LA ARQUEOBOTÁNICA: ARQUEOBOTÁNICA: VARIAS DENOMINACION DENOMINACIONES ES – UNA PRÁCTICA
LA ARQUEOBOTÁNICA: VARIAS DENOMINACIONES – UNA PRÁCTICA
Julio Antonio Paredes Paredes Olivera* *Tel. (051) 974-208343/e-mail
[email protected] Resumen: el presente artículo se centra en el estudio bibliográfico de la disciplina encargada del estudio de restos vegetales en yacimientos arqueológicos; esta práctica la que ha tenido muchas denominaciones utilizadas según el criterio de cada profesional que al mismo tiempo utilizaban otros como sinónimos para referirse a la misma práctica, han ayudado mucho en el desarrollo y evolución de esta disciplina. Una vez consultada la bibliografía en torno a esta práctica arqueológica, el autor propone que la designación para este tipo de prácticas debería llamarse arqueobotánica. Introducción
Es de saber en contexto actual que la arqueología se ha desarrollado de una manera muy conveniente para poder entender con muchas más variables el pasado; es así, que han surgido varias especialidades en la práctica arqueológica los cuales han traído y obligado a profesionales por lo general arqueólogos, a realizar estudios complementarios en otras ciencias y disciplinas. En estos términos, en la actualidad los arqueólogos consideramos a la arqueología no como un ente general de estudio, sino más bien de especialidades. Con este argumento, la arqueobotánica ha surgido como una especialidad, desarrollándose desarrollándose obviamente con el interés de entender la relación planta – hombre; sin embargo, este tipo de definición corresponde principalmente principalmente a la etnobotánica; etnobotánica; por su parte esta disciplina (etnobotánica) no solo ha recaído en estudios del tipo arqueológico sino también de paleontológico; es así, que paulatinamente las arqueobotánica”, se ha venido terminologías terminologías designadas para referirse a la práctica “arqueobotánica” confundiendo con el paso de los años, obedeciendo de alguna forma a los enfoques o corrientes ideológicas de estudio (posteriormente se fueron confundiendo utilizando varias terminologías para una misma práctica); sin embargo, para un mejor resultado estos no serán considerados en el presente trabajo, debido que el objetivo de este artículo es darle una definición neutral a la disciplina encargada del estudio de restos vegetales arqueológicos.
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Aproximación a las terminologías El estudio de los restos vegetales recuperados en sitios arqueológicos es denominado arqueobotánica por algunos autores y paleoetnobotánica por otros. (Rodríguez, 2008: 51; Rovina 2007: 5; Lagiglia & Hernández 2008: 168). Durante La Cuarta Reunión Internacional de Teoría Arqueológica en América del Sur , celebrada en Catamarca – Argentina / 2007; se impulso las discusiones y debates surgidos en torno a la práctica y estudio de restos vegetales; dicha controversia se materializado en una mesa de discusión titulada “¿Integración o especificidades disciplinares?: la arqueobotánica en la encrucijada teórica”. Los miembros de la mesa de
discusión tuvieron a su cargo el cuestionamiento y aceptación de terminologías que existen en torno a práctica y estudio de restos vegetales, durante transcurso de duración de la mesa se vio el notable rechazo por unanimidad a terminologías como: paleobotánica y arqueoetnobotánica; la primera argumentando de manera acertada que la paleobotánica, se restringe al estudio de vegetales de épocas geológicas; y en cuanto a la arqueoetnobotánica resulto ser muy redúndate; debido a que, el prefijo arqueo ya engloba el carácter social de la disciplina; por otra parte, refiriéndose a las terminologías arqueobotánica y paleoetnobotanica concluyeron “…se reservó el término arqueobotánica para investigaciones que res ponden a problemáticas puramente arqueológicas y el término paleoetnobotánica para aquellas vinculadas a una etnobotánica del pasado, respondiendo interrogantes ligados a la relación entre comunidades humanas y vegetales desde una perspectiva relacional bidireccional”.
(Giovannetti, Archila & Lema 2008: 8). En estos términos, es evidente que para ambos casos terminológicos aun es apreciable la restricción con las que se presentan; sin embargo, esta conclusión viene aún designando dos terminologías al estudio de restos vegetales arqueológicos, el que además solo tiene el interés de entender la relación planta – hombre en el pasado a través de la arqueología. Entre otras cosas, debido a que frecuentemente las terminologías utilizadas para referirse al tipo de estudio botánico en arqueológica, y partiendo de los alcances y conclusiones de La Cuarta Reunión Internacional de Teoría Arqueológica en América del Sur durante el 2007, tenemos que como todo disciplina científica la arqueobotánica, tubo su proceso evolutivo. Debido a que son muchas las terminologías surgidas para designar al estudio de restos vegetales a partir de la arqueología, es de importancia resaltar al término “etnobotánica”, debido a que fue este la que dio origen a las muchas denominaciones para este tipo de trabajo. En estos términos, la etnobotánica apareció por primera vez en los Estados Unidos, en un artículo anónimo publicado por el Philadelphia Evening Telegram del 5 de diciembre de 1895, en donde se daba cuenta brevemente de una conferencia pronunciada por el profesor J.W. Harshberger, botánico y agro- botánico, inventor del término “etnobotánica”, en la Asociación Arqueológica de la Universidad local; al año siguiente, Harshberger, precisaría en dos artículos la idea que tenía sobre el campo propio de su etnobotánica (Rivera & Obón 2006; Cap.1, pp 3; Pearsall 2000: 1; Rovina 2007: 3; Badal, Carrión, Rivera & Uzquiano 2000: 17), definiéndolo como "el estudio de la -2-
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relación utilitaria entre los seres humanos y la vegetación de su entorno, incluidos los usos medicinales.”1 (Harshberger, 1896). Así mismo, p ara finales de la década de los 30’
del siglo pasado, en un artículo publicado por Schultes (considerado padre de la etnobotánica moderna), definía a la etnobotánica como “…el estudio de las relaciones que existen entre el hombre y su ambiente vegetal, es decir las plantas que lo rodean”
(Revista Caldasia, 1939: 7), mencionándole también que se trata de una ciencia intermedia entre la antropología y la botánica; inmediatamente después durante la década de los 40’ del siglo pasado, Jones en su artículo publicado “The Nature and Status of Ethnobotany”, definió la etnobotánica como “...el estudio de las interrelaciones entre el hombre primitivo y las plantas.”2 (Citado en Pearsall 2000: 1); y con una opinión más moderna y compleja Schultes vuelve aparecer en los años 90’ del siglo pasado mencionando a la etnobotánica como “ …disciplina científica, estudia e interpreta la historia de las plantas en las sociedades antiguas y actuales”3 ; seguidamente
el mismo autor hace referencia a que la relación sociedad y planta siempre será dinámica; así mismo, menciona: “Lo más destacable de esta ciencia, es su dedicación a la recuperación y estudio del conocimiento que las sociedades, etnias y culturas de todo el mundo han tenido y tienen, sobre las propiedades de las plantas y su utilización en todos los ámbitos de la vida.”4
Como es de entender, la disciplina arqueobotánica se encontraría en el límite entre las Ciencias Sociales (básicamente la arqueológica) y Ciencias Naturales (básicamente la botánica); tratándose de esta manera de una disciplina de frontera lo cual le hace más compleja, pues viene siendo conformado por conceptos teóricos y metodológicos de la Ciencias Sociales - Humanísticas y Ciencias Naturales (Revista Caldasia, 1939: 7; Gispert, Coutiño, Rodríguez & Díaz: 2005). Una de las primeras disciplinas que inclino su interés al estudios de restos botánicos a través de la arqueológica fue la paleobotánica; en estos términos, si bien es cierto que muchos de los primeros trabajos de la paleobotánica tratan sobre restos vegetales documentados en contextos geológicos, su interés recae rápidamente en yacimientos arqueológicos. (Rovina 2007: 3). Hoy en día, debido al interés inclinado por muchos científicos al tema botánico en arqueología (pocos en el sentido más amplio); y debido a la encrucijada teórica en torno a la denominación de este tipo de estudios, Rodríguez en un artículo publicado el 2008, puntualiza al problema terminológico considerando si se trata de enfoques diferentes o seria un problema terminológico, abordando el tema de manera estrictamente etimológica, y concluye en cuanto al termino de paleoetnobotánica: “…paleo califica una rama de la etnobotánica…5 del mismo modo, el prefijo “etno” indica que la etnobotánica es una rama de la botánica”, posteriormente Traducción del autor Ibíd. 3 Consultar: Jardín Botánico de Córdoba. Dirección: http://www.jardinbotanicodecordoba.com/inves_etno_que.php 1 2
(consultada marzo 2012).
Ibíd No olvidemos también que muchos de los investigadores consideran al prefijo paleo como un términos estrictamente aplicable a eventos geológicos. 4 5
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aclara su idea mencionando que el término paleoetnobotánica se alejaría
considerablemente de las labores arqueológicas. En cuanto al termino paleoetnobotánica que fue acuñado por Haelbaek en 1959 y en donde lo definía como “el estudio de las interrelaciones entre poblaciones humanas y el mundo vegetal a través del registro arqueológico6” (Citado por Giovannetti, Capparelli & Pochettino, 2008: 18; Rovina 2007: 4); contradiciendo el análisis de Rodríguez, años más tarde Richar Ford (década de los 70’) en un artículo menciona: “ Paleoetnobotánica (en corto término, arqueobotánica) es el estudio de las relaciones directas entre los seres humanos y plantas para cualquier propósito que se manifiesta en el registro arqueológico”7 (Citado
Miller, 1995: 91; Rovina 2007: 4; Korstanje 2008: 38); donde Ford hace notar claramente a la paleoetnobotánica y arqueobotánica como un término de igual significado; sin embargo, posteriormente menciona sobre la arqueobotánica como “el estudio de los vestigios de plantas en los contextos arqueológicos” refiriéndose
concretamente a la recuperación y la identificación de restos vegetales en contextos arqueológicos, mientras que la interpretación seria netamente de la paleoetnobotánica . (Citado por Korstanje 2008: 38; Rodríguez 2008: 54); la cual puede ser utilizada en términos de Miller, en cualquier tiempo y área geográfica (relación planta-hombre), mencionando además su importancia para aclarar medios ambientes naturales, dieta, arquitectura, comercio, prácticas sociales, entre otras; Miller también menciona que los restos botánicos pueden reflejar muchos aspectos de la sociedad, dándole de esta manera un plus mas a la aplicación de la disciplina. No olvidemos el aporte de Renfrew en 1973 que define a la paleoetnobotánica como “…el estudio de los restos de plantas cultivadas o utilizadas por el hombre en el pasado que han sobrevivido en el registro arqueológico.”(Citado por Rovina 2007: 4; Korstanje 2008: 38); de la misma forma Pearsall en su libro Paleoethnobotany. A handbook of procedures, menciona que: “Paleoetnobotánica … es parte específicamente de la etnobotánica, este aspecto trata con más claridad de las relaciones planta - humano en el pasado a través de estudios de restos de plantas arqueológicas como granos de polen, fitolitos, madera carbonizada, semillas y otros por el estilo.”8 (Pearsall 2000: 2); en términos de Pearsall, podemos notar que hace referencia el prefijo paleo
aplicándolo al estudio de restos de plantas arqueológicas. Como se ha podido notar en cuanto al termino paleoetnobotánica, hay investigadores y académicos quienes han igualado el significado de paleoetnobotánica y arqueobotánica que al parecer obedece más a escuelas y enfoques regionales, tal como sucede en Argentina quienes se han acostumbrado a llamar a los trabajos arqueológicos de identificación vegetal como paleoetnobotánica (debido a su trayectoria de estudios paleontológicos), sin Texto original: “the study of the interrelationships between human populations and the plant world trough the archaeological record” , traducción de los autores. 6 7 8
Traducción del autor. Traducción del autor -4-
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embargo; no olvidemos que el prefijo paleo es también aplicable al estudios de épocas geológicas. Durante los inicios de la década de los 80 del s. XX se produce un cuestionamiento por parte de algunos investigadores, especialmente españoles y franceses, sobre el elevado protagonismo de la etnobotánica en el estudio de los restos vegetales arqueológicos (Rovina 2007: 4), Rovina explica este cuestionamiento aludiendo que los estudios etnobotánicos aplicados a materiales arqueológicos eran demasiado imprecisos y argumenta que los restos vegetales no permiten realizar conclusiones fiables solamente con la comparación etnográfica 9; es en este contexto donde surge la terminología arqueobotánica; y como su nombre lo dice su etimología enfatiza el vínculo entre dos disciplinas: la arqueología y la botánica, tomando el criterio acertado de complementariedad entre ambas, donde la primera hace posible la identificación y el análisis de los restos vegetales recuperados en sitios arqueológicos sin olvidar su alcance social, y la segunda permite interpretar la presencia de las especies vegetales en dichos sitios. En estos términos, el grado complementario nos daría cosas y aspectos tales como; antigüedad de los restos, probable procedencia, áreas de captación de recursos vegetales, uso de los mismos, intercambios socioeconómicos, movilidad de los grupos humanos, entre otras cosas. (Rodríguez 2008: 56). Unos de científicos más preocupados desde los finales del siglo pasado sobre el tema botánico y su aplicación en la arqueología fue R. Buxó (citado por Korstanje); en cual publica su libro titulado Arqueología de las Plantas, en donde utilizada el término de “arqueoetnobotánica” y arqueobotánica con la misma trascendencia y significado, así mismo, la define como “ el estudio de las interrelaciones de las poblaciones humanas con el mundo vegetal en el plano de la investigación arqueológica”.
(Korstanje 2008: 38), el mismo año Allué (2008) en una opinión publicada en un diario de la provincia de Burgos-España, define a esta disciplina arqueobotánica como: “… una de esas áreas del conocimiento que aúna dos conceptos y muchos tiempos y espacios. Por una parte es arqueología y por otra, botánica, por lo tanto se encarga de hacer estudios de los restos botánicos (pólenes, semillas, maderas, carbones, etc.) que encontramos en los yacimientos arqueológicos”.10 Por su parte, Archila hace referencia a la
arqueobotánica no solo como una disciplina encargada de recuperar e identificar los restos vegetales, sino también alude que es gran medida responsabilidad de los especialistas en darle sentido coherente a sus interpretaciones . (Archila 2008: 79). Entiendo las perspectivas teóricas y conceptuales, es evidente que la paleobotánica, paleoetnobotánica y arqueobotánica son las disciplinas que estudian los restos vegetales; sin embargo, es mucho más evidente que la arqueobotánica y la paleoetnobotánica son las terminologías dominantes para designar a los estudios de restos vegetales en los yacimientos arqueológicos. Verónica Lema en un artículo referido a los estudios de restos vegetales en yacimientos arqueológicos menciona 9
Actualmente denominamos a este tipo de estudios como etnoarqueología.
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DIARIO DE LOS YACIMIENTOS DE LA SIERRA ATAPUERCA N° 27 Primavera-2008. -5-
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“El estudio arqueológico de restos vegetales quedó comprendido históricamente bajo dos rótulos disciplinares distintos: “paleoetnobotánica” y “arqueobotánica”. (Lema 2008: 97).
Además es claro, que la arqueobotánica surgió como término, para aglutinar corregir los problemas terminológicos del tipo de estudios de restos vegetales; sin embargo, hay quienes creen que esta disciplina esta dentro de la paleobotánica. Tal como lo menciona Creig 1989, “Con una vocación más aglutinadora surge el término Arqueobotánica, definido como una rama de la Paleobotánica encargada del estudio de los restos vegetales extraídos de contextos arqueológicos o naturales” (Citado por Badal, Carrión, Rivera & Uzquiano 2000: 17); tengamos claro que el término paleobotánica
es frecuentemente utilizado para los estudios de restos vegetales fosilizados que por supuesto obedece a eventos geológicos de la tierra; así mismo, en términos de Creig el prefijo arqueo que alude a la práctica arqueológica que estaría dentro de la paleontología (paleobotánica); sin embargo, es bien sabido que tanto la arqueología como la paleontología son dos ciencias totalmente independientes. Por último, debido a que los debates terminológicos traen consigo una serie de enfoques, sustentos y planteamientos en torno a alguna terminología y su alcance, en este proyecto de tesis contemplara la utilización del término arqueobotánica , para designar el estudio de los restos de vegetales del pasado en yacimiento arqueológicos, sustento mi planteamiento debido a que la arqueobotánica; en gran medida es la aplicación de la arqueología al estudio botánico durante una investigación arqueológica; así mismo, dentro de su definición la arqueología ya contempla el carácter social en un estudio; es así que creo que es más apropiado llamar arqueobotánica a una especialidad de la arqueología que además marca vinculo con la botánica; finalmente cito a Allué la cual dice: “La mayor parte de los investigadores que nos dedicamos a la arqueobotánica, primero estudiamos arqueología y después nos formamos como botánicos. Esto nos permite tener una perspectiva en nuestra investigación que nos aproxima al conocimiento de la relación de las plantas con los humanos”. (Allué 2008).
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