Racionali Racionalismo smo arquitect arquitectónic ónico. o. Corrient Corriente e arquitect arquitectónica ónica nacida en Europa a raíz de las desbastadoras con consecu secue encias cias de la Prime rimera ra Guerra rra Mundia dial. El racionalismo centra su interés en una nueva estética que basa su fundamento en el uso de determinados materi materiale aless de const construc rucció ción, n, como como vía para para ponde ponderar rar arquitectónicamente una visu isualida idad técnica y estandarizadora, la que a su vez se convierte en rechazo a toda toda orna orname ment ntac ació ión n vací vacía a y grat gratui uita ta.. De mane manera ra gene genera rall las las obra obrass de arqu arquit itec ectu tura ra raci racion onal alis ista tass se cara caract cter eriz izan an por por el pred predom omin inio io de los los conc concep epto toss de estructura y función; por el uso de las formas geomé geométri tricas cas simple simpless con con crite criterio rioss ortog ortogona onales les y por la concepción dinámica del espacio arquitectónico.
INTERÉS •
Depuración de lo ya sobresaturado, dejando solamente lo esencial, lo práctico y funcional para cada situación.
Se entiende por racionalismo a la doctrina filosófica que afirma y sostiene la supremacía de la razón sobre la experiencia. El racionalismo es la absolutización de la razón. Rama de la arquitectura que se opuso a la ornamentación excesiva que se proponía en el Art Nouveau y que se desarrolló al finalizar la Primera Guerra Mundial. Dicho movimiento buscaba incentivar la construcción de formas simples y dinámicas que debían ser realizadas con materiales como el acero y el hormigón. Su concepción de los edificios se basa en el empleo de volúmenes geométricos elementales, proporcionados y armónicos. No hay elementos ornamentales porque las proporciones del conjunto y la distribución de los volúmenes que lo componen deben lograr una sensación estética, sin recurrir a los adornos. El racionalismo tiene como grandes representantes al suizo Le Corbusier y a los arquitectos de la Bauhaus.
Las transformaciones del Mundo contemporáneo obligaron a los arquitectos a enfrentarse a las nuevas necesidades derivadas de la industrialización y del crecimiento urbano. Tenían dos opciones principales, o mantener los modelos del pasado, o romper radicalmente con la tradición. En el siglo XIX la respuesta casi unánime fue la primera a través de los estilos historicistas. En el XX, en el contexto de las Vanguardias, se impuso la segunda opción, que algunos historiadores del arte denominan MOVIMIENTO MODERNO, otros ARQUITECTURA FUNCIONAL y algunos ESTILO INTERNACIONAL. Fue una tendencia compleja, poco unitaria, que comenzó a principios del siglo, alcanzó su cenit a partir de los años 20 y cerró su etapa más creadora con la Segunda Guerra Mundial.
Cubismo: Trata de representar los objetos en todos sus aspectos y reducirlos a simples elementos geométricos.(Principales figuras Picasso y Braque)
Expresionismo: Busca una fuerte valorización de la forma y el color, naturalismo de fuerza vital.
Neoplasticismo: La reducción que realiza la pintura a su más elemental expresión( rectángulos de colores primarios puros: rojo, azul y amarillo).
La prioridad de la planificación urbanística sobre la proyección arquitectónica. Predilección por las formas geométricas simples, con criterios ortogonales. Predominio de los colores rojo, azul, amarillo; más los acromáticos negro, gris y blanco. La racionalidad rigurosa de las formas arquitectónicas. La apelación sistemática a la tecnología industrial, a la normalización, a la prefabricación. Uso limitado de materiales como el acero, el hormigón o el vidrio. Bloques arquitectónicos elevados sobre pilares, planta baja libre. Fachada libre, independiente de la estructura. Ventanas longitudinales
Preponderancia de los conceptos de estructura y función. Empleo de los materiales modernos: el hierro, el acero, el hormigón
armado, el cristal, etc. Predominio de las formas puras y de los volúmenes geométricos
sencillos, cubo, cilindro. Ausencia de ornamentos. Concepción integradora del edificio en el entorno. Adecuación del edificio a la función, si resulta agradable estar en él,
ese edificio es bello. Empleo del color y del detalle constructivo en lugar de la decoración
sobrepuesta y gratuita. Relación entre el interior y el exterior. Apela constantemente a el vidrio o el cristal, que nos conecta
directamente con el entorno y la luz. Amplios ventanales. Los materiales se presentan al desnudo y los muros son
predominantes.
Arquitecto berlinés pionero de la arquitectura moderna y el más célebre representante del Racionalismo alemán. Fue el fundador de la Bauhaus, su primer director y autor de su Manifiesto, donde sostenía que el artista y el arquitecto debían ser a su vez artesanos para conocer los materiales y dominar las teorías de las formas y del modelado. Su oposición al partido nazi y la clausura de la escuela le llevaron a instalarse en Estados Unidos, en Harvard, donde fue profesor y director de la Escuela de Diseño. Acorde con el más puro Racionalismo, su obra se basa en el uso de los nuevos materiales y en optimizar el proceso constructivo para reducir costes y tiempo. Se caracteriza por el uso de estructuras metálicas finas; una exquisita simplicidad de formas con fachadas lisas y líneas definidas, sin adornos superfluos; grandes superficies acristaladas, cubiertas planas y formas ortogonales. Todas estas características quedan reflejadas en el edificio que creó para la segunda sede de la Bauhaus, en Dessau.
Escuela de Arquitectura y Diseño, que tuvo una enorme influencia en la arquitectura contemporánea. La fundó Walter Gropius, en el año 1919, en la ciudad alemana de Weimar. Gropius era un arquitecto de sólido prestigio, que había realizado ya algunas obras maestras como la Fábrica Fagus (1911).
Le Corbusier fue el sobrenombre profesional que adoptó Charles Edouard Jeanneret, pintor, teórico y arquitecto franco-suizo, considerado la principal figura mundial de la arquitectura moderna. El hombre tomado como colectividad será el centro de su preocupación y al igual que los grandes tratadistas de la Antigüedad o del Renacimiento sentirá la necesidad de establecer proporciones y cánones a partir de las medidas humanas que fijen las dimensiones estandarizadas de todos los objetos, pasando, naturalmente, por la vivienda. Estas reglas quedan recogidas en su obra teórica “Le Modulor”, y en ella se fijan las proporciones que permiten construir armónicamente desde un sello de correos a una ciudad.
Le Corbusier planteaba sus viviendas como máquinas para vivir el hombre. Su tarea se distinguió por haber reducido las formas arquitectónicas a las más puras y esenciales: el cuadrado en superficie, y el cubo y el cilindro desde el punto de vista volumétrico. En 1926 Le Corbusier publicó Architecture d'époque machiniste , libro en el que sistematizó los principios básicos de la arquitectura funcionalista: el empleo de pilotes, la planta libre, la fachada libre, la ventana a lo largo de toda la fachada -ventana cinta, y la terraza-jardín plana. Además, Le Corbusier fue capaz de aplicar los conceptos funcionalistas en el terreno urbanístico, en las iglesias y en las viviendas de pisos de las grandes ciudades ( tan utilizados en la actualidad), utilizando como principal material el hormigón visto. “
”
La villa Saboya (castellanización de Ville Savoye, nombre de la fami-lia que encargó la vivienda) es la obra maestra de Le Corbusier y uno de los edificios más influyentes del siglo XX. Podemos decir que se convirtió en el modelo de villa suburbana de la época contemporánea.
El edificio se encuentra situado en medio de un jardín, que puede verse desde la vivienda a través de sus grandes ventanales. Se eleva sobre delgados pilotes de acero.
El edificio tiene planta rectangular, con tres pisos que se elevan en altura. En la planta baja, entre los pilotes, se sitúa el garaje y la zona de servicio. En el centro se inicia una rampa que asciende a los otros dos pisos y que es el elemento en torno al que se articula el edificio. En el primer piso el elemento central es una gran terraza-jardín, alrededor de la cual se sitúan el salón, la cocina y las habitaciones. En la azotea, el edificio cuenta con un solárium y otra terraza. A través de una fina pantalla de hormigón se obtienen hermosas vistas del paisaje circundante.
El Pabellón de Barcelona , obra simbólica del Movimiento Moderno, ha sido estudiado e interpretado exhaustivamente al tiempo que ha inspirado la obra de varias generaciones de arquitectos. Fue diseñado por Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969) como pabellón nacional de Alemania para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Construido con vidrio, acero y distintos tipos de mármol, el Pabellón se concibió para albergar la recepción oficial presidida por el rey Alfonso XIII junto a las autoridades alemanas. Tras la clausura de la Exposición, el Pabellón fue desmontado en 1930. Con el tiempo se convirtió en un referente clave tanto en la trayectoria de Mies van der Rohe como para el conjunto de la arquitectura del siglo XX. La significación y el reconocimiento del Pabellón llevaron a pensar en su posible reconstrucción. En 1980, Oriol Bohigas impulsó esta iniciativa desde la Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, e Ignasi de Solà-Morales, Cristian Cirici y Fernando Ramos fueron los arquitectos designados para la investigación, el diseño y la dirección de la reconstrucción del Pabellón. Los trabajos se iniciaron en 1983 y el nuevo edificio se inauguró en 1986 en su emplazamiento original.
Materiales Cristal, acero y cuatro tipos distintos de piedra (travertino romano, mármol verde de los Alpes, mármol verde antiguo de Grecia y ónice dorado del Atlas) fueron los materiales utilizados en la reconstrucción. Todos ellos de las mismas características y procedencia que los utilizados inicialmente en 1929. La originalidad de Mies van der Rohe en el uso de los materiales no radica en la novedad de los mismos sino en el ideal de modernidad que expresaban a través del rigor de su geometría, de la precisión de sus piezas y de la claridad de su montaje.
La silla Barcelona Mies van der Rohe diseñó, especialmente para el Pabellón, una silla a base de piel y perfil metálico que, con el tiempo, se convirtió en un icono del diseño moderno. Prueba de ello es que la silla Barcelona es un modelo que todavía se produce y comercializa en la actualidad.
Elementos decorativos:
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Las características de la arquitectura orgánica son las siguientes:
Los materiales a usar debieran ser fundamentalmente materiales naturales y en su estado más natural posible, usando si se puede, materiales del entorno. También pueden ser materiales reciclados (naturales o industriales)
La concepción espacial y formal de la obra debe estar en armonía con su entorno y aceptar cambios y modificaciones
La habitabilidad de la obra, debería considerar sistemas de calefacción o ventilación de bajo consumo energético, tales como energía solar, energía geotérmica, etc., con una buena aislación en sus muros, ventanas y techo.