Fórmula de trabajo Una vez realizados en laboratorio los ensayos anteriores se define la fórmula de trabajo, la cual debe incluir los siguientes aspectos: – la dosificación mínima de conglomerante, indicando su tipo y clase resistente referida a la masa total de suelo seco y, en su caso, por metro cuadrado (m2) de superficie
– el contenido de humedad, según la Norma UNE 103300, del suelo inmediatamente antes de su mezcla con el cemento, y el de la mezcla en el momento de su compactación
– la compacidad a obtener, mediante el valor mínimo de la densidad – en su caso, el contenido de retardador de fraguado. Es deseable, por otro lado, que el responsable técnico de la obra disponga del estudio de laboratorio o, al menos, de la siguiente información:
– origen de los materiales ensayados – características de los materiales – el índice CBR a siete días o la resistencia a compresión simple a la misma edad, según el tipo de suelo estabilizado
– el plazo de trabajabilidad – las curvas de la dosificación en laboratorio (Proctor modificado e índice CBR o resistencia a compresión, dependiendo del tipo de suelo estabilizado). Ajuste de la fórmula de trabajo en obra Los equipos que lleven a cabo la incorporación del conglomerante y del agua y la mezcla de éstos con el suelo se deben calibrar para comprobar que el material fabricado con los mismos permite obtener el índice CBR o la resistencia especificada y, en su caso, realizar los ajustes necesarios. Aunque pueda pensarse que con la fórmula de laboratorio las densidades y las resistencias de la mezcla en obra deberían ser iguales, en la práctica se pueden dar diferencias por distintas causas:
– diferentes capacidades de amasado entre los equipos de mezclado en laboratorio y los de obra
– degradaciones del suelo (formación de finos) durante los procesos de disgregación y mezcla
– variaciones importantes en la granulometría del suelo disgregado (mayor contenido de gruesos) respecto a la utilizada en laboratorio.