suave como el peligro atravesaste un día con tu mano imposible la frágil medianoche LEOPOLDO M ARÍA P ANERO
Red de los poetas salvajes © En la boca de la simetría, de David Meza Ramírez Diseño: Yaxkin Melchy Impreso en México DF. 2009
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I 17:47 Me llueve tu palabra. Tu palabra es una mariposa. 17:49 Avanza el tiempo y te sacude. 17:50 No necesito saberme vivo. Necesito sentirme vivo. 17:52 La cuna del eufemismo es la vergüenza. La vergüenza es un beso de la cobardía. 17:54 Dos minutos han muerto en la irremediable marea de la eternidad. Dos minutos bastan para reconocer y devorar las facciones de tu rostro. Dos minutos mueren y lentamente me asesinan. Dos minutos son el titubeo y la duda de escribir. 17:57 No sé el lugar de donde vengo. AQUÍ SOLO EXISTE TU PALABRA LÍQUIDA DESCENDIENDO POR EL ALA ROTA DE UNA MARIPOSA. 18:00 horas Tus ojos son una mariposa. 18:01
Él.
18:21
18:02
Y entonces de su pulso encadenado a esa porción de eternidad Arrancó la vena La sangre La arteria La duda La entrega a la duda Y la entrega misma de su voluntad
Él es un caballo negro que galopa sobre cristales abismos sobre tus hondos temores sobre la piedra blanca que deshace su estructura sobre mi paso pequeño que atraviesa tu galaxia sobre tu sobre fantasma que llegó a mis manos sobre tu demencia sensual manifestada en árbol sobre mi anillo de minutos sobre mi yo poesía sobre mi yo tú él nosotros ustedes poesía
Dejando un halo de luz roja que marcaba las: 18:26 y las 18:29
sobre mi mundo otando en un vaso de coca-cola
en un vaso de mezquina coca-cola que es bebido por un hombre que nacerá mañana en un pesebre de navaja y helio por un hombre que tendrá por madre una yegua y por padre un león por un hombre cuya única familia seremos nosotros y las letras últimas de su apellido por un hombre que en 1755 se arrancó el tiempo de su herida de su seño de su mente y de su mente pero en su pulso el reloj marcaba las:
Y las 1000:01 y las 1000:02 Y las 1000: nada y las nada: 1000 Desplomándose en partes innitas y bellas sobre mi mirada.
18:33 ¿Y al nal qué es lo que tengo?
18:34 Tengo 14 estrellas de barro balanceándose en el pulso de los eclipses
18:18 Tengo los músculos de la mañana y la nostalgia de ser el mar Y un minuto después: Tengo un alacrán de acero y engranes lastimándome los versos 18:19 Y cien años después las: 18:20 Y cien mil años después las:
Tengo las arterias de los lunes meciéndose en mi respiración cual manecillas Tengo la desesperación de las indutrias y el lamento líquido de los símbolos patrios despertando en los contactos eléctricos del cielo
Tengo a las personas del futuro arrojándose desde lo alto de este edicio
19:00 horas
Tengo una mariposa de cemento revoloteando en mis pulmones
Dos minutos se han marchado indiferentes.
me sale por la boca y dice:
19:01
18:39
Miro el reejo de mi desnudo incorpóreo caer vacilante en la dermis
del agua y digo: El tiempo no existe. Y si existe nada quiero saber de él.
II
el tiempo solo existe cuando yo lo pienso. Nunca antes o después de ello. El tiempo solo existe al igual que solo existen los puntos, las coma s, las hojas, los hombres, los hombres que viven en las hojas, los signos, los ojos, la mente (la mente honda, total y vaga), la rima, los muros, los altos murales sobre los muros, la gente, la ter rible gente, la hora innit a
18:52 Algunas veces muero. Porque callar es morir devorado por el mundo. 18:53 Algunas veces callo. Y el silencio crea uni-versos pequeñitos en donde no existe la palabra. 18:57 De esa nada parto. El camino me lleva al viento. 18:58 El viento es un estribillo que se repite y me repite en las arenas de la vida. El viento es un sólido suspiro que se mece bajo la mirada inamovible de los días. El viento es el lamento de un pueblo gobernado por un pene castigador e impotente. El viento no es el viento del que te hablo.
que siempre termina, la sirvienta desnuda cuya vagina es el sol, la tierra que muere en manos de unos cuantos que se llaman todos, la policía, el obrero, la policía que también es un obrero, la obscena silueta de Andrés Manuel López Calderón, la obscena silueta de David Meza Ramírez, la lista en que te ves escrito, la duda, el deseo, el deseo y la duda de ser escritor y escribir cada día de tu vida un poema hasta que mueras y nazcas en la tinta de tus versos, los besos, los celos, los cielos, los cielos de besos helados, los cielos de besos celados, los niños, los trenes, los pies, los niños que borran tus pies sobre los trenes y luego te imploran una moneda, los hombres que con argumentos les dicen que no, los que sin ello les dicen lo mismo, los países, las banderas, el humo que desciende pero asciende de tus labios como culebra híbrida que nace crece y muere en el espacio de mis ojos, las sombras que se unen en un solo árbol, el árbol que se extiende por toda la tierra, la tierra que es semilla del negro uni-verso, los espirales de mi hambre en tus desvelos, la gota que se hunde en mi sólida frente, los niños que me salen por los ojos, el pétalo que se tiende sobre las sábanas de la tierra, la cadena de ADN en mi garganta, los hombres que no son máquinas pero miran su reloj y dicen: SON LAS ONCE HORAS CON TRECE MINUTOS, la oscura algarabía de diciembre, la idea recostada en el silencio, la serpiente de arena, el vientre líquido, la reina de mi alba envejecida, la blanca princesa de la muerte, el arco magenta d e la luz, la insignia necesaria que nos miente, el cántaro dulce y de sirena, el manto
turquesa de lo eterno y los tres puntos suspensivos de la vida…
Sólo me queda la negación del tiempo y su hermosa brevedad ya terminó.
19:36 Sólo me queda escuchar la palabra muerta en los bordes de tus labios.
20:03 20:04 20:01 20:09 20:25 20:39 20:04 El tiempo no existe. Y si existe nada quiero saber de él.
19:45 Sólo me queda la tinta uyendo desde mi corazón hasta la herida de
esta pluma.
III
19:50 20:35 Sólo me quedan hilillos de lava como guía hacía los escombros vegetales de la mente, surgiendo por los dedos rotos de mis versos Sólo me queda la conciencia fracturada de las calles lamentándose en las auras de mis ojos. Sólo me queda el curso detenido de estos trenes marcándome la boca con el ardiente pulso de su riel. Sólo me queda caminar y buscar en el horizonte una mariposa de mercurio verde que me devuelva la mirada y me destroce la bandera de los hombres. Sólo me queda la certeza que me da el silencio y el abandono al estar en medio de una multitud con tapabocas y tapaideas. Sólo me queda la muerte de mi amigo entre los gritos de un vendedor ambulante. Sólo me queda la sonrisa falsa de una mujer desnuda que desde el periódico nos mira en la miseria. Sólo me queda la luz de unas horas aprisionada en una lámpara sin cara sobre el techo.
La hoja es un abismo blanco en el que lentamente me vacío. 20:36 Si mi puño no fuese el que ahora escribe: no leería este blanco mar de letra muerta, este mal adjetivado desierto de sal, este alburo vómito de verbos, este árbol níveo de oraciones, este hueso roto de poema, este perno lácteo en tu mirada, este monasterio –adverbio de cal, este prisma pálido en el que ya no cabe ni una coma, este invierno vocálico en la punta de tu lengua, este gigante cíclope de papel al que llamo caída, este sepulcro de yeso en mi mano rota, esta mariposa blanca en la que escribo, este niño de cuerpo claro y sangre oscura, este río polar de mis morfemas, este monstruo de unicel que nos destruye, este apetito insano por el alba, esta cocaínica tumba de estes, esta salitrosa explicación de porque escribo como escribo, este lienzorealidad inexistente, este contexto histórico del punto, este caucásico albergue de leprosos, este astro nocturno en un cielo de preguntas, esta ala de cisne fracturada, esta espuma sobre los recitales de la rabia, esta página si no hubiese llegado a mí, estos dientes que te muerden el tobillo, literato, estos copos que sin serlo descienden cual grafías, esta repetición que es bañada en semen por los monjes, esta prisión marl de los sonidos, esta pintura selenita en el cuadro de mi mente,
este relámpago entre mi cordura, esta casa de perla para los garabatos, este bloque de hielo que le reclama su existencia a los alcohólicos, este
pétalo diurno en la or de los nombres, este teatro de granizo para los
fantasmas y este puto color blanco que no saco de mi mente. 20:51 El tiempo no existe. Y si existe nada quiero saber de él.
Ahora sigo la mirada lastimada de mi patria Me lleva hasta el pulmón reventado de su aliento Muerde mi hombro y con su boca llena de sangre me dice mexicano Yo le cincelo la palabra con la punta de mi lengua Luego le hurto el corazón del pueblo Y se lo escondo en una botella que también contiene el hambre del mundo Inicia el himno nacional mexicano Me pongo a bailar y le quito la corona de espinas a mi hijo Jesucristo
IV 20:57 Subo una escalera y los restos de la luna se me entierran en los pies.
Que ya está cansado de trabajar en una fábrica de plásticos y estrellas durante ocho horas seguidas con una cadena en el cuello de ceniza y sueños Que ya está cansado de salir a las calles con el alma rota y pedirle a las personas que le calmen el hambre de ese día
20:58 Camino por un túnel La palabra se me enreda en la duda Me siento sobre los vagones de roca y humo que se asoman de la boca herida de mi tierra Luego dibujo una línea. 21:04
Que ya está cansado de ser una má quina de ser una máquina de ser una máquina de ser una máquina Que ya está cansado de mordisquear las venas de sus muertos como esperando del pasado una respuesta Que ya está cansado de embriagarse los domingos sobre el lomo de un colibrí de plata
La línea es una fractura en el espacio. 21:05
Que ya está cansado de lamer la sangre de sus manos y mirar una casita que se quema con el mundo adentro
La cara de la ciudad se cubre el pensamiento de su pueblo con un hambre tricolor e inocente
Y que sobre todo ya está cansado de escuchar:
Mientras las ratas escriben poemas sobre las ores que morirán en las
22:16
palmas de tus manos Y arrancan los árboles de mis ojos para poder hundirlos en charcos de sangre que tienen la forma del uni-verso.
22:16 22:16
21:13 En un mundo que al poeta le dice:
Recorre fantasma mi cuerpo Desliza tu lengua en la espiga rota de mis ojos Baña en oro blanco mi escritura Susurra tus versos desechos en mi costa Coteja mi boca con la de las sombras Proponte embarazar al destino con tu miembro de mármol Arma el silencio de palabras Luego esquívalas y dibuja tus signos sobre la noche Sumerge tu línea en la órbita del tiempo Y danza en ella bajo el rítmico único del hombre Porque en la guerra mi mano es invisible La dividen las gárgolas azules Como canicas atesoradas en bolsas de niños Desgranados hasta el olvido como galaxias de polen O como las restricciones que no tienen causa sino existencia Y bajo esa existencia tú te riges Y sobre un espiral de mariposas Amaneces Muerto Por el lo de tus sueños
Gigantes Blancos Grávidos e inalcanzables como la subconciencia de las plantas: Cuna vegetal que respiramos Y nos respira Una Dos Tres Cuatro ángeles de porcelana que ríen ante la deforestación del mundo.
En este espacio de luz. Hondo respiro y escapo A sabiendas que escapo
busco yo
Al hombre de puño de piedra Que me golpea por dentro El corazón y la vena y la mente Y la mente que recuerda En la cresta más alta de su bosque Que sigo vivo Pero moriré Acaso en el sólido nervio de la algarabía O acaso en el curso de mis huesos muertos Sigo vivo, sí, pero moriré Moriré llamándome David Moriré con el nombre que fue dado Por ancianos acerados de costumbre A una criatura que con el tiempo llamé yo A una criatura que con el tiempo morirá Sí, morirá, sí, moriré, sí, moriremos
22:39
Después del tiempo, pero moriremos.
Ahora se hunde mi cuerpo
Y no daré cuentas a lo que hoy escribo
En este cuerpo de sombra
Pues lo que ahora soy ya no seré:
Y la sombra se enreda
Ya no seré el doncel virgen que galopa
El ar er ir será perpetuo
En los nos caireles sobre el viento
Vivirá en el cráter de la idea
Ya no escucharé la voz profunda
Paseará en el zócalo de la ignorancia
En la magnánima alba de mi hambre
Y copulará noche tras noche con el viento
Ya no seré y seré a un tiempo
Hasta que el sórdido impacto de la ausencia del verbo me despierte
Un remedo oscuro de poeta
En medio de un mar de infantes muertos
Ya no seré y seré a un tiempo
En medio de un tiempo, que no es tiempo, sino yo.
La ánima en el circo abandonado
22:58 22:59 22:57 22:56
Ya no seré y seré a un tiempo
El tiempo no existe. Y si existe nada quiero saber de él.
La lengua hábil que se hunde En el tesoro nito de tu cráneo
La lengua lenta y tan soñada Por la sed de seda que sé dar La lengua roja y pletórica de baba que pellizca el nervio de tu ojo Y ruge en la conciencia de la piedra que me vuelve el hambre
Seré y no seré a un tiempo Pues el tiempo seré yo El tiempo seré yo y dictaré la fecha de tu muerte Escribiré la fecha de tu muerte Y cantaré la fecha de tu muerte En la cátedra de tu nombre vagabundo El ado ido to so cho te arrancará la vida
V
VI
21:03
21:39
Al otro lado de la ventana hay un jardín. El pasto es rojo. En el centro hay una fuente de petróleo. Un ángel de plastilina se sienta a su lado y cuando se ríe tira sus ojos. Un pajarito de alas de arena se va desvaneciendo en vuelo sobre un árbol. El árbol es un monstruo de concreto. Las hojas son cristales. Cuando es otoño y el sol se vuelve un círculo de márm ol, los niños corren con sus manitas de madera y patean una pelota que se llama mundo. El pasto sigue envejeciendo hasta parecer una nube de pintura roja. Decido salir y hundir cada uno de mis miembros en el soto plástico. Lo respiro y mis pulmones en tinta se anega n. Me levanto y bailo con el ángel ciego. Su cadera se me entierra entre las uñas, pero seguimos bailando, mordiéndonos y escuchando las olas de cal que nos lanzan lunas como paletas, y seguimos bailando y mordiéndonos la cara con un hambre de mercado, en círculos perfectos para la mirada insana de las monjas que mastican y devoran sus dientes de gis. De pronto el mundo se detiene bajo nuestro baile y caemos a la fuente de petróleo, pero seguimos bailando y mordiéndonos la cara como una manzana de hule. Un ardiente caballo de vidrio congela el tiempo y nos mira las piernas, nosotros miramos sus crines que se extienden como el ocaso y seguimos bailando a la sombra cadavérica del cielo. Salimos de la fuente y besamos la mejilla de la realidad. El ángel se quita una pluma, con ella me peina el cabello, no espera respuesta, se va. Y el horizonte nos cae como lluvia, preguntas y colores. El árbol queda quieto y nos deshace la nostalgia. Los niños de caoba toman un puñado de pasto, lo tienden sobre su mirada. La ventana se vuelve un ojo y deja caer su párpado, destroza tus manos, lector, y te sangra el alma proletaria. La
Mi nombre está 75 veces repetido sobre el muro 21:40 Mi nombre es un pozo de sangre 21:43 La sangre proviene de un árbol cuyo fruto se pronuncia con la boca cerrada y llena de muerte 21:50 Su fruto dulcemente frágil como el corazón de una rata toca el suelo y lo convierte en sombra 22:11 Un ángel se columpia bajo la lluvia 22:12 La lluvia son las letras de mi nombre
fuente se desborda, toca mis tobillos. La pelota ota y me sueña como
un loco que escribe y danza sobre un muro. Yo también quedo quieto y veo como una mariposa se posa, líquida, sobre mis manos.
22:13 Un cuervo brota de la vagina del ángel
21:38 de sus garras cuelgan las aristas de la noche El tiempo no existe. Y si existe nada quiero saber de él. 22:14
No se percata del muro con mi nombre 75 veces repetido y lo atraviesa
Perdí la estela de un pajarito de sangre y un tanque oscuro de vidrio cortado
22:38
Perdí la esperanza en los rinocerontes de ceniza golpeando mi escritura
Con la suerte de la tinta mi nombre queda regado en el suelo y de pronto adquiere la forma de un lobo
Perdí los ojos de la virgen en un mundo icosaedro de petróleo Perdí una mariposa de carbón entre los ramajes de la medianoche
22:46 El lobo es una bestia de granito ardiendo en su hocico está el cadaver de mi pueblo
Y sí, perdí mi nombre 75 veces repetido entre las hojas de un pequeño libro donde se puede leer: 23:34
22:53 El tiempo no existe. Y si existe nada quiero saber de él. A mi pueblo no le importa las heridas en sus edicios sus edicios son tres monumentos de humo a la nostalgia
la nostalgia es la vértebra de los pájaros en un abismo
VII
22:57 23:38 La nostalgia está 75 veces repetida como una mancha violeta en mis ojos mis ojos también son el fruto de los árboles y en sus pies crecen violentamente los humanos
Un payaso golpeado atraviesa la calle 23:39
23:17
Es alumbrado por una lámpara con trece mariposas dentro
¿Y qué es aquello que perdí?
23:40
23:18
Su lágrima se vuelve una con la sangre y la pintura
Perdí 13 de mis arco iris en un laberinto de arena negra
23:41
Perdí los mapas que me guiaban a los demonios de la simetría en una barca de niebla a la mitad del mar
La gota toca el suelo y abre una grieta que se come al mundo
23:42
23:56
El tiempo no existe. Y si existe nada quiero saber de él.
La noche se convierte en un secreto. 23:57
VIII
El secreto me arrebata el habla. 23:59
23:47
Mi mano se detiene y tira en un encuentro de columnas su destino.
Y el habla me amenaza con soltarse de la vida Como lo hicieron los sueños de los hombres En un imperio de mercadotecnia y aire Que hunde sus raíces en la pupila roja de los bufones Y que esculpe en el silencio el pene de un ángel para poder enamorarse de los cielos.
21:49
24:06
Los cuerpos de la geometría toman la forma de los hombres Los hombres se desvisten Cortan sus genitales con el vidrio blanco de la resurrección Caminan con el otoño cúbico entre sus manos Y nos miran con desprecio los planetas de la frente.
Los soles ruedan por la banqueta Los niños se transforman en estatuas Y mi padre hace pedazos nuestro mundo Porque destroza al unicornio que me besó el eje de la verdad incrustado en mis pulmones con su blanco hocico de simetría y arena Bajo el punto cibernético de la desnudez mental Que nos muestra las ciudades donde todas las hadas van y mueren
La luz que surge del vitral nocturno de tus ojos me aprisiona el alma. 23:48
23:53 Las iglesias me devoran el silencio de la sombra Yo les beso el muro muerto Y dejo que los frailes besen la cara de los pecadores Ellos me cobijan el aliento Mientras sus plumas se transforman como el horizonte Y las mariposas se vuelven un arma que en el 23:55 Se detienen y explotan como segundos.
Cuando se dan cuenta que la prostitución con los espejos no les desdobla el amor a la patria ni a los santos vitrales de la noche Cuando se dan cuenta que todas las montañas de América son un garabato geográco en el seno de una galaxia
Cuando se dan cuenta que la piel es una hoja expuesta a la escritura de los años y que su único alfabeto fue devorado por un ave de seis ojos Cuando se dan cuenta que en la palma de los ciegos hay un arcoiris del cual el mundo no sabe nada
Porque en su pico orecen las entrañas del gerundio
Cuando se dan cuenta que la integridad geométrica del pensamiento depende de la sonrisa de unos niños que se mueren de hambre en la costa sur de este poema
Y el sueño más hermoso de mi generación es poder seguir soñando Y mirar a Jesucristo bajarse de la cruz para luego desaparecer en un destello de pétalos
Cuando se dan cuenta que yo
Cuando se dan cuenta que tú
24:19
24:46
Que yo
Eres una rosa de mármol que nos mira el crecimiento deforme de los huesos Y la forma más vil de decir él, ustedes y ellos sobre un acantilado de nieve
24:19 Que yo 24:19
Que tu galope es un nudo muscular de tendones, nervios y tristezas Que en conjunto forman siete versos para el poema del movimiento
Sigo perdido en esta brevísima calle que se llama vida Perseguido por un toro de luz que se detiene y toma las formas del mundo
Que te escondes bajo fragilidad del eco Para no saber ver la lóbrega brega que de tu rizo hizo la hermosa moza de la primavera era
Que sigo cantando con la arena de mi boca a las marionetas que nos ocultan los ríos que nacen de sus manos Y cazan las libélulas en cuyo eje rebosa la noche
Que tu cuerpo es una milagrosa constitución de hojas secas Danzando en las vértices del viento
Que sigo con un laberinto de aire frente a mi pueblo Aun cuando se que mi única defensa es un martillo de polvo
Que tus ojos son el signo de la noche Y que en tu óvulo virgen, princesa, yace la creación del uni-verso 24:53
Que sigo golpeando las puertas con mi puño de nube Hasta que el ozono se quiebra como una botella de vidrio y hace sangrar las piernas del uni-verso
La luz que surge del vitral nocturno de tus ojos me aprisiona el alma. Así pues, dulce María
Que sigo pensando el día en que encontraré una montaña lo bastante alta Como para tejer con mis venas un río que caiga en el cadáver triste de mi abuela como cascada
24:55
Que sigo enamorado de ese cuervo sobre el puente
Ruega, Señora, por nosotros los campesinos con las aureolas fracturadas
Ruega, Señora, por nosotros los poetas de cuyos ojos mana la sangre de Cristo como palabras
de los ángeles en las manos * Este poemario forma parte del primer capítulo del libro: En la boca
Ruega, Señora, por nosotros los sacerdotes que danzamos en el techo de las catedrales con un puñado de polvo corriendo en las venas Ruega, Señora, por nosotros los militares de cuyos dedos brota la mañana y remueve de los campanarios las raíces de la medianoche Ruega, Señora, por nosotros y por nuestras madres que no descansarán en un altar con velas y plegarias, ahora ni en la hora de su muerte Ruega, Señora, por nosotros las marionetas Ruega, Señora, por nosotros los crucicados
Ruega, Señora, por nosotros los que aún estamos vivos porque 24:59 Vivos porque 24:59 Vivos porque 24:59 El tiempo no existe. Y si existe nada quiero saber de él.
la simetría
de
Esta obra se terminó de imprimir en el año 2009, en México. Se utilizó tipografía Garamond 11
DAVID . MEZA (Estado de México 1990)
CIUDAD DE MÉXICO http://reddelospoetassalvajes.blogspot.com