson y después de la pelea le dijo a todo el mundo que Dios le había dado la fuerza para hacerlo. Le dio a Dios toda la gloria por su victoria. Fue un testimonio tan poderoso para el Señor.” No le dije mucho a Ray, pero sus comentarios me turbaron. Su falta de discernimiento y la voluntad para romper las reglas del ministerio eran suficientemente malas. Aun me perturbó más el realizar que la falta de discernimiento de Ray reflejaba la pérdida de percepciones y valores cristianos a través de la pizarra moral en la iglesia americana de hoy. Nadie puede negar que el boxeo es un deporte brutal. Habiendo estado brevemente involucrado con el deporte en mis años juveniles, yo se un poco por lo que pasan estos hombre como boxeadores profesionales. Cualquier boxeador profesional sufre un número considerable de golpes en la cabeza. Las orejas deformadas y la nariz quebrada son solo signos externos del daño acumulado que sucede en la cabeza. La eventual pérdida de su capacidad mental es el aspecto más aterrador del daño físico que el boxeo infringe en la persona. El pensamiento de el Espíritu de Cristo, el Humilde, el Cordero Manso de Dios, dándole poder a alguien para que golpee a otro hombre me parecía absolutamente absurdo (Salmo 11:5) Lo que es completamente decepcionante es que la mayor parte de los cristianos americanos pasan por alto o nunca van a realizar la contradicción de todo esto. Primeramente Americanos Uno de nuestros problemas primarios como cristianos americanos es que permitimos que las buenas costumbres de nuestra sociedad nos influencien más que Dios. Para ponerlo en otras palabras, nuestras vidas han sido moldeadas mas por la cultura americana popular que por la Palabra de Dios. La vida, para los nuevos convertidos en los Estados Unidos, generalmente es la misma que tenían antes de su confesión de Cristo como Señor de su vida. Lamentablemente, aun después de ser salvos, seguimos siendo primeramente americanos. No creo que la mayoría de creyentes en nuestro país se den cuenta la magnitud a la cual la cultura americana ha moldeado sus puntos de vista y sus opiniones personales. Hemos sido indoctrinados sistemáticamente para perseguir el “Sueño Americano” con toda nuestra fuerza mientras fallamos en reconocer que el espíritu del kosmos está guiando nuestro


destino. El Nuevo Testamento nos muestra muy claramente que tenemos que romper con cualquier patrón cultural que interfiera con la vida de amor sacrificial que Cristo nos manda a vivir. En las palabras de George Verwer, “No debemos permitirnos ser llevados hacia la maldición de las ataduras del alma de la forma de vivir y pensamiento materialista de los días modernos.” El mensaje que América anuncia es “Tu, tu, tu. Siempre se trata acerca de ti ” (cita textual de un recibo de una compañía aseguradora). ¿Por qué será que fallamos en discernir cuan anti-Cristo es este mensaje? ¿Será porque se nos ha enseñado a creer que esa es la manera correcta de pensar? Desde el tiempo de la infancia se nos ha motivado abiertamente a buscar al número uno, a ser alguien, a ir adelante, a pelear por nuestros derechos, etc., etc. No debería sorprendernos que, cuando una persona viene a Cristo después de años de escuchar esas afirmaciones de auto-interés, esa persona necesite la Palabra de Dios para volver a moldear su pensamiento y reordenar sus valores. “Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona”, escribió Pablo. “Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo.” (2 Corintios 5:17) Sin embargo, lo genuino de la conversión de una persona debería dictar cuan seriamente examina estas “cosas viejas” a la luz de las “cosas nuevas”. Una parte de las cosas viejas que deberían pasar son las satisfacciones que diariamente entran en conflicto con los deseos de Dios. El centrar la vida de alguien alrededor del entretenimiento y los placeres egoístas es la norma para el ciudadano no salvo de los Estados Unidos, ¿pero qué acerca de los que son cristianos? Si la vida continúa más o menos igual que como era antes después de nuestra conversión, ¿en verdad estamos viviendo a la luz de lo que la Biblia enseña? ¿En verdad deseamos tener la mente de Cristo? ¿Estamos haciendo lo que Jesús haría? ¿Estamos seguros de que hemos experimentado la regeneración espiritual? Los cristianos deberíamos ser primeramente ciudadanos del cielo y en segundo lugar ciudadanos de los U.S. Los santos deberían estar más preocupados acerca de las prácticas aceptables de su nueva vida más que de las prácticas con las que crecieron. Por supuesto que se conforman a las apariencias externas aceptables del cristianismo y rápidamente adoptan lo último del cliché cristiano. Desafortunadamente, pocos apenas llegan al punto donde cesan de “conformarse a este mundo”. La mayoría de seguidores de Cristo parecen estar en un dilema entre dos amantes. Necesitamos mirar no mas allá de nuestra pasión por ser entretenidos para ver la realidad de este tira y encoge. América se ha vuelto tan adicta al entretenimiento que no podemos concebir la vida sin ella. Los americanos juegan a las cartas, juegos de mesa, golf, baseball, futbol americano y futbol soccer. Nadan, hacen ciclismo, juegan boliche, andan en bote y pescan. Van al cine, a la playa, a parques de diversión, centros comerciales y centros de mayoreo. Leen periódicos, revistas, novelas románticas, y tabloides; surfean el internet, chatean por internet, rentan películas, juegan video juegos y pasan horas interminables sentados en frente de una pantalla de televisión. En pocas palabras, no hay un final para nuestras satisfacciones cuando de entretenimiento se trata. A.W. Tozer, uno de los grandes cristianos pensantes del siglo XX, hizo la siguiente observación: Existen millones que no pueden vivir sin diversión; la vida sin alguna forma de entretenimiento para ellos es sencillamente intolerable; esperan con ansias la bendición de descanso que les permiten los entretenimientos profesionales y otras formas de narcóticos sicológicos de la misma forma en que un drogadicto busca su


porción diaria de heroína. Sin ella no podrían reunir las fuerzas para enfrentar la existencia.3 Mientras reconocemos que la mayoría de las actividades mencionadas arriba no son dañinas por decirlo así, la cuestión a considerar es, “¿Adonde deja todo esto a Dios en nuestras vidas?” La realidad para la mayoría de asistentes a la iglesia es que El ha sido empujado fuera de nuestras vidas. Hemos sido entrenados para aceptar el sistema de entretención americano como una parte normal de la vida, aunque los mensajes de placer de Hollywood y la Avenida Madison se oponen fervientemente a “la predicación de la Cruz”. Si vamos a hacer una clara separación con el espíritu del kosmos , entonces primero vamos a necesitar romper con los placeres mundanos del entretenimiento. El Medio de la Televisión Es obvio para mi que la televisión ha moldeado nuestra cultura mas que cualquier otro medio, persona, o evento desde que fue producido para las masas en 1948. Ha sido el común denominador de la vida por los últimos cincuenta años, y hay muy pocas dudas de que continuará teniendo una enorme influencia sobre nuestras vidas en el siglo XXI. La vida en América se ha vuelto cada vez más centrada alrededor de mirar la televisión. Es una de esas necesidades caseras que damos por sentado y que rara vez cuestionamos su efecto sobre nosotros. Sin embargo, en los últimos veinte años, los expertos han comenzado a examinar los efectos que la televisión tiene sobre la audiencia y están comenzando a sonar una alarma de advertencia a los americanos de que la televisión tiene una influencia deteriorante en nuestras vidas. Carol Gentry, escritor para el periódico St. Petesburg Times, recientemente citó a varios investigadores en un artículo titulado, Esclavos del aparato: U.S. conectado a la TV.

En dos días de presentaciones acerca de los efectos de la televisión en la mente humana, los investigadores concluyeron que la televisión: Es mucho más poderosa de lo que mucha gente piensa y trabaja en formas que aun no son entendidas. Es capaz de crear hábito y posiblemente adictiva. Envía un mensaje malicioso con apariencia inofensiva: que la habilidad de comprar cosas es la meta más alta de la vida. Millones de americanos están tan pegados a la TV que, de acuerdo a Kubey , coautor de Televisión y Calidad de Vida: Como Moldea la Experiencia Diaria nuestro modo de Ver , se le puede enmarcar dentro del criterio de abuso de sustancia en el manual oficial siquiátrico. Kubey dice que la gente que mira mucha televisión muestra cinco síntomas de dependencia, dos más de los necesarios para llegar a un diagnóstico clínico por abuso de sustancias. Cuando en realidad solamente quieren ver un programa o dos, la mayoría de los televidentes termina viendo programa tras programa. Esto es similar al error cometido por alcohólicos que piensan que pueden solo tomarse un trago, o las personas que solían fumar que piensan que fumarse un cigarro no les hará daño. 

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Aun aquellos que reconocen que ven mucha televisión no parecen capaces de disminuir el número de horas frente al aparato. “No puedo decirte el numero de personas que me han dicho que tienen que deshacerse del aparato de TV o cortar la suscripción del cable para controlar este impulso”, dice Kubey. “Ellos se sienten indefensos”. Actividades importantes, ya sea personales o familiares, se cancelan o se reducen por estar pendientes de la televisión. La salud se deteriora, ya que los televidentes frecuentes no hacen mucho ejercicio. Igual sucede con las relaciones familiares. Síntomas de aislamiento se activan cuando los televidentes frecuentes paran o disminuyen el número de horas. Durante el periodo de reajuste, Kubey dice que “algunas familias experimentan mas conflicto, stress y tensión”. De acuerdo a lo encontrado por los investigadores, aquellos que miran mucha televisión se divierten menos que aquellos que miran menos. Aun así, el hábito es muy poderoso porque el simple giro de un botón produce relajamiento instantáneo tanto como el efecto de una Valium. Kubey dice que “La televisión es el medio mas barato, mas fácil y mas disponible jamás inventado para escapar”. “No debería sorprendernos que la gente se vuelva dependiente de tal medio”. 4

Para ponerlo sin rodeos, la mayoría de cristianos americanos ya son adictos a la TV (y/o internet). ¿Estará el espíritu del mundo detrás de esta cualidad adictiva? ¿Será que el kosmos es la droga? Sea que usted sea honesto o no para responder si , una cosa es muy cierta acerca de la televisión: ha permeado a toda la población de este país con el espíritu y mensaje del kosmos. Las estadísticas indican que el americano promedio va a ver cerca de 9000 situaciones sexuales por año en la televisión, casi todas estas situaciones serán encuentros ilícitos.5 ¿Qué clase de mensaje se está implantando en los corazones de los creyentes? Los santos verán cientos de horas de sexo ilícito, comportamientos violentos, avaricia, crimen, y todo tipo de vida sin Dios. Los creyentes nacidos de nuevo van a exponer sus mentes a estas representaciones bajo la excusa de “necesito un descanso”. ¿En realidad podemos ser tan inocentes de creer que su fe cristiana, su conducta y su testimonio no van a salir heridos en este proceso? Cuando una persona pasa horas cada semana viendo historias que involucran comportamientos impíos, su actitud hacia el pecado en su propia vida va a ser tremendamente afectado. Si un hombre mira escenas de adulterio y fornicación noche tras noche, ¿Cómo puede ser condenado por el pecado de sentir lujuria por alguna muchacha en el trabajo? Lo mas seguro es que su estándar de moral y sus creencias van a estar erosionadas por lo que ha visto y oído. Mientras más pecado flagrante vea, mas pequeños van a parecer sus “pecaditos”. La televisión desensibiliza a los televidentes de lo equivocado del pecado y sofoca la voz condenatoria del Espíritu Santo. El drama tiene el poder de manipular las emociones y alterar lo que la gente acepta como hechos. El televidente mira la vida a través de las vidas de los actores. Los escritores de los guiones inyectan sus propias creencias impías en las escenas. Pensamientos mundanos dominan el día a día de los personajes. Escogen pecar y transmiten el mensaje extremadamente bien que el pecar no solo es aceptable sino también ventajoso para aquel que lo comete. Consecuentemente, las imágenes, situaciones, lenguaje y creencias de los personajes son proyectados a las mentes de los televidentes para que puedan resurgir mas


tarde de una manera poderosa. Esto es cierto especialmente si un televidente forma un apego emocional para con los actores y actrices que muestran tales cosas. Entonces, es muy difícil no identificarse con los pensamientos, decisiones y estilos de vida de los personajes. ¿El resultado? El pecado es fácilmente justificado, racionalizado, minimizado y pasado por alto. Para un cristiano, pensar que puede ver televisión regularmente y no ser afectado adversamente por sus efectos acumulativos a largo plazo, es pura tontería. La televisión abastece a cada apetito de la carne. Constantemente presenta los “deseos de la carne, los deseos de los ojos, y el orgullo jactancioso de la vida”. La televisión distorsiona la realidad, dice mentiras y glorifica las soluciones a corto plazo. Sus actores y actrices personifican la carne y viven todas sus sórdidas fantasías. El creyente que se satisface con ver televisión va a encontrar que su vida diaria esta en decadencia en proporción al tiempo que le dedica a la televisión. ¿En realidad creemos que somos inmunes a su mensaje pernicioso? O, ¿Amamos tanto al kosmos que no podemos soportar el callar su voz en nuestros hogares? Buscando un Compromiso Me desespero por encontrar un buen programa o una película sana en la televisión. Aun las películas de Disney tienen un mensaje de la Nueva Era en ellas. Buscamos por un elemento de compromiso que se encuentra en todo esto. Después de todo, deben de haber algunos programas en la televisión que no alardeen abiertamente de pecado. Pero aun programas aparentemente inofensivos tales como El Show de Andy Griffith, La Familia Brady, Star Trek, El Show de Bill Cosby, y El Príncipe del Rap o alguna programación de PBS, El Canal Discovery, Nickelodeon y ESPN llevan algún poderoso mensaje subliminal. “¿Qué podría tener de malo ver un programa como el de Andy y la Tía Abeja?” te preguntas tu, con un cierto grado de escepticismo. Un problema de albergar tales shows con apariencia inofensiva es que permanecemos en el campo del enemigo. Talvez ese show es inofensivo, pero, ¿Cuáles son los efectos acumulativos para nuestras vidas espirituales al mirar cualquier clase de programas? Sea que esté en el suspenso de un drama a punto de resolverse o en el entusiasmo de un evento deportivo, el kosmos está presente, susurrando su antiguo mantra: Puedes tener una vida plena sin Dios. En los programas que menciono arriba, y en miles de programas mas, no hay sintonía con Dios, no se busca Su voluntad, y no hay dependencia de El. El mismo título caza con todos: Vida Sin Dios. El Kosmos lleva a la gente lejos de Dios y los cambia hacia muchas direcciones, en tanto que no sea hacia El. Éxito, dinero, poder, relaciones, placer, y aun las posesiones, son el engaño para su trueque. Si usted le da una mirada objetiva y honesta al efecto que este mensaje ha tenido sobre la iglesia, verá a los cristianos yendo hacia sus vidas diarias con un mínimo interés en Dios, con poca dependencia de El, y con mucho interés en perseguir cosas que son esencialmente para la auto satisfacción.. ¿Quién sabe la extensión del daño hecho al cuerpo de Cristo a través de la influencia de la televisión? Por ejemplo, ¿Es de sorprenderse que los hombres cristianos se encuentren consumidos con lujuria cuando invierten tanto tiempo viendo bellas mujeres desfilar ante sus ojos con el mínimo de ropa? Los creyentes viven por placer porque el hedonismo (la filosofía que dice que el placer es el principal propósito de la vida) es promovido constantemente en la televisión. Habiéndose metido completamente en la atmosfera de desear otras mujeres, los santos están siendo guiados hacia la lujuria por las cosas de este mundo. Las jóvenes cristianas se visten de manera indecorosa porque la cultura les ha


enseñado que su valor está en sus cuerpos. Parece que no hay final al daño que el ver televisión ha causado a la iglesia. Letargo y Pasividad Espiritual Otro elemento debilitante de la televisión es como hace que los creyentes se vuelvan espiritualmente pasivos y apáticos. Literalmente mina los deseos espirituales de las personas. Nada puede matar el apetito espiritual de las personas tanto como el espíritu del kosmos. El espíritu del mundo agita a la carne y calla la voz del Espíritu Santo. El hambre por la presencia de Dios, dentro del espíritu del creyente, es eclipsado por el deseo del alma por entretenimiento. La televisión no solo drena a la persona espiritualmente sino también le roba a la persona más tiempo efectivo con la familia o en oración y lectura de la Palabra de Dios. Con una bebida en su mano y comida chatarra en su regazo, el televidente promedio pasa su tiempo, completamente ensimismado, en un mundo imaginario de escape. ¿Han olvidado los creyentes en los Estados Unidos que estamos en un periodo de guerra? A.W Tozer parece pensar así:

Los hombres piensan en el mundo, no como un campo de batalla sino como un campo de diversión. No estamos aquí para pelear, estamos aquí para retozar. No estamos en una tierra extraña, estamos en casa. No estamos preparándonos para vivir, ya estamos viviendo, y lo mejor que podemos hacer es deshacernos de nuestras inhibiciones y frustraciones y vivir esta vida en plenitud.6 Pedro dijo, “Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar”. (1 Pedro 5:8 NVI) Las palabras “dominio propio” y “alerta” enfatizan la importancia de una alerta mental para que nuestras mentes no se vuelvan presa del enemigo. Tenemos que estar completamente alertas como un centinela que anticipa el ataque de un enemigo en cualquier momento. El enemigo toma su oportunidad de atacar cuando estamos descuidados y letárgicos. No hay excusa para la pasividad. El diccionario Webster define la pasividad como “No activo, pero alguien sobre quien se actúa; afectado por una fuerza o agente externa. Recibiendo o soportando sin resistencia o reacción emocional; sometido”. 7 En gran número, los creyentes americanos se han vuelto extremadamente pasivos. En lugar de romper agresivamente las fortalezas del enemigo y declarar la guerra por las almas de nuestros seres queridos, hemos permitido que el enemigo nos arrulle y nos haga dormir para explotarnos a discreción. En lugar de afectar al mundo a nuestro alrededor para la causa de Cristo, continuamos permitiendo al sistema de este mundo que nos influencie. Consecuentemente, estamos no aptos para la batalla; nos hemos convertido en personas espiritualmente desarmadas, gordos y perezosos. Pablo decía, “Comparte nuestros sufrimientos, como buen soldado de Cristo Jesús. Ningún soldado que quiera agradar a su superior se enreda en cuestiones civiles”. (2 Tim 2:3-4) Como seguidores de Cristo, nuestro primer llamado es al servicio, no a la auto satisfacción. Somos soldados, no glotones. Estamos separados del mundo, no esclavizados a la sensualidad. En una afirmación conmovedora cargada de gran significado para nuestras vidas, Pablo nos dice, “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. (Romanos 12:2) La voluntad de Dios es nuestra transformación a la imagen de Su Hijo. (Romanos 8:29) ¿Cómo ocurre esta transformación? Por medio de la renovación de la mente. ¿Cómo pueden nuestras mentes ser renovadas si invertimos mas


tiempo viendo televisión que lo que invertimos en leer la Biblia? Pablo le recuerda a los creyentes que, “Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad”. (Efesios 4:22-24) Un Refugio Lejos del Kosmos Desde la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, la humanidad ha necesitado comida, ropa, y refugio, i.e., un refugio lejos de los elementos. Pero, además de esas necesidades, el hombre también tiene una necesidad muy real por protección espiritual. En particular los santos necesitan un lugar donde podamos se libres de la contaminación del kosmos . El espíritu del mundo arremete contra las puertas del corazón y la mente de cada creyente. Esto es virtualmente inevitable. Cuando vamos al trabajo, a la tienda, o salimos para hacer algún mandado, definitivamente que vamos a encontrar una fuerza demoniaca. Estamos manchados por el kosmos en dos maneras. Primero, estamos tentados a pecar por medio de los pecadores a nuestro alrededor, ya sea un compañero que nos provoque, por alguna mujer que esté vestida indecentemente, por algún conocido que quiera arrastrarnos a su estilo de vida inmundo. Segundo, estamos manchados por este mundo a través de los medios de comunicación, cuyo mensaje es transmitido en un millón de formas, algunas sutiles, otras abiertamente. Las marquesinas nos cuentan de los placeres que necesitamos experimentar. Los centros comerciales insisten que nos mantengamos a la moda. Los estantes de revistas en los supermercados ponen en primera plana los chismes de las estrellas de Hollywood. Y hasta existe una revista llamada SELF (YO). Esos son solo unos cuantos ejemplos de cómo podemos ser atraídos al pecado cuando estamos en el patio del diablo. Si nuestros hogares han sido hecho santuarios para Dios, esas tentaciones no tendrán el mismo tipo de acceso en nosotros como lo tendrían cuando estamos lejos del hogar. Este mensaje de dos vías tiene un efecto acumulativo negativo en nosotros. Gracias a Dios que estamos EN el mundo pero no tenemos que ser DEL mundo. Nuestros hogares no tienen que ser llenos con el mensaje y el espíritu del kosmos . Recientemente, fui a una caminata de oración cerca de un pueblo abandonado. En un punto del camino había un pequeño puente que atravesaba un riachuelo. Mientras miraba por el riel, vi que la corriente había una serpiente de agua. Se me ocurrió que donde estaba parado no corría ningún peligro de ser dañado por la serpiente, a menos que me metiera al agua con ella . Esto también aplica a nosotros espiritualmente hablando. Mientras nos mantengamos lejos del dominio de la serpiente, hay muy poco que pueda hacer para dañarnos. Los creyentes son mordidos cuando retozan en el territorio del enemigo. Como hijos de Dios, necesitamos hacer, literalmente, una limpieza total en nuestras casas. Necesitamos recorrer nuestros hogares y buscar cualquier cosa que el diablo pueda usar para mantenernos amarrados a la mentalidad del mundo. Hay que ir por los armarios, las gavetas, los estantes de revistas, y los gabinetes de música y video y preguntarnos si Jesús se sentiría molesto con lo que hay adentro. Todo artículo que apague al Espíritu en nuestros hogares debe ser removido si queremos que nuestros hogares se vuelvan santuarios alejados del kosmos . Haga de su hogar u lugar donde cada residente pueda calmarse a si mismo luego de un día lleno de stress para descansar con su familia en plena koinonia (compañerismo), y se pueda limpiar de las contaminaciones del día. Haga como sugirió una vez John Kilpatrick: ore por su hogar y declárela como una ZONA NO APTA PARA SATANAS.


Cada creyente es afectado, en una forma u otra, por el espíritu del mundo. Esto es virtualmente inevitable. Así que, ¿Qué podemos hacer como cristianos? No podemos evitar estar en el mundo, pero podemos tomar decisiones que minimicen sus efectos en nosotros. ¿Cómo? Teniendo cuidado de adonde vamos y limitando la cantidad de tiempo que pasamos en lugares no gratos para Dios. También tenemos que asegurarnos que nuestros hogares son un refugio espiritual lejos de las influencias de las implacables presiones del mundo. Si no podemos hacer de nuestros hogares un santuario lejos del kosmos , ¿Qué esperanzas tenemos de vivir vidas separadas y consagradas? Muchos creyentes nunca saben el significado de ser espiritualmente limpios. Están tan sumergidos en el kosmos que no pueden entender la vida separada de él. He pasado los últimos trece años de mi vida en una comunidad cristiana (Ministerios Vida Pura) en el área rural de Kentucky. El tener esta separación por tal periodo de tiempo me habilita a ver, de una mejor manera, cuan contaminado yo estaba por el espíritu de este mundo y puedo discernir más claramente los tiempos que estamos viviendo. Moldeando y Estableciendo Normas Aceptables ¿Alguna vez se ha preguntado como se establecieron las perspectivas nacionales? ¿Cómo se forma el “pensamiento de grupo? Tres ejemplos vienen a mi mente, los cuales apuntan a los medios de comunicación como agentes del diablo para moldear y establecer normas aceptables. El primer ejemplo: ¿Por qué, cuando un joven homosexual fue brutalmente golpeado – definitivamente un gran crimen – fue tratado como si fuera un mártir y héroe, pero cuando una pandilla de militantes homosexuales atacaron a un grupo de cristianos, ni siquiera se mencionó? ¿Quién decidió que una historia tiene que ser enfatizada mientras que otra debe ser ignorada? Los medios de comunicación liberal. Segundo ejemplo: ¿Por qué, cuando los Beatles surgieron en los años 60`s, la juventud americana inmediatamente comenzaron a imitar sus estilos y sus formas de vivir la vida? ¿Podría ser porque los medios de comunicación los promovieron y los hicieron parecer mas grande que la vida? Tercer ejemplo: ¿Cómo pudo cambiar tanto la perspectiva moral nacional en los últimos cuarenta años? ¿No es porque los medios de comunicación continuamente empujan los límites de la decencia a tal punto que ahora cualquiera puede ver películas censuradas en la televisión por cable? Usted puede estar seguro que el punto de vista de los escritores, productores, actores, y la gente de las noticias que controlan los medios de comunicación es diametralmente opuesta a la perspectiva del Señor. ¿Por qué será? Porque el espíritu de este mundo esencialmente controla la mayor parte de los medios y con ellos, nuestra forma de pensar. En general, los cristianos están consientes del prejuicio liberal de los medios de comunicación, pero no estoy convencido que estén consientes de cuanto de su pensamiento diario es moldeado por lo que ven, oyen y leen. No se dan cuenta de ello porque no están discerniendo espiritualmente. Y su falta de discernimiento es el resultado de insuficiente exposición a la Palabra de Dios y sobre saturación en los ríos de mundanalidad que fluyen en sus mentes a través de los medios de comunicación. La presión para amoldarnos a la mentalidad del mundo es enorme. Pablo decía, “No permitan que el mundo a su alrededor los enfrasque en su propio molde, sino permitan que Dios moldee sus mentes desde adentro”. (Romanos 12:2, Phillips) Una Conspiración Demoniaca El espíritu del kosmos está en una misión de controlar y ultimadamente poseer las mentes de todas las personas, incluyendo aquellos que mencionan el nombre de Cristo. Me parece claro que el invento de la televisión esta destinado a jugar un papel mucho más grande, de lo


que la gente piensa, en el cumplimiento de la profecía del fin de los tiempos. Para tener una mejor perspectiva de esta conspiración demoniaca, voy a incluir el siguiente poema escrito en los años 60`s, lo cual da mayor entendimiento de la estrategia del enemigo. La Visión del Diablo Una vez el diablo dijo a sus demonios en su patio “Nuestro trabajo esta avanzando muy despacio. La santidad de la gente se interpone en nuestro paso Ya que no creen en los programas o en los dramas, Enseñan que el carnaval, el circo y la danza, La taberna y los bares musicales con sus juegos de azar, El tomar y el beber, estas cosas no son buenas; Que los cristianos no se meten con la multitud impía; Están prontos a condenar todo lo que hacemos Para que los creyentes no sean pocos.

Ellos dicen que estas cosas son todas del diablo; Que los cristianos bien en un mayor nivel. Ahora, compañeros, su teología, que aunque sea verdad Esta bloqueando el trabajo que estamos tratando de hacer. Vamos a tener que ponernos a trabajar y desarrollar un plan Que va a cambiar sus estándares tan pronto como podamos. Ahora tengo una visión de justo lo que podemos hacer, Escuchen, les voy a contar acerca de este engaño; Entonces, encuentren a un sabio, pero que sea un hombre malo Al cual yo pueda usar para que este plan se lleve a cabo. No hay nada tan real como las cosas que ven; Los ojos y la mente y el corazón estarán de acuerdo; ¿Qué puede ser mejor que ver un objeto? Yo digo que va a funcionar y a convencer a muchos. El hogar es el lugar para este mecanismo de pecado, La gente engañada creerá que es fabuloso. El mundo lo poseerá, la mayoría de los cristianos no podrán decir Que todo es del diablo y maquinado en el infierno. Lo venderemos con imágenes de las últimas noticias Y mientras lo estén mirando, anunciaremos bebidas alcohólicas. Al principio les va a sorprender; parecerán aturdidos, Pero pronto serán endurecidos y continuaran aturdidos. Les daremos un poco de evangelio que no sea tan fuerte Y unas cuantas alabanzas para enfilarlos a tal suerte. Tomaran los anuncios, con lo último de las modas Y pronto verán los programas que van a remover las pasiones de la carne. Asesinato y escenas de sexo van a observar Hasta que sus almas se vuelvan frías. El viejo altar familiar que alguna vez les encantó Muy pronto va a perder su lugar sin hacer mucho ruido.


Orar en secreto también va a ser abandonado Mientras vean a la pantalla sin pensar en el costo. Los predicadores de compromiso, que no se aferran a sus posiciones, Van a abrazar esta nueva visión y creerán que es grandiosa. Ayudaran a engañara a la gente y van a hacer que pequen Al buscar esta maldad y tragársela. La influencia es grande y esto se puede ver; Solo mira a mi caída y vas a estar de acuerdo. No tomará mucho tiempo para que mis demonios digan Que la visión de Satanás va a poblar al infierno. Los divorcios se incrementarán, los crímenes sexuales van a abundar; Mucha sangre inocente se va a derramar en el suelo. El hogar va a ser maldecido muy pronto y digo, Que esta visión mía viene para quedarse. Pónganse a trabajar, mis ejércitos, y anuncien estas cosas; Veremos si la iglesia puede continuar gritando. La santidad de la gente que ahora nos estorba Pronto va a callar su clamor contra los dramas y los programas. Cubriremos la tierra con esta visión diabólica Luego la disfrazaremos con el nombre de televisión. La gente va a pensar que se les está dando un regalo Hasta que el Anticristo venga y tome su lugar. Gobernará al mundo mientras los televidentes ven La cara de la bestia, a quien se les vendió. Ganaremos a través del engaño, esto no puede fallar; Aunque algunos predicadores santos contra esto”. 8 Epilogo de Capítulo Una multitud de cristianos profesantes en los Estados Unidos están durmiendo profundamente, en un estupor inducido. Han sido engañados por años de cuidadosa indoctrinación vía televisión y otros medios de comunicación. Ocasionalmente alguien perturba su dormir al sonar una alarma, pero como un todo, la iglesia ha permanecido letárgica. También es demasiado fácil desechar las dudas de una persona como poco importantes. La dulce y encantadora voz del kosmos siempre disipa sus temores. “Ahora, ahora”, susurra, “no hay nada de que alarmarse. Vuelve a dormir. Todo está bien”. Sin darse cuenta, muchos que dicen que Cristo es su Señor y Salvador están siendo preparados lentamente para escuchar otra voz, la cual no va a sonar tan diferente de la que han estado oyendo por años. No es la Voz del Verdadero Pastor. Un dia, un hombre va a aparecer en televisión con un tono y un mensaje que será reconocido fácilmente: la voz del kosmos . Pero esta vez él va a hablar con una fuerza engañosa sin precedentes que será irresistible para aquellos que han sido preparados para escucharla. La intensidad de su poder de engaño es incomprensible para nuestras mentes. La actitud arrogante de los cristianos será su ruina. El poder hipnótico de la voz del kosmos PERSONIFICADA será más de lo que puedan resistir. Para muchos, será MUY TARDE.


La Escritura predice que este hombre, el Anticristo, será “El malvado que vendrá, por obra de Satanás, con toda clase de milagros, señales y prodigios falsos. Con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse negado a amar la verdad y así ser salvos. Por eso Dios permite que, por el poder del engaño, crean en la mentira. Así serán condenados todos los que no creyeron en la verdad sino que se deleitaron en el mal”. (2

Tesalonicenses 2:9-12)

El deseo de ser entretenidos es uno de los deseos de la carne que el enemigo usa para persuadir a los creyentes a tomar su forma de pensar, pero hay otro que es aun mucho mayor: la codicia. Juan usa la frase “los deseos de los ojos” para describir esta pasión que es tan inherente en la naturaleza caída. El deseo de acumular las cosas que este mundo ofrece es una fuerza muy poderosa. Oración y Meditación de la Escritura “Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo”. (Juan 17:16; NVI)

“El malvado hace caso a los labios impíos, y el mentiroso presta oído a la lengua maliciosa”. (Pro 17:4; NVI) “Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo”. (2Co 11:3; NVI) Señor, me comprometo a cerrar los caminos del mundo en mi mente. Haz que yo entienda claramente lo que debo hacer: ya sea que esto signifique que yo disminuya drásticamente mi tiempo de ver televisión, que me deshaga de mi parabólica – o aun de mi televisor – o que cancele mi conexión de internet. Nada me importa más que mi vida en Dios. Yo hago un pacto contigo, Padre, para hacer mi mejor esfuerzo para limitar el acceso del mundo a mi corazón.

CAPITULO ONCE V IVIENDO COMO R EYES (EN EL R EINO DE S ATANÁS)

“No es la pobreza, sino el descontento lo que hace al hombre infeliz” 1 Matthew Henry “La prosperidad temporal es demasiado pequeña para inquietarse por ella; deje que los perros tengan sus huesos y los cerdos sus corrientes de aire” 2 Charles H. Spurgeon “No hay felicidad en tener o recibir, sino solo en dar. La mitad del mundo va en sentido equivocado en la búsqueda de la felicidad” 3 Henry Drummond


Los ciudadanos de los Estados Unidos disfrutan un nivel de prosperidad que nunca había sido experimentado por ninguna nación en la historia del mundo. Aún ahora las familias de clase media baja viven con más lujos que la mayoría de los reyes en los siglos pasados. ¿Que monarca en la historia antigua habrá disfrutado de un inodoro, un horno de microondas, un televisor (con noticias al instante de todo el mundo), un automóvil, o un refrigerador? Sin lugar a dudas, la combinación de gran prosperidad y progreso tecnológico ha permitido a los Americanos vivir en un asombroso nivel de opulencia. Esto no solo sucedió. ¿Cómo arribamos a ese lugar? El Nacimiento del Consumismo El Renacimiento y la Reforma no fueron los únicos factores que ayudaron para guiar al mundo fuera de la horrorosa Era del Oscurantismo. Uno de los grandes momentos de este nuevo período en la historia comenzó cuando los Puritanos rompieron con la Iglesia de Inglaterra y navegaron hacia las costas del Nuevo Mundo. La historia de su sobrevivencia durante ese primer invierno cruel es ampliamente conocida y es la historia del primer Día de Acción de Gracias que ellos compartieron con los Indios que contribuyeron mucho para su sobrevivencia. La ética de trabajo de los Puritanos – quienes no solo veían el trabajo como noble, sino también como un acto de devoción a Dios – se convirtió en la fundación para el progreso de esta nación. El trabajo duro y el éxito que vino como resultado, fue su garantía de que Dios estaba con ellos. Según Rodney Clapp, autor de “Why The Devil Takes VISA,” (Porqué el Demonio prefiere VISA) por el año 1850, sesenta por ciento de la nación trabajaba en granjas.4 Esta población rural construyó sus propias casas y graneros, formaron sus propias herramientas, hacían su propia costura, sus propias muebles, cultivaron sus propias cosechas, y criaron a sus propios animales. En todo, la vida de los primeros americanos no tenía la complejidad y el caos de nuestra sociedad moderna. La Revolución Industrial, que comenzó a la mitad del Siglo 19, trajo enormes cambios a la cultura Americana. Aparecieron las fábricas en las grandes ciudades produciendo implementos en forma más barata y mucho más rápido de lo que cualquier individuo pudiera hacerlo. Una gran migración comenzó dado que muchos dejaban sus granjas para vivir en las ciudades y trabajar en las fábricas. Durante la última mitad del Siglo 19, el valor de los artículos manufacturados en los Estados Unidos se elevó en un asombroso 700 por ciento.5 Ayudado por las nuevas eficiencias de manufactura y la producción masiva, las fábricas comenzaron a producir más de lo que el país consumía. En lugar de hacer un recorte a la producción y reducir las ganancias, los fabricantes tomaron una nueva estrategia, llamada, vendedores y publicidad. Ellos estaban tan motivados por el deseo de ganar más que llevaron este país del jardín de la vida prudente hacia la tierra prometida de gasto liberal. La práctica de comprar al crédito atrajo a la gente fuera de sus estilos de vida cautos; la tentación de “tenerlo hoy” era abrumadora. Antes de esto, la gente literalmente ahorraba centavos para comprar algo que deseaban, no importa el tiempo que tomara ahorrarlo. Comprando al crédito podían tenerlo de inmediato y pagarlo a plazo. Los fabricantes rápidamente se dieron cuenta del explosivo potencial de la publicidad y lanzaron elaborados planes de mercadeo en masa. Los días de los anuncios clasificados


insípidos en la parte trasera de los periódicos pronto se volvieron obsoletos. A este punto, la gente solo miraba los anuncios cuando necesitaba algo en particular. Ahora podían encontrar anuncios muy bien hechos en cada página. Este fue el verdadero punto de inflexión para el consumismo Americano. Por primera vez la gente estaba comprando mercancías que no necesitaban y que no estaban buscando activamente. Los publicistas habían tocado una poderosa pasión humana: deseos codiciosos. De una forma realmente brillante, los expertos en mercadeo aprendieron a crear cierta atmósfera a fin de vender sus productos. Rápidamente comprendieron que un buen vendedor no se enfoca en el artículo que vende sino en los beneficios esperados. De hecho, la gente de mercadeo de los automóviles Packard pudo haber creado un anuncio con la foto de una familia manejando su nuevo carro por alguna carretera pintoresca. El efecto que esta foto hace en el subconsciente sería que un auto Packard le da a la familia libertad, emoción, y lujo. Consecuentemente, una pareja podría visitar un distribuidor de Packard solo para “dar una mirada.” Entonces un vendedor bien entrenado los trabajaría, llevando más lejos sus ilusiones mientras ejerce la suficiente presión para hacer más deseable la compra del carro en lugar de irse sin él. Desde esos primeros días, este mismo principio del mercadeo básico ha estado trabajando a la gente en innumerables maneras y con más de un millón de diferentes productos. Durante la primera mitad del Siglo Veinte, los fabricantes tuvieron un progreso constante, aún así lento, en su plan de transformar a los ciudadanos Americanos en consumidores motivados por el deseo, en lugar de consumidores motivados por la necesidad. No fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que este plan floreció completamente y millones de americanos entraron en un frenetismo de compras. Los Estados Unidos pronto se convirtió en una nación basada en el crédito mientras la gente tomaba billones de dólares de deuda para las próximas décadas. No satisfechos de inducir a los Americanos a comprar lo que querían, vendedores al por menor pero con mucha codiciosa fueron un paso más allá con el propósito de crear bienes que se arruinaran pronto o que quedaran fuera de temporada (“obsolescencia planificada”). En 1955, el vendedor Victor Lebow dio un vistazo a sus estrategias de mercadeo cuando dijo, “Nuestra economía enormemente productiva…demanda que hagamos del consumo nuestra forma de vida, que convirtamos el comprar y el uso de bienes en rituales, que busquemos nuestra satisfacción espiritual y la satisfacción de nuestro ego, en el consumo…Necesitamos consumir cosas, quemarlas, vestirlas, reponerlas, y descartarlas a un ritmo siempre creciente.” 6 Con excepción de la recesión de los Setentas, el gasto de los consumidores se ha incrementado exponencialmente. Es como un simpático perrito perdido tomado por una pareja confiada que se vuelve un San Bernardo y se los come fuera y dentro del hogar. Nuestras pequeñas extravagancias de los `Cincuentas y `Sesentas han crecido como un monstro al que difícilmente podemos alimentar. La enorme deuda de los E.U. es solo un síntoma externo de lo que se ha convertido en una enfermedad nacional. Un día tendremos que sufrir las consecuencias! Es del conocimiento común que en el Siglo Diecinueve, uno de los planes utilizados por algunas compañías era incrementar el margen de utilidades estableciendo “Tiendas de Compañía.” Los propietarios irían a un área y construían una barriada para los trabajadores, incluida una tienda general de la compañía. Mucho del cheque de los trabajadores encontraría su camino de regreso a los dueños por medio de esta tienda. Cuando el dinero era escaso, la tienda ofrecía crédito fácil. Si la deuda crecía más allá de la capacidad de pago de los trabajadores, el trabajador no podía abandonar su trabajo. Se convertía en un esclavo


de la empresa y trabajaba por años sin poder ahorrar nada. Sería forzado a pasar el resto de su vida trabajando agotadoramente sin ninguna perspectiva de cambio. Naturalmente esta práctica era muy ventajosa para los dueños de empresas, quienes realmente la fomentaban ofreciendo crédito fácil. El espíritu del kosmos está haciendo exactamente lo mismo en América ahora. Cada año, muchas personas se ven a sí mismas cayendo más y más profundo en las deudas con quien “viene para robar, matar y destruir.” (Juan 10:10) Están presos en la esclavitud del consumismo como estaban aquellos trabajadores en la tienda de la compañía. El agente esclavizante en sus vidas no es la deuda en sí misma, sino su amor por las cosas de este mundo y el crédito fácil que las puso a su alcance. La vida Americana está caracterizada por una búsqueda, egoísta e interminable, de más cosas y experiencias frescas. El Sueño Americano es simplemente “más para mí y mio”. Somos constantemente bombardeados por el encantamiento de alguna publicidad o motivados por nuestro propio deseo de algo que queremos. El periódico New York Times estimó que el típico ciudadano de los E.U. será expuesto a 3,500 anuncios por día.7 Uno esperaría encontrar que tal publicidad no tiene efecto sobre los cristianos americanos, sin embargo en esta área los creyentes difieren muy pocos de los no salvos. Trabajamos igual de duro para “tomar la delantera.” Estamos igual de endeudados. Compramos igual cantidad de lujos innecesarios, engañados en la creencia que es un símbolo de bendición divina. En breve, si somos honestos con nosotros mismos tenemos que admitir que hasta lo último somos dirigidos en nuestros deseos como aquellos fuera de la comunidad evangélica. Tal nivel de codicia hace burla de la Cruz. El Poder de la Lujuria de Codicia El pecado de la codicia está muy enfatizado en la Biblia. Es prohibido en los Diez Mandamientos (Éxodo 20:17). Jesús lo describe como una de las pasiones diabólicas en el corazón de un hombre (Marcos 7:22). Pablo la menciona como una de las características de alguien que va camino al infierno (Efesios 5:5). Hay dos palabras Griegas traducidas como “codicia:” epithumeo, que es usualmente traducida como “lujuria” o “deseo,” y pleonektes, que significa, “estar ansioso por más de algo”. El pecado de la codicia es el acto de ajustar los deseos de alguien hacia algún objeto y mantenerse codiciando esto hasta que lo posea. Una cosa es querer algo; es completamente otra cosa cuando una persona lo codicia. La siguiente analogía ayuda a ilustrar este término Bíblico. Dos hombres cristianos entran en la sección de ropa de una tienda de departamentos y ven un bonito traje en la vitrina. Ninguno de los dos puede pagarlo en ese momento. La reacción de cada hombre ante el traje revela su condición spiritual. Al primero le gustaría tenerlo, pero se da cuenta que no puede pagarlo y rápidamente descarta el pensamiento de comprarlo. El otro lo codicia y se siente tan forzado a tenerlo que lo compra con su tarjeta de crédito, cayendo en lo que Juan refiere como “la codicia de los ojos.” La lujuria de codicia es la fuente mas subestimada de maldad en el estilo de vida Americano. Es el pecado más frecuentemente omitido en el vocabulario de la iglesia Americana. Los predicadores son reacios a traer el tema. Y si es mencionado en un mensaje, usualmente es tocado en general en una forma que no es ofensiva. Sin importar esta aversión de nuestras iglesias, la Biblia tiene mucho que decir acerca de esto. Pablo describió este pecado a su discípulo Timoteo. “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero,


el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. ( 1 Timoteo 6:9-10 ) El deseo de tomar la delantera es una de las pasiones más fuertes en el corazón del hombre. La codicia que impulsa esto, es tan fuerte que Pablo la equipara a la idolatría porque es en esencia la adoración de las posesiones. ( Colosenses 3:5; Efesios 5:5 ) El problema no es tanto un amor por el dinero en sí mismo, sino por los objetos de deseo que este puede adquirir. Este apetito mueve a la gente sin pensarlo dos veces. Sin embargo, sería muy sabio para cada hijo de Dios darle seria atención y examinar cuidadosamente sus corazones. La devoción por el dinero es extremadamente peligrosa porque causa que la gente se aleje de su fe. ¿Cuántos cristianos en América se han extraviado completamente de una fe vibrante en Cristo y aún no tiene ni idea de su condición espiritual? La Siembra y la Semilla En la parábola del Sembrador y la Semilla, Jesús describió cuatro tipos de suelo, cada tipo representando un diferente estado del corazón. El tercer tipo de suelo es espinoso por las codicias. Jesús dijo, “Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (Marcos 4:18-19). Estas “espinas” trabajan mano a mano entre si. Representan los tres pasos que da una persona codiciosa mientras retrocede de las simples verdades de la Palabra de Dios. Jesús nos está dando una foto de alguien que recién ha llegado al Señor. La mayoría de personas que han nacido de nuevo experimentan ese bendito primer amor cuando los pensamientos de Jesús llenan completamente su mente. El significa todo para esa persona. El corazón estaba lleno de gozo. La perspectiva de la vida era fresca. La hierba es más verde. Todo era maravilloso. Aún así, Jesús dijo que a lo largo del camino, “los deseos por otras cosas entran y ahogan la palabra.” El corazón, que ha sido tan completamente satisfecho en Cristo, ahora ha permitido que algo muy diabólico se deslice hacia el interior. Es codicioso: esperar algo para si mismo. Mientras la persona continua alimentando esta bestia, su apetito crece. Las espinas de otras atracciones comienzan a invadir el corazón de las personas. Antes que pase mucho tiempo, toman completo control apagando y asfixiando la Palabra, que un día estuvo tan viva. Aun cuando la persona se ha mantenido fiel en su asistencia a la iglesia, en su corazón se ha extraviado de la fe. Las Preocupaciones de la Vida Hace varios años, hablé en un grupo de hombres acerca de la necesidad de simplificarse la vida. Después un joven de buena apariencia, con una mirada ambiciosa, vino hacia mí para defender su estilo de vida con una racionalización que he escuchado antes en muchas ocasiones. “Solo quiero proveer un buen hogar para mi familia”. Yo sentí que él estaba determinado a creer en lo que él quería creer, así que yo asentí educadamente y no respondió. Si el señor me hubiera permitido, le habría hecho algunas preguntas puntuales, como: Tú dices que tu preocupación es el bienestar de tu familia. Si eso es realmente lo que motiva tu excesivo trabajo/ tu costoso estilo de vida, entonces ¿por qué permites que tu familia vea horas de televisión cada noche sin preocupación acerca de cómo esto les afecta? ¿Por qué no tienes ningún tiempo disponible para compartir con tu hijo? ¿Por qué no tomas el tiempo para interceder ante la rebeldía de tu hija adolecente? 

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¿Por qué no hay un altar familiar en tu casa? ¿Eres el líder espiritual de tu casa? ¿No es cierto, señor, que usted es un maniático de trabajo, motivado por la ambición de tomar la delantera y por la pasión de acumular más posesiones? ¿Está seguro que es el interés de ellos lo que le preocupa y no su propio ego?

Claro que la agudeza de estas preguntas probablemente habría molestado a este hombre, cosa que no quería hacer, pero estas son preguntas legítimas que todos debemos considerar. Es demasiado fácil subestimar la poderosa atracción de los encantos de este mundo. Una vez que una persona ha comenzado a alejarse del Señor, se enreda en las “preocupaciones de la vida”, que son simplemente las responsabilidades de la vida, como la comida, la casa, el vestido, transporte, la escuela de los niños, el seguro, los pagos, y más. Los cristianos responsables proveen para sus familias, por supuesto: las Escrituras así lo demandan (I Timoteo 5:8). Pero Jesús nos ordenó no preocuparnos o ser consumidos por tales cosas. Esto era un punto tan importante que El dedicó una gran porción del Sermón del Monte a este tema. El dijo “No os afanéis por vuestra vida!” (Mateo 6:25). Este fue un mandamiento equivalente en importancia a “No cometerás adulterio” y aún así es visto como si fuera una insignificante sugerencia de un abuelo condescendiente. Con toda honestidad, la ansiedad por el dinero, ¿no viene del temor, inseguridad y falta de confianza? O aún de una subyacente aversión a la incomodidad? En lugar de aprender a “dar con libertad” como Jesús enseñó, en lugar de aprender como “buscar primeramente el reino de Dios,” ¿no nos enfocamos demasiado en nuestra atención en proteger nuestras posesiones en este mundo? ¿No es cierto que la duda llena nuestros corazones hasta que nos entregamos a nuestros temores? Cuando esto sucede, ¿no es cierto que caemos en pánico y tratamos con todo nuestro esfuerzo de tomar la delantera y adquirir aún más para sí mismos? Jesús confrontó directamente esta forma de pensar cuando dijo, “Porque todo aquel que quiera salvar su vida, la perderá: y todo el que pierda sui vida por causa de mi, este la salvara” (Lucas 9:24). Es pecado para nosotros tratar de salvar la vida que se nos ha ordenado entregar. Engañado Si una persona continúa entregándose ante tal codicia, un sigiloso engaño comienza a permear su corazón. “El engaño de las riquezas” aplica no solo a los ricos, sino también a cualquiera que adopta la mentalidad del kosmos. Entre más tiene una persona, mas quiere. Como Salomón decía, “El que ama el dinero, no se saciará de él; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto” (Eclesiastés 5:10). El dinero ofrece la esperanza de prestigio, posesiones, y placer, pero las riquezas mienten! La persona materialista, movida por la promesa de satisfacción del dinero, acumulará una cosa tras otra, hasta que un día para su horror, va a descubrir que su alma está desolada. Los buscadores del éxito algún día cosecharán el vacío que viene con ese esfuerzo. La persona que busca el placer igualmente va a aprender que no puede encontrar la satisfacción que ansía. Satanás sabe como atormentar a las personas con los encantos del mundo de manera que siempre quieran más. TODO ES UN GRAN ENGAÑO. En 1957, (tomando en cuenta la inflación) el trabajador Americano promedio ganaba menos de la mitad del dinero que gana hoy. ¿Está más feliz? No, de acuerdo a David Myers, autor de Society in the Balance (Sociedad en la Balanza): Desde 1957, el número revelado por el Centro de Investigación de Opinión de la Universidad de Chicago, en la categoría “muy contentos” ha declinado de 35 a 29 por ciento. De hecho, entre 1956 y


1988, el porcentaje de Americanos que decía estar “satisfecho con su presente situación financiera” bajó de 42 a 30 por ciento.” 8 La prosperidad también ciega a la persona ante su verdadera condición espiritual. John Wesley, analizando la mentira de las riquezas, dijo lo siguiente: En verdad es mentira. Porque ellos sonríen y traicionan; besan y golpean en el infierno. Les sacan los ojos, endurecen el corazón, se roban toda la vida de Dios; llenan el alma con orgullo, enojo, amor por el mundo; hacen a los hombres enemigos de la cruz completa de Cristo. Y mientras tanto son ardientemente deseados y perseguidos vehementemente, aun por aquellos que creen que existe un Dios. 9 La más grande mentira de prosperidad es la habilidad de hacer a la gente creer que están caminando con el Señor cuando en realidad hace mucho que se separaron de Él en sus corazones. Como Laodicea en Apocalipsis 3, ellos piensan que sus vidas espirituales marchan muy bien. Pero Jesús ve las cosas de una forma muy diferente. La codicia del materialismo ha consumido su sustancia espiritual. Para Jesús ellos se ven como niños con los estómagos hinchados, no porque estén llenos, si no porque están muriendo de hambre! Al final, van a descubrir que se “han perforado a si mismos con muchos dolores,” como lo dijo Pablo a Timoteo.

El Deseo por Otras Cosas Como cualquier adicción, la lujuria por ganancias materiales se ha vuelto un hábito que debe mantenerse a cualquier costo. Nuestra exasperante lujuria ha silenciado nuestras persistentes preocupaciones. Hemos sido engañados por el tremendo poder que está oculto en el gran reino del DESEO. Muchos, si no la mayoría de los creyentes, se han vendido al sistema del Anticristo, que un día demandará lealtad como el precio de mantener sus estilos de vida ( “ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre” (Apocalipsis 13:17). Los que van a la iglesia que piensan que pueden vivir por años como esclavos del kosmos y luego un día repentinamente declarar su libertad están en un gran engaño. Tales personas se están preparando para recibir la marca de la bestia! En cierta forma en sus corazones, ya lo han recibido. Cuando Satanás ofreció los reinos y la gloria de este mundo a Jesús a cambio de adoración, el mostró el verdadero deseo de su corazón. El diablo apasionadamente ansiaba la exaltación que solamente le pertenece a Dios. Tenga cuidado si estas pensando, “Claro que Jesús lo rechazaría. ¿Por qué adoraría a Satanás?” Parece tan simple para nosotros rechazar esa tentación. Pero, ¿te das cuenta que el diablo ha puesto en la mesa la misma oferta para ti? Y muchos lo están aceptando sin pensarlo bien. Comprometen un poco aquí, un poco allá, pero en su mente “no es gran cosa.” La sutileza de la oferta oculta la enormidad de lo que está pasando. El diablo está literalmente en los detalles. En las letras pequeñas está aquello que él realmente persigue: Nuestra profunda lealtad a su sistema. El diablo no está preocupado por la gente que “pronuncia el nombre de Cristo,” mientras en la práctica sigan siendo siervos de su sistema. La hipocresía es la delicia del diablo. Pablo, sabiendo completamente que tan intoxicante puede ser este espíritu, advirtió a Timoteo: “huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre” (I Timoteo 6:11). Hay urgencia en las palabras de Pablo que nos recuerdan a los ángeles advirtiendo a Lot, “Escapa por tu vida! No mires tras ti, escapa...no sea que tu también seas alcanzado” (Génesis 19:17).


El Camino de Salida Sin importar el tremendo poder engañoso del materialismo que afecta a muchos, tu puedes estar entre los pocos que han cambiado las cosas. El hombre que se ha “enredado en los negocios de la vida diaria” (II Timoteo 2:4), puede soltarse! Aquellos que están cargados por “las cosas del mundo” pueden “despojarse de todo peso” (Hebreos 12:1) La persona que se ha hecho “conforme a este mundo,” puede “ser transformado por la renovación de su mente.” (Romanos 12:1) Esto requerirá de compromiso, disciplina, y una nueva perspectiva de la vida en Cristo Jesús, pero vale la pena el esfuerzo para liberarse del violento y abrumador remolque del kosmos. Si tú estas preso por la codicia; si tu sabes en tu corazón que Jesús deplora tus hábitos derrochadores; si tu verdaderamente quieres cambiar, pero no estás seguro de cómo hacerlo; te ofrezco las siguientes sugerencias: Primero, solo arrepiéntase. Un verdadero cambio de corazón siempre comienza por el arrepentimiento. Examine su corazón completamente. Disponga de tiempo solo con Dios y estudie lo que la Biblia dice acerca de la avaricia, la codicia, y el dinero, y estudie también lo que dice sobre dar. Permita al Señor exponer y sacar de raíz todo aspecto de la codicia que El encuentre en usted. Ofrézcale un arrepentimiento detallado. Una vez que ha hecho eso, está espiritualmente limpio. Los pasos que faltan le ayudarán a desarrollar un nuevo estilo de vida. Segundo, cambie su perspectiva acerca de Dios. Es importante que usted comience a verlo como su Proveedor y su Bendición. En lugar de darse placeres todo el tiempo, deje que el Señor lo haga. Él lo hará , si usted solo le da la oportunidad. “Espere pacientemente por El.” Usted no necesita todo lo que quiere y no lo necesita AHORA. Tercero, si usted tiene deudas, haga un plan para pagarlas. Comience con las deudas más pequeñas y destine cada centavo que pueda hacia esas deudas. Sacrifique algunos de sus gustos. El dolor no es nada comparado con lo libre que se va a sentir cuando sus deudas estén canceladas. Mantenga una tarjeta de crédito por si la necesita para emergencias, pero de otra manera aprenda a vivir sin ellas. Finalmente, simplifique su estilo de vida. Admita que ha estado viviendo extravagantemente. No olvide que eso que llamamos “las necesidades de la vida” vienen todas con viñetas de precio alto. Es maravilloso descubrir que tan poco realmente necesita! La gente está acostumbrada a la obsesiva “rueda de caballitos” de trabajar de más y comprar de más. El pensamiento de elegir un estilo de vida diferente nunca ha pasado por sus mentes. Pero tenemos opciones. No tenemos que vivir como reyes en el reino de Satanás. No tenemos que vender nuestras almas al diablo. Podemos elegir simplificar nuestras vidas. Podemos vivir en un nivel más manejable. Mientras usted cambia su vida, también quiero animarlo a seguir el mandamiento de Jesús: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde los ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde los ladrones no minan ni hurtan” (Mateo 6:19-20). D.L Moody escribió pertinentemente las siguientes palabras:

“ No os hagáis tesoros en la tierra ”. Parece un poco severo, tal vez, pero debe ser correcto. Después de todo, todo lo que el hombre vale es lo que tiene en el cielo. No trajimos nada a este mundo, y con certeza no vamos a sacar nada de él. Por eso Dios dice, No hagáis. Los cristianos que lo hacen, sufren. No hay ganancia en esto. Se hace a un costo terrible, los deseos del corazón a cambio del apoyo del alma. Aquí vienen dos barcos en un rio. El primero, a todo vapor, surca valientemente el


agua; el segundo se arrastra, remolcado por otro. Este parece estar a punto de hundirse, pero aun flota. ¿Por qué? Porque lleva una carga de madera y está inundado. Lot estaba bien mientras se mantuvo con su tío Abraham, pero cuando lo dejó, y se fue a Sodoma tuvo mucho de las cosas de este mundo, y se inundó. Así es con muchos cristianos. Han estado inundados. Han tenido tanto dinero que no pueden llegar a la orilla por si mismos, y necesitan de otros para que les ayuden a llegar. La vida religiosa es lenta. El pulso espiritual comienza a latir lentamente. “¿Por qué sucede esto?” preguntan, “¿que no tenemos más poder spiritual, y más gozo del Señor?” El secreto se encuentra con facilidad. Las personas que se preguntan esto, han tenido su tesoro aquí. Cuando los hombres se elevan en un globo, llevan bolsas de arena como lastre, y cuando quieren elevarse más tiran un poco de la arena. Ahora, hay algunos cristianos que antes de poder elevarse, tendrán que votar algo de lastre. Podría ser dinero, o cualquier otra consideración mundana, pero si desean elevarse tendrán que deshacerse de eso. Si usted esta sobrecargado, solo bote algo de dinero y va a subir como con alas de águila. Cualquier ministro le dirá que hacer con ese dinero. Nunca he visto ningún departamento de la obra del Señor que no necesite algo de dinero.10 Jesús manda a los creyentes a hacer tesoros en el cielo. Toda buena obra, toda oración de intercesión, todo momento de verdadera adoración, toda acción desinteresada, todo esto está siendo traducido a la moneda celestial y almacenada en una cuenta celestial a su nombre. Podemos depositar tanto como queramos en nuestra cuenta de ahorros eterna. Ese “dinero” es reservado para la eternidad y protegido por el infalible seguro de depósitos de Dios. Si usted estuviera trasladándose a un país extranjero el próximo año, ¿no cree que sería sabio enviar dinero a un banco en esa ciudad antes que usted llegue? ¿No sería una bendición llegar allá y tener un balance positivo en su cuenta? Podemos pasar la vida entera egoístamente tratando de vivir como reyes y construir riquezas en el reino de Satanás, pero en lo que a mí respecta, es mejor ser heredero del Único que pone a Satanás bajo Sus pies! Estamos encaminados en los momentos finales de la historia de la humanidad. Es tiempo de preparar nuestra vidas para lo que hay adelante! Meditación de la Escritura y Oración La prosperidad es de corta vida como las flores silvestres, así que nunca cuentes con ella

(Santiago 1:10)

La ambición por el dinero trae problemas y nada más que problemas. Al andar ese camino, algunos pierden completamente el equilibrio en la fe y viven para lamentarlo amargamente por siempre (I Timoteo 6:10). Señor, es verdad; he vivido una vida de opulencia. He vivido como un rey en el reino de Satanás y he rechazado las más profundas riquezas de Tu reino. He tenido casi todo cuanto he querido. He sido terriblemente culpable por demandar lo que quiero en el momento! Me arrepiento de mi avaricia por las cosas! Por favor ayúdame a ser disciplinado para pagar todas mis tarjetas de crédito y vivir menos egoístamente. Quiero que mis tesoros estén en el cielo no en la tierra!


CAPITULO DOCE EL ESPIRITU DEL ANTICRISTO “La Biblia mira al pecado, no como una enfermedad, sino como una completa rebelión en contra de el dominio del Creador. La esencia del pecado es – ‘no permitiré que nadie se enseñoree de mí para que yo me salve solo’, y esto se puede manifestar en un hombre moralmente bueno así como también en uno moralmente malo. El pecado no tiene nada que ver con la moralidad o la inmoralidad. Tiene que ver con el reclamo de mi derecho a mí mismo, una independencia de Dios empática y deliberada, aunque yo le venere con frases cristianas”. 1 Oswald Chambers

“Debido a que el hombre nace rebelde, no está consciente de que lo es”. 2 A. W. Tozer Parece que hay un interés ascendente en la comunidad cristiana concerniente a los tiempos finales y quien será el Anticristo. Will Mikhail Gorbachov, quien ahora es adorado en el Oeste, ¿Volverá a surgir como un líder mundial? ¿Será que alguno de los líderes de la Unión Europea va a asumir repentinamente el poder mundial? ¿Será que el gurú de la Nueva Era llamado “Caballero Maitreva” va a prometer acabar con todos los problemas del hombre? O ¿Cumplirá John F Kennedy la promesa de Apocalipsis 13 al hacer que su cabeza mortalmente herida sane milagrosamente y luego vaya a dirigir un mundo maravillado? Quien quiera que sea, sabemos que un día él va a dirigir una completa insurrección en contra de Dios. Conocido como “la bestia”, “el hombre sin ley”, “el pequeño cuerno”, y de muchas otras formas, este “Hombre de Pecado” va a estar tan embebido con el espíritu anti-cristo del demonio que se convertirá en el Anticristo. Sin embargo, los creyentes no necesitan estar tan preocupados con “quien es”. No va a ser un simple hombre que lleve al mundo en una dirección de colisión con Dios que un día terminará en el Armagedón. En lugar de eso, es el espíritu que poseerá el hombre quien va a orquestar los eventos que lleven a este gran conflicto final. El hombre mismo no será nada más que un sicópata poseído por el diablo y que actúa como la garra de Satanás.


Es extremadamente vital que los creyentes realicen que están bajo un asalto espiritual marchitante que viene de este espíritu rebelde en este mismo momento. El poder del espíritu del kosmos es como una pesada nube que descansa sobre la tierra, promoviendo continuamente mensajes anticristianos y empujando a la gente a permanecer (o a volverse) independiente de la autoridad de Dios. Esta es la atmosfera que está pavimentando el camino para la gran insurrección en Armagedón. El Espíritu de esta Era La mayoría de las personas está de acuerdo que la década de los 60’s marcó un punto de transición para los Estados Unidos. En 1960, la mayor preocupación de la mayoría de la gente joven era terminar la escuela y prepararse para el futuro. Ellos se sentían orgullosos de ser americanos y veían hacia adelante para conseguir un poco del pastel de prosperidad. La gente todavía vivía con un sentimiento general de respeto por la autoridad. Los jefes en las empresas a menudo gobernaban con un cierto grado de fuerza y los empleados aceptaban eso como parte de sus vidas. Generalmente hablando, la gente simplemente hacía lo que le decían. Sin embargo, en poco tiempo todo esto ha cambiado. De repente, la moralidad de nuestra nación se fue a pique a medida que el orar en público fue prohibido en las escuelas de la nación, los desordenes sociales y políticos eran más pronunciados, y la debacle llamada la Guerra de Vietnam comenzó su proceso. Al final de la década, el abuso de las drogas era rampante, la promiscuidad sexual era la norma y los problemas anti gobierno se llevaban a cabo en toda la nación. ¿Qué pasó con la “hermosa América”? Parece evidente que durante los primeros años de los 60’s una fuerza del infierno fue desatada sobre la tierra. A medida que ese asalto diabólico se fortalecía, la maldad se incrementaba proporcionalmente. (Daniel 7, 11: 2 Tesalonicenses 2) Nos hemos hecho tan insensible a los reportes de actos terroristas, genocidios, tiroteos y asesinatos brutales en las escuelas, que apenas nos damos cuenta del grado de oscuridad que nos rodea. Mientras más pasa el tiempo podemos esperar que las cosas sean peores. No solamente se incrementa la maldad, sino que el número de gente que se rinda a ella se multiplicará. La Biblia describe este período de la historia con exactitud como un tiempo donde la gente joven serán “desobedientes a los padres” (2 Timoteo 3:2) y “la maldad es aumentada”. (Mateo 24:12)

La década de los 60’s marcó el comienzo de una mentalidad radical que ha trabajado su camino muy profundo en nuestras mentes y corazones. Cuando los americanos de mayor edad fueron impactados por la primera ola de esta nueva forma de pensar, simplemente dijeron “solo es una fase por la que pasa todo joven”. Sin embargo, al principio de los 90, la gente joven de los 60 estaba controlando el país y la cultura americana comenzó a reflejar la ideología y nociones de urbanidad de esta caprichosa generación. Calcomanías para carros tales como Cuestiona la Autoridad, Si se Siente Bien Hacerlo, Hazlo, y No Temas expresaban la nueva actitud. Aun algunos segmentos de la población mayor lo adoptaron. El poder en aumento del espíritu del Anticristo comenzó a unirnos en un desprecio por la autoridad establecida. El Misterio de la Maldad Aunque la Ley de Dios en la nación de Israel a menudo era desobedecida e ignorada en su larga historia, todavía jugaba un papel importante en la vida diaria de un judío. La Ley (hebreo, Torah ) gobernaba su relación con Dios así como también su relación con otros


judíos. Como un código escrito sagrado formaba la base para las reglas de conducta. Se convirtió en un agente de nexo muy poderoso para el pueblo judío. Sin embargo, el concepto de ley (griego, nomos ) va mas allá de los mandamientos de Dios dados en el Pentateuco. En realidad, cada cultura, sin importar cuán primitiva (o cuan rebelde en base a la ley prescrita por Dios), tiene una serie de costumbres que establecen que se debe considerar malo o bueno para esa sociedad en particular. El significado primario de nomos es “que es propio”, y, el opuesto de nomos es anomos , que significa vivir sin ley o adoptar una actitud de maldad. De acuerdo al Diccionario Expositorio Vines, anomos quiere decir más que un cometer un acto ilícito. Quiere decir “desafío flagrante de la conocida voluntad de Dios”. 3 Alguien que vive en su propia voluntad es anomos – sin ley. Babilonia la Grande es un “misterio” de acuerdo a Apocalipsis 13:5, tal vez debido a los rituales oscuros y tenebrosos de la religión babilónica. Envuelta en su famosa historia existen secretos que el hombre moderno quizás nunca pueda descubrir. Sin embargo, aun más importante es la prominencia de Babilonia como la designada para todo lo que es opuesto a Dios en toda la historia. Pero existe además otro misterio. Pablo dijo, “Ya está en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel impío”. (2 Tesalonicenses 2:7-8a) Esta rebelión mundial en contra de Dios es lo que David predijo mil años antes cuando escribió el segundo Salmo: ¿Por qué se amotinan las gentes y los pueblos piensan cosas vanas? Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes conspirarán contra Jehová y contra su ungido, diciendo: "Rompamos sus ligaduras y echemos de nosotros sus cuerdas". Ahora, pues, reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor y alegraos con temblor. Honrad al Hijo, para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues se inflama de pronto su ira. ¡Bienaventurados todos los que en El confían! (Salmos 2:1-3, 10-12) Iniquidad en la Iglesia Esta actitud de rebelión se ha desparramado en la vida de los creyentes. Si el kosmos hubiera intentado meter descaradamente esta mentalidad en la iglesia, el intento hubiera fracasado. Nuestros líderes hubieran puesto a un lado sus diferencias y se hubieran unificado para oponerse. Sin embargo, Satanás es mucho más listo como para hacer semejante asalto frontal. En lugar de eso, ha engañado a la iglesia mediante un ataque misterioso y sutil sobre nuestros estándares de santidad. Lo que el espíritu del Anticristo nunca hubiese podido lograr abiertamente, lo ha conseguido con sigilo. Poco a poco, una corrupción tras la otra ha sido introducida en el marco y la mentalidad corporativa de la cristiandad americana hasta el punto donde la iglesia ha perdido sus amarras. Los cambios en los últimos treinta años han bajado los estándares de los ministros de hoy muy por debajo de los estándares de los laicos de ayer. Cualquiera cuya conciencia le motive a abstenerse de lo carnal recibe burlas y es catalogado de fanático. Y la definición de “carnalidad” esta tan diluida que la carnalidad de la que estoy hablando involucra actividades que hubiesen sorprendido a los creyentes de hace una generación. La saturación diaria de noticias sorprendentes y comportamiento ilícito a través de la televisión, periódicos, revistas, y el Internet ha dejado a los cristianos espiritualmente inmóviles. Es difícil ser afectado por algo. Imágenes de comportamientos malvados de gente perversa llena nuestras mentes, manchan nuestras almas e influencian nuestros


corazones. Nos hemos vuelto tan corruptos que ya ni siquiera sentimos la necesidad de la santidad. Es comprensible para el mundo pensar que un creyente con celo de Dios es extraño, pero para la iglesia, ver a un santo consagrado, de una manera sospechosa, con escarnio, y aun con desprecio muestra cuanto ha retrocedido el cuerpo de la cristiandad. Desafortunadamente, los medios de comunicación no son los únicos proveedores de iniquidad para la iglesia. Como vimos en el Capitulo Nueve, las enseñanzas de la sicología han entrado sigilosamente en la arena cristiana de una forma silenciosa y casi sin ser notada. Al sobre enfatizar lo que ellos llaman educación “disfuncional”, los sicólogos nos han transformado en “víctimas”. Consecuentemente, hemos perdido el sentido de responsabilidad personal por nuestras acciones, aunque la Biblia lo requiere. La racionalización sicológica del comportamiento pecaminoso sofoca la habilidad del Espíritu Santo de hacer sentir la culpa a la gente por sus pecados y permite a la “víctima” recitar excusas por lo que han hecho. “Yo tomo porque me crié en el hogar de un alcohólico”. “Me enojo con otros porque mi padre era malo”. “Yo regularmente me deleito en fantasías sexuales porque Dios me creó con estas necesidades y no espera que yo me resista a mis necesidades naturales”. ¿Qué pasó con la vieja tradición de sentir culpa por los pecados? ¿Dónde está el llamado sincero para obtener la pureza de Dios? ¿Dónde está el hambre y la sed por la justicia? ¿Por qué no seguimos oyendo prédicas fuertes acerca de la necesidad de caminar en el Espíritu? ¿Dónde está el temor del Señor en el Cuerpo de Cristo el discurso de Sus últimos días, Jesús dijo, “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”? (Mateo 24:12) El significado de “el misterio de iniquidad” va mas allá de la idea aislada de actos de desobediencia a Dios. Se refiere a una forma de pensar independiente; una actitud que uno puede tomar y escoger cuando va a obedecer al Señor. En su gran mayoría los cristianos se están permitiendo el unirse a las fuerzas del inicuo que permeabiliza al mundo. Rehusarse al Arrepentimiento Estamos ahora entrando al tiempo cuando el inicuo alcanzará la máxima altura alcanzada en la historia de la humanidad. La maldad es más intensa que antes. Las fuerzas de la oscuridad están disfrutando su máximo poder. La perversión sexual está ahora en proporciones epidémicas alrededor del mundo. El signo de que la maldad ha alcanzado su clímax – la etapa final de iniquidad – es un necio rehusarse al arrepentimiento. Tres veces se nos dice en el libro de Apocalipsis que la gente “no se arrepentirá de sus obras”. (Apocalipsis 9:20-21; 16:9, 11)

¿Recuerda las palabras introductorias del ministerio de Juan el Bautista y de Jesús? “Arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado”. (Mateo 3:3 y 4:17) El Reino se había acercado ya que el REY se había acercado. Verdaderamente, la respuesta correcta a la presencia del Rey es la obediencia reverente. El es el REY; nosotros somos Sus súbditos, póstrense ante El. Los pasos correctos son confesión de pecados, arrepentimiento, y fe en Su misericordia. Cada actividad contraria a Su voluntad se termina instantáneamente. Si esa fue la manera de prepararse para la primera venida de Cristo, eso quiere decir que también es la manera de preparar Su Segunda Venida. Si Jesús viene pronto, entonces la necesidad de arrepentimiento es mayor de lo que era antes. Desafortunadamente, a la gente le disgusta el arrepentimiento. Ellos resienten cuando exponen sus pensamientos y obras pecaminosas. He visto congregaciones que escuchan a un evangelista de Dios predicar con todo su corazón, y luego se van de la reunión con el mismo corazón frio e inamovible con el cual llegaron. En general, aquellos que profesan ser cristianos han perdido su sentido de la naturaleza carnal del pecado. El temor de Dios ha sido abandonado a favor de un concepto


superficial de Su gracia. La gente ya no se siente obligada a cambiar, a crecer, o aun a agradar a Dios. En realidad, muchos de aquellos que claman ser Sus seguidores no saben lo que es el verdadero arrepentimiento. Nunca lo han hecho. La Conversión Genuina En nuestro día de libertades civiles es difícil para nosotros comprender como eran las cosas para la gente que vivió en tiempos bíblicos bajo la autoridad de un rey. El rey era un dictador con control absoluto sobre cada persona en su reino. La justicia de este modo de vivir no era tema de examen en el programa 60 Minutos . La legalidad de esto no era cuestionada en la corte de la Unión Americana por las Libertades Civiles (UCLA por sus siglas en ingles). No habían marchas de protesta fuera del palacio. La autoridad del rey era simplemente aceptada por sus súbditos como parte de su vida. Nadie hubiera pensado en cuestionar esa autoridad. Ocasionalmente, un rey decidía invadir otro reino. Sabía que si ganaba la batalla que se avecinaba, toda la gente en ese reino se convertiría en sus súbditos, incluyendo al mismo rey de ese reino. Un rey del Antiguo Testamento se jactaba, “Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían las migajas debajo de mi mesa… (Jueces 1:7) Cuando Nabucodonosor capturó a Jerusalén la segunda vez, hizo matar a los hijos del rey Zedekia en frente de él, hizo que le sacaran los ojos al rey y lo envió a Babilonia encadenado y completamente humillado. Cuando Ben-Hadad, el poderoso rey de Siria, decidió que iba a atacar el reino de Israel del Norte, envió al rey Acab el siguiente mensaje: “Tu plata y tu oro son míos, y tus mujeres y tus hermosos hijos son míos”. El rey de Israel respondió: "Como tú dices, rey y señor mío, yo soy tuyo, así como todo lo que tengo". (1 Reyes 20:3-4) Cuando un rey se rendía ante otro, entendía lo que significaba: “yo soy tuyo así como todo lo que tengo”. Tenía que ser una rendición incondicional. Esto es lo que la conversión cristiana tendría que parecer. El reino de la persona ha sido tomado por un nuevo Rey. El no viene a enfrentar al nuevo amo con una lista de condiciones. Está en problemas y lo sabe. La grandeza de su pecado le abruma. La magnitud de sus crímenes contra Dios le deja estupefacto. La realidad de su condición devaluada es demasiado grande para llevarla. El conocimiento de su condición sin esperanza le aterroriza. Es en esta condición que va al rey y le dice, “yo soy tuyo así como todo lo que tengo”. Allí, postrado ante Dios, solo espera una cosa y solamente una cosa: MISERICORDIA. La mayor parte de la gente no viene al Señor de esta forma. Ellos no están abrumadas al darse cuenta de su condición de pecado. Están dispuestos a cambiar sus vidas hasta un cierto punto si eso significa salvarse del infierno. Están dispuestos a “cambiar de lado” y alinearse con el curso del cristianismo. Aprenderán quienes son las personalidades de la radio, que libros son considerados como una “lectura obligada”, y a que iglesia exclusiva pueden asistir. Se adaptan perfectamente. Aprenden como emular a aquellos a su alrededor en palabras y en obras. Cualquier alma sincera solamente puede llorar al pensar en cuantas almas perdidas se sientan en iglesias evangélicas. A medida que la actividad del enemigo se incremente en los días por delante, es imperativo que los creyentes aprendan a vivir en un estado de perpetuo arrepentimiento. Deben abrir sus corazones a la búsqueda del Espíritu Santo. Continuamente deben alejarse de la carnalidad, de la mundanalidad, y de aquellos pecados mascotas que “tan fácilmente nos acosan”. Y, sobre todo, deben arrepentirse de la rebelión, iniquidad y la auto voluntad. Las Escrituras lo dejan bien claro que habrá un tremendo incremento de la falsedad al final de los tiempos. Francamente, estoy muy preocupado acerca de la presteza de la iglesia


para enfrentar esta avalancha. No creo que realizamos la magnitud de lo que está por venir. En realidad, siento que la mayoría de las personas que dicen ser seguidores de Cristo están en peligro de ser arrastrados por el gran diluvio de engaño del que la raza humana va a ser testigo. Meditación de la Escritura y Oración: Este es el espíritu del Anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene. Bueno, aquí está, mas pronto de lo que pensamos. (1 John 4:3 MES)

Los agentes del anticristo son hijos del mundo, hablan el lenguaje del mundo, y el mundo, por supuesto, pone atención a lo que dicen. (1 Juan 4:5 PHP) "¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si a Tiro y a Sidón se les hubieran dado la mitad de las oportunidades que se les han dado a vosotras, ya hace tiempo que estarían de rodillas, arrepentidas y clamando por misericordia”. (Lucas 10:13) Querido Señor, ofrezco mi cuerpo, mi alma, mi mente, mi corazón, mi voluntad, mis deseos y mis sueños como sacrificio sobre tu santo altar. Por favor abre mi duro e inflexible ego. Tráeme a sujeción al Espíritu Santo. Conquista por completo mi hombre interior y líbrame del espíritu del anticristo. Nunca me dejes hacer las cosas a mi manera si eso significa que voy en contra de Tus deseos. Crucifica mi voluntad y mis deseos pecaminosos por los placeres de este mundo. Dale el último soplo de muerte a mi indomable autosuficiencia. Te doy permiso de hacer todo lo que sea necesario para mantenerme en Tu preciosa voluntad. Amén.

CAPITULO TRECE EL GRAN ENGANO “ Muchos han perdido la favorable presencia de Dios y no están conscientes de ello. Han provocado que Dios se retire de ellos pero no son sensibles de su pérdida ni se van a quejar nunca de ello. Sus almas languidecen y se debilitan cada vez más. Sus dones se secan. Todo les va mal y aun así no le achacan todo esto a la causa correcta. No están consientes de que Dios les ha dejado ni les interesa reconciliarse con El o recobrar su favor”. 1 Mathew Henry La iglesia del presente es muy comparable a la gente judía que seguía a Jesús durante el clímax de su popularidad. Adonde quiera que fuera, multitudes se acogían a cada una de Sus palabras y observaban cada uno de Sus movimientos. Cuando El, milagrosamente convirtió dos pescados y cinco panes de cebada en un festín para cinco mil, Sus asombrados seguidores exclamaron, “Verdaderamente este es el profeta que había de venir al mundo”. (Juan 6:14) Ellos estaban tan embelesados por Jesús que estaban dispuestos a hacerlo rey de Israel a la fuerza. Sin embargo, El no se dejaba llevar por la emoción popular, y en verdad no le importaba Su reputación ante los ojos de nadie. El nunca hizo nada que no le consultara a Su Padre. Se retiró de la multitud y se dirigió a la montana para otra noche de oración. (Juan 6:15)


El día siguiente, las multitudes le encontraron de nuevo. Su entusiasmo estaba todavía en un punto de mucha intensidad. Estaban listos para enfrentar al invencible poder de Roma misma en Su nombre. Pero las cosas no iban a suceder de la forma en que ellos estaban pensando. Las primeras palabras que Jesús les habló establecieron el curso de lo que seguiría: “De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna…”. (Juan 6:26-27) Estas personas no estaban buscándolo a Él porque querían la vida en Dios a las que apuntaban esas señales, sino querían que El usara sus habilidades sobrenaturales para enriquecer sus vidas en esta tierra. Sus panzas llenas representaban la prosperidad terrenal y el poder que ellos andaban buscando. No estaban interesados en servirle a Dios sino en que Dios les sirviera a ellos. No mucho tiempo después de esto El diría, “La vida es más que la comida, y el cuerpo más que el vestido. Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer…, porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo…, buscad, más bien, el reino de Dios”. (Lucas 12:23, 29-31) Pablo diría mas tarde, “porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. (Romanos 14:17) El también usaría la misma analogía para describir los ministerios carnales: “El fin de ellos será la perdición. Su dios es el vientre, su gloria es aquello que debería avergonzarlos, y solo piensan en lo terrenal. (Filipenses 3:19)

Es interesante que los creyentes de los últimos tiempos están avisados de la misma batalla entre los apetitos carnales y los espirituales: “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento… Asimismo, como sucedió en los días de Lot, cuando comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban”. (Lucas 17:26-28) Jesús sabía que lo que la gente anhelaba era la vida en el kosmos . De ninguna manera iba El a satisfacer sus deseos carnales y pensamientos mundanos. El comenzó a hablarles verdades que les ofendieron y levantaron resentimientos y enojo. “Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás”. (Juan 6:35) ¿Cuál fue su respuesta a tal declaración? “Murmuraban entonces de El los judíos… decían: --Este, ¿no es Jesús el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo dice ahora: "Del cielo he descendido"? (Juan 6:41-42) Ciegos, endurecidos del corazón, y sin discernimiento espiritual, esta multitud descontenta estaba tratando de entender las cosas de Dios con su mente y razonamiento natural. Las palabras de Jesús eran pesadas y se referían a las cosas celestiales, las cuales sobrepasaban el pensamiento de la multitud. Sus palabras fueron celestiales; el razonamiento de la multitud era terrenal. Jesús agregó a su confusión diciendo: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final”. (John 6:54) Esto era demasiado. Las declaraciones de Jesús les parecían raras. “Esta es una declaración muy difícil, ¿Quién puede escucharla?” se preguntaban incrédulamente. Juan, el testigo fiel, escribe lo que sucedió después: Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. (Juan 6:66-69)


Mientras Jesús le daba a la gente lo que querían, ellos estaban felices de ser contados entre Sus discípulos. Hubieran gustosamente vivido el resto de sus vidas siguiéndole. Pero, a diferencia de muchos pastores “amigables” de hoy en día, Jesús no estaba interesado en multitudes solo por hacer números. El quería seguidores de por vida que hicieran un compromiso para vivir para el Reino de Dios, sin importar el costo. En Su manera acostumbrada, les trajo a un cruce de caminos. Tenían que tomar una decisión. ¿En realidad estarían dispuestos a seguirle a pesar del costo o darían la vuelta y se irían? Hoy, igual que en ese día, muchos están felices de llamarse seguidores de Cristo. Las cosas están más o menos bien para los creyentes en América. Nuestros estómagos están llenos, nuestros graneros están rebalsando, y nuestras posesiones van en aumento. En otras palabras, todo está básicamente saliendo como nosotros queremos, pero ya sea que lleguemos o no a una clara intersección en el camino, Dios sabe la verdadera condición de nuestros corazones. El Cruce del Camino El cristianismo siempre ha sido cosa del corazón. Dios tiene el derecho de ver si tus actividades religiosas vienen de una consagración interna y profunda. (Amos 5:18-24) El verdadero cristianismo comienza y termina en el corazón. La fe débil revela un compromiso débil. Jesús decía que muchos “reciben la Palabra con gozo”, pero se derrumban cuando su fe es probada. (Lucas 8:13) ¿Se da usted cuenta que la caída siempre comienza en el corazón ? Los aspectos externos de la fe pueden continuar, como ir a la iglesia, diezmar, etc., pero en algún lugar del camino el estado interno de nuestro corazón será examinado. Las duras palabras de Jesús pueden hacer que el camino fácil parezca muy atractivo. Muchos se sintieron ofendidos con esta palabra en particular: “Tienen que comer mi carne y beber mi sangre o no tendrán vida”. Solamente hay un camino hacia el cielo, y este va directo hacia la puerta angosta del Calvario. Jesús dijo, “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará, pues, ¿qué aprovecha al hombre si gana todo el mundo y se destruye o se pierde a sí mismo? (Lucas 9:23-25) En otra ocasión, Jesús alteró levemente la segunda afirmación: “El que ama su vida (griego, psyche ) la pierde; y el que odia su vida ( psyche) en este mundo ( kosmos ) la guardará para vida ( zoe ) eterna”. (Juan 12:25) La opción deliberada de palabras para “vida” nos brinda luz sobre el significado real. Psyche representa la existencia de la persona en la tierra, mientras que zoe representa la vida de la persona en Dios. Así que Jesús estaba diciendo que cualquiera que ama su existencia en la tierra la pierde; y aquel que odia su existencia en el kosmos la guarda para una vida en Dios para siempre. Esa afirmación pone a prueba la pureza del compromiso del cristiano. La cultura tiene una manera de corromper el cristianismo de la persona. Sus actividades externas pueden ser “cristianas” mientras que su alianza interior todavía está en el kosmos . En nuestra cultura, “la predicación de la cruz es locura”. (1 Corintios 1:18) Para la “mayoría” que aborrecen el camino angosto, (Mateo 7:13) la Cruz demanda demasiado. No tiene sentido lógico para ellos ya que ellos se acercan al cristianismo desde la perspectiva del kosmos . Seducidos por el bajo nivel de consagración que ven a su alrededor, protestan internamente, “¿que no son los sacrificios que he hecho suficientes? Ya he dejado de beber, de decir malas palabras y de fornicar. Me ‘niego a mi mismo’ cada domingo en la mañana al ir a la iglesia cuando en realidad quiero seguir durmiendo”. Pero ellos nunca han estado en el Calvario internamente adonde su vida anterior ha


sido crucificada y una nueva vida ha comenzado. La verdadera rendición ocurre cuando escogemos el camino angosto de la Cruz. Allí es donde los cambios profundos comienzan. Por otro lado, los pocos (Mateo 7:14) que han ido al Calvario ven la vida eterna al final del camino angosto. Este cambia la forma en que miran esta vida. Lo temporal lleva a lo eterno. Lo que no tiene importancia es reemplazado por lo supremamente importante. Este cambio interior ha permitido a través de los siglos que los santos enfrenten dureza, oposición, persecución y muerte. Vivieron su testimonio cristiano en el entorno del kosmos , pero se vieron a sí mismos como peregrinos y no como ciudadanos de este. Nosotros, también, debemos odiar nuestras vidas en este mundo, así como Jesús dijo que deberíamos. El libro de Apocalipsis revela el hecho de que aquellos que “superan” el espíritu del Anticristo “no aman sus vidas hasta la muerte ”. (Apocalipsis 12:11) Falsedad Abrumadora En una manera muy vaga, la mayoría de la gente cree que ahora estamos viviendo en los últimos días. Los signos de los tiempos nos dicen que es cierto – el gran incremento en el conocimiento, los grandes adelantos tecnológicos, el movimiento hacia una sociedad sin dinero en efectivo, la casi universal aceptación de la perversión, la tendencia hacia un gobierno mundial y la adulterización de los valores espirituales. “Si”, decimos de una manera extraña, “verdaderamente estos son los últimos días”. Y aun así, la vida avanza de manera cotidiana. Las presiones en el trabajo, los horarios apretados, y el ritmo agitado de la vida fuerzan las consideraciones espirituales hacia el suelo. El concepto de un gobierno mundial en las manos de un líder poseído por el diablo provoca una buena lectura pero no es un factor tan relevante cuando se trata de sus vidas diarias. “Eso puede pasar en algún momento en el futuro, pero por ahora solo estoy tratando de mantenerme a flote”; esta es la actitud que prevalece. El pensamiento de que de alguna manera podamos ser engañados por el diablo para que adoremos a tal líder parece ridículo para la mayoría. Sin embargo, está claro por Su discurso de los últimos días que Jesús lo vio como un tiempo de engaño sin precedente. Cuando se le preguntó acerca de las señales de Su venida, la primera cosa que salió de Su boca fue, “Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: "Yo soy el Cristo", y a muchos engañarán”. (Mateo 24:4-5) Y continuó diciendo que “Muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos” (Mateo 24:11) y que ellos “harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos”. (Mateo 24:24) Cuatro veces usó esta palabra engaño ( planao ) que quiere decir, “ser causa de alejarse dentro del error para seducir o engañar a otro”. Esta es una clara advertencia hecha primeramente a aquellos de nosotros que estemos vivos en los últimos días y que estamos enfrentando el gran engaño de este mundo con poder y extensión sin precedentes. A pesar de las advertencias de Jesús, que suenan como alarmas, ¿todavía te aferras a una vana confianza de que TÚ nunca podrías ser engañado? Si no hay motivo para estar preocupado, te pregunto, ¿Por qué nos advirtió Jesús tan frecuentemente y tan fuertemente? Una Novia en Problemas El diablo ya ha engañado a la iglesia cristiana en muchas formas, pavimentando el camino para un engaño aun mayor que está a nuestras puertas. Este asalto no es algo que está lejos en un futuro. El engaño que está sobre nosotros es tremendo y solamente va a crecer en intensidad y perversión.


La iglesia está emproblemada por un buen número de razones: Primero, ha perdido su sentido de la naturaleza malvada del pecado. La iglesia ya no se entristece con el pecado, la carnalidad y la mundanalidad. Segundo, se ha vuelto adicta al estilo de vida carnal del kosmos , cambiando el amor del Padre por las cosas de este mundo. Tercero, está dormida y no lo sabe, cautivada por la delicada voz del kosmos . Cuarto, se ha rebelado contra la autoridad de Dios. Cuando Pablo describió la venida del líder mundial, usó los términos más fuertes posibles: …El advenimiento de este impío, que es obra de Satanás, irá acompañado de hechos poderosos, señales y falsos milagros, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. (2 Tesalonicenses 2:9-12) Este vistazo al trabajo del enemigo durante la gran apostasía requiere un examen especial. El Anticristo hará un gran despliegue de poder demoniaco cuando aparezca en la escena mundial, pero para limitar ese despliegue tan obvio, manifestaciones demoniacas externas van a ser terriblemente minimizadas y confundidas. Las dos pequeñas frases, “con todo poder y señales y falsos milagros”, y “con todo el engaño de la maldad”, indican un engaño de intensidad monstruosa y asombrosa magnitud – tales cosas el mundo nunca antes había visto. No podemos ni siquiera imaginarnos la enormidad de las fuerzas demoniacas desatadas contra la humanidad cuando el Hombre de Pecado emerja porque el engaño se vuelve tan creíble y plausible. Es fácil hacer afirmaciones de confianza acerca de cómo vamos a apoyar a Cristo sin importar lo que pase, pero cuando los poderes del demonio llenen la atmosfera con su aterrorizante presencia, aun las mejores intenciones se marchitarán y se alejarán. Es completamente ilógico de nuestra parte afirmar que podemos permanecer ante el poder del enemigo con nuestra propia fuerza. El hombre no es enemigo que se pueda comparar con el poder de Satanás. Solamente permaneciendo en Cristo es que tenemos la autoridad sobre el diablo.* Causa de Preocupación Aunque el diluvio de engaño vaya en aumento y la mayoría de creyentes estén listos en el sutil campo del compromiso, un tsunami espiritual se apresura hacia nosotros que sacudirá todo lo que pueda ser sacudido. (Hebreos 12:25-29) El prospecto de esta ola de maldad sin precedentes no sería tan alarmante si la iglesia estuviera mental y espiritualmente preparada para ello, pero la verdad es todo lo contrario. En realidad, hay tres actitudes que prevalecen y que prueban su falta de preparación. Primero está la actitud, yo no puedo ser engañado. Naturalmente creemos que los otros pueden ser engañados pero nosotros no. Esta es la actitud nuestra con la que cuenta el enemigo ya que calma a la gente hacia un sentido falso de seguridad. Alguien dijo en una oportunidad, “Si crees que no puedes ser engañado, es que ya estás a la mitad del camino”. Aquí es precisamente donde el enemigo tiene a muchos cristianos hoy: a la mitad del camino. La segunda actitud es la auto confianza natural . “No me importa lo que pasa o cuan malo se ponga. Nunca nunca voy a negar a Cristo”. Como sabemos de la experiencia de los discípulos en el Jardín de Getsemaní, la auto confianza se marchita en el calor de la batalla


espiritual. Aquellos que tienen un historial de negar a Cristo todos los días a favor de las cosas de este mundo se van a dar cuenta que no tienen fuerza cuando el enemigo venga como un diluvio. Si ellos abandonan al Señor internamente en su vida diaria, ¿Cómo van a encontrar el coraje para permanecer con El, cuando se vean confrontados por la terrible presencia de Satanás? Esto es pura fantasía. Como preguntaba Jeremías, "Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro, ¿cómo harás en la espesura del Jordán? (Jeremías 12:5) La tercera causa para preocuparnos es la perversa tendencia a preferir mentir a decir la verdad. La mayoría de cristianos piensa que el aspecto más importante de la verdad es tener la doctrina correcta. Podemos tener la doctrina correcta sin permanecer en la verdad. La verdad tiene mucho más que ver con la integridad de nuestra relación con Jesús que con el consentimiento mental de la teología ortodoxa. Recientemente, dos de los miembros de mi personal asistieron a una gran concentración de hombres durante unas reuniones de fin de semana. La predicación se sentía poco profunda a medida que los conferencistas intentaban elevar el fervor de los hombres a través del uso de ruido emocional. El último conferencista era el finado Dr. Edwin Louis Cole. El dio un mensaje refrescante, directo y sin compromiso. Con humildad y amor le dijo a la gran audiencia que la verdad acerca de su condición espiritual y lo que ellos necesitaban hacer al respecto. Mas tarde, uno de los miembros de mi personal escuchó a alguien quejarse acerca del sermón, diciendo que fue el único “mensaje negativo” de todos los que había escuchado en esa conferencia. La Palabra traída ese día parecía negativa para este hombre ya que no quería la verdad . Él prefería un mensaje no confrontativo que fuera llevado por la emoción y que le dijera lo que él quería oír. Mis empleados vinieron tan decepcionados del evento por la actitud general de los que asistieron. Ellos se lamentaban con estas palabras: “Es como si la gente ahora está diciendo, ‘No queremos la verdad. Dígannos lo que nos hace sentir bien’”. Lo que Pablo predijo está sucediendo justo frente a nuestros ojos: “Pues vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias pasiones, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. (2 Timothy 4:3-4) Una de las necesidades más grandes del cuerpo de Cristo de hoy en día es un amor por la verdad. La verdad está allí para ser recibida por aquellos que la quieren, pero la verdad duele. La carne se protege a si misma ya que no desea enfrentar las implicaciones que vienen con ella. Es más fácil ignorar la verdad o ridiculizar el mensajero que la habla. Mi querido amigo, usted va a ser ya sea uno que “recibe el amor de la verdad para ser salvo”, o usted “perecerá”. Usted va a amar la “predicación de la cruz”, o le parecerá como “locura”. El amor de este mundo está en el corazón de cada persona. La única forma en que es purgado es a través del profundo arrepentimiento y del proceso de santificación descrito en el capitulo cinco. Debe ser expuesto y echado fuera. Pablo dijo una vez, “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo”. (Gálatas 6:14) Es la Cruz del Calvario, solamente, la que crucifica el amor del mundo en el corazón humano. La Ramera de Babilonia El espíritu que está atacando y tentando a la iglesia de hoy no es más que la cara moderna de algo muy antiguo. “Babilonia la Grande” es el término usado en el libro de Apocalipsis para nombrar al espíritu del kosmos , ese espíritu seductor que le ofrece a la gente una vida fuera de Dios y Su gobierno. A través de este libro he tratado de expresar algunas de las


formas en que este espíritu está trabajando en nuestras vidas, tratando de dirigirnos lejos de nuestra dependencia de Dios. Pero hay una segunda personalidad no revelada en la gran visión de Juan. Esta es llamada la Ramera de Babilonia. Tenemos que recordar que la idolatría y el adulterio son términos muy cercanamente conectados en la mente de Dios. El tiene a la gente a la cual El considera Su esposa. En los tiempos del Antiguo Testamento esta era la nación de Israel, pero este concepto ahora se refiere a la Novia de Cristo – la Iglesia Cristiana. Una adultera es una novia que ha sido infiel a su esposo. La Ramera de Babilonia es la parte infiel de la iglesia la cual está durmiendo con el enemigo. “La ramera es la iglesia apostata, así como la mujer (capitulo 12) es la iglesia mientras es fiel …” dice el comentario de Jamieson, Fausset, Brown (c. 1870). “(Comprende) la iglesia entera, apostata, Romana, Griega, y aun la protestante, que hasta ahora ha sido seducida de su ‘primer amor’ (capitulo 2:4) por Cristo, la Novia celestial, y le ha dado su afecto a ídolos y a cosas mundanas”.2 También, escrito hace mas de cien años, mucho antes que el moderno engaño comenzara a afirmarse a sí mismo (cuando las mentes de los hombres no estaban cubiertas por las influencias insidiosas del espíritu del Anticristo), el Comentario del Pulpito contiene las siguientes observaciones acerca de la Ramera de Babilonia: Note la increíble similitud entre estas palabras y aquellas del capítulo 21:9, y el contraste entre la novia, la esposa del cordero, y la ramera que está conectada con la bestia… Parece que no hay dudas de que esta figura describe la porción degenerada de la Iglesia de Dios. (1) Como ya hemos visto, este simbolismo ha sido usado por San Juan para ejemplificar la fidelidad de aquellos que son servidores profesantes de Dios… Dondequiera que los hombres cristianos profesantes han pensado que los favores del mundo son mejores que su reproche; dondequiera que hayan estimado sus honores como una posesión más deseable que su vergüenza; dondequiera que hayan buscado la comodidad en lugar de recibir sufrimiento, que hayan amado la auto indulgencia en lugar del auto sacrificio, y han sustituido la codicia en lugar de aferrarse a la generosidad para distribuir lo que tenían – allí se ha manifestado el espíritu de Babilonia… La ramera de Babilonia, o sea, la porción mundana de la iglesia, aunque nominalmente cristiana, es en realidad idéntica con el mundo, la cual esta abiertamente antagónica con Dios. Esta porción infiel de la iglesia de Cristo (aunque cristiana por fuera) es la madre, o sea, la causa de la existencia de la infidelidad hacia Dios. Esto es tan cierto que el cristiano profesante que tiene la mente mundana hace más para causar desobediencia en otros e infidelidad hacia Dios, de lo que él abiertamente declara para sí mismo en oposición a Dios.. (Verso 2), por tanto, declara que esta porción infiel de la iglesia ha escogido rendir al mundo ese amor que le pertenece a Dios, y estar conectado mejor con los poderes de este mundo en lugar de tener su tesoro en el cielo. 3 La Gran Apostasía Para el tiempo en que esta era llegue a su fin, una gran parte de la cristiandad estará en peligro de entregarse al espíritu del Anticristo. En el pasaje de la escritura donde Pablo advertía acerca de la poderosa naturaleza del engaño que acompañaría al anticristo, él también dijo que nuestro “acercarnos juntos a” Jesús no ocurriría “a menos que la apostasía viniera primero…” (2 Tesalonicenses2:3) El usó una forma distinta de la misma palabra griega


en 1 Timoteo 4 cuando dice, “el Espíritu explícitamente dice que en los postreros tiempos algunos se alejaran de la fe…” Jesús también mencionó esta apostasía como una de las características de la atmosfera espiritual de aquellos días previos a Su venida cuando dijo, “…muchos se alejaran…” (Mateo 24:10) ¿Qué es esta apostasía? El Diccionario Bíblico Strong define el griego apostasía como una “deserción de la verdad…alejándose, abandonar”.4 La Enciclopedia Bíblica Internacional Standard va un poco más profundo: “un alejamiento de, alejarse, una deserción…abandono de la fe”.5 El Diccionario de la Palabra Vine dice, “una deserción, revuelta… abandonar… usado políticamente de rebeldes”.6 Hay dos cosas, las cuales se destacan de estas definiciones. Primero, la palabra quiere decir un abandono de algo que una persona una vez tuvo; con relaciona las creencias religiosas, constituiría el abandono de una relación con Dios que una vez existió. Esta palabra no indica, como algunos ensenan, que él se está refiriendo a algunas de las principales denominaciones que se han vuelto religiosamente frías. El está hablando acerca de gente y no de organizaciones. Estos son evangélicos que han abandonado su relación con el Señor. En el hombre interior – esa parte secreta de nosotros que solo Dios conoce – ellos han abandonado al Señor. Debido a que todavía mantienen una fachada externa de cristianismo, eventualmente se les asignará “un lugar con los hipócritas; el llanto y el crujir de dientes estará allí”. (Mateo 24:51) En segundo lugar, es interesante que esta palabra griega pueda ser usada no solo para describir aquellos que abandonan creencias religiosas, pero también se aplica para aquellos que se rebelan contra la autoridad. El espíritu del Anticristo es el que desarrolla y motiva la rebelión contra la autoridad de Dios en esta tierra. Ciertamente se llega a la conclusión de que él también está trabajando en los corazones y las mentes de los creyentes. Todos somos rebeldes por naturaleza y al diablo le encanta cultivar esa tendencia natural en los cristianos. Ya hemos visto como una gran apostasía ha sido predicada. El rio de engaños se está incrementando. El mundo entero está siendo barrido hacia la gran catarata que se va a desparramar a sus habitantes hacia el lago de fuego. Es el camino ancho. Es el camino del kosmos . Jesús fue cuidadoso en mostrar a Su gente la forma de escape. En Su discurso de los últimos días, repetidamente le advirtió a Sus seguidores que estuvieran LISTOS, para estar ALERTAS, para estar DESPIERTOS. La advertencia está allí, depende de nosotros el prestarle oídos. Meditación de la Escritura y Oración: No seas engañado por lo que dicen. Porque ese día no vendrá hasta que haya una gran rebelión contra Dios y el hombre de impiedad sea revelado – el que trae destrucción. (2 Tesalonicenses 2:3 NLT)

Pero nosotros venimos de Dios y pertenecemos a Dios. Cualquiera que conoce a Dios nos entiende y escucha. La persona que no tiene nada que ver con Dios, por supuesto que no nos va a escuchar. Esta es otra prueba para diferenciar el Espíritu de Verdad del espíritu de engaño. (1 Juan 4:6 MES) Señor, mantenme cerca del Calvario. Ayúdame a amar la Cruz, aun si eso significa el que haga mi vida poco confortable. No quiero ser como aquellos que resisten y se oponen a la verdad porque interrumpe mi vida. Prontamente reconozco que puedo fácilmente ser engañado. Hazme sordo a la voz del engañador. Ayúdame a permanecer en el Camino Angosto. Líbrame del dominio de pecado que viene sobre esta tierra.


C APÍTULO C ATORCE PREPARADOS PARA EL SEÑOR

“Una iglesia que no esta vigilante se convertirá en una iglesia no santa… La cura principal de una iglesia viene a través del fortalecimiento de su vida interna. Cuando vivimos cerca de Jesús, cuando bebemos de la fuente principal de verdad y pureza eterna, cuando nos volvemos puros y verdaderos a nivel personal, entonces nuestra vigilancia es, bajo Dios, nuestro salvavidas, y la herejía, falsa doctrina y una carrera no santa se mantienen lejos de nosotros. Los guardas dormidos invitan al enemigo Aquel que deja la puerta sin cerrojo le permite entrar al ladrón. El estar vigilante es siempre ganancia, y el descuido es siempre peligroso” 1 C. H. Spurgeon La segunda venida de Jesucristo será el evento más importante en el planeta tierra desde el Calvario. Los santos han esperado pacientemente Su retorno durante casi 2,000 años. ¿Usted se puede imaginar lo que Su presencia significará para esta tierra? En varios periodos de la historia mundial, las señales de los tiempos muchas veces parecían apuntar a Su retorno, pero una pregunta siempre era difícil de contestar: y era: ¿Cómo el Anticristo ganaría control tan completamente por encima de las economías del mundo de tal forma que nadie pudiera comprar o vender sin su nombre, número, o marca? La generación de hoy sabe la respuesta, claro—la computadora moderna de gran velocidad lo hace posible. Hay sistemas dentro del sistema informático que pueden hacer 1.2 trillones de decisiones por segundo. ¡Dada una población mundial de 6 billones de personas eso quiere decir 1,200 movimientos de computadora por persona, por minuto! Además, la tecnología de la computadora hace posible supervisar las actividades de cada ser viviente en el mundo entero, a través del uso de microchips implantados bajo la piel. Muchas personas ya supervisan sus animales domésticos de esta manera. En estos tiempos peligrosos, ¿está la Iglesia de pie, lista, espiritualmente en alerta y sobria? ¿Están los santos redimiendo su tiempo en anticipándose para estar de pie ante Dios? ¿Están viviendo para agradar solamente a Dios—su compromiso reforzado por las señales de los tiempos? Trágicamente, la respuesta parece negativa. Una mayoría de aquellos que dicen ser seguidores de Cristo realmente están más interesados en quién ganará el próximo Super Tazón o quien será el próximo presidente. Muchos piensan que velar para la Segunda Venida es igual a leer novelas de acción sobre la Tribulación y mirar las películas sobre aquellos que quedan en la tierra después del “rapto.” Ellos no comprenden que el espíritu de kosmos ha transformado con éxito el “velar” en un entretenimiento cristiano. ¡La misma cosa que debe preparar sus corazones para el retorno de Cristo está intoxicándolos fuera de la sobriedad espiritual! Otros presumen que ellos se preparan porque estudian cuadros o gráficos del fin de los tiempos, cuando la verdad es que un conocimiento superficial de profecía no ayuda en nada para prepararlo a uno en eso. La Hora de la Tentación


Dos temas de importancia aparecen en el discurso de Jesús en los últimos días que se encuentran en Mateo 24 y 25 (y reforzado en Lucas 21). El primer tema—que se encuentra en Mateo 24:1-41—es una apreciación global de señales físicas y espirituales que marcarán el fin de la era con una advertencia recurrente contra el engaño. El segundo tema, que es lo que nos involucra en este capítulo, empieza con el versículo 42 y llega hasta lo último del capítulo 25. Es una advertencia urgente para estar listos , y es apoyada por varias parábolas que no sólo describen cómo será de importante el estar preparados pero también cómo estar preparados. Jesús vio la terrible batalla que Sus seguidores tienen por delante cuando todos los principados y poderes del mal se pondrán contra ellos antes de Su retorno. Él vio un tiempo cuando Satanás y sus ángeles harían todo lo posible por distraer, seducir, y agotar al pueblo de Dios para mantenerlos alejado de un verdadero deseo por Su retorno. “Por consiguiente manténganse despiertos,” Él enseñó, “porque no saben que día vendrá su Señor... Por eso también ustedes deben estar preparados; porque el Hijo de Hombre vendrá cuando menos lo esperen” (Mateo 24:42, 44) . Esta advertencia precedió a dos parábolas de apoyo: Los Siervos Sabios y Necios (Mateo 24:45-51) y Las Diez Vírgenes (Mateo 25:1-13). Esta última parábola concluye con las palabras, “Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora”. Jesús estaba muy interesado en la atención espiritual de Su pueblo al final de los tiempos. Para tener un sentido de esta advertencia urgente, podemos regresar a las advertencias que Jesús les dio a Sus discípulos en un momento cuando el poder del diablo se liberó hace casi dos mil años contra Él en el Jardín de Getsemaní. En cierto modo, los eventos de esa noche presagian lo que los creyentes pueden esperar al final de los tiempos. Entonces Jesús vino con ellos a un lugar llamado Getsemaní, y dijo a Sus discípulos, “Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.” Y Él tomó con Él a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Él les dijo, “Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo”. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: “Padre mío, si es posible, pase de mi esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tu”. ¿ Vino luego a sus discípulos y los encontró durmiendo, y dijo a Pedro, “Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez se fue y oró por segunda vez, diciendo: “Padre mío, si no puede pasar de mi esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad”. Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces vino a sus discípulos y les dijo: “Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores”. (Mateo 26:36-45)

De este relato que deja mucho en que pensar, podemos sacar algunas inferencias para nuestra propia situación. Primero, vemos que Jesús dio a sus discípulos instrucciones bien claras. Su sentido de urgencia era indiscutible: “Mi alma está acongojada, al punto de morir; permanezcan aquí y velen conmigo”. En los tres años y medio que habían seguido a Jesús, nunca lo habían visto en tal estado de agonía. El les había dicho en más de una ocasión que sería arrestado y crucificado, pero ahora estaba “triste al borde de la muerte”. Este fue un momento de


cambio en la historia de la humanidad porque el conflicto que vivía Jesucristo era una batalla de vida y muerte para la raza humana. Sus palabras eran urgentes . Ese no era el momento de quedarse dormido! El Maestro, quien normalmente era tranquilo, estaba tan agitado que pidió ayuda en oración, especialmente de Pedro, Santiago y Juan. Que oportunidad para ellos de brindar su apoyo! El buscó sus oraciones en Sus horas más oscuras en la tierra. Esta era tierra santa. De un tiro de piedra ellos podían ver su angustia en la oración. Probablemente lo podían oír clamar al Padre. Aun así, en tal tiempo crítico, ellos sucumbieron al poder de las tinieblas y se durmieron. ¿Como pudo ser esto? Es interesante que cuando El se acercó a los tres discípulos que estaban durmiendo, sus palabras fueron dirigidas a Pedro. Este era el mismo hombre que unas horas antes había exclamado con garbo: “Señor, contigo estoy dispuesto a ir tanto a la cárcel como a la muerte!” (Lucas 22:23). “Por ti daría hasta la vida” había dicho confiadamente (Juan 13:37). Pedro tenía una idea extremamente exagerada de lo que era estar listo para lo que venia. Desgraciadamente, muchos creyentes hoy tienen esta actitud de envalentonados! Los discípulos estaban seguros, pero había algo que no entendían. “Manténganse en vela y en oración, para que no caigan en tentación” les había dicho Jesús, porque “el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil”. ¿Entendieron esto? ¿Sabían ellos que de veras su carne era débil? Sus nobles intenciones sucumbieron bajo el ataque spiritual que ellos encontraron esa noche.* Muchos cristianos hoy en día están cometiendo el mismo error que los discípulos cometieron. Creen firmemente que están listos. Cantan por eso. Enseñan eso. Incluso se enorgullecen de ello. En lugar de la sobriedad que uno podría esperar con relación a este asunto, hay una falta de seriedad que es casi increíble. Salomón dijo, “El prudente ve el mal y se esconde, pero el ingenuo sigue, y es castigado por él” (Proverbios 22:3). Rebosando de seguridad, los que asisten a la iglesia caminan a pasos agigantados hacia la venida del Señor casi sin tener cuidado en el mundo. Sin embargo, muchos de ellos están tan Intoxicados con Babilonia que ellos no pueden comprender las realidades espirituales que suceden alrededor de ellos. ¡Están fuera de ella! Durmiendo Repetidamente, Jesús usa la misma palabra, con respecto a Su Venida, que Él usó con Sus discípulos la noche fatal en Getsemaní. ¿Qué palabra es esa? “VELAR!!” No obstante, como cuerpo colectivo de discípulos, estamos soñolientos y letárgicos y nuestros párpados espirituales están pesados con sueño. ¡Jesús está diciéndonos, “Velen! ¡Manténganse alerta! Despierten!” ¿Cómo podemos estar tan espiritualmente soñolientos cuando nos estamos dirigiendo a la hora más urgente de la humanidad? ¿Dónde está nuestro celo para Dios? ¿Por qué es que podemos trabajar al punto de quedar exhaustos en nuestros trabajos pero ser tan flojos cuándo se trata de ayudar al hambriento, al sin hogar, o a aquéllos en prisión? ¿Por qué es que nosotros podemos mirar la televisión por horas pero estamos demasiado cansados para leer la Palabra de Dios? ¿Por qué los santos están tan agudamente conscientes de cada pequeño “daño” causado por otros, pero inconmovibles de la realidad que nuestros vecinos están resbalando hacia el infierno? ¿Por qué nosotros los cristianos no estamos temerosos del Cristo que dio Su vida para salvarnos? ¿Será porque estamos profundamente dormidos? ¿Podría ser que estamos siendo “desgastados” por el espíritu del Anticristo? (Daniel 7:25). ¿Es posible que nuestra supuesta paz con Dios sea simplemente los sentidos embotados de alguien bajo el hechizo del encantamiento satánico?


El hecho es, nada embota la sensibilidad espiritual de uno como el kosmos . Incluso creyentes con las mejores de las intenciones se dan cuenta que su pasión por Dios mengua en la atmósfera contaminada de Babilonia. Nada entorpece más el amor por el Padre que “las cosas del mundo”. Es interesante cuan despiertos estamos cuando se trata de nuestra vida en Babilonia. Cuando de Mamón se trata, nos levantamos temprano y nos quedamos hasta tarde. Nuestra total atención está puesta en los resultados deportivos, películas de Blockbuster, comedias ya tarde en la noche, política básica, y la última chismografía de Hollywood. Ahora mismo la Iglesia es como Sansón, durmiendo apaciblemente en el regazo de Dalila, no oyendo el sonido de los tijeras, sin darse cuenta que la fuerza dada por Dios a su cuerpo se le está yendo rápidamente. La voz de kosmos canta canciones agradables, y sus caricias han completado la seducción. Puedo asegurarle que Satanás y sus secuaces “Filisteos” están completamente despiertos, de pie en la puerta mientras nosotros dormitamos, acuñados en los brazos del seductor. No es de extrañarse que Jesús preguntó, “Cuando el Hijo de Hombre viniere, ¿encontrará fe en la tierra?” (Lucas 18:8b). Jesús buscaba a aquéllos que velarían por Él en Getsemaní, y ahora está buscando a aquéllos que serán veladores fieles. Esta vez ellos DEBERAN quedarse despiertos. Deberá haber prueba que las incesantes tentaciones del diablo a Jesús son falsas, cuando él dice, “No puedes conseguir a nadie que se preocupe de Tu regreso. ¡Míralos! Viven por lo que yo les doy, no por lo que Tu les ofreces. TODOS ESTÁRAN DORMIDOS cuando Tu regreses!” Preparados para la Venida del Señor A medida nos acercamos mas a la venida de Jesús, la batalla entre lo bueno y lo malo (la luz y la oscuridad) se intensificará. La tentación de festejar a la mesa del banquete del diablo aumentará, y muchos sucumbirán a la pereza espiritual a medida que se traguen los manjares del diablo. Los Cristianos deben aprender AHORA a decir “NO!” a este sistema mundial si piensan resistir la gran sacudida que está próxima a suceder . Jesús les dijo a los discípulos, “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad esta dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41). Es vital que como creyentes reconozcamos que nuestra carne es débil y que, lo más probable, es que no estemos nada preparados para el conflicto venidero como nosotros creemos. A menos que nos humillemos y estemos de acuerdo con Jesús sobre la seriedad de nuestra condición presente, nunca buscaremos la ayuda que necesitamos. Jesús dijo, “los (que creen estar) sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: ´Misericordia quiero, y no sacrificio´, porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento (Mateo 9:12-13). El Fariseo nunca ve que el enfermo es él . Su orgullo levanta paredes para impedir el diagnóstico de Jesús acerca de su condición. ¿Usted realmente sabe que tan débil es su carne? También es vital que nosotros “velemos y oremos”. Jesús usó la palabra “velar” muchas veces en Su discurso en los últimos días en Mateo 24, Marcos 13, y Lucas 21. Pablo y Pedro emitieron el mismo llamado en sus epístolas, para mantener una sobriedad de mente espiritual y alerta. Hay dos aspectos de “velar” que deben ser considerados. El primer aspecto no necesita mucha explicación; es el significado natural que nosotros atribuimos a las palabras alerta y sobrio. Pablo escribió, “Por lo tanto no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios” (I Tesalonicenses 5:6). También dijo, “Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos” (I corintios 16:13). Pedro dijo, “Sed sobrios y velad; porque


vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” (I Pedro5:8). Quizás el cuadro más exacto de este concepto sería el centinela militar. En Vietnam, los soldados en el turno de guardia sabían que se estaban enfrentando a un enemigo implacable que aprovecharía cualquier oportunidad de tomar el campamento. La seguridad de sus compañeros dependía completamente de su habilidad de permanecer despierto a lo largo de la noche y sobre todo antes del alba, cuando el enemigo más probablemente podía atacar. La parábola de Jesús del mayordomo que espera por el retorno de su señor (Mateo 24:4245) subraya este significado de estar alerta; así también la Parábola de las Diez Vírgenes. La aplicación está tan clara—nosotros tenemos que permanecer alertas, sobrios, y en vela incluso en las horas más oscuras de la noche. Sin embargo, hay mas en el significado de la palabra “velar” además de estar alerta y sobrio. Un significado más profundo de la palabra se expresa en las otras parábolas de los últimos tiempos encontradas en Mateo 24 y 25. Tiene que ver con la calidad de la vida espiritual de una persona. Los Siervos Fieles y Necios La parábola de los dos siervos nos da un significado más completo de lo que quiere decir velar: “Quien es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les de alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá. Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo en día que este no espera y a la hora que no sabe, y lo castigara duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y crujir de dientes” (Mateo 24:45-51)

Jesús pinta un contraste bien definido entre estos dos esclavos Suyos. Al primer siervo se le llama “bendito” porque está alimentando a otros sirvientes de su amo cuando este regresa. Si el amo aparece de repente en medio de la noche, este siervo no tiene nada que temer. Él está haciendo lo que le han dicho que haga. Cuando el Amo venga, este siervo estará con “confianza, para que en su venida no nos alejemos de El avergonzados” (I Juan 2:28). Como los Tesalonicenses, él sabe la seriedad de estar listo. “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparan” (I Tesalonicenses 5:2-3). Al segundo siervo se le llama “malo,” porque no se preocupaba por las necesidades de aquéllos a su cargo, ni estaba preocupado que el amo podría volver a cualquier hora. Pedro describe ese tipo de actitud que no le importa—“sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: Donde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación'” (II Pedro 3:3-4). ¿Cuáles “concupiscencias”? “Los deseos de la carne y la lujuria de los ojos y el orgullo jactancioso de la vida” (I Juan 2:16). La actitud arraigada profundamente es, “Todo está bien; no hay nada de que preocuparse”. El sirviente “malo” también está golpeando a sus compañeros esclavos, no físicamente, claro, pero interiormente. Jesús está refiriéndose a la actitud de su corazón. Esta persona es


dura con otros, crítico y juzgador. Quizás él está amargado con aquéllos que han contradicho su voluntad o con aquellos aquellos que lo han ofendido. Si Si alguna vez tuvo algún amor verdadero verdadero por las demás personas hace mucho tiempo que se enfrió. Jesús también dijo que este siervo “malo” está “comiendo” cuando su Amo regresa. Esto representa el vivir en auto indulgencia. Como aquéllos en los días de Noe, él está comiendo, bebiendo, comprando, vendiendo, y construyendo (Lucas 17:26-28). En pocas palabras, esta persona está viviendo para SI MISMO y para la satisfacción temporal. Él tiene muy poco tiempo para los demás y poca devoción para otras personas también. Por ultimo, se encuentra “bebiendo” con los borrachos. La embriaguez caracteriza a aquéllos que están desconectados de la realidad. Está tan embriagado con el espíritu del mundo que no tiene ni idea de lo qué está pasando alrededor de él o cual es su propósito en la vida. Él vida. Él está desconectado con la realidad. ¿Qué le espera al siervo “malo” “malo” que se niega a prepararse prepararse para el retorno de su señor? señor? Jesús dijo que es enviado a un lugar especial reservado en el infierno para aquellos que viven la fachada exterior de la Cristiandad sin una vida interior con Dios. Su señor “lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 24:51). La doble verdad expresada en esta parábola se refuerza entonces en las tres parábolas de Mateo 25. La historia del “las 10 Vírgenes” repite la advertencia: “Velad pues, porque no sabéis el día ni la hora” (Mateo 25:13). Las parábolas de “los Talentos” y de “las Ovejas y las Cabras” ambas dan énfasis al hecho de que vivir el amor de Dios hacia otros es uno de los factores mas importantes de estar en un estado de alerta para encontrarse con Dios. Mi estimado, ¿qué es lo que el Espíritu Santo le está diciendo a usted? Clamor de Aquí para Allá Otro elemento muy importante de permanecer en alerta espiritual que yo debo mencionar se encuentra en la interpretación de Lucas sobre el discurso del Señor acerca de los últimos días. Jesús dijo, “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente repente sobre vosotros aquel día” (Lucas 21:34). En la literatura secular, estas palabras “glotonería “glotonería y embriaguez” describen las consecuencias de una noche fuera del pueblo. El hombre tiene una resaca; está enfermo, cansado y agotado. En el contexto de la vida espiritual de una persona, estas palabras se refieren a la estupidez de corazón y a la esterilidad espiritual que son el resultado de una vida llena de actividades mundanas. Ciertamente, nuestro mundo post-moderno se puede describir con certeza con la palabra movimiento. Estamos viviendo en un tiempo de actividad inaudita. La gente se apresura, se mueve, están “en la jugada,” viviendo sus vidas en un movimiento incesante. Párese en cualquier esquina de una calle bulliciosa y se dará cuenta de la tensión que se refleja en las caras de personas. Inclínese en un paso a desnivel de la autopista y mire el flujo interminable de automóviles, a menudo manejados por motoristas enfadados e incluso frustrados. Estaciónese cerca de un aeropuerto y observe los aviones atestados encaminados a los distintos destinos mundiales. En verdad, el mundo entero está en una prensa de corte completo. Claro, esto se predijo en la Escritura como uno de las características invariantes de ciencia se los últimos tiempos: “muchos correrán (Heb. shut: apresurándose) de aquí para allá, y la ciencia aumentará” (Daniel 12:4 KJV). Los americanos se han vuelto, me atrevo a decirlo, adictos a este estilo de vida rápido. ¡De hecho, los expertos en televisión aseguran que para captar la atención de un televidente, la escena en la pantalla deberá cambiar cada tres segundos , o se aburrirán y cambiarán de canal!


¿Cuánto más es el caso de jóvenes con los juegos de video, quienes serán la fuerza fuerza motriz de la sociedad moderna? Uno de los efectos adversos de tal estilo de vida ha sido un alto nivel de impaciencia en las vidas de las personas. Nuestras decisiones diarias están siendo afectadas, mas de lo que la mayoría entiende, en función de de que tan rápidamente rápidamente realizamos nuestras tareas. Ray Kroc fue el primero en capitalizar este nuevo fenómeno cuando abrió una cadena de restaurantes de “comida rápida” llamada McDonald's™. El enorme éxito que disfrutó ciertamente no vino de la calidad de la comida que ofrecía o frecía sino del hecho de que la l a podía proporcionar al sin tener que esperar. ¡En esperar. ¡En nuestro frenético ritmo de vida, queremos lo que nosotros instante— sin queremos AHORA! Debe entenderse que la carne carne crece en tal ambiente. Interesantemente, el tercero y cuarto “frutos del Espíritu” citados en Gálatas 5 es paz y paciencia (listados por delante de cualidades tales como bondad, mansedumbre, mansedumbre, fidelidad, apacibilidad, etc.). El escritor de Hebreos posiblemente no podría ser más sincero cuando escribió: “Porque os es necesaria la paciencia...” (Hebreos 10:36). Palabras mas ciertas nunca han sido escritas para el practicante religioso de hoy. Los ministros no están exentos de esta característica carnal tampoco. Con agendas apretadas, teléfonos sonando, montones de correo para revisar, correos electrónicos por contestar, apresurándose de una cita a la otra, los pastores hoy se parecen mas a los empresarios comerciales que a pastores del rebaño. Imagine el efecto desgastante que esto hace en la capacidad espiritual de llevar a las personas a la presencia del Omnipotente. Todos deberíamos considerar la advertencia de Corrie Ten Boom: “Tengan cuidado con la esterilidad de una vida ocupada.” A decir verdad, hemos perdido la habilidad (incluso el deseo) de sosegarnos ante Dios y oír de verdad Su voz. Era la soledad encontrada en los inmensos baldíos del desierto (un lugar de fastidio insoportable para los creyentes modernos) lo que produjo hombres llenos de Dios como Moisés, David y Pablo. Hasta hace unos cien años, los pastores entendían lo que era permanecer era permanecer quietos y y esperar en Dios. Ellos aprendieron a recibir la inspiración divina para su gente a través de la disciplina de quedarse quietos delante del Señor. Desafortunadamente, la mayoría de los pastores de hoy han dejado de prestar atención a Dios para oír el rugido del kosmos a a través de los medios de comunicación. Ellos ya no tienen la sensibilidad espiritual para oír la voz pequeña y suave del Padre. En lugar de someter su carne a través de un prolongado prolongado tiempo diario de empaparse en la presencia de Dios, se apresuran en sus tiempos tiempos de oración, tirándose precipitadamente precipitadamente en el horario ocupado del día. En lugar de recibir una revelación fresca de parte de Dios que tiene el poder de tocar los corazones de las personas, preparan sus sermones basándose en la información de libros y presentándola en mensajes de tres-puntos muy bien en empaquetados. No es de extrañarse que la Iglesia—con todos sus programas, proyectos de construcción, y la ronda interminable interminable de actividades—produce actividades—produce tal fruto magro magro y superficial. De De hecho, parece que entre más los ministerios se esfuerzan por lograr, menos valor eterno llegan a producir. En lugar de esperar oír la dirección del Señor y serenamente entrar en la corriente de lo que Él está haciendo, está haciendo, demasiado demasiado a menudo los líderes del ministerio intentan lograr sus propias agendas a través de su propio trabajo duro. De tal actitud el profeta exclamó, “Sembráis mucho, y recogéis poco;….Buscáis mucho y halláis poco” (Hageo 1:6, 9). El Salmista escribió, “Si Jehová no edificare la casa en vano trabajan los que la edifican…” (Salmo 127:1). Jesús dijo, “…el que permanece en Mi y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mi nada podéis hacer” (Juan 15:5).


Una vez escuché que Dios se mueve en una gran calma. Él es el gran YO SOY quien mora fuera del reino del movimiento y tiempo. Ciertamente una de las llaves para prepararse para el retorno de Cristo debe ser morar en Su Espíritu. Leer las novelas del fin de los tiempos, mirando películas de “la gran tribulación”, o incluso estudiar la escatología no prepara a una persona para la venida del Señor. Uno se prepara caminando en el Espíritu, guardándose a sí mismo sin mancha por este mundo y haciendo realidad el amor de Dios. “Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así” (Mateo 24:46). La Meditación de la escritura y Oración:

Manténgase vigilante, estén en oración, para que no entren en la zona de peligro sin saberlo. No sean ingenuos. Una parte suya está ávida, para cualquier cosa con Dios; pero otra parte es tan perezosa como un perro viejo que duerme por el fuego. (Marcos 14:38 MES)

“No se quemen; manténganse fervientes y con fuego. Estén alerta siervos del Maestro; gozosos en la esperanza. No se den por vencido en tiempos difíciles; difíciles; oren con mas fuerza”( Romanos 12:11-12 MES) . Señor, reconozco que he estado bien despierto con con respecto a las cosas de este mundo: las noticias, los deportes, el entretenimiento etc., Y aun así he estado soñoliento en lo que respecta a las cosas espirituales. ¡Despiértame, oh Señor! Ayúdame a ser sobrio de mente y a estar alerta. Pon una esperanza santa dentro de mi corazón. Ayúdame a anhelar la santidad. No me permitas estar estar en un letargo en este tiempo presente presente de oscuridad pero estar en vela para la próxima venida de Cristo.

APITULO QUINCE LA CAIDA LA CAIDA DE DE BABILONIA “Cómo has caído del cielo, lucero de la mañana! Tú, que sometías a las naciones, has caído caído por tierra. Decías en tu tu corazón: "Subiré "Subiré hasta los cielos. ¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de los dioses. Subiré a la cresta de las más altas nubes, seré semejante al Altísimo." ¡Pero has sido arrojado al sepulcro, sepulcro, a lo más profundo 1 de la fosa!” El Profeta Isaías al “rey de Babilonia”


“Ay, Ay de la gran ciudad, Babilonia, la gran ciudad. Porque en una hora tu juicio ha venido”. 2 Amantes de Babilonia lamentando su caída Fue una ocurrencia momentánea en el dominio espiritual cuando el rey de Babilonia se levantó contra Jerusalén, la ciudad de Dios, en el año 605 A. C. Probablemente, cientos de jóvenes judíos fueron llevados cautivos y encadenados a través de la meseta de Siria hacia su nuevo hogar en Mesopotamia. Fue un viaje de horror hacia el Este, para muchos de los escogidos del pueblo de Dios. Una vez que llegaron a la tierra de sus captores, los babilonios los dividieron en grupos. A algunos se les permitió rehacer sus vidas en Babilonia. Otros fueron enviados a una cruel esclavitud. Pero para un grupo de jóvenes que fueron apartados para los usos del rey, la vida fue diferente. Entraron en un programa de entrenamiento especial de tres año s para servir en el palacio del rey. Quizás ellos fueron testigos de cientos de sus hermanos arrastrando cadenas como esclavos, mientras que nosotros solo podemos imaginar la impresión que dichas escenas causaron en sus mentes. Seguramente enfrentaron una gran tentación de agradar a sus nuevos amos en todo, ya que la cruel barbarie de los babilonios era muy conocida por todo el mundo. La mas pequeña infracción podía traer un castigo salvaje. Pero el miedo de la tortura física probablemente influenció estas jóvenes mentes judías mucho menos que el prospecto que enfrentaban: entrenamiento para la corte del rey. Babilonia era la nación más grande de la tierra y servir en la corte del rey era considerado el privilegio más alto. El poder emanando desde el cuarto del trono de Nabucodonosor era temido, intimidante y abrumador. ¿Quién podría resistirlo? Demandaba sumisión máxima. Cualquiera que haya estado alrededor de gente ponderosa y de mucha influencia entiende la presión para ser aceptado. A este escenario fueron llevados cuatro jóvenes judíos llamados Daniel, Ananías, Misael y Azarías. “Pero Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la comida y el vino del rey (Daniel 1:8). Daniel haría cualquier cosa que se le dijera hasta cierto punto; rehusó comprometer los mandamientos de Dios, ni siquiera un poquito, por todas las riquezas de Babilonia. Esa convicción caracterizó su vida en Babilonia por los siguientes setenta años.

La Fiesta de Belsasar Muchos años pasaron en la vida de Daniel. El reino de Babilonia vio varios gobernantes ir y venir. Eventualmente, Belsasar, uno de los nietos de Nabucodonosor llegó a ser rey. Un día fatídico, un mensajero trajo una invitación a Daniel de parte del nuevo rey para asistir a un banquete especial. Todos los dignatarios y nobles mas importantes de la tierra iban a estar allí. Seria una “Cena en la Casa Blanca”, para el presidente y todo su gabinete. Sin saberlo Belsasar, esta seria su ultima comida, porque en ese preciso momento Darío el Meda había desviado el Rio Eufrates rio arriba y estaba a punto de traer su ejercito persa a Babilonia a través de la puerta del rio. El comer y beber vino en la fiesta de Belsasar es una ilustración de vivir la vida en esta tierra completamente ignorante de los juicios inminentes. Es el espíritu en el que estaban los judíos del cual Jesús dijo, “Ustedes me buscan, no porque han visto señales sino porque comieron pan hasta llenarse” (Juan 6:26). Es la misma actitud expresada por el malvado siervo


de Mateo 24 quien estaba comiendo y bebiendo con borrachos cuando su Maestro volvió. Es lo que predijo Jesús cuando dijo, “Tal como sucedió en tiempos de Noé… Comían, bebían, y se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y los destruyó a todos” (Lucas 17:26-27). Babilonia es una imagen de la vida en el kosmos fuera de Dios. Es una vida dominada por la auto voluntad, la auto suficiencia y la auto indulgencia. También es una vida que puede ser muy intoxicante y casi irresistible, aun para el creyente. En nuestra analogía, aquí, el mundo es una fiesta y el espíritu del Anticristo es el rey babilónico que la esta patrocinando. La vida de Daniel es un ejemplo de cada creyente. Vivía en Babilonia sin ser tentado por su espíritu o seducido por su glamor. Irónicamente, estos mismos dos grupos representados en esta historia pueden ser encontrados a través de la iglesia en el mundo de hoy. La abrumadora mayoría vive día y noche para la muy gratificante forma de vida que Babilonia ofrece. Por fuera se pueden auto nombrar seguidores de Cristo, pero sus corazones y estilos de vida claramente contradicen su profesión de fe. Pablo los reconocía en la iglesia de hoy: “Como les he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas, muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo. Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Sólo piensan en lo terrenal” (Filipenses 3:18-19). El otro grupo son aquellos que escogen el camino angosto de la Cruz y son identificados por Jesús como los “pocos escogidos” en Mateo 20:16. Ellos no serán encontrados atipujados en la mesa del rey de Babilonia cuando el Maestro vuelva. En lugar de eso, serán llevados a “la boda del Cordero”. Un santo vivir y el amor por otros habrá sido la característica de sus vidas en Babilonia. El Noble Perdido Había uno que era evidente por su ausencia en la noche de la fiesta de Belsasar: Daniel. No sabemos si Belsasar lo invitó o no; pero él no estaba allí. Entendiendo perfectamente el gran honor que esto era y lo que su fallida aparición podía causarle perdiendo cualquier favor del que podría haber gozado con el rey, Daniel no estaba interesado en asistir a una fiesta de auto indulgencia para la carne. Quizás se quedó en su casa a propósito esa noche para pasar el tiempo buscando a Dios. Quizás estaba leyendo las Escrituras con una candela, estudiando la vida de José en la casa de Potifar. O quizás repasaba la historia de las confrontaciones de Elías con Acab y Jezabel. Daniel estaba teniendo su propia fiesta, pero era una fiesta con Dios. No necesitaba su cordero rostizado, porque estaba comiendo el Pan de Vida. No tenia que probar vino, porque estaba bebiendo del Agua Viva. Su corazón estaba con Dios, y buscaba tesoros en el cielo en lugar de los despojos de esta tierra. Mamón nunca había sido su dios. Es interesante que cuando los escritos aparecieron sobre la pared, la reina supo a quien llamar. Nadie buscó la ayuda de judíos comprometidos que querían estar en la presencia del rey de Babilonia. Estos, al igual que Lot con sus yernos, desde hacía mucho tiempo habían perdido su credibilidad espiritual. La necesidad llamaba a un hombre de Dios, un hombre que no se comprometiera o que no pusiera de lado sus convicciones santas. Cuando Daniel apareció, el rey inmediatamente comenzó a ofrecerle todo lo imaginable. “Te voy a dar una túnica roja y pondré una cadena alrededor de tu cuello y te haré tercero en el reino”, lloriqueaba el tembloroso monarca. Y Daniel le decía, “guarde sus regalos para usted, o déselos a alguien mas”. Daniel no estaba interesado en lo que el rey de Babilonia tenía que ofrecer. No podía ser comprado.


El mundo es una fiesta de Belsasar y no lo sabe. Muchos que mencionan el nombre de Cristo están codeándose con ellos en la misma fiesta y ambos están en el mundo y son del mundo. Están engañados cuando gozosos brindan y brindan por si mismos, intoxicándose mas y mas con las cosas de este mundo. Están celebrando. Todo va bien. Son como los ministros caídos que frecuentan una casa de prostitución muchas veces sin dificultades. Cada vez que vuelve a esa casa están menos inhibidos y su confianza se incrementa. Una noche, REPENTINAMENTE, la policía llegó a ese lugar y fue arrestado junto con todos los demás. La fiesta de Belsasar era verdaderamente la celebración de gala del siglo, hasta que una mano apareció y escribió un mensaje en la pared: “Tu has sido pesado en las balanzas y has sido encontrado falto”. Los invitados estaban borrachos, completamente pasados. Estaban más allá del punto de entendimiento de que esta era su última noche de fiesta. Como la gente de los días de Noé, “no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; asi será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39). Muy poco se daban cuenta que dentro de unos momentos, el rey estaría muerto, Babilonia caería y todo el reino seria puesto boca abajo. Jesús dijo, “Igualmente, cuando vean todas estas cosas, sepan que el tiempo está cerca, a las puertas” (Mat 24:33). En este punto, todavía hay tiempo para escapar. El Punto de Decisión El verdadero creyente DEBE huir de la oscuridad presente. Debe salirse de su enredadera y cortar toda amistad con el enemigo (2 Timoteo 2:4). No puede continuar caminando mano a mano con aquellos que desdeñan las cosas de Dios. Debe denunciar y arrepentirse de todas las cosas que los apartan de Jesús. Tiene que romper toda fe con el razonamiento natural de su mente carnal y humildemente aceptar la mente del Espíritu (Romanos 8:7). Tiene que permitir que el Señor exponga sus intentos de servir a dos amos. La gracia de dios capacita al creyente para superar la atracción del mundo (Tito 2:11-14). Sus influencias fascinantes pueden ser resistibles y conquistadas. El poder de la lujuria puede ser roto (Gálatas 5:16). Los justos pueden encontrar un lugar de refugio (Salmo 46:1-3; Proverbios 18:10). La influencia insidiosa del sistema de este mundo puede ser destrozada (Salmo 119:78). Un seguidor de Cristo sincero huirá de las seducciones del mundo. La revelación de su corazón adultero lo llevará a sus rodillas en profundo arrepentimiento, a medida que implore a Dios que purgue todo trazo de amor de este mundo de su corazón (Daniel 12:10).

Mi querido lector, hemos llegado al punto en la historia del hombre donde las líneas de batalla están claramente delineadas. La neutralidad no es una opción. “Aquellos que moran en la tierra” pronto serán forzados a decidir quien será su amo. El cumplimiento de las palabras de Juan está sobre nosotros: “El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (1Jo 2:17). La religión superficial no sobrevivirá el fuego purificador de Dios. Las actividades religiosas y lugares espirituales solo van a profundizar el engaño de los que caen. Solamente a través de un profundo arrepentimiento y una renuncia sincera de las atracciones de este mundo usted puede ser protegido de la poderosa influencia del espíritu del kosmos y ser preparado para encontrar a su Hacedor. Aun mas, usted debe vivir muy consciente de la presencia de Dios para poder mantenerse inmune a la infecciosa presencia del kosmos (I Juan 5:4-5). Jesús es la Luz de este mundo, la cual expone y dispersa toda oscuridad. Si usted le ama con todo su corazón, El lo hará “mas que vencedor” en “medio de esta perversa generación”.


Oh querido lector, por favor escuche el lamento de Dios. Abra sus oídos para escuchar lo que el Espíritu de Dios está diciendo. Este no es simplemente otro mensaje del día del juicio designado para invocar miedo y provocar controversia. El mundo y sus deseos están acabándose. El kosmos es como el Titanic, navegando confiadamente por la noche, con rumbo hacia su destino, mientras los así llamados seguidores de Cristo viven su vida al máximo, sin preocuparse acerca del peligro inminente e inconscientes de que siete advertencias han llegado hasta el capitán: “Hay témpanos de hielo gigantescos adelante”. Mientras tanto, los verdaderos seguidores de Jesús han escuchado las advertencias y se dirigen a los botes salvavidas. Estos están siendo ridiculizados por los amantes del mundo comprometidos quienes celebran cómodamente en la mesa de los banquetes del mundo dentro del barco. Los de la fiesta pueden burlarse de sus acciones, pero estos seguidores del Cordero escuchan la voz del Pastor que llama, “Salgan de ella, mi gente”. Llenos de cinismo e incredulidad, los que van a la iglesia y que no han probado el verdadero arrepentimiento, quienes nunca han sido verdaderamente convertidos, se burlan de aquellos que están sentados en los botes salvavidas con sus chalecos puestos. Su mentalidad puede ser resumida por las palabras de un miembro de la tripulación del Titanic: “Aun Dios mismo no podría hundir este barco”. Ellos pueden hablar acerca del hecho que Jesús viene, pero en realidad no lo creen (2 Pedro 3:3-4, 9) . Si lo creyeran, sus vidas se asemejarían a aquel siervo sabio que se preparó para el regreso de su amo, o como las vírgenes prudentes que estaban listas cuando se hizo el llamado para recibir al novio. Ellos coquetean con el mundo y todavía se imaginan que se irán en el “rapto”. Que fino engaño. Compañero cristiano, si usted no ha botado el saco de arena de su vida contra la corriente de agua del engaño, usted no tiene ni idea de cuan mal se va a poner esto. Usted está en un crucero de placer del mundo, pero no se da cuenta que el barco en el que usted está va destinado a la destrucción. El espíritu del Anticristo está trabajando en este momento, “Con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse negado a amar la verdad y así ser salvos” (2Th 2:10). Les motivo a abrir su corazón a Dios. Permitan que Dios ponga Su dedo justo en los amores de su corazón que aun permanecen devotos a las atracciones de esta tierra. Permítanle exponer sus más profundos deseos. El arrepentimiento genuino los hará libres y los salvará del juicio que viene. Cierro con esta súplica apasionado de Horatius Bonar: Ah si; la moda de este mundo ya pasó; y aquellos que han seguido esa moda y que se identifican con ese mundo van a encontrar, demasiado tarde, que por ganar el mundo han perdido sus almas; que, por llenar su tiempo con vanidades, han llenado la eternidad con penumbra; que, por arrebatar los placeres de la tierra, han perdido los gozos del cielo, y las glorias de la herencia eterna. Si, la vida es breve y el tiempo vuela; generaciones vienen y van; las tumbas se abren y se cierran cada día; viejos y jóvenes desaparecen; las riquezas se van y el honor se desvanece… Ah hombre, hombre muriendo, morador de una tierra que muere, viviendo en medio de camas de enfermos y de muertos, y funerales y tumbas, rodeados de hojas caídas y flores que marchitan, el deporte de esperanzas rotas, y gozos sin frutos, y sueños vacios, y fervientes anhelos, y sin poder sanar, interminables dolores de cabeza – ah hombre, hombre muriendo, ¿Todavía seguirás las mentiras y la vanidad? ¿Todavía perseguirás los placeres y la alegría? ¿Todavía siembras vientos y cosechas huracanes? Después de todo lo que se te ha dicho acerca de lo gastado de la tierra y los placeres vanos; después de todo lo que has experimentado de la pobreza de las


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