NUEVO TESTAMENTO de la Biblia de Jerusalén LATINOAMERICANA
Nueva edición revisada y aumentada
DESCLÉE DE B R O U W E R BILBAO
La presente edición recoge el texto de la nueva edición revisada y aumentada de la Biblia de Jerusalén (1998), incorporando el estilo literario y el léxico propios de Latinoamérica. Las notas han sido tomadas también de la misma edición, pero revisadas y completadas por el Equipo de Adaptadores de esta edición latinoamericana, bajo la dirección de la Escuela Bíblica de Jerusalén.
AUTORIZADA POR LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA 1 DE DICIEMBRE DE 2000
© Equipo de traductores de la Biblia de Jerusalén, 2003 © Editorial Desclée De Brouwer, S.A., 2003 Henao, 6 - 48009 Bilbao vvww.edesclee.com
[email protected] ISBN: 84-330-1795-0
EVANGELIOS SINÓPTICOS Introducción De los cuatro libros canónicos que de los tres sinópticos justifican su valor narran la «Buena Nueva», los tres prihistórico, permitiéndonos además apremeros presentan entre sí tales semejanciar cómo debemos entenderlos. Derizas que pueden ponerse en columnas pa- vados de una predicación oral que se reralelas y abarcarse «con una sola mira- monta a los orígenes de una comunidad da»; de ahí su nombre de «Sinópticos». primitiva, tienen en su base la garantía de testigos oculares. Indudablemente, ni La Tradición eclesiástica, atestiguada desde el siglo II, los atribuye respec- los apóstoles ni los demás predicadores tivamente a San Mateo, San Marcos y y narradores evangélicos trataron de hacer «historia» en el sentido técnico de esta San Lucas. palabra; su propósito era menos profano El comienzo de los evangelios fue la y más teológico; hablaron para convertir predicación oral de los apóstoles, centrada en torno al «kerygma» que anunciaba y edificar, para inculcar e ilustrar la fe, para defenderla contra los adversarios. la muerte redentora y la resurrección del Señor. A esta predicación acompañaban Pero lo hicieron apoyándose en testimonormalmente relatos más detallados, co- nios verídicos y controlables, exigidos tanto por la probidad de su conciencia mo el de la Pasión, anécdotas tomadas como por el afán de no dar pie a refutade la vida del Maestro que daban luz sociones hostiles. Los redactores evangélibre su persona, su misión, su poder, su enseñanza, con algún episodio o palabra cos, que luego consiguieron y recogieron sus testimonios, lo hicieron con el mismo memorable, milagro, sentencia, paráboafán de honrada objetividad que respeta la, etc. Además se tuvo cuidado de poner las fuentes, como bien lo demuestran la esta tradición por escrito. Los episodios, referidos al principio de una manera ais- sencillez y el arcaísmo de sus composiciones, en las que tan poco lugar se concede lada e independiente, tendieron luego a agruparse, ya en orden cronológico (ver a elaboraciones teológicas o a creaciones legendarias. Y si los tres sinópticos no son Mc 1 16-39), ya en orden lógico (ver Mc «libros de historia», no es menos cierto 21-3 6), primero en pequeñas secciones, que no tratan de ofrecer nada que no sea luego en conjuntos más vastos. En una segunda etapa se combinan es- histórico. tos conjuntos de formas diversas. Es una Esto no quiere decir, sin embargo, etapa intermedia entre las colecciones y los que cada uno de los hechos o de los dievangelios escritos, en la que las primeras chos que refieren pueda tomarse como se van ampliando, completando, influenreproducción rigurosamente exacta de lo ciando mutuamente. Los autores especia- que sucedió en realidad. Las leyes inelizados en la llamada «cuestión sinóptica» vitables de todo testimonio humano y de explican diversamente esta etapa. su transmisión no nos permiten esperar En una tercera etapa final se redacta tal exactitud material; cosa que corroboran los mismos hechos, pues vemos cada uno de los sinópticos de manera que el mismo relato o la misma palabra definitiva. Esta génesis literaria respeta y utili- es transmitida de modo diferente por los diversos evangelios. Y lo que se dice del za, precisándolos, los datos de la Tradicontenido de los diversos episodios vale ción. No permite, sin embargo, asignar aún con más razón para el orden en que a cada uno de los tres sinópticos una feéstos se hallan dispuestos entre sí. Es cha precisa, como por lo demás tampopreciso reconocer que muchos hechos o co la Tradición ofrece datos seguros sopalabras evangélicas han perdido su rebre este punto. lación primitiva con el tiempo o el lugar, De todos triodos el origen apostólico, directo o indirecto, y la génesis literaria y sería a menudo equivocado tomar en
4 INTRODUCCIÓN A LOS I 'ANGELIOS SINÓPTICOS sentido riguroso conexiones de redacción Jesús entronca con el linaje davídico. Su como «entonces», «luego», «aquel día», nacimiento es en la ciudad de David, Be«en (Kjucl tiempo», etc. lén. Pero tales comprobaciones no prejuzb) Es el rey-Mesías (2 1-12). Los sagan cu modo alguno la fe de los cristianos bios de Oriente vienen en busca del «rey en la autoridad de estos libros. Si el Esde los judíos». A contraluz Mt pinta al píritu Santo no concedió a sus intérpretes falso «rey» de Israel, Herodes. una perfecta uniformidad en los detalles, c) Es el nuevo jefe del pueblo de Ises que no daba a la precisión material im- rael (2 13-23; A 1-11). En los hechos de portancia para la fe. Más aún, es que inla niñez de Jesús se actualizan episodios tentaba esta diversidad en el testimonio. claves de la formación de Israel: refugio No cabe duda que en muchos casos en Egipto, éxodo de Egipto, superación los redactores evangélicos pretenden adre-de las pruebas del desierto. de presentar las cosas de forma diferente; d) Es hijo de Dios (3 1-17). El gran v antes que ellos, la tradición oral, de la profeta de los tiempos modernos de Isque son herederos, tampoco transmitió rael, Juan Bautista, lo afirma ante la los recuerdos evangélicos sin interpretar- gente. Dios mismo lo proclama también: los y adaptarlos de diversas maneras a las«Este es mi hijo amado...» necesidades de la fe viva de que eran pore) Su misión es anunciar la buena tadores. Pero esta intervención de la co- noticia (4 12-22). Anuncia la salvación: munidad en la formación de la tradición amor de Dios, o luz, para todos los puese realizó bajo la dirección de sus respon- blos. Y para continuar su misión anunsables; y, lejos de inquietarnos, debe apro-ciadora elige unos colaboradores. vecharnos, porque esa comunidad era la Iglesia cuyo primer magisterio represen- 2. Proclamación del programa del taban aquellos responsables. El Espíritu Reino (4 23-9 35) Santo, que debía inspirar a los autores a) Enseñanza. Una vez descrito, a evangélicos, presidía ya todo este trabajo de elaboración previa y lo conducía hacia modo de introducción, el escenario (4 la consumación de la fe, garantizando sus 23-5 2), Mt pone en boca de Jesús lo que resultados con esa verdadera inerrancia es la quintaesencia del Reino: Las Bieque, más que en la materialidad de los he- naventuranzas (5 3-12). Sus discípulos chos, recae en el mensaje espiritual que en son los continuadores de esta proclamación (5 13-16). Revisa luego Jesús las sí llevan. leyes fundamentales del Reino de Dios recorriendo los preceptos más importantes de la Ley mosaica. Apunta lo que ésta EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO tiene de válido para la nueva realidad (5 El Evangelio de Mt distribuye de for- 17-48) y subraya las notas de la nueva ma armónica y ordenada gran parte del relación del hombre con Dios, que es material catequético que se usaba en las ante todo «Padre», y que es quien «ve» comunidades del entorno de Antioquía de la actitud de los hombres. Propone las Siria para afianzar la fe de los cristianos. líneas de la nueva religiosidad (6 1-18) Las enseñanzas las dispone Mt en cinco y la exigencia del compromiso por el discursos a los que acompañan unos he- Reino (6 19-1 12). Cuatro comparaciochos de Jesús que las actualizan. Este nes sintetizan y aclaran toda la enseñanmaterial va precedido de un prólogo que za de Jesús: los dos tipos de camino, de presenta las credenciales de Jesús como profetas, de discípulos y de construcción anunciador y realizador del Reinado de de la casa. Dios. b) Hechos. Tres grupos de tres relatos cada uno, que llevan intercaladas I. Prólogo: Las credenciales de Jesús unas anotaciones sobre el seguimiento (l I-4 22) de Jesús: 1- Curaciones de un leproso, a) /:.s lujo de David (11-25). A tra- del criado del centurión y de la suegra de i'f'v
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en la introducción (13 1-9) y en las instrucciones que intercala en los dos grupos de tres parábolas. Nótese la artificialidad en la distribución del material catequético: primer grupo de tres parábolas: ciz.aña, mostaza, levadura (13 24-33); instmcción (13 34-43); segundo gmpo de tres parábolas: tesoro, perla, red (13 4450); instrucción (13 51-52). La parábola del sembrador (13 3-23) expone, en este lenguaje, la metodología catequética que 3. Proclamación del Reino por los se practicaba en las comunidades de Mt, discípulos (9 35-12 50) a ejemplo de la metodología de Jesús. b) Hechos. Diversas actitudes ante a) Enseñanza. Jesús da unas instrucciones para la proclamación del Rei- la enseñanza sobre la naturaleza del Reino. Unas van dirigidas a sus discípulos, no: Rechazo abierto por parte de los conciudadanos (13 53-14 12) y de los jefes que son copia de su estilo misionero (9 36-10 42): proclamación libre de intereses religiosos (15 1-20; 16 1-4). Admiración temporales y desinteresada, que encontra-de los oyentes, tanto judíos como no jurá sus contratiempos. Otras instrucciones díos (15 21-31). Aceptación por parte de van dirigidas a las comunidades de Mt, y los discípulos, y en especial de Pedro (\\ reflejan las situaciones que éstas atrave- 22-34; 16 5-20). Compromiso con el saban en su acción evangelizadora. El Reino o participación en las señales con ideal de esta tarea evangelizadora lo mar- las que Jesús confirma la enseñanza: paca la frase de 10 25: «Le basta al discípulo nes, curaciones, transfiguración (14 1321.35-36; 15 29-39; 1J 1-13). ser como su maestro».
2- Dominio sobre la naturaleza, los demonios y las enfermedades (curación del paralítico) (8 22 - 9 8). Anotación (9 917). 3- Poder para reconstruirla naturaleza degradada, en una niña muerta, en una mujer enferma, en dos ciegos (9 18-31). Estos hechos muestran en acción las coordenadas de la nueva'humanidad, o nuevo orden de cosas, proclamada en el discurso.
b) Hechos. Reacciones de los oyentes ante la proclamación del Reino. Una pregunta de los discípulos de Juan le sirve a Mt para abrir la sección. Los grupos de oyentes, con sus diversas actitudes están bien marcados: — La gente sencilla y humilde, en la que se engloba también la familia de Jesús, tiene una actitud positiva (11 7-9. 25-30; 12 46-50). — Las ciudades, que creían tener ciertos derechos adquiridos en el Reino de Dios, mantienen una actitud negativa (11 20-24). — Los jefes del pueblo tienen también una actitud negativa y a veces beligerante frente a la enseñanza de Jesús (12 1-45).
5. La comunidad cristiana (=Iglesia) es el Reino de los Cielos (18 1-22 45)
Mt ve en la comunidad cristiana el inicio de la implantación del Reinado de Dios. a) Enseñanza. La organización de la vida de los creyentes se basa en la comunión de todos y en un nuevo estilo de vida. De él Mt destaca tres rasgos básicos: Atención preferente a pequeños y débiles en la fe, o extraviados: todos son importantes, como personas, ante Dios (18 1-14); la corrección fraterna, que es un modo de reforzar la comunión de vida (18 15-20); y sobre todo el perdón incondicional entre todos los de la comunidad, que es reflejo del de Dios (18 21-35). 4. ¿Qué es el Reino de los cielos? b) Hechos. La comunidad cristiana (13 1-1127) es el nuevo pueblo de Dios. La pertenencia al mismo es libre. Por eso hay quiea) Enseñanza. El soporte de la instrucción para desentrañar la naturaleza nes no quieren entrar: los judíos, que en del Reino es un conjunto de parábolas o el encuentro con Jesús provocan fuertes tensiones hasta preparar su muerte (19 comparaciones sencillas tomadas de la realidad. El evangelista proporciona unas 1-12; 20 1-16; 21 18-22 14; 22 41-45); ayudas para descubrir el mensaje de las los ricos, que tienen como valor supreparábolas. Estas ayudas las encontramosmo de su vida —su propio «dios»— rl
6 INTRODUCCIÓN A LOS I 'ANGELIOS SINÓPTICOS dinero (19 16-30). En cambio entran en esta rom unidad los pequeños, los pobres (19 13-15), los que aceptan a Jesús como enviado de Dios y como valor básico de sus vidas (20 17-21 17). Este nuevo pueblo tiene una única ley: el amor a Dios y al prójimo (22 34-40). 6. Implantación del Reinado de Dios en la historia (23 1-28 2)
comunidades cristianas en Roma y en su entorno en los años 60-70 requerían una clarificación de la persona en la que fundamentaban su fe. Los componentes de estas comunidades eran en su mayoría no judíos que vivían su fe entre dificultades, dudas y persecuciones. Estos cristianos se preguntaban: ¿Cómo es posible que el Mesías e Hijo de Dios fuera juzgado como blasfemo por las autoridades religiosas de su nación, (consideradas como las intérpretes auténticas de la voluntad de Dios) y condenado a muerte? Y si era Hijo de Dios, ¿por qué Dios, su Padre, no intervino para librarlo de la muerte? Pedro y Marcos, su intérprete (según lo llama Papías), aclaran estas preguntas básicas en sus catequesis comunitarias. Fruto de estas enseñanzas es el evangelio, que pudo ser más breve que el actual y estar escrito en arameo. El Me en su forma actual agrupa las enseñanzas catequéticas en dos grandes secciones que pretenden responder a las dos preguntas básicas. Las dos secciones están precedidas de un prólogo en el que, como en una confesión pública de la fe, se da testimonio de la mesianidad y la filiación divina de Jesús de Nazaret.
¿ Cuándo se hará realidad este nuevo estilo de vida y cómo encajará en la historia? a) Enseñanza. Un primer hecho histórico de esta implantación del Reino es la ruptura con el judaismo oficial (cap. 23). El desarrollo del Reino en la historia se describe con frases de color apocalíptico y textos del AT que lo anunciaban como la venida del hombre —Mesías— Hijo de Dios (24 1-35). La actitud de los creyentes es no tanto descifrar los signos o expresiones oscuras de estos anuncios, cuanto la de vivir vigilantes, atentos a su programa de vida, cumpliendo cada uno con las responsabilidades que tiene dentro de la comunidad (24 36-25 46). b) Hechos. Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Al inicio del relato de estos hechos, Mt anota que Jesús ya ter1. Prólogo (1 1-13) minó toda su enseñanza, todas sus paEl título (1 1) es el enunciado del telabras (26 1-16). El relato de la despedida, proceso y muerte subraya la entrega, ma catequético: La Buena noticia es que la total obediencia de Jesús al proyecto Jesús de Nazaret es el Mesías y el Hijo de del Padre, hasta dar su vida por él; este Dios. Los dos aspectos de la personalidad proyecto tiene un valor supremo (26 17de Jesús están testificados de manera so27 56). Tal valor queda reconocido por Dios Padre al «resucitar» a Jesús, al dar- lemne: Por el testimonio del Bautista que proclama el mesianismo de Jesús: le la transcendencia eterna (28 1-15) ante los testigos, primeros constituyentes «bautizará en Espíritu Santo» (i 2-8); de la comunidad. Estos testigos deben por el testimonio de Dios Padre, que lo llevar el mensaje de Jesús, empezando, proclama «Hijo suyo» (\ 9-11); y por el como él, desde Galilea (4 12). El objetivo testimonio de la vida de Jesús que supees toda la humanidad. En esta tarea el ra las pruebas del «desierto» (1 12-13). resucitado los acompaña (28 16-20). 2. Jesús se autopresenta como Mesías e Hijo de Dios en su tierra, Galilea (1 14-8 30) EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS /•'/ evangelio de Me agrupa ordenadamente unas catequesis sobre la persona de Jesús: ¿Quién es Jesús de Na;.nre(? Las circunstancias que viven las
Me sitúa la presentación de Jesús en Galilea ante tres grupos de oyentes distintos, síntesis de la sociedad que escucha el mensaje de Jesús: los escribas y fariseos; la gente; los discípulos.
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a) Los escribas y fariseos (1 14- 3 (4 41); los que han tenido un contacto ()). En el marco de la región de Galilea y más directo con él, como los enfermos de un breve resumen de la actividad micurados, creen que él es el Mesías (5 20. sionera de Jesús, que incluye la invita- 34.42), e incluso el Hijo de Dios (3 11). ción a unas personas a seguirle (\ 14Para aceptar a Jesús como Mesías e Hijo 20), Me subraya los lugares concretos de de Dios hay que creer en él desde la senla presentación de Jesús ante los escricillez y la admiración. bas y fariseos: las sinagogas, las ciudac) Los discípulos (6 14-8 30). El mardes, la casa, el lago, los descampados; es co de este nuevo cuadro es también un bredecir, cualquier lugar real y físico. Esta ve resumen de la actividad de Jesús (6 6b), presentación va acompañada de señales: que se completa con la incorporación de expulsión de los demonios, curación de los Doce a su misión (6 7-13). Los lugares enfermos, perdón de pecados y convison más genéricos: ciudades y pueblos de vencia con pecadores o excluidos de la la comarca de Genesaret (6 55-56), de la moral oficial del judaismo. Las señales región de Tiro y Sidón y Decápolis (1 van acompañadas de una enseñanza con 24.31); el monte, un lugar solitario, un autoridad sobre la Ley, que es otra prueba despoblado (6 45-46; 8 4). Pero también se de que Jesús es el Mesías. especifican algunos (1.17; 8 10.22.27). AlLa reacción de este grupo es el rechazo gunos lugares están fuera de la región de de la persona de Jesús y el deseo de eli- Palestina. La autopresentación de Jesús minarlo (3 6). Apunta ya una respuesta a tiene un marco no nacional. Las señales la primera pregunta de los fieles. son las mismas de los cuadros anteriores: dominio sobre los demonios (1 24-30), sob) La gente (3 7-6 6). El marco de esta nueva presentación es también un bre la naturaleza (6 34-44.48-52; 8 1-9), breve resumen de su actividad misionera sobre las enfermedades (6 55-56; etc.). La (3 7-12), que incluye el llamamiento o señal de la multiplicación de los panes está elección de los Doce (3 13-18). Los luga- narrada dos veces: una en el ámbito naciores de la presentación son aquí más con- nal de Galilea (6 30-44), otra en un marco cretos, están más relacionados con la geográfico fuera de Palestina (8 1-10). En vida del «ciudadano» Jesús: la sinagoga la realización de estas señales Me destaca de Nazaret (6 2), su casa (3 20), su pue- los gestos de Jesús: tocar y dejarse tocar. La blo (6 1), el monte (3 13), el lago (3 7; enseñanza está dirigida principalmente a etc.). Las señales que acompañan la pre- los discípulos: la predicación del mensaje sentación de Jesús Mesías e Hijo de Dios (6 8-11.30-31), el valor de la Ley (1 1-23), muestran el dominio que tiene sobre Sa- su persona (8 11-21). tanás, enemigo del Mesías (311. 22-30; 5 La reacción de los discípulos es a ve1-20), sobre las enfermedades (3 10; 5 24-ces de incomprensión (1 18; 8 21). Y 34); sobre la naturaleza (4 35-41) y sobre frente al escepticismo de Herodes (6 14la vida y la muerte (5 21-23.35-42). La 16), Me destaca, como conclusión de enseñanza que acompaña explica el men- toda esta gran sección la confesión de saje mesiánico, expuesto en un lenguaje Jesús como Mesías, puesta en boca de asequible a la gente sencilla: en parábolas Pedro, el catequista (8 27-30). En esta (4 1-33); acerca de su persona (6 2-5) y sección se intercala la noticia de la los componentes de su auténtica familia muerte de Juan Bautista (6 14-19). La (3 31-35). Me incluye dentro de la ense- aceptación de la persona de Jesús no ñanza de Jesús unas anotaciones sobre la siempre fue clara y entusiasta ni siquiedisponibilidad para comprender el menra por los primeros discípulos. Las dusaje, disponibilidad que tiene dos vertiendas y dificultades se superan con una tes: la aceptación y la admiración (4 34; clara confesión: «Tú eres el Cristo». 6 2-3). La reacción de este grupo heterogé3. El mesianismo y la filiación divina neo al que Jesús se presenta es variado: de Jesús (8 31-168) los más cercanos a él, familiares y conLa segunda parte de Me pretende desciudadanos, no lo comprenden, no creen en él (6 6); los discípulos se interrogan velar los rasgos característicos del tne-
8 INTRODUCCIÓN A LOS I 'ANGELIOS SINÓPTICOS sianismo de Jesús y de su filiación diEn el primero, que lo distribuye en vina. Así se da respuesta también a las tres días, Jesús se manifiesta el primer preguntas de los cristianos. Su mesiadía como rey pacífico, aclamado por el nismo y su filiación divina, no son un pueblo; manifestación mesiánica que no camino triunfal. Aparentemente son un es aceptada por las autoridades religiofracaso y una denota, ya que le llevan a sas de Israel (11 1-11). El s gundo día la pasión y muerte. Pero, como ocurre esta oposición de Israel a aceptar a Jesús con el Siervo del Deuteroisaísas, culmi- Mesías está simbolizada en la higuera narán con la resurrección. estéril (11 12-14), que señala la raíz de Toda esta segunda parte se divide en tal oposición: la religiosidad vacía del jutres secciones. La primera adquiere uni- daismo (11 15-19). El día tercero, nuevo dad literaria con los tres anuncios de Je- simbolismo de esta oposición o rechazo sús de su pasión y muerte, camino de Je- de Israel: éste es una higuera seca (11 2025). rusalén; la segunda desvela los rasgos mesiánicos a través de acciones simbóEl segundo cuadro pinta los enfrenlicas, controversias y anuncios profétitamientos de Jesús y los jefes religiosos cos en la ciudad santa; la tercera relata de su pueblo; por eso todo sucede en el la gran manifestación de Jesús Mesías e ámbito del templo y ante los responsaHijo de Dios en su pasión, muerte y rebles religiosos de la nación. Los enfrensurrección. tamientos se centran en el núcleo de la a) Camino de Jerusalén (8 31-10 catequesis: el mesianismo de Jesús, y la 52). Los tres anuncios de la pasión mar- autenticidad de la religión verdadera y el can tres escenas o cuadros. En ellos Me valor de algunas instituciones religiosas ha recogido diverso material catequético del judaismo (11 27-12 27). Terminados organizado en un esquema propio de una los enfrentamientos, Jesús toma la inicatequesis: anuncio de Jesús, incompren- ciativa: la verdadera religión se basa en sión de los discípulos y enseñanza amplia el amor a Dios y al prójimo (12 28-34) de Jesús sobre su seguimiento acompa- y en aceptarlo a él como Mesías e Hijo de Dios (12 35-37). Tal actitud solamenñada de señales mesiánicas. te la tienen los sencillos y humildes, que En la primera el anuncio de su pason los que tienen la religión auténtica sión y muerte y la incomprensión de Pedro son claros (8 31-33); la enseñanza es (12 38-44). una invitación a todos a seguirle en el El tercer cuadro presenta el inicio de camino (8 34-9 1). Las señales mesiá- una nueva era, de una nueva religiosinicas son su transf iguración y la cura- dad, que implica la destrucción de los ción de un enfermo (9 2-29). símbolos de la antigua religiosidad: temEl anuncio en la segunda escena va plo y ciudad. Con un lenguaje propio de los escritos apocalípticos, Me describe el seguido también de la incomprensión de los discípulos (9 30-32). La enseñanza nacimiento de esta nueva época, que versa sobre el desprendimiento de las ri- acompaña con exhortaciones a la vigiquezas, el servicio, la acogida a los más lancia y a mantenerse fieles, en medio de débiles, el buen ejemplo, etc. (9 33-50; las dificultades y persecuciones que están experimentando. 10 1-31). En la tercera, ante el nuevo anuncio c) La pasión, muerte y resurrecde Jesús sobre su pasión, los discípulos ción ponen de manifiesto que es el Metienen miedo (10 32-34). La señal mesías e Hijo de Dios (14 7-16 8). En esta siánica es la curación del ciego (10 46sección ya no hay enseñanzas ni contro52), cuya fe contrasta con las dudas de versias. Me se limita a narrar los hechos los discípulos. La enseñanza recae de de la pasión, muerte y resurrección, que nuevo sobre la actitud de servicio que tienen fuerza suficiente para poner de han de tener sus seguidores (10 42-45). manifiesto que Jesús de Nazaret es el Mesías e Hijo de Dios. Todo sucede seb) En Jerusalén (11 7-13 37). También esta manifestación de Jesús como gún el proyecto de Dios. Por eso Me preMesías e Hijo de Dios en la ciudad santa senta a Jesús llevando la iniciativa, aun cuando aparentemente sean los jefes rela ha dividido Me en tres cuadros.
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ligiosos, con la colaboración de uno de sus discípulos y la de las autoridades romanas. Jesús entrega voluntariamente su vida al proyecto del Padre (14 12-31). En todo este proceso Jesús, llevando la iniciativa, afirma claramente que es el Mesías y el Hijo de Dios. La negación de Pedro es un contraluz que ilustra la enseñanza del mismo Pedro en la comunidad: dificultades para admitir esta realidad sublime. La narración de la crucifixión y muerte es concisa. Me no describe la crucifixión, sino que se sirve de unos textos del AT para descubrir que en estos momentos se da cumplimiento al proyecto de Dios. Un pagano, un romano, reconoce la filiación divina del crucificado. Aquí los fieles de Roma encuentran por fin la respuesta a sus interrogantes y dudas. Después de estos hechos, Jesús Mesías e Hijo de Dios muere. Puede parecer que todo ha terminado. Sólo unas mujeres mantienen la esperanza. Ellas son las que descubren a Jesús resucitado. Esta fuerte experiencia la transmiten a los seguidores de Jesús; pero éstos también tienen, al principio, sus dudas, sus dificultades. Nota: El Evangelio de Me queda abierto. El final primitivo se perdió. Las comunidades cristianas lo cenaron con variados relatos de apariciones. Una de ellas, aceptada por las iglesias, es la que tradicionalmente se viene incluyendo al final de este evangelio. Es un texto reconocido como inspirado y canónico. EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS El autor, Lucas, dice en el prólogo (1 4) que dirige su escrito a creyentes ya informados de cuanto ha sucedido entre ellos (sobre la persona de Jesús), para que conozcan la solidez de la enseñanza recibida. Estos creyentes son, probablemente, los de las comunidades de Asia Menor, Macedonia y Grecia; comunidades de origen paulino, integradas en su mayor parte por griegos y en menor número por algunos judíos. Lucas ordena toda la enseñanza de una manera original. En una primera
parte (4 14-9 50) recoge las enseñanzas de otros escritos, sobre todo de Me. En la segunda parte (9 57-18 14) recopila un material en gran parte nuevo, que podía pertenecer a una colección de dichos del Señor, que combina con informaciones personales y que organiza literariamente en una subida a Jerusalén. Estas dos secciones están precedidas de un prólogo literario y otro «teológico» o presentación de la persona de Jesús. 1. Prólogo literario (1 1-4) Al estilo de los historiadores antiguos, Le explica la metodología seguida para escribir su obra .y el objetivo de la misma. 2. Prólogo teológico: Presentación de Jesús (1 5-4 13) El método seguido por Le para esta presentación de Jesús es ponerlo en parangón con otra persona extraordinaria, contemporánea y aceptada por todos como un gran profetafJuan Bautista. El paralelismo lo establece entre las infancias y las primeras actuaciones públicas de estas dos personas. El lector deduce en este parangón, que a veces es un «contraluz», la superioridad de Jesús sobre el Bautista. a) Las infancias del Bautista y de Jesús (1 5-2 52). Se ponen en paralelismo las anunciaciones y los nacimientos de los dos niños. El autor depende de fuentes antiguas; entre ellas destaca los «recuerdos» de la madre de Jesús, que los ha conservado y meditado, es decir que los ha desentrañado descubriendo su sentido más profundo, que supera toda anécdota. Le da así a las comunidades cristianas una pista para profundizar en las enseñanzas recibidas: en la persona de Jesús se da la transición del AT al NT y se alcanza la plenitud del proyecto de Dios: Jesús es el Mesías, Salvador; es luz para todos los hombres, alegría para Israel, liberación de los pobres. Jesús fue una persona entregada totalmente al plan de «su Padre». b) Las primeras actuaciones en público (3 1-4 13). Predicación del Bautista, bautismo de Jesús, comienzo de la misión de Jesús. En la presentación de
10 INTRODUCCIÓN A LOS I 'ANGELIOS SINÓPTICOS estas actuaciones, vuelven los mismos modo Le insinúa el estilo de vida en el temas de las infancias: Juan es el último que han de profundizar las comunidaprofeta del AT, Jesús es la realidad de las des cristianas. promesas, pues es el Mesías, Hijo de Dios, poseedor de la fuerza, del Espíritu 4. El mensaje de Jesús es el «camino de Dios y vencedor de todo poder que se del Señor» (9 51-19 28) opone al proyecto de Dios. Le tiene inEs la reflexión catequética más oriterés en destacar la realidad humana de Jesús. Ciertamente Jesús es el Mesías e ginal de Le. El contenido de esta gran sección lo componen casi enteramente Hijo de Dios, pero es también un individuo de la raza humana. Esta línea de enseñanzas de Jesús, variadas y dispuesprofundización se adecuaba muy bien al tas sin un orden lógico. Sólo las engarza modo de «meditar» de los creyentes grie- la idea del «camino» del Señor hacia Jerusalén. Repetidas veces va recordando gos y judíos. Le que Jesús camina hacia la ciudad santa y que allí consumará su misión. En 3. Mensaje de Jesús en Galilea este marco literario tienen un eco especial (4 14-9 50) las invitaciones de Jesús a seguirle, a ir con él, y las instrucciones o condiciones En esta sección Le recopila en gran sobre su seguimiento. Nosotros, siguienparte todo él material que recogió ya la catequesis de Marcos sobre la autopresen-do las anotaciones de Le, podemos destación de Jesús en Galilea. En una lectura cubrir tres etapas en este camino, preceatenta de estos capítulos apreciamos que didas de una introducción. Le mantiene los mismos ámbitos de la a) Introducción al camino (9 51presentación de Jesús: su actividad misio- 56). Presentación de la marcha, a través nera, la convocatoria de los primeros dis- de Samaría. Desde el principio Le subracípulos, los lugares (sinagogas de Cafar- ya una nota que tiene este «camino-del naún, Nazaret, regiones de Galilea), las Señor»: se rechaza su persona por moseñales (4 31-44; 5 12-26), su enseñanza,tivos religiosos: los samaritanos no lo con la metodología propia y el empleo de reciben «porque tenía intención de ir a las parábolas (8 1-18), las reacciones de Jerusalén». los diversos grupos sociales: los discípub) Primera etapa (9 57-13 21). Relos (5 1-17.27-29), la gente (5 15.26.31- coge las condiciones generales para se32), sus conciudadanos (4 22-30), los je- guir a Jesús (9 57-62), que los discípulos fes religiosos de su pueblo (5 33-6 11). En ponen en práctica CIO 1-24): decisión Le las señales de Jesús ponen de mani- firme, desprendimiento que lleva a la lifiesto que el proyecto de Dios, su Reino, bertad de todo impedimento, misericorestá ya presente en las actuaciones del dia, oración, confianza en el Padre, no mismo Jesús: cura enfermos, devuelve la en los bienes, que se ilustra con unas pavida, domina la naturaleza, expulsa a los rábolas flO 29-37); y tener ideas claras enemigos del proyecto de Dios, otorga el sobre el Reino de Dios, que también se perdón o el amor de Dios (7 1-50; 8 22ilustra con parábolas (12 49-13 21). En 56). este camino no falta la oposición al Como en Me, Jesús se presenta tam- mensaje. La raíz de tal oposición es la incomprensión de la persona de Jesús y bién a sus discípulos, particularmente a los Doce, a quienes hace partícipes de su el querer afincarse en la falsa religiosimensaje, a través de los cuales les ha lle- dad fll 14-54). Como contraste, trae Le gado el mensaje a las comunidades cris- la aclamación entusiasta de una mujer tianas. Jesús también va transfiriendo a a favor de Jesús (11 27-28). los Doce su talante de estilo de vida en c) Segunda etapa (13 22-17 10). el Reino de Dios: actúa como profeta (9 Nuevas instrucciones que animan al se7-9), Hijo de Dios (9 18.28-36); se en- .guidor del camino a superar las dificultrega al proyecto de Dios, su Padre, que tades, las estrecheces del mismo (13 22culminará con su pasión y muerte (9 30). Uno de los impedimentos más senos 22.43-45): es el Reino en acción. De este es aferrarse a tradiciones y leyes que no
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INTRODUCCIÓN A LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS
ven en el hombre un ser amado de Dios trarles el camino de la verdadera religio(13 10-17). El estilo de vida que Le prosidad, de la que es ejemplo la viuda senpone para superar estas dificultades es, decilla. Al mismo tiempo los instruye sobre nuevo, el desprendimiento de los bienes el final de los centros religiosos del juque lleva a compartirlos con los necesi- daismo y los orienta sobre la actitud del tados (14 25-32; 16 1-31), la humildad seguidor de su camino: vigilancia y con(14 7-24) y el saber perdonar, sin límites. fianza en cuanto les ha enseñado. EmpieUnas parábolas desarrollan con amplitud zan unos nuevos tiempos (un nuevo este tema del perdón (15 1-32), que es per- mundo) que, para el autor de Lc-Hch, dón sin condiciones, porque el que otorga- son los tiempos de los cristianos, de la Iglesia; tiempos de liberación. la comunidad es el mismo perdón de Dios, que a todos llena de alegría. Unas b) Cuadro segundo: La nueva Pasenseñanzas diversas, agrupadas aquí porcua (22 1-38). Jesús celebra la fiesta de Le, sintetizan las anteriores y describen Pascua como una nueva señal de los nuecómo tiene que ser la vida de los creyentesvos tiempos, por eso transciende la ceremonia de la Pascua judía con la institude las comunidades (17 1-10). ción de la Eucaristía.: señal de su d) Tercera etapa (17 11-19 28). El presencia definitiva en la comunidad y camino llega a su término (17 11). Repite las enseñanzas de las etapas ante- por la que podrán reconocerle como presente entre ellos como resucitado. La seriores: oración, humildad, compartir los bienes, el perdón, etc. Pero hay una no- ñal va acompañada de unas enseñanzas vedad en esta etapa: el camino es tam- que instruyen al grupo de seguidores sobre el estilo de su nueva vida: servicio bién acción de gracias (17 11-19) y es mutuo, conciencia de ser herederos de la actitud vigilante. La insistencia en la vimisión de Jesús, perseverancia y conciengilancia (19 11-28) se une con la inminencia de la llegada a Jerusalén. Es la cia de la propia fragilidad en medio de las pruebas y dificultades, a cuya superación actitud que Le quiere inculcar a los los ayudará la presencia de Jesús. componentes de la comunidad: vigilancia ante la venida del Hijo del hombre o c) Cuadro tercero: Relato de la painicio de la nueva etapa. Y Le añade que sión y muerte de Jesús (22 39-24 56). No es un relato detallado, sino «pareJesús es compañero del camino como luz, significada en la curación del ciego nético». Le narra estos acontecimientos para presentar a Jesús poniendo en acde Jericó (18 35-43). ción cuanto ha enseñado durante su vida; destaca de modo especial su entrega 5. Final del camino del Señor: total al proyecto del Padre. En la introla Resurrección (19 29-24 49) ducción (22 42) lo dice claramente. Y las Jesús es rechazado por los jefes reli- últimas palabras de Jesús en la cruz ratigiosos de Israel, es sentenciado a muerte fican esta entrega total al Padre (23 46). y ajusticiado. Pero esto no es el final del En el proceso de su pasión queda tamcamino del Mesías e Hijo de Dios. Resu- bién patente que Jesús se manifiesta cocita. De esta forma el camino del Señor mo Mesías ante las autoridades religiollega a su final definitivo. Le distribuye sas y políticas. Las alusiones a algunos todo este material en cuatro cuadros. Salmos, que salpican el relato, muestran a) Cuadro primero: últimas señales que esta catequesis desentrañaba la pay enseñanzas (19 29-21 38). Jesús realiza sión y muerte como el cumplimiento de en Jerusalén sus últimas acciones mesiá- las Escrituras, por tanto de la voluntad nicas: entrada triunfal en la ciudad y en del Padre. La vida de Jesús, y más en el templo. Como Mesías toma posesión de concreto este episodio difícil de entender los lugares sagrados y se deja aclamar. para unos cristianos procedentes del Estas acciones las completa Jesús con mundo griego, forma parte de la historia sus últimas instrucciones distribuidas en de salvación. Otros detalles muestran en varios bloques. En un primer bloque tiene acción la enseñanza de Jesús sobre el como oyentes a los jefes del pueblo; en perdón a los enemigos y su amor a tootro, se dirige a los discípulos para mos- dos, incluso a los no judíos, uno de los
12 INTRODUCCIÓN A LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS cuales pronuncia una confesión de fe en Jesús, el justo. d) Cuadro tercero: La Resurrección (24 1-49). Los hechos centrales ocurren el primer día de la semana, día en que la comunidad cristiana se reúne para expresar su fe y evocar la presencia del Señor. Este título de Señor evoca la resurrección, por eso Le lo aplica a Jesús en la narración del sepulcro vacío (24 3). La selección del material de esta sección indica que a Le le interesa principalmente hacemos partícipes de unas experiencias que algunos seguidores de Jesús tienen de su nueva presencia: los once y los dos de Emaús. Por eso los narra como encuentros personales. En estas experiencias se fundamentará la actividad misionera y la conciencia que los fundadores de las comunidades les han
transmitido: que con ellos se inaugura una nueva sociedad, la de Jesús, o la del Reino de Dios. 6. Epílogo (24 50-53) Esta pñmera parte de la obra de Le se cierra con la misión universal. Culmina así la etapa de formación del grupo de discípulos y de las acciones de Jesús en su vida terrestre. Anuncia, de alguna manera, la segunda parte (Hechos de los Apóstoles,), en las que Le narra la realización histórica del mensaje de Jesús por medio de este grupo de seguidores. Los herederos de estos seguidores, y por tanto los que implantan en la historia el mensaje de Jesús, son los oyentes y lectores de Le: las comunidades cristianas, o la Iglesia.
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO I.
Nacimiento e infancia de Jesucristo
Genealogía de Jesús*. ||Lc 3 23-28.
I
Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán:
1
Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos, 3 Judá engrendró, de Tamar, a Fares y a Zara, Fares engendró a Esrón, Esrón engendró a Arán, 4 Arán engendró a Aminadab, Aminadab engrendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, 5 Salmón engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a Jesé, 6 Jesé engendró al rey David. 2
12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, 13 Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, 14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Ajín, Ajín engendró a Eliud, 15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob, 16 y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo*. 17 Así que el total de las generaciones son: desde Abrahán hasta David, catorce generaciones; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
David engendró, de la mujer de Urías, a Salomón, 7 Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abiá, Abiá engendró a Asaf, 8 Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, 9 Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, 10 Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amón, Amón engendró a Josías, " Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia.
18 El origen de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José* y, antes de vivir ellos juntos, se encontró que estaba embarazada por obra del Espíritu Santo. 19 Su marido José, que era justo, pero no quería difamarla, resolvió repudiarla en privado*.20 Así lo tenía planeado, cuando el ángel del Señor se le apare-
1 La genealogía de Mt detalla la ascendencia israelita de Cristo para vincularlo a los principales depositarios de las promesas mesiánicas (ver 2 S 7 l + ; I s 7 14+). Distribuye de forma sistemática a los antepasados de Cristo en tres series de dos veces siete nombres (ver 6 9+). La genealogía de Le 3 23-28 tiene otra estructura: da la ascendencia natural de Jesús, por eso se remonta hasta Adán. Mt, en cambio, destaca la ascendencia dinástica o bien la equivalencia entre la descendencia legal (ley del levirato, Dt 25 5+) y la natural. Las dos listas terminan con José, cuya paternidad legal sobre Jesús bastaba para
conferir a Jesús los derechos hereditarios, aquí los del linaje davídico. Los evangelistas no dicen que María perteneciera al linaje de David. 1 16 Cristo, nombre griego que corresponde al hebreo «Mesías», Ex 30 22 + ; Jn 1 41. 1 18 Al prometido se le llamaba ya esposo y sólo podía quedar libre por el repudio, v. 19; ver Le 1 26-27; 2 5. 1 19 José, como hombre justo, quiere cumplir la ley y piensa en separarse de María pero, en vez del divorcio público, decide abandonarla privadamente, lo que constituía el procedimiento normal.
José asume la paternidad legal de Jesús.
14
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
ció en sueños* y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. 2' Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará* a su pueblo de sus pecados.» 22 Todo esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta*: 23 Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel",
que traducido significa: «Dios con nosotros». 24 Despertándose José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer. 25 Y sin haber mantenido relaciones dio a luz un hijo*, y le puso por nombre Jesús. Adoración de los Magos*.
2
1 Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, 2 diciendo: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo.» 3 Al oírlo el rey Herodes se asustó y con él toda Jerusalén. 4 Convocando a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo*, les preguntaba dónde había de nacer el Cristo. 5 Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta: 6
Y tú, Belén, tierra de Judá,
1 20 Dios comunica a José sus designios mediante su ángel o mensajero y en sueños. Es un lenguaje común en las comunicaciones divinas en el AT y que aparece en los evangelios de la Infancia (ver Mt 1 20.24; 2 13.19; Le 1 11; etc.) Sobre los sueños ver Si 34+; Dn
2 1+.
1 21 Jesús, en hebreo Yehosu'a, significa Yahvé salva. 1 22 Mt cita numerosos textos del AT para demostrar que las Escrituras se cumplen (alcanzan su plenitud) en Jesús, ver 5 17 + . Jesús mismo lo afirma, Mt 11 4-6. El cumplimiento de las Escrituras en Jesús o en la vida de la Iglesia es la garantía de que así se realiza el plan de Dios, ver Hch 2 23: 3 24, etc. 1 23 Cita de Is 7 14+ (LXX). 1 25 El resto del Evangelio supone -y la
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no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un jefe que apacentará a mi pueblo Israel*.» 7 Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. 8 Después los envió a Belén y les dijo: «Vayan y averigüen con cuidado sobre ese niño; y cuando lo encuentren me lo comunican, para ir también yo a adorarlo.» 9 Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. 10 Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. 11 Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, lo adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra*. 12 Y, avisados en sueños que no volvieran a donde Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.
Huida a Egipto y muerte de los inocentes. 13 Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y quédate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.» 14 Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; 15 y se quedó allí hasta la muer-
antigua tradición afirma- que María permaneció después virgen; ver 12 46+. 2 Estos relatos haggádicos exponen la misión Salvadora ofrecida en la persona de Jesús a todos, israelitas o no. Le 2 30-34 expuso esta idea en las palabras de Simeón. -Herodes reinó del 37 al 4 a.C. en Judea, Idumea, Samaría, Galilea, Perea y otras regiones limítrofes. 2 4 Los escribas o «doctores de la Ley» interpretaban la Ley mosaica (ver Esd 7 6). La mayoría pertenecía al grupo de los fariseos; formaban parte del Sanedrín. 2 6 Cita de Mi 5 1+. 2 11 Riquezas y perfumes de Arabia. El Mesías recibe el homenaje de todas las naciones al Dios de Israel, ver Nm 24 17; Is 49 23; 60 6; Sal 72 10.15.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO1040
te de Herodes; para que se cumpliera lo dicho por el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo*. 16 Entonces Herodes, al verse burlado por los magos*, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. 17 Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías:
Un clamor se ha oído en Rama, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen *
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II.
Vuelta de Egipto y residencia en Nazaret. 19 Muerto Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: 20 «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» 21 Él se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. 22 Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá; y, avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, 23 y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese lo dicho por los profetas:
Será llamado Nazoreo*.
Promulgación del Reino de los Cielos 1. SECCIÓN NARRATIVA
Predicación de Juan el Bautista. ||Mc 1 1-8; ||Lc 3 1-18.
3
1 Por aquellos días se presenta Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: 2 «Conviértanse porque ha llegado el Reino de los Cielos*.» 3 Este es de quien habló el profeta Isaías cuando dice:
Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus sendas*. 2 15 Cita de Os 11 1 + . Este hijo (=Israel) es figura del Mesías. 2 16 Relato calcado en el de la infancia de Moisés, según las tradiciones rabínicas, ver Ex 1 22; 2 1-10. 2 18 Cita de Jr31 15. 2 23 Nazoreo, forma adoptada por Mt = «nazareno». Este apelativo designó entre los hebreos a los discípulos de Jesús. -La cita de Mt no se encuentra en la Biblia; pero ver Is 42 6; 49 8 (el «resto» nasür), o Is 11 l(«vástago»: neser). 3 2 La palabra griega metanoein, empleada aquí, expresa un cambio del espíritu (arrepentirse) mientras que el término epistréfein, empleado en Mt 13 15, manifiesta un cambio de dirección (conversión a Dios); ver el empleo conjunto de estas dos palabras en Hch 26 20. -La expresión «Reino de los Cielos» es propia
4 Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero a su cintura, y su comida eran langostas y miel silvestre. 5 Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, 6 y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados*. 7 Pero viendo venir muchos fariseos y saduceos* para que los bautizara, les dijo: «Raza de víboras, ¿quién les ha enseñado a huir de la ira inminente? 8 Den, pues, fruto digno de
de Mt, siguiendo la costumbre judía de evitar el nombre de Dios. Ver 4 17+. 3 3 Cita de Is 40 3 + . 3 6 El bautismo de Juan, rito de inmersión, está relacionado con muchos ritos judíos; no es sólo una purificación ritual, sino también moral; no se repite; su eficacia depende del juicio de Dios confiado al Mesías, quien bautizará «en el Espíritu Santo», v. 11; 3 7.10-12; Jn 1 33 + ; 3 5; Hch 1 5 + ; Rm 6 4+; ver también Mt 28 19. 3 7 Fariseos: grupo religioso de judíos apegados a la tradición oral de sus doctores. La polémica con la comunidad cristiana después del año 70 ha influido negativamente en la opinión que se tiene de ellos y que refleja Mi 23 1-31. Pero ver Le 7 36 + ; Jn 3 I; Hch 23 (v 10; etc. -Saduceos: grupo religioso qui' IVI IÜI
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conversión, no crean que basta con decir en su interior: 'Tenemos por padre a Abrahán'; porque les digo que puede Dios de estas piedras suscitar hijos a Abrahán. 10 Ya está el hacha puesta en la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. " Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego*. 12 En su mano tiene el rastrillo y va a limpiar su cosecha: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga*.»
cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y venía sobre él. 17 Y una voz que salía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco*.»
Bautismo de Jesús. ||Mc 19-11; ||Lc 3 21-22; 2 R 5 1-14.
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»
13 Entonces se presenta Jesús, que viene de Galilea al Jordán, a donde Juan, para ser bautizado por él. 14 Pero Juan trataba de impedírselo diciendo: «Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?» 15 Jesús le respondió: «Deja así, pues conviene que de este modo cumplamos toda justicia*.» Entonces lo dejó. 16 Una vez bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los
5 Entonces el diablo lo lleva consigo a la Ciudad Santa, lo pone sobre el alero del Templo,6 y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito:
zaba toda tradición que no figurara en la Ley escrita. Su objetivo era más político que religioso. Pertenecían los saduceos a las grandes familias sacerdotales. -Sobre la ira inminente del día de Yahvé ver Am 5 18+; ITs 1 10+. 3 11 El fuego simboliza ya en el AT la intervención de Dios, que purifica las conciencias, Is 1 25; Za 13 9; etc. 3 12 Es el fuego de la gehenna, valle de Jerusalén, que simboliza el lugar donde se quemaba todo cuanto no era puro ni apto para el culto. Ver 18 9+; Is 66 24. 3 15 Jesús es justo, no tiene pecado; pero así s;e identifica con los pecadores, 2 Co 5 21, y prepara el bautismo cristiano, 28 19, poniéndose como modelo. Nótese el plural «nosotros». 3 17 Estas palabras designan a Jesús como el Siervo anunciado por Isaías, Is 52 7 + ; Dn 2 28, y subrayan el carácter mesiánico y filial de su relación con el Padre. El Espíritu, preludio de la nueva creación, ver Gn 1 2, guía y dirige la misión salvadora de Jesús, 4 1; 12 18.28; Hch 10 38. 4 Jesús es tentado en el desierto cuaren-
Tentaciones en el desierto*. ||Mc 1 12-13; ||Lc 4 1-13.
4
1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo*.2 Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. 3 Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios*, di que estas piedras se conviertan en panes.» 4 Mas él respondió: «Está escrito:
A sus ángeles te 'encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.» 7
Jesús le dijo: «También está escrito:
ta días, como lo había sido Israel durante cuarenta años, Dt 8 2-4. Las tentaciones hay que entenderlas, de acuerdo con las citas bíblicas del Dt 6-8, como tentaciones contra el amor de Dios, valor supremo del pueblo de Dios, frente a la riqueza, a la gloria y al poder humanos. Jesús es presentado como uno que ama a Dios perfectamente; con todo el corazón, con toda el alma, con todas sus fuerzas, ver 16 23; 26 39.42; Hb 5 7-9; 12 2. 4 1 El nombre diablo significa acusador, calumniador; encarna todo lo que obstaculiza la obra de Dios y Cristo, 13 39; Jn 8 44; etc. 4 3 Este título bíblico de Hijo de Dios puede expresar simplemente una filiación adoptiva, como resultado de una elección, Ex 4 22; Dt 1 31; 14 1; Os 2 1; Sal 82 6. Muchos textos, en los que ha sido aplicado al Mesías, no van más lejos, 2 S 7 14; Sal 2 7 + ; etc.; Mt 4 3.6; etc. Pero Jesús ha sugerido una filiación propiamente divina, 7 21; 11 27 + ; 21 37; 24 36; Jn 5 17-18; 20 17. La expresión adquirirá, pues, un sentido divino, Hch 9 3+; Rm 9 5+ cuando después de Pascua los discípulos comprendan las palabras de Jesús.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
No tentarás al Señor tu Dios.» 8 De nuevo lo lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria,9 y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.» 10 Le dice entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito:
Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto.» 11 Entonces el diablo lo deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.
Vuelta a Galilea. ||Mc 1 14-15; ||Lc 4 14. 12 Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea. 13 Y dejando Nazaret*, vino a residir en Cafarnaún junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí; 14 para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías:
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Llamamiento de los cuatro primeros discípulos. ||Mc 1 16-20; ||Lc 5 1-11. ,8 Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, 19 y les dice: «Vengan conmigo, y los haré pescadores de hombres.» 20 Y ellos al instante, dejando las redes, lo siguieron. 21 Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. 22 Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, lo siguieron.
Jesús enseña y sana. ||Mc 1 39; 3 7-8; ||Lc 4 14-15.44; 6 17-18; =Mt 9 35.
¡Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, 23 Recorría Jesú^ toda Galilea, ensecamino del mar, al otro lado del Jorñando en sus sinagogas, proclamando dán, la Buena Nueva del Reino* y curando Galilea de los gentiles! toda enfermedad y toda dolencia en el 16 El pueblo que habitaba en tinieblas pueblo. 24 Su fama llegó a toda Siria; y ha visto una gran luz; le trajeron todos los que se encontraa los que habitaban en paraje de som- ban mal con enfermedades y sufribras de muerte mientos diversos, endemoniados, luuna luz les ha amanecido*. náticos y paralíticos, y los curó. 25 Y le 17 Desde entonces comenzó Jesús a siguió una gran muchedumbre de Gapredicar y decir: «Conviértanse, por- lilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán. que el Reino de los Cielos* ha llegado.» 13
4 13 Algunos de los manuscritos más antiguos escriben Nazará, ver Le 4 16+. 4 16 Cita el pasaje de Is 8 23-9 1. 4 17 La Realeza de Dios sobre el pueblo elegido, y a través de él sobre el mundo, es el tema central de la predicación de Jesús. Esta Realeza, comprometida por la rebelión del pecado, debe ser establecida por una intervención soberana de Dios y de su Mesías, Dn 2 28 + ; 7 13-14. Antes de su realización escatológica definitiva, el Reino aparece con comienzos humildes, 13 31-33, misteriosos, 13 11, impugnados, 13 24-30, como una realidad ya comenzada, 12 28; Le 17 20-21, en relación con la Iglesia, Mt 16 18 + . Entretanto se presenta como una gran gracia, 20 1-16; 22 9-10;
Le 12 32, aceptada por los humildes, Mt 5 3; 18 3-4; 19 14.23-24, y los abnegados, 13 44-46; 19 12; Me 9 47; Le 21 31-32.43; 22 11-13. Sólo se entra en él con la vestidura nupcial, 22 1113, de la vida nueva, Jn 3 3.5; hay excluidos, Mt 8 12; 1 Co 6 9-10; Ga 5 21. 4 23 Buena nueva es el primer sentido de la palabra griega evangelio, Me 1 1 + ; Rm 1 16; Ga 1 6; Flp 1 5; 1 Ts 1 5; ver Is 52 7 + . No es desde luego un escrito ni siquiera una predicación sino el hecho de la salvación traída por Jesucristo y cuyo centro es él mismo. Esta salvación ha sido anunciada; el anuncio ha sido escrito poco a poco y ha quedado plasmado cu nuestros cuatro evangelios.
18 EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 2.
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DISCURSO EVANGÉLICO
Las bienaventuranzas*. ||Lc 6 20-23.
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1 Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. 2 Y, tomando la palabra, les enseñaba diciendo*: 3 «Bienaventurados los pobres de espíritu*, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 4 Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra *. 5 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. 6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. 7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 9 Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. 12 Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes. Sal de la tierra y luz del mundo. ||Mc 9 50; ¡Le 14 34-35. 13 «Ustedes son la sal de la tierra. Mas si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada fuera y pisoteada por los hombres. ||Mc 4 21; ||Lc 8 16; 11 33. 14 «Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. 15 Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín*, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. 16 Brille así su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
Cumplimiento de la Ley.
11 Bienaventurados serañ cuando los injurien y los persigan y digan con
17 «No piensen que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento*.18 Les aseguro: mientras duren el cielo y la tierra, no dejará de estar vigente ni una letra, ni una coma de la ley sin que todo se cumpla. 19 Por tanto, el que
5 Sobre una de las colinas próximas a Cafarnaún, Jesús expone el nuevo espíritu del Reino de Dios, 4 17 + . Es una invitación a un nuevo modo de vivir. Mt ha completado el discurso inaugural del ministerio de Jesús (ver Le 6 20-49) con palabras pronunciadas por Jesús en otros momentos. Esquema del discurso: Introducción ( 5 1-16); reinteipretación del Decálogo (5 17-7 12); conclusión (7 13-19). 5 2 La primera parte del poema, 5 3-5, proclama que los socialmente considerados desgraciados, forman el Reino de Dios ( = comunidad cristiana). La segunda parte, 5 6-10, describe los rasgos esenciales de estos nuevos «ciudadanos». Ver Le 6 20+. 5 3 Los pobres o humildes están disponibles para el Reino, 4 17 + ; So 2 3+ ; Sal 22 27; St 2 5; 1 Co 1 26s, así como los pequeños, 11
25; 18 2-4; 19 13 o los «últimos», 19 30; Me 9 35. Aunque Mt subraya la pobreza de espíritu, ver Le 6 20, Cristo ha recomendado muchas veces una pobreza efectiva, 6 19s; 10 9-10; 19 21-24; Hch 4 32, y la ha practicado él mismo, 8 20; 2 Co 8 9. 5 4 Ver Sal 37 11; Gn 13 15. 5 15 Celemín: pequeño mueble de tres o cuatro patas. Se trata de esconder la lámpara bajo este mueble, no de apagarla. Ver Me 4 21. 5 17 Jesús no destruye la Ley ni la consagra como intangible, sino que le da una forma nueva y desentraña lo que tiene de perenne, llevándola así a su plena realización o «cumplimiento», 9 17; ver 1 22; 13 52. Ningún detalle de la Ley escapa a esta «perfección». El amor, resumen de la Ley, 7 12; 22 34.40, es la meta o cumplimiento de la Ley; ver Rm 13 8-10.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.
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20 «Porque les digo que, si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos*. 21 «Han oído que se dijo a los antepasados: No matarás*; y aquel que mate será reo ante el tribunal. 22 Pues yo les digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano 'imbécil', será reo ante el Sanedrín; y el que le llame 'renegado', será reo de la gehenna de fuego.23 Si, pues, cuando presentes tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allá, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda. ||Lc 12 58-59. 25 «Llega enseguida a un arreglo con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último centavo. 27 «Han oído que se dijo: No cometerás adulterio*. 28 Pues yo les digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29 Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda
uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna. = 19 9+; ||Mc 10 11-12; ||Lc 16 18; Ver 1 Co 7 10-11. 31 «También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio*. 32 Pues yo les digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio*. 33 «Han oído también que se dijo a los antepasados: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos*. 34 Pues yo les digo que no juren en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, 35 ni por la Tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey*.36 Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. 37 Sea su lenguaje: 'Sí, sí' 'no, no'*; que lo que pasa de aquí viene del Maligno. ||Lc 6 29. 38 «Han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente*. 39 Pues yo les digo: no resistan al mal*; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra; 40 al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; 41 y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. 42 A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda. 43 «Han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo*.
5 20 Jesús va a enseñar con seis puntos cómo su justicia, Gn 15 6+, debe ir más lejos que la letra de la antigua Ley, porque ella reside en el corazón, ver 15 1-20. 5 21 Cita de Ex 20 13; Dt 5 17. 5 27 Cita de Ex 20 14; Dt 5 18 5 31 Cita de Dt 24 1. 5 32 Véase 19 9 + . 5 33 Ver Ex 20 7; Nm 30 3; Dt 23 22. 5 35 Ver Is 66 1; Sal 48 3; Hch 7 49. 5 37 Ver 2 Co 1 17; St 5 12. La fórmula puede referirse a la veracidad, a la sinceridad o a
la solemnidad (por su repetición) de las respuestas del cristiano. 5 38 Cita de Ex 21 24. 5 39 Es la «ley del talión» del AT, Ex 21 25+, que limitaba así la venganza al daño producido, ver Gn 4 23-24. Jesús abre un camino nuevo en el comportamiento ante daños personales, w . 39-40. No prohibe oponerse a los ataques injustos, Jn 18 22-23. Ver Mt 12 1921; 18 22. 5 43 Las últimas palabras no se hallan cu Lv 19 18. Hay que entender esta hipérbola si>
La justicia nueva, superior a la antigua.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
" rnrs v<> los digo: Amen a sus enemigos v nieguen por los que los persiguen, para que sean hijos de su Patín- eeleslial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e ¡11 juslos. Porque si aman a los que los aman, ¿qué recompensa van a tener? ¿No hacen eso mismo también los puMieanos*? 47 Y si no saludan más que a sus hermanos, ¿qué hacen de partii i llar? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? 48 Ustedes, pues, sean periodos como es perfecto su Padre eeleslial*. La limosna en secreto.
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' «Cuídense de no practicar su justicia* delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no lendrán recompensa de su Padre que está en los cielos. 2 Por tanto, cuando des limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el l'in de ser honrados por los hombres; en verdad les digo que ya reciben su paga. 3 Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; 4 así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. La oración en secreto*.
5 «Y cuando oren, no sean como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad les digo que ya reciben su paga. 6 Tú, en cambio, cuando
mítica: No tienes por qué amar a tu enemigo (comparar 10 37 con Le 14 26). 5 46 Publícanos: recaudadores de impuestos al servicio de Roma, 9 10. 5 48 Ver Lv 11 44-45; 19 2; 1 Co 2 6+. 6 1 Las obras de justicia, ver 5 20+, eran para los judíos la limosna, w . 2-4, la oración w 5-6, y el ayuno, w . 16-18. Deben cumplirse en secreto, Is 26 20, en presencia de Dios solo. 6 5 Con su ejemplo, 14 23, y con su doctrina Jesús enseña cómo debe ser la oración: humilde, sin pretensiones, 6 5-6, confiada, 6 8; 7 7-11, insistente. Le 11 5-8, surgida del corazón más que de los labios, 6 7, y debe tener como objetivo principal la venida del Reino de Dios, 24 20; 26 41; Le 21 36.
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vayas a orar, entra en tu cuarto y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allá, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. La verdadera oración. El Padre nuestro*. 7 «Y, al orar, no hablen mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. 8 No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que necesitan antes de pedírselo. ||Lc 11 2-4. 9 «Ustedes, pues, oren así:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; 10 venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. '1 Danos hoy nuestro pan cotidiano*; 12 y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; 13 y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal. 14 «Que si ustedes perdonan a los hombres sus ofensas, les perdonará también a ustedes su Padre celestial; 15 pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre perdonará sus ofensas.
El ayuno en secreto. 16 «Cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad les digo
6 7 La oración, enseñada por Jesús es parecida a las oraciones judías de la época, pero su estructura la hace muy original: Las tres primeras peticiones se dirigen al Padre pidiéndole la realización de su proyecto salvador: presencia de su persona, de su reino, de su voluntad; las otras piden el afianzamiento de las líneas básicas de la comunidad cristiana: pomunión de bienes, comunión de vida, perdón y firmeza en las pruebas para no caer en la apostasía, 26 41; Hch 4 24-35. 6 11 de cada día, o: necesario para la subsistencia, o: del mañana. Hay que pedir lo necesario día a día y nada más. Ver Hch 2 45-46; 4 34-35.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO1040
que ya reciben su paga. 17 Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, 18 para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allá, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. El verdadero tesoro. ||Lc 12 33-34. ,9 «No amontonen tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que perforan y roban. 20 Amontonen más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que perforen y roben. 21 Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
El ojo, lámpara del cuerpo. ||Lc 11 34-35. 22 «La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso; 23 pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá*!
Dios y el dinero. ||Lc 16 13. 24 «Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y al Dinero.
Abandono en la Providencia. ||Lc 12 22-31. 23 «Por eso les digo: No anden preocupados por su propia vida, qué comerán, ni por su propio cuerpo, con qué se vestirán. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Miren las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y su Padre celestial las alimenta. ¿No va-
6 23 ojo bueno/ojo malo: genoroso/tacaño, ver Dt 15 9; Pr 22 9; Mt 20 15; etc. La persona generosa es luminosa; la tacaña está en tinieblas. Así los w 22-23 guardan estrecha relación con los w . precedentes (19-21) que hablan del tesoro, y con el siguiente (v. 24), que habla del dinero.
len ustedes más que ellas? 27 Por lo demás, ¿quién de ustedes puede, por más que se preocupe, añadir una sola hora a la medida de su vida? 28 Y del vestido, ¿por qué se preocupan? Observen los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.29 Pero yo les digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.30 Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al homo, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con ustedes, hombres de poca fe? 31 No anden, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? 32 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe su Padre celestial que tienen necesidad de todo eso. 33 Busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se les darán por añadidura.34 Así que no se preocupen del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propia preocupación. No juzgar. * ||Lc 6 37-42; ver Rm 2 1-2; 1 Co 4 5; ||Mc 4 24.
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' «No juzguen, para que no sean juzgados*. 2 Porque con el juicio con que juzguen serán juzgados, y con la medida con que midan se les medirá. 3 ¿Cómo es que miras la astilla que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? 4 ¿O cómo vas a decir a tu hermano: 'Deja que te saque la astilla del ojo', teniendo la viga en el tuyo? 5 Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la astilla del ojo de tu hermano. No profanar las cosas santas. 6 «No den a los perros lo que es santo*, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen con sus
7 1 No juzguen a los demás, para no ser juzgados por Dios, Rm 2 1-2.19; 1 Co 4 5; St 4 12; ver Dt 32 35; etc. 7 6 Lo que es santo designa los manjares ofrecidos en el Templo, Ex 22 30; Lv 22 14. Así tampoco hay que proponer una doctrina sania a gente incapaz de recibirla.
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22 EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO patas, y después, volviéndose, los despedacen. Eficacia de la oración. ||Lc 11 9-13. 7 «Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá. 8 Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿0 hay acaso alguno entre ustedes que al hijo que le pide pan le dé una piedra; 10 o si le pide un pescado, le dé una culebra? 11 Si, pues, ustedes, siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!
La Regla de oro*. ||Lc 6 31. 12 «Por tanto, todo cuanto quieran que les hagan los hombres, háganlo también ustedes a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas.
Los dos caminos*. ||Lc 13 24; ver Dt 30 15 + ; Sal 1+. 13 «Entren por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; 14 mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que lo encuentran.
Los falsos profetas. Ver Ap 13 11; 19 20; 2 P 2 1-3; ||Lc 6 43-44.
17 Así,
o higos de las zarzas? todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. 2° Así que por sus frutos los reconocerán. Los verdaderos discípulos. ||Lc 6 46; 13 26-27; ver Mt 25 11-12. 21 «No todo el que me diga: 'Señor, Señor', entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán aquel Día: 'Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?' 23 Y entonces les declararé: '¡Jamás los conocí; apártense de mí, malhechores*!' |Lc 6 47-49. «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: 25 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. 26 Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: 27 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»
Admiración de la gente. ||Lc4 32; 7 1; ||Mc 1 22.
15 «Guárdense de los falsos profetas*, que vienen a ustedes con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos
28 Y sucedió que cuando acabó Jesús estos discursos, la gente se asombraba de su doctrina; 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas*.
7 12 Máxima de conducta conocida en el judaismo, pero en forma negativa, ver Tb 4 15. Jesús le da un giro positivo, que es bastante más exigente. 7 13 La entrada en el Reino exige una opción categórica y eficaz, w . 13-27; ver 8 18-22; 10 37-39; 13 44; 16 24-28; Le 9 57-62. Sobre el tema de los dos caminos, extendido en el judaismo, ver Dt 30 15-20+; Sal 1 1; Jr 21 8; etc.
7 15 Los falsos profestas son aquellos que seducen al pueblo con falsas apariencias, encubriendo miras interesadas, 24 4-5.11.24; 2 P 2 1-3. Ver también Ez 22 28; Jr 23 1.14. 7 23 Cita del Sal 6 9. 7 29 Jesús tiene su autoridad de Dios y no tiene por qué ampararse tras la tradición de los antiguos, ver 15 2.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
III.
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Predicación del Reino de los Cielos
1. SECCIÓN NARRATIVA: DIEZ MILAGROS* Curación de un leproso. ||Mc 1 40-45; ||Lc 5 12-16.
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1 Cuando bajó del monte, fue siguiéndole una gran muchedumbre. 2 En esto, un leproso se acercó y se postró ante él, diciendo: «Señor, si quieres puedes limpiarme.» 3 Él extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio.» Y al instante quedó limpio de su lepra.4 Y Jesús le dice: «Mira, no se lo digas a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio.»
Curación del criado de un centurión. ||Lc 7 1-10; ||Jn 4 46-53. 5 Al entrar en Cafarnaún, se le acercó un centurión y le rogó 6 diciendo: «Señor, mi criado está echado en casa paralítico con terribles sufrimientos.» 7 Le dice Jesús: «Yo iré a curarlo.» 8 Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. 9 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: 'Vete', y va; y a otro: 'Ven, y viene; y a mi siervo: 'Haz esto', y lo hace.» 10 Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Les aseguro que en Israel no. he encontrado en nadie una fe* tan grande. ||Lc 13 28-29. 1' Y les digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán a la
8 Los milagros de Jesús manifiestan su poder sobre la naturaleza y en particular sobre las enfermedades, la muerte, los demonios, 8 29 + . Tienen siempre una significación espiritual al anunciar los dones y castigos de la era mesiánica, 11 5 + ; 16 3; etc.; Jn 2 1-12, etc. Aunque realizados por misericordia, 20 34, son unos signos destinados a confirmar la fe, 8 10+; 12 38+; Jn 2 11+; Hch 10 38, como más tarde lo serán los realizados por los apóstoles, 10 1.8; Me 16 17-18; Hch 2 22. Los milagros aquí descritos, 8-9, preparan las consignas de la misión, 10. 8 10 Por esta fe, el hombre renuncia a apo-
mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos, 12 mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.» 13 Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te suceda como has creído.» Y en aquella hora sanó el criado. Curación de la suegra de Pedro. ||Mc 1 29-31; ||Lc 4 38-39. 14 Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre. 15 Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se levantó y se puso a servirle.
Numerosas curaciones. ||Mc 1 32-34; ||Lc 4 40-41. 16 Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; él'expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los enfermos, 17 para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: Él tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras dolencias*.
Exigencias de la vocación apostólica. ||Lc 9 57-60. 18 Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. 19 Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.» 20 Le dice Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos;
yarse en sí mismo para abandonarse a la palabra y poder de aquel en quien cree, 21 25.32. Jesús la exige siempre, 9 2.22; 15 28; etc.; Me 1 15; etc. Ella es la que descubre el sentido de los milagros, 8 + . Muchos la rechazan, 8 10; Le 18 8, y los discípulos son tardos en creer, 8 26; 17 20; 28 17; Me 16 11-14; Le 24 11. Pero es la primera condición indispensable de la salvación, 9 2; Me 16 16; Le 8 12; Hch 3 16; etc. Ver Jn 3 12 + ; Rm 1 16 + . 8 17 Jesús, el «Siervo», Is 53 4, tomando sobre sí la expiación de los pecados ha podido aliviar al hombre de los males corporales que son su consecuencia y pena.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
pero el Hijo del hombre* no tiene donde reclinar la cabeza.» 21 Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.» 22 Le dice Jesús: «Sigúeme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.» La tempestad calmada. ||Mc4 35-41; ||Lc 8 22-25. 23 Subió a la barca y sus discípulos le siguieron. 24 De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero él estaba dormido.25 Acercándose ellos le despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!» 26 Les dice: «¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.27 Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?»
Los endemoniados gadarenos. ||Mc 5 1-20; ||Lc 8 26-39. 28 Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino. 29 Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo*?» 30 Había allí a cierta dis-
8 20 Hijo del hombre, semitismo en dos sentidos: a) circunlocución por «hombre», «ser humano», Ez 2 1; aquí; b) título de un ser celeste, trascendente, al que se le entrega el Reino de Dios, Dn 7 13 + , y que en los apócrifos de Henoc y Esdras se identifica con el Mesías. En el NT se subraya la humildad del Mesías en su vida terrestre, aquí, 11 19; 17 22, y más en concreto su pasión, muerte y resurrección, Me 8 31; 9 31; 10 33-34; o se refiere a la venida del Mesías, Hijo del hombre, en su futuro glorioso, Me 8 38; 12 36; 14 62. Ver Mt 25 31; 26 64+, Jn 1 51 + ; Ap 1 13; etc. 8 29 Hasta el último juicio, los demonios gozan de una cierta libertad, ver 12 43-45; Ap 13 6-7, que ejercen, según las ideas del judaismo, con la posesión de los hombres acompa-
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tancia un gran rebaño de cerdos comiendo. 31 Y le suplicaban los demonios: «Si nos echas, mándanos al rebaño de cerdos.» 32 Él les dijo: «Vayan.» Saliendo ellos, se fueron a los cerdos, y de pronto todo el rebaño se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas. 33 Los que cuidaban los cerdos huyeron, y al llegar a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados. 34 Y he aquí que toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se retirara de su territorio. Curación de un paralítico. ||Mc 2 1-12; ||Lc 5 17-26.
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1 Subiendo a la barca, pasó a la otra orilla y vino a su ciudad. 2 En ésto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡Ánimo!, hijo, tus pecados te son perdonados.» 3 Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: «Éste está blasfemando.» Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: «¿Por qué están pensando mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil, decir: 'Tus pecados te son perdonados', o decir: 5 'Levántate y anda'? 6 Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados —dice entonces al paralítico—: 'Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa'*.» 7 Él se levantó y se fue a su casa. 8 Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres.
ñada de enfermedades, Le 13 16. Jesús tiene poder sobre los demonios, 8+, destruye su imperio, 8 16; 12 28; Me 1 27; Jn 12 31; Col 1 1213, y lo demuestra expulsando a los demonios y librando a los hombres de enfermedades, 9 32-36. De este modo inaugura la nueva sociedad del reino mesiánico, que se caracteriza por estar bajo el poder del Espíritu, Is 11 2 + ; Hch 1 5+. Jesús comunica a su apóstoles el poder de exorcizar y de curar las enfermedades, 10 1.8; etc. 9 6 Jesús no realiza la curación del cuerpo, sino la de todo el hombre, ya que en la creencia del judaismo las enfermedades se consideraban como la consecuencia de un pecado, ver 8 29 + ; Jn 5 14; 9 2.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
Vocación de Mateo. Me 2 13-14; Le 5 27-28. 9 Cuando se iba de allá, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sigúeme.» Él se levantó y le siguió.
Comida con pecadores. ||Mc 2 15-17; ¡Le 5 29-32. 10 Y sucedió que estando él a la mesa en la casa, vinieron muchos publicanos y pecadores*, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11 Al verlo los fariseos decían a los discípulos: «¿Por qué come su maestro con los publicanos y pecadores?» 12 Mas él, al oírlo, dijo: «No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. 13 Vayan, pues, a aprender qué significa Misericordia quiero, que no sacrificio*. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.»
Discusión sobre el ayuno. ||Mc 2 18-22; ||Lc 5 33-39. 14 Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?» 15 Jesús les dijo: «¿Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio*; entonces ayunarán. 16 Nadie echa un remiendo de paño nuevo en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. 17 Ni tampoco se echa vino nuevo en vasijas viejas; pues de otro modo, las vasijas re-
9 10 Personas a quienes sus costumbres o su ^ivjlcsión de mala nota, ver 5 46, hacían «impuras» y con las que no se debía tratar. Ver Me 7 3-4.14-23p; Hch 10 15 + ; etc. 9 13 Cita de Os 6 6. Ver Mt 12 7. La práctica exterior de la Ley tiene menos valor que el culto interior y la compasión. Tema muy familiar a los profetas, Am 5 21 + . 9 15 El novio es Jesús; sus compañeros, o «pajes de honor», no pueden ajamar porque los tiempos mesiánicos (simbolizados en el
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vientan, el vino se derrama, y las vasijas se echan a perder; sino que el vino nuevo s'e echa en vasijas nuevas, y así ambos se conservan*.» Curación de una hemorroísa y resurrección de la hija de un jefe. ||Mc 5 21-43; ||Lc 8 40-56. 18 Así les estaba hablando, cuando se acercó un magistrado y se postraba ante él diciendo: «Mi hija acaba de morir, pero ven, impon tu mano sobre ella y vivirá.» 19 Jesús se levantó y le siguió junto con sus discípulos. 20 En esto, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años se acercó por detrás y tocó el borde de su manto.21 Pues se decía para sí: «Con sólo tocar su manto, me salvaré.» 22 Jesús se volvió, y al verla le dijo: «¡Ánimo!, hija, tu fe te ha salvado.» Y quedó sanada la mujer desde aquel momento. 23 Al llegar Jesús a casa del magistrado y ver a los flautistas y la gente alborotando, 24 decía: «¡Retírense! La muchacha no ha muerto; está dormida.» Y se burlaban de él. 25 Mas, echada fuera la gente, entró él, la tomó de la mano, y la muchacha se levantó.26 Y esta noticia se divulgó pea Luda aquella región.
Jesús cura a dos ciegos. 20 29-34. 27 Cuando Jesús se iba de allá, le siguieron dos ciegos gritando: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David*!» 28 Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice: «¿Creen que puedo hacer eso?» Le dicen: «Sí, Señor.» 29 Entonces les tocó los ojos diciendo: «Que se haga en ustedes según su fe.» 30 Y se abrieron sus ojos. Jesús les or-
banquete de bodas) han comenzado. 9 17 Mt subraya la continuidad entre la vieja economía de la salvación y la nueva. Ésta no encaja con los elementos caducos de la vieja. Jesús establece algo totalmente nuevo, 5 17+. 9 27 Jesús no acepta sino con reservas el título de Hijo de David, título mesiánico corriente, 2 S 7 12-16; Le 1 32; Hch 2 30; ML I 1; 12 23; etc., que implicaba una concepción demasiado humana del Mesías.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
denó severamente: «¡Miren que nadie lo sepa!» 31 Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella región. Curación de un endemoniado mudo. = 12 22-24; ||Lc 11 14-15. 32 Salían ellos todavía, cuando le presentaron un mudo endemoniado. 33 Y expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo. Y la gente, admirada, decía: «Jamás se vio cosa igual en Israel.» 34 Pero los fariseos decían: «Por el Príncipe de los demonios expulsa a los demonios.»
2.
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Compasión hacia la muchedumbre. =4 23. 35 Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. 36 Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban cansados y abatidos como ovejas que no tienen pastor*. 37 Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos. 38 Rueguen, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.»
DISCURSO APOSTÓLICO
Misión de los Doce. ||Mc 3 14-15; 6 7; ||Lc 9 1; Mt 8 29+. 1 Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolcncici l|Mc 3 16-19; ||Lc 6 13-16; Hch 1 13. 2 Los nombres de los doce Apóstoles* son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan;3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; 4 Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el que le entregó. 5 A estos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: «No tomen camino de gentiles ni entren en ciudad de samaritanos; 6 diríjanse más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel*.7 Al ir proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. 8 Curen enfermos, resuciten muertos, purifiquen leprosos, expulsen demonios. Gratis lo recibieron; denlo gratis. 9 No se procuren ustedes oro, ni plata, ni co-
9 36 Imagen bíblica; Nm 27 17+. 10 2 Apóstol significa enviado, v.5. Mt da por conocida la elección de los Doce, que Me y Le mencionan y distinguen de la misión, ver Me 3 13s; Le 6 13s. 10 6 Los judíos herederos de la elección y de las promesas, Gn 15 + , deben ser los pri-
bre en sus bolsillos; 10 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento. ||Mc 6 10-11; ||Lc 9 4-5; 10 5-12. 11 «En la ciudad o pueblo en que entren, infórmense de quién hay en él digno, y quédense allí hasta que salgan. 12 Al entrar en la casa, salúdenla. 13 Si la casa es digna, llegue a ella su paz; mas si no es digna, su paz se vuelva a ustedes. 14 Y si no se les recibe ni se escuchan sus palabras, al salir de la casa o de la ciudad aquella sacúdanse el polvo de sus pies. Yo les aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad. Predicción de persecuciones*. ||Lc 10 3; ||Mc 13 9-13; ||Lc 21 12-19. 16 «Miren que yo los envío como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. 17 Cuídense de los hombres, porque los entregarán a
meros en recibir el anuncio y el ofrecimiento de la salvación mesiánica; pero ver Hch 8 5 + ; 13 5 + . 10 16 Las enseñanzas agrupadas en los w . 16-39 desbordan esta primera misión y se refieren a las exigencias absolutas del apostolado.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
los tribunales y los azotarán en sus sinagogas; 18 y por mi causa serán llevados ante gobernadores y reyes, para que den testimonio ante ellos y ante los gentiles. 19 Mas cuando los entreguen, no se preocupen de cómo o qué van a hablar. Lo que tengan que hablar se les comunicará en aquel momento. 20 Porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará en ustedes. 21 «Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. 22 Y serán odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará. 23 «Cuando los persigan en una ciudad huyan a otra, y si también en ésta los persiguen, márchense a otra. Yo les aseguro: no acabarán de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre*. ||Lc 6 40; ||Jn 13 16; 15 20. 24 «No está el discípulo por encima del maestro, ni el siervo por encima de su amo. 25 Ya le basta al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su amo. Si al dueño de la casa le han llamado Beelzebul, ¡cuánto más a sus empleados! Hablar francamente y sin temor. ||Lc 12 2-7; ||Mc 4 22; Le 8 17. 26 «No les tengan miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. 27 Lo que yo les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz; y lo que oyen al oído, proclámenlo desde las azoteas*. . 28 «Y no teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la ge-
10 23 Se refiere a la ruina de Jerusalén, acontecimiento interpretado como una visita de Dios a su pueblo infiel, ver 16 28; 24+. 10 27 Después de la resurrección los apóstoles proclamarán, sin restricción alguna, lo que Jesús anuncia en forma velada durante su vida, ver Le 12 2-3; Me 1 34+. 10 29 As es una moneda romana de poco valor.
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henna. 29 ¿No se venden dos pajarillos por un as*? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento del Padre.30 En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están todos contados. 31 No teman, pues; ustedes valen más que muchos pajarillos. |Lc 12 8-9; ||Mc 8 38;]|Lc 9 26. «Por todo aquel que se declare en favor mío ante los hombres, yo también me declararé en su favor ante mi Padre que está en los cielos; 33 pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos. Jesús, señal de contradicción. ||Lc 12 51-53. 34 «No piensen que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. 35 Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; 36 y enemigos de cada cual son los de su casa*. *
Renunciarse para seguir a Jesús. ||Lc 14 26-27; =Mt 16 24-25; Me 8 34-35; ||Lc 9 23-24; ||Lc 17 33; ||Jn 12 25. 37 «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. 38 El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. 39 El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
Conclusión del discurso apostólico*. = 18 5; ||Mc 9 37; ||Lc 9 48; ||Lc 10 16; ||Jn 12 44-45; 13 20. 40 «Quien a ustedes recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado.
10 36 Cita de Mi 7 6. Jesús es «signo de contradicción», Le 2 34, por las exigencias que impone su elección. 10 40 Los w . 40-42 describen la estructura de la Iglesia en Mt: a) los apóstoles, cuyo poder se relaciona con Dios, v.40; b) los que enseñan, v. 41); c) los testigos que se han mantenido fieles en las persecuciones, v. 46; d) los pequeños, v. 42. Ver 13 17.52; 18 10.14; 23 29.34.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
«Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. 41
IV.
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«Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, les aseguro que no perderá su recompensa.» 42
El misterio del Reino de los Cielos 1. SECCIÓN NARRATIVA
I
'l 1 Y sucedió que, cuando acabó A Jesús de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades. Pregunta del Bautista y testimonio de Jesús. ||Lc 7 18-28. 2 Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle:3 «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro*?» 4 Jesús les respondió: «Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven:5 los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva*; 6 ¡y dichoso aquel que no se escandalice de mí!» 7 Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 8 ¿Qué salieron a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? Miren, los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes. 9 Entonces ¿a qué salieron? ¿A ver un profeta? Sí, les digo, y más que un profeta. 10 Este es de quien está escrito:
He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, 1 1 3 Juan Baustista está desconcertado por un Mesías tan diferente de aquel que esperaba, 3 10-12. 11 5 Reminiscencias de Is 26 19; 29 18; 35 5-6; 61 1. El Reino se inaugura no por el estallido del podqr, sino por los beneficios de la salvación, ver 8 1; Le 4 17-21. 11 10 Cita de MI 3 1. 11 11 No se enjuicia la grandeza personal del Precursor, que queda fuera del Reino, sino que se comparan dos estadios de la revelación
que preparará tu camino por delante de ti*. 11 «En verdad les digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él*. 12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan*. 13 Pues todos los profetas, lo mismo que la Ley, hasta Juan profetizaron. 14 Y, si quieren admitirlo, él es Elias, el que iba a venir. 15 El que tenga oídos, que oiga.
Jesús juzga a su generación. ||Lc 7 31-35. 16 «¿Pero, con quién compararé a esta generación? Se parece a los chiquillos que, sentados en las plazas, se gritan unos a otros diciendo: 17 'Les
hemos tocado la flauta, y no han bailado, Les hemos entonado canciones tristes, y no se han lamentado.'
18 «Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: 'Demonio tiene.' 19 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: 'Ahí tenéis un glotón y un borracho, amigo de publícanos y
de Dios a los hombres; ver Mi 3 1.23; Mt 17 10-13. 11 12 Expresión diversamente interpretada: 1- El reino se gana al precio de duras renuncias; 2- el Reino hay que establecerlo, equivocadamente, por la violencia (los Celotas); 3 - los poderes terrenos quieren mantener el dominio temporal y se oponen violentamente, incluso con persecuciones, al nuevo orden de valores del Reino.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
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pecadores.' Y la Sabiduría se ha acreditado pojc-sus obras*.»
die sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar*.
¡Ay de las ciudades impenitentes! ||Lc 10 13-15.
Jesús, maestro bondadoso.
Entonces se puso a reprender a las ciudades en las que se habían realizado la mayoría de sus milagros, porque no se habían convertido: 21 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ustedes, tiempo ha que con vestido de penitencia y ceniza se habrían convertido. 22 Por eso les digo que el día del Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para ustedes. 23 Y tú, Cafarnáún, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Abismo te hundirás*! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, aún subsistiría el día de hoy. 24 Por eso les digo que el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma que para ti.» 20
28 «Vengan a mí todos los que están fatigados y sobrecargados*, y yo les daré descanso. 29 Tomen sobre ustedes mi yugo, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus almas*.30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera*.»
Las espigas arrancadas en sábado. Me 2 23-28; Le 6 1-5.
25 En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas* a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. 26 Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad.27 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce na-
1 En aquel tiempo cruzaba JeA sús un sábado por los sembrados. Y sus discípulos sintieron hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerlas. 2 Al verlo los fariseos, le dijeron: «Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado*.» 3 Pero él les dijo: «¿No han leído lo que hizo David cuando sintió hambre él y los que le acompañaban*, 4 cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la Presencia, que no le era lícito comer a él, ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes? 5 ¿Tampoco han leído en la Ley que en día de sábado los sacerdotes, en el Templo, quebrantan el sábado sin incurrir en culpa? 6 Pues yo les digo que hay aquí algo mayor que el Templo. 7 Si hubieran comprendido 10 que significa Misericordia quiero, que no sacrificio*, no condenarían a los que no tienen culpa. 8 Porque el Hijo del hombre es señor del sábado*.»
11 19 Los judíos, como unos niños caprichosos, rechazan todas las insinuaciones de Dios; pero Dios realiza su designio y se justifica a sí mismo por las obras del Bautista y sobre todo de Jesús, sus milagros, ver v. 6 y w . 20-24. 11 23 Veris 14 13.15. 11 25 estas cosas son los «misterios del Reino», 13 11, revelados a los «pequeños», los discípulos, 10 42; comparar con Le 10 21-22. 11 27 Este pasaje, de tono propio de Jn, Jn 1 18; 3 11.35; 6 46; 10 15; etc., expresa en la tradición sinóptica primitiva la conciencia clara que Jesús tenía de su filiación divina, ver 21 37; 24 36, y de la relación que, como Hijo, tiene con los «hijos», Rm 8 14-17.29; Ga 4 5-7; Hb 2 9-14. Sobre la estructura del párrafo, ver Si 51 y Ex 33 12-23.
11 28 La carga de la Ley y las observancias que la recargan todavía más. 11 29 Ver Jr 6 16. 11 30 El yugo de la Ley y la sobrecarga de las observancias son aligeradas para los pequeños, 5 3-5; Si 6 23-31; 51 26-27; Ver también Jr 6 16; 31 25. 12 2 La recolección de espigas era, según los intérpretes de la Ley, un trabajo prohibido por Ex 34 21. 12 3 Ver I S 21 2-7; Lv 24 5-9. 12 7 Cita de Os 6 6; ver Mt 9 13. 12 8 Jesús afirma que las leyes, aun las consideradas de institución divina, como la del sábado, deben subordinarse a la necesidad o a la caridad; afirma también que tiene poder para interpretar con autoridad, en
El Evangelio revelado a los sencillos. El Padre y el Hijo. ||Lc 10 21-22.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
Curación del hombre de la mano paralizada. ||Mc 3 1-6; ||Lc 6 6-11. 9 Se fue de allí y entró en su sinagoga. 10 Había allí un hombre que tenía una mano seca. Y le preguntaron si era lícito curar en sábado, para poder acusarlo. " Él les dijo: «¿Quién de ustedes que tenga una sola oveja, si ésta cae en un hoyo en sábado, no la agarra y la saca? 12 Pues, ¡cuánto más veile un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en sábado.» 13 Entonces dice al hombre: «Extiende tu mano.» Él la extendió, y quedó restablecida, sana como la otra. 14 Pero los fariseos, en cuanto salieron, se confabularon contra él para eliminarlo.
Jesús es el «Siervo de Yahvé». Me 3 7.12. ,5 Jesús, al saberlo, se retiró de allí. Le siguieron muchos y los curó a todos. 16 Y les mandó enérgicamente que no le descubrieran; 17 para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías*:
He aquí mi Siervo, a quien elegí, mi Amado, en quien mi alma se complace. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará el juicio a las naciones. 19 No disputará ni gritará, ni oirá nadie en las plazas su voz• 20 La caña cascada no la quebrará, ni apagará la mecha humeante, hasta que lleve a la victoria el juicio: 21 en su nombre pondrán las naciones su esperanza. ,8
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toda la gente asombrada decía: «¿No será éste el Hijo de David?» 24 Mas los fariseos, al oírlo, dijeron: «Éste no expulsa los demonios más que por Beelzebul*, Príncipe de los demonios.» ||Mc 3 23-30; ||Lc 11 17-23. 25 Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda destruido, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no podrá subsistir. 26 Si Satanás expulsa a Satanás, contra sí mismo está dividido: ¿cómo, pues, va a subsistir su reino? 27 Y si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan sus hijos? Por eso, ellos serán sus jueces. 28 Pero si por el Espíritu de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a ustedes el Reino de Dios. 29 «O, ¿cómo puede uno entrar en la casa del fuerte y saquear sus pertenencias, si no ata primero al fuerte? Entonces podrá saquear su casa. 30 «El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. ||Lc 12 10. 31 «Por eso les digo: Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. 32 Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro*. Las palabras descubren el corazón*. =7 16-20; ||Lc 6 43-45.
22 Entonces le fue presentado un endemoniado ciego y mudo. Y lo curó, de suerte que el mudo hablaba y veía.23 Y
33 «Supongan un árbol bueno, y su fruto será bueno; supongan un árbol malo, y su fruto será malo; porque por el fruto se conoce el árbol. 34 Raza de víboras, ¿cómo pueden ustedes hablar cosas buenas siendo malos? Pprque de lo que rebosa el corazón habla la boca.
cuanto «Hijo», la Ley mosaica, 5 17 + ; 15 17; 19 1-9. 12 17 La cita deis 42 1-4 describe el estilo de la misión del Siervo, aplicado a Jesús, que proclama a todos los pueblos el «juicio» o derecho que regula las relaciones de Dios con los hombres. 12 24 Beelzebul, divinidad cananea: Baal el príncipe, 1 R 1 2, tenido por el príncipe de los
demonios. 12 32 El hombre que se niega a reconocer las obras del Espíritu, se excluye a sí mismo del perdón ofrecido por Dios; ver Jn 8 21; Hb 6 46; 10 26-31; U n 5 16. 12 33 Del corazón, o vida interior, provienen también las palabras, lo mismo que las acciones, 15 18; Si 27 6; St 3 12. De un corazón que rechaza a Jesús nada bueno puede salir.
Jesús y Beelzebul. ||Lc 11 14-15; =Mt 9 32-34;
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
El hombre bueno, del buen tesoro saca cosas buenas y el hombre malo, del tesoro malo saca cosas malas. Les digo que de toda palabra ociosa c|iie hablen los hombres darán cuenta cu el día del Juicio. 37 Porque por tus palabras serás declarado justo y por lus palabras serás condenado.» I
1,1 signo de Jonás. ||Lc 11 29-32; ||Mc 8 11-12; =Mt 16 14.
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Estrategia de Satanás. ||Lc 11 24-26. 43 «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos en busca de reposo, pero no lo encuentra. 44 Entonces dice: 'Me volveré a mi casa, de donde salí.' Y al llegar la encuentra desocupada, barrida y en orden. 45 Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio. Así le sucederá también a esta generación malvada.»
38 Entonces le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver un signo hecho por ti*.» 39 Mas t i les respondió: «¡Generación malvada El verdadero parentesco de Jesús. v adúltera! Un signo pide, y no se le ||Mc 3 31-35; dará otro signo que el signo del profeta ¡Le 8 19-21. lonás. 40 Porque de la misma manera 46 Todavía estaba hablando a la mu
2. DISCURSO PARABÓLICO Introducción. ||Mc 4 1-2; |[Lc 8 4. 1 Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar. 2 Y
12 38 A los que piden un signo, ver 8+; Jn 2 11+; 1 Co 1 22, en términos velados, Jesús ¡uiuncia su resurrección. 12 40 Cita literal de Jon 2 1 que sólo de manera aproximada se aplica al intervalo entre la muerte y resurrección de Cristo. Ver Mt 16 4. 12 42 Ver 1 R 10+. 12 46 Repetidas veces el NT menciona los «hermanos» de Jesús, 13 55; Jn 7 3; Hch 1 14; I Co 9 5; Ga 1 19. La palabra griega corresponde a otra semita que designa a los parientes próximos, Gn 13 8; 29 15; Lv 10 4, y de
se reunió tanta gente junto a él, que tuvo que subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la orilla. 3 Y les habló muchas cosas en parábolas*. modo especial a los primos-hermanos, 1 Cro 23 22. -El v. 47 falta en muchos manuscritos. 12 50 En adelante, el parentesco espiritual supera a los lazos familiares, 7 21; 8 21-22; 10 37; 19 29; Le 11 27-28. 13 3 Mt ha reunido aquí siete parábolas sobre el Reino de los Cielos, 4 17+. Las dos primeras, la del sembrador y la de la cizaña, van acompañadas de una explicación. Al mismo tiempo que iluminan los misterios del Reino, v. 11, sacan las enseñanzas del ministerio de Jesús en Galilea.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
Parábola del sembrador. ||Mc 4 3-9; ||Lc 8 5-8. Decía: «Salió un sembrador a sembrar. 4 Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. 5 Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener profundidad la tierra; 6 pero en cuanto salió el sol se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron. 7 Otras cayeron entre espinos; crecieron los espinos y las ahogaron. 8 Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. 9 El que tenga oídos, que oiga.» Por qué habla Jesús en parábolas. ||Mc 4 10-12.25; ||Lc 8 9-10.18. 10 Y acercándose los discípulos le dijeron: «¿Por qué les hablas en parábolas?» 11 Él les respondió: «Es que a ustedes se les ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. 12 Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará*. 13 Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden*. 14 En ellos se cumple la profecía de Isaías:
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tos desearon ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron. Explicación de la parábola del sembrador. ||Mc 4 13-20; ||Lc 8 11-15. 18 «Ustedes, pues, escuchen la parábola del sembrador. 19 Sucede a todo el que oye la palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado* a lo largo del camino. 20 El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la palabra, y al punto la recibe con alegría; 21 pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la palabra, sucumbe enseguida. 22 El que fue sembrado entre los espinos, es el que oye la palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la palabra, y queda sin fruto. 23 Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la palabra y la entiende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta.»
Parábola de la cizaña.
||Lc 10 23-24. 16 «¡Pero dichosos sus ojos, porque ven, y sus oídos, porque oyen! 17 Pues les aseguro que muchos profetas y jus-
24 Otra parábola les propuso, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo.23 Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña. 27 Los siervos del amo se acercaron a decirle: 'Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?'28 Él les contestó: 'Algún enemigo ha hecho esto.' Le dicen los siervos: '¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?' 29 Les dice: 'No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquen a la vez el trigo.30 Dejad que am-
13 12 Según las disposiciones de cada uno, la nueva Alianza cumplirá la antigua, 5 17 + , o bien la Ley judía se abandonará a sí misma y perderá todo su valor. Ver v. 52; 25 29. 13 13 Los relatos precedentes, 11-12, han mostrado un endurecimiento culpable, ver Is 6 9-10+, citado en los w . 14-15; Jn 12 40; Hch
28 26-27. Jesús proyecta una luz, atenuada por los símbolos, que invita a seguir buscando y recibiendo. 13 19 La interpretación de la parábola identifica a los hombres unas veces con los terrenos y otras con la semilla, de mejor o peor calidad.
Oír, oirán, pero no entenderán, mirar, mirarán, pero no verán. 15 Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane.
33 EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO l)os crezcan juntos hasta la siega. Y al I iempo de la siega, diré a los segadores: Recojan primero la cizaña y átenla en l>;avilías para quemarla, y el trigo recójanlo en mi granero.'» I'arábola del grano de mostaza*. ||Mc 4 30-32; ||Lc 13 18-19. 11 Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un ¡•i ano de mostaza que tomó un hombre v lo sembró en su campo. 32 Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que l is hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen v anidan en sus ramas.»
I'arábola de la levadura. ||Le 13 20-21. M Les dijo otra parábola: «El Reino • le los Cielos es semejante a la levadura • l'ie tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó
lodo.»
Solo en parábolas habla a la gente. ||Mc 4 33-34.
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del Maligno; 39 el enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. 40 De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo.41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su. Reino todos los escándalos y a los malhechores, 42 y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. 43 Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga. Parábolas del tesoro y de la perla*. 44 «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel. 45 «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, 46 y que, al encontrar una perla de grata valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.
Parábola de la red*. '1 Todo esto dijo Jesús en parábolas 47 «También es semejante el Reino de • i la gente, y nada les hablaba sin palos Cielos a una red que se echa en el i - il>olas,35 para que se cumpliese lo dimar y recoge peces de todas clases;48 y • lio por el profeta: cuando está llena, la sacan a la orilla, se Abrí.con parábolas mi boca, sientan, y recogen en canastos los buepublicaré lo que estaba oculto desde la nos y tiran los malos. 49 Así sucederá al . reación del mundo*. fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los j Listos Interpretación de la parábola y los echarán en el homo de fuego; allí de la cizaña. será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces despidió a la multitud y c fue a casa. Y se le acercaron sus dis< ipnlos diciendo: «Explícanos la parálala de la cizaña del campo.» 37 Él respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre;38 el campo • id mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos
51 «¿Han entendido todo esto?» i. c dicen: «Sí.» 32 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa cjitc saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas*.»
M \ I Pos imágenes, el grano de mostaza y la lev,niara, presentan el contraste entre un coniliMi/.o insignificante y la grandeza de su ue.11 olio. I < VS Cita del Sal 78 2. I 1 -I-I Dos imágenes del valor absoluto del
Reino, ver 7 13; 19 21; Le 9 57-62. 13 47 Tema afín al de la cizaña; la separación se retrasa, pero será definitiva. 13 52 El escriba cristiano posee y administra la antigua alianza, perfeccionada con la nueva, 5 17+. Estos rasgos se aplican al evangelista
Conclusión.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
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V. La Iglesia, primicias del Reino de los Cielos 1. SECCIÓN NARRATIVA Visita a Nazaret. ||Mc 6 1-6; ||Lc 4 16-24. 53 Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí. 54 Viniendo a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? 55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? 56 Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?» 57 Y se escandalizaban a causa de él. Mas Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio.» 58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.
dapor su madre, «dame aquí, dijo, en una bandeja, la cabeza de Juan ei Bautista.» 9 Se entristeció el rey, pero, a causa del juramento y de los comensales, ordenó que se la dieran, 10 y envió a decapitar a Juan en la cárcel. 11 Su cabeza fue traída en una bandeja y entregada a la muchacha, la cual se la llevó a su madre. 12 Llegando después sus discípulos, recogieron el cadáver y lo sepultaron; y fueron a informar a Jesús. Primera multiplicación de los panes*. ||Mc 6 31-44; ||Lc 9 10-17; ||Jn 6 1-13.
3 Es que Herodes había detenido a Juan, le había encadenado y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo. 4 Porque Juan le decía: «No te es lícito tenerla.» 5 Y aunque quería matarlo, temió a la gente, porque le tenían por profeta. 6 Mas, llegado el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio de todos gustando tanto a Herodes, 7 que éste le prometió bajo juramento darle lo que pidiera. 8 Ella, impulsa-
13 Al oírlo Jesús, se retiró de allí en una barca, aparte, a un lugar solitario. En cuanto lo supieron las gentes, le siguieron a pie de las ciudades. 14 Al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos y curó a sus enfermos. 15 Al atardecer se le acercaron los discíplulos diciendo: «El lugar está deshabitado, y la hora es ya avanzada. Despide, pues, a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren comida.» 16 Mas Jesús les dijo: «No tienen por qué marcharse; denles ustedes de comer.» 17 Le dicen ellos: «No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.» 18 Él dijo: «Tráiganmelos acá.» 19 Y ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiéndolos, dio los panes a los discípulos y los discípulos a la gente. 20 Comieron todos y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes doce canastos llenos.21 Y los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Mateo. El v. es también una invitación a los discípulos para que creen nuevas parábolas. 14 1 Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande, 2 1, tetrarca de Galilea y de Perea, Le 3 1. Ver Le 23 7-12. 14 13 Mt (14 13-21; 15 32-39) como Me (6
30-44; 8 1-10) recogen dos tradiciones muy antiguas del mismo suceso. Las dos se apoyan en relatos del AT (2 R 4 1-7.42-44; Ex 16; Nm 11). El gesto de Jesús se entendió desde muy pronto como preparación de la Eucaristía; comparar Mt 14 19; 15 36 y 26 26 con Jn 6.
Herodes y Jesús. ||Mc 6 14-16; ||Lc 9 7-9. 1 En aquel tiempo se enteró el tetrarca Herodes* de la fama de Jesús, dijo a sus criados: «Ese es Juan el Bautista; él ha resucitado de entre los muertos, y por eso actúan en él fuerzas milagrosas.» 2y
Muerte del Bautista. ||Mc 6 17-29; ver Le 3 19-20.
35 EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO .lesús camina sobre las aguas y Pedro con él*. ||Mc 6 45-52; ||Jn 6 16-21. 22 Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. 23 Después de desI >edir a la gente, subió al monte a solas para orar*; al atardecer estaba solo allí. '1 La barca se hallaba ya lejos de la tiéí i a a mucha distancia, sacudida por las olas, pues el viento era contrario. ' Y de madrugada vino él hacia ellos, caminando sobre el mar. 26 Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, ••c turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar. '' Pero al instante les habló Jesús dii iendo: «¡Ánimo!, soy yo; no teman.» ";t Pedro* le respondió: «Señor, si eres ii'i, mándame ir hacia ti sobre las aj>;uas.» 29 «¡Ven!», le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las .i;'.uas, dirigiéndose hacia Jesús. 30 Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, C.i itó: «¡Señor, sálvame!» 31 Al punto JeM'IS, tendiendo la mano, le agarró y le dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué du< laste?» 32 Subieron a la barca y se calmó el viento. 33 Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios.»
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mos. 36 Le pedían que tocaran siquiera el borde de su manto; y cuantos lo to caron quedaron salvados. Discusión sobre las tradiciones farisaicas. ||Mc 7 1-13. -f C 1 Entonces se acercan a Jesús JL algunos fariseos y escribas venidos de Jerusalén, y le dicen: 2 «¿Por qué tus discípulos incumplen la tradición de los antepasados*? Pues no se lavan las manos a la hora de comer.» 3 Él les respondió: «Y ustedes, ¿por qué incumplen el mandamiento de Dios por su tradición? 4 Porque Dios dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y: El que maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte *. 5 Pero ustedes dicen: El que diga a su padre o a su madre: 'Lo que de mí podrías recibir como ayuda es ofrenda', 6 ése no tendrá que honrar a su padre y a su madre*. Así han anulado la palabra de Dios por su tradición. 7 Hipócritas, bien profetizó de usíédes Isaías cuando dijo: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. 9 En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos humanos'".» 8
Curaciones en el país de Genesaret. ||Mc 6 53-56.
Doctrina sobre lo puro y lo impuro*. ||Mc 7 14-23.
<4 Terminada la travesía, llegaron a i ierra en Genesaret. 35 Los hombres de .u|iiel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella i egión y le presentaron todos los enfer-
10 Luego llamó a la gente y les dijo: «Escuchen y entiendan. 11 No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.»
14 22 Mt presenta a Jesús dominando las .ij'.uas del mar, símbolo de las potencias del m:il, de las que salva a los discípulos. 14 23 Los evangelistas presentan frecuentemente a Jesús en oración en los momentos importantes de su ministerio, en el silencio y iii la soledad de la noche. La oración de Jesús <••. una manifestación de su comunión con el l'iidre, Mt 11 25-27; Jn 11 22.42; etc. Jesús, < un su ejemplo, señala la necesidad y el modo de orar,'6 5 + . 14 28 Este episodio y los de 16 16-20 y 17 24' / intercalados en esta sección sobre la Igle• i;i. ponen de relieve la figura de Pedro en la
configuración del nuevo pueblo de Dios. 15 2 Los fariseos atribuyen una gran importancia a las tradiciones rabínicas. 15 4 Cita de Ex 20 12; Dt 5 16; después, Ex 21 17; Lv 20 9. 15 6 Este voto, aunque ficticio, bastaba para librar de todo deber para con los padres. 15 9 Cita de Is 29 13. 15 10 Jesús transciende el caso particular del v. 2 y asienta un principio más universal: la impureza legal, Lv 11-16, tiene poco valor en comparación con la moral, que es la que importa, ver 5 20; Hch 10 9-16.28; etc.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 12 Entonces
se acercan los discípulos y le dicen: «¿Sabes que los fariseos se lran escandalizado al oír tu palabra?» 13 Él les respondió: «Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial será arrancada de raíz. 14 Déjenlos: son ciegos y guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo.» 13 Tomando Pedro la palabra, le dijo: «Explícanos la parábola.» 16 Él dijo: «¿También ustedes están confundidos? 17 ¿No comprenden que todo lo que entra en la boca pasa al vientre y luego se echa al excusado? 18 En cambio lo que sale de la boca viene de dentro del corazón, y eso es Jo que contamina al hombre. 19 Porque del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias.20 Eso es lo que contamina al hombre; que el comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.» Curación de la hija de una cananea. ||Mc 7 24-30. 21 Saliendo de allí Jesús se retiró hacia la región de Tiro y de Sidón*.22 En esto, una mujer cananea, que había salido de aquel territorio, gritaba diciendo: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada. » 23 Pero él no le respondió palabra. Sus discípulos, acercándose, le rogaban: «Despídela, que viene gritando detrás de nosotros.» 24 Respondió él: «No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.» 2 Ella, no obstante, vino a postrarse ante él y le dijo: «¡Señor, socórreme!» 26 Él respondió: «No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos*.» 27 «Sí, Señor —repuso ella—, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.» 28 Entonces Jesús le respondió: «Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas.» Y desde aquel momento quedó curada su hija.
15 21 Ver 11 21. La mención de estas ciudades fenicias presenta el ministerio de Jesús superando en ocasiones los límites del pueblo de Israel, v. 24. 15 26 Jesús entiende que tiene que ocuparse
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Numerosas curaciones junto al lago. 29 Pasando de allí Jesús vino junto al mar de Galilea; subió al monte y se sentó allí.30 Y se le acercó mucha gente trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y otros muchos; los pusieron a sus pies, y él los curó.31 De suerte que la gente quedó maravillada al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban curados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel.
Segunda multiplicación de los panes. ||Mc 8 1-10; ver Mt 14 13-21p. 32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de la gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino.» 33 Le dicen los discípulos: «¿Cómo conseguiremos en un desierto pan suficiente para saciar a una multitud tan grande?» 34 Les dice Jesús: «¿Cuántos panes tienen?» Ellos dijeron: «Siete, y unos pocos pececillos.» 33 Él mandó a la gente acomodarse en el suelo. 36 Tomó luego los siete panes y los peces y, dando gracias, los partió e iba dándolos a los discípulos, y los discípulos a la gente.37 Comieron todos y se saciaron, y de los trozos sobrantes recogieron siete canastas llenas. 38 Y los que habían comido eran cuatro mil hombres, sin contar mujeres y niños. 39 Despidiendo luego a la muchedumbre, subió a la barca, y se fue al territorio de Magadán.
Los fariseos y saduceos piden un signo del cielo. ||Mc 8 11-13; ||Lc 11 16.29; =Mt 12 38-39; ||Lc 12 54-56. 1 Se acercaron los fariseos y saduceos y, para ponerlo a prueba, le pidieron que les mostrara un signo del cielo.2 Mas él les respondió: «Al atardecer dicen: 'Va a hacer buen tiem-
de los judíos antes que de los gentiles, a los que el lenguaje usual llamaba perros. La forma diminutiva empleada atenúa lo que el calificativo podía tener de despectivo.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
po, porque el cielo tiene un rojo de fuego', 3 y a la mañana: 'Hoy habrá tormenta, porque el cielo tiene un rojo sombrío.' ¡Conque saben discernir el aspecto del cielo y no pueden discernir los signos de los tiempos*! 4 ¡Generación malvada y adúltera! Un signo pide v no se le dará otro signo que el signo de Jonás.» Y dejándolos, se fue. La levadura de los fariseos y saduceos. ||Mc 8 14-21; ||Lc 12 1. 1 Los discípulos, al pasar a la otra oriI la, se habían olvidado de tomar panes. " Jesús les dijo: «Abran los ojos y guárdense de la levadura de los fariseos y saduceos.» 7 Ellos hablaban entre sí diriendo: «Es que no hemos traído panes.» 8 Mas Jesús, dándose cuenta, dijo: «Hombres de poca fe, ¿por qué están hablando entre ustedes de que no tienen panes? 9 ¿Aún no comprenden, ni se acuerdan de los cinco panes de los cinco mil hombres, y cuántos canastos recop.ieron? 10 ¿Ni de los siete panes de los cuatro mil, y cuántas canastas recogieron? 11 ¿Cómo no comprenden que no me refería a los panes? Guárdense, sí, de la levadura de los fariseos y saduceos.» 1' Entonces entendieron que no había <|iierido decir que se guardaran de la levadura de los panes, sino de la doctrina < le los fariseos y saduceos.
16 3 Los signos de la venida del Mesías son los milagros de Jesús, 8+, o Jesús en persona. 16 14 La gente ha dado a menudo a Jesús el mulo de profeta, 21 11; Le 7 16.39; 24 19; Jn 4 19; 9 17. El espíritu de profecía estaba prometido al nuevo pueblo, J1 3; Hch 2 11+.33+. Después de Juan Bautista, Mt 11 9; Le 1 76, la le cristiana ha reconocido en Jesús al profeta .inundado, Dt 18 15+; ver Hch 3 22s; Jn 6 1; pero este título cayó en desuso ante otros más específicos. 16 16 Confesión de la mesianidad de Jesús, Me 8 29; Le 9 20, y también de su filiación divina, 14 33; ver 4 3 + . 16 17 La carne y la sangre, es el hombre enlero con la debilidad de su naturaleza, Si 14 IN; Rm 7 5 + ; Ga 1 16; etc. 16 18 La palabra Iglesia significa asamblea. A veces, en el AT, designa la asamblea del pueblo -..tuto, Dt 9 10+; ver Hch 5 11 + . Jesús da este ii< >iubre a la comunidad con la que sella la nuev¡i Alianza, 26 28+ y de la que Pedro, Jn 1 42,
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Profesión de fe y primado de Pedro. ||Mc 8 27-30; ||Lc 9 18-21. 13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» 14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elias; otros, que Jeremías o uno de los profetas*.» 15 Les dice él: «Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?» 16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo*.» 17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre*, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del abismo no podrán vencerla*. 19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos*.» 20 Entonces mandó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Cristo. '
Primer anuncio de la Pasión*. ||Mc 8 31-33; ||Lc 9 22. 21 Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al ter-
será la primera piedra. Como el Reino, v. 19; 4 17+, la Iglesia comenzará en la tierra por una sociedad organizada cuyo jefe él instituye. Abismo (en griego Hades) corresponde al Seol y designa la región de los muertos, Nm 16 13+. Las Puertas personificadas representan las potencias del pecado y de la muerte, de cuyo imperio la Iglesia, después de Jesús, arranca a los elegidos, ver Hch 2 27; 1 P 3 19+. 16 19 Atar y desatar, en el lenguaje de los rabinos, es condenar y absolver, prohibir y permitir. Pedro, mayordomo de la Casa de Dios, tiene el poder disciplinar de abrir o cerrar el acceso al Reino, 18 18, y de administrarla comunidad con decisiones, que serán ratificadas por Dios. Dos textos, Le 22 31-32 y Jn 21 1517, subrayan que este poder lo debe ejercer Pedro en el orden de la fe y que es así como es jefe de los demás apóstoles y de la Iglesia futura. 16 21 A los discípulos, que han manifestado su fe en él, Jesús les anunciará en tres ocasio-
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 22 Tomándole
cer día. aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!» 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres! Condiciones para seguir a Jesús. ||Mc 8 34 - 9 1; ||Lc 9 23-27. 24 Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. = 10 38-39; ||Lc 14 27; 17 33; (jJn 12 25-26. «Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. 26 Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? 27 «Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta*. 28 Yo les aseguro: entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir en su Reino*.»
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labra, dijo a Jesús: «Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elias.» 5 Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salió una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escúchenlo.» 6 Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: «Levántense, no tengan miedo.» 8 Ellos alzaron sus ojos y no vieron a nadie más que a Jesús solo. La venida de Elias. ||Mc 9 9-13. 9 Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No cuenten a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos.» ,ü Sus discípulos le preguntaron: «¿Por qué, pues, dicen los escribas que Elias debe venir primero*?» 11 Respondió él: «Ciertamente, Elias ha de venir a restaurarlo todo. 12 Les digo, sin embargo: Elias vino ya, pero no le reconocieron sino que hicieron con él cuanto quisieron. Así también el Hijo del hombre tendrá que padecer de parte de ellos.» 13 Entonces los discípulos entendieron que se refería a Juan el Bautista.
La Transfiguración*. ||Mc 9 2-8; ||Lc 9 28-36; ver 2 P 1 16-18.
El endemoniado epiléptico. ||Mc 9 14-29; ||Lc 9 37-42.
1 Seis días después, toma Jesús •| X / consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto.2 Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. 3 En esto, se les aparecieron Moisés y Elias que conversaban con él. 4 Tomando Pedro la pa-
14 Cuando llegaron adonde la gente, se acercó a él un hombre que, arrodillándose ante él, 15 le dijo: «Señor, ten piedad de mi hijo, porque es lunático y sufre mucho; pues muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. 16 Se lo he presentado a tus discípulos, pero ellos no han podido curarlo.» 17 Jesús respondió: «¡Oh generación incrédula
nes su pasión y resurrección. Prevé la crisis de su fe ante el Hijo del hombre doliente y les prepara para ello, ver 17 22-23; 20 18-19. 16 27 Fórmula tradicional de la retribución, Sal 62 13 + ; Rm 2 6+. 16 28 Alusión a la destrucción de Jerusalén, ver 10 23 + ; 24+. 17 Mt presenta a Jesús transfigurado como el nuevo Moisés, ver 4 1 +: se encuentra con Dios en el nuevo Sinaí, v. 5; Ex 24 15-18,
el rostro luminoso, v. 2; Ex 34 29-35; 2 Co 3 7 - 4 6, asistido por Moisés y Elias, v. 32, que vieron a Dios, Ex 19; 33-34; 1 R 19 9-13, que personifican la Ley y los Profetas, a los que Jesús da cumplimiento, 5 17+. Jesús es el nuevo Moisés, Dt 18 15; ver Hch 3 20-26, el único al que hay que escuchar, v. 5. 17 10 El precursor anunciado por MI 3 23-24 no ha sido Elias, sino Juan Bautista, 11 14; Le 1 17.
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y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? ¡Tráiganmelo acá!» 18 Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano el niño desde aquel momento. 19 Entonces los discípulos se acercaron a Jesús, en privado, y le dijeron: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?» 20 Les dijo: «Por su poca fe. Porque yo les aseguro: si tienen fe como un grano de mostaza, dirán a este monte: 'Desplázate de aquí allá', y se desplazará, y nada les será imposible*.» 1211 Segundo anuncio de la Pasión. I Me 9 30-32; | Le 9 44-45. 22 Yendo un día juntos por Galilea, les dijo Jesús: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hom-
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bres; 23 le matarán, y al tercer día i v sucitará.» Y se entristecieron mucho. El tributo del Templo .pagado por Jesús y Pedro. 24 Cuando entraron en Cafarnaún, se acercaron a Pedro los que cobraban las didracmas* y le dijeron: «¿No paga su Maestro las didracmas?» 25 Dice él: «Sí.» Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?» 26 Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos. 27 Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, agárralo, ábrele la boca y encontrarás un estáter*. Tómalo y dáselo por mí y por ti.»
DISCURSO ECLESIÁSTICO
¿Quién es el mayor? ||Mc 9 33-36; ||Lc 9 46-47. 1 En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?» 2 Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos 3 y dijo: «Yo les aseguro: si no cambian y se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los Cielos.4 Así pues, quien se humille como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos.
El escándalo. ||Mc 9 37; ||Lc 9 48; =Mt 10 40; ¡Me 9 42; j|Lc 17 1-2. 5 «Y el que reciba a un niño como éste* en mi nombre, a mí me recibe. 6 Pero al que escandalice a uno de estos
pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen ak cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que vengan escándalos, pero ¡ay de aquel hombre por quien el escándalo viene! IjMc 9 43-47; =Mt 5 29-30. " «Si, pues, tu mano o tu pie te es ocasión de pecado*, córtatelo y arrójalo de ti; más te vale entrar en la Vida manco o cojo que, con las dos manos o los dos pies, ser arrojado en el fuego eterno.9 Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más le vale entrar en la Vida con un solo ojo que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna del fuego*. 10 «Guárdense de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo le;.
17 20 El v. 21: A esta clase (de demonios) sólo Hez; ver v. 5; 19 14. se la expulsa con la oración y el ayuno, procede 18 8 Pecado, lit.: escándalo, ocasión ilr un indudablemente de Me 9 29. da, que no evoca el término esparto!. 17 24 Didracma, tributo anual y personal 18 9 La gehenna, un valle de .Imisnlúi ni el para las necesidades del Templo. que en otros tiempos se sacril'iail)¡ui In», nim»,, 17 27 El estáter (cuatro dracmas) era el im- Lv 18 21+; designó más tarde el inpnr drl i m>. tigo, ver 5 29-30. puesto de dos personas. 18 5 Un hombre hecho niño por la senci-
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digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos*. [ n ] La oveja perdida. ||Lc 15 3-7. 12 «¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? 13 Y si llega a encontrarla, les digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. 14 De la misma manera, no es voluntad de su Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.
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Perdón de las ofensas. ||Lc 17 4. 21 Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?» 22 Le dice Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete*.»
Parábola del siervo sin entrañas.
,9 «Les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos.20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos*.»
23 «Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarías, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos*.25 Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. 26 Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: 'Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré.'27 Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó ir y le perdonó la deuda. 28 Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándolo, le decía: 'Paga lo que debes.' Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: 'Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré.' 3 Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. 31 Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. 32 Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: 'Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. 33 ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?'34 Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Esto mismo hará con ustedes mi Padre celestial, si no perdonan de corazón cada uno a su hermano.»
18 10 El v. 11 es una añadidura que procede de Le 19 10. 18 16 Cita de Dt 19 15. 18 17 La comunidad es la Iglesia, 16 18 + , la asamblea de los hermanos, de la que el delincuente puede ser separado. La comunidad recibe aquí, como en el v. siguiente, el poder confiado a Pedro en 16 19+. Ver 1 Co 5 5+. 18 20 Los w . 19-20 serán a menudo invoca-
dos en la vida fraterna y litúrgica de las comunidades cristianas. 18 22 El perdón, ya prescrito entre los israelitas, Ex 21 25 + , debe reinar entre los cristianos, 5 39; 6 12; Ef 4 32; etc., y extenderse a todos los hombres, 5 44-45; Rm 12 17-21; 1 Ts 5 15; etc. 18 24 Diez mil talentos: unos cincuenta millones; cien denarios: unas diez mil pesetas.
Corrección fraterna. ||Lc 17 3. 15 «Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndelo, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. 16 Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos*. 17 Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad*. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano. 18 «Yo les aseguro: todo lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.
Oración en común.
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Próxima venida del Reino de los Cielos 1. SECCIÓN NARRATIVA
Pregunta sobre el divorcio. ' ||Mc 10 1-12. 1 Q 1 Y sucedió que, cuando acabó L Z7 Jesús estos discursos, partió de (ialilea y fue a la región de Judea, .al < >lro lado del Jordán.2 Le siguió mucha ¡'.ente, y los curó allí.3 Y se le acercaron unos fariseos que, para ponerlo a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a •;ii mujer por un motivo cualquiera?» 1 El respondió: «¿No han leído que el (Yeador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, 3 y que dijo: Por eso del
I *) 9 El texto de Mt, y los paralelos de Me 10 I Is; Le 16 18; 1 Co 7 lOs, afirman la indisolubilidad del vínculo conyugal, v. 6; ver Gn 1 ''/; 2 24. La excepción introducida por Mt pue«lr entenderse como solución de un problema • «»ik reto que tenían las comunidades, integra
los hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda*.» Jesús y los niños. ||Mc 10 13-16; ||Lc 18 15-17. 13 Entonces le fueron presentados unos niños para que les impusiera las manos y orara; pero los discípulos les reprendían. H Mas Jesús les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.» 15 Y, después de imponerles las manos, se fue de allí.
El joven rico. ||Mc 10 17-22; ||Lc 18 18-23. 16 En esto se le acercó uno y le dijo: «Maestro, ¿qué he Se hacer de bueno para conseguir vida eterna?» 17 Él le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.» 18 «¿Cuáles?» —le dice él. Y Jesús dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, 19 honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.» 20 Le dice el joven: «Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?» 21 Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego sigúeme*.» 22 Al oír estas palabras, el joven se mar-
paración como la que contempla 1 Co 7 11. 19 12 Otra situación nueva: Jesús invita a abstenerse del matrimonio a los que se consagran exclusivamente al Reino. Ver 1 Co 7 1.32-34. 19 21 La perfección es la de la nueva economía, 5 17+, que perfecciona los mandamientos de Ex 20 12-16; Dt 5 16-20. Todos los seguidores de Jesús forman esta categoría de perfectos, ver 5 48+. Pero Jesús pide, para su obra, una disponibilidad especial: la pobreza voluntaria, 5 3+.
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chó entristecido, porque tenía muchos bienes. Peligro de las riquezas. Me 10 23-27; Le 18 24-27. 23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. 24 Les repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos.» 25 Al oír esto, los discípulos, llenos de asombro, decían: «Entonces, ¿quién se podrá salvar?» 26 Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible.»
Recompensa prometida al desprendimiento. ||Mc 10 28-31; ||Lc 18 28-30. 27 Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos, pues?» 28 Jesús les dijo: «Yo les aseguro que ustedes, que me han seguido, en la regeneración"', cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, se sentarán también ustedes en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.29 Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna. ||Lc 13 30. 30 «Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.»
Parábola de los obreros de la viña*. «En efecto, el Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. 1
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Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.3 Salió luego hacia media mañana y al ver a otros que estaban en la plaza parados, 4 les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña, y les daré lo que sea justo.'5 Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. 6 Todavía salió a eso del atardecer y, al encontrar a otros que estaban allí, les dice: '¿Por qué están aquí todo el día parados?' 7 Le dicen: 'Es que nadie nos ha contratado.' Les dice: 'Vayan también ustedes a la viña.' 8 Al atardecer, dice el dueño de la viña a su administrador: 'Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros.' 9 Vinieron, pues, los del atardecer y cobraron un denario cada uno. 10 Al venir los primeros pensaron que cobrarían más, pero ellos también cobraron un denario cada uno. 11 Y al cobrarlo, murmuraban contra el propietario, 12 diciendo: 'Estos últimos no han trabajado más qué una hora, y les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor.' 13 Pero él contestó a uno de ellos: 'Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un denario? 14 Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a ti. 15 ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno*?'. 16 Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos.» 2
Tercer anuncio de la Pasión. ||Mc 10 32-34; ||Lc 18 31-33; ver Mt 16 21; 17 12.22-23. 17 Cuando iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomó aparte a los Doce, y les dijo por el camino: 18 «Miren que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y escribas; le condenarán a muerte 19 y le en-
19 28 La regeneración designa la era mesiá- viña manifiesta una bondad que sobrepasa la justicia. Los judíos, los primeros llamados, no nica ya inaugurada en la Iglesia por la resutienen por qué molestarse por el llamamiento rrección de Jesucristo, ver Hch 3 21+; Ap dirigido a los pecadores y a los paganos, ver 21 + . El pueblo santo se realiza en la Iglesia, Rm 9 14. Ap 21 13 + . 20 Con la gratitud del llamamiento y con 20 15 Ver Mt 6 23 + . la libertad en la remuneración, el dueño de la
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llegarán a los gentiles, para burlarse de el, azotarlo y crucificarlo, y al tercer día resucitará.» Petición de la madre de los hijos de Zebedeo. ||Mc 10 35-40. 20 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se arrodilló como para pedirle algo. 2I É1 lo dijo: «¿Qué quieres?» Le dice ella: -Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino.» 22 Replicó Jesús: «No saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa* que yo voy a beber?» Le dicen: «Sí, podemos.» 23 Les dice: «Mi copa, sí la beberán; pero sentarse a mi derecha 0 mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre*.»
1 .os jefes deben servir. ||Mc 10 41-45; ||Lc 22 24-27. 24 Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos.25 Mas Jesús los llamó y dijo: «Saben que los ¡oíes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. 26 No ha de ser así entre ustedes, sino que el que quiera llegar a ser grande entre ustedes, será su servidor, 27 y el que quiera ser ol primero entre ustedes, será su esclavo; 28 de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos*.»
I .os dos ciegos de Jericó. ||Mc 10 46-52; ||Lc 18 35-43. 29 Cuando salían de Jericó, le siguió una gran muchedumbre.30 En esto, dos l iegos que estaban sentados junto al ca-
20 22 Metáfora bíblica, ver Is 51 17 que designa la pasión. 20 23 En lugar de una promoción gloriosa, los dos hermanos serán asociados en los sufrimientos, ver 26 39; Me 10 38, de un Maestro <|iic no tiene por qué recompensarles en la tierra; ver Hch 12 2. 20 28 Jesús libra a los hombres del pecado y
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mino, al enterarse que Jesús pasaba, se pusieron a gritar: «¡Señor, ten compasión de nosotros, Hijo de David!» 31 La gente les increpó para que se callaran, pero ellos gritaron más fuerte: «¡Señor, ten compasión de nosotros, Hijo de David!» 32 Entonces Jesús se detuvo, los llamó y dijo: «¿Qué quieren que les haga?» 33 Le dicen: «¡Señor, que se abran nuestros ojos!» 34 Movido a compasión Jesús tocó sus ojos, y al instante recobraron la vista; y le siguieron. Entrada mesiánica en Jerusalén. Me 11 1-11; ||Lc 19 28-38; Jn 12 12-16. ^ •| 1 Cuando se aproximaron a JeZ * X rusalén y llegaron a Betfagé, en el monte de los Olivos, entonces envió Jesús a dos discípulos, 2 diciéndoles: «Vayan al pueblo que está enfrente de ustedes, y enseguida encontrarán una burra atada y un burrito con ella; desátenlos y tráiganmelos. 3 Y si alguien les dice algo, dirán: El Señor los necesita, pero enseguida los devolverá.» 4 Esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Digan a la hija de Sión: He aquí que tu Rey viene a ti, manso y montado en una burra y un burrito, hijo de animal de yugo *
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6 Fueron, pues, los discípulos e hicieron como Jesús les había encargado: 7 trajeron la burra y el burrito. Luego pusieron sobre ellos sus mantos, y él se sentó encima. 8 La gente, muy numerosa, extendió sus mantos por el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. 9 Y la gente que iba delante y detrás de él gritaba:
«¡Hosanna* al Hijo de David! dando la deuda, que exigía la Ley, con su sangre, Rm 3 25+; 1 Co 6 20, muriendo en lugar de los culpables, ver Is 53. El término muchos, ver Is 53 11-12, contrapone el único redentor al gran número de los redimidos, ver 26 28+. 2 1 5 Jesús se aplica las profecías de Is 62 11 y Za 9 9+; este último insiste en la humildad pacifica del rey mesiánico. 21 9 Hosanna, da la salvación, exclamación hebrea, Sal 118 25-26.
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¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!» 10 Y al entrar él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. «¿Quién es éste?», decían. 11 Y la gente decía: «Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea.»
Expulsión de los vendedores del Templo. Me 11 11.15-17; ||Lc 19 45-46; Jn 2 14-16.
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cípulos se maravillaron y decían: «¿Cómo al momento quedó seca la higuera?» 21 Jesús les respondió: «Yo les aseguro: si tienen fe y no vacilan, no sólo harán lo de la higuera, sino que si aun dicen a este monte: 'Quítate y arrójate al mar', así lo hará.22 Y todo cuanto pidan con fe en la oración, lo recibirán.» Controversia sobre la autoridad de Jesús. ||Mc 11 27-33; ||Lc 20 1-8.
23 Llegado al Templo, mientras en12 Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compra- señaba se le acercaron los sumos saban en el Templo; volcó las mesas de los cerdotes y los ancianos del pueblo cambistas y los puestos de los vende- diciendo: «¿Con qué autoridad haces quién te ha dado tal autoridores de palomas. 13 Y les dijo: «Está es- esto? ¿Y 24 crito: Mi Casa será llamada Casa de ora-dad?» Jesús les respondió: «También ción. ¡Pero ustedes están haciendo de yo les voy a preguntar una cosa; si me a mi vez ella una cueva de bandidos*!» ^Tam- contestan a ella, yo les diré 25 bién en el Templo se acercaron a él al- con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan, ¿de dónde era?, ¿del gunos ciegos y cojos, y los curó. 15 Mas los sumos sacerdotes y los escribas, al cielo o de los hombres?» Ellos discuver los milagros que había hecho y a los rrían entre sí: «Si decimos: 'Del cielo', niños que gritaban en el Templo: «¡Ho- nos dirá:26'Entonces ¿por qué no le cresanna al Hijo de David!», se indignaron yeron?' Y si decimos: 'De los hombres', tenemos miedo a la gente, pues 16 y le dijeron: «¿Oyes lo que dicen és27 tos?» «Sí—les dice Jesús—. ¿No han leí- todos tienen a Juan por profeta.» Respondieron, pues, a Jesús: «No sabedo nunca que mos.» Y él les replicó asimismo: «TamDe la boca de los niños y de los que poco yo les digo con qué autoridad aún maman hago esto.» te preparaste alabanza*?» 17 Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, donde pasó la noche.
La higuera estéril y seca. Fe y oración. ||Mc 11 12-14.20-24. 18 Al amanecer, cuando volvía a la ciudad, sintió hambre; 19 y viendo una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no encontró en ella más que hojas, Entonces le dice: «¡Que nunca jamás brote fruto de ti!» Y al momento se secó la higuera*. 20 Al verlo los dis-
21 13 Protesta, Is 56 7; Jr 7 11, contra los abusos que producía una práctica en sí legítima, que proporcionaba a los peregrinos las monedas y víctimas para las ofrendas. 21 16 Cita de Sal 8 3. 21 19 La amenaza y su realización se dirigen a Israel castigado por su esterilidad. Ver Le 13
Parábola de los dos hijos*. 28 «Pero ¿qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Acercándose al primero, le dijo: 'Hijo, vete hoy a trabajar en la viña.' 29 Y él respondió: 'No quiero', pero después se arrepintió y fue. 30 Acercándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: 'Voy, Señor', y no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?» —«El primero»—le dicen. Les.dice Jesús: «En verdad les digo que los publícanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de
6-8. -Sobre el gesto simbólico de Jesús, ver Jr 18+. 21 28 Esta parábola, con la lección derivada de ella, aclaran la situación de Israel, contemporánea de la redacción de Mt, que ha rechazado a los enviados de Dios y a su hijo Jesús.
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i'i.r,. '' Porque vino Juan a ustedes por que rinda sus frutos. 44 Y el que caiga sobre esta piedra se destrozará, y a • M m i i u > de justicia, y no creyeron en él, aquel sobre quien caiga, le aplastará*.» M i m n i ras que los publícanos y las pros45 Los sumos sacerdotes y los fariiiinías creyeron en él. Y ustedes, ni i. i ídolo, se arrepintieron después, pa- seos, al oír sus parábolas, comprendiei i i reer en él. ron que estaba refiriéndose a ellos.46 Y trataban de detenerlo, pero tuvieron r.ti abóla de los viñadores miedo a la gente porque le tenían por homicidas*. profeta. ||Me 12 1-12; ||Lc 20 9-19. Parábola del banquete nupcial*. 11 «I iscuchen otra parábola. Era un ||Lc 14 16-24. i'i opiolario que plantó una viña, la rodeo
e nuevo envió otros siervos en ma- Digan a los invitados: 'Miren, mi ban•, o i número que los primeros; pero los quete está preparado, se han matado II alaron de la misma manera. 37 Final- ya mis novillos y animales cebados, y inenie les envió a su hijo, diciendo: 'A todo está a punto; vengan a la boda.'" mi hijo lo respetarán.'38 Pero los labra- 5 Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el - lores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: uno a su campo, el'otro a su negocio; l '.sie es el heredero. Vamos, matémos- 6 y los demás agarraron a los siervos, lo y quedémonos con su herencia.'39 Y, 7 .i|-.airándolo, lo echaron fuera de la vi- los insultaron y los mataron. Se enojó na y lo mataron.40 Cuando venga, pues, el rey y, enviando sus tropas, dio muery prendió fue.1 dueño de la viña, ¿qué hará con aque- te a aquellos homicidas 8 ll< >s labradores?»41 Le dicen: «A esos mi- go a su ciudad. Entonces dice a sus siervos: 'La boda está preparada, pero •.e rabies les dará una muerte miserable 9 v arrendará la viña a otros labradores, los invitados no eran dignos. Vayan, pues, a los cruces de los caminos y, a Hiie le paguen los frutos a su tiempo.» cuantos encuentren, invítenlos a la 1 Y Jesús les dice: «¿No han leído nunca boda.' 10 Los siervos salieron a los caen las Escrituras: minos, reunieron a todos los que enLa piedra que los constructores dese- contraron, malos y buenos, y la sala de r liaron, bodas se llenó de comensales. en piedra angular se ha convertido; 11 «Cuando entró el rey a ver a los cofue el Señor quien hizo esto mensales vio allí uno que no tenía traje y es maravilloso a nuestros ojos*? de boda; 12 le dice: 'Amigo, ¿cómo has 43 Por eso les digo: Se les quitará el entrado aquí sin traje de boda?' Él se Reino de Dios para dárselo a un pueblo quedó callado. 13 Entonces el rey dijo a 21 33 Mejor, alegoría: el propietario es Dios; la viña, Israel, ver Is 5 + ; los siervos, los profetas; el hijo, Jesús; los viñadores, los judíos infieles; el otro pueblo, los gentiles. Refleja, como la parábola precedente, la situación de Israel en la época de la redacción de los evangelios. —Lagar, sitio o recipiente donde se pisa la uva, para preparar el vino. 21 42 Cita de Sal 118 22-23; ver Hch 4 11; 1 P 2 7.
21 44 Este v. falta a los mss. occidentales, ver Le 20 18. Alude a Dn 2 34-35.44-45. 22 Parábola con rasgos alegóricos, como la anterior. Parece que Mt ha combinado dos parábolas, una análoga a la de Le 14 16-24, la otra aquélla cuya conclusión se encuentra en w . lis: el hombre que responde a la invitación ha de llevar el vestido de bodas; las obras de justicia deben acompañar a la fe, ver 3 8; 5 20; 7 21s; 13 47s; 21 28s.
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los sirvientes: 'Átenlo de pies y manos, y échenlo a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.' 14 Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos*.» El tributo debido al César. Me 12 13-17; Le 20 20-26. 15 Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderlo en alguna palabra. 16 Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos*, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. 17 Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?» 18 Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tientan? 19 Muéstrenme la moneda del tributo.» Ellos le presentaron un denario. 20 Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?» 2' Le dicen: «Del César.» Entonces les dice: «Pues lo del César devuélvanselo al César, y lo de Dios a Dios*.» 22 Al oír esto, quedaron maravillados, y dejándolo, se fueron.
La resurrección de los muertos. Me 12 18-27; Le 20 27-40. 23 Aquel día se le acercaron unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección*, y le preguntaron:24 «Maestro, Moisés dijo: Si alguien muere sin tener hijos, su hermano se casará con la mujer de aquél para dar descendencia a su hermano.25 Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos. El primero se casó y murió; y, no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano. 26 Su-
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cedió lo mismo con el segundo, y con el tercero, hasta los siete.27 Después de todos murió la mujer. 28 En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos la tuvieron.» 29 Jesús les respondió: «Están en un error, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios. 30 Pues en la resurrección, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en el cielo. 31 Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo dicho por Dios: 32 Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos*.» 33 Al oír esto, la gente se maravillaba de su doctrina. El mandamiento principal*. ||Mc 12 28-31; ||Lc 10 25-28; ver Jn 13 34-35+. 34 Mas los fariseos, al enterarse de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo,35 y uno de ellos le preguntó con ánimo de tentarle: 36 «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?» 37 Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. 38 Este es el mayor y el primer mandamiento. 39 El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.40 De estos dos mandamientos cuelgan toda la Ley y los Profetas.»
Cristo, hijo y Señor de David. Me 12 35-37; Le 20 41-44. 41 Estando reunidos los fariseos, les propuso Jesús esta cuestión: 42 «¿Qué piensan acerca del Cristo? ¿De quién es hijo?» Le dicen: «De David.» 43 Les dice: «Pues ¿cómo David, movido por el Espíritu, le llama Señor, cuando dice:
22 14 Se refiere a los pueblos; muchos -todo la carne, 2 M 7 9 + . Los fariseos se les oponían Israel- han sido invitados; pero unos pocos de en este punto, Hch 4 1 + ; 23 8 + . ellos han respondido, ver 24+. 22 32 Cita de Ex 3 6. El razonamiento sobre 22 16 Los herodianos, partidarios de la dinas- Dios de los vivos induce a pensar que los patriarcas son considerados como personas que lí;\ reinanle de la autoridad romana, Me 3 6. viven. Ver Dn 12 2 + ; 2 M 7 9+. 22 21 l,u obediencia y el tributo romano, ver 22 34 En realidad, Jesús menciona dos manKm 13 1, no restan nada a la autoridad sudamientos, no como idénticos, sino como perior tli- Dios. Ver Mi 6 24. equivalentes, Dt 6 5; Lv 19 18. Ver Mt 5 43; 19 I I ¿3 l.os siidiueos, 3 7 + , no encontraban iiiiihi en l.-i l.ev eserilii sobre l;i resurrección de 18-19; Rm 13 9 + ; Ga 5 14; 1 Jn 5 2 + .
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Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies?
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Siete maldiciones contra los escribas y fariseos. ||Lc 11 39-48.52
^ O ' Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos 2 y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. 3 Hagan, pues, y observen todo lo que les digan*; pero no imiten su conducta, porque dicen y no hacen.4 Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. 5 Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; ensanchan las filacterias y alargan las orlas del manto*; 6 quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,7 que se les salude en las plazas y que la gente les llame 'Rabbí*'. 8 «Ustedes, en cambio, no se dejen llamar 'Rabbí', porque uno solo es su Maestro; y ustedes son todos hermanos. 9 Ni llamen a nadie 'Padre*' suyo en la tierra, porque uno solo es su Padre: el del cielo. 10 Ni tampoco se dejen llamar 'Instructores', porque uno solo es su Instructor: el Cristo. 11 El mayor entre ustedes será su servidor. ||Lc 14 11; 18 14. 12 «Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.
13 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ustedes ciertamente no entran; y a los que están entrando no los dejan entrar*. [14] 15 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, lo hacen hijo de condenación el doble que ustedes! I(> «¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: 'Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda obligado!' "'¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro? 18 Y también: 'Si uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado.' 19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importan le, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? 20 Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. 21 Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita. 22 Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él. 23 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidan lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello.24 ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito y se tragan el camello! 25 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que purifican por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña y desenfreno!26 ¡Fa-
22 45 El Mesías descendía de David, 1 1; 9 27; etc.; ver 2 S 7 + , y su carácter divino, que David había profetizado, Sal 110+, le colocaba por encima de este último. 23 3 La doctrina recibida de Moisés, que ellos trasmiten correctamente, pero no sus opiniones personales, 15 1-20; 19 1-12; etc. 23 5 La filacteria es un pequeño estuche que contiene textos de la Ley, prendido en el antebrazo o en la frente; ver Ex 13 9; Dt 6 8. Las orlas adornaban los extremos bajos del manto,
Nm 15 37 + ; ver Mt 9 20. 23 7 Rabbí, término hebreo que significa «mi grande»; después del año 70 fue el título habitual de los doctores judíos, equivalente a «maestro mío». Sobre su uso antiguo, ver Me 9 5. 23 9 Padre, en arameo Abbá. Dos títulos (Abbá y Rabbí) dados a los doctores judíos. Jesús prohibe apropiarse la autoridad de Dios. 23 13 El v. 14, introducido aquí por algunos manuscritos, es afín a Me 12 40; Le 20 47.
Si, pues, David le llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo*?» 46 Nadie era capaz de contestarle nada; y desde ese día ninguno se atrevió ya a hacerle más preguntas. 45
Hipocresía y vacuidad de los escribas y fariseos.
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riseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura! 27 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, pues son semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! 28 Así también ustedes, por fuera aparecen justos ante los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad. 29 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque edifican los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos, 30 y dicen: 'Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!' 31 Con lo cual atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas. 32 ¡Colmen también ustedes la medida de sus padres! Crímenes y castigos próximos. ||Lc 11 49-51. 33 «¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo van a escapar de la condenación
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del fuego? Por eso, he aquí que yo envío a ustedes profetas, sabios y escribas*: a unos los matarán y los crucificarán, a otros los azotarán en sus sinagogas y los perseguirán de ciudad en ciudad, 35 para que caiga sobre ustedes toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del inocente Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, a quien mataron entre el Santuario y el altar.36 Yo les aseguro: todo esto recaerá sobre esta generación. 34
Apostrofe a Jerusalén. ||Lc 13 34-35. 37 «¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no han querido! 38 Pues bien, se les va a dejar desierta su casa*. 39 Porque les digo que ya no me volverán a ver hasta que digan:
¡Bendito el que viene en nombre del Señor*!»
DISCURSO ESCATOLÓGICO* ||Mc 13; ||Lc 21 5-33.
Introducción. ||Mc 13 1-4; ||Lc 21 5-7. 1 Cuando salió Jesús del Templo, caminaba y se le acercaron sus discípulos para mostrarle las construcciones del Templo.2 Pero él les res-
pondió: «¿Ven todo esto? Yo les aseguro: no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derruida.» 3 Estando luego sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él en privado sus discípulos, y le dijeron: «Dinos cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo*.»
23 34 Profetas, sabios, escribas designan aquí nida del Mesías, más que la consecuencia ama los misioneros cristianos, ver 5 12; 10 40+; plificada y definitiva de este primer drama. A 13 52 + ; 1 Ts 2 15-16. estos dos momentos se aplican aquí los rasgos descriptivos de las teofanías y de los apocalip23 38 El texto alude a la destrucción del sis judíos sobre el Día del Señor; ver Le 17 Templo, el año 70. 22 + ; 1 Co 1 8 + . 23 39 Cita del Sal 118 26. 24 Es posible que Jesús haya distinguido 24 3 La palabra griega parusía (venida, preen su predicación la caída de Jerusalén, en el sencia), la adoptaron los cristianos para desigaño 70, 10 23+, y el final de la era presente. nar la intervención del Señor Jesús al fin de El lexto de Mt mezcla los dos temas. El adlos tiempos, 24 27; etc. 1 Co 15 23 + ; 1 Ts 2 venimiento del reino mesiánico, al traer la rui19; etc. Ver el Día, 1 Co 1 8 + . -delfín del munna de la ciudad santa, señala el fin de la antido: lit.: «del fin de la edad». La Apocalíptica KMii Alianza; anuncia de este modo el final de judía dividía la historia de la salvación en una ln crn prcsenle, que no será, en la gloriosa veserie de «edades» no fijadas con rigor. La ca-
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El comienzo de los dolores. ||Mc 13 5-13; ||Lc 21 8-19. 4 Jesús les respondió: «Miren que no les engañe nadie. 3 Porque vendrán muchos usurpando mi nombre diciendo: 'Yo soy el Cristo', y engañarán a muchos. 6 Oirán también hablar de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado, no se alarmen! Porque eso es necesario que suceda, pero no es todavía el ñn.7 Pues se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá en diversos lugares hambre y terremotos. 8 Todo esto será el comienzo de los dolores de parto*. 9 «Entonces les entregarán a la tortura y les matarán, y serán odiados de todas las naciones por causa de mi nombre. 10 Muchos se escandalizarán entonces y se traicionarán y odiarán mutuamente. 11 Surgirán muchos falsos profetas, que engañarán a muchos. 12 Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de muchoS se enfriará. 13 Pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará*. 14 «Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero*, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin.
La gran tribulación de Jerusalén. ||Mc 13 14-23; ||Lc 21 20-24. «Cuando vean, pues, la abominación de la desolación, anunciada por el profeta Daniel, erigida en el Lugar Santo* (el que lea, que comprenda), 16 entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; 17 el que esté en la azotea, no baje a recoger las cosas de su casa; 15
tequesis cristiana consideró dos venidas del Mesías, que marcan dos edades: una, su presencia humana que inauguró la «edad» de la Iglesia; otra, la futura venida gloriosa de Cristo. Esta segunda «edad» está presente en Jn 14 3, aunque la expresión «segunda venida» no aparece en los escritos del NT. 24 8 Dolores de parto, imagen profética de las angustias que preceden al advenimiento mesiánico, Os 13 13+; etc.; 1 Ts 5 3. 24 13 Los w . 9-13 reflejan el clima de persecución de los cristianos en Roma, bajo Nerón, después del incendio del 64, y de las defecciones, apostasías y odios mutuos entre los cristianos perseguidos. Ver Tácito, Annales XV, 44.
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y el que esté en el campo, no regrese en busca de su manto, 19 ¡Ay de las que estén embarazadas o criando en aquellos días! 20 Oren para que su huida no suceda en invierno ni en día de sábado. 21 Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente ni volverá a haberla*. 22 Y si aquellos días no se abreviaran, no se salvaría nadie; pero en atención a los elegidos* se abreviarán aquellos días. 23 «Entonces, si alguno les dice: 'Miren, el Cristo está aquí o allí', no lo crean. 24 Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos. 25 ¡Miren que se lo he predicho! 18
La venida del Hijo del hombre será manifiesta. ||Lc 17 23-24. 26 «Así que si les dicen: 'Está en el desierto', no salgan; 'Está en los aposentos', no lo crean. 2J Porque como el relámpago sale por oriente y brilla hasta occidente, así será la venida del Hijo del hombre. 28 Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.
Resonancia cósmica de la venida. ||Mc 13 24-27; ||Lc 21 25-27. 29 «Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas*. 30 Entonces aparecerá en el cielo la se-
24 14 El mundo habitado (oikouméné), ver Hch 1 8; Rm 10 18. De hecho, antes del año 70, el Evangelio llegó a todas las partes vitales del Imperio, ver 1 5.8; etc. 24 15 Ya Dn 9 27+ hablaba de un ídolo puesto en el templo por Antíoco Epífanes, el año 168 a.C., ver 1 M 1 54. Esta aplicación evangélica alude a la profanación de la Ciudad y del Templo por los Romanos, Me 13 14; Le 21 20. 24 21 Ver Dn 12 1; Ap 7 14; 16 18. 24 22 Los elegidos designan aquí el Resto, los' judíos llamados al Reino, w . 24.31; Is 4 3 + ; Rm 11 5s. 24 29 La descripción que sigue toma muchas imágenes del AT. Ver sobre todo Is 13 9-10; 34 4. Las fuerzas de los cielos son los astros.
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Estar alerta para no ser sorprendidos. ||Lc 17 26-27.34-35. 36 «Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo*, sino sólo el Padre. 37 «Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. 38 Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca, 39 y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos, así será también la venida del Hijo del hombre. 40 Entonces, estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado; 41 dos mujeres moliendo en el molino: una es tomada, la otra dejada. Le 12 39-40. 42 «Velen, pues, porque no saben qué día vendrá su Señor. 43 Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche iba a venir el ladrón,
24 34 Se refiere a la ruina de Jerusalén y al fin de la era presente. 24 36 El Hijo, 11 27+, en cuanto hombre ha recibido del Padre, 4 3+, el conocimiento de lodo lo que interesaba a su misión; pero, según este versículo, ha podido ignorar ciertos punios. Ver Mt 13 32 (Le omite este versículo). 24 45 Las tres parábolas siguientes se refieivn a las responsabilidades de los diversos
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estaría en vela y no permitiría que le perforaran su casa. 44 Por eso, también ustedes estén preparados, porque en el momento que no piensen, vendrá el Hijo del hombre. Parábola del mayordomo*. ||Lc 12 42-46. 45 «¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien el señor puso al frente de su servidumbre para darles la comida a su tiempo? At Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. 47 Yo les aseguro que le pondrá al frente de todos sus bienes. 48 Pero si el mal siervo aquel se dice en su corazón: 'Mi señor tarda',49 y se pone a golpear a sus compañeros y come y bebe con los borrachos, 30 vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe,51 le separará y le señalará su suerte entre los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Parábola de las diez vírgenes*. Ver Le 12 35-38. 1 «Entonces el Reino de los Cielos será semejante, a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio.2 Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. 3 Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; 4 las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las aceiteras. 5 Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. 6 Mas a media noche se oyó un grito: '¡Ya está aquí el novio! ¡Salgan a su encuentro!' 7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. 8 Y las necias dijeron a las prudentes: 'Dennos de su aceite, que nuestras lámparas se apagan.' 9 Pero las prudentes repli-
grupos componentes de la comunidad cristiana. La primera afecta a los cristianos encargados de alguna función en la Iglesia, como los apóstoles, y que serán juzgados sobre el cumplimiento de su misión. 25 Esta parábola contempla a los cristianos que esperan a Cristo y deben estar siempre preparados; ver Le 12 35-36; 13 25.
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carón: 'No, no sea que no alcance para nosotras y para ustedes; es mejor que vayan donde los vendedores y lo compren.' 10 Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. 11 Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: '¡Señor, señor, ábrenos!'12 Pero él respondió: 'En verdad les digo que no las conozco.' 13 Velen, pues, porque no saben ni el día ni la hora. Parábola de los talentos*. Ver Le 19 12-27. 14 «Es también como un hombre que, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: 15 a uno dio cinco talentos*, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. 16 Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. 17 Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. 18 En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor. 19 Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y les pide cuentas.20 Acercándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: 'Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado.' 21 Su señor le dijo: '¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.'22 Acercándose también el de los dos talentos dijo: 'Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado.' 23 Su . señor le dijo: '¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.'
25 14 Los siervos de la parábola son los cristianos que deben hacer fructificar los dones recibidos para el desarrollo del Reino. Ver Le 19 12-13. 25 15 Talento, moneda de gran valor. 25 31 Esta vigorosa escena no es una parábola, pero incluye elementos parabólicos (pastor, ovejas, cabritos). Cristo, en su venida gloriosa, 16 27; 24 3 + , juzgará a todos los hombres de todos los tiempos después de la
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también el que había recibido un talento dijo: 'Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.25 Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo.'26 Mas su señor le respondió: 'Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; 27 debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. 28 Quítenle, por tanto, el talento y dénselo al que tiene los diez talentos. 29 Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 30 Y al siervo inútil, échenlo a las tinieblas de afuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.' El Juicio final*. 31 «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. 32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. 33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me acogieron; 36 estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y acudieron a mí.' 37 Entonces los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te
resurrección, 12 41; etc., no según sus acciones excepcionales, 7 22-23, sino según sus obras de misericordia, ver Is 58 7s; Jb 22 6s, que hayan hecho con él en la persona de los suyos, 10 40; Hch 9 5 + , con la esperanza de su vuelta, Jn 13 34+. También reconocerá a los que hayan confesado su fe en él, Mt 10 3233. El valor supremo que destaca la escena es el amor al prójimo (w. 32.34-40).
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dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y acudimos a tí?'40 Y el Rey les dirá: 'En verdad les digo que cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos* más pequeños, a mí me lo hicieron.'41 Entonces dirá también a los de su izquierda: 'Ap?: tense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;
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era forastero, y no me acogieron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y en la cárcel, y no me visitaron.' 44 Entonces dirán también éstos: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?' 45 Y él entonces les responderá: 'En verdad les digo que cuanto dejaron de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejaron de hacerlo.' 40 E irán éstos a un castigo eterno, y ios justos a una vida eterna.» 43
Pasión y resurrección
Conspiración contra Jesús. ||Mc 14 1-2; ||LC 22 1-2. 1 Y sucedió que, cuando acabó Jesús todos estos discursos, dijo a sus discípulos: 2 «Sepan que dentro de dos días es la Pascua; y el Hijo del hombre va a ser entregado para ser crucificado.» 3 Entonces los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el palacio del Sumo Sacerdote, llamado Caifás; 4 y se pusieron de acuerdo para prender a Jesús con engaño y darle muerte. 5 Decían sin embargo: «Durante la fiesta no, para que no haya alboroto en el pueblo.»
Unción en Betania. ||Mc 14 3-9; ||Jn 12 1-8.
do a los pobres.» 10 Mas Jesús, dándose cuenta, les dijo: «¿Por qué molestan a esta mujer? Pues una 'obra buena' ha hecho conmigo. 11 Porque pobres tendrán siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre. 12 Y al derramar ella este ungüento sobre mi cuerpo, en vista de mi sepultura lo ha hecho. 13 Yo les aseguro: dondequiera que se proclame esta Buena Nueva, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho para memoria suya.» Traición de Judas. ||Mc 14 10-11; ||Lc 22 3h5. 14 Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes, 15 y les dijo: «¿Qué quieren darme, y yo se lo entregaré?» Ellos le asignaron treinta monedas de plata. 16 Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarlo.
6 Hallándose Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, 7 se acercó a él una mujer* que traía un frasco de alabastro, con perfume muy caro, y lo derramó sobre su cabeza mientras estaba a la mesa. 8 Al ver esto los discípulos se indignaron y dijeron: «¿Para qué este despilfarro? 9 Se podía haber vendido a buen precio y habérselo da-
17 El primer día de los Ázimos*, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que te hagamos
25 40 Los hermanos míos son todos los que padecen necesidad. 26 7 Juan la identifica: es María, hermana de Lázaro, Jn 12 3. La unción anticipa la de la sepultura, una obra buena superior a la limosna. Jesús la agradece.
26 17 El día anterior a la comida pascual, 14 de Nisán, y no al día siguiente como Ex 12+. Jesús pudo adelantar su fiesta, 27 62; Jn 19 14, etc., pero la cena tuvo los rasgos de la Pascua antigua, que ha conservado la Cena cristiana, ver 1 Co 5 7-8+.
Preparativos para la cena pascual. ||Mc 14 12-16; Le 22 7-13.
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los preparativos para comer la Pascua?» 18 Él les dijo: «Vayan a la ciudad, a un tal, y díganle: 'El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos.'» 19 Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua. Anuncio de la traición de Judas. ||Mc 14 17-21; ||Lc 22 14.21-23; ||Jn 13 21-30. 20 Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. 21 Y mientras comían, dijo: «Yo les aseguro que uno de ustedes me entregará.» 22 Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo, Señor?» 23 El respondió: «El que ha metido conmigo la mano en el plato, ése me entregará. 24 El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!» 25 Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: «¿Soy yo acaso, Rabbí?» Le dice: «Tú lo has dicho.»
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Predicción de las negaciones de Pedro. ||Mc 14 26-31; ||Lc 22 39.31-34; ||jn 13 36-38; 16 32. 30 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos. 31 Entonces les dice Jesús: «Todos ustedes van a escandalizarse de mí esta noche, porque está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño*. 32 Mas después de mi resurrección, iré delante de ustedes a Galilea.» 33 Pedro intervino y le dijo: «Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.» 34 Jesús le dijo: «Yo te aseguro: esta misma noche, antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces.» 35 Le contesta Pedro: «Aunque tenga que morir contigo, yo no te negaré.» Y lo mismo dijeron también todos los discípulos.
Agonía de Jesús. ||Mc 14 32-42; ||Lc 22 40-46; ||Jn 18 1.
36 Entonces va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: «Siéntense aquí, mientras voy allá a orar.» 37 Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de ZeInstitución de la Eucaristía. bedeo, comenzó a sentir tristeza y an||Mc 14 22-25; ||Lc 22 19-20; gustia. 38 Entonces les dice: «Mi alma II1 Co 11 23-25. está triste hasta el punto de morir; qué26 Mientras estaban comiendo*, tomó dense aquí y velen conmigo.» 39 Y adelantándose un poco, cayó rostro en tieJesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomen, rra, y suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero coman, éste es mi cuerpo.» 27 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la * no sea como yo quiero, sino como dio diciendo: «Beban de ella todos, quieres tú*.» 40 Viene entonces a los 28 porque ésta es mi sangre de la Aliandiscípulos y los encuentra dormidos; y za, que es derramada por muchos para dice a Pedro: «¿Conque no han podido 29 perdón de los pecados*. Y les digo que velar una hora conmigo? 41 Velen y desde ahora no beberé de este producto oren, para que no caigan en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carde la vid hasta el día aquel en que lo beba con ustedes, nuevo, en el Reino de ne es débil.» 42 Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así: «Padre mío, si mi Padre*.»
26 26 Se ha llegado al centro de la cena pascual. Entre ritos precisos y solemnes del ritual judío injerta Jesús el rito del nuevo culto instaurado por él. 26 28 La sangre de la víctimas selló la alianza de Yahvé con su pueblo, Ex 24 4-8+; ahora la sangre de la víctima perfecta, Jesús, sella la «nueva» alianza entre Dios y los hombres, Le 22 20, anunciada por los profetas, Jr 31 31 + . Jesús se atribuye la misión de redención universal asignada por Isaías al «Siervo», Is 53
12 + . Ver Mt 20 28 + ; Hb 9 11 + ; 12 24. 26 29 Alusión al banquete escatológico, 8 11, etc.; ver 1 Co 11 26. 26 31 Cita de Za 13 7. Los discípulos contaban con el próximo triunfo del Mesías, y su fracaso va a descorazonarlos y dispersarlos, v. 56; Jn 16 1; etc. 26 39 Jesús experimenta el deseo natural al hombre de escapar de la muerte, ver.ln 12 27; pero se somete a la voluntad del Padre, (y 10; Jn 4 34; 6 38; Rm 5 19; Flp 2 8; lleh 5 7-8.
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• ,1.1 i opa no puede pasar sin que yo la Im Ii.i, Ii.(|mm- In voluntad.» 43 Volvió oii.i vi-/, y los encontró dormidos, pues •AV. ojos estaban cargados. 44 Los dejó y m- lúe a orar por tercera vez, repitiendo I.»-. mismas palabras.45 Viene entonces a los discípulos y les dice: «Ahora ya pueden dormir y descansar. Miren, ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores. 4(1 ¡Levántense!, ¡vámonos! Miren que el que me va a entregar está en va.» Prendimiento de Jesús. Me 14 43-52; ||Lc 22 47-53; Jn 18 2-11. 47 Todavía estaba hablando, cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo numeroso con espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. 48 El que le iba a entregar les había dado esta señal: «Aquel a quien yo dé un beso, ése es; préndanlo.» 49 Y al instante se acercó a Jesús y le dijo: «¡Salve, Rabbí!», y le dio un beso.50 Jesús le dijo: «Amigo, ¡a lo que has venido!» Entonces aquéllos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron.51 En esto, uno de los que estaban con Jesús echó mano a su espada, la sacó e, hiriendo al siervo del Sumo Sacerdote, le llevó la oreja.32 Le dice entonces Jesús: «Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que empuñen espada, a espada morirán.53 ¿O piensas que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a mi disposición más de doce legiones de ángeles? 14 Mas, ¿cómo se cumplirían las Escrituras de que así debe suceder?» 55 En aquel momento dijo Jesús a la gente: «¿Como contra un salteador han salido a prenderme con espadas y palos? Todos los días me sentaba en el Templo para enseñar, y no me detuvieron. Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas.» Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.
26 64 En este instante supremo Jesús reconoce abiertamente, Me 1 34, que él es el Mesías, 16 16, y también el Señor del Sal 110, ver
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Jesús ante el Sanedrín. ||Mc 14 53-65; ||Lc 22 54-55.66-71; ||jn 18 15-16.18.24. 57 Los que prendieron a Jesús le llevaron ante el Sumo Sacerdote Caifás, donde se habían reunido los escribas y los ancianos. 58 Pedro le iba siguiendo de lejos hasta el palacio del Sumo Sacerdote; y, entrando dentro, se sentó con los criados para ver el final. 59 Los sumos sacerdotes y el Sanedrín entero andaban buscando un falso testimonio contra Jesús con ánimo de darle muerte, 60 y no lo encontraron, a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos. Al fin se presentaron dos, 61 que dijeron: «Éste dijo: Yo puedo destruir el Santuario de Dios, y en tres días edificarlo.» 62 Entonces, se levantó el Sumo Sacerdote y le dijo: «¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra ti?» 63 Pero Jesús callaba. El Sumo Sacerdote le dijo: «Te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.» 64 Jesús le contesta: «Tú lo has dicho. Pero les digo que a partir de ahora verán al hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y viniendo sobre las nubes del cielo*.» 65 Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestidos y dijo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acaban de oír la blasfemia. 66 ¿Qué les parece?» Respondieron ellos diciendo: «Es reo de muerte.» ||Lc 22 63-65. 67 Entonces se pusieron a escupirle en la cara y a abofetearle; y otros a golpearle, 68 diciendo: «Adivínanos, Cristo. ¿Quién es el que te ha pegado?»
Negaciones de Pedro. ||Mc 14 66-72; ||Lc 22 55-62; ||Jn 18 17.25-27. 69 Pedro, entretanto, estaba sentado fuera en el patio; y una criada se acercó a él y le dijo: «También tú estabas con Jesús el Galileo.» 70 Pero él lo negó delante de todos: «No sé qué dices.» 71 Cuando salía al portal, le vio otra
22 41-45, y el Hijo del hombre de Dn 7 13; ver 8 20 + . Esta apropiación de un rango divino es la blasfemia decisiva, Jn 19 7.
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criada y dijo a los que estaban allí: «Éste estaba con Jesús el Nazareno.» 72 Y de nuevo lo negó con juramento: «¡Yo no conozco a ese hombre!» 73 Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: «¡Ciertamente, tú también eres de ellos, pues además tu misma habla te descubre!» 74 Entonces él se puso a echar imprecaciones y a jurar: «¡Yo no conozco a ese hombre!» Inmediatamente cantó un gallo. 7:5 Y Pedro se acordó de aquello que le había dicho Jesús: «Antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces.» Y, saliendo fuera, lloró amargamente. Jesús llevado ante Pilato. ||Mc 15 1; ||Lc 22 66; 23 1. 1 Llegada la mañana, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron consejo contra Jesús para darle muerte.2 Y después de atarle, le llevaron y le entregaron al procurador Pilato*.
Muerte de Judas. Ver Hch 1 18-19. 3 Entonces Judas, el que le entregó, viendo que había sido condenado, fue acosado por el remordimiento, y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, 4 diciendo: «Pequé entregando sangre inocente.» Ellos dijeron: «A nosotros, ¿qué? Tú verás.» 5 El tiró las monedas en el Santuario; después se retiró y fue y se ahorcó.6 Los sumos sacerdotes recogieron las monedas y dijeron: «No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque son precio de sangre.» 7 Y después de deliberar, compraron con ellas el Campo del Alfarero como lugar de sepultura para los forasteros. 8 Por esta razón ese campo se llamó «Campo de Sangre», hasta hoy. 9 Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: Y tomaron las treinta monedas de
27 2 Roma se había reservado el derecho a la pena capital; por eso era necesario recurrir al gobernador. 27 10 Cita libre de Za 11 12-13, con influencia de Jr 32 6-15, que habla de la compra de un campo, y de Jr 18 2-3 y 19 1-2, que habla
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plata, cantidad en que fue apreciado aquel a quien pusieron precio algunos hijos de Israel, 10 y las dieron por el Campo del Alfarero, según lo que me ordenó el Señor*. Jesús ante Pilato. ||Mc 15 2-15; ||Lc 23 2-5.13-25. ||jn 18 28; 19 1.4-16. 1' Jesús compareció ante el procurador, y el procurador le preguntó: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Respondió Jesús: «Tú lo dices.» 12 Y, mientras los sumos sacerdotes y los ancianos le acusaban, no respondió nada. 13 Entonces le dice Pilato: «¿No oyes de cuántas cosas te acusan?» 14 Pero él a nada respondió, de suerte que el procurador estaba muy sorprendido. 15 Cada Fiesta, el procurador solía conceder al pueblo la libertad de un preso, el que quisieran. 16 Tenían entonces un preso famoso, llamado Barrabás. 17 Y cuando ellos estaban reunidos, les dijo Pilato: «¿A quién quieren que les suelte, a Barrabás o a Jesús, el llamado Cristo?», 18 pues sabía que le habían entregado por envidia. 19 Mientras él estaba sentado en el tribunal, le mandó a decir su mujer: «No te metas con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su causa.» 20 Pero los sumos sacerdotes y los ancianos persuadieron a la gente para que pidiese la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. 21 Y cuando el procurador les dijo: «¿A cuál de los dos quieren que les suelte?», respondieron: «¡A Barrabás!» 22 Les dice Pilato: «Y ¿qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?» Dicen todos: «¡Sea crucificado!» —23 «Pero ¿qué mal ha hecho?», preguntó Pilato. Mas ellos seguían gritan do con más fuerza: «¡Sea crucificado!» 24 Entonces Pilato, viendo que natía adelantaba, sino que más bien se pro movía tumulto, tomó agua y se lavó las manos* delante de la gente diciendo:
de los alfareros de la región del «campo de sangre», que una tradición muy antigua silu:i en Hinnón. 27 24 Gesto expresivo con el que l'ilalo (nry.n sobre los judíos su plena responsabilidad, ver Dt 21 6; Sal 26 6; 73 13.
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•• Inocente soy tic la sangre de este juslo. Uslctles verán.» 25 Y todo el pueblo respondió: «¡Su sangre sobre nosotros v sobre nuestros hijos*!» 26 Entonces les solió a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, se lo entregó para que fuera crucificado. Coronación de espinas. ||Mc 15 16-20; ||Jn 19 2-3. Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio* y reunieron alrededor de él a toda la tropa. 28 Lo desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; 29 y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: «¡Salve, Rey de los judíos!»;30 y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza. 31 Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y lo llevaron a crucificarlo. 27
La Crucifixión. ||Mc 15 21-27; ||Lc 23 26-34.38; jjjn 19 17-24. Al salir, encontraron a un hombre de Cirene llamado Simón, y le obligaron a llevar su cruz. 33 Llegados a un lugar llamado Gólgota, esto es, «Calvario»,34 le dieron a beber vino mezclado con hiél*; pero él, después de probarlo, no quiso beberlo. 35 Una vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes. 36 Y se quedaron sentados allí para custodiarle. 37 Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: «Este es 32
27 25 En respuesta a Pílalo, el pueblo acepta, con esta expresión bíblica, la responsabilidad de la ejecución que reclama, ver 2 S 1 16; 3 29; Jr 26 15; 51 35; Hch 5 28; 18 6. 27 27 Pretorio, o residencia del pretor. Es, probablemente, el antiguo palacio de Herodes el Grande, donde se instalaba el procurador romano cuando subía de Cesarea, mejor que la fortaleza Antonia, al norte del Templo. 27 34 Con hiél, ver Sal 69 22, o más bien con mirra, Me 15 23. Mujeres compasivas judías, Le 23 27, ofrecían a los ajusticiados este estupefaciente; Jesús lo rechaza. 27 45 Mediodía, lit.: la hora sexta; media tar-
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Jesús, el rey de los judíos.» 38 Y al mismo tiempo que a él crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús en cruz ultrajado. ||Mc 15 29-32; ||Lc 23 35-37. 39 Los que pasaban por allí le insultaban, moviendo la cabeza y diciendo: «Tú que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres hijo de Dios, y baja de la cruz!» 41 Igualmente los sumos sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él diciendo: 42 «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es: que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. 43 Ha puesto su confianza en Dios; que le salve ahora, si es que de verdad le quiere; ya que dijo: 'Soy hijo de Dios.'» 44 De la misma manera le injuriaban también los salteadores crucificados con él. 40
Muerte de Jesús. Me 15 33-41; Le 23 44-49. 45 Desde el mediodía hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta media tarde*. 46 Y alrededor de media tarde clamó Jesús con fuerte voz: «¡Eli, Eli! ¿lemá sabactaní?», esto es: «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado*?» 47 Al oírlo algunos de los que estaban allí decían: «A Elias llama éste.» JlLc 23 36; ||Jn 19 29. Y enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre* y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber. 49 Pero los otros dije-
de, lit.: la hora nona, hacia las tres de la tarde; ver Me 15 25. 27 46 Este grito de angustia, no de desesperación, es el comienzo del Sal 22, citado muchas veces a propósito de la Pasión y que acaba en acción de gracias. Con la cita del inicio del salmo, Mt indica que todos los sentimientos expresados en el salmo describen la actitud religiosa del crucificado. Ver Sal 22+. 27 48 Vinagre, bebida ácida usada por los romanos. Los Sinópticos describen este gesto como un ultraje más, evocando el Sal 69 22. Pero ver Jn 19 28-29.
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ron: «Deja, vamos a ver si viene Ellas a salvarlo.» 50 Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu. 51 En esto, el velo del Santuario* se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se partieron. 52 Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos*. 54 Por su parte, el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: «Verdaderamente éste era hijo de Dios.» 55 Había allí muchas mujeres mirando desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. 56 Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. Sepultura de Jesús. I Me 15 42-47; ||Lc 23 50-55; |jn 19 38-42. 57 Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había hecho también discípulo de Jesús. •l8 Se presentó a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato dio orden de que se le entregase. 59 José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia 60 y lo puso en su sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca; luego, hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se fue. 61 Estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas frente al sepulcro.
Custodia del sepulcro. 62 Al otro día, el siguiente a la Preparación*, los sumos sacerdotes y los fariseos se reunieron ante Pilato 03 y le di-
27 51 Sobre el velo del Templo desgarrado, ver Hch 9 12; 10 20. Las tinieblas y los demás prodigios eran señales del Día de Yahvé, Is 26 19; Dn 12 2; Am 8 9 + . 27 53 La resurrección de los justos del AT es en los profetas un signo de la restauración mesiánica de Israel, Is 26 19; Ez 37; Dn 12 2. Estos justos esperan la resurrección del Mesías Salvador y ser liberados del Hades y entrar
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jeron: «Señor, recordamos que ese impostor dijo cuando aún vivía: 'A los tres días resucitaré.'64 Manda, pues, que quede asegurado el sepulcro hasta el leí cer día, no sea que vengan sus discípulos, lo roben y digan luego al pueblo: 'Resucitó de entre los muertos', y la úl tima impostura sea peor que la primera.» 65 Pilato les dijo: «Tenéis una guardia. Vayan, asegúrenlo como saben.» 66 Ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia. El sepulcro vacío. Mensaje del ángel. ||Mc 16 1-8; ||Lc 24 1-10. ^ O 1 Pasado el sábado, al alborear Z r O el primer día de la semana*, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. 2 De pronto se produjo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella. 3 Su aspecto era como el relámpago y su vestido blanco como la nieve. 4 Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos. 5 El ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: «Ustedes no teman, pues sé que buscan a Jesús, el Crucificado; 6 no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Vengan, vean el lugar donde estaba. 7 Y ahora vayan enseguida a decir a sus discípulos: 'Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de ustedes a Galilea; allí le verán.' Ya lo he dicho.» 8 Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos. Aparición a las santas mujeres. 9 En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Salve!» Y ellas, acercan
con él en la nueva Jerusalén, Ap 21 2-1 . Ver 1 P 3 19+. 27 62 La Preparación designa el viernes, din en que se hacían los preparalivos para el -.¡i bado, ver Me 15 42; Le 23 54; ,ln 19 14 i , 11. 28 1 El primer día de la semana vi nresponde a nuestro domingo, día del Seilov, Ap I 10, así llamado en memoria de la resui reivknt, ver Hch 20 7+; 1 Co 16 2.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
dose, se agarraron de sus pies y le adoraron. 10 Entonces les dice Jesús: «No teman. Vayan, avisen a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán*.» Soborno de los soldados.
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recibidas. Y se corrió esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy. Aparición en Galilea y misión universal.
11 Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado. ,2 Éstos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados, 13 advirtiéndoles: «Digan: 'Sus discípulos vinieron de noche y lo robaron mientras nosotros dormíamos.' 14 Y si la cosa llega a oídos del procurador, nosotros le convenceremos y les evitaremos complicaciones.» I:> Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones
16 Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. 17 Y al verlo le adoraron; algunos sin embargo dudaron. 18 Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. 19 Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo*,20 y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado. Y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo*.»
28 10 Los cuatro evangelios refieren la aparición inicial del ángel (o de los ángeles) a las mujeres. Prescindiendo de la conclusión de Me 16 8 + , distinguen las apariciones privadas y una aparición colectiva con misión apostólica. Las apariciones están localizadas en Galilea por Mt y Me, en Judea por Le y Jn (salvo el apéndice de Jn 21). El Kerygma redactado en 1 Co 15 1-11, como una tradición procedente del Señor, induce a pensar que ni los evangelistas ni Pablo tratan de contar todas las manifestaciones de Cristo resucitado; ver Me 16 8+. 28 19 El libro de los Hechos habla de bauti-
zar «en el nombre de Jesús», ver Hch 1 5+; 2 38+. Más tarde se hizo explícita la vinculación del bautizado con las tres personas de la Trinidad, en el contexto litúrgico bautismal de la comunidad primitiva. 28 20 Habiendo recibido de Dios un poder ilimitado, 11 27; ver Dn 7 13-14+; Jn 3 35 + ; Rm 1 4+; Ef 1 20-23, Cristo envía a sus apóstoles a todas las naciones, ver Hch 1 5-8; 13 5+; y permanece con los suyos en el mundo entero y a través de los siglos, 18 20; Me 16 20; Jn 14 18-21. En estas instrucciones de Jesús se condensa la misión de la Iglesia apostólica.
EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS* I.
Preparación del ministerio de Jesús
Predicación de Juan el Bautista*. ||Mt 3 1-12; ||Lc 3 3-18.
I
1 Comienzo del Evangelio de Jesús, el Cristo, Hijo de Dios. 2 Conforme está escrito en Isaías el profeta:
Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. 3 Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus sendas*, 4 apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. 5 Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6 Juan llevaba un vestido de piel de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre. 7 Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, incli-
nándome, la correa de sus sandalias. 8 Yo les he bautizado con agua, pero él les bautizará con Espíritu Santo.» Bautismo de Jesús*. ||Mt 3 13-17; ||Lc 3 21-22. 9 Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. " Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.»
Tentaciones en el desierto. ||Mt 4 1-11; ||Lc 4 1-13. 12 A continuación, el Espíritu le empuja al desierto, 13 y^ermaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían*.
II. Ministerio de Jesús en Galilea Jesús inicia su predicación. ||Mt 4 12-17; ¡Le 4 14-15. 14 Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: 15 «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en la Buena Nueva.»
• lil lector puede acudir, sin dificultad, a las ñolas que acompañan los textos paralelos, cuyas referencias figuran en el texto bajo los epígrafes. 1 1 La predicación de Juan Bautista cumple las promesas de Dios, w . 2-3, y señala el comienzo de la salvación, Mt 4 23 + . - Cristo, transcripción de una palabra griega que significa «ungido»; equivale al hebreo «Mesías», ver 1 9+; Jn 1 41. Sobre Hijo de Dios, ver Mt 43 + .
Vocación de los cuatro primeros discípulos. ||Mc 4 18-22; ||LC 5 1-11. 16 Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. 17 Jesús les dijo: «Vengan conmigo*, y les haré llegar a ser pesca-
13 Citas de Mi 3 1, e Is 40 3. 1 9 Jesús es «ungido» por el lispírilu, I 1+, como rey del pueblo de Dios, 1 S 16 H; Sal 2 7. Jesús es también el «Siervo» del Se ñor. Me se inspira en Is 42 1 y 63 11.1 1 13 Evocación del ideal mesiánieo y de la paz del Paraíso, ver Is 11 6-9 + . 1 17 Lit.: «vengan detrás do mí». Todo esie relato está inspirado literarinmenle en l;i vo cación de Eliseo, 1 R 19 19-21. Jesús r«. pie sentado como un nuevo I•'.lías; ver l.e 7 IS i .
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
dores de hombres.» 18 Al instante, dejando las redes, lo siguieron. 19 Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; 20 y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él. Jesús enseña en Cafarnaún y cura a un endemoniado. ||Lc4 31-37. 21 Llegan a Cafarnaún. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar.22 Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. 23 Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo*, que se puso a gritar: 24 «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios*.» 25 Jesús, entonces, le ordenó diciendo: «Cállate y sal de él.» 26 Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. 27 Todos quedaron asombrados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen*.» 28 Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.
Curación de la suegra de Simón. ¡|Mt 8 14-15; ||Lc 4 38-39. 29 Al salir de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. 30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. 31 Se acercó y, tomándola de la mano,
1 23 Inmundo, es decir opuesto a la pureza legal y moral que exige el servicio de Dios. Ver 3 11.30; Mt 10 1; 12 43; Le 4 33.36; etc. 1 24 Nueva comparación de Jesús con Elias, ver 1 R 17 18. - Santo, Lv 17+, porque Jesús pertenece a Dios por su filiación divina y por su elección mesiánica, 1 10-11; Le 1 35; Jn 6 69; Hch 2 27; 3 14; 4 27-30; Ap 3 7. 1 27 La pregunta sobre la persona de Jesús
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la levantó. La fiebre Ta dejó y ella se puso a servirles. Numerosas curaciones. ||Mt 8 16; ||Lc 4 40-41. 32 Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; 33 la ciudad entera estaba agolpada a la puerta.34 Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues lo conocían*.
Jesús sale ocultamente de Cafarnaún y recorre Galilea. ||Lc 4 42-44. 35 De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. 36 Simón y sus compañeros fueron en su busca;37 al encontrarlo, le dicen: «Todos te buscan.» 38 Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.» 39 Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
Curación de un leproso. ||Mt 8 2-4; ||Lc 5 12-16. 40 Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme.» 41 Encolerizado, extendió su mano, lo tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio.» 42 Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. 43 Lo despidió al instante prohibiéndole severamente: 44 «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.» 45 Pero él, así que se fue, se puso a pre-
recorre la primera parte de Me, 1 34; 2 12; 3 12; etc. La respuesta se pone en boca de Pedro en 8 29: Jesús es el Cristo. 1 34 Me insiste más a menudo que los otros evangelistas en el secreto mesiánico, ver Mt 10 27; Jesús quiere evitar los errores sobre su misión por parte del pueblo, que esperaba un Mesías bélico y triunfador.
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EVANGELIO SEGUN SAN MARCOS
gonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes. Curación de un paralítico. |¡Mt 9 1-8; ||Lc 5 17-26.
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' Entró de nuevo en Cafarnaún; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. 2 Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les anunciaba la palabra.3 Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro.4 Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico.3 Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados*.» 6 Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones:7 «¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?» 8 Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por qué están pensando así en sus corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados', o decir: 'Levántate, toma tu camilla y anda?' 10 Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados —dice al paralítico—: 11 'A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.'» ,2 Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida.» Vocación de Leví. ||Mt 9 9; ||Lc 5 27-28. 13 Salió
de nuevo por la orilla del mar*, toda la gente acudía a él, y él les enseñaba. 14 Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de im-
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puestos, y le dice: «Sigúeme.» l2l se levantó y le siguió. Comida con pecadores. ||Mt 9 10-13; ||Lc 5 29-32. 15 Y sucedió que estando él a la mesa en casa de Leví, muchos publícanos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que le seguían. 16 Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publícanos, decían a los discípulos: «¿Qué? ¿Es que come con los publícanos y pecadores?» 17 Al oír esto Jesús, les dice: «No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.»
Discusión sobre el ayuno. ||Mt 9 14-17; ||Lc 5 33-39. 18 Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?» 19 Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. 20 Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día. 21 Nadie cose un remiendo de paño nuevo en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. 22 Nadie echa tampoco vino nuevo en vasijas viejas; de otro modo, el vino reventaría las vasijas y se echarían a perder tanto el vino como las vasijas: sino que el vino nuevo, en vasijas nuevas.»
Las espigas arrancadas en sábado. ||Mt 12 1-8; ||Lc 6 1-5. 23 Y sucedió que un sábado cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a abrir camino arran-
que pretende igualarse con Dios. Ver Mi H; 2 5 La forma pasiva: tus pecados te son per16 19; 18 18; Jn 10 31-36; 20 23. donados, indica que Jesús no hace sino decla2 13 El mar designa el mar di- (¡¡ilil«';n> l;if.t> rar el perdón que ya Dios ha otorgado al pade Tiberíades. ralítico. Los judíos se equivocan al reprocharle
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
cando espigas.24 Le decían los fariseos: «Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?» 25 Él les dice: «¿Nunca han leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre, 26 cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?» 27 Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado. 28 De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado*.» Curación del hombre de la mano paralizada. ||Mt 12 9-14; ||Lc 6 6-11.
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1 Entró de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada.2 Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. 3 Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio.» 4 Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» Pero ellos callaban. 5 Entonces, mirándolos con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: «Extiende la mano.» Él la extendió y quedó restablecida su mano. 6 En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver cómo eliminarlo.
La muchedumbre sigue a Jesús. ||Mt 12 15-16; ||Lc 6 17-19. 7 Jesús se retiró con sus discípulos hacia el mar, y le siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea, 8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran muchedumbre, al oír lo que hacía, acudió a él. 9 Entonces, a causa de la multitud, dijo a sus discípulos que le prepararan una pequeña barca, para que no le aplastaran. 10 Pues curó a muchos, de suerte que cuantos padecían dolencias se le echaban encima para tocarlo. 11 Y los
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espíritus inmundos, al verle, se arrojaban a sus pies y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios.» 12 Pero él les mandaba enérgicamente que no le descubrieran. Institución de los Doce. ||Mt 10 1-4; ||Lc 6 12-16. 13 Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron junto a él. 14 Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar 15 con poder de expulsar los demonios.16 Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; 17 a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno;,8 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo 19 y Judas Iscariote, el mismo que le entregó.
Sus parientes le buscan. 20 Vuelve a casa. Se aglomera otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. 21 Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está fuera de sí.»
Calumnias de los escribas. ||Mt 12 24-32; ||Lc 11 15-23; 12 10. 22 Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Está poseído por Beelzebul» y «por el príncipe de los demonios expulsa los demonios.» 23 Él, llamándolos junto a sí, les decía en parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? 24 Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir. 25 Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá subsistir. 26 Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, pues ha llegado su fin. 27 Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear sus pertenencias, si no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa. 28 Yo les aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean.
Declaración que se acerca a 2 10. Sobre el Hijo del hombre, véase Mt 8 20+.
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EVANGELIO SEGUN SAN MARCOS
Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno.» 30 Es que decían: «Está poseído por un espíritu inmundo.» 29
El verdadero parentesco de Jesús. ||Mt 12 46-50; ||Lc 8 19-21. 31 Llegan su madre y sus hermanos y, quedándose fuera, le envían a llamar. 3- Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas eslán afuera y te buscan.» 33 Él les responde: «¿Quién es mi madre y mis hermanos?» 34 Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos.35 Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.»
Parábola del sembrador. ||Mt 13 1-9; ||Lc 8 4-8.
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1 Y otra vez se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar. 2 Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción: 3 «Escuchen. Una vez salió un sembrador a sembrar. 4 Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron. 5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida por no tener hondura de tierra; 6 pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. ' Otra parte cayó entre espinos; crecieron los espinos y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento.» 9 Y decía: «Quien tenga oídos para oír, que oiga.»
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Por qué habla Jesús en parábolas. ||Mt 13 10-15; ||Lc 8 9-10. 10 Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas. 11 Él les dijo: «A ustedes se les ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, 12 para que'" por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone. »
Explicación de la parábola del sembrador. ||Ml 13 18-23; ||Lc 8 11-15. M Y les dice: «¿No entienden esta parábola? ¿Cómo, entonces, comprenderán lodas las parábolas*? 14 El sembrador siembra la palabra. 15 Los que eslán a lo largo del camino donde se siembra la palabra son aquellos que, en cuan lo la oyen, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. 16 De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso son los que, al oír la palabra, al punió la reciben con alegría, "pero no licnen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes; y en cuanto se présenla una tribulación o persecución por causa de la palabra, sucumben en seguida. 18 Y otros son los sembrados entre los abrojos; son los que han oído la palabra, 19 pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la palabra, y queda sin fruto. 20 Y los sembrados en tierra buena son aquellos que oyen la palabra, la acogen y dan fruto, unos treinta, otros sesenta, otros ciento.»
Cómo recibir y transmitir la enseñanza de Jesús. ||Lc 8 16-18; ||Mt 5 15; 10 26. 21 Les decía también: «¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín* o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero?22 Pues nada
4 12 para que, esta conjunción hay que en4 13 Me volverá a insistir a menudo en la tenderla a la luz de Mt 13 14; para que se cum- incomprensión de los discípulos, 6 30; etc. pliera la Escritura que dice... Cita de Is 6 9-10. 4 21 Celemín, ver Mt 5 15 + .
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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. 23 Quien tenga oídos para oír, que oiga.» 24 Les decía también: «Atiendan a lo que escuchen. Con la medida con que midan, se les medirá y aun con creces. 25 Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. » Parábola de la semilla que crece por sí sola*. 26 También decía: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; 27 duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. 28 La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga.29 Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega.»
Parábola del grano de mostaza. ||Mt 13 31-32; ||Lc 13 18-19. 30 Decía también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? 31 Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; 32 pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra.»
Conclusión de las parábolas. ||Mt 13 34-35. 33 Y les anunciaba la palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle;34 no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado.
La tempestad calmada. ||Mt 8 18.23-27; ||Lc 8 22-25. 3? Este día, al atardecer, les dice: «Pasemos a la otra orilla.» 36 Despiden a la
4 2b Parábola propia de Me. El Reino lleva denlm di- si el principio de su crecimiento hasln lli'|'.;ir ;il li'Tinino provisto por Dios.
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gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con él. 37 En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. 38 Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?» 39 Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran calma.40 Y les dijo: «¿Por qué están con tanto miedo? ¿Cómo no tienen fe?» 41 Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?» El endemoniado de Gerasa. ||Mt 8 28-34; ||Lc 8 26-39.
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1 Y llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos.2 Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo 3 que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerlo atado ni siquiera con cadenas, 4 pues muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarlo.5 Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras.6 Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él7 y gritó con fuerte voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.» 8 Es que él le había dicho: «Espíritu inmundo, sal de este hombre.» 9 Y le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» Le contesta: «Mi nombre es Legión*, porque somos muchos.» 10 Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región. 11 Había allí un gran rébaño de cerdos comiendo al pie del monte; 12 y le suplicaron: «Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.» 13 Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y en-
5 9 Legión, alusión a las tropas romanas, sugiere la gravedad de la posesión diabólica.
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EVANGELIO SEGUN SAN MARCOS223
traron en los cerdos, y los cerdos —unos dos mil— se arrojaron al mar de lo alto del precipicio y se fueron ahogando en el mar. 14 Los que cuidaban los cerdos huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había ocurrido. 15 Llegan junto a Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio, y se llenaron de temor. 16 Los que lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los cerdos. 17 Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su territorio. 18 Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía estar con él. 19 Pero no se lo concedió, sino que le dijo: «Vete a tu casa, con los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti.» 20 Él se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados. Curación de una hemorroísa y resurrección de la hija de Jairo. ||Mt 9 18-26; ||Lc 8 40-56. 21 Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar. 22 Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, 23 y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, pon tus manos sobre ella, para que se salve y viva.» 24 Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía. 25 Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, 2h y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, había empeorado, 27 habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. 28 Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me sal-
ís 30 Esta fuerz.a obra curaciones, Le 6 19, por un contacto físico, 1 41; 3 10; etc. 5 33 Esta enfermedad ponía a la mujer en i'sl.'ido de impureza legal, Lv 15 25. 5 41 '/'alirá kimi, palabras arameas traduci-
varé.» 29 Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal.30 Al instante Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos''?» 31 Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: '¿Quién me ha tocado?'» 32 Pero él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho. 33 Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa*, se postró ante él y le contó toda la verdad. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad.» 35 Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?» 36 Jesús, que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe.» 37 Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.38 Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice: «¿Por qué alborotan y lloran? La niña no ha muerto; está dormida.» 40 Y se burlaban de él. Pero él, después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. 41 Y tomando la mano de la niña, le dice: «Talitá kum*», que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate.» 42 La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. 43 Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer. Visita a Nazaret*. ||Mt 13 53-58; ||Lc 4 16-30.
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1 Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. 2 Cuando
das inmediatamente (lit.: ¡Hijita, de pie!) 6 Como en Le 4 16-30+, los oyentes, en un primer momento favorables a Jesús, se vuelven hostiles.
1044EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es esta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? 3 ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a causa de él. 4 Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio.» 5 Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. 6 Y se maravilló de su falta de fe. Misión de los Doce. ||Mt 10 1.9-14; ||Lc 9 1-6. Y recorría los pueblos del contorno enseñando. 7 Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. 8 Les ordenó que nada tomaran para el camino, fuera de un bastón*: ni pan, ni alforja, ni dinero en la faja; 9 sino: «Calzados con sandalias y no vistan dos túnicas.» 10 Y les dijo: «Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta marchar de allí. 11 Si algún lugar no les recibe y no les escuchan, márchense de allí sacudiendo el polvo de la planta de sus pies, en testimonio contra ellos.» 12 Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; 13 expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban. Herodes y Jesús. ||Mt 14 1-2; ||Lc 9 7-9. 14 Se enteró el rey Herodes, pues su nombre se había hecho célebre. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas.» 15 Otros decían: «Es Elias»; otros: «Es un profeta como los demás profetas.» 16 Al enterarse Herodes, dijo: «Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado.»
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Muerte del Bautista. ||Mt 14 3-12; Ver Le 3 19-20. 17 Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. 18 Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano.» 19 Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, 20 pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, pero le escuchaba con gusto. 21 Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los oficiales y a los principales de Galilea.22 Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré.» 23 Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino.» 24 Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?» Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista.» 25 Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista.» 26 El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. 27 Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel 28 y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. 2) Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.
Primera multiplicación de los panes. ||Mt 14 13-21; ||Lc 9 10-27; ||Jn 6 1-13. 30 Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado*.31 Él,
6 8 El bastón y las sandalias evocan la dis- 6 30 Al regreso de su misión, w . 7-13, los posición de marcha, ver Ex 12 11. apóstoles cuentan sus impresiones a Jesús.
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entonces, les dice: «Vengan también ustedes aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco.» Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. 32 Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario.33 Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos.34 Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. 35 Era ya una hora muy avanzada cuando se le acercaron sus discípulos y le dijeron: «El lugar está deshabitado y ya es hora avanzada.36 Despídelos para que vayan a las aldeas y pueblos del contorno a comprarse de comer.» 37 Él les contestó: «Denles ustedes de comer.» Ellos le dicen: «¿Vamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?» 38 Él les dice: «¿Cuántos panes tienen? Vayan a ver.» Después de haberse cerciorado, le dicen: «Cinco, y dos peces.» 39 Entonces les mandó que se acomodaran todos por grupos sobre la verde hierba. 40 Y se acomodaron por grupos de cien y de cincuenta. 41 Y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los fueran sirviendo. También repartió entre todos los dos peces. 42 Comieron todos y se saciaron. 43 Y recogieron las sobras, doce canastos llenos y también lo de los peces. 44 Los que comieron los panes fueron cinco mil hombres. Jesús camina sobre las aguas. ||Mt 14 22-31; ¡¡Jn 6 16-21. 4:> Inmediatamente obligó a sus discípulos a subir a la barca y a ir por delante hacia Betsaida, mientras él despedía a la gente. 46 Después de despedirse de ellos, se fue al monte a orar.
Varios episodios subrayarán que ellos comprenden mal las palabras del Maestro, ver 4 I í; 6 52; 8 27.
47 Al atardecer, estaba la barca en medio del mar y él, solo, en tierra. 48 Viendo que ellos se fatigaban remando, pues el viento les era contrario, hacia la madrugada viene hacia ellos caminando sobre el mar y quería pasarles de largo. 49 Pero ellos, viéndole caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, 50 pues todos le habían visto y estaban turbados. Pero él, al instante, les habló, diciéndoles: «¡Ánimo!, que soy yo, no teman.» 51 Subió entonces junto a ellos a la barca, y se calmó el viento, y quedaron en su interior completamente estupefactos, 52 pues no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada.
Curaciones en el país de Genesaret. ||Mt 14 34-36. 53 Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron.54 Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, 55 recorrieron toda aquella región y comenzaron a'traer a los enfermos en camillas adonde oían que él estaba. 56 Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.
Discusión sobre las tradiciones farisaicas*. ||Mt 15 1-9.
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' Se reúnen junto a él los fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén. 2 Y al ver que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas, 3 —es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos,4 y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas—. Por ello, los fariseos y los
7 La sección 7 1 - 8 1 0 contempla el ingreso de los no judíos en el Reino de Dios.
EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS escribas le preguntan: «¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras?» 6 Él les dijo: «Bien profetizó Isaías de ustedes, hipócritas, según está escrito:
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Doctrina sobre lo puro y lo impuro. ||Mt 15 10-20.
14 Llamó otra vez a la gente y les dijo: «Escúchenme todos y entiendan. 15 Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarlo; sino lo que Este pueblo me honra con los labios, sale del hombre, eso es lo que contapero su corazón está lejos de mí. mina al hombre. 16 Quien tenga oídos 1 En vano me rinden culto, para oír, que oiga.» ya que enseñan doctrinas que son 17 Y cuando, apartándose de la gente, preceptos humanos*. entró en casa, sus discípulos le pregun8 «Dejando el precepto de Dios, se taban sobre la parábola. 18 Él les dijo: «¿Conque también ustedes están conaferran a la tradición de los hombres.» 9 Les decía también: «¡Qué bien violan fundidos? ¿No comprenden que todo lo el mandamiento de Dios, para conser- que de fuera entra en el hombre no puede contaminarlo, 19 pues no entra en su var su tradición! 10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre y: el que corazón, sino en el vientre y va a parar maldiga a su padre o a su madre, sea al excusado?» —así declaraba puros todos los alimentos—. 20 Y decía: «Lo que castigado con la muerte*. 11 Pero ustedes dicen: Si uno dice a su padre o a su sale del hombre, eso es lo que contamadre: 'Lo que de mí podrías recibir mina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las incomo ayuda lo declaro Korbán* —es tenciones malas: fornicaciones, robos, decir: ofrenda—', 12 ya no le dejan hacer nada por su padre y por su madre, asesinatos, 22 adulterios, avaricias, mal13 anulando así la palabra de Dios por dades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez.23 Todas estas su tradición que se han transmitido; y hacen muchas cosas semejantes a és- perversidades salen de dentro y contaminan al hombre.» tas.»
III. Viajes de Jesús fuera de Galilea Curación de la hija de una sirofenicia*. ||Mt 15 21-28. 24 Y partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa quería que nadie lo supiera, pero no logró pasar inadvertido, 25 sino que, en seguida, habiendo oído hablar de él una mujer, cuya hija estaba poseída de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies. 26 Esta mujer era griega, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. 27 Él le decía: «Espera que primero se
7 7 Cita de Is 29 13. 7 10 Citas de Ex 20 12; 21 17; Dt 5 16; Lv 20 9. 7 11 Korbán, palabra aramea que significa ofrenda, en especial ofrenda sagrada, ver Mi 15 5-6.
sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.» 28 Mas ella le respondió: «Sí, Señor; pero también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños.» 29 Él, entonces, le dijo: «Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija.» 30 Volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que el demonio se había ido. Curación de un tartamudo sordo. 31 Se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de
7 24 Episodio paralelo al de la curación del hijo del centurión, Mt 8 5ss y Le 7 lss: Jesús cura a una persona no judía mediante su palabra y sin contacto físico. La Ley no permitía a un judio entrar en casa de un gentil.
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Galilea, atravesando la Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él. 33 Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua.34 Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effcitá'"», que quiere decir: «¡Ábrete!» ^ Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. 36 Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. 37 Y se maravillaban sobremanera y decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.» Segunda multiplicación de los panes*. ||Mt 15 32-39.
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' Por aquellos días, habiendo de nuevo mucha gente y no teniendo qué comer, llama Jesús a sus discípulos y les dice: 2 «Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer.3 Si los despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos han venido de lejos.» 4 Sus discípulos le respondieron: «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?» 5 Él les preguntaba: «¿Cuántos panes tienen?» Ellos le respondieron: «Siete.» * Entonces él mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente. 7 Tenían también unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendición sobre ellos, mandó que también los sirvieran. 8 Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete canastas. 9 Fueron unos cuatro mil; y Jesús los despidió. 10 Subió a continuación a la barca con sus dis7 34 Eff'atá es una palabra que ha pasado a la liturgia del Bautismo. 8 Esta segunda multiplicación de los panes se realiza a favor de los no judíos, en la Decápolis, fuera de Palestina, 7 31: «han venido de lejos», ver Hch 2 39; 22 21; Ef 2 13.17; ya no comerán las migajas, 7 27-28, sino que
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cipulos y se fue a la región de Dalmanutá. Los fariseos piden un signo del cielo. ||Mt 16 1-4. 11 Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole un signo del cielo, con el fin de ponerlo a prueba. 12 Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide un signo? Yo les aseguro: no se dará a esta generación ningún signo.» 13 Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.
La levadura de los fariseos y de Herodes. ||Ml 16 5-12. 14 Se habían olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca más que un pan. IS Él les hacía esta advertencia: «Abran los ojos y guárdense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.» Ello¿> hablaban entre sí que no tenían panes. 17 Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué están hablando de que no tienen panes? ¿Aún no comprenden ni entienden? ¿Es que tienen la mente embotada? 18 ¿Teniendo ojos no ven y teniendo oídos no oyen? ¿No se acuerdan de 19 cuando partí los cinco panes para los cinco mil? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogieron?» «Doce», le dicen. 2(1 «Y cuando partí los siete entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de trozos recogieron?» Le dicen: «Siete.» 21 Y continuó: «¿Aún no entienden*?»
Curación del ciego de Betsaida*. 22 Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque. 23 To mando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le pre-
se sentarán a la mesa de los hijos del Reino. 8 21 Ver 4 13. Los milagros invitan a relie xionar sobre la misión de Jesús, Mi 8 \ . 8 22 La curación lenta v progresiva nmesli a la dificultad que tiene la gente para «ver» quién es Jesús de Nazaret. Así prepara el epi sodio siguiente.
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gurUaba: «¿Ves algo?» 24 Él, alzando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pues los veo como árboles, pero que andan.» 25 Después, le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado, de suerte que veía de lejos claramente todas las cosas. 26 Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni siquiera entres en el pueblo.» Profesión de fe de Pedro*. ||Mt 16 13-20; ||Lc 9 18-21. 27 Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» 28 Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elias; otros, que uno de los profetas.» 29 Y él les preguntaba: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo.» 30 Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él.
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quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. 35 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?37 Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? 38 Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.»
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1 Les decía también: «Yo les aseguro que entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios.»
La Transfiguración*. ||Mt 17 1-8; ||Lc 9 28-36.
34 Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno
2 Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos! solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, 3 y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo.4 Se les aparecieron Elias y Moisés, y conversaban con Jesús. 5 Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Rabbí, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elias»;6 —pues no sabía qué responder ya que estaban atemorizados—. 7 Entonces se formó una nube que los cubrió con su sombra, y vino una voz desde la nube: «Este es mi Hijo amado, escúchenlo.» 8 Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos.
8 27 La primera parte de este evangelio ha venido planteando el tema de la persona de Jesús de Nazaret, 1 27 + . Pedro da aquí la verdadera respuesta, v. 29: «Tú eres el Cristo», el Rey mesiánico. 8 31 Aquí comienza -para terminar en 10 45- una serie de relatos en los que Jesús se dirige a sus discípulos para introducirlos más profundamente en su misterio. 8 33 Los discípulos no comprenden el misiono de la muerte de Jesús. Les escandaliza la
idea de que un Cristo - Rey mesiánico tenga que morir; ignoran lo que es la resurrección, 9 10.32. 9 2 Este episodio cierra la primera parte del evangelio que se inició con el relato del bautismo de Jesús, 1 9+. En los dos relatos Jesús es presentado como nuevo Moisés. En éste se evocan algunos rasgos de la teofanía del Sinaí, ver Ex 34 29-30; 40 38. En adelante Jesús se dedica más a la formación de sus discípulos, 9 30-31; 9 35 - .10 45.
Primer anuncio de la Pasión*. ||Mt 16 21-23; ||Lc 9 22. 31 Y comenzó á enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días.32 Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro se puso a reprenderle.33 Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres*.»
Condiciones para seguir a Jesús. ||Mt 16 24-28; ||Lc 9 23-27.
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La venida de Elias. ||Mt 17 9-13. 9 Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contaran lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. 10 Ellos observaron esta recomendación, discutiendo entre sí qué era eso de «resucitar de entre los muertos.» 11 Y le preguntaban: «¿Por qué dicen los escribas que Elias debe venir primero?» 12 Él les contestó: «Elias vendrá primero y restablecerá todo; mas, ¿cómo está escrito del Hijo del hombre que sufrirá mucho y que será despreciado? 13 Pues bien, yo les digo: Elias ha venido ya y han hecho con él cuanto han querido, según estaba escrito de él.»
El endemoniado epiléptico. ||Mt 17 14-21; ||Lc 9 37-42. 14 Al llegar junto a los discípulos, vio a mucha gente que los rodeaba y a unos escribas que discutían con ellos. 11 Toda la gente, al verle, quedó sorprendida y corrieron a saludarle. 16 Él les preguntó: «¿De qué discutís con ellos?» 17 Uno de entre la gente le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo 18 y, dondequiera que se apodera de él, le derriba, le hace echar espumarajos, rechinar de dientes y le deja rígido. He dicho a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido.» 19 Él les responde: «¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? ¡Tráiganmelo!» 20 Y se lo trajeron. Apenas el espíritu vio a Jesús, agitó violentamente al muchacho y, cayendo en tierra, se revolcaba echando espumarajos.21 Entonces él preguntó a su padre: «¿Cuánto tiempo hace que le viene sucediendo esto?» Le dijo: «Desde niño. 22 Y muchas veces le ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él; pero, si algo puedes, ayúdanos, compadécete de nosotros.» 23 Jesús le dijo: «¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!» 24 Al instante gritó el padre del muchacho: «¡Creo, ayuda a mi poca le!» 2S Viendo Jesús que se agolpaba la
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gente, increpó al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de él y no entres más en él.» 26 Y el espíritu salió dando gritos y agitándolo con violencia. El muchacho quedó como muerto, hasta el punto de que muchos decían que había muerto. 27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó y él se puso en pie. 28 Cuando Jesús entró en casa, le preguntaban en privado sus discípulos: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?» 29 Les dijo: «Esta clase con nada puede ser arrojada sino con la oración.» Segundo anuncio de la Pasión. |Mt 17 22-23; |Lc 9 43-45. 30 Y saliendo de allí, iban caminando por Galilea; él no quería que se supiera, 31 porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará.» 32 Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle.
¿Quién es el mayor? ||Mt 18 1-5; ||Lc 9 46-48. 33 Llegaron a Cafarnaún y, una vez en casa, les preguntaba: «¿De qué discutían por el camino?» 34 Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor. 35 Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos.» 36 Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: 37 «El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado.»
Empleo del nombre de Jesús. ||Lc 9 49-50. 38 Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.» 39 Pero Jesús dijo: «No
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se lo impidan, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. 40 Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros. Caridad con los discípulos. ||Mt 10 42. 41 «Todo aquel que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les aseguro que no perderá su recompensa.
El escándalo. ||Mt 18 6-9; ¡Le 17 1-2.
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señaba. 2 Sé acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: «¿Puede el marido repudiar a la mujer?» 3 Él les respondió: «¿Qué les prescribió Moisés?» 4 Ellos le dijeron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.» 3 Jesús les dijo: «Teniendo en cuenta la dureza de su corazón escribió para ustedes este precepto. 6 Pero desde el comienzo de la creación, Él los hizo varón y hembra. 1 Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, 8 y los dos se harán una sola carne*. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. 9 Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.» 10 Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. 11 Él les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; 12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.»
42 «Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. 43 Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, Jesús y los niños. con las dos manos, ir a la gehenna, al ||Mt 19 13-15; ||Lc 18 15-17. fuego que no se apaga*1441.45 Y si tu pie 13 Le presentaban unos niños para te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con que los tocara; pero los discípulos les 14 los dos pies, ser arrojado a la gehen- reprendían. Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: «Dejen que los niños na1461. 47 Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con vengan a mí, no se lo impidan, porque un solo ojo en el Reino de Dios que, de los que son como éstos es el Reino 13 con los dos ojos, ser arrojado a la ge- de Dios. Yo les aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no henna, 48 donde su gusano no muere y 16 el fuego no se apaga *; 49 pues todos han entrará en él.» Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos de ser salados con fuego*. sobre ellos. [|Mt 5 13; ||Lc 14 34. M) «Buena es la sal; mas si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonarán? El hombre rico. ||Mt 19 16-22; ¡|Lc 18 18-23. Tengan sal en ustedes y tengan paz unos con otros.» 17 Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y, arrodillándose Pregunta sobre el divorcio. ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ||Mt 19 1-9. ¿qué he de hacer para tener en heren1 Y levantándose de allí va a la cia vida eterna?» 18 Jesús le dijo: «¿Por región de Judea, y al otro lado qué me llamas bueno? Nadie es bueno del Jordán, y de nuevo vino la gente ha- sino sólo Dios. 19 Ya sabes los mandacia él y, como acostumbraba, les en- mientos: No mates, no cometas adulte-
9 43 Los w . 44 y 46 de la Vulgata, omitidos por varios manuscritos, son repeticiones del v. 48. 9 48 Veris 66 24. l ) 49 I-I fuego que sala hay que interpretarlo probablemente de una purificación enérgica
(prueba, juicio) que hace de los discípulos víctimas agradables a Dios; ver Lv 2 13. 10 8 Citas de Gn 1 27; 2 24. El divorcio permitido por Moisés, v. 4; ver Dt 24 1, no suprime la regla del vínculo indisoluble, ver Mt 19 9+.
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rio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre*.» 20 Él, entonces, le dijo: « Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.» 21 Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sigúeme.» " Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. Peligro de las riquezas. ||Mt 19 23-26; |¡Lc 18 24-27. 23 Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!» 24 Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios!2S Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios.» * Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?» 27 Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios.»
Recompensa prometida al desprendimiento. ||Mt 19 27-30; ||Lc 18 28-30. 28 Pedro se puso a decirle: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.» 29 Jesús dijo: «Yo les aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, ,0 quedará sin recibir el ciento por uno: ahora, al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna.31 Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros.»
10 19 Ver Ex 20 12-16; Dt 5 16-20; 24 14. 10 38 Como la copa para beber, 14 36; Mt 20 22-23; ver Sal 11 6 + , este bautismo evoca la
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Tercer anuncio de la Pasión. ||Mt 20 17-19; ||Lc 18 31-33. 32 Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: 33 «Miren que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, 34 y se burlarán de él, le escupirán, le azotarán y le matarán, y a los tres días resucitará.»
La petición de los hijos de Zebedeo. ||Mt 20 20-23. 35 Se acercan a él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: «Maestro, queremos nos concedas lo que te pidamos.» 36 Él les dijo: «¿Qué quieren que les conceda?» 37 Ellos le respondieron: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu tíerecha y otro a tu izquierda.» 38 Jesús les dijo: «No saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado*?» 39 Ellos le dijeron: «Sí, podemos.» Jesús les dijo: «La copa que yo voy a beber, sí la beberán y también serán bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado;40 pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado.»
Los jefes deben servir. ||Mt 20 24-28; ||Lc 22 24-27. 41 Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. 42 Jesús, llamándoles, les dice: «Saben que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder.43 Pero no ha de ser así entre ustedes, sino que el que quiera llegar a ser grande entre usle-
próxima Pasión en la que Jesús será sumergido en el sufrimiento.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
des, será su servidor, 44 y el que quiera ser el primero entre ustedes, será esclavo de todos, 45 que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.» El ciego de Jericó. ||Mt 20 29-34; ||Lc 18 35-43. 46 Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. 47 Al
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enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!» 48 Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» 49 Jesús se detuvo y dijo: «Llámenlo.» Llaman al ciego, diciéndole: «¡Ánimo, levántate! Te llama.» 50 Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino ante Jesús. 51 Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?» El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!» 52 Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y al instante recobró la vista y le seguía por el camino.
IV. Ministerio de Jesús en Jerusalén Entrada mesiánica en Jerusalén. Mt 21 1-11; ||Lc 19 28-38; Jn 12 12-16.
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-í 1 Cuando se aproximaban a JeX rusalén, cerca ya de Betfagé y Betania, al pie del monte de los Olivos, envía a dos de sus discípulos, 2 diciéndoles: «Vayan al pueblo que está enfrente de ustedes, y no bien entren en él, encontrarán un burrito atado, sobre el que no ha montado todavía ningún hombre. Desátenlo y tráiganlo. 3 Y si alguien les dice: '¿Por qué hacen eso?', digan: 'El Señor lo necesita, y que lo devolverá en seguida'.» 4 Fueron y encontraron el burrito atado junto a una puerta, afuera, en la calle, y lo desataron. 5 Algunos de los que estaban allí les dijeron: «¿Qué hacen desatando el burrito?» 6 Ellos les contestaron según les había dicho Jesús, y les dejaron. 7 Traen el burrito ante Jesús, echaron encima sus mantos y se sentó sobre él. 8 Muchos extendieron sus mantos por el camino; otros, follaje cortado de los campos. 9 Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: «¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor*! 10 ¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alluras!» 11 Y entró en Jerusalén, en el Templo, y después de observar todo a I I «> Ver Sal 118 25-26. II 17 Solo Me eila las últimas palabras «para
su alrededor, siendo ya tarde, salió con los Doce para Betania. La higuera estéril. ||Mt 21 18-19. 12 Al día siguiente, saliendo ellos de Betania, sintió hambre. 13 Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella; acercándose a ella, no encontró más que hojas; es que no era tiempo de higos. 14 Entonces le dijo: «¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti!» Y sus discípulos oían esto.
Expulsión de los vendedores del Templo. ||Mt 21 12-13.17; ||Lc 19 45-48; ||Jn 2 14-16. Llegan a Jerusalén; y entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y a los que compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas 16 y no permitía que nadie transportara cosas por el Templo. 17 Y les enseñaba, diciéndoles: «¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las gentes*? ¡Pero ustedes la tienen hecha una cueva de bandidos/» 18 Se enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban cómo podrían matarle; porque todas las gentes» del texto de Is 56 7; anuncia así la universalidad del culto mesiánico.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
10 tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada de su doctrina. 19 Y al atardecer, salía fuera de la ciudad. I -a higuera seca. Fe y oración. ||Mt 21 20-22. 20 Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz. '' Pedro, recordándolo, le dice: «¡Rabbí, mira!, la higuera que maldijiste estáseca.» 22 Jesús les respondió: «Tengan fe en Dios.23 Yo les aseguro que quien diga a este monte: 'Quítate y arrójate al mar' v no vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtencliá. 24 Por eso les digo: todo cuanto pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. 2S Y cuando se pongan de pie para orar, perdonen, si tienen algo contra alguno, para que también su Padre, que está en los cielos, les perdone sus ofensas* [261.»
Controversia sobre la autoridad de Jesús. ||Mt 21 23-27; Le 20 1-8. 27 Vuelven a Jerusalén y, mientras paseaba por el Templo, se le acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, 28 y le decían: «¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿quién te ha dado lal autoridad para hacerlo?» 29 Jesús les dijo: «Les voy a preguntar una cosa. Respóndanme y les diré con qué autoridad hago esto. 30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respóndanme.» 31 Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: 'Del cielo', dirá: 'Entonces, ¿por qué no le creyeron?'32 Pero ¿vamos a decir: 'De los hombres?'» Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta.33 Responden, pues, a Jesús: «No sabemos.» Jesús entonces les dice: «Tampoco yo les digo con qué autoridad hago esto.»
Parábola de los viñadores homicidas. ||Mt 21 33-46; ||Lc 20 9-19. 1 ^ 1 Y se puso a hablarles en paX áL rábolas: «Un hombre plantó 11 25 El v. 26, ver Mt 6 15, falta en varios manuscritos.
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una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar* y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó. 2 Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. 3 Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías. 4 De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron.5 Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros. 6 Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: 'A mi hijo lo respetarán'. 7 Pero aquellos labradores dijeron entre sí: 'Éste es el heredero. Vamos, matémoslo, y será nuestra la herencia.' 8 Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña. 9 ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros. 10 ¿No han leído esta Escritura: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular*se ha convertido; 11 fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos'"?» 12 Trataban de detenerlo —pero tuvieron miedo a la gente— porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándolo, se fueron.
El tributo debido al César. ||Mt 22 15-22; ||Lc 20 20-26. 13 Y envían hacia él algunos fariseos y herodianos, para cazarlo en alguna palabra. 14 Vienen y le dicen: «Maestro, sabemos que eres veraz y que no te importa de nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o dejamos de-pagar?» 15 Mas él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: «¿Por qué me tientan? Tráiganme un denario, que lo vea.» 16 Se lo trajeron y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?» Ellos le di jeron:
12 1 Lagar, ver ñola on Mi 21 11. 12 11 Cita de Sal 118 22-23.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 17 Jesús
«Del César.» les dijo: «Lo del César, devuélvanselo al César, y lo de Dios, a Dios.» Y se maravillaban de él. La resurrección de los muertos. ||Mt 22 23-33; ||LC 20 27-40. ,8 Se le acercan unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaban: 19 «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano.20 Eran siete hermanos: el primero tomó mujer, pero murió sin dejar descendencia; 21 también el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. 22 Ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la mujer. 23 En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer.» 24 Jesús les contestó: «¿No están en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? 25 Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas márido, sino que serán como ángeles en los cielos. 26 Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza*, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? 27 No es un Dios de muertos, sino de vivos. Están en un gran error.»
El mandamiento principal. Mt 22 34-40; Le 10 25-28.
y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo*. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» 32 Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, 33 y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que lodos los holocaustos y sacrificios.» 34 Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas. 31
Cristo, hijo y Señor de David. ||Mt 22 41-46; ||Lc 20 41-44. 35 Jesús, lomando la palabra, decía mientras enseñaba en el Templo: «¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? 3(1 David mismo dijo, movido por el Espíritu Santo:
Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies*. 37 El mismo David le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser-hijo suyo?» La muchedumbre le oía con agrado.
Los escribas juzgados por Jesús. ||Mt 23 6-7; ||Lc 20 45-47; 11 43. 38 Decía también en su instrucción: «Guárdense de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, 39 ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; 40 y que devoran la hacienda de las viudas con el pretexto de largas oraciones. Ésos tendrán una sentencia más rigurosa.»
28 Se acercó uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los manEl óbolo de la viuda. damientos?» 29 Jesús le contestó: «El ||Lc 21 1-4. primero es: Escucha, Israel: El Señor, 30 41 Jesús se sentó frente al arca del Tenuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corasoro y miraba cómo echaba la gente zón, con toda tu alma, con toda tu mente monedas en el arca del Tesoro*: mu-
12 26 Referencia al relato de Ex 3 1-16. 12 31 Me es el único que cita el principio de 1)1 6 4-5 + , antes de Lv 19 18, acentuando el monoteísmo que aquí profesa Jesús.
12 36 Cita de Sal 110 1. 12 41 Arca del Tesoro: cepillo exterior de la sala del Tesoro, en el Templo, para recibir las ofrendas.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
i hos ricos echaban mucho. 42 Llegó lambién una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as*. 43 Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: «Les digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que lodos los que echan en el arca del Tesoro. 44 Pues todos han echado de lo que les sobraba, ésta, en cambio, ha ochado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir.» Discurso escatológico*. Introducción. ||Mt 24 1-3; ||Lc 21 5-7. 1 7 ' Al salir del Templo, le dice uno X «3 de sus discípulos: «Maestro, mira qué piedras y qué construcciones.» ' Jesús le dijo: «¿Ves estas grandiosas construcciones? No quedará piedra sobre piedra que no sea derruida.» 3 Estando luego sentado en el monte de los Olivos, frente al Templo, le preguntaron en privado Pedro, Santiago, Juan y Andrés: 4 «Dinos cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de que todas estas cosas están para cumplirse.» El comienzo de los dolores. ||Mt 24 4-14; ||Lc 21 8-19. s Jesús empezó a decirles: «Miren que no les engañe nadie. 6 Vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: 'Yo soy', y engañarán a muchos. 7 Cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen; porque eso es necesario que suceda, pero no es todavía el fin.8 Pues se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá terremotos en diversos lugares, habrá hambre: esto será el comienzo de los dolores de parto. ||Mt 10 17-22. 9 «Pero ustedes miren por ustedes mismos; los entregarán a los tribunales, serán azotados en las sinagogas y comparecerán ante gobernadores y reyes por mi causa, para que den testi-
12 42 As\ moneda romana de poco valor. 13 Sobre la doble perspectiva de este discurso, ver Mt 24+. Me sólo contempla la ruina do Jerusalén que, con la resurrección de Cristo y su venida en la Iglesia, realizará la liberación del pueblo elegido.
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monio ante ellos. 10 Y es preciso que antes sea proclamada la Buena Nueva a todas las naciones. 11 «Y cuando les lleven para entregarles, no se preocupen de qué van a hablar; sino hablen lo que se les comunique en aquel momento. Porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo. 12 Y entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. 13 Y serán odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará. La gran tribulación de Jerusalén. ||Mt 24 15-25; ||Lc 21 20-24. 14 «Pero cuando vean la abominación de la desolación * erigida donde no debe (el que lea, que entienda), entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; 15 el que esté en la azotea, no baje ni entre a recoger algo de su casa, 16 y el que esté por el campo, no regrese en busca de su manto. 17 ¡Ay de las que estén embarazadas o criando en aquellos días! 18 Oren para que no suceda en invierno. 19 Porque aquellos días habrá una tribulación cual no la hubo desde el principio de la creación, que hizo Dios, hasta el presente*, ni la volverá a haber. 20 Y si el Señor no abreviara aquellos días, no se salvaría nadie, pero en atención a los elegidos que él escogió, ha abreviado los días. Entonces, si alguno les dice: 'Miren, el Cristo aquí', 'Mírenlo allí', no lo crean. 22 Pues surgirán falsos cristos y falsos profetas y realizarán señales y prodigios con el propósito de engañar, si fuera posible, a los elegidos. Ustedes, pues, estén sobre aviso; lo he predicho todo.
La manifestación gloriosa del Hijo del hombre*. ||Mt 24 29-31; ||Lc 21 25-27. 24 «Mas por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurece-
13 14 Ver Dn 9 27; 11 31; 12 11; 1 M 1 54. 13 19 Ver Dn 12 1. 13 24 Los prodigios cósmicos describen la intervención de Dios en la historia; aquí en concreto, se refieren a la crisis mesiánica, no al final del mundo. Pero comparar con Mt 24+.
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rá, la luna no dará su resplandor,25 las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas. 26 Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria;27 entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. Parábola de la higuera. ||Mt 24 32-36; ||Lc 21 29-33. 28 «De la higuera aprendan esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. 29 Así también ustedes, cuando vean que sucede esto, sepan que Él está cerca, a las puertas. 30 Yo les aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. 31 El cielo y la
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tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre*. Estar alerta para no ser sorprendidos. Mt 24 42; 25 13-15; Le 19 12-13; 12 38. 40. 33 «Estén atentos y vigilen, porque ignoran cuándo será el momento. 34 Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; 35 velen, por tanto, ya que no saben cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada*. 36 No sea que llegue de improviso y les encuentre dormidos.37 Lo que a ustedes digo, a todos lo digo: ¡Velen!»
V. La Pasión y la Resurrección de Jesús Conspiración contra Jesús. ||Mt 26 2-5; ||Lc 22 1-2. 'i A 1 Faltaban dos días para la PasJL T* cua y los Ázimos. Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban cómo prenderle con engaño y matarle.2 Pues decían: «Durante la fiesta no, no sea que haya alboroto del pueblo.» Unción en Betania. ||Mt 26 6-13; ||Jn 12 1-8. 3 Estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, recostado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo*, de mucho precio; quebró el frasco y lo derramó sobre su cabeza. 4 Había algunos que se decían entre sí indignados: «¿Para qué este despilfarro de perfume? 5 Se podía haber vendido este perfume por más de trescientos denarios y habérselo dado a los pobres.» Y refunfuñaban contra ella. 6 Mas Jesús dijo: «Déjenla. ¿Por qué la molestan?
13 32 Mt 24 36 + . 13 35 Las cuatro divisiones de la noche, cada una de tres horas. 14 3 Perfume de nardo: extracto de una
Ha hecho una obra buena en mí.7 Porque pobres tendrán siempre con ustedes y podrán hacerles bien cuando quieran; pero a mí no me tendrán siempre. 8 Ha hecho lo que ha podido. Se ha anticipado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. 9 Yo les aseguro: dondequiera que se proclame la Buena Nueva, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho para memoria suya.» Traición de Judas. ||Mt 26 14-16; ||Lc 22 3-6. 10 Entonces, Judas Iscariote, uno de los Doce, se fue a ver a los sumos sacerdotes para entregárselo. 11 Al oírlo ellos, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él andaba buscando cómo entregarlo en momento oportuno.
Preparativos para la cena pascual*. ||Mt 26 17-19; ||Lc 22 7-13. 12 El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero de Pascua,
planta aromática de la India. 14 12 Presentación literaria, al estilo de 1 S 10 2-5. Comparar la estructura de este relato con Me 11 1-6.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
le dicen sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?» 13 Entonces, envía a dos de sus discípulos y les dice: «Vayan a la ciudad; les saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; síganlo 14 y allí donde entre, digan al dueño de la casa: 'El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?' 13 Él les enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; hagan allí los preparativos para nosotros.» 16 Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua. Anuncio de la traición de Judas. Mt 26 20-25; Le 22 14. 21-23. Jn 13 21-30.
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Predicción de las negaciones de Pedro. ||Mt 26 30-35; ||Lc 22 31-34. 39. ¡Jn 13 36-38. 26 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos. 27 Jesús les dice: «Todos van a escandalizarse, ya que está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas. 28 Pero después de mi resurrección, iré delante de ustedes a Galilea.» 29 Pedro le dijo: «Aunque todos se escandalicen, yo no.» 30 Jesús le dice: «Yo te aseguro: hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres.» 31 Pero él insistía: «Aunque tenga que morir contigo, yo no te negaré.» Lo mismo decían también todos.
Agonía de Jesús. ||Mt 26 36-46; ||Lc 22 40-46.
22 Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomen, éste es mi cuerpo.» 23 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella.24 Y les dijo: «Ésta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. 25 Yo les aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.»
32 Van a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: «Siéntense aquí, mientras yo hago oración.» 33 Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzóla sentir pavor y angustia. 34 Y les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quédense aquí y velen.» 33 Y adelantándose un poco, caía en tierra y suplicaba que a ser posible pasara de él aquella hora. 36 Y decía: «¡Abbá*, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.» 37 Viene entonces y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «Simón, ¿duermes?, ¿ni una hora has podido velar? 38 Velen y oren, para que no caigan en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.» 39 Y alejándose de nuevo, oró diciendo las mismas palabras. 40 Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados; ellos no sabían qué contestarle. 41 Viene por tercera vez y les dice: «Ahora ya pueden dormir y descansar. Basta ya. Llegó la hora. Miren que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.42 ¡Levántense! ¡vamonos! Miren, el que me va a entregar está cerca.»
14 36 La palabra aramea, Abbá, Padre, expresa la familiaridad de Jesús con el Padre, Mt 11
25-26+, y San Pablo lo pone en la boca de los cristianos, Rm 8 15; C.a 4 6.
17 Y al atardecer, llega él con los Doce. 18 Y mientras comían recostados, Jesús dijo: «Yo les aseguro que uno de ustedes me entregará, el que come conmigo.» 19 Ellos empezaron a entristecerse y a decirle uno tras otro: «¿Acaso soy yo?» 20 Él les dijo: «Uno de los Doce que moja conmigo en el mismo plato. 21 Porque el Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!»
Institución de la Eucaristía. ||Mt 26 26-29; ¡Le 22 15-20; ||l Co 11 23-25.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
Prendimiento de Jesús. liMt 26 47-56; ||Lc 22 47-53; IIJn 18 2-11. 43 Todavía estaba hablando, cuando de pronto se presenta Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes, de los escribas y de los ancianos. 44 El que le iba a entregar les había dado esta contraseña: «Aquel a quien yo dé un beso, ése es, préndanlo y llévenlo con cautela.» 45 Nada más llegar, se acerca a él y le dice: «Rabbí», y le dio un beso.46 Ellos le echaron mano y le prendieron. 47 Uno de los presentes, sacando la espada, hirió al siervo del Sumo Sacerdote, y le llevó la oreja.48 Y tomando la palabra Jesús, les dijo: «¿Como contra un salteador han salido a prenderme con espadas y palos? 49 Todos los días estaba junto a ustedes enseñando en el Templo, y no me detuvieron. Pero es para que se cumplan las Escrituras.» s0 Y abandonándole huyeron todos. 51 Un joven le seguía cubierto sólo de un lienzo; y le detienen. 52 Pero él, dejando el lienzo, se escapó desnudo*.
Jesús ante el Sanedrín. ||Mt 26 57-68; ||Lc 22 54. 63-71; ||jn 18 15-16. 18. 53 Llevaron a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y se reúnen todos los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas. 54 También Pedro le siguió de lejos, hasta dentro del palacio del Sumo Sacerdote, y estaba sentado con los criados, calentándose al fuego. 55 Los sumos sacerdotes y el Sanedrín entero andaban buscando contra Jesús un testimonio para darle muerte; pero no lo encontraban. 56 Pues muchos daban falso testimonio contra él, pero los testimonios no coincidían. 57 Algunos, levantándose, dieron contra él este falso testimonio: 58 «Nosotros le oímos decir: Yo destruiré este Santuario hecho por hombres y en tres días edificaré otro no hecho por hombres.» 59 Y tampoco en este caso coincidía su testimonio. 60 Entonces, se
14 52 Ksle breve relato propio de Marcos pivsi'iila probablemente al mismo evangelista. 14 (•>?. Ver Sal 110 1 y Dn 7 13.
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levantó el Sumo Sacerdote y poniéndose en medio, preguntó a Jesús: «¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra ti?» 61 Pero él seguía callado y no respondía nada. El Sumo Sacerdote le preguntó de nuevo: «¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?» 62 Jesús contesta: «Sí, yo soy, y verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir entre las nubes del cielo*.» 63 El Sumo Sacerdote se rasga las túnicas y dice: «¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? 64 Han oído la blasfemia. ¿Qué les parece?» Todos juzgaron que era reo de muerte. 65 Algunos se pusieron a escupirle, le cubrían la cara y le daban bofetadas, mientras le decían: «Adivina*», y los criados le recibieron a golpes. Negaciones de Pedro. ||Mt 26 69-75; ||Lc 22 55-62; ¡Jn 18 15-18. 25-27. 66 Estando Pedro abajo en el patio, llega una de las criadas del Sumo Sacerdote h7 y, al ver a Pedro calentándose, le mira atentamente y le dice: «También tú estabas con Jesús de Nazaret. » 68 Pero él lo negó: «Ni sé ni entiendo qué dices», y salió afuera, al portal, y cantó un gallo. 69 Le vio la criada y otra vez se puso a decir a los que estaban allí: «Este es uno de ellos.» 711 Pero él lo negaba de nuevo. Poco después, los que estaban allí volvieron a decir a Pedro: «Ciertamente eres de ellos pues además eres galileo.» 71 Pero él se puso a echar imprecaciones y a jurar: «¡Yo no conozco a ese hombre de quien hablan!» 72 Inmediatamente cantó un gallo por segunda vez. Y Pedro recordó lo que le había dicho Jesús: «Antes que el gallo cante dos veces, me habrás negado tres.» Y rompió a llorar.
Jesús ante Pilato. ||Mt 27 1-2.11-26; ||Lc 22 66; 23 1-5. 13-25; ||Jn 18 28-19 1; 19 4-16. 1 C 1 Pronto, al amanecer, preparaX ron una reunión los sumos sa14 65 La escena en este evangelio aplica a Jesús los ultrajes anunciados por el profeta, Is 50 6.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
cerdotes con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín y, después de haber atado a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato. 2 Pilato le preguntaba: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Él le respondió: «Sí, tú lo dices.» 3 Los sumos sacerdotes le acusaban de muchas cosas.4 Pilato volvió a preguntarle: «¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.» 5 Pero Jesús no respondió ya nada, de suerte que Pilato estaba sorprendido. 6 Cada Fiesta les concedía la libertad de un preso, el que pidieran. 7 Había uno, llamado Barrabás, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín habían cometido un asesinato. 8 Subió la gente y se puso a pedir lo que les solía conceder. 9 Pilato les contestó: «¿Quieren que les suelte al rey de los judíos*?» 10 Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le habían entregado por envidia. 11 Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les soltara más bien a Barrabás. 12 Pero Pilato les decía otra vez: «Y ¿qué voy a hacer con el que llaman el rey de los judíos?» 13 La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!» 14 Pilato les decía: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con más fuerza: «¡Crucifícale!» IS Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado. Coronación de espinas. ||Mt 27 27-31; ||Jn 19 1-3. 1(1 Los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio y llaman a toda la tropa. 17 Le visten de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñen. 18 Y se pusieron a saludarle: «¡Salve, rey de los judíos!» 19 Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante él. 20 Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púr-
15 9 En Me la gente pide el indulto de un preso, sin pensar en el caso de Jesús. Es Pilato quien aprovecha la ocasión para liberarse del proceso embarazoso de Jesús. Comparar con Mt 27 17.
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pura, le pusieron sus ropas y lo sacan fuera para crucificarlo. El camino de la cruz. ¡Mt 27 32-33; ||Lc 23 26; ¡Jn 19 17. 21 Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo*, a que llevara su cruz.22 Le conducen al lugar del Gólgota, que quiere decir: Calvario.
La Crucifixión. ¡Mt 27 34-38; ||Lc 23 33-34; ¡Jn 19 18-24. 23 Le daban vino con mirra, pero él no lo tomó. 24 Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno. 25 Era media mañana* cuando le crucificaron. 26 Y estaba puesta la inscripción de la causa de su condena: «El rey de los judíos.» 27 Con él crucificaron a dos salteadores, uno a su derecha y otro a su izquierda*f28]. ,
Jesús en cruz ultrajado. ||Mt 27 39-44; ||Lc 23 35-37. 29 Y los que pasaban por allí le insultaban, moviendo la cabeza y diciendo: «¡Eh, tú!, que destruyes el Santuario y lo levantas en tres días, 30 ¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!» 31 Igualmente los sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas diciendo: «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. 32 ¡El Cristo, el rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» También le injuriaban los que con él estaban crucificados.
Muerte de Jesús. ||Mt 27 45-54; ||Lc 23 44-47; ||Jn 19 28-30. 33 Llegado el mediodía, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta media
15 21 Ver Rm 16 13. 15 25 Lit.: la hora tercia: entre las nueve y las doce de la mañana, ver Mt 27 45. 15 27 La adición del v. 28, ver Is 53 12, proviene sin duda de Le 22 37.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
tarde'".34 A media tarde gritó Jesús con fuerte voz: «Eloí, Eloí", ¿lemá sabactaní?», —que quiere decir: «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» 3:> Al oír esto algunos de los presentes decían: «Mira, llama a Elias.» 36 Entonces uno fue corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber, diciendo: «Déjenlo, vamos a ver si viene Elias a descolgarle.» 37 Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró.38 Y el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo.39 Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: «Verdaderamente este hombre era hijo de Dios*.» Las santas mujeres en el Calvario. ||Mt 27 55-56; ||Lc 23 49; ¡¡Jn 19 25. 40 Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre ellas, María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de Joset, y Salomé,41 que le seguían y le servían cuando estaba en Galilea, y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.
Sepultura de Jesús. |Mt 27 57-61; ||Lc 23 50-55; | Jn 19 38-42. 42 Y ya al atardecer, como era la Preparación*, es decir, la víspera del sábado,43 vino José de Arimatea, miembro respetable del Consejo, que esperaba también el Reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús. 44 Se extrañó Pilato de que ya estuviera muerto y, llamando al centurión, le preguntó si había muer-
15 33 Ver Mt 27 45 + . 15 34 Comienzo del Sal 22; ver Mt 27 46 + . 15 39 La profesión de fe del centurión evoca la proclamación de la voz en el bautismo, 1 11 (ver 1 3 + ). Es un anuncio velado de la resurección. Ver Mt 4 3 + . 15 42 Ver Mt 27 62 + . 16 6 La fórmula recuerda las de la predicación primitiva, Hch 2 23-24; 3 15; etc. 16 8 Según Mt 28 8; Le 24 10.22s; Jn 20 18, las mujeres, sin embargo, han hablado. Me no narra las apariciones que parece anunciar en el v. 7, a no ser que las contara en un ñnal per-
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to hacía tiempo. 43 Informado por el centurión, concedió el cuerpo a José, 46 quien, comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca; luego, hizo rodar una piedra sobre la entrada del sepulcro. 47 María Magdalena y María la de Joset se fijaban dónde era puesto. El sepulcro vacÍQ. Mensaje del ángel. ||Mt 28 1-8; ||Lc 24 1-10; IIJn 20 1-10. 1 ¿1 1 Pasado el sábado, María MagX O dalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarle.2 Y muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, van al sepulcro. 3 Se decían unas a otras: «¿Quién nos retirará la piedra de la puerta del sepulcro?» 4 Y levantando los ojos ven que la piedra estaba ya retirada; y eso que era muy grande.5 Y entrando en el sepulcro vieron a un joven sentado en el lado derecho, vestido con una túnica blanca, y se asustaron. 6 Pero él les dice: «No se asusten. Buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado*, no está aquí. Vean el lugar donde le pusieron. 7 Pero vayan a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de ustedes a Galilea; allí le verán, como les dijo.» 8 Ellas salieron huyendo del sepulcro, pues un gran temblor y espanto se había apoderado de ellas, y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo...* Apariciones de Jesús resucitado*. Ver Mt 28 10+; ||Jn 20 11-18. 9 Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció
dido (ver nota siguiente). El que la tumba haya sido encontrada vacía es un primer indicio, no una prueba, de que el Señor Jesús no pertenece a nuestro mundo. 16 9 Este final, w . 9-20, es inspirado y canónico. No se puede probar su pertenencia a la redacción de Marcos. Lo omiten manuscritos muy importantes, como el Vaticano y el Sinaítico. El final actual, que es un resumen de las apariciones del resucitado, redactado en un estilo muy diverso al de Me, llenó el vacío del final primitivo perdido y suavizó la interrupción del v. 8.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. 10 Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con él, que estaban tristes y llorosos. 11 Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, no creyeron. ||Lc 24 13-35. 12 Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea. 13 Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; pero tampoco creyeron a éstos. IlLc 24 36-49; ||jn 20 19-23. 14 Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado.
16 20 La exaltación de Jesús, 14 62, y la misión de los apóstoles están relacionados con la
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||Mt 28 18-20. 13 Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación. 16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. 17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, 18 tomarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.» ||Lc 24 50-53; ||Hch 1 3-14. 19 Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban*.
resurrección, ver Le 24 50-51; llrli 1 «) 10.
E V A N G E L I O S E G Ú N S A N LUCAS" IVólogo*.
I
1 Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, 2 tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos ocu-
lares y servidores de la Palabra,3 he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, 4 para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
/. Nacimiento y vida oculta de Juan el Bautista y de Jesús* Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista. 5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel; 6 los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta en todos los mandamientos y preceptos del Señor. 7 No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos de avanzada edad. 8 Sucedió que, mientras oficiaba delante de Dios, en el grupo de su turno, 9 le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. 10 Toda la multitud del pueblo estaba fuera en oración, a la hora del incienso. " Se le apareció el ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo Zacarías, se sobresaltó, y el temor se apoderó de él. 13 El ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará un hijo, a quien pondrás por nombre Juan*; 14 será para ti gozo y alegría y muchos se gozarán en su nacimiento, 11 porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor; estará
lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre, 16 y convertirá al Señor su Dios a muchos de los hijos de Israel 17 e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elias*, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.» 18 Zacarías dijo al ángel: «¿En qué lo conoceré*? Porque yo soy viejo y mi mujer de avanzada edad.» 19 El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. 20 Mira, por no haber creído mis palabras, que se cumplirán a su tiempo, vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas.» 21 El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaban de que tardara tanto en el Santuario.22 Cuando salió no podía hablarles, y comprendieron que había tenido una visión en el Santuario; les hablaba por señas y permaneció mudo. 23 Una vez cumplidos los días de su servicio se fue a su casa. 24 Días después, concibió su mujer Isabel y estuvo durante cinco meses encerrada 25 diciendo: «Esto es lo que ha hecho por
" Procúrese acudir a las notas que acompañan los textos paralelos, cuyas referencias figuran en la traducción debajo de los subtítulos. 1 Este prólogo, ver Hch 1 1, explica con qué cuidado Le ha compuesto su evangelio teniendo muy en cuenta la tradición, como fuente de información. 15 Le dispone los relatos en forma de díptico: narra alternativamente el nacimiento e
infancia de Juan y de Jesús, y los narra desde el punto de vista de María, mientras que Mt los ha narrado desde el punto de vista de José. En estos dos capítulos abundan los temas y citas del AT. 1 13 Juan significa Yahvé es favorable. 1 17 Según MI 3 23, Elias volverá para preparar la era mesiánica; Mt 17 10+. 1 18 . Ver Gn 15 8. Zacarías pide un «signo», pero sigue escéptico.
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
mí el Señor en los días en que se dignó quitar mi oprobio entre la gente.» La Anunciación*. 26 Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. 28 Y, entrando, le dijo: «Alégrate*, llena de gracia, el Señor está contigo.» 29 Ella se turbó por estas palabras y se preguntaba qué significaría aquel saludo. 30 El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; 31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. 32 Él será grande, se le llamará Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» 34 María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón*?» 35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra*; por eso el que ha de nacer será santo y se le llamará Hijo de Dios. 36 Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y este es ya el sexto mes de la que se decía que era estéril, 37 porque no hay nada imposible para Dios*.» 38 Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel, dejándola, se fue.
La Visitación. 39 En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; 40 entró en casa de Zacarías y sa-
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ludó a Isabel. 41 En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena de Espíritu Santo 42 y exclamó a gritos: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;43 y ¿de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor? 44 Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. 43 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» Cántico de María*. Ver 1 S 2 1-10. 46
Y dijo María:
«Alaba mi alma la grandeza del Séñor 47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador 48 porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, 49 porque ha hecho en mi favor cosas grandes el Poderoso, *Santo es su nombre 50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. 51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los de corazón altanero. 52 Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. 53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos con las manos vacías. 54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia 55 —como había anunciado a nuestros padres— en favor de Abrahán y de su linaje por los siglos.» 56 María se quedó con ella unos tres meses, y luego se volvió a su casa.
1 26 El relato se inspira en varios pasajes el anuncio de los w . 31-33, tiene su explicadel AT: ver Je 6 11-24; 13 2-7; 2 S 7. ción en el v. 35. Ver Mt 1 18-20+. 1 28 Alégrate mejor que ¡salve! Llamamien- 1 35 Ver Ex 13 22; 19 16+; 24 16 + . Comparar con Le 9 34-35+p. to al gozo mesiánico, inspirado en Is 12 6; So 3 14; Za 2 14; 9 9; etc. -Llena de gracia, lit.: tú 1 37 Ver Gn 18 14. que has estado y sigues estando llena de gracia1 46 El cántico de María recuerda el de (del favor divino). Las palabras del ángel evoAna, 1 S 2 1-10+, el de otros muchos pasajes can textos mesiánicos tales como 2 S 7 + ; Is 9 del AT sobre los pobres socorridos por Dios y 6; Dn 7 14; ver Mt 9 27+. sobre el favor otorgado a Israel: Sal 98 3; 103 1 34 María sólo está «desposada» (v. 27) Í7; 89 11; 107 9; Is 41 8-9; etc. con José. Este hecho, que parece contradecir
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
Nacimiento de Juan el Bautista. 57 Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz y tuvo un hijo. 58 Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella.
Circuncisión de Juan el Bautista. 39 Al octavo día fueron a circuncidar al niño y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, 60 pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan.» 61 Le decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre.» 62 Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamara. M Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Y todos quedaron admirados. 64 Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios.65 Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; 66 todos los que las oían las grababan en su corazón, diciéndose: «Pues ¿qué será este niño?» Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él.
Cántico de Zacarías*. Zacarías, su padre, quedó lleno de Espíritu Santo y profetizó diciendo: 67
68 «Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo, 69 y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo, 70 como había prometido desde antiguo, por boca de sus santos profetas, 71 que nos salvaría de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian 72 teniendo misericordia con nuestros padres
1 67 Este cántico es un salmo de acción de lírucias, w . 68-75, que Le pone en boca de Zacarías, adaptándolo a la nueva etapa de la Alian/,a, vv. 76-79, en una visión de futuro. Ver S¡|| 108 K-y; 111 9; Lv 26 42; Is 9 1; 42 7; etc. 2 7 I ,¡i palabra primogénito subraya la dig-
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y recordando su santa alianza 73 el juramento que juró a Abrahán nuestro padre, de concedernos 74 que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor 75 en santidad y justicia en su presencia todos nuestros días. 76 Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos y dar a su pueblo el conocimiento de la salvación mediante el perdón de sus pecados, 78 por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de lo alto, 79 a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.» Vida oculta de Juan el Bautista. 80 El niño crecía y su espíritu se fortalecía y vivió en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.
Nacimiento de Jesús y visita de los pastores.
2
' Por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se hiciera un censo de todo el mundo.2 Este primer censo tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. 3 Iban todos a registrarse, cada uno a su ciudad. 4 Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,5 para registrarse con María, su esposa, que estaba embarazada. 6 Mientras estaban allí, se le cumplieron los días del parto 7 y dio a luz a su hijo primogénito*, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el albergue. nidad y los derechos del niño, sin suponer necesariamente hermanos menores. - albergue; la palabra griega designa una sala, ver IS 9 22; Le 22 11 en la que se alojaba la familia de José.
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al aire libre y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. 9 Se les presentó el ángel del Señor, la gloria del Señor los envolvió en su luz y se llenaron de temor. 10 El ángel les dijo: «No teman, pues les anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: 11 les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor*; 12 y esto les servirá de señal: encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» 13 Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios diciendo: 14 «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.» 15 Cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vamos a Belén a ver lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.» 16 Fueron a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17 Al verlo, contaron lo que les habían dicho acerca de aquel niño; 18 y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. 19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón. 20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho. 8
Circuncisión de Jesús. 21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le puso el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.
Presentación de Jesús en el Templo*. 22 Cuando se cumplieron los días en que debían purificarse, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén
2 11 El Cristo, Mt 1 16, Ungido (Mesías) de Dios, Ex 30 22+; 1 S 24 7; ver Le 2 26; Hch 2 36, consagrado para una misión de elección, Is 45 1, recibe asimismo el título divino de Señor. 2 22 Los padres de Jesús cumplen cuidadosamente las prescripciones de la Ley, Lv 12 1-8 + ; Ex 13 1-2 +. Su ofrenda es la de los po-
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para presentarle al Señor, 23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor 24 y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. 25 Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Era un hombre justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. 26 El Espíritu Santo le había revelado que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. 27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, 28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Cántico de Simeón. 29 «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; 30 porque han visto mis ojos tu salvación, 31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos, 32 luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel*.»
Profecía de Simeón. 33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. 34 Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción —35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!— a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones*.»
Profecía de Ana. 36 Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, di»
bres, Lv 12 8.
2 32 El final se inspira cu Is 42ft;4«> n. rl. ver Hch 13 47 + .
2 35 María, Hija tic Sióu, llcvmri cu »¡n pin pia vida el deslino doloroso de MI purUn I I símbolo de la ospudii v lii'.|iii ¡m ii I .' I I I .'n en /.a 12 10.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
edad avanzada. Casada en su juventud, había vivido siete años con su marido, 37 y luego quedó viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. 38 Presentándose en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Vida oculta de Jesús en Nazaret. 39 Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.40 El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él.
Jesús entre los doctores. 41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén a lafiestade la Pascua.42 Cuando cumplió los doce años, subieron como de costumbre a la fiesta.43 Al volverse ellos pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres.44 Creyendo que estaría en la
II.
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caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; 45 pero, al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. 46 Al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas; 47 todos los que le oían, estaban desconcertados por su inteligencia y sus respuestas. 48 Cuando le vieron quedaron sorprendidos y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.» 49 El les dijo: «Y ¿por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debía estar en la casa de mi Padre*?» 50 Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Más sobre la vida oculta en Nazaret. Sl Bajó con ellos, vino a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. 52 Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
Preparación del ministerio de Jesús
Predicación de Juan el Bautista*. ||Mt 3 1-12; ||Mc 1 1-8.
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1 En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea; Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; 2 en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.3 Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, 4 como está escrito en el libro de los oráculos del profeta -Isaías:
Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, 2 4() Jesús, consciente de su relación única ('•iii su Padre, se debe a él más que a su padre v ti .su madre, v. 48; ver 10 22; Mt 4 3 + ; etc. í Nuevo sincronismo, más solemne que I '•. 2 I cnliv la historia de la salvación y la
enderecen sus sendas; 5 todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas serán caminos llanos. 6 Y todos verán la salvación de Dios. 7 Decía, pues, a la gente que acudía para que los bautizara: «Raza de víboras, ¿quién les ha enseñado a huir de la ira inminente? 8 Den, pues, frutos dignos de conversión y no anden diciendo en su interior: 'Tenemos por padre a Abrahán'; porque les digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abrahán. 9 Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.»
historia del mundo pagano. El v. 2 recuerda a los profetas, Os 1 1; Jr 1 2; etc. En los versículos 5-6, la perspectiva es universal, se extiende a todos los pueblos; la cita de Is 40 35+ es en Le más larga que en Mt y Me.
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS1011
10 La
gente le preguntaba: «Pues ¿qué debemos hacer?» 11 Y él les respondía: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo.» 12 Vinieron también publícanos a bautizarse, que le dijeron: «Maestro, ¿qué debemos hacer?» 13 Él les dijo: «No exijan más de lo que les está fijado.» 14 Le preguntaron también unos soldados: «Y nosotros ¿qué debemos hacer?» Él les dijo: «No hagan extorsión a nadie, no hagan denuncias falsas y conténtense con su salario.» 15 Como el pueblo estaba expectante y andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo, 16 declaró Juan a todos: «Yo los bautizo con agua; pero está a punto de llegar el que es más fuerte que yo, a quien ni siquiera soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él los bautizará en Espíritu Sanio y luego. 17 En su mano tiene el rastrillo para limpiar su cosecha: recogerá el Irigo en su granero, pero quemará la paja con fuego que no se apaga.» 18 Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva. Prisión de Juan el Bautista. Mt 14 3-12; Me 6 17-29. 19 Pero Herodes, el tetrarca, reprendido por él por el asunto de Herodías, la mujer de su hermano, y por todas las malas acciones que había hecho, •'•"•añadió a todas ellas la de encerrar a Juan en la cárcel.
Bautismo de Jesús. ||Mt 3 13-17; ||Mc 19-11. 21 Todo el pueblo se estaba bautizando. Jesús, ya bautizado, se hallaba en oración, se abrió el cielo, 22 bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del
3 23 La genealogía de Le, más universalista que la de Mateo 1 1-17, se remonta, más allá de Abrahán, hasta Adán, cabeza de la humanidad. -El inciso según se creía pretende salvaguardar la concepción virginal de Jesús, Mt 1 18 + . La indicación de la edad de Jesús es aproximada: unos treinta años; Le quiere in-
cielo: «Tú eres mi hijo; yo hoy te he engendrado.» Genealogía de Jesús*. ||Mt 1 1-17. 23 Tenía Jesús, al comenzar, unos treinta años. Se creía que era hijo de José, hijo de Helí, 24 hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melkí, hijo de Janái, hijo de José,25 hijo de Matatías, hijo de Amos, hijo de Naúm, hijo de Eslí, hijo de Nangái,2<1 hijo de Maaz, hijo de Matatías, hijo de Semeín, hijo de Josec, hijo de Yodá, 27 hijo de Joanán, hijo de Resá, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Nerí, 28 hijo de Melkí, hijo de Addí, hijo de Cosán, hijo de Elmadán, hijo de Er,29 hijo de Jesús, hijo de Eliezer, hijo de Jorín, hijo de Matat, hijo de Leví, 30 hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliakín, 31 hijo de Meleá, hijo de Menná, hijo de Matatá, hijo de Natán, hijo de David, 32 hijo de Jesé, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salá, hijo de Naasón, 33 hijo de Aminadab, hijo de Admín, hijo de Arní, hijo de Esrón, hijo de Fares, hijo de Judá, 34 hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abrahán, hijo de Tara, hijo de Najor, 35 hijo de Serug, hijo de Ragáu, hijo de Fálec, hi jo de Eber, hijo de Salá, 36 hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lámec, 37 hijo de Matusalén, hijo de Henoc, hijo de Járcl, lujo de Maleleel, hijo de Cainán, 18 hijo tic linos, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.
Teñí aciones en el desierto*. ||Ml 4 1-11; ||Mc 1 12-13.
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' Jesús, lleno de Espíritu Santo, se volvió del Jordán y era conducido por el Espíritu en el desierto, 2 durante
dicar que Jesús tenía la edad requerida para ejercer una misión pública. 4 Los datos de Me (40 días de tentación) están asociados a los de Mt (las tentaciones después de un ayuno de 40 días). Citas de Dt 8 3: 6 13; Sal 91 11-12; Dt 6 16. -Sobre las tentaciones, ver Mt 4 + .
EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS cuarenta días, tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días y, al cabo de ellos, sintió hambre. 3 Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.» 4 Jesús le respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre.» 5 Llevándole luego a una altura le mostró en un instante todos los reinos de la tierra6 y le dijo el diablo: «Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque me la han entregado a mí y yo se la doy a quien quiero.7 Si, pues, me adoras, toda será tuya.» 8 Jesús le respondió: «Está escrito: Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto.»
III.
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Lo llevó después a Jerusalén, lo puso sobre el alero del Templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo; 10 porque está escrito: 9
A sus ángeles te encomendará para que te guarden. "Y: En sus manos te llevarán para que no tropiece tu pie en piedra alguna.» 12
Jesús le respondió: «Está dicho:
No tentarás al Señor tu Dios.» 13 Acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta el tiempo oportuno"*.
Ministerio de Jesús en Galilea
18 El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos 19 v proclamar un año de gracia del Señor.
20 Enrolló el volumen, lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura que acaban de oír se ha cumplido hoy.» 22 Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿Acaso no es éste el hijo de José?» 23 Él les dijo: «Seguramente me van a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaún, hazlo también aquí en tu patria.» 24 Y añadió: «En verdad les digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.» 25 «Les digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elias, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses y hubo gran hambre en todo el país; 26 y a ninguna de ellas fue enviado Elias, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Elíseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.» 28 Al oír estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira 29 y, levan-
4 13 V««r 22 3.53; Jr 13 2.27. 4 Id Ksceiia en la que probablemente se i uinliinim una pimiera visita a la sinagoga, rel.i. 11111111111 i mi MI 4 I con cila de ls 61 1-2; Vi fi, muí •it't'iin.l.i, vi-i MI M S \ S7; Me 6 1-6;
y una tercera en que Jesús es amenazado. Es todo un resumen de la misión de Jesús y la negativa de su pueblo. —Los mejores manuscritos de Le escriben Nazará en vez de Nazaret, ver MI 4 13 + .
Comienzo de la predicación. ||Mt 4 12-17.23; ||Mc 1 14-15.39; =Lc 4 44. 14 Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu y su fama se extendió por toda la región. 15 Iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.
Jesús en Nazaret*. ||Mt 13 53-58; ||Mc 6 1-6. 16 Vino a Nazaret, donde se había criado, entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. 17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías, desenrolló el volumen y encontró el pasaje donde estaba escrito:
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
tándose, lo arrojaron fuera de la ciudad y lo llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para despeñarle. 10 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó. Jesús enseña en Cafarnaún y cura a un endemoniado. ||Mc 121-28; ||Mt 7 28-29. 31 Bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. 32 Quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad. 33 Había en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo y se puso a gritar a grandes voces: 34 «¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.» 35 Jesús entonces le ordenó diciendo: «Cállate y sal de él.» Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él sin hacerle ningún daño. 36 Quedaron todos asombrados y se decían unos a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen.» 37 Y su fama se extendió por todos los lugares de la región.
Curación de la suegra de Simón. ||Mt 8 14-15; ||Mc 1 29-31. 38 Al salir de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con mucha fiebre y le rogaron por ella. 39 Inclinándose sobre ella, ordenó a la fiebre; y la fiebre la dejó; ella, levantándose al punto, se puso a servirles.
Numerosas curaciones. ||Mt 8 16-17; ||Mc 1 32-34. 40 A la puesta del sol, todos cuantos tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. 41 Salían también demonios de muchos, gritando y diciendo: «Tú eres el Hijo de Dios.» Pero él les ordenaba y no les permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo*.
4 41
Ver Me 1 34+; 3 11-12.
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Jesús sale ocultamente de Cafarnaún y recorre Judea. ||Mc 1 35-39. 42 Al hacerse de día salió y se fue a un lugar solitario. La gente le andaba buscando y, llegando hasta él, trataban de retenerle para que no les dejara.43 Pero él les dijo: «También a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado.» 44 E iba predicando por las sinagogas de Judea.
Vocación de los cuatro primeros discípulos. ||Mt 4 18-22; ||Mc 1 16-20.
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' Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba a su alrededor para oír la palabra de Dios, 2 cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas y estaban lavando las redes. 3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tieera; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre. 4 Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echen sus redes para pescar.» 5 Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.» 6 Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. 7 Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. 8 Al verlo, Simón Pedro cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.» 9 Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. 10 Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres.» 11 Llevaron a tierra
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
las barcas y, dejándolo todo, le siguieron. Curación de un leproso. ||Mt 8 1-4; ||Mc 1 40-45. 12 Estando en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra que, al ver a Jesús, se echó rostro en tierra y le rogó diciendo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.» 13 Él extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio.» Y al instante le desapareció la lepra. ,4 Le ordenó que no se lo dijera a nadie. Y añadió: «Vete, preséntate al sacerdote y haz la ofrenda por tu purificación como prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio.» ' " Su fama se extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades. 16 Pero él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba.
Curación de un paralítico. ||Mt 9 1-8; ||Mc 2 1-12. 17 Un día que estaba enseñando, había sentados algunos fariseos y doctores de la ley que habían venido de todos los pueblos de Galilea y Judea, y de Jerusalén. El poder del Señor le hacía obrar curaciones. 18 En esto, unos hombres trajeron en una camilla a un paralítico y trataban de introducirle, para ponerle delante de él. 19 Pero no encontrando por dónde meterle, a causa de la multitud, subieron a la azotea, le bajaron con la camilla a través de las tejas y le pusieron en medio, delante de Jesús. 20 Viendo Jesús la fe que tenían, dijo: «Hombre, tus pecados te quedan perdonados.» 2' Los escribas y fariseos empezaron a pensar: «¿Quién es éste, que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?» 22 Conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo: «¿Qué están pensando en sus corazones? 23 ¿Qué es más fácil, decir: 'Tus pecados te quedan perdonados', o decir: 'Levántate y anda'? 24 Pues para que sepan que el I lijo del hombre tiene en l.i tierra poder de peí donar pecados
d i j o al |>aialilico
: 'A li te d i g o , le-
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vántate, toma tu camilla y vete a tu casa'.» 25 Y al instante, levantándose delante de ellos, tomó la camilla en que estaba acostado y se fue a su casa, glorificando a Dios. 26 El asombro se apoderó de todos y glorificaban a Dios. Y llenos de temor, decían: «Hoy hemos visto cosas increíbles.» Vocación de Leví. ||Mt 9 9; ||Mc 2 13-14. 27 Después de esto, salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sigúeme.» 28 Él, dejándolo todo, se levantó y le siguió.
Comida con los pecadores en casa de Leví. ||Mt 9 10-12; ||Mc 2 15-17. 29 Leví le ofreció en su casa un gran banquete. Había un gran número de publícanos y de otros que estaban a la mesa con ellos.30 Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos: «¿Cómo es que comen y beben con los publícanos y pecadores?» 31 Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal.32 No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores.»
Discusión sobre el ayuno. ||Mt 9 14-17; ||Mc 2 18-22. 33 Ellos le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los fariseos, pero los tuyos no se privan de comer y beber.» 34 Jesús les dijo: «¿Pueden acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? 3S Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces, en aquellos días, ayunarán.» 36 Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para echar un remiendo a uno viejo, porque, si lo hace, desgarrará el nuevo, y el viejo no combinará con el remiendo del nuevo. 37 «Nadie echa tampoco vino nuevo en vasijas viejas; porque, si lo hace, el
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
vino nuevo reventará las vasijas, el vino se derramará, y las vasijas se echarán a perder;38 sino que el vino nuevo debe echarse en vasijas nuevas. 39 Nadie, después de beber el vino añejo, quiere del nuevo porque dice: El añejo es el bueno*.» Las espigas arrancadas en sábado. ||Mt 12 1-8; ||Mc 2 23-28.
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' Sucedió que, cruzando un sábado por unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas, las desgranaban con las manos y se las comían. 2 Algunos de los fariseos dijeron: «¿Por qué hacen lo que no es lícito en sábado?» 3 Y Jesús les respondió: «¿Ni siquiera han leído lo que hizo David, cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, 4 cómo entró en la Casa de Dios y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?» 5 Y les dijo: «El Hijo del hombre es señor del sábado.» Curación del hombre de la mano seca. ||Mt 12 9-14; ||Mc 3 1-6. 6 Otro sábado entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. 7 Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle. 8 Pero él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte ahí en medio.» Él se levantó y se puso allí. 9 Entonces Jesús les dijo: «Yo les pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla.» 10 Y, mirando a todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano.» Él lo hizo, y quedó restablecida su mano. 11 Ellos se
5 39 v. propio de Le: Jesús observa que no todos sus oyentes judíos aprecian su espíritu nuevo. Ver Hch 13 5 +. 6 13 Apóstol = enviado. En el NT reciben este nombre los «enviados» como testigos de la vida, muerte y resurrección de Cristo, Hch 22 21+: los Doce, en primer lugar, Me 3 14; pero también otros discípulos, Rm 1 1 + ; 1 Co 12 28; Ef 4 11. 6 20 Los w . 20-49 corresponden a Mt 5-7.
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ofuscaron y deliberaban entre sí qué harían a Jesús. Elección de los Doce. ||Mt 10 1-4; ||Mc 3 13-19. 12 Por aquellos días, se fue él al monte a orar y se pasó la noche en la oración de Dios. 13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles*: 14 A Simón, a quien puso el nombre de Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, 15 a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelota; 16 a Judas de Santiago y a Judas Iscariote, que fue el traidor.
La muchedumbre sigue a Jesús. ||Mt 4 24-25; ||Mc 3 7-12. 17 Bajó con ellos y se detuvo en un paraje llano; había un gran número de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costeé de Tiro y Sidón, 18 que habían venido para oírlo y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. 19 Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Discurso inaugural. Las Bienaventuranzas*. ||Mt 5 1.3.6.5.11-12. 20 Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque suyo es el Reino de Dios. 21 Bienaventurados los que tienen hambre ahora, porque serán saciados. Bienaventurados los que lloran ahora, porque reirán.
Le no ha insertado adiciones, ver 5 + ; y ha suprimido lo que estimaba tener menos interés para los lectores no judíos. -Aquí, w . 20-26, Jesús se dirige directamente a sus oyentes. En forma antitética examina situaciones concretas que comprometen las disposiciones interiores y que contraponen el espíritu de este mundo con el de Cristo. Ver 1 S 2 8; Is 5 8-25; Am 5 11; etc.
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Bienaventurados serán cuando los hombres los odien, cuando los expulsen, los injurien y proscriban su nombre como malo por causa del Hijo del hombre.23 Alégrense ese día y salten de gozo, que su recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas. 22
Las maldiciones. 24 «Pero ¡ay de ustedes, los ricos!, porque han recibido su consuelo. 25 ¡Ay de ustedes, los que ahora están llenos!, porque tendrán hambre. ¡Ay de los que ríen ahora!, porque tendrán tristeza y llanto. 26 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de ustedes!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.
Amor a los enemigos. ||Mt 5 44.39-40.42; 7 12; 5 46.45. 27 «Pero a ustedes, los que me escuchan, yo les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a los que los odien, -8 bendigan a los que los maldigan, rueguen por los que los difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. 30 A todo el que te pida, dale, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. 31 Y traten a los hombres como quieran que ellos los traten. 32 Si aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Pues también los pecadores aman a los que les aman.33 Si hacen bien a los que les hacen el bien, ¿qué mérito tienen? ¡También los pecadores hacen otro tanto! 34 Si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente.35 Más bien, amen a sus enemigos; hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio; entonces su recompensa será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los perversos.
6 36 Mt 5 48 dice perfecto. Ver Ex 34 6-7; Dt 4 31; etc. 6 39 Este versículo y los w . 44-45 aplican a
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Misericordia y beneficencia. ||Mt 7 1-2; ||Mc 4 24. 36 «Sean compasivos como su Padre es compasivo*. 37 No juzguen y no serán juzgados, no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. 38 Den y se les dará; una medida buena, apretada, sacudida, rebosante pondrán en el pliegue de sus vestidos. Porque con la medida con que midan se les medirá.»
Celo bien ordenado. ||Mt 15 14; 10 24-25; ||Jn 13 16; 15 20. 39 Les añadió una parábola: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo*? 40 No está el discípulo por encima del maestro. Será como el maestro cuando esté perfectamente instruido. 4' ¿Cómo es que miras la astilla que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? 42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: 'Hermano, deja que saque la astilla que hay en tu ojo', si no ves la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver para sacar la astilla que hay en el ojo de tu hermano. JlMt 12 33-35; 7 16-18. 3 «Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo y, a la inversa, no hay árbol malo que dé fruto bueno. 44 Cada árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se cosechan uvas. 43 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca.
Necesidad de las obras. ||Mt 7 21.24-27. 46 «¿Por qué me llaman: 'Señor, Señor' y no hacen lo que digo? 47 «Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica, les voy a mostrar a quién es semejante:48 Es semejante a un hombre que, al edificar
los discípulos lo que se ha dicho de los fariseos, Mt 15 14; 7 16s.
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EVANGELIO SEG ÚN SAN LUCAS
una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. 49 Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa.» Curación del siervo de un centurión. ||Mt 8 5-10.13; ||Jn 4 46-54? Una vez concluidas todas estas palabras al pueblo, entró en Cafarnaún. 2 Se encontraba enfermo y a punto de morir un siervo de un centurión, muy querido de éste. 3 Habiendo oído hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos para rogarle que viniera y salvara a su siervo. 4 Éstos, llegando ante Jesús, le suplicaban insistentemente, diciendo: «Merece que se lo concedas,5 porque ama a nuestro pueblo y él mismo nos ha edificado la sinagoga.» 6 Iba Jesús con ellos y, estando ya no lejos de la casa, envió el centurión a unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo,7 por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra y quede sano mi criado. 8 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: 'Vete', y va; y a otro: 'Ven', y viene; y a mi siervo: 'Haz esto', y lo hace.» 9 Al oír esto, Jesús quedó admirado de él, y volviéndose dijo a la muchedumbre que le seguía: «Les digo que ni en Israel he encontrado una fe tan grande.» 10 Cuando los enviados volvieron a la casa hallaron al siervo sano. 7
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Resurrección del hijo de la viuda de Naín*. 11 A continuación se fue a una ciudad llamada Naín. Iban con él sus discípu-
7 11 Este relato propio de Le, prepara la palabra de Jesús, v. 22. 7 13 En el relato de Le aparece el título divino de Señor aplicado a Jesús, ver 2 11. Le lo
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los y una gran muchedumbre. 12 Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; la acompañaba mucha gente de la ciudad. 13 Al verla, el Señor* tuvo compasión de ella y le dijo: «No llores.» 14 Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y él dijo: «Joven, a ti te digo: Levántate.» 15 El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él se lo dio a su madre* 16 El temor se apoderó de todos y glorificaban a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo». 17 Y lo que se decía de él se propagó por toda Judea y por toda la región circunvecina. Pregunta del Bautista y testimonio de Jesús. 18 Los discípulos de Juan le llevaron todas estas noticias. Entonces él, llamando a dos de ellos, 19 los envió a decir al Señor: «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos'esperar a otro?» 20 Aquellos hombres se acercaron a él y le dijeron: «Juan el Bautista nos ha enviado a decirte: ¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?» 21 En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y dolencias y de malos espíritus, y dio vista a muchos ciegos. 22 Y les respondió: «Vayan y cuenten a Juan lo que han visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la Buena Nueva;23 ¡y dichoso aquel que no se escandalice de mí!» 24 Cuando los mensajeros de Juan se alejaron se puso a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 25 ¿Qué salieron a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten magníficamente y con lujo están en los palacios.26 Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, les
empleará a menudo; y llegará a convertirse en un nombre propio. 7 15 Ver 9 42; 1 R 17 23.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
digo, y más que un profeta. es de quien está escrito:
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De éste
He aquí que envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino * 28 «Les digo: No hay, entre los nacidos de mujer, ninguno mayor que Juan; sin embargo el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él. 29 Todo el pueblo que le escuchó, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, y se hicieron bautizar con el bautismo de Juan.30 Pero los fariseos y los juristas, al no aceptar su bautismo, frustraron el plan de Dios sobre ellos.
Jesús juzga a su generación. 31 «¿Con quién, compararé, pues, a los hombres de esta generación? Y ¿a quién se parecen? 32 Se parecen a los chiquillos que están sentados en la plaza y se gritan unos a otros diciendo:
'Les hemos tocado la flauta, y no han bailado, les hemos entonado canciones tristes, y no han llorado.' 33 «Porque ha venido Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y dicen: 'Demonio tiene.' 34 Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: 'Ahí tienen un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores.' 35 Y la Sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos'".»
La pecadora perdonada*. 36 Un fariseo le rogó que comiera con él, y, entrando en la casa del fariseo, se puso a la mesa. 37 Había en la ciudad una mujer pecadora pública. Al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro de perfume 38 y, poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó a llorar, y con sus lágrimas le mojaba los pies y con
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a l u d e MI 3 1.
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los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus pies y los ungía con el perfume. 39 Al verlo el fariseo que le había invitado, se decía para sí: «Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, pues es una pecadora.» 40 Jesús le respondió: «Simón, tengo algo que decirte.» Él dijo: «Di, maestro.» 41 «Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta. 42 Como no tenían para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién de ellos le amará más?» 43 Respondió Simón: «Supongo que aquel a quien perdonó más.» Él le dijo: «Has juzgado bien.» 44 Y, volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos. 45 No me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies.46 No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. 47 Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra*.» 48 Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados.» 49 Los comensales empezaron a decirse para sí: «¿Quién es éste, que hasta perdona los pecados?» 30 Pero él dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado. Vete en paz.» Mujeres que acompañaban a Jesús. ||Mt 4 23; 9 35; ||Mc 1 39; ver Le 4 43-44.
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' Recorrió a continuación ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, 2 y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios,
Mt 26 6-13; Me 14 3-9; Jn 12 1-11. La mujer no es ni María de Magdala, 8 2, ni la hermana de Marta, 10 39; Jn 11-12. 7 47 La pecadora muestra amor porque sus II l<>. / IFI I ' . | I I M I I I Í O propio de l.c, ion la parábola pecados han sido perdonados, y no a la inver• I. Ii», u' II) M I ,< 111 u ion ix. r-, l.i de Melania. sa.
7 VS l.os hijos tic Dios, que es la Sabiduría, iet oiioivn la ¡uslicia de Dios en sus obras, Mt
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
3 Juana,
mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes. Parábola del sembrador. ||Mt 13 1-9; ||Mc 4 1-9. 4 Se iba reuniendo mucha gente, a la que se añadía la que procedía de las ciudades. Les dijo entonces en parábola: 5 «Salió un sembrador a sembrar su simiente y, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino, fue pisada y las aves del cielo se la comieron; 6 otra cayó sobre piedra y, después de brotar, se secó, por no tener humedad; 7 otra cayó en medio de espinos y, creciendo los espinos con ella, la ahogaron. 8 Y otra cayó en tierra buena y, creciendo, dio fruto centuplicado.» Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Por qué habla Jesús en parábolas. ||Mt 13 10-11.13; ||Mc 4 10-12. 9 Le preguntaban sus discípulos qué significaba esta parábola, 10 y él dijo: «A ustedes se les ha dado el conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás sólo en parábolas, para que
viendo, no vean y, oyendo, no entiendan *. Explicación de la parábola del sembrador. ||Mt 13 18-23; ||Mc 4 14-20. 11 «La parábola quiere decir esto: La simiente es la palabra de Dios. 12 Los de a lo largo del camino son los que han oído; después viene el diablo y se lleva de su corazón la palabra, no sea que crean y se salven. 13 Los de sobre piedra son los que, al oír la palabra, la reciben con alegría; pero no tienen raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba abandonan. 14 Lo que cayó entre los espinos son los que. han oído, pero las preocupaciones, las
8 10 Cita de Is 6 9. 8 19 Este relato en Le (comparar con Mt 3 31-35) cierra la pequeña colección sobre la en-
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riquezas y los placeres de la vida les van sofocando y no llegan a madurez. 15 Lo que en buena tierra son los que, después de haber oído, conservan la palabra con corazón bueno y recto, y dan fruto con perseverancia. Cómo recibir y transmitir la enseñanza de Jesús. ||Mc 4 21-22; ||Mt 5 15; 10 26; =Lc 11 33; 12 2. 16 «Nadie enciende una lámpara y la tapa con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. 17 Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. =Mt 13 12; 25 29; =Mc 4 24-25; =Lc 19 26. 18 «Miren, pues, cómo oyen; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará.» x
El verdadero parentesco de Jesús*. ||Mt 12 46-50; ||Mc 3 31-35. 19 Se le presentaron su madre y sus hermanos, pero no podían llegar hasta él a causa de la gente. 20 Le avisaron: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte.» 21 Pero él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la cumplen.»
La tempestad calmada. ||Mt 8 18.23-27; ||Mc 4 35-41. 22 Cierto día subió a una barca con sus discípulos y les dijo: «Pasemos a la otra orilla del lago.» Y se hicieron a la mar. 23 Mientras ellos navegaban, se quedó dormido. Se abatió sobre el lago una borrasca; la barca se anegaba y estaban en peligro.24 Entonces, acercándose, le despertaron, diciendo: «¡Maestro, Maestro, que perecemos!» El, habiéndose despertado, increpó al viento
señanza en parábolas y su aceptación. Comparar los w . 15 y 21.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
y al oleaje, que se apaciguaron y sobrevino la calma. 25 Entonces les dijo: «¿Dónde está su fe?» Ellos, llenos de temor, se decían entre sí maravillados: «Pues ¿quién es éste, que ordena a los vientos y al agua, y le obedecen?» El endemoniado de Gerasa. ||Mt 8 28-34; ¡Me 5 1-20. 26 Arribaron a la región de los gerasenos, que está frente a Galilea. 27 Al saltar a tierra, vino de la ciudad a su encuentro un hombre, poseído por los demonios, y que hacía mucho tiempo que no llevaba vestido, ni moraba en una casa, sino en los sepulcros. 28 Al ver a Jesús se echó a sus pies, gritando con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, hijo de Dios Altísimo? Te suplico que no me atormentes.» 29 Es que él había mandado al espíritu inmundo que saliera de aquel hombre; pues en muchas ocasiones se apoderaba de él; y, aunque le sujetaban con cadenas y grillos para custodiarle, rompía las ligaduras y el demonio le empujaba al desierto. 3 Jesús le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» Él contestó: «Legión»; porque habían entrado en él muchos demonios. 31 Y le suplicaban que no les mandara irse al abismo. 32 Había allí un gran rebaño de cerdos comiendo en el monte; le suplicaron que les permitiera entrar en ellos y él se lo permitió.33 Los demonios salieron de aquel hombre y entraron en los cerdos; y los cerdos se arrojaron al lago de lo alto del precipicio y se ahogaron. 34 Viendo los que cuidaban los cerdos lo que había pasado, huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas. 35 Salieron, pues, a ver lo que había ocurrido y, llegando junto a Jesús, encontraron al hombre del que habían salido los demonios, sentado, vestido y en su sano juicio, a los pies de Jesús; y se llenaron de temor. 36 Los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado.37 Entonces toda la gente del país de los gerasenos le rogaron que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de gran temor. Él, subiendo a la barca, regresó.
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El hombre de quien habían salido los demonios le pedía estar con él; pero lo despidió, diciendo: 39 «Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho contigo.» Y fue por toda la ciudad proclamando todo lo que Jesús había hecho con él. 38
Curación de una hemorroísa y resurrección de la hija de Jairo. ||Mt 9 18-26; ||Mc 5 21-43. 40 Cuando regresó Jesús, la muchedumbre le recibió con agrado, pues todos le estaban esperando. 41 Llegó entonces un hombre, llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y, cayendo a los pies de Jesús, le suplicaba entrara en su casa, 42 porque su hija única, de unos doce años, se estaba muriendo. Mientras iba, la gente le oprimía. 43 Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que no había podido ser curada por nadie, 44 se acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y, al punto, se le paró el flujo de sangre.45 Jesús dijo: «¿Quién me ha tocado?» Como todos lo negaban, dijo Pedro: «Maestro, las gentes te aprietan y te oprimen.» 46 Pero Jesús dijo: «Alguien me ha tocado, porque he sentido que una fuerza ha salido de mí.» 47 Viéndose descubierta, la mujer se acercó temblorosa y, postrándose ante él, contó delante de todo el pueblo por qué razón le había tocado, y cómo al punto había sido curada. 48 Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.» 49 Estaba todavía hablando, cuando uno de casa del jefe de la sinagoga llega diciendo: «Tu hija está muerta. No molestes ya al Maestro.» 50 Jesús, que lo oyó, le dijo: «No temas; solamente ten fe y se salvará.» 5' Al llegar a la casa no permitió entrar con él más que a Pedro, Juan y Santiago, y al padre y a la madre de la niña. 52 Todos la lloraban y se lamentaban, pero él dijo: «No lloren, no ha muerto; está dormida.» 53 Y se burlaban de él, pues sabían que estaba muerta. 54 Él, tomándola de la mano, dijo en voz alta: «Niña, levántate.» 55 Retornó el espíritu a ella y, al punto, se levantó, y él mandó que le dieran de comer. 56 Sus padres queda-
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
ron estupefactos, y él les ordenó que a nadie dijeran lo que había pasado. Misión de los Doce. ||Mt 10 1.5.8.9-14; ||Mc 6 7-13.
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' Convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; 2 y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. 3 Y les dijo: «No tomen nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengan dos túnicas cada uno. 4 Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se marchen de allí. 3 Y si algunos no los reciben, salgan de aquella ciudad y sacudan el polvo de sus pies en testimonio contra ellos.» 6 Partieron, pues, y recorrieron los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes. Herodes y Jesús. ||Mt 14 1-2; ||Mc 6 14-16. 7 Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba y estaba perplejo, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; 8 otros, que Elias se había aparecido, y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. 9 Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?» Y buscaba verlo*.
Vuelta de los apóstoles y multiplicación de los panes. ¡Mt 14 13-21; ||Mc 6 30-44; ||Jn 6 1-13. Cuando los apóstoles regresaron le contaron cuanto habían hecho. Y él, tomándolos consigo, se retiró aparte, hacia una ciudad llamada Betsaida. 11 Pero la gente lo supo y le siguieron. Él los acogía, les hablaba del Reino de Dios y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. 12 Pero el día había comenzado a declinar y, acercándose los Doce, le dijeron: «Despide a la gente para que va10
9 9 Este versículo prepara el encuentro de 23 8-12.
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yan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado.» 13 Él les dijo: «Denles ustedes de comer.» Pero ellos respondieron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente.» 14 Pues había como cinco mil hombres. Él dijo a sus discípulos: «Hagan que se acomoden por grupos de unos cincuenta.» 15 Lo hicieron así y acomodaron a todos. 16 Tomó entonces los cinco panes y los dos peces y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. 17 Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos. Profesión de fe de Pedro. ||Mt 16 13-20; ||Mc 8 27-30. 18 Estando una vez orando a solas, en compañía de los discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?» 19 Ellos respondieron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elias; otros, que un profeta de los antiguos ha resucitado.» 20 Les dijo: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro le contestó: «El Cristo de Dios*.» 21 Pero les mandó enérgicamente que no dijeran esto a nadie.
Primer anuncio de la Pasión. ||Mt 16 21; ||Mc 8 31. 22 Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día.»
Condiciones para seguir a Jesús. ||Mt 10 38; 16 24-27; ||Mc 8 34-38; =Lc 14 27; ver Jn 12 26. 23 Decía a todos: «Si alguno quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
9 20
Ver 2 11 + .26; 23 35.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
|)Mt 10 39; =Lc 17 33; ||Jn 12 25. «Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. 25 Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina? l|Mt 10 33; =Lc 12 9. «Porque quien se avergtience de mí y de mis palabras, de ése se avergonzará el Hijo del hombre cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles. Próxima venida del Reino. ||Mt 16 28; ||Mc 9 1. 27 «Pues de verdad les digo que hay algunos, entre los aquí presentes, que no gustarán la muerte hasta que vean el Reino de Dios.»
La Transfiguración. ||Mt 17 1-9; ||Mc 9 2-10. 28 Unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar. 29 Y mientras oraba, el aspecto de su rostro se cambió y sus vestidos eran de una blancura fulgurante. 30 Y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elias; 31 los cuales aparecían en gloria, y hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén.32 Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria v a los dos hombres que estaban con él. 33 Cuando ellos se separaron de él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Podríamos hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elias», sin saber lo que decía.34 Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y, al entrar en la nube, se llenaron de temor. 35 Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido*; escúchenlo.» 36 Cuando cesó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto.
9 35 El Elegido es un título mesiánico, ver 23 35: Jn 1 34: Is 42 1; 49 7.
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El endemoniado epiléptico. ||Mt 17 14-18; ||Mc 9 14-27. 37 Al día siguiente, cuando bajaron del monte, le salió al encuentro mucha gente. 38 En esto, un hombre de entre la gente empezó a gritar: «Maestro, te suplico que mires a mi hijo, porque es el único que tengo.39 Mira, un espíritu se apodera de él y de pronto empieza a dar gritos, le hace retorcerse echando espuma, y difícilmente se aparta de él y le deja molido.40 He pedido a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido.» 41 Respondió Jesús: «¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes y habré de soportarlos? ¡Trae acá a tu hijo!» 42 Cuando se acercaba, el demonio le arrojó por tierra y le agitó violentamente; pero Jesús increpó al espíritu inmundo, curó al niño y lo devolvió a su padre; 43 y todos quedaron atónitos ante la grandeza de Dios.
Segundo anuncio de la Pasión. ||Mt 17 22; ||Mc 9 30-32. Estando todos maravillados por todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: 44 «Pongan en sus oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.» 45 Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado su sentido de modo que. no lo comprendían* y temían preguntarle acerca de este asunto. ¿Quién es el mayor? ||Mt 18 1-5; ||Mc 9 33-37; =Lc 22 24 46 Se suscitó una discusión entre ellos sobre quién de ellos sería c mayor. 47 Conociendo Jesús lo que pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, 48 y les dijo: ||Mt 10 40; =Lc 10 16; ||Jn 13 20. «El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe a Aquel que me ha enviado; pues el más pequeño de entre ustedes, ése es mayor.»
9 45 Jesús les explicará esta palabra después de su resurrección, 24 25-27.44-46.
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
Empleo del nombre de Jesús. ||Mc 9 38-40. 49 Tomando Juan la palabra, dijo: «Maestro, hemos visto a uno que ex-
IV.
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pulsaba demonios en tu nombre y tratamos de impedírselo, porque no viene con nosotros.» 50 Pero Jesús le dijo: «No se lo impidan, pues el que no está contra ustedes está por ustedes.»
La subida a Jerusalén*
Mala acogida en un pueblo samaritano. 51 Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén. 32 Envió, pues, mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; 33 pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén*. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?» 5* Pero, volviéndose, les reprendió; 56 y se fueron a otro pueblo.
Exigencias de la vocación apostólica. ||Mt 8 18-22. 37 Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.» 58 Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» 59 A otro dijo: «Sigúeme.» Él respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre.» 60 Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos*; tú vete a anunciar el Reino de Dios.» 61 También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.» 62 Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado
9 51 Desde 9 51 a 18 14, donde se aparta de Me y de Mt, Le muestra a Jesús caminando hacia Jerusalén, 2 38; 19 29.41-45; ver Mt 19 1; 20 18. La asunción (o ser arrebatado, ver 2 R 9 9-11; Me 16 19; Hch 1 2) de Jesús comprende, con su pasión y su muerte, su resurrección y su ascensión. Jn hablará de elevación, 12 32+, y de glorificación, 7 39. 9 53 De ordinario se evitaba el país de los samaritanos, Mt 10 5, pero Jesús lo atraviesa, 17 11; Jn 4 3-42; ver Hch 8 5-25.
y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios*.» Misión de los setenta y dos discípulos*. 1 Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él había de ir. 2 Y les dijo: ||Mt 9 37-38; 10 16.7-15; | | M C 6 8-11; =Lc 9 3-5. «La mies es mucha y los obreros pocos. Rueguen, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Vayan; miren que les envío como corderos en medio de lobos.4 No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saluden a nadie en el camino.5 En la casa en que entren, digan primero: 'Paz a esta casa.' 6 Y si hubiere allí un hijo de paz*, la paz de ustedes reposará sobre él; si no, se volverá a ustedes.7 Permanezcan en la misma casa, coman y beban lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayan de casa en casa.8 En la ciudad en que entren y los reciban, coman lo que les pongan; 9 curen los enfermos que haya en ella, y díganles: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes.' 10 En la ciudad en que entren y no los reciban, salgan a sus plazas y digan: 11 'Sacudimos sobre ustedes hasta el polvo de su ciudad que se nos ha pegado a los pies. Sepan, de todas formas, que el Reino de
9 60 La muerte es a la vez física y espiritual. 9 62 La tercera anécdota es propia de Le y se encadena con la misión de los discípulos; ver Mt 13 44 + . 10 Le es el único de los evangelistas que narra esta misión, distinta de la misión de los Doce, 9 1-5. Mt refunde en un solo discurso las dos instrucciones de misión, Mt 10 7-16. 10 6 Hijo de paz, hebraísmo que designa un hombre digno de la paz y que la acoge. Ver Is 11 6+; Jr 6 12-14; Jn 14 27.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
Dios está cerca.' 12 Les digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad. ||Mt 11 21-24. 13 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ustedes, tiempo ha que, sentados con vestido de penitencia y ceniza, se habrían convertido. 14 Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para ustedes. 15 Y tú, Cafarnaún, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el abismo te hundirás*! ||Mt 10 40; ||Mc 9 37; =Lc 9 48; ||Jn 13 20. 16 «Quien a ustedes los escucha, a mí me escucha; y quien a ustedes los rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.» De qué deben alegrarse los apóstoles. 17 Regresaron los setenta y dos, y dijeron alegres: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.» 18 Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19 Miren, les he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones y sobre todo poder del enemigo, y nada les podrá hacer daño; 20 pero no se alegren de que los espíritus se les sometan; alégrense de que sus nombres estén escritos en los cielos.»
El Evangelio revelado a los sencillos. El Padre y el Hijo. ||Mt 11 25-27. 21 En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad. 22 Mi Pa-
lo 15 Veris 14 13.15. 10 23 Se trata de los creyentes, no de los discípulos solos, como en Mt 13 16. 10 24 El misterio ha sido rodeado de largos silencios, Rm 16 25 + . Ver 1 P 1 11-12. 10 27 Cita de Dt 6 5 y Lv 19 18. 10 29 La respuesta de Jesús al doctor, w . 25-
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dre me lo ha entregado todo, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.» Privilegio de los discípulos*. ||Mt 13 16-17. 23 Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que ven! 24 Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron*.»
El gran mandamiento. ¡Mt 22 34-40; ||Mc 12 28-31. 25 Se levantó un jurista y dijo, para tentarle: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» 26 Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» 27 Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo*.» 28 Le dijo entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.»
Parábola del buen samaritano*. 29 Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» 30 Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones que, después de despojarle y darle una paliza, se fueron, dejándole medio muerto. 31 Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo.32 De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo.33 Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión. 34 Acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y le montó luego sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él.35 Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al posadero, diciendo:
28, va seguida en Le de una parábola que le es propia. Al comparar a los judíos obligados a la misericordia con un samaritano, 9 53 + , Jesús muestra que es al discípulo de Cristo a quien toca hacerse prójimo de todos los demás, Mt 5 43 + .
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
'Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.' 36 ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los ladrones?» 37 Él dijo: «El que practicó la misericordia con él.» Le dijo Jesús: «Vete y haz tú lo mismo.» Marta y María*. 38 Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. 39 Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra, 40 mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Al fin, se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.» 41 Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; 42 y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada.»
El Padre Nuestro.
U
1 Estaba él orando en cierto lugar y cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.» 2 Él les dijo: «Cuando oren, digan*:
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tres panes,6 porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle', 7 y aquél, desde dentro, le responde: 'No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos', 8 les aseguro que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, se levantará para que deje de molestarle y le dará cuanto necesite. Eficacia de la oración. ||Ml 7 7-11; ver Jn 14 13-14+. " «Yo les digo: Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá. 10 Poi que todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abrirán. 11 ¿Qué padre hay entre ustedes que, si su hijo le pide un pescado, en lugar de un pescado le da una culebra; 12 o, si pide un huevo, le da un escorpión? 13 Si, pues, ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se 10 pidan!» ' Jesús y Beelzebul. ||Mt 12 22-29; 16 1; ||Mc 3 22-27; 8 11; =Lc 11 29.
5 Les dijo también: «Si uno de ustedes tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: 'Amigo, préstame
14 Estaba expulsando un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, habló el mudo y la gente se admiró. ,s Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, príncipe de los demonios, expulsa los demonios.» 16 Otros, para tentarle, le pedían un signo del cielo. 17 Pero él, conociendo sus intenciones, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda destruido y una casa se desploma sobre la otra. 18 Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?... porque dicen que yo expulso los demonios por Beelzebul. 19 Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan sus hijos? Por eso, ellos serán sus jueces. 20 Pero si por el dedo de Dios* expulso
10 38 Volvemos a encontrar a las dos hermanas en Jn 11 1-12 3, con los mismos rasgos de carácter. Jesús censura a Marta por inquietarse, no por prestar un servicio, y alaba a María por escuchar su palabra, la única cosa necesaria, ver 8 21; 11 27-28.
11 2 Ver Mt 6 7+ El Padre nuestro es aquí más breve, con cinco peticiones. 11 4 Sobre tentación ver Mt 6 13 + . 11 20 Dedo de Dios, expresión inspirada en Ex 8 15; Sal 8 4; designa al Espíritu Santo Mt 12 38.
||Mt 6 9-13. «Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, 3 danos cada día nuestro pan cotidiano, 4 y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación*.» El amigo inoportuno. Ver 18 1-8.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
yo los demonios, es que ha llegado a ustedes el Reino de Dios. 21 Cuando uno luerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están seguros; 22 pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. Intransigencia de Jesús. ||Mt 12 30. 23 «El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Estrategia de Satanás. ||Mt 12 43-45. 24 «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: 'Me volveré a mi casa, de donde salí.'25 Y, al llegar, la encuentra barrida y en orden. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio.»
La verdadera dicha. Ver 8 21. Estaba él diciendo estas cosas cuando alzó la voz una mujer de entre la gente y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!» 28 Pero él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios y la guardan'-.» 27
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tará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. 32 Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. Dos «logia» sobre la lámpara. ||Mt 5 15; 6 22-23; ||Mc 4 21; =Lc 8 16. 33 «Nadie enciende una lámpara y la pone en sitio oculto, ni bajo el celemín*, sino sobre el candelero, para que los que entren vean el resplandor.34 Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Cuando tu ojo está sano, todo tu cuerpo está iluminado; pero cuando está malo, también tu cuerpo está a oscuras. 35 Mira, pues, que la luz que hay en ti no sea oscuridad.36 Si, pues, tu cuerpo está enteramente iluminado, sin parte alguna oscura, estará tan enteramente luminoso, como cuando la lámpara te ilumina con su fulgor*.»
Contra los fariseos y juristas.
29 Habiéndose reunido la gente, comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide un signo, pero no se le dará otro signo que el signo de Jonás. 30 Porque así como Jonás fue signo para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación*. 31 La reina del Sur se levan-
37 Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entró, pues, y se puso a la mesa. 38 El fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. ||Mt 23 25-26. 39 Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Ustedes, los fariseos, purifican por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña y maldad. 40 ¡Insensatos! El que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? 41 Den más bien en limosna lo que tengan y entonces todo será puro para ustedes. ||Mt 23 23. 42 «Pero, ¡ay de ustedes, los fariseos, que pagan el diezmo de la menta, de la
11 28 Los w. 27 y 28 son propios de Le. La respuesta, ver 10 38+ honra a María, lejos de excluirla, 1 38.45; 2 48-51. 1 I 30 .Tonas y Jesús enseñan el camino de la síilvni ión. Otra interpretación del signo de Jo-
nás en Mt 12 38s. 11 33 Celemín, ver Mt 5 15 + . 11 36 El mensaje de Jesús, dirigido a todos, puede ser comprendido por todos los que son de corazón recto. Ver Mt 6 22-23; Jn 3 19-21.
El signo de Jonás. ||Mt 12 38-42.
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
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ruda y de toda hortaliza, y dejan a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar, aunque sin omitir aquello. ||Mt 23 6-7.27; ||Mc 12 38-39; =Lc 20 46. 43 «¡Ay de ustedes, los fariseos, que aman el primer asiento en las sinagogas y que se les salude en las plazas! ¡Ay de ustedes, pues son como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo!» |Mt 23 4. 5 Uno de los juristas le respondió: «¡Maestro, diciendo estas cosas también nos injurias a nosotros!» 46 Pero él dijo: «¡Ay también de ustedes, los juristas, que imponen a los hombres cargas intolerables, y ustedes no las tocan ni con uno de sus dedos! jlMt 23 29-31. «¡Ay de ustedes, porque edifican los sepulcros de los profetas que sus padres mataron! 48 Por tanto, son testigos y están de acuerdo con las obras de sus padres; porque ellos los mataron y ustedes erigen monumentos. JlMt 23 34-36. «Por eso dijo la Sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos los matarán y perseguirán,50 para que se pidan a esta generación cuentas de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, 51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, les aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. jMt 23 13. 32 «¡Ay de ustedes, los juristas, que se han llevado la llave de la ciencia! No entraron ustedes, y a los que están entrando se lo han impedido.» 53 Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, ^buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.
pisarse unos a otros, se puso a decir primeramente a sus discípulos: ||Mt 10 26-27; 16 6.12; ||Mc 4 22; 8 15; =Lc 8 17. «Guárdense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. 2 Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse". 3 Porque cuanto dijeron en la oscuridad será oído a la luz, y lo que hablaron al oído en las habitaciones privadas será proclamado desde las azoteas. JlMt 10 28-31. ^ «Les digo a ustedes, amigos míos: No teman a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. 5 Les mostraré a quién deben temer: teman a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, les repito: teman a ése. 6 «¿No se venden cinco pajarillos por dos ases*? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. 7 Hasta los cabellos de su cabeza están todos contados. No teman; valen más que muchos pajarillos. * ||Mt 10 32-33; ||Mc 8 38; =Lc 9 26. 8 «Yo les digo: Por todo el que se declare en favor mío ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará en su favor ante los ángeles de Dios. 9 Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. ||Mt 12 32; ||Mc 3 29. 10 «A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. IfMt 10 17-20; ||Mc 13 11; =Lc 21 12-15. 11 «Cuando los lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo o con qué se defenderán, o qué dirán, 12 porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir.»
Hablar francamente y sin temor.
No acumular riquezas.
•f ^ 1 En esto, habiéndose reunido JL ÁÉ miles y miles de personas, hasta 12 6
As, moneda romana de poco valor.
13 Uno de la gente le dijo: «Maestro, dile a mi hermano que reparta la heren-
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
cia conmigo.» 14 Él le respondió: «¡Hombre! ¿Quién me ha constituido juez o repartidor entre ustedes?» 15 Y les dijo: «Miren y guárdense de toda codicia, porque, aunque alguien posea abundantes riquezas, éstas no le garantizan la vida.» 16 Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; 17 y pensaba entre sí, diciendo: '¿Qué haré, pues no tengo dónde almacenar mi cosecha?' 18 Y dijo: 'Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, edificaré otros más grandes, reuniré allí todo mi trigo y mis bienes 19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.' 20 Pero Dios le dijo: '¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?' 21 Así es el que atesora riquezas para sí y no se enriquece en orden a Dios.» Abandono en la Providencia*. ||Mt 6 25-34. 22 Dijo a sus discípulos: «Por eso les digo: No anden preocupados por la vida, qué comerán, ni por el cuerpo, con qué se vestirán: 23 porque la vida vale más que el alimento y el cuerpo más que el vestido; 24 fíjense en los cuervos: ni siembran, ni cosechan; no tienen bodega ni granero, pero Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves!25 Por lo demás, ¿quién de ustedes puede, por más que se preocupe, añadir una hora a la medida de su vida? 26 Si, pues, no son capaces ni de lo más pequeño, ¿por qué se preocupan de lo demás? Fíjense en los lirios, cómo ni hilan ni tejen. Pero yo les digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. 28 Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al horno, Dios así la viste ¡cuánto más a ustedes, hombres de poca fe! 29 Así, pues, ustedes no anden buscando qué comer ni qué beber, y no estén inquietos. 30 Que por todas
12 22 Estas instrucciones; como las de Mt 6 25-33, se dirigen a los discípulos que se han puesto al servicio de Cristo. 12 33 l.c se complace en insistir en la renun-
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esas cosas se afanan los gentiles del mundo; y ya sabe su Padre que tienen la necesidad de eso. 31 Busquen más bien su Reino y esas cosas se les darán por añadidura. 32 «No temas, pequeño rebaño, porque a su Padre le ha parecido bien darles a ustedes el Reino. Vender los bienes y hacer limosnas*. ||Mt 6 20-21. 33 «Vendan sus bienes y den limosna. Hagan bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla corroe; 34 porque donde esté su tesoro, allí estará también su corazón.
Estar preparados para cuando vuelva el Señor. ||Mc 13 35; ¡Mt 24 43-44. 35 «Tengan ceñida la cintura y las lámparas encendidas, 36 y sean como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. 37 Dichosos los siervos a quienes el señor, al venir, encuentre despiertos: yo les aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. 38 Que venga a medianoche o de madrugada, si los encuentra así, ¡dichosos ellos! 39 Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le agujerearan su casa. 40 Estén también ustedes preparados, porque cuando menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre.» ||Mt 24 45-51. 41 Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?» 42 Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? 43 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre
cia y en la limosna, 3 11; 5 11.28; 11 41; 14 33; etc. Ver Mt 5 3+; 6 19-21; Hch 4 34-35; 9 36; 10 2.4.31.
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
haciéndolo así.44 De verdad les digo que le pondrá al frente de todos sus bienes. 45 Pero si aquel siervo se dice en su corazón: 'Mi señor tarda en venir', y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, 46 vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le castigará severamente y le señalará su suerte entre los infieles. 47 «Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes;48 el que no la conoce y hace cosas que merecen azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más. Jesús ante su Pasión. 49 «He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya hubiera prendido! 50 Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla!
Jesús causa de disensión. ||Mt 10 34-36. 31 «¿Creen que estoy aquí para poner paz en la tierra? No, se lo aseguro, sino división. 52 Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres;53 estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»
Las señales de los tiempos. ||Mt 16 2-3. 54 Decía también a la gente: «Cuando ven que una nube se levanta por occidente, al momento dicen: 'Va a llover', y así sucede. 55 Y cuando sopla el sur, dicen: 'Hará calor', y así sucede. 56 ¡Hipócritas! Saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no interpretan, pues, este tiempo?
13 Desconocemos estos dos acontecimientos. La desgracia invita a la penitencia; pero no guarda relación directa con la falta, ver Jn 9 3; Mi 5 45.
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||Mt 5 25-26. 37 «¿Por qué no juzgan por ustedes mismos lo que es justo? 58 Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, el juez te entregue al carcelero y el carcelero te meta en la cárcel. 59 Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último centavo.» Invitación a la penitencia*. ^ 1 En aquel mismo momento lleX J garon algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. 2 Les respondió Jesús: «¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? 3 No, se lo aseguro; y si no se convierten, todos perecerán del mismo modo. 4 O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿piensan que eran más culpables que los demás hombres quchabitaban en Jerusalén? 5 No, se lo aseguro; y si no se convierten, todos perecerán del mismo modo.» Parábola de la higuera estéril*. 6 Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. 7 Dijo entonces al viñador: 'Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo encuentro. Córtala; ¿Para qué ha de ocupar el terreno estérilmente?'8 Pero él le respondió: 'Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, 9 por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas.'»
Curación en sábado de la mujer encorvada. Ver 6 6-11; 14 1-6. 10 Estaba un sábado enseñando en una sinagoga. 11 Había allí una mujer a
13 6 El acto de severidad de Mi 21 18-22; Me 11 12-14.20-21, adquiere aquí la lorina de una parábola sobre la paciencia.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
la que 1111 espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada y no podía en modo alguno enderezarse. 12 Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» 13 Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó y glorificaba a Dios. 14 Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; vengan, pues, esos días a curarse, y no en día de sábado.» Ver Mt 12 11; Le 14 5. 15 Le replicó el Señor: «¡Hipócritas! ¿No desatan del pesebre todos ustedes en sábado a su buey o su burro para llevarlos a abrevar? 16 Y a ésta, que es hija de Abrahán, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?» 17 Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía. Parábola del grano de mostaza. ||Mt 13 31-32; ||Mc 4 30-32. 18 Decía, pues: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? 19 Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su huerto; creció hasta hacerse árbol y las aves del cielo anidaron en sus ramas.»
Parábola de la levadura. ||Mt 13 33. 20 Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? 21 Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina hasta que todo fermentó.»
La puerta estrecha. Reprobación de los judíos infieles y vocación de los gentiles. ||Mt 7 13-14. 22 Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Je-
13 27 Cila de Sal 6 9. 13 32 Jesús pondrá remate a su vida y a su misión con el sufrimiento, ver 22 53; Jn 7 30; H 20: 19 304 : Hb 2 10+.
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rusalén. 23 Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo: 24 «Luchen por entrar por la puerta estrecha, porque, les digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. |Mt 25 10-12; 7 22-23. -5 «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, se pondrán los que están afuera a llamar a la puerta, diciendo: '¡Señor, ábrenos!' Y les responderá: 'No sé de dónde son.' 26 Entonces empezarán a decir: 'Hemos comido y bebido contigo y has enseñado en nuestras plazas'. Pero les volverá a decir: 'No sé de dónde son. ¡Retírense de mí, todos los malhechores*!' ||Mt 8 11-12. 28 «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a ustedes les echan fuera. 29 Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. ||Mt 19 30; 20 16; ||Mc 10 31. 30 «Pues hay últimos que serán primeros y hay primeros que serán últimos.» Herodes el astuto. 31 En aquel mismo momento se acercaron algunos fariseos y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte.» 32 Él les contestó: «Vayan a decir a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy consumado*. 33 Pero conviene que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén*.
Apostrofe a Jerusalén. ||Mt 23 37-39. 34 «¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina sus polluelos bajo las alas, y no han
13 33 Jesús prosigue su misión, el camino hacia la Ciudad donde debe morir, 6 23; 9 51 + .
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
querido! 35 Pues bien, se les va a dejar desierta su casa. Les digo que no me volverán a ver hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor*!» Curación de un hidrópico en sábado. 1 A 1 Sucedió que un sábado fue a JL T * comer a casa de uno de los jefes de los fariseos. Ellos le estaban observando. 2 Había allí, delante de él, un hombre hidrópico. 3 Entonces preguntó Jesús a los juristas y a los fariseos: «¿Es lícito curar en sábado, o no?» 4 Pero ellos se callaron. Entonces le tomó, le curó y le despidió. [)Mt 12 11; ver Le 13 15. 3 Y a ellos les dijo: «¿A quién de ustedes se le cae un hijo o un buey a un pozo en día de sábado y no lo saca al momento?» 6 Y no pudieron replicar a esto. Elección de asientos. 7 Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: 8 «Cuando alguien te invite a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya invitado a otro más distinguido que tú 9 y, viniendo el que los invitó a ti y a él, te diga: 'Deja el sitio a éste', y tengas que ir, avergonzado, a sentarte en el último puesto. 10 Al contrario, cuando te inviten, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te invitó, te diga: 'Amigo, sube más arriba.' Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. ||Mt 23 12; =Lc 18 14. 11 «Porque todo el que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.»
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vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez y tengas ya tu recompensa. 13 Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; 14 y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos.» Los invitados que se excusan. ||Mt 22 2-10. 15 Al oír esto, uno de los comensales le dijo: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!» 16 Él le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos; 17 a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: 'Vengan, que ya está todo preparado.' 18 Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: 'He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses.' Y otro dijo: 'He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses.' 20 Otro dijo: 'Me acabo de casar, y por eso no puedo ir.' ' 21 «Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, el dueño de la casa, airado, dijo a su siervo: 'Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, a ciegos y cojos.'22 Dijo el siervo: 'Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio.' 23 Dijo el señor al siervo: 'Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa.'24 Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena.»
Renuncia a todo lo que se ama.
12 Dijo también al que le había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus
25 Caminaba con él mucha gente y, volviéndose, les dijo: ||Mt 10 38; 16 24; ¡Me 8 34; =Lc 9 23. 26 «Si alguno viene junto a mí y no odia* a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. " El que no lleve su cruz y venga detrás de mí, no puede ser discípulo mío.
13 35 Cita de Sal 118 26. 14 26 Odiar: hebraísmo; hay que preferir a
Cristo sobre todas las cosas, ver 9 57-62; 18 29.
Elección de invitados.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
Renuncia a los bienes*. 28 «Porque ¿quién de ustedes, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene para acabarla? 29 No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: 30 'Este comenzó a edificar y no pudo terminar.' 31 O ¿qué rey, antes de salir contra otro rey, no se sienta a deliberar si con diez mil puede salir al paso del que viene contra él con veinte mil? 32 Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz.33 Pues, de igual manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.
No perder la eficacia. ||Mt 5 13; ||Mc 9 50. 34 «Buena es la sal; mas si también la sal pierde su sabor, ¿con qué se la sazonará? 35 No es útil ni para la tierra ni para la basura; la tiran fuera. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
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a buscar la que se perdió, hasta que la encuentra? Cuando la encuentra, se la pone muy contento sobre los hombros 6 y, llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos y les dice: 'Alégrense conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido.' 7 Les digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión. La dracma perdida*. 8 «O, ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? 9 Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas y les dice: 'Alégrense conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido.' 10 Pues les digo que, del mismo modo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»
El hijo perdido y el hijo fiel: «El hijo pródigo*.»
4 «¿Quién de ustedes que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va
" Dijo: «Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo al padre: 'Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde.' Y él les repartió la hacienda. 13 Pocos días después, el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano, donde malgastó sus bienes viviendo como un libertino. 14 «Cuando se lo había gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país y comenzó a pasar necesidad. ,5 Entonces fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus campos a cuidar cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los cerdos, pues nadie
14 28 Antes de comprometerse es preciso pensarlo bien; y lo mismo antes de seguir a Cristo, sin volverse atrás, v. 33. 15 Le tiene varias parábolas propias. La enseñanza de todas ellas atañe más a las personas y a su moral que al tema del reino (como las de Me) o del juicio final y relaciones entre los componentes de la comunidad (como las propias de Mt). En las tres parábolas agrupadas aquí se recalca por tres veces
el gozo de Dios por encontrar lo que estaba perdido, 19 10, frente al desprecio que muestran los fariseos por los pecadores, 5 30-32. 15 8 Dracma, moneda griega de poco valor, equivalente al denario romano. 15 11 Parábola propia de Lucas. Frente a la actitud de escribas y fariseos, que se jactaban de cumplir todos los preceptos de la Ley, v. 29, Le subraya la actitud misericordiosa del Padre, protagonista principal.
Las tres parábolas de la misericordia*. 1 C 1 Todos los publícanos y los peX cadores se acercaban a él para oírle. 2 Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Éste acoge a los pecadores y come con ellos.» 3 Entonces les dijo esta parábola: La oveja perdida. ||Mt 18 12-14.
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
le daba nada. 17 Y entrando en sí mismo, dijo: '¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! 18 Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. 19 Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.' 20 Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. 21 El hijo le dijo: 'Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo.'22 Pero el padre dijo a sus siervos: 'Dense prisa; traigan el mejor vestido y vístanlo, pónganle un anillo en la mano y unas sandalias en los pies. 23 Traigan el novillo cebado, mátenlo, y comamos y celebremos una fiesta, 24 porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida; se había perdido y ha sido hallado.' Y comenzaron la fiesta. 23 «Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; 26 y, llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27 Él le dijo: 'Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano.'28 Él se irritó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba. 29 Pero él replicó a su padre: 'Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; 30 y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!' 31 «Pero él le dijo: 'Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; 32 pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo había muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y ha sido hallado.'» 16 Excepto los w . 16-17, todo el capítulo 16 habla del uso de las riquezas. 16 8 El administrador no es alabado por su estafa, sino por su habilidad en salir del paso. Según costumbre admitida, el administrador podía incrementar los préstamos de su dueño en una parte que, en el reembolso, le corres-
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E1 administrador infiel*. 1 Decía también a sus discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar sus bienes. 2 Lo llamó y le dijo: '¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no seguirás en el cargo.' 3 Se dijo entre sí el administrador: '¿Qué haré ahora que mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. 4 Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea destituido del cargo me reciban en sus casas.' 5 «Y llamando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: '¿Cuánto debes a mi señor?' 6 Respondió: 'Cien medidas de aceite.' Él le dijo: 'Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta.'7 Después dijo a otro: 'Tú, ¿cuánto debes?' Contestó: 'Cien cargas de trigo.' Le dice: 'Toma tu recibo y escribe ochenta.' 8 «El señor alabó al administrador injusto porque había >obrado con sagacidad, pues los hijos de este mundo son más sagaces con los de su clase que los hijos de la luz*.
Buen uso de las riquezas. ||Mt 25 21; =Lc 19 17. 9 «Yo les digo: Háganse amigos con el dinero injusto*, para que, cuando llegue a faltar, los reciban en las eternas moradas. 10 El que es fiel en lo insignificante, lo es también en lo importante; y el que es injusto en lo insignificante, también lo es en lo importante. 11 Si, pues, no fueron fieles en el dinero injusto, ¿quién les confiará lo verdadero? 12 Y si no fueron fieles con lo ajeno, ¿quién les dará lo que es de ustedes? ||Mt 6 24. 13 «Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se dedicará a uno
pondía como sueldo por su trabajo. En la parábola el administrador es alabado por su habilidad al renunciar a su ganancia material para granjearse amigos en la nueva situación. 16 9 El dinero, casi siempre manchado con alguna culpa, esclaviza al hombre hasta el punto de separarlo de Dios.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
V desdeñará al otro. No pueden servir a Dios y al dinero.» Contra los fariseos, amigos de las riquezas. 14 Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que son amigos del dinero, y se burlaban de él. 15 Y les dijo: «Ustedes son los que se las dan de justos delante de los hombres, pero Dios conoce sus corazones; porque lo que es estimable para los hombres, es abominable ante Dios.
Al asalto del Reino. ||Mt 11 12-13. 16 «La Ley y los profetas llegan hasta Juan; a partir de ahí comienza a anunciarse la Buena Nueva del Reino de Dios, y todos emplean la violencia frente a él.
Perennidad de la Ley. ||Mt 5 18. 17 «Más fácil es que el cielo y la tierra pasen que no que caiga una coma de la Ley.
Indisolubilidad del matrimonio. ||Mt 5 32; 19 9. 18 «Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio; y el que se casa con una repudiada por su marido comete adulterio.
El rico malo y Lázaro el pobre*. 19 «Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. 20 Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas,21 deseaba llenarse de lo que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. 22 Sucedió, pues, que murió el pobre y los ángeles le llevaron al seno de Abrahán*. Murió también el rico y fue sepultado. 23 «Estando en el Abismo entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos
16 19 A pesar del nombre de Lázaro, el reíalo, propio de Le, es una parábola, sin relación alguna con la historia. Es un llamamiento urgente a la conversión.
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a Abrahán, y a Lázaro en su seno. 24 Y, gritando, dijo: 'Padre Abrahán, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.' 25 Pero Abrahán le dijo: 'Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. 26 Y además, entre nosotros y ustedes se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a ustedes, no puedan hacerlo; ni de ahí puedan pasar hacia nosotros.' 27 «Replicó: 'Pues entonces, te ruego, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les advierta y no vengan también ellos a este lugar de tormento.' 29 Abrahán le dijo: 'Tienen a Moisés y a los profetas; que los oigan.' 30 Él dijo: 'No, padre Abrahán, que si alguno de entre los muertos va a ellos, se convertirán.' 31 Le contestó: 'Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque un muerto resucite.'» El escándalo. ||Mt 18 6-7; ||Mc 9 42. 1 Dijo a sus discípulos; «Es im1 X / posible que no haya escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y le arrojen al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. 3 Anden, pues, con cuidado. Corrección fraterna. ||Mt 18 15.21-22. «Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. 4 Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', lo perdonarás.» Poder de la fe. ||Mt 17 20; 21 21; ||Mc 11 23. 5 Dijeron los apóstoles al Señor: «Auméntanos la fe.» 6 El Señor dijo: «Si tu16 22 Expresión bíblica para describir la intimidad con una persona; aquí participación —con Abrahán- en el banquete mesiánico; ver Jn 1 18; 13 23; Mt 8 11.
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
vieran una fe como un grano de mostaza, habrían dicho a esta morera: 'Arráncate y plántate en el mar', y les habría obedecido*.» Servir con humildad. 7 «¿Quién de ustedes que tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: 'Pasa al momento y ponte a la mesa?'8 ¿No le dirá más bien: 'Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme y luego que yo haya comido y bebido comerás y beberás tú?' 9 ¿Acaso tiene que dar las gracias al siervo porque hizo lo que le mandaron? 10 De igual modo ustedes, cuando hayan hecho todo lo que les mandaron, digan: No somos más que unos pobres siervos*; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer.»
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les respondió: «La venida del Reino de Dios no se producirá aparatosamente, 21 ni se dirá: 'Véanlo aquí o allá', porque, miren, el Reino de Dios ya está entre ustedes*.» El Día del Hijo del hombre*. ||Mt 24 23.26-27; ||Mc 13 21.
20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios,
22 Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo verán. 23 Y les dirán: 'Véanlo aquí, véanlo allá.' No vayan, ni corran detrás. 24 Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su Día. 2:5 Pero antes tendrá que padecer mucho y ser reprobado por esta generación. ||Mt 24 37-39. 26 «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre. 27 Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos. 28 Lo mismo sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; 29 pero el día que salió Lot de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo que los hizo perecer a todos.30 Así sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste. ||Mt 24 17-18; ||Mc 13 15-16. 31 «Aquel Día, el que esté en la azotea y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y, de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás. 32 Acuérdense de la mujer de Lot. ||Mt 10 39; ||Jn 12 25. 33 «Quien intente guardar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará. ||Mt 24 40-41. 34 «Yo les digo: aquella noche estarán dos en un mismo lecho: al uno tomarán y al otro le dejarán; 35 habrá dos
17 6 Le se refiere a la fe que realmente tienen los apóstoles, no a la fe ideal a la que se refieren los paralelos de Mt y Me. 17 10 Pobres siervos, mejor que siervos inútiles. El adjetivo pobres califica la situación de los siervos, no sus disposiciones morales. Ver 2 S 6 22. 17 21 El Reino no se nota, pero es accesible
a todos y ya actúa. Ver Mt 4 17 + . 17 22 Le ha distinguido lo que se refiere a la venida de Jesús al fin de los tiempos, w . 2237, y la ruina de Jerusalén, 21 6-24; ver Mt 24+. -Día es una palabra más bíblica, Am 5 18 + ; 1 Co 1 8+, que Parusía = venida, Mt 24 3, tomada del vocabulario helenístico. - Uno solo de los días, que seguirán al Día.
Los diez leprosos. 11 De camino a Jerusalén, pasó por los confines entre Samaría y Galilea. 12 Al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia 13 y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!» 14 Al verlos, les dijo: «Vayan y preséntense a los sacerdotes.» Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. 15 Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz, 16 y, postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. 17 Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? 18 ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?» 19 Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado.»
La venida del Reino de Dios.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
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i Mu jeres moliendo juntas: a una la tomarán y a la otra la dejarán.» [36] 37 Y le dijeron: «¿Dónde, Señor?» Él les respondió: ||Mt 24 28. «Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres.»
pasión de mí, que soy pecador!' 14 Les digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. ||Mt 23 12; =Lc 14 11. «Porque todo el que se ensalza será humillado; y el que se humilla será ensalzado.»
El juez inicuo y la viuda importuna*.
Jesús y los niños*. ||Mt 19 13-15; ||Mc 10 13-16; ver Le 9 47.
1 Les propuso una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer:2 «Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. 3 Había en aquella misma ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: '¡Hazme justicia contra mi adversario!'4 Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: 'Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, 5 como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que deje de una vez de importunarme.'» 6 Dijo, pues, el Señor: «Oigan lo que dice el juez injusto; 7 pues, ¿no hará Dios justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche? ¿Les hará esperar? 8 Les digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?»
El fariseo y el publicano. 9 A algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás les dijo esta parábola: 10 «Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. 11 El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: '¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. 12 Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias.' 13 En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Oh Dios! ¡Ten com-
18 Dos parábolas sobre la oración. Las cualidades de la misma, insistencia y humildad, recuerdan el vocabulario de Pablo, ver Km 1 10; 12 12; 1 Ts 5 17.
15 Le presentaban también los niños pequeños para que los tocara y, al verlo, los discípulos, les reprendían. 16 Mas Jesús llamó a los niños, diciendo: «Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan; porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. 17 Yo les aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él.»
El hombre rico. ||Mt 19 16-22; ||Mc 10 17-22. 18 Uno de los principales le preguntó: «Maestro bueno, ¿qúé he de hacer para tener en herencia vida eterna?» '9 Le dijo Jesús: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino .sólo Dios. 20 Ya sabes los mandamientos: No cometas adulterio, no mates, no robes, no levantes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre*.» 21 Él dijo: «Todo eso lo he guardado desde mi juventud.» 22 Al oírlo, Jesús le dijo: «Aún te falta una cosa: vende todo cuanto tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego, ven y sigúeme.» 23 Al oír esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
Peligro de las riquezas. ||Mt 19 23-26; ||Mc 10 23-27. 24 Al verlo, Jesús dijo: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!25 Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el Reino de Dios.» 26 Los que lo oyeron, dijeron: «¿Y quién se podrá salvar?» 27 Respondió:
18 15 Le se une aquí al relato de Me 10 13s, que ha abandonado en 9 50. Ver 9 51 + . 18 20 Ver Ex 20 12-16; Dt 5 16-20.
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
«Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.» Recompensa prometida al desprendimiento. ||Mt 19 27-29; ||Mc 10 28-30. 28 Dijo entonces Pedro: «Ya lo ves, nosotros hemos dejado nuestras cosas y te hemos seguido.» 29 Él les dijo: «Yo les aseguro que nadie que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos por el Reino de Dios,30 quedará sin recibir mucho más al presente y vida eterna en el mundo venidero.»
Tercer anuncio de la Pasión*. ||Mt 20 17-19; ||Mc 10 32-34. 31 Tomando consigo a los Doce, les dijo: «Miren que subimos a Jerusalén, y se cumplirá todo lo que los profetas escribieron sobre el Hijo del hombre: 32 le entregarán a los gentiles y será objeto de burlas, insultado y escupido;33 y después de azotarle le matarán; pero al tercer día resucitará.» 34 Ellos no comprendieron nada de esto; no captaban el sentido de estas palabras y no entendían lo que decía.
El ciego de Jericó. ||Mt 20 29-34; ||Mc 10 46-52. 35 Cuando se acercaba a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna; 36 al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello. 37 Le informaron que pasaba Jesús el Nazareno 38 y empezó a gritar, diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» 39 Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» 40 Jesús se detuvo, y mandó que se lo trajeran. Cuan-
18 31 El anuncio de la Pasión, ver 9 22.44. 51+, esta vez es atribuido a los Profetas, ver 24 25.27.44; Hch 2 23; etc. 19 9 La cualidad de hijo de Abrahán era el fundamento de todos los privilegios de los judíos, 3 8; ver Ga 3 7.29; pero no hay estado de vida que sea incompatible con ella, ver 3 1214; 18 9-14, y la fe generosa de Zaqueo muestra que él ha recibido la salvación. 19 11 La parábola de las minas es semejante a la de los talentos. Mt 25 14-30; pero toma
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do se acercó, le preguntó: 41 «¿Qué quieres que te haga?» El dijo: «¡Señor, que vea!» 42 Jesús le dijo: «Recobra la vista. Tu fe te ha salvado.» 43 Y al instante recobró la vista y le seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó a Dios. Zaqueo. 1 Entró en Jericó y cruzaba la ciudad. 2 Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. 3 Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. 4 Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. 5 Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.» 6 Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.» 8 Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señdr, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más.» 9 Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abrahán*, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»
Parábola de las minas*. ||Mt 25 14-30. 11 Mientras la gente escuchaba estas cosas, añadió una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y creían ellos que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. 12 Dijo, pues: «Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la autoridad real y volverse*.
ciertos elementos de otra parábola sobre un pretendiente al trono real. Termina con el rigor último del Juez con los que le hayan rechazado. La mina era una moneda de bastante valor; una mina equivalía a unas cien dracmas; ver 8+. 19 12 Probable alusión al viaje de Arquelao a Roma, el 4 a.C., para lograr la confirmación en su favor del testamento de Herodes el Grande.
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Llamó a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: 'Negocien hasta que vuelva.' 14 Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijera: 'No queremos que ése reine sobre nosotros.' 15 «Cuando regresó, después de recibir la autoridad real, mandó llamar a aquellos siervos suyos a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. 16 Se presentó el primero y dijo: 'Señor, tu mina ha producido diez minas.'17 Le respondió: '¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo insignificante, toma el gobierno de diez ciudades.' 18 Vino el segundo y dijo: 'Tu mina, Señor, ha producido cinco minas.' 19 Dijo a éste: 'Ponte tú también al mando de cinco ciudades.' 20 «Vino el otro y dijo: 'Señor, aquí
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tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo;21 pues tenía miedo de ti, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste y cosechas lo que no sembraste.' 22 Le dice: 'Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; 23 pues, ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses.' 24 Y dijo a los presentes: 'Quítenle la mina y dénsela al que tiene las diez minas.' 25 Le dijeron: 'Señor, tiene ya diez minas.'26 —'Les digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.' 27 «'Y a esos enemigos míos, que no querían que yo reinara sobre ellos, tráiganlos aquí y mátenlos delante de mí.'»
V. Ministerio de. esús en Jerusalén Entrada mesiánica en Jerusalén. ||Mt 21 1-11; Me 11 1-11; ||Jn 12 12-16. 28 Y dicho esto, marchaba por delante, subiendo a Jerusalén. 29 Al aproximarse a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos,30 diciendo: «Vayan al pueblo que está enfrente; al entrar, encontrarán un burrito atado, sobre el que no ha montado todavía ningún hombre; desátenlo y tráiganlo.31 Y si alguien les pregunta: '¿Por qué lo desatan?', dirán esto: 'Porque el Señor lo necesita.'» 32 Fueron, pues, los enviados y lo encontraron como les había dicho. 33 Cuando desataban el burrito, les dijeron los dueños: «¿Por qué desatan el burrito?» 34 Ellos les contestaron: «Porque el Señor lo necesita.» 35 Y lo trajeron a Jesús; y, echando sus mantos sobre el burrito, hicieron montar a Jesús. 36 Mientras él avanzaba, extendían sus mantos por el camino. 37 Cerca ya de la bajada del monte
19 38 Ver Sal 118 26; luego como un eco del canto de los ángeles en 2 14; ver v. 42. 19 41 Este oráculo propio de Le está tHido
de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, llenos de alegría, se pusieron a alabar a Dios a grandes voces por todos los milagros que habían visto. 38 Decían: «/Bendito el rey que viene en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas*.» Jesús aprueba las aclamaciones de sus discípulos. 39 Algunos de los fariseos que estaban entre la gente, le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos.» 40 Respondió: «Les digo que si éstos se callan gritarán las piedras.»
Lamentación sobre Jerusalén*. 41 Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, 42 diciendo: «¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. 43 Porque vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de
de reminiscencias bíblicas relativas a la destrucción de la Ciudad en el año 587 a.C.; ver 17 22 + ; 21 5 + .
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
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trincheras, te cercarán y te apretarán por todas partes, 44 te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita.»
Parábola de los viñadores homicidas. ||Mt 21 33-46; ||Mc 12 1-12.
19 46 Ver Is 56 7 y Jr 7 11. Con la entrada en el Templo culmina Jesús su larga subida a la
Ciudad Santa, 9 51+. 20 17 Cita de Sal 118 22.
9 Se puso a decir al pueblo esta parábola: «Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos labradores y se ausentó por mucho tiempo. 10 «A su debido tiempo, envió un sierExpulsión de los vendedores vo a los labradores para que le dieran del Templo. una parte del fruto de la viña. Pero los ||Mt 21 12-13; ||Mc 11 15-17; labradores lo apalearon y lo despacha||Jn 2 14-16. ron con las manos vacías. 11 Volvió a en45 Entró en el Templo y comenzó a viar otro siervo, pero también a él lo echar fuera a los que vendían,46 dicién- apalearon, lo insultaron y lo despachadoles: «Está escrito: Mi Casa será Casa ron con las manos vacías. 12 Tornó a ende oración. ¡Pero ustedes la han hecho viar un tercero, pero también a éste lo malhirieron y lo echaron. 13 Dijo, pues, una cueva de bandidos*/» el dueño de la viña: '¿Qué haré? Voy a enviar a mi hijo querido; tal vez lo resJesús enseña en el Templo. peten.' 14 Pero los labradores, al verlo, se ||Mc 11 18. dijeron entre sí: 'Este es el heredero; ma47 Enseñaba todos los días en el Temtémoslo, para que la herencia sea nuesplo. Por su parte, los sumos sacerdotes, tra.' 15 Lo echaron fuera de la viña y lo los escribas y también los notables del mataron. pueblo buscaban matarle, 48 pero no «¿Qué hará ahora con ellos el dueño encontraban modo de hacerlo, porque de la viña? 16 Vendrá, dará muerte a estodo el pueblo le oía pendiente de sus tos labradores y entregará la viña a labios. otros.» Al oír esto, dijeron: «¡Dios no lo quiera!» 17 Pero él, clavando en ellos la Controversia sobre la autoridad mirada, dijo: «Pues, ¿qué es lo que está ¿g Jesús. escrito: ||Mt 21 23-27; ||Mc 11 27-33. La piedra que los constructores dese1 Uno de aquellos días, mientras charon enseñaba al pueblo en el Temen piedra angular se ha convertido*? plo y anunciaba la Buena Nueva, se 18 Todo el que caiga sobre esta piedra acercaron los sumos sacerdotes y los se destrozará, y aquel sobre quien ella escribas, junto con los ancianos, 2 y le preguntaron: «Dinos: ¿Con qué auto- caiga quedará aplastado.» 19 Los escribas y los sumos sacerdotes ridad haces esto, o quién es el que te ha comprendieron que aquella parábola dado tal autoridad?» 3 Él les respondió: «También yo les voy a preguntar una había sido dicha para ellos y trataron de echarle mano en aquel mismo momencosa. Díganme: 4 El bautismo de Juan, to, pero tuvieron miedo del pueblo. ¿era del cielo o de los hombres?» 5 Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: 'Del El tributo debido al César. cielo', dirá: '¿Por qué no le creyeron?' 6 Pero si decimos: 'De los hombres', ||Mt 22 15-22; ||Mc 12 13-17. todo el pueblo nos apedreará, pues es20 Quedándose ellos al acecho, le en tán convencidos de que Juan era un viaron unos espías, que fingieran ser 7 profeta.» Respondieron, pues, que no justos, para sorprenderle en alguna pasabían de dónde era. 8 Jesús entonces labra y poderle entregar al poder y au les dijo: «Tampoco yo les digo con qué toridad del procurador. 21 Y le pregunautoridad hago esto.» taron: «Maestro, sabemos que hablas y
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
ensenas con rectitud y que no tienes en ciienla la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: 22 ¿Nos es lícito pagar tributo al César o no?» 23 Pero-él, habiendo conocido su astucia, les dijo: 24 «Muéstrenme un denario. ¿De quién lleva la imagen y la inscripción?» Ellos dijeron: «Del César.» 25 Él les dijo: «Pues bien, lo del César devuélvanselo al César, y lo de Dios a Dios.» 26 No pudieron sorprenderle en ninguna palabra ante el pueblo y, maravillados por su respuesta, se callaron. La resurrección de los muertos. ||Mt 22 23-33; ||Mc 12 18-27. 27 Se acercaron algunos de los saduceos, los que sostienen que no hay resurrección, y le preguntaron: 28 «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si a uno se le muere un hermano casado y sin hijos, debe tomar a la mujer para dar descendencia a su hermano. 29 Pues bien, eran siete hermanos. El primero tomó mujer y murió sin hijos;30 la tomó el segundo, 31 luego el tercero; y murieron los siete, sin dejar hijos. 32 Finalmente, también murió la mujer. 33 Ésta, pues, ¿de cuál de ellos será mujer en la resurrección? Porque fue mujer de los siete.» 34 Jesús les dijo: «Los hijos de este mundo toman mujer o marido; 35 pero los que alcancen a ser dignos de tener parte en aquel mundo y en la resurrección de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, 36 ni pueden ya morir, porque son como ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección. 37 Y que los muertos resucitan lo ha indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob*. 38 No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos viven.» 39 Algunos de los escribas* le dijeron: «Maestro, has hablado bien.» 4° Pues ya no se atrevían a preguntarle nada.
20 37 Cila de Ex 3 6. 20 39 l.os escribas, fariseos en su mayor parle y t|ue creían en la resurrección de los muertos, felicitan a Jesús por haber refutado con
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Cristo, hijo y Señor de David. ||Mt 22 41-45; ||Mc 12 35-37. 41 Les preguntó: «¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David? 42 Porque David mismo dice en el libro de los Salmos:
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Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies*.
Si, pues, David le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?»
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Los escribas juzgados por Jesús. ||Mt 23 6-7; ||Mc 12 38-40; =Lc 11 43. 43 Dijo luego a sus discípulos, de modo que lo oyó todo el pueblo: 46 «Guárdense de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje y quieren ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; 47 y devoran los bienes de las viudas con el pretexto de largas oraciones. Ésos tendrán una sentencia más rigurosa.»
El óbolo de la viuda. ||Mc 12 41-44. i 1 Alzando la mirada, vio a unos £ X ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; 2 vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, 3 y dijo: «Les digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que nadie. 4 Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobra, ésta en cambio ha echado de lo que necesita, todo lo que tenía para vivir.» Discurso sobre la ruina de Jerusalén*. Introducción. ||Mt 24 1-3; ||Mc 13 1-4. 5 Como algunos hablaban del Templo, de cómo estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, él dijo: 6 «De
acierto a los saduceos, ver Mt 22 23 + . 20 43 Cita de Sal 110 1. 21 5 Habiendo tratado, 17 22s+, de la venida gloriosa de Jesús, Le esta vez no la men-
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
esto que ven, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida.» 7 Le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir?» Señales precursoras. ||Mt 24 4-14; ||Mc 13 5-13. Él dijo: «Miren, no se dejen engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: 'Yo soy' y 'el tiempo está cerca'. No les sigan. 9 Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, no se aterren; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato.» 10 Entonces les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino. 11 Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas y grandes señales del cielo. ||Mt 10 17-22. 12 «Pero, antes de todo esto, les echarán mano y les perseguirán, les entregarán a las sinagogas y cárceles y les llevarán ante reyes y gobernadores por mi nombre;13 esto les sucederá para que den testimonio. 14 Propongan, pues, en su corazón no preparar la defensa, 15 porque yo* les daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos sus adversarios. 16 Serán entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de ustedes. 17 Todos los odiarán por causa de mi nombre. 18 Pero no perecerá ni un cabello de su cabeza. 19 Con su perseverancia salvarán sus almas. 8
Asedio de Jerusalén. ||Mt 24 15-20; ||Mc 13 14-18. 20 «Cuando vean a Jerusalén cercada por ejércitos, sepan entonces que se acerca su desolación. 21 Entonces, los que estén en Judea que huyan a los
donará hasta el final, w . 25s. Ver Mt 24+. Jesús se dirige a todos en el Templo, no a los discípulos solos. El asedio y las ruinas de la Ciudad santa, w . 20.24; ver 19 43-44, preludian el Juicio final. 21 15 Este don, que aquí Le atribuye a Jesús, en otros pasajes se reserva al Espíritu, Mt 10
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montes; los que estén en medio de la ciudad que se alejen; y los que estén en los campos que no entren en ella; 22 porque éstos son días de venganza en los que se cumplirá todo cuanto está escrito. 23 ¡Ay de las que estén embarazadas o criando en aquellos días! La catástrofe y el tiempo de los gentiles. ||Mt 24 21; ||Mc 13 19. «Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra y cólera contra este pueblo.24 Caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que el tiempo de las naciones llegue a su cumplimiento*. Catástrofes cósmicas y manifestación gloriosa del Hijo del hombre. ||Mt 24 29-30; ||Mc 13 24-26. 25 «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de la gente, trastornaba por el estruendo del mar y de las olas.26 Los hombres se quedarán sin aliento por el terror y la ansiedad ante las cosas que se abatirán sobre el mundo, porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. 27 Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria.28 Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca su liberación.»
Parábola de la higuera. ||Mt 24 32-35; ||Mc 13 28-31. 29 Les añadió una parábola: «Miren la higuera y todos los demás árboles. 30 Cuando ven que echan brotes, saben que el verano está ya cerca. 31 Así también ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca. 32 Yo les aseguro que no pasará esta generación hasta que todo
20; Me 13 11; Le 12 12. Ver 6 10; Jn 16 13-15. 21 24 La expresión el tiempo de las naciones designa un plazo indeterminado en el que los paganos suplantarán al pueblo infiel de Israel hasta su retorno en masa, Rm 11 11-32; ver Le 13 35.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
esto suceda. 33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Estar alerta para no ser sorprendidos. 34 «Cuiden que no se emboten sus corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupacines de la vida y venga aquel Día de improviso sobre ustedes, 35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra.36 Estén en vela,
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pues, orando en todo tiempo para que tengan fuerza, logren escapar y puedan mantenerse en pie delante del Hijo del hombre.» Los últimos días de Jesús. 37 Durante el día enseñaba en el Templo y salía a pasar la noche en el monte llamado de los Olivos. 38 Y todo el pueblo madrugaba para ir hacia él y escucharle en el Templo.
VI. La Pasión Conspiración contra Jesús y traición de Judas. ||Mt 26 2-5; ||Mc 14 1-2; ||Jn 11 47-53. 1 Se acercaba la fiesta de los Ázimos, llamada Pascua. 2 Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban cómo hacerle desaparecer, pues temían al pueblo. ||Mt 26 14-16; ||Mc 14 10-11. 3 Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que era del número de los Doce. 4 Éste se fue a concertar con los sumos sacerdotes y los jefes de la guardia el modo de entregárselo. 3 Ellos se alegraron y quedaron con él en darle dinero. 6 Él aceptó y andaba buscando una oportunidad para entregarlo sin que la gente lo advirtiera.
Preparativos para la cena pascual. ||Mt 26 17-19; ||Mc 14 12-16. 7 Llegó el día de los Ázimos, en el que se había de sacrificar el cordero de Pascua; 8 y envió a Pedro y a Juan, diciendo: «Vayan y prepárennos la Pascua para que la comamos.» 9 Ellos le dijeron: «¿Dónde quieres que la preparemos?» 10 Les dijo: «Cuando entren en la ciudad, les saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; sí-
22 15 Le adopta la práctica helenista de un banquete de despedida del Maestro con sus discípulos. Las palabras de Jesús eji Le reflejan quizás las celebraciones eucarísticas primitivas. 22 16 l,a Pascua se cumplirá con la institui n>n di1 la líucarislía, luego en plenitud y sin
ganlo hasta la casa en que entre 11 y dirán al dueño de la casa: 'El Maestro te dice: ¿Dónde está la sala donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?' 12 Él les enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta; hagan allí los preparativos.» 13 Fueron y lo encontraron tal como les había dicho y prepararon la Pascua. La cena pascual. 14 Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles 15 y les dijo*: «Con ansia he deseado comer ésta Pascua con ustedes antes de padecer; 16 porque les digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento* en el Reino de Dios.» 17 Tomó luego una copa*, dio gracias y dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes; 18 porque les digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.»
Institución de la Eucaristía*. ||Mt 26 26-28; ||Mc 14 22-24; ||l Co 11 23-25. 19 Tomó luego pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Éste es mi cuerpo que se entrega por ustedes; ha-
velos al fin de los tiempos. 22 17 Le distingue la cena pascual y la copa de este rito, w . 15-18, del pan y la copa de la nueva alianza, w . 19-20, para marcar la diferencia entre el rito de la Pascua judía y el de la Eucaristía cristiana. 22 19 El texto es afín al de 1 Co 11 23-25.
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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
gan esto en recuerdo mío.» 20 De igual modo, después de cenar, tomó la copa, diciendo: «Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre, que se derrama por ustedes. Anuncio de la traición de Judas. ||Mt 26 20-25; ||Mc 14 17-21; ||Jn 13 21-30. 21 «Miren, la mano del que me entrega está aquí conmigo sobre la mesa. 22 Porque el Hijo del hombre se marcha según está determinado. Pero, ¡ay de aquel por quien es entregado!» 23 Entonces se pusieron a discutir entre sí quién de ellos sería el que iba a hacer aquello.
¿Quién es el mayor*? =9 46; ||Mt 20 25-27; ||Mc 10 42-44. 24 Entre ellos hubo también un altercado sobre quién de ellos parecía ser el mayor. 23 Él les dijo: «Los reyes de las naciones las dominan como señores absolutos y los que ejercen el poder sobre ellas se hacen llamar bienhechores; 26 pero no así ustedes, sino que el mayor entre ustedes sea como el más joven y el que gobierna como el que sirve. Porque, ¿quién es mayor, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de ustedes como el que sirve.
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Anuncio de la negación y del arrepentimiento de Pedro. ||Mt 26 31-35; ||Mc 14 27-31; ||jn 13 36-38. 31 «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder sacudirlos como trigo; 32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos*.» 33 Él dijo: «Señor, estoy dispuesto a ir contigo hasta la cárcel y la muerte.» 34 Pero él contestó: «Te digo, Pedro, que antes de que hoy cante el gallo habrás negado tres veces que me conoces.»
La hora del combate decisivo. 35 Y les dijo: «Cuando los envié sin bolsa, sin alforja y sin sandalias, ¿les faltó algo?» Ellos dijeron: «Nada.» 36 Les dijo: «Pues ahora, el que tenga bolsa que la tome, y lo mismo alforja, y el que no tenga, que venda su manto y se compre una espada*. 37 Porque les digo que es necesario que se cumpla en mí esto que está escrito: Ha sido contado entre los malhechores. Porque lo que se refiere a mí toca a su fin.» 38 Ellos dijeron: «Señor, aquí hay dos espadas.» Él les dijo: «Basta.»
En el monte de los Olivos. ||Mt 26 30.36-46; ||Mc 14 26.32-42.
28 «Ustedes son los que han perseverado conmigo en mis pruebas; yo, por mi parte, dispongo un Reino para ustedes, como mi Padre lo dispuso para mí, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi Reino y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
39 Salió y, como de costumbre, fue al monte de los Olivos; los discípulos le siguieron. 40 Llegado al lugar les dijo: «Pidan que no caigan en tentación.» 41 Se apartó de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas suplicaba 42 diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» 43 Entonces se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba. 44 Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se
22 24 Los w. 24 y 38 relacionan con la Cena diversas palabras de Jesús. Algunas son propias de Le; otras las sitúan Mt y Me en contexto diferente; ver Mt 20 25-28; Me 10 42-45. En el nuevo contexto de Le las palabras de Jesús aclaran cuestiones de precedencia y servicio en las asambleas litúrgicas primitivas, ver Hch 6 1; 1 Co 11 17-19; St 2 2-4. 22 32 La negación de Pedro, v. 34, no será
definitiva. Su fe, recuperada, hará firme la de los otros hermanos, ver Mt 16 17-19; Jn 211517. 22 36 En adelante los discípulos no siempre tendrán una acogida amistosa, 10 4-5; ellos deberán adquirir su propio sustento (bolsa, alforja); y su actividad se desarrollará en un mundo hostil del que tendrán que protegerse (espada), ver 12 51; Mt 10 34.
Recompensa prometida a los apóstoles. ||Mt 19 28.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra. ts Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los encontró dormidos por la tristeza; 46 y les dijo: «¿Cómo es que están dormidos? Levántense y oren para que no caigan en tentación.» Prendimiento de Jesús. ||Mt 26 47-56; ||Mc 14 43-52; ||jn 18 3-11. 47 Estaba todavía hablando cuando se presentó un grupo; el llamado Judas, uno de los Doce, iba el primero, y se acercó a Jesús para darle un beso. 48 Jesús le dijo: «¡Judas, con un beso entregas al Hijo del hombre!» 49 Viendo los que estaban con él lo que iba a suceder, dijeron: «Señor, ¿herimos a espada?» 50 Y uno de ellos hirió al siervo del Sumo Sacerdote y le llevó la oreja derecha. 51 Pero Jesús dijo: «¡Dejen! ¡Basta ya!» Y tocando la oreja le curó. 52 Dijo Jesús a los sumos sacerdotes, a los jefes de la guardia del Templo y a los ancianos que habían venido contra él: «¿Como contra un salteador han salido con espadas y palos? 53 Estaba yo todos los días en el Templo con ustedes y no me pusieron las manos encima; pero esta es su hora y el poder de las tinieblas.»
Negaciones de Pedro. ||Mt 26 69-75; ||Mc 14 66-72; ¡|jn 18 15-18.25-27. 54 Entonces le prendieron, se lo llevaron y le hicieron entrar en la casa del Sumo Sacerdote; Pedro le iba siguiendo de lejos. 55 Habían encendido una hoguera en medio del patio y estaban sentados alrededor; Pedro se sentó entre ellos.56 Una criada, al verle sentado junto a la lumbre, se le quedó mirando y dijo: «Éste también estaba con él.» Pero él lo negó: «¡Mujer, no lo conozco!» 58 Poco después le vio otro y dijo: «Tú también eres uno de ellos.» Pedro dijo: «¡Hombre, no lo soy!» 59 Pasada como una hora, otro aseguraba:
22 1.a alusión al Sal 110 1 manifiesta que lo-. Minios de Mesías, v. 67, y de Hijo de Dios,
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«Cierto que éste también estaba con él, pues además es galileo.» 60 Le dijo Pedro: «¡Hombre, no sé de qué hablas!» Y en aquel mismo momento, cuando aún estaba hablando, cantó un gallo. 61 El Señor se volvió y miró a Pedro. Recordó Pedro las palabras que le había dicho el Señor: «Antes que cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces» 62 y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente. Primeros ultrajes. ||Mt 26 67-68; ||Mc 14 65. 63 Los hombres que le tenían preso se burlaban de él y le golpeaban. 64 Y, cubriéndole con un velo, le preguntaban: «¡Adivina! ¿Quién es el que te ha pegado?» 65 Y le insultaban diciéndole otras muchas cosas.
Jesús ante el Sanedrín. ||Mt 26 57-66; 27 2; ||Mc 14 53-64; 15 1. 66 En cuanto se hizo de día, se reunió el Consejo de Ancianos del pueblo, sumos sacerdotes y escribas, le hicieron venir a su Sanedrín 67 y le dieron: «Si tú eres el Cristo, dínoslo.» El respondió: «Si se lo digo, no me creerán.68 Si les pregunto, no me responderán.69 De ahora en adelante, el Hijo del hombre estará sentado a la diestra del poder de Dios*.» 70 Dijeron todos: «Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?» Él les dijo: «Ustedes lo dicen: Yo soy.» 71 Dijeron ellos: «¿Qué necesidad tenemos ya de testigos, pues nosotros mismos lo hemos oído de su propia boca?» 1 Se levantaron todos ellos y le llevaron ante Pilato.
Jesús ante Pilato. ||Mt 27 11-14; ||Mc 15 2-5; ¡Jn 18 29-38a. 2 Comenzaron a acusarle diciendo: «Hemos encontrado a éste alborotando a nuestro pueblo, prohibiendo pagar tributos al César y diciendo que él es Cristo rey.» 3 Pilato le preguntó: «¿Eres
v. 70, no son equivalentes, ver 1 32.35; 2 11 + .
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tú el rey de los judíos?» Él le respondió: «Sí, tú lo dices.» 4 Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente: «Ningún delito encuentro en este hombre.» 5 Pero ellos insistían diciendo: «Solivianta al pueblo con sus enseñanzas por toda Judea, desde Galilea, donde comenzó, hasta aquí.» 6 Al oír esto, Pilato preguntó si aquel hombre era galileo. 7 Y, al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que por aquellos días estaba también en Jerusalén. Jesús ante Herodes*. 8 Cuando Herodes vio a Jesús se alegró mucho, pues hacía largo tiempo que deseaba verle, por las cosas que oía de él, y esperaba que hiciera algún signo en su presencia. 9 Le hizo numerosas preguntas, pero él no respondió nada. 10 Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándole con insistencia. 11 Pero Herodes, con su guardia, después de despreciarle y burlarse de él, le puso un espléndido vestido y le remitió a Pilato. 12 Aquel día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes estaban enemistados.
De nuevo Jesús ante Pilato. ||Mt 27 15-26; ||Mc 15 6-15; ||Jn 18 38b - 19 16. 13 Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo 14 y les dijo: «Me han traído a este hombre como alborotador del pueblo, pero yo lo he interrogado delante de ustedes y no he hallado en él ninguno de los delitos de que le acusan. 15 Ni tampoco Herodes, porque nos lo ha remitido. Nada ha hecho, pues, que merezca la muerte. 16 Así que le daré un escarmiento y lo soltaré*.» [ ,7 ] 18 Toda la muchedumbre se puso a gritar a una: «¡Fuera ése, suéltanos a Barrabás!» 19 Éste había sido en-
23 8 Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, 3 1. Este episodio es propio de Le. Ver Hch 4 27; Mt 2 7; 14 1 +; Le 13 31-33. 23 16 Se omite el v. 17. Ver Mt 26 15. 23 27 El Talmud habla de mujeres que llevaban a los condenados bebidas calmantes, Mt 27 34+.
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carcelado por un motín que hubo en la ciudad y por asesinato. 20 Pilato les habló de nuevo, con la intención de librar a Jesús,21 pero ellos seguían gritando: «¡Crucifícale, crucifícale!» 22 Por tercera vez les dijo: «Pero ¿qué mal ha hecho éste? No encuentro en él ningún delito que merezca la muerte; así que le daré un escarmiento y le soltaré.» 23 Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y arreciaban en sus gritos. 24 Pilato sentenció que se cumpliera su demanda. 25 Soltó, pues, al que habían pedido, al que estaba en la cárcel por motín y asesinato, y a Jesús se lo entregó a su deseo. Camino del Calvario. ||Mt 27 31b-32; ||Mc 15 20b-22; ||Jn 19 17. 26 Cuando le llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús. 27 Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres* que se dolían y se lamentaban por él. 28 Jesús se volvió a ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. 29 Porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron! 30 Entonces se pondrán a decir a los montes: ¡Caigan sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Sepúltennos*!31 Porque si en el leño verde hacen esto, en el seco ¿qué se hará*?» 32 Llevaban además a otros dos malhechores para ejecutarlos con él.
La Crucifixión*. ||Mt 27 35-38; ||Mc 15 24-28; ||Jn 19 17-24. 33 Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí a él y a los
23 30 Ver Os 10 8. 23 31 El leño seco, estéril, será quemado; Jerusalén culpable será castigada, ver 19 41-44+. 23 33 En el relato de Le, la muchedumbre es más curiosa que hostil y finalmente se arrepiente, v. 48; Jesús pronuncia palabras de perdón y no de angustia.
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malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 34 Jesús decía: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen'''.» Se repartieron sus vestidos, echando suertes. Jesús en la cruz ultrajado. ||Mt 27 39-43; ||Mc 15 29-32a. Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: «A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido*.» 36 También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre 37 y le decían: «Si tú eres el rey de los judíos, ¡sálvate!» 38 Había encima de él una inscripción: «Este es el rey de los judíos.» 35
El «buen ladrón». Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!» 40 Pero el otro le increpó: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? 41 Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio éste nada malo ha hecho.» 42 Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino.» 43 Jesús le dijo: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso*.» 39
Muerte de Jesús. ||Mt 27 45-50; ||Mcl5 33-37; ¡|Jn 19 25-30. 44 Era ya cerca del mediodía cuando se oscureció el sol y toda la tierra quedó en tinieblas hasta media tarde*. 45 El velo del Santuario se rasgó por
23 34 Ver Is 53 12. La misma apreciación de unisas de muerte en Hch 3 17; 13 27; 1 Co 2 H. Ver también Hch 7 60. Cris/o, Hlcgido, dos títulos mesiánicos, t i l ; 1 ) 35 I . < -M l'.l paraíso, imagen de un jardín de de-
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medio46 y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu*.» Y, dicho esto, expiró. Después de la muerte de Jesús. ||Mt 27 51-56; ||Mc 15 38-41; ¡Jn 19 31-37. 47 Al ver el centurión lo sucedido, glorificaba a Dios diciendo: «Ciertamente este hombre era justo.» 48 Y toda la muchedumbre que había acudido a aquel espectáculo, al ver lo que pasaba, se volvió dándose golpes de pecho. 49 Todos sus conocidos y las mujeres que le habían seguido desde Galilea se mantenían a distancia, viendo estas co-
Sepultura de Jesús. |Mt 27 57-61; ||Mc 15 42-47; |jn 19 38-42. 50 Había un hombre llamado José, miembro del Consejo, hombre bueno y justo, 51 que no había asentido al consejo y proceder de los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios. 52 Se presentó a Pilato, le pidió el cuerpo de "Jesús 53 y, después de descolgarle, le envolvió en una sábana y le puso en un sepulcro excavado en la roca en el que nadie había sido puesto todavía. 54 Era el día de la Preparación y apuntaba el sábado. 5-> Las mujeres que habían venido con él desde Galilea fueron detrás y vieron el sepulcro y cómo era colocado su cuerpo. 56 Luego regresaron y prepararon aromas y mirra. Y el sábado descansaron según el precepto.
licias, ver Gn 2 8; etc. El condenado estará allí el mismo día con Jesús Rev, ver Flp 1 23: 1 Ts 4 17; Rm 6 5-8; etc. 23 44 Ver Mt 27 45 + . 23 46 Cita del Sal 31 6; ver Hch 7 59.
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VIL
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Después de la Resurrección
El sepulcro vacío. Mensaje de los ángeles. ||Mt 28 1-8; ||Mc 16 1-8; ||Jn 20 1-2. ^ A 1 El primer día de la semana, ^ T * muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. 2 Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro. 3 Entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4 No sabían qué pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. 5 Asustadas, inclinaron el rostro a tierra, pero les dijeron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? 6 No está aquí, ha resucitado. Recuerden cómo les habló cuando estaba todavía en Galilea, diciendo: 7 Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado, pero al tercer día resucitará*.» 8 Y ellas recordaron sus palabras. Los apóstoles no creen a las mujeres. ||Mt 28 10.17; ||Mc 16 10-11.14; ||jn 20 18.25.29. 9 Regresaron, pues, del sepulcro y anunciaron todas estas cosas a los Once y a todos los demás. 10 Las que referían estas cosas a los apóstoles eran María Magdalena, Juana y María la de Santiago y las demás que estaban con ellas. 11 Pero a ellos todas aquellas palabras les parecían desatinos y no les creían*.
Pedro en el sepulcro. ||Jn 20 3-10. 12 Con todo, Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Se inclinó, pero sólo vio los lienzos y se volvió a su casa, asombrado por lo sucedido.
24 7 Ver 9 22.44; 18 31-33 + ; 24 46-47. 24 11 Ver Mt 28 1-7; Me 16 11-14. 24 13 Comparar con Hch 8 26-40: las dudas e indecisiones iniciales quedan resueltas por la instrucción. Los dos relatos concluyen con una acción sacramental. —sesenta estadios = poco más de once kilómetros. El estadio equivale a 185 m.
Los discípulos de Emaús*. ||Mc 16 12-13. 13 Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que dista sesenta estadios de Jerusalén, 14 y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. 15 Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó a ellos y caminó a su lado; 16 pero sus ojos estaban como incapacitados para reconocerle*. 17 Él les dijo: «¿De qué discuten por el camino?» Ellos se pararon con aire entristecido. 18 Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que han pasado allí estos días?» 19 Él les dijo: «¿Qué cosas?» Ellos le dijeron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; 20 cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. 21 Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó. 22 El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro 2 y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles que decían que él vivía. 24 Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.» 25 Él les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso para entrar así en su gloria?» 27 Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras*.
24 16 Aun conservando su identidad, vv. 3940, el cuerpo de Jesús resucitado se encuentra en un estado nuevo, Jn 20 19; l Co 15 44. Un Le y Jn los discípulos únicamente le reconocen por una palabra o por una serial. 24 27 Se trata de la Biblia entera, ver vv. 44-45.
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Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. 2<> Pero ellos le rogaron insistentemente: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.» Entró, pues, y se quedó con ellos.30 Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. 31 Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su vista. 32 Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» 33 Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, 34 que decían: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!» 35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido al partir el pan*. 28
Aparición a los apóstoles. Ver Jn 20 19-23. 36 Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con ustedes.» 37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 38 Pero él les dijo: «¿Por qué se turban? ¿Por qué se suscitan dudas en su corazón? 39 Miren mis manos y mis pies; soy yo mismo. Pálpenme y vean, porque un espíritu no tiene carne y huesos como ven que yo tengo.» 40 Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies.41 Como no acababan de creerlo a causa de la alegría y estaban asom-
24 35 La expresión fracción del pan, v. 30; 22 19, que Le emplea también en Hch 2 42; 4 6; 20 7; 27 35, se refiere, sin duda, a la Eucaristía. 24 46 Los w . 46-48 contienen los temas esenciales de la predicación de los Apóstoles en los I leelios. 24 47 I íesde Jerusalén, ver 2 38; 9 51 +, el Es-
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brados, les dijo: «¿Tienen aquí algo de comer?» 42 Ellos le ofrecieron un trozo de pescado.43 Lo tomó y comió delante de ellos. Últimas instrucciones a los apóstoles. 44 Después les dijo: «Éstas son aquellas palabras mías que les dije cuando todavía estaba con ustedes: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí.» 45 Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras 46 y les dijo*: «Así está escrito: que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día 47 y que se predicaría en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén*. 48 Ustedes son testigos de estas cosas. ||Hch 1 4-8. 49 «Miren, yo voy a enviar sobre ustedes la Promesa de mi Padre*. Ustedes permanezcan en la ciudad hasta que sean revestidos de poder desde lo alto.»
La Ascensión. ||Mc 16 19; ||Hch 1 9.12. 50 Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. 51 Y, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo*. 52 Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo. 33 Y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.
píritu va a difundirse en el mundo. Lucas anuncia así Hch 1 4.8, y toda su segunda obra, ver Hch 1 1. 24 49 La Promesa de mi Padre, es el Espíritu Santo, Hch 1 4-5.8; 2 33; Jn 1 33 + ; 14 16.26; 15 26; 20 22. 24 51 Sobre la ascensión de Jesús: Hch 1 2.9s; Jn 20 17+.
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN Introducción El evangelio de Juan presenta la persona y el mensaje de Jesús de un modo bastante diferente al de los Sinópticos, tanto en su contenido como en su lenguaje. Por ejemplo, de las 29 señales o acciones milagrosas de Jesús recogidas en los otros evangelios, éste solamente, toma dos. En cuanto a la forma literaria y al lenguaje, basta leerlo para descubrir notables diferencias con los Sinópticos. Redactado en su forma actual probablemente a finales del s. I en Éfeso o Antioquía, pudo tener una primera redacción parcial alrededor del año 50. Son numerosas y muy variadas las hipótesis propuestas para explicar tanto la estructura como el contenido del IV Evangelio. Las encontramos en las introducciones amplias de las Biblias o en comentarios específicos de este evangelio. A nosotros nos interesa descifrar, en lo posible, el contenido de este evangelio en la forma que nos ha llegado desde finales del siglo I. Por eso, para acceder a él en una lectura cómoda, proponemos tener en cuenta su estructura, compuesta por dos secciones centrales, un prólogo y un epílogo o apéndice.
cuentro con Jesús de Nazaret. Bautista y discípulos descubren en Jesús al Mesías (1 33. 41), al Siervo (1 29. 36), al Hijo de Dios (1 49), y al Hijo del hombre (1 51). Esta última expresión la pone Jn en boca de Jesús, como si quisiera completar la de Natanael, «Hijo de Dios» y subrayar la encamación de la Palabra, la presencia humana del Hijo de Dios. Jesús queda, pues, presentado como la «Palabrq» con la que el Padre habla a los hombres. Evidentemente la teología contenida en estas dos presentaciones de Jesús refleja una catequesis bastante desarrollada, propia de las comunidades cristianas de finales del siglo I. 2. El libro de las «señales» (2 1-12 50)
Las acciones de Jesús son. calificadas por este evangelio como «señales». En esta primera parte recoge el autor siete. Son señales de fuerte Contenido teológico que Jesús desentraña mediante unos discursos o enseñanzas. Aceptando este esquema, señal/discurso, podemos dividir esta sección central en siete cuadros. a) Jesús es la Palabra de una nueva religiosidad (2 1-4 42). Las señales son 1. Prólogo (l 1-51) dos: transformación del agua en vino en Tiene dos partes claramente diferenuna boda en Cana y la purificación del ciadas: la primera presenta a Jesús en templo (2 1-25). Por las insinuaciones un plano teológico, desde Dios; la segun- del evangelista descubrimos que la transda lo presenta en su realidad histórica. formación del agua, destinada a las pua) Presentación teológica de Jesús rificaciones legales del judaismo, simbo(1 1-18). El autor se sirve de un himno liza el AT y sus leyes. El vino nuevo con el que la comunidad cristiana exevidentemente simboliza el NT. Estos presaba su fe en Jesús Mesías, que era la simbolismos aparecen en otros lugares de Palabra de Dios hecha hombre en un la catequesis evangélica, indicando inclumomento determinado de la historia. Inso que el vino nuevo necesita nuevos retrodujo algunas modificaciones en el cipientes (ver Mt 9 17). La señal de la puhimno para subrayar algunos puntos, rificación del templo tiene el mismo como la preexistencia de la Palabra y sosimbolismo: sustitución del lugar sagrado bre todo la relación existente entre el del culto del AT por uno nuevo, que es la Bautista-precursor y Jesús-Palabra. presencia del resucitado. b) Presentación histórica de Jesús La enseñanza que dimana de estas (l 19-51). Ésta consiste en la narración señales está contenida en la entrevista de unas experiencias que el Bautista y con Nicodemo (3 1-21), el último testilos primeros discípulos tienen del enmonio del Bautista (3 22-36) y el en-
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consistente y seguro que el maná. El macuentro con la samaritana (4 1-42). Con la presencia de Jesús se ha iniciado una ná fue un alimento que no proporcionó la vida verdadera a los israelitas (6 31nueva época; es como un nuevo nacimiento que se realiza por el agua y el Es- 32.49). El alimento que da Jesús no es píritu; es un manantial perenne de vida; humano, sino que ha bajado del cielo. Y es, en definitiva, una nueva religiosidad para que no queden dudas, Jesús aclara no ligada a ningún lugar físico, sino «en qué tipo de pan es éste: su carne y su espíritu y en verdad». La presencia de Je- sangre, expresión que significa toda la sús ofrece a todas las personas, pero es- persona humana de Jesús, ofrecida a los pecialmente a las de las comunidades hombres como nuevo alimento. Hay en todo este discurso una referencia clara a cristianas, una novedad total en las rela Eucaristía, que en los Sinópticos se laciones con Dios Padre. b) Jesús es la Palabra que ofrece relaciona con la celebración de la Pasuna vida nueva (4 46-5 57). Las señales cua judía. La actitud que se exige para son: curación del hijo de un funcionario participar de este nuevo alimento ya no es la observancia de la Ley, sino la acepreal (4 46-54) y curación de un enfermo tación de la persona de Jesús y sus enen la piscina de Betesda (5 1-18). Las dos señales tienen un mismo objetivo: señanzas (6 60-71). presentar a Jesús como comunicador de d) Jesús es la Palabra que da la salud, de una existencia nueva por meverdadera libertad (7 1-59). Esta secdio de su Palabra. En un caso, a distan- ción no tiene el esquema de las anteriocia; en el otro, mediante un contacto dires, señal/enseñanza, a no ser que se inrecto. terprete como «señal» la celebración de La enseñanza: La Palabra de Jesús la fiesta judía de las tiendas (7 10-19). supera en todo el poder de las demás pa- Jn recoge aquí una serie de actitudes de labras, particularmente de las de la Ley incredulidad de algunos de sus familiajudía. Este poder vivificador lo tiene por- res y de los jefes de la nación que no aceptan a Jesús como Mesías, ni como que es la Palabra del Hijo de Dios, por eso la vida que comunica es la misma Hijo de Dios, ni como quien puede dar la del Padre (5 24-29). La nueva realidad verdadera liberación. Esto provoca conque ofrece Jesús está atestiguada por el troversias que se van acentuando progrePadre, por el Bautista, por el mismo sivamente y ponen a Jesús en constante Moisés y por las señales de Jesús. Estos peligro de muerte, pues los judíos quieren testimonios vienen a cuento porque las acabar con él (7 1.13.19.25.30.32.44; 8 autoridades religiosas, consideradas in- 37.40.59). térpretes de la voluntad de Dios, que el El relato de la mujer adúltera (7 53evangelista califica como «los judíos», 8 11) se considera fuera de contexto en ponen en duda el poder vivificante de Je- este evangelio, pues rompe el ritmo de la sús (5 30-47). El ambiente de contro- sección, se aparta del lenguaje del IV versia entre Jesús y los judíos refleja la Evangelio y falta en muchos manuscrisituación que vivían las comunidades tos antiguos. Sin embargo pudo ser añacristianas al final del siglo I. dido en esta sección para poner de reliec) Jesús es la Palabra que se trans- ve el poder liberador de la Palabra de forma en alimento de vida nueva (6 1- Jesús, en cuanto perdona y libera de las 71). Señales: multiplicación de los panes ataduras del pecado. (6 1-15) y dominio sobre el mar (6 16e) Jesús es la Palabra que ilumina 21). Simbolismo: Jesús se transforma en al mundo (9 1-10 42). La señal es la cualimento vivificante, en fuerza y apoyo ración de un ciego de nacimiento (9 1en las situaciones difíciles. El modo de 12). La enseñanza se inicia en un primer comunicar la vida nueva es mediante la momento en él proceso que los fariseos cercanía de Jesús, su aproximación a la instruyen al ciego. Centrar la religiosivida de los hombres, a sus necesidades. dad en el cumplimiento literal de la Ley, 1m enseñanza se recoge en él discurso aunque sea la observancia del sábado, i le Jesús en la sinagoga de Cafarnaún. impide llegar a la luz que ofrece Jesús. La Palabra de Jesús es un alimento más Sólo el creer en la persona de Jesús lleva
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a la verdadera iluminación, como le ha Jesús acepta con decisión el proyecto del ocurrido al que era ciego (9 13-39). Padre. En la reflexión final de esta sección En un segundo momento prosigue la el evangelista quiere responder a una preenseñanza para poner de manifiesto gunta de las comunidades cristianas: dónde está la verdadera ceguera, que es ¿Por qué los conciudadanos de Jesús no la que tienen los jefes de la nación, los lo aceptaron, a pesar de estas señales me«pastores» ciegos que se han despreo- siánicas? La respuesta es que ya la Escricupado de los valores de las personas y tura lo anunció. Sin embargo Jn introlos han extraviado. Frente a estos falsos duce una matización: muchos judíos sí pastores, Jesús se proclama como el Pas- que creyeron en él, incluso entre las autor auténtico (10 1-42). toridades (12 42), aunque también maf) Jesús es la Palabra de resurrec- tiza el miedo que a estos creyentes les imción (TI 1-57). La señales la resurrección ponían los fariseos, responsables de las de Lázaro. La enseñanza va entreverada comunidades judías en los años de redaccon la narración de la señal en un conción del IV Evangelio. Una breve síntesis junto muy bien construido literariamen- de la presentación de Jesús como Palabra te. La enseñanza no es, en este relato, unadel Padre cierra el libro de las señales. simple exposición doctrinal, sino que está acompañada de unos matices didácticos 3. El libro de la «Hora» de Jesús sugerentes: las emociones de Jesús, sus (13 ;-20 31) lágrimas por el amigo muerto, sus frases Repetidas veces ha dicho Jn en la pride cariño, de consuelo y de esperanza con las hennañas de Lázaro. Este conjunto de mera parte que «todavía no había llepalabras y emociones de Jesús ayudan a gado su hora» (2 4; 7 6. 30; etc.). En este comprender la profundidad de la enseñan-momento ya ha llegado (13 1). En esta za clave: «Yo soy la resurrección» (TI 25). segunda gran sección Jn antepone la enseñanza a la gran señal: pasión, muerte Unas últimas anotaciones de Jn nos llevan a comprender que esta señal de re- y resurrección de Jesús. a) Jesús es el Cordero (Siervo) de surrección se hará patente cuando Jesús pase también por la realidad de su muer- Dios en la nueva Pascua (13 1-11 26). El gesto de Jesús de lavar los pies a los te, a la que deciden llevarle las autoridiscípulos y el anuncio de la traición de dades religiosas de Israel (11 45-54). Judas (13 1-30) sirven de introducción g) Jesús es la Palabra que lleva a la vida superando la muerte (12 1-50). Te- y dan la clave para interpretar esta parte: nerrios aquí dos señales: la unción en Jesús, Mesías e Hijo de Dios, muere en Betania (12 1-10) y la entrada mesiáni- la cruz. Pero esto, que puede resultar inca en Jerusalén (12 11-19). En estas dos comprensible y escandaloso para unos cristianos de mentalidad griega, en su acciones presenta Jn a Jesús tomando mayoría, forma parte del proyecto de posesión de la ciudad santa como su Dios y marca el talante de la comunidad nuevo rey que ha sido previamente uncristiana: Entrega total al proyecto del gido. Es un rey que tiene que pasar antes por la experiencia de la muerte; es lo que Padre para el servicio y salvación de toquiere insinuar la explicación del gesto dos los hombres. La presencia en este libro de la Hora del discípulo «a quien Jede María (12 7). La enseñanza está expuesta en el en- sús quería» aporta también, además de cuentro con los griegos y en la última re- un testimonio directo de los hechos, la flexión con la que el evangelista cierra idea de que todo cuanto va a suceder hay que interpretarlo en clave del amor esta primera gran sección. Jesús en la conversación con los griegos desentraña de Jesús a sus seguidores. La enseñanza está divida en tres disel sentido de su muerte próxima: es un cursos, llamados de «despedida», y en paso previo para la fructificación. Vive con fuerza la experiencia de su muerte los que Jn da el testamento de Jesús. Primer discurso (13 37-14 31): La papróxima. Jn no narra la agonía de Getsión, muerte y resurrección son la gran semaní, pero los vv. 27-32 son un paralelo perfecto del relato de los Sinópticos. señal de la manifestación del amor del Pa-
INTRODUCCIÓN AL EVA NGELIO DE SAN JUAN
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dre a Jesús y marcan el camino de la nue- motivo de la condena a muerte es redacva relación del hombre con Dios. El catado por el gobernador y tiene su impormino es Jesús donde él hombre se tancia que Jn destaca mediante la discuencuentra y ve al Padre. En este camino sión entre Pilato y los sumos sacerdotes la comunidad cuenta con la ayuda y la (19 19-22). La presencia de la madre de fuerza de Dios y de Jesús: él Espíritu, que Jesús en este momento de la crucifixión es «Paráclito», abogado, asistente, ani- juntamente con la del discípulo «a quien mador, maestro. La ausencia de Jesús por amaba», son datos propios de Jn y resu muerte es temporal. Todo esto debe serpiten la clave interpretativa de la «semotivo de alegría para los creyentes. ñal»: Todo es amor. La muerte de Jesús coincide con el inicio de la Pascua judía Segundo discurso (15 7-16 33): Talante de la nueva comunidad, de los dis- (19 14). Unos discípulos, que lo eran «en secípulos. La comparación de la vid verdadera (15 1-17) aclara este talante: debecreto por miedo a los judíos» (19 38) dan ser una comunidad unida vitalmente a sepultura al cuerpo de Jesús. El discípulo Jesús, a su Palabra; debe haber una com- a quien Jesús quería, seguido de Pedro, penetración personal de los discípulos y el son los primeros en atestiguar el sepulcro vacío. Pero es María Magdalena la primaestro. Tal es el nuevo modo de la vimera que tiene él encuentro con él resuvencia del amor del Padre, eje de la comunidad. Contrapunto de este amor de la citado y la que se convierte en la primera comunidad es él odio que los discípulos anunciadora de la resurrección de Jesús. experimentarán de parte de los no creyen- Los otros discípulos tienen miedo. Protes. La comunidad de Jn está atravesando bablemente este miedo evoca, una vez esta experiencia de odio, sobre todo por más, el que tenían las comunidades de parte de las comunidades judías. Vuelve Juan. sobre la ayuda del «Paráclito», como fuerTodas estas peculiaridades del relato za que los mantiene firmes en medio de de Jn orientan hacia una interpretación las persecuciones y odios. Tal situación correcta de este acontecimiento, humano debe llenarlos de tristeza. Deben vivir namente difícil de comprender, pero soalegres, porque Jesús ha completado el bre el que Jn quiere configurar la coproyecto del Padre. Esta es la firme garan- munidad de creyentes. Por eso concluye tía de su fe. la sección con el episodio de la incredulidad y posterior fe de Tomás. Los fieTercer discurso, en estilo de oración les de las comunidades deben creer en (17 1-26): Reflexión de Jesús sobre su persona. Él es quien da unidad a todos Jesús no por haberlo visto, sino por halos que le siguen; la base de esta unidad ber aceptado el testimonio de los que es la participación de la vida del Padre. convivieron con Jesús y reciben las enLa comunión de vida entre el Padre y el señanzas que les desentrañan él signifiHijo es lo que quiere Jesús para sus se- cado de todas las señales realizadas por Jesús: el Evangelio (20 30-31). guidores actuales y futuros. b) La gran señal: Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús (18 7-20 31). El relato del IV Evangelio tiene algunas diferencias con el de los Sinópticos: a Jesús lo prenden los soldados romanos (18 3); el proceso ante las autoridades religiosas de Jerusalén es muy breve (18 19-27), ya que todo el evangelio ha sido en realidad un largo proceso de los jefes judíos contra Jesús; en cambio el proceso ante el gobernador de Roma es más amplio (18 25-19 11), que termina con la sentencia de muerte consentida por el gobernador (19 12-16). Camino del Calvario, Jesús no es ayudado por nadie. El
4. Apéndice (21 1-25) Este capítulo se considera una añadidura de las comunidades del «discípulo a quien Jesús amaba» (21 7). Tiene todo el aspecto de ser una recopilación de varias tradiciones de estas comunidades sobre su función evangelizadora y sobre la importancia del discípulo amado y de Pedro. Las tradiciones garantizan él mensaje que se ha ido transmitiendo en estas comunidades y que tienen el mismo valor que las conservadas por otros testigos en las diversas catequesis de otras comunidades.
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN Prólogo
I
E n el principio* existía la P a l a b r a y la P a l a b r a estaba junto a Dios, y la P a l a b r a era Dios. 2 Ella estaba en el principio junto a Dios. 3 T o d o se hizo p o r ella y sin ella no se hizo nada. L o que se hizo 4 en ella era la vida y la vida era la luz de los h o m b r e s * , 5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron*. 1
H u b o u n hombre, enviado p o r Dios: se l l a m a b a Juan*. 7 Éste vino p a r a u n testimonio, para d a r testimonio de la luz, para q u e todos creyeran p o r él. 8 N o era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. 9 L a P a l a b r a era la luz verdadera que ilumina a todo h o m b r e , viniendo* a este m u n d o .
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E n el m u n d o estaba, y el m u n d o f u e hecho p o r ella, y el m u n d o no la conoció*.
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V i n o a los suyos, y los suyos no la recibieron.
12 Pero a todos los que la recibieron les dio p o d e r de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su n o m b r e * ; 13
6
1 1 Jn recoge en 1 1-5 un himno antiguo que sigue el esquema de Gn 1 1-31 para proclamar que Dios ha creado el mundo por su Palabra, Sal 33 6-9; etc. En el AT la palabra y la Sabiduría existían en Dios y participaban en la creación y gobierno del mundo, Gn 1 15; Pr 8 22+; Sb 7 22 + . Ahora es el Verbo, Palabra de Dios, que preexistía en Dios, 8 24 + ; 10 34, quien fue enviado al mundo por el Padre, 3 17+; después, acabada su misión, volvió al Padre, 7 33; 13 3; 17 13; 20 17. En el NT es Juan quien despeja plenamente, gracias al hecho de la Encamación, v. 14+, la naturaleza personal de esta Palabra subsistente. 14 Si el Verbo, Hijo de Dios vivo, 6 57, es para el mundo fuente de vida eterna, 3 15 + ; 17 2, es porque tiene la vida en sí mismo, 5 26, porque él mismo es la vida, 11 25; 14 6; ver 1 Jn 1 1+. -Como la luz en el AT, Pr 4'1819; Is 9 1; 45 7; ver Mt 4 16; Le 1 79, el Verbo conduce a los hombres hacia Dios y les da la felicidad, la vida, la salvación mesiánica, 3 19; 9; 12 35s.46; ver Hch 5 20 + . Esta luz vencerá a las tinieblas, 8 12+; 12 46. 1 5 Otros traducen: no la comprendieron, o: no la recibieron. 1 6 Paréntesis, w . 6-8, sobre la misión de Juan Bautista; ver 1 15.19-40; 3 22s; Le 1 5s. 57s; Mt 3 ls. Estos w . debieron preceder a los w . 19ss. 1 9 Otros traducen:... todo hombre que viene a este mundo.
los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nacieron de Dios*.
Y la P a l a b r a se hizo carne*, y p u s o su M o r a d a entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre c o m o Unigénito, lleno de gracia y de verdad. 14
15
Juan da testimonio de él y clama:
•
1 10 El mundo designa unas veces el universo creado, 17 5.24; otras, el género humano; otras, en fin, los hombres que rechazan a Dios y la obra de Cristo: 7 7; 8 23; 15 18-20; 16 33; 17 9.14; 1 Jn 2 16; 5 19. En otros textos el mundo es objeto del amor de Dios y de la vivificación traída por el Hijo, 3 16-17; 6 33.51; 12 47, que lo ha liberado del pecado, 1 29, y lo ha salvado, 4 42. 1 12 La Palabra es una semilla divina, 1 Jn 3 9; Le 8 11. Los que la reciben llegan a ser hijos de Dios, 1 Jn 3 1. Ver también St 1 18; 1 P 1 23; Jn 3 5-6; Rm 8 14; Ga 3 26-27+; 4 5+. 1 13 La lectura en plural los cuales no nacieron... es la corriente, pues es la más atestiguada por los mss griegos. La variante en singular: él, que no nació... aludiría a la generación eterna de la Palabra o a que Jesús fue concebido por la acción de Dios; ver Le 1 3435. 1 14 La palabra carne, ver 6 51 +; Rm 7 5+, acentúa el realismo de la presencia de la Palabra, que se ha revestido de nuestra humanidad asumiendo todas sus debilidades, incluso la muerte, Rm 6 10+; Flp 2 6-8; ver 1 Jn 4 2; 2 Jn 7. Más tarde se hablará de Encarnación. - Así Dios inaugura una presencia personal y sensible entre los hombres; su gloria en otro tiempo invisible, Ex 33 20+, se deja ver a través de la humanidad del Hijo, 2 II; 3 12+, que revela la misericordia y la fidelidad del Padre, Ex 34 6.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
«Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.» 16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. 17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés;
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la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. '8 A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo Unigénito*, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.
El ministerio de Jesús 1. EL ANUNCIO DE LA NUEVA ECONOMÍA A.
LA SEMANA
El testimonio de Juan. 19 Y
este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos* enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: «¿Quién eres tú?» 20 Él confesó, y no negó; confesó: «Yo no soy el Cristo.» 21 Y le preguntaron*: «¿Qué pues?; ¿Eres tú Elias?» Él dijo: «No lo soy».» — «¿Eres tú el profeta?» Respondió: «No.» 22 Entonces le dijeron: «¿Quién eres, pues, para que demos respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?» 23 Dijo él: «Yo soy la voz del que clama en el desierto: Rectifiquen el camino del Señor*, como dijo el profeta Isaías». 24 Habían sido enviados por los fariseos. 25 Y le preguntaron: «¿Por qué, pues, bautizas, si no eres tú el Cristo, ni Elias, ni el profeta?» 26 Juan les respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes está uno a quien no conocen, 1 18 Unigénito, expresión adoptada por Jn 1 14.18; 3 16.18; 1 Jn4 9, que afirma claramente la filiación divina de Jesús. - Lo que es Dios en sí mismo, es inaccesible al hombre, Ex 33 20 + ; 1 Tm 6 16; 1 Jn 4 12; pero el Unigénito nos lo ha revelado, 3 11 + ; 6 46; 7 16; 14 6-11; Mt 11 27+. 1 19 Judíos, en Jn designa a veces a los adeptos al Judaismo, 2 6.13; 4 9; etc.; con más frecuencia a las autoridades religiosas hostiles a Jesús, 2 18; 5 10; etc. Otras veces designa a los fariseos, contemporáneos de la redacción del evangelio, representantes del Judaismo oficial a partir del año 70. Comparar 9 22 con 12 42.
INAUGURAL que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia.» 28 Esto ocurrió en Bethabara*, al otro lado del Jordán, donde estaba Juan bautizando. 29 Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: «He ahí el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo*. 30 Este es por quien yo dije: 27
Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo. 31 «Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel.» 32 Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él.33 Y yo no lo conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo:
'Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el 121 Para entender estas preguntas, ver las notas a Mt 16 14+; 17 3 + .10+. 1 23 Cita de Is 40 3. 1 28 Bethabara = lugar de paso a la Tierra Prometida; ver Jos 3 + . 1 29 Jesús es el Cordero pascual, Ex 12 + ; 18 28; 19 36; Ap 5 6-13, que por su muerte recibe el dominio sobre los hombres y por tanto quita el pecado del mundo. Algunos piensan que el término cordero es una mala traducción de una palabra hebrea que significa siervo. Jn aludiría al Siervo de Dios de Is 42 1-4+; ver Is 52 13 + , al que alude Jn 1 34+, que quita el pecado gracias a la enseñanza que nos da.
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EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN322
que bautiza con Espíritu Santo'*. 34 Y yo lo he visto y doy testimonio de que ése es el Elegido de Dios*.» Los primeros discípulos. 35 Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. 36 Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios». 37 Los dos discípulos lo oyeron hablar así y siguieron a Jesús. 38 Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les dice: «¿Qué buscan?» Ellos le respondieron: «Rabbí —que quiere decir, 'Maestro'— ¿dónde vives?» 39 Les respondió: «Vengan y lo verán.» Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Eran más o menos las cuatro de la tarde. 40 Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús.41 Éste encuentra primeramente a su propio hermano, Simón, y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» — que quiere decir, Cristo*.42 Y lo llevó a Jesús. Fijando Jesús su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» — que quiere decir, 'Piedra'». 43 Al día siguiente, Jesús quiso partir para Galilea y encuentra a Felipe. Y Jesús le dice: «Sigúeme.» 44 Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y Pedro. 45 Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, k> hemos encontrado: Jesús, el hijo de José, el de Nazaret.» 46 Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa
buena?» Le dice Felipe: «Ven y lo verás.» 47 Vio Jesús que se? acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» 48 Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?» Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi*.» 49 Le respondió Natanael: «R^bbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el r e y de Israel*.» 50 Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» 51 Y le añadió: «En verdad, en verdad les digo: verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y baj^r sobre el Hijo del hombre*.» La boda en Caná.
2
1 Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. 2 Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. 3 Y no tenían vino, porque se había acabado el vino de la boda. Le dice a Jesús su madr^: «No tienen vino.» 4 Jesús le responda «¿Qué tengo yo contigo, mujer*? Todavía no ha llegado mi hora.» 5 Dice su madre a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga*.» 6 Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. 7 Les dice Jesús: «Llenen las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba.8 «Sáquenlo ahora, les dice, y llévenlo al mayordomo.» Ellos lo llf?varc>n. 9 Cuando el mayordomo probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), ll^ma el mayor-
1 33 El Mesías conferirá el Espíritu después N 1 51 El Hijo del hombre, $ 13; etc., Mt 8 de su resurrección, 3 5; 7 37-39+; 14 16s; 16 720+, será glorificado, 1.3 31, y abrirá a los 8; 19 30; 20 22; Mt 3 6+; Hch 1 5+; 2 38 + . Elhombres el acceso al cielo, ve*- Gn 28 12-18' Is Espíritu es un don mesiánico, J1 3+; Ez 36 27+. 63 19; Dn 7 9-10; Me 1 10p. 1 34 Elegido de Dios, título mesiánico, Is 42 2 4 ¿Qué tengo yo contigolit.: ¿Qué a ti y 1; ver Le 9 35+. En Jn es el Bautista, y no Jea mí?, Je 11 12; Mt 8 29; etc.; semitismo que sús, quien ve el Espíritu bajar y quien da tesdescarta una intervención. Al llamarla mujer, timonio de Cristo. Comparar con Me 1 9-11. ver 19 26; Ap 12 1, parece dirigirse a la nueva 1 41 Ver Ex 30 22+; Mt 1 16; etc. Eva, madre de los vivientes, Gn 3 15.20. -La 1 48 Natanael reconoce que Jesús es el prohora de Jesús es la hora fijada por el Padre feta-rey del que ha hablado Felipe, 1 45; ver 6 para la glorificación y cqya pr oximidad Jn su14-15; Dt 18 18. braya en numerosas oc^sion^s 7 30- 8 20" 12 1 49 Hijo de Dios y rey de Israel, dos títulos 23.27; 13 1; 17 1. 2 5 Ver Gn 41 55. mesiánicos, Mt 4 3 + .
EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
10 44 novio 10
domo al y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.» 11 Tal comienzo de los signos* hizo JeB.
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sús, en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos. 12 Después bajó a Cafarnaún con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.
LA PRIMERA PASCUA
La purificación del Templo. ||Mt 21 12-13; ||Mc 11 11.15-17; ||Lc 19 45-46. 13 Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. 14 Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. 15 Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas: «Quiten esto de aquí. No hagan de la casa de mi Padre una casa de mercado.» 17 Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: El celo por tu casa me devorará*. 18 Los judíos entonces replicaron diciéndole: «Qué signo nos muestras para obrar así?» 19 Jesús les respondió: «Destruyan este santuario y en tres días lo levantaré.» 20 Los judíos le contestaron: «Cuarenta y seis años se ha tardado en construir este santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» 21 Pero él hablaba del santuario de su cuerpo. 22 Cuando fue levantado, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús.
en su nombre al ver los signos que realizaba. 24 Pero Jesús no les tenía confianza porque los conocía a todos 25 y no tenía necesidad de que se le diera testimonio acerca de los hombres, pues él conocía lo que hay en el hombre. Entrevista con Nicodemo.
3
1 Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío. 2 Fue éste a Jesús de noche y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar los signos que tú realizas si Dios no está con él.» 3 Jesús le respondió:
«En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios*.» 4 Le dice Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?» 5 Respondió Jesús:
23 Mientras estuvo en Jerusalén, por lafiestade la Pascua, muchos creyeron
«En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu* no puede entrar en el Reino de Dios. 6 Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu. 7 No te asombres de que te haya dicho: Tienen que nacer de nuevo. 8 El viento* sopla donde quiere, y oyes su voz,
2 11 Como Moisés, Ex 4 1-9.27-31, Jesús prueba con sus signos que ha sido enviado por Dios y así inducir a los hombres a creer en su misión, 2 23; 3 12+; 4 54; 11 42; etc. Jn recoge seis signos realizados por Jesús durante su vida terrestre; 2 1.11; 4 46.54; 5 2ss; 6 5.14; 9 1.16; 11 lss; el último, resurrección de Lázaro, prefigura su propia resurrección, el signo por excelencia, 2 18-19. A pesar de estos signos, muchos no creen en él, 10 25; 12 37; etc. Ver Mt 8+.
2 17 Cita de Sal 69 10. 3 3 En lugar de la expresión Reino de Dios, Mt 4 17+, Jn normalmente emplea la de vida, 1 4, o vida eterna, 3 15 + . 3 5 En los w . 5-7 el acento recae no sobre el agua, sino sobre el Espíritu. El agua es símbolo frecuente del Espíritu, Is 44 3; Ez 36 2527+; Za 12 10; 13 1; 14 8. 3 8 La misma palabra designa el viento y al Espíritu, 1 33 + .
Estancia en Jerusalén.
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EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.» 9 Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?» 10 Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas? " «En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio*. 12 Si al decirles cosas de la tierra, no creen, ¿cómo van a creer* si les digo cosas del cielo? 13 Nadie ha subido al cielo* sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. '4 Y como Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre*, 15 para que todo el que crea tenga en él la vida eterna*. 16 Porque tanto amó Dios al mundo* que dio a su Hijo unigénito,
3 11 Jesús da testimonio ante los hombres en favor del Padre, w . 31-33; 5 31; 10 25 + ; 18 37, ver 8 13-18 + . No hace más que trasmitir la palabra del Padre, 1 1.18+; 3 34; 8 28; etc. Él es la Palabra encarnada, 1 14.18. Pero los hombres se dividen en presencia de esta palabra misteriosa, 7 43; 10 19; etc.; ver 8 12 + . 3 12 La fe, ver Mt 8 10 + ; Rm 1 16 + , consiste para Jn en reconocer a Jesús como enviado del Padre y como Hijo, 3 16-18 + ; 14 1.10; 17 21-25; 20 31; etc., en ir a él y en verle, 6 35-37+, en conocerle a él y con él al Padre, 10 38; 11 40; 14 7.20. La fe da la vida eterna, 3 15; 20 31; 1 Jn 2 3-5. Se ejercita guardando por amor la palabra y los mandamientos, 8 51; 14 21.23; 17 6-8; 1 Jn 2 3-5. Provocada por los signos, 2 11+, apoyada en un testimonio di j vino, 10 25, la fe es un don y una atracción del Padre, 6 37.44.65. Por esta actitud fundamental respecto a Jesús los hombres son ya desde ahora juzgados, 3 17-18.36; 5 19+; 8 12 + ; 9 39; 10 35; 12 48. 3 13 Cristo, venido del cielo, puede darnos a conocer la voluntad divina, Pr 30 4; Sb 9 1617; ver Rm 10 6. 3 14 Ver Nm 21 4-9. El Hijo del hombre debe ser elevado en la cruz, 4 34; 8 28; 12 32 + , y así volver junto al Padre y entrar en la gloria
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para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no ha enviado* a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. 18 El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. 19 Y el juicio está en que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. 21 Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.» Ministerio de Jesús en Judea. Último testimonio'de Juan. 22 Después de esto, se fue Jesús con sus discípulos al país de Judea; y allí se
que tenía antes de la creación del mundo, 17 5. En esta línea de pensamiento se puede entender la alusión a Nm 21 4-9; creer en el Hijo «elevado», unigénito de Dios, 3 18, es creer en el amor del Padre que ha sacrificado a su propio Hijo para que nosostros nos salvemos, 3 16; ver 1 Jn 4 9-10; Rm 8 32. 3 15 El creyente, 3 12 + , entra en una vida nueva, 4 14; 6 27; 17 3; 1 Jn 5 11.13.20, don mesiánico, comunicación de la vida de Dios, que triunfa de la muerte y de todo límite; 1 4+; 6 40.57; 17 3; Rm 6 4+; 1 Jn 5 12. 3 16 La sección 3 16-21 tiene su paralelo en 12 46-50. Ambas desarrollan el mismo tema con dos perspectivas diferentes: Cristo es el salvador en cuanto «elevado» en la cruz y como un nuevo Moisés. 3 17 El Padre es aquel que envía al Hijo, 4 34; 5 30; 7 28; 8 42; 17 3; etc., lo consagra, 10 36; 17 19, lo da al mundo para salvarlo, 3 16.35, y darle la vida, 5 24-27; 6 39; etc. Esta misión del Hijo, Ga 4 4, en la que se cumple la obra del Padre, 4 34; 5 36; 6 29, introduce a los hombres en la comunión perfecta que une al Padre y al Hijo, 3 34-36; 6 57; 17 8.2126+. Esta misión será prolongada por la misión de los apóstoles, 4 38+.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
estaba con ellos y bautizaba. 23 Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salín, porque había allí mucha agua, y la gente acudía y se bautizaba. 24 Pues todavía Juan no había sido metido en la cárcel. 25 Se suscitó una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación. 26 Fueron, pues, a Juan y le dijeron: «Rabbí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, aquel de quien diste testimonio, mira, está bautizando y todos se van a él.» 27 Juan respondió: «Nadie puede recibir nada si no se le ha dado del cielo. 28 «Ustedes mismos me son testigos de que dije: 'Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él.' 29 El que tiene a la novia es el novio*; pero el amigo del novio, el que asiste y le oye, se alegra mucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud. 30 Es preciso que él crezca y que yo disminuya. 31 El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo, 32 da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta. 33 El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. 34 Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. 33 El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano. 36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que resiste al Hijo, no verá la vida,
3 29 Jesús se apropia, Mt 9 15s, la imagen del esposo que describía las relaciones de Dios y de Israel, Os 1 2 + ; ver 2 Co 11 2 + ; Ap 19 7; '21 2. 4 Este relato parece inspirarse literarianu'iitc en Gn 24 13ss. Ver en especial 24 34 y 24 28-32. El encuentro junto a un pozo es un
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sino que la ira de Dios permanece sobre él.» Jesús entre los samaritanos*.
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1 Cuando Jesús se enteró de que había llegado a oídos de los fariseos que él hacía más discípulos y bautizaba más que Juan —2 aunque no era Jesús mismo el que bautizaba, sino sus discípulos—, 3 abandonó Judea y volvió a Galilea.4 Tenía que pasar por Samaría. 5 Llega, pues, a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José.6 Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor del mediodía. 7 Llega una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dice: «Dame de beber*.» 8 Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice la mujer samaritana: 9 «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) 10 Jesús le respondió:
«Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.» 11 Le dice la mujer: «Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? 12 ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» 13 Jesús le respondió:
«Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed*; el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé 14 pero
recurso literario en el AT, ver Gn 29 lss; Ex 2 15ss. 4 7 El agua de manantial, muy apreciada en Oriente, simbolizaba la vida dada por Dios, Is 12 3; Jr 2 13; Sal 36 9-10; Si 24 23s; etc. 4 13 Ver Si 24 21.
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EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna*.» ,5 Le dice la mujer: «Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.» 16 El le dice: «Vete, llama a tu marido y vuelve acá.» 17 Respondió la mujer: «No tengo marido.» Jesús le dice: «Bien has dicho que no tienes marido, 18 porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad.» 19 Le dice la mujer: «Señor, veo que eres un profeta.20 Nuestros padres adoraron en este monte y ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.» 21 Jesús le dice:
«Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adorarán al Padre. 22 Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad*, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24 Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.» 25 Le dice la mujer: «Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo desvelará todo.» 26 Jesús le dice: «Yo soy, el que está hablando contigo.» 27 En esto llegaron sus discípulos y se sorprendían de que hablara con una
4 14 Ver Pr 18 4; Is 58 11. El agua que da Cristo es su palabra, ver Is 55 1-3. Quien la guarda no verá la muerte jamás, 8 51; 12 50. En 7 37-39 el agua es símbolo del Espíritu; ver también 1 33 + ; 3 5. 4 23 El Espíritu es el principio del nuevo nacimiento, 3 5, y del culto nuevo, verdadero, porque responde a la realidad de la revelación nueva, 2 21 + ; ver Am 5 21+; Si 35 1-6; Hch 7 47-48; Rm 12 1. 4 34 Jesús ha sido enviado por Dios, como
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mujer. Pero nadie le dijo: «¿Qué quieres?» o «¿Qué hablas con ella?» 28 La mujer, dejando su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente: 29 «Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?» 30 Salieron de la ciudad e iban hacia él. 31 Entretanto, los discípulos le insistían diciendo: «Rabbí, come.» 32 Pero él les dijo: «Yo tengo para comer un alimento que ustedes no saben.» 33 Los discípulos se decían unos a otros: «¿Le habrá traído alguien de comer?» 34 Les dice Jesús: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado* y llevar a cabo su obra. 35 ¿No dicen ustedes: Cuatro meses más y llega la siega? Pues bien, yo les digo: Alcen sus ojos y vean los campos, que blanquean ya para la siega. Ya 36 el segador recibe el salario, y recoge fruto para vida eterna, de modo que el sembrador se alegra igual que el segador. 37 Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro el segador: 38 yo les he enviado a segar donde ustedes no se han fatigado. Otros se fatigaron y ustedes se aprovechan de su fatiga*.» 39 Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho.» 40 Cuando llegaron a él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se que-
Moisés, 12 49, Jeremías, 10 36; ha dedicado su vida a cumplir la voluntad del que le ha enviado, 5 30; 6 38-40, salvara la humanidad, 17 4. En la cruz Jesús proclamará que «todo está cumplido», 19 28-30+. 4 38 La misión de Jesús, 3 17+, se realizará de hecho por la de los apóstoles, que la extenderán desde Israel, 4 22, al mundo entero, 6 70; 13 16-20; 15 16s; 17 18.20+; 20 21; 1 Jn 1 3 + ; ver Mt 10 2p; 28 20+; Le 10 16; Hch 1 8 + ; Rm 1 1+.
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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
dó allí dos días. 41 Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras, 42 y decían a la mujer: «Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.» Jesús en Galilea. 43 Pasados los dos días, partió de allí para Galilea. 44 Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. 45 Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Segundo signo en Caná: Curación del hijo de un funcionario real. ||Mt 8 5-13; ||Lc 7 1-10. 46 Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vi-
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no. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaún.47 Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a él y le rogaba que bajara a curar a su hijo, porque estaba a punto de morir. 48 Entonces Jesús le dijo: «Si no ven signos y prodigios, no creen*.» 49 Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo.» 3U Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive.» Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. 31 Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. 52 Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la una de la tarde le dejó la fiebre.» 53 El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia. 54 Tal fue, de nuevo, el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.
2. SEGUNDA FIESTA EN JERUSALÉN (PRIMERA OPOSICIÓN A LA REVELACIÓN) Curación de un enfermo en la piscina de Betesda.
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1 Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 2 Hay en Jerusalén una piscina Probática que se llama en hebreo Betzatá, que tiene cinco pórticos*. 3 En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. 4 Porque el ángel del Señor se lavaba de tiempo en tiempo en la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, recobraba la salud de cualquier mal que tuviera. 3 Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.6 Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres recobrar la sa-
4 48 El reproche no se dirige al padre del niño, cuya fe ha quedado patente (v. 47), sifto más bien a los contemporáneos del evangelista. Ver vv. 41-42.
lud?» 7 Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.» 8 Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda.» 9 Y al instante el hombre recobró la salud, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día. 10 Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla.» 11 Él les respondió: «El que me ha devuelto la salud me ha dicho: Toma tu camilla y anda.» 12 Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?» 13 Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar.14 Más tar5 2 Cerca de las ruinas de esta piscina se han encontrado vestigios de un santuario pagano de curación.
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de Jesús lo encuentra en el Templo y le dice: «Mira, has recobrado la salud; no peques más, para que no te suceda algo peor.» 15 El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que le había devuelto la salud. 16 Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado*. 17 Pero Jesús les replicó: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo*.» 18 Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. Discurso sobre la obra del Hijo. 19 Jesús, pues, tomando la palabra, les decía*:
«En verdad, en verdad les digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenia, sin<> lo
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el que escucha mi palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. 25 En verdad, en verdad les digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. 26 Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, 27 y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. 28 No se extrañen de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz 29 y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. 30 Yo no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. 31 Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido*. 32 Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí. 33 Ustedes mandaron enviados a Juan, y él dio testimonio de la verdad. 34 En cuanto a mí, no es de un hombre del que recibo testimonio; pero digo esto para que ustedes sean salvos. 35 Él era la lámpara que arde y alumbra que la reciban o la rechacen, w . 19-30; ver 3
12+; 8 12 + .
5 31 Todo profeta debía justificar la autenticidad de su misión, Ex 4 1-9; ver Jn 6 30. Jesús aporta los testimonios en su favor: el del Bautista, w . 33-35, el de las obras realizadas, v. 36, el del Padre, w . 37-38, y el de las Escrituras y Moisés, w. 39-47. Después de la resurrección, el testimonio lo dará el Espíritu, 15 26, al que se unirá el de los discípulos, 15 27; 21 24; Hch 5 32. Ver 3 11 + ; 10 25 + .
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y ustedes quisieron recrearse una hora con su luz. ' 1(1 Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo*, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. 37 Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Ustedes no han oído nunca su voz, ni han visto nunca su rostro, 18 ni habita su palabra en ustedes, porque no creen al que él ha enviado. 39 Ustedes investigan las Escrituras, ya que creen tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí*; 40 y ustedes no quieren venir a mí para tener vida.
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La gloria no la recibo de los hombres. 42 Pero yo los conozco: no tienen en ustedes el amor de Dios. 43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me reciben; si otro viene en su propio nombre, a ése lo recibirán. 44 ¿Cómo pueden creer ustedes, que aceptan gloria unos de otros, y no buscan la gloria que viene del único Dios? 45 No piensen que les voy a acusar yo delante del Padre. Su acusador es Moisés, en quien han puesto su esperanza. 46 Porque, si creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque él escribió de mí. 47 Pero si no creen en sus escritos, ¿cómo van a creer en mis palabras*?» 41
3. LA PASCUA DEL PAN DE VIDA (NUEVA OPOSICIÓN A LA REVELACIÓN) La multiplicación de los panes*. ||Mt 14 13-21; Me 6 32-44; ||Lc 9 10-17. ' Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, 2 y mucha gente le seguía porque veían los signos que realizaba en los enfermos.3 Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. 4 Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. 5 Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Dónde nos procuraremos panes
para que coman éstos?» 6 Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. 7 Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco.» 8 Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: 9 «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?» 10 Dijo Jesús: «Hagan que se recueste la gente.» Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. 11 Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mis-
5 36 Jesús, cuando se refiere a sus milagros, no los llama «signos» sino obras. Al realizarlas, imita al Padre, 5 19. Estas obras atfestiguan que es Dios quien actúa en Jesús y por Jesús, 10 25.37-38; ver 9 3-4. 5 39 Las Escrituras, fuente de vida, ver Dt 4 1; 8 1; etc.; Sal 119; etc., tienen por centro y fin a Jesucristo, 1 45; 2 22; etc.; 20 9; ver Mt 1 22; Le 24 27; 1 P 1 10-12. 5 47 Moisés anunciaba a Jesucristo, 1 17; 6
32; 9 28-29. Su testimonio recaerá sobre aquellos que no acogen a Jesús. 6 En el relato de los Sinópticos, Jn introduce algunos detalles que evocan Nm 11 4-22 (comparar 6 5 con Nm 11 13 y 6 7 con Nm 11 22). Jesús, al actuar como un nuevo Moisés, es aclamado como el verdadero profeta, 6 14; ver 2 11+. El pan que da Jesús simboliza la Sabiduría-Palabra, 6 28-5la , y su Cuerpo, 6 2627.51b-59.
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mo los peces, todo lo que quisieron. 12 Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recojan los trozos sobrantes para que nada se pierda.» 13 Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. 14 Al ver la gente el signo que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo.» 15 Sabiendo Jesús que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo. Jesús se reúne con sus discípulos caminando sobre el mar. ||Mt 14 22-23; ¡Me 6 45-52. 16 Al atardecer, bajaron sus discípulos a la orilla del mar, 17 y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaún. Había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido a ellos; 18 soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse. 19 Cuando habían remado unos veinticinco o treinta estadios*, ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo. 20 Pero él les dijo: «Soy yo*. No teman.» 21 Quisieron recogerlo en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.
Discurso en la sinagoga de Cafarnaún*. 22 Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar vio que allí no había más que una barca y que Jesús no había montado en la barca con sus discípulos, sino que los discípulos se habían marchado solos. 23 Pero llegaron barcas de Tiberíades cerca del lugar donde habían comido
6 19 Estadio, medida de longitud de 185 m. 6 20 La expresión soy yo (lit.: Yo soy) evoca el Nombre divino, Ex 3 14+; ver Jn 8 24+. Por este Nombre Jesús vence a las potenciáis del mal, 18 5+, simbolizadas por el mar, Mt 14 22. 6 22 El signo v. 2; 2 11+ ha dejado maravillados a los asistentes, 6 14; Jesús rectifica y eleva el sentido que le han atribuido, w . 2627.30. Las intervenciones despectivas del au-
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pan. 24 Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún, en busca de Jesús. 25 Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?» 26 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad les digo: ustedes me buscan, no porque han visto signos, sino porque han comido de los panes y se han saciado. 7 - Obren, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.» 28 Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?» 29 Jesús les respondió: «La obra de Dios es que crean en quien él ha enviado.» 30 Ellos entonces le "dijeron: «¿Qué signo haces para que viéndolo creamos en ti? ¿Qué obra realizas? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer.»
Jesús les respondió: «En verdad, en verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo; es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo; 33 porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.»
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Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.» Les dijo Jesús:
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«Yo soy* el pan de vida. ditorio proporcionan a Jesús ocasión para insistir. Él es el verdadero pan asimilable por la fe, w . 32-50; él es el verdadero alimento por su carne y su sangre, w . 51-58. 6 35 Aquí, y en otros seis pasajes, la expresión Yo soy va acompañada de una palabra o un gesto con los que Jesús se define a sí mismo: Él es el verdadero pan, 6 35.48.51, la verdadera luz, 8 12, la puerta, 10 7.9, el buen pas-
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Kl que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. 36 Pero ya se lo he dicho: Me han visto y no creen. 37 Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera; 38 porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día. 40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.» 39
41 Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo.» 42 Y decían: «¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?» 43 Jesús les respondió:
«No murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día. 45 Está escrito en los profetas: Serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. 46 No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, 44
tor, 10 11.14, la resurrección, 11 25, el camino, 14 6, la verdadera vid, 15 1.5. Aquí el pan verdadero está figurado por el maná, Ex 16+: Nm 11, alimento del pueblo mesiánico, Sal 78 24; etc. 6 51 Vivirá para siempre, alusión a Gn 3 22. Cristo nos da acceso de nuevo al árbol de la vida del Paraíso, del que no será arrojado el
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ése ha visto al Padre. 47 En verdad, en verdad les digo: el que cree, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Sus padres comieron el maná en el desierto y murieron; 50 este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. 51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre*; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.» Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» 53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad les digo: si no comen la carne del Hijo del hombre, y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. 55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. 57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí*. 58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.» 52
59 Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaún.
hombre, 6 37.- Carne, se sobreentiende «dada» y recuerda a 1 Co 11 24. La palabra came, en vez de «cuerpo» de 1 Co, designa al hombre en su condición de debilidad y mortalidad, 1 14+. El hombre se alimenta de la Palabra hecha carne. 6 57 La Eucaristía comunica a los fieles la vida que el Hijo recibe del Padre.
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Muchos de sus discípulos, al oírle*, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?» 61 Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto los escandaliza? 62 ¿Y cuando vean al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?... 60
«El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y son vida. 63
64 «Pero hay entre ustedes algunos que no creen.» Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. 65 Y decía: «Por esto les he dicho
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que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.» 66 Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. La confesión de Pedro. ||Mt 16 16p. 67 Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren marcharse?» 68 Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, 69 y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios*.» 70 Jesús les respondió: «¿No les he elegido yo a ustedes, los Doce? Y uno de ustedes es un diablo.» 71 Hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, porque éste lo iba a entregar, uno de los Doce.
LA FIESTA DE LAS TIENDAS
(LA GRAN REVELACIÓN MESIÁNICA. LA GRAN REPULSA) Jesús sube a Jerusalén para la fiesta y enseña.
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1 Después de esto, Jesús andaba por Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarlo. 2 Pero se acercaba la fiesta judía de las Tiendas. 3 Y le dijeron sus hermanos*: «Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces,4 pues nadie actúa en secreto cuando quiere ser conocido. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo.» 5 Es que ni siquiera sus hermanos creían en él. 6 Entonces les dice Jesús: «Todavía no ha llegado mi tiempo, en cambio su tiempo siempre está a mano.7 El mundo no puede odiarlos; a mí sí me aborrece, porque doy testimonio de que sus obras son perversas. 8 Suban ustedes a la fiesta; yo no subo
6 60 El escándalo de los discípulos es porque Jesús ha afirmado haber bajado del cielo, 6 51a; ver 6 41; Jesús responde anunciando su ascensión, prueba de su verdadero origen, v. 62. 6 69 Santo de Dios es un título mesiánico, Me 1 24 + .
a esta fiesta porque aún no se ha cumplido mi tiempo.» 9 Dicho esto, se quedó en Galilea. 10 Pero después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces él también subió no manifiestamente, sino de incógnito. 11 Los judíos, durante la fiesta, andaban buscándolo y decían: «¿Dónde está ése?» 12 Entre la gente había muchos comentarios acerca de él. Unos decían: «Es bueno.» Otros decían: «No, sino que engaña al pueblo.» 13 Pero nadie hablaba de él abiertamente por miedo a los judíos. 14 Mediada ya lafiesta,subió Jesús al Templo y se puso a enseñar. 15 Los judíos, asombrados, decían: «¿Cómo entiende de letras sin haber estudiado?» 16 Jesús les respondió*:
«Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado. 7 3 Sus hermanos, es decir, parientes, ver Mt 12 46 + . 7 16 Hay un doble equívoco sobre el origen de Jesús. Primera dificultad: Su origen divino, w . 16-18, y su misión de Mesías, w . 25-30; ver 3 17+.
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Si alguno quiere cumplir su voluntad, verá si mi doctrina es de Dios o hablo yo por mi cuenta. 18 El que habla por su cuenta, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ese es veraz; y no hay impostura en él. 19 ¿No es Moisés el que les dio la Ley*? Y ninguno de ustedes cumple la Ley. ¿Por qué quieren matarme?» 20 Respondió la gente: «Tienes un demonio. ¿Quién quiere matarte?» 21 Jesús les respondió: «Una sola obra he hecho y todos se maravillan. 22 Moisés les dio la circuncisión (no que provenga de Moisés, sino de los patriarcas) y ustedes circuncidan a uno en sábado. 23 Si se circuncida a un hombre en sábado, para no quebrantar la Ley de Moisés, ¿se irritan contra mí porque he devuelto la salud plena a un hombre en sábado? 24 No juzguen según la apariencia. Juzguen con juicio justo.» 17
Discusiones del pueblo sobre el origen de Cristo. 25 Decían algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar? 26 Miren cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades que éste es el Cristo? 27 Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es.» 28 Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo:
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Yo le conozco, porque vengo de él y él es el que me ha enviado.»
30 Querían, pues, detenerlo, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora.
Jesús anuncia su próxima partida. 31 Y muchos entre la gente creyeron en él y decían: «Cuando venga el Cristo, ¿hará más signos que los que ha hecho éste?» 32 Se enteraron los fariseos que la gente hacía estos comentarios acerca de él y enviaron guardias para detenerlo. 33 Entonces él dijo:
«Todavía un poco de tiempo estaré con ustedes, y me voy al que me ha enviado. 34 Me buscarán y no me encontrarán; y adonde yo esté, ustedes no pueden venir*.» 35 Se decían entre sí los judíos: «¿A dónde se irá éste que nosotros no le podamos encontrar? ¿Se irá a los que viven dispersos entre los griegos para enseñar a los griegos? 36 ¿Qué es eso que ha dicho: 'Me buscarán y no me encontrarán', y 'adonde yo esté, ustedes no pueden venir'?»
La promesa del agua viva. 37 El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie, gritó:
«Me conocen a mí y saben de dónde soy; Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que es veraz el que me ha enviado; pero ustedes no le conocen.
«Si alguno tiene sed, que venga a mí, y beberá 38 el que cree en mí, como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva*.» 39 Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran
7 19 Los w . 19-24 están fuera de contexto; son la conclusión de 5 1-16; ver 5 42 + ; 8 3738. 7 34 Ver 8 21; Dt 4 29; Is 55 6; Am 5 4+. Los fariseos incrédulos son los tipos del «antidiscípulo», 1 39. Las autoridades judías han dejado pasar el tiempo favorable; ahora serán los griegos (=gentiles) los que recibirán la salvación, verv. 35; 12 20-21.35-36.40+; Hch 13
5 + ; 28 25 + . 7 38 La cita no es literal. El cuadro literario (discusiones, caps. 7-8) y litúrgico (proclamación de la fiesta) invita a interpretar que se trata del seno de Jesús, Is 55 1; ver Ap 22 17. Del seno de Jesús brotará agua viva, ver Ex 17 1-6; Is 58 11; Za 14 8; 1 Co 10-4, que representa al Espíritu vivificante, 1 33+; 4 7+; Hch 1 4-5+; Ap 21 6 + .
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en él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado. Nuevas discusiones sobre el origen de Cristo*. 40 Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían: «Éste es verdaderamente el profeta.» 41 Otros decían: «Éste es el Cristo.» Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? 42 ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?» 43 Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de él. 44 Algunos de ellos querían detenerlo, pero nadie le echó mano. ^ Los guardias volvieron a los sumos sacerdotes y los fariseos. Éstos les dijeron: «¿Por qué no lo han traído?» 46 Respondieron los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre.» 47 Los fariseos les respondieron: «¿Ustedes también se han dejado embaucar? 48 ¿Acaso ha creído en él algún magistrado o algún fariseo?49 Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos.» 50 Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había ido anteriormente a Jesús:51 «¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberlo antes oído y sin saber lo que hace?» 52 Ellos le respondieron: «¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta.»
La mujer adúltera*. 53
Y se volvieron cada uno a su casa.
8
Mas Jesús se fue al monte de los Olivos.. 1
7 40 Segunda dificultad, ver 7 16: Si Jesús es de Nazaret, no puede ser el Mesías, ver 1 46. 7 53 Esta perícopa de la mujer adúltera 7 53 - 8 1 1 , omitida por los testigos más antiguos (mss, versiones, Padres), y desplazada por otros, no puede ser del mismo S. Juan. Por su estilo podría atribuirse a S. Lucas, y encajaría bien en Le 21 38. Su canonicidad, carácter inspirado y valor histórico están fuera de discusión. 8 12 Jesús es, 6 35+, la luz que conduce a
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Pero de madrugada se présenlo otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles.3 Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio 4 y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. 5 Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?» 6 Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. 7 Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de ustedes que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra.» 8 E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. 9 Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. 10 Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?» 11 Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo; «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.» 2
Jesús, luz del mundo*. ,2
Jesús les habló otra vez diciendo:
«Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.» Discusión del testimonio de Jesús sobre sí mismo*. 13 Los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio de ti mismo:.tu testimonio no vale.» 14 Jesús les respondió.:
la vida, 1 4-5.9; mientras que las tinieblas representan las fuerzas del mal, 11 9-10; 12 35 36; ver 2 Co 6 14-15; Rm 13 11+; 1 P 2 9. Cris to con su venida opera la separación (juicio) entre la luz y las tinieblas, 3 11-12-1 ; 9 35. I.ns tinieblas dejarán un día paso a la luz, I 5; I Jn 2 8; ver Dn 2 22 + . 8 13 Únicamente el Hijo puedo din* trstl monio del misterio de su sor, que sólo él eo noce con el Padre, 5 31; 10 15; ver 3 I I i ; 10 25+; Mt 11 27, mientras que los judíos JII/MIUI según la apariencia humana, 7 24.
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«Aunque yo dé testimonio de mí mismo, mi testimonio vale, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy. 15 Ustedes juzgan según la carne*, yo no juzgo a nadie; 16 y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado. 17 Y en su Ley está escrito que el testimonio de dos personas es válido. 18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo y también el que me ha enviado, el Padre, da testimonio de mí.» 19 Entonces le decían: «¿Dónde está tu Padre?» Respondió Jesús:
«No me conocen ni a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre.» 20 Estas palabras las pronunció en el Tesoro, mientras enseñaba en el Templo. Y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora. 21 Jesús les dijo otra vez:
«Yo me voy y ustedes me buscarán, y morirán en su pecado. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir.» 22 Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: 'Adonde yo voy, ustedes no pueden ir'? 23 Él les decía:
«Ustedes son de abajo, yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. 8 15 La continuación del discurso de Jesús la encontramos en el v. 18. Los w . 15b-17 introducen un tema diferente en el que el verbo «juzgar» tiene un sentido jurídico, que no lo tiene en el v. 15a. 8 24 Yo soy, fórmula que se repite en el v. 28 y en 13 19, ver 6 35+; se inspira en Is 43 lOs; ver Is 45 18; Dt 32 39, texto que alude al Nombre divino revelado a Moisés, Ex 3 13+.
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Ya les he dicho que morirán en sus pecados, porque si no creen que Yo Soy*, morirán en sus pecados.» 24
25 Entonces le decían: «¿Quién eres tú?» Jesús les respondió:
«Desde el principio, lo que les estoy diciendo*. Mucho podría hablar de ustedes y juzgar, pero el que me ha enviado es veraz, y lo que le he oído a él es lo que hablo al mundo.» 26
27 No comprendieron que les hablaba del Padre. 28 Les dijo, pues, Jesús:
«Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. 29 Y el que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él.» 30 Al hablar así, muchos creyeron en él. Jesús y Abrahán. 31 Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él:
«Si se mantienen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos, 32 y conocerán la verdad* y la verdad les hará libres.» 33 Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie.
8 25 Texto muy difícil, diversamente traducido. 8 32 La verdad, ver 1 14+; 14 6+, es la realidad total del don de Dios en el Hijo, y los judíos que la rechazan no son ni los verdaderos descendientes de Abrahán, ver Ga 3 7-9; 4 21+, ni los hijos de Dios, 1 12; 1 Jn 5 1; ver Ga 3 26.
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¿Cómo dices tú: Se harán libres?» 34 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad les digo: todo el que comete pecado es un esclavo. 35 Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre*. 36 Si, pues, el Hijo les da la libertad,' serán realmente libres. 37 Ya sé* que ustedes son descendencia de Abrahán; pero tratan de mátarme, porque mi palabra no prende en ustedes. 38 Yo hablo lo que he visto junto a mi Padre; y ustedes hacen lo que han oído a su padre.» 39 Ellos le respondieron: «Nuestro padre es Abrahán.» Jesús les dice:
«Si son hijos de Abrahán, hagan las obras de Abrahán. Pero tratan de matarme, a mí que les he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abrahán. 41 Ustedes hacen las obras de su padre.» 40
Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; no tenemos más padre que a Dios.» 42 Jesús les respondió: «Si Dios fuera su Padre, me amarían a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que él me ha enviado. 43 ¿Por qué no reconocen mi lenguaje? Porque no pueden escuchar mi palabra. 44 Ustedes son de su padre el diablo y quieren cumplir los deseos de su padre. Éste era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, 8 35 Alusión a Gn 21 10. Hasta los hijos de Abrahán pueden ser esclavos y verse privados de la herencia prometida por Dios, ver Ga 4 30-31; Mt 3 9.
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porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre do la mentira. 45 Pero a mí, como les digo la verdad, no me creen. 46 ¿Quién de ustedes puede probar que soy pecador? 51 digo la verdad, ¿por qué no me creen? 47 El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; ustedes no las escuchan, porque no son de Dios.» 48 Los judíos le respondieron: «¿No decimos, con razón, que eres samaritano y que tienes un demonio?» 49 Respondió Jesús:
«Yo no tengo un demonio; sino que honro a mi Padre, y ustedes me deshonran a mí. 50 Pero yo no busco mi gloria; ya hay quien la busca y juzga. 51 En verdad, en vendad les digo: si alguno guarda mi palabra, no verá la muerte jamás.» 52 Le dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abrahán murió, y también los profetas; y tú dices: 'Si alguno guarda mi palabra, no probará la muerte jamás.' 53 ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?» 54 Jesús respondió:
«Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada; es mi Padre quien me glorifica, de quien ustedes dicen: 'Él es nuestro Dios', 55 y sin embargo no le conocen, • yo sí que le conozco, y si dijera que no le conozco, sería un mentiroso como ustedes. 8 37 La violenta requisitoria que sigue se dirige a las autoridades judías, hostiles a Jesús, y no «a los judíos que habían creído» cu Jesús, 8 31; ver 1 19 + .
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Pero yo le conozco, y guardo su palabra. 56 Su padre Abrahán se regocijó pensando en ver mi Día;* lo vio y se alegró.» 57 Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abrahán?» 58 Jesús les respondió:
«En verdad, en verdad les digo: antes de que Abrahán existiera, Yo Soy*.» 59 Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.
Curación de un ciego de nacimiento.
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' Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. 2 Y le preguntaron sus discípulos: «Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?» 3 Respondió Jesús: «Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios. 4 «Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar. 5 Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo.»
6 Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego 7 y le dijo: «Vete, lávate en la piscina de Siloé» (que quiere decir Enviado*). Él fue, se lavó y volvió ya viendo. 8 Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían: «¿No es éste el que se sentaba para mendigar?» 9 Unos decían: «Es él». «No, decían otros, sino que es uno que se le parece.» Pero él decía: «Soy yo.» 10 Le dijeron entonces: «¿Cómo, pues, se te han abierto los ojos?» 11 Él respondió: «Ese hombre que se llama Jesús, hizo
8 56 El Día es la venida escatológiea, Le 17 22+; 1 Co 1 8. Jesús era el objeto de la promesa hecha en otro tiempo a Abrahán, Gn 12 I-3 1; fia 3 16. f H 58 Ver 8 24 + ; 1 1-3.
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barro, me untó los ojos y me dijo: 'Vete a Siloé y lávate.' Yo fui, me lavé y vi.» 12 Ellos le dijeron: «¿Dónde está ése?» Él respondió: «No lo sé.» ,3 Lo llevan a los fariseos al que antes era ciego. 14 Era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. 15 Los fariseos a su vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. Él les dijo: «Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo.» 16 Algunos fariseos decían: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.» Otros decían: «Pero, ¿cómo puede un pecador realizar semejantes signos?» Y había disensión entre ellos. 17 Entonces le dicen otra vez al ciego: «¿Y tú qué dices de él, ya que te ha abierto los ojos?» Él respondió: «Que es un profeta.» 18 No creyeron los judíos que aquel hombre hubiera sido ciego, hasta que llamaron a los padres del que había recobrado la vista 19 y les preguntaron: «¿Es éste su hijo, el que dicen que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?» 20 Sus padres respondieron: «Nosotros sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego.21 Pero, cómo ve ahora, no lo sabemos; ni quién le ha abierto los ojos, eso nosotros no lo sabemos. Pregúntenle; edad tiene; puede hablar de sí mismo.» 22 Sus padres decían esto por miedo a los judíos, pues los judíos se habían puesto ya de acuerdo en que, si alguno le reconocía como Cristo, quedara excluido de la sinagoga.23 Por eso dijeron sus padres: «Edad tiene; pregúntenselo a él.» 24 Llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: «Da gloria a Dios*. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.» 25 Les respondió: «Si es un pecador, no lo sé. Sólo sé una cosa: que era ciego y ahora veo.» 26 Le dijeron entonces: «¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?» 27 Él replicó: «Se lo he dicho ya, y no me han escuchado. ¿Por qué quieren oírlo otra vez? ¿Es qué quieren también ustedes 9 7 Alusión a la misión de Jesús, 3 17 + . 9 24 Da gloria a Dios, fórmula bíblica para conjurar a alguien a que diga la verdad, ver Jos 7 19; 1 S 6 5.
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hacerse discípulos suyos?» 28 Ellos le llenaron de injurias y le dijeron: «Tú eres discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés. 29 Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; pero ése no sabemos de dónde es.» 30 El hombre les respondió: «Eso es lo extraño: que ustedes no sepan de dónde es y que me haya abierto a mí los ojos.31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; mas, si uno es religioso y cumple su voluntad, a ése le escucha. 32 Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. 33 Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada.» 34 Ellos le respondieron: «Has nacido todo entero en pecado ¿y nos das lecciones a nosotros?» Y le echaron fuera. 35 Jesús se enteró de que le habían echado fuera y, encontrándose con él, le dijo: «¿Tú crees en el Hijo del hombre?» 36 El respondió: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?» 37 Jesús le dijo: «Lo has visto; el que está hablando contigo, ése es».38 El entonces dijo: «Creo, Señor.» Y se postró ante él. 39 Y dijo Jesús: «Para un juicio he venido a este mundo: para que los que no ven, vean; y los que ven, se vuelvan ciegos*.» 40 Algunos fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: «¿Es que también nosotros somos ciegos?» 41 Jesús les respondió:
«Si fueran ciegos, no tendrían pecado; pero, como dicen: 'Vemos', su pecado permanece.» El buen Pastor. Ez 34 1-31; Jr 23 1-3. ' «En verdad, en verdad les digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un sal9 39 La venida de la luz, 8 12 + , opera una separación entre los presuntuosos, que se fían de sus propias luces, w . 24.29.34; ver 3 17-21; Mt 3 13 + , y los humildes que aceptan la luz y cuyo tipo es el ciego.
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teador;2 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. 3 A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera. 4 Cuando ha sacado todas las' suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.» 6 Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba. 7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: «En verdad, en verdad les digo: yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no los escucharon. 9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto. 10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido ' para que tengan vida y la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor*. El buen pastor da su vida por las ovejas. 12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, 13 porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, 15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir 10 11 Dios, pastor de su pueblo, debía darle en los tiempos mesiánicos un pastor elegido por él, ver Ez 34+. Jesús, al declararse el buen pastor, plantea una reivindicación mcsiánica.
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y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor*. 17 Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. 18 Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente*. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo;
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esa es la orden que he recibido de mi Padre.» 19 Se produjo otra vez una disensión entre los judíos por estas palabras. 20 Muchos de ellos decían: «Tiene un demonio y está loco. ¿Por qué lo escuchan?» 21 Pero otros decían: «Esas palabras no son de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?»
5. LA FIESTA DE LA DEDICACIÓN (LA DECISIÓN DE MATAR A JESÚS) La verdadera identidad de Jesús*. 22 Se celebró por entonces en Jerusalén lafiestade la Dedicación. Era invierno. 23 Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón. 24 Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas a tenernos en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.» 25 Jesús les respondió: «Ya se lo he dicho, pero no me creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí*; 26 pero ustedes no creen porque no son de mis ovejas. 27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. 28 Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. 29 El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos,
10 16 En la Iglesia de Jesucristo los paganos se unirán a los judíos convertidos; ver 11 52; 17 20; Jr 23 3; Mi 2 12; Ga 3 28; Ef 2 14-15. 10 18 Cristo tiene en sí mismo la vida que recibe del Padre, 1 4; 3 35, y según el designio del Padre dispone de ella libremente por amor, 12 27; 13 1-3; 18 4+. 10 22 Para Jn no hubo proceso de Jesús ante el Sanedrín, antes de ser entregado a Pilato, ver 18 31. Aquí los datos están traspuestos; comparar 10 24b-25a y Le 22 67; 10 36 y Le 22 70; 10 33 y Me 14 64. En este evangelio el Sanedrín se reúne y decide la muerte de Jesús, pero mucho antes de su arresto y en ausencia del reo, 11 47-53. 10 25 A la pregunta mesiánica directa, v. 24;
y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno.» 31 Los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearlo. 32 Jesús les dijo: «Muchas obras buenas de parte del Padre les he mostrado. ¿Por cuál de esas obras quieren apedrearme?» 33 Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios.» 34 Jesús les respondió: «¿No está escrito en su Ley: Yo he dicho: dioses son*? 35 Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la palabra de Dios —y no puede fallar la Escritura— 36 a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le dicen que blasfema por haber dicho:
ver 2 18; etc.; Mt 26 63, Jesús contesta recordando su manifestación, 2 19; 5 17s; etcétera, y afirma su unidad con el Padre así como con los suyos, sus ovejas, 10 14, a quienes da la vida divina. -El ministerio de Jesús se presenta como un proceso en el que los testigos declaran en favor de la- misión divina del Hijo 3 17+; en primer lu'giar, Juan el Bautista 1 7-8. 19, y luego, las Escrituras, 5 39; el Espíritu Santo, 15 26; ver 14 16+; 1 Jn 5 6-8, y el mismo Padre, 3 11; 5 31-32+; 8 13-14+.18. 10 34 Si los príncipes y los jueces son llamados dioses, Sal 82 6, Jesús no blasfema porque se haya llamado Hijo de Dios, 5 25; 11 4.27, lo que implica unidad, 10 30, y presencia mutua, 10 38; 14 11; 17 21.
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'Yo soy Hijo de Dios'? 37 Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; 38 pero si las hago, aunque a mí no me crean, crean por las obras, y así sabrán y conocerán que el Padre está en mí y yo en el Padre.» 39 Querían de nuevo prenderlo, pero se les escapó de las manos.
Jesús se retira al otro lado del Jordán. 40 Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado antes bautizando, y se quedó allí. 41 Muchos fueron a él y decían: «Juan no realizó ningún signo, pero todo lo que dijo Juan de éste, era verdad.» 42 Y muchos allí creyeron en él.
Resurrección de Lázaro.
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1 1 Había un enfermo, Lázaro, de X Betania, pueblo de María y de su hermana Marta*. 2 María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos*; su hermano Lázaro era el enfermo. 3 Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo.» 4 Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella*.» 5 Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba.7 Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos 11 1 Las dos hermanas vuelven a aparecer en un banquete dado a Jesús, 12 lss. Probablemente son las mismas de que habla Le 10 38-42. 1 1 2 No se trata de la pecadora de Le 7 37. La unción de María está relatada en 12 1-3; ver Mt 26 6-13p. 11 4 Jesús será glorificado por el mismo signo que va a realizar, ver 1 14+; pero este signo le traerá su propia muerte, 11 46-54, que será también su glorificación, 12 32 + . Ver 3 14-15.
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de nuevo a Judea.» 8 Le dicen los discípulos: «Rabbí, hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?» 9 Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 10 pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él.» 11 Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarlo.» 12 Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará.» 13 Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. 14 Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, 15 y me alegro por ustedes de no haber estado allí, para que crean. Pero vayamos allá.» 16 Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos*: «Vayamos también nosotros a morir con él.» 17 Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. 18 Betania esfaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios*, 19 y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano.20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. 21 Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. 22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.» 23 Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.» 24 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.» 25 Jesús le respondió:
«Yo soy la resurrección*. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; 11 16 Lit.: «condiscípulos». Es el único caso en que se usa esta palabra en la Biblia. 11 18 Unos 2,5 kilómetros. Ver 6 19. 11 25 Marta entiende el verbo «resucitar» (v. 23) según la escatología judía: resucitará en el último día. Jesús rectifica esta idea en el sentido de una escatblpgía ya realizada: Él es la resurrección, v 25. El que cree en él no morirá jamás, v. 26; ver 8 15, ha pasado de la muerte a la vida, 5 24; 1 Jn 3 14, ha resucitado ya en Cristo, Rm 6 1-11; Col 2 12-13; 3 1.
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y lodo el que vive y cree en mí, no morirá jamás*. ¿Crees esto?» 27 Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.» 28 Dicho esto, fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El Maestro está ahí y te llama.» 29 Ella, en cuanto lo oyó, se levantó rápidamente, y se fue hacia él.30 Jesús todavía no había llegado al pueblo; sino que seguía en el lugar donde Marta lo había encontrado. 31 Los judíos, que estaban con María en casa consolándola, al ver que se levantaba rápidamente y salía, la siguieron pensando que iba al sepulcro para llorar allí. 32 Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó 34 y dijo: «¿Dónde lo han puesto?» Le responden: «Señor, ven y lo verás.» 35 Jesús derramó lágrimas. 36 Los judíos entonces decían: «Miren cómo le quería.» 37 Pero algunos de ellos dijeron: «Éste, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?» 38 Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. 39 Dice Jesús: «Quiten la piedra.» Le responde Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día*.» 40 Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?» 41 Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo:
«Padre, te doy gracias por haberme escuchado. 11 26 La resurrección de Lázaro es la señal de la victoria de Jesús sobre la muerte, de la vida concedida al creyente, 1 4+; 3 35; 1 Jn 3 14; Mt 22 23 + . Ver 6 35 + . 11 39 Este detalle se da para probar la realidacl de la muerte, y por tanto la de la resurrccción, ver 19 35. I I 46 Los signos de Jesús, v. 47; 2 11+, suscil.-in reacciones opuestas, ver 9 16; 10 19.
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Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado.»
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43 Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal afuera!» 44 Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: «Desátenlo y déjenlo andar.»
Las autoridades judías deciden la muerte de Jesús. 45 Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él. 46 Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús*. 47 Entonces los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron consejo y decían: «¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos.48 Si le dejamos que siga así, todos creerán en él y vendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación.» 49 Pero uno de ellos, Caifás, que era el sumo sacerdote de aquel año, lés dijo: «Ustedes no saben nada, 50 ni caen en la cuenta de que les conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación.» 51 Esto no lo dijo por su propia cuenta, sino que, como era sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación 52 — y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos*. 53 Desde este día, decidieron darle muerte.54 Por eso Jesús no andaba ya en público entre los judíos, sino que se retiró de allí a la región cercana al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y allí residía con sus discípulos.'
Ésta (la resurrección de Lázaro) lleva hasta el paroxismo la resistencia a la luz, 8 12 + ; 9 39+; 12 10-11. 11 52 Caifás cree preservar a la nación judía de una agitación política; pero la muerte de Jesús realizará, de hecho, la salvación del pueblo santo y de todos los hombres, 1 29; 10 16 + ; 19 37+; 1 Jn 2 2; Hch 9 15+; 13 5 + .
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FIN DEL MINISTERIO PÚBLICO
Y PRELIMINARES DE LA ÚLTIMA PASCUA La proximidad de la Pascua. Estaba cerca la Pascua de los judíos, y muchos del país habían subido a Jerusalén, antes de la Pascua para purificarse. 56 Buscaban a Jesús y se decían unos a otros estando en el Templo: «¿Qué les parece? ¿Que no vendrá a la fiesta?» 57 Los sumos sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes de que, si alguno sabía dónde estaba, lo notificara para detenerlo. 55
La unción en Betania. ||Mt 26 6-13; ||Mc 14 3-9. -j ^ 1 Seis días antes de la Pascua, X L* Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos.2 Le dieron allí una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. 3 Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume. 4 Dice Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo había de entregar:5 «¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?» 6 Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella. 7 Jesús dijo: «Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura. 8 Porque pobres siempre tendrán con ustedes; pero a mí no siempre me tendrán.» 9 Gran número de judíos supieron que Jesús estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también por ver a Lázaro. a quien había resucitado de entre los muertos. 10 Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro, n porque a causa de él muchos judíos se les iban y creían en Jesús. 12 13 Ver Sal 118 25-26; Mt 21 9p. 12 15 Cita de Za 9 9 + . 12 20 Estos griegos son unos paganos temerosos de Dios, ver Hch 10 2 +.
Entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén. ||Mt 21 1-9; ||Mc 11 1-10; ||Lc 19 28-38. 12 Al día siguiente, al enterarse la numerosa muchedumbre que había llegagado para lafiesta,de que Jesús se dirigía a Jerusalén, 13 tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando:
«/Hosannal ¡Bendito el que viene en nombre del Señor*, y el rey de Israel!» 14 Jesús, habiendo encontrado un borriquillo, se montó en él, según está escrito: 15
No temas, hija de Sión; mira que viene tu rey montado en un burrito*. *
16 Esto no lo comprendieron sus discípulos de momento; pero cuando Jesús fue glorificado, cayeron en la cuenta de que esto estaba escrito sobre él, y que era lo que le habían hecho. 17 La gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro de la tumba y le resucitó de entre los muertos, daba testimonio. 18 Por eso también salió la gente a su encuentro, porque habían oído que él había realizado aquel signo. 19 Entonces los fariseos se dijeron entre sí: «¿Ven cómo ustedes no adelantan nada?; todo el mundo se ha ido tras él.»
Jesús anuncia su glorificación por la muerte. 20 Había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta*.21 Éstos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: «Señor, queremos ver a Jesús.» 22 Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. 23 Jesús les respondió*:
12 23 Al aproximarse la hora, 2 4 l ; 13 I, Je sus expone la verdadera naturaleza (le su fijo rificación, 3 14; 11 4; 13 19 l .
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«Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo de hombre. 24 En verdad, en verdad les digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. 25 El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. 26 Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará. 27 Ahora mi alma está turbada. Y ¿qué voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto*! 28 Padre, glorifica tu Nombre». Vino entonces una voz del cielo: «Lo he glorificado y de nuevo lo glorificaré». 29 La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel.» 30 Jesús respondió: «No ha venido esta voz por mí, sino por ustedes. 31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de este mundo será derribado*. 32 Y yo cuando sea elevado de la tierra, atraeré a todos* hacia mí.»
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Hijo del hombre sea elevado? ¿Quién es ese Hijo del hombre?» 35 Jesús les dijo: «Todavía, por un poco de tiempo, está la luz entre ustedes. Caminen mientras tienen la luz, para que no los sorprendan las tinieblas; el que camina en tinieblas, no sabe a dónde va. 36 Mientras tienen la luz, crean en la luz, para que sean hijos de luz.» Dicho esto, se marchó Jesús y se ocultó de ellos. Conclusión: la incredulidad de los judíos. 37 Aunque había realizado tan grandes signos delante de ellos, no creían en él; 38 para que se cumpliera el oráculo pronunciado por el profeta Isaías:
Señor, ¿quién dio crédito a nuestras palabras? Y el brazo del Señor, ¿a quién se le reveló*? 39 No podían creer, porque también había dicho Isaías: 40 Ha
cegado sus ojos, ha endurecido su corazón; para que no vean con los ojos, ni comprendan con su corazón, ni se conviertan, ni yo los sane*.
Decía esto para significar de qüé muerte iba a morir. 34 La gente le respondió: «Nosotros sabemos por la Ley que el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo dices tú que es preciso que el
41 Isaías dijo esto porque vio su gloria y habló de él. 42 Sin embargo, aun entre los magistrados, muchos creyeron en él; pero, por los fariseos, no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga,43 por-
12 27 Esta escena evoca la agonía de Getsemaní. Jesús se angustia por la proximidad de su pasión redentora; pero está totalmente sometido al Padre que le ha enviado, 11 31-32; 17 1-5; ver Mt 26 39p. Ver algunos detalles diversos en los Sinópticos: Mt 26 36-42; Me 14 32-42; Le 22 40-46. 12 31 Ver Le 10 18; Ap 12 9. El reinado de Satán sobre el mundo es suplantado por el reinado de Cristo; ver 14 30; 16 11; 1 Jn 5 19; Ap 12 9-10. Estos «reinados» hay que entenderlos desde una perspectiva ética: el de Satán está dominado por la mentira, por el mal, por la
muerte, 8 44; Ef 2 1-3; etc.; el de Cristo, por el amor y comunicación de vida, 5 24; 8 51; 12 49-50; 1 Jn 3 14-15. 12 32 Elevado 3 14+; 8 28, en la cruz, v. 33; ver 18 32, después al cielo, v. 28; ver Le 9 51 +. Cristo aparecerá como Salvador del mundo, ver 6 44; 14 3; 17 24, y enviará al Espíritu, 1 33 + . Ver Ef 1 20-21; Flp 2 9-10. 12 38 Cita de Is 53 1. 12 40 La cita de Is 6 9-10; ver Mt 13 13 + , muestra que la incredulidad de los judíos entra a su modo en el plan de Dios, ver 1 9-11; 3 19-21; 9 39+; Rm 9-11; 1 P 2 8.
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que prefirieron la gloria de los hombres a la gloria de Dios. 44 Jesús gritó y dijo*: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado; 45 y el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado. 46 Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas. 47 Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo,
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sino para salvar al mundo. 48 El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue: la palabra que yo he hablado, ésa le juzgará el último día; 49 porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar, 50 y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho a mí.»
La Hora de Jesús La Pascua del Cordero de Dios 1. LA ÚLTIMA CENA DE JESÚS CON SUS DISCÍPULOS El lavatorio de los pies*.
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6 Llega a Simón Podro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?» Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde.» 8 Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo.» 9 Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza.» 10 Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y ustedes están limpios*, aunque no todos.» 11 Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No están limpios todos.» 12 Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman el Maestro' y el Señor', y dicen bien, porque lo soy.
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. 2 Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo, 3 sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, 4 se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. 5 Luego echa agua en un platón y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido*.
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12 44 Los w . 44-50 condensan la enseñanza de Jesús, como conclusión de toda la primera parte de Jn. Ver 3 16-19. 13 Este preámbulo solemne da el tono a todo lo que sigue, caps. 13-20. Jesús sabe que esta Pascua, Ex 12 + ; Mt 26 17 + , señala su hora, 2 4+; 12 27 + , en la que dará cumplimiento a su amor, 13 34+; 15 9; 17 23. El relato une el ejemplo de «servicio» al prójimo dado por Cristo, w . 4-5 y 12-15, con una pers-
pectiva sacramental (el bautismo, probablemente) de purificación, w . 6-10, por parliel par en el sacrificio de Cristo, v. 8. 13 5 Este gesto de humilde seivicio (rl la vatorio de los pies) expresa el sentido profundo de la obra de Jesús e invita a sus discípulos n imitar a su Maestro, vv. 13-14. 13 10 Ustedes están limpios, desde ahora por el sacrificio de Jesús, 15 2-3; I .lii I 7.
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Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. 15 Porque les he dado ejemplo, para que también ustedes hagan como yo he hecho con ustedes. 14
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«En verdad, en verdad les digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que lo envía.
17 «Sabiendo esto, dichosos serán si lo cumplen. '8 No me refiero a todos ustedes; yo conozco a los que he elegido; pero tiene que cumplirse la Escritura:
El que come mi pan ha alzado contra mí su talón*. «Se lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, crean que Yo Soy*. 20 En verdad, en verdad les digo: quien acoja al que yo envíe, me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a aquel que me ha enviado.» 19
Anuncio de la traición de Judas. Mt 26 21-25; ||Mc 14 18-21; Le 22 21-23. 21 Cuando dijo estas palabras, Jesús se turbó en su interior y declaró;
«En verdad, en verdad les digo que uno de ustedes me entregará.» 22 Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba.23 Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús*.24 Simón Pedro le hace una seña y le dice: «Pregúntale de quién está hablando.» 25 Él, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: «Señor, ¿quién es?» 26 Le responde Jesús: «Es aquel a quien dé el
13 18 Cita de Sal 41 10. 13 19 Ver 8 24+. 13 23 Al lado de Jesús, lit.: «en el seno de Jesús». El discípulo «a quien Jesús amaba» aparece aquí por primera vez bajo esta designación enigmática. Ver 19 26; 20 2; 21 7.20.24. 13 27 Satanás, es el príncipe de este mundo, el que combate contra Cristo, 13 2; Le 4 13, por persona interpuesta. 13 31 Las largas pláticas de los caps. 13-17 pueden, al menos en parte, reagrupar ense-
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bocado que voy a mojar.» Y, mojando el bocado, lo toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote. 27 Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás*. Jesús le dice: «Lo que vas a hacer, hazlo pronto.» 28 Pero ninguno de los comensales entendió por qué se lo decía.29 Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que nos hace falta para la fiesta», o que diera algo a los pobres.30 En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche. La despedida*. 31 Cuando salió, dice Jesús: «Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. 32 Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto. 33 «Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con ustedes. Ustedes me buscarán, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, ustedes no pueden venir, les digo también ahora a ustedes. 34 Les doy un mandamiento nuevo*: que se amen los unos a los otros. Que, como yo los he amado, así se amen también ustedes los unos a los otros. 35 En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se tienen amor los unos a los otros.» 36 Simón Pedro le dice: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde.» 37 Pedro le
ñanzas dadas en otras ocasiones. Antes de abandonar a sus discípulos, Jesús les explica lo que será la vida de su Iglesia después de la Pasión y Pascua. 13 34 Precepto de la Ley, Lv 19 11 + ; Mt 22 34+; Rm 13 9-10+ , que Jesús transforma en su propio amor, 13 1; 1 Jn 3 lis; 4 10-12, y que será la Ley suprema de los tiempos nuevos tras la partida de Jesús, v. 33; Mt 25 31 + . Ver 1 Co 13 1 + .
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8 Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» 9 Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con ustedes y no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? 10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?
Las palabras que les digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. " Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, créanlo por las obras. 12 En verdad, en verdad les digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre*. 13 Y todo lo que pidan en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si me piden algo en mi nombre, yo lo haré. 15 Si me aman, guardarán mis mandamientos; 16 y yo pediré al Padre y les dará otro Paráclito*, para que esté con ustedes para siempre, el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero ustedes le conocen, porque mora con ustedes y estará en ustedes. 18 No los dejaré huérfanos: volveré a ustedes. 19 Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán. 20 Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre y ustedes en mí y yo en ustedes*.
14 1 Todas las palabras del cap. 14 tienden a afianzar la fe de los discípulos. 14 3 Los discípulos se unirán, pues, a Jesús glorificado junto al Padre, ver 12 26; 17 24. Es la gran esperanza de la Iglesia; 21 22+; Mt 25 34; 1 Ts 4 16-17; Flp 4 5 + . 14 6 Camino, Verdad, Vida, tres títulos de Cristo que sintetizan los bienes que reciben de él los cristianos. Jesús lleva al Padre, revelándole, 1 18 + ; 3 11 + ; 10 9; ver Hch 9 2 + ; enseña y encarna la realidad del Padre, 1 14+; 4 23 + ; 8 31+; 18 37; comunica la vida del Padre, 1 4+; 5 19 + ; 17 3 + .
14 12 Una vez haya partido Jesús y enviado el Espíritu, 1 33, la obra de la salvación se extenderá y se profundizará en la Iglesia, ver 10 16; 11 52; 17 20-26. 14 16 Paráclito, es decir, abogado, asistente y consejero. El paralelo entre la acción de Cristo y la del Espíritu señala bien la personalidad ele éste; 1 Jn 2 1 y Jn 14 26. Conduce a la verdad completa, v. 26; 16 13-15; da testimonio de Cristo; 15 26-27; 16 7-11; ver 1 33 l ; 10 25 l . 14 20 Las relaciones de los cristianos con el Hijo son análogas a las del Hijo con el Padre, 6 57; 10 14-15; 15 9-10; 17 17-19.21-22; 20 21.
dice: «¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti.» 38 Le responde Jesús: «¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces.» 1 «No se turbe su corazón*. Creen en Dios: crean también
en mí. 2 En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, se lo habría dicho; porque voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré* y los tomaré conmigo, para que donde esté yo estén también ustedes. 4 Y adonde yo voy saben el camino.» 5 Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» 6 Le dice Jesús:
«Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida*. Nadie va al Padre sino por mí. 7 Si me conocen a mí, conocerán también a mi Padre; desde ahora lo conocen y lo han visto.»
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El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él.» 21
22 Le dice Judas —no el Iscariote—: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?» 23 Jesús le respondió:
«Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. 24 El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra no es mía, sino del Padre que me ha enviado. 25 Les he dicho estas cosas estando entre ustedes. 26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en.mi nombre, se lo enseñará todo y les recordará todo lo que yo les he dicho. 27 Les dejo la paz, mi paz les doy; no se la doy como la da el mundo. No se turbe su corazón ni se acobarde. 28 Han oído que les he dicho: Me voy y volveré a ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más grande que yo*. Y se lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda crean. 30 Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; 31 pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levántense. Vámonos de aquí. 14 28 Porque Cristo hace siempre la voluntad del Padre que le ha enviado, 14 31, y guarda sus mandamientos, 10 18; 12 49-50; 15 10. 15 Jesús vuelve a emplear, ver 6 35 + , la imagen bíblica de la viña plantada por Dios,
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La vid verdadera*. 'I C 1 «Yo soy la vid verdadera, 1 J ymi Padre es el viñador. 2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. 3 Ustedes están ya limpios gracias a la palabra que les he dicho. 4 Permanezcan en mí, como yo en ustedes. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco ustedes si no permanecen en mí. 5 Yo soy la vid; ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no pueden hacer nada. 6 Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. 7 Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán. 8 La gloria de mi Padre está en que den mucho fruto, y sean mis discípulos. 9 Como el Padre me amó, yo también los he amado a ustedes; permanezcan en mi amor. 10 Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, v permanezco en su amor. 1' Les he dicho esto, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea colmado. Is 5+; Mt 20 1-16; 21 33-41p; etc. El fruto de la vid verdadera, ver 6 35 + , no será decepcionante: es la vida de fe y de amor de los que permanecen en Jesús.
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Este es el mandamiento mío: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. 14 Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. 15 No los llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se lo he dado a conocer. 16 No me han elegido ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes, y los he destinado para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; de modo que todo lo que pidan al Padre en mi nombre se lo conceda. 17 Lo que les mando es que se amen los unos a los otros. 12
Los discípulos y el mundo*. 18 «Si el mundo los odia, sepan que a mí me ha odiado antes que a ustedes. 19 Si fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no son del mundo, porque yo al elegirlos los he sacado del mundo, por eso los odia el mundo. 20 Acuérdense de la palabra que les he dicho: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también los perseguirán a ustedes; si han guardado mi palabra, también guardarán la de ustedes. 21 Pero todo esto se lo harán por cauáa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. 22 Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado,
15 18 El odio del mundo, ver 1 9+, ofrece un gran contraste con el amor. Los discípulos serán perseguidos como el Maestro, 16 33; 17 14-16; Mt 5 10-12; 10 17-18; 1 Ts 2 14-16+; 3 3; 1 Jn 3 13. 15 25 Cita de Sal 35 19; 69 5.
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no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa de su pecado. 23 El que me odia, odia también a mi Padre. 24 Si no hubiera hecho entre ellos obras que no ha hecho ningún otro, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y nos odian a mí y a mi Padre. Pero es para que se cumpla lo que está escrito en su Ley: Me han odiado sin motivo *. 26 Cuando venga el Paráclito, que yo les enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí. 27 Pero también ustedes darán testimonio, porque están conmigo desde el principio. 1 /L 1 Les he dicho esto Jk O para que no se escandalicen. ^ Los expulsarán de las sinagogas. E incluso llegará 1» hora en que todo el que los mate piense que da culto a Dios. 3 Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. 4 Les he dicho esto para que, cuando llegue la hora, se acuerden de que ya se lo había dicho. La venida del Paráclito*. «No les dije esto desde el principio porque estaba yo con ustedes. Pero ahora me voy a aquel que me ha enviado, y ninguno de ustedes me pregunta: '¿Dónde vas?' 6 Sino que por haberles dicho esto, sus corazones se han llenado de tristeza. 5
16 4 Después de su partida, Jesús enviará su Espíritu, 1 33+; 14 12-17 + . Este envío del Paráclito sustituye a la vuelta escalológica de Cristo, que ya no se espera para un fuliiro inminente.
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Pero yo les digo la verdad: Les conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; pero si me voy, se lo enviaré; 8 y cuando él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio*; 9 en lo referente al pecado: porque no creen en mí; 10 en lo referente a la justicia porque me voy al Padre, y ya no me verán; 11 en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado. 12 Mucho tengo todavía que decirles, pero ahora no pueden con ello. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y les explicará lo que ha de venir*. 14 Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y se lo explicará a ustedes. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y se lo explicará a ustedes. 7
Anuncio de un pronto retorno. «Dentro de poco ya no me verán, y dentro de otro poco me volverán a ver*.» 16
,7 Entonces algunos de sus discípulos comentaron entre sí: «¿Qué es eso que nos dice: 'Dentro de poco ya no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver y 'Me voy al Padre'?» 18 Y de-
16 8 El Paráclito, actuando como abogado, ver 10 25 + ; 14 16, ante los creyentes, les convencerá de la incredulidad del mundo, de la cualidad del Hijo, probada por su paso al Padre, de la derrota de Satanás, 12 31. 16 13 El Paráclito revelará lo que él tiene del Hijo y, por éste, del Padre, 14 26; 15 26. Juan atribuye al Espíritu lo que Lucas dice de Cristo resucitado, Le 24 25-27. 16 16 El segundo ver, diferente en griego del
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cían: «¿Qué es ese 'poco'? No sabemos lo que quiere decir.» 19 Se dio cuenta Jesús de que querían preguntarle y les dijo: «¿Andan preguntándose acerca de lo que he dicho: 'Dentro de poco no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver?' En verdad, en verdad les digo que llorarán y se lamentarán, y el mundo se alegrará. Estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en gozo. 20
21 La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo. 22 También ustedes están tristes ahora, pero volveré a verlos y se alegrará su corazón y su alegría nadie se la podrá quitar. Aquel día no me preguntarán nada. En verdad, en verdad les digo: lo que pidan al Padre se lo dará en mi nombre*. 24 Hasta ahora nada le han pedido en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su gozo sea colmado. " Les he dicho todo esto en parábolas. Se acerca la hora en que ya no les hablaré en parábolas, sino que con toda claridad les hablaré acerca del Padre. 26 Aquel día pedirán en mi nombre y no les digo que yo rogaré al Padre por ustedes,
primero, verán, alude a las apariciones de Cristo resucitado, 20 18. Después de su muerte y su desaparición, los discípulos volverán a encontrar a Jesús dotado de una vida nueva, ver 14 19; Hch 1 3. 16 23 Los díscipulos serán escuchados, 14 13; 15 16, cuando rueguen, en virtud de la mediación plenaria de Cristo glorificado, 10 9; 14 6.13-14; 15 5; ver 1 Tm 2 4-5 + .
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pues el Padre mismo los quiere, porque me quieren a mí v creen que salí de Dios. 28 Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre.» 27
29 Le dicen sus discípulos: «Ahora sí que hablas claro, y no dices ninguna parábola. 30 Sabemos ahora que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por esto creemos que has salido de Dios.» 31 Jesús les respondió:
«¿Ahora creen? 32 Miren que llega la hora (y ha llegado ya) en que se dispersarán cada uno por su lado y me dejarán solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. 33 Les he dicho estas cosas para que tengan paz en mí. En el mundo tendrán tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo*.» La oración de Jesús*. 1 Así habló Jesús, y alzando los 1 J. / ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para q'>e tu Hijo te glorifique a ti. 2 Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado. 3 Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo*.
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Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. 5 Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese. 6 He manifestado tu Nombre a los hombres* que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; 8 porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado. 9 Por ellos ruego*; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyosjr y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. 11 Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo*, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. 12 Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura. 4
16 33 Ver 12 31; 14 30; 1 Co 15 57; 1 Jn 2 13- 6 40; etc. y en la gloria, w . 10.22-24. 14; 4 4; 5 4-5; Ap 2 7; etc. 17 6 Como Moisés, Ex 3 14-15, Jesús nos ha 17 Oración frecuentemente llamada sarevelado el Nombre de Dios que es el de «Pn cerdotal, en la que Jesús expresa las disposi- dre», 17 1. ciones de su corazón en la hora, v. 1; 2 4+, en 17 9 Jesús ora en estos momentos por In c< • que va a cumplir su sacrificio. Primeramente munidad de sus discípulos, w . 9-19. evoca, w . 1-8, la obra realizada. -La gloria que 17 11 La palabra de Jesús, v. 14; ver 1 I I; H Jesús espera es una misma cosa con la del Pa26; 12 44-50, los ha puesto aparto del mundo, dre, w . 1-5; ver 1 14+; 2 11; 12 23 + ; 13 31. w . 15-16; 1 9 + ; 15 18+, donde sin cnihmK" 17 3 El conocimiento, ver Os 2 22+, del Pa- tienen que continuar la presencia viviente dr dre y de su enviado, 3 12 + .17+; 14 7-9; 1 Jn Cristo. 5 20, introduce en la vida eterna, 1 4+; 3 15 + ;
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Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada. 14 Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. 13 No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. 16 Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. 17 Santifícalos* en la verdad: tu palabra es verdad. 18 Como tú me has enviado al mundo, vo también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad. 20 No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí*, 21 para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me 1(
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has enviado. 22 Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: 23 yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí. Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté, estén también conmigo, para que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo*. 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado. 26 Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.» 24
LA PASIÓN
Prendimiento de Jesús. l|Mt 26 30.36; Me 14 26.32; ||Lc 22 39. 1 Dicho esto, pasó Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, en el que entraron él y sus discípulos. 2 Pero también Judas, el que le entregaba, conocía el sitio, porque Jesús se había reunido allí muchas veces con sus discípulos.
l|Mt 26 47-56; ||Mc 14 43-52; ||Lc 22 47-53. 3 Judas, pues, llega allí con la patrulla de soldados y los guardias enviados por los sumos sacerdotes y fariseos, con linternas, antorchas y armas. 4 Jesús, que sabía todo lo que le iba a suceder*, se adelanta y les pregunta: «¿A quién buscan?» 5 Le contestaron: «A Jesús el Nazareno.» Les dice: «Yo soy*.» Judas, el que le entregaba, estaba también con ellos. 6 Cuando les dijo: «Yo soy», retrocedieron y cayeron en tierra. 7 Les pre-
17 17 Serán separados y enviados, 10 36, al servicio de la misión del Hijo, 4 38+, y del culto verdadero instaurado por su sacrificio, 2 21+; 4 23+; ver 15 13; 1 Co 1 30; Hb 2 11. 17 20 Jesús ruega finalmente por todos los creyentes que recibirán la predicación apostólica, w . 20-26. Su unidad de amor, 13 34+, parlicipación de la del Padre y del Hijo, 14
20+, suscitará la fe en el Enviado del Padre, w . 6-8; 3 17 + ; 1 Jn 1 1-3; ver 1 Ts 2 13 + . 17 24 La gloria final corresponde al principio de todas las cosas, ver v. 5; Ef 1 3-14. 18 4 La perfecta libertad de Jesús es uno de los rasgos del relato joánico de la Pasión, 10 18 13 1; 19 11.28; ver v. 27; 14 30. 18 5 Ver 8 24+.
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guntó de nuevo: «¿A quién buscan?» Le contestaron: «A Jesús el Nazareno». 8 Respondió Jesús: «Ya les he dicho que yo soy; así que si me buscaban a mí, dejen marchar a éstos.» 9 Así se cumpliría lo que había dicho: «De los que me has dado, no he perdido a ninguno*.» 10 Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Maleo. 1' Jesús dijo a Pedro: «Vuelve la espada a la vaina. La copa que me ha dado el Padre, ¿no la voy a beber?»
Jesús ante Anás y Caifás. Negaciones de Pedro. Entonces la patrulla, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron 13 y lo llevaron primero a casa de Anás, pues era suegro de Caifás, el sumo sacerdote de aquel año. 14 Caifás era el que aconsejó a los judíos que convenía que muriera un solo hombre por el pueblo. ||Mt 26 58.69-75; ||Mc 14 54.66-72; ||Lc 22 54-62. 15 Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el atrio del sumo sacerdote, 16 mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. Entonces salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló a la portera e hizo pasar a Pedro. 17 La criada portera dice a Pedro: «¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?» Dice él: «No 10 soy.» 18 Los siervos y los guardias tenían unas brasas encendidas porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos calentándose. 12
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abiertamente ante todo el mundo; he enseñado siempre en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he hablado nada a ocultas. 21 ¿Por qué me preguntas? Pregunta a los que me han oído lo que les he hablado; ellos saben lo que he dicho.» 22 Apenas dijo esto, uno de los guardias, que allí estaba, dio una bofetada a Jesús, diciendo: «¿Así contestas al sumo sacerdote?» 23 Jesús le respondió: «Si he hablado mal, declara lo que está mal; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?» 24 Anás entonces lo envió atado al sumo sacerdote Caifás*. 25 Estaba allí Simón Pedro calentándose y le dijeron: «¿No eres tú también de sus discípulos?» Él lo negó diciendo: «No lo soy.» 26 Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dice: «¿No te vi yo en el huerto con él?» 27 Pedro volvió a negar, y al instante cantó un gallo.
Jesús ante Pilato. |Mt 27 2.11-26; ¡Me 15 1-15; ¡Le 23 1-7.13-25.
19 El sumo sacerdote interrogó a Jesús sobre sus discípulos y su doctrina. 20 Jesús le respondió: «He hablado
28 De la casa de Caifás llevan a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse* y poder así comer la Pascua. 29 Salió entonces Pilato fuera hacia ellos y dijo: «¿Qué acusación traen contra este hombre?» 30 Ellos le respondieron: «Si éste no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado.» 31 Pilato replicó: «Tómenlo ustedes y júzguenlo según su Ley.» Los judíos replicaron: «Nosotros no podemos dar muerte a nadie.» 32 Así se cumpliría lo que había dicho Jesús cuando indicó de qué muerte iba a morir*.
18 9 Ver 6 39; 10 28; 17 12. 18 24 Se omite el proceso de Jesús; pero es que en realidad ha ocupado de alguna manera todo el evangelio de Jn, 1 19; 5 31 +; 10 25+; 11 49-53; 12 31; 16 8 + . 18 28 Entrar en casa de un gentil constituía una impureza legal, ver Hch 11 2s. -Según
Juan, a Jesús se le dará muerte en el inomenln en que se inmolaban los corderos en el l'cni pío, la víspera de la Pascua, 19 14; ver I1) 31.42: él es el verdadero Cordero piisum!, I') 36+; 1 Co 5 7. Los Sinópticos ni muí cronología diferente, 18 32 Ver 3 14 + ; 12 32-33; Mi 20 IM l'V
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Entonces Pilato entró de nuevo al pretorio y llamó a Jesús y le dijo: «¿Eres tú el rey de los judíos?» 34 Respondió Jesús: «¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?» 35 Pilato respondió: «¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?» 36 Respondió Jesús: 33
«Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí*.» 3/ Entonces Pilato le dijo: «¿Luego tú eres rey?» Respondió Jesús: «Sí, como dices, soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz*.» 38 Le dice Pilato: «¿Qué es la verdad?» Y, dicho esto, volvió a salir hacia los judíos y les dijo: «Yo no encuentro ningún delito en él. 39 Pero es costumbre entre ustedes que les ponga en libertad a uno por la Pascua. ¿Quieren, pues, que les ponga en libertad al rey de los judíos?» 40 Ellos volvieron a gritar diciendo: «¡A ése, no; a Barrabás!» Barrabás era un salteador. ||Mt 27 26-31; ||Mc 15 15-20. 1 Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle. 2 Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura; 3 y, acercándose a él, le decían: «Salve, rey de los judíos.» Y le daban bofetadas. 4 Volvió a salir Pilato y les dijo: «Miren, se lo traigo fuera para que sepan que no encuentro ningún delito en él.» 5 Salió entonces Jesús fuera llevando la corona de espinas y el fnanto de púrpura. Les dice Pilato: «Aquí tienen al hombre.» 6 Cuando lo vieron los sumos 18 36 La realeza reivindicada por Jesús, ver 3 3.5; 1 49; 6 15, no tiene miras políticas y no emplea la fuerza, 18 37 Esta realeza se ejerce en medio del mundo, 1 9+; 8 23, en relación con una mi-
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sacerdotes y los guardias, gritaron: «¡Crucifícalo, crucifícalo!» Les dice Pilato: «Tómenlo ustedes y crucifíquenlo, porque yo no encuentro en él ningún delito.» Los judíos le replicaron: «Nosotros tenemos una Ley y según esa Ley debe morir, porque se tiene por Hijo de Dios.» 8 Cuando oyó Pilato estas palabras, se atemorizó aún más.9 Volvió a entrar en el pretorio y dijo a Jesús: «¿De dónde eres tú?» Pero Jesús no le dio respuesta. 10 Le dice Pilato: «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo poder para soltarte y poder para crucificarte?» 11 Respondió Jesús: «No tendrías contra mí ningún poder, si no se te hubiera dado de arriba; por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado.» Condena a muerte. 12 Desde entonces Pilato trataba de librarle. Pero los judíos gritaron: «Si sueltas a ése, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se enfrenta al César.» 13 Al oír Pilato estas palabras, hizo salir a Jesús y se sentó en el tribunal, en el lugar llamado Enlosado, en hebreo Gabbatá. 14 Era el día de la Preparación de la Pascua*, hacia el mediodía. Dice Pilato a los judíos: «Aquí tienen a su rey.» 15 Ellos gritaron: «¡Fuera, fuera! ¡Crucifícale!» Les dice Pilato: «¿A su rey voy a crucificar?» Replicaron los sumos sacerdotes: «No tenemos más rey que el César.» ||Mt 27 26; ||Mc 15 15; ||Lc 23 24-25. 16 Entonces se lo entregó para que fuera crucificado.
La crucifixión. Mt 27 31.33.37-38; Me 15 20.22.25-27; ||Lc 23 33.38. Tomaron, pues, a Jesús, 17 y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota, 18 y allí lo crucificaron y sión de verdad, 3 11 + ; 8 45-46; 14 6+; ver 1 Tm 6 13+. 19 14 Jn subraya el carácter pascual de la Pasión, 13 1 + ; ver Mt 26 17+.
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con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. 19 Pilato redactó también una inscripción y la puso sobre la cruz. Lo escrito era: «Jesús el Nazareno, el rey de los judíos*.» 20 Esta inscripción la leyeron muchos judíos, porque el lugar donde había sido crucificado Jesús estaba cerca de la ciudad; y estaba escrita en hebreo, latín y griego. 21 Los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato: «No escribas: 'El rey de los judíos', sino: 'Éste ha dicho: Yo soy rey de los judíos'.» 22 Pilato respondió: «Lo que he escrito, lo he escrito.» Reparto de los vestidos. ||Mt 27 35; ||Mc 15 24; ||Lc 23 34. 23 Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la túnica. La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo. 24 Por eso se dijeron: «No la rompamos; sino echemos a suertes a ver a quién le toca.» Para que se cumpliera la Escritura:
Se han repartido mis vestidos, han echado a suertes mi túnica*. Y esto es lo que hicieron los soldados. Jesús y su madre*. ||Mt 27 55-56; ||Mc 15 40-41; ||Lc 23 49. 25 Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. 26 Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» 27 Luego dice al discípulo: «Ahí
19 19 La pregunta de Pilato, 18 33, las respuestas de Jesús, las exclamaciones de la muchedumbre reciben aquí una respuesta irónica y profética, ver v. 21; 1 46; 7 27.41; 11 50-52; Mt 2 23; 27 37. 19 24 Jn relaciona la escena narrada en Mt 27 35s con el Sal 22 19. 19 25 Episodio propio de Jn, que parece ver en él el papel excepcional de María, nueva Eva, 2 4, en relación con la Iglesia y los cristianos representados por el apóstol. Ver 2 4+. 19 28 Ver Sal 69 22; 22 16. 19 30 Jesús es consciente de haber cumplido
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tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Muerte de Jesús. ||Mt 27 48-50; ||Mc 15 36-37; ||Lc 23 46. 28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dice:
«Tengo sed*.» Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca.30 Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: «Todo está cumplido.» E inclinando la cabeza entregó el espíritu*. 29
La lanzada. 31 Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado —porque aquel sábado era muy solemne— rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran.32 Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él.33 Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas,34 sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua*. 35 El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean. 36 Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura:
No se le quebrará hueso alguno*. 37
Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron*.
su misión, 3 17+, según el plan de Dios, 4 34; 17 4; 18 4+; ver Mt 20 22p; Le 12 50, nnini ciada por la Escritura, 5 39+; 20 9. Desde ulm ra Jesús está en la gloria, 12 23 + ; ele. I',l ill timo suspiro de Jesús, Le 23 46, preludln ln efusión del Espíritu, 1 33 + ; 4 23 I; 7 3<>; 20 .»1. 19 34 La sangre, ver Gn 4 101, nlesllHiin ln realidad del sacrificio del cordelo |iir
e v a n g e l i o segun san juan La sepultura. ||Ml 27 57-60; ||Mc 15 42-46; ||Lc 23 50-54. 38 Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se lo concedió. Fueron, pues, y retiraron su cuerpo.39 Fue también Nicodemo —aquel que anteriormente había ido a verle de noche—
3.
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con una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras. 40 Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar. 41 En el lugar donde había sido crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el que nadie todavía había sido depositado. 42 Allí, pues, porque era el día de la Preparación de los judíos y el sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.
EL DÍA DE LA RESURRECCIÓN
El sepulcro vacío. Mt 28 1-8; ||Mc 16 1-8; Le 24 1-11. 1 El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. 2 Echa a correr y llega a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.» 3 Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. 4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. s Se inclinó y vio los lienzos en el suelo; pero no entró. 6 Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve los lienzos en el suelo, 7 y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a los lienzos, sino plegado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, 9 pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura* Jesús debía
ver 7 35; 11 52 + ; 12 20s.32. Ver también Mt 27 54p; Ap 1 7. 20 9 El hecho de la resurrección ilumina de repente las profecías: Sal 16 8s, citado en Hch 2 27; Sal 2 7, citado en Hch 13 33; ver 19 30; 5 39; Mi 1 22; 5 17 + ; Le 24 45; 1 Co 15 4. 20 16 Rahbuni, forma más solemne del araII leo rabbí, maestro. 20 17 I,a subida corporal de Cristo a la gloria del Padre, 12 32; 13 33; 14 2-3; etc., se ha rea-
resucitar de entre los muertos. 10 Los discípulos, entonces, volvieron a casa. Aparición a María de Magdala. ||Mt 28 9-10; ||Mc 16 9-11. n Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, 12 y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13 Le dicen ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.» 14 Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. 15 Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.» 16 Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní* —que quiere decir: «Maestro»—. 17 Le dice Jesús: «Deja de tocarme, que todavía no he subido al Padre. Pero vete a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios*.»
lizado ya en la resurrección. La escena de la Ascensión, cuarenta días más tarde, Hch 1 3s, concluirá el período de los coloquios familiares con Cristo glorioso, 21 22; 1 Co 15 23 + . Mantenemos aquí «vuestro Padre... vuestro Dios» para evitar la dureza de la expresión «Padre de ustedes... Dios de ustedes», o la confusa interpretación que podría deducirse al traducir «su Padre... su Dios».
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e v a n g e l i o s e g ú n san juan
18 Fue
María Magdalena y dijo a los discípulos: «He visto al Señor*» y que había dicho estas palabras. Apariciones a los discípulos. ||Mc 16 14-18; ||Lc 24 36-49. 19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con ustedes.» 20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. 21 Jesús les dijo otra vez: «La paz con ustedes.
Como el Padre me envió, también yo los envío*.» 22
Dicho esto, sopló y les dijo:
«Reciban el Espíritu Santo*. 23 A quienes perdonen los pecados, les quedan perdonados; 4.
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a quienes se los retengan, les quedan retenidos.» 24 Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» 25 Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.» 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con ustedes.» 27 Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.» 28 Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.» 29 Le dice Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído*.»
PRIMERA CONCLUSIÓN
Jesús realizó en presencia de los discípulos otros muchos signos que no están escritos en este libro.31 Éstos han 30
sido escritos para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida en su nombre*.
Epílogo Aparición a orillas del lago de Tiberíades*. ^ 1 1 Después de esto, se manifestó £ X Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. 2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el 20 18 Este verbo ver se usa regularmente para hablar de las apariciones de Cristo resucitado, 20 18.25.29; Le 24 34; Hch 9 17; 13 31; 1 Co 15 5-8. Es el verbo empleado en las apariciones de Dios, Gn 12 7; 17 1; Hch 7 2; etc. Cristo resucitado pertenece al mundo celeste, 17 5. 20 21 Ver 3 17+; 17 18; Mt 28 19-20+. 20 22 La misión de los apóstoles, 4 38 + ; recibirá la asistencia del Espíritu de Jesús, 1 33 + ; Hch 2 1-4. 20 29 Ellos creerán únicamente por el testi-
Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. 3 Simón Pedro les dice: «Voy a pescar.» Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo.» Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. monio de los apóstoles, 17 20 + ; Hch I K i ; 1 P 1 8. 20 31 De esta forma se expresa la ¡mención del evangelio de Jn; 1 12-18; 2 11; II 42; 17 20-21. 21 Este capítulo parece ser un apéndice debido al Evangelista o a alguno tic sus discípulos. Funde dos episodios piinulivnmenle distintos: una pesca milagrosa, ver l.c 5 4 10, y una comida pos-pascual, ver l.c 24 4143, que el v. 10 Irala de enlazar.
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Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. 5 Les dice Jesús: «Muchachos, ¿no tienen nada que comer?» Le contestaron: «No.» Él les dijo: «Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán.» La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. 7 El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor». Cuando Simón Pedro oyó «es el Señor», se puso el vestido —pues estaba desnudo— y se lanzó al mar.8 Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos. 9 Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. 10 Les'dice Jesús: «Traigan algunos de los peces que acaban de pescar.» 11 Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red*. 12 Jesús les dice: «Vengan y coman.» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. 13 Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. 14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos. 15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro*: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.» 16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.» 17 Le dice por tercera vez: «Simón de
Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.
21 11 Como Le 5 10, Jn da un valor simbólico al relato. Los peces representan a los futuros discípulos de Jesús. La red simboliza a la Iglesia, cuyo pastor será Pedro, w . 15-17. 21 15 Jesús induce a Pedro, ver 1 40-42, a volver sobre sus protestas de fidelidad, 13 37; Mt 26 30-35p. y sus negaciones, 13 38; 18 1727; Mt 26 69-75p. Entonces le confía el cuidado pastoral de su rebaño, 10 1-16; 1 P 5 14. Ver Mt 16 17-19+; Le 22 31-32.
21 19 Sigúeme, fórmula que utiliza Jesús para invitar a alguien a ser su discípulo, 1 43; Mt 8 22; 9 9; 19 21. Como en Le 5 10-11, el relato de la pesca milagrosa concluye con una llamada a seguir a Jesús. Pedro es invitado aquí a seguirle hasta la muerte, v. 18; ver 3 36. 2122 Hasta que yo venga, es decir, hasta la Parusía; ver 1 Co 11 26; Flp 4 5 + ; Ap 22 7; etc. Pero la respuesta a Juan es ambigua.
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«En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras.»
19 Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sigúeme*.» 20 Pedro se vuelve y ve, siguiéndoles detrás, al discípulo a quien Jesús amaba, que además durante la cena se había recostado en su pecho y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?» 21 Viéndolo Pedro, dice a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?» 22 Jesús le respondió: «Si quiero que se quede hasta que yo venga*, ¿qué te importa? Tú, sigúeme.» 23 Corrió, pues, entre los hermanos la voz de que este discípulo no moriría. Pero Jesús no había dicho a Pedro: «No morirá», sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga.»
Conclusión. 24 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. 25 Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran.
HECHOS DE LOS APÓSTOLES Introducción El tercer evangelio y el libro de los Hechos de los Apóstoles eran primitivamente las dos partes de una obra única, que nosotros titularíamos hoy «Historia de los orígenes del Cristianismo». Se separaron cuando los cristianos desearon disponer de los cuatro evangelios en un mismo códice. Y esto debió ocurrir muy pronto. La tradición de la Iglesia es unánime en reconocer que el autor de esta obra es San Lucas. Nunca, ni en la antigüedad ni en nuestros días, se ha propuesto seriamente otro nombre. Así lo admitía ya el conjunto de las iglesias hacia el 175. El autor, a juzgar por sus escritos, parece ser un cristiano de la generación apostólica, judío muy helenizado o, mejor, griego de amplia instrucción y versado a fondo así en las cosas judías como en la Biblia griega. Ahora bien, lo que sabemos de Lucas por las epístolas de Pablo cuadra a la perfección con estos datos. El Apóstol lo presenta como un compañero muy querido que está a su lado durante su cautiverio, Col 4 14; Flm 24. Según Col 4 10-14, Lucas es de origen pagano (de Antioquía de Siria, según una vieja tradición) y médico, lo que comportaría una cierta cultura, aun cuando esté lejos de ser cierto que Lucas emplee en sus escritos un vocabulario específicamente médico. Nada seguro hallamos en la tradición antigua para fijar la fecha y el lugar en que escribía; por eso nos hemos de guiar por el contenido del libro. Ahora bien, el libro de los Hechos concluye con la prisión de Pablo en Roma, en los años 61-63, y en todo caso su composición debe ser posterior a la del tercer evangelio. ¿Escribió Lucas su obra antes del 70? ¿hacia el 80? Nada impone una fecha posterior al año 70. Como lugar de composición se han propuesto Antioquía y Roma. El libro de los Hechos participa del mismo objetivo del Evangelio: «conocimiento de las enseñanzas recibidas». Por
eso, con el fin de acercarnos al conocimiento del Mensaje proponemos leer el libro siguiendo un esquema, que se apoya en la estructura del texto actual. 1. Introducción (\ 1-26) Con un doble nexo, literario (\ 1-2) y teológico (1 3-26), relaciona el autor esta segunda parte de su obra con la primera. El nexo teológico completa las noticias sobre las últimas instrucciones de Jesús a los discípulos y la última presencia física entre ellos que culmina con su Ascensión. En la última instrucción Jesús señala las fronteras de la misión para proclamar su mensaje: Jerusalén, Samaría y los confines de la tierra. En realidad el autor marca aquí, más que los límites, las etapas de la evangelización y que configuran el plan literario de su segundo libro. Le es consciente de que narra el inicio de una realidad nueva, empalmada con la presencia de Jesús resucitado: los tiempos de la Iglesia. Por eso antes de iniciar la misión evangelizadora la comunidad de Jesús tiene que recomponer el número de los integrantes del grupo. Y esto es lo que realizan los apóstoles al elegir a Matías (1 15-26). 2. La Iglesia de Jerusalén (2 1-12 25) La primera parte de Hch tiene como centro de la actividad misionera la comunidad de Jerusalén: «ustedes serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría» (1 8). a) Testigos en Jerusalén (2 1-8 3). Lo son ya el día de Pentecostés narrando la experiencia que han tenido de la fnrr za de lo alto. Esta experiencia la cuentan mediante imágenes relacionadas con la misión de «anunciar»: viento impetuoso y «algo como lenguas de fuego». El discurso de Pedro (2 14 ifi) c\ph ca el sentido de la experiencia que <7 y sus compañeros han tenido: lis un /«• frendo del valor de ¡a persona tic h'siiy
introducción a l o s hechos de l o s apóstoles
170
a quien Dios ha constituido Mesías y Se- origen judío. Dentro de esta línea liteñor. Pedro comunica su experiencia a raria Le encaja la narración de la vocalos oyentes y les pide la conversión, la ción de Saulo (9 1-30). vuelta hacia esta persona que en un La comunidad de Jerusalén sigue principio no aceptaron. con atención esta apertura. Pedro visita Notar cómo desde el principio de la a los «santos» (9 32), confirma los nuemisión es la comunidad la verdadera res- vos grupos de cristianos y los integra ponsable de la transmisión del mensaje: con la comunión de la fe. En este mismo Pedro aparece con los once (2 14); es ella ambiente geográfico e ideológico, Pedro a la que se incorporan las nuevas perso- incorpora a la comunidad cristiana a un nas que acogen el mensaje (2 41) y es la pagano, un romano, con toda su famique pone en práctica el nuevo estilo de lia. Lucas insiste en la presencia del Esvida (2 42-47). píritu en esta decisión de Pedro, que El testimonio de la comunidad (3 1-5 marcará la nueva línea de evangeliza42) se comunica a través de unas accio- ción: No hay para Dios nadie que sea nes y señales de algunos de sus represen-impuro o que no merezca recibir el mentantes, Pedro y Juan (3 1-10), se explícita saje de Jesús por motivo de su origen, en las declaraciones firmes y solemnes de raza o religión; todos tienen los mismos estos dos apóstoles ante los ciudadanos y derechos ante el Evangelio. La decisión las autoridades religiosas de Jerusalén (3 de Pedro es ratificada por la comunidad 11-4 31) y sobre todo se patentiza en el (11 18). nuevo estilo de vida (4 32-5 16). Esta directriz evangelizadora culmina Dentro de la comunidad de Jerusalén con la fundación de la iglesia de Antiohay un grupo de origen judío que han quía (11 19-30). Jerusalén envía a Bernavenido de fuera de Palestina y que han bé a la nueva comunidad. Bernabé consido educados en la cultura griega. Son firma la comunión en la fe de los crislos «helenistas». Éstos dan también tes- tianos antioquenos, incorpora a Pablo a timonio de Jesús y, por su preparación las actividades de esta comunidad y para cultural y conocimiento de las Escritu- significar más claramente la comunión ras en la versión griega, discuten y poentre Antioquía y Jerusalén, lleva unas nen en apuros a los judíos que se opoayudas materiales a la comunidad madre. nen a aceptar la persona de Jesús como Antioquía adquiere en Hch desde este moMesías. Un ejemplo de estas controvermento un protagonismo evangelizador sias entre helenistas y palestinenses lo que oscurece el de Jerusalén. Incluso, tenemos en el discurso de Esteban (7 1como nota que subraya esta pérdida del 53): toda la historia de Israel está orien- protagonismo de Jerusalén, Hch narra la tada hacia la presencia del Mesías, que marcha de Pedro «a otro lugar» (12 17), es Jesús de Nazaret. El verdadero obsuna vez liberado de la prisión (12 1-19). táculo para aceptar la realidad mesiánica de Jesús es el apego a sus leyes y 3. La Iglesia de Antioquía, centro costumbres, y no guardar lo que es la de las misiones evangelizadoras verdadera Ley (7 53). (13 1-28 31) b) Testigos en toda Judea y SamaLa segunda parte de Hch narra el ría (8 4-12 25). Tres lugares geográficos centran la narración de Hch de esta pri- cumplimiento de la segunda parte de la misión de Jesús: «seréis mis testigos.... mera expansión de la comunidad crishasta los confines de la tierra». tiana: Samaría, Cesarea y Antioquía. a) Misión de Bernabé y Pablo (13 En Samaría es Felipe (8 4-40) quien 7-15 35). La comunidad de Antioquía anuncia el mensaje a un grupo consienvía en su nombre y en el del Espíritu derado herético por los judíos. Y es Felipe quien, en Samaría, abre las puertas a dos de sus miembros para llevar el mensaje a otras ciudades. Esto indica la de la comunidad a un extranjero, simpatizante del judaismo. Se inicia aquí el madurez que había adquirido la comunidad antioquena. Los enviados son Berdesarrollo de una línea de apertura del grupo de Jesús a personas que no son de nabé y Pablo. Al frente de la misión va
171
i n t r o d u c c i ó n a l o s hí ;hos d e l o s a p ó s t o l e s
Bernabé. Y la táctica que siguen los mi- grupo de creyentes de una mujer simpa sioneros es dirigirse a ciudades importan- tizante del judaismo, Lidia (16 13-15) y tes: las de la isla de Chipre, Antioquía de un pagano, el carcelero (16 29-34). Con el Pisidia, Iconio, Listra y Derbe. Táctica he- grupo de creyentes de Filipos Pablo manredada de los primeros evangelizadores estendrá unas relaciones personales que reanunciar primero el mensaje a los de ori- cordará en una de sus cartas (ver Flp 4 gen judío, en sus sinagogas. Pero la ex- 15-18). En Tesalónica y Berea destaca ¡a periencia les irá demostrando que no son. oposición que encuentra Pablo de parte los judíos los mejor dispuestos para acep- de los judíos, que le fuerzan a marchar a tar su mensaje, sino los gentiles. Atenas (17 1-15). En Atenas tenemos un Esta realidad suscita un problema ejemplo de la predicación del mensaje a los paganos. Pablo argumenta no desde ¡ teológico: Los gentiles que quieran ingresar en la comunidad de Jesús, ¿deben las Escrituras, sino desde las obras de la antes aceptar las leyes y costumbres, ju- Creación. Pero fracasa en su intento d¡e días? El problema se plantea también en llevar a los atenienses a descubrir la Personalidad salvadora y divina de Jems de Jerusalén, comunidad integrada en su mayoría por judíos observantes de la Ley. Nazaret (17 16-34). La solución la buscan en una asamblea En Corinto Pablo es mejor aceptado, de representantes de las comunidades queprincipalmente por la gente sencilla y tienen planteado el problema. Es ejemplar trabajadora (ver Hch 18 9-11). El Apósel desarrollo de la asamblea, tal como lo tol se queda largo tiempo en esta ciudad; narra Lucas (15 1-29), y la redacción de forma una comunidad con la que manla solución final: «Hemos decidido el Es- tendrá relaciones personales estrechas, píritu Santo y nosotros...» Las serias di- reflejadas en las dos cartas que dirige ficultades que este relato presenta, segúnposterionnente a estos cristianos. muchos comentaristas, en su redacción La segunda misión tiene como base actual para compaginarlo con los datos de operaciones Éfeso. Desde esta ciudad que de este mismo suceso ofrece Pablo Pablo va evangelizando otras ciudades (Ga 2 11-14) y los indicios de que Lucas de la comarca. Aquí los rasgos destacaha agrupado aquí dos controversias dis- dos por Hch de la actividad misionera tintas con diversas soluciones, nos llevan de Pablo son la afianciación de la fe ina pensar que el autor ha desfigurado en madura de los cristianos, la distribución algunos detalles la realidad de los hechosde funciones mediante la imposición de para destacar la fuerza del problema y manos y la comunicación del Espíritu. apuntar los caminos de solución de cual- El autor deja bien claro que Pablo, con quier conflicto eclesial, cosa que es legí- este modo de actuar, demuestra tener la timo deducir de la redacción actual. misma categoría de Apóstol que los Dob) Misiones de Pablo (15 36-20 38). ce. Estos rasgos indican que las comuDos son las misiones evangelizadoras nidades paulinas se caracterizan por la presididas por Pablo y sus nuevos com- manifestación pública de los carismas pañeros por las regiones de Macedonia y (19 6). Grecia. Evidentemente son una síntesis Como cierre de la sección de las mi de la actividad misionera de Pablo. La siones, Hch introduce un discurso con el primera tiene como base de operaciones que Pablo se despide de la comunid
introducción a l o s hechos de l o s apóstoles siguientes: prisión en Jerusalén y sufrimientos que le aguardan. La ida a Roma no está descrita como un viaje misionero, sino como un proceso contra Pablo, que evoca algunos rasgos del proceso de Jesús. En este marco Pablo da testimonio del Señor Jesús ante el tribunal judío, ante gobernadores (Félix y Festo) y ante el rey Agripa (22 1-26 32). El proceso en Cesarea termina con la declaración de inocencia de Pablo y en cierta medida con el reconocimiento del cristianismo como religión que debe juzgarse dentro del imperio romano, como heredera legítima de la religión judía, por tanto como religión lícita, como lo era el judaismo. Esta es la línea argumental de Pablo en sus defensas ante el gobernador Félix y ante el rey Agripa. Pero Pablo deja en claro que la gran diferencia entre el judaismo oficial y el cristianismo está en la aceptación o no aceptación de Jesús como Mesías y Salvador (24 14-16; 26 19-23). La etapa del viaje a Roma es un diario del mismo autor de Hch o de alguno de
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los compañeros de Pablo, que el autor ha tenido presente aquí y en algunos otros pasajes del libro. Pablo llega a Roma, en medio de dificultades propias de un viaje por mar de la época. La llegada del Apóstol a Roma es para Hch el cumplimiento de la segunda parte de la misión encomendada por Jesús a sus discípulos: llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra y para todos los hombres (28 28). 4. Epílogo (28 30-31) El libro de los Hechos termina dejando constancia del cumplimiento de la misión de Jesús. Pablo la continúa en Roma «con toda valentía y sin estorbo alguno» (28 31). Nada dice del resto de la vida de Pablo, ni de la Pedro ni de los otros Apóstoles y evangelizadores'. A este narrador y catequista, que la tradición ha identificado con Lucas, compañero de Pablo, le interesa destacar la obra del Espíritu en la puesta en marcha de la Iglesia. Los misioneros han sido los instrumentos del Espíritu.
HECHOS DE LOS APÓSTOLES Prólogo.
I
El primer libro* lo dediqué, Teófilo, a todo lo que Jesús hizo y enseñó desde el principio 2 hasta el día en que, después de haber dado instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido, fue levantado a lo alto.3 A estos mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles pruebas de que vivía, dejándose ver de ellos durante cuarenta días y hablándoles del Reino de Dios*. 4 Mientras estaba comiendo con ellos, les ordenó: «No se vayan de Jerusalén, sino aguarden la Promesa del Padre, que oyeron de mí: 5 Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con Espíritu Santo* dentro de pocos días.» 1
La Ascensión. ||Lc 24 47-51. 6
Ellos, en cambio, habiéndose reu-
L
nido, le preguntaron: «Señor, ¿es en este momento cuando le vas a restablecer el Reino a Israel?» 7 Él les contestó: «No es cosa suya conocer el tiempo y el momento* que el Padre ha fijado con su propia autoridad; 8 al contrario, ustedes recibirán una fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, y de este modo serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra*». 9 Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube* lo ocultó a sus ojos. 10 Como ellos estuvieran mirando fijamente al cielo mientras él sé iba, se les presentaron de pronto dos hombres vestidos de blanco 11 que les dijeron: «Galileos, ¿por qué permanecen mirando al cielo? Este Jesús, que de entre ustedes ha sido llevado al Cíelo, volverá así tal como lo hs>.n visto marchar al cielo».
La Iglesia de Jerusalén
El grupo de los apóstoles. Entonces se volvieron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que está próximo a Jerusalén, la dis12
1 1 El evangelio de Lucas. 13 El reino de Dios, Mt 4 17+, es el gran tema de la predicación de los apóstoles, ver 8 12; 19 8; 20 25; 28 23.31, incluida la de Pablo, 1 Ts 2 12; Col 4 11, como lo había sido de la predicación de Jesús, ver Mt 3 2+. 15 El bautismo en el Espíritu, anunciado ya por Juan el Bautista, Mt 3 1 lp, y prometido aquí por Jesús, se inaugurará con la efusión de Pentecostés, 2 1-4. Los apóstoles, conforme a la orden de Cristo, Mt 28 19, seguirán administrando el bautismo de agua, Hch 2 38.41; 8 12.38; 10 48; 16 15.33; 18 8; 19 5, pero lo conferirán «en el nombre de Jesús», Hch 2 38+ , y por la fe en la obra realizada por Cristo, Rm 6 4+, dispondrá en lo sucesivo del poder eficaz de dar el Espíritu Santo. 1 7 Insertando su plan de salvación en la historia humana, Dios ha dispuesto desde toda la eternidad, Rm 16 25, las etapas de la salvación: la de la preparación y de la paciencia, Rm 3 26; Hch 17 30; la de la venida de Cristo, que inaugura la era de la salvación, Rm
tancia de un camino sabático. 13 Y cuando llegaron, subieron al piso superior, donde vivían, Pedro y Juan; Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago el de Al3 26; la que transcurre hasta la Parusía, 2 Co 6 2+; finalmente la del «Día» escatológico, 1 Co 1 8+; y el Juicio final, Rm 2 6+. 18 El Espíritu aparece ante todo como un Poder, Le 1 35; 24 49; Jn 14 16+; Hch 1 8; 10 38; etc. Enviado de junto a Dios por Cristo, 2 33, para la difusión de la Buena Nueva: otorga los carismas, 1 Co 12 4s, que garantizan la predicación, comunica fuerza para anunciar a Jesucristo, a pesar de las persecuciones, 4 8.31; 5 32; etc. y dar testimonio de él, Mi 10 19.44-47; i i 12-16; 15 28; etc. -La misión esencial de los apóstoles es dar testimonio de la resurrección de Jesús, 2 32; Le 24 48; ele. Las etapas aquí señaladas dibujan, a giandes rasgos, el esquema geográfico de los lleelios: Jerusalén, que era el punto de llenada del Evangelio, es ahora el punto de parí Ida; vei I ,e 2 38; 24 47+. 19 La nube forma parle del mareo de Ins teofanías del AT, Ex 13 22, y del NT, l.c «J 35p.
i 14
174
hechos de los apóstoles
Ico, Simón el Zelota y Judas de Santiago*. 14 Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu, en compañía de algunas mujeres, y de María la madre de Jesús, y de sus hermanos*. Sustitución de Judas. 13 Uno de aquellos días Pedro, puesto en pie ante los hermanos* —ya que el número de personas congregadas con el mismo propósito era de unas ciento veinte— les dijo: 16 «Hermanos, era preciso que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, había anunciado ya acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús. 17 Porque era uno de los nuestros y obtuvo un puesto en este ministerio. 18 Éste, pues, con la paga de su crimen compró un campo y cayendo de cabeza, reventó por medio y todas sus entrañas se esparcieron. 19 Y todos los habitantes de Jerusalén lo conocieron, hasta el punto que llamaron aquel terreno, en su lengua, Haqueldamá, es decir: 'Campo de sangre'. 20 Pues está escrito en el libro de los Salmos:
sús convivió con nosotros, a partir del bautismo de Juan hasta el día en que fue llevado de entre nosotros al cielo, uno de ellos tiene que ser con nosotros testigo de su resurrección.» 23 Presentaron a dos: a José, llamado Barsabás, por sobrenombre Justo, y a Matías. 24 Entonces oraron así: «Tú, Señor, que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido, 25 para ocupar en el ministerio del apostolado el puesto del que Judas desertó para irse a su propio puesto.» 26 Les repartieron las suertes y la suerte cayó sobre Matías, que fue agregado al número de los doce apóstoles. 22
Pentecostés.
2
21 «Por tanto, es preciso que uno de los hombres que anduvieron con nosotros todo el tiempo que el Señor Je-
1 Al llegar el día de Pentecostés*, estaban todos reunidos con un mismo objetivo.2 De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de viento, que llenó toda la casa en la que se encontraban. 3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos;4 se llenaron todos de Espíritu Santo y se pusieron a hablar en diversas lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse*. 5 Residían en Jerusalén hombres piadosos, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo. 6 Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua*. 7 Estupefactos y admirados decían: «¿Es
1 13 Comparar las listas de los Doce, Mt 10 2-4p. 1 14 Los Hechos contienen abundantes ejemplos de la oración asidua recomendada, Mt 6 7 + , y practicada, Mt 14 23, por Jesús. Oración colectiva presidida por los apóstoles, 4 24-30; 6 4, y centrada en la fracción del pan, 2 42.46; 20 7-11, en los momentos importantes, 1 24; 4 24-31; etc. También vemos orar a los individuos: Esteban, 7 59-60, Pablo, 9 11, Pedro, 10 9; 11 5. Oración de petición, 8 2224, de alabanza, 16 25, y de acción de gracias, 28 15, y en fin, testimonio de fe: «invocar el nombre de Jesucristo» es la características del cristiano, 2 21.38; 9 14.21; 22 16. -Sobre los hermanos, ver Mt 12 46+. 1 15 Además del sentido estricto, la palabra hermano designa en el NT, muy a menudo, a los cristianos, discípulos de Cristo, 6 3; 9 30;
11 1;12 17; Mt 28 10; Jn 20 17; Rm 1 13, etc. 1 20 Citas de Sal 69 26 y Sal 109 8. Ver Mt 27 3-10. 2 1 Es decir, concluido ya el período de cincuenta días entre la Pascua y el Pentecostés. Pentecostés, que primeramente fue fiesta de la siega, Ex 23 14+, se había convertido también en la fiesta de la renovación de la Alianza, ver 2 Cro 15 10-13. -Todos reunidos: El grupo apostólico presentado en 1 13-14. 2 4 Según uno de sus aspectos, w . 4.11.13, el milagro de Pentecostés es afín al carisma de la glosolalia o don de lenguas, frecuente en los comienzos de la Iglesia, 10 46; 11 15; 19 6; 1 Co 12-14; etc. 2 6 Lucas ve en este hablar en todas las lenguas del mundo la restauración de la unidad perdida en Babel, ver Gn 11 1-9, anticipación maravillosa de la misión universal.
Quede su morada desierta y no haya quien habite en ella. Y también: Que otro ocupe su cargo*.
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que no son galileos todos estos que están hablando? 8 Pues ¿cómo cada uno de nosotros los oímos en nuestra propia lengua nativa: 9 Partos, medos y elamitas; los que habitamos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, 10 Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene; los romanos residentes aquí, " tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes*, los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios? 12 Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: «¿Qué significa esto?» 13 Otros, en cambio, decían riéndose: «¡Están llenos de vino!» Discurso de Pedro a la gente. 14 Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó la voz y les dijo: «Judíos y todos los que viven en Jerusalén: Que les quede esto bien claro y presten atención a mis palabras: 15 Éstos no están borrachos, como ustedes suponen, pues son las nueve de la mañana, 16 sino que es lo que dijo el profeta*: 17 Sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre todo mortal y profetizarán sus hijos y sus hijas; sus jóvenes verán visiones y sus ancianos soñarán sueños. 18 Y también sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu. 19 Haré prodigios arriba en el cielo y signos abajo en la tierra.
2 11 La enumeración de estos pueblos, w . 9-11, es una descripción cómoda del mundo entonces conocido, 1 8+. -Los prosélitos son los que, sin ser judíos de origen, han abrazado la religión judía y aceptado la circuncisión. Judíos y prosélitos no son, pues, nuevas denominaciones de pueblos: son palabras que califican a los que se acaba de enumerar. 2 16 Cita de Jl 3 1-5 + . 2 21 Los cristianos se designan a sí mismos como «los que invocan el nombre del Señor», 9 14.21; 22 16; 1 Co 1 2; 2 Tm 2 22; el nombre del Señor se aplica a Jesús, ver 3 16 + ; Flp 2
11+.
2 22 (a) El contenido de la predicación apostólica primitiva (kerygma), de la que tenemos aquí una primera exposición, se nos ha trans-
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El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor. 21 Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará*. 20
22 «Israelitas, escuchen estas palabras*: A Jesús, el Nazareno*, hombre acreditado por Dios ante ustedes con milagros, prodigios y signos que Dios realizó por su medio entre ustedes, como ustedes mismos saben, 23 a éste, que fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios, ustedes lo mataron clavándolo en la cruz por mano de unos impíos; 24 a éste Dios le resucitó librándolo de los lazos del Abismo, pues no era posible que lo retuviera bajo su dominio; 25 porque David dice refiriéndose a él:
Veía constantemente al Señor delante de mí, puesto que está a mi derecha para que no vacile. 26 Por eso se ha alegrado mi coraz.ón y alborozado mi lengua, y hasta mi carne reposará, en la esperanza 27 de que no abandonarás mi alma en el Abismo ni permitirás que tu santo experimente la corrupción*. 28 Me has hecho conocer caminos de vida, me llenarás de gozo con tu presencia. 29 «Hermanos, permítanme que les diga con toda franqueza que el patriar-
mitido esquemáticamente en cinco discursos de Pedro, 2 14-39; 3 12-26; 4 9-12; 5 29-32; 10 34 43, y uno de Pablo, 13 16-41. El núcleo central es un testimonio sobre la vida, muerte y resurrección de Cristo, con referencias a las profecías del AT, 2 25, y contemplando el advenimiento de los tiempos mesiánicos y llamamiento a judíos y gentiles a la conversión, 2 38+. Los evangelios, que son un desarrollo de la predicación primitiva, siguen este esquema. 2 22 (b) Lit.: Nazoreo. Lo mismo en 4 6; 6 14; 22 8; 24 5; 26 9. 2 27 Cita de Sal 16 8-11. El argumento se apoya en la versión griega, que introduce una idea distinta, traduciendo fosa ( - l u m b a ) por corrupción. Ver 13 35-37; Jn 20 9 I .
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hechos de los apóstoles
ca David murió y fue sepultado y su tumba permanece entre nosotros hasta el presente.30 Pero como él era profeta y sabía que Dios le había asegurado con juramento que se sentaría en su trono uno de su linaje, 31 vio el futuro y habló de la resurrección de Cristo, que ni fue abandonado en el Abismo ni su carne experimentó la corrupción. 32 A este Jesús Dios le resucitó; de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Así pues, exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido* y lo ha derramado; esto es lo que ustedes ven y oyen.34 Pues David no subió a los cielos y sin embargo dice:
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Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies*.
36 «Sepa, pues, con certeza todo Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo* a ese Jesús a quien ustedes han crucificado.»
Primeras conversiones.
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«Pónganse a salvo de esta generación perversa». 41 Así pues, los que acogieron su palabra fueron bautizados. Y aquel día se les unieron unas tres mil personas. La primera comunidad cristiana*. 4 32-35; 5 12-16. 42Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. 43 Pero el temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y signos. 44 Todos los creyentes estaban de acuerdo y tenían todo en común; 45 vendían sus posesiones y sus bienes y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno. 46 Acudían diariamente al Templo con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios y gozando de la simpatía de todo el pueblo. Por lo demás, el Señor agregaba al grupo a los que cada día se iban salvando.
37 Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué hemos de hacer, hermanos?» 38 Pedro les contestó: «Conviértanse y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el nombre de Jesucristo*, para perdón de sus .pecados; y recibirán el don del Espíritu Santo; 39 pues la Promesa es para ustedes y para sus hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame* el Señor Dios nuestro».40 Con otras muchas palabras les conjuraba y les exhortaba:
1 Pedro y Juan subían al Templo para la oración de las tres de la tarde. 2 Estaba allí un hombre tullido desde su nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días junto a la puerta del Templo llamada Hermosa para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo.3 Éste, al ver a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, les pidió una limosna. 4 Pedro, fijando en él
2 33 Los profetas habían anunciado el don del Espíritu para los tiempos mesiánicos, Ez 36 27+. Y por este Espíritu, «derramado» por Cristo resucitado, explica Pedro el milagro de que son testigos sus oyentes. Ver Rm 5 5+; Ef 4 8+. 2 35 Cita del Sal 110+. 2 36 Conclusión del argumento escriturístico: por su resurrección ha sido Jesús constituido en el Señor, de que habla el Sal 110, y en el Mesías (Cristo), al que se refiere el Sal 16. Análoga argumentación en 13 33; Hb 1 5; 5 5; Rm 1 4+. Ver también Hch 5 31; 10 42+; Rm 14 9; Flp2 9-ll.
2 38 El bautismo se da «en el nombre de Jesucristo», ver 1 5+; se le recibe «invocando el nombre del Señor Jesús», 2 21+; 3 16+; implica el don del Espíritu, v. 33+; 8 17+. 2 39 Veris 57 19 y Jl 3 5. 2 42 Comparar con 4 32-35 y 5 12-16. Estos tres «resúmenes» describen con rasgos análogos la vida de la primera comunidad cristiana: Enseñanza, instrucciones a los nuevos convertidos, ver 15 35; comunión, entrega de los bienes a la comunidad, que supone previamente la unión de corazones; fracción del pan, en lenguaje cristiano se refiere al rito eucarístico, ver 1 Co 10 16; 11 24; Le 22 19; etc.
Curación de un tullido. 14 8-10.
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la mirada juntamente con Juan, le dijo: «Míranos». 5 Él les miraba con fijeza esperando recibir algo de ellos.6 Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te lo doy: En nombre de Jesucristo, el Nazareno, echa a andar.» 7 Y tomándole de la mano derecha le levantó. Al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza 8 y de un salto se puso en pie y andaba. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y alabando a Dios.9 Todo el pueblo le vio cómo andaba y alababa a Dios; 10 al reconocer que era el mismo que pedía limosna sentado junto a la puerta Hermosa del Templo, se quedaron llenos de estupor y asombro por lo que le había sucedido.
tablecido totalmente ante todos ustedes*. 17 «Ahora bien, ya sé, hermanos, que obraron por ignorancia, lo mismo que sus jefes. 18 Pero de este modo Dios cumplió lo que había anunciado por boca de todos los profetas: que su Cristo había de padecer. 19 Arrepiéntanse, pues, y conviértanse* para que sus pecados sean borrados,2" a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que les estaba predestinado, a Jesús, 21 a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal*, de que Dios habló por boca de sus santos profetas. 22 Moisés efectivamente dijo: El Señor Dios les suscitará un profeta como yo de entre sus hermanos; escúchenlo todo Discurso de Pedro al pueblo. cuanto les diga. 23 Todo él que no escuche a ese profeta, será excluido del pueblo*. 11 Como él no soltaba a Pedro y a 24 Y todos los profetas desde Samuel en Juan, todo el pueblo, presa de estupor, corrió hacia ellos al pórtico llamado de adelante, todos cuantos han hablado, anunciaron también estos días. Salomón. 12 Pedro, al ver esto, se diri25 «Ustedes son los herederos de los gió al pueblo: «Israelitas, ¿por qué se profetas y de la alianza que Dios estaadmiran de esto, o por qué nos miran fijamente, como si por nuestro poder o bleció con sus padres' al decir a Abrahán: En tu descendencia serán bendecipiedad hubiéramos hecho andar a todas las familias de la tierra*. éste? 13 El Dios de Abrahán, de Isaac y das 26 Para ustedes en primer lugar ha rede Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su siervo* Jesús, a quien sucitado Dios a su siervo y le ha enviaustedes entregaron y de quien renega- do para bendecirlos, apartándolos a ron ante Pilato, cuando éste había de- cada uno de sus iniquidades.» cidido ponerle en libertad. 14 Ustedes Pedro y Juan ante el Sanedrín. renegaron del Santo y del Justo, y pidieron que les dejaran en libertad a un asesino;15 mataron al jefe que lleva a la vida*. Pero Dios le resucitó de entre los muertos; nosotros somos testigos de ello. 16 Y por la fe en su nombre, este mismo nombre ha restablecido a éste que ustedes ven y conocen; es, pues, la fe, dada por su medio, la que le ha res-
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3 13 Ver Ex 2 24+; 3 6.15+; Is 52 13. Los cristianos reconocen en Jesús al misterioso Siervo de Yahvé, Is 42 + . 3 15 El jefe que lleva a los suyos a la vida que le pertenece. Ver 5 20+.31 + ; Hb 2 10. 3 16 En la concepción de los antiguos, el nombre es inseparable de la persona y participa de sus prerrogativas. Así la invocación del nombre de Jesús evoca el poder de Jesús en beneficio de los que lo invocan con fe, 2 16+; 10 43; 19 13; Jn 16 23-26+; 20 31. 3 19 Por la conversión el hombre «se vuelve,
se da media vuelta» espiritualmente, ver Mi 3 2 I-. 3 21 Jesús, constituido rey mesiánico desde su resurrección, 2 36 + , inaugura su reino definitivo y la renovación toda la creación, ver Rm 8 18+; 1 Co 15 24-25. 3 23 Citas de Dt 18 15-19+; í.v 23 29. 3 25 Citas de Gn 12 3 + ; 22 18. 4 1 Saduceos, partido de la aristocracia sacerdotal, opuesto al de los fariseos, ver Mi 3 7 + . A los saduceos se les presenta como contrarios a la doctrina de la resurrección, 23 f> 8; Mt 22 23 + ; Le 20 27-3Hp.
' Estaban hablando al pueblo, cuando se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos*, 2 indignados porque enseñaban al pueblo y anunciaban en la persona de Jesús la resurrección de los muertos. 3 Les echaron mano y les pusieron bajo custodia hasta el día
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siguienle, pues caía ya la tarde. 4 Sin embargo, muchos de los que habían oído el discurso creyeron; y el número, contando sólo los hombres, llegó a unos cinco mil. 5 Al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus jefes, los ancianos y los escribas, 6 el sumo sacerdote Anás, Caifás, Jonatán, Alejandro y cuantos eran de la familia de sumos sacerdotes. 7 Y colocándolos en medio les preguntaban: «¿Con qué poder o en nombre de quién han hecho eso ustedes?» 8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, 9 puesto que con motivo de una obra buena realizada en un enfermo se nos interroga hoy por quién ha sido éste curado, 10 sepan todos ustedes y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de ustedes. 11 Él es la piedra que ustedes, los constructores, han despreciado y que se ha convertido en piedra angular*. 12 Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.» 13 Viendo la valentía de Pedro y Juan, y sabiendo que eran hombres sin instrucción ni cultura, estaban maravillados. Reconocían, por una parte, que habían estado con Jesús; 14 y al mismo tiempo veían de pie, junto a ellos, al hombre que había sido curado; de modo que no podían replicar. 15 Les mandaron salir fuera del Sanedrín y deliberaban entre ellos. 16 Decían: «¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente para todos los habitantes de Jerusalén que ellos han realizado un signo manifiesto y no podemos negarlo. 17 Pero a fin de que esto no se divulgue más entre el pueblo, amenacémoslos para que no hablen ya más a nadie en este nombre.» 18 Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablaran o ense-
ñaran en el nombre de Jesús. 19 Mas Pedro y Juan les respondieron: «Juzguen si es justo delante de Dios obedecerles a ustedes más que a Dios. 20 No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.» 21 Ellos, después de haberles amenazado de nuevo, los soltaron, no hallando manera de castigarles, a causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había ocurrido, 22 pues el hombre en quien se había realizado este signo de curación tenía más de cuarenta años.
4 11 MI 21 4 25 25: en
bíblicos con la situación que atraviesa la comunidad. 4 26 Cita del Sal 2 1-2.
El Sal 118 22 es aducido también en 42p+; Rm 9 33 + ;l P 2 4.6-8. Ejemplo de plegaria cristiana, ver 1 24la oración se relacionan los recuerdos
Oración de los apóstoles en la persecución. 23 Una vez libres, vinieron a los suyos y les contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y ancianos. 24 Al oírlo, todos a una elevaron su voz a Dios y dijeron: «Señor, tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos,25 tú dijiste por el Espíritu Santo, por boca de nuestro padre David, tu siervo*:
¿Por qué se agitan las naciones, y los pueblos planean vanos proyectos? 26 Se han congregado los reyes de la tierra y los jefes se han aliado contra el Señor y contra su Ungido*. 27 «Porque verdaderamente en esta ciudad se han aliado Herodes y Poncio Pilato con las naciones y los pueblos de Israel contra tu santo siervo Jesús, a quien has ungido, 28 para realizar lo que tu poder y tu voluntad habían predeterminado que sucediera.29 Y ahora, Señor, ten en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos proclamar tu palabra con toda valentía; 30 extiende tu mano para realizar curaciones, signos y prodigios por el nombre de tu santo siervo Jesús.» 31 Acabada su oración, retembló el lugar donde estaban reunidos, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y proclamaban la palabra de Dios con valentía.
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La primera comunidad cristiana*. 2 42-47; 5 12-16. 32 La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo lo tenían ellos en común. 33 Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder. Y gozaban todos de gran simpatía. 34 No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían campos o casas los vendían, traían el importe de las ventas, 35 y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada uno según su necesidad.
Generosidad de Bernabé. 36 José, llamado por los apóstoles Bernabé (que significa: «hijo de la exhortación»), levita y originario de Chipre, 37 tenía un campo; lo vendió, trajo el importe y lo puso a los pies de los apóstoles.
Fraude de Ananías y Safira*.
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' Un hombre llamado Ananías, de acuerdo con su mujer Safira, vendió una propiedad, 2y se quedó con una parte del precio, sabiéndolo también sú mujer; la otra parte la trajo y la puso a los pies de los apóstoles. 3 Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo es que Satanás se adueñó de tu corazón para mentir al Espíritu Santo y quedarte con parte del precio del campo? 4 ¿Es que no era tuyo mientras lo tenías, y, una vez vendido, no podías disponer del precio? ¿Por qué determinaste en tu corazón hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios.» 5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y un gran temor se apoderó de todos cuantos lo oyeron. 6 Se levantaron los jóvenes, le
4 32 Resumen análogo al de 2 42-47. Aquí el tema es el de la comunidad de bienes. 5 Este episodio contrasta con el ejemplo de 4 36-37. La comunidad de bienes no estaba impuesta a todos. 5 10 La falta consiste en haber querido engañar a los apóstoles por amor al dinero, y por medio de ellos al Espíritu Santo. 5 11 La palabra Iglesia, tomada del AT, ver Dt 9 10+; Hch 7 38, para designar la comu-
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amortajaron y le llevaron a enterrar. 7 Unas tres horas más tarde entró su mujer que ignoraba lo ocurrido. 8 Pedro le preguntó: «Dime, ¿han vendido el campo en tanto?» Ella respondió: «Sí, en eso.» 9 Y Pedro le replicó: «¿Cómo se han puesto de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Mira, aquí a la puerta están los pies de los que han enterrado a tu marido; ellos te llevarán también a ti.» 10 Al instante ella cayó a sus pies y expiró. Cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta, y la llevaron a enterrar junto a su marido*.11 Un gran temor se apoderó de toda la Iglesia* y de todos cuantos oyeron esto. Perspectiva general*. 2 42-47; 4 32-35. 12 Por mano de los apóstoles se realizaban mucho signos y prodigios en el pueblo... Todos se reunían con un mismo espíritu en el pórtico de Salomón; 13 pero ninguno de los otros se atrevía a juntárseles, aunque el pueblo hablaba de ellos con elogio. 14 Los creyentes cada vez en mayor número se adherían al Señor, una multitud de hombres y mujeres. 15... hasta el punto de sacar los enfermos a las plazas y colocarlos en lechos y camillas, para que, al pasar Pedro, siquiera su sombra cubriese a alguno de ellos. ,h También acudía la multitud de las ciudades vecinas a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos; y todos se curaban.
Prendimiento y milagrosa liberación de los apóstoles. 17 Entonces intervino el sumo sacerdote y todos los suyos, los de la secta de los saduceos; y llenos de envidia,
nidad mesiánica, Mt 16 18 + , ha adquirido con el desarrollo cristiano un significado cada ve/ más amplio: primero, la Iglesia madre de Jerusalén, luego las Iglesias particulares de Judea, sus «asambleas» y sus locales; finalmente la Iglesia en su unidad teológica, 20 28 + ; 1 Co 10 32; Col 1 18+; Ef 1 23 + . 5 12 Este tercer «resumen» desarrolla el tema del poder milagroso de los apóstoles, ver 2 43; 4 33.
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hechos de l s apóstoles
18 echaron
mano a los apóstoles y los metieron en prisión públicamente. '9 Pero el ángel del Señor, por la noche, abrió las puertas de la cárcel, los sacó y les dijo: 20 «Vayan, preséntense en el Templo y comuniquen al pueblo todo lo referente a esta Vida*.» 21 Obedecieron, y al amanecer entraron en el Templo y se pusieron a enseñar. Comparecen ante el Sanedrín. Llegó el sumo sacerdote con los suyos, convocaron el Sanedrín, es decir, todo el Senado de los hijos de Israel, y enviaron a buscarlos a la prisión. Cuando llegaron los carceleros, no los encontraron en la cárcel; volvieron a darles cuenta 23 y les dijeron: «Hemos hallado la prisión cerrada con todo cuidado y a los guardias firmes ante las puertas; pero, cuando abrimos, no encontramos a nadie dentro.» 24 Cuando oyeron esto, tanto el jefe de la guardia del Templo como los sumos sacerdotes se preguntaban perplejos qué podía significar aquello. 25 Se presentó entonces uno que les dijo: «Miren, los hombres que pusieron en la cárcel están presentes en el Templo y siguen enseñando al pueblo.» 26 Entonces el jefe de la guardia marchó con los carceleros y los trajo, pero sin violencia, porque tenían miedo de que el pueblo los apedrease. 27 Los trajeron, pues, y los presentaron en el Sanedrín. El sumo sacerdote les interrogó 28 y les dijo: «Les prohibimos severamente enseñar en ese nombre; y sin embargo ustedes han llenado Jerusalén con su enseñanza y pretenden hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.» 29 Pedro y los apóstoles respondieron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. 30 El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes mataron colgándole de un madero. 31 A éste le ha exal5 20 La predicación cristiana tiene por objeto la vida, 3 15; 11 18; ver Jn 1 4+, y la salvación, 4 12; 13 26; etc. 5 31 La expresión corresponde a «Jefe que lleva a la vida», 3 15 + ; igualmente corresponde a «Jefe y Redentor» aplicado a Moisés como figura de Cristo, 7 35. Hay un paralelismo latente entre Jesús y Moisés. 5 34 Gamaliell, el maestro de San P' 1 ^
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tado Dios con su diestra como Jefe y Salvador*, para conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados. 32 Y nosotros somos testigos de estos hechos, y también el Espíritu Santo que ha dado a los que le obedecen.» 33 Ellos, al oír esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos. Intervención de Gamaliel. 34 Entonces se levantó en el Sanedrín un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, con prestigio ante todo el pueblo*. Mandó que hicieran salir un momento a aquellos hombres, 35 y les dijo: «Israelitas, miren bien lo que van a hacer con estos hombres. 36 Porque hace algún tiempo se presentó Teudas, que pretendía ser alguien y al que siguieron unos cuatrocientos hombres; fue muerto y todos los que le seguían se disgregaron y quedaron en nada. 37 Después de éste, en los días del empadronamiento, se presentó Judas el galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí; también éste pereció y todos lós que le habían seguido se dispersaron.38 Ahora, pues, les digo: Desentiéndanse de estos hombres y déjenlos. Porque si este plan o esta obra es de los hombres, fracasará; 39 pero si es de Dios, no conseguirán destruirlos. No sea que se encuentren luchando contra Dios.» Y aceptaron su parecer. 40 Entonces llamaron a los apóstoles; y, después de haberlos azotado, les ordenaron que no hablaran en nombre de Jesús. Y los dejaron libres.41 Ellos marcharon de la presencia del Sanedrín contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultrajes por el Nombre*. 42 Y además ni un solo día cesaban de enseñar en el Templo y por las casas y de anunciar la Buena Nueva de que Jesús es el Cristo.
3, era el representante más importante de la tendencia liberal y más humana en la interpretación de la Ley. Su intervención corresponde a la actitud general del partido fariseo, ver 4 1 + . 5 41 Este Nombre, por el que sufren los apóstoles, es siempre el nombre de Jesús, inseparable de su persona, 2 21+; 3 16 + .
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II.
Primeras misiones
La institución de los Siete.
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' Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos*, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia diaria. 2 Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No está bien que nosotros abandonemos la palabra de Dios por servir a las mesas. 3 Por tanto, hermanos, busquen de entre ustedes a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de saber, y los pondremos al frente de esa tarea; 4 mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra.» 5 La propuesta le pareció bien a toda la asamblea y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito antioqueno*;6 los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos*. 7 La palabra de Dios iba creciendo; el número de los discípulos se multiplicaba considerablemente en Jerusalén; también una gran multitud de sacerdotes iba aceptando la fe.
frentarse a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. 11 Entonces sobornaron a unos hombres para que dijeran: «Hemos oído a éste pronunciar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.» 12 De esta forma amotinaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas; vinieron de improviso, lo agarraron y lo condujeron al Sanedrín. Presentaron entonces testigos falsos que declararon: «Este hombre no para de hablar en contra del Lugar santo y de la Ley; 14 pues lo hemos oído decir que Jesús, ese Nazareno, destruiría este Lugar y cambiaría las costumbres que Moisés nos transmitió.» 15 Fijando en él la mirada todos los que estaban sentados en el Sanedrín, vieron su rostro como el rostro de un ángel*. Discurso de Esteban.
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8 Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y signos entre el pueblo. 9 Se presentaron algunos de la sinagoga llamada de los Libertos, cirenenses y alejandrinos, y otros de Cilicia y Asia, y se pusieron a discutir con Esteban; 10 pero no eran capaces de en-
1 El sumo sacerdote preguntó: «¿Es así?» 2 Él respondió*: «Hermanos y padres, escuchen. El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abrahán cuando estaba en Mesopotamia, antes de que se estableciese en Jarán 3 y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela y vete a la tierra que yo te muestre.4 Entonces salió de la tierra de los caldeos y se estableció en Jarán. Y después de morir su padre, Dios le hizo emigrar de allí a esta tierra que ustedes habitan ahora. 5 Y no le dio en ella como herencia ni la huella de un pie; sino que prometió dársela en posesión a él y a su descendencia después de él, aunque no tenía ningún hijo. 6 Dios habló así: Tus descendientes residirán
6 1 Esta distinción era más cultural que étnica. Los hebreos eran los judíos que vivían en Palestina, ver 2 Co 11 22; Flp 3 5. Los helenistas habían vivido en el extranjero y leían la Biblia en griego; aquí reciben una organización propia y más tarde tomarán la iniciativa de las misiones, 8 1-5; 11 19-20. 6 5 Lucas no da el nombre de «diáconos» a los siete elegidos, aunque se repite la palabra «servicio» idiakonía), ver Flp 1 1+; Tt 1 5+. Su función se precisará en 1 Tm 3 8 + . 6 6 La comunidad, ver 13 1-3, o mejor (v. 3) los apóstoles. -La imposición de manos es un gesto de comunión, unido frecuentemente a la transmisión de una función eclesial, ver
13 3; 1 Tm 4 14+; 5 22; 2 Tm 1 6-7. 6 15 La vista de un ángel provoca un terrui sagrado, ver Je 13 6. Los sanedrilas asisten n una transfiguración de Esteban, que ve la «lo ria de Dios, 7 55-56. Sobre las leoínnlas, ver Ex 13 22; 19 16; 33 20; Mt 17 1; 24 26 U. 7 2 El discurso no es una defensa perno nal, sino una visión de la historia de Israel, en la que se percibe el espíritu del judaismo de la Dispersión: de Abrahán a Jos¿, vv. 2 lo, Mol sés, w . 17-43; Josué, David y Salomón, vv. -I-I 50. Critica el apego a las iusliluelone1. n
Prisión de Esteban.
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como forasteros en tierra extraña y les esclavizarán y les maltratarán durante cuatrocientos años. 1 Pero yo juzgaré —dijo Dios—a la nación a la que sirvan como esclavos, y después saldrán y me darán culto en este mismo lugar. 8 Le dio, además, la alianza de la circuncisión; y así, habiendo engendrado a Isaac, Abrahán le circuncidó el octavo día, y lo mismo Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas*. 9 «Los patriarcas, por envidia, vendieron a José con destino a Egipto. Pero Dios estaba con él 10 y le libró de todas sus tribulaciones y le dio gracia y sabiduría ante Faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador de Egipto y de toda su casa. 11 Sobrevino entonces en todo Egipto y Canaán hambre y gran tribulación; nuestros padres no encontraban víveres. 12 Pero al oír Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres un primer viaje; 13 en el segundo viaje José se dio a conocer a sus hermanos. Faraón conoció el linaje de José. 14 José envió a buscar a su padre Jacob y a toda su parentela: setenta y cinco personas. 15 Jacob bajó a Egipto donde murió él y también nuestros padres; 16 y fueron trasladados a Siquén y depositados en el sepulcro que había comprado Abrahán a precio de plata a los hijos de Jamor, padre de Siquén*. 17 «Conforme se iba acercando el tiempo de la promesa que Dios había hecho a Abrahán, el pueblo creció y se multiplicó* en Egipto, 18 hasta que se alzó un nuevo rey en Egipto que no había conocido a José. 19 Obrando astutamente contra nuestro linaje, este rey maltrató a nuestros padres hasta obligarles a exponer los recién nacidos, para que no vivieran. 20 En esta coyuntura nació Moisés, que era hermoso a los ojos de Dios, que durante tres meses fue criado en la casa de su padre; 21 después fue expuesto y le adoptó la hija de Faraón, quien le crió como hijo suyo. 22 Moisés fue educado en toda la
sabiduría de los egipcios y era poderoso en sus palabras y en sus obras. 23 «Cuando cumplió la edad de cuarenta años, se le ocurrió la idea de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. 24 Y al ver que uno de ellos era maltratado, tomó su defensa y vengó al oprimido matando al egipcio. Pensaba que sus hermanos comprenderían que Dios les daría la salvación por su mano; pero ellos no lo comprendieron. 26 Al día siguiente se les presentó mientras estaban peleándose y trataba de ponerles en paz diciendo: 'Amigos, que son hermanos, ¿por qué se maltratan uno a otro?'27 Pero el que maltrataba a su compañero le rechazó diciendo: '¿Quién te ha nombrado jefe y juez sobre nosotros? 28 ¿Es que quieres tú matarme a mí como mataste ayer al egipcio?'29 Al oír esto Moisés huyó y vivió como forastero en la tierra de Madián, donde tuvo dos hijos. 30 «Al cabo de cuarenta años se le apareció un ángel en el desierto del monte Sinaí, sobre la llama de una zarza ardiendo. 31 Moisés se maravilló al ver la visión, y al acercarse a mirarla, se dejó oír la voz del Señor. 32 'Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob.' Moisés temblaba y no se atrevía a mirar.33 El Señor le dijo: 'Quítate las sandalias de los pies, pues el lugar donde estás es tierra santa. 34 Bien vista tengo la opresión de mi pueblo que está en Egipto y he oído su gemido y he bajado a librarles. Y ahora ven, que te enviaré a Egipto.' 35 «A este Moisés, de quien renegaron diciéndole: ¿quién te ha nombrado jefe y juez?, a éste envió Dios como jefe y redentor por mano del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Éste los sacó, realizando prodigios y signos en la tierra de Egipto, en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años. 37 Éste es el Moisés que dijo a los israelitas: Dios les suscitará un profeta como yo de entre sus hermanos. 38 Este es el que, en la
7 8 Las citas de los w . 3-8, son de Gn 12 I.7; 15 2.13-14; Ex 3 12; Gn 17 10; 21 4, todas según la Biblia griega. 7 16 Las citas de los w . 9-16 son de Gn 37 II.28; 39 2-3.21-23; 41 40-42.54-55; 42 1-5; 46
27; 49 33; 50 13; Jos 24 32. 7 17 Para este resumen de la historia de Moisés, w . 17-43, ver Ex 1 7-8.10-11.22; 2 211.15; 3 1-10; 7 3; Nm 14 33; Dt 18 15.
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asamblea del desierto, estuvo con el án- 49 El cielo es mi trono gel que le hablaba en el monte Sinaí, y y la tierra el estrado de mis pies. con nuestros padres*; el que recibió Dice el Señor: ¿Qué casa me van
8 27, e inútil, puesto que Dios no puede M I contenido allí. Ver Sal 132 5; I K ft .';!-. r»o I 2. Así encausa el culto del venlndeio Plus comparándolo con la idola(rí;i. 7 55 A Esteban, 6 11-14, se le lim en I mos reproches que a Jesús. Su inuei le I MIIIO primer mártir, 22 20, se aseine|iini liuublOii h la de Jesús, Le 23 46, 34. 7 58 Saulo, el futuro apóMol H I ' M , l) 20; 26 10, que más larde cambialM MI IMmil>I
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' ' Sanio aprobaba su muerte.
Aquel día se desató una gran per.e» m ion contra la Iglesia de Jerusalén. l odos se dispersaron por las regiones
Simón el mago. 9 Sin embargo, ya de tiempo atrás había en la ciudad un hombre llamado Simón que practicaba la magia y tenía atónito al pueblo de Samaría y decía que él era alguien importante. 10 Y todos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención y decían: «Este es la Potencia de Dios llamada la Grande.» " L e prestaban atención porque les había tenido atónitos por mucho tiempo con sus artes de magia. 12 Pero cuando creyeron a Felipe que anunciaba la Buena Nueva del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, empezaron a bautizarse hombres y mujeres.13 Hasta el mismo Simón creyó y, una vez bautizado, no se apartaba de Felipe; y es-
8 1 En los w . 1-4 están esbozados los diversos temas desarrollados hasta el cap. 12. 8 5 Los samaritanos eran hermanos de raza y religión, pero separados de la comunidad de Israel, ver 2 R 17 24+; Le 9 52; Jn 4 9. 8 17 Ligado con el bautismo, 1 5 + ; 2 38 + , aparece aquí otro rito que comunica el Espíritu por imposición de las manos, 9 17-18; 19
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taba atónito al ver los signos y grandes milagros que se realizaban. 14 Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaría había aceptado la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. 15 Éstos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; 16 pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. 17 Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo*. 18 Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu, les ofreció dinero diciendo: 19 «Denme a mí también ese poder: que reciba el Espíritu Santo aquel a quien yo imponga las manos.» 20 Pedro le contestó: «Que tu dinero sea para ti tu perdición; pues has pensado que el don de Dios se compra con dinero.21 En este asunto no tienes tú parte ni herencia, pues tu corazón no es recto delante de Dios. 22 Arrepiéntete, pues, de esa tu maldad y ruega al Señor, a ver si se te perdona ese pensamiento de tu corazón; 3 porque veo que tú estás con la amargura de la hiél y encadenado por la maldad*.» 24 Simón respondió: «Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no venga sobre mí ninguna de esas cosas que han dicho.» 25 Ellos, después de haber dado testimonio y haber predicado la palabra del Señor, se volvieron a Jerusalén evangelizando muchos pueblos samaritanos. Felipe bautiza a un eunuco*. 26 Un ángel del Señor habló así a Felipe: «Levántate y marcha hacia el sur por el camino que baja de Jerusalén a Gaza. Es desierto.» 27 Se levantó y partió. Y he aquí que un etíope eunuco, alto funcionario de Candace, reina de los etíopes, que estaba a cargo de todos
5-6, y que está en el origen del sacramento de la Confirmación. Ver 1 Tm 4 14+. 8 23 De esta anécdota procede el término «simonía» para designar el comercio con las cosas santas. 8 26 El anuncio de Cristo alcanza esta vez a un gentil, procedente del lejano reino de Kus, la actual Nubia.
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sus tesoros, y había venido a adorar en Jerusalén, regresaba sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías. 29 El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y ponte junto a ese carro.» 30 Felipe corrió hasta él y le oyó leer al profeta Isaías; y le preguntó: «¿Entiendes lo que vas leyendo?» 31 Él respondió: «¿Cómo lo puedo entender si nadie me hace de guía?» Y rogó a Felipe que subiese y se sentase con él. 32 El pasaje de la Escritura que iba leyendo era éste*:
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Vocación de Saulo*. =22 5-16; =26 9-18; ver Ga 1 12-17.
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34 El eunuco preguntó a Felipe: «Te ruego me digas de quién dice esto el profeta: ¿de sí mismo o de otro?» 35 Felipe entonces tomó la palabra y, partiendo de este texto de la Escritura, se puso a anunciarle la Buena Nueva de Jesús. 36 Siguiendo el camino llegaron a un sitio donde había agua. El eunuco dijo: «Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado*?»[37] 38 Y mandó detener el carro. Bajaron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y lo bautizó; 39 y al subir del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y ya no le vio más el eunuco, que siguió gozoso su camino. 40 Felipe se encontró en Azoto y recorría evangelizando todas las ciudades hasta llegar a Cesarea.
1 Entretanto Saulo, respirando todavía amenazas y muertes contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote,2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que, si encontraba algunos seguidores del Camino*, hombres o mujeres, los pudiera llevar presos a Jerusalén. 3 Sucedió que, yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le envolvió una luz venida del cielo, 4 cayó en tierra y oyó una voz que le decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?» 5 Él preguntó: «¿Quién eres, Señor?» Y él: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues*. 6 Pero levántate, entra en la ciudad y te dirán lo que debes hacer.» 7 Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto, pues oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía sus ojos bien abiertos, no veía nada. Le llevaron de la mano y le introdujeron en Damasco. 9 Pasó tres días sin ver, y sin comer ni beber. 10 Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: «Ananías.» Él respondió: «Aquí estoy, Señor.» 11 Y el Señor: «Levántate y vete a la calle Recta y pregunta en casa de Judas por uno de Tarso llamado Saulo; mira, está en oración 12 y ha visto que un hombre llamado Ananías entraba y le imponía las manos para recobrar la vista.» 13 Respondió Ananías: «Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y de los muchos males que ha causado a tus santos* en Jerusalén 14 y que aquí tiene poderes de los sumos sacerdotes para apresar a todos los que invocan
8 32 Cita de Is 53 7-8, conforme a los LXX. Sobre el empleo de Is 53 en la predicación cristiana primitiva, ver 3 13+ y Le 4 17-21p. 8 36 El v. 37 es una glosa muy antigua conservada en el texto occidental y que se inspira en la liturgia bautismal: «Dijo Felipe: si crees de todo corazón, es posible. Respondió él: creo que Jesucristo es el Hijo de Dios». 9 De este acontecimiento Hch da tres referencias, cuyas divergencias de detalles se explican por la diferencia de géneros literarios; las otras dos forman parte de los discursos de Pablo, 22 5-16; 26 9-18; ver Ga 1 12-17; 1 Co
15 8-10; etc. 9 2 El camino designa en Hch el estilo de vida de la comunidad cristiana, 18 25-26; 19 9.23; etc. Ver también Mt 7 13-14+; Ju 14 6. 9 5 Todo lo que se hace a los discípulos por el Nombre de Jesús, se hace al mismo Jesús, Mt 10 40+; 1 Co 12 12 + . 9 13 Son santos los que están consagrados al servicio del Santo, Lv 17+. Esle lílulo del pueblo de Israel, Ex 19 6 + ; Dn 7 18, pasa a los cristianos, 1 P 2 5.9; etc., y llega a ser una de sus denominaciones ordinarias en el NT, Hch 9 32.41; Rm 1 7; 1 Co 1 2; 16 I i ; etc.
«Fue llevado como una oveja al matadero; y como cordero, mudo delante del que lo trasquila, así él no abre la boca. 33 En su humillación le fue negada la justicia; ¿quién podrá contar su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra.»
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ln nombre.» 13 El Señor le respondió: «Vele, pues éste me es un instrumento elegido para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel*. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre.» 17 Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saúl, hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y te llenes del Espíritu Santo.» 18 Al instante cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista; se levantó y fue bautizado. 19 Tomó alimento y recobró las fuerzas. Predicación de Saulo en Damasco. Ga 1 16-17. Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco, 20 y en seguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas: Éste es el Hijo de Dios*. 21 Todos los que le oían quedaban asombrados y decían: «¿No es éste el que en Jerusalén perseguía encarnizadamente a los que invocan ese nombre, y ha venido aquí con el objeto de llevárselos encadenados a los sumos sacerdotes?» 22 Pero Saulo se fortalecía y confundía a los judíos que vivían en Damasco demostrándoles que éste es el Cristo. 23 Al cabo de bastante tiempo los judíos tomaron la decisión de matarle. 24 Pero Saulo tuvo conocimiento de su conjura. Hasta las puertas estaban vigiladas día y noche para poderle matar. 25 Pero los discípulos le tomaron durante la noche y le descolgaron por la muralla dentro de una canasta.
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cómo había visto al Señor en el camino y que le había hablado y cómo había predicado con valentía en Damasco en el nombre de Jesús.28 Andaba con ellos por Jerusalén, predicando con valentía en el nombre del Señor. 29 Hablaba también y discutía con los helenistas; pero éstos intentaban matarlo. 30 Los hermanos, al saberlo, le llevaron a Cesarea y le enviaron a Tarso. Período de tranquilidad*. 31 Las Iglesias por entonces gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaría; pues se edificaban y progresaban en el temor del Señor y estaban llenas de la consolación del Espíritu Santo.
Pedro cura en Lida a un paralítico. 32 Pedro, que andaba recorriendo todos los lugares, bajó también a visitar a los santos que habitaban en Lida. 33 Encontró allí a un hombre llamado Eneas, tendido en una camilla desde hacía ocho años, pues estaba paralítico. 34 Pedro le dijo: «Eneas, Jesucristo te cura; levántate y arregla tu lecho.» Y al instante se levantó. 35 Todos los habitantes de Lida y Sarón le vieron, y se convirtieron al Señor.
Pedro resucita en Jope a una mujer.
26 Llegó a Jerusalén e intentaba juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo. 27 Entonces Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles y les contó
36 Había en Jope una discípula llamada Tabitá, que quiere decir Dorkás*. Era rica en buenas obras y en limosnas que hacía.37 Por aquellos días enfermó y murió. La lavaron y la pusieron en el piso superior. 38 Lida está cerca de Jope, y los discípulos, al enterarse que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres con este ruego: «No tardes en venir a nosotros.» 39 Pedro partió inmediatamente con ellos. Así que llegó le hicieron subir al piso superior y se le presentaron todas
9 '15 Ver Jr 1 10. La misión de Pablo concierne a «lodos los hombres», 13 5 + ; 22 15; 26 17; Km 1 1+.5; 16 25 + ; Ga 1 16 + ; lTm 2 7; ele. ver Jn 11 52 + . *> ,'0 l'.l iíiiilo ¡lijo de Dios corresponde a ( i islon del v. 22. Ver 13 33; Mi 4 3 + . Carac-
teriza a la cristología paulina, Ga 1 16; 2 20; 4 4.6; Rm 1 3-4.9; 1 Ts 1 10; ver Rm 9 5 + . 9 31 Resumen literario, ver 2 42 + , que introduce una sección en la que el protagonista es Pedro. 9 36 El nombre significa «gacela».
Saulo en Jerusalén. Ga 1 18-19.
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las viudas llorando y mostrando las túnicas y los mantos que Dorkás hacía mientras estuvo con ellas.40 Pedro hizo salir a todos, se puso de rodillas y oró; después se volvió al cadáver y dijo: «Tabitá, levántate.» Ella abrió sus ojos y al ver a Pedro se incorporó. 41 Pedro le dio la mano y la levantó. Llamó a los santos y a las viudas y se la presentó viva. 42 Esto se supo por todo Jope y muchos creyeron en el Señor. 43 Pedro permaneció en Jope bastante tiempo en casa de un tal Simón, curtidor. Pedro va a casa de un centurión romano*. 1 Había en Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada Itálica, 2 piadoso y temeroso de Dios*, como toda su familia, daba muchas limosnas al pueblo y continuamente oraba a Dios. 3 Vio claramente en visión, hacia las tres de la tarde, que el ángel de Dios entraba en su casa y le decía: «Cornelio.» 4 Él le miró fijamente y lleno de espanto dijo: «¿Qué pasa, señor?» Le respondió: «Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios. 5 Ahora envía hombres a Jope y haz venir a un tal Simón, a quien llaman Pedro.6 Éste se hospeda en casa de un tal Simón, curtidor, que tiene la casa junto al mar.» 7 Apenas se fue el ángel que le hablaba, llamó a dos criados y a un soldado piadoso, de entre sus asistentes, 8 les contó todo y los envió a Jope. 9 Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, subió Pedro a la terraza, sobre el mediodía, para hacer oración. 10 Sintió hambre y quiso comer. Mientras se lo preparaban le sobrevino un éxtasis, 11 y vio el cielo abierto y que bajaba hacia la tie-
10 La conversación de Cornelio es de un gran alcance: prepara la asamblea de Jerusalén, 15 7-29. Este primer bautismo de paganos manifiesta el designio de Dios: los cristianos venidos del paganismo no deben someterse ni a la Ley ni a las prescripciones rituales. Ver Ga 2 2-10.11-21. 10 2 Las expresiones temeroso de Dios, 10
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rra una cosa así como un gran lienzo, atado por las cuatro puntas.12 Dentro de él había toda suerte de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo. 13 Y una voz le dijo: «Levántate, Pedro, sacrifica y come.» 14 Pedro replicó: «De ninguna manera, Señor; porque jamás he comido nada profano e impuro.» 15 La voz le dijo por segunda vez: «Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano*.» 16 Esto se repitió tres veces, e inmediatamente la cosa aquella fue elevada hacia el cielo. 17 Mientras estaba Pedro perplejo pensando qué podría significar la visión que había visto, de pronto los hombres enviados por Cornelio, después de preguntar por la casa de Simón, se presentaron en la puerta; 18 llamaron y preguntaron si se hospedaba allí Simón, llamado Pedro. 19 Estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: «Ahí tienes unos hombres que te buscan.20 Baja, pues, al momento y vete con ellos sin vacilar, pues yo los he enviado.» 21 Pedro bajó hacia ellos y les dijo: «Yp soy el que buscan; ¿por qué motivo han venido?» 22 Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, reconocido como tal por el testimonio de toda la nación judía, ha recibido de un ángel santo el aviso de hacerte venir a su casa y de escuchar lo que tú digas.» 23 Entonces les invitó a entrar y les dio hospedaje. Al día siguiente se levantó y se fue con ellos; le acompañaron algunos hermanos de Jope.24 Al siguiente día entró en Cesarea. Cornelio los estaba esperando. Había reunido a sus parientes y a los amigos íntimos. 25 Cuando Pedro entraba, salió Cornelio a su encuentro y cayó postrado a sus pies. 26 Pedro le levantó diciéndo: «Levántate, que también yo soy un hombre.» 27 Y conversando con él entró y encontró a muchos reunidos. 28 Y les dijo: «Ustedes 2.22.35; 13 16.26, y adorador de Dios, 13 43.50; 17 4.17; 18 7, que equivalen a «piadoso» o «religioso», se aplican a los gentiles simpatizantes del Judaismo. 10 15 Se invita a Pedro a liberarse de sus escrúpulos respecto a la pureza legal, 119. Ver Mt 15 l-20p; Rm 14 14.17. La aplicación se hace en los w . 34-35 y en 15 9.
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saben que le está prohibido a un judío ¡uiliarse con un extranjero o entrar en su casa; pero a mí me ha mostrado Dios que no hay que llamar profano o impuro a ningún hombre. 29 Por eso al ser llamado he venido sin protestar. Les pregunto, pues, por qué motivo me han enviado a llamar.» Cornelio respondió: «Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo haciendo la oración de la tarde en mi casa, y de pronto se presentó delante de mí un varón con vestido resplandeciente, 31 y me dijo: 'Cornelio, tu oración ha sido oída y se han recordado tus limosnas ante Dios; 32 envía, pues, alguien a Jope y haz venir a Simón, llamado Pedro, que se hospeda en casa de Simón el curtidor, junto al mar.' 33 Al instante mandé algunos a tu casa, y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros, en la presencia de Dios, estamos dispuestos para escuchar todo lo que te ha sido ordenado por el Señor.» Discurso de Pedro en casa de Cornelio. 34 Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: «Verdaderamente comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en cualquier nación el que le teme y practica la justicia le es grato*. 36 «El ha enviado su palabra a los hijos de Israel, anunciándoles la Buena Nueva de la paz* por medio de Jesucristo que es el Señor de todos. 37 Ustedes saben lo que sucedió en toda Judea*, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo; 38 cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo* y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él; 39 y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén; a quien llegaron a matar eol-
io 35 Terminología cultual (ver v. 4). Es grato a Dios el sacrificio irreprochable o el que lo ofrece, Dt 10 17; Lv 1 3; etc. Ver Rm 2 11; Ga 2 6; 1 P 1 17; Mt 22 16p. 10 36 Veris 52 7; Na 2 1; Rm 10 12.15. 10 37 Los w . 37-42 forman un resumen de la historia evangélica, ver 1 21-22; 2 22+, que
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gándole de un madero;40 a éste, Dios le resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, 41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos. 42 Y nos mandó que predicáramos al Pueblo, y que diéramos testimonio de que él está constituido por Dios juez de vivos y muertos.43 De esto todos los profetas dan testimonio: que todo el que cree en él alcanza, por su nombre, el perdón de los pecados.» Bautismo de los primeros gentiles*. 44 Estaba Pedro diciendo estas cosas cuando el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban la palabra.45 Y los fieles circuncisos que habían venido con Pedro quedaron asombrados al ver que el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles, 46 pues les oían hablar en lenguas y glorificar a Dios. Entonces Pedro dijo: 47 «¿Acaso puede alguno negar el agua del bautismo a éstos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?» 48 Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara algunos días.
Pedro justifica su conducta en Jerusalén.
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1 Los apóstoles y los hermanos residentes en Judea oyeron que también los gentiles habían aceptado la palabra de Dios.2 Cuando Pedro subió a Jerusalén, los de la circuncisión se lo reprochaban, 3 diciéndole: «Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos.» 4 Pedro entonces se puso a explicarles punto por punto diciendo: 5 «Estaba yo en oración en la ciudad de Jope y en éxtasis vi una visión: un objeto como un lienzo grande,
subraya los puntos que Lucas pone de relieve en su evangelio. 10 38 Veris 61 1; Mt 3 16p. 10 44 Es el «Pentecostés de los gentiles», análogo al primer Pentecostés, v. 47; 11 15; 15 8. Ver 1 5+; 2 1-6.38 + .
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atado por las cuatro puntas, que bajaba del cielo y llegó hasta mí. 6 Lo miré atentamente y vi en él los cuadrúpedos de la tierra, las bestias, los reptiles, y las aves del cielo.7 Oí también una voz que me decía: 'Pedro, levántate, sacrifica y come.'8 Y respondí: 'De ninguna manera, Señor; pues jamás entró en mi boca nada profano ni impuro.' 9 Me dijo por segunda vez la voz venida del cielo: 'Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano.' 10 Esto se repitió hasta tres veces; y al fin fue retirado todo de nuevo al cielo. 11 «En aquel mismo momento se presentaron tres hombres en la casa donde estábamos, enviados a mí desde Cesarea. 12 El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin plantearme dudas. Vinieron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre. 13 Él nos contó cómo había visto al ángel que se presentó en su casa y le dijo: 'Manda a buscar en Jope a Simón, llamado Pedro, 14 quien te dirá palabras que traerán la salvación para ti y para toda tu casa.' 15 «Había empezado yo a hablar cuando cayó sobre ellos el Espíritu Santo, como sucedió al principio sobre nosotros. 16 Me acordé entonces de aquellas palabras que dijo el Señor: Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo*. 17 Por tanto, si Dios les ha concedido el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poner obstáculos a Dios*?» 18 Al oír esto se tranquilizaron y glorificaron a Dios diciendo: «Así pues,
también a los gentiles les ha dado Dios la conversión que lleva a la vida.»
11 16 Ver 1 5+; Le 3 16. 11 17 Según Hch, el primero que ha incorporado gentiles a la Iglesia es Pedro. La Asamblea de Jerusalén, 15 5-29, aparece como la continuación o la reanudación de las deliberaciones de 11 1-18. 11 19 El relato es continuación de 8 1-4, pero supone la conversión de Pablo que después de aquel momento, se mantuvo aparte durante largo tiempo, Ga 1 18; 2 1. La fundación de una Iglesia en Antioquía señala un momento de capital importancia, 18+. 11 20 En la predicación a los gentiles se da a Jesús el título de «Señor», ver 25 26 + , con preferencia al título de «Cristo», que respondía a la espera particular de los judíos.
11 22 Esta Iglesia ejerce en estos primeros tiempos un derecho de supervisión sobre las demás Iglesias, ver 8 14; 11 1; Ga 2 2. -Bernabé presentó a Saulo a los apóstoles, 9 26-30, y lo asoció a su misión. Antioquía será el punto de partida de las misiones de Pablo. 11 26 Cristianos, partidarios o seguidores de Cristus (o Crestus). Al inventar este apodo, los gentiles de Antioquía tomaron el título de «Cristo» (ungido) como un nombre propio. 11 27 La misión de los profetas era exhortar y animar, 15 32; 21 10; 1 Co 14, a veces leer en los corazones y anunciar el porvenir, 1 Co 14 24-25; Hch 11 28; en fin y sobre todo, descubrir los misterios de la Escritura, 1 Co 13 2; Ef 3 5; Rm 16 25+; 1 P 1 10-12; Ap 1 3; etc.
Fundación de la Iglesia de Antioquía*. 19 Así pues, los que se habían dispersado por la persecución originada a la muerte de Esteban, llegaron en su recorrido hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra a nadie más que a los judíos. 20 Pero había entre ellos algunos chipriotas y cirenenses que, al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos y les anunciaban la Buena Nueva del Señor Jesús*. 21 La mano del Señor estaba con ellos, y un crecido número recibió la fe y se convirtió al Señor. 22 La noticia de esto llegó a oídos de la Iglesia de Jerusalén* y enviaron a Bernabé a Antioquía. 23 Cuando llegó y vio el don de Dios se alegró y exhortaba a todos a permanecer unidos al Señor, con firme propósito, 24 porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una considerable multitud se agregó al Señor. 25 Partió para Tarso én busca de Saulo, 26 y en cuanto lo encontró lo llevó a Antioquía. Estuvieron juntos durante un año entero en aquella Iglesia e instruyeron a una gran muchedumbre. En Antioquía fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de «cristianos*».
Bernabé y Saulo, delegados para ir a Jerusalén. 27 Por estos mismos días bajaron unos profetas* de Jerusalén a Antio-
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quía. 28 Uno de ellos, llamado Ágabo, movido por el Espíritu, se levantó y profetizó que vendría una gran hambre sobre toda la tierra; es la que hubo en liempo de Claudio. 29 Los discípulos determinaron enviar algunos recursos, según las posibilidades de cada uno, para los hermanos que vivían en Judea. 30 Así lo hicieron y se los enviaron a los presbíteros* por medio de Bernabé y de Saulo. Prisión de Pedro y su milagrosa liberación. I ^ 1 Por aquel tiempo el rey HeroX £ des echó mano a algunos de la Iglesia para maltratarlos. 2 Hizo morir por la espada a Santiago, el hermano de Juan. 3 Al ver que esto les gustaba a los judíos, se atrevió a encerrar también a Pedro. Eran los días de los Ázimos. 4 Le apresó, pues, le metió en la cárcel y le confió a cuatro escuadras de cuatro soldados para que lo custodiaran, con la intención de presentarle ante el pueblo después de la Pascua. 5 Así pues, Pedro estaba custodiado en la cárcel, mientras la Iglesia oraba insistentemente por él a Dios. 6 Cuando ya Herodes le iba a presentar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas; también unos centinelas ante la puerta custodiaban la cárcel. 7 De pronto se presentó el ángel del Señor y la celda se llenó de luz. El ángel golpeó a Pedro en el costado, le despertó y le dijo: «Levántate aprisa.» Y cayeron las cadenas de sus manos.8 Le dijo el ángel: «Cíñete y cálzate las sandalias.» Así lo hizo. Añadió: «Ponte el manto y sigúeme.» 9 Salió y se disponía a seguirle. No acababa de darse cuenta de que era real cuanto hacía el ángel, sino que se figuraba ver una visión. ,0 Habiendo atravesado la primera y la II 30 Mencionados aquí por primera vez; ver 15 4; 21 18. Los presbíteros o ancianos participaban en el gobierno de la comunidad, 14 23 + ; 20 17; verTt 15 + , como los ancianos de la comunidad judía, 4 5.23; 6 12; Mt 16 21;
de.
12 12 Marcos, primo de Bernabé, Col 4 10, compañero de Pablo, 12 25; 13 13; Flm 24;
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segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. Esta se les abrió por sí misma. Salieron y recorrieron una calle. Y de pronto el ángel se apartó de él. 11 Pedro volvió en sí y dijo: «Ahora me doy cuenta realmente de que el Señor ha enviado su ángel y me ha librado de las manos de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos.» 12 Consciente de su situación, marchó a la casa de María, la madre de Juan, por sobrenombre Marcos*, donde se hallaban muchos reunidos y en oración. 13 Llamó él a la puerta de la entrada y salió a abrirle una sirvienta llamada Rosa; 14 quien, al reconocer la voz de Pedro, de pura alegría no abrió la puerta, sino que entró corriendo a anunciar que Pedro estaba a la puerta. 15 Ellos le dijeron: «Estás loca.» Pero ella continuaba afirmando que era verdad. Entonces ellos dijeron: «Será su ángel.» 16 Pedro entretanto seguía llamando. Al abrirle, lo vieron, y quedaron asombrados. 17 Él les hizo señas con la mano para que callaran y les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y añadió: «Comuniquen esto a Santiago* y a los hermanos.» Salió y marchó a otro lugar. 18 Cuando vino el día hubo un alboroto no pequeño entre los soldados, sobre qué habría sido de Pedro. 19 Herodes lo hizo buscar y, al no encontrarlo, procesó a los guardias y mandó ejecutarlos. Después bajó de Judea a Cesarea y se quedó allí. Muerte de Herodes. 20 Estaba Herodes fuertemente irritado con los de Tiro y Sidón. Éstos, de común acuerdo, se le presentaron y habiéndose ganado a Blasto, camarero del rey, solicitaban hacer las paces, pues su país se abastecía del territorio del rey.
2 Tm 4 11, y de Pedro, 1 P 5 13, en la evangelización. Ver 15 37-39. La tradición lo reconoce como autor del segundo evangelio. 12 17 Santiago es el hermano del Señor, Ga 1 19, que fue el jefe del grupo «hebreo» de los cristianos de Jerusalén, 15 13; 21 18; 1 Co 15 7. -A excepción de 15 7-11, Pedro desaparece del libro de los Hechos, 1 Co 9 5; Ga 2 11.
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El día señalado, Herodes, vestido con el manto real y sentado en la tribuna, les arengaba.22 Entonces el pueblo se puso a aclamarle: «¡Es un dios el que habla, no un hombre!» 23 Pero inmediatamente le hirió el ángel del Señor porque no había dado la gloria a Dios; y, convertido en pasto de gusanos, expiró. 21
III.
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Bernabé y Saulo vuelven a Antioquía. 24 Entretanto la palabra de Dios crecía y se propagaba. 25 Bernabé y Saulo volvieron, una vez cumplido su ministerio en Jerusalén, trayéndose consigo a Juan, por sobrenombre Marcos.
Misión de Bernabé y Pablo. Asamblea de Jerusalén
La misión. 1 ^ 1 Había en Antioquía, en la IgleX . 3 sia allí establecida, profetas y maestros*: Bernabé, Simeón apodado el Negro, Lucio de Cirene, Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo.2 Mientras estaban celebrando el culto del Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: «Sepárenme ya a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los tengo llamados.» 3 Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los enviaron*. En Chipre. El mago Elimas. 4 Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí navegaron hasta Chipre. 5 Llegados a Salamina anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos*. Tenían también a Juan que les ayudaba. 6 Habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, encontraron a un mago, un falso profeta judío, llamado Barjesús,7 que vivía con el procónsul Sergio Paulo, hombre prudente. Éste hizo llamar a Bernabé y Saulo, deseoso de escuchar la palabra de Dios. 8 Pero se les oponía el mago Elimas —pues eso quiere decir su nombre— intentando
13 1 Sobre los profetas, ver 11 27 + . Los maestros son los encargados de dar a sus hermanos una enseñanza moral o doctrinal, normalmente basada en la Escritura. Ver 1 Co 14 6.26. 13 3 Ver 6 6 + ; 14 26. 13 5 Aunque enviado también a los gentiles, 9 15 + , Pablo se dirige siempre en primer lugar a los judíos, 13 14; 14 1; 17 2; etc.; ver Rm
apartar al procónsul de la fe. 9 Entonces Saulo, también llamado Pablo*, lleno de Espíritu Santo, mirándole fijamente, 10 le dijo: «Tú, repleto de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia, ¿no dejarás ya de torcer los rectos caminos del Señor? 11 Pues ahora, mira la mano del Señor sobre ti. Te quedarás ciego y no verás el sol hasta un tiempo determinado.» Al instante cayeron sobre él oscuridad y tinieblas y daba vueltas buscando quien lo llevara de la mano. 12 Entonces, al ver lo ocurrido, el procónsul creyó, impresionado por la doctrina del Señor. Llegan a Antioquía de Pisidia. 13 Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Pero Juan se separó de ellos y se volvió a Jerusalén, 14 mientras que ellos, partiendo de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. 15 Después de la lectura de la Ley y los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir: «Hermanos, si tienen alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablen.» 16 Pablo se levantó, hizo señal con la mano y dijo:
1 16; 2 9-10; etc; y no se vuelve a los paganos sino después de haber sido rechazado por los judíos, 13 46; 18 6; 28 28; Rm 9 22 k Ver I Ich 3 26; 1 Ts 2 14 + . 13 9 Hch da aquí por primera voz a Pablo su nombre romano, que en adelante será su único nombre. También linee pasara l'ahlo al primer plano del l eíalo.
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Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. 31 Él se apareció durante muchos días a los que habían subido con él «Israelitas y cuantos temen a Dios, de Galilea a Jerusalén y que ahora son escuchen: 17 El Dios de este pueblo, Istestigos suyos ante el pueblo*. 32 «También nosotros les anunciarael, eligió a nuestros padres, engrandeció al pueblo durante su permanen- mos la Buena Nueva de que la Promesa cia en la tierra de Egipto y los sacó con hecha a los padres 33 Dios la ha cumsu brazo extendido. 18 Y durante unos plido en nosotros, los hijos, al resucitar cuarenta años los rodeó de cuidados en a Jesús, como está escrito en los salel desierto; 19 después, habiendo extermos: Hijo mío eres tú; yo te he engenminado siete naciones en la tierra de Ca- drado hoy*.34 Y que le resucitó de entre naán, les dio en herencia su tierra*, los muertos para nunca más volver a la 20 por unos cuatrocientos cincuenta corrupción, lo tiene declarado: Les daré años. Después de esto les dio jueces las cosas santas de David, las verdade21 hasta el profeta Samuel. Luego pidie- ras*. 35 Por eso dice también en otro luron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo gar: No permitirás que tu santo experide Cis, de la tribu de Benjamín, duran- mente la corrupción*. 36 Ahora bien, te cuarenta años.22 Depuso a éste y les David, después de haber cumplido en suscitó por rey a David, de quien pre- sus días la voluntad de Dios, murió, se cisamente dio este testimonio: He enreunió con sus padres y experimentó la contrado a David, el hijo de Jesé, un corrupción. 37 En cambio aquel a quien hombre según mi corazón, que realizará Dios resucitó, no experimentó la co23 todo lo que yo quiera*. De su descenrrupción. dencia, Dios, según la Promesa, ha sus™ «Tengan, pues, entendido, hermacitado para Israel un Salvador, Jesús. nos, que por medio de éste se les anun24 Juan predicó como precursor, antes cia el perdón de los pecados; y la total de su venida, un bautismo de conver- justificación que no pudieron obtener sión a todo el pueblo de Israel. 25 Al fipor la Ley de Moisés 39 la obtiene por nal de su carrera, Juan decía: 'Yo no él todo el que cree. 40 Cuiden, pues, de soy el que ustedes piensan, sino miren que no sobrevenga lo que dijeron los que viene detrás de mí aquel a quien Profetas: no soy digno de desatar las sandalias 41 Miren, los que desprecian, de los pies.' 26 «Hermanos, hijos de la raza de asómbrense y desaparezcan, Abrahán, y cuantos entre ustedes temen porque en sus días yo voy a realizar a Dios: a ustedes ha sido enviada esta una obra, palabra de salvación. 27 Los habitantes que no creerán aunque se la cuenten*.» de Jerusalén y sus jefes cumplieron, sin 42 Al salir les rogaban que les hablasaberlo, las Escrituras de los profetas que se leen cada sábado;28 sin hallar en ran sobre estas cosas el siguiente sáél ningún motivo de muerte pidieron a bado. 43 Disuelta la reunión, muchos Pilato que lo hiciera morir. 29 Y cuando judíos y prosélitos que adoraban a Dios hubieron cumplido todo lo que referen- siguieron a Pablo y a Bernabé; éstos te a él estaba escrito, lo bajaron del ma- conversaban con ellos y los persuadían dero, y lo pusieron en el sepulcro. a perseverar fieles a la gracia de Dios. Predicación de Pablo anlc los judíos*.
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13 16 En este discurso inaugural de Pablo, Hch quiere reflejar la predicación del Apóstol a los judíos. Tiene dos partes: w . 16-25, resumen de historia sagrada; w . 26-39, Jesús, muerto y resucitado, es el Mesías esperado (predicaciónafín al discurso de Pedro, 2 22+). I-I discurso concluye, w . 40-41, con una severa admonición tomada de la Escritura, ver 28 26-27.
13 19 Ver Dt 1 31; 7 1. 13 22 Ver Sal 89 21; 1 S 13 14; Is 44 28. 13 31 Al testimonio de los Doce, 1 8; 2 32; 10 39.42; etc., Pablo asocia el suyo, 9 15 + ; 18 5; 20 24; 22 15; etc.; 1 Co 15 3-11; ver Rm 1 1 +. 13 33 Cita de Sal 2 7. 13 34 Cita de Is 55 3. 13 35 Cita de Sal 16 10. Ver Hch 2 31. 13 41 Cita de Ha 1 5.
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Pablo y Bernabé se dirigen a los gentiles. 44 El sábado siguiente se congregó casi toda la ciudad para escuchar la palabra de Dios. 45 Los judíos, al ver a la multitud, se llenaron de envidia y contradecían con blasfemias cuanto Pablo decía. 46 Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía*: «Era necesario anunciarles a ustedes en primer lugar la palabra de Dios; pero ya que la rechazan y ustedes mismos no se consideran dignos de la vida eterna, miren que nos volvemos a los gentiles.47 Pues así nos lo ordenó el Señor: Te he puesto corno la luz de los gentiles, para que tú seas la salvación hasta el fin de la tierra*.» 48 Al oír esto los gentiles se alegraron y se pusieron a glorificar la palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban destinados a una vida eterna. 4y Y la palabra del Señor se difundía por toda la región. Pero los judíos incitaron a mujeres piadosas y de la nobleza, y a los principales de la ciudad; promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé y les echaron de su territorio.51 Éstos sacudieron contra ellos el pplvo de sus pies y se fueron a Iconio. 52 Los discípulos, en cambio, se llenaban de gozo y del Espíritu Santo.
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Con todo se detuvieron allí bastante tiempo, hablando con valentía del Señor que daba testimonio de la predicación de su gracia, concediéndoles obrar por sus manos signos y prodigios. 4 La gente de la ciudad se dividió: unos a favor de los judíos y otros a favor de los apóstoles.5 Como se produjera un movimiento de judíos y gentiles con sus jefes para ultrajarlos y apedrearlos, 6 al saberlo, huyeron a las ciudades de Licaonia, a Listra y Derbe y sus alrededores*. 7 También allí se pusieron a anunciar la Buena Nueva. 3
Curación de un tullido. 3 1-10.
1 En Iconio, entraron como de costumbre en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que gran multitud de judíos y griegos abrazaron la fe. 2 Pero los judíos que no habían creído excitaron y envenenaron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.
8 En Listra estaba sentado un hombre tullido de pies, cojo de nacimiento y que nunca había andado. 9 Éste escuchaba a Pablo que hablaba. Pablo fijó en él su mirada y viendo que tenía fe para ser curado, 10 le dijo con fuerte voz: «Ponte derecho sobre tus pies.» Y él se levantó de un salto y se puso a caminar. 11 La gente, al ver lo que Pablo había hecho, empezó a gritar en licaonio: «Los dioses han bajado hasta nosotros en figura de hombres.» 12 A Bernabé le llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque era quien dirigía la palabra*. 13 El sacerdote del templo de Zeus que hay a la entrada de la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas y a una con la gente se disponía a ofrecer un sacrificio. 14 Al oírlo los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus vestidos y se lanzaron en medio de la gente gritando: 15 «Amigos*, ¿por qué hacen esto? Nosotros somos también hombres, de igual condición que ustedes, que les predicamos que abandonen estas cosas
13 46 Esta idea de «osadía» o valentía se repite con insistencia cuando se trata de Pablo, 9 27-28; 14 3; 19 8; 26 26; 28 31. 13 47 Cita libre, según el griego, de Is 49 6. El texto puede entenderse, o del mismo Pablo (ver 26 17-18), apóstol y doctor de los gentiles, o bien de Cristo resucitado (ver Le 2 32, que depende de Is 49 6.9), luz de las naciones que iluminará mediante el testimonio de los apóstoles, ver Hch 18 + . 14 6 Listra, colonia romana, patria de Ti-
moteo, 16 1-2. 14 12 Hermes (Mercurio entre los latinos) era el dios patrono de los oradores. Se trata sin duda de dioses de Licaonia asimilados a los olímpicos. 14 15 Breve discurso dirigido a los griegos, ver 17 22 + : contrapone el Dios verdadero a los falsos dioses, el Dios vivo a los ídolos inertes, y termina con un llamamiento a la conversión. Ver un resumen de la predicación de Pablo a los gentiles en 1 Ts 1 9-10 y Ga 4 9.
Evangelización de Iconio.
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víiiiíis y se vuelvan al Dios vivo que hizo el c iclo, la tierra, el mar y cuanto en ellos hay, 16 y que en las generaciones pasadas permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos;17 si bien no dejó de dar testimonio de sí mismo, derramando bienes, enviándoles desde el cielo lluvias y estaciones fructíferas, llenando sus corazones de sustento y alegría...» 18 Con estas palabras pudieron impedir a duras penas que la gente les ofreciera un sacrificio. Fin de la misión. 19 Vinieron entonces de Antioquía e Iconio algunos judíos y, habiendo persuadido a la gente, apedrearon a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad, dándole por muerto.20 Pero él se levantó y, rodeado de los discípulos, entró en la ciudad. Al día siguiente marchó con Bernabé a Derbe. 21 Habiendo evangelizado aquella ciudad y conseguido bastantes discípulos, se volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, 22 confortando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a perseverar en la fe y diciéndoles: «Es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.» 23 Designaron presbíteros* en cada Iglesia y después de hacer oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. 24 Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia; 25 predicaron en Perge la palabra y bajaron a Atalía. 26 Allí se embarcaron para Antioquía, de donde habían partido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían realizado. 27 A su llegada reunieron a la Iglesia y se pusieron a contar todo cuanto Dios había hecho juntamente con ellos
14 23 Según el modelo de las comunidades judías de la Dispersión, ver 11 30+; Tt 1 5. 15 El relato del cap. 15 abre definitivamenle a los gentiles las puertas de la fe, 14 27. Poro el relato plantea algunas dificultades. Se explicarían éstas admitiendo que el autor de I Ich agrupó dos controversias distintas y las ililminlcs soluciones que se dieron (Pablo disI ¡iifítiió mejor en Ga 2): una controversia en la i|iic lomaron parte Pedro y Pablo, sobre la
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y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. 28 Y permanecieron bastante tiempo con los discípulos. Controversia en Antioquía*. Ga 2 11-14. 1 C 1 Bajaron algunos de Judea que JL enseñaban a los hermanos: «Si no se circuncidan conforme a la costumbre mosaica, no pueden salvarse.» 2 Se produjo con esto una agitación y una discusión no pequeña de Pablo y Bernabé contra ellos; y decidieron que Pablo y Bernabé y algunos más de ellos* subieran a Jerusalén, adonde los apóstoles y presbíteros, para tratar esta cuestión! 3 Ellos, pues, enviados por la Iglesia, atravesaron Fenicia y Samaría, contando al detalle la conversión de los gentiles y produciendo gran alegría en todos los hermanos. 4 Llegados a Jerusalén fueron recibidos por la Iglesia y por los apóstoles y presbíteros, y contaron cuanto Dios había hecho juntamente con ellos. Controversia en Jerusalén. Ga 2 1-9. 5 Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, se levantaron para decir que era necesario circuncidar a los gentiles y mandarles guardar la Ley de Moisés. 6 Se reunieron entonces los apóstoles y presbíteros para tratar este asunto. 7 Después de una larga discusión, Pedro se levantó y les dijo:
Discurso de Pedro. 10 1 - II 18. «Hermanos, ustedes saben que ya desde los primeros días me eligió Dios obligación de la Ley judía para los gentiles convertidos, ver Ga 2 1-10; otra, posterior, provocada por el incidente de Antioquía, sobre los contactos entre cristianos venidos del Judaismo y del paganismo en sus relaciones sociales, Ga 2 11-14. 15 2 Ga 2 12 nombra a Tito, que era originario de la gentilidad. Después de la Asamblea, los delegados volverán con la solución adoptada, w . 30-35.
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entre ustedes para que por mi boca oyeran los gentiles la palabra de la Buena Nueva y creyeran. 8 Y Dios, conocedor de los corazones, dio testimonio en su favor comunicándoles el Espíritu Santo como a nosotros;9 y no hizo distinción alguna entre ellos y nosotros, pues purificó sus corazones con la fe. 10 ¿Por qué, pues, ahora tientan a Dios imponiendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar? 11 Nosotros creemos más bien que nos salvamos por la gracia del Señor Jesús, del mismo modo que ellos*.» 12 Toda la asamblea calló y escucharon a Bernabé y a Pablo contar todos los signos y prodigios que Dios había realizado por medio de ellos entre los gentiles. Discurso de Santiago*. 13 Cuando terminaron de hablar, tomó Santiago la palabra y dijo: «Hermanos, escúchenme. 14 Simeón ha referido cómo Dios ya por primera vez intervino para procurarse entre los gentiles un pueblo para su Nombre. 15 Con esto concuerdan los oráculos de los Profetas, según está escrito: 16 «Después de esto volveré y reconstruiré la tienda de David que está caída; reconstruiré sus ruinas, y la volveré a levantar. 17 Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre, dice el Señor que hace 18 que estas cosas sean conocidas desde antiguo*.
15 11 Respuesta directa a la afirmación del v. 1. La doctrina es la de Ga 2 15-21; 3 22-26; Rm 11 32; Ef 2 1-10; etc. Bajo este punto de vista, no hay ventaja alguna para el judío: ver 13 38; G a 5 6; 6 15. 15 13 Ga 2 9 confirma la importancia de la intervención de Santiago, en especial en el debate referente a los problemas locales de relaciones sociales, ver 12 17 + ; 15 + . 15 18 Cita de Am 9 11-12; Is 45 21. 15 19 Santiago concluye el debate, y la caria apostólica se limitará a repetir los términos de
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«Por esto juzgo* yo que no se debe molestar a los gentiles que se conviertan a Dios, 20 sino escribirles que se abstengan de lo que ha sido contaminado por los ídolos, de la impureza*, de los animales estrangulados y de la sangre. 21 Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores cuando sé lee cada sábado en las sinagogas.» 19
La carta apostólica*. 22 Entonces decidieron I9S apóstoles y presbíteros, de acuerdo con toda la Iglesia, elegir de entre ellos algunos hombres y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé; y estos fueron Judas, llamado Barsabás, y Silas, que eran dirigentes entre los hermanos. 23 Por su medio les enviaron esta carta: «Los apóstoles y los presbíteros hermanos, saludan a los hermanos venidos de la gentilidad que están en Antioquía, en Siria y en Cilicio.24 Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, los han perturbado con sus palabras, trastornando sus ánimos, 25 hemos decidido de común acuerdo elegir algunos hombres y enviarlos a ustedes, juntamente con nuestros queridos Bernabé y Pablo, 26 hombres que han entregado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. 27 Enviamos, pues, a Judas y Silas, quienes les expondrán esto mismo de viva voz: 28 Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponerles más cargas que éstas indispensables: 29 abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza. Harán bien en guardarse de estas cosas. Adiós.»
su declaración. 15 20 La palabra impureza designa las uniones irregulares enumeradas en Lv 184-. -Las reservas de Santiago manifiestan la naturaleza exacta del litigio. Tienen un earáeler esl netamente ritual y responden al problema planteado en Hch 11 3 y Ga 2 12-14. 15 22 La decisión toma la lonniule una earla que se inspira sobre lodo en el pareeerde l'edro, v. 28, con las reservas expresadas por Santiago, v. 29.
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hechos de los
l,os delegados en Antioquía. 1,1 Ellos, después de despedirse, bajjdon a Antioquía, reunieron la asamblea y entregaron la carta.31 La leyeron y se gozaron al recibir aquel aliento. Judas y Silas, que eran también profetas, exhortaron con un largo discurso
IV.
apóstoles
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a los hermanos y les confortaron.33 Pasado algún tiempo, fueron despedidos en paz por los hermanos para volver a los que los habían enviado*. 1341 35 Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía enseñando y anunciando, en compañía de otros muchos, la Buena Nueva, la palabra del Señor.
Misiones de Pablo
Pablo se separa de Bernabé y toma por compañero a Silas. 36 Al cabo de algunos días dijo Pablo a Bernabé: «Volvamos ya a ver cómo les va a los hermanos en todas aquellas ciudades en que anunciamos la palabra del Señor.» 37 Bernabé quería llevar también con ellos a Juan, llamado Marcos. 38 Pablo, en cambio, pensaba que no debían llevar consigo al que se había separado de ellos en Panfilia y no les había acompañado en la obra. 39 Se produjo entonces una tirantez tal que acabaron por separarse el uno del otro*: Bernabé tomó consigo a Marcos y se embarcó rumbo a Chipre;40 por su parte Pablo eligió por compañero a Silas y partió, encomendado por los hermanos a la gracia de Dios*.
En Licaonia. Pablo toma por compañero a Timoteo. 41 Recorrió Siria y Cilicia consolidando las Iglesias. 1 Llegó también a Derbe y Listra. Había allí un discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente pero de padre griego. 2 Los hermanos de Listra e Iconio daban de él un buen testimonio. 3 Pablo quiso
15 33 El texto llamado occidental añade el v. 34: «pero Silas decidió quedarse». Varios mss añaden además: «Judas marchó solo». 15 39 Es posible que la razón de fondo de que Pablo se separe de Bernabé sea la diferencia que se produjo entre ellos en Antioquía a propósito de las comidas comunes, y por tanto
que se fuera con él. Lo tomó y lo circuncidó a causa de los judíos que había por aquellos lugares, pues todos sabían que su padre era griego*. 4 Conforme iban pasando por las ciudades, les iban entregando, para que las observaran, las decisiones tomadas por los apóstoles y presbíteros en Jerusalén. 5 Las Iglesias, pues, se afianzaban en la fe y crecían en número de día en día. En Asia Menor. Ga 4 13-15. 6 Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les había impedido predicar la palabra en Asia. 7 Estando ya cerca de Misia, intentaron dirigirse a Bitinia, pero no se lo consintió el Espíritu de Jesús. 8 Atravesaron, pues, Misia y bajaron a Tróade. 9 Por la noche Pablo tuvo una visión: Un macedonio estaba de pie suplicándole: «Pasa a Macedonia y ayúdanos.» 10 En cuanto tuvo la visión, inmediatamente intentamos* pasar a Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para evangelizarlos.
Llegada a Filipos. 11 Nos embarcamos en Tróade y fuimos derechos a Samotracia, y al día si-
con el Imperio y la cultura griega. 16 3 Timoteo era hijo de una mujer judía, y por lo mismo, según el derecho judío, israelita. Será, hasta el fin, uno de los más fieles discípulos de Pablo, 1 Tm 3 2-6; Flp 2 19-24. Sobre la circuncisión, ver Ga 2 3; 5 1 - 1 2 . 16 10 La redacción pasa bruscamente a la primera persona del plural; primera «secciónnosotros» de Hch. Ver también 20 5 - 2 1 18; 27 1 - 28 16. Estas secciones parecen indicar la presencia del autor junto a Pablo.
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guíente a Neápolis; de allí, a Filipos, que es la principal colonia de la demarcación de Macedonia. En esta ciudad nos detuvimos algunos días. 13 El día de sábado salimos fuera de la puerta, a la orilla de un río, donde suponíamos que habría un lugar de oración. Nos sentamos y empezamos a hablar a las mujeres que habían concurrido. 14 Una de ellas, llamada Lidia, vendedora de púrpura, natural de la ciudad de Tiatira, y que adoraba a Dios*, nos escuchaba. El Señor le abrió el corazón para que se adhiriese a las palabras de Pablo. 15 Cuando ella y los de su casa recibieron el bautismo, suplicó: «Si juzgan que soy fiel al Señor, vengan y hospédense en mi casa.» Y nos obligó a ir. 12
Prisión de Pablo y Silas. 16 Sucedió que al ir nosotros al lugar de oración, nos salió al encuentro una esclava poseída de un espíritu adivino, que pronunciando oráculos producía mucho dinero a sus amos. 17 Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que les anuncian un camino de salvación.» 18 Venía haciendo esto durante muchos días. Cansado Pablo, se volvió y dijo al espíritu: «En nombre de Jesucristo te mando que salgas de ella.» Y en el mismo instante salió. 19 Al ver sus amos que se les había ido su esperanza de ganancia, agarraron a Pablo y a Silas y los arrastraron hasta la plaza, ante las autoridades;20 los presentaron a los magistrados y dijeron: «Estos hombres alborotan nuestra ciudad; son judíos 21 y predican unas costumbres que nosotros, por ser romanos, no podemos aceptar ni practicar*.» 22 La gente se amotinó contra ellos; los magistrados les hicieron arrancar los vestidos y mandaron azotarlos con varas. 23 Después de haberles dado muchos azotes, los echaron a la cárcel y mandaron al carcelero que los guardara con todo cuidado. 24 Éste, al recibir tal orden, los
16 14 Ver 10 2; 13 43. 16 21 Son las costumbres judías, ver 6 14; 15 1; 21 21; 26 3; 28 17; Jn 19 40. Los acusadores no distinguen entre cristianos y judíos.
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metió en el calabozo interior y snjeló sus pies en el cepo. Milagrosa liberación de los misioneros. 25 Hacia la media noche Pablo y Silas estaban en oración cantando himnos a Dios; los presos los escuchaban. 26 De repente se produjo un terremoto tan fuerte que los mismos cimientos de la cárcel se conmovieron. Al momento quedaron abiertas todas las puertas y se soltaron las cadenas de todos.27 Despertó el carcelero y, al ver las puertas de la cárcel abiertas, sacó la espada e iba a matarse, creyendo que los presos habían huido.28 Pero Pablo le gritó: «No te hagas ningún mal, que estamos todos aquí.» 29 El carcelero pidió luz, entró de un salto y tembloroso se arrojó a los pies de Pablo y Silas,30 los sacó fuera y les dijo: «Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?» Le respondieron: «Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu casa.» 32 Y le anunciaron la palabra del Señor a él y a todos los de su casa.33 En aquella misma hora de la noche el carcelero los tomó consigo y les lavó las heridas; inmediatamente recibió el bautismo él y todos los suyos. 34 Les hizo entonces subir a su casa, les preparó la mesa y se alegró con toda su familia por haber creído en Dios. 35 Llegado el día, los magistrados enviaron a los guardias a decir al carcelero: «Pon en libertad a esos hombres.» 36 El carcelero transmitió estas palabras a Pablo: «Los magistrados han enviado a decir que los suelte. Ahora, pues, salgan y marchen.» 37 Pero Pablo les contestó: «Después de habernos azotado públicamente sin habernos juzgado, a pesar de ser nosotros ciudadanos romanos*, nos echaron a la cárcel; ¿y ahora quieren mandarnos de aquí a escondidas? Eso no; que vengan ellos a sacarnos.» 38 Los guardias transmitieron estas palabras a los magistrados. Les entró miedo al oír que eran roma nos.3y Vinieron y les rogaron que salieran de ciu-
16 37 La lex Porcia prohibía bajo penas severas someterá un ciudadano romano a la flagelación, ver 22 25-29; 23 27.
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dad. ,() Al salir de la cárcel se fueron a casa de Lidia, volvieron a ver a los hermanos, los animaron y se marcharon. En Tesalónica. Dificultades con los judíos. 1 Atravesando Anfípolis y Apolo1 X / nia llegaron a Tesalónica, donde los judíos tenían una sinagoga. 2 Pablo, según su costumbre, se dirigió a ellos y durante tres sábados discutió con ellos basándose en las Escrituras, 3 explicando y probando que Cristo tenía que padecer y resucitar de entre los muertos y que «este Cristo es Jesús, a quien yo les anuncio». 4 Algunos de ellos se convencieron y se unieron a Pablo y Silas así como una gran multitud de los que adoraban a Dios y de griegos y no pocas de las mujeres principales. 5 Pero los judíos, llenos de envidia, reunieron a gente maleante de la calle, armaron tumultos y alborotaron la ciudad. Se presentaron en casa de Jasón buscándolos para llevarlos ante el pueblo. 6 Al no encontrarlos, arrastraron a Jasón y a algunos hermanos ante los magistrados de la ciudad gritando: «Esos que han revolucionado el mundo se han presentado también aquí,7 y Jasón los ha hospedado. Además todos ellos actúan contra los decretos del César, pues afirman que hay otro rey*, Jesús.» 8 Al oír esto, el pueblo y los magistrados de la ciudad se alborotaron. Pero después de recibir una fianza de Jasón y de los demás, les dejaron ir.
Nuevas dificultades en Berea. 10 Inmediatamente, por la noche, los hermanos enviaron hacia Berea a Pablo y Silas. Ellos, al llegar allí, se fueron a la sinagoga de los judíos. 11 Éstos eran de un natural mejor que los de Tesalónica, y aceptaron la palabra de todo corazón. Diariamente examinaban
17 7 Los cristianos evitaban dar a Cristo el título de «rey», que pertenecía al emperador, y preferían el de «Cristo» (Mesías) y el de «Señor». Esta misma acusación se lanzó contra Jesús, Le 23 2; Jn 19 12. 17 18 Ver v. 32. Toman la palabra resurrección como nombre de una diosa (Anástasis) compañera de Jesús.
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las Escrituras para ver si las cosas eran así. 12 Creyeron, pues, muchos de ellos y, entre los griegos, mujeres distinguidas y no pocos hombres. 13 Pero cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que también en Berea había predicado Pablo la palabra de Dios, fueron también allá, y agitaron y alborotaron a la gente. 14 Los hermanos entonces hicieron marchar a toda prisa a Pablo hasta el mar; Silas y Timoteo se quedaron allí. 15 Los que conducían a Pablo le llevaron hasta Atenas y se volvieron con una orden para Timoteo y Silas de que fueran adonde él lo antes posible. Pablo en Atenas. 16 Mientras Pablo les esperaba en Atenas, estaba interiormente indignado al ver la ciudad llena de ídolos. 17 Discutía en la sinagoga con los judíos y con los que adoraban a Dios; y diariamente en la plaza con los que por allí se encontraban. ,8 Trababan también conversación con él algunosfilósofosepicúreos y estoicos. Unos decían: «¿Qué querrá decir este charlatán?» Y otros: «Parece ser un predicador de divinidades extranjeras.» Porque anunciaba a Jesús y la resurrección*. 19 Le tomaron y le llevaron al Areópago; y le dijeron: «¿Podemos saber cuál es esa nueva doctrina que tú expones? 20 Pues te oímos decir cosas extrañas y querríamos saber qué es lo que significan.» 21 Todos los atenienses y los forasteros que allí residían en ninguna otra cosa pasaban el tiempo sino en decir u oír la última novedad. 22 Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo:
Discurso de Pablo ante el Areópago*. «Atenienses, veo que ustedes son, por todos los conceptos, los más res17 22 Con el resumen de 14 15-17, es el único ejemplo conservado de la predicación de Pablo a los gentiles. Su fondo es bíblico, aunque trata y utiliza algunos temas religiosos del helenismo (el orden del universo lleva al conocimiento de Dios). Ver Sb 13-14; Rm 1 1925; ver también 1 Co 1 8-25; 2 1-5.
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petuosos de la divinidad. Pues al pasar y contemplar sus monumentos sagrados, he encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción: 'Al Dios desconocido.' Pues bien, lo que adoran sin conocer, eso les vengo yo a anunciar. 24 «El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del cielo y de la tierra, no habita en santuarios fabricados por mano de hombres;25 ni es servido por manos humanas, como si de algo estuviera necesitado, el que a todos da la vida, el aliento y todas las cosas. 26 Él creó, de un solo principio, todo el linaje humano, para que habitara sobre toda la faz de la tierra fijando los tiempos determinados y los límites del lugar donde habían de habitar*, 27 con el fin de que buscaran la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; 28 pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de ustedes: 'Porque somos también de su linaje*.' 29 «Si somos, pues, del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el arte y el ingenio humano. 30 «Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse, 31 porque ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos*.» 23
17 26 Se trata del orden del universo, apto para llevar al conocimiento de Dios. 17 28 Cita sacada de los Fenómenos de Arato, poeta de Cilicia (siglo III a.C.) 17 31 Ver Sal 9 9; 96 13; 98 9. La perspectiva en que los apóstoles invitan a la conversión es la del juicio, ver sobre todo 10 42-43; 1 Ts 1 10. La resurrección de Cristo garantiza la fe en su misión de Juez y Salvador, ver Rm 14 9; 2 Tm 4 1; 1 P 4 5. 17 32 En el mundo griego, incluso entre los cristianos, la doctrina de la resurrección encontró muchas dificultades para vencer naturales prejuicios, ver 1 Co 15 12s; Hch 23 6. 18 1 Corinto era la capital de la provincia
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32 Al
oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: «Sobre esto ya te oiremos otra vez*.» 33 De este modo Pablo se marchó de entre ellos. 34 Pero algunos hombres se adhirieron a él y creyeron, entre ellos Dionisio Areopagita, una mujer llamada Damaris y algunos otros con ellos. Fundación de la iglesia de Corinto. 1 Después de esto se alejó de Atenas y llegó a Corinto*. 2 Se encontró con un judío llamado Áquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia, y con su mujer Priscila, por haber decretado Claudio que todos los judíos saliesen de Roma; se llegó a ellos3 y como era del mismo oficio, se quedó a trabajar* en su casa. El oficio de ellos era fabricar tiendas.4 Todos los sábados discutía en la sinagoga, y se esforzaba por convencer a judíos y griegos. 5 Cuando llegaron de Macedonia Silas y Timoteo, Pablo se dedicó enteramente a la palabra* dando testimonio ante los judíos de que el Cristo era Jesús. 6 Como ellos se oponían y blasfemaban, sacudió sus vestidos* y les dijo: «Su sangre recaiga sobre su cabeza; yo soy inocente y desde ahora me voy a los gentiles.» 7 Entonces se retiró de allí y entró en casa de un tal Justo, que adoraba a Dios, cuya casa estaba contigua a la sinagoga.8 Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y otros muchos corintios creían y, al oír a Pablo, se bautizaban. 9 El Señor dijo a Pablo durante la noche en una visión: «No tengas miedo, sigue hablando y no te calles; 10 porque
romana de Acaya. Predominaba en ella la presencia de romanos y latinos; pero el comercio atraía hacia ella a una población cosmopolita. Su colonia judía era importante. Gozaba de mala fama por la libertad de costumbres. 18 3 Pablo, aunque reconoce el derecho de los misioneros a su sustento, 1 Co 9 6-14; Ga 6 6; 2 Ts 3 9, siempre tuvo empeño en trabajar con sus manos, 20 34; 1 Co 4 12, pura no ser gravoso a nadie, 1 Ts 2 9; 2 Ts 3 8; 2 Co 12 13s, y demostrar su desinterés, 20 33s; 1 Co 9 15-18; 2 Co 11 7-12. Ver Flp 4 14-16. 18 6 El gesto señala una ruplura. Lus palabras que siguen son bíblicas, ver l.v 20 9-16; 2 S 1 16.
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vo estoy contigo y nadie te atacará para hacerte mal, porque tengo yo un pueblo numeroso en esta ciudad.» 11 Y permaneció allí un año y seis meses, enseñando entre ellos la palabra de Dios. Pablo entregado por los judíos a la justicia. 12 Siendo Galión procónsul de Acaya se echaron los judíos de común acuerdo sobre Pablo y le condujeron ante el tribunal 13 diciendo: «Éste persuade a la gente para que adore a Dios de una manera contraria a la Ley.» 14 Iba Pablo a abrir la boca cuando Galión dijo a los judíos: «Si se tratara de algún crimen o mala acción, yo los escucharía, judíos, con calma, como es razón. 15 Pero como se trata de discusiones sobre palabras y nombres y cosas de su Ley, allá ustedes. Yo no quiero ser juez en estos asuntos.» 16 Y los echó del tribunal. 17 Entonces todos ellos agarraron a Sostenes, el jefe de la sinagoga, y se pusieron a golpearlo ante el tribunal sin que a Galión le diera esto ningún cuidado.
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gún tiempo marchó a recorrer una tras otra las regiones de Galacia y Frigia para fortalecer a todos los discípulos*. Apolo*. 24 Un judío, llamado Apolo, originario de Alejandría, hombre elocuente, que dominaba las Escrituras, llegó a Éfeso.25 Éste había sido instruido en el Camino del Señor y con fervor de espíritu hablaba y enseñaba con todo esmero lo referente a Jesús, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. 26 Éste, pues, comenzó a hablar con valentía en la sinagoga. Al oírle Áquila y Priscila, le tomaron consigo y le explicaron con más exactitud el Camino. 27 Queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron a ello y escribieron a los discípulos para que le recibieran. Una vez allí fue de gran provecho, con el auxilio de la gracia, a los que habían creído; 28 pues rebatía vigorosamente en público a los judíos, demostrando por las Escrituras que el Cristo era Jesús.
Vuelta a Antioquía y partida para el tercer viaje.
Los discípulos de Jesús en Éfeso. 8 15-17.
18 Pablo se quedó allí todavía bastantes días; después se despidió de los hermanos y se embarcó rumbo a Siria; y con él Priscila y Áquila. En Cencreas se había afeitado la cabeza, porque tenía hecho un voto*. 19 Arribaron a Éfeso y allí se separó de ellos. Entró en la sinagoga y se puso a discutir con los judíos. 20 Le rogaron que se quedara allí más tiempo, pero no accedió, 21 sino que se despidió diciéndoles: «Volveré a ustedes otra vez, si Dios quiere.» Y zarpó de Éfeso. 22 Desembarcó en Cesarea, y después de subir a saludar a la Iglesia, bajó a Antioquía. 23 Después de pasar allí al-
1 Ocurrió que mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó las regiones altas y llegó a Éfeso* y encontró algunos discípulos; 2 les preguntó: «¿Recibieron el Espíritu Santo cuando abrazaron la fe?» Ellos contestaron: «Pero si nosotros no hemos oído decir siquiera que haya Espíritu Santo*.» 3 Él replicó: «¿Pues qué bautismo han recibido?» —«El bautismo de Juan», respondieron. 4 Pablo añadió: «Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyeran en el que había de venir después de él, o sea en Jesús.» 5 Cuando oyeron esto, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús.
18 18 Texto oscuro. El que emitía un voto era nazir, ver Nm 6 + , por todo el tiempo de su voto (unos treinta días); entre otras observancias, no debía cortarse el pelo en este tiempo. 18 23 Empieza la tercera misión de Pablo. El cenlro de su actividad será Éfeso. 18 24 El paso de Apolo por Corinto había
suscitado entusiasmos, que pronto degeneraron en banderías, ver 1 Co 1 12; 3 4-6.22; ver v también Tt 3 13. 19 1 Éfeso era una de las S ^ V lias del imperio; centro religioso, mercial, de población heterogénea. ' 19 2 N o ignoran su existencia, sino SIA'lesión de Pentecostés, 1 8 + ; 2 1-4+.
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Y, habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar. 7 Eran en total unos doce hombres.
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Fundación de la Iglesia de Éfeso. 8 Entró en la sinagoga y durante tres meses hablaba con valentía, discutiendo acerca del Reino de Dios e intentando convencerles. 9 Pero como algunos se obstinaban, no se dejaban persuadir y hablaban mal del Camino ante la gente, rompió con ellos y formó grupo aparte con los discípulos, discutiendo diariamente en la escuela de Tirano. 10 Esto duró dos años*, de forma que pudieron oír la palabra del Señor todos los habitantes de Asia, tanto judíos como griegos.
Los judíos exorcistas. 11 Dios obraba por medio de Pablo milagros no comunes, 12 de forma que bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o mandiles que había usado y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos.
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Algunos exorcistas judíos ambulantes intentaron también invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, y decían: «Los conjuro por Jesús a quien predica Pablo.» 14 Eran siete hijos de un tal Esceva, sumo sacerdote judío, los que hacían esto. 15 Pero el espíritu malo les respondió: «A Jesús lo conozco y sé quién es Pablo; pero ustedes, ¿quiénes son?» 16 Y arrojándose sobre ellos el hombre poseído del mal espíritu, dominó a unos y otros y pudo con ellos de forma que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y cubiertos de heridas. 17 Llegaron a enterarse de esto todos los habitantes de Éfeso, tanto judíos como griegos. El temor se apoderó de todos ellos y fue glorificado el nombre del Señor Jesús. 18 Muchos de los que habían creído venían a confesar y declarar públicamente sus prácticas. 19 Bastantes de los que habían practicado la magia reunieron los libros y los quemaron delante de todos. Calcularon el precio y hallaron que subía a cincuenta mil monedas de plata. 20 De esta forma la palabra del Señor crecía y se difundía poderosamente. 13
V. Fin de las misiones. El prisionero de Cristo Planes de Pablo. 1 Co 16 1-8; Rm 15 22-32.
23 Por entonces se produjo un tumulto no pequeño con motivo del Camino.
24 Cierto platero, llamado Demetrio, que labraba en plata templetes de Artemisa y proporcionaba no pocas ganancias a los artífices, 25 reunió a éstos y también a los obreros de este ramo y les dijo: «Compañeros, ustedes saben que a esta industria debemos el bienestar; 26 pero están viendo y oyendo decir que no solamente en Efeso, sino en casi toda el Asia, ese Pablo ha persuadido a mucha gente a cambiar de idea, diciendo que no son dioses los que se fabrican con las manos.27 Y esto no solamente trae el peligro de que nuestra profesión caiga en descrédito, sino también de que el mis-
19 10 Durante esta estancia escribió Pablo la primera carta a los Corintios, la carta a los Gálatas y, con alguna probabilidad, la carta a los Filipenses.
19 21 Pablo quería llevar a .lenisali'-n el producto de la colecta, 24 17 i . 19 23 Este pintoresco episodio interrumpe el relato, que se reanuda en 20 I.
21 Cuando se hubo cumplido todo esto, Pablo tomó la decisión de ir a Jerusalén* pasando por Macedonia y Acaya. Y añadió: «Después de haber estado allí tengo que visitar yo también Roma.» 22 Envió a Macedonia a dos de sus auxiliares, Timoteo y Erasto, mientras él se quedaba algún tiempo en Asia.
En Éfeso. Revuelta de los orfebres*
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mo templo de la gran diosa Artemisa sea tenido en nada y venga a ser despojada de su grandeza aquella a quien adora toda el Asia y toda la tierra.» 28 Al oír esto, llenos de furor se pusieron a gritar: «¡Grande es la Artemisa de los efesios!» 29 La ciudad se llenó de confusión. Todos a una se precipitaron hacia el teatro arrastrando consigo a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de viaje de Pablo.30 Pablo quiso entrar y presentarse al pueblo, pero se lo impidieron los discípulos. 31 Incluso algunas de las autoridades de la provincia de Asia, que eran amigos suyos, le enviaron a rogar que no se arriesgara a ir al teatro. 32 Unos gritaban una cosa y otros otra. Había gran confusión en la asamblea y la mayoría no sabía para qué se habían reunido. 33 Algunos de entre la gente aleccionaron a Alejandro a quien los judíos habían empujado hacia adelante. Alejandro pidió silencio con la mano y quería hacer una defensa ante el pueblo. Pero, al conocer que era judío, todos a una voz estuvieron gritando durante casi dos horas: «¡Grande es la Artemisa de los efesios!» 35 Cuando el magistrado logró calmar a la gente, dijo: «Efesios, ¿quién hay en el mundo que no sepa que la ciudad de los efesios es la guardiana del templo de la gran Artemisa y de su estatua caída del cielo? 36 Siendo, pues, esto indiscutible, conviene que se calmen y no hagan nada inconsideradamente. 37 Han traído acá a estos hombres que no son sacrilegos ni blasfeman contra nuestra diosa. 38 Si Demetrio y los artífices que le acompañan tienen quejas contra alguno, audiencias y procónsules hay; que presenten sus reclamaciones. 39 Y si tienen algún otro asunto, se resolverá en la asamblea legal. 40 Porque, además, corremos peligro de ser acusados de sedición por lo de hoy, no existiendo motivo alguno que nos permita justificar este tumulto.» Dicho esto disolvió la asamblea. 20 3 Pablo, pues, pudo realizar finalmente los proyectos de 1 Co 16 5-6. Su carta a los Romanos la escribió durante esta estancia en Corinto. 20 6 Las fiestas de la Pascua, ver Ex 12+; I Co 5 7-8 + . 20 7 El primer día de la semana judía, con-
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Pablo abandona Éfeso. ' Cuando hubo cesado el tumulto, Pablo mandó llamar a los discípulos, los animó, se despidió de ellos y salió camino de Macedonia.2 Recorrió aquellas regiones y exhortó a los fieles con largos discursos; después marchó a Grecia.3 Pasó allí tres meses*. Como los judíos habían tramado una conjuración contra él para cuando estuviera a punto de embarcarse para Siria, tomó la determinación de volver por Macedonia. 4 Le acompañaban Sópatros, hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Doberes, y Timoteo; Tíquico y Trófimo, de Asia. 5 Éstos se adelantaron y nos esperaron en Tróade. 6 Nosotros, después de los días de los Ázimos*, nos embarcamos en Filipos y al cabo de cinco días nos unimos a ellos en Tróade donde pasamos siete días. En Tróade. Pablo resucita un muerto. 7 El primer día de la semana*, estando nosotros reunidos para la fracción del pan, Pablo, que debía marchar al día siguiente, disertaba ante ellos y alargó la charla hasta la media noche. 8 Había abundantes lámparas en el piso superior donde estábamos reunidos. 9 Un joven, llamado Eutico, estaba sentado en el borde de la ventana; un profundo sueño le iba dominando a medida que Pablo alargaba su discurso. Vencido por el sueño se cayó del piso tercero abajo. Lo levantaron ya muerto. 10 Bajó Pablo, se echó sobre él y tomándole en sus brazos dijo: «No se inquieten, pues su alma está en él.» 11 Subió luego; partió el pan y comió; después conversó largo tiempo, hasta el amanecer. Entonces se marchó. ,2 Trajeron al muchacho vivo y se consolaron no poco.
vertido en el día de la asamblea de los cristianos, ver Mt 28 1 + ; 1 Co 16 2, el día del Señor (domingo), Ap 1 10. La asamblea dominical tenía lugar al comienzo de ese día, es decir, en la noche del sábado, según la manera judía de contar el día, ver 2 42.46; 27 35.
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De Tróade a Mileto. 13 Nosotros
nos adelantamos hacia la nave y partimos hacia Aso, donde habíamos de recoger a Pablo; pues así lo había él determinado; él iría por tierra. 14 Cuando nos alcanzó en Aso, le tomamos a bordo y llegamos a Mitilene. 15 Al día siguiente nos hicimos a la mar y llegamos a la altura de Quíos; al otro día atracamos en Samos y, después de hacer escala en Trogilión, llegamos al día siguiente a Mileto. 16 Pablo había resuelto pasar de largo por Éfeso, para no perder tiempo en Asia. Se daba prisa, porque quería estar, si le era posible, el día de Pentecostés en Jerusalén. Despedida de los presbíteros de Efeso. 17 Desde Mileto envió a llamar a los presbíteros ele la Iglesia de Éfeso. 15 Cumulo lle«iamn a el, les dijo*: «l'.sledes suben cómo me comporté siempre con ustedes, desde el primer día que entré en Asia, 19 sirviendo al Señor con toda humildad y lágrimas y con las pruebas que me vinieron por las asechanzas de los judíos; 20 cómo no omití por miedo nada de lo que podía serles útil; les predicaba y enseñaba en público y por las casas,21 dando testimonio tanto a judíos como a griegos para que se convirtieran a Dios y creyeran en nuestro Señor Jesús. 22 «Miren que ahora yo, encadenado en el espíritu, me dirijo a Jerusalén, sin saber lo que allí me sucederá; 23 solamente sé que el Espíritu Santo en cada ciudad me testifica que me aguardan prisiones y tribulaciones.24 Pero yo no considero mi vida digna de estima*, con tal que lleve a término mi carrera y el ministerio que he recibido del Se-
20 18 El tercer discurso de Pablo, ver 13 y 17, es el testamento pastoral dirigido a los jefes de la principal de las Iglesias por él fundadas. Les recuerda su ministerio entre ellos y les deja sus recomendaciones, trazando así su propio retrato. Se perciben numerosos ecos de las epístolas. 20 24 Ver 15 26; 21 13; 1 Ts 2 8; Flp 1 21-23. 20 25 Ver v. 38. Pablo contaba con salir de Jerusalén para España, Rm 15 24-28. 20 28 La Iglesia de Dios, 5 11 + ; 1 Co 1 2;
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ñor Jesús: dar testimonio del Evangelio de la gracia de Dios. 25 «Y ahora yo sé que ya no volverán a ver mi rostro* ninguno de ustedes, entre quienes pasé predicando el Reino. 26 Por esto les testifico en el día de hoy que yo estoy limpio de la sangre de todos, 27 pues no omití por miedo el anunciarles todo el designio de Dios. 28 «Tengan cuidado de ustedess y de toda la grey, en medio de la cual les ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios*, que él se adquirió con la sangre de su propio hijo. 29 «Yo sé que, después de mi partida, se introducirán entre ustedes lobos crueles que no perdonarán al rebaño; 30 y también que de entre ustedes mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos detrás de ellos. 31 Por tanto, vigilen y acuérdense que durante tres años no he cesado de amonestarles día y noche con lágrimas a cada uno de ustedes. 32 «Ahora les encomiendo a Dios y a la palabra de su grácia, que tiene poder para construir el edificio y darles la herencia con todos los santificados. 33 «Yo de nadie codicié plata, oro o vestidos. 34 Ustedes saben que estas manos proveyeron a mis necesidades y a las de mis compañeros. 35 En todo íes he enseñado que es así, trabajando, como se debe socorrer a los débiles y que hay que tener presentes las palabras del Señor Jesús, que dijo: Mayor felicidad hay en dar que en recibir*.» 36 Dicho esto se puso de rodillas y oró con todos ellos. 37 Rompieron entonces todos a llorar y, arrojándose al cuello de Pablo, le besaban,38 afligidos sobre todo por lo que había dicho: que ya no volverían a ver su rostro. Y fueron acompañándolo hasta la nave. 1 Ts 2 14; 1 Tm 3 15, es el pueblo que Dios luí adquirido, Ex 19 5-6 + ; Is 43 21; 1 P 2 9-10 i , por la sangre de su hijo, Rm 3 24-25-1 ; N 32 34; Ef 1 7; ver Mt 26 28p+. El Espírllu Simio, 1 8 + ; 1 Co 12 4-11, ha confiado es Ir ivbnno M la solicitud desinteresada, vv. 2 l M I , de Irn epíscopos (vigilantes, Tt 1 5-1); ver NI 111 27 lo 17+; 2 S 5: Ez 34+; 1 P 5 1-2-1. 20 35 Sentencia que no linii nuiMTVtidn IUN evangelistas.
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hechos de los apóstoles
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Subida a Jerusalén.
Pablo llega a Jerusalén.
^ -t 1 Separándonos de ellos nos hiÁ* JL cimos a la mar y navegamos derechos hasta llegar a Cos; al día siguiente, hasta Rodas, y de allí hasta Patara. 2 Encontramos una nave que partía para Fenicia; nos embarcamos y partimos. 3 Avistamos Chipre y, dejándola a la izquierda, íbamos navegando rumbo a Siria; arribamos a Tiro, pues allí la nave debía dejar su cargamento. 4 Habiendo encontrado a los discípulos nos quedamos allí siete días. Ellos, movidos por el Espíritu, decían a Pablo que no subiera a Jerusalén. 3 Cuando completamos aquellos días, salimos y nos pusimos en camino. Todos nos acompañaron con sus mujeres e hijos, hasta las afueras de la ciudad. En la playa nos pusimos de rodillas y oramos;6 nos despedimos unos de otros y subimos a la nave; ellos se volvieron a sus casas. 7 Nosotros, terminada la travesía, fuimos de Tiro a Tolemaida; saludamos a los hermanos y nos quedamos un día con ellos. 8 Al siguiente partimos y llegamos a Cesarea; entramos en casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los Siete, y nos hospedamos en su casa. 9 Tenía éste cuatro hijas vírgenes que profetizaban. 10 Permanecimos allí bastantes días; bajó entre tanto de Judea un profeta llamado Ágabo; 11 se acercó a nosotros, tomó el cinturón de Pablo, se ató sus pies y sus manos* y dijo: «Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al hombre de quien es este cinturón. Y le entregarán en manos de los gentiles.» 12 Al oír esto nosotros y los de aquel lugar le rogamos que no subiera él a Jerusalén. 13 Entonces Pablo contestó: «¿Por qué han de llorar y destrozarme el corazón? Pues yo me encuentro dispuesto no sólo a ser atado, sino a morir también en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.» 14 Como no se dejaba convencer, dejamos de insistir y dijimos: «Hágase la voluntad del Señor.»
15 Transcurridos estos días y hechos los preparativos de viaje, subimos a Jerusalén. 16 Venían con nosotros algunos discípulos de Cesarea, que nos llevaron a casa de cierto Mnasón, de Chipre, antiguo discípulo, donde nos habíamos de hospedar. 17 Llegados a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con alegría. 18 Al día siguiente Pablo, con nosotros, entró en casa de Santiago; se reunieron también todos los presbíteros. 19 Les saludó y les fue exponiendo una a una todas las cosas que Dios había obrado entre los gentiles por su ministerio. 20 Ellos, al oírle, glorificaban a Dios. Pero le dijeron: «Ya ves, hermano, cuántos miles y miles de entre los judíos han abrazado la fe, y todos son fervientes partidarios de la Ley. 21 Pero han oído decir de ti que enseñas a todos los judíos que viven entre los gentiles que se aparten de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni observen las tradiciones*. 22 ¿Qué hacer, pues? Porque va a reunirse la muchedumbre al enterarse de tu venida.23 Haz, pues, lo que te vamos a decir: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen un voto que cumplir. 24 Tómalos y purifícate con ellos; y paga tú por ellos, para que se rapen la cabeza; así todos entenderán que no hay nada de lo que han oído decir de ti; sino que tú también te comportas como un cumplidor de la Ley. 22 En cuanto.a los gentiles que han abrazado la fe, ya les escribimos nosotros nuestra decisión: Abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de animal estrangulado y de la impureza.» 26 Entonces Pablo tomó a los hombres y, al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el Templo para declarar cuándo se terminaban los días de la purificación en que se había de presentar la ofrenda por cada uno de ellos.
21 II Profecía con gestos simbólicos, al estilo tic los antiguos profetas, ver Jr 18 + . -Sobre Áfiaho, ver 11 28. 2171 I .os principios de Pablo llevaban a esta miidusión, puesto que la Ley mosaica ya no
otorgaba al judío ventaja alguna sobre el gentil, pues la fe era la única fuente de la justificación, ver Rm 1 16+: 3 22; 7 7+. Ver Hch 16 3; 18 18.
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hechos de los
Pablo es arrestado. Cuando estaban ya para cumplirse los siete días, los judíos venidos de Asia lo vieron en el Templo, amotinaron a todo el pueblo, le echaron mano 28 y se pusieron a gritar: «¡Auxilio, hombres de Israel! Este es el hombre que va enseñando a todos por todas partes contra el pueblo, contra la Ley y contra este Lugar; y hasta ha llegado a introducir a unos griegos en el Templo, profanando este Lugar Santo.» 29 Pues habían visto anteriormente con él en la ciudad a Trófimo, de Éfeso, a quien creían que Pablo había introducido en el Templo. 27
30 Toda la ciudad se alborotó y la gente concurrió de todas partes. Se apoderaron de Pablo y lo arrastraron fuera del Templo; inmediatamente cerraron las puertas. 31 Intentaban darle muerte, cuando subieron a decir al comandante de la guarnición: «Toda Jerusalén está revuelta.» 32 Inmediatamente tomó consigo soldados y centuriones y bajó corriendo hacia ellos; y ellos, al ver al comandante y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo. 33 Entonces el comandante se acercó, lo agarró y mandó que lo ataran con dos cadenas; y empezó a preguntar quién era y qué había hecho.
Pero entre la gente unos gritaban una cosa y otros otra. Como no pudiera sacar nada en claro a causa del alboroto, ordenó que lo llevaran al cuartel. 35 Cuando llegó a las escaleras, tuvo que ser llevado a hombros por los soldados a causa de la violencia de la gente; 36 pues toda la multitud le iba siguiendo y gritando: «¡Mátalo!» 37 Cuando iban ya a meterle en el cuartel, Pablo dijo al comandante: «¿Me permites decirte una palabra?» Él le contestó: «Pero, ¿sabes griego? 38 ¿No eres tú entonces el egipcio que estos últimos días ha amotinado y llevado al desierto a los cuatro mil terroristas?» 39 Pablo respondió: «Yo soy un judío, de Tarso de Cilicia, una ciudad no insignificante. Te ruego que me per4
21 40 Probablemente en arameo; ver 26 14. 22 Después de los tres discursos representativos de la predicación de Pablo, 13.17 y 20, los Hechos dan tres defensas personales: anU-
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apóstoles
mitas hablar al pueblo.» Se lo permitió. Pablo, de pie sobre las escaleras, pidió con la mano silencio al pueblo. Y haciéndose un gran silencio, les dirigió la palabra en lengua hebrea*. 40
Discurso de Pablo a los judíos de Jerusalén*. = 9 1-18; =26 9-18. 1 «Hermanos y padres, escuchen la defensa que ahora hago ante ustedes.» 2 Al oír que les hablaba en lengua hebrea guardaron más profundo silencio. Y dijo: 3 «Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la Ley de nuestros padres; estaba lleno de celo por Dios, como lo están todos ustedes el día de hoy. 4 Yo perseguí a muerte a este Camino, encadenando y arrojando a la cárcel a hombres y mujeres, 5 como puede atestiguármelo el sumo sacerdote y todo el consejo de ancianos. De ellos recibí también cartas para los hermanos de Damasco y me puse en camino con intención de traer también encadenados a Jerusalén a todos los que allí había, para que fueran castigados. 6 «Pero yendo de camino, estando ya cerca de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente una gran luz venida del cielo; 7 caí al suelo y oí una voz que me decía: 'Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?' 8 Yo respondí: '¿Quién eres, Señor?' Y él a mí: 'Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues.' 9 Los que estaban vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. 10 Yo dije: '¿Qué he de hacer, Señor?' Y el So ñor me respondió: 'Levántate y vele a Damasco; allí se te dirá todo lo que oslñ establecido que hagas.' 11 Como yo no veía, a causa del resplandor de ;u|iicll;i luz, conducido de la mano por mi', compañeros llegué a Damasro. 12 «Un tal Ananías, liombir |>imlnso según la Ley, bien acivdiliulo |><>i |n<|o'. los judíos que habilnluiu nlll, " vino o
la muchedumbre , I ndn muí i|<< I-l|u>. Inihll inenle ;ul;i|>l;nl;i ni iiiiilltni |n, vri 'J I v
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hechos de los apóstoles
ven no, y presentándose ante mí me dijo: 'Saúl, hermano, recobra la vista.' Y en aquel momento lo pude ver. 14 Él me dijo: 'El Dios de nuestros padres te ha destinado para que conozcas su voluntad, veas al Justo y escuches la voz de sus labios, 13 pues le has de ser testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. 16 Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre.' 17 «Habiendo vuelto a Jerusalén y estando en oración en el Templo, caí en éxtasis; 18 y lo vi a él que me decía: 'Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí.' 19 Yo respondí: 'Señor, ellos saben que yo andaba por las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti; 20 y cuando se derramó la sangre de tu testigo Esteban, yo también me hallaba presente, y lo aprobaba y guardaba los vestidos de los que le mataban.' 21 Y me dijo: 'Marcha, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles*'.»
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dijo el comandante, conseguí esta ciudadanía por una fuerte suma.» —«Pues yo, contestó Pablo, la tengo por nacimiento.» 29 Al momento se retiraron los que iban a darle tormento. El comandante temió al darse cuenta que lo había encadenado* siendo ciudadano romano. Pablo ante el Sanedrín. 30 Al día siguiente, queriendo averiguar con certeza de qué le acusaban los judíos, le sacó de la cárcel y mandó que se reunieran los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín; hizo bajar a Pablo y le puso ante ellos.
22 Le estuvieron escuchando hasta estas palabras y entonces alzaron sus voces diciendo: «¡Quita a ése de la tierra!; ¡no merece vivir!» 23 Vociferaban, agitaban sus vestidos y arrojaban polvo al aire.24 El comandante mandó llevarlo dentro del cuartel y dijo que lo sometieran a los azotes para averiguar por qué motivo gritaban así contra él. 25 Cuando le tenían estirado con las correas, dijo Pablo al centurión que estaba allí: «¿Les está permitido azotar a un ciudadano romano sin haberle juzgado?» 26 Al oír esto el centurión fue donde el comandante y le dijo: «¿Qué vas a hacer? Este hombre es ciudadano romano.» 27 Acudió el comandante y le preguntó: «Dime, ¿eres ciudadano romano?» —«Sí», respondió. 28 —«Yo,
1 Pablo miró fijamente al Sanedrín y dijo: «Hermanos, yo me he portado con entera buena conciencia ante Dios, hasta este día.» 2 Pero el sumo sacerdote Ananías mandó a los que le asistían que le golpeasen en la boca. 3 Entonces Pablo le dijo: «¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Tú te sientas para juzgarme conforme a la Ley y mandas, violando la Ley, que me golpeen?» 4 Pero los que estaban a su lado le dijeron: «¿Insultas al sumo sacerdote de Dios?» 5 Pablo respondió: «No sabía, hermanos, que fuera el sumo sacerdote; pues está escrito: No injuriarás al jefe de tu pueblo*.» 6 Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y la otra fariseos, gritó en medio del Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo, discípulo de fariseos; por la esperanza en la resurrección de los muertos me juzgan.» 7 Al decir él esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos y la asamblea se dividió. 8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu*; mientras que los fariseos profesan todo eso. 9 Se produjo, pues, un gran griterío. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fari-
22 21 Estas palabras de Cristo constituyen a Pablo apóstol (enviado), Rm 1 1+; 1 Co 9 1; Ga 1 1 +; etc; y de este modo especial apóstol de los gentiles, Rm 1 5; 11 13; Ga 1 16; 2 7-8; ctc. El título de apóstol no siempre lo reservan los Hechos a los Doce, 1 11-22; 14 4.14. 22 29 Ver 16 37-38+. 23 5 Cita de Ex 22 27.
23 8 Los fariseos creían que el individuo participaría de la vida del mundo futuro por medio de un cuerpo glorificado, como un ángel (ver Mt 22 23+; 1 Co 15 42-44+), o bien de un alma inmortal («espíritu», ver Le 24 39). Los saduceos rechazaban una y otra creencia. Sobre este punto, Pablo encontró aliados a los fariseos, 4 1 + ; 5 34+; Mt 22 23 + .
Pablo, ciudadano romano.
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hechos de l o s apóstoles
seos y se oponían diciendo: «No encontramos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le habló un espíritu o un ángel?» 10 Como el altercado iba creciendo, temió el comandante que Pablo fuera despedazado por ellos y mandó a la tropa que bajara, que lo arrancara de entre ellos y lo llevara al cuartel. 11 A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: «¡Ánimo!, pues como has dado testimonio de mí en Jerusalén, así debes darlo también en Roma*.» Conjuración de los judíos contra Pablo. 12 Al amanecer, los judíos se confabularon y se comprometieron bajo anatema* a no comer ni beber hasta que hubieran matado a Pablo. 13 Eran más de cuarenta los comprometidos en esta conjuración. 14 Éstos, pues, se presentaron a los sumos sacerdotes y a los ancianos y le dijeron: «Bajo anatema nos hemos comprometido a no probar bocado hasta que no hayamos dado muerte a Pablo. 15 Ustedes por su parte, de acuerdo con el Sanedrín, indiquen al comandante que se lo baje a ustedes, como si quisieran examinar más a fondo su caso; nosotros estamos dispuestos a matarle antes de que llegue.» 16 El hijo de la hermana de Pablo se enteró de la emboscada. Se presentó en el cuartel, entró y se lo contó a Pablo. 17 Pablo llamó a uno de los centuriones y le dijo: «Lleva a este joven con el comandante, pues tiene algo que contarle.» 18 Él entonces lo presentó al comandante diciéndole: «Pablo, el preso, me llamó y me rogó que te trajera este joven que tiene algo que decirte.» 19 El comandante le tomó de la mano, le llevó aparte y le preguntó: «¿Qué es lo que tienes que contarme?» 20 —«Los judíos, contestó, se han concertado para pedirte que mañana bajes a Pablo al Sanedrín con el pretexto de hacer una indagación más a fondo sobre él. 21 Pero tú no les hagas caso, pues le preparan una emboscada más de cuarenta hombres de entre ellos, que se han comprometido bajo anatema a no
23 11 Ver 18 9-10; 27 24; 28 23. Anuncio de la última etapa misionera de Pablo, 1 8 + .
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comer ni beber hasta haberlo dado muerte; y ahora están preparados, os perando tu asentimiento.» 2 El coman dante despidió al muchacho dándolo esta recomendación: «No digas a nadio que me has denunciado estas cosas.» Pablo trasladado a Cesarea. 23 Después llamó a dos centuriones y les dijo: «Tengan preparados, a partir de las nueve de la noche, doscientos soldados, para ir a Cesarea, setenta de caballería y doscientos lanceros.24 Preparen también cabalgaduras para que monte Pablo; y llévenlo a salvo al procurador Félix.» 25 Y escribió una carta en estos términos: 26 «Claudio Lisias saluda al excelentísimo procurador Félix. 27 Este hombre había sido apresado por los judíos y estaban a punto de matarlo cuando, al saber que era romano, acudí yo con la tropa y le libré de sus manos. 28 Queriendo averiguar el crimen de que le acusaban, le bajé a su Sanedrín. 29 Y hallé que le acosaban sobre cuestiones de su Ley, pero que no tenía ningún cargo digno de muerte o de prisión.30 Pero habiéndome llegado el aviso de que se preparaba una conjuración contra este hombre, al punto te lo he mandado y he informado además a sus acusadores que formulen sus quejas contra él ante ti.» 31 Los soldados, conforme a lo que se les había ordenado, tomaron a Pablo y lo condujeron de noche a Antipátrida; 32 a la mañana siguiente dejaron que los de caballería se fueran con él y ellos se volvieron al cuartel.33 Al llegar aquéllos a Cesarea, entregaron la caria al procurador y le presentaron también i\ Pablo.34 Habiéndola leído, preguntó de qué provincia era y, al saber que ora de Cilicia, le dijo:35 «Te oiré cuando oslen también presentes tus acusadores.» Y mandó custodiarlo en el pretorio do Herodes.
Proceso ante el procurador l'élix. 1 Cinco días después Ikijó ol su mo sacerdote Ananias con ;»lj.>,u
23 12 Invocando sobre sí la innUiriómlIvhin si faltaban a su compromiso.
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hechos de los apóstoles
nos aiH'i;uios y un tal Tértulo, abogado, v presentaron ante el procurador acusac ión contra Pablo.2 Citado Pablo, Térlulo empezó la acusación diciendo: «(iradas a ti gozamos de mucha paz y las mejoras realizadas por tu providencia en beneficio de esta nación,3 en todo y siempre las reconocemos, excelentísimo Félix, con todo agradecimiento.4 Pero para no molestarte más, te ruego que nos escuches un momento con tu característica clemencia. 3 Pues hemos comprobado que esta peste de hombre provoca altercados entre los judíos de toda la tierra y que es el jefe principal de la secta* de los nazarenos. 6 Ha intentado además profanar el Templo, pero nosotros le apresamos. [7] 8 Interrogándole, podrás tú llegar a conocer a fondo todas estas cosas de que le acusamos.» 9 Los judíos le apoyaron, afirmando que las cosas eran así. 10 Entonces el procurador concedió la palabra a Pablo y éste respondió:
Discurso de Pablo ante el procurador romano*. «Yo sé que desde hace muchos años vienes juzgando a esta nación; por eso con toda confianza voy a exponer mi defensa. 11 Tú mismo lo puedes comprobar: No hace más de doce días que yo subí a Jerusalén en peregrinación. 12 Y ni en el Templo, ni en las sinagogas, ni por la ciudad me han encontrado discutiendo con nadie ni alborotando a la gente. 13 Ni pueden tampoco probarte las cosas de que ahora me acusan. 14 «En cambio te confieso que según el Camino, que ellos llaman secta, doy culto al Dios de mis padres, creo en todo lo que está escrito en la Ley y en los Profetas. 15 y tengo en Dios la misma esperanza que éstos mismos tienen, de que habrá una resurrección, tanto de los justos como de los injustos. 16 Por eso yo también me esfuerzo por tener constan24 5 Los adversarios del Cristianismo sólo ven en él una «secta», ver 5 17, dentro del Judaismo, v. 14; 28 22; ver 2 22 + ; Mt 2 23. 24 10 Ver 22 + . 24 17 Única alusión de Hch al motivo real del viaje: la colecta de las Iglesias de la gentilidad que debía llevar a Jerusalén, 19 21+;
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temente una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres. 17 «Al cabo de muchos años he venido a traer limosnas a los de mi nación* y a presentar ofrendas. 18 Mientras las ofrecía me encontraron en el Templo después de haberme purificado, y no entre tumulto de gente. 19 Pero fueron algunos judíos de Asia... — que son los que debieran presentarse ante ti y acusarme si es que tienen algo contra mí; 20 o si no, que digan estos mismos qué crimen hallaron en mí cuando comparecí ante el Sanedrín, 21 a no ser este solo grito que yo lancé estando en medio de ellos: 'Yo soy juzgado hoy ante ustedes por la resurrección de los muertos*'.» Pablo cautivo en Cesarea. 22 Félix, que estaba bien informado en lo referente al Camino, les dio largas diciendo: «Cuando baje el comandante Lisias decidiré su asunto.» 23 Y ordenó al centurión que custodiara a Pablo, que le dejara tener alguna libertad y que no impidiera a ninguno de los suyos el asistirle. 24 Después de unos días vino Félix con su esposa Drusila, que era judía; mandó traer a Pablo y le estuvo escuchando acerca de la fe en Cristo Jesús.25 Y al hablarle Pablo de la justicia, del dominio propio y del juicio futuro, Félix, aterrorizado, le interrumpió: «Por ahora puedes marcharte; cuando encuentre una oportunidad te haré llamar.» 26 Esperaba al mismo tiempo Félix que Pablo le diese dinero; por eso frecuentemente le mandaba a buscar y conversaba con él. 27 Pasados dos años Félix recibió como sucesor a Porcio Festo; y, queriendo congraciarse con los judíos, dejó a Pablo prisionero*.
Pablo apela al César. 1 Tres días después de haber llegado a la provincia, Festo subió
1 Co 16 1 + ; ver Rm 15 25 + . 24 21 Verv. 19+; 23 6-8 + ; 26 6-8+; 28 20. 24 27 El derecho romano imponía sanciones a los denunciantes que no mantuvieran sus acusaciones, pero de ello no se seguía necesariamente que los acusados fueran puestos en libertad.
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hechos de los
de Cesarea a Jerusalén.2 Los sumos sacerdotes y los principales de los judíos le presentaron acusación contra Pablo e insistentemente 3 le pedían una gracia contra él, que le hiciera trasladar a Jerusalén, mientras preparaban una emboscada para matarle en el camino. 4 Pero Festo les contestó que Pablo debía estar custodiado en Cesarea, y que él mismo estaba para marchar allá inmediatamente. 5 «Que bajen conmigo, les dijo, los que entre ustedes tienen autoridad y si este hombre es culpable en algo, formulen acusación contra él.» 6 Después de pasar entre ellos no más de ocho o diez días, bajó a Cesarea y al día siguiente se sentó en el tribunal y mandó traer a Pablo. 7 Así que éste se presentó le rodearon los judíos que habían bajado de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones, que no podían probar. 8 Pablo se defendía diciendo: «Yo no he cometido delito alguno ni contra la Ley de los judíos ni contra el Templo ni contra el César.» 9 Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, preguntó a Pablo: «¿Quieres subir a Jerusalén y ser allí juzgado de estas cosas en mi presencia?» 10 Pablo contestó: «Estoy ante el tribunal del César donde tengo que ser juzgado. A los judíos no les he hecho ningún mal, como tú muy bien sabes. 11 Si, pues, soy reo de algún delito o he cometido algún crimen que merezca la muerte, no rehúso morir; pero si en eso de que éstos me acusan no hay ningún fundamento, nadie puede entregarme a ellos; apelo al César*.» ,2 Entonces Festo deliberó con el Consejo y respondió: «Has apelado al César, al César irás.» Pablo ante el rey Agripa. 13 Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea y fueron a saludar a Festo. 14 Como pasaran allí bastantes días, Festo expuso al rey el caso de Pablo: «Hay aquí un hombre, le dijo, que Félix dejó prisionero. 15 Es-
25 11 Pablo quiere sustraerse a una jurisdicción local, que ya ha tomado partido contra él, reclamando una audiencia imparcial ante el tribunal imperial de Roma.
apóstoles
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tando yo en Jerusalén presentaron con tra él acusación los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo contra él sentencia condenatoria. 1(1 Yo les respondí que no es costumbre de los romanos entregar a un hombre antes de que el acusado tenga ante sí a los acusadores y se le dé la posibilidad de defenderse de la acusación. 17 Ellos vinieron aquí juntamente conmigo, y sin dilación me senté al día siguiente en el tribunal y mandé traer al hombre. ,H Los acusadores comparecieron ante él, pero no presentaron ninguna acusación de los crímenes que yo sospechaba; 19 solamente tenían contra él unas discusiones sobre su propia religión y sobre un tal Jesús, ya muerto, de quien Pablo afirma que vive*. 20 Yo estaba perplejo sobre estas cuestiones y le propuse si quería ir a Jerusalén y ser allí juzgado de estas cosas. 21 Pero como Pablo interpuso apelación de que se le custodiara para la decisión del Augusto, mandé que se le custodiara hasta remitirlo al César.» 22 Agripa dijo a Festo: «Querría yo también oír a ese hombre.» — «Mañana, dijo, le oirás.» 23 Al día siguiente vinieron Agripa y Berenice con gran ostentación y entraron en la sala de audiencia, junto con los comandantes y los personajes de más categoría de la ciudad. A una orden de Festo, trajeron a Pablo. 24 Festo dijo: «Rey Agripa y todos los aquí presentes; aquí ven a este hombre, contra quien toda la multitud de los judíos vinieron a mi presencia tanto en Jerusalén como aquí, gritando que no debía vivir ya más. 25 Yo comprendí que no había hecho nada digno de muerte; pero como él ha apelado al Augusto, he decidido enviarle. 26 No sé en concreto qué escribir al Señor* sobre él; por eso lo he presentado ante ustedes, y sobre todo ante ti, rey Agripa, para saber, después del interrogatorio, lo que he de escribir.27 Pues me parece absurdo enviar un preso sin indicar al mismo tiempo las acusaciones formuladas contra él.» 25 19 Las discusiones sobre la resiinvivión, 24 21+, se concentran en Jesús, 17 18.31; 2 Co 13 4; etc. Ver Hch 2 32. 2 5 26 Señor es aquí título del i'tupi'rador.
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hechos de los apóstoles 1 Agripa
dijo a Pablo: «Se te permite hablar en tu favor.» Entonces Pablo extendió su mano y empezó su defensa: Discurso de Pablo ante el rey Agripa*. 2 «Me considero feliz, rey Agripa, al tener que defenderme hoy ante ti de todas las cosas de que me acusan los judíos, .3 principalmente porque tú conoces todas las costumbres y cuestiones de los judíos. Por eso te pido que me escuches pacientemente. 4 «Todos los judíos conocen mi vida desde mi juventud, desde cuando estuve en el seno de mi nación, en Jerusalén. 5 Ellos me conocen de mucho tiempo atrás y si quieren pueden testificar que yo he vivido como fariseo conforme a la secta más estricta de nuestra religión. 6 Y ahora estoy aquí procesado por la esperanza que tengo en la promesa hecha por Dios a nuestros padres,7 cuyo cumplimiento están esperando nuestras doce tribus en el culto que asiduamente, noche y día, rinden a Dios*. Por esta esperanza, oh rey, soy acusado por los judíos. 8 ¿Por qué tienen ustedes por increíble que Dios resucite a los muertos? =9 1-18; =22 4-16. 9 «Yo, pues, me había creído obligado a combatir con todos los medios el nombre de Jesús, el Nazareno. 10 Así lo hice en Jerusalén y, con poderes recibidos de los sumos sacerdotes, yo mismo encerré a muchos santos en las cárceles; y cuando se les condenaba a muerte, yo contribuía con mi voto. " Frecuentemente recorría todas las sinagogas y a fuerza de castigos les obligaba a blasfemar y, rebosando furor contra ellos, los perseguía hasta en las ciudades extranjeras. 12 «En este empeño iba hacia Damasco con plenos poderes y la autorización
26 2 Este último discurso de Pablo, 22+, explica al rey, 9 15, cómo la misión del Apóstol cumple la vocación del pueblo judío. 26 7 La esperanza mesiánica ha comenzado a realizarse con la resurrección de Cristo y es el fundamento de la esperanza cristiana, v. 23; 24 21+; Rm 5 2 + ; 1 Co 15 12-22; Col 1 18.
de los sumos sacerdotes; y al medio día, yendo de camino vi, oh rey, una luz venida del cielo, más resplandeciente que el sol, que me envolvió a mí y a mis compañeros en su resplandor. 14 Caímos todos nosotros a tierra y yo oí una voz que me decía en lengua hebrea: 'Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? Te es duro dar coces contra el aguijón.' 15 Yo respondí: '¿Quién eres, Señor?' Y me dijo el Señor: 'Yo soy Jesús a quien tú persigues. 16 Pero levántate, y ponte en pie; pues me he aparecido a ti para constituirte servidor y testigo tanto de las cosas que de mí has visto como de las que te manifestaré. 17 Yo te libraré de tu pueblo y de los gentiles, a los cuales yo te envío, 18 para que les abras los ojos; para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios; y para que reciban el perdón de los pecados y una parte en la herencia entre los santificados*, mediante la fe en mí'. 19 «Así pues, rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial, 20 sino que primero a los habitantes de Damasco, después a los de Jerusalén y por todo el país de Judea y también a los gentiles he predicado que se convirtieran y que se volvieran a Dios haciendo obras dignas de conversión.21 Por esto los judíos, habiéndome prendido en el Templo, intentaban darme muerte.22 Con el auxilio de Dios hasta el presente me he mantenido firme dando testimonio a pequeños y grandes sin decir cosa que esté fuera de lo que los profetas y el mismo Moisés dijeron que había de suceder: 23 que el Cristo había de padecer y que, después de resucitar el primero de entre los muertos, anunciaría la luz al pueblo y a los gentiles.» ,3
Reacciones en el auditorio. 24 Mientras estaba él diciendo esto en su defensa, Festo le interrumpió gri-
26 18 Ver 9 13 + ; 20 32. La misión de Pablo se describe aquí por medio de rasgos bíblicos relativos a las grandes misiones proféticas: Jeremías, Jr 1 5-8, y el Siervo de Yahvé, Is 42 7.16. Él mismo recobró la vista, 9 17-18, y recibió el perdón por el bautismo, 22 16.
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tándole: «Estás loco, Pablo; las muchas letras te hacen perder la cabeza.» 25 Pablo contestó: «No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que proclamo cosas verdaderas y sensatas.26 Bien enterado está de estas cosas el rey, ante quien hablo con valentía; no creo que se le oculte nada, pues no han pasado en un rincón*. 27 ¿Crees, rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees.» 2 Agripa contestó a Pablo: «Por poco me convences para hacer de mí un cristiano.» 29 Y Pablo replicó: «Quiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino todos los que me escuchan hoy, llegaran a ser tales como yo soy, a excepción de estas cadenas.» 30 El rey, el procurador, Berenice y los que con ellos estaban sentados se levantaron, 31 y mientras se retiraban iban diciéndose unos a otros: «Este hombre no hace nada digno de muerte o de prisión.» 32 Agripa dijo a Festo: «Podría quedar en libertad este hombre si no hubiera apelado al César.» Camino de Roma*. 1 Cuando se decidió que nos embarcásemos rumbo a Italia, entregaron a Pablo y algunos otros prisioneros a un centurión de la legión Augusta, llamado Julio. 2 Subimos a una nave de Adramitio, que iba a partir hacia las costas de Asia, y nos hicimos a la mar. Estaba con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica. 3 Al otro día arribamos a Sidón. Julio se portó humanamente con Pablo y le permitió ir a ver a sus amigos y ser atendido por ellos.4 Partimos de allí y navegamos al abrigo de las costas de Chipre, porque los vientos eran contrarios. 5 Atravesamos los mares de Cilicia y Panfilia y llegamos al cabo de quince días a Mira de Licia. 6 Allí encontró el centurión una nave alejandrina que navegaba a Italia, y nos hizo subir a bordo.
26 26 Estas cosas, —a saber, la muerte y la resurrección de Jesús, la predicación apostólica- están implicadas en la fe en los profetas, w . 22-23. La respuesta evasiva del rey dejará que él prosiga su curso. 27 La precisión del relato da la impresión de un minucioso diario de viaje, ver 16 10 + .
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Durante muchos días la navegación fue lenta y a duras penas llegamos a la altura de Gnido. Como el viento no nos dejaba entrar en puerto, navegamos al abrigo de Creta por la parte de Salmone; 8 y, costeándola, llegamos con dificultad a un lugar llamado Buenos Puertos, cerca del cual se encuentra la ciudad de Lasea. 7
Tempestad y naufragio. 9 Había transcurrido bastante tiempo y la navegación era ya peligrosa, pues incluso había pasado el Ayuno*. Pablo les advertía 10 diciéndoles: «Amigos, veo que la navegación va a traer gran peligro y grave daño no sólo para el cargamento y la nave, sino también para nuestras propias personas.» 11 Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón que no a las palabras de Pablo. 12 Como el puerto no era a propósito para invernar, la mayoría decidió hacerse a la mar desde allí, por si era posible llegar a Fénica, un puerto de Creta orientado al suroeste y al noroeste, y pasar allí el invierno. 13 Soplaba ligeramente entonces el viento del sur y creyeron que podían poner en práctica su propósito; levaron anclas y fueron costeando Creta de cerca. 14 Pero no mucho después se desencadenó un viento huracanado procedente de la isla, llamado Euroaquilón. 15 La nave fue arrastrada y, no pudiendo hacer frente al viento, nos abandonamos a la deriva. 16 Navegando al amparo de una isleta llamada Cauda, pudimos con mucha dificultad hacernos con el bote. 17 Una vez izado el bote se emplearon los cables de refuerzo, ciñendo el casco por debajo; y por miedo a chocar contra la Sirte, se echó el ancla flotante. Así se iba a la deriva. 18 Y como el temporal seguía sacudiéndonos furiosamente, al día siguiente aligeraron la nave. 19 Y al tercer día con
27 9 El Ayuno designa la fiesta de la Expiación, Lv 16 29-31. Se celebraba por el equinoccio de otoño. La estación franca para la navegación en el Mediterráneo duraba desde finales del mes de mayo hasta mediados de septiembre.
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sus propias manos arrojaron al mar el aparejo de la nave. 20 Durante muchos días no aparecieron ni el sol ni las estrellas; teníamos sobre nosotros una tempestad no pequeña; toda esperanza de salvarnos iba desapareciendo. 21 Hacía ya días que no habíamos comido; entonces Pablo se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «Amigos, más hubiera valido que me hubieran escuchado y no haberse hecho a la mar desde Creta; se hubieran ahorrado este peligro y esta pérdida. 22 Pero ahora les recomiendo que tengan buen ánimo; ninguna de sus vidas se perderá; solamente la nave.23 Pues esta noche se me ha presentado un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien doy culto, 24 y me ha dicho: 'No temas, Pablo; tú tienes que comparecer ante el César; y mira, Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo.' 25 Por tanto, amigos, ¡ánimo! Yo tengo fe en Dios de que sucederá tal como se me ha dicho. 26 Iremos a dar en alguna isla.» 27 Era ya la décima cuarta noche que íbamos a la deriva por el Adriático, cuando hacia la media noche presintieron los marineros la proximidad de tierra. 28 Sondearon y hallaron veinte brazas; un poco más adelante sondearon de nuevo y hallaron quince brazas. 29 Temerosos de que fuéramos a chocar contra algunos escollos, echaron cuatro anclas desde la popa y esperaban ansiosamente que se hiciera de día. 30 Los marineros intentaban escapar de la nave, y estaban ya arriando el bote con el pretexto de echar los cables de las anclas de proa.31 Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: «Si no se quedan éstos en la nave, ustedes no se podrán salvar.» 32 Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron caer. Mientras esperaban que se hiciera de día, Pablo aconsejaba a todos que tomaran alimento diciendo: «Hace ya catorce días que, en continua expectación, están en ayunas, sin haber comido nada. 34 Por eso les aconsejo que lomen alimento, pues les conviene
para su propia salvación; que ninguno de ustedes perderá ni un solo cabello de su cabeza.» 35 Diciendo esto, tomó pan, dio gracias a Dios en presencia de todos, lo partió y se puso a comer*. 36 Entonces todos los demás se animaron y tomaron también alimento.37 Estábamos en total en la nave doscientas setenta y seis personas. 3a Una vez satisfechos, aligeraron la nave arrojando el trigo al mar. 39 Cuando vino el día, los marineros no reconocían la tierra; solamente podían divisar una ensenada con su playa; y resolvieron lanzar la nave hacia ella, si fuera posible.40 Soltaron las anclas que dejaron caer al mar; aflojaron al mismo tiempo las ataduras de los timones; después izaron al viento la vela de proa y pusieron rumbo a la playa. 41 Pero tropezaron contra un lugar con mar por ambos lados, y encallaron allí la nave; la proa clavada, quedó inmóvil; en cambio la popa, sacudida violentamente, se iba deshaciendo. 42 Los soldados entonces resolvieron matar a los presos, para que ninguno escapara a nado; 43 pero el centurión, que quería salvar a Pablo, se opuso a su designio y dio orden de que los que supieran nadar se arrojaran los primeros al agua y alcanzaran la orilla; 44 y los demás salieran unos sobre tablones, otros sobre los despojos de la nave. De esta forma todos llegamos a tierra sanos y salvos.
27 35> Todo judío, en el momento de comer, pronunciaba una bendición. Pero los términos
que Lucas escoge evocan el rito eucarístico, ver 2 42 + ; Le 24 35 + .
En Malta. 1 Una vez a salvo, reconocimos entonces que la isla se llamaba Malta.2 Los nativos nos mostraron una humanidad poco común; encendieron una hoguera y nos hicieron acercar a todos nosotros a causa de la lluvia que caía y del frío. 3 Pablo había reunido una brazada de ramas secas; al ponerla sobre la hoguera, una víbora, que salía huyendo del calor, le mordió en su mano. 4 Los nativos, cuando vieron el animal colgado de su mano, se decían unos a otros: «Este hombre es seguramente
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un asesino; ha escapado del mar, pero la justicia divina no le deja vivir.» 3 Pero él sacudió el animal sobre el fuego y no sufrió daño alguno. 6 Ellos estaban esperando que se hincharía o que caería muerto de repente; pero después de esperar largo tiempo y viendo que no le ocurría nada anormal, cambiaron de parecer y empezaron a decir que era un dios. 7 En las cercanías de aquel lugar tenía unas propiedades el principal de la isla llamado Publio, quien nos recibió y nos dio amablemente hospedaje durante tres días. 8 Precisamente el padre de Publio se hallaba en cama atacado de fiebres y disentería. Pablo entró a verlo, hizo oración, le impuso las manos y lo curó. 9 Después de este suceso los otros enfermos de la isla acudían y eran curados. 10 Tuvieron para con nosotros toda suerte de consideraciones y a nuestra partida nos proveyeron de lo necesario. De Malta a Roma. 11 Transcurridos tres meses nos hicimos a la mar en una nave alejandrina que había invernado en la isla y llevaba por insignia los Dióscuros. 12 Arribamos a Siracusa y permanecimos allí tres días. 13 Desde allí, costeando, llegamos a Regio. Al día siguiente se levantó el viento del sur, y al cabo de dos días llegamos a Pozzuoli. 14 Encontramos allí hermanos y nos rogaron que permaneciéramos con ellos siete días. Y así llegamos a Roma. 15 Los hermanos, informados de nuestra llegada, salieron a nuestro encuentro hasta el Foro Apio y Tres Tabernas. Pablo, al verlos, dio gracias a Dios y cobró ánimos. 16 Cuando entramos en Roma se le permitió a Pablo permanecer en
28 16 Régimen de favor de la «custodia militar»: el preso toma un alojamiento para él, pero ha de tener siempre el brazo derecho atado por una cadena al brazo izquierdo de un soldado que le custodia. 28 17 Pablo aclara enseguida sus relaciones con la comunidad judía de Roma, ver 13 5+. 28 23 Aun en Roma, Pablo dirige en primer lugar su mensaje evangélico a los judíos, ver 13 5 + . El resumen de su predicación a los judíos de Roma debe compararse con el discur-
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casa particular con el soldado que le custodiaba*. Entrevista de Pablo con los judíos de Roma*. 17 Tres días después convocó a los principales judíos. Una vez reunidos, les dijo: «Hermanos, yo, sin haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres de los padres, fui entregado preso en Jerusalén en manos de los romanos, 18 quienes, después de haberme interrogado, querían dejarme en libertad porque no había en mí ningún motivo de muerte. 19 Pero como los judíos se oponían, me vi forzado a apelarai César, sin pretender con eso acusar a los de mi nación. 20 Por este motivo los llamé para verlos y hablarles, pues precisamente por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas.» 21 Ellos le respondieron: «Nosotros no hemos recibido de Judea ninguna carta que nos hable de ti, ni ninguno de los hermanos llegados aquí nos ha referido o hablado nada malo'de ti. 22 Pero deseamos oír de ti mismo lo que piensas, pues lo que de esa secta sabemos es que en todas partes se la contradice.»
Declaración de Pablo a los judíos de Roma*. 23 Le señalaron un día y vinieron en mayor número adonde se hospedaba. Él les iba exponiendo el Reino de Dios, dando testimonio e intentando persuadirles acerca de Jesús, basándose en la Ley de Moisés y en los Profetas, desde la mañana hasta la tarde.24 Unos creían por sus palabras y otros en cambio permanecían incrédulos. 25 Cuando, en desacuerdo entre sí mismos, ya se despedían, Pablo dijo esta sola cosa*: «Con
so inaugural de Antioquía de Pisidia, 13 15-41. 28 25 Esta declaración, ver 13 41.46-47, constituye la conclusión de los Hechos y nos da su clave. Evoca las perspectivas ahieilas con el final del discurso de Jesús en Nn/iuel, Le 4 23-27, y con las últimas palabras de .lesus a los apóstoles, Le 24 47. El texto de Is 6 <>• 10 (LXX) aparece también en Mt 13 I 4 l 5 p y e u Jn 12 40. El tema y el texto eran muy lamilin res al cristianismo primitivo.
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razón habló el Espíritu Santo a sus padres por medio del profeta Isaías: ¿t> Ve a encontrar a este pueblo y dile: Escucharán bien, pero no entenderán, mirarán bien, pero no verán. 27 Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, y con sus oídos oigan, y con su corazón entiendan y se conviertan,
28 28 Alusión al Sal 67 3. Ver Hch 1 8+; Le 24 47; Rm 11 11-12. El texto occidental añade el v. 29: «Cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, discutiendo vivamente entre sí». 28 31 Nada se dice de los últimos años de Pa-
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y yo los cure. 28 «Sepan, pues, que esta salvación de Dios ha sido enviada a los gentiles; ellos sí que la oirán*.» Epílogo. 30 Pablo permaneció dos años enteros en una casa que había alquilado y recibía a todos los que acudían a él; 31 predicaba el Reino de Dios y enseñaba lo referente al Señor Jesucristo con toda valentía, sin estorbo alguno*.
blo (ni de los de Pedro, 12 17). Roma es el término de una etapa, 23 11, y el punto de partida de una expansión nueva. La Iglesia nacida en Jerusalén será la Iglesia de todos.
EPÍSTOLAS DE SAN PABLO Introducción Datos biográficos Nació San Pablo en Tarso de Cilicia hacia el año 10 de nuestra era, de una familia judía de la tribu de Benjamín. Ya desde su juventud recibió de Gamaliel, en Jerusalén, una profunda educación religiosa según las doctrinas fariseas. Encarnizado perseguidor de la naciente Iglesia cristiana, sufrió un brusco cambio en el camino de Damasco por la experiencia profunda de Jesús resucitado; experiencia que le llevó a descubrir la verdad de la fe cristiana y su misión especial de dar a conocer la persona de Jesús a los gentiles. Desde aquel momento (hacia el año 33) dedica toda su vida activa al servicio de Cristo. Después de permanecer en Arabia y de volver a Damasco, donde ya predica, sube a Jerusalén hacia el año 37; luego se retira a SiriaCilicia, de allí le lleva consigo Bernabé a Antioquía, como colaborador suyo. En una primera misión apostólica, al principio de los años 40, anuncia el Evangelio en Chipre, Panfilia, Pisidia y Licaonia. Según el libro de los Hechos (13 9), a partir de este momento utiliza su nombre romano de Pablo con preferencia al nombre judío Saulo, y empieza a destacar sobre su compañero Bernabé. En un segundo viaje misionero, ya bajo su entera responsabilidad, entre los años 47 y 51, llega a Europa. En el verano del 51 se encuentra en Corinto con Galión. Después sube a Jerusalén para intervenir en la asamblea apostólica, en la que, en parte por influencia suya, se admite que la ley judía no obliga a los cristianos convertidos del paganismo, al mismo tiempo que se le reconoce oficialmente por los responsables de las iglesias su misión de Apóstol de los gentiles; luego vuelve a partir para nuevos viajes apostólicos: uno entre los años 50-52 y otro entre los años 53-58. El año 58 es detenido en Jerusalén y mantenido en prisión en Cesarea de Palestina hasta el 60. En el otoño del 60 el procurador Festo lo remite, con escolta, a Roma, donde
Pablo permanece dos años, del 61 al 63. Tradiciones antiguas, apoyadas por las Epístolas pastorales, afirman que dos años después el proceso fue sobreseído por falta de pruebas y queda en libertad. Quizás se dirige entonces a España, según su deseo (Rm 15 24. 28). Un nuevo cautiverio en Roma, atestiguado por la tradición, culminó con el martirio de Pablo, entre los años 64 y 68. Personalidad de Pablo Pablo es un apasionado, un alma de fuego que se entrega sin medida a un ideal. Y este ideal es esencialmente religioso. Dios es todo para él, y a Dios sirve con una lealtad absoluta, primero persiguiendo a los que considera herejes (Ga 1 13), luego predicando a Cristo, cuando, por revelación, ha comprendido que sólo en él está la salvación. Este celo incondicional se traduce en una vida de abnegación total al servicio de Aquél a quien ama. El sentimiento de su singular elección suscita en él inmensas aspiraciones. Cuando confiesa su solicitud por todas las iglesias (2 Co 11 28), cuando afirma haber trabajado más que los demás (1 Co 15 10), cuando pide a sus fieles que le imiten (1 Co 11 1), no lo hace por arrogancia; más bien se trata de la legítima y humilde satisfacción de un santo: se reconoce como el último de todos, ya que fue perseguidor (1 Co 15 9; Ef 3 8); y sólo a la gracia de Dios atribuye las grandes cosas que se realizan por su intervención (ICo 15 10; 2 Co 4 7; Flp 4 13; Col 1 29; Ef 3 7). Predicación de Pablo Su predicación es ante todo el «kerygma» apostólico, proclamación de Cristo crucificado y resucitado con forme a las Escrituras (1 Co 2 2; 15 3-4; Ga 3 1). «Su» evangelio (Rm 2 16; 16 25), es el evangelio de la fe común (Ga 1 6-9; 2 2; Col 1 5-7) sólo que con una aplicación especial a la conversión de los gen-
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liles (Ga 1 16), en la línea universalista logía. Verdaderas cartas con el formuinaugurada en Antioquía. Pablo se sien- lario entonces en uso, no son ni «carir solidario de las tradiciones apostólitas» puramente privadas, ni «epístolas» cas; las cita cuando se le presenta la oca- puramente literarias, sino exposiciones sión (1 Co 11 23-25; 15 3-7), las supone destinadas a lectores concretos y, en úlsiempre y ciertamente les debe mucho. timo término, a todos los fieles de Cristo. Parece no haber conocido en vida a Cris- No hemos de buscar, pues, en ellas una to, pero conoce sus enseñanzas (ICo 7 formulación sistemática y completa del lOs; 9 14). Además es también un tes- pensamiento del Apóstol; hemos de sutigo directo, y su irresistible convicción poner siempre, en el fondo, la palabra se apoya en una experiencia personal, viva, de la que son comentarios sobre porque también él ha «visto» a Cristo puntos particulares. Mas no dejan de ser (1 Co 9 1; 15 8). Ha sido favorecido con por eso extraordinariamente valiosas, revelaciones y éxtasis (2 Co 12 1-4). Lo tanto más cuanto que su riqueza y vaque ha recibido de la tradición, puede riedad nos permiten encontrar verdadetambién atribuirlo y con entera verdad a ramente lo esencial del mensaje paulino. las comunicaciones directas del Señor Recorriendo las diversas epístolas se(Ga 1 12; 1 Co 11 23). gún él orden cronológico, que no es el del No era hombre de fantasía, a juzgar Canon del NT donde han sido ordenadas por las imágenes que emplea, pocas y co- según su extensión decreciente, podemos rrientes: él estadio, el mar, la agricultura, distinguir la evolución del pensamiento la construcción. Es más bien un cerebral. teológico de Pablo. En la traducción Argumenta en ocasiones como rabino, se- mantenemos el orden del Canon; pero en gún los métodos exegéticos recibidos de esta introducción las presentamos según su ambiente y de su educación (ver, por el orden cronológico más probable. ejemplo, Ga 3 16; 4 21-31). Pero su genio hace saltar los límites de aquella herencia tradicional, y hace pasar una doctrina PRIMERA EPÍSTOLA A profunda a través de canales un tanto LOS TESALONICENSES anticuados para nosotros. Pablo posee también una cultura Pablo evangelizó Tesalónica entre el griega aceptable, recibida quizás desde otoño del 49 y la primera del 50 (ver Hch su infancia en Tarso, enriquecida por 17 1-10). Ahora, verano del 50, se enreiterados contactos con el inundo grecuentra en Corinto, acompañado de Sicorromano. Esta influencia se refleja en las y Timoteo. Este último ha realizado su modo de pensar lo mismo que en su una visita a los cristianos de Tesalónica. lenguaje y en su estilo. Cita autores clá- De allí trae noticias sobre la continuasicos, si la ocasión se presenta (1 Co 15 ción de la campaña de los judíos contra 33), y conoce ciertamente la filosofía poPablo, que obligó al Apóstol a marcharse pular basada en el estoicismo. Maneja de la ciudad. Trae también Timoteo alcorrientemente el griego como una se- gunas preocupaciones de los cristianos gunda lengua materna y con pocos se- sobre su fe, y en particular sobre la prómitismos. Es el griego de su tiempo, la xima venida del Señor y sobre la suerte «koiné» elegante, pero sin pretensiones que tendrán los cristianos que hayan faaticistas. Incluso, a veces, su expresión llecido cuando el Señor venga. Pablo no es incorrecta e incompleta (1 Co 9 15), puede ir a visitarlos; por eso les escribe pues el molde del lenguaje resulta incaesta carta, el primer escrito de Pablo que paz para contener la presión de un penconocemos. samiento demasiado rico o de emocioLa carta tiene dos partes: la primera nes demasiado vivas. es una acción de gracias por la vida de esta comunidad; la segunda intenta ser Las epístolas de Pablo una aclaración sobre el tema de la vel/is epístolas atribuidas a Pablo son nida del Señor y la suerte de los cristiaescritos de ocasión, no tratados de teo- nos difuntos.
i n t r o d u c c i ó n a l a s e p í s t o l a s d e s a n p a b l o 217 1. Acción de gracias por la vida de la comunidad (l 7-3 13)
Estas líneas son: a) Agradar al Señor y progresar en la fe, siguiendo las instrucciones recibidas en la «catequesis» comunitaria. De modo particular aplica estos principios a las relaciones entre los esposos (4 1-8). b) Progresar en el amor y en la laboriosidad. Pablo relaciona estas dos cualidades, amor y trabajo, y quiere que caractericen la actitud de espera de la comunidad. El trabajo es uno de los modos de tener activo el amor entre todos y de testimoniar la fe ante los no creyentes (4 9-12). c) No inquietarse por la suerte de los «que se han dormido en el Señor», es decir los difuntos cristianos. Les recuerda la enseñanza fundamental sobre la resurrección de los muertos. Esto debe afianzar su esperanza. La muerte es un paso necesario para «estar siempre con el Señor» (4 13-18). d) Estar vigilantes, ante la incertidumbre del tiempo de esta venida. La vigilancia cristiana le sugiere la imagen del vigía, que permanece despierto, atewto, vestido con la vestidura adecuada (5 1-11). e) Vida comunitaria auténtica, que se traduce en la preocupación por todos los de la comunidad, en especial por los que desempeñan servicios comunitarios, y que se manifiesta en la corrección fraterna, en la alegría, en la oración y en el aprecio de las diversas actuaciones del Espíritu dentro de la comunidad (5 1222).
Tras el breve saludo epistolar (1 1) Pablo, con Silas y Timoteo, se desahoga en una oración de acción de gracias por la vida cristiana de la comunidad, en la que flore'cen las tres virtudes básicas del cristianismo: fe, esperanza y caridad. Los motivos que impulsan esta acción de gracias son: a) La buena acogida del Mensaje que desde un principio han demostrado los tesalonicenses y por la comunicación del Espíritu que la ha refrendado. Por eso esta comunidad es un modelo para las otras (l 2-10). b) Porque la evangelización de Pablo entre ellos, a pesar de las dificultades, pudo ser sincera y noble y desarrollarse con una conducta limpia, justa e irreprochable, no siendo una carga para nadie (2 1-12). c) Porque las dificultades y persecuciones han tenido como efecto el afianzamiento de la fe y han probado que el Mensaje transmitido por Pablo es Palabra de Dios (2 13-16). d) Porque el no poder ir a verlos de nuevo ahora está contribuyendo a que se acreciente el cariño que siente por ellos. El impedimento que ahora obstaculiza su visita lo atribuye Pablo, según la ideología del AT, a «Satanás», el autor de toda circunstancia que se opone a la evangelización (2 17-3 5). e) Porque las buenas noticias traídas por Timoteo le llenan de alegría y le pro- 3. Despedida (5 23-28) porcionan nuevos motivos de vida y conUna breve oración sintetiza las exsuelo (3 6-13). hortaciones precedentes. Se despide el Apóstol con un saludo para todos los de 2. La venida del Señor (4 1-5 22) la comunidad, saludo que desea se exLas primeras comunidades cristiateriorice con el «beso santo», costumbre nas esperaban una gloriosa venida del primitiva en las celebraciones eucarístiSeñor que instauraría una nueva era de cas. Y una petición interesante: que esta paz y amistad con Dios para los creyen- carta se lea ante toda la asamblea, costes. Parece que el mismo Pablo, en el tumbre que parece era también habitual principio de su ministerio, no es ajeno a en las comunidades de Pablo. esta esperanza de la próxima venida del Señor. Pablo aprovecha esta preocupación de los tesalonicenses para inculcar- SEGUNDA EPÍSTOLA A les la actitud más conveniente en esta LOS TESALONICENSES espera. Traza así el Apóstol las líneas características de una comunidad cristiaTambién desde Corinto, unos meses na en «espera escatológica». más tarde, Pablo vuelve a escribir a los
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cristianos de Tesalónica. Esta segunda dades en algunas zonas del imperio rocaita tiene, en apariencia, un tono más mano provenientes tanto de parte de las impersonal y reitera casi por entero las comunidades judías como de algunas enseñanzas de la primera sobre la venida autoridades romanas. del Señor, lo que ha llevado a algunos a dudar de la autenticidad de esta epístola. 3. La comunidad en «espera Pero su tono y la reiteración de los temas escatológica» (2 13-3 15) se explican suficientemente por el deseo Reitera las actitudes que ha de tener de Pablo de corregir falsas interpretaciones que algunos habían hecho de sus pa- la comunidad cristiana en este tiempo de «espera» de la venida del Señor: labras. Ambos escritos se completan; y su a) Fidelidad a las enseñanzas reciautenticidad queda atestiguada por la bidas (2 13-17 y 3 13-15). Pablo les antigua tradición de la Iglesia. transmitió de palabra y por escrito unas enseñanzas. La fidelidad a las mismas es 1. Saludo y acción de gracias (1 1-5) la garantía de su fe y de su vivencia crisSon breves e impersonales. Recuerda tiana en paz. b) Oración comunitaria (3 1-5) que alguno de los motivos principales de la debe tener como objeto la propagación acción de gracias de la carta primera. del Mensaje y la fidelidad al amor de 2. Corrección de falsas actitudes ante Dios y ala tenacidad de Cristo. c) El trabajo (3 6-12), que se traduce la venida del Señor (1 6-2 12) en el cumplimiento de las propias resEstas falsas actitudes son: ponsabilidades tanto en la comunidad a) Inpretar las dificultades que atra- como en la sociedad. La ociosidad no viesa la comunidad como señal de una tiene lugar en el Mensaje cristiano. Y venida inminente del Señor (1 5-12). menos una ociosidad que se pretenda Las tribulaciones son algo inherente a la basar en la próxima venida del Señor. vida cristiana misma y, por tanto, son transitorias. Unos textos del ATle sirven 4. Despedida (3 16-18) a Pablo para probar su afirmación. Dios no dejará impunes a los que ahora les Con una breve oración de deseos de están haciendo sufrir. No son señales de paz y de comunión con el Señor se desla próxima venida, sino acicate para pide el autor. La anotación «el saludo va mantenerse firmes en el deseo de hacer de mi mano, Pablo...» no exige, por sí el bien y vivir de verdad su fe. misma, que este escrito haya sido redactado directamente por Pablo. Es un reb) Atribuir a Pablo la afirmación de que la venida del Señor es inminente (2 curso epistolar con el que los escritores querían dar mayor autoridad a su escri1-3). La carta desautoriza tal afirmato. Pero tampoco hay argumentos decición. Quizás algunas expresiones de sivos para rechazar esta nota de autentono escatológico de la primera carta ticidad de la Segunda Carta a los dieron pie a esta engañosa percepción Tesalonicenses. del mensaje de Pablo. c) Las señales que precederán a la venida del Señor: la apostasía, la maniPRIMERA EPÍSTOLA A festación del «Hombre impío», del «Adversario» y de los prodigios realizados LOS CORINTIOS por influjo de Satanás, son oscuras; su mala interpretación daña la fe (2 4-12). Mientras escribía las cartas a los TePara nosotros resultan también indessalonicenses, Pablo evangelizaba Corincifrables, a pesar de las explicaciones to, desde la primavera del año 50 hasta (fue se han propuesto en la exégesis de finales del verano del 51 (ver Hch 18 1estas cartas. En general alude a situacio- 18). Logró constituir allí una floreciente nes de persecución y a las limitaciones comunidad, integrada sobre todo por que encontraban las primeras comuni- gente sencilla y trabajadora, abundante
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en una ciudad comercial y portuaria. Pero Corinto era una gran ciudad, importante foco de la cultura griega, donde chocaban corrientes muy diversas de pensamiento y religión, con un relajamiento de costumbres que la hacían tristemente célebre. El contacto de la tierna fe cristiana con aquella capital del paganismo tenía que plantear a los neófitos muchos problemas delicados. Y el Apóstol trata de resolverlos en las dos cartas que les dirige. La génesis de estas dos cartas, a pesar de algunos puntos dudosos, es bastante clara. Se ha perdido una primera carta «precanónica» (1 Co 5 9-13), de fecha dudosa. Más tarde, durante la estancia en Éfeso algo más de dos años (5254), algunos problemas planteados por una delegación de los corintios (1 Co 16 17), más otras informaciones recibidas por medio de Apolo (1 Co 16 12; ver Hch 18 27s), y «los de Cloe» (1 Co 1 11) impulsaron a Pablo a escribir una nueva carta, que es nuestra Primera a los corintios, alrededor de la Pascua del 54 (1 Co 5 7s; 16 5-9). La Primera a los corintios es un escrito de circunstancias. El tratamiento de los diversos temas, planteados al Apóstol, es una pauta para señalar la división del escrito. En la resolución de los temas se intercalan algunos datos interesantes sobre la vida de esta comunidad y sobre la vida del Apóstol.
guras evangelizadoras de Corinto: Apolo, Cefas, Pablo... Pablo rechaza tales agrupaciones. La raíz de estas formaciones partidarias está en la inmadurez de su fe que se apoya en la sabiduría o ideología humana. Pretenden dirigirse por la sabiduría de los evangelizadores más que por la acción del Espíritu, tal como se lo expuso Pablo en su evangelización. Es una situación infantil. El remedio consiste en comprender que todos los creyentes están al servicio del proyecto de Dios como colaboradores. Y en este sentido todos los creyentes de la comunidad son templos de Dios, miembros de Cristo. Es decir, son el rostro de Cristo en su ciudad de Corinto. Esta idea le sirve a Pablo para desarrollar, en una digresión, su pensamiento sobre el ministerio apostólico. Los evangelizadores son ministros, servidores; y cada uno de ellos ha actuado según la misión recibida. Los corintios no deben alinearse en torno a líderes humanos; «todo es de ustedes; y ustedes de Cristo, y Cristo de Dios» (3 21).
b) Un caso de incesto (5 1-13). Un cristiano se ha casado con su madrastra. Es algo muy mal visto por las leyes sociales. Tal impureza debe ser eliminada de la comunidad, ya que ésta debe aparecer ante la sociedad como el Cuerpo de Cristo y el templo del Espíritu Santo. La proximidad de la Pascua exige, además, que la comunidad sea de verdad masa nueva, habiendo eliminado la vieja levadura. Esta directriz se dirige a 1. Saludo y acción de gracias (l 1-9) los cristianos. Pablo no quiere enjuiciar Desde el principio Pablo intenta gala conducta de los no cristianos. narse la benevolencia de los corintios, c) Recurso a los tribunales pagaponiendo de relieve la elección divina de nos (6 1-11). Los creyentes tienen sufique participan. Así se han convertido en ciente capacidad para solucionar los «santos», aceptos a Dios. Y así también, conflictos que surjan entre ellos. El funviviendo su fe, hacen presente en su ciudamento es que la comunidad ha de madad el testimonio de Cristo y la esperannifestarse como signo de la presencia de za en su manifestación salvadora de to- Jesús resucitado en la sociedad, es decir dos los hombres. como signo de un nuevo estilo de vida en el que las diferencias o pleitos entre 2. Problemas de la comunidad ellos se dirimen acudiendo al amor fra(1 10-6 20) ternal. d) La fornicación (6 12-20). En la a) Partidos en la comunidad (1 104 21). Pablo ha recibido información de sociedad corintia los desórdenes de tipo sexual eran uno de sus componentes la existencia de partidos en la comunidad que se alinean bajo alguna de las fi- bien atestiguados por los historiadores.
i n t r o d u c c i ó n a l a s e p í s t o l a s d e san p a b l o Los cristianos deben tener ideas claras sobre algunos de estos desórdenes, en concreto sobre la fornicación. Pablo les da una pauta clara de conducta basándose en su doctrina varias veces reiterada. Los cristianos forman el Cuerpo de Cristo; sus miembros son miembros de este Cuerpo; su cuerpo es templo del Espíritu; no lo pueden entregar a los desórdenes sexuales. Su cuerpo es, ante la sociedad corintia, signo de manifestación del nuevo estilo de vida: «Glorifiquen, por tanto, a Dios en su cuerpo» (6 20).
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ticipa, al comerlas, del culto al dios pagano? Los corintios estaban divididos. Pablo asienta el principio general: los ídolos no son nada, por tanto no contaminan. Se puede comer cuanto se vende en las carnicerías, sin plantearse problemas de conciencia. Pero esta libertad cristiana tanto ante este tema como ante cualquier otra situación de la vida, tiene una limitación: el amor a los demás componentes de la comunidad, que llevará a renunciar, en algunos casos, a los propios derechos, en atención a una conciencia no bien formada de otro hermano, que se puede escandalizar. 3. Consultas de la comunidad c) Sobre el comportamiento en las (7 l-l5 58) asambleas litúrgicas (11 2-14 40). Más que una respuesta a consultas sobre esa) Sobre el matrimonio y la virgitas celebraciones, el escrito de Pablo panidad (7 1-40). No parece que los corintios hicieran a Pablo una consulta sobre rece una corrección de abusos que se esel valor del matrimonio y la virginidad, tán dando en estas asambleas. Son tres: sino sobre unas situaciones concretas de Las mujeres tienen en estas celebraciocada uno de estos dos estados. La res- nes un comportamiento exterior no conpuesta de Pablo da directrices para acla- forme con los usos sociales; las personas rar estas situaciones. Estas situaciones adineradas acuden a las asambleas provistos de buenos y abundantes manjares pueden afectar a la pareja cristiana (111), a una pareja formada por cristiano para ellos, no compartiendo con los que tienen menos en las comidas de fratery pagano (12-16), a las personas no casadas: vírgenes (25-35), novios (36-38), nidad que precedían a las celebraciones eucarísticas; finalmente, se da entre los viudas (39-40). Todas las directrices se cristianos un afán de protagonismo en asientan en un principio general: el inel uso de los carismas; los carismáticos greso en la comunidad cristiana no supone cambio de su situación social: actúan con independencia, con osten«cada cual permanezca en la condición tación, no en función del servicio a la en que fue llamado» (7 24). En estas di- comunidad. Para responder a estas consultas y corregir los abusos, Pablo acude rectrices distingue entre lo que es opinión suya y lo que es precepto del Señor: a un principio general: Las asambleas litúrgicas de la comunidad son manifesrenunciar al matrimonio por el ministación de la comunión de todos y signo terio apostólico, es bueno; así lo ha hecho él. Es un consejo propio de Pablo. de esta misma comunión ante los no creyentes, de ahí que el comportamiento. En cambio la fidelidad matrimonial es de todos los de la comunidad debe sigun precepto del Señor. nificarla y atenerse a las normas sociab) Sobre lo inmolado a los ídolos les. La comunidad unida en el amor for(8 7-11 1). A algunos cristianos de Coma el Cuerpo de Cristo. Por tanto todo rinto se les presentaba un problema de lo que redunda en desprecio de los deconciencia cuando acudían a comprar más, rompe la comunión y la asamblea carne en la tienda o eran invitados por ya no es ni para ellos ni para los no crisalgún amigo pagano. Lo inmolado a los tianos signo del Cuerpo de Cristo. ídolos era la carne de los animales sacrificados en los templos paganos. La Estas asambleas tenían su punto parte del animal que no se utilizaba en culminante en la Eucaristía: comer el los banquetes sagrados, se vendía en las cuerpo y beber la sangre del Señor. Pablo carnicerías o se consumía en el templo. recuerda la institución de este signo por ¿Se pueden comer estas carnes? ¿Se par- Jesús, y transmitido fielmente por los
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apóstoles, de los que él lo ha recibido. Es el núcleo de la comunidad cristiana (11 23-27). De este principio deduce las normas sobre el uso de los carismas en la comunidad: Deben ser manifestaciones de la comunión. Los carismas son dones del Espíritu al servicio de la comunidad; no para provecho personal. Su ejercicio ha de ser ordenado, de lo contrario no contribuye a potenciar el signo comunitario (12 1-31). Estas consideraciones le llevan a Pablo a impulsar a los cristianos de Corinto a que se preocupen de verdad por un carisma mejor: el del amor. Un himno al amor cristiano ensalza y describe los valores de la comunidad cristiana (13 1-13). Podemos distinguir en este himno tres estrofas: 1." El amor es superior a cualquier carisma; sin amor, éstos no valen nada, porque no contribuyen a la edificación del cuerpo de Cristo (1-3). 2." El amor debe traducirse en comportamientos concretos (4-7). 3." El amor no acaba nunca. Todas las otras manifestaciones carismáticas son temporales. El amor cristiano es perenne, como la fe y la esperanza. Es decir, como el mismo Dios (8-13). d) Sobre la resurrección de los muertos (15 1-58). En el mundo griego no se aceptaba la resurrección; era tenido como algo grosero (ver Hch 17 32). Es lógico que la enseñanza sobre la resurrección de Jesús y de los muertos ofreciera dificultades de comprensión a algunos cristianos de Corinto y que suscitara serias dudas sobre el hecho en sí y sobre el modo de realizarse. Pablo parte del hecho afirmado y transmitido en el «kerygma» por todos los testigos: Cristo resucitó. El mismo tuvo la experiencia de Cristo resucitado. Si este hecho no fuera verdad, la fe cristiana, la existencia de la comunidad no tendría sentido. Por tanto si Cristo resucitó, es que hay resurrección. La resurrección es la victoria sobre la muerte. En cuanto al modo de resucitar y la naturaleza de los resucitados, Pablo aclara poco. La comparación de la germinación de la semilla ayuda a acercarse a la idea de Pablo. Lo que
sí parece insinuar el Apóstol es (¡tic es el hombre todo, en su ser completo, (¡tiicu resucita. Es el mismo ser humano pero con un cuerpo de naturaleza distinta, como corresponde a un resucitado. Concluye su respuesta a estas dudas con un himno de acción de gracias (54-57) que exalta la resurrección de los muertos, la inmortalidad, como una victoria sobre la muerte, es decir sobre todo lo transitorio, temporal y caduco. 4. Despedida (16 1-24) Está integrada por unas recomendaciones: sobre la colecta, sobre las atenciones a Timoteo, a Apolo, a la familia de Estéfanas; y por la transmisión de saludos entre las comunidades. A propósito de la colecta es interesante subrayar el dato de que la comunidad se reunía «el primer día de la semana», que más tarde cambiará de nombre y será «el día del Señor» o «domingo». SEGUNDA EPÍSTOLA A LOS CORINTIOS Poco tiempo después de escrita la primera epístola, se produjo en Corinto una crisis que obligó a Pablo a visitar la comunidad, visita que tuvo un carácter enojoso. Les prometió volver a visitarles pronto. Pero de hecho no volvió y sustituyó esta anunciada visita por una carta escrita «con muchas lágrimas», de efectos saludables. Este buen resultado lo supo Pablo por Tito en Macedonia y entonces escribió las dos partes de 2 Co, en la primavera y el verano del 55. Esta es la explicación más normal de las incoherencias que se advierten en 2 Co, que tiene dos partes claramente diferenciadas, ya que los cap. 10-13 no pueden ser continuación de 1-9. Es psicológicamente imposible que Pablo pase tan bruscamente de celebrar la reconciliación expuesta en los cap. 1-9 a la amonestación severa y las justificaciones irónicas de los cap. 10-13. Algunos sugieren que esta segunda parte es la carta escrita con lágrimas. Pero lo más probable es que estos capítulos han sido provocados por el deterioro de la sitúa-
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i ion de Corinto, después del envío de los ocasionado muchas tribulaciones (4 7-6 cd¡K 1-9. Hay quienes opinan, incluso, 10). Pero ha valido la pena. Y con las tri(¡iic esta epístola es una recopilación de bulaciones le han venido también éxitos diversas cartas —hasta cinco— remiti- y alegrías. Una serie de antítesis describe das por Pablo a Corinto en circunstan- estas variaciones en su ministerio (6 1cias diversas. 10). A nosotros nos interesa adentrarnos d) Que la verdadera motivación de en el contenido de las enseñanzas de esta su ministerio en Corinto ha sido el amor epístola, atendiendo a los tres temas bá- que les tiene a todos ellos (6 11-1 16). sicos que desarrolla: respuesta a las crí- Abundantes frases de cariño resaltan el ticas sobre su ministerio; organización amor de Pablo a los corintios: «Nuestro de la colecta; y defensa dé su evangeli- corazón está abierto de par en par... les zación. hablo como a hijos... estoy muy orgulloso de ustedes... me alegro de poder con1. Saludo y acción de gracias fl 1-11) fiar totalmente en ustedes». Pablo está atravesando momentos de tribulación, peligros de muerte. Escribe esta carta para compartir estos sufrimientos con sus cristianos de Corinto y poner en práctica la comunión de la fe. Sabiendo, por el contenido de la primera parte de la carta, que les escribe para afrontar una crisis de la comunidad, con este saludo y acción de gracias, que aluden a las dificultades que está encontrando en su ministerio, pretende ganarse la benevolencia de los ánimos de los corintios.
3. Organización de la colecta (8 1-9 15)
Las comunidades de Judea están atravesando una situación angustiosa. Pablo está organizando una colecta en las comunidades de Asia Menor y Grecia para ayudar a estos cristianos palestinenses. Las instrucciones para organizaría en Corinto son claras. En primer lugar les anima a ser generosos, ya que ha sido la misma comunidad de Corinto la que ha tomado la iniciativa en organizar esta ayuda (8 1-15). Avala y recomienda a los 2. Respuesta a las críticas del delegados de esta recaudación (8 16-9 5) ministerio de Pablo en y explícita los motivos en los que debe Corinto fl 12-1 16) fundamentarse esta ayuda entre las igleLas críticas tienen por objeto el ausias: La colecta no es sólo una ayuda matoritarismo de Pablo y su volubilidad en terial; es una gracia, un servicio cultual él cambio de planes en sus viajes evan- que brota de la comunión en la fe y que gelizadores. Pablo se defiende probando: culmina en una acción de gracias de toa) Que su actuación en Corinto ha das las iglesias (9 6-15). sido sincera y sencilla; que ha procedido con buena conciencia f l 12-2 13). La 4. Defensa de su ministerio corrección de algunos desvíos de la coF L O 1-12 21) munidad ha obedecido al deseo de afianLos cristianos de Corinto están danzar la comunión de los creyentes y para do oído a las críticas que algunos evanque la corrección produjera el arrepengelizadores hacen del ministerio de Patimiento y la alegría, no la tristeza. blo. Éste se ve obligado a defenderse. Su b) Que ha ejercido su ministerio con autoridad porque lo ha recibido del mis- defensa tiene los siguientes puntos: a) La misión de evangelizarla ha remo Cristo (2 14-4 6). No es un negocio cibido del Señor FLO 1-11): «Si alguien particular, sino una misión recibida de cree ser de Cristo... también lo somos Dios a la que tiene obligación de responnosotros» FLO 7). der fielmente. La fuerza recibida del Esb) No ha invadido los territorios de píritu es la que le hace actuar con valenotros evangelizadores, sino que se ha tía y libertad. c) Que no le ha sido nada fácil man- mantenido dentro de los límites señalatenerse fiel a su ministerio, pues le ha dos para su ministerio FLO 12-18). No
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ha procedido por ambición, ni se ha glo- gatoriedad de la ley judía. Estas enseriado a costa del trabajo de los demás. ñanzas de los «judaizantes», además de c) Su modo de proceder en Corinto alterar los ánimos de los gálatas, los priha sido ejemplar y procurando no ser vaban de la libertad del Evangelio, que una carga para nadie (11 1-13). No es Pablo había enseñado. menos evangelizador el que desempeña su ministerio gratuitamente, sin exigir 1. Saludo y advertencia (1 1-10) ningún beneficio material a cambio. El tono de las primeras frases introMás todavía, Pablo ve en este modo de evangelizar una gloria que nadie le arre- ductorias de la epístola es serio. No contiene, como otras epístolas, una acción batará (11 10). No deben compararle con la actuación de otros evangelizado- de gracias, sino una dura advertencia que pone de relieve la preocupación de res, que califica de «falsos apóstoles». Pablo por las ideas que les han transd) Su ministerio está avalado por mitido los «judaizantes». Es «otro evanexperiencias personales que ha tenido del Señor: revelaciones y visiones (11 gelio» distinto del que él les anunció. 76-12 10). e) Finalmente deben comprender los 2. Credenciales de Pablo evangelizador (1 72-2 14) corintios que la conducta mantenida por Pablo es también un complemento de la Como los judaizantes ponían en evangelización: palabras y obras (12 77- duda la predicación de Pablo, éste debe 21): «Las características del apóstol se poner en claro la autenticidad de su mivieron cumplidas entre ustedes: paciencia nisterio: perfecta en los sufrimientos, signos, proa) Porque recibió el llamamiento de digios y milagros» (12 12). Dios, y el envío misionero le viene de Jesucristo, para anunciat+el evangelio a 5. Conclusión y despedida (13 1-13) los gentiles. No lo recibió ni lo aprendió Este capítulo resume algunos puntos de hombre alguno. b) Porque esta misión fue refrendade la segunda parte de la carta, particularmente las ideas expuestas sobre su da por las comunidades de Judea, por los responsables y, más en concreto, por ministerio, que es manifestación de la fuerza de Dios para lograr que estos cris- la comunidad de Jerusalén y sus «notables», Santiago, CefasyJuan (2 1-10). tianos lleguen a la perfección. El saludo c) Porque esta cuestión de la obligaes el habitual de las cartas paulinas: extoriedad de las leyes y costumbres judías hortación a la paz, a la comunión, a la alegría. Y el saludo para todos, que se ex- para los cristianos no judíos ya quedó terioriza en el beso santo, signo de la co- zanjada en la discusión que tuvo en Antioquía con el mismo Pedro (2 11-14). munión fraterna. EPÍSTOLA A LOS GÁLATAS Pablo dirige esta epístola a las comunidades de la región «gálata», evangelizada por Pablo en su segundo y tercer viaje (ver Hch 16 6; 18 23) desde Éfeso o Macedonia, entre el 54 y el 55. La epístola está provocada por una situación concreta surgida en estas comunidades: Unos cristianos procedentes de la comunidad de Jerusalén, o de su entorno, pretendían que todos los creyentes, de cualquier región, tenían que aceptar, como condición previa, la obli-
3. El evangelio predicado por Pablo es evangelio de libertad (2 15-A 31) Expone claramente el tema de su reflexión: «el hombre no se justifica por las obras de la ley sino por la fe en Jesucristo» (2 16). Y aduce luego las siguientes pruebas: a) Experiencia de los propios gálatas (3 1-5). Han recibido el Espíritu no por cumplir la ley, que no conocían, sino por la fe en la predicación. b) La Escritura lo prueba también (3 6-14); primero con la promesa hecha a Abrahán, cuando todavía no existía la ley, de bendecir a todas las naciones y no
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Pablo en el invierno del 55-56 se encuentra en Corinto y a punto de partir a Jerusalén de donde espera, ir a Roma, y de allí a España. Él no ha f undado la comunidad de Roma, respecto de la cual se halla medianamente informado, quizá por hombres como Áquila (Hch 18 2); las pocas alusiones de su epístola únicamente dejan entrever una comunidad en la que los convertidos del Judaismo y de la gentilidad están expuestos a despreciarse mutuamente. Por eso cree conveniente, para preparar su visita, enviar 4. La verdadera libertad del con su protectora Febe (Rm 16 1), una Evangelio (5 1-6 10) carta en que expone su solución del proPablo concreta ahora en qué consiste blema Judaismo-Cristianismo, tal como esta libertad del Evangelio: lo acaba de madurar bajo el impacto de a) En no someterse a las leyes jula crisis gálata. Para ello retoma las días, sintetizadas en la palabra «circun- ideas de Ga, pero de una manera más cisión» (5 1-12): Para los cristianos «ni ordenada y matizada. Si Ga representa la circuncisión ni la incircuncisión tieun grito salido del corazón, donde la nen eficacia, sino la fe que actúa por la apología personal se yuxtapone a la arcaridad». gumentación doctrinal y a las vehemenb) En llevar una vida guiada por el tes advertencias, Rm por su parte ofrece Hspiñtu, que se manifiesta en la fructiuna exposición ininterrumpida con alficación del mismo Espíritu: amor, ale- gunas grandes secciones que se entrelanrñi, de. (5 13-26). zan armoniosamente por medio de tec) Y esta vida de libertad se realiza de mas que se anuncian anticipadamente verdad en la comunidad cristiana, regida para ser luego desarrollados.
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1. Saludo y acción de gracias fl 1-15)
la ley mosaica, que todavía no existía. La fe de Abrahán era firme. Y de eta je Pablo se autopresenta a una comuparticipan todos los que creen en Dios nidad que no conoce. Y se presenta independientemente de la ley. Por tanto como siervo de Cristo, apóstol y elegido los no judíos entran en la categoría de para proclamar el Evangelio a todas las «descendientes de Abrahán», el creyente, naciones. Desea cumplir esta misión si tienen jé, como él. En los tiempos pretambién en la comunidad de Roma, sentes la fe en Dios, la fe de Abrahán, se cuya fe sólida alaba. Les avanza también actualiza con la fe en Jesús, muerto y reuna síntesis del Evangelio que predica a sucitado para justificación de todos los todos. hombres. En tercer lugar Pablo aclara en qué 2. La salvación por la fe ofrecida a consiste esta justificación que ofrece poltodos los hombres sin distinción la fe en el Señor Jesucristo f5 1-8 39). Es fl 16-8 39) el centro de esta reflexión teológica de El tema de esta primera parte lo ex- Pablo. La justificación es ante todo lipone Pablo claramente desde el princi- beración de la situación negativa en que pio, como una tesis que quiere desarro- se encontraban los hombres desde el llar fl 16-17): el Evangelio es fuerza principio del mundo: situación de muerte a la que acompañan el pecado, la ley, salvadora para todo el que lo acepta, tanto si es judío como si es griego f = no las apetencias desordenadas, la condenación. Con estas palabras describe Pajudío). En primer lugar todos los hombres blo el cuadro que representa al hombre necesitan esta fuerza salvadora, pues to- bajo la ira de Dios. Pablo personifica esta situación humana en Adán, repredos han caído bajo el dominio del pecado fl 18-3 20); los paganos porque no sentante de la humafiidad frágil y pecahan llegado al conocimiento de Dios dora, destructora del orden establecido desde las obras de la creación, se han en- por Dios en la creación. El hombre (Adán) es el responsable de su situación. tregado al dominio de sus pasiones y La justificación es liberar al hombre de han caído bajo la «ira de Dios», expreesta situación. Es Jesucristo, frente a la sión que indica la separación de Dios; los judíos porque, a pesar del privilegio figura de Adán, quien restaura el orden de Dios comunicando vida a los homde ser pueblo elegido, de tener las promesas y la ley como expresión de la vo- bres, vida que está acompañada de reconciliación, paz, gracia, liberación, esluntad íe Dios, están también bajo el dominio del pecado, pues han reducido peranza, resurrección, fdiación divina, amor: es la creación de un hombn nueel cumplimiento de la voluntad de Dios a prácticas y ritos exteriores; han con- vo (5 1-1 6). vertido la relación con Dios en unas acLa justificación es además y princititudes extemas, que no llevan a la pu- palmente una vida dirigida por el Espíreza del corazón. ritu (8 1-39). El Espíritu o fuerza de Dios habita en los creyentes y los hace Al estar, pues, todos bajo la situación de pecado, todos necesitan la fuerza hijos de Dios, capacitados para invocar salvadora que ofrece Jesucristo como a Dios como su «Padre», tal como hizo el mismo Cristo f8 14-15). Las situaciosigno de la fidelidad de Dios a su promesa salvadora. La respuesta a esta ofer- nes duras que atraviesan las comunidades cristianas y que pueden oscurecer ta es la fe. la vida del Espíritu, son inherentes al es En segundo lugar Pablo prueba su tado temporal de toda la creación. Ui es• tesis con una argumentación de estilo rabínico f3 21-4 25). Se basa en la his- peranza mantendrá a los cristianos firmes en medio de las dificultades f8 toria de Abrahán, quien recibió la promesa y la justificación (ser digno de lle- 18-39). var a cabo el proyecto de Dios) por su fe, Dentro de su reflexión teológica Paporfiarse de la Palabra de Dios, no por blo aborda, en una digresión, la función
i n t r o d u c c i ó n a l a s e p í s t o l a s d e san p a b l o de la ley mosaica en la comunidad cristiana. La ley no aporta nada a la vida de los creyentes. La ley ha tenido su función en la historia de la salvación: ser el pedagogo que ha conducido a Israel hacia Cristo (7 7-25).
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(12 3-8); amor sincero, alegría, paz y armonía con todos los hombres, ayuda a los débiles en la fe (12 9-21; 14 7-15 13). Llama la atención que Pablo pida a los cristianos de Roma, en situaciones duras provocadas por las autoridades del imperio, que se comporten como buenos ciudadanos, con respeto y cumpliendo 3. Israel dentro del plan de con sits obligaciones cívicas, como una la salvación (9 1-11 35) consecuencia de su fe cristiana (13 1-7). La reflexión anterior le lleva a Pablo Esto se entiende desde el principio báa plantearse una pregunta: ¿Qué pasa sico: la vida de la comunidad debe poner con Israel? Aparentemente podemos de manifiesto que son signos de amor y pensar que el pueblo elegido ha quedado de luz, a ejemplo del mismo Jesucristo. excluido de esta oferta de salvación. Pablo, que es un judío instruido en la ley. 5. Conclusión de la epístola se muestra muy preocupado por los de (15 14-16 27) su raza. Pero él está convencido de que las promesas de Dios a Israel siguen en Es una conclusión larga compuesta pie. Israel sigue siendo el pueblo elegido, por una digresión en la que Pablo extiene cabida dentro del proyecto salvador pone sintéticamente cuanto le acredita de Dios en Cristo, es decir en la comucomo evangelizados Se describe, con un nidad. Si no todos los israelitas qi rieren lenguaje cultual, como un ministro del entrar en el nuevo pueblo de Dios, un Evangelio que presenta a Dios, mediante «resto» sí que ha ingresado y ha acep- su predicación, la ofrenda de los gentitado a la persona de Jesús como Mesías les, santificada por el Espíritu. Enlaza y Salvador. Pablo, en una perspectiva esta reflexión con sus planes próximos universal, ve a Israel reincorporándose de viaje a Roma y a España (15 1-33). al pueblo de Dios, en comunión con toEl cap. 16 contiene una serie de recodos los creyentes: «El endurecimiento mendaciones personales y saludos que parcial que vino a Israel durará hasta causa extrañeza en una carta de Pablo que entre (en el nuevo pueblo) la totalidirigida a una comunidad con la que no dad de los gentiles, y así, todo Israel será ha tenido aún ninguna relación persosalvo» (11 25-26). Incluso Pablo, con su nal. Esto crea dudas en los comentarisestilo de argumentar, ve en este endure- tas para admitir que el cap. 16 formara cimiento parcial de Israel un tiempo de parte integrante de la epístola en su prigracia beneficioso para los gentiles fl 1 mera redacción. De todos modos la lista 16-32). de nombres recordados aquí por el Apóstol es una noticia interesante de las relaciones personales que Pablo mantuvo 4. Respuesta de los creyentes con algunos cristianos. Conviene adver(12 1-15 13) tir que los dos capítulos finales de Rm El creyente está dentro del proyecto han tenido algunas indecisiones en su de salvación. Pablo deduce ahora unas transmisión manuscrita. consecuencias prácticas que, en realidad, son las líneas de la vida de comunidad tal como Pablo la desea. El prin- EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES cipio general de la conducta de los creyentes es una continua renovación de Filipos era una importante ciudad de sus vidas para ser un «sacrificio vivo, Macedonia y colonia romana. Había santo, agradable a Dios; un culto espi- sido evangelizada por Pablo entre el otoritual» (12 1). )' más en concreto: deño del 48 y el verano del 49. Volvió a pasanollo de las propias capacidades al sar por allí en dos ocasiones, durante su servicio de Cristo, de la comunidad; son tercer viaje, en el invierno del 54-55 v en dones recibidos para el servicio de lodos hi /VS-Í // del 56. Los fieles de Fitipos
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dieron muestras de un tierno afecto por su apóstol, enviándole socorros a Tesalónica (4 16) y luego a Corinto (2 Co 11 9). Pablo, preso en Éfeso probablemete, les escribe para agradecerles los nuevos subsidios que acaba de recibir por su delegado Epafrodito (4 10-20). Hoy se considera que esta epístola es el resultado de una agrupación de tres cartas dirigidas a esta comunidad: Una primera carta, que comprende 4 10-20, la habría escrito Pablo al recibir los subsidios traídos por Epafrodito. La segunda comprende 1 1-3 1 más 4 2. 9. 21-23: es una invitación a la unidad y a la perseverancia. La tercera y última comprende 3 2-4 1: es una polémica contra los misioneros judeocristianos. Sea lo que sea de esta sugerente hipótesis de estudio, a nosotros nos interesa acercamos al pensamiento de Pablo desde la estructura con que el escrito nos ha sido transmitido.
los mismos sentimientos de Cristo». Esta exhortación le da pie para introducir un himno que describe a Cristo como modelo de vida de comunión (2 611). Jesús, Dios v hombre, en sintonía con el género humano, se humilló, se hizo servidor de lodos, esclavo de todos; así cumplió el proyecto de Dios con todas sus consecuencias. Proyecto que Dios culminó al resucitarle y constituirle Señor de toda la creación. Este fragmento (6-11) es probablemente un himno primitivo cristiano que cantaba la fe en alguna comunidad. Pablo lo transcribe. El himno refleja el movimiento teológico frecuente en la Hihlia de humillación y exaltación. Según el ejemplo de Cristo, los filipenses deben mostrarse obedientes al proyecto de Dios, como hijos que viven su fe con alegría. De esta forma serán un signo del nuevo estilo de vida para todos (2 12-18). Pablo les anuncia el envío de dos colaboradores suyos, Timoteo y Epafrodito, que les expondrán más am1. Saludo y acción de gracias (1 1-11) pliamente los sentimientos de cariño Es el formato propio de las epístolas que tiene para con eflos (2 19-3 1). paulinas. Pero en ésta el lenguaje de la acción de gracias es más cercano, más 3. Peligro por los misioneros familiar; es la caria de un amigo que llejudeocristianos (3 2-4 9) va en el coraz.ón a quienes han colaboEsta comunidad se vio también alrado con él en la evangelización, tanto en Filipos como cuando Pablo se ha des- terada por la predicación de algunos judeocristianos que pretendían imponer la plazado a otras ciudades, enviándole soobligatoriedad de la observancia de la ley corros materiales. mosaica, particularmente la circuncisión. Pablo reacciona con frases duras: 2. Relación de Pablo con la «atención a los perros...»(3 2). Pero el comunidad de Filipos (1 12-3 1) mejor argumento lo tienen los filipenses Dentro del tono de una carta de ami- en la misma persona de Pablo (3 4-21): go, Pablo les da a conocer su situación él, judío, circuncidado, fervoroso defenpersonal: está preso en la cárcel del go- sor de la ley mosaica años atrás... En bernador romano de Éfeso (1 12-30). cambio ahora, una vez fue alcanzado Pero este contratiempo está siendo bepor Cristo, comprendió que la fe le ha lineficioso para el Evangelio, pues ha berado de todas estas cargas legales. dado ocasión de que se proclame ante Como un entrenado atleta, corre en dilos guardias y autoridades y que los de- rección a la meta, que es Cristo, dejando más cristianos tomen ejemplo de valen- atrás todo lo caduco, contenido en la patía para confesar su fe. Desde su situa- labra «circuncisión». El ideal que proción crítica pide a los filipenses que pone Pablo, a imitación de lo que él vivan de verdad su vida de comunión, hace, es una vida en comunión, con un unidos en el amor, con sencillez y en ac- mismo sentir, en la que estén presentes titud de senñcio de unos para con los la alegría, la paz, la bondad, la oración, otros (2 1-5). El ejemplo de su vida debe la acción de gracias, la fidelidad a las enser el de Cristo: «Tengan entre ustedes señanzas recibidas. En resumen, una
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no a la comunidad de Éfeso en particular, sino a todas las comunidades del valle del Lico, entre las cuales hace circular su carta (Col 4 16). El estilo y el contenido de estas dos epístolas, que difieren de las anteriores 4. Agradecimiento por la ayuda de Pablo, han puesto en duda la autenrecibida (4 10-23) ticidad de las mismas. Las objeciones Pablo se muestra agradecido por las son serias. Se pueden leer en comentaa :idas que le envían por medio de Eparios o introducciones más amplias. Pero frodito. No es la primera vez que los fipor lo que se refiere a Col, hoy día la balipenses se proecupan de atender a las lanza se inclina a favor de su autenticinecesidades materiales de Pablo. Esto dad. demuestra los buenos sentimientos que La crisis que afectaba a la comunitienen con él. Por eso las ayudas matedad de Colosas y a otras del valle del riales se convierten en gesto de comuLico y que motiva la epístola la provonión, de solidaridad, de suave aroma caban las especulaciones fundamentalque se eleva en un sacrificio litúrgico. mente. judías (Col 2 16) sobre las potenPablo, sin embargo, deja claro, en medio cias celestes o cósmicas a las que se de su agradecimiento cariñoso, que está atribuía el poder de dirigir la marcha del acostumbrado a pasar todo tipo de pricosmos. Los Colosenses exageraban tanvaciones en la evangelización. to su importancia que comprometían la Unos saludos breves cierran la epíssupremacía de Cristo. tola. vida cu la que se aprecie «todo cuanto h'iy de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud o valor» (4 2-9).
1. Saludo y acción de gracias (1 1-14) EPÍSTOLA A LOS COLOSENSES Esta epístola guarda estrecha relación con la dirigida a los Efesios: idéntica misión de Tíquico (Col 4 7s y Ef 6 21s), sorprendentes semejanzas de estilo y de doctrina entre Col v Ef. Pablo se halla preso (Col 4 3. 10. '18; Ef 3 1; 4 1; 6 20) probablemente en Roma, del 61 al 63. Por lo demás el cambio de estilo y el progreso en la doctrina exigen cierto intervalo de tiempo entre Col y Ef y las epístolas mayores, Rm, Co y Ga. En este intervalo ha surgido una crisis en Colosas, que no fue evangelizada por Pablo (14; 2 1). Pero Epafras, su representante apostólico (1 7), le ha traído noticias alarmantes de esa comunidad. Pablo responde con la epístola a los Colosenses, que entrega a Tíquico. Pero la reacción suscitada en su espíritu por el nuevo peligro, le hace ahondar más su pensamiento y escribe una segunda epístola, prácticamente contemporánea de Col, en la cual estructura su doctrina conforme al nuevo punto de vista que acaba de imponerle la polémica. Es la epístola a los Efesios, epístola dirigida
Están redactados con las fórmulas propias de las otras epístolas. La acción de gracias alaba la fe de los cristianos de Colosas y la fidelidad a las enseñanzas del evangelizador Epafras. 2. Primacía de Cristo en la primera y en la nueva creación (1 15-2 23) Un primitivo himno cristiano le sirve al autor de la epístola para introducir el tema (1 15-20). Está compuesto por dos estrofas. En la primera se afirma la preexistencia de Cristo, a título de Hijo e imagen del Padre, en la primera creación. En la segunda proclama la preeminencia de Cristo en la nueva clarión, en la nueva humanidad. Cristo es a. cabeza de esta nueva humanidad, que forman todos los reconciliados con Dios. Las potencias cósmicas han sido subyugadas por Cristo. De esta nueva realidad forman parte los cristianos de Colosas. Por su unión con la cabeza, Cristo, han sido liberados del dominio de estas potencias, que llama «elementos del mundo» (2 8.20), y no tienen por qué someterse a la obligatoriedad de preceptos o leyes dimana-
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das de estas potencias. Ahora unidos por el bautismo con Cristo muerto y resucitado, son los miembros de su cuerpo y de él reciben la nueva vida (2 19). Los elementos del mundo, potencias y falsas doctñnas se oponen al reconocimiento de la primacía de Cristo en la nueva humanidad (2 4-23), o pretenden compaginar la primacía de Cristo con la actividad de otros seres intermedios. La función de Cristo queda así disminuida. Pablo subraya con fuerza que sólo Cristo es la cabeza de la nueva humanidad; ni los ángeles, ni las celebraciones de novilunios, fiestas o sábados (creencias judías), ni el cumplimiento de las leyes («no toques, no pruebes, no acaricies»), ni otras doctrinas, por mucha apariencia religiosa que tengan, son válidas para la construcción del Cuerpo de Cristo.
los de Laodicea y pide que se la iuter cambien. Parece que era una costumbre en las comunidades del entorno paulino: leer las epístolas en la asamblea e intercambiarlas con otras escritas a otras comunidades. EPÍSTOLA A LOS EFESIOS
Las dificultades paras admitir la autenticidad paulina de Col se incrementan en Ef, y no es la menor la repetición servil y desmañada de numerosos pasajes de Col en Ef. Hay quienes atribuyen esta epístola a un autor creativo, inteligente, capaz de redactar un escrito aprovechando las ideas fundamentales de Pablo y capaz también de imitar en muchos pasajes el estilo del apóstol La problemática que plantea Ef es la misma de Col, pero con mayor profun3. La vida en la nueva creación dización. El esfuerzo por situar a las po(3 1-4 6) tencias en su rango, sometidas a Cristo Una introducción, recordando la victorioso Cabeza de la nueva humaninueva vida en la que han ingresado los dad, le lleva al autor ti descubrir que esta Colosenses por el bautismo, introduce el nueva realidad es la Iglesia que se extema (3 1-4): En el bautismo ha surgido tiende en la sociedad como un nuevo un hombre nuevo, resucitado con CrisCuerpo de Cristo, con dimensiones cósto. De este principio deduce las aplica- micas para llenarlo todo fl 23). ciones prácticas. La imagen que subyace en estas exhortaciones es la del vestido (revestir/despojar); probable referencia al 1. Saludo fl 1-2) vestido nuevo que se imponía al cateMuy breve e impersonal. El nombre cúmeno. Luego la exhortación contemde la comunidad destinataria, Éfeso, falpla la familia cristiana: preceptos muy taba en el texto primitivo. Esto hace sencillos de la sociedad contemporánea, pensar que ésta era una epístola circuque Pablo asume para su comunidad lar, dirigida a varias comunidades. «en el Señor», es decir con validez para la comunidad cristiana. Pablo no cues2. El misterio de la salvación y de la tiona en esta moral familiar las costumIglesia fl 3-3 21) bres sociales de su tiempo (esclavitud, Un himno sirve para plantear ef gran comportamiento de la mujer en público), pero asienta ya un principio que in- proyecto de Dios de salvar a la huma fluirá notablemente en las sociedades nidad en Cristo fl 3-14). Himno esttinturado mediante seis bendiciones o iliposteriores: en la nueva sociedad de ciones salvíficas de Dios: Cristo ya no hay distinción ni por razón 1" Llamamiento de los hoinbies, de raza, ni de origen, ni de lengua, ni de desde el principio de la creación, a /oí sexo, ni de otra condición (3 11). mar su familia, su pueblo elegido (i -I), 2" En esta familia de Dios se enliii 4. Despedida (4 7-18) por la filiación divina obtenida \un el Con noticias personales y una serie «hijo», Jesucristo (5-6). de saludos Pablo se despide de la co3" La vida histórica de Cri\to inicin munidad. Alude a otra carta enviada a este proyecto de Dios, reconciliando
i n t r o d u c c i o n A LAS [¿pistolas de S A N p a b l o los hombres con Dios, por medio de su pasión y resurrección. (7-8). 4" Éste proyecto de Dios ha sido manifestado a todos los hombres. Toda la humanidad recibe unidad y plenitud en Cristo, cabeza de toda la creación; es el «Misterio» (9-JO). 5" En este proyecto salvador entra el pueblo elegido, Israel «los que ya antes esperábamos en Cristo» (11-12). 6" Y también los no judíos, «ustedes». El Espíritu Santo es la prenda de esta herencia ofrecida a todos (13-14). Cristo es la realización de este proyecto salvador y su prolongación en la historia es la Iglesia de la que Cristo es su cabeza, convirtiéndose así la comunidad cristiana en el Cuerpo de Cristo. La Iglesia es el signo, el sacramento, de la plenitud del que lo llena todo en todo (l 15-23). En este «cueiyo de Cristo» pueden participar todos, pues todos, judíos y gentiles, han sido reconciliados. Por eso el muro de separación entre estos dos tipos de pueblo, desde la consideración religiosa, queda derribado. Cristo es la paz, la reconciliación de toda la humanidad (2 11-22). Y Pablo es el ministro de este misterio de Cristo, para darlo a conocerá todos (3 1-21).
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20). Las notas de este estilo de vida son: ruptura con el estilo de vida anterior, calificado como «hombre viejo»; la veracidad, la honradez, la educación, la amabilidad, la bondad, la generosidad en el perdón; es decir, portarse como hijos de Dios que tienen en el amor la única ley que regula el nuevo estilo de vida. La comparación luz-tinieblas aclara la enseñanz.a. c) El nuevo estilo de vida en la familia cristiana (5 21-6 9). La familia cristiana es, para Ef, una iglesia doméstica, prolongación de la universal. Es una aplicación de las directrices generales, expuestas anteriormente, a las relaciones entre los esposos, entre padres e hijos, amos y esclavos. Estas relaciones, que se deben fundamentar en el amor, son signos del amor existente entre Cristo y su Iglesia. d) Finalmente los miembros de esta nueva sociedad deben estar vigilantes (6 10-20). La vigilancia es una de las exhortaciones más comunes que reciben los cristianos de la primera generación. Actitud vigilante en el tiempo que precede a la Venida del Señor, que son los tiempos de la Iglesia. Como ya hizo Pablo en la epístola a los tesalonicenses (1 Ts 5 1-11), el autor de Ef, partiendo de la comparación del cristiano con un centinela, desglosa la actitud de vigilan3. El «Misterio» en la vida de la cia: de pie, con la vestidura adecuada y comunidad cristiana (4 1-6 20) el armamento apropiado para el comCon el tono de una exhortación a los bate espiritual; por eso subraya la acticristianos, traza el autor los rasgos más tud del «vigía» en oración perseverante. significativos del Misterio que la comunidad, la Iglesia, debe transparentar. És5. Despedida (6 21-24) tos son: a) Comunión de todos los creyentes, Excepción hecha de la noticia perque se basa en la unión que tienen todos sonal sobre Tíquico, es una conclusión en un solo Señor, un solo Espíritu y un seca e impersonal. Fallan las expresiosolo Padre; una misma fe, una misma nes de cariño y los saludos familiares de esperanza y un mismo amor (4 1-16). otras epístolas. Es la despedida que dice Esta comunión de los miembros de la bien en una epístola circular. comunidad no se rompe por la diversidad de serx'icios o dones recibidos del Espíritu, pues toda la variedad de dones EPÍSTOLA A FILEMÓN tiende a «la adecuada organización de los santos en las junciones del ministePablo se encuentra preso en Éfeso rio, para edificación del cuerpo de Crisdurante los años 52-54. Desde la prisión to» (4 12). (1. 9s. 13. 23) escribe a su amigo Fileb) Nuevo estilo de vida, que caracmón, un cristiano convertido por él (19) teriza a este «hombre nuevo» (4 17-5 y que reside en la próxima ciudad de Co-
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losas, una breve carta para anunciarle el regreso de su esclavo fugitivo, Onésimo, ganado también éste para Cristo por el Apóstol (10). Esta esquela autógrafa arroja mucha luz sobre la delicadeza del corazón de Pablo y la solución del problema de la esclavitud: aun cuando dueño y esclavo cristianos mantengan sus mutuas relaciones sociales de antaño, ya no deben vivir sino como dos hermanos al servicio del mismo Señor (16; ver Col 3 22-4 1).
sí y bastante proximidad entre ellas. Por otra parte estas dos cartas reflejan unas iglesias más evolucionadas que las de la época paulina y difieren bastante en el modo de enfocar el ministerio. Por este motivo, mientras se puede aceptar que 2 Tm sea un auténtico escrito de Pablo a su discípulo y responsable de la comunidad de ¡\feso, 1 Tin y Tt hay que situarlas hacia finales del siglo I.
EPÍSTOLAS PASTORALES
— Saludo breve. No contiene la acción de gracias (l 1-2). — Actitud responsable de Timoteo ante las falsas doctrinas, que surgen del mundo judío. Son elucubraciones sobre genealogías del AT, preceptos legales, el matrimonio, la resurrección. El modo de encarar esta situación es valorar adecuadamente la ley mosaica y mantenerse fiel a las enseñanzas recibidas del apóstol, garantizado para transmitir el Mensaje del Señor, para eipeñar «una doctrina segura» (1 3-20). — Normas concretas para regir la comunidad cristiana: sobre la oración litúrgica (2 1-8); sobre la compostura que deben tener las mujeres en las reuniones comunitarias)' que no debe desdecir de la compostura que tienen en la sociedad (2 9-15); sobre los colaboradores más directos de Timoteo: los «epíscopos», los «presbíteros» los «diáconos», quienes deben obser\>ar una conducta acorde con la misión que tienen en la comunidad (3 1-13). — Responsabilidad que tiene Timoteo al estar al frente de una comunidad cristiana, Iglesia del Dios vivo, ámbito de la manifestación del «misterio» de Cristo (3 14-16; ver también 6 11-16). Responsabilidad ante quienes propagan falsas enseñanzas y desprecian y condenan lo que forma parte de la obra creadora de Dios, en la que todo lo creado es bueno (4 4); responsabilidad con los diversos grupos que componen la comunidad: directrices generales (5 1-2; 6 310), con las viudas (5 3-/6), con los presbíteros (5 17-25), con los esclavos (6 1-2), con los ricos «de este mundo» (6 17-19).
Las dos epístolas dirigidas a Timoteo con la dirigida a Tito forman un conjunto que, desde el siglo XVIII se califica como «Epístolas pastorales», porque las tres ofrecen directrices para la organización y el régimen de las comunidades cristianas confiadas a estos dos discípulos de Pablo. La autenticidad de estas cartas es muy discutida a causa de las notables diferencias que ofrecen con el resto de los escritos paulinos tanto en el vocabulario y estilo, como en el contenido y el modo de abordarlos temas; ademéis es dif ícil situar estas cartas en el decurso de la vida de Pablo tal como los Hechos nos la describen. Se han presentado diversas hipótesis para explicar estas divergencias y poder seguir manteniendo su autenticidad paulina. Muchos estudiosos, sin embargo, opinan que son obra de un discípulo de Pablo, escritas a finales del siglo I, con el objeto de resolver problemas de unas comunidades cristianas bastante diferentes. Otros proponen la hipótesis de que las tres cartas escritas por Pablo y que guardaban Timoteo y Tito, las heredó un cristiano y las completó añadiendo lo que, segiiii él, Pablo habría, añadido teniendo en cuenta los nuevos problemas de la Iglesia. Quizás un estudio independiente de cada una de las tres cartas ofrezca mayor luz sobre su autenticidad. En este estudio detallado e independiente de cada escrito, no hay ningún problema en reconocer que 2 Tm sea de Pablo. En cambio / Tm y Ti presentan analogías entre
PRIMERA EPÍSTOLA A TIMOTEO
i n t r o d u c c i ó n a LAS e p í s t o l a s d e s a n p a b l o
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— Cierra la carta una breve exhorta- tiverio en Roma (ver Hch 18 16s), más ción a la fidelidad a la enseñanza recibida que el final de su vida (4 6-8). — Una serie de recomendaciones y frente a la palabrería y falsa ciencia: elusaludos, que guardan relación con las cubraciones judías y gnósticas. epístolas a Colosenses y Filemón, cierran esta segunda epístola a Timoteo. SEGUNDA EPÍSTOLA A TIMOTEO El saludo y acción de gracias, tradicionales en las epístolas paulinas, tienen ahora un estilo más directo y personal Es un escrito dirigido a una persona individual, no a una comunidad. El contenido está dirigido en tono exhortatorio a Timoteo, responsable de la comunidad de Éfeso. Pablo le recomienda: — Fidelidad al mensaje de Jesús tal como se lo transmitió Pablo (1 6-18). — Dedicación a la transmisión del Mensaje: «cuanto me has oído... confíalo a hombres fieles que sean capaces, a su vez, de instruirá otros» (2 1-7). — La fidelidad a Jesucristo y al Evangelio acarrea contratiempos; pero éstos tienen su sentido en la transmisión del Mensaje (2 8-13). — Firmeza y claridad ante las falsas doctrinas de origen judío y griego, que empiezan a afectar a la vida de las comunidades (2 14-21). — Práctica de las virtudes cristianas (2 22-26). — Vigilancia ante los momentos difíciles de los «últimos tiempos», que se caracterizan por un recrudecimiento de la impiedad (3 1-13). — El conocimiento de las Escrituras, Palabra del Espíritu Santo, ayuda a mantenerse fiel (3 14-17). — Exhortación a la fidelidad y responsabilidad de Timoteo en el ejercicio de su ministerio (4 1-5). — Noticias personales, entre las que destaca el anuncio del final de su cau-
EPÍSTOLA A TITO Tito es un colaborador de Pablo. Está al frente de la comunidad de Creta. El contenido de esta epístola es muy semejante al de 1 Tm: instrucciones sobre el gobierno de una comunidad cristiana. — Saludo algo más ampliado que el de 1 Tm (l 1-4). — Los colaboradores de Tito: Debe establecer «epíscopos» y «presbíteros», quienes han de tener unas cualidades determinadas (l 5-9). Estos colaboradores no coinciden del todo con los «obispos» y «presbíteros» del siglo II; pero los nombres y parte de su contenido proceden de estas epístolas del s. I. — Las falsas doctrinas: También están afectando a esta comunidad. Son, como en 1 Tm, desviaciones y malas interpretaciones del Mensaje de Jesús, por influjo de las especulaciones judías y la importancia dada a sus leyes y costumbres, que desvirtuaban el valor del Evangelio (l 10-16; 3 9-10). — Atención más esmerada a algunos grupos de la comunidad: ancianos, esclavos, jóvenes. Tito debe procurar que todos muestren una conducta ejemplar (2 1-10; 3 1-3). — El fundamento de todas las instrucciones y del estilo de vida propuesto a la comunidad es que la comunidad es el ámbito donde el Señor resucitado se hace presente y desde donde se manifiesta a toáos los hombres (2 11-15; 3 4-7).
EPÍSTOLA A LOS ROMANOS Saludo.
I
Acción de gracias y súplica.
Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol* por vocación, escogido para el Evangelio de Dios, 2 que había ya prometido por medio de sus profetas en las Escrituras Sagradas, 3 acerca de su Hijo, nacido del linaje de David según la carne, 4 constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos*, Jesucristo Señor nuestro. 5 Por él hemos recibido la gracia del apostolado, para obtener la obediencia de la fe a gloria de su nombre entre todos los gentiles*, 6 entre los cuales se cuentan también ustedes, llamados de Jesucristo. 7 A todos los amados de Dios que están en Roma, santos por vocación, a ustedes gracia y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
8 Ante todo, doy gracias a mi I )io.s \n >i medio de Jesucristo, por lodos ustedes, pues su fe es alabada en todo el mundo. 9 Porque Dios, a quien doy culto en mi espíritu predicando el Evangelio de su Hijo*, me es testigo de cuán incesanle mente me acuerdo de ustedes, 10 rogán dolé siempre en mis oraciones, si es do su voluntad, encuentre por fin algún di;, ocasión favorable de llegarme hasta us tedes. 11 Pues ansio verlos, a fin do oo municarles algún don espiritual que los fortalezca, 12 o más bien, para sentir on tre ustedes el mutuo consuelo de la co mún fe: la suya y la mía. 13 Por eso no quiero que ignoren, hermanos, las nui chas veces que me propuse ir a ustedes —pero hasta el presente me he visto impedido— con la intención de recoger también entre ustedes algún fruto, al igual que entre los demás gentiles. 14 Me debo a griegos y a bárbaros; a sabios y a ignorantes: 15 de ahí mi ansia por llevarles el Evangelio también a ustedes, habitantes de Roma.
1 1 Apóstol, título de origen judío que significa enviado; en el NT se aplica una veces a los Doce discípulos, Mt 10 2+; Jn 3 17 + ; Hch 1 26; 2 37; etc.; otras veces, a los predicadores del Evangelio, Rm 16 7; 1 Co 12 28. Pablo se aplica también este título, ya que recibió de Cristo resucitado la misión de predicar el Evangelio a los gentiles, Hch 9 15 + ; 13 31; 22 21. Esta misión es un llamamiento de Dios, Hch 9 3-6; 13 2; Ga 1 1.16; etc., análogo al de los profetas, Is 49 1; Jr 1 4-5; etc. 1 4 Paralelismo entre los w . 3 y 4. El descendiente de David, 2 S 7 + ; etc., es Hijo de Dios, 8 11+; 9 5 + ; ver Mt 4 3+; etc. y recibe este nombre eterno como título nuevo cuando
Dios manifiesta su poder resucitándolo, 4 24; 6 4; 10 9; 1 Co 6 14; 15 3-8.28; 1 Ts 1 10. 1 5 El término griego ezné puede lenir muí connotación negativa (paganos, adoradores de los ídolos) o una connotación neutra (los que no son judíos). En Rm debe (radmiise por naciones gentiles y no por «paganos», pues Pablo aplica el término a los creyenles venidos del paganismo, pero que ya no son adorad* n e*i de divinidades paganas. El lenguaje hílilleu c, pañol ha generalizado el términom'iitiles pni n traducir el término griego. 19 El ministerio apostólico es mi nrlu de culto tributado a Dios en la nueva Alhiu/n, 12 + ; 15 16 + .
1
i
lo
epístola a l o s romanos
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La salvación por la fe 1. LA JUSTIFICACIÓN La tesis de la carta. 1(1 Pues no me avergüenzo del Evangelio, que es fuerza de Dios para la salvación de lodo el que cree'-: del judío
primeramente y también del griego. 17 Porque en él se revela la justicia* de Dios, de fe en le, como dice la Escritura: El justo vivirá por la fe.
A. TODOS LOS HOMBRES, SIN EXCEPCIÓN, BAJO LA IRA DE DIOS* La ira de Dios en el pasado. En efecto, la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia; 19 pues lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. 20 Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables; 21 porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció: 22 jactándose de sabios se volvieron necios, 21 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una representación en forma de hombres corruptibles, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles*.
24 Por eso Dios los entregó* a los deseos de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; 2S a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sii-vieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén. 2,1 Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; 27 igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío. 28 Y como no tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, los entregó Dios a su mente insensata, para que hicieran lo que no conviene: 29 lle-
1 16 Por la fe, ver Ha 2 4 +, que descansa en una escucha, 10 17, el hombre se entrena, por una obediencia, 1 5; etc., a Dios, verdadero, bueno y fiel como a la única fuente de salvación. Cree en el Evangelio de Jesús, muerto y resucitado, 1 4+, v cuenta con Dios que le otorga su justicia, 1 17 + . La fe se expresa en el bautismo, 6 4+, donde se inaugura una vida nueva de .lodo el hombre, unido a Cristo, Ga 2 16.20+. Produce toda clase de obras, 5 1-5; Ga 5 6; 1 Ts 1 3; St 2 14, y cree, 2 Co 10 15; 1 Ts 3 10, hasta el tiempo de la gloria, 1 Co 13 12 + . -Judíos y griegos, ver 2 9-10; Hch 13 5 + . 1 17 Pablo desarrolla en los once primeros capítulos los componentes de la justicia de Dios: es universal y opera por la fe sola, sin categorías de privilegios, 1 18 - 4 25; es ofrecida a lodos los que están en Cristo como gracia o amor sobreabundantemente, 5 - 8; sólo quedan fuera de esta justificación los que no aceptan a Cristo como justo y justificador, 9 11. A lo largo de su exposición Pablo subraya
que este modo de obrar de Dios en Cristo es el cumplimiento de su promesa ele salvación, 3 21-26; 4 3 + ; etc. Ver 10 6+; Is 56 1; Ef 2 8; Flp 3 9; Mi 5 20. -La cita es de Ha 2 4. Ver lambién Ga 3 11; Hb 10 38-39. 118 Ya en el AT se dice que Dios reacciona con ira contra la injusticia humana, N m 11 + . Esta ira no se opone a la justicia divina; por eso algunos textos parecen insinuar que es un componente necesario de ella; ver Sal 7 7-12. Semejante reacción refleja una incompatibilidad total entre Dios y la injusticia, que sólo con la destrucción del mal puede desaparecer. 1 23 Pablo alude al episodio del becerro de oro y a la idolatría del pasado en Israel, Sal 106 20; ver Ex 32. Indica así implícitamente que sus reflexiones no se refieren sólo a los gentiles, sino a toda la humanidad. 1 24 Hasta el final del cap. 1 Pablo repite las «.Tilicas de que el Ju
us
iloe p í s t o l a a l o s r o m a n o s nos de Inda injusticia, perversidad, coiliria, maldad, llenos de envidia, de homii ¡din, de contienda, de engaño, de malignidad, dilamadores,30 detractores, enemigos de Dios, ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, tebeldes a sus padres,31 insensatos, desleales, desamorados, despiadados, 32 los i n a les, aunque conocedores del veredicto tic Dios que declara dignos de muerte a los que tales cosas practican, no sola-mente las practican, sino que aprueban a los que las cometen.
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12 Pues
cuantos sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y cuantos pecaron bajo la ley, por la ley serán juzgados; 13 que no son justos delante de Dios los que oyen la lev, sino los que la cumplen: ésos serán justificados. N En efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley*; ^ como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza 16 para el día en que 1 ,a ira de Dios que viene sobre todos*. Dios juzgará las acciones secretas de los hombres, según mi Evangelio, por Cris' Por eso, no tienes excusa quien- to Jesús. quiera que seas, tú que juzgas, pues juzgando a otros, a li mismo te con- El judío inobservante. denas, ya que obras esas mismas cosas 1' Pero si tú, que le dices judío y destú que juzgas, 2 y sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que cansas en la ley; que le glorías en Dios; 3 IS obran semejantes cosas. Y ¿te figuras, que conoces su voluntad; que disciertú que juzgas a los que cometen tales nes lo mejor, amaestrado por la ley, 19 convencido de ser guía de ciegos, luz eosas y las cometes lú mismo, que escaparás al juicio de Dios? O ¿despre- de los que andan en tinieblas, 20 educacias, tal vez, sus riquezas de bondad, dor de ignorantes, maestro de niños, de paciencia y de tolerancia, sin reco- porque posees en la ley la expresión nocer que esa bondad de Dios te im- misma de la ciencia y de la verdad... 21 pues bien, tú que instruyes a los otros pulsa a la conversión? Por la dureza y la impenitencia de tu corazón vas ate¡a li mismo no le instruyes! Predicas: sorando contra ti ira para el día de la ¡no robar!, y ¡robas! 22 Prohibes el adulira y de la revelación del justo juicio de terio, y ¡adulteras! Aborreces los ídolos, Dios,6 quien dará a cada cual según sus y ¡saqueas sus templos! 23 Tú que le gloobras '"': ' a los que, por la perseverancia rías en la ley, transgrediéndola, deshonen el bien busquen gloria, honor e in- ras a Dios. 2-1 Porque, como dice la Esmortalidad: vida eterna; s mas a los recritura, el nombre de Dios, por causa de beldes, indóciles a la verdad y dóciles a ustedes, es blasfemado entre los gentiles* 9 25 La circuncisión, en verdad, es útil la injusticia: ira y cólera. Tribulación v angustia sobre toda alma humana si cumples la ley; pero si eres un trancine obre el mal: del judío primeramen- gresor de la ley, tu circuncisión se vuelle y también del griego; 10 en cambio, ve incircuncisión. 2(1 Mas si el incircungloria, honor y paz a todo el que obre ciso guarda las prescripciones de la ley, el bien; al judío primeramente y tam¿no se tendrá su incircuncisión como bién al griego; 11 que Dios es imparcial. circuncisión? 27 Y, así, el que, siendo fí-
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2 Pablo quiere demostrar que los privilegios (Ley, circuncisión) no protegen contra la ira divina; la función de Rm 2 es nivelar los siaiiis del judío y del no judío. La argumentación se desarrolla en dos tiempos: w 1-6 y 17-29. 2 6 Fórmula bíblica de la retribución, Sal 62 13 + . El día del juicio, v. 5, será el de la venida gloriosa del Señor. 1 Co 1 8 - ; Hch 17 31. Ante el tribunal de Dios, 14 10, y de Cristo,
2 Co 5 10; ver Mi 25 31s, comparecerán los vivos y los muertos, Hch 10 42; 2 Tm 4 1, v cada uno recibirá según sus obras buenas o malas, Mt 16 27; 1 Co 3 8; 1 P 1 17; Ap 2 23. 2 14 La conciencia, v. 15; ver 14 + ; 1 Co 4 4+, ley de la naturaleza en el corazón del hombre, suple a la ley mosaica, w . 26-29; Jr 4 4+, y conduce a la salvación, 7 7 + . 2 24 Cita de Is 52 5 (LXX); ver Ez 36 20-22.
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epístola a l o s romanos
sicainenle incircunciso, cumple la ley, le ju/.fiará a li, que con la letra y la circuncisión eres transgresor de la ley. 'H Pues no está en el exterior el ser judío, ni es circuncisión la externa, la de la carne. 29 El verdadero judío lo es en el interior, y la verdadera circuncisión, la del corazón, según el espíritu y no según la letra. Ese es quien recibe de Dios la gloria y no de los hombres.
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que decimos? Esos tales tienen merecida su condenación. Todos pecadores*. 9 Entonces ¿qué? ¿Llevamos ventaja? ¡No del todo! 10 Pues ya demostramos que tanto judíos como griegos están todos bajo el pecado, como dice la Escritura:
No hay quien sea justo, ni siquiera uno. 11 No hay un sensato, 1 ¿Cuál es, pues, la ventaja del juno hay quien busque a Dios. dío'"? ¿Cuál la utilidad de la circun12 Todos se desviaron, a una se corromcisión? 2 Grande, de todas maneras. pieron; Ante todo, a ellos les fueron confiados no hay quien obre el bien, los oráculos de Dios.3 Pues ¿qué? Si alno hay siquiera uno. gunos de ellos fueron infieles, ¿frustra13 Sepulcro abierto es su garganta, rá, por ventura, su infidelidad la fidecon su lengua urden engaños. lidad de Dios?4 ¡De ningún modo! Dios Veneno de áspides* bajo sus labios; tiene que ser veraz y todo hombre men14 maldición y amargura rebosa su tiroso, como dice la Escritura: Para que boca. seas justificado en tus palabras y triun15 Ligeros sus pies para derramar sangre; fes al ser juzgado*. 3 Pero si nuestra in16 ruina y miseria son sus caminos. justicia realza la justicia de Dios, ¿qué 17 El camino de la paz no lo conocieron, diremos? ¿Será acaso injusto Dios al 18 no hay temor de Dios ante sus ojos*. descargar su ira? (Hablo en términos 19 Ahora bien, sabemos que cuanto humanos.) 6 ¡De ningún modo! Si no, ¿cómo juzgará Dios al mundo? 7 Pero dice la ley lo dice para los que están si con mi mentira sale ganando la ver- bajo la ley, para que toda boca enmudad de Dios para gloria suya ¿por qué dezca y el mundo entero se reconozca razón soy también yo todavía juzgado reo ante Dios, 20 ya que nadie será juscomo pecador? 8 Y ¿por qué no hacer tificado ante él por las obras de la ley, el mal para que venga el bien, como al- pues la ley no da sino el conocimiento gunos calumniosamente nos acusan del pecado*. Dios siempre justo.
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B. LA JUSTICIA DE DIOS POR LA FE Revelación de la justicia de Dios. 2'
Pero ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, atestiguada por la ley y los 3 1 La reflexión precedente suscita la cuestión de los privilegios de Israel. Pablo responde brevemente a las objeciones que su reflexión pudiera plantear. Sobre ellas volverá más adelante, 9 - 1 1 . 3 4 Citas de Sal 116 11 y Sal 51 6 (LXX). 3 9 Pablo concluye con un recurso a la Escritura: no es él quien declara pecador a todo hombre, sino la palabra de Dios. 3 13 El áspid (Vípera aspis) es una víbora célebre por su veneno.
profetas,22 justicia de Dios por la fe en Jesucristo, para todos los que creen —pues no hay diferencia; 23 todos pecaron y están privados de la gloria de Dios*— 24 y son justificados por el don 3 18 Citas de Sal 14 1-3; 5 10; 140 4; 10 17; Is 59 7-8; Sal 36 2. 3 20 Cita de Sal 143 2. La Ley como norma de vida exterior no tiene en el plan divino la función de borrar el pecado, sino la de manifestarlo a la conciencia del hombre pecador, ver 1 17 + ; 7 7 + . 3 23 La gloria, en sentido bíblico, Ex 24 16 + : presencia de Dios que se comunica al hombre.
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epistola a l o s romanos
de su gracia, en virtud de la redención* realizada en Cristo Jesús, 25 a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación* por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente,26 en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser justo y justificador del que cree en Jesús. 27 ¿Dónde está, entonces, el derecho a gloriarse? Queda eliminado. ¿Porqué
C. ARGUMENTO Abrahán, justificado por su fe*.
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ley? ¿Por la de las obras? No. Por la ley de la fe*. 28 Porque pensamos que el hombre es justificado por la fe, independientemente de las obras de la ley. 29 ¿Acaso Dios lo es únicamente de los judíos y no también de los gentiles? ¡Sí, por cierto!, también de los gentiles; porque no hay más que un solo Dios, que justificará a los circuncisos en virtud de la fe y a los incircuncisos por medio de la fe. 31 Entonces ¿por la fe privamos a la ley de su valor? ¡De ningún modo! Más bien, la consolidamos. BÍBLICO
Entonces, ¿esta dicha recae sólo sobre los circuncisos o también sobre los incircuncisos? Decimos, en efecto, que la fe de Abrahán le fue contada como justicia. 10 Y ¿cómo le fue contada? ¿siendo él circunciso o antes de serlo? No siendo circunciso, sino antes; 11 pues recibió la señal de la circuncisión * como sello de Ja justicia de la fe que poseía siendo incircunciso. Así se convertía en padre de todos los creyentes incircuncisos, a fin de que la justicia les fuera igualmente tenida en cuenta; 12 y en padre también de los circuncisos que no se contentan con la, circuncisión, sino que siguen además las huellas de la fe que tuvo nuestro pa7 Bienaventurados aquellos cuyas mal- dre Abrahán antes de la circuncisión. 13 En efecto, no por la ley, sino por la dades fueron perdonadas, y cubiertos sus pecados. justicia de la fe* fue hecha a Abrahán y 8 Dichoso el hombre a quien el Señor su posteridad la promesa de ser hereno le tiene en cuenta el pecado*. dero del mundo. '4 Porque si son here9
4
' ¿Qué diremos, pues, de Abrahán, nuestro padre según la carne? 2 Si Abrahán obtuvo la justicia por las obras, tiene de qué gloriarse, mas no delante de Dios. 3 En efecto, ¿qué dice la Escritura? Creyó Abrahán en Dios y le fue contado como justicia*. 4 Al que trabaja no se le cuenta el salario como favor sino como deuda; 5 en cambio, al que, sin trabajar, cree en aquel que justifica al impío, su fe se le cuenta como justicia. 6 Así también David proclama bienaventurado al hombre a quien Dios le tiene en cuenta la justicia independientemente de las obras:
3 24 La redención, es decir, la liberación mesiánica esperada por los profetas, Is 41 14+; ver Nm 33 19 + , se ha cumplido en Cristo, 1 Co 1 30; Le 1 68; etc., quien con el precio de su sangre, Hch 20 28 + ; Col 1 20+; Hb 9 12; Ap 1 5, ha rescatado, 1 Tm 2 6; Mt 20 28+, al nuevo Israel, de la Ley y del pecado. 3 25 Lit.: propiciatorio, Ex 25 10+. El «propiciatorio» recibía una aspersión de sangre el día de la Expiación, Lv 16; rito que prefiguraba lo que la sangre de Cristo llevó realmente a cabo. 3 27 Nadie tiene fundamento para enorgullecerse por las obras de la Ley mosaica; la única ley que justifica consiste en creer; y así es como la Ley, lejos de perder su valor, alcanza su fin, v. 31. 4 Abrahán es un caso ejemplar que pone
de relieve la constancia del plan de Dios. Abrahán es reconocido justo por haber creído a las promesas divinas, cuando todavía era un incircunciso, un «sin Ley», ver v. 5. De esta forma Abrahán es padre de todos los creyentes, es decir de todos los que son justificados por la fe, Ga 3 6-9. 4 3 Cita de Gn 15 6. -La tradición judía, Sb 10 5; Si 44 20-23 + ; ver St 2 14+, alaba en Abrahán la fidelidad, las obras, la circuncisión. Pablo se remonta al principio de todas ellas, a la fe, que, ante la mirada de Dios y por tanto en realidad, se identifica concretamente con la justicia, v. 11. 4 8 Cita de Sal 32 1-2. 4 11 Ver Gn 17 11. 4 13 La justicia de la fe es una justicia que consiste en creer, v. 3; 3 27. La herencia es
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epístola a los romanos
deros los de la ley, la fe carece de objeto, y la promesa queda abolida; 1:1 porque la ley produce la ira; por el contrario, donde no hay ley, no hay transgresión. 16 Por eso depende de la fe, para que sea don, y la promesa quede asegurada para toda la posteridad, no tan sólo para los de la ley, sino también para los de la fe de Abrahán, padre de todos nosotros, 17 como dice la Escritura: Te he constituido padre de muchas naciones'"': padre nuestro ante Dios a quien creyó, que da la vida a los muertos y llama a las cosas que no son para que sean. IK El cual, esperando contra toda esperanza, creyó y fue hecho padre de muchas naciones según le había sido dicho: Así será tu posteridad*. 19 No vaciló en su
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fe al considerar su cuerpo ya sin vigor —tenía unos cien años— y el seno de Sara, igualmente estéril.20 Por el contrario, ante la promesa divina, no cedió a la duda con incredulidad; más bien, fortalecido en su fe, dio gloria a Dios,21 con el pleno convencimiento de que poderoso es Dios para cumplir lo prometido. 22 Por eso le fue contado como justicia. 21 Y la Escritura no dice solamente por él que le fue contado, sino también por nosotros, 14 a quienes ha de ser tenida en cuenta la fe, a nosotros que creemos en Aquel que resucitó de entre los muertos a Jesús Señor nuestro, 25 quien fue entregado por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación*.
2. DE LA JUSTIFICACIÓN A LA SALVACIÓN La justificación, prenda de la salvación.
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' Habiendo, pues, recibido de la fe la justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo,2 por quien hemos obtenido también, mediante la fe, el acceso a esta gracia en la cual nos hallamos, y nos gloriamos en la esperanza* de la gloria de Dios. 3 Más aún; nos gloriarnos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; 4 la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza, ^ y la esperanza no falla, porque el amor de Dios"" ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.h En efecto, cuando todavía estábamos sin fuerzas,
en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; 7 —en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir—; 8 mas la pi-ueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. '' ¡Con cuánta más razón', pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la ira! 111 Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! 11 Y no solamente eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.
otorgada por Dios, pero únicamente en virtud ofrecidos por Dios a todos los hombres en el de la promesa (aparición de esta palabra, ver misterio de Cristo, 16 25 + ; Ef 1 18; Mt 12 21. Gn 12 + ) recibida por la fe, Ga 3 6-14. Está en conexión con la fe y la caridad, 4 17 Cita de Gn 17 5. 1 Ts 1 3; 1 Co 13 13, que le dan una seguridad 4 18 Cita de Gn 15 5. v una constancia que nada puede quebrantar, 5 4; 8 18-25; 12 12; Hb 6 17-19; etc. 4 25 Los w . 23-25 son una introducción a todo lo que sigue. El caso de Abrahán ilumina 5 5 Es el amor con que Dios nos ama, 8 31el de los cristianos. La justicia conferida por 39, y cuya prenda y testigo es la presencia del Dios a los creyentes, los asocia a la muerte reEspíritu; 8 15; Ga~4 6; pero ver 8 28. -El Esdentora de Cristo, ver 8 32 + ; Is 53 6.12, v a su píritu de la nueva Alianza, Ga 3 14; 2 Co 3 6 + ; resurrección 1 4; 5 10; 6 4-5 + ; Col 2 11-13. Hch 2 33 + ; Ez 36 27+, no es solamente una manifestación de poder, Hch 1 8 + ; 1 Co 3 16; 5 2 El único orgullo del creyente, ver 3 27, es la esperanza, bien sea la espera de los bienes 6 19; sino un principio interior de nueva vida, escalológicos, 8 18-25+; Ef 1 18; Col 1 27; 1 Hch 2 38; 1 Ts 4 8; Le 11 13; Jn 14 26; que Ts 4 13; 5 8; 1 Jn 3 2 + ; 1 P 1 3-4, bien sea a habita en el cristiano para hacerlo hijo de veces estos mismos bienes, Ga 5 5; Col 1 5, Dios en lodas sus potencias, 8 14-16; Ga 4 6.
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Adán y Jesucristo*. 12 Por
tanto, como por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, ya que todos pecaron; 11 —porque, hasta la ley, había pecado en el mundo, pero el pecado no se carga en cuenta no habiendo ley—; 14 con todo, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun sobre aquellos que no pecaron con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir. ^ Pero con el don no sucede como con el delito. Si por el delito de uno murieron lodos ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos! 16 Y no sucede con el don como con las consecuencias del pecado de uno; porque el juicio, partiendo de uno, lleva a la condenación, mas la obra de la gracia, partiendo de muchos delitos, se resuelve en
justificación. 17 En efecto, si por el de lito de uno reinó la muerte por mi hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en. abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por uno, por Jesucristo! 18 Así pues, como el delito de uno atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno procura a todos la justificación que da la vida. 19 En efecto, así como por la desobediencia de un hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno todos serán constituidos* justos. Proposición temática*. 20 La ley, en verdad, intervino para que abundara el delito; pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia; 21 así, lo mismo que el pecado reinó por la muerte, así también reinara la gracia en virtud de la justicia para vida eterna por Jesucristo nuestro Señor.
A. LA VIDA EN CRISTO Col 2 12-13; Tt 3 5-7; 1 P 3 21-22. 6
¿Qué diremos, pues? ¿Que debemos permanecer en el pecado para que la gracia se multiplique*? ¡De ningún modo! 2 Los que hemos muerto al pecado ¿cómo seguir viviendo en él? 1
5 12 Para poner más claro el don de Dios en Jesucristo, Pablo lo compara con la acción del primer hombre. -Como la muerte, Sb 1 13+; 2 24, el pecado recae sobre la humanidad por la lalta de su primer padre. Cristo, nueva cabeza de la raza humana, w . 15-19; 1 Co 15 2123.45, salva de forma sobreabundante a los hombres de la muerte espiritual y eterna cuya señal es la muerte física. La naturaleza propia del lazo entre la falta de Adán y la de los hombres nacidos de él no se precisa. 5 19 No sólo en el Juicio final (para Pablo, la justificación es actual, ver 5 1, etc.), sino conforme los hombres van renaciendo en Jesucristo. El paralelismo Adán = Cristo adquiere aquí toda su nitidez. 5 20 Los w . 20-21 constituyen la tesis que Pablo se propone defender en estos capítulos. Ver 6 1.15; 7 7; 1-2.
1 ¿O es que ignoran que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? 4 Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo resucitó de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva*.
6 1 Cuestión que nos extraña, pero que sin duda se plantearon algunos adversarios de Pablo, ver 3 5-8. 6 4 El bautismo acompaña a la fe, Ga 3 26s; Ef 4 5; Hb 10 22, y la expresa por el olicn/ simbolismo de su rito. Pablo les atribuye los mismos efectos (comparar Ga 2 16-20 y Km 6 3-9). La «inmersión» en el baño del agua se pulla al pecador en la muerte de Cristo, Col 2 12; ver Me 10 38, de la que sale por l;i resu rrección con él, Rm 8 11 + , como «nueva ei i;i tura», 2 Co 5 17 + , «hombre nuevo», KI 2 15 i , miembro del Cuerpo único, animado del uui co Espíritu, 1 Co 12 13; Ef 4 4s. Ivsln resu rrección se realiza desde ahora por unii vidn nueva según el Espíritu, w . 8-11.13; H 2s; (¡n 5 16-24. Ver también Mt 3 6 +; Heli I 5 i ; l-l 5 26; Tt 3 5; Hb 6 2-4.
iloe p í s t o l a a l o s r o m a n o s Porque si nos hemos injertado en él por una muerte semejante a la suya, también lo estaremos por una resurrección semejante; 6 sabiendo que nuestro hombre viejo fue crucificado con él, a fin de que fuera destruido el cuerpo de pecado y cesáramos de ser esclavos del pecado. 7 Pues el que está muerto, queda libre del pecado. 8 Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él, 9 sabiendo que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, y que la muerte no tiene ya señorío sobre él. 10 Su muerte fue un morir al pecado*, de una vez para siempre; mas su vida, es un vivir para Dios. 11 Así también ustedes, considérense como muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús. 12 No reine, pues, el pecado en su cuerpo mortal* de modo que obedezcan a sus apetencias. 13 Ni hagan ya de sus miembros instrumentos de injusticia al servicio del pecado; sino más bien ofrézcanse ustedes mismos a Dios como muertos retornados a la vida; y sus miembros, como instrumentos de justicia al servicio de Dios. 14 Pues el pecado no dominará ya sobre ustedes, ya que no están bajo la ley sino bajo la gracia. 3
Al servicio de la justicia. 15 Pues ¿qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley sino bajo la gracia? ¡De ningún modo!*. 16 ¿No saben que al ofrecerse a alguno como esclavos para obedecerle, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen: bien del pecado, para la muerte, bien de la obediencia,
6 10 Cristo ha tomado una carne semejante a la nuestra, 1 3; 8 3; Hb 4 15. Pero ahora es ya espiritual, 1 Co 15 45, ha abandonado el mundo del pecado, 7+; 2 Co 5 21. 6 12 Solidario de Cristo, v. 11, el bautizado no debe pecar, pero de hecho el pecado puede todavía reinar en él, 7 14-24. 6 15 Cristo nos ha liberado, ver 3 24+, del pecado y de la Ley, 7 7+. Esclavos en otro tiempo, somos ahora libres, 8 15.21, pero al servicio de Dios v de Cristo que nos han rescatado, 6 22; Ef 6 6; 1 Ts 1 9; 1 Co 7 22; Mt 6 24, libres como hijos afectuosos y sumisos, Ga 4 7; 5 Is, Jn 8 31; 15 14-15.
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para la justicia? 17 Pero, gracias a Dios, ustedes, que eran esclavos del pecado, han obedecido de corazón al modelo de doctrina, al que fueron entregados, 18 y, liberados del pecado, se han hecho esclavos de la justicia. 19 —Hablo en términos humanos, en atención a su flaqueza natural—. Pues si ofrecieron sus miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad por la iniquidad, ofrézcanlos igualmente ahora a la justicia para la santidad. 20 Pues cuando eran esclavos del pecado, eran libres respecto de la justicia. 21 ¿Qué frutos cosecharon entonces de aquellas cosas que al presente les avergüenzan? Pues su fin es la muerte. 22 Pero al presente, libres del pecado y esclavos de Dios, fructifican para la santidad; cuyo fin es la vida eterna. 23 Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro*.
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' ¿O es que ignoran, hermanos, —hablo a quienes entienden de leyes— que la ley no domina sobre el hombre sino mientras vive*? 2 Así, la mujer casada está obligada por la ley a su marido mientras éste vive; mas, una vez muerto el marido, se ve libre de la ley del marido.3 Por eso, mientras vive el marido, será llamada adúltera si se une a otro hombre; pero si muere el marido, queda libre de la ley, de forma que no es adúltera si se une a otro.4 Así pues, hermanos míos, también ustedes quedaron muertos respecto de la ley por el cuerpo de Cristo, para pertenecer a otro: a aquel que resucitó de entre los muertos, a fin de que diéramos frutos para Dios. 5 Porque, cuando estába6 23 El tema de la vida eterna o vida nueva, 6 4+; ver Jn 3 15+, se desarrolla en el cap. 8. 7 .1 La liberación del cristiano la expresa Pablo con el tema griego de la manumisión de los esclavos, 6 15 + . El cristiano, unido por la fe y el bautismo a Cristo muerto y resucitado, está muerto al pecado, a la Ley, a los elementos del mundo, para vivir bajo el nuevo régimen de la gracia del Espíritu. Así como el liberto pertenece a su nuevo amo, así también el cristiano resucitado en Cristo no vive ya para sí mismo, sino para Cristo y para Dios, 6 11.13; 14 7s; 2 Co 5 15; Ga 2 20.
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epístola a l o s romanos
mos en la carne"', las pasiones pecaminosas, excitadas por la ley, actuaban en nuestros miembros, a fin de que produjéramos ñutos de muerte. 6 Mas, al presente, hemos quedado emancipados
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de la ley, muertos a aquello que nos le nía aprisionados, de modo que sirvamos según un espíritu nuevo v no según un código anticuado.
B. EL HOMBRE PECADOR FUERA DE CRISTO Función de la ley en el pasado".
Impotencia actual de la ley*.
¿Qué decir, entonces? ¿Que la ley es pecado? ¡De ningún modo! Sin embargo yo no conocí el pecado sino por la ley. De suerte que yo hubiera ignorado la concupiscencia si la ley no dijera: ¡No te des a la concupiscencia! 8 Mas el pecado, aprovechándose del precepto, suscitó en mí toda suerte de concupiscencias; pues sin ley, el pecado estaba muerto. 9 ¡Vivía yo un tiempo sin ley!, pero en cuanto sobrevino el precepto, revivió el pecado, 10 y yo morí; y resultó que el precepto, dado para vida, me causó muerte. 11 Porque el pecado, aprovechándose del precepto, me sedujo*, y por él, me dio muerte. Así que, la ley es santa, y santo el precepto, y justo y bueno. 11 Luego ¿se ha convertido lo bueno en muerte para mí? ¡De ningún modo! Sino que el pecado, para aparecer como tal, se simó de una cosa buena, para procurarme la muerte, a fin de que el pecado ejerciera todo su poder de pecado por medio del precepto.
14 Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual, mas yo soy de carne, vendido al poder del pecado. 15 Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco. 16 Y, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo con la Ley en que es buena; 17 en realidad, ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí. 18 Pues bien sé yo que nada bueno habita en mí, es decir, en mi carne; en efecto, querer el bien lo tengo a mi alcance, mas no el realizarlo, 19 puesto que no hagp el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero. 20 Y, si hago lo que no quiero, no soy yo quien lo obra, sino el pecado que habita en mí*. 21 Descubro, pues, esta ley: aunque quiera hacer el bien, es el mal el que se me presenta. 22 Pues me complazco en la ley de Dios según el hombre interior, 23 pero advierto otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado que está en mis miembros.
7 5 La carne es ante todo la materia corporal, 1 Co 15 39; Le 24 39; etc., con lodo lo que ella tiene de caduco, de débil delante de Dios, 6 19; 1 Co 1 29; 2 Co 7 5; Mt 24 22p; 26 41p. A veces designa la economía anterior a Cristo, 9 8 + . Por otra parte, Pablo considera frecuentemente a la carne como sede de las pasiones y del pecado, aquí, 13 14; Ga 5 3-21, incluso como una fuerza del mal, 8 4-9, que Cristo, venido en carne, ha quebrantado, 8 3; Ef 2 14s; 1 P 3 18; 4 1; Jn 1 14, y de la cual los bautizados, en principio, están liberados, 8 9; 2 Co 10 3; Col 2 11. 7 7 La Ley es buena, 1 Tm 1 8s, puesto que expresa la voluntad de Dios, 7 12; ver 3 2; 9 4; Dt 4 1 +; pero es incapaz de conferir la justicia, 3 20; Ga 3 11-13. Al iluminar el espíritu sin darle la fuerza interior, llega a ser el ins-
frumento del pecado que ella hace conocer, 4 15; 5 13; Ga 3 19+. Este régimen pedagógico transitorio, 10 4; Ga 3 24, ha sido consumado por Cristo y su gracia, Rm 3 31; 10 4; Ef 2 15; Mt 5 17+, que es una lev de fe, de espírilu, di' amor, Rm 3 27; 8 2; 13 8+, de libertad, 6 15 -1 ; St 1 25. -La cita de Ex 20 17 y Dt 5 21 seliniiln a las dos primeras palabras y toma un alcance general. 7 11 Expresión tomada de Gn 3 13. 7 14 Se trata del hombre bajo el imperio del pecado, antes del don de la gracia. El conflicto interior del cristiano es de otra naturaleza, (ía 5 17-18. 7 20 No niega Pablo la responsabilidad personal del hombre frente al mal, como tampoco la ha negado frente al bien en Ga 2 20.
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epístola a los romanos
¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo que me lleva a la muerte*? ls ¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo nuestro Señor! 24
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Así pues, soy yo mismo quien con la razón sirvo a la ley de Dios, mas con la carne, a la ley del pecado*.
C. LA VIDA DEL CREYENTE EN EL ESPÍRITU La vida en el Espíritu.
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' Por consiguiente, ninguna condenación pesa ya sobre los que están en Cristo Jesús. 2 Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte*. 1 Pues lo que era imposible a la ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne, 1 a l'in de que la justicia de la ley* se cumpliera en nosotros que seguimos una conducta, no según la carne, sino según el espíritu. s Efectivamente, los que viven según la carne, desean lo carnal; mas los que viven según el espíritu, lo espiritual. h Pues las tendencias de la carne son muerte; mas las del espíritu, vida y paz, 7 ya que las tendencias de la carne llevan al odio de Dios: no se someten a la ley de Dios, ni siquiera pueden; ,s así, los que viven según la carne, no pueden agradar a Dios. Mas ustedes no viven según la carne, sino según el espíritu, va que el Espíritu de Dios habita en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece; 10 mas si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia. 7 24 El cuerpo es el hombre en la realidad sensible de sus miembros, órganos y sentidos, 12 4; 1 Co 5 3; 12 14-20, sometido a la carne, 7 5 + ; Col 2 11, al pecado, 1 24; 1 Co 6 18, a la muerte, 6 12, aunque llamado a resucitar, 1 Co 15 44; Flp 3 21, y desde ahora habitado por el Espíritu, 5 5 + ; "l Co 6 19. 7 25 Esta frase sirve de Lransición entre 7 23 y 8 1-4. 8 2 Pablo contrapone el nuevo régimen del Espíritu al del pecado y de la muerte, ver 3 27 + . La palabra espíritu designa aquí al Espíritu Santo o bien al espíritu de cada hombre renovado por esta presencia, ver 1 9 v 5 5 + .
" Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a sus cuerpos mortales por su Espíritu que habita en ustedes*. 12 Así que, hermanos míos, no somos deudores de la carne para vivir según la carne, 13 pues, si viven según la carne, morirán. Pero si con el Espíritu hacen morir las obras del cuerpo, vivirán. Hijos de Dios gracias al Espíritu. Ga 4 4-7. 14 En efecto, lodos los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. '"Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, han recibido un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre*! 1(1 El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. 17 Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, si compartimos sus sufrimientos, para ser también con él glorificados.
Destinados a la gloria. 15 Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de ma-
8 4 Esta justicia de la ley, cuyo cumplimiento sólo es posible por la unión con Cristo por la fe, se resume en el mandamiento del amor, ver 13 8-10 + ; Ga 5 14 y ya Mt 22 40. Ver también Rm 7 7 + . 8 11 Por su Espíritu vivificante, el Padre ha resucitado al Hijo, 1 4 + , v resucitará a los cristianos, 1 Co 6 14; 2 Co~4 14; Ef 2 6, que desde ahora viven la vida nueva de los Hijos de Dios, w . 13-17.29-30; 6 4+; Ga 2 20. 8 15 Ver Me 14 36; Ga 4 6. Esta relación de los hijos unidos con el Hijo se explica en los w . 15-17.
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epistola a l o s romanos
nifeslar en nosotros*. 19 Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios. 20 La creación, en efecto, fue sometida a la caducidad, no espontáneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza 21 de ser liberada de la esclavitud de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 22 Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. 23 Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. 24 Porque nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, aguardamos con paciencia. 26 Y de igual manera, también el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos pedir como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables, 27 y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios*. El plan de la salvación. Ef 1 4-14. 28 Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que lo aman; de aquellos que han sido llamados según su designio.
8 18 La manifestación de la gloria, ver 1 Co 2 9-10; 2 Co 4 17 + ; Col 3 3-4, va a alcanzar a lodo el universo, w . 19-22. Este mundo material creado para el hombre, Gn 1 28; 2 19, maldecido por culpa de él, Gn 3 17-19, participará de la liberación de los rescatados, El" 1 10; Col 1 16-20; 2 P 3 12-13; Ap 21 + . 8 27 Pablo recomienda la oración constante, 12 12; Ef 6 18; Flp 4 6; etc. Él mismo ruega por sus fieles, Ef 1 16; Flp 14; etc. Insiste mucho en la oración de acción de gracias, 2 Co 1 11; Ef 5 4; ele., y con ella empieza sus cartas, 1 8; etc. La garantía que tiene el cristiano en su oración es la presencia de Cristo en él, haciéndole orar como hijo, 8 15.26.27, mientras el mismo Cristo intercede por nosotros, 8 34. Los cristianos son los que invocan el nombre de Jesucristo, 1 Co 1 2; ver Rm 10 9-13. -Sobre
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Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo*, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos; 30 y a los que predestinó, a ésos también los llamó; y a los que llamó, a ésos también los justificó; a los que justificó, a ésos también los glorificó*. 29
Conclusión: Himno al amor de Dios. 31 Ante esto ¿qué diremos? Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros? 32 El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas*?33 ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es quien justifica. 34 ¿Quién condenará*? ¿Acaso Cristo Jesús, el que murió; más aún el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, e intercede por nosotros? 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada?, 3(1 como dice la Escritura: Por tu causa somos muertos todo el día; tratados como ovejas destinadas al matadero*. 37 Pero en todo esto salimos más que vencedores gracias a aquel que nos amó. 38 Pues estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni lo presente, ni lo futuro, ni las potestades, 39 ni la altura, ni la profundidad, ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.
la actitud exterior en la oración, ver 1 Co 11 4-16; 1 Tm 2 8. 8 29 El Hijo, imagen perfecta del Padre, Col 1 15+, ha restaurado en el hombre la imagen destruida por el pecado, Rm 5 12 + ; ver Gn 1 26 + ; 3 22. Así configurado, 1 Co 15 49; Flp 3 21, al Primogénito, Col 1 18; Hb 1 6, el creyente se convierte en hijo de Dios, Ga 3 26-28; 4 5-7 + ; Hb 2 11.17. 8 30 Dios lo ha ordenado todo a la gloria que tiene destinada para sus elegidos, w . 18 + . 21; Jn 17 5.10. 8 32 Ni las pruebas, v. 35, ni las fuerzas hostiles del cosmos, w . 38-39, podrán nada contra el amor eficaz de Dios, 5 6-11; 1 Co 15 57. 8 34 Ver Is 50 8-9. 8 36 Cita de Sal 44 23.
iloe p í s t o l a a l o s r o m a n o s
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Situación salvífica de Israel*
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' Digo la verdad en Cristo, no miento, —mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo—, 2 siento una gran tristeza y un dolor incesante en el corazón. 3 Pues desearía ser yo mismo maldito'-, separado de Cristo, por mis hermanos, los de mi raza según la car-
ne. 4 Son israelitas; de ellos es la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas, 5 y los patriarcas; de ellos también procede Cristo según la carne, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos-. Amén.
1. LA PALABRA DE DIOS NO SE HA FRUSTRADO Dios no es injusto.
No es que haya fallado la palabra de Dios. Pues no todos los descendientes de Israel son Israel.7 Ni por ser descendientes de Abrahán, son todos hijos. Sino que por Isaac llevará tu nombre una descendencia*; 8 es decir: no son hijos de Dios los hijos según la carne, sino que los hijos de la promesa se cuentan como descendencia. 9 Porque estas son las palabras de la promesa: Por este tiempo volveré; y Sara tendrá un hijo*. 10 Y más aún; también Rebeca concibió de un solo hombre, de nuestro padre Isaac; " ahora bien, antes de haber nacido, y cuando no habían hecho ni bien ni mal —para que se mantuviera la libertad de la elección divina, 12 que depende no de las obras sino del que llama— le fue dicho a Rebeca: El mayor servirá al menor, 11 como dice la Escritura: Amé a Jacob y rechacé a Esaú *.
14 ¿Qué diremos, pues? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo! 13 Pues dice él a Moisés: Seré misericordioso con quien lo sea; me apiadaré de quien me apiade*. 16 Por tanto, no se trata de querer o de correr, sino de que Dios tenga misericordia. 17 Pues dice la Escritura a Faraón: Te he suscitado precisamente para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea conocido en toda la tierra*. 18 Así pues, usa de misericordia con quien quiere, y endurece a quien quiere. 19 Pero me dirás: Entonces ¿de qué se enoja? Pues ¿quién puede resistir a su voluntad? 20 ¡Oh hombre! ¿Quién eres tú para pedir cuentas a Dios? ¿Acaso la vasija dirá al alfarero: por qué me hiciste así*? 21 O ¿es que el alfarero no es dueño de hacer de una misma masa objetos para usos nobles y otros para usos despreciables?22 Pues bien*, ¿qué vas a
9 Estando judíos y paganos en igualdad de condiciones ante la salvación por la fe, 3 9.22-30; etc., la esperanza nueva ¿no condena al fracaso las promesas de Dios a su pueblo? Los cap. 9-11 consideran situaciones históricas colectivas, antes o después de Cristo, no destinos de los individuos. La salvación de un Resto, Is 4 3 + , basta para manifestar la fidelidad de Dios y la gratuidad de sus dones. 9 3 Anatema, es decir, objeto de maldición, ver Jos 6 17+ y Lv 27 28+.' 9 5 La doxología se dirige a Cristo. Pablo siempre lo tiene presente en su realidad concreta de Dios hecho hombre, Flp 2 5s+; etc.; Col 1 15 + , pero le da el título divino de Señor, Flp 2 9s; etc.; Hch 2 21 + , y el de Hijo de Dios, 1 3-4; 5 10; 8 3; etc. Este último título, ver Mt 4 3 + ; Jn 1 14 + ; etc., no lo ha recibido Cristo solamente en la resurrección, 14 + , porque él posee en persona toda la divinidad, Col. ?
Tt 2 13; 1 Jn 5 20, asociado en todo al Padre y al Espíritu, 2 Co 13 13 + . 9 7 Cita de Gn 21 12. 9 9 Citas de Gn 18 10.14. 9 13 Citas de Gn 25 23; MI 1 2-3. 9 15 La libertad soberana de Dios, Ex 33 19; Dt 7 6 + , sitúa la gratuidad de la salvación por encima de toda sospecha de injusticia, v. 20; ver Mt 20+. 9 17 Cita de Ex 9 16; ver Ex 4 21 + . 9 20 Cita que combina Is 29 16; 45 9; Sb 12 12. Ver Sb 15 7 + . 9 22 Pablo no dice que los israelitas estén destinados a la perdición por haber rechazado el Evangelio; solamente subraya que los objetos preparados para la ira, los gentiles idólatras, han sido también objetos de la misericordia divina, para que pudieran recibir la condición de hijos e hijas de Dios; ver 11 1112; Hch 13 5 + .
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epístola a l o s romanos
replicar si Dios, queriendo manifestar su ira y dar a conocer su poder, soportó con gran paciencia objetos de ira preparados para la perdición, 23 a fin de dar a conocer la riqueza de su gloria con los objetos de misericordia que de antemano había preparado para gloria: 24 con nosotros, que hemos sido llamados no sólo de entre los judíos sino también de entre los gentiles? 25 Como dice también en Oseas: Llamaré pueblo mío al que no es mi pueblo; y amada mía a la que no es mi amada.
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Y en el lugar mismo en que se les dijo: Ustedes no son mi pueblo, serán llama dos: Hijos del Dios vivo. 27 Isaías lam bién clama en favor de Israel: Aunque los hijos de Israel fueran numerosos como las arenas del mar, sólo un resto será salvo. 28 Porque pronta y perfectamente cumplirá el Señor su palabra sobre la tierra. 29 Y como predijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos dejara una descendencia, como Sodoma hubie ramos venido a ser, y semejantes a (¡o morra *. 26
2. LAS RAZONES DE LA SITUACIÓN DE ISRAEL
1 Hermanos, el anhelo de mi corazón y mi oración a Dios en favor de ellos es para que se salven.2 Testifico en su favor que tienen celo de Dios, pero no conforme a un pleno conocimiento. 3 Pues, desconociendo la justicia de Dios y empeñándose en establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios.4 Porque el fin de la ley es Cristo, para justificación de todo creyente. 5 En efecto, Moisés escribe acerca de la justicia que nace de la ley: Quien la cumpla, vivirá por ella*. 6 Mas la justicia que viene de la fe dice así*: No digas en tu corazón ¿quién subirá al cielo?, es decir: para hacer bajar a Cristo; 7 o
bien: ¿quién bajará al abismo?, es de cir: para hacer subir a Cristo de enlre los muertos. 8 Entonces, ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra: en tu boca y en tu corazón, es decir, la palabra de la fe que nosotros proclamamos. 9 Porque, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó dé entre los muertos, serás salvo. 10 Pues con el corazón se cree para conseguir la justicia, y con la boca se confiesa para conseguir la salvación. 11 Porque dice la Escritura: Todo el que crea en él no será confundido*. 12 Que no hay distinción entre judío y griego, pues uno mismo es el Señor de todos, rico para todos los que le invocan. 13 Pues todo el que invoque el nombre del Señor se salvará*. 14 Pero ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Cómo creerán en aquel a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique? 13 Y ¿cómo predicarán si no son enviados? Como dice la Escritura: ¡Cuán hermosos los pies de los que anuncian el bien! 16 Pero no lo dos obedecieron a la Buena Nueva. Poique Isaías dice: ¡Señor!, ¿quién ha creído a nuestra predicación? 17 Por tanto, la lo
9 29 Los textos citados, Os 2 1.25; Is 10 2223; 1 9, anuncian a la vez la infidelidad de Israel y la vuelta de un resto, ver Is 4 3 + , depositario de las promesas. 9 30 Esta conclusión da entrada al argumento del cap. siguiente: las causas de la infidelidad de Israel vistas, no en Dios, sino en el mismo Israel. 9 33 Citas deis 28 16; 8 14. Ver Hch 4 11+.
10 5 Ver Lv 18 5. 10 6 Los pasajes citados, Dt 9 4; 30 12-141, se refieren a la Ley. En esta palabra, pues la al alcance de todos, Pablo descubre un presen timiento del mensaje cristiano propuesto pm los apóstoles a la fe del corazón, v. 10; I Ts 2 13 + , y de la ley del amor, ver 8 2 + . 10 l í Cita de Is 28 16. 10 13 Cita de J1 3 5.
¿Qué diremos, pues*? Que los gentiles, que no buscaban la justicia, han hallado la justicia —la justicia de la fe—; 31 mientras Israel, buscando una ley de justicia, no llegó a cumplir la ley. 32 ¿Por qué? Porque la buscaba no en la fe sino en las obras. Tropezaron contra la piedra de tropiezo, 33 como dice la Escritura: He aquí que pongo en Sión piedra de tropiezo y roca de escándalo; mas el que crea en él, no será confundido*. 30
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viene de la predicación, y la predicación, por la palabra de Cristo*. 18 Y pregunto yo: ¿Es que no han oído? ¡Cierto que sí! Por toda la tierra se ha difundido su voz y hasta los confines de la tierra sus palabras. 19 Pero pregunto: ¿Es que Israel no comprendió? Moisés es el primero en decir: los
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volveré celosos de una. que no es nación; contra una nación estúpida, los enfureceré. 20 Isaías, a su vez, se atreve a decir: Fui hallado de quienes no me buscaban; me manifesté a quienes no preguntaban por mí. 21 Mas a Israel dice: Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo incrédulo y rebelde.
3. DIOS NO HA RECHAZADO A SU PUEBLO, QUE SERÁ SALVADO La prueba del resto de Israel.
11 Y pregunto yo: ¿Es que han tropezado para quedar caídos? ¡De nin-f 1 Y pregunto yo*: ¿Es que ha re- gún modo! Sino que su tropiezo ha X chazado Dios a su pueblo? ¡De traído la salvación a los gentiles*, para ningún modo! ¡Que también yo soy is- llenarlos de celos. 12 Y, si su caída ha raelita, del linaje de Abrahán, de la tribu sido una riqueza para el mundo, y su de Benjamín! Dios no ha rechazado a mengua, riqueza para los gentiles ¡qué su pueblo, a quien conoció de antema- no será su plenitud! 13 Les digo, pues, a no. ¿O es que ignoran lo que dice la Es- ustedes, los gentiles: Por ser yo verdacritura acerca de Elias, cómo se queja deramente apóstol de los gentiles, hago ante Dios contra Israel? 1 ¡Señor!, han honor a mi ministerio, 14 pero es con la dado muerte a tus profetas; han derribado esperanza de despertar celos en los de tus altares; y he quedado yo solo, y ace- mi raza y salvar a alguno de ellos. chan contra mi vida. 4 Y ¿qué le respon- IS Porque, si su rechazo* ha sido la rede el oráculo divino? Me he reservado conciliación del mundo, ¿qué será su siete mil hombres que no han doblado la readmisión sino una resurrección de rodilla ante Baal*. ~~ Pues bien, del mis- entre los muertos? mo modo, también al presente subsiste un resto elegido por gracia.6 Y, si es por El olivo y el acebuche. gracia, ya no lo es por las obras; de otro 16 Y si las primicias son santas, tammodo, la gracia no sería ya gracia. 7 Entonces, ¿qué? Que Israel no consiguió lo bién la masa; y si la raíz es santa tamque buscaba; mientras lo consiguieron bién las ramas. 17 Que si algunas ramas los elegidos. Los demás se endurecieron, fueron desgajadas, mientras tú —olivo 8 como dice la Escritura: Dios les dió un silvestre— fuiste injertado en su lugar, espíritu de embotamiento: ojos para no hecho partícipe con ellas de la raíz y de ver y oídos para no oír, hasta el día de la savia del olivo, 18 no te engrías contra hoy*. 9 David también dice: Conviértase las ramas. Y si te engríes, ten presente su mesa en trampa y lazo, en piedra de que no eres tú quien sostiene la raíz, tropiezo y justo pago, 10 oscurézcanse sus sino la raíz quien te sostiene. 19 Pero diojos para no ver; agobia sus espaldas sin rás: Las ramas fueron desgajadas para cesar*. que yo fuera injertado.20 ¡Muy bien! Por
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10 17 El rechazo se opone a la luz ofrecida por Cristo por medio de la predicación (lit.: escucha). Citas de Is 52 7; 53 1, luego de Sal 19 5; Dt 32 21; Is 65 1-2. Los últimos textos anuncian la entrada de los gentiles en la salvación en lugar de los judíos incrédulos. 111 La misma fórmula que acusaba a Israel, 10 18.19, anuncia ahora su salvación (ver también v. 11). El pueblo infiel, 10 21, no es rechazado, 11 2. El resto, Is 4 3 + , que le representa temporalmente, es la prenda de la
restauración futura. -Cita de Sal 94 14. 114 Citas de IR 19 10.14.18. 11 8 Citas de Dt 29 3; Is 29 10. 11 10 Cita de Sal 69 23-24. 11 11 La incredulidad de los judíos no es más que un paso en falso permitido para la conversión de los gentiles, 9 22 + . 11 15 Pablo no insiste en el rechazo como tal; éste es, en efecto, provisional, y paradójicamente va a servir al designio salvífico de Dios para la humanidad entera: Israel y los gentiles.
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epístola a los romanos
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su incredulidad fueron desgajadas, mientras tú, por la fe te mantienes. ¡No te engrías; más bien, teme! 21 Que, si Dios no perdonó a las ramas naturales, no sea que tampoco a ti te perdone. 22 Así pues, considera la bondad y la severidad de Dios: severidad con los que cayeron, bondad contigo, si es que te mantienes en la bondad; que si no, también tú serás desgajado. r> En cuanto a ellos, si no se obstinan en la incredulidad, serán injertados; que poderoso es Dios para injertarlos de nuevo.2-4 Porque si tú fuiste cortado del olivo silvestre que eras por naturaleza, para ser injertado contra tu natural en un olivo cultivado, ¡con cuánta más razón ellos, según su naturaleza, serán injertados en su propio olivo!
impiedades. será mi alianza con ellos, cuando haya borrado sus pecados. 28 En cuanto al Evangelio, son ene migos para bien de ustedes; pero en cuanto a la elección*, amados en alen ción a sus padres. 29 Que los dones y la vocación de Dios son irrevocables. 10 En efecto, así como ustedes fueron en otro tiempo rebeldes contra Dios, mas al presente han conseguido mise ricordia a causa de su rebeldía, " así también, ellos al presente se han rebelado con ocasión de la misericordia otorgada a ustedes, a fin de que tam bién ellos consigan ahora misericordia. 32 Pues Dios encerró a lodos los hom bres en la rebeldía para usar con todos ellos de misericordia.
La conversión de Israel.
¡Oh abismo de riqueza, de sabiduría y de ciencia el de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! ^ En efecto, ¿quién conoció el pensamiento de Señor? O ¿quién fue su consejero? O ¿quien le dio primero que tenga derech» a la recompensa*? Porque de él, por él v para él son todas las cosas. ¡A él la gloria por los siglos! Amén.
^ Pues no quiero que ignoren, hermanos, este misterio, no sea que presuman de sabios: el endurecimiento parcial que sobrevino a Israel durará hasta que entre la totalidad de los gentiles*, 2(1 y así, todo Israel será salvo, como dice la Escritura*: Vendrá de Sión el Libertador; alejará de Jacob las
27 Y ésta
Himno conclusivo.
La respuesta de los creyentes El culto espiritual. I ^ 1 Los exhorto, pues, hermanos, X por la misericordia de Dios, a que se ofrezcan a ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios: tal será su culto espiritual*. 2 Y no se acomoden al mundo presente, antes bien transfórmense mediante la renovación de su mente, de forma que puedan distinguir cuál es II 25 Pablo siempre considera las colectividades: el bloque del mundo judío y el conjunto del mundo pagano. Ver Pr 3 7. 11 26 Citas de Is 59 20-21 y 27 9. 11 28 Evangelio y elección: las dos grandes etapas de la historia de la salvación: después v antes de Cristo. 11 34 Citas de Is 40 13.28. 12 1 Pablo, con la expresión culto espiritual, quiere decir que la ofrenda de sí mismo es ver-
la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto*. Humildad y caridad en la Comunidad. 3 En virtud de la gracia que me fue dada, les digo a todos ustedes: No se estimen en más de lo que conviene; tengan más bien una sobria estima se gún la medida de la fe* que otorgó I )ios a cada cual. 4 Pues, así como nuestro
dadera y que responde adecuadamente al don de Dios descrito en los capítulos I - 11. 12 2 La existencia del cristiano en el nii iiuli» implica, gracias a la fe y al bautismo, una ir novación de la inteligencia y de las deelsimie'. según la voluntad de Dios, 7 6; 8 14; 14 18; Hp 1 10. 12 3 La fe difiere de los dones esplrltuale-. distribuidos por Dios a los miembros de lu mi munidad cristiana para la vida de la Iglesia.
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cuerpo, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma función, 5 así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo los unos para los otros, miembros--. 6 Pero teniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada, si es el don de profecía, ejerzámoslo en la medida de nuestra fe;7 si es el ministerio, en el ministerio; la enseñanza, enseñando; 8 la exhortación, exhortando. El que da, con sencillez; el que preside, con solicitud; el que ejerce la misericordia, con jovialidad. 9 Su caridad sea sinfingimiento;detestando el mal, adhiriéndose al bien; 10 amándose cordialmente los unos a los otros; estimando en más cada uno a los otros; 11 con un celo sin negligencia; con espíritu fervoroso; sirviendo al Señor; 12 con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración; 13 compartiendo las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. Caridad con todos los hombres, aunque sean enemigos.
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enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; haciéndolo así, amontonarás ascuas sobre su cabeza* 21 No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien. Sumisión a las autoridades civiles*. Mt 22 16-2lp; 1 Tm 2 1-2; Tt 3 1; 1 P 2 13-15. 1 O 1 Sométanse todos a las autoriJ. 3 dades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas. 2 De modo que, quien se opone a la autoridad, se resiste al orden divino, y los que resisten se atraerán sobre sí mismos la condenación. 3 En efecto, los magistrados no son de temer cuando se obra el bien, sino cuando se obra el mal. ¿Quieres no temer la autoridad? Obra el bien, y obtendrás de ella elogios,4 pues es un servidor de Dios para tu bien. Pero, si obras el mal, teme; pues no en vano lleva espada; pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra el mal. 1 Por tanto, es preciso someterse, no sólo por temor al castigo, sino también en conciencia. 6 Por eso precisamente ustedes pagan los impuestos, porque ellos son funcionarios de Dios, ocupados en ese oficio. 7 Den a cada cual lo que se le debe: a quien impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor.
14 Bendigan a los que los persiguen; bendigan, no maldigan.15 Alégrense con los que se alegran; lloren con los que lloran. 16 Tegan un mismo sentir los unos para con los otros; sin complacerse en la altivez; atraídos más bien por lo humilde; no se complazcan en su propia sabiduría*. 17 Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien ante todos los La caridad, resumen de la ley. hombres*; 18 en lo posible, y en cuanto Mt 22 34-40; Jn 13 34; Ga 5 14. de ustedes dependa, en paz con todos 8 Con nadie tengan otra deuda que la los hombres; 19 no tomando la justicia por cuenta suya, queridos míos, dejen del mutuo amor. Pues el que ama al lugar a la ira, pues dice la Escritura: Mía prójimo, ha cumplido la ley*.9 En efeces la venganza; vo daré el pago merecido'", to, lo de: No adulterarás, no matarás, dice el Señor. í() Antes al contrario: si tu no robarás, no codiciarás y todos los
12 5 La imagen del cuerpo subraya la mutua dependencia de los cristianos, 1 Co 12 12-t-.27. Cada uno debe ejercitar al servicio de todos los demás los dones que ha recibido 1 P 4 10. 12 16 Ver Pr 3 7. 12 17 Ver Pr 3 4 (LXX). 12 19 Cita de Dt 32 35. 12 20 La imagen, ver Pr 25 21-22, describe los remordimientos que llevarán al pecador
hasta el arrepentimiento; ver Mt 5 39.44-45. 13 Pablo afirma el origen divino del poder que se supone legítimo y ejercido para el bien. Así, la fe penetra la vida civil, Mt 22 16-21. Las persecuciones no harán variar esta actitud, 1 Tm 2 1-2; Tt 3 1; 1 P 2 13-17. Ver Sb 6 3 + . 13 8 El mandamiento nuevo cumple la ley bajo el impulso del Espíritu, 3 31; 8 4-9 + ; 1 Co 13 1+; Ga 5 14; Col 3 14; Jn 13 34 + .
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demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo* 10 La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud. El cristiano, hijo de la luz. 1 Ts 5 4-8; I Co 7 26.29-31; Col 4 5; Ef 5 8-16. II Tengan en cuenta el momento'" en que viven. Porque es ya hora de levantarse del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. 12 La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz. 13 Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. N Revístanse más bien del Señor Jesucristo y no se preocupen de la carne para satisfacer sus concupiscencias.
Caridad con los «débiles»*. 1 Co 8; 10 14-33. 1 Acojan al que es débil en la fe, sin discutir sus opiniones.2 Uno cree poder comer de todo, mientras el débil no come más que verduras. 3 El que come, no desprecie al que no come; y el que no come, tampoco juzgue al que come, pues Dios lo ha acogido. 4 ¿Quién eres tú para juzgar al criado ajeno? Que se mantenga en pie o caiga sólo interesa a su amo; pero quedará en pie, pues poderoso es el Señor para sostenerlo. 5 Éste da preferencia a un día sobre otro; aquél los considera todos iguales. ¡Aténgase cada cual a sus convicciones! 6 El que se preocupa por
13 9 Citas de Ex 20 13-17 y Lv 19 18+. El prójimo no es solamente el hermano de raza, Lv 19 18 + , sino todo hombre, Mt 25 40-45; Le 10 29-37; Ga 3 28, incluso el enemigo, 12 1721; Mt 5 43-45. 13 11 Desde que resucitó Cristo estamos ya en los últimos tiempos, Ga 4 4; Hb 1 2. El cristiano, hijo del día, 1 Ts 5 5, ha entrado ya en el reino de Dios y de su Hijo, Hch 26 18; Col 1 13, v esto rige toda su'conducta, Mi 25 + ; Ef 5 8-16; 1 Ts 5 4-8.
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los días, lo hace por el Señor; el que come, lo hace por el Señor, pues da gracias a Dios; y el que no come, lo hace por el Señor, y da gracias a Dios. 7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo; como tampoco muere nadie para sí mismo.8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya vivamos, ya muramos, del Señor somos. 9 Porque Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y vivos. 10 Pero tú ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú ¿por qué desprecias a tu hermano? En efecto, todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios, 11 pues dice la Escritura: ¡Por mi vida!, dice el Señor, que toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua bendecirá a Dios". 12 Así pues, cada uno de ustedes dará cuenta de sí mismo a Dios. 13 Dejemos, por tanto, de juzgarnos los unos a los otros; juzgen más bien que no se debe poner tropiezo o escándalo al hermano. 14 Bien sé, y estoy persuadido de ello en ej Señor Jesús, que nada hay de suyo impuro; a no ser para el que juzga que algo es impuro, para ése sí lo hay. 15 Ahora bien, si por un alimento tu hermano se entristece, tú no procedes ya según la caridad. ¡Que por tu comida no destruyas a aquel por quien murió Cristo! 16 Por tanto, no expongan a la maledicencia su privilegio. 17 Que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 18 Pues quien así sirve a Cristo, se hace grato a Dios y aprobado por los hombres. 19 Procuremos, por tanto, lo que fomente la paz y la mutua edificación. 2(1 No vayas a destruir la obra de Dios por un alimento. Todo es puro, ciertamente, pero es malo comer dando escándalo.21 Lo bue14 Algunos cristianos insuficientemente ilustrados se obligan a ciertas abstinencias de origen judío o pagano. Pablo da una norma general, ver 1 Co 8 7-13; 10 14-33. Cada uno obrará por el Señor según su conciencia, 2 14+, y tanto los fuertes como los débiles tendrán el amor suficiente para respetarse mutuamente en vez de juzgarse, Mi 7 1, y de <\scai ida tizarse, v. 13. 14 11 Cita de Is 49 18; 45 23.
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no es no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa que sea para tu hermano ocasion de caída o tropiezo. " La fe que tú tienes, guárdala para li delante de Dios. ¡Dichoso aquel que no se juzga culpable a sí mismo al decidirse! 23 Pero el que come dudando, se condena, porque no obra conforme a la fe"'; pues todo lo que no procede de la fe es pecado.
mos sentimientos, siguiendo a Cristo Jesús, (1 para que unánimes, a una voz, glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. 7 Por tanto, acójanse mutuamente como los acogió Cristo para gloria de Dios. * Pues afirmo que Cristo se puso al servicio de los circuncisos a favor de la veracidad de Dios, para dar cumplimiento a las promesas hechas a los patriarcas, 9 y para que los gentiles glo"I C 1 Nosotros, los fuertes, debemos rificaran a Dios por su misericordia*, JL 3 sobrellevar las flaquezas de los como dice la Escritura: Por eso te bendébiles y no buscar nuestro propio agradeciré entre los gentiles y ensalzaré tu do. 2 Que cada uno de nosotros trate de 1(1 agradar a su prójimo para el bien, bus- nombre. Y en otro lugar: Gentiles,11recando su edificación; 1 pues tampoco gocíjense juntamente con su pueblo; y de nuevo: Alaben, naciones todas, al SeCristo buscó su propio agrado, antes bien, como dice la Escritura: Los ultrajes ñor v12cántenle himnos lodos los puede los que te ultrajaron cayeron sobre blos. Y a su vez Isaías dice: Aparecerá mí*. 4 En electo lodo cuanto fue escrito el retoño de Jesé, el que se levanta para en el pasado, se escribió para enseñanza imperar sobre las naciones. En él pondrán las naciones su esperanza. nuestra*, para que con la paciencia y el " El Dios de la esperanza los colme consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza. ^ Y el Dios de la de todo gozo y paz en la fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del paciencia y del consuelo les conceda tener los unos para con los otros los mis- Espíritu Santo.
Epílogo El ministerio de Pablo. Por mi parte estoy persuadido, hermanos míos, en lo que a ustedes toca, de que también ustedes están llenos de buenas disposiciones, repletos de todo conocimiento y capacitados también para amonestarse unos a otros. Sin embargo, en algunos pasajes les he escrito con cierto atrevimiento, como para reavivar sus recuerdos, en virtud de la gracia que me ha sido otorgada por Dios, 16 de ser para los gentiles ministro de Cristo Jesús, ejerciendo el sagrado oficio* del Evangelio de Dios, para que la ofrenda de N
14 23 La fe aquí en el sentido de rectitud de conciencia, ver 14 + . 15 3 Cita de Sal 69 10. 15 4 Ver 4 23-24; 1 Co 10 6.11; 2 Tm 3 1516. 15 9 Ofreciendo el Evangelio a Israel, Cristo ha dado testimonio de la fidelidad de Dios a su promesas, 4 13 + , así como la conversión de
los gentiles sea agradable, santificada por el Espíritu Santo. 17 Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús ante Dios. 18 Pues no me atreveré a hablar de cosa alguna que Cristo no haya realizado por medio de mí para conseguir la obediencia de los gentiles, de palabra y de obra, 19 en virtud de signos y prodigios, en virtud del Espíritu de Dios, tanto que desde Jerusalén y su comarca hasta Iliria he dado cumplimiento al Evangelio de Cristo; 20 teniendo así, como punto de honra, no anunciar el Evangelio sino allí donde el nombre de Cristo no era aún conocido, para no construir sobre cimientos ya los paganos proclama su misericordia, 1 5-7; 15 14;" 16 25 + . -Citas de Sal 18 50; Di 32 43 (LXX); Sal 117 1; Is 11 10. 15 16 El apostolado, más aún que la simple vida cristiana, 12 1; Flp 2 17, es una liturgia, ver 1 9 + , en la que Cristo por medio del apóstol, v. 18, ofrece los hombres a Dios.
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puestos por otros, antes bien, como dice la Escritura: Los que ningún anuncio recibieron de él, lo verán, y los que nada oyeron, comprenderán*. 21
Planes de viaje. 22 Esa era la razón por la cual siempre me veía impedido de llegar hasta ustedes. 23 Mas ahora, no teniendo ya campo de acción en estas regiones, y deseando vivamente desde hace muchos años ir donde ustedes, 24 cuando me dirija a España, espero verlos al pasar, y ser encaminado por ustedes hacia allá, después de haber disfrutado un poco de su compañía. " Mas, por ahora, voy a Jerusalén para el servicio de los santos,26 pues Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una colecta en favor de los pobres de entre los santos de Jerusalén*. 27 Les pareció bien, porque era su obligación; pues si los gentiles han compartido sus bienes espirituales, ellos a su vez deben servirlos con sus bienes temporales. 28 Así que, una vez terminado este asunto, y entregado oficialmente el fruto de la colecta, partiré para España, pasando por ustedes. Y bien sé que, al ir a ustedes, lo haré con la plenitud de las bendiciones de Cristo. 30 Les suplico, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu Santo, que luchen juntamente conmigo en sus oraciones rogando a Dios por mí, 51 para que me vea libre de los incrédulos de Judea, y el socorro que llevo a Jerusalén sea bien recibido por los santos; 12 y pueda también llegar con alegría a ustedes por la voluntad de Dios, y disfrutar de algún reposo entre ustedes. 31 El Dios de la paz sea con todos ustedes. Amén.
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tanía en cualquier cosa que necesite de ustedes, pues ella ha sido protectora de muchos, incluso de mí mismo. 3 Saludos a Prisca y Áquila, colaboradores míos en Cristo Jesús. 4 Ellos expusieron sus cabezas para salvarme. Y no soy yo solo en agradecérselo, sino también todas las Iglesias de la gentilidad; 3 saluden también a la Iglesia que se reúne en su casa. Saludos a mi querido Epéneto, primicias de Asia para Cristo. " Saludos a María, que se ha afanado mucho por ustedes. 7 Saludos a Andrónico y Junia, mis parientes y compañeros de prisión, ilustres entre los apóstoles, que llegaron a Cristo anles que yo. 8 Saludos a Amplíalo, mi amado en el Señor. 9 Saludos a Urbano, colaborador nuestro en Cristo; y a mi querido Estaquio. 10 Saludos a Apeles, que ha dado buenas pruebas de sí en Cristo. Saludos a la familia de Aristóbulo. ; 1 Saludos a mi pariente Herodión. Saludos a los l íeles de la familia de Narciso, en el Señor. 12 Saludos a Trifena y a Trifosa, que se han fatigado por el Señor. Saludos a la amada Pérside, que trabajó mucho en el Señor. 13 Saludos a Rufo, escogido del Señor; y a su madre, que lo es también mía. 14 Saludos a Asíncrito v Flegón, a Hennes, a Patrobas, a Hermas y a los hermanos que están con ellos. Saludos a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, lo mismo que a Olimpas y a todos los santos que están con ellos. 16 Salúdense unos a otros con el beso santo. Todas las Iglesias de Cristo los saludan. Avisos. Primera posdata.
1 Les recomiendo a Febe, nuestra hermana, diaconisa de la Iglesia de Cencreas. 2 Recíbanla en el Señor de una manera digna de los santos, y asís-
17 Les ruego, hermanos, que se guarden de los que suscitan divisiones y escándalos contra la doctrina que han aprendido*; apártense de ellos, 18 pues esos tciles no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a su propio vientre, y, por medio de suaves palabras y lisonjas, seducen los corazones de íos sencillos. 19 La fama de su obediencia se ha divulgado por todas partes; por lo
15 21 Cita de Is 52 15. 15 26 Sobre esla colecta, ver 1 Co 16 1 + . 16 17 Esla brusca llamada de atención le-
cuerda Ga 6 12-17. Se trata sin duda de predicadores judaizantes, ver Ga 5 7-12, y sobre lodo Flp 318-19.
Recomendaciones y saludos.
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cual, me alegro de ustedes. Pero quiero que sean sensatos para el bien e inmunes de mal. 20 Y el Dios de la paz aplastará bien pronto a Satanás bajo sus pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.
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Doxología*.
21 Los saluda Timoteo, mi colaborador, lo mismo que Lucio, Jasón y Sosípatro, mis parientes.22 Los saludo en el Señor también yo, Tercio, que he escrito esta carta.Los saluda Gayo, que me hospeda, y toda la Iglesia. Los saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y Cuarto, nuestro hermano.
A Aquel que puede consolidarlos conforme al Evangelio mío y la predicación de Jesucristo: revelación de un misterio mantenido en secreto durante siglos eternos, 26 pero manifestado al presente, por las Escrituras que lo predicen, por disposición del Dios eterno, dado a conocer a todos los gentiles para obediencia de la fe, 27 a Dios, el único sabio, por Jesucristo, ¡a él la gloria por los siglos de los siglos! Amén*.
16 25 Una amplia doxología reúne en un estilo litúrgico los principales pensamientos de la epístola. El misterio es el secreto, finalmente revelado, de la sabiduría de Dios, 1 Co 2 710; Ef 1 9-10 + ; 3 2-9+; Col 1 26-27 + , cuyo objeto es la fe en Cristo v la salvación a la cual son llamados los gentiles, 1 5-7; 11 25; 15 1617; Hch 9 15 + .
16 27 El NT adopta las bendiciones y doxologías de Israel, Sal 41 14+; 150+, pero llamando a menudo Padre a Dios y asociando con él a Jesucristo, 9 5; 1 Co 8 6; 15 57; Ef 3 21; Hb 13 21; 1 P 4 11; Judas 25; Ap 1 6 + . Las doxologías posteriores mencionarán la mayoría de las veces a las tres personas, ver 2 Co 13 13 + .
Últimos saludos. Segunda posdata.
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PRIMERA EPÍSTOLA A LOS CORINTIOS Introducción Destinatarios. Saludo. Acción de gracias.
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1 Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y Sostenes, el hermano, 2 a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser' santos*, con cuantos en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro y de ellos; 3 gracia a ustedes y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo. 4 Doy gracias a Dios sin cesar por us-
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tedes, a causa de la gracia de Dios que les ha sido otorgada en Cristo Jesús, ^ pues en él han sido enriquecidos en todo, en toda palabra y conocimiento, 6 en la medida en que se ha consolidado entre ustedes el testimonio de Cristo.7 Así, ya no les falta ningún don de gracia a los que esperan la Revelación* de nuestro Señor Jesucristo. 8 Él los confirmará hasta el fin, irreprensibles en el Día* de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pues fiel es Dios, por quien han sido llamados a la comunión con su hijo Jesucristo, Señor nuestro.
Divisiones y escándalos
1. LOS PARTIDOS DE LA IGLESIA DE CORINTO Las divisiones entre fieles. Los exhorto, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que sean unánimes en el hablar, y no haya entre ustedes divisiones; antes bien, estén unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio. 11 Porque, hermanos míos, estoy informado de ustedes, por los de Cloe, que existen discordias entre ustedes. 12 Me refiero a que cada uno de ustedes dice: «Yo soy de Pablo», «Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Cristo*». 13 ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por ustedes? ¿O han sido bautizados en el nombre de Pablo? 14 ¡Doy gracias a Dios por no haber bautizado a ninguno de ustedes fuera de Crispo y 10
12 Ver 1 30; 6 11; Hch 5 11+; 9 13 + . 17 Es el Día, v. 8, o el momento en que Cristo se manifestará en su gloria al fin de los tiempos en su Venida, 1 Co 15 23 + , y su Manifestación, 1 Tm 6 14+. 1 8 Este Día del Señor, 5 5; 1 Ts 5 + , es el cumplimiento en la era escatológica, inaugurada por Cristo, del Día de Yahvé anunciado por los profetas, Am 5 18 +. Realizada en parte con la primera venida de Cristo y la ruina de Jerusalén, Mt 24+, la última etapa de la historia de la salvación quedará consumada con su vuelta gloriosa e irá acompañada de una
Gayo! 15 Así, nadie puede decir que ustedes han sido bautizados en mi nombre. 16 ¡Ah, sí!, también bauticé a la familia de Estéfanas. Por lo demás, no creo haber bautizado a ningún otro. Sabiduría del mundo y sabiduría cristiana. 17 Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio*. Y no con palabras sabias, para no desvirtuar la cruz de Cristo. 18 Pues la predicación de la cruz es una locura para los que se pierden; mas para los que se salvan —para nosotros— es fuerza de Dios. 19 Porque dice la Escritura: Destruiré la sabiduría de los sabios, e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes. 20 ¿Dónde
conmoción y una renovación cósmica, 15 23 + ; 2 P 3 10-13; Ap 20 11; 21 + . 1 12 Contra Pablo, algunos se apoyaban en Apolo, Hch 18 24, o en Pedro, o en Cristo mismo con preferencia a todo otro apóstol. 1 17 Esto no implica menosprecio alguno para el bautismo, del que se encargarían otros, ver Rm 6 3-4+; Ga 3 26s. -La habilidad del pensamiento y de la retórica, 2 1-5, se halla rebasada por la sabiduría de Dios, 1 22-25; 2 5-7. Ver Jb 32 8 + ; Hch 17 22 + ; Rm 16 2528 + ; Ef 3 9-10; St 3 13-18.
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primera epístola a l o s corintios
está el sabio? ¿Dónde el docto*? ¿Dónde el intelectual de este mundo? ¿Acaso no entonteció Dios la sabiduría del mundo? 21 De hecho, como el mundo mediante su propia sabiduría no conoció a Dios en su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la locura de la predicación. 22 Así, mientras los judíos piden signos y los griegos buscan sabiduría"', 21 nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, locura para los gentiles; 24 mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios. 2S Porque la locura divina es más sabia que los hombres, y la debilidad divina, más fuerte que los hombres. 2(1 ¡Miren, hermanos, quiénes han sido llamados! No hay muchos sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza. 27 Ha escogido Dios más bien a los locos del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios a los débiles del mundo, para confundir a los fuertes. 28 Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es. 29 Para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios. 30 De él les viene que ustedes estén en Cristo Jesús, al cual hizo Dios para nosotros sabiduría de Dios, justicia, santificación y redención, 31 a fin de que, como dice la Escritura: El que se gloríe, gloríese en el Señor*.
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1 Pues yo, hermanos, cuando fui a ustedes, no fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciarles el misterio de Dios, 2 pues no quise saber entre ustedes sino a Jesucristo, y éste crucificado. 3 Y me presenté ante
1 20 Citas de ls 29 14; 33 18 (LXX); 19 12. 1 22 Se buscan milagros que garanticen la verdad del mensaje, ver Mi 8 + ; Jn 4 48; sabiduría o doctrina que satisfaga a una inteligencia ávida de conocimientos. Este interés no es condenable en sí mismo y, paradójicamente, la cruz de Cristo será su respuesta, w . 17.24; ver 2 2; Ga 3 1; 6 14; Flp 2 8. 1 31 Cila libre de Jr 9 22-23. Ver Rm 3 27 + ; Ga 6 14. 2 6 Los perfectos, cristianos que han alcanzado el pleno desarrollo de la vida y del pensamiento cristiano. Ver 14 20; Flp 3 15; Col 4
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ustedes débil, tímido y tembloroso.4 Y mi palabra y mi predicación no se apoyaban en persuasivos discursos de sabiduría, sino en la demostración del Espíritu y de su poder s para que su fe se fundara, no en sabiduría de hombres, sino en el poder de Dios. 6 Sin embargo, hablamos de sabiduría entre los perfectos"', pero no de sabiduría de este mundo ni de los jefes de este mundo, abocados a la ruina;7 sino que hablamos de una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida, destinada por Dios desde antes de los siglos para gloria nuestra, 8 desconocida de todos los jefes de este mundo —pues de haberla conocido no hubieran crucificado al Señor de la Gloria*—.9 Más bien, como dice la Escritura'"': lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que lo aman. 10 Porque a nosotros nos lo reveló Dios por medio del Espíritu; y el Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios. 11 En efecto, ¿qué hombre conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para conocer las gracias que Dios nos ha otorgado, 13 de las cuales también hablamos, no con palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino enseñadas por el Espíritu, expresando realidades espirituales en términos espirituales. 14 El hombre naturalmente- no acepta las cosas del Espíritu de Dios; son locura para él. Y no las puede entender, pues sólo espi12; Hb 5 14; Mi 5 48; 19 21+. Se identifican con los espirituales, a los que Pablo contrapone los niños en Cristo, 3 1. 2 8 En Corinto algunos exaltaban la gloria de Crislo, a expensas de sus padecimientos. Ver Rm 16 27 + . 2 9 Utilización combinada de Is 64 3 y de Jr 3 16.17. 2 14 El hombre psíquico, es el hombre abandonado a los recursos de la naturaleza; distinto del espiritual, el que ha recibido el Espíritu, 2 10-3 1; ver 15 44; Rm 5 5 + .
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rilualmente pueden ser juzgadas. I:> En cambio, el hombre de espíritu lo juzga todo; y a él nadie* puede juzgarlo. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor para instruirle*? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo.
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1 Yo, hermanos, no pude hablarles como a hombres espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Les di a beber leche y no alimento sólido, pues todavía no lo podían soportar. Ni aun lo soportan al presente; 1 pues todavía son carnales. Porque, mientras haya entre ustedes envidia y discordia, ¿no es verdad que son carnales y viven a lo humano? 4 Cuando dice uno «Yo soy de Pablo», y otro «Yo soy de Apolo», ¿no proceden al modo humano?
La verdadera misión de los predicadores.
festará el Día, que aparecerá con fuego. Y la calidad de la obra de cada cual, la probará el fuego. 14 Aquél, cuya obra, construida sobre el cimiento, resista, recibirá la recompensa. 1:1 Mas aquél, cuya obra quede abrasada, sufrirá el castigo. El, no obstante, quedará a salvo, pero como quien escapa del fuego'". 1(1 ¿ N o saben q u e son t e m p l o * d e Dios y q u e el Espíritu d e Dios habita en ustedes? 17 Si a l g u n o d e s t r u y e el t e m plo d e Dios, Dios lo destruirá a él; p o r q u e el t e m p l o d e Dios es s a g r a d o , y ustedes son ese t e m p l o .
Consecuencias. 18 ¡Nadie se engañe! Si alguno entre ustedes se cree sabio según este mundo, vuélvase loco, para llegar a ser sabio; 19 pues la sabiduría de este mundo es locura a los ojos de Dios. En efecto, dice la Escritura: El que enreda a los sabios en su propia astucia. 2(1 Y también: El Señor conoce cuan vanos son los pensamientos'" de los sabios. 21 Así que, no se gloríe nadie en lc>s hombres, pues todo es de ustedes: 22 ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, lodo es de ustedes; 2? y ustedes, de Cristo y Cristo de Dios.
1 ¿Qué es, pues, Apolo? ¿Qué es Pablo?... ¡Servidores, por medio de los cuales han creído!, y cada uno según el don del Señor.h Yo planté, Apolo regó; mas fue Dios quien hizo crecer. 7 De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que hace crecer. 8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada cual recibirá el salario según su propio trabajo, 9 ya que somos colaboradores de Dios y ustedes, campo de Dios, edificación de Dios. 10 Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como buen arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima. ¡Mire cada cual cómo construye! 11 Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo. 12 Y si uno construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, 13 la obra de cada cual quedará al descubierto; la mani-
' Por tanto, que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. 2 Ahora bien, lo que se exige de los administradores es que sean fieles. Aunque a mí lo que menos me importa es ser juzgado por ustedes o por un tribunal humano. ¡Ni yo mismo me juzgo! 4 Cierto que mi conciencia* nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado. Mi juez es el Señor. ' Así que, no juzguen nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. Él iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto
2 15 Pablo niega a los camales, 3 1; Rm 7 5, el derecho de juzgarlo, ver 4 1-5. Pero el Espíritu no está sin discernimiento, 12 10+; 1 Ts 5 19-22. 2 16 Cita de Is 40 13; ver Rm 11 34. 3 15 Es decir, una salvación apurada, como de quien se escapa de un incendio a través de las llamas. 3 16 La comunidad cristiana, cuerpo de
Cristo, 12 12 + , es el verdadero Templo de la nueva Alianza por obra del Espíritu que mora en ella; ver 6 19;2Co6 16; üf 2 21; Jn 2 21+; Ap 21 22; Ex 25 8 + . 3 20 Citas de .Ib 5 13; Sal 94 11. 4 4 La conducta del hombre depende de su propia conciencia, Hch 23 1; 24 16; Rm 2 1415; 9 1; 13 5; 2 Co 1 12.25-29; 2 Co 4 2; ver 1 P 2 N.
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121p r i m e r a e p í s t o l a a l o s c o r i n t i o s las intenciones de los corazones. Entonces recibirá cada cual de Dios la alabanza que le corresponda. 6 En esto, hermanos, me he puesto como ejemplo a mí y a Apolo, en orden a ustedes; para que aprendan de nosotros aquello de «No salirse de lo escrito» y para que nadie se engría en favor de uno contra otro.7 Pues ¿quién es el que te prefiere? ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido? ¡Ya están hartos! ¡Ya son ricos! ¡Se han hecho reyes sin nosotros! ¡Y ojalá reinaran, para que también nosotros reináramos con ustedes! 9 Porque pienso que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha asignado el último lugar, como condenados a muerte, puestos a modo de espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres. 10 Nosotros, locos a causa de Cristo; ustedes, sabios en Cristo. Débiles nosotros; ustedes, fuertes. Ustedes, estimados; nosotros, despreciados. 11 Hasta el presente, pasamos hambre, sed, desnudez. Somos abofeteados, y andamos errantes. 12 Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos. Si nos persiguen,
2.
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13 Si
lo soportamos. nos difaman, respondemos con bondad. Hemos venido a ser, hasta ahora, como la basura del mundo y el desecho* de todos. Amonestaciones. 14 No les escribo esto para avergonzarlos, sino más bien para amonestarlos como a hijos míos queridos. 15 Pues, aunque hayan tenido diez mil pedagogos* en Cristo, no tienen muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, los engendré en Cristo Jesús. 16 Les ruego, pues, que sean mis imitadores. 17 Por esto mismo les he enviado a Timoteo, hijo mío querido y fiel en el Señor; él les recordará mis normas de conducta en Cristo, conforme enseño por doquier en todas las Iglesias. 18 Como si yo no hubiera de ir a ustedes, se han hinchado algunos. 19 Mas iré pronto a visitarlos, si es la voluntad del Señor; entonces conoceré no la palabrería de esos orgullosos, sino su poder, 20 que no está en la palabrería el Reino de Dios, sino en el poder.21 ¿Qué prefieren, que vaya a ustedes con palo o con amor y espíritu de mansedumbre?
EL CASO DEL INCESTUOSO
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' Por todas partes se oye hablar de una inmoralidad tal entre ustedes, que no se da ni entre los gentiles, hasta el punto de que uno de ustedes vive con la mujer de su padre*. 2 Y ¡ustedes andan tan hinchados! Y no han hecho más bien duelo para que fuera expulsado de entre ustedes el autor de semejante acción. 3 Pues bien, yo por mi parte corporalmente ausente,
pero presente en espíritu, he juzgado ya, como si me hallara presente, al que así obró: 4 que en nombre del Señor Jesús, reunidos ustedes y mi espíritu*, con el poder de Jesús Señor nuestro, 5 sea entregado ese individuo a Satanás para mortificar su sensualidad, a fin de que el espíritu se salve en el Día del Señor*. b ¡No está bien su orgullo! ¿No saben que un poco de levadura fermenta toda
4 13 Pablo vuelve a menudo sobre las penas y persecuciones que encuentra en su apostolado y el modo como Dios le concede superarlas: 2 Co 4 7-12+; 6 4-10; 11 23-33; 1 Ts 3 4; 2 Tm 3 10-11. La debilidad del apóstol demuestra el poder de quien lo envía, 2 Co 12 910; Flp 4 13. 4 15 El pedagogo era un esclavo cuya función consistía en llevar al niño, y más adelante al joven, hasta sus maestros. 5 1 Su madrastra. Prohibida por el AT (Lv 18 8) y el derecho romano, la mayoría de los
rabinos toleraba esta unión entre los gentiles convertidos al judaismo. Pero ver Hch 15 20 + . 5 4 Pablo insiste en su presencia espiritual con el objeto de tener voz en las deliberaciones de la comunidad, que es la única que garantiza su propia legitimidad. 5 5 Excluido de la comunidad, el culpable se encuentra además abandonado al poder que Dios permite al Adversario, ver 1 Tm 1 20; 2 Ts 3 6-14; 1 Jn 5 16-17. Pero el castigo es para que se convierta, 11 32; 2 Ts 3 15.
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la masa? Eliminen la levadura vieja, para ser masa nueva, pues son ázimos. Porque nuestro cordero pascual, Cristo, ha sido inmolado. 8 Así que, celebremos lafiesta,no con vieja levadura, ni con levadura de malicia e inmoralidad, sino con ázimos de sinceridad y verdad*. 9 Al escribirles en mi carta que no se relacionaran con los impuros, 10 no me refería a los impuros de este mundo en 7
3.
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general o a los avaros, a ladrones o idólatras. De ser así, tendrían que salir del mundo. 11 ¡No!, les escribí que no se relacionaran con quien, llamándose hermano, es impuro, avaro, idólatra, difamador, borracho o ladrón. Con ésos ¡ni comer! 12 Pues ¿me toca a mí juzgar a los de fuera? ¿No es a los de dentro a quienes ustedes juzgan? 13 A los de fuera Dios los juzgará. /Arrojen de entre ustedes al malvado*/
RECURSO A LOS TRIBUNALES PAGANOS*
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1 Cuando alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿se atreve a llevar la causa ante los injustos, y no ante los santos? 2 ¿No saben que los santos han de juzgar al mundo? Y si ustedes van a juzgar al mundo, ¿no son acaso dignos de juzgar esas naderías? 3 ¿No saben que hemos de juzgar a los ángeles? Y ¡cómo no las cosas de esta vida! 4 Y cuando tienen pleitos de este género ¡toman como jueces a los que la Iglesia tiene en nada! 5 Para su vergüenza lo digo. ¿No hay entre ustedes algún experto que pueda juzgar entre hermanos? 6 Sino que van a pleitear hermano contra hermano, ¡y eso, ante infieles!7 De todos modos, ya es un fa-
llo suyo que haya pleitos entre ustedes. ¿Por qué no prefieren soportar la injusticia? ¿Por qué no se dejan más bien despojar? 8 ¡Al contrario! ¡Son ustedes los que obran la injusticia y despojan a los demás! ¡Y esto, a hermanos! 9 ¿No saben acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No se engañen! Ni impuros, ni idólatras, ni adúlteros, ni afeminados, ni homosexuales, 10 ni ladrones, ni avaro^, ni borrachos, ni ultrajadores, ni explotadores heredarán el Reino de Dios. 11 Y tales fueron algunos de ustedes. Pero han sido lavados, han sido santificados, han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
4. LA FORNICACIÓN «Todo me es lícito»; mas no todo me conviene*. «Todo me es lícito»; mas ¡no me dejaré dominar por nada! 13 «La comida para el vientre y el vientre para la comida». Mas lo uno y lo otro destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que resu-
citó al Señor, nos resucitará* también a nosotros mediante su poder. 15 ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo? Y ¿había de tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta? ¡De ningún modo! 16 ¿O no saben que quien se une a la prostituta se hace un solo cuerpo
5 8 Los judíos, por la Pascua, comían pan ázimo, sin levadura, Ex 12 + . Cristo, verdadero cordero pascual, Mt 26 17 + ; Jn 1 29+; 19 36; 1 P 1 19, ha destruido la levadura del pecado e introducido al cristiano en una vida nueva, Rm 6 4+.11-12 + ; Col 3 3-5 + . 5 13 Ver Dt 13 6; 17 7; etc. 6 Pablo censura a los corintios por llevar sus discordias a los tribunales de los gentiles, en lugar de arreglarlas pacíficamente entre sí.
-Santos, ver Hch 9 13 + . 6 12 Resumen de la moral de Pablo: No se trata de saber lo que está permitido o no, sino de determinar lo que favorece o perjudica el crecimiento del hombre nuevo, regenerado en Cristo. Ver Rm 6 15 + . 6 14 La resurrección demuestra la importancia del cuerpo, que no es destruido por la muerte.
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primera epístola a los corintios
con ella? Pues está dicho: Los dos se harán una sola carne *. 17 Mas el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él*. 18 ¡Huyan de la fornicación! Todo pecado que comete el hombre queda fuera de su cuerpo; mas el que fornica,
II.
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peca contra su propio cuerpo. 19 ¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en ustedes y han recibido de Dios, y que no se pertenecen? 20 ¡Han sido bien comprados*! Glorifiquen, por tanto, a Dios en su cuerpo.
Solución de diversos problemas 1. MATRIMONIO Y VIRGINIDAD*
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' En cuanto a lo que ustedes me han escrito, bien le está al hombre abstenerse de mujer. 2 No obstante, por razón de la incontinencia, tenga cada hombre su mujer, y cada mujer su marido. 3 Que el marido cumpla su deber con la mujer; de igual modo la mujer con su marido.4 No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer*.3 No se nieguen el uno al otro sino de mutuo acuerdo, por cierto tiempo, para darse a la oración; luego, vuelvan a estar juntos, para que Satanás no los tiente por su incontinencia.6 Lo que les digo es una concesión, no un mandato. 7 Mi deseo sería que todos fueran como yo; mas cada cual tiene de Dios su gracia particular: unos de una manera, otros de otra*. 8 No obstante, digo a los solteros y a las viudas: Bien les está quedarse como yo.9 Pero si no pueden contenerse, que se casen; mejor es casarse que abrasarse. 10 En cuanto a los casados, les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del marido, 11 mas en el caso de separarse, que no vuelva a casarse, o
que se reconcilie con su marido, y que el marido no se divorcie de su mujer*. 12 En cuanto a los demás, digo yo, no el Señor: si un hermano tiene una mujer no creyente y ella consiente en vivir con él, no se divorcie de ella. 13 Y si una mujer tiene un marido no creyente y él consiente en vivir con ella, no se divorcie. 14 Pues el marido no creyente queda santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente. De otro modo, sus hijos serían impuros, mas ahora son santos. 13 Pero si la parte no creyente quiere separarse, que se separe, en ese caso el hermano o la hermana no están obligados*: para vivir en paz los llamó el Señor. 16 Pues ¿qué sabes tú, mujer, si salvarás a tu marido? Y ¿qué sabes tú, marido, si salvarás a tu mujer? 17 Por lo demás, que cada cual viva conforme le asignó el Señor, cada cual como le ha llamado Dios. Es lo que ordeno en todas las Iglesias. 18 ¿Que fue uno llamado siendo circunciso? No lo disimule. ¿Que fue llamado siendo incircunciso? No se circuncide. 19 La circuncisión es nada, y nada la incircun-
6 16 La cita de Gn 2 24 subraya la gravedad de la falta. 6 17 Según todo el pasaje, la vida conyugal vincula a los cristianos en una unión espiritual, Rm 8 9-11 + , con Cristo, ver Ef 5 23 + . 6 20 Ver 7 23; Rm 3 24 + ; 6 15 + . 7 Pablo responde a unas preguntas formuladas en unos términos que desconocemos. De ahí las repeticiones, las oscuridades. Cada uno debe seguir en el estado de vida en que estaba cuando Dios le llamó, w . 17.20.24 (guardar su don, v. 7). El matrimonio es bueno y es el estado normal que preserva de la concupiscencia. La virginidad tiene ventajas espirituales para los que Dios llama a ella. Completar
con Ef 5 22-23. 7 4 En Ef 5 25 se propone a los esposos el ejemplo de Cristo en su entrega y don de sí mismo. 7 7 Para Pablo, tanto la virginidad como el matrimonio son dones de Dios. 7 11 Ver Mt 5 32; 19 9+. Pablo se sirve del precepto del Señor (Jesús) para negar un ulterior matrimonio en el caso particular en que las razones para el divorcio no eran válidas. 7 15 Pablo permite aquí el divorcio en el sentido pleno con derecho de volver a casarse. -El hermano o la hermana designa al cónyuge cristiano.
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cisión; lo que importa es el cumplimiento de los mandamientos de Dios. 20 Que permanezca cada cual en la condición en que lo halló la llamada de Dios. 21 ¿Eras esclavo cuando fuiste llamado? No te preocupes. Y, aunque puedas hacerte libre, aprovecha más bien tu condición de esclavo. 22 Pues el que recibió la llamada del Señor siendo esclavo, es un liberto del Señor; igualmente, el que era libre cuando recibió la llamada, es un esclavo de Cristo. 23 ¡Han sido bien comprados! No se hagan esclavos de los hombres. 24 Hermanos, permanezca cada cual ante Dios en la condición en que fue llamado. 25 Acerca de la virginidad* no tengo precepto del Señor. Doy, no obstante, un consejo, como quien, por la misericordia de Dios, es digno de crédito. 26 Por tanto, pienso que es cosa buena, a causa de la angustia presente, quedarse el hombre así. 27 ¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿No estás unido a mujer? No la busques. 28 Mas, si te casas, no pecas. Y, si la joven se casa, no peca. Pero todos ellos tendrán su tribulación en la carne, que yo quisiera evitársela a ustedes. 29 Les digo, pues, hermanos: El tiempo apremia*. Por tanto, los que tienen mujer, vivan como si no la tuvieran. 30 Los que lloran, como si no lloraran. Los que están alegres, como si no lo estuvieran. Los que compran, como si no poseyeran. 31 Los que disfrutan del mundo, como si no lo disfrutaran. Por-
que la representación de este mundo pasa. 32 Yo los quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor. 33 El casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer; 34 está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el espíritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. 35 Les digo esto para su bien, no para tenderles un lazo, sino para moverlos a lo más digno y al trato asiduo con el Señor, sin distracciones. 36 Pero si alguno* teme faltar a la conveniencia respecto de su doncella, por estar en la flor de la edad, y conviene actuar en consecuencia, haga lo que quiera: no peca, cásense. 37 Mas el que ha tomado una firme decisión en su corazón, y sin presión alguna, y en pleno uso de su libertad está resuelto en su interior a respetar a su doncella, hará bien. 38 Por tanto, el que se casa con su doncella, obra bien. Y el que no se casa, obra mejor. 39 La mujer está obligada a su marido mientras él viva; mas, una vez muerto el marido, queda libre para casarse con quien quiera, pero sólo en el Señor.40 Sin embargo, será más feliz si permanece así según mi consejo; que también yo creo tener el Espíritu de Dios.
2. SOBRE LO INMOLADO A LOS ÍDOLOS* El aspecto teórico. Respecto a lo inmolado a los ídolos, es cosa sabida, pues todos tenemos ciencia. Pero la ciencia hincha,
el amor en cambio edifica.2 Si alguien cree conocer algo, aún no lo conoce como se debe.3 Mas si uno ama a Dios, ése es conocido por él. 4 Ahora bien, respecto del comer lo sacrificado a los
7 25 Vírgenes, tanto de un sexo como de otro. Ver Mt 19 12. 7 29 Sea el que fuere el tiempo que queda, Rm 13 11+; Flp 4 5 + , el cristiano debe mantenerse libre respecto de los bienes creados, relativos como son respecto del reino de Cristo. 7 36 El pasaje es difícil. Se refiere lo más probablemente a los que eran novios en el momento de su conversión y por tanto no pueden
seguir en su estado. El consejo se inspira en los w . 8-9. 8 Son las carnes inmoladas a los ídolos durante los sacrificios que las antiguas religiones ofrecían con cualquier ocasión. Después de recibir los dioses, los sacerdotes y los donantes su parte, el resto se vendía en el mercado. Pablo resuelve, 10 14-22; ver Rni 14 + , los casos de conciencia que de aquí se origi-
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Señor nuestro? ¿No son ustedes mi obra en el Señor? 2 Si para otros no soy yo apóstol, para ustedes sí que lo soy; ¡ustedes son el sello de mi apostolado en el Señor! 3 He aquí mi defensa contra mis acusadores. 4 ¿Por ventura no tenemos derecho a comer y beber? 5 ¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una mujer cristiana*, como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas? 6 ¿Acaso únicamente Bernabé y yo estamos privados del derecho de no trabajar? 7 ¿Quién hace de soldado a costa propia? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién apacienta un rebaño y no se alimenta de su leche? 8 ¿Hablo acaso al modo humano o no lo dice también la Ley? 9 Porque está escrito en la Ley de Moisés: No pondrás bozal al buey que trilla*. ¿Es que se preocupa Dios de los bueyes? O, ¿no lo dice más bien por nosotros? Por nosotros ciertamente se escribió, pues el que ara, en esperanza debe arar; y el trillador trilla, con la esperanza de recibir su parte. 11 Si en ustedes hemos sembrado bienes espirituales, ¡qué mucho que recojamos de ustedes bienes materiales! 12 Si otros tienen estos derechos sobre ustedes, ¿no los tenemos más nosotros? Sin embargo, nunca hemos hecho uso de estos derechos. Al contrario, todo lo soportamos para no crear obstáculos al Evangelio de Cristo. 13 ¿No saben que los ministros del culto viven de los dones del templo? ¿Que los que sirven al altar, del altar participan? 14 Del mismo modo, también el Señor ha ordenado que los que predican el Evangelio vivan del Evangelio. 15 Mas yo,-de ninguno de esos derechos he hecho uso. Y no escribo esto
naban a los cristianos del mundo griego, ver Hch 15 20.29, pero primeramente da amplias explicaciones. 8 6 Aclamación bautismal en que se sobreentienden verbos de movimiento: «un solo Dios, el Padre, de quien todo (viene) y hacia quien nosotros (vamos) y un solo Señor, Jesucristo, por quien todo (viene a la existencia) y por quien nosotros (vamos hacia el Padre)». 8 7 Los que tienen a los ídolos por nada llevan razón; pero, por amor fraterno, los cristianos deben guardarse de herir al hermano cuya conciencia no es tan clara y que pecaría
si obrase como ellos. Libertad y respeto; ver Rm 14-15. 8 12 Cristo es aquí la comunidad, como en 1 13; 6 15; 12 12. 9 Pablo mismo es libre. Lo ha demostrado renunciando a algunos de sus derechos de apóstol, Hch 18 3+, y haciéndose esclavo de todos, w . 19-23; 10 33; ver Rm 6 15. 9 5 Una mujer cristiana, lit.: «una mujer hermana», que se ocupaba de las necesidades materiales de los apóstoles; ver Le 8 2-3. Puede traducirse también: «una esposa creyente». 9 9 Cita de Dt 25 4; ver Le 12 6.24.
ídolos, sabemos que el ídolo no es nada en el mundo y no hay más que un único Dios. 5 Pues aun cuando se les dé el nombre de dioses, bien en el cielo bien en la tierra, de forma que hay multitud de dioses y de señores,6 para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y nosotros por él*. El punto de vista de la caridad*. Rm 14; 15 1-2.7; 1 Ts 5 14. 7 Mas no todos tienen este conocimiento. Pues algunos, acostumbrados hasta ahora al ídolo, comen la carne como realmente sacrificada a los ídolos, y su conciencia, que es débil, se mancha.8 No es ciertamente la comida lo que nos acerca a Dios; ni va a faltarnos por no comer, ni va a sobrarnos por comer. 9 Pero tengan cuidado que esa su libertad no sirva de tropiezo a los débiles. 10 En efecto, si alguien te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no se creerá autorizado por su conciencia, que es débil, a comer de lo sacrificado a los ídolos? 11 Y por tu conocimiento se pierde el débil: ¡un hermano por quien murió Cristo! 12 Y pecando así contra sus hermanos, hiriendo su conciencia, que es débil, pecan contra Cristo*. Por tanto, si un alimento causa escándalo a mi hermano, nunca comeré carne para no dar escándalo a mi hermano.
El ejemplo de Pablo*. ' ¿No soy yo libre? ¿No soy yo apóstol? ¿Acaso no he visto yo a Jesús,
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para que se haga así conmigo. ¡Antes morir...! Esta gloria ¡nadie me la arrebatará! 16 Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. ¡Ay de mí si no predico el Evangelio! '7 Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me ha confiado. 18 Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio. 19 Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda.20 Con los judíos me he hecho judío para ganar a los judíos; con los que están bajo la Ley, como quien está bajo la Ley —aun sin estarlo— para ganar a los que están bajo ella. 21 Con los que están sin ley, como quien está sin ley para ganar a los que están sin ley, no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo.22 Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos. 23 Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo. 24 ¿No saben que en las carreras del estadio todos corren, mas uno solo recibe el premio? ¡Corran de manera que lo consigan! 25 Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible. 26 Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío,27 sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado*. Lecciones de la historia de Israel*. 1 No quiero que ignoren, hermanos, que nuestros padres es-
9 27 Pablo utiliza el vocabulario deportivo de la época. 10 Ejemplos sacados de la historia de Israel van a mostrar el peligro real de ser descalificado, 9 27. 10 4 Pablo evoca la nube y el paso del mar Rojo, el maná y el agua de la roca para invitar a los corintios a la prudencia y la humildad. Según una tradición rabínica, la roca de Nm 20 8-11; Ex 17 5-6, acompañaba a los israeli-
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tuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar; 2 y todos fueron bautizados en relación con Moisés, en la nube y en el mar;3 y todos comieron el mismo alimento espiritual;4 y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que les seguía; y la roca era Cristo*. 5 Pero la mayoría de ellos no fue del agrado de Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. 6 Estas cosas sucedieron para ejemplo* nuestro, para que no codiciemos lo malo como ellos lo codiciaron. 7 No se hagan idólatras al igual que algunos de ellos, como dice la Escritura: Se sentó el pueblo a comer y a beber y se levantó a divertirse*. 8 Ni forniquemos como algunos de ellos fornicaron y cayeron muertos veintitrés mil en un solo día. 9 Ni tentemos al Señor como algunos de ellos lo tentaron y perecieron víctimas de las serpientes. 10 Ni murmuren como algunos de ellos murmuraron y perecieron bajo el exterminador. 11 Todo esto les acontecía en figCira, y fue escrito para aviso de los que hemos llegado a la plenitud de los tiempos. 12 Así pues, el que crea estar en pie, mire no caiga. 13 No han sufrido ustedes tentación superior a la medida humana. Y fiel es Dios que no permitirá sean tentados sobre sus fuerzas. Antes bien, con la tentación, les dará modo de poderla resistir con éxito. Los banquetes sagrados. No pactar con la idolatría. 14 Por eso, queridos, huyan de la idolatría. 15 Les hablo como a personas sensatas. Juzguen ustedes lo que digo. 16 La copa de bendición que bendecimos*, ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?
tas en el desierto. 10 6 Ejemplo, lit.: «tipos», que Dios suscitó para prefigurar las realidades espirilualcs de la era mesiánica («antitipos», 1 P 3 21). Esle sentido típico (o alegórico, Ga 4 24) de los Libros Sagrados lo ha utilizado a menudo el NT. 10 7 Cita de Ex 32 6. 10 16 Es decir, la copa sobre la cual pronunciamos la bendición, como Crjslo en la úllima cena, 11 25. Participar en un sacrificio es
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Porque uno solo es el pan, aun siendo muchos, un solo cuerpo somos, pues todos participamos del mismo pan. 18 Fíjense en el Israel según la carne. Los que comen de las víctimas sacrificiales, ¿no están acaso en comunión con el altar? 19 ¿Qué digo, pues? ¿Que lo inmolado a los ídolos es algo? O ¿que los ídolos son algo? 20 Pero si lo que inmolan los gentiles, ¡lo inmolan a los demonios y no a Dios*! Y yo no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios. 21 No pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. No pueden participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. 22 ¿O es que queremos provocar los celos del Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él? 17
Soluciones prácticas. 23 «Todo es lícito», mas no todo es conveniente. «Todo es lícito», mas no todo edifica. 24 Que nadie procure su propio interés, sino el de los demás. 25 Coman todo lo que se vende en el mercado sin plantearse cuestiones de
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conciencia;26 pues del Señor es la tierra y todo cuanto contiene*. 27 Si un infiel los invita y ustedes aceptan, coman todo lo que les presente sin plantearse cuestiones de conciencia. 28 Mas si alguien les dice: «Esto ha sido ofrecido en sacrificio», no lo coman, a causa del que lo advirtió y por motivos de conciencia. 29 No me refiero a tu conciencia, sino a la del otro; pues ¿cómo va a ser juzgada la libertad de mi conciencia por una conciencia ajena? 30 Si yo tomo algo dando gracias, ¿por qué voy a ser reprendido por aquello mismo que tomo dando gracias? Conclusión. 31 Por tanto, ya coman, ya beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para gloria de Dios.32 No den motivo de escándalo ni a judíos, ni a griegos, ni a la Iglesia de Dios; 33 lo mismo que yo, que me esfuerzo por agradar a todos en todo, sin procurar mi propio interés, sino el de todos, para que se salven.
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1 Sean mis imitadores, como lo soy de Cristo*.
EL BUEN ORDEN EN LAS ASAMBLEAS
El hombre y la mujer ante el Señor. Los alabo porque en todas las cosas se acuerdan de mí y conservan las tradiciones tal como se las he transmitido*. 3 Sin embargo, quiero que sepan que la cabeza de todo hombre es Cristo; y la cabeza de la mujer es el hombre; y la cabeza de Cristo es Dios. 4 Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta*, afrenta a su cabeza. 3 Y toda mujer que ora o profetiza* con la cabeza descubierta, afrenta a su cabeza; es como si estuviera rapada.
Por tanto, si una mujer no se cubre la cabeza, que se corte el pelo. Y si es afrentoso para una mujer cortarse el pelo o raparse, ¡que se cubra! 7 El varón no debe cubrirse la cabeza, pues es imagen de la gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. 8 En efecto, no procede el varón de la mujer, sino la mujer del varón. 9 Ni fue creado el varón por razón de la mujer, sino la mujer por razón del varón. 10 He ahí por qué debe llevar la mujer sobre la cabeza una señal de sujeción por razón de los ángeles*. 1' Por lo demás, ni la mujer sin
entrar en comunión con la divinidad que lo recibe. 10 20 Cita de Dt 32 17. 10 26 Cita de Sal 24 1. 111 Ver 4 16; Ef 3 17; 1 Ts 1 6; 2 Ts 3 7. 112 Las tradiciones, es decir, las enseñanzas del Apóstol, incluyendo en ellas las normas de la conducta cristiana, 15 1-2; 2 Ts 2 15 + . Toda la exposición está condicionada
por las concepciones y costumbres del tiempo. 1 1 4 Con la cabeza cubierta, lit.: «teniendo (algo colgando) de la cabeza». La expresión puede aludir al tocado con que se cubre la cabeza, o a la cabellera larga. 11 5 Ejerciendo funciones de liderazgo. Sobre la profecía, ver 12 28; 14 ls. 11 10 Ángeles, o los espíritus angélicos cuya presencia invisible debe provocar respeto, o
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el varón, ni el varón sin la mujer, en el Señor. 12 Porque si la mujer procede del varón, el varón, a su vez, nace mediante la mujer, y lodo proviene de Dios. " Juzguen por ustedes mismos. ¿Eslá bien que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? 14 ¿No les enseña la misma naturaleza que es una afrenta para el varón la cabellera, 13 mientras es una gloria para la mujer la cabellera? En efecto, la cabellera le ha sido dada a modo de velo*. 16 De todos modos, si alguien quiere discutir, no es ésa nuestra costumbre ni la de las Iglesias de Dios. La «Cena del Señor». ,7 Al dar estas disposiciones, no los alabo, porque sus reuniones son más para mal que para bien. 18 Pues, ante todo, oigo que, al reunirse en la asamblea, hay entre ustedes divisiones, y lo creo en parte. 19 Desde luego, tiene que haber entre ustedes disensiones, para que se ponga de manifiesto quiénes son los auténticos entre ustedes. 20 Cuando se reúnen, pues, en común, eso no es comer la cena del Señor*; 21 porque cada uno come primero su propia cena, y mientras uno pasa hambre, otro se embriaga. 22 ¿No tienen casas para comer y beber? ¿O es que desprecian a la Iglesia de Dios y avergüenzan a los que no tienen? ¿Qué voy a decirles? ¿Alabarlos? ¡En eso no los alabo! ||Mt 26 26-29; ||Mc 14 22-25; ¡¡Le 22 14-20. 23 Porque yo recibí del Señor* lo que les transmití: que el Señor Jesús, la noche en que era entregado, tomó pan, 24 dando gracias, lo partió y dijo: «Es-
también los mensajeros de otras comunidades, Mt 11 10; Le 7 24; 9 52. 11 15 En los tiempos de Pablo las mujeres enrollaban las trenzas alrededor de la cabeza. Es posible que los w . 6 y 13 aludan a esta moda. 11 20 La cena que conmemoraba la última cena del Señor con sus discípulos iba precedida de una cena fraternal, que se prestaba a abusos que Pablo denuncia. 11 23 Pablo recuerda la enseñanza común que se remonta hasta el Señor. Su relato es afín al de Le 22 19-20. A la vez que conmemora la muerte de Cristo, la cena eucarística
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te es mi cuerpo que se entrega por ustedes; hagan esto en memoria mía.» 25 Asimismo tomó el cáliz después de cenar, diciendo: «Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la beban, háganlo en memoria mía.» 26 Pues cada vez que coman este pan y beban de este cáliz, anuncian la muerte del Señor, hasta que venga. 27 Por tanto, quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba del cáliz.29 Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condena. 30 Por eso hay entre ustedes muchos enfermos y muchos achacosos, y mueren* no pocos. 31 Si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos castigados.32 Mas, al ser castigados, somos corregidos por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. 33 Así pues, hermanos míos, cuando se reúnan para la cena, espérense unos a otros. 34 Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, a fin de que no se reúnan para castigo suyo. Lo demás lo dispondré cuando vaya. Los dones espirituales o carismas*. I ^ 1 En cuanto a los dones espiriX Jm* tuales, no quiero, hermanos, que estén en la ignorancia.2 Saben que cuando eran gentiles, se dejaban arrastrar ciegamente hacia los ídolos mudos. 3 Por eso les hago saber que nadie, movido por el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Maldito sea Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino movido por el Espíritu Santo. anticipa el festín mesiánico o banquete escatológico, Mt 26 29p. Es también sacrificio de comunión, 10 16+. II 30 Probablemente Pablo alude a una epidemia que reinó entre los habitantes de Corinto. 12 Los carismas, dones del Espíritu a la comunidad cristiana (no tenemos una lista completa, w . 28-30: Rm 12 6-8; Ef 4 11), se manifestaban a veces de una forma extraña e incoherente. Pablo los pone en guardia contra el peligro de desorden. Todos los dones están al servicio del amor, 13, y deben ser valorados en función de la utilidad que prestan a la comunidad, 12 y 14.
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Diversidad y unidad de los carismas. I lay diversidad de carismas, pero un misino Espíritu; "diversidad de minis1 crios, pero un mismo Señor; 6 diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos*. 7 A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común.8 Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;9 a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carisma de curaciones, en el único Espíritu; lu a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus*; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas. 11 Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad. 1
El símil del cuerpo*. 12 Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque en un solo Espíritu hemos sido lodos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. ,4 Así también el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. 15 Si dijera el pie: «Puesto que no soy mano, yo no soy del cuerpo» ¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso? 16 Y si el oído dijera: «Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo» ¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso? 17 Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde quedaría el oído? Y si fuera todo oído, ¿dónde el olfato? 18 Ahora bien, Dios puso cada uno de los miembros en el cuerpo según su voluntad. 19 Si todo fuera un solo miem-
12 6 Obsérvese la formula trinitaria: ver 2 Co 13 13+. 12 10 Determinar cuáles son los dones auténticos del Espíritu, es uno de estos dones, 14 29; 1 Ts 5 20-21; 1 Jn 4 1. 12 12 La idea del Cuerpo de Cristo arranca de la fe primordial de Pablo, Hch 9 5+ . La diversidad se alza sobre el fundamento de una unidad superior por la fe y el bautismo, Rm 6
bro, ¿dónde quedaría el cuerpo? Por tanto, muchos son los miembros, mas uno el cuerpo. 21 Y no puede el ojo decir a la mano: «¡No te necesito!» Ni la cabeza a los pies: «¡No los necesito!» 22 Más bien los miembro.c del cuerpo que tenemos por más débiles, son indispensables. 21 Y a los que nos parecen los más viles del cuerpo, los rodeamos de mayor honor. Así a nuestras partes deshonestas las vestimos con mayor honestidad.24 Pues nuestras partes honestas no lo necesitan. Dios ha for mado el cuerpo dando más honor a los miembros que carecían de él, 2:1 para que no hubiera división alguna en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocuparan lo mismo los unos de los otros.26 Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo. 27 Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno a su modo. 28 Y así los puso Dios en la Iglesia, primeramente los apóstoles; en segundo lugar los profetas; en tercer lugar los maestros; luego, los milagros; luego, el don de las curaciones, de asistencia, de gobierno, diversidad de lenguas. 29 ¿Acaso todos son apóstoles? O ¿todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Todos con poder de milagros? 30 ¿Todos con carisma de curaciones? ¿Hablan lenguas todos? ¿Interpretan todos? 20
Jerarquía entre los carismas. Himno a la caridad*. 31 ¡Aspiren a los carismas superiores! Y aun les voy a mostrar un camino más excelente. 1 Aunque hable las lenguas de 1 A los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe*. 2 Aunque
4 + ; los cristianos pertenecen a Cristo resucitado y forman un cuerpo con él, v. 27; 6 15; 10 16-17; Rm 12 4-5 + ; Ef 1 23 + . 12 31 El tema de la caridad se desarrolla en tres secciones: a) su excelencia, w . 1-3; b) sus actos, w . 4-7; c) su perennidad, w . 8-13. 13 1 El amor del prójimo tiene su fuente en Dios, Rm 5 5; 8 39; 2 Co 13; 1 Jn 4 7-10.16, pero también en el Hijo, Rm 8 35; Ga 2 20;
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tenga el clon de profecía, y conozca todos los misterios y toda la ciencia; aunque tenga plenitud de fe como para trasladar montanas, si no tengo caridad, nada soy. 1 Aunque reparta todos mis bienes, v entregue mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha. I La cal idad es paciente, es amable; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe;5 es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal;6 no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. 7 Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. 8 La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. 9 Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. 10 Cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo parcial. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño. 12 Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido. II Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres*. Pero la mayor de todas ellas es la caridad.
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1 Busquen la caridad; pero aspiren también a los dones espirituales, especialmente a la profecía. 2 Pues el que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios. En efecto, nadie lo entiende: dice en espíritu cosas misteriosas. 3 Por el contrario, el que profetiza, habla a los hombres para su edificación, exhortación y consolación.
El que habla en lenguas, se edifica a sí mismo; el que profetiza, edifica a toda la asamblea. 5 Deseo que hablen todos en lenguas; prefiero, sin embargo, que profeticen. Pues el que profetiza, supera al que habla en lenguas, a no ser que también interprete, para que la asamblea reciba edificación. 6 Y ahora, hermanos, supongamos que yo vaya a ustedes hablándoles en lenguas, ¿qué les aprovecharía yo, si mi palabra no les trajera ni revelación ni ciencia ni profecía ni enseñanza? 7 Así sucede con los instrumentos musicales inanimados, como la flauta o la cítara. Si no dan distintamente los sonidos, ¿cómo se conocerá lo que toca la flauta 0 la cítara? 8 Y si la trompeta no da sino un sonido confuso, ¿quién se preparará para la batalla? 9 Así también ustedes: si al hablar no pronuncian palabras inteligibles, ¿cómo se entenderá lo que dicen? Es como si hablaran al viento. Iu Hay en el mundo no sé cuánta variedad de lenguas, y ninguna carece de sentido. 11 Mas si yo desconozco el sentido de una lengua seré un extranjero para el que me habla; y el que me habla, un extranjero para mí. 12 Así pues, ya que aspiran a los dones espirituales, procuren abundar en ellos para la edificación de la asamblea. 13 Por tanto, el que habla en lenguas, pida el don de interpretarlas. 14 Porque si oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi mente queda sin fruto. I:> Entonces, ¿qué hacer? Oraré con el espíritu, pero oraré también con la mente. Cantaré salmos con el espíritu, pero también los cantaré con la mente. 16 Porque, si no bendices más que con el espíritu, ¿cómo dirá «amén» a tu acción de gracias el que ocupa el lugar del simple fiel, pues no sabe lo que dices? ¡Cierto!, tu acción de gracias es excelente;
2 Co 5 14; Jn 13 1.34+, y también en el Espíritu, Rm 5 5 + . Es, pues, la prueba del amor de Dios, 1 Jn 3 17. Exige la entrega de sí mismo, el servicio, la ayuda, Rm 12 9-10; Ga 5 13; Ef 4 2. Este amor, objeto del mandamiento supremo, unido al del amor de Dios, Mt 22 39p; Rm 13 8 + , se prueba por el cumplimiento de los mandamientos, Jn 14 15; 1 Jn 3 18s, resumen de toda perfección, Ga 5 6; Col 3 14, y se expansionará en la visión y posesión de los
bienes eternos, w . 8.12; ver 1 Co 2 9. 13 13 El grupo de las tres virtudes que llamamos teologales aparece en Pablo desde 1 Ts 1 3 y se repite a menudo en sus epístolas en un orden variable. 14 Se pasa del amor a los otros dones. De hecho la comparación se establece solamente entre la profecía y el don de lenguas. Pablo prefiere la primera que edifica la asamblea vv. 3-4.
Jerarquía de los carismas en razón de la utilidad común*.
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edificación. 27 Si se habla en lenguas, pero el otro no se edifica. Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas que hablen dos, o a lo más, tres, y por más que todos ustedes; 19 pero en la turno; y que haya un intérprete. 28 Si asamblea, prefiero decir cinco palabras no hay quien interprete, guárdese sicon sentido, para instruir a los demás, lencio en la asamblea; hable cada cual consigo mismo y con Dios.29 En cuanque diez mil en lenguas. 20 Hermanos, no sean niños en mentato a los profetas, hablen dos o tres, y lidad. Sean niños en malicia, pero hom- los demás juzguen.30 Si algún otro que bres maduros en mentalidad.21 Está es- está sentado tiene una revelación, cácrito en la Ley: Por hombres de lenguas llese el primero. 31 Pueden profetizar extrañas y por boca de extraños hablaré todos ustedes por tumo para que todos yo a este pueblo, y ni así me escucharán, aprendan y sean exhortados. Pero los espíritus de los profetas están sometidice el Señor'. 22 Así pues, las lenguas sirven de signo, no para los creyentes, dos a los profetas,33 pues Dios no es un sino para los infieles; en cambio la pro- Dios de confusión, sino de paz. fecía, no para los infieles, sino para los Como en todas las Iglesias de los creyentes. 23 Por ejemplo, si se reúne santos, 34 las mujeres cállense en las toda la asamblea y todos hablan en len- asambleas; que no les está permitido guas y entran en ella simplesfieleso in- tomar la palabra*; antes bien, estén sufieles, ¿no dirán que están locos? 24 Por misas como también la Ley lo dice. el contrario, si todos profetizan y entra 35 Si quieren aprender algo, pregúntenun infiel o un simple fiel, será conven- lo a sus propios maridos en casa; pues cido por todos, juzgado por todos.2S Los es indecoroso que la mujer hable en la secretos de su corazón quedarán al desasamblea. 36 ¿Acaso ha salido de ustecubierto y, postrado rostro en tierra, des la palabra de Dios? O ¿solamente a adorará a Dios confesando: Dios está ustedes ha llegado? 37 Si alguien se cree verdaderamente entre ustedes*. profeta o inspirado por el Espíritu, reconozca en lo que les escribo un manLos carismas. Reglas prácticas. dato del Señor.38 Si no lo conoce, tampoco él es reconocido*. 26 ¿Qué concluir, hermanos? Cuando 39 Por tanto, hermanos, aspiren al se reúnen, cada cual puede tener un don de la profecía, y no estorben que salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lenguas, una in- se hable en lenguas. 4U Pero hágase lodo con decoro y orden. terpretación; pero que todo sea para 18
III.
La resurrección de los muertos*
El hecho de la resurrección. •| C 1 Les hago saber, hermanos, el JL O Evangelio que les prediqué, que han recibido y en el cual permanecen firmes, 2 por el cual también són sal14 21 Cita libre de Is 28 11-12. 14 25 Ver Is 45 14; Za 8 23. 14 34 Los w . 34-35 pueden ser una interpolación pospaulina. Estas órdenes reflejan la mentalidad de 1 Tm 2 11-14, y probablemente proceden de la misma situación eclesial. 14 38 Desconocido por Dios, que no lo reconoce como suyo. 15 Pablo se ha informado, 15 12, de que algunos negaban la resurrección. Para los grie-
vados, si lo guardan tal como se lo prediqué... Si no, ¡habrían creído en vano! 3 Porque les transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; 4 que fue sepultado, y que gos, en efecto, Hch 17 32 + , era una concepción grosera ofensiva para el alma inmortal ver Sb 3 4+. Pero los judíos la habían descubierto poco a poco y la enseñaban, Sal 16 11+; Jb 19 25 + ; Ez 37 10+; 2 M 7 9 + . Pablo une su testimonio al de los apóstoles para establecer, w . 1-11, el hecho de que Cristo ha resucitado. Tal es el contenido central de la predicación y de la fe, w . 11.14 ; Rm 14+; etc.
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resucitó al tercer día, según las Escrituras; 5 que se apareció a Cefas y luego a los Doce;6 después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todavía la mayor parte viven y otros murieron. 7 Luego se apareció a Santiago; más tarde, a todos los apóstoles. 8 Y en último término se me apareció también a mí, que soy como un aborto*. 9 Pues yo soy el último de los apóstoles: indigno del nombre de apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios. 10 Mas, por la gracia de Dios, soy lo que soy; y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11 Pues bien, tanto ellos como yo, esto es lo que predicamos; esto es lo que han creido. 12 Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos ¿cómo andan diciendo algunos de ustedes que no hay resurrección de los muertos*? 13 Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si no resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, vacía también su fe. 15 Y quedamos como testigos falsos de Dios porque hemos atestiguado contra Dios que resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si es que los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. 17 Y si Cristo no resucitó, su fe es vana: están todavía en sus pecados. 18 Por tanto, también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, ¡somos los hombres más dignos de compasión! 20 ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicia de los que murieron. 21 Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos. 22 Pues del mismo modo que por Adán mueren
todos, así también todos revivirán en Cristo. 23 Pero cada cual en su rango: Cristo como primicia; luego los de Cristo en su venida*. 24 Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de haber destruido todo principado, dominación y potestad. 25 Porque él debe reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. 26 El último enemigo en ser destruido será la Muerte. 27 Porque ha sometido todas las cosas bajo sus pies*. Mas cuando dice que «todo está sometido», es evidente que se excluye a Aquel que ha sometido a él todas las cosas. 28 Cuando1 hayan sido sometidas a él todas las cosas, entonces también el Hijo se someterá a Aquel que ha sometido a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos. 29 De no ser así ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si los muertos no resucitan en manera alguna ¿por qué bautizarse por ellos? 30 Y nosotros mismos ¿por qué nos ponemos en peligro a todas horas? 31 Cada día estoy a la muerte. ¡Sí, hermanos! Como que ustedes son mi orgullo, en Cristo Jesús Señor nuestro, cada día estoy en peligro de muerte. 32 Si por motivos humanos luché en Éfeso contra las bestias ¿qué provecho saqué? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos*.33 No se engañen: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.» 34 Entren en razón, como conviene, y no pequen; que hay entre ustedes quienes desconocen a Dios. Para vergüenza suya lo digo.
15 8 Ni esta lista de las apariciones de Jesús resucitado, ni las de los evangelistas se dan como exhaustivas, ver Mt 28 10+. 15 12 La fe en la resurrección de Cristo y la realidad de la vida cristiana implican la fe en la resurrección de los muertos; ver Mt 22 23p; Hch 2 32; 4 2; 26 8.23.
15 23 La palabra griega parusía, así traducida, designa la venida gloriosa de Cristo en su Día, 1 8+ , al fin de los tiempos, Mt 24 3 + . En otros lugares Pablo habla de Revelación, 17+, o de Manifestación, 1 Tm 6 14 + . Ver Flp 4 5 + . 15 27 Cita Sal 110 1; 8 7. 15 32 Cita deis 22 13.
El modo de la resurrección. 35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vuelven a la vida? 36 ¡Necio! Lo que tú siembras no recobra vida si no muere.37 Y lo que tú siembras no es el cuerpo que va a brotar, sino un simple grano, de trigo
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por ejemplo o de alguna otra planta. 38 Y Dios le da un cuerpo a su voluntad: a cada semilla su cuerpo. 39 No toda carne es igual, sino que una es la carne de los hombres, otra la de los animales, otra la de las aves, otra la de los peces.40 Hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres; pero uno es el resplandor de los cuerpos celestes y otro el de los cuerpos terrestres. 41 Uno es el resplandor del sol, otro el de la luna, otro el de las estrellas. Y una estrella difiere de otra en resplandor.42 Así también en la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita incorrupción; 43 se siembra vileza, resucita gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza; 44 se siembra un cuerpo animal, resucita un cuerpo espiritual". Pues si hay un cuerpo animal, hay también un cuerpo espiritual.45 En efecto, así es como dice la Escritura: Fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente*; el último Adán, espíritu que da vida. 46 Mas no es lo espiritual lo que primero aparece, sino lo animal; luego, lo espiritual.47 El primer hombre, salido de la tierra, es terrestre; el segundo, viene del cielo. 48 Como el hombre terrestre, así son los hombres terrestres; como el celeste, así serán los celestes. 49 Y del mismo modo que hemos llevado la imagen del hombre terrestre, llevaremos también la imagen del celeste.
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Les digo esto, hermanos: La carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios, ni la corrupción heredar la incorrupción. 31 ¡Miren! Les revelo un misterio: No moriremos todos, mas todos seremos transformados.32 En un instante, en un pestañear de ojos, al toque de la trompeta final*, pues sonará la trompeta, los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados. 33 En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad. 30
Himno triunfal y conclusión. 34 Y cuando este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: La muerte ha sido devorada por la victoria. 33 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón*? 36 El aguijón de la muerte es el pecado; y la fuerza del pecado, la Ley. 37 Pero ¡gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo! 38 Así pues, hermanos míos amados, manténganse firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo no es vano en el Señor.
Conclusión Recomendaciones. Saludo final. En cuanto a la colecta en favor de los santos*, hagan también 1
15 44 Un cuerpo espiritual, es un cuerpo liberado de las condiciones de la vida animal (psíquica, 2 14), especialmente de la corrupción. Algunos judíos se imaginaban la resurrección de una manera demasiado grosera, Mt 22 29-30p. Nuestro cuerpo espiritual será semejante al de Jesucristo resucitado, nuevo Adán de la humanidad regenerada, w . 21-22; Rm 5 12 + ; 6 4 + ; Flp 3 20-21. 15 45 Cita de Gn 2 7; ver Gn 1 20. 15 52 Desde el Sinaí, Ex 19 16.19, la trompeta forma parte de la imaginería que acompañaba a las manifestaciones divinas, Mt 24
ustedes tal como mandé a las Iglesias de Galacia. 2 Los primeros días de la semana, cada uno de ustedes deposite lo que haya podido ahorrar, de modo 31; 1 Ts 4 16+. 15 55 Citas de Is 25 8; Os 13 14. La predicación de la cruz, 1-2, y de la resurrección, 15, terminan con un grito de victoria y de acción de gracias, v. 57. 16 1 Los cristianos de Jerusalén, Hch 9 13 + , se vieron pronto en necesidad, Hch 11 29-30. Pablo se ocupó sin cesar de una colecta en su favor, viendo en ella un lazo de unidad entre la Iglesia madre, salida del judaismo, y las comunidades por él fundadas en territorio gentil, Hch 24 17; Rm 15 25-28.31; 2 Co 8-9; Ga 2 10.
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que no se hagan las colectas precisamente cuando llegue yo. 3 Cuando me halle ahí, enviaré con cartas a los que hayan considerado dignos, para que lleven a Jerusalén su liberalidad. 4 Y si conviene que vaya también yo, irán conmigo. 5 Iré a donde ustedes después de haber atravesado Macedonia; pues por Macedonia pasaré. 6 Tal vez me detenga entre ustedes, hasta pase ahí el invierno, para que ustedes dispongan lo necesario para donde vaya. 7 Pues no quiero ahora verlos sólo de paso; espero estar algún tiempo entre ustedes, si así lo permite el Señor. 8 De todos modos, seguiré en Éfeso hasta Pentecostés; 9 porque se me ha abierto una puerta grande y prometedora, y los enemigos son muchos. 10 Si llega Timoteo, procuren que esté sin temor entre ustedes, pues trabaja como yo en la obra del Señor. 11 Que nadie lo menosprecie. Despídanlo en paz para que vuelva a mí, que lo espero con los hermanos. 12 En cuanto a nuestro hermano Apolo, le he insistido mucho para que vaya a ustedes con los hermanos; pero no tiene in-
tención alguna de ir ahora*. Irá cuando tenga oportunidad. 13 Velen, manténganse firmes en la fe, sean hombres, sean fuertes. 14 Háganlo todo con amor. 15 Les hago una recomendación, hermanos. Saben que la familia de Estéfanas son las primicias de Acaya y se entregaron al servicio de los santos. 16 También ustedes muéstrense deferentes con ellos y con quienes con ellos trabajan y se afanan. Estoy lleno de alegría por la visita de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, que han suplido su ausencia. 18 Ellos han tranquilizado mi espíritu y el de ustedes. Sepan apreciar a tales personas. 19 Las Iglesias de Asia Igs saludan. Les envían muchos saludos en el Señor Áquila y Prisca, junto con la Iglesia que se reúne en su casa. 20 Los saludan todos los hermanos. Salúdense los unos a los otros con el beso santo. 21 El saludo va de mi mano*, Pablo. 22 El que no ame al Señor, ¡sea maldito! «Maran atha*.» , 23 ¡La gracia del Señor Jesús sea con ustedes! 24 Los amo a todos en Cristo Jesús.
16 12 Quizás Apolo no quiere envalentonar con su presencia al partido que se había formado en torno a su nombre, 1 12; 3 4-6; 4 6. 16 21 Como Pablo se servía de secretarios para escribir sus epístolas, Rm 16 22, él las debía autenticar con algunas palabras de su
puño y letra; Ga 6 11; Flm 19; Col 4 18. 16 22 Maran atha, palabras arameas que se habían introducido en el lenguaje litúrgico y significan: El Señor viene. Puede también leerse Maraña tha : ¡Señor, ven!, Ap 22 20. Ver Flp 4 5 + ; St 5 8; 1 P 4 7.
S E G U N D A EPÍSTOLA A LOS C O R I N T I O S Preámbulo Destinatarios. Saludo. Acción de gracias.
I
1 Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Timoteo, el hermano, a la Iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya;2 a ustedes gracia y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo. 3 ¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, 4 que nos consuela en toda tribulación nuestra para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios! 3 Pues, así como abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, igualmente abunda también por Cristo nuestra consolación. 6 Si somos atribulados, lo somos para consuelo y salvación de ustedes; si somos consolados, lo somos para el consuelo de ustedes, que les hace so-
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portar con paciencia los mismos sufrimientos que también nosotros soportamos. 7 Es firme nuestra esperanza respecto de ustedes; pues sabemos que, como son solidarios con nosotros en los sufrimientos, así lo serán también en la consolación*. 8 Pues no queremos que lo ignoren, hermanos: la tribulación sufrida en Asia nos abrumó hasta el extremo, por encima de nuestras fuerzas, que perdimos la esperanza de conservar la vida. 9 Pues hemos tenido sobre nosotros mismos la sentencia de muerte, para que no pongamos nuestra confianza en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos. 10 Él nos libró de tan mortal peligro, y nos librará; en él esperamos que nos seguirá librando, 1' si colaboran también ustedes con la oración en favor nuestro, para que la gracia obtenida por intervención de muchos sea por muchos agradecida en nuestro nombre.
Más sobre los anteriores incidentes
Por qué cambió Pablo el plan de su viaje. 12 El motivo de nuestro orgullo es el testimonio de nuestra conciencia, de que nos hemos conducido en el mundo, y sobre todo respecto de ustedes, con la sencillez y sinceridad que vienen de Dios, y no con la sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios. 13 Pues no les escribimos otra cosa que lo que leen y comprenden, y espero comprenderán plenamente, 14 como ya nos han comprendido en parte, que somos nosotros el motivo de su orgullo, lo mismo que ustedes serán el nuestro en el día de nuestro Señor Jesús.
1 7 Toda la epístola va a ocuparse de la antinomia de la que Pablo tiene experiencia en su vida de apóstol, entre la fuerza de Dios y la debilidad de su enviado, 4 7 + ; 6 4; etc. 1 17 Pablo ha modificado sus proyectos;
13 Con este convencimiento quería yo ir primero a ustedes a fin de procurarles una segunda gracia, 16 y pasando por ustedes ir a Macedonia y volver nuevamente de Macedonia adonde ustedes, y ser encaminado por ustedes hacia Judea. 17 Al proponerme esto, ¿obré con ligereza? O ¿se inspiraban mis proyectos en la carne, de forma que se daban en mí el sí y el no*? ¡Por la fidelidad de Dios!, que la palabra que les dirigimos no es sí y no. 19 Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, a quien les predicamos Silvano, Timoteo y yo, no fue sí y no: en él no hubo más que sí. 20 Pues todas las promesas hechas por Dios han tenido su sí en él; y por eso
pero no por versatilidad. Cumple la palabra porque se apoya en la fidelidad de Dios y de Cristo. Gn 24 27+; Sal 25 10 + ; Rm 3 3-4; 1 Co 1 9; ver Mt 5 37; St 5 12; Ap 3 14.
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decimos por él «Amén» a la gloria de Dios.21 Es Dios el que nos conforta juntamente con ustedes en Cristo y el que nos ungió, 22 y el que nos marcó con su sello* y nos dio en prenda el Espíritu en nuestros corazones. 23 ¡Por mi vida!, testigo me es Dios de que, si todavía no he ido a Corinto, ha sido por miramiento a ustedes.24 No es que pretendamos dominar sobre su fe, sino que contribuimos a su gozo, pues se mantienen firmes en la fe.
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1 En mi interior tomé la decisión de no ir otra vez con tristeza* a ustedes. 2 Porque si yo los entristezco, ¿quién podría alegrarme sino el que se ha entristecido por mi causa? 3 Y si les escribí aquello, fue para no entristecerme a mi ida, a causa de los mismos que deberían procurarme alegría, convencido respecto de todos ustedes de que mi alegría es la alegría de todos ustedes. 4 Efectivamente, les escribí en una gran aflicción y angustia de corazón, con muchas lágrimas, no para entristecerlos, sino para que conocieran el amor desbordante que a ustedes les tengo. 5 Pues si alguien me ha causado tristeza, no es a mí solo a quien se la ha causado; sino en cierto sentido —para no exagerar— a todos ustedes.6 Bastante es para ese tal el castigo infligido por la mayoría; 7 por lo que es mejor que le perdonen más bien, y le animen no sea que se hunda en una excesiva tristeza. 8 Les suplico, pues, que hagan prevalecer la caridad para con él. y Les escribí también con la intención de probarlos y ver si su obediencia era perfecta. 10 A quien ustedes perdonen, también yo le perdono. Pues lo que yo perdoné —si algo he perdonado— fue por ustedes en presencia de Cristo, 11 para no ser en-
1 22 El sello y la unción son dos aspectos de la consagración del cristiano, quizá el bautismo y la confirmación. El pensamiento adquiere una forma trinitaria. El don del Espíritu, Rm 5 5 + , anticipa la gloria futura, 5 5; Rm 8 23; Ef 1 13-14; ver Ap 7 4; 1 Jn 2 20+. 2 1 Alusión a una visita de Pablo a Corinto anterior; ver 12 14; 13 1-2, y a una carta severa, 2 3.4.9; 7 8.12. 2 14 Empieza una larga apología del apostolado que se prolonga hasta 7 4. -Triunfo: En
gañados por Satanás, pues no ignoramos sus propósitos. De Tróade a Macedonia. Digresión: el ministerio apostólico. 12 Llegué, pues, a Tróade para predicar el Evangelio de Cristo, y aun cuando se me había abierto una gran puerta en el Señor, 13 mi espíritu no tuvo punto de reposo, pues no encontré a Tito, mi hermano, y, despidiéndome de ellos, salí para Macedonia. 14 ¡Gracias* sean dadas a Dios, que nos asocia siempre a su triunfo en Cristo, y por nuestro medio difunde en todas partes el olor de su conocimiento! 15 Pues nosotros somos para Dios el buen olor de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden: 16 para los unos, olor de «muerte» aue mata; para los otros, olor de «vida>f que vivifica. Y ¿quién es capaz de esto? 17 Ciertamente no somos nosotros como muchos que negocian con la palabra de Dios. Antes bien, con sinceridad y como de parte de Dios y delante de Dios, hablamos en Cristo.
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1 ¿Comenzamos de nuevo a recomendarnos? ¿O es que, como algunos, necesitamos presentarles cartas de recomendación o pedírselas*? 2 Ustedes son nuestra carta, escrita en sus corazones, conocida y leída por todos los hombres. 3 Evidentemente son una carta de Cristo, redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones. 4 Esta es la confianza que tenemos delante de Dios por Cristo. 5 No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como pro-
la victoria de Cristo resucitado Dios manifiesta su gloria como un general romano que hace su entrada triunfal en Roma y en cuyo recorrido se queman perfumes, ver w . 15s. 3 1 Se acusa al apóstol de elogiarse a sí mismo, ver 5 12. Pablo responde que las comunidades por él fundadas son la recomendación viva que hacen inútiles las demás cartas. Alusiones a Ex 24 12; Ez 11 19; 36 26-27+.
272 s e g u n d a e p í s t o l a a l o s c o r i n t i o s pia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios, 6 el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva alianza, no de la letra, sino del Espíritu, pues la letra mata mas el Espíritu da vida*. 7 Que si el ministerio de la muerte, grabado con letras sobre tablas de piedra, resultó glorioso hasta el punto de no poder los hijos de Israel fijar su vista en el rostro de Moisés a causa del resplandor de su rostro, aunque pasajero,8 ¡cuánto más glorioso no será el ministerio del Espíritu!9 Pues si el ministerio de la condenación fue glorioso, con mucha más razón lo será el ministerio de la justicia. 10 Pues en este aspecto, lo que era glorioso ya no lo es, en comparación de esta gloria supereminente. 11 Y, si aquello, que era pasajero, fue glorioso, ¡cuánto más glorioso será lo permanente! 12 Teniendo, pues, esta esperanza, procedemos con toda franqueza, 13 y no como Moisés, que se ponía un velo sobre su rostro para impedir que los israelitas vieran el fin de lo que era pasajero*... 14 Pero se embotaron sus inteligencias. En efecto, hasta el día de hoy permanece ese mismo velo en la lectura del Antiguo Testamento, y no se levanta, pues sólo en Cristo desaparece. 15 Hasta el día de hoy, siempre que se.lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones. 16 Y cuando se convierta al Señor, caerá el velo. 17 Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. 18 Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma 3 6 Ver Jr31 31 + ; Mt 26 28p; 1 Co 11 25; Hb 8-10. Con alusiones bastantes libres a Ex 32 16; 34 30-35, Pablo pone el ministerio de los Apóstoles, servicio del Espíritu, por encima del de Moisés, Nm 12 8 +. -La letra de la Ley, comparada con la ley del Espíritu. 3 13 Interpretación posible del texto oscuro de Ex 34 33-35. 3 18 El apóstol y el cristiano reflejan la gloria de Dios que se ha hecho perceptible en Cristo, 4 4-6; Ex 23 20+; Jn 1 18+. Así se hacen semejantes a Dios. Ver Rm 8 29-30+; etc. 4 4 El dios de este mundo: El genitivo es explicativo del contenido, «su dios», es decir
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imagen cada vez más gloriosos: así es como actúa el Señor, que es Espíritu*.
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' Por esto, misericordiosamente investidos de este ministerio, no desfallecemos. 2 Antes bien, hemos repudiado el silencio vergonzoso no procediendo con astucia, ni falseando la palabra de Dios; al contrario, mediante la manifestación de la verdad nos recomendamos a toda conciencia humana delante de Dios. 3 Y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden, 4 para los incrédulos, cuyo entendimiento cegó el dios de este mundo* para impedir que vean el resplandor del glorioso Evangelio de Cristo, que es imagen de Dios. 5 No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos de ustedes por Jesús. 6 Pues el mismo Dios que dijo: Del seno de las tinieblas brille la luz*, la ha hecho brillar en nuestros corazones, para iluminarnos con el conocimiento de la gloria de Dios que está en el rostro de Cristo. Tribulaciones y esperanzas del ministerio. 7 Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros*.8 Apretados en todo, mas no aplastados; apurados, mas no desesperados; 9 perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados. 10 Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes la muerte de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús* se manifieste en nuestro cuerpo. 11 Pues, aunque vivimos, nos vemos continuamente entregados
«este mundo»; ver Flp 3 19. 4 6 Alusión a Gn 1 3. 4 7 Habiendo recordado la nobleza de su misión, Pablo llega a verla hasta en la fragilidad de los instrumentos, escogidos por Dios. La debilidad del apóstol demuestra que es Dios quien realiza su obra, w . 8-12; 6 4-10; 10 1; 11 23-33; 12 9-10; etc. Ver también Sb 9 15; 1 Co 4 13 + ; Ef 3 20; Flp 4 13; Col 1 29; 1 Ts 1 5; etc. 4 10 Para Pablo el nombre de «Jesús», a solas, evoca la humillación de Cristo en su existencia terrestre. Y la «vida» evoca la perfección de su humanidad.
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a la muerte por causa de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12 De modo que la muerte actúa en nosotros, mas en ustedes la vida. 13 Pero teniendo aquel espíritu de fe conforme a lo que está escrito: Creí, por eso hablé*, también nosotros creemos, y por eso hablamos, 14 sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús, también nos resucitará con Jesús y nos presentará ante él juntamente con ustedes. 15 Y todo esto, para su bien a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios. 16 Por eso no desfallecemos. Aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, el hombre interior se va renovando de día en día. 17 En efecto, la leve tribulación de un momento nos procura, sobre toda medida, un pesado caudal de gloria eterna, 18 a cuantos no ponemos nuestros ojos en las cosas visibles, sino en las invisibles; pues las cosas visibles son pasajeras, mas las invisibles son eternas.
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' Porque sabemos que si esta tienda, que es nuestra morada terrestre, se desmorona, tenemos un edificio que es de Dios: una morada eterna, no hecha por mano humana, que está en los cielos.2 Y así suspiramos en este estado, deseando ardientemente ser revestidos de nuestra habitación celeste, 3 si es que nos encontramos vestidos, y no desnudos*. 4 Los que estamos en esta tienda suspiramos abrumados. No es que queramos ser desvestidos, sino más bien sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.5 Y el que nos ha destinado a eso es Dios, el cual nos ha dado en prenda el Espíritu. 6 Así pues, siempre llenos de buen ánimo, sabiendo que, mientras habi4 13 Cita de Sal 116 10. 5 3 Pablo confía ser digno de la vida eterna. Así como la desnudez connota el pecado y el castigo, Is 20 2-4; 47 3; Ez 16 35-39; 23 2529; Ap 3 18, el vestido simboliza la justicia, Mt 22 11; Ga 3 27. 5 8 Aquí y en Flp 1 23, Pablo piensa en una reunión del cristiano con Cristo inmediatamente después de la muerte individual. Esto no contradice la doctrina bíblica de la resu-
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tamos en el cuerpo, vivimos desterrados lejos del Señor, 7 pues caminamos en fe y no en visión... 8 Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor*. 9 Por eso, bien en nuestro cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por agradarle. 10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal. El ejercicio del ministerio apostólico. 11 Por tanto, conociendo el temor del Señor, tratamos de persuadir a los hombres, pues ante Dios estamos al descubierto, como' espero que ante sus conciencias también estemos al descubierto. 12 No volvemos a recomendarnos ante ustedes; solamente queremos darles ocasión para gloriarse de nosotros y así tengan de qué responder a los que se glorían de lo exterior, y no de lo que está en el corazón. 13 En efecto, si hemos perdido el juicio, ha sido por Dios; y si somos sensatos, lo es por ustedes. 14 Porque el amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por tanto murieron. 15 Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16 Así que, en adelante, ya no conocemos a nadie según la carne. Y si conocimos a Cristo según la carne*, ya no le conocemos así. 17 Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo*. 18 Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación. 19 Porque en Cristo estaba Dios reconcilian-
rrección final, v.10; Rm 2 6 + ; 1 Co 15 44+. 5 16 Pablo contrapone su conocimiento actual de Cristo al que tenía cuando perseguía a la Iglesia. 5 17 Dios restaura en Cristo el mundo desordenado por el pecado, Ga 6 15; Col 1 1520+. En el centro de la nueva creación, ver Ap 21+, se encuentra el hombre nuevo, Ef 2 15; 4 24+; Col 3 10; ver Rm 6 4+; 8 29+.
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do al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo les suplicamos: ¡reconcilíense con Dios! 21 A quien no conoció pecado, le hizo pecado* por nosotros, para que viniéramos a ser justicia de Dios en él.
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1 Y como cooperadores suyos que somos, los exhortamos a que no reciban en vano la gracia de Dios. 2 Pues dice él: En el tiempo favorable te escuché, y en el día de salvación te ayudé. Miren ahora el momento favorable; miren ahora el día de salvación*. 3 A nadie damos ocasión alguna de tropiezo, para que no se haga burla del ministerio, 4 antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios*: con mucha constancia en tribulaciones, necesidades, angustias; 5 en azotes, cárceles, sediciones; en fatigas, desvelos, ayunos;" con pureza, ciencia, paciencia, bondad; con el Espíritu Santo, con caridad sincera,7 con palabras verdaderas, con el poder de Dios; con las armas de la justicia: a diestra y siniestra;8 en gloria e ignominia, en calumnia y en buena fama; tenidos por impostores, siendo veraces; 9 como desconocidos, aunque bien conocidos; como moribundos, pero vivos; como castigados, aunque no condenados a muerte; 10 como tristes, pero siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque todo lo poseemos.
12 No
abierto de par en par. está cerrado nuestro corazón para ustedes; los suyos sí que lo están. 13 Correspóndannos; les hablo como a hijos; ábranse también ustedes. 14 ¡No se junten en yugo desigual con los infieles*! Pues ¿qué relación hay entre la justicia y la iniquidad? ¿Qué unión entre la luz y las tinieblas? 13 ¿Qué armonía entre Cristo y Beliar? ¿Qué comunicación entre el fiel y el infiel? 16 ¿Qué conformidad entre el templo de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos templo de Dios vivo*, como dijo Dios: Habitaré en medio de ellos y caminaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 17 Por tanto, salgan de entre ellos y apártense, dice el Señor. No toquen cosa impura, y yo los acogeré. 18 Yo seré para ustedes un padre, y ustedes serán para mí hijos e hijas, dice el Señor todopoderoso.
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1 Teniendo, pues, estas promesas, queridos míos, purifiquémonos de toda mancha de la carne y del espíritu, consumando la santificación en el temor de Dios. 2 Hágannos un lugar en sus corazones. A nadie hemos ofendido; a nadie hemos arruinado; a nadie hemos explotado. 3 No les digo esto con ánimo de condenarlos. Pues acabo de decirles que en vida y muerte están unidos en mi corazón. 4 Tengo franqueza para hablarles; estoy muy orgulloso de ustedes. Estoy lleno de consuelo y sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.
Desahogos y advertencias.
Pablo en Macedonia, donde le encuentra Tito.
11 ¡Corintios!, les hemos hablado con toda franqueza; nuestro corazón está
5 Efectivamente, al llegar nosotros a Macedonia, no tuvo sosiego nuestra
5 21 Dios ha como identificado el pecado con Cristo, haciendo pesar sobre él el castigo inherente al pecado, para librarnos de él, Rm 8 3; Ga 3 13 + ; 1 P 2 24. 6 2 Cita de Is 49 8. -El día de la salvación es el tiempo que transcurre, Rm 3 26+; 13 11+, entre la venida de Cristo a la tierra, Ga 4 4+, y su ansiada vuelta, 1 Co 1 8 + . 6 4 Ver 4 8-10; 11 23-27; 1 Co 4 9-13. Esta nueva relación de pruebas en el ministerio termina con acentos de triunfo, w . 6-10.
6 14 Pablo designa con este calificativo, infieles, a aquellos corintios cuya conducta contradecía a su fe. A pesar de ser creyentes, se hallaban mezclados con algunos cultos paganos, 1 Co 8 10; 10 20. Ver Pr 9 + . 6 16 El Dios vivo habita en el corazón de los fieles, 1 Co 3 16 + , y en la Iglesia, 1 Tm 3 15; Ef 2 19-22. La cita combina Ex 6 7+; Lv 26 11-12 (ver Ez 37 27); Is 52 11; Jr 51 45; 2 S 7 14; Is 43 6.
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carne*, sino toda suerte de tribulaciones: por fuera, luchas; por dentro, temores. 6 Pero el Dios que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito, 7 y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que le habían proporcionado, comunicándonos su nostalgia, su pesar, su' afán por mí, hasta el punto de colmarme de alegría. 8 Porque si los entristecí con mi carta, no me pesa. Y si me pesó —pues veo que aquella carta los entristeció, aunque no fuera más que por un momento— 9 ahora me alegro. No por haberlos entristecido, sino porque aquella tristeza los movió a arrepentimiento. Pues se entristecieron según Dios, de manera que de nuestra parte no han sufrido perjuicio alguno.10 En efecto, la tristeza según Dios produce un irreversible arrepentimiento para la salvación; mas la tristeza del mundo produce la muerte. 11 Miren qué ha producido entre ustedes esa tris-
II. Organización de la colecta* Motivos de generosidad.
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Les damos a conocer, hermanos, la gracia que Dios ha otorgado a las Iglesias de Macedonia. 2 Pues, aunque probados por muchas tribulaciones, han rebosado de alegría y su extrema pobreza ha desbordado en tesoros de generosidad.3 Porque atestiguo que según sus posibilidades, y aun sobre sus posibilidades, espontáneamente 4 nos pedían con mucha insistencia la gracia de participar en este servicio en bien de los santos. 5 Y superando nuestras esperanzas, se entregaron a sí mismos, primero al Señor, y luego a nosotros, por voluntad de Dios, 6 de forma que rogamos a Tito llevara a buen término entre ustedes esta generosidad, tal como la había comenzado. 1
7 5 Nuestra carne, la persona de Pablo, considerada en la debilidad de su condición, ver Rm 7 54-, 8 Sobre esta colecta, ver 1 Co 16 1+. 8 9 Cristo se hizo «pobre» aceptando el radical empobrecimiento de una muerte degra-
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teza según Dios: ¡qué interés, qué disculpas, qué enojo, qué temor, qué nostalgia, qué afán, qué escarmiento! En todo han mostrado que eran inocentes en este asunto. 12 Así pues, si les escribí no fue a causa del que injurió, ni del que recibió la injuria. Fue para que se pusiera de manifiesto entre ustedes ante Dios su interés por nosotros. 13 Eso es lo que nos ha consolado. Y mucho más que por este consuelo, nos hemos alegrado por el gozo de Tito, cuyo espíritu fue tranquilizado por todos ustedes. 14 Y si en algo me he gloriado de ustedes ante él, no he quedado avergonzado. Antes bien, así como les hemos dicho siempre la verdad, así también el motivo de nuestra gloria ante Tito ha resultado verdadero. 15 Y su cariño por ustedes ha crecido al recordar la obediencia de todos ustedes y cómo lo acogieron con piadosa reverencia. 16 Me alegro de poder confiar totalmente en ustedes.
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7 Y del mismo modo que sobresalen en todo: en fe, en palabra, en ciencia, en todo interés y en la caridad que les hemos comunicado, sobresalgan también en esta generosidad. 8 No es una orden; sólo quiero, mediante el interés por los demás, probar la sinceridad de su caridad. 9 Pues conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por ustedes se hizo pobre a fin de enriquecerlos con su pobreza*. 10 Les doy un consejo sobre el particular que les viene bien a ustedes: ya que desde el año pasado han sido los primeros no sólo en hacer la colecta, sino también en tomar la iniciativa, " ahora llévenla también a cabo, de forma que a su prontitud en la iniciativa corresponda la realización conforme a sus posibilidades. 12 Pues cuando
dante en la que fue despojado de todo. Su «riqueza» es su comunión con el Padre. -La motivación de los comportamientos cristianos es el ejemplo de Cristo: Rm 14 8; Ef 5 1.25; Flp 2 5-7; etc. Ver también Mt 8 20+; 2 Ts 3 7.
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segunda epístola a l o s corintios
hay buena voluntad, es bien acogida por lo que se tiene, no por lo que no se tiene. 13 No se trata de que pasen apuros para que otros tengan abundancia, sino de procurar la igualdad. 14 Al presente, la abundancia de ustedes remedia su necesidad, para que la abundancia de ellos pueda remediar también la necesidad de ustedes y reine la igualdad, 15 como dice la Escritura: El que mucho recogió, no tuvo de más; y el que poco, no tuvo de menos*. Recomendación de los delegados. 16 ¡Gracias sean dadas a Dios, que pone en el corazón de Tito el mismo interés por ustedes!, 17 pues aceptó mi ruego y, más solícito que nunca, por propia iniciativa, fue hacia ustedes. 18 Con él enviamos al hermano, cuyo renombre a causa del Evangelio se ha extendido por todas las Iglesias.19 Y no sólo eso, sino que fue designado por elección de todas las Iglesias como compañero nuestro de viaje en esta colecta que administramos para la gloria del mismo Señor, y por iniciativa nuestra. 20 Así evitaremos todo motivo de reproche por esta abundante suma que administramos; 21 pues procuramos el bien no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres*. 22 Con ellos les enviamos también al hermano nuestro, cuya solicitud tenemos ya comprobada muchas veces y de muchas maneras; solicitud aún mayor ahora por la gran confianza que tiene en ustedes. 23 En cuanto a Tito, es compañero y colaborador mío entre ustedes; en cuanto a los demás hermanos, son los delegados de las Iglesias: la gloria de Cristo.24 Muestren, pues, ante el rostro de las Iglesias, su caridad y la verdad de nuestro orgullo respecto de ustedes.
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1 En cuanto a este servicio en favor de los santos, me es superfluo escribirles. 2 Conozco, en efecto, su prontitud de ánimo, de la que me glorío ante los macedonios diciéndoles que
8 15 8 21 9 7
Cita de Ex 16 18. V e r P r 3 4 (LXX); Rm 12 17. Ver Pr 11 24-25; 19 17; 22 8 (LXX).
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Acaya está preparada desde el año pasado, y su celo ha estimulado a muchísimos. 3 No obstante, les envío a los hermanos para que nuestro motivo de gloria respecto de ustedes no se desvanezca en este particular y estén preparados como les decía. 4 No sea que vayan los macedonios conmigo y los encuentren sin prepararse, y nuestra gran confianza se torne en confusión nuestra, por no decir de ustedes. 5 Por tanto, he creído necesario rogar a los hermanos que vayan antes hacia ustedes y preparen de antemano sus ya anunciados dones, a fin de que sean preparados como dones generosos y no como una tacañería. Beneficios que han de resultar de la colecta. 6 Miren: el que siembra con tacañería, cosechará también con tacañería; el que siembra en abundancia, cosechará también en abundancia. 7 Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría*. 8 Y poderoso es Dios para colmarlos de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, lo necesario, tengan aún sobrante para toda obra buena, 9 como está escrito: Repartió; dio a los pobres; su justicia permanece eternamente*. 10 Aquel que provee de simiente al sembrador y de pan para su alimento, proveerá y multiplicará su sementera y aumentará los frutos de su justicia*. 11 Así serán ricos para toda generosidad, la cual provocará por nuestro medio acciones de gracias a Dios. 12 Porque la prestación de este servicio no sólo provee a las necesidades de los santos, sino que redunda también en abundantes acciones de gracias a Dios. 13 Experimentando el valor de este servicio, glorificarán a Dios por su obediencia y la confesión de fe en el Evangelio de Cristo y por la generosidad de su comunión con ellos y con todos. 14 Y con su oración por ustedes, manifes-
9 9 9 10
Cita de Sal 112 9. Ver Is 55 10; Os 10 12.,
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SEGUNDA EPÍSTOLA A LOS CORINTIOS
tarán su afecto hacia ustedes a causa de la gracia sobreabundante que en us-
III. Apología de Pablo * Respuesta a la acusación de debilidad. Soy yo, Pablo en persona, quien les suplica por la mansedumbre y la benignidad de Cristo, yo tan humilde cara a cara entre ustedes, y tan atrevido con ustedes desde lejos.2 Les ruego que no tenga que mostrarme atrevido en presencia suya, con esa audacia con que pienso atreverme contra algunos que consideran procedemos según la carne. 3 Pues aunque vivimos en la carne no combatimos según la carne. 4 ¡No!, las armas de nuestro combate no son carnales, antes bien, para la causa de Dios, son capaces de arrasar fortalezas. Deshacemos sofismas3 y cualquier baluarte levantado contra el conocimiento de Dios y reducimos a cautiverio todo entendimiento sometiéndolo a Cristo. 6 Y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia cuando su obediencia sea perfecta. 7 ¡Miren las cosas cara a cara! Si alguien cree ser de Cristo, considere una vez más dentro de sí mismo esto: si él es de Cristo, también lo somos nosotros. 8 Y aun cuando me gloriara, excediéndome algo, en ese poder nuestro que el Señor nos dio para edificación de ustedes y no para ruina, no me avergonzaría. Pues no quiero aparecer como que los atemorizo con mis cartas. 10 Porque se dice que las cartas son severas y fuertes, mientras que la presencia del cuerpo es pobre y la palabra despreciable. 11 Piense ese tal que lo que somos a distancia y de palabra por carta, lo seremos también en presencia y actuando. 1
9 15 La manifestación del amor mutuo entre las comunidades. 10 El brusco cambio de tema y de tono denota el comienzo de lo que fue originalmente una carta independiente, en defensa de su ministerio. Ver 4 7+. 10 17 Cita libre de Jr 9 22-23; ver 1 Co 1 31. 1 1 2 Pablo demuestra para con la Iglesia de
11 4
tedes ha derramado Dios. 15 ¡Gracias sean dadas a Dios por su don inefable*!
*
Respuesta a la acusación de ambición. 12 Ciertamente no nos atravemos a igualarnos . ni compararnos a algunos que se recomiendan a sí mismos. Midiéndose a sí mismos según su opinión y comparándose consigo mismos, obran sin sentido. 13 Nosotros, en cambio, no nos gloriaremos desmesuradamente; sino según la norma que Dios mismo nos ha asignado como medida al hacernos llegar también hasta ustedes. 14 Porque no traspasamos los límites debidos, como sería si no hubiéramos llegado hasta ustedes; hasta ustedes hemos llegado con el Evangelio de Cristo. 15 No nos gloriamos desmesuradamente a costa de los trabajos de los demás; sino que esperamos, mediante el progreso de su fe, engrandecernos cada vez más en ustedes conforme a nuestra norma, 16 extendiendo el Evangelio más allá de ustedes en lugar de gloriarnos en territorio ajeno por trabajos ya realizados. 17 El que se gloríe, gloríese en el Señor*. 18 Que no es aprobado el que a sí mismo se recomienda, sino aquel a quien el Señor recomienda.
Pablo obligado a elogiarse a sí mismo.
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1 ¡Ojalá pudieran soportar un poco mi locura! ¡Sí que me la soportan!2 Celoso estoy de ustedes con celos de Dios, pues los tengo desposados con un solo esposo para presentarlos cual casta virgen a Cristo*. 3 Pero temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan sus mentes apartándose de la sinceridad con Cristo. 4 Pues, cualquiera
Corinto un amor celoso análogo al de Yahvé para con Israel, Dt 4 24+; Os 1 2 + ; Ef 5 2333+; Ap 21 2 + . El temor de ver a los cristianos seducidos por los falsos apóstoles, v. 13, le lleva a hacer su propio elogio. Varios detalles autobiográficos de 11 23-12 10 no los conocemos por otro conducto.
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segunda epístola a l o s corintios
que se presente predicando otro Jesús* del que les prediqué, y les proponga recibir un espíritu diferente del que recibieron, y un evangelio diferente del que han abrazado ¡lo toleran tan tranquilos! 5 Sin embargo, no me juzgo en nada inferior a esos «superapóstoles*». 6 Pues si carezco de elocuencia, no así de ciencia; que en todo y en presencia de todos se lo hemos demostrado. 7 ¿Acaso tendré yo culpa porque me abajé a mí mismo para ensalzarlos a ustedes anunciándoles gratuitamente el Evangelio de Dios? 8 A otras Iglesias despojé, recibiendo de ellas con qué vivir para servirles. 9 Y estando entre ustedes y necesitado, no fui gravoso a nadie; fueron los hermanos llegados de Macedonia los que remediaron mi necesidad. Siempre evité el serles gravoso, y lo seguiré evitando. 10 ¡Por la verdad de Cristo que está en mí!, que esta gloria no me será arrebatada en las regiones de Acaya. 11 ¿Por qué? ¿Porque no los amo? ¡Dios lo sabe! 12 Y lo que hago, continuaré haciéndolo para quitar todo pretexto a los que 10 buscan con el fin de ser iguales a nosotros en lo que se glorían*. 13 Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. 14 Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. 15 Por tanto, no es mucho que sus ministros se disfracen también de ministros de justicia. Pero su fin será conforme a sus obras. 16 Digo una vez más que nadie me tome por necio; pero, aunque sea como necio, permítanme que también me gloríe yo un poco. 17 Lo que les voy a decir, no lo diré según el Señor, sino como en un acceso de locura, seguro de tener algo de qué gloriarme. Ya que tantos otros se glorían según la carne, también yo me voy a gloriar. 19 Gustosos soportan a los necios, ¡us-
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sensatos!20
tedes que son Soportan que los esclavicen, que los devoren, que les roben, que se engrían, que los abofeteen. 21 Para vergüenza suya lo digo; ¡nos hemos mostrado débiles.'..! En cualquier cosa en que alguien presuma —es una locura lo que digo— también presumo yo*. 22 ¿Que son hebreos? También yo lo soy. ¿Que son israelitas? ¡También yo! ¿Son descendencia de Abrahán? ¡También yo! 23 ¿Ministros de Cristo? —¡Digo una locura!— ¡Yo más que ellos! Más en trabajos; más en cárceles; muchísimo más en azotes; en peligros de muerte, muchas veces. 24 Cinco veces recibí de los judíos los cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces fui azotado con varas; una vez lapidado; tres veces naufragué; un día y una noche pasé en alta mar.26 Viajes frecuentes; peligros de ríos; peligros de salteadores; peligros de los de mi raza; peligros de los gentiles; peligros en ciudad; peligros en despoblado; peligros por mar; peligros entre falsos hermanos; 27 trabajos y fatigas; noches sin dormir, muchas veces; hambre y sed; muchos días sin comer; frío y desnudez. 28 Y aparte de otras cosas, mi responsabilidad diaria: la preocupación por todas las Iglesias. 29 ¿Quién desfallece sin que desfallezca yo? ¿Quién sufre escándalo sin que yo tenga fiebre? 30 Si hay que gloriarse, en mi flaqueza me gloriaré.31 El Dios, Padre del Señor Jesús, ¡bendito sea por todos los siglos!, sabe que no miento. 32 En Damasco, el etnarca del rey Aretas tenía puesta guardia en la ciudad de los damascenos con el fin de prenderme. 33 Por una ventana y en una canasta fui descolgado muro abajo. Así escapé de sus manos. 1 ^ 1 ¿Que hay que gloriarse? —aunX que no trae ninguna utilidad—; pues vendré a las visiones y revelaciones del Señor.2 Sé de un hombre en Cristo,
1 1 4 La palabra Jesús, a solas, alude en Pa- Doce cuya autoridad Pablo reconoce, Ga 1 18; blo a la existencia terrestre de Cristo, pero 2 9. comporta también el matiz específico de hu11 12 Desinterés que sus enemigos jamás se millación y de sufrimiento, que culminan en atreverán a apropiarse. Ver Hch 18 3 + . la cruz. 11 21 Pablo en diversas ocasiones vuelve so11 5 Superapóstoles, ver 12 11. Son falsos bre su pasado de auténtico judío: Rm 11 1; Ga apóstoles, 1113. Ciertamente no se trata de los 1 13-14; Flp 3 3-6 + ; ver Hch 22 3s; 26 4-5.
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el cual hace catorce años —si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe— fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y sé que este hombre —en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe— 4 fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar. 5 De ese tal me gloriaré; pero en cuanto a mí, sólo me gloriaré en mis flaquezas. 6 Si pretendiera gloriarme no haría el necio, diría la verdad. Pero me abstengo de ello. No sea que alguien se forme de mí una idea superior a lo que en mí ve u oye de mí. 7 Y por eso, para que no me engría con la sublimidad de esas revelaciones, me fue dado un aguijón a mi carne*, un ángel de Satanás que me abofetea para que no me engría. 8 Por este motivo tres veces rogué al Señor que se alejase de mí. 9 Pero él me dijo: «Mi gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza». Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo. 10 Por eso me complazco en mis flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las angustias sufridas por Cristo; pues, cuando soy débil, entonces es cuando soy fuerte*. 11 ¡Véanme aquí hecho un necio! Ustedes me han obligado. Pues ustedes debían recomendarme, porque en nada he sido inferior a esos «superapóstoles», aunque nada soy. 12 Las características del apóstol se vieron cumplidas entre ustedes: paciencia perfecta en los sufrimientos, signos, prodigios y milagros. 13 Pues ¿en qué han sido inferiores a las demás Iglesias, excepto en no haberles sido yo gravoso? ¡Perdónenme este agravio! 14 Miren, es la tercera vez que estoy a punto de ir a ustedes, y no les seré gravoso, pues no busco sus cosas sino a ustedes. Efectivamente, no corresponde a los hijos ahorrar para los padres, sino a los padres ahorrar para
los hijos. 15 Por mi parte, muy gustosamente gastaré y me desgastaré por sus almas. Amándolos más ¿seré yo menos amado? 16 Es verdad, en nada les fui gravoso; pero en mi astucia, los he cazado con trampa. 17 ¿Acaso los exploté por alguno de los que les envié? 18 Supliqué a Tito y mandé con él al hermano. ¿Los ha explotado acaso Tito? ¿No hemos obrado según el mismo espíritu? ¿No hemos seguido las mismas huellas?
12 7 Aguijón, quizá una enfermedad de ataques agudos e imprevisibles; quizá la resistencia de Israel a la fe cristiana, ver Rm 9 8. 12 10 Ver 4 7 + ; 1 Co 1 26-2 5. 12 19 Avisos relacionados con la visita proyectada.
13 1 En el judaismo palestinense, Dt 19 15, se interpretaba en el sentido de que a los delincuentes había que amonestarles dos o tres veces antes de infligirles el castigo. Ver Mt 18 16; 1 Tm 5 19.
Aprensiones e inquietudes de Pablo*. 19 Hace tiempo están pensando que nos estamos justificando delante de ustedes. Delante de Dios, en Cristo, estamos hablando. Y todo esto, queridos míos, para edificación de ustedes. 20 En efecto, temo que a mi llegada no los encuentre como yo querría; ni me encuentren como querrían: que haya discordias, envidias, iras, ambiciones, calumnias, murmuraciones, insolencias, desórdenes.21 Temo que en mi próxima visita el Señor me humille por causa de ustedes y tenga que llorar por muchos que anteriormente pecaron y no se convirtieron de sus actos de impureza, fornicación y libertinaje.
1 O 1 Por tercera vez voy a ustedes. X ü Por la palabra de dos o tres testigos se resolverá todo asunto*. 2 Ya lo tengo dicho a los que anteriormente pecaron y a todos los demás, y vuelvo a decirlo ahora que estoy ausente, lo mismo que la segunda vez estando presente: si vuelvo otra vez, obraré sin miramientos, 3 ya que quieren una prueba de que habla en mí Cristo, el cual no es débil para con ustedes, sino poderoso entre ustedes. 4 Pues, ciertamente, fue crucificado en razón de su flaqueza, pero está vivo por la fuerza de Dios. Así también nosotros: somos débiles en él, pero viviremos con él por la fuerza de Dios sobre ustedes.
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Examínense ustedes mismos si se mantienen en la fe. Pónganse a prueba a ustedes mismos. ¿No reconocen que Jesucristo está en ustedes? ¡A no ser que se encuentren ya reprobados! 6 Espero que reconocerán que nosotros no estamos reprobados. 7 Rogamos a Dios que no hagan mal alguno. No para que nosotros aparezcamos aprobados, sino para que obren el bien, aun cuando quedáramos nosotros reprobados. 8 Pues 3
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nada podemos contra la verdad, sino sólo a favor de la verdad.9 Ciertamente, nos alegramos cuando somos nosotros débiles y ustedes fuertes. Lo que pedimos en la oración es su perfeccionamiento. 10 Por eso les escribo esto ausente, para que, presente, no tenga que obrar con severidad conforme al poder que me otorgó el Señor para edificar y no para destruir.
Conclusión Recomendaciones. Saludo final. Por lo demás, hermanos, alégrense; sean perfectos; anímense; tengan un mismo sentir; vivan en paz, y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. 11
13 12 Se trata del beso litúrgico, símbolo de la fraternidad cristiana, Rm 16 16; 1 Co 16 20; 1 Ts 5 26. 13 13 Augurio trinitario que quizá se utilizaba en la liturgia primitiva, ver Mt 28 19. En muchos pasajes de las epístolas, las tres Per-
12 Salúdense mutuamente con el beso* santo. Todos los santos los saludan. 13 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con lodos ustedes*.
sonas se muestran en acción, de forma diversa según los contextos; véanse en particular Rm 1 4; 15 16.30; 1 Co 6 11; 12 4-6; Ef 1 3-14; 4 4-6; 2 Ts 2 13-14. Ver también Mt 28 19; 1 P 1 2; 3 18; 1 Jn 4 2; Judas 20-21;,Ap 1 4-5; etc.
EPÍSTOLA A LOS GÁLATAS Saludo.
I
Pablo, apóstol*, no de parte de los hombres ni por mediación de hombre alguno, sino por Jesucristo y Dios Padre, que lo resucitó de entre los muertos, 2 y todos los hermanos que conmigo están, a las Iglesias de Galacia. 3 Gracia a ustedes y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo, 4 que se entregó a sí mismo por nuestros pecados, para librarnos de este mundo perverso*, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 1
Amonestación. 6
Me maravillo de que tan pronto
I.
hayan abandonado al que los llamó por la gracia de Cristo, para abrazar otro evangelio 7 —no que sea otro, sino que hay algunos que los están turbando y quieren deformar el Evangelio de Cristo—. 8 Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo les anunciara un evangelio distinto del que les hemos anunciado, ¡sea maldito!9 Como les tengo dicho, también ahora lo repito: Si alguno les anuncia un evangelio distinto del que han recibido, ¡sea maldito! 10 Porque ¿busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O es que intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo.
La prueba de los hechos
La llamada de Dios. Porque les hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí, no es de orden humano, 12 pues yo no lo recibí ni aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. Pues han oído hablar de mi conducta anterior en el judaismo*, cuán encarnizadamente perseguía a la Iglesia de Dios para destruirla, 14 y cómo superaba en el judaismo a muchos compatriotas de mi generación, aventajándoles en el celo por las tradiciones de mis padres. 15 Mas, cuando Aquel que me. separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia*, tuvo a bien 16 revelar en mí a su Hijo*, para que lo anunciara entre los gentiles, al punto, sin pedir consejo a hombre alguno, ni subir a Jerusalén ante los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, de donde volví a Damasco. 11
1 1 Pablo explica el contenido de este título de apóstol, que justifica en los cap. 1-2. Ver Rm 1 1 +. 1 4 El mundo perverso, opuesto al mundo mesiánico futuro, es el de Satán, 2 Co 4 4; 1 Jn 1 9 + , del pecado y de la Ley, mundo todavía presente, aunque ya Cristo nos ha liberado de él para introducirnos en el Reino de Dios, Rm 6 15 + ; 7; 14 17; 1 Co 6 9-10; Col 1 13.
18 Luego, de allí a tre$ años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía. 19 Y no vi a ningún otro apóstol, sino a Santiago, el hermano del Señor. 20 Y en lo que les escribo, Dios me es testigo de que no miento. 21 Más tarde me fui a las regiones de Siria y Cilicia. 22 Personalmente no me conocían las Iglesias de Cristo en Judea. 23 Solamente habían oído decir: «El que antes nos perseguía ahora anuncia la buena nueva de la fe que entonces quería destruir».24 Y glorificaban a Dios por mi causa.
La asamblea de Jerusalén*. Ver Hch 15+
2
1 Luego, al cabo de catorce años, subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo también a Tito. 2 Subí movido por una revelación
1 13 Ver Hch 8 3; 9 21; Flp 3 4-6+. 1 15 Esta vocación recuerda Jr 1 5; Is 49 1. Ver Hch 9 15 + . 1 16 Pablo subraya que esta visión objetiva, 1 Co 9 1; 15 8; Hch 9 17, fue una revelación interior y que decidió su vocación de apóstol de los gentiles, 2 8-9; Hch 9 15+; Rm 1 1+; 16 25. 2 Este relato repite globalmente el de Hch 15 + . Le insiste en los acuerdos que fa-
282 e p í s t o l a a l o s g á l a t a s y les expuse a los notables en privado el Evangelio que proclamo entre los gentiles para ver si corría o había corrido en vano*. 3 Pues bien, ni siquiera Tito que estaba conmigo, con ser griego, fue obligado a circuncidarse. 4 Y esto a causa de los intrusos, los falsos hermanos que solapadamente se infiltraron para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, con el fin de reducirnos a esclavitud, 5 a quienes ni por un instante cedimos, sometiéndonos, a fin de salvaguardar para ustedes la verdad del Evangelio*...6 Y de parte de los que eran tenidos por notables —¡no importa lo que fuesen: Dios no mira la condición de los hombres— en todo caso, los notables nada nuevo me impusieron. 7 Antes al contrario, viendo que me había sido confiada la evangelización de los incircuncisos, al igual que a Pedro la de los circuncisos, 8 —pues el que actuó en Pedro para hacer de él un apóstol de los circuncisos, actuó también en mí para hacerme apóstol de los gentiles— y reconociendo la gracia que me había sido concedida, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos tendieron la mano en señal de comunión a mí y a Bernabé, para que nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los circuncisos*. 1(1 Sólo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, cosa que he procurado cumplir*.
3 19
tiago, comía en compañía de los gentiles; pero una vez que aquéllos llegaron, empezó a evitarlos y apartarse de ellos por miedo a los circuncisos. 13 Y los demás judíos disimularon como él, hasta el punto de que el mismo Bernabé se vio arrastrado a la simulación. 14 Pero en cuanto vi que no procedían rectamente, conforme a la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos: «Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo obligas a los gentiles a vivir como judíos? El Evangelio de Pablo.
11 Mas, cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era censurable*. 12 Pues antes que llegaran algunos de parte de San-
15 «Nosotros somos judíos de nacimiento y no gentiles pecadores*; a pesar de todo, 16 conscientes de que el hombre no se justifica por las obras de la ley sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús a fin de conseguir la justificación por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley, pues por las obras de la ley nadie será justificado *. 17 Ahora bien, si buscando nuestra justificación en Cristo, resulta que también nosotros somos pecadores, ¿está Cristo al servicio del pecado? ¡De ningún modo! 18 Pues si vuelvo a edificar lo que una vez destruí, a mí mismo me declaro transgresor. 19 En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado;20 y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí*. Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21 No anulo la gracia de Dios, pues si por la ley se obtuviera la justicia, habría muerto en vano Cristo.»
vorecen el progreso del Evangelio. Pablo justifica su apostolado respecto de los demás apóstoles. 2 2 Pablo no podía fundar sus Iglesias sin quedar de acuerdo con la Iglesia madre, representada aquí por los tres apóstoles notables, las columnas del v. 9; ver Hch 15. 2 5 La expresión salvaguardar para... supone que Pablo había predicado en Galacia antes de la asamblea de Jerusalén; pero ver Hch 16 6. 2 9 De hecho, se trataba más bien de un reparto geográfico de Palestina y de la Dispersión. 2 10 Ver 1 Co 16 1 + .
2 11 La actitud de Pedro, disimulando sus sentimientos, ver Hch 10 28; 15 7-11, permitía pensar que solos los judíos convertidos que practicaban la Ley eran los verdaderos cristianos. 2 15 Gentiles pecadores, expresión que no deja de tener su ironía. Sin embargo Pablo nunca negó los privilegios de Israel, Rm 1 16; 3 + ; 9 4-5; ver Ga 1 13 + , a pesar de su infidelidad temporal, Rm 11 13 + . 2 16 Cita de Sal 143 2; ver Rm 3 20+. 2 20 Por la fe, Cristo se convierte, en cierto sentido, en sujeto de todas las acciones vitales del cristiano, Rm 8 2.10-11 + ; Ef 3 17; Flp 1 21; ver Col 3 3 + ; Jn 15 4; 17 23; etc.
Pedro y Pablo en Antioquía. Ver Hch 15+
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epístola a l o s gálatas
II.
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Razonamiento doctrinal
La experiencia cristiana.
3
¡Gálatas insensatos! ¿Quién los ha fascinado a ustedes, a cuyos ojos ha sido presentado Jesucristo crucificado*?2 Quiero saber de ustedes una sola cosa: ¿han recibido el Espíritu por las obras de la ley o por la fe en la predicación*? 3 ¿Tan insensatos son? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿terminan ahora en carne? 4 ¿Han pasado en vano por tales experiencias? ¡Pues bien en vano sería! 5 El que les otorga el Espíritu y obra milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la ley 0 por fe en la predicación? 1
nadie ante Dios es cosa evidente, pues el justo vivirá por la fe*; 12 pero la ley no procede de la fe, antes bien quien practique sus preceptos, vivirá por ellos*.— 13 Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros*, pues dice la Escritura: Maldito el que cuelga de un madero. 14 Y esto para que la bendición de Abrahán llegara a los gentiles, en Cristo Jesús, y por la fe recibiéramos el Espíritu de la promesa. La Ley no anula la promesa.
15 Hermanos, voy a explicarme al modo humano: aun entre los hombres, nadie anula ni añade nada a un testaLa tesis de Pablo*. mento hecho en regla. 16 Pues bien, las 6 Así, Abrahán creyó en Dios y le fue promesas fueron hechas a Abrahán y a tenido en cuenta como justicia. 7 Tensu descendencia. No dice: «y a los desgan, pues, entendido que los que creen, cendientes», como si fueran muchos*, ésos son los hijos de Abrahán. sino a uno solo, a tu descendencia, es decir, a Cristo. 17 Y digo yo: Un testaPrueba bíblica. mento ya hecho por Dios en debida forma, no puede ser anulado por la ley, 8 La Escritura, previendo que Dios que llega cuatrocientos treinta años justificaría a los gentiles por la fe, anunció con antelación a Abrahán esta buena más tarde, de tal modo que la prome18 nueva: En ti serán bendecidas todas las sa* quede anulada. Pues si la herennaciones*. 9 Así pues, los que creen son cia dependiera de la ley, ya no procedería de la promesa, y sin embargo, bendecidos con Abrahán el creyente. Dios otorgó a Abrahán su favor en for10 Porque todos los que viven de las ma de promesa. obras de la ley incurren en maldición.
Pues dice la Escritura: Maldito todo el que no se mantenga en la práctica de todos los preceptos escritos en el libro de la Ley*. — " Y que la ley no justifica a
3 1 La salvación por Cristo muerto y resucitado es la base de toda la catequesis paulina, 1 1-4; 6 14; Hch 13 26-39; Rm 4 24-25+; 1 Co 2 2; 15 + ; 1 Ts 1 9-10+. 3 2 Por la fe en la predicación, lit.: por la escucha de la fe, v. 5; ver Rm 10 17+; 1 Ts 2 13+. 3 6 La tesis defendida por Pablo es que sólo por la fe se llega a ser hijo de Abrahán; la cita de Gn 15 6 es una prueba. El ser hijo de Abrahán no lo da el hecho de ser judío, sino la fe; ver Rm 4 3 + . 3 8 Cita de Gn 12 3. 3 10 Cita de Dt 27 26. 3 11 Cita de Ha 2 4; ver Rm 1 17+. 3 12 La Ley exige el cumplimiento total, v. 10 y 5 3, que ella, por sí misma, es incapaz de otorgar; ver Hch 15 10; Rm 7 7 + . -La cita es
Función de la Ley*. 19 Entonces, ¿para qué la ley? Fue añadida en razón de las transgresiones
de Lv 18 5. 3 13 Cristo se hizo solidario de la maldición que pesaba sobre los hombres, ver 2 Co 5 21 + ; Col 2 14. La analogía lejana entre Cristo crucificado y el ajusticiado de Dt 21 23 es sólo una ilustración de la doctrina expuesta. 3 16 Ver Gn 12 7; el empleo de un término colectivo ofrece un argumento más. 3 17 La promesa incondicional hecha por Dios a los Padres, Gn 12 + ; 15 + ; Rm 4 13 + ; Hb 11 8, se mira aquí como un testamento, ver Hb 9 15 + . Dios se contradiría si la Ley atentara contra la gratuidad de la promesa. 3 19 La Ley, Rm 7 7+, daba el conocimiento del pecado, Rm 3 20+. Así lleva a la fe en Cristo, 4 2, que ha cumplido la promesa, w . 23-29.
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hasta que llegara la descendencia, a quien iba destinada la promesa, promulgada por los ángeles y con la intervención de un mediador.20 Ahora bien, cuando actúa uno solo, no hay mediador, y Dios es uno solo. 21 Según esto, ¿la ley se opone a las promesas de Dios? ¡De ningún modo! Si se nos hubiera otorgado una ley capaz de dar vida, en ese caso la justicia vendría realmente de la ley.22 Pero la Escritura encerró todo bajo el pecado, a fin de que la promesa fuera otorgada a los creyentes mediante la fe en Jesucristo. El advenimiento de la fe. 23 Antes de que llegara la fe, estábamos encerrados bajo la vigilancia de la ley, en espera de la fe que debía manifestarse. 24 De manera que la ley fue nuestro pedagogo* hasta Cristo, para ser justificados por la fe. 25 Mas, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo. 26 Pues todos son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. 27 Los que se han bautizado en Cristo* se han revestido de Cristo: 28 ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos ustedes son uno en Cristo Jesús.29 Y si son de Cristo, ya son descendencia de Abrahán, herederos según la promesa.
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nores de edad, éramos esclavos de los elementos del mundo*. 4 Pero, al llegar la plenitud de los tiempos*, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, 5 para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la condición de hijos*.6 Y, como son hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!7 De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios. 8 Pero en otro tiempo, cuando no conocían a Dios, servían a los que en realidad no son dioses. 9 Mas, ahora que han conocido a Dios, o mejor, que él los ha conocido, ¿cómo retornan a esos elementos sin fuerza ni valor, a los cuales quieren volver a servir de nuevo? 10 Observan los días, los meses, las estaciones, los años. " Me hacen temer haya sido en vano todo mi afán por ustedes. El cambio de los gálatas*.
' Pues digo yo: Mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, con ser dueño de todo; 2 sino que está bajo tutores y administradores hasta el tiempo fijado por el padre. 3 De igual manera, también nosotros, mientras éramos me-
12 Hagan como yo, pues yo me hice como ustedes. Ningún agravio me hicieron. 13 Pero bien saben que una enfermedad corporal me dio ocasión para evangelizarlos por primera vez; 14 y, no obstante la prueba que suponía para ustedes mi cuerpo, no me mostraron desprecio ni repulsa, sino que me recibieron como a un mensajero de Dios: como a Cristo Jesús. 15 ¿Dónde está ahora la felicitación que se daban? Pues yo mismo puedo atestiguarles que ustedes se hubieran arrancado los ojos, de haber sido posible, para dármelos. 16 ¿Es que me he vuelto enemigo de ustedes diciéndoles la verdad? 17 Ese interés por ustedes no es bueno; quieren
3 24 Una vez que el pedagogo ha llevado a los niños al maestro, concluye su cometido. Tal era el cometido de la Ley, Rm 6 14-15+; ver Mt 5 17+. 3 27 Hijo de Dios por la fe y el bautismo, 4 5; Rm 6 4+; 8 l l + .29+;Jn 1 12+. 4 Habiendo hecho Dios a los cristianos hijos suyos, w . 1-7, éstos no pueden recaer en la esclavitud, w . 8-11. 4 3 Los elementos del mundo son las prescripciones legales que regulaban el uso del mundo material, ver v. 9; Col 2 8.20, y, posteriormente, los espíritus angélicos adminis-
tradores de la Ley, 3 19; Col 2 16+; Hb 2 2 + . 4 4 La salvación preparada en el AT ha sido cumplida por Jesús que inaugura la era mesiánica en el momento querido por Dios, ver Mt 5 17 + ; Me 1 15; Hch 1 7 + ; 1 Co 10 11; 2 Co 6 2 + ; Ef 1 10; Hb 1 2; 1 P 1 20. 4 5 El esclavo liberado se convierte en hijo adoptivo, no solamente por accesión jurídica a la herencia, sino por el don real del Espíritu, 3 26-27+. 4 12 Pablo recuerda a los Gálatas la acogida que le hicieron hace algún tiempo. Su cambio de actitud es un enigma.
La filiación divina*.
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alejarlos de mí para que se interesen por ellos. 18 Bien está ser objeto de interés para el bien, pero siempre, y no sólo cuando yo estoy entre ustedes. 19 ¡Hijitos míos!, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en ustedes*.20 Quisiera hallarme ahora en medio de ustedes para poder acomodar el tono de mi voz, pues no sé cómo habérmelas con ustedes.
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¿qué dice la Escritura? Despide a la esclava y a su hijo, que no herederá el hijo de la esclava junto con el hijo de la libre. 31 Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre. Conclusión: la verdadera libertad cristiana*.
5
21 Díganme ustedes, los que quieren estar sometidos a la ley: ¿No oyen lo que dice la ley? 22 Pues está escrito que Abrahán tuvo dos hijos: uno de la esclava y otro de la libre. 23 Pero el de la esclava nació según la naturaleza; el de la libre, en virtud de la promesa.24 Hay en ello una alegoría: estas mujeres representan dos alianzas; la primera, la del monte Sinaí, madre de los esclavos, es Agar,23 (pues el monte Sinaí está en Arabia) y corresponde a la Jerusalén actual, que es esclava, y lo mismo sus hijos. 26 Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésa es nuestra madre*, 27 pues dice la Escritura: Regocíjate estéril, la que no dabas hijos; rompe en gritos de júbilo, la que no conocías los dolores de parto, que más son los hijos de la abandonada que los de la casada. 28 Y ustedes, hermanos, a la manera de Isaac, son hijos de la promesa. 29 Pero, así como entonces el nacido según la naturaleza perseguía al nacido según el Espíritu, así también ahora. 30 Pero
1 Para ser libres nos ha liberado Cristo. Manténganse, pues, firmes y no se dejen oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. 2 Soy yo, Pablo, quien se lo dice: Si se circuncidan, Cristo no les aprovechará nada. 3 De nuevo declaro a todo hombre que se circuncida que queda obligado a practicar toda la ley. 4 Han roto con Cristo todos cuantos buscan la justicia en la ley. Han caído en desgracia.5 En cuanto á nosotros por el Espíritu y la fe esperamos la justicia anhelada. 6 Porque siendo de Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen eficacia, sino la fe que actúa por la caridad. 7 Corrían bien, ¿quién les puso obstáculos para que no siguieran la verdad? 8 Semejante persuasión no proviene de Aquel que los llama.9 Un poco de levadura hace fermentar toda la masa. 10 Por mi parte, confío en el Señor que no cambiarán de actitud; pero el que los perturba, quienquiera que sea, cargará con su sentencia. 11 En cuanto a mí, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué soy perseguido? ¡Pues se acabó ya el escándalo de la cruz! 12 ¡Ojalá que se mutilaran los que los perturban!
4 19 Ver 1 Ts 2 7-11; 1 Co 4 14-15; 2 Co 6 13. 4 21 El apóstol vuelve de nuevo al tema de la filiación, en una argumentación bíblico-alegórica, Gn 16; 21 9-21, para demostrar cómo entre los descendientes de Abrahán la libertad de la promesa ha suplantado a la servidumbre
de la Ley. Ver Rm 9 6-13. 4 26 Oposición entre las dos Jerusalén, la que sigue esclava de la Ley, y la de los tiempos mesiánicos, Is 2 2; 54 1; ver Ap 21 2 + . 5 Volviendo a la circuncisión, se renunciaría a la libertad que concede la fe en Cristo, ver Rm 6 15 + .
Las dos alianzas: Agar y Sara*.
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III.
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Exhortaciones morales.
La verdadera libertad de los creyentes Libertad y caridad*. Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad; pero no tomen de esa libertad pretexto para la carne; antes al contrario, sírvanse unos a otros por amor.14 Pues toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo*. 15 Pero si se muerden y se devoran unos a otros, ¡miren no vayan a destruirse mutuamente! ,6 Les digo esto: procedan según el Espíritu, y no den satisfacción a las apetencias de la carne. 17 Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí tan opuestos, que no hacen lo que quieren. 18 Pero, si son guiados por el Espíritu, no están bajo la ley. 19 Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, 20 idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, ambición, divisiones, disensiones, 21 rivalidades, borracheras, comilonas y cosas semejantes, sobre las cuales les prevengo, como ya les previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. 22 En cambio el finio del Espírilu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, 21 modestia, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley. 24 Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias*. 25 Si vivimos por el Espíritu, sigamos también al Espíritu. 26 No seamos vanidosos provocándonos los unos a los otros y envidiándonos mutuamente. 13
5 13 La vida nueva en la fe tiene como lev el amor, w . 13-15; 5 6; 6 2; Rm 7 7 + ; 13 7-8 + . Produce el fruto del Espíritu, no las obras de la carne, w . 16-25; 6 8; Rm 5 5 + . 5 14 Cita de Lv 19 18; ver Mt 22 34-39p. 5 24 Esta libertad, obra del Espíritu, se realiza en aquellos que están crucificados con Cristo, 2 19-20; 6 14; Rm 6 6-7; 8 13; Col 3 5. 6 2 No una lista de preceptos, sino el ideal de la vida humana en cuanto encarnado en la
Preceptos diverso.s sobre el amor y el celo.
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1 Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, los espirituales, corríjanlo con espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti mismo, pues también tú puedes ser tentado. 2 Ayúdense mutuamente a llevar sus cargas y cumplan así la ley de Cristo*. 3 Porque si alguno se imagina ser algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. 4 Examine cada cual su propia conducta y entonces tendrá en sí solo motivos de gloriarse, y no en otros,5 pues cada uno lleva su propia carga. 6 Que el catecúmeno comparta sus bienes con el catequista. 7 No se engañen; de Dios nadie se burla. Pues lo que uno siembre, eso cosechará: 8 el que siembre para su carne, de la carne cosechará corrupción; el que siembre para el espíritu, del espíritu cosechará vida eterna. 9 No nos cansemos de obrar el bien; que a su debido tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos. 10 Por tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe*.
Epílogo. 11 ¡Miren con qué letras tan grandes les escribo de mi propio puño*! 12 Los que quieren ser bien vistos en lo humano, son los que los fuerzan a circuncidarse, con el único fin de evitar la persecución por la cruz de Cristo.13 Pues ni siquiera esos mismos que se circuncidan cumplen la ley; sólo desean verlos
persona de Cristo, 1 Co 9 21. 6 10 El amor fraterno, 1 Co 13 1+, que se expresa en todas las acciones del cristianismo, 5 13-14, es un testimonio a los ojos de sus hermanos, Rm 14 15, y de todos los demás, Rm 12 17-18; ver Jn 13 35; 1 Ts 3 12; 5 15. 6 11 Como de costumbre, Pablo añade algunas palabras de su propio puño, ver 2 Ts 3 17; 1 Co 16 21-24; Col 4 18.
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circuncidados para gloriarse en su carne. 14 En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo es para mí un crucificado y yo un crucificado para el mundo*! 15 Porque lo que cuenta no es la circuncisión, ni la incircuncisión, sino la creación nueva.
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Y para todos los que se sometan a esta regla, paz y misericordia, lo mismo que para el Israel de Dios*. 17 En adelante nadie me moleste, pues llevo sobre mi cuerpo las señales de Jesús*. 18 Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con su espíritu. Amén. 16
6 14 El mundo de la carne y del pecado, 1 promesas, 3 6-9; 4 21-31; Rm 9 6-8; Ap 7 4 + . 4+; 4 3 + ; ver Jn 17 14; Rm 12 2 + ; 1 Jn 2 15- 6 17 Las señales, es decir, las cicatrices de los malos tratos sufridos por Cristo, 2 Co 6 417. 5; 11 23.28. 6 16 El pueblo cristiano, heredero de las
EPÍSTOLA A LOS EFESIOS Saludo. les en Cristo Jesús.2 Gracia a ustedes y ' Pablo, apóstol de Cristo Jesús por • paz de parte de Dios, nuestro Padre, y voluntad de Dios, a los santos y fie- del Señor Jesucristo.
1
L
El misterio de la salvación y de la Iglesia
El plan divino de la salvación. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo*; 4 por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; 5 eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia* con la que nos agració en el Amado. 7 En él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia 8 que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia, 9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él se propuso de antemano, 10 para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por cabeza, 3
1 3 Toda la epístola se mantiene en una perspectiva celestial y cósmica. Comienza por una amplia alabanza, w . 3-14, en la que el Padre es la fuente y el fin de todas las bendiciones espirituales, que se detallan en los w . siguientes: llamamiento de los elegidos a la vida bienaventurada, v. 4; la filiación divina en Jesucristo v. 5, la obra histórica de la redención, v. 7; la revelación del misterio, v. 9; la elección de Israel, v. 11; el llamamiento de los gentiles a participar de la salvación, v. 13. -Obsérvense los ecos de doxologías, w . 6.12.14, y las fórmulas trinitarias, ver 2 Co 13 13+. 16 La gracia, benevolencia eficaz de Dios, incluye una participación en su gloria, Ex 24
lo que está en los cielos y lo que está en la tierra*. 11 A él, por quien somos herederos, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad, 12 para ser nosotros alabanza de su gloria, los que ya antes esperábamos en Cristo. 13 En él también ustedes*, tras haber oído la Palabra de la verdad, el Evangelio de su salvación, y creído también en él, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es prenda de nuestra herencia, para la redención del pueblo de su posesión, para alabanza de su gloria. Triunfo y supremacía de Cristo. 15 Por eso, también yo, al tener noticia de su fe en el Señor Jesús y de su caridad para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por ustedes recordándolos en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el
16 + ; ver Jn 1 14+; 17 22-24; Rm 8 17.21.30+, con el don santificante que en ella nos introduce, ver Rm 6 4+; etc.; 2 P 1 4+. 1 10 Es el tema central de toda la epístola: En la plenitud de los tiempos, Ga 4 4 + , Dios reunifica el mundo creado que el pecado ha disgregado, 1 23 + ; Rm 8 18-22 + ; Col 115-17. Es la recapitulación, a la que dará tanta importancia S. Ireneo. 1 13 Pablo pasa al ustedes, dirigiéndose a los cristianos de origen gentil, a los que él ha recibido la misión de llamar a Cristo, 3 2; Hch 9 15+; Rm 1 1 + . El don del Espíritu ofrecido a todos, Rm 5 5 + , corona el plan de Dios y anticipa el reino eterno, 2 Co 1 22 + .
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Padre tic la gloria, les conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle per'lee!ámente; 18 iluminando los ojos de su corazón para que conozcan cuál es la esperanza a que han sido llamados por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos, |g y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, 20 que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su diestra en los cielos, 21 por encima de todo principado, potestad, virtud, dominación* y de todo cuanto tiene nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero. 22 Sometió todo bajo sus pies* y lo constituyó cabeza suprema de la Iglesia, 23 que es su cuerpo, la plenitud del que lo llena todo en todo*. La salvación en Cristo, don gratuito.
2
1 Y a ustedes que estaban muertos en sus delitos y pecados, 2 en los cuales vivieron en otro tiempo según el proceder de este mundo, según el príncipe del imperio del aire, el espíritu que actúa en los rebeldes*... 3 entre ellos vivíamos también todos nosotros en otro tiempo en medio de las concupiscencias de nuestra carne, siguiendo las apetencias de la carne y de los malos Densamientos, destinados por naturaleza, como los demás, a la ira... 4 Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó,5 estando muertos a causa de nuestros delitos,
1 21 Nombres de las potencias cósmicas jerarquizadas, frecuentes en la literatura judía apócrifa; ver Rm 8 38; Col 1 16; etc. Pablo les da, dentro de la historia de la salvación, calificaciones peyorativas, Ga 4 3 + ; Col 2 15, hasta convertirlas en potencias demoníacas, 2 2; 6 12+. Ver 1 Co 15 24. 1 22 Cita de Sal 8 7; ver 1 Co 15 25-27. 1 23 El Cuerpo de Cristo es la Iglesia, Hch 5 11+; 1 Co 12 12+; pero el Cuerpo reunido en el Espíritu, 4 4, tiene en adelante a Cristo por Cabeza, 4 15-16; 5 23-32+; Col 1 18; 2 19. -La Iglesia es Plenitud, 3 19; 4 13, abrazando el universo renovado y regido por el Salvador, 1 10+; 4 10.13; Col 1 15-20. Todo en todo sugiere una amplitud ilimitada. Ver 1 Co 12 6; 15 28; Col 3 11.
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nos* vivificó juntamente con Cristo —por gracia han sido salvados— 6 y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús*, 7 a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Pues han sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de ustedes, sino que es un don de Dios; 9 tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe. 10 En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos. Judíos y gentiles reconciliados entre sí y con Dios. 11 Así que, recuerden cómo en otro tiempo ustedes, los gentiles* según la carne, llamados «incircuncisos» por la que se llama «circuncisión» —por una operación practicada en la carne—, 12 estaban a la sazón lejos de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y extraños a las alianzas de la promesa, sin esperanza y sin Dios* en el mundo. 13 Mas ahora, en Cristo Jesús, ustedes, los que en otro tiempo estaban lejos, han llegado a estar cerca por la sangre de Cristo. 14 Porque él es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro divisorio*, la enemistad, 15 anulando en su carne la Ley con sus mandamientos y sus decretos, para crear en sí mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo, haciendo las paces, i6 y recon-
2 2 La frase se reanuda en el v. 4. 2 5 Nosotros, tanto los gentiles, vv. 1-2, como los judíos, v. 3. 2 6 La resurrección y la mansión celestial están ya adquiridas, Col 2 12; 3 1-4, y no son solamente futuras, Rm 6 3-11 + ; 8 11+.17-
18+.
2 11 Los gentiles son aquí todo el mundo pagano, antes del Mesías. 2 12 Sin Dios = ateos. Es la única vez que se emplea la palabra ateo en el NT. El único Dios, 1 Co 8 5-6+, vivo y verdadero, 1 Ts 1 9, es aquel que se ha revelado en Israel, Gn 12 + ; Ex 3 15 + ; etc. 2 14 Pablo ve en el muro divisorio que estaba en el Templo de Jerusalén un símbolo de la enemistad entre judíos y gentiles.
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ciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo*, por medio de la cruz, dando en sí mismo muerte a la Enemistad. 17 Vino a anunciar la paz: paz a ustedes que estaban lejos, y paz a los que estaban cerca. 18 Por él, unos y otros tenemos libre acceso al Padre en un mismo Espíritu. 19 Así pues, ya no son extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios, 20 edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas*, siendo la piedra angular Cristo mismo, 21 en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el Señor, 22 en quien también ustedes con ellos están siendo edificados, para ser morada de Dios en el Espíritu.
me al don de la gracia de Dios a mí concedida por la fuerza de su poder. 8 A mí, el menor de todos los santos, me fue concedida esta gracia: la de anunciar a los gentiles la insondable riqueza de Cristo,9 y esclarecer cómo se ha dispensado el misterio escondido desde siglos en Dios, creador del universo, 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los principados y a las potestades en los cielos, mediante la Iglesia, 11 conforme al designio eterno realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, 12 quien, mediante la fe en él, nos da valor para llegarnos confiadamente a Dios. Por lo cual les ruego no se desanimen a causa de las tribulaciones que por ustedes padezco, pues ellas son su gloria.
Pablo, ministro del misterio de Cristo. ||Col 1 24-29.
Súplica de Pablo.
3
Por lo cual yo, Pablo, el prisionero de Cristo por ustedes los gentiles... si es que conocen la misión de la gracia que Dios me concedió en provecho de ustedes*: 3 cómo me fue comunicado por una revelación el conocimiento del misterio, tal como brevemente acabo de exponerles. 4 Según esto, por la lectura de la carta, pueden entender mi conocimiento del misterio de Cristo; 5 misterio que en generaciones pasadas no fue dado a conocer a los hombres, como ha sido ahora revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6 que los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio, 7 del cual he llegado a ser ministro, confor1
2
2 16 El cuerpo personal de Cristo, Col 1 22, en el que se agrupan todos los miembros reconciliados de toda procedencia, 1 23 + , en adelante todos los hijos de Dios, v. 19; Rm 8 29+; etc. 2 20 Se trata más bien de los profetas del NT, 3 5; Hch 11 27 + ; etc. Juntamente con los apóstoles, son los primeros testigos sobre los que está fundada la Iglesia, Mt 16 18+, de los que, por otra parte, Cristo mismo es el único fundamento, 1 Co 3 10-11. 3 2 La misión entre los paganos, v. 7; 1 13; Hch 9 15 + ; Col 1 27+, fue para Pablo un don
,4 Por eso doblo mis rodillas ante el Padre, 15 de quien toma nombre toda familia* en el cielo y en la tierra, 16 para que les conceda, por la riqueza de su gloria, fortalecerlos interiormente, mediante la acción de su Espíritu; 17 que Cristo habite por la fe en sus corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, '8 puedan comprender con todos los santos la anchura y la longitud, la altura y la profundidad*, 19 y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, y se llenen de toda la plenitud de Dios*. 20 A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros,21 a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén.
completamente gratuito e imprevisible, Rm 15 15-16; Ga 1 15-16+. 3 15 La palabra traducida aquí por familia designa todo grupo social que se remonta a un mismo antepasado. 3 18 Esta enumeración tiene analogías estoicas, pero también bíblicas, Jb 11 9. Sugiere la riqueza del misterio, 3 8-9, y del amor de Cristo, que regenera al hombre y al universo. 3 19 El cristiano recibe la plenitud de vida divina de Cristo, Col 2 9+, y entra en la plenitud del Cristo total, 1 23+, que es la Iglesia.
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II. Exhortación Llamamiento a la unidad*.
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' Los exhorto, pues, yo, prisionero por el Señor, a que vivan de una manera digna de la vocación con que lian sido llamados, 2 con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándose unos a otros por amor, 1 poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. 4 Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que han sido llamados. 5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, 6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por todos y está en todos. 7 A cada uno de nosotros le ha sido concedida la gracia a la medida de los dones de Cristo. 8 Por eso dice:
14 Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce al error, 15 antes bien, con la sinceridad en el amor, crezcamos en todo hasta aquel que es la cabeza, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por la colaboración de los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro, para el crecimiento y edificación en el amor*.
La vida nueva en Cristo.
17 Por tanto, les digo y les aseguro esto en el Señor, que no vivan ya como viven los gentiles, según la vaciedad de su mente, 18 obcecada su mente en las tinieblas y excluidos de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos y por Subiendo a la altura, llevó cautivos la dureza de su corazón, 19 los cuales, y repartió dones a los hombres*. habiendo perdido el sentido moral, se 9 ¿Qué quiere decir «subió» sino que entregaron al libertinaje, hasta practicar también bajó a las regiones inferiores con desenfreno toda suerte de impurede la tierra? ,0 Éste que bajó es el miszas*. 20 Pero no es así como ustedes han mo que subió por encima de todos los aprendido a Cristo,21 si es que han oído 1 1 cielos, para llenar el universo*. Él hablar de él y en él han sido enseñados mismo dispuso que unos fueran após- conforme a la verdad de Jesús: 22 destoles; otros, profetas; otros, evangeliza- pójense, en cuanto a su vida anterior, dores; otros, pastores y maestros,12 para del hombre viejo que se corrompe sila adecuada organización de los santos* guiendo la seducción de las concupisen las funciones del ministerio, para edi- cencias, 23 renueven el espíritu de su ficación del cuerpo de Cristo, 13 hasta mente, 24 y revístanse del Hombre Nueque lleguemos todos a la unidad de la fe vo, creado según Dios, en la justicia y y del conocimiento del Hijo de Dios, al santidad de la verdad*. estado de hombre perfecto, a la plena 25 Por tanto, desechando la mentira, madurez de Cristo*. digan la verdad unos a otros*, pues so-
4 La unidad vivida en la Iglesia tiene que remontar tres peligros: la discordia, 1-6; la diversidad de los ministerios, w . 7-13; las doctrinas erróneas, w 14-16. 4 8 El texto del Sal 68 19 proporciona a Pablo dos palabras esenciales en su argumentación: subió, dio. Pablo ve aquí, anunciadas a la vez, la ascensión de Jesús y la efusión del Espíritu, Hch 1 8 +; 2 33 + . 4 10 Cristo, recorriendo así todo el universo, tomó posesión de él como cabeza del mismo, 1 10 + . 4 12 Los santos son los creyentes en cuanto colaboran a la construcción de la Iglesia, ver Hch9 13+. 4 13 Cristo, prototipo de todos los regene-
rados, 2 15; 4 24, incluyendo a todos sus miembros de los que él es la cabeza, 1 10+.23 + ; ver Rm 8 29+; 1 Co 12 12+; Col 3 10-11. 4 16 El servicio mutuo, ver Ga 5 13, animado y unificado por Cristo, asegura el crecimiento (y la construcción, ver 2 20-22) armoniosa de la Iglesia, Col 2 19; 1 Co 12 12-30. 4 19 Ver Rm 1 18-32+. 4 24 Revestido del Hombre Nuevo por el bautismo, Rm 6 4 + ; Ga 3 27+; 2 Co 5 27 + , y hallado en Cristo el verdadero conocimiento moral, Os 2 22+; Flp 1 9-10; Col 1 9-10, el cristiano puede practicar todas las virtudes, w . 25-32. 4 25 Cita de Za 8 16.
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EPÍSTOLA A LOS EFESIOS
mos miembros unos de otros. Si se enojan, no pequen *; no se ponga el sol mientras estén enojados, 27 ni den ocasión al diablo. 28 El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda socorrer al que se halle en necesidad. 29 No salga de su boca palabra dañosa, sino la que sea conveniente para edificar según la necesidad y hacer el bien a los que los escuchen. 30 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el que fueron sellados para el día de la redención. 31 Toda amargura, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre ustedes. 32 Sean amables entre ustedes, compasivos, perdonándose mutuamente como los perdonó Dios en Cristo. 26
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1 Sean, pues, imitadores de Dios, como hijos queridos,2 y vivan en el amor como Cristo los amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave aroma*. 3 La fornicación, y toda impureza o codicia, ni se mencione entre ustedes, como conviene a los santos.4 Lo mismo que la grosería, las necedades o las vulgaridades, cosas que no están bien; sino más bien, acciones de gracias. 5 Porque tengan entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso —que es como ser idólatra— participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios.6 Que nadie los engañe con vanas razones, pues por eso viene la ira de Dios sobre los rebeldes. 7 No tengan parte con ellos. 8 Porque en otro tiempo fueron tinieblas; mas ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de la luz*; 9 pues el fruto de la luz consiste en toda bondad,
4 26 Cita del Sal 4 5 (LXX). 5 2 Alusiones a Gn 8 21; Ex 29 18; Sal 40 7; Ez 20 41; etc. 5 8 El cristiano ha entrado en la luz de Cristo, ver Jn 8 12 + ; Rm 13 11+; 1 Ts 5 5-6; Sal 1 17-18; 1 P 2 9; 1 Jn 1 5-7. 5 14 Sacar las faltas a la plena luz del día para corregirlas es una obra buena, ver Jn 3 20-21. -Los versos siguientes son probablemente un fragmento de algún himno primitivo, ver Is 26 19. Para la idea, Rm 6 4+; Hb 6; 10 32. 5 18 Ver Pr 23 31 (LXX). 5 21 Ver Col 3 18+.
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justicia y verdad. 10 Examinen qué es lo que agrada al Señor, 11 y no participen en las obras infructuosas de las tinieblas, antes bien, denúncienlas. 12 Sólo el mencionar las cosas que hacen ocultamente da vergüenza; 13 pues, al ser denunciadas, salen a la luz. 14 Pues todo lo que queda manifiesto es luz. Por eso se dice*: Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo. 15 Así pues, miren atentamente cómo viven; no sean necios, sino sabios; 16 aprovechando bien la ocasión, porque los días son malos. 17 Por tanto, no sean insensatos, sino comprendan cuál es la voluntad del Señor. ,8 No se embriaguen con vino*, que es causa de libertinaje; llénense más bien del Espíritu. 19 Reciten entre ustedes salmos, himnos y cánticos inspirados; canten y salmodien en su corazón al Señor, 2" dando gracias siempre y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo,
Moral familiar*. ||Col 3 1 8 - 4 1 21 Sean sumisos los unos a los otros en el temor de Cristo: 22 las mujeres a sus maridos, como al Señor, 23 porque* el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, el salvador del cuerpo. 24 Como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo. 25 Maridos, amen a sus mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella,26 para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra*,27 y pre-
5 23 Como Dios era el esposo de su pu Mo, Os 1 2+, Cristo es el esposo de la Iglesia, 2 Co 11 2+; Jn 3 29; Ap 21 2+, porque es su cabeza, 1 22-23+; 4 15, y la ama como un marido a su mujer. Esta comparación, una vez admitida, proporciona a su vez un modelo ideal al matrimonio humano. Esta doctrina sobre las relaciones conyugales completa la de 1 Co 7. 5 26 El baño del bautismo ha introducido a la Iglesia en la Alianza, ver Ez 16 9; Tt 3 5-7+. El bautismo va acompañado por la palabra, proclamada por el ministro y aceptada en la profesión de fe del bautizado, 1 13; Me 16 1516; Hch 2 38 + ; Rm 6 4+; 1 P 1 23.
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epístola a l o s efesios
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sentársela resplandeciente a sí mismo, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada. 28 Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborrece jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia,30 pues somos miembros de su cuerpo. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una carne. 32 Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia*. 33 En todo caso, también ustedes, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido.
tanse de las armas de Dios* para poder resistir a las acechanzas del diablo. 12 Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que están en el aire*. 13 Por eso, tomen las armas de Dios, para que puedan resistir en el día funesto, y manténganse firmes después de haber vencido todo. ,4 Pónganse en pie, ceñida su cintura con la verdad y revestidos de la justicia como coraza, 15 calzados los pies con el celo por el Evangelio de la paz, 16 embrazando siempre el escudo de la fe, para que puedan apagar con él todos los encendidos dardos del maligno. 17 Tomen, también, el yelmo de la sal1 Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor; porque esto es justo. 2 Honra vación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 siempre en oraa tu padre y a tu madre, tal es el primer mandamiento que lleva consigo una ción y súplica, orando en toda ocasión promesa: 3 Para que seas feliz y se pro- en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos longue tu vida sobre la tierra*. 4 Padres, no exasperen a sus hijos, sino fórmenlos los santos, 19 y también por mí, para que me sea dada la palabra al abrir mi más bien mediante la instrucción y la boca* para dar a conocer con valentía exhortación según el Señor. 5 Esclavos, obedezcan a sus amos de el misterio del Evangelio, 20 del cual este mundo con respeto y temor, con soy embajador entre cadenas, y pueda sencillez de corazón, como a Cristo,6 no hablar de él valientemente como conpor ser vistos, como quien busca agra- viene. dar a los hombres, sino como esclavos de Cristo que cumplen de corazón la vo- Noticias personales y saludo final. luntad de Dios; 7 de buena gana, como 21 Para que también ustedes sepan quien sirve al Señor y no a los hombres; 8 conscientes de que cada cual será recómo me va y qué hago, los informará compensado por el Señor según el bien de todo Tíquico, el hermano querido y que haga: sea esclavo, sea libre.9 Amos, fiel ministro en el Señor, 22 a quien enobren de la misma manera con ellos, de- vío a ustedes expresamente para que sejándose de amenazas; teniendo presente pan de nosotros y consuele sus corazoque está en los cielos su Amo y el de nes. 23 Paz a los hermanos, y caridad con ellos, y que en él no hay favoritismos. fe de parte de Dios Padre y del Señor El combate espiritual. Jesucristo. 24 La gracia sea con todos 10 Por lo demás, fortalézcanse en el los que aman a nuestro Señor Jesucristo en la vida incorruptible. Señor y en la fuerza poderosa. 11 Revís-
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5 32 En Gn 2 24, Pablo descubre una prefiguración de la unión de Cristo y de la Iglesia, misterio ya revelado, ver 1 9-10; 3 3-4; Rm 16 25-26. 6 3 Ver Ex 20 12. 6 11 El AT mostraba a Dios armándose contra sus enemigos, Is 11 4-5; 59 16-18; Sb 5 1723. Pablo pone estas armas en manos del cristiano, Rm 13 12; 1 Ts 5 8.
6 12 Los espíritus que residen en el aire, 1 20-21 + ; ver 3 10; Flp 2 10, han querido arrastrar a los hombres al pecado, 2 2, pero Cristo nos ha liberado de esta esclavitud, Ga 4 3+ .9; Col 1 13; 2 15, y nos ha armado para luchar contra ellos. 6 19 Expresión que proviene de los profetas, ver Mt 5 2.
EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES Saludo.
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' Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos, con los epíscopos y diáconos*. 2 Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Acción de gracias y súplica. 3 Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes, 4 rogando siempre y en todas mis oraciones con alegría por todos ustedes 5 a causa de la colaboración que han prestado al Evangelio, desde el primer día hasta hoy*;6 firmemente convencido de que, quien inició en ustedes la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús. 7 Y es justo que yo sienta así de todos ustedes, pues los llevo en el corazón, partícipes como son todos de mi gracia, tanto en mis cadenas como en la defensa y consolidación del Evangelio. 8 Pues testigo me es Dios de cuánto los quiero a todos ustedes en el afecto entrañable de Cristo Jesús.9 Y lo que pido en mi oración es que su amor crezca cada vez más en conocimiento y toda experiencia, 10 con que puedan aquilatar lo mejor, y llegar limpios y sin tropiezo al Día de Cristo, 11 llenos de los frutos de justicia que vienen de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
Situación personal de Pablo. 12 Quiero que sepan, hermanos, que lo que me ha sucedido* ha contribuido más bien al progreso del Evangelio;13 de tal forma que se ha hecho público en todo el Pretorio y entre todos los demás, que me hallo en cadenas por Cristo. 14 Y'
1 1 Epíscopos y diáconos, lit.: vigilantes y servidores, no son todavía los «obispos»; son los presbíteros o ancianos, Tt 1 5 + , y sus asistentes o diáconos, 1 Tm 3 8+. 1 5 Desde su conversión, los cristianos reciben su parte en el Evangelio, poniendo su fe de acuerdo con él, luchando por Cristo, 1 2730, socorriendo a Pablo, 4 16-18. 112 Lo que me ha sucedido, es el arresto y
la mayor parte de los hermanos, alentados en el Señor por mis cadenas, tienen mayor atrevimiento en anunciar sin temor la palabra. 15 Es cierto que algunos predican a Cristo por envidia y rivalidad; mas hay también otros que lo hacen con buena intención; 16 éstos, por amor, sabiendo que yo estoy puesto para defender el Evangelio; 17 aquéllos, por rivalidad, no con puras intenciones, pensando que aumentan la tribulación de mis cadenas. 18 ¿Y qué? Al fin y al cabo, con hipocresía o con sinceridad, Cristo es anunciado, y esto me alegra y seguirá alegrándome. 19 Pues yo sé que esto servirá para mi salvación"' gracias a sus oraciones y a la ayuda prestada por el Espíritu de Jesucristo, 20 conforme a lo que aguardo y espero, que en modo alguno seré confundido; antes bien, que con plena seguridad, ahora como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte*, 21 pues para mí la vida es Cristo, y el morir, una ganancia.22 Pero si el vivir en el cuerpo significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger... 23 Me siento apremiado por ambos extremos. Por un lado, mi deseo es partir y estar con Cristo*, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor;24 mas, por otro, quedarme en el cuerpo es más necesario para ustedes. 25 Y, persuadido de esto, sé que me quedaré y permaneceré con todos ustedes para progreso y gozo de su fe,2ft a fin de que tengan por mi causa un nuevo motivo de orgullo en Cristo Jesús cuando yo vuelva a estar entre ustedes. Lucha por la fe. 27 Lo que importa es que ustedes lleven una conducta digna del Evangelio de Cristo, para que tanto si voy a verlos
el proceso de Pablo. 1 19 Ver Jb 13 16 (LXX). 1 20 Pablo, para tomar una decisión, contempla lo que teóricamente es mejor, estar con Cristo, w . 21.23, y lo que es necesario para el bien de la comunidad, v. 24. 1 23 El deseo de estar unido a Cristo inmediatamente después de la muerte no lo expresa Pablo más que aquí y en 2 Co 5 6-9 + .
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epístola a l o s filipenses
como si estoy ausente, oiga de ustedes que se mantienen firmes en un mismo espíritu v luchan unánimes por la fe del Evangelio, 28 sin dejarse intimidar en nada por los adversarios. Esto será para ellos una señal de perdición, y para ustedes, de salvación. Tal es el designio de Dios 29 que les ha concedido a ustedes, por Cristo, no sólo la gracia de creer en él, sino también de padecer por él, 30 sosteniendo el mismo combate en que antes me vieron y que ahora oyen que sostengo. La unidad en la humildad.
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Asumiendo semejanza humana y apareciendo en su porte como hombre*, 8 se rebajó a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y una muerte de cruz*. Por eso Dios lo exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre*. 10 Para que al nombre de Jesús* toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, '1 y toda lengua confiese que Cristo Jesús es el SEÑOR* para gloria de Dios Padre. 9
' Así pues, si hay una exhortación en nombre de Cristo, un estímulo de amor, una comunión en el Espíritu, una entrañable misericordia, 2 colmen mi alegría, teniendo un mismo sentir, un mismo amor, un mismo ánimo, y buscando todos lo mismo. 3 No hagan nada por ambición, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando a los demás como superiores a uno mismo, 4 sin buscar el propio interés sino el de los demás. 5 Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que Cristo*: 6 El cual, siendo de condición divina, no codició el ser igual a Dios* 7 sino que se despojó de sí mismo tomando condición de esclavo.
12 Así pues, queridos míos, de la misma manera que han obedecido siempre, no sólo cuando estaba presente sino mucho más ahora que estoy ausente, trabajen con sumo cuidado por su salvación, 13 pues es Dios quien, por su benevolencia, realiza ea ustedes el querer y el obrar. 14 Háganlo todo sin murmuraciones ni discusiones 13 para que sean irreprochables y sencillos hijos de Dios sin tacha en medio de una generación perversa y depravada* en medio de la cual brillan como estrellas en el mundo, 16 manteniendo en alto la palabra de la
2 5 Hay un la/o estrecho entre la exhortación a la unidad, w . 1-4, y el pasaje siguiente, w . 6-11. En éste se suele ver un himno, o por lo menos huellas de un himno, en el que Pablo se inspira. Su estructura refleja el esquema bíblico humillación/exaltación: Cristo se rebaja voluntariamente, w . 6-8; pero Dios lo exalta, w . 9-11. De algún modo se contrapone a Jesús, nuevo Adán, 1 Co 15 45, con el primer Adán, Gn 3 4-5. Ver Rm 9 5+; Col 1 15-17 + . 2 6 Siendo de condición divina, lit.: teniendo forma de Dios. Puede entenderse la frase como alusión a la condición de imagen de Dios, que se aplica a Adán, Gn 1 27; ver 1 Co 11 7. La forma de Dios que posee Cristo es la nueva imagen del nuevo Adán, 2 Co 4 4. -No codició el ser igual a Dios, lit.: no consideró como presa... No se trata de la igualdad de naturaleza, de su condición divina, y de la que Cristo no podía despojarse, sino de igualdad en el trato, que Jesús hubiera podido exigir, aun en su existencia terrena. Todo lo contrario de la actitud de Adán, Gn 3 5.22.
2 7 Alusión muy probable al Siervo de Is 42-53. -Se despojó de sí mismo, lit.: se vació de sí mismo, despojándose de la gloria que normalmente debía redundar en su humanidad, porque quería participar de todas las debilidades del hombre, excepto el pecado, y revelar en este rebajamiento el amor del Padre, al cual obedece voluntariamente. 2 8 La cruz era el suplicio de los malhechores, Hb 12 12. Pablo subraya el valor ejemplar de esta muerte, 1 Co 1 23; 2 2.8; etc. Sobre el escándalo de la Cruz, ver 1 Co 1 18-25; 2 1-2; Ga 6 14. 2 9 El Nombre es el de Señor, v. 11; Hch 2 21, título que Cristo consigue por su pasión y resurrección, Rm 14 9. 2 10 El nombre de Jesús, sin otra añadidura (ver v. 1 1), evoca la figura humillada y paciente de los w . 6-8. Ver 2 Co 4 10+. 2 11 Todo el universo, Ef 4 10; Ap 5 3, confesará la fe esencial, Hch 2 36 + ; Rm 9 5 + ; 10 9; 1 Co 12 3. La alusión a Is 45 23 muestra que Señor es un título divino. 2 15 Ver Dt 32 5.
Trabajar en la obra de la salvación.
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vida. Así, en el Día de Cristo, serán mi orgullo, ya que no habré corrido ni me habré fatigado en vano. 17 Y aunque mi sangre se derrame como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de su fe*, me alegro y congratulo con ustedes. 18 De igual manera también ustedes alégrense y congratúlense conmigo. Misión de Timoteo y Epafrodito. 19 Espero en el Señor Jesús poder enviarles pronto a Timoteo, para verme también yo animado con sus noticias. 20 Pues a nadie tengo que se le iguale en la sincera preocupación por los intereses de ustedes, ya que todos buscan su propio interés y no el de Cristo Jesús. " Pero ustedes conocen su probada virtud, pues como un hijo junto a su padre, ha estado conmigo al servicio del Evangelio. 23 A él, pues, espero enviarles tan pronto como vea clara mi situación. 24 Y aun confío en el Señor que yo mismo podré ir pronto. 25 Entretanto, he juzgado necesario devolverles a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de armas, enviado suyo y encargado para atenderme en mis necesidades, pues estaba añorándolos a todos ustedes y angustiado porque se han enterado de que estaba enfermo.27 Es cierto que estuvo enfermo y a la muerte. Pero Dios se compadeció de él; y no sólo de él, sino también de mí, para que no tuviera yo tristeza sobre tristeza.28 Así pues, lo envío inmediatamente para que viéndolo de nuevo se llenen de alegría y yo quede aliviado en mi tristeza. 29 Recíbanlo, pues, en el Señor con toda alegría, y tengan en estima a hombres como él, 30 porque, por la obra de Cristo, ha estado a la muerte, arries-
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gando su vida para compensar la ausencia de ustedes en servicio mío. El verdadero camino de la salvación cristiana.
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1 Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. Volver a escribirles las mismas cosas, a mí no me es molestia, y a ustedes les da seguridad. 2 Atención con los perros; atención con los embusteros; atención con la mutilación*. 3 Pues los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que damos culto en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús sin poner nuestra confianza en la carne*,4 aunque yo tengo motivos para confiar también en la carne. Si algún otro cree poder confiar en la carne, más yo.5 Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; 6 en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable.7 Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo. 8 Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo, 9 y ser hallado en él, no con la justicia mía, la que viene de la Ley, sino la que viene por la fe en Cristo, la justicia que viene de Dios, apoyada en la fe*, 10 y conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hecho semejante a él en la muerte, 11 tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos*. , 2 No que lo tenga ya conseguido o que sea ya perfecto, sino que continúo mi carrera para alcanzarlo, como Cristo Jesús me alcanzó a mí. 13 Yo, hermanos, no creo
2 17 El culto espiritual, 3 3, del apostolado estando orgulloso de su pasado judío, Hch 22 y de la fe, Rm 1 9 + , encuentra una analogía 3-5; 26 4-7; Rm 11 1; 2 Co 11 22; Ga 1 13-14. en la costumbre corriente entre los griegos y 3 9 Esta comparación de dos justicias es el los judíos; ver 2 Tm 4 6. tema central de Rm y Ga. 3 2 Perros, así calificaban los judíos a los 3 11 Los w . 10-11 explicitan el v.9 en términos que son eco de 2 6-11, accesibles a los gentiles, ver Mt 15 26. Pablo aplica aquí, irócristianos que no estaban muy al corriente de nicamente, el calificativo a^los judíos. -Mutilación, lit.: incisión-, comparaPaíjlola circun- las categorías judías. El cristiano escapa de la muerte y se encuentra asociado a la vida del cisión con las incisiones de los cultospagajios, Resucitado, 4 20-21; Rm 6 3-5 + ; 2 Co 4 10; col ver 1 R 18 28; comparar con Ga 5 12. ^ ^ ^ 2 ; ver Jn 5 25-29; 11 24-26: 3 3 Pablo no espera nada de las observancias carnales de la Ley, Rm 9 8 + ; pero sigue
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haberlo ya conseguido. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, 14 corriendo hacia la meta, al premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús. 15 Así pues, todos los perfectos* tengamos estos sentimientos, y si en algo sienten de otra manera, también eso se lo revelará Dios. 16 Por lo demás, desde el punto a donde hayamos llegado, sigamos en la misma dirección. 17 Hermanos, sean imitadores míos, y fíjense en los que viven según el modelo que tienen en nosotros. 18 Porque muchos viven, según les dije tantas veces, y ahora se lo repito con lágrimas, como enemigos de la cruz de Cristo, 19 cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria, lo vergonzoso*, su apetencia, lo terreno. 20 Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor Jesucristo, 21 el cual transfigurará nuestro pobre cuerpo a imagen de su cuerpo glorioso, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas.
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' Por tanto, hermanos míos queridos y añorados, mi gozo y mi corona, manténganse así firmes en el Señor, queridos. Últimos consejos. 2 Ruego a Evodia, lo mismo que a Síntique, tengan un mismo sentir en el Señor. 3 También te ruego a ti, Sícigo, «compañero» mío, que las ayudes, ya que lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. 4 Estén siempre alegres en el Señor; se lo repito, estén alegres. 5 Que su cle-
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mencia sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca*. 6 No se inquieten por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presenten a Dios sus peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que supera toda inteligencia custodiará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud o valor*, ténganlo en aprecio.9 Todo cuanto han aprendido y recibido y oído y visto en mí, pónganlo por obra y el Dios de la paz estará con ustedes. Agradecimiento por la ayuda recibida*. 10 Me alegré mucho en el Señor de que ya, por fin, han florecido sus buenos sentimientos para conmigo. Ya los tenían, sólo les faltaba la ocasión de manifestarlos.11 No lo digo movido por la necesidad, pues he aprendido a contentarme con lo que ¿engo. 12 Sé andar escaso y sobrado. Estoy acostumbrado a todo y en todo: a la saciedad y al hambre; a la abundancia y a la privación. 13 Todo lo puedo con Aquel que me da fuerzas. En todo caso, hicieron bien en compartir mi tribulación. 15 Y saben también ustedes, filipenses, que en el comienzo de la evangelización, cuando salí de Macedonia, ninguna Iglesia me abrió cuenta de gastos y entradas, sino ustedes solos. 16 Pues incluso cuando estaba yo en Tesalónica enviaron por dos veces con que atender a mi necesidad. 17 No es que yo busque el don; sino que busco que aumenten los intereses en su cuenta. 18 Tengo cuanto necesito, y me sobra;
3 15 Perfectos, cristianos formados, 1 Co 2 tema de la imitación-tradición, relativa a Pablo y a Cristo, ver 2 5; 3 17; 1 Ts 1 6-7; etc. 6 + . El contexto es irónico, ver w . 11-12. 4 10 Pablo, siempre desinteresado, Hch 18 3 19 Alusiones a las observancias relativas a 3 + ; ver 1 P 5 2 + , no ha aceptado la ayuda de los alimentos y al miembro sometido a la cirninguna otra comunidad. Aquí expresa su cuncisión. agradecimiento al mismo tiempo que señala 4 5 Esperanza en la cercana venida iparusía, 1 Co 15 23+), 3 20; Jn 14 3; 1 Co 7 29+;su independencia. En la Iglesia cristiana los 16 22+; 1 Ts 4 15 + ; 5 + ; 1 P 4 7; Ap 22 17.20. dones materiales expresan y refuerzan los lazos espirituales, w . 17-19; ver 1 Co 9 10-11; 4 8 Es la única vez que se emplea en las Ga 6 6; 1 Tm 6 18-19; Hb 13 16, y, a propósito epístolas la palabra virtud. A la estima de los de la colecta, 1 Co 16 1 + . valores morales laudables que se encuentran aun entre los paganos, v. 8, se añade, v. 9, el
298
epístola a l o s filipenses
estoy al completo después de haber recibido de Epafrodito lo que me han enviado: suave aroma*, sacrificio que Dios acepta con agrado. 19 Y mi Dios proveerá a todas sus necesidades con magnificencia, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús.20 Al Dios y Padre nuestro, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
2 16
Saludo final. 21 Saluden a todos los santos en Cristo Jesús. Los saludan los hermanos que están conmigo.22 Los saludan todos los santos, especialmente los de la casa del César. 23 La gracia del Señor Jesucristo esté con su espíritu.
EPÍSTOLA A LOS COLOSENSES Preámbulo Saludo.
I
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y Timoteo el hermano, 2 a los santos de Colosas, hermanos fieles en Cristo. Gracia a ustedes y paz de parte de Dios, nuestro Padre. 1
Acción de gracias y súplica. ||Ef 1 15-16.13.6-7. 3 Damos gracias sin cesar a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por ustedes en nuestras oraciones, 4 al tener noticia de su fe en Cristo Jesús y de la caridad que tienen con todos los santos, 5 a causa de la esperanza que les está reservada en los cielos y acerca de la cual fueron ya instruidos por la palabra de la verdad, el Evangelio, 6 que llegó hasta ustedes. El cual fructifica y crece entre ustedes lo mismo que en todo el mundo, desde el día en que oyeron y conocieron la gracia de Dios en
I.
la verdad; 7 tal como se la enseñó Epafras, nuestro querido consiervo y fiel ministro de Cristo, en lugar nuestro,8 y nos informó también de su amor en el Espíritu. 9 Por eso, tampoco nosotros dejamos de rogar por ustedes desde el día que lo oímos, y de pedir que lleguen al pleno conocimiento de su voluntad con toda sabiduría e inteligencia espiritual*, 10 para que procedan de una manera digna del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con toda fuerza según el poder de su gloria, para ser constantes y pacientes en todo; dando con alegría 12 gracias al Padre que les hizo capaces de participar en la herencia de los santos en la luz. 13 Él nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino de su Hijo querido, 14 en quien tenemos la redención: el perdón de loS pecados.
Parte dogmática
El primado de Cristo*. Él es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, 16 porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, tronos, dominaciones, principados, potestades: todo fue creado por él y para él,
existe con anterioridad a todo, y todo tiene en él su consistencia. es también la cabeza del cuerpo, de la Iglesia*: Él es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo, 19 pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud*, 20 y reconciliar por él y para él todas las cosas,
1 9 Inteligencia espiritual es el conocimiento religioso, cordial, Ef 4 24 + , don de Cristo, 2 2-3.6; 3 10; 1 Co 8 1-2; etc. 1 15 Pablo cita un primitivo himno cristiano, ver 3 16, que celebraba el primado de Cristo en la primera creación, w . 15-17, y en la nueva, que es la redención, w . 18-20; ver 2 Co 5 17. El Cristo preexistente es considerado en la persona de Jesús, Hijo de Dios hecho hombre, Flp 2 5+, perfecta imagen de Dios, Rm 8 29+; 2 Co 4 4; Hb 1 3+; etc., y primogénito de la creación tanto por prioridad temporal como
por excelencia y causalidad, Jn 1 3; 1 Co 8 6; Ef 1 10 + ; 2 15-16+. Ver Sb 7 26; Pr 8 22-36. 1 18 Cristo es Cabeza de la Iglesia, ver 1 Co 12 12+, como primer resucitado, v. 18, y como principio de salvación, v. 20. Ver Ef 1 23 + . 1 19 El universo está lleno de la presencia creadora de Dios, Is 6 3; Jr 23 24; Sb 1 7; etc. Y, a consecuencia de la Encarnación, Jn 1 14+, está todo entero integrado en la salvación, Rm 8 19-22+; Ef 1 10+.23 + ; Flp 3 21; Hb 2 5-8.
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17 él
18 Él
epístola a l o s colosenses
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pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo seres de la tierra y de los cielos*. Los colosenses participan de la salvación. ||Ef 4 18-19. 21 Y a ustedes, que en otro tiempo eran extraños y enemigos, por sus pensamientos y malas obras,22 los ha reconciliado ahora, por medio de la muerte en su cuerpo de carne, para presentarlos santos, inmaculados e irreprensibles delante de Él; 23 con tal que permanezcan sólidamente cimentados en la fe, firmes e inconmovibles en la esperanza del Evangelio que oyeron, que ha sido proclamado a toda criatura bajo el cielo y del que yo, Pablo, he llegado a ser ministro.
Trabajos de Pablo en servicio de los gentiles. ||Ef 3 1-13. 24 Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por ustedes, y completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne, en favor de su cuerpo, que es la Iglesia*, 25 de la cual he llegado a ser ministro, conforme a la misión que Dios me concedió en orden a ustedes para dar cumplimiento a la palabra de Dios, 26 al mis-
II.
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terio escondido desde siglos y generaciones, y manifestado ahora a sus santos,27 a quienes Dios quiso dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en ustedes, la esperanza de la gloria*,28 al cual nosotros anunciamos, amonestando e instruyendo a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de presentarlos a todos perfectos en Cristo. 29 Por esto precisamente me afano, luchando con la fuerza de Cristo que actúa poderosamente en mí. Preocupación de Pablo por la fe de los colosenses.
2
' Quiero que sepan cuán dura lucha estoy sosteniendo por ustedes y por los de Laodicea, y por todos los que no me han visto personalmente, 2 para que sus corazones reciban ánimo y, unidos íntimamente en el amor, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del misterio de Dios, 3 en el cual están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia. 4 Les digo esto para que nadie los seduzca con argumentos capciosos. 5 Pues, si bien estoy corporalmente ausente, en espíritu me hallo con ustedes, alegrándome de ver su armonía y la firmeza de su fe en Cristo.
Avisos acerca de los errores
La verdadera fe en Cristo y las vanas filosofías. 6 Vivan, pues, según Cristo Jesús, el Señor, tal como le han recibido;7 arraigados y edificados en él; apoyados en
1 20 La reconciliación, Rm 5 10-11; 2 Co 5 18-19, por la sangre de Cristo, Rm 3 24 + , es no tanto la salvación personal de todos como la instauración del orden de Dios en el mundo. Los que se resistan a ingresar en este nuevo orden, entrarán un día por la fuerza, tanto hombres, 1 Co 6 9-10; Ef 5 5; etc., como los espíritus celestes, 2 15; 1 Co 15 24-25. 1 24 La fuerza redentora de la Cruz es ilimitada, pero las tribulaciones apostólicas aso-
la fe, tal como se les enseñó, rebosando en agradecimiento. 8 Miren que nadie los esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo*. cian a Pablo a los sufrimientos de Jesús por el mundo, Hch 14 22; 2 Co 1 5; 4 10-12; Flp 1 20+; 2 Tm 2 10; Ap 6 10-11. 1 27 Los gentiles se ven ya introducidos en el misterio de la salvación, 3 4; Ef 1 18; 2 13; 3 2-3+; ver Rm 1 1 + . 2 8 La filosofía es aquí una doctrina religiosa falsa, tributaria de los elementos del mundo, v. 20; Ga 4 3 + .
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e p í s t o l a a l o s c o l o s e n s e s 301
Cristo, única y verdadera cabeza de hombres y ángeles. 9 Porque en él reside toda la plenitud* de la divinidad corporalmente, 10 y ustedes alcanzan la plenitud en él, que es la cabeza de todo principado y de toda potestad*; 11 en él también fueron circuncidados no con circuncisión quirúrgica, sino mediante el despojo del cuerpo carnal, por la circuncisión en Cristo*. 12 Sepultados con él en el bautismo, con él también han resucitado por la fe en la fuerza de Dios, que lo resucitó de entre los muertos*. 11 Y a ustedes, que estaban muertos en sus delitos y en su carne incircuncisa, los vivificó juntamente con él y nos perdonó todos nuestros delitos. 14 Canceló la nota de cargo que había contra nosotros, la de las prescripciones con sus cláusulas desfavorables, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. I S Y, una vez despojados los principados y las postestades, los exhibió públicamente, en su cortejo triunfal.
Contra la falsa ascesis según los «elementos del mundo». 16 Por tanto, que nadie los critique por cuestiones de comida o bebida, o a propósito defiestas,de novilunios o sábados. 17 Todo esto es sombra de lo venidero; pero la realidad es el cuerpo de
III.
Cristo. 18 Que nadie les arrebate el premio por ruines prácticas y el culto de los ángeles, obsesionado por lo que vio, vanamente hinchado por su mente carnal, 19 en lugar de mantenerse unido a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, por medio de junturas y ligamentos, recibe nutrición y cohesión, para realizar su crecimiento en Dios*. 20 Una vez que han muerto con Cristo a los elementos del mundo, ¿por qué sujetarse, como si aún estuvieran en el mundo, a preceptos como 21 «no toques», «no pruebes», «no acaricies», 22 cosas todas destinadas a perecer con el uso, y conforme a preceptos y doctrinas puramente humanos?23 Tales cosas tienen una apariencia de sabiduría por su piedad afectada, sus mortificaciones y su rigor con el cuerpo; pero sin valor alguno contra la insolencia de la carne. La unión con Cristo glorioso, principio de nueva vida*.
3
1 Así pues, si han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Aspiren a las cosas de arriba, no a las de la tierra. 3 Porque han muerto, y su vida está oculta con Cristo en Dios. 4 Cuando aparezca Cristo, vida suya, entonces también ustedes aparecerán gloriosos con él.
Exhortación
Preceptos generales de vida cristiana*. Por tanto, mortifiquen cuanto en ustedes es terreno: fornicación, impureza, pasiones, malos deseos y la codicia, que
es una idolatría, 6 todo lo cual atrae la ira de Dios sobre los rebeldes, 7 y que también ustedes practicaron en otro tiempo, cuando vivían de ese modo. 8 Mas ahora, desechen también ustedes
2 9 La plenitud, 1 19+, une la vida de Dios con el cuerpo de Cristo resucitado, en el que se juntan todo el mundo divino y todo el mundo creado, Ef 1 10+.23 + . 2 10 Unido a Cristo, el cristiano triunfa de los poderes adversos que aquél tiene sometidos, w . 14-15; Ef 6 12 + . 2 11 La circuncisión espiritual es el bautismo, ver Ef 2 11; Jr4 4+. 2 12 Ver Rm 6 4 + ; Ef 2 5-6 + . 2 19 Ver E f 4 15-16.
3 Los w . 1-4, se refieren a 2 12-13.20. El cristiano pertenece a Cristo, participa de la vida celestial de Cristo, Ef 2 6+, que no se manifestará plenamente hasta la parusía, 1 27; Rm 8 18 + ; 1 Co 15 23 + . 3 5 La obra de muerte y resurrección se realiza progresivamente en el hombre nuevo, w . 2.10; Rm 6 4-14+; 12 2 + ; Ef 4 22-24, por la renuncia al pecado, w . 5-11, y la restauración de la imagen de Dios en sus santos, w . 12-17; 1 15 + .
5
1-21e p í s t o l a a l o s c o l o s e n s e s todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y obscenidades, lejos de su boca. ||Ef 4 22-24. 9 No se mientan unos a otros, pues despojados del hombre viejo con sus obras, 10 se han revestido del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento pefecto, según la imagen de su Creador, 11 donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, incivilizado, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos. ||Ef 4 1-2.32. 12 Revístanse, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, 13 soportándose unos a otros, y perdonándose mutuamente, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor los perdonó, perdónense también ustedes. 14 Y por encima de todo esto, revístanse del amor, que es el broche de la perfección. 15 Y que la paz de Cristo reine en sus corazones, pues a ella han sido llamados formando un solo cuerpo. Y sean agradecidos. 16 La palabra de Cristo habite en ustedes con toda suriqueza;instruyanse y amonéstense con toda sabiduría, cantando a Dios, de corazón y agradecidos, salmos, himnos y cánticos inspirados*. 17 Todo cuanto hagan, de palabra y de obra, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Preceptos particulares de moral familiar*. ||Ef 5 21 - 6 9. 18 Mujeres, sean sumisas a sus maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos, amen a sus mujeres, y no sean ásperos con ellas. 20 Hijos, obedezcan en todo a sus padres, porque esto es grato a Dios en el Señor. 21 Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se vuelvan tímidos.
3 16 Cuadro esquemático de las asambleas, con instrucciones y cantos, Ef 5 19-20. 3 18 Preceptos de moral común que hay que poner en práctica en el Señor, es decir «según la vida cristiana», en unión con las ex-
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Esclavos, obedezcan en todo a sus amos de este mundo, no porque los ven, como quien busca agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo al Señor. 23 Todo cuanto hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, 24 conscientes de que el Señor les dará la herencia en recompensa. El Amo a quien sirven es Cristo.25 Al que obre la injusticia, se le devolverá conforme a esa injusticia; que no hay favoritismos. 22
4
" Amos, den a sus esclavos lo que es justo y equitativo, teniendo presente que también ustedes tienen un amo en el cielo. Espíritu apostólico. ¡|Ef 6 18-20.
2 Sean perseverantes en la oración, velando en ella con acción dé gracias; 3 oren al mismo tiempo también por nosotros para que Dios nos abra la puerta a la palabra, y podamos anunciar el misterio de Cristo, por cuya causa estoy yo encarcelado*, 4 para darlo a conocer anunciándolo como debo. 5 Pórtense prudentemente con los de fuera, aprovechando bien la ocasión. 6 Que su conversación sea siempre amena, sazonada con sal, sabiendo responder a cada cual como conviene.
Noticias personales. 7 En cuanto a mí, de todo les informará Tíquico, el hermano querido, fiel ministro y compañero en el servicio del Señor, 8 a quien les envío expresamente para que sepan de nosotros y consuele sus corazones. 9 Y con él a Onésimo, el hermano fiel y querido, que es uno de los suyos. Ellos les informarán de todo cuanto aquí sucede.
Saludo final. 10 Los saludan Aristarco, mi compañero de cautiverio, y Marcos, primo de
hortaciones más amplias de 3 1-17; 4 2-6. Ver 1 Ts 4 1+; Ef 5 21-69; 1 P 2 11-3 12. A propósito de la esclavitud, ver Flm 6 +. 4 3 Ver Rm 15 30-32; Ef 6 18-20; 2 Ts 3 ls.
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303
epístola a l o s colosenses
Bernabé, acerca del cual recibieron ya instrucciones. Si va a ustedes, denle buena acogida. 11 Los saluda también Jesús, llamado Justo; son los únicos de la circuncisión que colaboran conmigo por el Reino de Dios y que han sido para mí un consuelo. Los saluda Epafras, que es uno de los suyos, siervo de Cristo Jesús, que lucha siempre a favor de ustedes en sus oraciones, para que sean constantes y perfectos cumplidores de toda voluntad divina. 13 Yo soy testigo de lo mucho que se afana por ustedesr por los de Laodicea y por
los de Hierápolis. saluda Lucas, el médico querido, y Demás. 15 Saluden a los hermanos de Laodicea, a Ninfa y a la iglesia de su casa. 16 Una vez que hayan leído esta carta entre ustedes, procuren que sea también leída en la iglesia de Laodicea. Y ustedes lean la de Laodicea*. 17 Digan a Arquipo: «Considera el ministerio que recibiste en el Señor, para que lo cumplas.» 18 El saludo va de mi mano, Pablo. Acuérdense de mis cadenas. La gracia sea con ustedes.
4 16 Las cartas recibidas eran leídas a los hermanos, 1 Ts 5 27, y comunicadas a las igle-
sias vecinas, 2 Co 1 1. La carta de Laodicea es nuestra epístola a los Efesios.
14 Los
PRIMERA EPÍSTOLA A LOS TESALONICENSES Saludo.
I
Pablo, Silvano y Timoteo a la iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A ustedes gracia y paz. 1
Acción de gracias y felicitación. 2 En todo momento damos gracias a Dios por todos ustedes, recordándoles sin cesar en nuestras oraciones. 3 Tenemos presente ante nuestro Dios y Padre el obrar de su fe, el trabajo difícil de su caridad, y la tenacidad de su esperanza en Jesucristo nuestro Señor". 4 Conocemos, hermanos queridos de Dios, su elección; 5 ya que les fue predicado nuestro Evangelio no sólo con palabras sino también con poder y con el Espíritu Santo, con plena persuasión. Saben cómo nos portamos entre ustedes en atención a ustedes.6 Por su parte, se hicieron imitadores nuestros y del Señor, abrazando la palabra con gozo del Espíritu Santo en medio de muchas tribulaciones. 7 De esta manera se han convertido en modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. 8 Partiendo de ustedes, en efecto, ha resonado la palabra del Señor y su fe en Dios se ha difundido no sólo en Macedonia y en Acaya, sino por todas partes, de manera que nada nos queda por decir. 9 Ellos mismos cuentan de nosotros cuál fue nuestra entrada a ustedes, y cómo se convirtieron a Dios, tras haber abandonado los ídolos, para servir a Dios vivo y verdadero, 10 y esperar así a su Hijo Jesús que ha de venir de los cielos, a quien resucitó de entre los muertos y que nos salva de la ira venidera*.
sino que, después de haber padecido sufrimientos e injurias en Filipos, como saben, confiados en nuestro Dios, tuvimos la valentía de predicarles el Evangelio de Dios entre frecuentes luchas. * Nuestra exhortación no procede del error, ni de intenciones dudosas, 4 sino que así como hemos sido juzgados aptos por Dios para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos, no buscando agradar a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones*. 3 Nunca nos presentamos, bien lo saben, con palabras aduladoras, ni con pretextos de codicia, Dios es testigo,6 ni buscando gloria humana, ni de ustedes ni de nadie. 7 Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos mostramos amables con ustedes, como una madre cuida con cariño de sus hijos. 8 Tanto los queríamos, que estábamos dispuestos a darles no sólo el Evangelio de Dios, sino nuestras propias vidas. ¡Han llegado a sernos entrañables! 9 Pues recuerdan, hermanos, nuestros trabajos y fatigas. Trabajando día y noche, para no ser gravosos a ninguno de ustedes, les proclamamos el Evangelio de Dios. 10 Ustedes son testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprochablemente nos comportamos con ustedes, los creyentes. " Como un padre a sus hijos, así también a cada uno de ustedes 12 los exhortábamos y animábamos, exigiéndoles vivieran de una manera digna de Dios, que los ha llamado a su Reino y gloria. 2
La fe y la paciencia de los Tesalonicenses.
1 Bien saben ustedes, hermanos, que nuestra ida a ustedes no fue estéril,
13 De# ahí que también por nuestra parte no cesemos de dar gracias a Dios porque, al recibir la palabra de Dios que les predicamos, la acogieron, no como palabra de hombre, sino cual es en verdad, como palabra de Dios, que
13 La más antigua mención conocida de las tres virtudes teologales, 1 Co 13 13+. 1 10 Los w . 9-10 condensan la predicación de Pablo entre los gentiles, que anunciaba al
único verdadero Dios y la salvación por Cristo resucitado, ver Rm 1 1-4; 1 Co 1 7.23; 8 4-6 + ; 15 1+ .23-24; Ga 4 8-9; Hch 2 22 + ; 14 15; etc. 2 4 Alusión a Jr 11 20; Sal 16 3; etc.
Comportamiento de Pablo durante su estancia en Tesalónica.
2
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p r i m e r a e p í s t o l a a l o s t e s a l o n i c e n s e s528
permanece activa en ustedes, los creyentes*. 14 Porque ustedes, hermanos, han seguido el ejemplo de las Iglesias de Dios que están en Judea, en Cristo Jesús, pues también ustedes han sufrido de sus compatriotas las mismas cosas que ellos de parte de los judíos*; 15 éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han perseguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres, 16 impidiéndonos predicar a los gentiles para que se salven; así van colmando constantemente la medida de sus pecados*; pero la ira descargó sobre ellos con vehemencia. Inquietudes del Apóstol. 17 Mas nosotros, hermanos, separados de ustedes por breve tiempo —físicamente, mas no con el corazón— ansiábamos ardientemente ver su rostro. 18 Por eso quisimos ir a ustedes —yo mismo, Pablo, lo intenté una y otra vez— pero Satanás nos lo impidió. 19 Pues, ¿quién, sino ustedes, puede ser nuestra esperanza, nuestro gozo, la corona de la que nos sentiremos orgullosos*, ante nuestro Señor Jesús en su Venida? 20 Sí, ustedes son nuestra gloria y nuestro gozo.
Timoteo enviado a Tesalónica.
3
' Por lo cual, no pudiendo soportar más, decidimos quedarnos solos en Atenas 2 y les enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el Evangelio de Cristo, para afianzarlos y darles ánimos en su fe, 3 para que nadie vacile en esas tribulaciones. Bien saben que este es nuestro destino: 4 ya cuando estábamos con ustedes les predecíamos que íbamos a sufrir tribulacio2 13 La palabra escuchada, Ga 3 2 + , es recibida, 4 1; 2 Ts 3 6; 1 Co 15 1; Ga 1 9; Flp 4 9; Col 2 6; luego acogida en el corazón, 1 6; 2 Ts 2 10; Hch 8 14; Rm 10 6s, cuando el oyente reconoce, por la fe, a Dios que habla por su enviado, 2 Co 2 17; 3 5; 13 3; Ga 4 14; ver Mt 10 40p; Jn 17 6-8.20+; etc. Para las últimas palabras, ver Rm 1 16; Hb 4 12+. 2 14 La severidad de Pablo, w . 15-16, está provocada por los chismes de los judíos, Hch 13 45s; etc., y refleja las polémicas primitivas,
nes, y es lo que ha sucedido, como saben. 5 Por lo cual también yo, no pudiendo soportar ya más, lo envié para tener noticias de su fe, no fuera que el Tentador los hubiera tentado y que nuestro trabajo quedara reducido a nada. Acción de gracias por las noticias recibidas. 6 Nos acaba de llegar de ahí Timoteo y nos ha traído buenas noticias de su fe y su caridad; y dice que conservan siempre buen recuerdo de nosotros y que desean vernos, así como nosotros a ustedes. 7 Así pues, hermanos, hemos recibido de ustedes un gran consuelo, motivado por su fe, en medio de todas nuestras congojas y tribulaciones.8 Ahora sí que vivimos, pues permanecen firmes en el Señor. 9 Y ¿cómo podremos agradecer a Dios por ustedes, por todo el gozo que, por causa suya, experimentamos ante nuestro Dios? 10 Noche y día le pedimos insistentemente poder ver su rostro y completar lo que falta a su fe. 11 Que Dios mismo, .nuestro Padre y nuestro Señor Jesús orienten nuestros pasos hacia ustedes. 12 En cuanto a ustedes, que el Señor les haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos*, como es nuestro amor para con ustedes, 13 para que se consoliden sus corazones con santidad irreprochable ante Dios, nuestro Padre, en la Venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos*.
Recomendaciones: santidad de vida y caridad.
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' Por lo demás, hermanos, les rogamos y los exhortamos en el Señor Jesús a que, a partir de lo que aprendieron de nosotros sobre cómo comportarse* y
Mt 21 33-4lp; 23 37p; Hch 2 22-23; 13 50; etc. En otros pasajes Pablo recuerda los privilegios del pueblo elegido del que él había salido, Rm 3 1-3; 9 3-5; Flp 3 4-6 + . 2 16 Ver Gn 15 16. 2 19 Ver Ez 16 12; 23 42. 3 12 Ver Ga 6 10+. 3 13 Ver Za 14 5. 4 1 La enseñanza moral pertenece también a la tradición apostólica, 2 13 + ; ver Flp 4 8-9+; Col 3 18 + .
306 p r i m e r a e p í s t o l a a l o s t e s a l o n i c e n s e s agradar a Dios, así lo hagan y que continúen progresando. 2 Saben, en efecto, las instrucciones que les dimos de parte del Señor Jesús. 3 Porque esta es la voluntad de Dios: su santificación*; que se alejen de la fornicación, 4 que cada uno de ustedes sepa poseer su cuerpo* con santidad y honor, 5 y no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios*. h Que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él en éste punto, pues el Señor se vengará* de todo esto, como se lo dijimos ya y lo atestiguamos, 7 pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad.8 Así pues, el que esto desprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que les hace don de su Espíritu Santo*. 9 En cuanto al amor mutuo, no necesitan que les escriba, ya que ustedes han sido instruidos por Dios para amarse mutuamente. 10 Y lo practican bien con los hermanos de toda Macedonia. Pero los exhortamos, hermanos, a que sigan progresando más y más, 11 y a esmerarse en vivir con tranquilidad, ocupándose en sus asuntos, y trabajando con sus manos, como se lo tenemos ordenado, 12 a fin de que vivan dignamente ante los de fuera, y no necesiten de nadie*. Los muertos y los vivos en la Venida del Señor*. 13 Hermanos, no queremos que estén en la ignorancia respecto de los muer-
4 3 La santidad del cristiano, Hch 9 13 + ; 1 Co 1 2 + , es el efecto de la acción de Dios que toca al hombre entero, 5 23; no solamente su vida sexual, w . 3-5. El dominio de las pasiones utiliza el don del Espíritu, v. 8 + . 4 4 Su cuerpo designa el propio cuerpo de cada uno, 5 23; Rm 12 1, o el de su mujer, 1 P 3 7. 4 5 Ver Jr 10 25; Sal 79 6. 4 6 Ver Dt 32 35; Sal 94 2. 4 8 El don mesiánico del Espíritu, Ez 36 27; 37 14; Hch 2 33 + ; Rm 5 5, unía las iglesias paulinas con la comunidad primitiva. 4 12 La vida de la comunidad era una proclamación existencial del Evangelio, 1 6-8; 1 Co 14 23.25.40; Flp 2 14-16; Col 4 5; etc. 4 13 Algunos creían que los que morían antes de la venida del Señor eran menos favorecidos. Pablo les recuerda la enseñanza fundamental sobre la resurrección de los dormidos.
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tos, para que no se entristezcan como los demás, que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús. 15 Les decimos esto como palabra del Señor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor* no nos adelantaremos a los que murieron. 16 El mismo Señor bajará del cielo con clamor, en voz de arcángel y trompeta de Dios*, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. 17 Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor*. 18 Consuélense, pues, mutuamente con estas palabras. Vigilancia en la espera de la Venida del Señor*.
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1 En lo que se refiere al tiempo y al momento, hermanos, no tienen necesidad de que les escriba. 2 Ustedes mismos saben perfectamente que el Día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche. 3 Cuando digan:- «Paz y seguridad», entonces mismo, de repente, vendrá sobre ellos la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta; y no escaparán. 4 Pero ustedes, hermanos, no viven en la oscuridad, para que ese día los sorprenda como ladrón*, 5 pues todos us-
4 15 Pablo se coloca hipotéticamente entre los que estarán todavía con vida a la venida del Señor, 1 Co 15 23 + ; ver 1 Co 15 51-52; 2 Co 5 3 + . Es sólo una esperanza, Flp 4 5 + ; no una certeza, 5 1. 4 16 La voz, la trompeta, las nubes, son imágenes tradicionales en la literatura apocalíptica, ver Mt 24 30; 2 Ts 1 8 + . 4 17 Los que sobrevivan se reunirán con los muertos resucitados y todos serán llevados al Juicio del Señor para luego vivir siempre con él, 5 10; 2 Ts 2 1; ver Flp 1 23+. 5 Pablo niega conocer la fecha del Día, 1 Co 1 8+. Hay que esperar, pues, velando, Mt 24 42-43p; Rm 13 11; 1 Co 16 13; 1P 5 8; Ap 3 2-3. Pero este día no es inminente, 2 Ts 2 12; se puede morir antes, Flp 1 23 + ; y quizá el plazo será largo, Rm 11 25; Mt 25 19; 2 P 3 4. 5 4 Del Día se pasa a la luz que define a los hijos de Dios, Ef 5 8+.
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primera epístola a l o s tesalonicenses
tedes son hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. 6 Así pues, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. 7 Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.8 Nosotros, por el contrario, que somos del día, seamos sobrios; revistamos la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza de salvación*. 9 Dios no nos ha destinado para la ira, sino para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, 10 que murió por nosotros, para que, velando o durmiendo'", vivamos juntos con él. " Por esto, confórtense mutuamente y edifíquense los unos a los otros, como ya lo hacen. Algunas exigencias de la vida de comunidad. 12 Les pedimos, hermanos, que tengan en consideración a los que trabajan entre ustedes, los presiden en el Señor y los amonestan*. 13 Ténganlos en la mayor estima con amor por su trabajo. Vivan en paz unos con otros. 14 Los exhortamos asimismo, herma-
5 8 Ver Ef 6 11-17 + . 5 10 Velando o durmiendo = vivos o muertos, ver 4 14-17. Los w . 9-10, con el v. 6, podían llevar a los Tesalonicenses a creer que estaban ya predestinados a la salvación y que podían hacer los que quisieran en sus vidas. La segunda carta a los Tesalonicenses, 2 133 15, corrige esta falsa interpretación. 5 12 Primera mención de los superiores de la comunidad. Su entrega merece estima y amor. Los consejos que siguen se dirigen a ellos y a toda la comunidad.
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nos, a que amonesten a los que viven desconcertados, animen a los pusilánimes, sostengan a los débiles y sean pacientes con todos. 15 Miren que nadie devuelva a otro mal por mal, antes bien, procuren siempre el bien mutuo y el de todos. 16 Estén siempre alegres. 1y Oren constantemente*. 18 En todo den gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de ustedes. 19 No extingan el Espíritu; 20 no desprecien las profecías; 21 examínenlo todo y quédense con lo bueno. 22 Absténganse de todo género de mal*. Último ruego y despedida. 23 Que Él, el Dios de la paz, los santifique plenamente, y que todo su ser, el espíritu, el alma y el cuerpo*, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo. 24 Fiel es el que los llama y es él quien lo hará. 25 Hermanos, oren también por nosotros. 26 Saluden a todos los hermanos con el beso santo.27 Les conjuro por el Señor que esta carta^sea leída a todos los hermanos*. 28 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.
5 17 Este consejo de orar constantemente ha influido mucho en la espiritualidad cristiana. 5 22 El respeto de los dones del Espíritu implica un discernimiento, 1 Co 12 1 + .10+. 5 23 División tripartita del hombre; es la única vez que aparece en Pablo, Rm 7 24+; ver 1 Co 15 44. Pero la totalidad importa aquí más. 5 27 Primera mención de la lectura pública de una carta del Apóstol, probablemente en las asambleas litúrgicas. Ver Col 4 16.
SEGUNDA EPÍSTOLA A LOS TESALONICENSES Saludo.
I
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo. 2 Gracia a ustedes y paz de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo. 1
Acción de gracias y palabras de aliento. La retribución Ultima. 3 Tenemos que dar en todo tiempo gracias a Dios por ustedes, hermanos, como es justo, porque su fe está progresando mucho y se acrecienta la mutua caridad de todos y cada uno de ustedes, 4 hasta tal punto que nosotros mismos nos gloriamos de ustedes en las Iglesias de Dios por la tenacidad y la fe en todas las persecuciones y tribulaciones que están pasando. 5 Esto es señal del justo juicio de Dios, en el que serán declarados dignos del Reino de Dios, por cuya causa padecen. 6 Porque es propio de la justicia de Dios el pagar con tribulación a los que los atribulan, 7 y a ustedes, los atribulados, con el descanso junto con nosotros, cuando el Señor Jesús se revele desde el cielo con sus poderosos ángeles, 8 en medio de una llama de fuego*, y tome venganza de los que no conocen a Dios y de los que no obedecen al Evangelio de nuestro Señor Jesús. 9 Éstos sufrirán la pena de una ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10 cuando venga en aquel día a ser glorificado en
18 El cielo, los ángeles, el fuego provienen de la apocalíptica judía, 1 Ts 4 16 + . -Alusiones y citas: Ex 3 2; Is 66 15; Jr 10 25; Is 66 4; 2 10; 49 3; 66 5; Sal 89 8 (LXX); 68 35 (LXX). 1 1 0 La dureza de estas expresiones quizás sean reflejo de una persecución que está sufriendo la comunidad. 1 12 Ver Is 24 15; 66 5; Jn 17 22-24; Ef 1 6+. 2 Pablo precisa, 1 Ts 5 1+, que la Vuelta será precedida de señales reconocibles. No es preciso, v. 2, ampararse en su autoridad para afirmar lo contrario. 2 3 La apostasía será causada por uv
sus santos y admirado en todos los que hayan creído —pues nuestro testimonio ha sido creído por ustedes*. 11 Con este objeto rogamos en todo tiempo por ustedes: que nuestro Dios los haga dignos de la vocación y lleve a término con su poder todo su deseo de hacer el bien y la actividad de la fe, 12 para que así el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en ustedes, y ustedes en él*, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. La Venida del Señor y sus señales precursoras*.
2
1 Por lo que respecta a la Venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, les rogamos, hermanos, 2 que no se dejen alterar tan fácilmente en su ánimo, ni se alarmen por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que les haga suponer que está inminente el Día del Señor. 3 Que nadie los engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía* y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición, 4 el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios. 5 ¿No se acuerdan que ya les dije esto cuando estuve entre ustedes? 6 Ustedes saben qué es lo que ahora lo retiene*, para que se mani-
sonaje que es considerado como el gran enemigo de Dios, Ex 28 2, luego como el rival del Señor. Este Adversario, v. 4, llamado también Anticristo, 1 Jn 2 18 + , que se describe como un ser personal, con términos inspirados en Dn 11 36, se manifestará al fin de los tiempos para la última prueba de los creyentes, Mt 24 24; Ap 13 1-8. Pero el Señor glorioso vencerá a su enemigo, Is 11 4; Ap 19 11-21. 2 6 Algo, v. 6, o alguien, v. 7, retiene, impide la manifestación del Anticristo que precederá a la parusía, 1 Co 15 23+. La alusión sigue siendo un enigma para nosotros.
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primera
epístola a l o s tesalonicenses
fieste en su momento oportuno. 7 Porque el misterio de la impiedad ya está actuando*. Tan sólo con que sea quitado de en medio el que ahora lo retiene, 8 entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca *, y aniquilará con la manifestación de su Venida. 9 La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás*, con toda clase de milagros, signos, prodigios engañosos, 10 y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que los hubiera salvado. 11 Por eso Dios les envía un poder seductor que los hace creer en la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad. Exhortación a la perseverancia*. 13 Nosotros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios por ustedes, hermanos, amados del Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. ,4 Para esto los ha llamado por medio de nuestro Evangelio, para que consigan la gloria de nuestro Señor Jesucristo. ,s Así pues, hermanos, manténganse firmes y conserven las tradiciones que han aprendido de nosotros, de viva voz o por carta*. 16 Que el mismo Señor nuestro Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y que nos ha dado gratuitamente una consolación eterna y una esperanza dichosa, 17 consuele sus co-
2 7 El Impío trabaja en el misterio para provocar la apostasía; una vez apartado el obstáculo, se revelará actuando a la luz del día. 2 8 Ver Is 11 4. 2 9 Por su instrumento que es el Impío, Satanás, Jb 1 6+; 1 Ts 2 18; ver Mt 4 10; etc., padre de la mentira, Jn 8 44, trabaja con todas sus fuerzas, Ef 2 2; 6 12 + ; etc, en desviar a los hombres de la verdad, Mt 24 12; Ap 13 2.4.1314. 2 13 Nótese el movimiento trinitario de los w . 13-14; ver 2 Co 13 13 + . 2 15 Toda la enseñanza recibida por Pablo de la Iglesia apostólica y transmitida a las
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razones y los afiance en toda obra y palabra buena.
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1 Finalmente, hermanos, oren por nosotros para que la palabra del Señor siga propagándose y adquiriendo gloria*, como entre ustedes, y para que nos veamos libres de los hombres perversos y malignos; porque la fe no es de todos. 3 Fiel es el Señor; él los afianzará y los guardará del Maligno. 4 En cuanto a ustedes tenemos plena confianza en el Señor de que cumplen y cumplirán cuanto les mandamos. Que el Señor guíe sus corazones hacia el amor de Dios y la tenacidad de Cristo.
Advertencias sobre el desorden*. 6 Hermanos, les mandamos en nombre del Señor Jesucristo que se aparten de todo hermano que viva desordenadamente y no según la tradición que de nosotros recibieron. 7 Ya saben ustedes cómo deben imitarnos, pues estando *entre ustedes no vivimos desordenadamente, 8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que día y noche con fatiga y cansancio trabajamos para no ser una carga a ninguno de ustedes. 9 No porque no tengamos derecho, sino por darles en nosotros un modelo que imitar. 10 Además, cuando estábamos entre ustedes les mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma*. 11 Porque nos hemos enterado que hay entre ustedes algunos que viven desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo. A ésos les mandamos y les exhortamos
Iglesias; 2 2-5; 3 6; 1 Ts 2 13 + ; 4 1-2; 1 Co 11
2+.
3 1 La oración de los cristianos por el Apóstol les asocia a la eficacia de la Palabra, 1 Ts 2 13 + ; ver Mt 9 36-38. 3 6 Algunos espíritus inquietos turbaban la comunidad, 1 Ts 4 10-11. Quizá pensaban que la inminencia de la parusía hacía inútil el trabajo. Es preciso ayudar a los que se hallan en necesidad, 1 Ts 5 14; Ga 5 13; etc., y que cada uno se esfuerce en no ser una carga para los demás. 3 10 ¿Se trata de una máxima popular? Se dirige a los que se niegan a trabajar. Es la regla de oro del trabajo cristiano.
3 13
segunda epístola a l o s tesalonicenses
en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan. 13 Ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien. 14 Si alguno no obedece a lo que les decimos en esta carta, a ése señálenlo y no traten con él, para que se avergüence. 15 Pero no lo miren como a enemigo, sino amonéstenlo como a hermano*.
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Ruego y despedida. 16 Que Él, el Señor de la paz, les conceda la paz siempre y en todos los órdenes. El Señor sea con todos ustedes. 17 El saludo va de mi mano, Pablo. Esta es la firma en todas mis cartas; así escribo. 18 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
PRIMERA EPÍSTOLA A TIMOTEO Saludo.
I
Pablo, apóstol de Cristo Jesús, por mandato de Dios nuestro Salvador* y de Cristo Jesús nuestra esperanza,2 a Timoteo, verdadero hijo mío en la fe: gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. 1
Peligro de los falsos doctores. 3 Al partir yo para Macedonia te rogué que permanecieras en Éfeso para que mandaras a algunos que no enseñaran doctrinas extrañas, 4 ni dedicaran su atención a fábulas y genealogías interminables*, que se prestan más para promover disputas que para realizar el plan de Dios, fundado en la fe. 5 El fin de este mandato es la caridad que procede de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera. 6 Algunos, desviados de esta línea de conducta, han venido a caer en una vana palabrería; 7 pretenden ser maestros de la Ley sin entender lo que dicen ni lo que tan rotundamente afirman.
La función verdadera de la Ley. 8 Sí, ya sabemos que la Ley es buena, con tal que se la tome como ley*, 9 teniendo bien presente que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los prevaricadores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreligiosos y profanadores, para los parricidas y matricidas, para los asesinos, 10 ádúlteros, homosexuales, traficantes de esclavos, mentirosos, perjuros y para todo lo que se opone a la sana doctrina*, " según el Evangelio de la gloria de Dios bienaventurado, que se me ha confiado.
1 1 Las Epístolas Pastorales darán este título de Salvador tanto al Padre, 2 3; 4 10; etc., como a Jesucristo, 2 Tm 1 10; 4 18; etc. Ver 2 4+. 1 4 Especulaciones judías sobre los personajes del AT. 1 8 La Ley, aquí, no va destinada a dar a conocer el pecado, Rm 3 20+; 7 7+, sino a corregir a los pecadores. 1 10 La doctrina sana, 6 3; 2 Tm 1 13; etc.,
Pablo y su vocación. 12 Doy gracias a aquel que me revistió de fortaleza, a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me consideró digno de confianza al colocarme en el ministerio, 13 a mí que antes fui un blasfemo, un perseguidor y un insolente. Pero encontré misericordia porque obré por ignorancia cuando no era creyente. 14 Pero la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí, juntamente con la fe y la caridad en Cristo Jesús. 13 Es cierta y digna de ser aceptada por todos esta afirmación: Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores; y el primero de ellos soy yo. 16 Y si encontré misericordia fue para que en mí, el primero, manifestara Jesucristo toda su paciencia y sirviera de ejemplo a los que habían de creer en él para obtener vida eterna. 17 Al Rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y único, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén*. ,
Responsabilidad de Timoteo. 18 Esta es la recomendación, hijo mío Timoteo, que yo te hago, de acuerdo con las profecías pronunciadas sobre ti* anteriormente. Combate, apoyado en ellas, el buen combate, 19 conservando la fe y la conciencia recta; algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la fe;20 entre éstos están Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendieran a no blasfemar.
La oración litúrgica.
2
' Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los constituidos en autoridad*, para que es la enseñanza apostólica vigorosa y resistente a las enfermedades (errores), sobre todo en materia moral, ver Rm 12 2 + ; Flp 4 9 + . 1 17 Esta doxología es probablemente de origen litúrgico. Ver Rm 16 27+. 1 18 Los profetas intervinieron en la investidura apostólica de Timoteo, 4 14; 2 Tm 1 6; Hch 11 27 + . 2 2 Ver Esd 6 10+ y Rm 13 1-7.
312 p r i m e r a e p i s t o l a a t i m o t e o podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad. 3 Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, 4 que quiere que todos los hombres se salven* y lleguen al conocimiento pleno de la verdad.5 Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también, 6 que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Tal es el testimonio* dado en el tiempo oportuno,7 y de este testimonio yo he sido constituido heraldo y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de los gentiles en la fe y en la verdad. 8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar elevando hacia el cielo unas manos piadosas, sin ira ni discusiones. Compostura de las mujeres. 9 Así mismo que las mujeres, vestidas decorosamente, se adornen con pudor y modestia, no con trenzas ni con oro o perlas o vestidos costosos, 10 sino con buenas obras, como conviene a mujeres que hacen profesión de piedad. 11 La mujer oiga la instrucción en silencio, con toda sumisión. 12 No permito que la mujer enseñe ni que domine al hombre. Que se mantenga en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero y Eva en segundo lugar. 14 Y el engañado no fue Adán, sino la mujer que, seducida, incurrió en la transgresión. 15 Con todo, se salvará por su maternidad* mientras persevere con modestia en la fe, en la caridad y en la santidad.
El epíscopo.
3
1 Es cierta esta afirmación: Si alguno aspira al cargo de epíscopo*, desea una hermosa obra. 2 Es, pues,
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necesario que el epíscopo sea irreprensible, casado una sola vez, sobrio, sensato, educado, hospitalario, apto para enseñar, 3 ni bebedor ni violento, sino moderado, enemigo de pendencias, desprendido del dinero,4 que gobierne bien su propia casa y mantenga sumisos a sus hijos con toda dignidad; 5 pues si alguno no es capaz de gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la Iglesia de Dios? 6 Que no sea recién convertido, no sea que, llevado por la soberbia, caiga en la misma condenación del diablo. 7 Es necesario también que tenga buena fama entre los de fuera, para que no caiga en descrédito y en las redes del diablo. Los diáconos*. 8 También los diáconos deben ser dignos, sin doblez, no dados a beber mucho vino ni a negocios sucios;9 que guarden el misterio de la fe con una conciencia pura. 10 Primero sean sometidos a prueba y después, si son irreprensibles, sean diáconos. " Las mujeres igualmente deben ser dignas, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo. 12 Los diáconos sean casados una sola vez y gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. 13 Porque los que ejercen bien el diaconado alcanzan un puesto honroso y grande entereza en la fe de Cristo Jesús.
La Iglesia y el misterio de la piedad. 14 Te escribo estas cosas con la esperanza de ir pronto a ti; 15 pero si tardo, para que sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad. 16 Y sin duda alguna, grande es el misterio de la piedad:
2 4 Importante afirmación, v. 6; 4 10, que 2 15 La vocación de la mujer así precisada, ayuda a entender bien otros textos del NT, por Tt 2 4-5; ver 4 3; 5 13, no está en contradicción ejemplo, Rm 3 29-30; 8 28-30 + ; 9 18-20+. La con la igualdad de sexos en la santidad crismediación de Cristo redentor, w . 5-6; ver Jn 1 tiana, Ga 3 28. Quizás la frase es una crítica 14-18; 16 23; Rm 3 24; Hb 2 6-17 + , ha puesto contra los que prohibían el matrimonio, 4 3. de manifiesto este proyecto del Dios único, 1 3 1 La distinción entre obispos y presbíteCo 8 6+; Ef 1 3-14+. ros no está aún elaborada, ver Hch 20 17.28+; Tt 1 5-7 + . 2 6 Cristo, testigo del Padre por su vida, lo fue en grado supremo por su muerte. Ver Jn 3 8 Los diáconos, Hch 6 6 + , son los que asisten a los epíscopos, Flp 1 1. 3 11 + ; Ap 1 5; 3 14.
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Él* ha sido manifestado en la carne, justificado en el Espíritu, aparecido a los ángeles, proclamado a los gentiles, creído en el mundo, levantado a la gloria. Los falsos doctores.
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1 El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos* algunos renegarán de la fe entregándose a espíritus engañadores y a doctrinas diabólicas, 2 por la hipocresía de embusteros que tienen marcada a fuego su propia conciencia; 3 éstos prohiben el matrimonio y el uso de alimentos que Dios creó para que los coman con acción de gracias los creyentes y los que han conocido la verdad. 4 Porque todo lo que Dios ha creado es bueno y no se ha de rechazar nada si se come con acción de gracias;5 pues queda santificado por la palabra de Dios y por la oración.h Si tú enseñas estas cosas a los hermanos, serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido fielmente. 7 Rechaza, en cambio, las fábulas profanas y los cuentos de viejas. Ejercítate en la piedad*. 8 Los ejercicios corporales sirven para poco; en cambio la piedad es provechosa para todo, pues tiene la promesa de la vida, de la presente y de la futura.9 Es cierta y digna de ser aceptada por todos esta afirmación: 10 Si nos fatigamos y luchamos es porque tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, principalmente de los creyentes. '1 Predica y enseña estas cosas. 12 Que nadie menosprecie tu juventud. Procura, en cambio, ser para los
3 16 El misterio, 3 9; Rm 16 25+, parece expresado aquí en un fragmento de un himno, ver 6 15-16; 2 Tm 2 11-13; Ef 1 3-14; Flp 2 611; Col 1 15-20. Él, en masculino, es Cristo. 4 1 Esta era nueva ha comenzado, Rm 13 11 +, y la prueba que la señala, 2 Tm 3 1-5; Mt 24 6-8p.23-24p; 2 Ts 2 3-12; 2 P 3 3 + ; 1 Jn 2 18; etc., es ya actual. 4 7 Piedad, palabra frecuente en las «Pastorales», 2 2; 3 16; 4 7.8; 6 3.5.6.11; 2 Tm 3 5; Tt 1 1; ver 5 4; 2 Tm 3 12; Tt 2 12. Es la actitud religiosa del creyente en Jesucristo.
creyentes modelo en la palabra, en el comportamiento, en la caridad, en la fe, en la pureza. 13 Hasta que yo llegue, dedícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza. 14 No descuides el ca risma que hay en ti, que se te comu nicó por intervención profética me diante la imposición de las manos del colegio de presbíteros*. 15 Ocúpate en estas cosas; vive entregado a ellas para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16 Vela por ti mismo y por la enseñanza; persevera en estas disposiciones, pues obrando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen. Los fieles en general.
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' Al anciano no lo reprendas con dureza, sino exhórtalo como a un padre; a los jóvenes, como a hermanos; 2 a las ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a hermanas, con toda pureza. Las viudas. 3 Honra a las viudas, a las que son verdaderamente viudas*.4 Si una viuda tiene hijos o nietos, que aprendan éstos primero a practicar los deberes de piedad para con los de su propia familia y a corresponder a sus progenitores, porque esto es agradable a Dios. 5 Pero la que de verdad es viuda y ha quedado enteramente sola, tiene puesta su esperanza en el Señor y persevera en sus plegarias y oraciones noche y día.6 La que, en cambio, está entregada a los placeres, aunque viva, está muerta. 7 Todo esto incúlcalo también, para que sean irreprensibles. 8 Si alguien no tiene cuidado de los suyos, principalmente de sus familiares, ha renegado de la fe y es peor que un infiel.
4 14 La imposición de las manos es un rito de transmisión de una gracia o de un poder, Hch 6 6 + , y su valor está cada vez determinado por el contexto: bendición, Mt 19 15; curación, Mt 9 18; don de la plenitud del Espíritu, Hch 8 17 + ; en fin, como aquí, 5 22; 2 Tm 1 6; Hch 6 6; 13 3, consagración para una función pública especial. Ver 1 Tm 1 18 + . 5 3 Ciertas viudas, asistidas por la Iglesia (las verdaderas viudas) o no, son llamadas a un servicio en la comunidad.
314 p r i m e r a e p i s t o l a a t i m o t e o Que la viuda que sea inscrita en el catálogo de las viudas no tenga menos de sesenta años, haya estado casada una sola vez, 10 y tenga el testimonio de sus bellas obras"': haber educado bien a los hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los santos, socorrido a los atribulados, y haberse ejercitado en toda clase de buenas obras. 11 Descarta, en cambio, a las viudas jóvenes, porque cuando las asaltan los placeres contrarios a Cristo, quieren casarse 12 e incurren en condenación por haber faltado a su compromiso anterior. 13 Y además, estando ociosas, aprenden a ir de casa en casa; y no sólo están ociosas, sino que se vuelven también charlatanas y entrometidas, hablando de lo que no deben. 14 Quiero, pues, que las jóvenes se casen, que tengan hijos y que gobiernen la propia casa y no den al adversario ningún motivo de hablar mal; 15 pues ya algunas se han extravia-. do siguiendo a Satanás. ,6 Si alguna creyente tiene viudas, atiéndalas ella misma y no las cargue a la Iglesia, a fin de que ésta pueda atender a las que sean verdaderamente viudas. 9
Los presbíteros. 17 Los presbíteros que ejercen bien su cargo merecen doble remuneración, principalmente los que se afanan en la predicación y en la enseñanza. 18 La Escritura, en efecto, dice: No pondrás bozal al buey que trilla, y también: El obrero tiene derecho a su salario*. 19 No admitas ninguna acusación contra un presbítero si no viene con el testimonio de dos o tres*. 20 A los culpables, repréndelos delante de todos, para que los demás cobren temor. 21 Yo te conjuro en presencia de Dios, de Cristo Jesús y de los ángeles escogidos, que observes estas recomendaciones sin prejuicios y no actuando por favoritismos. 22 No te preci-
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pites en imponer a nadie las manos*, no te hagas partícipe de los pecados ajenos. Consérvate puro. 23 No bebas ya agua sola. Toma un poco de vino a causa de tu estómago y de tus frecuentes indisposiciones. 24 Los pecados de algunas personas son notorios aun antes de que sean investigados; en cambio los de otras, lo son solamente después. 25 Del mismo modo las obras, las que son bellas, son manifiestas; y las que no lo son, no pueden quedar ocultas. Los esclavos.
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1 Todos los que están bajo el yugo de la esclavitud consideren a sus dueños como dignos de todo respeto, para que no se blasfeme del nombre de Dios y de la doctrina. 2 Los que tengan dueños creyentes no les falten al respeto por ser hermanos, sino al contrario, que los sirvan todavía mejor por ser creyentes y amigos de Dios los que reciben sus servicios.
El doctor verdadero y el falso. Esto debes enseñar y recomendar. Si alguno enseña otra cosa y no se atiene a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad,4 está cegado por el orgullo y no sabe nada; sino que padece la enfermedad de las disputas* y contiendas de palabras, de donde proceden las envidias, discordias, maledicencias, sospechas malignas, 5 discusiones sin fin propias de gentes que tienen la inteligencia corrompida, que están privados de la verdad y que piensan que la piedad es un negocio. 6 Y ciertamente es un gran negocio la piedad, con tal de que se contente con lo que tiene. 7 Porque nosotros no hemos traído nada al mundo y nada podemos llevarnos de él. 8 Mientras tengamos 3
5 10 Bellas obras. La belleza es un distintivo 5 19 Ver Dt 19 15; Mt 18 16; 2 Co 13 1. 5 22 Imponer las manos, más bien para una de la espiritualidad de los cristianos y el sefunción de Iglesia, 4 14+, que para una abcreto de su apostolado. La nobleza espiritual, solución de pecados. en todas las edades y condiciones, irradian en una auténtica belleza; ver 6 18; Tt 2 14; 3 7; 6 4 Es preciso buscara Dios, Am 5 4 + ; Mt Ef 2 10. 6 33, pero sin indagaciones superfluas que pretenden desvirtuar el misterio de la fe, 2 Tm 5 18 Cita de Dt 25 4, y de una frase que sólo 2 23; Tt 3 9; ver 2 Jn 9. se encuentra en Le 10 7.
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primera epistola a t i m o t e o
comida y vestido, estemos contentos con eso. 9 Los que quieren enriquecerse caen en la tentación, en el lazo y en muchas codicias insensatas y perniciosas que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. 10 Porque la raíz de todos los males es el afán de dinero, y algunos, por dejarse llevar de él, se extraviaron en la fe y se atormentaron con muchos sufrimientos. Solemne exhortación a Timoteo. 11 Tú,
en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas; corre al alcance de la justicia, de la piedad, de la fe, de la caridad, de la paciencia en el sufrimiento, de la dulzura. 12 Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos. Te recomiendo en la presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan hermoso testimonio*, 14 que conserves el mandato sin mancha ni culpa hasta la Manifestación* de nuestro Señor Jesucristo, 15 que a su debido tiempo hará patente el Bienaventurado y único Soberano,
6 13 Jesús, al declararse rey mesiánico y testigo de la verdad, Jn 18 36-37+, es el modelo del cristiano que profesa su fe. 6 14 Manifestación es la palabra que, en las epístolas Pastorales, designa la Venida (parusía), 1 Co 15 23 + , y la Revelación, 1 Co 1 7 + , con el mismo valor de triunfo último de Cristo
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el Rey de los reyes y el Señor de los señores, 16 el único que posee inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni lo puede ver. A él el honor y el poder por siempre. Amén*. El cristiano rico. 17 A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en lo inseguro de las riquezas sino en Dios, que nos provee espléndidamente de todo para que lo disfrutemos; 18 que practiquen el bien, que se enriquezcan con bellas obras, que den con generosidad y con liberalidad; 19 de esta forma irán atesorando para el futuro un excelente fondo con el que podrán adquirir la vida verdadera.
Exhortación final y saludo. 20 Timoteo, guarda depósito*. Evita las palabrerías profanas, y también las objeciones de la falsa ciencia; 21 algunos que la profesaban se han apartado de la fe. La gracia con ustedes.
inaugurado desde su venida a la tierra. 6 16 Esta doxología se inspira probablemente en un himno litúrgico, ver 1 17. 6 20 El depósito, ver 2 Tm 1 12.14, corresponde a la tradición de la fe; 4 6; 2 Ts 2 15 + ; ver 1 10+, que es necesario guardar y transmitir sin alteración, ver 2 Tm 2 2; Mt 28 20.
SEGUNDA EPÍSTOLA A TIMOTEO Saludo y acción de gracias.
I
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios para anunciar la promesa de vida que está en Cristo Jesús, 2 a Timoteo, hijo querido. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús Señor nuestro. 3 Doy gracias a Dios, a quien, como mis antepasados, rindo culto con una conciencia pura, cuando continuamente, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones.4 Tengo vivos deseos de verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de alegría. 5 Pues evoco el recuerdo de la fe sincera que tú tienes, fe que arraigó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y sé que también ha arraigado en ti*. 1
Los favores recibidos por Timoteo. 6 Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza. 8 No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino, al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios,9 que nos ha salvado y nos ha llamado con una vocación santa, no por nuestras obras, sino por su propia determinación y por su gracia que nos dio desde toda la eternidad en Cristo Jesús, 10 y que se ha manifestado ahora con la Manifestación de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien ha destruido la muerte y ha hecho irradiar vida e inmortalidad por medio del Evangelio 11 para cuyo servicio he sido yo constituido heraldo, apóstol y maestro.
15 No es seguro que estas dos mujeres, Loida y Eunice, Hch 16 1, hayan sido cristianas; pero Timoteo, en su juventud, creció en una familia creyente, ver 3 14-15. 1 12 Aquel Día, es la parusía, 1 Co 18+; ver v. 18.
12 Por este motivo estoy soportando estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel Día*. 13 Ten por norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo Jesús. 14 Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros. 13 Ya sabes tú que todos los de Asia me han abandonado, y entre ellos Figelo y Hermógenes. 16 Que el Señor conceda misericordia a la familia de Onesíforo, pues me reconfortó muchas veces y no se avergonzó de mis cadenas, 17 sino que, en cuanto llegó a Roma, me buscó solícitamente y me encontró. 18 Concédale el Señor encontrar misericordia ante el Señor aquel Día. Además, cuántos buenos servicios me prestó en Éfeso, tú lo sabes mejor.
Sentido de los sufrimientos del apóstol cristiano.
2
" Tú, pues, hijo mío, manténte fuerte en la gracia de Cristo Jesús; 2 y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de instruir a otros*. 3 Soporta las fatigas conmigo, como un buen soldado de Cristo Jesús.4 Nadie que se dedica a la milicia* se enreda en los negocios de la vida, si quiere complacer al que le ha alistado. 5 Y lo mismo el atleta; no recibe la corona si no ha competido según el reglamento. 6 Y el labrador que trabaja es el primero que tiene derecho a percibir los frutos. 7 Entiende lo que quiero decirte, pues el Señor te dará la inteligencia de todo. 8 Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de 2 2 Se ve aquí con claridad y al vivo la transmisión del depósito, 1 Tm 6 20 + , de la que se mencionan cuatro eslabones. 2 4 Tres comparaciones clásicas de comportamiento humano, aplicadas al cristiano: el soldado, el atleta y el labrador.
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s e g u n d a e p í s t o l a a t i m o t e o 317
David, según mi Evangelio*;9 por él estoy sufriendo hasta llevar cadenas como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. 10 Por esto todo lo soporto por los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que está en Cristo Jesús con la gloria eterna. " Es cierta esta afirmación*: 1 Si hemos muerto con él, también viviremos con él; 12 si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él; si le negamos, también él nos negará; 13 si somos infieles, él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo. Lucha contra el peligro presente de los falsos doctores. 14 Esto has de enseñar; y conjura en presencia de Dios que se eviten las discusiones de palabras, que no sirven para nada, si no es para perdición de los que las oyen. 15 Procura cuidadosamente presentarte ante Dios como hombre probado, como obrero que no tiene por qué avergonzarse, como fiel distribuidor de la palabra de la verdad. 16 Evita las palabrerías profanas, pues los que a ellas se dan crecerán cada vez más en impiedad, , 7 y su palabra irá cundiendo como gangrena. Himeneo y Fileto son de éstos: 18 se han desviado de la verdad al afirmar que la resurrección ya ha sucedido*; y pervierten la fe de algunos. 19 Sin embargo el sólido fundamento puesto por Dios se mantiene firme, marcado con este sello*: El Señor conoce a los que son suyos', y: Apártese de la iniquidad todo el que pronuncia el nombre del Señor. 20 En una casa grande no hay solamente utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos nobles y otros para usos
2 8 La fe esencial predicada por Pablo, Rm 1 3-4+, funda su constancia a través de todas las pruebas que encuentra, 2 Co 6 4; ver Col 1 24 + . 2 11 Como en 1 T m 1 17; 3 16+; 6 15-16, tenemos aquí un fragmento de himno cristiano, con una añadidura al final (« pues no puede negarse a sí mismo»). 2 18 Probablemente entienden la resurrec-
viles. 21 Si, pues, alguno se mantiene limpio de estas faltas, será un utensilio para uso noble, santificado y útil para su Dueño, dispuesto para toda obra buena. 22 Huye de las pasiones juveniles. Persigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, en unión de los que invocan al Señor con corazón puro. 23 Evita las discusiones necias y estúpidas; tú sabes bien que engendran altercados. 24 Y a un siervo del Señor no le conviene altercar, sino ser amable con todos, pronto a enseñar, sufrido,25 y que corrija con mansedumbre a los adversarios, por si Dios les otorga la conversión que les haga conocer plenamente la verdad, 26 y volver al buen sentido, librándose de los lazos del diablo que los tiene cautivos, rendidos a su voluntad, Prevención contra los peligros de los últimos tiempos.
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1 Ten presente que en los últimos días sobrevendrán momentos difíciles; los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios,¿difamadores, rebeldes a los padres, ingratos, irreligiosos, 3 desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados, enemigos del bien, 4 traidores, temerarios, presuntuosos, más amantes de los placeres que de Dios, 5 que, teniendo la apariencia de piedad, reniegan de su eficacia. Guárdate también de ellos. 6 A éstos pertenecen esos que se introducen en las casas y conquistan a mujerzuelas cargadas de pecados y agitadas por toda clase de pasiones,7 que siempre están aprendiendo y no son capaces de llegar al pleno conocimiento de la verdad. 8 Del mismo modo que Janés y Jambrés se enfrentaron a Moisés*, así también éstos se oponen a la verdad; son hombres de mente corrompida, descalificados en la fe. 9 Pero no 2
ción de una manera puramente espiritual, limitada a la resurrección bautismal, Rm 6 11 1 + ; Col 3 1; etc., al revés de 1 Co 15 35-53 + . 2 19 Estas palabras van grabadas en la piedra o documento de fundación. Citas de Nm 16 5.26; Is 26 13 (LXX); ver Jn 10 14. 3 8 Según una tradición judía, Janés y Jambrés son los nombres de los magos de Egipto mencionados en Ex 7 11-13.22, etc.
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segunda epístola a timoteo
progresarán más, porque su insensatez quedará patente a todos, como sucedió con la de aquéllos. 10 Tú, en cambio, me has seguido asiduamente en mis enseñanzas, conducta, planes, fe, paciencia, caridad, constancia, 1 en mis persecuciones y sufrimientos, como los que soporté en Antioquía, en Iconio, en Listra. ¡Qué persecuciones hube de sufrir! Y de todas me libró el Señor. 12 Y todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones. 13 En cambio los malos y embaucadores irán de mal en peor, serán seductores y a la vez seducidos. 14 Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste, ls y que desde niño conoces las sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia*; 17 así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena.
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mientos, realiza la función de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio. 6 Porque yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente*. 7 He competido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe. 8 Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación*. Últimas recomendaciones.
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1 Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su Manifestación y por su Reino: 2 Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; 4 apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas. 5 Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufri-
9 Apresúrate a venir a mí cuanto antes, 10 porque me ha abandonado Demás por amor a este mundo y se ha marchado a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia. 11 El único que está conmigo es Lucas. Toma a Marcos y tráelo contigo, pues me es muy útil para el ministerio. A Tíquico lo he mandado a Éfeso. 13 Cuando vengas, tráeme el abrigo que me dejé en Tróade, en casa de Carpo, y los libros, en especial los pergaminos. 14 Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho mal. El Señor le retribuirá según sus obras*. 15 Tú también guárdate de él, pues se ha opuesto tenazmente a nuestra predicación. 16 En mi primera defensa nadie me asistió, antes bien todos me desampararon. Que no se les tome en cuenta. ,7 Pero el Señor me asistió y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todos los gentiles. Y fui librado de la boca del león*. 18 El Señor me librará de toda obra mala y me salvará guardándome para su Reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén*.
3 16 Las sagradas Letras, v. 15; ver 1 M 12 9+, están inspiradas por Dios, 2 P 1 21. Esta afirmación clásica en el judaismo parece incluir ya algunos escritos apostólicos, 1 Tm 5 18; 2 P 3 15-16. Timoteo conocía las Escrituras por su familia, 1 5, y por Pablo, w . 14-15; 2 2; ellas le hacen apto para el ministerio, v. 17. 4 6 Partida, según Flp 1 23 + , indicaría la muerte próxima de Pablo; ver Flp 2 17 + . Pero los planes de acción que reflejan los w . 9-18, obligan a interpretar la partida como la libe-
ración de la prisión, 1 8. 4 8 Pablo está convencido de haber cumplido su misión y alcanzado la victoria. En el momento de su Manifestación, 1 Tm 6 14+, los que han acogido su mensaje, gozarán con él en la gloria. 4 14 Ver Sal 62 13 + ; Rm 2 6 + . 4 17 Ver Sal 22 22; Dn 6 21. 4 18 La doxología, semejante a Ga 1 5, va aquí dirigida a Cristo salvador, 1 Tm 1 1. Ver Rm 16 25 + .
Solemne exhortación.
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310s e g u n d a e p í s t o l a a t i m o t e o
Saludo final. 19 Saluda a Prisca y Áquila y a la familia de Onesíforo. Erasto se quedó en Corinto; a Trófimo lo dejé enfermo
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en Mileto. 21 Date prisa en venir antes del invierno. Te saludan Eúbulo, Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos. 22 El Señor con tu espíritu. La gracia con ustedes.
EPÍSTOLA A TITO Saludo*.
I
Pablo, siervo de Dios, apóstol de Jesucristo para llevar a los elegidos de Dios a la fe y al pleno conocimiento de la verdad que es conforme a la piedad, 2 con la esperanza de vida eterna, prometida desde toda la eternidad por Dios que no miente,3 y que en el tiempo oportuno ha manifestado su palabra por la predicación a mí encomendada según el mandato de Dios nuestro Salvador, 4 a Tito, verdadero hijo según la fe común. Gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador. 1
Institución de presbíteros. 3 El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar* lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené. 6 El candidato debe ser irreprochable, casado una sola vez, cuyos hijos sean creyentes, no tachados de libertinaje ni de rebeldía. 7 Porque el epíscopo, como administrador de Dios, debe ser irreprochable; no arrogante, no colérico, no bebedor, no violento, no dado a negocios sucios; f sino hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, piadoso, dueño de sí. 9 Que esté adherido a la palabra fiel, conforme a la enseñanza, para que sea capaz de exhortar con la sana doctrina y refutar a los que la contradicen.
Contra los falsos doctores. 10 Porque hay muchos rebeldes, vanos habladores y embusteros, sobre todo entre los de la circuncisión, 11 a quienes es necesario tapar la boca, porque son hombres que trastornan fa-
milias enteras, enseñando por torpe ganancia lo que no deben. 12 Uno de ellos, profeta suyo, dijo: «Cretenses siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos.» '3 Este testimonio es verdadero. Por tanto repréndelos severamente, a fin de que conserven sana la fe, 14 y no den oídos a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. 15 Para los limpios todo es limpio; mas para los contaminados y no creyentes nada hay limpio, pues su mente y conciencia están contaminadas. 16 Profesan conocer a Dios, mas con sus obras lo niegan; son abominables y rebeldes e incapaces de toda obra buena. Deberes propios de algunos fieles.
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' Mas tú enseña lo que es conforme a la sana doctrina;2 que los ancianos sean sobrios, dignos, sensatos, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia, en el sufrimiento; 3 que las ancianas asimismo sean en su porte cual conviene a los santos: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, maestras del bien, 4 para que enseñen a las jóvenes a ser amantes de sus maridos y de sus hijos,5 a ser sensatas, castas, hacendosas, bondadosas, sumisas a sus maridos, para que no sea injuriada la palabra de Dios. 6 Exhorta igualmente a los jóvenes para que sean sensatos en todo.7 Muéstrate como modelo de bellas obras: pureza de doctrina, dignidad, 8 palabra sana, intachable, para que el adversario se avergüence, no teniendo nada malo que decir de nosotros. 9 Que los esclavos estén sometidos en todo a sus dueños, que sean complacientes y no los contradigan; 10 que no los defrauden, antes bien muestren una fidelidad perfecta para
1 Este saludo contiene toda una teología les, ver 1 T m 3 1, están encargados no soladel apostolado. mente de la administración temporal, sino de 1 5 Pablo fundaba iglesias y dejaba a otros numerosas funciones propiamente religiosas. el cuidado de completar la formación de los Más tarde los poderes ejercidos por los apóscristianos, 1 Co 3 6-10; Rm 15 20. - E l título de toles o sus representantes (como Timoteo o presbítero (etim.: anciano, Hch 1 1 30 + ; 14 Tito) se transmitirán en cada comunidad al 23+) designa un estado, una dignidad; el de que será el obispo, jefe único del colegio de los epíscopo (etim.: vigilante, Hch 20 28), un ofisacerdotes. cio. Unos y otros, jefes de comunidades loca-
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epístola a tito
honrar en todo la doctrina de Dios nuestro Salvador. Fundamento dogmático de estas exigencias. 11 Porque se ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres, 12 que nos enseña a que, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos con sensatez, justicia y piedad en el tiempo presente, 13 aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador* nuestro Jesucristo; 14 el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, deseoso de bellas obras. 15 Así has de enseñar, exhortar y reprender con toda autoridad. Que nadie te menosprecie.
Deberes generales de los fieles.
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tros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo*, 6 que derramó sobre nosotros con generosidad por medio de Jesucristo nuestro Salvador, 7 para que, justificados por su gracia, fuéramos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna. Consejos particulares a Tito. 8 Es cierta esta afirmación, y quiero que en esto te mantengas firme, para que los que creen en Dios traten de sobresalir en la práctica de las bellas obras. Esto es hermoso y útil para los hombres. 9 Evita discusiones necias, genealogías, contiendas y disputas sobre la Ley, porque son inútiles y vanas*. 10 Al sectario*, después de una y otra amonestación, rehúyele; 11 ya sabes que ése está pervertido y peca, condenado por su propia sentencia.
' Amonéstales que vivan sumisos a los magistrados y a las autoridades, que los obedezcan y estén prontos para toda obra buena;2 que no injurien a nadie, que no sean agresivos sino apacibles, mostrando una perfecta mansedumbre con todos los hombres. 3 Pues también nosotros fuimos en algún tiempo insensatos, desobedientes, descarriados, esclavos de toda suerte de pasiones y placeres, viviendo en malicia y aborrecibles y odiándonos unos a otros*. 4 Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los hombres,5 él nos salvó, no por obras de justicia que hubiéramos hecho noso-
Recomendaciones prácticas. Saludo final. •
2 13 En una exposición muy densa de la obra de Cristo, ver 3 4-7; 2 Tm 1 9-10, la espera de la Manifestación, 1 Tm 6 14+, provoca una afirmación clara de la divinidad de Cristo, ver Rm 9 5 + . 3 3 Ver Rm 3 21-26+; 1 Co 6 11; Ef 2 3-
agua y del Espíritu, Jn 3 3-6+; Hch 1 5+; Ef 5 26+. Sus efectos se anuncian en los w . 6-7; ver Rm 5 5 + ; 6 4+; 8 17; 12 2; etc. 3 9 Ver 1 Tm 6 4+. 3 10 El sectario, lit.: el hombre herético, es el que hace una elección y engendra la división. Ver 1 Co 5 5 + .
10+.
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El bautismo, nuevo nacimiento del
12 Cuando te envíe a Artemas o a Tíquico, date prisa en venir a mi encuentro, a Nicópolis, porque he pensado pasar allí el invierno. Cuida de proveer de todo lo necesario para el viaje a Zenón, el perito en la ley, y a Apolo, de modo que nada les falte. 14 Que aprendan también los nuestros a sobresalir en las bellas obras, atendiendo a las necesidades urgentes, para que no sean unos inútiles. 15 Te saludan todos los que están conmigo. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia con todos ustedes.
EPÍSTOLA A FILEMÓN Saludo. Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y Timoteo, el hermano, a nuestro querido amigo y colaborador Filemón,2 a la hermana Apfia, a nuestro compañero de armas, Arquipo, y a la Iglesia que se reúne en tu casa. 3 Gracia y paz a ustedes de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. 1
Acción de gracias y ruego. 4 Doy gracias sin cesar a mi Dios, recordándote en mis oraciones, 5 pues tengo noticia de tu caridad y de tu fe para con el Señor Jesús y para bien de todos los santos, 6 a fin de que tu participación en la fe* se haga eficiente mediante el conocimiento perfecto de todo el bien que hay en nosotros en orden a Cristo. Pues tuve gran alegría y consuelo a causa de tu caridad, por el alivio que los corazones de los santos han recibido de ti, hermano.
Intercesión en favor de Onésimo.
para que me sirviera en tu lugar, en estas cadenas por el Evangelio; mas, sin consultarte, no he querido hacer nada, para que esta buena acción tuya no fuera forzada sino voluntaria. ,s Pues tal vez fue alejado de ti por algún tiempo, precisamente para que lo recuperaras para siempre*, 16 y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido, que, siéndolo mucho para mí, ¡cuánto más lo será para ti, no sólo como amo, sino también en el Señor! 17 Por tanto, si me tienes como algo unido a ti, acógelo como a mí mismo. 18 Y si en algo te perjudicó o algo te debe, ponlo a mi cuenta*. 19 Yo mismo, Pablo, lo firmo con mi puño; yo te lo pagaré... Por no recordarte deudas para conmigo, pues tú mismo te me debes. 20 Sí, hermano, hazme este favor en el Señor. ¡Alivia mi corazón en Cristo! 21 Te escribo confiado en tu docilidad, seguro de que harás más de lo que te pido*. Recomendaciones y saludos.
8 Por lo cual, aunque tengo en Cristo bastante libertad para mandarte lo que conviene,9 prefiero más bien rogarte en nombre de la caridad, yo, este Pablo ya anciano, y además ahora preso de Cristo Jesús. 10 Te ruego en favor de mi hijo, a quien engendré entre cadenas, Onésimo, 11 que en otro tiempo te fue inútil, pero ahora muy útil para ti y para mí*. 12 Te lo devuelvo, a éste, mi propio corazón. 13 Yo querría retenerlo conmigo,
22 Y al mismo tiempo, prepárame hospedaje; pues espero que por las oraciones de ustedes se les concederá la gracia de mi presencia. 23 Te saludan Epafras, mi compañero de cautiverio en Cristo Jesús, 24 Marcos, Aristarco, Demás y Lucas, mis colaboradores. 25 La gracia del Señor Jesucristo con su espíritu.
6 La participación en la fe o la comunión con Cristo y con los hermanos de Cristo, v. 17, animada por la fe y por el amor, w . 5-7; Ga 5 6. El dueño y el esclavo son ambos a dos cristianos, v. 16, ver 1 Co 7 20-23; 12 13; Ga 3 28; Col 3 11.22-24, rescatados, Rm 3 24+, y libres servidores de Dios, Ef 6 5-9; 1 P 2 16, y de sus hermanos, Ga 5 13; Ef 5 21. Ver Si 33 25 + . 11 Onésimo, en griego, significa litil.
15 Dios ha permitido que el esclavo fugitivo llegue a ser cristiano al lado de Pablo, v. 10, lo cual crea entre él y su amo una relación nueva e inalterable, v. 16. 18 Filemón mismo había sido convertido por Pablo. 21 Pablo deja entender a Filemón, ya en los w . 14-16, que hará bien en dejar en libertad a Onésimo.
EPÍSTOLA A LOS HEBREOS Introducción La paternidad paulina de la epístola a los Hebreos ha sido, desde antiguo, motivo de discusión. Rara vez se ha impugnado su canonicidad, pero la Iglesia de Occidente se negó a atribuírsela a Pablo hasta fines del siglo IV; y si bien la de Oriente aceptó esta atribución, no lo hizo sin reservas respecto de su forma literaria. Y es que, en realidad, el lenguaje y el estilo de este escrito son de una elegante pureza que no es propia de San Pablo. Lo mismo hay que decir en cuanto al modo de citar y utilizar los textos del AT. Además en Hb falta el saludo y la acción de gracias, propias de las epístolas paulinas. Sin embargo en Hb se encuentran resonancias del pensamiento de Pablo en los temas de la fe, de la Ley, de Abrahán en cuanto modelo de fe, de la Alianza del Sinaí, etc. Estas consideraciones han hecho pensar a muchos críticos católicos y protestantes en un redactor que avanza dentro de la línea paulina, sin llegar a la unanimidad a la hora de identificar a este autor anónimo: ¿Bernabé, Aristión, Silas, Apolo, Priscila? Resulta más sencillo caracterizar su personalidad: un judío de cultura helénica, familiarizado con el arte oratorio, preocupado por una interpretación puntual de los pasajes del AT que utiliza para apoyar su argumentación, y que cita normalmente según la versión de los LXX. El lugar y fecha de composición, así como los destinatarios, tampoco se saben con certeza. Parece que el autor se encuentra en Italia (13 24). Habla de la liturgia del Templo como de una realidad todavía actual (8 4s), y esto llevaría a concluir que escribe antes de la catástrofe del año 70. Pero lo cierto es que no alude nunca al Templo destruido por Tito, sino que habla siempre de la Tienda del desierto y se refiere a los textos que la describen, vigentes más allá de las vicisitudes históricas que afectaron al santuario. La resonancia de algunos pasajes de Hb 1 1-13 con la Primera Carta
de Clemente y la alusión a una persecución pasada (10 32-34) o a punto de terminar (13 3), no aportan ninguna luz a este asunto, por la dificultad de concretar estas referencias ni de fechar el escrito de Clemente. Un dato seguro, que aporta la misma Epístola, es la distancia que media entre la predicación apostólica (2 3-4) y el primer anuncio recibido por los destinatarios a través de sus «guías» (13 7; ver 10 32). Lo que llevaría a situar este escrito en la segunda generación cristiana. ¿En qué género literario hay que situar Hb? ¿Es una carta, un discurso, una homilía, un tratado dogmático en forma epistolar? Hb tiene la espontaneidad de un lenguaje hablado, pero con cortes súbitos, repeticiones, y, sobre todo, retomos al tema principal después de largos intervalos, mal encajados dentro del contexto, lo que no cuadra bien con el género de una homilía. Además, la disposición casi concéntrica de los temas cuadra menos con el género de un discurso. De todos modos se pueden reconocer dos líneas de argumentación. La primera desarrolla el tema del sacerdocio de Cristo: empieza en 2 5-8, sigue en 5 1-10, alcanza su pleno desarrollo en 7 1-28 y 10 1-18 (completado con una exhortación, 10 26-36 y 12 14-17), y concluye en 13 20-21. La segunda trata el tema de la fe, siguiendo el ejemplo del pueblo del Éxodo, y se reconoce principalmente en 1 13; 2 1-4; 3 1-4.14; 10 36-12 3; 12 18-25. En el desarrollo de este tema se concentran los rasgos más relevantes de inspiración paulina. Los cap. 8-9, que interrumpen la secuencia entre 7 28 y 10 1, se consideran complementos del tema sobre el sacerdocio de Cristo. Tendríamos, pues, en Hb dos homilías, fundidas posteriormente en las que se reagruparon las exhortaciones al final del texto. En esta etapa se intercalaron los cap. 8-9, las repeticiones y la recapitulación de 13 9b-15. En realidad cualquiera de estas subdivisiones tiene
i n t r o d u c c i ó n a l a el í s t o l a a l o s h e b r e o s su punto de arbitrariedad; no obstante, se seguirá esta última en la presentación de la traducción del texto. La epístola va dirigida a los «Hebreos». El título data del s. II, pero es acertado, ya que la preocupación del autor es la de prevenir contra el peligro de la apostasía y de animar a los judeocristianos que añoraban el culto mosaico y el sesgo tranquilizante de una religión oficial, que las jóvenes comunidades cristianas no parecían compartir. Eran Hebreos convertidos que vivían en ambiente helénico, o bien gentiles fascinados por él culto hebreo. Lo cierto es que se trataba de personas familiarizadas con la lectura de los LXX y con algunas interpretaciones bíblicas tradicionales. En cambio no parece que estuvieran familiarizadas con el templo y sus ritos, pues las descripciones que hace la epístola de los mismos, aunque son abundantes, no son siempre precisas. Para facilitar la lectura del texto en la estructura con la que ha nos ha llegado, podemos distribuirlo en los siguientes apartados:
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tía de ser la Palabra de Dios; es decir que el sumo sacerdocio de Jesús es el auténtico porque de verdad transmite la Palabra de Dios, que debe ser escuchada. Por eso el autor de Hb compara la función transmisora de Jesús con la que tuvo Moisés, que fue el que llevó la Palabra de Dios a sus conciudadanos en el AT. Jesús es superior a Moisés porque por su categoría de Hijo ha sido puesto por Dios al frente de la casa, al frente de su nuevo pueblo (3 1-4 14). Como sumo sacerdote auténtico del pueblo ante Dios, Jesús ha experimentado todas las situaciones humanas. Por eso es misericordioso y se entregó a sí mismo por sus hermanos (4 15-5 10). 4. Naturaleza del sumo sacerdocio de Jesús (5 11-10 34)
a) Introducción (5 11-6 20). Hay que profundizar en este tema, para crecer en la fe; porque el crecimiento en la fe y el tener las ideas claras sobre los temas básicos de la vida cristiana es el mejor antídoto frente a posibles peligros de apostasía. b) El sacerdocio de Cristo es supe1. Prólogo fl 1-4) rior al levítico (7 1-28). El sacerdocio Planteamiento de los temas: Jesús, del AT dependía de la Ley, que lo creó y Hijo de Dios, presente como Palabra en organizó para los descendientes de Aael proyecto de Dios desde el principio de rón, de la tribu de Leví; era temporal, la creación, es el único camino, el único pues los sacerdotes eran sustituidos, al mediador, el único sumo sacerdote de la morir, por otros de su tribu. En cambio el de Cristo no depende de ninguna ley nueva alianza. ni es temporal, pues ha sido instituido por juramento del mismo Dios, es decir 2. Jesús, Hijo de Dios (1 5-2 11) instituido de una vez para siempre y es Parte el autor de textos del AT que insustituible: «Así es el sumo sacerdote analiza mediante una dialéctica rabínica que nos convenía» (7 26). para probar que Jesús, el Hijo de Dios, es c) El sacerdocio de Cristo es supesuperior a los ángeles (1 5-14); que su enrior al del AT (8 1-9 28). El sacerdocio señanza es auténtica (2 1-9) y que su vida del AT centrado en la Tienda y en el sany enseñanza estuvieron al nivel de los tuario, era sólo imagen del auténtico, del hombres, sus hermanos, compartiendo celestial; además era parte de una aliancon ellos la realidad humana, la «carne y za imperfecta; y los sacrificios y el culto sangre», incluso los sufrimientos y la a los que estaban dedicados los sacermisma muerte, para liberarlos del domidotes de la Tienda, eran ineficaces, pues nio del diablo (2 10-18). se habían de repetir. En cambio el de Jesús es perfecto, es auténtico, celestial, 3. Jesús es el verdadero sumo forma parte de una alianza definitiva, sacerdote del nuevo pueblo nueva y es irrepetible en su realidad temde Dios ( 3 1-5 10) poral: «Se ha manifestado ahora una sola vez... para la destrucción del pecado Im Palabra que transmite Jesús, como sumo sacerdote, tiene la total garan- mediante su sacrificio» (9 26).
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introducción a la epístola a l o s hebreos
d) El sacerdocio de Cristo es una realidad nueva (10 1-18). Primero porque ha anulado el valor de los sacrificios de la Tienda, que han perdido su sentido de símbolos; pero sobre todo porque en este sumo sacerdocio nuevo la ofrenda y el oferente, la víctima y el sacerdote, son la misma realidad; la ofrenda es la misma vida del oferente. e) Exhortación final (10 19-39). Anima el autor, como consecuencia de esta reflexión, a la perseverancia y a prevenir los peligros de apostasía. Un modo concreto para ello es asistir a las asambleas de la comunidad (10 25). 5. La comunidad que preside el sumo sacerdote Jesús (11 1-13 21) La comunidad nueva de Jesús entronca con la del AT. Ésta tenía como piedra fundamental la fe. Un recorrido por las biografías de algunos personajes del AT lo demuestra (11 1-40). La comunidad que preside Jesús se basa también en la fe (12 1-13), que es encuentro
personal con Dios por medio de Jesús, sumo sacerdote: «fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe» (12 2). La comunidad de Jesús tiene unas notas que la caracterizan (12 74-13 19): es santa, porque esta comunidad tiene experiencia de Dios por medio de Jesucristo (12 18-24); cultual, porque ofrece a Dios un sacrificio de alabanza presidido por el sumo sacerdote Cristo (13 815); en ella se imparte la enseñanza de la palabra de Dios, a la que se mantiene fiel y dócil (12 25-26; 13 7.17); en resumen, es una comunidad de amor y de paz en la que se practica la hospitalidad, la generosidad, el respeto en el matrimonio, y la atención a los más necesitados, etc. (13 1-6). 6. Conclusión (13 20-25) La bendición final, la doxología y unas breves noticias y saludos de estilo epistolar cierran el escrito que la tradición ha transmitido como una epístola dirigida «a los Hebreos».
EPÍSTOLA A L O S H E B R E O S Prólogo Títulos del Hijo de Dios encarnado.
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1 Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas. 2 En estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien
también hizo el universo;3 el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia*, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, llevada a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más excelente es el nombre que ha heredado.
El Hijo En efecto, ¿a qué ángel dijo alguna vez: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy, y también: Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo? 6 Y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: Y adórenlo todos los ángeles de Dios. 7 Y de los ángeles dice: Hace de los vientos sus ángeles, y de las llamas de fuego sus ministros.8 Pero del Hijo: Tu trono, ¡oh Dios!, por los siglos de los siglos-, y: El cetro de tu realeza, cetro de equidad. 9 Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por eso te ungió, ¡oh Dios!, tu Dios con óleo de alegría entre tus compañeros. 10 Y también: Tú al comienzo, ¡oh Señor!, pusiste los cimientos de la tierra, y obra de tu mano son los cielos. 11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; todos como un vestido envejecerán; 12 como un manto los enrollarás, como un vestido, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo y tus años no tendrán fin. 13 Y ¿a qué ángel dijo al5
guna vez: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de. tus pies*? 14 ¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación? Exhortación.
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1 Por tanto, es preciso que prestemos mayor atención a lo que hemos oído, para que no nos extraviemos. 2 Pues si la palabra promulgada por medio de ángeles* obtuvo tal firmeza que toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,3 ¿cómo saldremos absueltos nosotros si descuidamos tan grande salvación? La cual comenzó a ser anunciada por el Señor, y nos fue luego confirmada por quienes la oyeron, 4 testificando también Dios con signos y prodigios, con toda suerte de milagros y dones del Espíritu Santo repartidos según su voluntad.
El sacerdocio de Cristo
En efecto, Dios no sometió a los ángeles el mundo venidero del cual estamos hablando.6 Pues atestiguó alguien
en algún lugar: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él? ¿O el hijo del hombre, para que de él te preocupes? 7 Lo hiciste por un poco inferior a los ángeles; de gloria y honor lo coronaste.
1 3 Dos imágenes de Sb 7 25-26: el Hijo es el reflejo de la gloria del Padre, Ex 24 16+; Jn 1 14-18, y la impronta que el ser del Padre marca en él como un sello, Col 1 15 + ; ver Jn 14 6-11 + ; etc.
1 13 Citas de Sal 2 7; 2 S 7 14; 1)1 32 43; S;il 104 4; 45 7-8; 102 26.28; 110 1. 2 2 Es la Ley mosaica transmilidíi por los ángeles, Hch 7 53; Ga 3 19, y sancionada con severas penas.
Base bíblica: Salmo 8. 5
328 e p í s t o l a a l o s h e b r e o s Todo lo sometiste bajo sus pies*. Al someterle todo, nada dejó que no le estuviera sometido. Mas al presente, no vemos todavía que le esté sometido todo. 9 Pero a aquel que fue hecho inferior a los ángeles por un poco, a Jesús, lo vemos coronado de gloria y honor por haber padecido la muerte, pues por la gracia de Dios gustó la muerte para bien de todos. 10 Convenía, en verdad, que Aquel por quien es todo y para quien es todo, llevara muchos hijos a la gloria, perfeccionando mediante el sufrimiento al que iba a guiarlos a la salvación*. 11 Pues santificador y santificados tienen todos el mismo origen. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos 12 cuando dice: Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la asamblea te ala8
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baré. Y también: En él pondré yo mi confianza. Y nuevamente: Aquí estoy yo y los hijos que Dios me ha dado*. 14 Por tanto, como los hijos comparten la sangre y la carne, así también compartió él las mismas, para reducir a la impotencia mediante su muerte al que tenía el dominio sobre la muerte, es decir, al diablo,15 y liberar a los que, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud. 16 Porque, ciertamente, no es a los ángeles a quienes tiende una mano, sino a la descendencia de Abrahán. 17 Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote* misericordioso y fiel en lo que toca a Dios, y expiar los pecados del pueblo. 18 Pues, habiendo pasado él la prueba del sufrimiento, puede ayudar a los que la están pasando. 13
La fe, camino hacia el descanso divino Cristo superior a Moisés.
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Por tanto, hermanos santos, partícipes de una vocación celestial, consideren al apóstol y sumo sacerdote* de nuestra confesión, a Jesús, 2 que es fiel al que lo instituyó, como lo fue también Moisés en toda su casa *. 3 Pues ha sido juzgado digno de una gloria tanto superior a la de Moisés, cuanto la dignidad del constructor de la casa supera a la casa misma. 4 Porque toda casa tiene su constructor; mas el constructor de todo es Dios. 5 Ciertamente, Moisés fue fiel en toda su casa, como servidor, para atestiguar cuanto había de anunciarse, 6 pero Cristo lo fue co1
2 8 Cita Sal 8 5-7 (LXX). La primacía del hombre en la creación es la que tiene el Hijo de Dios glorificado, 1 Co 15 23-28+, etc. 2 10 Los sufrimientos de Jesús le han perfeccionado, 11 40, en su papel de santificador y salvador. Hecho semejante a sus hermanos, v. 14; 4 15, los ha introducido con él en la gloria de Dios, w . 10.17-18; 4 15; 5 2-3. El verbo perfeccionar, que aparece varias veces en esta Epístola, evoca, además de los efectos de la obra de Cristo, el rito de consagración de los sacerdotes del AT, Ex 29; Lv 8 + , que habilitaba al sacerdote para presentarse ante Dios en el santuario.
mo hijo, al frente de su propia casa, que somos nosotros, si es que mantenemos la confianza y nos gloriamos en la esperanza. La entrada en el descanso de Dios. 7 Por eso, como dice el Espíritu Santo*: Si hoy escuchan su voz, 8 no endurezcan sus corazones como cuando lo irritaron, el día de la prueba en el desierto, 9 cuando sus padres me pusieron a prueba y me tentaron, después de haber visto mis obras 10 durante cuarenta años. Por eso me irrité contra aquella generación y dije: Siempre andan extraviados sus corazones; no reconocen mis caminos.
2 13 Citas de Sal 22 23; Is 8 17.18. 2 17 Aparición del título de sumo sacerdote aplicado a Cristo, término propio de Hb, que proporciona a esta epístola su tema central. 3 1 Enviado por Dios a los hombres, Jn 3 17+, y representante de los hombres ante Dios, 2 17; 4 14+; etc., Jesús es superior a Moisés, w . 1-6. 3 2 Cita de Nm 12 7 (LXX). 3 7 Cita del Sal 95 7-11. El comentario que sigue a esta cita compara la entrada de los israelitas en la Tierra prometida y la admisión de los cristianos en la salvación de Cristo.
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epístola a l o s hebreos
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Por eso juré con ira: ¡No entrarán en 5 Y también en el mismo lugar: ¡No entrarán en mi descanso! 6 Así pues, ya mi descanso! 12 ¡Miren, hermanos!, que no haya en ninguno de ustedes un co- que quedan algunos por entrar en 61, y que los primeros en recibir la buena razón malo e incrédulo que lo aparte del nueva no entraron a causa de su deDios vivo; 13 antes bien, exhórtense unos a otros cada día mientras suene este sobediencia, 7 señala otro día, hoy, dihoy, para que ninguno de ustedes se en- ciendo por David mucho después en el lugar citado: Si hoy escuchan su voz, no durezca seducido por el pecado. 14 Somos en verdad compañeros de Cristo, a endurezcan sus corazones... 8 Porque si condición de que mantengamos firme Josué les. hubiera dado el descanso, no hasta el fin la posición del comienzo. se hablaría más tarde de otro día.9 Por 15 Al decir: Si hoy escuchan su voz, no tanto queda un descanso sabático para endurezcan sus corazones como cuando el pueblo de Dios. 10 Pues quien entra lo irritaron, 16 ¿quiénes son los que, des- en su descanso, también él descansa de pués de haberle oído, lo irritaron? ¿Es sus trabajos, como Dios de los suyos. "Esforcémonos, pues, por entrar en que no fueron todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés? 17 Y ¿contra ese descanso, para que nadie caiga imiquiénes se idignó durante cuarenta años? tando aquella desobediencia. 12 Pues, viva es la palabra de Dios* y ¿No fue acaso contra los que pecaron, cuyos cadáveres cayeron en el desierto*? eficaz, y más cortante que espada algu na de dos filos. Penetra hasta la división 18 Y ¿a quiénes juró que no entrarían en su descanso sino a los que no creyeron? entre alma y espíritu, articulaciones v médulas; y discierne sentimientos y pen 19 Así, vemos que no pudieron entrar a samientos del corazón. 13 No hay cria causa de su incredulidad. tura invisible para ella: todo está des ' Temamos, pues, no sea que, per- nudo y patente a los ojos de Aquel a maneciendo aún en vigor la pro- quien hemos de dár cuenta. mesa de entraren su descanso*, alguno de ustedes resulte que llegue rezagado. 2 También nosotros hemos recibido la Retorno al tema sacerdotal. buena nueva, lo mismo que ellos. Pero 14 Teniendo, pues, un gran sumo sala palabra que oyeron no les aprove- cerdote, que penetró los cielos* —Jechó, pues no se compenetraron con la sús, el Hijo de Dios— mantengamos fe de los que la escucharon.3 De hecho, nuestra confesión de fe. 15 Pues no tehemos entrado en el descanso* los que nemos un sumo sacerdote que no puehemos creído, según está dicho: Por da compadecerse de nuestras flaqueeso juré con ira: ¡No entrarán en mi des- zas, ya que ha sido probado en todo canso! Y eso que las obras de Dios es- como nosotros, excepto en el pecado. taban terminadas desde la creación del 16 Acerquémonos, por tanto, confiadamundo, 4 pues está dicho en alguna mente al trono de gracia, a fin de alparte acerca del día séptimo: Y descansó canzar misericordia y hallar la gracia Dios el día séptimo de todas sus obras. de un auxilio oportuno. 11
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3 17 Ver Nm 14 29-35. 4 1 Hb describe el fracaso de la generación salida de Egipto comparando Sal 95 con Nm 14. Es el esquema de interpretación del AT típico de Hb, ver 7 28; 8: si los profetas y el salmista tienen que reiterar las promesas antiguas, es porque la primera alianza se ha mostrado ineficaz. 4 3 Hb relaciona el Sal 95 11, «mi descanso» , con Gn 2 2, donde la palabra «descanso» describe el estado de Dios al terminar la obra de la creación. Deduce que el salmo se refiere
a la entrada en el «espacio» divino, inaugurado por Cristo, 10 20. 4 12 La palabra transmitida por los Profetas y el Hijo, 1 1-2, sirve de fundamento a las promesas recordadas en el comentario del Sní 9!í; ver 3 7; sigue actuando, 1 Ts 2 13+, y ju/.gu lu sinceridad del corazón humano en su i)iisc|ileda del descanso. 4 14 La certeza de la presencia de Cristo junto a Dios, 1 3; 8 1; 7 26; 9 24; etc., nos asegura su socorro con vistas a nuestra estabilidad en la fe.
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El sacerdocio de Cristo El sacrificio terrestre.
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Porque todo sumo sacerdote es tomado de entre los hombres y está constituido en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.2 Es capaz de comprender a ignorantes y extraviados, porque está también él envuelto en flaqueza. 3 Y a causa de la misma debe ofrecer por sus propios pecados lo mismo que por los del pueblo. 4 Y nadie se arroga tal dignidad, si no es llamado por Dios, lo mismo que Aarón. 5 De igual modo, tampoco Cristo se atribuyó el honor de ser sumo sacerdo1
te, sino que lo recibió de quien le dijo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy. 6 Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para la eternidad, a la manera de Melquisedec*. 7 El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal* ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente, 8 y aun siendo Hijo, por los padecimientos aprendió la obediencia; 5 y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen, 10 proclamado por Dios sumo sacerdote a la manera de Melquisedec.
Toque de atención* Vida cristiana y teología.
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nos a lo perfecto, sin reiterar los temas fundamentales del arrepentimiento de las obras muertas* y de la fe en Dios; 2 de la instrucción sobre los bautismos* y de la imposición de las manos; de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.3 Y así procederemos con el favor de Dios. 4 Porque es imposible que cuantos fueron una vez iluminados, gustaron el don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,5 saborearon las buenas nuevas de Dios y los prodigios del mundo futuro, 6 y a pesar de todo cayeron, se renueven otra vez crucificando de nuevo al Hijo de Dios para su conversión y exponiéndolo a pública infamia. 7 Porque la tierra que recibe frecuentes lluvias y produce buena vegetación para los que la cultivan participa de la bendición de Dios. 8 Por el contrario, la que produce espinas y car-
5 6 Citas del Sal 2 7; 110 4. El rey-sacerdote de Gn 14 18+ es la figura de Cristo. 5 7 En los días de su vida mortal, es decir, de su vida humana en la tierra, 2 9.14. -Cristo en su agonía seguía totalmente sometido a la voluntad del Padre, Mt 26 39p. Por eso fue escuchado, en cuanto que su muerte fue una exaltación gloriosa, 2 9; Jn 12 27.31; 13 31; Flp 2 6-11. 5 11 La sección 5 11 - 6 20 interrumpe el discurso sobre el sacerdocio de Cristo, que se
reanuda en 7 1. 5 13 La doctrina de la justicia designa sin duda la enseñanza sobre la justicia de Dios revelada por Cristo, Rm 3 21-26, y sobre la mediación prefigurada por Melquisedec, rey de justicia, 7 2. 6 1 Son muertas las obras hechas sin fe, fuera de la verdadera vida, 9 14; Rm 8 6.13. 6 2 Los bautismos designan las diversas purificaciones entonces en uso, entre otras el bautismo de Juan.
Sobre este particular tenemos muchas cosas que decir, aunque difíciles de explicar, porque se han hecho torpes de oído. '2 Pues debiendo ser ya ustedes maestros en razón del tiempo, vuelven a tener necesidad de ser instruidos en los primeros rudimentos de los oráculos divinos, y están necesitados de leche en lugar de alimento sólido. 13 Pues todo el que se nutre de leche desconoce la doctrina de la justicia*, porque es niño. 14 En cambio, el alimento sólido es de adultos; de aquellos que, por la costumbre, tienen las facultades ejercitadas en el discernimiento del bien y del mal. 11
Plan del autor. 1 Por eso, dejando la enseñanza elemental acerca de Cristo, elevémo-
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epístola a l o s hebreos
dos* es desechada, y cerca está de la maldición, y terminará por ser quemada. Palabras de esperanza y ánimo. 9 Pero de ustedes, queridos, aunque hablemos así, esperamos cosas mejores y conducentes a la salvación. 10 Porque no es injusto Dios para olvidarse de sus obras y del amor que han mostrado en su nombre, con los servicios que han prestado y prestan a los santos*. " Deseamos, no obstante, que cada uno de ustedes manifieste la misma diligencia para la plena realización de la esperanza hasta el fin, 12 y no sean indolentes, sino más bien imitadores de aquellos que, mediante la fe y la perseverancia, heredan las promesas. 13 Cuando Dios hizo la promesa a Abrahán, no teniendo a otro mayor por quien jurar, juró por sí mismo 14 diciendo: Te colmaré de bendiciones y te mul-
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tiplicaré sin medida*. 15 Y, perseverando de esta manera, alcanzó la promesa. 16 Pues los hombres juran por uno superior y entre ellos el juramento es la garantía que pone fin a todo litigio. 17 Por eso Dios, queriendo mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su decisión, interpuso el juramento, 18 para que, mediante dos cosas inmutables por las cuales es imposible que Dios mienta, nos veamos más poderosamente animados los que buscamos un refugio asiéndonos a la esperanza propuesta. Vuelve el tema sacerdotal. 19 En ella tenemos nosotros como un ancla firme y segura de nuestra alma, que penetra hasta dentro de la cortina*, 20 adonde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho, a la manera de Melquisedec, sumo sacerdote para la eternidad.
El sacerdocio de Cristo, superior al levítico Melquisedec*.
4 Miren ahora cuán grande es éste, a quien el mismo Patriarca Abrahán dio
el diezmo de lo mejor del botín. 5 Los hijos de Leví que reciben el sacerdocio tienen orden según la Ley de percibir el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque también proceden éstos de la estirpe de Abrahán; 6 mas aquél, sin pertenecer a su genealogía, recibió el diezmo de Abrahán, y bendijo al depositario de las promesas. 7 Pues bien, es incuestionable que el inferior recibe la bendición del superior. 8 Y aquí, ciertamente, reciben el diezmo hombres mortales; pero allí, uno de quien se asegura que vive. 9 Y, por así decirlo, hasta el mismo Leví, que percibe los diezmos, los pagó en la persona de Abrahán, 10 pues ya estaba en las entrañas de su antepasado cuando Melquisedec le salió al encuentro.
6 8 Ver Gn 3 17-18. 6 10 Ver la colecta de 1 Co 16 1 + . 6 14 Ver Gn 22 16-17. 6 19 Ver Lv 16 2.12. Habiendo entrado Jesús en el santuario celestial, 4 14; etc.; ver 9, la esperanza, figurada por el ancla, se funda en la promesa y el juramento de Dios, v. 17.
7 Melquisedec, este rey-sacerdote, 5 6, sobre cuyos antepasados, descendientes e investidura, Gn 14 17-20, no dice nada, lleva a pensar que el sacerdocio de Cristo es eterno, vv. 1-3.15-17. Si recibió el diezmo de Abrahán es porque es superior a éste y, con más razón, superior a su descendencia levítica, w . 4-10.
7
En efecto, este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió al encuentro de Abrahán cuando regresaba de la derrota de los reyes, y lo bendijo,2 al cual dio Abrahán el diezmo de todo, y cuyo nombre significa, en primer lugar, «rey de justicia» y, además, rey de Salem, es decir, «rey de paz», 3 sin padre, ni madre, ni genealogía, sin comienzo de días, ni fin de vida, asemejado al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. 1
Melquisedec recibe el diezmo de Abrahán.
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epístola a l o s hebreos
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Del sacerdocio levítico al sacerdocio a la manera de Melquisedec*.
Inmutabilidad del sacerdocio de Cristo.
11 Pues bien, si la perfección se alcanzara por el sacerdocio levítico —pues de él recibió el pueblo las leyes—, ¿qué necesidad había ya de que surgiera otro sacerdote a la manera de Melquisedec, y no «a la manera de Aarón»? 12 Porque, cambiado el sacerdocio, necesariamente se cambian las leyes. 13 Pues aquel de quien se dicen estas cosas, pertenece a una tribu, de la cual nadie sirvió al altar. 14 Y es bien manifiesto que nuestro Señor procede de Judá, una tribu que no menciona Moisés al hablar del sacerdocio.
20 Y, por cuanto no fue sin juramento —pues los otros fueron hechos sacerdotes sin juramento, 21 mientras éste lo fue bajo juramento por Aquel que le dijo: Juró el Señor y no volverá atrás: Tú eres sacerdote para la eternidad— 22 por eso, de una mejor alianza resultó fiador Jesús. 23 Además, aquellos sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía perdurar. 24 Pero éste posee un sacerdocio exclusivo* porque permanece para la eternidad. 25 De ahí que pueda también salvar definitivamente a los que por él se acercan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor.
Derogación del sacerdocio antiguo.
Perfección del sumo sacerdote celestial.
15 Todo esto es mucho más evidente aún si surge otro sacerdote a la manera de Melquisedec, 16 que lo sea, no por ley de sucesión carnal, sino por la fuerza de una vida indestructible. 17 De hecho, está atestiguado: Tú eres sacerdote para la eternidad, a la manera de Melquisedec. 18 De este modo queda derogado el precepto precedente, por razón de su ineficacia e inutilidad, 19 ya que la Ley no llevó nada a la perfección, como introducción a una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios.
26 Así es el sumo sacerdote que nos convenía: santo, inocente, incontaminado, apartado de los pecadores, encumbrado sobre los cielos, 27 que no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día como aquellos sumos sacerdotes, primero por sus propios pecados, luego por los del pueblo; y esto lo realizó de una vez para siempre*, ofreciéndose a sí mismo. 28 La Ley constituye sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la palabra del juramento, posterior a la Ley, nombra a uno que es Hijo, perfecto para la eternidad.
Superioridad del culto, del santuario y de la mediación de Cristo sacerdote El nuevo sacerdocio y el nuevo santuario*.
8
1 Este es el punto capital de cuanto venimos diciendo, que tenemos un
sumo sacerdote tal, que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,2 al servicio del santuario y de la Tienda verdadera, erigida * por el Señor, no por un hombre. 3 Porque todo sumo
7 11 El Sal 110 4+, al declarar al rey mesías gura los últimos tiempos, Hch 1 7 + ; Ga 4 4 + , sacerdote para la eternidad, a la manera de Melpor su eficacia total y definitiva (todo de una quisedec, anuncia caduco el sacerdocio levítico, sola vez y una vez por todas), 9 12.26; etc. así como la antigua Ley, en general, w . 18-19. 8 Cristo es superior a los sacerdotes le7 24 Exclusivo, en el sentido de «inmutavíticos en su persona, 7, y también en su sable» e « intransferible»: que no se transmite de crificio, 8-9, ofrecido en su santuario más nounos a otros. ble, w . 1-5. 7 27 La oblación de Cristo es única e inau8 2 Ver Sal 110 1; Nm 24 6 (LXX).
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sacerdote está constituido para ofrecer dones y sacrificios; de ahí que necesariamente también él tuviera que ofrecer algo. 4 Pues si estuviera en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo ya quienes ofrezcan dones según la Ley. 5 Éstos dan culto en lo que es sombra y figura de realidades celestiales, según le fue revelado a Moisés al emprender la construcción de la Tienda: Mira, —se le dice— harás todo conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte*.
Porque me apiadaré de sus ini(¡ui dades y de sus pecados no me acordaré ya.
8 5 Cita de Ex 25 40. 8 6 Cristo, plenamente hombre y Dios, 2 10-18, es el intermediario entre Dios y la humanidad, 9 15 + ; 12 24; 1 Tm 2 5. Establece entre Dios y el hombre una nueva relación de Alianza, que ya anunció Jr 31 31-34+, citado en su totalidad. Ver Ex 19+; 2 Co 3 6 +;
Ga 4 21-26. 9 11 El ceremonial israelita de la Expiación, Lv 16, es reemplazado por la ofrenda liiilcn, 7 27 + , de la sangre de Cristo, Rm 3 24 l , quinos abre el camino hacia Dios, 10 1.I(>; .ln 14 6; Ef 2 18; ver Ap 21 22 + .
12
13 Al decir nueva, declaró antigua la primera; y lo antiguo y viejo está a punto de desaparecer.
Cristo penetra en el santuario celestial.
9
1 También la primera alianza tenía sus ritos litúrgicos y su santuario terreno. 2 Porque se instaló una primera parte de la Tienda, donde se haCristo, mediador de una mejor llaban el candelabro y la mesa con los alianza*. panes presentados, que se llama Sanio. 6 Ahora bien, él ha obtenido un mi3 Detrás de la segunda cortina se halla nisterio tanto mejor cuanto es mediador ba la Tienda llamada Santo de los Sande una alianza mejor, como fundada en tos, 4 que contenía el altar de oro para promesas mejores.7 Pues si aquella pri- el incienso, el arca de la alianza —con» mera hubiera sido irreprochable, no ha- pletamente cubierta de oro— y en ella, bría lugar para una segunda. 8 Porque la urna de oro con el maná, la vara floles dice en tono de reproche: recida de Aarón y las tablas de la alianHe aquí que vienen días, dice el Señor, za. 5 Encima del arca, los querubines en que yo concluiré con la casa de Is- de la gloria que cubrían con su sombra rael y con la casa de Judá el propiciatorio. Mas no es éste el mouna nueva alianza, mento de hablar detodoello en detalle. 9 no como la alianza que hice con sus 6 Instaladas así estas cosas, los sacerpadres dotes entran siempre en la primera el día en que los tomé de la mano para parte de la Tienda para desempeñar las sacarlos de la tierra de Egipto. funciones del culto.7 Pero en la segunComo ellos no permanecieron en mi da parte entra una vez al año, y solo, el alianza, sumo sacerdote, y no sin sangre que también yo me desentendí de ellos, ofrecer por sí mismo y por los pecados dice el Señor. del pueblo.8 De esa manera daba a en10 Esta es la alianza que haré con la tender el Espíritu Santo que aún no escasa de Israel taba abierto el camino del santuario después de aquellos días, dice el Señor: mientras subsistiera la primera Tienda. 9 Todo ello es un símbolo del tiempo Pondré mis leyes en su mente, en sus corazones las grabaré; presente, en que se ofrecen dones y say yo seré su Dios crificios incapaces de perfeccionar en y ellos serán mi pueblo. su conciencia al que da culto, 10 y sólo 11 Y no habrá de instruir ni uno a su son prescripciones carnales, que versan sobre comidas y bebidas y sobre prójimo abluciones de todo género, impuestas • ni otro a su hermano diciendo: hasta el tiempo de la renovación. «¡Conoce al Señor!», pues todos me conocerán, " E n cambio se presentó Crislo* desde el menor hasta el mayor de ellos. como sumo sacerdote de los bienes lii
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turos, a través de una Tienda mayor y más perfecta, no fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo. 12 Y penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una liberación definitiva. 13 Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de una becerra santifican con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne, 14 ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto al Dios vivo! Cristo sella con su sangre la nueva alianza*. 15 Por eso es mediador de una nueva alianza; para que, interviniendo una muerte que libera de las transgresiones de la primera alianza, reciban, los llamados, la herencia eterna prometida. 16 Pues donde hay testamento se requiere que conste la muerte del testador, 17 ya que el testamento es válido en caso de defunción, no teniendo valor en vida del testador. 18 Así tampoco la primera alianza se inauguró sin sangre. 19 Pues Moisés, después de haber leído a todo el pueblo todos los preceptos según la Ley, tomó la sangre de los novillos y machos cabríos con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro
mismo y a todo el pueblo diciendo: Esta es la sangre de la alianza que Dios ha ordenado para ustedes.2] Igualmente roció con sangre la Tienda y todos los objetos del culto; 22 pues según la Ley, casi todo ha de ser purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay remisión. 23 Así pues, si es necesario que las figuras de las realidades celestiales sean purificadas de esa manera, también lo es que las realidades celestiales se purifiquen pero con sacrifios más excelentes que aquéllas. 24 Pues bien, Cristo no entró en un santuario hecho por mano humana, en una reproducción del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante el acatamiento de Dios en favor nuestro, 25 y no para ofrecerse a sí mismo repetidas veces al modo como el sumo sacerdote que entra cada año en el santuario con sangre ajena.26 Para ello habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Sino que se ha manifestado ahora una sola vez, al fin de los tiempos, para la destrucción del pecado mediante su sacrificio. 27 Y del mismo modo que el destino de los hombres es que mueran una sola vez, y luego ser juzgados, 28 así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, se aparecerá por segunda vez sin relación con el pecado a los que le esperan para su salvación*. 20
Recapitulación. Sacrificios levíticos y sacrificio de Cristo Ineficacia de los sacrificios antiguos. No teniendo la Ley más que una sombra de los bienes futuros, no la imagen de las cosas, no puede nunca, mediante unos mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año 1
9 15 El pasaje se funda en los dos valores de la palabra griega diazéke, que significa alianza y testamento, 8 6 + ; ver Ga 3 15-17+. La muerte de Cristo era necesaria para la entrada en vigor de su testamento, así como el sacrificio de la Alianza exigía una efusión de sangre, ver
tras año, dar la perfección a quienes se acercan a ellos. 2 De otro modo, ¿no habrían cesado de ofrecerlos, al no tener ya conciencia de pecado los que ofrecen ese culto, una vez purificados? 3 Al contrario, con ellos se renueva cada año el recuerdo de los pecados, Ex 24 6-8. El sacrificio de Cristo, más eficaz que el de Moisés, vale para siempre, 7 27+; Mt
20 28.
9 28 Ver Is 53 12. La última venida de Cristo, 1 Co 1 7 + ; 15 23 + ; 1 Tm 6 14+, no tendrá como fin la expiación del pecado.
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pues es imposible que la sangre de toros y cabras borre los pecados*. 5 Por eso, al entrar en este mundo, dice: Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado un cuerpo. 6 Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. 7 Entonces dije: ¡He aquí que vengo —pues de mí está escrito en el rollo del libro— a hacer, oh Dios, tu voluntad*! 8 Dice primero: Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios por el pecado no los quisiste ni te agradaron —cosas todas ofrecidas conforme a la Ley— 9 entonces —añade—: He aquí que vengo a hacer tu voluntad. Deroga lo primero para establecer lo segundo. 10 En virtud de esa voluntad quedamos santificados, mediante la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo. 4
Eficacia del sacrificio de Cristo. 11 Todo sacerdote está en pie, día tras día, oficiando y ofreciendo reiteradamente los mismos sacrificios, que nunca pueden borrar pecados*.12 El, por el contrario, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios para siempre, 13 esperando desde entonces hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies*. 14 Mediante una sola oblación ha llevado a la perfección definitiva a los santificados.15 También el Espíritu Santo nos lo atestigua. Porque, después de haber dicho: 16 Esta es la alianza que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en su mente las grabaré, 17 añade: Y de sus pecados e iniquidades no me acordaré ya *.
10 4 Los profetas condenaban el ritualismo, Am 5 21 + . La epístola niega toda eficacia a los sacrificios antiguos, en beneficio del único sacrificio personal de Cristo, w . 12-14. 10 7 Cita del Sal 40 7-9 (LXX). 10 11 Quizá hay aquí, como en 7 27, una alusión a los sacrificios de investidura de los sacerdotes, que duraban siete días, ver Lv 8 33-
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Ahora bien, donde hay perdón de estas cosas, ya no hay más oblación por el pecado. 18
Transición. 19 Tenemos, pues, hermanos, plena confianza para entrar en el santuario en virtud de la sangre de Jesús, 20 por este camino nuevo y vivo, inaugurado por él para nosotros, a través de la cortina, es decir, de su cuerpo.21 Tenemos un sacerdote excelso al frente de la casa de Dios. 22 Acerquémonos con sincero corazón, en plenitud de fe, purificados los corazones de conciencia mala y lavado el cuerpo con agua pura. 23 Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la Promesa. 24 Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras,25 sin abandonar nuestras asambleas, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, animándose; tanto más, cuanto que ven que se acerca ya el Día.
Peligro de apostasía. 26 Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados, 27 sino la terrible espera del juicio y el fuego ardiente pronto a devorar a los rebeldes*. 28 Si alguno viola la Ley de Moisés es condenado a muerte sin compasión, por la declaración de dos o tres testigos*. 29 ¿Cuánto más severo castigo piensan que merecerá el que pisotee al Hijo de Dios, y profane la sangre de la alianza* que le santificó, y ultraje al Espíritu de la gracia? 30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza; yo daré lo merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo*. 31 ¡Es terrible caer en las manos del Dios vivo!
34; 10 10 10 10 10 10
9+; 10 9. 13 Cita del Sal 110 1. 17 Cita de Jr 31 33-34; ver 8 8-12. 27 Veris 26 11 (LXX). 28 Ver Dt 17 6; Mt 26 28p+. 29 Ver Ex 24 8. 30 Cita de Dt 32 35.36.
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epístola a l o s hebreos
Motivos de perseverancia.
los que así eran tratados. Pues compartieron los sufrimientos de los encarcelados; y se dejaron despojar con alegría de sus bienes, conscientes de que poseían una riqueza mejor y más duradera. 35 No pierdan ahora su confianza, que lleva consigo una gran recompensa. 34
Traigan a la memoria los primeros días en que, después de ser iluminados*, tuvieron que soportar un duro y doloroso combate, 33 unas veces expuestos públicamente a injurias y ultrajes; otras, haciéndose solidarios de 32
La fe perseverante trasladó Dios*. Pero aún antes de su traslado, recibió el testimonio de haber agradado a Dios. 6 Ahora bien, sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le buscan*. po; 7 Por la fe, Noé, advertido sobre lo y el que ha de venir vendrá sin tardanza. que aún no se veía, con religioso temor 38 Mi justo vivirá por la fe*; construyó un arca para salvar a su famas, si es cobarde, mi alma no se milia; por la fe, condenó al mundo y complacerá en él. llegó a ser heredero de la justicia según 39 Pero nosotros no somos cobardes la fe. para perdición, sino hombres de fe 8 Por la fe, Abrahán, al ser llamado para la salvación del alma. por Dios, obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y saModelos de fe en la Historia Sagrada. lió* sin saber a dónde iba. 9 Por la fe, ' La fe es garantía de lo que se peregrinó hacia la Tierra prometida espera; la prueba de lo que no como extranjero, habitando en tiendas, se ve*. 2 Por ella fueron alabados nueslo mismo que Isaac y Jacob, coheretros mayores. deros de las mismas promesas. 10 Pues 3 Por la fe, sabemos que el universo esperaba la ciudad asentada sobre cifue formado por la palabra de Dios, lo mientos, cuyo arquitecto y constructor visible, de lo invisible. es Dios*. " Por la fe, también Sara re4 Por la fe, ofreció Abel a Dios un sacibió, aun fuera de la edad apropiada, crificio mejor que el de Caín, por ella vigor para ser madre, pues tuvo como fue declarado justo, con la aprobación digno de fe al que se lo prometía. ,2 Por que dio Dios a sus ofrendas*', y por ella, lo cual también de uno solo y ya marcado por la muerte, nacieron hijos, nuaunque muerto, sigue hablando. 5 Por la fe, Henoc fue trasladado, sin merosos como las estrellas del cielo, incontables* como la arena de las playas. ver la muerte y no se le halló, porque lo La espera escatológica. 36 Tienen
necesidad de paciencia para cumplir la voluntad de Dios y conseguir así lo prometido. 37 Pues todavía un poco, muy poco tiem-
n
10 32 La iluminación designa el bautismo, ver 6 4; Ef 5 14+. 10 38 Cita de Is 26 20 (LXX) y Ha 2 3-4 (LXX). Ver Rm 1 17 + . 111 El pueblo en camino, 3 7-4 11, no desaparecerá si conserva la fe, 10 39. Por la fe, w . 3.4, etc., en medio de las persecuciones, se adherirá a la seguridad que se apoya en Dios. Esta fe, Rm 1 16 + , es una anticipación garantizada de los bienes celestiales futuros, 6 5; etc.; Rm 5 2+; Ef 1 13+. Esta certeza está ilustrada con muchos y grandes ejemplos del AT,
ver Si 44-50. 114 Ver Gn 4 4. 115 Ver Gn 5 24. 1 1 6 La fe que salva es la que concierne a un Dios personal e invisible, Ex 33 20+; Sb 13+; Rm 1 20; y a su providencia, fundamento de la felicidad esperada, Sal 62 13; Mt 5 12; Rm 2 6+. 11 8 Ver Gn 12 1-4. 11 10 Ver Ap 21 2.10-20. 11 12 Ver Dn 3 36 (LXX); Gn 22 17; Ex 32 13.
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13 En
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la fe murieron todos ellos, sin haber conseguido el objeto de las promesas: viéndolas y saludándolas desde lejos y confesándose peregrinos y forasteros sobre la tierra*. 14 Los que así hablan, claramente dan a entender que van en busca de una patria; 15 pues si pensaban en la que habían abandonado, podían volver a ella. 16 Por el contrario aspiran a una mejor, a la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de ser llamado su Dios, pues les tenía preparada una ciudad. 17 Por la fe, Abrahán, sometido a la prueba, ofreció a Isaac como ofrenda, y, el que había recibido las promesas, ofrecía a su único hijo, 18 respecto del cual se le había dicho: Por Isaac tendrás descendencia*. 19 Pensaba que poderoso era Dios aun para resucitarlo de entre los muertos. Por eso lo recobró como símbolo. 20 Por la fe, bendijo Isaac el futuro de Jacob y Esaú. 21 Por la fe, Jacob, moribundo, bendijo a cada uno de los hijos de José, y se postró apoyado en el extremo de su bastón*. 22 Por la fe, José, al final de la vida, evocó el éxodo de los israelitas, y dio órdenes respecto de sus huesos. 23 Por la fe, Moisés, recién nacido, fue durante tres meses ocultado por sus padres, pues vieron que el niño era hermoso y no temieron el edicto del rey. 24 Por la fe, Moisés, ya adulto, rehusó ser llamado hijo de la hija del Faraón, 25 prefiriendo ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar el efímero goce del pecado,26 estimando como riqueza mayor que los tesoros de Egipto el oprobio de Cristo*, porque tenía los ojos puestos en la recompensa. 27 Por la fe, salió de Egipto sin temer la ira del rey; se mantuvo firme como si viera al invisible.28 Por la fe, celebró la Pascua e hizo la aspersión de la sangre para que el Exterminador no tocara a sus primogénitos*.29 Por la fe, atravesaron el mar Rojo como por tierra firme;
mientras que los egipcios, al intentarlo, se ahogaron. 30 Por la fe se derrumbaron los muros de Jericó, después de ser rodeados durante siete días. 31 Por la fe, la prostituta Rajab no pereció con los incrédulos, por haber acogido amistosamente a los exploradores. 32 Y ¿a qué continuar? Pues me faltaría el tiempo si hubiera de hablar sobre Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas.33 Éstos, polla fe, sometieron reinos, administraron justicia, alcanzaron las promesas, cerraron la boca a los leones;34 apagaron la violencia del fuego, escaparon al filo de la espada, curaron de sus enfermedades, fueron valientes en la guerra, rechazaron ejércitos extranjeros; 35 algunas mujeres recobraron resucitados a sus muertos. Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección mejor; 36 otros soportaron la prueba de burlas y azotes, de cadenas y prisiones.37 Fueron apedreados, torturados, aseriados, muertos a espada; anduvieron errantes cubiertos de pieles de ovejas y de cabras; faltos de todo; oprimidos y maltratados, 38 ¡hombres de los que no era digno el mundo!, errantes por desiertos y montañas, por grutas y cavernas. 39 Y todos ellos, aunque alabados por su fe, no consiguieron el objeto de las promesas. 40 Dios tenía dispuesto algo mejor para nosotros, de modo que no llegaran ellos sin nosotros a la perfección*.
11 11 11 11 11
II 40 Cristo ha inaugurado la era de la perfección, 2 10+; 7 27 + . Su resurrección ha abierto el acceso de los cielos a los creyentes y, desde luego, a los justos del AT, 7 19; 9 911+; 10 1. Ver 1 P 3 19+; Jn 12 32 + ; etc.
13 18 21 26 28
Ver Gn 23 4; Sal 39 13. Ver Gn 22 1-14; 21 12. Ver Gn 47 31. Ver Ex 2 2.11.15; Sal 89 51; Is 53. Ver Ex 12 11.22-23.
El ejemplo de Cristo. I ^y 1 Por tanto, también nosotros, JL A* teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con constancia la carrera que se nos propone,2 fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe, el cual, por el gozo que se le proponía, soportó la cruz sin miedo a la ignominia y está
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sentado a la diestra* del trono de Dios. 3 Fíjense en aquel que soportó tal contradicción de parte de los pecadores, para que no desfallezcan faltos de ánimo. 4 No han resistido todavía hasta llegar a la sangre en su lucha contra el pecado.
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llegue a contagiarse la comunidad. 16 Que no haya ningún disoluto o impío como Esaú, que por una comida vendió su primogenitura*. 17 Ya saben cómo luego quiso heredar la bendición; pero fue rechazado y no logró un cambio de disposición, aunque lo procuró con lágrimas.
Pedagogía paternal de Dios. 5 Han echado en olvido la exhortación que como a hijos se les dirije: Hijo mío, no menosprecies la corrección del Señor; ni te desanimes al ser reprendido por él. 6 Pues a quien ama el Señor, lo corrige; y azota a todos los hijos que reconoce*. 7 Sufren para corrección suya. Como a hijos los trata Dios, y ¿qué hijo hay a quien su padre no corrige*? 8 Mas si quedan sin la corrección, que a todos toca, señal de que son bastardos y no hijos. 9 Además, teníamos a nuestros padres terrestres, que nos corregían, y les respetábamos. ¿No nos someteremos mejor al Padre de los espíritus para vivir? 10 ¡Eso que ellos nos corregían según sus luces y para poco tiempo! Mas él, para provecho nuestro, y para hacernos partícipes de su santidad. 11 Cierto que ninguna corrección es, a su tiempo, agradable, sino penosa; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella. '2 Por tanto, robustezcan las manos caídas y las rodillas vacilantes uy enderecen para sus pies los caminos tortuosos*, para que el cojo no se disloque, sino que más bien se cure.
Castigo de la infidelidad. 14 Procuren la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Velen para que nadie se vea privado de la gracia de Dios; para que ninguna raíz amarga retoñe ni los turbe y por ella
12 2 Ver Sal 110 13; Hb 1 3; etc. 12 6 Cita de Pr 3 11-12 (LXX). 12 7 En la Biblia, la corrección era uno de los rasgos de la educación paterna. Ver Dt 8 5; Jb 5 17; Sal 94 12; etc. Por el sufrimiento Dios conduce a sus hijos a la santidad, v. 10. 12 13 Citas de Is 35 3 y Pr 4 26 (LXX). 12 16 Ver Sal 34 15; Dt 29 17 (LXX); Gn 25 33. Preferir un bien material e inmediato a las promesas mesiánicas —como hizo Esaú— es
Las dos alianzas*. 18 No se han acercado a una realidad palpable: fuego ardiente, oscuridad, tinieblas, huracán, 19 toque de trompeta y a un sonido de palabras tal, que suplicaron los que lo oyeron no se les hablara más. 20 Es que no podían soportar esta orden: El que toque el monte, aunque sea un animal, será lapidado. 21 Tan terrible era el espectáculo, que el mismo Moisés dijo: Espantado estoy y temblando*. 22 Ustedes, en cambio, se han acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, reunión solemne, 23 y a la asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espíritus de los justos llegados ya a su perfección,24 y a Jesús, mediador de una nueva álianza, y a la aspersión purificadora de una sangre que habla más fuerte que la de Abel. 25 Guárdense de rechazar al que les habla; pues si los que rechazaron al que promulgaba oráculos en la tierra no escaparon al castigo, mucho menos nosotros, si nos apartamos del que nos habla desde el cielo.26 Su voz hizo temblar entonces la tierra. Mas ahora hace esta promesa: Una vez más haré yo estremecer no sólo la tierra, sino también el cielo*. 27 Estas palabras, una vez más, quieren decir que las cosas que tiemblan como criaturas cambiarán, a fin de que permanezcan las inconmovi-
considerado por los profetas como una prostitución, una idolatría. 12 18 La Nueva Alianza, 8 1-6+, ha alejado el miedo, para introducir a los cristianos en la ciudad celeste, 4 14+; 11 10.16, alrededor del mediador triunfante, ver Le 10 20; Ap 21 2 + . 12 21 Ver Ex 19 18.16; Dt 4 11; Ex 20 19; 19 13; Dt 9 19. 12 26 Cita de Ag 2 6.
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bles. 28 Por eso, nosotros, que recibimos un reino inconmovible, hemos de mantener la gracia y, mediante ella,
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ofrecer a Dios un culto que le sea grato, con respeto y reverencia, 29 pues nuestro Dios es fuego devorador*.
Apéndice* Últimos consejos. •f O 1 Que el amor fraterno perdure. X «3 2 No olviden la hospitalidad; gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles. 3 Acuérdense de los presos, como si estuvieran presos con ellos, y de los que son maltratados, pensando que también ustedes tienen un cuerpo. 4 Tengan todos en gran respeto el matrimonio, y el lecho conyugal sea sin mancha; que a los fornicarios y adúlteros los juzgará Dios. 5 No sean amantes del dinero en su conducta; conténtense con lo que tienen, pues él ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré*', 6 de modo que podemos decir confiados: El Señor es mi ayuda; no temeré. ¿Qué puede hacerme un hombre*? Sobre la fidelidad. Acuérdense de sus guías, que les anunciaron la palabra de Dios y, considerando el desenlace de su vida, imiten su fe.8 Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. 9 No se dejen seducir por doctrinas diversas y extrañas. 7
cual no tienen derecho a comer los que dan culto en la Tienda.11 Los cuerpos de los animales, cuya sangre lleva el sumo sacerdote al santuario para la expiación del pecado, son quemados fuera del campamento*. 12 Por eso, también Jesús, para santificar al pueblo con su sangre, padeció fuera de la puerta*. 13 Así pues, salgamos hacia él, fuera del campamento, cargando con su ignominia, 14 pues no tenemos aquí ciudad permanente sino que buscamos la futura. 15 Por medio de él ofrezcamos sin cesar a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre*. 16 No descuiden la beneficencia y la comunión de bienes; ésos son los sacrificios que agradan a Dios. Obediencia a los guías espirituales.
Mejor es fortalecer el corazón con la gracia que con alimentos que nada aprovecharon a los que siguieron ese camino. 10 Tenemos nosotros un altar* del
17 Obedezcan a sus guías y sométanse a ellos, pues velan sobre sus almas como quienes han de dar cuenta de ellas, para que lo hagan con alegría y no lamentándose, cosa que no les traería a ustedes ventaja alguna. 18Rueguen por nosotros, pues estamos seguros de tener limpia la conciencia, deseosos de proceder en todo con rectitud. 19 Con la mayor insistencia les pido que lo hagan, para que muy pronto les sea yo devuelto.
12 29 Cita de Dt 4 24+. 13 El capítulo 13 ofrece el aspecto de algo artificial. Los w . 22-25 tienen la forma de un billete de envío de la epístola, pero también la tienen los w . 17-18. La intención de dar forma epistolar a un discurso podría bastar para explicar estos fenómenos. 13 5 Ver Dt 31 6. 13 6 Cita de Sal 118 6. 13 10 El altar, aquí, designa la cruz en la que Cristo se inmola, w . 11-12, no la mesa euca-
rística. Los judíos, que quedan al servicio de la «Tienda», no tienen participación alguna en él. 13 11 Ver Lv 16 27; Hb 9 6-8. 13 12 Los cuerpos de las víctimas del sacrificio de Expiación eran quemados fuera de las murallas de la ciudad, Lv 16 27; Jesús también ha sido crucificado a las afueras de Jerusalén, Mt 27 32p. Es preciso, pues, abandonar el campo del judaismo y del mundo. 13 15 Ver Sal 50 14.23; Os 14 3.
Resumen.
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epístola a l o s hebreos
Bendición final y doxología.
9 I I
Saludos a los destinatarios.
20 Y
22 Les ruego, hermanos, que soporel Dios de la paz que levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ten esta exhortación, pues les he escriovejas en virtud de la sangre de una alian-to brevemente. 23 Sepan que nuestro za eterna*, a Jesús Señor nuestro, 21 les hermano Timoteo se ha marchado*. Si procure toda clase de bienes para cum- viene pronto, iré con él a verlos. 24 Saplir su voluntad, realizando en nosotros luden a todos sus guías y a todos los lo que es agradable a sus ojos, por me- santos. Los saludan los de Italia*. diación de Jesucristo, a quien sea la glo25 La gracia esté con ustedes. ria por los siglos de los siglos. Amén.
13 20 Veris 63 11; 55 3; Za 9 11; Ex 34+; Hb 10 29; 12 24. La epístola no habla explícitamente de la resurrección de Jesús, sino de que ha sido sustraído al poder de la muerte, 2 14; 5 7+, y glorificado en el reino de Dios. 13 23 Se ha marchado: Recomendación de Timoteo para la misión a que ha sido enviado.
También se puede traducir ha sido liberado, pero no tenemos ningún dato en el NT sobre una cautividad de Timoteo. 13 24 Los de Italia, o porque la epístola se envía desde Italia, o porque a los saludos se adhieren cristianos de Italia, que están en el extranjero.
EPÍSTOLAS CATÓLICAS Introducción Las siete epístolas del NT no atribuidas a San Pablo fueron, por esta misma razón, reunidas muy pronto en una sola colección, a pesar de sus diferentes orígenes: una de Santiago, una de San Judas, dos de San Pedro y tres de San Juan. Su antiquísimo título de «católicas» procede sin duda de que la mayoría de ellas no van destinadas a una comunidad o persona particulares, sino que se dirigen más bien a los cristianos en general. EPÍSTOLA DE SANTIAGO Esta epístola tuvo una aceptación lenta y dificultosa en la Iglesia. Sólo hacia finales del siglo IV se impone su aceptación en el conjunto de las iglesias de Oriente y Occidente. Una vez las iglesias la aceptan, identifican a su autor con Santiago, el «hermano del Señor» (Me 6 3; Mt 13 55) que desempeñó un papel preeminente en la Iglesia de Jerusalén (ver Hch 12 17; 15 13-21; etc.) y que, según narran Josefo y Hegesipo, murió mártir el año 62 a manos de los judíos. Es distinto del apóstol Santiago, hermano de Juan (Mt 10 2p) a quien Herodes dio muerte el año 44 (Hch 12 2). Pero sería posible identificarlo con el otro apóstol del mismo nombre, el hijo de Alfeo (Mt 10 3p). Ya los antiguos vacilaban en este punto, y los modernos aún lo discuten, sin bien inclinándose por la negativa. La expresión de Pablo en Ga 1 19 ha sido interpretada en los dos sentidos. El verdadero problema sobre al autor de la carta está en otro plano. Si la epístola había sido escrita por esta persona de primer orden en el apostolado, no se comprenden las dificultades que tuvieron algunas iglesias de los tres primeros siglos para aceptarla como Escritura canónica. Además fue escrita directamente en griego con una elegancia, una riqueza de vocabulario y un sentido de la retó-
rica (diatriba) bastante sorprendentes en un galileo. Finalmente, la epístola presenta una afinidad muy notable con escritos cuya composición se sitúa a fines del primer siglo o a comienzos del segundo, especialmente con la carta de Clemente de Roma y el Pastor de Hermas. En consecuencia numerosos autores sitúan hoy la composición de la epístola de Santiago hacia el final del siglo primero o incluso a comienzos del segundo. El carácter arcaico de su cristología podría explicarse, más que por la antigüedad de su redacción, por su posible procedencia de los medios judeocristianos. Sea lo que fuere de su origen, este escrito quiere llegar a las «Doce tribus de la Dispersión» (11), que son, sin duda, los cristianos de origen judío dispersos en el mundo grecovromano, sobre todo en las regiones de Siria y Egipto. El cuerpo de la carta confirma que los destinatarios son convertidos del Judaismo. El uso constante que el autor hace de la Biblia supone que ésta les es familiar, sobre todo porque procede preferentemente por reminiscencias espontáneas y alusiones implícitas que por doquier se traslucen, y no en forma de argumentación, partiendo de citas explícitas. Se inspira especialmente en la literatura sapiencial, de donde deduce lecciones de moral práctica. Pero también depende profundamente de las enseñanzas del Evangelio, y su escrito no es puramente judío, como a veces se ha afirmado. Se encuentran en la epístola pensamientos y expresiones preferidas de Jesús que parecen proceder de la tradición oral más que de las enseñanzas escritas. El escrito no se ajusta fácilmente a las características del estilo epistolar. Más bien parece una homilía, muestra de la catequesis que estuvo en uso en las comunidades judeocristianos de su tiempo. Contiene exhortaciones morales que se suceden sin gran cohesión, agrupando sentencias sobre un mismo tema, o bien
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mediante asonancias verbales. Estas ca- primitivas sobre la comunidad que esperacterísticas, así como los diversos temas ra la venida del Señor: una comunidad que desarrolla se aprecian en una lectura en espera escatológica. Estas directrices de la epístola. son: firmeza en las pruebas, oración en toda circunstancia, corrección fraterna y 1. Introducción (11) atención a los enfermos. En esta última habla el autor de la oración y la unción Presentación del autor, saludos y del enfermo de manos de los «presbíteros destinatarios. de la Iglesia», expresión en la que el Concilio de Trento vio el lugar teológico del 2. Valor didáctico de las pruebas sacramento de la Unción de los enferfl 2-27) mos. Las tribulaciones, pruebas, dificultades que provienen de fuera de la comunidad tienen un valor didáctico, pues EPÍSTOLA DE SAN JUDAS contribuyen a dar firmeza a la fe; hay que aceptarlas con gozo. Las dificultades El autor se llama «hermano de Sanque proceden del interior de uno mismo tiago» (v. 1) y parece presentarse tamtienen su origen en la fragilidad humabién como uno de los «hermanos del Sena; no hay que atribuirlas a Dios, porñor» (Mt 13 55p). No hay nada que que de Dios sólo procede el bien. El obligue a identificarle con el apóstol del modo de superarlas estriba en el cono- mismo nombre (Le 6 16 etc.); por lo decimiento propio y el dominio de sí mismás él mismo se distingue del grupo mo y en seguir las enseñanzas de la ca- apostólico (v. 17). La mediocre importequesis comunitaria. tancia del personaje cuyo nombre se toma hace difícil la hipótesis de que se 3. La vida de la comunidad cristiana trate de un pseudónimo, pero la fecha (2 1-5 6) tardía de la epístola la convierte en poLa parte central de la epístola traza sible e incluso en probable. los rasgos que el autor quiere que resLa epístola era ya admitida por la plandezcan en la vida de las comunida- mayoría de las iglesias como Escritura des judeocristianas. Estos rasgos son: canónica desde el año 200. Cierto que el a) Igualdad de todos sus miembros uso de fuentes apócrifas fHenoc, en los (2 1-13), sin favoritismos y menos si vv. 7.14s; Asunción de Moisés, en el v. éste se basa en la posesión de riquezas. 9) suscitó algunas dudas ya desde la Tales distinciones o favoritismos dañan antigüedad; pero esto no es un problema a la comunión de la fe. especial, pues este recurso legítimo a esb) La buena conducta (2 14-3 18) critos judíos, en boga entonces, en modo que se traduce en el dominio de la lenalguno equivale a reconocerles carácter gua, para no ofender a los hermanos, y sagrado. en el buen uso de los conocimientos que El autor quiere animar a unas cose tienen (sabiduría), que deben redun- munidades que atravesaban dificultades dar en beneficio de todos. externas y sobre todo internas, como la c) Vida libre de ambiciones y enviimpiedad, el desenfreno y sobre todo las dias (4 1-5 10), que se traduce en no blasfemias contra el Señor Cristo y los emitir juicios despectivos o condenatoángeles (vv. 4. 8. 10); situación que en rios de los hermanos, en confiar en la cierto modo apunta ya en la epístola a providencia de Dios, en compartir los los Colosenses, en las Pastorales y en el bienes y en no perjudicar a nadie en sus Apocalipsis, es decir, situación de finales derechos. del siglo I. Hay, en cambio, otras referencias que nos llevarían a situar este es3. Conclusión (5 7-20) crito a finales de la era apostólica, en los años 70-80. Éstas son: Las predicciones Termina la epístola dando unas directrices tradicionales en las catequesis de los apóstoles se atribuyen al pasado
i n t r o d u c c i ó n a l a s e p í s t o l a s c a t ó l i c a s 343 (vv.Hs); la fe es algo «transmitido de una vez para siempre» (v.3); parece además que el autor conocía las epístolas de Pablo. 1. Objetivo de la epístola (1-4) Desea poner en guardia a los cristianos ante desviaciones de algunos miembros de la comunidad que ponían en peligro la enseñanza recibida y la misma vida de la comunidad. 2. Desviaciones doctrinales (5-16) Algunos cristianos, que el autor califica como «alucinados en sus delirios», son los que provocan estas desviaciones, que ya están descritas y castigadas en el AT y en otros libros judíos: rebelión de los ángeles, pecados de Sodoma y Gomorra, alteración del buen funcionamiento de la comunidad. 3. La vida de la comunidad (17-23) La corrección de estas desviaciones se consigue potenciando algunas líneas de la vida comunitaria: fidelidad a las enseñanzas recibidas; vida de fe y oración en el Espíritu Santo; amor misericordioso y corrección fraterna. 4. Doxología final (24-25) La epístola concluye con una doxología tomada, al parecer, de las celebraciones litúrgicas comunitarias, al estilo de la de Rm 16 25-27. PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Lleva en el saludo el nombre de su autor, Pedro (\ 1), y como tal fue admitida sin oposición desde los comienzos de la Iglesia; utilizada probablemente por Clemente de Roma y ciertamente por Policarpo, es atribuida explícitamente a San Pedro por Ireneo. El apóstol escribe desde Roma (Babilonia, 5 13), donde se encuentra con Marcos. Aunque estamos muy poco informados sobre el fin de su vida, una tradición bien atestiguada le hace venir efectiva-
mente a la capital del imperio donde murió mártir bajo Nerón (¿64 ó 67?). Se dirige a los cristianos de la Dispersión. Y el tono de la epístola es el de una carta circular a comunidades de aldeas, con una organización elemental. Una dificultad contra la autenticidad de esta epístola es el uso que hace de otros escritos del NT, especialmente de St, Rm y Ef; y en cambio parece utilizar poco el Evangelio. Una solución que apuntan estudios recientes es que el autor tuvo a su disposición formularios primitivos de catequesis, que contenían también florilegios de textos del AT utilizados en estas catequesis. Una explicación propuesta para el uso innegable que 1 P hace de Rm y Ef es que Pedro, que no poseía la envergadura teológica de Pablo, muy bien pudo recurrir a los escritos de este último, sobre todo cuando, como aquí, se dirigía a círculos de influencia paulina. Tampoco se debe olvidar que su secretario Silvano fue discípulo de los dos apóstoles y que muy bien pudo ser Silvano el redactor de esta epístola. También conviene señalar las conexiones que se descubren en 1 P con el evangelio de Marcos y los discursos de Pedro en los Hechos de los Apóstoles. La epístola se considera anterior a la muerte de Pedro, el 64 ó el 65, aunque es posible que Silvano la concluyera algunos años más tarde, siguiendo las directrices de Pedro. Hasta seria esto probable si estuviera comprobado que 1 P es un mosaico y combinación de fragmentos diversos, entre ellos una homilía de origen bautismal (\ 13-4 11). 1. Saludo (1 1-2) Enumera las comunidades a las que se dirige: las de la región de Asia Menor. 2. Las comunidades cristianas son las herederas de la salvación fl 3-2 10) La salvación anunciada por los profetas está actualmente en las comunidades cristianas; los evangelizadores del Mensaje de Jesús son los continuadores de los profetas (l 3-12). Esta salvación
introducción a las epístolas católicas se trasluce en la vida de los cristianos en esta coyuntura que es tiempo de peregrinación. La salvación ha operado un nuevo estilo de vida, un nuevo nacimiento que brota de la semilla del Evangelio; así se forma el nuevo pueblo de Dios (l 13-2 3). El fundamento de este nuevo pueblo es Cristo; los creyentes son «las piedras vivas» de la nueva realidad (2 4-10). 3. Las comunidades cristianas son el signo de la salvación (2 11-5 5) El nuevo estilo de vida es el signo de la salvación. Pedro marca unas directrices para que la vida de la comunidad sea signo claro en la sociedad: deben ser buenos ciudadanos, con una conducta ejemplar tanto en la vida social como en la familiar (2 11-3 7). El principio general que marca la conducta cristiana es hacer bien a todos (3 8-22). Y sobre todo viviendo en la comunidad como auténticos seguidores de Cristo: en el amor, en la comunión, libres de pasiones, de la liviandad, del desenfreno; siendo hospitalarios y serviciales, como corresponde a una comunidad «en espera escatológica» (4 1-19). Los que tienen la responsabilidad sobre estas comunidades, deben cumplir su servicio con honestidad y sencillez, como buenos pastores, para potenciar así la comunión (5 1-5). Todas estas directrices brotan del talante de Cristo. Y para describirlo Pedro intercala unos textos que, por su estructura, parecen fórmulas de confesiones públicas de la fe (2 22-24 y 3 18-22). Jesús pasó por todas las situaciones humanas, llevando a término el proyecto salvador de Dios, «dejándoles un modelo para que ustedes sigan sus huellas» (2 21). 4. Despedida (5 12-14) Noticia sobre el secretario redactor de la carta, Silvano. Saludos de parte de «su hijo» Marcos. Saludos para todos, que se transmiten con el beso litúrgico y el deseo de paz. Escribe desde Roma, en la época de Nerón, dato que subraya el valor de algunas instrucciones sobre el comportamiento ciudadano, el amor a todos y principalmente el de su ejemplaridad.
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SEGUNDA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Esta epístola se presenta también, en el saludo, bajo el nombre de Pedro; más adelante alude al anuncio de Jesús sobre su muerte (l 14) y dice haber sido testigo de la Transfiguración (l 16-18). Remite, finalmente, a una primera carta (3 1), que parece ser 1 P. Estos datos avalarían la autenticidad de este escrito si no hubiera otros, suficientemente válidos, para ponerla en duda y sugerir una fecha de composición de mediados del siglo II. El lenguaje es bastante distinto del de 1 P. El cap. 2 es una repetición, libre pero manifiesta, de la epístola de Judas. Parece ya formada la colección de las epístolas de Pablo (3 15s). El grupo apostólico es puesto al nivel del grupo profético y el autor habla como si no formara parte de él (3 2). El escrito previene contra unos falsos doctores que siembran inquietud en la comunidad; aunque estos falsos doctores se podían situar hacia el fin de la vida de San Pedro, históricamente se encuadran mejor en el siglo II. Estas dificultades justifican las dudas que aparecieron ya en la antigüedad y el que muchos críticos modernos se nieguen a atribuirla a San Pedro; y es difícil decir que no tienen razón. La epístola va dirigida a cristianos de cultura mixta, a la vez bíblica y grecorromana, y por tanto pertenecientes a una iglesia urbana. El autor reconoce la propia cadena de autoridad, afirma el carácter sagrado de sus propias tradiciones, evangélicas, paulinas y apostólicas (Judas) y manifiesta el afán por establecer una armonía coherente y una interpretación normativa de las tradiciones recibidas fl 12-15). Todas estas razones internas confirman que es un escrito de mediados del siglo II. 1. Saludo (l 1-2) Dentro del formulario normal de los saludos epistolares, el autor introduce el tema de la carta: el conocimiento de nuestro Señor, por medio del cuál se logra la gracia y la paz, que se traduce en la práctica de las virtudes, de que hablará a continuación (1 5-8).
i n t r o d u c c i ó n a l a s e p í s t o l a s c a t ó l i c a s 345 2. Fundamentos de la comunidad cristiana (1 3-21)
un día» (3 8). La actitud fundamental es la de la vigilancia, con una santa conducta y con la piedad. La vida de la coSeñala la epístola tres fundamentos munidad en espera escatológica se apoya sobre los que se asienta la comunidad en la Escritura y en las enseñanzas recicristiana: bidas. El autor alude a una colección de a) El llamamiento de Dios a participar cartas de Pablo y que pone al mismo nivel de las promesas y de la naturaleza divina: que el resto de las Escrituras, tanto del ser hijos de Dios (1 3-11). Esta vocación y NT como del AT. elección hay que afianzarla mediante una vida honrada, que se traduce en unas ac5. Despedida (3 17-18) titudes: virtud, conocimiento, templanza, paciencia activa, piedad; y todas culminan Exhortación final a la vigilancia y a en el amor fraterno. crecer en la gracia y en el conocimiento b) La enseñanza recibida de los após- o profundización de las enseñanzas retoles, testigos oculares de la vida del Se- cibidas sobre el Señor y Salvador. ñor Jesucristo (\ 12-18). c) La Escritura (\ 19-21), que se leía en las comunidades, centraba la enseñan- EPÍSTOLAS DE SAN JUAN za catequética y colaboraba en la profunAdemás del Cuarto Evangelio y el dización y afianzamiento de las instrucApocalipsis, se atribuyen a San Juan ciones recibidas. La Escritura es Palabra tres cartas. Se las llama Epístolas o Carinspirada, comunicada por él Espíritu a tas por su forma literaria, que es más través de unas personas que hablan de clara en el segundo y tercer escrito, pero parte de Dios. que también está presente en el primero 3. Peligros que tiene la comunidad cristiana (2 1-22) La epístola previene contra los peligros que tiene la comunidad por la presencia de los falsos profetas, que trafican con los creyentes por codicia y ponen en peligro la enseñanza recibida. Toda esta sección es eco de la carta de Judas.
(1 Jn 2 14). PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN JUAN
Está estrechamente ligada al TV Evangelio. Su fecha de composición se data según la que se haya adoptado para la redacción del IV Evangelio, pues se considera por muchos autores como una presentación del mismo texto evangéli4. La comunidad en espera co. Otros piensan que la carta es anteescatológica (3 1-16) rior al Evangelio. De todos modos se acepta comúnmente que la 1 Jn se esComo hemos podido apreciaren otros cribió a finales del siglo I. escritos del NT, en las comunidades priEl escrito no dice quién la escribió; meras había una gran preocupación para estar preparados para recibir al Señor en unas veces habla en plural, como si fuera una comunidad la autora de la epístola, su segunda venida. Los escritores del NT, además de corregir algunas malas inter- otras en singular, como si el autor fuera pretaciones de esta segunda venida del Se-el responsable de la comunidad. La atriñor, orientan la preocupación de los cre- bución a Juan Evangelista se basa en la yentes hacia un talante peculiar, el de la afinidad que tiene con el IV Evangelio. Si «espera escatológica». El autor de esta la epístola no fue escrita directamente por epístola tiene en cuenta algunas directri- Juan, ciertamente lo fue por alguno del ces dadas por Pablo: en primer lugar el círculo de la comunidad joánica. tiempo de la venida del Señor es incierto; la inminencia de la venida no debe preo- 1. Introducción (1 1-4) cupar como si fuera algo que va a suceder Presenta, con estilo solemne, el tema de hoy para mañana, pues «ante el Señor de Jesús como Palabra de vida, que ha un día es como mil años y mil años como convivido con unos hombres que la
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c) El refrendo de esta familia es el Espíritu (4 1-6). La presencia del Espíritu está muy subrayada en la comuni2. La comunidad es camino de luz dad de Juan que tiene una manifesta(\ 5-2 17) ción concreta; el Espíritu garantiza la Dios es luz. Los que han ingresado autenticidad de esta familia de Dios. La en la comunidad cristiana han conocido comunidad debe discernir entre los que tienen este Espíritu y los que no. Los cria Dios, han entrado en comunión con terios para este discernimiento son: reél, por medio de Jesucristo. Participan, conocer que Jesucristo es Dios y hombre por tanto, de la Luz, que es Dios (1 5-2 6), y, en consecuencia, adoptan un nue- y atender a la enseñanza de los responvo estilo de vida. Los creyentes tienen ex- sables de la comunidad. periencia de esta vida o camino de luz. 4. La familia de los hijos de Dios Experiencia que se traduce en la vivenes comunidad de amor y de fe cia del perdón, en el conocimiento de (4 7-5 13) Dios Padre y en la fidelidad a la enseñanza recibida (2 7-17). Ser familia de Dios y caminar en la Luz tiene unas manifestaciones concre3. La comunidad es la familia de los tas: La primera es el amor fraterno, ya hijos de Dios (2 18-4 6) que el núcleo de la familia es el mismo Empieza el autor el desarrollo de este amor de Dios que hace que todos sean hitema constatando una realidad triste que jos suyos, y dentro de esta familia se vive se ha dado en la comunidad: La familia la experiencia del amor de Dios (4 7-21). se ha resquebrajado (2 18-25). Unos La segunda es la fe, pues la comunidad se miembros se han separado de la comu- basa en la aceptación de Jesucristo como nidad, porque no reconocen que Jesús sea Hijo. Aceptar esta realidad es nacer de el Hijo y niegan así a Dios como Padre. Dios. Tal es la fe de la comunidad cristiaEsta negativa atenta directamente contra na. La epístola insiste en la firmeza del el hecho de la familia de los hijos de Dios. testimonio que el Apóstol ha dado sobre Estas personas separadas de la comuniónJesús, Hijo de Dios y verdadero hombre, son calificadas luego como pertenecientes frente a las falsas enseñanzas sobre la pera la familia de Caín, porque odian a los sona de Jesús (5 1-13). hermanos (3 12-15). A continuación describe las notas de 5. Apéndices (5 14-21) esta familia: Como ocurre con el Evangelio (cap. a) El núcleo familiar es el amor del 21), este escrito sufrió unas adiciones Padre (3 1-10), que ha convertido a los creyentes en hijos, suyos. Esta filiación complementarias sobre la oración por se ha hecho patente con la presencia del los pecadores, las certezas de la fe y una Hijo, de Jesús, que ha liberado al creyen- exhortación a guardarse de los ídolos, te de la influencia del diablo y del peca- designación de las ideas y costumbres do. Los hijos de Dios han roto con el pe- paganas que apartan al creyente de la cado: «Todo el que ha nacido de Dios no verdadera fe y del verdadero amor. peca» (3 9). b) El distintivo de esta familia es el amor (3 11-24). Esta es la enseñanza bá- SEGUNDA EPÍSTOLA DE SAN JUAN sica que han recibido desde el principio. Escñto breve (13 versículos), que tieEste amor es el que genera la comunión de vidas, que lleva a compartir los bienes ne gran semejanza con la 1 Jn, tanto que e incluso a dar la vida por los hermanos. hay quienes opinan que en un principio Otros comportamientos pueden romper fue un sencillo billete de remisión de la el estilo de vida de familia y llevar al Primera de Juan. El autor se llama a sí odio de Jesús. La comunión en el amor mismo «El Presbítero», que tradicionales, para los componentes de esta familia, mente ha sido identificado con San Juan; señal de buena conciencia. pero bien pudiera ser un cristiano responanuncian públicamente, como testigos directos de este hecho maravilloso.
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sable de alguna comunidad del entorno de una comunidad, llamado (¡ayo, para de Juan que escribe a otra comunidad en confirmar el modo de actuar que tiene al virtud de la autoridad que le da ser discí- acoger a los enviados, misioneros itinepulo del apóstol La comunidad destina- rantes, que vienen de parte del Presbítero. tana es calificada como «Señora Elegida», El vocabulario de esta carta es el típico de epíteto que se aplicaba a las comunidades los escritos de Juan. Al mismo tiempo recristianas de esta provincia, como se de- prende la conducta de otro miembro resduce de que se designe con el mismo ca- ponsable de la comunidad, llamado Diólificativo a la comunidad desde donde es- trefes, porque no sigue las instrucciones cribe el Presbítero, y que es Éfeso. del Presbítero en la acogida de los misioneros. En cuanto a las fechas de las tres TERCERA EPÍSTOLA DE SAN JUAN cartas de Juan, la opinión común es considerarla tercera como la primera en Escrito de 15 versículos, dirigido tam- el tiempo, seguida de la segunda y final bién por «El Presbítero» a un responsable mente de la primera.
EPÍSTOLA DE SANTIAGO Saludo.
I
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión*. 1
Provecho de las tribulaciones. 2 Consideren como un gran gozo, hermanos míos, cuando estén rodeados por toda clase de pruebas,3 sabiendo que la calidad probada de su fe produce paciencia; 4 pero la paciencia ha de culminar en una obra perfecta para que sean perfectos e íntegros, sin que dejen nada que desear.
Petición confiada. Si alguno de ustedes carece de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará. 6 Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, agitado por el viento y zarandeado de una a otra parte.7 Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste, 8 un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos. 5
Destino del rico. 9 Que el hermano de condición humilde se gloríe en su exaltación; ,0 y el rico, en su humillación*, porque pasará como flor de hierba: 11 sale el sol con fuerza y seca la hierba y su flor cae* y se pierde su hermosa apariencia; así también el rico se marchitará en sus proyectos.
La prueba. 12 ¡Feliz el hombre que soporta la prue ba! Porque, superada la prueba, rccibiiíi la corona de la vida que ha pronielido el Señor a los que le aman*. 13 Ninguno, cuando sea probado, di ga: «Es Dios quien me prueba»; porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie*. 14 Sino que cada uno es pío bado, arrastrado y seducido por su pro pia concupiscencia. 15 Después la ron cupiscencia, cuando ha concebido, da ¡i luz al pecado; y el pecado, una vez con sumado, engendra muerte.
Aceptar la palabra y ponerla por obra. 16 No se engañen, hermanos míos que ridos: 17 toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces*, en quien no hav cambio ni fase de sombra.18 Nos engen dró por su propia voluntad, con palabra de verdad, para qu§ fuésemos como las primicias de sus criaturas*. 19 Ténganlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea diligente para escuchar y tardo para hablar*, tardo para la ira.20 Porque la ira del hombre no realiza la justicia de Dios.21 Por eso, desechen toda inmundicia y abundancia de mal y reciban con docilidad la palabra sembrada en ustedes, que es capaz de salvar sus vidas. Pongan por obra la palabra y no se contenten sólo con oírla, engañándose a ustedes mismos. 23 Porque si alguno se contenta con oír la palabra sin ponerla por obra, ése se parece al que contemplaba su rostro natural en un espejo: efectivamente, se contempló,
1 1 La Dispersión designa a los cristianos Gn 3 3+; Ex 16 4; etc., pero no le induce ;il de origen judío en el mundo grecorromano, o mal. Ver Si 15 11-20; 1 Co 10 13; 2 P 2 9. líl también a los cristianos en medio de los genpecador, pues, es responsable de su Jalla, v. tiles, 1 P 1 1; ver Hch 26 7; Ap 7 4 + . 15; Rm 7 7-12+; 6 23. 1 1 0 El rico será admitido a la exaltación de 117 El Padre de las luces, es decir, de la lu/ los pequeños, 1 12; 2 5; 4 13-14; si se humilla, y de los astros, Gn 1, y de toda luz espiritual, 1 S 2 7-8; So 2 3 + ; Le 1 52; Mt 5 3 + ; Ap 14 Jn 1 4+; 1 Jn 1 5 + . -La imagen siguienle si13; etc. inspira en el movimiento de los astros. 1 18 La palabra divina, ver v. 25; 2 8, ori1 11 Cita de Is 40 6-7; ver 1 P 1 24-25. gina un nuevo nacimiento, Jn 1 12 + ; 3 3-5; 1 12 Ver Dn 12 12-13; Ex 20 6; Rm 8 28 + ; 1 P 1 23. Ver 2 Co 5 17 + . Ap 2 10. 1 19 Ver Si 5 11; Pr 10 19; 14 17. 1 13 Dios pone al hombre en la prueba, ver
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se dio media vuelta y al punto se olvidó de cómo era. 25 En cambio el que considera atentamente la Ley perfecta de la libertad* y se mantiene firme, no como oyente olvidadizo sino como cumplidor de ella, ése, practicándola, será feliz. 26 Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su lengua, sino que engaña a su propio corazón, su religión es vana.27 La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo. Respeto debido a los pobres.
5 .'0 9 pero
como a ti mismo*, obran bien; si tienen acepción de personas, cometen pecado y quedan condenados por la Ley como transgresores. Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos. 11 Pues el que dijo: No adulteres, dijo también: No mates*. Si no adulteras, pero matas, eres transgresor de la Ley.,2 Hablen y obren tal como corresponde a los que han de ser juzgados por la ley de la libertad. 13 Porque tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia; la misericordia se siente superior al juicio.
2
La fe y las obras*.
1 25 Esta Ley es la divina Revelación, v. 18, implantada, v. 11, recibida, 1 Ts 2 13+, y puesta en práctica, Mt 7 24-27p; Rm 2 13; 1 Jn 3 18, que libera al hombre, 2 12, por la fidelidad a los mandamientos. Ver Rm 3 27; 6 15 + ; 7+. 2 5 Los pobres, 1 9-10+, poseen ya la verdadera riqueza, So 2 3 + . 2 8 Cita de Lv 19 18; ver Mt 22 34-39p+; Rm 13 8-10+. 2 11 Ver Ex 20 13-14; Dt 5 17.
2 14 Para Pablo, las obras no tienen valor alguno sin la fe en Cristo, que es quien justifica al pecador, Rm 1 16+; 3 27s; Ga 2 17; 3 22, pero la fe después obra por la caridad, 1 Ts \ 3; Ga 5 6, y cada uno será juzgado según sus obras, Rm 2 6+; etc. Santiago invoca también el ejemplo de Abrahán, v. 23; Gn 15 6, fiel a la amistad de Dios, Is 41 8, y cumplidor de las obras de la fe, de la Ley perfecta, 1 25; ver Si 44 20-21. 2 21 Ver Gn 22 9; Hb 11 17-19.
1 Hermanos míos, no mezclen con la acepción de personas la fe que tienen en nuestro Señor Jesucristo glorificado. 2 Supongamos que entra en su asamblea un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido andrajoso; 3 y que dirigen su mirada al que lleva el vestido espléndido y le dicen: «Tú, siéntate aquí, en un buen sitio»; y en cambio al pobre le dicen: «Tú, quédate ahí de pie», o «Siéntate a mis pies».4 ¿No sería esto hacer distinciones entre ustedes y ser jueces con criterios malos? 5 Escuchen, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que le aman*? 6 ¡En cambio ustedes han menospreciado al pobre! ¿No son acaso los ricos los que los oprimen y los arrastran a los tribunales? 7 ¿No son ellos los que blasfeman el hermoso Nombre que ha sido invocado sobre ustedes? 8 Ciertamente si cumplen plenamente la Ley regia según la Escritura: Amarás a tu prójimo
14 ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe? 15 Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, 16 y alguno de ustedes les dice: «Vayan en paz, caliéntense y hártense», pero no les dan lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? 17 Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta. 18 Y al contrario, alguno podrá decir: «¿Tú tienes fe? Pues yo' tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras y yo te mostraré por las obras mi fe». 19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. También los demonios creen y tiemblan. 20 ¿Quieres saber tú, insensato, que la fe sin obras es estéril? 21 Abrahán nuestro padre ¿no alcanzó la justificación por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar*? 22 ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y, por las obras, la fe alcanzó su perfección? 23 Y alcanzó pleno cumplimiento la Escritura que dice: Creyó Abrahán en Dios y se le consideró como justicia y se le llamó amigo de Dios.
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Ya ven cómo el hombre es justificado por las obras y no por la fe solamente. 25 Del mismo modo Rajab, la prostituta, ¿no quedó justificada por las obras al dar hospedaje a los mensajeros y hacerles marchar por otro camino*? 26 Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. 24
Contra la intemperancia en el hablar.
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' No quieran ser maestros* muchos de ustedes, hermanos míos, sabiendo que tendremos un juicio más severo, 2 pues todos caemos muchas veces. Si alguno no cae al hablar, ése es un hombre perfecto, capaz de refrenar todo su cuerpo*.3 Si ponemos a los caballos frenos en la boca para que nos obedezcan, dirigimos así todo su cuerpo. 4 Miren también las naves: aunque sean grandes y vientos impetuosos las empujen, son dirigidas por un pequeño timón adonde la voluntad del piloto quiere. 5 Así también la lengua es un miembro pequeño y puede gloriarse de grandes cosas. Miren qué pequeño fuego y qué bosque tan grande incendia. 6 La lengua es también fuego, es un mundo de iniquidad; la lengua, que es uno de nuestros miembros, contamina todo el cuerpo y, encendida por la gehenna, prende fuego a la rueda de la vida desde sus comienzos.7 Toda clase de fieras, aves, reptiles y animales marinos pueden ser domados y de hecho han sido domados por el género humano; 8 en cambio ningún hombre ha podido domar la lengua; es un mal turbulento; está llena de veneno mortífero. 9 Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, hechos a imagen de Dios; 10 de una misma boca proceden la bendición y la maldición. Esto, hermanos 2 25 Ver Jos 2 6; Hb 11 31. 3 1 No buscar por ambición las funciones de la enseñanza, ver Mt 23 8; 1 Co 12 28-29. 3 2 Los que enseñan deben más que los demás dominar este pequeño órgano, la lengua, capaz de tantos excesos. Ver Pr 10 19; 15 1-4; 18 21; Si 5 11-18, etc. 3 12 Ver Mt 7 16-19; 12 34-35. 3 13 Ver 1 5; 1 Co 1 17 + . El pasaje parece
míos, no debe ser así. 11 ¿Acaso la luen te mana por el mismo caño agua dulce y amarga? 12 ¿Acaso, hermanos míos, puede la higuera producir aceitunas y la vid higos? Tampoco el agua salada puede producir agua dulce*. La verdadera y la falsa sabiduría*. 13 ¿Quién hay entre ustedes sabio o con experiencia? Que muestre por sti buena conducta las obras hechas con la mansedumbre de la sabiduría. 14 Pero si tienen en su corazón amarga envidia y ambición, no se jacten ni mientan contra la verdad. 15 Tal sabiduría no desciende de lo alto, sino que es terrena, natural, demoníaca. 16 Pues donde hay envidia y ambición, allí hay desconcierto y toda clase de maldad. 17 En cambio la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, pura, además pacífica, indulgente, dócil, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial, sin hipocresía. 18 Fruto de justicia siembran en paz los que procuran la pa2>
Contra las discordias.
4
' ¿De dónde proceden guerras y contiendas entre ustedes? ¿No es de sus deseos de placeres que luchan en sus miembros? 2 ¿Codician y no poseen? Matan. ¿Envidian y no pueden conseguir? Combaten y hacen la guerra*. No tienen porque no piden. 3 Piden y no reciben porque piden mal, con la intención de malgastarlo en sus deseos de placeres. 4 ¡Adúlteros*!, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desee ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios. 5 ¿Piensan que la Escritura dice en vano: Tiene deseos ardientes el espíritu que él ha hecho habitar en nosotros*?6 Más aún, da una gracia madirigirse aún a los doctores, 3 1. 4 2 Disensiones entre los cristianos, u otros conflictos en que andaban mezclados. 4 4 Adúlteros, en el texto el término griego está en femenino, adúlteras. Evoca la imagen bíblica del AT: Israel, esposa infiel, Os 1 2 l ; 2 Co 11 2 + . Ver Mt 12 39; Me 8 38. 4 5 Cita difícil de identificar. Ver 2 7; 6 3; Dt4 24 + ; Ex 36 27.
352 e p í s t o l a d e s a n t i a g o vor; por eso dice: Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes*. 7 Sométanse, pues, a Dios; resistan al diablo y él huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Limpien, pecadores, las manos; purifiquen los corazones, hombres irresolutos.9 Lamenten su miseria, entristézcanse y lloren. Que su risa se cambie en llanto y su alegría en tristeza. 10 Humíllense ante el Señor y él los ensalzará. 11 No hablen mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal dé la Ley y juzga a la Ley; y si juzgas a la Ley, ya no eres un cumplidor de la Ley, sino un juez. 12 Uno solo es legislador y juez, el que puede salvar o perder. En cambio tú, ¿quién eres para juzgar al prójimo*? Advertencias a los ricos*. 13 Ahora bien, ustedes los que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí el año, negociaremos y ganaremos»; ,4 ustedes que no saben qué será de su vida el día de mañana... ¡Son vapor de agua que aparece un momento y después desaparece! 13 En lugar de decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». 16 Pero ahora se jactan en su fanfarronería. Toda jactancia de este tipo es mala. 17 Aquel, pues, que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.
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quezas en estos días que son los últimos*. 4 Miren; el salario de los obreros que segaron sus campos y que no han pagado está gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. 5 Har. vivido sobre la tierra lujosamente y se han entregado a los placeres; han hartado sus corazones para el día de la matanza. 6 Condenaron y mataron al justo; no les resiste. La Venida del Señor. 7 Tengan, pues, paciencia, hermanos, hasta la Venida del Señor*. Miren: el labrador espera el fruto precioso de la tierra aguardándolo con paciencia hasta recibir las lluvias tempranas y tardías.8 Tengan también ustedes paciencia; fortalezcan sus corazones porque la Venida del Señor está cerca. 9 No se quejen, hermanos, unos de otros para no ser juzgados; miren que el Juez está ya a las puertas. 10 Tomen, hermanos, como modelo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. 11 Miren cómo proclamamos felices a los que sufrieron con paciencia. Han oído la paciencia de Job y saben el final que el Señor le dio; porque el Señor es compasivo y misericordioso*.
Exhortaciones finales.
1 Ahora bien, ustedes, ricos, lloren y den alaridos por las desgracias que están para caer sobre ustedes. 2 Su riqueza está podrida y sus vestidos están apolillados; 3 su oro y su plata se han enmohecido y su moho será testimonio contra ustedes y devorará sus carnes como fuego. Han acumulado ri-
12 Ante todo, hermanos, no juren ni por el cielo ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa. Que su sí sea sí, y el no, no; para no incurrir en juicio*. 13 ¿Sufre alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que cante salmos. 14 ¿Está enfermo alguno entre ustedes? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor*. 15 Y la
4 6 Cita de Pr 3 34; ver 1 P 5 5. 4 12 Dios es el único que juzga al hombre, 2 4; 5 7-9.12; Mt 7 1 + . Juzgar a otros es violar la ley regia del amor, v. 11; 2 8. 4 13 Esta apóstrofe se hace eco de las de los profetas, Is 5 8-10; Am 2 6-7; etc. Las riquezas acusarán a los ricos en el momento del juicio. 5 3 Los últimos tiempos, en los que nos encontramos, son los tiempos de la Iglesia, 2 Co 6 2+, contemplados aquí bajo la perspectiva
del juicio o dictamen definitivo del Señor, w . 7-9; 4 12; ver Mt 6 19; Is 5 8-10; Am 2 6-7; 8 4-8; Sb 2 10-20; etc. 5 7 La espera de la Venida, Mt 24+ 1 Co 1 8+, es el motivo profundo de la paciencia, 1 2-4.12; 1 P 4 7. Ver Jb 1 21-22; 42 10-17; Me 4 26-29. 5 11 Ver Ex 34 6; Sal 103 8; etc. 5 12 Ver Mt 5 34-37. 5 14 En esta unción acompañada de oracio-
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oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confiésense, pues, mutuamente sus pecados y oren los unos por los otros, para que sean curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder. 17 Elias* era un hombre de igual condición que nosotros; oró insistentemente para que no lloviese, y no
llovió sobre la tierra durante tres ai tos y seis meses. 18 Después oró de nuevo v el cielo dio lluvia y la tierra produ jo su fruto. 19 Hermanos míos, si alguno de us tedes se desvía de la verdad y olro le convierte, 20 sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados*.
nes, que hacen los ancianos, Hch 11 30+, en nombre del Señor, para el alivio de la enfermedad y el perdón de los pecados, la Iglesia ha visto el sacramento de la Unción de Enfermos. 5 17 La plegaria de Elias, 1 R 17 1.7; 18 1,
es el modelo de la oración eficaz, Si 48 2 -3. 5 20 Cita de Pr 10 12+. La caridad fraterna hace volver a los extraviados, Mt 18 15; 1 Ts 5 14, y aprovecha a su vez al que la pone en práctica, ver Le 7 47; 1 P 4 8; 1 Jn 3 20.
PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Saludo.
I
Pedro, apóstol de Jesucristo, a los elegidos que viven como extranjeros en la Dispersión*: en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,2 según el previo conocimiento de Dios Padre, con la acción santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre*. A ustedes gracia y paz abundantes. 1
La herencia concedida por el Padre. 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva, 4 a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para ustedes,5 a quienes el poder de Dios, por medio de la fe, protege para la salvación, dispuesta ya a ser revelada en el último momento*.
gría inefable y gloriosa;9 y alcancen la meta de su fe, la salvación de las almas*. La revelación profética del Espíritu. 10 Sobre esta salvación investigaron e indagaron los profetas, que profetizaron sobre la gracia destinada a ustedes*, 11 procurando descubrir a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando les predecía los sufrimientos destinados a Cristo y las glorias que les seguirían. 12 Les fue revelado que no administraban en beneficio propio sino en favor de ustedes este mensaje que ahora les anuncian quienes les predican el Evangelio*, en el Espíritu Santo enviado desde el cielo; mensaje que los ángeles ansian contemplar.
Exigencias de la nueva vida: Ser santos.
6 Por lo cual rebosan de alegría, aunque sea preciso que todavía por algún tiempo sean afligidos con diversas pruebas, 7 a fin de que la calidad probada de su fe, más preciosa que el oro perecedero que es probado por el fuego, se convierta en motivo de alabanza, de gloria y de honor, en la Revelación de Jesucristo. 8 A quien aman sin haberlo visto; en quien creen, aunque de momento rp lo vean, rebosando de ale-
13 Por lo tanto, cíñanse los lomos de su espíritu, sean sobrios, pongan toda su esperanza en la gracia que se les procurará mediante la Revelación de Jesucristo. 14 Como hijos obedientes, no se amolden a las apetencias de antes, del tiempo de su ignorancia, ,3 más bien, así como el que los ha llamado es santo, así también ustedes sean santos en toda su conducta, 16 como está escrito: Serán santos, porque santo soy yo*. 17 Y si llaman Padre a quien, sin acepción de personas, juzga a cada cual se-
1 1 Ver St 1 1. Los cristianos viven como extranjeros en este mundo, 2 11; Rm 12 2+; Flp 3 20: Hb 13 14, cuyos vicios deben evitar, 4 2-4. 1 2 Este versículo menciona al Padre, al Hijo, al Espíritu, cuya obra va a ser descrita en los w . 3-12; ver 2 Co 13 13+. Las expresiones del v. aluden a la ceremonia de la ratificación de la alianza, Ex 24 6-8. 15 El último momento, último período de la historia inaugurado por Jesús, 1 20, y que concluirá con la Revelación, w . 7.13; 4 13; 5 1; 1 Co 1 7-8+, o Parusía, St 5 7+; ver Rm 8 17-18+; Col 3 4. 1 9 Las almas, es decir las personas, 1 22;
2 11; 1 Co 15 44+. 1 10 El Espíritu Santo ha hecho conocer a los profetas la amplitud de la obra saludable de Cristo, ver 1 Co 10 4 + ; Le 24 44. 1 12 La predicación de los apóstoles anuncia el misterio ya presente, Rm 16 25+, aunque todavía en esperanza, w . 3-5. El empalme de la función de los profetas con la predicación de los apóstoles, obra del mismo Espíritu, demuestra la unidad de toda la Historia de la salvación. 1 16 Cita de Lv 17 1+; ver Ex 19 3-6. Los w . siguientes contienen diversas alusiones relativas al Éxodo y deben emparentarse con una catequesis bautismal muy antigua.
Amor y fidelidad hacia Cristo.
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gún su conducta, condúzcanse con temor durante el tiempo de su destierro, 18 sabiendo que han sido rescatados* de la conducta necia heredada de sus padres, no con algo caduco, oro o plata, 19 sino con una sangre preciosa, como de cordero sin defecto y sin mancilla, Cristo, 20 predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos a causa de ustedes;21 los que por medio de él creen en Dios, que le ha resucitado de entre los muertos y le ha dado la gloria, de modo que su fe y su esperanza estén en Dios. La regeneración por la palabra. 22 Han purificado sus almas, obedeciendo a la verdad, para amarse los unos a los otros sinceramente como hermanos. Ámense intensamente unos a otros con corazón puro, 23 pues han sido reengendrados de un germen no corruptible, sino incorruptible, por medio de la palabra de Dios viva y permanente*. 2 Pues toda carne es como hierba y todo su esplendor como flor de hierba; se seca la hierba y cae la flor; 25 pero la palabra del Señor permanece eternamente*. Y esta es la palabra: la Buena Nueva anunciada a ustedes.
2
1 Rechacen, por tanto, toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de maledicencias. 2 Como niños recién nacidos, deseen la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcan para la salvación, 3 si es que han gustado que el Señor es bueno*.
El sacerdocio del Pueblo de Dios. 4 Acérquense a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios; 5 también ustedes, cual piedras vivas, entren en la construcción de un edificio espiritual, para
1 18 Veris 52 3. 1 23 La regeneración, 1 3, como el crecimiento del cristiano, 2 2, es obra de la Palabra de Dios, St 1 18+. 1 25 Cita de Is 40 6-8; ver St 1 10-11. 2 3 Cita de Sal 34 9. 2 8 Cita deis 28 16+; Sal 118 22+; Is 8 1415. La incredulidad de Israel entra en los planes de Dios, ver Jn 12 40+; Hch 4 11+.
2 lo
un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo. 6 Pues está en la Escritura: He aquí que coloco en Sión una piedra elegida, angular, preciosa y el que crea en ella no será confundido. 7 Para ustedes, pues, creyentes, el honor; pero para los incrédulos, la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido, 8 en piedra de tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella porque no creen en la palabra; para esto han sido destinados*. 9 Pero ustedes* son linaje elegido, sa cerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que los ha llamado de las tinieblas a su admirable luz, 10 ustedes que en un tiempo no eran pueblo y que ahora son Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasión, pero ahora son compadecidos. Obligaciones de los cristianos: Entre los gentiles. 11 Queridos, los exhorto a que, como extranjeros y forasteros*, se abstengan de las apetencias carnales que combaten contra el alma. 12 Tengan en medio de los gentiles una conducta ejemplar a fin de que, en lo mismo que los calumnian como malhechores, a la vista de sus bellas obras den gloria a Dios en el día de la Visita.
Con las autoridades*. 13 Sean sumisos, a causa del Señor, a toda institución humana: sea al rey, como soberano, 14 sea a los gobernantes, como enviados por él para castigo de los que obran el mal y alabanza de los que obran el bien. 15 Pues esta es la voluntad de Dios: que obrando el bien, cierren la boca a los ignorantes insensatos. 16 Obren como hombres libres, y
2 9 Las cualidades del pueblo de Dios, F,x 19 3-6; Is 43 20-21; Os 1 2-3; 2 25, son Irnusferidas a la Iglesia, nueva mansión espiritual de Dios, v. 5; ver Rm 9 25-26; Ap 1 6. 2 11 Ver Sal 39 13, Hb 11 13, y 1 I» I I l . Los w . 11-25 describen la conducta de los cristianos en medio del mundo. 2 13 Ver Rm 13 ls+; Tt 3 1.
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no como quienes hacen de la libertad un pretexto para la maldad, sino como siervos de Dios. 17 Honren a todos, amen a los hermanos, teman a Dios, honren al rey. Con los amos. 18 Criados, sean sumisos, con todo respeto, a sus dueños, no sólo a los buenos e indulgentes, sino también a los severos. 19 Porque es meritorio tolerar penas, por consideración a Dios, cuando se sufre injustamente. 20 ¿Pues qué gloria hay en soportar los golpes cuando han faltado? Pero si obrando el bien soportan el sufrimiento, esto es meritorio ante Dios. 21 Pues para esto han sido llamados, ya que también Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un modelo para que sigan sus huellas*. 22 El que no cometió pecado, y en cuya boca no se halló engaño; 23 el que, al ser insultado, no respondía con insultos; al padecer, no amenazaba, sino que se ponía en manos de Aquel que juzga con justicia;24 el mismo que, sobre el madero, llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con cuyas heridas han sido curados. 23 Eran como ovejas descarriadas*, pero ahora han vuelto al pastor y guardián de sus almas.
En el matrimonio.
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' Igualmente, ustedes, mujeres, sean sumisas a sus maridos para que, si incluso algunos no creen en la palabra, sean ganados no por las palabras sino por la conducta de sus mujeres, 2 al considerar su conducta casta y respetuosa. 3 Que su adorno no esté en él exterior, en peinados, joyas y modas, 4 sino en lo oculto del corazón, en la incorruptibilidad de un espíritu dulce y 2 21 En las pruebas, el modelo es Jesús, Jn 13 15; 1 Co 11 1+; Flp 2 5, crucificado por nuestros pecados, 3 18; Is 53 4-12; ver Hch 2 23; etc. 2 25 Las ovejas descarriadas, Is 53 6, han entrado por la fe en el rebaño, Jn 10 11-16+, del cual Jesús es el pastor y el inspector o vigilante. Ver 5 2-4+. 3 6 Ver Gn 18 12 (LXX).
2 lo Dios.5
sereno: esto es precioso ante Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus maridos; 6 así obedeció Sara a Abrahán, llamándole Señor*. De ella se hacen hijas cuando obran bien, sin tener ningún temor. 7 De igual manera ustedes, maridos, en la vida común sean comprensivos con la mujer que es un ser más frágil, tributándoles honor como coherederas que son también de la gracia de Vida, para que sus oraciones no encuentren obstáculo. Entre los hermanos. 8 En conclusión, tengan todos unos mismos sentimientos, sean compasivos, ámense como hermanos, sean misericordiosos y humildes. 9 No devuelvan mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendigan, pues han sido llamados a heredar la bendición*.
Pues quien quiera amar la vida y ver días felices, guarde su lengua del mal, y sus labios de palabras engañosas, 11 apártese del mal y haga el bien, busque la paz y corra tras ella. 12 Pues los ojos del Señor miran a los justos y sus oídos escuchan su oración, pero el rostro del Señor contra los que obran el mal.
10
En la persecución. 13 Y ¿quién les hará mal si se afanan por el bien? 14 Mas, aunque sufrieran a causa de la justicia, dichosos ustedes. No les tengan ningún miedo ni se turben. 15 Al contrario, den culto al Señor, Cristo, en sus corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que les pida razón de su esperanza*. 16 Pero
3 9 El amor incluye el amor de los enemigos, Mt 5 38-39+; 1 Ts 5 5. El Sal 34 13-17 describe la bendición prometida a los misericordiosos. 3 15 Ver Is 8 12-13 (LXX). -Testimonio de los cristianos ante el rmíndo, 2 12, especialmente ante los tribunales. Los gentiles no tienen esperanza, Ef 2 12; 1 Ts 4 13.
357
primera e p í s t o l a d e san p e d r o
háganlo con dulzura y respeto. Mantengan una buena conciencia, para que aquello mismo que les echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen su buena conducta en Cristo. 17 Pues más vale padecer por obrar el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por obrar el mal. La Resurrección y el Descenso a los infiernos. 18 Pues también Cristo, para llevarnos a Dios, murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu. 19 En el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados*, 20 en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el arca, en la que unos pocos, es decir ocho personas, fueron salvados a través del agua; 21 a ésta corresponde* ahora el bautismo que los salva y que no consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la Resurrección de Jesucristo, 22 que, habiendo ido al cielo, está a la diestra de Dios, y le están sometidos los ángeles, las dominaciones y las potestades*.
Romper con el pecado.
2 lo
obrando conforme al querer de los gentiles, viviendo en desenfrenos, liviandades, desórdenes, orgías, embriagueces y en cultos ilícitos a los ídolos. 4 A este propósito, se extrañan de que no corran con ellos hacia ese libertinaje desbordado, y prorrumpen en injurias. 5 Darán cuenta a quien está pronto para juzgar a vivos y muertos. 6 Por eso hasta a los muertos se ha anunciado la Buena Nueva, para que, condenados en carne según los hombres, vivan en espíritu según Dios. A la espera de los últimos tiempos. 7 El fin de todas las cosas está cercano*. Sean, pues, sensatos y sobrios para darse a la oración. 8 Ante todo, tengan entre ustedes intenso amor, pues el amor cubre multitud de pecados*. 9 Sean hospitalarios unos con otros sin murmurar. ,0 Que cada cual ponga al servicio de los demás la gracia que ha recibido, como buenos administradores de las diversas gracias de Dios*. 11 Si alguno habla, sean palabras de Dios; si alguno presta un servicio, hágalo en virtud del poder recibido de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
4
Dichosos los que sufren en Cristo.
3 19 Entre su muerte y su resurrección, Mt 12 40; Hch 2 24.31; Rm 10 7, Jesús descendió en espíritu al Hades, Mt 16 18 + . Predicó la salvación, 4 6, a los espíritus encarcelados, bien sea a los demonios encadenados, v. 22, o más bien a los espíritus de los justos difuntos que esperaban entrar con él en la Ciudad, ver Mt 27 52. 3 21 Corresponde, lit.: el antitipo, realidad prefigurada por el tipo, 1 Co 10 6 + ; aquí el agua del bautismo que permitió la salvación de algunas personas, Gn 7 7; 2 P 2 5, mientras que la eficacia del bautismo, ver Rm 6 4+, es
ilimitada. 3 22 Ver Hch 2 32-33; Ef 1 20-22+; Flp 2 9-11 +. 4 1 Unido al Cristo doliente, 3 18, el cristiano triunfa de las consecuencias del pecado, Rm 1 28.32; 6 2-3.7; 1 Jn 2 16-17. 4 7 Ver 1 5; 4 17; Flp 4 5+; St 5 3-8+. 4 8 Cita de Pr 10 12; ver St 5 20+. 4 10 Todo carisma se ejercita en servicio de la comunidad, 1 Co 12+; ver Rm 12 6-8. 4 12 El fuego designa una prueba violenta, 1 7.
' Ya que Cristo padeció en la carne, ármense también ustedes de este mismo pensamiento: quien padece en la carne, ha roto con el pecado*,2 para vivir ya el tiempo que le quede en la carne, no según las pasiones humanas, sino según la voluntad de Dios. 3 Ya es bastante el tiempo que han pasado
12 Queridos, no se extrañen del fuego* que ha prendido en medio de ustedes para probarlos, como si les sucediera algo extraño, 13 sino alégrense en la medida en que participan en los sufrimientos de Cristo, para que también se alegren jubilosos en la revela-
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p r i m e r a e p í s t o l a d e san p e d r o
ción de su gloria. Dichosos ustedes, si son injuriados por el nombre de Cristo, pues el Espíritu de gloria, que es el Espíritu de Dios, reposa sobre ustedes. 15 Que ninguno de ustedes tenga que sufrir ni por criminal ni por ladrón ni por malhechor ni por entrometido: 16 pero si es por cristiano, que no se avergüence, que glorifique a Dios por llevar este nombre. 17 Porque ha llegado el tiempo de comenzar el juicio por la casa de Dios. Pues si comienza por nosotros, ¿qué fin tendrán los que no creen en el Evangelio de Dios? 18 Si el justo se salva a duras penas ¿en qué pararán el impío y el pecador*? 19 De modo que, aun los que sufren según la voluntad de Dios, confíen sus almas al Creador fiel, haciendo el bien*. 14
Consejos: A los presbíteros.
5
1 A los ancianos* que están entre ustedes los exhorto yo, anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que está para manifestarse.2 Apacienten la grey de Dios que les está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, según Dios*; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón; 3 no tiranizando a los que les ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey. 4 Y cuando aparezca el Mayoral, recibirán la corona de gloria que no se marchita.
4 18 Ver Pr 11 21 (LXX). 4 19 Que Dios sea Creador fiel quiere decir que domina los acontecimientos de la historia, Gn 1 1+; 1 Co 1 9. Sobre este reconocimiento de Dios, Señor de la historia, basan los cristianos perseguidos su esperanza, ver Sal 31 6; Le 23 46. 5 1 Los ancianos son los presbíteros, aquí contrapuestos a los jóvenes, 5 5; ver Tt 1 5+. Sobre la Parusía, ver 1 5 + .
2 lo
A los fieles. 5 De igual manera, jóvenes*, sean sumisos a los ancianos; revístanse todos de humildad en sus mutuas relaciones, pues Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. 6 Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que, llegada la ocasión, los ensalce; 7 confíenle todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes*.8 Sean sobrios y velen. Su adversario, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. 9 Resístanle firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos. 10 El Dios de toda gracia, el que los ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, los restablecerá, afianzará, robustecerá y los consolidará. " A él el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Saludos finales. 12 Por medio de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, les he escrito brevemente, exhortándoles y atestiguándoles que esta es la verdadera gracia de Dios; perseveren en ella. 13 Los saluda la que está en Babilonia*, elegida como ustedes, así como mi hijo Marcos. 14 Salúdense unos a otros con el beso de amor. Paz a todos los que están en Cristo.
5 2 A ejemplo de Jesús, 2 25+, los pastores deben ser también desinteresados y entregados, ver Jn 21 15 + ; Hch 20 28+; 1 Co 9 14; 2 Co 1 24; Flp 4 5+; 1 Ts 2 5. 5 5 Los jóvenes designan quizás a los fieles, contrapuestos a los ancianos, 5 1. 5 7 Ver Pr 3 34 (LXX); Sal 55 23; 22 13-14. 5 13 La que está en Babilonia es la Iglesia de Roma, Ap 14 8; 16 19; 17 5; -elegida, 2 Jn 1.13, porque es la Iglesia de los elegidos, 1 1-2; 2 9.
SEGUNDA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Saludo.
I
Simeón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como la nuestra.2 A ustedes, gracia y paz abundantes por el conocimiento de nuestro Señor. 1
La generosidad de Dios. 3 Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y virtud, 4 por medio de las cuales nos han sido concedidas* las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas se hicieran partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia. 5 Por esta misma razón, pongan el mayor empeño en añadir a su fe la virtud, a la virtud el conocimiento,6 al conocimiento la templanza, a la templanza la paciencia activa, a la paciencia activa, la piedad, 7 a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad. 8 Pues estas cosas, si las tienen en abundancia, no los dejarán inactivos ni estériles para el conocimiento perfecto de nuestro Señor Jesucristo. 9 Quien no las tenga es ciego y corto de vista; ha echado al olvido la purificación de sus pecados pasados. 10 Por tanto, hermanos, pongan el mayor empeño en afianzar su vocación y su elección. Obrando así nunca caerán. 11 Pues así se les dará amplia entrada en el Reino
1 4 Las promesas referentes al Día, 3 4; 1 P 1 5 + ; ver 2 P 3 9-13, implican que Dios nos ha dado de su propia vida, ver Jn 1 12+; 14 20+; Rm 6 4-5+; 8 14-18 + ; 1 Co 1 9; Ef 1 9-10+; 1 Jn 1 2-3+, lo que nos separa del mundo, Jn 1 9 + ; Col 1 13; Jn 2 14+. 1 1 3 La tienda designa aquí la vida terrestre, móvil y temporal, ver 1 P 1 1; 2 11; 2 Co 5 15; Flp 1 23+; 2 Tm 4 6; Is 38 12; Jb 4 19; Sb 9 15. 1 16 En lugar de ¿lucubraciones aventuradas, 3 4-5; ver 1 Tm 1 4; 6 20, los apóstoles
eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. El testimonio apostólico. 12 Por esto, estaré siempre recordándoles estas cosas, aunque ya las sepan y estén firmes en la verdad que poseen. 13 Me parece justo, mientras me encuentro en esta tienda*, estimularlos con la exhortación, 14 sabiendo que pronto tendré que dejar mi tienda, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. 13 Pero pondré empeño en que, en todo momento, después de mi partida, puedan ustedes recordar estas cosas. 16 Les hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad*. 17 Porque recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando la sublime Gloria le dirigió esta voz: «Este es mi Hijo muy amado en quien me complazco/» 18 Nosotros mismos escuchamos esta voz, venida del cielo, estando con él en el monte santo.
La palabra de los profetas. 19 Y tenemos también la firmísima palabra de los profetas*, a la cual hacen bien en prestar atención, como a lámpara que luce en lugar oscuro, hasta que despunte el día y se levante en sus corazones el lucero de la mañana. 20 Pero, ante todo, tengan presente que ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia; porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres, movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios*.
invocan su propio testimonio, Le 1 2; Hch 1 8 + ; 1 Jn 1 1-3, y el que el Padre ha dado del Hijo, Mt 17 l-9p. 1 19 La escena precedente ha realizado ya en parte las Escrituras venidas de Dios, v. 21; 1 P 1 10-12; Hch 3 21; 2 Tm 3 16; ver 2 P 3 16. 1 21 La lectura de las Escrituras cae también bajo la dirección del Espíritu y la tradición apostólica; ver 2 Tm 3 15-16+. Pero esto no se opone a la lectura privada, personal, devota de la Biblia.
segunda e p í s t o l a d e san p e d r o Los falsos doctores*.
360
Atrevidos y arrogantes, no temen insultar a las Glorias*, 11 cuando los ángeles, que son superiores en fuerza y en
poder, no pronuncian juicio injurioso contra ellas en presencia del Señor. 12 Pero éstos, como animales irracionales, destinados por naturaleza a ser cazados y muertos, que injurian lo que ignoran, con muerte de animales morirán, 13 sufriendo daño en pago del daño que hicieron. Tienen por felicidad el placer de un día; hombres manchados e infames, que se entregan de lleno a los placeres mientras banquetean con ustedes. 14 Tienen los ojos llenos de adulterio, que no se sacian de pecado, seducen a las almas débiles, tienen el corazón ejercitado en la codicia, ¡hijos de maldición! 15 Abandonando el camino recto, se desviaron y siguieron el camino de Balaán, hijo de Bosor, que amó un salario de iniquidad, 16 pero fue reprendido por su mala acción. Un mudo burro, hablando con voz humana, impidió la insensatez del profeta. 17 Estos son fuentes secas y nubes llevadas por el huracán, a quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas. 18 Hablando palabras altisonantes, pero vacías, seducen con las pasiones de la carne y el libertinaje a los que acaban de alejarse de los que viven en el error*. 19 Les prometen libertad, mientras que ellos son esclavos de la corrupción, pues uno queda esclavo de aquel que lo vence. 20 Porque si, después de haberse alejado de la impureza del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se enredan nuevamente en ella y son vencidos, su postrera situación resulta peor que la primera*. 21 Pues más les hubiera valido no haber conocido el camino de la justicia que, una vez conocido, volverse atrás del santo precepto que les fue transmitido. 22 Les ha sucedido lo de aquel proverbio tan cierto: «elperro vuelve a su vómito*» y «la puerca lavada, a revolcarse en el fango».
2 Todo este pasaje, hasta 3 3, es el eco de Judas, 4-16. 2 4 Tártaro, uno de los nombres que designa el infierno en la mitología grecolatina. 2 5 El mundo antiguo es el mundo anterior al diluvio, ver 1 P 3 20. 2 10 Las Glorias son potencias angélicas hostiles. 2 18 Se trata de los convertidos débiles, 2
14, que habían vuelto de sus extravíos, 2 20, y que en gran número seguían a los falsos doctores, 2 2. 2 20 Ver Mt 12 45. Más vale seguir ignorando la fe, Judas 3, que abandonarla. La fe es considerada aquí con todas sus consecuencias morales, ver Rm 6 15+; Col 3 5 + ; St 1 25 + . 2 22 Cita de Pr 26 11. El otro refrán no es bíblico.
2
1 Hubo también en el pueblo falsos profetas, como habrá entre ustedes falsos maestros que introducirán herejías perniciosas y que, negando al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una rápida destrucción.2 Muchos seguirán su Jibertinaje y, por causa de ellos, el camino de la verdad será difamado. 3 Traficarán con ustedes por codicia, con palabras artificiosas; desde hace tiempo su condenación no está ociosa, ni su perdición dormida.
Las lecciones del pasado. 4 Pues si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro*, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio; 1 si no perdonó al antiguo mundo*, aunque preservó a Noé, heraldo de la justicia, y a otros siete, cuando hizo venir el diluvio sobre un mundo de impíos;6 si condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas como ejemplo para los que en el futuro vivirían impíamente;7 y si libró a Lot, el justo, oprimido por la conducta licenciosa de aquellos hombres disolutos 8 —pues este justo, que vivía en medio de ellos, torturaba día tras día su alma justa por las obras inicuas que veía y oía— 9 es porque el Señor sabe librar de la prueba a los piadosos y guardar a los impíos para castigarlos en el día del Juicio,10 sobre todo a los que andan tras la carne con apetencias impuras y desprecian al Señorío.
El castigo venidero.
361
s e g u n d a e p í s t o l a d e san p e d r o
El día del Señor: Los Profetas y los Apóstoles.
3
' Esta es ya, queridos, la segunda carta que les escribo; en ambas, con mi exhortación, quiero despertar en ustedes el recto criterio.2 Acuérdense de las predicciones de los santos profetas y del mandamiento de sus apóstoles que es el mismo del Señor y Salvador*. Los falsos profetas. 3 Sepan ante todo que en los últimos días* vendrán hombres llenos de sarcasmo, guiados por sus propias pasiones, 4 que dirán en son de burla: «¿Dónde queda la promesa de su Venida? Pues desde que murieron los Padres*, todo sigue como al principio de la creación.» 5 Porque ignoran intencionadamente que hace tiempo existieron unos cielos y también una tierra surgida del agua y establecida entre las aguas por la palabra de Dios*, 6 y que, por esto, el mundo de entonces pereció inundado por las aguas del diluvio, 7 y que los cielos y la tierra presentes, por esa misma palabra, están reservados para el fuego y guardados hasta el día del Juicio y de la destrucción de los impíos. 8 Mas una cosa no pueden ignorar, queridos: que ante el Señor un día es como mil años y, mil años, como un día*. 9 No se retrasa el Señor en el cumplimiento de la promesa, como algunos lo suponen, sino que usa de paciencia con ustedes, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión. 10 El Día del Señor llegará como un ladrón; en aquel
3 2 Dios habla por el AT, 1 18-20, y por los apóstoles, 1 P 1 10-12 + . 3 3 Esta predicción se refiere lógicamente a la enseñanza apostólica, Mt 24 24; Hch 20 29; 2 Ts 2 3-9; 1 Tm 4 1 +; 2 Tm 3 1-5. 3 4 Los Padres designan a los cristianos de la primera generación. 3 5 El papel de la Palabra es semejante en la creación y en la catástrofe final, Gn 7 1121; 1 P 3 20. No se puede, pues, negar ésta a causa de la inmutabilidad del universo.
1
\H
día, los cielos, con ruido ensoidrirdm, desaparecerán; los elemenlos, abrasa dos, se disolverán, y la lien-a y eiianlo ella encierra se consumirá*. Nueva llamada a la santidad. Doxología. " Puesto que todas estas cosas han de disolverse así, ¿cómo conviene que usle des sean en su santa conducía y en la piedad, 12 esperando y acelerando la ve nida del Día de Dios, en el que l< >s riel» en llamas, se disolverán, y los ciernen tos, abrasados, se fundirán? 11 Pero es peramos, según nos lo tiene promelitln, nuevos cielos y nueva tierra, en los que habite la justicia. 14 Por lo tanto, queridos, en esprín de estos acontecimientos, esfúmense por ser hallados en paz anle él, sin mancilla y sin mancha. 15 La pacieiu la de nuestro Señor considérenla C O I I H » salvación, como se lo escribió (amblen Pablo, nuestro querido hermano, se gún la sabiduría que le fue o loriada 16 Lo escribe tarrjjbién en todas las caí tas en las que habla de esto. Aunque hay en ellas cosas difíciles de entendei, que los ignorantes y los débiles iulei pretan torcidamente —como también las demás Escrituras*— para su propia perdición. 17 Ustedes, pues, queridos, estando ya advertidos, vivan alerta, no sea t|ue, arrastrados por el error de esos disolu tos, se vean derribados de su lirme pos tura. 18 Crezcan, pues, en la gracia v en el conocimiento de nuestro Señor v Sal vador, Jesucristo. A él la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
3 8 Ver Sal 90 4; Ha 2 2-3; Si 18 H. 3 10 Ver Mt 24 29.43; Ap 3 3; 20 I I; I T-. 2. La destrucción del mundo por el IIU tema corriente entre los filósofos dr ln rpm n y en los apocalipsis judíos, ver 1 ('o 3 I N, T». 1 7s; Dn 7 9s. 3 16 Las epístolas de Pablo, que en si i mu yor parte ya están reunidas, son coiisiilruidiis aquí como Escrituras canónicas, ver I Tm 1 18-19; 1 M 12 9+.
PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN JUAN Introducción La Palabra encarnada, medio de comunión con el Padre y el Hijo.
I
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos acerca de la Palabra de vida*, 2 —pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio 1
I.
y les anunciamos la Vida eterna, que estaba junto al Padre y que se nos manifestó— 3 lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos, para que también ustedes estén en comunión* con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre v con su Hijo Jesucristo. Les escribimos esto para que nuestro gozo sea completo.
Caminar en la luz
Y este es el mensaje que hemos oído de él y que les anunciamos: Dios es Luz*, en él no hay tiniebla alguna. 6 Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad. 7 Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros*, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. 5
Primera condición: romper con el pecado. Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros*. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él
8
1 1 La Palabra de Dios era fuente de vida, Dt 4 1 + ; 32 47; etc.; Mt 4 4; Flp 2 16. Aquí el nombre Palabra se da al Hijo, con el que los apóstoles han vivido y su complemento evoca el deseo de 1 3; 5 11-13; ver Jn 1 1.14+. 1 3 La comunión cristiana abarca a todos los creyentes, Jn 3 12+, en Dios y en Cristo, Jn 1 12 + ; 14 20 + ; 17 20-24+; ver 1 Co 1 9; 2 P 1 4+. El testimonio apostólico es el instrumento de esta comunión, 2 24-25; 4 6; Jn 4 38 + ; Hch 1 21-22+; etc. 1 5 Dios es la fuente de toda verdad y san-
10
para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia. Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su palabra no está en nosotros.
2
' Hijos míos,
les escribo esto para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un abogado ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. 2 Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. Segunda condición: guardar los mandamientos, sobre todo el de la caridad. 3 En esto sabemos que le conocemos*:
tidad, Jn 1 4+; 8 12+; ver 1 Tm 6 16; St 1 17+; Sb 7 26+; Dn 2 22 + . 17 La unión con Dios, Luz, 1 5, y Amor, 4 8, se reconoce en la fe y en el amor fraterno, 3 23; Jn 13 34 + . 18 La vida santa del cristiano, 3 3-9; 5 18; ver Hch 9 13+, se renueva sin cesar por el perdón de las faltas ocasionales, ver Rm 3 9.19.23-25+; 6 12-14+. 2 3 El conocimiento, Os 2 22+, es la fe que compromete toda la conducta, 3 23; 5 1; Jn 3 12+. La práctica de los mandamientos es el
363
primera e p í s t o l a d e san juan
en que guardamos sus mandamientos. 4 Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él. 5 Pero quien guarda su palabra, ciertamente en él el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. 6 Quien dice que permanece en él*, debe vivir como vivió él. 7 Queridos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, que tenían desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que han escuchado. 8 Y sin embargo, les escribo un mandamiento nuevo* —que es verdadero en él y en ustedes— pues las tinieblas pasan y la luz verdadera brilla ya. 9 Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano, está aún en las tinieblas. 10 Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. 11 Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. Tercera condición: guardarse del mundo. 12 Les
escribo a ustedes, hijos míos, porque se les han perdonado los pecados por su nombre. criterio concreto de la vida en Cristo, ver 1 67; 3 10; 4 21; 5 2; ver Jn 15 14-15; etc. 2 6 Él, manera de designar a Jesús, 3 3.5.7, etc. 2 8 Jesús ha marcado con su propio amor, Jn 3 16-17; 13 34+, este mandamiento preparado por la antigua Ley, Lv 19 11+, y enseñado a los cristianos desde su iniciación, 3
11.
2 14
La comunión con el Hijo 1 3.7, preser-
5 l<)
Les escribo a ustedes, padres, porque conocen al que es desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al Maligno. 14 Les escribo, hijos, porque conocen al Padre. Les escribo a ustedes, padres*, porque ya conocen al que es desde el principio. Les escribo, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al Maligno. 15 No amen al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo cuanto hay en el mundo —la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la arrogancia de las riquezas*— no viene del Padre, sino del mundo. 17 El mundo y sus concupiscencias pasan; pero quien cumple'la voluntad de Dios permanece para siempre. 13
Cuarta condición: guardarse de los anticristos. 18 Hijos
míos, es la última hora. Han oído que iba a venir un Anticristo*; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es ya la última hora. 19 Salieron de entre nosotros; pero no eran de los nuestros. Pues si hubiesen sido de los nuestros, va del mal, ver 1 8+, y da la victoria sobre el mundo, 4 4-6; 5 4-5; Jn 1 9+; 14 30; 16 33; ver Gá 6 14 + ; St 4 4. 2 16 Son los valores que mueven el mundo. Los valores del cristiano, los «verdaderos» son otros: ver 2 Co 4 18; Hb 11 1.3.27; etc. 2 18 El Anticristo, el adversario de los últimos tiempos, 2 Ts 2 3+, se ensaña contra la fe en Cristo Hijo de Dios, 4 2-3; ver 5 5-10; Jn 1 18 + ; 14 6+.
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habrían permanecido con nosotros. Así se ha puesto de manifiesto que no tocios son de los nuestros. 20 Ustedes tienen la unción* del Santo, y todos ustedes lo saben. 21 No les escribí porque desconozcan la verdad, sino porque la conocen y porque ningún mentiroso procede de la verdad. 22 ¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo el que niega al Hijo no posee al Padre. Todo el que confiesa al Hijo posee también al Padre. 24 En cuanto a ustedes, lo que oyeron desde el principio permanezca en ustedes. Si permanece en ustedes lo que oyeron desde el principio,
II.
5 l<)
también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre, esta es la promesa que él mismo les hizo: la vida eterna. 26 Les he escrito esto respecto a los que tratan de engañarlos. 27 Y en cuanto a ustedes, la unción que de él han recibido permanece en ustedes y no necesitan que nadie los enseñe*. Pero como su unción los enseña acerca de todas las cosas —y es verdadera y no mentirosa— según los enseñó, permanezcan en él. 28 Y ahora, hijos míos, permanezcan en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su Venida. 25 y
Vivir como hijos de Dios
Si saben que él es justo, reconozcan que todo el que obra la justicia ha nacido de él.
Primera condición: romper con el pecado.
3
se purifica, porque él es puro. 4 Todo el que comete pecado comete también la iniquidad, pues el pecado es la iniquidad. -^Y saben que él se manifestó para borrar los pecados pues en él no hay pecado. 6 Todo el que permanece en él, no peca*. Todo el que peca, no lo ha visto ni conocido. 7 Hijos míos, que nadie los engañe.
29
Miren qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! Por eso el mundo no nos conoce porque no lo reconoció a él. { Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado todavía lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es*. 1
2 20 Ver 2 27. La unción, es la Palabra de Dios venida por Cristo, Jn 6 69, y que actúa por el Espíritu, Is 11 2 + ; 61 1 + . Este es otorgado a los creyentes, 3 24; 4 13; 2 Co 1 2122 + ; 1 Ts 4 8, a quienes conocer la verdad, Jn 16 13; 1 Co 7 1 ' . ' \Ex 30 22 + ; Mt 1 16+. \ 2 27 El Espíritu de Jesu . : >Q; ver Jn
3
él
Todo el que tiene esta esperanza en
6 45, hace eficaz el testimonio apostólico v. 24; 1 3 + . 3 2 Esta visión es el conocimiento cara a cara de 1 Co 13 12; ver Rm 8 29; Col 3 4, accesible únicamente al creyente, hijo de Dios, Jn 1 12+.18 + . , 3 6 Juan no tiene en cuenta aquí, ver 5 18, las faltas pasajeras, 18 + .
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p r i m e r a e p í s t o l a d e s a n j u a n5l<)
El que obra la justicia es justo, porque él es justo. 8 Quien comete el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo. 9 Todo el que ha nacido de Dios no peca porque su germen permanece en él; y no puede pecar porque ha nacido de Dios. ,0 En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, y quien no ama a su hermano, tampoco. Segunda condición: guardar los madamientos, sobre todo el de la caridad. Pues este es el mensaje que oyeron desde el principio: que nos amemos unos a otros. 12 No como Caín, que, al ser del Maligno, mató a su hermano. Y ¿por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran justas*. 13 No se extrañen, hermanos, si el mundo los aborrece. 14 Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte. 15 Todo el que odia a su hermano es un asesino; y saben que ningún asesino posee vida eterna en sí mismo. 16 En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. 11
3 12 Hasta 4 6, antítesis entre los cristianos, hijos de Dios que viven en la verdad y amor eficaz, y el mundo del pecado y del odio, ver Jn 3 12 + ; 8 12 + . 3 20 Dios Amor, 4 8 + , conoce mejor que
También nosotros debemos dar la vida por los hermanos. 17 Si alguno que posee bienes del mundo, ve a su hermano que está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? 18 Hijos míos, no amemos de palabra ni con la boca, sino con obras y según la verdad. 19 En esto sabremos que somos de la verdad, y tendremos nuestra conciencia tranquila ante él, 20 aunque nuestra conciencia nos condene, pues Dios, que lo sabe todo, está por encima de nuestra conciencia*. 21 Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos confianza total en Dios, 22 y lo que le pidamos lo obtendremos de él, porque guardamos sus mandamientos * y hacemos lo que le agrada. 23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros según el mandamiento que nos dio. 24 Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado. Tercera condición: guardarse de los anticristos y del mundo.
4
' Queridos,
no se fien de cualquier espíritu, antes bien, examinen si los espíritus son de Dios, pues muchos falsos profetas han venido al mundo*. nosotros mismos el amor que vive en nuestros corazones, ver 4 4; Jn 21 17; St 5 20. 4 1 Los que se dicen ser del Espíritu puede ser que estén empujados por el espíritu del mundo, w . 3-5, y no por el conocimiento de
366 p r i m e r a e p í s t o l a d e s a n j u a n En esto reconocerán al espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo, venido en carne mortal, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; ese tal es del Anticristo, de quien han oído que iba a venir; pues bien, ya está en el mundo. 4 Ustedes, hijos míos, son de Dios 2
III.
5 l<)
y los han vencido. Pues el que está en ustedes es más que el que está en el mundo. 5 Ellos son del mundo; por eso hablan según el mundo y el mundo los escucha. 6 Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, el que no es de Dios no nos escucha. En esto reconocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.
En las fuentes del amor y de la fe
En la fuente del amor. Queridos, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. 8 Quien no ama no ha conocido a Dics, porque Dios es Amor*. 9 En esto se manifestó entre nosotros el amor de Dios; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de expiación por nuestros pecados. " Queridos, si Dios nos ha amado de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. 12 A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a la perfección. 7
Jesucristo, w . 2-3; 3 24. Los apóstoles están capacitados para discernir estas inspiraciones v. 6; ver 1 1-3+. 4 8 Dios amaba a M Í Í ' 4 24+; 6 5+; Is 54 8+. La misión--v--: . !••.•• ••. Njio salvador, w . 9-16; Jn 3 16-17+; 4 ••., >4-25+ ; etc., ha manifestado que Dios >. . ••'Niismo, v.
En esto reconocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. 14 Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre ha enviado a su Hijo, como Salvador del mundo. 5 ' Si uno confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. 16 Y nosotros hemos conocido y hemos creído en el amor que Dios nos tiene. Dios es Amor: y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. 17 En esto ha alcanzado el amor la plenitud en nosotros: en que tengamos confianza en el día del Juicio, pues según es él, así seremos nosotros en este mundo. 18 No cabe temor en el amor; antes bien, el amor pleno expulsa el temor, porque el temor implica castigo; quien teme no ha alcanzado la plenitud en el amor*. 19 Nosotros amamos, porque él nos amó primero. 13
16, y que el amor de los cristianos, hijos de Dios, se deriva del amor del Padre y del Hijo, 1 3; 2 8; Jn 15 9; 17 23. 4 18 El amor filial excluye el temor servil, Rm 8 15, y asume el elemento filial del temor religioso, Dt 5 29; 6 2-5; Pr 1 7+.
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p r i m e r a e p í s t o l a d e san juan
Si alguno dice: «Yo amo a Dios», y odia a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. 21 Y nosotros hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano. 20
5
1 Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a aquel que da el ser amará también al que ha nacido de él. 2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos*. 3 Pues el amor a Dios consiste en guardar sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, 4 pues todo lo nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe.
En la fuente de la fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios*? 5
5 l<)
Este es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y es el Espíritu quien da testimonio, porque el Espíritu es la Verdad. 7 Pues tres son los que dan testimonio*: 8 el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres convergen en lo mismo*. 9 Si aceptamos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios. Este es, pues, el testimonio de Dios, que ha testimoniado acerca de su Hijo. 10 Quien cree en el Hijo de Dios posee el testimonio dentro de sí. Quien no cree a Dios 10 hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna* y esta vida está en su Hijo. 12 Quien tiene al Hijo, tiene la Vida; quien no tiene al Hijo de Dios, no tiene la Vida. 13 Les he escrito estas cosas a los que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que se den cuenta de que tienen Vida eterna. 6
Adiciones La oración por los pecadores. 14 Esta
es la confianza plena que tenemos en él: que si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha. 15 Y si sabemos que nos escucha cuanto le pedimos, 5 2 El amor al prójimo, criterio de nuestro amor a Dios, 1 7+, es a su vez juzgado por la práctica de los mandamientos, 2 3 + ; Mt 22 34p+; Jn 14 15; 15 9-10. 5 5 El cristiano vence al mundo por su fe, w . 4-5; 2 14+. 5 7 Los mss de la Vulg. añaden la frase siguiente: dan testimonio: en el cielo: él Padre, el
sabemos que tenemos conseguido lo que hayamos pedido. Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida y le dará vida —a los que cometan pecados que no son de muerte 16
Verbo y el Espíritu Santo y estos tres son tino; y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, etc. 5 8 La sangre y el agua, Jn 19 34+, unidos al Espíritu, 2 20.27; Jn 3 5, dan testimonio en favor de la misión de Cristo, Jn 10 25+. 5 11 La vida eterna, es la vida de Dios dada al creyente, v. 13; Jn 3 15+.
5 17
p r i m e r a epíst" -a d e s a n j u a n
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18 Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios le guarda
y el Maligno no lo toca. 19 Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero yace en poder del Maligno. 20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para conocer al Verdadero*. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la Vida eterna. 21 Hijos míos, guárdense de los ídolos...
5 16 Este pecado, ver Dt 22 26, es difícil de identificar. Implica una resistencia a la vida divina, ver 2 18-29; 4 3; Mt 12 31-32 + ; Hb 10 26-31. 5 18 Tres frases que comienzan con «Sabemos» recapitulan las grandes certidumbres y
esperanzas cristianas expuestas en la epístola. 5 20 Dios, el único verdadero y conocido como tal, 2 3 + ; ver Jn 17 3 + ; 1 Ts 1 9; Ap 3 7.14. Con estas mismas palabras quedan excluidos los ídolos, v. 21; ver 1 Co 10 14.19; 12 2; Is 40 18+.
pues hay un pecado que es de muerte*, por ése no digo que pida—. 17 Toda iniquidad es pecado, pero hay pecados que no llevan a la muerte. Resumen de la epístola*.
PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN JUAN Saludo. 1 El
Presbítero a la Señora Elegida* y a sus hijos, a quienes amo en la verdad; y no solo yo, sino también todos los que han conocido la Verdad,2 a causa de la verdad que permanece en nosotros y que estará con nosotros para siempre. 3 La gracia, la misericordia y la paz de parte de Dios Padre y de Jesucristo, el Hijo del Padre, estarán con nosotros según la verdad y el amor. El mandamiento de amor. 4 Me alegré mucho al encontrar entre tus hijos a quienes viven en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre. 5 Y ahora te ruego, Señora, y no te escribo un mandamiento nuevo, sino el que tenemos desde el principio: que nos amemos unos a otros. 6 Y en esto consiste el amor: en que vivamos según sus mandamientos. Este es el mandamiento que oyeron desde el principio: que caminen en el amor*.
Los anticristos. 7 Han venido al mundo muchos seductores negando que Jesucristo haya venido en carne mortal. Ese es el Seductor y el Anticristo. 8 Cuiden de ustedes, para no perder el fruto de su trabajo, sino para que reciban una amplia recompensa.9 Todo el que se excede* y no permanece en la doctrina de Cristo, no posee a Dios. El que permanece en la doctrina, ese sí posee al Padre y al Hijo. 10 Si alguno va a ustedes y no les lleva esta doctrina, no lo reciban en casa ni lo saluden, "pues el que lo saluda se hace solidario de sus malas obras.
Conclusión. 12 Aunque me queda mucho por escribir, prefiero no hacerlo con papel y tinta, sino que espero ir a verlos y hablar de viva voz, para qucnuestro gozo sea completo. 13 Te saludan los hijos de tu hermana Elegida.
1 Presbítero, título de los jefes de las co- 6 Ver 1 Jn 1 6-7; 2 6-8; 5 3. munidades, ver Tt 1 5 + . -Señora elegida, de- 9 Los falsos doctores intentan rebasar la signa una comunidad puesta bajo la jurisdicenseñanza de los apóstoles de Cristo, 1 Jn 1 3; ción del Presbítero y amenazada por la 2 24-27; 1 Tm 6 20+. propaganda de falsos doctores.
P R I M E R A
EPÍSTOLA DE SAN JUAN
Saludo. El Presbítero al querido Gayo* a quien amo según la verdad. 2 Querido, pido en mi oración que te vaya bien en todo y que tu salud física sea tan buena como la espiritual. 1
Elogio de Gayo. 3 Me alegré mucho cuando vinieron unos hermanos que daban testimonio de tu verdad, y de cómo vives en la verdad. 4 No siento alegría mayor que oír que mis hijos caminan en la verdad. 5 Querido, obras como creyente en lo que haces por los hermanos, y eso que son forasteros. 6 Ellos han dado testimonio de tu generosidad ante la Iglesia. Harás bien en proveerlos para su viaje de manera digna de Dios. 7 Pues por el Nombre se pusieron en camino sin recibir nada de los gentiles. 8 Por eso debemos acoger a tales personas, para hacernos colaboradores en la obra de la Verdad.
1 Gayo es un discípulo del Presbítero, w . 3-6. 9 Diótrefes, este jefe de la comunidad, es ambicioso y contrarresta la autoridad del Presbítero.
Conducta de Diótrefes*. 9 He escrito alguna cosa a la Iglesia; pero ese que ambiciona el primer puesto entre ellos, Diótrefes, no nos recibe. 10 Por eso, cuando vaya, le recordaré las cosas que está haciendo, criticándonos con palabras llenas de malicia; y, como si no fuera bastante, tampoco recibe a los hermanos, y, a los que desean hacerlo, se lo impide y los expulsa de la Iglesia. 11 Querido, no imites lo malo, sino lo bueno. El que obra el bien es de Dios; el que obra el mal no ha visto a Dios.
Testimonio en favor de Demetrio. 12 Todos, y hasta la misma Verdad, dan testimonio de Demetrio*. También nosotros damos testimonio y sabes que nuestro testimonio es verdadero.
Epilogo. 13 Tengo mucho que escribirte, pero no quiero hacerlo con tinta y pluma. 14 Espero verte pronto y hablaremos de viva voz. 15 La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda a los amigos, uno por uno.
12 El testimonio del Presbítero y de la Verdad misma, que es la palabra de Cristo, Jn 14 6+, justifican la confianza concedida a Demetrio, ver Jn 19 35; 21 24.
EPÍSTOLA DE SAN JUDAS Saludo
Sus blasfemias.
Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago, a los que han sido llamados, amados de Dios Padre y guardados para Jesucristo. 2 A ustedes, misericordia, paz y amor abundantes.
8 Igualmente éstos*, a pesar de todo, alucinados en sus delirios, manchan la carne, desprecian al Señorío e injurian a las Glorias. 9 En cambio el arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés*, no se atrevió a pronunciar contra él juicio injurioso, sino que dijo: «Que te castigue el Señor». 10 Pero éstos injurian lo que ignoran y se corrompen en las cosas que, como animales irracionales, conocen por instinto.
1
Motivo de la carta. 3 Queridos, tenía yo mucho empeño en escribirles acerca de nuestra común salvación y me he visto en la necesidad de hacerlo para exhortarlos a combatir por la fe que ha sido transmitida a los santos de una vez para siempre*.4 Porque se han introducido solapadamente algunos que hace tiempo la Escritura señaló ya para esta sentencia. Son impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan al único Dueño y Señor nuestro Jesucristo.
Su perversidad.
5 Quiero recordarles a ustedes, que ya han aprendido todo esto de una vez para siempre, que el Señor, habiendo librado al pueblo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que no creyeron; 6 y además que a los ángeles, que no mantuvieron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada*, los tiene guardados con ligaduras eternas bajo tinieblas para el juicio del gran Día.7 Y lo mismo Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, que como ellos fornicaron y se fueron tras una carne diferente*, padeciendo la pena de un fuego eterno, sirven de ejemplo.
11 ¡Ay de ellos!, porque se han ido por el camino de Caín, y por un salario se han abandonado al descarrío de Balaán, y han perecido en la rebelión de Coré*. 12 Éstos son una mancha cuando banquetean desvergonzadamente en sus ágapes* y se apacientan a sí mismos; son nubes sin agua sacudidas por el viento, árboles de otoño sin frutos, dos veces muertos, arrancados de raíz; 13 son olas salvajes del mar, que echan la espuma de su propia vergüenza, estrellas errantes a quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas para siempre. 14 Henoc, el séptimo después de Adán, profetizó ya sobre ellos: «Miren, el Señor ha venido con sus santas miríadas 15 para realizar el juicio contra todos y dejar convictos a todos los impíos de todas las obras de impiedad que realizaron y de todas las palabras duras que hablaron contra él los pecadores impíos*.» 16 Éstos son unos murmuradores, descontentos de su suerte, que viven según sus pasiones,
3 En la tradición de la fe, fundamento de la vida cristiana, 20, no hay nada que cambiar, 5; ver 1 Co 11 2+; 1 Tm 6 20+. 6 Ver Gn 6 1-2. Este tema de los ángeles lo desarrolla el apócrifo judío Libro de Henoc, 12 4; 10 6. 7 Ver Gn 19 1-11. Tema desarrollado en el apócrifo judío Testamento de los Doce Patriarcas. 8 Los herejes no encuentran ningún freno en el castigo de los ángeles seductores, 6-
7. Sus errores aparecen mezclados con prácticas inmorales. Para todo el pasaje, ver 2 P 2-3. 9 Cita de Za 3 2, relacionada con una lucha que menciona el apócrifo judío Asunción de Moisés, ver Dn 10 13 + . 11 Ver Gn 4 3s; Nm 22-24; Nm 16. 12 Ágapes, comidas fraternas celebradas por los cristianos. 15 Cita libre del apócrifo judío Libro de Henoc, 1 9.
Los falsos doctores. Castigo que les amenaza.
17
e p í s t o l a d e san judas
cuya boca dice palabras altisonantes, que adulan por interés. Exhortación a los fieles. La enseñanza de los apóstoles. 17 En cambio ustedes, queridos, acuérdense de las predicciones de los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo*. 18 Ellos les decían: «Al fin de los tiempos aparecerán hombres burlones que vivirán según sus propias pasiones impías*.» 19 Estos son los que crean divisiones, viven una vida sólo natural sin tener el espíritu.
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Espíritu Santo,21 manténganse en la caridad de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna*.22 A unos, a los que vacilan, traten de convencerlos;23 a otros, traten de salvarlos arrancándolos del fuego; y a otros muéstrenles misericordia con cautela, odiando incluso la túnica manchada por su carne*. Doxología.
20 Pero ustedes, queridos, edificándose sobre su santísima fe y orando en el
24 Al que es capaz de guardarlos inmunes de caída y de presentarlos sin mancha ante su gloria con alegría, 25 al Dios único, nuestro Salvador, por medio de Jesucristo, nuestro Señor, gloria, majestad, fuerza y poder antes de todo tiempo, ahora y por todos los siglos. Amén.
17 Ver Hch 20 29-30; 2 Tm 3 1-5; 2 P 2 2-3. 18 Esta cita no se encuentra textualmente en ninguna parte del NT. 21 Las tres virtudes, 1 Co 13 13+, y la ora-
ción, relacionadas con las tres Personas, 2 Co 13 13 + . 23 La caridad tratará de distinta forma a los que están más o menos contaminados por la herejía.
Deberes de la caridad.
APOCALIPSIS Introducción La palabra «apocalipsis» es la transcripción de un término griego que significa revelación,- todo apocalipsis supone, pues, una revelación hecha por Dios a los hombres de cosas ocultas y sólo por él conocidas, en especial de cosas referentes al futuro. El género apocalíptico se encuadra dentro del género profético. En los apocalipsis el autor recibe su mensaje en forma de visiones, que no tienen valor por sí mismas, sino por el simbolismo que encierran: los números, las cosas, las partes del cuerpo y hasta los personajes son símbolos del Mensaje. Para entender un escrito apocalíptico es preciso caer en la cuenta de este procedimiento literario y traducir, mediante claves que los primeros lectores conocían, los símbolos en ideas. El género apocalíptico estuvo muy en boga en los ambientes judíos (incluso entre los esenios del Qumrán) en los dos siglos anteñores a Cristo. El género apocalíptico, preparado ya por las visiones de profetas como Ezequiel o Zacarías, se desarrolla en la obra de Daniel y en numerosas obras apócrifas escritas en las inmediaciones de la era cristiana. El NT únicamente ha mantenido en su canon un Apocalipsis, cuyo autor se llama a sí mismo Juan (1 9), desterrado, en el momento en que escribe en la isla de Patmos, por su fe en Cristo, y a quien una parte de la tradición ha identificado con el autor del TV Evangelio. Pero no todas las iglesias le reconocieron esta paternidad apostólica. Por otra parte, si bien el Apocalipsis presenta un parentesco innegable con los demás escritos joánicos, también se distingue de ellos netamente por su lenguaje, por su estilo y por algunos puntos de vista teológicos, hasta el punto que es difícil asegurar que proceda inmediatamente del mismo autor. A pesar de todo, su inspiración es joánica, y está escrito por alguno del círculo del apóstol e impregnado de sus enseñanzas. No se puede dudar de su canonicidad. En cuanto a la fecha, se admite ordinariamente que fue compuesto durante el
reinado de Domiciano, hacia el 95; algunos, no sin alguna probabilidad, creen que ciertas partes fueron redactadas ya en tiempos de Nerón, poco antes del 70. El Apocalipsis es ante todo un escrito de circunstancias, destinado a levantar y afianzar la moral de los cristianos, escandalizados sin duda de que se pudiera desencadenar una persecución tan violenta contra la Iglesia del que había afirmado: «Pero ¡ánimo!; yo he vencido al mundo» (Jn 16 33). Para realizar su plan el autor vuelve sobre los grandes temas proféticos tradicionales, especialmente el del «Gran Día de Yahvé» (ver Am 5 18): los profetas anunciaban al Pueblo santo, esclavo bajo el yugo de los asirios, de los caldeos y luego de los griegos, dispersado y casi destruido por la persecución, el día cercano de la salvación, en que Dios vendría a liberar a su Pueblo de manos de sus opresores, devolviéndole no sólo la libertad, sino también poderío y dominio sobre sus enemigos. Cuando se escribe el Apocalipsis, la Iglesia, el nuevo Pueblo elegido, acaba de ser diezmada por una sangrienta persecución (13; 6 10-11; 16 6; 17 6) desencadenada por Roma y el imperio romano (la Bestia), pero a instigación de Satanás (12; 13 2-4) el Adversario por excelencia de Cristo y de su Pueblo. La interpretación histórica del Apocalipsis nos da su sentido primero y fundamental. Pero el alcance del libro va más allá, porque su visión de la historia depende de valores eternos sobre los que se apoya la fe de los fieles de todos los tiempos. Se han propuesto muchas y variadas estructuras que intentan explicar al lector la disposición de este libro en su formato actual. Una de ellas, a través de la cual pensamos que el lector descubrirá mejor tanto su disposición como su Mensaje, es verlo como un drama simbólico, con sus escenas, personajes, coros, etc. Mediante el recurso literario de una acción dramática se va desentra-
introducción a l apocalipsis ñando («revelando») el Mensaje de Jesús y su penetración dificultosa en la sociedad. El uso frecuente de los verbos «ver», «aparecer», «decir», «mostrar», «oír», «escuchar», etc. favorece esta sugerente interpretación.
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historia, de la que forman parte las comunidades cristianas. Cristo, el Cordero, presentado también con símbolos de realeza y dignidad y con capacidad de abrir el libro, de interpretar los acontecimientos de la historia (4 2-3 y 5 6-8). En torno a estos personajes principales se presentan otros secundarios: el 1. Prólogo fl 1-3) coro, compuesto por 24 ancianos que reEl tema del libro es la revelación so- presentan a Israel; los cuatro vivientes, bre Jesucristo, es decir un «evangelio». que protegen el trono; y el ángel podeEl autor exhorta a los asistentes que es- roso, que será quien introduzca las estén atentos para comprender la represen- cenas del drama. Todos estos personajes tación. secundarios, particularmente el coro, intervienen mediante aclamaciones, do2. Claves del drama fl 4-3 22) xologías y postraciones: gestos litúrgicos Al estilo de los «prólogos» de los dra- (4 6-11; 5 9-14). mas clásicos, el autor nos pone en la pis3. Acto I: Apertura del libro ta de la interpretación mediante unas (6 1-8 1) claves: En primer lugar la que afecta al espectador, que son las comunidades de El libro está cerrado con siete sellos. Asia: actitud, religiosa y de alabanza fl La apertura de cada uno de los sellos 4-8). En segundo lugar presenta al promarca los cambios de escena. En las tagonista, que es Jesucristo, con sus crecuatro primeras (6 1-8) van atravesando denciales: es Señor y Rector de la hisel escenario unos caballos con sus jinetoria, de modo particular porque ha retes. Mediante su simbolismo, inspirado sucitado: «el que vive por los siglos de en unos textos de Ezequiel, anuncian el los siglos» (1 9-20). En tercer lugar, medesastre del imperio romano: el caballo diante unas misivas a las iglesias (siete, blanco anuncia la victoria de los partos es decir, todas) que componen la provinsobre el imperio; el rojo, las guerras sancia cristiana de Asia nos aclara otras grientas; el negro, el hambre, alimentos claves: los destinatarios del mensaje: las racionados, consecuencia de las guerras; iglesias; el objetivo: revisión de la vida de el verdoso, la muerte. las comunidades; y una llamada a la esEn la escena quinta (6 9-11) recoperanza a pesar de las persecuciones y rren el escenario los testigos de la Paladificultades. Esperanza que se basa en la bra, los mártires, que piden la intervenpresencia en las comunidades de Jesución de Dios. cristo resucitado y que es presentado En la sexta (6 12-17) unos fenómecon diversos símbolos (2 1-3 22). nos cósmicos representan la presencia del Cordero, de su ira, el «Gran Día de 2. Dios, Rector de la historia por la ira». medio de Cristo, el Cordero La intensidad de la acción requiere (4 1-5 14) ahora una pausa, un intermedio de reEs una escena preliminar. El centro flexión ante tales anuncios (11-17). Los del escenario lo ocupa un trono rodeado acontecimientos descritos no impiden el de otros veinticuatro: escenografía de plan salvador de Dios, ofrecido a toda la humanidad. Ésta se agrupa en dos muluna corte que se completa con elementitudes: la de Israel, en número limitado tos escénicos tomados de las teofanías (doce mil por cada tribu), y los gentiles: del AT y otros litúrgicos, como cítaras, una muchedumbre incontable. copas, perfumes. La séptima escena queda interrumpiLos personajes principales son: Dios y él Cordero; Dios, como Rector del univer- da. Es momento de silencio, de interioriso, que se describe mediante símbolos de zación durante un tiempo breve: media luz, y que tiene en su mano el libro de la hora. Va a cambiar la escenografía.
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i n t r o d u c c i ó n a l a p o c a l i p s i s 375
4. Acto II: Las trompetas, que anuncian la oposición de las fuerzas del Mal (8 2-11 19) Entran en el escenario ángeles con trompetas, un altar con otro ángel que ofrece, como perfumes, las oraciones de los santos (8 2-5). Como ocurrió con los sellos, aquí los toques de las siete trompetas marcan los cambios de escena. El ambiente es litúrgico, pero también de lucha, de enfrentamiento entre las fuerzas que se oponen a la difusión del Evangelio y la comunidad cristiana. Las cuatro primeras evocan las plagas de Egipto, castigo de los egipcios que se oponían al plan de Dios
(8 6-12).
Después de estas escenas encontramos un intermedio (8 13) de reflexión para prestar atención a las escenas siguientes. En ellas (9 1-21) aparecen unos seres extraños descritos por aproximación a realidades humanas: en las cabezas tenían «como» coronas... sus rostros eran «como» rostros humanos; etc. Parece que en estos seres están representados los ejércitos (los Partos?) que traerán la ruina del imperio romano. La representación escénica es circular, como si las acciones estuvieran ocurriendo de manera simultánea. Antes de la séptima escena, encontramos aquí otro intermedio largo (10 7-11 14) que quiere dejar en claro que en medio de estos acontecimientos, prosigue la evangelización: el librito y los evangelizadores, dos de los cuales, descritos con los rasgos de Moisés y Elias, sufren martirio (¿alusión a Pedro y Pablo, martirizados en Roma bajo Nerón?). La séptima escena es un canto triunfal (11 15-19), una acción de gracias por la venida del Reinado de nuestro Señor y de su Cristo. En esta acción litúrgica a la aclamación del coro de los veinticuatro ancianos se unen los tres grupos que componían las comunidades: los profetas o evangelizadores; los santos o creyentes; y los temerosos de Dios o catecúmenos.
las comunidades para evangelizar a un mundo que se manifiesta hostil. Es la lucha del Dragón y el Cordero. La escenografía es, por regla general, el cielo y se describe en los momentos en que aparecen las señales. Algunas acciones de los personajes-señales se proyectan a la tierra. Las siete señales son: a) La mujer vestida del sol, que está encinta (12 1-2): es la comunidad cristiana que en cuanto evangelizadora está dando a luz a Cristo. Pero no hay que excluir alguna referencia del autor —tanto si es Juan como uno de su entorno— a María, la madre de Jesús, que fue considerada desde el principio de la Iglesia como parte esencial de los reunidos en el nombre de Jesús (ver Hch 1 14). b) El Dragón (12 3-17), símbolo de los poderes que se oponen a la evangelización; recibe varios nombres: Satanás, Serpiente antigua, etc. Ya este animal aparece en el AT como símbolo del poder del mal, enemigo de Dios y de su pueblo (ver Jb 3 8; 7 12). c) Las dos bestias'(12 18-13 18), símbolos tomados del libro de Daniel, son también los poderes que se oponen al proyecto de Dios y de su Iglesia. Aquí, probablemente, están simbolizando al imperio romano. La segunda bestia se califica como «falso profeta». d) El Cordero (14 1-5) es Cristo muerto y resucitado. e) El ángel de la buena nueva (14 6-7). f ) Los ángeles que anuncian la caída de Babilonia (14 8). g) Los ángeles de la siega y la vendimia (14 14-20) son mensajeros que Dios envía para anunciar su Mensaje y para invitar a los perseguidores a que se arrepientan. 6. Acto IV: Las siete copas (15 5-162;;
La escenografía (15 5-8) es litúrgica. Entran los personajes que van a representar la victoria de la comunidad, los siete ángeles con una copa cada uno. Las copas son el símbolo de la victoria 5. Acto III: Las «señales» (12 /-15 4) de Dios y de la derrota de los que se opoAparecen en escena siete señales que nen a la evangelización: sobre ellos se simbolizan las tensiones que encuentran derraman las plagas, que recuerdan, co-
introducción a l apocalipsis rao en 8-9, las plagas de Egipto. Entre la tercera y cuarta copa se intercala un himno de victoria y liberación (16 5-7). Con la última copa se consuma la victoria C16 17-21). Fenómenos atmosféricos acompañan la voz victoriosa de Dios y la destrucción de los poderes terrestres, sobre todo de la gran ciudad, Roma.
376
9. Apoteosis (21 1-22 5)
El escenario se abre; en el centro, como unidos por una rampa, un cielo nuevo y una tierra nueva. Por ella desciende majestuosamente la novia engalanada para su esposo: es la comunidad cristiana (21 1-2). El simbolismo de la novia lo explican dos directores de escena: 7. Acto V: Castigo de Babilonia= a) El primero, que sólo es una voz Roma (11 1-19 10) fuerte salida del trono, proclama que es La escena es un desierto. En él, una una nueva creación: «Mira que hago mujer sentada sobre una bestia; es la cé- nuevas todas las cosas» (21 3-8): novelebre Prostituta, Roma, perseguidora de dad que consiste en que Dios pone su los cristianos: «se embriagaba con la morada con los hombres y se convierte sangre de los santos y con la sangre de en su «Emmanuel». los mártires de Jesús» (11 1-18). b) El segundo director califica a la El castigo de Babilonia se narra a novia del Cordero como una nueva ciumodo de un juicio, con frases inspiradas dad, (21 9-27), una Jerusalén nueva, en Jeremías y Ezequiel (18 1-8). Dos perfecta en sus medidas, esplendorosa, himnos marcan el castigo: el primero es con las características anunciadas por una lamentación (18 9-24) de cuantos Ezequiel (Ez 40-48). Ciudad de encuenseguían los pasos de la célebre prostituta tro personal de los «santos» con el Señor y colaboraban con ella; el segundo (19 1- Dios Todopoderoso y el Cordero sin ne10), un himno de victoria entonado por cesidad del santuario tradicional ni de la comunidad de creyentes que, como un ningún elemento litúrgico sacro. inmenso coro, celebran las «bodas del c) El mismo director presenta la nueCordero». va realidad como un nuevo paraíso, morada de la nueva humanidad (22 1-5). 8. Acto VI: Triunfo de Cristo, Palabra Con alusiones al relato del Génesis, desde Dios (19 11-20 15) cribe el nuevo paraíso, marcando sus diUn jinete, montado en un caballo ferencias: es nuevo, fecundo, en él ya no blanco, atraviesa la escena, que repre- se da la maldición; un paraíso en el que los hombres verán a Dios cara a cara, sesenta el cielo abierto. Le acompaña un cortejo de seres vestidos de lino blanco y rán propiedad de Dios: «Verán su rostro montados sobre caballos blancos (19 y llevarán su nombre en la frente». 11-16). El simbolismo es claro: El jinete es Cristo y el cortejo, la comunidad de 10. Epílogo del libro (22 6-20) creyentes. Una convocatoria pública llaEl drama ha terminado. Ahora los ma a todas las aves del cielo para la derrota de la Bestia (19 17-20 10). La bes- personajes principales, todos relacionados con la revelación del Evangelio de tia es derrotada. Los mártires volverán a la vida: Evidentemente esta resurrección Jesucristo, se presentan para el saludo es simbólica (ver Is 26 19 y Ez 11); es la final en una especie de conversación enrevitalización de la Iglesia tras la perse- tre el ángel, Jesús y el espectador. Están en escena, además de Jesús, el Espíritu, cución romana. Después de un tiempo de paz, la bestia volverá a oponerse a la la Novia, el ángel, y algunos símbolos: el tarea evangelizadora. Pero el triunfo de- libro profético y el árbol de la vida. El finitivo será de Cristo y de su Iglesia. El espectador y con él toda la comunidad: triunfo de Cristo (20 11-15) se represen- el «oyente», el Espíritu y la Novia prorrumpen en una reiterada e impaciente ta en un gran juicio de todos los homaclamación de esperanza y de fe: «¡Ven, bres, juicio universal y definitivo, inspirado en el libro de Daniel, cap. 1. Señor Jesús!».
APOCALIPSIS Prólogo.
1
l Revelación de Jesucristo*; se la concedió Dios para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto; y envió a su ángel para dársela a conocer a
I.
Las cartas a las Iglesias de Asia
Saludo*. Juan, a las siete Iglesias de Asia. Gracia y paz a ustedes de parte de «Aquel que es, que era y que va a venir», de parte de los siete Espíritus que están ante su trono, 5 y de parte de Jesucristo, el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados 6 y ha hecho de nosotros un Reino de sacerdotes para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén*. 7 Miren, viene acompañado de nubes-, todo ojo lo verá, hasta los que le traspasaron, y por él harán duelo todas las razas de la tierra. Sí. Amén. 8 Yo soy el Alfa y la Omega*, dice el Señor Dios, «Aquel que es, que era y que va a venir», el Todopoderoso. 4
Visión preparatoria. Yo, Juan, su hermano y compañero de la tribulación, del reino y de la paciencia, en Jesús. Yo me encontraba en la isla llamada Patmos, por causa de la 9
su siervo Juan, 2 el cual ha atestiguado la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo: todo lo que vio. 3 Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y guarden lo escrito en ella, porque el Tiempo está cerca*.
palabra de Dios y del testimonio de Jesús. 10 Caí en éxtasis el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta, que decía: 11 «Lo que veas escríbelo en un libro y envíalo a las siete Iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea». 12 Me volví a ver qué voz era la que me hablaba y al volverme, vi siete candeleras de oro, 13 y en medio de los candeleras como a un Hijo de hombre*, vestido de una túnica talar, ceñido al pecho con un ceñidor de oro. 14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos, como la lana blanca, como la nieve; sus ojos como llama de fuego-, 15 sus pies parecían de metal precioso acrisolado en el horno; su voz como voz de grandes aguas*. 16 Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro, como el sol cuando brilla con toda su fuerza. 17 Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Él puso su mano derecha sobre mí diciendo: «No temas, soy yo, el Primero y el Último*, 18 el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por
1 1 Dios comunica la revelación de los se- yes y sacerdotes... por los siglos de los siglos. Amén, ver 5 10.13-14; 19 4-8; Ex 19 6+; 1 P 2 cretos divinos, Rm 16 25 + , especialmente lo 9. En muchos pasajes del Ap se adivinan ecos relativo al final de los tiempos, v. 19; 1 Co 1 de la liturgia antigua transportados al culto 7+; ver Is 24+; Ez 38+, por Jesucristo que pomisterioso de los últimos tiempos, v. 3. Ver siblemente es también el Cordero, y por Juan, Rm 16 27 + . el testigo veraz; ver 22 6-9. 13 Ver 2 Co 6 2; Ga 4 4 + ; Flp 4 5 + . 1 8 Alfa y Omega, principio y fin de todas 1 4 Este saludo contiene varías reminislas cosas, 21 6; 22 13; ver 1 17; Is 4 4 6+. cencias bíblicas, Sal 89 28.38; Is 55 4; Ex 19 1 1 3 Un Hijo de hombre, es decir, el Mesías, 6; Dn 7 13; Za 12 10.14; evocan la venida del juez escatalógico, Dn 7 13+; Mt 8 20+. Sus Rey Mesías y de su pueblo. -Aquel que es, que atributos simbólicos, ver Dn 10 5-6.9, se enera y que va a venir, nombre divino que desacuentran al principio de las siete cartas que sirrolla el de Ex 3 14+, según una larga tradiguen. ción judía. Ver 1 8; 4 8; etc. 1 15 Ver Ez 43 2. 1 6 Los rescatados por Cristo son con él re1 17 Ver 1 8 + ; 2 8; 22 13.
11 13
apocalipsis
los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y del Abismo. 19 Escribe, pues, lo que has visto: lo que ya es y lo que va a suceder más tarde*. 20 La explicación del misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro es ésta: las siete estrellas son los ángeles* de las siete Iglesias, y los siete candeleros son las siete Iglesias. I. Éfeso*.
2
1 Al ángel de la Iglesia de Éfeso, escribe: Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha, el que camina entre los siete candeleros de oro. 2 Conozco tu conducta: tus fatigas y tu paciencia; y que no puedes soportar a los malvados y que pusiste a prueba a los que se llaman apóstoles sin serlo y descubriste su engaño. 3 Tienes paciencia, y has sufrido por mi nombre sin desfallecer. 4 Pero tengo contra ti que has perdido tu amor de antes. 3 Date cuenta, pues, de dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a tu conducta primera. Si no, iré a ti y cambiaré de su lugar tu candelera, si no te arrepientes. 6 Tienes en cambio a tu favor que detestas el proceder de los nicolaítas*, que yo también detesto. 7 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el Paraíso de Dios*.
378
nozco tu tribulación y tu pobreza —aunque eres rico— y las calumnias de los que se llaman judíos sin serlo y son en realidad una sinagoga de Satanás. 10 No temas por lo que vas a sufrir: el diablo va a meter a algunos de ustedes en la cárcel para que sean tentados, y sufrirán una tribulación de diez días*. Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. 11 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: el vencedor no sufrirá daño de la muerte segunda*. III. Pérgamo.
8 Al ángel de la Iglesia de Esmirna escribe: Esto dice el Primero y el Último, el que estuvo muerto y revivió. 9 Co-
12 Al ángel de la Iglesia de Pérgamo escribe: Esto dice el que tiene la espada aguda de dos filos. 13 Sé dónde vives: donde está el trono de Satanás. Eres fiel a mi nombre y no has renegado de mi fe, ni siquiera en los días de Antipas, mi testigo fiel, que fue muerto entre ustedes, ahí donde habita Satanás*. 14 Pero tengo alguna cosa contra ti: mantienes ahí algunos que sostienen la doctrina de Balaán, que enseñaba a Balaq a poner tropiezos a los hijos de Israel para que comieran carnes inmoladas a los ídolos y fornicaran*. 15 Así tú también mantienes algunos que sostienen la doctrina de los nicolaítas. 16 Arrepiéntete, pues; si no, iré pronto a ti y lucharé contra ésos con la espada de mi boca. 17 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor le daré maná escondido; y le daré también una piedrecita blanca, y, grabado en la piedrecita, un nombre nuevo que nadie conoce, sino el que lo recibe*.
119 La visión profética del presente, 2-3, y del porvenir, 4-22, caracteriza al Apocalipsis, 1 1; ver Dn 2 28. 1 20 Se da a los ángeles, según las ideas judías, la responsabilidad del mundo físico, 7 1; 14 18; 16 5; pero también de las personas y de las comunidades, ver Ex 23 20; Ag 1 13; MI 2 7. 2 Las siete cartas contienen datos sobre la situación de las Iglesias, seguidos de promesas o amenazas expresadas en una perspectiva escatológica. Trazan también algunos rasgos de la vida cristiana en las comunidades de Asia por el año 90. 2 6 Los nicolaítas constituyen una secta
mal conocida, v. 15, de tendencias paganas en materia de moral y culto. 2 7 Ver Gn 2 9; 3 22-24; Ap 22 2. 2 10 Diez días: breve espacio de tiempo, ver Dn 1 12.14. 2 11 La muerte segunda es la muerte total y definitiva, distinta de la muerte física de los mártires. 2 13 Se refiere al culto imperial, floreciente en Pérgamo. 2 14 La fornicación, .expresión bíblica de la idolatría, 17; ver Os 1 2+; Nm 22-24; etc. 2 17 El maná es el sustento del reino celestial, ver Jn 6 32-35+; la piedrecita blanca es la señal de la admisión en él; el nombre nuevo,
II. Esmirna.
379
apocalipsis
IV. Tiatira. 18 Escribe al ángel de la Iglesia de Tiatira: Esto dice el Hijo de Dios, cuyos ojos son como llama de fuego y cuyos pies parecen de metal precioso. 19 Conozco tu conducta: tu caridad, tu fe, tu espíritu de servicio, tu paciencia; tus obras últimas superan a las primeras. 20 Pero tengo contra ti que toleras a Jezabel, esa mujer que se llama profetisa y está enseñando y engañando a mis siervos para que forniquen y coman carne inmolada a los ídolos. 21 Le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. 25 Mira, a ella voy a arrojarla al lecho del dolor, y a los que adulteran con ella, a una gran tribulación, si no se arrepienten de sus obras.23 Y a sus hijos, los voy a herir de muerte: así sabrán todas las Iglesias que yo soy el que sondea los ríñones y los corazones, y yo les daré a cada uno de ustedes según sus obras*. 24 Pero a ustedes, a los demás de Tiatira, que no comparten esa doctrina, que no conocen «las profundidades de Satanás», como ellos dicen, les digo: No les impongo ninguna otra carga;23 sólo que mantenganfirmementehasta mi vuelta lo que ya tienen. 26 Al vencedor, al que se mantengafiela mis obras hasta el fin, le daré poder sobre las naciones:27 las regirá con cetro de hierro, como se quebrantan las piezas de arcilla*. 28 Yo también lo he recibido de mi Padre. Y le daré el Lucero del alba*.29 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
V. Sardes.
3
' Al ángel de la Iglesia de Sardes escribe: Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas. Conozco tu conducta; tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto.2 Ponte 3 12; 19 12; ver Is i 26 + ; 62 2; 65 15, expresa la renovación que nos hace dignos del Reino. 2 23 Ver Sal 62 13 + ; Rm 2 6+. -Sus hijos: sus seguidores. 2 27 Ver Sal 2 8-9. 2 28 El Lucero, símbolo de poder, Is 14 12; ver Nm 24 17, evoca aquí la glorificación del cristiano asociado a Cristo resucitado, 22 16; ver Hch 2 36 + ; Ef 2 6 + .
III
en vela, reanima lo que te queda y cslá a punto de morir. Pues no he enconlra do tus obras llenas a los ojos de mi Dios. 3 Acuérdate, por tanto, de cómo recibiste y oíste mi palabra: guárdala y arrepiéntete. Porque, si no estás en vela, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. 4 Tienes, no obstante, en Sardes unos pocos que no han manchado sus vestidos. Ellos andarán conmigo vestidos de blanco*; porque lo merecen. 5 El vencedor será así revestido de blancas vestiduras y no borraré su nombre del libro de la vida, sino que me declararé por él delante de mi Padre y de sus ángeles.6 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. VI. Filadelfia. 7 Al ángel de la Iglesia de Filadelfia escribe: Esto dice el Santo, el Veraz, el que tiene la llave de David: si él abre, nadie puede cerrar; si él cierra, nadie puede abrir*. 8 Conozco tu conducta: mira que he abierto ante ti una puerta que nadie puede cerrar, porque, aunque tienes poco poder, has guardado mi palabra y no has renegado de mi nombre. 9 Mira que te voy a entregar algunos de la Sinagoga de Satanás, de los que se proclaman judíos y no lo son, sino que mienten; yo haré que vayan a postrarse delante de tus pies, para que sepan que yo te he amado*. 10 Ya que has guardado mi recomendación de ser paciente, también yo te guardaré de la hora de la prueba que va a venir sobre el mundo entero para probar a los habitantes de la tierra*. 11 Vengo pronto; mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona. 12 Al vencedor le pondré de columna en el Santuario de mi Dios, y no saldrá fuera ya más; y grabaré en él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva
3 4 El blanco es símbolo de purificación y de triunfo, 3 18; 7 9.13-14, etc. Ver 13 8; etc.; Ex 32 33 + . 3 7 Ver Is 22 22+. 3 9 Ver Is 45 14; 60 14; 43 4; Dt 4 37; 7 8. etc. 3 10 La tierra designa aquí, 6 10, ele. el mundo hostil a los creyentes de Jn 1 9+.
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Jerusalén, que baja del cielo enviada por mi Dios, y mi nombre nuevo*. 13 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. VII. Laodicea. 14 Al ángel de la Iglesia de Laodicea escribe: Así habla el Amén*, el Testigo fiel y veraz, el Principio de la creación de Dios.15 Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 16 Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca.17 Tú dices: «Soyrico;me he enriquecido; nada me falta». Y no te das cuenta de que eres un desgraciado, digno de compasión, pobre, ciego y des-
II.
psis
380
nudo. 18 Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas, vestidos blancos para que te cubras, y no quede al descubierto la vergüenza de tu desnudez, y un colirio para que te lo pongas en los ojos y recobres la vista. 19 Yo a los que amo, los reprendo y corrijo*. Sé, pues, ferviente y arrepiéntete. 20 Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo*. 21 Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono.22 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
Las visiones proféticas
1. LOS PRELIMINARES DEL «GRAN DÍA» DE DIOS Dios entrega al Cordero los destinos del mundo*.
4
1 Después tuve una visión. He aquí que una puerta estaba abierta en el cielo, y aquella voz que había oído antes, como voz de trompeta que hablaba conmigo, me decía: «Sube acá, que te voy a enseñar lo que ha de suceder después.» 2 Al instante caí en éxtasis. Vi que un trono estaba erigido en el cielo, y Uno sentado en el trono. 3 El que estaba sentado era de aspecto semejante al jaspe y a la cornalina; y un arcoiris alrededor del trono, de aspecto semejante a la esmeralda*. 4 Vi veinticuatro tronos alrededor del trono y, sentados en los tronos, a veinticuatro Ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro sobre sus cabezas*. 5 Del trono salen relám-
3 12 Ver Is 62 2. 3 14 Amén, nombre dado al Cristo veraz, 1 5; 19 11-13; 2 Co 1 17+; Is 65 16. 3 19 Ver 3 12; Hb 12 7+. 3 20 Intimidad, ver Jn 14 23, que preludia el festín mesiánico, Mt 8 11; Le 22 29-30; etc. 4 La visión, 1 1,19, poco a poco va a extenderse del trono de Dios a todo el universo. Se inspira en Ez 1; 10; Is 6, de donde ha tomado varias expresiones. 4 3 Ap evita describir a Dios en forma humana y aun el nombrarlo; sólo da de él una visión de luz.
pagos y fragor y truenos; delante del trono arden siete antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios*.6 Delante del tronó como un mar transparente semejante al cristal. En medio del trono, y en torno al trono, cuatro Vivientes llenos de ojos por delante y por detrás*. 7 El primer Viviente, como un león; el segundo Viviente, como un novillo; el tercer Viviente tiene un rostro como de hombre; el cuarto Viviente es como un águila en vuelo.8 Los cuatro Vivientes tienen cada uno seis alas, están llenos de ojos todo alrededor y por dentro, y repiten sin descanso día y noche: «Santo, Santo, Santo, Señor, Dios Todopoderoso, 'Aquel que era, que es y que va a venir'*.» 4 4 Los Ancianos adoran a Dios, 4 9-10; 6 9; etc. Tienen parte en su poder real. 4 5 Los siete espíritus son aquí ángeles de rango elevado, los «ángeles de la Presencia», 3 1; 8 2; Tb 12 14-15+, más bien que el Espíritu Santo, 1 4. 4 6 Ver 1 20+; Ez 1 5-21; Estos cuatros Vivientes son los ángeles que guardan el universo creado. Adoran y alaban a Dios, w . 8-9. San Ireneo verá en ellos a los cuatro evangelistas. 4 8 Esta liturgia celestial está inspirada en Is 6; Dn4 31; etc; ver 1 4-6+. Glorifican a Dios creador, 4 11; 14 7.
381
a p o c a l i p s i sIII
Y cada vez que los Vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono y vive por los siglos de los siglos, 10 los veinticuatro Ancianos se postran ante el que está sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y arrojan sus coronas delante del trono diciendo: 9
11 «Eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; por tu voluntad existe y fue creado.»
5
' Vi también en la mano derecha del que está sentado en el trono un libro, escrito por el anverso y el reverso, sellado con siete sellos*.2 Y vi a un ángel poderoso que proclamaba con fuerte voz: «¿Quién es digno de abrir el libro y soltar sus sellos?» 3 Pero nadie era capaz, ni en el cielo ni en la tierra ni bajo tierra, de abrir el libro ni de leerlo.4 Y yo lloraba mucho porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el libro ni de leerlo.5 Pero uno de los Ancianos me dice: «No llores; mira, ha triunfado el León de la tribu de Judá, el Retoño de David*; él podrá abrir el libro y sus siete sellos.» 6 Entonces vi, de pie, en medio del trono y de los cuatro Vivientes y de los Ancianos, un Cordero, como degollado; tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios, enviados a toda la tierra *. 7 Y se acercó y tomó el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono. 8 Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero. Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos. 9 Y cantan un cántico nuevo diciendo: 5 1 El libro contiene los secretos divinos, 10 4; Ez 2 9; Dn 12 4. Los sellos de este documento oficial e inviolable se romperán uno después de otro, a partir de 6 1. 5 5 León de Judá y Retoño de David, dos títulos mesiánicos, Gn 49 9; Is 11 1, relacionados con la victoria sobre Satanás y el mundo, ver 1 Jn 2 14+. 5 6 Es el Cordero pascual inmolado, Jn 1 29 + ; 1 Co 5 7, pero en pie después de su resurrección y glorificación como señor de la
«Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos porque fuiste degollado y compraste para Dios con tu sangre hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; 10 y has hecho de ellos para nuestro Dios un Reino de sacerdotes, y reinan* sobre la tierra.» 11 Y en la visión oí la voz de una multitud de ángeles alrededor del trono, de los Vivientes y de los Ancianos. Su número era miríadas de miríadas y millares de millares*, 12 y decían con fuerte voz:
«Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza. » 13 Y toda criatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos, oí que respondían: ,
«Al que está sentado en el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y poder por los siglos de los siglos.» 14 Y los cuatro Vivientes decían: «Amén»; y los Ancianos se postraron para adorar.
El Cordero rompe los siete sellos*.
6
' Y seguí viendo: Cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, oí al primero de los cuatro Vivientes que decía con voz como de trueno: «Ven». 2 Miré y había un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; se le dio una corona, y salió como vencedor y para seguir venciendo. humanidad entera, 14 1; 21 2 + . -Poder (cuernos) y conocimiento (ojos), ver Za 4 10; Is 11
2+.
5 10 Ver 1 6; 20 6; Ex 19 6+. 5 11 Ver Dn 7 10; Hb 12 22. 6 Una serie de visiones proféticas anuncian y preparan la caída del imperio romano perseguidor. Los jinetes, ver Za 1 8-10; 6 1-3, representan también las plagas prometidas en otro tiempo -al Israel infiel: bestias salvajes, guerra, hambre, peste; ver Lv 26 21-26; etc..
813a p o c a l i p s i s
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Cuando abrió el s e g u r ^ sello, oí al como un libro que se enrolla, y todos los segundo Viviente que ^ecía: «Ven». montes y las islas fueron removidos de 4 Entonces salió otro ca\,au0j ro jo; al sus asientos; 15 y los reyes de la tierra, que lo montaba se le ca nce dió quitar los magnates, los tribunos, los ricos, de la tierra la paz para q u e s e degollalos poderosos, y todos, esclavos o liran unos a otros; se le d^0 u n a espada bres, se ocultaron en las cuevas y en las grande. rocas de los montes. 16 Y dicen a los 5 Cuando abrió el terc^r sello, oí al montes y a las rocas: «Caigan sobre notercer Viviente que decía- «Ven». Miré sotros y ocúltennos de la vista del que entonces y había un c a b ^ o negro; el está sentado en el trono y de la ira del que lo montaba tenía en \a mano una Cordero. 17 Porque ha llegado el gran balanza,6 y oí como una v o z e n medio Día de su ira y ¿quién podrá sostenerde los cuatro Vivientes q^g decía: «Un se?» litro de trigo por denario ¿ t r e s litros de cebada por denario. Pe\-0 n o causes Los servidores de Dios daño al aceite y al vino.» 7 Cuando abrió el cuar-to sello, oí la serán preservados. voz del cuarto Vivient^ q u e decía: 1 Después de esto, vi a cuatro án«Ven». 8 Miré entonces y había un cageles de pie en los cuatro extremos ballo verdoso; el que lo n\0ntaba se llade la tierra*, que sujetaban los cuatro maba Muerte, y el Abisrc\0 \e seguía. Se les dio poder sobre cuarta parte vientos de la tierra, para que no soplade la tierra, para matar cson ¡a espada, ra el viento ni sobre la tierra ni sobre con el hambre, con la pest^ y con las fie- el mar ni sobre ningún árbol. 2 Luego vi a otro ángel que subía del ras de la tierra*. Oriente y tenía el sello d'e Dios vivo; y 9 Cuando abrió el quint;o sello, vi debajo del altar las almas d|e \ os degolla- gritó con fuerte voz a los cuatro ángedos a causa de la palabra ¿ e Dj o s y del les a quienes se había encomendado testimonio que mantuvierron*. «o Se pu- causar daño a la tierra y al mar: 3 «No causen daño ni a la tierra ni al mar ni sieron a gritar con fuerte. v o z : «¿Hasta a los árboles, hasta que marquemos con cuándo, Dueño santo y v ^ r a Z j v a s a estar sin hacer justicia y si^n tomar ven- el sello la frente de los siervos de nuesganza por nuestra sangr^ ¿ e los habi- tro Dios.» 4 Y oí el número de los marcados con el sello*: ciento cuarenta y tantes de la tierra?» 11 E;nt0nces se le dio a cada uno un vestid^ blanco y se cuatro mil sellados, de todas las tribus les dijo que esperaran tod[ av ¡ a u n poco, de los hijos de Israel. 5 De la tribu de Judá doce mil sellahasta que se completara
7
6 8 Ver Ez 14 21. 6 9 Bajo el altar de los hoU OCaustos, 8 3; 9 3; etc; ver 1 R 8 64, se encuentr tan \ oS mártires, asociados al sacrificio de su Maestro; ver Flp 2 17 + . 6 12 Las señales cósmicas, \ y e r j s 13 10; 34 4; 2 10.19; Os 10 8, simboliza;un e\ desencadenamiento de la ira divina sobr x e e i mundo im-
pío; ver Am 8 9 + ; Mt 24. 7 1 Ver Ex 7 2; Za 6 5; Jr 49 36. 7 4 Marcados con el sello, en señal de pertenencia a Dios que los toma bajo su protección, Ex 13 9.16; Ez 9 4+; ver 2 Co 1 22 + . Su multitud representa la totalidad del verdadero Israel, ver 20 9; 21 14; Ga 6 16+; Hb 12 22-24.
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apocalipsis
III
El triunfo de los elegidos en el cielo*. = 15 2-5
Las oraciones de los sanios apresuran la llegada del gran Día.
9 Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. 10 Y gritan con fuerte voz: «La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.» 11 Y todos los ángeles que estaban en pie alrededor del trono de los Ancianos y de los cuatro Vivientes, se postraron delante del trono, rostro en tierra, y adoraron a Dios 12 diciendo:
2 Vi entonces a los siete ángeles que están en pie delante de Dios; les fueron entregadas siete trompetas. 3 Olro ángel vino y se puso junto al altar con un incensario de oro. Se le dieron muchos perfumes para que, con las oraciones de todos los santos, los ofreciera sobre el altar de oro colocado delante del liono. 4 Y por mano del ángel subió delante de Dios el humo de los perfumes con las oraciones de los santos. 5 Y el ángel tomó el incensario y lo llenó con fuego del altar y lo arrojó sobre la I ierra. Entonces hubo truenos, fragor, relámpagos y temblor de tierra*.
«Amén. Alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza, a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»
Las cuatro primeras trompetas*. = 16 1-9.
6 Los siete ángeles de las siete trompetas se dispusieron a tocar. 7 Tocó el primero... Hubo entonces pedrisco y =21 3-4; 22 3-5. fuego mezclados con sangre, que fueron 13 Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: «Esos que están vesti- arrojados sobre la tierra: la tercera parte de la tierra quedó quemada, la tercera dos con vestiduras blancas ¿quiénes parte de los árboles quedó quemada, son y de dónde han venido?» 14 Yo le toda hierba verde quedó quemada. respondí: «Señor mío, tú lo sabrás.» 8 Tocó el segundo ángel... Entonces fue Me respondió: «Esos son los que viearrojado al mar algo como una enorme nen de la gran tribulación; han lavado montaña ardiendo, y la tercera parte del sus vestiduras y las han blanqueado mar se convirtió en sangre. 9 Pereció la con la sangre del Cordero. 15 Por eso tercera parte de las criaturas del mar están delante del trono de Dios, dán- que tienen vida, y la tercera parte de las dole culto día y noche en su Santuario; naves fue destruida.10 Tocó el tercer ány el que está sentado en el trono exten- gel... Entonces cayó del cielo una estrederá su tienda sobre ellos. 16 Ya no tenlla grande, ardiendo como una antordrán hambre ni sed; ya no les molestará cha. Cayó sobre la tercera parte de los el sol ni bochorno alguno. 17 Porque el ríos y sobre los manantiales de agua. Cordero que está en medio del trono 11 La estrella se llama Ajenjo. La tercera los apacentará y los guiará a los manan- parte de las aguas se convirtió en ajenjo, tiales de las aguas de la vida. Y Dios en- y mucha gente murió por las aguas, que jugará toda lágrima de sus ojos*.» se habían vuelto amargas. Tocó el cuarto ángel... Entonces fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de El séptimo sello. la luna y la tercera parte de las estrellas; 1 Cuando el Cordero abrió el séptiquedó en sombra la tercera parte de mo sello, se hizo silencio en el cie- ellos; el día perdió una tercera parte de su claridad y lo mismo la noche. lo, como una media hora*...
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7 9 Estos son los mártires ya entrados en el triunfo celestial, v. 14; 15 2-4. 7 17 Citas de Is 49 10-11; 25 8. 8 1 En la tradición profética un silencio solemne anuncia la «venida» de Yahvé, Ha 2
20; So 1 7; Za 2 17. 8 5 Ver Ez 10 2; Lv 16 12. 8 6 Las plagas cósmicas, ver 6 12+, hacen pensar aquí en las plagas de Egipto; Ex 7-10: Sb 11 5-12 2.
8 13
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13 Y
seguí viendo: Oí un águila que volaba por lo alto del cielo y decía con fuerte voz: «¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra, cuando suenen las voces que quedan de las trompetas de los tres ángeles que van a tocar!» La quinta trompeta.
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1 Tocó el quinto ángel... Entonces vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. Se le dio la llave del pozo del abismo*. 2 Abrió el pozo del abismo y subió del pozo una humareda como la de un horno grande*, y el sol y el aire se oscurecieron con la humareda del pozo. 3 De la humareda salieron langostas sobre la tierra, y se les dio un poder como el que tienen los escorpiones de la tierra. 4 Se les dijo que no causaran daño a la hierba de la tierra, ni a nada verde, ni a ningún árbol; sólo a los hombres que no llevaran en la frente el sello de Dios. 5 Se les dio poder, no para matarlos, sino para atormentarlos durante cinco meses. El tormento que producen es como el del escorpión cuando pica a alguien. 6 En aquellos días, buscarán los hombres la muerte y no la encontrarán*', desearán morir y la muerte huirá de ellos. 7 La apariencia de estas langostas era parecida a caballos preparados para la guerra; sobre sus cabezas teman como coronas que parecían de oro; sus rostros eran como rostros humanos;8 tenían cabellos como cabellos de mujer, y sus dientes eran como de león; 9 tenían corazas como corazas de hierro, y el ruido de sus alas como el estrépito de carros de muchos caballos que corren al combate; 10 tienen colas parecidas a las de los escorpiones, con aguijones, y en sus colas, el poder de causar daño a los hombres durante cinco meses. 11 Tienen sobre sí, como rey, al ángel del abismo, llamado en hebreo «Abaddón», y en griego «Apolíon*». 12 El primer ¡Ay! ha pasado. Mira que detrás vienen todavía otros dos.
9 1 Un ángel suelta a los ángeles caídos, como una plaga de langostas, Ex 10 1-20; Jl 1-2. 9 2 Ver Ex 19 18. 9 6 Ver Jb 3 21. 9 11 Abaddón y Apolíon significan: Des truc-
ha. sexta trompeta. 13 Tocó el sexto ángel... Entonces oí una voz que salía de los cuatro ángulos del altar de oro que está delante de Dios; 14 y decía al sexto ángel que tenía la trompeta: «Suelta a los cuatro ángeles atados junto al gran río Éufrates.» 15 Y fueron soltados los cuatro' ángeles que estaban preparados para la hora, el día, el mes y el año, para matar a la tercera parte de los hombres. 16 El número de su tropa de caballería era de doscientos millones; pude oír su número. 17 Así vi en la visión los caballos y a los que los montaban: tenían corazas de color de fuego, de jacinto y de azufre; las cabezas de los caballos como cabezas de león y de sus bocas salía fuego y humo y azufre. 18 Y fue exterminada la tercera parte de los hombres por estas tres plagas: por el fuego, el humo y el azufre que salían de sus bocas. 19 Porque el poder de los caballos está en su boca y en sus colas; pues sus colas, semejantes a serpientes, tienen cabezas y con ellas causan daño. 20 Pero los demás hombres, los no exterminados por estas plagas, no se convirtieron de las obras de sus manos; no dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no pueden ver ni oír ni caminar*.21 No se convirtieron de sus asesinatos ni de sus hechicerías ni de sus fornicaciones ni de sus rapiñas.
Inminencia del castigo final. 1 Vi también a otro ángel poderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube, con el arcoiris sobre su cabeza, su rostro como el sol y sus piernas como columnas de fuego. 2 En su mano tenía un librito abierto*. Puso el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra, 3 y gritó con fuerte voz, como ruge el león *. Y cuando gritó, siete truenos hicieron oír su fragor. 4 Apenas hicieron oír su voz los siete truenos, me disponía a escribir, cuando
ción y 9 20 10 2 1-2. 10 3
Destructor. Ver Is 17 8; Dn 5 4.23; Sal 135 15-17. Este libro no es el rollo sellado de 5 Ver Am 1 2; 3 8.
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oí una voz del cielo que decía: «Sella lo que han dicho los siete truenos y no lo escribas.» 5 Entonces el ángel que había visto yo de pie sobre el mar y la tierra, levantó al cielo su mano derecha 6 y juró por el que vive por los siglos de los siglos, el que creó el cielo y cuanto hay en él, la tierra y cuanto hay en ella, el mar y cuanto hay en él*: «¡Ya no habrá retraso! 7 sino que en los días en que se oiga la voz del séptimo ángel, cuando se ponga a tocar la trompeta, se habrá consumado el misterio de Dios*, según lo había anunciado como buena nueva a sus siervos los profetas.» El librito devorado*. 8 Y la voz de cielo que yo había oído me habló otra vez y me dijo: «Vete, toma el librito que está abierto en la mano del ángel, el que está de pie sobre el mar y sobre la tierra.» 9 Fui hacia el ángel y le dije que me diera el librito. Y me dice: «Toma, devóralo; te amargará las entrañas, pero en tu boca será dulce como la miel.» 10 Tomé el librito de la mano del ángel y lo devoré; y fue en mi boca dulce como la miel; pero, cuando lo comí, se me amargaron las entrañas*. II Entonces me dicen: «Tienes que profetizar otra vez contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.»
Los dos testigos.
n
1 Luego me fue dada una caña de medir parecida a una vara, diciéndome: «Levántate y mide el Santuario de Dios* y el altar, y a los que adoran en él. 2 El patio exterior del
10 6 Ver Dt 32 40; Dn 12 7; Ex 20 11; Ne 9 6. 10 7 Ver Am 3 7. El misterio de Dios, ver Rm 16 25+, contiene la buena nueva del reino de Dios que destruye a sus enemigos, 17-18; 20 7-10. 10 8 Nueva misión del profeta Juan, 1 1-2.920; ver Ez 3 3 + . 10 10 Anuncio del triunfo de la comunidad cristiana, precedido de sufrimientos, 11 1-13. III El Templo de Jerusalén, v. 2, representa a la Iglesia, 20 9; 21 2 + ; ver 1 Co 3 16+. Va a ser medido como un resto, ver 7 4; 14 1-5; Is 4 3+. 1 1 2 Cuarenta y dos meses, es decir, tres años y medio, duración-tipo de toda persecu-
I I I
Santuario, déjalo aparle, no lo mida-., porque ha sido entregado a los peni i les, que pisotearán la Ciudad Sanln cuarenta y dos meses*. ' Pero liare que mis dos testigos profeticen duranle mil doscientos sesenta días, cubierlos de sayal.» 4 Ellos son los dos olivos y los dos candeleros que están en pie delante del Señor de la tierra*. 5 Si alguien pie tendiera hacerles mal, saldría lurf.o de su boca y devoraría a sus enemigos; M alguien pretendiera hacerles mal, asi tendría que morir.6 Éstos tienen podei de cerrar el cielo para que no llueva los días en que profeticen; tienen laminen poder sobre las aguas para convei lii l.e. en sangre, y poder de herir la I ierra ion toda clase de plagas, todas las vei es que quieran. 7 Pero cuando hayan leí minado de dar testimonio, la Hesiia que surja del abismo les hará la yjtena, los vencerá* y los matará. 8 Y sus ra dáveres, en la plaza de la gran ciudad', que simbólicamente se llama Sodom.i o Egipto, allí donde también su Senoi fue crucificado. 9'Y gentes de los pue blos, razas, lenguas y naciones, con templarán sus cadáveres tres días y medio; no está permitido sepultar sus cadáveres. 10 Los habitantes de la I ierra se alegran y se regocijan por causa de ellos, y se intercambian regalos, por que estos dos profetas habían atocinen tado a los habitantes de la tierra. 11 Piro, pasados los tres días y medio, //// aliento de vida procedente de Dios en tró en ellos y se pusieron de pie*, y un gran espanto se apoderó de quienes los contemplaban. 12 Oí entonces una fuer te voz que les decía desde el cielo: «Su ción, 13 5; Dn 7 25; 12 7. 1 1 4 Los dos héroes encargados dr resina rar el nuevo Templo, Za 3 3-14, son aquí dr;. critos, w . 5-6.11-12, con los rasgos de Molsís y Elias, ver Mt 17 3p+. ¿Quiénes son? Sí' Im pensado con frecuencia en Pedro y l'ublo, martirizados en Roma bajo el imperio de Nerón, w . 7-8. 11 7 Ver Dn 7 21. El autor puede oslar ¡ilu diendo a Nerón, emperador, tipo del Anticristo; ver 12 18; 13 18; 17 8-9. 1 1 8 La gran ciudad es Babilonia, es dn li Roma, 16 19; 17 5; etc. Pero es Jemxalí-ii quien ha matado a los profetas, Mt 23 37p. Quizá se trata de un cuadro compuesto. 1111 Ver Ez 37 5.10.
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ban acá.» Y subieron al cielo en la nube, a la vista de sus enemigos. 13 En aquella hora se produjo un violento terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y con el terremoto perecieron siete mil personas. Los supervivientes, presa de espanto, dieron gloria ai Dios del cielo.
roña de doce estrellas sobre su cabeza; 2 está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz. 3 Y apareció otro signo en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas*. 4 Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra*. El Dragón se La séptima trompeta. detuvo delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en 14 El segundo ¡Ay! ha pasado. Mira cuanto lo diera a luz. 5 La Mujer dio a que viene en seguida el tercero*. luz un Hijo varón*, el que ha de regir a 15 Tocó el séptimo ángel... Entonces todas las naciones con cetro de hierro; y sonaron en el cielo fuertes voces que decían: «Ha llegado el reinado sobre el su hijo fue arrebatado hasta Dios y has6 mundo de nuestro Señor y de su Cristo; ta su trono. Y la Mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado y reinará por los siglos de los siglos.» por Dios para ser allí alimentada mil 16 Y los veinticuatro Ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de doscientos sesenta días. 7 Entonces se entabló una batalla en Dios, se postraron rostro en tierra y adoraron a Dios diciendo:17 «Te damos gra- el cielo: Miguel* y sus ángeles combacias, Señor Dios Todopoderoso, 'Aquel tieron con el Dragón. También el Draque es y que era porque has asumido tu gón y sus ángeles combatieron, 8 pero inmenso poder para establecer tu rei- no prevalecieron y no hubo ya en el nado. 18 Las naciones se habían encole- cielo lugar para ellos. 9 Y fue arrojado rizado; pero ha llegado tu ira y el tiempo el gran Dragón, la Serpiente antigua, el de que los muertos sean juzgados, el llamado diablo y Satanás, el seductor tiempo de dar la recompensa a tus sier- del mundo entero; fue arrojado a la tievos los profetas, a los santos y a los que rra y sus ángeles fueron arrojados con temen tu nombre, pequeños y grandes, él. 10 Oí entonces una fuerte voz que y de destruir a los que destruyen la tie- decía en el cielo: «Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reinado de rra*.» 19 Y se abrió el Santuario de Dios en nuestro Dios y la potestad de su Cristo, el cielo*, y apareció el arca de su alian- porque ha sido arrojado el acusador de za en el Santuario, y se produjeron re- nuestros hermanos, el que los acusaba lámpagos y fragor y truenos y temblor día y noche delante de nuestro Dios. de tierra y fuerte granizada. 11 Ellos lo vencieron gracias a la sangre del Cordero y a la palabra de testimoVisión de la Mujer y el Dragón. nio que dieron, porque despreciaron su 1 Un gran signo apareció en el vida ante la muerte. 12 Por eso, regocíi jense, cielos y los que en ellos habitan. X cielo: una Mujer*, vestida del ¡Ay de la tierra y del mar! porque el sol, con la luna bajo sus pies, y una co11 14 El segundo ¡Ay! ha sido ya descrito en 9 15s; el tercero será descrito en el cap. 17. 11 18 Ver Sal 2 1.5; Am 3 7; Sal 115 13. 11 19 Distinto del de 11 1-2, este Santuario contiene el arca, Ex 25 10+, de la Alianza definitiva, 15 5; 21 3.22; ver 2 M 2 4-8. 12 1 Recordando la de Gn 3 1-2.15 + , la Aiujer representa a Sión, v. 17, el pueblo santo de la era mesiánica, la Iglesia de los creyentes. Una corriente tradicional ha reconocido también en esta Mujer a la Virgen María, Jn 19 25+, madre del Mesías y primera figura de la Iglesia.
12 3 Este Dragón representa al Adversario, Satanás, ver Jb 1 6 + . Ataca por primera vez, w . 4-12. 12 4 Ver Dn 8 10. 12 5 El hijo varón es el Mesías, Is 66 7, jefe del nuevo pueblo, Sal 2 9; ver Ap 2 27; 12 2. Se presenta inmediatamente su triunfo final, Sal 2 9, mientras que su pueblo aquí abajo está protegido de la rabia de sus enemigos. 12 7 La intervención victoriosa de Miguel, ver Dn 10 13, lleva a la victoria sobre el Dragón.
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diablo ha bajado a ustedes con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo.» 13 Cuando el Dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la Mujer que había dado a luz al Hijo varón*. 14 Pero se le dieron a la Mujer las dos alas del águila grande para volar al desierto, a su lugar, lejos del Dragón, donde tiene que ser alimentada un tiempo y tiempos y medio tiempo. 15 Entonces el Dragón vomitó de sus fauces como un río de agua, detrás de la Mujer, para arrastrarla con su corriente. 16 Pero la tierra vino en auxilio de la Mujer: abrió la tierra su boca y tragó el río vomitado de las fauces del Dragón. 17 Entonces enfurecido contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús*. El Dragón trasmite su poder a la Bestia*. 18 Yo estaba en pie sobre la arena del mar.
-i O ' Y vi surgir del mar una Bestia X que tenía diez cuernos y siete cabezas, y en sus cuernos diez diademas, y en sus cabezas títulos blasfemos. 2 La Bestia que vi se parecía a un leopardo, con las patas como de oso, y las fauces como fauces de león: y el Dragón le dio su poder y su trono y gran poderío.3 Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se le curó; entonces la tierra entera siguió maravillada a la Bestia. 4 Y se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la Bestia, y se postraron ante la Bestia diciendo: «¿Quién como la Bestia? ¿Y quién pue12 13 Se reanuda el ataque contra la Iglesia sobre la tierra, -el desierto, v. 14, refugio de los perseguidos, Ex 2 15; 1 M 2 29-30, Dios cuida de ella tres años y medio, 11 2+. 12 17 Ver 1 2-3.9; 14 12; 20 4; Gn 3 15 y Rm 8 29+. 12 18 La Bestia del mar (Mediterráneo) es el imperio romano-, representa las fuerzas hostiles y persecutorias que reciben su poder de Satán, 12 3: ver 17 3.7-12; Jn 12 31; Le 4 6; Dn 7 2-8; 11 36.
III
de luchar contra ella?» 5 Le fue dada una boca que profería grandezas y blasfemias, y se le dio poder de actuar durante cuarenta y dos meses; 6 y ella abrió su boca para blasfemar contra Dios: para blasfemar de su nombre y de su morada y de los que habitan en el cielo.7 Se le concedió hacer la guerra a los santos y vencerlos; se le concedió poderío sobre toda raza, pueblo, lengua y nación. 8 Y la adorarán todos los habitantes de la tierra cuyo nombre no está inscrito, desde la creación del mundo, en el libro de la vida del Cordero degollado. 9 El que tenga oídos, oiga. 10 El que a la cárcel, a la cárcel ha de ir; el que ha de morir a espada, a espada ha de morir*. Aquí se requiere la paciencia y la fe de los santos. El falso profeta al servicio de la Bestia*. 11 Vi luego otra Bestia que surgía de la tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como una serpiente. 12 Ejerce todo el pcfderío de la primera Bestia en servicio de ésta, haciendo que la tierra y sus habitantes adoren a la primera Bestia, cuya herida mortal había sido curada. ,3 Realiza grandes signos, hasta hacer bajar ante la gente fuego del cielo a la tierra; 14 y seduce a los habitantes de la tierra con los signos que le ha sido concedido obrar al servicio de la Bestia, diciendo a los habitantes de la tierra que hagan una imagen en honor de la Bestia que, teniendo la herida de la espada, revivió. 15 Se le concedió infundir el aliento a la imagen de la Bestia, de suerte que pudiera incluso hablar la imagen de la Bestia y hacer que fueran exterminados cuantos no adoraran la imagen de la Bestia*. 16 Y hace que todos, pequeños y grandes,ricosy pobres,
13 10 Ver Jr 15 2; Mt 26 52. Aun sin defenderse con todas sus fuerzas, la Iglesia se verá bien protegida. 13 11 La Bestia de la tierra (Asia), al servicio de la primera, personifica a los falsos profetas, 16 13; 19 20; 20 10; ver Mt 7 15; 24 11-24. Remeda la acción del Espíritu como el Dragón y la primera Bestia remedaban al Padre y al Hijo. 13 15 Ver Dn 3 5-7.
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libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente, 17 y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre*. 18 ¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666*. El acompañamiento del Cordero*. =7 1-8. 1 Seguí mirando, y había un Cordero, que estaba en pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre.2 Y oí un ruido que venía del cielo, como el ruido de grandes aguas o el fragor de un gran trueno; y el ruido que oía era como de citaristas que tocaran sus cítaras.3 Cantan un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender el cántico, fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil rescatados de la tierra.4 Estos son los que no se mancharon con mujeres, pues son vírgenes. Éstos siguen al Cordero a dondequiera que vaya, y han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero, 5 y en su boca no se encontró mentira*: no tienen mancha.
Los ángeles anuncian la hora del Juicio*. Mt 10 28p. 6 Luego vi a otro ángel que volaba por lo alto del cielo y tenía una buena
13 17 La marca de la Bestia corresponde al sello de Dios, 7 4+. 13 18 Cada letra tiene un valor numérico según su puesto en el alfabeto, y la cifra de un nombre es el total de sus letras. Se han propuesto diversas identificaciones, entre ellas la de Nerón. 14 Frente a los partidarios de la Bestia, los fieles del Cordero, 5 6+; 7 ls, pequeño resto, 11 1 + , fiel a través de las persecuciones. Cantan un cántico de liberación, ver 15 3-4; Ex 15 1-18, que celebra el orden nuevo instaurado por el Cordero, 21 1-5; Is 42 10; Sal 96 1, etc. 14 5 Ver Jr 2 2-3; So 3 13. Virginidad, v. 4 e ignorancia de la mentira, es decir, una fídeli-
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nueva eterna que anunciar a los que están en la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo.7 Decía con fuerte voz: «Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora de su Juicio; adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar* y los manantiales de agua.» 8 Y un segundo ángel le siguió diciendo: «Cayó, cayó la gran Babilonia, la que dio a beber a todas las naciones el vino del furor*.» 9 Un tercer ángel los siguió, diciendo con fuerte voz: «Si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y acepta la marca en su frente o en su mano, 10 tendrá que beber también del vino del furor de Dios, que está preparado, puro, en la copa de su ira. Será atormentado con fuego y azufre, delante de los santos ángeles y delante del Cordero. " Y la humareda de su tormento se eleva por los siglos de los siglos; no hay reposo, ni de día ni de noche*, para los que adoran a la Bestia y a su imagen, ni para el que acepta la marca de su nombre.» 12 Aquí se requiere la paciencia de los santos, de los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. 13 Luego oí una voz que decía desde el cielo: «Escribe: Dichosos los muertos que mueren en el .Señor. Desde ahora, sí —dice el Espíritu—, que descansen de sus fatigas, porque sus obras los acompañan*.» La siega y la vendimia de las naciones*. J14 12-13. 14 Y seguí viendo. Había una nube blanca, y sobre la nube sentado uno como Hijo de hombre, que llevaba en la cabeza una corona de oro y en la mano
dad al único Dios verdadero. El vocabulario evoca el del ritual de los sacrificios. 14 6 Para invitar a los perseguidores a arrepentirse, 16 2; etc. 14 7 Ver Ex 20 11. 14 8 Veris 21 9; Ap 18 2-3. -El vino del furor es una imagen tradicional de la ira de Dios, 16 19; etc.; Is 51 17; Sal 11 6+. 14 11 Ver Gn 19 24; Is 34 8-10. 14 13 Los mártires depositados debajo del altar, 6 9-11+, están ahora en posesión de su reposo, ver Hb 4 9-10; 2 Co 5 8; Flp 1 23. 14 14 Siega y Vendimia, dos imágenes bíblicas del juicio, 19 11-20. Ver Is 63 3; Jl 4 12-13.
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III
una hoz afilada. 15 Luego salió del Santuario otro ángel gritando con fuerte voz al que estaba sentado en la nube: «Mete tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar; la mies de la tierra está madura.» 16 Y el que estaba sentado en la nube metió su hoz en la tierra y quedó segada la tierra. Otro ángel salió entonces del Santuario que hay en el cielo; tenía también una hoz afilada. 18 Y salió del altar otro ángel, el que tiene poderío sobre el fuego, y gritó con fuerte voz al que tenía la hoz afilada: «Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque están en sazón sus uvas.» 19 El ángel metió su hoz en la tierra y vendimió la viña de la tierra y lo echó todo en el gran lagar del furor de Dios. 20 Y el lagar fue pisado fuera de la ciudad y brotó sangre del lagar hasta la altura de los frenos de los caballos en una extensión de mil seiscientos estadios.
5 Después de esto vi que se abría en el cielo el Santuario de la Tienda del Testimonio, 6 y salieron del Santuario los siete ángeles que llevaban las siete plagas, vestidos de lino puro, resplandeciente, ceñido el pecho con cinturones de oro. 7 Luego, uno de los cuatro Vivientes entregó a los siete ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios, que vive por los siglos de los siglos. 8 Y el Santuario se llenó del humo de la gloria de Dios y de su poder, y nadie podía entrar en el Santuario hasta que se consumaran las siete plagas de los siete ángeles*.
15 3 Cántico de liberación, ver 14+ en alabanza del Vencedor; ver Sal 92 6; 98 1; 145 17; Dt 32 4; Jr 10 4.7; Sal 86 9. 15 5 Las copas recuerdan, como las trompetas de 8-9, las plagas de Egipto. -Yahvé estaba presente en la tienda, y Moisés se reunía
allí con él, Ex 25 8-9+.22; Nm 9 15. Ver Ap 11 19+. 15 8 El humo, señal de la presencia de Dios, Ex 19 18; 1 R 8; Is 6 4. Nadie puede interceder antes de la terminación de las plagas en las que Dios se manifiesta.
porque han quedado de manifiesto tus justos designios.» Las siete plagas de las siete copas*.
=8 6-12. 1 Y oí una fuerte voz que desde el Santuario decía a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas del furor de Dios.» 2 El primero fue y derramó su copa soEl cántico de Moisés y del Cordero. bre la tierra; y sobrevino una úlcera 1 Luego vi en el cielo otro signo maligna y perniciosa a los hombres grande y maravilloso: siete án- que llevaban la marca de la Bestia y geles, que llevaban siete plagas, las úl- adoraban su imagen. 3 El segundo detimas, porque con ellas se consuma el rramó su copa sobre el mar; y se confuror de Dios. 2 Y vi también como un virtió en sangre como de muerto, y mar de cristal mezclado de fuego, y a toda alma viviente murió en el mar. los que habían triunfado de la Bestia y 4 El tercero derramó su copa sobre los de su imagen y de la cifra de su nom- ríos y sobre los manantiales de agua; y bre, de pie junto al mar de cristal, lle- se convirtieron en sangre. 5 Y oí al ánvando las cítaras de Dios.3 Y cantan el gel de las aguas que decía: «Justo eres cántico de Moisés, siervo de Dios, y el tú, 'Aquel que es y que era', el Santo, cántico del Cordero*, diciendo: pues has hecho así justicia: 6 porque «Grandes y maravillosas son tus ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas y tú les has dado obras, a beber sangre; lo tienen merecido.» Señor, Dios Todopoderoso; 7 Y oí al altar que decía: «Sí, Señor, justos y verdaderos tus caminos, Dios Todopoderoso, tus juicios son ver¡oh Rey de las nacionesl 4 ¿Quién no temerá, Señor, y no glodaderos y justos.» 8 El cuarto derramó su copa sobre el sol; y le fue encomenrificará tu nombre? dado quemar a los hombres con fuego, Porque sólo tú eres santo, 9 y los hombres fueron quemados con y todas las naciones vendrán y se posun calor abrasador. No obstante, blastrarán ante ti,
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femaron del nombre de Dios que tiene potestad sobre tales plagas, y no se arrepintieron dándole gloria. 10 El quinto derramó su copa sobre el trono de la Bestia; y quedó su reino en tinieblas y los hombres se mordían la lengua de dolor. 11 No obstante, blasfemaron del Dios del cielo por sus dolores y por sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras. 12 El sexto derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y sus aguas se secaron para preparar el camino a los reyes del Oriente. 13 Y vi que de la boca del Dragón, de la boca de la Bestia y de la boca del falso profeta, salían tres espíritus inmundos como ranas. 14 Son espíritus de demonios, que realizan signos y van donde los reyes de todo el mundo para convocarlos a la gran batalla del gran Día del Dios Todopoderoso*. 15 (Mira que vengo como ladrón. Dichoso el que esté en vela y conserve sus vestidos,
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para no andar desnudo y que se vean sus vergüenzas). 16 Los convocaron en el lugar llamado en hebreo Harmaguedón*. 17 El séptimo derramó su copa sobre el aire; entonces salió del Santuario una fuerte voz que decía: «Hecho está».18 Se produjeron relámpagos, fragor, truenos y un violento terremoto, como no lo hubo desde que existen hombres sobre la tierra, un terremoto tan violento*. 19 La gran Ciudad se abrió en tres partes, y las ciudades de las naciones se desplomaron; y Dios se acordó de la gran Babilonia para darle la copa del vino del furor de su ira. 20 Entonces todas las islas huyeron, y las montañas desaparecieron. 21 Y un gran pedrisco, con piedras de casi un talento de peso, cayó del cielo sobre los hombres. No obstante, los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del pedrisco; porque fue ciertamente una plaga muy grande*.
2. EL CASTIGO DE BABILONIA La célebre Prostituta*. 1 ^ 1 Entonces vino uno de los siete X / ángeles que llevaban las siete copas y me habló: «Ven, que te voy a mostrar el juicio de la célebre Prostituta, que se sienta sobre grandes aguas, 2 con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su prostitución*.» 3 Me trasladó en espíritu al desierto*. Y vi una mujer, sentada sobre una Bestia de color escarlata, cubierta de títulos blasfemos; la Bestia tenía siete cabezas y diez cuernos. 4 La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, resplandecía de oro, piedras preciosas y perlas; llevaba en su mano una copa de oro llena de abominacio16 14 Esta reunión de las naciones enemigas atravesando el Éufrates, v. 12, preludia su propio exterminio, w . 17-21. 16 16 Harmaguedón, es decir, el monte de Meguiddó, en donde Josías fue derrotado, 2 R 23 29; Za 12 11. 16 18 Ver Dn 12 1. 16 21 Preparación inmediata del hundimiento de Roma. 17 La Prostituta (idólatra, 2 14+; 18 3) 11a-
nes, y también las impurezas de su prostitución, 5 y en su frente un nombre escrito —un misterio-^: «La gran Babilonia, la madre de las prostitutas y de las abominaciones de la tierra.» 6 Y vi que la mujer se embriagaba con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús. Y me asombré' grandemente al verla; 7 pero el ángel me dijo: «¿Por qué te asombras? Voy a explicarte el misterio de la mujer y de la Bestia que la lleva, la que tiene siete cabezas y diez cuernos. Simbolismo de la Bestia y de la Prostituta. 8 «La Bestia que has visto, era y ya no es; y va a subir del abismo pero camina
mada Babilonia, 14 8; 16 19, es decir Roma, v. 9, verá cómo se realiza la condena anunciada. La presentación del personaje, w . 1-7, se explica a continuación, w . 8-18. El cuadro apocalíptico es vigoroso y difícil. -Ver Jr 51 13. 17 2 Naciones y reyes que han adoptado el culto imperial, ver Is 23 17; Jr 51 7. 17 3 El desierto, refugio, 12 14, es también mansión de animales impuros, Lv 16 8. -Esta mujer cabalga sobre la Bestia del mar 13 11 + .
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hacia su destrucción. Los habitantes de la tierra, cuyo nombre no fue inscrito desde la creación del mundo en el libro de la vida, se maravillarán al ver que la Bestia era y ya no es, pero que reaparecerá. 9 Aquí es donde se requiere inteligencia, tener sabiduría. Las siete cabezas son siete colinas sobre las que se asienta la mujer. «Son también siete reyes*: 10 cinco han caído, uno es, y el otro no ha llegado aún. Y cuando llegue, habrá de durar poco tiempo. 11 Y la Bestia, que era y ya no es, hace el octavo, pero es uno de los siete; y camina hacia su destrucción. 12 Los diez cuernos que has visto son diez reyes* que no han recibido aún el reino; pero recibirán con la Bestia la potestad real, sólo por una hora. 13 Están todos de acuerdo en entregar a la Bestia el poder y la potestad que ellos tienen. 14 Éstos harán la guerra al Cordero, pero el Cordero, como es Señor de Señores y Rey de Reyes, los vencerá en unión con los suyos, los llamados, los elegidos y los fieles*.» 15 Me dijo además: «Las aguas que has visto, donde está sentada la Prostituta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. 16 Y los diez cuernos que has visto y la Bestia, van a aborrecer a la Prostituta; la dejarán sola y desnuda, comerán sus carnes y la consumirán por el fuego*; ,7 porque Dios les ha inspirado la resolución de ejecutar su propio plan, y de ponerse de acuerdo en entregar la soberanía que tienen a la Bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios. 18 Y la mujer que has visto es la gran ciudad, la que tiene la soberanía sobre los reyes de la tierra. 17 9 Siete, cifra simbólica de totalidad. Alude a los emperadores romanos sin pronunciarse ni sobre su número ni sobre su cronología. 17 12 Ver Dn 17 24. Los soberanos vencedores de Roma, v. 2, no tendrán el poder más que un tiempo. 17 14 Señor de Señores y Rey de Reyes, dos títulos de Dios, Dt 17 10; Dn 2 47; 2 M 13 4, conferidos a Cristo, 19 16; 1 Tm 6 15. Este v. anuncia la victoria de 19 11-21. 17 16 Imágenes tradicionales del envilecimiento, Os 2 5+ . Ver Ez 16 39-41; 23 25-29.
III
Un ángel anuncia la caída de Babilonia*. 1 Después de esto vi bajar del cielo a otro ángel, que tenía gran poder, y la tierra quedó iluminada con su resplandor. 2 Gritó con potente voz diciendo: «¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios*, en guarida de toda clase de espíritus inmundos, en guarida de toda clase de aves inmundas y detestables. 3 Porque del vino de sus prostituciones han bebido todas las naciones, y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con su lujo desenfrenado.»
Huida del pueblo de Dios*. 4 Luego oí otra voz que decía desde el cielo: «Salgan de ella, pueblo mío, no sea que se hagan cómplices de sus pecados y los alcancen sus plagas. 5 Porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus iniquidades. 6 Denle como ella ha dado*, dóblenle la rfiedida conforme a sus obras, en la copa que ella preparó prepárenle el doble. 7 En proporción a su arrogancia y a su lujo, denle tormentos y llantos. Pues dice en su corazón: Estoy sentada como reina, y no soy viuda y no he de conocer el llanto... 8 Por eso, en un solo día* llegarán sus plagas: peste, llanto y hambre, y será consumida por el fuego. Porque poderoso es el Señor Dios que la ha condenado.»
Lamentaciones por Babilonia*. 9 Llorarán, harán duelo por ella los reyes de la tierra, los que con ella for-
18 El castigo anunciado en 17 es inminente, w . 1-3. Ver Ez 43 2. 18 2 Ver 14 18; Is 21 9; Jr 50 39; Is 13 2122. 18 4 Los fíeles deben primeramente separarse de los pecadores. Ver Jr 51 6.45; Is 48 20; Mt 24 16p. 18 6 Ver Gn 18 21; Jr 51 9; 50 15.29. 18 8 Ver Is 47 8.9. 18 9 Triple lamentación de los que en Roma han llegado a la prosperidad, v. 3: reyes, mercaderes y navegantes. Ver Jr 50-51; Ez 26-28.
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nicaron y se dieron al lujo, cuando vean la humareda de sus llamas; 10 se quedarán a distancia horrorizados ante su suplicio, y dirán: «¡Ay, ay, la gran ciudad! ¡Babilonia, ciudad poderosa, que en una hora ha llegado tu juicio!» 11 Lloran y se lamentan por ella los mercaderes de la tierra, porque nadie compra ya sus cargamentos: 12 cargamentos de oro y plata, piedras preciosas y perlas, lino y púrpura, seda y escarlata, toda clase de maderas olorosas y toda clase de objetos de marfil, toda clase de objetos de madera preciosa, de bronce, de hierro y de mármol; 13 cinamomo, amomo, perfumes, mirra, incienso, vino, aceite, harina, trigo, bestias de carga, ovejas, caballos y carros; esclavos y mercancía humana. 14 Y los frutos en sazón que codiciaba tu alma, se han alejado de ti; y toda magnificencia y esplendor se han terminado para ti, y nunca jamás aparecerán. 15 Los mercaderes de estas cosas, los que a costa de ella se habían enriquecido, se quedarán a distancia horrorizados ante su suplicio, llorando y lamentándose:
«¡Ay, ay, la gran ciudad, vestida de lino, púrpura y escarlata, resplandeciente de oro, piedras preciosas y perlas, 17 que en una hora ha sido arruinada tanta riqueza!» 16
iodos los capitanes, oficiales de barco y los marineros, y cuantos se ocupan en trabajos del mar, se quedaron a distancia 18 y gritaban al ver la humareda de sus llamas: «¿Quién como la gran ciudad?» 19 Y echando polvo sobre sus cabezas, gritaban llorando y lamentándose: «¡Ay, ay, la gran ciudad, con cuya opulencia se enriquecieron cuantos tenían las naves en el mar; que en una hora ha sido destruida!» 18 20 En contraste, el cielo se alegra, ver 19 1-10; 1 Co 12 28; Ef 2 20. Después de lanzar la piedra al agua, Jr 51 63-64, se vuelve a la lamentación, ver Ez 26 13; Jr 25 10; 16 9.
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Alégrate por ella, cielo, y ustedes, los santos, los apóstoles y los profetas, porque al condenarla a ella, Dios ha juzgado su causa*. 21 Un ángel poderoso alzó entonces una piedra, como una gran rueda de molino, y la arrojó al mar diciendo: «Así, de golpe, será arrojada Babilonia, la gran ciudad, y no aparecerá ya más...» 20
22 Y la música de los citaristas y cantores, de losflautistasy trompetas, no se oirá más en ti; artífice de arte alguna no se hallará más en ti; la voz de la rueda de molino no se oirá más en ti; 23 La luz de la lámpara no lucirá más en ti; la voz del novio y de la novia no se oirá más en ti. Porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra, porque con tus hechicerías se extraviaron todas las naciones; 24 y en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos y de todos los degollados de la tierra.
Cantos triunfales en el cielo*. 1 Después oí en el cielo como un gran ruido de muchedumbre inmensa que decía: «¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios, 2 porque sus juicios son verdaderos y justos; porque ha juzgado a la gran Prostituta que corrompía la tierra con su prostitución, y ha vengado en ella la sangre de sus siervos.» 3 Y por segunda vez dijeron: «¡Aleluya! Su humareda se eleva por los siglos de los siglos*.» 4 Entonces los veinticuatro Ancianos y los cuatro Vivientes se postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, diciendo: «¡Amén! ¡Aleluya!» 5 Y salió una voz del trono, que decía: «Alaben a nuestro Dios, todos sus siervos y los que le temen, pequeños y gran-
•19 Dos coros aclaman, 18 20, la victoria sobre Babilonia. Se encuentran los personajes de las liturgias de 4-5; 11 15-18; 14 1-5. 19 3 Ver is 34 10.
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des*.» 6 Y oí el ruido de muchedumbre inmensa y como el ruido de grandes aguas y como el fragor de fuertes truenos. Y decían: «¡Aleluya! Porque ha establecido su reinado el Señor, nuestro Dios Todopoderoso.7 Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero*, y su Esposa se ha engalanado 8 y se le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura —el lino son las buenas ac-
3.
I II
ciones de los sanios—.» "I.uep.o me dice: «Escribe: Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.» Me dijo además: «Estas son palabras ver daderas de Dios.» 10 Entonces mi' postre a sus pies para adorarlo, pero él me dice: «No, cuidado; yo soy un siei"vo como tú y como tus hermanos que mantienen el testimonio de Jesús. A Dios tienes que adorar.» El testimonio de Jesús es el espíritu de profecía*.
EXTERMINIO DE LAS NACIONES PAGANAS
El primer combate escatológico*. =20 7-10. 11 Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco: el que lo monta se llama «Fiel» y «Veraz»; y juzga y combate con justicia. 12 Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza, muchas diademas; lleva escrito un nombre que sólo él conoce; 13 viste un manto empapado en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios*. 14 Y los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco puro, le seguían sobre caballos blancos. 15 De su boca sale una espada afilada para herir con ella a los paganos; él los regirá con cetro de hierro; él pisa el lagar del vino de la furiosa ira de Dios*, el Todopoderoso. 16 Lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de Señores*. 17 Luego vi a un ángel de pie sobre el sol que gritaba con fuerte voz a todas las aves que volaban por lo alto del cielo: «Vengan, reúnanse para el gran banquete de Dios*, 18 para que coman carne
19 5 Ver Sal 115 13. 19 7 Las bodas del Cordero simbolizan el establecimiento del Reino celestial que será descrito en 21 9s. Ver Os 1 2+ y Ef 5 22-23+. 19 10 La palabra de Dios atestiguada por Jesús, 1 2; 20 4, y por los cristianos, 6 9; 12 17, es entendida en la Iglesia gracias a la acción del Espíritu, ver Jn 14 15-16+. 19 11 El Mesías fiel, 3 14+, viene a dar cumplimiento al Día de Yahvé, 12 5; 14 14-20; 17 12-14; Am 5 8 + , exterminando a los enemigos de la Iglesia. Ver Is 11 4. 19 13 Ver Is 63+. -Con su nombre divino transcendente, el Caballero lleva el de Palabra de Dios, Mesías revelador de Dios, Jn 1
de reyes, carne de tribunos y carne de valientes, carne de caballos y de sus jinetes, y carne de toda clase de gente, libres y esclavos, pequeños y grandes.» 19 Vi entonces a la Bestia y a los reyes de la tierra con sus ejércitos reunidos para entablar combate contra el que iba montado en el caballo y contra su ejército. 20 Pero la Bestia fue capturada, y con ella el f^lso profeta —el que había realizado al servicio de la Bestia los signos con que seducía a los que habían aceptado la marca de la Bestia y a los que adoraban su imagen— los dos fueron arrojados vivos al lago del fuego que arde con azufre. 21 Los demás fueron exterminados por la espada que sale de la boca del que monta el caballo, y todas las aves se hartaron de sus carnes. El reino de mil años. 1 Luego vi a un ángel que bajaba del cielo y tenía en su mano la llave del abismo y una gran cadena.
1 +.14+, y ejecutor de los juicios divinos, 20 11-13; 22 12; Sb 18 14-18. 19 15 Cetro de hierro, es el arma de la Palabra exterminadora, ver 1 16; Is 11 4; 49 2; Os 6 5; Sb 18 15; 2 Ts 2 8; Hb 4 12. -Lagar del vino..., imagen común del profetismo que simboliza el exterminio de los enemigos del pueblo de Dios, ver Gn 49 9-12; Jr 25 30; Is 63 1-6; J1 4 13; So 1 15. -Sobre el vino de la ira, ver 14 8.19-20; Is 51 17. 19 16 Ver 1 5; 17 14+; Flp 2 9-11; a diferencia de los de w. 12-13, este nombre es inteligible para todos. 19 17 Ver Ez 39 17-20.
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Dominó al Dragón, la serpiente antigua —que es el diablo y Satanás— y lo encadenó por mil años*. 3 Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso encima los sellos, para que no seduzca más a las naciones hasta que se cumplan los mil años. Después tiene que ser soltado por poco tiempo. 4 Luego vi unos tronos, y se sentaron en ellos, y se les dio el poder de juzgar, vi también las almas de los que fueron decapitados por el testimonio de Jesús y la palabra de Dios, y a todos los que no adoraron a la Bestia ni a su imagen, y no aceptaron la marca en su frente o en su mano; revivieron y reinaron con Cristo mil años*. 5 Los demás muertos no revivieron hasta que se acabaron los mil años. Es la primera resurrección. 6 Dichoso y santo el que participa en la primera resurrección; la segunda muerte* no tiene poder sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años. 2
El segundo combate escatológico. = 19 11-21. 7 Cuando se terminen los mil años, será Satanás soltado de su prisión 8 y saldrá a seducir a'las naciones de los cuatro extremos de la tierra, a Gog y a
4.
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Magog", y a reunirlos para la guerra, numerosos como la arena del mar. 9 Subieron por toda la anchura de la tierra y cercaron el campamento de los santos y de la ciudad amada*. Pero bajó fuego del cielo y los devoró. 10 Y el diablo, su seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la Bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. El Juicio de las naciones*. 11 Luego vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre él. El cielo y la tierra huyeron de su presencia sin dejar rastro. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono; fueron abiertos unos libros, y luego se abrió otro libro, que es el de la vida; y los muertos fueron juzgados según lo escrito en los libros, conforme a sus obras. 13 Y el mar devolvió los muertos que guardaba, la Muerte y el Abismo devolvieron los muertos que guardaban, y cada uno fue juzgado según sus obras. 14 La Muerte y el Abismo fueron arrojados al lago de fuego —este lago de fuego es la muerte segunda— 15 y el que no se halló inscrito eñ el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
LA JERUSALÉN FUTURA
La Jerusalén celestial*. =7 15-17. A 1 Luego vi un cielo nuevo y una Á* JL tierra nueva —porque el primer 20 2 Después de las dos Bestias y los reyes, también el Dragón, 12 3.7-9, es aniquilado. Ver Gn 3 1 + . Dos fases de la derrota: Satán es encadenado durante mil años, 12 7-12; ver 11 2; después, w . 7-10, será aniquilado para siempre. 20 4 Ver Dn 7 21-22.26. -Durante el plazo en que el Dragón estará encadenado, la Iglesia conocerá una renovación. Este período ha comenzado desde el tiempo de los mártires, 6 911; 14 13. Es la fase terrestre del reino de Dios y de Cristo, en espera del juicio, w . 11-15. 20 6 La segunda muerte, es la condenación eterna, ver 2 11; 20 14; 21 8. 20 8 Los dos nombres, Gog y Magog, ver Ez 38-39, personifican los reyes paganos coali-
cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya. 2 Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia adornada para su esgados contra la Iglesia, ver 16 14-16; 19 17-19. 20 9 El campamento, ver Ex 14 14-20; etc., es el territorio que resiste a la invasión, es decir, Jerusalén, 21 2 +; ver Le 21 24, figura de toda la Iglesia. Ver Ez 38 22. 20 11 Después de la resurrección universal, interviene el supremo Juez, 2 23 + ; 3 5; 19 13+; Dn 7 10+; 12 1 + . -La antigua creación deja paso a la nueva, 21 1 + ; ver Sal 102 27; Is 51 6; Hch 3 21; Rm 8 18-22+. 21 A la renovación de los tiempos mesiánicos, 20 11; Is 65 17; 66, se añade la acción de la gloria de Dios que transforma a la creación al mismo tiempo que al cristianismo, Mt 19 28 + ; 2 P 3 11-13.
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III
poso*. 3 Y oí una fuerte voz que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo y él, Dios-con-ellos, será su Dios*. 4 Y enjugará toda lágrima de sus ojos*, y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado.» 5 Entonces dijo el que está sentado en el trono: «Mira que hago nuevas todas las cosas.» Y añadió: «Escribe: Estas son palabras ciertas y verdaderas.» 6 Me dijo también: «Hecho está; yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin; al que tenga sed, yo le daré del manantial del agua de la vida gratis*. 7 Esta será la herencia del vencedor: yo seré Dios para él, y él será hijo para mí*. 8 Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
preciosa, como jaspe cristalino. 12 Terna una muralla grande y alta con doce puertas; y sobre las puertas, doce ángeles y nombres grabados, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; 13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al mediodía tres puertas; al occidente tres puertas*. 14 La muralla de la ciudad se asienta sobre doce piedras, que llevan los nombres de los doce apóstoles del Cordero*. 15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muralla. 16 La ciudad es un cuadrado: su longitud es igual a su anchura. Midió la ciudad con la caña, y tenía doce mil estadios. Su longitud, anchura y altura son iguales. ,7 Midió luego su muralla, y tenía ciento cuarenta y cuatro codos* —con medida humana, que era la del ángel—. 18 El material de esta muralla es jaspe y la ciudad es de oro puro semejante al vidrio puro. 19 Los pilares de la muralla de la ciudad están adornados de toda clase cU piedras preciosas: el primer pilar es de jaspe, el segundo La Jerusalén mesiánica. de zafiro, el tercero de calcedonia, el 9 Entonces vino uno de los siete áncuarto de esmeralda, 20 el quinto de geles que tenían las siete copas llenas de sardónica, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el las siete últimas plagas, y me habló diciendo: «Ven, que te voy a enseñar a la noveno de topacio, el décimo de ágata, Novia, a la Esposa del Cordero.» 10 Me el undécimo de jacinto, el duodécimo 21 trasladó en espíritu a un monte grande y de amatista. Y las doce puertas son alto* y me mostró la ciudad santa de Je- doce perlas, cada una de las puertas rusalén, que bajaba del cielo, de junto a hecha de una sola perla; y la plaza de Dios, 11 y tenía la gloria de Dios*. Su res- la ciudad es de oro puro, trasparente 22 plandor era como el de una piedra muy como el cristal. Pero no vi Santuario 2 1 2 Jerusalén, la ciudad de los elegidos, en vida y el Espíritu, 7 17; 22 1.17; Is 12 3; 55 1; contraste total con Babilonia, 17 es un don de Jn 4 7 + .38 + . Dios, ver v. 10; 7 15-17; Hb 11 10; Is 52 1; 61 2 1 7 El Mesías, sucesor de David, es Hijo de 10. La ciudad de David, 21 5-6, capital de IsDios,2 S 7 14+. Jesús resucitado ha concedirael, era también su centro religioso, 2 S 24 do, Hch 2 36+; Hb 1 4-5, también este título 19s; Sal 122; ciudad de Dios, Sal 46 5; etc.; a cuantos creen en él, Jn 1 12+; Rm 8 29 + . ciudad santa, Is 52 1; Dn 9 34; Mt 4 5; etc., y 21 10 Ver Ez 40 2-3. metrópoli del pueblo mesiánico, Is 51; Sal 87; 21 11 Veris 60 1-2; 2 Co 4 4-6. etc. Aquí es transportada al cielo y representa 21 13 Ver 7 1-8+; Ex 28 17-21; Ez 48 30-35; a la Iglesia cristiana, 3 12; 11 1 +; 20 9; ver Ga Mt 19 28 + . 4 26; Hb 12 22; Flp 3 20, con la que el Cor21 14 La Iglesia abierta a todos, w . 12-13, dero, 5 6 + , se desposa con júbilo, 19 7-8; Ef 5 está fundada sobre la misión y la predicación 22s+; ver Is 61 10; 62 4-5; Os 2 16+. de los apóstoles, 18 20; Ef 2 20+, que convoca y reúne a la vez a las tribus y a los infieles, w . 2 1 3 Presencia e intimidad de la Alianza definitiva. Ver Ex 25 8 + ; Lv 26 11+; Ez 37 27; 24-26; ver 14 6-7; Rm 16 25 + . Is 8 8-10; Za 2 14; 8 8; Jn 1 14+; 2 Co 6 16 + . 21 17 El estadio equivale a unos 185 m.; el codo, a unos 0,45 m. 2 1 4 Ver 7 17; Is 25 8; 35 10; Jr 31 16. 21 6 Ver 1 8+ .17+. -El agua simboliza la
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6 Luego me dijo: «Estas palabras son alguno en ella; porque el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero, es su San- ciertas y verdaderas; el Señor Dios, que 23 inspira a los profetas, ha enviado a su tuario*. La ciudad no necesita ni de sol ni de luna que la alumbren, porque ángel para manifestar a sus siervos lo la ilumina la gloria de Dios, y su lám- que ha de suceder pronto*. 7 Mira, vengo pronto. Dichoso el que guarde las para es el Cordero. 24 Las naciones caminarán a su luz, y los reyes de la tierra palabras proféticas de este libro.» 8 Yo, irán a llevarle su esplendor.25 Sus puer- Juan, fui el que vi y oí esto. Y cuando tas no se cerrarán con el nía —porque lo oí y vi, caí a los pies del ángel que allí no habrá noche— 26 " traerán a ella me había mostrado todo esto para adorarlo. 9 Pero él me dijo: «No, cuidado; el esplendor y los tesoros de las nacioyo soy un siervo como tú y tus hernes*. 27 Nada profano entrará en ella, manos los profetas y los que guardan ni los que cometen abominación y mentira, sino solamente los inscritos las palabras de este libro. A Dios tienes que adorar.» en el libro de la vida del Cordero*. 10 Y me dijo: «No selles las palabras 1 Luego me mostró el río de proféticas de este libro, porque el Tiemagua de vida, brillante como el 11 cristal, que brotaba del trono de Dios y po está cerca. Que el injusto siga cometiendo injusticias y el manchado siga del Cordero. 2 En medio de la plaza, a manchándose*; que el justo siga practiuna y otra margen del río, hay un árbol y el santo siga santifide vida, que da fruto doce veces, una vez cando la justicia cándose. 12 Mira, vengo pronto y traigo cada mes; y sus hojas sirven de medicimi recompensa conmigo para pagar a na para los gentiles*. 13 Yo soy el 3 Y no habrá ya maldición alguna*-, el cada uno según su trabajo*. Alfa y la Ómega, el Primero y el Último, trono de Dios y del Cordero estará en 1 4 la ciudad y los siervos de Dios le darán el Principio y el Fin. Dichosos los que laven sus vestiduras, así podrán dispoculto. 4 Verán su rostro y llevarán su nombre en la frente.5 Noche ya no ha- ner del árbol de la vida y entrarán por 15 brá; no tienen necesidad de luz de lám- las puertas en la ciudad. ¡Fuera los pepara ni de luz del sol, porque el Señor rros, los hechiceros, los impuros, los asesinos, los idólatras, y todo el que ame Dios los alumbrará y reinarán por los y practique la mentira*!» siglos de los siglos.
Epílogo 16 Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para darles testimonio de lo referente a las Iglesias. Yo soy el retoño y el descendiente de David, el Lucero radiante del alba. 17 El Espíritu y la Novia dicen: «¡Ven!» Y el que oiga, diga: «¡Ven!» Y el que ten-
ga sed, que se acerque, y el que quiera, reciba gratis agua de vida*. 18 Yo advierto a todo el que escuche las palabras proféticas de este libro*: «Si alguno añade algo sobre esto, Dios echará sobre él las plagas que se describen en este libro. '9 Y si alguno quita
21 22 El Santuario, 11 19+, ha desaparecido. El cuerpo de Cristo inmolado y vivo es el único lugar del nuevo culto espiritual; ver Jn 2 21+; 4 21-23 + : Hb 9 11-12 + ; 10 4-10+. Es también, v. 23, la única luz de la Iglesia, 22 5; Jn 8 12 + . 21 26 Veris 60 3.11. 21 27 Veris 35 8; 52 1; Ez 44 9. 22 2 Ver 21 6+; Ez 47 12; Gn 2 9-14. 22 3 Ver Za 14 11. -Dios y el Cordero son adorados a la vez, 5 13; 7 10. 22 6 Garantía que recuerda 11-3; 2?.
8 26. 22 11 A pesar de la negativa de los hombres, el plan de Dios se cumple, ver Dn 12 10. 22 12 Ver 2 23; Sal 62 13 + ; Rm 2 6+. 22 15 Por un lado, los rescatados triunfantes, 7 9.14; de otro, todos los indignos excluidos, 21 7-8.27. 22 17 ¡Ven! es el Maraña tha litúrgico, 1 Co 16 22+; Flp 4 5+; ver Ap 22 10.20. Ver 3 20; 21 6; Is 55 1; Jn 7 38 + . 22 18 Fórmula para proteger al libro contra toda alteración, ver Dt 4 2; 13 1; etc.
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apocalipsis
algo a las palabras de este libro profético, Dios le quitará su parte en el árbol de la vida y en la ciudad santa, que se describen en este libro.»
III
Dice el que da testimonio de todo esto: «Sí, vengo pronto.» ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús*! 21 Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. ¡Amén! 20
22 20 Se vuelve al tema inicial, 1 3 + .7; 3 11; 22 7; Hch 3 20-21; 1 Co 15 23+.
ÍNDICE ALFABÉTICO DE LOS PRINCIPALES NOMBRES Y DE LAS NOTAS MÁS IMPORTANTES Damos a continuación la lista alfabética de los principales nombres de personas o lugares, y de las principales nociones bíblicas, que tienen su correspondiente «nota clave». Los nombres propios de personas o lugares (ABRAHÁN, BELÉN) van en VERSALITAS. Las palabras hebreas o griegas (seol, alfa) o las palabras castellanas calcadas en el griego (kerygma) en cursiva. Los demás términos, en redonda. Remitimos a las notas por medio de la referencia al pasaje bíblico que explican. Abbá, Me 14 36; Rm. 8 15. ABRAHÁN, Jn 8 56; Rm 4 1.3. Acciones proféticas, Jr 13; 18. Adopción filial, Ga 4 5. Adversario, 2 Ts 2 3; Ap 12 3. Agua viva, Jn 4 7; 7 38; Ap 21 6. Alfa y Omega, Ap 1 8. Alianza antigua, 2 Co 3 6; Hb 9 15; 12 18. Alma, 2 Co 5 8; 1 Ts 5 23. Amor de Dios, 1 Co 13 1; 1 Jn 3 20; 4 8. — a Dios, 1 Jn 4 18. Ancianos, Tt 1 5. Ángeles, 1 Co 11 10; Ap 1 20; 4 5.6. Anticristo, 2 Ts 2 3; 1 Jn 2 18. Aparición de Cristo, 1 Tm 6 14. APOLO, Hch 18 24. Apóstoles, Me 4 13; Le 6 13; Rm 1 1; Hch 2 22. Arrepentimiento, Mt 3 2. Ascensión, Jn 20 17.
Cena del Señor, 1 Co 11 20. Ver Eucaristía. Colecta (para la comunidad de Jerusalén), Hch 24 17; 1 Co 16 1. Cólera, ver Ira. Comunión, con Dios, 1 Co 10 16; 1 Jn 1 3. — fraterna, Hch 2 42; 1 Jn 1 7. Conciencia (obrar según la), Rm 2 14; 14; 1 Co 4 4. Confirmación, Hch 8 17; 2 Co 1 22. Conocer, a Dios, Jn 17 3; 1 Jn 2 3; 5 20. Conversión, Mt 3 2. Cordero de Dios, Jn'l 29; Ap 5 6; 19 7. Creación, Rm 8 18. Cristianos, Hch 11 26. CRISTO, Le 2 11. Ver Jesús, Mesianismo, Ungido. Cuerpo, Rm 7 24. — alma y espíritu, 1 Ts 5 23. — de Cristo resucitado, Le 24 16. — de Cristo = Templo, ver Jn 2 21. — de Cristo = Iglesia, Rm 12 5; 1 Co 12 12; Ef 1 23; 2 16. — del cristiano, 1 Co 15 44; Flp 1 20. Ver Sacrificios.^- interior y espiritual, Rm 12 1; Ap 21 22.
Bajada a los Infiernos, 1 P 3 19. Bautismo: de Jesús, Mt 3 17. — del cristiano, Mt 28 19; Hch 1 5; Rm 6 4; 2 Co 1 22; Ef 5 26; Tt 3 5. — imagen de la Pasión, Me 10 38. Demónios, Mt 8 29. Ver Satanás. BEELZEBUL, Mt 12 24. Derecho de asilo = lugar de refugio, Ap Buena Nueva (Evangelio), Mt 4 23; Me /12 13; 17 3. 1 1. Día: de Yahvé, Ap 6 12; 19 11. — de Buscar a Dios, 1 Tm 6 4. ' Cristo, 1 Co 1 8. — del Hijo del hom! bre, Le 17 22. — del Señor, Mt 28 1; Camino, Hch 9 2. Los dos caminos, Mt / Hch 20 7. — del Juicio, Rm 2 6; 1 Ts 7 13. / 4 16. — de la salvación, 2 Co 6 2. Caridad, Jn 13 34; Rm 13 8; 1 Co 12 3l/ Días (últimos), 1 Tm 4 1. Ga 6 10; 1 Jn 2 8; 5 2. Diáconos, Hch 6 5. 6; 1 Tm 3 8. Carismas, 1 Co 12. Dios. Ver Monoteísmo, Nombres diviCarne, Rm 7 5. nos. Carnes inmoladas a los ídolos, Hch 15 Dispersión, St 1 1. 20; 1 Co 8. Doctores, Hch 13 1. Celoso (Dios), 2 Co 11 2. Domingo, Mt 28 1; Hch 20 7.
índice a l f a b é t i c o Dones del Espíritu, 1 Co 12. «Elegido», Le 9 35. Elementos del mundo, Ga 4 3. ELÍAS, Mt 17 1. 10; Le 1 17. Endurecimiento del corazón, Mt 13 13; Jn 12 40; Rm 9 22; 1 P 2 8. Enfermedad, Mt 8 17; 9 6. Epíscopos, Hch 20 28; Flp 1 1; Tt 1 5. Escatología, Mt 24; Me 13. Ver Día, Tiempo. Escriba, Mt 2 4; 13 52. Escrituras, Canon de las, 2 P 3 16. Inspiración de las —, 2 Tm 3 16; 2 P 1 21. Cumplimiento (plenitud) de las —, Mt 1 22. Ver Tipología. Esperanza, Hch 26 7; Rm 5 2. Espíritu Santo, Le 24 47.49; Jn 1 33; 3 5; 4 23; 14 16; 16 4.8.13; Hch 1 8; 2 33.38; 8 17; Rm 5 5; 1 Co 12; 1 Jn 4 1. Espíritu, alma y cuerpo, 1 Co 2 14.15; 1 Ts 5 23. Espíritus celestes, Ef 6 12. Esposa de Cristo ( = Iglesia), Jn 3 29. Eucaristía, Mt 26 17; Le 22 17; 1 Co 11 23. Evangelio (Buena Nueva), Mt 4 23; Me 1 1. Exorcismos, Mt 8 29.
400
Hermanos de Jesús, Mt 12 46; 25 40; Jn 7 3. Herodianos, Mt 22 16. Hijo: de David, Mt 9 27; 22 45. Hijo de Dios, Mt 4 3; Me 15 39; Le 22 69; Jn 1 18; 10 34; Hch 9 20; Rm 9 5; Ap 21 7. Hijo del hombre, Mt 8 20; 26 64. Historia de la salvación, Hch 1 7. Ver Día, Tiempo. Hombre, ver Espíritu, Alma, Cuerpo, Carne, Nuevo (hombre). Hora de Jesús, Jn 2 4; 12 27; 13. Hosanna, Mt 21 9. ídolos, Mt 24 15; 1 Co 8. Ver Monoteísmo. Iglesia, Mt 10 40; 16 18; 18 17; 24 45; Jn 3 29; Hch 5 11; 20 28; 1 Co 12 12; Ef 5 23; 1 P 2 9; Ap 21 14. Imagen de Dios, Rm 8 29. Imposición de manos, Hch 6 6; 8 17; 1 Tm 4 14; 5 22. Infiernos, ver Seol, Hades. Bajada a los —, 1 P 3 19. Ira de Dios, Mt 3 7; Rm 1 18; Ap 14 8. ISRAEL, Mt 21 28; 22 14; Rm 1 23. 24; 2. JERUSALÉN, Le 19 41.46; Ga 4 26; Ap
21 2.
Fariseos, Hch 4 1; 5 34; 23 8. JESÚS: Cristo, Le 2 11. Ver Ungido. — Fe, Mt 8 10; Le 17 6; Jn 3 12; Rm 1 16; Hijo de Dios, Mt 4 3; 11 27; Rm 9 5. 4 1.3; Ga 3 6; 2 Tm 2 8; Hb 11 1.6; — Profeta, Mt 16 14. — Santo, Me 1 St 2 14. Depósito de la —, 1 Tm 6 20; 24. — Señor, Mt 26 64; Hch 2 21.36; Flp 2 11; Ap 17 14. — Siervo, Mt 3 2 Tm 2 2. 17; Jn 1 29; Hch 3 13. — Luz, Jn 1 4; Filacterias, Mt 23 5. 8 12. — Testigo, Jn 3 11; 5 31; 1 Tm Fracción del pan, Le 24 35; Hch 2 42. 2 6; 6 13. — Vida, Jn 1 4; 3 15; 6 Fuego, Mt 3 11.12; Me 9 49; ver Le 12 51;10 18; Hch 315. —Juez, Mt 25 31; 49 y Ap 15 8. Ver Teofanías, Celoso Hch 17 31; Ap 1 13. — elevado a los (Dios). cielos, Le 9 51; Ap 125. — «resucitado», Mt 28 10. — encarnado y gloGehenna, Mt 3 12; 18 9. rificado, Le 13 32; Jn 3 14; 11 4; 12 Genealogía: de Jesús, Mt 1; Le 3 23. 32; Flp 2 6.7. 10; Hb 5 7. — centro y Gentiles, ver Paganos. fin de las Escrituras, Le 18 31; Jn 5 Gloria: de Dios, Jn 1 14. — de Cristo, 1 39; 19 30. Co 2 8; 2 Co 3 18; Dar — a Dios, Jn 9 24. JUAN EL BAUTISTA, Mt 11 11. Ver Glosolalia, Hch 2 4. 6. ELÍAS. Gracia, Rm 3 24; Ef 1 6. JUAN MARCOS, Hch 12 12. Judíos, Jn 1 19; Hch 13 5. — y cristianos, Jn 8 32; Ga 4 21; ver ISRAEL y Habitación de Dios. Ver Morada. Rm 9 8. Hades, Mt 16 18. Juicio final, Mt 25 31; Rm 2 6. Helenistas, Hch 6 1.
401
í n d i c e a l f a b é t i c o 401
Justicia, santidad y fe, Mt 1 19; 6 1; Rm 1 16.17; 4 3.13.25; 8 4.
Orla, Mt 23 5.
PABLO, Hch 7 58; 9 1; 13 9; 18 3; 22 1.21; 28 23.31; 1 Co 4 13; Flp 4 10. Paganos (Conversión de los), Hch 10; 11 17; 15; Rm 1 5. Ver UniversalisLenguas (Milagro de las), Hch 2 11. mo. Ley, Mt 5 17; 11 28.30; Hch 21 21; Rm Palabra, Jn 1 1; 3 11; 5 39; 1 Ts 2 13; 3 20,27; 7 7; Ga 3 19. Hb 4 12; 2 P 3 5; Ap 19 10.13. Libertad, — y esclavitud, Flm 6. — del cristiano, Rm 6 15; Ga 5 24; St 1 25. Paraíso, Le 23 43. Parusía, Mt 24 3; 1 Co 15 23; Flp 4 5; Libros celestes, Ap 5 1. Col 3; 1 Ts 4 15; 5; 1 P 1 5. Ver Día. Luz y tinieblas, Jn 1 4; 8 12; 9 39. Pascua, Jn 18 28; 1 Co 5 8. Pastor (Buen), Jn 10 11; 1 P 2 25. Llaves (Poder de las), Mt 16 19. Pecado: contra el Espíritu, Mt 12 32. Pedagogía divina, Hb 12 7. Maran atha, 1 Co 16 22; Ap 22 17. Penitencia (Conversión), Mt 3 2. Marcos, Hch 12 12. . MARÍA, Le 1 5.28.34.46; 2 35; Jn 19 25; Pentecostés, del NT, Hch 2 1. Perdón, Mt 18 22; Me 2 5. Ap 12 1. Matrimonio, Mt 19 9; Me 10 8; 1 Co 6 Piedad, 1 Tm 4 7. Plenitud, Ga 4 4; Col 1 19; 2 9. 17; 7; Ef 5 23. Mediador, Jn 16 23; 1 Tm 2 4; Hb 8 6. Pobres, Mt 5 3; 11 5; Le 12 33; 2 Co 8 MELQUISEDEC, Hb 7. 9; St 1 10. MIGUEL, Ap 12 7. Poder civil (Obediencia al), Rm 13. Milagros de Cristo, Mt 8 1.17; 9 6; Me Presbíteros, Hch 11 30; Tt 1 5; 2 Jn 1. Presencia de Dios, Jn 1 14. Ver Mora7 24. da. Misión: de Jesús, Jn 3 17; 4 34; 10 25; 19 30. — de los apóstoles, Mt 28 20; Primado: de Cristo, Col 1 15. — de PeMe 6 30; Le 10; 22 36; Jn 4 38; 17 17; dro, Mt 14 28; 16 19. Ver Jn 21 15. 20 22; Hch 1 8; 2 11; 9 15; Rm 15 16;Primero y último, Ap 1 8. 1 Co 4 13; 2 Co 4 7. Primogénito(s), Le 2 7. Profetas, Mt 7 15; Hch 11 27; Ef 2 20. Misterio: de Cristo, Rm 16 25;4 Tm 3 16; Ap 10 7. Jesús = —, Mt 16 14. MOISÉS, Mt 17; Hch 5 31. Prójimo, Le 10 29. Amor al —, 1 Co 13 Morada de Dios, Jn 1 14. 1; 1 Jn 2 8; ? 2. Muerte, Rm 5 12; 7 1. La segunda —, Propiciatorio/ver Rm 3 25. Ap 2 11; 20 6. Prosélitos JHÍch 2 11. Muertos (Mansión de los), Mt 16 18. Prostitución sagrada, Ap 17. Mujer, 1 Tm 2 15. — = Sión, Ap 12 1. Purgatorio, 1 Co 3 15. Mundo, Mt 24 14; Jn 1 10; Rm 8 18; Ga Pufo e impuro, Mt 15 10; Hch 10 15; 1 4; 6 14; 2 P 3 10. ^ ^ "" 15 20.
Kerygma, Hch 2 22.
Nazireato, Hch 18 18. ~~ Nombre nuevo, Ap 2 17; 3 12; ver Mt 9 17. Nombres divinos: YAHVÉ, Jn 8 24; Ap 1 4. Invocación del nombre de Jesús, Hch 3 16; 5 41. Ver Señor. Nuevo (Hombre), Rm 6 4; 2 Co 5 17; Ef 4 24; Col 3 5. Obras, St 2 14. Bellas —, 1 Tm 5 10. Oración, Mt 6 5.7; Le 18; Hch 1 14; Rm 8 27; — de Jesús, Mt 14 23; Jn 17.
Realeza de Cristo, Jn 18 37. Recapitulación en Cristo, Ef 1 10. Reconciliación, Col 1 20. Redención, Mt 20 28; 26 28; Rm 3 24; Ga 3 1. Regeneración, Mt 19 28. Reino de Dios, Mt 4 17; 5; 11 12; 13 3; Me 4 26; Jn 12 31; Hch 1 3; Ap 20 4. — del Mesías, — de los sacerdotes, Ap 1 6. Resto de Israel, Mt 24 22; Rm 9; 11 1; Ap 11 4; 14.
índice a l f a b é t i c o Resurrección: de Cristo, Mt 28 10; Rm 1 4; 1 Co 15; Hb 13 20. — del cristiano, Rm 8 11; 1 Ts 4 13. — de los muertos, Mt 27 53; Jn 11 25; Hch 17 32. Retribución: personal, Rm 2 6; Hb 11 6. Roca ( - Cristo), 1. Co 10 4. Sábado, Mt 12 8. Sabiduría, 1 Co 1 22. Ver Espíritu. Sacerdote, Jesús sumo —, Hb 2 17; 7; 9 11. Sacerdotes, Hb 3 1; Ap 1 6. Sacrificios: de la Nueva Alianza, Hb 7 27; 10 4. Saduceos, Mt 22 23; Hch 4 1. Sal, Me 9 49. Salvación (Historia de la), Le 3; Hch 1 7. Día de la —, 2 Co 6 2; 1 P 1 12. Samaritanos, Le 9 53; Hch 8 5. Sangre, Mt 26 28; Rm 3 25; Hb 9 11. SANTIAGO, Hch 12 17. Santidad: de Jesús, Me 1 24; Hb 2 10. - de los cristianos, Hch 9 13; 1 Ts 4 3. SATANÁS, Jn 13 27; 2 Ts 2 3.7.9; Ap 12 3.18. Secreto mesiánico, Me 1 34. Señales ( = Acontecimientos): de Jesús, Mt 12 38; Jn2 11; 1146. Señor, Le 7 13; Hch 2 21.36; Flp 2 11; Ap 17 14. Siervo de Yahvé ( = Jesús), Mt 3 17; Hch 3 13. Sueños, Mt 1 20. Sufrimiento, Col 1 24. Ver Siervo. Talión, Mt 5 39. Temeroso de Dios, Hch 2 11; 10 2. Templo'(= Cuerpo de Cristo), 1 Co 3 16; Ap21 22; ver jn 2 21.
402
Tentación, Mt 4; St t 13. Teofanías, 1 Co 15 52. Ver Día. Teologales (Virtudes), 1 Co 13 13; 1 Ts 1 3. Testimonio: de Cristo, Jn 3 11; 5 31: 1 Tm 6 13. — dado a Cristo, Jn 10 25; 2 P 1 16. Tiempo: de salvación, 2 Co 6 2. — y momentos, Hch 1 7. — de los gentiles, Le 21 24. — de persecución, Ap 20 2.4. Ver Día, Hora. Tipología, 1 Co 10 6; 1 P 3 21. Trabajo manual, Hch 18 3; 2 Ts 3 6.10. Trinitarias (Fórmulas), 2 Co 13 13. Últimos días, Rm 13 11; 1 Tm 4 1; St 5 3. Ver Día, Tiempo. Unción: del Espíritu, 1 Jn 2 20. — de los enfermos, St 5 14. Unidad: de Cristo y del Padre, Jn 5 19; 10 25. — de Cristo y de los cristianos, Jn 10 25. — de los cristianos, Jn 10 25. — de los cristianos y de Dios, 1 Jn 1 3. Universalismo de la salvación, Le 15; Jn 4 38; Hch 1 8; 9 15; 15; 17 22; 28 25. Velo: del Templo, Mt 27 51. Venida, 1 Co 15 23. Ver Parusía. Ver a Dios, 1 Jn 3 2. — a Jesús resucitado, Jn 20 18. Verbo, Jn 1 1; 1 Jn 1 1; Ap 19 13. Ver Palabra. Vida, Jn 1 4; 3 15; 6 51; 14 6; Hch 3 15. Viña, Mt 21 33; Jn 15. Virtud, Flp 4 8. Viudas, 1 Tm 5 3. YAHVÉ, Jn 8 24; Ap 1 4. Yo soy, Jn 6 20.35; 8 24. Ver YAHVE.
RESUMEN CRONOLÓGICO En esta sinopsis se encontrarán las principales fechas que jalonan la historia de Israel. Los títulos de los libros bíblicos, incluidos en la época de su aparición, van impresos en cursiva. Hacia el Entre los años
1-5 14 26 27 30
Hacia el
33
Hacia el
40 44
Hacia el
47 50
Hacia el Hacía el Hacia el
51 52 57 58
Entre los años 61-63 62 Hacia el 64 Entre los años 64-67
Hacia el
67
68
70 Entre los años 70-80 Hacia el 78 Hacia el 95 Hacia el Hacia el
100 110 132-135 134
Nacimiento de JESÚS. Muerte de Herodes el Grande, a quien suceden sus hijos Arquelao, Herodes Antipas y Filipo. Nacimiento de Pablo en Tarso TIBERIO, emperador romano. Poncio Pilato, procurador (26-36). En el otoño, predicación de JUAN EL BAUTISTA. Comienzos del ministerio de Jesús. Viernes, 7 de abril, MUERTE DE JESÚS. Pentecostés. De Israel a la Iglesia. Martirio de Esteban. Dispersión de la comunidad. Conversión de Pablo. Primer viaje misionero de Pablo, con Bernabé. Agripa I manda decapitar a Santiago el Mayor, hermano de Juan. Segundo viaje misionero de Pablo (47-51). La «Buena nueva» anunciada se recoge en el PRIMER EVANGELIO ESCRITO (Evangelio arameo de Mateo). Primeras epístolas de Pablo: a los Tesalonicenses. Asamblea de Jerusalén (Hechos 15). Epístolas a los Corintios, Gálatas, Filipenses (?), Romanos. Epístola de Santiago el Menor, hermano del Señor, responsable de la comunidad cristiana de Jerusalén (o antes del 49). Epístolas a los Colosenses (?), Efesios (?) y Segunda a Timoteo. Filemón(?) Santiago el Menor es lapidado en Jerusalén. Primera epístola de Pedro, y Evangelio (griego) de Marcos (?) Martirio de Pedro y Pablo en Roma. Epístola a los Hebreos. Primera epístola a/Timoteo, epístola a Tito. (?) Primera subleyáción judía (66-70). Evangelio griego de Mateo, Evangelio de Lucas y los Hechosd^los Apóstoles (o hacia el 80). Pestfucción del monasterio de Qumrán. ASEDIO Y DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN por Tito. Epístola de Judas, Segunda epístola de Pedro. La «Guerra de los judíos», del historiador Josefo. Juan desterrado en Patmos. Edición definitiva del Apocalipsis. Evangelio y epístolas de Juan. Muerte de San Juan en Éfeso. Cartas y martirio, en Roma, de Ignacio de Antioquía. Carta de Policarpo, obispo de Esmirna, a los Filipenses. Segunda sublevación judía, acaudillada por Simón Bar Kokebá. Conquista de Jerusalén.
ÍNDICE Introducción
a los Evangelios
3
Sinópticos
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS Introducción
al Evangelio
13 59 84 127
de San Juan
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
131
Introducción
169
a los Hechos de los Apóstoles
HECHOS DE LOS APÓSTOLES Introducción
a las Epístolas
173 215
de San Pablo
A LOS ROMANOS PRIMERA A LOS CORINTIOS SEGUNDA A LOS CORINTIOS ALOSGÁLATAS A LOS EFESIOS A LOS FLLIPENSES A LOS COLOSENSES PRIMERA A LOS TESALONICENSES SEGUNDA A LOS TESALONICENSES PRIMERA A TIMOTEO SEGUNDA A TIMOTEO A TITO A FLLEMÓN Introducción
'
323
a los Hebreos
A LOS HEBREOS Introducción
a las Epístolas
327 Católicas
EPÍSTOLA DE SANTIAGO PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO SEGUNDA EPÍSTOLA DE SAN PED^JQ^. PRIMERA EPÍSTOLA DE SANJ&FAN SEGUNDA EPÍSTOIA-DERSÍN JUAN TERCERA EPÍSTOLA DE SAN JUAN EPÍSTOLA DE SAN JUDAS Introducción
233 253 270 281 288 294 299 304 308 311 316 320 322
/.
341 .Y/...
al Apocalipsis
349 354 359 362 369 370 371 373
APOCALIPSIS
377
ÍNDICE ALFABÉTICO DE LOS PRINCIPALES NOMBRES Y DE LAS NOTAS MÁS IMPORTANTES RESUMEN CRONOLÓGICO
399 403
Este libro se terminó de imprimir en el mes de junio de 2000. en Buenos Aires Print, Anatole France 570, Sarandí, Buenos Aires, Argentina.