Jos\u00e9 Pedro Jarpa Teor\u00eda literaria I Escuela de Literatura Prof. Francisca Lange 09 de junio de 2008 Informe sobre \u201cDe la obra al texto\u201d de Roland Barthes LA MUERTE DEL AUTOR
Este art\u00edculo que se centra en la divisi\u00f3n y distinci\u00f3n entre \u201cau Barthes analiza a partir de un enunciado de Balzac \u2013 o el narrador- de su novela Sarrasine
desde donde hablan los personajes y el narrador \u00bfquien escribe? \u00bfH
detr\u00e1s de un narrador? \u00bfQuien hace el juicio valorativo, moral, est\u00e9tico o ideo Para Barthes con la escritura esa voz se borra del autor. El autor desapare Siempre ha sido as\u00ed, sin duda : en cuanto un hecho pasa a ser relatado, con fines intransitivos y no con la finalidad de actuar directamente sobre lo real, es decir, en definitiva, sin m\u00e1s funci\u00f3n que el propio ejercicio del s\u00edmbolo se produce esa ruptura, la voz pierde su origen, el autor entra en su propia muerte, comienza la escritura. [ Barthes 65-66]
Haciendo una historiograf\u00eda literaria sobre estos procesos de la ausencia y presencia del autor determina que a lo que denominamos autor es parte de un concepto moderno que nosotros como sociedad desde la edad media hemos alimentado y le hemos dado su
car\u00e1cter de \u201cpersona humana\u201d a quien profesa los enunciados escritos. El impe autor trae consigo una cantidad importante de implicancias al conectar su vida con su propia biografia y sus subjetividades: sus gustos, sus pasiones, sus inclinaciones sexuales, sus miedos y todo lo que pueda operar en el diario intimo de una persona. En Francia el primero que se atreve a romper la presencia del autor es Mallarm\u00e9 : \u201c es el lenguaje, y no el autor, el que habla\u201d [B 66] al eliminar la objetividad castradora del
novelista realista podemos entrar en la performance del lenguaje borrando el \u201cyo.\u201d
Otro avance que destaca Barthes es sobre la construcci\u00f3n del narrador. Gracias a su extrema sutileza, la relaci\u00f3n entre el escritor y sus personajes : al convertir al narrador no en el que ha visto y sentido, ni siquiera en el que est\u00e1 escribiendo, sino en el que va a escribir quiere escribir, pero no puede, y la novela acaba cuando por fin se hace posible la escrictura. [ Barthes 67]
La funci\u00f3n que genialmente logra Proust en esta compleja ambig\u00fcedad entre vida y obra, responde a estas dos ant\u00edpodas que se unen y se complementan: hizo de su propia vida una obra cuya modelo fue su propio libro. Casos que se acercan y se alejan de el de Proust hay varios; por una parte los surrealistas que intentan sin suerte borrar al autor, pero que es un gesto rom\u00e1ntico que al menos se preocupa de esto, o el caso contrario es lo que suceden con la generaci\u00f3n
Beat que viven para escribir, sus
obras
literarias son fragmentos de momentos de su vida. Para Barthes lo \u00fanico que permite
separar esta l\u00ednea delgada es, retomando lo propuesto por Mallarm\u00e9, enfocarse en el lenguaje como un sistema y de ah\u00ed establecer relaciones. Al referirnos al lenguaje como
sistema retomamos autom\u00e1ticamente a la ling\u00fc\u00edstica y a partir de ah\u00ed me r esquem\u00e1ticamente a las propuestas que permiten este enfoque.
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La enunciaci\u00f3n funciona perfectamente en el proceso vac\u00edo sin rellenarl
persona : tenemos con eso al sujeto, y el autor no es m\u00e1s que quien escribe. No necesitamos la presencia de su \u201cpersona\u201d
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Otra forma para situar el alejamiento del autor se encuentra en situar en el presente
la enunciaci\u00f3n : no existe otro tiempo que exceda esta, y todo texto est\u00e1 escrito eternamente aqu\u00ed y a hora. De esa forma todo lo pasado tanto a nivel hist\u00f3rico y biogr\u00e1fico del autor desaparece por completo. No sirve. No es posible.
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Tomando en cuenta la idea de Bajtin sobre el concepto del texto como un tejido de
citas ya preconcebidas y existentes Barthes le otorga al escritor la capacidad y necesidad de combinar este tejido de enunciados, mezclando las escrituras. En la combinaci\u00f3n de estas radica la originalidad del sujeto enunciante, ya borrando completamente al autor.
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Con la muerte del Autor el texto pierde esta imposici\u00f3n de descifrarlo a partir
este y determinarle un significado \u00faltimo. El texto se abre, la escritura tambi\u00e9n, tod se prepara para un receptor sin pasados ni historias, el lector. El nacimiento del lector se paga con la muerte del autor. DE LA OBRA AL TEXTO Ya estrecha la relaci\u00f3n entre escritor y lector, Barthes suma un tercer integrante a este tridente, que ser\u00eda el rol del observador en sentido estructuralista [ el cr\u00edtico] y a partir de estos podemos entrar en la nueva clasificaci\u00f3n de este segundo apartado, la distinci\u00f3n entre obra y texto. La obra entendida como una
noci\u00f3n tradicional que responde a la totalidad de una producci\u00f3n literaria, y de esta nace un objeto que nos interesa: el texto Se debe entender a este \u2013 el texto \u2013 en un sentido m\u00e1s gramatical que l\u00f3gico : son enunciaciones, no argumentaciones, si se quiere, acercamientos que aceptan seguir siendo metaf\u00f3ricos. [barthes 74]
De esta forma vemos en el texto su car\u00e1cter de abstracto, por lo mismo atemporal y no
apto para ser clasificado en las m\u00faltiples perspectivas que si podr\u00edan aplic\u00e1rse
obras, las cuales incluso incluyen su car\u00e1cter f\u00edsico : libro en la estanter\u00eda de u biblioteca. La obra se sostiene en la mano, el texto se sostiene en el lenguaje : s\u00f3lo existe extra\u00eddo de un discurso ; el texto no es la descomposici\u00f3n de la obra, es la obra la que es la cola imaginaria del texto. [ Barthes 75]
De esta forma podemos establecer la relación como: el lector es al texto como el autor a la obra.
De la obra al texto.”, en
El susurro del lenguaje, tr. C. Fernández
Medrano. Barcelona, Paidos, 2002. 65 – 102.
16 de junio