Aves Endémicas en Chile Daniel A. González Acuña Dr. Med. Vet. Departamento de Ciencias Pecuarias Facultad de Medicina Veterinaria. Universidad de Concepción.
Algunas de las consideraciones importantes de la declaración de Principios del Consejo Internacional para la Conservación de aves (CIPA) resume algunas de las importancias de las aves. Ellas juegan un rol importante como indicadores biológicos del estado de los ecosistemas naturales, dando un aviso anticipado de cambios ambientales que pueden resultar dañinos para la humanidad; Las aves cumplen una función ecológica importante al ayudar a mantener los procesos naturales, incluyendo el control de pestes, tienen un potencial como recurso natural, tienen un gran valor en el numero importante de disciplinas científicas y contribuyen considerablemente a la comprensión de procesos y funciones ecológicas importantes del ambiente. Es por esto y otras razones que conservar las aves es una obligación moral de la humanidad. En el mundo se han descrito 9021 especies de aves definidas a través de 159 familias en 28 órdenes. En Chile, la avifauna ha sido estudiada desde los tiempos del célebre abate don Juan Ignacio Molina (1737-1792), autor del primer ensayo sobre la Historia Natural de Chile. Recientemente, Martínez y González (2005), citan 502 especies de aves que han sido observadas en los territorios continental, insular y antártico chileno. De estas, existen las exóticas o también llamadas introducidas, las nativas, que son aquellas que siempre han existido en Chile y también fuera de los limites de Chile y las endémicas, que son especies de aves residentes cuya área de reproducción está restringida sólo al territorio de Chile. Esto significa, que las aves endémicas existen en forma natural sólo en territorio chileno, por lo que su protección en el globo terráqueo depende exclusivamente de las medidas que se tomen en nuestro país. Las especies endémicas en Chile, con seguridad son: la perdiz (Nothoprocta predicaria), el choroy (Enicognathus leptorhynchus), el picaflor de Juan Fernández (Sephanoides fernandensis), la chiricoca (Chilia melanura), el rayadito de Masafuera (Aphrastura masafuerae), la turca (Pteroptochos megapodius), el tapaculo (Scelorchilus albicollis), el cachudito de Juan Fernández (Anairetes fernandezianus) y la tenca (Mimus thenca). Especies que son consideradas endémicas pero que han sido cuestionadas como tales por diversos ornitólogos son: el picaflor de Arica (Eulidia yarellii), el churrete costero (Cinclodes nigrofumosus), el canastero (Asthenes humicola), el hued hued castaño (Pteroptochos castaneus) y el churrin (Scytalopus fuscus). Aves endémicas en Chile: Nothoprocta perdicaria. La perdíz chilena es un ave perteneciente al orden tinamiforme, familia tinamidae, familia típicamente neotropical. Tiene un largo corporal de 29 a 32 cm. Su cuerpo es redondo y de color pardo, posee patas amarillas y su cola corta. El pico es café con la mandíbula inferior amarillenta. Su coloración en general es críptica, con barras canela sobre las plumas cobertoras y secundarias; pecho bastante uniforme de color pardo con manchas negras;
garganta blancuzca. Tiene el vientre de color rojizo oscuro con tintes aleonados por el centro en vez del grisáceo con la línea media blancuzca, además las rayas transversales del dorso son más rojizas. Es muy tímida y desconfiada. Prefiere lugares con matorrales, pastizales y plantas agrícolas, preferentemente aquellos lugares en que se cultivan cereales y plantas industriales como linaza, raps y maravilla, además frecuenta y nidifica en campos con alfalfa, trébol rozado u otra forrajera. También se observa en huertos frutales, viñas y plantaciones forestales nuevas, especialmente si allí existe abundante cantidad de malezas. Debido al estilo de vida terrestre y a su limitada destreza para volar, los miembros de la familia Tinamidae son estrictamente sedentarios y no realizan ningún tipo de migración. N. perdicaria vuela sólo cuando se siente amenazada. No está amenazada globalmente, pero debido a que es una de las aves de caza más apreciada en Chile, sus poblaciones han declinado en los últimos años, especialmente en el norte del país. Es muy perseguida en la zona central, así sólo puede ser considerada común en su rango sur. Enicognathus leptorhynchus. El choroy es uno de los cinco loros que se pueden encontrar en Chile. Pertenece a la familia psitacidade y al orden psitaciformes. Es un loro que no presenta dimorfismo sexual y puede llegar a medir 43 cm. de largo. Se distribuye entre La Ligua y Aysén. Gusta de ambientes boscosos preferentemente de Nothofagus. A comienzos de primavera forma grandes bandadas (hasta 2000 individuos) que gustan visitar zonas agrícolas en donde se alimentan. Es frecuentemente confundido con la cachaña, sin embargo la cachaña es de menor tamaño y la maxila (porción dorsal del pico) es notoriamente más corta. El choroy posee además un plumaje más brillante, cuerpo menos escamoso, parche frontal rojo más grande, ojo anaranjado oscuro, el anillo orbital rozado apagado y parche ventral más chico y menos delimitado. El robo de aves jóvenes desde los nidos para comercializarlas como mascotas además de considerarlas comestibles en el medio rural, ha provocado la disminución de las poblaciones. Vuela de manera rectilínea, en forma vigorosa y constante. Sephanoides fernandensis. El picaflor de Juan Fernández, además de su carácter de endémica es un ave catalogada como “en peligro de extinción”, por lo que se considera una de las aves de mayor importancia en Chile. Pertenece a la familia trochilidae y al orden apodiforme. Mide 13 centímetros de largo. Sus poblaciones se consideran en estado crítico ya que se calcula que no quedarían más de 400 individuos. Es uno de los picaflores que exhiben uno de los dimorfismos sexuales más acentuados, tal es así que se llegó a pensar antiguamente que corresponderían a especies diferentes. El macho es de mayor tamaño, cabeza redondeada y cola ancha relativamente larga. Posee un color castaño vivo con alas negruzcas y hombros verdosos. En la corona posee un parche rojo rubí, sólo visible de frente. La hembra es de menor tamaño, sus partes superiores son azules, parche azul iridiscente en la corona. Cola azul verdosa, partes inferiores blancas con manchas verdes en garganta y flancos. Chilia melanura. La chiricoca mide 17 a 19 centímetros de largo. Es un ave perteneciente a la familia furnaridae y al orden más numeroso de las aves, los paseriformes. Es un ave de hábitos terrestres localizada en laderas y acantilados rocosos en los Andes centrales entre los 1.200 a 2.500 metros sobre el nivel del mar. Algunas migran a tierras bajas en invierno. Es de
colores pardos en el dorso, rufo en la rabadilla, garganta y pecho blanco, una leve ceja de color blanco, la cola negra con base rufo, pico y patas negras. Se distribuye desde la provincia de los Andes hasta la provincia de Colchagua. Es un ave que no gusta de volar y corre con la cola levantada semejante un rinocriptido, con los que no logra ser confundido debido a su particular color. Es muy territorial y de mayor movilidad en las mañanas. Aphrastura masafuerae. El rayadito de Masafuera es un ave perteneciente a la familia furnaridae del orden paseriforme. Mide 15 centímetros de largo. Es una especie cuya distribución se restringe a una de las islas del Archipiélago de Juan Fernández, la isla de Masafuera actualmente llamada isla Alejandro Selkirk, isla que se encuentra ubicada a unos 800 kilómetros del continente. Se le encuentra sólo en altura (600 a 1300 m). Es un ave muy tímida pero dócil, frecuenta las hojas de helechos casi siempre en parejas y rara vez volando. Se considera una especie en peligro de extinción ya que se calcula que no quedarían más de 140 ejemplares. Es de mayor tamaño que el rayadito común, con el pico más largo y el diseño de cabeza menos marcado, sus colores de plumaje son más deslucidos. Notable ceja blanca, cola curvada hacia abajo. Pteroptochos megapodius. La turca es un ave de la familia típica neotropical rhinocriptidae, del orden paseriforme. Gusta de laderas rocosas y secas en especial con algunos arbustos. Se le ha registrado hasta una altura de 3.700 metros. Llega a medir hasta 24 centímetros de largo. Generalmente se le ve sola y corriendo con la cola parada. Posee poderosas patas de color negro, dorso pardo, pico grueso, una notoria línea superciliar blanca, garganta, pecho y cola de color pardo. Poseen una bigotera blanca amplia que las diferencia de los tapaculos, además de su mayor tamaño. Su canto es característico, muy profundo y que va decayendo en tono e intensidad. Anida en toda su zona de distribución en cuevas de más de dos metros con una camara al final, que son cavadas en las laderas por ellos mismos generalmente cubiertos por plantas que ocultan la entrada. Scelorchilus albicollis. El tapaculo mide no más de 20 centímetros de largo. También de la familia rhinocriptidae es semejante a la turca en su silueta. Es un ave de hábitos terrestres que habita en laderas secas con arbustos densos, llegando a los 1.700 metros. Al correr levanta la cola, pero al estar posada la baja. Marrón por encima, pico y patas negros, una notoria ceja blanquecina la cual se ensancha tras el ojo. Anida en cuevas cavadas por el mismo, en laderas de cerro o faldeos de quebradas. La postura es entre los meses de septiembre y octubre, colocando 2 o máximo 3 huevos blancos. Es un ave onomatopeyica, lo que significa que su nombre proviene de su canto. Anairetes fernandezianus. El cachudito de Juan Fernández pertenece a la familia tyrannidae del orden paseriformes. Mide 14 centímetros de largo. Es un ave que reside solamente en la Isla Robinson Crusoe del archipiélago Juan Fernández. Se ha registrado en las otras islas del archipiélago pero al parecer son registros erróneos. Se le observa en bosques con poca intervención antrópica. Se le considera un ave semi amenazada cuyas poblaciones se calculan en 5000 individuos. Es muy semejante al cachudito continental, sin
embargo es más grande y su cresta no la tiene tan erguida, es de mayor longitud, su pico más grande y sus partes inferiores más estriadas. Iris blanco y pico negro. Mimus thenca. La tenca es el ave endémica más frecuente en Chile central. Pertenece a la familia mimidae del orden paseriforme. Mide 26 a 28 centímetros de largo. Es un ave común en zonas de matorrales abierto, campos cultivados, bordes de bosques e incluso en zonas urbanas. Gusta de posarse sobre cables de alumbrado eléctrico, postes y sobre los espinos. Se distribuye desde Atacama (valle del río Copiapó) hasta la provincia de Valdivia y desde la costa hasta unos 2000 m de altura. Sus plumas dorsales son de color café oscuro, las plumas de la cabeza presentan rayas longitudinales negruzcas que se esbozan en la parte posterior del cuello y dorso, su vientre es café pálido, con la garganta blanquecina. Tienen una conspicua ceja blanca y cola larga de color café oscuro con una mancha blanca en el borde terminal externo. El pico, ligeramente curvado hacia abajo, y las patas de color negro. Vive en campos, laderas de cerros y áreas con árboles y arbustos. M. thenca canta todo el año, posee el talento de imitar el canto de otras aves, por esto algunos autores le llaman pájaro pantomimo. Es típicamente omnívora, ya que se alimenta tanto de gusanos e insectos, como de frutas silvestres. El nido lo ubica en la bifurcación de las ramas de espino o muchas veces de cactus. Es una nidada normal con tres huevos azulados con pintas rojaspurpúreas. Especies cuyo status de endémico es incierto: Eulidia yarellii. El picaflor de Arica, al igual que el picaflor de Juan Fernández es además de endémica una especie en peligro de extinción. Existen dudas del status de endemismo de esta especia ya que hace algunos años hubo registros de individuos en las cercanías de Tacna. Frecuenta jardines y zonas agrícolas hasta los 1500 metros de altitud. Mide tan solo 8 centímetros de largo, lo que lo hace ser el ave más pequeña existente en Chile. El macho posee la cola larga con rectrices (plumas de la cola) negras que cuando se posan se cruzan como tijeras. Su cola es negra y más corta que el cuerpo. Verde por encima, garganta blanca y flancos verdes. La hembra del picaflor de Arica es verde por encima y por debajo un beige muy claro, especie similar al picaflor de Cora. Una forma de diferenciarlos es en el vuelo, ya que el picaflor de Arica levanta la cola y no la mueve en forma vigorosa hacia arriba y abajo como el picaflor de Cora. Cinclodes nigrofumosus. El churrete costero pertenece a la familia furnaridae. Se considera por algunos autores endémico. Es el churrete más grande de Chile, llega a medir 27 centímetros de largo, casi lo mismo que un zorzal. Es estrictamente marino y se asocia casi sin excepción a las zonas rocosas. Como todos los churretes, son aves asociadas al agua, a menudo aletean y levantan la cola cuando están excitados, cantan trinando fuerte. Posee franjas alares de color beige. Línea superciliar de color beige claro a diferencia del churrete común en el cual es blanca. Asthenes humicola. El canastero es un ave de la familia furnaridae del orden paseriforme. Su status de endémico no es certero ya que hay registros hechos en Argentina que deben ser
confirmados. Se le puede hallar hasta los 2.200 metros en terrenos con matorral arbustivo, desierto con matorral y bordes de bosques xéricos densos. Ave relativamente pequeña que no sobrepasa los 17 centímetros, de cola corta, plumaje pardo grisáceo con corona oscura y rabadilla rojiza. Cara gris con línea superciliar blanca. Garganta estriada, pecho gris con estriaciones blanquecinas y flancos de color canela brillante. Cola negra. Pteroptochos castaneus. El Hued-Hued castaño es el más grande de los integrantes de los rhinocriptidos en Chile (25 centímetros de largo). Existen antecedentes que el Hued Hued castaño habría sido registrado en la provincia de Neuquén en Argentina, así mismo Jaramillo en su reciente guía de campo (2005) no lo considera endémico, pero sin embargo otros autores si lo hacen. Se asocia generalmente a zonas cercanas a fuentes de agua. Anida en cavidades de árboles de gran tamaño. Color general castaño claro con rabadilla canela clara, cara gris azulado en contraste con el parche ocular rosáceo y la corona castaña. Su canto hace onomatopeya a su nombre. Scytalopus fuscus. El churrin del norte es catalogada por Jaramillo (2005) como una especie endémica. Mide sólo 12 centímetros de largo y habita matorrales densos, incluso zarzas no asociadas con bosques generalmente cerca del agua, llega hasta los 2.000 metros. Es un ave de difícil avistamiento, cuya carrera es rápida como un ratón. Tamaño semejante a un chercán con patas amarillas, color general casi negro. Además, la Fardela blanca de Juan Fernández (Pterodroma externa) y la Fardela blanca de Masafuera (Pterodroma loingirostris) son especies que tienen nidificación endémica, lo que significa que su reproducción ocurre solamente en territorio nacional, por lo que su protección es una medida de conservación de suma importancia. Bibliografía. Araya M.B., G. H. Millie. 2000. Guía de campo de las aves de Chile. Editorial Universitaria. Santiago, Chile. Egli, A., J. Aguirre. 2000. Aves de Santiago. Unión de Ornitólogos de Chile (UNORCH). Santiago, Chile. Del Hoyo, J. A. Elliott, J. Sargatal. 2003. Hondbook of the birds of the world. Lynx Edicions, Barcelona. Fjeldså, J., N. Krabbe. 1990. Birds of the high Andes. Zoological Museum, University of Copenhagen, Copenhagen, 880. pp. De la Peña, M., M. Ruboldt. 1998. Birds of southern South America and Antártica. Harper Collins Publishers, London, 304 pp. Glade, A. (Ed.). 1993. Lista roja de los vertebrados terrestres de Chile. Corporación Nacional Forestal, Santiago, Chile. 65 pp. Goodall. D.J., A.W. Johnson, A. Phillippi B. 1951. Las aves de Chile: su conocimiento y sus costumbres. Editorial Platt. Buenos Aires, Argentina. Jaramillo, A. 2005. Aves de Chile. Lynx. 240 pp. Martínez, D., G. González. 2005. Las Aves de Chile, Nueva guía de campo. Ediciones del Naturalista. Santiago, Chile.
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Picaflor Macho. Juan Fernández. Foto Daniel González Acuña.
Picaflor Hembra. Robinson Crusoe. Foto Daniel González Acuña.
Tapaculo. Llanos del Challe III Región. Foto Daniel González Acuña.
Tenca. Ñuble. Foto Daniel González Acuña.