Actualizaciones Acúfenos Rebeca de la Fuente Cañibanoa,*, Mario Andrés Castillo Wismanb y Alejandro Harguindey Antolí-Candelac aFacultativo Especialista Especialista de Área.
Otorrinolaringología Otorrinolaring ología y Patología Cérvico-Facial. Hospital General Universitario de Ciudad Real. Ciudad Real. España. Medicina Familiar Familiar y Comunitaria. Hospital General General Universitario de Ciudad Real. Ciudad Real. España. cFacultativo Especialista Especialista de Área. Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial. Instituto Antolí-Candela. Madrid. España. *Correo electrónico electrónico::
[email protected] bResidente de 2.º año de
Puntos clave ●
El acúfeno como como síntoma es un motivo de consulta muy frecuente en las consultas de otorrinolaringología y atención primaria.
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Se trata del tercer tercer síntoma más más incapacitante tras el dolor intenso y los trastornos del equilibrio según la American Tinnitus Association.
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El acúfeno es el resultado resultado de una actividad aberrante aberrante a lo largo de la vía auditiva, localizándose con mayor frecuencia en la cóclea.
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El factor predisponerte predisponerte más importante importante en la aparición aparición de un acúfeno es el umbral audiométrico. Son factores secundarios la exposición a ruidos, la edad y el nivel socioeconómico. La etiología de los acúfenos acúfenos es muy variada. variada. La mayor parte son de origen idiopático, suponiendo un 50% de los mismos. Clínicamente se observa observa que el acúfeno es concomitante en en muchas ocasiones con la presencia de hipoacusia. Esta no es la causa del acúfeno. Parece que ambos síntomas son
secundarios a una misma alteración localizada en el aparato auditivo. ●
El primer paso en el diagnóstico diagnóstico de un acúfeno acúfeno es la realización de una anamnesis detallada. Una historia clínica minuciosa favorecerá un enfoque etiológico adecuado del acúfeno, fundamental para el posterior tratamiento.
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En el diagnóstico diagnóstico del acúfeno acúfeno es especialmente especialmente importante importante la realización de una otoscopia que valore el estado del conducto auditivo externo, membrana timpánica y oído medio.
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El tratamiento debe ser individualizado individualizado y etiológico etiológico siempre que sea posible. Cuando no se conozca la causa, deberá ser sintomático o en su defecto, de las consecuenc consecuencias ias que ocasione el acúfeno.
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Para prevenir o atenuar el aumento aumento de intensidad intensidad del acufeno, el mensaje transmitido al paciente debe ser siempre positivo y el tratamiento individualizado. El consejo médico es fundamental, un mensaje positivo favorece la habituación.
Palabras clave: Acúfenos • Tinnitus • • Modelo neurofisiológico • Terapia sonora.
Generalidades El acufeno, también denominado tinnitus, no representa una enfermedad por sí solo. Se trata de un síntoma muy habitual tanto en las consultas de atención primaria como en los servicios de otorrinolaringología. Se define como la percepción de un sonido en ausencia de una fuente externa acústica, que resulta inaudible para otras personas y se hace patente cuando su intensidad es superior a la del ruido ambiental y no se consigue su enmascaramiento. Con el desarrollo de la tecnología y las pruebas de imagen se ha comprobado que el acúfeno no es una alteración exclusivamente coclear, sino un
trastorno que puede deberse tanto a la afectación de la vía auditiva, así como a las áreas del sistema nervioso central (SNC) que se encuentran relacionadas con el fenómeno de la audición.
Epidemiología El acúfeno grave representa el tercer síntoma más incapacitante que puede sufrir un individuo tras el dolor intenso y los trastornos del equilibrio según la American Tinnitus Association. Aparecen con mayor frecuencia a partir de los 50 FMC. 2015;22(1):3-9
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años y se presentan con la misma incidencia en hombres y mujeres1. La prevalencia real de los acúfenos es difícil de precisar. Los principales estudios epidemiológicos se han desarrollado en países anglosajones. Así, en Estados Unidos los acúfenos afectan a unos 40 millones de personas, de las cuales la cuarta parte los padece de forma intensa. Según los estudios llevados a cabo en Gran Bretaña, el 35% de la población en los países industrializados ha padecido acúfenos de algún tipo, y en el 5% de modo moderado o intenso, y en un 1% el acúfeno tiene una repercusión muy importante sobre la calidad de vida. Se ha demostrado que el factor predisponente más importante en la aparición de los acúfenos es el umbral en la audiometría tonal liminar. Sin embargo, la edad y la exposición al ruido parecen actuar de forma secundaria. La localización del acúfeno es variable. En un 50% el paciente lo refiere en ambos oídos, un 35% lo sitúa en un solo oído y el 15% restante lo localiza en la cabeza. Aunque algunos pacientes no aquejan pérdida auditiva, lo cierto es que la gran mayoría de ellos van a presentarla si realizamos exploraciones audiométricas completas. La hipoacusia no causa el acúfeno, sino que los 2 fenómenos parecen ser manifestaciones distintas de una misma alteración localizada en el aparato auditivo. Cuanto más marcada sea la disfunción del aparato auditivo, mayores son la pérdida auditiva y la probabilidad de aparición de acúfenos.
terpretado como un estímulo sonoro y el órgano capaz de percibirlo es el oído. Además, gran parte de los acúfenos están relacionados con alteraciones en la audición. Dos son las teorías que se postulan como más frecuentes para explicar el origen coclear del acúfeno:
Descoordinación entre el funcionamiento de las células ciliadas externas e internas. Producirá una despolarización crónica de estas generando una actividad anómala en las fibras aferentes. Alteraciones en el ciclo metabólico del glutamato. Un aumento de este neurotransmisor en la sinapsis coclear, por exceso de liberación o por defecto de recaptación, produciría un estado de despolarización continuada de la vía aferente, causando una edematización de la célula, con liberación de metabolitos oxigenados reactivos que originarían la muerte celular. •
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A pesar de lo anteriormente expuesto, existe controversia acerca del origen coclear de los acúfenos, debido a la existencia de pacientes en los que coexiste la presencia de acúfenos e hipoacusia y la existencia de pacientes que tienen el mismo grado de hipoacusia sin acúfenos. Por ello, se sugiere el origen en el ámbito del SNC, ya que en algunos pacientes persiste el acufeno, incluso tras la sección del VIII par craneal. 2. Actividad
Fisiopatología El acúfeno es el resultado de una actividad anómala en el trayecto de la vía auditiva, localizándose con mayor frecuencia en la cóclea. Son múltiples las teorías propuestas para explicar la génesis de los acúfenos, lo que sugiere que no hay un mecanismo único que explique el origen de los mismos. A través de estudios recientes se ha concluido que uno de los factores determinantes en la cronificación de un acúfeno es la alteración en el sistema de compensación de las vías auditivas centrales. En la actualidad, son 3 mecanismos fisiopatológicos los que pueden explicar el origen de los acúfenos2-4 (tabla 1). 1. Alteración
coclear: la cóclea ha sido considerada tradicionalmente el órgano generador del acúfeno, ya que es in-
eléctrica aberrante en el sistema nervioso central: la presencia de una actividad eléctrica patológica sería interpretada por el SNC como un acúfeno. Según la teoría del silencio de Møller, cualquier proceso que provoque una sincronización de la vía auditiva podría generar un acúfeno. Por lo tanto, en ausencia de acúfenos, la actividad basal es asincrónica. Ello puede deberse a: Sincronización en los disparos de alteración coclear producida por una alteración en las células cilíadas internas. Alteraciones en las fibras del nervio auditivo. Fenómenos de desinhibición de los núcleos centrales de la vía auditiva. Cuando se produce una alteración en el ámbito de la vía auditiva periférica, disminuye la síntesis del ácido gamma-aminobutírico en el colículo inferior, produciéndose un aumento de la actividad que se percibiría como un acúfeno en el ámbito cortical. •
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3. Fenómenos
TABLA 1. Mecanismos fisiopatológicos de los acúfenos
1. Alteración coclear 2. Actividad eléctrica aberrante en el SNC 3. Fenómenos de reorganización cortical SNC: sistema nervioso central.
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de reorganización cortical: la importante asociación entre la hipoacusia y el acúfeno, presuponen la existencia de un factor etiológico común para ambos síntomas. Al producirse una desaferenciación parcial o total del órgano auditivo periférico, constituye una pérdida de información aferente que actúa como estímulo activando las áreas corticales correspondientes a la actividad coclear que
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Acúfeno
Alteración coclear
Ausencia de coordinación entre CCE y CCI
Fenómenos de reorganización cortical
Alteración ciclo glutamato
Actividad eléctrica aberrante
Alteración fibras nervio auditivo
Sincronización de CCI
Desinhibición de núcleos centrales
Figura 1. Patogenia de los acúfenos.
CCE: células cilíadas externas; CCI: células cilíadas internas.
provocaría sensaciones auditivas anómalas en forma de acúfenos. La patogenia de los acúfenos se explica según el esquema que puede verse en la figura 1. Según el modelo neurofisiológico propuesto por Jastreboff y Hazell, se supone la existencia de un componente modulador central responsable de la perpetuación, tolerancia o adaptación al mismo en todo acúfeno. La aparición y la persistencia del acúfeno dependen de la interacción de varias áreas del SNC. La detección del acúfeno ocurre en la vía auditiva en los centros subcorticales. Una vez detectada esta señal auditiva, debe clasificarse de modo psicológico, interviniendo en este proceso las áreas asociativas corticales, el sistema límbico (respuesta emocional) y la corteza prefrontal (comportamiento e integración sensorial y emocional). De esta manera, se procede a la habituación de las señales auditivas que no ofrezcan un interés especial para el individuo. La interacción entre las áreas corticales asociativas y el eje límbico-amígdala explicaría la presencia de síntomas como miedo, preocupación o ansiedad que tan asociados están en los pacientes con acúfenos. Además, la persistencia de la
señal y del cortejo vegetativo que se manifiesta por el sistema nervioso autónomo se justifica por el factor de alerta generado en algunos pacientes junto con el componente psicoemocional (fig. 2).
Etiología Múltiples son las causas que pueden producir acúfenos. Algunos de los grupos etiológicos más importantes son (tabla 2) 5,6: 1. Idiopáticas: hasta
en un 50% de los casos no es posible conocer la causa del acúfeno. 2. Congénitas: en este grupo se engloban las malformaciones del oído (anotia, microtia) y también los trastornos genéticos. 3. Fisiológicas: se trata de aquellos pacientes que pueden detectar sonidos fisiológicos en silencio, como son las otoemisiones acústicas. Las otoemisiones acústicas se definen como la fracción de sonido detectable en el conducto auditivo externo causada por la actividad fisiológica coclear deri-
Corteza prefrontal: integración sensorial
Sistema auditivo: origen de acúfeno
Centros subcorticales: detectan acúfeno: anulación o persistencia
Sistema límbico: respuesta emocional
Sistema nervioso autónomo: molestia
Figura 2. Modelo neurofisiológico propuesto por Jastreboff y Hazell.
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TABLA 2. Etiología de los acúfenos
Idiopáticas Congénitas Fisiológicas Neoplásicas Infecciosas Traumáticas Vasculares Neurológicas Endocrinológicas Farmacológicas Miscelánea
vada del proceso de la audición. Suponen un bajo porcentaje de la población, entre un 1-2%. 4. Neoplásicas: podemos distinguir procesos tumorales benignos como el neurinoma del VIII par craneal, tumores óseos (exostosis u osteomas), colesteatomas, tumores glómicos (yúgulo-timpánicos), etc. También algunos tumores malignos como carcinoma epidermoide o basaliomas. Ambos pueden ocasionar acúfenos a través de distintos mecanismos. 5. Infecciosas: en el caso de una otitis seromucosa, existe la ocupación por moco de la caja timpánica, lo que puede ocasionar la presencia de acúfenos. Cuando se produce una otitis media aguda, puede tener lugar el paso de toxinas bacterianas a través de las ventanas oval y redonda, produciéndose una lesión del oído interno y por tanto pueden aparecer acúfenos. 6. Traumáticas: en este grupo puede incluirse el traumatismo acústico, sobre todo en aquellas personas que están expuestas a ruido importante por su profesión, y en ellos pueden producirse acúfenos. También en aquellos pacientes que hayan presentado como antecedente un traumatismo craneoencefálico. 7. Vasculares: son causa de acúfenos de tipo pulsátil. Cabe destacar las fístulas arteriovenosas como causa más frecuente de acúfeno pulsátil con otoscopia normal. También es importante mencionar la hipertensión arterial como enfermedad sistémica que causa acúfenos. Algunas alteraciones anatómicas en el oído como la carótida o el bulbo de la yugular dehiscente también pueden ocasionar acúfenos. 8. Neurológicas: en este grupo es muy importante mencionar la esclerosis múltiple, ya que la desmielinización que se produce en el transcurso de la enfermedad en la vía auditiva puede generar acúfenos. También pueden ser causa de acúfenos otras patologías mucho menos habituales como las mioclonías en el músculo del velo del paladar, trompa de Eustaquio, etc. 9. Endocrinológicas: es bien conocido que la diabetes mellitus cursa en algunos casos con la presencia de neuropa6
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tía, lo que puede afectar al VIII par craneal y producir acúfenos. También pueden aparecer en estados de hipoglucemia. En el caso de las alteraciones de la función tiroidea, tanto en hipotiroidismo como hipertiroidismo, pueden estar presentes los acúfenos por alteraciones en el gasto cardíaco. 10. Farmacológicas: los fármacos ototóxicos, como son los aminoglucósidos, salicilatos, antipalúdicos, antineoplásicos y diuréticos, pueden ocasionar la presencia de acúfenos, bien por efecto coclear o por afectación en el SNC. 11. Miscelánea: en este grupo pueden incluirse diversas causas entre las que podemos mencionar: tapón de cerumen, presbiacusia, síndrome de Ménière, síndrome de Costen, déficit de oligoelementos (zinc, cobre), así como déficits vitamínicos. Cabe destacar que la causa más frecuente de acúfenos en la infancia es la migraña.
Clínica Como hemos visto en el apartado anterior sobre la etiología, los acúfenos pueden ser la manifestación clínica de múltiples enfermedades, algunas de ellas potencialmente graves. Pero además del propio acúfeno en sí, tiene efectos y consecuencias como preocupación, miedo o ansiedad, pudiendo llegar a ser incapacitante. De las características que presente dependerá su habituación y la repercusión que dicho acúfeno tendrá sobre la vida del que lo padece. La presencia de acúfenos ocasiona una alteración en la inteligibilidad del mensaje auditivo y generalmente va acompañado de hipoacusia, por lo que habrá que hacer el correspondiente estudio audiológico. Puede alterar el sueño, la capacidad de descanso, la capacidad de concentración, así como producir conductas de evitación de situaciones o ambientes que supongan una mayor percepción del problema, que condicionan un cambio en el estilo de vida. El acúfeno puede ir acompañado de cefalea e inestabilidad y a veces la causa que lo produce requiere tratamientos farmacológicos prolongados que pueden generar dependencia 6-9.
Diagnóstico Al igual que en otras patologías, el diagnóstico 10-12 se debe apoyar en los siguientes puntos (tabla 3): 1. Anamnesis: los
acúfenos pueden representar procesos etiológicos muy variados. El primer paso es la realización de una historia clínica detallada que recoja antecedentes familiares y personales (profesión, tratamientos farmacológicos, valorar medicación ototóxica, infecciones, traumatismo craneoencefálico…), las características del acúfeno (intensidad, frecuencia, pulsatilidad, lateralidad), el modo de instauración, el tiempo de evolución, clínica asociada (hipoacusia,
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TABLA 3. Diagnóstico de los acúfenos
Anamnesis Exploración física Analítica Pruebas complementarias audiovestibulares Pruebas de imagen
TABLA 4. Pruebas audiovestibulares en el diagnóstico de los acúfenos
Audiometría tonal liminal Audiometría tonal de alta frecuencia Impedanciometría Potenciales evocados auditivos de tronco cerebral Otoemisiones acústicas Otras pruebas audiológicas Videonistagmografía
otalgia, vértigo), la incapacidad que genera, etc. Se hará énfasis también en el estado metabólico, neurológico, cardiovascular y en la existencia de enfermedad hipertensiva del paciente. Una anamnesis detallada favorecerá un enfoque etiológico adecuado del acúfeno, fundamental para el tratamiento posterior. 2. Exploración física: debe realizarse una exploración otorrinolaringológica completa, haciendo especial hincapié en la otoscopia. Se debe valorar mediante microotoscopia el estado del conducto auditivo externo o tapones de cerumen, integridad de la membrana timpánica y la presencia de bolsas de retracción, ocupación del oído medio y su coloración, así como la presencia de masas pulsátiles. Cuando el acúfeno se asocia a síntomas vestibulares habrá que hacer también una exploración otoneurológica. El estudio endoscópico nasofaríngeo permitirá valorar el estado de la mucosa nasal y rinofaríngea y de la trompa de Eustaquio. Los procesos inflamatorios e infecciosos de la mucosa de las vías respiratorias superiores pueden asociarse con disfunción tubárica, que produce alteraciones en la ventilación del oído medio y puede generar en ocasiones acúfenos. Debe incluirse en la exploración la medición de la presión arterial, la auscultación de la cabeza y el cuello (para descartar la presencia de fístulas) y tórax, la maniobra yugular para valorar acúfenos pulsátiles y valoración de la articulación temporomandibular. 3. Analítica: se realizará una analítica completa con hemograma, bioquímica general (glucosa, lípidos, iones, creatinina), pruebas autoinmunes en casos de pacientes que presenten patología concomitante de este tipo (tiroiditis, etc.), pruebas de función tiroidea, niveles de oligoelementos (zinc y magnesio) y vitaminas (en el caso de la anemia perniciosa por falta de vitamina B 12, que puede ocasionar neuropatía) y prueba de absorción de anticuerpos treponémicos fluorescentes (para descartar sífilis con manifestación otoneurológica), cuando existan antecedentes de dicha enfermedad. 4. Pruebas complementarias audiovestibulares: las distintas pruebas audiovestibulares útiles en el estudio de los acúfenos son (tabla 4):
en estos pacientes una hipoacusia neurosensorial en frecuencias graves. • Audiometría tonal de alta frecuencia: se trata de una audiometría tonal liminar que explora frecuencias agudas por encima de los 8 kHz y es interesante porque algunas alteraciones del oído interno (por ejemplo ototoxicidad, trauma acústico) se manifiestan por afectación de dichas frecuencias. • Impedanciometría: nos permite valorar las alteraciones de presión en oído medio, útil en patologías como la ototubaritis u otitis seromucosa. • Potenciales evocados auditivos de tronco cerebral: permiten descartar la presencia de enfermedad retrococlear, aunque el diagnóstico definitivo se realiza mediante pruebas de imagen. • Otoemisiones acústicas: se estima que entre un 1 y un 9% de los acúfenos son causados por otoemisiones acústicas espontáneas; pueden ser suprimidas con ácido acetilsalicílico. Otras pruebas de exploración audiológica: la acumetría con el Rinne y Weber, que deben ser concordantes con la audiometría tonal liminar. También puede realizarse logoaudiometría. • Videonistagmografía: la prueba calórica, que forma parte de la videonistagmografía, nos permite valorar la existencia de un déficit vestibular en aquellas patologías que cursan con acúfeno y clínica vertiginosa. •
5. Pruebas
de imagen: a continuación exponemos algunas de las pruebas de imagen más importantes que se han de realizar cuando debemos establecer un diagnóstico etiológico de un acúfeno (tabla 5):
TABLA 5. Pruebas de imagen en el diagnóstico etiológico de los acúfenos
Eco-Doppler de troncos supraaórticos TAC RMN Angio-RMN
una prueba básica en el estudio de un paciente con acúfenos y es habitual encontrar •
Audiometría tonal liminal: es
Angio-RMN: angio-resonancia magnética nuclear; RMN: resonancia magnética nuclear; TAC: tomografía axial computarizada.
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• Eco-Doppler de troncos supraaórticos para valorar el estado de estos vasos y posibles estenosis. • Tomografía computarizada. Indicada en patologías con afectación ósea como la enfermedad de Paget u otoesclerosis y en aquellos procesos que pueden alterar el hueso como el glomus timpánico. • Resonancia magnética. Es la técnica de elección para la valoración de patología tumoral y desmielinizante en el ámbito del SNC, así como determinadas malformaciones (Arnold Chiari). • Angio-resonancia magnética. Esta prueba está indicada en la sospecha de malformaciones vasculares y fístulas arteriovenosas.
TABLA 6. Prioridades en el manejo de actuación de un acúfeno
Descartar la presencia de acúfeno pulsátil, por la gravedad de algunas entidades clínicas Establecer la existencia de patología coclear estable o fluctuante Valorar el grado de incapacidad que genera el acúfeno Diferenciar entre patología de oído interno y patología somatosensorial Grado de aceptación de los fármacos
TABLA 7. Líneas de tratamiento en los acúfenos
Tratamiento farmacológico Tratamiento intratimpánico
A la hora de enfrentarse a un acúfeno deben establecerse unas prioridades (tabla 6).
Tratamiento psicoemocional Tratamiento quirúrgico Audífonos
Tratamiento
Terapias sonoras Otros
El primer paso es prevenir la aparición del acúfeno o evitar su progresión en el caso de que ya esté instaurado. Es frecuente que hipoacusia y acúfenos sean 2 síntomas concomitantes, por lo que debe mantenerse una higiene sonora en el medio laboral para prevenir la aparición de trauma acústico. Para prevenir o atenuar el aumento de intensidad del acufeno, el mensaje transmitido al paciente debe ser siempre positivo para que este aprenda a habituar (bloquearlo). En el tratamiento del acúfeno, es indispensable establecer una buena relación médico-paciente, para tranquilizarlo y generar en él una actitud positiva. El tratamiento de elección debe ser individualizado, etiológico (solo un 5-10% de los acúfenos cursan con patología conocida), sintomático en su defecto o de las consecuencias que produce el acúfeno si no podemos actuar en los 2 anteriores supuestos. Las distintas líneas de tratamiento que pueden seguirse en el manejo de los acúfenos pueden verse en la tabla 7 13-15.
nas, antidepresivos y anticomiciales. Tan solo el alprazolam (benzodiacepinas) ha demostrado una eficacia superior al placebo16.
Tratamiento farmacológico
Tratamiento intratimpánico
La diversidad de tratamientos farmacológicos da una idea del camino que queda por recorrer para la comprensión de la génesis del acúfeno. Los fármacos disponibles pueden actuar a distintos niveles: en la cóclea, en el sistema límbico, sobre el sistema emocional y sobre el sistema cortical. En una revisión sobre los ensayos clínicos r ealizados en pacientes con acúfenos, han concluido que no se dispone de tratamientos que puedan proporcionar una reducción, a largo plazo, de la reaparición del acúfeno superior al placebo. En nuestro país son escasos los fármacos que tienen autorizado su uso en el tratamiento de los acúfenos. Son varios grupos de tratamientos que distinguimos (tabla 8): vasodilatadores, antihistamínicos, antiisquémicos cerebrales, corticoides, benzodiacepi-
La utilización de la vía intratimpánica aporta mayores concentraciones del fármaco en la cóclea y evita los efectos adversos de la administración sistémica. Ha adquirido gran difusión en el tratamiento de la sordera súbita, la enfermedad de Ménière y la enfermedad autoinmune del oído interno y en los acúfenos resistentes, siendo los fármacos más utilizados los corticoides, fundamentalmente dexametasona 0,4-4,8 mg con un número variable de sesiones.
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TABLA 8. Tratamiento farmacológico de los acúfenos
Vasodilatadores Antihistamínicos Antisquémicos cerebrales Corticoides Benzodiacepinas Antidepresivos Anticomiciales Otros
Tratamiento psicoemocional Debido a la importancia del sistema límbico en la cronificación del acúfeno, es importante actuar sobre este nivel mediante un abordaje combinado de tratamiento psicopsiquiá-
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trico y farmacológico (benzodiacepinas, hipnóticos y antidepresivos).
18.000 Hz. El ruido generado es monótono y fácilmente habituable.
Tratamiento quirúrgico
Otros
Ocasionalmente, cuando se identifica la etiología del acúfeno pueden ser subsidiarios de cirugía, como por ejemplo glomus, las fístulas arteriovenosas. En la enfermedad de Ménière se puede realizar descompresión del saco endolinfático o neurectomía vestibular. Ya se ha referido que cada vez tienen más importancia las teorías que abogan por un origen central del acúfeno y las interrelaciones existentes entre distintas áreas del SNC, por lo que estas opciones terapéuticas se cuestionan cada vez más.
Oxígeno hiperbárico, acupuntura, terapia cognitivo-conductual estimulación magnética transcraneal, estimulación cerebral profunda, hipnosis, rayo láser de baja potencia. Como pauta general de actuación podríamos resumir el tratamiento en:
Algunos pacientes pueden beneficiarse de la adaptación de un audífono, que sirve como instrumento rehabilitador y al mismo tiempo como instrumento de enmascaramiento al amplificar el ruido ambiental y reduciendo la percepción del acúfeno.
• Acúfeno en fase aguda. Podría corresponder con entidades como hydrops, Ménière, hipoacusia súbita, por lo que la utilización de corticoides orales o intrantimpánicos sería una buena opción. • Acúfeno con patología psicosensorial acompañante. Podríamos utilizar antidepresivos y fármacos que ayuden en el control del sueño. • Acúfeno crónico estable. Utilizaremos las terapias sonoras con asociación de fármacos si existe una afectación muy importante de la calidad de vida.
Terapias sonoras
Bibliografía
Audífonos
Existen varia terapias sonoras, pero la más utilizada es la terapia de reentrenamiento para el tinnitus, propuesta por Hazell y Jastreboff en el año 1996. Su finalidad es que el paciente se habitúe al acúfeno sin eliminarlo, atenuando la percepción de la señal y el significado de la misma. Ello se consigue mediante reentrenamiento de los centros corticales y subcorticales encargados del procesamiento del acúfeno hasta que el paciente no sea consciente de su presencia. No se elimina el acúfeno, este tratamiento persigue su habituación atenuando la percepción de la señal y el significado de la misma. Es fundamental que la información transmitida por el médico sea positiva. Los factores etiológicos se discutirán con el paciente, comentándole que la exploración exhaustiva no ha encontrado evidencia alguna de tumoración o enfermedad grave que ponga en peligro su vida, debido a que muchos de estos pacientes suele presentar cuadros de ansiedad y preocupación. Dentro del grupo de las terapias no farmacológicas, el reentrenamiento para el tinnitus es la terapia que ha conseguido un índice de mejoría más elevado en la habituación y control de los acúfenos. La habituación puede alcanzarse de varias maneras: Sonido natural. Es más difícil percibir un acúfeno sobre un ruido de fondo que en silencio. Audífono + sonido natural. Es el mismo supuesto que en el caso anterior pero para pacientes que por su grado de hipoacusia precisen la utilización de audífonos. Generadores de ruido blanco. Son prótesis que generan ruido en un rango de frecuencia comprendido entre 100 y •
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