Cábala Fonética
Alejandro cortando el Nudo Gordiano
Este término, muy poco comentado en la literatura alquímica, es una de las claves más importantes para llegar a entender a los antiguos maestros. Todos los autores hacen uso de esta técnica, pero poquísimos la describen. Por ello, voy a hablar un poco sobre qué significa eso de cábala fonética. fonética . El término no hace referencia a la cábala como tal, es decir, a la interpretación mística del ntiguo Testamento que hacen algunas tradiciones hebráicas. El propio nombre de la técnica es en sí cabalístico. cabalístico. !i buscamos en el diccionario la palabra "cábala", podemos ver su definición# $%el hebr. qabb&l&h, escrituras posteriores a las mosaicas'. (. f. )on*etura, suposición. +. m. en pl. . f. En la tradición *udía, sistema de interpretación mística y alegórica del ntiguo Testamento. -. f. )on*unto de doctrinas teosóficas basadas en la !agrada Escritura, que, a través de un método esotérico de interpretación y transmitidas por vía de iniciación, pretendía revelar a los iniciados doctrinas ocultas acerca de %ios y del mundo. . f. )álculo supersticioso para adivinar algo. /. f. coloq. 0ntriga, maquinación. 1 sea, que además de la definición dada anteriormente, ant eriormente, la cábala es cábala es también unaintriga unaintriga,, una conjetura. conjetura. Por lo tanto, la cábala fonética es fonética es hacer con*eturasm, suposiciones o misterios en base a como suenan las palabras o, también, de donde provienen. Esto quedó quedó muy patente en el libro El libro El Misterio de las Catedrales Catedrales,, de 2ulcanelli, que es una continua interpretación de estos misterios que tanto llenan los manuscritos de los filósofos. 2ue él $aunque, tengo que decirlo a sabiendas de que seguramente moleste a alg3n fiel seguidor, en ocasiones sus interpretaciones son como poco algo "libres"' quien hi4o traer a la memoria colectiva el término. 5uedará me*or e6plicado con un e*emplo. !upongamos una palabra cualquiera, e6traída la e6plicación, dicho sea de paso, de un libro de 2ulcanelli. !abemos que 7icolás 2lamel, en
su Libro de las Figuras Jeroglíficas, hace un via*e alegórico a Espa8a, donde encuentra a un maestro alquimista, *udío converso, con el que luego va a !antiago de )ompostela y entonces regresa, por mar, a 2rancia, concretamente hasta 1rleans. !in entrar en los pormenores de este desgraciado via*e, el maestro enferma y muere, y lo entierran en esa ciudad francesa ba*o santa cru4. Pues bien, 1rleans es un e*emplo $siempre seg3n 2ulcanelli' de cábala fonética, pues partiendo la palabra, podemos decir que Orleans es muy parecido en francés a l'or est l'a, es decir, el oro está ahí . E*emplos como este hay miles aunque, por desgracia, a falta de haber recibido una iniciación por parte de quien los escribió, queda un poco a la imaginación, ingenio o suerte de quien esté presto a interpretarlos. 1tra forma de cábala fonética es el descomponer una palabra a sus inicios, en clara alegoría a la descomposición alquímica $por si alguien no p illó mi insulsa broma'. %e esto, si cabe, hay más e*emplos, como los referentes a la materia prima, a las operaciones, a las fases de la 9ran 1bra, etc., y constituyen una de las ténicas principales para desentra8ar los secretos ahí ocultos. Por decir algunos $ya que el curioso interesado podría mirarse el Diccionario Mito er!ético de %om Pernety', recordemos por e*emplo cuando los filósofos nos dicen que tenemos que calcinar algo. dvierten, ya de primeras, que el artista no calcina con fuego vulgar, si no con el misterioso fuego secreto, y que esta calcinaci"n filos"ficanada tiene que ver con dar una gran llama al compuesto. !i vemos de donde proviene la palabra "calcinaci"n", es decir, hacer "cal", cal# en latín, $alí en árabe hispánico y a su ve4 $il% en árabe clásico, que hace referencia a la sosa, a la ceni4as blancas de las plantas, o sea, que calcinar, "fabricar ceni4as", es lo mismo que fijar, cuajar, coagular. Por lo tanto, calcinar es fijar. :econo4co que el e*emplo es algo vago, porque a3n conti ene un misterio en sí, así que intentaré dar otro. ;a serpiente o el dragón en la iconografía alquímica casi siempre va enrollada a algo, o bien luchando contra otro algo. !uele estar en4ar4ada, aprisionando o matando, a la materia volátil. 1 sea, que la serpiente es lo que fi*a. la hora de buscar la palabra, más que serpiente, sería conveniente hacerlo por pitón $serpiente en griego', por las connotaciones mitológicas del mismo. Pitón era una serpienteEs una ciencia e6acta? %esde luego que no, pero las con*eturas de qué quería e6presar el autor original creo que quedarán bastante reducidas, y las no válidas se eliminarán por el traba*o en el laboratorio. >@asta dónde puede llegar este "nivel" de oscurantismo? Es decir, que el significado oculto o esotérico de una palabra revele a su ve4 otra palabra que contenga otro significado misterioso, y esta otra a su ve4 otra, etc. Pues quien sabe. En ocasiones, es directo. En otros casos, son dos los "niveles" que hay que superar en esoterismos. Teniendo en cuenta q ue a cada paso en esta escalinata de traducciones imprecisas las posibilidades se multiplican, tan solo podemos confiar en que los antiguos autores hayan sido lo suficientemente bondadosos como para no llevarnos al completo fracaso $o a la locura' con sus te6tos. El dilucidar correctamente esta $y muchas otra s cuestiones en el campo de la alquimia' es sin duda aquello que llamaban Donu! Dei , el %on de %ios, que no tiene porqué ser precisamente un don divino como tal $esto ya lo de*o al criterio religioso de cada uno, que la alquimia no tiene religión ni hace proselitismo de ninguna clase, pese a lo recurrente de la iconografía cristiana', el erbu! Di!issu!, la Palabra Perdida, el (udo )ordiano y tantos otros calificativos. Porque los libros alquímicos, pese a lo que se cree, no fueron escritos con carácter divulgativo $ni mucho
menos', sino más bien como un recordatorio para aquellos iniciados que ya tenían la lla*e. !olo me queda desear suerte al neófito.