CHASTEL, André , El saco de Roma, 1527 , Madrid, Espasa Calpe, 1986.
Teresa Torres Navarro 3º Grado en Historia del Arte – Grupo C1
EL SACO SACO DE ROMA ROMA
Provocando un antes y un después en la ciudad de los romanos acontece un suceso de vital importancia que afectará a los ámbitos políticos, sociales, culturales y religiosos de ésta. Un acontecimiento que traerá consigo, pérdidas y miedos y cambios que antecederán una nueva etapa. Este acontecimiento no es otro que el saqueo de Roma, o como comúnmente se le denomina, el Saco de Roma (adaptación al español de la voz italiana Sacco di Roma), que tendrá lugar el 6 de mayo de 1527. Es importante tener en cuenta diversas cuestiones para situar el saqueo en su contexto, cuestiones como quiénes fueron los protagonistas o como cuál era el contexto socio-político y cultural-religioso de la ciudad en ésta fecha. Así podremos divisar el por qué de esta catástrofe y tras esto analizar las repercusiones que debieron soportar. Poniendo una mayor atención sobre el arte y sus cambios en estas diferentes cuestiones. Carlos V se hallaba continuamente enfrentado al rey francés por la supremacía en el norte de Italia. Es entonces cuando Francisco I es derrotado en Pavía y llevado prisionero a Madrid. A través del Tratado de Madrid es puesto en libertad pero su odio hacia Carlos V y el temor que le infundía el hecho de que pudiera hacerse con medio mundo le hizo romper el tratado. Estos mismos sentimientos hacia el Habsburgo eran compartidos también por Inglaterra y el Papado. En la silla petrina estaba sentado Clemente VII destacado por gobernar sobre una Roma pagana por encima de la cristiana. El mismo Carlos V se atreverá a decirle que su lenguaje es poco cristiano y el Papa le contestará llamándolo hereje. La situación era tensa ya, y la cuerda estaba al límite de romperse cuando Francia, Inglaterra (que luego rechaza unirse), el Papa, la República de Venecia, el Ducado de Milán y Florencia se alían en la Liga de Cognac contra Carlos V a pesar de los intentos de éste por pedir la paz a Clemente. La situación anterior a 1527 en Roma era la de una ciudad rica en cuanto a artistas. Después del intento de sobriedad artística, apoyada por Erasmo, por parte del piadoso Adriano VI el cual rechazaba la excesiva influencia pagana del arte clásico creyendo que éste mermaba la espiritualidad del arte cristiano, el Papa Clemente llenó su ciudad de artistas cuyas obras eran una total inspiración del mundo romano. Roma era la cuna del arte. Clemente VII se encargará de realizar un arte que sigue una moda “ovidiana”, rechazada por algunos clérigos que pensaban como el anterior Papa Adriano Adri ano VI. Clemente por su espíritu intelectual abierto despertaba la confianza de muchos artistas. Todos estos, se verán obligaos a abandonar Roma tras el saqueo y se producirá la llamada diáspora de los principales artistas del momento. Esta dispersión traerá consigo un factor positivo, el hecho de que otros lugares, a los que emigraban los artistas, se vie ran empapados por este estilo artístico el cual “dejó de ser patrimonio exclusivo de Florencia, Siena o Roma”.
En el saco se perdieron numerosas piezas artísticas y la ciudad quedó devastada. La población disminuyó a la mitad y la sociedad debido al impacto de lo ocurrido había cambiado así como los artistas y el propio Papa. El Papa pudo escapar de las tropas de Carlos Carlos V que había sitiado el castillo de Sant´Angelo y a su vuelta a Roma lucía una blanca barba en señal de luto. Las tropas del emperador estaban formadas tanto por españoles como
por lansquenetes alemanes protestantes los cuales consideraban a Clemente como el anti-Cristo. Se llegaba incluso a comparar a Roma con la Babilonia pecadora del Apocalipsis. Las tropas se dieron al pillaje, las vidrieras del Vaticano fueron destrozadas para fabricar balas, las bibliotecas, las piezas de orfebrería así como las reliquias y relicarios (no valoradas en ningún grado por los lansquenetes) fueron saqueadas y profanadas enriqueciendo el botín. Los rescates eran un continuo ir y devenir de oro y riquezas. Carlos V con su política pretendió demostrar que el Imperio “respondía mejor a los designios de la Providencia” que el propio Papado y para ello contaba con la ayuda de su secretario Alfonso de Valdés quien se encargaría de escribir una obra excusando la acción del emperador. En cambio humanistas como Tomás Moro o Erasmo condenaron esta actuación. Al mando del ejército del emperador estaba Carlos III de Borbón y como prueba de lo que caló este acontecimiento en Roma, en el siglo pasado aún se seguía asustando a los niños con el coco Barbone (Carlos III). Francesco Parmigianino será uno de los pocos artistas que pudo quedarse en Roma durante y tras el saqueo y realizará importantes obras como la Madonna de la Rosa. No hay apenas ninguna pintura o grabado de la época de lo sucedido entre los años 1527 y 1530. En cambio gracias a la imprenta hay una variedad literaria con respecto al Saco bastante amplia incluyendo además de las poesías, motetes, madrigales…panfletos y
boletines informativos que podrían encajar dentro de un periodismo primitivo. Cuando en otros lugares fuera de Italia como en la misma España se hacían composiciones con tonos satíricos, algo muy renacentista, en Roma las composiciones eran lamentaciones de artistas que lloraban lo sucedido. El mundo intelectual romano se halla en absoluto silencio, hasta que vuelve Clemente el 6 de octubre de 1528 e intenta revivir la ciudad. A la desesperanza que trajo el saqueo se liga la desesperanza que traerán otras desgracias como la peste. Surgen entonces corrientes religiosas que promueven la belleza del amor místico y la sencillez franciscana. Muchos creerán que lo sucedido en Roma tiene como origen los pecados de la ciudad y como ocurre siempre tras una catástrofe de tal envergadura crece el sentido piadoso y apocalíptico de la sociedad y destacan las representaciones del Juicio Final como la de Miguel Ángel. Esto traerá consigo una serie de profecías y desviaciones espirituales. Unido esto a los conflictos religiosos con el norte de Europa personificados en la figura de Lutero tiene lugar la convocación a un concilio. El Papa Clemente no hará alusión a los pecados de la ciudad como base del saqueo. Sino que para minar esta corriente resaltará el hecho de que él como Papa resultara salvo comparando este hecho con la Liberación de San Pedro. Otros lo verán como un aviso de la providencia. Las tropas de Carlos V abandonaron la ciudad en julio muy mermadas por la peste y volvieron en septiembre a Roma donde estuvieron seis meses más hasta que se marcharon definitivamente en febrero de 1528. Con la vuelta de Clemente se acuñarán monedas volviendo a afirmar la autoridad política del Papa en Roma con un Cristo desnudo con las manos atados y la inscripción Ecce homo en el anverso y en el reverso un papa y un emperador levantando una cruz que amenazaba caerse con la inscripción Unus spiritus et una fides erat in eis. Además mandará realizar estatuas como la de San Miguel en lo alto del simbólico castillo de Sant´Angelo. Pero a pesor del intento de renovación los nuevos artistas ya no tienen la frescura y la libertad de tono de los de 1525; “son más laboriosos, más cortesanos y su mentalidad es historicista”.
Es destacable señalar como conclusión final que lo ocurrido en 1527 llevó consigo la europeización del manierismo y por consiguiente debido a toda la corriente espiritual que se desarrolló entonces un nacimiento lento de un nuevo estilo artístico, mucho más espiritual y místico y ligado a lo transcendente que conocemos con el nombre de Barroco.