De los cielos, mi alegría, miles de gracias te daré y te honraré en lo profundo profundo por la abundancia de los frutos. frutos. El hombre encomienda encomienda en su espera su fuerza por el poder, poder, apoyado en tu nombre. Escúchanos este ruego, adorado y reverenciado reverenciado poderoso Dios y Madre Madre de Dios. Que lo oscuro quede claro. Contado está el alimento de sal para nuestro ganado. Confiamos y esperamos que tu Hijo haga su aparición.