a
Por Dr. Eugenio Ramirez Morales Ediciones Vida Nueva www.cfcvidanueva.com 2006
Dones y Ministerios
Título: Los Dones y Ministerios La Obra del Espíritu Santo. Ayer y Hoy.
© Derechos Reservados 2005 Registro de Propiedad Intelectual Nº 92.826
I.S.B.N. 956-7511-04-7 Primera Edición: 2007.
Ediciones Vida Nueva E-mail:
[email protected] http:// www.cfcvidanueva.com Dibujos en su interior, aporte de Bruno Moser Usados con permiso Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin la autorización escrita del editor. Portada diseñada por: Hernando Guerrero C. Impreso en: Santiago - Chile Impreso en Chile
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Dones y Ministerios
Título: Los Dones y Ministerios La Obra del Espíritu Santo. Ayer y Hoy.
© Derechos Reservados 2005 Registro de Propiedad Intelectual Nº 92.826
I.S.B.N. 956-7511-04-7 Primera Edición: 2007.
Ediciones Vida Nueva E-mail:
[email protected] http:// www.cfcvidanueva.com Dibujos en su interior, aporte de Bruno Moser Usados con permiso Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin la autorización escrita del editor. Portada diseñada por: Hernando Guerrero C. Impreso en: Santiago - Chile Impreso en Chile
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Dones y Ministerios
Capítulo
CONTENIDO
1.
Prólogo La Persona del Espíritu Santo.
2.
El Espíritu Santo en la vida humana
Un Análisis Gráfico
3.
Introducción a Los Dones del Espíritu Santo.
4. 5.
Unción, manifestación de dones y la gloria de Dios. La Naturaleza de los Dones Espirituales.
39 53 63
Una explicación sintética.
6.
Estudio Sintético de 1Corintios 12 - 14. Definiciones y clasificaciones de los dones.
7.
Los Dones del Ministerio Quíntuple. Efesios 4:11
8.
5 9 19
Los Dones de manifestación del Espíritu Santo.
69 89 139
Un Análisis más detallado.
9.
Los Dones del Ministerio dentro del Cuerpo.
205
10.
¿Cómo descubrir los Dones Espirituales en nuestra vida?
210
11.
Grandes Experiencias espirituales registradas por la historia.
223
12.
Lo que se debiera esperar de un avivamiento del Espíritu Santo.
13. 14.
La transmisión de la Unción del Espíritu Santo. El Empleo de la Unción del Espíritu Santo. Bibliografía
259 269 289 299
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Dones y Ministerios
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Dones y Ministerios
Prólogo ¡Bienvenido
a
una
de
las
experiencias
más
fascinantes con el Espíritu Santo!
Acerca de la persona del Espíritu Santo y de los Dones Espirituales existe una abundante bibliografía de libros escritos. ¿Por qué un nuevo libro sobre el tema? La razón básica es porque esta es un área de riqueza espiritual verdaderamente inagotable y llena de gloria. Además, aquí está la vida de la iglesia de Jesucristo. El apóstol Juan dijo de Jesucristo que : “de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Juan 1:16). Si podemos beber de esta fuente inagotable de gracia, es porque estamos bebiendo de un Dios que no tiene límites. De un Dios que no se agota. De un Dios que nunca terminaremos de conocer y de experimentar nuevas vivencias junto a El. Del Espíritu Santo recibimos la gracia, la revelación, la comunión, la fortaleza, las estrategias de crecimiento, la adopción en la familia de Dios, los dones espirituales, los frutos del Espíritu, la salvación del pecado, la esperanza de la vida eterna, las promesas. y aún podríamos seguir declarando las inagotables riquezas espirituales de lo que Él ha significado para nuestras vidas. Por tanto, reitero con gran entusiasmo: ¡Bienvenidos a esta fascinante experiencia con el Espíritu Santo! 5
Dones y Ministerios
La relación con el Espíritu Santo y los dones ha cautivado mi corazón desde que me convertí a Cristo, hace ya tres décadas. Esta experiencia con el Espíritu, ha sido algo que nunca me ha dejado de fascinar. Así que por tercera vez le digo: ¡Bienvenido a esta fascinante dimensión del Espíritu! El mayor énfasis de este libro está en los “Dones Espirituales”. Los Dones son gracias divinas, son
herramientas para trabajar y son áreas de servicio en el reino. El apóstol Pablo dijo: “No quiero hermanos que ignoréis acerca de los dones espirituales” (1Cor.12:1). El desconocimiento acerca del tema de los Dones Espirituales, es similar en la actualidad. Hoy en día los “Dones
Espirituales”
son
casi
unos
“perfectos
desconocidos”. En consecuencia, la misma motivación que tuvo el apóstol Pablo, ha sido la que me ha llevado a escribir este libro: “Dar a conocer acerca de los dones espirituales.”
En este libro abordaremos varios temas acerca de los dones Espirituales. Las ideas generales acerca de la obra del Espíritu Santo. La naturaleza de los dones, d ones, sus clasificaciones, las definiciones de cada don, las manifestaciones y áreas que cubre. Ejemplos bíblicos y prácticos que aclararán lo que son y cómo reconocerlos. Pero, a mi juicio, lo más importante acerca de los Dones Espirituales es despertar el hambre para pedirlos y manifestarlos en la vida de servicio al reino. 6
Dones y Ministerios
Para eso, después de explicarlos, ofrecemos una ayuda de cómo descubrir los dones y activarlos en nuestra experiencia espiritual. También la historia de la iglesia abunda en maravillosas y sobrenaturales experiencias espirituales que vivieron los grandes hombres de Dios que, por cierto, serán de gran inspiración. Isaías dijo: “Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción” (Isaías
10:27). Eso significa que la poderosa unción del Espíritu Santo rompe y quebranta todo “yugo” de
opresión. En este libro encontramos dos capítulos dedicados a la trasmisión y empleo de la unción del Espíritu donde reside la autoridad espiritual, que serán de mucha motivación. Ruego al Señor, que este libro resulte de mucha inspiración, y haga brotar en usted el deseo de “anhelar los mejores dones espiritu ales para la edificación de la iglesia” (1Cor. 14:12).
¡Qué Dios cumpla su propósito para el cual fue escrito! Santiago, Chile. Año 2006.
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Dones y Ministerios
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Capítulo Uno
La Persona del Espíritu Santo uién es el Espíritu Santo? Esta es una pregunta ¿Q profunda y significativa. La pregunta de ¿Quién es el Espíritu Santo? Equivale a preguntar, ¿Quién es Dios y cómo es El? No basta con dar una definición acerca de El, sino que nos conviene saber ¿cómo es El y cómo actúa en nuestros corazones? Esto habla de tener y vivir una verdadera relación con el Espíritu Santo para que lleguemos a conocerle.
La naturaleza del Espíritu Santo El presente capítulo, presenta la doctrina sintetizada acerca del Espíritu Santo. La Biblia enseña acerca de los nombres del Espíritu y sus símbolos. Estos revelan la naturaleza del Espíritu. Los nombres del Espíritu son: El Espíritu de Dios, El Espíritu de Cristo, El Consolador, El Espíritu Santo, El Espíritu Santo de la promesa, El Espíritu de verdad, El Espíritu de Gracia, El Espíritu de Vida, El Espíritu de Adopción. Los símbolos que le representan son: El fuego, el viento, el agua, un sello, el aceite, y la paloma. 9
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Los nombres del Espíritu 1. EL ESPÍRITU DE DIOS (Es el Poder Ejecutivo de la Deidad). ? Sí, lo es. Esto queda ¿Es divino el Espí ritu Santo demostrado por los atributos divinos. Es eterno (Heb.9:14) Es Omnipresente (Salmo 139:7-10) Es Omnipotente (Lucas 1:35) Es Omnisciente (1Cor.2:10-11). Cumple operaciones divinas.
En la creación (Gen.1:2, Job 33:4) En la regeneración del creyente (Jn.3:5-8). En la resurrección de Cristo y futura glorificación de los creyentes (Rom.8:11) Se le pone al mismo nivel de dignidad con el Padre y el Hijo (2Cor.13:14; Mt.28:19) ¿Es una persona o solo una influencia? Es
persona
porque tiene los atributos de una personalidad: Intelecto (Rom.8:27; 1Cor.2:10) Sensibilidad (Ef.4:30; Stg.4:5) Voluntad (1Cor.12:11) Sus actividades personales son:
Revela (2Ped.1:21) Enseña (Jn.14:26) Atestigua (Gal.4:6) Intercede (Rom.8:26) Habla (Apoc.2:7) Ordena (Hch.16:6-7) Testifica (Jn.15:26) Se le puede contristar (Ef.4:30) Mentir (Hch.5:3) Blasfemar (Mt.12:31-32). 10
Dones y Ministerios
2. EL ESPÍRITU DE CRISTO (Porque está en relación a Cristo): Se le envía en el nombre de Cristo (Jn.14:26) Imparte la vida de Cristo (Jn.1:12-13; 4:10;: 7:38). Revela lo de Cristo (Juan 16:14). Produce los frutos cristianos (Filipenses 1:11; Gálatas 5:22-23) Ocupa el lugar de Cristo (Juan 14:16) Imparte el poder de Cristo (Hch.1:8; Jn.14:12) 3. El CONSOLADOR (Juan14:14). ¿Por qué se denomina así? Porque los discípulos estaban atribulados y necesitaban del consuelo divino. Jesús hizo frente a esta necesidad, prometiéndoles a "otro Consolador". El vocablo griego "Paracleto" traducido "consolador", representa a aquel que camina junto al creyente, lo consuela y fortalece. En los tiempos bíblicos, dentro del mundo griego, existía la costumbre de que cuando alguien iba a juicio, le acompañaban unos amigos denominados “Paracletoi” (consoladores), quienes fortalecían a su amigo en los momentos de crisis. Este vocablo en latín es “ad vocatus”, de donde viene nuestra palabra: abogado. Entonces, “el consolador” nos trae la comunión con el Cristo resucitado y exaltado a través de su Espíritu.
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Dones y Ministerios
4. EL ESPIRITU SANTO. Es el nombre más frecuente en el Nuevo Testamento. Aparece 75 veces mencionado. Este título recalca dos cosas: Su santidad. Su principal obra que es la santificación. 5. EL ESPIRITU SANTO DE LA PROMESA. Denominado así porque el recibimiento de su poder y de su gracia constituye una de las bendiciones sobresalientes prometidas en el Antiguo Testamento. Ezequiel 36:27; Joel 2:28. 6. EL ESPIRITU DE VERDAD (Juan 14:17; 15:26; 16:13). El propósito de la encarnación fue revelar al Padre. La misión del Espíritu es la de revelar al Hijo. El Espíritu Santo es el "intérprete" de Jesucristo. El Espíritu no ofrece una nueva revelación, antes bien aclara la mente del hombre, capacitándole para descubrir un significado más profundo en lo que respecta a la vida y palabras de Cristo. 7. EL ESPIRITU DE GRACIA (Hebreos 10:29; Zacarías 12:10). El Espíritu Santo da al hombre gracia para arrepentirse al contender con él. También imparte poder para santificación, y para sufrir con paciencia; Ejemplo: la experiencia de Pablo: "Bástate de mi gracia" (2ª Corintios 12:1-10), y gracia para el servicio.
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Dones y Ministerios
8. EL ESPIRITU DE VIDA (Romanos 8:2; Apocalipsis 11:11). "Creo en el Espíritu Santo, el Señor y dador de la vida", reza un antiguo credo.
El Espíritu es aquella persona de la Trinidad cuya función especial es la creación y preservación de la vida natural y espiritual.
9. EL ESPIRITU DE ADOPCION (Romanos 8:15). El Nuevo Nacimiento imparte la vida de Cristo a nuestros corazones y somos participantes de la naturaleza divina. El Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de esta filiación con Dios. Pablo dice: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16).
Los símbolos del Espíritu Para ayudarnos a aclarar más ampliamente el concepto y función del Espíritu Santo, este es representado por medio de símbolos.
EL FUEGO. Isaías 4:4; Mateo 2:11; Lucas 3:16. El fuego ilustra la pureza, limpieza, arrojo vehemente y celo producido por la unción del Espíritu Santo. Es comparado al fuego porque este calienta, ilumina, purifica y se propaga. EL VIENTO. Ezequiel 37:7-10; Juan 3:8; Hch. 2:2. El viento simboliza la labor regeneradora del Espíritu e indica sus operaciones misteriosas, independientes, purificadoras y que imparte vida. 13
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EL AGUA. Éxodo 17:6; Ezequiel 36:25-27; Juan 3:5; 4:14; 7:38. El poder del Espíritu hace en el terreno de lo espiritual, lo que el agua hace en el orden material. El agua purifica, refresca, apaga la sed y convierte el campo estéril en tierra fructífera. La expresión "Agua viva" contrasta con las aguas estancadas de cisternas o pantanos. UN SELLO. Efesios 1:13; 2 Timoteo 2:19.
Este símbolo indica dos ideas: Propiedad y Pertenencia. Los creyentes son propiedad de Dios y se sabe por el Espíritu que mora en ellos.
EL ACEITE. Este es quizás el más familiar y común de los símbolos del Espíritu. Este indica: utilidad, fructificación, belleza y transformación. LA PALOMA. Como símbolo nos habla de dulzura, ternura, amabilidad, inocencia, suavidad, paz, pureza y paciencia.
La Revelación Bíblica es obra del Espíritu Santo en dos sentidos: El inspiró a los autores humanos de la Biblia para que escribiesen correctamente el mensaje de Dios (2Samuel 23:2; Juan 14:26; Hechos 28:25; 2Pedro 1:20-21).
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Dones y Ministerios
El ilumina a quien lee las Escrituras, completando así la comunicación de Dios al hombre (Jn.14:26; 16:13; 1Corintios 2:10-12).
EL ESPIRITU SANTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO Síntesis de la doctrina El Espíritu Santo es descrito en el Antiguo Testamento en tres aspectos: (1) Como Espíritu creador; (2) Como Espíritu capacitador y (3) Como Espíritu regenerador.
1. COMO ESPIRITU CREADOR: Participó: En la Creación del Universo (Gen.1:2; Job 26:13; Salmo 33:6; 104:30) En la Creación del Hombre (Gén.2:7; Job 33:4) 2. COMO ESPIRITU CAPACITADOR:
Forma Obreros de Dios Ejemplos: José, como administrador. Bazaleel, como artesano (Ex.31:1-5). Moisés, como legislador, gran profeta y líder. Josué como líder del pueblo (Núm.27:18-23). Los jueces, como Gedeón (Jueces 6:34); Sansón (Jueces 13:25; 14:6,19; 15:14). David como rey ungido (1Sam.16:13)
Produce Portavoces de Dios : Los Profetas y Maestros.
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Dones y Ministerios
3. COMO PODER PARA REGENERAR: EL ESPIRITU SANTO. Despliega actividad, pero no se recalca.
Estaba presente en todo Israel. David reconoce la bondad del Espíritu. “Tu buen Espíritu me guíe” (Salmo 143:10). Después de su pecado, oró que el Espíritu no fuera quitado de él (Salmo 51:11) Se destacan más sus operaciones capacitadoras, que su influencia santificadora. Su derramamiento general sería una bendición futura.
Estaría en todos los hombres que creyesen (Joel 2:28) No estaría limitado solo a Israel. Moraría en los corazones de los hombres (Ezequiel 36:25-29; Jeremías 31:33-34) Su relación con el Mesías:
Cristo sería el gran "dador" del Espíritu (Mateo 3:11; Juan 7:39). Este sería su mejor regalo (Lucas 11:13).
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Dones y Ministerios
EL ESPIRITU SANTO EN LA VIDA DE CRISTO El Espíritu Santo desempeñó un papel muy importante en la vida de Cristo. Lo engendró en el vientre de María, la virgen. “Un ángel del Señor... le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”
(Mateo1:20). “El ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35).
Lo sostuvo y fortaleció durante la tentación en el desierto. “... luego el Espíritu le impulsó al desierto. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían” (Marcos 1:12-13).
Le concedió poder y autoridad para el ejercicio de su ministerio. “Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor” (Lucas 4:14).
Lo capacitó para enfrentar la muerte expiatoria. “¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a si mismo sin mancha a Dios...” (Hebreos 9:14). 17
Dones y Ministerios
Lo resucitó de entre los muertos. “(Cristo) fue declarado Hijo de Dios con poder ,... por la resurrección de entre los muertos” “Y si el Espíritu que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros... vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”
(Romanos 1:4; 8:11). Da testimonio de Cristo y le glorifica. “Pero cuando venga el... Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mi” “El (Espíritu Santo) me glorificará; porque tomará de lo mío y os lo hará saber” (Juan 15:26;
16:14). El Espíritu Santo proveyó al Hijo encarnado de todo poder y autoridad que le eran necesario durante su permanencia entre los hombres. “Cómo Dios ungió con el espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazareth, y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estuvo con él”
(Hch.10:38).
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Dones y Ministerios
Capítulo Dos
El E Espíritu S Santo
En lla v vida d del h hombre Un análisis gráfico de los siguientes temas: El Espíritu Santo en la vida del creyente
“Llegasteis a ser participantes de la naturaleza divina” (2Ped.1:4)
El Espíritu Santo nos ayuda. “El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad” (Romanos 8:26).
Hacia una vida con la llenura Del Espíritu Santo “... antes bien sed llenos del Espíritu” (Efesios 5:18)
El Fruto del Espíritu Santo “Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gálatas 5:22)
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Dones y Ministerios “EL ESPIRITU SANTO EN LA VIDA DEL CREYENTE”
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Dones y Ministerios
El Espíritu Santo en la Vida del Creyente (Explicación del gráfico)
l poder espiritual en el hombre deriva del Cristo glorificado, nuestra roca. El origen del poder del Espíritu Santo se encuentra en Cristo. El es la roca de la cual salen tanto el agua como el fuego del Espíritu Santo. El creyente tiene desde el Nuevo nacimiento a la persona del Espíritu Santo, pero no todo su poder. La plenitud se recibe en el bautismo del Espíritu Santo (visto en los Puntos 9 y 11).
E 1.
Esta se compara a un tren sin poder (vapor) que baja por su propio peso. El hombre natural es arrastrado por el pecado. No tiene ninguna obra de justicia. Isaías dice: "Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia".
2.
La corriente de este mundo
3.
Así corre el pecador, lo sepa o no. Existen personas en el mundo que pueden ser catalogadas de "honorables", pero están perdidos. Otros corren en una vida desenfrenada. Pedro dice lo siguiente: "Baste ya el
La Muerte Espiritual.
los lleva por el camino espacioso mediante el espíritu de este siglo. Sea cerca o lejos de la palabra la "corriente del mundo" lo arrastra al abismo (Efesios 2:1b; Apocalipsis 3:1b; Romanos 8:6-8). Sin frenos.
tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueses, orgías, disipación y abominables idolatrías. A estos les parece cosa extraña que vosotros no corráis en el mismo desenfreno de disolución y os ultrajan". (1Ped.4:3-5). 21
Dones y Ministerios 4.
La eterna perdición. Ese
es el destino del hombre sin Cristo. La perdición espera al que rechaza la salvación ofrecida por Cristo. En la muerte espiritual no hay ninguna reacción frente a Dios. Pero, frente al pecado y a la corriente de este mundo es que se acentúa la actividad del espíritu caído. La eterna perdición es la ausencia de todo lo que nos habla de Dios. "Los cuales sufrirán pena de eterna perdición excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder" (2Tes.1:9).
5.
El poder satánico. Está
6.
invita al Espíritu (Jn.6:63). El poder espiritual de Dios actúa en la persona que recibe "la Palabra" del amor y de la gracia de Dios.
7.
El arrepentimiento
8.
Es la parte práctica del arrepentimiento. La gracia del arrepentimiento interviene porque el Espíritu convence de pecado. La gracia de la conversión se manifiesta cuando el Espíritu Santo presenta la justificación por la fe en Jesús.
9.
El Nuevo Nacimiento. Es
presente en la lucha espiritual. Mediante el poder satánico se sube para precipitarse al abismo. (2Tes.2:9-12; Mateo 24:24). Escuchar la Palabra
es el cambio de la placa giratoria que da nuevo rumbo a la vida. Es un giro de 180 grados. La conversión.
la nueva vida que imparte Jesús. En la ilustración representa el poder para subir (Agua y fuego, símbolos del Espíritu Santo, que producen vapor). La gracia del Nuevo Nacimiento es la obra por excelencia del Espíritu Santo cuando él entra en el corazón para vivificar y vigorizar.
10. La Comunión del Espíritu Santo. Es
ilustrado por el andén. El Espíritu Santo forma el Cuerpo de Cristo, tangible en la iglesia local. La comunión se representa 22
Dones y Ministerios
con varios rieles donde el "carro" tiene comunión con otros carros. (2Cor.13:14). 11. El bautismo en el Espíritu Santo. Responde
al anhelo de su plenitud para poder servir mejor. La naturaleza del bautismo del Espíritu es "Poder para servicio". No es para salvación ni para santificación del creyente. Es una experiencia de encuentro de poder y trae como manifestación física e inicial el "hablar en nuevas lenguas". (Hch.1:4-5; Mateo 3:11). Son representados como "herramientas". Estas herramientas tienen el propósito de edificar al cuerpo de creyentes. (1Cor.12:1, 7-11).
12. Los dones espirituales.
Esto se refiere en la gráfica a sobre dimensionar la experiencia espiritual y caer en el "fanatismo". Generalmente una persona que cae en fanatismo se guía por experiencias extra sensoriales únicamente y descuida la Palabra de Dios.
13. El extravío.
Los frutos del Espíritu, representados por el racimo, son el resultado de la santificación. Representa la madurez espiritual de la nueva naturaleza divina (2Ped.1:3-4; Gálatas 5:22-23; Efesios 5:9).
14. La santificación.
Un altoparlante que sirve para testificar. El Espíritu Santo entrega unción espiritual para que nuestro testimonio sea con poder. El apóstol Pablo así lo presenta: "... ni mi palabra ni mi predicación fue
15. La Obra Misionera.
con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada sobre las palabras de los hombres, sino sobre el poder de Dios" (1Cor.2:4-5).
Esta la cometen aquellos que rehusan la prueba y la persecución y sucumben de la fe. Existen dos
16. La apostasía.
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Dones y Ministerios
maneras de salir de la experiencia bíblica, ilustrado en el gráfico: (1) Por fanatismo o extravío, en el Pto. 13, y (2) por la apostasía, que es negar la fe que lleva a apartarse del Señor. Representada por los túneles que simbolizan las pruebas. Aquí cada uno tiene que pasar la prueba por si mismo. La victoria espiritual no debe conducir al menosprecio de los débiles en la fe o a formar divisiones (Rom.8:13, 18; 35-39).
17. La Victoria Espiritual.
18. La Unidad Espiritual.
Esta es vista cuando se sale del túnel y las líneas se vuelven a juntar en una. El Espíritu impulsa la unidad. Pablo exhorta a ser "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Efesios 4:3; Jn.17:23). Con el catalejo observamos las señales del retorno de Cristo. Con esto aumenta la esperanza (Apoc. 22:17; Filp.3:20).
19. La Espera del Retorno.
Esta representa el propósito del retorno de Cristo. Será el Espíritu Santo quien glorificará el cuerpo del creyente, a un cuerpo glorioso, como el de Jesucristo en su resurrección. El arrebatamiento o rapto de la iglesia reúne al Esposo (Cristo) con la esposa (la iglesia) en las nubes y trae la entrada definitiva a la gloria. (Flp. 3:21).
20. La Glorificación.
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Dones y Ministerios
“EL ESPIRITU SANTO NOS AYUDA”
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Dones y Ministerios
El Espíritu Santo nos ayuda (Explicación del gráfico)
l Espíritu Santo es descrito como el " Otro Consolador" (gr.: Parakletos) que también se puede traducir como ayudador. Así nos ayuda, sobre todo en la santificación (1Ped.1:2), para que lleguemos a desarrollar un carácter semejante al de Cristo (Juan 14:16).
E
Jesucristo, para el creyente es la fuente de vida y de poder. En el gráfico, la vida está representada por la "Vid" y el poder está representado por la "corona". El Espíritu Santo es el continuador del ministerio de Cristo, y nos entrega su vida y su autoridad. Después de la resurrección, Jesús se convirtió en la fuente de vida para los creyentes, quienes están conectados con él como el pámpano con la vid. Después de la ascensión y exaltación, Cristo llegó a ser el Rey de Reyes y Señor de Señores, con la prerrogativa de impartir poder mediante su Espíritu lo que expresa el símbolo de la corona y el fuego. El símbolo de la paloma lo destaca como la tercera persona divina enviada del Padre y del Hijo, para cumplir la palabra de Dios en esta creación y en la nueva, para todo aquel que la cree. El Espíritu Santo actúa como el poder ejecutivo de Dios. Pero no ha de tratarse con él como una mera fuerza impersonal, sino como Dios al cual nos sometemos con sensibilidad.
1. La Paloma.
2. La luz del Espíritu.
Como luz alumbra sobre las tinieblas del corazón del hombre. Así produce la triple convicción. La convicción de pecado, de justicia y de juicio (Jn.16:8-11). Convence del pecado de incredulidad que esclaviza el corazón humano. Convence de la justicia que Cristo adquirió en la cruz. Porque nuestras justicias o 26
Dones y Ministerios
buenas obras eran como "trapos de inmundicia" (Isaías 64:6). Y Convence de juicio contra Satanás. El diablo es un enemigo derrotado (Ver Colosenses 2:13-15). 3. El poder del Espíritu de vida. La
vida del Espíritu se manifiesta de dos maneras. En la (3.a) liberación y en la (3.b) renovación espiritual. En el gráfico, el corazón no está dividido. Se representan así las dos maneras del obrar del Espíritu Santo, tal como la paloma vuela con dos alas. Ante la luz del Espíritu que entra al corazón han de huir las tinieblas del pecado, señalado por la cadena y el diablo que domina, desde las tinieblas, sobre el mundo. El no aguanta la luz de la justicia de Cristo. (3.a) Liberación:
(3.b) Renovación. Aquí
opera la nueva creación o Nuevo nacimiento en el hombre interior vista en el fuego en el corazón del hombre. Ahora el Espíritu Santo hace morada en el corazón y opera en tres direcciones: Esta nos une a Dios (Jd.20). La flecha señala hacia Dios, a quien han de llegar nuestras oraciones mediante el Espíritu Santo, para que sean contestadas.
4. En la oración.
5. En la comunión.
La flecha horizontal indica que el Espíritu Santo incentiva la comunión fraternal, vista entre los racimos que se interrelacionan como miembros de la iglesia, vista en la vid. Los racimos maduran en grupos, no aisladamente. Esta comunión se ilustra en la "Santa Cena" (1Cor.10:16-17).
6. En la evangelización. La
flecha indica hacia abajo. El Espíritu nos envía al mundo. Solamente los creyentes poseen en sí la semilla de uva para sembrarla testificando 27
Dones y Ministerios
de Jesús. Estando nosotros espiritualmente sentados en los lugares celestiales, nos referimos al mundo como abajo. La semilla de la uva, la tienen, en lo espiritual, solamente los creyentes. Por esto ellos han de ir a todo el mundo para llevar fruto. Este es un misterio: el creyente permanece unido a Cristo, la "Vid Verdadera". (Juan 15:4; 1Juan 2:28). De esta manera lleva Frutos espirituales.
7. Permanecer en Cristo.
Este es resumido como "Amor" (Rom.13:10; Gálatas 5:22-23). El distintivo del creyente es el fruto del Espíritu como expresión de la santidad (Mt.7:16; Heb.12:14).
8. El Fruto del Espíritu.
(8.a) La Justicia. Esta
deriva del amor, dando gozo y paz. En la gráfica, la balanza pesa los corazones y los encuentra aptos por la fe que justifica. Es el amor de Dios que procura nuestra justicia. Esta agrupa la paciencia y benignidad. En la gráfica el estrechar las manos denota bondad y un intercambio provechoso. (8.b) La bondad.
La verdad reúne la fe, la mansedumbre y la templanza. En la gráfica la Biblia abierta presenta la verdad de Jesucristo como Salvador y Señor. (8.c) La verdad.
El bautismo en el Espíritu Santo y Fuego es la promesa del Padre. Cristo, como rey excelso la aplica donde el creyente anhela la plenitud de amor y poder para testificar (Hch.1:8). El bautismo en el Espíritu Santo no es un mero medio para recibir dones espirituales, sino una experiencia con el Espíritu para ser controlado por él, como el fuego que calienta e ilumina nuestro corazón. Después pueden manifestarse los dones
9. El Bautismo en el Espíritu.
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Dones y Ministerios
espirituales como llamas espontáneas. (Mateo 3:11; Hch.1:4-5; 2:3). Este tiene como señal física inicial el hablar en nuevas lenguas. 10. Los Dones espirituales. Estos
son capacitaciones para el servicio. Son manifestaciones sobrenaturales del Espíritu Santo (1Cor.12:7-11). Se pueden agrupar en tres tipos. Los dones para conocer sobrenaturalmente (P. de Sabiduría, P. de Ciencia y Discernimiento de espíritus); los dones para hablar (Profecía, géneros de lenguas e interpretación de lenguas) y los dones para actuar (Fe, sanidades y milagros). La relación entre el "Fruto" y los "Dones" es que el fruto del Espíritu debe crecer enteramente en cada creyente, mientras que los dones espirituales los reparte el mismo Espíritu como el quiere (1Cor.12:11).
11. La colaboración entre el fruto y los dones. Ilustrado
en la gráfica como una mano amorosa que usa la herramienta eficientemente para edificar. Es la disponibilidad para hacer bien y edificar la iglesia. Pero el amor no es del todo eficaz, sin la herramienta.
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Dones y Ministerios
“HACIA UNA VIDA LLENA DEL ESPIRITU SANTO”
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Dones y Ministerios
Hacia Una Vida llena del Espíritu Santo (Explicación del gráfico) 1. "El agua viva"
del Espíritu Santo brota de la roca golpeada, que es Cristo en su muerte expiatoria y resurrección, a través del creyente. La plenitud del Espíritu Santo es una orden de Dios. Solamente así es glorificado Cristo en nosotros. El Cristo crucificado, resucitado y glorificado es la fuente de vida eterna. El agua viva de salvación fluye de la roca golpeada. La figura empleada es la vara de Moisés que golpeó la roca y de ella brotaron aguas abundantes. Así Cristo fue golpeado en la Cruz, y por medio de su muerte puede dar la plenitud del Espíritu Santo. (Juan 7:37-39; Exodo 17:6, 1Cor.10:4). Esta procede del Cristo exaltado como Rey. Por medio de la fe se debe hablar a la roca pidiendo el bautismo en el Espíritu y buscar la unción. Según el gráfico, la segunda vez que Moisés sacó agua de la roca, él debía hablar a ella y no golpearla. Eso aplicado a Cristo, significa que el Señor no ha de morir dos veces para abrirnos la fuente de la salvación. Es decir, el don del Espíritu se pide al Cristo exaltado. La unción es la parte vigorosa de una nueva llenura con el Espíritu Santo y destinada al servicio en el reino (Lc.24:49; Hch.2:4; 4:31).
2. La plenitud del Espíritu.
En la gráfica, el viejo corazón pierde las aguas salutíferas. Con el cántaro del corazón se saca el agua de vida. El cubo del viejo corazón no sirve. (Mc.2:22; 1Cor.2:14).
3. El viejo corazón.
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Dones y Ministerios
Es la obra regeneradora del Espíritu Santo. Luego mora en el creyente y lo guía a subir a la meta de la redención completa en la gloria. El nuevo corazón es el resultado de la regeneración por el Espíritu y la Palabra. Pero, necesita un nuevo contenido y este es el Espíritu Santo; las "arras" de la redención final. (Ez.36:25-27; Tito 3:4-7; Rom.8:11, 14).
4. El nuevo corazón.
El resultado es un servicio cristiano mezclado con sabiduría terrenal. En el gráfico aparece el corazón con un "pedazo de mundo".
5. Sin la plenitud del Espíritu.
satisface la sed de mucho más amor y poder divino. El creyente se acerca del todo a Cristo, al centro de la roca. Al ser sumergido por él, cede el control de la alabanza al Espíritu hablando en nuevas lenguas (Lc.24:52-53; Hch.10:46). El Bautismo en el Espíritu es una experiencia espiritual impartida por Cristo, a quien hay que acercarse entrando al río.
6. El Bautismo en el Espíritu
7. El fuego del poder sobrenatural de los dones espirituales. Estos comienzan a manifestarse en la zarza
de lo natural, deshecho el viejo corazón. (2Tim.1:6; Jue.6:21) se necesita al otro lado del río, donde espera la abundancia, pero también la lucha contra el enemigo: el diablo. En el gráfico, el diablo se compara a un dragón (ataca desde las regiones celestes) con muchos signos de poder. El soldado de Cristo lo ahuyenta revestido por el Señor y el poder de su fuerza (Stg. 4:7; Efesios 6:10-11; Apoc. 12:3,9).
8. La investidura de poder
Esta recupera la plenitud del Espíritu, cuando un mayor grado de crecimiento y de dificultades demandan más amor y poder de Dios. En tal caso nos valemos de cuatro pasos para entrar en el río: El
9. Una nueva llenura.
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uso de la Palabra, de la alabanza, de la acción de gracias y de la sumisión. (Hch. 4:27,31; Efesios 5:18). La nueva llenura se busca y se consigue muy a menudo en el valle de lágrimas (Salmo 84:6). Los 120 que fueron bautizados en el Espíritu Santo en Pentecostés, experimentaron nuevas llenuras ante las amenazas crecientes (Ver Hch.4:31). Esto es sacar "espuma" emocional. (2Cor.11:13-15, 3Jn.11; 2Cor.11:18). La imitación emocional puede ser con gritos y saltos, sin el toque interior.
10. No basta imitar lo espiritual.
(en el gráfico) reboza (Salmo 23:5; Hch.8:17). Este reboza y llena a otros.
11. El corazón lleno del Espíritu Santo,
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Dones y Ministerios
“EL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO”
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Dones y Ministerios
El Fruto del Espíritu Santo (Explicación del gráfico)
l fruto del Espíritu Santo es, en definitiva, lo más importante en la vida cristiana. Jesús estableció que el propósito de la redención es que los redimidos “lleven mucho fruto y sean así sus discípulos” (Juan 15:8). ¿Cómo se logra el fruto espiritual? Básicamente se alcanza, si permanecemos unidos a Cristo, la vid verdadera. Jesús lo dijo: “Yo soy la
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vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5).
Entonces, siguiendo la figura: Cristo es la vid y el Espíritu Santo es la savia. El fruto se produce en forma natural cuando se está unido a la vid. Este no es el resultado del esfuerzo humano o de imitación. Gálatas 5:22-23 describe el fruto del Espíritu como: Amor, gozo, paz, paciencia, mansedumbre, templanza.
benignidad, bondad,
fe,
Asimismo el racimo del amor se describe en el “Himno al amor” en 1Cor intios 13: 4-7: “El amor es sufrido” = paciencia. “Es benigno” = benignidad. “No tiene envidia” = paz. “No hace nada indebido” (se abstiene) = templanza. “No busca lo suyo” (busca hacer el bien a otros) = bondad. “No se irrita” = mansedumbre. “Se goza de la verdad” = gozo. “Todo lo cree” = fe. El fruto del Espíritu es el resultado de la santificación del creyente. Jesús dijo: “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará , para que lleve más fruto” (Juan 15:2). Entonces la
santificación no es tan solo limpieza o purificación, sino también llevar el fruto del Espíritu. 35
Dones y Ministerios
El Espíritu Santo es como la savia que forma el racimo del amor en el corazón del hombre. Este racimo de amor tiene ocho uvas. Mediante el fruto del Espíritu entra un pedazo del Reino de los cielos en el corazón (como está en el gráfico representado el fruto en el corazón). Este reino se encuentra donde está su rey: Jesucristo. El Señor mora en el corazón a través del Espíritu Santo. Aquí se trata del fruto de la santificación, vista en el carácter cristiano y de la justicia exigida por Dios. De Jesucristo irradia la justicia, la paz y el gozo, que son las características del Reino. “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17).
La Cruz vacía, en el dibujo, como símbolo del Cristo glorificado, también es de madera igual que la vid, a la cual está conectado el pámpano del creyente. La clasificación del fruto del Espíritu tiene tres direcciones: (1) Hacia dentro o uno mismo: gozo y paz. (2) Hacia el prójimo: Paciencia, benignidad y bondad. (3) Hacia Dios: Fe, mansedumbre y templanza.
1.- EL FRUTO HACIA DENTRO. Hacia adentro llega el reino de Dios como el buen tesoro de la nueva naturaleza divina. (1.a) La balanza simboliza
la justicia como el amor de Dios. Es de justicia amarle a él, representado por el triángulo de la Trinidad y por el ojo de la omnipresencia. El amor a Dios tiene su contraparte en que procura con un sentido de justicia el bien del hermano, del prójimo y del alma propia. Este es el amor divino (2 Cor.13:14; Sal. 33:18). La gota de savia se refiere al Espíritu Santo quien 36
Dones y Ministerios
trae todo de Cristo, la vid y lo pone al alcance del creyente, que es el pámpano. (1.b) El gozo como
amor triunfante se inspira en Dios mismo y en la obra de Dios por, en y con nosotros (creación, salvación, obra cristiana). En el dibujo, la niña expresa un espíritu exaltado. La característica del gozo es que se impone a las adversidades, pues no es de fuente natural. (1.c) La Paz como
amor seguro proviene de la rendición y justificación. La paloma de Noé simboliza la paz. Ella trae la muestra de que el juicio pasó y hay paz. Pablo dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Rom.12:18). Cristo pagó el
precio de nuestra paz con su sangre.
2.- EL FRUTO HACIA EL PRÓJIMO.
En el gráfico, las flechas significan entrega al prójimo. Las dos manos van a unirse. Estos frutos son tomados del buen tesoro de dentro del corazón. (2.a) La paciencia como
amor sufrido soporta la cruz del seguir diariamente al Señor Jesús. La paciencia tiene que ver con el factor tiempo, con la tribulación. Los que nos rodean pueden llegar a ser nuestra cruz. (2.b) La benignidad
como amor luminoso desarma, irradiando luz mediante su gentileza. (2.c) La bondad como
amor activo abunda en buenas obras, mayormente a los hermanos en la fe.
3.- EL FRUTO HACIA DIOS.
El fruto hacia Dios necesita de tiempo para madurar y debe ser abundante para entregarlo a El. En el dibujo, Las manos elevadas expresan la entrega a Dios. El nos amó 37
Dones y Ministerios
primero, así que a El le brindamos nuestro primer amor, nuestra fidelidad y nuestra humildad. La Paloma del Espíritu Santo nos guía hacia delante y hacia arriba. Esto es suavemente, sin obligación, mas bien con invitación. Así el fruto del Espíritu se desarrolla en el silencio, así como crecen los árboles. como amor fiel vence los obstáculos. En el dibujo, los ojos de la fe miran a través de la Palabra de Dios a Jesús, el Salvador y Rey, como autor y consumador de nuestra fe. (3.a) La fe
como amor humilde recurre a la justicia de Dios para la defensa propia. Esta se deriva de la humildad delante de Dios para que el Señor nos defienda y no nosotros mismos. En el gráfico, el cordero no se defiende, es manso. (3.b) La mansedumbre
como amor que triunfa se abstiene de todo dominio de los apetitos de la carne para que seamos guiados por el Espíritu. La templanza o dominio propio es el control final. Si de veras nos guía el Espíritu Santo, se demostrará por el fruto. El Espíritu nos concede el amor de Dios, de manera que nos aleja de aquellas cosas que pudieran eclipsar el primer amor a Dios. En el gráfico, hay una tarima donde es coronado el vencedor: Jesucristo. El solamente es digno de ocupar el primer lugar en nuestra vida. Cristo nos entregará también una corona, si somos vencedores mediante la abstinencia. (3.c) La templanza
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Capítulo Tres
Introducción a Los Dones del Espíritu Santo l ministerio del Espíritu Santo en la iglesia es de suma importancia. El Espíritu Santo es el verdadero representante de Cristo en la tierra. Gran parte del éxito y desarrollo de las iglesias depende de la debida importancia y relevancia que se le asigna a la presencia del Espíritu Santo y a los dones en la vida de las congregaciones. La experiencia nos enseña que cuando se comienzan a manifestar el Espíritu y los dones, las iglesias han despertado a una nueva realidad espiritual. Esto nos lleva a considerar los dones del Espíritu Santo y sus manifestaciones en una correcta dimensión bíblica. Para que se manifiesten entre los creyentes; los dones deben ser conocidos, no solo en el plano teórico, sino en la práctica diaria de la iglesia. Nuestro anhelo es ver de continuo al interior de las iglesias las manifestaciones de poder: sean estas sanidades, milagros, palabra de ciencia, profecías y toda la multiplicidad de gracias que entrega el Espíritu Santo a su iglesia.
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I. EL EQUILIBRIO ENTRE LOS DONES Y EL SERVICIO. ¿Cómo podemos servir más eficientemente por medio de las manifestaciones de los dones espirituales? Esta pregunta nos debe conducir a una mayor búsqueda de las dádivas divinas disponibles para el cuerpo de Cristo. Pablo dijo: “No quiero, hermanos, ignoréis acerca de los dones espirituales” (1ªCorintios 12:1). Este versículo tiene para hoy el mismo significado que tuvo en los tiempos apostólicos. Al igual que entonces, hoy en día, muchos miembros en las iglesias desconocen absolutamente los dones y las manifestaciones del Espíritu Santo. Algunos grupos, aceptan intelectualmente su existencia, pero en la práctica no se manifiestan entre ellos. Desde el punto de vista bíblico, los dones fueron entregados para que se manifiesten al interior de las congregaciones, para la edificación de los creyentes en la iglesia local (1ªCorintios 14:26). La importancia de la manifestación de los dones en la iglesia local es que estos traen la presencia de lo sobrenatural entre los creyentes. El apóstol Pablo emplea, en 1ªCorintios 12:4-7, cuatro palabras que ayudaran a comprender la naturaleza, la fuente y los efectos de la capacitación espiritual para el servicio en el reino de a Dios. Pablo dice: Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones , pero Dios que hace todas las cosas en todos es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
Las palabras son: dones, ministerios, operaciones y manifestaciones. 40
Dones y Ministerios
Con relación al Espíritu son "dones" (dádivas de gracias o capacitaciones). Los dones capacitan a los creyentes para que realicen la obra de Dios y asuman su responsabilidad con eficacia. Con relación al Señor, son "ministerios" (“maneras de servir” VP). Están destinados para la ayuda, fortaleza y crecimiento de la iglesia. Esto significa que para el Señor Jesucristo son áreas de servicio, entregadas a los creyentes fieles para la edificación del cuerpo de Cristo. Capacitan al creyente para ministrar a otros. Con relación al Padre son "operaciones", u obras de poder divino. Esto significa que es el funcionamiento sobrenatural de Dios a través de una persona dotada. Con relación al creyente son "manifestaciones". Con el propósito que sean "para provecho" o “para común utilidad” (NC). Se manifiestan para el beneficio y edificación de los creyentes en el Señor. Es decir para la edificación de todos y no para la gratificación de quienes han sido dotados. ¿Cómo alcanzar un mayor incremento de los dones espirituales en la iglesia local? Consideremos cuatro principios bíblicos para acrecentar la manifestación de los dones por medio de la unción del Espíritu Santo. 1. Entender la necesidad de las diferentes funciones del Espíritu Santo.
Los dones del Espíritu son una clara muestra de la multiforme gracia de Dios. Aunque son tan amplios, todos los dones proceden de una misma fuente. El Espíritu Santo los reparte soberanamente a los miembros del cuerpo de Cristo (1Corintios 12:11). Los dones espirituales son las capacidades concedidas para servir al Señor, como cabeza de la iglesia. 41
Dones y Ministerios
El Espíritu es uno, pero las manifestaciones son diversas. De esta forma Jesucristo, como cabeza del cuerpo, dirige a los miembros a través de las diferentes funciones de los dones del Espíritu Santo. Estas operan mediante una amplia variedad de gracias y talentos concedidos a los miembros del cuerpo de Cristo. El Espíritu Santo es soberano al conceder los dones. Cada manifestación del Espíritu tiene como finalidad llegar a ser de provecho común, o edificación de la Iglesia. (vea Efesios 4:12; 1ªCorintios 12:7). Por ejemplo: el don de la enseñanza es de suma importancia al interior de la iglesia. Pero asimismo, la manifestación de los dones proféticos también son muy importantes. Ambos entregan gran edificación al cuerpo de creyentes. El Espíritu Santo juega un rol protagónico al impartir las enseñanzas de Cristo y transformarlas en vida espiritual. Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero, cuando venga el Espíritu de verdad, él os llevará a toda verdad, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío, por eso dije que tomará de lo mío y os lo hará saber” (Juan 16:12-15). Lo que hace el Espíritu Santo es actualizar las enseñanzas bíblicas y aplicarlas a la vida de los creyentes para su nutrición y crecimiento espiritual. 2. Entender que la edificación de la iglesia se realiza a través de los dones del Espíritu Santo.
Cuando se comprende esta verdad bíblica, las iglesias obtienen un crecimiento en todo sentido: interior y numérico. La razón es que somos incorporados al Cuerpo de Cristo por 42
Dones y Ministerios
la obra del Espíritu Santo. Pablo dice que “por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo... y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu” (1ªCorintios 12:13). Es decir, somos insertados en el cuerpo “místico” de Cristo, para servir a la iglesia. Mediante las capacitaciones espirituales cada creyente llega a ser un medio por el cual fluye la gracia de Dios hacia otros miembros del cuerpo. El apóstol Pablo dice: “...pues, que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia” (1ªCorintios 14:12). Una vez que conocemos nuestro(s) don(es), debemos desarrollarlo(s). Y en esto debemos ser celosos. La exhortación de Pablo a Timoteo es pertinente para nosotros también. El le dice a su discípulo: “No descuides los dones que tienes y que Dios te concedió cuando, por inspiración profética, los ancianos de la iglesia te impusieron las manos. Pon tu cuidado y tu atención en estas cosas, para que todos puedan ver cómo adelantas (1ª Timoteo 4:14-15 VP). En esta cita, Pablo le aclara a Timoteo, su hijo espiritual, que el ocuparse en estas cosas lo ayudará a desarrollar el don o los dones del ministerio que le habían sido concedidos. Por lo tanto, ya sea usted pastor, administrador de la iglesia, líder local o diácono, su don debe crecer y desarrollarse para un mejor servicio a los demás miembros del Cuerpo de Cristo. 3. Entender el anhelo del Espíritu Santo de impartir los dones a cada creyente .
Los dones del Espíritu Santo son parte del testimonio milagroso y sobrenatural de Dios. Pablo dice: “Todas estas cosas las hace uno, y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere” (1ªCorintios 12:11). Los dones espirituales son impartidos por la gracia de un Dios 43
Dones y Ministerios
amoroso, y son manifestados a través de creyentes llenos del Espíritu. Y como dice Arnaldo Canclini: “los dones son regalos de Dios, accesorios del gran regalo que fue su Hijo”.1 Existen tres ideas erróneas acerca de los dones espirituales que debemos erradicar de nuestro pensamiento: Algunos piensan que se trata del desarrollo especial de algunas capacidades naturales. Es decir, el esfuerzo humano, bendecido por Dios, puede producir esta capacitación especial. Por ejemplo: Mediante una buena educación, el doctor en filosofía tendría “la palabra de sabiduría” o el médico tendría los “dones de sanidades”. Otros creen que los dones son de carácter tan espectacular y místico que llegan a ser inalcanzables para el común de la congregación y representan una “rareza” espiritual, y pocos podrían recibirlos. Otros miran los dones del Espíritu Santo como “meros adornos extras” para el embellecimiento de la iglesia, pero que no son de una importancia básica. Y si los dones no se manifiestan la iglesia, esta puede funcionar perfectamente sin ellos. Las ideas anteriores no son bíblicas. La enseñanza paulina presenta lo concerniente a los dones (gr.: jarismas) espirituales (gr.: neumatikoi) como “regalos” de la gracia de Dios y “herramientas” , disponibles para todo creyente. Cuando los discípulos nos disponemos a pedir y a recibir dones del Espíritu, debemos hacerlo con fe, creyendo que el Espíritu del Señor está buscando corazones dispuestos para impartir sus gracias con el propósito de servir al cuerpo de Cristo. 1
Arnaldo Canclini, Comentario Bíblico del Continente Nuevo “Primera Corintios” (Miami: Editorial Unilit), Pág. 191. 44
Dones y Ministerios
El Espíritu Santo es soberano para repartir los dones, pero no sólo lo que desea un creyente como un anhelo personal, sino también lo que necesita para la edificación de otros. En este sentido, la verdad bíblica tiene dos caras. Por un lado, el Espíritu imparte los dones soberanamente: “como él quiere” (1Cor.12:11). Por otro lado, se nos anima a pedir los dones bajo una ambición santa: “procurar los dones mejores” (1ªCorintios 13:31; 14:1). 4. Entender la necesidad de los dones para una ministración completa a los creyentes.
En la experiencia ministerial, observamos la necesidad de dirección del Señor por medio de los Dones Espirituales. La función de los dones cubren prácticamente todos los ámbitos del servicio ministerial. Las dificultades se presentan desde afuera y desde dentro. Por tanto, para cada necesidad del creyente están disponibles los dones que le ayudarán en su madurez espiritual. En palabras de Pablo, el propósito de los dones ministeriales es: “Hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, y logremos la madurez, llegando a la medida completa de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13 NVI).
Los dones espirituales son las herramientas por medio de las cuales se manifiesta el poder de Dios. Por tanto, es una necesidad primordial en la iglesia la presencia de los dones del Espíritu Santo para un desarrollo integral de la vida cristiana. Así la iglesia, debe funcionar para prosperar cualitativa y cuantitativamente.
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II. LOS FACTORES QUE IMPIDEN LA MANIFESTACIÓN DE LOS DONES DEL ESPÍRITU. En la Biblia observamos claramente la intención del Señor de manifestar su poder de manera milagrosa; ya sea para sanar a los enfermos, para liberación de espíritus malignos o para intervenir en la vida de las personas. Entonces, ¿Por qué no vemos las manifestaciones del poder de Dios con mayor frecuencia en las iglesias locales? Esta pregunta ha estado en la mente de hombres de Dios, muy sinceros. Permítanme compartir lo que considero que son los factores que impiden ver el poder de Dios en acción:
1. La falta de conocimiento del poder de Cristo. Para reclamar y ejercer una promesa por medio de la fe, es necesario conocerla primero. La falta de conocimiento nos puede conducir a la incredulidad. Sabemos que una actitud incrédula, tanto de un ministro como de quienes nos rodean, impide la manifestación del poder de Cristo. Esto ocurrió en el propio ministerio de Jesús cuando estuvo en Nazareth. Dice la Biblia que él: “no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos”. (Vea Marcos 6:5-6). El servicio cristiano es un ministerio de poder. Pablo dijo que: “el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder ” (1ªCorintios 4:20). 2. El desconocimiento de las potencialidades que, según la Biblia, cada creyente tiene en Cristo. Cuando limitamos a Dios en sus capacidades, le impedimos actuar milagrosamente en nuestras circunstancias y las personas no reciben la ministración del Espíritu. De 46
Dones y Ministerios
alguna manera se cree que Dios sólo actuaba milagrosamente en los tiempos bíblicos. Algunos grupos levantan voces y argumentan: “¡hoy no necesitamos de los milagros!”. “Tenemos los avances y la tecnología a nuestro alcance”. “Eso era bueno para el tiempo de los apóstoles, hoy no es nece sario”.
Esto no tiene base bíblica. Todo el argumento es histórico. Las manifestaciones de poder y especialmente las sanidades, fue lo último en extinguirse en la iglesia de los primeros siglos. Fue Agustín de Hipona, en el siglo IV, quien dijo que todo el factor milagroso había cesado con los apóstoles. Eso llegó a ser la norma posterior, para el período medieval y reformado. Pero, no es el argumento bíblico. El fundamento apostólico no ha cambiado y no cambiará jamás: “Jesucristo es el mismo ayer, y ho y y por los siglos” (Hebreos 13:8). Si hacemos un estudio serio de estas ideas, llegaremos a la conclusión que su fundamento no es sustentable. La conclusión más natural es pensar que estas ideas nacen por una falta de enseñanza del tema en cuestión y el desconocimiento de los propósitos de Dios.
3. La creencia de que las señales se limitan a los evangelistas famosos. Si Dios ha otorgado señales milagrosas que siguen a los grandes predicadores, como respaldo a sus ministerios, es porque ellos han aceptado el desafío de creer. La Biblia dice que el Señor no hace acepción de personas. Estamos en igualdad de condiciones frente a Dios. Por tanto, se trata de un asunto de fe. Soy un convencido que Dios quiere usar a todos los creyentes en esta área, y no sólo a los ministros. El apoyo bíblico es contundente. Las últimas palabras del Señor a sus discípulos habla de las señales que seguirían a todos los discípulos (los que creen en Él). El Señor dijo: 47
Dones y Ministerios “Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;... sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán” (Marcos
16:17-18).
4. Un espíritu no perdonador perdonador . En ocasiones he observado a personas que están atadas por enfermedades, enferm edades, porque porqu e en su corazón anidan el rencor por otra. Los males sin arreglar pueden impedir la sanidad (Mateo 5:23-24). Y, como cosa paradojal, cuando se les lleva a esas personas a perdonar a su ofensor, reciben la sanidad física. En la práctica se produce un efecto sorprendente. Es evidente que existe una clara conexión entre el perdón y la sanidad física y emocional. Un testimonio personal. Recuerdo el caso de una mujer que llegó enferma a la iglesia. Sufría del mal de Parkinson. Todo su cuerpo temblaba constantemente y sin control. Mientras conversaba con ella, supe que estaba divorciada. Su esposo le fue infiel en su matrimonio y se había ido con otra persona. Ella aún guardaba resentimientos amargos amar gos contra con tra su esposo. Esa situación le ataba fuertemente. Le expliqué la necesidad de perdonar para ser libre de esos sentimientos que la ataban. Y con mucha firmeza me respondió: ¡Cómo puedo perdonar a quien me ha causado cau sado tanto mal. No lo perdonaré nunca! En definitiva, no quiso abrirse para perdonar, y no
pudo ser sanada, porque su s u corazón estaba atado al rencor.
III. LOS PASOS PARA RECUPERAR LAS SEÑALES HOY EN DIA. Todos los asuntos del Señor, como siempre, nacen de un corazón con fe. Para que exista recuperación del factor milagroso en la actualidad, debemos estar dispuestos a 48
Dones y Ministerios
conocer, creer y pedir la experiencia a Dios para beneficio de los necesitados, dondequiera que esté la necesidad. La intención es llegar a desarrollar un servicio cristiano que afecte a nuestra generación. Entre los pasos que debemos seguir encontramos los siguientes:
1. Hacer una investigación desprejuiciada del factor milagroso presente en la Biblia. El Dios que servimos es el mismo de las grandes proezas de la antigüedad. La idea de que Dios no hace milagros en estos tiempos es solo un prejuicio sin fundamento bíblico. Esta es una forma oculta de disfrazar una actitud de incredulidad. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, muestran abundantes ejemplos de intervenciones divinas, tanto aplicable a la sanidad de los enfermos, como a la solución de otras necesidades. Un ejemplo que nos ilustra esta realidad es el clamor del profeta Isaías a Jehová. El reclamaba la intervención del Señor en sus circunstancias históricas. El desafió a Dios con estas palabras: “Despiértate, despiértate, vístete de poder, oh brazo de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados... ¿No eres tú el que secó el mar, las aguas del gran abismo; el que transformó en camino las profundidades del mar para que pasaran los redimidos?” (Isaías 51:9-10).
La figura del “brazo de Jehová” se refiere a la manifestación de su poder. El profeta hace alusión a la manifestación de los grandes milagros de la antigüedad. En este caso específico alude el cruce del Mar Rojo cuando fueron liberados los israelitas de la esclavitud egipcia. Este fue el mayor evento milagroso de la historia de Israel. En este sentido él pedía que Dios interviniera en las circunstancias 49
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que afectaban a Judá. Dios mismo había declarado que “su brazo no ha sido cortado” y agrega: “Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas todas las naciones” (Isaías 52:10). Entonces, existe una relación entre el conocimiento bíblico y la unción del Espíritu. Ambas operan de la mano. La Biblia nos dice que: “la fe viene por el oír... la palabra de Dios” (Romanos 10:17).
2. Pedir en fe los dones de poder y milagros que Dios ha dispuesto. La Biblia declara que: “sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6). La epístola de Santiago nos exhorta a acercarnos a Dios con fe, “no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”. Y después añade esta solemne declaración: “¡No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor!” (Santiago 1:6-7). 1:6-7). Los dones son las dádivas de gracia que el Espíritu Santo está dispuesto a entregar, según su voluntad. Pero, también debemos ejercer la fe en las promesas bíblicas. Pablo presenta más ampliamente la doctrina de los dones en la primera carta a los Corintios Capítulo 12. El apóstol presenta varios principios tocante a pedir los dones. Lo primero es conocer lo que enseña la Biblia. Pablo dijo: “No quiero hermanos que ignoréis acerca de los dones espirituales” (12:1)
En segundo lugar , señala que Dios da: “dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros” (12:9-10).
Lo tercero es que el Espíritu del Señor es soberano para entregar los dones: 50
Dones y Ministerios “repartiendo a cada uno en particular como él quiere” (12:11).
Por esta razón, un creyente no puede llegar a tener todos los dones. Ese es el sentido de sus palabras cuando pregunta: “¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidades?” (12:29-30). La respuesta más
natural es que no es así. Pero, en cuarto lugar , la otra cara de la moneda nos indica la actitud correcta de tener una ambición santa, en la búsqueda de los dones. El dice: “... procurad, pues, dones...espirituales...” (12:31).
los
mejores
Claramente da a entender que como creyentes debemos pedir los mejores dones para servir ser vir en el reino de Dios. En quinto lugar , el Espíritu desea entregarnos sus dones, porque sus propósitos son nobles. no bles. Pablo termina diciendo: “...pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para la edificación de la iglesia” (14:1, 12).
En el libro de los Hechos de los Apóstoles se dan abundantes pruebas de las manifestaciones sobrenaturales. ¡Si funcionó con ellos, también funcionará con nosotros!.
Conclusión A modo de conclusión de este capítulo, podemos decir que estamos en los tiempos finales. El mundo de las tinieblas está levantando toda su capacidad para demostrar que aún es poderoso. La iglesia del primer siglo alcanzó a su generación, no sólo con las hermosas enseñanzas de Jesús, sino con señales de poder que acompañaban a la predicación 51
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apostólica. Este mismo Espíritu de poder puede y debe levantarse hoy entre nosotros. Es necesario que el ministerio de señales sea activado en cada creyente. Esto es posible alcanzarlo si creemos la verdad bíblica con la misma sencillez de antaño. El mundo necesita ver que la iglesia de Cristo manifiesta el poder de Dios.
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CAPITULO CUATRO
Unción, Manifestación de Dones y La Gloria de Dios
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a Biblia enseña que la presencia del poder de Dios, no es siempre señal de aprobación. Jesús dijo:
“Guardaos de los falsos profetas que... son l obos obos rapaces. Por sus frutos los conoceréis... Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí, hacedores de maldad.” (Mateo 7:15-23).
En la década de los cincuenta y sesenta hubo un evangelista americano que tuvo miles de seguidores y en su ministerio se vieron muchos milagros. Era obvio que tenía la unción. Sin embargo, su vida personal no reflejaba las virtudes santas que se esperan de un hombre de Dios. Este hombre murió de alcoholismo. Esta situación tan penosa, pero real, nos lleva a reflexionar en tres aspectos. Acerca de la unción, la manifestación de los dones espirituales y la gloria de Dios. En este capítulo, haremos un análisis de estas ideas basado en cuatro principios bíblicos: 53
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1. Si hay problemas, significa que no hemos entendido correctamente la gracia de Dios. El ejemplo del apóstol Pablo nos ilustra esta verdad. Pablo se compara con los demás apóstoles y su trabajo apostólico y dice de sí mismo: “... yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”
(1ªCorintios 15:9,10). En la vida cristiana nos interrelacionamos entre personas con diferentes niveles de espiritualidad. Y, equivocadamente se piensa que mientras más alto se está, ya no se tiene problemas con las tentaciones y el pecado. En la práctica, es todo lo contrario; mientras más alto se está, más problemas y luchas se tienen. La tentación es a otro nivel de sutileza. Quiero ilustrarlo con un ejemplo. Dos alpinistas subían una cumbre nevada. Cuando ya estaban a gran altura, el más inexperto levantó sus brazos en actitud de relajamiento, porque se había encumbrado bastante. El otro alpinista le dio un gritó de advertencia: ¡Al suelo; debes tirarte al suelo! Con ese grito le advertía de otros peligros propios de la altura. Porque a mayor altura, los vientos son más fuertes, y pueden deslizar a un alpinista descuidado. La experiencia nos ha demostrado que muchos hombres de Dios fracasan no durante su período de formación, sino cuando han alcanzado un gran nivel de influencia ministerial. El principio bíblico enseña: “A quien mucho se le da, mucho se le demandará” (Lucas 12:48). 54
Dones y Ministerios
Veamos la gracia de esta manera: Si una persona recibe como donativo una gran suma de dinero; eso nos habla bien del que da, de su generosidad, pero, nada se nos dice del que recibe. El hecho que Dios nos entrega dones espirituales, habla bien de la gracia de Dios, pero no dice nada de nosotros como receptores. En este sentido, los dones espirituales no son una señal de aprobación de ningún ministerio. En estos tiempos es fácil observar a predicadores que manifiestan dones espirituales en sus ministerios, pero al mismo tiempo manipulan al público. Especialmente aquellos involucr ados con doctrinas como la “teología de la prosperidad”. Hacen uso de los dones espirituales con el fin de buscar su propio provecho. El resultado es una gran confusión de los oyentes inmaduros, que al ver el poder de Dios que actúa, no saben cómo reaccionar. En una oportunidad un predicador, entró en un supuesto “trance profético”, hablando en lenguas y dijo: “El Señor me dice que deben dar una ofrenda de US$ 500 dólares ahora”. Luego para apurar el asunto, les dijo que debían hacerlo enseguida, de lo contrario subiría a US$ 1.000 dólares. La gente comenzó rápidamente a sacar sus chequeras. Eso fue una situación de mal gusto y una abierta manipulación de la buena fe del público. Llega a sorprender el manejo sicológico y la forma en que envuelven con su carisma y sus argumentaciones, que la gente da aún lo que no tiene con el fin de obtener la supuesta “bendición de Dios”. Los seres humanos tenemos virtudes y defectos. Por más espiritual y dotado que sea un individuo; todos en algún momento manifestamos ciertas actitudes carnales. Todos cometemos errores, porque aún estamos en el proceso del desarrollo cristiano. Para mejorar, en el día a día este tipo de situaciones, debemos someternos constantemente al “espejo” de la Palabra de Dios. 55
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El propio apóstol Pablo se equivocó cuando reprendió a Pedro en público. El pasaje dice: “Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar... y en su simulación participaban los otros judíos... (y) dije a Pedro delante de todos...” (Gálatas 2:11-14).
A pesar que Pablo tenía razón para estar molesto, no debía avergonzar a su colega en el apostolado, como lo hizo. El Señor dijo que debía hacerlo en privado. La Biblia no afirma: “por sus dones los conoceréis”; pero, sí dice que “el hombre deslenguado no será firme en la tierra” (Salmo 140:11). El hecho que una persona exhibe milagros en su ministerio no significa necesariamente una señal de aprobación divina. Eso habla bien de la gracia de Dios, al dotar a los predicadores. En mis primeros años de ministerio, vi varios casos anómalos. No podía concebir en mi mente el hecho de ver a unos hombres usados en milagros y que no andaban con sus respectivas esposas. No lo podía entender y resultaba una situación muy confusa. Pero, la Biblia dice: “Por sus frutos los conoceréis”, no por sus dones (Mateo 7:20). El ejemplo de Sansón, nos ayuda a ilustrar más ampliamente esta situación. Este hombre descendió a la ciudad filistea de Gaza. Duerme con una prostituta (algo contrario a la ley hebrea) y después fue capaz de levantar las puertas de la ciudad, con sus pilares y cerrojos. ¡Una gran hazaña! Esas puertas pesaban cerca de cinco toneladas (Jueces 16:1-3). Por otro lado, sabemos que la fuerza de Sansón era producto del Espíritu de Dios. Pero, su actuación moral dejaba mucho que desear. En nuestros días, el problema es similar. El enfoque está centrado más en la personalidad de un individuo que en Cristo. 56
Dones y Ministerios
Otro ejemplo similar fue el caso de Saúl. Dios lo escogió para ser rey sobre Israel. Era lo mejor que el Señor les pudo dar. A poco andar, su corazón se confió en sí mismo y finalmente desobedeció la voz de Dios, al no destruir completamente a Amalec, y fue desechado por Dios. El profeta Samuel lo reprendió, en el nombre del Señor: “Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no haz sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel?... Por cuanto tú desechaste la Palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey” (1Samuel 15:17,
23). ¿Cuál fue su actitud? Sólo un reconocimiento de culpa. Pero, estaba más preocupado de su imagen pública, por encima de lo que Dios pensaba de él: “Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios. Y volvió Samuel tras Saúl, y adoró Saúl a Jehová” (15:30-31).
Así, un ministro del evangelio puede descender, y llegar a la bancarrota espiritual, e importarle más la honra de la iglesia y su propia imagen, por encima de cómo Dios le ve. La Biblia declara que: “El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl” (1ªSamuel 16:14). Como resultado era atormentado por espíritus malignos que lo hacían divariar. Llegó a sentir celos amargos por David que lo llevaron a cometer grandes locuras. Fue capaz de matar a 85 sacerdotes (pastores) de Jehová por haber ayudado a David. Y, sin embargo, tuvo algunas manifestaciones posteriores del Espíritu Santo. 57
Dones y Ministerios
Veamos este caso: David huyó frente al peligro mortal que le asechaba y Saúl envió mensajeros para traerle. Los enviados fueron detenidos por el propio Espíritu del Señor. Finalmente, el propio Saúl fue a buscarlo y le ocurrió lo mismo. El texto dice: “Y fue a Naiot en Ramá; y también vino sobre él el Espíritu de Dios, y siguió andando y profetizando hasta que llegó a Naiot en Ramá” (1ªSamuel 19:23).
Algunos autores dudan que Saúl realmente profetizara. Ese no es el punto. Lo concreto es que el rey volvió a tener una manifestación del Espíritu de Jehová, sin tener en él la gloria de Dios. Pablo Hoff comenta que el Espíritu vino sobre el rey para darle la oportunidad de arrepentirse, y la poderosa influencia del Espíritu lo dejó sin excusas. “Esta experiencia debía haberle recordado la ocasión anterior, cuando el Espíritu había entrado en él por primera vez, y cuánto había degenerado desde aquel entonces.”2 La experiencia lamentable de Saúl, sirve como ejemplo de lo que puede acontecer a un hombre que deja a Dios. ¡Podemos ser santos y volvernos demonios! Lo peor de todo es cuando se representa algo sagrado, como es el ministerio religioso, y la persona se acostumbra a las tinieblas. Puede ocurrir que no se de cuenta cuando “le apagan la luz”. En el caso de Saúl, este reconoció que Dios se había apartado de él, y en su desesperación buscó en las arenas del ocultismo. Guillermo Deane comenta: “¡A qué profundidad de degradación moral debe haber descendido para pensar en arrancar del infierno los informes que el cielo había rehusado proporcionarle!”.3
2
Hoff, Pablo. Los Libros Históricos. (Miami: Editorial Vida) Pág. 111 Deane, Guillermo, citado por P. Hoff en Libros Históricos. Pág. 119.
3
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Dones y Ministerios
2. El vaso no necesariamente tiene que estar siempre limpio para ser usado por Dios. Las motivaciones para actuar en la obra de Dios, no siempre son las más nobles. Y a pesar de eso, Dios respalda a esos predicadores, porque le interesa el avance de Su obra, a pesar del vaso. Respecto a los motivos innobles el apóstol Pablo, dice: “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda... algunos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente... pero otros por amor... (y su opinión es que) no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo y me gozaré aún” (Filipenses 1:15-
18). Es triste pensar que esto en verdad pueda ocurrir. Nos cuesta aceptarlo. Sin embargo, la experiencia demuestra, que Dios actúa a pesar de nuestros sentimientos mezquinos y nos puede usar como sus instrumentos. La verdad es que Dios tolera hasta cierto punto nuestras extravagancias, tan propias del “vaso de barro” que somos (2ªCorintios 4:7).
3. El ministerio no le pertenece a los ministros, sino a Dios. La enseñanza de la Biblia define a un ministro como un siervo (gr.: doulos = un esclavo) al servicio de su amo (Jesucristo). También le pone en posición de “colaborador” de Dios y como un “mayordomo” o administrador de los misterios de Dios. Por tanto, el ministro rinde cuentas, principalmente al que le llamó a esa tarea. Estos principios dan a entender que como siervos, nuestros derechos personales han muerto con Cristo en la cruz. Y que nuestro objetivo principal es usar todos los 59
Dones y Ministerios
recursos necesarios para dar a conocer “las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1Pedro 2:9). Entonces, podemos decir que el ejercicio del ministerio espiritual debe llegar a ser un fluir de la gracia del Señor a través de un vaso dispuesto para Dios. Pero en la práctica, algunas veces, llegamos a pensar que el ministerio nos pertenece. Que es nuestra propiedad y que Dios debería estar muy honrado de que nosotros estemos trabajando en el ministerio. Pues bien, tarde o temprano, un concepto erróneo como éste puede llevarnos a tomar actitudes incorrectas y finalmente desembocar en el colapso. Lo que antes eran consideradas “bendiciones de Dios”, ahora parece que han llegado a ser “un derecho adquirido”. Frente a una tentación como ésta, debemos detenernos y reflexionar sobre el hecho que no es “mi ministerio”, sino que ha sido Dios quien, en su gracia, nos ha invitado a participar con El en su equipo de colaboradores.
4. El juicio de Dios puede demorarse, pero es seguro. Jugar con las cosas del Espíritu puede llegar a ser fatal. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse. El principio bíblico establece el juicio de Dios. “No os engañéis, Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”
(Gálatas 6:7). La caída de hombres de Dios, en la actualidad, casi no nos sorprende. Esta experiencia la hemos visto tantas veces a lo largo de los años de ministerio. La Biblia enseña que “antes de la caída (es) la altivez de espíritu” (Proverbios 16:18). Eso quiere decir que Dios no tiene hijos “regalones”. Por esta razón, el Señor no encubrió el pecado de David. 60
Dones y Ministerios
Antes bien, lo sacó a la luz, después de un año de ocurridos los acontecimientos. Sansón es otro ejemplo bíblico del juicio de Dios. Este hombre jugó con la gracia del Señor. Como resultado, terminó derrotado, ciego y humillado por los enemigos de Israel. La copa de la ira tarda en llenarse. Eso significa que Dios puede demorar su juicio, esperando el arrepentimiento, pero, es seguro que vendrá. ¡Solamente Dios sabe quién es quién!. La exhortación bíblica establece que debemos poner en orden nuestras vidas, para obtener la victoria final. Proverbios dice: “El que encubre su pecado, no prosperará” (Prov.28:13). Hoy en día que se habla tanto de la unción y de las manifestaciones del poder del Espíritu Santo, podemos caer en la tentación de querer refugiarnos tras las manifestaciones para encubrir cosas que desagradan a Dios. Pero, no nos debemos engañar, el hecho de que se manifieste la unción de Dios y los dones, no significa necesariamente gloria de Dios.
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Capítulo Cinco
La Naturaleza de Los Dones espirituales Una explicación sintética
Los dones espirituales son habilidades especiales usadas para propósitos espirituales (Mateo 25:14-28). Los dones son dotaciones divinas. Los dones permiten a los creyentes hacer contribuciones únicas, que por las habilidades naturales no sería posible hacerlo. Los dones son dados por el Espíritu Santo, según su voluntad (1 Corintios 12:11). Los dones son dados por Dios. Los dones espirituales son recibidos durante la vida cristiana. Los dones se descubren o se piden para luego ser desarrollados por medio del ejercicio de estos. Es necesario ejercer la fe para recibir los dones. Los Dones son para todo creyente en el Cuerpo de Cristo (1ª Corintios 12:8, 28; Efesios 4:7). Cada cristiano posee por lo menos un don. Cada cristiano tiene un ministerio ordenado por Dios. Los Dones se dan según el diseño y la gracia de Dios (1Corintios 12:8, 28; Ef.4:11; Romanos 12:6). 63
Dones y Ministerios
Dios distribuye los dones para realizar un servicio significativo dentro del Cuerpo de Cristo. Los dones capacitan a los creyentes para cumplir la voluntad de Dios.
Los Dones son para ser usados principalmente dentro de la iglesia (1 Corintios 12:27; 14:12; 1 Ped.4:10) La primera responsabilidad del creyente es con la familia de la fe. Servir al pueblo de Dios agrada al Señor. Los Dones se utilizan en base a determinados principios. Con entendimiento respecto a los dones espirituales. Con deseo de recibir y ejercer el ministerio del Espíritu. Con disciplina espiritual. Con una actitud de amor. Con una actitud de fe (Romanos 12:36). Con humildad (Romanos 12:3) LA DIFERENCIA ENTRE "DONES ESPIRITUALES" y "TALENTOS" NATURALES ” TALENTOS NATURALES
V/S
DONES ESPIRITUALES
Vienen por el nacimiento físico
Vienen por el nacimiento espiritual.
A menudo edifican al individuo
Edifican al Cuerpo de Cristo.
Son dados a todos
Son dados a los creyentes.
Ejemplos: Música/Humor Destrezas mecánicas Cocina
Ejemplos: Comunicación creativa. Profecía Sanidades y milagros. 64
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Ambos: "talentos" naturales y "dones" espirituales: Varían en grado y clase. Pueden ser desarrollados. Son dados por Dios y deben ser usados bajo el señorío de Jesucristo (Col.3:17, 23-24; Santiago 1:17)
Los talentos naturales pueden ser transformados en Dones Espirituales: Talentos
Dones
Habilidad para las ventas
Evangelismo
Habilidades de administrar
Administración
Capacidad para solución de problemas sociales.
Misericordia
DIFERENCIA ENTRE DONES y EL FRUTO DEL ESPIRITU DONES
FRUTO
Estos se imparten
Estos se desarrollan
Estos involucran un poder milagroso.
Son el resultado de la santificación.
Estos se dan de acuerdo a la voluntad de Dios (1Cor.12:11) Indican contribuciones específicas.
Podemos (debemos) tenerlos todos en nuestra vida. Indica madurez espiritual
Orientado hacia tareas.
Orientado al carácter.
Son cualidades del "Hacer".
Son cualidades del "ser".
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Ambos: El Fruto del Espíritu y los Dones Espirituales: Han de ser manifestados en la vida de cada creyente (Gálatas 5:22-23). Son necesarios para un ministerio de servicio fructífero y satisfactorio (1ª Corintios 13:1-3; Efesios 4:2, 15, 16; Romanos 12:6). Sin embargo, si bien todo creyente debe manifestar todo el fruto del Espíritu, ningún creyente tiene todos los dones espirituales.
DISCIPLINAS ESPIRITUALES Y DONES ESPIRITUALES Disciplinas espirituales Se necesitan para tener calidad en la relación con Dios. Fortalece al individuo. Práctica general
Dones Espirituales Se necesitan para tener calidad en el servicio. Fortalece a la iglesia. Contribución específica
Ejemplo:
Ejemplo:
Estudio
Conocimiento
Testificar
Evangelismo
Oración
Fe
Ayuno
Profecía
Diezmar
Dar
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POSICIONES CRISTIANAS y DONES ESPIRITUALES Posiciones Cristianas
Dones Espirituales
Descripciones de trabajo Títulos
Funciones en el ministerio Tareas
Ejemplos:
Ejemplos:
Pastor
Liderazgo
Maestro
Enseñanza
Líder
Pastorado
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Capítulo 6
Estudio Sintético 1ª Corintios Capítulos 12 – 14 Capítulo 12 v. 1
TEMA GENERAL: LOS DONES ESPIRITUALES Ignorar los dones: Aunque habían muchas manifestaciones espirituales, también había mucha confusión entre los miembros. (Algo similar ocurre en la
actualidad)
"Idolos mudos" (Trasfondo idolátrico de los corintios) vv. 2 - 3
vv. 4 - 7
Prueba doctrinal: Maldecir a Jesús, no es de Dios. El Espíritu reconoce a Jesús como Señor. Los dones se describen de cuatro maneras: 1. DONES: en relación con el Espíritu. 2. MINISTERIOS: en relación con el Señor. 3. OPERACIONES: en relación con el Padre. 4. MANIFESTACIONES: En relación con el creyente . Se presenta nueve dones, que se pueden clasificar en tres categorías sobrenaturales. Estos son dones de Manifestación:
vv. 8 - 10
De REVELACIÓN : Palabra de sabiduría, Palabra de ciencia y Discernimiento de Espíritus. De INSPIRACION : Profecía, Géneros de Lenguas e Interpretación de Lenguas. De ACCION (ACTUAR): Fe, Sanidades y Milagros.
v. 11
El Espíritu ejerce su voluntad soberana al entregar los dones. Una cara de la moneda (cf. 12: 18, 28). La otra cara: "Procurad los dones" (14:1). 69
Dones y Ministerios vv. 12- 27
ILUSTRACION DEL CUERPO DE CRISTO (LA IGLESIA) CON EL CUERPO HUMANO.
v. 13
El bautismo del Espíritu Santo en el cuerpo (la iglesia).
vv. 15-21
El cuerpo está compuesto de varios miembros.
vv. 22-24 vv. 25-26 vv. 28-31
El cuerpo tiene un equilibrio natural entre sus miembros: Decoro y dignidad. En el cuerpo todos reciben la influencia de todos.
CLASIFICACION DE LOS DONES POR IMPORTANCIA. Categoría 1: Apóstoles, Profetas, Maestros. Categoría 2: Los que hacen milagros. Categoría 3: Los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
vv. 29-30 v. 31
Pregunta retórica: "¿Son todos apóstoles, profetas,
maestros, milagros, etcétera. . . .? ¡NO!
Exhortación: "Procurad los dones mejores" Recomendación: "Les muestro un camino aún más
excelente"
EL HIMNO O PREEMINENCIA DEL AMOR
Capítulo 13 La idea general: La superioridad del amor por sobre
los dones.
vv. 1 - 3 vv. 4 – 8
Análisis de los dones: Lenguas... profecía..., ciencia..., fe... repartimiento, sacrificios... Sin amor el resultado es: "de nada sirve". Las visiones del amor: Positiva y negativa.
El amor es: Sufrido, benigno, se goza de la verdad, todo
vv. 9 - 12
lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, nunca deja de ser. El amor no es: Envidioso, jactancioso, indecoroso, egoísta, irritable, rencoroso, injusto. Conocimiento imperfecto: "En parte conocemos, en
parte profetizamos".
70
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vv. 9 - 12
v. 13
Los dones son solo ayudas mientras caminamos hacia lo "perfecto". Ilustración del Niño = Un bebé sin capacidades desarrolladas. Ilustración del Espejo: “Vemos oscuramente" (Los espejos antiguos eran de bronce pulido. La imagen reflejada era borrosa). Las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y amor.
"pero el mayor de ellos es el amor". Capítulo 14 vv. 1 - 4
v. 5
LAS LENGUAS Y LA PROFECÍA Las lenguas = Edificación propia. "Hablar a Dios" Las profecías = Edifican a la iglesia. "Hablan a la iglesia" Propósito: Edificación, exhortación y consolación.
"Quisiera que todos hablaran en lenguas" (Esto es factible para todos).
vv. 6 - 11
El uso de las lenguas sin provecho común: Solo ruido o sonido incierto. Ilustración de instrumentos musicales: flauta, cítara y trompeta. Nadie entiende un sonido incierto. Aplicado a la glosolalia: Sin entendimiento, solo trae confusión.
vv. 12
Exhortación: "Procurad abundar en ellos (dones)" Propósito: "para edificación de la iglesia".
v. 13
"El que habla en lenguas, debe pedir interpretación"
vv. 14 -17
vv.18-21
En la oración en lenguas, el entendimiento queda sin fruto. Se debe orar en el espíritu y con el entendimiento. Pablo hablaba mucho en lenguas en sus oraciones privadas. En la iglesia prefería hablar con claridad las enseñanzas. Exhortación a dejar las actitudes de niños. Ilustración del A.T. Cita la invasión Asiria, pueblo que tenía otra lengua. Isaías 28:11. 71
Dones y Ministerios
vv. 22-25
vv. 26
"Las lenguas y la profecía son por señal" ¿Cómo? Las lenguas sin entendimiento: las visitas los considerarán locos. Las profecías descubren el corazón del incrédulo y lo convence. Las reuniones espirituales deben contener los siguientes elementos: Salmos, enseñanza, mensaje en lenguas, revelación, interpretación. Todo esto debe ser hecho "para edificación".
vv. 27-33
Se establecen los principios de orden con los profetas: El mensaje en lenguas debe ser solo por uno interpretado (v.27). Debe ser a lo más por tres personas dado (v.27). Si no hay intérprete no se debe dar (v.28). El mensaje dado debe ser analizado por los profetas (v.29). Si algo se le revela a otro profeta, debe esperar su turno (v.30). Hay espacio para que todos profeticen (v.31). El profeta debe tener control de su espíritu, así no trae confusión a los que reciben su mensaje (v.32).
vv. 34-35
La expresión: "... mujeres callen en la congregación". ¿Se debe aplicar esto en la actualidad? Respuesta: ¡NO! Era algo local y cultural.
vv. 39-40
CONCLUSIONES FINALES DEL USO DE LOS DONES: Debían procurar profetizar. No debían impedir o acallar las lenguas. Todo debía ser hecho "decentemente y en orden".
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Tres Listas de Dones En 1ª Corintios 12
Primero: Capítulo 12: 8-10. 1.- Palabra de Sabiduría.
2.- Palabra de Ciencia.
3.- Fe.
4. Dones de Sanidades.
5.- El hacer Milagros.
6.- Profecía.
7. Discernimiento de espíritus. 8.- Géneros de Lenguas. 9.- Interpretación de Lenguas.
Segundo: Capítulo 12:28 1.- Apóstoles.
2.- Profetas.
3.- Maestros.
4.- Hacedores de Milagros
5.- Los que sanan (Sanidades).
6.- Ayudadores
7.- Administradores.
8.- Los que tienen don de Lenguas.
Tercero: Capítulo 12:29-30 1.- Apóstoles.
2.- Profetas.
3.- Maestros
4. Hacedores de Milagros
5.- Dones de sanidades
6.- Glosolalia (Lenguas)
7.- Interpretación de lenguas
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LOS DONES ESPIRITUALES Listado Completo
EL DON Palabra de Sabiduría Palabra de Ciencia Fe Sanidades. Hch. 4:30. Milagros Profecía. 1 Cor. 14:3, 24 Discernimiento Espíritus.1Cor.14:29. Géneros de lenguas. 1 Cor.14:6ss Interpretación lenguas. 1Cor.14:5. Apostolado Enseñanza Ayuda Administración Servicio Exhortación Repartimiento Presidencia Misericordia Evangelización Pastorado
Romanos 12:3- 8
1Corintios 12:4-11; 28-30
Efesios 4:7-12
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Definición de Los Dones Espirituales l autor C. Peter Wagner en su Libro: "Sus Dones espirituales, pueden ayudar a crecer a su iglesia”, ofrece una definición de cada uno de los dones espirituales. Desde la perspectiva nuestra, consideramos que 20 dones espirituales son las gracias que Dios ha entregado para la edificación del Cuerpo. Este autor reconoce un total de 27 dones, donde agrega los dones de “Celibato”, “Pobreza voluntaria”, "Martirio", "Hospitalidad", “Misionero”, "Intercesión" y “Exorcismo”. Sin embargo, la "multiforme gracia de Dios" se observa en las diversas variedades y combinaciones en las cuales se manifiesta cada don espiritual. Como dice Harold Horton: “Los dones en los hombres son facultades divinas del Señor. Nosotros somos Sus miembros. Los dones son como sus ojos; oídos, pies, labios, manos”.4 San Juan dice: “Como él es, así somos nosotros en el mundo” (1Jn.4:17). Por ejemplo: los dones de "sanidades" son muy amplios en su campo de acción. De acuerdo a la observación, la manifestación de estos dones actúan para sanar algunas enfermedades más eficazmente que otras. Así en otro siervo de Dios, estos dones pueden actuar con mayor fuerza sobre otras enfermedades. Es como una especie de "especialidades médicas" en el campo espiritual. Este ejemplo se aplica a los otros dones en un amplio espectro. Esto es la “multiforme gracia de Dios”. El apóstol Pedro dice:
E
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1Ped.4:10).
4
Harold Horton. Los Dones del Espíritu, Pág. 36. 75
Dones y Ministerios
Ha continuación presentamos una definición breve de cada uno de los Dones Espirituales, para después explicar con mayores detalles cada uno de estos, en la medida que avanza el estudio. Una buena porción de estas definiciones las hemos tomado prestadas de la pluma del Dr. C. Peter Wagner, quien ha dado un importante aporte en este campo, y que a su vez ha sido utilizada por otros investigadores. 1.- Palabra de Ciencia, o de Conocimiento. Es la habilidad dada por el Espíritu para conocer sobrenaturalmente hechos del pasado, presente de una persona sin intervención de la mente natural. Esta palabra de conocimiento sobrenatural trae a luz, aparte de los medios humanos, situaciones escondidas de personas o asuntos. Puede mostrar cosas del pasado de una persona y situaciones de su presente, que están en su corazón.
2.- Palabra de Sabiduría. Es la capacitación del Espíritu Santo, que entrega una revelación sobrenatural del Espíritu de Dios concerniente al propósito divino en la mente y voluntad de Dios. Es una revelación que siempre habla del futuro.
3.- Fe. El don de la fe es la
4.- Sanidades. El (los)
especial capacidad que Dios da a algunos miembros del Cuerpo de Cristo de discernir con extraordinaria confianza la voluntad y propósitos de Dios para el futuro de su obra. Es una fe para ver milagros. Es un don de manifestación.
don(es) de sanidad(es) es la habilidad dada por el Espíritu Santo para sanar a los enfermos, a través de la oración, aparte de los medios naturales y de la habilidad del hombre.
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Dones y Ministerios
5.- Milagros. El don de milagros es la capacidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo para servir como intermediarios humanos a través de los cuales El se complace en ejecutar actos poderosos, que son percibidos por los observadores como alteraciones del curso ordinario de la naturaleza. También se cree que el ministerio de Liberación de demonios, está dentro del don de milagros (Hch.19:11-12).
6.- Discernimiento de espíritus. El don de discernimiento de espíritus es la capacidad que Dios da que permite saber con certeza si ciertas clases de conductas que se dicen ser procedentes de Dios son en realidad divinas, humanas o satánicas.
7. Profecía. El don de profecía
8.- Géneros de lenguas. El
es la especial capacidad que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo, de recibir y comunicar un mensaje inmediato de Dios a su pueblo, por medio de una declaración divinamente ungida.
don de lenguas es la capacidad espiritual para (1) hablar a Dios en un lenguaje que nunca han aprendido y/o (2) de recibir y comunicar un mensaje inmediato de Dios a su pueblo por medio de una declaración divinamente ungida en un lenguaje que nunca han aprendido. Cabe señalar que el lenguaje devocional está sujeto a la voluntad del creyente que lo tiene, en cambio el "dar mensajes" es por directa intervención divina como un don de manifestación.
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9.- Interpretación de lenguas. El don de interpretación es la capacidad espiritual para entender y dar a conocer en lenguaje vernácula el mensaje de aquel que habla en lenguas. Destaquemos el hecho que es "interpretación" y no "traducción" palabra por palabra. Se entrega la interpretación del sentido general del significado del mensaje en otras lenguas.
10.- Apóstol. El don de apóstol es la capacidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo que les permite asumir y ejercer liderazgo sobre un cierto número de iglesias con una autoridad extraordinaria en asuntos espirituales, la que es reconocida y apreciada por estas iglesias a un nivel de paternidad espiritual.
11.- Evangelista. El don de
12.- Pastor. El don de pastor
evangelista es la capacidad especial para hacer partícipes del evangelio a los no creyentes, de tal forma que hombres y mujeres se hacen discípulos de Jesús y miembros responsables del Cuerpo de Cristo.
es la habilidad especial Dios de asumir responsabilidad por bienestar espiritual de grupo de creyentes, por período largo.
13.- Maestro (enseñanza). El
14.- Administración. El don
don de enseñanza es la capacidad especial que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo de Cristo de comunicar las enseñanzas de información significativa para la salud y ministerio del Cuerpo y de sus miembros, de tal manera que los otros aprendan.
de administración es la capacidad que permite entender claramente los objetivos inmediatos y a largo plazo de una unidad particular del Cuerpo de Cristo y diseñar y ejecutar planes efectivos para la consecución de estos objetivos.
de la el un un
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15.- Ayuda. El don de ayuda
16.- Servicio. El don de
es la capacidad de Dios sobre algunos creyentes para invertir los talentos que poseen en la vida y ministerio de otros miembros del cuerpo, haciendo posible así que la persona ayudada incremente su eficacia en el uso de sus propios dones.
servicio es la capacidad de identificar las necesidades no satisfechas con respecto a una tarea relacionada con la obra de Dios, y hacer uso de los recursos disponibles para satisfacer aquellas necesidades y ayudar a alcanzar los objetivos deseados.
17.-Exhortación (Predicación). El don de
18.-Repartimiento (Generosidad). El don de dar
exhortación es la capacidad especial para ministrar palabras de confortación, consuelo, ánimo y consejo a otros miembros del Cuerpo de Cristo de tal manera que estos se sientan ayudados y sanados. Este don funciona en
es la capacidad de contribuir con sus recursos materiales a la obra de Dios con liberalidad y alegría.
19.- Presidencia (liderazgo).
20.- Misericordia. El don de
El don de liderazgo es la capacidad para establecer objetivos de acuerdo con los propósitos de Dios para el futuro, y comunicar estos objetivos a otros, de tal forma que estos, de modo voluntario y armonioso, trabajen juntos para alcanzar aquellos objetivos, para la gloria de Dios.
misericordia es la capacidad de sentir simpatía genuina y compasión por los individuos, cristianos o no cristianos, que sufren física, mental o emocionalmente y transforman esta compasión en actos, hechos con alegría, que reflejan el amor de Cristo y alivian los sufrimientos.
la predicación y en la consejería.
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Dones y Ministerios
LA CLASIFICACION DE LOS DONES ómo se clasifican los Dones Espirituales? Podemos decir que la Biblia no entrega una clasificación definida y definitiva. Por tanto, esto depende de la perspectiva y de los criterios que se emplean. Existen tres criterios empleados en la clasificación los dones: Estos se clasifican: Por su importancia u orden bíblico. Por orden de clases. Por orden de oficios. Pero, ningunos de estos criterios de clasificación son únicos y definitivos. Son solo estructuras que nos ofrecen los estudiosos del tema que nos permiten entender, con un criterio más amplio estas gracias de Dios. En este libro será considerado el orden por clases.
¿C
Criterio: El orden bíblico. Esto se refiere a la clasificación por importancia que entrega el apóstol Pablo en 1Corintios 12:28-31: Categoría 1: Apóstoles, Profetas, Maestros. Categoría 2: Los que hacen milagros. Categoría 3: Los que sanan, los que ayudan, los que administran, el don de lenguas.
Criterio: El orden por clases: Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros (Efesios 4:11) Los Dones del Espíritu, en 1Corintios 12:8-10. Clasificados en (1) Dones de revelación (2) Dones para hablar y (3) Dones para hacer. Estos dones son todos de manifestación. Los
Dones
del
Ministerio
Quíntuple:
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Dones y Ministerios Los Dones de servicio dentro del Cuerpo: 1. Exhortador,
2.Administración, 3.Servicio, 4.Ayudas, 5.Repartimiento, 6.Presidir (liderazgo), 7. Beneficencia (misericordia).
Criterio: El orden por oficios. Esta clasificación corresponde a los tres oficios que tuvo el Señor Jesús de: Profeta, Sacerdote y Rey. Así también los dones se pueden agrupar en estos tres oficios. Como Profeta : para hablar. Como Sacerdote : para servir y como Rey : para liderar. ¿Cómo se encasillan estos dones? Esta sería su clasificación: EL OFICIO de: PROFETA
EL OFICIO de: SACERDOTE
EL OFICIO de: REY
Palabra de Ciencia
Sanidades
Palabra de Sabiduría
Profeta / Profecía
Maestro / Enseñanza
Fe
Discernimiento de espíritus
Ayuda
Milagros
Géneros de Lenguas
Administración
Apostolado
Interpretación de lenguas.
Servicio
Presidencia
Evangelista
Repartimiento
Exhortación (predicación)
Pastorado Misericordia
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Dones y Ministerios
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Dones y Ministerios
Los Dones del Espíritu (Un análisis del gráfico)
D
efinición
básica:
"Los Dones Espirituales son manifestaciones y capacitaciones sobrenaturales del Espíritu en el Cuerpo de Cristo”. Agreguemos que los dones
no necesariamente expresan la vida de santidad. Los "Dones del Espíritu" son dones de manifestación. 1. El cuadro del fuego. El
fuego representa el hecho que los dones del Espíritu se manifiestan en una vida llena del Espíritu. En palabras de Pablo a Timoteo: Por lo cual, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti" (2Tim.1:5). 2. El cuadro de las piedras. Significa que los dones tienen el propósito de "edificar" la iglesia. (Efesios 4:12; 1Cor.14:5, 26). 3. El cuadro de Herramientas. Significa que los dones del Espíritu deben ser considerados como herramientas. Las herramientas para edificar pueden combinarse. La mayor necesidad de parte de Dios es la edificación de la iglesia mediante el crecimiento exterior e interior. (1Cor. 14:12, 26). Los Dones Espirituales han de procurarse por su gran utilidad. Pero, el Espíritu los reparte como él quiere, para valorizar a cada miembro del Cuerpo de Cristo (1Cor. 12:11) 4. Los rayos que están sobre la cabeza, boca y mano. Significan la manifestación del poder de Dios. El rayo en la cabeza representa a los Dones de revelación que sirven
para conocer sobrenaturalmente. Estos dones distinguen al profeta. El rayo en la boca representa a los Dones de 83
Dones y Ministerios
inspiración que son para hablar sobrenaturalmente. El rayo en la mano representa a los Dones de Poder que capacitan
para actuar sobrenaturalmente. En los Puntos 5, 6 y 7 se analizan los Dones de revelación: Palabra de Ciencia, Palabra de sabiduría y discernimiento de espíritus. LOS DONES DE REVELACION
(1) La Palabra de Ciencia: El primer cuadro representa el "conocimiento oculto" de una persona. ¿Cómo se manifiesta el don? Ejemplo: Tenemos frente a nosotros una persona desconocida. Su pasado, presente (corazón) y futuro cercano está encubierto por un velo. El Espíritu quita el velo de cosas ocultas, y nos permite conocer algo del corazón y la necesidad de éste. (1Sam.9:19-20; Juan 4:1819; Hechos 9:11). 6. (2) La Palabra de Sabiduría: El primer cuadro representa un velo que cubre un indicador de camino. Nos preguntamos; ¿Cuál de los tres caminos corresponde? El Espíritu en lo espiritual quita ese velo y entrega claridad de dirección. Superior al conocimiento es la sabiduría como aplicación del conocimiento. Estas "Palabras de sabiduría" no son repetibles, como sucede con la verdadera sabiduría práctica. Recuerde que la "Palabra de sabiduría" es un don de manifestación que habla de futuro (Hch.9:15; 15:19-28; 16:9-10; 23:11). 7. (3) El Discernimiento de espíritus: Funciona para brindar apoyo y protección espiritual. El primer cuadro representa tres manifestaciones en las cuáles se desconoce su origen. El velo cubre el origen de algo sobrenatural. La pregunta que se hace es: ¿De qué fuente procede esta poderosa influencia espiritual, una predicación o una sanidad? ¿Proviene de Dios o del diablo? El Espíritu quita el velo y se perciben espíritus buenos y malos. Un caso concreto 5.
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Dones y Ministerios
sería detectar demonios de enfermedad. El engaño del corazón no requiere discernir espíritus, sino sentido común. LOS DONES ORALES O DE HABLA
(1) La Profecía. Es un mensaje inspirado del Espíritu, dicho en primera persona, y dirigido directamente al corazón por labios humanos. Su propósito es edificar, exhortar y consolar. En el gráfico, la edificación necesita de la plomada de arriba. Aquel que ha dejado la cruz y no persevera se le exhorta y anima. Y trae consolación a aquel que está dispuesto pero agotado. (1Cor. 14:3, 5, 22) 9. (2) Géneros de lenguas, (3) La interpretación de lenguas. Los ponemos juntos, como están en el gráfico. El hablar en lenguas o "glosolalia" sirven para auto edificación en la fe mediante la oración. La oración en otras lenguas sirven para el uso privado. En la práctica se auto controlan por el que ora. Y al orar en el Espíritu, la mente descansa y trae fortaleza instantánea a nuestro espíritu. El otro uso de las lenguas es para dar mensajes los cuales deben ser interpretados por otro o por el mismo que habla. Como don de manifestación, no se auto controla. La interpretación del mensaje (no traducción) equivale a profecía. También las lenguas son por señal del bautismo en el Espíritu Santo.(1Cor.14:4, 13-15; Hch.10:45-46). 8.
LOS DONES DE PODER O PARA ACTUAR 10. (1) El Don de fe.
Esta es una fe para milagros o una fe milagrosa. Se define como una confianza sobrenatural para los milagros. Esto es cuando se requiere protección y poder sobrenaturales para liberaciones y bendiciones milagrosas. En el gráfico, son peligros de fuerzas naturales y humanas. Su manifestación demuestra que se puede bendecir con las manos. También el don de fe actúa por el habla con 85
Dones y Ministerios
autoridad. Por ejemplo echando fuera demonios y moviendo montes de dificultades. (Dn.3:17; Hch.8:17; 16:18; 28:5; Dn.6:21-23; Lc.4:29-30) 11. (2) Los Dones de sanidades. Las masas de enfermos e inválidos son un desafío enorme para la iglesia, sobre todo los desahuciados por los médicos. La salud física viene por medio de los dones de sanidades. En el gráfico se usa la camilla para enfermos y lesionados. Los dones de sanidades (plural) son una serie de posibles manifestaciones espirituales que traen sanidad divina sobre determinadas enfermedades solo por medio de la oración, sin la intervención de medios naturales. 12. (3) El don de hacer milagros. Se necesita la intervención sobrenatural como manifestación de señales milagrosas. Las señales se necesitan como aprobación divina de la predicación (Mc.16:20). Los milagros anulan las leyes naturales. También se ubica la liberación de espíritus malignos dentro del don de milagros. Nota Final:
De los dones de poder (fe, sanidades y milagros), estos en la práctica se mezclan unos con otros, tanto que a algunas sanidades le podemos llamar milagros, y a un milagro como una manifestación de fe, ya que este don produce milagros. Lo importante, no es la clasificación, sino el resultado. Una ilustración de esto lo podemos ver en Hechos 19:11-12: "Y hacía Dios mil agros extraordin ari os por las manos de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos (sanidades) los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos y los espíritus malos (liberación) salían"
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Dones y Ministerios
Capítulo Siete
L os Dones del Ministerio Quíntuple Efesios 4:7-13 " 7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. 9 Y eso de que subió, ¿qué, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros profetas; a otros evangelistas; a otros pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" os dones mencionados en Efesios 4:11, son denominados como los “Dones del Ministerio Quíntuple” y por sus características propias, se consideran que están en una categoría diferente con relación a los “Dones del Espíritu”, descritos en 1ª Corintios 12:7-11, de los cuales hablaremos en detalle en el próximo capítulo. En el presente capítulo, comentaremos este nuevo grupo de gracias que se dan “conforme a la medida del don (gr.:
L
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Dones y Ministerios
(v.7).5 Esta gracia ministerial es de larga duración. Pues, quien posee un "Don" de esta naturaleza, se considera a la persona misma como un "don a la Iglesia". Así es que podemos hablar de "hombres-dones", los cuales son levantados por medio de un llamamiento para servir continuamente en el Cuerpo de Cristo y para la capacitación o "perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio" (Ef.4:12). Es decir estos dones especiales son para el crecimiento del cuerpo. El dador de estos dones es el propio Señor Jesucristo. Como lo señala el apóstol Pablo en el texto bíblico: “él mismo (Cristo) constituyó a unos” con estos dones (v.11). ¿Cuándo fueron constituidos? El pasaje dice que fueron constituidos después de la muerte, resurrección y glorificación de Cristo. Pablo cita e interpreta el salmo 68:18, como una profecía de que el Mesías, después de descender a la tierra en su encarnación y al Hades, después de su muerte, ascendería al cielo, vencería a sus enemigos, libraría a los cautivos de la muerte, y como recompensa a Su victoria, y en su condición de Señor glorificado daría “dones a los hombres” (v.8-10). Aquí el vocablo “dones” (gr.: doma) destaca el carácter concreto del don más que su naturaleza benéfica. El pensamiento central de los versículos 8-10 es que el Dador de los dones es el Cristo ascendido. Y el versículo 11 nos da los nombres de los dones establecidos por el Señor. Para sorpresa nuestra, vemos que se trata de hombres, no de dotes ni de talentos naturales. En otras palabras, podemos decir que Cristo fue el gran "Don" de Dios al mundo. Y, después de su ascensión al cielo, se subdividió en estas cinco funciones que el dorea) de Cristo”
5
El vocablo griego: “dorea” (don de Cristo) denota un don libre, acentuando el carácter de gratuito. En el NT se usa siempre de un don espiritual o sobrenatural. En Efesios 4:7 dice: “conforme a la medida del don de Cristo”, aquí se refiere a Cristo mismo como el don, que se subdivide en los cinco dones del ministerio Quíntuple. 88
Dones y Ministerios
mismo Señor cumplió durante su ministerio terrenal. Es decir Jesucristo actuó como: Apóstol: Porque fue el enviado de Dios a la tierra, con la autoridad del Padre. Profeta: Porque trajo la revelación del Reino y predijo el futuro. Evangelista: Porque trajo las Buenas Nuevas de la gracia. Por ejemplo Evangelizó a la Mujer Samaritana. (Juan 4). Pastor: Porque se auto denominó como "el Buen Pastor", que se compadece y se sacrifica por sus ovejas. Maestro: Porque fue reconocido como Rabí o Maestro.
Esta gracia que funcionó en Jesucristo, se subdividió en las cinco grandes funciones ministeriales (ver gráfico) y que fueron "constituidas" directamente por el Señor (v.11) y cuyo fin u objetivo es la de: “perfeccionar a los santos para la obra del ministerio” (v.12). Agreguemos que estos son “Ministerios de la palabra”. 89
Dones y Ministerios
Características generales de los Dones del Ministerio Quíntuple Como hemos dicho, estos son “Hombres-dones” o “Dones-Hombres”, dados a la iglesia. A su vez, cada uno puede ser dotado con los diversos “Dones del Espíritu o de Servicio”, lo que resulta en una amplia combinación y variedad de gracias que Dios concede para la edificación de los creyentes. En este sentido no existe un estereotipo único, ni rígido de clasificación ni de manifestación. Sin embargo, encontramos algunas características generales en común que debemos grabar en nuestra mente, antes de hacer el análisis de cada uno de los dones del ministerio: Los dones del Ministerio Quíntuple tienen que ver con personas. Como lo dijimos, los dones del ministerio son
personas dotadas y dadas a la iglesia. Eso significa que debemos aceptar a la persona, a fin de recibir el ministerio que ejerce. Los dones del Ministerio Quíntuple son permanentes. Cuando un creyente recibe un don de esta naturaleza, su propósito es equiparlo para ministrar en el cuerpo de Cristo. Esta gracia llega a ser permanente en su vida espiritual. Generalmente, los dones del Ministerio Quíntuple están relacionados con las dotes naturales. Eso no quiere decir
que sean dotes naturales, pero sí que están en armonía con las capacidades y los talentos naturales, que cada uno trae al nacer. Los dones del Ministerio Quíntuple deciden la posición de una persona dentro del cuerpo de Cristo. Si esa
persona tiene el don de enseñanza, debe enseñar. Si tiene el don de pastor, debe pastorear y así sucesivamente.
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Dones y Ministerios
Cada creyente tiene la obligación espiritual de identificar y desarrollar en fe los dones del ministerio. Eso quiere decir, que cada uno debe aspirar a servir al Señor con las capacidades que tiene, pero, a su vez debe proyectarse en la presencia de Dios para dar el mayor aporte posible a la iglesia. Esto significa que, todo creyente debe preguntarse: ¿quiero ser un apóstol? ¿Quiero ser un profeta? ¿Quiero ser un evangelista? ¿Quiero ser un pastor? ¿Quiero ser un maestro? ¿Quiero ser un adorador? ¿Quiero ser un intercesor? o ¿en qué área deseo servir al Señor? Estas gracias se activan en la presencia del Señor, cuando tenemos hambre de Dios y deseos de afectar a nuestro entorno. Esto es, cuando no queremos pasar inadvertidos frente al mundo que nos rodea, sino que lo queremos afectar. Pues bien, si ese es nuestro deseo: los dones de Dios son las gracias que el Señor ha dispuesto para hacerlo efectivo. Como alguien dijo: “Si en nosotros está el fuego de Dios; el llamado de Dios; la unción de Dios y los dones de Dios, donde quiera que vayamos, debemos afectar el entorno”. La multiforme gracia de Dios es muy variada. Por ejemplo: los dones de milagros, pueden estar presentes en el apóstol, en el pastor y en el evangelista. Así también el don de profecía se puede manifestar en el profeta como en el maestro. Como se trata de cosas o asuntos espirituales, no debemos ser rígidos en nuestras apreciaciones, porque de hecho, Dios es más grande que nuestros propios criterios, y la experiencia así lo demuestra. Pero también, existe un lineamiento general, en que se espera, sobre cada ministerio, la manifestación de algunos dones más que en otros. Generalmente se pueden observar, mayormente, las señales de milagros en los evangelistas que realizan cruzadas de evangelización y fe. Veamos este esquema: 91
Dones y Ministerios
LA NECESIDAD
EL DON
EL MINISTERIO
Dirección espiritual
La Palabra de Sabiduría La Palabra de Ciencia
Presidencia, pastores, profetas ministerios administrativos.
La revelación y la enseñanza Vencer obstáculos, liberar el poder de Dios, para hacer frente a las situaciones difíciles. El bienestar físico del pueblo de Dios
Grandes obras de poder para convencer a los incrédulos Protección a fin de no ser engañados y capacidad para discernir en el corazón del hombre aquello que está oculto. Exhortación y consolación inspiradas.
El don de fe
No está bien definido, pero puede acompañar una variedad de ministerios. Probablemente está relacionado en especial con el ministerio de intercesión.
Dones de Sanidades
El ministerio de sanidad física. Puede acompañar a otros ministerios tales como el de evangelistas y pastores (Stg.5:15).
Operaciones de milagros
Operaciones de milagros, apóstoles y evangelistas. (Ver Hechos 8:6,13; 19:11-12).
Discernimiento de espíritus
La profecía
Inspiración y ayuda Lenguas e espiritual en la adoración interpretación de e intercesión. lenguas. Ministerios suplementarios
Maestros y profetas (1 Co. 12:29; Ef. 4:11, Rom. 12:7).
El don no está definitivamente asignado, pero debe acompañar lógicamente al pastor, liderazgo, evangelistas, aunque puede presentarse en cualquier creyente. Profetas, predicadores, evangelistas y todos los que participan de manifestaciones verbales inspiradas. Inspira y edifica la iglesia por la manifestación de estos dones complementarios.
Ayudas (1Cor. 12:28); Servicio (Romanos 12:12:7); repartimiento No está definido y misericordia (Rom.12:8, 1Cor. 12:21-25)
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Dones y Ministerios
Este es solo un lineamiento general, basado en un criterio lógico de combinación de dones del Espíritu y de servicio, en Dones del ministerio, basados en las necesidades. Aunque, insisto que esto no es algo definitivo, porque la gracia de Dios es multiforme en su manifestación (1Pedro 4:10).
El Resurgimiento del Ministerio Quíntuple El Ministerio Quíntuple, siempre ha estado presente a lo largo de la historia de la iglesia. Porque estos son los dones de Cristo que Él ha dado para el crecimiento de la iglesia; aunque estos han tomado otras formas y expresiones, a lo largo del tiempo. Pero, si escarbamos en la historia y desarrollo de la iglesia podremos encontrar manifestados estos hombres-dones que aportaron al crecimiento y desarrollo de ésta. Pero, si abordáramos este trabajo, también podríamos caer en algunas especulaciones cuestionables, por eso no entraremos en este campo. Algo de esto se deja entrever en el Capítulo 11: “Grandes Experiencias espirituales registradas por la historia” , pero dejamos al criterio del lector la comprensión de este asunto histórico. La historia del último siglo ha traído un mayor énfasis en el desarrollo progresivo de los distintos dones del Ministerio Quíntuple, así como un mayor reconocimiento de estos. Si damos una mirada al pasado, los historiadores cristianos estamos de acuerdo que a partir de la Reforma Protestante del siglo XVI, progresivamente han sido restituidas algunas verdades neotestamentarias. Asuntos doctrinales que habían sido perdidos por el manejo e imposición de la tradición Católica y la ignorancia del pueblo cristiano en general. A partir de la Reforma Protestante, y sucesivamente en el tiempo, se restablecieron los fundamentos teológicos de: La autoridad de las Escrituras, la justificación por la fe y el sacerdocio de todos los creyentes (Sola fe, Sola Gracia y Solo Escritura). Después, el Movimiento Wesleyano introdujo el 93
Dones y Ministerios
concepto bíblico de la santificación personal y santificación general del pueblo de Dios. A comienzos del siglo XX, el Movimiento Pentecostal desató la obra sobrenatural del Espíritu Santo en una variedad de ministerios de poder. Esto ocurrió a principios del siglo por medio de un hombre de raza negra: William J. Seymour, a quien Dios usó en el poderoso Avivamiento de “La calle Azusa”, en Los Ángeles, California, USA, que se propagó por todo el mundo. Fue la restauración del Bautismo en el Espíritu Santo y los diversos géneros de lenguas. Aunque existían algunas pocas evidencias de la experiencia de la glosolalia en siglos anteriores (Vea capítulo Once), no hay duda que el Avivamiento de la “Calle Azusa” entre 1903 y 1906, masificó esta gracia del Bautismo en el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas y la manifestación de los Dones del Espíritu Santo, descritos en 1Corintios 12. Este ha sido el marco y fundamento teológico de las iglesias pentecostales. Si continuamos el recorrido histórico general, se aprecia la restauración paulatina, en el tiempo, de los ministerios de Efesios 4, durante el siglo XX. El Dr. C. Peter Wagner nos habla de “oleadas del Espíritu Santo” que incluyen la restauración de los ministerios con mayor eficacia. Veamos el planteamiento de estas ideas: En las décadas cuarenta y cincuenta fueron restaurados en una gran medida los ministerios de sanidad y milagros con el ministerio de los evangelistas. En la década de los setenta se derramó una fresca unción en el oficio de intercesor y el ministerio del maestro . El mensaje de la fe, de la prosperidad, la identificación con Cristo y la restauración de Sión fue proclamada y enseñada por maestros. 94
Dones y Ministerios
Durante la década de los ochenta, Dios levantó el ministerio de los profetas. Estos comenzaron profetizando a individuos. Luego Dios levantó profetas a las naciones. La pieza final fue puesta en su lugar en la década de los noventa con el reconocimiento del don y oficio del apóstol.
De acuerdo al Dr. Wagner, alrededor del mundo están surgiendo afiliaciones post denominacionales que están entrelazándose, en lo que se ha denominado “La Nueva Reforma Apostólica”. Esto, según el autor, “está generando el cambio más radical en el gobierno de la iglesia desde el siglo XVI durante la Reforma Protestante”. Su tesis es que Dios estableció, para la edificación de la iglesia, que el fundamento es dado a los apóstoles y a los profetas. Que estos coordinan paternalmente el gobierno y la administración de la iglesia para lo cual los profetas dan las instrucciones que proceden de Dios y los apóstoles administran su acarreo espiritual. Antes de entrar al análisis particular de la función de cada uno de los dones del Ministerio Quíntuple, corresponde preguntarnos: ¿Cuál es el propósito final por el cual Dios ha constituido a estos Hombres-Dones del Ministerio?
La respuesta la entrega el propio apóstol Pablo en el versículo 12, que dice: “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio”.
Aquí la palabra clave es “Perfeccionamiento” de los santos. Este vocablo nos entrega en definitiva el sentido, los alcances y la aplicación de la función general por la cual el Señor constituyó “y dio dones a los hombres” (4:8,11). 95
Dones y Ministerios
La palabra perfeccionar (katartismós en griego) tiene un amplio sentido de significado y se ha traducido de distintas maneras. El verbo griego katartidzo significa: hacer apto, preparar, preparar, constituir, constituir, organizar, organizar, habilitar, habilitar, remendar, remendar, restaurar, restaurar, enderezar, equipar, entrenar, pertrechar, completar, luchar por alcanzar la perfección. Este verbo y sus derivados aparecen reiteradas veces en el Nuevo Testamento. Este vocablo tiene varias aplicaciones en la Biblia, al quehacer de la iglesia y la función de los dones del Ministerio Quíntuple. Veamos algunos de los principales significados del vocablo griego “katartidzo” traducido “Perfeccionar” aplicados al ministerio:
Remendar. En Mateo 4:21 dice: “Pasando por allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo su padre, que remendaban (gr.: katartízontas) sus redes; redes; y los llamó”. llamó”.
Estos pescadores estaban reparando sus redes para pescar. Eran los instrumentos de su oficio. Esto tiene una aplicación al ministerio del evangelismo. La iglesia es el instrumento evangelístico de Dios en la tierra. Estos dones preparan a la iglesia para cumplir su función evangelística.
Constituir (Organizar): (Organizar): En hebreos 11:3 dice: “Por la fe entendemos haber sido constituido (gr.: katertisthai) el universo por la Palabra de Dios”. Otra traducción dice que fueron “dispuestos los mundos”. La idea básica es la de organizar. Dios constituyó (dispuso, organizó) el universo para que funcione de acuerdo a las “leyes de la naturaleza”. Así la iglesia debe estar organizada. Cada uno de sus miembros debería saber cuál es su lugar y función dentro del cuerpo de Cristo. La función de los Dones ministeriales es ayudar a que cada uno de los miembros del cuerpo encuentre su lugar. 96
Dones y Ministerios
Restauración. En Gálatas 6:1 dice: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido sorprendido en alguna falta, falta, vosotros vosotros que sois espirituale espiritualess restauradle (gr.: katartízete) con espíritu de mansedumbre”. Otras versiones traducen “corregidle”.
El pasaje se refiere a la responsabilidad de traer creyentes descarriados de vuelta al rebaño. La restauración de vidas forma parte de la función de los dones ministeriales. Así, la naturaleza compasiva del don de pastor en la restauración de las “ovejas perniquebradas” es esencial en una iglesia saludable.
Hacer aptos. En Hebreos 13:20-21 dice: “Y el Dios de paz que resucitó resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas... os haga aptos apt os (gr.: katartízai) en toda obra buena...”.
Esta declaración determina que el propósito de Dios tiene que ver con la preparación de su pueblo para que realice la obra del ministerio. La prueba para medir el éxito en el cumplimiento de la función ministerial es la eficacia de aquellos a quienes se está preparando. Perfeccionamiento (entrenamiento, maduración).
En Lucas 6:40 dice: “El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado (gr.: katertismenos) será como su maestro”.
En 1 Pedro 5:10 dice: “Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna... el mismo os perfeccione (gr.: katartísei) afirme, fortalezca y establezca”. La idea que da la palabra “perfeccionado” aquí es la de alguien “totalmente entrenado”. Es la idea de la educación de un estudiante. El entrenamiento de un alumno. Pero, el 97
Dones y Ministerios
perfeccionamie perfeccionamiento nto o maduración maduración de los santos lleva su tiempo, así como un niño recién nacido necesita crecer. Aplicado a la función ministerial, el entrenamiento es algo esencial. Nadie puede servir con eficacia a la iglesia sin un entrenamiento. Necesita desarrollar su ministerio. Necesita trabajar fielmente bajo la autoridad de otros, antes de recibir autoridad sobre si mismo. Los dones ministeriales son para el entrenamiento de los santos. En consecuencia, la iglesia es un campo donde se realiza el entrenamiento para el servicio del ministerio del Señor. De acuerdo a lo indicado, los Dones del Ministerio son dados para el perfeccionamiento y capacitación de “los santos ministerio” ” . Es decir, (creyentes, discípulos) para la obra del ministerio los dones del ministerio quíntuple tienen como función principal principal la de capacitar capacitar a los santos con el conocimiento conocimiento y las habilidades para que ellos puedan entrar en su ministerio, y de esa manera hacer que todo el Cuerpo de Cristo madure. Aquí, el vocablo “ministerio” significa servicio e incluye toda forma de servicio espiritual. En términos simples, podemos podemos preguntarnos: ¿cuál es “la obra del ministerio”? o ¿Cuál es la labor de la iglesia, en general? La iglesia tiene como función la de ministrar a Dios, ministrar a los santos y ministrar al mundo. La Iglesia es el “Pueblo de Dios”. Un pueblo que forma una comunidad unida con este triple propósito: La iglesia es un pueblo unido que ama a Dios: Ministramos a Dios en Ador ación ación y alabanza . La iglesia es un pueblo unido que manifiesta el amor mutuo: Ministramos a los santos en la Comuni ón y por medio de la ense en señ ñ an za . La iglesia es un pueblo unido que ama al mundo: Ministramos al mundo en la Evangelización. 98
Dones y Ministerios
Como conclusión general: Los Dones del Ministerio Quíntuple han sido levantados para el perfeccionamiento, maduración y entrenamiento de los creyentes con el fin de que cada uno pueda realizar una obra de ministerio o servicio espiritual. Por tanto, la maduración de los creyentes es tan importante como la multiplicación de los creyentes. Esta es la esencia del trabajo de los Dones del Ministerio Quíntuple. Los Dones Ministeriales, también necesitan de formación y desarrollo. Un principio básico es que nadie nace sabiendo. Esta es la otra idea importante que debemos destacar. ¡Eso es muy obvio! Sabemos que “el mismo (Señor los) constituyó” (Ef.4:11), pero ¿quién los forma? Esta es la dinámica del liderazgo. Para desarrollar nuevos dones ministeriales, Dios usa a otros “hermanos mayores”o “Dones mayores” para formar la vida y el carácter espiritual de aquellos que tendrán el rol de “perfeccionar a los santos para la obra del ministerio”. El desarrollo del carácter y la función del ministerio es un proceso largo. En la prácti práctica, ca, nunca nunca se termina termina de de aprender. aprender. Por lo tanto, para desarrollarse ministerialmente se necesita de una interrelación entre los ministros, o dones del ministerio, para bendición bendición mutua. Pues, siempre la gracia de hombres más capacitados y experimentados está dispuesta para ayudar a perfeccionar perfeccionar a otros hombres-dones hombres-dones del ministe ministerio. rio. El apóstol Pedro presenta la idea del progreso en la vida cristiana y esta tiene una aplicación lógica al ministerio. El dice: “Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo,... el mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca” (1Pedro (1Pedro 5:10).
Los vocablos de este pasaje demuestran que el desarrollo de la fe, también se aplica al desarrollo de los Dones del Ministerio. Un don ministerial debe ser perfecciona perfeccionado do (madurado), afirmado (consolidado), fortalecido fortale cido 99
Dones y Ministerios
(desarrollado) y establecido (en un servicio maduro para dar cobertura a otros). Esto significa que para alcanzar el desarrollo espiritual, debemos sujetarnos unos a otros para bendecir y ser bendecidos. bendecidos. Este es el concepto del Cuerpo de Cristo. Esta es la Unidad del Espíritu que se debe mantener en el vínculo de la paz (Efesios 4:3). Este es el propósito, para que en conjunto los creyentes de la iglesia salgan del infantilismo espiritual (Efesios 4:14). Este el plan del Señor para que los creyentes alcancen la madurez y la unidad de la fe en el conocimiento de Cristo. Así lo plantea el apóstol Pablo, con directa relación a los Dones del ministerio quíntuple. Tomemos muy en cuenta el contenido de sus palabras: “... hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la media de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños niños fluctuant fluctuantes, es, llevados llevados por doquier doquier de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Efesios 4:13-15).
¿Podemos decir que estamos madurando, creciendo y sujetándonos unos a otros? 100
Dones y Ministerios
A continuación consideraremos la definición y las funciones características de cada uno de los Dones del ministerio quíntuple.
1. LOS APOSTOLES “y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles,...” (1Corintios 12:28). “y el mismo constituyó a unos apóstoles, ....” ....” (Efesios 4:11).
Con los apóstoles, comenzamos con el ministerio más polémico polémico de todos. ¿Por qué? Porque esto es lo último último en ser restaurado, y como todas las cosas nuevas aún está en la etapa entre la aceptación y el rechazo. ¿Cómo se define el don de apóstol y el apostolado? La definición del ministerio apostólico, la entrega David Cannistraci, quien define al apóstol apóstol como: “Uno llamado y enviado por Cristo para tener la autoridad espiritual, carácter, dones y capacidades para alcanzar con éxito y establecer a las personas en la verdad y orden del Reino, especialment especialmentee mediante la fundación y supervisión de iglesias locales”. locales”.6 La palabra "apóstol" significa "enviado" y se puede encontrar este vocablo 79 veces en el Nuevo Testamento. Este vocablo tiene tres aplicaciones en el Nuevo Testamento: Designa un "enviado", "delegado" o "mensajero". En Juan 13:16 la palabra (gr. "apóstolos”) no se transcribe sino que se traduce "enviado". "El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado ( apóstol apóstol ) es mayor que el que le envió". envió". 6
David Cannistraci, citado por C. P. Wagner en el libro: Terremoto en la
iglesia, Pág.110. 101
Dones y Ministerios
En este sentido, Jesucristo fue un apóstol, enviado con la autoridad del Padre (cf. Hebreos 3:1; Lucas 11:49). Designa a un miembro del grupo de los doce que Jesucristo seleccionó para ser de manera especial sus compañeros constantes y los pregoneros iniciales del mensaje del reino de Dios. Estos debían cumplir los requisitos de haber sido: (1) compañeros de Jesús durante su ministerio terrenal y (2) testigos de su resurrección (Hechos 1:21-22). Designa en sentido general a maestros y misioneros destacados. En 1 Corintios 15:5-7 dice: “y que apareció a Cefas, y después a los doce . Después Después apareció apareció a más de quinientos quinientos hermanos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos ”. ”. l os apóstol apóstol es
Pablo evidentemente distingue entre "los doce" (categoría 2) y "todos los apóstoles" (categoría 3). Frente a la pregunta: ¿Hay apóstoles en la actualidad?, el Diccionario Diccionario Teológico Teológico señala lo siguiente: Al ser un don ministerial, según leemos en Efesios 4:8,11, podemos afirmar con seguridad que los apóstoles jamás estuvieron ausentes de la iglesia. Aunque ya no reciban el título, siguen realizando el mismo trabajo de aquellos campeones que difundieron, desde Jerusalén, el mensaje de Cristo. ¿Cómo no considerar apóstol a Guillermo Carey, o a Daniel Berg y a Gunnar Vingren? Misioneros o apóstoles, estos
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héroes de Dios siguen activos en la expansión del reino. 7 Respecto a si hay apóstoles en el día de hoy, partamos de la tesis que sí los hay y que están siendo levantados cada día auténticos apóstoles de Cristo, con las señales y signos que caracterizan su ministerio. El “Movimiento Apostólico” es algo que está siendo restaurado nuevamente en la actualidad, y este hecho no es plenamente aceptado por la mayoría de los miembros del Cuerpo de Cristo. Sin embargo, estamos seguros que sucesivamente en el tiempo lo será, cuando el fruto y las evidencias así lo ameriten. Pues, nosotros mismos, que hemos creído en esta gracia, tuvimos serios cuestionamientos, cuando se comenzó a hablar del tema en círculos evangélicos en la década pasada. ¡Gracias a Dios, esto está disminuyendo cada día! Frente al surgimiento de la “Reforma Apostólica” encontramos cuatro posturas dentro de los círculos cristianos: 1. Está la postura “cesacionista”. Esta dice que los apóstoles y los dones carismáticos se terminaron con el cierre de la edad apostólica y el reconocimiento del canon de las Escrituras del Nuevo Testamento. Por tanto, esta postura no acepta la existencia del ministerio apostólico actual. 2. Está la postura que afirma que los apóstoles modernos son los “misioneros” porque estos son enviados, y cuyo ministerio no tendría sucesión. 3. Está la postura de los grupos que admiten que el ministerio apostólico tiene su lugar hoy. Pero, que no se debe usar el título de apóstol. La razón es que hoy el título de apóstol
7
Claudinor Correa de Andrade, Diccionario Teológico. Editorial Patmos, Miami, 2002, Pág.48 103
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parece tener un halo de gloria y autoridad, autoridad, que los verdaderos apóstoles jamás reclamarían para sí mismos. 4. La otra postura, es la que afirma que: Sí, ¡hay apóstoles en la iglesia de hoy! Estos manifiestan extraordinario liderazgo espiritual, y están ungidos con el poder del Espíritu Santo para confrontar los poderes de Satanás, al confirmar el evangelio mediante señales y milagros, y al establecer iglesias según el modelo del Nuevo Testamento y la doctrina de los apóstoles.
Despejemos algunas dudas y prejuicios Hablar hoy en en día de la “Restauración de lo apostólico” crea conflicto en algunos creyentes y líderes de organizaciones cristianas. Talvez, el problema se suscita de la forma errada en que muchos manejaron el concepto de apóstol, usándolo como una forma de sobreponerse sobre otros y subyugarlos bajo control. Que con la presencia de apóstoles – apóstoles – dicendicen- se perdería la autoridad administrativa y serían desplazados los obispos y superintendentes de misiones u organizaciones religiosas. Este concepto y temor, no puede estar más alejado de la realidad del correcto espíritu apostólico. Si bien es cierto, la marca distintiva de un apóstol es la autoridad, ésta no tiene un carácter despótico, ni busca enseñorearse del pueblo de Dios. Un apóstol es un padre espiritual. ¿Cómo se manifiesta la verdadera autoridad de un apóstol?
La autoridad apostólica opera en base a la sujeción. “Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos,... y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies” (Rom.16:19-20). “Someteos “Someteos pues a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). 104
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El ejemplo del Centurión Romano (Mateo 8: 5-13). Este oficial del ejército romano reconoció en Jesucristo una autoridad superior. El conocía de autoridad, porque para ejercerla sobre sus subalternos, debía primero reconocer a sus superiores. Esa disciplina lo capacitaba para ejercer autoridad sobre los soldados y siervos, que estaban bajo su mando. “Aunque (Cristo) era hijo aprendió la obediencia” (Heb.5:8)
La autoridad apostólica no ejerce señorío ni dominio sobre otros: Recordemos que la autoridad de Cristo es ilimitada. Pero, la nuestra es limitada. Pablo dice: “No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo” (2Cor.1:24). No le es concedid concedidoo a los apóstole apóstoless enseñorearse enseñorearse de la la grey. El propio apóstol Pedro dijo: “Ruego a los ancianos que están entre vosotros,... apacentad la grey de Dios... cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente... no com como ten t enii end en do señ or ío ... ... sino siendo ejemplos a la grey”
(1ªPed. 5:1-3). La autoridad no es arbitraria. El que abusa de ella termina perdiéndola perdiéndola (Lev. (Lev. 25:43).
La autoridad apostólica no es impuesta, ni con argumentos ni amenazas, sino que es reconocida. Pablo dice: “Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombres, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos” (Gal.1:1).
La autoridad apostólica es suave. Pablo dijo: “Antes fu imos tiernos entre vosotros, como la entre nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos”
(1Tes.2:7) 105
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Si queremos ver que se activen estos preciosos dones de Dios, es importante que manejemos el concepto amplio del Ministerio Quíntuple. Esto, porque la mayoría reconoce a los líderes mediante los títulos. Se habla del: “Pastor Fulano de Tal”, El “Evangelista Fulano de Tal”, y el “Maestro o profesor Fulano de Tal”, pero no el “Profeta Fulano de Tal” o el “Apóstol Fulano de Tal”. Y esto es prácticamente la norma, de reconocer solo a evangelistas, pastores y maestros, pero no la de reconocer apóstoles y profetas. No hay duda que esta visión, no es el resultado de la exégesis bíblica, sino de nuestras tradiciones eclesiásticas. Como mencioné en la introducción a este capítulo, el resurgimiento del Ministerio Quíntuple ha sido paulatino en el tiempo. Quiero ilustrar esto con el caso del evangelista como ministerio. El Dr. C. Peter Wagner dice lo siguiente: El término “evangelista”, tan común hoy, no fue aceptado en forma general en los Estados Unidos sino en tiempos de Carlos Finney, quien ministró desde 1825 hasta 1875. Finney encendió buena cantidad de controversia cuando aceptó el oficio de evangelista por primera vez. Los teólogos de la época esforzadamente discutieron contra lo que ellos llamaban “nuevas medidas”.8 Otro prejuicio que debemos despejar es respecto a la vida y personalidad del apóstol. Recordemos que los apóstoles son seres humanos. Tienen sus días buenos y sus días malos. Basta con leer la vida del apóstol Pablo en el libro de Los Hechos y en las epístolas para darnos cuenta de esto. Pablo era humano y estuvo afecto a errores y debilidades. Pero, algunas personas se imaginan, erróneamente, que “los apóstoles brillan en la oscuridad”. ¡Esto no es así! 8
C. Peter Wagner, Terremoto en la Iglesia. Pág. 112. 106
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Otros piensan que el grado de apóstol constituye a la persona en alguien perfecto e infalible. Esto, tampoco es así. Recordemos que los dones ministeriales, son dones de gracia y no ganados. Uno los tiene o no los tiene. El propio Pablo reconoció que no era digno de ser llamado apóstol, y lo era solo por la gracia de Dios. El mismo dice: “... yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo” (1ªCo.
15:9-10). Este libro reconoce la restauración de lo apostólico y lo profético como algo que Dios y el Espíritu Santo están levantando en la actualidad. Respecto a la restauración apostólica, el Dr. Bill Hamon dice: Cuando los apóstoles sean restaurados a plenitud, eso activará muchas cosas. Hará que muchas profecías tocantes al fin de los tiempos empiecen a sucederse a un ritmo acelerado. El apóstol es el último Don del ministerio quíntuple en ser restaurado. Es como una gran máquina que necesita que ocurran cinco cosas en secuencia antes de que funcione por completo. Se pudiera comparar a un propulsor de proyectil con cinco interruptores que deben encenderse para que pueda lanzar el trasbordador espacial: la iglesia. Cada interruptor o botón representa uno de los cinco ministerios.9 9
Bill Hamon, citado por C. Peter Wagner en Terremoto en la iglesia, Pág.115 107
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Por muchos lados, prácticamente en los cinco continentes, se oye acerca de este nuevo mover apostólico. Eso significa que Dios está levantando grandes hombres y mujeres con una unción diferente. Una unción apostólica para cumplir Sus planes sobre la tierra. Estamos presenciando un cambio relativamente rápido en la actitud de los líderes de la iglesia en cuanto a aceptar el oficio contemporáneo del apóstol. Aunque, algunos teólogos todavía discuten en contra, así como discutieron en contra de llamar a Finney un “evangelista” en una generación pasada.
La Autoridad del Apóstol Debemos entender que “lo apostólico”, no es tan solo uno de los cinco ministerios de Efesios 4:11, sino que es la máxima expresión de gracia de Cristo sobre la tierra: “y a unos puso Dios en la iglesia primeramente apóstoles” (1Cor.12:28).
La marca distintiva de un apóstol es la autoridad espiritual que representa. El ministerio apostólico difiere de los demás en el grado de autoridad. Si esto es así, entonces debemos establecer que el Señor constituyó a algunos el ser apóstoles, con autoridad de embajadores de Cristo. Un apóstol es un diplomático de rango mayor con autoridad divina. El apóstol debe llegar a ser el representante apostólico que Jesús sería si estuviera presente entre nosotros. El apostolado no es un nombramiento de segunda mano o heredado por la tradición. Para llegar a este nivel, uno tiene que tener una experiencia personal con el Señor: algo muy profundo y verdadero. Algo fuera de lo común. La unción apostólica es la que permite ver y entender más ampliamente el mundo espiritual. Además, esta unción entrega la autoridad de modificar y de transformar el ámbito invisible, sobre todo lo que nos rodea, para establecer visiblemente el 108
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Reino de Dios. Digámoslo de esta manera; esto no es solamente el hecho de que Dios levantará ministerios apostólicos (que ciertamente lo hará), ni tampoco se trata de cómo hacer una denominación o establecer una serie de reglas para supervisar iglesias. Antes bien, el apostolado tiene que ver con entender una nueva revelación de Cristo (que siempre ha estado), con toda la gama de características que están envueltas en ella y hacer que la vida del Espíritu sea asumida, acatada y activada en la vida de los hombres que la reciben por la fe. Antes de describir la unción y las funciones apostólicas permítanme decir que, con respecto al mover apostólico, en la actualidad, observamos tres cosas. 1. Están los que se dicen ser apóstoles, y no lo son. 2. Están los que son apóstoles y no lo saben. 3. Están los que son apóstoles y cumplen la función. ¿Cómo reconocer el don y el oficio del apóstol? El apostolado tiene tres características que lo distinguen. Y de las tres, se desprenden funciones derivadas. Primero: Un apóstol tiene el poder y la habilidad para establecer y supervisar iglesias. Segundo: Un apóstol brinda paternidad espiritual, cobertura ministerial para otros ministerios y obra con dones espirituales destacados. Tercero: Un apóstol entiende la revelación concerniente a los planes y propósitos de Dios y proveen de una adecuada dirección espiritual. Para eso debe tener una experiencia profunda con el Señor. Veamos un desglose de las principales funciones apostólicas y las funciones derivadas.
1.- Los apóstoles establecen iglesias y las supervisan: Funciones derivadas: Los apóstoles son pioneros para abrir nuevas obras Pablo no edificó sobre fundamento ajeno 109
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Se esforzó en llevar el evangelio donde Cristo aún no era conocido (Romanos 15:20). Los apóstoles colocan el fundamento de la fe: Pablo dice: “Yo como perito arquitecto puse el fundamento” (1 Corintios 3:10) Aquí el fundamento es la revelación bíblica (Efesios 2:20). Predican el reino, el arrepentimiento y liberación (Marcos 16:12-13). Los apóstoles ordenan ancianos para la obra que han establecido En la iglesia primitiva un apóstol no podía ejercer autoridad en iglesias no fundadas por ellos, a menos que fuera invitado. Pablo fue reconocido como apóstol por las iglesias fundadas por su ministerio. El dice: “Aunque otros no me reconozcan como apóstol, ¡para ustedes sí lo soy! Porque ustedes son el sello de mi apostolado en el Señor” (1Cor.9:1-2 NVI).
Ejemplo: Pablo y Bernabé “Constituyeron ancianos en cada iglesia” de Asia Menor con oración y ayuno (Hch. 14:23), y se instó a Tito a que hiciera lo mismo en Creta (Tito 1:5). Los apóstoles confirman y fortalecen iglesias locales.
2.- Los apóstoles brindan paternidad, cobertura ministerial para otros ministerios y obra con dones espirituales destacados. Funciones derivadas: Los apóstoles forman y establecen equipos. Los apóstoles traen corrección espiritual. Los apóstoles imparten gracias y dones espirituales. 110
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Los apóstoles operan con las señales, prodigios y milagros. Pablo dice: “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros” (2 Cor.12:12).
No se puede ser apóstol sin manifestación de señales sobrenaturales. Los apóstoles envían y activan. Los apóstoles liberan la plenitud del Espíritu Santo. Los apóstoles bendicen a los pobres (misericordia).
3.- Los apóstoles entienden la revelación concerniente a los planes y propósitos de Dios. Funciones derivadas: Los apóstoles reforman y traen cambios. Los apóstoles enseñan, predican y establecen doctrinas. Los apóstoles traen estrategias a la iglesia. Los apóstoles declaran y decretan la voluntad de Dios. Los apóstoles defienden la fe. Establezcamos lo siguiente. El don de apóstol es la mayor
de las gracias del Espíritu Santo. Para llegar a él, se debe pasar por otros dones primero. De este modo, se va ascendiendo de a poco al apostolado, en base a revelaciones y experiencias con el Señor. Por ejemplo, previamente al ejercicio de la función apostólica: El hará la obra de evangelista. Salvar y ganar almas. El hará la obra de maestro: Enseñará y afirmará a las almas. El hará la obra de pastor: Pastoreará a las almas durante un tiempo limitado (si es misionero), o puede ser pastor permanente de una congregación que sirve de base a su apostolado. Es decir una iglesia que le sustenta y le envía. 111
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La vida del apóstol Pablo nos ejemplifica e ilustra el desarrollo del don y las diversas funciones que cumplió. Cuando ministró en la iglesia de Antioquia de Siria, fue pastor y maestro. Luego, como misionero abrió obras en distintas ciudades, y evangelizaba en lugares donde no habían iglesias. El siempre se quedaba en un lugar entre seis meses hasta tres años. Allí ganaba almas, pastoreaba y formaba obreros. Luego instituía ancianos (pastores) a quienes animaba a evangelizar, para luego comenzar en otro lugar. Su apostolado y el desarrollo de éste lo comenzó en su primer viaje misionero y se desarrolló durante el ejercicio de su ministerio. Formó iglesias, las administró, las organizó y las supervisó a la distancia. Estas iglesias fundadas por él reconocían su autoridad apostólica sobre ellas. Aplicación para nosotros: Si Dios le ha llamado para ser un apóstol, eso es un llamado legítimo. Pero, recuerde que uno no comienza como apóstol. Esto es algo progresivo en la vida espiritual. Así como Pablo no fue un apóstol en sus comienzos. Tampoco José (de sobrenombre: Bernabé) se inició como un apóstol. El comenzó en la iglesia de Jerusalén con un ministerio de consuelo a corazones tristes. El nombre: “Bernabé” significa “Hijo de consolación”. Este apodo le fue dado por los apóstoles, al ver la gracia que manifestaba (Hch. 4:36). Después desarrolló la gracia pastoral, en la iglesia de Antioquia de Siria. Luego asumió en el ministerio de las misiones y después, la Biblia le denomina como “apóstol” (Hch. 14:4,14). En conclusión: No debemos preocuparnos de nombres y
títulos. Esto no debe quitar el sueño a nadie. Si usted siente el llamado de Dios dentro de sí, simplemente enseñe y predique y deje que Dios y el tiempo le concedan la honra en el ministerio que El tiene para usted. 112
Dones y Ministerios Recuerde esto: Dios premia la fidelidad en el servicio a su reino. Como Dios dijo a través del salmista: “Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo” (Salmo
101:6). Esto quiere decir que los ascensos espirituales se dan en base a la fidelidad. El ejemplo de Jesús fue ilustrativo: “Después de estar con El, los envía a predicar” (Mc.3:14). Dios no premia el cargo o título, sino la fidelidad.
2. LOS PROFETAS “y a unos puso Dio en la iglesia, primeramente apóstoles, ...” (1Cor. 12:28). lu ego profetas “y el mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas...” (Efesios 4:11)
En el Nuevo Testamento se conoce y se tiene en alta estima el don de profecía y la figura del profeta (1Cor.12:10; 14:37; Hch.11:27). Cuando estudiamos los profetas y el don de profecía en el Nuevo Testamento, observamos que se entremezclan estos dos conceptos, que por cierto están muy relacionados. Pero, si aplicamos los principios de la introducción de este capítulo, estamos hablando del “Oficio profético”. Es decir, en esta categoría, el poseedor del don llega a ser un "hombre-don", con cualidades proféticas permanentes. En cambio, cuando hablamos del don de profecía o "unción profética" es un don de manifestación ocasional en la iglesia local. Toda manifestación profética tiene como propósito la "edificación, exhortación y consolación" (1Cor.14:3). Pero, debemos hacer notar la diferencia entre la profecía como don y el ministerio de un profeta. Pues, también un profeta de oficio puede profetizar. ¿Cuál es la gran diferencia entre ambos? La diferencia está en que el profeta de oficio tiene este ministerio. Llega a ser un 113
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don del ministerio cuyo nivel de servicio es más alto que el don de profecía. En Efesios 2:20, el apóstol Pablo dice: "edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo".
Este versículo es clave para determinar que se trata de la presencia del Ministerio de profetas en la iglesia primitiva, con cualidades de revelación en la Palabra, a la par del ministerio del apóstol. Pues, está claro que, tanto apóstoles como profetas, reciben revelaciones de los grandes planes divinos. Pablo agrega a esto: “el misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu” (Efesios 3:5).
Por lo tanto, el profeta de oficio cuenta con un mensaje y un llamamiento profético sobre su vida. En cambio, el don de profecía es un don de manifestación ocasional para edificación en la iglesia local. En este sentido, el apóstol Pablo animaba a toda la iglesia de Corinto para que profetizaran (1 Cor.14:1). Esto los convierte en profetas, pero solo hasta cierto nivel de servicio. El Doctor y reconocido profeta Bill Hamon dice acerca del profeta de oficio: “El profeta es uno a quien se le ha dado una habilidad especial para activar a los santos en su ministerio de membresía. Cristo le ha dado a los profetas la habilidad de conocer dones de Dios y el llamado en la vida de una persona”10 10
Bill Hamon, Profetas y profecía personal, Pág. 39-40. 114
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Como el tema del campo de lo profético es muy amplio, profundo y lleno de tantas interrogantes es que, en esta sección trataremos con detalle el “Oficio del Profeta”, como persona y ministerio. Y con respecto al don de profecía, como “don de manifestación” hablaremos en detalle en el próximo capítulo, en la sección: “Los dones de inspiración oral”.
¿Cuáles son las características del Oficio y la unción del profeta en la actualidad? En la actualidad un profeta está llamado a predicar a la iglesia un mensaje de reconciliación y despertamiento espiritual, y de sacarla de sus errores con una capacitación sobrenatural. Incluso puede predecir acontecimientos futuros (Amos 3:7; Hechos 11:27; Mateo 11:13; 1 Pedro 1:10). La base la entrega Pablo en Efesios 2:20 que dice: “Edificado sobre el fundamento de los apóstoles y Profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”.
Naturaleza de la profecía Los profetas son canales de comunicación de Dios. Jesús era Dios, y expresó al Padre en forma humana. Jesús fue más que un profeta; extendió y expresó a su Padre celestial. Él fue la más completa revelación de la gloria de Dios. San Juan dice: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”
(Juan 1:18). Una de las funciones del profeta es traer la revelación de los planes de Dios y de sus propósitos divinos. El Dr. Bill Hamon agrega: 115
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La percepción del profeta en esta área es más profunda y es una gracia con más unción que el don de palabra de ciencia operando en los santos... Las habilidades divinas del profeta son más que los dones del Espíritu Santo. ... Un miembro de la iglesia con unción tiene la capacidad de discernir con una palabra de ciencia que otro miembro tienen cierto don o llamado, pero esto no lleva consigo el poder de activar los dones, solo trae conocimiento revelatorio.11 La Profecía es la voz del Espíritu Santo: (Hechos 2:17). “En los postreros días, dice Dios, derramaré mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñaran sueños”.
El profeta habla cuando es impulsado con una inspiración repentina, iluminado por una revelación súbita y momentánea. Aquí es fundamental el hecho de hablar lo que proviene de una espontánea revelación y que está relacionado con hechos del futuro o con la voluntad del Espíritu en general. El profeta habla directamente inspirado por el Espíritu, cuando profetiza. Es una revelación repentina. Es algo que recibió de Dios sin pensarlo en un momento de inspiración súbita. El mensaje profético generalmente es dado oralmente. También puede ser por escrito. El profeta recibe visiones y revelaciones. Existen tres tipos de revelaciones y visiones: 11
Bill Hamon, Profetas y profecía personal. Pág. 40. 116
Dones y Ministerios Una visión espiritual. Esto es cuando una persona tiene
una visión en su espíritu o puede ver en su espíritu. Un éxtasis. Cuando la persona cae en éxtasis, los sentidos físicos quedan en suspenso durante el momento del trance. La visión conciente. Esta clase de visión es la mayor de todas. Cuando esta ocurre, los sentidos físicos no están en suspenso. La persona tiene los ojos abiertos. Posee todas las capacidades físicas, pero puede ver en el mundo del espíritu. El don de profecía y el oficio profético siempre debe ser para edificación, exhortación y consolación a la iglesia.
Requisitos de un Profeta de Oficio Para llegar al ministerio de profeta de oficio, primero tiene que ser un ministro del Evangelio, separado y ll amado al mini steri o profé ti co por D ios . Esto es similar
al apostolado. Antes de llegar a ese nivel, se debe pasar por otros dones de servicio a Dios. En la Biblia tenemos el ejemplo de Ezequiel, quien siendo un sacerdote, fue llamado a desarrollar un ministerio profético entre los judíos que estaban cautivos en Babilonia (Ezequiel 2-3). Para tener un ministerio de profeta, uno debe tener una manifestación más consistente de a lo menos dos de los dones de revelación: La Palabra de sabiduría, la
Palabra de ciencia o el discernimiento de espíritu, más la profecía. Sobre estos dones, daremos una detallada explicación de cada uno en el próximo capítulo, en la sección: “Los dones de revelación”. Vaya aquí solo una breve definición. La Palabra de sabiduría. Es una revelación sobrenatural del Espíritu de Dios concerniente al 117
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propósito divino en la mente y voluntad de Dios. Es una revelación que siempre habla del futuro. La Palabra de ciencia. Es una revelación sobrenatural del Espíritu de Dios en relación a realidades o hechos en la mente de Dios relacionados con personas, lugares o cosas. Es una revelación siempre en tiempo pasado y presente. El discernimiento de espíritus. Es una percepción profunda y clara dentro del mundo espiritual. Es ver en el mundo de los espíritus. Respecto a estos dones, cualquier creyente lleno del Espíritu Santo puede tener manifestaciones de estos según la voluntad del Espíritu y la necesidad. Pero, un profeta tomará el lugar de predicador o maestro teniendo una manifestación más consistente de los dones. En el caso de los profetas, estos deben ser entrenados bajo un profeta maduro, como Elíseo lo hizo bajo Elías durante varios años. O recibir mucha instrucción y preparación espiritual en este campo. El desarrollo del ministerio profético debe estar fundado en la Palabra de Dios. Por más dotado que sea un profeta y por más espectaculares que sean las manifestaciones del Espíritu, éste debe saber por experiencia que los dones no son la base del ministerio, sino la revelación de Dios en su Palabra. De hecho, ministerios dotados con dones espectaculares han fracasado, por causa de este sutil engaño. La experiencia ha demostrado que, debido a la “espectacularidad” que se produce con el ministerio profético, es necesario que la persona del profeta, esté sujeto a un apóstol o profeta mayor, que le dará cobertura espiritual de padre, para desarrollar libremente su 118
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ministerio, y ser amonestado cuando fuere necesario hacerlo. La profecía nunca debe venir a ser un substituto de la responsabilidad. Recuerdo las palabras de un gran hombre de Dios, quien me dijo, que en los profetas de oficio (y él conocía a los más grandes) observaba una tendencia a salirse de su centro, debido a esa “espectacularidad” y a las “expectativas” que genera su ministerio, que los hace propensos al orgullo. Llegan a pensar más allá de lo que son realmente. Algunos profetas llamados por Dios, ungidos y establecidos por El, cuando ocupan ciertos ministerios piensan que “están obligados a actuar”. Asimismo, cuando no se manifiesta el Espíritu de Dios, ellos tratan de tener una manifestación de sí mismos. Esto es muy peligroso . Por esta razón, él veía necesario que los profetas deben desarrollar sus misterios bajo una cobertura apostólica que los cuide y los guíe. Recomendación práctica: ¡Si en usted opera lo profético, y si hay alguna manifestación, está bien; pero si no la hay, no trate de producir una usted mismo! Ser profeta implica un gran privilegio, acompañado de una gran responsabilidad. La profecía es el privilegio de un individuo de poder oír la voz de Dios. Pero, esta nunca debe tomar el lugar de nuestros deberes espirituales de ayunar, orar y buscar de Dios hasta oír de los cielos la voz de Dios que nos guía.
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La actitud frente a lo profético La profecía que es verdaderamente dirigida por el Espíritu Santo es Dios hablando. Una de las grandes bendiciones de la profecía personal es que hace a Dios más personal y real para nosotros. Los profetas son los ojos del cuerpo de Cristo. La palabra profética se debe recibir por la fe. Toda palabra profética se activa por medio de la fe al ser creída por quien la recibe. Bill Hamon dice: “Si la persona no le ministra a la palabra profética recibida, esta palabra se desnutrirá y nunca alcanzará la vida y la madurez en el individuo.”12 Muchos piensan que un profeta tiene que saber todos los secretos de todas las personas y todo lo que ocurra alrededor de él. Esto no en verdad. El Señor hace saber lo que El desea revelar. Dios no lo dice todo. En los dones de revelación de Palabra de Sabiduría y Palabra de Ciencia, solo se revela una fracción del conocimiento. Lo necesario para suplir una necesidad. Esto se ilustra con el ejemplo de Eliseo. La Biblia dice: “Cuando murió, el hi jo de la mujer sunamita ella se asió de los pies de Eliseo y éste dijo: “. . . Su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo h a revelado ” (2Rey.4:27).
Las Escrituras completas son una revelación inspirada de la mente y la voluntad de Dios. Por tanto, la Biblia es una revelación profética. “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios 12
Bill Hamon, Op. Cit., Pág.40 120
Dones y Ministerios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. (2
P.1:21). El ministerio del profeta es para iluminación de la verdad “ya revelada”, no para adición de nuevas revelaciones extra bíblicas. Si la Biblia es la revelación completa de Dios para el hombre; no debe añadirse otra comunicación profética que la ponga al mismo nivel de ésta. Así como las profecías verdaderas traerán bendición, prosperidad y milagros; de igual manera las profecías inmaduras, presuntuosas y falsas traerán destrucción, confusión y fracaso. No se debe ir al profeta hasta que esté seguro de que el Señor tiene el primer lugar en su vida. Como parte de la disciplina espiritual debemos orar y escudriñar las Sagradas Escrituras constantemente. En este caso, la profecía traerá confirmaciones al corazón, en lugar de nuevas revelaciones. Dios nos exhorta a no menospreciar las profecías. Por el contrario, nos manda a anhelar el don profético. Pablo dice: “No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno”
(1Tes. 5:19-21). La Profecía cuando es genuina y se recibe por fe, produce paz y gozo como fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22). Dios aún está hablando a través de profetas. Apocalipsis 18:20 dice: “Alégrate sobre ella (Babilonia) cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella” (Juicio y caída de Babilonia). 121
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Los profetas y las profecías son mencionadas cinco veces en el último capítulo. (Apocalipsis 22: 6, 9, 10, 18,19). Este siglo ha traído bendiciones a la iglesia. Entre más cerca está al Retorno del Señor, mas acelerada ha sido la restauración del ministerio profético. Por último, señalemos lo que dice el Diccionario Teológico respecto al Ministerio del Profeta actual: Los que hoy poseen el don profético, ya no tienen la autoridad y las prerrogativas de los mensajeros divinos de los tiempos bíblicos. En esta dispensación, el don profético tiene como función exhortar y consolar al pueblo de Dios; jamás modificar artículos de fe, alterar doctrinas o traer nuevas revelaciones 1Corintios14:26-40; Apocalipsis
22:18,19.13
3. LOS EVANGELISTAS “y él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas ; a otros, pastores y maestros”
(Ef.4:11).
Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente... luego los que hacen milagros, después los que sanan ...”
(1Cor.12:28).
El don de evangelista se define como la manifestación de una capacitación especial que Dios concede a algunos miembros del cuerpo de Cristo de pregonar las buenas nuevas de salvación.
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Diccionario Teológico , op. cit, Pág. 256.(Las negrillas son nuestras) 122
Dones y Ministerios
El don de evangelista guía a los incrédulos al conocimiento del Señor, de tal forma que lleguen a ser discípulos y miembros responsables del cuerpo de Cristo. El don de evangelista perfecciona a los santos con su espíritu evangelístico y además anuncian el evangelio a los perdidos. Con su don, establecen nuevas congregaciones. La palabra “evangelista” ocurre solo tres veces en el Nuevo Testamento: En Efesios 4:11, citado anteriormente. En Hechos 21:8, la Biblia habla de “Felipe el evangelista” En 2ª de Timoteo 4:5 Pablo le dijo a Timoteo (quien era pastor de una iglesia), que hiciera “obra de evangelista”. El Diccionario Teológico define el don de Evangelista como: Don ministerial conferido por el Espíritu Santo, mediante el cual se estimula al obrero cristiano a proclamar con singular eficiencia el mensaje del evangelio. En Efesios 4:11, se presenta el don de evangelista como el tercer don ministerial en importancia. Felipe, por ejemplo, poseía este don. Aunque fuera designado para servir como diácono, su verdadera vocación era el evangelismo. Por lo general, todos tenemos la obligación de predicar el evangelio. Pero entre los santos algunos son escogidos para hacerlo de forma más dinámica y eficiente. Es decir: de manera milagrosa.14
14
Diccionario Teológico, op. Cit., Pág . 151. 123
Dones y Ministerios
El Nuevo Testamento habla sobre el llamado a algunos evangelistas. Los apóstoles (Hch. 2 – 5); Esteban y Felipe (Hch. 6 – 8). Pablo (Hch. 9) Los evangelistas que fueron a Antioquia de Siria (Hch.11:20-21). Bernabé y Pablo (Hch.13:1-3). Timoteo (Hch. 16:1-3; 1Tim. 1:11). “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti” “pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio” (2Timoteo 1:6; 4:5).
¿Cuáles son las características de la función y la unción del evangelista? El evangelista siente un fuerte deseo de comunicar a Cristo a los que no creen. La urgencia del amor por los perdidos mueve al evangelista. “Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres” (2 Corintios 5:11). Para el evangelista parece como algo de vida o muerte. Ilustración con el ejemplo de Jeremías. El Señor le dijo a Jeremías que profetizara contra Judá. También le dijo que nadie escucharía su voz – nadie se convertiría. El lamento de Jeremías creció al punto que dijo: “Ya no voy a continuar haciendo esto. No hablaré más en el Nombre de Dios” (Nosotros diríamos: “Ya no voy a predicar más”). Pero luego dice: “No obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos...” (Jer. 20:9). 124
Dones y Ministerios
El evangelista puede escuchar y comprender lo que los no creyentes piensan y sienten con relación al evangelio. Es decir, tiene un agudo interés en la vida y necesidades del no creyente. El evangelista puede comunicarse con personas que no creen en Cristo. La unción del Espíritu Santo confirma al evangelista para guiar a las personas a Cristo: Ejemplo de evangelización de Antioquía: “Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor” (Hch.11:21).
La expresión “la mano del Señor” significa que había señales milagrosas y que no dependían de técnicas ni métodos humanos. El evangelista tiene la capacidad dada por Dios de llamar a las personas a que se decidan por Cristo (Hch. 2:37-38). El amor del evangelista hace que sus métodos sean flexibles. Pablo dice: “Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos... a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley... para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos” (1Cor.9:19-22).
La obediencia al llamado del Señor a la predicación evangelística mueve al evangelista. Pablo dice: 125
Dones y Ministerios “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! (1Cor.9:16).
¿Cuál es la tarea específica del evangelista? El ministerio del evangelista incluye tanto la predicación pública como la comunicación personal del evangelio. Generalmente al evangelista le acompañan las señales de milagros y sanidades. El ejemplo de Felipe en Hechos. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señ al es que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados. Así que había gran gozo en aquella ciudad. (Hch.8:5-8).
El ministerio de la evangelización está destinado a limitarse a predicar lo elemental del evangelio a los no creyentes. La predicación de lo básico o elemental significa dar a conocer a Jesús a quienes no lo conocen y no creen en él. Es decir, lo único que salvará a las personas es el evangelio de Cristo crucificado y resucitado (Gálatas 1:6-10). La tarea específica del evangelista es presentar a las personas una clara invitación a cambiar el rumbo de su vida y entregarse a Jesucristo como Señor y Salvador. Dado que el evangelista tiene un llamado especial para la tarea que realiza, no debe tratar de ocuparse de tareas y responsabilidades que no corresponden a su llamado. Si una persona tiene el don o la unción en su interior, dicha persona no necesita rogar para ser un evangelista. Habrá un impulso, una llama, que arde en su interior. Si usted siente los deseos y la unción de evangelizar, uno no nace como evangelista. Al igual que los dones anteriores, se 126
Dones y Ministerios
accede con el tiempo a ellos, pasando previamente por otras áreas de servicio. Veamos dos ejemplos que ilustran esto: fue primero un diácono o ayudante en la iglesia (Hch.6:1-6). Fue ordenado como diácono, pero nadie le dio la comisión de evangelizar. Con todo, lo vemos en Samaria con el don divino que ardía en su espíritu, ungiéndole para que predicara el Evangelio con resultados gloriosos. Pablo dijo: “¡Hay de mí si no anunciare el evangelio!” (1Cor.9:16). Si una persona tiene verdaderamente el llamado divino que arde dentro, no importa cuál sea su función, también dirá, junto a Pablo: “¡Hay de mí si no Felipe
anunciare el evangelio!”
4. LOS PASTORES “Y el mismo constituyó a... otros pastores ” (Efesios 4:11)
La palabra “pastor” es usada unas quince veces en el Nuevo Testamento. El trabajo del pastor de almas es el más amplio y reconocido de todos los ministerios en la actualidad. Es característico de las iglesias evangélicas llamar "pastores" a sus ministros. Dios proporciona a su pueblo hombres con los dones necesarios para apacentar el rebaño de sus hijos, según la promesa de Jeremías 3:15; "Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con sabiduría y con inteligencia".
En el Nuevo Testamento la palabra "pastor" se usa una sola vez, para señalar al ministro de una congregación, pero la palabra "apacentar" comunica el mismo concepto: 127
Dones y Ministerios
Jesús dijo a Pedro: “Apacienta mis corderos”... “Pastorea mis ovejas” (Juan 21:15-17). Pablo dijo a los ancianos de Efeso: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os a puesto por obispos , (gr.: episkopos, sobreveedor) para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” (Hechos 20:28).
Pedro como anciano dice: “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella... con ánimo pronto... siendo ejemplo a la grey” (1 Pedro 5:2,4).
El mejor modelo de pastor nos lo entrega el propio Señor. Esto nos permite entender la función pastoral. Jesucristo es el príncipe de los pastores, el gran pastor de todas las ovejas: El mismo se auto denominó como: “El buen pastor... (que) su vida da por las ovejas” (Juan 10:11). “Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas”
(Heb.13:20). “Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al pastor y obispo de vuestras almas”
(1 Pedro 2:5).
“Y cuando apar ezca el príncipe de los pastor es, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” (1 Pedro 5:4).
¿Cuál es la función y unción de un pastor? Un pastor es un hombre llamado para pastorear las ovejas de Dios. Para ejercer bien su función debe estar sujeto bajo la autoridad del Príncipe de los pastores. 128
Dones y Ministerios
La principal característica de un corazón de pastor es la compasión.
El corazón de un pastor es un don de Dios. Jesús tenía compasión de la multitud “porque eran como ovejas que no tenían pastor” (Marcos 6:34). Las ovejas sin pastor se esparcen y se pierden. La persona que haya recibido el llamado para pastorear un rebaño, generalmente permanecerá en la localidad donde tiene “su rebaño”. La función del pastor es la de vigilar y alimentar el rebaño. Se necesita un corazón de pastor para cuidar de los cristianos que son como bebés, para amarlos, alimentarlos y guiarlos cuando ellos empiezan a tratar de andar. Las características que más se deben exhibir en la vida de un pastor son: Compasión por las ovejas: “Obedeced a vuestros pastores... porque ellos velan por vuestras almas”
(Heb.13:17).
Preocupación y cuidado: “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas y mira con cuidado por tus rebaños” (Prov. 27:23). Ejemplo digno de imitar: “Acordaos de vuestros pastores... considerad... su conducta, e imitad su f e ”
(Heb.13:7). De acuerdo con el uso del Nuevo Testamento de pastor , este tiene la misma función que el obispo o el anciano . Las tres palabras se refieren a una misma función. La palabra griega episkopos traducida como “Obispo” u “obispado” significa “ sobreveedor ” y se refiere a un cargo oficial de guía espiritual. La palabra griega presbíteros traducida como “anciano” está tomada del judaísmo, donde este término representaba 129
Dones y Ministerios
a un dirigente del pueblo caracterizado por la madurez y la cordura. Así los líderes de la Iglesia primitiva, continuaron usando este mismo concepto en el Nuevo Testamento, por sus raíces judías. En el libro de Los hechos observamos lo siguiente: Pablo y Bernabé “constituyeron ancianos en cada iglesia que fundaban.” (Hch. 14:23. Pablo y Bernabé, en Jerusalén, “fueron recibidos por la iglesia y... los ancianos” (Hch.15:4). Pablo de paso por Mileto “hizo llamar a los ancianos de la iglesia de Efeso” (Hch.20:17). Frente a la enfermedad, Santiago recomienda que se “llame a los ancianos de la iglesia y oren por él”
(Stg.5:14). El apóstol Pedro se identifica a si mismo como uno de ellos: “Ruego a los ancianos , yo anciano también con ellos” (1 Ped. 5:1). Pedro recomienda a los jóvenes el estar “sujetos a los ancianos ...” (1 Ped.5:5).
La importancia de la función pastoral. La función y unción de pastor es una de las más importantes y necesarias. La prueba de esto es que ha sido el más grande de los dones de la gracia de Cristo reconocidos en la historia. Siempre ha sido necesaria la presencia de pastores para cuidar el rebaño de Dios. Prácticamente, todos los dones del ministerio son vanos sin la ayuda del pastor. No importa cuán bueno sea un evangelista, ni cuántas almas fueron salvas, si no hay alguien que las pastoree y la 130
Dones y Ministerios
guíe en el camino de Dios, esas almas caerán junto al camino. Jesús vio a las multitudes desorientadas como “ovejas que no tenían pastor”. Son los pastores (ancianos u obispos) los que más instrucciones reciben en el Nuevo Testamento. El pastorado es el cargo más abundante que existe. Es el más respetado y el más necesario desde el punto de vista funcional. Podemos decir que es el más noble de todos. El apóstol Pablo dice: “Si alguno anhela obispado (pastorado o liderazgo espiritual), buena obra desea” (1 Timoteo 3:1). Una advertencia: La obra pastoral es la más común y
reconocida función dentro del cristianismo. Sin embargo, el nombramiento de un hombre sin el llamado de Dios, no traerá buenos frutos. Porque no está llamado ni está ungido por Dios. Con cierta frecuencia observamos a personas denominadas “pastores”, pero que no tienen un verdadero corazón pastoral. Antes bien, actúan como asalariados frente al rebaño, y uno dice: “¡Señor, estas almas necesitan un pastor!”. “¡Estas ovejas solo son trasquiladas!”
El Espíritu Santo es el que moldea el corazón de los hombres para impartir la gracia de llegar a ser pastores, obispos o ancianos. ¡El hombre no puede hacerlo! La parte del hombre es ayudar con las herramientas para la capacitación al ministerio. Y esto se aplica a todos los dones del Ministerio Quíntuple. Históricamente se han levantado instituciones formativas para el desempeño ministerial. Me refiero a los Seminarios e Institutos 131
Dones y Ministerios
Bíblicos como una preciosa herramienta de formación y capacitación para el ejercicio de la función pastoral. Sin embargo, tales instituciones no pueden formar pastores si el hombre que se prepara en ellas no ha tenido un llamado para el ministerio pastoral. Recuerde esto. Jesús dijo: “El buen pastor su vida da por las ovejas”.
5. LOS MAESTROS (ENSEÑANZA) “y el mismo constituyó a unos.... pastores y maestros ” (Efesios 4:11). “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros ... ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros ?” (1Cor.12:28-29). “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de... servicio en servir; o el qu e enseñ a, en la enseñ an za ” (Rom.12:6-7).
Los maestros y la enseñanza tienen una función bien definida e importante en el Nuevo Testamento. Este es un título que generalmente indica a uno que enseña e instruye en la Palabra de Dios. Cristo constituyó a maestros para que edificaran al Cuerpo de Cristo. La importancia del Ministerio del Maestro o de la enseñanza, es que éste aparece en las tres listas de los Dones Espirituales. Tanto la profecía como la enseñanza aparecen mayormente nombrados, lo que deja entrever es que la iglesia necesita, fundamentalmente dos cosas: Manifestaciones espirituales, donde el Espíritu ministre con voz profética. 132
Dones y Ministerios Enseñanza bíblica, para dar fundamento y consistencia
a la vida de los creyentes. En la práctica uno puede obrar como pastor y maestro. Como profeta y maestro. Como evangelista y maestro, y así sucesivamente. Desde nuestra perspectiva, queremos separar esta función en si misma, para darle el realce que se merece. Si bien es cierto, todos los ministerios de la Palabra deben enseñar, hay ministros que tienen de manera destacada esta admirable función. El don de enseñanza es un don divino y es una de las funciones más populares dentro de las iglesias. El ejemplo básico es el “Maestro de Escuela Dominical”. En esta sección estamos hablando del Don del Maestro. Un hombre con un llamado ministerial, con un don y una unción del Espíritu para impartir enseñanza que afecte a quienes le escuchan. Como este es un don de la gracia de Cristo, uno no es “Maestro de la Palabra”, meramente en virtud a una capacidad natural que tenga o una inclinación hacia la enseñanza o un título de docente. Por cierto, eso ayuda y Dios lo puede ungir para usarlo en su reino. Como explicamos en la introducción general de los Dones Ministeriales: “Generalmente, los dones del M ini sterio Quíntuple están relacionados con los dotes naturales. Eso no quiere decir que sean dotes naturales,
pero sí que pueden ayudar a este don cuando está en armonía con las capacidades y los talentos naturales.
La función del Maestro de la Palabra: Los Maestros procuran la edificación de las almas de los santos. 133
Dones y Ministerios
Los Maestros pueden ver la verdad desde varios puntos de vistas, lo que les permite mirar más ampliamente un asunto. El que enseña dará el tiempo necesario para profundizar en la Palabra, siendo capaz de una interpretación exacta y de una clara definición de las doctrinas.
Las características de la unción del Maestro son: El entendimiento de la revelación bíblica y el deseo de comunicarla señala al ministerio del Maestro. En el Maestro siempre está de manifiesto una actitud de aprendizaje. Siempre está estudiando la Palabra de Dios, y eso trae humildad de carácter. Un verdadero Maestro del Ministerio Quíntuple no es un “sabelotodo”. La enseñanza de un maestro imparte vida y no solo información. Por medio de la enseñanza afecta el carácter de quienes le escuchan. En las enseñanzas del maestro se refleja la sabiduría de Dios. Esta se expresa por el amor y respeto que siente por la revelación de Dios. Una ilustración: La enseñanza espiritual es como el buen jardinero que sabe cuidar sus plantas y estas se dan bellas y hermosas. Cuando la enseñanza de la Palabra de Dios se hace a través de un don espiritual para enseñar, esta deja a las almas satisfechas y avivadas. Las enseñanzas impartidas bajo un don de Maestro aviva a las personas en el deseo de conocer más de Dios y de su Palabra. Si esto no ocurre, es porque no enseña con el poder del Espíritu.
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Dones y Ministerios
Conclusión: Los ministerios de Efesios 4:11 son dones definidos que operan a través de personas que han sido llamadas. Cada ministerio tiene un área de acción en que se interrelacionan y complementan. El ministerio apostólico difiere de los demás en el grado de autoridad y en su relación con los otros ministerios. Las palabras predominantes que los caracterizan son las siguientes: EL APÓSTOL
La Autoridad (con apoyo a otros ministerios).
EL PROFETA
La Revelación y activación.
EL EVANGELISTA
La Exposición del mensaje de salvación.
EL PASTOR
La Compasión por las ovejas.
EL MAESTRO
La Instrucción en la formación espiritual.
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Capítulo Ocho
Los Dones de Manifestación del Espíritu Santo Un análisis más detallado a Biblia nos presenta en 1ªCorintios 12:4-11 un listado de nueve dones espirituales, cuya característica principal es que son dones de manifestación. Al momento de manifestarse traen la presencia de lo sobrenatural a la iglesia. Es decir, Dios se hace patente y visible a través de esas manifestaciones. Son además manifestaciones mas bien ocasionales que permanentes. Estos dones no está agrupados, por el apóstol Pablo, de acuerdo una clasificación establecida. Pero, para nuestra comprensión, serán agrupados en clases similares.
L
I. Clasificación de los Dones del Espíritu de 1ª Corintios 12: 4-11. 1) Los dones de revelación (Para saber sobrenaturalmente). a. El don de palabra de sabiduría . Revelación sobrenatural de los propósitos divinos. b. El don de palabra de ciencia. Revelación sobrenatural de hechos divinos o humanos en la mente. c. El don de discernimiento de espíritus . Mirada sobrenatural al interior de las realidades espirituales. 137
Dones y Ministerios
2) Los dones vocales u orales (Para hablar sobrenaturalmente). a. El don de profecía. Mensaje sobrenatural en lengua local. b. El don de lenguas. Mensaje en un lenguaje desconocido para el que habla. c. El don de interpretación de lenguas . Declarar de manera sobrenatural el significado del mensaje en otras lenguas. 3) Los dones de poder (Para actuar sobrenaturalmente). a. El don de fe. Confianza sobrenatural en Dios para milagros. b. El don(es) de sanidades. Poder sobrenatural para sanar enfermedades físicas. c. El don de milagros . Intervención sobrenatural en el curso natural de las cosas. Los dones de revelación dicen relación con recibir información sobre personas o asuntos a través del Espíritu Santo, a la mente o al espíritu de quien los ejerce o manifiesta. Los dones de inspiración operan en el campo de lo profético. Los dones de acción manifiestan el poder de Dios de una manera milagrosa. Es a través de estos dones que las personas y su ambiente quedan afectados por la presencia de Dios. Tanto para recibir revelación, como para comunicar mensajes oralmente o para ejercer poder espiritual, es necesario la intervención creativa y sobrenatural del Espíritu Santo. Destaquemos que estos dones se llaman "del Espíritu" (gr.: neumatikoi) y son dones de "manifestación". Es decir, requieren la intervención directa del Espíritu Santo para que el poder de Dios pueda operar. Normalmente en una manifestación operan dos o tres dones combinados que traen bendición a quien recibe esa manifestación. En base a esto, no siempre resulta fácil determinar, cuándo termina de obrar un don y comienza el otro su manifestación. En este sentido, el 138
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parámetro de medida son los resultados. La manifestación combinada de los dones se da para ayudar al máximo a quien lo necesita. Para facilitar la comprensión de las manifestaciones espirituales estudiaremos cada don por separado.
II. LOS DONES DE REVELACIÓN 1. El don de Palabra de Ciencia " Porque a este es dada... palabra de ciencia según el mismo Espíritu" (1 Cor.12:8).
La Biblia lo denomina "palabra de ciencia". (gr.: logos gnoseos ) y no "don de ciencia", como incorrectamente se le llama en algunos círculos. También se puede traducir como “Palabra de conocimiento”. Pues “gnosis” en griego significa conocimiento. Así es traducida en otras versiones de la Biblia como la Nueva Versión Internacional (NVI). La Palabra de ciencia no se refiere al conocimiento que se alcanza a través del estudio o el aprendizaje de alguna materia. Es información revelada mediante el Espíritu Santo, a quien posee este don, frente a una situación que requiere ser descubierta para poder actuar. El hecho de ser "una palabra" significa que es una fracción del conocimiento divino. Dios lo sabe todo, pero El no revela al hombre todo lo que sabe. A través de este don se manifiesta solo una parte del conocimiento. Y es lo suficiente para el momento, a fin de satisfacer una necesidad específica. Es decir, opera en las áreas que Dios soberanamente ha decidido revelar. Esta palabra de conocimiento sobrenatural trae a luz, aparte de los medios humanos, situaciones escondidas de personas o asuntos. Puede mostrar cosas del pasado de una persona y situaciones de su presente, que está en su corazón, e incluso puede internarse levemente en su futuro (Esta última 139
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afirmación nace de la experiencia de lo observado). Pero, mayormente revela asuntos del pasado y presente de ella. El agente de la revelación es el Espíritu Santo, quien actúa soberanamente, a través de los canales de revelación. Sean estas visiones, sueños, voz audible, impresión a la mente, sentir al corazón.
Ejemplos Bíblicos del don El pecado de Acán (Josué Cap. 7). En el capítulo 7 del libro de Josué, se narra la experiencia de la primera derrota del ejército israelita. Después de conquistar la ciudad amurallada de Jericó, el pueblo cayó en la batalla frente a una ciudad más pequeña llamada Hai. El desconcierto vino sobre Josué y los ancianos, quienes rasgaron sus vestiduras y clamaron rostro en tierra por una respuesta. Como consecuencia, la revelación de Dios llegó al caer la tarde: ¡Había pecado en Israel! Un israelita había robado un objeto, desafiando el mandato divino de entregar la ciudad a la completa destrucción (anatema), y por eso Dios no estuvo con ellos y fueron derrotados. ¿Cómo supo Josué el origen del problema? El recibió una palabra de ciencia, en la cual se indicaba la razón de la derrota sufrida. Más aún, el Espíritu Santo le mostró que el hombre que había cometido el pecado era Acán, de la tribu de Judá. Notemos que la información no la recibió a través de una investigación humana, ni trasmitida en secreto de una persona a otra. Todo lo guió Dios, hasta llegar finalmente al culpable, quien fue conducido a confesar su pecado (Vea Josué 7:16-21).
Las asnas perdidas de Saúl (1 Samuel Cap.9). Otro ejemplo similar ocurrió en el caso de Saúl cuando salió, junto a un grupo, a buscar las asnas perdidas de su padre. Al no poder hallarlas, se acercaron al vidente Samuel para 140
Dones y Ministerios
preguntarle. Cuando Samuel se encontró con Saúl, este le dijo: "Y de las asnas que se te perdieron hace ya tres días, pierde cuidado de ellas, porque se han hallado" (1 Samuel 9:20).
¿Cómo obtuvo Samuel esta información? Esta le vino mediante el don de la palabra de ciencia. Aún antes de hablar con Saúl, ya sabía que él buscaba las asnas, pero además sabía que ya las habían encontrado.
La experiencia de Eliseo. Eliseo, profeta del reino del norte, ayudó a su rey en la defensa del territorio israelita. En 2ª Reyes 6:8-12, se lee lo siguiente: Tenía el rey de Siria guerra contra Israel, y consultando con sus siervos, dijo: En tal y tal lugar estará mi campamento. Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los sirios van allí. Entonces el rey de Israel envió a aquel lugar que el varón de Dios había dicho; y así lo hizo una y otra vez con el fin de cuidarse. Y el corazón del rey de Siria se turbó por esto; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No me declararéis vosotros quien de los nuestros es del rey de Israel? Entonces uno de los siervos dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta.
De acuerdo al texto es obvia que esta información con respecto a las emboscadas de Siria no era obtenida gracias a una red de inteligencia humana. Eliseo no podía haber sabido los planes del enemigo. El no se encontraba en Siria. Era Dios quien le revelaba a su siervo estos hechos mediante este don del Espíritu Santo, para librar a Israel del peligro.
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Se manifestó en la vida de Jesús. Veamos el caso de la mujer samaritana (Juan Cap. 4). Por la narración sabemos que se trataba de una mujer de baja reputación. Debía ir al pozo al mediodía, a la hora de más calor, cuando no estuviera allí ninguna otra persona. Jesús entabló un diálogo para despertar su interés sobre el agua de vida. Dentro de la conversación Jesús le dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven acá".
Con esto, el Señor estaba tocando la herida misma del pecado. Acaso, ¿Era necesaria la presencia del marido para que ella recibiera salvación? ¡Por supuesto que no! Se lo mencionó para demostrarle que él era el Mesías. El diálogo continúa: - "No tengo marido", -dice la mujer - (Jesús) "Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad". - Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
Es claro que esta información, le fue comunicada por el Espíritu Santo, y no por el testimonio de personas externas.
El ejemplo de Natanael es aclarador (Juan 1:43-51) Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el rey de Israel. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás (Juan 1:47-50).
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¿Qué causó tan grande impacto en este hombre que, sin titubear, llamó a Jesús "Hijo de Dios y Rey de Israel"? Sin duda que habló a su corazón, sacó a luz lo que había en él. Por otro lado, Jesús hizo mención que le vio cuando estaba debajo de la higuera. ¿Cómo le vio? Seguramente, a través de una visión. El Espíritu Santo se lo mostró meditando en las verdades mesiánicas. Los evangelios añaden que Jesús no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre (Juan 2:25).
Operó entre los cristianos de la iglesia primitiva. En el libro de los Hechos de los Apóstoles se narra la gloriosa conversión, de quien llegó a ser el gran apóstol Pablo. El texto dice: Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí él ora y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista (Hechos 9:10-12).
Ananías no hubiera podido saber, con su mente natural, que en cierta casa, en cierta calle, estaba un hombre llamado Saulo orando en ese mismo momento. La única forma que pudo saberlo fue a través de una palabra de ciencia. En Hechos Capítulo 5:1-11, se narra el caso de Ananías y Safira. La tragedia ocurrida a este matrimonio, que trataron de engañar a Dios, nos permite ejemplificar la combinación de dones en una misma manifestación. Se manifestaron los dones 143
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de revelación (Palabra de Ciencia y Discernimiento de espíritus) y dones de poder. Aunque el resultado fue la trágica muerte de este matrimonio, por mentir a Dios. El texto dice: Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? ...No has mentido a los hombres sino a Dios. (Hch.5:1-4).
En este caso, el apóstol Pedro no solo conoció el espíritu que animó su acción, al decir: "por qué llenó Satanás tu corazón...", sino que además, le mostró lo que había hecho, cuando le dijo: "para que mintieses...y sustrajeses del precio de la heredad". La combinación de los dones de revelación; discernimiento de espíritus y palabra de ciencia, son seguidos con una manifestación de poder, en este caso de juicio, pues añade el relato: "Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró". Tres horas después apareció en escena Safira, su mujer y ante la persistencia en la mentira, le dijo Pedro: "¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti" (Hechos 5:5-9). Advirtamos de un peligro. El
Don de Palabra de Ciencia, también puede ser imitado por las tinieblas, a través de un espíritu de adivinación. Eso significa que, al igual que la profecía, esta debe ser juzgada. Para explicar esto, deseo mencionar una experiencia personal narrada por el Rvdo. Kenneth E. Hagin que nos ayudará a ilustrar la diferencia entre lo verdadero de lo falso. El cuenta acerca de un hombre en el 144
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cual operaba supuestamente la Palabra de ciencia, pero era un charlatán. El dice: Yo estaba predicando en una iglesia y el pastor le invitó para que dijera algunas palabras. Mientras estaba hablando una voz me decía al oído, “Espíritus de adivinación.” Supe que lo que me decía el Señor era que tenía espíritus de adivinación. El tiempo pasó y cuando estaba en otra región del país, un buen amigo me preguntó, “¿Conoces a fulano de tal?” “Sí,” le contesté, “Sé quien es él, pero no le conozco personalmente.” El continuó diciéndome, “Pensé que era un verdadero hombre de Dios debido a ese algo sobrenatural que obra en él. El me ha engañado. Tenía una alhaja de mucho valor que había heredado y la tenía escondida en un lugar seguro en mi casa. Dicho individuo vino a mi oficina, describió el diamante exactamente como era, me dijo el lugar donde yo lo tenía y me dijo que el Señor le había dicho que se lo diera. Yo pensé que era de Dios lo que me decía porque era sobrenatural y se lo di”. “Algunos días después, el mismo hombre estaba en mi oficina, perdió el temperamento y maldijo a otro hombre. Después, antes de irse del pueblo – y esto no es un chisme – sino una realidad – dicho hombre se enredó con otro individuo en homosexualidad, engañó a unos muchachos y los metió en un problema grande.” Entonces compartí con él lo que Dios me había mostrado de él. Le dije: “Lo que él tiene son espíritus de adivinación. Eso no es el Espíritu de Dios obrando.”15
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Kenneth E. Hagin, Los Dones del Ministerio. Pág. 31. 145
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2. El don de Palabra de Sabiduría. “Porque a este es dada por el Espí ritu Palabr a de sabiduría” (1Cor.12:8).
El don de “Palabra de Sabiduría” es el primer don mencionado en el lista de 1 Corintios 12. Pero, en este estudio lo trataremos en segundo lugar dentro de los “Dones de revelación”. La razón para eso es que este don está íntimamente relacionado con la Palabra de Ciencia. Ambos tienen la misma mecánica de funcionamiento. Si hemos comprendido la forma en que opera la Palabra de Ciencia, entenderemos la Palabra de sabiduría. La diferencia entre ambas está en el ámbito que cubre. El Don de “Palabra de sabiduría” se define como: Una revelación sobrenatural dada por el Espíritu de Dios con respecto a los propósitos divinos en la mente y voluntad de Dios. La diferencia con la palabra de ciencia es que esta trae revelación de cosas que han ocurrido en el pasado o de asuntos que toman lugar en el presente de una persona. En cambio, la Palabra de sabiduría siempre habla del futuro. Se da con frecuencia que en una manifestación, ambos dones operan juntos. Debemos notar, al igual que el don anterior, que: La “Palabra de Sabiduría” no es conocimiento, ni sabiduría natural. Tampoco es la sabiduría práctica, que nos orienta en la vida espiritual y que en general todo cristiano debe buscar. Pero, esta no es el don de la Palabra de sabiduría: El apóstol Santiago dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5).
Algunos piensan que la sabiduría de Salomón era una manifestación de la Palabra de sabiduría sobrenatural, pero no 146
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lo era. Esta gran sabiduría le fue otorgada por Dios a Salomón para dirigir a Israel. La manifestación del don es una fracción de revelación sobrenatural que aclara qué acción seguir. La sabiduría aplica los conocimientos. Dios revela lo suficiente para atender a una necesidad específica. La Palabra de sabiduría activa lo milagroso de la fe. Es una operación sobrenatural de las capacidades de sabiduría de Dios, para cambiar una situación. Cuando Dios decide soberanamente revelar Su propia mente, propósito y plan al hombre de una manera sobrenatural, lo hace a través de la manifestación sobrenatural de la palabra de sabiduría. La Palabra de Sabiduría se manifiesta para dar dirección espiritual, tanto para el presente como acontecimientos futuros. La Palabra de sabiduría puede ser manifestada a través de la voz audible de Dios. Así como también puede ser manifestada a través de los canales de revelación, por medio de visitaciones angélicas, por sueños o visiones, e incluso a través de los dones de profecía, lenguas e interpretación de lenguas. En este sentido está ligada a la profecía cuando anuncia cosas futuras.
Ejemplos Bíblicos del Don La resolución del Concilio de Jerusalén (Hch.15) El Concilio de Jerusalén se realizó porque algunos judeocristianos habían enseñado entre los gentiles que, para obtener la salvación en Cristo, debían someterse primero a la circuncisión y guardar los ritos de la ley Mosaica. Si observamos con detención, este conflicto no se resolvió por medio de un mensaje profético, de uno de los tantos profetas presentes en esa reunión. Uno que pudiera decir: “Así dice el Señor, el problema se resuelve así, y así...”. La solución vino por el debate de ideas y argumentos de la fe. Varios líderes de la iglesia intervinieron en el aporte de ideas. Lo más 147
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importante fue la determinación final. Esta fue una palabra de sabiduría por medio de Jacobo. La opinión de Jacobo activó la Palabra de sabiduría que les señaló qué debían hacer y cómo debían actuar. Jacobo dijo: “Por lo cual yo juzgo que no se inquiere a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolo, de fornicación, de ahogado y de sangre” (Hch.15:19-20). ¿Por qué esto es una palabra de sabiduría? Por la convicción espiritual que esta palabra trajo como dirección del Espíritu. En nombre de toda la iglesia se envió una carta para anunciar la decisión final a la iglesia de Antioquia, donde manifiesta esa convicción. La carta decía: “Porque ha parecido bi en al Espíritu Santo, y a nosotros , no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: ....”
(Hch.15:28). La convicción fue que el Espíritu Santo había guiado esa resolución doctrinal y que de no haberse resuelto habría traído grandes conflictos al cristianismo.
Agabo y la hambruna en Palestina. “En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquia. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio. Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea” (Hch.11:27-29).
El profeta Agabo profetizó que vendría una sequía, con resultado de hambre, y la gente le creyó porque era un hombre íntegro que tenía un ministerio comprobado. De esa manera los hermanos de Antioquia se prepararon para enviar ayuda a los hermanos de Judea. Esta fue una Palabra de sabiduría, porque 148
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hablaba del futuro. El pasaje dice: “daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre”. Eso significa que era una revelación, y no una súbita inspiración profética. Daba a entender lo que Dios le había revelado. Recordemos que Agabo era un profeta de oficio en el cual operaban otros dones, aparte de la profecía. En el libro de los Hechos volvemos a ver nuevamente en acción al profeta Agabo: “Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles” (Hch.21:10-11).
De esta narración debemos destacar lo siguiente: Cuando llega cualquier revelación es siempre una palabra de sabiduría, una palabra de ciencia o el discernimiento de espíritus, porque estos son los tres únicos dones de revelación, que enseña la Biblia. La revelación con respecto a Pablo, donde Agabo dramatizó la escena amarrándose con el cinto del apóstol, no fue una palabra de ciencia, ya que trataba con el futuro. Como hemos explicado, la palabra de conocimiento trae a luz hechos del pasado y presente de una persona. Una palabra de “sabiduría” es revelación del futuro que nos es dada a través del Espíritu Santo. Destaquemos otro asunto. Una palabra de sabiduría puede ser usada para traer protección de Dios, para apartar a alguno para un trabajo especial, y estará sujeta al arbitrio personal. En el caso específico del apóstol Pablo, ¿cuál fue su reacción después de escuchar esta palabra poco alentadora? Lucas sigue diciendo: 149
Dones y Ministerios “Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no solo a ser atado, más aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús”
(Hch.21:12-13). Luego, Lucas añade: “y como no le pudimos persuadir, de sistimos. Diciendo: Hágase la voluntad del Señor.” Esta era una revelación de hechos futuros que Dios permitiría que ocurriesen en la vida de su siervo. Por tanto fue una palabra de sabiduría, que llegó a suceder.
El apóstol Pablo y el naufragio del barco (Hch.27) En ocasiones, la palabra de sabiduría viene para librar de tiempos de calamidad. Ya lo vimos con la hambruna anunciada por el profeta Agabo Cuando Pablo estaba a bordo de un barco en ruta a Roma para comparecer ante el César, la embarcación fue sacudida por una violenta tormenta, que llevó la nave sin rumbo fijo, y sin esperanza de salvarse con vida la tripulación. Pero, en medio de esta tragedia, Pablo recibió una palabra de sabiduría del cielo. Pablo dio esperanza a los tripulantes. El les dijo: “Esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas;... Dios te ha concedido todos los que navegan contigo” (Hch.27:23-24). También añadió
que la nave se perdería, pero que todos debían permanecer a bordo para ser salvos.
Josafat y la invasión de Moab (2 Crónicas 20) Otro ejemplo resultó en la victoria del rey Josafat contra los hijos de Amón y de Moab. La historia bíblica nos da a entender que ésta fue la prueba de fe más grande para Josafat. La victoria obtenida fue en respuesta a la fe y a una dirección 150
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dada por el don de Palabra de sabiduría. Este no fue un método determinado o estrategia humana. El pasaje nos dice que Judá había sido invadida por un gran ejército formado por las naciones vecinas, encabezadas por Moab y Amón. El rey Josafat sintió temor, pero aún así no reunió a su ejército para tomar las armas. Su actitud fue distinta: pregonó ayuno y reunió al pueblo de Jerusalén en oración a Jehová. El mismo lo dirigió en oración. Reconoció que los hebreos no tenían la fuerza suficiente contra ese poderoso ejército enemigo. Su oración decía: “A ti volvemos nuestros ojos”. Tras la oración, se levantó una palabra de sabiduría que les decía cómo hacer frente a este problema. El Espíritu del Señor vino sobre un levita, y éste profetizó que la batalla no sería de Judá, sino de Dios. El Señor les decía: “Paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová”. Consecuentemente, el rey y el pueblo creyeron la palabra del Espíritu y marcharon hacia el sur, donde estaba el enemigo. La victoria, curiosamente, fue obtenida por medio de cánticos de alabanza que los levitas interpretaban cuando precedían al ejército judío en la batalla. Dios confundió esta alianza de los pueblos enemigos, y los volvió el uno contra el otro y así fueron destruidos. Los habitantes de Judá encontraron los campamentos enemigos cubiertos de cadáveres, llenos de adornos de oro y ricas joyas. Pasaron tres días recogiendo los despojos. En este caso tenemos una mezcla de la profecía y de la Palabra de sabiduría, porque en este caso señaló el camino a seguir.
3. El don de discernimiento de espíritus. " ...a otro, discerni miento de espíritus" (1ªCo.12:10).
La palabra discernimiento es un juicio a través del cual se percibe y se declara la diferencia entre las cosas. Es mirar más 151
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allá de lo exterior hacia lo interno. Es ver a través de las cosas. La antigua versión de la Biblia Reina-Valera (1909) la traduce como "discreción de espíritus", es decir, juzgar los espíritus. El don de discernimiento de espíritus es la habilidad especial dada por el Espíritu Santo para percibir con claridad dentro del mundo espiritual. Permite conocer con seguridad si algunas manifestaciones atribuidas a Dios son realmente divinas, humanas o satánicas. A través de él se descubre qué espíritu está hablando o actuando. Este don no se trata solamente de "discernimiento de demonios" o de "espíritus inmundos", como generalmente se piensa, sino que funciona dentro del ámbito de los espíritus buenos y malos. Es decir, se puede discernir la presencia de ángeles de Dios (2ª Reyes 6:17), como discernir a Satanás y sus legiones. También se refiere al discernimiento del espíritu humano, con sus tendencias buenas y malas. Donde mayormente opera el "Don de discernimiento de espíritus" es en la lucha espiritual. El propósito principal de este don es doble: La protección del cuerpo de Cristo de espíritus malignos. Mediante este don se realiza una especie de "vigilancia espiritual", para detectar espíritus contrarios que tratan de estorbar el desarrollo de la iglesia y del evangelio. Determinar qué clase de espíritus malignos están operando en una manifestación, con el fin de ayudar a esa persona para su liberación espiritual. Existen solo tres clases de espíritus que pueden actuar. El Espíritu de Dios, los espíritus malignos y el espíritu humano. Frente a una manifestación en la que no es fácil reconocer su origen, el discernimiento de espíritus traspasa el velo que lo cubre y permite visualizar su procedencia. Por tanto, a través del don, se reconoce la fuente. 152
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El discernimiento de espíritus no es una especie de "lectura mental espiritual". Como tampoco es una percepción psicológica o la capacidad de discernir las faltas en otros; ya que el encontrar faltas, lo pueden hacer también los incrédulos. Ese supuesto "don de crítica" está prohibido en la Biblia: "No juzguéis, para que no seáis juzgados" (Mateo 7:1). No es discernimiento de personas; es el discernimiento de espíritus. Los dones del Espíritu son dados para edificación del cuerpo de creyentes y se deben emplear motivados por el amor. Algunos casos de posesión demoniaca son evidentes, sin necesidad de una capacitación de esta naturaleza. Pablo al recordar el trasfondo idólatra de los Corintios, dijo: "Ustedes saben que cuando eran paganos, de una manera u otra se dejaban arrastrar hacia los ídolos mudos. Por eso les digo que nadie que esté hablando por el Espíritu de Dios puede decir: "Maldito sea Jesús", ni nadie puede decir: "Jesús es el Señor" sino por el Espíritu Santo" (1ª Corintios 12:2-3 NVI).
Una persona bajo la influencia de demonios no puede confesar con libertad el señorío, ni el valor de la sangre de Jesucristo. La experiencia de los corintios venía de un trasfondo idólatra. Esta gente anteriormente había adorado ídolos, y sus vidas estaban influidas por espíritus erróneos. La historia de la iglesia nos dice que algunos de ellos iban a una asamblea cristiana, y cuando el Espíritu de Dios se manifestaba, decían cosas bajo la influencia de un espíritu falso. Algunos de ellos incluso se levantaban cuando los dones de inspiración estaban en operación y decían que Jesús era anatema (maldito), llevando a confusión a los creyentes. Eso ocurría con ellos. Por el contrario, cuando el Espíritu Santo se manifiesta, siempre da la gloria al Señor Jesús. El Espíritu reconoce el 153
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Señorío de Jesucristo. No da la gloria al hombre, ni hace al hombre Señor. Frente a una manifestación dudosa, debemos preguntarnos: ¿Esa manifestación da la gloria al Señor? ¿Bendice a las personas? ¿Acerca a las personas más al Señor? ¿Esta manifestación, exalta al hombre? ¿Atrae la atención hacia lo que es humano? Como el discernimiento de espíritus es mayormente empleado en la lucha espiritual; ¿Qué debe hacer un creyente que desea servir en el campo de la liberación y no tiene el don de discernimiento de espíritus? Debe asociarse con alguien que sí lo tenga. Sin embargo, la Biblia nos ofrece algunos criterios que podemos emplear. Si conocemos la Palabra de Dios y estamos andando en comunión con el Espíritu, tendremos un testimonio interior que nos guiará para distinguir lo verdadero de lo falso. Existe una sensibilidad espiritual, común a todos los cristianos maduros. Como dice la carta a los hebreos: "Todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos (gr.: percepciones, criterio) ejercitados en el discernimiento del bien y del mal" (Hebreos 5:13-14).
Ejemplos Bíblicos del Don
El mismo Señor Jesucristo, como hombre del Espíritu, lo experimentó. El podía discernir, tanto los espíritus buenos como los malignos. Discernió el buen espíritu de Natanael. Antes de conocerlo, ya sabía que clase de espíritu tenía (Juan 1:47). Así como discernió el espíritu erróneo de Jacobo y Juan, 154
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cuando querían hacer descender fuego del cielo para destruir las ciudades que les habían rechazado. Les dijo: "Vosotros no sabéis de qué espíritu sois" (Lucas 9:55). Por otra parte, los espíritus malignos reconocían inmediatamente la santidad del Hijo de Dios, ante lo cual no los dejaba hablar (Lucas 4:33-35; 41). Veamos un ejemplo de lucha espiritual, donde se manifiesta el don de discernimiento de espíritus, en el ministerio del apóstol Pablo: Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; más desagradando a Pablo, este se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora (Hechos 16:16-
18). A través del don de discernimiento de espíritus, Pablo supo que esta muchacha, que seguía al grupo en Filipos, tenía un espíritu de adivinación. Cada vez que se dirigían al lugar de reunión aparecía esta joven esclava, con un espíritu de adivinación. Ella decía a viva voz de Pablo y de Silas: ¡ Estos son siervos del Dios altísimo y os anuncian el camino de salvación! Eso lo hizo por varios días. La muchacha no
estaba mintiendo. Pero, esa publicidad o propaganda no venía del cielo, sino de las tinieblas. Después de varios días de ocurrir lo mismo, llegó a molestar a Pablo, y éste ejerció la autoridad del Señor sobre ese espíritu, ordenándole salir de ella. La Biblia dice que, volviéndose a la muchacha le dijo al espíritu: ¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno salir de ella! 155
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El apóstol trató con el espíritu de adivinación, no con la muchacha. Ya que posteriormente no pudo seguir adivinando. Ese espíritu de adivinación había salido de ella (Hch.16:19). En este caso hubo una manifestación donde actuaron dones de revelación y poder, cuyo resultado fue la liberación de la joven esclava. La historia posterior de Pablo y Silas en Filipos, fue de una confrontación espiritual. Después de enfrentar a este espíritu de adivinación, el diablo reaccionó trayendo mal sobre los apóstoles. En el mundo espiritual, el enemigo tomó a los amos de la joven y ellos interpusieron una denuncia por bullicios públicos (Hch.16:20). Era como si el diablo le dijera a Pablo: “¡Así que te metiste con uno de los míos; mira ahora lo que yo hago contigo!”. La Biblia nos dice que los tomaron detenidos. Lo primero que hicieron fue rasgarles sus vestidos. Luego fueron azotados brutalmente (Hch.16:22). Con sus espaldas sangrantes, los tomaron y fueron puestos en la cárcel, en el calabozo de más al fondo. Y para colmo, pusieron sus pies en el cepo (16:23-24). Nos preguntamos: ¿Cómo llegaron a esa condición de humillación extrema? El motivo, en términos simples fue: por haber expulsado un demonio de adivinación de una joven esclava. ¡Solo eso! Esa fue la respuesta desde el mundo de las tinieblas al ataque de Pablo contra ese demonio de adivinación. Al hacer un análisis de la situación vivida, quizás muchos no estarían dispuestos a realizar un ataque tan directo contra las huestes de maldad. Después de esta experiencia, lo pensaríamos dos veces antes de hacerlo. Muchos dirán: “Es mejor mantenerse en la línea del medio”, o mejor es hacer
El cepo era una pieza de madera con bisagras y agujeros donde eran inmovilizados, ya sea de pies o manos. Era usado también para aplicar tortura física.
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“un pacto de no agresión mutua”. Algo así como un acuerdo: “¡no te ataco; no me atacas!”. Pero, ¿Cómo reaccionaron Pablo y Silas en la cárcel? Así de humillados y mal heridos como estaban, vieron la respuesta divina en medio de sus circunstancias. De la experiencia de estos siervos de Dios desprendemos un principio de lucha en la vida cristiana: ¡Aunque sea necesario pasar por situaciones difíciles; Dios siempre será más poderoso que las tinieblas!
Podemos formarnos un cuadro imaginario de lo ocurrido con la humillación de Pablo y Silas en la cárcel. Con sus espaldas ensangrentadas y adoloridas. La situación les llevaría a un diálogo como éste:
PABLO: ¡Oh, Silas tienes muy sangrantes tus espaldas! SILAS: “¡Tú también Pablo, tienes muy fea tu espalda! Estos tipos, ni siquiera nos limpiaron con alcohol. Me duele bastante. ¡Mira cómo quedaron nuestras ropas, todas ajadas! “Y ahora, ¿qué hacemos?”
PABLO: ¡Qué te parece si cantamos un himno! SILAS: “Me parece una buena idea” “¿tienes algo en mente?”
PABLO: Sí, ¿qué te parece el himno: “Sublime gracia”? SILAS: Es un hermoso himno. ¡Por favor, dame el tono! Así con gran dificultad comenzaron a interpretar la letra del himno. No asumieron una actitud quejumbrosa o lastimera. Antes bien, se portaron como cristianos varoniles. Cantaron al Señor hasta que Su dulce presencia, fue llenando cada rincón de esa cárcel maloliente. Sus espíritus comenzaron a ser fortalecidos y renovados. En medio de la alabanza Dios intervino de manera inusual. Envió un terremoto al lugar y las puertas de la cárcel se abrieron. 157
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Luego llegó el carcelero responsable de la custodia y pensó que los presos habían escapado. El carcelero, entonces, sacó su espada para quitarse la vida. En ese momento Pablo le gritó desde el fondo de la cárcel: ¡“No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.! El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?” (Hch.16:28-30). ¡La respuesta de Dios fue sorprendente! Lo más interesante de esta historia es que el carcelero recibió el mensaje de Dios en un lugar tan inusual. Respondió al mensaje de Cristo, y se las jugó por esos hombres que estaban bajo su custodia. Resulta sorprendente imaginar el esfuerzo que hizo el carcelero por reparar en parte el daño sufrido. Actualizando la escena, sería algo como esto: “¡Señores, yo les llevaré a mi casa. Mi hija está estudiando enfermería. Mi esposa es costurera. Ella podrá reparar y lavar sus ropas!”.
Una vez en casa, les puso la mesa, se alimentaron y recibieron atención médica a sus heridas. Por su lado, la esposa del carcelero reparaba sus ropas. Lo destacable de esta historia fue que la familia entera fue añadida a la fe y esa misma noche fueron bautizados. Al día siguiente, cuando fueron para examinar su causa, las autoridades al darse cuenta que eran ciudadanos romanos, sintieron temor y “viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que salieran de la ciudad” (16:38-39). Así quedaron libres. ¡Una sorprendente actuación divina en medio de sus circunstancias! Por medio de la adversidad se llega a madurar y son fortalecidas nuestras espaldas para ser capaces de soportar la adversidad. Esa es la manera diseñada por Dios de formar a sus siervos que llegarán a ser motivo de bendición para otros. 158
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Esta experiencia demostró el respaldo divino a la fidelidad por Cristo. Ese mismo respaldo también nos ayudará a nosotros, si somos fieles. El resultado tras esta experiencia tan amarga fue la salvación de una familia completa. La clave para entender lo ocurrido es que ellos mantuvieron su consagración a pesar de las adversidades. Este es el principio bíblico sobre el cual debemos fundamentarnos: “Dios es más poderoso que las tinieblas”.Esta es una verdad eterna: ¡“Dios puede sobrepasar todo lo que el diablo haga”!. Aunque el diablo pretenda darnos con todo, debemos seguir clamando al Señor y El tronará por nosotros.
III. LOS DONES DE INSPIRACIÓN. Los Dones de inspiración o de habla sobrenatural son: La Profecía, Géneros de Lenguas (glosolalia) y la interpretación de lenguas. La profecía es uno de los dones más importantes y el que mayormente recomienda el apóstol Pablo. En los capítulos 12 al 14 de 1ª Corintios se habla “acerca de los dones espirituales”. El apóstol se aboca al desarrollo del tema debido a las consultas que le hacen los mismos corintios, por la falta de entendimiento y manejo del asunto. Así lo demuestra en sus primeras palabras: “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales” (12:1). De ahí que el propósito general de las manifestaciones de los dones espirituales, sea la edificación de la iglesia (1Co.12:7; 14:26). Pero, el don de profecía tiene como propósito específico la: “Edificación, exhortación y consolación” (1Cor.14:3). Ya se explicó anteriormente que los dones son gracias divinas, variadas y diversas que el Espíritu Santo reparte a cada uno de los miembros del cuerpo de Cristo, según su voluntad (1Co.12:11). En la enseñanza general, Pablo dice que deben ser procurados los mejores dones, pero 159
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especialmente la profecía (1Cor.14:1). Tres actitudes se deben manifestar para pedir dones espirituales: Debe tener una ambición santa: Procurad, pues los dones mejores” (12:31) Deben ser utilizados en amor: “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profet icéis” (14:1). Deben ser para la edificación del cuerpo: “Hágase todo para edificación” (14:26).
Antes de entrar al desarrollo mismo del tema, es necesario distinguir los tres niveles en el campo profético: El espíritu de la profecía o espíritu profético . En este nivel es posible que “los hijos e hijas, siervos y siervas” profeticen de acuerdo a la medida de fe de cada uno (Rom.12:6, Hch.2:16-18). Esto significa que si los creyentes actúan en fe cuando el espíritu de la profecía está presente, todos pueden profetizar. Sin embargo, este hecho no los convierte en profetas. El don de profecía. La profecía como un don de manifestación del Espíritu (1Co.12:10). En este caso, la declaración del mensaje será más fuerte que hablar por el espíritu de la profecía, porque la persona está hablando desde un don. Quienes profetizan en este nivel hablarán con mayor frecuencia a los hombres para edificación, exhortación y consolación (1Cor.14:3). El oficio del profeta. El nivel más alto en el campo profético es el oficio del profeta (Ef.4:11; 1Co.12:28-29). En el ministerio profético se manifiestan los dones de revelación: Palabra de ciencia, de sabiduría y el don de discernimiento de espíritus, como también la profecía. El ministerio profético, tiene la gracia de Dios para ir más allá de la edificación, exhortación y consolación. El profeta de oficio profetiza con mayor autoridad. Sus 160
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profecías traen revelación, dirección futura, corrección, confirmación, impartición y activación de dones y gracias divinas. En el libro de Los Hechos 21:4-11, se ejemplifica la diferencia entre los diferentes niveles proféticos. Lucas dice: ...y arribamos a Tiro, porque el barco había de descargar allí. Y hallados los discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decí an a Pabl o por el Espíritu , que no subiese a Jerusalé n. ...Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. Este t enía cuatro hijas doncellas que profetizaban. Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un pr ofeta ll amado Agabo , quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así a tarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles. Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. (Hch.21:4-12).
El espíritu de la profecía o espíritu profético. Los
discípulos en Tiro le decían a Pablo por el Espíritu que no subiera a Jerusalén. Era una profecía que traía mucho sentimiento cuando era expresada. Los hermanos en Tiro sentían que era peligroso ir a Jerusalén. El don de profecía. En este caso se dice que Felipe tenía cuatro hijas que profetizaban. Esto significa que estaban obrando en el don de profecía. Lucas menciona que “profetizaban”, pero nada se dice del contenido de sus profecías. Es decir, cuando profetizaban hablaban “a los hombres para edificación, exhortación y consolación” 161
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(1Cor.14:3). La profecía como un don de manifestación del Espíritu (1Co.12:10). El oficio del profeta. En el caso de Agabo, Lucas lo describe como “un profeta”, con un ministerio u oficio profético. Agabo empleó una forma llamativa para representar su mensaje profético. Con el cinto de Pablo se ató los pies y las manos. De esta manera predijo a Pablo lo que le iba a suceder en Jerusalén. En él operaban los dones de revelación, así como el don de profecía. En sus palabras, Agabo no dijo lo que tenía que hacer Pablo, solo dijo lo que le iba a suceder en Jerusalén. Esta profecía de Agabo (que también es una Palabra de sabiduría) confirmó que era de Dios lo que sentía el apóstol. En el análisis, que haremos en este capítulo, nos remitiremos a presentar la “profecía” como un don de manifestación y el orden en el uso en la iglesia local. Ya tratamos ampliamente el "Ministerio u oficio del profeta" en los "Dones del Ministerio Quíntuple".
1. El Don de profecía “a este profecía” (1Co.12:10). “... si el de profecía, úsese confor me a la medida de la fe” (Rom.12:6).
El capítulo 14 de la primera carta a los Corintios presenta una disertación comparativa de contraste entre el don de lenguas y el don de profecía. Pablo destaca en este pasaje la superioridad de la profecía por sobre las lenguas sin interpretación. Él dice: “porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas” (14:5).
Al igual que en los demás dones espirituales, el don de profecía es dado para exaltar a Cristo y para edificar la 162
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iglesia; de ninguna manera se lo puede considerar como dado para cumplir deseos personales, o como un medio para distinción La manifestación del don de profecía se define como una súbita inspiración espiritual para comunicar un mensaje inmediato del Espíritu Santo ante un grupo de creyentes en lengua local, y cuyo propósito es la edificación, la exhortación y consuelo espiritual. Este don se puede manifestar en un creyente de manera regular o esporádica. ¿Una profecía, en la actualidad, puede predecir cosas futuras o señalar qué acciones tomar? La Biblia da a entender que las manifestaciones proféticas dadas bajo la manifestación del Espíritu Santo no son para predecir el futuro, ni para decirle a nadie con quien tiene que casarse, o si tiene que dejar el trabajo actual y tomar otro, o si debe cambiarse de iglesia o irse a otro país a trabajar. Ese no es el propósito del don de profecía. Esto entra en el plano de los dones de revelación, ya explicados anteriormente. Este es el principio general. Pero, ¿cómo se debería actuar si se recibe una dirección futura? Dennis Bennett, responde claramente en su libro “El Espíritu Santo y Tú”. Frente a una palabra profética que habla del futuro, Bennett dice lo siguiente: “... tiene que haber un testimonio del Espíritu de parte de la persona destinataria de esas palabras, y habrá que extremar las precauciones al recibir cualquier supuesta directiva... que predice el futuro. En ningún caso debemos tomar determinaciones basadas únicamente en el hecho de que alguien emitió una supuesta declaración profética... Nunca hagamos algo por el mero hecho de que un amigo se nos acerca y nos dice: „El Señor me dijo que te dijera que hicieras tal o cual cosa‟. Si el Señor en realidad tiene instrucciones para darnos, nos proveerá de un testigo en nuestros propios corazones, en cuyo caso las 163
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palabras por el amigo, o por intermedio de los dones del Espíritu Santo en una reunión, serán la confirmación de lo que Dios ya nos ha estado indicando.”16 Esta explicación del Rvdo. Bennett, debe ser tomada como un modelo a seguir tocante a la profecía personal. Porque, en esta dispensación de la gracia, el Espíritu de Dios mora en el corazón del creyente y le guía (vea Romanos 8:14). En consecuencia, un verdadero creyente sabe en su espíritu que Dios le está guiando, y la palabra profética que anuncia cosas futuras, debe ser una confirmación de lo que ya siente en su propio espíritu. Si no ocurre así, es mejor desechar esa profecía o mantenerla en reserva hasta que venga otra confirmación de lo mismo. En este caso, debemos seguir el principio que dice: “por boca de dos o tres testigos conste toda palabra” (Mateo 18:16). Es decir, si eso que se nos dijo es de Dios, vendrán otras profecías que hablarán de lo mismo. De este modo, podemos considerar que Dios verdaderamente nos está hablando. Si el rol de la profecía es la edificación, la exhortación y la consolación, esto significa que una profecía válida no tendría que ser duramente condenatoria para los creyentes, pero sí un consejo dado en tonos firmes e inequívocos. En otras palabras, la manifestación profética estará sujeta al ordenamiento bíblico. Es como lo dijo Isaías: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20). Algunos historiadores señalan que los carismas espirituales siguieron funcionando normalmente en las comunidades cristianas durante los tres primeros siglos. Tanto en Oriente como en Occidente. Los testimonios más 16
Dennis y Rita Bennett. El Espíritu Santo y Tú. (Miami: Editorial Logoi,) Pág.115 164
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elocuentes son de Orígenes, Irineo, Tertuliano y Cipriano. Son conocidos explícita o implícitamente todos los carismas. El menos mencionado es la glosolalia y el más citado es la profecía. Acerca de su uso en la congregación.
En el mismo capítulo 14 de la primera carta a los corintios, Pablo ofrece a la iglesia las reglas en las cuales se debe enmarcar esta singular, y tan edificante manifestación del Espíritu. Tales recomendaciones, las hace porque veía la necesidad de instrucción al interior de la iglesia local. Las instrucciones apostólicas se enmarcan en dos aspectos: En primer lugar están las explicaciones para comprender
la naturaleza de la manifestación del don de profecía como fenómeno espiritual En segundo lugar está el establecimiento de los principios de orden que deben regir durante las manifestaciones en la iglesia local. En la iglesia de Corinto existían continuas manifestaciones de los dones del Espíritu. La glosolalia era lo que más se manifestaba, pero adolecían de una correcta comprensión y de un orden en el manejo de las lenguas del Espíritu. El tema del desconocimiento general acerca de los dones, que declara Pablo (12:1), también es aplicable a nuestra realidad actual. De los consejos paulinos se extraen los principios prácticos en el uso y manejo del don de profecía.
La Naturaleza de la profecía y su análisis. Una experiencia personal: La primera vez que fui testigo
de una manifestación profética, durante un culto, quedé impresionado, pero al mismo tiempo confundido. Mientras se 165
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desarrollaba el servicio, un hermano líder de la congregación comenzó a profetizar, con claras evidencias de ser utilizado por Dios. Sus palabras, habladas por el Espíritu, fueron expresadas en primera persona. Esto me causó una gran impresión. Pero, inmediatamente después, otro hermano se levantó y continuó profetizando, asunto que mantuvo capturada mi atención e interés. En esos momentos, cuando el segundo hermano profetizaba, el predicador decía con fuerza: “¡Confirma, Espíritu Santo; confirma, Espíritu Santo!”. Como oyente nuevo no entendía lo qué pasaba. – Pensaba – “¿Por qué le impedían a Dios seguir hablando?” Luego tomaron al hermano y lo llevaron a un salón adjunto. Como yo no comprendía qué pasaba con el hermano, hice las consultas a unos líderes, y me explicaron que "la primera manifestación profética fue del Señor, pero que la segunda, había sido en la carne". Como en esa época era un creyente nuevo, ¿qué capacidad tendría para discriminar entre lo verdadero y lo falso? Actualmente ocurre algo similar y el resultado es confusión para algunos creyentes inmaduros. Dentro de los dones espirituales, la profecía es uno de los principales. El propio Pablo dice que la profecía está por encima de todos los otros dones: “Procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis” (1Co.14:1).
¿Por qué dice esto el apóstol? La respuesta está en el contexto del pasaje, entre el don de lenguas sin interpretación, que nadie entiende, y la profecía que está dirigida a los hombres para edificación, exhortación y consolación (1Co.14:3). Los dichos que se emiten por una manifestación de inspiración profética exigen el análisis espiritual. Pablo dice: “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen” (1Co.14:29). 166
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Es decir, los mensajes proféticos deben ser juzgados o evaluados por otros profetas. La manifestación de profecía no debe ser aceptada ciegamente, sino recibida con discernimiento y el testimonio interior del Espíritu al corazón de quien la recibe. Pablo añade en la epístola a los Tesalonicenses: “No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo y retened lo bueno” (1Tes.5:20-21).
Normalmente, cuando es una genuina manifestación profética, el testimonio y la convicción de su veracidad se hace muy evidente, y no genera dudas. Con relación al análisis de las profecías, debemos marcar un principio normativo: ¡Todo genuin o pr ofeta debe estar dispuesto a ser exami nado, por otros prof etas espir itual es!
¿Por qué? Porque este don, mal usado, puede prestarse para confusión, carnalidad y manipulación diabólica. Por ejemplo, se ha sabido de casos donde, en base a una declaración profética, se ha acusado a miembros de la iglesia de haber cometido pecado, y se los ha expulsado de la iglesia. El resultado puede ser algo muy dañino para quien sufre una afrenta como esta. Frente a una situación profética cuestionable, el afectado deberá hablar con las autoridades de la iglesia sobre la “supuesta” profecía y el contenido de ésta, para que sea analizada por creyentes maduros y competentes en el área profética. Todo creyente que ha recibido una profecía de dudosa procedencia, tiene el derecho (y el deber) de manifestar sin temor sus dudas. Porque, de hecho se ha creado confusión en la mente de algunos al aceptar la voz de la profecía como infalible. Incluso, por temor a Dios y desconocimiento bíblico, se considera que “sería un pecado” poner en tela de juicio lo que consideran ser la voz del Espíritu Santo que les ha hablado. 167
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El apóstol Juan también nos ayuda en este sentido. Frente a una profecía que nos causa duda y que carece de un testimonio interior en nuestro corazón, el apóstol dice: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1Juan 4:1).
En consecuencia, ninguno que profetiza debería molestarse porque otros juzgan sus profecías. Y aquellos que se molestan cuando se le juzgan sus revelaciones o profecías están equivocados. Posiblemente tienen orgullo espiritual. Si la “profecía” que emite un profeta es totalmente del Señor, no tendrá ningún cuestionamiento durante las manifestaciones proféticas, por parte de quienes las reciben, porque “el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu...” (Romanos 8:16). Quizá alguien dirá: “¡Pero, el Señor no se equivoca!”. Y es cierto:¡Dios no se equivoca! Pero, estos dones espirituales son manifestados por medio de seres humanos imperfectos y falibles. La palabra profética fluye a través de un canal humano, y podría perfectamente darse tres tipos de profecías: Una prof ecí a que es totalmente del Espíritu de Dios . El
impacto de la voz de Dios es recibida porque viene avalada por la unción y el testimonio del Espíritu al alma de quien la recibe. Un a prof ecía totalmente dicha en la car ne; n o in spir ada . Esto no activa nada en la esfera espiritual y deja por Di os
una sensación de vacío en el corazón. No trasciende después que es dicha. Y si es analizada, no es considerada como Palabras del Espíritu. Un a pr ofecía de Di os, mezclada con al gun as expresiones
humanas. Este tipo de profecías, se reciben como de Dios,
porque dice cosas que solo el que lo recibe sabe que es 168
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verdad. Pero, deja un poco de duda, especialmente cuando la profecía “exige hacer alguna acción” que nos causa duda. En este caso, debemos “examinarlo todo y retener lo bueno” (1Tes.5:20-21) Por lo tanto, la razón para que sean juzgadas las profecías obedece a ese factor humano. Y dentro del Cuerpo de Cristo, otras personas también tienen el Espíritu de Dios, especialmente aquellos que tienen el ministerio profético, y por eso la Escritura dice: “y los demás juzguen.” Dentro del análisis de las profecías, es necesario estar en alerta frente a algunas situaciones particulares: Se da el caso que Dios puede usar a alguien en ciertas ocasiones para llevar un mensaje a una persona. Después, puede ocurrir que dichos individuos crean que pueden (y deben) ir dando mensajes a todas las personas. ¡Cuidado! ¡Aquellos que siempre están dando mensajes y profecías personales a toda persona que se les cruza por delante, y que no gozan de un buen testimonio de otros hombres de Dios, generalmente están equivocados; por regla general son personas fanáticas y peligrosas!
Satanás puede guiarlos y ciertamente lo hace. El resultado de esto es confusión y daño espiritual. Los principios de orden que deben regir las profecías.
El impacto entre la manifestación de lenguas (sin interpretación) y la profecía es diferente. Las lenguas – dice Pablo - son por señal a los incrédulos y la profecía es para los creyentes y de sorpresa para los incrédulos. El apóstol describe claramente la diferencia entre ambas manifestaciones: “De mod o que el hablar en lenguas es una señal... para los incrédulos; en cambio, la profecía... para los creyentes. Así que si toda la iglesia se reúne y todos 169
Dones y Ministerios hablan en lenguas, y entran algunos que no entienden o algunos incrédulos, ¿no dirán que ustedes están locos? Pero si un incrédulo o uno que no entiende entra cuando todos están profetizando, se sentirá convencido por todos de que es pecador y será juzgado por todos; y los secretos de su corazón quedarán al descubierto. Así que se postrará ante Dios y lo adorará, exclamando: „¡Dios está realmente entre ustedes!‟ (1Co.14:22-25 NVI).
En la actualidad es más frecuente observar el don de lenguas con interpretación que la profecía misma. Parece que se necesita mayor fe para hablar proféticamente (Rom.12:6), que la necesaria para hablar en lenguas y que otro interprete. El hablar en lenguas es un don más fácil de manifestar, que el de profecía. Porque un mensaje en otras lenguas, normalmente, es desconocido al orador y así no siente temor si se equivoca, porque la interpretación (que equivale a profecía) la realiza, por lo general otra persona. Pero el que profetiza asume todo el peso de la responsabilidad de sus palabras. Debe existir un orden y un respeto al momento de profetizar. Asuntos como hablar mientras otro habla es desorden. Por el contexto del pasaje se da a entender que los corintios tenían una idea engañosa respecto al dominio propio. Pensaban que cuánto más un hombre era tomado por el Espíritu de Dios, era llevado a un estado de éxtasis y a una casi pérdida completa de la conciencia y control de si mismo. Pablo es tajante en esto. Dentro del ordenamiento paulino, se deja establecido el hecho de que “los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas” (1Co.14:32). Esto quiere decir, que nadie puede ser llevado aparte de su consentimiento ni en contra de su voluntad. Esto lo dirá, probablemente, por el hecho de que los corintios, antes de su conversión, debido a su trasfondo 170
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idólatra y pagano “eran llevados a los ídolos mudos” (1Co.12:2). En tales manifestaciones demoníacas perdían por momentos la conciencia de si mismos. Tal situación ha ocurrido con los espiritistas o "médium" que son utilizados como instrumentos de los demonios, y después que estos se manifiestan en las sesiones, el “médium” no recuerda nada de lo que ha dicho. Pero, eso no ocurre en las manifestaciones espirituales, dentro del evangelio. El que profetiza, puede esperar para dar su mensaje, respetando incluso las jerarquías. Si alguien interrumpe una predicación bajo una supuesta "manifestación profética", eso no se ve bien. El predicador está como “profeta mayor”. Como esto sucedía en la iglesia de Corinto, el resultado era un desorden sospechoso para algunos hermanos. Los dos últimos consejos que da son relacionados con el hecho de lo saludable que eran las manifestaciones espirituales al interior de la iglesia. De su edificación y estímulo en la fe. Y por otro lado, del manejo y el empleo ordenado y decente de tales manifestaciones. Sus palabras finales y concluyentes son: “Así que hermanos míos, anhelen profetizar, y no prohíban que se hable en lenguas. Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden”
(1Co.14:39,40 NVI).
2.- El Don de Lenguas “... a otro, diversos géneros de lenguas” (1Corintios 12:10). “Porque el qu e habl a en l engu as, no habl a a los hombres, sino a Dios”. “Así que quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas,...” (1Corintios 14:2,5).
Nadie duda de la enseñanza de la Biblia sobre el don de "hablar en otras lenguas" (gr.: glosolalia). Durante la iglesia 171
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primitiva esta práctica era una realidad arraigada entre todos los creyentes del período apostólico. Sin embargo, estas manifestaciones de hablar en otras lenguas por el Espíritu, comenzaron paulatinamente a disminuir durante los primeros siglos. De acuerdo a los antecedentes históricos encontramos varias referencias a la glosolalia, aunque no es el don más aludido. Mayormente son mencionados los dones de sanidades y el don de profecía. Encontramos algunas evidencias de su manifestación durante el período de la Edad Media, al interior de los Monasterios. También la encontramos manifestada durante el siglo XVII en algunos grupos de cristianos post-reforma. Algunos autores creen que Martín Lutero hablaba en lenguas del Espíritu. Sin embargo, esta idea es poco probable. Este fenómeno carismático ha resurgido con fuerza desde inicios del siglo XX, en varios países del mundo y especialmente en Chile a partir del avivamiento de 1909, con sucesivas oleadas durante algunas décadas. Sin embargo, no ha sido un tema de aceptación común por todo el mundo cristiano. Por ser un asunto controversial, ha sido objeto de indiferencia, recelo, rechazo o de abierta aceptación por los distintos grupos evangélicos. Las actitudes, antes mencionadas obedecen al desconocimiento o conocimiento del don; como así mismo, en base al testimonio personal del "glosólalo". A fin de obtener una información más acabada, hemos realizado una investigación de campo a través de una encuesta a pastores pentecostales, para conocer el pensamiento respecto a este don. El “Don de hablar en otras lenguas” o “glosolalia” lo abordaremos desde tres puntos de vista. Las enseñanzas del Nuevo Testamento. Testimonios de la historia del avivamiento de 1909 en Valparaíso, Chile. 172
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Una encuesta de opinión realizada a pastores pentecostales. En base a estos tres aspectos arribaremos a algunas conclusiones.
I.- El origen bíblico de la Glosolalia. El Nuevo Testamento considera "el hablar en lenguas" o glosolalia como una señal que da Dios a la evidencia del Bautismo en el Espíritu Santo (Hch. 2:4; 10:45-47; 19:6). Este don tiene tres propósitos principales: , que Como una señ al del B auti smo en el Espí ritu Santo
debe ser común a todo cristiano al momento de ser bautizado con el Espíritu: “y esta s señales seguirán a los que creen:... hablarán nuevas lenguas” (Marcos 16:17). El don dirigido a Dios en un lenguaje devocional y (1Corintios personal que edifica la vida del creyente
14:4). Esto es lo que mayormente se expresa, por encima del mensaje profético. La capacidad de poder hablar en otras lenguas está disponible siempre a voluntad del glosólalo para que lo use libremente en sus devocionales. L a mani festación del don , acompañ ado de la interpretación, equi valente a prof ecía dir igida por el Espíritu (1Corintios14:13-14, 27). A diferencia del
lenguaje devocional de las lenguas, que se puede emplear a voluntad, la emisión de un mensaje en otras lenguas, que debe ser interpretado, requiere la manifestación e intervención directa del Espíritu Santo. Y cuando se manifiesta la unción para dar un mensaje profético, es muy notorio para aquel a quien Dios usa. Esto es así, porque viene una súbita inspiración y la unción del Espíritu para darlo en medio de la congregación, al igual que la profecía. Y la interpretación del mensaje equivale a profecía, con las 173
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mismas características de esta. Es decir, para: “edificación, exhortación y consolación”. Al hablar en lenguas, el espíritu humano y el Espíritu de Dios se encuentran, de modo que el creyente se comunica directamente con Dios, expresándose con el espíritu y no con la mente (1ªCorintios 14:2, 14). Esta oración es a favor de sí mismo o por los demás. En este punto debemos explicar la diferencia que existe entre la “señal de lenguas” y el “don (o géneros) de lenguas”. Digamos que: ¡No todo el que habla en lenguas tiene el don de lenguas! Esta declaración puede parecer absurda, pero no es así. La diferencia radica en las explicaciones de Pablo y lo que enseña Marcos. El evangelio de Marcos dice que todos los que creen, “hablarán en nuevas lenguas” (Marcos16:17). También, Pablo dice: “Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas...” (1Corintios 14:5). La Biblia de Jerusalén traduce: “deseo”. El verbo traducido “quisiera” o “deseo” en el griego es “Thelo”. Este verbo está en presente indicativo y no en condicional. Por tanto se debería traducir “Quiero”. Esto se ejemplifica en la sanidad del leproso. La Biblia dice: “Vino a él (Jesús) un leproso, rogándole... y le dijo: “Si quieres (gr.: ean theles) puedes limpiarme. Y Jesús,... le tocó, y le dijo: Quiero (gr.: Thelo), sé limpio” (Marcos 1:40-41). En
este caso sería incorrecto traducir condicionalmente la frase: “Quisiera que seas limpio”, por causa del contexto de Jesús y del leproso. La traducción de nuestra versión Reina-Valera, de manera condicional: “quisiera”, se explica por el contexto donde compara las “lenguas” con la “profecía”. Este pasaje podría ser traducido así: “Así que quiero que todos vosotros hablen en lenguas, pero mayormente que pro feticen”. Esto quiere decir que la “señal de las lenguas” es posible que todos la puedan 174
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manifestar como una señal abierta (Mc.16:17). Pero, el don de “géneros de lenguas” en el que fluyen varios idiomas y se pueden dar mensajes para ser interpretados como profecías, no es para todos (Ver 1Cor.12:11). Pablo establece claramente la diferencia. El hace una pregunta retórica (aquellas que llevan implícita una respuesta). El apóstol pregunta a los corintios: “¿Hablan Todos lenguas? ¿Interpretan todos?”. Obviamente, la respuesta es ¡No! (1Cor.12:30). La manifestación pública en la congregación, debe ir acompañada de una interpretación dada por el mismo Espíritu que aclare el significado del mensaje en el idioma local, lo que equivale a profecía. “Pero el que profetiza (o interpreta un mensaje en lenguas) habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación”... “Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. Porque si yo oro en lengua desconocida mi espíritu ora, per o mi entendimiento queda sin fruto” ... “Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete”( 1Cor.14:3; 13-14;
27-28). Las reglas de orden en su uso, también son enseñadas en el capítulo 14 de la primera carta a los Corintios. Esta debe regularse dentro de la congregación. El que habla en lenguas, no debe perder el control de sí mismo. Pablo dice: “Y los espíritus de los profetas (también se aplica al glosólalo) están sujetos a los profetas” (1Cor. 14:32). De este modo la manifestación resultará en la edificación del cuerpo de creyentes locales. En palabras de Harold Horton: "el don de lenguas cava una fuente en las mayores profundidades del
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espíritu regocijado, que libera un chorro de éxtasis, retenido por mucho tiempo, que alegra el corazón de Dios y del hombre".17
II.- El resurgimiento de la Glosolalia en el Movimiento Pentecostal Chileno. Este fenómeno también reapareció en el avivamiento de 1909, en la ciudad de Valparaíso, Chile. De esto dan abundantes testimonios los relatos históricos de la época. El pastor Willis C. Hoover, misionero norteamericano de la iglesia Metodista, fue el hombre que Dios usó para conducir este conocido despertamiento espiritual. El pastor Hoover, en su libro: "Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile" menciona varias manifestaciones sobrenaturales, tales como: llantos, risas, éxtasis, visiones, caídas y por supuesto, la manifestación de la glosolalia. Dentro de su testimonio el Rvdo. Hoover dice: "Tal vez la ofensa principal en estos casos ha sido la manifestación de lenguas extrañas y el hecho de que acompañaba y evidenciaba el bautismo con el Espíritu Santo".18 También el pastor Hoover relata en su libro la experiencia de una niña de 12 años quien, bajo el poder del Espíritu Santo, habló en lengua inglesa, siendo entendida por otra persona que conocía el idioma. Era un mensaje para su padre quien se resistía en darle permiso para ir a la iglesia. 19 En una investigación histórica sobre el movimiento pentecostal, realizada por Dean Helland y Alice Rasmussen en el libro Raíces Pentecostales de Chile, se cita el caso de la primera joven que habló en lenguas:
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H. Horton, Los Dones del Espíritu, Editorial Vida. Pág .115. W. C. Hoover, Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile, Pág. 34. 19 W. C. Hoover, op. cit., Pág. 46,47. 18
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Estaba sentada en una banca inclinándose hacia Mr. Hoover quien le sostenía de la espalda. Rosa Pino, Natalia de Arancibia y otros hermanos y hermanas ancianos de la iglesia le rodearon con admiración. Esta niña estaba hablando en lenguas y nadie entendía. Entonces le preguntaron a Mr. Hoover en qué idioma estaba hablando. 'Parece' -- dijo Mr. Hoover-- ser griego o hebreo'.20 El resultado de esta experiencia fue que una señora muy elegante, como la define la relatora, sintió que alguien la llamaba por su nombre. Después de esta experiencia, muchos comenzaron a hablar en lenguas.
III.- Opiniones actuales de pastores pentecostales respecto a la Glosolalia. Esta manifestación aún sigue vigente en las iglesias pentecostales y aún en las no pentecostales. Sin embargo, no existe una clara definición doctrinal y de práctica en los distintos grupos cristianos. De acuerdo a una investigación de campo, a 30 ministros pentecostales, obtuvimos las siguientes conclusiones: 1. El hablar en lenguas es reconocido abiertamente como un don del Espíritu Santo. 2. Un alto porcentaje de los pastores encuestados ha tenido la experiencia de hablar en otras lenguas por el Espíritu Santo. 3. Sin embargo, un gran número cree que no son fundamentales para el crecimiento espiritual y que no incide en la salvación, no asignándole utilidad práctica. 20
Dean M. Helland y Alice Rasmussen, Raíces Pentecostales de Chile, Pág.56 177
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4. Un alto porcentaje ve una relación directa entre el “Bautismo en el Espíritu” y el “Hablar en lenguas”. Pero, no existe una claridad absoluta sobre el tema. 5. Tampoco se establece una relación entre el hablar en lenguas y la santidad personal, y que la práctica devocional de la glosolalia no otorga un mayor grado de espiritualidad sobre aquel que manifiesta el don. 6. Como "Don Espiritual", muchos cristianos piensan que no se puede manejar a voluntad, sino que actúa solamente por intervención directa del Espíritu Santo. O sea, en términos populares: "¡Cuando el Espíritu lo visita!" o “¡El Espíritu lo toma!”. 7. En general, los miembros de las congregaciones no son incentivados por sus líderes a la búsqueda y uso del don. 8. Se estima que este don opera por el Espíritu Santo, sin intervención humana. Es decir, no es necesario tener reuniones especiales para buscar la llenura del Espíritu y hablar en otras lenguas por primera vez. 9. La mayoría de los pentecostales piensa que esto es exclusivo para la iglesia evangélica y niegan que esta manifestación entre los católicos sea de Dios. Respecto a esto se levantan grandes barreras de prejuicio. 10. La gran mayoría considera que este don es dado solo a algunos creyentes. Esto es en la práctica. Pero, se piensa que debería ser para todos. 11. Debido al desconocimiento bíblico tocante a este don del Espíritu, no se lo considera relevante para la iglesia de hoy. Es decir, existen otras manifestaciones a las cuales les asignan mayor valor espiritual.
Conclusión sobre la glosolalia. El hablar en lenguas o glosolalia, desde el punto de vista bíblico y práctico, nos permite llegar a las siguientes conclusiones: 178
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1. El hablar en lenguas es de Dios. 2. Se conserva el modelo original en la historia, de acuerdo a los propósitos bíblicos. Sea esto, lenguaje devocional o mensaje profético. 3. Existe desconocimiento bíblico tocante al tema. Por regla general, toda opinión se basa en la experiencia y en los testimonios. 4. Como resultado de la falta de conocimiento, no se le ha asignado el justo valor, llevando a la iglesia a perder una bendición dada para todos "los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare" (Hch. 2:39). ¡Permitamos al Señor enseñarle a la iglesia de hoy, el valor que corresponde a este don para la bendición y edificación del Cuerpo de Cristo!
3.- El Don de interpretación de lenguas. “... y a otro interpretación de lenguas” (1Corintios 12:10). “Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla” (1Corintios 14:13). “Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres,... y uno int erprete” (1Corintios 14:27).
El Don de interpretación de lenguas es el único don del Espíritu Santo que depende de otro para operar cuando se manifiesta. Cuando un mensaje en otras lenguas, es emitido nadie lo entiende, pero se hace entendible mediante el don de interpretación de lenguas. Entonces podemos decir, como su nombre lo indica, que la interpretación de lenguas es el complemento del don de lenguas. La manifestación del don de interpretación de lenguas, la podemos definir como la demostración sobrenatural por el Espíritu Santo del significado de un mensaje en otras lenguas. 179
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En otras palabras, la interpretación de lenguas hace inteligible a los oyentes el significado del mensaje emitido en otras lenguas. El resultado equivale a una profecía, que “edifica, exhorta y consuela” (1Cor.14:3). Y Pablo así lo expresa: “porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser qu e las in terprete para que la iglesia reciba edificación” (1Cor.14:5)
Dejemos en claro que este don no es “traducción” de lenguas, sino “interpretación” de lenguas. Es decir capta el sentido general de lo que el Espíritu está diciendo, y no es una traducción palabra por palabra. Esto se aprecia cuando alguien emite una declaración profética en otras lenguas. Al momento de hacer la interpretación, esta puede ser más larga o más corta de lo dicho en lenguas. Como es interpretación por el Espíritu, el mismo Espíritu guiará al intérprete para decir el significado de las lenguas. Y a veces, suele suceder que la interpretación del mensaje es más larga o más breve, según sea el caso. Por tanto, no debemos extrañarnos o dudar de que si esto es correcto o no lo es. Lo más importante es el contenido del mensaje que sea del Espíritu, y que traiga claridad del significado de éste. Existe una interrelación entre los tres dones de inspiración profética, lenguas e interpretación de lenguas. Puede suceder, durante una manifestación, que si una persona interpreta lenguas, también el Señor la use en profecía, y de hecho se puede dar el caso que termine la interpretación y siga en profecía. Aquellos que tienen la sutileza pueden captar la diferencia, entre la interpretación de lenguas y la profecía. Al momento de profetizar las palabras adquieren mayor autoridad y más unción del Espíritu. Algunos autores creen que al momento de interpretar ni siquiera es necesario atenerse al mensaje en lenguas cuando se éste se está emitiendo. Que estos dones funcionan de manera 180
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independiente el uno del otro. A mi juicio, eso es una exageración que no tiene sustento bíblico ni práctico. Como hemos explicado anteriormente, para profetizar se necesita mayor fe que para dar un mensaje en lenguas. Porque la persona con el don de lenguas puede apoyarse en el que interpreta y viceversa. Pero, la persona que tiene el don de profecía tiene que tener la suficiente fe sólo para empezar a hablar lo que ha recibido. Entonces, dejemos establecido el hecho de que los géneros de lenguas y la interpretación operan juntos y su resultado es una profecía. En consecuencia, los tres dones de inspiración estarán sujetos, durante su manifestación pública, al orden que establece Pablo en el capítulo 14 de 1ª Corintios. En síntesis, los principios de orden y uso de los dones orales son los siguientes: Si uno habla en lenguas, debe pedir en oración el don de interpretación de lenguas (14:13). Se pueden dar como máximo tres mensajes en lenguas, pero una misma persona debe ser intérprete de ellos (14:27). Si no hay intérprete en la iglesia, no se debe insistir en darlo, pues, nadie sería edificado (14:28). Todo mensaje, sea profecía o interpretación de lenguas debe ser juzgado por otros profetas (14:29). En un culto público, si se manifiesta el espíritu profético, todos aquellos en los que se manifiesta pueden profetizar o dar mensajes en lenguas ordenadamente y por turno (14:31). Los que hablan inspiradamente, profecías o en lenguas, deben tener el control de su espíritu, para no traer confusión a los que reciben su mensaje (14:32-33). 181
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Es bueno y saludable para una iglesia manifestar constantemente los dones de inspiración profética, pero, todo debe ser hecho decentemente y en orden (14:39-40).
La interpretación de lenguas en la vida privada y en el ministerio público Los dones de Lenguas e interpretación operan tanto en la vida devocional privada, como en el ministerio público. Traen gran edificación personal y por cierto, bendicen a la congregación cuando se manifiestan. Estas ideas, del empleo privado y público, las explicaremos y aplicaremos en ambos aspectos. En relación a esto el apóstol entrega la siguiente instrucción: “Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla” (1Cor. 14:13).
De acuerdo con este versículo, aquellos que hablan en otras lenguas del Espíritu, son instruidos para orar por el don de interpretación. La razón para hacerlo es doble: En primer lugar , si uno manifiesta continuamente el don de
lenguas, puede ayudarse más ampliamente en su vida devocional si entiende las cosas que ora en otras lenguas, que pueden ser “misterios de Dios” (1Cor.14:2). Es decir, la glosolalia y la interpretación traen “revelación espiritual”. Pero, si no es así, Pablo dice que: “el entendimiento queda sin fruto” (1Cor.14:14). He conversado con hermanos que me han dicho que les llama la atención cuando se dice que “uno no entiende las lenguas”, porque nunca ha sido su caso. Es decir, estos hermanos, cuando fueron bautizados en el Espíritu Santo, recibieron juntamente la capacidad para entender las lenguas. Sin embargo, eso es la excepción y no es la experiencia común de todos los glosólalos. 182
Dones y Ministerios En segundo lugar, podrá interpretar los mensajes que se dan
durante una reunión de ministerio público, para edificar a la iglesia. Pues, como dijimos, la interpretación de lenguas equivale a profecía. Por regla general, cuando alguien ha desarrollado ampliamente el don de interpretación, es capaz de entender la mayoría de las lenguas, aunque no todas deben ser interpretadas. En este sentido existen dos razones: Primero, para que una emisión en lenguas deba ser interpretada, el intérprete debe recibir el impulso del Espíritu para hacerlo y segundo, la mayoría de las veces, el glosólalo emplea un lenguaje devocional hacia Dios, que es personal. Pablo dijo: “Porque el que habla en lenguas (devocionales) no habla a los hombres, sino a Dios” (1Cor.14:2). Pero, también un intérprete a veces no entiende todas las lenguas del Espíritu que escucha, y como nos ocurre a la mayoría de los que hablamos en lenguas, “nuestro espíritu ora, pero nuestro entendimiento queda sin frut o”, porque nuestra mente no lo entiende (1Cor.14:14). Una experiencia personal . Me encontraba junto a un grupo
de estudiantes del seminario durante una clase de finalización de año. Iniciamos la clase con una oración. Yo comencé a orar en lenguas, y otro hermano comenzó a interpretar mi oración. Esta era una oración devocional y no un mensaje en lenguas. Mi esposa, estaba fuera de la sala, y escuchaba que yo oraba en lenguas, pero le llamaba la atención que otro hermano, oraba de la misma manera en que yo lo hacía en castellano. Decía: “sé que es mi esposo que ora en lenguas, pero el otro hermano ora igual que él”. Al terminar la oración, le pregunté al hermano si me estaba interpretando la oración, y me informó que efectivamente lo había hecho. Cuando finalizó la clase y con ello el término de la materia, correspondían las palabras de despedida del curso. Hicimos oración y nuevamente se manifestó el Espíritu Santo, 183
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usando a varios estudiantes para dar mensajes en lenguas, y el mismo hermano interpretaba. En un momento ocurrió un hecho muy curioso. Uno de los estudiantes, en medio de este ambiente espiritual, pidió la palabra. Cuando se le concedió, se dirigió hacia mí y me dijo: “¡Profesor, quiero decirle algo!”. Tras decir estas palabras, comenzó a hablarme en lenguas y el otro hermano procedió a interpretarlas. Pero, lo que más llamó mi atención fue que, no era el Espíritu quien me hablaba, sino que el propio hermano me hablaba desde su corazón, pero en otras lenguas. Y lo que me decía era: “¡Estoy agradecido por las clases que he recibido, y de la bendición que ha sido tenerlo como maestro!, y agregó otras palabras de elogio a mi persona y a la materia enseñada. Y cuando me dijo eso, el Espíritu continuó hablando, y me entregó un mensaje del Señor para mi vida. Esta experiencia me ha hecho entender que esta manifestación inspirada puede tener varias aristas de edificación y por cierto, esta vivencia espiritual ha quedado gratamente guardada en el “baúl” de los recuerdos del corazón. El segundo principio de orden, habla acerca de la cantidad de mensajes y de la forma de hacerlo. El apóstol dice: “Si alguno habla en lengua extraña, sea esto por dos , o a lo más tres y por tur no ; y uno interprete ”
(14:27).
Este versículo establece tres cosas: (1) La cantidad de mensajes en lenguas durante un culto público. (2) La manera de hacerlo, que sea “por turno” y (3) que uno solo sea el intérprete de los que emiten los mensajes en lenguas. La razón para hacerlo “por turno” era que si todos hablaban simultáneamente, produciría confusión. Lo mismo cuando dice que “uno interprete”, esto podría traer desorden. Con estas palabras, el apóstol advierte a los corintios (y a nosotros) para que no haya interpretaciones competitivas. Aparentemente ese era uno de los problemas al 184
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interior de la iglesia de Corinto. Luego afirma: “pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz” (14:33). La cantidad limitada de mensajes es algo prudente, porque el abuso de la profecía, las lenguas e interpretación a veces traen mucha confusión. ¿Por qué dice que un mensaje debe ser dado por “dos, o a lo más tres”? Al limitar a un máximo de tres, demuestra que estas manifestaciones, por más edificantes se sean, formaban solo parte del culto, y no eran lo central del culto. Pablo ya lo ha mencionado previamente: “¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación” (14:26).
Si interpretamos y aplicamos las palabras de Pablo, el culto público debe contener los siguientes elementos para alcanzar la edificación de los creyentes: Alabanzas (Salmos. La palabra griega“salmoi” significa “Cántico acompañado de un instrumento musical”). Enseñanza o predicación (doctrina). Revelaciones (a través de los dones de revelación). Mensajes de profecía y lenguas con su interpretación. Por la experiencia observada, cuando se dan varios mensajes en lenguas durante un culto, estos no se contradicen, sino que se complementan y relacionan en lo que dicen. Además, recordemos que un mensaje en otras lenguas puede ser auto interpretado o interpretado por otra persona independiente. El último principio demuestra cuán bueno y saludable es para una iglesia gozar constantemente de las manifestaciones de inspiración profética, pero también recalca que todo debe ser hecho decentemente y en orden. 185
Dones y Ministerios “Así que hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas; pero hágase todo decentemente y en orden” (14:39-40)
Un asunto es claro: las profecías, las lenguas y toda manifestación del Espíritu Santo en nuestras congregaciones son saludables y edificantes. Pero, también conlleva responsabilidad, fe y buena administración en el uso. El apóstol Pablo le dijo a los Efesios: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios...” (Efesios 4:30). ¿Qué cosas podrían entristecer a la persona del Espíritu Santo? Esta respuesta es muy amplia. Pero, existen tres áreas que le ofenden. Estas son el pecado, la desobediencia y la negligencia espiritual. Pero, como estamos hablando de los dones de inspiración, enfatizaremos la negligencia espiritual. Si Pablo incentiva en el capítulo 14 a buscar los dones espirituales, especialmente la profecía (14:1, 5,12), el hecho de “impedir las lenguas” y el que se “apague al Espíritu y se menosprecien las profecías” (1Tes.5:19-20) se comete un pecado de negligencia, que contrista al Espíritu Santo. También está el hecho de no actuar en fe en el momento oportuno, cuando se emite un mensaje en lenguas. Si una persona está dando un mensaje en lenguas, y otra a quien Dios usa en el don de interpretación, este debe inmediatamente empezar a “sintonizarse” con el Espíritu, si aún no lo está, porque el Señor podría querer usarle a él en la operación de ese don. El no hacerlo, es negligencia espiritual, y eso “contrista al Espíritu”. Una experiencia personal: Fui invitado para ministrar en una vigilia durante toda la noche. Había unas dos mil personas reunidas en esa ocasión. En un momento, el Espíritu me usó para dar un mensaje en lenguas. Después de emitirlo, pregunté si había alguien, entre los asistentes, que pudiera dar la interpretación al mensaje. Penosamente, nadie se paró para dar 186
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la interpretación. Si el Espíritu habló era evidente que había más de alguno que fuera capaz de interpretar el mensaje. Entonces, aquí hubo tres cosas: Hubo desconocimiento del tema, hubo falta de fe y hubo negligencia espiritual. ¡Si no nos sintonizamos y disponemos al Espíritu para ser usados, nada se activará en nosotros!
IV. LOS DONES DE PODER Al igual que en los dones de revelación, observamos en las manifestaciones de poder una combinación de dones que resulta difícil determinar con claridad. Pero, el denominador común es un poder manifiesto. El don de fe es el mayor de los dones de poder. Es un don del Espíritu que produce milagros. Así como para hacer milagros se necesita la fe. Lo mismo sucede entre los dones de sanidades y el don de milagros. ¿Cuándo es una sanidad y cuándo es un milagro? ¿Qué rol juega la fe para que esa manifestación sobrenatural se haga evidente? Resulta obvio que no debemos ser dogmáticos en nuestras afirmaciones. Por ejemplo: se ora por un muchacho que tiene los pies deformes. Como resultado Dios le sana y restaura sus pies a la normalidad. ¿Qué es eso? ¿Una sanidad o un milagro?. La respuesta es que no importa qué sea. Lo importante son los resultados obtenidos que ayudarán y edificarán la iglesia. No obstante, para nuestro análisis, seguiremos el mismo esquema anterior en la explicación de cada don por separado.
1. El don de fe. " A otr o fe por el mismo Espí ritu..." (1ªCorintios 12:9).
El don de fe no se refiere a la fe para salvación, ni al fruto de la fe, que está relacionado con la fidelidad, sino que es un don 187
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de manifestación. Es decir, es una fe especial que va más allá de la medida de fe común que todos los creyentes poseen. El don de fe se define como una manifestación, que imparte la convicción sobrenatural, y en contra de todas las imposibilidades, de creer que Dios hará un milagro. En otras palabras, el don de fe nos ayuda a creer, aquello que en forma natural no creeríamos. Un ejemplo bíblico, es el caso del paralítico que era puesto a mendigar en la puerta del templo, llamada La Hermosa en Jerusalén (Hechos 3:1-11). En este relato vemos que existe una condición imposible (un cojo de nacimiento). Es manifestado el don de fe, y se ofrece una solución al cojo: "...en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda" (Hch.3:6). El resultado fue muy evidente y sobrenatural. El cojo entro con los apóstoles “en el templo, andando y saltando y alabando a Dios” (Hch.3:8). Algunos dirán que fue un milagro, y otros que fue una sanidad. Algo es cierto; actuó una fe sobrenatural para que ocurriera.. Lo más probable que este cojo estaba allí hacía mucho tiempo, y no era desconocido para los apóstoles, ni para el mismo Señor. Se dice que tenía más de 40 años (Hechos 4:22). ¿Por qué no fue sanado bajo el ministerio del Señor o por los apóstoles antes de este momento histórico? No tenemos respuesta para esta pregunta. Solo podemos decir que fue realizado bajo la soberanía de Dios y por medio de la manifestación del don de fe.
Dos experiencias personales Primera: "Me encontraba dictando una clase. Al momento de terminar, solicité a un estudiante que la despidiera. Mientras el alumno oraba con una oración muy formal, sentí en mi espíritu que había una necesidad que suplir. Una vez finalizada su oración, hice mención de esto al grupo, e inmediatamente una 188
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hermana, con sus ojos llenos de preocupación me señaló su necesidad. Algo brotó dentro de mi que me animó a asegurarle que pasara adelante, porque Dios le supliría su necesidad en esos momentos. A continuación otro hermano dijo: "Pastor, yo necesito un trabajo". Nuevamente, brotó ese impulso interno dentro de mí: "¡Pase, el Señor en esta noche le da un trabajo!". No era solo un buen deseo, era una afirmación con seguridad. Otro hermano dijo: "Mi hijo está enfermo". La misma convicción brotó: "¡Ven, el Señor lo sana ahora!". Así sucesivamente cada uno de los hermanos manifestó sus necesidades. Cuando oramos descendió sobre los que allí estábamos esa convicción que ya había sido hecho lo que pedimos. Todos podíamos creerlo, sin ninguna duda. Lo mas curioso fue que, una vez terminada la oración, experimenté una sensación similar cuando a una pelota se le quita el aire. A los pocos minutos, de estar encendido en fe, volví a mi "estado natural".
Segunda: Estábamos reunidos en la iglesia. El pastor estaba ministrando la Palabra con gran autoridad. Hablaba acerca de la fe. La misma predicación aumentaba la fe de los creyentes. Pero ese día ocurrió algo especial. Espiritualmente los cielos fueron abiertos, y todos podíamos creer en el poder de Dios para suplir cualquier necesidad presente. Fue un culto especial. En aquellos días apareció una noticia en los medios de comunicación que daba cuenta de la presencia de un enorme cardumen de peces en la zona norte de nuestro país. Las noticias informaban que las pesqueras se dirigían con sus embarcaciones directamente al cardumen. La pesca era directa, sin utilizar las redes para pescar. Los barcos pesqueros tiraban directamente las mangas que succionaban los peces que llegaban a las bodegas de las embarcaciones. Fue un momento especial para la industria pesquera nacional. 189
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Durante el desarrollo del culto, la Palabra había penetrado en lo más profundo de nuestro ser. Mi espíritu había captado que estábamos siendo testigos de la manifestación de un don de fe, que necesitaba ser expresado. El pastor terminó de predicar y me traspasó el servicio. Me dijo: ¡Pastor Eugenio, ore usted!. El nivel de espiritualidad estaba muy alto. Dios estaba presente en esa reunión, de manera manifiesta. Antes de orar, expliqué a la congregación lo que estaba ocurriendo en esos momentos. Para ello utilicé el ejemplo del gran cardumen de peces, cuya cosecha estaba abierta a todo barco que se pusiera encima de él y podía succionar por las mangas los peces. Así lo apliqué a la iglesia. Era el momento de pedir al Señor, en santidad, cualquier petición porque Dios la respondería. Desafié a los hermanos a creer y a pedir. Esa noche, la gente pedía casas, automóviles, finanzas, dones espirituales, consolidaciones de matrimonios y de familias. Era "una gran oportunidad de ver a Dios en acción". Luego oramos, y todos tuvimos lo que deseaba nuestro corazón. Los testimonios posteriores fueron realmente muy elocuentes. Lo sobrenatural fue el hecho, que aunque siempre pedimos estas necesidades, esa noche había convicción de que todo lo que dijéramos o pidiéramos en el nombre del Señor, sería cumplido. ¡A Dios sea la Gloria!
2. El don de milagros. " A otro, el h acer mi lagros" (1ªCorintios 12:10).
El término griego traducido milagro es "dynameis". En el Nuevo Testamento (VRV), esta palabra es traducida además como: Poder, Potencia, Potestad, Poderosamente, Virtud, Maravilla, Fuerza, Facultad, Esfuerzo, Eficacia, y Valor. Todos estos términos están asociados a la idea de acción y autoridad. En ellos se aprecia el poder divino, que es superior al orden natural y a las fuerzas humanas. 190
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El hacer milagros se define como la suspensión temporal de las leyes naturales, mediante la intervención de un poder sobrenatural y divino.
Los milagros más conocidos del Antiguo Testamento son: La abertura del Mar Rojo (Éxodo 14:21-28). Moisés sacó agua de la peña (Éxodo 17:1-6) El sol que se detiene a la orden de Josué (Josué 10:12-13). Elías hizo descender fuego del cielo (1ª Reyes 18:37-38). Eliseo hizo flotar el hierro de un hacha. (2ª Reyes 6:1-7).
Los milagros del Nuevo Testamento, realizados por Cristo y por la iglesia primitiva son: El agua se convierte en vino (Juan 2:1-11). La tempestad calmada (Mateo 8:23-26). Jesús y Pedro caminan sobre el agua (Mateo 14:22-31). La multiplicación de los panes (Juan 6:5-14). Los apóstoles fueron liberados de la cárcel (Hechos 5:1720; 12:5-17). Pablo decretó ceguera sobre un enemigo del evangelio (Hechos 13:6-11). Pablo fue salvado de morir por la picadura de una serpiente (Hechos 28:1-6). Ya hemos mencionado que a veces se mezcla la idea de milagros con grandes sanidades y expulsión de demonios. De ahí que algunos autores, afirman que el echar fuera demonios está incluido dentro del don de hacer milagros. En Hechos 19:11-12, leemos lo siguiente: “Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que...las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían”.
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La conclusión a que podemos llegar sobre los dones de poder es que no debemos ser dogmáticos en nuestras afirmaciones. Estos dones se entrelazan en su manifestación. Para todo aquel que sirve en el Reino de Dios, lo más importante es saber que Dios le respaldará, ante cualquier necesidad o poder enemigo, con una manifestación mayor de su gracia.
2. Los Dones de Sanidad Divina. " a otr o... dones de sani dades por el mismo Espíritu" (1Corinti os 12:9).
Los "Dones de sanidades" son una de las manifestaciones más vistosas y necesarias, debido a la gran cantidad de enfermos y enfermedades con las cuales nos enfrentamos continuamente. Por esta razón, me extenderé un poco más en el desarrollo del ministerio y los Dones de sanidades.
El ministerio de la sanidad divina. Jesús prometió, antes de su ascensión, que a sus discípulos los acompañarían, la manifestación de señales milagrosas en la predicación del Evangelio (Marcos 16:1818). Hoy en día, tales señales no las vemos operando en la medida que nos enseña la Biblia. ¿Cuál es el rol de sanidad divina en la iglesia actual? ¿Qué podemos esperar tocante a los milagros? Las señales, ¿están limitadas sólo a los ministros ungidos? Estas son preguntas importantes, que debemos responder cuando hablamos de los dones de sanidades.
El problema de la salud. El problema de la salud humana ha existido desde el principio del tiempo. Esto ha sido un flagelo que ha azotado a 192
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todas las civilizaciones. La historia contiene muchas referencias a la práctica de la medicina para aliviar las enfermedades. En la antigüedad los dioses paganos eran invocados en demanda de salud. El dolor era considerado como la obra de espíritus malignos. Por tanto, tal o cual encantamiento era la cura prescrita. El paganismo tiene sus encantamientos, el hinduismo sus yoguis, y el satanismo sus brujerías. Por otro lado, de acuerdo a las investigaciones, tanto científicas como bíblicas, se sabe que el origen de las enfermedades varía dependiendo de múltiples factores. No sólo obedece a factores espirituales; también los hay físicos, hereditarios y psíquicos. La ciencia médica es amplia en algunas áreas del conocimiento, pero también es limitada en otros aspectos. Muchos médicos reconocen que ellos no sanan, antes bien ayudan al paciente para que alcance la salud, ya sea por tratamientos o medicinas prescritas. Mucho en la práctica de la medicina dependerá del trato del médico con su paciente, que le ayuda a cambiar de actitud frente a la enfermedad.
La Sanidad Divina. Algunos creen que toda sanidad es divina. En un sentido esta afirmación es verdadera. A menudo la salud es obtenida mediante el uso de medios naturales como el descanso, el sueño y la alimentación. Dios ha puesto en el cuerpo humano maravillosas capacidades de recuperación. Aunque son los médicos que vendan las heridas o prescriben medicinas, al final es Dios quien sana. Desde esta perspectiva, valoramos el aporte científico, el desarrollo tecnológico y farmacológico que ha alcanzado la medicina tradicional. El concepto de “Sanidad Divina”, se refiere a la habilidad dada por el Espíritu Santo para sanar a los enfermos, a través de la oración, aparte de los medios 193
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naturales y de la habilidad del hombre. En otras palabras, la sanidad divina es la continuación del ministerio ejercido por el Señor Jesucristo, el ungido por excelencia, cuando estuvo en la tierra. El apóstol Pedro anunció esta verdad: “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38). Es la manifestación del poder de Jesús
para sanar. Las sanidades obradas por Jesucristo en los evangelios dan testimonio de su realidad. El ministerio de la sanidad divina opera básicamente a través de la unción y los dones espirituales descritos en la Biblia. El Espíritu Santo capacita a algunos miembros del cuerpo de Cristo con estos dones a fin de extender la naturaleza misericordiosa de Dios hacia los enfermos. Así como ocurrió en la época de Jesús, así también muchos enfermos acuden hoy a la iglesia para la sanidad física. Al igual que entonces, los dones de sanidades son los primeros dones de poder que han sido ejercidos en los albores del Movimiento Pentecostal. Y según la historia, fue el último de los dones que desapareció en la iglesia durante los primeros siglos. El factor milagroso es destacado en el libro de Los Hechos de los Apóstoles. En el Capítulo 5:12-16 dice: “Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo... y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres; tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aún de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados”. 194
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El pasaje anterior nos habla de una gran cantidad de personas enfermas dispuestas en las calles. Veían en la iglesia su esperanza de ser sanada. El ministerio o servicio espiritual, hacia los necesitados, era de sanidad de las enfermedades y liberación de espíritus malignos. El ministerio y los dones de poder para sanar las enfermedades era la principal medicina de la iglesia cristiana, hasta que llegó paulatinamente a desaparecer en los siglos posteriores debido, principalmente a la incredulidad humana. En el libro de Santiago, su autor instruye a los ancianos, tocante al tema. El apóstol dice: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará...” (Santiago
5:15). De acuerdo al pasaje, el apóstol entrega una forma para ser practicada permanentemente al interior de la iglesia. Por lo tanto, corresponde a la iglesia seguir administrando la sanidad sobre los enfermos de acuerdo a los dones e instrucciones entregados para beneficio de los enfermos.
La base bíblica para esperar que ocurran milagros. Las evidencias bíblicas sobre la sanidad divina son múltiples. Un estudio desprejuiciado de la enseñanza de la Biblia sobre el tema de la sanidad, nos permitirá establecer la base de conocimiento. El conocimiento bien fundado, producirá la fe para creer y la creencia correcta traerá la unción del Espíritu Santo con resultado sobre los enfermos: ¡Ellos serán sanados! Consideremos la base general sobre la que se funda esta doctrina.
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1. Jesús cargó en la cruz con nuestras enfermedades y dolencias.
El profeta Isaías lo predice claramente. En la conocida porción del cántico del Siervo sufriente de Jehová, el profeta declara: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores... y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:4-5). Isaías al usar el pronombre
“nosotros” y “nuestros” se identifica con el Mesías que sufre vicariamente, y se ve a sí mismo como un hijo de su pueblo. La aplicación que hace el Nuevo Testamento a este pasaje está referido a la obra sanadora de Jesucristo, como el cumplimiento profético, y al “nosotros” como a la iglesia. El evangelista Mateo en su evangelio dice: “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: „El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias” (Mateo 8:16-17).
Asimismo, el apóstol Pedro visualiza esta profecía mesiánica con aplicación a los dos aspectos principales de la obra de Cristo: perdón de pecados y sanidad física; ambos como resultado de la obra expiatoria. El dice en su carta: “... quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”
(1ªPedro 2:24). Todo beneficio o bendición espiritual de Dios; ya sea perdón, fortaleza, llenura del Espíritu, sanidad, esperanza, dones, crecimiento, provisión, visión espiritual, y conocimiento, están canalizados por medio de la obra expiatoria de Cristo. Todo lo podemos recibir a través de la fe.
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2.- Jesús prometió a sus discípulos que estas señales les seguirían como manifestación de la verdad que predicarían .
“...y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios... sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán” (Marcos
16:17-18). La gran comisión de llevar el mensaje del evangelio a todas las naciones (gr. etnias) sería respaldado por evidentes señales milagrosas. Las señales han sido denominadas como “las campanas que Dios usa para llamar a los hombres al evangelio”. Los testimonios de cientos de miles de personas que aseguran haber sido sanadas por medio de la oración, son el más efectivo argumento que prueba esta verdad evangélica. De acuerdo a las estadísticas, un porcentaje considerable ha llegado a Cristo, por motivo de alguna sanidad obtenida en un culto cristiano. 3. Jesús dejó abierta la posibilidad para un despliegue aún mayor de su propio poder.
Ante la incredulidad de sus discípulos, Jesús respondió con palabras de estímulo. Les dijo: “De cierto,...os digo: El que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre” (Juan 14:12).
Las obras mayores se refieren a sus milagros de sanidad, liberación, resurrección de muertos, multiplicación de alimentos, entre otras más. Este versículo nos demuestra hasta qué punto, el Señor se compadecía de sus discípulos a causa de sus debilidades. Jesús percibió que ellos estaban afligidos y tristes frente a la perspectiva de quedar solos en el mundo, sin la compañía del 197
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Maestro. Ellos fueron fortalecidos con esta promesa. Los discípulos la creyeron y fueron usados por Dios con gran poder en su propia generación. El hecho significativo es que este poder está disponible para todo aquel que cree en sus palabras. Esto demuestra el espíritu de generosidad de Jesús. El interés del Espíritu Santo en continuar la obra, por medio de hombres que aceptan el desafío de creer que sus afirmaciones son ciertas. Cuando usa la expresión: “...y aún mayores (obras) hará”, se refiere a una mayor cantidad que calidad de obras. Por ejemplo, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, nada se nos dice de la resurrección de un muerto de cuatro días de fallecido, como lo hizo Jesús en el caso de Lázaro. Por otro lado, ninguno de los sermones que Jesucristo predicó convirtió a tres mil personas en un solo día, como sucedió en Pentecostés (Hechos 2). Hoy la gracia del Señor sigue activa a través del ministerio y los dones de sanidad divina. Es muy frecuente observar durante los cultos, una gran variedad de modos y formas en que el Espíritu Santo obra en sanidades. Por ejemplo: Cuando oramos por una persona enferma, constatamos de inmediato su testimonio de sanidad. Cuando se llama a la siguiente persona que espera por oración, ella ya ha sido sanada, sin siquiera orar. En ocasiones, el Espíritu toca más lentamente a la persona enferma. Aveces tarda algunos minutos. De ahí que se hace necesario esperar y no interrumpir al Espíritu. En cierta oportunidad, oré por una persona en una iglesia. Cuando terminé de orar le pregunté: ¡¿Cómo se siente?! Y la voz del Espíritu me dijo con autoridad: “¡No me interrumpas, aún no he terminado!” Es necesario respetar la acción del Espíritu del Señor. En definitiva es el Espíritu quien dispone y es el soberano de la Iglesia. En otra ocasión, estaba orando por el mensaje, después de predicar, y el Espíritu me dice: “¡Los he sanado a todos!”. No habíamos orado por sanidad. Ni 198
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siquiera lo había mencionado. Pedí que pasaran a dar testimonio de sanidad, y 22 personas testificaron que fueron sanadas, sin orar por los enfermos. Los testimonios recibidos fueron muy variados y algunos casos fueron sanidades destacadas. ¡Cuando permitimos que el Espíritu Santo nos use, el despliegue en sanidades es mucho mayor! 4. Jesús, por su naturaleza divina y glorificada, no cambiará nunca.
El autor de la Epístola a los Hebreos es categórico cuando anuncia: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8). La verdad de que Jesucristo no cambia, es el ancla segura de la fe en el ejercicio del ministerio de sanidad divina. Durante su ministerio terrenal, el Hijo de Dios siempre “sanaba a todos”, “sanaba a cada uno de ellos” y agrega: “cuantos le tocaron quedaron sanos”. Esto significa, para todo buscador de la verdad, que nadie puede sentirse satisfecho hasta alcanzar, por medio de la unción de Dios, los mismos beneficios ofrecidos por Jesucristo. Es decir, ser hechos participantes de “los poderes del siglo venidero”, inaugurados con la venida de Cristo al mundo (Hebreos 6:4-5). El problema de por qué no sanan todos los enfermos.
¿Es la enfermedad la voluntad de Dios? ¡No!. La Biblia Biblia dice que todo don perfecto viene de Dios (Santiago 1:17), y lo malo del maligno. Satanás usa el mal para controlar y destruir al hombre. Desde el punto de vista bíblico las causas de la enfermedad, básicamente son tres:
Satanás puede causar enfermedades mediante el poder de los demonios. Reconocemos que no toda enfermedad es atribuible directamente a los demonios. Pero, sin duda también los 199
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espíritus malignos son causantes de enfermedades. Me recuerdo el caso de una joven que tenía un serio problema en su estómago. Su rostro estaba pálido y demacrado. Mientras oraba por ella en la iglesia, la joven se puso a llorar, y me dijo: ¡Pastor, siento una voz que me dice: “por qué me echas de ti, si tú misma me invitaste in vitaste a estar contigo”! Con eso entendí que era un espíritu maligno de enfermedad, y le ordené salir de ella. A los pocos minutos se puso en pié completamente sana, con un rostro rozagante. El causante de su enfermedad era el poder demoníaco.
Existen causas que son el resultado de la caída. La caída del hombre comportó alteraciones en todo orden. De alguna manera, el ser humano quedó más propenso a las enfermedades. El cuerpo humano se enferma más que el de los animales. Las causas naturales afectan en distintos grados los cuerpos de las personas. Incluso, se enferman hasta siervos de Dios de cáncer, y otras enfermedades catastróficas. Y eso no significa que sea necesariamente una señal del castigo divino.
El pecado puede provocar la enfermedad como castigo o consecuencia . En este sentido, también es real. Dios puede castigar con juicio de enfermedad como lo hizo en ocasiones con los israelitas y con María, la hermana de Moisés, al herirla con lepra (Números 16:46,49). Elimás, el mago, fue herido con ceguera como castigo de Dios (Hechos 13:8,11). También, algunos hermanos en la iglesia de Corinto fueron afectados como castigo de Dios por su indignidad en la Cena del Señor. Pablo dice: “Por eso hay entre ustedes muchos débiles y enfermos, e incluso varios han muerto” (1ªCorintios 11:30 NVI). 200
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La enfermedad trae como resultado: dolor, sufrimiento y muerte. Ninguno de estos efectos son resultados de la gracia. Sin embargo, Dios puede ocupar la enfermedad para producir beneficios. No todo creyente cre yente enfermo necesariamente está en pecado. Si alguno está en pecado, Dios permite que esta situación le ayude para corregirlo en alguna área de su vida espiritual. La realidad es que las enfermedades estarán con nosotros hasta que Jesús venga!.
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Capitulo Nueve
os Dones del Ministerio L os Dentro del Cuerpo (Romanos 12:6-8) "De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o se de servicio en servir; el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. "... después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas" 1Corintios 12:28.
E
n este pasaje encontramos una variedad de dones que reflejan una amplia gama caracterizada por el servicio, conducción y edificación de la gente. En esta sección haremos el comentario de aquellos dones que no hemos mencionados anteriormente. Estos Dones Espirituales, no se caracterizan por la espectacularidad, por el contrario, son dones de servicio, pero igualmente preciosos y útiles dentro del cuerpo de Cristo. Consideremos estos dones, entremezclados en la lista de Romanos 12 y 1 Corintios 12:28. 203
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ADMINISTRACIÓN (GOBIERNO). " L os que admini admini stran..." tran..." (1Cori (1Cori ntios 12:28). 12:28).
El don de Administración es una capacitación especial que Dios concede a algunos miembros del Cuerpo de Cristo de entender claramente las metas a corto y largo alcance de una parte del Cuerpo de Cristo y de encontrar y poner en práctica práctica planes planes de acción acción para alcanzar alcanzar esas metas. metas. Stanley Horton en su libro El Espírit Espíritu u Santo revelado revelado en la Biblia Biblia, comenta respecto a este don de administración: Probablement Probablementee éste era el don del Espíritu Espíritu concedido concedido especialmente al jefe administrativo, llamado anciano o presbítero presbítero por comparación comparación con los gobernantes gobernantes de las sinagogas, sinagogas, y denominado obispo o sobreveedor (superintendente) (superintendente) en la lengua lengua griega. Este era un oficial elegido. Pero había de ser elegido, no mediante política política o juego de poderes, poderes, sino mediante mediante la sabiduría sabiduría concedida por el Espíritu al cuerpo. Luego él estaría equipado con los dones del Espíritu y dependiendo de 21 ellos, y no en su propia habilidad de dirigente .
SERVICIO, DIACONADO. Es la capacitación para entender las necesidades no cumplidas en alguna tarea de la obra de Dios, y de promover los recursos para cubrirlas y ayudar en alcanzar las metas deseadas. El sentido de servicio (diaconado) no debe limitarse a los cuidados materiales y financieros de una congregación, pues esta palabra se aplica aplica a muy variados ministerios ministerios en el Nuevo Testamento. Sin duda abarca el servicio material, 21
Stanley Horton, El Espíritu Santo revelado en la Biblia., Pág. 212. 204
Dones y Ministerios
pero puede incluir también los más elevados ejercicios del ministerio espiritual.
AYUDAS, ACCIONES DE AYUDAS. " L os que ayudan..." (1Corintios 12:28).
El don de "ayuda" es la manifestación de una capacitación que Dios concede a algunos miembros del cuerpo de Cristo de contribuir con los talentos que tienen, en la vida y ministerio de otros miembros del cuerpo, para que la persona ayudada pueda ser más efectiva en el uso de sus dones espirituales. S. Horton comenta: "El plural indica una variedad de acciones de ayuda que pueden estar inspiradas por este don. El verbo correspondiente significa tomar la parte de alguien, o acudir en ayuda de alguien. Se usa respecto de ayudar a los débiles (Hechos 20:35), y de dedicarnos a la bondad (1ª Timoteo 6:2)".22
EXHORTACIÓN (PREDICACIÓN). " el que exhorta, en la exhortación..." (Romanos 12:8).
El don de "Exhortación" incluye las ideas de apremiar, desafiar, o hacer una apelación. Es posible que el verbo tenga la idea de conciliar, estimular, conseguir la unidad del Espíritu. Entonces el "don de exhortador" es el don de la "Predicación". Se refiere a un predicador con gracia para comunicar la verdad de Dios con aplicación práctica al momento que se está viviendo. El exhortador es llamado a aplicar los principios de la Palabra a las necesidades de los creyentes en las Stanley Horton, op. cit., Pág. 212
22
205
Dones y Ministerios
circunstancias de su día, para animarlos, ya sea a través de la predicación o de la consejería. El ejercicio del don requiere simpatía, firmeza, corazón y claridad de expresión.
REPARTIMIENTO (GENEROSIDAD). "El que reparte, con liberalidad” (Rom. 12:8).
La iglesia local tiene responsabilidades de orden material frente a casos de pobreza y de necesidad, de modo que el "repartir" constituye un don tanto como los demás. Esto implica dar una parte de lo que usted tiene, compartirlo con otros, se trata especialmente de dar a los necesitados.
PRESIDIR, DIRIGIR, LIDERAZGO. “El que preside, con solicitud...”
Es el ejercicio espiritual para proponer metas de acuerdo a los planes de Dios para el futuro y de compartir esas metas con otros en forma tal que ellos, voluntariamente y con armonía, trabajen juntos para alcanzar las metas para la gloria de Dios. El ejercicio de autoridad y de presidencia en la iglesia local requieren una dosis especialmente fuerte de la gracia y de humildad, pues al "yo carnal" le gusta destacarse y mandar. Aquí se trata de un verdadero don del Espíritu, que debe ser reconocido porque se hace con "solicitud". Horton añade: "... el dirigente no debe ser quien domine a los demás ni haga el papel de tirano, sino alguien que preste servicio".
BENEFICIENCIA, MISERICORDIA. " El que hace miseri cordia, con alegría”. 206
Dones y Ministerios
El apóstol hace una distinción entre el que reparte ayuda material y el que hace "misericordia", don que requiere "alegría". Es de suponer que con este último don de la serie llegamos a las mismas entrañas de una verdadera labor pastoral: “Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia” (Mateo 5:7). Esta verdad se ilustra en Gálatas 6:1-3 que dice: "Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tu también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña". No se trata de "cerrar" los ojos" en las cosas que requieren disciplina, pero sí un espíritu que refleje el amor y la comprensión del Maestro.
207
Dones y Ministerios
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Dones y Ministerios
Capítulo Diez
¿Cómo descubrir
LOS DONES ESPIRITUALES En nuestra vida?
Muchos
creyentes se preguntan hoy día: ¿Cómo puedo descubrir el (los) don(es) que Dios me ha dado? He aquí algunas sugerencias que pueden ayudarle a descubrir su(s) don(es): 1. En primer lugar debemos aprender lo que la Bi bli a nos . Debemos enseñ a sobre los don es espiritu ales familiarizarnos con estos y aprender lo que es cada don, para qué es dado y cómo funciona. Si no conocemos lo que son los dones y no somos capaces de identificarlos, resultará muy difícil que lleguemos a conocer los dones con los cual hemos sido capacitados. 2. Luego pídale al Señ or en or ación que le ayude a reconocer el don que usted posee. La Biblia nos dice en Santiago 1:5: "y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada". Estamos seguros que el Señor contestará su
oración y le guiará a usted a descubrir el don que El le ha otorgado. 209
Dones y Ministerios
3. Explore las posibili dades . ¿Cuál o cuáles dones cree usted poseer? Haga una lista de estos. Analice si alguno de estos dones que cree poseer le parece que está relacionado o se asemeja a algún talento o habilidad personal que usted posee. Medite si usted se siente atraído, cautivado o motivado al servicio o ministerio particular que corresponde a alguno de los dones espirituales. Si es así, es posible que haya descubierto su don o se esté acercando al descubrimiento de éste. 4. Experimente. Muchos dones espirituales se descubren de la
misma manera en que se descubren los talentos naturales; o sea, experimentando con ellos. Por eso, muchas personas aconsejan que se experimente con ellos siempre y cuando sea posible. Por ejemplo: Si usted cree que tiene el don de enseñanza, hable con su pastor, cuéntele su inquietud y ofrézcase a enseñar dentro de la iglesia o congregación a la cual usted pertenece. Pida que le den una oportunidad para enseñar en las clases de la Escuela Bíblica Dominical. Si después de recibir la oportunidad, usted ve que el gozo y la satisfacción han inundado su corazón en el desempeño de esta importantísima labor y que Dios le ha usado trayendo bendiciones a los oyentes por medio suyo, es casi seguro, entonces, que usted ha descubierto su don. Si por el contrario, después de varios intentos le parece que la labor que usted está realizando es como una gran carga en la cual no hay gozo y satisfacción, y ve además que sus oyentes no han recibido edificación espiritual, lo más probable es que usted no posee ese don y debe seguir orando y tratando de descubrir cuál es su don realmente. ¿Siente usted gozo cuando pone en práctica o ejerce alguna tarea o labor que corresponde a algún don en particular? ¿Se deleita usted en el Señor mientras cumple algún ministerio o servicio
5. Examine sus sentimientos.
210
Dones y Ministerios
específico? Si sus respuestas son negativas, lo más conveniente es que continúe evaluando ese don en particular y a la vez examine otras posibilidades. 6. Evalúe su efectividad. El
Espíritu Santo capacita a los creyentes con ciertos dones espirituales para llevar a cabo ciertos propósitos específicos. Por ejemplo: Si una persona tiene el don de "evangelista", aquellos que no conocen a Cristo serán conducidos a los pies del Maestro cuando esta persona ejercite su don, o sea a través del ministerio de esta persona. Por el contrario, si no posee este don no verá ningún resultado positivo ya que está ejerciendo una labor para la cual no ha sido capacitado por el Espíritu Santo. Por lo tanto, si usted experimenta algún don y ve que aquello que debe suceder no sucede, si ve que no hay resultados positivos, lo más seguro es que usted no posee dicho don.
7. Espere que la i glesia conf irme el don qu e usted posee. O
sea, si usted es la única persona en la congregación que piensa o cree que tiene cierto don, lo más seguro es que usted no lo posee. Pidamos siempre el consejo y la orientación del pastor o de algún creyente que realmente haya madurado espiritualmente ya que muchas veces el pastor o los creyentes pueden ser el medio o el canal por el cual Dios nos confirma si realmente poseemos cierto don.
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Dones y Ministerios
DESCUBRA L LOS D DONES ESPIRITUALES EN S SU V VIDA Instrucciones: A continuación encontrará un cuestionario con 100 preguntas antecedido por una hoja de respuestas. Usted deberá contestar cada pregunta, en la hoja de respuesta (use lápiz grafito o fotocópiela). Escriba el valor de su respuesta en cada cuadro con el número de la pregunta. Sus respuestas estarán sujetas al valor que se indica: Mucho
=3
Algo
=2
Poco
=1
Nada
=0
Su respuesta a cada pregunta debe ser lo más objetiva posible, de acuerdo al valor indicado. Si no entiende alguna pregunta o no está relacionada con su personalidad, o interés su respuesta debe ser nada = 0. Una vez contestado el cuestionario, sume las cinco columnas horizontalmente y escriba la suma total en el espacio asignado. El puntaje más aproximado a 15 le indicará sus dones más desarrollados. ¡Adelante y bendiciones! 212
Dones y Ministerios
Hoja de Respuestas
Total DONES
Línea A
01
21
41
61
81
Profecía
Línea B
02
22
42
62
82
Pastor
Línea C
03
23
43
63
83
Enseñanza
Línea D
04
24
44
64
84
Palabra de sabiduría
Línea E
05
25
45
65
85
Palabra de Ciencia
Línea F
06
26
46
66
86
Exhortación
Línea G
07
27
47
67
87
Línea H
08
28
48
68
88
Discernimiento de espíritus Repartimiento
Línea I
09
29
49
69
89
Ayudas
Línea J
10
30
50
70
90
Misericordia
Línea K
11
31
51
71
91
Evangelista
Línea L
12
32
52
72
92
Fe
Línea M
13
33
53
73
93
Liderazgo
Línea N
14
34
54
74
94
Administración
Línea O
15
35
55
75
95
Milagros
Línea P
16
36
56
76
96
Sanidades
Línea Q
17
37
57
77
97
Lenguas
Línea R
18
38
58
78
98
Interpretación de lenguas
Línea S
19
39
59
79
99
Apostolado
Línea T
20
40
60
80
100
Servicio
213
Dones y Ministerios
Cuestionario: “Descubra sus Dones Espirituales”
1. He proclamado la verdad de Dios de una manera que a veces irrita a las personas que me escuchan. 2. He gozado con la responsabilidad del crecimiento espiritual de un grupo de creyentes. 3. Siento que puedo ayudar a otros a comprender verdades bíblicas. 4. He aplicado las verdades efectivamente en mi propia vida. 5. Tengo la habilidad de descubrir el corazón de otras personas, acerca de sus pensamientos y vivencias. 6. He estimulado verbalmente al vacilante, preocupado o desalentado. 7. He distinguido claramente entre la verdad y lo equivocado. 8. Deseo manejar bien el dinero para poder dar en abundancia a la obra de Dios. 9. He ayudado a los líderes principales, relevándolos para que pudieran hacer el trabajo esencial de ellos. 10. Tengo el deseo de trabajar con personas que padecen problemas físicos o mentales para aliviar sus penurias. 11. He guiado a otros a tomar una decisión para salvación a través de la fe en Cristo. 12. He tenido confianza en que Dios cumple sus promesas a pesar de evidencias circunstanciales. 13. Tengo el deseo de poder persuadir a otros a tratar de alcanzar objetivos bíblicos. 14. He tenido capacidad para discernir sobre cuándo delegar importantes responsabilidades y a quien delegarlas.
214
Dones y Ministerios
15. En el nombre del Señor he sido usado para cambiar circunstancias milagrosamente, a través de lo cual El ha sido glorificado. 16. He sido instrumento del poder de Dios para curar enfermedades. 17. He hablado en lenguas. 18. He interpretado mensajes dados en lenguas. 19. He tenido un sentido de autoridad sobre otros creyentes. 20. Me he gozado al ser llamado para hacer trabajos especiales en la iglesia. 21. Con la ayuda de Dios puedo revelar lo que pasará en el futuro. 22. Me he gozado con la tarea de estar relacionado con los triunfos y fracasos de un mismo grupo durante un largo período de tiempo. 23. Siento que podría explicar claramente las enseñanzas relevantes del Nuevo Testamento sobre la salud y ministerio del Cuerpo de Cristo. 24. Puedo intuitivamente encontrar soluciones a problemas complicados. 25. He tenido sueños, visiones, voz al corazón y a la mente respecto a información de otras personas. 26. Siento que puedo ser instrumento para despertar al apático y guiarle de modo que enfrente la realidad espiritual. 27. He podido juzgar bien entre lo que es de Dios y lo que es del diablo. 28. He dado cosas o dinero liberalmente para la obra del Señor. 29. He sentido la necesidad de ayudar a otros para hacer más efectivos sus ministerios. 30. He sentido una compasión fuera de lo común por aquellos con necesidades físicas o espirituales. 215
Dones y Ministerios
31. He compartido con gozo cómo Cristo me encontró, en una manera interesante al no creyente. 32. He recibido de Dios una confianza fuera de lo común, de que El hará lo imposible para cumplir una tarea especial. 33. Se a dónde voy y he visto a otros creyentes seguirme. 34. Puedo organizar ideas, personas, recursos y tiempo para un ministerio más efectivo. 35. En el nombre de Jesús he expulsado demonios, liberando personas. 36. En el nombre del Señor he sanado al que está mentalmente perturbado. 37. He comunicado un mensaje urgente de Dios a su gente en un idioma que nunca antes había aprendido. 38. He interpretado lenguas de una manera que resultó en la edificación, exhortación y bienestar del Cuerpo de Cristo. 39. Siento que podría proclamar el evangelio en nuevos lugares y ver nuevos grupos de creyentes formarse. 40. Me ha sido posible proveer efectivamente a las necesidades diarias del Cuerpo de Cristo. 41. He comunicado a otros mensajes a tiempo y urgentes, cosas que he sentido que vienen directamente de Dios. 42. Tengo la tendencia de conocer íntimamente a aquellos a quienes sirvo y guío y de ser conocido íntimamente por ellos. 43. Puedo dedicar una gran cantidad de tiempo para estudiar nuevas verdades bíblicas para comunicarlas a otros. 44. He escogido de entre varias alternativas bíblicas una opción que generalmente resulta. 45. He tenido revelaciones sobrenaturales de hechos pasados, presentes o futuros sin intervención de la mente natural. 46. He instado a otros a buscar soluciones bíblicas a sus aflicciones o problemas. 216
Dones y Ministerios
47. Tengo la tendencia de mirar más allá de la superficie y examinar los motivos de las personas. 48. Me siento profundamente tocado ante necesidades urgentes en la obra de Dios. 49. Me he gozado al realizar tareas rutinarias que ayudaron a un ministerio más efectivo de parte de otros. 50. Me regocijaría y creo que sería un buen ministerio para mí el visitar hospitales y/o asilos de ancianos. 51. He explicado claramente que Jesús es el Salvador y he podido ver resultados positivos en los que me escuchan. 52. Puedo confiar en la presencia y el poder de Dios para lo imposible. 53. Me gozaría guiando, inspirando y motivando a otros para involucrarlos en el trabajo del Señor. 54. He sido capaz de hacer planes efectivos y eficientes para alcanzar las metas de un grupo. 55. Dios ha intervenido muchas veces para hacer cosas imposibles en mi vida. 56. En el nombre del Señor, he ayudado a dar satisfacción a aquellos que estaban espiritualmente enfermos. 57. Puedo hablar con Dios en un lenguaje que nunca antes había aprendido. 58. He orado para poder interpretar si alguien comienza a hablar en lenguas. 59. Otros creyentes han estado dispuestos lo que les he pedido sin hacer muchas preguntas. 60. Siento satisfacción en hacer tareas rutinarias para la gloria de Dios. 61. Tengo el deseo e comunicar mensajes directos de Dios que edifican, exhortan y benefician a otros. 62. He ayudado a creyentes necesitados guiándoles a importantes porciones bíblicas y orando con ellos.
217
Dones y Ministerios
63. Siento que puedo comunicar verdades bíblicas a otros, las cuales producirán cambios en conocimiento, actitudes, valores y conductas. 64. He sido capaz de percibir y aplicar verdades bíblicas a necesidades específicas del Cuerpo de Cristo. 65. He tenido visiones con frecuencia. 66. Tengo el deseo de aconsejar efectivamente al que está perplejo, adicto o se siente culpable. 67. He podido reconocer acertadamente si una enseñanza es de origen divino, satánico o humano. 68. Tengo tanta confianza de que Dios proveerá mis necesidades que doy a su obra consistentemente y sacrificadamente. 69. He distribuido literatura evangélica en mi comunidad. 70. Me gozaría en llevar a personas ancianas a paseos y ayudarles en cualquier modo. 71. Tengo el deseo de comunicar mensajes que son primordialmente el Evangelio de Salvación. 72. He sentido la seguridad de conocer la voluntad específica de Dios para el futuro crecimiento de su obra, aún cuando otros no lo han estado. 73. He influido a otros para llevar a cabo una tarea específica o propósito bíblico. 74. Tengo la capacidad de dar instrucciones a otros y tomar decisiones por ellos, en vez de tratar de persuadirles a que actúen como yo. 75. He sido un instrumento en las manos de Dios para el cambio sobrenatural en vidas y acontecimientos. 76. He orado con otros para que ocurra la sanidad. 77. Cuando doy un mensaje en lenguas en público, espero que sea interpretado. 78. He interpretado lenguas de una manera que parece bendecir a otros. 218
Dones y Ministerios
79. Tengo el deseo de ser enviado por la iglesia para comenzar nuevas congregaciones. 80. He sido capaz de identificar y satisfacer las necesidades involucradas en la tarea de la obra del Señor. 81. He comunicado mensajes de prevención, juicio o directivas que vienen de Dios. 82. Siento que puedo ayudar en la restauración de personas que se han desviado de su comunidad cristiana. 83. He enseñado a creyentes a ser más obedientes discípulos de Cristo. 84. He sentido la presencia de Dios en una manera muy especial y una dirección personal cuando debo tomar decisiones. 85. He sido capaz de conocer cosas de otras personas por medio de revelaciones, sin que nadie me dijera nada. 86. He confortado a creyentes en sus aflicciones o sufrimientos de una manera que se han sentido ayudados o sanados. 87. Puedo distinguir a una persona falsa antes que su falsedad sea claramente evidente a otros. 88. He estado dispuesto a vivir modestamente para poder beneficiar la obra de Dios. 89. Me sentiría feliz de poder ser ayudante del maestro en la clase bíblica. 90. Me gozaría en ofrecer una conversación que dé ánimo a personas solitarias en asilos o prisiones. 91. Siento una pasión por las almas perdidas de buscarlas y ganarlos parta Cristo. 92. Puedo confiar en la dependencia de Dios cuando todo se ve oscuro. 219
Dones y Ministerios
93. Otros me han seguido porque tengo un buen conocimiento de cosas que ayudan al adelanto de la iglesia. 94. Me he gozado con la responsabilidad del éxito de un grupo u organización. 95. En el nombre del Señor he podido restituir la vista al ciego. 96. He orado por otros recibiendo resultados para la restauración de su salud, aparte de los medios naturales. 97. Cuando hablo en lenguas creo que es para la edificación del Cuerpo de Cristo. 98. He interpretado lenguas de tal manera que el mensaje parece venir directamente de Dios. 99. He recibido el mandato de los creyentes para ejercitar la autoridad dada por Dios entre creyentes y no-creyentes. 100.He sido capaz de usar los recursos disponibles para llevar a cabo la meta deseada.
220
Dones y Ministerios
Capítulo Once
Grandes Experiencias Espirituales Registradas por la Historia
C
uando pensamos en la historia del cristianismo, tenemos la sensación de que Dios ha visitado de manera muy esporádica a la iglesia con manifestaciones espirituales. Generalmente se cree que esto ocurrió durante los primeros siglos y ahora en el presente. Y pensamos que los períodos intermedios estuvieron caracterizados por la ignorancia y el desconocimiento. Eso es incorrecto. La historia de la iglesia, especialmente de los avivamientos, tiene formidables relatos documentados que afirman la presencia de manifestaciones de los dones carismáticos y de manifestaciones físicas, muy similares a las que ocurren en la actualidad. En este capítulo me propongo demostrar, mediante un recorrido histórico, que las actuales manifestaciones de la unción del Espíritu, estuvieron presentes en los siglos anteriores. Que no son cosas nuevas o desconocidas, como para que sean rechazadas, como lo hacen los críticos y aquellos que no las aceptan. Por otro lado, debemos reconocer que tales manifestaciones no han sido la característica principal, pero sin duda han tenido su existencia en algunos grupos cristianos. Dentro de las manifestaciones tanto físicas como espirituales podemos reconocer las siguientes: llantos, risas, 221
Dones y Ministerios
gritos, cánticos espirituales, lenguas o glosolalia, caídas al suelo bajo el poder de Dios, temblores en el cuerpo, brincos. Hermanos que reciben sanidades físicas, milagros, visiones, sueños o profecías donde Dios muestra su voluntad para la iglesia o para sí mismos. Lo ocurrido en el día de Pentecostés, con la venida del Espíritu Santo sobre los congregados en el Aposento Alto, marcó el inicio de una etapa de gran cosecha espiritual. Lucas, como historiador lo describe así en su libro: “... y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua” (Hechos 2:6). El bullicio fue tal que estos ciento veinte reunidos lograron conmover a toda la ciudad de Jerusalén. En esa ocasión, como tres mil judíos helenistas, venidos a la fiesta de Pentecostés, recibieron el mensaje de Cristo. En el resto del libro de Los Hechos de los Apóstoles y en las epístolas, encontramos claras evidencias de la manifestación del Espíritu Santo, tanto en las iglesias judías como iglesias gentiles. Pero ahora, nos interesa examinar las manifestaciones del Espíritu Santo consignadas por la historia de los siglos pasados y que avalan la experiencia actual.
I. LA IGLESIA DE LOS SIGLOS SEGUNDO Y TERCERO. La unción o ungimiento con aceite, luego del bautismo era algo normal dentro de la iglesia de los primeros siglos. Se oraba por los recién bautizados para que recibieran la unción del Espíritu Santo. Según el testimonio de Ireneo, en el año 150 d.C., la unción era algo más que una mera formalidad. El señala: “Si Dios lo consideraba necesario, y si la iglesia oraba y ayunaba mucho, se realizaban maravillas, aún hasta de volver el espíritu a alguno que había muerto”. 222
Dones y Ministerios
Teófilo de Antioquía escribió en el año 170 d.C., que el nombre de cristiano se deriva de la palabra griega Chrisma o Crisma que significa ungido, refiriéndose al hecho de que los seguidores de Cristo eran ungidos por el Espíritu Santo y por lo tanto tenían una fortaleza espiritual que los hacía diferentes al resto. Otro testimonio lo entrega la Didajé. Este es una especie de manual de enseñanza y práctica, muy utilizado en el siglo II. Este documento cristiano, del año 100 d.C., entre sus tópicos nos informa acerca de la manera de reconocer la autenticidad de los profetas. Su autor dice: A los profetas permitidles dar gracias cuanto quieran”, y más adelante agrega: “Y a todo profeta que habla en espíritu, no lo examinaréis ni lo criticaréis,... Pero no todo el que habla en espíritu es profeta, a menos que tenga las costumbres del Señor..” También señala la manera en que ellos podrían
reconocer a un genuino profeta del falso, por la siguiente señal: “Si alguien dice en espíritu: dame plata u otra cosa, no lo escuchéis; pero si respecto de otros indigentes dice de dar, 23 ninguno lo juzgue”. Este documento prueba la existencia
de profetas verdaderos y de profetas falsos. Si estaba presente lo falso, significa que también se manifestaba el verdadero espíritu profético. En este caso, se reconoce la presencia de los dones de profecía funcionando en las iglesias. El movimiento Montanista, encabezado por Montano (130 - 175 d.C.), en el área de Asia Menor, marcó dos énfasis en la época: La manifestación de la profecía por inspiración del Espíritu y el pronto regreso de Cristo. Fue un movimiento disciplinado por la práctica del celibato, el ayuno y la abstinencia de la carne en reacción al espíritu mundano, que estaba entrando en la iglesia.24 23
Didajé 10: 4-7; citado por Alberto Ibáñez, Pág. 128. Willinston Walker, Historia de la Iglesia Cristiana. (Kansas: Casa Nazarena de Publicaciones), pp. 58-59
24
223
Dones y Ministerios
Latourette dice que: “En su bautismo, Montano „habló en lenguas‟ y empezó a profetizar, declarando que el Paracleto, el Espíritu Santo prometido en El Evangelio según Juan, estaba hallando expresión por medio de él”. Luego agrega que: “... el Espíritu Santo continuaba hablando por medio de profetas, y entre estos incluía mujeres”.25 Contaba dentro de sus líderes a dos profetizas; Prisca y Maximilla, quienes llegaron a formar un equipo con énfasis profético. Por los antecedentes históricos, no podemos caracterizar al Montanismo, como una secta herética, como lo fueron los movimientos contemporáneos del Gnosticismo y el Marcionismo. Aunque, las enseñanzas del montanismo fueron posteriormente condenadas por la iglesia oficial.26 No obstante, podemos definir al Montanismo como un movimiento carismático y puritano, con algunos énfasis propios, como que: “reclamaban volver a la sencillez de los cristianos primitivos. Creían en el sacerdocio de todos los verdaderos creyentes... observaban una disciplina estricta en la iglesia; consideraban los dones de profecía como el privilegio de los discípulos, y tenían muchos profetas y profetisas entre sus miembros”.27 Dentro de sus máximos exponentes estuvo Tertuliano, de Cartago (155-228), quien fue un brillante escritor que expuso y defendió el pensamiento cristiano, y contribuyó a la formación del lenguaje teológico en temas como Trinidad y Cristología.28 25
Kenneth S. Latourette, Historia del Cristianismo. Tomo 1. (El Paso: C.B.P.) pp.173 -174. 26 En el caso del Montanismo, no existen sus propios escritos, y sabemos de estos por aquellos que escribieron en su contra, que probablemente estaban motivados por prejuicios. 27 Hurlbut, Narro y Flower. La Historia de la Iglesia Cristiana. (Miami: Editorial Vida, 13va. Ed., 1980), Pág. 59. 28 Agustín Churruca. Historia Mínima de la iglesia. (Santiago: s/e. 1994), pág. 21. 224
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Latourette agrega que: El movimiento montanista se extendió ampliamente. Era especialmente popular en Asia Menor y persistió allí y en Cartago hasta ya entrado el siglo quinto”.29 (año 170 d.C.). El testimonio de Ireneo, Ireneo conservado por Eusebio de Cesarea en su historia eclesiástica, “Contra las herejías” libro quinto, comenta: “El apóstol dice: Nosotros hablamos sabiduría entre los perfectos. Bajo este nombre de perfectos él designa los que han recibido el Espíritu de Dios y que hablan todas las lenguas gracias a este Espíritu, como él mismo las hablaba, y como nosotros oímos a muchos hermanos en la iglesia, dotados de carismas proféticos y hablando por el Espíritu toda clase de lenguas y manifestando los secretos de los hombres para su provecho y
exponiendo los misterios de Dios. A estos hombres el apóstol los llama también espirituales: espirituales son por una participación del Espíritu, pero no por una evacuación o supresión de la carne” (las cursivas son nuestras).30 , a comienzos del siglo III, escribe acerca de Novaciano los dones del Espíritu, y de su presencia entre ellos. El dice: “El Espíritu Santo es quien coloca profetas en la iglesia, instruye a los maestros, dirige las lenguas, da poderes y sanidades, obra cosas admirables, ofrece discernimiento de espíritus, da poderes de gobierno, sugiere consejos, órdenes, y da otros regalos -carismas- y entonces en cada uno y en todos la iglesia del Señor se perfecciona y completa”.31 Gregorio , en el año 240 d.C. inicia su ministerio en la Región del Ponto. Fue conocido en la historia como el “Taumaturgo (con dones sobrenaturales de sanidades), u Obrador de Maravillas,..” Durante su fructífero ministerio, se 29
Kenneth S. Latourette: Historia del Cristianismo, Tomo 1. (El Paso: C.B.P.), Pág. 173. 30 Irineo: Contra las herejías, citado por Alberto Ibáñez en Lenguas II, Su historia. (Ed. Lumen, Bs. Aires), p. 130. 31 Irineo, Op.cit, Pág. 133. 225
Dones y Ministerios
dice de él que “cuando fue hecho obispo, halló sólo diez y siete cristianos en su sede y que a su muerte sólo quedaron diez y siete paganos”.32 Cuando se mencionan los motivos del asombroso desarrollo que hizo a los no cristianos abrazar la fe, las razones eran muchas y variadas. Entre estas se mencionan: (1) El cambio en la conducta moral. (2) Las iglesias eran inclusivas y sólidas en sus fundamentos sociales. El desmoronamiento de la sociedad llevó a millones a buscar la seguridad en la fe. (3) En tiempos de calamidad las iglesias se ayudaban mutuamente con dinero o víveres. (4) El cristianismo era abierto a todo tipo de personas, y no sólo a un determinado segmento poblacional. Pero, la principal razón, fue el poder milagroso de Dios. Latourette dice: Sabemos de una familia entera, encabezada por el abuelo, que se hizo cristiana, porque oyeron de un caso de posesión demoníaca que fue sanado por haber invocado el nombre de Cristo. En el quinto siglo en una parte de Galia unos cuantos paganos se convirtieron porque cuando una peste atacó los rebaños, los de los cristianos no contrajeron la enfermedad o sanaron habiendo sido atacados, lo cual se debió a un milagro obrado por su fe. No fue sólo a los milagros del renacimiento moral hacia los cuales los cristianos podían dirigir la atención; pues los paganos fueron atraídos también por los milagros de curación obrados en el nombre de Cristo.33
32
Kenneth S. Latourette: op. cit., pp. 113-114. K. Latourette, op. cit., pp. 146, 149.
33
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Dones y Ministerios
Respecto a los tres primeros siglos, Doménico Grasso asegura que los carismas o dones del Espíritu siguieron funcionando. Sus conclusiones son las siguientes: Después del Nuevo Testamento, los carismas persisten en las diversas comunidades de que tenemos noticia, tanto en Oriente como en Occidente. Quienes más hablan del tema son Orígenes, Ireneo, Tertuliano y Cipriano. Son conocidas explícita o implícitamente todos los carismas. El menos mencionado es la glosolalia y el más citado es la profecía.34
II. LA IGLESIA DURANTE EL PERIODO MEDIEVAL Una de las expresiones más interesantes, y ampliamente citadas por los escritores antiguos, es el denominado canto de “Júbilo” (Latín: iúbilus). Se desarrolló principalmente dentro de los monasterios. Debemos recordar que el movimiento monacal, fue la reacción natural de algunos cristianos al espíritu mundano que entró a la iglesia. El historiador J. L. Hurlbut comenta: “Muchos que anhelaban una vida más elevada estaban descontentos con la vida que les rodeaba y se retiraban del mundo. Ya fuese solos o en grupos, habitaban en retiro, procurando cultivar la vida espiritual por medio de la meditación, la oración y los hábitos ascéticos. Este espíritu monástico empezó en Egipto, donde fue fomentado por el clima cálido y las escasas necesidades de la vida”.35 La vida piadosa se trasladó principalmente a los monasterios, donde las tareas principales eran la oración, la 34
Doménico Grasso: “Los carismas en la Iglesia”, citado por A. Ibañez, op. cit., Pág. 133. 35 Hurlbut, Narro y Flower. op. cit., Pág. 79 . 227
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copia de las escrituras, y el trabajo agrícola. Su lema era: “Ora y trabaja” (Latín: “Ora et labora”). El júbilo era la expresión de canto y oración en voz alta sin palabras reconocibles. Los escritores y pensadores de la época le dan mucha importancia a este tipo de manifestaciones jubilosas. Entre ellos, el gran pensador Agustín de H ipona (345-430), menciona por lo menos 20 veces esta forma de canto en sus escritos. Entre sus afirmaciones, Agustín dijo: “Cuando el corazón está lleno de gozo, la persona prorrumpe en sonidos de exultación sin palabras...; llena de excesiva alegría, no puede expresar en palabras la razón de su gozo”. En su comentario al Salmo 32, Agustín dice que el júbilo es el medio con el que Dios ora a través nuestro, cuando nosotros no sabemos qué orar. “Fíjate: El mismo propone la melodía para ti”. En otro lugar Agustín denominó al canto de júbilo como un “milagro”. Juan Crisóstomo (345-407), el gran predicador de Constantinopla escribe: “Donde se canta canto espiritual, hacia allí desciende la gracia del Espíritu Santo”. Jerónimo (342-420) que tradujo la Biblia al latín dice: “Por el término „júbilus‟ entendemos que... ni en palabras, ni sílabas, ni letras, ni discursos, es posible expresar o comprender todo lo que el hombre debe alabar a Dios”. Existen algunos indicios en los “Padres del desierto”,36 en Egipto, que puede interpretarse como el “don de lenguas”. Se cuenta que se “oyó hablar a Efraín (siglo V), como en un murmullo incoherente, y quien le escuchó comprendió que lo que salía de sus labios venía del Espíritu Santo”. Juan Casiano (360-435), quien jugó un papel importante en el desarrollo del movimiento monacal en 36
Los “Padres de la Iglesia” son los grandes pensadores cristianos de los siglos posteriores a los apóstoles del siglo primero. A esta época se le denomina el período “patrístico” 228
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Europa, describe a los monjes irrumpiendo en “fuertes gritos de gozo”. En el siglo IV, en Jerusalén cuando se leía el Evangelio, toda la congregación parecía responder “rugiendo y aullando”.37 Casiodoro , monje y maestro del siglo sexto, dice: “Ahora júbilo es la alegría expresada con el fervor de la mente y un grito sin palabras”. Para Casiodoro era una expresión de gozo espiritual en el Señor. Decía: “El júbilo brinca con gran deleite en la voz, lo que un difuso discurso y las palabras no pueden expresar, es expresado por la devota explosión del júbilo”. En otro lugar, también nos ofrece una descripción de cómo se manifestaba en los cultos: “La lengua del cantor se alegra en este júbilo; gozosamente la comunidad lo repite. Es un ornamento de la lengua de los cantores, como algo bueno de lo cual uno no puede tener nunca bastante. Se improvisa en toda clase de variadas jubilaciones”. Isidro (570-636), monje y luego obispo de Sevilla (España), expresa su alegría hablando del júbilo: “El lenguaje no se puede expresar..., las palabras no pueden explicar; hay una efusión del alma, cuando la felicidad irrumpe por medio de la voz. Esto es lo que entendemos cuando hablamos del júbilo”. De un modo similar se expresan Ambr osio de Milán , Cir ilo de Al ejan dría e Hilario . Esta forma de canto y oración sin palabras de Poiti ers jugaba un rol importante en la vida piadosa de la comunidad cristiana y en la oración individual. En el culto público ocupó un lugar peculiar, porque “incluía implicaciones de catarsis, una depuración del alma”. Tales expresiones llegan a ser muy similares a las actuales manifestaciones del Espíritu. Por ejemplo, cuando se cantaba el Aleluya, se 37
Todas las citas del período medieval, están tomadas del libro de Alberto Ibáñez: Lenguas II, Su historia. quien a su vez lo cita de otros autores. 229
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prolongaba la última sílaba de la alabanza “en largos y fluidos cantos, que podían durar más de cinco minutos. Inexpresables jubilaciones eran improvisadas por los fieles y el coro bajo la inspiración del momento”, según L‟Encyclopédie de la Musique.
III. LA IGLESIA DE LOS SIGLOS XII y XIII Las vivencias espirituales alcanzadas en estos siglos está reservada a los así llamados “místicos”, por la iglesia Católica. Sus escritos corroboran una genuina experiencia espiritual. Los “místicos”, han sido envueltos en un manto y halo de santidad, y han sido reconocidos (canonizados) por su vida como “santos intercesores”. La concepción católica los ubica en una posición de privilegio ante Dios en favor de los hombres. Desde nuestra perspectiva protestante, esto no tiene valor alguno. Sin embargo, al examinar sus experiencias, no las podemos descalificar o desechar. Ellos alcanzaron profundas experiencias con el Espíritu Santo, siglos antes de la Reforma de Lutero ocurrida en el siglo XVI. Son numerosos los ejemplos narrados. Algunos estudiosos de la historia han encontrado este tipo de vivencias, que al leerlas a la luz de la experiencia actual, no encuentran muchas diferencias. Un estudioso francés asegura lo siguiente: “Esta locura evoca la embriaguez de Pentecostés y el don de lenguas, más atestiguado por la tradición cristiana de lo que se cree generalmente. Santo Domingo parece haber sido agraciado por el don de lenguas: el franciscano Enrique de Erp hacía oír „suspiros‟... palabras inhabituales y frases incoherentes”38 38
M.J. Le Guillou: Les térmoins sont parmi nous. citado por Alberto Ibañez, op. cit., pp. 148-149. 230
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Domi ngo de Guzmán (1170-1221) escribió una especie
de reglamento de “oración en nueve formas” y entre ellas menciona la oración en lenguas. Existen indicios que sus compañeros recuerdan haberlo oído hablar en lenguas, cuando le oyeron orar en voz alta y todos vieron en qué forma oraba y la respuesta a su oración (la resurrección de un joven), aunque curiosamente, nadie pudo recordar qué fue lo que oraba. Similares descripciones de júbilo grupal pueden encontrarse en la literatura monástica del siglo XIII, en los cisterciences, en los escritos de Tomás Becket (1118-1170) y en otras fuentes. De hecho, se encuentra evidencia de que existían grupos que “cantaban sin palabras hasta el siglo XVI”. El investigador Alberto Ibañez dice: “El júbilo experimentado por los místicos, que podía ser particularmente fuerte y vigoroso, era conocido como júbilo místico”. Dentro de los místicos menciona a San F ran cisco de A sís (1182-1226), a Felipe Nery (1515-1595) entre otros. De la expresión jubilosa de ellos, nos dice: “se mostraba por sí mismo exteriormente en las acciones que asombraban e incluso escandalizaban al débil e ignorante. Tales eran sus suspiros, gritos ardientes, súbitas exclamaciones, abundantes lágrimas, y también risa, cantos, himnos improvisados..., brincos, movimientos impetuosos, violenta expresión de entusiasmo y amor..., en una palabra, un verdadero delirio de alegría y felicidad”. Otros ejemplos destacados de estas experiencias se encuentran en la vida de muchos cristianos más. Ricardo Rolle (1300-1349), un inglés, menciona una cantidad de veces el júbilo o el don de cantar, que jugaba un rol central en su enseñanza de la oración. Para él era una manera de cantar con los ángeles. Decía: “Elevando mis labios a la más grata alabanza de Él, saboreo el canto de gloria que los 231
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ángeles admiran”. Jan Rui sbroek (1293-1381), flamenco, describe el júbilo que él y sus amigos han experimentado: “Algunos lagrimean copiosamente, otros están o son agitados en todos sus miembros, de tal manera que tienen que saltar, correr o bailar. Algunos baten palmas, otros gritan fuerte, otros están silenciosos y no pueden hablar”.39
IV.
LA IGLESIA DEL SIGLO XV.
El siglo XV vio el ministerio de uno de los hombres más influyentes de la sociedad florentina de la época: Jerónimo Savonarola (1452-1498). Es reconocido en la historia como uno de los más notables reformadores, predicadores, profetas y filósofos que el mundo haya conocido. Su ministerio público en Italia, como predicador se inicia el año en que Lutero vino al mundo en Alemania. Años después, el propio Lutero reconoció en Savonarola un gran legado y se refirió a él como “el mártir protestante”. Principalmente, Gerónimo fue un reformador de la iglesia. Esta había caído en el abismo de la corrupción y la incredulidad del mundo por la situación de relajamiento moral. Según los anales históricos, nunca antes la Iglesia Católica Romana fue tan vil y corrompida como en el siglo quince, cuando los Borgias, reinaron como papas y cardenales en Roma. Pero, por su fiel y poderosa predicación, Savonarola convenció a las masas de que la religión no era del todo falsa e hipócrita. En su biografía se le describe como un hombre ungido por el Espíritu Santo. Su vida experimentó la diferencia entre predicar movido sólo por el celo de Dios y el predicar bajo la unción del Espíritu. Savonarola era una persona culta, le gustaba estudiar a los clásicos y a Tomás de Aquino. Al observar la sociedad en que vivía se dio cuenta de que la 39
A. Ibáñez, op. cit., pp. 150-151. 232
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gente educada, detrás del barniz cultural, era corrupta, disoluta, egoísta, amadora de los placeres mundanos, y poco o nada le importaban las cosas espirituales. Frente a esta realidad de su medio ambiente social, predicó sus aprensiones y enrostraba a la gente sus pecados. Pero, sus sermones no hicieron mucho efecto. El impacto que deseaba producir no fue tal, así que decidió dejar el púlpito y dedicarse a la instrucción de los aspirantes al ministerio. Posteriormente, Jerónimo se entregó por entero a la vida de oración y ayuno. Con esa actitud esperaba en Dios. Anhelaba una directa revelación del Señor, para llevar una palabra efectiva a su generación. Esa revelación llegó, junto a una nueva unción en su ministerio. J.G. Lawson nos dice: “Un día, mientras hablaba con una monja, vio repentinamente en una visión los cielos abiertos, y en el porvenir las calamidades de la iglesia, las cuales desfilaron ante sus ojos; y le pareció oír una voz que le mandaba dar la voz de alarma a los oyentes. Desde aquel momento quedó convencido de su divina misión, y fue lleno de una nueva unción y de poder”. Sus efectos no se dejaron esperar, porque a partir de ese momento predicaba: „con voz de trueno‟, y su denuncia del pecado era tan terrible que las gentes que le escuchaban iban por las calles estupefactos, maravillados y mudos. Sus oyentes lloraban, y a veces no se oían en el vasto recinto sino sollozos y gemidos de lamento”.40 Las experiencias espirituales que tenía fueron profundas, y se dejaban ver por sus efectos en la gente. Uno de sus 40
James Gilchrist Lawson, Las Experiencias Más profundas de Cristianos Famosos” . (Casa evangélica de Publicaciones, Texas, 1911). pp. 90-91 233
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biógrafos relata que en las vísperas de Navidad en 1486, ocurrió que “Savonarola, mientras permanecía sentado junto al púlpito, se quedó inmóvil por cinco horas, en un éxtasis o trance, y que todos los que se hallaban en la iglesia veían su rostro bañado en luz, y que esto se repitió después por varias ocasiones”. La impresión sobre la gente, no dejaba a nadie indiferente. Agrega Lawson: “La voz de Savonarola tenía al parecer un efecto sobrehumano, y los miles de oyentes se elevaban en un éxtasis o transporte que dejaba sus almas en suspenso. Después del culto toda la ciudad de Florencia hablaba de Gerónimo y hasta los más instruidos acudían a oírle... Era tal el deseo de oírle que sentía la gente, que se levantaban a la medianoche, se estacionaban junto a las puertas de la catedral y esperaban por varias horas hasta que se abriesen. Venían por las calles cantando y regocijándose, y oían el sermón con tanto interés que al acabarse la predicación pensaban que era demasiado corto, y les parecía como si apenas hubiese comenzado. Parecía que el monje caminaba en su carrera no de sí mismo, sino impulsado por una fuerza que no era suya, y llevaba a sus innumerables oyentes tras él”41 Las evidencias históricas, demuestran que Savonarola debe ser considerado como un genuino profeta de Dios. En la historia secular, se registran tres profecías que se cumplieron en su tiempo y ante la vista de toda la ciudad. Una de esas profecías se cumplió cuando Lorenzo de Médicis, el dueño de Florencia, se levantó contra Savonarola. El valiente monje predijo que Lorenzo, el Papa y el rey de Nápoles iban a morir antes de terminar el año, y así sucedió efectivamente. El propio Lorenzo, en su lecho de 41
Lawson, op. cit., pp. 92-93. 234
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muerte mandó a buscar a Savonarola para dejar este mundo en paz. Otra de sus profecías tuvo su cumplimiento un año y medio después de la muerte de Lorenzo. Savonarola había predicho hacía mucho tiempo que Dios iba a mandar “un nuevo Ciro, del otro lado de los Alpes,” para castigar a la gente por sus culpas. El rey de Francia, Carlos VIII, invadió Italia, saqueó a Nápoles, y avanzó hacia Florencia. A la hora de peligro, la gente acudió en gran número a Savonarola para oír lo que tenía que decirles. El efecto sobre los habitantes de la ciudad se dejaba sentir. “Los florentinos abandonaron sus libros viles y mundanos, y leían los sermones de Savonarola. Todos oraban, asistían a las iglesias, y los ricos ayudaban a los pobres en sus necesidades. Los comerciantes devolvían las ganancias deshonestas. Bajó la delincuencia. Todos se alejaron de los carnavales y las vanidades. Se realizaron grandes fogatas para quemar máscaras, libros, cuadros y cosas de vanidad. Los niños iban por las calles en marcha, cantando himnos, y recogiendo lo que llamaban las vanidades.
El propio Savonarola predijo que su ministerio sólo duraría ocho años y anunció su muerte por martirio. Aunque tuvo gran éxito e influencia, la curia romana, comenzando por el Papa Alejandro VI, uno de los papas más viles, junto a sus cardenales y sacerdotes corruptos, lo amenazaron, lo excomulgaron, lo persiguieron; y al fin, en 1498, a los cuarenta y seis años, fue ahorcado y su cuerpo quemado en la plaza pública de Florencia. Sus últimas palabras fueron: “El Señor sufrió mucho más por mí”.
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V.
LA IGLESIA DEL SIGLO XVII
Dentro de los grupos que luego de la Reforma inician una búsqueda para vivir la vida llena del Espíritu, podemos destacar a los pietistas representados por Madame Guyón y los denominados Cuáqueros o “Sociedad de los Amigos”. Estos últimos, dirigidos por el inglés Jorge Fox (1624-1691), estuvieron a la vanguardia en la búsqueda de la plenitud del Espíritu Santo dentro de la iglesia evangélica de Inglaterra. Al momento de iniciar su ministerio, las iglesias eran muertas y formales. El biógrafo de Fox dice: “El movimiento cuáquero parece haber sido levantado por Dios en el momento exacto y propio para librar a la iglesia del formalismo y al mundo de la impiedad. Jorge Fox, como los profetas de la antigüedad, fue enviado de Dios para llamar a la iglesia a volver al camino del culto espiritual”.42 El término “Cuáqueros”, significa “tembladores”. Del verbo inglés to quake (temblar). Se les aplicó este apodo, despectivamente por su manera de actuar al orar. El mismo Fox describe estas escenas en que el Espíritu del Señor se manifestaba vivamente: “El poder de Dios los hacía temblar, y empezamos a tener grandes reuniones, y el gran poder y obras de Dios se hicieron manifiestas entre el pueblo, con admiración de la gente y de los clérigos.” Y sigue diciendo: “Más tarde fui a Mansfield, donde hallé un numeroso grupo de profesos y del pueblo; aquí me sentí impelido a orar, y el poder de Dios fue tan grande que la casa parecía moverse”.43 Después de una extraordinaria experiencia con el Espíritu Santo, Jorge Fox experimentó una revolución en su ministerio. Esa experiencia le afirmó en los momentos más difíciles, ya que fue ridiculizado, perseguido, golpeado, lapidado, arrestado y encarcelado, más veces quizás que 42
Lawson, op. cit., Pág. 141. Lawson, op. cit., pág. 150.
43
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ningún otro hombre, y aún así el Señor respaldaba notoriamente su ministerio. A modo de ilustración, él describe un servicio en Ticnell, Inglaterra: “El cura se mofaba de nosotros y nos llamaba „cuáqueros‟ (tembladores), pero el poder del Señor estaba sobre nosotros y la Palabra de vida fue declarada con tanta autoridad y les llenó de tal espanto, que el cura mismo comenzó a temblar; y uno de entre el pueblo exclamó: „¡Mirad como el cura tiembla y se estremece, ya vino él también a hacerse cuáquero!‟”.44 Una vez que predicó en Carlisle, Fox describe la reunión así: “el poder del Señor era tan grande y causaba tanto miedo entre los que se hallaban en la casa-con-torre que la gente se movía y temblaba, y muchos temían que el techo y las paredes les iban a aplastar”.45 En medio de estas manifestaciones también se producían grandes conversiones a Cristo, según el relato del mismo Fox. Después de la Reforma, el don de hablar en otras lenguas (glosolalia) comenzó a aparecer cada vez con mayor frecuencia. Los testimonios más claros son los siguientes: Los Hugonotes franceses la practicaron alrededor del
año 1700. La mayor parte de los que hablaban en lenguas eran niños, llamados “los pequeños profetas de Cevenas”.
Agu stín Báker , monje benedictino del siglo XVII
describe en sus „Confesiones‟ cómo recibió el don de lenguas (no porque supiera lo que era, pero efectivamente lo recibió). , que se rebelaron contra la estéril y laxa L os Janseni stas moralidad de la Iglesia Católica de mediados del siglo XVIII, también hablaban en lenguas. 44
Lawson, op. cit., pág. 152. Lawson, op. cit., Pág. 153.
45
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, fundados por Edward Irving, pastor de L os I rvingitas una Iglesia presbiteriana de Londres a comienzos del siglo XIX. Así también, se encuentran evidencias de glosolalia en Suecia, Noruega, Rusia y los Estados Unidos durante el siglo XIX.
VI. EL GRAN AVIVAMIENTO DEL SIGLO XVIII En el siglo XVIII, tanto Inglaterra como la naciente nación de los Estados Unidos, recibieron la visitación del Espíritu Santo. Esta dejó una profunda huella en la sociedad de aquel entonces, que vivía en una notable decadencia moral y espiritual. Dios usó a varios siervos de su viña para encender el fuego, destacándose entre ellos al norteamericano Jonathan Edwards, los ingleses Juan y Carlos Wesley, además de Jorge Whitefield, que representaban el naciente metodismo. Estos y otros ministros, encendieron un avivamiento que cambió el curso de la historia. (1703-1791), notable evangelista, escritor y Ju an Wesley erudito bíblico, nos cuenta su experiencia cristiana en su diario personal. Los historiadores reconocen que el secreto del éxito se debía en parte a la postura respecto a la salvación, alejándose de la vieja escuela calvinista, tan extendida en otras denominaciones. No obstante, lo principal se debía a sus profundas experiencias espirituales. Wesley y otros predicadores metodistas de su tiempo, experimentaban gran poder al predicar bajo la unción del Espíritu Santo y alcanzaron a multitudes con el evangelio de Jesucristo. Lawson comenta: “Las gentes se estremecían y temblaban, o caían por el suelo, en las reuniones, abrumados por el peso de
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sus culpas que sentían a lo vivo bajo las prédicas de estos hombres de Dios”.46 La experiencia religiosa de Wesley era de tradición cristiana. Su padre, su abuelo, y el propio Wesley fueron ordenados al ministerio en la Iglesia de Inglaterra. Sin embargo, el mismo narra en su diario que, aún siendo ministro, no había experimentado el gozo de la salvación. Durante un viaje a América, fue sorprendido por una severa tormenta en el trayecto del barco, y entró en pánico. En ese viaje había conocido a unos hermanos moravos, (alemanes) quienes, en medio de la tormenta, reaccionaron alabando al Señor. Eso causó una gran impresión en la vida de Wesley. Se daba cuenta que en estos hermanos había una experiencia espiritual que él mismo no había experimentado aún. Este “viaje misionero” no tuvo éxito, y luego escribió en su diario: “Fui a América a convertir a los indios; ¿y quién me convertirá a mí?”. Ya en 1738 comenzó una búsqueda del Señor y de la seguridad de su salvación. Después de visitar Alemania, donde estuvo con los hermanos moravos del conde Zinzendorf, fue robustecido en su fe. Pero no fue sino hasta enero de 1739, cuando experimentó una poderosa manifestación divina que cambiaría su vida y ministerio para siempre. El lo describe en su diario: ...estábamos presentes en un ágape en Fetterstone, con sesenta hermanos. Habíamos estado constantes en la oración hasta cerca de las tres de la mañana, y el poder de Dios vino manifiestamente sobre nosotros, y algunos gritaban de gozo, y muchos cayeron por el suelo. Así que nos recobramos de un poco de la maravilla y el espanto de la presencia de Su divina majestad,
46
Lawson, op. cit., Pág. 179. 239
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prorrumpimos en una sola voz: “te alabamos Señor Dios, y reconocemos que Tú eres el Señor”.47 Después de esta experiencia, Wesley debe haber recibido una poderosa unción del Espíritu Santo, que queda evidenciada por su éxito posterior, ya que a partir de esa fecha predicó con más unción y poder. De hecho las “Sociedades Metodistas” comenzaron a multiplicarse y muchos se convertían a Dios. Tras esta experiencia, todos los fracasos anteriores sólo fueron recuerdos. Dios le abrió una nueva estrategia. Escuchó a su amigo y consiervo Jorge Whitefield, y comenzó a predicar al aire libre, algo inédito para la iglesia de aquel entonces. Multitudes comenzaron a escuchar a este varón de Dios y a sus otros compañeros de milicia espiritual. Junto con el impacto de la Palabra, señales y manifestaciones extraordinarias se produjeron en los servicios. Era frecuente ver a las gentes gritar con ansiedad o caer por tierra en los servicios. Tanto cristianos como inconversos caían bajo el poder de Dios, a unos capacitándoles para algún servicio, y a otros para redargüirles de pecado. Las convicciones respecto a lo sobrenatural cambiaron radicalmente. Donald W. Dayton dice que: “Wesley parece haber estado convencido...de que la „frialdad espiritual‟ era la causa de que después de Constantino hubieran declinado los dones y milagros. Negaba que la causa fuera „porque ya no había necesidad de ellos, ya que todo el mundo era cristiano‟ Wesley insistía más bien en que el amor de los cristianos se había enfriado, „se había vuelto pagano y sólo les quedaba una formalidad sin vida‟”. Y agrega que a los metodistas: “se les acusaba a menudo de „pretender para sí casi todos los dones apostólicos, de manera plena y general, tal como se los poseía en la antigüedad‟. Wesley negaba que esto fuera así, 47
Lawson, op. cit., Pág. 186. 240
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pero dejaba lugar para una continuidad de lo milagroso en el sentido de que „Dios oye y responde a nuestras oraciones aun más allá del curso común de la naturaleza”.48 Wesley registró en su Diario algunos de estos acontecimientos. El 21 de Abril de 1739 en Bristol escribe: “... un joven comenzó a temblar repentinamente, y enseguida se aumentaron en él las angustias y penas del corazón; se dobló y cayó por tierra”. El 25 del mismo mes anota: “... uno, luego otro, y otros, cayeron por tierra, como derribados por un rayo”. Hasta sus opositores caían bajo el poder de Dios. Así lo describe en otra historia de su diario. Wesley dice: “Un tal J-H, celoso anglicano, opuesto a todas luces contra el metodismo, y quien iba a sus amigos para decirles que los que caían a tierra lo hacían por „engaños del diablo‟ estaba una tarde a la mesa y demudado del semblante, cayó de su silla, y comenzó a gritar de un modo terrible, y a azotarse contra el suelo.” En otro pasaje, Lawson describe el ministerio de Wesley con las siguientes características: “Por donde quiera que iba Wesley la gente caía por los suelos en sus reuniones... Otros gritaban cortados en el corazón y exclamando con ansiedad „¿qué haremos para ser salvos?‟. Y agrega lo siguiente: “Al volver a Londres, predicó en Wapping y veintiséis personas cayeron bajo convicción del pecado. Algunos cayeron y no quedó fuerza en ellos... y otros temblaban y se estremecían, y algunos tenían convulsiones en varias partes del cuerpo”.49 Jorge Whitefield (1714-1770). Las manifestaciones también seguían a los compañeros de Wesley. Uno de sus más cercanos fue Jorge Whitefield conocido como “el príncipe de los predicadores al aire libre”. Se dice que, en una de sus reuniones en Moorfields, recibió más de mil peticiones 48
Donald W. Dayton, Raíces Teológicas del Pentecostalismo. (Bs. Aires, Ed. Nueva Creación, 1991), Pág. 26. 49 Lawson, op. cit., pp. 190-191. 241
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escritas para oración. Y se cuenta que “los cantos de la vasta multitud podían oírse a dos millas (más de tres kilómetros) de distancia”. En cierta ocasión, cuando comunicó a la gente que se iba para América, se dice que: “hicieron tales lamentos que el llanto de los oyentes ahogaba la voz del predicador”.50 Otro historiador dice de Whitefield que: “durante sus sermones se producían desmayos (caídas) y clamorosos estallidos. Centenares de personas experimentaron cambios permanentes y las condiciones espirituales de muchas comunidades fueron transformadas”. 51 (1703-1758). Un notable evangelista Jonathan E dwards
norteamericano, quien llegó a ser presidente de la Universidad de Princeton. Se le recuerda por su famoso sermón titulado: “Pecadores en las manos de un Dios airado”. Inició un mover espiritual que envolvió a la naciente colonia norteamericana. La gente se aferraba a las bancas y a los pilares de la iglesia. Desgarradores gritos de angustia acallaban la voz del predicador, quien a pesar de siete días de ayuno no mostraba signos de agotamiento físico. Por el contrario, la presencia del Espíritu Santo era tan fuerte en él que sus oyentes no le escuchaban a él, sino que parecían escuchar la misma voz de Dios.
VII. EL AVIVAMIENTO DE LA IGLESIA DEL SIGLO XIX. Al comenzar el siglo XIX, parecía que el fuego del siglo anterior se había extinguido. Pero, había hombres de Dios que buscaban la presencia y la realidad del Espíritu Santo en sus vidas. Dios levantó a varios testigos de su nombre. Entre 50
Lawson, op. cit., Pág. 209. Willinston Walker, Historia de la Iglesia Cristiana. (Kansas, Casa Nazarena de Publicaciones), Pág. 571.
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los hombres de Dios que encendieron el fuego a principios del siglo XIX podemos destacar a Lorenzo Dow, Pedro Cartwright, Carlos G. Finney, Jacobo Knapp entre otros. El avivamiento del siglo XIX, tuvo seis principios fundamentales. El bautista Henry C. Fish escribió un ensayo titulado “La piedad primitiva revitalizada”. En él entregó seis principios sobre los cuales se debe sustentar un avivamiento. Estos fueron: (1) Sencillez de intención. (2) Consagración a Dios. (3) Una fe bíblica. (4) La negación de uno mismo. (5) Sinceridad y (6) responsabilidad individual. Este ensayo ayudó a abrir el camino para el avivamiento de 1858 y le valió a su autor un doctorado honoris causa de la Universidad de Rochester.52 Veamos los personajes usados por Dios, en el siglo XIX, en cuyos ministerios se observaron las manifestaciones del Espíritu Santo. Lorenzo Dow (1777-1834). Este varón y ministro
metodista desarrolló su ministerio en los Estados Unidos y Europa, destacándose las notables manifestaciones del Espíritu que le acompañaron. Todo comenzó cuando conoció a un santo varón llamado Calvino Wooster. Lorenzo Dow compartió un tiempo con él. Cuando el hermano Wooster partió de este mundo, Lorenzo tuvo una extraordinaria experiencia que cambió su vida. El describe la muerte del hermano en su diario. Nos dice: El padecía de tisis y a las pocas semanas pasó a mejor vida, y me dicen que sus últimas palabras fueron: „¡Debéis santificaros, o si no, seréis condenados!‟, y mirando arriba, se fue, como el humo de una vela que se apaga, sin ningún extremo ni terror. Y mientras sus labios pronunciaron esta exhortación, casi en secreto, 52
Donald W. Dayton, Raíces Teológicas del Pentecostalismo, (Bs. Aires. Ed. Nueva Creación), Pág. 47. 243
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el poder de sus palabras cayó en los corazones de los que oían; y los que estaban sentados como los que se hallaban de pie, cayeron al suelo como hombres que son heridos en el campo de batalla. Yo mismo, sentí un sacudimiento extraño en mi alma, mis venas vibraron, se me acabaron las fuerzas, y caí al suelo y por la fe tuve la bendición más grande de mi vida... 53 Durante las reuniones dirigidas por Dow, se observaron manifestaciones espirituales como en los otros avivamientos de comienzo y mediados del siglo. Dentro de las manifestaciones más notables estaban las llamadas “sacudidas” o “zangoloteos”. Lawson dice que: “Gentes de todas las denominaciones, y muchos otros que ni siquiera profesaban ser cristianos, se veían acometidos por esas „sacudidas‟. Pero mayormente los que perseguían, los burladores y los tibios entre los que pensaban ser cristianos y no lo eran caía esa extraña „visitación de Dios‟ como algunos la llamaban”. Lorenzo decía que “el temblor se apoderaba de los hipócritas”. Y refiriéndose al zangoloteo, añade: “Los impíos le temen más que a las viruelas o la fiebre amarilla... los más propensos a sentirlo son los perseguidores... mientras se hallan en medio del tironeo que no pueden evitar. Las sacudidas no van acompañadas de dolor, sino cuando las resisten; y en tal caso los que se ven sujetos „a la visitación‟ se cansan más en una hora que en el trabajo de un día entero”.54 Se cuenta que en una de sus reuniones, realizada en 1804, “había como unos treinta que tenían sacudidas, y que no podían quedarse quietos aunque lo intentaban mucho”. En otro servicio similar, dice: “muy pronto vi a nueve que se arrastraban por el suelo y otros que yacían como muertos. 53
Lawson, op. cit., pp. 254-255. Lawson, op .cit., Pág. 257-258.
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Los doctores creyendo que eran simples desmayos, pedían agua y abanicos para volver a los sujetos en sí”... “Algunos creyeron que iban a morirse los desmayados y otros aseguraban que era cosa del diablo. Yo les dije: „Si es del diablo hablarán las lenguas del infierno al volver en sí.‟ Varias personas notaron mis palabras, y las pesaron con gravedad. Luego uno, y después otro, recobraron el sentido, y se sentían felices. Y todo esto en el curso de una sola noche”.55 Con estos testimonios, era evidente que el hermano Lorenzo Dow estaba revestido de una poderosa unción del Espíritu Santo. Pedro Cartwr ight (1785-1872), fue otro notable siervo
ungido que Dios usó notoriamente en el Oeste de Estados Unidos. Su ministerio comenzó luego de una experiencia personal con el Espíritu Santo en un culto de avivamiento. El hermano Cartwright no tuvo estudios escolares. El dice: “Aprendí a leer, a escribir y algo de los números, pero todo muy imperfectamente”. Y a pesar de esa limitación, Dios usó a este siervo para llevar un gran despertamiento espiritual. Las experiencias narradas demuestran que sobre él se manifestaba una poderosa unción del Espíritu. Ministraba en campañas al aire libre entre los campesinos y mineros norteamericanos. Cartwright predicaba con tal poder que frecuentemente las gentes caían a tierra en los servicios. El propio Cartwright se convirtió como resultado de un avivamiento que comenzó en las montañas de Kentucky entre los años 1800 y 1801. Cuando él tenía sólo quince años, se juntaron varios pastores presbiterianos para un retiro espiritual, y ocurrió algo que ni los propios ministros, ni menos el pueblo esperaba. “Se manifestó el poder de Dios extraordinariamente y muchas personas lloraban y gritaban 55
Lawson, op. cit., Pág. 258. 245
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con ansiedad, pidiendo misericordia.” Este fue el principio de uno de los avivamientos más gloriosos que registra la historia de la iglesia. El propio Cartwright dice: “La reunión se prolongó por semanas, muchos ministros de casi todas las denominaciones vinieron de lejos y de cerca... Llegaron a juntarse en las reuniones desde doce hasta veinticinco mil personas. Centenares, bajo la mano poderosa de Dios, caían por tierra como hombres que son muertos en el combate.” Este tipo de reuniones campestres se realizaron en otros lugares. Una reunión de estas se organizó en el sector donde vivía Cartwright, y fue convencido de pecado y se convirtió al Señor con el corazón. El ambiente de poder que había, atraía gentes de todas partes, y se producían salvaciones admirables y manifestaciones del Espíritu Santo. El mismo hermano Cartwright nos entrega algunos detalles de lo que sucedía en las reuniones de avivamiento: “El poder de Dios se manifestó de un modo maravilloso... y veintenas de hombres caían al suelo al oír el mensaje de los ministros, como heridos en batalla, y los cristianos daban voces de júbilo”. Desde sus primeros años de convertido demostró una auténtica fidelidad al evangelio. A los 19 años predicó su primer sermón con gran éxito. Continuó predicando con mucha unción y poder y ganó multitudes de almas para el Señor. Uno de sus biógrafos dice que: “Frecuentemente las gentes caían por tierra en los servicios bajo la poderosa convicción del pecado que había en ellos”. Sin embargo, también dice que “le repugnaba que hubiese manifestaciones de excitación carnal en los cultos, y las detenía con rigor; pero en cambio se cuidaba de no entristecer el Espíritu de Dios deteniendo o apagando cualquiera obra genuina de la manifestación del Espíritu Santo.”56 56
Lawson, op. cit., Pág. 260. 246
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A menudo describe los servicios con palabras como estas: “De repente cayó un poder extraño sobre la congregación, y caían muchos a diestra y a siniestra, y otros clamaban pidiendo misericordia”. En otra ocasión relata: “Tomé por texto: „Las puertas del infierno no prevalecerán‟. Pasados unos 30 minutos cayó el poder de Dios sobre la congregación de un modo tal que yo no lo había visto jamás. Las gentes por toda la extensión del campamento eran derribados por tierra. Como 300 cayeron igual que los heridos en la guerra; y no había que llamar a los plañideros (diáconos), porque estaban esparcidos por el campo. Fuertes alaridos subían al cielo, de los pecadores que pedían misericordia; y a la vez se oía el grito general de gozo de todos los cristianos, de modo que el ruido podía oírse a larga distancia.”57 Charles G. Finney (1792-1875), fue un destacado
evangelista, maestro y abogado. Su ministerio directa o indirectamente llevó a más de medio millón de almas a Cristo. La unción recibida fue tan grande, que se calcula que el 85 por ciento de los convertidos durante su ministerio permanecieron fieles al Señor. El impacto de sus campañas era tan enorme que en los pueblos donde predicó, en muchas ocasiones la venta de alcohol cesó por varios años. La autobiografía de Carlos G. Finney es quizás el registro más notable de las manifestaciones del poder del Espíritu Santo desde los días de los apóstoles. El tuvo una experiencia de encuentro personal con Jesucristo. En su diario cuenta que permaneció no sabe por cuánto tiempo en la presencia del Señor. Una vez que se calmó su mente vivió inmediatamente una experiencia agónica con el Espíritu Santo. El mismo nos dice:
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Lawson, op. cit., Pág. 271. 247
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Me acomodé en mi sillón... y vino sobre mí... un bautismo poderoso del Espíritu Santo. Sin siquiera esperarlo, ni saber que pudiera haber tal cosa para mi... el Espíritu Santo de un modo que parecía llenarlo todo vino sobre mi, y penetró en mi cuerpo y en mi alma. Sentía como si estuviera recibiendo una fuerte corriente eléctrica... como ondas de amor líquido que pasaban sobre mí... Lloré a gritos con amor y con júbilo. Y no sé si debiera decirlo, pero literalmente gemí o casi bramé las pocas voces que salían de mi corazón, sin poder articularlas. Las olas seguían pasando sobre mí sin cesar, una y otra vez, y me acuerdo haber gritado: „¡Señor, voy a morir si esto sigue, ya no puedo aguantar más, me siento morir!‟ y así y todo no tenía ni el más pequeño temor de la muerte”.58 Para Finney continuaron por un tiempo estas manifestaciones del Espíritu. Esa misma noche, llegaron a su casa dos hermanos a verle, quienes se gozaron de ver a Finney bajo el poder del Espíritu. Después llegó otro joven, amigo de Finney, quien escuchaba atentamente el relato de su exper iencia con Dios, cuando de repente el joven “cayó al suelo gritando en medio de la mayor agonía: „¡Oren por mi, oren por mi!”.59 Pasada la noche, al día siguiente, casi todas las personas que estuvieron en contacto con él eran convencidas de pecado y se reconciliaban con Dios. Luego de esto comenzó a predicar y notables manifestaciones físicas acompañaron su mensaje. Parecía tan lleno de la unción divina que mucha gente con sólo mirarle caían bajo convicción de pecado. 58
Lawson, op. cit., pp.287-288 Lawson. Op. cit, pp. 287-288.
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Finney predicó un sermón en Nueva York acerca de Sodoma. “No había hablado ni un cuarto de hora -dice Finney- cuando una gravedad se notó entre todos, y a poco comenzaron a caer de sus asientos en todo el vasto local, y a clamar la misericordia de Dios... Casi toda la congregación estaba de rodillas, o postrados por tierra, uno o dos minutos después que la primera sensación cayó sobre ellos”60. Escenas como estas se repetían en todas partes donde él iba. Jacobo Knapp (1779-1863). Evangelista que fue dotado
de tal poder de lo alto que su nombre llegó a ser por un tiempo sinónimo de poder espiritual. Fueron tantos los que hicieron profesión de fe bajo su ministerio, que él mismo ya había perdido la cuenta cuando pasó los cien mil convertidos. Tan grande era el poder que tenía al predicar que se decía que donde quiera que iba “los descreídos palidecían, y el Universalista desaparecía como por encanto.” Lawson agrega que: “En muchos lugares donde él predicaba se cerraba el comercio y los servicios se repetían por tres veces durante el día y toda la noche sin cansarse... Eran tales las concurrencias que los cristianos se quedaban fuera del Templo para dar lugar a los inconversos y mejor oraban en sus hogares para el éxito de la campaña”. En varias oportunidades, Knapp dice que llegaban perturbadores y caían bajo el poder de la Palabra y “tuvieron que ser conducidos a sus casas”. En 1841, durante una serie de cultos en Boston, Knapp dice que: “el Espíritu de Dios cayó sobre la ciudad y todos parecían estar bajo la presencia de Dios”. Como resultado se cuenta que “una de las fábricas algodoneras tuvo que cerrar por sentir los trabajadores escrúpulos de seguir trabajando durante la campaña, por el remordimiento de sus conciencias”. En 1860, Knapp volvió a Boston, donde se oró mucho por el resultado y “el aire pareció estar saturado del 60
Lawson, op. cit., Pág. 294. 249
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Espíritu de poder. Nadie podía entrar en el cuarto donde estábamos sin sentir la presencia de ese divino poder”.61
VIII. EL AVIVAMIENTO EN CHILE, 1909. El Espíritu Santo también visitó Chile a principios del siglo XX. Su visita levantó una iglesia pujante en la predicación y extensión del evangelio. Las manifestaciones del Espíritu que acompañaron este avivamiento son narradas por el Rvdo. W.C. Hoover, quien fuera la primera cabeza visible de este movimiento. En su libro Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile, cuenta de las experiencias que vivieron los primeros pentecostales criollos. Los antecedentes previos al avivamiento nacen en 1907 cuando llegó a las manos del pastor Hoover un folleto que describía la historia de una obra del Espíritu Santo, en la India. El folleto había sido escrito por la señorita Minnie Abrams, quien fuera condiscípula de la Sra. Hoover. De ese modo, establecieron correspondencia y recibieron mayores informaciones. Esto despertó el apetito espiritual en los hermanos Hoover, quienes iniciaron fervientes cultos de oración en la iglesia. Además, por ese tiempo habían estudiado el libro de Los Hechos de los Apóstoles, en la Escuela Dominical. Durante ese período, “Hubo varios casos -dice Hoover- de conversión y santificación tan notables que faltaban pocos para igualar a los de 1909”. 62 Los primeros resultados del avivamiento se reflejaban, especialmente en vidas transformadas. Los hermanos hacían vigilias, buscaban a Dios y se producían asombrosos cambios 61
Lawson, op. cit., p. 322. Willy C. Hoover, Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile, (Valparaíso, 1948), Pág. 12.
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en la conducta. El pastor Hoover cuenta el caso de una persona que fue impelida por el Señor a devolver unos objetos por los cuales no había respondido a su dueño. El dice: “En la semana siguiente ese hermano halló la dulzura que acompaña la obediencia, porque en la oración fue tomado de una risa dulce, como de comunión agradable con un amigo, que le duró largo rato. Era una cosa que en ese tiempo era tan extraño que llamó la atención de una hermana que dejó de orar para observar el fenómeno, dudando que no fuera fingido, pero, observándolo con atención se convenció que era obra del Espíritu de Dios” Y al día siguiente, el domingo 11 de abril: “En la oración de la mañana una hermana fue tomada de risa, y por una hora se rió sin poder cesar, retirándose a otra parte de la iglesia para no interrumpir la reunión. En la tarde le volvió la risa por una media hora.63 Dentro de las manifestaciones que se vivieron estuvo la experiencia de caer al suelo por el Espíritu. Eso nunca lo habían experimentado antes. Comenzó con un hermano antiguo, pero muy frío en su vida espiritual. Deseaba orar, y le dijo a su esposa, que no podía hacerlo porque se sentía muy seco. Se puso en pie para pedir a los hermanos que oraran por él. Dice Hoover: “Medio alcanzó a dar expresión a su deseo, cuando cayó como herido de un balazo y revolcándose en el suelo, le vino un torrente de oración cual nunca en su vida le había venido” El sábado 3 de Julio de 1909, en la Iglesia Metodista de la ciudad de Quillota, hubo una vigilia de amanecer. Una carta de aquellos días dice: “Asistieron como cien personas. Una de nuestras niñas del coro buscando la santificación, cayó al suelo y quedó tendida por varias horas, fuera de sí, a ratos orando, cantando, riendo, llorando, gritando, poniéndose en pie y orando”. Más tarde, tres más de las niñas 63
Hoover, op. cit., Pag. 20. 251
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del coro cayeron al suelo y las oraciones de arrepentimiento, maravillosas, conmovedoras, asombraron a los que las escuchaban. “Desde entonces -escribe Hoover- muchos han caído al suelo, y después de estar allí por algún tiempo orando, callando o cantando a ratos, se levantan transformados”.64 Experiencias como estas comenzaron a ocurrir cada vez con mayor frecuencia. Hoover nos cuenta otro caso ocurrido en su propio hogar: “El lunes, leyendo la Pala bra antes de acostarme en mi estudio, el hermano C. prorrumpió en gritos de alabanzas, cayó al suelo y por dos horas alabanzas incontenibles salían de su boca. Le hicimos cama allí mismo, y en la noche por dos horas más inundó la casa con cánticos de „¡Gloria al Cordero!‟ „¡Gloria a la sangre!‟”.65 Pero, dentro del avivamiento en Valparaíso no faltaron los contratiempos. El Rvdo Hoover narra el siguiente caso: Un joven al parecer de buena clase, entró una noche y, viendo dos señoritas tendidas en el suelo, se me acercó y en tono amenazante dijo, “¿Llama Ud. eso humano?” Con calma le contesté, “No”. Mi respuesta le turbó un poco, pero dijo, “¿Qué es entonces?” “Divino”, le respondí. Eso le turbó más, pero siempre quería convencerme. Le dije que era innecesario, porque el Señor ya me había convencido. Caballeros entran, miran, preguntan asombrados y salen pidiendo que oremos por ellos. Toda la ciudad está conmovida acerca de nosotros y viene una muchedumbre continuamente a mirar. Sólo queremos quedar muy abajo donde el Señor pueda seguir obrando.66
64
Hoover, op. cit., Pág. 28. Hoover, Ibid , Pág. 29. 66 Hoover, Ibid , Pág. 30. 65
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Otro aspecto novedoso que se observó en este avivamiento, fue la variedad de las manifestaciones producidas en aquellos que las experimentaron. Es decir, los hermanos no siempre tenían una misma manifestación que se repetía con igualdad. Hoover menciona el caso de algunos hermanos que caían al suelo, pero que ahora ya no caían, sino que eran tomados por el Espíritu, y hacían gestos como combatir al diablo o realizaban otras cosas. También experimentaban situaciones como verse en el cielo o en el paraíso o hacer gestos como los de “comer frutas exquisitas”. En su libro, el pastor Hoover, tiene un capítulo dedicado a las manifestaciones que ocurrieron, aparte de lo ya mencionado. El capítulo incluye los ataques que les hicieron y la forma de cómo se defendían. Es interesante considerar que las críticas fueron las mismas que siempre se han dado, hasta el día de hoy. Eran catalogadas como obras de la carne, o de las emociones, la utilización de hipnosis colectiva o definitivamente la obra del diablo. Del mismo modo, la base de defensa ha sido la misma: la experiencia histórica, los testimonios de vidas transformadas y el fruto que esto producía. Si nos damos cuenta, es el mismo patrón de siempre. Esto demuestra que el Señor es el Dios de la historia. Es decir, la historia avala las manifestaciones del Espíritu Santo que vienen acompañadas de abundante fruto, de una renovación espiritual, de un nuevo compromiso con Cristo, y de vidas transformadas por el poder de Dios. Las manifestaciones del Espíritu son básicamente iguales en sus expresiones. Encontramos explosiones de risas, lloros, gritos, cantos, lenguas extrañas, temblores en el cuerpo, visiones, éxtasis en que las personas caían al suelo y se sentían trasladadas a otra parte, al cielo, al paraíso, a campos hermosos, con experiencias variadas, hablaban con el Señor, con ángeles, o con el diablo. Como ya he mencionado, los que pasaban por estas manifestaciones espirituales, 253
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experimentaban un renovado gozo y generalmente eran cambiados y llenos de alabanzas, de un espíritu de oración y de mayor amor. En un comienzo, debido a todas estas manifestaciones nuevas y extrañas, como es lógico, sintieron la necesidad de estudiarlas, y para eso fue necesario dejar cierta libertad. El factor principal de evaluación fueron los resultados tan positivos que se producían. Frente a las objeciones que recibían, muchas veces su respuesta era: “Hemos pedido a Dios que nos bautizara con el Espíritu Santo, y esto es lo que ha venido. El Señor dijo: ¿Qué hombre hay de vosotros, a quien si su hijo, pidiere pan, le dará una piedra? ¿Puedo creer que Dios nos ha dado una piedra cuando le pedimos pan?”67. Pero, las críticas y acusaciones llegaban a extremos absurdos. Un periódico de la época publicaba en su portada: “El Nuevo Escobar. La obra de un embaucador, o de un loco. Gritos, desmayos y bofetadas. Escenas trágico-cómicas. Detalles completos”. En su interior, entre otras cosas, se
acusaba al pastor de dar “a la gente un „brebaje‟ que se llamaba „La sangre del Cordero‟ lo que les ponía en un letargo y les hacía caer al suelo”.68 Por este motivo, el pastor Hoover fue citado varias veces a la justicia. Quedan otros innumerables testimonios como estos en la historia del avivamiento en Chile. Entre las cosas que sucedieron, podemos mencionar de personas que caían o eran tocados con manifestaciones del Espíritu, sin siquiera estar en la iglesia. Esto les ocurría tanto a jóvenes como a personas mayores, y en distintos lugares; ya fuera en las casas, los trabajos o los colegios. La mayoría de las veces, en tales manifestaciones se quebraba toda compostura de tal manera que estas no pasaban inadvertidas. 67
Hoover, op. cit., Pág. 46. Hoover, op. cit., Pág. 39.
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Conclusión En el desarrollo de la historia del cristianismo hemos podido constatar que, junto al crecimiento espiritual de la iglesia y a la gran cosecha de almas que se produce con los avivamientos, también se producen manifestaciones del Espíritu Santo que obedecen a un poder sobrenatural, tales como las caídas, los llantos, las profecías, visiones y sueños, lenguas o glosolalia, gritos, temblores en el cuerpo, cantos espirituales, risas y borrachera espiritual, entre otras. Estas manifestaciones demuestran una notable armonía a pesar de acontecer en personas de diferentes épocas, naciones, denominaciones, y tradiciones religiosas. También, la educación secular o la falta de esta, no ha sido factor importante para que Dios escogiera y usara a sus siervos con poder. Casos como el de Pedro Cartwright y de Carlos Finney, contrastan por su nivel educacional. Sin embargo, ambos siervos contemporáneos fueron usados ampliamente por Dios. Podemos concluir que, toda época tuvo sus hombres encendidos por el fuego de Dios. Como también, tiempos de apagones espirituales. Las generaciones siguientes a los avivamientos olvidaron con el tiempo la herencia y el fuego espiritual que habían vivido sus antepasados al estructurar o sistematizar humanamente el movimiento que había nacido del Espíritu. Asimismo, las críticas a las manifestaciones han sido las mismas, como también las respuestas obedecen a patrones similares. También se reconoce que, en medio del ambiente espiritual, han existido actitudes carnales, sin que eso descalificara el principio sobrenatural que operaba en las manifestaciones del Espíritu. Los hombres a quienes Dios usó actuaron bajo el celo divino al predicar el evangelio. 255
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Muchas veces debieron tomar decisiones firmes con el propósito de no deshonrar el sagrado ministerio. Por ejemplo, de Wesley se decía que “era un gran organizador y un disciplinario muy estricto. Echaba fuera de la Sociedades Metodistas a todo el que fuera frívolo o descuidado. Los expulsaba por docenas”.69 Otra característica importante fue la oración. Los hombres usados por Dios, tenían la oración como una de las prácticas piadosas más preciadas. En los siguientes capítulos abordaremos nuestra experiencia actual, como una visitación especial de Dios, probablemente a la última generación que será testigo del retorno de Cristo.
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Lawson, op. cit., Pág. 192. 256
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Capítulo Doce
Lo que se debiera esperar de un Avivamiento del Espíritu Santo a historia de los avivamientos nos ha entregado varios ejemplos de hombres ungidos a través de los cuales Dios intervino en la historia de la iglesia. Cada avivamiento tuvo sus protagonistas. Es característico del actuar divino que cuando el Señor quiere intervenir, lo primero que hace es llamar a un hombre para esa misión. Esto se ejemplifica con Abraham y la fundación de la raza escogida; con Moisés y la liberación del pueblo de la esclavitud egipcia; con Gedeón y la opresión madianita. Este patrón se ha mantenido siempre: Dios usa a los hombres llamados por El para cumplir una misión. El principio fundamental es que Dios es el que visita a los hombres. Los avivamientos en la historia de la iglesia siguen este mismo patrón; Dios prepara y capacita a sus siervos. De acuerdo al diccionario de Historia de la iglesia un: “avivamiento es un espontáneo despertamiento espiritual producido por el Espíritu Santo entre cristianos profesos en las iglesias, cuyo fruto es una más profunda experiencia religiosa, vida santa, evangelismo y misiones, la fundación de
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instituciones educativas y filantrópicas, y reforma social. El avivamiento no debe confundirse con el evangelismo, el cual es resultado de aquel”.70 En otras palabras, un avivamiento es una verdadera visitación de Dios, cuyos efectos se pueden evaluar objetivamente por medio de sus resultados. ¿Cómo podemos estar seguros de que estamos preparados para experimentar hoy una efectiva y auténtica visitación de Dios? Si hacemos un análisis de estos tiempos finales, previos al retorno del Hijo de Dios, observamos dos grandes corrientes en el mundo moderno. Por un lado, se aprecia una notoria inclinación consumista, dominada por valores materialistas, que prescinde de Dios en la vida de una sociedad secularizada. Por otro lado, observamos en las personas un vacío interior acompañado de una gran necesidad espiritual. Este vacío no se razona, pero se siente. Es una insatisfacción que el consumismo no logra llenar. Esta situación ha llegado a ser un verdadero caldo de cultivo para el surgimiento, en todos los niveles de una variada gama de grupos pseudo-espirituales, con énfasis en lo esotérico. La mayoría de estos grupos están liderados bajo el concepto moderno de “ La Nueva Era”.71 70
Nelson, Wilton y otros, Diccionario de Historia de la Iglesia, (Miami, Ed. Caribe, 1989), p. 109. 71 Nueva Era: Movimiento filosófico, cultural y de aspiraciones religiosas. Esta corriente agrupa a una amplia variedad de sociedades y organismos de sensibilidades parecidas (Partido Ecológico, humanistas, ciudadanos planetarios, Buena voluntad mundial) y que se nutre de elementos religiosos hinduístas, judeo cristianos y budistas, entre otro, constituyendo un credo espiritual sincrético y ecléctico. Además del seguimiento de las principales filosofías orientales, la Nueva Era incluye esoterismo, ocultismo, la preocupación por la naturaleza (ecología) costumbres vegetarianas y el uso de las drogas. Es una nueva forma de espiritualidad, cuya búsqueda de lo sagrado excluye cualquier mediación institucional y ritual, por el convencimiento que eso desvirtúa la relación directa y personal de la filosofía Nueva Era. Cristo es considerado un 258
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Pero, también estos tiempos son propicios para una genuina obra del Espíritu Santo, para la restauración y formación de una iglesia victoriosa. Este análisis nos lleva a la conclusión de que la iglesia está preparada para experimentar una verdadera visitación divina. De hecho, existen ejemplos actuales de visitaciones divinas a ciudades (Cali, Colombia; Almolonga, Guatemala; Pensacola, USA; Toronto, Canadá) y que seguirá alcanzando progresivamente a muchos otros países, como una gigantesca ola que cubrirá la tierra. Consecuentemente con lo anterior, debemos sumar las profecías bíblicas que anuncian que en el tiempo previo a la segunda venida de Cristo, “Dios derramaría de su Espíritu sobre toda carne” (Hechos 2:17). Y, que paralelamente, estaría acompañado por el levantamiento de “muchos falsos profetas que engañarán a muchos” (Mateo 24:11). Estas situaciones son prácticamente la realidad actual en los cinco continentes. Asimismo, el Espíritu Santo está hablando en muchos lugares sobre despertamientos espirituales para estos tiempos finales. Nos preguntamos: ¿Qué debiéramos esperar hoy de la presencia manifiesta del Espíritu Santo? La respuesta a esta pregunta la desprenderemos a la luz de la enseñanza general de la Biblia. El principio bíblico establece que el Señor se complace en visitar a Su pueblo. Las palabras “visitación” y “visitar” en sus variadas formas aparecen aproximadamente ochenta y cinco veces en la Biblia, y más de la mitad se refiere a visitaciones de Dios. Esta idea corresponde a algo más que Su Omnipresencia. Se refiere a cuando El viene de una manera patente; tanto para bendecir como para juzgar la maldad. Por ejemplo: El Señor visitó a Sara y le dio un hijo; espíritu elevado como Buda, Mahoma o Zoroastro y que el ángel Gabriel es un extra terrestre. 259
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visitó a Su pueblo en Egipto y lo liberó de la esclavitud; Dios visitó a Ana, y le dio a Samuel como hijo; Dios visitó a Jerusalén en los días de Jesús, y así por el estilo. Podemos decir que una visitación de Dios es la participación de un tiempo especial de lo divino con resultados beneficiosos. Frente a este renovado ambiente espiritual que se está viviendo deberíamos esperar los siguientes resultados:
1. Será un tiempo de refrigerio en su presencia. En el libro de Los Hechos, Capítulo 3, debido al milagro de sanidad del cojo, el apóstol Pedro hizo un llamado al arrepentimiento a la multitud congregada en el templo de Jerusalén. En su llamado presentó, además, los resultados de obedecer a Dios: “Así que, arrepentios y convertios, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;...” (Hch.3:19-20). “tiempos de descanso...” (NVI)
Podemos esperar que éste sea un tiempo especial de refrigerio espiritual. Se podrá sentir la frescura del Espíritu acompañado de un reverdecimiento en nuestra experiencia cristiana. Aunque, en el contexto, se refiere a Israel y a las bendiciones del reinado del Mesías, podemos desprender un principio general aplicado a la iglesia. Así lo consideran algunos comentaristas. A lo largo de la época actual y hasta el regreso de Cristo, Dios enviará “tiempos de descanso” (el derramamiento del Espíritu Santo) a todos los que se arrepienten y se convierten. Aunque “en los últimos días vendrán tiempos difíciles” y muchos se apartarán de la fe..., aún así Dios promete enviar avivamiento y tiempos de descanso para los fieles. La presencia de 260
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Cristo, las bendiciones espirituales, los milagros y los derramamientos del Espíritu vendrán sobre el remanente fiel que busca a Cristo y vence al mundo,.. 72
Actualmente Dios está visitando a Su pueblo de una manera fresca. Hemos visto a cristianos cansados, secos, desanimados que están siendo levantados, restaurados y llenados de gozo. Está sucediendo alrededor de todo el mundo.
2. Será un tiempo de restauración, alabanzas y maravillas. El profeta Joel nos presenta en su libro un cuadro terrible de juicio, simbolizado por la plaga de langostas que devoraron el país completo. En vista de esta imagen tan devastadora, el profeta proclama el mensaje de Dios con un llamado al arrepentimiento, acompañado de promesas. Dios promete por boca del profeta Joel: “Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabar é is el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros, y nunca jamás será mi pueblo avergonzado” (Joel 2:25-26). Los vocablos “restituir”, “Alabar” y “maravillas” reflejan el sentimiento propio de Dios y su intención de devolver a su pueblo lo perdido y manifestar estas gracias como resultado de un genuino arrepentimiento. En el sentido espiritual, se puede apreciar un mayor desborde de vida en la 72
Donald C. Stamp, Biblia de Estudio Pentecostal, N. Testamento, Nota a Hechos 3:20, Pág. 247. 261
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iglesia cristiana que percibe que estos son tiempos de cambios espirituales de parte de Dios.
3. Será un tiempo de liberación. El concepto de liberación en los profetas era la obtención de la libertad después de un período de cautividad. Esos son los términos que emplearon los profetas para describir la visitación que Dios haría después de la disciplina. El profeta Sofonías dijo: “Porque Jehová su Dios los visitará, y levantará su cautiverio” (Sofonías 2:7).
Jeremías declaró de Judá: “A Babilonia serán transportados, y allí estarán hasta el día en que yo los visite, dice Jehová, y después los traeré y los restauraré a este lugar” (Jeremías 27:22).
¿Por qué decimos que este será un tiempo de liberación? Porque los principios de liberación y restauración están en el corazón de Dios. Forman parte de la naturaleza misericordiosa del Señor. Así se dio a conocer en la teología del Antiguo Testamento; no sólo como el Dios que castiga y disciplina por el pecado, sino también como el Dios que restaura y corta las ligaduras de opresión. Este sentimiento de liberación está expresado en las palabras del Salmo 126, que cantan las expectativas que tendrían los retornados del cautiverio babilónico: “Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión, seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre las naciones: „Grandes cosas ha hecho Jehová con estos‟. „Grandes cosas ha hecho 262
Dones y Ministerios Jehová con nosotros‟; estaremos alegres” (Salmo 126:1-3).
La actitud de gozo por la intervención divina será uno de los grandes valores de la liberación del cautiverio. Es la misma actitud que presenta Isaías de los que regresan de la cautividad. El profeta dice: “En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó, y me has consolado... Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sión; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel” (Isaías 12:1-6). Lo más significativo es que el gozo espiritual y el disfrutar de la libertad en Cristo son verdades bíblicas aplicables en todo tiempo. La diferencia es que en este tiempo de tanta opresión y esclavitud espiritual serán acentuadas, a través del Espíritu Santo.
4. Será un tiempo de renovación y fortaleza espiritual. Igual que lo anterior, se experimentará un tiempo en que serán acentuadas estas verdades bíblicas como son la renovación de nuestro entendimiento por medio de la consagración (Romanos 12:1-2), y el participar de la fortaleza espiritual: “el gozo del señor es nuestr a fortaleza”. Una de las situaciones más sorprendentes que se puede observar es a miles de líderes cristianos agotados que han recibido nuevo ánimo para continuar en el ministerio, y lo que es más, experimentan un nuevo poder para llevar a sus congregaciones hacia adelante. Es como si el ministro vuelve a enamorarse de su ministerio. Encuentra nuevo encanto en servir al Señor. 263
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Será un tiempo donde veremos reacciones extrañamente clasificadas.
La presencia del Señor es una marca de esta visitación espiritual. Dios es Omnipresente; está en todas partes. Pero, con la llegada de su presencia manifiesta, esta afecta nuestros sentidos y nuestras emociones de un modo especial. Como ha sido mencionado en la historia de los avivamientos, ninguna de estas manifestaciones en sí nos entrega una definición propia de lo que es la unción. Por ejemplo: No es danza, pero nos hace danzar. No es grito; pero nos hace gritar (de júbilo). No es salto, pero nos hace saltar. No es hablar en lenguas, pero nos hace hablar en lenguas. No es caer al piso, pero nos tumba al suelo. No es risa, pero nos hace reír. Todas estas manifestaciones forman parte de la presencia manifiesta de Dios en la iglesia. No las podemos caracterizar como de una “moda temporal”. Nunca podremos enmarcar en nuestros moldes humanos al Dios infinito. Esto es la presencia divina que nos visita En una visitación como esta, El hace que Su presencia sea tan patente de tal modo que muchos ven, oyen, sienten o reaccionan a Su gloriosa presencia. Según los historiadores, siempre ha habido algo de carnalidad, excesos y extremismos en los grandes avivamientos, y esta visitación no es la excepción. Salvaguardando las excentricidades humanas (propias del vaso de barro), estas “manifestaciones extrañas” son beneficiosas y resultan válidas desde el punto de vista teológico y vivencial.
6. Será un tiempo que traerá mucho fruto espiritual. Lo más importante de todo, en definitiva, es el fruto que resulta de todo esto. Las manifestaciones de Su presencia no son el fruto; el fruto viene después y es muy bueno. Por 264
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simple temperamento, no todas las personas experimentarán una manifestación externa. Pero, por medio de su sinceridad, sentirá y experimentará un nuevo fruto en su vida. Son tantos (miles) que han sido conducidos a un cristianismo gozoso y vibrante. Pastores han sido restaurados a un ministerio fructífero y poderoso. Enfermos han sido sanados, jóvenes se han encendido con el amor de Cristo y están testificando de Él como nunca antes. El evangelismo ha sido restaurado al corazón de muchos. Y, lo mejor de todo es que esto seguirá avanzando.
7. Será un tiempo de mayor responsabilidad y compromiso. No solo fruto, este mover del Espíritu Santo implica gran responsabilidad. Debe tener raíces profundas en la Palabra de Dios, pues trae aparejado un serio llamado a la santidad y a la consagración. Dios seguirá actuando sobre sus principios esenciales de santidad. “¡Sed santos, porque yo soy santo! (1Pedro 1:16) Veo la santidad como la adecuada respuesta a la exigencia de Dios. Y con relación a esto, existen dos actitudes que debemos evitar: el desprecio y la liviandad. El desprecio se observa por las actitudes de indiferencia, la crítica ciega y mal intencionada. También, por una falta de sensibilidad espiritual para entender la auténtica visitación de Dios; muy similar al llanto de Jesús sobre Jerusalén. Los judíos de su época no pudieron reconocer la visitación de Dios en la persona del Mesías esperado. “Y cuando (Jesús) llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Más ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes 265
Dones y Ministerios te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos, dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuando no conocisteis el tiempo de tu visitación” (Lucas 19:41-44).
El otro aspecto es la actitud de liviandad. Una actitud liviana es peligrosa. Dios nos quiere visitar, y esto debe causarnos temor reverente. La naturaleza humana tiene la inclinación a mecanizarse. Puede darse un acostumbramiento de las manifestaciones del Espíritu y podemos caer en consideraciones impropias. El ejemplo de Ananías y Safira refleja esa actitud liviana (Hechos 5:1-11). Si analizamos la experiencia fatal de este matrimonio, nuestro ser se conmueve. La muerte de esta pareja, como resultado del juicio de Dios, llegó a estremecer a la iglesia de Jerusalén. Los involucrados no fueron obligados a vender su propiedad. No podrían ser acusados de que robaron, ni tampoco pueden ser acusados de mezquindad (5:4). Su actitud fue liviana y de irreverencia a la presencia del Santo Espíritu que moraba entre ellos. Debido a la generosidad de los hermanos en desprenderse, y en especial la generosidad de Bernabé, consideraron para sí la oportunidad de elevar su imagen ante la comunidad y se aprovecharon de la situación con total falta de temor. Este juicio de Dios sobre el pecado de Ananías y Safira causó gran conmoción a la Iglesia de Jerusalén. Y como resultado: “vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas” (5:11). ¡Si Dios fue capaz de hacerlo antes, ¿no lo podría repetir hoy entre nosotros, frente a una actitud de liviandad que no respeta su especial presencia que nos está visitando?!
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Capítulo Trece
La transmisión de la Unción del Espíritu Santo omo se trasmite la unción del Espíritu Santo? Esta ¿C pregunta tiene varios aspectos a considerar. La experiencia del profeta Elías y la formación de Eliseo como sucesor, nos entregan los grandes principios involucrados en la trasmisión de la autoridad espiritual. En este capítulo abordaremos estos principios de poder. El profeta Elías fue el mayor representante del ministerio profético de su generación. Aunque no dejó nada escrito para la posteridad, sí dejó impresa una marca indeleble entre sus contemporáneos. En tiempos de crisis, Dios levanta a sus mejores hombres. La Biblia describe en el primer libro de Reyes, Capítulo 17; la situación caótica que se vivía al momento de la aparición de Elías en la escena. El rey Acab, se había casado con Jezabel, una princesa fenicia. Esta mujer tenía un carácter perverso y maligno. Ella se había propuesto desarraigar, de los labios de los israelitas, el nombre de Jehová, introduciendo el aberrante y grosero culto a los dioses paganos. Quería instalar oficialmente en Israel la adoración a Baal y Astarté (Asera), los principales dioses del panteón cananeo. Baal era considerado el dios de la lluvia y Astarté la diosa de la fertilidad. Esto conducía a la 267
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imposición de la violencia por parte de la autoridad sobre los más débiles. Bajo este trasfondo de crisis religiosa y social, Dios levantó al profeta Elías como su representante. Este poderoso varón de Dios anunció al rey Acab, por palabra de Jehová, el juicio por medio de una gran sequía sobre todo Israel. Se suponía que Baal era el dios de la lluvia. Pero, en este caso, el “Dios más fuerte” intervino y dijo, por boca de Elías: “no habrá lluvia ni rocío, sino por mi palabra” (1Reyes 17:1). Después de este anuncio profético, pasaron tres años y medio de sequía y leemos acerca de la gran confrontación espiritual entre Elías y los cuatrocientos cincuenta falsos profetas de Baal (1ªReyes 18:16-40). Como resultado, los falsos profetas fueron humillados y posteriormente muertos por orden de Elías. Aunque este acto parece brutal, la ley mosaica demandaba la muerte de los falsos profetas en Israel (Deuteronomio 13:1-10).73 Pero, el fuego que cayó del cielo y la lluvia que vino por la oración de Elías, no convencieron a Acab ni a Jezabel con respecto a la verdad. El profeta se vio en la obligación de huir para salvar su vida. Esto nos enseña que estamos frente a un hombre “sujeto a pasiones semejantes a las nuestras” (Santiago 5:17). Después de vivir una experiencia sorprendente como esa, entró en el valle del desánimo y de la desesperación. Todas sus luchas no lograron tener un significado permanente. La reina Jezabel se mantenía en el poder y, sin duda, el pueblo se volvería nuevamente a la idolatría. 73
La orden de Jehová era destruir a los falsos profetas : “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños... diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos,... y sirvámosles... tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto... no consentirás con él, ni le prestarás oído... le apedrearás hasta que muera, por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios...” Elías procedió de acuerdo de la ordenanza de la Ley Mosaica, que era la regla de conducta para Israel. 268
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El trato que el Señor tuvo con el profeta desanimado fue cuidadoso. Dios procedió sin apresuramientos en este difícil trance de Elías. Jehová lo llevó a descansar, lo alimentó y lo confrontó con la realidad espiritual. En el monte Horeb, el Señor le entregó una nueva visión de servicio y le proyectó en el trabajo a realizar. La obra que Elías había comenzado, continuaría, por medio de las denominadas “Escuelas de profetas”. El no estaba solo como pensaba. Dios le dijo: “Hay siete mil hombres que no han doblado sus rodillas ante Baal, ni le han besado” (1ªReyes 19:18; Romanos 11:4). La lección para nosotros es que, a pesar del desánimo y la adversidad, Dios no termina tan rápido con la vida de los hombres que El ha llamado. El siempre tiene altos propósitos con nuestras vidas. Dios lo hizo con Elías y ese hombre sirvió a su generación hasta el momento en que fue arrebatado al cielo en un torbellino de fuego. El trabajo continuó, y de ese modo formó las escuelas de profetas en distintos lugares de Israel. ¿Qué son las “Escuelas de Profetas”? Eran agrupaciones de hombres que vivían en comunidad en torno al ministerio de un profeta mayor. En las ciudades de Gilgal, Bet-el y Jericó se establecieron dichas comunidades. A los que participaban en ellas se les denominaba: “Los hijos de los profetas”. En ellas se formaban los hombres de Dios en un ambiente profético. Se les enseñaba la vida espiritual, la Ley de Moisés, a oír la voz de Jehová, a comunicarse con Dios y eran inspirados a servir a su generación mediante cultos donde el nombre de Jehová, era exaltado en Israel. Este fue el efecto de “silbo apacible y delicado” (1Rey.19:12-18) por medio del cual Dios obraría para la restauración de Israel. Ya no sería con el fuego o de una manera espectacular, sino suavemente. Dios estaba formando una nueva generación profética, para llevar adelante su obra. 269
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Este principio de acción, forma parte de la manera en que el Espíritu Santo está obrando hoy. Lo hace a través de la preparación de hombres de Dios, verdaderamente ungidos a quienes usará para afectar a la generación en la cual les ha tocado vivir. El profeta Elías tuvo el privilegio de ser honrado por Dios de no ver muerte. En el Antiguo Testamento sólo dos personajes tuvieron ese privilegio: Uno fue Enoc y el otro el profeta Elías. Dios tuvo sus buenas razones para hacerlo. Pudo ver en estos hombres cualidades excepcionales. De Enoc se dice: “Caminó,.. Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” (Génesis 5:23-24). Este hombre sirvió a su generación fielmente y Dios le honró sin pasar por la muerte. En el caso de Elías fue similar. Sabemos que todas las partidas son tristes. El capítulo 2 del libro 2ªReyes, nos señala el momento de la partida de este insigne hombre de Dios del escenario terrenal. Su tarea estaba completa. Había formado discípulos para continuar su obra, y preparado a alguien para que le sucediera en su lugar: este fue el profeta Eliseo. Este pasaje nos habla del momento cuando ambos fueron separados sobrenaturalmente. En toda la extensión del capítulo 2 del libro de 2ª Reyes encontramos las verdades que se desprenden acerca de la trasmisión de la unción del Espíritu Santo y del empleo de autoridad espiritual. Como este es un tema extenso, lo dividiremos en dos capítulos. En este hablaremos sobre los principios de cómo se recibe la unción y la autoridad espiritual. Y en el siguiente capítulo: “Cómo se emplea la unción y sus alcances”.
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I. Los Pasos preliminares para recibir la Autoridad Espiritual En el contexto del pasaje, Elías estaba visitando y despidiéndose de cada una de las comunidades proféticas. En estas visitas observamos varios detalles importantes.
1.- Obediencia a lo ordenado. La primera parada es en Gilgal. Una vez visitada y entregada las últimas instrucciones, Elías le dice a su discípulo: “Eliseo, quédate aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el”. Un buen discípulo diría: “Como usted lo mande, pastor”. Pero este hombre entendía en su fuero interno que el profeta Elías está probando su actitud. Eliseo le respondió: “Vive Jehová y vive tu alma que no te dejaré” (2:2). Estaba dispuesto a seguir hasta el final junto a Elías.
2.- Entendimiento espiritual. La siguiente parada fue en Bet-el. En este lugar, los “hijos de los profetas” le hablaron a Eliseo. Esos discípulos habían recibido por el Espíritu que Dios iba a quitar de en medio de ellos a Elías. Le dijeron: “¿Sabes que Jehová quitará hoy a tu Señor de sobre ti?”, y Eliseo respondió: “Sí, yo lo sé callad” (2:3). Esto nos enseña que el Espíritu
profético debe estar en el pueblo y no solo en los líderes del pueblo. Dios puede y quiere traer revelación de sus planes al todo el pueblo. Esta verdad está acentuada en el Nuevo Pacto (Ver Jeremías 32:33-34; 2 Ped. 1:4). Eliseo se daba cuenta que Elías seguía probando su actitud. Sabía por qué Elías le volvió a decir: “quédate aquí” y también sabía por qué le debía responder que iba a seguir con él. Posteriormente fueron a visitar la escuela en la ciudad de Jericó. En Jericó, después de dar instrucciones a los “hijos 271
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de los profetas” ocurrió lo mismo. Otra vez las palabras de prueba: “Eliseo quédate aquí”. Su respuesta fue la misma: “Yo te sigo hasta el final”. Los discípulos de la Escuela en Jericó ya sabían, por el Espíritu, lo mismo que en la Escuela en Betel: “¿Sabes que Jehová quitará hoy a tu Señor de sobre ti?”, y la misma respuesta de Eliseo: “Sí, yo lo se, callad” (2:5). Después de partir de Jericó, ambos se dirigieron hacia el río Jordán. Les siguieron “cincuenta varones de los hijos de los profetas” (2:7).
3.- Perseverancia en un propósito. ¿Por qué Elías seguía probando a Eliseo, pidiéndole que no le acompañara? Porque Elías deseaba conocer el corazón de Eliseo respecto a cuáles eran sus verdaderos motivos para continuar con El. Este hecho nos enseña lo siguiente: ¡Antes de recibir unción espiritual, Dios pondrá a prueba nuestros motivos y nuestra actitud frente a las cosas espirituales!. El profeta Isaías dijo: “Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen” (Isaías 40:30). Este asunto de la autoridad espiritual no funciona sobre la base del esfuerzo humano, ni tampoco está basado en el dinamismo de la juventud. Dios necesita probar nuestra intención y sinceridad. Porque cuando él deposita su autoridad y su gloria, busca vasos limpios y dispuestos para recibirla. Dios nunca depositará su gloria sobre vasos irresponsables o inconstantes. La unción del Espíritu trae renovación y respaldo sobrenatural. Y, a diferencia de los jóvenes, Isaías dijo: “Pero los que esperan en Jehová, tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”
(Isaías 40:31). Aunque este no es un asunto de juventud, tampoco niega el hecho de que Dios pudiera poner su toque especial sobre 272
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los jóvenes. El Espíritu del Señor también puede usarlos, aunque no lo sepan todo y sean asaltados por tantas dudas. ¿Cuál es una de las principales necesidades espirituales de la gente? Lo que se necesita en este mundo es demostrar la realidad de Dios. La unción del Espíritu trae la realidad de Dios. La gente quiere ver lo auténtico de Dios en las vidas de otros. Eso es en esencia el anhelo consciente o inconsciente de las personas: demostrar la realidad de lo divino. ¡Esto es autoridad espiritual!
4.- Sinceridad de intención. Elías y Eliseo llegaron al río Jordán y lo cruzaron de una manera sorprendente. El pasaje nos dice: “Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco” (2:8).
El proceso de cruzar el río fue espectacular. Elías tomó su manto, golpeó las aguas y estas se abrieron ante la mirada asombrada de Eliseo. Así pasaron los dos en seco. Cuando cruzaron al otro lado del río, Elías le hizo la pregunta: ¿Qué es lo que deseas?: “Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti”. Y como muy bien reza el dicho popular que: “en el pedir no hay engaño”; Eliseo pidió todo aquello que anhelaba su corazón. Dijo: “Quiero que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí”
(2:9) En la actualidad se emplea con frecuencia la expresión: “la doble unción” o de la “doble porción”. Nos podemos preguntar, ¿qué es lo que significa esta expresión de la “doble porción”? Tengamos un supuesto. Si yo tengo diez manzanas en mi poder, ¿puedo dar veinte a quien me pida? Naturalmente que no. Entonces, ¿qué era lo que le solicitaba 273
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exactamente Elíseo a Elías? ¿Qué significaba en el mundo hebreo esta expresión? La doble porción significaba la porción del primogénito, el derecho legal de primogenitura. En los tiempos bíblicos, cuando un padre fallecía, la herencia se repartía entre los hijos, no en partes iguales. Por ejemplo, si un padre tenía cuatro hijos, la herencia se repartía en cinco partes y el hijo mayor, el primogénito recibía una doble porción de la herencia.(cf. Deuteronomio 21:17). Hoy en día, en nuestra cultura latina, si un padre muere, la herencia queda repartida; la mitad para la viuda y la otra mitad en proporciones iguales entre los hijos. Eso lo establece nuestra legislación que regula la repartición de las herencias. En cambio, en la cultura hebrea el primogénito no sólo recibía una doble porción sino que, además, asumía el liderazgo de la familia. Entonces, ¿qué es lo que estaba pidiendo Eliseo para sí? Antes de responder a esta pregunta consideremos lo siguiente. Elías era un hombre sin posesiones materiales. Por otra parte, Eliseo era rico. Esto se evidencia por el hecho de que eran pocos los que tenían doce yuntas de bueyes arando delante de él. Es decir, en términos actuales, Eliseo era un empresario agrícola. Tenía animales, tierras y empleados a su cargo, a quienes debía pagar sueldos. Era un agricultor de la época. Un hombre de recursos (1ªReyes 19:19-21). En cambio, Elías era un hombre común y sin recursos materiales. Tenía un aspecto campesino y rudimentario. Su vestimenta era de piel de camello, usaba el pelo largo y una barba frondosa. Y sin embargo, tenía dentro de sí algo muy valioso para entregar. Y un hombre tan distinto a él le pedía: “Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí”. Recordemos que Elías tenía “otros hijos”, como los denomina el texto: “los hijos de los profetas”, que eran los discípulos de las 274
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Comunidades proféticas. Con estas palabras, Eliseo le estaba diciendo: “Yo quiero ser tu principal heredero. Quiero ser el continuador de la obra que Dios te ha dado a realizar a ti”.
Eliseo quería ser el principal heredero de este legado espiritual para Israel. Este discípulo entendía y valoraba el trabajo de influencia espiritual que se había desarrollado en Israel. Y él postulaba a ser el heredero espiritual del profeta y continuador de esta empresa de fe. Debemos mencionar que Eliseo, hasta entonces, había sido un sirviente de Elías. Es decir, un aprendiz, uno más de los discípulos. Ahora, quiere ser el continuador de esta obra. Recordemos que aún estaba presente el problema del baalismo, que fue eliminado definitivamente de Israel en tiempos de Jehú. Aún quedaba mucho trabajo por hacer.
II. El Costo de la Unción La unción del Espíritu tiene un alto costo para aquellos que desean servir en esta capacidad. La respuesta del profeta Elías fue: “Cosa difícil has pedido” (2:10). Eso significa que todo aquel que desea servir a Dios en el poder de la unción del Espíritu deberá pagar el precio de su servicio leal. ¿Cuál es el costo de la unción?
1.- Una vida dispuesta al sacrificio. De un modo figurado, significa un “sacrificio expiatorio”, semejante al de Cristo por su iglesia. El apóstol Pablo lo ilustra con este ejemplo: El habló de ser “derramado en libación sobre el sacrificio y servicio”, por causa de Cristo. La aceptación del principio de muerte, sepultura y resurrección es nuestro modelo. Todo verdadero buscador de Dios, que se involucra en una relación de pacto con Dios, 275
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deberá aceptar, por así decirlo, “la letra chica” del contrato. Pablo dijo: “Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos... Siempre estamos entregados a muerte” (2ªCorintios 4:10-11).
Esta es la “marca del quebranto” que debe exhibir todo verdadero hombre que ha sido ungido por Dios. ¿Cómo se manifiesta el costo en el servicio? Jesús dijo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere lleva mucho fruto” (Juan12:24).
Siguiendo este principio de entrega y renuncia personal, el costo está asociado con varios aspectos: En muchas ocasiones se estará expuesto a la crítica de los de afuera y también de los propios creyentes. Involucra, la lucha en el plano del conflicto personal en la superación de la fatiga. Incluye, el tiempo dedicado para pensar, meditar, orar, planificar, que siempre cuesta. Muchas veces será la soledad, los momentos de angustia, cuando al igual que Elías se piensa que los demás lo han abandonado. Otras veces será el momento de tomar decisiones que no son gratas, especialmente con algunos que persisten en resistir el llamamiento de Cristo. Además, del precio de la competencia y la ansiedad donde reside el temor al fracaso. También está la tentación de hacer abuso de autoridad y de poder.
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Los sentimientos de envidia porque otros están haciendo una obra mejor que la nuestra, o el orgullo propio al sentir que lo hemos hecho bien, entre otras cosas. El asunto es: ¿estamos dispuestos a ser derramados como una ofrenda en sacrificio vivo?, o ¿estamos dispuestos a ser colocados sobre el altar y pasar por el fuego purificador que elimina todo deseo y afecto personalista?
2.- Una vida con respaldo divino. El hecho de que la unción sea algo difícil y costoso, no significa que sea inalcanzable. Pero, no es el resultado del esfuerzo humano. Recuerde las palabras de Isaías: “Los muchachos se fatigan y se cansan”. Eso significa que el entusiasmo juvenil, sólo es algo pasajero. Esto no asegura la mantención perseverante de una obra expuesta a la prueba. La perseverancia es una señal de que la tarea ha sido dada por Dios, y que el alma que arde con fuego celestial alimenta sus fuerzas de los recursos divinos. La misión que tiene el respaldo de Dios perdurará hasta el final. Moisés nos ilustra esta verdad. El tuvo dos etapas en su vida como libertador. Uno cuando era príncipe en Egipto y fracasó y el otro cuando Dios lo envió de vuelta a Egipto. En la primera etapa, cuando Moisés era príncipe de Egipto, sintió el deseo de visitar a sus hermanos y observó cómo un egipcio azotaba a un hebreo. Con eso sintió un celo por los de su raza e hizo un primer intento libertario al castigar la injusticia, dejando a un egipcio muerto en la arena; pero pronto se agotó, y se vio obligado a retirarse sin valor y amedrentado (Ex.2:11-15). En la segunda etapa, debieron pasar 40 años para que esos anhelos se cumplieran. Después del llamamiento del Señor en el desierto, Moisés llegó a ser el gran libertador de 277
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Israel. El gran respaldo del Señor hizo la diferencia. Y el autor de hebreos agrega que Moisés: “se sostuvo como viendo al invisible” (Heb.11:27). Dios es fiel para sostener a sus siervos que desean perseverar fieles a su llamado. En otras palabras, el hombre que anhela la unción divina se mantendrá sin fluctuar en la misión, pues encuentra su fuente de poder en aquél que le ha comisionado. Frente a la consideración del costo de la unción de Dios, siempre habrá gente que desiste, se retira, se cansa y se agota. Los que alcanzan a llegar son los mejores. Los que han sido aprobados. Y son a ellos a quienes Dios honra dándoles autoridad espiritual. Son los que están dispuestos a pagar el precio por la unción.
3.- Una vida de negación al “yo” La unción en sí es gratis. Porque proviene de la gracia de Dios. Pero, recibirla y mantenerla, eso sí tiene un costo. Un costo de sacrificio, un costo de abnegación, un costo de muerte a sí mismo. Para eso, el corazón debe vaciarse del YO para ser llenado de EL. ¡Que su “tesoro” sea puesto en nuestro “vaso de barro”!. Esto significa un costo de pureza espiritual, para así recibir mayor autoridad del Espíritu. Es gratis en un sentido, pero muy costosa en otra. Dios entregará la unción del Espíritu, ni Su autoridad a cualquiera, como si estuviera en una “liquidación de temporada” a bajo costo. La unción es el gran legado de Dios para los siervos de Dios. Como dijo el salmista, la unción del Espíritu es la porción de su herencia. “Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos y es hermosa la heredad que me ha tocado” (Salmo 16:5-6).
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¡Esta es nuestra herencia espiritual: La unción del Espíritu! Si uno requiere la unción con anhelo, deberá levantar la mano y mantenerla levantada sin claudicar. Siempre deberá responder que aún quiere la unción divina, bajo cualquier circunstancia. Es decir, frente a los innumerables obstáculos, se nos seguirá preguntando: ¿aún quieres la unción? Nuestra respuesta debe ser siempre la misma. Ahí, y sólo ahí se nos va a conceder la unción, e incluso aumentar en grado. Es necesario, estar dispuesto a pagar un precio de renuncia al yo, de renuncia a nuestras propias motivaciones. Jesús dijo: “Busca primeramente el reino de Dios y su justicia”
(Mateo 6:33). Si uno aprende a renunciar a sí mismo y el reino de Dios se transforma en nuestra prioridad, Dios nos va a dar la unción. Y, junto con ello, nuestros propios anhelos, nos serán añadidos. En el caso de Eliseo, la exigencia que le hizo Elías, para abrir la puerta a la sucesión profética fue: “Si me vieres cuando sea quitado de sobre ti, te será hecho, más si no, no” (2:10).
¿Qué le quiso decir, con estas palabras? La señal por la que Eliseo sabría que su petición había sido concedida, era “si Eliseo tenía el valor de presenciar el arrebatamiento de Elías, y la comprensión espiritual para apreciar el significado de la partida del profeta mayor, sería él entonces su sucesor”.74 En otras palabras, debía estar muy atento a los acontecimientos que sucederían. No debía estar distraído, 74
Charles F. Pfeiffer, Comentario Bíblico Moody, “Antiguo Testamento” (G. Rapid, Ed. Portavoz, 1993), Pág.342 279
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sino permanecer constantemente al lado del profeta. Porque, en un momento, no sabía cuándo, ni dónde, algo sobrenatural iba a ocurrir. Y ocurrió. Para Eliseo, el cambio de escenario fue de gran impacto. La Biblia dice: “Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego, con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino” (2:11).
Eliseo pudo ver esa visión Ambos fueron separados dramáticamente. En ese momento entendió que era necesaria la separación, el distanciamiento de ambos, para que existiera sucesión profética. Para él fue como si su maestro hubiera muerto. Tuvo la sensación de sentirse solo y abandonado. Similar a cuando una persona asume un nuevo cargo o una nueva responsabilidad para la cual no se siente preparado, hasta que después de un tiempo se acostumbra a sus nuevas funciones.
III. La transferencia de la unción La unción del Espíritu es transferible cuando existe una actitud de fe. Y cuando esta se transfiere suceden varias cosas destacables:
1.- La unción es un poder que afecta desde el mundo espiritual. La Biblia dice que Eliseo, al verlo partir, clamaba a gran voz: “¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! (2:12). 280
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Esta expresión es algo extraña para nosotros. La misma exclamación la empleó posteriormente el rey Joáz, en el lecho de muerte del propio Eliseo (ver 2ªReyes 13:14). ¿Qué quisieron decir Eliseo y el rey Joáz al usar esta expresión tan particular? El comentarista Charles F. Pfeiffer dice: El carro era el arma más formidable conocido entonces, símbolo del poder supremo de Dios. Eliseo estaba hablando de Elías como el instrumento profético mediante el cual el poder de Dios estaba operando en favor de la verdad en Israel. Porque la defensa de Israel recaía solamente en Dios, y su idolatría era el rechazo de esta defensa. Este poder divino podía ayudar al pueblo a mantener el pacto.75 Es decir, lo que estos dos profetas representaban era más poderoso que el ejército de Israel, con todo su armamento. La autoridad de que estaban investidos esos hombres desaparecía en esos momentos. Veamos un ejemplo de la autoridad espiritual que Elías representaba. En 2ª Reyes capítulo 1, leemos el caso cuando Elías anunció la muerte del rey Ocozías. El orgulloso monarca envió a un destacamento de soldados para arrestar al profeta de Dios. En esos momentos, Elías se encontraba solo, sentado en la cima del monte. Un capitán con cincuenta soldados, llegó hasta él con un mensaje arrogante de parte del rey que le decía: “Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas” (1:9). Y Elías, sin tener ninguna arma consigo le respondió: “Si soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y te consuma con tus cincuenta”. Y la Biblia dice: “Y 75
Charles F. Pfeiffer, Comentario Bíblico Moody, “Antiguo Testamento” (G. Rapid, Ed. Portavoz, 1993), Pág.342 281
Dones y Ministerios descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta”. ¡Esto fue una verdadera tragedia!
Murieron calcinados cincuenta y una personas por la palabra del profeta. Luego, el rey volvió a enviar a otro capitán con un grupo similar, para proceder a arrestar a Elías. El capitán le volvió a dar al profeta nuevamente la orden que descendiera. Y otra vez la misma respuesta y la misma palabra de juicio: “Si soy hombre de Dios, entonces que descienda fuego del cielo, te consuma a ti y a tus cincuenta”.
Con esta nueva palabra, ya iban más de cien muertos en un mismo día. Posteriormente llegó un tercer grupo de soldados. Pero esta vez, el capitán a cargo, se daba cuenta que Elías tenía un poder mayor que todos ellos juntos. El capitán no utilizó un lenguaje insultante. Por el contrario, en actitud humilde rogó por su vida: “... sea de valor delante de tus ojos mi vida, y la vida de estos tus cincuenta siervos”(v.13). En otras palabras, el capitán del ejército le decía: “Tan solo soy siervo del rey, cumpliendo con mi deber; así que, por favor venga conmigo ante el rey”. Estas circunstancias probaron que Elías no estaba tan indefenso como aparentemente parecía. Tras el profeta de Dios había un enorme respaldo espiritual incuestionable. Este tipo de respaldo estaba solicitando Eliseo para sí. ¡Eso es autoridad espiritual! Aún queda en mi memoria la visita de un hombre de Dios a nuestro país, para un evento en el principal Coliseo Nacional. El estadio estaba lleno. Y en un momento del sermón, inspirado por el Señor, señaló con su dedo a un grupo de pastores que estaban ubicados en la plataforma y declaró solemnemente: “¡Sobre los hombros de estos hombres depende el destino de esta nación!”. En ese momento no comprendí, exactamente el alcance de sus palabras. Pero, a la verdad me causó mucha impresión, 282
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porque sabía que era una declaración importante. Con el tiempo comprendí el significado. No eran las personas, sino la autoridad espiritual que estaba depositada sobre ellos, lo que hace que las cosas sucedan en la esfera espiritual, para que se hagan efectivas en el mundo natural. ¡Eso es autoridad espiritual! La autoridad espiritual, no sólo debe estar en los ministros del Señor, sino en todo el cuerpo de Cristo. Cuando el creyente es portador de la autoridad espiritual, este poder va a transformar su entorno.
2.- La unción de Dios implica comprensión de la verdad bíblica y de la realidad espiritual. Como miembros del Cuerpo de Cristo, hemos sido llamados para afectar favorablemente nuestra sociedad. Porque la luz siempre resplandece y aleja las tinieblas espirituales. La luz de Cristo en los creyentes, será un polo de atracción. La unción del Espíritu irradia algo sobrenatural, que no es humano y que procede de arriba. La partida del profeta Elías fue especialmente dolorosa para Eliseo. Una vez que se dio cuenta de lo ocurrido, “tomó sus vestidos y los rompió en dos partes” (2:12). Esa era la forma hebrea para expresar el dolor o luto en tiempos bíblicos. Así demostró su sincero dolor ante la partida de Elías. Aunque nada podía hacer, entiende que era necesaria la separación de ambos para el traspaso de la autoridad.
3.- La autoridad espiritual no se impone; se reconoce.
Cuando la unción del Espíritu es traspasada, esta es notoria en la vida del creyente. En el caso de Eliseo, una vez que terminó de llorar, limpió sus lágrimas, y vio que junto a 283
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él estaba tirado el manto de Elías. Lo tomó y se volvió con él a la orilla del Jordán y preguntó: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? (2:14). El manto sería una confirmación adicional de la transmisión de la unción. Con él golpeó las aguas y estas se abrieron, y Eliseo cruzó como lo hizo junto a Elías. Y la Biblia dice: “viéndole los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él” (2:15).
Esto nos demuestra que la autoridad espiritual no se impone, sino que se reconoce. Eso es lo precioso que tiene la unción: que las personas la reconocen. No se necesita cargar un cartel sobre el pecho que diga: “¡Soy el ungido de Jehová!”. La misma unción del Espíritu de Dios sobre la vida de un hombre se hace notar. En una ocasión fui invitado a predicar a una convención. Después de predicar, ministré sobre los enfermos. Esa noche hubo un despliegue del poder milagroso de Dios. Al final de la ministración, dije: “Yo no entiendo porqué Dios me ha dotado de estos dones de sanidades, yo soy principalmente un maestro de la Palabra. Por regla general estos dones Dios los entrega a los evangelistas, que necesitan predicar el evangelio con las señales de poder”. Se encontraba presente en la convención un evangelista. Al escuchar esas palabras, pensó para sí: “¡Yo soy evangelista, y no tengo esas señales!” El hermano se fue muy triste a su casa esa noche. Permaneció por varias horas en oración. Después de derramar su alma en la presencia del Señor , el Espíritu Santo le dijo: “¡Mañana te hablaré por mi siervo!”. En la siguiente reunión, él estaba a cargo en la coordinación del culto. Mientras adorábamos al Señor, el Espíritu me habló y me dijo: “¡Le vas a entregar 284
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todo lo que tienes a él!”. En ese momento no comprendí a cabalidad la magnitud de las palabras del Espíritu. Cuando me entregó el púlpito para predicar, le comenté brevemente: “El Señor tiene algo para ti, pero no sé en qué momento te lo va a dar”. Esa noche, después de predicar, hice un llamado para orar por los enfermos. Pasó un buen número de personas con necesidad. En ese momento el Espíritu me dijo: “¡Llámalo, ahora!”. Cuando le llamé, pude ver su corazón. El Señor me mostraba todo lo que había pasado la noche anterior. Le dije: “El Espíritu me muestra que tú has pedido al Señor algunos dones que El me ha dado. Tú anhelas tener lo que yo tengo, porque eres evangelista, y piensas que no estás suficientemente dotado”. A lo cual respondía “¡Sí, Señor!”, con vehemencia. Fue en ese momento que comprendí lo que el Señor me había dicho: “¡Entrégale todo lo que tienes!”. El hermano levantó sus manos y uno por uno comenzó el traspaso de los dones que Dios me había dado. El hermano quedó “embriagado en el Espíritu” al momento de recibir los dones. Inmediatamente, llamé a un enfermo, y le digo al evangelista que le ponga las manos encima. Para sorpresa de todos, el enfermo sanó instantáneamente. Luego vino otro enfermo, con su columna vertebral desviada; le impuso las manos y dijo: “¡Oh, puedo ver cómo la columna se endereza. Sí, se está enderezando!” Durante esa reunión hubo todo tipo de milagros. Pero para el evangelista, eso no terminó ahí. A las pocas semanas viajó para predicar una cruzada al extranjero, y me enteré que tuvo gran éxito orando por los enfermos. Le acompañaron abundantes señales. Y esas manifestaciones le siguen actualmente en su ministerio.
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Conclusión: Entonces, la autoridad espiritual es algo real que el Espíritu del Señor quiere compartir con nosotros. Para recibirla, debe haber una actitud de interés y de búsqueda intensa. La unción se demanda en oración y se mantiene con la Palabra. La palabra para nosotros sigue siendo la misma: “¡Cosa difícil has pedido!”. Es necesario estar dispuesto a pagar el precio que sea, si con ello podemos entregar un servicio más efectivo en la gracia y el poder del Señor a nuestra generación. La autoridad espiritual que traspasa la unción se percibe espiritualmente. Es decir, aquel que tiene la unción de Dios, se le hará manifiesta, aún sin abrir su boca. Con estas palabras deseo animar tu espíritu a buscar la unción del Espíritu Santo.
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Capitulo Catorce
El empleo de la Unción del Espíritu Santo uando un creyente o un ministro entra a conocer y a experimentar la unción del Espíritu Santo, se le ha entregado un arma poderosa en el mundo espiritual. Como arma de Dios, también implica una responsabilidad delegada para hacer un uso correcto, de acuerdo a la voluntad de Dios. En este capítulo desarrollaremos el tema: “El empleo de la unción del Espíritu Santo”. ¿Para qué sirve la unción del Espíritu? ¿Cómo se debe emplear la autoridad espiritual? La autoridad de Cristo opera en dos direcciones: para bendición de otros y para juicio y castigo del mal. Dios unge a sus siervos para que a través de ellos fluya una palabra de autoridad y poder que cambie las circunstancias externas. Esta experiencia se observa en la vida de Eliseo, una vez que le fue transferida la unción como heredero espiritual de Elías (2ª Reyes 2:16-25). Los hechos que sucedieron, posteriormente a la transmisión de la unción de Dios, en el capítulo anterior, nos ayudarán a entender las direcciones en que opera la unción del Espíritu.
C
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I. La unción trae realidad espiritual
una
nueva
La unción cambia las circunstancias absolutamente. Entran a operar nuevas realidades que son reconocidas por sus efectos en el plano natural. Pero, la clave está en recibir el toque de Dios, para luego hacerlo manifiesto en nuestro entorno. Esta nueva realidad queda ilustrada en el caso de la unción de David por Samuel. A todas luces, Samuel ungió a David en lugar de Saúl para que sea rey sobre Israel. De hecho, después de ser ungido por el profeta, la Biblia declara que: “Entonces el Espíritu del Señor vino con poder sobre David, y desd e ese día estuvo con él” (1Sam.16:13 NVI). ¿Comenzó a reinar David inmediatamente una vez que fue ungido? De acuerdo al relato posterior, observamos que esto no fue así. Aunque fue ungido para ser rey en lugar de Saúl, las circunstancias no se dieron en el corto plazo. Saúl siguió siendo el rey por muchos años más. ¿Cuáles fueron los efectos progresivos que trajo la unción sobre David? Y ¿qué aplicación tiene para nosotros en el día de hoy? Consideremos estos efectos progresivos, en la vida de David, como resultado de la unción del Espíritu. 1.- La unción trajo un efecto liberador. David,
después de ser ungido, vino a ser tocador de arpa al servicio del rey Saúl, para calmar las locuras que un espíritu maligno causaba en contra del rey (1Sam.16:19-23). Pero, la música que interpretaba David, ungida por el Espíritu de Dios, traía alivio espiritual sobre Saúl. Esa liberación
espiritual que producía, era el resultado directo de la unción que había recibido David. 2.- La unción trajo victoria sobre la nación. Bajo
esta misma unción, fue capaz de enfrentar y derrotar a Goliat. El 288
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resultado, fue una gran victoria sobre el ejército filisteo, los perpetuos enemigos de Israel. La hazaña con Goliat, le ligó a la familia del rey Saúl y éste lo puso como jefe militar del ejército. Esto fue el resultado directo del respaldo divino de la unción de Dios sobre David. 3.- La unción también le trajo honores y ascensos.
4.- La unción le trajo para él un costo de envidia, rechazo y persecución. La influencia alcanzada a causa de la
unción provocó una reacción recelosa de parte de Saúl. Aunque el pueblo nada sabía de la unción de David, muy pronto reconoció que el Espíritu de Jehová reposaba sobre él. Llegó el día en que a David le concedieron mayores honores que a Saúl. El rítmico compás de los tamboriles y el cántico de las mujeres que decían: “Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles”, deben haber resonado en los oídos de Saúl como un susurro que le decía: “Jehová te ha rechazado” (1Sam.18:6-8). Unos celos amargos y violentos tomaron posesión de su alma. Varias veces intentó quitarle violentamente la vida a David, pero este siempre escapaba. Debido al rechazo, David debió escapar por su vida y vivir como fugitivo. Este período de tiempo como proscrito duró entre cinco a ocho años. Ese tiempo fue una verdadera escuela de padecimientos. En esta época compuso muchos de sus salmos que celebran su escape de las manos de los enemigos. No hay duda que la misma unción le hizo desarrollar su confianza en Dios. 5.- La unción actuó también para producir una vida con propósito y liderazgo en gente con problemas. ¿Qué ocurrió
con la unción es esta área? David llegó hasta la cueva de Adulam, cerca de la frontera filistea. Sus parientes, al saber donde estaba, se refugiaron con él para escapar de la ira del rey. También se encontró al frente de 400 hombres que fueron a él y lo tomaron como su líder. Este grupo pronto 289
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aumentó a 600. La Biblia los describe como “endeudados, desterrados y afligidos”. Muchos de ellos eran personas sin carácter, sin reputación y sin esperanza (22:1-2). Mediante la unción, David pasó por alto su bajeza, los guió, los contuvo cuando era necesario; y los elevó a una relación extraordinaria con él y con Dios. Mediante la relación con David y bajo la unción del Espíritu, estos hombres afligidos se hicieron prudentes; los descontentos se convirtieron en personas adaptadas, leales y valientes. De esta compañía surgieron muchos de los hombres destacados del reinado de David. De este grupo salieron los denominados “valientes de David”. 6.- La unción le llevó a ser reconocido como Rey de Judá, y posteriormente sobre todo Israel . Tras la muerte de
Saúl, a David se le allanó el camino para ser entronizado como rey sobre Judá. Siete años después, vino a él una delegación oficial que representaba a todo Israel para pedirle que reinara sobre la nación entera. Ellos reconocían que David era un verdadero hebreo entre los hebreos, que había demostrado su capacidad militar, y que Dios mismo lo había ungido para ser rey (2Samuel 5:1-5). Samuel había ungido a David muchos años antes. Ahora el pueblo lo ungió por segunda vez, confirmando lo que Dios había hecho ya. Se celebró la coronación del rey con una gran fiesta (1Crónicas 12:38-40). La misma unción le ayudó durante su gobierno para conquistar territorios, de otras naciones, llegando a construir un imperio que pasó de 10.000 a 100.000 kilómetros cuadrados, durante su reinado. Una de las claves en el secreto de su éxito militar y de su reino, fue su consagración como adorador y salmista. El mismo compuso la mitad del salterio que se cantaba en Israel. Construyó para Dios un tabernáculo, donde dispuso que se le 290
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ofreciera continuamente sacrificios de alabanzas a Jehová, por turnos, durante las 24 horas del día. Terminó sus días con éxito. El autor sagrado dice de él que: “murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria; y reinó en su lugar Salomón su hijo” (1Cron.29:28). El rey David nos entrega un ejemplo para las siguientes generaciones de lo que significa vivir y actuar bajo la unción del Espíritu Santo. Esto lo ejemplifica el profeta Isaías, quien profetizó 300 años después de David. El dice lo siguiente: Inclinad vuestro oído, y venid a mí; OÍD , y vivi rá vuestra alma y haré con vosotros pacto eterno, las misericordi as fi rmes a David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He aquí, llamar ás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, a causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado” (Isaías 55:3-5).
De este pasaje desprendemos cuatro cosas que ocurren cuando escuchamos la voz de Dios: Dios nos imparte vida espiritual: “vivirá vuestra alma” Dios se involucra con nosotros en una relación de “pacto eterno”
Dios derrama sobre nosotros un manto de misericordia. Dios nos honra y eso nos permite afectar la vida de muchos otros: “Llamarás a gente… y gentes que no te conocieron correrán a ti, a causa… del Santo de Israel que te ha honrado”.
El rey David recibió todo lo anterior: Vida espiritual, un pacto eterno, experimentó la misericordia y fue honrado por Dios delante de las otras naciones. Pero, de él, también se dicen tres cosas; que es un testigo a los pueblos, es un jefe y 291
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un maestro a las naciones. Esto significa que David es un modelo en estas tres áreas: Davi d como testigo : Es un modelo a IMITAR. Es alguien que tiene un testimonio de vida. : Es un líder a quién debemos SEGUIR. David como Jefe David como maestro : Es alguien de quien debemos APRENDER. Para ir cerrando la idea del cambio de la nueva realidad que trae la unción, preguntémonos: ¿Es posible alcanzar tales logros sin la unción? La respuesta es muy obvia. ¡NO! Por eso, debemos buscar la unción del Espíritu para afectar con eficacia nuestro entorno, e implantar las virtudes del Reino de Dios. Pero, volvamos a Eliseo, después que recibió la herencia espiritual legada por el profeta Elías. En la esfera espiritual se produjo un gran cambio. Pero, al igual que David, también debió consolidarse en la esfera natural. Los hijos de los profetas le dijeron a Eliseo: “He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el Espíritu de Jehová, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis. Más ellos le importunaron, hasta que avergonzándose dijo: Enviad. Entonces ellos enviaron cincuenta hombres, los cuales lo buscaron tres días, más no lo hallaron. Y cuando volvieron a Eliseo, que se había quedado en Jericó, él les dijo: ¿No os dije yo que no fueseis?”(2:16 -18).
Los hijos de los profetas no querían aceptar, en primera instancia, que la partida de Elías era permanente. Su insistencia en enviar a un grupo de búsqueda consiguió una autorización de mala gana. Cuando su búsqueda probó ser 292
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infructuosa, tuvieron que aceptar el hecho de que Eliseo era ahora el nuevo líder del movimiento en Las Escuelas Proféticas.
II. La Unción es para Beneficio de los Hombres. Cuando las fuerzas y las capacidades humanas son limitadas, la unción divina es la respuesta frente a las necesidades de los hombres. Una vez que los hijos de los profetas reconocieron la nueva autoridad de que estaba investido Eliseo, los hombres de la ciudad le plantearon un problema al profeta: “He aquí, el lugar en donde está colocada esta ciudad es bueno, como mi señor ve; más las aguas son malas, y la tierra es estéril” (2ª Reyes 2:19).
¿Qué tipo de problema tenían? Un problema geológico. No se producían alimentos El lugar era bonito y con un buen clima, pero las capacidades productivas no eran buenas. Había malas aguas y esterilidad de la tierra. La placentera situación de Jericó estaba dañada por el hecho de que el agua era mala. Esta expresión también se puede traducir: “... pero el agua es mala... provocando abortos”. Ellos consideraban que las aguas que bebían eran responsables
de la causa de los abortos. ¿Qué tenía que ver Eliseo con este problema? Para nosotros, la respuesta vendría por el trabajo de un ingeniero agrónomo para la solución del problema. Sin embargo, Eliseo pudo ofrecer una solución por medio de la unción que había recibido como herencia del Espíritu Santo. La Biblia dice: “Entonces él dijo; traedme una vasija nueva y poned en ella sal. Y se la trajeron. Y saliendo él a los 293
Dones y Ministerios manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad. Y fueron sanas las aguas hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo” (2ª Reyes 2:20-22). ¿Acaso Eliseo conocía algún “secreto de naturaleza” de que la sal poseía alguna propiedad capaz de alterar la
constitución de las aguas? Es evidente que el autor bíblico no pretende demostrar eso. La sal no tenía ninguna propiedad química capaz de modificar las aguas. En este caso, fue usada como un símbolo del poder purificador y preservador de Dios. No fue la sal en sí misma la que produjo el cambio, sino la unción que había recibido Eliseo. En este acto, el profeta empleó la autoridad espiritual para cambiar las circunstancias negativas y con eso cambió el futuro para esa ciudad. El poder milagroso de Dios intervino en las circunstancias humanas, y revirtió para bien en la vida de los hombres de la ciudad de Jericó. Eliseo es uno de los personajes más atractivos de la Biblia. Es alguien con quien resulta fácil identificarse. Una de las cosas que más llama la atención de Eliseo es el hecho que donde quiera que este hombre estaba había cambios significativos a su alrededor en la vida de otros. Consideremos algunos ejemplos de los milagros de Eliseo que ilustran los efectos positivos de la unción del Espíritu sobre la vida de otros. Ya hemos considerado la sanidad de las aguas de Jericó. Pero, su vida ungida por el Espíritu Santo contiene gran riqueza que nos incentiva a buscar de este glorioso poder espiritual. Un ejemplo destacable fue el caso de la viuda de uno de “los hijos de los profetas” a quien le fue multiplicado el aceite. Esta historia se narra en 2 Reyes 4:1-7. La Biblia declara que el marido de esa mujer había muerto y la había dejado con deudas impagas. Sus acreedores habían venido 294
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para llevarse a sus hijos como esclavos. Ya no era sólo el dolor de la partida del esposo, sino la aflicción por las deudas. La situación para esta mujer era muy grave. Con esta carga, ella vino al profeta Eliseo, le planteó su problema y le añade: “...y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová”. Eliseo le dijo: “¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa.” (4:2). Esta mujer, lo único que tenía era un poco de aceite. No tenía verduras, ni carne, ni otros alimentos. ¿Cómo actúa la unción de Dios para cambiar las circunstancias? En este caso el profeta le dijo: “Ve pues ahora y pide prestados a tus vecinos algunos jarros, ¡todos los jarros vacíos que puedas conseguir! Luego métete en tu casa con tus hijos, cierra la puerta y ve llenando de aceite todos los jarros y poniendo aparte los llenos” (2ª Reyes 4:3,4 VP).
El resultado fue sorprendente. Por un acto milagroso, comenzaron a llenarse las vasijas, de ese poco de aceite. Y el aceite cesó solo cuando se acabaron de llenar todas las vasijas. Este milagro cambió las circunstancias negativas de la mujer y de sus hijos. Cuando le cuenta al profeta Eliseo lo sucedido, el profeta dice: “Ve, vende el aceite y paga a tus acreedores, tú y tus hijos vivid de lo que quede” (4:7). Con la venta del aceite pudo pagar a todos sus acreedores, rescatar el gravamen que pesaba sobre sus hijos y con el resto pudo vivir sin sobresaltos. No tuvo necesidad de endeudarse en un préstamo. Fue Dios quien intervino en las circunstancias por medio de la unción que cambió las cosas para esta mujer. ¡Esa unción está disponible para nosotros en la actualidad! Otro ejemplo, tan sorprendente como el anterior, fue el caso de la mujer sunamita (2ª Reyes 4:8-37). Una mujer importante de Sunem entendía que Eliseo era un hombre de Dios. Cada vez que el profeta pasaba por Sunem, ésta mujer lo invitaba a su casa. Motivada por amor y respeto a Eliseo le hizo construir una habitación especial para que pudiera 295
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alojarse cada vez que anduviera por allí. Todo esto lo hizo con una actitud desinteresada. Eliseo preguntó a su siervo Giezi: ¿Qué haremos por ella? y Giezi respondió: “He aquí que ella no tiene hijos, y su marido es viejo” (4:14). Bajo estas circunstancias, en que la naturaleza les impedía tener familia, la palabra ungida del profeta fue: “El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo...” y ocurrió tal cual le fue anunciado: “la mujer concibió, y dio a luz un hijo al año siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho”.
La historia no termina allí. Pasando el tiempo, el niño creció y en un momento fue afectado por fuertes dolores de cabeza, que le provocaron la muerte. Esto fue un golpe muy duro para esa mujer, madre de un solo hijo. En su angustia la mujer recurrió al profeta Eliseo. De algún modo, le reclamó el hecho de que ella no había pedido ser madre, y ahora su único hijo estaba muerto. Cuando Eliseo llegó al lugar, se encontró con el triste cuadro del muchacho muerto y de unos padres muy apenados. ¿Qué haríamos nosotros? Lo más probable es que presentaríamos nuestras condolencias. Quizá daríamos algo de dinero para ayudar a los gastos de sepultación. Pero, ¿Cómo operó la unción del Espíritu de Dios? Intervino y devolvió la vida al hijo de la mujer sunamita. ¡Qué asombrosa es la unción del Espíritu Santo! Otro caso grave, ocurrido en tiempos de Eliseo, fue la invasión de Siria sobre Samaria. (2ª Reyes 6:24-7:20). La situación llegó a ser insostenible. La ciudad fue sitiada y se produjo una hambruna muy severa. A tal punto que la propia cabeza de Eliseo corría peligro. En medio de una situación tan desastrosa, Eliseo les profetizó a los ancianos de la ciudad y a un representante del rey. La profecía decía: “Mañana a estas horas, a la entrada de Samaria se podrán comprar siete litros de harina por una sola moneda de plata, y también por una moneda de plata se podrán comprar quince litros de cebada” (2ª Reyes 7:1VP). 296
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Esto no parecía lógico. Debido a las circunstancias que se vivían en aquellos días esta profecía parecía algo tan irracional. Nadie lo podía creer. El propio príncipe asesor del rey respondió a Eliseo: “Aún si el Señor abriera ventanas en el cielo, no podría suceder lo que has dicho.” Pero Eliseo contestó: “Pues tú lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello” (7:3). El caso fue que esto se cumplió de
una manera asombrosa. La palabra profética y ungida con la autoridad espiritual, cambió esas circunstancias tan negativas. Hubo alimentos en abundancia. Por lo que relata la Biblia, los hechos acaecidos no son atribuibles a circunstancias humanas, sino a la intervención de Dios que cambió esta situación tan adversa. ¡Esta fue la manifestación de la unción del Espíritu! Estos ejemplos citados nos ilustran una gran verdad bíblica: “¡sobre quienes r eposa la unción de Dios van a suceder milagros sorprendentes!” En mi propia familia hemos visto el milagro de multiplicación del gas. Un cilindro nos duraba cuatro meses, y somos cinco personas en mi hogar. En el caso de mis padres que eran dos personas solas, un cilindro de igual volumen les duraba un mes y hasta menos de un mes. Eso no parece lógico, pero nos ocurrió durante varios años. También, supimos el testimonio de una persona que recibió una caja con unas pocas cebollas y estuvo sacando cebollas durante un mes. La unción de Dios interviene y nuestras circunstancias son cambiadas. ¡Eso es lo real de la unción! No está sujeta u obligada a seguir la lógica de las circunstancias naturales. La unción milagrosa de Dios es el poder que actúa de una manera sobrenatural en beneficio de las vidas humanas.
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III. La unción es para juicio y castigo del mal Por otro lado, la unción de Dios sirve para atacar y contrarrestar la maldad. El enfoque es defensivo y protector. Observamos en el pasaje bíblico de 2 Reyes 2:23-25 que, inmediatamente después de la sanidad de las aguas, Eliseo: “subió de allí a Bet -el; y subiendo por el camino salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡Calvo, sube!”
Parece que Eliseo ya estaba quedando calvo de su cabello. Estos muchachos se burlaron de él y de la experiencia sobrenatural de Elías al subir en un carro de fuego. Y así como había dado una palabra de bendición sobre las aguas de Jericó y fueron sanadas, ahora, les dio una palabra de maldición. “Y mirando él atrás, los vio y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos” (2:23-24).
Con una sola palabra de maldición se defendió del ataque de estos muchachos burladores. Sin embargo, debemos dejar en claro que, por regla general, la unción de Dios no es para maldición. Pero, habrá ocasiones en que deberemos defendernos, en el nombre del Señor, para contrarrestar el ataque enemigo. Veamos un ejemplo bíblico. En el Nuevo Testamento se
narra el enfrentamiento de Pablo contra un falso profeta, llamado “Barjesús”. Pablo y Bernabé estaban predicando en 298
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la isla de Chipre. Al llegar a Pafos, la capital política de la isla se enfrentó con este hombre. Lucas denomina a este enemigo de la fe como “mago y falso profeta” (Hechos 13:712). De acuerdo a las circunstancias históricas, la capital de Chipre era famosa por el culto a Venus, la diosa del amor. Su culto era sinónimo de inmoralidad y lujuria. Además, se invocaban las fuerzas del ocultismo, por medio de la magia y la superstición. El mismo gobernador de la Isla, Sergio Paulo, tenía su propio mago dentro de sus asesores políticos. El procónsul es denominado por Lucas como un “varón prudente” quien deseaba escuchar el mensaje del evangelio. El mago, por su parte, hacía intentos para impedir a Pablo y a Bernabé que le predicaran al gobernador de la isla. Al darse cuenta de que el gobernador, Sergio Paulo, era un genuino buscador de la verdad, y el mago era un enemigo de la fe, Pablo lo reprendió en términos fuertes. Hizo uso de la autoridad espiritual contra este enemigo del evangelio. Lucas dice que Pablo: “lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he aquí la mano del señor es contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano”. Ese es el poder de la unción
empleado para castigar a un opositor. Sin embargo, el efecto del evangelio siempre es positivo. En el caso del gobernador se dice que: “el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor” (Hechos 13:12) Veamos un ejemplo actu al . En el año 1952 vino desde
los Estados Unidos a Chile el evangelista Clifton Erickson. Durante las reuniones masivas que se realizaron en varias 299
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ciudades comenzaron a ocurrir grandes milagros. Esto causó un gran impacto y mucha publicidad para ese tiempo. Fue así que, entre otras cosas, trajo la reacción negativa de los dignatarios católicos de la época. Con el propósito de descalificar este mover del Espíritu Santo, la jerarquía católica envió a un representante para probar la “falsedad de los milagros”. Esta persona vino falseando una condición, haciéndose pasar por un paralítico. Su intención era que el evangelista hiciera una oración por él, y después declarar que todo era un “fraude montado”. El hombre se presentó con sus muletas, se paró delante del evangelista y éste discernió su intención y le dijo: “¡Así como has venido, así te vas!”. Ese hombre bajó paralítico para el resto de su vida. Este es un ejemplo actual del empleo de la autoridad espiritual que nos entrega la unción para decretar maldición a opositores al evangelio. Como creyentes de esta generación, necesitamos de la unción para ver la intervención de Dios sobre nuestras realidades humanas. Solo a través del poder del Espíritu Santo veremos las circunstancias cambiadas a nuestro alrededor y los países estarán siendo alcanzados con el mensaje del evangelio. Así, una nube de unción de vida cubrirá los cielos de cada nación, y con ello habrá una gran cosecha de hombres que responderán al evangelio de la gracia. Para que esto sea una realidad, necesitamos buscar la unción del Espíritu Santo. La unción opera a través del empleo de las armas espirituales, que son poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, y que sirven para derribar todo argumento y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y para llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo (2ªCorintios 10:4-5). Un misionero que trabajó por años en el Ecuador, en la fundación de iglesias, me participó de experiencias en el 300
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empleo de armas espirituales. En Quito, la capital del Ecuador, había sido por años el lugar de fracaso para muchos misioneros. El ambiente espiritual era denso, y el evangelio llegaba a ser casi impenetrable. El equipo a cargo del misionero realizó un estudio del entorno local de la realidad espiritual y determinaron que el problema era la presencia de brujos y encantadores que tenían a la ciudad dominada y en ceguera espiritual. La estrategia que siguieron fue que en cada barrio, donde se proponían abrir iglesias, hacían oración de intercesión, y ataban los espíritus malignos que operaban en el área. Ellos hacían oración de guerra, oración de intercesión por las vidas, atando el poder de los demonios en los brujos. El efecto de la intercesión no se dejó esperar. Curiosamente llegaban a la carpa muchos brujos a conversar con él, y a preguntar el porqué no funcionaban
en ellos los poderes de los demonios. La lucha se ganaba en los aires, y el resultado se dejaba ver en la salvación de hombres y mujeres, que obedecían al evangelio de Cristo.
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Dones y Ministerios Von Campenhausen, Hans. Los Padres de la Iglesia. Vol. I. “Los Padres Griegos”. Madrid: Ediciones Cristiandad. 1974. Walker, Williston. Historia de la Iglesia Cristiana. Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones. s/f.
D. Historia secular Grimberg, Carl. Historia Universal. (26 volúmenes). Santiago - Chile: Editorial Ercilla, 1985. Historia del hombre (3 volúmenes). Colección Mampato. Nicolás Velasco y Alberto Ruiz, redactores. Santiago: Editorial Lord Cochrane, 1974.
E. Compendios, Diccionarios y Enciclopedias Bíblicas. Diccionario ilustrado de la Biblia. Nelson, Wilton M. (redactor). Miami, Florida: Editorial Caribe. 1978. Diccionario Teológico. Correa de Andrade, Claudinor . Miami: Editorial Patmos, 2002. Manual bíblico ilustrado. Alexander, David; Alexander, Pat (redactores). Miami, Florida: Editorial Caribe. 1976. Unger, Merril F. El mensaje de la Biblia, Chicago: Editorial Moody. 1976. Unger, Merril F. Nuevo Manual Bíblico de Unger. Grand Rapid: Editorial Portavoz, 1987. Vine, W. E. Diccionario Expositivo de Palabras del N.T. (4 volúmenes). Tarrassa: Editorial CLIE, 1984.
F. Versiones de la Biblia Versión Reina-Valera. Sociedades Bíblicas Unidas, revisión 1960. Sin indicación. Versión “Dios Habla Hoy”. Sociedades Bíblicas Unidas, Así indicada: (DHH) Nueva Versión Internacional, así indicada: (NVI). Versión Nacar-Colunga. Editorial Católica, BAC, Así indicada (NC) 306
Dones y Ministerios
OTROS LIBROS DEL Dr. EUGENIO RAMIREZ M.
Temas sobre: Guerra Espiritual y Liberación “CONTRA HUESTES DE MALDAD”. Manual de
Instrucción práctica para el ministerio de liberación. Este libro es sin duda un gran aporte a los llamados a capacitarse en este ministerio. Detrás de la autoridad delegada por Jesucristo, existe un poder mayor que el de Satanás. Este estudio enseña como emplear esa autor idad en Cristo contra las “huestes de maldad, en las regiones celestes” (158 páginas).
“VERDADES Y MENTIRAS SOBRE LA GUERRA ESPIRITUAL”. Una perspectiva
Bíblica, Histórica y Práctica. La perspectiva de este libro apunta a demostrar que las “huestes espirituales de maldad” o demonios no son influencias ni poderes abstractos; sino que son personalidades con voluntad, conocimiento y sentimientos. Por tanto, solo la autoridad delegada por Jesucristo será la única arma efectiva contra los poderes de las tinieblas. En este libro se quiere demostrar que: “Las actuales prácticas de la Guerra Espiritual corresponden a un genuino movimiento del Espíritu Santo. Esto está respaldado por la Biblia y apoyado por la historia de la iglesia. (214 páginas).
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Dones y Ministerios
Temas sobre: El Espíritu Santo LA UNCIÓN QUE QUIEBRA LOS YUGOS. Estudios acerca de las Manifestaciones de la Unción. Este libro, abarca un tema de actualidad: Las manifestaciones espirituales, como las caídas, la “risa santa”, la borrachera espiritual, entre otras. Este libro aborda con seriedad el tema, desde una perspectiva de alguien que acepta como de Dios este movimiento. Su autor entrega una buena base bíblica, histórica y vivencial. Contesta los argumentos más ácidos de los críticos del movimiento y entrega sólidos fundamentos que avalan estas experiencias espirituales. (233 páginas).
ACADEMIA PROFÉTICA. Formando una Generación Profética. Este libro está orientado a levantar el quehacer profético en la iglesia local, así como el formar e instruir maestros proféticos. Cuenta con sólido fundamento doctrinal, como también el aspecto práctico. Una Escuela Profética persigue tres objetivos: (1) Brindar enseñanza acerca de lo profético. (2) Producir convicción y confrontación de las motivaciones personales (3) Entregar impartición y activación profética. Este libro se enmarca dentro de los conceptos de la actual “Reforma Apostólica”. (272 páginas).
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Dones y Ministerios
Comentarios Bíblicos DE TODO LO MEJOR. Una exposición exegética de la Epístola a los Hebreos. Cuando pensamos en la Epístola a los Hebreos, pensamos en una gran aventura. Y la verdad es que resulta ser una fascinante aventura el estudio de esta carta bíblica. El libro explica con detalles acerca del sistema de sacrificios levíticos, para aplicarlo a la obra de Jesucristo, como suprema y definitiva revelación divina. Este libro es ideal para la preparación de sermones, así como también, para la enseñanza en la iglesia local. (213 páginas)
EL EVANGELIO DE MARCOS. Un Estudio para discipulado. Este libro explora la fascinante vida de Jesucristo basado en el evangelio de Marcos. Dividido en 16 lecciones. El énfasis está para la formación de discípulos, para servir a un mundo necesitado, de acuerdo al patrón que el mismo Hijo de Dios empleó con sus propios discípulos. (160 páginas)
DE LA ESCLAVITUD DEL PECADO A LA PLENITUD CRISTIANA. Un Estudio de la Epístola a los Romanos. (Material para discipulado) Un curso de ocho lecciones basadas en la Epístola a los Romanos. Sus verdades profundas ayudarán al creyente a comprender las grandes doctrinas de la salvación y de la vida cristiana. (157 páginas)
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Dones y Ministerios
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES. Un Estudio para Discipulado. La experiencia de la iglesia primitiva, nos ayudará a comprender las estrategias que deben emplear las iglesias modernas. Este estudio presenta en 16 lecciones los grandes principios del evangelismo, con énfasis en misiones. (245 páginas).
Sermones de edificación “PALABRAS
DE
VIDA”
Sermones
de
edificación y crecimiento espiritual. Sermones del Antiguo Testamento. Vol. 1. Sermones del Nuevo Testamento. Vol. 2. Estas obras son el resultado de años de la reflexión propia en la Palabra de Dios y de predicación en el púlpito. Ambos volúmenes constan de 47 sermones, cada uno que han sido adaptados para usarlos desde cualquier púlpito y son un verdadero manantial de “Aguas de Vida” que refrescarán el alma de los oyentes y les edificarán en la fe. (2 50 páginas)
AVIVAMIENTO, DISCIPULADO, CONSAGRACION y temas sobre LIDERAZGO CRISTIANO. Este libro presenta el desarrollo de siete sermones sobre temas de avivamiento, de discipulado y de Consagración. También incluye 15 artículos breves sobre el tema de liderazgo, que fueron escritos y publicados en varios periódicos cristianos. (180 páginas).
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