UNIVERSIDAD CATOLICA DE SANTA MARIA FACULTAD DE ARQUITECTURA E INGENIERIAS CIVIL Y DEL AMBIENTE PROGRAMA PROFESIONAL DE ARQUITECTURA
AUTOESTIMA CURSO: Desarrollo de la Personalidad DOCENTE: Katherine Liudva Roldan Vargas PRESENTADO POR: Thais Nathalie García Medina Sección: B 1
INDICE INTRODUCCION OBJETIVOS MATERIALES Y METODO DE TRABAJO AUTOESTIMA
1. Que es la Autoestima 2. Como se forma la Autoestima 3. Importancia de la Autoestima 4. El primer paso para alcanzar nuestros sueños 5. Niveles de Autoestima 6. Para qué sirve la Autoestima 7. Autoestima en Familia 8. Autoestima y Enfermedad 9. Problemas que causan la Baja Autoestima CONCLUSIONES REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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INTRODUCCION
Una de las variables más significativas para la adaptación social y el éxito en la vida es tener una autoestima positiva, es decir, saberse y sentirse competente en diferentes aspectos. La autoestima es una actitud básica que determina el comportamiento y el rendimiento escolar del alumno. El desarrollo de la autoestima está estrechamente relacionado con la consideración, valorización y crítica recibida por los niños de parte de los adultos. Cuando un niño fracasa en un área específica del rendimiento escolar su autoestima será amenazada. En cambio cuando tiene éxito, el niño se siente aprobado, aceptado y valorizado; los sentimientos asociados a esas situaciones de éxito van a ir modificando positivamente las percepciones que el niño tiene de sí mismo.
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OBJETIVOS el concepto de autoestima, cómo se forma, establecer niveles de la misma y los rasgos que caracterizan a cada uno de ellos. Señalar la importancia de la autoestima en todos los aspectos de la vida. Analizar aquellos factores presentes en la familia que pueden deteriorar la autoestima de cada persona. Describir las patologías o enfermedades más frecuentes que pueden aparecer, asociadas a una pérdida de autoestima. Desarrollar un plan de prevención e intervención que actúe sobre los factores de riesgo. Definir
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MATERIALES Y METODO DE TRABAJO Este trabajo es el resultado de una revisión bibliográfica de: Libros sobre: Autoestima, motivación y
satisfacción laboral, recursos humanos en la empresa y técnicas de prevención de riesgos. Artículos de revistas sobre: Motivación, recursos humanos Documentos y artículos extraídos de Internet a través del buscador ’’Gooogle”, sobre los temas de: Autoe stima, motivación, estrés, depresión.
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AUTOESTIMA Los problemas de autoestima están a la orden del día. Muchas veces hablamos de tener la autoestima baja, de la necesidad de subir esa autoestima que, en realidad significa querernos un poco más a nosotras mismas. Pero la autoestima sigue presentándose como un concepto abstracto al que no podemos definir del todo ni mucho menos delimitar. Vamos a acercarnos a la autoestima, a lo que de verdad significa y cómo ejercitarla para sentirnos mejor.
Qué
es la autoestima
La autoestima es la percepción que tenemos de nosotras mismas. Abarca todos los aspectos de la vida, desde el físico hasta el interior, pasando por la valía o la competencia. Se trata de la valoración que hacemos de nosotras mismas que no siempre se ajusta a la realidad y esa valoración se forma a lo largo de toda la vida y bajo la influencia de los demás. La autoestima está relacionada con la autoimagen, que es el concepto que se tiene de uno propio, y con la auto aceptación, que se trata del reconocimiento propio de las cualidades y los defectos. La forma en que una persona se valora está influida en muchas ocasiones por agentes externos y puede cambiar a lo largo del tiempo. Se puede ganar autoestima como perder autoestima por situaciones amorosas, familiares, de trabajo; por agentes externos o por nuestra propia autocrítica positiva o negativa. Lo que los demás ven en nosotras o, más bien lo que nosotras pensamos que los demás ven, es crucial para determinar nuestro grado de autoestima. Entramos en el terreno de la seguridad y la confianza en una misma, minado por las influencias del exterior. Pero si hay algo que determina el estado de salud de nuestra autoestima es la infancia. El refuerzo positivo o negativo con el que nos hayamos contado desde los primeros pasos de nuestra vida va a ser fundamental para nuestra seguridad emocional en el futuro.
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Como
se forma la Autoestima
El concepto de uno mismo va desarrollándose poco a poco a lo largo de la vida, cada etapa aporta en mayor o menor grado, experiencias y sentimientos, que darán como resultado una sensación general de valía e incapacidad. En la infancia descubrimos que somos niños o niñas, que tenemos manos, piernas, cabeza y otras partes de nuestro cuerpo. También descubrimos que somos seres distintos de los demás y que hay personas que nos aceptan y personas que nos rechazan. A partir de esas experiencias tempranas de aceptación y rechazo de los demás es cuando comenzamos a generar una idea sobre lo que valemos y por lo que valemos o dejamos de valer. El niño gordito desde pequeño puede ser de mayor un adulto feliz o un adulto infeliz, la dicha final tiene mucho que ver con la actitud que demostraron los demás hacia su exceso de peso desde la infancia. Durante la adolescencia, una de las fases más críticas en el desarrollo de la autoestima, el joven necesita forjarse una identidad firme y conocer a fondo sus posibilidades como individuo; también precisa apoyo social por parte de otros cuyos valores coincidan con los propios, así como hacerse valioso para avanzar con confianza hacia el futuro. Es la época en la que el muchacho pasa de la dependencia de las personas a las que ama (la familia) a la independencia, a confiar en sus propios recursos. Si durante la infancia ha desarrollado una fuerte autoestima, le será relativamente fácil superar la crisis y alcanzar la madurez. Si se siente poco valioso corre el peligro de buscar la seguridad que le falta por caminos aparentemente fáciles y gratificantes, pero a la larga destructivos como la drogadicción. La baja autoestima está relacionada con una distorsión del pensamiento (forma inadecuada de pensar). Las personas con baja autoestima tienen una visión muy distorsionada de lo que son realmente; al mismo tiempo, estas personas mantienen unas exigencias extraordinariamente perfeccionistas sobre lo que deberían ser o lograr. La persona con baja autoestima mantiene un diálogo consigo misma que incluye pensamientos como:
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Sobre generalización: A partir de un hecho aislado se crea una regla universal, general, para cualquier situación y momento: He fracasado una vez (en algo concreto)! Siempre fracasaré! (se interioriza como que fracasaré en todo).
Designación global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo, en vez de describir el error concretando el momento temporal en que sucedió: !Que torpe (soy)!.
Pensamiento polarizado: Pensamiento de todo o nada. Se llevan las cosas a sus extremos. Se tienen categorías absolutas. Es blanco o negro. Estás conmigo o contra mí. Lo hago bien o mal. No se aceptan ni se saben dar valoraciones relativas. O es perfecto o no vale.
Autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. Tengo yo la culpa, !Tendría que haberme dado cuenta!.
Personalización: Suponemos que todo tiene que ver con nosotros y nos comparamos negativamente con todos los demás. !Tiene mala cara, qué le habré hecho!
Lectura del pensamiento: supones que no le interesas a los demás, que no les gustas, crees que piensan mal de ti...sin evidencia real de ello. Son suposiciones que se fundamentan en cosas peregrinas y no comprobables.
Falacias de control: Sientes que tienes una responsabilidad total con todo y con todos, o bien sientes que no tienes control sobre nada, que se es una víctima desamparada.
Razonamiento emocional: Si lo siento así es verdad. Nos sentimos solos , sin amigos y creemos que este sentimiento refleja la realidad sin parar a contrastarlo con otros momentos y experiencias. "Si es que soy un inútil de verdad"; porque "siente" que es así realmente.
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Importancia de la Autoestima
La construcción de la personalidad de hombres y mujeres se inicia desde la infancia, pero el punto de inflexión definitivo, cuando se plantea el yo interior trascendente, la percepción cualitativa que de uno mismo se tiene, se produce, en la mayoría de las personas, durante la etapa de la adolescencia. La pubertad es la época de los exámenes, no sólo de los que correspondan al expediente académico, sino, más importantes para el equilibrio emocional del individuo, de los que implican una autoevaluación que conduzca al aprecio o al rechazo de sí mismo, esa persona que uno ve cada día reflejada en el espejo y cuya sombra siempre le acompaña. Esta imagen psíquica de uno mismo, objeto de calificaciones constantes, como en un test siempre abierto, es la autoestima. Al nacer, el ser humano es absolutamente inútil y, a diferencia de otros seres, carece de los instintos innatos para la supervivencia. A lo largo de meses o años, según la facultad que se considere, es incapaz de desplazarse, alimentarse o reaccionar ante peligros. Sólo dispone de un primitivo, pero efectivo, sistema de comunicación binario: satisfacción, asociada a la ausencia de dolor, molestias o hambre, e insatisfacción, cuando se manifiesta alguna de las circunstancias citadas. El neonato satisfecho, sano, bien alimentado y recién aseado, dormirá plácidamente o escudriñará con sus ojos, aún en proceso de acomodo visual, las luces y sombras del entorno. Por el contrario, estará inquieto y nervioso y romperá en llantos para expresar su desazón y llamar la atención. Su desarrollo físico e intelectual, en condiciones normales, aún llevará años. Sin embargo, esta desventaja inicial representa un largo período de aprendizaje vital, en el que los humanos reciben miles de estímulos y se enfrentan constantemente a nuevas situaciones. Hay una sucesión de logros y contrariedades, se plantean nuevas experiencias e impresiones. La voluntad y los deseos colisionan con la realidad y las posibilidades. Si durante la infancia ha desarrollado una fuerte autoestima, le será más fácil superar las dificultades y alcanzar la madurez. Hace milenios, los seres humanos tienen al nacer las mismas limitaciones que ahora, pero la cantidad de experiencias potenciales era forzosamente más reducida y el propio ciclo vital mucho más corto que en la actualidad.
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El primer paso para alcanzar nuestros sueños
Tener una autoestima alta es importante porque influye en gran medida en las decisiones que tomamos. En otras palabras, tiene una función de motivación que permite a las personas cuidar de sí mismas y explorar todo su potencial al máximo. Quienes tienen una autoestima fortalecida trabajan persistentemente en el cumplimiento de sus metas y aspiraciones personales, mientras que aquellos que no la tienen, suelen considerarse a sí mismos como no dignos de resultados felices, o incapaces de alcanzarlos. Ellos de igual manera pueden tener metas ambiciosas, pero por lo general carecen de la determinación necesaria para
hacer
que
las
cosas
sucedan.
Un individuo con valor propio elevado tiene también un alto nivel de autoconocimiento, es decir, es consciente de cuáles son sus mayores fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y debilidades. Esto es útil especialmente al momento de trazar metas, pues le permite ser más objetivo respecto a la factibilidad de lo que quiere alcanzar. Se acepta tal y cómo es, aun con sus defectos y sabe que lo importante es rodearse de personas que tengan aquellas características de las que él carece. Reconoce que trabajando en equipo llegará más lejos, por lo tanto no se encierra dentro de sí, sino que aprende a pedir ayuda cuando es necesario.
Un buen manejo de la frustración
Todos habremos de experimentar momentos de adversidad en la vida, que pueden llegar a desmotivarnos, sin embargo si nuestro amor propio es fuerte, seremos capaces de ver más allá de esas situaciones y no desalentarnos. Por regla general, un proceso de cambio siempre generará resistencia. A nadie le gusta equivocarse, ni sentir que las cosas no salen de acuerdo a lo esperado. No obstante, una alta autoestima es necesaria para afrontar la desilusión y adaptarse con flexibilidad a cualquier cambio, amenaza o tragedia. Esta herramienta nos 10
ayudará a enfocar cada crisis como una oportunidad invaluable de aprender, crecer y transformarnos; apreciándolo como solo una etapa pasajera. Podremos reaccionar sabiamente y obtener mejores resultados, pues en lugar de victimizarnos y pensar ‘¿por qué a mí?’, nos plantearemos ‘¿qué puedo aprender de esto?’
Respetarse a sí mismo para respetar a los demás
Construir relaciones sanas, ya sea de pareja o amistad, se basa en una premisa simple: el amor propio. No nos es posible demostrar amor a alguien más, si no comenzamos
con
nosotros
mismos.
Cuando empezamos a querernos y auto-valorarnos, nuestra vida prospera, nos sentimos mejor, tenemos acceso a mejores oportunidades, nos rodeamos de personas positivas, que aportan valor a nuestra vida y nos alejamos de las amistades tóxicas. Sus relaciones, ya sea mejoran, o los negativos se disuelven y comienzan otras nuevas. Podemos nosotros y madurar a nuestro ritmo, respetando
nuestro
proceso.
La clave para vivir la vida al máximo
No somos ni demasiado ni demasiado poco. Tampoco tenemos que probar a nadie ni nada lo que somos. Hay muchas razones que hacen que tener una sana autoestima sea importante, pero sin duda la principal es que nos permite disfrutar la vida con total plenitud y libertad, enfocándonos en lo positivo y siempre agradeciendo por lo que tenemos de Importancia.
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Niveles de Autoestima
Todo individuo tiene su "nivel promedio de autoestima" en el que habrá fluctuaciones inevitables y normales, así como los hay en todos los estados psicológicos. Este nivel va a depender, del autoconcepto, de la autoimagen, de la autovaloración, de la autoaceptación y de las influencias externas, es decir, de la medida de cuánto se gusta y se aprueba el individuo a sí mismo, de cómo le ven los demás, y la manera en que esa visión le influye, de cuánto cree que vale, y de si se acepta cómo es, reconociendo responsable y serenamente aquellos rasgos tanto físicos como psíquicos que le enriquecen o le empobrecen. El "nivel promedio de autoestima" puede venir representado por cualquiera de los siguientes estados:
Depresión total, tristeza completa
Desgraciado o triste
No satisfecho, no realizado
A veces bien, a veces no
Bastante satisfecho
Complacido, positivo, muy satisfecho
Encantado, emocionado, muy feliz
Aunque en realidad se hable de "poseer" una autoestima positiva o una autoestima negativa.
Es fundamental saber cuál es el nivel de autoestima que tenemos en determinadas situaciones para poder decidir qué hacer y cómo actuar a la hora de aumentar nuestra autostima.
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Baja
autoestima
Se considera que tienes este nivel cuando las valoraciones que hacemos sobre nosotros mismos son escasas y negativas. Esto a la larga producirá ciertos sentimientos de rechazo y en determinadas situaciones no se podrá actuar por miedo, timidez o inseguridad. Algunas de las actitudes o posturas que determinan una autoestima baja son:
Necesidad de aprobación por los demás para poder realizar alguna acción.
Miedo a equivocarse.
Inseguridad
Deseo innecesario por complacer a las personas.
Irritabilidad
Alta
autoestima
Tener buena autoestima no se refiere al hecho de creerse mejor que los demás bien sea por tener más dinero, por la forma de vestir, etc. Tener alta la autoestima está relacionado con no compararse con el resto, no tener envidia, intentar colaborar sin miedo a fracasar o tener un trato agradable con los demás sin pensar en su beneficio personal. Es importante identificar esto, ya que a veces comparan a los que tienen un excesivo amor propio con las personas que en realidad están seguras de sí mismas y solo quieren alcanzar sus objetivos de la mejor forma posible. Algunas características de la autoestima positiva son:
Tener iniciativa y argumentos a la hora de defender algún principio en el que uno cree aun habiendo opiniones contrarias a la tuya.
Viven el presente, sin dedicarle mucho tiempo al pasado ni al futuro.
Su capacidad a la hora de resolver un problema es excepcional sin tener miedo a si puede haber un fracaso o alguna dificultad.
Se sienten igual al resto aun sabiendo que pueden tener diferencias en cuanto a situación profesional, posición económica, etc.
No se siente influenciada por los demás, aunque si realmente la necesitan y quiere estará dispuesta a colaborar.
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No tiene miedo a la hora de mostrar sentimientos con personas que realmente le transmiten la confianza necesaria para poder hacerlo.
Saben cómo deben estar y como tienen que comportarse dependiendo de la situación en la que se encuentren, sabiendo diferenciar cuando se está trabajando a cuando se está con los amigos.
Aceptan nuevas proposiciones. Al no tener miedo al fracaso no tienen ningún inconveniente para intentar desarrollar sus capacidades o habilidades.
Aceptan críticas tanto negativas como positivas.
En definitiva, cuando se tiene una autoestima alta acepta y valora a los demás tal cual son, y los fracasos no son considerados como un problema, sino como una forma de aprender y a desarrollar los conocimientos de uno mismo.
Para qué sirve la autoestima
"La autoestima positiva opera en el sistema inmunológico de la conciencia, otorgando resistencia, fuerza y la capacidad de regenración. Cuando la autoestima es baja, nuestra capacidad de enfrentar las adversidades de la vida bajan. Nos caemos frente a las adversidades y nuestro sentido de propio valor disminuye. Nos dejamos influenciar por el deseo de evitar el dolor, en vez de experimentar alegría. Todo lo negativo tiene más influencia en nosotros, en vez de lo positivo." Nathaniel Branden La autoestima es importante porque es el primer paso en creer en ti mismo. Si tú no crees en ti mismo, otras personas no creerán en ti. Si tú no puedes encontrar tu grandeza, los demás no la encontrarán. La autoestima tiene grandes efectos en tus pensamientos, emociones, valores y metas. La baja autoestima contribuye a problemas mentales. Si tú sientes que eres digno, te vas a comportar de acuerdo a esta creencia y vas a vivir una vida feliz. Si te sientes orgulloso de ti mismo, vas a tener seguridad en ti mismo y vas a poder intentar nuevas cosas.
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Te vas a respetar a ti mismo inclusive si cometes errores. No te vas a comparar con otras personas y nunca vas a humillarlas porque tú creerás en ti mismo. Tendrás una direccion positiva en tu vida. La baja autestima te va a hacer sentir inapropiado en la vida y te va a llevar a creer que tú no mereces cosas buenas. Tus elecciones serán erróneas y tus metas serán negativas y tendrás comportamientos destructivos. Como Nathaniel Branden escribió: "La autoestima positiva es importante porque cuando las personas la experimentan, se sienten bien y lucen bien, son efectivas y productivas y responden bien a los demás. Responden a ellos mismos saludablemente, en forma positiva y pueden crecer y cambiar. Ellos saben que pueden ser amados y son capaces de mejorar. Se ocupan de ellos mismos y de los demás. No necesitan humillar a los demás para sentirse bien."
Autoestima en la Familia
La primera relación trascendente en la vida del individuo es la relación familiar, ya que la familia es el inicial y más importante contexto que permite al ser humano desarrollar su Autoestima. La familia es el espejo en el que nos miramos para saber quiénes somos, mientras vamos construyendo nuestro propio espejo; el eco que nos dice cómo actuar con los demás para evitar que nos lastimen. Dependiendo de cómo sea la familia, así será la persona, la cual resultará modelada por las reglas, los roles, forma de comunicación, valores, costumbres, objetivos y estrategias de vinculación con el resto del mundo que impere a su alrededor.
LA FAMILIA AUTOESTIMADA.
En las familias que se forman y desarrollan con una Autoestima sana, la forma de funcionamiento de sus miembros tiene características particulares. En este contexto grupal, las reglas están claras, sus miembros las adoptan como faro de mar para transitar con certeza por las aguas de la vida, aunque se muestran 15
dispuestos a revisarlas e incluso a modificarlas si acaso éstas llegan a quedar desactualizadas y dejan de guiarlos a puerto seguro. No se siguen parámetros automáticamente, sólo por el hecho de que los abuelos o los tíos así lo hayan hecho. Hay disposición a buscar lo que conviene a las necesidades de todos los integrantes. La comunicación es abierta, por lo que está permitido expresar los sentimientos directamente, sin el temor de parecer ridículos, cursis o de recibir una cruda represalia. La interacción se basa en el amor más que en el poder, por lo que emociones como la rabia, la tristeza o el miedo, tienen cabida y son respetadas siempre que se expresen adecuadamente con la intención de encontrar soluciones, y no de manera irresponsable y anárquica, como simple catarsis. En la familia Autoestimada quienes dirigen se afanan en comprender en vez de escapar por las puertas oscuras de la crítica, la queja estéril y la acusación ciega. Desde esta óptica, los padres comprenden que sus hijos no se “portan mal” por ser malos, sino porque algo los desequilibra y afecta temporalmente. Existen objetivos familiares que permiten que todos sus miembros crezcan sin que tengan que renunciar a su vocación fundamental para complacer a padres u otros familiares. Cada quien debe elegir, en algún momento, el sabor del agua que desea beber, lo cual es síntoma inicial de verdadera madurez. Cuando los objetivos son comunicados adecuadamente, satisfacen las necesidades reales del grupo y logran ser comprendidos, todos se sienten motivados para involucrarse sin traumas; se benefician, aprenden y crecen a través del apoyo mutuo. La forma de proceder de la familia Autoestimada es nutritiva porque se orienta a partir del deseo de ganar y no del miedo a perder.
LA FAMILIA DESVALORIZADA:
Las familias que carecen de Autoestima se caracterizan por la ausencia de reglas, las cuales cuando existen son difusas, contradictorias o basadas en la tradición y en estereotipos que nada tienen que ver con las verdaderas necesidades del grupo. Hacen lo que se ha hecho siempre, lo aceptado, lo tradicional, sin considerar su verdadera utilidad y adecuación. Hay obligaciones para todos y por todas partes, aunque nadie sepa en qué se basan, quién las establece y con qué criterio. Creer en Dios, ser Comunista, ponerse la pijama antes de dormir, no 16
caminar descalzo o ser vegetarianos, pueden ser mandatos arbitrarios, caprichosos u hormonales, cuando nadie explica las razones, el porqué debemos hacerlo. Impera la anarquía porque no existen roles definidos y cada quien actúa dependiendo de cómo se siente. Lo que uno arma el otro lo desarma; uno hace, el otro interfiere. Los hermanos mayores juegan a ser papas de los menores: les pegan, los castigan y resienten la responsabilidad que padres insensatos les han endilgado; las madres actúan como niñas y obligan a sus hijos a velar por ellas; los padres son duros hoy y blandos mañana. Nadie sabe que calle tomar. La comunicación es caótica y las relaciones de sus miembros se establecen desde el poder, lo cual origina vínculos perversos en los que cada uno presiona como puede para asegurarse atención y estímulos. Crean entre todos una red confusa e intrincada , en la que a pesar de la buena intención terminan atrapados, dolidos y desanimados. Los hijos trataran de evitar de hacer todo aquello que puede desagradar a sus padres o lo harán a escondidas abrazando la mentira, a la que terminaran viendo como algo normal. Para cuando los miembros de la familia desestimada puedan percatarse de lo que han estado haciendo, deberán conformarse con sentirse culpables, quejarse, rumiar su pena e infligirse enfermedades psicosomáticas. No existen objetivos familiares. En los hogares Desvalorizados, se vive en permanente ensayo y error, sin una meta común por la cual luchar unidos; no hay un proyecto de vida definido, sujeto a valores y criterios coherentes.
RELACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS.
Si aceptamos que los padres tienen una influencia dramática en los hijos, expresada durante la crianza, debemos admitir que la Autoestima de los primeros, será el modelo a seguir de los segundos. Podemos destacar algunos vicios de trato que los padres suelen tener con los hijos en la relación comunicacional cotidiana, así como las estrategias más afectivas para optimizar los vínculos, he aquí algunas de las más nefastas, y unas cuantas alternativas favorables y efectivas.
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Estrategias Inefectivas: •
Dar ordenes
•
Amenazar
•
Moralizar
•
Negar percepciones
•
Distraer
•
Criticar y ofender
•
Ridiculizar
•
Comparar
•
Elogiar
•
Confundir
Estrategias Efectivas: Aunque no existen recetas mágicas para la crianza, la actitud amorosa y consciente es la que parece brindar los mejores resultados. Algunas alternativas que pueden funcionar mejor que las fórmulas antes expuestas, son: •
Sintonía
•
Honestidad
•
Responsabilizar
•
Delimitar
•
Negociar
•
Anticipar
•
Reforzar
En la adolescencia, las fricciones entre padres e hijos suelen acentuarse durante esta etapa, ya que los jóvenes necesitan ser ellos mismos, sin perder el cariño y el apoyo de sus padres, quienes a su vez temen que sus hijos sufran daños a causa de la inexperiencia. Además el miedo de muchos adultos a perder el control que durante tantos años han mantenido, genere no pocos inconvenientes. Aunque la influencia del medio ambiente, especialmente la de otros jóvenes, es poderosa y ejerce peso sobre los adolescentes, podría decirse que la responsabilidad fundamental en la relación recae sobre los padres, por ser ellos quienes tomaron la decisión de tener hijos, porque cuentan con la mayor experiencia y porque tienen la posibilidad de predicar con el ejemplo. Cuando los
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hijos llegan a la adolescencia, la Autoestima de los padres es puesta a prueba, ya que es entonces cuando parece perder el control y el sentido común. Entonces: •
Se tornan sobreprotectores y exageradamente controladores.
•
Comparan a sus hijos con otros (“mira como lo hace tu hermano”), o con ellos (los padres) cuando eran jóvenes (“cuando yo tenía tu edad…”).
•
Los critican y culpabilizan para que obedezcan.
•
Les invaden el espacio personal
•
Ocultan sus debilidades y errores para parecer padres perfectos
•
Les invaden el espacio personal
•
Administran el tiempo y dinero de los hijos ignorando sus propias prioridades
•
Exageran y dramatizan situaciones sencillas y normales
•
Les condicionan el apoyo como chantaje
•
Deciden por ellos, imponiendo sus criterios
•
Los asustan haciéndoles creer que el mundo es peligroso y que nadie como ellos (sus padres) podrán cuidarlos debidamente
•
Los espían descaradamente.
Comportamientos de este tipo revelan una gran carga de inconsciencia, desconfianza e inmadurez, que pocos padres serían capaces de aceptar, por la absurda creencia de que eso les haría perder respeto y autoridad frente a sus hijos.
Principios para mejorar la Autoestima en
Familia
Al igual que las parejas, una familia puede caer fácilmente en la rutina, el aislamiento, la falta de comunicación, el individua lismo… Son estados por los que pasan los miembros del hogar y una vez detectados deben tratarse a tiempo para evitar una crisis de mayor repercusión. El Doctor Aquilino Polaino, experto en sicología y temas de familia, expone los siguientes principios básicos para mejorar la estima de los miembros de una familia.
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•
Disponibilidad
Consiste en dedicar tiempo (¡que es lo que menos tenemos!) a atender a nuestros hijos y esposo/a. Con los adolescentes, por ejemplo, no vale lo de “este tema ya lo hablaremos el sábado con tranquilidad, cariño”. Para el sábado, tu hija de 13 años ya se ha emborrachado con una amiga y van a hacer lo que se les ocurra, porque el padre estaba “ocupado”. Hay que estar disponible, porque hay problemas que sólo se arreglan en el momento en que el otro se anima a plantearlo y pide ser escuchado.
•
Comunicación padres-hijos: que los padres hablen menos y escuchen más
En muchas familias, cuando un padre o madre dice “hijo, tenemos que hablar”, el joven piensa “uy, malo, malo”. ¿Por qué? Porque sabe que los padres cuando dicen “tenemos que hablar” quieren decir “te voy a soltar un discurso por algo tuyo que no me gustó”. Esto cambiaría si los padres se hicieran un propósito: dedicar el 75% a escuchar y sólo el 25% a hablar. Escuchar a los hijos (o al cónyuge, a cualquiera) es un esfuerzo activo. Hay que soltar el móvil, quitar el volumen de la TV, girar la cabeza hacia quien te habla, mirar a los ojos, expresar atención. Eso es escucha activa, que es la que sirve para mejorar la autoestima de tu familia.
•
Coherencia en los padres y autoexigencia en los hijos
Uno es coherente cuando lo que piensa, siente, dice y hace es una sola y misma cosa. No tiene sentido decirle a los niños desde el sofá: “eh, ustedes, ayuden a mamá a organizar la mesa”. Hay que dar ejemplo primero. Así aprenden a autoexigirse, que es mucho mejor que tenerlos vigilados 24 horas al día. Esto es un progenitor potenciador, motivador, animador y protector al mismo tiempo.
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•
Tener iniciativa, inquietudes y buen humor, especialmente con el cónyuge
La rutina es un enemigo en las relaciones conyugales y con los hijos. El punto clave es que haya creatividad e iniciativa en la vida de pareja y eso se contagiará a toda la familia protegiéndolos de la rutina. Si la pareja va bien, los hijos aprenden su “educación sentimental” simplemente viendo cómo se tratan papá y mamá, viendo que se admiran, se halagan, son cómplices. “Cuando sea mayor trataré a mi mujer como papá a mamá”, piensan los niños entusiasmados. Eso les da autoestima.
•
Aceptar nuestras limitaciones, y las de los nuestros
Hay que conocer y aceptar tus limitaciones, las de tu cónyuge, las de tus hijos. Pero es importantísimo no criticar al otro ante la familia, no criticar a tu cónyuge ante los niños, o a un niño ante los hermanos, comparando a un hermano “bueno” con uno “malo”. Eso hace sufrir al hijo y le quita autoestima. Es mejor llevarlo aparte y hablar.
•
Reconocer y reafirmar lo que vale la otra persona
Seamos sinceros: no tiene sentido que andemos llaman do “campeón” a nuestro niño que nunca ha ganado nada. Si ha perdido un partido de fútbol, no le llames campeón. Ha de aprender a tolerar la frustración, acompañado, eso sí. También hemos de saber (grandes y pequeños) que somos buenos en unas cosas y no en otras. Reafirmemos al otro en lo que vale, y se verá a sí mismo como lo que es, una persona valiosa.
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•
Estimular la autonomía personal
Uno se hace bueno a medida que va haciendo cosas buenas. Es importante que lo entiendan los hijos. Lo que se hace es importante: hacer cosas buenas nos hacer buenos a nosotros. Esta idea ayuda a tener autonomía personal, hacer las cosas por nosotros mismos, para mejorar nosotros.
•
Diseñar un proyecto personal
No irás muy lejos si no sabes donde quieres ir. Quedarte quieto no es factible, uno tiende a volver a quedarse atrás. Hay que tener un proyecto personal para crecer, y atender y ayudar a discernir y potenciar los proyectos de los tuyos.
•
Tener un nivel de aspiraciones alto, pero realista
Debemos jugar entre lo posible y lo deseable. Si aspiramos alto, nos valoraremos bien, tendremos autoestima. Pero, ¿es factible? Debemos conjugar un alto nivel de aspiraciones con la realidad de nuestras capacidades y recursos.
•
. Elijamos buenos amigos y amigas.
El individualismo es el cáncer del s.XXI. Nosotros y nuestros hijos estamos atados a máquinas (móviles, tablets, videojuegos, internet)... El trabajo en solitario va minando la amistad verdadera. ¡Los amigos comprometen mucho y al individualista no le gustan los compromisos! Sin embargo, necesitamos más que nunca amigos humanos, personas, grandes y buenos amigos, con los que compartir muchas horas, conversaciones sinceras y cercanas, amistades de
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verdad, que te apoyen y te conozcan auténticamente, que te acepten con tus fallos y potencien lo mejor en ti. Una familia que trata de seguir estos principios contribuye a mejorar la estima en sus hijos y la autoestima en ellos mismos.
Autoestima
y Enfermedad
"La semilla de la enfermedad puede florecer y crecer silenciosamente. Pero son nuestros pensamientos, sentimientos y actitudes, el abono que le permite afianzar sus raíces y extender sus ramas con mayor fortaleza". Silvia Russek. Hay
muchos
problemas
psicológicos
vinculados
a
la
autoestima.
Por ejemplo la baja autoestima y la depresión están muy asociadas pero no son lo mismo. La baja autoestima presenta un estado duradero mientras que la depresión es una modificación respecto a un estado anterior, la baja autoestima la podemos considerar como un rasgo de persnalidad mientras que la depresión es una enfermedad, en la baja autoestima no hay trastornos físicos mientras que en la
depresión
hay
problemas
de
apetito,
de
sueño
etc.
A veces la baja autoestima es un factor de predisposición para la depresión en la edad adulta. Además sabemos que en una depresión cuanto más afectada se ve la autoestima
de
la
persona
más
gravedad
reviste
el
cuadro.
Aaron Beck ha hecho una clasificación de las personas en “sociotropas” y “autónomas”. Los primeros necesitan atención y aliento de los demás y sentirse criticado es lo que les lleva a la depresión. Para los segundos, que lo que desean es alcanzar sus objetivos, depender de otras personas es un acontecimiento que conduce a la depresión. En estos dos tipos de personas la depresión tiene un impacto diferente sobre la autoestima. Para los primeros queda cuestionada su aceptabilidad social mientras que para los segundos queda cuestionada su capacidad
de
control
de
lo
que
ocurre
a
su
alrededor.
Otro trastorno que involucra la autoestima es el maniaco depresivo. Sabemos que 23
en este trastorno, durante la fase maniaca la persona se ve dotada de una gran autoestima. Hoy sabemos que se trata de estados ficticios y hay medicamentos como el litio que pueden ayudar mucho a la gente que los padece. El trastorno de personalidad narcisista se caracteriza por una elevada autoestima. LA persona que lo padece cree que es superior a los demás. El autor se cuestiona si
no
es
demasiado
elevada
para
ser
auténtica
este
autoestima.
La persona con complejos es otra muestra de los problemas de la autoestima. Cuando esos complejos se instalan en el cuerpo y se hacen muy graves estamos hablando
de
un
Trastorno
llamado
Dismorfofobia.
El autor incluye en este apartado también el alcohol como un problema que involucra a la autoestima. Cuanto más negativa es la autoestima de una persona más probabilidades tiene de recurrir a cuestiones como el alcohol para olvidar la visión negativa que tiene de sí mismo. Además las personas con baja autoestima tienen muchos problemas para pasar a la acción y el alcohol es un inhibidor muy importante en este sentido. Además el alcohol suele tomarse en situaciones sociales y la presión social es un factor muy importante para las personas con baja autoestima. Sin embargo la autoestima tiene graves consecuencias a largo plazo. Por un lado se sabe que alrededor de un 98% de las personas alcohólicas sufrirá depresión en algún momento dado y altera mucho la autoestima de la persona dependiente. Las terapias que mejor funcionan de hecho con este tipo de pacientes son aquellas que demuestran tener unos buenos conocimientos de lo que es la autoestima y de cómo
trabajarla.
También las personas que han sufrido un trauma, físico o psicológico, tienen problemas graves con la autoestima. Por regla general cuanto más grave haya sido la agresión, más intenso es el trauma psicológico. Por ejemplo sabemos que las mujeres maltratadas tienen una autoestima mucho más baja que las que no lo son.
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Problemas
que causa la baja Autoestima
Tener una baja autoestima o una valoración negativa de sí mismo puede traer aparejados una gran cantidad de problemas, siendo algunos de los más habituales: •
La dificultad
para relacionarse con
los
demás y
para expresar
sus
sentimientos. Su temor a no sentirse aceptados dificultan sus relaciones con los demás. También es habitual que las personas con baja autoestima tengan problemas para poder comunicar lo que sienten y vergüenza de expresar sus opiniones. •
Tristeza y depresión. Las personas con baja autoestima tienen una mayor tendencia a sufrir de depresión, debido a que constantemente están sufriendo por no aceptarse a si mismos, por no ser lo que querrían ser o piensan que deberían ser y por el miedo constante a que los demás no les acepten como son.
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Problemas de aprendizaje. En algunos casos, sobretodo en los niños, la baja autoestimapuede provocar que se tenga dificultad para aprender. Esto se debe también en gran parte a que un niño con baja autoestima puede creer desde un principio que no es capaz. Por este motivo, puede bloquearse y hasta negarse a aprender por miedo a fracasar.
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Dificultad para alcanzar las metas y para establecer proyectos de futuro. La falta de confianza hace que se tengan pocas aspiraciones a lograr algo en el futuro. El miedo al fracaso y la constante sensación de que se va a fracasar pueden llevar a una persona que padece de baja autoestima a que no logre aquello que se había propuesto o que ni siquiera l o intente.
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Problemas de personalidad. Estos problemas son más comunes en los niños y en los adolescentes. Las personas con baja autoestima pueden tener dificultades para mostrar su verdadera personalidad por lo cual pueden terminar imitando a los demás para poder ser aceptados y evitar mostrarse tal y como son en realidad.
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Trastornos de alimentación. La necesidad de ser aceptados y de agradar a las demás personas puede ser tan fuerte que puede llevar a trastornos alimenticios por problemas de autoestima. Muchas personas pueden creer 25
que necesitan ser más delgadas para que los demás les acepten o que necesitan parecerse más a las estrellas y modelos de la televisión. La baja autoestima también puede ocasionar trastornos de ansiedad. •
Apatía y desinterés por casi todo en la vida. Muchas personas con baja autoestima pueden sentir que nada les despierta interés. En algunos casos, esto puede deberse al miedo a demostrar interés por algo, o al miedo a interesarse en algo y no obtener los resultados esperados.
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Problemas de maltrato físico y psicológico. Muchas personas con baja autoestima pueden dejarse maltratar y ser atropelladas constantemente por miedo a enfrentarse a las personas, o por miedo a imponerse y ser rechazadas. Es el caso de las relaciones de pareja en que una persona maltratada no consigue dejar al otro por miedo a quedarse solo y no ser querido.
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Dependencia económica, afectiva y laboral. Algunas personas pueden sentir que no son capaces de lograr nada por si mismas y por este motivo establecen un vínculo dependiente con otra persona para así sentirse seguras.
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Conclusiones La autoestima es el juicio que realiza cada ser humano de sus propios sentimientos, capacidades y conocimientos. Es la valoración de uno mismo. Se puede definir como amor propio. Cuando se tiene autoestima la persona siente que vale más, es bueno tener una buena autoestima ya que te tienes que querer tal y como eres cada personas tienes sus virtudes y cualidades que es lo que cuento, por lo cual te tienes que gustar a ti mismo tanto físicamente como interiormente. AMATE
La autoestima es una necesidad inherente, vital e indispensable, que debe ser desarrollada para el correcto crecimiento y realización humanos.
La Autoestima se forma desde la gestación, durante el período prenatal y en los años que siguen el nacimiento del niño, quien aprenderá, de acuerdo con lo que perciba en su entorno, si es apto para lograr objetivos y ser feliz, o si debe resignarse a ser común; uno más en una sociedad en la que vivirá posiblemente resentido, ansioso y funcionando muy por debajo de su verdadera capacidad. Los niveles de salud, éxito económico y calidad de relaciones, están frecuentemente relacionadas con una Autoestima fuerte. El desequilibrio, el caos en estas áreas, se puede vincular a una baja, débil o escasamente desarrollada autoestima.
La Autoestima es un recurso psicológico que permite que las personas se orienten hacia el bienestar y no hacia la autodestrucción. Sin embargo de manera
automática
y
poco
consciente,
acostumbramos
desarrollar 27
comportamientos que afectan y reducen de manera significativa nuestra calidad de vida.
Envidiar, criticar, maltratar, celar, quejarse, negarse a aceptar las cosas como son, evitar los cambios necesarios, trabajar compulsivamente, fumar o beber en exceso y actuar tímidamente o con apatía, entre otras conductas frecuentes, revelan desamor por uno mismo, pérdida del equilibrio de la mente y del cuerpo y, por consiguiente, la urgente necesidad de restablecer la Autoestima, que es la pieza clave para todo tipo de relación en nuestras vidas: paternal,
amorosa,
de
trabajo
o
simplemente
social.
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