Facultad: Ciencias Políticas y Sociales
Nombre Del Curso: Ciencia Política II
Nombre Del Catedrático: Lic. Juan Miguel Rivera Camblor
Nombre del Estudiante: Carlos Arturo Citalán Yax No. De Carnet 1504114
El método D’Hondt es un procedimiento de cálculo para convertir votos en escaños. Lleva el nombre de su inventor, Víctor D’Hondt (1841-1901), profesor belga de Derecho Civil. El método D’Hondt forma parte de los procedimientos llamados “de divisor”. Mediante la división de los votos recibidos cada uno de los partidos políticos por una serie de divisores se obtienen cocientes (cifras). Los escaños se reparten con base en los cocientes más altos (por esto, a este tipo de cálculo se le llama también procedimiento de las cifras más altas). La serie de divisores del método D’Hondt es la de los números naturales: uno, dos, tres, etc. Ejemplo: en una circunscripción se eligen diez diputados. De los 10.000 votos corresponden 4.160 al partido A, 3.380 al partido B y 2.460 al partido C. Si estas cifras se dividen sucesivamente por uno, dos, tres, etc., se obtienen las cifras siguientes: Partido A
Partido B
Partido C
:1 4160 (1)
:1 3380 (2)
:1 2460 (3)
:2 2080 (4)
:2 1690 (5)
:2 1230 (7)
:3 1386 (6)
:3 1216 (8)
:3 820
:4 1040 (9)
:4 845 (10)
:4 615
:5 832
:5 676
:5 492
El partido A recibe 4 escaños (1, 4, 6, 9), el partido B también cuatro (2, 5, 8, 10) y el partido C dos escaños (3, 7), en correspondencia con los números entre paréntesis después de los cocientes. Para evaluar los efectos del método D’Hondt es necesario compararlo, en primer lugar, con otros procedimientos de divisor y con otros métodos orientados a una distribución proporcional de los escaños; y, en segundo lugar, con otros elementos que contribuyen a determinar los efectos del sistema electoral . Comparando el método D’Hondt con otras series de divisores, a saber: el método Imperiali (2, 3, 4, 5, etc.), el método Sainte Lagué (1, 3 ,5 ,7, etc.), método igualado (1.4 , 3, 5, 7, etc.), método danés (1, 4, 7, 10, 13, etc.), el método Huntington (1.2, 2.3, 3.4; etc.), el método D’Hondt favorece ligeramente a los partidos mayores. Es imprescindible, sin embargo, al comparar los efectos de las series de divisiones, entenderlas como series matemáticas. Esto supone que lo decisivo para el resultado que pueda dar la serie no es la magnitud del primer divisor, sino la relación recíproca de los números que constituyen la serie. Así, para citar un error frecuente, se ha dicho (véase Rae 1967, p. 34) que el método igualado es más favorable a los partidos pequeños que el método D’Hondt , porque al tener un primer divisor más alto, reduce sensiblemente el número de votos del partido pequeño, de forma tal que éste ya no puede alcanzar la cifra mayor que a menudo permite conseguir el último escaño en unacircunscripción electoral . En realidad, el efecto frecuente es opuesto a este enunciado. Probablemente uno de los partidos menores tiene la posibilidad de conseguir un escaño (más) a costa de uno de los partidos de mayor votación, cuando se aplica la serie de método igualado en vez del método D’Hondt . Sin embargo, resulta tan
posible que el segundo partido en votación arrebate un escaño al mayor, como que el partido más pequeño reciba un escaño más a costa de uno menos pequeño o de cualquier otro, comprendido el de mayor votación. El método D’Hondt en sí alcanza una relación votos-escaños bastante proporcional. Por otra parte, el efecto que tiene depende de otros factores. Es sumamente importante la frecuencia con que se a plica el método D’Hondt en un sistema electoral , es decir, si hay solamente una circunscripción nacional o si existen muchas circunscripciones electorales. Por lo tanto, el factor decisivo que explica una posible desproporcionalidad en la relación votos-escaños, no es necesariamente el método D’Hondt , sino la división del territorio nacional en (¿cuántas?) circunscripciones electorales. A mayor cantidad de circunscripciones, mayor es la incidencia del método D’Hondt , permaneciendo, sin embargo, el tamaño de las circunscripciones como la causante decisiva del grado de proporcionalidad o desproporcionalidad del sistema electoral . No obstante la mistificación existente en varios países sobre los efectos del sistema D’Hondt (hay interpretaciones de resultados electorales como influencia de un enigmático “monsieur D’Hondt”), el método es de operatividad fácil y de efectos previsibles. Una de sus ventajas es que un solo procedimiento basta para poder distribuir todos los escaños. No extraña entonces, que este método sea el más utilizado para convertir votos en escaños.
Universidad Rafael Landívar
Lic. Juan Miguel Rivera Camblor Ciencia Política II
Método D´Hondt
Antonio Gómez Carné 1680514
Quetzaltenango
El sistema D´Hondt es un sistema de reparto que permite obtener el número de cargos electos en proporción a los votos conseguidos por las candidaturas , o sea, una forma de adjudicar escaños de acuerdo a los votos obtenidos por cada candidatura presentada a unas elecciones. En matemáticas, cuando queremos hacer este tipo de repartos de la forma más justa, recurrimos a lo que se llama repartos proporcionales. Imaginen el siguiente ejemplo para entendernos: tres amigos juegan a la lotería comprando un billete entre los tres, poniendo 10 euros el primero de ellos, 5 el segundo y 3 el tercero. Imaginen que tienen la suerte de que les toquen 90.000 €, ¿cuánto dinero recibirá cada uno de ellos?. Es evidente que para resolver este problema tendremos que buscar una forma justa de reparto, o sea, aquella en la que cada uno de los amigos reciba una cantidad del premio en proporción al dinero invertido. Basta para ello por cierto hacer una sencilla regla de tres, “Si jugando 18 € (precio total del boleto) gano 90.000 €; jugando 10 ganaré x”…y así para cada uno de los tres amigos. Si lo resuelven obtendrán que el primero de ellos recibirá 50.000€, el segundo 25.000€ y el tercero 15.000€….y los tres tan contentos porque las matemáticas les han permitido repartir de forma justa el premio. Pero, ¿qué pasa con el Sistema D´Hondt? Pues que, como ahora verán, lejos de repartir de forma justa el número de escaños a partir de los votos obtenidos, realiza un reparto de lo menos proporcional, favoreciendo claramente a los partidos más votados….algo sin duda que se aleja de forma peligrosa del concepto ideal de democracia. Veamos primero cómo funciona este sistema de reparto, que por cierto fue ideado en 1878 por el jurista belga y profesor de derecho civil y de derecho fiscal en la Universidad de Gante Víctor D´Hondt. Imaginemos unas elecciones a las que se presentan cinco partidos, entre los que deben repartirse siete escaños, obteniendo cada uno de ellos el siguiente número de votos:
Votos por partido
Lo primero que haríamos es eliminar aquellos partidos que hayan obtenido menos de un 5% (en las elecciones generales es un 3%) de los votos emitidos (ninguno en nuestro ejemplo), algo que no me negarán que no es muy democrático que digamos…. A continuación nos construiríamos una tabla como la que sigue, en la que iríamos dividiendo para cada partido su número de votos recibido por el número de escaños, o sea, que cogeríamos el número de votos de A (340.000) y lo dividiríamos por 1,2,3,4,5,6 y 7, poniendo lo que nos dé el cociente en la tabla. De esta forma, y para el partido A tendríamos 340.000/1= 340.000; 340.000/2= 170.000; 340.000/3=113.333 (cogiendo sólo la parte entera); 340.000/4=85.000; 340.000/5=68.000; 340.000/6=56.667 y 340.000/7=48.571. Estas operaciones las repetiríamos para cada número de votos obtenidos por cada partido y con todos los resultados obtenidos construiríamos la siguiente tabla:
Ley d´hont
Ahora sólo queda seleccionar los 7 valores más altos que tengamos en la tabla (coloreados en verde), con lo cual cada partido obtendrá tantos escaños como el número de dichos valores tenga en la tabla. En este caso el partido A obtendría 3 escaños, el partido B otros 3 y el partido C 1. Pues así es como funciona este sistema de reparto, poco proporcional como les decía, y que favorece de forma clara la formación de grandes mayorías , dejando fuera a la mayoría de partidos que se presentan y evitando que las cámaras queden muy fragmentadas. Veamos esto último con un ejemplo real, partiendo de los resultados de las elecciones generales de 2008 (en este caso, al ser elecciones generales, también afecta y mucho el hecho de que la circunscripción electoral para elegir a los representantes en el Congreso y en el Senado es la provincia. Esta forma de asignar a los parlamentarios españoles, sobre la base de mayorías provinciales, reduce considerablemente el nivel de representación de las minorías cuyos votantes no se encuentran concentrados geográficamente. La solución sería considerar una única circunscripción nacional): Mientras el PSOE con un 43.64% de los votos obtuvo un 48.29% de los escaños en juego y el PP con un 40.11% obtuvo un 43.71%, viéndose ambos partidos claramente beneficiados en el reparto, IU con un 3.80% de los votos únicamente obtuvo el 0.57% de los escaños. O dicho de otra forma, si lo expresamos como la cantidad de votos que necesita un partido para ganar un escaño, mientras que el PP consiguió un escaño por cada 66.405 votos y el PSOE uno cada 65.471; IU para cada uno de los escaños que obtuvo necesitó 481.520 votos, 7 veces más!!!, o UPyD que necesitó 303.535 votos por cada escaño!!! . ¿Se les ocurre algún reparto menos”proporcional”?, ¿se les ocurre alguna aberración mayor a la base y el espíritu de la democracia? Pero claro, como los únicos partidos que podrían llevar a cabo una reforma de este sistema son los más beneficiados por él dudo que se sustituya al menos por el momento este sistema como base para la asignación de escaños por otros, por ejemplo el llamado cociente Droop que, como se demuestra aquí, es mucho más justo y equitativo. Por cierto, no quería acabar sin comentar algo acerca de otro de los mitos de las elecciones: el tema delvoto en blanco y el hecho de que beneficien a los “grandes”. Como les decía, para entrar en el reparto de escaños, un partido tiene que conseguir un porcentaje mínimo del total de votos válidos emitidos. Los votos en blanco son votos válidos, por lo que cuantos más votos en blanco, más alto será el número mínimo de votos que necesita un partido para entrar en el reparto de escaños.
L ic. Juan M iguel Rivera Camblor
Cienci a políti ca I I
M etodo D ´H ondt
Oswar Gr amajo 1681614
Básicamente se realiza creando un cuadro que tenga las cantidades de votos (V) alcanzada por cada partido, dividido por la cantidad de escaños (N) a ser repartidos en cada circunscripción, ordenando estos cocientes de mayor y menor, para asignar de esta forma las curules hasta que se acaben. Como resultado, la asignación de puestos se hace de forma más o menos proporcional al número de votos conseguidos en cada circunscripción territorial, aunque no es un método exacto, que a veces puede asignar más o menos curules a determinado partido, aunque las distorsiones suelen ser con un margen de +/- 1. Puede probar un simulador, que calculará el tamaño de la bancada de cierta cantidad de partidos al introducir los votos y números de curules a ser asignadas. Un ejemplo práctico en elecciones Supongamos que seis partidos están buscando cinco puestos a un cuerpo deliberante y sus resultados obtenidos son los siguientes: Partido A 944 Partido B 842 Partido C 513 Partido D 212 Partido E 183 Partido F 12 Haremos un cuadro dividiendo cada cantidad de votos (V) por los puestos a repartirse, (N=5), para luego ordenar de mayor a menor. Cantidad de votos Partido A 944 472 314 236 118 Partido B 842 421 280 210 105 Partido C 513 256 171 128 114 Partido D 212 106 71 53 26,5 Partido E 183 91 61 46 23 Partido F 12 6 3 2 1 Si tomamos las cinco cifras más altas, estas serían 944 (Partido A), 842 (Partido B), 513 (Partido C), 472 (Partido A) y 421 (Partido B). Por tanto, quedarían los puestos repartidos de la siguiente forma: 2 para el Partido A, 2 para el Partido B y 1 para el Partido C. Representación de las minorías según el método d'Hondt Si se quisiera, y sin necesidad de más divisiones, se podrían asignar más puestos, hasta once, ya que el partido D ha llegado al mínimo posible, 1 voto. Los siguientes seis puestos corresponderían a 314 (Partido A), 280 (Partido B), 256 (Partido C), 236 (Partido A), 212 (Partido D) y 120 (Partido B). Los nuevos totales serían: 4 bancos para el Partido A, 4 para el Partido B, 2 para el C y 1 para el D.
Lo que nos permitiría corroborar que en circunscripciones que eligen amplios cuerpos colegiados, como Concejos Municipales, o donde los votos por listas disminuyen por los votos nominales, las minorías tienen oportunidades de ser representadas. Otras fórmulas electorales para la distribución de escaños En algunos países, como España, los partidos que alcanzan menos del 3% son descartados de inmediato, mientras en otros a estos votos p or listas se les sustraen los votos alcanzados por los candidatos uninominales, para favorecer a las minorías. En Latinoamérica ha beneficiado el bipartidimos o la hegemonía del partido gobernante. Aún así, en Colombia se han dado casos de "castigo" de la fórmula a manipulaciones como la "Operación Avispa", en la que un partido usa múltiples listas para obtener más puestos de los que les corresponden. Se han propuesto métodos alternativos al d´Hondt son los del resto mayor, Sainte-Laguë, Hare o Cuociente Natural, Hagenbach-Bischoff o el de representación directa.