INSTITUTO UNIVERSITARIO DEL CENTRO DE MÉXICO
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA
“Investigación del control de esfínteres ” .
Materia: “INVESTIGACIÓN ETNOLÓGICA” Grupo: “8° cuatrimestre sabatino mixto”
Presenta:
“Gisela Hernández cruz
María del Rocío García Méndez Sofía Margarita Neri Rodríguez Marta Collazo Zúñiga”
Catedrático:
“Mayra Estefany Lara Chávez” León, Gto., Abril 2011
EL CONTROL DE ENTRENAMIENTO PARA ESFÍNTERES
DELIMITACIÓN Control de Esfínteres. Muchas de las veces llegar a esta etapa, resulta difícil tanto para el niño como para la mamá, ya que ambos tiene que estar preparados para dar este gran paso, donde dejan de ser bebes para ser niños logrando su independencia para ir al baño lo cual en ocasiones no ocurre. Así que nuestro punto de investigación es la guardería a+B la cual está ubicada en la colonia San Jerónimo donde acuden los hijos de madres trabajadoras aseguradas por el IMSS. Cuenta con 8 salas divididas en Lactantes y Maternales. Maternales . Las salas a observar serán las salas de MA (maternal A ) y MB1 (maternal B1) donde entran los niños a la edad de 1 año 7 meses a los 2 años 1 mes su principal objetivo es que los niños aprendan a orinar y defecar voluntariamente y en un lugar adecuado de acuerdo a su maduración física y mental, el estatus social es medio bajo la mayoría provienen de familias pequeñas y padres jóvenes a lo cual nos dimos la tarea de investigar los factores que ayuden a que los niños aprendan a controlar sus esfínteres. Objetivo.- Que los niños aprendan a orinar y defecar voluntariamente y en un lugar adecuado de acuerdo a su maduración física y mental.
CATEGORIAS NIÑOS
ASISTENTES EDUCATIVAS
USUARIOS DEL DEPARTAMENTO SERVICIO DE GUARDERÍAS
Enfermedad
Capacitación
Información
Autorización
Desarrollo
Estrés
Inconformidad
Capacitación
Ahorro
Quejas
Edad
TEORIA SUPUESTO TEORICO La edad de un año siete meses a dos años no es la adecuada para comenzar el control de esfínteres ya que aprender a controlar esfínteres no es fácil, requiere que el niño se encuentre preparado física y emocionalmente. La relación con el entorno y la persona que le brinda cuidados se vuelven especialmente importantes, sobre todo porque el niño comunica diferentes sentimientos de distintos tipos con relación al producto de sus evacuaciones. Para que un niño pueda avisar que quiere ir al baño necesita estar maduro. La madurez no se alcanza de manera idéntica en los niños. Las edades recomendadas no son las adecuadas y son diferentes para los niños y niñas, siendo estas últimas las que generalmente logran el control de esfínteres a más temprana edad.
TEORIA FORMAL ESTABLECIDA Los Estadios Para Freud la pulsión sexual es la fuerza motivacional más importante. Creía que esta fuerza no era solo la más prevalente para los adultos, sino también en los niños, e incluso en los infantes. Cuando Freud presentó sus ideas sobre sexualidad infantil por primera vez, el público vienés al que se dirigió no estaba preparado para hablar de sexo en los adultos, y desde luego menos aún en los niños. Es cierto que la capacidad orgásmica está presente desde el nacimiento, pero Freud no solo hablaba de orgasmo. La sexualidad no comprende en exclusiva al coito, sino todas aquellas sensaciones placenteras de la piel. Está claro que, incluyendo bebés, niños y adultos, disfrutamos de las experiencias táctiles como los besos, caricias y demás. Freud observó que en distintas etapas de nuestra vida, diferentes partes de la piel que nos daban mayor placer. Más tarde, los teóricos llamarían a estas áreas zonas erógenas. Vio que los infantes obtenían un gran monto de placer a través de chupar, especialmente del pecho. De hecho, los bebés presentan una gran tendencia a llevarse a la boca todo lo que tienen a su alrededor. Un poco más tarde en la vida, el niño concentra su atención al placer anal de retener y expulsar. Alrededor de los tres o cuatro años, el niño descubre el placer de tocarse sus genitales. Y solo más tarde, en nuestra madurez sexual, experimentamos un gran placer en las relaciones sexuales. Basándose en estas observaciones, Freud postuló su teoría de los estadios psicosexuales.
La etapa oral se establece desde el nacimiento hasta alrededor de los 18 meses. El foco del placer es la boca. Las actividades favoritas del infante son chupar y morder.
La etapa anal se encuentra entre los 18 meses hasta los tres o cuatro años de edad. El foco del placer es el ano. La satisfacción surge de retener y expulsar.
La etapa fálica va desde los tres o cuatro años hasta los cinco, seis o siete. El foco del placer se centra en los genitales. La masturbación.
La etapa de latencia dura desde los cinco, seis o siete años de edad hasta la pubertad, más o menos a los 12 años. Durante este período, Freud supuso que la pulsión sexual se suprimía al servicio del aprendizaje.
La etapa genital empieza en la pubertad y representa el resurgimiento de la pulsión sexual en la adolescencia, dirigida más específicamente hacia las relaciones sexuales. Freud establecía que tanto la masturbación, el sexo oral, la homosexualidad como muchas otras manifestaciones comportamentales eran inmaduras, cuestiones que actualmente no lo son para nosotros. Estas etapas constituyen una verdadera teoría de períodos que la mayoría de los freudianos siguen al pie de la letra, tanto en su contenido como en las edades que comprenden. De todos los conceptos freudianos el más controvertido es el papel central que atribuye al impulso sexual en la formación de la personalidad, la teoría de Freud sobre el desarrollo de la personalidad concede especial importancia a como se satisface el instinto sexual durante la vida, ese impulso es una búsqueda de placer sexual de todo tipo, a la energía generada por ese instinto la llamo libido.
A medida que los lactantes maduran, su libido se va centrando en varias partes sensitivas de su cuerpo, en el primer año y medio de vida, la fuente dominante del placer sexual para el niño es la boca. En la etapa anal que es aproximadamente a los 18 meses, la sexualidad se centra en el ano y a los 3 años se concentra en los genitales, de modo que cada fase le imprime a su personalidad tendencias que perduran en la adultez. Si por alguna razón se le priva de placer en la parte del cuerpo en que predomina una o si se le permite un exceso de satisfacción, es posible que parte de la energía sexual permanezca vinculada a esa parte en forma duradera. Durante la etapa anal de los 18 meses a los tres años y medio, la fuente primaria del placer sexual se desplaza de la boca al ano, aunque la estimulación oral sigue procurando un poco de placer. Por la época en que los niños empiezan a obtener placer de la retención y excreción de las heces, principia el adiestramiento en el control de esfínteres y han de aprender a regular un nuevo placer. Si durante esta etapa los padres son demasiado estrictos o tolerantes, el niño puede permanecer fijado en la etapa anal. Por ejemplo son excesivamente rígidos en el adiestramiento del control de esfínteres, algunos niños tendrán berrinches y en su vida de adultos será desordenada y destructiva, otros reaccionaran reteniendo las heces llegando a veces a estreñirse, mas tarde esos niños tienden a ser obstinados, tacaños, demasiado exactos y muy ordenados.
CONTENIDO EXPLICACIÓN Una de las muchas cosas que el niño debe aprender durante su desarrollo, es el control de los esfínteres, o sea, la capacidad de orinar y defecar voluntariamente
en
el
momento
apropiado y en el sitio correcto, en el inodoro o la nica. Aunque muchos padres quisieran que desde muy corta edad, el niño deje los pañales y avise cuando quiere ir al baño, años anteriores la tendencia era entrenar a los niños en forma compulsiva, y empezar desde muy corta edad, que
ocasionaba
con
lo
frecuencia
trastornos de personalidad en los niños, estreñimiento, y algunos problemas más complejos. La tendencia se fue modificando, y se empezó a utilizar un entrenamiento orientado hacia el niño, con estímulos positivos. Sin embargo, a pesar de este manejo más racional, algunos de los niños no aceptan el entrenamiento, y son incapaces de controlar voluntariamente sus esfínteres, lo que provoca conflictos familiares frecuentes. Es más frecuente que los niños con dificultad para entrenarse sean varones, que tengan hermanos menores y que rehúsen sentarse en el inodoro. En
sí, el
entrenamiento del niño debe iniciarse cerca de los dos años de edad, debe ajustarse a las necesidades de cada niño, respetando su propio paso, y no debe ser forzado, sino más bien orientado hacia los aspectos positivos. En la guardería A+B en la sala MA se encuentran con 18 niños de 1 año 7 meses y que el principal objetivo es lograr que los niños aprendan a controlar sus esfínteres ayudados por maestras, padres, psicóloga etc. Es importante señalar que cualquier situación o problema que produzca tensión o ansiedad en el niño puede
interferir en el proceso de aprendizaje para el control de esfínteres este proceso implica que el niño aprenda a ser capaz de comenzar a avisar, de aprender a frenar sus músculos para contener lo orina y no salga antes de no estar en el excusado, de aprender a distinguir las sensaciones producidas dentro del cuerpo por un estado de abundancia de orina en la vejiga, de aprender a frenar el flujo de orina voluntariamente, una vez que ha comenzado a orinar, de ser capaz de transferir todos estos mecanismos del estado de vigilia al estado de sueño. Y es así como al pasar por todos estos procesos el niño estará en su desarrollo, el logro efectivo de este paso tan importante y marcado para su vida, en la guardería en ocasiones los niños pueden presentar angustia o miedo al sentase en una nica aunque la maestra le hable le cuente un cuento tal vez porque existe el temor, por no estar seguros o porque aun no están preparados para dar este paso. Cada mamá tiene distintos puntos de vista al enterarse que su hijo comenzara con el control de esfínteres, algunas se alegran y otras se asustan, y comentan que este aun es muy pequeño y esto influye en el niño. Es de mucha importancia que cuando el control de esfínteres se dé a la par en la guardería y en casa, cosa que a veces no ocurre, las maestras comentan que se nota cuando a un niño lo llevan al baño en su casa, algunas madres suelen argumentar que no tienen tiempo y lo tiene que dejar con la abuelita u otro familiar, por lo que estas personas no pueden dedicarle el tiempo para trabajar este aspecto. Los días más difíciles y tormentosos tanto para niños como para las maestras y es como volver a empezar, son cuando los niños que ya aguantaban hasta la hora de ir al baño, se hacen, por lo que se da un pequeño retroceso. Las maestras suelen animar las idas al baño con canciones y en ocasiones con bailes o cuentos para que mientras los niños estén sentados en su nica se relajen y no sientan tanto miedo. Cuando un niño hace en la nica las maestras le echan porras, lo felicitan y lo comentan entre ellas para que los demás escuchen, y esto es para que el niño se sienta orgulloso y se motive y que los demás también lo hagan. A los 2 años se quita totalmente el pañal al niño y ya no lo usará en la guardería para nada.
CONCLUSIÓN A través de la investigación realizada, entrevistas y comentarios de las mamás usuarias y asistentes educativas nos hemos dado cuenta que la normativa establecida en la guardería (as) del IMSS no es la adecuada sobre todo en la edad en la que se maneja para el control de esfínteres en la sala y edad antes mencionada
ya que este es un
paso muy
importante para el desarrollo integral del niño y según el cuidado y entrenamiento que se le brinde al niño será una experiencia saludable y eficaz o de lo contrario negativa e insuperable. En primer lugar tenemos que tomar en cuenta la edad del niño para comenzar con el control de esfínteres de acuerdo a las necesidades e intereses de los menores. Conocer y consultar con gente especializada en la materia para verificar si hay problemas físicos o emocionales que impidan que el menor logre o lleve a cabo el proceso del control de esfínteres con éxito.
POSIBLE SOLUCIÓN Comenzar en la sala de Maternal A con actividades preparatorias para el entrenamiento de control de esfínteres. En Maternal B1 llevar a cabo el proceso por etapas del control de esfínteres. 2 años 1 mes: pañal – bacinica 2 años 3 mese: calzón – bacinica 2 años 6 mese: calzón – WC (con tapa reductora)
Actividades Preparatorias: Juego de Jeringas: a cada niño se le muestra la bacinica que va a usar y
se le da una jeringa de plástico sin aguja, la cual va a llenar en un recipiente que tiene agua y la va a vaciar en su bacinica. Esto lo hacen varias veces.
Vasos de Agua: se puede hacer lo mismo que en la actividad anterior con
pequeños vasos de plástico que van a llenar de un recipiente y llevarlo a la bacinica sin que se les caiga el agua. Como van a estar corriendo y divertidos, sí se tira el agua el personal que cuida a los niños debe debe estar secándola para evitar que se resbalen los niños. Si se les moja la ropa, después se hará la siguiente parte del juego que será ponerse ropa seca.
Bolitas de Plastilina: se les va a dar plastilina “de preferencia café” y se les
va a invitar a hacer bolitas y lombricitas y cuando estén listas, las deberán en las bacinicas. Las bacinicas deben estar secas y no se combina este juego con agua para no mojar la plastilina y para que entiendan que pipi y popo son diferentes.
NOTA: en todos estos juegos las bacinicas se ponen a tres o cuatro metros de distancia para que caminen hacia ellas como si caminaran hacia el baño. Si el clima lo permite, se pueden llevar a cabo estas actividades al aire libre.
Vaciando Agua: en sus mesas de trabajo a cada niño se le dará un par de vasos de plástico. Uno de ellos se llenará con arena, arroz o lentejas y ellos deberán vaciarlo al otro vaso y luego de regreso. Y así muchas veces. Este juego también se puede hacer con agua, pero es mejor con algo sólido para que no se mojen.
Teatro: a cada uno en su lugar de trabajo, se le dará un muñeco o un animalito, cada uno tendrá que hacer una vocecita diferente como si estuviera hablando el muñeco y dirá: quiero hacer pipi o quiero hacer popo y tendrá que levantarse y llevarlo a la bacinica y sentarlo para que haga lo que dijo que iba a hacer. Luego en un lavabo imaginario o dibujado, lo
llevará a lavarse las manos y regresarán a su lugar. Una vez ahí los demás le aplaudirán y le dirán lo hiciste muy bien.
Colorear y Pegar: en una hoja con un sanitario dibujado, ellos lo van a colorear y además van a colorear un chorro de pipi y unas bolitas de popo, con ayuda la recortarán y las pegarán adentro del dibujo. Cuando todos hayan terminado, juntos harán el ruido que hace el WC cuando le jalamos y la maestra recogerá los dibujos y todos aplaudirán diciendo: bravo ya se fueron pipi y popo. Adiós.
Las Traes: en un área donde los niños puedan correr, se pondrá una sola bacinica y se escoge a un niño para que se sienta en ella, sin bajarse los pantalones ni quitarse el pañal. Los demás contarán a coro hasta el número diez y en ese momento se levantará y mientras todos corren él alcanzará a uno y lo tocará. Ese será el que se vaya a sentar a la bacinica y los demás contarán hasta diez. El objetivo del juego es que se familiaricen con la bacinica y lo que se siente sentarse en ella.
tener muy claros los hábitos que queremos conseguir
vestirlo con ropa fácil de quitar el mismo
tener un lenguaje clave o señales para identificar cuando el niño quiere ir al baño y así poder responderle
Acompañar siempre a los niños en estas actividades y enseñarles como deben hacerlo, explicarles lo que preguntes claro y en forma tranquila.
Hacerlo siempre en un ambiente relajado, tranquilo y comprensivo, sobre todo cuando ocurra algún fallo(estamos empezando)
el control de la orina por la noche, se comenzara una vez que controlen bien durante el día.
Evitar en tod o etiquetar a los niños con palabras como “eres un meón….”,”tu hermana controló mucho antes y no batalle con él”, ”estoy
harta de lavar sabanas todos los días”, y evitar los amenazas, gritos y
castigos para conseguir este objetivo. Recordar que la angustia y presión provoca más ganas de orinar y un bloqueo,
Recordar que cada niño tiene su propio ritmo. Lo mejor es confiar en el desarrollo del niño, estimularlo positivamente y enseñándole, mas no a exigirle.
Anotar en papel las horas en las que el niño orina o defeca durante una semana.
Compensar sus logros elogiándolo siempre por éxitos y quita importancia a los fracasos