FUNDACION FOESSA F O M E N T O D E E S T U D I O S S O C I A L E S Y D E S O C I O L O G I A A P LI LI C AD AD A
Comuniquenos su nombre y dirección, cit ando este iibro, y ie informaremos periódicamente de todas nuestras nuest ras novedades. Euramérica, S. A.
Ap art ado 36.204 MADRID
L A CULTURA CIVICA ESTUDIO SOBRE LA PARTICIPACION POLITICA DEMOCRATICA EN CINCO NACIONES
Por GABRIEL GABRIEL A. ALMO ND Y SIDNEY VERBA colección FOESSA, serie Estudios, por J o s é B e l l o c h , La versioii versioii ongm al de esta obra ha ddo publicada en Inglateira po r F nn ce to n U ni ve rs it y Pr es s, ba jo el tí tu lo T H E CI V IC C U LT U RE Copyright © 1963 by Princeton University University Press Press
ZIMMERMANN
Presentación:
JOSE JIMENEZ BLANCO Catedrático de Sociologia de la Universidad Autónoma de Madrid
Derechos exclusivos de pu blicación en le ngua ca stellana pa ra todos los países : EURAMERICA, S. A. Madrid '
Distribuidor exclusivo; exclusivo; La Editorial Católica, S. S. A. Madrid
D e p ó s itit o l e g a l : M . 1 2 6 8 4 - 1 9 7 0 , I M P R E S O E N E S P A Ñ A , P R I N T E D I N S P A I N
EURA MER ICA, S. A. •
M A T E O I N U R I A . 15
m
M A D R I D ( E SP SP A Ñ A )
Págs.
7
INDICE PRESENTACION
13
PROLOGO
19 61
CAPITULO 1.—Un enfoque sobre la cultura política. CAPITULO 2.—Aná lisis comparado internacional y con ducta política: Algunas consideraciones de método.
99 1 25 15 1 19 5 215 25 1 269
299 34 1 36 5
425 455
52 9 5 67 5 87 599 613
I PARTE Teoría y método del estudio.
II PARTE Pautas de cultura política. CAPITULO 3.— Pautas Pautas de conocim iento político. CAPITULO 4.—Sentimientos hacia el Gobierno y la polí tica. Pautas de partidismo político. CAPITULO 5.— Pautas CAPITULO 6.— La obligación de participar. CAPITULO 7.— El sentido de la competenc ia (ca pacidad ) cívica. CAPITULO 8.—C ompetencia del ciudadano y competencia de súbdito. CAPITULO 9.—Com petencia, participació n y lealtad polí tica. III PARTE Relaciones sociales y cultura política. CAPITULO 10.^Relaciones sociales y cooperación ciuda dana. CAPITULO 11.—Asociación organizada y competencia cí vica. CAPITULO 12.— 12.— Socializació n política y competen cia cí vica. IV PARTE Perfiles de la cultura política. 13.— Diferencias de grupo en la orientación po CAPITULO 13.— lítica. X 14.— Cinco culturas políticas. CAPITULO 14.— V PARTE Conclusión. CAPITULO 15.— 15.— La cultura cívica y la estabilidad demo crática. APENDICE A.—M uestra y errores de la muestra. APENDICE B.—G uiones de entrevista. APENDICE C.— C.— Entrevista política bibliográfica. INDICE DE TABLAS Y FIGURAS. INDICE GENERAL.
Págs.
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INDICE PRESENTACION
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PROLOGO
19 61
CAPITULO 1.—Un enfoque sobre la cultura política. CAPITULO 2.—Aná lisis comparado internacional y con ducta política: Algunas consideraciones de método.
99 1 25 15 1 19 5 215 25 1 269
299 34 1 36 5
425 455
52 9 5 67 5 87 599 613
I PARTE Teoría y método del estudio.
II PARTE Pautas de cultura política. CAPITULO 3.— Pautas Pautas de conocim iento político. CAPITULO 4.—Sentimientos hacia el Gobierno y la polí tica. Pautas de partidismo político. CAPITULO 5.— Pautas CAPITULO 6.— La obligación de participar. CAPITULO 7.— El sentido de la competenc ia (ca pacidad ) cívica. CAPITULO 8.—C ompetencia del ciudadano y competencia de súbdito. CAPITULO 9.—Com petencia, participació n y lealtad polí tica. III PARTE Relaciones sociales y cultura política. CAPITULO 10.^Relaciones sociales y cooperación ciuda dana. CAPITULO 11.—Asociación organizada y competencia cí vica. CAPITULO 12.— 12.— Socializació n política y competen cia cí vica. IV PARTE Perfiles de la cultura política. 13.— Diferencias de grupo en la orientación po CAPITULO 13.— lítica. X 14.— Cinco culturas políticas. CAPITULO 14.— V PARTE Conclusión. CAPITULO 15.— 15.— La cultura cívica y la estabilidad demo crática. APENDICE A.—M uestra y errores de la muestra. APENDICE B.—G uiones de entrevista. APENDICE C.— C.— Entrevista política bibliográfica. INDICE DE TABLAS Y FIGURAS. INDICE GENERAL.
PRESENTACION-
En un mundo mun do de opcione opci oness polí ticas tica s demasia dem asiado do simple sim pless —tales —ta les com o “monarqu “mo narqu ía-repúblic ía-rep ública”, a”, “democrac “dem ocracia-d ia-dictad ictadura” ura” , “cap italis mo- socialis soci alismo mo ”—, este libro de Almond y Verba cumple la misión de ilustrarnos ilustrarno s sobre sobr e la complica com plica da red de variables varia bles interrelaci o nadas nada s que sostienen sostien en la realidad reali dad concreta concre ta de su régimen político. polít ico. Especialm Espe cialm ente en España Espa ña y en los países de su mism a cultura, una que ya va siendo larga historia de formas “perennemente con stitu yentes” yent es” (para acogerme acoge rme a una feliz fel iz expresión expres ión del desapa desa pa recido reci do y admirad adm iradoo profe sor Giménez Gim énez Fernández) , en la búsqueda búsqu eda de un orden polític pol ític o que eluda el terror o la ineficacia y sea sus ceptibl cep tiblee de alumbrar alum brar “un pro yecto yec to sugestiv sug estiv o de vida en comú n” (tal vez convenga recordar que eso lo dijo Ortega y Gasset), este libro puede servir de lección para desechar “soluciones” políticas demasia dem asiado do ingenuam ente plantead as. Un régimen político es la resultante de una experiencia histó rica, de una configuración configu ración específica especí fica de los grupos grupo s familiares, familiare s, educativos y laborales, de unas motivaciones personales adqui ridas en esos grupos, de las comunicaci comu nicaciones ones entre los miem bros de la sociedad, socie dad, del nivel nive l educati edu cativo vo de la población pobl ación y de tantas tanta s co sas más en que, por supuesto, supu esto, las propias pro pias institu ciones polí ticas tienen un pap el de radical radi cal importancia import ancia.. Pero todas tod as esas cosas no son “elem ento s” que se suman o se restan —que —qu e están presentes presen tes o ausente s— en una mágica fórmula matemática que produce el régimen político pol ítico perfecto. perfec to. Por el contrario, contrario , constituy con stituyen en un “to do ” en el que cada “parte” implica a todas las demás en una trama singular, cuyo proceso proc eso de “totaliza “tot aliza ción ” viene a resulta r más bien irrepetible. Esta pudiera ser la conclusión que el lector de este libro sacara siguiendo las líneas y entrelineas de los minuciosa mente men te elaborad elab orad os capítulos capí tulos de que consta const a esta obra. Lo s autores, sin embargo, embarg o, repetida repe tida s veces ponen en guardia al lector lecto r frente a las limitada limi tada s conclusiones conclu siones que pueden puede n obtenerse obten erse de su investigación. investi gación. En este sentido, sent ido, nunca se ponderará pond erará bastante bastan te el cuidado que ponen en delimitar el alcance de su estudio. Pero al lector lecto r le queda qued a una difusa sensación sensació n de que las cosas han roda rod a do dem asiado asia do bien en Inglaterra y en los Estados Unidos —hasta constituir const ituir un “mo “ mo delo” del o” de régimen demo cráti co— , en tanto que en los otros países investigados (Alemania, Italia y México), Méxi co), e in-
cluso en los no estud iado s, pero que se parezcan parezc an a esto s últimos, último s, las cosas, desgraciadamente, no han marchado por el buen ca mitio. Es una lástima. lástima . Y es una suerte que los Esta dos Unidos y Gran Bretaña, en su afortunado desarrollo político, estén ahi para ofrecerle al mund o un espejo esp ejo en el que mirarse y recibir recib ir la buena nueva de la casi perfecta perf ecta democra cia. Est a difusa difus a sensación sensació n puede pue de ser muy mu y “gratificant “gratifi cante” e” para los autores autor es del libro y sus conciudad conci udadanos anos norteamerican nortea mericanos, os, así como com o para los ingleses, pero dem oled ora para los lecto res a quienes quiene s les ha tocado vivir en países cuya historia no ofrece una trayec toria tan rectilínea. rectilínea . Trayecto Tray ectoria ria que, por ejem plo, ha converti con vertido do a los “parroqui “parr oquiales” ales” en “súbdit “súb ditos” os” y a ésto s en “ciudadano “ciuda dano s par ticip antes” ant es” {de acuerdo acuer do con la terminolo termi nolo gía de los autores), autore s), dand o lugar a una auténtica, o casi, “cultura cívica”. Esto para los Es tados tad os Unidos Unid os e Inglaterra, a grandes grand es rasg ra sg os ; algo diferente difere nte para los otros países que se han quedado en el “parroquialismo” o en la etapa del “súbdito” y no han conseguido conseg uido llegar a la cate goría de ciuda danos”. dano s”. Y el lector lect or puede pue de pregu pre gunta nta rse : iqué posibi po sibilida lida des tienen esto s otro s países paíse s de alcanzar esa categoría si sus resp ectivas ecti vas trayecto tray ectorias rias históricas histór icas —en las que se entrela entrel a zan tan estrechamen estrech amen te tod o aquel aqu el conju nto de variables varia bles y de un mo do tan específico espec ífico — no les han llevado llev ado al nivel nive l de la “cultura cívic a” ! ¿Habrán ¿Habrá n de tratar de reproduci repro ducirr tod os los epis odio s histór histórico icos,^ s,^ a estas alturas, de aquellas aque llas dos do s naciones nacion es afortu afo rtunad nad asl ¿ o habrá algún “atajo” por el que se pueda llegar a tan feliz término térm ino desd e ya, sin necesidad nece sidad de pasar por tod as y cada una de las etap as de las historias histo rias inglesa y norteamer norte american icana! a! Y, sobre todo, tod o, iq u é posibi pos ibilida lida d exist e para las llamadas llam adas naciones nacion es “emer “eme r gentes” gen tes” que. por así decirlo, decirlo , no tienen historia histo ria —feliz —fe liz o fraca sada — en esa dirección? Olvidemos lo que de “sociocentrismo” haya en este libro. Porqu e lo cierto ciert o es que plantea plant ea un prob lem a importa imp ortante nte de nuestro nue stro tiemp tie mp o: el problema de la participación. Participació Partic ipació n com o sujetos suje tos respo nsables nsab les de todos los hombres de una sociedad. Participac Parti cipación ión que —con —co n esta o con otra s pa lab ras ra s; por ejemplo, ejem plo, cons tituye ye una de las metas met as comunes comu nes de los hombres hom bres igualdad— constitu de nuestro nuest ro tiempo, tiem po, y a la que ingentes ingente s cantidad cant idades es de hombres hom bres están dispuesto s a sacrificar otras metas-, p or ejemplo, la li bertad. El libro libr o de Al mo nd y Verba Verb a nos ofrece el ejem plo de dos socieda soc ieda des que han alcan zado un cierto ciert o grado de participac parti cipación ión —o de iguald ad— con otro otr o cierto ciert o grado de libertad. libert ad. Y nos mues mue s tra la complica com plica da red de interrelacion interrel aciones es que han lleva do a esa concreta concr eta ecuación. El libro libr o se pub licó en su edición edici ón original origin al en
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1963. Las cosas han cambiado tanto desd e esa fecha tan cercana, que las dos sociedades “modelo” se enfrentan hoy con el pro blema de integrar en la participac parti cipación ión a los jóvenes jóve nes y a las lla mad as minorías”. mino rías”. Está Est á por ver si esto s “mode “m ode los” los ” son capaces capac es de convertir conv ertir en “ciud adanos adan os part icipa ntes” ntes ” a ambo s, sin tocarle al sacrosanto sacro santo principio prin cipio de la libertad . Está Est á por ver si el “happy tam bién en la década déca da de los setenta. setenta . end” de 1963 lo será también Pero, en cualquier cualqui er caso, esta investigaci invest igación ón nos muestra muest ra que la participación tiene que plantearse a todos los niveles y no sólo al nivel nive l de las institu ciones cione s políticas. polí ticas. O lo que es igu al: que democraci demo craciaa política implica necesariamente —si ha de ser efec tiva y no meram ente form al — democraci dem ocraciaa familiar, famil iar, democracia democ racia educativa, democracia económica {o del sistema de producción), perso nalid ades demo cráticam cráti camente ente motivad mot ivad as, comunicacio comun icaciones nes de mocrática mocr áticass {es decir, informacion inform aciones es libres libre s y discusiones discu siones libres, sin amenaza ame nazantes ntes cohibicione cohib iciones), s), etc., y tod o ello en íntima íntim a inter conexión. conexión . Dich o de otra manera: mane ra: que no se logrará una autén tica participa parti cipación ción política polí tica si al mism o tiem po, y en estrecha re lación con ella, no se produce la participación a todos los niveles y para todos. No sé si será arraigado arraigad o prejuicio preju icio de profe sor universitario univer sitario —preju icio que afecta también tam bién a los autores auto res de la obra —, pero es mi firme convicción que la clave de la futura participación real de tod os los hom bres —po r encima encim a de lo que hayan sido las trayectori traye ctorias as históricas histó ricas de sus resp ectivos ecti vos países— se encuentra en la educación. No quisiera quisie ra que después desp ués de haber señalado señal ado la sim plicida plic idadd con que se plantean plante an las opcione opci oness política pol ítica s en nues tro mundo, mund o, diese yo ahora la impresión impre sión de sacarme sacarm e de la manga la panacea universal para solucionar los intrincados problemas que plantea el logro de una sociedad realmente participante. Lo que sí quiero decir es que la educación para todos puede ser la variable que haga posible que en el transcurso de una genera ción las sociedad soci edad es encuentren encuentre n ese “atajo” “ata jo” de que hablaba hab laba antes. Y, por supuesto, no se me oculta que la meta de la educación para tod os —ella misma mism a— está estrechamente ligada a las mu taciones tacion es profunda profu ndass de las otras variables varia bles del sistema siste ma socia l ^ ^ Pero educa ción para todos— tod os— no se me alcanza sin ella —es decir, sin educación el camino que conduzca rápidamente a una “cultura cívica” de participació partici pación. n. Para una exposicion exposicion más^ más^ detallada de las implicaciones de la educación con otras variables variables del sistema social, puede verse mi trabajo “La calidad de la Edu cc ión en España , en el el volumen de Anales Anales de M oral Social Social y Económica titu lado La E d u c a c i ó n e n E s p a ñ a (Madrid, 1970).
Se hace necesario advertir al lector de la escasa importancia que Almond y Verba conceden en este libro a las “ideologías”. La investig ación fue realizada realiz ada en el mom ento de confusión confusi ón inte lectual que han representado los profetas del “fin de las ideolo gías” ; confusi ón que ha durado dura do hasta llegar a reconocerse recono cerse que ; confusión el “fin de las ideologías” es en sí mismo una ideología más y, por otra parte, que sus profe tas, adem ás de la ideología ideol ogía del “fifi de las ideologías”, eran portadores de alguna concreta de ellas, despachan despa chan do al resto rest o al cementerio ceme nterio de la historia histori a con el simp lón recurso de definirlas defini rlas precisamen precis amen te com o “ideolog “ide ologías” ías” y presen tando tand o la suya propia pro pia com o resultado resul tado de planteam plan team ient os cientí ficos, tecno cráticos crátic os y, desde desd e luego, indiscutibles indiscu tibles.. O las ideología ideol ogíass no habían muerto, muert o, o desd e 1968 parecen haber resucitado resuc itado con más virulencia virulenci a que nunca. En tod o caso, quien quiera explicarse explica rse lo que pasa en el mundo desde esa fecha decisiva —“crisis —“cri sis de civiliza civi lización ción ” lo ha llamado llam ado Malraux Malra ux—, no podrá pod rá prescindir presci ndir de las ideologías. Por últim o, este libro que ahora aparece apare ce en su versión espa ñola, ha tenido ten ido una enorme enorm e influencia sobre sobr e toda tod a una serie de investigaciones realizadas en nuestro país. Preguntas del guión de la entrevist entr evistaa de este estud io se han incorporad incor porad o a investiga inves tiga ciones cione s como , por ejemplo ejem plo,, el I Informe Sociológico sobre la Si an do de Mígu al y tuación Social de España, dirig ido por Am ando patrocin patr ocinado ado y pub licado lica do por la “Fundación “Fundaci ón FOESS FO ESS A” ; o La próx ima aparición aparici ón en las pu estructura social de Andalucía, de próxima blicaciones blicac iones del Institut Inst itutoo de Desarrollo Desa rrollo Econ ómico, ómic o, por los pro fesores feso res Murillo, Murill o, Bosqu e, García Barbancho, Barbanc ho, Varela, Cazorla Cazo rla y yo m is m o ; y utilizan util izan do el apara to conceptu conc eptual al de Al mo nd y Verba, el trabajo “Aspectos sociológico-políticos del caciquismo español”, de Juan del Pino Artacho, en Revista Española de la núme ro 15. Opinión Pública, número No quisiéram quisi éramos os despedirn desp edirn os del lecto r hispano, en esta pre sentación, sentaci ón, sin manifestarle mani festarle que, a pesar de las reticen cias o limi taciones tacio nes que hemos hem os apun tado, esta obra no ha podido ser hecha de una manera mejor. Lo s autores, autore s, y cualquier cualqu ier sociólo soc iólogo go com pe tente, conocen perfe ctam ente las limitacio limit aciones nes que la investiga inve stiga ción empírica empí rica tiene en la actualidad. actua lidad. Muchas Much as páginas de este libro se dedican a señalar esas limitaciones. Pero esto no quiere decir deci r que haya que volver vol ver a la introspección, introspe cción, la intuición intuic ión o la genialida geni alida d de los estudios estu diosos os de antaño antañ o —como —c omo se verá en la obra, Tocquev Toc queville ille ya había adivina adiv inado do muchas de las conclusiones conclusi ones de esta investigació investi gaciónn— . Lo L o que esto quiere decir es que hay que perfecc ionar las técnicas técnica s de investigació invest igaciónn en el cam po social. Y
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la única manera de perfeccionarlas es aplicarlas, localizar sus limitaciones y tratar de superarlas. La cultura cívica es una obra maestra maest ra en esta perspectiva persp ectiva . J o s é J i m é n e z Bl a n c o Catedrático de Sociología Universidad autónoma de Madrid
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PROLOGO
Y esta forma política nuestra, confiada no a unos cuan tos, sino a tod o el pueblo, pueb lo, se llama dem ocra cia... cia. .. Pasa mos por los cargos públicos sin obstrucciones mutuas', y vivimos juntos, con los afectuoso afect uososs lazos lazo s mutuos mut uos de la vida vid a priva da, sin suspica susp ica cia', sin enfadarse con el vecino por seguir las inclinaciones inclinaci ones de su propio pro pio carácter, ni presentán prese ntándono dono s con esa cara de malhumor, malhum or, que molesta, aunque no pueda castigar... de modo que en la vida priva da nos relaciona relac ionamos mos sin desconfian desco nfianzas zas ni daño, mientras mientr as no nos atrevem atre vemos, os, por ningún conce pto, a causar ofensa en la vida pública, públi ca, por el resp eto que tenemos tene mos hacia los magistra mag istrados dos y hacia las leyes... Se puede distinguir en las mismas personas la pre ocupación ocup ación por sus prop ios negocios negoc ios privado priv ado s y por los pú blic bl icos os ; y en otros, otros , ocupado ocu pado s por los ciudadan ciud adan os de la vida, se da habi lidad y competencia para los negocios de gobierno. Pues somos el único pueblo que considera, no indolente, pero sí inútil, a aquel aqu el que no se ocupa ocup a en los asuntos asunt os de gobierno gobi erno .” Pe r
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id e s ,
Sobre las causas de grandeza de Atenas.
El presente trabajo sobre la cultura política de la demo cracia, recibió su impulso inicial hace unos treinta años, en la Sección de Ciencias Sociales de la Universidad de Chicago. Mucho de lo que ahora se conoce por el nombre de enfoque behaviorístico en el estudio de la política, tuvo allí su origen, en el período entre las dos guerras mundiales. El hecho de ha berse precisado tres o cuatro décadas para que su teoría de la ciencia política se haya convertido en dominio común, es un tributo de reconocimiento a la visión de los hombres que fueron los autores de este cambio gradual de opinión. Nuestro anáhsis se inspira, sobre todo, en la obra de Charles E. Merriam. Sus ensayos sobre Civic Training formularon muchos de los pro Ne w Aspe As pects cts of Politics, Politi cs, pro blemas que aquí nos ocupan, y su New puso los métodos utiUzados en la redacción del presente tra bajo. Nos enfrentamos en este libro con una serie de temas clásicos en la ciencia política; con lo que los griegos denominaban denominaban vir tudes cívicas y sus consecuencias para la efectividad y estabili dad de im gobierno democrático; y con la clase de vida comu nitaria, organización social y educación de los hijos condicio nadas por las virtudes cívicas. Al emplear la técnica de encuesta para estudiar estos temas clásicos, estamos siguiendo también la práctica tradicional de confiar en los métodos más exactos a nuestro alcance para la investigación de tales problemas. Quizá Tocqueville y Bryce, si vivieran ahora, hubieran utilizado igual mente en algún sentido los análisis comparados en sus investiga ciones sobre las actitudes democráticas. Nuestro trabajo pretende sugerir que existe en Inglaterra y en los Estados Unidos una pauta de actitudes políticas y un estrato subyacente de actitudes sociales que constituyen el fun damento de un proceso democrático estable. En las otras tres naciones estudiadas —Alemania, Italia y México— se da esto en menor medida. Pero tal conclusión no debe llevar al lector a desconfiar de las posibilidades de la democracia en las tres úl timas naciones citadas. Nuestro estudio supone solamente una instantánea en un mundo que cambia rápidamente, y aunque seamos capaces de detallar algunos de los graves problemas que 13
estas naciones posiblemente han de superar para llegar a un sistema político más estable y democrático, no podemos con cluir, ni en modo alguno lo hacemos, que tales problemas ca rezcan de solución. Pero hay algo más importante: nuestras conclusiones no deben llevar al lector a sentirse satisfecho de la democracia existente en las dos primeras naciones mencio nadas, Inglaterra y los Estados Unidos. Mientras la plena par ticipación en el sistema político y el acceso a las vías de mejora social continúen denegándose a sectores significativos de su población, permanecerán incumplidas sus promesas democráticas. Fueron interrogadas unas cinco mil personas —ingleses, ale manes, itahanos, mexicanos y norteamericanos—, con el fin de suministramos nuestros datos. Solicitamos de las personas interrogadas en las capitales, ciudades y pueblos de estos cinco países su cooperación, para reahzar con nosotros un anáhsis científico, bajo auspicios universitarios, de los problemas plan teados por la democracia y la participación política. En un sen tido muy real es éste su hbro y nosotros, los autores, confiamos haberles sido fieles. Han transcurrido cinco años desde que se planeó el presen te estudio hasta su reahzación y son muchas nuestras deudas. Nos complacemos en reconocer el gran apoyo prestado por el fallecido Frederick S. Dunn, director del Centro de Estudios Internacionales en la Universidad de Princeton, cuando se ini ció nuestro trabajo, y por Klaus Knorr, director del citado Cen tro durante las posteriores etapas del proyecto. El International Research Associates, de Nueva York, nos ayudó en el desarrollo del diseño de la investigación y de la encuesta, así como en la administración del pro yecto ; agradecemos en especial la colabo ración de Elmo Wilson, Helen Dinerman y Frank Bonilla. Morris Rosenberg, del Instituto Nacional de Sanidad Mental, contri buyó mucho en la etapa de planificación, en la construcción de los instrumentos de investigación y en el anáhsis de los pre-tests (antepruebas). Herbert Hyman nos ayudó en las etapas planifica dora y de anteprueba. Maurice y Ruth Färber, así como Ro bert E. Lañe, colaboraron con trabajos originales a la elabora ción del instrumento de encuesta. Durante el curso del trabajo nos beneficiamos de la ayuda investigadora de un gran número de personas. Louise K. Com fort desempeñó un papel importante en la planificación y anteprueba de los guiones de entrevista, así como en la recogida de material comparativo de otras encuestas. Anne Munholland nos ayudó en problemas generales de estadística y realizó el arduo trabajo de revisar nuestros datos para su publicación. Morris 14
Davis contribuyó a nuestro anáhsis sobre otras encuestas y pre paró un memorándum acerca de las teorías de la ciudadanía. Annelisa Kelley ayudó recogiendo otros datos de encuesta y cola boró en la traducción del instrumento de investigación. Annette Ducey y William Flanagan revisaron y reahzaron gran parte de los análisis estadísticos de los dato s; Lotte Doverman y Peter Almond ayudaron en el anáhsis estadístico, y la señora Dover man preparó los primeros esbozos de los relatos ilustrativos con signados en el capítulo 14. Agradecemos también la ayuda pres tada por Robert Scott en el anáhsis de las interviús biográficas mexicanas. Damos también las gracias por su labor de secretaría a Gail Ahlgren, Bárbara Jacobs y Sarah Bondy. El Centro para Estu dios Superiores en las Ciencias Behaviorísticas dio toda clase de facilidades para la preparación final del manuscrito. Nos sentimos satisfechos de destacar nuestra colaboración con las agencias interviuvadoras en cada uno de los países estu diados. En los Estados Unidos, nuestra encuesta fue dirigida por el National Resea rch Center, de la Universidad de Chicago, bajo la supervisión de Selma Monsky y Jacob Feldman; en Gran Bretaña fue realizada la encuesta por el Resea rch Servi ces Ltd ., de Londres, bajo la dirección de Mark Abrams y A. E. S. Ehrenberg; en Alemania se ocupó del programa de in terviús el DI VO Institut, de Frankfurt, dirigido por Gerhart Baumert y Peter Schmidt; en Italia se encargó del trabajo el Instituto Italiano Dell’Opinione Publica, de Milán, bajo la di rección de Ernesto Norbedo. La encuesta en México fue reali zada por el International Research Associa tes, de México, ciudad de México, bajo la supervisión de George Gaither y Alfred Wilson. Un original anterior del manuscrito se benefició de la atenta lectura y valiosos comentarios de Harry Eckstein, Herbert Hyman, Robert Scott y Alex Inkeles. El presente estudio fue subvencionado generosamente por la Fundación Camegie, de Nueva York. Tenemos muchas razo nes para expresar nuestro agradecimiento a sus directivos, en particular a John Gardner, Wilham Marvel y James Perkins. No será necesario recordar que la responsabihdad por el contenido y las conclusiones del presente trabajo es nuestra. Agosto, 1962. G. A. A. S V.
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I PARTE
TEORIA Y METODO DEL ESTUDIO