¿Quién eres tú, Oh Cristo?
Jean Galot, s.j.
PARTE I Orientacin !e la "ús#ue!a cristol$ica
Ca%itulo & 'a cristolo$(a en la intencin %ri)or!ial !e Jesús
A. Orienta Orientacion ciones es esenc esencial iales es de de la cristolo cristología: gía:
1. La persona de Jesús en una cristología dinámica. La cristología busca conocer la persona y la obra de Jesús, pero de tal modo que ambos, persona y obra obra no se separen separen jamás. jamás. Su objetivo objetivo debe debe ser siempre siempre el de expresar expresar el el dinamismo dinamismo de la la accin divina que !a querido llevar a cabo la salvacin de de la !umanidad. "s un es#uer$o por llegar a comprender el dinamismo #undamental que !a introducido el Salvador en el mundo. "l mismo Jesús atestigua que la #e debe consistir sobre todo en una ad!esin a su persona. Sin duda que %risto se !ace conocer en su obra, pero pide que la mirada no se limite a discernir sus actividades. "l evento esencial es la presencia de su persona en la !umanidad. La pregunta, &'osotros, ( qui)n decís que soy *o +&-t. 1, 1/ -c. 0, 2/ Lc. 2, 3.4 &'o se re#iere a la 5"6S789 de %risto, y no a su #uncin o a su naturale$a, como piensa 7. %ullmann. . %ristología dialgica. La mismo voluntad de Jesús #ue la de !acer nacer la cristología en una #orma de pregunta y respuesta, diálogo.
: &'osotros, ( qui)n decís que soy *o +&;bid.4 La pregunta deriva de una intencin deliberada para provocar una respuesta de #e. : &
ios...&;bid. versículos ss.4 8o es super#lua super#lua,, pide una una ad!esin ad!esin de los apstole apstoles, s, una pro#esin pro#esin de #e colecti colectiva. va. 9l 9l mismo mismo Jesús le agrada proceder por interrogacin para !acer aceptar en los demás su revelacin. Jesús !a querido que la cristología sea dialgica, para que las a#irmaciones de la misma resulten de una búsqueda sobre la esencia de las verdades evang)licas. La cristología debe consistir en una con#rontacin, no slo de la inteligencia !umana con la verdad revelada, sino de toda la persona !umana !umana con otra otra persona, persona, que se presenta presenta y pregunta? pregunta? : &( @ui)n Soy *o +& A. %ristología que nace de la vida terrena de Jesús >urante su vida pública, Jesús o#reci a sus discípulos un buen número de indicaciones, palabras palabras y !ec!os, !ec!os, para suscitar suscitar una respuesta respuesta válida. válida. "sto ya es su#iciente su#iciente para !acer nacer el problema problema de la #e y para permitir permitir descubrir descubrir el misterio misterio de su identidad. identidad. La #e de los discípulos discípulos #ue iluminada por el evento de la 6esurreccin, pero ya !abía empe$ado a #ormarse durante la vida terrena de Jesús. 5or ello, no se puede decir o pensar que la resurreccin y %risto glorioso son el punto de partida partida de la #e, de la cristología cristología.. La #e en %risto %risto resucitado resucitado debe desarrollar desarrollar la que ya debi nacer durante su vida terrena. B. %ristología empeCada en el misterio La misma pregunta de Jesús ya es una llamada a pro#undi$ar en el misterio. =abitualmente nadie pregunta a su interlocutor &( @ui)n @u i)n Soy *o +& La pregunta la !ace Jesús camino a %esarea de Delipe, en un momento de tranquilidad, apartado del mundo y presin de los !ombres. "s más, Jesús al !acer esta pregunta deja claro que no se re#ería a la #amilia #amilia !umana de que procedía, realidad realidad demasiado demasiado conocida por los discípulos discípulos y que !acía absurda la pregunta. B. La La prime primera ra decl declarac aración ión cristol cristológic ógica. a.
1. La respuesta de 5edro. Los sinpticos nos la presentan en tres modos? a. &<ú eres el %risto&-c. 0, 2.4 b. &"l %risto de >ios&Lc. >ios&Lc. 2, 3.4 3.4 c. &<ú eres el %risto, el =ijo de >ios vivo&-t. 1, 1.4
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* en realidad, todos son inadecuados para expresar todo el misterio de %risto. >e a!í lo complicado de Lc., o del desdoblamiento de #rmulas de -t. "sta #rmula de -t. parece aut)ntica, tal como con#irman otros pasajes evang)licos. * deja claro que Jesús es el -esías y al mismo tiempo el =ijo de >ios, realidad que los mismos discípulos lograron entender plenamente. 9quí aparece una característica esencial de la cristología. La #e trata de expresar lo que Jesús !a mani#estado de Sí mismo, en un dinamismo que tiende a alcan$ar en el modo más completo la revelacin, pero sin agotar la rique$a de signi#icado. 5ero no podemos olvidar que a >ios no se le puede encerrar totalmente totalmente en una #rmula !umana, y la cristología cristología es la que debe ju$gar el mejor modo de !acerlo. . 5ro#esin de #e de#initiva y única. 9unque limitada, la pro#esin de 5edro expresa con exactitud qui)n es Jesús. * es una pro#esin pro#esin de#initiva, de#initiva, al ser sellada con la muerte muerte de Jesús, a la cual #ue llevado por dar esa misma respuesta al Sumo Sacerdote. * es única pues es !ec!a en nombre de los doce. =ay una sola cristologí cristologíaa para quienes acepten acepten el misterio misterio de Jesús, y debe partir y concluir concluir en una misma a#irmacin? Jesús es el %risto, el =ijo de >ios vivo. Ca%(tulo * +ina)is)o !e la e - o%ciones )eto!ol$icas
A. Crist Cristolo ología gía desde desde lo alto alto y crist cristolog ología ía desde desde lo bajo. bajo.
La cristología ( debe partir de la >ivinidad o de la !umanidad + ( debe tener una direccin descendente, yendo de >ios al !ombre/ o una dimensin ascendente, subiendo del !ombre a >ios + 1. %ristología desde lo bajo? 9scendente. "s una reaccin al !aber puesto demasiado )n#asis en la >ivinidad de Jesucristo. La cristología desde lo bajo subraya que en la !umanidad de %risto se revela su divinidad. La revelacin se da en el !ombre Jesús y todo lo que podemos saber del =ijo de >ios se nos mani#iesta por medio medio de la palabra, palabra, gestos y !ec!os de la existencia existencia !umana !umana de Jesús. 5or ello !ay que volverse !acia la #igura !umana de Jesús para descubrir la identidad de salvador. =ay que partir de la !umanidad para explicar cmo se !a #ormado la #e en la divinidad de Jesucristo. =ay una prioridad de lo !umano. . %ristología desde lo alto? descendiente.
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La mani#estacin de >ios en su alian$a con el pueblo judío !a preparado la venida de %risto. Fn solo punto de partida? >ios mismo. 5or eso, !ay un camino de >ios al !ombre Jesús. 5or eso la búsqueda cristolgica tiende inevitablemente a considerar el acto mediante el cual el =ijo de >ios, preexistente, !a entrado en la !umanidad 5rlogo de Juan4. La carta a los #ilipenses considera este mismo movimiento descendiente. "l misterio más pro#undo que la cristología debe descubrir está en el acto mismo de la encarnacin. Según J. Galot ambos problemas se unen. Si el punto de partida es la #e, se partirá de >ios/ si el punto de partida es el #undamento !istrico, !ay que empe$ar por la !umanidad de %risto. 5ero son problemas desiguales, pues la #e debe creer tanto en la !umanidad como en la divinidad de Jesús. B. El Cristo de la fe y el Jesús istórico.
9lgunos telogos !an acentuado tanto la distincin entre %risto y Jesús que lo !an dividido entre una &jesuología& y una &cristología&. 1. 5rioridad objetiva del evento !istrico. La cristología busca conocer al Jesús de la !istoria. "l cristianismo !a nacido con una persona que, viviendo una existencia !umana !a cumplido la obra divina de la salvacin. Eultmann establece una ruptura entre el Jesús !istrico y el %risto del Herigma, de la #e. 5ero ya sus seguidores reaccionarán en contra. La #e aut)ntica es la #e en cristo y no slo en su mensaje/ es la #e no slo en un %risto abstracto e ideal, sino en el Salvador que !a nacido, vivido y muerto en 5alestina. La cristología debe tratar de alcan$ar del mejor modo posible a Jesús en su vida concreta. 5odemos a#irmar, por tanto que toda &jesuología& con#orme a la verdad es una cristología, y viceversa. . 5rioridad subjetiva del conocimiento de #e. "n realidad es la #e en Jesucristo la que suscita la exigencia de una búsqueda. "l inter)s por el Jesús !istrico nace de lo que )l signi#ica por la #e. >e esto ya podemos concluir que en cristología el m)todo no puede presuponer una prioridad de la búsqueda !istrica en relacin a la #e.
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5ero el !ec!o de que la doctrina tradicional llegue a #rmulas cristolgicas no supone que la búsqueda se agota, pues el misterio de %risto va más allá de toda #ormulacin y de todo dogma, no se agota en ellos. A. De y búsqueda !istrica. ( %uáles son las relaciones entre ambos + a. 5annenberg? "l #in de la cristología es el #undar sobre la !istoria de Jesús el verdadero criterio de su signi#icado, que puede resumirse en estas palabras? &>ios se !a revelado en este !ombre&. 5annenberg establece la unidad de Jesús con >ios/ de#ine la divinidad a trav)s de la !istoricidad? %risto verdadero !ombre es tambi)n verdadero >ios. La resurreccin revela la divinidad de %risto. 9unque se le acusa de pretender una cristología demasiado ambiciosa, no se puede olvidar que )l !a sido quien !a dado valor al Jesús !istrico. 5ero es verdad que estrictamente no se pueden probar las a#irmaciones de la #e mediante la !istoria. b. Eultmann? "l evento salví#ico se reali$a slo en la experiencia subjetiva de cada uno/ la salvacin es anunciada por %risto, pero no reali$ada objetivamente por )l. Eultmann di#erencia entre el Jesús !istrico y el Jesús del Ierigma, no !istrico. c. H. Eart!? "l =ijo de >ios entrando en el mundo, lleva a cabo la verdadera desmiti$acin. %risto libera de una prisin mitolgica. 'erbo !ec!o carne? contra el protestantismo liberal que no reconoce bien la !umanidad de %risto. "s necesario precisar que la #e implica ante todo una predisposicin a la búsqueda cristolgica inter)s y aceptacin de la resurreccin4. La #e da una preinteligencia de la búsqueda. 8i la #e puede sustituir a la !istoria, ni )sta a la #e/ el m)todo cristolgico no puede ser ni una dogmati$acin de la !istoria, ni una !istori$acin de la #e. La búsqueda !istrica da a la #e la posibilidad de salir de una visin demasiado global de un objeto y de circunscribir en todos sus numerosos detalles la #igura !istrica de Jesús. B. Eúsqueda !istrica y sistemati$acin doctrinal. La líneas esenciales de la cristología deben resultar del testimonio escriturístico. %onsiste en volver sobre las a#irmaciones tradicionales que comporta la #e catlica en %risto, en la ;glesia de !oy, para ir a la #uente de sus a#irmaciones, y observar la continuidad del desarrollo !istrico que va desde el Jesús !istrico !asta la #rmula dogmática. 9 la lu$ de toda la tradicin patrística y teolgica, y de su desarrollo, re#lexiona sobre el dato escriturístico y busca un sentido pro#undo. 5ero no se puede con#undir con la ex)gesis. C. !el ombre a !ios y de !ios al ombre.
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1. %ristología desde lo bajo. . %ristología desde lo alto. %#r. 9partado 9.4
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PARTE II 'IEA/ E/ECIA'E/ +E' +ATO E/CRIT0RI/TICO
Ca%itulo 1 El !ina)is)o !e la 2encarnacin2 en la Anti$ua Alian3a
"ntendemos por dinamismo de &encarnacin& el movimiento con el cual >ios entra en el mundo de las relaciones !umanas y participa en la existencia de la !umanidad. A. La estr"ct"ra de #encarnación# en la religión j"día.
1. La alian$a, encarnacin de las relaciones entre >ios y el pueblo. a. "l tratado 9lian$a Las relaciones entre el pueblo y *!av) se !an concebido sobre el modelo de un tratado. 5ara >ios, contraer la alian$a signi#ica entrar deliberadamente en un tipo de relaciones que los !ombres establecen entre ellos, y en consecuencia, ponerse al nivel de la !umanidad. >e parte de >ios, el elemento de encarnacin consiste en el &obrar como un !ombre&. b. 5aternidad y #iliacin. La unin establecida en la alian$a implica una paternidad ejercida por >ios? &;srael es mi !ijo primog)nito& "x. B,4. Se presenta como una adopcin, a veces, pero no #ísica, sino moral, y es una paternidad que se mani#iesta sobre todo en la misericordia. La paternidad expresa las relaciones !umanas que >ios !a querido establecer con el pueblo/ es una #orma de encarnacin de estas relaciones. c. La unin matrimonial.
La imagen del esposo y de la esposa acentúa la voluntad de igualdad por parte de >ios/ y mani#iesta la intencin de encarnacin del amor divino, que toma la #orma del amor !umano más intenso. &ios que pone remedio a la debilidad !umana. : &5ondr) mi ley en su ánimo, la escribir) en su cora$n.& Jer. A1, AA4. : &7s dar) un cora$n nuevo, pondr) dentro de vosotros un espíritu nuevo, quitar) de vosotros el cora$n de piedra y os dar) un cora$n de carne. 5ondr) dentro de vosotros mi espíritu.& "$. A, :4. La estructura de la alian$a !a evolucionado en el sentido de una penetracin más íntima de >ios en la vida !umana, o sea, en el sentido de una encarnacin más pro#unda. . "ncarnacin de la palabra, de la accin, de la presencia de >ios. a. La revelacin, encarnacin de la palabra de >ios. La palabra de >ios no se comunica jamás en estado puro, sino que toma #orma en la palabra !umana. 5alabra de >ios que reali$a su encarnacin transmiti)ndose en un lenguaje !umano que conserva todas sus propiedades y que no debe volverse menos !umano para !acer conocer el precepto precepto divino. divino. b. La !istoria, !istoria, encarnac encarnacin in de la accin accin divina divina.. La !istoria del pueblo elegido revela la encarnacin de la accin de >ios. "l poder soberano pertenecient pertenecientee a >ios se encarna encarna en las victorias victorias y en la expansin expansin de ;srael. ;srael. >ios castiga castiga y corrige corrige a su pueblo a causa de sus pecados, preserva preserva al pueblo pueblo de los peligros y le asegura vida, triun#o triun#o y prosperidad. prosperidad. La La !istoria !istoria del del pueblo pueblo se !ace !ace así obra de >ios? La potencia potencia divina divina entra en en la activi actividad dad !umana para cumplir sus designios. c. La encarnacin de la presencia divina. "s una presencia presencia real. *!av) *!av) se encuentra encuentra en medio de su pueblo en modo misterio misterioso so e invisible, pero aut)ntico. >ios acompaCa al pueblo en su )xodo, y va con )l en su errar de nmadas, y tambi)n cuando se establece como pueblo sedentario. La encarnacin se acentuará más en la #orma local más determinada determinada que toma la presencia divina? la &tienda &tienda del convenio&, convenio&, que llagará llagará a ser el templo. B. Los Los prese presenti ntimien mientos tos de "na fig"ra fig"ra di$ina di$ina de de %esías %esías..
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9lgunos textos del 9< tienden a cumplir, en una perspectiva mesiánica más individual, la unin del !ombre con >ios. 1. La vía ascendente. a. La aplicacin de un nombre divino al rey o al -esías. 6e#iri)ndose al rey, el salmo BK, a#irma? &ios "lo!im4, dura por siempre&. 5ero el salmista no !a querido a#irmar la divinidad del rey, sin embargo, mani#iesta con el uso del título "lo!im la tendencia a reconocer la grande$a divina en un !ombre. ;s. 2, K da al -esías un nombre muy largo, adecuado a su dignidad? &consejero admirable, >ios #uerte, padre por siempre, príncipe de la pa$&. * aquí el autor tampoco tiene la intencin de a#irmar la divinidad del niCo mesiánico. Jer. A, en contraposicin a Jedecías, llama al -esías, &*!av) nuestra justicia&. 'alor del nombre. 5ara los !ebreos el nombre encerraba toda la realidad de la persona que lo llevaba. >ar al -esías el nombre de &>ios #uerte&, signi#ica a#irmar la realidad de la potencia de >ios que en modo único se mani#estará en este personaje. b. La atribucin atribucin de de la #ilia #iliacin cin divina. divina. Los textos en que se atribuye al rey la #iliacin divina deben ser considerados teniendo en cuenta toda una tradicin que asocia el rey a *!av). 14 La pro#ecía de 8atán? *!av) promete comportarse como padre en relacin al descendiente de >avid? &*o le ser) padre, y )l me será !ijo& ;; Sam. , 1B4. La pro#ecía encuentra eco en el salmo 02? &"l me invocará? <ú eres mi padre, mi >ios y roca de mi salvacin. *o lo !ar) mi primog)nito, el más alto entre los reyes de la tierra&. 4 Salmo , ? &9nunciar) el decreto del SeCor, "l me !a dic!o? tú eres mi !ijo, !oy te !e generado&. Se sugiere una #iliacin que es una verdadera generacin por parte de >ios, que implica una comunicacin de la divinidad. A4 Salmo 113, A? &%ontigo está la soberanía en el día de tu poder, en los esplendores de los santos/ desde el seno, antes de la estrella de la maCana, yo te !e generado&. "sta generacin en el cielo indica que el -esías es generado en la eternidad de >ios, antes de la creacin de las estrellas.
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B4 Salmo 0, ? &-i príncipe !a nacido en ella&. . La vía descendiente. a. La venida de la Sabiduría divina entre los !ombres. La sabiduría de >ios viene descrita descrita como una persona distint dis tintaa de *!av *!av), ), pero salida salida de )l? &*!av) me !a adquirido adquirido por generacin& generacin& o &me !a creado& 5rov. 5rov. 0, 4, &*o !e salido salido de la boca del 9ltísimo& "cl. B, A4. 5ero aún separándose de >ios, ella permanece como divina? &emanacin de la potencia de >ios, e#luvio genuino de la gloria del 7mnipotente, re#lejo de la lu$ perenne, espejo sin manc!a de la actividad de >ios, imagen de su bondad& Sab. , K:4. 9 ella se le !an dado cierto atributos mesiánicos. Se trata de un &mesianismo& sin -esías en dependencia de la sabiduría eterna. * en este momento !ay que preguntarse si la Sabiduría es una personi#icac personi#icacin in puramente puramente literaria literaria o una personi#icaci personi#icacinn real, o sea, una !ipstasis !ipstasis divina distinta. distinta. Los autores autores que !ablan de la Sabiduría Sabiduría no quieren a#irmar a#irmar que !ay realmente en ella ella una persona distinta de *!av)/ pero de otra parte la Sabiduría no es un simple personi#icacin literaria, pues su #uncin es real, y la comunicacin de sí a los !ombres no es una pura alegoría. %iertas %iertas especulacion especulaciones es paganas paganas sobre una divinidad divinidad que representaba representaba la sabiduría sabiduría !an sido cogidas por el judaísmo y colocadas en la concepcin de un >ios único y principio de toda cosa. ;n#lujos extranjeros !an permitido así llenar la distancia que existía entre >ios, concebido de un modo pro#undamente más trascendente, y los !ombres, y de con#erirle a la sabiduría divina, en el ámbito de un mesianismo sin -esías, un encargo mesiánico. La Sabiduría es trascendente y supera en gran medida todo lo que podía decirse de un rey mesiánico !umano, ya que es divina y !a tomado parte en la obra creadora. aniel.? &-irando aún en las visiones nocturnas, apareci sobre las nubes del cielo, uno, parecido parecido a un !ijo de !ombre/ !ombre/ llegu) llegu) !asta el 9nc 9nciano iano y #ue presentado presentado a )l, )l, que le dio poder, poder, gloria gloria y reino/ reino/ todos los pueblos, pueblos, naciones y lenguas lo servían/ servían/ su poder es un poder eterno, eterno, que no se oculta jamás, y su reino no será jamás destruido& , 1A:1B4. "n este texto no se trata de la venida del &=ijo del !ombre& sobre la tierra, sino de su venida escatolgica en un escenario celeste, contemplada en una visin apocalíptica. "l personaje que viene con las nubes tiene un carácter divino.
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&%omo un =ijo de !ombre& no indica sino una apariencia. "n la visin de >aniel, quien viene como !ijo del !ombre es distinto del 9nciano de los días, o sea, de >ios. Sin embargo, toma el aspecto de un !ijo del !ombre como >ios !abía tomado el aspecto de un !ombre. "sta #orma !umana es, en el contexto, un índice de superioridad. =ay aquí como una aplicacin del principio según el cual el !ombre de asemeja al creador? la #igura del !ombre es por ello digna de mani#estar a >ios, y el aspecto de un !ijo del !ombre de revelar la venida de un ser divino. "l personaje que viene como un !ijo del !ombre, no parece que sea un !ombre sino un ser divino, distinto de >ios e in#erior a )l, y que recibe de )l un poder universal y eterno condividido por el pueblo elegido. "ste ser divino aparece como un !ombre por el !ec!o que en el contexto apocalíptico en que algunos animales son presentados como símbolos, el !ombre es el mejor símbolo para representar un ser divino, es la semejan$a del !ombre con >ios. "s &!ijo del !ombre& porque el personaje misterioso, divino, aparece en presencia del 9ntiguo de los días. "l tiene cerca de >ios la #uncin de !ijo. 4 "n las parábolas de =enoc? "l judaísmo posterior a >aniel acentuará la trascendencia del =ijo del !ombre. "n el libro de la parábolas, del libro de =enoc etíope ; a.%.4, un personaje misterioso, de #unciones mesiánicas, es llamado =ijo del !ombre, o "legido, y es identi#icado con el -esías, con el Fngido. "l título &=ijo del !ombre& no se extiende jamás a la comunidad. La #uncin de !ijo del !ombre le es propia. "l =ijo del !ombre es claramente presentado como personaje divino. Su trascendencia resulta de las siguientes características? M "s preexistente. M 5resentado en compaCía del 9nciano de los días. M >esarrolla en la economía de la salvacin una #uncin de primaria importancia, análoga a la de >ios. "l =ijo del !ombre de las parábolas de =enoc no es presentado como un !ombre? permanece como un ser de naturale$a superior, ang)lica y divina. 8o !ay, en este personaje celeste y glorioso, alguna indicacin de una real "ncarnacin ni alguna evocacin de un drama redentor. A4 %onclusin. Las dos vías, ascendente y descendente se !an sucedido en el proceso de desarrollo de la revelacin judía !acia la "ncarnacin. Sobre todo la vía ascendente, que se presenta en los textos más antiguos de los salmos reales y que !ace ascender el rey -esías a la #iliacin divina. >espu)s la vía descendente, sea de la sabiduría divina, que tiende a separarse de >ios para acercarse a los !ombres, sea del =ijo del !ombre, ser ang)lico y divino que recibe el poder mesiánico. 9mbas vías no se !an desarrollado paralelamente, sino sucesivamente. La sucesin depende de la evolucin del proyecto del pueblo judío, el cual, viendo desaparecer la esperan$a de un salvador, !a comprendido mejor que la salvacin debía venir de lo alto, o sea, de >ios mismo.
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La vía descendente implica la conciencia de la impotencia, por parte del !ombre, para reali$ar la obra de la salvacin. 5ero de otra parte tambi)n !ay que observar que en la vía ascendente !ay un aspecto descendente? el nombre divino mani#iesta cualidades comunicadas por >ios al !ombre, y la #iliacin divina implica la actitud paternal o la accin generadora de >ios. La idea de un !ombre que, con sus posibilidades !umanas, pueda elevarse al nivel divino, es completamente extraCa al pensamiento bíblico. "l -esías tal como es anunciado, no es el simple resultado de la evolucin !umana, y tambi)n religiosa del pueblo judío. 9mbas vías no alcan$an un t)rmino en el judaísmo. "l dinamismo de encarnacin esta lejos de una plena reali$acin. -ediante nombres divinos, o mejor aún, mediante la #iliacin divina, el -esías alcan$a una cierta condicin divina, pero no llega a poseer la naturale$a divina. 6especto a la Sabiduría, ella no es un ser !umano, como no lo es según parece, el =ijo del !ombre que permanece un ser celeste. 9sí, el !ombre no alcan$a completamente a >ios, y >ios no alcan$a completamente la !umanidad. Sin embargo, aunque la unin queda lejos de actuarse, se cumple un gran paso en ambas partes. * en este progreso !ay que subrayar la parte debida a las otras religiones. 9lgunos la !an minimi$ado, para preservar la originalidad del pensamiento religioso judío. Sin embargo, !ay que reconocer y apreciar la in#luencia de estas religiones/ sus concepciones del rey divini$ado o de divinidades más vecinas a los !ombres, !an orientado el pensamiento judío !acia representaciones que el monoteismo estrec!o !abría desaconsejado. * esto es un testimonio y un símbolo de la participacin de toda la !umanidad, judía y no judía, en la preparacin del misterio de la "ncarnacin.
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Ca%(tulo 4 'a e !e la co)uni!a! cristiana %ri)iti5a
%on Jesús se !a reali$ado plenamente el dinamismo de la encarnacin, presente ya en el judaísmo. "n "l se !a !ec!o !ombre la palabra de >ios : la accin de >ios en la !istoria de la salvacin se !a !ec!o actividad !umana. Se puede caer en la tentacin, para comprender esta reali$acin, de recurrir inmediatamente a lo que Jesús !a dic!o de sí mismo o !a !ec!o. Sin embargo aquí !a in#luido la transmisin a trav)s del testimonio y en primer lugar mediante la comunidad cristiana primitiva. A. &rimera cristología en la predicación apostólica:
"lla nos da la posibilidad de alcan$ar los primeros anuncios de la #e. "n 9ct. se notan algunos rasgos de arcaísmo como el modo poco explícito de expresarse en relacin a la divinidad de Jesús. "l es presentado como aquel en el cual se !a concentrado, de modo único y completo, la salvacin o#recida por >ios a la !umanidad. 5entecost)s es la primera demostracin. %risto resucitado y elevado a la derec!a de >ios, manda el "sp. Santo/ este !ec!o esencial domina la cristología primitiva 9ct. , A4. "sta a#irmacin, junto a otras, reconocen en Jesús la cualidad de -esías, pero no limitado al sentido del 9<., sino en base a la demostracin dada por los nuevos !ec!os que %risto !a reali$ado. 9lgunas expresiones relativas a la atribucin de la divinidad al -esías. 1. "L t)rmino &%6;S<7&, como título 9ct. , AA4. 5edro declara que ;srael debe reconocer en Jesús al %risto/ da a este apelativo un pleno valor mesiánico, comprendi)ndolo en la lu$ de 5entecost)s, viendo en Jesús al Fngido, tan lleno del "sp. Santo como para enviarlo al !ombre. . "l t)rmino &S"N76&, como título. 5edro lo une al %risto, indicando en el contexto en que es pronunciado, una condicin divina. "s el SeCor con poder supremo. A. Jesús posee prerrogativas divinas, como ser el jue$ de vivos y muertos 9ct. 13, B4, como llamado &antes de la vida& 9ct. A, 1K4. Se le llama &S9L'9>76& 9ct. K A14 con el mismo signi#icado con que se aplica dic!o t)rmino a dos en el 9<.
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B. La #e en la divinidad de Jesús adquiere un relieve sorprendente en la narracin de la muerte de "steban. "ste es llevado a apedrear por !acer propia la a#irmacin que Jesús !i$o a %ai#ás y que le cost la muerte, identi#icándose con el =ijo de >ios. La cristología primitiva centra su #e en la exaltacin gloriosa de %risto, sin pretender demostrar que en su vida terrena era ya >ios. >e !ec!o, es un punto que queda indeterminado, aunque esto no !ace que se cali#ique su cristología de adopcionista. Será más tarde cuando, al responder a este problema, se recono$ca expresamente en %risto la condicin divina anterior. B. En la doctrina de 'an &ablo.
1. "l =ijo de >ios. Según los =ec!os, esta #ue la verdad esencial predicada por 5ablo despu)s de su conversin 9ct. 2, 34. 5ablo concibe esta a#irmacin divina no como adquirida o adoptiva, sino como preexistencia a la vida !umana de Jesús 6om. 0, A/ Gal. B, B? &>ios envi a su =ijo&4. . 5reexistencia divina. Lo deja en claro en dos !imnos cristolgicos? a. "n el !imno de la carta a los %olosenses se presenta a Jesús como el &primog)nito de los que resucitan de la muerte&/ pero su prioridad no es como creatura, sino como creador. Se caracteri$a por la generacin y la semejan$a, por tanto, el 5adre crea y la creacin se reali$a por medio del =ijo y en el =ijo. b. "n el !imno de la carta a los Dilipenses , :114 se dice que antes de !acerse !ombre, %risto vivía en la condicin divina, vivía como >ios porque era >ios/ )ste es el sentido de la expresin &subsistir en la #orma de >ios&, aunque no se exprese claramente así. A. "l nombre de >ios reservado al 5adre. San pablo, aunque concibe la #iliacin divina de Jesús como trascendente y preexistente, no dice jamás que %risto es >ios. "l reserva el nombre de >ios al 5adre ; %or. 0, B:4, 5ablo !ace una clara distincin entre el &solo >ios&, el 5adre y Jesucristo, el &solo SeCor&. B. "l SeCor. "s el título que más !abitualmente atribuye 5ablo a Jesús, veces. 5ablo testimonia su antigOedad reproduciendo la #rmula aramea &-aranat!P& ; %or. 1, 4. "l título &SeCor& indica el poder real, y recoge la #rmula de #e de la primitiva comunidad? &Jesús es el SeCor& 6om. 13, 2/ ; %or. 1, A4. "s un título que mira a las relaciones de %risto con nosotros.
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C. En la carta a los (ebreos.
"l mensaje central es el sacri#icio de %risto con la glori#icacin que de )l deriva y que le concede, por parte de >ios, el poder soberano de intercesin sacerdotal. Se subraya el contraste entre %risto y la revelacin pro#)tica? tantas veces !abl >ios por medio de los !ombres, pero en %risto !a !ablado slo una ve$, por eso, trasciende los pro#etas y es una revelacin de#initiva y escatolgica. >escribe el origen divino del !ijo y su actividad creadora. &8os !a !ablado por medio de su =ijo&, &!a !ec!o el mundo&, &"l sostiene todo con el poder de su palabra&. !. En el testimonio de los e$angelistas:
1. La presentacin desde lo alto, común a los sinpticos. Los sinpticos concuerdan al darnos una presentacin de Jesús por parte del 5adre, en las dos teo#anías del bautismo y de la trans#iguracin. "n ambas una vo$ celeste declara la #iliacin divina de Jesús. a. La vo$? 6epresentacin de lo alto. La vo$ en el bautismo y en la trans#iguracin es la vo$ de >ios. 8o se trata de la &Eat! : @ol& o &!ija de la vo$&/ tampoco es un eco o una cosa intermedia, sino la propia vo$ de >ios, >ios mismo !ace sentir su vo$. * con un sentido diverso del que !ay en el pro#etismo. b. La designacin de Jesús? Se da la #usin de tres #iguras pro#)ticas? 6ey mesiánico Sal. , 4, siervo ;s. B, 14, ;saac Gen. , :14. "l acento se coloca sobre la calidad del =ijo/ quien es presentado no es el siervo, sino el =ijo/ =ijo por generacin natural, como la de ;saac por 9bra!am. 9sí >ios es 5adre de Jesús. c. 'alor de las declaraciones? La intencin de los evangelistas en estas dos declaraciones bautismo y trans#iguracin4 es mostrar al 5adre que, de persona, presenta su =ijo a la !umanidad. Se da la expresin muy vigorosa de una cristología de lo alto. "l período !istrico que se inaugura tiene su punto de partida en >ios/ antes que la vo$ de Jesús se !ace oír la vo$ del 5adre. La cristología es, antes, teología. . -arcos? evangelio del misterio. -arcos expresa su #e en la #iliacin de Jesús? &;nicio del evangelio de Jesucristo, =ijo de >ios&. "n general subraya las condiciones !umanas y los sentimientos !umanos de Jesús, y a trav)s de estos rasgos !umanos aparece el misterio de su persona. a. Los aspectos !umanos? : Fna situacin !umana? Jesús sale temprano de %a#arnaún, va a predicar. 1, A04.
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: Sentimientos !umanos? indignacin A,K4/ triste$a, amor 13,14 : Fna accin !umana? la #ormacin de la comunidad apostlica A, 1B:14. : La respuesta de Jesús a %ai#ás, expresin #amiliar? &Soy yo&, &"go eimi& 1B,4. : La muerte? es el momento en que la debilidad !umana alcan$a su punto extremo. 5ara -arcos, el =ijo de >ios es un !ombre, y el centurin le !a reconocido esta #iliacin constatando su modo de expirar? un modo !umano de morir que era todo #ilial y que testimoniaba un misterio. b. "l misterio de la persona. "l misterio de la persona de Jesús resulta de la mani#estacin de lo divino en lo !umano. Los discípulos se con#rontan con este misterio? &(@ui)n es )ste al que el viento y el mar...+& B,B14. Los discípulos no entienden por los límites de su inteligencia !umana. Sin embargo, a ellos se les da el misterio? &9 vosotros se os !a dado entender el misterio del 6eino de >ios& B,114. Lo que -arcos comprende más notablemente es que >ios se revela slo como misterio, mediante su misma trascendencia y que Jesús se !a revelado precisamente así. A. -ateo? evangelio del reino. a. Jesús es el rey mesiánico para -ateo. 9sí lo presenta como? M =ijo de >avid. 2,/ 1, A4. M eclara que no !a venido a abolirla, sino a llevarla a cumplimiento K, 14. 9demás, como *!av) #orm su pueblo, %risto #orma su ;glesia, siendo su legislador y #undador. 7 sea, la consideracin del reino en -ateo nos lleva a admitir la divinidad de Jesús. B. Lucas? evangelio del SeCor y del "spíritu. Lucas re#leja el uso de la comunidad primitiva al llamar a Jesús &SeCor& ,12/ 13,1/ etc4. 6econoce una superioridad en Jesús ya en su vida pública que se mani#estará plenamente despu)s de la resurreccin. 9demás, Jesús es aquel que está animado por el dinamismo del "spíritu Santo? se ve en su nacimiento, se ve en el pasaje de la sinagoga? &"l "spíritu del SeCor está sobre mí...& B,104/ se ve en su muerte? &5adre, en tus manos encomiendo mi "spíritu& A,B4/ y se ve en la resurreccin. K. Juan? evangelio del 'erbo y del =ijo. a. "vangelio del 'erbo.
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*a en el prlogo queda claramente expuesta su #e en la >ivinidad de Jesús. %ristología desde lo alto. >ivinidad de Jesús en un doble aspecto? eternamente el 'erbo estaba en relacin íntima con el 5adre, y el acto de la "ncarnacin 1,1B4. 9l !acerse carne, el 'erbo entra en relaciones estables con los !ombres. b. "vangelio del =ijo. 9ntes que evangelio del 'erbo, el de Juan es evangelio del =ijo. "n el mismo prlogo, el 'erbo ya aparece como =ijo Fnico del 5adre 1, 1B:104. "ste =ijo es considerado como objeto de la #e. 3,A14. c. "vangelio de la "ncarnacin. "n el 'erbo !ec!o carne, Juan no considera slo el 'erbo, sino tambi)n la carne/ de a!í la concepcin virginal : generacin divina. "n Juan, la presentacin inicial del 'erbo eterno, =ijo único de >ios no impide la descripcin de una vida verdaderamente !umana? sed B,4/ turbacin 1,4/ emocin 1A,14. Concl"sión:
1. Fnidad de la cristología primitiva. 9unque cada autor presenta la cristología desde su punto de vista, todos encuentran su centro común en la >ivinidad de Jesús. "n esta #e se !a dado un desarrollo, en el sentido de que primero se a#irmaba la divinidad de %risto glorioso que enviaba el "spíritu sobre la ;glesia. >espu)s se !abía reconocido mejor la preexistencia de esta divinidad a la vida !umana de Jesús. Las orientaciones cristolgicas de los evangelistas, antes que oponerse, se completan. La divinidad de Jesús tiene siempre el aspecto de un misterio. . "l punto de partida. >esde el inicio la comunidad crey en la divinidad de Jesús. "n la base de toda cristología con#orme a la #e de los orígenes, están la !umanidad y la divinidad de Jesús? y están unidas en su persona, de modo que no se puede cancelar una para ventaja de la otra. Fna cristología no puede prescindir de esta dualidad, aún reconociendo que Jesús, !ombre e =ijo de >ios, es esencialmente uno.
Ca%(tulo 6 El testi)onio !e Jesús so"re su %ro%ia i!enti!a!
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=oy se nota la tendencia de le ex)gesis a centrarse más sobre lo que dijo Jesús dijo e !i$o verdaderamente. 9sís J.J"6"-;9S !ablará de la &ipsissima vox& y las &ipsissima verba& de Jesús. 5artiendo de las investigaciones exeg)ticas, es posible establecer con mayor precisin en qu) cosa !a consistido el testimonio de Jesús sobre su propia identidad. 8os interesa el modo con el cual Jesús se presenta en el cuadro de la accin divina anterior, para cumplir de modo trascendente las promesas. @ueremos encontrar cmo !a encontrado expresin en "l el primer dina: mismo de encarnacin cumplido en la antigua alian$a. A. Encarnación en la alian)a:
1. La alian$a? 9sume un nuevo signi#icado? la única ve$ que Jesús !abla de alian$a en los textos evang)licos es para identi#icarse con ella. La tenemos en la #rmula de la consagracin del vino -c. 1B,B/ -t. ,04? &"sto es mi sangre, sangre de la alian$a&. La alian$a ya no es una simple relacin instaurada entre >ios y los !ombres, es una persona. "s la única alian$a real. Lucas, con la nueva alian$a, pone en evidencia la di#erencia entre la de %risto y la de los judíos. 9lian$a personi#icada, unin del !ombre y >ios en %risto4. %on Jesús, todo es alian$a, la de >ios con la !umanidad línea vertical4 y la de la !umanidad con >ios línea !ori$ontal4. . "l "sposo? Jesús deja entender que es el "sposo aquel que reali$a la alian$a matrimonial anunciada en el 9< entre *!av) y su pueblo. "n primer lugar tenemos las indicaciones de Juan el Eautista a sus discípulos, en que llama a Jesús, &el "sposo& Jn. A, 24. "l mismo Jesús lo recuerda al decir? &(5ueden acaso ayunar los invitados a las bodas cuando el esposo está con ellos+& -c. , 12:34. Las parábolas de las bodas -t. , 4, la de las vírgenes -t. K, 1:1A4, etc. %risto es el esposo absoluto, y el !ec!o de no presentar a la esposa le da un signi#icado más total. La característica de esposo evidencia el !ec!o que Jesús recubre más precisamente el papel reservado a >ios en la unin matrimonial. "n la simbología del 9<, >ios es siempre el esposo. Jesús ciertamente !ace re#erencia a esta simbología y se atribuye a sí mismo el papel de >ios. Si se re#lexiona sobre la presentacin que Jesús !ace de sí mismo como "sposo, es necesario reconocer que su modo de aparecer como "sposo es más pro#undo del modo en que >ios aparece en el 9<. "l cumplimiento es superior a la imagen. "n la 9ntigua 9lian$a la ausencia del "sposo era signo de la clera divina/ a!ora, esta ausencia será el signo de un amor más pleno, que toma la vía del sacri#icio, en la 5asin de %risto. >esde este punto de vista, jesús completa la revelacin de >ios? muestra un nuevo rostro del "sposo divino. 5uede !acerlo gracias a la intervencin divina en una vida !umana, que lo conduce al don de sí en el su#rimiento y en la muerte.
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B. Encarnación de la filiación di$ina:
1. La invocacin &9bbP&. "l t)rmino &9bbP& no !abía entrado jamás en el lenguaje religioso judío, e invocar a >ios como 5adre era un !ec!o bastante raro. ;nvocar a >ios llamándolo &9bbP& era una novedad absolu: ta. "ste t)rmino era usado por los judíos en sus relaciones con el propio padre. "n Jesús es una expresin del todo espontánea de su conciencia íntima. La palabra &9bbP& signi#ica que Jesús tiene, con >ios 5adre, relaciones análogas a las de un !ijo con el propio padre. La paternidad indica una relacin de generacin y una semejan$a de naturale$a. "n el uso del t)rmino distinguimos? M Fna relacin vertical que deriva de la atribucin a >ios del apelativo &papá&, y que pone a quien lo pronuncia en el nivel divino de !ijo. M Fna extensin !ori$ontal que aparece en el uso de la palabra &9bbP& por parte de las comunidades cristianas primitivas. "ste uso nos lo !a re#erido 5ablo, en Gal. B, y en 6om. 0, 1K. M Fna conexin con el sacri#ico ya que el t)rmino &9bbP& nos lo traen los evangelios slo en el cuadro del Getsemaní, lo cual !ace más signi#icativo el t)rmino. La unin entre conciencia de la identidad #ilial y conciencia de la misin redentora es muy estrec!a? el sacri#ico será el acto #ilial por excelencia, aquel en que la palabra &9bbP& adquiere su plenitud de signi#icado para la existencia !umana de Jesús. . La expresin &=ijo del !ombre&. a. "l uso de la expresin por parte de Jesús. "n Jesús se caracteri$a por el !ec!o de ser pronunciada por "l y para designarse a Sí mismo. "l pueblo la usará, pero slo para pedir a Jesús cuál es su signi#icado. "n los evangelios no es di#ícil encontrar casos en que se sustituye simplemente &el =ijo del !ombre& por &mí&. 9sí, Lucas !abla de los perseguidos &a causa del =ijo del !ombre& , 4/ -ateo dirá los perseguidos &por causa mía& K,114. "n otros textos en que leemos &*o !e venido...& la #rase realmente pronunciada por Jesús debi ser &"l =ijo del !ombre !a venido...& -t. K, 1/ Lc. 1, B24. 5or último los textos joánicos dejan entrever la trans#ormacin de &=ijo del !ombre& en &=ijo&. 9sí, &creer en el =ijo& Jn. ,B34. b. "l =ijo del !ombre en su vida terrena. 14 'enida y preexistencia? M&=aber venido&? La a#irmacin &el =ijo del !ombre !a venido& mani#iesta la conciencia de una cierta preexistencia pro#)tica? Jesús es el personaje que !abía sido anunciado por la
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pro#ecía como el =ijo del !ombre. Sin embargo en la venida del =ijo del !ombre !ay más que una indicacin de preexistencia pro#)tica. Juan el Eautista reconocerá en Jesús una venida de un g)nero púnico? &("res tú quien !a de venir+& -t. 11, K4. 'enir no signi#ica ya solamente presentar el cumplimiento de una #igura pro#)tica, sino reali$ar una venida e#ectiva de >ios a trav)s de una mediacin !umana. M 5reexistencia actual? 5ara el =ijo del !ombre vivir la vida !umana es !aber venido. "sto signi#ica que la preexistencia es actualmente operante, que es experimentada como dinámica. 5articularmente digna de atencin es la citacin de la venida del =ijo del !ombre a propsito de las acciones más banales de la vida !umana? &!a venido el =ijo del !ombre que come y bebe& Lc. , AB4. La insistencia en la venida tiende a ligar el !ec!o de comer y beber con un origen misterioso, tal origen es inseparable de todos los aspectos de la existencia. %omer y beber es característico de la venida del =ijo, porque demuestra su total inmersin en la vida !umana. 4 5oder divino. "l poder escatolgico de ju$gar se expresa en la vida terrena del =ijo del !ombre mediante el poder de perdonar los pecados? : &ios perdona los pecados en el cielo, pero sobre la tierra es el =ijo del !ombre quien los perdona. 9l poder de ju$gar va asociado el poder de dar la vida, &quien crea en "l tendrá la vida eterna& Jn. A, 1B:1K4 c. "l =ijo del !ombre glorioso. 14 La venida sobre las nubes del cielo. &*o os digo, de a!ora en adelante ver)is al =ijo del !ombre sentado a la derec!a del poder, y venir sobre las nubes del cielo& -t. , B4. La venida sobre las nubes del cielo era característica del =ijo del !ombre descrito por el pro#eta >aniel. >an. , 1A:1B4. La venida sobre las nubes demuestra la participacin en el poder divino. "s de orden teo#ánico, pues la nube era signo de teo#anía. %uando Jesús anuncia esta venida usa una imagen signi#icativa de un modo de venir divino. "ste modo es tal para demostrar que "l es realmente el %risto y el =ijo de >ios. 4 "l =ijo del !ombre jue$ universal. "l poder de ju$gar es propiamente un poder divino. Lo que sorprende es que el =ijo del !ombre ejerce este poder con plena soberanía/ el =ijo del !ombre ju$ga como seCor absoluto/ y tanto, que el =ijo del !ombre aparece como aquel que ju$ga y como aquel en relacin al cual se es ju$gado. "l =ijo del !ombre es un jue$ que, además del poder divino de ju$gar, posee el de pedir a los !ombres el sacri#icio total de su vida, lo cual es tambi)n privilegio de >ios.
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"l =ijo del !ombre en el juicio posee todos los atributos de >ios/ en el momento del #in del mundo ejercitará un poder total sobre las #uer$as del mal, ya que la libertad que !a dejado al diablo es slo provisoria. -t. 1A, B1:B 4. d. %ualidad !umana del &=ijo del !ombre&. %uando Jesús a#irma que el =ijo del !ombre !a venido, pretende decir que el !ombre que es "l mismo viene en una aut)ntica vida !umana, mientras que en el oráculo de >aniel y en las palabras de =enoc, el =ijo del !ombre era un ser celeste o divino, pero no un !ombre/ )l es , en Jesús, un !ombre que conduce una vida terrena. >e este modo Jesús mani#iesta su voluntad de atraer la atencin sobre el valor de su cualidad !umana, cualidad que le permite cumplir su misin. "l poder de ju$gar permanece como un poder divino y el =ijo del !ombre revela su personalidad divina ejerciendo el juicio. 5ero )l ju$ga tambi)n en cuanto !ombre. Jesús reivindica el poder del =ijo del !ombre de perdonar los pecados, y precisa que "l posee este poder &sobre la tierra& -c. , 134, o sea, lo debe a su condicin !umana. Se puede decir lo mismo de su dominio sobre el sábado. La condicin !umana es esencial al =ijo del !ombre tambi)n en su misin de comunicar la vida eterna, ya que "l la comunica a trav)s de su carne y de su sangre. La !umanidad del =ijo del !ombre adquiere su valor más amplio de universalismo en el sacri#icio? "l !a venido ¶ servir y dar la propia vida en rescate por muc!os&. -c. 13, BK/ -t. 3, 04. e. aniel? ser divino que en relacin a >ios se encuentra en una posicin de =ijo que representa el pueblo elegido, o sea, la !umanidad nueva. "l origen divino del =ijo del !ombre no le impide conducir una vida !umana parecida a la nuestra, porque &!a venido el =ijo del !ombre que come y bebe&. %on ello, no se quiere reducir a Jesús a la sola estructura !umana/ supone que la persona divina se exprese slo en el !ombre y a trav)s de )l, pero no podría autori$ar una negacin de esta persona divina.
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A4 Lo ontolgico y lo #uncional. "l uso que Jesús !ace del t)rmino =ijo del !ombre da una indicacin sobre la relacin entre el punto de vista ontolgico y el punto de vista #uncional de su identidad. 5ero la eleccin de la expresin &=ijo del !ombre& atrae la atencin sobre lo ontolgico. Jesús no se designa con un simple título #uncional. "l jamás se llamará &el siervo&, aunque le agrade poner el acento sobre su actividad y sus disposiciones pro#undas al servicio/ declarando que el =ijo del !ombre !a venido para servir, "l incorpora la idea de siervo en la de =ijo del !ombre. Jesús no quiere dejarse absorber de una #uncin. 8o es un simple enviado de >ios, es =ijo. B4 La #iliacin !umana : &=ijo del !ombre&. ("n qu) sentido !ay generacin !umana+ "l t)rmino signi#ica que Jesús es !ombre e !ijo. "s más, !ijo de un ser !umano. 5or eso, ya no basta reconocer en "l al =ijo de >ios que es !ombre/ es necesario considerar tambi)n en qu) modo es !ijo del !ombre. La concepcin virginal de Jesús !a tenido como e#ecto que el niCo #uera contemporáneamente generado de lo alto e !ijo de una mujer. &>ios mand su =ijo, nacido de mujer...& Gal. B,B4 5or eso, la expresin implica contemporáneamente una antropología y una teología. C. Encarnación de la &alabra* de la Acción* de la &resencia di$ina:
1. "ncarnacin de la palabra. a. 9utoridad de la palabra. "ntre las palabras signi#icativas pronunciadas por Jesús está el t)rmino &amen&, que toma el lugar de la expresin &así dice el SeCor& del 9.<. Jesús con &9men, yo os digo&, expresa su autoridad de modo único y original/ es "l quien !abla con su autoridad, !ay identidad entre su palabra y la palabra de >ios. 9sí "l puede a#irmar &el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán& -c. 1A, A1/ -t. B, AK/ Lc. 1, AA4. Son precisamente &sus palabras& las que evocan las de *!av). "stas palabras no tienen la caducidad de las cosas creadas/ conllevan de este modo la eternidad de >ios. &Jamás un !ombre !a !ablado como !abla este !ombre& Jn. , B4. "s una enseCan$a que viene de lo alto, pero que se impone desde abajo. La #rmula de oposicin entre la enseCan$a antigua y la nueva es muy clara? &se os dijo...pero yo os digo...& -t. K, . 0. A. AB. A2. BB.4 Jesús reivindica una autoridad superior a la ley. b. 5alabra y persona. Jesús a#irma que es más que un pro#eta, ya que pro#eta es quien !abla en nombre de >ios/ por encima del pro#eta no puede estar sino la palabra misma de >ios. "sto se ve en la relacin que Jesús !ace con Jonás y con Salomn. -t. 14. 7 sea, Jesús insinúa que es la palabra de >ios en
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persona. %reer en su persona y creer en "l son dos actitudes inseparables. "l pide #e en su persona y es lo que obtiene, como re#iere el evangelista. 9 la a#irmacin? &%omo me !a enseCado el 5adre, así !ablo...& responde, de !ec!o, una ad!esin de #e? &9 estas palabras muc!os creyeron en "l& Jn. 0, 0:A34 . "ncarnacin de la accin divina. a. 6ecapitulacin de las grandes #iguras de ;srael. &9bra!am, vuestro 5adre, esper ver mi día/ lo vio y se alegr& Jn. 0, K4. Lo mismo se veri#ica respecto a Jacob en el pasaje de la Samaritana. 6especto a -ois)s, Juan pone en boca de Jesús? &8o -ois)s os !a dado el pan del cielo...sino mi 5adre os da el verdadero pan del cielo/ el pan de >ios es el que desciende del cielo y da la vida al mundo& Jn. , A:AA4 b. -isin de instauracin del reino. 14 Jesús y el 6eino. ios/ cada una de sus acciones consiste en establecer este 6eino. 7 sea, Jesús !ace la obra de >ios. 5or lo que dice relacin al más allá, Jesús describe el poder del =ijo del !ombre que da en !eredad el reino a cuantos !an amado a sus !ermanos, y lo rec!a$a para aquellos que no !an tenido este amor. -t. K, AB4. 5ara la vida terrena, Jesús determina las condiciones de acceso al reino y las leyes que regulan a sus miembros. La #rmula? ue dic!o,...pero yo os digo...& testimonia una autoridad absoluta sobre el reino/ lo mismo dígase del poder de perdonar los pecados y de comunicar la vida eterna. 4 Fn &yo& que obra con el poder de >ios. %uando Jesús dice &yo&, se descubre la insinuacin de un poder o autoridad divina. &*o ir) y lo curar)& -t. 0, 4. "l &yo& de Jesús es soberano y manda sobre la en#ermedad. Su &yo& o#rece el perdn divino/ &yo no te condeno& Jn. 0, 114. La insistencia sobre el yo contribuye a mostrar que Jesús posee personalmente el poder de obrar al modo de >ios. A4 "l pastor. "l título de pastor expresa una autoridad dispuesta a ejercerse en el sentido del amor. >iciendo &*o soy el buen pastor& Jn. 13, 114, Jesús se pone como modelo de pastor/ un modelo que recuerda el modo como *!av) mismo se !abía presentado como pastor de su pueblo. La descripcin evang)lica? &el buen pastor da la vida por sus ovejas& pone en evidencia el valor de la encarnacin? lo que *!av) en su trascendencia divina no podía !acer, Jesús puede !acerlo, porque es !ombre. c. "l milagro. 14 "l problema del milagro. Los milagros se colocan en la demostracin tradicional de la >ivinidad de Jesús, pero !oy &la prueba del milagro& es #recuentemente rec!a$ada por quienes proceden a una demiti$acin
sistemática. La teología reciente reconoce en el milagro esencialmente un signo de la accin divina que obra la salvacin. "l milagro tiene sentido slo en este contexto sobrenatural como llamada dirigida por >ios a la #e. 4 La perspectiva de los milagros de Jesús. %uando los discípulos del Eautista preguntan a Jesús sobre su identidad, )ste responde? &;d y decid a Juan lo que !ab)is oído y visto? los ciegos recuperan la vista, los cojos caminan, los leprosos son curados, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres se les predica la buena nueva& -t. 11, B:K4 5ara demostrar que "l es verdaderamente aquel que viene, invita a sacar enseCan$as de los milagros que obra. Los milagros son en la intencin de Jesús, los signos de identidad. * en el caso de Jesús !ay tal multiplicacin de !ec!os prodigiosos en su vida pública que debemos !ablar de una invasin imprevista del milagro. A4 La realidad !istrica de los milagros. Los milagros !ec!os por Jesús go$an tambi)n del privilegio de estar garanti$ados por testimonios !istricos. Los milagros tienden a expresar aspectos de una misin espiritual? las resurrecciones signi#ican la nueva vida traída por %risto a la !umanidad/ el vino de las bodas de %aná y la multiplicacin del pan anuncian la "ucaristía/ el calmar la tempestad y caminar sobre las aguas testimonian el poder de asistir a los discípulos en tiempo de di#icultad/ la pesca milagrosa es un signo de la #ecundidad prometida a la misin de los apstoles/ las curaciones milagrosas mani#iestan la intencin de liberar al !ombre de sus en#ermedades morales y espirituales/ los milagros de dominio sobre la naturale$a muestran que todo el universo material está implicado en la obra del reino. Se tiene aquí algo así como un punto extremo de la encarnacin, pues Jesús ejercita la in#luencia de >ios sobre el mundo que le circunda al mismo tiempo que sobre su propia carne. B4 "l signi#icado de los milagros. Jesús !abía atribuído a sus milagros el valor de una indicacin de la propia identidad, de su identidad mesiánica. "l quiere !acer entender que en los milagros se reali$a su misin de -esías. "l milagro es, por eso, signo de la identidad de Jesús en cuanto revela el =ijo del !ombre y su poder. "l milagro no es #in en sí mismo, es pedido por la obra de la salvacin, y expresa en un signo #ísico la realidad de orden espiritual que se cumple. 6especto al estatuto de#initivo del milagro, decir que no es slo un desplegarse sensible de la potencia divina, sino que siempre va ligado a la persona de Jesús. "s en Jesús en quien la potencia divina se encarna, y esta encarnacin de la potencia está ligada a la encarnacin de su persona divina. K4 Los milagros, expresin del amor salví#ico. Jesús no obra jamás milagros contra nadie. 5ero esto no quiere decir que el amor que salva excluya todo combate. Jesús luc!a contra el espíritu del mal, y los milagros que son descritos como liberacin de endemoniados, ponen en lu$ su victoria. "l milagro testimonia muc!o más que un triun#o sobre la en#ermedad, es un triun#o sobre el espíritu del mal, lo que Jesús viene a destruir es el reino de Satanás. * desde este punto de vista, su acto milagroso testimonia su poder divino. Si
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!ay un aspecto de destruccin no es otro que la expresin de la salvacin y de la liberacin acordada con la !umanidad. A. "ncarnacin de la presencia. a. ios. Jesús se !a de#inido como el verdadero templo? &*o os digo que aquí !ay algo mayor que el templo& -t. 1, 14. "l valor del templo consistía en la presencia divina por encima del mismo templo. "l =ijo del !ombre es el lugar terreno en que >ios está presente/ "l es concretamente la presencia divina sobre la tierra. b. &"go eimi& : &*o soy&. 14 "l signi#icado de la a#irmacin. Juan pone vigorosamente en lu$ la encarnacin de la presencia divina en Jesús? &9men, amen, yo os digo, antes de que 9bra!am existiese, yo soy& Jn. 0, K04. La expresin &*o soy& nos reenvía a la escena del "xodo A, 1B4 en que *!av) !abía revelado su nombre a -ois)s? &*o soy&. 9 trav)s de este nombre, *!av) no se atribuía una existencia abstracta? &*o soy aquel que es&, que de#ine una presencia concreta y garanti$a la promesa !ec!a a -ois)s por el cumplimiento de su misin? &*o estar) contigo& "x. A, 14. "s esta presencia divina la que siempre permanece en Jesús. La presencia prometida es esencialmente dinámica. >e !ec!o, la expresin &!asta el #inal de los tiempos& es más que una simple indicacin cronolgica/ sugiere que toda la !istoria, con el desarrollo de la ;glesia, estará caracteri$ada por el dinamismo de le encarnacin, que invadirá siempre más la !umanidad, !asta producir el grado de encarnacin necesario para el #in de los tiempos. 4
S
Ca%(tulo 7 8enosis - Gloria
9demás de las inevitables imper#ecciones de la transmisin de sus palabras en los textos evang)licos, existe la di#icultad suscitada por el lenguaje que Jesús !a querido adoptar cuyo signi#icado no es inmediatamente evidente. A. Osc"ridad de la re$elación:
1. La di#erencia entre el lenguaje de Jesús y el de la comunidad? Jesús no revela su identidad de un modo claro como se esperaba. 8o !a !ablado de sí mismo con los t)rminos usados por la comunidad para designarlo. &=ijo del !ombre& es una expresin que de por sí signi#ica simplemente !ombre y que por esta ra$n no !a sido asumida en el lenguaje de la #e de la comunidad. Jesús lo !a usado en un sentido que contenía la indicacin de su misin y de su personalidad trascendente signi#icado que no #ue captado por sus oyentes4.
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. 9bstencin del uso de títulos? (5or qu) Jesús no se !a presentado con los títulos que !abrán sido más claros? -esías, =ijo de >ios, SeCor, >ios+ "l uso de estos títulos !ubiera implicado un riesgo de compre!ensin? !ubiera podido inducir en el error a los que los escuc!aron. 9es(as? si Jesús #uese designado con este título sus seguidores !ubieron creído encontrar en "l la respuesta a las esperan$as de un mesianismo terreno y político. :ijo !e +ios? de por sí este título no es la más exacta para caracteri$ar la persona de Jesús/ sugiere, distinguiendo el =ijo de >ios, que este =ijo es simplemente un !ombre. 9!ora bien, en cuanto =ijo, Jesús es >ios. Siendo rigurosos, =ijo de >ios signi#icaría que "l es =ijo del >ios ios y de la impotencia de cualquier lenguaje !umano en esta revelacin. >e tal modo se explican las diversas modalidades de expresiones adoptadas por Jesús. a. La interrogacin? Jesús provoca las interrogaciones/ este m)todo se #unda sobre el principio que >ios es "l que plantea al !ombre la pregunta #undamental, una pregunta que en algún modo supera todas las respuestas. &(ios? &antes de que 9bra!am existiese, yo soy& Jn. 0,K04. c. "l doble sentido? Jesús sirve de expresiones que adquieren una trascendencia en virtud del contexto y de las circunstancias. &Soy yo& se !ace reconocer por los suyos y más allá el &soy yo& de >ios. d. La apropiacin !umana del !ablar y del obrar divino? Jesús !abla con la autoridad de >ios? &*o os digo&. 7bra con el poder de >ios? cumple milagros, remite los pecados... "n el lenguaje y el obrar !umano se revela lo divino.
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e. La #amiliaridad de las relaciones con el 5adre? &9bbá& es la prueba que no !ay ninguna distancia entre el 5adre y su =ijo. #. La convergencia? %omo las expresiones son siempre in#eriores a la identidad divina, Jesús las re#uer$a con#irmando las unas con las otras. K. 5ermanencia del misterio Jesús nos introduce en el misterio, pero su identidad permanece un misterio. B. Apelo a la fe y la +enosis
1. La manera de Jesús de revelar la identidad divina nos indica que la discrecin adoptada es más que una prudencia debida a las circunstancias. Slo di#ícilmente la #e monoteísta de ;srael podría acoger la revelacin de uno que se presentaba como =ijo de >ios. =abía #undamentalmente la necesidad de adaptar la revelacin de >ios al la realidad !umana como tal. La revelacin mira la #e, requiere la #e activa que conlleva un es#uer$o de descubrimiento. La revelacin de Jesús tiene la característica de exigir una colaboracin? quien la recibe debe penetrar en el misterio. La #e requerida en los evangelios es una #e nueva, #e en Jesús mismo. . "ncarnacin y Henosis? "l %risto !ubiera tenido un cierto derec!o de aparecer sobre la tierra con su gloria divina, es decir, de tomar el estado de igualdad con >ios, o de !umanidad glori#icada. "l !a renunciado este derec!o y en este sentido su vida !umana !a sido un despojamiento. La naturale$a Ientica de la encarnacin muestra en una manera más viva como el g)nero de revelacin adoptada por Jesús !iciera parte eso mismo de una eleccin sacri#icial? encarnacin en la línea del despojamiento y del sacri#icio. A. La a#irmacin de la Henosis por parte de Jesús? Se #unda esencialmente sobre aquello que Jesús dijo de sí mismo -c. 13,BK/ -t. 3,04? el despojamiento de Jesús llega a ser el sacri#icio redentor/ "l no !a venido para ser servido sino para servir. >ar la propia vida en rescate por muc!os indica el sentido #inal del despojamiento. La encarnacin en modo glorioso pudiera aparecer un cierto orgullo de >ios. La Ienosis es provisorio pero el valor del amor y del servicio al prjimo permanece aún en la gloria. C. La re$elación del Cristo glorioso.
1. La mani#estacin oscura del estado glorioso? a. La primera glori#icacin de %risto contiene su alma, el &espíritu& que en el momento de la muerte "l !abía consignado en las manos del 5adre Lc. A,B4. "sta glori#icacin permanece invisible/ no tenemos ningún testimonio de ello. "l evangelista -ateo se es#uer$a por describir el contragolpe sobre la tierra, atrav)s del terremoto, la apertura de las tumbas y las apariciones de los di#untos/ pero en esta descripcin no podemos ver muc!o más que un es#uer$o de la imaginacin.
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b. "l primer indicio de la resurreccin es la tumba vacía. >e por sí este !ec!o no sería su#iciente para demostrar la resurreccin. c. Las apariciones del resucitado a las mujeres y a los discípulos tienen una mayor #uer$a demostrativa/ todavía no son más que atestacin indirecta de un evento de lo cual nadie !a sido testigo? nadie !a visto a Jesús salir de la tumba. Jesús aparece solamente a aquellos que tienen una disposicin de #e. d. "l !ec!o de la ascensin que pone un #in a las apariciones de Jesús tiene tambi)n un carácter enigmático. "s una partida, un perderse detrás de las nubes, que deja los discípulos con la mirada vuelta al cielo, como en una espera que no es satis#ec!a. . La demostracin anunciada por Jesús? La resurreccin !a sido considerada como la prueba decisiva de la verdad de la revelacin !ec!a por Jesús. "sta implica contemporaneamente la mani#iesta aprobacin divina de esta revelacin y la aceptacin del sacri#icio redentor por parte del 5adre. La demostracin anunciada por %risto? muerte y resurreccin deben ser vistas como un conjunto. "l estado glorioso se mani#estará en la escatología, que no es parusía, sino en la ;glesia. "s por esto visible y guiado por el "spíritu. %omo %risto se mani#iesta en la Ienosis igualmente la ;glesia debe revelarse. 9sí, la ;glesia se a#irma en una condicin de Ienosis, la penetracin de la vida divina de %risto en la !umanidad. La demostracin se completará slo con el extenderse de la ;glesia a toda la !umanidad. Ca%(tulo < Ras$os esenciales !el Cristo "("lico
A. La bús,"eda de "na síntesis:
8o !ay una cristología bíblica, !ay muc!as.
1. "l movimiento de encarnacin que !a precedido el %risto? La alian$a pone particularmen: te en evidencia la voluntad divina de ponerse sobre el mismo nivel de los !ombres !ori$ontalismo4/ la accesibilidad : >ios entra en diálogo con los !ombres/ colaboracin : requerida del !ombre en el
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desarrollo de las relaciones? la responsabilidad : el !ombre debe proveer al mantenimiento de la alian$a observando sus obligaciones. . "l movimiento de encarnacin en Jesús? continuidad y novedad? "n primer lugar aparece la continuidad !istrica. Jesús no interrumpe el curso de la !istoria !umana. Se presenta en una re#erencia continua a la !istoria del pueblo judío. el pueblo al individuo y del individuo al pueblo? "n la religin judía, la encarnacin concierne esencialmente el conjunto del pueblo? es con el pueblo que >ios concluía la alian$a, es ;srael que venía considerada por >ios 5adre como un !ijo o por >ios "sposo como una esposa. "n la nueva economía la encarnacin se cumple esencialmente en un solo individuo. "sta encarnacin consuma y supera la anterior porque aquí el individuo debe representar al pueblo. C. -i,"e)a de la di$ersidad en la "nidad:
1. Los cuatro aspectos del rostro de %risto? Los acercamientos cristolgicos de los evangeli: stas no deben ser traídos a la lu$ slo en sus di#erencias sino que van uni#icados en un retrato más amplio del %risto. "l %risto será siempre -c.4 aquel que se presenta como misterio, cualquier que sea la precisin de los enunciados de la #e. La persona de %risto %er)anece )isterio. "l %risto es el /e;or !el reino -t.4 aquel que pone la estructura esencial y #ija la ley. El t(tulo !el /e;or es el que más explícitamente !a sido reconocido a Jesús comunidad primitiva4. La cualidad de :ijo es la determinacin última de la personalidad de Jesús, aquella que penetra la pro#undidad del misterio. "l t)rmino &9bba& es la expresin #amiliar de la #iliacin divina trascendente. 8inguno de los cuatro aspectos citados puede #altar en una re#lexin sobre la identidad de %risto? el misterio, el poder sobre el reino en su organi$acin externa, el poder de accin espiritual e interior en este mismo reino, la personalidad de =ijo. . Las tres expresiones de la identidad personal? La búsqueda de las palabras e#ectivamente pronunciadas por Jesús reviste siempre la máxima importancia. La primera es &9bba& y demuestra en Jesús una conciencia de #iliacin del todo nuevo : esta palabra implica que Jesús tuviera con el 5adre relaciones #amiliares análogas a aquellas de un !ijo con el propio padre !umano. La expresin &soy yo& es igualmente un modo de decir !abitual en las relaciones !umanas. 5ero en el contexto en que Jesús la usa, evoca las a#irmaciones de *a!ve en el libro de ;saías o tambi)n el nombre que "l mismo se aplica en el "xodo. 9 la expresin &=ijo del !ombre& van ligados en modo particular los dos movimientos, descendiente y ascendiente, de la encarnacin. >escendiente? Jesús deja entrever que el =ijo del !ombre !a venido. 9scendiente? el anuncia que el =ijo del !ombre, tres días despu)s de la muerte &se levantará&-c. 0, A14.
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A. 5alabras, acciones y presencia? Jesús no se limita a consignar la palabra y las acciones de >ios/ consigna toda su persona mediante su presencia. "n tal modo nos indica como la encarnacin de su persona divina de =ijo sea un don de#initivo, que debe prolongarse en toda la vida !umana.
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PARTE III 'A/ A=IR9ACIOE/ =0+A9ETA'E/ +E 'A =E +E 'A IG'E/IA
Ca%itulo > 'a =or)acin !e la !octrina cristol$ica en los %ri)eros si$los
A. La orientación del desarrollo doctrinal:
La primera contestacin trata de la preocupacin ontolgica del desarrollo cristolgico. "s sobre la ontología de %risto que se concentra el es#uer$o de investigacin en los primeros siglos. Los problemas surgidos? Jesús es verdaderamente !ombre, con una carne real+ "s verdaderamente >ios, y en que sentido+ "s de la misma substancia del 5adre en su divinidad+ "n su !umanidad, posee una alma, y se debe decir que el 'erbo es directamente unido a la carne+ Se debe !ablar de una o dos personas, de una o dos naturas, de una o dos voluntades+ "sto no es decir que el aspecto soteriolgico viene olvidado o ignorado? la obra del Salvador jamás se deja al lado y la dimensin salví#ica de la encarnacin es expresamente subrayada. "sta dimensin resulta #undamental, porque sirve a mostrar lo que %risto era, y lo que el 'erbo !a asumido personalmente. B. res peligros iniciales:
1. ;gnorancia de la >ivinidad de %risto? Jesús visto como !ombre investido con poder divino/ di#icultad de aceptar que es verdaderamente =ijo de >ios. a. "bionismo? niega divinidad de %risto. "ra una doctrina di#undida en ambientes judeo:cristianos del ;; siglo. 6econoci en %risto )l que era nombrado por el ".S. en su bautismo. 8iega que era el =ijo engendrado por el 5adre. b. 9dopcionismo? doctrina di#undida !acia #inales del siglo ;; por ios como portador de una gracia divina excepcional. "ra un !ombre en que el ".S. obraba con poder divino. 9unque era dotado con dones divinos, era esencialmente un !ombre y cuando se !abla de ser &!ijo&, se debe entender en sentido adoptivo. "l adopcionismo propone una imagen de %risto en sentido opuesto a la
encarnacin? en ve$ de un >ios que se !ace !ombre, propone un !ombre elevado a una condicin divina aunque no llega a ser >ios4. %ree en una accin singular de >ios en Jesús. 9parece en otra #orma en siglo ;;; 5ablo de Samosata : era !ijo de >ios en cuanto !ombre4/ tambi)n en tiempo de la 6e#orma -iguel Serveto y los anti:trinitarios : era un simple !ombre4. . >ocetismo? 8iega la realidad !umana de Jesús y reduce la carne de Jesús a una apariencia. ;gnacio de 9ntioquía luc!a contra este error, de#iendo la realidad del nacimiento y de la cruci#ixin de Jesús. Se ve en el docetismo el in#lujo del dualismo, que opone el espíritu a la materia al punto de considerar la materia como mal. 8acimiento y cruci#ixin se interpretan en sentido aparente. a. -arcin? %risto no pudo !aber nacido !umanamente/ apareci en la tierra ya adulto. b. 'alentino? la carne de %risto es celestial y espiritual? pas por medio de -aría, pero no naci de ella. c. Easilide? la 5asin era aparente? %risto engaC a sus enemigos y se les escap, metiendo en su lugar Simn el %ireneo. A. La 6educcin de %risto a un mito? "n siglo ;;, numerosos escritos apcri#os presentan %risto en modo de leyenda. La vida de %risto se presenta como una serie de sucesos milagrosos ya no es !istoria sino mito4. "sta tendencia se mani#iesta en los niveles intelectuales del gnosticismo cristiano. La gnosis busca meter a %risto en un sistema cosmog)nico, casi como un elemento más del sistema? un &eon& entre los demás. "ste eon mítico es asociado con el Jesús terreno al momento de bautismo. Según la gnosis valentiana %risto desciende sobre Jesús. C. &rimeros tratados de la teología de la Encarnación
1. ;reneo? Luc!a contra el !ebionismo, el docetismo, y sobretodo contra la gnosis. "s #iel a la S.". y se basa sobre el %redo tradicional oriental. 9#irma que %risto es &verdadero !ombre y verdadero >ios& y justi#ica su a#irmacin con un argumento soteriolgico? es verdadero >ios porque solamente >ios puede obtenernos la salvacin y restablecer la unin con los !ombres. "s verdadero !ombre porque le toca al !ombre reparar su #alta. ;nsiste en la realidad de la carne, subraya la realidad del nacimiento virginal, y que %risto tom carne de -aría. 8aci de una virgen para recapitular, es decir, reasumir y renovar a partir del origen? la #ormacin de 9dán... pero se mete realmente en las generaciones !umanas. ;reneo a#irma la Fnidad que existe en %risto. %risto es único y lo mismo. "l elemento doctrinal más importante es la teoría de &recapitulacin&. Sitúa la encarnacin en la economía de la salvacin como el centro que explica todo. 6ecapitulacin signi#ica? a. reproducir el pasado en una manera nuevo, b. reasumir en sí el destino de la !umanidad, c. orientar el desarrollo de la !istoria en condicin de capo.
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%omo en el mundo invisible el 'erbo tiene el primado, tambi)n en el mundo visible y corporal el 'erbo !ec!o !ombre lo asume, y estableci)ndose como capo de la ;glesia y atrayendo todo a sí. 9sí recapitula todo en sí. . ios, y )l se encarn. "l error consiste en pensar que siendo uno, >ios tiene que ser unipersonal.
1. 9rrio? el 'erbo %reatura 5ara 9rrio el =ijo no era eterno/ >ios no era siempre 5adre pero #ue un tiempo en que era solo y no todavía 5adre. "l =ijo no existi desde siempre... #ue un tiempo en que no era. Due creado de nada y por ello no es consubstancial con el 5adre. "l 5adre es distinto al =ijo en cuanto esencia, porque es sin principio. Siendo una creatura, el =ijo es imper#ecto, mudable, mientras el 5adre es per#ecto e inmudable. "n la "ncarnacin el 'erbo toma un cuerpo que es su instrumento, un cuerpo sin alma o por lo menos sin alma racional. . 8icea? el =ijo consubstancial al 5adre 5ara condenar a 9rrio us un lenguaje más preciso que las #ormulas escriturísticas? &creemos en un solo SeCor Jesucristo, =ijo de >ios, nato unig)nito del 5adre, es decir, de la substancia del 5adre, >ios de >ios, lu$ de lu$, >ios verdadero de >ios verdadero, nato, non creado, de la misma substancia que el 5adre...&. "l =ijo, por ello, no era creado de nada/ es generado de la substancia del 5adre y por ello es >ios verdadero de >ios verdadero. "l termino más característico que lo cuali#ica es &consubstancial& !omousios4 al 5adre. Signi#ica que el =ijo es divino como el 5adre, y igual en todo.
EE
"l concilio no se preocup con el numero i.e., el !ec!o que !ay una sola substancia por los dos personas del 5adre y del =ijo4. @uiso a#irmar que el =ijo es per#ectamente >ios como el 5adre. La substancia del =ijo es la substancia del 5adre. E. El alma "mana de Cristo: Apolinari"s
1. La inadvertencia del problema? 9tanasio 9polinarius niega el alma de %risto porque !abría una oposicin al 'erbo. 6elacin 'erbo:carne se vi con concepto de instrumento y motor. 5or ello, una sola natura en %risto, una sola persona y una sola !ipstasis. 9tanasio adopta una cristología de tipo 'erbo:carne Logos:sarx4 en que el 'erbo asume una carne y se !ace !ombre. Lo que en %risto es espiritual se atribuye al 'erbo y las pasiones se atribuyen a la carne. 9tanasio no logr reconocer en %risto una verdadera psicología !umana con natura !umana completa. . La doctrina de 9polinarius 8eg el alma !umana de %risto? no es posible tener un alma !umana, porque sería un principio que se opone al 'erbo. &"s imposible que dos seres espirituales y voluntarios co!abitan, porque estos si opondrían el uno contra el otro... 9polinarius mantiene que si el 'erbo !ubiera asumido un !ombre completo, !abría introducido en su natura un principio de pecado. Fn espíritu !umano unido a la carne se aleja de >ios y se encuentra en condicin de pecado. ios, y completamente !ombre. Según )l, &!acerse !ombre& no se debe con#undir con &tomar un !ombre&. %risto no era !ombre, pero era semejante al !ombre. 8o era consubstancial al !ombre. Fnidad 'erbo:%arne? Se sirve de conceptos de instrumento y motor. "l 'erbo mueve el cuerpo? &el instrumento y el motor constituyen naturalmente una sola energía&. 9polinarius a#irma &una sola natura& en %risto. La unidad es tal que las propiedades no se pueden distinguir re#iri)ndose algunos a la carne y otros al 'erbo. La unidad biolgica del 'erbo con la carne está asegurada por la concepcin virginal. "n una generacin ordinaria, el !ombre asegura la in#usin del alma, mientras en la concepcin de %risto la carne era vivi#icada por un poder divino. =abla de una sola persona prsopon4 y de una sola !ipstasis. 5arece ser el primero a usar el termino !ipstasis en cristología. A. La reaccin? a#irmacin del alma en %risto Sínodo de 9lejandría A4 adopta el argumento soteriolgico contra 9polinarius. "l 'erbo se encarn para salvar alma y cuerpo/ por ello tuvo que tomar un cuerpo. 5apa >ámaso dice &si asumi un !ombre imper#ecto, el don de >ios es imper#ecto, nuestra salvacin es imper#ecta porque el !ombre no #ue per#ectamente salvado. 9polinarius condenado A sínodo de 6oma4.
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0. La única persona en Cristo: 1estorio
1. "l dualismo en la escuela de 9ntioquía? 9l contrario de 9lejandría, 9ntioquía subray la dualidad en %risto y se preocup en el reconocer de la integridad de la !umanidad de Jesús. 9dversario de 9polinarius era >iodoro de ios no puede ser propiamente =ijo de >avid ni de -aría/ el !ombre nato de -aría es =ijo de >ios por gracia, mientras el 'erbo es =ijo de >ios por naturale$a. ice que la unin de las dos se debe a la !abitacin por conveniencia del 'erbo en el !ombre. -ani#est reserva a -aría como eus passus&. 8o admite el principio #undamental de la comunicacin de idiomas según la cual se reconoce en el único y mismo %risto las propiedades divinas y tambi)n !umanas, atribuyendo al 'erbo las características de la vida !umana con las en#ermedades y su#rimientos, y al !ombre Jesús las características de la divinidad. >el punto de vista #ilos#ico le #altaba 8estorio el concepto de persona distinto de natura. A. 6eaccin al nestorianismo? la expresin aut)ntica de la #e en la unidad de %risto? %irilo de 9lejandría justi#ic el termino ios&. Símbolo de unin : Juan de 9ntioquía no acept las decisiones del %oncilio/ condenaron los anatemas y excomulgaron a %irilo. 5ropuso un símbolo redactado por
>>
%irilo lo acepta como &símbolo de unin&. >eclara la identidad de persona del =ijo de >ios antes de la encarnacin/ consagra igualmente la palabra
1. "utique y -ono#isimo 5roclo 5atriarca de %onstantinopla BAB:BB4 buscaba una #ormula para conciliar la teología de 9ntioquía con la de 9lejandría? &dos naturas en una !ipstasis&. "utique arc!imandrita de %onstantinopla4 quiso mantener la #ormula de %irilo sobre la unidad de la natura y se puso a di#undir el mono#isismo. "l patriarca Dlaviano le invit al sínodo de %onstantinopla BB04 y se le propuso la #ormula cristolgica? &con#esamos que %risto es de dos naturas despu)s de la "ncarnacin, en una !ipstasis y en una persona&. "utique la rec!a$ y mantenía &con#ieso que el SeCor era de dos naturas antes de la unin, pero despu)s una sola natura&. 5or ello no acept la consubstancialidad de una y otra natura. . La de#inicin de #e de %alcedonia Los elementos de esta de#inicin provienen de cuatro documentos anteriores? la segunda carta de %irilo a 8estorio, el símbolo de unin de BAA, la #ormula de Dlaviano, y el ios y verdaderamente !ombre? verdad opuesta al gnosticismo y al docetismo. :%omo !ombre, es compuesto de alma racional y de cuerpo? rec!a$a errores del los arrianos y los apolinaristas. :"s consubstancial al 5adre? &!omousios& de 8icea. :"s consubstancial con nosotros? a#irmacin contra 9polinarius y "utique. :8aci de la 'irgen -aría
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1. >esarrollo del monotelismo? "l monotelismo naci de es#uer$os a reconciliar los mono#isitas con los ortodoxos. Sergio, patriarca de %onstantinopla, propuso el monoenergismo en %risto, despu)s de la unin de las naturas, !ay una sola &energía& o operacin? la operacin teándrica4. "l error de monotelismo consiste en considerar solo la unidad de la persona en la operacin. Los monotelitas entendieron por voluntad el impulso que viene de la persona. 8o consideran la dualidad de voluntad y de operacin que deriva de la dualidad de las naturas. . 9#irmaciones de las dos voluntades "l monotelismo se conden por el concilio del Laterano -artín ; en B24. Se repiti la condenacin y se !i$o más explícito en ;;; %onstantinopla 03:014. eclara que las dos voluntades no se oponen, porque la voluntad !umana sigue sin resistir o oponerse, someti)ndose a la voluntad divina omnipotente. 3. Concl"siones sobre el período patrístico
"s el concilio de %alcedonia que !a anunciado en una #ormula de #e, los resultados de la elaboracin cristolgica de los primeros siglos. =a reunido lo que los dos cristologías opuestas 9ntioquía y 9lejandría4 tenían de bueno, indicando los puntos comunes? unidad de persona, dualidad de naturas. Duera del camino del concilio de %alcedonia, no se puede elaborar una cristología válida. "l punto de partida en cristología es la unidad de persona y la dualidad de naturas. 9sí es inútil buscar una unidad diversa de aquella de la unidad de persona? ni una unidad de !abitacin de >ios en un !ombre, ni una simple unidad de conciencia o de subconciencia pueden expresar de lo que era revelado sobre %risto y su unidad. =ace #alta constatar que en el pensamiento de los 5adres que !an redactado la #ormula, las dos naturas y la única persona o !ipstasis eran considerados concretamente? la única persona es la del &solo y mismo& Jesucristo, y las dos naturas son de un lado su divinidad y del otro su !umanidad, por medio de la cual en todo era semejante a nosotros. 9 %alcedonia no se imponen ni conceptos #ilos#icos ni un sistema particular de pensamiento, sino más bien la mejor manera de expresar lo que se encuentra concretamente en %risto. Se trata de una traduccin del dato evang)lico, porque los 5adres siempre se re#irieron a este dato #undamental.
DD
PARTE I OTO'OGIA +E 'A ECARACIO
Ca%(tulo @ El acto !e la encarnacin
"l %oncilio de %alcedonia no consider expresamente el dinamismo de la encarnacin aunque determin la estructura ontolgica que esclarece su sentido. A. Encarnación en la antig"a alian)a:
"n el 9ntiguo ios en la vida de la !umanidad? >ios se empeCa en establecer relaciones, empeCa su pensamiento, su accin, su presencia en la tienda y despu)s en el templo. Fn empeCo total : pensamiento, voluntad, actividades : o#recimiento permanente de la presencia, indicando en un modo particular la intencin de un regalo completo del ser. ios en su misterio trinitario/ se mani#iesta slo en su unidad. Las actitudes personales son atribuidos globalmente, sin distincin de personas. La paternidad caracteri$a >ios, no propiamente la persona divina del 5adre. "n la revelacin judaica, >ios tenía escondido lo que !abía de más pro#undo en su esencia? el misterio de las tres personas. La distincin comien$a en la narracin de la anunciacin y en el prlogo de San Juan la pre:existencia eterna del =ijo y del 5adre es a#irmada claramente. B. El acto de la encarnación del (ijo:
1. "l empeCo del =ijo?
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a. 9cto de despojamiento? "n la comunidad cristiana el valor del acto de la encarnacin se mete en evidencia bastante rápido el !imno cristolgico en la carta a los Dilipenses ,:04. La descripcin de una cristología descendente aparece como una de las primeras expresiones de la #e y de la liturgia cristiana. "l que subsiste en la condicin de >ios se despoja de esta condicin tomando la condicin de siervo? acto de despojamiento. =ay sobre todo el contraste entre una pre:existencia que implica un ser en la eternidad y un entrar en la realidad de los !ombres y de su devenir. La enorme distancia entre la condicin de >ios y la condicin de siervo es superada. "s la distancia entre el ser divino y el ser !umano. "ste paso mani#iesta la #uer$a de una decisin personal? &se despoj de sí mismo&. "l despojamiento indica la pro#undidad del regalo del =ijo y la íntima realidad de su empeCo. b. "ntrada en el devenir? "l prologo de Juan describe más bien el acto mismo en su objetividad y sirve como preludio a la narracin evang)lica 1,1B4. "l verdadero origen de Jesús no puede ser buscado en el mundo/ esto está escondido en la eternidad. 9parece aquí la necesidad de una cristología descendente para entender el misterio. "l acto de la encarnacin va desde la eternidad al tiempo. "l que en su ser eterno es causa del devenir de las criaturas todo deviene : vino a la existencia : por medio de )l? Jn 1,A4, entra )l mismo en el devenir. 5ara )l el devenir es un empeCo/ a di#erencia de las criaturas, )l existe antes de devenir/ y si deviene, es porque !a querido entrar en la existencia creada. c. La venida? "l acto de la encarnacin #ue sugerido por las palabras mismas de Jesús. 6esulta más inmediatamente de la perspectiva dinámica que Jesús abría sobre la presente condicin cuando decía? &el =ijo del !ombre !a venido.& Jesús entonces #ue el primero para expresar el dinamismo de la encarnacin. %onsidera su vida terrena como dinamismo que viene del alto. "s la venida de un personaje divino preexistente. "s verdad que Jesús no usa el verbo &devenir& para indicar el paso, pero !ablando del =ijo del =ombre se supone la a#irmacin de este devenir. %on esto sugiere que es el =ijo de >ios !ec!o !ombre. . "l empeCo del 5adre? "mpeCo primordial del 5adre porque Jesús a#irm que !abía sido enviado por el 5adre y se comport como enviado -c 1,4. >e este modo el dinamismo de la encarnacin aparece en su origen como dependiendo simplemente de su iniciativa. "l dinamismo del amor salví#ico que se mani#iesta en toda la actividad de Jesús tiene un objetivo que el 5adre le !abía asignado enviándole en el mundo. "l envío implica el empeCo total del 5adre.
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A. "l empeCo del "spíritu Santo? La #uncin del "spíritu Santo en la encarnacin es expresamente mencionada en la narracin de la anunciacin Lc 1,AK4. La #uncin del "spíritu se explica a la lu$ de la tradicin judaica. "l "spíritu #ue considerado como la potencia vital a trav)s de qui)n >ios renueva y santi#ica la existencia !umana, !aci)ndola capa$ de cumplir acciones !asta entonces imposible. "n relacin a la accin del "spíritu Santo como era presente en el 9ntiguo ios que caracteri$ará el niCo. %risto recibe del "spíritu Santo su #iliacin divina en su realidad !umana. "l 5adre actúa a trav)s del "spíritu en el nacimiento de %risto. La #uer$a del "spíritu !ace testigo de %risto y no del "spíritu 9ctos 1,04. "s el "spíritu que !ace testigos de los discípulos. C. 4n n"e$o rostro de !ios:
1. Fn rostro más dinámica? el problema de la mutabilidad La revelacin de la obra divina en la encarnacin nos presenta una nueva cara, más dinámica de >ios. ios es inmutable, pero en la encarnacin se debe reconocer una cierta mutabilidad. 5ero (cmo es posible esta mutabilidad en >ios+ e este modo estaría garanti$ado el principio de la absoluta inmutabilidad de >ios. La #ormula propuesta por Harl 6a!ner es orientada en esta direccin pero con una recti#icacin importante? &>ios puede devenir algo, lo inmutable en sí puede )l mismo ser mutable en el otro& : la inmutabilidad puede devenir mutable. La otra vía consiste en a#irmar slo en >ios una inmutabilidad de orden moral/ esta inmutabilidad se identi#ica con la #idelidad divina. La Eiblia presenta >ios siempre #iel a la alian$a y a las promesas.9l interno de esta #idelidad las actitudes de >ios pueden variar en relacin a los comportamientos !umanos, pero son todos determinados por el único y mismo amor que !a establecido la alian$a. "ntonces este amor es inmutable aunque implicando una mutabilidad en sus mani#estaciones. 8inguna de estas dos vías aparece satis#actoria. 8o vale la explicacin de la mutabilidad de Jesús ni tampoco la inmutabilidad solamente moral #idelidad divina4. La entrada en el tiempo no quita nada del ser eterno de >ios. La mutabilidad es la seCal de vitalidad y de libertad en >ios y por esta ra$n no entra en &s!ocI& con la inmutabilidad.
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. La experiencia !umana del =ijo "mpeCo real del =ijo que entra en el tiempo de la vida !umana. La personalidad divina desarrolla su existencia !umana sin aCadir nada al ser per#ecto. "sta experiencia no está !ec!a solamente por el !ombre Jesús sino tambi)n por el =ijo de >ios. "l =ijo de >ios pasa verdaderamente por el nacimiento , la pasin y la muerte. 8o es una aventura porque no es una experiencia super#icial. "l jue$ de la !umanidad es )l que !a experimentado la vida !umana y !a experimentado las di#icultades y las tentaciones de la existencia. A. 8ovedad y libertad del empeCo divino trinitario "l acto de la encarnacin es el acto del =ijo que deviene !ombre, revelando a trav)s de esto la ios !acia el externo son libres? así ocurre en la creacin que no nace de ninguna necesidad interna y que no puede ser con#undido con el acto puro eterno. La accin salví#ica es todavía más libre porque es libre con respecto a la misma creacin y se mani#iesta con una gratuidad absoluta. "s la libre gratuidad lo que !ace la novedad del empeCo del amor de >ios. "sta deja completamente intacta el ser necesario de >ios y por eso no quita nada a la inmutabilidad de la naturale$a divina. B. "mpeCo relacional "l empeCo de la encarnacin es relacional porque las personas divinas establecen relaciones con las personas !umanas?&"l 'erbo se !i$o carne y puso su tienda entre nosotros& Jn 1,1B4. >evenir carne signi#ica instituir relaciones estables con las personas !umanas. La venida del =ijo de >ios en medio de los !ombres tiene el objetivo de establecer de#initivamente las relaciones entre las personas divinas y las personas !umanas. La primera relacin interpersonal implícita en la encarnacin es aquella que se establece con la 'irgen -aría. "l =ijo de >ios deviene =ijo de una mujer. "ncarnándose, el =ijo se !a empeCado en una relacin real de #iliacin en relacin a -aria, relacin que tiene su contrapartida en la relacin real de maternidad que -aría tiene con el =ijo de >ios. La obra de la encarnacin instaura una nueva red de relaciones entre las personas divinas y las personas !umanas, extendiendo a todos la paternidad divina y la #iliacin adoptiva en %risto. Ca%(tulo &
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El senti!o - 5alor !e la uni!a! !e la %ersona
A. /alor act"al de la noción de persona:
1. (8ecesidad de una nueva terminología+ "l concepto de persona usada por el %oncilio de %alcedonia conserva todavía !oy su valor. Harl Eart! !a pensado que el concepto de persona !abía cambiado y por tanto !a propuesto sustituir la a#irmacin de tres personas en >ios con aquella de tres modos de ser, o tres modos distintos de subsistencia. ;n cristología, este autor retiene que el concepto moderno de persona c!oca con la !umanidad de %risto, dado que en ella !ay un centro de consciencia de sí #inita y de libertad creada. (Se justi#ica esta nueva terminología+ 7bservemos que la expresin &modos de ser& y &modos de subsistencia& no parecen la más adecuada a la mentalidad contemporánea del concepto de persona. "n la predicacin, como en la doctrina, el concepto de persona es más accesible y más comprensible. . "l valor concreto y universal del concepto calcedoniense "l uso de los t)rminos &prsopon& e &!ipstasis& de parte del concilio de %alcedonia indica la #uer$a de la a#irmacin de la unidad de la persona? en %risto, no !ay que slo una persona. Los 5adres del %oncilio no querían !acer consideraciones #ilos#icas abstractas, sino se ad!irieron a la nocin concreta de persona como resultado de la experiencia !umana? experiencia de la persona en sus relaciones sociales y comportamiento psicolgico. "sta experiencia !ace entender lo que signi#ica una persona. 5or este motivo, debemos decir que en %risto, verdadero >ios y verdadero !ombre, no existen dos personas sino slo una. "l %oncilio no se re#iere a una teoría de la persona sino una experiencia indisolublemente ligada a la vida de todo !ombre, y #undamentalmente queda id)ntico en cualquier período !istrico y cultura. Los t)rminos &prsopon& e &!ipstasis& pertenecen a una determinada lengua y cultura pero la experiencia sobre la cual se #unda es constante y universal. Fna precisacin del concepto de persona que resulta de la a#irmacin conciliar es su distincin de la naturale3a. "lla tiene un signi#icado concreto como el t)rmino de persona. 6esponde la pregunta &qu) es& mientras el concepto de persona responde a la pregunta &qui)n es&. (@u) es+ 'erdadero >ios y verdadero !ombre naturale$a !umana y naturale$a divina4. (@ui)n es Jesucristo+ Fna única persona =ijo de >ios !ec!o carne. "l %oncilio de %alcedonia no !a querido de ninguna manera excluir el monosubjetivismo. 9l contrario, !a querido a#irmar que en %risto !ay un slo sujeto? además de ser >ios y !ombre, Jesús es uno slo y mismo ser. "l %oncilio excluye el mono#isismo y a#irma el monosubjetivismo. A. La nocin de persona, sujeto de conciencia y libertad "l acento puesto !oy en la conciencia y en la libertad como propiedad de la persona, no cambia el concepto de persona adaptada por el concilio. %uando el %oncilio a#irma una sola persona en %risto, reconoce en )l un sujeto de conciencia y de libertad. un solo sujeto4. 9#irmando un alma racional dotada de conciencia y libertad, el %oncilio !ace entender que espíritu y persona no
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son id)nticos. 5ersona? sujeto de conciencia y libertad, propio de la actividad de la inteligencia y de la voluntad. 5ero se debe distinguir entre el sujeto que piensa y su inteligencia, entre el sujeto que quiere y su voluntad. 9sí, en %risto eBisten !os 5olunta!es hu)ana - !i5ina, que no pueden identi#icarse con la única persona :: las dos voluntades son distintas sin con#usin como las dos naturale$as. Según la concepcin de %alcedonia, el !ipstasis indica él #ue o"ra, mientras que la naturale$a se re#iere a lo #ue o"ra. "l principio primero y dominante es la persona, que !ace la unidad de las dos naturale$as )l que obra lo !ace a trav)s de lo que obra4. B. 'alor de la unidad de persona. La unidad de persona implica, respecto a la !umanidad de Jesús, la &anipstasis& o ausencia de la persona !umana, pero no privado de personalidad. =emos notado que la persona es principio de actividad de conciencia y de voluntad. 5or eso, la persona divina no debe ser considerada como una realidad exterior, simplemente sobrepuesta a la naturale$a !umana. La persona divina del =ijo !ec!a !ombre ejerce plenamente sobre la naturale$a !umana aquel in#lujo que no es propio de la persona !umana. B. Bús,"eda de la nota distinti$a de la persona
Si la a#irmacin del %oncilio de %alcedonia de una persona en %risto conserva actualmente su valor, exige sin embargo un es#uer$o de pro#undi$acin. Se trata de descubrir y de determinar con mayor precisin la realidad de la persona. 1. "l problema de la distincin entre persona y naturale$a La experiencia nos !ace poner espontáneamente la pregunta? &(qui)n es+& y &(qu) es+&. La primera pregunta re#leja la experiencia de nuestro &yo& y de nuestra relacin con los demás/ ella #ija la atencin en la persona. La pregunta qu) es trata la determinacin de la naturale$a. La distincin real entre persona y naturale$a, no parece que se pueda resolver slo a nivel de un estudio de las mani#estaciones psicolgicas. "s necesaria una re#lexin #ilos#ica para especi#icar la naturale$a de esta distincin? la distincin es de orden ontolgico. Se sitúa a nivel de la constitucin intrínseca del ser. La búsqueda de las notas distintivas es particularmente di#ícil. e esto resulta que el análisis de la distincin no puede prescindir de la explicacin teolgica. . Los caminos divergentes? trinitaria y cristolgica
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>iversos caminos se !an seguido en la doctrina trinitaria y en la cristología para determinar el constitutivo #ormal de la persona. 5ara explicar el dogma trinitario, la teología está de acuerdo en retener la relacin como el constitutivo #ormal. *a los 5adres Griegos y Latinos caracteri$an las personas divinas mediante su relacin. La doctrina trinitaria no es un tentativo de conciliar entre ellas los tres y el uno mediante sutiles distinciones lgicas/ tiene la #inalidad de reconocer la entera realidad de la esencia divina, mostrando como ellas se armoni$an, sin !acerlas depender la una de la otra. La de#inicin de la persona como reali$acin subsistente permite atribuir al 5adre, al =ijo y al "spíritu Santo su plena realidad de persona, sin que se disminuya la plenitud de la naturale$a divina. "n cristología, las teorías sobre el constitutivo #ormal de la persona se orientan en direcciones diversas, de las cuales ninguna coincide con la explicacin trinitaria. Teor(as? independencia o totalidad acentúa el dominio en la posesin de sí como lo que distingue el comportamiento de la persona, pero tiene el inconveniente de considerar la persona como simple propiedad de la naturale$a. >e modo sustancial? separar más pro#undamente la persona de la naturale$a porque el modo se concibe como realmente distinto. ivergencia "n la teología trinitaria, la atencin se concentra en la persona divina, mientras en la cristología los telogos !an buscado de#inir la persona en #uncin a la persona !umana. "s verdad que en la encarnacin, la única persona, en la cual son unidas las dos naturale$as, es una persona divina/ por tanto, no se puede prescindir del concepto de persona elaborado en la doctrina de la
1. La experiencia psicolgica de la persona La conciencia es la apre!ensin que yo !ago de mí mismo, un conocimiento que se concentra en el yo. La percepcin del yo de parte de la conciencia entra en actividad de conocimiento que está esencialmente dirigido !acia el externo? es conociendo un objeto a #uera de mí que yo toma consciencia de mí. La consciencia está siempre unido a la percepcin de una cosa, es el objeto primero del conocimiento. "sto signi#ica que la toma de conciencia no puede ser separada de la orientacin !acia los demás seres, dado que esta orientacin lo !ace nacer. 7tra
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relacin especí#ica se establece en el encuentro entre personas. "n virtud del encuentro con un &tú&, el sujeto consciente se revela a sí mismo como un yo. 5ara que la persona tome consciencia de sí, las relaciones interpersonales son necesarias, encuentros con los demás. "n el misterio trinitario, es en la oposicin de relacin que las personas se mani#iestan, relaciones en las cuales el uno se encuentra de #rente al otro. >e la oposicin de relacin depende la percepcin del carácter incomunicable. >e #rente a un tú, el yo toma consciencia de lo que )l mismo es. La oposicin de relacin es un dato constante del modo de las personas. e#inir la persona como ser relacional no quiere decir de#inir una persona con alguna otra. "l yo se de#ine en #uncin del tú, pero no deviene nunca el tú. >iciendo &ser relacional&, se debe incluir al interior de esta relacin, esta oposicin que le es conectada. 5ensar que la persona, de#inida como ser relacional, está solamente de#inida por otra sería como si la relacin no #uera real. "s una relacin que tiene en sí misma la propia realidad, porque en el !om: bre, de una parte !ay una naturale$a con sus determinaciones absolutas y de otra parte la persona, cuya realidad en ve$ de derivar de esta determinacin absoluta es relacional. Se trata de una relacin que existe por sí misma, relacin subsistente o relacin hi%ostDtica. "l ser relacional de la persona aparece en las relaciones concretas con los demás relacin accidental según 9ristteles4. "l t)rmino &relaciones accidentales& no puede ser usado sino sirvi)ndose de una transposicin. 9quí el accidente no puede ser opuesto a la sustancia. "l ser relacional, cogi)ndose como un &yo& y obrando desde &yo&, se apropia todo lo que se encuentra en la naturale$a. 5or eso, la persona !umana, no siendo :exactamente !ablando: la naturale$a !umana, la personali$a al punto de !acerla enteramente suya y en este sentido de identi#icarse con ella. A. ;luminacin de la >octrina ios, la persona es ser relacin. "l ideal de la persona está reali$ado en >ios/ es la persona !umana que es la copia y re#lejo. La
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cual los !ombres son creados en comunidad. >ios no !a creado un individuo !umano como principio generador de todos los demás, sino una pareja #ormada del !ombre y de la mujer, una comunidad destinada a alargarse. 5or tanto, las personas son esencialmente comunitarias, esencialmente relacionales. La e !ec!o, (de qu) modo podría la persona divina del 'erbo desarrollar, en la naturale$a !umana, la #uncin normal de una persona, si esta analogía no existiese+ B. Los límites de la persona !umana "n las con#rontaciones de la persona divina, la persona !umana aparece con los límites in!erentes a la creatura. "n la analogía, además de una semejan$a #undamental, !ay di#erencias. Fn primer límite se encuentra en la originalidad de la persona !umana. Las personas divinas están constituídas de las relaciones de origen. 8inguna de estos orígenes es una copia la una de la otra? cada una di#iere entre sí/ cada una tiene su característica que lo !ace única. 5or eso, las persona divinas son completamente originales. 9l contrario, las personas !umanas no di#ieren de la misma manera por sus orígenes? sin duda, cada una es creada por >ios de modo único, pero debajo de este aspecto, su originalidad se asemeja a aquella de las demás personas !umanas. Las personas divinas poseen enteramente la misma naturale$a, de tal modo que comparten entre sí sin reserva y sin límites? la misma rique$a de ser, el mismo conocimiento y amor. 9l contrario, toda persona !umana posee la propia naturale$a individual, que limita la posibilidad de comunin. Fn tercer límite trata del desarrollo de la personalidad. "n >ios, las personas son per#ectamente construídas, desde el ori: gen, en su realidad personal, y no pueden adquirir más per#eccin. Las personas !umanas están sujetas a una ley de desarrollo y crecimiento. La persona !umana está destinada a desarrollar sus virtualidades, a ejercitar su dinamismo y con esto a reali$ar mejor lo que debe ser. "lla se per#ecciona en su actividad personal. !. El 'er -elacional de Cristo
1. "l =ijo =ombre per#ecto "l concepto de persona como ser relacional nos ayuda a entender mejor cmo %risto pueda ser per#ectamente !ombre si ser persona !umana. ios encarnado posee toda la per#eccin absoluta propia de la naturale$a !umana y así es per#ectamente !ombre. Dalta a %risto el ser relacional. "l ser relacional del =ijo de >ios es aquello que anima y guía la naturale$a !umana. "sta naturale$a es completa, con todas sus propiedades y cualidades, especialmente aquellas de totalidad y de autonomía. La naturale$a !umana que )l posee tiene toda realidad !umana, toda la existencia !umana/ ella no existe en virtud de una existencia divina y no está privada del ser !umano por un &)xtasis& del ser.
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"n particular, tiene una espíritu !umano con consciencia !umana y voluntad !umana, y que queda distinto del espíritu divino, sin con#undir con ello. . La ;nsercin del ser relacional del =ijo entre !ombres "l concepto de ser relacional aclara el sentido del dinamismo de la encarnacin. "l ser relacional no puede ser considerado como una realidad estática. "s una entidad dinámica porque de#ine la persona como realidad proyectada !acia las demás. "l ser relacional del =ijo establece relaciones concretas con los !ombres a nivel de ellos. "l ser relacional del =ijo, deviniendo !ombre, instaura con los !ombres relaciones !ori$ontales. Los contactos ya no llegan slo en sentido descendiente, de lo alto a lo bajo/ llegan en el plano de la igualdad de la naturale$a !umana. "l prlogo del "vangelio de Juan nos introduce en este pro#undo movimiento de insercin? &"l 'erbo se !a !ec!o carne, y !a puesto su morada en medio de nosotros&. La distancia in#inita entre >ios y los !ombres !a sido superada por el ser relacional del 'erbo? mientras las dos naturale$as, !umana y divina, quedan id)nticas, el acercamiento viene por medio de la persona, ser relacional. A. %risto 9lian$a La persona del =ijo encarnado es alian$a? en cuanto ser relacional único en las dos naturale$as, constituye el nexo de#initivo y permanente entre la comunidad de las personas divinas y aquella de las persona !umanas. 9quí se nota el ligamen estrec!o entre el #uncional y el ontolgico. %risto !a cumplido de establecer entre >ios y los !ombres la 9lian$a que !a sido anunciada en la #igura del 9< y que debía recibir una #orma nueva y externa cuando los tiempos !ubieran llegado. "l signi#icado de esta alian$a? ella une todas las personas !umanas a las persona divinas. "l ser relacio: nal del =ijo !abiendo entrado mediante la encarnacin en la intersubjetividad !umana, la trans#orma pro#undamente. B. -otivo de la "ncarnacin La #uncin del ser relacional del =ijo nos !ace entender el motivo por el cual )l mismo y no el 5adre o el "spíritu se !a encarnado. 8ada nos pro!íbe pensar que el 5adre o el "spíritu podrían !aberse encarnado. Sin embargo, debemos preguntarnos, al interior del real diseCo de salvacin, por qu) convenía que el =ijo se encarnase. "n cuanto imagen o expresin per#ecta del 5adre, el 'erbo es aquel que !a cumplido de !acer conocer el 5adre, y de expresarlo en naturale$a !umana. 9demás, dado que su ser relacional es #ilial, el =ijo es capa$ de representar y de conducir la !umanidad al 5adre, por medio del !omenaje de la oracin y del sacri#icio. K. La trans#ormacin de las relaciones entre personas !umanas La trans#ormacin puede ser de#inida de tres modos distintos, la persona del =ijo se presenta como un &yo&, un &tú&, y deviene #undamento del &nosotros&. %omo &yo&, el =ijo encarnado establece una nueva relacin de amor entre los !ombres y sus !ermanos. La caridad constituye el nuevo mandamiento, el mandato particular de Jesús? &mi mandamiento es que os am)is los unos a los otros como yo os !e amado&. "l &yo& de %risto queda así la #uente permanente de una caridad
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superior, capa$ de superar los límites !umanos. %omo &tú&, el =ijo encarnado instaura igualmente desde un punto de vista opuesto, esta relacin superior de caridad. Si el &yo& de Jesús es la #uente del amor !acia los !ermanos, su &tú& siempre es t)rmino de este amor? &todo lo que !ab)is !ec!o a un solo de estos mis !ermanos más pequeCos, lo !ab)is !ec!o a mí&. >etrás de todo &tú& !umano se esconde el &tú& de %risto. "n #in, este ser relacional #unde el &nosotros&? &allá donde dos o tres se reúnen en mi nombre, yo estoy en medio de ellos&. "s una presencia ontolgica, aquella del ser relacional que pone en relacin sus discípulos y que establece entre sí un ligamen divino que los une.
PARTE 'A P/ICO'OGIA +E CRI/TO
Ca%(tulo && 'a conciencia !e Cristo
A. La conciencia "mana de "n 5O di$ino:
1. %onciencia !umana? "n los textos evang)licos volvemos a encontrar las mani#estaciones de la conciencia !umana que permiten a#irmar que Jesús !a sido un !ombre semejante a los otros. =ablamos de la conciencia psicolgica, es decir, de la conciencia interior que una persona tiene de sí misma y de sus reacciones íntimas. 8o consideramos aquí la conciencia moral. %omo es regla, se debe mantener la distincin entre conciencia divina y conciencia !umana. "l principio de la dualidad, sin con#usin de las &operaciones&, lo !a enunciado el tercer concilio de %onstantinopla y se basa sobre el mismo testimonio evang)lico. "n los evangelios aparece siempre la conciencia !umana. 8o existe ningún episodio evang)lico donde se a#irme directamente la conciencia divina. >ebemos admitir esta conciencia divina, porque Jesús se !a presentado como =ijo de >ios y porque siendo persona divina tiene necesariamente una conciencia divina. 8osotros nos limitaremos a la consideracin de la conciencia !umana de Jesús, así como se nos !a revelado a nosotros en su existencia terrena. . "l *7 de Jesús? ("xiste un yo !umano en Jesús+ @ue !aya en "l un yo percibido en manera !umana de una manera !umana es indudable. 5ero este yo, (debe ser llamado un yo !umano+ (Se debe admitir dos yo en %risto, un yo divino y un yo !umano, o al contrario, el único yo del =ijo de >ios+ Jesús dice en los pasajes evang)licos? &yo& o &me& en una manera que implica una alusin a su personalidad divina. La expresin más mani#iesta es aquella del "G7 ";-;. Jesús dice? &*o soy, o soy yo& evocando los pasajes del 9.<. donde *ave! !abía revelado a -ois)s el propio nombre "xo. A, 1B4. Se trata pues de un &yo& o de un &me& divino. &9ntes que 9bra!am existiera yo soy& Gv. 0, K04. "sto muestra que el yo de Jesucristo se distingue del yo del cualquier otro !ombre/ no tiene origen
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en ningún nacimiento !umano, no pertenece al devenir de las creaturas sino que demora en el ser divino. "n la sentencia, &yo soy, no temáis& !ay una invitacin secreta al descubrimiento de la cualidad divina del yo. 8o se trata de un yo divino que se mani#ieste como tal, al estado puro, sino de un yo divino inserto en un contexto !umano, de un yo que se a#irma en una conciencia !umana y en un lenguaje !umano? es el yo divino de un !ombre que vive en una vida verdaderamente !umana. B. eoría de "n yo "mano de Cristo:
1. "l &yo& de %risto !ombre de #rente al >ios )odat di Easly !ace #alta reconocer un yo !umano a Jesucristo porque el !ombre Jesús es un individuo autnomo con inteligencia y voluntad propias. "s este individuo que es un &agente& y un &amante&/ pero, un sujeto de accin y de amor es un yo. "ste yo !umano está de #rente a la ios
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naturale$a divina, :&como la naturale$a divina, en el 'erbo, es id)ntica al 5adre y al "spíritu, el impulso del yo divino sobre la naturale$a !umana es aquel que >ios mismo en su unidad esencial más que del 'erbo en persona&. "n este modo de ver, la distincin entre el &yo& y el &me& es de importancia primaria. =)ris la precisa aún reconociendo en el &yo& el sujeto al cual se atribuye todo, mientras los &me& son constituídos de diversos #enmenos interiores? &se tiene el &me& carnal, el &me& a#ectivo, el &me& intelectual, el &me& voluntario/ yo su#ro, yo veo, yo quiero, yo pienso. Su eventual oposicin demuestra que no se identi#ican con el &yo&, no obstante se uni#iquen en )l tambi)n si alguna ve$ se contrarían. C. La e6presión psicológica de la única persona y de la nat"rale)a "mana.
1. 5ersona divina y yo divino en la conciencia !umana. La reivindicacin de una psicología aut)nticamente !umana es legítima? es una exigencia de la "ncarnacin. (5ero implica tal ve$ la a#irmacin de un yo !umano+ La atribucin de un yo !umano a Jesucristo, termina con el con#erirle una estructura psicolgica pro#undamente diversa que la estructura ontolgica. Fna tal visin no es aceptable. "s la persona del 'erbo el sujeto de las acciones y operaciones. Siendo el sujeto de la psicología !umana de Jesús, es esta persona que se pone como el &yo& de la conciencia !umana. Según la ontología de Jesucristo, no puede existir más que un yo en su psicología? el *o del =ijo de >ios. >ebemos excluir un segundo &yo&, un segundo sujeto del la actividad consciente libre. La a#irmacin de un solo &yo&, aquel de =ijo, es con#orme por otra parte al testimonio evang)lico? cuando Jesús dice &yo& se re#iere a su &yo& de =ijo de >ios sin alguna dualidad de sujeto. La psicología pues, no se desarrolla sobre vías diversas de la ontología. 8o es más que el un aspecto del dinamismo de esta ontología. La ontología de Jesucristo como se !a de#inido en los %oncilios expresa aquello que la psicología de Jesús nos !a revelado según el testimonio que "l mismo !a dado de sí. La estricta solidaridad entre la psicología y la ontología explica que por un yo !umano no se puede poner una especie de nestorianismo psicolgico sin correr enseguida el riesgo de un nestorianismo ontolgico. >e la a#irmacin de un yo !umano a aquella de persona !umana, el paso es #ácil y parece simple consecuencia lgica. "l yo es la persona en cuanto es sujeto y objeto de conciencia. "n el %risto una persona divina es sujeto y objeto de conciencia !umana. "L *7 >" J"SFS "S >;';87, aún asumiendo una verdadera psicología !umana. . La unidad del &yo&. 5ara justi#icar la presencia de un yo !umano en el %risto, diversos autores invocan la pluralidad de los &me& o estados psíquicos, como tambi)n la distincin entre el yo y el mi. %uando se trata de &me& a#ectivo, de &me& intelectual, de &me& volitivo se trata sobre todo del mismo yo, coloreado di#erentemente según los #enmenos interiores de a#ectividad, de pensamiento y de voluntad. Las descripciones #enomenolgicas del yo a#ectivo, del yo voluntario o de otros aun, no pueden !acer olvidar un !ec!o #undamental de experiencia? estos yo se re#ieren a la misma persona, y aquel que !abla de sus diversos &yo& retiene de !ec!o su &yo& sustancialmente único aún en la diversidad de los estados psicolgicos. La distincin del &yo& y del &me& resulta simplemente
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de la diversidad de los aspectos psíquicos. "l &yo& expresa la persona en cuanto sujeto de actividad/ el &me& la expresa sobre todo en cuanto que ella se pone como t)rmino o sujeto de actividad. Los datos de la psicología no permitirían pues, de mantener una di#erencia entre el &yo& y el &me& tal que el primero se re#iera a la persona y el segundo a la naturale$a, y que así en el %risto se tenga un yo divino y un &me& !umano. "l "G7, &yo& o &me& se a#irma como divino y se re#iere a la persona divina del =ijo. 5ersona divina en una psicología !umana? el &yo& o el &me& es un &yo& o &me& de !ombre, porque Jesús piensa o !abla como !ombre. "l "G7 designa pues, una persona divina en una naturale$a !umana. A. La autonomía de la psicología !umana de Jesús. "l principio de la expresin de la ontología en la psicología, nos indica en qu) sentido se debe comprender la autonomía de la psicología !umana de Jesús. "sta autonomía signi#ica que la actividad psicolgica se desarrolla en Jesús según las leyes propias de toda psicología !umana. Siendo verdadero !ombre, el %risto tiene una verdadera conciencia !umana. "n Jesús no !ay una conciencia divino:!umana porque las dos actividades, como las dos naturale$as son distintas sin con#usin. La autonomía de la psicología !umana, que es una exigencia de la distincin de las dos naturale$as, no comporta una independencia de #rente a la persona. 8o se puede representar la psicología de Jesucristo substraída a la in#luencia de la persona divina. La persona divina del =ijo juega en la psicología de Jesús el papel que ordinariamente pertenece a la persona !umana. 7perando a trav)s de la naturale$a, la persona divina del 'erbo no modi#ica las leyes del comportamiento de esta naturale$a/ esa respeta la naturale$a !umana y se con#orma a todos sus límites. =aci)ndose !ombre el =ijo !a entrado en una psicología !umana para expresarse en ella a la manera !umana. "l !a impreso a esta psicología una actitud #ilial. "l piensa y obra !umanamente, pero como =ijo. Su psicología aparece enteramente dirigida y dominada por un *7 #ilial. !. La toma de conciencia filial.
1. "l problema? (%mo Jesús !a tomado conciencia de su #iliacin divina+ 8o se puede admitir la teoría, propuesta especialmente por Galtier, según la cual, Jesús, tomando conciencia de un *7 !umano, se !abría considerado espontáneamente como persona !umana si la visin beatí#ica no !ubiese impedido este error? &si se !ubiera conocido únicamente por la vía de la conciencia directa, la naturale$a !umana de %risto !abría podido y debido aparecer como persona a sí misma&. "l pro: blema cambia si se recuerda si se toma conciencia no de un simple !ombre? es el =ijo de >ios. Se trata de explicar no cmo un !ombre toma conciencia de ser =ijo de >ios/ sino como =ijo de >ios toma !umanamente conciencia de sí mismo. . La verdad de la psicología? 8o se puede retardar !asta casi la muerte de Jesús la conciencia de su #iliacin divina, porque los textos evang)licos testimonian de esta conciencia durante su vida terrena y que el gran debate con sus adversarios, concluido con la condena a muerte, está precisamente basado sobre la
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reivindicacin de esta #iliacin divina. (Se podría tal ve$ retener por verosímil una revelacin que Jesús !abría recibido de la propia identidad !acia los A3 aCos+ =abría sido muy tarde para tomar conciencia del propio verdadero *7. "l no !a podido ignorar su propia identidad ni equivocarse sobre ella en los aCos de su in#ancia y juventud. Si el =ijo de >ios, en virtud de la "ncarnacin, toma !umanamente conciencia de sí mismo, esta toma de conciencia no puede tener como objeto que su identidad personal. "l desarrollo psicolgico no !a podido consistir en el pasar de la conciencia de una identidad !umana a aquella de una identidad divina? eso !a !ec!o crecer y progresar la conciencia !umana de ser =ijo de >ios. 5ara cumplir su misin, que comportaba el testimonio de su identidad divina, "l debía !aber tomado conciencia de esta identidad según la verdad que estaba encargado de comunicar, y !aber tomado tal conciencia, a tal punto de !aberse penetrado toda su psicología. La psicología de Jesús !a pues debido desarrollarse, desde el principio, organi$ándose entorno a la conciencia de ser =ijo de >ios. A. "l contacto místico #ilial? "s el t)rmino 9EE9 que nos ilumina mejor sobre la psicología de Jesús. "n Jesús la expresin mística !a tomado la #orma particular de un contacto esencialmente #ilial con el 5adre. 9sí como los místicos !ablan con #recuencia de #usin con >ios, Jesús !abla siempre de relaciones íntimas con el 5adre? &el 5adre me conoce y yo cono$co al 5adre& Jn. 13, 1K4/ el 5adre está conmigo y yo estoy en el 5adre&. Su mística es pues #ilial/ aquello que la caracteri$a más netamente es la relacin de =ijo. AA revela una intimidad con el 5adre pro#undamente radicada en la psicología de Jesús.
5ara explicar el desarrollo de esta intimidad se debe atribuir a Jesús una experiencia de g)nero místico. Sus contactos místicos con el 5adre le !an permitido reconocer su propia identidad de =ijo y de coger la verdad del propio *7 divino en la conciencia !umana. Jesús !a comen$ado a adquirir conciencia de su personalidad divina en sus relaciones íntimas con el 5adre. Su conciencia se !a ido progresivamente despertando a la lu$ de los contactos místicos de orden #ilial. 5oni)ndose de #rente al 5adre y contemplándolo con mirada in#erior, "l !a descubierto su cualidad de =ijo. "l 5adre !a !ec!o sentir y comprender a Jesús, a trav)s de una experiencia interior, que era verdaderamente su 5adre. Siempre desde este punto de vista se puede notar un acuerdo de la psicología con la ontología. La persona se de#ine, relacin subsistente o !ipostática/ el =ijo, persona divina, se de#ine a trav)s de su relacin #ilial. 9!ora "l toma !umanamente conciencia de sí mismo a trav)s las relaciones #iliales estrec!as con el 5adre. "s tomando conciencia de ser =ijo como Jesús toma conciencia de ser >ios. "sta toma de conciencia se !a desarrollado según la ley del psiquismo !umano. Jesús !a tenido inicialmente una conciencia in#antil, antes de tener aquella de adolescente y despu)s de adulto.
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'a ciencia !e Jesucristo
A. La teología de la triple ciencia.
1. La teoría medieval. La escolástica medieval !a puesto atencin sobre la ciencia !umana y !a propuesto una triple divisin al interno de ella. Según esta doctrina, Jesús tiene sobre todo la ciencia que poseen los elegidos, ciencia que consiste en la visin de >ios y que se da juntamente con la beatitud. -e: diante esta ciencia el alma de Jesucristo ve la esencia divina y conoce igualmente en el 'erbo todo el real/ slo le escapa el conocimiento de todo aquello que >ios puede !acer, porque su ciencia de lo posible se limita a aquello que pueden !acer las creaturas. Se debe igualmente atribuir a Jesucristo el privilegio de la %;"8%;9 ;8DFS9, porque sería inconcebible que un tipo de conocimiento, que pertenece a los ángeles y se !a concedido a algún !ombre, a 9dán y a algún santo, sea ausente en Jesús. "s una ciencia sobrenatural que permite conocer las cosas en sí mismas, a di#erencia de la %;"8%;9 E"9<;D;%9 que la percibe en su esencia divina. * aún viene a aCadirse la %;"8%;9 9>@F;6;>9, porque el alma de Jesucristo !a debido ejercitar activamente su inteligencia. "sta teología de la triple ciencia !umana de Jesucristo se inspira a un principio de per#eccin? a Jesu: cristo !a debido pertenecer toda per#eccin del conocimiento? &Jesús !a vivido nuestra vida intelectual como !a vivido la de los ángeles, como !a vivido la de los santos y como !a vivido la de >;7S&. . 7bservaciones críticas. (%mo explicar que Jesucristo !aya podido conocer dos veces la mismas cosas, con la ciencia beatí#ica y con la ciencia in#usa, y !aya podido aprender por medio de la ciencia adquirida aquello que sabía ya por los otros dos modos+ "n los primeros tiempos de la escolástica, algunos autores !abían sostenido que en Jesucristo, a #uer$a de la unin !ipostática, el alma !umana poseía por gracia todo aquello que >ios tiene por naturale$a y que por ello, ella poseía toda la sabiduría de >ios. >espu)s, esta teoría !a sido corregida en el sentido de una di#erencia entre la ciencia divina y la ciencia !umana de Jesucristo. 5ero en esta correccin los telogos medievales !an conservado el principio subyacente que asigna a la ciencia de Jesucristo la más alta per#eccin posible y la expansin más universal. >e este principio !a derivado la a#irmacin de la ciencia beatí#ica y despu)s el aCadido de la ciencia in#usa, tanto que el g)nero de conocimiento que !abría debido ser a#irmado en primer lugar, aquel de la ciencia adquirida o experimental, no !a sido considerado mas que despu)s de los otros y admitido más di#ícilmente. =abría sido necesario proceder en modo inverso? partir del testimonio evang)lico sobre los conocimientos realmente mani#estados por Jesús, teniendo en cuenta el principio de la "ncarnacin según el cual, %risto !a sido en su vida !umana semejante a nosotros en todo menos en el pecado. "s el !ombre concreto, cual !a vivido entre los !ombres, el solo punto de partida válido para nuestra re#lexin sobre sus conocimientos. B. Los conocimientos e6perimentales.
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8o !ay en Jesús más que una ciencia !umana. "n esta ciencia !umana, como atestiguan los "vangelios, existen conocimientos experimentales y conocimientos de origen superior. Jesús !a adquirido conocimientos a trav)s del ejercicio normal de su inteligencia como los otros !ombres, con un carácter necesariamente limitado y !an progresado con el mismo ritmo del desarrollo espiritual !umano. >urante sus A3 aCos de 8a$aret, conduce una vida exteriormente banal, tanto que los !abitantes no notarán jamás nada de notable o extraordinario en "l. "s el =ijo de >ios que adquiere lentamente y progresivamente conocimientos experimentales con los límites que les están necesariamente in!erentes. ("s necesario, pues, atribuir al =ijo de >ios la ignorancia y el error+ Jesús !a ignorado !umanamente muc!as más cosas que aquellas que conocía, porque esta es la situacin de toda ciencia experimentalmente !umana. 8o conocía las verdades cientí#icas que se !an descubierto despu)s de su tiempo. 9lguna ve$ deja entrever la conciencia de su ignorancia? &el viento sopla donde quiere, tú sientes su vo$, pero no sabes de dnde viene ni a dnde va& 5or lo que se re#iere al error, el problema es diverso/ el error implica una contradiccin con la verdad. 5or su rectitud, Jesús jamás !a !ec!o a#irmaciones más allá de su saber. 8o conociendo, por ejemplo, la constitucin íntima de la materia o la organi$acin del mundo sideral, "l se limitaba a constatar las apariencias sin dar juicios más precisos. La ausencia de error se debe especialmente a la !umildad, la cual acepta los límites del conocimiento. Fn cierto número de telogos despu)s de Santo ios en el mundo, pero no !abría podido recibir conocimientos de otros por su dignidad de -aestro. "sta opinin es inexacta. %omo niCo, estaba sometido a sus padres? tal sometimiento a#irmado por Lucas , K14 no #ue simple apariencia. 5or su educacin !a adquirido toda especie de conocimiento. -aría y Jos) !an realmente ejercitado una in#luencia sobre la psicología del niCo. Sería excesivo sostener que cada ve$ !a puesto una interrogacin o pedido una in#ormacin, Jesús simulase su ignorancia y no adquiriese nada de la respuesta recibida. "l misterio de la "ncarnacin exigía que Jesús #uese verdaderamente educado por sus padres, que )l enriqueciese realmente sus conocimientos y su saber por el contacto con los demás.
1. La teoría de la visin beatí#ica. La ciencia beatí#ica o#rece, en la doctrina escolástica, una solucin radical al problema del conocimiento de >ios en Jesús, tambi)n una solucin al problema del conocimiento que %risto poseía de la propia identidad de =ijo de >ios. >i#icultad esencial? una conciencia no puede desa: rrollarse simplemente por medio de una visin. Según el lenguaje de los escolásticos, el alma de %risto, viendo a >ios, ve al 'erbo S.ios tambi)n en su !umanidad. La di#icultad viene del !ec!o que una visin no equivale a una conciencia? ver la naturale$a divina como objeto de conocimiento, no es tomar conciencia de la propia personalidad divina. 'isin y toma de conciencia más bien se oponen? lo que se ve como objeto no puede ser considerado como sujeto propio.
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"l problema requeriría algunas rati#icaciones? cuando se dice que el alma de %risto ve al 'erbo, nos parece que se olvida que es el 'erbo mismo que es principio y sujeto de toda actividad !umana de conocimiento en Jesús. ios, porque la di#icultad no viene solamente de la cualidad beatí#ica de la visin, sino del !ec!o que la visin de un objeto no equivale a la conciencia de un sujeto. La visin beatí#ica del Jesús terrestre #alta de #undamento, porque no está atestiguada por la "scritura ni por la tradicin patrística. 9#irmando esta visin, Galtier !abía reconocido que no puede ser demostrada por los textos evang)licos. Los pasajes donde Jesús, según Juan, a#irma de !aber visto al 5adre, pueden re#erirse a la visin divina anterior a la vida terrena, como sugieren el verbo al pasado &!a visto& y el contexto del prlogo donde la intimidad eterna del 'erbo con el 5adre es presentada como la #uente de la misin reveladora. >e la unin !ipostática no se puede deducir la necesidad de la visin, porque si una persona divina se encarna en modo de conducir una vida terrestre semejante a la nuestra, no se ve porqu) tendría que tener en esta vida una per#eccin que conviene a la vida !umana del más allá. "l don de la visin beatí#ica a los elegidos no presenta otros argumentos más válidos. "ste don opera por medio del %risto glorioso/ implica en Jesús una especie de sumidad de visin que sea principio de comunicacin a los otros, pero implica esto slo en la glori#icacin que !a !ec!o despu)s de la muerte. "l conduce una existencia que no es slo aparentemente sino realmente semejante a la nuestra/ pero si !ubiese tenido la contemplacin y la gloria de los elegidos, esta semejan$a !abría sido slo aparentemente. (@u) signi#icado !abría tenido la #atiga, las emociones !umanas, la triste$a, la angustia, si no !ubiera servido más que de encubrimiento a una beatitud de nivel celestial+ La existencia de la visin beatí#ica sería directamente opuesta a la &I)nosis&? el despojo enunciado en el !imno de la carta a los Dilipenses, no !abría podido veri#icarse en aquel que en su vida !umana go$aba del privilegio de los elegidos. (%mo admitir que %risto !aya podido realmente su#rir en su naturale$a !umana la terrible prueba de la 5asin si poseía la alegría de los elegidos+ . "l conocimiento #ilial. La teoría que la visin beatí#ica quería garanti$ar pero que no !a logrado expresar en su #orma real es el conocimiento único de >ios que se encontraba en Jesús. "l %risto !a tenido conciencia de ser =ijo de >ios y !a conocido al 5adre en relaciones íntimas y excepcionales, cuales son propias de su identidad de =ijo encarnado. -ediante su persona "l se encuentra al interno de la ios es determinado por esta situacin personal única? conocimiento del 5adre y del "spíritu Santo, y conocimiento de ser =ijo. !. Los conocimientos de origen s"perior
1. "l !ec!o? Jesús !a tenido otros conocimientos que no !abrían podido resultar de su experiencia ni del ejercicio normal de su inteligencia. Los testimonios evang)licos nos presentan muc!os ejemplos de
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conocimiento superior de situaciones o acontecimientos. Las instrucciones dadas a los discípulos antes de la entrada a Jerusal)n denotan la previsin? &;d a la aldea que está delante y entrando encontrareis, amarrado, un asno que ninguno aún !a montado. &-c. 114. * da tambi)n instrucciones en vista a la preparacin de la comida pascual? &;d a la ciudad/ encontrareis un !ombre que lleva un cántaro de agua...allí preparar)is para nosotros& -c. 1B4. 8o menos notable es el conocimiento de los cora$ones de los que Jesús da prueba en muc!as ocasiones, -c. / -t. 2/ Lc. . 9ún mayor importancia tiene el conocimiento de la doctrina religiosa/ doctrina que no puede tener simplemente su #uente en el judaísmo, porque supera, completa y corrige la doctrina propuesta !asta entonces. Jesús !a recibido luces que podremos llamar in#usas, para reconocer al 5adre como su verdadero 5adre en el pleno sentido de paternidad. 5ero esta iluminacin venida de arriba, integraba al desarrollo natural de su conciencia de niCo. 8o existe alguna divisin en su psicología entre lo adquirido y lo in#uso. "l conocimiento del plan redentor se mani#iesta particular: mente en la prediccin de la pasin, de la muerte y de la resurreccin. . "l origen? La ciencia in#usa, los conocimientos de origen superior, están limitados a las exigencias de la misin de %risto/ no tienen un carácter universal. 9sí Jesús da prueba en ciertas circunstancias de conocer los pensamientos íntimos o las situaciones particulares de las personas que encuentra pero no se podría concluir que conociese el #ondo de todos los cora$ones ni todas las situaciones !umanas. "l posee ciertos conocimientos in#usos, pero no la ciencia in#usa. Se debe observar que este g)nero de conocimientos no es exclusivo de Jesús. Juan -aría 'ianney, recibía el don de conocer la vida íntima, las situaciones precedentes o actuales de cierto número de personas que lo consultaban. Los conocimientos que miran la doctrina religiosa y el plan redentor están en relacin con los conocimientos que tenía Jesús del 5adre, en la toma de conciencia de su identidad #ilial. Jesús mismo atribuye el origen de estos conocimientos al 5adre y reconoce pues que se #orman seguido a sus contactos #iliales con "l? &Lo que os digo, lo digo como me lo !a dic!o mi 5adre& Jn. 1, K34. A. "l conocimiento de los acontecimientos escatolgicos? a4 La acusacin de error? (Jesús se !a equivocado sobre el momento del #in del mundo+ >avid Dederico Strauss, acusa a Jesús sea de #raude, tal ve$ &piadoso&, con el que !abría engaCado a sus discípulos, sea más probablemente, de un error/ sería así perjudicado uno de los pilares del cristianismo&. 7. %ullmann, aún admitiendo el error !a buscado de reducir su alcance, pensando que Jesús !abía realmente considerado un tiempo intermedio pero lo !abía valorado a lo sumo una decena de aCos? el error no !abría sido más que secundario porque concernía únicamente la valoracin de un período. b4 La ignorancia del día y de la !ora.
&9cerca de aquel día o de aquella !ora nadie sabe, ni los ángeles del cielo, ni el =ijo, sino slo el 5adre& -c. 1A, A4. Se trata de una verdadera ignorancia. 8o se puede pretender que Jesús conociese la #ec!a, pero de ciencia no comunicable. "l dice que &el =ijo& no la conoce/ más verosímilmente la palabra usada por "l era &el =ijo del =ombre&, que subraya aún más que se trata de una ignorancia del =ijo de >ios encarnado. "sta ignorancia pertenece al estado de despojo o de I)nosis que caracteri$a su vida terrena. "l %risto !a querido portar el peso de la ignorancia por solidaridad con la vida !umana tan limitada en sus conocimientos? "l !a !ec!o la experiencia de la oscuridad con la que c!oca el deseo de conocer, sobre todo en la exploracin del misterio de los planos divinos. c4 La verdadera perspectiva escatolgica de Jesús
9l inicio de su vida pública Jesús no !a anunciado claramente los acontecimientos de su pasin y de su resurreccin? las predicaciones más claras de estos acontecimientos se !an reservado al segundo período de la vida pública, y se puede constatar una evolucin en la enseCan$a de Jesús. La evolucin es bien clara en el texto evang)lico? &* "l comen$ a enseCarles que es necesario que el =ijo del !ombre su#ra muc!o...& -c. 0, A14. La evolucin sería debida a un programa pedaggico, porque el momento en el que interviene esta nueva enseCan$a es aquel en el que los discípulos, llegados a la pro#esin de #e en el -esías, deben ya aprender de cuál g)nero de mesianismo se trate. Se trata de la evolucin del pensamiento de los discípulos, no de la de %risto. 8o se pueden, pues, admitir en la conciencia mesiánica de Jesús cambios pro#undos de orientacin. Sin embargo, esta conciencia !a conocido un desarrollo, al igual que el conjunto de la psicología de Jesús. ("n qu) consiste este desarrollo+
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Ca%(tulo &1 'A /ATI+A+ +E CRI/TO
A. La santidad de Jesús:
1. La %onsagracin Dundamental La consagracin se re#iere a su naturale$a !umana? &aquel que el 5adre !a consagrado y enviado al mundo& Jn.13,A4. 8o signi#ica una rectitud moral, sino una pertenencia a >ios. La pertenencia del ser a >ios reali$ada al inicio de toda existencia cristiana será el re#lejo de la consagracin del ser !umano de Jesús reali$ada en el misterio de la encarnacin. . Santidad en 5rogreso La a#irmacin &yo me consagro& implica un desarrollo de la santidad, porque Jesús mismo debe consumar esta santidad con el sacri#icio. ios encarnado que toma conciencia de su propio *7 divino. "s signi#icativo que %risto nunca !aya dic!o que creía? cuando !abla de sus relaciones con el 5adre declara que le &conoce& y no que &cree& en "l. %uando pide un acto de #e, pide este acto !acia "l y no !acia >ios. Se presenta no como &aquel que cree&, sino &en el cual& se debe creer. La conciencia de Jesús como =ijo de >ios es diverso de un acto de #e de un !ombre común, aun cuando !ay semejan$a entre el comportamiento #ilial de Jesús y la posicin de #e de cualquier !ombre? un elemento intelectual la conciencia/ un elemento a#ectivo la con#ian$a. B. Jesús y la "speran$a La característica de la esperan$a cristiana es la certe$a en la incerte$a. Si nos preguntamos en qu) medida la esperan$a !a podido existir en la vida terrena de Jesús, se debe notar como en la #e, !ay una di#erencia #undamental de situacin entre el cristiano y Jesús. "l cristiano pone toda su
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esperan$a en el %risto muerto y resucitado. 8o obstante, !ay una esperan$a en Jesús. "l %risto terreno !a esperado en su triun#o glorioso, sin ninguna incerte$a por estar seguro desde el principio de su triun#o. 9ún sin tener esta incerte$a, tenía sin embargo una esperan$a que, como la nuestra, está #ormada de con#ian$a, especialmente a la !ora de la muerte. Jesús tenía una esperan$a comunitaria como #uente y modelo de la esperan$a cristiana? Jesús !a esperado la reunin progresiva de los !ombres en la ;glesia. "sta esperan$a se mani#iesta especialmente en el discurso escatolgico -c.1A,134 y en la oracin sacerdotal. K. La ;mpecabilidad La ausencia total de pecado en la vida de Jesús !a sido a#irmado en la pro#esin de #e de Dlorencia >S1AB4? &sine peccato conceptus, natus et mortus&. Jesús tiene conciencia de esto? &(@ui)n entre vosotros me acusará de pecado+& Jn.0,B4. "sta expresin contiene un reto auda$ que ningún otro !ombre pudiera !aber lan$ado y tiene la intencin de testimoniar la credibilidad de su propia enseCan$a. La !umildad de Jesús jamás se traiciona en una con#esin de culpa/ tambi)n en el 5adre 8uestro cuando #ormula una peticin de perdn lo !ace para responder a la peticin de los apstoles de enseCarles a re$ar Lc.11,14. "n las %artas se a#irman #recuentemente la inocencia absoluta de Jesús para seCalar y mostrar el contraste entre la ausencia de pecado y el sacri#icio asumido para llevar el peso del pecado de la !umanidad ;;%or.K,14. "sta a#irmacin de inocencia completa excluye la idea de una encarnacin que !ubiera consistido en asumir la condicin de pecador. >e !ec!o, no tenía ninguna necesidad de ser salvado de pecado y, en este sentido, no se le puede llamar un &salvado&. "l slo !a sido &Salvador&. 9dmitir pecado en %risto no es slo solidaridad con los pecadores, sino con el propio pecado y esto signi#icaría una oposicin a >ios, y esto no es compatible con la persona del =ijo. &;mpecabilidad& dice más que &ausencia de pecado&? implica la imposibilidad de pecar. 9quello que es >ios no puede obrar contra >ios : el motivo de la impecabilidad es la Fnin =ipostática: por tanto, la impecabilidad no es una cualidad especial de la naturale$a !umana en %risto? esta es semejante a todos los demás !ombres. "n rigor, no es la !umanidad de %risto que se debe llamar impecable, sino el mismo %risto, el =ijo de >ios en su naturale$a !umana. . Las
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B. La libertad de Jesús
1. "l =ec!o de la Libertad La impecabilidad no priva Jesús de su libertad? esta libertad debe ser a#irmada en %risto como una propiedad de su voluntad !umana. "n los textos evang)licos, Jesús aparece como un !ombre libre, padrn de sí y de su comportamiento. "s precisamente en el sacri#icio redentor que se !a ejercitada plenamente la voluntad de Jesús. %omo dice el %onc. de ios, la libertad se de#ine como la #acultad absoluta de determinar por sí mismo la propia accin. La libertad consiste en la autodeterminacin o la #acultad de determinar por sí mismo los propios actos voluntarios. ios, y en grado in#erior, aquella del !ombre que se mani#iesta, es cierto, a trav)s de la #acultad de escoger entre el bien y el mal.
Conclusin alor !e la encarnacin !el :ijo !e +ios
8. El compromiso del amor di$ino:
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"l valor primordial de la cristología del =ijo de >ios encarnado está en el pro#undo &compromiso& del amor divino. Slo aquel que es ontolgicamente =ijo eterno de >ios puede expresar en su encarnacin el don más excelso del amor divino a los !ombres. "l amor supremo del 5adre no puede jamás estar separado de nuestra vida concreta. Las pruebas de presentacin de un %risto puramente !umano tendería a separarnos de este amor y quitaría a la !umanidad el don que el 5adre !a !ec!o de su =ijo. 5ero es imposible &ser cristiano& #uera de este don. La ontología cristiana no puede existir más que por medio de la ontología de %risto, =ijo donado por el 5adre. "l gran amor divino se !a caracteri$ado por el don del =ijo, un don que !a trans#ormado radicalmente la vida !umana. Si no se reconoce en Jesús el =ijo de >ios, no se puede entender !asta qu) punto &>ios es amor&? el amor se !a mani#estado en el envío del =ijo único Jn.B,24. Las a#irmaciones de Sn. Juan testimonian que no se puede separar lo uncional& de lo &ontolgico&, no slo porque el amor divino ya no sería lo mismo sin el don del =ijo, sino más aun porque toda nuestra vida depende de este don? &>ios !a enviado al mundo su =ijo único para que nosotros vivamos a trav)s de "l& Jn.1,B4. "sta vida nueva perdería su valor si no #uera una vida #ilial, partícipe de la vida del =ijo. 9. La -e$elación:
(9caso >ios no podría revelarse en un simple Jesús &!ombre&, igual que en un %risto &=ijo de >ios&, dado que tambi)n en este caso es siempre a trav)s de un !ombre que se reali$a la revelacin+ %on la 8ueva 9lian$a, el =ijo de >ios se introduce personalmente en la !istoria y si se le llama &mediador&, es en un sentido trascendente de aquel que es >ios y !ombre al mismo tiempo. "l ingreso de una persona divina en la !istoria es el acontecimiento único que con#iere a la revelacin un carácter completamente nuevo. La di#erencia no es de grado, sino de naturale$a y la revelacin que se !a reali$ado en el =ijo de >ios domina el espacio y el tiempo. La di#erencia del sujeto >iosT=ombre, y no slo !ombre4 de la revelacin se aCade a una di#erencia tambi)n esencial del objeto. 9quello que es esencialmente revelado, no es simplemente un pensamiento, una doctrina, una voluntad, sino la 5"6S789 >"L =;J7. "l objeto esencial de la nueva revelacin es >ios mismo/ slo >ios podría revelar a >ios, !acerlo ver/ es un &>ios =ijo único& que conoce al 5adre en su más pro#unda intimidad y quien nos !a comunicado esta visin con la cual se sumerge &en el seno del 5adre&. . El sentido de la solidaridad:
Jesús, aun siendo >ios, !a eliminado la distancia que separaba la divinidad de la !umanidad y !a querido ser uno de nosotros. ios&. La estatura divina de la personalidad de %risto le !a permitido representar la !umanidad entera en el o#recimiento del sacri#icio redentor. Vl no solamente !a su#rido &con& los demás, sino que !a su#rido &por& todos ellos. -ás particularmente,
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