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ARQUEOWEB. REVISTA SOBRE ARQUEOLOGÍA EN INTERNET 9(1), 2007
queremos insertar este grupo cerámico en el contexto productivo en el que fue elaborado, intentando
LA DISTRIBUCIÓN DE PRODUCTOS CERÁMICOS ENTRE LA ÉPOCA ALMOHADE Y LA NAZARÍ. EL CASO DE EL CASTILLEJO (LOS GUÁJARES, GRANADA)
resaltar el modo en que llegaron al yacimiento, y, por tanto, aportando datos
acerca
de
los
flujos
de
distribución de este tipo de materiales entre los centros productivos y los
Alberto García Porras
lugares de consumo, revisando en
Universidad de Granada R e s u m e n:
El poblado fortificado de El Castillejo, en Los Guájares (Granada) fue abandonado a finales del siglo XIII, o principios del XIV. Los habitantes abandonaron el asentamiento de manera repentina, dejando tras de sí la mayor parte de su ajuar cerámico, fenómeno poco habitual, lo que nos ha permitido reconstruir de manera certera su organización interna, observar los perfiles de sus pobladores y de qué modo se integraba éste en los circuitos de distribución de productos de la época. A bs t r ac t : The
fortified village of El Castillejo, located in Los Guájares in the Spanish province of Granada, was abandoned at the end of the 13th or the beginning of the 14 th century. The inhabitants abandoned the settlement suddenly, leaving behind most of their ceramics. This unusual find has allowed us to reconstruct the layout of the settlement quite accurately. We have also been able to draw up a profile of the people who lived there and deduce more about the role that this settlement played in the distribution of products at the time.
parte algunas cuestiones señaladas en trabajos precedentes (García, e.p.). Podrían
calificarse
algunos
de
estos objetivos difíciles de alcanzar; pero es que, como veremos, las características asentamiento
que presenta este permite realizar
estudios
de
este
tipo
permiten
aproximarnos
que al
nos
menos
parcialmente estos objetivos. 1.1.
El poblado fortificado medieval de “El Castillejo”.
Desde hace algunas décadas, este asentamiento viene siendo objeto de
1. INTRODUCCIÓN.
estudio. Se ha procedido a excavar una amplia zona en el interior del
El presente trabajo tiene un doble
mismo1 , y fruto de estos trabajos han
objetivo, en primer lugar realizar un
sido un buen número de artículos y
repaso
cerámico
estudios sobre diversos aspectos,
aparecido en el poblado fortificado medieval de “El Castillejo”, en Los
desde los relativos a su integración en la estructura de poblamiento de la
Guájares,
Granada,
zona,
a
sus
empleados, la organización de las
generales,
su
del
conjunto
provincia
prestando
atención
características distribución
de
tipológica,
cronológica
y
estadístico.
En
secuencia
comportamiento segundo
lugar
1
los
sistemas
constructivos
En total se han realizado cuatro campañas de excavación dentro de un proyecto de investigación arqueológica sistemático. Las campañas se desarrollaron durante los años 1985, 1986, 1987 y 1989, además de otras actuaciones puntuales posteriores.
2
viviendas documentadas en él y los edificios
de
comunitario
En el exterior se encontraron los
existentes (Barceló & alii , 1987;
restos de una alberca y de una
Bertrand
Cressier,
canalización de mampostería que aún
Malpica & Roselló, 1987; Malpica &
no han podido ser relacionados con
alii , 1986, Malpica & Cressier 1991
las estructuras hidráulicas interiores.
entre otros), hasta el estudio de las
La entrada en recodo se encuentra
cerámicas aparecidas en el transcurso
situada en el extremo occidental del
de las diversas excavaciones allí
recinto y asociada a ella pueden
realizadas (Cressier, Riera & Roselló,
contemplarse aún los vestigios de una
1991) entre los que debemos incluir
estructura
algunos
compartimentada,
&
carácter alii ,
1990;
trabajos
realizados
recientemente (García, 2001). El
poblado
medieval
rectangular, considerada
un
baluarte defensivo (10,40 x 2,85 m). de
"El
En el interior del recinto se
Castillejo", se encuentra en una elevación rocosa a unos 400 metros
conservan las plantas de numerosas viviendas, de diferente tipología y
de altitud, en las montañas próximas
adaptadas
a la línea de costa granadina. Se trata
funcionales, así como de un aljibe
de un asentamiento islámico de carácter eminentemente residencial
unido a la cara interna del lienzo S de la muralla.
rodeado por una muralla apoyada en tres pequeñas torres cuadradas, que
Todas las construcciones se levantaron con hormigón de cal muy
definen en su interior un espacio oval
consistente.
(120 x 130 m) orientado W-E y
realizados
adaptado a las irregularidades de la peña (Fig.1).
según la técnica de la “tabiya” o
a
posibles
Los
variantes
muros
mediante
fueron
encofrados,
tapial, sobre un zócalo de piedra que corrige los desniveles de la roca. Esta homogeneidad constructiva otorga al asentamiento
una
imagen
muy
uniforme. El caserío de El Castillejo debió ser muy abigarrado. Una única vía, que coincide con la línea de mayor altitud de la montaña, recorre de E a W el yacimiento y divide el conjunto en dos zonas, la S y la N. Las plantas de las Fig.1. Planta general del poblado fortificado medieval de “El Castillejo”
diversas viviendas que componían el poblado pueden aún observarse con
3
claridad. Todas ellas son de similares
El asentamiento contaba además
características, a excepción de dos de
con un aljibe. Éste aparece adosado al
ellas,
presentan,
lienzo de muralla meridional del
respectivamente, dos y tres naves
recinto y ubicado bajo la vivienda 9,
paralelas
aún
aunque su uso debió ser comunitario.
considerándose comunitaria, está por
No ha podido aclararse, por el
determinar con exactitud (establo, almacén?). El resto de las casas
momento, el sistema utilizado para su abastecimiento. No se ha constatado
puede dividirse claramente en dos
la existencia de una infraestructura
grupos:
hidráulica mínima en el interior del
que y
cuya
función,
1. Corresponde a casas
-
asentamiento
(la
ausencia
de
de reducido tamaño (40 m2
conducciones, canales o letrinas es
aproximadamente)
manifiesta)
con
dos
ni,
como
ya
se
ha
en
comentado, ha quedado definida su
forma de L en torno a un patio, sin subdivisiones internas y sin
relación con las estructuras hidráulicas presentes en el exterior
comunicación
ellas.
del recinto. La hipótesis más plausible
Generalmente aparecen en la
señala que éste debió llenarse con
zona N del yacimiento. 2. Un tipo de casa de
agua de lluvia, por medio de un impluvium abierto en la cubierta del
mayor extensión (70 a 80 m 2),
mismo. Sistema combinado con el acarreo de agua desde la fuente más
habitaciones
dispuestas
entre
con cuatro o cinco ámbitos dispuestos en forma de U alrededor de un patio. Ocupan la
zona
meridional
de
El
Castillejo.
analizarlo en profundidad, con el objeto de encontrar argumentos que logren explicarlo. Parece, en principio, que podría señalarnos una cierta estratificación social, patente ya en de
conjunto cerámico rescatado en el interior
caracteres
tan
homogéneos, y tan marcadamente rurales, como el que estudiamos.
del
asentamiento,
son
múltiples los fragmentos de grandes jarras
Esta diferencias entre el “barrio” de casas N y “barrio” S, convendría
yacimientos
cercana o el río. Entre el importante
de
acarreo,
dedicadas
seguramente a esta función. A pesar de la aparente imagen homogénea
que
presenta
el
yacimiento, hasta el momento se han podido
establecer
dos
fases
constructivas (Fig.2). La primera se caracteriza por la utilización de un tapial de color gris y textura muy consistente, de un grosor de 1,10 a 1,15 cm, que no alcanza nunca una altura superior a 3 tongadas. Sobre
4
ésta existe otra fábrica de color más amarillento y menos resistente, de
desconocidas. Éste debió producirse, si nos remitimos al conjunto cerámico
unos 0,80 m de grosor, que define la
hallado en la excavación, entre finales
segunda fase de construcción. Estas
del siglo XIII y principios del XIV, tras
dos fases constructivas son comunes
el derrumbe del imperio almohade y
a todo El Castillejo. La segunda debió
el surgimiento de una serie de reinos
ser resultado de la reconstrucción
sobre sus cenizas, entre los que se
general del asentamiento tras su
encuentra el reino nazarí de Granada,
derrumbe repentino por causas hasta
concentrado
ahora desconocidas.
constitución y consolidación política.
en
un
proceso
de
Se ha de señalar que tras su abandono general se han podido constatar ciertas reocupaciones del yacimiento (García, 1995). Es
precisamente
cerámico
hallado
cuestiones
más
asentamiento,
el
material
una
de
las
interesantes
del
y
del
que
nos
ocuparemos en el presente trabajo. Se trata de un conjunto de carácter uniforme y diversificado, que nos ofrece una instantánea del momento de abandono del asentamiento; por lo tanto Fig.2. Vista de “El Castillejo” desde el extremo E del asentamiento.
El
abandono
definitivo
del
yacimiento también fue general y ocurrió de forma repentina. De hecho los habitantes de El Castillejo dejaron en sus casas todos los utensilios domésticos. Sin embargo, este súbito abandono no ha dejado síntoma alguno de violencia (grandes paquetes de ceniza que evidencien un incendio, etc.). Las causas del abandono nos resultan
por
el
momento
nos
aporta
un
ajuar
representativo de un período a caballo entre finales del siglo XIII y principios del XIV. 2.
LA CERÁMICA DE “EL CASTILLEJO”.
2.1. Caracteres generales del ajuar cerámico hallado en “El Castillejo”. La homogeneidad que presenta el asentamiento medieval de El Castillejo no se aprecia sólo en las técnicas
5
constructivas
construcción o, en líneas generales,
predispuestas para su exposición, el abanico de tipos y variables se
en la organización interna del espacio.
extiende, sin embargo, de forma
También puede observarse en el
considerable. A pesar de ello, se trata,
repertorio de cerámica hallado en su
en términos generales, de un grupo
interior; el que utilizaron las familias
cerámico muy homogéneo desde el
que allí vivieron.
punto de vista morfológico, a pesar de
Los
empleadas
materiales
para
su
encontrados
existir
variantes
tipológicas
y
pertenecen al último momento de
diferencias necesarias entre piezas
ocupación del yacimiento, el de su
que estaban destinadas a funciones
abandono.
se
diversas
encontraron in situ, y de hecho, estas
servicio
características propias del hallazgo
2001:443-445).
Muchos
de
ellos
han permitido reconstruir la mayor parte de las piezas que fueron utilizadas en el yacimiento, lo que nos ha proporcionado una especie de “foto fija” de los últimos momentos de vida del mismo. Se trata de un conjunto de cerámica de uso común, con reducidas pretensiones estéticas, ya que su aparato ornamental es muy básico,
de
vocación,
por
tanto,
esencialmente doméstica y utilitaria. Desde un punto de vista tipológico se han podido detectar un total de 21 series cerámicas, agrupadas en 8 conjuntos funcionales o vajillas (Figs. 3 y 4). En algunas series medievales como la marmita o cazuela, destinada a la cocción de alimentos, y recluidas, por tanto, en el ámbito doméstico de la cocina, o la tinaja, en el almacén de la vivienda, la diversificación formal o tipológica es muy tímida. En otras series como el ataifor o la jarrita, cuya función
como
servicio
de
mesa,
(cocina, de
mesa,
almacenamiento, etc.)
(García,
6
básicas, dejando poco espacio a elementos cuyo grado de utilidad sea
Fig. 4. Vajillas cerámicas documentadas en “El Castillejo”.
bajo. El porcentaje en que aparecen las distintas series documentadas dentro del conjunto cerámico global,
Fig. 3. Series cerámicas documentadas en “El Castillejo”.
nos indica, por tanto, la escala de importancia que cobraban las distintas actividades en la vida doméstica de El Castillejo. Éstas estaban dominadas en más de un 80% por las tareas
Por
lo
que
la
relativas
frecuencia con que aparecen las distintas series y vajillas cerámicas de El Castillejo puede observarse que la
consumo
mayoría de las series buscan cubrir
integradas
las
denominado contenedores de fuego,
necesidades
se
refiere
domésticas
a
más
a y
la
transformación,
conservación
de
los
alimentos. El porcentaje restante de piezas
lo
ocupan dentro
las
cerámicas
del
grupo
7
ya sea como calefacción o como
Los tipos morfológicos de cocina
cocina, las utilizadas para iluminar la
más prematuros del yacimiento bien
vivienda, y las que tenían una función
podrían
variada, múltiple, aunque siempre
producción almohade más tardía. En
indispensable. Tan sólo la vajilla de
efecto, algunas marmitas, y algunas
juego y esparcimiento, con las series
cazuelas
que la componen (cantimplora, atabal y fichas) y algunas vasijas de los
materiales perteneciente al primer tercio del siglo XIII (Fig. 5a). Los dos
grupos de mesa y complementos
primeros
como las botellitas o copas y los
hunden sus raíces en el pasado
reposaderos
dentro
podrían
tipos
de
enlazarse
que
la
con
presentamos
del
5%),
almohade; guardan, por tanto, una
piezas
cuyo
gran correspondencia con marmitas
indispensabilidad es muy
usadas en las áreas conquistadas por
bajo. Desde esta perspectiva nos
el gran avance cristiano de principios
vuelve a aparecer una comunidad que en el momento de recurrir a la
del siglo XIII, tanto en el área portuguesa y de la Andalucía Bética,
cerámica
como del área levantina. Es quizá en
podrían
(alrededor
incluirse
considerarse
grado de
necesidades
para
solventar
cotidianas
piezas utilitarias, prescindiendo de
sus
demanda
este
último
conjunto
donde
funcionales, artículos
encontramos las piezas más cercanas morfológicamente, en concreto al tipo
innecesarios o de utilidad limitada. Los materiales cerámicos de El
segundo. Los avatares particulares de la conquista de la región murciana
Castillejo, en cualquier caso, nos
permitieron que la producción islámica
documentan las cerámicas de uso
permaneciera
doméstico que circulaban por la zona
décadas
de la costa granadina entre mediados
ejemplares allí encontrados pueden
del siglo XIII y principios del XIV, lo
suponerse algo más evolucionados. En
que correspondería con el final de la
efecto, algunas marmitas murcianas
producción almohade y los inicios de
(Navarro, 1986: 2, 60-61, 172-174,
la nazarí.
283-286),
guardan
similitud
con
2.2.
Los tipos cerámicos de El
Castillejo
más,
en
activo
por
el
lo
una
algunas que
los
estrecha
tipo
más
representativo de El Castillejo. Pero estos materiales no los encontramos sólo en la ciudad de Murcia, también
Vajilla de cocina
lo hallamos en territorios al interior de la región, como es el caso del castillo
Marmita
de Yecla (Ruiz, 2000: 132-135). Incluso, aún considerándolas algo
8
más alejadas, algunos ejemplares del
etapas
área meridional del país valenciano
moldurado y con asas que no llegan al
podrían considerarse tipológicamente
labio, tal y como las dejamos en El
próximos a las marmitas de El
Castillejo, sino al hombro de la pieza,
Castillejo (Azuar & alii : 140-141).
y con borde recto y diferenciado gracias
precedentes,
a
una
generalmente
pequeña
moldura
inferior. Se han encontrado paralelos en Níjar fechados dentro del siglo XIV (Domínguez, Muñoz & Ramos, 1986: 368-369). Cazuela Por lo que se refiere a las cazuelas más tempranas de El Castillejo, hemos de destacar la presencia de un tipo de dimensiones considerables con asas múltiples pegadas al cuerpo. Se trata de una cazuela de base convexa, cuerpo cilíndrico con paredes abombadas y leve borde (Fig. 6a). Aparece con frecuencia en el Fig. 5. Marmitas de “El Castillejo” (5b, dibujo de G. Roselló).
Para los inicios de la época nazarí,
yacimiento,
permitiendo
distinguir
variantes o subtipos. Sería muy prolijo enumerar los lugares en donde se ha constatado la presencia de
encontramos en El Castillejo otros tipos de marmita que parecen ser los
cazuelas
con
morfológicas
similares,
inicios de un grupo morfológico bastante homogéneo y numeroso, y
debe señalarse que en todos ellos los
por lo tanto representativo de este
sido encontradas son coincidentes:
momento
nueva
finales del siglo XII y principios del
producción cerámica que comienza a
XIII. Entre ellos, quizá, podríamos
tomar caracteres diferenciadores (Fig.
destacar por su datación cronológica
5b). Se trata de una marmita de
más precisa, el caso del castillo del río
cuerpo piriforme o abolsado, más
en Aspe (Alicante), en el curso bajo
ancha en la parte baja que en la alta,
del Vinalopó. En este yacimiento
a diferencia del globular típico de
aparecen en los niveles previos a la
inicial
de
una
características aunque
sí
niveles cronológicos en los que han
9
conquista que corresponderían, en
esencialmente, el borde. En el caso
efecto, a las décadas finales del siglo
anterior el cuerpo termina en un labio
XII o a las iniciales del XIII (Azuar,
redondeado
1994: 78-79). Se trataría por tanto de
engrosamiento interno. El ejemplar
una pieza de finales del período
del que ahora nos ocupamos fue
almohade
constatada,
acabado con un asa de oreja, de
algunas décadas más tarde en Murcia
finalidad eminentemente decorativa,
(Navarro, 1986).
pegada al cuerpo. En este tipo de
también
cazuelas,
y
el
labio
un
pequeño
es
oblicuo,
denominado de “ala”. Por lo que hemos podido observar, este tipo de labio en “ala” comienza a constatarse ya en época almohade, tal y como nos documenta una cazuela hallada en la Alcazaba de Mértola en los niveles previos a su conquista cristiana (Torres, 1987: s/p, nº 9); pero hemos de señalar que su periodo de máximo desarrollo y extensión tuvo lugar a partir de principios del siglo XIII, trasladándose, con ciertos matices, a la producción cerámica nazarí, como veremos más adelante. Por lo tanto nos encontraríamos en este caso ante materiales que podrían incluirse en las Fig. 6. Cazuelas de “El Castillejo”.
Otro tipo de cazuela que hemos querido destacar del repertorio de El Castillejo,
por
considerarla
representativa dentro del yacimiento, presenta
igualmente
considerable morfológicas
un
número
de variantes pertenecientes, todas
ellas a este período de transición entre la época almohade y la nazarí (Fig. 6b). El rasgo morfológico que la separa de la anterior es,
décadas iniciales del siglo XIII, cuyos paralelos más próximos los volvemos a encontrar en Sharq al-Andalus, en concreto en el área al sur del cauce del Vinalopó (Azuar & alii : 141). Junto
a
estas
piezas
en
El
Castillejo aparece un nuevo tipo de cazuela asociada morfológicamente a la anterior, de la que sólo la diferencia una pestaña vertical sobre el borde. Se ha dicho de estas cazuelas que su éxito podría estar vinculado a su doble funcionalidad, como cazuelas y
10
como tapaderas. En efecto invertida
destinadas a elaborar el cuscús, plato
su posición podía ser utilizada como
que aparece reseñado en algunos
tapadera dado que el mismo borde
recetarios andalusíes (De la Granja,
servía para ajustarla a la cazuela
1960:
inferior.
cuscuseras
Se
trata
de
un
nuevo
23.
Las o
denominadas
alcuzcuceros,
eran
conjunto tipológico, compuesto por
marmitas sin vidriar horadadas en su
dos cazuelas similares, que puede
base, antes de ser introducidas en el
considerarse
nazarí,
horno, apropiadas, por tanto, para la
anterior
cocción al vapor encajadas en la boca
evolución
propiamente
de
un
tipo
almohade.
de una marmita inferior, de la sémola de trigo. ****
No
queremos
acabar
nuestra
exposición de la vajilla de cocina de El Castillejo sin hacer referencia a algunas piezas de uso doméstico específico,
aunque
claramente
asociadas en sus formas a marmitas y cazuelas. Nos referimos a las cucuseras, placas para hornear y discos (Fig. 7a y b). Cierto tipo de cazuelas, que se caracterizan por la ausencia
de
borde
claramente
diferenciado (sólo una hendidura antes del labio), por sus paredes apenas abombadas y, sobre todo, por la ausencia de vedrío, junto a discos similares a los utilizados por el
Fig. 7. Placa y disco para hornear.
alfarero, también sin vidriar, debieron probablemente
utilizarse
para
Marmitas
y
alcuzcuseros
se
hornear, sin grasas, pan (como si de
cubrirían con cierto tipo de tapaderas
“tabaq” se tratara) u otro tipo de
de base plana y paredes abiertas con
alimentos,
observado en El Castillejo (García,
pedúnculo o menos, así
2001: 202-204, 211-214). En este
constatado
grupo
continuando en época nazarí.
halladas
tal
y
incluimos en
como
algunas
contextos
hemos
piezas nazaríes
asidero central. Al nos ha quedado en
El
Castillejo
11
Finalmente hemos de reseñar la presencia
en
las
cocinas
de
El
Castillejo de fogones portátiles. Por lo que sabemos fueron indispensables en las cocinas nazaríes (Marín, 1996). Los
anafres
son
piezas
de
dos
cuerpos, un cenicero inferior y un brasero bien aireado superior con apéndices para alojar las cazuelas y marmitas. Sus perfiles no variaron demasiado a lo largo del período andalusí, pero sí se constata una moderada transformación formal que tuvo lugar en época nazarí, cuando las piezas comienzan a presentar un perfil continuado donde no se diferencia exteriormente el brasero del cenicero.
dibujo de G. Roselló).
Vajilla de Servicio de Mesa
De
las
hemisférico
Ataifor En
Fig. 8. Ataifores de “El Castillejo” (8b,
El
Castillejo
encontramos
ejemplares que entroncan claramente con la época almohade (Fig. 8a). Todas ellas pertenecen a formas con el cuerpo hemisférico, ya que las de perfil quebrado presentan una serie de caracteres morfológicos que nos hacen presumir que fueron elaboradas en el siglo XIII.
piezas y
repié
con
cuerpo
que
hemos
considerado de herencia almohade hemos de destacar, sobre todo, las piezas con el borde engrosado al exterior, con una pequeña línea incisa inferior que lo recorre. Este tipo de piezas marcan estrechas relaciones con especimenes localizados, aunque no de manera exclusiva, en el Levante peninsular,
en
excavaciones
alicantinas (Azuar, 1989: 243-244) pertenecientes a la segunda mitad del siglo XII, aunque parecen continuar en el XIII, o murcianas, como la Casa de San Nicolás, ya de esta última centuria (Navarro, 1986: 82-83, 295 y Navarro, 1991: 41). Este tipo de ataifor con borde engrosado inicia su
12
andadura en época almohade, y tal y como hemos podido observar en
característica los acerca a materiales claramente nazaríes, algunos
nuestras
parece
decorados con azul y dorado sobre
extinguirse a finales de la época
blanco (Flores, 1988). En efecto, en el
almohade.
caso de El Castillejo, algunos de estos
excavaciones
Acompañando a estos platos, que
materiales presentan una cubierta
son minoritarios en El Castillejo, debe situarse el segundo tipo de perfil
blanca
estannífera,
que
parece
quebrado, que conforma el grupo más
y característica de época nazarí.
anunciar la decoración más destacada
numeroso (Fig. 8b). Comparte con el anterior el borde engrosado y el mismo tono de vidriado verde, lo que
Jarritas
nos permite mantener su asociación. A diferencia de aquél, su cuerpo es
Otras dos formas pertenecientes a
hemisférico pero con una hendidura en la parte central que provoca una
la vajilla de mesa merecen algunos
inflexión en el desarrollo de la pared.
y al jarro, ambos usados para el
Los
Castillejo
servicio de líquidos en la mesa. Por lo
presentan ya ciertos caracteres que consideramos propios de materiales
que respecta a la jarrita, hemos de señalar que es una de las series
más tardíos, que caen ya, probablemente, dentro de lo nazarí.
cerámicas que mayor variabilidad, desde el punto de vista tipológico.
En concreto nos referimos al resalte o
presenta en esta época. Algunos de
pequeña pestaña presente a inicios
los
del
consolidarse como rasgo morfológico
Castillejo (Fig. 9a) hunden sus raíces en piezas mucho más antiguas y muy
en etapas posteriores. El vedrío,
extendidas en el territorio andalusí y
además, difiere del constatado en los
norteafricano. Algunas jarritas de El
ejemplares del Levante: se trata de
Castillejo mantienen semejanzas con
un verde más oscuro.
piezas halladas en Valencia en niveles
Junto a estas piezas más evolucionadas debemos incluir
del XI-XII (Lerma & alii , 1991: 143 y
algunas formas de ataifor de perfil
otros
curvo que presenta una mayor altura
encontramos con mayor profusión en
general y un diámetro de base más
yacimientos andalusíes de los siglos
amplio, dando la sensación de ser
XII-XIII, trasladándose, según parece
más esbeltos que los anteriormente
a época nazarí. En su momento
mencionados
apuntamos, aunque siempre como
ejemplares
borde
de
vertical,
(Fig.
El
que
8c).
parece
Esta
comentarios. Nos referimos a la jarrita
tipos
documentados
en
El
Coll, Martí & Pascual, 1988: 28, entre estudios),
aunque
la
13
hipótesis, que esta forma podría
Navarro, 1991: 56) son las que
haber
guardan unas relaciones tipológicas
tenido
una
funcionalidad
determinada que pudiera explicar su
más
conservadurismo
su
ejemplares, por lo que hemos de
(consideramos
pensar que su producción se inició ya
que podría servir de medida para
en los últimos estadios de la época
líquidos, García 2001: 291).
almohade,
extensión
formal
territorial
y
próximas
tal
con
y
nuestros
como
parecen
apuntar algunos rasgos morfológicos, como la base resaltada y ciertos apéndices de apoyo encontrados en algunas
de
frecuentes
estas entre
piezas, los
más
materiales
típicamente nazaríes. Se trataría, por tanto, de un antecedente de cierto tipos posteriores nazaríes. Jarro Por lo que se refiere al jarro, pieza también utilizada para el servicio en la mesa pero con una representación menor, hemos destacado otros dos Fig. 9. Jarritas de “El Castillejo”.
ejemplares de El Castillejo. El
primero
de
ellos
ofrece
informaciones similares a la primera La segunda forma de jarrita que
jarrita a la que nos hemos referido
hemos destacado de El Castillejo es la
líneas arriba (Fig. 10a), por lo que las
que nos parece más representativa de este momento cronológico (Fig. 9b).
hipótesis que hemos planteado para
Se trata de una jarrita de base
igualmente para este jarro. Se trata
ligeramente apuntada, cuerpo abombado y cuello ancho con éntasis.
de una pieza de base convexa, cuerpo esférico, ligeramente abombado, y
La anchura de este último elemento es la que presentaría una mayor
cuello cilíndrico acabado en un borde
variabilidad. Como puede observarse,
que aparece con frecuencia en este
presenta un perfil muy equilibrado.
tipo de piezas es un pequeño quiebro
Algunas
y
en el hombro, que sirve para delimitar
murcianas (Azuar, 1985: 54, Azuar,
un área entre éste y el cuello utilizada
jarritas
alicantinas
1989: 256, Navarro, 1986: 193;
aquéllas,
bien
podrían
aplicarse
engrosado al exterior. Un elemento
14
a veces como espacio recorrido por varias
líneas
elemento
de
pintura
decorativo
El segundo jarro al que nos
blanca,
referiremos presenta características
también
diversas (Fig. 10b). Se trata de una
documentado en la citada jarrita. Si
pieza
buscamos paralelos de este tipo de
diferenciada
jarro hallaremos piezas similares en
piriforme. El cuello, también apenas
épocas
tempranas
diferenciado, es cilíndrico, con borde
115)
engrosado al exterior y exvasado.
en
Esta forma de jarro parece proceder
época almohade, especialmente en
de materiales datados en el siglo XII,
algunos
especialmente
andalusíes
(Izquierdo,
1986:
documentándose
ampliamente
yacimientos
del
Levante
de
base del
convexa, cuerpo
en
el
que
no es
levante
(Azuar, 1985: 60-61, GISBERT). No
peninsular (Azuar, 1985: 61; Gisbert,
parece, sin embargo, que traspasara
Burguera & Bolufet 1992: 80) y las
esta época, alcanzando la nazarí, por
Baleares (Roselló, 1983: 92-102), en
lo que nos encontraríamos frente a uno de los últimos ejemplares de esta
muchos casos cubierta su superficie con decoración de cuerda seca. Los
tipología.
encontramos
posteriormente
en
Murcia (Navarro, 1986: 246), con los que enlazaría probablemente nuestro ejemplar, siendo un prototipo de piezas fabricadas en época nazarí, decoradas con azul y cobalto. Se trataría, por tanto, de una pieza de transición entre el mundo almohade y el nazarí. Por desgracia, tanto para jarritas como
para
jarros,
no
hemos
documentado en contextos rurales materiales de cronología nazarí inicial y plena. El ataifor, la jarrita y en menor medida el jarro son las piezas más expuestas a las miradas de los huéspedes, de modo que es sobre éstas donde se desarrolla, de manera modesta, la mayor parte del aparato decorativo Fig. 10. Jarros de “El Castillejo” (10b, dibujo de G. Roselló).
nazarí
(estampillados,
pintura de manganeso bajo o sin
15
cubierta, cuerda seca, incisiones, etc.)
muchas de ellas, en yacimientos
aplicado sobre esta gama de cerámica
levantinos
común.
principios del XIII, (Azuar, 1983: 319,
de
finales
del
XII
y
Azuar, 1985:84-85, Azuar, 1989: ****
285, Navarro, 1986: 67, 220, 288) o malagueños (Acién & alii , 1995: 128),
Acompañan a estas piezas en las mesas de El Castillejo redomas, para
es
el
perfil
proporcionado
y
equilibrado que presentan.
el aliño, con repiés más desarrollados o con bases ahuecadas y bocas más abiertas, botellitas, jarritos, tapaderas etc., piezas, todas ellas, de uso claramente minoritario. Vajilla de Almacenamiento-Transporte Tinaja Si hay una serie en El Castillejo que nos ofrece de manera más explícita la evolución cerámica entre época almohade y nazarí, ésta es sin duda la tinaja. Es una pieza que suele aparecer con mucha frecuencia, ya que la función que cumple en el ámbito doméstico es fundamental, especialmente en contextos rurales. En El Castillejo encontramos dos tipos de tinaja. La primera es una tinaja de base plana, cuerpo globular y cuello
Fig. 11. Tinajas de “El Castillejo” (11b, dibujo de G. Roselló).
cilíndrico no muy alto (Fig. 11a). Está acabada con un borde engrosado
El segundo tipo de tinaja de El
rectangular. La superficie externa
Castillejo
aparece
características
decorada
con
franjas
apunta
las
tipológicas
nuevas de
las
con
tinajas nazaríes (Fig. 11b). Se trata
espacios intercalados sin decoración.
de una pieza de base plana de
Pero si algo caracteriza esta tinaja, al
diámetro reducido, cuerpo globular, y
igual que sus análogas halladas,
cuello acampanado limitado con un
estampilladas
muy
diáfanas;
16
borde
engrosado
al
sección rectangular. La decoración
apuntada, aunque estable, cuerpo globular y cuello cilíndrico,
estampillada ocupa prácticamente la
ligeramente exvasado, acabado en
totalidad de la superficie de la pieza,
borde
sin apenas dejar espacios vacíos. Se
sección redondeada. Sus asas parten
trata, por tanto, de una composición
del área de mayor diámetro del
decorativa
cuerpo
muy
exterior
abigarrada.
de
La
engrosado
para
al
exterior
morir,
de
ligeramente
desproporción formal, desde nuestro
realzadas, en el área central del
punto de vista, es patente: el cuerpo,
cuello. Esta pieza hereda la forma de
espacio de almacenaje, presenta una
piezas fabricadas en el siglo XII, en
altura similar a la del cuello y una
concreto podemos destacar algunas
base muy reducida para una pieza tan
jarras halladas en el castillo de la
alta.
Torre Grossa de Jijona, en Alicante
Encontramos
ejemplares
de
características tipológicas similares ya
(Azuar,
en época final almohade, en muchos casos franqueado ya el siglo XIII. Pero
continúan produciéndose en las primeras décadas del XIII, tal y como
no nos resistimos a relacionar estas
nos
piezas
ejemplares
murcianas (Navarro, 1986: 41-46,
alhambreños de los siglos XIV y XV, por lo que podríamos considerarlo un
289, Navarro, 1991: 26, 66). Es una
prototipo de aquéllos. Las características de esta tinaja apunta
perfiles existentes en las jarras del
los perfiles de las ya plenamente
rasgos
nazaríes (véase por ejemplo Martínez,
distinguirla de aquellas, en especial,
1991: 82-93).
su perfil más sinuoso, su base
con
los
1985:
muestran
44-47);
ciertas
aunque
jarritas
pieza, por tanto, que recoge los siglo XIII; pero presenta nuevos formales
convexa
y
que
permiten
resaltada
probablemente apunte una cronología
Jarras
más tardía. Si anteriormente indicamos que la jarrita era una de las piezas que presentaba una diversificación morfológica más elevada, no podemos decir lo mismo de la jarra (Fig.12). La jarra más representativa de la época final
almohade
e
inicial
nazarí,
aparece con mucha frecuencia en El Castillejo. Se trata de una pieza muy bien
que
proporcionada,
de
base Fig. 12. Jarra de “El Castillejo”.
17
apreciable de piezas pertenecientes a esta serie (Fig. 13a), pudiéndose
****
diferenciar Pero
dentro
formales. La más representativa de
piezas
que
ellas es la que presenta una base
minoritariamente,
Para
plana, paredes abiertas y rectas,
evitar el contacto directo entre el
formando un cuerpo troncocónico
suelo y el contenedor, tinajas y jarras
invertido acabado en un borde volado.
solían
Las superficies, tanto internas como
aparecen
otras
venir
esta
variantes
vajilla
encontramos
de
diversas
acompañadas
de
reposaderos, a veces decorados con
externas,
trazos
vítrea, ni decoración alguna.
incisos,
calados
o
no
presentan
cubierta
estampillados, además de tapaderas que
servían
contenido.
Las
para
proteger
tapaderas
de
su las
tinajas eran planas, con un botón central que facilitaba su retirada, y sobre la misma se aplicaron también diversas
técnicas
Iluminación Candil La evolución tipológica de los
decorativas
candiles es bien conocida (Roselló,
(estampillado, incisiones, pintura, etc.). En algunas ocasiones fueron
Camps & Cantarellas, 1971). Sus variantes tipológicas, netamente
destinados a tal fin, como tapaderas, simples discos, similares a los
diferenciadas, sucediéndose, linealmente en el tiempo,
utilizados por los alfareros en el torno.
permitido conocer la evolución de este
Las jarras, por su parte, se cubrían
tipo de piezas, y sus variantes, a lo
con tapaderas cóncavas o convexas,
largo del período andalusí (Azuar,
también decoradas.
1986). Sabemos que en época final
casi han
almohade parecen desaparecer de la Vajilla de Usos Múltiples
escena los candiles de piquera. En el Castillejo,
a
finales
del
XIII
y
principios del XIV, éstos ya no
Lebrillo
aparecen. En nuestro asentamiento El lebrillo es una de las piezas que conserva
un
perfil
apenas
encontramos candiles
de
los cazoleta
(Fig.
13b),
transformado desde su aparición en
compartiendo
los ajuares domésticos andalusíes,
primeros ejemplares de pie alto (Fig.
hasta
13c),
su
llegada
a
los
últimos
que
espacio
denominados
estarían
con llamados
los a
momentos del Islam peninsular. En El
sustituirlos de manera definitiva a los
Castillejo se hallaron una cantidad
largo de las dos centurias siguientes.
18
Los candiles de pie alto hallados en El Castillejo no presentan aún un pie
vías de distribución de las cerámicas entre los centros productivos y los
demasiado desarrollado en altura, lo
lugares de consumo. Y difícilmente se
que parece ser indicativo de su
puede conocer, en principio, sin el
evolución cronológica (Rodríguez & de
auxilio de la documentación escrita.
la Revilla, 1993).
Sólo
tras
una
análisis
indirecto,
basado en la comparación entre los registros de los lugares próximos a los talleres de producción, cuando no las mismas oficinas donde las piezas eran elaboradas, ubicadas generalmente en centros
urbanos,
y
los
ajuares
documentados en yacimientos lejanos a éstos, de carácter rural más o menos acentuado puede llegarse a conclusiones más firmes. Para poder llevar a cabo un análisis comparativo de este tipo consideramos que el método más apropiado y efectivo debe ser la comparación del comportamiento estadístico de las diferentes
producciones
yacimientos
con
de series
representativas, tal y como parece ser el caso de El Castillejo. Fig. 13. Lebrillo y candiles (13c, dibujo de G. Roselló).
3.
LA
DISTRIBUCIÓN
DE
centros
urbanos
cerrado completo momento
La distribución de piezas cerámicas los
Castillejo
presenta
unas
condiciones inmejorables: contexto
PRODUCTOS CERÁMICOS
desde
El
más
cercanos Pero ¿cómo llegó hasta un yacimiento rural como El Castillejo un ajuar cerámico tan amplio y diversificado? Nada se conoce de las
con y
un
ajuar
perteneciente
muy
preciso
cerámico a
un
de
su
desarrollo, el abandono final, sin apenas filtraciones, de modo que la tabla estadística surgida de este poblado, puede ser utilizada como modelo comparativo (García, 2001, p. 416-420). El número de yacimientos que reúnen condiciones similares y aptos para un análisis estadístico de
19
este tipo, que presenten un alto grado de fiabilidad, es reducido. Si el arco
más alejados de los circuitos de distribución regular de alimentos, y de
cronológico en el que nos movemos
nuevo
es, además, relativamente estrecho,
necesarias para el almacenamiento
las
doméstico de agua, al no existir
posibilidades
se
reducen
las
tinajas
y
jarras
son
ampliamente.
ningún tipo de red de abastecimiento.
Por fortuna contamos con un yacimiento especialmente interesante,
En la ciudad, sin embargo, para el
en
de
otro tipo de alimento que así lo
cronología próxima, y adscrito a un
requiriera, así como de agua, se
entorno urbano que, por lo tanto,
recurre a la tinaja, pero también
puede ser utilizado en un estudio
pueden utilizarse otros medios o
estadístico
simplemente
un
contexto
referimos
arqueológico
comparativo.
Nos
concretamente
a
la
almacenaje de grano o de cualquier
realizar
aprovisionamiento
un
doméstico
de
excavación realizada hace algunos años en la denominada casa de San
alimentos más regular debido a su mayor proximidad a los centros de
Nicolás, en Murcia (Navarro, 1991:
distribución (mercados de diferente
69).
índole)
Tras un estudio de este tipo entre El Castillejo (Figs. 3 y 4) y la Casa de
abastecimiento hidráulico. Otras series también señalan las
San Nicolás en Murcia (Fig. 14), a rasgos generales podemos concluir
diferencias entre el espacio urbano y el rural. Las tapaderas, objeto que,
que las diferencias son acusadas en
aunque de indudable importancia,
los dos niveles de análisis realizados:
mantiene
la frecuencia de series y de vajillas funcionales. En relación a la primera,
complementaria,
las series aparecidas en los contextos
urbanos.
rurales son bien distintas a las documentadas en la ciudad. Estas
diferencias
y
abundantes,
a
las
redes
una en
función son
los
de
más
yacimientos
Los candiles también parecen ser más abundantes en las viviendas
podrían
urbanas. En nuestra opinión, este
resumirse en una mayor representación de grandes vasijas de
aumento de candiles podría venir determinado por las mayores
almacenamiento,
las
dimensiones de la viviendas urbanas.
necesidades de reserva de agua y
En El Castillejo, sin embargo, cada
grano
casa suele disponer de un único
son
ya
mayores
que en
estos
yacimientos. Los silos o tinajas son
candil.
totalmente
A nivel de vajillas funcionales, las diferencias entre los registros
indispensables
en
los
asentamientos rurales por encontrarse
20
cerámicos urbanos y los rurales se manifiestan
no
gradación
en
sólo
en
distinta
importancia
recién constituido reino de Granada, llegaban sin grandes dificultades
o
hasta el último de los rincones del
representación numérica y porcentual
territorio, del que El Castillejo de Los
de las piezas, sino también en las
Guájares puede ser considerado un
series documentadas dentro de cada
asentamiento
una de estas vajillas funcionales. Las
piezas “anómalas” dentro del registro
piezas se encuentran se encuentran
cerámico del asentamiento, con las
más y mejor repartidas, de modo más
que podremos conocer las redes de
diversificado
y
intercambio, de más amplio alcance,
distribuidas de modo más homogéneo
en las que de un modo u otro El
en los yacimientos urbanos, como la
Castillejo pudo estar relacionado.
morfológicamente
representativo.
Las
casa de San Nicolás, respecto a asentamientos rurales. De este modo, podemos señalar que las piezas producidas en los talleres urbanos alcanzaban contextos rurales sin grandes dificultades. Las mismas piezas que eran consumidas en las ciudades andalusíes, eran utilizadas en las viviendas rurales, a lo sumo las diferencias radican en las piezas integrantes en el repertorio, las series,
sus
decoraciones,
sus
proporciones en el ajuar doméstico, que varían entre unos espacios y otros en razón a las necesidades propias de cada ámbito. La distribución de piezas cerámicas desde talleres más lejanos Así pues, hemos podido observar con
este
análisis
comparativo,
basándonos esencialmente en los rasgos
generales,
estadísticos
y
formales, como las piezas elaboradas en los centros alfareros urbanos del
Fig. 14. Series y vajillas documentadas en la Casa de San Nicolás en Murcia (Navarro, 1991: 69).
21
de Valencia ya que fueron utilizadas por los mercaderes al comerciar con los productos que contenían. Sería muy prolijo enumerar aquí los lugares donde
han
aparecido.
Podría
destacarse el caso toscano, por ser uno de los más alejados (Francovich & Gelichi,1984: 28-39) o Mallorca (Coll, 1993: 1071-1074) y el estrecho de Gibraltar
como
más
próximos(Torremocha, 2004). Lo que nos parece más interesante de este hallazgo es que constata la Fig. 15. Tinaja para el transporte de mercancías hallada en “El Castillejo”.
Una
pieza
nos
ha
inserción de los territorios granadinos,
llamado
poderosamente la atención en este sentido. Se trata de un cuello perteneciente a un gran contenedor. Es troncocónico invertido y posee un borde engrosado al exterior alargado y
plano;
apuntado.
acabado Una
en
pequeña
un
labio
incisión
recorre la zona central del cuello. Se trata de una pieza inédita, no publicada (Fig.15), que no hemos podido incluir dentro de las series cerámicas
identificadas
en
El
Castillejo. Aunque nos encontramos ante fragmentos, podríamos apuntar la hipótesis, por los rasgos formales que presenta, que se trate de una tinaja de las que se elaboraban en el área valenciana (Mesquida, 2002: 208-209) durante los siglos XIII y XIV. Estas tinajas, que servían para contener productos alimentarios, han sido encontradas en lugares alejados
incluso aquellos yacimientos de carácter eminentemente rural, en los circuitos comerciales bajomedievales. Eso sí, en nuestro caso de manera muy modesta; pero significativa. 4.
CONCLUSIONES. Es El Castillejo un asentamiento
que puede considerarse de carácter esencialmente agrícola
y
homogeneidad construcciones
rural,
de
vocación
ganadera. patente con
las
La
en
las
que
fue
levantado el poblado, así como su estructura residencial, nos indica con claridad que fue ocupado por conjuntos familiares homogéneos, aunque
las
diferencias
que
se
observan entre diversos conjuntos de viviendas, entre el “barrio” S y N, podrían
señalarnos
una
cierta
estratificación social en el seno de
22
esta comunidad campesina; cuestión
yacimientos
en la que convendría profundizar.
llegaban con fluidez a manos de las
El
registro
cerámico
viene
a
comunidades
como
El
rurales,
Castillejo, e
incluso
confirmar y ampliar las percepciones
alcanzaban estos espacios cerámicas
que se obtienen del análisis de las
procedentes de contextos productivos
estructuras del asentamiento. Se trata
más lejanos, como hemos constatado
de
de
en El Castillejo con la presencia de
homogéneos,
algunas cerámicas, como la tinaja
marcadamente utilitario y sin grandes
valenciana empleada para el comercio
pretensiones estéticas, lo que nos
marítimo de mercancías (Amigues &
viene a dibujar los perfiles de quienes
alii , 1995). Las redes de distribución
lo
En
de productos estaban implantadas de
cualquier caso, ha de señalarse que
manera casi capilar en el territorio y
se observa una cierta diversificación
funcionaban con cierta fluidez.
un
repertorio
caracteres
adquirieron
y
doméstico
emplearon.
formal en este conjunto de cerámicas, aunque nunca llega a mostrar las
sostener que si a El Castillejo llegaban
tendencias observadas en espacios
productos de lugares relativamente
urbanos, próximos a los centros
lejanos, los que eran elaborados en el
alfareros. Estas diferencias, evidentes al analizar el comportamiento
asentamiento o cultivados en las áreas agrícolas asociadas al mismo,
estadístico de los cómputos asentamientos rurales, como
ya que el asentamiento estaba integrado en estas corrientes de
de El
Bajo esta premisa, parece lógico
Castillejo, y urbanos, como la Casa de
distribución
San
están
tener salida fuera de los estrechos
distintas
límites del mismo. Es decir, los habitantes de El Castillejo, durante los
Nicolás
en
determinadas necesidades
por
Murcia, las
domésticas
que
las
de
productos,
podían
piezas cerámicas vienen a resolver en
siglos
uno y otro contexto, y no parecen
necesariamente que mantener una
deberse
economía de autoabastecimiento, a
a
la
mayor
proximidad
a
los
o
menor
y
XIV,
no
tenían
de
pesar de que se tratara de una
producción y venta de los productos,
comunidad ciertamente homogénea y
pues
rural, apegada, según parece, a la
concuerdan
tecnológicos,
centros
XIII
los
morfológicos
rasgos y
producción agrícola y ganadera.
decorativos, cuando los hay, en sendos conjuntos. Como hemos tenido ocasión de observar, las cerámicas elaboradas en las oficinas urbanas más próximas a
5.
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