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Título de la edición original: The Land scape of History
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Oxford University Press Nueva York, 2002
Diseñ o d e la co lecci ón :
Julio Vivas Ilustración: «El caminante ant e un mar de n iebla», iebla», Caspar David Friedrich, c. c. 1818, 1818, Hambu rg Kunsthalle, Hambur go, Alemania / Bridgman Art Library Library
A Toni, Toni , un a vida de a
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PR EFACIO
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Una vez más, la Universidad de Oxford Sign up tounvote on thishospitalario title porcionado ambiente donde e bro. esta ocasión fue la invitación para el cur Useful useful En Not de la cátedra George Eastman para Profesores You're Reading a Preview Balliol College, que data de 1929 y por la qu Félix Frankfurter, Linus Pauling, Willard Quin
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de honor a la que se sientan profesores y Hería andante: «se enfrascó tanto en su letura secó el celebro de m anera que vino a perder el j autoridades, es decididamente un «acto académico». Otra ha bría sido dedicar todo el año a la investigación, pero eso etapa de mi vida sentí la necesidad de comen habría decepcionado a mis anfitriones, que sin duda espera claramente las ideas a fin de no lanzarme al at ban algún tipo de aparición pública. Y una tercera posibili nos de viento. Por supuesto, es posible que ya h dad habría sido dar clases sobre la historia de la Guerra Fría; a esa fase y que estas lecciones fueran la prim pero eso era lo que había hecho yo ocho años antes como pero prefiero que eso lo juzguen los lectores por profesor en Harmsworth y las clases dictadas se habían pu Mi tercer objetivo -hubiera o no sorteado que acechaban en el segundo- era la actualiza blicado en forma de libro.' Incluso en un terreno que cam cosas han sucedido desde que, en 1944, los na bia con tanta rapidez como éste, ¿habría tantas novedades que contar? Lo dudaba. a Bloch y nos dejaron con una obra maestra i mitad de párrafo, como la de Tucídides; y desd De modo que finalmente me decidí por algo completa Carr, con más fortuna, terminó en la mente distinto: un conjunto de clases -que, como antes, se cátedra G Sign up to vote on this title dictarían en el edificio de las Examination Schools situado lay Trevelyan de Cambridge aquellas clases qu en High Street- sobre el tema, confieso que ambicioso, de rían Useful luego en su obra Not clave. usefulSin embargo, te cómo piensan los historiadores. Tenía en mente varios obje sión de que no son ellos quienes necesitan You're sino nosotros, pues Bloch y Carr anticiparon c tivos al asumir ese proyecto, el primero de los cuales era ren Reading a Preview llos de las ciencias físicas y biológicas que acer dir homenaje a estudiosos ya fallecidos y a estudiantes en
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tulos, en especial a India Cooper, Toni Dorf el impulso a exhibirlas. Sin embargo, a menudo nuestra re Frame, Michael Gaddis, Alexander George, pugnancia a mostrar nuestra interioridad confunde a nues Lorenz Liithi, William H. McNeill, Ian Sha tros alumn os -y a veces a nosotros m ism os- acerca de qué es Suri. También me gustaría dar las gracias a los exactament e lo qu e hacemos. Oxford, mucho más tratables ahora que hace o Bloch y Carr fueron p oco pacientes con ese pudo r m eto Partes de este libro han aparecido en esto dológico,^ lo cual me lleva a mi último objetivo, que tiene «The Tragedy o f Cold W ar History», Diplo que ver con la enseñanza. Es asombroso que, con todo el invierno de 1993, pp. 1-16; On Contempora tiempo transcurrido desde que vieron la luz sus introduccio In augu ral Lecture Delivered before th e Universi nes al método histórico, no hayan aparecido todavía otras 18 May 1993, Oxford, Clarendon Press, 19 mejores para emplear en las aulas.^ Eso no se debe sólo a que Science, and the Study of International Rela Bloch y Carr fueran metod ólogos consumados, pues luego ha p lain in g In tern ation al Relations since 194 habido muchos otros, algunos de ellos aún más talentosos. Woods, Nueva York, Oxford University Lo que los distinguió fiie la claridad, la brevedad y el ingenio Press, Sign up to vote on this 48; «History, Theory, andtitle Common Ground» -en una palabra, la elegancia- con que se expresaron. De 22, veranoNot deuseful 1997, pp. 75-85; «O Security, mostraron que también de tuberías se puede hablar con gra Useful pendency of Variables; or. How Historians Thin cia. Pocos metodólogos intentan hoy hacer eso, razón por la You're Reading a Preview W hitn ey Hum aniti es Center, Yale University, fe cual hablan más para sí mismos que para nosotros. No dudo e «In Defense of Particular Generalization: R de que mi aspiración a emular a estos dos grandes predeceso
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1. EL PAISAJE DE LA HISTO RIA
Un hombre joven está de pie,sin somb abrigo negro, sobreonuna roca alta, de espaldas a Sign up to vote this title apoya en un bastón para resistir Useful Not useful el viento qu maraña el pelo. Ante él se extiende un paisa You're Reading a Preview niebla, en el que apenas se divisan parcialmen tásticas de promontorios más lejanos. A lo lejo
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Avanzamos valientemente hacia el futuro con l el que versa la conciencia histórica. Puede que la lógica mente clavados en el pasado: la imagen que p de comenzar con un paisaje no sea evidente de inmediato, mundo es, para decirlo sin rodeos, la del trasero pero piénsese, por un lado, en el poder de la metáfora y, por otro, en la particular combinación de economía e intensidad con que las imágenes visuales pueden expresar metáforas. La mejor introducción que conozco al método científi co, La cred ibilid ad de la ciencia, de John Ziman, señala que No hay duda de que los historiadores dan a menudo las intuiciones científicas surgen de revelaciones algunas cosas relativas al porvenir. Por ejempl tales como «la conducta de un electrón en un átomo “se ase que el tiempo seguirá transcurriendo, que la gr meja” a la vibración del aire en un continente esférico, o que nuará extendiéndose en el espacio y que el trim la configuración aleatoria de la larga cadena de átomos de la ño en Oxford seguirá siendo como ha sido a lo molécula de un polímero “se asemeja” al movimiento de un cientos años por esas fechas: seco,oscuro y borracho cruzando un prado».^ Y el sociobiólogo Edward sólo estason cosas Signsabemos up to vote thisrelativas title al futuro por O. Wilson ha añadido: «Pero la realidad ha de abrazarse y aprendido del pasado: sin eso carecerían de s explicarse sin vacilaciones. Y la mejor manera de mostrarla Useful Not useful estas verdades fundamentales, por no hablar y es tal como se la descubrió, manteniendo una vivacidad y bras con las que las expresamos, de quiénes o You're un juego de emociones comparables.»’ Me parece que esReading a Preview de dónde estamos. Conocemos el futuro únic aquí donde la ciencia, la historia y el arte tienen algo en co bre
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N aturalmente, la ciencia ficción ha inventado máquinas entre la China de los Ming y el Perú precolo que el individuo está «estrechamente limitado del tiempo. En verdad, dos novelas recientes. E l libro del d ía dos y su poder de concentración -dice Marc B del juicio fin al, de Connie Willis, y Rescate en el tiempo, cio de historiador-, nunca percibe más que una de Michael Crichton, están protagonizadas por estudiantes te del gran tapiz de los acontecimientos... A es de posgrado de historia -en Oxfijrd y Yale, respectivamen estudioso del presente no está en mejores cond te-, que utilizan estos artefactos para proyectarse a la Ingla terra o la Francia del siglo XIV con el fin de preparar sus te historiador del pasado».^ Yo diría que, en realidad, el historiador d sis doctorales.^ Ambos autores sugieren algunas cosas que en condiciones mucho mejores que el partícip el viaje a través del tiempo podría hacer por nosotros. Por por la sencilla razón de que tiene un dilatado ejemplo, proporcionarnos una «sensación» correspondiente su breve biografía sobre Picasso de 1938, Ge a una época y un lugar determinados; las novelas evocan los acerca a la explicación cuando dice: «Cuando bosques más espesos, el aire más limpio y el canto mucho dos Unidos viajé por primera vezcasi todo más sonoro de las aves de la Europa medieval, así como los avión y altomirar tierra caminos embarrados, la comida p odrida y la gente hedion Sign up voteaon thisveía titletodas las líneas q produjo cuando todavía ningún pintor había da. Lo que no muestran es que sería más fácil detectar las Useful Not useful en un avión. Veía en tierra las entremezclada pautas más amplias de una época si la visitáramos, porque casso ir y venir, desarrollarse y destruirse a sí You're Reading a Preview los personajes siguen viénd ose envueltos en las complicacio que sucedía, en toda su literalidad, era un d nes de la vida cotidiana que tienden a limitar la perspectiva;
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familiar para permitirnos tener experiencias sustitutorias de lo que no podemos experimentar directamente: una visión más amplia.
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cuela Hogwarts de Magia y Hechicería,** maestro la primera clase llena de alumnos ho bles, adormecidos y solipsistas. Apenas se ha sa táculo, aparece otro en el camino. Cada aconte minuye nuestra autoridad precisamente en el II que pen samos haberla conseguido. Si en esto consiste la madurez en las relaci Pero ¿qué ganamos con esa visión? Varias cosas, a mi jui -a saber, en la adquisición de identidad a trav cio. La primera es una sensación de identidad paralela al pro nificancia-, yo definiría la conciencia histórica ceso del crecimiento. Al despegar en un avión uno se siente yección de esa madurez en el tiempo. Enten al mismo tiempo grande y pequeño. Uno no deja de tener nos ha precedido y qué poca importancia ten una sensación de dominio cuando la línea aérea que ha ele ción con ello. Aprendemos cuál es nuestro lu gido lo aleja del suelo, lo eleva sobre los atascos de tráfico al mos que no es precisamente grande. «Inclus Sign up to vote on title rededor del aeropuerto y le desvela vastos horizontes que se miento superficial de this la existencia, a lo largo extienden a distancia, todo ello, naturalmente, suponiendo por parte seres humanos -ha se Usefulde incontables Not useful que esté sentado junto a una ventanilla, no haya nubes y el toriador Geoffrey Elton-, contribuye a corregi miedo a volar no le obligue a mantener los ojosYou're cerradosReading a Preview normal del adolescente de identificar al mundo desde el despegue hasta el aterrizaje. Pero, a medida que se mo en lugar de identificarse él con el mundo
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ve en un horizonte distante, ni volcar en los libr neral del universo, también -a ojos de Charles Darwin, ba o en las conferencias que pronuncie ni siqui T. H. Huxley, MarkTwain y muchos otros- destronó a Dios dad de los acontecimient os correspondientes al de su posición central, con lo cual no quedó por allí nadie fragmento del pasado. Lo máximo que se puede más que el hombre.'' Contra lo que cabía esperar, el recono con un príncipe como con un paisaje o con el p cimiento de la insignificancia humana no exaltó el papel del presen tar la realidad, es decir, pasar por alto los agente divino a la hora de explicar las cuestiones humanas, car modelos más amplios y considerar cómo se sino que tuvo exactamente el efecto contrario. Dio origen a zar con fines propios lo que se ve. una conciencia secular que, para bien o para mal, hizo lisa y El mero acto de representación hace que u llanamente responsable de lo que sucede en la historia a sus grande, porque uno mismo es el responsable de protagonistas. tación: es uno quien debe hacer comprensible En consecuencia, lo que sugiero es que así como la con dad, primero para sí mismo y luego para los dem ciencia histórica exige distan ciamient o - o, si se prefiere, eleva der que reside en la representaciónpuede se ción - del paisaje que es el pasado, tam bién exige cierto despla Sign up to vote on this title grande, como acertadamente entendió Maquiav zamiento: habilidad para pasar de la humildad al señorío y to, tiene hoy Lorenzo de Méd viceversa. Nicolás Maquiavelo lo dijo precisamente en su fa Usefulinfluencia useful ¿cuánta Not paración con el hombre que solicitaba ser su tut moso prefacio a El prin cipe: ¿cómo es qu e «un ho mbr e —le You're En consecuencia, la conciencia histórica le d preguntaba a su amo Lorenzo de Méd icis- de condición in fe Reading a Preview mismo que la madurez, con una sensación simu rior, y aun baja, si se quiere, tiene la audacia de discutir sobre
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me era posible haceros un presente más precioso que el de Como ha señalado su biógrafo Jonathan Ha un libro con el que os será fácil comprender en pocas horas de «progreso» de Carr en la historia del siglo lo que a mí no me ha sido dable comprender sino al cabo de modo desconcertante a asociar esa cualidad con muchos años, con suma fatiga y con grandísimos peligros». ción de poder en manos del Est ad o.P er o en La finalidad de su representación era la destilación: tr ataba de toria? Carr expuso un argumento más amplio y «condensar» un gran cuerpo de información en una forma trovertido: el de que, si podemos ampliar el compacta y manejable, de modo que su patrón pudiera do experiencias más allá de lo que hemos encontra minarla rápidamente. No por casualidad es un libro breve. dividuos, si podemos inspirarnos en las experien Lo que Maquiavelo ofrecía era un resumen de experiencia que han afrontado situaciones comparables en histórica que ampliaría sustitutivamente la experiencia per nuestras probabilidades de actuar con sabiduría sonal. Puesto que «los hombres caminan casi siempre por ca están garantizadas, aumentan proporcionalment minos trillados ya por otros [...] deben con prudencia esco Esto nos lleva a la segunda puntualización de ger tan sólo los senderos trazados [...] por aquellos que la de que nuestro aprendizaje del pasado debería to vote onnothis title engañarse a sí sobrepujaron a los demás, a fin de que, si no consiguen igua co.Sign Los up historiadores debieran larlos, al menos ofrezcan sus acciones cierta semejanza con sando que son los Not usefuldel único medio p Useful proveedores las de ellos». habilidades -y las ideas- adquiridas se transmite No he encontrado mejor resumen de los usos deYou're la con Reading a Preview neración a la siguiente. La cultura, la religión, la ciencia histórica. Me gusta porque hace dos puntualizaciomedio ambiente y la tradición pueden hacer todo
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Excepto cuando se pregunta: ¿en comparación con qué? Nin gun a otra m odalidad de investigaci investigación ón se acerca acerca tanto a la obtención de dicho consenso, y la mayoría queda muy por debajo. El mero hecho de que las ortodoxias dominen los campos de la religión y la cultura sugiere la ausencia de acuerdo desde abajo, y de aquí la necesidad de imponerlo desde arriba. La gente se adapta a la tecnología y el medio ambiente de tantas maneras distintas que desafían la generali zación. Las tradiciones se manifiestan en instituciones y cultu ras tan diferentes que difícilmente pueden proporcionar al guna coherencia acerca del significado del pasado. En este sentido, el método histórico es superior a todos los demás. No requiere que quienes lo practiquen estén de acuerdo acerca de cuáles son exactamente las «lecciones» de la histo ria: un consenso puede contener contradicciones. Aprender que hay versiones competitivas de la verdad y que uno mis mo debe escoger entre ellas forma parte del crecimiento. Y el mismo aprendizaje forma parte de la conciencia histórica:
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presente y con la vista puesta en el manejo del hacerio sin poner entre paréntesis la capacidad las circunstancias particulares en las que uno que actuar, o la pertinencia de las acciones del p mular experiencia no es respaldar su aplicación pues parte de la conciencia histórica consiste consiste en de apreciar no sólo las semejanzas, sino también cias, para comprender que, en circunstancias par generalizaciones no siempre se sostienen. Esto suena muy desalentador, hasta que consideración otra actividad humana en la qu ción entre lo general y lo particular es tan ubicu so nos resulta difícil pensar en ella:el vasto m Sign upPara to vote onathis deportes. llegar ser title competente en el b béisbol o incluso el bridge hay Useful Not usefulque conocer las r go y jugar. Pero estas reglas, junto con lo que nos enseñe respecto de su aplicación, no son o una destilación de experiencia acumulada: si
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incrementar nuestras habilidades, nuestra energía y, si todo va bien, nuestra sabiduría. Pues aunque sea cierto, como creía Maquiavelo, «que la fortuna es árbitro de la mi tad de nuestras acciones», también es verdad que «nos deja gobernar la otra mitad, o, al menos, una buena parte de ella». O, como él mismo expresó, «Dios no quiere hacerlo todo».’’ IV Pero ¿cómo se presenta la experiencia histórica con el fin de ampliar la experiencia personal? Incluir demasiado poca información puede hacer que el ejercicio resulte irrelevante. Por otro lado, incluir excesiva información puede sobrecar gar los circuitos y colapsar el sistema. El historiador tiene que lograr un equilibrio, y eso significa reconocer un inter cambio entre representación literal y representación abstrac
Sign up to vote del onmismo this title Dos representaciones tema: una, de una époc la otra, de t odas las épocas. épocas . Jan Van Useful Not useful Eyck, E l m atrimo A rno lfin i, 1434, Londres, National Gallery (Alinari / A Nue va York), y Pablo P icasso, icasso, Los aman tes, 1904. Musée (Réunion des Musées Nationaux / Art Resource, Nueva
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de un Van Eyck y la generalidad de un Picasso. A veces es tan fotográfico en su narración que es como si estuviera es cribiendo un guión cinematográfico. Por ejemplo, nos habla de un ataque de los platenses a una mur alla peloponesa en el que los soldados avanzaron calzados sólo en el pie izquierdo para no resbalar en el barro y en el que el desprendimiento accidental de una simple teja dio la alarma. Nos coloca en pleno ataque de los atenienses a Pilos en 425 a. C. con la misma precisión con que las notables primeras escenas de Salvar a l soldado soldado Ryan, de Steven Spielberg, nos sitúan en las playas playas de Norm and ía en 1944. Nos h ace oír oír a los atenienses atenienses enfermos y heridos en Sicilia «llamar a voz en cuello a todo camarada o pariente individual que veían, colgarse del cuello de sus compañeros de tienda en el momento de partir, seguir avanzando todo lo que podían y, cuando les fallaban las fuerzas, volver a clamar al cielo y a gritar al ver que se los de jab a atrás» atrás».^® En resumen resu men , hay en esa p art icular icu larida idadd un a au tenticidad tal que nos pone allí al menos con tanta eficacia
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muestra que toda regla regla tiene excepciones excepciones:: cuan do l nos se rebelan y los atenienses los conquistan, de r fuertes cambian de idea y envían una segunda nav canzara a la primera y revocara la orden de matar o a los débiles.^' Pienso que la tensión entre la particularizació neralización -entre la representación literal y la viene con el territorio cuando se está transmitiend periencia indirecta. Una simple crónica de deta cuando sea gráfica, le encierra a uno en una époc lugar particulares. De ellos se sale con la abstracció abstracción es un ejercicio artificial que implica un cación excesiva de las realidades complejas. Es algo a lo que el mundo arte una vez que Signsucede up toen vote on thisdel title nales del siglo XIX, empieza a tomar distancia resp useful Usefulliteral deNot representación la realidad. Un objetivo d sionismo, del cubismo y del futurismo era enco manera de representar el movimiento desde dent
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tiempo cubra la narración, menos detalles puede proporcio nar. Es como el principio de incertidumbre de Heisenberg, según el cual la medición precisa de una variable vuelve im precisa la de otra.^'*Ésta es, por tanto, otra de las polaridades implicadas en la conciencia histórica: la ten sión entre lo lite ral y lo abstracto; entre, por un lado, la descripción detallada de lo que se da en un momento preciso del pasado y, por otro, el rápido esbozo de lo que se extiende en grandes fran jas de ese pasado.
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ojos desorbitados y la boca abierta, sin saber qué afrontar un territorio ignot o, ya sea en el teatro, y toria o en los asuntos humanos, produce algo pare sensación de asombro. Probablemente sea ésta la la que Shakespeare in Love termina con el comienz de Reyes, con Viola náufraga en un continente ign de peligros pero también de infinitas posibilidades mo que en E l camin ante de Friedrich, lo que vem larga toma final es una espalda, la espalda de Vio mina por el agua hacia la costa. Ahora bien, no pretendo sugerir que los his V puedan desempeñar el papel de Gwyneth Paltrow na credibilidad. Se nos supone cronistas sólidos y Sign up to vote on this title Esto me retrotrae a E l cam inant e de Friedrich, represen nados de acontecimientos, no inclinados a dejar qu tación artística que se aproxima a la sugerencia visual de emociones y nuestras Not useful afecten a lo que Useful intuiciones aquello sobre lo cual versa la conciencia histórica: la espalda o esto es lo que tradicionalmente se nos ha ens vuelta hacia nosotros; la elevación sobre un paisajeYou're distante,Reading a Preview embargo, me temo que si no nos permitimos esta no la inmersión en él; la tensión entre la importancia y la in la sensación de excitación y asombro que dan al
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. TI EMP O
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Uno de los aspectos sorprendentes de esta es de Shakespeare es this la abundan Loveon Sign up toinvote title cia de tiempo cio que sugiere: todas las posibilidades están abie Not useful Useful ha sido excluido. «Si tuviéramos mundo y tiemp tes», se lamentaba el poeta Andrew Marvell, rec You're Reading a Preview que él no lo tenía.' Pero esta imagen cinemática
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existentes en las ciencias sociales, físicas y biológicas. Los ar tistas normalmente no tienen en cuenta la confirmación de sus fuentes. Los historiadores, sí.^ Ese hecho nos deja sus pendidos entre las artes y las ciencias: nos sentimos libres para elevarnos por en cima de las limitaciones de tiempo y de espacio, para usar la imaginación, para «audazmente ir» -como habrían dicho los autores del guión de Star Trek en su incansable persecución del split infin itive-* a donde nin guna persona ha ido antes ni nunca podría haber ido. Pero tenem os que hacerlo de tal manera que convenzamos a nues tros alumnos, a nuestros colegas y a cualquiera que lea nues tro trabajo de que esos distanciamientos con respecto a las dimensiones en que vivimos habitualmente nos proporcio nan en realidad información fiable acerca de cómo vivía la gente en el pasado. No es una tarea fácil.
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tres siglos y medio sin envejecimiento visible. Isabe cuentra encantador, pero ella -pues aproximadame tercio del camino hay un inesperado cambio de se vía sigue lozana en el reino de Jorge V. Entonces, ¿q que sucede aquí? En primer lugar, Orlando es un retrato apenas lado de la amante de Virginia Woolf, Vita Sackvi ¿qué mejor regalo que liberar a esa persona de las l nes de tiempo, espacio y género? Pero la novela ta una parodia de Woolf del género de la biografía, so de esos tediosos monumentos de «vida y tiempos», volúmenes, que tanto gustaban a los Victorianos.’ viembre», nos dice cuando nos cuenta uno de los up to vote on this pobresSign en acontecimientos de latitle vida de Orlando:
Useful Not useful Después de noviembre viene diciembre. Lueg
You're Reading a Preview febrero, marzo y abril. Después de abril viene m I
guen junio, julio y agosto. Inmediatamente desp
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segundo. Esta extraordinaria discrepancia entre tiempo de ber podido expresarse en términos visuales, habría reloj y tiempo mental es menos conocida de lo que debería brado al mun do del arte de la época. serlo, y merece mayor investigación. Los múltiples volúmenes de la H istoria de In Recojamos, por tanto, esta sugerencia y examinemos Macaulay, editada entre 1848 y 1861, y de la H adonde conduce. El método del calendario para escribir his tados Unidos de A m érica durante la adm inistración d toria tiene antiguos antecedentes en las crónicas, que vuel Jefferson y Jam es Madison, de Adams, que apareció en ven a contar con toda precisión el clima, las cosechas y las y 1891, se mueven espléndidamente en el tiempo y fases de la luna, así como acontecimientos más extraordina lan en seleccionar las evidencias que confirman las rios. Pero como ha observado el filósofo de la historia Hayciones de sus autores y desdeñar las que no lo ha den W hite, los acontecimient os que se recuerdan en el orden aquí que Macaulay im ponga la interpr etación liberal estricto en que ocurrieron son reordenados casi de inmedia de la historia con t anta aut oridad qu e las generacion to en un relato con un nítido comienzo, un nudo y un de riores de historiadores se han tambaleado bajo su senlace.^ Así se convierten en historias, y el análisis que a peso. Adams, por su parte, lleva la cargade la histo to vote on this title partir de aquí hace White de estas historias está cargado de familia:Sign su up visión de Jefferson y de Madison es in tecnicismos. Pero baste decir que cuando escribe acerca de mente -incluso el punto de vista genético- la Usefuldesde Not useful «emplotment» («entramado») y modos de explicación «for and John Quincy Adams.^ La discrepancia que Woo Preview malista, organicista, mecanicista y contextualista»,You're lo queReading ataba entre el tiempo del reloj y el tiempo mental es hace en realidad es describir la liberación del historiador res en este filtrado de evidencias.
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patos salvajes. Donde hoy vemos ciudades fabriles y puer tos de mar famosos en los confines más lejanos del mundo se veían cabañas dispersas de madera y recubiertas de paja. Las dimensiones de la propia capital no eran much o m ayo res que las del actual suburbio al sur del Támesis.
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En el primer capítulo he manifestado mis duda de la utilidad de las máquinas del tiempo para la in ción histórica. Advertía en especial a los estudiantes grado que dependen de ellas, debido a las limitacion perspectiva que se tiende a adoptar cuando se está Luego Macaulay se acerca para darnos detalles precisos: do en un período particular del pasado y al peligro d por ejemplo, nos ent eramos de que «bajo las ventanas del t í gresar a tiempo para los exámenes orales." Pero si pico gentilhombre de campo de la época estaba el corral» y considera que la investigación histórica es una suert de que «junto a la puerta de la sala crecían las coles y las gro quina del tiempo, se dará cuenta de inmediato que sellas silvestres».'^ bilidades exceden con mucho las normales de los a Adams es igualmente ambicioso y dedica seis capítulos a de ciencia ficción. En efecto, como ilustran lo que casi podría ser un reconocimiento de Estados Unidos los eje Signyup to vote this title tienen capaci Macaulay Adams, loson historiadores desde un satélite en el año 1800, antes de la investidura de el criterio selectivo, la simultaneidad JeíTerson. Lo mismo que Macaulay, se centra en particulari Not useful y el cambio d Useful de la cacofonía de los acontecimientos selecciona dades, como la de que en aquella época no había carretera You're Preview que es realmente importante, están en va entre Baltimore y Washington, sino sólo senderos que «zig Reading apiensan mentos y lugares a la vez y se acercan o se alejan m zagueaban a través del bosque» y entre los cuales los conduc
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cientos o trescientos años. Una posibilidad deprime En el método del historiador para viajar por el tiempo, que escogieran los sitios de Intern et que d ejamos m es uno mismo quien impone significado al pasado, no a la el ciberespacio. Pues si Robert Darnton es capaz de inversa. Al permanecer en el presente mientras se explora el truir la sociedad parisina de comienzos del siglo pasado, se conserva la iniciativa: se puede, como hacen Ma dose en informes de libreros, libelos escandalosos caulay y Adams, defender el liberalismo o desacreditar a Jefhabladurías y relatos sobre el juicio, las torturas y ferson. Puede uno centrarse en los reyes y sus cortesanos o ción de gatos de aristócratas, imagine el lector qué en la guerra y la habilidad para gobernar, o bien en los gran guien como Darnton con lo que quede de nosot des movimientos religiosos, intelectuales o ideológicos del único que podemos decir con seguridad es que sólo momento. O bien se puede seguir el ejemplo de Fernand se nos recordará por lo que consideramos importan Braudel en E l M editerráneo y el m undo m editerráneo en la sotros mismos, o a partir de lo que escogemos para época de Felipe II, que sólo hace entrar en escena a este mo los documentos y los artefactos que nos sobrevivan narca tras unas novecientas páginas en las que se ha tratado turos historiadores tendrán que elegir qué de la geografía, el clima, las cosechas, los animales, la econo hacer c cosas: Sign son ellos quienes impondrán up to vote on this titlesignificados, así c mía y las instituciones, todo, al parecer, menos el gran hom somos nosotros los que estud iamos el pasado, n bre que en su día era el centro de todas las cosas, pero sin en Useful Not useful vieron él.'® duda no el de esta historia.’^ You're Simu ltaneidad. Todavía más asombrosa que e ¿Quién habría predicho que hoy estudiaríamos la Inqui Reading a Preview selectivo es la capacidad que da la historia para la si sición a través de la mirada de un molinero italiano del si
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directa. Y sin embargo Keegan es capaz de llevarnos allí -en En cierto sentido, eso no tiene nada de sorprende una extensión orlandiana de horizontes temporales- y hacer es la base de un instrumento esencial de la narrativa nos ver las tres batallas con meridiana claridad, aun cuando, dota ilustrativa. Siempre que un historiador emple como él mismo reconoce en la primera línea de su libro: sodio particular para hacer una observación genera «Nunca he estado en una batalla ni en sus proximidades, ni duce la variación de escala: lo pequeño, puesto qu la he oído de lejos, ni he visto sus consecuencias.»'^ de describir, se emplea para caracterizar lo grande, q Y para simultan eidad en el espacio en un mom ent o no ser fácil de describir. Pero en otro sentido los r dado, está el notable aunque descuidado libro de Stephen de este procedimiento pueden ser sorprendentes. Kern titulado The Culture ofTim e an d Space, que reúne ten Encontramos un buen ejemplo de ello en la obr dencias en la diplomacia, la tecnología y las artes en Europa üiam H. McNeill, quien, después de terminar su y en Estados Unidos en vísperas de la Primera Guerra Mun estudio The Rise ofthe West, hace ya casi cuatro déc dial para documentar una aceleración del ritmo de los acon pezó a escribir una serie de libros que tienen como tecimientos y un distanciamiento respecto de los modos tra partida visiones microscópicas de la naturaleza dicionales de representarlos, que difícilmente habrían sido Sign up vote ona this title pero luego las toextiende reinterpretaciones macro visibles mientras t enían lugar. Incluso Virginia W oolf esperó de unpasado expandido. El primero de ellos. Useful Not useful hasta 1924 para formular su famosa observación de que «en blos, centrado de modo completamente literal en lo o alrededor de diciembre de 1910, el carácter de losYou're seres Reading a cópico, Preview se publicó en 1976 y versa sobre los efect hum anos cambió».'* enfermedades infecciosas en la historia del mundo
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político durante el último milenio y, más recientemente, en Keeping Together in Time (1995), que mostraba cómo algo tan simple como un movimiento rítmico de masas -la dan za, la siembra, el ejercicio- podía servir de base para la cohe sión social y, en consecuencia, para la organización social.^' Lo que estos libros tienen en común no es sólo el viaje a tra vés del tiempo y el espacio, sino también la escala, es decir, la habilidad para seleccionar, para estar en varios sitios al mismo tiempo, para ver en fun cionamiento procesos que hoy n os re sultan evidentes, pero que no lo eran en su m oment o.
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un problema de teoría de conjuntos. La manera más comprender esto es tomar el total de los números (1, 2, 3, 4, 5, etcétera) y extraerle el conjunto de lo ros impares (1, 3, 5, 7, 9, etcétera): el resultado es mente la misma cantidad de números que se tení mienzo. El subconjunto tiene tantas unidades -un infinito- como el conjunto completo. La parte es ta como el todo.^^ El físico Stephen Hawking hace un vación similar cuando comienza su Breve h istoria d con una an écdota acerca de un conferenciante que e funcionamiento del sistema solar. Al final de la con una pequeña anciana que se halla en el fondo de la III pone de pie y anuncia con firmeza: «Lo que nos ha Sign upEntorealidad vote onelthis titlees una fuente p un disparate. mundo Los historiadores no tienen más remedio que adentrarse se apoya Useful en la espalda de una tortuga gigantesca.» Not useful en estas manipulaciones del tiempo, el espacio y la escala qué se apoya la tortuga?», preguntó el conferenci PreviewLa dama contestó: «Las tortugas ocupan -distanciamientos de las representaciones literales-You're porque Reading apaciencia. una representación verdaderamente literal de cualquier ente espacio hacia abajo.»^'^
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terloo. El nivel de detalle sería tal que la mayoría de los lec tores se dormirían antes de que el gran hombre (me refiero a Napoleón, no a Joyce) empezara a ponerse la ropa interior. En el caso de que usara ropa interior, asunto que con todo gusto dejo para quien sienta la necesidad de dividir la histo ria hasta ese nivel.^^ Este mismo principio de divisibilidad se aplica al espa cio. Considérese la famosa pregunta del meteorólogo Lewis Richardson: ¿qué longitud tiene la costa británica.^ La res Tres vistas de la costa de Gran puesta es que no hay respuesta, que depende... ¿Medimos en Bretaña. El promontorio de millas, en metros o en micrones? El resultado será diferente Portland , apenas visible en la en cada caso, y no sólo como consecuencia de la conversión primera imagen, aparece en la segunda como una pequeña de una unidad de medida a otra. Pues cuanto más se des península y con todo detalle cienda en la escala de medición, tantas más irregularidades Sign up to vote on this title en la tercera. Las mediciones de la costa se recogerán, de modo que la longitud se exten basadas una producirían Useful en cada Not useful derá o se contraerá dependiendo del método utilizado para diferentes resultados en relación medirla. Y sin embargo, en cuanto objeto alojado en You're el espa Reading acon Preview la longitud de la costa, y sin em bargo las tres representan cio, Gran Bretaña es sin ninguna duda un ente finito que no
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«cuando ascendemos a las Alturas superiores a la de l existen Magdalen a y Todas las Almas».^’ Ent onces, Pero antes de aceptar esta inquietante conclusión, debe el problema? mos profundizar un poco más en la naturaleza del tiempo y Es posible que ni Agustín ni Colingwood hayan el espacio tal como la entienden los historiadores. Leibniz do atención a las singularidades, esas cosas extrañas q definió elegantemente el tiempo como «el orden de las cosas ten en el fondo de los agujeros negros (si es que los no contemporáneas».^*No es una definición completamente negros tienen fondo), que no se pueden medir, pero satisfactoria, porque palabras como «orden» y «contemporá obstante modifican todos los objetos mensurables neo» dependen todas de una concepción del tiempo, de atraviesan.^^ Prefiero pensar en el presente como una modo que se define la palabra en términos de sí misma. ridad -como un embudo si se adopta una metáf Aun que es difícil ver cómo p odríam os hacerlo mucho mejor, mundana, o un agujero de gusano si se tiene pred pues, a decir verdad, de la misma manera nos definimos a por una más exótica- a través de la cual tiene que nosotros mismos: decir qué somos es reflejar en qué nos he futuro para convertirse en pasado. El presente lo mos convertido. Por tanto, no podemos separarnos del tiem transformación congelando reacciones entre continu Sign up to vote on this title po, que, como dijo Marc Bloch, es «el verdadero plasma en contingencias: del lado del fiituro de la singularidad Useful Not useful el que están inmersos los acontecimientos, y el campo en el otras son fluidas, libres unas de otras y, por tanto, in que se hacen inteligibles».^’ pero a medida que pasan a través de ella se fu You're Reading anadas; Preview Entonces, ¿cómo pensamos en algo de lo que somos una luego es imposible separarlas. Es el mismo efecto qu IV
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se han mantenido durante varios siglos no están en condi V ciones de invertirse en unas cuantas semanas. Por contingencias entiendo los fenómenos que no cons Hasta aquí por lo que al tiempo se refiere. P tituyen modelos. Entre ellos se pueden incluir las acciones pasa con el espacio? A efectos nuestros, definámosl que adoptan los individuos por razones que sólo ellos co mente como la localización en la que tienen lugar nocen: por ejemplo, un Hitler a escala gigantesca, o un Lee tecimientos, en el entendimiento de que los «acon Harvey Oswald a una escala muy particular. Las contingen tos» son precisamente los pases del futuro al pasad cias pueden involucrar lo que los teóricos del caos llaman del presente.^'’A primera vista, no hay percepción «dependencia sensible de las condiciones iniciales», situacio cio dividido en distintas partes cuya universalid nes en las que una modificación imperceptible al inicio de compararse a la correspondiente al tiempo. Las dim un proceso puede producir enormes cambios al final del familiares de altura, ancho y profundidad son con mismo.^^ Pueden ser resultado de la intersección de dos o de las que dependemos para medir el espacio, algo más continuidades: los estudiosos de los accidentes saben mejante al uso que hacemos de horas, minutos y s que de la coincidencia sin precedentes de procesos predeci Pero Sign no sonupconcepciones to vote on del thisespacio title análogas a nue bles pued en derivarse consecuen cias impredecibles.^'* Lo que siones delUseful tiem po en pasado, presente Not useful y futuro. tienen en común todos estos fenómenos es que no caen en el Si hay alguna división para el espacio, me temo dominio de la experiencia repetida y, por tanto, familiar: en Reading a Preview You're cansa en la distinción entre lo real y lo cartográfico general nos enteramos de ellos una vez que han pasado. fección de mapas h a de ser un a práctica tan ant
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el Arte de la Cartografía logró t al Perfección que [...] los Co legios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas a la Cartografía, las Generaciones Siguien tes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y Mendigos.^®
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tetas, sus números y las ciudades entre las cuales No es preciso conocer la naturaleza del suelo, ni ción, ni (salvo tal vez en ciertos lugares de Californ llas geológicas que se encontrarán en el camino. gran parte cierto también para la escala: nadie in un globo terráqueo un viaje en automóvil, pero b señalarse en él una r uta aérea intercontinen tal.
VI Cuando hacemos mapas evitamos la literalidad, porque lo contrario no sería en absoluto representar, sino replicar ¿Qué sucedería entonces si concibiéramos l Nos sorprenderíamos ahogándonos en el detalle: la destila como una suerte de confección de mapas? ción requerida para la comprensión y la transmisión de la Si, como Signarriba, up to vote on this titleun paisaje y la h rido más el pasado fuera experiencia indirecta se perdería. manera de representarlo, eso tendría Los mapas hacen exactamente eso: destilar las experien Useful Not useful sentido. Estab entre nexo el reconocimiento del modelo como f cias de otros con el fin de ayudarle a uno a ir de donde se You're maria de percepción humana y el hecho de que tod encuentra a donde quiere ir. Piénsese en el tiempo que mal Reading a Preview -incluso la narración más sencilla- se inspira en el gastaríamos si todas las personas que van de Oxford a Lon
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El ajuste se hace más preciso cuanto más se investigue el 3. ESTRUCT URA Y PRO CESO paisaje. Los primeros mapas de territorios recién descubier tos suelen ser burdos esbozos de la costa, con muchos espa cios en blanco, ocupados tal vez por monstruos marinos o dragones. A medida que la exploración progresa, los conte nidos del mapa se hacen más específicos y las bestias tienden a desaparecer. Con el tiempo, habría muchos mapas del mis mo territorio preparados con distintos fines, ya sea mostrar carreteras, ciudades, ríos, montañas, recursos, topografía, geo logía, población, clima o incluso el volumen del tráfico -y por tanto la probabilidad de atascos de tráfico- a lo largo de las carreteras señaladas en otros mapas. La verificación cartográfica, por tanto, es completamen El paisaje histórico, sin embargo, sediferencia Sign vote on this title el de sernos i te relativa: depende de lo bien que el cartógrafo consiga ajus gráfico enup untoaspecto importante: tar el paisaje que se representa y de las necesidades de aque Cualquiera que dibuje un Useful Notmapa, usefulincluso el de la r llos para quienes se confecciona el mapa. Sin embargo, a lejana del planeta, puede visitar o por lo menos fot pesar de esta indeterminación, no conozco a ningúnYou're posmo Reading a Preview terreno. Los historiadores, no. «Ningún egiptólog dernista que negara la existencia de paisajes o la utilidad de nunca a Ramsés -señala Marc Bloch en E l oficio d
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bles porque han tenido lugar en el pasado. «Un hecho histó rico es una inferencia a partir de restos», ha observado el so ciólogo John Goldthorpe.^ Estos restos pueden ser huesos y excrementos, herramientas y armas, grandes ideas y obras de arte o documentos depositados en archivos; pero en todos los casos son productos de procesos. Sólo conocemos éstos a partir de las estructuras que han dejado tras de sí. Una b uena m anera de ver esto esto claramente es compararlo con los humildes cortes del terreno. Los geólogos los adoran porque exponen inclinaciones, pliegues y discordancias en estratos, estructuras a partir de las cuales es posible deducir procesos que se se remon tan a millones e incluso a miles de mi llones de años. Como ha dicho John McPhee, son «ventanas al mundo tal como éste era en otras épocas».^ Pero estos cor tes no existirían de no haber sido por las decisiones -tan re cientes que se inscriben sin duda en el presente geológicode construir los canales, los ferrocarriles y las autopistas que los hicieron necesarios.^ Para los geólogos, por tanto, la dis
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Corte de Sideling Hill, 1-68, en Maryland occiden Useful Not useful (cortesía del del Marylan d Geological Survey; foto de Pau
historia no es una ciencia.»^ Si se deconstruyera
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independientemente de si las líneas aéreas que de ellas de penden operan como monopolios estatales subvencionados o son audaces empresas privadas. Los astrónomos de confe sión cristiana, musulmana o budista no tienen prácticamen te dificultades para llegar a un consenso sobre la causa de los eclipses o del movimiento de las galaxias. Naturalmen te, h ay otras maneras de resolv resolver er este este tipo de cuestiones. Por ejemplo, se podría hurgar en las entrañas de los animales, leer hojas de té, consultar un horóscopo, buscar orientación divina o indagar en un chat de Internet. Segurament Segurament e se obtendrían resultados, resultados, pero no se conseguirá conseguirá mucha gente dispuesta a otorgar rigor a los resultados. La ventaja de la ciencia, ha señalado John Ziman, es que promociona «un consenso de opinión racional sobre el campo más am plio posible».^ posible».^ Está claro que no podemos esperar que, al llegar al estu dio de cuestiones humanas, los métodos de la ciencia operen con la misma precisión ni que conciten un asentimiento de
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sino porque veían que los científicos se se hacían Con los logros de Charles Lyell en geología y d Darwin en biología en el siglo XIX, observaba Car cia ya no se ocupa de algo estático e intemporal, proceso de cambio y de desarrollo».'^ Bloch sosten mejante, centrado en los avances del siglo XX:
La teoría cinética de los gases, la mecánica d y la teoría cuántica cuántica han alterado profundamen to de ciencia que hasta ayer era unánimemente [... [...]] Pues a menud o han sustit uido lo cierto por mente pr obable; lo estrictamente estrictamente m ensurable po de la relatividad eterna de la medición [...] De a Sign up to vote onpreparados this title para admitir qu temos mucho mejor ciplina académica pueda aspirar a la dignidad Useful Not useful sin insistir en las demostraciones euclidianas ni e inmutables de la repetición [...] Ya no nos sentim dos a imponer a todos los objetos del conocimie
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En ciencia, la clave del consenso es la reproductividad: se espera que las observaciones realizadas en condiciones equivalentes, equivalentes, con in dependen cia de quien las lleve lleve a cabo, cabo, pr o duzcan resultados aproximadamente correspondientes.'^ Los matemáticos vuelven a calcular p i hasta miles de millones de cifras decimales con absoluta confianza en que ese valor se guirá siendo el mismo durante miles de años.’^ La física y la quím ica son sólo ligeramente ligeramente men os fiables fiables,, pues au nque los investigadores no siempre puedan estar seguros de lo que su cede en los niveles niveles subatómicos, t ienden a obtener resultados resultados similares similares cuando realizan realizan experimentos de laboratorio en cir cunstancias similares, y es probable que así continúe para siempre. En estas disciplinas, la verificación se produce por repetición de procesos reales. El tiempo y el espacio son ob jet o de com presión pr esión y m anipu an ipu lació n; en efecto, se vuelve a re correr la historia. Desde este punto de vista, como es obvio,
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lo dentro de los límites que marca la lógica. No pue buir lo inexplicable a duendes, brujas o visitantes ext tres y aun así esperar persuadir a sus colegas de que llazgos son válidos.'^ Al margen de estos experimentos mentales, ¿de manera podrían explicar los geólogos que estratos pueden disponerse horizontalmente terminen sien nados o incluso verticales? ¿O que el granito se in en la piedra caliza? ¿O que las conchas marinas apa decenas de metros de altura y a centenares de kilóm mar más cercano?'® ¿De qué otra manera podrían lo gos dar sentido a órganos sin fiinción aparente, com tas residuales de la ballena, el pulgar del panda o la caudal Sign humana?'^ los genes up to ¿Por votequé on this title humanos se dif tan poco de los de las moscas, los gusanos, los mon useful Useful Notexplicar ratones?'* ¿Cómo p ueden explicar los astrofís astrofísicos icos del universo? En cada uno de estos ejemplos han sob estructuras que sólo procesos del pasado pueden
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todo, la reconstrucción de los dinosaurios y de otras criatu del Maine de finales del siglo XVIII, y lo hace sobre l ras antiguas a partir de fósiles, sino la adaptación de una car la única fuente que ha sobrevivido hasta nosotros: e ne imaginada a huesos supervivientes, o por lo menos a hue co diario que llevó esa mujer, no para la posteridad, llas que esos huesos han dejado?*'’Y los niños, al menos en la el fin de anotar pagos por servicios prestados. De mayoría de los casos, se impresionan como es debido. maneras, Ulrich da vida a este fósil de archivos, des En esto es en lo que coinciden aproximadamente el mé por varias generaciones de historiadores varones: in todo de los historiadores y el de los científicos, al menos el se en lo que se sabe, por otras fuentes, de la época y de los científicos para quienes es imposible la reproducción en los que vivió Ballard; imaginándose cómo la pr en el laboratorio. Pues los historiadores también comienzan llard habría comprendido y manejado su situació con estructuras supervivientes, ya sea en archivos, en artefac pleando las relaciones de género y de familia de tos o incluso en recuerdos. Luego deducen los procesos que para compararla con la experiencia femenina de hoy las produjeron. Al igual que los geólogos y los paleóntolo es un ejercicio de paleontología histórica que logra gos, deben tener en cuenta que la mayoría de las fuentes del brillantez su objetivo.^' pasado no han sobrevivido y que la mayoría de los aconteci Sign up to vote on this de title Jared Diamond, po A rm as, gérmen es y acero, mientos de la vida cotidiana ni siquiera producirán un regis trario, trabaja circunstancia contem Usefula partir deNotunauseful tro con posibilidad de supervivencia. Al igual que los biólo -la persistencia de la desigualdad en el mundo enter You'reeReading ataPreview gos y los astrofísicos, deben lidiar con evidencias ambiguas de determinar cómo se produjo. Examina varias incluso contradictorias. Y al igual que todos los científicos -algunas avanzadas, otras no- que sobrevivieron
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III de Ulrich y la desigualdad global en el de Diamond; ambas buscan, a través de experimentos mentales, deducir los pro Los geólogos nunca penetraron la superficie de cesos que han dado origen a esa estructura; ambas lo hacen más allá de unos cuantos kilómetros, y sin embarg con un ojo en el significado contemporáneo de esos hallaz plican con plena seguridad que lo que sucede más ab gos; ambas combinan lógica e imaginación. Y ambas gana causa de la deriva continental y de los terremotos q ron el Premio Pulitzer. lugar en la superficie. Los paleontólogos nunca han v Pero ¿acaso los novelistas, los poetas y los dramaturgos no mente un dinosaurio, y sin embargo reconstruyen combinan la lógica y la imaginación? Está claro que sí, aunque la muerte de estas criaturas de tal manera que con de distint a manera. Los artistas, si lo desean, pue den suspender sus colegas -por no hablar de los niños pequeños sus personajes en el aire. Los historiadores no pueden hacer saben lo que dicen. Ningún astrónomo ha trascendi eso: sus personajes tienen que haber existido en realidad. Los bita terrestre, y sin embargo, desde tan limitado artistas pueden coexistir con sus personajes y modificarlos si observación, dibu jan el mapa del un iverso. les place. Los historiadores nunca pueden hacer eso: pueden Con Sign up to this title de unos pocos quevote han on rastreado las formas cambi modificar las representaciones de un personaje, pero no el pico del pinzón las Galápagos, personaje en sí mismo. La imaginación del historiador debe Not usefullos biólogos no Useful de nu nca testigos del proceso de selección natu ral fuer ser «suficientemente poderosa para que la narración produzca You're Reading a Previewy sin embargo en eso se basa toda una croscopio, efecto», dijo Macaulay en cierta ocasión. Y agregó: «Sin em na.^^ Y si todo esto recuerda lo que decía Marc Blo bargo, tiene que controlar esa narración a fin de contentarse
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El primero es probablemente el argumento histórico más recién descubierta con lo que ya se sabe. Hay en e famoso de sensibilidad remota moderna: el descubrimiento cado mucho más que mera taxonomía, pues los pa de misiles soviéticos de alcance medio e intermedio en Cuba gos también tienen que persuadir a sus colegas de en octubre de 1962. La historia empieza con el descubri conclusiones son verosímiles. No pueden simplem miento, gracias al reconocimiento fotográfico de los aviones m ar que el alosauro alimentaba a su cría, o que el a espía U-2, de los misiles propiamente dichos, que al parecer rix es el antepasado de las aves de hoy; tienen que el líder soviético Nikita Jruschov y sus asesores pensaban po También esto requiere la unión de tres cosas: lo q der desplegar secretamente en la isla porque no se los podría de las fuentes originarias, lo que hacen los paleontó distinguir de las palmeras.Fue un acontecimiento inespe esos restos y lo que pueden conseguir que acepten rado, porque en Washington casi nadie habría sospechado gas de profesión.^* que la dirección del Kremlin tuviera un comportamiento tan En ambos casos, el descubrimiento de estruct arriesgado, o que los cálculos de sus servicios de inteligencia dujo a la inferencia de procesos. Las fotografías de C (en especial en lo relativo a las palmeras) fueran tan erró zaron a los funcionar ios de Washington a una lucha Signtratar up todevote on this neos. Se había esperado otras formas menos provocativas de rada para descubrir portitle qué Jruschov habí asistencia militar, principal razón de los vuelos de los U-2 do allí misiles, lo cual erauseful importante saber antes Not losUseful sobre la isla. Cuando uno de ellos detectó estructuras seme dir qué hacer para retirarlos. Los fósiles que sugie Preview jant es a emplazam ien tos de misiles en la Un ión You're SoviéticaReading a de dinosaurios, e incluso plumas, han forzado a lo -conocidos por anteriores vuelos de U-2 sobre este país-, los tólogos a reconsiderar lo que creían acerca del orig
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Me gusta esta noción de «rizo de reiteración» p privilegia el modo inductivo de la investigación, ni el deductivo.^' La sensibilidad remota de procesos v turas supervivientes -ya sea en historia o en cienciade modo análogo. En efecto, empezar con una es como hacen t odos los h istoriadores y científicos ev tas, es un acto deductivo: la tarea consiste en de procesos que la han producido. Sin embargo, es difí tar esta tarea sin actos repetidos de inducción: hay minar la evidencia, sentir su presencia y encontrar de representarla. Pero el encontrar estas maneras n trae al nivel deductivo, pues es preciso deducirlas a los intereses de aquellos a quienes la representación up to vote ontiene this poco title sentido tratar d tinada.Sign En consecuencia, Para tratar un buen [...] mapa se requiere más que un perfectamente y proceso mero conjunto de datos y un simple mecanismo de conser Usefulestructura Not useful con deducción ción, respectivamente. En cambio, lo que se requier vación de la verdad. Conocidas las finalidades a las que el Preview ambas técnicas a los objetos de la investigación, mapa está destinado, h a de haber un a teoría sobreYou're qué relaReading a car dolas mutuamente como más apropiado parezca a ciones debe representar un mapa adecuado a esas finalida
lo que se muestra como lo que no se muestra responde siem pre a una razón previa.^’ Evaluamos los mapas de acuerdo con su utilidad: ¿se entiende su ordenamiento? ¿Es creíble la representación? ¿Extiende el mapa nuestras percepciones más allá de lo que nosotros mismos podemos manejar, de modo que cumpla la función práctica de llevarnos de un lu gar a otro? Lo mismo que con la reconstrucción de los dino saurios y la construcción de la historia, una vez más nos en contr amos con la realidad que hay que representar, la represen tación m isma y su recepción por parte de quien es la utilizan. Jane Azevedo, que figura entre los teóricos más intere santes de la cartografía, ha señalado:
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la moda presentando un estilo que otros emularan. Pero, Un problema despierta mi curiosidad y co una vez más, la «adaptación» tendría que extenderse en tres leer acerca de él. Lo que leo me lleva a redefinir ma. Redefinir el problema me lleva a un cambio niveles: el cuerpo que hay que vestir, el diseño de la vesti ción en mis lecturas. Esto a su vez vuelve a rem menta y el mundo de la moda, que podría abrazar, rechazar problema que nuevamente reorienta la lectura. o ignorar los resultados. Estas metáforas me parecen útiles para explicar cómo tra manera retrocedo y avanzo hasta que tengo la sen bajamos los historiadores, pues, al igual que los paleontólogos, que todo encaja correctamente. Entonces lo esc envío al editor. los cartógrafos y los sastres, buscamos una buena «adaptación» en los tres niveles distintos de actividad. Al volver a contar un acontecimiento, o una serie de acontecimientos, empezamos La presentación de McNeill provocó expres decepción, incluso de mofa, en los economistas, soc con lo que hay, en general archivos, que son para nosotros el polit ólogos present es. «Eso no es un m éto do — equivalente de huesos, cuerpos o estratos geológicos. Interpre tamos estos elementos con nuestros puntos de vista persona varios-. No es sobrio, no distingue entrevariables up to vote on this title confunde irrem les: aquí es donde entra la imaginación, incluso la dramatizadientesSign y variables dependientes, ción. Sin embargo, al final hay que presentar el producto ante mente inducción y deducción.» Pero luego surgió Useful Not useful profunda desde el fondo de la sala, que gruñó: «Sí q un público y en ese momento pueden ocurrir varias cosas: que You're Reading a¡Así Preview es exactam ent e com o hacemos física!»^"* los clientes le den su aprobación porque lo que ven confirma sus ideas preconcebidas; que lo desaprueben si ocurre lo con «La confirmación de un modelo teórico median
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[...] Tal vez sólo recuerdos personales expuestos sin ambages, todavía raros o inexistentes, podrían desvelar cómo los cien tíficos se abren paso hacia una conclusión publicable.»’®En resumen, piensan como... William H. McNeill. Esas novedades pueden perturbar a ciertos científicos so ciales, pero permítasenos dejar el problema para el próximo capítulo. Ahora me gustaría referirme al procedimiento par ticular que parece común al razonamiento histórico y al científico tal como lo entienden McNeill, Ziman y Wilson: nuestra idea previa, derivada de la cartografía, de adaptar
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rias, desarrollar pruebas empíricas, la historiogra plicación de las tendencias históricas- sería en rea ciencia natural.^*
Por desgracia, Wilson no va más allá de esto en rrollo de la conexión, por vía de la consiliencia, ciencias históricas, por un lado, y las ciencias natu otro. Sin embargo, me pregunto si el concepto de dencias inesperadas» de Whewell -o tal vez sea m denominación «adaptación recíproca»- no podría p narnos un punto de partida para la investigación p unas cosas a otras. En gran parte, este punto de partida residiría en Hay para esto un nombre antiguo que está volviendo a de la metáfora. Casi todo lo que he dicho hasta ah ponerse de moda: consiliencia. Su origen se remonta al filó basado en la Sign uppremisa to vote de onque thishacer title historia «se as sofo de la ciencia del siglo XIX William Whewell, de Cam otra cosa: he presentado analogías con la pintura, bridge, quien utilizó este término para describir las «coinci Useful Not useful grafíae incluso con el trabajo del sastre, así como dencias inesperadas de resultados a los que se llega a partir de You're Reading a matemáticas, Preview la astronomía, la geología, la paleonto aspectos muy distantes de [un] mismo tema».’^ Recientemen biología evolutiva. Lo he hecho sin la menor inte te, Wilson ha resucitado el término como modo de preguntar
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tan poca felicidad, los tediosos detalles de la erudición his tórica, que fácilmente pueden consumir toda una vida, merecerían ser condenados como desperdicio de energía rayano en lo criminal si terminaran limitándose a revestir una de nuestras distracciones con un delgado barniz de verdad. O bien todas las mentes capaces de mejor empleo deben ser disuadidas de practicar la historia, o bien la his toria debe demostrar su legitimidad como forma de conocimiento.
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representar el pasado. No estamos siendo «científic dice, cuando alteramos las generalizaciones, nos r jerar quizar las causas y rech azamos el uso de un cífica de nuestra disciplina. A eso podríamos resp guntando: ¿qué hacen los zoólogos y los botánic distinguen especies características? O bien: ¿cóm zaría un astrónomo las causas que produjeron el lar, o la posición que en él ocupa la Tierra? O bien hay tantos científicos «duros» que escriben mu que la mayoría de los científicos sociales, y tien Con menos rodeos lo dice Carr en 1961: «los historia más lectores?^' Tal vez estas respuestas no satisfag dores que hoy pretenden prescindir de una filosofía de la tros críticos. Pero, sin duda, nos levantarán la mor historia sólo tratan, en vano y conscientes de ello, como los En el próximo capítulo me referiréa lo que d miembros de una colonia nudista, de recrear el Jardín del Sign up to vote ondel this title pensamiento histórico pensamiento científic Edén en sus jardin es de suburbio».'*® La inocen cia met odo ló saber: laUseful paradoja de Not que, useful a pesar de las semeja gica lleva a la vulnerabilidad metodológica. Las comparacio tema, haya tan significativas diferencias en la man nes podrían dar a los historiadores los medios paraYou're cubrirseReading a Preview es concebido en uno y en otro campo. Estas difere las espaldas. en general alrededor de la pregunta de si es posib 39
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4. A IN T ERD EPEN DEN CL\
DE LAS VARL
No hace mucho asistí a una conferencia en u up to vote on this titlecon un grupo ig giosa Sign universidad norteamericana prestigioso de politólogos. tema era el estudio Useful NotEluseful cómo realizarlos y, en particular, cómo extraer de el You're Reading a ralizaciones Preview significativas. En las presentaciones se h cho, como parece ocurrir siempre que se reúnen los c
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a io largo del tiempo. Para nosotros, separarlas histórico y pensamiento científico social, que m en categorías distintas carece de toda utilidad. pregunta acerca de la independencia de las varia Sin embargo, por alguna razón, esta vez levanté inocen tan in esperadament e al descubierto. temente la mano y pregunté: «¿Cómo puede haber, fuera de Dios -si existe, sea de género masculino o femenino-, algo que sea una variable independiente? ¿No son todas las varia I bles dependientes unas de otras?» Naturalmente, esperaba una respuesta rápida y clara a una p regunt a tan simple. Pero, Entiendo por reduccionismo la creencia en qu para mi sorpresa, se produjo un momento de silencio en tor manera de entender la realidad es dividirla en su no a la mesa, durante el cual sólo tuvo lugar lo que llamaría partes. En términ os matemát icos, se busca la varia yo un intercambio de miradas vacías. Después, nuestro pre ecuación que determina el valor de todas las otr sidente dijo: «Bien, con tin uem os...» sentido más amplio, se busca el elemento cuya el Mi primera reacción fue no prestar demasiada atención de la cadena causal altera el resultado. Para el redu a esto. Tal vez mi pregunta había sido tan ingenua que el si Sign up tolas vote on this title es decisivo que causas estén jerárquicamente o lencio fue una manera educada de expresar asombro ante el Invocar una democracia de las causas -sugerir que Useful Not useful hecho de que alguien pudiera formularla. Pero cuanto más tecimiento puede haber tenido muchos anteced You're pensaba en ello, más me persuadía de que, sin quererlo, ha Reading a Preview considera, por así decirlo, sensiblero.^ Como expre bía expuesto una afirmación tan básica que los practicantes ciente e influyente guía int roduct oria al método
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debido a la fortuna con la que se adaptan al medio ambiente II que las rodea. Es difícil explicar las fallas sin una compren sión de las placas tectónicas y los procesos interconectados El problema del futuro reside en que es muc que las desplazan en la superficie del planeta. La gravedad cognoscible que el pasado. Puesto que cae del otro asegura que la forma y la localización de una galaxia particu singularidad en que consiste el presente, lo único c lar se vea afectada, aunque sólo sea ligeramente, por la exis podemos contar es que a él se extiendan ciertas c tencia de todas las otras galaxias. En resumen, ciencias como des del pasado y que allí se encuentren con cont la astronomía, la geología y la paleontología operan a partir ciertas. Algunas continuidades serán lo suficientem de una visión ecológica de la realidad.^ das como para que las contingencias no puedan alt Por tanto, no se podr ía decir que el redu ccionismo sea la tiempo seguirá pasando; la gravedad nos impedirá única modalidad de investigación científica. Pues mientras el el espacio; la gente seguirá naciendo, envejeciendo enfoque ecológico también evalúa la especificación de los do. Pero cuando se llega a acciones que los seres elementos simples, no se agota en ello, sino que se ocupa de eligen -es decir, cuando la propia conciencia se con la manera en que los elementos interactúan para convertirse Sign up to on this title una empresa m contingencia-, la vote previsión resulta en sistemas cuya naturaleza no puede definirse mediante el problemática. Useful Not useful mero cálculo de la suma de las partes. Acepta la existencia de Con harta frecuencia las ciencias sociales ha partículas fundamentales, pero trata de insertarlas enYou're un uni Reading a Preview este problema simplemente negando su existencia. verso igualmente fundamental. El punto de vista ecológico rado a partir de la convicción de que la conciencia
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particulares en las que se encarnan; 3) teoría de la «moderni cuando la mera enunciación de estas cualidades zación», que insiste en que todas las naciones pasan por eta problemático de su naturaleza? Creo que hay una pas similares de desarrollo económico; 4) el argumento pro pecífica: si hubieran aceptado la multiplicidad de pio de los estudios de organización que se enuncia como «el paso del tiempo o la diversidad cultural e individu lugar en que estás depende de dónde te sientes» -llamado proliferado las explicaciones y las previsiones hab también ley de Miles- y que explica la conducta de las buro tado difíciles, cuando no imposibles." Si los cien cracias, grandes y pequeñ as, en tér minos de la preocupación ciales hubieran actuado de esta manera, habrían f dominante por la autoperpetuación; 5) psicología freudiana, como los historiadores, que sin cesar multiplicaba que trata de explicar las acciones de los individuos mediante alegremente. un conjunto de impulsos inconscientes e inhibiciones here Pero podemos hacer tal cosa porque sólo no dadas -por todo el mundo- de la infancia; y 6) teoría «rea mos por fenómenos que han pasado por la singul lista» y teoría «neorrealista» de las relaciones internacionales, separa el pasado del futuro, que a su vez ha un ido que sostienen que todas las naciones tratan, en todas las si tros continuidades y contingencias. Nadie espera Sign to vote on una this molécula title tuaciones, de maximizar su poder. gamos estaupunión, como de ADN q Ahora, sin duda, todas ellas son simplificaciones burdas replicarse a sí misma. Nadie pide que preveamos Useful Not useful y excesivas que producen gritos de protesta entre los profesio molécula se recombinará en el futuro. «El oficio d nales de estos campos de la ciencia. Sin embargo, a You're mi juicioReading a Preview dor es conocer el pasado, no el futuro -insistía R podrían considerarse reflejos de lo que durante mucho tiem lingwood- y toda vez que los historiadores pretend
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inexacta.*^ Los propios sociólogos han cuestion qu e tratáramos de demostrar las leyes de Newton sobre el cionalismo estructural debido a su prejuicio a fav movimiento sin preocuparnos por la fricción, la resistencia tabilidad social y a su incapacidad para explicar del aire u otros inconvenientes cuyos efectos serían difíciles social.'® La teoría de la modernización simplificó de calcular. Se suponía, en cambio, que nos imaginábamos lo que había sucedido en Asia, África y Latinoa péndulos ideales que se balanceaban en el vacío absoluto, rante la Guerra Fría, a la vez que ofrecía una j bolas sin características concretas que rodaban sobre planos seudocientífica de los objetivos de la política exte inclinados de un a suavidad imposible y plumas y piedras que mericana.'^ La historia de las organizaciones mue caían a tierra siempre a la misma velocidad, aun cuando los dos ejemplos de burocracias -y de los burócratas ojos nos dijeran que las cosas nunca sucedían de esa manera. biernan- cuyas actuaciones no perpetúan sus inte Se nos enseñaba a realizar estos supuestos para facilitar el psicología freudiana proporciona una explicación cálculo: era demasiado difícil medir los efectos de la fricción adecuada del comportamiento humano, sobre to o de la resistencia del aire, o predecir las variaciones que es se la proyecta a culturas enteras y a través tas cosas podían producir en los resultados de cada experi del tiem do se la up compara con explicaciones fisiológ Sign to vote onlas this title mento que se repitiera. De esta manera se nos instruyó para supuesto, la teoría de las relaciones internaciona que «suavizáramos los datos» hasta que ilustraran la ley bási Useful Not useful organiza en torno al estudio del poder, fracasa po ca de la física que se trataba de demostrar. No importaba You're Reading a Preview a la hora de explicar por qué, en determinados que los resultados reales fueran algo confusos; lo importante del siglo XX, las naciones más poderosas de la e era comprender los principios subyacentes.*'*
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sensación de no haber cumphdo su misión hasta que han distinguid o entr e variables independient es y variables depen dientes. Pero esto sólo lo hacen abstrayendo estas variables del mundo que las rodea.^^ La consecuencia es una situación metodológica sin sali da. Los científicos sociales tratan de construir generalizacio nes universalmente aplicables acerca de cuestiones necesaria mente simples: pero bastaría con que estas cuestiones fiieran tan sólo un poco más complicadas para que sus teorías deja ran de ser universalmente aplicables. De ahí que, cuando los científicos sociales aciertan, a men udo se limitan a con firmar lo obvio. Cuando no confirman lo obvio, se equivocan con excesiva frecuencia.^^
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cuales son continuas y otras contingentes. En e coexisten la regularidad y la aleatoriedad; en efe ten puntuaciones que rompen equilibrios, como tos de asteroides, los terremotos o la irrupción de des nuevas y mortales.^"*Y no necesitan señalar de variables como más importantes que otras: ¿cuáles variables independientes para la galaxia Andrómed noruega o el pinzón de Darwin?^^ En estos domi duccionismo sólo es un lugar de paso hacia la sínt un fin (o un método) en sí mismo. Estas disciplinas, com o ya hemos visto, opera vación de procesos a partir de estructuras, por representaciones a realidades, por su abstención Sign up tolavote on thiso title de privilegiar inducción la deducción, por m abiertas Useful (la palabra es Not consiliencia) useful a lo que la per IV un campo diga acerca de otro. Y, sin embargo, ha You're Reading a Preview ellas una direccionalidad que nos permite dar sen Pero ¿es el reduccionismo el único método que tenemos sado y, de una manera muy general, anticipar el
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ampliamente inspirados en la obra de Alexander George, han empezado a abrazar las técnicas de estudio de casos comparativos, que se resisten al reduccionismo a la vez que alientan a adopt ar una per spectiva ecológica.^’ No obstante, el reduccionismo sigue siendo el modo do minante de investigación en las ciencias sociales: los historia dores son todavía los principales profesionales del enfoque ecológico en el estudio de los asuntos h uman os. Para ver por qué, vale la pena explorar con mayor detalle la relación entre explicación y generalización tal como las han entendido tra dicionalmente los historiadores y los científicos sociales.
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Los científicos sociales, por el contrario, tien tar las narraciones en las generalizaciones. Su obj cipal es confirmar o refiitar una hipótesis, y a es bordinan la narración. «Datos por separado, obs procedentes de otro período o incluso de otro mun do -r econocen tres distinguidos profesionale proporcionar implicaciones observables adiciona teoría. Tal vez estas implicaciones subsidiarias no sen en absoluto, pero si son coherentes con la te se ha predicho, nos ayudarán a crear confianza en la aplicabilidad de ésta.»’^ En consecuencia, lo pr teoría, es decir, una explicación que requiere con Los científicos sociales particularizan con fines ge V up to votelaon thisulariz titleación general.^^ aquí Sign que practiquen partic EstaUseful distinción entre Notteoría usefulinserta y teoría c Es completamente erróneo afirmar que los historiadores -entre generalización alojada en el tiempo y gene You're se niegan a hacer uso de la teoría, pues la teoría es en últimaReading a Preview para todo el tiempo—lleva a los historiadores a dife instancia generalización, y sin generalización los historiadores varios sentidos su funcionamiento con respecto a s
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fluencia tienden a atribuirle los historiadores par en todos los casos, pero, sin duda, tampoco son inúti las estructuras resultantes. Difícilmente Stalin hub les. Si todos nuestros juicios sobre la realidad debieran basar do colectivizar la agricultura en la Unión Sovié se únicamente en leyes, quedaríam os sin contacto con la ma pueblos prehistóricos no hubieran domesticado yor parte de la realidad, puesto que leyes hay muy pocas. animales varios milenios antes, pero los historiad Cualquiera que trate de establecer «las leyes permanentes e colectivización no sienten necesidad de señalar es inmutables de la naturaleza humana -advierte Colling tancia.^’ En las relaciones causales, nosotros di wood- seguro que ha confundido las condiciones pasajeras entre vínculos característicos y vínculos rutinarios de una determinada época histórica con las condiciones per plicación de lo que ocurrió en Hiroshima el 6 manentes de la vida humana».’^ de 1945 otorgamos más importancia al hecho de q Mi generalización acerca de Stalin podría, pues, propor sidente Truman ordenara arrojar una bomba atóm cionar alguna base para la realización de comparaciones con la decisión de la Fuer zas Aéreas de cum plir sus otras dictaduras, con democracias o incluso con otras formas Tratamos de identificar puntos de «dependencia s de gobierno.^*" Seguramente eso me llevó a reconsiderar una condiciones en las las acciones parti proposición que había tomado hacía tiempo de los teóricos Sign upiniciales» to vote on thisque title sencadenaron consecuencias más amplias que las «realistas» de las relaciones internacionales: la de que las de Useful Not useful esperar sin su intervención: de aquí la manera e mocracias tienen más dificultades que las autocracias para pelea por la llave de la iglesia de la Natividad de B poner su política al servicio de sus intereses.^^ Pero You're ¿se apli Reading a Preview ra -o eso es lo que ha sostenido el historiador Trev caría mi hipótesis corregida, por ejemplo, a China o a la era qu en
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causal analítica [...] es sustancialmente distinto de l los acontecimientos tienen causas complejas, no es probable ción histórica».'*^ En consecuen cia, por mu y cuida que la previsión basada en causas simples fimcione demasiado te que represente el pasado, el rastreo de procesos bien /^ Sabiendo esto, en general los historiadores preferimos tando de prever el futuro. La explicación histórica evitar h acer previsiones, lo cual n os da libertad para in corpo sita hacer tal cosa. rar tantas variables como deseemos en nuestra «retrovisión». A primera vista, se podría pensar que el prime Pero hay aquí un problema más profundo, que vuelve a la es más «científico», puesto que tradicionalmente h cuestión de que, aunque el pasado nunca es completamente perado que la ciencia produjera previsiones. Pero c cognoscible, lo es en mayor m edida que el futuro. trabaja con variables múltiples que se cortan entre s Para volver a contar el pasado se requiere la narración (la go de prolongados períodos, las condiciones predo simu lación de lo que h a sucedido), pero n o n ecesariamente la al comienzo de un proceso garantizan muy poco a modelización. Una simulación, tal como uso aquí el térmi su final. «Si se mod ifica cualquier acontecimiento no, intenta ilustrar (no replicar) un conjunto específico de siquiera sea ligeramente -ha escrito el paleontólogo acontecimientos del pasado. Un modelo trata de mostrar Jay Gould propósito cómo ha operado un sistema en el pasado, pero también cómo Signaup to vote de oneste thiscampo-, title la evolución pita por canales completamente distintos.» Esto no operará en el futuro. Las simulaciones no tienen necesidad Useful que deNot a decir la historia la useful vida -o, por implicació de prever; los modelos, sí. Por esta razón los modelos depen toria en generalcarezca de pautas: «el camino d den de la sobriedad, pues cuando los sistemas se hacen com You're Reading a Preview [...] sería tan interpretable, tan explicable después plejos, las variables proliferan y la precisión resulta imposi
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en lo que respecta a unidad, y su aspiración a la dad, que oscureció el papel que el paso mismo a distinción entre estos dos enfoques se convirtió para puede desempeñar en la determinación del cu mí en una distinción importante en el momento de escribir acontecimientos.^* Pues retrospectivament e no h la historia de la Guerra Fría. Al igual que a tantos otros estu que una de las pautas más significativas de la his diosos de las relaciones internacionales, me había impresio Guerra Fría fue la de las capacidades asimétricas nado la proposición contraintuitiva (al menos para mí) de ción: aunque al comienzo de su rivalidad tant Kenneth Waltz, según la cual los sistemas bipolares son in Unidos como la Unión Soviética tenían poder e trín secament e más estables que los multipolares."** Cuan to dimensiones -poder militar, por supuesto, per más reflexionaba sobre esto, más sentido le encontraba, y fue ideológico, económ ico e incluso m oral—, únicam precisamente esta idea de Waltz la que me im pulsó a mi pro dos Unidos y sus aliados conservaron esa mult pia idea de que la rivalidad entre Estados Unidos y la Unión nalidad y con ella la capacidad para competir en Soviética se había convertido gradualmente en una «larga inter nacional cambiant e. Por tant o, para antic paz».^’ Ahora me doy cuenta de que se trataba de un ejem Signdeup vote on title sultado la to Guerra Fríathis habríamos necesitado plo de teoría inserta, o generalización particular: utilicé el que abordara diferentes tipos de poder al mi Usefulestos Not useful «neorrealismo» de Waltz para explicar un resultado histórico po que los medios en los que se manifiestan. particular. Pero no traté de abarcar en un marco neorrealista You're Reading a Preview ¿Hubiera sido posible? Creo que sí, pero no la totalidad de la Guerra Fría. nadie que lo haya intentado. Todo esto me lleva a
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pero sólo sobre una base limitada, pues deben deja para las particularidades de sus pacientes y no sólo de las enfermedades que los aquejan. Ningún médi ría un corazón sin hacerse cargo de los efectos que Como es obvio, se trata de una metáfora, no de una teo dría tener sobre los vasos sanguíneos, los pulmones, ría. Pero ¿no comienzan a veces las teorías como metáforas? nes y el cerebro: incluso en una época de especializa Los politólogos que conozco hablan con mucha frecuencia médicos deben conservar cierta percepción del pacien de bolas de billar, dominós, troncos rodantes, el dilema de un todo. Seguramente no dependerían de una exp los prisioneros, la caza del ciervo y polluelos: ¡combinación unidimensional de la enfermedad o de la salud, ni d verdaderamente ecléctica de metáforas! Entonces, ¿por qué tener que depender de un solo medicamento. Ni e un dinosaurio muerto no puede proporcionar una base para el papel del tiempo, ya como enemigo, ya como a la reconceptualización de una teoría inspirada, esta vez, no arte de curar.^^ en la física, sino en la medicina? Los médicos, por tanto, se enfrentan permane a la paradoja generalización Sign updetolavote on this titleparticular. Lo m cen los paleontólogos, pero también los biólogos e VII Useful Not useful nistas, los astrónomos, los cartógrafos, los historiad atrevería a decir que la mayoría de nosotros lo hacem You're La teoría sería ésta: que la salud y, en última instancia, la Reading a Preview mayor parte de los aspectos de la vida cotidiana). supervivencia de los Estados dependen del mantenimiento presionantes, pero que un mero caparazón no asegura la supervivencia de ningún animal ni de ningún Estado.
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opinión racional sobre el campo más amplio posible», como 5. CAOS Y CO MP LEJIDA D ha dicho Ziman.Pero, a mi juicio, también significa la co nexión de ese consenso con el mundo real. Cuando la única manerá en que un o puede lograr un consenso es separarlo de la realidad -cuando uno atribuye más valor a la estructura de sus generalizaciones que al contenido que transmiten-, me parece que se arriesga a volver al tipo de pensamiento an terior a las revoluciones científicas de los siglos XVII y XVIII, cuando los descubrimientos de Aristóteles, Galeno o Ptolomeo se tenían por indiscutibles a pesar de la contradictoria evidencia que se mostraba a ojos de todo el mundo. Como dijo Rogers Smith, mi ex colega de Yale: «Es un precio de masiado alto p ara la elegancia.»^* He term inado el capitulo anterior con la suge En la actualidad, la mayoría de los científicos naturales Sign up toprovocativa, vote on thismetitle beradamente temo- de que los resoplarían de disgusto ante la perspectiva de pagar ese pre los historiadores se acercan más a los de ciertos Useful Not useful cio. Lo mismo pasaría con los historiadores. ¿Y con los cien naturales que a los de la mayoría de los científic tíficos sociales? No puedo dejar de preguntarme si,You're en deterReading a Preview La razón es que son demasiados los científicos s minadas ciencias sociales, la insistencia en distinguir entre en sus esfuerzos por especificar variables independ
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la paleontología, la biología evolucionista y la medicina no se adaptan fácilmente a los límites de los laboratorios. Necesariamente se ocupan, como los historiadores, de varia bles interdependientes que interactúan de modos muy com plicados y durant e períodos m uy pr olongados. Y sin em bargo estas ciencias, cada una a su manera, nos dicen algo acerca del futuro. ¿Pueden hacer lo mismo los historiadores? Para empezar a responder a esta pregunta necesito desarrollar más plena mente las conexiones entre historia y ciencias «duras» tal como son hoy por hoy. Quisiera comenzar refiriéndome a la búsqueda personal de la variable independiente llevada a cabo por un historiador hace un siglo y adonde lo condujo esta búsqueda.
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mayor alcance, como en su división de la histori la Virgen y Era de la Dinamo en referencia a es traciones.^ Para complicar más las cosas, Adams tamente capaz de parodiar ambos aspectos de sí embargo, pocos historiadores han escrito con m tración acerca de la búsqueda de variables indepe la historia, la dificultad de encontrarlas y las man las conexiones con la ciencia «dura» pueden demo A Adams lo habían impresionado enormeme gresos científicos del siglo XIX como «la teoría ató rrelación y conservación de la energía, la teoría m universo, la teoría cinética de los gases y la ley d natural de Darwin». La «gran generalización» q Sign up to vote on this title encontrar sería su equivalente para la historia, au aclaró si literal o metafóricamente. Not useful Al invocar la Useful los campos magnéticos afirmaba estar buscando l You're Reading a Preview fuerza invisibles que dieran coherencia al pasad que, en consecuencia, se pudiera esperar que diera
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luego de nuevo lo simple bajo lo complejo y así sucesiva antemano cuánto tiempo se tardará en ir de Oxf mente sin poder prever nunca el último término». Estos ha dres. La probablidad de que le pare a uno la polic llazgos, observa Adams, «prometían bendición eterna a los ner un accidente es considerablemente mayor a matem áticos, pero llenaban de espanto a los historiadores».'* sewnta millas por hora. Si esto le ocurre al lector, o Los penetrantes hallazgos de Poincaré atrajeron relativa milar le ocurre a uno cualquiera de los conductor mente poca atención durante el medio siglo siguiente, debi decenas de miles, tratan de viajar por la M-40 un do a que se carecía de los medios para resolver muchas de las de un día laborable, o incluso si lo único que ocu complejas ecuaciones que estos problemas planteaban o para un camión que circula lentamente lleva suelta la pu representar visualmente las soluciones.^ Pero con el desarro ra y va derramando p or la autopista alguna sustanc llo de los ordenadores todo cambió, y el resultado de ello fue como M armit e,* no h ay nada que hacer; hay que p el surgimiento de las «nuevas» ciencias del caos y la comple esperanza de llegar a Londres a tiempo para la con jidad. Creo que éstas p lantean la p osibi lid ad de revivir el vie la entrevista de trabajo que tiene prevista. En ese ca jo proyecto de Adam s, si bien no de descubrir la nat uraleza tor se encuentra en los dominios de la causación co Sign up to vote on this title de la historia, de encontrar al menos nuevos términos con Todo conductor que vea las parpadeantes luces los cuales caracterizar sus operaciones indeterminadas. Entre la policía o de los vehículos de emergencia disminu Useful Not useful éstas se encuentra en especial el fenómeno de las variables cuentemente la velocidad, pero no en la misma pr You're Reading a Preview interdependientes, o tal vez podríamos decir de la causación Pronto habrá un atasco de tráfico que cubrirá milla compleja, en oposición a la causación simple. Sin embargo, este atasco no será consecuencia d
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estímulo y respuesta, existen, pero tantas y tan decible es la conducta acum ulada de tod os esos conductores, dientes son estas variables, que probablemente el macroefecto que resulta de sus microrrespuestas. calcular sus efectos con antelación. Según el Porque no todas esas microrrespuestas se producirán Tom Stoppard ha explicado las matemáticas, e exactamente de la misma manera. La atención de los con reintroduce la solución en la ecuación y vuelve a r ductores variará según hayan pasado o no una mala noche o una y otra vez. Es lo que ocurre en cualquier s estén o no hablando por el teléfono móvil. Pero aun cuando devora sus propios números: epidemia de sara todos presten la mayor atención, las reacciones pondrán de medios de lluvia, precios del algodón, son fenóm manifiesto diferencias de visión y de reflejos de los distintos rales en sí mismos. Espeluznante».*^ Por esta raz conductores, lo que a su vez dependerá de la velocidad con cularización generalizada -esto es, la aplicación d que los necesarios impulsos electroquímicos hayan cruzado general de los atascos de tráfico a este atasco pa la enorme cantidad de sinapsis, etcétera. Multipliqúense és es probable que nos diga gran cosa acerca de lo q tas por la cantidad de conductores implicados en el atasco y te queremos saber, que es cuánto tiempo se tendrá una idea aproximada de la infinita cantidad de va tendrem Sign sentados up to vote on this title manecer esperando.^ riables interdependientes, ninguna de las cuales es causa del gran intuiciónNot problema en mayor medida que cualquier otra. useful consistió en m La Useful de Poincaré las relaciones lineales y las no lineales podían co Los fenómenos a nivel «micro» de nuestro sistema son, You're el mismo sistema puede ser simple y complejo en su mayor parte, de carácter lineal, en el sentido de queReading a Preview Adams vio la conexión de esto con la historia, pe hay un a relación pr edecible entre ent rada y salida, entre estí
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sociales intentaban demostrar su legitimidad acercándose a Eldridge sobre el «equilibrio puntuado» en la e la predictibilidad que había caracterizado a la física desde la las especies'^ o -lo más dramático- de los hallaz época de Isaac Newton -métodos que Adams había esperado Alvarez y otros acerca de los impactos de asteroid poder aplicar a la historia-, los físicos, por su parte, se aleja parición de especies.'^ ban de ese enfoque. William H. McNeill ha descrito el pro La consecuencia de todo esto fue la compren ceso con estas palabras: «Las antiguas certezas de la máquina sólo en física, sino también en química, geologí newtoniana del mundo, con su impresionante capacidad de paleontología e incluso en astronomía, de que P predicción y de retrodicción de los movimientos del sol, la bía tenido razón: unas cosas son predecibles y o luna, los planetas e incluso los cometas, se disolvía inespera regularidades coexisten con el azar aparente, el m damente en un universo evolutivo, histórico y ocasional que vivimos se caracteriza tanto por la simplicida mente caótico.»* En resumen, hubo un encuentro m etodoló la complejidad. Por tanto, incluso antes de que l gico meramente fortuito. caos y la complejidad comenzaran a hacer su ap Si a Adams le horrorizaron las ecuaciones de Poincaré, los años setenta del siglo XX, la antiguaperspectiv ¿qué habría pensado de Einstein o Heisenberg? Pues si las Sign votedar onpor thissupuestas title en la queup se to podía la naturale concepciones del tiempo y del espacio eran ellas mismas rela del tiempo y del espacio, la objetividad en la ob Useful Not useful tivas, si la observación misma de los fenómenos distorsionaba las tasas predecibles de cambio -y, en consecuen éstos, difícil era pensar que los historiadores, o cualquier otro, Reading a Preview You're tinción entre variables independient es y variabl pudieran lograr certezas: lo que se veía, y por tanto lo que se tes-, estaba tan anticuada en las ciencias natural
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nan maneras de representar visualmente relaciones entre fe previsión en este campo seguiría siendo para siem nómenos predecibles y fenómenos no predecibles que antes mática, pues, al menos desde el punto de vista te del advenimiento del ordenador sólo se podía expresar en teo de una mariposa en Pekín podía provocar un unas matemáticas de dificultad prohibitiva. Por tanto, nos Baltimore.“’ dan un nuevo tipo de alfabetización y, en consecuencia, un Los historiadores reconocerán aquí una re nuevo conjunto de términos para representar los procesos de la famosa hipótesis de la «nariz de Cleopatra«: históricos.'^ Permítaseme ser muy claro: se trata de metáfo el objeto en cuestión hubiese sido ligeramente ras. No son los procesos mismos. Pero cuando se recuerda propietaria no habría resultado tan atractiva para que Adams también dependía de metáforas para representar y Marco Antonio y la historia posterior del m los procesos históricos -de ahí su empleo de la Virgen y la sido diferente. David Hackett Fischer objetó Dinamo para simbolizar el cambio de una conciencia reli esta proposición y señaló que «seguramente, para giosa a una secular-, las conexiones se vuelven provocativas. viril, eran más importantes otras regiones de la a Por tanto, ¿qué hubiera podido hacer Henry Adams con Pero, más allá de bromas de este tipo-y predec updetoclavos, vote onherraduras this title y reinos perdid el caos, la complejidad y un ordenador? De ello siguen algu dos Sign acerca nas sugerencias especulativas, que trataré de utilizar a mi vez toriadores no han tenido Notbuena usefulbase para pensar Useful para aclarar mi observación más general acerca de cómo tra sobre la manera en que pequeños acontecimien tan los historiados las variables interdependientes. You're Reading a Preview producir grandes consecuencias, incluso recon ubicuidad del problema.
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de una nave espacial allende la órbita terrestre artilugio.^^ El politòlogo Robert Putnam, a quie es relativamente simple; en consecuencia, es más fácil calcu averiguar por qué det erminadas regiones itali lar la hora de llegada a Marte que a Londres y uno siempre gobiernos que funcionan bien, mientras que o puede llevar paraguas en Oxford cualquiera que haya sido la contró que la mejor explicación era histórica: q previsión m eteorológica.” estado teman vigorosa conciencia cívica hace qtii • Por tant o, los sistemas con escaso númer o de variables se o más. Los térm inos «constr uctivism o», « prestan a la modelización, mientras que los sistemas con «historicismo», tal como se los está utilizando en muchas variables, no. La única manera de explicar su com lítica, economía y sociología, reflejan la impor portamiento es simularlos, lo que significa rastrear su histo dependencia del proceso: proporcionan una b ria. Los científicos naturales, por supuesto, se han dado para tomar la historia en serio.^^ cuenta de esto, y no sólo en relación con el clima. Saben lo Pero este tipo de enfoques entraña serias dific difícil que es especificar en qué momento se deslizará la are hora de prever, porque, como sugiere Gould, en na, cuál será la forma de un copo de nieve o cuándo se pro complejos, volver a pasar la cinta nunca produc ducirá un terremoto.^® Gould ha llegado incluso a reescribir Sign upEntoestas votesituaciones on this title resultado. se hace imposible la historia de la vida en estos términos, desafiando la antigua el reduccionismo paraNot simplificar Useful useful el pasado con e idea de la supervivencia del más adaptado con la sugerencia ticipar el futuro, y volvemos a la narración histór de que la contingencia -qué organismos tuvieron laYou're fortuna Reading a Preview cuño. De este modo, ¿que nos dice en realidad de dar con nichos evolutivos favorables- desempeñ ó el papel sión como dependencia sensible de las condicion
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Benoit Mandelbrot, el polifacético matemático de Yale, ha llevado este problema un paso más adelante para mostrar que se puede realizar otra clase de medición de la costa britá nica, con la que se obtendr ía un solo resultado: tiene que ver con el grado mismo de irregularidad, o con lo serpenteante que sea. Cuando se aplican a la naturaleza los principios de la geomet ría «fractal» —tér min o de M and elbr ot—, se prod uce un fenómeno sorprendente: el de autosimilitud a través de la escala. A menudo, el grado de aspereza y de suavidad, de complejidad y de simplicidad, es el mismo tanto si se obser va con una perspectiva microscópica como con una macros cópica, o con cualquier perspectiva intermedia. Si divido una coliflor en partes cada vez más peque ñas, las formas siguen siendo similares. Algo parecido sucede cuando uno mira con lente de aumento los vasos sanguí neos, las descargas eléctricas, las grietas en el pavimento e in-
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Bill Ross / COR B IS
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cluso las formas de las montañas en horizontes distantes. Los modelos de drenaje que se ven a nueve mil metros de altura se asemejan a las r árboles que se pueden ver desde nueve metros po ellas. En esos sistemas, los modelos tienden a perm les, con independencia de la escala con que se lo Thomasina, la heroína del siglo xix de-Tom explica en A rcadia que los fractales son «un m cual todas las formas de la naturaleza deben renu secretos numéricos y atraerse únicamente med ros». Luego Hannah, uno de los personajes del si pieza, coge una h oja de manzano:
Sign HANNAH: up to vote¿Así on que thisno title podrías obtener un hoja mediante la reiteración useful de... cómo se estaUseful Not VALENTINE: Sí, claro que podrías. Si supi You're Reading a Preview ritmo y lo retroalimentaras, digamos, unas die IS cada vez aparecería un punto en algún lugar de
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disponer de una palabra para nombrar lo que describía, Carr físicos consideraron universalmente aplicable la comprendió instintivamente el concepto de geometría fractal de la termodinámica, que afirma que el univers y vio su conexión con la historia. No fue el único. entropía, o a «la muerte por calor»; pero parece Ya nos hemos referido a Macaulay, Adams y McNeill, cüiar este principio con la tendencia de cierta que en sus grandes historias se acercan y se alejan entre la vida, que evolucionan para hacerse más complejas perspectiva macroscópica y la microscópica: lo que une estas tíficos sociales, que afrontan fenómenos aparent cosas es una suerte de autosimilitud a través de la escala.^® quicos, como los mercados o el sistema internac Michel Foucault hizo toda su carrera demostrando que los tados, se han topado con dificultades similares p modelos de autoridad no cambian casi nada, ya se trate del cómo puede evolucionar la cooperación en tales nivel del discurso, de familias, de ciudades, de instituciones, Pero los teóricos del caos han mostrado, en de naciones o de culturas.^' Los estudios sobre las dictaduras sico, que en el seno de sistemas aparentemente c muestran que la condu cta en el nivel más alto in spira la mis den coexistir sorprendentes modelos de regularid ma conducta en las instituciones regionales, locales e incluso plo clásico es el de la Gran Mancha Roja de Júp vecinales: es difícil leer los notables diarios de Victor KlemSign up to titledurante todo el conservado su vote formaony this tamaño perer, por ejemplo, sin advertir que el antisemitismo de Hit hemos sido capaces Notobservar useful la superficie de Useful de ler se extendía por todos los niveles de la sociedad alemana pesar de la turbulencia de la atmósfera. Algunas nazi hasta en los aspectos más triviales de la vida cotidiana. You're Reading a Preview no lineales, cuando se las representa en la pantal Pero los fractales también podrían ofrecer una metáfora, denador, producen «atractores extraños», que lim
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nes e individuos. La ciencia social tradicional, con su énfasis de haberla conocido- pudiera considerarla su « en la búsqueda de variables independientes, nos ha dado po lización». El nexo entre estos fenómenos es qu cos instrumentos para comprender esas relaciones. Pero las ellos se encuentra en estado de equilibrio: el té ciencias naturales están produciendo interesantes visiones, para esto es criticalidad, que simplemente sign que podrían ser de utilidad tanto para los historiadores sistema contiene en sí mismo dependencia se como para los científicos sociales. Vale la pena mencionar condiciones iniciales y, al mismo tiempo, au dos de ellas en particular. través de la escala. Por tanto, existe la posibilid Una tiene que ver con un modelo notablemente simple ción abrupta de una fase a otra, y la probabilida que subyace a la complejidad en todo un amplio espectro de suceda es inversamente propor cional a la magnit tecimiento, cuando ocurre.^' fenómen os: la ubicuidad de las relaciones de la ley de poten cia inversa. La idea es que la frecuencia de los acontecimien ¿Podemos detectar la criticalidad en histor tos es inversamente proporcional a su intensidad. Esto pa puesto, pod emos h acerlo retrospectivamente: rece muy abstracto hasta que es traducido en términos de mos cuando rastreamos el surgimiento y la caí Sign to vote on thisfinales title de guerras, la terremotos. Resulta que en California hay centenares de te rios, losup comienzos y los rremotos todos los días. Sin embargo, la gran mayoría de ideas de tecnologías, el useful desencadenamiento yUseful Not ellos es imperceptible, con grado tres o menos de la conoci de hambrunas y tal vez incluso el surgimiento y You're da escala de Richter, en la que los números de los grados as Reading a Preview ción de «grandes» hombres y mujeres cuyas cu cienden por unidades mientras la intensidad se multiplica «grandeza» dependen de su capacidad para in
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ello es posible, sobre la base del otro gran descubrimien A medida que en la pantalla se proyect to que se desprendió de la obra de los científicos naturales teoremas y demostraciones, los físicos no sobre autoor ganización. sentirse maravillados ante las proezas matem Me refiero a la sugerencia de que los supervivientes ten economistas], maravillados y consternados. « derán a ser los organismos que se ven obligados a adaptarse masiado buenos», dice un físico joven, que s con fi-ecuencia -aunque no excesiva- a lo inesperado. Un cudiendo la cabeza con incredulidad. «Era co medio controlado es malo porque uno se vuelve complacien tados por la magia de las matemáticas, perdie te, instalado en sus hábitos e incapaz de reaccionar cuando bosque por mirar los árboles. Tanto tiempo los controles fallen, como terminará necesariamente por tratar de absorber las matemáticas que pensé ocurrir. Pero un medio completamente impredecible deja do se olvidaban de para qué sirven los model muy poco espacio para la consolidación y la recuperación. supuestos subyacentes tenían algún valor. En Por tanto, en el mundo natural hay un equilibrio entre pro de casos, lo único que se necesitaba era senti cesos integrador es y desint egradores —el límite del caos, por así decirlo-, que es precisamente donde tiene lugar la inno Sign up to vote Recuérdese que on se this trata title de un físico que ha vación, sobre todo a través de la autoorganización."*^ anécdota sugiere algo bastante economistas. Not useful Useful Esta No es muy diferente sugerir que algo semejante puede que las ciencias naturales cambiaron tremendam You're operar en el mundo social, político y económico, pues,Reading a Preview te el siglo XX, mientras los científicos sociale como ha concluido McNeill en una observación que habría fundamentar gran parte de lo que hacían en las
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historiadores. Lo mismo que en cualquier sistema adaptativo complejo, ambos grupos se beneficiarían de los estímulos que cada uno proporcionara al otro, especialmente porque los historiadores ya saben mucho de lo que los científicos es tán tan sólo empezando a descubrir como uno de los méto dos de investigación más sofisticados: la narración. Y segura mente las ciencias sociales -las últimas en prestar su acuerdo al antiguo punto de vista científico- tendrán que adaptarse a este nu evo m edio si quieren seguir con siderán dose cien cias.“** Algunas de ellas se hallan literalmente al filo del caos. Los historiadores están en buena situación para hacer de puente entre las ciencias naturales, por un lado, y las ciencias sociales, por otro. Pero antes tenemos que reconocer la posi ción estratégica que ocupamos en la Gran Cadena Interdisciplinaria del Ser. Muy pocos son los historiadores que se han percatado, como señala McNeill, de que
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6, CAUSACIÓN, CONTINGENCL\ Y CON TRAFÁCTICOS
En los dos últimos capítulos he tratado de so Sign up to vote on this title búsqueda de variables independientes en las cien no puede llegar a buen porque los proced Useful Notpuerto useful los que depende se basan en una visión anticuad You're Reading a Preview madas ciencias «duras». Durante el siglo XX, los c nuestra profesión parece estar a punto de hacerse verdade ciales adoptaron la visión newtoniana de fenóme
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P oco sucedió desde entonces que modificara la situa los hobbtts, nos mantenemos abiertos al ataque ción. Las ciencias sociales y las ciencias «duras», aún hoy, tra la oportu nid ad de la peculiar satisfacción - y bajan desde visiones completamente distintas del objeto so ble base de autoalabanza- que pudiera derivar bre el que versa la ciencia,^ mientras que los historiadores descubrimiento de que nuestros métodos han si dedican poca reflexión a establecer si lo que hacen es ciencia ticados que nuestra conciencia de ellos, que, c y, en caso afirmativo, qué tipo de ciencia es.^ Como los hobWilham H. McNeill, nuestra «práctica ha sid bits de J. R. R. Tolkien, la mayor parte de ellos se contenta [nuestra] epistemología».^ con quedarse donde está y no tienen demasiado interés en lo que sucede en su entorno. O esto es lo que he tratado de de cir hasta ahora. Pero ha llegado el momento de intentar responder a la pregunta que los científicos sociales tienen todo el derecho Un buen tema para empezar cualquier anál a formular y que sin duda formularán: si es cierto que en ^ción y la verificación es precisamente aquel historia sólo hay variables dependientes, ¿cómo hacen los Sign up toterminaron vote on this title el de los cadáv Carr y Bloch el suyo: historiador es para establecer y confirm ar r elaciones causales dáver que describió Carr useful se hizo famoso entre l Useful Not entre ellas? ¿Cómo, si todo depende de todo, podemos al de metodología histórica: el de un desafortunad gun a vez conocer la causa de algo? Los cient íficosYou're naturalesReading a Preview atropellado mientras cruzaba la calle para compr también pueden encontrar desconcertante este problema. por un tal Jones, que conducía borracho un co
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ocuparse de la primera categoría; la segunda «no tiene chas cosas: el hombre tuvo que haber resbalado; el significado, ni para el pasado, ni para el pr esent e»/ por el que caminaba tuvo que estar hecho al bord De esta manera Carr termina no sólo por confiindir a abismo; los procesos geológicos tuvieron que haber los lectores, sino por confijndirse él mismo. Dejemos a un do la montaña desde la llanura; la ley de gravedad t lado los dos sentidos con que emplea la palabra «accidente»: ejercer su influencia y, podría haber agregado Bloc como conjunto general de causas y como consecuencia par que haberse producido el Big Bang. Sin embargo, cu ticular. Más serio es el problema que presenta la oscuridad a quien se interrogara por la causa del accidente pr de su distinción entre «racional» y «accidental». Naturalmen mente contestaría: «Un mal paso.» La razón, explicab te que es racional afirmar que la adicción a la nicotina llevó es que este antecedente particular se diferenciaba d a Robinson esa noche particular a cruzar esa calle particular los otros en varios aspectos: «fue el último que ocurri just amen te firente a ese coch e que Jone s, deb ido a su adic el más excepcional en el orden general de las cosas ción alcohólica, conducía particularmente mal. Pero aquí un a último, en virtud de esta mayor particularidad, parec serie de causas racionales combinadas producen una conse tecedente que más fácilmente se pudo haber evitado». cuencia accidental: las categorías de Carr, por tanto, se conupreal to vote on this titleanalizar más plen La Sign muerte impidió a Bloch fiinden incluso en el caso que él mismo ha escogido para esta muerteUseful hipotética y, Not comouseful consecuencia, su pen ilustrar su distinción. to sobre la causación es menos conocido que el de C Menos convincente aún es la afirmación de que You're los acci Reading aembargo, Preview incluso en su forma fragmentaria, es muc dentes no tienen «sentido» en historia, como el propio Carr elaborado, coherente y útil que el de Carr. En efecto
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particulares -grandes o pequeños- y luego rastrean sus ante según el cual cuanto mayor es el tiempo que sepa cedentes. O bien, para decirlo en los términos que he emplea sa de una consecuencia, menos pertinen te supon do anteriormente, comienzan con estructuras y luego deducen la causa. Obsérvese que no he utilizado la voz « los procesos que las originan. En un reconocimiento tácito te», aunque Carr lo hiciera en cierto momento a del mal paso del montañero de Bloch, asignan la mayor im lo que él llamaba causas «accidentales».'^ Difícilm portancia a lo más próximo de estos procesos, pero no se el gobierno japonés haber decidido atacar a Estad agotan en ello. si las islas japonesas no hubieran emergido nunca No tendría sentido, por ejemplo, comenzar un relato del ficie, del mismo modo que el montañero de Bloc ataque de los japoneses en Pearl Harbor con el despegue de bría caído si la montaña nunca hubiera emergido los aviones desde sus portaaviones: uno querría saber por qué nencia de estas causas, sin embargo, es tan remo los portaaviones llegaron a estar tan cerca de Hawai, lo cual nos dice demasiado: invocarlas se asemeja a explic requiere a su vez que se explique por qué el gobierno de To de los pilotos de los cazas japoneses en términos de kio eligió el riesgo de guerra con Estados Unidos. Pero es im de la visión binocular y los pulgares oponibles posible hacer eso sin t ener en cuent a el embargo nort eameri Sign up to vote que on this title que menciona humanos. Esperamos las causas cano de petróleo contra Japón, que a su vez fue la respuesta una conexión Usefulmucho Notdirecta usefulcon las consecuen más a la invasión por parte de este país de la Indochina francesa. do no las tienen, tendemos a no tomarlas en cuent Lo cual, por supuesto, fue resultado de la oportunidad queReading a Preview You're ¿Qué sucede con las causas que no son inm proporcionó a los japoneses la derrota francesa a manos de la distantes, sino intermedias? También aquí funcio
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a idea de Bloch era que aunque el montañero no hubiera no de estos historiadores vivió lo suficiente com podido caer al precipicio de no haberse construido el sende hablar de los «efectos mariposa» -la hoy famosa m ro al borde del mismo, de no haber emergido la montaña y Pekín que produce t antos estragos en otro s i t i o de no haber tenido efecto la ley de gravedad, no todos los dar su opinión acerca de la tan recientemente d que bordean precipicios se despeñan. La localización del sen papeleta mariposa de las elecciones de Florida. Pe dero, la existencia de la montaña y los efectos de la gravedad que la mayoría de los historiadores, Bloch y Ca fueron todas ellas causas generales del accidente: eran nece haber tenido conocimiento instintivo del fenóme sarias para que la muerte ocurriera, pero no eran suficientes concebido una manera de caracterizar su funciona por sí mismas para explicarlo. Por eso, tenemos que volver al Pero ¿cómo reconocer un momento de depend mal paso. sible -o de causación excepcional- cuando nos Esta distinción entre causación necesaria y causación su con él.? Ni Bloch ni Carr tienen respuesta a esto; p ficiente no es la misma que se da entre variables dependien sicos tal vez la tengan. Pues en ese campo el recon tes y variables independientes que tanto les gusta a los cien se produce observando las transiciones entre fases Sign up to vote on this title tíficos sociales.''^ En efecto, una causa suficiente depende de tos de criticalidad en los que la estabilidad se torn causas necesarias: por esta razón un mal paso en la montaña lidad; ejemplo, cuando el agua empieza a herv Useful Not useful por es más peligroso que uno en plena llanura. Analizar un tras gelarse, las pilas de arena empiezan a deslizarse, o pié sin especificar dónde se produce no tiene másYou're sentidoReading a Preview geológicas empiezan a fracturarse."^ En buena m que colocar los portaaviones japoneses frente a Hawai sin ex mismo ocurre en la biología evolucionista cuando
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con más elegancia equilibrio puntuado. Tiene que ver respecto de lo general, lo mismo que la interd con el hecho de que la evolución no se produce según una de las variables. Es nuestro primer test causal — tasa constante; por el contrario, largos períodos de estabi disminución de la pertinencia- que nos autoriza lidad son «puntuados» por cambios abruptos y desestabili algunas de ellas sobre otr as. zadores. Estos tienden a dar lugar a nuevas especies, cuyos Lo que buscamos cuando rastreamos proceso orígenes los paleontólogos remontarían al momento de pun dujeron a estructuras particulares es, entonces, e tuación, pero no al comienzo de la vida, ni al Big Bang.^“ en que esos procesos adoptaron un curso distin Roberts, a mi entender, sugiere algo parecido a propósi mal, imprevisto. Buscamos las transiciones de fas to de la manera en que trabajamos los historiadores. Co tuaciones en un equilibrio existente, un aconteci menzamos con un acontecimiento particular, sea el ataque cepcional que reflejara las condiciones generales de Pearl Harbor o, en el ejemplo que menciona Roberts, la no se hubiera podido predecir a partir de ellas.^^ Guerra Civil inglesa. Trabajamos retrospectivamente a partir dice Aristóteles en la Poética, los momentos «en qu de él otorgando más importancia a las causas inmediatas que se producen contrariamente a lo que se esperaba, Sign up to vote on this title a las distantes. Cuanto más atrás vayamos, más causas posi causa de otra».^"* Pero ¿cómo sabem os de qué expe bles encontraremos. De modo que si no terminamos por useful teriores al acontecimiento tratarse.^ Useful Notpuede volver a escribir la historia de la Restauración Meiji o la Re You're forma Protestante -si no nos remontamos a la visión bino Reading a Preview cular y a los pulgares oponibles-, necesitaremos algún test
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deración de pasados no sucedidos y de la explica sayo, centrifugadoras y cámaras de Wilson. Volverían a visi qué no sucedieron. La historia es predeterminada tar el pasado, variando las condiciones mientras lo hacían, y si no lo es, seguramente hay partes de ella qu para tratar de ver qué era lo que produciría resultados dife podido ocurrir de otra manera. rentes. Lo harían por medio de contrafácticos. El razonamiento contrafáctico tiene que pr En un capítulo anterior he tratado de distinguir con el duda, de acuerdo con ciertas reglas. En un labo máximo cuidado entre ciencia de laboratorio y ciencia ajena química no se puede intentar identificar un comp al laboratorio. Destaqué entonces que los historiadores nun tico arrojando en un gigantesco caldero burbujea ca pueden volver a recorrer realmente la historia, de la misma que se tenga mano -un ojo de tritón o un dedo de manera en que los astrónomos, los geólogos, los paleontólo una rana- para ver qué pasa. Por el contrario, sól gos y los biólogos evolucionistas no pueden volver a recorrer alterar un a variable cada vez mientras se conserva el tiempo. Pero también subrayé que estos científicos ajenos tes todas las otras. Muy parecido es lo que ocur al laboratorio realizaban esos experimentos rutinariamente contrafácticos en historia.^® en su mente. Su imaginación es su laboratorio. Lo mismo, Signvolver up to vote on this Para al ejemplo de title PearI Harbor, es per sostenía Bloch, ocurre con los historiadores. Allí es donde adecuado preguntar qué podría haber pasado si Es intervienen los contrafácticos: para tomar un término de Useful Not useful dos no h ubiera impuesto a Japón el embargo de pe Niall Ferguson, son el equivalente virtual, para el historia You're Reading a Preview la invasión de la Indochina francesa. No es adec dor, de los experimentos de laboratorio.^*" guntar qué podría haber pasado si la administraci E. H. Carr no se conformaría con esto, y sus razones son
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desarrollado.^^ Igualmente inútil es preguntarse qué habría V pasado si, de repente, todos los japoneses se hubieran vuelto episcopalistas, o si los principales funcionarios de la admi La respuesta, por supuesto, es que no lo sab nistración Roosevelt hubieran desarrollado un súbito entu que no todas las fuentes sobreviven, que no tod siasmo por el karaoke. Esta especulación puede tener lugar en las fuentes, que los recuerdos de los participa en ciencia ficción, y más a menudo en la mala que en la bue no ser fiables y que, aun cuando lo fueran, nin na,’“ pero no es historia, porque falta el test de plausibilidad. pante puede haber sido testigo de la totalidad No eran opciones que hubiesen parecido viables a quienes cimiento desde todos los puntos de vista, nun tomaban las decisiones en la época correspondiente.^' esperar tener el relato completo de lo que sucedi Esto sugiere que el uso de contrafácticos en historia tie Tal vez el día de Waterloo la ropa interior de Nap ne que ser muy disciplinado. No se puede lanzar una gran particularmente irritante y la incomodidad del g cantidad de contrafácticos en el caldero, porqu e esto imp osi lo distrajera de la adecuada dirección de la bata bilita la identificación de los efectos de cada uno de ellos. es probable que sepamos esto, porque no pertene No se puede experimentar con variables que no estuvieran sas Sign que up habrían pasado a los to vote on this titleregistros escritos dentro de las posibilidades tecnológicas o culturales de la pudo haber considerado demasiado Useful Not useful violento hab época. Con estos límites, el razonamient o cont rafáctico pue incluso a su asistente. de ayudar a establecer cadenas de causación: argumentar queReading a Preview You're Pero permítaseme suponer, de modo contraf los japoneses no habrían atacado Pearl Harbor si los nortea lo hiciera y que el asistente lo anotará. Siempre e
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parece malo y viceversa [...] En la historia encontramos, en el mismo momento, puntos de vista completamente opues tos sobre lo bu eno y lo malo».^^ Nada de esto significa que no tengamos fijndamento para determinar las causas en historia; sólo significa que nuestro fiindamento es provisional. R. G. Collingwood ha dicho que
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analicé este concepto de «adaptación» apelando con la cartografía, la paleontología y (en un nivel la sastrería. He sostenido que en ninguno de e desearíamos una representación perfecta de la re una correspondencia biunívoca entre una y otra respectivamente, el mapa biunívoco que tan inú Jorge Luis Borges, un voraz velocirraptor que sól tusiasmar a Steven Spielberg y, en el caso del sastr cada nueva generación debe volver a escribir la historia a su desnudo.^® También ocurre que los fines de la re manera; cada nuevo historiador, no contento con dar res varían: un mapa del mundo no ayuda a nadie a o puestas nuevas a viejas preguntas, debe revisar las pregun una ciudad, así como el modelo de dinosaurio q tas mismas; y -puesto que el pensamiento histórico es un truye en un museo universitario no es apropiad río en el que nadie puede entrar dos veces- hasta un mis clase de guardería. Dejo a la imaginación del lect mo historiador que trabaje en un mismo tema durante Sign up to vote this titleLo que me propo metafora relativa a laonsastrería. cierto tiempo puede, al tratar de replantearse una antigua plemente mostrar queNot hayuseful límites entre la represe Useful pregunta, encontrar que la pregunta misma ha cambiado. realidad y que siempre es bueno respetarlos. You're Reading a Preview La narración es la forma de representación Esta provisionalidad no tiene nada de original, pues la mayoría de los historiadores.^^ Como ya he
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U nidos en el Pacífico, la dureza creciente de sus sanciones que no necesitamos saber; afortunadamente, esta económicas y el fracaso de la diplomacia, por otro, se com se superpon en en gran m edida. Empleam os micr binaron para producir el ataque. Sería completamente ilógi ciones para tender puentes sobre esos abismos d co concluir que el ataque determinó por sí mismo el curso cia y para proseguir la narración: posibilitan la de la guerra, su resultado y la naturaleza de las relaciones ción de la realidad. O bien, para decirlo en los t norteamericano-niponas de la posguerra. En la búsqueda de he empleado en un capítulo anterior, practicamo sobriedad en lo tocante a las conclusiones, los historiadores zación particu lar, no la particu larización gen eral se diferencian de los científicos sociales, que la aprecian en la En tercer lugar, la distinción entre lógica int especificación de las causas. Los científicos sociales consi gica ligada al tiempo. Algunos descubrimientos h deran que un acontecimiento «sobredeterminado» -esto es, requieren investigación, sino sólo sentido comú con múltiples causas- es un acontecimiento mal explicado.^' cesita ser historiador profesional para compren Pero esto se debe a que su meta no es simplemente explicar causas deben preceder a las consecuencias, o que el pasado, sino también prever el futuro. Por eso, para ellos ciones no son necesariamente causas. Se trata de la simplificación excesiva de las causas es una necesidad. No up to voteválidas, on thisaltitle nes Sign universalmente menos en este univ lo es para los historiadores, para quienes la causación múlti que necesita investigación es el sentido común Useful Not useful ple es la única base plausible de explicación, que es a su vez jado de ser com ún en razón de las distan cias en -al menos en la mayoría de los casos- lo único que You're conside Reading a Preview cio o cultura respecto de nosotros. Como ha dest ran factible. Bloch, la historia está llena de ejemplos de «estad
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en los que se necesitará más investigación, y así volveremos a miento de estas cuestiones: con un ruego a la tol la inducción. Pero esta nueva evidencia todavía tendrá que todológica. En una ocasión, una importante revi adaptarse a la narración mod ificada, con lo que ot ra vez esta ciones internacionales me rechazó un artículo con mos en la deducción. Y así sucesivamente hasta que, como to de que había incurrido en pluralismo de parad dije antes en palabras de William H. McNeill, «tengo la sen está permitido -decía el informe del lector-. Sól sación de que todo encaja correctamente. Entonces lo escri tener un paradigma a la vez.» bo y lo envío al editor».^"* Por eso la distin ción entre ind uc Tras reflexionar mucho tiempo acerca de esto, ción y dedu cción es tan poco significativa para el historiador conclusión -n o sorprendente- de que era una vi que trata de establecer la causación. Mucho mejor es el ver Había yo citado como autoridad a William Whe bo «adaptar», que implica amb os procedimient os. sostuvo, un siglo y medio antes, que una situac Por último, la replicabilidad. La representación -o narra «las reglas surgen de lugares remotos e inconexo ción, o simulación- debe presidir un consenso entre los tan] todas al mismo punto» posiblemente fuese « usuarios acerca de su estrecha correspondencia con la reali gar donde podía residir la verdad».'*^ Pues bien, ta dad. Esto no tiene por qué extenderse a todos los detalles: tampoco de latitle único, Y tal verdad: en el siglo Sign upvez to vote on this donde la evidencia es ambigua, siempre hay sitio para el de parecían más seguras que hoy. Pero si se entien useful Useful enNot sacuerdo entre los historiadores, como lo hay entre los pa mento de Whewell el sentido de que una plu leontólogos que no pueden ponerse de acuerdo sobreYou're el color Reading a Preview paradigmas puede converger para darn os un a adap de piel adecuado a sus modelos de dinosaurios o sobre la ve estrecha entre representación y realidad -esto es, s
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describir, evocar, cuantificar, caracterizar e incluso reificar, siempre que estas técnicas sirvan para mejorar la «adapta ción» que tratamos de lograr. En resumen, emplearemos todo lo que sea útil. Naturalmente, se trata de una confiisa mezcla pragmáti ca, incoherente y a menudo chata. Pero, creo, es buena cien cia, pues lo que podemos conocer debiera primar siempre sobre la pureza de los métodos para conocerlo.
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7. M OLECULAS CO N MEN TE PROPIA
Pero mi argumento de que al menos algunos todos de up las to ciencias naturales, Sign vote on this titletal como se los tualmente, se acercan más a los de los historiadore Useful de usefulsociales, tiene u de la mayoría los Not científicos evidente: la de que las llamadas «ciencias duras» You're Reading a Preview pan de entes autorreflexivos que autogeneran ret
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dadores de manera muy similar, colectiva y casi instantánea.^ relación con el método científico, es una afirmac No se reúnen a deliberar. La conducta humana es mucho niana en la que los logros conseguidos en cienci más complicada, porque la capacidad de reflexión abre la durante el siglo XX han dejado poca impronta. C perspectiva de responder a circun stancias similares de mane casa la impronta que en ella ha dejado la historia ras muy distintas. No es probable un consenso instantáneo. es sorprenden te. Por tanto, a men udo es imposible prever resultados. Los teóricos de la elección racional omiten Las ciencias sociales, por supuesto, fueron diseñadas para tomar en consideración la posibilidad de que, en el tratamiento de esas complicaciones. Sin embargo, con harta das circunstancias, las acciones de un solo indivi frecuencia lo han hecho tratando de imponer a las personas la camb iar patrones de racionalidad y, por tanto, d predictibilidad que emana del estudio de bancos de peces, apropiada, en millones de individuos. No tienen bandadas de aves o rebaños de ciervos.^ Un mecanismo que explicar, por ejemplo, a Buda, Cristo o Mahoma en estos días cuenta con crecientes simpatías es la teoría de la jan dr o, Nap ole ón o Hit ler, ni a Lin coln , Chu rch elección racional: curioso procedimiento que generaliza acerca ret Thatcher. Esta incapacidad para el tratamient de la conducta humana colectiva dando por supuesto al mis dividuos únicos -queon enthis la generación anterior, Sign up to vote title mo tiempo la racionalidad y la autonom ía de quienes deciden señora Thatcher, se hub ieran llamado «grandes ho Useful Not useful «maximizar la utilidad». La posibilidad de que las «utilidades» lo que la mayor parte de las veces lleva a los hist puedan diferir entre individuos, comunidades, instituciones, menospreciar como irrelevantes no sólo la teoría You're Reading a Preview naciones y culturas y de que, por tanto, los métodos de «maxición racional, sino las ciencias sociales en general
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de individuos distantes y muertos h ace much o podría decir Spike Jonze, ¿cómo «se convierten» U na de las películas más extrañas de los últimos años fue sar, Catalina la Grande, Vladímir flich Lenin o i Cómo serJoh n Malkovich, de Spike Jonze. El argumento pre Lennon? senta a un empresario que, de modo inverosímil, consigue En parte, la respuesta tiene que ver, por supu acceder a la mente del actor, de manera que él y sus clientes que hace posible escribir cualquier tipo de histo son capaces de ver y sentir todo lo que Malkovich hace. Los cesos pasados han generado estructuras supervi críticos interpretaron la película como una parodia del pos cumentos, imágenes, memorias- que nos permi modernismo, pero a mí me impresionó como un comenta truir en nuestra mente, y luego en nuestro pro rio sobre la biografía -quizás porque estoy preparando unapalabras, qué es lo que pasó. De la misma maner y en especial sobre la extraña combinación de presunción y historiadores, los biógrafos adaptan las representa modestia inherentes a esta forma de redacción h istórica. realidades, pero de una manera particular. No b Un biógrafo tiene que mirar las cosas a través de las per lo que hizo una persona. Los biógrafos deben tam cepciones de otra persona o, por así decirlo, apoderarse de de determinar quéonlothis hizo,title y eso requiere la re Sign up topor vote otra mente. Para hacer esto hay que subordinar la propia in de una Useful serie de procesos mentales Not useful de los cuales t dividualidad; de lo contrario, la biografía reflejaría lo que propio sujeto de la biografía era plenamente con tiene en la cabeza el biógrafo, no su sujeto. Pero antes o desReading a Preview You're esta necesidad de cubrir la brecha entre acciones, pués también es menester tomar distancia y reconquistar la y subconsciencia lo que hace de la biografía una e
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paleontólogos, documentan la particularidad. En general, se Por tanto, la primera etapa para satisfacer el te entiende que la reconstrucción de un animal representa la es kovich reside en equilibrar lo general con lo pa pecie entera. La vida humana, la mayor parte de las veces, se una m anera mu cho más precisa que la que exige l reconstruye para representar una vida individual en particular de la mayor parte de la historia. Pues, en biografía y ninguna otra.® Raramente diríamos, como diría casi siempre ción procede sobre to do de las estructuras supervi un paleontólogo, que con la exhibición de un individuo esta ha dejado una persona singular. La deducción se mos ofreciendo un retrato de toda un a clase. Contr ariamente todas las otras cosas de la experiencia humana q a lo que sucede no sólo en paleontología, sino en cualquiera ayudar a comprender a esa persona. La biograf de las ciencias «duras», el tema básico del biógrafo -es decir, el ambos procedimientos, pero en un equilibrio parti objeto que ha de explicar- es necesariamente singular, único. delicado. Es algo parecido a montar en monociclo: Sin duda, podemos y debemos inspirarnos en lo que las estar permanentemente alerta a un horizonte m ciencias sociales -en particular la psicología y la sociologíaaun cuando uno se concentre en el problemático nos han enseñado sobre la conducta humana en conjunto, ticular en el que el caucho de la rueda entra en co de la misma manera que un paleontólogo depende estrecha Sign up to vote on this title el camino. mente de lo que se sabe del entorno en una época lejana. Useful Not useful Para la biografía, en cambio, el conjunt o es sólo un pun to de partida, porque esta disciplina se resiste con toda firmeza a laReading a Preview You're II generalización, que incluso subvierte. Imponer un marco
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puesto que en ese nivel es donde se forma el carácter. Luego Pero después uno se entera de que en una pasan al macronivel, cuando narran lo que quiera que haya mientras estaba de vacaciones en Crimea, Stalin hecho el sujeto como adulto, que es lo que justifica que se dormir a causa de los ladridos de un perro, que res escriba su biografía. La biografía, como la vida, es un proble perro guía de un campesino ciego. El animal acabó ma de expansión de horizontes y, en general, cuando llega la balazos y el campesino, en el Gulag. Y luego uno vejez, de contracción. Y los biógrafos tienden a considerar de que Stalin llevó al suicidio a su segunda mujer como carácter los elementos de personalidad que permanecen saba por sí misma e intentaba contradecirlo. Y qu constantes o más o men os constantes durant e toda la vida. el asesinato de Trotski, que también lo contrade ¿Qué es este procedimiento, si no lo que ya hemos en otro extremo de la Tierra. Y que dispuso también contrado en la teoría del caos y la complejidad, a saber, la de todas las personas afines a Trotski que le fue p búsqueda de autosimilitud a través de la escala? La escala, en como la de centenares de miles de personas que nun este ejemplo, es la ampliación y luego el estrechamiento de tenido nada que ver con Trotski. Y que cuando la esfera vital de una persona. Como los profesionales de la pueblo comenzó a contradecirlo resistiéndose a la Sign up to vote on this title geometría fractal, los biógrafos buscan pautas que persistan a zación de la agricultura, llevó a unos catorce millon medida que el análisis pasa del micro al macronivel, y a la Not del useful sonas muerte a resultas hambre, el exilio o l a laUseful inversa. «Los actos más destacados no siempre... [desvelan] Una vez más, nos encontramos con la autos You're la bondad o la maldad del agente», escribió Plutarco haceReading a Preview través de la escala, salvo que esta vez la escala es un cerca de dos mil años, y agregaba: «a menudo, en realidad, la
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ella trasciende las dimensiones familiares de tiempo y espa cio y se expande por la escala. En cierto sentido, hemos sabido esto desde el primer momento. Cuando hablábamos de «cubrir de carne» nuestro retrato de una figura histórica, seguramente lo pensábamos en más de dos dimensiones. Pero ¿cuál sería exactamente esa tercera dimensión, el paso adicional, más allá del simple ras treo de un tiempo y un espacio individuales en el pasado, para entrar en la ment e de otr a persona? Los biógrafos -y los críticos de la biografía- han sido muy vagos a este respecto: sabíamos de qué hablábamos, pero hasta hace muy poco no teníamos el vocabulario para expresarlo, o los medios para visualizarlo. En el m arco d e la física, la bio logía y las ciencias sociales de antaño, tal vez el carácter sea un concepto no científico. Pero no estoy seguro de que siga siéndolo en el marco de las de hoy.
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biar, por razones que tienen mucho que ver con men tos que empleam os para medir el pasado o pa mapa.'^ Siempre se consideró que Hirier habría pa tro testide relevancia, lo cual estaba claro ya en v 1er, y sin dud a para sí mism o. Pero ¿qué ocurre Klemperer, un tranquilo filólogo de Dresde de gente había oído hablar hasta hace sólo unos año atrajo nuestra atención en Klemperer -a tal punt sería prácticamente imposible escribir la historia Reich prescindiendo de él- fue un conjunto de cias que rara vez se dan juntas: era judío, llevó mu y r iguroso y sobrevivió.*^ La historia está llena de gente sin ningún inter Sign up to vote on this title para sus contemporáneos pero que, debido a algú que pr odujo una estruct urauseful superviviente, llegaron Useful Not vantes para nosotros. Por ejemplo, en la historia You're Reading a Preview tauración de Londres de Liza Picard hay mu chísim ferencias a Samuel Pepys que a Carlos II: como en
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en ciertas situaciones para que esto cambie, pero la cantidad naria no hubiera tenido la extraordinaria suerte de impredecibles que hay implícitos en el proceso ha desa vir. Por tanto, la producción y la preservación de lentado los esfuerzos de generalización en este tema. Lo más particular podría ser un acontecimiento tan impor común es que nos limitemos a atribuirlo a la suerte o, los el hundimiento de un dinosaurio particular en más grandilocuentes, al destino. particular en algún sitio, que, no obstante, nos dic Pero si la idea de autosimilitud a través de la escala pue te de lo que sabemos de las condiciones generales una época, por lo demás, inaccesible. de refmar nuestras definiciones del carácter, ¿por qué otro concepto de las nuevas ciencias -el de la dependencia sensi Pero, aparte de dejar detrás una fuente extr ble de las condiciones iniciales- no habría de prestarnos su ¿qué es lo que nos hace considerar que alguien e ayuda en lo relativo a lo distintivo en historia? He aventura una biografía? ¿Qué queremos decir en realidad co do la hipótesis de que en cualquier ejemplo en el que los his el lugar adecuado en el momento preciso? No se toriadores han escogido un individuo entre los demás, ha de superar obstáculos, pues multitud de figuras p sido en virtud de que ha habido un momento de sensibili del pasado han tenido el camino libre de ellos. T Sign updetoestatus vote ono this title pues mucha dad, es decir, un momento en el cual pequeños cambios en la herencia de riqueza, el inicio de un proceso han producido grandes consecuen adquieren una y otra la historia y no lleg Not en useful Useful cosa cias al final del mismo. una biografía. Los historiadores han luchado muc No pretendo sugerir que esto funcione conYou're grandesReading a Preview con los prerrequisitos de la notoriedad, pero tal han hecho en el sentido adecuado. acontecimientos para los cuales hay múltiples causas interac-
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creó una abertura para que alguien -se dio la casualidad de ras», nadie se preocupa por la moral de las molécu que fuera Karl Ma rx- caracterizara y luego condenara el fun poco los quarks, sean cuales fueren las propiedades cionamiento del capitalismo de una manera suficientemente gusto y encanto que se les atribuya, han de ser co aceptable como para conquistar a una masa de seguidores, como buenos o malos. Pero nunca, que yo sepa, se algo que probablemente no habría ocurrido si Marx hubiera una obra de historia sin emitir algún tipo de juicio escrito cincuenta años antes o después. Difícilmente se ha o implícitamente, consciente o inconscientemen bría sabido algo de grandes líderes guerreros como Pericles o del lugar en que sus sujetos se colocan a lo largo los Pitt de no haber sido por los conflictos existentes en el presente espectro que separa lo admirable de la ab momento en que llegaron al poder. ¿Cuántos Napoleones Es inevitable pensar la historia en términos mor potenciales habrá habido, de los que nunca hemos oído ha que ni siquiera habría que intent arlo. blar porque carecieron de las oportunidades necesarias para Esto se debe a que, a diferencia de todos los hacer real su influencia, aunque lo buscaran? ¿Cuántos Osamos animales morales. Ninguna sociedad funcio ma b in Laden?'^ gún sentido de lo bueno y lo malo: hasta Hider sa Antes h e sugerido que en ciencia la dependen cia sensible Sign uperatoinmoral, vote on pues this title Holocausto de lo contrario no es casi siempre resultado de una fase de transición: un punto cho los esfuerzos ocultarlo.'^ Tratar Useful que Notpara useful hizo en el que las propiedades de una sustancia pasan a ser otra rar la conducta humana de todo sentido moral es You're cosa. ¿Es esto lo que en historia entendemos por ventana a laReading a Preview que la distingue. Sería como escribir la historia d oportunidad? ¿Seríamos capaces de inspirarnos en el lengua de peces, bandadas de aves o rebaños de ciervos, n
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los métodos de las ciencias naturales, a pesar de que los obje tos de nuestra investigación son evidentemen te distint os. Un buen sitio para empezar es el que ya hemos visitado varias veces; la costa británica. Recuérdese que, como nos lo han advertido Lewis Richardson y Benoit Mandelbrot, no hay manera de conocer su longitud real: la respuesta varía a medida que varían nuestras unidades de medición. Pero, al mismo tiempo, he sostenido ya que seríamos muy impru dentes si de esto sacáramos la conclusión, que podría sacar un posmoderno, de que Gran Bretaña no esta allí, de que podríamos con toda tranquilidad atravesarla con un superpetrolero, que podríamos llamar Paul de Man o tal vez ]ac-
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jeto. No hay caso d e ocultar la b asura b ajo la a tampoco halo de santidad. Es imposible realizar esta tarea sin empatia, qu mismo que simpatía. Meterse en la mente de ot requiere que la propia esté abierta a sus impresio esperanzas y temores, a sus creencias y sueños, a de lo bueno y lo malo, a su percepción del mun adaptación a éste. «La historia no se puede escrib camen te —insistía R. G. Coll in gw ood - a menos toriador pueda revivir en su propia mente la expe la persona cuyas acciones está narrando.»^' Las im que de ello resulten nunca serán las mismas que la ques Derrida. pio biógrafo. Puede que algunas le encanten y qu Traigo este ejemplo a colación para subrayar algo que he Sign up vote on this horroricen. Sintoembargo, tienetitle que reconstruirlas, tratado de destacar varias veces: que, como historiadores, po única comprender las razon Usefulen que Not useful manera puede demos otorgar el mismo estatus a la representación, por un tenido su sujeto para comportarse como se ha co lado, y a la realidad, por otro. Negar la representación es pri Reading a Preview You're Y a buen seguro que incluso en una biografía d varnos de toda la información que podemos reunir con querría disponer de toda esa autonomía.
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la hay acerca de la longitud de la costa británica. Pero sin Creo que es más o menos así como los h duda hay consenso sobre la existencia de ambas cosas y, en afrontan la descripción del paisaje moral y físico verdad, sobre el hecho de que aquél navegó a lo largo de esa tema que desarrollaré más a fondo en el últim costa. Por tanto, ¿cómo salvar ese abismo entre lo que sabe Baste por ahora con decir que no hay una métri mos y aquello sobre lo que sólo podemos especular? ta»: pero que a través de la maniobr a Malkovich Lo salvamos, pienso, regresando a la idea de «adaptar» la de meternos temporalmente en la mente de otra representación a la realidad. Los juicios que cualquier histo luego razonar entre nosotros acerca de lo que h riador aplica al pasado reflejan forzosamente el presente que allí- conseguimos aprehender el pasado desde el historiador habita. Seguramente cambiarán en función de perspectiva y al mism o t iempo desde la nuestra. D los cambios en las preocupaciones del presente. La historia la biografía, y también la historia. se vuelve a medir constantemente con sistemas de medición previamente descuidados: los ejemplos recientes incluyen el papel de las mujeres, las minorías, el discurso, la sexualidad, V Sign up to vote on this title la enfermedad y la cultura. Todo esto conlleva implicaciones morales, y de n ingun a manera agotan la lista. Pero la historia SinUseful embargo, a estas alturas debo confesar Not useful que estas representaciones representan no h a cambiado. Está apartado mucho de los puntos de vista de los dos en el pasado, tan sólida como esa costa todavía noYou're medida Reading a Preview res que inspiraron este libro, Marc Bloch y E. H. con precisión. Esta realidad es la que evita que nuestras re ninguno de ellos habría aceptado mi opinión seg
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N o menos directo fue Carr. Insistía en que juzgar a las la Unión Soviética, pues contaba con amplias evid grandes figuras de la historia era tarea de sus contemporáneos, los crímenes de Stalin y sin embargo trató de envo no de la posteridad: en realidad, la «principal perplejidad» cálculos utilitarios acerca del precio de lo que é del historiador contemporáneo fue la dificultad de resistirse «progreso». En ¿Qué es la historia? escribió: «Tod precisamente a esta tendencia. Los historiadores, según Carr, ríodo de la historia tiene sus víctimas así como sus tienen todo el derecho a condenar instituciones tales como La tesis de que el bien de unos justifica el sufri el despotismo y la esclavitud. Pero no tienen derecho a en otros es inherente a todo gobierno y tiene tanto de jui ciar a ni ngún pr opi et ario in div idu al de esclavos, ni a dora como de doctrina radical.»^^’ Carr admitía e denunciar los pecados individuales de Carlomagno o de Na que había «pasado por alto horrores, brutalidades poleón. «Se dice que Stalin se comportó con despiadada ciones. [...] Pero ¿son éstas las cosas en las que hay crueldad con su segunda mujer -reconocía Carr-, pero en trarse si se quiere captar el significado último de calidad de h istoriador de asuntos soviéticos no m e siento de ción?».^^ Puede que no, pero ¿qué pasaría si los ho masiado involucrado.»^^ brutalidades y las persecuciones fueran ellas misma up to on this title Lo que esto lleva implícito, creo, es el supuesto de que ficadoSign último de vote la revolución? las épocas imponen su moral a las vidas, que no tiene senti A los historiadores la historia Useful useful les sucede com Not do condenar a los individuos por las circunstancias en las quier otra persona. La idea de que el historiado que les toca vivir. Y tal vez así sea en la mayoría de losYou're casos. Reading a Preview debe mantenerse distante respecto de los juicios m Pero el siglo XX fue testigo de al menos tres ejemplos horren ga ese hecho de modo poco realista. Implica un
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he cargado: John Malkovich, la autopista de Nueva Jersey, la 8. VER COM O HISTORIADOR nariz de Cleopatra, el loro de Stalin, la costa británica, el bu que Jacques Derrida, el Gran Reconocimiento Trigonométri co de la India, más el acostumbrado surtido de dinosaurios. Si al comienzo hubiera anticipado al lector que éstos serían los temas con los que se encontraría, el lector habría espera do u na n otable confusión. Tal vez la haya encontrado. Sin embargo, no pediré disculpas por las metáforas, mix tas o no. Pues a mí me parece que la empatia -ya sea con respecto al pasado, al presente o al fut ur o- tiene absoluta ne cesidad de ellas. Si hemos de estar abiertos a las impresiones, que es lo que he sostenido que significa la'empatia, también tenemos que ser comparativos. Y eso, a su vez, es otra mane capítulo He empezado y terminado el primer Signdos upimágenes, to vote oncreadas this title ra de decir que algo «se asemeja» a otra cosa. Se da cuando se bro con con ciento ochent es un ente autorreflexivo que genera retroalimentación e in diferencia, de espaldas a nosotros: useful la pintura de G Useful Not tercambio de información (cuando no siempre maximizavid Friedrich de 1818^/ cam inante ante un m ar ción de la utilidad). You're Reading a Preview la que un hombre, de pie en un promont orio, con Si las metaforas n os ayudan a pensar —si, para usar tod a paisaje que sabe que está allí, pero que no puede ve
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de la generalización; la integración del azar en la regularidad; la diferenciación de las causas; la obligación de meterse en la mente de otra persona o de otra época, pero de encontrar luego nuevamente el camino propio. A través de todo esto me he valido sin restricción de metáforas -desde la Marmite derramada en la M-40 hasta los superpetroleros posmodernos surcando la costa británica- como medio de impulsar al lector a contemplar ciertos problemas familiares de modo no familiar, que es lo que Gertrude Stein se sor prendió haciendo cuando en 1938 sobrevoló Estados Uni dos y descubrió que el paisaje que tenía debajo adoptaba las líneas, las formas y los colores del arte cubista.' Esto me lleva a otro paisaje contemplado desde arriba. Se halla en la cubierta de un libro reciente, Seeing Like a St a-
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te, de mi colega de Yale James C. Scott. Muestr en ángulo recto aparentemente inexplicables en ra que cruza una llanura en Dakota del Norte. S hay una explicación: las carreteras siguen los lí municipios, establecidos en la cuadrícula de seis dradas, que en el siglo XIX el gobierno de Est impuso no sólo a Dakota del Norte, sino a tod Oeste, cuando reconoció ese territorio. Las curv rretera reflejan el hecho de que los meridianos medida que uno se acerca al Polo Norte; de aqu mites y las carreteras que los siguen tengan que No se espere en absoluto que en este método d ción de carreteras sancionado por el Estado apare Sign up to vote on this title lizarse los ajustes, otra cosa que ángulos rectos. N ten atajos. Useful Not useful Compárese ahora esto con uno de los espac You're Reading a Preview más elegantes de Europa, que se encuentra en m ford. Ningún gobierno diseñó la gran curva de la
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en los que los gobiernos no tienen más remedio que readap gente acosada por las pestes, tan celebrada por tar su autorid ad a lo que ya había. de novelas históricas. Pero eso ha tenido un p La evidencia de que el Estado trata de rehacer la realidad que la búsqueda de legibilidad de los Estados, nos rodea por doquier: en los caminos romanos que en los uniformidad general, disminuye la diversidad lo mapas de carreteras de Gran Bretaña se mantienen más rec trones universales tienden a sumergir el conocim tos que cualquier otro; en los límites de propiedad que se re cular de cómo funcionan las cosas. Un lector de montan al Domesday Book * de Guillermo el Conquistador; anterior de este libro ha dicho haber visto una en el hecho de que hoy casi todos nosotros tengamos apelli siglo XV seca junto a una línea ferroviaria del si do, tardío equivalente medieval de un número de identidad grupo de casas del siglo XX sumergidos por nacional; en la estandarización de pesos, medidas, lenguajes, damientos del condado de Oxford del año 2 husos horarios y (es de esperar que pronto) teléfonos móvi combinación de memoria, experiencia, expecta les; en la monumentalidad artificialmente impuesta de las tunidad -dice Scott- habría llevado [al construct grandes ciudades como París, Washington y San Petersburbaña] a la decisión correcta cuando en el mism go, o en los miles de pequeñas ciudades no monumentales equivocaron sóloonlos de las Sign up tonovote thisconstructores title en el corazón de Estados Unidos, en las que el trazado no también los del ferrocarril?»*^ PorUseful Not useful deja de estar presente en la implacable monotonía de sus in tanto, volvemos a encontrarnos con un tersecciones a noventa grados; en las fronteras en línea recta senbergiano, que nos obliga a sacrificar ciertos You're Reading a Preview que los grandes poderes imperiales proyectaron en las gigan este caso, un terreno permanentemente seco don
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que ocurre con los Estados, el efecto es al mismo tiempo restrictivo y liberador: oprimimos el pasado aun cuan do lo liberamos. Una vez más, la conciencia histórica termina por impli car no una sola cualidad, sino más bien una tensión entre opuestos. Esta ten sión plant ea interrogantes en especial acer ca de la finalidad del estudio de la historia. Estos interrogan tes son los temas que me propongo explorar en este último capítulo.
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alguna manera, como el fantasma del rey en hacernos saber qué piensan de lo que hemos esc su punto de vista, no me cabe duda, somos opreso torturadores o incluso verdugos.^ El que, cualquier nuestra edad, siempre les pareceríamos jóvenes ine hace más que agregar el insulto a la herida. No v de evitar este problema porque, como he tratad mente de mostrar, la historia, como la cartografía, riamente una representación de la realidad. No es misma; para decir la verdad, es una lastimosa apr a una realidad que, aun con la máxima habilida I del historiador, parecería muy extraña a cualquie biera vivido realmente en ella. Comenzaré con la opresión y con un opresor particular: votego, on this title YSign up sintoembar con el paso del tiem po, yo mismo cuando, como joven historiador de la Guerra Fría, sentaciones en el sentido de que se hacen realidad Useful Not useful escribía mientras todavía vivían muchas de las personas que con, se insinúan en y finalmente sustituyen por co habían participado en los acontecimientos que describía. En Reading a Preview You're recuerdos de primera mano que la gente tiene de su mayor parte estaban orgullosos de lo que habían hecho y mient os vividos. El conocimien to h istórico sumerg
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diario que acapara de tal modo el pasado a su servicio que rápidament e se convierte en el pasado m ismo. Lo que ha sucedido es que hemos hecho controlable el pasado mediante los recuerdos construidos, que preferimos con mucho a los recuerdos no controlables y, por tanto, des concertantes e incluso terroríficos. Es un mecanismo psico lógico natural, que comprendió muy bien el mayor estudio so del manejo de la memoria: Sigmund Freud. De modo que el método del historiador, consistente en hacer accesible el pasado, no es demasiado diferente de los medios por los cuales el individuo hace soportable el pasado: hay muchas cosas que eliminamos, ya consciente, ya inconscientemente, de la misma manera que hay muchas otras cosas que delibe radamente escogemos destacar. Winston Churchill, que tan eficazmente combinó el ha cer con el escribir la historia, compr endió esto m uy bien. En
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una ocasion pronunció este sarcasmo: «La historia con benevolencia porque me propongo escribi pese a los miles de páginas que efectivamente pro nal de su carrera Churchill recibió un penoso re de que las representaciones que de él le sobreviv serían precisamente agradables. «Un notable ejem moderno», gruñó cuando en 1954 se descubrió oficial, obra de Graham Sutherland encargada po mento. Pero el gran hombre odiaba este retrato, q traba como un anciano quejoso y no como el f bulldog que con su valiente resolución había resis cido a Hitler. No h ay duda de que le habría gustad que Clementine Churchill hizo poco después: que tr ato.Sign ® up to vote on this title Me Useful estremece pensar a cuánt as figuras histórica Not useful ría haber hecho lo mismo con las historias que sob You're Reading a Preview escribieron, o tal vez incluso con los historiadores cribieron. Pregúntese el lector cuántos modelos de
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los artistas aprehenden imágenes, los Estados se apoderan del paisaje y los historiadores se apoderan de la historia, a sa ber, destruyendo su inmediatez, dividiéndola, distinguiendo, mediando; en una palabra, representándola. Reconstruir el pasado real es construir un pasado accesible, aunque defor mado: es oprimir el pasado, constreñir su espontaneidad, ne garle su libertad.
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res de la historia los tratarán favorablemente. Ha en su búnker, estaba seguro de que la historia lo ju Al menos tenía razón en el sentido de que lo dores liberan a sus sujetos de la perspectiva de ser o La mayoría de nosotros comprende que los restos f dejemos no serán precisamente impresionantes: u tos huesos o un montoncito de ceniza, por ejemp zás, si hemos tenido particular relevancia, una cabe da como la de Oliver Cromwell, de la que se II anduvo rodando por Cambridge durante varios si que se la enterró silenciosamente, se supone, en el Es éste el lado oscuro, pero afortunadamente no es el Sydney Sussex.'^ Esperamos formas más dignas d único. Pues el historiador que oprime el pasado es también, moración, como una lápida sepulcral, una placa c y al mismo tiempo, su liberador, de modo muy semejante a up toe vote this title rativa,Sign el nombr de unon edificio o de u na cátedra si como los Estados, por mucho que se impongan al paisaje, permitírnoslo, vez,Not si nouseful podemos llegar a eso, Usefulo tal nos hacen posible a la mayoría de n osotros vivir en él cómo un retrato en un comedor universitario, que contem damente la mayor parte del tiempo. Sólo el anarquista más Reading a Preview You're tudiantes seguramente más interesados en la com extremo querría eliminar el Estado y toda su infraestructura. los otros estudiantes) que en el que cuelga de la p
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derivan, ya impuestos por los demás, ya por sí mismas.'^ En nada es inevitable. Siempre hay elecciones, por p cualquiera de los dos casos, casi en sentido proustiano, insu sorias que puedan parecer en su momento. Nues flamos vida en cualquier resto que quede de otra época y de sabilidad como historiadores consiste tanto en m esa manera le aseguramos un a suerte de permanen cia. hubo vías que no se siguieron como en explicar la De esto se desprende que a la gente y a las sociedades so guieron, lo cual, a mi juicio, también es un acto de bre las que escribimos también deberíamos liberarlas de la ti Por último, cuando los historiadores discuten ranía de juicios importados de otras épocas y otros lugares. las interpretaciones del pasado, liberan a éste t Si un hombre tiene problemas para cruzar una montaña otro sentido: lo liberan de una única explicación v porque piensa que puede haber allí demonios al acecho, es ble de lo sucedido. Es fácil sentirse víctima de la o cribió Collingwood en una ocasión, «es una locura que el algo peor, cuando el libro que uno ha escrito se pu historiador pontifique a través de un abismo de siglos dicolegas lo destruyen en las recensiones. Tenemos ciéndole: “Es pura superstición. No hay demonios en abso larnos con el pensamiento de que, al debatir enfo luto. Afronte u sted los hechos”».''’ Los historiadores no de nativos del pasado, permitimos que éste respire mej Sign up to vote on this title ben conftmdir el paso del tiempo con la acumulación de queremos es mostrar que el sentido de la historia inteligencia y dar por supuesto que somos más listos que fijado vez producida historia y ni siquiera Useful una Notlauseful nuestros antepasados. Puede que tengamos más informa term ina de escribirla. Esto t ambién es liberación. You're Reading a Preview ción, mejor tecnología o métodos más fáciles de comunica Por tanto, puedo pensar en otro tipo de fanta ción, pero eso no significa necesariamente que seamos más de obsesionar a los historiadores, y a cualquiera, si
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dos dominios del tiempo tener sentido al margen de él. Ya Puede involucrar el descubrimiento de un sentid sea que adopten la forma del lenguaje en el que pensamos y nado en el movimiento de la historia, como hizo hablamos, de las instituciones en cuyo interior funcionamos, lo que dio a Lenin y sus seguidores una justificació de la cultura en la cual existimos o incluso del paisaje físico minar todas las clases que no fueran «proletarias». en el que nos movemos, las limitaciones que la historia ha duda mostrarse como discriminación, ya sobre la impuesto impregnan nuestra vida como el oxígeno impregna genero, la raza, la etnia, la sexualidad, la discapacid nuestro cuerpo. plemente, la apariencia, todo lo cual requiere la co Resultan particularmente evidentes en un sitio como de cierto sentido historico de la superioridad de un Oxford, donde tantas veces las excrecencias del pasado impi sobre otras. Puede incluso adoptar la forma de de den ir directamentre de un bar a otro, pasar del libro al lec cion como la practican algunos posmodernos, qu tor en el sistema de bibliotecas o de currículos anticuados a den el hecho indiscutible de la existencia de las co currículos actualizados. «¿Entonces para qué ha venido?», le nes sociales con el muy controvertible supuesto d pregunté a un estudiante que se quejaba de estas ineficienpropios descubrim ientos n o se encuentr an entre ell Sign up to vote on this title cias. «¡Oh, porque es un lugar tan encantador!», respondió al En cada uno de estos ejemplos la historia es ob instante. Efectivamente lo es, y creo que una de las razones useful el pasado -lo gún actoUseful de opresión: reconstruye seNot de ello es la carga de historia que se mantiene allí con relati vale a decir que se lo hace legible de alguna maner va comodidad. Al igual que la High Street y la granYou're cantidadReading a Preview lar- con vistas a restringir la libertad de alguien en de formas de transporte que han pasado por ella a lo lar
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ciertas clases de árboles en líneas rectas, el desbroce del sotoAuthority del New Deal, el Proyecto de Tierras Ví bosque y la tala final de troncos que supuestamente serían de Jruschov o la inminente inundación de las grandes tamaño, forma y peso prácticamente iguales. Y lo fueron du del Yangtsé en China. Y, más devastadoramente, rante un tiempo, pero tras varias décadas la producción de los nismo pleno puede llevar al intento de reconstru bosques empezó a decaer. La razón, por supuesto, era que se todo un pueblo: por ejemplo, el Tercer Reich p había alterado su ecosistema: las abejas, las aves y los insectos ario de Hitler, la proletarizacion forzosa del cam que distribuían el polen tenían menos sitios donde anidar, ruso de Stalin o el Gran Salto Adelante de Mao Z había desaparecido la diversidad de vegetación que limitaba más terrible de las atrocidades del siglo XX por la ca el daño producido por enfermedades y pestes y eran más de muertos que produjo, que llegó a unos treinta millon vastadores los efectos de las tormentas de viento y de los in Ahora bien, sería exagerado reunir todos estos cendios. Los esfuerzos por hacer legible el bosque, y, por tan en una misma categoría. Los costes humanos de los to, manipulable, estuvieron a punto de terminar con él.^® tos arquitectónicos no tienen punto de comparació Scott emplea este ejemplo como parábola de lo que lla que han infligido a nuestra era los desaciertos -co Sign up to vote on this title con qu é frec ma «modernismo pleno», que define como «versión vigorosa, m o- del autoritarismo. Pero recuérdese se diría que demasiado m usculosa, de la confianza en sí mis tema se ha presentado en este libro como produc Useful useful Not mo acerca de [...] la expansión de la producción, la satisfac auto sim iltu d a través de la escala. Scott no emplea es You're Preview ción creciente de las necesidades humanas, el dominio de laReading a sión, pero creo que eso es lo que tiene en mente cu naturaleza (incluso de la naturaleza humana) y, sobre todo, siste en el rasgo más distintivo del pleno modernism
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en el pasado y que, por tanto, no tiene por qué serlo en el trando que las fuentes de su opresión no eran int futuro. En este sentido, el historiador debe ser un crítico so sino que estaban ín timamen te ligadas a una época cial, pues gracias a su crítica el pasado libera el presente y el En cada uno de estos ejemplos, a quienes con futuro aun cuando los oprima, de modo muy parecido a sado, este conocimiento los libera de las opresion como el historiador, aun que p aradójicamen te, realiza al mis construcciones anteriores del pasado les habían mo tiemp o ambos actos sobre el pasado mismo. «Nada podría ser menos cierto que la antigua triv Para comprender en qué sentido entiendo que el pasado que lo que no se sabe no hace daño -dicen Joyce libera el presente, empecemos con una microsituación abso Lynn Hunt y Margaret Jacob-, Más bien parece q lutamen te frecuente: un a persona joven qu e crece con la sen dad estuviera en lo con trar io. »^^ sación de ser, de alguna manera, «diferente». No importa en Por supuesto, esta manera de escribir la histori qué sentido; puede ser condición racial o étnica, orientación riesgos. La pasión con que se abraza el argumento sexual, estatus económico, lo que el lector prefiera. Lo cons veces, imponerse a la paciencia necesaria para esta tante sería un sentimiento de aislamiento, de estar solo en espec puede o no lograrse consenso sobre detalles Sign up to voteque on this title una multitud, de no ser uno de «ellos». Y el hecho de que los dos los historiadores he mencionado aquí han niños puedan ser tan crueles entre sí -por no hablar de lo Useful Not useful cados por su «parcialidad»; por dejar que la causa que los adultos son capaces de hacerles- no ayuda a soportar en sus conclusiones. Algunos han revisado sus des You're Reading a Preview esta soledad. tos; a veces otros historiadores lo hicieron por ello Luego imagínese la sensación de alivio que deriva de sa mensaje básico -el de que las fuentes de opresión
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Pero, si no lográramos este equilibrio, ¿cómo vida adulta.? En el extremo de la opresión, podría cemos a Zelig, el personaje de Woody Alien, per tan maleable, tan ávida de complacer, tan legible mienza a asumir las identidades, las apariencias in las person alidades m ás fuertes que lo rodean.^"* V mo de la liberación, podríamos llegar a ser amnésic como el que describe el doctor Oliver Sacks en un Por último, es aquí donde podemos empezar a dar senti ensayos clínicos, cuya memoria no abarca más de do al objeto real del estudio de la historia. Al comienzo de minutos. Está libre de toda restricción, pero como este libro sugerí, inspirándome en Geoffrey Elton, que la no es para él un mundo constantemente desconoc conciencia histórica ayuda a establecer la iden tidad h uman a, bién es terrorífico. «¿Qué tipo de vida (si la hay), qu que forma parte de lo que se entiende por crecer. Pero dejé mundo, qué tipo de yo -pregunta Sacksun análisis de esa proposición para este momento, porque puede pr Sign up to vote on this title en un hombre que ha perdido la mayor parte de su parecía imprescindible d ejar claro cóm o p iensan los historia y, con ella, su pasado y sus amarres en el tiempo?»^^ dores antes de poder abordar con utilidad la finalidad de su Useful Not useful La ironía es aquí que la opresión total y la tot pensamiento. Esa finalidad es, quiero volver a sostenerlo, lo You're Reading a ción Preview -s i p odem os coger estos ejemplos para simb grar el equ ilibrio óptim o, prime ro con n osotros mismos y luego remontan, ambas, a algo parecido a la esclavitud. L tam bién en el seno de la sociedad, ent re la polaridad es de la morales. Esto, en mi opinión, es para bien, pues si hay una predisposición aceptable en la redacción y la enseñanza de la historia, permítaseme inclinarme por la liberación.
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responsable, una sociedad menos propicia al desa nos educan. Ellos son los que establecen la cuadrícula en al reajuste, un a sociedad que evalúa el sentido cuyo seno adquirimos la libertad para conducir nuestra vida. cima de la insensibilidad moral. Puede que la conc Para eso requieren cierto sentido del pasado, pero no se ne tórica no sea la única manera de construir esa soci cesita remontarse muy lejos en él. Mucha gente con escaso así como, en el dominio de los entes no reflexivos, conocimiento de historia se ha destacado en la preparación científico ha mostrado tener más capacidad que ot de los jóvenes para la vida adulta. Mu chos analfabetos histó de investigación para dirigir el consenso más ampl ricos han sido impresionantemente sabios de otras maneras. así también puede el método histórico ocupar un Pero ¿qué ocurre con la sociedad y el papel del individuo análogamente ventajosa en el campo de los asuntos en ella? Así como el equilibrio entre opresión y liberación construye la identidad de una persona, así también puede ocurrir en el sistema social. En ese caso no se podría prácti VI camente prescindir de la historia como disciplina, porque es el medio por el cual una cultura ve allende los límites de sus Deseo concluir últimametáfora n Sign up to votellevando on thismi title propios sentidos. Es la base de una visión más amplia, a tra te a la primera, lo que quiere decir volver al cam vés del tiempo, el espacio y la escala. Por tanto, para una so UsefulFriedrich David Not Caspar y auseful la Viola de Gwyneth ciedad sana y completamente desarrollada, una conciencia ambos misteriosamente de espaldas a nosotros. H You're Reading a Preview histórica colectiva puede ser un requisito tan indispensable he llevado al lector a creer que nosotros, en el pr como el adecuado equilibrio ecológico lo es para un bosque
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de que entiendan -lo que en Yale es particularmente di Entonces, ¿hacia dónde miran mis figuras si fícil- que una buena calificación no les arruinará la vida y en ¿hacia atrás o hacia delante? Lo que ven, ¿es el pais cambio podría estimularlos a un logro mayor. Pero también sado o el del futuro? Esquivaré el problema y diré q los liberamos al establecer cuadrículas, al equiparlos con ins bas cosas -que no tenemos por qué decidir-, pue trumentos de legibilidad y al dejados en la playa -como no mos vivir con la tensión entre opresión y libera sotros mismos hemos de estar- de un continente ignoto de vida cotidiana, seguramente podemos vivir con l la mente que a ellos les tocará explorar. dad de que las espaldas que vemos oculten un Sin embargo, casi tan importante como esto es que mira al pasado o al futuro: sea cual fuere la direcci nuestros estudiantes nos oprimen y nos liberan al mismo nosotros pensamos que allí puede encontrarse sabi tiempo. Puede resultar frustrante la lectura de la prosa de es durez, amor a la vida y una vida de amor. tudiantes que sistemáticamente -y a veces parecería que in cluso conspirativamente- se deleitan con la voz pasiva o el split infinitive* por ejemplo. Puede ser deprimente esperar los en las horas de oficina para que no aparezcan; escribir las Sign up to vote on this title cartas de recomendación que solicitan con urgencia o res Useful Not useful ponder a sus mensajes electrónicos en medio de la noche. Pero esta sensación de opresión se disipa You're enseguidaReading a Preview cuando se la compara con la medida en que nuestros estu
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1. Weup Now Reth inkin g Cold W ar Histor Sign to Know: vote on this title
Oxford University Press, 1997. 2. Useful Not useful Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote d Barcelona, Crítica, 1998. You're Reading a Preview 3. Dos autores que lo han advertido (lo que n
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Londres, Granta, 1997, pero Evans no tiene en cuen ta la conexión con las ciencias físicas y biológicas que establecie ron Bloch y Carr. ce of History,
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7. Gertrude Stein, Picasso, Boston, Beacon Press, [ed. cast., Picasso, Madrid, La Esfera de los Libros, 2 también Gertr ude Stein, Everybody’sA utobiography, Camb sachusetts, Exact Change, 1993, pp. 197-198 [ed. cist., f ia de todo el mundo, Barcelona, Tusquets, 1979]; y, par 1. EL PAISAJE DE LA HISTO RIA vación análoga acerca de los escritos de Garret Mattingl 1. Paul Johnson, The Birth o f the Modern: W orld Society, Evans, In Defence o f History, Londres, Granta, 1997, p 1815-1830, Nueva York, HarperCollins, 1991. Para su análisis de 8. La descripción de la última de estas instituci la pintura, véase p. 998. [Ed. cast., E l n acimiento del mundo mo J. K. Rowling en Harry Potter an d the Philosopher’s Sto derno, Buenos Aires, Javier Vergara, 2000.] Bloomsbury, 1997 (en Estados Unidos, Harry Potter 2. John Ziman, Reliable Knowledge: A n Exploration o f the ceror’s Stone, Nueva York, Scholastic, 1998), ten drá r Grounds fo r Bel ief in Science, Nueva York, Cambridge University tudiantiles en las dos primeras. [Ed. cast., Harry Potte Press, 1978, p. 21 [ed. cast., La c redibilidad de la ciencia, Madrid, filosofal, Barcelona, Salamandra, 2002.] Alianza, 1981]. Véase tamb ién la breve historia de la ciencia mo 9. Geoffrey R. Elton , «Put tin g the Past Before derna como metáfora, del economista Brian Arthur, citada en M. up toed., vote thisPast: titleW ritings on the phenSign Vaughan, Theon V ital Mitchell Waldrop, Complexity: The Emerging Science at the Edge o f Athens, University of Georgia Press, 1958, p. 42. Vé Not useful Useful Order and Chaos, Nueva York, Simon & Schuster, 1992, pp. 327Geoffrey R. Elton, The Practice o f History, Nueva Yo 330; y también Stephan Berry, «On the Problem of LawsYou're in Natu Reading a Preview 1967, pp. 145-146; y Return to Essentials: Some Refle re and History: A Comparison», History an d Theory 38, diciem Present State o f Historical Study Cambridge, Cambrid
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guin, 1987 (1/ ed., 1961), p. 114. Véase también R. G. Coliing23. R. C. Collingwood, The Idea of History op wood. The Idea o f History, op. cit ., pp. 333-334. Para tres elabora La novela Girl with a Pearl Earring, de Tracy Cheva ciones recientes de este argumento, véase Jared Diamond, Guns, York, Dutton, 1999, lo observa con elegancia en relaci Gems, an d Steel: The Fates o f Hum an Societies, Nueva York, Nor hannes Vermeer. [Ed. cast.. La joven de la perla, Madrid ton, 1999 [ed. cast., Arm as, gérmenes y acero: la sociedad hum ana y ra, 2001.] sus destinos, Madrid, Debate, 1998]; Robert Wright, Non-Z ero: 24. Probablemente Michael Frayn proporciona la The Logic o f Hum an Destiny, Nueva York, Pantheon, 2000; y, des más clara posible para un público profano en el epílogo de un punto de vista metodologico, Martin Stuart-Fox, «Evolutio teatral Copenhagen, Londres, Methuen, 1998, p. 98 [ed. nary Theory of History», History and Theory, 38, diciembre de penhague, Madrid, Cent ro de Cultu ra de la Villa, 2003]. 1999, pp. 33-51. bién, en el texto de esta pieza, pp. 24 y 67-68, así como 15. Jonathan Haslam, The Vices of Integrity: E. H. Carr, llingwood, The Idea of History, op. cit., p. 141; y para el p 1892-1982, Nueva York, Verso, 1999. Véase también Michael su relación con la «nueva» historia social, Joyce Appleby, Cox, ed., E. H. Carr: A Critical Appraisal, Nueva York, Palgrave, y Margaret Jacob, Telling the Truth about History, op. cit 2000, especialmente pp. 9-10, 91. 223. 16. Para una visión comparable de la import ancia de la «po up to vote on this titleThe Invention 25.Sign Harold Bloom, Shakespeare: sibilidad de consenso» en ciencia, véase John Ziman, Reliable Nueva York, Penguin Putnam, 1998. [Ed. cast., Shake Useful Not useful Knowledge, op. cit., p. 3. invención de lo humano, Barcelona, Anagrama, 2002.] 17. La observación se encuentr a en Richard J. Evans, In De Reading a Preview You're fence o f History Londres, Grama, 1997, pp. 103-105; Niall Fergu 2. TIEMPO Y ESPACIO
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14. E. H. Carr, W hat Is History:', 2.“ ed., Nuev guin, 1987 (1.“ed., 1961), p. 11. 15. Robert Darn ton. The Great Cat Massacre, an vida reducida a cierto orden, modelo y probablemente a alguna fi sodes in French Gutural History Nueva York, Basic B nalidad», Geoffrey R. Elton, The Practice o f History, Nueva York, No es mera especulación ociosa, pues Darnton ha sid Crowell, 1967, p. 96. la edición electrónica en el campo de la historia. Véa 7. Para el liber alismo (whiggery) de Macaulay, véase la in Kirkpatrick, «The French Revolution Will Be Webc troducción de Hugh Trevor-Roper a su edición resumida de The Franca, 10, julio-agosto de 2000, pp. 15-16. History o f England, Nueva York, Penguin, 1968, pp. 7-13. Para 16. David Macaulay, M otel o f the Mysteries Adams, Paul C. Nagel, Descent from Glory: Eour Generations o f Houghton Mifflin, 1979, realiza esta observación con the fohn Adams Family, Nueva York, Oxford University Press, za e imaginación, al igual que Peter Ackroyd, The P 1983. A Prophesy Nueva York, Random House, 1999 [ed. ca 8. Aparentemente, el último mappa mundi de Jan Van Eyck de Platón, Barcelona, Edhasa, 1999]. Lo mismo hiz hace algo similar. Véase Anita Albus, The Art of A rts: Rediscovering Katie Maverick McNeal, «Natural History», en el Un Painting, trad, de Michael Robertson, Berkeley, University of Ca seumSign de Oxford en septiembre de 2000. up to vote on this title lifornia Press, 2000, pp. 3-7. 17. John Keegan, The Face o f Battle, Nueva Y Not useful p.Useful El 9. Thomas Babington Macaulay, The History o f England 1976, 13. [Ed. cast.. rostro de Lt batalla, Madrid, from the A ccession o f Jame s II, Nueva York, Harper &You're Brothers,Reading a Preview Publicaciones del Estado Mayor del Ejército, 1990. 1849, voL I, pp. 262, 298. 18. Stephen Kern, The Culture of Time and Spa Idea o f History, Nueva York, Oxford University Press, 1956, p 23 6 «Lo que llamamos h istoria es la confusión que llamamos
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33. Véase James Gleick, Chaos, op. cit., pp. 11el capítulo 5. 34. Scott D. Sagan, The Limits of Safety: Organiz dents, an d Nu clear W eapons, Princeton, Princeton Univ 1993, pp. 11-52. 23. Sigo aquí la explicación de H. W Brand en «Fractal His 35. Para una distinción análoga entre el pasado tory, or Clio and the Chaotics», Diplomatic History, 16, otoño de véase Marc Bloch, The Historians Craft, op. cit., p. 124 1992, p. 495. Agradezco a Cagan Sood el haberme llamado la aten 36. He adaptad o esto de Steph en W. Hawking, ción sobre la teoría de conjun tos y el haberme recomendado un libro tory of Time, op. c it , p. 23. en el que es usada de forma provocativa, K. N. Chauduri, A sia before 37. Denis Cosgrove, ed., Mappings, Londres, Reak Europe: Economy and Civilisation o f the Indian Ocean from the Rise o f 1999, en especial pp. 24-7 0; también Jeremy Black Islam to 1750, Cambridge, Cambridge University Press, 1990. History: Constructing Images o f the Past, New Haven 24. Stephen W. Hawk ing, A Br ie f History o f Time: From the versity Press, 1997, pp. 1-26. Big Bang to Black Holes, Nueva York, Bantam Books, 1988, p. 1. 38. Jorge Luis Borges, «Del rigor en la ciencia» [Ed. cast., Historia del tiempo: de l big bang a los agujeros negros, a El hacedor, as, Buenos Barcelona, Crítica, 2002.] Sign upentoObras voteComplet on this title Aires, Emecé, también la novela de Lewis Carroll de 1893 Sylvie a 25. Para otra man era de estudiar este problema, véase Richard useful enUseful Not cluded, The Complete W orks of Lewis Carroll Londr J. Evans, In Defence o f History, Londres, Granta, 1997, p. 142. 1988, pp. 556-557 [ed. cast., Silvia y Bruno, Madrid, A 26. Se encont rará un valioso análisis de esta paradoja en JamesReading a Preview You're 39. Extraigo esta observación del valioso anális Gleick, Chaos:M akin g a New Science, Nu eva York, Viking, 1987, pp. Press, 1995 [Ed cast., La búsqueda del poder: tecnología, fue rzas armadas y sociedad desde el 1000 d.C., Madrid Siglo XXI, 1988.] 22. David Hackett Fischer, Historians’Fallacies: Toward a Lo gic of Historical Thought, Nueva York, Harper & Row, 1970, p. 65.
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12. John Ziman, Reliable Knowledge, op. cit., pp. 13. La cantid ad real es ahora de 206.0 00 millone información a Lloyd N. Trefethen. 14. Análogo argumento formu lan R. G. Colling Idea o f History, op. cit., p. 249, e Isaiah Berlin en su Farrar, Strauss & Giroux, 1998, p. 36. McPhee parafrasea aquí al Concept of Scientific History», reimpreso en idem Study o f Mankin d: An Anthology o f Essays, ed. de He geólogo de Princeton Kenneth Deffeyes. 4. Véase Simon Winchester, The M ap T hat Changed the Roger Hausheer, Nueva York, Farrar, Straus & Giroux, W orld: W illiam Sm ith and the Birth o f Modern Geology, Nueva 15. Para otra man era de formular esto, véase Ni «Virtual History; Towards a “Chaotic” Theory of t York, HarperCollins, 2001. 5. E. H. Carr, W hat is History?, 2 .“ ed., Nueva York, Pen idem, ed.. V irtual History: Alternatives an d Counterfa York, Basic Books, 1999, p. 83. guin, 1987 (1.“ed., 1961), p. 56. 6. Geoffrey R. Elton no resulta de más ayuda, pues escribe: 16. Véase Stephen Jay Gould , Times Arrow, Tim and M etaphor in the Discovery o f Geological Time, Cam «Que la historia sea arre o ciencia es un falso problema. Es ambas cosas.» The Practice of History, op. cit., p. 56. sachusetts, Harvard University Sign up to vote on thisPress, title 1987, en especia de pp. 60 y 71. Con respecto a este tema también es ú 7. John Ziman, Reliable Knowledge: A n Exploration o f the Useful Not useful Basin Nueva Phee, and Range, York, Farrar, Straus & G Grounds fo r B elief in Science, Nueva York, Cambridge University 17. .En el ensayo que da n ombre a su libro Press, 1978, p. 3. Véase también R. G. Collingwood, You're The Id¿a o f Reading a Preview Thum b: More Reflections in N atur al History, Nueva Y History, Nueva York, Oxford University Press, 1956, p. 9; Joyce Ap . ohn H Goldthorpe, «The Uses of History in So ciology: Reflections on Some Re cent Tenden cies», British Journ al of Sociology, 42, junio de 1991, pp 213-214 Véase también Geoffrey R Elton, The Practice o f History, Nueva York, Crowell, 1967, pp. 9, 59-61. 3. John McPhee, A nnals o f the Former World, Nueva York,
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3. Cita en Gertrude Himmelfarb, On Looking in to the Abyss: Untimely Thoughts on Culture and Society, Nueva Yorlc, Vin
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32. Sobre el concept o de «adapt ación » véase Lynn Hun t y Margaret Jacob, Telling the Truth abou tage, 1995, pp. 147-148. p. 248. R. G. Collingwood, The Idea o f History, op. 24. El estudiante en cuestión era Danie l Serviansky. Niall Fer habla del concepto que el historiador tiene del pasad guson dice algo muy semejante en «Virtual Histor y», op. cit., p. 72. de construcción imaginaria tendida entre ciertos pun 25. Véase Jonath an Weiner, The Beak and the Finch: A Story son proporcionados por los enunciados de sus autorid o f Evolution in Our Time, Nueva York, Knopf, 1994. [Ed. castella puntos «tienen la frecuencia suficiente y si los hilos na: El pico del pinzón : un a historia de la evolución en n uestros días, ellos y el siguiente están tejidos con suficiente cuid Barcelona, Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, 2002.] jun to de la imagen se verifica constan tement e por 26. John Lewis Gaddis, We Now Know: Rethinking Cold War con estos datos, y corre poco riesgo de perder contac History, Nueva York, Oxford University Press, 1997, pp. 266-267. lidad que representa». Isaiah Berlin también analiza e 27. La mejor descripción de todo este proceso se halla en de «adaptación» en «The Concept of Scientific Histo Dino A. Brugioni, Eyeball to Eyeball: The Inside Story o f the Cuban p. 45; pero, desde mi punto de vista, subestima la e M issile Crisis, Nueva York, Random House, 1991. la que se da tanto en ciencia como en historia. 28. Steph en Jay Gould , W onderful Life, op. cit , pone particu 33. En parte,ondeb o latitle analogía del sastre a Sign upgran to vote this larmente de relieve la importancia de esta observación final, lo John Le Carré The Tailor o f Panam a, Nueva York, Useful Not useful que, por supuesto, también hace Thomas S. Kuhn, The Structure [ed. cast., El sastre de Panama, Barcelona, Plaza & J o f Scientific Revolutions, 3.“ ed., Chicago, University ofYou're ChicagoReading a Preview pero también a The Education o f Henry A dams, Bos Press, 1996. [Ed. cast.. La estructura de las resoluciones científicas, ton Mifflin, 1961, pp. xxiii-xxiv [ed. cast.. La educa
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36. Edward O Wilson, Consilience op. cit., p 64 37 William Whewell, Theory o f Scientific Method, tá. bert E Butts, Indianápolis, Hackett, 1989, p. 154. Véase también Peter Gay, Style in History, Nueva York, McGraw-Hill, 1974,
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the Nature of History, Nueva
York, Norton, 1989, pp. ñala que el currículum de la Universidad de Harva dar por supuesta esa jerarquía. Sin embargo, esto n universal a la afirmación. pp. 178-179. 6. He empleado aqu í el térm ino «previsión» e 38. Edward O. Wilson, Consilience, op. cit., pp. 10-11. dicción» porque exige menos de las disciplinas que 39. Marc Bloch, The Historians Craft, op. cit., p. 8. «[Una] previsión es un enunciado acerca de fenómeno 40. E. H. Carr, W hat Is History?, op. cit ., p. 20. dos sobre la base de generalizaciones conocidas o ace 41. Pienso sobre todo en Atul Gawan de, Steph en Jay Gould, diciones inciertas (“desconocimientos parciales”), m Stephen W. Hawking, Philip Morrison, Sherwin B. Nuland, Ste una predicción implica el nexo entre generalizaciones ven Weinberg, Edward O. Wilson y Lewis Thomas. aceptadas y condiciones ciertas (“conocimientos”) p un enunciado acerca de fenómenos desconocidos», J man y Brian L. Job, «Scientific Forecasts in Intern 4. LA INTER DEP END ENCI A DE LAS VARIABLES tions: Problems of Definition and Epistemology», 1. In cluso los politólo gos cuya obra sugiere vigorosament e Studies Quarterly, 23, marzo de title 1979, pp. 117-118. Sign up to vote on this la interdependencia siguen distinguiendo entre variables indepen 7. John Ziman, Reliable Knowledge. An Explo Not useful Useful dientes y variables dependientes. Véase, por ejemplo, Robert Jer Grounds fo r Be lief in Science, Nueva York, Cambridg vis, Systems Effects: Complexit y in Political and Social Life, Prince Press, 1978, pp. 158-159; Dorothy Ross, The Origin You're Reading a Preview ton, Princeton University Press, 1997, pp. 92-103; y Stephen Van Social Science, Nueva York, Cambridge University Evera, Guide to M ethods fo r Student f Political Science Ithaca,
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9. R. . Collingwood, The Idea o f History, Nueva York, Oxford University Press, 1956, pp. 84-85, describe esto como un punto de vista del siglo XVIII. 10. Sobre este punto, véase Dorothy Ross, The Origins of Am erican Social Science, op. cit., pp. 299-300; Peter Novick, That
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me resistencia del Departamente de Defensa, antes de la guerra de Corea, a incrementar su presupuesto, mie Departamento de Estado defendía vigorosamente es también el rechazo del Pentágono a respaldar el uso mihtar durante las décadas de 1980 y 1990, en oposic Noble D ream : The «Objectivity Question» and the Am erican Histo cuencia con que la recomendaban el Departamento rical Profession, Nueva York, Cambridge University Press, 1988, otros consejeros civiles. pp. 69-70; y Terence J. MacDonald, «Introduction», en idem, ed.. 19. Peter History an d Social Theory, op The Historic Turn in the Hum an Sciences, op. cit., pp. 4-5. 115; además, para un ejemplo de hallazgos fisiológ 11. Rogers M. Smith , «Science, Non-Science, and Politics», controvertidos, Simon LeVay y Dean H. Hamer, «Ev op. cit., pp. 123-124; también Donald R. Green y Ian Shapiro, Biological Influence in Male Homosexuality», Scientif Pathologies o f Ratio nal Choice Theory: A Critique o f A pplications in 270, mayo de 1994, pp. 44-49. Political Science, New Haven, Yale University Press, 1994, pp. 25-26. 20. He analizado algunas razones del segund 12. R. G. Collingw ood, The Idea of History, op. cit., p. 54. tecimientos en The United States and the End o f the C 13. Tom Stoppard, A rcadia, Londres, Faber & Faber, 1993, plications, Reconsiderations, Provocations, Nueva York, Sign up to vote on this title p. 5. versity Press, 1992. Par a el fracaso de la teoría, véase Not useful Useful Relations 14. Véase James Gleick, Chaos: M aking a New Science, Nue Gaddis, «International Theory and th e End va York, Viking, 1987, p. 41. War», op. cit., pp. 5-58; también Richard Ned Lebow You're Reading a Preview 15. La mejor crítica general es Don ald R. Green y Ian Shapi Risse-Kappen, eds.. Int ernation al Relations Theory Pathologies of Ratio al Choice Theory, op. cit en especial pp.
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de un triunfo aplastante de Gore en las ele cciones presiden ciales norteame ricanas de 2000. Uno de ellos dice simplemente que «el
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31. E. H. Carr, W hat is History?, 2." ed., Nuev guin, 1987 (1.“ ed., 1961), p. 63. Para un argumen número de votos en favor de Gore debería haber sido mucho ma véase R. G. Collingwood, The Idea of History, op. cit., yor de lo que fue». En resumen, la realidad ignor ó la teoría. 32. Gary King, Robert O. Keohan e y Sidney 24. Véase, sobre este punt o, Gary King, Robert O. Keohan e y nin g Social Inquiry, op. cit., p. 48. Sidney Verba, Designing Social nquiry, op. cit., pp. 10-12. La expre 33. Los términ os son míos, pero siguen el argum sión «equilibrio puntuado» proviene de Stephen Jay Gould y Niles que se expone en Clayton Roberts, The Logic o f His Eldridge. Véase Niles Eldridge, Time Frames: The Evolution o f Punc nation, University Park, Pennsylvania State Univ tuated Equ ilibria, Princeton, Princeton University Press, 1985; tam 1996. También guardan paralelismo con la distinció bién, Jay Gould y Niles Eldridge, «Punctuated Equilibrium Comes Levy entre los usos «idiográficos» y los usos «nomo of Age», Nature, 366, 18 de noviembre de 1993, pp. 223-227. teoría, en «Explaining Events and Developing Theo 25. El difunto Dou glas Adams, sin duda, tenía una variable Political Science, and the Analysis of International R independiente para la costa noruega. Véase The Hitch Hiker’s Gui Colin Elman y Miriam Fendius Elman, eds.. Bridg de to the Galaxy, Londres, Macmillan, 1979, p. 143. [Ed. cast.. ries, op. cit., pp. 45-47. Isaiah Berlin hace una distinc Guía del autoestopista galáctico, Barcelona, Anagrama, 1987.] te en «The History», op. cit., Sign upConcept to voteofonScientific this title 26. Alexander Wendt, Social Theory o f Int ernation al Politics, mismo hace Geoffrey R. Elton en The Practice o Useful Not useful Crowell, Nueva York, Cambridge University Press, 1999, p. ò l i . Véase York, 1967, p. 27. también William R. Thompson, Evolutionary Interpretations o f 34. John Lewis Gaddis, We Now Know: Rethink You're Reading a Preview W orld Politics, Nueva York, Roudedge, 2001. History, Nueva York, Oxford University Press, 1997,
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Nu eva York, Basic Books, 1997, pp 5-51 Véase también Isaiah BerUn, «The Concept of Scientific History», op. cit., pp. 37-38; y Robert Jervis, Systems Effects, op. cit., pp. 10-27. También me he
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car de variable independiente la alteración aparentem portancia que menciona Gould? Pienso que sólo lo se min o particular, y sólo en ese viaje part icular a lo larg valido aquí del trabajo de uno de mis estudiantes de posgrado de No se podría asegurar que habría operado de la mism la Universidad de Ohio, Jeffrey Woods, «The Web Model of His los carriinos o los viajes hubiesen sido otros. tory», artículo de 1994 preparado en el Instituto de Historia Con 47. En esto difiero, con todo respeto, de la temporánea de la Universidad de Ohio. que llega Isaiah Berlin en «The Concept of Scientific 39. En el capítulo 6 analizo este prin cipio, cuya relevancia es cit., en especial pp. 56-58. cada vez menor. 48. Kenneth N. Waltz, Theory o f Intern ational P 40. El ejemplo procede de Clayton Roberts, The Logic o f va York, Random House, 1979, pp. 161-193. Historical Explanation, op. cit., pp. 116-117. 49. John Lewis Gaddis, The Long Peace: Inquirie 41. Trevor Royle, Crim ea: The Great Crimean W ar, 1854tory o f the Cold War, Nueva York, Oxford University 1856, Londres, Litde, Brown, 1999, pp. 15-19. Para la dependen en especial pp. 219-223. cia sensible de las condiciones iniciales, véase James Gleick, Chaos, 50. Kenneth N. Waltz, Theory of Int ernational op. cit., pp. 11-31. SignPara up hacer to vote on this title esta previsión n p. 183. justicia a Waltz, 42. O, para decirlo en términos de ciencia política, nos senti mas desacertada una mía, la de que «el momento Useful que Not useful mos cómodos con la «equifinalidad». Andrew Bennett y Alexan gran potencia percibe que comienza su decadencia es der George analizan este concepto en «Case Studies andYou're Process Reading a Preview to peligroso: la conducta puede volverse errática, incl Tracing in History and PoHtical Science», op. cit., p. 138. rada, m ucho antes de la desaparición de la fuerza fís
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p 2 [ed cast, El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mun dial, Barcelona, Paidós Ibérica, 1997]. Véase también Sigmund Freud, Civilizations and Its Discontents, trad, de James Strachey, Nueva York, Norton, 1961, p. 72 [ed. cast., El malestar en la cultura, Madrid, Alianza, 1997]. 57. John Ziman, Reliable Knowledge, op. cit., p. 3.
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sa, 1993]. Para más información sobre Poincaré, véa Xuan Thuan, Chaos and Harmon y: Perspectives on Sci lutions o f the Twentieth Century Oxford, Oxford Univ 2001, pp. 75-81. También a E. H. Carr le impresion Véase W hat is History?, 2." ed., Nueva York, Pe (l.^ed., 1961), . 58, 90. 58. Rogers M. Smith, «Science, Non -Science, and Politics», 5. James Gleick, Chaos: M aking a New Science, op. cit., p. 124. Viking, 1987, pp. 46-47. 59. En el seno de la American Political Science Association, 6. Tom Stoppard, A rcadia, Londres, Faber & F el movimiento disidente «Perestroika» ha propuesto un conjunto pp. 44-46. similar de afirmaciones en este campo. Véase Scott Heller y D. W. 7. Para más información sobre embotellamient Miller, «“Mr. Perestroika” Criticizes Political-Science Journal’s Me y sus simulaciones en ordenador, véase Per Bak, thodological Bias», Chronicle of Higher Education, 17 de noviembre Works: The Science o f Self-Organiz ed Criticality, Nueva de 2000; D. W. Miller, «Storming the Palace in Political Science», también S ford University Press, 1997, pp. 192-198; Sign«The up to vote on this title A tlantic Mon ibidem, 21 de septiembre de 2001; Jacob Blecher, «Forward the diansky, Physics of Gridlock», Revolution: How One E-Mail Shook Up the Political Science Es ciembre de 2000, pp. Not useful Useful 20-24. tablishment», New Journ al (Yale University), 34, diciembre de 2001, 8. William H . McNeill, «Passing Stran ge; The C pp. 18-23; y Rogers M. Smith, «Putting the SubstanceYou're Back inReading a Preview of Evolutionary Science with Scientific History », Histor Political Science», Chronicle o f Higher Education, 5 de abril de 2002. ry, 40, febrero de 2001, p. 2. La misma observación s
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Cambridge University Press, 2000, pp. 56-58: también 24. Robert D. Put nam, con Robe rt Leonardi y Stephan Berry, «On the Problem of Laws in Nature and History: Nanetti, M akin g Democracy W ork: Civic Tradition A Compar ison», History an d Theory, 38, diciembre de 1999, p. 124. Italy Princeton, Princeton University Press, 1993. 15. Como ha dicho Gary David Shaw, «cualquier acuerdo 25. Véase, sobre esto, M. Mitchell W aldrop, significativo en los términos de discusión [entre científicos evolu cit., p. 50. En el capítulo 4 he analizado más detenid cionistas e historiadores] podría dar a la historia un lenguaje com movimientos. parativo y analítico más maleable que el que tiene en la actuali 26. Véase el capít ulo 2. dad». «The Retu rn of Science», History and Theory, 38, diciembre 27. James Gleick, Chaos, op. cit., pp. 94-96. Vé de 1999, p. 8. Per Bak, How N ature Works, op. cit., pp. 19-21; 16. El experimento de Lorenz se expone en James Gleick, Thuan, Chaos and Harmony op. cit, pp. 108-110; y Chaos, op. cit., pp. 9-31. delbrot, Fractal Geometry o f Nature, Nueva York, W. 17. David Hacket t Fischer, Historians’Fallacies: Toward a Lo 1988 [ed. cast.. La geometría frac tal de la naturaleza gic o f Historical Thought, Nueva York, Harper &c Row, 1970, Tusquets, 1997]. p. 174. p. 47. 28. Tom Stoppard, op. cit., Sign voteWon title op. cit., pp. 26-2 18. Per Bak, How N ature W orks, op. cit., pp. 49-84. 29. E.up H.toCarr, hat this is History? 19. Análoga observación hace Tom Stoppard en A rcadia, 30. Useful Véase el capítulo Not2. useful op. cit, p. 48. 31. James Miller, The Passion o f M ichel Fouc 20. Estos y otros ejemplos se analizan en Mar k You're Buchanan,Reading a Preview York, Doubleday, 1993, pp. 15-16. Ubiquit y: The Science of History ; or. Why the W orld Ls Simpler th an 32. / Sh all Bear W itness: The Diaries o f Victo bridge,
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1996, en especial p 197 [ed cast.. La grandez a de la v ida: la ex pansión de la excelencia de Platón a Darwin , Barcelona, Crítica,
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1993; Judith Goldstein y Robert O. Keohane, eds.. reign Policy: Beliefs, Institut ions, an d Political Change,
1997]. va York, Cornell University Press, 1993; Steven B 35. Kenneth A. Oye, «Explaining Cooperation u nder Anar chard Ned Lebow, Janice Gross Stein y Steven Weber, chy: Hypotheses and Strategies», en idem, ed.. Cooperation Under Physics the Easy Problems: Adapting Social Science t Anarchy, Princeton, Princeton University Press, 1986, pp. 1-2. dictable World», European Jou rn al o f In tern ational 36. James Gleick, Chaos, op. cit., pp. 53-36, 137-153, 2212000, pp. 43-76; y William R. Thompson, Evolution 229; Trinh Xuan Thuan, Chaos and Harmony , op. cit., pp. 101-103. tations o f W orld Politics, Nueva York, Routledge, 2001. 37. M. Mitchell Waldr op, Complexity, op. cit., pp. 272-286. 49. William H. McNeill, «Passing Strange», op. c Véase también Stephen Wolfram, A New Kin d o f Science, Cham paign, Illinois, Wolfram Media, 2002. 6. CAUSACIÓN, CONTIN GENCI A Y CON TRAFÁCTICOS 38. John H. Holland, «Complex Adaptive Systems», Daeda lus, 121, invierno de 1992, pp. 17-30. 1. Carole Fink, M arc Bloch: A Life in History 39. Para un análisis metodológicamente primitivo de este Cambridge University Press, 1989, pp. 315-324. Sign vote «From on thisE.title problema, véase Joh n Lewis Gaddis, The Long Peace: Inquiries into 2. R.up W.to Davies, H. Carr ’s Files: Not the History o f the Cold War, Nueva York, Oxford University Press, Second Edition hatNot Ls History», Useful of W useful en E. H. Carr, 1987, pp. 215-245. tory?, 2.' ed., Londres, Penguin, 1987 (l.^" ed., 1961), p 40. Mark Buchanan, Ubiquity, op. cit., pp. 37-38. You're Reading a Preview 3. Compárese, por ejemplo, Gary King, Robert 41. Per Bak, How Natu re Works, op. cit., pp. 1-32; Mark Bu ne y Sidney Verba, Designin g Social Inquiry : Scientific
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7. E H Carr, W hat is History?, op. cit ., pp. 104-108. 8. R. W. Davies, «From E. H. Carr’s Files», op. cit., pp.
170.
169-
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20. La mejor intr oducción a la teoría, que Eldrid lló en colaboración con Stephen Jay Gould, es Nile
Time Fram es: The Evolution o f Punctu ated Equilibria,
Princeton University Press, 1985. Véase también M 9. El modelo aparece documentado en Jonathan Haslam, Waldrop, Complexity, op. cit., pp. 308-309. The Vices o f Integrity : E. H. Carr, 1892- 1982, Nueva York, Verso, 21. Clayton Roberts, The Logic o f Histo rical E 1999, en especial pp. 59-60, 78- 79, 94-95, 128-129, 235, 248; op. cit., pp. 108-109. también en Michael Cox, «Introduction», en idem, ed., E. H. Carr, 22. Véase, por ejemplo, Saburo lenaga. The P A Critical Appraisal, Nueva York, Palgrave, 2000, pp. 8-12. Véase 193 1-1 945: A Critical Perspective on Japan s Role in también, para críticas adicionales al argumento de Carr sobre'cau Nueva York, Pantheon, 1978, pp. 131-133. sación, Joyce Appleby, Lynn Hunt y Margaret Jacob, Telling the 23. ¿Son éstas, enton ces, variables indepen dientes Truth about History, op. cit., p. 304; y Richard J. Evans, In Defence no, porque las transiciones de fase, las puntuaciones y o f History, op. cit , pp. 129-138. cimientos excepcionales siempre tienen antecedentes. 10. Marc Bloch, The Historians Craft, trad, de Peter Putnam, 24. Aristóteles, Poetics, trad, de Malcolm Manchester, Manchester University Press, 1992 (1.“ ed., 1953), Heath, N Penguin, 1996, p. 17 [ed. cast.. Poética, Madrid, Cred pp. 157-158. Sign up to vote on this title Véase también Anth ony Gottlieb, Philosophy from the 11. Clayton Roberts, The Logic o f Historical Explanation, Useful NotLane, useful nce, Renaissa Londres, Allen 2000, p. 276. Por su University Park, Pennyslvania University Press, 1996, p. 108. toy en deuda con Toni Dorfman por esta referencia. 12. E. H. Carr, W hat Ls History?, op. cit., p. 105. You're Reading a Preview 25. Marc Bloch, The Historians Craft, op. cit., p. 1 13. Steph an Berry, «On th e Problem of Laws in Nature an d
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3. ary King, Robert O Keohane y Sidney Verba, Desig ning Social nquiry, op. cit., pp 82-83, propor ciona una exphca-
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44. Véase el capít ulo 3. 45. Para un análisis de documen tos como med ductibilidad, véase Marc Bloch, The Historians Craft, o Richard J. Evans, In Defence of History op. cit , pp. 1 cribe un ejemplo en el que las notas al pie no sost hace también en Telling Lies abou t Hit ler: History, and the David Irvin g Trial, Londres, Heineman, 2001 46. G. R. Elton, The Practice o f History, Nuev well, 1967, pp. 83-87, es útil a este respecto. 47. William Wh ewell, Theory ofScientific Metho bert E. Butts, Indianápolis, Hackett, 1989, p. 153. 48. Véase el capít ulo 3.
ción formal de por qué. 33. El más impresion ant e de los ejemplos recientes es el uso del análisis del ADN para establecer la paternidad de Thomas Jef ferson de uno o más hijos de su esclava Sally Hemings. Véase Thomas Jefferson Memorial Foundation, Report o f the Research Comm ittee on T homasJefferson an d Sally Hemin gs, enero de 2000, en http://monticello.org/plantation/hemings_report.html . 34. Liev N. Tolstoi, W ar and Peace, trad, de Rosemary Ed monds, Londres, Penguin, 1982, p. 1.341. [Ed. cast., Guerraypaz, Barcelona, Planeta, 2003.] 35. R. G. Collingwo od, The Idea of History, op. c it , p. 248. 36. John Ziman, Re al Science, op. cit , p. 7. La observación 7. M OLÉCULAS CO N MENTE PROPIA de Ziman recuerda aquí la de E. H. Carr sobre la historia como Sign up to vote on this title herencia de características adquiridas. Véase W hat is History?, 1. R. G. Collingwood, The Idea o f Histo Not1956, useful op. cit, pp. 150-151. Useful Oxford University Press, p. 216, observa algo 37. Joyce Appleby, Lynn H un t y Margaret Jacob, Telling the do, lo mismo que Martin Stuart-Fox, «Evolutiona You're Reading a Preview Truth about History, op. cit., p. 171. History», History an d Theory, 38, diciembre de 1999, 38. Véase el capít ulo 3.
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Uchitelle, «Some Economists Call Behaviour a Key», New York Times, 11 de febrero de 200 1; y Roger Loví^enstein, «Exuberance Is Rational», New York Times M agazine, 11 de febrero de 2001.
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do, George F. Kennan, Mem oirs: 1925- 1950, Bo Little, Brown, 1967, p. 279 [ed. cast.. Mem oria co, Barcelona, Luis de Caralt, 1972]. Quisiera expresar mi agradecimiento a Alison Alter, Jeremi Suri y 13. Para un bu en an álisis, véase Joyce Appleby James Fearon por tratar de explicarme valientemente la teoría de Margaret Jacob, Telling the Truth about H istory, Nue la elección racional. ton, 1994, en especial el capítulo 4. 5. Donald R Creen e lan Shapiro, Pathologies o f Ration al 14. Punto que queda claro en la reciente bi Choice Theory, op. cit., p. 24. Kershaw, Hitler, 1936 -19 45: Nemesis, Londres, Pen 6. Véase, sobre esto, R. G. Collingwood, The Idea o f His 15. / Sh all Bear Witness: The Diaries of Vi tory, op. cit., pp. 212-213. 1933-1941, Londres, Phoenix, 1999; To the Bitter 7. Losing Nelson, la novela de Barry Unsworth, Nueva York, ries o f Victor Klemperer, 1 942- 1945, Londres, Phoen Doubleday, 1999, está construida en torno al dilema al que se en 16. Liza Picard, Restoration London, Londres, P frenta cualquier biógrafo: el de la total imposibilidad de conocer a 17. Para una notable identificación de una su sujeto. Véase también A. S. Byatt, The Biographer’s Tale, Lon oportunidad antes de que alguien saltara por ella, dres, Chatt o Wind us, 2000. upUnited to vote on this title meSign de la States Commission on National 8. Hay excepciones. Historiadores como Natalie Zemon Century, que apareció en tres entregas entre septie Useful Not useful Davis, Cario Ginzburg y Laurel Thatcher Uhich han empleado y marzo de 2001, y se puede consultar en http:// las biografías de individuos «ordinarios» para iluminar culturas le Reading a Preview Más conocido como Informe Hart-Rudman, por lo You're janas de la nuestra. Véase, respectivamente, The Return o f M artin sus copresidentes, los ex senadores Gary Hart y W
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también pp 87 y 199 Véase, además, M arc Craft, Manchester, Manchester University University
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Bloch, The Historians Press, Press, 1992 (1.“ ed.,
1953), pp. 118-119. 22. Para un reciente inten to de tratar estas dificultades, véas véasee Roger Shattuck, Candor and Perversion: Perversion: Literature, Ed ucation, and the Arts, Nueva York, Norton, 1999. 23. John Keay, The Great Arc: The Dram atic Tale Tale o f How In dia Was Was Mapped an d Everest Everest Was Was Named, Nueva York, HaperCollins, llins, 2000 . 24. Marc Bloch, Bloch, The Historians Craft, op. cit., p. 116. 25. E. H. Carr, W hat Is History?, History?, 2.' ed., Nueva York, Pen guin, 1987 (1.^ ed., 1961), pp. 75-79. 26. Ibidem, p. 79. 27. E. H. Carr a Betty Behren Behren ds, 19 de febrero febrero de 1966, ci tado en Jonath Jonath an Haslam, The Vices Vices of Integrity: of Integrity: E. H . Carr, Carr, 18921982, Nueva York, Verso, 1999, p. 235. 28. Véase, por ejemplo, Marc Bloch, The Historians Craft, op. cit., p. 66; E. H. Carr, W hat Is History?, History?, op. cit ., p. 120.
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9. William Taubman vuelve a contar grafia de Jruschov, Jruschov, de próxima aparición. 10. R. G. Collingwood, The Idea o f Histor Oxford University Press, 1956, p. l4l. 11. lan Kershaw, Hitler, 1936 -19 45: N emesis guin, 2000, pp. 821-822. 12. John Drummond, Tainted by Experience: A rts, Londres, Faber & Faber, 2000, p. 51. 13. Después de lo cual se convierten, es de muertos agradecidos. 14. En el capítulo capít ulo 2 se analiza mejor esta cuesti 15. Sobre esto, véase Peter Novick, Th at Nobl «Objectivity Question» an an d the American A merican H istorical P
York, Cambridge University Press, 1988, pp. 469-521 brevemente, Joyce Sign up to voteAppleby, on thisLynn title Hunt y Margaret the Truth about History, Nueva York, York, Norton, 1994, p Useful 16. Not useful R. G. Collingwood, The Ldea o f History, Para un ejemplo particularmente bueno de un hist bera el pasado de interpretaciones impuestas retro
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0. ames C. Scott, Seeing Like a S tate, tate, op. cit, pp. 11-22. 21. Ibid em ,'p. A. T I. Scott ofrece un buen análisis de la mayoría de estos estos ca sos. Para el Gran Salto Adelante de China, véase Jasper Becker, Hungry Ghosts Ghosts:: M aos Secre Secrett Famine, Famine, Nueva York, Free Press, 1997. 23. Joyce Joyce Appleby, Appleby, Lynn Lynn Hu nt y Margaret Jacob, Telling the Truth about History, op. cit., p. 307. 24. Esta película película de 1983 contiene un a fugaz fugaz aparición de mi colega de Yale John Morton Blum. 25. Oliver Sacks, The Man Who Mistook Mistook H is W ifefo r a H at and an d Oth er Clin ical Tales, les, Nueva York, Summit Books, 1985, p. 23. con un sombre sombrero ro,, [Trad, cast., El hombre que confundió a su m ujer con Barcelona, Anagrama, 2003.]
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ÍNDICE TEMÁTICO
Los números números de págin a en cursiva cursiva remiten a fotografías
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Useful30-34, 37Not useful Alemania nazi, 1 Abstracción, accidental, causación, 127Alvarez, Luis, 111 11 amantes. Los (Pic 129, 131, 132
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Ballard, Martha, 66-67 Bennett, Andrew, 96 biografía carácter retratado en 153-156
la,
como conmemoración, 180 estructur as supervivientes y, 156-160 Orlando (Woolf), 38-39 personalidad del biógrafo y, 150 posmodernismo y, 150 representación en la, 150153, 162-163 Bloch, Marc sobre causación, 128-129 sobre causas excepcionales, 131-132 sobre causas generales, 131-
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Bloom, Harold, 34 Borges, Jorge Luis, 55, 141 Boswell, John, 188 Braudel, Fernand, 44 breve historia historia del tiempo. Una
(Hawking), 49 búsqueda del poder, L a
(Mac-
Neill), 47 cálculo, 50, 56, 87-90 caminante ante un mar de nie bla, El (Friedrich), 16, 17-
19, 21, 25, 34-35, 46, 69, 169,193 características características adquiridas, 26 Carr, Edward H. sobre causación accidental, 26-27, 132-133 sobre ciencias duras, 125
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causación accidental, 127-129, 131, 132 causación necesaria y sufi ciente, 132 causas excepcionales, 131135 causas generales, 131-135 causas intermedias, 131 contrafácticos y, 135, 138, 139-140 interdependencia y, 126 lógica intemporal y lógica ligada al tiempo, 143 pluralismo de paradigmas y, Sign145 up to vote on this title racional, 127-129 Useful useful simple Not y compleja, 106-109 variables independientes y, 94-95
ciencias físicas, ciencias naturale 122,123,161 ciencias sociales ciencias duras consiliencia e dependencia 115 estudio de cas método cien 124 método comp métodos ecol papel de la te previsión, 85 sociología, sociología, 91 verificación e Clemens, Samue 23, 24
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comparación y método com parativo, 20, 46, 67, 77-78, 92, 96, 150, 168 complejidad y teoría de la complejidad carácter y, 154 causación compleja, 106109 efecto mariposa, 112-113 emergencia de la, 111 en las ciencias duras, 109112
física aplicada a la econo mía, 122-124 modelo informático y, 114 sistemas de adaptación complejos, 119 conciencia, 62, 85, 124, 147 conciencia colectiva, 192
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fractales y, 11 problemas de 49-50, esclavitud, 166 espacio, 41, 49, credibilidad de la ciencia La especialización, 1 (Ziman), 18 estática, visión, Crichton, Michael, 20, 32 63 crisis cubana de los misiles, estudio de casos, 70-71 evolucionista, v crítica social, 188 historia y cie ecológica, visión, de la reali criticalidad, 121, 123, 133 140 dad, 82, 84 Cromwell, Oliver, 181, 195 experimentación economía, 122-123, 148 cubismo, 21, 33, 170 educación de Henry Adams, La 103,135 C ulture o f Time and Space, The experimentos d (Adams), (Kern), 46 Sign up to104 vote on this title 64 efecto mariposa, 98; véase tam Useful Not useful experimentos m bién teoría del caos y siste Darnton, Robert, 45 136 mas caóticos; com plejidad y Darwin, Charles, 24,You're 63, 65, Reading a Preview Eyck, Jan Van, 3 teoría de la complejidad 91, 105 Einstein, Albert, 63, 65, 110 contingencia, 53-54, 85, 87, 91, 94, 114, 144, 182 continuidades, 53 contrafácticos, 129, 135-139
Diamond, Jared, 67-68 Dickinson, Emily, 157 discriminación, 185 disminución de la pertinencia, 130-131 diversidad, 175 Domesday Book (Guillermo el Conquistador), 174 Du Bois,W. E. B., 188
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aleno, 12 generalización
Adams sobre la, 104 en comparación con la pre visión, 97 en medicina, 101 la teoría como, 92 narración y, 142 particularización general, 93,109 Tucídides y, 32 generalización limitada, 93 generalización particular, 92, 97, 98, 101, 108, 109, 143 geología, 58, 63, 76, 77, 84, 90, 11 geológico, tiempo, 23 George, Alexander, 92, 96 Ginzburg, Garlo, 44 Goldthorpe, John , 60
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Guerra Fría, 10, 89,94, 98, 99, 119, 176 Guerray paz (Jo\sx.o'^, 139 Guillermo el Conquistador, 174 Haslam, Jonathan, 27 Hawking, Stephen, 47 hechos históricos, 59-60 Heisenberg, principio de incertidumbre de, 34, 51 Heisenberg, Werner Karl, 110, 175 herencia, 26 High Street (Oxford, Inglate rra), 171, 172-73, 184 historia como la ciencia, 6063, 64-68
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inducción en física, 75 en la biografía, 152 integración con la deduc ción, 143 rizos reiterativos, 72 -73 interdependencia de las variables, 106, 135 en historia, 81-82 reduccionismo e, 83-84 intuición, 75 investigación, objetos y méto dos de, 149 Isabel I, 39
liberación, 189193-195 liberal (whig), de la historia, libro del día del
(Willis), 20 literalidad, 21, 3 48,56 lógica, 65, 66, 69 Long Peace, The
Sign up to vote on this title
Jacob, Margaret, 140, 189 Useful 41,Not Jefferson, Thomas, 42, useful 44, 104 You're Reading a Preview Johnson, Paul, 17 Historia de Estados Unidos de Jonze, Spike, 150, 151 A érica dura la adm
Lorenz, Edward 133 Luis XIV, 44 Lyell, Charles, 63
Macaulay, Thom 40-45,68, 11 Madden, John, 3 Madison, James, Mandelbrot, Ben
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teoría de conjuntos, 49 m atrimonio de Giovanni Arnol fin i, El (Van Eyck), 30, 31
maximización de la utilidad, 148, 168 McNeill, William H. método para escribir histo ria, 74-75, 127, 144 sobre cambios en la meto dología científica, 110 sobre ciencia interdiscipli naria, 124 sobre la conducta colectiva, 122
uso de los cambios de esca la, 47-48,118 McPhee, John, 60 medicina, 100-101 medición, problemas de cartografía y, 171
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métodos de investigación, 149 44,
M idw ifes Tale, A (Ulrich), 66
Miles, ley de, 86 modelo, 95, 111, 112-115 modelos teóricos, validación de los, 75 modernismo pleno, 186-187 modernización, teoría de la, 86, 89 moral, 160-165, 165-167, 189-190 movimiento de historia de las mujeres, 188-189 movimiento por los derechos civiles, 188
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oficio de historiador. El (Bloch),
10,21,59,166 oportunidades de cambio, 159,160 opresión, 176, 183, 185, 187, 189, 190, 191-193, 194, 195 organizaciones, teoría de las, 89-90 Orlando (Woolf ), 38-39, 4142 Oswald, Lee Harvey, 54 Oxford, Inglaterra, 171, 172173, 175, 184
interpretación 41-42 límites de la, nivel de detal simultaneidad tiempo y, 18pertinencia, dism 130-131 Picard, Liza, 157 Picasso, Pablo, 172,179 placas tectónicas, Plagas y pueb
planificación urb Sign up to vote on this title Plutarco, 154, 1 paisaje Poética (Aristótel Useful como, Not useful la historia 18-22, 59, Poincaré, Henr nacimiento de lo moderno. El, 109, 110, 193 You're Reading a Preview (Johnson), 17 poder gubernamental y, posmodernismo,
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cuerpos, 105 proceso científico cálculo, 88-90 de la historia, 60-63, 64-68 profesionalización, 101 progreso, 26 problemas de los tres
Pr otocolos de los sabios de Sión,
184 psicoanálisis, 150 psicología, 86, 89, 152 psicología freudiana, 86, 89, 145, 178 Ptolomeo, 102 Pulitzer, Premio, 68 ¿Qué es la historia? (Carr),
10,
26-27, 44, 125, 167 queso y los gusanos. E l (Cinz-
burg), 44
of 122
De Certeau - La historia, ciencia y
EL CONOCIMIENTO
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relaciones no lineales, 109, 111 Salvar al soldado Ryan (pelícu relativismo, 117, 110 la), 32 replicabilidad, 56-57, 68, 71, Scott, James C., 171, 174-175, 87, 90-92, 144 185-187, 191 replicabilidad real, 68, 90-92 Seeing Like a State (Scott), replicabilidad virtual, 68, 90170-171 92 segregación, 188 representación en la ciencia Segunda Cuerra Mundial, histórica 130-131 biografía y, 150-153 segunda ley de la termodiná cartografía y, 177 mica, 119 comparada con la realidad, selectividad, 43- 45 162-164 sensibilidad remota, 69 deducción e inducción, 73 Shakespeare in Love (película), literalidad y abstracción, 34-35, Sign up37, to 169 vote on this title 33-34, 40-41 Shapiro, lan, 148 percepción del tiempo y, Useful185 Not useful silvicultura, 24-25 simulación Reading a Preview reproductibilidad, 64,You're 68 narración como, 96, 141 reputación, 156-160 replicabilidad y, 144
en los mapas experimentac inserta, 98 teoría de conjun teoría del caos y cos, 54, 105112, 119, 1 132, 149, 15 teoría inserta, 98 Tercer Reich, 15 terremotos, 69, tiempo definición de divisibilidad limitaciones lógica intem ligada al t método del c escribir h naturaleza de
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