DEDICATORIA Gianni, Alexio, Nikko atrizzio. No les tengan miedo a los perros que ladran, po porqu rq ue más grand rande es el que está en ustedes, que el que está afuera.
AGRADECIMIENT Millones de gracias a m Creador, que tuvo compasión de mi vida y me poda cada ve que cree en mí. Gracias a m esposo Do Donnie, que tiene el corazón de Dios para amarme, aguantarme y mirar lo mejor en mí. A mis hijos Gianni, Alexio, ikkolas y Pat Patrizzio rizzio; todos los
días amanezco pensando en sus caritas que me hacen loquita. Agradezco también po porqu rq ue no son son eg egooístas stas y comparten a mamá con el mundo. A mi papi y mami, que se las arreglaron con doce hijos -¡no sé cómo lo hicieron!-. Gracias po por darme a Jesús: esús: con considero sidero que esa fue la mayor herencia. Gracias a mis once hermanos
y hermanas: El Eli, L ilian, Karina Ka rina,, L inda L uz, D avid vid Kar Ka ren, Raquel, el, Esth sther, er, Ángel, el, Ezek Ezekiiel, el, y Keila, Keila , los quiero un montón. A mis queridas lindas cuñadas. Gracias por ser parte de nuestra familia. A mis cuñados que no los aguanto po por ¡car carillero leros! s! Los quiero mucho y gracias por ser parte de nosot nosotro ros. s. A mis lindos sobrinos y
sobrinas, gracias por quererme mucho y considerarme su “tía favorita.” A mis suegros Mariano y Ruth, gracias po cuidarme a Nikko para que pu pudier iera terminar erminar este este libro. Sólo ustedes tienen la energía. Gracias a todos los que me han marcado de una manera inolvidable en este tiempo de mi vida y a todos los que han creído en mí
incondicionalmente.
INTRODUCCIÓN Un día llevé a mi perro a un parq parquue can canino y me di cuent cuenta de que, cuando uno ladraba, todos empezaban a hacerlo. Otra cosa que observé fue que los perros que ladraban, eran los más pequ pequeño eños, s, tanto así que el máximo daño que me haría uno, si me mordiera, era
romperme el zapato. Un día alguien me dijo: “Annette, no te preocupes cuando los perros estén ladrando; preocúpate cuando ya no lo hagan.” No me malinterpreten. A mí me gusta el silencio, pero aquel que existe cuando uno se va a dormir y la televisión está apagada; o cuando me subo a un avión y no hay una
perso personna a mi lad lado a quien le guste cantar; o cuando voy al cine y una mamá no lleva a su niño de dos años a ver una pel pelíícula de susp suspenso enso.. P ero e silencio intencional de la vida es al que le tengo miedo. No po podría vivir con ese tip tipo de silencio. Cuando voy a un Starbucks pi pido un café café late ate de caramelo caramelo con hielo, siempre me lo
entregan sin revolver bien. Al pro probbarlo así, así, no le encuentro encuentro el sabor a caramelo. El “café late de caramelo” recibe su nombre porque parte de la bebid bebidaa debe tener el sabor a caramelo; entonces, cuando po por fin lo revu evuel elvvo, toma el sabo saborr de d e su su prop propósi ósitto. Así, desde que nacemos hast llegar a cierta edad, nuestro pro proppósito sito está está fijo y el sabor sabo r
que le vamos a dar sólo se pu puede prob ro bar cuand cuando empezamos a revolver. Infortunadamente, he sido testigo de personas que hasta edad madura no han tenido el valor de revolver el sabor que Dios ha puesto en ellos desde el principio. El Salmo 139:1 nos dice: “...Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo a estaba escrito en tu libro; todos mis días se estaban
diseñando, aunque no existía uno solo de ellos” ll os”.. En otra alabras, Tú, mi Creador, ensaste en mí; Tú me inventaste con el sabor de Tu deseo; Tú me nombraste usiste mi nombre en un menú para que el mundo udiera ver mi sabor. El temor más grande que sufre una persona no es morir, sino el deseo de siempre querer
complacer a los demás. Po eso, muchas personas no quieren despertar la atención de los demás, pues no desean ser lastimados o juzgados, sino que prefieren la muerte antes que escuchar algo negativo. Muchos de los suicidios ocurren porque alguien no pudo complacer a otro. Hay que ser valiente, po ponerse de pie y deci ecirle al mundo que va a causar una
revolución con el propósito con que usted nació y no con aquel que el mundo le quiere imponer. Valentía significa decirles a los demás que lo han manipulado o lo están haciendo, y pedirles que lo excusen, pero que tiene un negocio (propósito) con su Padre. Padre. Jesús Jesús tuvo tuv o que deci decirle a su familia y a la gente que lo rodeaba que Él tenía negocios con su Padre y que, por lo
tanto, nada lo iba a distraer. Si los perros no le ladran, no quiere decir que lo quieren; sólo quiere decir que usted no es importante, en otras pal palabr abras, as, que no les les quita el sueño. Pero como alguien me dijo: “al árbol con más fruto es al que se le da pedradas”. Cuando usted toma la form de un árbol con potencial, todos lo mirarán y lo
estudiarán. Cuando crece logra tener abundante fruto y lo comparte, empieza a incomodar a los árboles que desean ser como usted. Unos admirarán y aceptarán el sabor de su fruto; otros probarán, pero pero lo vomitarán mitarán,, y otros nunca lo probarán, pero siempre lo juzg juzgarán. arán. Tenemos enemo s que estar preparados para dos cosas: o que nos digan que sigamos adelante, o o que nos
traten de tumbar. Una muy querida amiga me dijo que anhelaba vivir su pro proppósito sito, pero que primero necesitaba ser perfecta. Yo le señalé que esa era la mentira más grande que alguien le había inculcado, pues para po poder materia materiallizar su pro proppósito sito, no se requ requiere perf perfec ecci cióón, sino obediencia. ediencia. Si Si se piensa que se debe ser
perf perfec ectto para empez empezar ar,, entonces hay que considerarlo una pérd pérdiida. Cu Cuand andoo Dios l habló a Moisés, éste estab lejos de la perfección. Cuando Dios decidió poner a Davi po por rey, rey, éste éste tambi ambién estaba estaba lejos de la perfección. Mientras Pablo mataba e pro proppósito sito de otros, ro s, deci ecidió tomar el suyo. Dígame: ¿quién que haya marcado la historia, primero primero vivió una vida
perf perfec ectta? Cuando usted empieza a vivi aquello para lo cual fue creado, es feliz, y la felicidad le da claridad y lo acerca a su Creador.
El silencio misterioso Como todo buen árbol, uste también necesita su tiempo de recuperación. El que entiende
agricultura, sabe que hay tiempo de cosechar y tiempo de recuperar. Si tiene un huerto de árboles de fruta, hay un momento en que usted va a tener trabajadores recogiendo para para una gran cosecha. cosecha. Después de que ya queda todo árbol sin fruta, entonces se empieza a abonar, a cuidar y a prep preparar arar para la próx ró xima temporada. Habrá momentos en nuestra vida en que vamos
a tener que aceptar una recuperación. Yo llamo a esto “el silencio misterioso”, que es cuando ya no escucha nada po por un instante y siente que todo a su alrededor se ha desaparecido. En tanto no ve nadie, siente una paz y tranquilidad que le indican que todo está bien. Yo creo que este momento es cuando Dios le dice: “Ven, chiquito, sólo tú y Yo.”
Cuando David sentía qu estaba solo, era precisamente cuando Dios necesitaba su atención completa. Habí cosas que David debía cambiar antes de seguir su camino. Dios le puso un alto como disciplina porque lo amaba, no porque lo odiara. Él conocía su corazón; se acordó de que lo había creado del lodo, y que habría momentos de rebeldía y de
confusión. Juan 15:2 dice: “Toda rama que en mí no da ruto, la cortará; pero toda rama que da fruto, la podará ara que dé más fruto todavía”. David daba frutos, pero pero lleg llegóó el momen momentto en que ciertas ramas ya no producían, de modo que Dios tuvo que po podarlo por comp completo. leto. Recuerdo que, de pequeña, en nuestra yarda había un árbol
muy grande y verde. A mí me encantaba jugar debajo porque me daba sombra; sin embargo, una mañana que me asomé po por la ventana, v entana, vi que mi papá estaba cortando las ramas, al pu punto de que parecía arecía una mano con 200 dedos (deshojados po por comp completo eto). Me dolía cada vez que veía mi papá tirando al suelo las ramas con hojas verdes. Po fin, bajé y le reclamé por qué
hacía esto. Respondió que todavía no había dado lo máximo y que la única manera de que lo hiciera sería podarlo todo. Yo me enojé y no entendí. Con el tiempo, e árbol empezó a crecer de una manera increíble; incluso, había dejado atrás a todos los demás árboles en altura. E color que tenía antes, aunque era verde, no se comparaba con el que le había salido.
Llegaron los meses de tormentas que siempre tenemos en Arizona, y cuando despertamos en la mañana, todos los árboles habían sufrido daños. El único árbo que quedó en perfecta condición, era el árbol que mi papá papá había podado ado.. Los corte cortess no sólo ayudaron a que fuera un árbol más atractivo, sino también a que tuviera la fuerza para para sop soportar las temp tempest estades. ades.
Dado que vivimos en un mundo imperfecto y que durante el transcurso de nuestro camino no somos perf perfec ecttos, Dios necesi ecesitt rescatarnos a tiempo. Tal vez usted es una persona que ha vivido su diseño, pero repentinamente se ha encontrado con una luz roja que, por alguna razón, no cambia a verde. Entonces se siente desesperado, a punto de
volverse loco, pues está acostumbrado a manejar a alta velocidad. Es tiempo de darse cuenta de que todo lo que pasa pasa tiene tiene una razó razón y nada sucede por coincidencia. Cada ser humano necesit retos para sobrevivir. Cuanto más alto suba en su diseño, más fuerte los perros van a ladrar. Cada vez que Dios decida podar sus ramas, lo
hará para que ascienda a otro nivel y, como el árbol que aguantó la tempestad, usted también soportará los ladridos. Nun Nunca olvide que por cada nivel de ascenso, se requiere po podar, ar, pues mien mientras más alt alto vuele, más fuerte será el viento. Con el tiempo he aprendido pedirle pedirle a Dios que cort corte de m
todo lo que me esté pudriendo y distrayendo de mi objetivo espiritual. Yo le pido todos los días que quite de mí todo lo que no me haga falta si es por amor a Él. Muchas veces m pregun pregunta tabba la razó razón por la cual nos cuesta tanto encontrar y hacer lo que nos apasiona. Después de tantas reflexiones, me di cuenta de que sólo había una explicación: es necesario un cambio. Pocos
nos atrevemos a enfrentar la vida porque para ello se requiere cambiar; además estamos cómodos en un área de rutina, quizá pensando que eso es lo mejor, porque no se tiene que arriesgar nada. Pero lo cierto es que, aunque pensemo pensemoss que no se está está ugando nada, en verdad se está arriesgando todo, porque si lo que hacemos no da fruto, esto será cortado.
Aprenda a ser feliz en cualquier situación en que esté. No mire atrás, sólo haci adelante. Deje el pasado y cure sus heridas con el futuro lindo que le espera por delante. Acuérdese de que escuchar los perr perroos ladrar adrar es la indicación de que se dirige rumbo a su destino original.
Capítulo uno
COMPLICADO Escuché una historia mu interesante un domingo en la mañana. Un padre construyó un pisci piscinna en su yar yarda, da, pero pero su hi hijo no sabía nadar. Por tanto, sentía temor de que algún día se podría ahogar. Siempre con esa preocupación, el hombre se levantó una mañana y trajo a un maestro profesional para enseñarle a su hijo a nadar. Infortunadamente, el maestro no
tuvo éxito. El padre se metía al agua con el hijo para intentarlo una y otra vez, en vano, pues él insistía en no soltarlo en las orillas de la pisci piscinna, de modo qu quee no había abía nada en este mundo que pudiera darle la confianza de nadar. Una mañana se le ocurrió al padre llevar a su hijo a la piscina nuevamente, pero esta vez él iba con otro plan. Mientras el pequeño se preparaba, el padre se le acerca y con firmeza en sus ojos le dice: “ Hij Hijo, yo sé que no te va a gusta gusta
lo que voy a hacer, pero sólo recuerda que yo te amo; aquí estoy ”. En ese momento, no me voy a ir ”. el padre tira al hijo en medio de la part parte más on onda da de la pisci piscinna y el chico, en medio del terror y furor, empieza a gritar y llorar, mientras el padre le dice: “¡ Aquí Aquí estoy est oy,, sólo sólo nada!”. Entonces el hijo empieza extender los brazos y hacer el movimiento adecuado hasta que llega adonde está su papá. ¿Uste cree que el hijo estaba contento co su padre cuando salió de la
pisci piscinna? Para ara nada. Más bien bien m imagino que le dejó saber qué ta molesto estaba y no le quiso hablar por un tiempo. empo. Pero ero lo l o buen buenoo es es qu quee esta historia termina con que el hijo apren aprendi dióó a nadar. adar. Muchos de nosotros ahora nos encontramos en esta misma situación. Nos sentimos como si nuestro Padre nos hubiera dejado e medio de lo más hondo del mar. Y lo más cruel es que no entendemos el porqué.
Uno de mis pasajes favoritos y que me es fácil relatar está en Mateo, cuando Jesús se les apareció a sus discípulos en la noche, mientras ellos estaban en su barco en medio del mar. Los discípulos pensaro que era un fantasma, pues viero que Él caminaba sobre las aguas. Jesús les dijo: “No tengan miedo, soy yo!”. yo!”. La respuesta de Jesús fu muy simple como para el miedo que ellos sintieron. Pero como el se humano tiende a complicarse la vida, Pedro no se conformó con S
respuesta. Para él tenía que ser más complicado de entender algo ta fácil. Entonces el discípulo le preg preguntó: “Si eres tú, dime que venga y camine sobre el agua hacia ti”. Y Jesús le respondió: “Ven”. Pedro se bajó del barco empezó a caminar sobre el agua y, cuando empieza a ver las grandes olas y la fuerza del viento, comienza a hundirse y grita: “!Señor, sálvame!”. Lo más fácil hubiera sido que Pedro creyera aprovechara el poco tiempo co
Jesús, porque claramente se les apareció para decirles algo importante. “Nosotros mismos causamos los atrasos y complicaciones de cosas lindas que nuest nuestro ro Dios nos quiere mostrar”.
Puesto que Dios es nuestro Creado y sabe exactamente lo que necesitamos para crecer, Él va a traer a nuestras vidas lo que necesitamos para madurar y aprender la razón por la que
estamos aquí. Desde los trece años, yo empecé a preguntarme por qué estaba en esta tierra. No me conformaba con ir a la iglesia, regresar a casa y esperar el próxi próximo domi domingo. En mi men entte siempre estaba esa duda y, aunque ya no quería pensarlo, nunca dejaba de preguntarme el porqué. Para empezar, entre nosotras las mujeres es muy común tener algo fácil y convertirlo en algo complicado. Siempre me h causado risa cuando una mujer se
pone pone la corbat corbataa y con much choo orgullo le dice a un hombre que ella puede puede hacer diez diez “cosas” “cosas” a la vez y el sólo una. Pero lo que no contamos es que a la tercera “cosa” ya estamos demasiado estresadas, con el cabello parado y ojeras pesadas, pesadas, y segu seguimos con la cu cuar artta, quinta, sexta, etc., y para cuando llegamos a la décima, ya tenemos todo el maquillaje en el cuello. De ninguna manera niego que Dios hiciera a la mujer con esta habilidad de multitárea, pero por
más dulce que algo esté, nos gusta añadirle algo amargo. En esos momentos en que Dio estaba definiendo mi vida, podía ver la superficie del mar que es lo que indica que todavía podía ver la luz, pero simplemente todavía no podía estar por en enci cim ma del ag aguua. Mis necedades me impedían darme cuenta de cuánta fuerza existía e mí para avanzar y aprender a nadar. Ya había vivido mucho tiempo en medio de mis lástimas, de modo que se me hacía más fácil vivir de
esa manera. Dios tuvo que echarme al agua y tratar conmigo de esa forma porque era lo único que me haría despertar para empezar a vivir lo que Él había propuesto desde antes de que naciera. A cada uno de nosotros Dios le d exactamente lo que necesita para avanzar. David nos dice en unos de sus Salmos:
“Tus ojos vieron mi cuerpo en gestaci gest ación, ón, todo estaba est aba ya escrito en tu libro; todos mis
días se estaban diseñando, aunque no exista uno solo de ellos”. Hoy en día vivimos en un mundo e donde no queremos batallar, sino que buscamos lo que es más fácil, aunque no tenga nada que ver co nuestro propósito. Si Dios escribi un libro con el diseño de su vida, quiere decir que hay un patrón que seguir. Aunque para muchos es difícil creer y comprender que hay momentos de
complicaciones escritas en el libro que Dios diseñó para nuestras vidas, éstas se han escrito para llegar a nuestro propósito. Muchos “cristianos” creen que cuando algo difícil le llega a otro creyente, esto sucede porque no estamos en bie con Dios. En consecuencia, l prim pri mero ero qu quee hacen es juzgar y preg preguntarse arse qu quéé es lo qu quee esta person personaa ha ha hech hechoo mal mal.. Cuando los discípulos le preg preguntaron aron a J esús por qu quéé el ciego había nacido en esa
condición, lo primero que pensaro era que él o alguien en su familia había hecho algo mal.
“Y pasando Jesús, vió un hombre ciego desde su nacimiento. Y preguntándole sus disc discíípulos, pulos, dici diciendo: endo: ‘Rabbí, ¿quién pecó, éste o sus padres, padres, para que naciese naciese ciego?’, respondió Jesús: ‘Ni éste pecó, ni sus padres; mas sucedi sucedióó est esto para que las obras de Dios se manifiesten en él. Conviéneme obrar las
obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede obrar. obrar. Entr ntre tanto anto que estuviere en el mundo, luz soy del mundo’. Esto dicho, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo sobre los ojos del ciego, y díjole: ‘Ve, lávate en el estanque de Siloé (que signi si gniffica, si lo interpr nterpret etar ares, es, Envi Enviado)’. ado)’. Y fue entonces entonces,, y lavóse, y volvió volvi ó viendo”. viendo”.
El hecho de decir que se le sirve Dios, nuestro Creador, no signific que cada momento de nuestra vida sea un jardín de rosas sin espinas. En el momento en que decidimos hacer la voluntad de nuestro Dios, emprendemos un nuevo camino rumbo a nuestro destino original. Incluso las complicaciones que pasam pasamos son predestin predestinadas adas y fu fuero ero establecidas para nuestro bien, aunque otros o nosotros mismos no lo entendemos. Las
complicaciones
que
nos
ocurren cuando estamos en nuestros caminos rutinarios, son para nuestro bien bien cu cuan ando do Dios Dios nos interru errum mpe para para su propósi propósito. J esús esús nos dij dijo que si lo amamos y obedecemos sus mandamientos, todas las cosas que nos sucedan, sean buenas o malas, nos ayudan para bien. “ Ahora Ahora bien, bien, sabemos que Dios Dios dispone dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, aman, los los que han sido sido llam ll amados ados de acuerdo con su propósito”. Lo que hace toda la diferencia e nuestras vidas es amar a Dios. Est
fue Su primer mandamiento; “amar a tu prójim prójimo” fue el segundo. “Y Jesús le dijo: ‘Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el prim pri mero ero y el grande mandamiento. Y el segundo es semejant semejantee a éste: ést e: Amarás a tu próji prój imo como como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profet prof etas”. as”.
Esto es todo lo que nos pidió nuestro Creador. Imagínese estas dos cosas que no son difíciles y, sin embargo, no hemos podido capturar . Hay algunas personas que no me caen, y, aunque no estoy obligada por Dios a estar cerca de ellos, ¡sí estoy obligada a amarlos! Estoy completamente segura de que estas personas existen en mi vida porque porque Dios Dios está qu quer eriien endo do defi defini cada aspecto de mí. “En “En esto consi consist stee el amor a Dios: en que obedezcamos sus
mandamientos. Y estos no son difíciles de cumplir”
¿Se ha puesto a pensar por qué est aquí? La razón es porque tenemos que empezar a detallar nuestro existir. Yo no entiendo cómo el ser humano puede vivir en una rutina sin saber adónde va. Nos preocu preocupam pamos os demasi demasiado ado por lo qu quee podemos podemos log ogra rarr un día, día, si preocu preocupar parnnos por qu quéé efecto efecto va a tener para nuestro futuro. Hay u dicho famoso que dice: “Se vive u día a la vez”; por una parte tiene
razón, pues no hay que estresarnos por cosas cosas qu quee están están fuera era de nuest estro control. Sin embargo, por otro lado tenemos que vivir cada día si olvidar el que viene. En efecto, escuché a alguien decir: “ Tu día de ayer refleja tu día de hoy”. Eso es verdad. Lo que estás viviendo ahora puede ayudar el mañana o cancelarlo. En Efesi Efesios 3:20 3:20 dice:
“Al que puede hacer muchísimo más que todo lo
que podemos imaginarnos o pedir pedir, por el poder que obra eficazm efi cazmente ente en nosotros”. En cada uno de nosotros está un habilidad de luchar porque el humano está hecho para querer triunfar. Cuando nos percibimos inútiles, nos sentimos mal porque queremos ser productivos, pero no queremos hacer el trabajo que se requiere. Cuando yo tenía dieciocho años, recuerdo que estaba sentada
escuchando una de las predi predicaci cacion ones es de mi papá. Me sentía un poco desorientada porque la vida no me estaba resultando como había querido. Sentí que alguien me tocó el hombro y me entregó un papelito blanco. En s interior estaban escritas las palabr palabras as:: “ No le digas digas a Dios Dios qu rande es tu problema; dile a tu roblema que grande es tu Dios”. Cuando me di la vuelta para ve quién me lo había entregado, miré a mi querida tía con una sonrisa que
me dijo todo. La realidad es que no queremos enfrentar nuestras montañas porque se nos hace mucho trabajo tener que subir. Optamos por vivir en nuestra zona confortable o de comodidad, en donde no debemos dar cuentas de nada, y preferimos presentar u millón de excusas para no tener que fallar. En efecto, algunos de nosotros podemos ver la superficie del mar y otros ya tenemos la cabeza afuera, pero infortunadamente muchos ya ni ve
la superf superfic icie ie.. Una de las respuestas más comunes para para no inten enttar subi subirr a esa superficie en la vida es el miedo. Este sentimiento proviene de s enemigo, quien lo usa para que usted no pueda triunfar en la vida.
“Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza”. (2 Timoteo 1:7) Está en nuestra naturaleza quere hacer algo con nuestras vidas, pero
no con miedo, sino con fortaleza, amor y templanza. Cada vez que recuerdo esos momentos en que sentía que me ahogaba, suelto una sonrisa porque basta mirar el pasado pasado para para recordar ecordar mi espíritu de Fortaleza. Dio siempre estuvo allí aun en mis momentos difíciles. Aunque la cosa estuviera complicada, estaba ya escrito en el libro de mi vida que yo iba a pasar por esos momentos. Dios estuvo allí y no se apartó, pero pero se requ requiirió una part parte mía qu quee
es el dominio propio (templanza). Dios quiere que todos tomemos l decisión de vivir en triunfo con Él, que tengamos fe y que, aunque el mundo se nos caiga encima, perm perman anez ezcam camos os ín í nteg egrros.
Santiago Santi ago 1:3-4 dice: “Pues ya saben que la prueba de su fe produce produce constanci const ancia. a. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfect perf ectos os e íntegr ntegros, os, sin si n que les falt faltee nada.” nada.”
Siempre he afirmado que los momentos lindos son para hacernos sonreír y los difíciles, para hacernos fuertes. “Los “Los momentos momentos lindos lindos son para para hacerno hacernoss sonreír y los difí difícil ciles, es, para hacernos hacernos fuert fuertes es”. ”.
Sé que muchos han escuchado es anécdota de los dos hombres flojos que estaban sentados debajo de u árbol de naranjas. Uno de ellos le dice al otro: “Mira esas naranjas ricas. ¡Mmm, se ven mu
sabrosas!”. El otro señor le contesta: “Huy, ojalá que alguien se subiera para darnos unas para quitarme la sed”. El primer hombre le responde: “Sí, pero ¡quién nos las va a pelar!”. Muchos piensan de esta misma forma. Buscan las maneras más fáciles de hacer las cosas y así triunfar, pero sin tener que trabajar. Es fácil decir que todos queremos ganar y triunfar, pero pero no todos estamos estamos dispu dispuestos estos a intentarlo. “Todos queremos el pan caliente,
pero nadie nadi e lo lo quiere quiere hornear. Todos odos deseamos llegar l legar a la la superficie superfici e del mar, mar, pero no no todos queremos nadar”.
Recuerdo mi tiempo de mam soltera. Se me hacía todo mu difícil, pues aunque me gusta hacer mi trabajo perfecto, me tocaba sola. Me quedaba con un proyecto mitad del camino y me estresaba no poder term erminarl arlo: si no era era un una cosa cosa con los niños, era otra con el perro. Yo le pedía a Dios que me ayudara porque porque sent sentía qu quee me ah ahog ogaba. aba.
Recuerdo que una noche decidí acostar a los niños temprano para tratar de avanzar con mi trabajo; de pront pronto, vin vino mi hijo Alex Alexiio y me insistió en que escuchara un chiste que me quería contar. Yo, en mi modo de “mamá”, le dije que ya era hora para acostarse y que al día siguiente me lo podría contar. Co su carita triste se fue acostar, lo que me hizo sentir muy mal. Entonces empecé con mi trabajo, pero el estrés no me dejaba continuar. De repente algo me dijo: “Escucha el
chiste”. La verdad, me dio ris porque porque fue muy au audi dibl blee esa voz voz.. Seguí trabajando y de pronto volvió la voz a ordenarme: “Escucha el chiste”. Así pues, fui con mi hijo y le pedí pedí qu quee me me con conttara ara el el ch chiiste: Era un hombre que había salido al mar en su barco; después nota que el agua empieza a entrar por una hendidura. Él pronto empieza empieza a echar el ag agua ua al mar con una vasija y se da cuenta de que poco a poco se está hundiendo. Pasa un barco y sus tripulantes miran que él está
en problemas y le ofrecen ayuda, pero el hombre les dice: “¡No, gracias, Dios me ayuda!”. Se fue el barco que le ofreció ayuda y el señor en su desesperación sigue echando el agua al mar con su vasija. Entonces llega otro barco y le ofrece la misma ayuda que el anterior; él les responde: “¡No, gracias, Dios me ayuda!”. Finalmente, el señor se cansa, se da por vencido y se hunde en el mar. Luego llega al cielo, mira a Dios y le dice: “¿Por qué no me ayudaste? Yo te rogué y
rogué, pero nunca viniste a mi auxilio”. Entonces Dios lo mira con una media sonrisa y le pregunta: pregunta: “¿Q “¿Q uién uién crees que mandó esos barcos a tu auxilio?”.
Es un chiste, pero tiene oculta un verdad: ¿cuántos de nosotros queremos ver algo de otro mundo para para cambi cambiar ar nuestra fe neg egat atiiva a fe positiva? No encontramos solución para nada porque queremos que todo venga como u relámpago del cielo. No creemos e Dios; sólo expresamos fe de
palabr palabraa porque porque pen pensam samos os qu quee eso es suficiente. En efecto, hay tantos que pensamos que ir a la iglesia y levantar nuestras manos va a cambiar nuestra relación con Dios. Seguimos diciéndole: “Ayúdame”, pero pero no qu quer erem emos os hacer esfuer esfuerzzo alguno ni empezar a cumplir los dos mandamientos que nos legó. Deseamos que todo mundo se porte bien bien con nosotr osotros para para poder amarlos, pero simplemente con una volteada de ojos que nos hacen nos enfurecemos y nos portamos como
ridículos. Anhelamos que todo sea fácil, pues sabemos que Dios es perf perfecto así como como todo lo qu quee hace, que Él nunca se equivoca y que É es la perfección del amor; pero Él nunca le va a hundir a usted u botón botón para para qu quee lo ame: ame: no somos somos máquinas. El amor hacia Dio saldrá de sus propias fuerzas; por esa razón, cuando mire un árbol co naranjas ricas, usted va a tener que pelar pelarllas, pu pues es el dif difícil cil trabaj rabajoo de crear el árbol de naranjas ya fue hecho por Dios.
Todos los días el Señor le comprueba cuánto lo ama para que usted lo pueda amar y confiar en Él de todo corazón. Mi hijo vino contarme un chiste, pero esa e verdad era la solución a mi problem probl ema. a. En efect efecto, o, en ese momento recibí una llamada de u amigo que me brindó su ayuda; si le hubiera dicho: “No, gracias”, aú estaría esperando un relámpago del cielo para que hiciera mi trabajo. Cuántas veces le dije a Dios: “ No, racias”, cuando intentó sacarme
de una situación; sin embargo, en mi torpeza me seguía complicando la vida porque así es como estaba acostumbrada a vivir. Cuántas veces Él ha querido enseñarle usted a nadar y como un niño mimado le dijo simplemente: “¡No!”. Cuántas veces ha rechazad Su ayuda cuando le pidió, porque esperaba una luz que le encandilara y no miró la ayuda. Recuerdo que una persona vino mí después de un concierto y me dijo: “Annette, me encanta t
música; me has inspirado y por medio de tus canciones he podido recuperar mi relación con Dios, ero…”. Allí la paré y le dije que todo lo que me interesaba saber era que su relación con Dios estab afirmada. Yo sabía que estaba por seguir con algo negativo por la forma en que me saludó con s mano, pues sentí su espíritu; entonces, si le hubiera dado la oportunidad, ella habría dicho cosas que no serían buenas para ella y mucho menos para mí. Dios
ya le había dado una solución a s problem probl ema, a, pero pero era era demasi demasiado ado fácil áci l la forma en que ella consiguió la restauración que le pedía a Dios. Por esa razón, esta persona l cuestionó y la complicó. Tal vez esperaba una respuesta que incluyera fuego, pero Dios le mandó una cantante chaparrita que sólo sólo exis existte por la grac gracia ia de Dios Dios.. ¿Por qué será que complicamos todo lo de Dios, aunque todas Su cosas son fáciles? Parece como que ponem ponemos os más empeño empeño en trat ratar de
ver cómo complacer al humano, más que a Dios. Por esa razón busca buscam mos solu solucion ciones es en televi elevisi sión ón,, internet, e incluso en el barrio, pero amás alguien nos puede complacer perm perman anen enttemen ementte. Vivim vimos con u vacío en nuestro corazón por el deseo de más, pero por alguna razón no podemos llenarlo. Confiamos más en la respuesta del hombre que en la de Dios y luego nos enojamos con el Señor cuando Él no fue el que nos dio el consejo. Así pues, es tiempo de afirmarnos
Dios y de detener toda hipocresía. Él conoce cada aspecto de su vida, es el Dueño de su vida, sabe de dónde viene y adónde va, conoce s corazón y sabe lo que usted está pensan pensando do y con qu quéé inten enci ción ón hace lo que hace. Podemos pretender toda la vida aparentar que estamos bien y que tenemos todo definido, pero a Dios no lo podemos engañar. En el momento en que me importe más lo que la gente diga de mí, entonces habré perdido mi identidad
original. Por tanto, usted siempre debe ser lo que Dios quiere que sea, no lo que el humano quiera. Él es su Creador, su dueño, el que lo puso puso en esta tierra erra con un un propósi propósito y siempre debe estar agradecido con Él. Yo no pretendo tener una vida perf perfecta, sin si n ten enttación ación,, en don donde de todo es fácil. ¡No! Pero soy hija d un Rey que me ha perdonado y me ha salvado; y lo más lindo de todo es que a pesar de que usted y yo nos desacreditemos, Dios no hace eso
con nosotros osotros.. l cree cree en usted todos los días, sabe cuánta disposició está en usted para alcanzar las montañas altas que mira por s ventana y para andar en caminos pedreg pedregosos osos y larg argos qu quee nos identifican. Dios quiere ver e nosotros el querer y no sólo el desear. Él lo ha creado con u propósi propósito qu quee nadie adie más pu puede ede cumplir ( Salmo 25:9): “ Él Él diri dirige ge en la justicia a los humildes y les enseña su camino”. ¿Cuál es s propósi propósito? Tal vez en este mom momen entto
no sabe sabe por dón dónde de empe empezzar, pe perro l nos ha dicho que les enseñará el camino a los humildes. Sin embargo, no hay que desorientarse. Mucha gente tiene el concepto de que tener humildad es ser alguien pobre, que camina pidi pidien endo do limosna, osna, con la cabeza cabeza agachada, o que vive en una casita de lodo. Yo empecé a buscar la palabr palabraa “h “huumilde” en el dicci diccion onar ariio y me di cuenta de que había tres definiciones, de las cuales dos era usadas como adjetivos y una tenía
afinidad verbal. La primer definición de “humilde” fue: “manso o modesto”; la segunda fue: “pobre o inferior”, y la última fue: “que vive avergonzado o sobajado” sobajado”. Cuando Jesús habló d ser humilde, no se refería a ser pobre o inferi erior, or, ni de ser humillado y mucho menos avergonzar a alguien. Él hablaba de ser humilde en el sentido de “manso, modesto, dócil, respetuoso, sumiso, manejable, aprensivo, pasivo y sin
retensión”. Dios va a mostrarle s propósi propósito y el cami camino a su vida, vida, pero pero necesi ecesita qu quee usted esté en S usticia, porque cuando Dios afirm algo en Su Palabra, sin duda lo v hacer; si no lo ha hecho es porque usted no está preparado para sostenerse con la grandeza que le va a mostrar. Él es muy gigante para usted, de modo que usted necesita ser fuerte para que no se asuste de lo inmenso que es. “¡Sufres porque quieres!”; ¿se acuerda de ese dicho que escuchaba
cuando era niño? Mi papá y mam siempre me lo decían. Sólo se requería unos minutos para terminar mis tareas y después poder jugar toda la tarde. Pero en fin, yo no me proponí proponía hacerl acer lo y lloraba oraba cu cuan ando do mis padres no me dejaban salir a ugar. Yo me complicaba la vida y nadie más tenía parte en esta situación. Yo misma me ataba una piedr piedraa a mi mi pier piernna y me quedaba quedaba si si ugar. Amar a Dios no es simplement decirlo con la boca o, como les
mencionaba, ir a la iglesia, cargar la Biblia, leerla, o hacer buenas obras, sino que hay que seguir el mandamiento más importante: amarlo de todo corazón, con todo s ser y con toda su mente. Yo tengo una amiga que siempre me está recomendando libros para leer y siempre tiene un versículo de la Biblia para cualquier situación que esté pasando. Pero lo raro es que siempre está en derrota, porque lo que ella sabe para otros no lo aplica a su propia vida.
“No “No podemos sólo sólo ser ser oidores oidores y no hacedores”.
Santiago nos dice que el que sólo escucha la Palabra, pero no la pone en práctica, es como el que se mira el rostro en un espejo y después de mirarse, se va y se olvida e seguida de cómo es. Abraham fue un hombre de fe al que no le gustaba complicarse la vida. La fe que él tenía en Dios era tant que Dios lo consideraba su amigo. La prueba que Dios le mandó a é
no era pequeña, sino de dolor: sacrificar a su propio y único hijo Isaac. Abraham sabía que si no hubiera obedecido a Dios, se le ib a complicar la vida. Él era testigo de lo que les pasaba a los que desobedecían; sin embargo, decidió creerle a Dios, porque confiaba e Él. Hay que poner nuestra confianza e Dios, pues Él es nuestra únic seguridad y respuesta a todas nuestras dudas. Sacar la cabeza mirar la superficie del mar no es
algo malo; todo lo contrario, porque quien lo hace puede ver la luz e, incluso en los momentos en que no sienta que tiene su cabeza arriba del agua, esto se debe considerar una alegría, pues es una prueba de nuestra fe. Cada día que yo vivo, sea con mi cabeza arriba del agua o debajo, sigo confiando en Su lindo amor y no necesito una voz audible o un relámpago del cielo, sino sencillamente leer y actuar conforme a Su Palabra y creer qu en cualquier situación que me
encuentre, sea fácil o complicada, ¡confiaré en Él! “Nun “Nunca ca olv olvide que los momentos omentos lindos son para hacernos sonreír y los dif di fícil ciles, para hacernos hacernos fuert fuertes”.
Capítulo Dos GUARDIÁN DE MI CORAZÓN Recuerdo una noche -que considero inolvidable porque, a pesar de ser un momento difícil, me hace reflexionar en lo que Dios hace e la vida de uno sin merecerlo- e que estaba en un punto muy bajo de mi vida. Esa noche tuve un conexión íntima con Dios, pues É
sabía que este instante no era para sólo senti sent ir una presencia, sino mirar Su presencia. Yo no entendí por qu quéé Él se prese presenntó en ese momento, aun cuando todo en mí era malo; no había nada bueno e mi vida y todo estaba quebrado e mil pedazos. Sólo lloré y no dije nada por un tiempo; sentí Su abrazo y Su calor. Entonces le pregunté po qué insistía en estar cerca de mí. Él me dijo que lo quebrado era simplemente para mi bien, pero la fuerza en mí era para Él. En es
momento no entendí lo que quiso decir decir, pero pero ahora ahora lo compre comprenndo. Muchos de nosotros estamos esperando tener una vida perfecta para para qu quee Él nos abra abra la pu puer ertta. Algunos lo usamos como excus porque porque ten enem emos os miedo a con conffront rontar los retos. Sin embargo, Dios sól espera un corazón dispuesto para hacer Su Voluntad. Cada uno de nosotros tiene un propósito; e efecto, nadie en este mundo nació por coin coinciden cidenci cia. a. Tal vez usted es una persona a la que se le dijo que
fue un accidente cuando sus padres se embarazaron; no obstante, deseche esa mentira, porque la person personaa qu quee lo dio dio a luz no sabía sabí a que en el plan de Dios usted y estaba formado y decidido. No ha excepción de humano, pero sí hay excepción de valor y cumplimiento porque porque todo depende depende del coraz corazón ón,, del querer hacer algo extraordinario. ¿Ha pensado algun vez por qué Dios está usando alguien de una forma?, pero a usted no le ha dado nada. Déjeme decirle
que Dios ya le ha dado l oportunidad, pero que usted no la haya usado es su problema. Lo que pasa es qu quee se ha acost acostumbrado brado a una vida de fantasía y vivir la realidad le asusta. Los planes de Dios son vivencias en la realida porque porque Él es real r eal.. ¿Quién es usted? Es la perfecció del Creador. Cuando Él lo hizo, l creó de una manera en que nadie pudi pudier eraa imitarl arlo. No ex exiiste otr otr person personaa como como usted, au aunnqu quee la
ciencia quiera inventar, por ejemplo, un clon, que desde luego no sería usted, pues es el original. Mire la imprenta de sus manos: no existe ese diseño en las manos de otra persona. Mire sus ojos: no existe esa mirada en otra persona. Esto quiere decir que Él tomó s tiempo en hacerlo, formando todo su cuerpo, parte por parte, y al final sonrió cuando vió su trabajo terminado. Antes de que se fuera formando,
usted ya tenía un propósito para s vida. Luego, Él lo puso en la tierr y la vida cambió su destino. En ese momento, usted sintió que no había razón alguna para existir y que Dios se había equivocado en traerlo a este mundo. Sin embargo, Él nunc se equivoca y todo lo que hace es perf perfecto. ecto. Lo qu quee pasa es qu quee vivimos en un mundo en donde ir contra la naturaleza es normal y le decimos a Dios en todo momento que somos infelices. Si quiere saber quién es usted, va a tener que
aceptar primero lo que es la realidad de usted mismo. Si me preg pregunta si ya sé qu quiién soy, soy, infortunadamente le diría que me falta poco en aprender más de mí. Una de las cosas con que más batal batalllo es perdon perdonar arm me a mí misma sma y eso es lo que me detiene para superarme en varias áreas de mi vida. Lo más gracioso es que puedo dar un consejo y cambiar su modo de pensar en cómo perdonarse, pero cuando se trata de mí, es muy difícil. Recuerdo tiempo atrás, e
consejería, que le preguntaba a mi sicóloga por qué sentía que Dios perdon perdonaba aba a todo el mundo men enos os a mí; su respuesta fue que yo no me perdon perdonaba aba a mí misma. sma. Eso era era un actitud fuera de razonamiento, pues el problema no consistía en que yo no me perdonaba, sino que quería ser mártir para tener una excusa para para qu quedar edarm me en el lugar en donde donde estaba. Yo sabía que si aprendía a perdon perdonar arm me ten endrí dríaa qu quee tomar omar otro otro elevador al próximo nivel, y esto me asu asustab aba. a.
Cuando vivimos en una fantasía, es fácil existir, pero infortunadamente no es la fantasía la que nos ayuda, sino la realidad; entonces, lo que hacemos es ignorar la realidad, pero pero eso es vivi vivirr en una neg egaci ación ón.. La realidad es lo que nos define como persona, porque es lo que es. Repito lo que siempre he creído: “ Los Los mom oment entos os lindos son par hacernos sonreír, pero los duros son para hacernos hacernos fuertes”. uert es”. Mejor dicho: “La fantasía es par hacernos soñar, pero la realidad
es para definirnos”. Tal vez pareci parecier eraa qu quee no tien enee sent sentido lo que acabo de escribir, pero es la realidad; de no ser por los momentos difíciles, no apreciaríamos los momentos lindos. En otras palabras, si no fuera po los momentos difíciles, nunca tendríamos momentos lindos. Conocemos momentos bonitos porque porque hay momen omenttos dif difícil ciles. Yo le doy gracias a Dios por los momentos lindos que me ha perm permitido pasar pasar y qu quee son much chos, os,
pero pero más gracias acias le doy por los momentos duros, que son los que me han dado los momentos más lindos. Yo entiendo que la realidad puede puede ser alg algo espan espantoso para para muchos, pues tal vez no queremos entender que estamos en una situación que podemos cambiar porque porque nos da miedo saber saber cómo cómo seríamos en la realidad o cómo pudi pudiér éram amos os sobrevi sobrevivi virr un estado que no hemos vivido en años. Escuche bien lo que le voy a deci en este momento, porque puede ser
lo más importante de su vida: “Usted fue formado por Dios en la REALIDAD, no en una IDEA que el mun m undo do ha plant plantado ado en su cerebro”.
Hoy en día vivimos en un mundo e donde nuestra identidad está basada en las ideas de los hombres y se nos olvida completamente quiénes somos. Dejamos que una person destruya nuestros sueños de años con una sola palabra y tambié perm permitimos qu quee alg alguien deter determ mine
cómo nos vamos a sentir en un día. Esto suena como una exageración, pero pero así es como como vivi vivim mos ah ahora ora.. L televisión les dicta a los niños, adolescentes, jóvenes y también a los adultos, cómo vestir, cómo hablar y cómo pensar. A mí esto me suena como a un robot que no puede atender sus propios pensamientos o ideas. Posteriormente viene l inseguridad, pues si no podemos ser como alguien más nos dice que seamos, nos frustramos y nos sentimos fracasados. Imagine que
Dios puso en usted una fuerz increí creíbl blee para par a su superar perar sus sus temore temoress y sus debilidades, y lo que le hemos regresado por Su bondad es u menosprecio de todo lo lindo que Él ha hecho por usted. Recuerdo ser una mujer mu insegura, que tropezaba con mis propios propi os pies pies y sent sentía qu quee ten eníía qu quee ser ser lo que que otros qu quer eríían de mí mí, no no lo lo que Dios esperaba de mí. Empecé frustrarme porque sentía que mi vida estaba bajo tanta presión de los demás, que se me había
olvidado que lo que importaba era lo que Dios pensaba de mí y que mi propósi propósito se cu cum mpli pliera. era. Lo que más me duele ahora es ve cuando alguien decide vivir los sueños de otro para no ofenderlos; aunque esa persona no esté feliz, ha decidido vivir en una fantasía, pues esto hace que el problema desaparezca; sin embargo, no desaparece: sólo se cubre y con el tiempo surge.
Sane la herida de raíz; no utilice pomadas Recuerdo una historia que me contó mi papá acerca de un hombre que se había quemado un brazo y no se lo habían tratado apropiadamente; entonces, con el tiempo le empezó a doler mucho sin saber por qué. De pront pronto, él fue con doña Ch Chol olee a qu quee se lo curara, pero ella no era doctora y sólo le untaba una pomada pomada para para ali aliviar viarlle el dolor y hacerlo sentir bien por el momento. Regresaba con doña Chole a tod
hora para que le siguiera untando esa pomada por encima de la quemadura. Pero un día, mientras estaba en su dolor, un hombre le vio el brazo y le dijo que tenía que tratarse la quemadura o de lo contrariar lo perdería. El hombre era un doctor y se ofreció para curarlo, pero no con pomadas refrescantes, sino con un cuchillo para para sacar sacar lo qu quee ten eníía debajo debajo de la superficie de la piel. El hombre gritaba porque no aguantaba el dolor, pero cuando vio los gusanos
y su carne carcomida por dentro, se asustó y, aunque era un dolor inaguantable, se dejó curar del doctor porque sabía que conocer la realidad era lo único que lo iba a salvar, a pesar de que quedaría una cicatriz. ¿Sabe por qué le cuento est historia? Porque es exactamente lo que nos pasa cuando vivimos en una fantasía y tratamos de ignorar el dolor. Les ponemos una pomada a nuestras heridas, pues se siente bie por un momen omentto, pero pero lueg egoo
tenemos que repetir el proceso porque porque no es alg algo real real y el dolor dolor continúa cada vez que la realidad surge. Antes del presente maravilloso que Dios me ha dado, yo tuve que sacar primero todos los gusanos de mi vida con un cuchillo. No fue fácil áci l, pero pero cu cuan ando do comen comencé cé el proceso y empecé a mirar cuántas cosas malas había en mi vida, no me importó el dolor, ni la operación que Dios tuvo que hace para para poder lleg egar ar adon adonde de estoy ahora. Le puedo contar, también,
que Dios no usó anestesia: lo hicimos a las bravas, pero sólo así pude pude en entten ender der cu cuán ántto me ama ama Dios Dios y las cicatrices me enseñaro cuánto Él me necesita. ¿Quién dice que el pasado es par olvidar? Una cosa es dejar que el pasado pasado nos guíe a nuestro destino destino marcado y otra cosa es permitir que el pasado nos lleve a nuestro destino. No tiene nada de malo recordar algo del pasado, aunque no sea una cosa buena, para ayudarle a seguir en su camino
recto. Pero sí es malo recordar el pasado pasado para para segu seguir vivi vivien endo do en s enojo, en su tristeza y en s amargura. Un ejemplo que me gust usar es la situación de un amigo que tengo. Él me dijo que fue manoseado sexualmente por u familiar y esto lo llevó a la prost prostitución ción hom homosex osexuual. al. Au Aunnqu quee él ya le había pedido a Dios que entrara en su corazón para dejar de vivir esa vida, todavía dejaba que el pasado lo lo llevara ll evara a su desti destino. S memoria del pasado lo torturaba y
le impedía tener paz. La cicatriz no le permitió recordar cuánto lo amaba Dios, al punto de sacarlo de esa situación, sino que le recordó el sufrimiento que pasó. Él me preg preguntaba cómo cómo podía usar el pasado pasado como como una fuerz erza en su su vida, vida, de modo que yo le comenté que debía mirar su situación como una escuela para ayudar a otros que estaban pasando por circunstancias similares. Recuerdo que me miró muy confundido porque no tenía sentido decir que Dios hacía que
pasár pasáramos amos por estas sit si tuacion aci ones es para para ay ayuudar a los demás. demás. No ten enggo la respuesta para esa pregunta porque porque hay hay cosas cosas que que Di Dios hace hace que que no entiendo, pero le planteo lo siguiente: su situación, obviamente, ya pasó, de modo que usted tiene dos opciones: o sentarse y darse lástima toda la vida y vivir e amargura, o levantarse y ayudar a alguien que está pasando esa misma situación que usted padeció. Yo no lo puedo puedo ay ayuudar, dar, per pero usted usted sí sí. Imagínese cuánto tiempo perdemos
en nuestra propia dolencia, pero alguien en ese momento precisa nuestra ayuda. El sentimiento más boni bonito para para mí hasta ah ahora ora ha sido si do estar allí para alguien más y darle esas palabras que necesita escuchar al momento. Cuántos de nosotros cantamos canciones en la iglesia diciendo que queremos ser más como Jesús, aunque todo lo que É hizo fue estar allí para otros y eso es lo que lo hacía feliz. Una cos que me encanta recordar es cómo Jesús usó su pasado; Él dejó que l
uiara, pero no que lo llevara. Imagínese todo lo que le hiciero antes de morir por nosotros. Lo torturaron, lo amenazaron, lo bofet bofetear earon on,, le colocar colocaron on apodos, se bur burlaron aron de Él y le escu escupier pieron on l cara, pero Él sabía que ese pasado le daría una solución a su vida, de modo que las cicatrices que le quedaron le recordarían cuánto le ama. Mire lo que un pasado triste pudo pudo hacer para para todo el mundo: Él es el doctor que usa cuchillos para sacar todos los gusanos y deja las
cicatrices sólo para recordarnos lo buen buenoo qu quee hay en nosotros osotros,, pu pues es sólo quiere ver que usted quiera la real realiidad y la viva viva con dig dignidad. No ten engga miedo de vivi vivirr lo qu quee es porque porque Dios Dios ha dich dichoo qu quee usted es Su creación y que está orgulloso de lo que ha formado en usted. Dese cuenta de una cosa: si hay algo que Dios nunca hace es decir mentiras. Si a usted vivir o morir le da igual, entonces usted no está viviendo. Recuerdo una vez que pasé por u
momento de desesperación en el que sentía que gritaba, pero nadie me escuchaba. Me parecía esta huyendo de la realidad, pero en fin, ésta siempre me alcanzaba. Pensab que mi vida no tenía sentido y la muerte se me aparecía más y más cada día. Había quedado mu decepcionada con gente importante en mi vida y con la religión. Estab en una depresión tan profunda que sabía que necesitaba ayuda, pero era imposible salir del lugar e donde me encontraba; así que pensé
que no podía existir con tanto dolor y traición en mi vida. Ya había perdi perdido do la con conffian anzza en el ser ser humano y, como pensaba que Dios ya no me amaba y que no quería nada conmigo, me cerré completamente a la vida y empecé a vivir como una momia sin rumbo, sin sentido. En consecuencia, mi espíritu decayó tanto, que, incluso, mi cuerpo físico quedó con mucho dolor y una prescripción de pastill pastillas resu resulltó en una adicci adi cción ón..
Como si mi angustia no fuer suficiente, empecé a destruir mi cuerpo y mi mente con esa droga, de modo que sentía que me alejaba más y más de un estado de razonamiento. Pero esa noche, que nunca olvidaré, vino Dios rescatarme de ese abismo negro. Nun Nunca se me ocu ocurr rriió pen pensar sar qu quee todo eso por lo que estaba pasando sucedía para prepararme para estos días que ahora estoy viviendo. Todos esos momentos en que le decía a Dios que ya no aguantaba,
yo sé qu quee l me est estaba vien viendo do co una sonrisa y me decía que todo iba a est estar bien bien.. Lo que a mí me encanta de la vid es que para todo hay una solución; así lo hizo mi Creador. Él sabí todo lo que iba a suceder, pues para Él no existen las sorpresas, pero para para nosotr osotros sí. sí . Tal vez usted está leyendo este libro porque está busca buscanndo una solu solución ción o un rum rumbo por don donde de tomar omar.. No pret preten endo do ahora tener todo asegurado porque
sé que todavía me falta bastante, pero pero sí sí pu puedo edo deci decir qu quee lo l o ent entien endo, do, dado que yo he estado en ese punto de buscar un nuevo comienzo. Imagínese que en este momento yo no hubiera pasado por situaciones difíciles; entonces ¿qué autoridad tendría para estar escribiendo canciones que no me constan? ¿Cómo podría hablar de un corazó roto, si nadie me lo hubiera destrozado? ¿Cómo podría habla de la soledad, si nunca la hubiera sentido? El objetivo en la vida de
los hijos de Dios es estar en ese preci preciso so momen omentto cu cuan ando do alg alguien lo necesita. Para mí no existen las coincidencias; para todo hay una razón. Cuántas veces me han dicho: “Escuché tu canción en el momento más duro de mi vida y pude entender el amor de Dios”. Cuand escucho estas palabras, sé que mi existencia está cumpliendo s propósi propósito. Siempre me he dicho que el día e que yo sólo me preocupe por mí
misma, estaré en peligro, porque cuidar solamente de mí sería una locura. Por eso, le hallo más sentido a preocuparme por otros, pues así le obligo a Él a que me cuide.
El egoísmo Un problema muy grande que vivimos hoy en día es el egoísmo. uestros inconvenientes están e prim pri mer lugar y sólo sólo nos preocu preocupam pamos os por cómo cómo los vamos vamos a resolver. Sin querer, nos volvemos,
lo que llamo, “ateo temporal”, pues pues se nos olvi olvida da que que el Ún Úniico que que puede puede resolver esol ver nuestras dif dificu culltades es Dios. Actualmente la depresió es el problema número uno en el mundo debido a que dejamos tantas heridas abiertas, que no las queremos cerrar porque nos encanta vivir en la lástima y en el “ yo, yo, o”. Le aseguro que en el momento en que deje de preocuparse por usted mismo, sus heridas cerrarán y se convertirán en cicatrices, de modo que se enfocará en ayudar a
otros con sus problemas; ese será el momento en que va a ser feliz y ya no va a tener que tomar pastillas para para la depres depresiión ón.. ¡Es tan fácil ácil! N pien piense se en la gravedad ravedad de s problem probl ema, a, pu pues es Dios Dios sabe por lo que ha pasado. Piense en cómo e este mismo momento puede hacer una diferencia en la vida de los demás y verá qué lindos colores tiene el mundo cuando su corazón le abre la puerta al verdadero amor. Un verso que me encanta es
roverbios 4:23: “... sobre sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón orque de él mana la vida” vi da”.. Lo que está en su corazón es lo que sale e sus acciones, sus pensamientos y sus ideas. Mi corazón no estab guardado, por eso quedé en ese estado en donde dejé que las situaciones y personas me robara mi felicidad. Ahora, si me pregunta qué siento cuando escucho que la gente dice barbaridades de mí, le comento que me causa risa, porque ya mi corazón está guardado. Claro,
esto no fue algo que logré de un día para para otr otro; me tomó omó el tiempo empo qu quee necesitaba para, primero, curar las heridas y, luego, saber combatirlo. Lo pongo en los siguientes términos: en el momento en que entienda Quién es su Papá y cuá especial es usted, será muy difícil que alguien lo afecte, porque Dios ya lo definió. En el mundo siempre habrá gente que quiera lastimarlo o uzgarlo, pero recuerde que si Jesús fue juzgado, aunque era perfecto, quiénes somos nosotros para
escapar de esto. Por supuesto, est situación duele, especialmente cuando se lee por internet una mentira o una idea que alguien se inventó porque no tenía nada más que hacer. Como me lo dijo mi papá, así lo dig digo tambi ambién én:: “Vale más que se sienten porque se van a cansar”. Dios siempre lo va a respalda cuando esté de acuerdo con S voluntad, aunque a los seres humanos no les guste. No podemos
parar parar y ex expl pliicarl carle a todo el mundo qué es lo que estamos haciendo, porque porque no van a compre comprennderl derlo, pues pues no tien enen en visi visión ón.. Pero ero alg alguie con visión, aunque no sea la misma suya, va a comprender, porque el Creador de las visiones es É mismo. Yo sé que no he aprovechado como ahora quisiera muchas oportunidades que se me han presentado. En efecto, habí momentos cuando me paraba y le explicaba a la prensa o a una person personaa qu quéé es lo qu quee qu quer eríía hacer.
Sin embargo, ese fue un gran erro de mi parte, porque eso fue tiempo perdi perdido. do. Imagínese que cuando Jesú caminaba en esta tierra, se hubiera detenido para explicarles a los fariseos el plan de su Padre. Ello no le habrían creído, de todas maneras, y esa distracción habría impedido que cumpliera S Propósito. ¿Cuántos
impedimentos
hemos
tenido en nuestra vida? ¿Cuántas veces era el tiempo exacto para cumplir un propósito del Cielo, pero pero una person personaa o un ofi oficio cio lo interrumpió? Tenemos que acordar que el tiempo de nosotros no es el de Dios. ¿Cuántas veces su estrell ha estado esperando para que mire hacia arriba y se fije que ya no hay neblina? Lo realmente triste es que han sucedido muchos de esos momentos, pero estamos ta ocupados en nuestras propias ansiedades (que no so
ocupaciones), que nos perdemos del Plan Perfecto de Dios. Cuand gastamos tiempo en la lástima, habría que decir que ya no hay esperanza y entonces nos damos por vencidos. Es el momento para que dejemos todas nuestras emociones, pues siempre nos van a engañar y nos van a dejar en medio de un dolor innecesario. Ya es tiempo de poner ponernnos de pie pie y decir decir: “¡Y qu qué, é, sí me lastimaron! ¡Y qué, sí me
abusaron!” ¡Y qué, sí me quitaro mi inocencia! ¡Y qué, sí me abandonaron en mi niñez! ¡Y qué, sí decidí cambiar mi sexualidad!”. Dios está conmigo y Él es un Dio de oportunidades! Es tiempo de dejar que Él cambie y controle mi vida, no mis emociones. “Dios no trabaja con emociones, Él Él trabaja rabaja con decisi deci siones”. ones”.
Que digan lo que quieran de usted o de mí; nuestro corazón estará guardado en las manos de Dios. Yo
no me baso en las ideas de los seres humanos, ni las tradiciones, sólo miro al Cielo y, aunque haya neblina, espero con paciencia que desaparezca, pues sé que allí está mi Estrella y mi Ayuda. En S corazón nace una idea, a Su lado está su ayuda, y en el Cielo está s respuesta. Sólo pídale al guardiá de su corazón que le deje entrar.
Cap apítu ítullo Tres
ME AMAS Me he dado cuenta de que muchos de nosotros caminamos con la cabeza agachada. ¿Será porque nos hemos acostumbrado a ser evaluados por el ser humano y no por nuestro Creador Creador?? ¿Será erá qu quee l hemos hecho demasiado caso a la etiqueta que el ser humano nos ha puesto? puesto? Lo más triste de est conversación es que no hemos
entendido el valor que cada uno de nosotros lleva, sólo porque fuimos creados con las manos del Dueño del mundo. Un día estaba conversando con unas amigas cuando de pronto se me presen presenttó un pen pensam samiien entto posit positivo acerca de mí, que expresé ante una de ellas; sin embargo, otra me dijo que yo parecía ser una mujer presu presum mida. Me qu quedé edé con conffundida dida al pensar pensar por qu quéé ese comen comenttari ario le había generado una mala impresión. Cuando ellas se fueron, fui
contarle a mi esposo lo que había pasado, pasado, porque porque me sen sentía mal y yo en ninguna manera había querido ofender a nadie. Él me ayudó recordar la mujer que yo fui tiempo atrás: no siempre pensaba bien de mí, ni tenía valor para decir cosas buen buenas as de mí; por el con conttrari ario, siempre me juzgaba y me criticaba al punto de no poder mirarme en el espejo. Es allí cuando me di cuent de que no era que ellas pensaba que yo era presumida, sino que ellas estaban acostumbradas a
conversar con mujeres que no se evalúan. Recuerdo aún que, cuando en el colegio todas las muchachas nos juntábamos, en el baño o en u cuarto, todo en nuestras conversaciones giraba en torno a cómo nos disgustaba algo de nosotras. Esto ocurría simplemente porque porque el ser ser human anoo ya nos había abía categorizado. Cada uno de nosotros sigue siendo un diseño especial y sirve para algo diferente. Ninguno de los 6 billones de seres humanos en este planeta
funciona igual. Todos somos diferentes. Es importante entende esto para poder vivir, pues usted sólo puede hacer aquello para lo que fue creado: “Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación; todo estaba a escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno sólo de ellos”. E efecto, David entendía el valor de su existencia. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros ahora vivimos sin entender lo que valemos? Sin duda, todos tenemos una tí
chismosa, en exceso imprudente, que nos dijo algo hace mucho tiempo que todavía resuena e nuestra mente; o tal vez en alguna ocasión sus padres le dijeron que usted había sido un accidente, o s parej parejaa lo dejó dejó por alg alguien qu que, e, según él o ella, era mejor que usted. No importa la sit si tuación ación,, todas est estas evaluaciones de los seres humanos son inválidas y no cuentan. Si s Creador no lo dijo, entonces todo es mentira. ¿Qué quiere decir esto? Pues la respuesta es fácil; mírese e
el espejo todos los días y diga: “¡ Per Peroo qué hermoso(a) hermoso(a) ser humano(a) me hizo mi Creador ! Todos queremos ser importantes, pero pero el desaf desafío siem si empr pree ha estado en lo que nuestros ojos miran o nuestros oídos escuchan. La únic manera en que yo pude reconocer mi valor fue dejando que mis ojos se volvieran borrosos a las cosas de esta tierra y mi mirada fuera clara para las cosas de mi Dios. S mi vista estuviera simplemente e las cosas de aquí, yo no podría
hacer lo que hago. En efecto, co todas las críticas de todos los religiosos que les encanta juzgarme, ya habría tirado la toalla, debido a que sus palabras me habrían herido y etiqu etiquetad etado. o.
Valoremos nuestro diseño Ahora vamos a ver por qué es importante el conocimiento de nuestro valor como el primer paso para para cami caminar hacia acia nuestro diseño. diseño. La mayoría de nosotros le tenemos
miedo al cambio y por eso nos hacemos complacientes en una rutina. Luego, alguien nos introduce al plan de salvación y nos promete que si aceptamos, viviremos e prosper prosperiidad y hon onra ra,, de modo qu quee Dios nos dará todos los deseos de nuestro corazón. La sangre de Jesucristo nos da ese perdón gracia que necesitamos para poder llegar al Padre y restablecer nuestr relación con nuestro Creador. Pero hay mucho más que sólo creer. El próxi próximo paso es hacer. Santiago
1:22 nos dice que la solución no sólo está en escuchar , sino tambié en practi pract icar . La gracia de Dios es suficiente par llevarnos al Cielo y darnos ese perdón perdón qu quee día día tras ras día día bu busca scam mos. Creer en Dios es lo que nos da l gracia, pero amar a Dios es lo que nos lleva a la prosperidad. Cuando amamos a Dios, estamos e obediencia con Él. Así pues, si yo lo invito a mi casa, voy a esperar a que llegue y toque el timbre; pero si sólo está parado afuera y no toca,
yo no voy a saber que usted ha llegado. Muchos tomamos el verso en que nos dice Jesús que si tocamos se abrirá, como una lotería de millones de dólares. Pero e realidad, Él hablaba de tocar l puer puertta de la casa casa adon adonde de fue invitado para que pueda conocer s propósi propósito en esta vida. vida. Si embargo, la misma pregunta continúa: ¿ Me M e am amas as? Todos nacimos con una cantidad de herencia de nuestro Padre, ¡Él s nos Ama! Pero la inquietud es si lo
amamos amos a l suficienteme temente pa par r entender que, pase lo que pase, las cosas suceden por nuestro bien. Esos momentos difíciles será prueba prueba de qu quee podemos podemos pasar pasar por el fuego y no abnegarnos a las cosas de los seres humanos más que a las cosas de Dios. No todo lo que Dio me ha pedido hacer, lo he hecho con una sonrisa o con gusto. Ha momentos en que reniego y me molesto. No todo lo que Dios pid de nosotros nos tiene que gustar, pero lo debemos hacer para ver el
propósi propósito por el cu cual al fuimos creados.
(Mateo 21:28-31): “¿Qué les parece?” parece?” conti continuó J esús. esús. “Había un hombre que tenía dos hijos. Se dirigió al prim pri mero ero y le pidi pidió: ó: ‘Hij Hijo, ve ve a trabajar hoy en el viñedo’. ‘No quiero’, contestó, pero después después se arrepinti arrepintióó y se fue. Luego Luego el padre padre se diri dirigi gióó al otro hijo y le pidió lo mismo. Est Este contest contestó: ó: ‘ Sí señor’, señor ’, pero pero no fue. ¿Cuál de los dos
hizo lo que su padre quería?’. ‘El primero’ contestaron ellos. Jesús les dijo: ‘Les aseguro que los recaudadores de impuesto y las prostitutas van delante de us- tedes hacia el reino de Dios”. Dios”. Al primer hijo no le gustó lo que s padre padre le pidi pidió, ó, pero pero lo amaba amaba y se preocu preocupó pó por sus sus sen sentimien enttos. Al otro, que le respondió afirmativamente a su padre, pero no actuó consecuentemente, no le importó haberlo lastimado. La vida
no se trata de cuántas veces le dices “SÍ” a lo bueno, sino d cuán cuántas tas vece ve cess pr practi acticas e l “SÍ”. Si una persona quiere perder peso porque porque ya no qu quiiere ere ser gordo, sólo sólo decir “sí” y comprar el programa de dieta no bastará para lograr s meta. Es solamente con la práctic como va a ver un resultado. “Además de decir que amas a Di Dios, ti t ienes que demost dem ostrar rarllo”. Cierto día estaba mirando u progr programa ama qu quee presen presenttaba a una
mujer que pesaba 600 libras. Ell nunca quería salir de la casa, porque porque sabía sabí a qu quee la iban a cri criticar. car. Con el miedo de no querer se lastimada, seguía subiendo de peso. Así pues, un día acudió a un compañía que se especializa en las necesidades de la gente obesa. Al prin pri ncipi cipio, o, ell ella no qu quiiso hacerl acer lo porque porque se le hacía acía muy difí difícil cil, pero pero por fin cedió cedió y empez empezóó hacer lo qu quee le dijeron. Ellos la ayudaro entonces a lograr su meta. Después de esta experiencia, lo primero que
ella dijo fue: “No era fácil”. Si embargo, ahora entiende que s propósi propósito es ay ayuudar a otr otros con el mismo problema. Imagínese si no hubiera obedecido: todavía estaría en su cama viendo televisión y se habría muerto sin conocer s propósi propósito. El enemigo sabe muy bien lo que usted vale, porque él está muy familiarizado con nuestro Creador el Cielo. Él ha venido a robar tod lo útil para que nosotros no vivamos conforme a nuestro diseño.
El enemigo no desea que usted acepte el plan de salvación, porque eso lo liberará de él. De hecho, él odia más cuando usted vive e obediencia hacia su Rey, pues esto no sólo lo libera a usted de la maldad, sino que destruye su reino. Existe un libro con su vida y escrita. Existe un plan que debemos estar siguiendo. ¿Cuántos de nosotros no hemos abierto el libro y, muchos menos, lo hemos leído? Recuerdo que cuando escuchaba alguien decir que no creía en Dios,
lo primero que quería hacer era darle con una vara para quitarle la necedad. Pero con el tiempo Dio me fue enseñando que, primero, la violencia no funciona y, en segundo lugar, Él todavía los ama. También me enseñó que sus actitudes eran u reflejo de lo que ellos piensan que valen. “En “En la mente mente de un ateo no cabe la idea de que alguien tan t an grande grande puede exist existiir y amarl amarloo tanto, tanto, puesto puesto que sient si enten en que no lo merece”.
Si usted le pregunta a un ateo po qué no cree en Dios, él le dará l respuesta más inteligente, según s capacidad; sin embargo, nunca podrá darl darle una razón azón defi definitiva porque porque esta reacci eacción es sólo sól o una devaluación que él carga profun profundamen damentte en su coraz corazón ón;; así así pues, pues, nunca lo podrá admi admitir, dado que eso le implicaría tener que valorarse. Un día un hombre que atendí seminarios de Asociación de ateos (créame, sí existen sí existen) me dijo: “¿Po
qué usas esa cruz en tu collar? Yo no creo en Dios”. Yo le respondí; pues pues Él sí cree cree en ti y te ama ama como como nunca lo podrás imaginar. Con eso él no me pudo contestar nada más y, como dice el Salmo 14:1: “ Dice Dice e necio en su corazón: no hay Dios”. Es pura necedad. La necedad no s puede puede defender defender.. Para mí ha sido un placer conocer gente que me ha ayudado a comprender que, aunque los caminos no parecen lindos, eso no quiere decir que estamos en u
lugar equivocado. Así como el oro es probado con el fuego, también e nuestro corazón tiene que pasar lo mismo. Recuerdo un momento cuando no sabía por dónde iba y le clamaba a mi Dios que me ayudara, pues todo era era osc oscuuro. Cada vez qu quee me me par paraba aba para para segu seguir adelan adelantte, había abía una pared pared qu quee me bloqu bloqueaba. eaba. Lo ún úniico que escuchaba era a Dios preg preguntarm arme si Lo amaba, amaba, a lo qu quee yo respondía: “Sí”. Entonces m volvía a levantar, pero de pronto
me pegaba contra otra pared, de modo que escuchaba nuevamente: “¿ Me M e am amas as?”, y yo le respondía otra vez: “¡Sí, con todo mi corazón!”. De repente, sentí u calor que me llenó y me dijo: “Camina conmigo”. El únic problem probl emaa en ese tiempo empo era era qu quee mi autoestima estaba por el suelo. Yo no me sentía merecedora de compartir camino con Él. L religión me había recordado todos los días que Dios no me quería po mis errores. Para mí era imposible
caminar en los mismos pasos de mi Creador. Todo en mi vida se había destrozado y el amor se había convertido en una olla de ácido. Nada en mi vida vida ten eníía sent sentido. L soledad me rodeaba, así que busca buscaba ba person personas as para para qu quee me ayudaran con el vacío que sentía. En las noches, sola, acostada en mi habitación, lloraba porque no funcionaba.
Capítulo Cuatro YO TE VOY A DEFENDER Hacía un día muy caluroso cuando regresábamos de un viaje a California. Ya casi llegábamos a casa cuando mis padres vieron u pozo pozo de ag aguua en donde donde much chaa gen entte se estaba bañando. Debido al calo que nos daba en el carro, se nos antojó meternos para refrescarnos.
En ese tiempo mis padres sólo tenían cuatro hijos y yo tenía tres años. Todos empezamos a caminar hacia el pozo y, cuando llegamos, mi madre empezó a contar cabezas, algo que ella siempre hacía. Cuando volteó para contarme a mí, se dio cuenta de que yo ya no estaba, así que empezó a buscarme, pero pero no me en encon conttró. Con es ansiedad de madre, escuchó decir a mi hermana mayor, Lilian, que estaba viendo a una persona nadando en el canal que se
conectaba con el pozo. Mi madre se fijó y se percató de que esa persona era yo, entonces empezó a gritar. Mi padre, sin pensarlo dos veces con toda su ropa y zapatos, se tiró en el canal. Él intentó agarrar mi braz brazo, pero pero la corri corrien entte estaba demasiado fuerte y no lo dejaba alcanzarme. Mi padre e desesperación empezó a orar porque porque observó obser vó qu quee a un metro etro estaba el boquete por donde el agua bajaba bajaba y ya no no habí habíaa cóm cómoo reg regre resar. sar. De pronto mi padre sintió un
fuerza sobrenatural que lo empezó a conducir hacia mí hasta que me tomó en sus brazos. La corriente comenzó a arrastrarnos y mi padre se encomendó en manos de Dios una vez más. Él sintió una mano e su espalda que lo empezó a empujar contra la corriente y lo llevó hasta la orilla del canal. Cuando me tomó en sus brazos para llevarme hacia mi madre, sintió mi cuerpo sin vida; de hecho, mi brazo colgaba como alguien que ya estaba muerto. Mi madre, enloquecida por lo que
estaba observando, empezó a clamar a Dios con todas sus fuerzas, al igual que todas las person personas as qu quee se habían abían acercado. acer cado. De pronto abrí los ojos y miré toda la gente que estaba llorando. Mi madre me abrazó, me dió muchos besos, pero luego me regañó. Lo que mi madre me cuent que no entendió, fue que cuando me preg preguntó si me qu quer eríía meter eter otra otra vez, vez, le le respon respondí dí qu quee sí sí. Esta historia fue un espanto real e la vida de mi familia, pero en el
libro que fue escrito mucho antes de que yo naciera (Salmo 139:16) sólo fue una pausa. Son muchas las veces que puedo recordar cuando el enemigo ha intentado matarme, literalmente, pero son muchas más las veces que puedo recordar todo lo que mi Dios me ha guardado. Cuando el enemigo sabe que uste ya no retrocede, empieza a sofocarlo con amenazas que, para mí, sólo son señales de que sigo e el camino correcto. Recuerdo a un person personaa qu quee después después de u
concierto en donde había hablado de mis experiencias, antes de cantar la canción ‘Ángel Guadián’, m dijo: “Annette, como a ti te molest el diablo, ¿por qué a mí nunca me molesta? Yo vivo una vida muy feliz y tranquila”. Allí me di cuenta de que mucha gente está estancada en un lugar, convencida de que es un lugar seguro. Son personas que no quieren confrontar situaciones porque porque tien enen en mi miedo de qu quee alg alguie los vaya a empezar a molestar. Les voy a ser sincera: no sé qué me
mataría primero, la curiosidad de no saber por qué nunca lo intenté, o el aburrimiento de estar estancada. Aunque sólo tenía 13 años, eso no me detuvo a pensar que había algo más importante que sólo respirar. Tal vez no le ha gustado escuchar esto, pero ¡es la verdad! Si usted no está haciendo algo para molestar al diablo, no hay manera de que él se fije en su vida. Un ejemplo que me gusta dar al respecto está relacionado con el jugador de balon balonces cestto Kobe Bry Br yan antt. El equ equiip
oponente sólo tiene una meta: detener a Kobe. La razón de esto e que si se lo permiten, él deja a todos atrás y gana el juego él solo. El equipo oponente no est pensan pensando do tan antto en los demás demás ugadores, porque ellos saben que si paran a Kobe, detienen a todo el equipo. Un amigo mío se burla de mí porque porque soy fan anát átiica de los Lak aker ers. s. Un día me dijo que odiaba a Kobe le pregunté por qué. Su respuest fue: “Porque es muy bueno”. Así
mismo, no podemos tomarlo ofensivamente cuando el diablo nos odie, pues eso quiere decir que le estamos ganando a su equipo. Él siempre va a buscar la persona que más le estén llamando la atención. Por eso, no tome su vida si tormentas como una victoria, sino más bien tómela como una alerta de que algo no está bien. “Acuérdese de que los momentos tranquilos son para hacernos sonreír, pero los momentos difícil difí ciles es sólo sólo son para para hacern hacernos os
fuert fuertes”.
Dios protege todo lo que le es útil para para cu cum mpli plir los plan planes es de nuestras vidas. Dios puede usar su vid como fue planeada, pero Él tiene que tenerle confianza. En algunas ocasiones he pensado: “Si sé que hay millones que no se ha equivocado en la vida como yo, hay otros tantos que no se enojan ta rápido como yo; entonces, ¿por qué yo, Señor? Después de habe reflexionado sobre estas cosas, Dios mandó una respuesta y me
dijo: “Porque confío en ti y tú haces lo que te mando hacer”. Ahí está la cuestión fundamental. Cuando Dios escribió el libro co Su diseño, ese diseño vino co protección protección y recu recurrsos. sos. Cuan Cuando do usted usted es un objetivo claro para el enemigo, no importa qué tamaño de gafas tenga para apuntarle, pues él no le podrá hacer nada. Tal vez va a sentir más fuerte los ataques cuando decida salir a pelear en s terreno, pero más fuerte es Él, Quien está en usted, que el que est
en el mundo. Los ángeles que nos guardan siempre están a nuestra disposición. En efecto, de cuántos peli peligros Dios Dios nos ha librado, brado, incluso en momentos que ni siquiera perci percibi bim mos. En uno de mis conciertos e Argentina, mientras le decía a l gente que Dios los perdonaba y que el pasado ya era un asunto olvidado, entre la gente estaba u hombre que me miraba con unos ojos diabólicos y negaba con la cabeza. Tenía una media sonrisa y
me apuntaba amenazándome que me callara. Yo sabía que era el enemigo que estaba tratando de asustarme. Yo miraba a la gente llorar y aceptar lo que Dios les estaba diciendo, pero él insistía e distraerme con sus gestos. Entonces me agaché para acercarme más a él y le dije: “No te tengo miedo. Está perdi perdien endo do y tu tiempo empo ya se acabó”. acabó”. Mientras me volteé durante u segundo para ponerme de pie, él ya no estaba. El diablo se nos va a presentar de
diferentes maneras durante esta vida, pero usted no debe temerle, pues pues cu cuan ando do J esús murió en la cru cruz, derrotó al enemigo y al pecado. Cuando usted aceptó a Jesús, Él l limpió de todo mal porque S Sangre lo purificó y lo hizo válido para para ten ener er el con conttacto con s Creador otra otra vez. vez. Así como Dios nos defiend enviando a sus ángeles a nuestro rescate, así también nosotros debemos defender a nuestro Creador como sus hijos. Dios n
necesita nuestra fuerza porque es Todopoderoso, pero sí desea nuestra fidelidad. Hay muchas cosas que me chocan de las person personas, as, pero pero ninguna más qu quee cuando alguien le falta el respeto a mi Dios. En ese caso yo me par con coraje y lo defiendo. Ciertamente, muchos de nosotros decimos que somos hijos de Dios, pero pero no dejam dejamos os de apoy apoyar ar progr programas amas de televi elevisi sión ón en don donde de se cuentan chistes de Dios, co bur burlas hacia aci a Él, o cu cuan ando do estamos estamos
en el trabajo en donde actuamos de una manera diferente porque nos da pena pena qu quee nos vay vayan an a decir decir qu quee estamos locos por creer en Dios. É no dijo que servirle iba a ser fácil en este mundo, pero sí prometió que nunca nos dejaría, aunque padre, madre, hijo, amigos, tías, tíos, prim pri mos, perr perros, os, etc., nos nos dejar dej aren en.. A todo tiempo nuestra fe tiene que estar en nuestro Creador. Los momentos de necesidad no debe ser los únicos en que vamos a confiar en Él. Yo me he
acostumbrado a darle todo el crédito a Dios por todo lo bueno e mi vida. Un orgullo que yo siempre he tomado ha sido que soy una mamá excepcional. En efecto, siempre me alagaba y trabajaba duro para que mis hijos tuviera todo lo necesario. Además, no los dejaba ir a ningún lado, por más que me lloraran; pensaba que si no estaban cerca de mí, algo les iba a pasar pasar. Cu Cuan ando do les daba fiebre, ebre, me quedaba despierta toda la noche para para est estar segu segura de qu quee no les
subiera más. En fin, a mi modo de ver, era yo la que los estaba protegi protegien endo do de todo todo mal mal.. Un día mi esposo y yo íbamos salir por tres días. Se trataba de u viaje muy fuerte que Nikkolas, que apenas era bebé, no podía hacer. Mi suegra se ofreció a cuidarlo mi esposo, con mucho gusto, dijo que esa era una buena idea. Yo me opuse y me rehusé porque eso no era algo que yo podría hacer; por mi mente empezaron a correr imágenes suyas con una fiebre o
lastimado. Mi esposo, a pesar de todo esto, trató de convencerme, pero pero en mi afer aferrración ación yo me negaba. Empecé a empacar las maletas de Nikko, cuando de repente escuché algo en mi corazó que me dijo: “¿De verdad crees que has protegido a tus hijos todo este tiempo? Yo soy El que los ha rotegido; tú no has hecho nada más que darles lo que Yo te doy, y hacer lo que Yo te mando”. Me sentí redarguida y regañada y deje a ikko con mi suegros.
¿Será que debemos amar a Dio sólo por lo que Él hace po nosotros? Cada día he creado el hábito de conocer a Dios más más. No quiero amar a Dios porqu Él manda a sus ángeles a que me cuiden o viene con muchos benef benefiicios; cios; yo qu quiiero ero amar amarllo sólo sólo porque porque ese ese es mi deseo. deseo. Una de mis historias favoritas est en el libro de Daniel Daniel 3:1-25 3:1-25, e donde tres jóvenes no se avergonzaron de servirle a Dios, aunque eran de buen aspecto e
inteligentes. Ellos vivían en el reino del rey Nabucodonosor. Una vez, este gobernante decidió hacer una estatua de oro. En la ceremonia, invitó a hombres de alta clase, incluidos prefectos, otros gobernantes, consejeros, sátrapas, tesoreros, jueces, magistrados y demás oficiales de las provincias. Imagínese: era como una cena de alfombra roja con todo Hollywoo y las Naciones Unidas. Si embargo, a Sadrac, Mesac Abednego, a pesar de que estaba
muy bien relacionados con todos los invitados, no les importó s estatus, porque dentro de ellos existía un único Dios. Eso er suficiente. Cuando sonó la trompeta para que todos se arrodillaran a la estatua, Sadrac, Mesac y Abednego no l hicieron. Ellos decidieron creer e Dios. Cuando el rey se dio cuenta les preguntó por qué había desobedecido su orden. S respuesta fue (Daniel 3:16-18):
“No “No hace falta falta que nos defendamos defendamos ante su maj majestad! estad! Si se nos arroja al horno en llamas, el ios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad. Pero aun si nuestro Dios Dios no lo hace así, sepa usted usted que no honraremos honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua”. El rey mandó a sus soldados que los arrojaran al horno, cuyas llamas eran tan fuertes que los mismos soldados murieron (Daniel 3:24-
25):
“En “En ese ese moment momentoo Nabucodonosor se puso puso de pie, pie, y sorpr sorprendi endido do les les reguntó a sus consejeros: -Acaso no eran tres los hombres que atamos atamos y arrojamo arrojamoss al fuego? -Así -Así es su majest majestadad- le respon res pondieron. dieron. ues ¡miren! – exclam exclamó-. ó-. Allí en el uego veo a cuat cuatro hombres, hombres, si sin ataduras y sin daño alguno, y el cuarto tiene ti ene la apari apariencia encia de un dios!”. Sé que muchos que han escuchado
esta historia se emocionan, porque Dios vino al rescate de estos óvenes. No me malentienda, pues esto también me emociona a mí. Si embargo, lo que más me llamó la atención fue el amor y deseo de defender a su Dios, porque ellos estaban dispuestos a morir por Él. Ellos le dijeron al rey: “Si no arrojas, nuestro Dios nos va salvar, y aun si no nos salva… no adoraremos a esa estatua”. Sadrac, Mesac y Abednego no estaban e esta relación con Dios po
conveniencia, sino por amor. ¿Cuántos estamos dispuestos seguir a Dios sólo por amor y no por la con conven veniien enci ciaa de qu quee si lo seguimos siempre nos va a guardar? Amar a Dios no tiene nada que ve con religión, ni con lo que usted se pone; pone; amar amar a Dios Dios es alg algo qu quee hace con toda su mente, con toda sus fuerzas y con todo su corazón. Ahora bien, amar a Dios viene co recompensas. En efecto, es una list larga de todo lo bueno que viene por amar amarllo, pero pero esto no debe de
ser el motivo por lo cual lo hacemos. “Las “Las consecuencias de amar am ar a Di Dios son son sus bendici bendi ciones, ones, pero pero éstas no deben ser el motivo para amarlo”.
Cuando hablo con mi Dios, l prim pri mero ero que que hag hagoo es deci decirrle por qu quéé lo amo, y en verdad no me he quedado sin palabras. La grandez de Dios es infinita: ¡cómo no pode amar a alguien como Él, si todo lo que hace es maravilloso! Aunque se
caigan las estrellas, yo lo voy a defender; aunque el sol se torne negro y la luna desaparezca, ¡yo lo voy a defender!
Capítulo 5 BARCO DE PAPEL Recuerdo que cuando era niña me encantaba hacer barcos de papel y, a la vez, hacerlos competir contra otros que hacían mis amigos. Me gustaban mucho los colores que les poní ponía, au aunnqu quee sabía sabí a qu quee den denttro de unos minutos ya no iban a existir. Como marinero que estuvier conduciendo el barco, ponía la
piedr piedriita más livian vianaa para para qu quee el barco barco tuvi tuvier eraa peso, peso, pero pero a su vez no se hundiera. Bueno, ya sabemos que de niños tenemos la imaginació gigante; en fin, eran de papel y el agua era su peor enemigo. Aunque ya soy grande, no puedo parar de imaginarme los barcos de papel que estoy viendo ahora. Algunos viene en diferentes formas, pero tienen la misma capacidad y fuerza de uno. Una mañana me levanté para toma mi café, así que encendí el televisor para para ver las noti oticias; cias; de pront pronto
apareció un comercial que anunciaba una droga para la gente con depresión. Me senté porque siempre me intriga escuchar cosas raras que se inventa el hombre cuando ya no halla cómo hacer s dinero. La propaganda muestra una mujer triste en el parque y a s familia triste con ella. Al final del comercial, aparece un anuncio que afirma que cuando se la tomen, hay que tener precaución, pues hay efectos secundarios causados por la droga: “Deseos de suicidio, vómito,
náusea, dolor de cabeza…”, y sigue con más. Imagínese: le está ofreciendo algo para un problema, pero pero le producen producen diez diez más. Este ste tipo de ayuda para mí son barcos de papel, papel, pu pues es cu cuan ando do le dan la man ano, o, en realidad su peso hunde el barco. Esta es la tristeza que estamos viviendo ahora, pues nada es real y nada es permanente. Yo recuerdo que años atrás, cuando me sentía triste y con depresión, pensaba que era una cosa mala. En vez de usa ese momento para subir más en la
vida, lo usaba sólo para quejarme y darme lástima. Pero algo mu chistoso siempre pasaba: cuando estaba contenta, no tomaba la vida en serio y se me olvidaba valorarla, pero pero cu cuan ando do estaba triste, pen pensaba saba en lo bueno que era Dios conmigo. No qu quiiero ero decir decir qu quee cu cuan ando do estab contenta no pensaba en Dios, pero en nuestra humanidad a veces se nos olvida que es sólo Dios que nos sostiene. Mucha gente me h contradicho afirmando que la depresión no es algo bueno y que no
es voluntad de Dios. Mi punto no e decir que es bueno estar en ese estado, pero sí es bueno estar en u estado que nos hace recordar que todo lo bueno viene de Dios. Yo conozco personas que siempre está contentos, pero ellos han afirmado su fe y confianza en Dios y ha aprendido que en cualquier estado, buen buenoo o malo, alo, siem si empre pre está conscientes de que Dios es l respuesta. Muchas veces lo he dicho: creo que soy la hija de Dios más cabezoncita de todos, pero mi
corazón cor azón co conntinúa crey cr eyen endo do en l uso las situaciones que vienen a mi vida, aunque no me gusten, para mi bien bien y para para su subir bir a otr otro ni nivel. vel. Para mí un nivel es importante, porque porque sé qu quee tien enee qu quee ver con lo nuevo que va a suceder en mi vida. Yo sé que suena raro que diga que espero las tormentas con ansiedad, pero pero es la verdad. verdad. Nu Nunnca falt alta qu quee cuando miro esas nubes oscuras acercarse, cierro mis ojos y me encomiendo en las manos de Dios porque porque sé qu quee Él es el Ún Úniico qu
me puede ayudar a soportar la tormenta. Es como mirar a mi pap que me está diciendo: “No te reocupes, nenita, aquí estoy y no me voy a ir ir a ningún ningún lado”. lado”. A los diez meses, mi bebé siempre se portaba de una manera cuando yo estaba cerca de él, pero en el momento en que me alejaba se comportaba inseguro y no intentaba hacer más de lo que podía. Cuando estaba a su lado, él siempre intentaba pararse para dar un paso, pero pero si no est estaba presen presentte, él se
quedaba en el mismo lugar y sólo hacía lo mínimo, mejor dicho, lo que puede hacer sin tenerme allí: acostarse. Lo mismo sucede cuando sé que Dios está a mi lado: tengo l seguridad de estar en medio de las tormentas. Pero si me aparto, siento inseguridad porque miro algo fuerte que viene hacia mí y me da miedo combatirlo sola. A estos momentos es a los que me refiero: cuando no nos queda otra alternativa, siempre es a Dios quien acudimos. ¿Ser que pensamos que esto es una
act actuaci ación qu quee no le ag agrrad adaa a l? No, ¡de ninguna man aner era! a! Usted como padre, dígame: cuando su hijo no hace su voluntad, verdad que es hermoso escuchar esas palabras: “Tú tienes la razón”. A mí me encanta cuando mis hijos me necesitan, porque sé que entonces es cuando uso mi papel de mamá. Dios nunca hace las cosas par causarnos daño, siempre las hace para para nuestro bien bien.. Hast Hasta qu quee no entendamos que es así, siempre vamos a usar los momentos en el
desierto como una amenaza, de modo que nos vamos a hundir. Aunque siempre he pensado de est manera, nunca había sabido cómo explicarlo, hasta que alguien me lo aclaró de un modo muy fácil: “L depresión es algo que nos pasa cuando no estamos conformes en el lugar que estamos”. Esto quiere decir que Dios ha puesto e nosotros un sentir para querer subir más y más en la vida. La depresió empieza cuando no está en donde debe estar. Que nuestros planes no
se cumplan nos causa tristeza, porque porque para para nuestro espír espí ritu no es normal estar en un estado neutral. Cuando yo voy a lavar mi carro estoy apurada, me paso a la línea express, pues allí no me debo bajar, sino simplemente poner mi carro e neutro, de modo que la máquina lo lleva por todo el proceso del lavado. Por eso no me preocupo de mirar por dónde voy, porque una máquina lo está haciendo por mí. Sin embargo, cuando llego al último proces procesoo en donde donde me están secan secando
el carro, tengo que poner el cambio en M (manejo) y poner atención, porque porque ah ahora ora me toca con condu duci cirr y el el auto está en mis manos. Su vida tal vez ha estado en neutro porque ha usado muchas líneas express, así que se ha acostumbrado a que todo le sea fácil; pero es momento de que cambie el cambio (valga la redundancia), porque es tiempo de que siga adelante por su cuenta, pero, pero, esta vez, vez, en man anos os de Dios. Dios. Cada cambio que ha habido en mi vida ha sido un propósito para mi
bien bien.. Cada Cada vez que que me en encu cuen enttro e una depresión, sé que es tiempo de subir. Ya Dios necesita que madure para para mi próxi próxima fase de la vida. vida. Cuando Dios nos creó, lo hizo co Su Poder y eso es lo que no identifica, “que somos algo grande”. Por lo tanto, tenemos que aprovechar lo que somos capaces de hacer. En usted está algo que tal vez no ha podido ver, pero le promet prometoo que que all al lí está.
Abraham y Sara
Abraham y Sara son un ejemplo d que hay que creerle a Dios par lograr la bendición que ÉL promete. Cuando el Señor llamó a Abraham le dijo que confiara en Él, ya que lo iba a bendecir. Imagínese que cuando Abraham escuchó a Dios decirle eso (lo que hace que cualquiera brinque y diga: “¡Sí!”), se entusiasmó, pero cuando Abraham se dio cuenta de que el tiempo de Dios no era el suyo, se frustró. ¿Cuánta depresión Abraha y Sara tuvieron que pasar antes de
la bendición? Cuando Sara se di cuenta de que no podía tener hijos, ¿no cree usted que ella pasó por una depresión? Claro que sí, porque no era una noticia buena. Y cuando Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su único hijo (el que por fin Dios Dios ya le había abía proveí proveído), do), ¿no cree usted que le dio depresión? Claro que sí. L bendi bendici ción ón iba a depender depender de cómo cómo ellos respondieran a estas tormentas. Ya sabemos por qué Dios le dio la bendición prometida.
Pero ahora vamos a imaginar que Sara entra en una depresión y que Abraham le consigue unas pastillas para para la depresi depresión ón para para qu quee se sintiera mejor. Para mí eso sería decirle a Dios que se equivocó que no sabe lo que hace. Dios estaba usando esa situación de dolor, “estar estéril”, para que Sara pudi pudier eraa ver lo gran ande de qu quee es s Dios para para cam cambiar biar la si situación aci ón..
Volvamos al barco de papel Ahora vamos a regresar al barco de
papel, papel, ejem ejempl ploo qu quee nos pu puede ede ser servir vir como como un una al alert erta par paraa nu nuest estras vidas. Lo que el mundo le ofrezc siempre va a ser algo llamativo y atractivo para que no lo piense dos veces. Cuando algo sea muy fácil de hacer, generalmente no le conviene. Todo lo que hemos logrado en el triunfo nos ha costado bastant bastante y por eso ten enem emos os qu quee ser ser más inteligentes en lo que hacemos. Hoy en día la gente vive en un ma violento, donde necesitamos poner rienda a todo lo que está
destruyendo su vida.
Mi hijo Alexio y su Ipod Un día mi hijo Alexio estaba en el internet con su computadora; de pront pronto le sale sal e un an anuuncio cio de qu quee se podía gan anar ar un Ipod grati atis. Alex Alexiio se emocionó y me dijo que él se lo iba a ganar. Yo le dije que tuviera cuidado con esos anuncios porque siempre he creído que nada es gratis. Mientras él aplicaba par ganárselo, empezó a ver que tenía que registrarse para muchos
magazines que tenía que comprar al año. Claro está, Alexio se puso triste cuando no le di mi tarjeta de crédito. Este anuncio del Ipod gratis lo hicieron de una manera que hiciera que la gente entrara a esta trampa para venderles algo que no querían. Lo mismo ocurre con todo lo que ofrecen para la depresión: se pin pintan suave suave y le dicen dicen qu quee le da las primeras gratis y, de pronto, se encuentra en una trampa de adicció de donde donde es difíci difícill salir salir.. Por acá en mi país se dice que antes
de fi firmar alg algo, si siempre empre se debe leer l eer la imprenta más pequeña, porque allí es en donde siempre lo engañan. Estamos tan apurados e la vida, tan afanosos, que no nos importa leer la imprenta pequeña, así que cuando menos lo espera, está en un contrato del que cuesta salir. Todo el contrato de Dios tiene el mismo tamaño de letra, no hay trampa y todo lo que Él nos h dado en Su Palabra es claro y nunc cambia. ¿Por qué es que vemos tanta gente
nadando hacia los barcos de papel? Aquí está la cosa: se trata de u montón que está flotando cerca de la gente que se está hundiendo y aunque pueden mirar el barco de hierro que es Jesucristo, se les hace muy lejos. Y aunque no sea lejos, pref prefieren eren lo fácil ácil, porque porque el ser ser humano siempre quiere estar e neutro y no quiere la respon responsabi sabillidad de flotar otar y nadar. adar. Cuando se encuentra una muje recordando su pasado porque de niña fue golpeada, los barcos de
papel le ofr ofrecen un rem remedio edio temporal que sólo le quita la tristeza por cuatro horas. Pero si decide nadar a un barco de hierro que está un poquito más lejos, aprenderá a nadar y tener más resistencia, de modo que lo que le ofrecen le ayudará a que use s tristeza como una fuerza para convertirse en un barco de hierro para para otr otros qu quee lo necesi ecesiten en.. Si dejamos que los barcos de papel nos manipulen y nos digan cómo vivir, no van a quedar nuevas
fuerzas para nuestros hijos. He aprendido a través de l experiencia con mis hijos que yo también soy un barco para ellos. Aunque me causan risa las diferentes formas que usan la palabr palabraa “mam “mamá”, á”, sé qu quee para para ell ellos tengo que ser siempre un barco fuerte. A todo lo que yo acuda, ellos también lo harán, pues eso es lo que aprendieron de pequeños. Por esa razón es tan importante que seamos un ejemplo bueno para ellos, porque aunque pensamos que
no están prestando atención, sí lo están haciendo. Hacia donde nosotros nademos, nuestros hijos también van a nadar; si nadamos hacia los barcos que nos ofrece pastill pastillas para para la depresi depresión ón,, a esa misma dirección nadarán. Pero si usted nada hacia los barcos de hierro que Jesucristo ofrece, ellos tambi ambién én se diri diriggirán rán a esos esos barc barcos. os. Conozco una chica que siempre est en depresión; su droga es la televisión; por lo tanto, sus hijos hacen lo mismo. La cosa más
irónica es que mira televisió porque porque está triste, ri ste, pero pero lo qu quee está viendo también es triste, entonces cuando se acaba el programa, se siente peor. Esto no es algo que estoy suponiendo, sino algo que ella me dice. Cuando yo le doy consejo y le digo que Dios es el único que la puede ayudar, su respuesta es: “…es muy difícil”. Claro que es más difícil, pues se requiere responsabilidad y eso es lo que el mundo no quiere. Para mira televisión no se requiere ningú
esfuerzo, sólo basta con estirar la mano para tomar el control remoto; sin embargo, llegar a Dios requiere esfuerzo, determinación, y amor por la vida. Pablo dice algo tan importante a los Corin orintios (9:25-27): (9:25-27): “Todo “Todoss los los deport deportis istas tas se se entrenan con mucha mucha dis discipl ciplina. ina. Ell Ellos os lo lo hacen para obtener un premio que se echa echa a perder; perder; nosotros nosotros,, en cambio, por uno que dura para siem si empre. pre. Así que yo no corro corro como quien no tiene ti ene meta; meta; no lucho
como quien da golpes al aire. Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domiino, no sea que, después de dom haber predicado predicado a otr otros, os, yo mi mismo smo quedee descalificado” qued descalif icado”.. Pablo sabía que no iba a ser fácil hacer lo correcto, pero tambié sabía que él tenía que obligar a s cuerpo para hacerlo. Él también se encontraba flotando en el mar, tratando de decidir hacia qué barco nadar. Aunque todos los de papel estaban cerca, él sabía que no era algo permanente, sino temporal. Él
miraba la Marca que es Jesucristo y su determinación lo ayudó a alcanzar su meta. Él también sabí que tenía la responsabilidad de no quedar descalificado porque tenía que ser un barco fuerte para los demás. Debemos hacer que nuestro cuerpo nade hacia el barco de hierro, aunque se vea que es largo el viaje. Pablo golpeaba su cuerpo, lo obligaba hacer la voluntad de Dios. Todo lo que hacemos no es sólo para el beneficio de nosotros, sino también para el de los demás.
No creo creo qu quee ex exiista un ser ser human anoo en este planeta que quiera hacerse daño a propósito, pero sí existe el ser humano que no quiere batallar y se enreda en las telarañas de mentiras que ofrece el enemigo, llenas de colores y con atractivos. Cuando escuchamos que un person personaa se qu quiitó la vida, vida, esto no sucedió porque quería hacerlo, sino porque porque alg alguien lo lo con conven venci cióó de qu quee era lo mejor y la solución a s problem probl ema. a. La Palabr alabraa nos advier adviertt que vendrán los días en que a lo
malo lo llamarán bueno y a lo buen bueno, o, malo alo ( Isaías Isaí as 5:20). 5:20). Por l tanto, en estos días tenemos que tener a Dios como nuestro mejo amigo para poder discernir entre lo buen buenoo y lo mal malo. o.
El caso del hombre rico Recuerdo una historia de u hombre, el más rico en su pueblo, que tenía un hijo al que amaba mucho. Un día el hijo del rico le pin pintó un cu cuadr adroo a su papá; au aunnqu quee no era muy bueno el arte, el hombre
lo colgó porque estaba orgulloso de su hijo. Tiempo después el hijo murió; tanto fue el dolor que le causó a su padre, que él tambié murió. En el testamento que dejó el hombre rico se estableció que se hiciera una subasta de todas sus riquezas. El pueblo entero se emocionó porque sabían que todo lo que el hombre rico tenía era cosas preciosas y costosas. Entre toda la gente estaba el hombre más pobre del pu puebl ebloo qu quee sólo sól o ten eníía u dólar. Cuando empezó la subasta, la
prim pri mera era piez piezaa qu quee levant evantaron aron fue el cuadro que el hijo le había pintado al padre. El subastador empezó e cantidad de un peso. El hombre pobre levant evanta la man ano; o; se dio dio una espera para ver si alguien apostaba más. Nadie levantó la mano. Por l tanto, el cuadro se le entregó al hombre pobre. De repente, la gente se dio cuenta de que el subastador alzó sus cosas y se bajó de la tarima. La gente, confundida, vio que el abogado subió y anunció que las instrucciones del hombre rico
eran que aquel que comprara el cuadro que su hijo le había pintado se quedaría con todas sus riquezas. Ya se imagina cómo estaba el hombre pobre y cómo el resto del puebl pueblo. o. Para ara la gen entte el cu cuadr adroo er feo, más bien carente de valor, pero para para el padre padre era era lo más vali valioso; el el hombre pobre pudo apreciarlo, pues pues él no estaba acost acostumbrado brado a tener cosas a montones, como las demás personas. El resto de l gente se visualizaba llena de todos los tesoros y riquezas, pero el
hombre pobre sólo tenía un dólar y entendía que si el padre lo incluyó como tesoro, entonces costaba algo. ¿Qué quiero decir con esta historia? Muchas veces nos rehusamos escuchar porque nuestras cosas materiales son muy importantes para para nosotr osotros, a veces aún más qu quee nuestra vida. Las distracciones que acumulamos no nos permiten ver más allá, sólo lo que está cerca. Muchas personas viven la vida co una orca suelta siguiéndolos a toda hora porque no tienen paz. Del
mismo modo, había un punto de mi vida en donde esa persona era yo. Pero he percibido que no es lo que acumulamos en esta tierra lo importante, sino lo que recogemos en el terreno que Dios nos h puesto. puesto. La tierra erra,, qu quee ha sido si do ordenada con un propósito, no tiene preci precioo y no compre comprenndo hasta ah ahora ora su valor. Sólo sé que está más allá de lo que me puedo imaginar y, dado que Dios lo ordenó, confío e Su palabra y todo lo que Él quier de mí. A veces siento que me salgo
de la raya, que Dios me h marcado, pero es en esos momentos cuando Él me da la mano par ayudarme a balancearme otra vez. En su caso ocurre lo mismo; Dio no se ha olvidado de usted; sólo es Su manera de llamar su atención, porque porque tal tal vez es el el ún úniico modo. modo. Con los años me he dado cuenta de que, aunque una tempestad esté rodeándome, no se trata de un temor que siento, sino una seguridad de que Dios me está preparando par avanzar a mi próximo nivel. Ahora
bien bien,, no porque porque ya hay ayaa pasado pasado u nivel quiere decir que Dios nunc lo regresará a lo mismo. E ocasiones es necesario tomar u curso para refrescar nuestras memorias. Esto sucede porque seguimos siendo humanos. Las veces que regresaba a la esquina de la cocina, cada vez que me castigaban, era porque se me olvidaba la consecuencia de mis malos actos. Luego pasaba un semana y se me olvidaba nuevamente. Pero en cada ocasió
me parecía menos tiempo, pues ya estaba tan acostumbrada a estar allí. No qu quiiero ero decir decir qu quee me daba menos tiempo, sino que ya no se me hacía tan largo. Ahora, cuando Dios nos pasa por un desierto, no es que transcurra cada vez menos tiempo, sino que debemos aprender a tomarnos de la mano de Dios, de modo que el viaje por el desierto será mejor. El orgullo que el Seño siente cuando usted lo deja caminar en su compañía en el desierto es el mismo que usted siente cuando s
hijo reconoce que lo necesita. Los desiertos en nuestras vidas son muy necesarios porque nos ayudan a madurar y apreciar más los lugares verdes.
En el desierto valoramos lo que Dios nos ha dado Mi esposo y yo siempre tratamos de hacer un viaje cada año para nuestra familia. Una vez decidimos ir en un crucero de Disney a las Bahamas. Cuando llegamos a la Isl de Nassau nuestras bocas cayero
hasta el piso. Mis niños y mi esposo me mencionaba repetidamente lo linda que era la isla. Pero noté una cosa: la gente local caminaba demostrando que no era gran cosa vivir allí. Entendí que era normal porque para ellos era sólo el lugar en donde nacieron. Si embargo, para nosotros que vivimos en donde las playas no so transparentes y hay mucho desierto, por supu supuesto esto qu quee Las Bah Bahamas amas so una gran cosa. Ciertamente, si ellos vienen a mi cuidad, cuando
regresen a su tierra, la van apreciar mucho más. No siempre todo puede ser verde en nuestras vidas, porque en el desierto nos damos cuenta de que no nos queda otra más que creerle a Dios. Hay momentos en que me siento estar arriba del mundo y poder nadar, pase lo que pase, pero hay otros en que me siento desmayar y quedo flotando en depresión; hasta que finalmente recojo mis fuerzas, tomo la mano de Dios y le digo que lo necesito para este camino por el
desi desiert erto qu quee sólo sól o l en enttien ende, de, de modo que confío en que es para mi bien bien aqu aquel elllo hacia aci a lo qu quee Él me conduce. Muchas veces nos frustramos con el tiempo de Dios y, dado que no tenemos la paciencia para esperar, nos embarcamos en cualquier barco que nos señalan. La desesperació nos puede meter en muchos problem probl emas as porque porque no pen pensam samos os las cosas claramente. Conozco el siguiente dicho: “Si suena mu buen buenoo para para ser verdad, verdad, es porque porque
tal vez lo es”. A través de mi vida, me he dado cuenta de que lo que me cuesta siempre es lo que me dura, pero pero lo qu quee no, se desvan desvanece rápido. Cuando sentimos ahogarnos estamos cansados de mantenernos arriba del agua, Dios no nos dej sumergirnos, pues Él siempre manda una ayuda. Tal vez no va a ser lo que usted quiere en ese momento: puede ser una rama o u tronco de árbol, pero en fin es el auxilio para ese momento.
A mi esposo y mis niños les encantan los juegos de mesa y, a decir verdad, nunca les puedo ganar. Hay en particular uno en que se requiere escoger unas cartas por el reverso en una pila. Estas cartas le indican qué hacer. Le puede decir que se regrese o que avance. A veces he quedado a sólo a tres cuadritos para ganar, pero de pront pronto la cart carta qu quee escoj escojoo me dice dice que me regrese hasta el principio. Entonces me siento incapaz y todos se empiezan a reír de mí. Po
supuesto, todos queremos las cartas que nos avanzan para poder llegar a esa casita que lo premia como el ganador. Pero no siempre es así. Por más que afirmo que esta partid la voy a ganar, lo pierdo. Afortunadamente sólo es un juego. Afortunadamente, las cartas de l vida que escogemos de la pila no siempre están a nuestro favor. Todo en la vida es un riesgo y no se puede puede ver lo qu quee está escri escritto en esa carta porque está al revés. Todo puede puede estar giran rando a su favor, avor, al
pun punto de sen sentirse rse en las nubes e inexpugnable. Pero de repente, llega esa carta y le obliga a regresar al principio. Entonces, cuando no vemos lo que queremos, nuestros ojos se convierten en u fertilizante para hacer crecer la duda en nuestros corazones. No afirmo esto porque alguien me lo haya contado, sino porque yo pasé por estas du dudas das y, hasta la fecha, echa, a diario tengo que asegurar mi fe e Dios, pues el enemigo todos los días trata de quitarnos la paz y
hacernos dudar. Sin embargo, más grande es el que está en nosotros. Los barcos de papel siempre van estar a nuestro alcance; de hecho, están esperando fuera de su puerta para para qu que, e, en el momen omentto en qu quee usted salga, lo puedan escoger. Tenemos que estar listos para saber lo que vamos a confrontar cada día. Diariamente nos encontramos ante un nuevo reto y debemos saber cómo reaccionar a cualquier situación que nos tome por sorpresa. Recuerdo una mujer que
se me acercó y me contó que había estado en un accidente que le había cambiado toda su perspectiva de la vida. Ella continuó diciéndome que la única manera para ser feliz era tomando pastillas para la depresión. Yo le respondí que esta situación no ameritaba subirse al barco barco de papel, papel, sin si no qu quee esa circunstancia debía servir para que perci percibi bier eraa cu cuán án gran rande es Dios Dios cómo cómo la la habí habíaa sal salvado vado de la mu muert erte. Resulta triste cuando Dios no demuestra cuánto nos ama, pero
nosotros ignoramos Su voluntad e nuestras vidas. Siempre estamos busca buscanndo el con conttrol y ten ener er el manejo, y le decimos a Dios que se sien sientte en el lado del pasajero. pasajero. Recuerde el texto de Santiago 1:5 6: “Si a alguno de ustedes le fal faltta sabidurí sabiduría, a, pídasel pídaselaa a Dios, Dios, y Él se la dará, pues Dios Dios da a todos generosamente generosamente sin si n menospreciar a nadie. Pero que pida con fe, sin dudar,
porque porque quien quien duda es como como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento”. Este libro de Santiago nos adviert bastant bastante sobre sobre la fe y la du duda. da. Si no tenemos fe, dudamos, lo que nos convierte en una ola del mar. Recuerdo, por ejemplo, cuando estaba embarazada. Yo era como una ola, pues mis emociones subía y bajaban. Mi esposo siempre llegaba del trabajo y lo primero que hacía era notar mi humor.
¡Pobrecito! Cuando no estaba d buen buen humor, or, él ten eníía qu quee trat ratarm arme con cuidado porque cualquier cosa me hacía llorar. Para las mujeres es el embarazo, pero para el hombre sólo existe una explicación: ¡Estamos locas! Pero bien, de es está hablando Santiago: de esta seguros de pedirle a Dios l sabiduría para no enloquecernos. Buscamos remedios en todos lados, menos en la sabiduría de Dios. Para volver a la mujer de las píl píldoras, doras, ell ella me decía decía qu quee ya le
había pedido a Dios, pero que no pasaba pasaba nada. Sin embar embarggo, es desatención de Dios no existe porque porque la la Palabr Palabraa nos nos afirm afirma: “Pero “Pero que pida sin dudar”. Cuando no dudamos, Dios se complace y no sólo nos da, sino que lo hace generosamente, sin menospreciar a nadie. Así es que no importa s color, estatura, proveniencia o pasado; pasado; Dios Dios no men enospr ospreci eciaa nadie que pide con fe. Imagínese que está en un mar cuyo fin no puede ver, y le duelen las
pier piernnas de tan antto moverl overlas para para no hundirse. Sin dudar, pídale a Dios que le dé la sabiduría para que tome el próximo paso. Le aseguro que le va a mandar la ayuda que necesita para ese momento. Tal vez no es el barco de metal que estaba esperando; puede ser simplemente un tronco que le da descanso mientras nada hacia su destino. No es que Dios no nos quiera dar el barco barco de una vez, vez, sin si no qu quee nos está condicionando físicamente para bordar bordar el barco barco de hierr erro a nuest estro
proxi proximo nivel. vel. A mí me ha pasado pasado que he recibido algo muy pronto, pero pero no est estoy lista. De repen repentte, Dios viene, me lo quita y me dice: “¡Hasta que estés lista, Annetita!”. Entonces me frustro y me enojo, pero pero lueg egoo estoy con contten entta porque porque sé que Él siempre está bien y yo no. Me maravillo de todo lo que Dio ha cumplido en mi vida, aun las tormentas que me empiezan a ahogar, porque sólo así puedo mirar lo grande que es Dios conmigo. Del mismo modo, Moisé
ignoraba qué hacer cuando el mar los atrapaba cuando huían de los egipcios y no encontraban un lugar para para pasar pasar. Él se sent sentía qu quee se ahogaba, pues la gente empezó a uzgarlo y a acusarlo de traición. Él no estaba contento con Dios en ese momento, pero, como era obediente y con fe le pidió al Dios Todopoderoso, se abrió el mar. Todo lo que leemos en la Biblia lo podemos podemos apli aplicar a nuestras vidas vidas ahora, porque el Dios de Abraham, Moisés y David, es el mismo: no h
cambiado. A muchos nos da miedo salir de nuestra casa por temor a confrontar los barcos de papel. Pensamos que si nos quedamos bastante tiempo escondidos, lo barcos van a desaparecer. Pero no es así, no se van a ir; éstos siempre van a estar flotando cerca de donde estemos, porque porque tien enen en qu quee hacer su neg egoci ocioo de una manera u otra. Así que recl reclam amee lo lo que que es suy suyo: el valor valor co que nació para poder pararse firme, aun en la tempestad.
Capítulo 6 AQUÍ ESTÁN LAS LLAVES Un ser humano que piensa que todo carece de forma no considera que está ante una oportunidad para empezar de nuevo. En efecto, nos enfocamos en nuestros logros del pasado, pasado, pero pero nunca param paramos os de hablar de ellos. Empezamos convertirlos en lo que nos define e
el presente y no los dejamos ser historia. Yo soy fanática del baloncesto y cada año les voy a los Lakers, porque porque mi esposo esposo es de Los Ángeles, California, y me gust apoyarlo (más bien no me queda otra). En 2010, los Lakers ganaro el campeonato, lo que hizo a mi esposo el hombre más feliz del mundo. Después de la celebración, entrevistaron al entrenador de los Lakers, Phil Jackson, y me interes bastant bastante lo qu quee él comen comenttó. Cu Cuan ando do
le preguntaron si estaba contento y satisfecho por tal logro, contestó que era feliz porque todo el entrenamiento rindió frutos, pero que ese logro ya era pasado y, por tanto, no estaba satisfecho, pues todavía faltaba el próximo año para ganar. Me puse a pensar en ese momento que todos nuestros logros son sólo una historia que no define el presen presentte. La zona de comodidad es mu peli peligrosa rosa porque porque cu cuan ando do se obti obtien enee algún logro, creemos que es
suficiente para definirnos. Yo tengo amigos que infortunadamente se ha complacido en el pasado y piensa que ya han hecho lo suficiente. Si embargo, la realidad es que nunca se pueden dar por terminados, porque porque Dios Dios pu puso so en nosotr osotros logros para toda la vida hasta la eternidad. Muy a menudo recibo mensajes a través del correo electrónico, Facebook y Twitter, que cuentan lo que mis canciones han ayudado a muchos a entrar a otro nivel en su vida. Aunque so
cosas positivas y me emociono al verlas, yo sé que son sólo historia, son pasado y, por tanto, no me definen en el presente. Todas las cosas positivas que escucho a través de mi ministerio me animan a seguir componiendo nuevas canciones y a buscar otras maneras de alcanzar más territorio. El terreno que yo he trabajado hasta hoy es un pasado (un lindo pasado), es decir, no hay fin en lo que he trabajado. Aunque el enemigo dice que ya he trabajado bastante y que
tengo que planear mi retiro, yo le respondo que ni siquiera he empezado. Antes de todas las nominaciones prem premios qu quee he reci recibi bido do a lo larg argo de mi carrera musical (Premios Arpa, Premios Vida, Premio de l Gente, Latin Grammys, La Diosa d Plata y otros más), existe un historia basada en la decisión de los seres humanos. Esto agradecida por todo lo que me ha apoyado, pero estos logros no me definen.
Un día escuché a alguien decir: “Hay que parar de alagar tanto nuestros logros. Dios no está impresionado”. Estoy totalmente de acuerdo, pues Dios nos h entregado muchas llaves para diferentes puertas, que son regalos nuevos para compartirlos con otros; sólo tenemos que buscar qué llave es para cada puerta. No debemos quedarnos estancados en el pasado aunque haya sido un tiempo impresionante. Tenemos que buscar y sacar nuevas visiones para cada
etapa de nuestra vida. La únic manera de sacar las que so destinadas para nosotros es darle el control total a Dios. Cuántas vece hemos pensado en buenas ideas, de modo que nos animamos a hacerlo, pero pero toda la prepar preparaci ación ón y los plan planes es qu quee hicim cimos para para log ogrrar éxito no nos funciona, aunque hicimos todo bien. Recuerdo que en un tiempo en mi vida, antes de que yo empezara a reconocer claramente mi propósito, empecé un café tipo bistro. Yo tenía
un dinero guardado para mi negocio, lo que era para mí u sueño. Hice mi tarea y empecé co la planificación de negocio. Cuando abrí el café por primera vez, llegué a casa agotada, aunque me había salido todo muy bien. Sólo Dios sabe cuántas chapa hemos quebrado por tratar de abrir puer puerttas incorre correct ctas. as. Entrar a l fuerza no quiere decir que es nuestro lugar, sino que tuvimos que tumbar una puerta. Dios no trabaj forzando las cosas. Aunque tal vez
parez parezca ca qu quee en el momen omentto es S voluntad, puede ser sólo S misericordia. Dios es amor y nos ama incondicionalmente, pero e nuestra torpeza hay puertas que abrimos y a Él sólo le queda tene misericordia de nosotros. Recuerdo una etapa de mi vida que no olvido porque porque per perdí din dinero. ero. Siempre empre me h gustado el negocio, pero Dios me había dicho de muchas maneras que ese no era el camino. Aunque no tenía la llave, con mi fuerza tumbé la puerta y pasado el tiempo me di
cuenta de que había sido un error muy grande. “Los errores tienen una manera de prendernos una luz aunque estemos estem os ya ya en el momento”. m omento”.
Cuando nos vemos atrapados, le clamamos a Dios con todo corazó y le pedimos que tome el control del timón. Luego viene en S misericordia para socorrernos y, cuando vemos que ya estamos en u lugar cómodo, le quitamos nuevamente las llaves para
continuar solos. Se nos olvida de dónde proviene la ayuda que hemos recibido y nos tomamos el crédito que le pertenece a Él. La clave para mantener las cosas bajo bajo con conttrol es la con constan stanci cia. a. Ten ener er el control por unos días o unos minutos y luego perderlo no requiere de mucho esfuerzo. Pero para para man antten ener er un con conttrol con constan stantte se requiere un poder que no existe en un humano. Santiago 1:16-1 afirma:
“Mis queridos hermanos, no se engañen. Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y que no cambia como los astros ni se mueve como las sombras”. Ahora, si usted considera que puede crear lumbreras y puede no moverse como las sombras, entonces tiene licencia para manejar solo; en caso contrario, usted es uno de nosotros, pues necesita de un ALGUIEN que l
ayude a manejar. “Los “Los golpes golpes en la vida vida sólo sól o me han serv servido para una una cosa: estar estar completamente segura de que yo no puedo puedo conduci conducirr mi m i propia vi vida, mucho ucho menos menos la vida vida de otros”. otros”.
Cada uno de nosotros es responsable de sus emociones y de lo que decide hacer con ellas. Las quebraduras que siempre cargamos con nosotros son producto de nuestras propias decisiones. En fin, todo esto sólo es l
superficie de la razón, por lo cual hago lo que hago. Dentro de mí existe la pasión, ese fuego que nunca se apaga y que poseo para cumplir con el propósito para el cual nací. En efecto, han llegado momentos en los cuales ni yo he podido apag apagar ar tal fueg ego. o. Regreso, aquí, al siguiente punto: no podemos basarnos en los logros para para defi definirnos rnos en el presen presentte. Recuerdo que una noche después de estar filmando un video musical, me fui con una amiga al IHOP, u
restaurante de pancakes. Yo había ordenado unos pancakes con miel de fresas y un café. No pude terminarme todo, así que lo que sobró me lo pusieron en una caja para para llevar. evar. Nos meti etimos al carro carro de ella porque me iba a llevar adonde me estaba hospedando. Pasamos unos minutos por un calle; luego nos metimos a la carretera que era un poco angosta y empinada, cuando, de repente, una person persona, a, qu quee estaba detr detrás de nosotras, iba manejando borracho y
nos quiso sobrepasar; sin embargo, en medio de su embriaguez, golpeó el carro del lado en que yo iba. E unos segundos nos vimos dando vueltas y nos pegábamos de un lado de la protección de la carretera al otro. Mi amiga perdió el control y, como yo no tenía el cinturón, volaba por todo el carro. De pronto miré la cara de mi amiga y me di cuenta de que ella estaba llorando; entonces empecé a encomendarnos en las manos de Dios. Ya no teníamos manera de controlar la
situación –claro, que les esté escribiendo estas palabras quiere decir que Dios nos libró–. Pero l desesperación de no tener control en ese momento era lo que venía a la mente. Dentro de mí me preg preguntaba: ¿qu quéé harí aría si Dios Dios no hubiera tomado el control? Así estamos muchos en situaciones e donde ya no sabemos qué hacer co aquello que estamos pasando. En nuestra vida espiritual le pegam pegamos os much choo a las paredes paredes de concreto y nos enloquecemos por
no poder hacer nada. En efecto, tenemos una idea de cómo debe ser nuestras vidas y realmente estamos lejos de lo que es. Ya he perdi perdido do la cu cuen entta de la cant cantidad de ocasiones en las que una chica o u chico me cuenta sus experiencias de vida, como niños. Me comenta sobre cómo alguien les quitó s inocencia, cómo alguien los violó continuamente y nadie los detuvo. Estas son las estrelladas con las que nos enfrentamos cuando somos incapaces de comprender que e
nuestra propia fuerza no podemos. ¡Cuándo aprenderemos! ¡Cuándo l vamos a entregar todo a Dios! Cuándo vamos a decirle: “Aqu están las llaves, ya no quiero manejar, ya no quiero dirigir, yo no sé nada”. Pero tenemos que creer lo que decimos, pues muchos vamos a una iglesia y cuando están cantando mencionan, por ejemplo: “Yo me rindo a Él” y, al salir de la iglesia, nada cambia. Vuelva a sus propias fuerzas y examine lo que hace toda la semana.
Dado que yo no pretendo ser más que nadie, me permito ser sincera y afirmar que a mí Dios me sacó del lodo. Todo lo bueno que tengo en mi vida ahora ha sido sólo por S Gracia. Pero de vez en cuand puedo puedo ser lunáti ática con mi vida vida espiritual. Por ejemplo, un día me levanté con preocupación porque no habíamos escogido quién iba a mezclar mi disco. Empecé a llama a diferentes ingenieros; unos estaban ocupados y otros no contestaban. Hice un ruido como u
suspiro, ya que tenía el nivel de estrés de una montaña, y empezaba a dudar. Dentro de mí sentí que alguien me aplastaba el corazón. Cerré mis ojos, me fui a mi cuarto conversar con Dios y le expresé todo lo que sentía. De repente, sentí que me abrazó y me dijo: “Dame las llaves y hazte a un lado”. Yo sentí que me halaba las llaves, pero en mi orgullo yo no las soltaba. Er como si yo le estuviera preguntando a Dios si Él sabía lo que estab haciendo. Estas son las locuras que
cometemos todos los días. Dios nos quiere tratar como sus hijos y enseñarnos a manejar, pero no estamos aprendiendo. Sólo hast que solté las llaves y terminé de orar, pude encontrar a la persona que me mezcló las canciones. Gianni, mi hijo mayor, está en la edad en que ya quiere manejar. Yo le digo que le puedo enseñar, pero tiene que ser en un lugar en donde no haya peligro. Él está de acuerdo y ahora sabe manejar bien, para ser un niño de 15 años. Claro está que
no lo dejo solo, ni le permito conducir cuando hay mucho tráfico, pero pero está man anej ejan ando do con confforme orme a lo que tiene que saber (aunque ahora ya me está pidiendo un carro). Es así como Dios nos protege y nos advierte: nos deja manejar en áreas que no son peligrosas porque sabe que somos capaces de estar bien. Sin embargo, hay que ser sinceros: las cosas que más deseamos o que nos cuestan son las que tenemos que dejar que Dios controle. Aunque sé que es más fácil decirlo que
hacerlo, es importante que se convierta en una acción. E Santiago 1:22-25, Dios nos advierte que no sólo debemos ser oidores, sino hacedores:
“No se contenten sólo con escuchar escuchar la l a Palabra, Palabra, pues pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. prácti ca. El El que escucha escucha la alabra, pero no la la pone en ráctica es como el que se mira el rostro rostro en un espejo y, después después de mirarse, irarse, se va y se olvida ol vida en seguida seguida de cómo es. Pero quien quien se
ija atentamente en la ley perfecta que da da libertad, libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino sino haciéndol haciéndolo, o, reci recibirá birá bendici bend ición ón al al practicarl practicarla” a”.. No creo creo qu quee pu pueda eda ser más clar claroo sobre las consecuencias, si es que sólo escuchamos. Cuando allí se habla de la persona que se mira e el espejo y se olvida, esto me recuerda a una persona que conozco, que siempre está pidiendo consej con sejos, os, pero pero que que al despedirs despedirse, e, se le olvida y vuelve a la misma
situación. Es como pensar que sólo con escuchar vamos a cambiar. Si embargo, eso no es así. No pret preten endo do con conocer ocerllo todo, pero pero sí sé algo muy importante: cada vez que escucho un mensaje de Dios o u consejo que sé que viene de una person personaa qu quee habla abla con propiedad, propi edad, rápidamente trato de practicarlo. Pero unos años atrás yo no hací eso y no entendía por qué mi vida seguía igual. Yo le reclamaba a Dios: aunque yo leo tu palabr todas las noches, oro por mi comida
y trato de agradecerte por todo, ¿por qué no cambian las cosas? Er porque porque no pract practiicaba lo qu quee leía; eía; sólo lo pensaba, pero no lo hacía. Por muchos años yo creí que Dio no me tenía paciencia para llegar a su perfecto propósito. Muchas “hermanas” me decían en la iglesia que si no cambiaba de inmediato, Dios me iba a consumir al momento. La verdad yo creí es mentira y me estresaba porque no veía progreso en mi relación co Dios; para mí Él era un Dios d
sólo guerra al que temía. Lo que más me confundía era que estas “hermanas” reprendían y a la vez usaban la lengua para chismear y subvalorar a la gente. Esto no lo menciono como si yo nunca hubiera caído en este error; más bien hay person personas as qu quee hasta ah ahora ora Dios, Dios, e su perfecto amor, me ayuda a tenerles paciencia. En mi humanidad, hay momentos e donde le digo a Dios que prefiero manejar porque ya sé todo; pero luego me doy cuenta de que no
tengo ni la mayor idea de cómo funcionar sin mi Creador. Dios es usto y conoce el corazón de cada ser humano. Lo más profundo que tenemos es nuestra alma y Él conoce todo su interior. Este capítulo se lo dedico a cad hombre y mujer que está buscando una salida a su amargura o el fallecimiento de alguien cercano. En la actualidad hay cosas horrorosas que les suceden a las mujeres en particular y, cuando alguien se aprovecha de ellas, las
dejan sintiéndose devaluadas. Po otro lado, hay hombres que nunca se han sentido respetados, se dan por vencidos y dejan de seguir insistiendo. La única manera par combatir tragedias consiste e entregarle las llaves al Creado porque porque Él fue qu quiien lo hi hizo y no ha ha quien lo conozca más a usted que Él. Tal vez es una chica que está llorando porque se acaba de dar cuenta de que está embarazada como producto de una violación, o es un chico que alguien cercano
violó desde pequeño y nadie hizo nada para protegerlo. Ahora es u hombre que no puede identificarse con el género masculino. Dios mandó a Su hijo para que todas nuestras dolencias, heridas, amarguras y ansiedades fuera sanadas. Cuando caminó con es cruz pesada, Él pensaba en usted, lo hizo hasta el final, porque sabía que usted podría vivir si Él moría. Así pues, tiene que acercarse Dios para que le dé la sabidurí que le permita combatir estas
tragedias y convertirlas en sus fuerzas. Dado que desconocemos el futuro, debemos estar listos para el bien o el mal. La de Job es una histori que me llena de fortaleza, pues aunque él tenía todo, le decía a Dios: “Aquí están las llaves”. cuando le surgieron cosas malas, continuó diciéndole a Dios: “Aqu están las llaves”. Lo que quiero decir aquí es que, cuando las cosas marchen bien, no debemos confiarnos en que así seguirán, sino
que es necesario estar listo para cuando lo pedregoso aparezca. Conozco a una chica que llevab todo en orden y su vida era como una agenda perfecta. Pero una noche que manejaba rumbo a su casa, empezó a sentir dolor por todo el cuerpo. Al día siguiente no tenía fuerza en sus brazos ni en sus pier piernnas y, por más qu quee trataba ataba de levantarse, ya no podía. Cuando l llevaron al hospital, le avisaron que tenía una enfermedad en los huesos que le dificultaba moverse.
Imagínese, a una chica con tantas metas y sueños, de un momento a otro la vida le trajo una sorpresa, de tal manera que sus aspiraciones se toparon con una pared. Cuando entramos en un mundo extraño al que estamos acostumbrados a vivir, nos congelamos un rato porque sufrimos un impacto que detiene lo que estamos haciendo. Cuántas mujeres ahora mismo están sufriendo por u matrimonio destrozado, o alguna está siendo usada en el sexo
traficado, está siendo violada todos los días, o un niño está siendo confrontado por un monstruo todas las noches que lo lastima y lo amenaza si le dice a alguien. Puedo seguir y seguir con eventos que están pasando ahora mismo o que ya sucedieron, pero el problema es que ya ocurrió y no sabemos cómo acercarnos e identificarnos más. Este mundo se pone peor día tras día y no parece que haya muchos que podamos ayudar porque la mayoría somos víctimas. Tenemos
que aprender a superar nuestros atrasos, pues sólo así podemos estar allí para otros, en fin, para eso fuimos creados. Hay un dicho mu común en mi país que reza: “A la miseria le gusta la compañía”. E efecto, Mateo 9:37 nos dice: “La cosecha es abundante, pero son ocos los obreros …” . Pídanle al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo, porque hay más gente en el agua tratando de quedarse a flote que gente ya en el barco barco de hi hierro. erro.
Creo que la lástima es un facto muy grande en este problema; todos queremos ser escuchados, pero nadie quiere escuchar. Cuando estoy cansada, mi esposo y mis niños saben que me torno un poco sentimental y cualquier cosa me pone pone mal. al. Recu Recuer erdo do qu quee lleg eguué de una larga gira y estaba muerta del cansancio. En medio de toda es emoción me entristecí y sentí que tenía que hablar con alguien. Llamé a una amiga para ver si me ayudaba; sin embargo, al terminar nuestra
conversación, era yo quien estaba consolándola. Pero la verdad me sentí mejor cuando colgué, no porque porque ell ella me hubier bieraa ofre ofreci cido do palabr palabras as para para con conffortarme, ortarme, sin si no porque porque me acordé acordé de qu quee J esús nos había dicho: “La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros…”. Yo sé que los problemas nunca se van acabar, pero la manera en que los confrontamos sí puede cambiar. Recuerdo mi actitud cuando recié empecé mi carrera musical. Muchos
empezaron a decir que yo era satánica, drogadicta, y que mi ropa era del diablo (aunque hasta ahora no comprendo lo que eso quiere decir). Esos comentarios me ponía muy mal, de modo que quería darme por ven venci cida, da, pu pues es era era much chaa la crítica y me lastimaba. Pero un dí decidí hacer de esas críticas mis fuerzas, y me puse a considerar que si la gente pensaba tanto en mí, entonces yo era importante. Sabí que mi corazón era sincero y que todo lo que hacía era para ayudar a
otros. Era mi seguridad la que poní ponía de man aniifiesto la insegu seguridad de otros porque percibían que yo seguía adelante y estaba cumpliendo el propósito por el que fui creada por Dios. Primero tuv que creer en lo que yo era para poder reconocer econocer mis fuerz erzas. Debí antes confrontar mis obstáculos para para poder segu seguir. Había Habí a momen omenttos en que quería desistir, pero algo dentro de mí siempre me decía: “¡No! Espérate”. Claramente era e Espíritu Santo que me guiaba par
poder lleg egar ar adon adonde de estoy. estoy. Tuve que aprender a entregarle las llaves a Dios porque era la única maner de poder superar mis problemas y dejar el pasado como una enseñanza y ya no una tragedia. Creo que lo más difícil fue aceptarme como alguien importante, a pesar de mis fallas y de todo lo que me había pasado. Como lo había mencionado, la religión nos ha pintado una imagen de Dios como alguien que siempre está listo para para con conden denar arnnos. Pero ero esto es
err errón óneo, eo, pu pues es l lo creó creó con u propósi propósito. Todo lo qu quee Él hizo fue con un propósito. Usted no fue creado para tomar espacio en esta tierra; usted fue creado con una habilidad increíble que el mundo necesita. Hebreos 12: 10-11 nos indica la manera como nuestro Padre nos corrige:
“En efecto, nuestros padres nos discipli disci plinab naban an por por un breve tiemp t iempo, o, como como mej mejor or les les parecía; parecí a; pero Dios
lo hace para nuestro nuestro bien bien a fin fin de que participemos en Su santidad. Ciertam iert amente ente ningu ninguna na discipli disciplina, na, en el momento de recibirla parece agradable, sino si no más más bien bien penosa; sin si n embargo, embargo, después después produce produce una cosecha de justicia justi cia y paz para para quienes han sido entrenados por ella”. Quiere decir que todo lo que uste denomina malo, en realidad es algo que potencialmente producirá una cosecha buena. Ahora yo voy a poner poner én énffasis asi s en la frase: ase: “…
quienes han sido entrenados por ella [la disciplina].” Lo que quiero indagar con esto es: ¿qué tipo de actitud toma cuando llegan retos a su vida? ¿Es entrenado o pierde el control y se va por un rumbo si dirección? Los retos, los problemas, las tragedias, como usted los quiera llamar, no van a desaparecer, pero usted sí puede cambiar su actitud hacia estos. El miedo que l mayoría de la gente siente se produce produce al con conffront rontar sus sus retos; etos;
entonces prefieren esconderlos y esperar que un día desaparezcan. Yo siempre he dicho que las cosas que se deben enfrentar tiene flotadores y nunca se hunden. Cuando ya se afrontan, el valor se convierte en un ancla y las hunde. No estoy hablan ablando do de un valor valor de supermán, sino del que Dios puso en nosotros como sello por ser Sus hijos. ¿Se imagina si en este momento en que está leyendo este libro, libro, decide decide darl darlee las las llave ll avess a Dios para para qu quee man anej ejee su vida, vida, y le dé la
valentía para abrir su corazón al perdón perdón,, al amor amor y a la paz que que sólo sólo Él le puede brindar? Hay que dejar la lástima en este momento. En mi caso, ésta sólo me atrasó y me hizo sentir peor. Pero una noche inolvidable, Dios me recordó que yo era su hija y que podía vivi vivirr feli eliz con sólo sólo cambi cambiar ar mi actitud; entonces poco a poco las cosas empezaron a transformarse, sólo porque he sido entrenada por la disciplina de Dios. Esto n sucedió repentinamente; de hecho,
aún sigo cometiendo errores, pero ahora me puedo levantar más rápido de mis caídas porque sé quién soy, a pesar de todo lo que me he lastimado. Dios es bueno y, a pesar de nuestras malas decisiones, nos da la oportunidad de levantarnos de nuestras caídas. Por esa razón, todavía estamos aquí. Si usted h vivido mucho tiempo en un vacío y sigue intentando lo mismo, tal vez esto sucede porque tiene que cambiar el canal y tomar el camino
que fue creado para su vida. Además, acuérdese de que los momentos difíciles que pasamos también nos sirven para entender a otros que están sufriendo la misma situación y, aunque Dios nos dio a todos la habilidad de cambiar, Él está esperando que usted entre prim pri mero ero en esta carr carrera. era. Dele las llaves a su Creador, pues si se sienta en el lugar del copiloto, ya no podrá ver el retrovisor que le recordará todo lo que le hace llorar. Su Creador sabe por dónde
debe viajar. Le aseguro que le va a encantar el panorama sin tener que preocu preocupar parse se por man manej ejar ar..
Capítulo 7
BÁJATE DE LA CANOA Muy bien recuerdo un chico que vino a uno de mis conciertos e México. Él se me acercó con un ansiedad y me dijo que estaba desesperado porque no podía alcanzar sus sueños. Yo le respondí: “La única manera en que puedes lograr tus sueños es despertando de tu sueño” . Cuántos de nosotros tenemos sueños y metas
que deseamos alcanzar, pero infortunadamente no queremos despertar, ni levantarnos de la cama. Se nos pegan las cobijas cuando es tiempo de levantarnos; y si salimos de la cama, lo hacemos con una actitud aburrida porque no hemos podido encontrar u propósi propósito para para vivi vivirr. Dios no creó las cosas lindas par los animales, sino para nosotros los humanos; a pesar de eso, los animales conocen el propósito que Dios puso en ellos. Por ejemplo, l
vaca sabe que tiene que producir leche, y la gallina, huevos; así podríam podrí amos os con conttinuar con más animales. Sin embargo, ¿qué pasó con el humano? Hay miles y miles de personas en este momento que tienen miedo de vivir y se conforman con sólo existir . ¿Por qué sucederá esto? Recuerdo una noche en que me puse mal; tenía una gripe que no se me iba y, por más que luchaba por sentirme mejor, me empeoraba. Para mí no era el dolor de la gripe,
sino el hecho de no poder levantarme de la cama y saber que, mientras yo estaba acostada, las oportunidades se me pasaban. Muchos de nosotros no realizamos los deseos que están en nuestros corazones simplemente porque tenemos una lista larga de excusas para para toda la vida. vida. Uno de los temores más grandes de la humanidad es “fallar”. Le tenemos tanto miedo a ser rechazados por otros o juzgados como locos, que pref preferi erimos vivi vivirr la vida vida “n “norm ormal al”. ”.
Pero “normal” aquí en realidad es hacer lo que no corresponde en la vida. En efecto, hacemos todo menos aquello para lo que fuimos creados. Hay tanta gente hoy en día que se está gastando su vida, pero no está manifestando ningún fruto. Si uste viene a vivir en mi casa y convive conmigo por un tiempo, se dará cuenta de que me gusta cocinar, limpiar, decorar, jugar baloncesto, etc. También se podría dar cuenta de que me ENCANTA escribir, se
música o algún pensamiento. ¿Sabe por qu quéé me en encan cantta? Porque orque ese es mi propósito en la vida, eso es lo que Dios puso en mí y es lo que arde dentro en mi corazón y mente. Él me creó para otros. Cocinar, limpiar, decorar o jugar deportes, me beneficia a mí y a mi familia, pero pero no a otr otros. Yo sé qu quee estoy en la voluntad de Dios porque puso e mí algo “no” egoísta. Cuando yo le digo a mi público: “Bájate de la Canoa”, mucho pien piensan san prim pri mero ero en alg algo para para s
propio propi o ben benef efiicio. cio. Pero ero es much choo más que eso: significa estar listo para para no ten ener erlle miedo al ag aguua cuando llegue el momento en que hemos descubierto nuestro propósi propósito. Para ara cada uno de nosotros Dios ha confirmado u llamado, incluso antes de la creación, para beneficio de otros. En este verso podemos ver que Pablo tenía los mismos problemas. (NVI 1 Corintios 12: 7 ): “ A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien
de los demás”. Este verso tiene dos pun puntos muy im important portantes: el prim primero es la expresión “cada uno”, que se refiere a la individualidad: el segundo es “bien de los demás”, que se refiere a la ausencia de egoísmo. Cuando alguien me dice que quiere ser como yo, rápidamente le digo que Dios hizo algo en esta person que no hizo en mí, y que me encantaría verlo. A usted, que está leyendo este libro, le quiero recordar lo especial que es y cuánto
Dios creó en su vida para pode cum cu mpli plir su propósi propósito. Por otro lado, no pensamos mu profun profundo en la razón azón del porqué porqué estamos aquí. Yo le voy a decir lo que yo pienso de mí, y quiero que usted piense lo mismo de sí; Dios, el Creador de todo espacio tiempo, el Señor del universo, el Dueño de cada alma y de toda l tierra, el Príncipe de Paz, el Seño de Señores, el Todopoderoso y el Rey de todos los Reyes, pensó e usted. Nadie más tiene lo que est
dentro de usted; nadie más puede lograr lo que usted puede hacer co su propósito. Mire su mano ahora; antes de continuar, mire las líneas que hay en ella: nadie en este universo tiene un diseño idéntico. Cuando entendemos nuestro valo en Dios, es muy fácil comprende mejor nuestro propósito. De est manera, algo en nosotros nos empuja a querer saber más de lo que podemos hacer. Empezamos entonces a tener más confianza e nosotros mismos como hijos de
Dios. Antes de que se acostaran, yo siempre les dejaba a mis hijos la uerta un poco abierta para que udiera entrar la luz, pues si se la cerraba completamente, no se dormían porque le tenían miedo a la oscuridad. Con esa pequeñ apertura de sólo un centímetro, la luz entraba y podían descansar. Si bien bien era era sim si mplem plemen entte un cent centímetro, etro, con sólo ese poquito ya entraba la luz. Yo entiendo que de la noche a la mañana no es posible cambiar algo
que hemos practicado por mucho tiempo; sin embargo, lo que sí podemos podemos hacer cada noch ochee es abri abrir la puerta de nuestro corazón cada vez un poquito más. Muchos hacemos cosas lindas: mandamos dinero a un orfanatorio, le damos un sándwich a un hombre de la calle, o asistimos si interrupción cada domingo por la mañana a oración. No me tomen mal. Estas son obras lindas, pero no es lo que lo define a usted. De hecho, yo practico algunas, pero
eso no quiere decir que es el propósi propósito de mi mi vida. vida. Yo sé por qué qué estoy aquí, ya lo estoy logrando, pero pero tambi ambién én cu cuan ando do Dios Dios me pon ponee en el corazón ayudar financieramente, yo lo hago. Recuerde NVI Pr Proverbi overbios os 21:3: “Practicar la justicia y el derecho lo prefiere el Señor a los hace sacri sacrificios”. cios”. Podemos sacrificios, pero Dios siempre va pref preferi erir lo qu quee es derech derechoo y justo. Practicar la justicia significa busca el propósito en usted y llegar a la
madurez que pueda ser manifestada a través de usted para el beneficio de los demás. En NVI Pr Proverbi overbios os 20:5 está consignado: “ Los Los pensamientos pensamient os humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta ácilmente”. Este verso quiere decirnos que, aunque los propósitos del hombre están profundos en el alma, el que sabe pescar, va y los saca. Esto significa que tenemos que buscar y prestar atención a nuestro interior porque, aunque sea
profun profundos los propósi propósitos, el qu quee busca busca los en encon conttrará rará.. Por otro otro lado, en NVI Lucas 11:9 11:9 dice: dice: A Así sí que yo les digo: ‘Pidan y se les dará, busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá abrirá la puerta’. puert a’. Estas so palabr palabras as rojas ojas qu quee me dicen dicen qu quee salió de la boca del mismo Dios través de Su Hijo. Jesús caminó e esta tierra y Su Padre le daba tod lo que Él pedía. Pero todo lo qu pedía pedía era era con confforme orme a Su propósi propósito. En efecto, no estaba pidiendo nad para para su propia propi a gloria, ori a, sin sino para para
gloriar a Su Padre. Muchos d nosotros ahora sólo obramos a nuestra manera para que el humano nos pueda gloriar, pues nos importa más lo que digan de nosotros aquí en la tierra que lo que Dios en el Cielo tiene que decir. Cuando Jesú caminó aquí en la tierra, S propósi propósito era era demost demostrrar la Glori Glori de Su Padre. Pero aparte de tene un propósito, también tuvo el sueño o la visión de que iba a morir por nuestros pecados y así le iba a quitar las llaves a satanás para
destrancar las cadenas que tenía sobre sobre nosot nosotrros. Conocer el propósito es importante, pero pero lo qu quee se va a hacer con él lo es aún más. Yo conozco mi propósi propósito, pero pero qu quéé provech provechoo obtendría usted si yo simplemente le dijera que sé escribir unas canciones, pero nunca se las mostrara. ¡Ninguno! Absolutamente ninguno. Yo tengo una caja fuerte en mi casa, en donde guardo tesoros como fotos, pasaportes, dibujos de mis niños, etc. Ahora bien,
imagínese que yo pusiera allí también todas las canciones que he escrito, ocultas en donde nadie pudi pudier eraa leerl eerlas, más qu quee yo, porque porque sólo yo sé el código de la caja. Eso sería egoísta de mi parte, pues cuando Dios me creó, Él miró l tierra en donde yo iba a sembrar y ese lugar sólo tendría mi imprenta y de nadie más. Quiero decir que si yo no hiciera mi trabajo, esa tierra se perdería y yo sería la única responsable por ello. Dios no nos pide que hagamos
cosas imposibles porque ese es el trabajo de Él. Lo único que pide d nuestra parte es sembrar y regar, para para qu quee Él dé el creci crecim mien entto ( NV NV ). Tal vez se ha 1 Corintios 3:6 ). preg preguntado por qu quéé nada está creciendo en su terreno y, aunque se haya sacrificado por años, físicamente se haya matado co sudor, haya tirado semillas (propias) y haya regado, no obstante, sigue frustrado y nada pasa. pasa. Puede ser qu quee no est sembrando en la tierra que Dios le
dio y, por tanto, su semilla no es compat compatiible ble con esa esa tierr tier ra. Me alienta cuando leo estas palabr palabras as en el libro bro de Isaías, Isaí as, porque porque es tan dir directo ecto al coraz corazón ón qu quee está buscando su propósito ( Isaí Isaías as 55:9-10): “ Mi M is caminos y mis pensamientos pensamient os son más alt altos que los de ustedes; más altos que los cielos sobre la tierra! Así Así como como la lluvia uvia y la nieve nieve descienden del cielo, y no
vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semill semil la al que siembra y pan al que come”. ¡Imagínese! Dios nos está dando l oportunidad de volar; Él quiere que nosotros entendamos Sus pensam pensamiien enttos y dice dice qu quee Sus caminos y pensamientos son más altos que el mismo Cielo. Est quiere decir que fuimos creados para para alcan alcanzzar el propósi propósito de Dios. Dios. Nuestros Nuestros propios propi os propósi propósitos son ta
débiles que no satisfacen y, como dice el refrán, “ni nos llega a los talones”. Ahora vamos a hablar un poco de l segunda parte de estos versos. El versículo 10 continúa diciendo que Dios manda sus pensamientos a l tierra, así como la lluvia y la nieve descienden del Cielo. Cuando Dio manda algo, nunca se regresa si hacer Su trabajo. Así pues, cuando caen los pensamientos de Dios e los corazones y los aceptamos, se prepar preparaa el terre errenno, se fert ertiliza la
tierra y comienza a ser (germinar). Todo Todo este este proceso proceso es lo l o que que le le da la la semilla al sembrador, que somos nosotros, y lo que cosechemos será pan para para el qu quee escu escuch che. e. Esta Esta es una promesa promesa de Dios. Dios. Por eso, n podemos podemos ten ener erlles miedo a los sueños y pensamientos que Dios pone pone en nosot nosotrros, pu pues es sin si n im importar qué tan grandes e imposibles sea de alcanzar, cuando pedimos por S voluntad, Él nos equipa con lo necesario para cumplir nuestra visión.
Yo soy hija de un vaquero verdadero y me acuerdo del día e que decidí aprender a montar u caballo. Antes de hacerlo, mi papá me enseñó a ponerle la rienda y a ensillarlo. Se tomó un tiempo par enseñarme ya que quería que estuviera lista cuando llegara la hora de montar sola. Él me decía: “ Brady Brady -mi sobrenom sobrenombr bree-,, siem si empr pree recuerda que tienes que dominar el caballo y no dejar que él te domine a ti. Nunca sueltes l rienda, pase lo que pase”. Co
esto digo que mi papá me enseñó bien bien.. Apren Aprendí dí porque porque mi papá ten eníía conocimiento de caballos: ese era su terreno. Así es nuestro Dios (Padre); Él nos enseña, cuando alg es de Su conocimiento y de S terreno, y nos lo demuestra con S sabiduría, de modo que no nos deja solos. Pero ¿qué pasaría si le hubiera pedido ayuda a mi papá para para volar volar un avión avión?? Él no vu vuel el aviones, no es su terreno y simplemente no me beneficiaría de sus instrucciones.
A veces le pedimos a Dios que nos ayude en un terreno donde Él francamente no tiene interés y que nunca estuvo en Su plan para s vida. Él es Dios y sabe hacer todo pero pero no tien enee interés erés en todo. Dios Dios está interesado en su propósito, que ya ha sido establecido en el reino para para usted. usted. A lo largo de los años, Dios me h demostrado la verdad en mis errores. Recuerdo que en ocasiones admiraba a una cierta persona al pun punto de decir decir qu quee qu quer eríía ser como como
ella. Entonces, todo lo que hací era similar a esa persona. Un día, por ejem ejempl plo, o, fui a una tien enda da de ropa y vi una chaqueta de cuero pareci parecida da a la qu quee usaba mi person personaa favorita; cuando me la probé, tras verme en el espejo, me sentí mal y ridícula, y de pronto escuché algo en mi corazón que me decía: “¿Po qué no quieres ser original?” Me golpeó tan fuerte ese pensamiento que decidí ser Annette otra vez. De igual modo, le pedí perdón Dios porque, aunque fue de un
manera inocente, mi corazó deseaba ser alguien más, debido a que no había definido mi propósito. Si yo no hubiera reconocido en ese momento mi falla, ahora viviría frustrada por los triunfos de otros, pues pues no estaría estarí a en mi propósi propósito original, sino en uno ajeno. Muy a menudo, mi mamá recuerd que, cuando me castigaba, me ponía en una esquina de la cocina. Si embargo, antes de irme a la esquina, yo tomaba la escoba porque porque den denttro de la próxi próxima hora
de castigo esa sería mi guitarra. Me castigaban porque me negaba a cantar música mariachi y tambié porque porque me portaba mal. al. Pero, ero, e fin, ya conocemos la historia: estoy haciendo lo que Dios me propuso. A pesar de los obstáculos, yo busqu busquéé de Dios Dios en mi interi erior y le pedí sabidu sabi durí ríaa para para en encon conttrar mi propio propi o terr erren eno. o. Así Así pu pues, es, pu puedo edo decir que, cuando era niña, mis padres padres me sembra sembraron ron en su su ter terrren eno; o; sin embargo, al crecer mis raíces, ya era tiempo de sembrar en mi
propia propi a tierr erra. A pesar pesar de qu quee a mi papá le doli dolió qu quee me fuera era de s terreno, él sabía que ya era el tiempo, aunque mi siembra sería para para otro otro propósi propósitto, el mío. Cuando Dios deposita algo en s corazón, no hay nada ni nadie que lo pueda parar. Nadie más ha podido con consi siggnar la impren prenta qu quee yo he dejado a través de mi carrera, lo que significa que, de no haber obedecido la voz de Dios, es decir, si no me hubiera bajado de la canoa, mi tierra se me habría
secado y habría estado contra el tiempo de Dios. Él Señor creó a cada ser human con un propósito para Su Reino. S lo que usted hace ahora es sólo para usted o su familia, está viviendo de un modo muy egoísta. Esta es l razón por la que no es feliz, pues dentro del alma se mantiene ese anhelo que Dios depositó en s vida, que no se irá sólo porque usted lo está ignorando. Me gust mucho como lo explica un autor que Dios ha usado para crear a líderes
en estos días: “Si Dios sólo no creó para aceptar su plan de salvaci salvación ón y luego ir al ciel cielo, o, entonces se está demorando bastante”. En efecto, Dios no no creó sólo para ir al Cielo, sino también para cumplir nuestro propósi propósito aquí aquí en la titierra erra.. Muchas mujeres que conozco pien piensan san que que Dios Dios sólo sólo las hizo par hacer tortillas y frijoles, pero está equivocadas, pues Dios la creó para para alg algo más gran rande. A mí me gusta cocinar; más bien, me fascina.
Mi esposo y mis hijos siempre están esperando la hora de la cena, porque porque saben saben qu quee les voy hacer algo rico; pero eso no es lo que me apasiona. Mi pasión y mi visión es escribir canciones y pensamientos que logren penetrar lo perdido de una manera fácil y que pueda afectar el Reino de Dios de un man aner eraa ori original. al . No le estoy dici dicien endo do qu quee se negativo ser ama de casa, pero no se conforme con sólo vivir esa vida rutinaria. Por ejemplo, yo me
acuerdo cuando mi casa tenía que estar limpia y me perdía horas e organizar, lavar, planchar, bañar a los niños y a los perros. Era un rutina de todos los días y la cosa más rara es que nunca terminaba; siempre me acostaba como a la media noche, todavía lavando y alzando ropa. Cuando por fi llegaba a la cama, me acostaba vacía, sin rumbo e infeliz. ¿Qué es lo que tenía?, ¿por qué yo hacía tanto, pero nunca estaba satisfecha? Porque dentro de mí había un sentir,
una visión que Dios habí depositado en mí, incluso antes de que naciera, pero no lo estaba cumpliendo; más bien, la estaba ignorando. Entonces no fue sino hasta cuando yo le presté mi atención al propósito de mi vida, que pude cumplir mi visión. El negocio del enemigo es arrebatarnos la voluntad de Dios nuestra visiones, pero más grande es Dios que cualquier obstáculo. Toda la vida vamos a tener buenas intenciones. No existe un se
humano que diga: “Tengo malas intenciones.” Pero ¿qué provecho sacamos viviendo de esta manera? Nin Ninguno. No sólo sól o suf sufrim ri mos nosotr osotro con estas decisiones, sino que también los que nos rodean sufren. Nuestra Nuestra actitu actitud está compl complet etam amen entte relacionada con cómo nos va en la vida y cuántas metas podemos alcanzar. Si digo que todo va a salir mal, entonces así será, pero si afirmo que todo va a salir bien, entonces todo tendrá este resultado. Así está la cosa; pensamos que,
porque porque alg algo no nos está funcion cionado, ado, eso es malo. Pero en mi luga sucede lo contrario: cuando algo a mí se me hace difícil, me encanta, pues pues es un ret reto qu quee pu puedo edo super superar ar.. De hecho, nunca falta que después de esa tormenta aparezca Jesús para calmar todo. Yo conozco a una amiga que tiene toda la buena intención de hacer el bien bien,, pero pero nunca se en encu cuen enttra satisfecha; entonces, cada vez que me encuentro con ella, está intentando algo nuevo. La intenció
no es mala, pero si usted no aprende y en su lugar sigue cayendo en el mismo hoyo, eso sí es malo, pues pues qu quiiere ere decir decir qu quee no está aprendiendo cómo mantenerse a flote por mucho tiempo. Los vers versos os ci cinco y seis sei s de Santiago 1 nos llevan a un punto muy interesante, debido a que nos habla de la constancia: “Si a alguno de ustedes le fal faltta sabidurí sabiduría, a, pídasel pídaselaa a Dios Dios y Él se la dará, pues
Dios Dios da a todos generosamente generosamente sin si n menospreciar a nadie. Pero que pida con fe, sin dudar, porque porque el que duda es como como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense piense que va a recibi eci birr cosa alguna del Señor, es indeciso e inconstante en todo lo que hace”. Si esto no le demuestra lo que Dio quiere de usted, entonces no sé qué
puede puede ser ser más clar claro. o. Cuando hablo de bajarnos de l canoa, no quiero decir que seamos irresponsables. De eso no se trata. Cuando Santiago dijo: “Si te falt sabiduría, pídesela a Dios y Él te l va a dar, pero pide con fe”, lo que quiere decir es que cuando usted hace las cosas de la manera correcta, es decir, pide con fe, entonces usted no va a tener miedo de bajarse, porque la paz de Jesús será la que le está invitando a que tome ese paso de fe.
Vamos a ver qué pasó cuando Jesús se les apareció a sus discípulos caminado sobre el agua, y ellos pensar pensaron on qu quee era era un fan anttasma asma ( NV ateo 14:27-31): “ Per Peroo J esús les dijo en seguida: ‘¡Cálmense! So o. No tengan miedo’. ‘Señor, si eres tú –respondió Pedro–, mándame que vaya a ti sobre el agua’. ‘Ven’ –dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al senti sent ir el vient vientoo fuerte, uert e, tuvo miendo comenzó a hundirse. Entonces
ritó: ‘Señor, ¡sálvame!’. En seguida segui da J esús le tendió endió la mano y, sujet suj etándolo, ándolo, lo reprendi eprendió: ó: ‘Hombre de poca fe! ¿Por qu dudaste?”. Me imagino que Jesús ya estab medio harto de que no pudiera aprender el acto de fe. Las olas que Pedro veía son las olas que vemos nosotros cuando estamos caminando hacia el propósito de Dios par nuestras vidas. Luego le pedimos Jesús que nos llame a Su propósito sin embargo, cuando se para
enfrente de nosotros y dice: “Ven”, nos da miedo y preferimos regresar al barco porque tenemos la idea de que es mucho mas fácil; pero luego, viene un humano y nos tienta co una zanahoria y al decirnos: “Ven”, corremos allí sin pensarlo dos veces. Esta fe positiva ocurrió cuando Pedro escuchó la voz de Dios y, aunque tuvo miedo, no se regresó. Me imagino que él estaba más cerca del barco que de Jesús; si bie podía haber reg regresado resado o pedir pedirle a
otro de los discípulos que lo metieran en el barco otra vez, no obstante, Pedro continuó, pues sabía de dónde provendría s ayuda, por lo cual le clamó a Jesús. Si nos fijamos en algo, Pedro mir a los lados, pero nunca hacia atrás. Aunque la situación le produjo miedo, que es lo que lo llevó a empezar a hundirse, él siguió adelante. Ahora bien, vamos a imaginarnos que en ese momento Pedro no hubiera dudado; obviamente, no se habría empezado
a hundir. Sin embargo, nuestras decisiones siempre van a determinar la presión para nuestro destino. Esto quiere decir que los problem probl emas as pu pueden eden ser ser abordados abordados de manera fácil (sin estrés) o difícil (con mucho estrés). Pedro escogió sólo mirar a los lados, lo que le costó, pero Judas, el que traicionó al Señor, miró atrás y nunca regresó. Dios nos dice:
“Busquen al Señor mientras se deje deje encontrar encontrar;; llám ámenl enloo mientras esté cercano”
(Isaías 55:6). Siempre pasa algo gracioso cuando llevo a mis dos hijos más grandes al mercado. Alexio, el menor, es un poco despistado despistado cu cuan ando do está co sus juegos electrónicos, de modo que no hay nada que le quite la atención, ni siquiera si se trata del fin del mundo; pero Gianni, el mayor, aunque esté entretenido también con sus juegos, está atento a lo que está pasando. Así pues, nunca falta que cuando empezamos a descargar la comida en bolsas,
Alexio siempre se queda con las más pesadas. Entonces empieza llorar y a quejarse afirmando que Gianni lo hace a propósito. ¡Clar que lo hace a propósito! Gianni pone pone aten atenci ción ón,, mira las bolsas bolsas y deja todas las que tienen latas o líquido, y se lleva las que está cargadas con pan y cereal. Ahora bien bien,, Alex Al exiio todavía odavía está con s uego en una mano y dos bolsas de leche y latas en la otra, y batal batalllan ando, do, echán echándole dole todavía odavía la culpa a Gianni. Él simplement
tenía que obedecer cuando le pedí que alzara su juego, saliera del carro y agarrara las bolsas más livianas. Sin embargo, esa fue s decisión: prefirió seguir jugando, pero pero a la hora ora de cami caminar a s destino, aun cuando batalló, llegó. Dios es misericordioso y permite que entremos a Su propósito, puede ser a la manera de Alexio o a la de Gianni. Infortunadamente, l mayoría escoge lo más difícil, pues estamos demasiados distraídos co cosas que ni importaban a la larga.
Yo tenía 13 años cuando tuve un encuentro con el Espíritu Santo quien me preguntó qué es lo que deseaba de Él. Yo le contesté que mi corazón estaba vacío para que Él hiciera Su voluntad. Si embargo, tuvieron que pasar los años y, en lugar de confiar en Dios, dejé que las distracciones comprometieran mi relación con Él. Entonces, aunque regresé a mi propósi propósito, siem si empre pre me cost costó. Dios nos dio muchas horas en el dí para para man anej ejar arllas bien bien y aprovech aprovechar ar
todo a su tiempo. Si a usted le encanta coser o practica cualquier otro talento, fije el día y la hora e que puede hacerlo. Tome su calendario y organícese; no es difícil. Deje de ver tantas novelas; la televisión quita mucho tiempo del día, de modo que usted pierde demasiado en esto; los únicos que ganan son los actores, a quienes les pagan pagan cada vez qu quee usted sin si nton onííza sus programas, mientra usted empobrece haciendo nada. Vamos a regresar a la frase:
“Bájate de la Canoa”. Aunque e una canción rápida, con un ritmo pegaj pegajoso, oso, eso no qu quiiere ere decir decir qu quee así es como vamos tomar nuestras decisiones. Tenemos que ser pruden prudenttes, au aunn en nuestras emociones. Muchas cosas se pueden pueden visu visual aliizar como como alg algo posit positivo, pero pero al final pu pueden eden ser ser fatales. La manera más segura de tener claro el propósito de Dios e su vida es tener una relación íntima con Él. Dios intentó cumplir S propósi propósito con el hombre ombre,,
caminando y hablando con él todos los días, y guiándolo por el camino perf perfecto. ecto. Sin embar embarggo, la decisi decisióó de Adán y Eva fue fatal porque nos incomunicó con nuestro Creador; no obstante, en Su misericordia, continuó manifestándose e Abraham, Moisés, David y mucho más, pues vio que había corazones que obedecían y deseaban estar e Su presencia, a pesar de las decisi decision ones es de su sus an anttepasados. epasados. Tal vez está pensando que Dios no quiere nada de usted porque s
pasado pasado ha sido si do pedreg pedregoso. oso. Qu Quiizá se siente como que ya no hay esperanza y se ha frustrado en sus propias propi as fuerz erzas. O posibl posiblem emen entte siente que la desobediencia de sus padres padres lo ha incomu comunicado perm perman anen enttemen ementte de Dios. Dios. N obstante, Él entregó a su único Hij para para traern aernos salvaci sal vación ón por medio edio de su Sangre; lo sacrificó porque era demasiado importante que se cumpliera Su propósito en nosotros. Dios siempre termina todo lo que empieza, pues es constante, fiel a
Su Palabra y nos ha mostrado e Tesoro que nos ha dejado a través de Su Espíritu, a saber, la sabidurí y el entendimiento que está guardado ardado en su Hijo Jes Jesús. ús. ¿Cuántas lágrimas nos hubiéramos ahorrado si sólo hubiéramos acudido a Jesús la primera vez? ¿ cuántas personas hemos lastimado por no hacer aqu aquel elllo para para lo qu quee Dios nos creó? creó? En la oraci oración ón está el poder para para compr compren ender der nuestros propósi propósitos. Cuan Cu ando do oram oramos, estamos hablando con el Creado
del universo, así que tenemos que pract practiicar est esta acción acci ón,, pu pues es es nuestra única alternativa. Habrá momentos cuando sient estar ahogándose aun en S voluntad, pero Él siempre nos demuestra Su fidelidad. “ El Señor afi afirma los pasos de hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la la mano”. mano”. Ahora le voy a pedir un favor, antes
de que continúe leyendo este libro : quítese la etiqueta con su propio precio, porque es inestimable. Dios mandó a Su Hijo y Él se bajó de la canoa cuando vio S propósi propósito en una cru cruz.
Capítulo 8
LOS PERROS QUE LADRA N Recuerdo que antes de empezar mi carrera musical de lleno, pensaba que ser hija de pastor era lo más duro, porque siempre sentía que caminaba sobre cáscaras de huevos. Cuando grabé mi primer disco, er una maravilla, pues si Dios me perm permitía viaj viajar ar,, podía escapar escapar de toda la crítica en mi iglesia. Bueno, no voy a decir que fuera perfecta,
pero pero no eran eran cosas cosas qu quee importaba si otra muchacha, que no fuera hija de pastor, las hiciera. Uno de mis oficios como hija de pastor era era en encar carggarm arme de los óvenes, por lo que cada domingo daba la alabanza. Con todo mi corazón hacía ese trabajo; no porque porque fuera era la hija del pastor o porque porque me hubier bieran an obli obligado, sin si no que sentía el llamado para dar aliento al necesitado. Aunque todo lo que hacía era para otros y miraba el fruto, yo quería algo más en la
vida. Todavía no tenía claro lo que busca buscaba, ba, pero pero una cosa sí sabía: sabí a: no quería estar en donde hubiera crítica. Me importaba tanto lo que otros decían de mí, que me sentía estresada de no poder complacer y lleg ll egaba aba a casa estres estresada. ada. Por fin llegó un día en el que recibí una llamada de una estación de radio que quería hacer un concierto conmigo, pues les había encantado mi nueva producción denominada “Volar Libre”. Estaba tan feliz, que imágenes de mi futuro empezaron a
pasar pasarse delan delantte de mí. Me imaginaba en escenarios y con una sonrisa permanente. Decía dentro de mí: “Ahora sí voy a hacer l voluntad de Dios y todos me van querer; voy a escribir canciones que les van a encantar a todas las iglesias y lo mejor es que mi iglesia se va a dar cuenta de que otras iglesias no me critican”. No pu pude de estar más lejos ejos de l verdad. Lo que no sabía era que lo poco qu quee me pasaba pasaba en mi iglesia, esi a, era sólo una preparación para lo
que me esperaba. Me gusta pensarlo de esta forma: cuando está por venir una tormenta, se siente un viento tranquilo, veo papeles papeles y hoj hojas as de árbol árboles es flotan otando do y, con el viento, mi pelo se me pega al labial que me acabo de aplicar. Mientras tanto, el cielo empieza formar nubes y se prepara para agitar todo lo que se opone de frente. Cada gota que pega en el braz brazo se ag agra rannda al avanz avanzar los segundos, el sol desaparece totalmente y, por un segundo, el
silencio reina. Así fue como estuve lejos de la verdad. Todo lo que estaba pasando sólo me preparaba para para lo qu quee ven veníía. Sin darm darme cuenta, las críticas servían para formarme, pues el hecho de no tener a muchos contentos conmigo, me daba tiempo para definir cada parte de mi vida. Tal vez la aceptación de muchos me hubiera distraído y me hubiera atrasado en todo lo que he logrado, porque porque cuan cu ando do uno está complaciendo a muchos, es muy
probabl probablee qu quee no se esté complaciendo el espíritu. Con esto no quiero sugerir que es malo tener amistades, pero sí es importante tener amistades buenas.
Prover Proverbi bios os 27:17 “ El hier hierrro se afi afila con el hierr hierro, o, y el hombre en el trato con el hombre”. Cuando usted necesita ponerle filo a un cuchillo no lo hace con u cuchillo de plástico, ¿verdad? Lo hace con otro cuchillo del mismo
material porque se aguantan para lograr lo filoso. Ahora, al trasladar este ejemplo a lo humano, si usted es una persona que tiene filo y llega el momento en que necesita otra pasadi pasaditta, tien enee qu quee ten ener er una person personaa filosa a su lado para para qu quee surja efecto. Sin embargo, si uste es una persona que quiere ascender en la vida, pero tiene personas de plástico plástico a su lado, l ado, con el tiempo empo se hará de plástico también. El hecho de que yo sea impaciente no quiere decir que el tiempo de
Dios vaya a cambiar. Todo lo que nosotros debemos ser ya fue manifestado en la mente de Dios. Cuando nacimos, vinimos con u paquet paquetee qu quee se llama ama “plan “plan”. ”. E efecto, existen los atrasos y los caminos que no esperamos, pero esto pasa porque no hemos capturado lo que de verdad valemos. Dios nos hizo a su image y, aunque no somos perfectos como Él, nos dio una conciencia par llegar lo más cerca a Él. L perf perfección ecci ón de Dios Dios está estableci establecidd
bajo bajo el amor amor incompar comparabl ablee que que sól sóloo Él nos puede ofrecer. Bajo ese amor estamos cada uno de nosotros; sin embargo, la mayor parte de la humanidad no lo reconoce, pues detesta detesta la la rel r eliigión ón.. Aunque soy hija de pastor, no pert perten enez ezco co a ninguna rel religión ón,, pu pues es soy testigo de lo que pasa dentro de la iglesia cuando nos inclinamos a la religión y no practicamos el origen de nuestro existir. Estoy convencida de que el efecto que causa este comportamiento es el
temor hacia la vida y la inseguridad del porqué estamos aquí. La situación es, entonces: si uste está aquí, es porque Dios lo puso aquí. Como Dios es perfecto nunca se equivoca, Él es el único que le puede mostrar la salida de ese laberinto que tanto recorre. Lo prim pri mero ero que que Dios Dios requ requiiere ere de usted, sted, es que detenga la religión que lo está distrayendo de todo lo lindo que Él tiene para su vida. No ha ninguna parte de la Biblia en donde Jesús nos pida que vivamos en un
religión; al contrario, él habló e contra de ella y en contra de toda la hipocres pocresíía que que ésta ésta tra trae: e:
“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas! Li Limpian pian el exteri exterior or del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno. ¡Fariseo ciego! Li Limpia pia prim primero ero por dentr dentro el vaso y el plato, y así quedará limpio también por fuera. ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos ari seos,, hipócri hipócrittas! Que
son como como sepulc sepulcrros banqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. Así Así tam ambi bién én ustedes ust edes,, por fuera f uera dan la impresión de ser just justos, os, pero pero por dentr dentro están est án llenos de hipocresía y de maldad” ( Mateo Mat eo 23:25-28). 23:25-28). Cuando nosotros nos preocupamos más por limpiar lo de adentro, todo lo de afuera se acomoda automáticamente.
En lo más profundo de cada humano existe un gemir que desea conectarse con una luz y una paz que es la entrada a la comunicació con nuestro Creador. Por más que alguien lo trate de convencer de que la religión es la respuesta para s frustración, hay algo en usted que siempre va a querer una respuesta más clara. La religión sólo es superficial, no es nada profundo, y todo lo que se edifica con ella se asemeja a la construcción de u reino en arena. Por eso usted no
puede puede super superar arse se en la vida, vida, y todo lo que erige se cae, de modo que debe empezar de nuevo. Sin embargo, no basta con dejar l religión para que su vida se acomode; tiene que buscar esa entrada que está dentro de usted y, sin importar lo que pase y lo que digan, el ser humano no lo va a poder distraer distraer y, en con conse secu cuen enci cia, a, va a poder vivir sin necesitar la aprobación del ser humano. Cuando nos damos cuenta de nuestro valor y sabemos lo que realmente nos
identifica, no hay absolutamente nada que temer. Cuando una doctrina o religió toma el primer lugar en una person persona, a, en vez de J esucr esucriisto, se crea un problema grave, porque e este caso el enfoque pasa a ser el humano y éste no es perfecto; el humano falla. Una religión o doctrina es algo que se inventa el hombre en su propia arrogancia: no es algo que Jesús nos hay enseñado. Lo establecido por Dio fue algo fácil, y el enemigo vino a
tratar de cambiar todo para que estuviéramos confundidos. E ateo Jesús les dice a los religiosos: “¡Ay de ustedes maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Les Les cierr cierran an a los demás demás el reino de los cielos, y ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan intentan hacerlo”. hacerlo”. Jesús estaba frustrado porque Él s daba cuenta de que ellos usaban la religión para aprovecharse de la
gente. Hoy en día siguen existiendo esos fariseos, la diferencia radica en que ahora se ponen trajes modernos. Cuando nos aferramos tanto a un tradición, se nos olvida la razón del porqué porqué estamos estamos aqu aquíí. Nos preocu preocupam pamos os de la apari aparien enci ciaa y otras cosas que no está relacionadas con nuestro propósito; además usamos a Jesús a manera de toalla para limpiar el desorden que hacemos.
Tener una relación con Dios no tiene nada que ver con religión, pero pero sí tien enee todo qu quee ver con s propósi propósito. ¿Cómo Cómo va a saber saber lo qu quee tiene que hacer si no tiene comunicación con su Creador? U creador que inventa algo sabe exactamente, más que cualquiera, cuál es la finalidad de su invento. Si yo le hubiera preguntado a un se humano para qué sirvo, me hubiera dado su propia opinión. Tal vez hubiera sido para conveniencia. Dios es el único que sabe para qué
fue crea creado do usted, y l no est está en l religión; por eso es importante salirse, porque allí no Lo va encontrar. Un día alguien me dijo: “No t preocu preocupes pes mien enttras ras los perr perros esté ladrando; hazlo cuando no esté ladrando”. Al principio estaba u poco con conffundida dida porque, porque, a mi parecer, parecer, era era much choo mejor ejor para para mí no escuchar personas juzgándome. Yo quería que todos me quisieran y que aceptaran lo que les quería ofrecer. Con el tiempo me fui dando
cuenta de que mi enemigo no ladraba cuando estaba tratando de estar bien con el hombre, pero sí lo hacía cuando estaba quedando bie con Dios. Quedar bien con Él es mu diferente a quedar bien con los seres humanos. Infortunadamente, muchos de nosotros queremos estar bien bien con los dos. Pero ero eso no funciona de esa manera, pues así como a mí me gusta escribir canciones y no dejo que nadie me las cambie, también su Creado
escribió un libro de su vida y propósi propósito para para esta tierra erra y no quiere que éste sea modificado. El Salmo 139:16 nos dice: “Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo sol o de ell ellos”. Esto significa que las opiniones del hombre no importan. Muy a menudo comparto el ejemplo de mis cu cuatro atro hi hijos. Cu Cuan ando do el ellos se levantan, no se preocupan por si
hay leche en el refrigerador, o si hay pan para hacerles un sándwich. Ellos se despiertan ya programados con la seguridad de que, una vez abren el refrigerador, encontrarán algo para comer o tomar, pues están convencidos de que ellos son mis hijos y mi responsabilidad. Asimismo tenemos que aplicar este atributo de padres hacia los hijos, con el amor de Nuestro Padre. E deseo de Él es que nosotros empecemos a reconocer quiénes somos y a caminar con un rostro no
altivo, sino seguro. Nunc olvidemos que si nosotros podemos dar buenas cosas y tener amor incondicional para nuestros hijos, ¿qué más puede sobrepasar el amor de nuestro Padre, nuestro Creador?
“¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará
cosas buenas a los que le pidan! pidan!” ” (Mat (Mateo eo 7:9-11) 7:9-11).. Cuando Jesús nos dijo que e prim pri mer lugar bu buscá scára ram mos el Rei Reino su justicia, nos estaba diciendo que halláramos, antes que nada, la razó por nuestro ex exiistir, stir, es decir decir, la razón por la cual Dios decidió poner ponernnos aqu aquíí en esta tierra erra.. Cuando una persona encuentra u mapa que indica un tesoro, de inmediato trata de encontrar s ubicación, aunque el mapa no señale el lugar exacto. Del mismo
modo, nuestro Creador nos dejó u mapa (Jesús) para que nos reconciliemos con nuestro Reino. Imagínese, ¡usted es hijo de un Rey! ¡Su padre es el Creador de universo! Tal vez está perdido, pero pero Él no ha term erminado de amar amarllo y desea que se reconcilie con Él para para mostr ostrarl arle el Rei Reino qu quee uste puede puede tener tener.. A qué voy con esto. Cuando un person personaa bu busca sca el libro de su vida vida que el Creador escribió, aun antes de que naciera, se encuentra tras
algo fuera de lugar, pero no perdi perdido. do. No es tarde arde para para empez empezaa a leer el primer capítulo de su vida. No hay nada en este mundo qu quee pueda pueda en enffren enttarse arse con nuest estro propósi propósito y gan anar ar.. Si alg alguien le gana fácilmente, quiere decir que no está en el diseño de su libro. Si yo voy a su casa, usted me puede sacar; pero si está en mi casa, no puede puede hacer eso. Cu Cuan ando do estamos estamos cumpliendo con el orden de nuestro manual, estamos protegidos y seguros. En efecto, usted no se
sentiría cómodo viviendo lo que está en mi manual personal, porque no fue escrito para usted. Así mismo, la llave de mi casa no abre la suya, pues el molde de la chapa es diferente al de la mía. Por eso, cuando me preguntan por qué todavía estoy haciendo lo que hago a pesar de las críticas, respondo que yo estoy en un lugar en donde me siento segura, porque me encuentro viviendo conforme al diseño del Creador. Cuando escuchamos que los perros
están ladrando, la mayoría de las veces se trata de personas que no han hallado su molde y se siente infelices de que otros ya lo haya hecho o estén en el proceso. Cuando alguien está tratando de acomodarse en el molde de alguie más, se torna frustrado porque está perm permitien endo do qu quee alg alguien más le dict dictee la la vida vida y le dig diga cómo cómo vivi vivirr. En este punto regresamos a lo mismo: “religión”. La religión nos aparta de lo que es nuestro. Muchos me critican porque no me ha
podido meter eter en los los moldes oldes qu quee me han asignado. En mi interior existe un sentir de propósito del que ni siquiera la religión me puede distraer. Mi meta siempre fue entender por qué yo estaba en esta tierra y para qué fui creada. Recuerdo las noches en que me escapaba para salir, cuando todos en casa se habían dormido. Me acostaba en una hamaca que mi papá había abía colg colgado, miraba el ciel cieloo y hablaba con mi Creador. Aunque en ese tiempo no todo era muy
claro, sí sabía que estaba más cerca de lo que necesitaba saber. Me encantaba leer y tratar de figurar lo que Dios estaba tratando de hace cuando creó los seres humanos, los que sólo le dimos la espalda. Co el tiempo me di cuenta de que Él quería una relación con nosotros. Imagínese, el Creador del universo el ún úniico Dios soberan sober ano, o, el du dueño eño de todo el mundo, lo trajo al mundo para para qu quee usted ten engga una rel relació aci ó con Él. A Dios no lo podemos impresiona
porque porque l ya sabe de lo qu quee somos somos capaces; mucho menos lo impactamos cuando nos vestimos de blan blanco co por fuera era porque porque Él qu quiiere ere que principalmente arreglemos las cosas por dentro. Un restaurante boni bonito lo atr atrae por fuera, era, pero, pero, para para que usted coma allí, le tiene que impresionar aún más lo de adentro. Por eso es importante nunca juzga lo exterior, aunque sea para alagar o humillar; lo único que tenemos que hacer es aprovechar los buenos frutos de otros, y esquivar los
malos. Siempre recuerde que la religión es una distracción que el enemigo inventó para que no encontráramos nuestra herencia que él codició desde el principio. El trabajo del enemigo consiste en apartarlo del libro con el diseño de su vida, porque porque él sabe qu quee si lo en encu cuen enttra, ra, todo aquello que él le ofrece ya no le resulta atractivo a usted.
“Richie Rich” es una película que me encanta y es una de mis
favoritas. Se trata de una famili muy rica, en cuyo testamento toda la herencia es para el hijo Richie. E abogado de la familia se vuelve codicioso, por lo que decide matar a los padres para hacerse el guardián legal de Richie y, de ese modo, quedarse con todo el dinero. El abogado no sabía que los padres habían escapado de la muerte y que su plan no había funcionado. Así es como veo a nuestro enemigo: él quiere apoderarse de toda nuestra herencia y, aun cuando mandó matar
al hijo de Dios, su plan no funcionó. Por eso, nuestra herencia ha sido regresada a nosotros, pues Jesucristo venció la muerte. Como el enemigo ya no pudo hacerlo, decidió atacar nuestro plan planet etaa con arm armas de con conffusión si ón,, duda e ideología humana, y de allí surgió la religión.
La religión es una defensa de humo que le hace sentir protegido de su propia duda. Pero es tiempo de detener todo lo que el enemigo
ha planteado en su cabeza. Ha person personas as qu quee van a estar con contten enttas por usted cu cuan ando do en encu cuen enttre s propósi propósito, pero pero tambi ambién én hay person personas as qu quee van a tratar atar de hacerl acer le la vida vida pesada. pesada. Gracias a Dios, es tiempo d mirarse en el espejo y valorar la hermosura de hombre o de mujer que Dios hizo de usted. Nunc olvide y siempre tenga la completa seguridad de que lo que Él empieza, lo termina.
Capítulo 9
SOLEDAD La religión es la epidemia más grave que ha infectado al mundo entero. Nos alarmamos de tantos virus que las noticias nos advierte y buscamos remedios para no contagiarnos. Hemos comprado el antídoto para la mayoría de virus que nos amenazan, pero no hemos aceptado el antídoto gratis que mata la religión. Aun algunos de los que profesamos profesamos ya ser ser libres bres de ell ella,
porque porque se nos ha en enttreg egado ado el antídoto, todavía cargamos una infección que no nos ha permitido curarnos por completo porque hemos puesto la jeringa con el líquido rojo en el tocador y no nos hemos inyectado. Este antídoto es la preci preciosa osa sang sangre qu quee nuest estro Jesucristo derramó cuando decidió morir por nuestros pecados que nos ataban a un pasado que no era posibl posiblee borr borrar. ar. La mayoría de nosotros caminamos con cadenas invisibles que en la
vida real pesan. Podemos sonreí por fuera, era, pero pero ¿qu quéé es lo qu quee sentimos por dentro? La culpa es una de las infecciones más difíciles de erradicar porque se ha extendido de gen ener erac aciión a gen ener erac aciión ón.. No ex exiiste un solo sol o ser human anoo qu quee no haya sido infectado con la religión. Todo empezó con Adán y Eva. Cuando Eva estaba en e Jardín del Edén, una serpiente l infectó con el virus y desde ese momento empezó todo. Lo que ellos sintieron fue la infección de la
culpa, pues sabían que había cometido el error más grande de s vida. Según la historia que muchos teólogos han establecido sobre la vida de Adán y Eva, ellos viviero en una cueva oscura, dada la culpa y responsabilidad que sentían. Supongo que no querían se recordados por todo lo que había perdi perdido. do. Esa cu cullpa fue fue transm transmiitida sus hijos, a usted y a s descendencia. Imagínese si Eva hubiera usado es momento de soledad para resistir a
la serpiente; o si Caín, hijo de Adá y Eva que mató a su hermano po envidia, hubiera usado su soledad para para con conocer ocer más de su Creador Creador.. Pero allí no paró la culpa; ést continuó de vida en vida y, cada vez que crecía, una nueva infecció surgía. Ahora, llegamos a este siglo, y Dios continúa en busca de los corazones que deseen más de Él. Él mir desde el cielo y espera a que u individuo esté interesado e conocer más a su Creador. Yo creo
que uno de los momentos más felices de Dios es cuando habla co uno de sus hijos en soledad. L razón por la que Dios nos creó cada uno diferente, consiste en que Él desea sostener una relació individual con cada uno. Si Él sól hubiera querido un tipo de persona, habría creado un sólo ser humano, de modo que todo sería más fácil. Pero en la mente de su Creado surgió usted, su diseño, su carácter, su cara, sus pies, sus manos y s corazón. Él pensó en usted antes de
que hiciera este mundo. Su soleda es lo que Dios busca de usted, pues únicamente en ésta puede tener una íntima relación con su Dios, o un enemistad con Él. La religión en cada individuo h levantado paredes por todos lados. Nosot Nosotrros mismos smos nos hemos emos creado creado un laberinto de difícil salida. L religión es un lobo que se ha vestido de cordero y ha usado el Nombre Nombre de Dios. Dios. Recu Recuer erdo do qu quee d niña, la maestra de escuela dominical nos enseñaba que si las
niñas usábamos pantalón, nos iríamos al infierno (una pared); que si nos colocábamos aretes, eso era del diablo (otra pared). A una amiga mía, su papá le decía que sólo las mujeres de la calle usa labial; esto generó en ella un juicio para para con conden denar ar a las mujeres eres de las calles en vez de amarlas. Se trat de paredes tras paredes que no nos dejan ver por dónde vamos. En el tiempo que Dios me h perm permitido viaj viajar ar por much chas as part partes del mundo, he visto mucha tristeza:
prost prostitución ción de mujeres eres y hombr ombres, es, drogadictos y alcohólicos de toda edad, niños muriéndose de hambre y abandonados por sus padres, y todo lo que causa dolor. Si embargo, una de las tristezas más fuertes de que he sido testigo es la religión. Un drogadicto le va decir con más facilidad que tiene u problem probl ema, a, pero pero no un rel religioso. Jesús les dijo a los l os fariseos: fariseos:
“¡Serpientes! Es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que ustedes
al Cielo” (Mateo Mateo 19:16-30) 19:16-30). ¿Qué es la soledad? ¿Será u momento que Dios pone en su vid para para bu busca scarr más de Él? ¿Será erá u momento muy apropiado para reflexionar en lo que necesita cambio de nuestra parte? Yo soy testigo de que la soledad puede ser un lugar muy oscuro, pero tambié puede puede ser uno con much chaa lu l uz. Todos tenemos ese momento de soledad. Todo depende de cómo se quiera enfrentar.
A muchos de nosotros no nos gusta la soledad porque nos redarguye la conciencia en lo más profundo y nos da miedo reflexionar en los cambios que se deben hacer. No existe un sólo ser humano sin una conciencia; aunque unos traten de ignorarla, eso no quiere decir que no la tengan. La soledad demanda el pensam pensamiien entto. Dios habita entre mucha gente pero la (Salmo 133:1), individualidad es especial para Él. Cuando quiso tener una relació
con Moisés, no lo hizo en medio de todo el pueblo. Él lo llamó a solas, al Monte Sinaí, y allí empezó plat platiicar con él. él. Cu Cuan ando do llamó amó Abraham, habló con él a solas, no enfrente de su esposa. Cada vez que Dios ha querido una relación íntim con un hijo suyo, lo ha encontrado en su soledad. Anteriormente, yo usaba la soledad para darme lástima o para juzgarme a mí misma; para ahogarme en los problem probl emas as qu quee est estaba pasan pasando; do; para para ver televisión y perder tiempo, y
para para pensar pensar cu cuán ánttas veces más iba a fall allar en en la vida. La soledad se puede usar de dos maneras. Si entra a un cuarto y l luz está apagada, usted puede decidir si lo quiere mantener oscuro o si quiere encender la luz. Asimismo sucede cuando entra e su soledad: puede dejar las luces apagadas y tropezarse con un objeto en el piso, o encender la luz y ver por qu quéé está all allí. Puede empez empezar ar preg preguntarse: arse: ¿ por qué est estoy oy aquí? aquí? o ¿qué es lo que valgo? Estas
preg preguntas son poderosas poderosas porque porque cuando usted comienza a querer saber saber el porqué, la animación de s vida empieza a derretirse y se da inicio a la formación de un cuadro de la realidad. Así, lo que le parecí parecíaa ch chiistoso, ya ya no lo es; lo l o qu quee le resultaba inofensivo, ahora es ofensivo. El enemigo quiere mantenerlo en el estado de ignorancia. No import qué tan religioso fue creado, no tiene nada que ver con s existencia. No importa cuántas
veces vaya a misa; cuántas predi predicaci cacion ones es hay ayaa escu escuch chado ado e vivo o por televisión; cuánto dinero tiene en el banco, o cuántas enseñanzas ha dado en la escuela dominical. Si no sabe por qué est aquíí, nada aqu nada de eso vale. vale. Una buena obra no quiere decir que es Su obra. Si usted decide hace una buena obra no es malo; pero si no la está haciendo para lo que fue creada, eso sí es malo. L frustración viene de no saber cómo manejar nuestra existencia;
entonces, perdemos mucho tiempo tratando de recompensar nuestros malos hábitos con obras buenas. Yo tenía una amiga que cuando sabía que le había lastimado el corazón a Dios, me regalaba muchas cosas caras y les mandaba dinero a los pobres. pobres. Yo aceptaba al prin pri ncipi cipioo porque porque me gustaban sus sus reg regalos, alos, pero pero con el tiempo empo empecé empecé a fijarme en el patrón de s conciencia. A manera de ejemplo, supongamos que yo les digo a mis hijos Gianni
Alexio que si me traen buenas calificaciones de la escuela a finales del año escolar, los llevaré a Disneylandia. Ahora vamos decir que sólo uno de ellos me obedece y me trae lo que esperaba; ¿será que el que no calificó puede comprarme flores para ir a Disneylandia? ¡No! ¡Absolutament no! Eso no sería justo, primero, para para el qu quee trabajó abajó más du duro, ro, y mucho menos para mí, que no le puedo puedo dar esa con conffian anzza. Así es como nuestro Padre mir
est este asu asunto. l nos da su Palabr alabraa nos dice que busquemos de Él y no lo dejemos allí. También nos dice cómo hallarlo. No se vende pasaj pasajes para para ten ener er una vida vida perf perfecta, pero pero sí hay instrucci struccion ones es de cómo llegar allí. El Salmo 25:12-14 dice: “¿Quién es el hombre que teme al Señor? Será instruido en el mejor de los caminos. Tendrá una vida placentera, y sus descendi descendient entes es heredarán heredarán la tierra. El Señor brinda su
amistad a quienes le honran y les da a conocer Su pacto”. Una relación con Dios e individual. Cada uno de nosotros es responsable de sus acciones. Tal vez usted es una persona que siente que no puede avanzar en la vida por lo destrozado que ha quedado co tanta traición. Tal vez su soledad lo asusta porque le trae recuerdos de un pasado que ya no quiere vivir. Tal vez sus padres le enseñaron una religión que usaba el nombre de Dios, y todo lo que vio en ella fue
hipocresía. Tal vez es una mujer que está o estaba casada con u hombre que la golpeó y violó todos sus derechos. Tal vez es un hombre que fue violado por tantos hombres que ahora está confundido co respecto a su sexualidad y siente que nadie lo entiende. Pero Dios sí lo comprende. É espera sólo una cosa pequeña de usted: “obediencia”. En 1 Pedro 5:10 se lee: “Y después que ustedes hayan
sufri suf rido do un poco de tiempo, empo, Dios Dios mismo, el Dios Dios de toda gracia graci a que los llam amóó a su glori gloriaa eterna eterna en Cri Cristo, st o, los restaurará y los hará fuertes, fi firmes y est estable ables” s”. La soledad es un lugar que uste puede puede usar para para en encon conttrar rar paz. paz. E su soledad no hay distracciones, no hay vergüenza porque sólo está usted y su Creador, que conoce la cantidad de cabellos que tiene s cabeza y sus pensamientos más profun profundos. No hay absolu absol utamen amentte
nada que le pueda esconder, pues Él lo sabe todo. Dios no es un Dios de condenación antes que nada, Él es amor. Muchos de nosotros ya nos hemos puesto condena y nos hemos encerrado e una prisión propia sin que El Gra Juez nos juzgue. Dejamos que la condenas de los seres humanos nos afecten tanto y dejamos que sobr sobrepase epasenn nuest estros límites. es. Habrá ocasiones en las que s propia propi a fami amilia no va a en enttender ender las
decisiones que tome para generar un cambio positivo. Mucho menos sus amigos. Pero no importa, porque porque al final del día, día, con el qu quee va a quedar bien es con quien le da de comer, de vestir, un techo, honra, y prosperidad. Cuando haga de s soledad un hábito, como encontrarse en un café con s Creador todas las mañanas, unos e su familia y algunos amigos lo abandonarán porque no comprenderán hasta que ellos se animen a hacer lo mismo. Ya usted
resultará ser la persona más aburrida para ellos. Pero no importa, porque el tiempo que está con su Dios en las mañanas es más que suficiente. Si usted piensa en personajes importantes en la historia, se dará cuenta de que la mayoría no era popul populares, ares, sin si no sólo sólo famosos amosos.. Si Albert Einstein le hubier importado lo que la gente decía de él, hubiera comprometido s existencia. A él no le importó ser popul popular ni famoso, amoso, él sólo sólo ten eníía una
meta que lo hizo grande y famoso. Thomas Edison, en su soledad inventó la luz con electricidad. Moisés, en su soledad, encontró s propósi propósito de sacar sacar miles de esclavos a la vez, sin importar lo que el rey de Egipto y los gobernantes pensaran de él. La list sigue y sigue.
Yo siempre he sostenido que el hecho de que seamos impacientes, no quiere decir que el tiempo de Dios vaya a cambiar. De esto sí estoy segura. Unos queremos toma
el ascensor porque no queremos usar fuerzas para subir al próximo nivel. En ocasiones, por ejemplo, vamos a un país y nos quedamos e un hotel en donde no hay ascensor y sólo nos queda usar las escaleras. Aunque no entiendo por qué alguie decidió hacer un hotel con 20 pisos sin ascensor, sólo me queda subir las escaleras si quiero dormir e una cama. Tal vez las escaleras toman más tiempo, pero cuando usted llega a su habitación aprecia más la cama. En Génesis 28:10-1
encontramos la historia del sueño de Jacob en el que vio una escaler apoyada en la tierra que llegaba hasta el Cielo. Jacob estaba solo Dios lo había visitado en un sueño para para recor recordar darlle lo qu quee Él le habí promet prometiido: “Yo estoy contigo. Te rotegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hast cumplir con todo lo que te he rometido” (Verso 15). Esta Palabra es promesa también par usted porque el Salmo 139:1
afirma: “Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación; todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban est aban diseñando, diseñando, aunque no existía uno solo de ellos”. Existe un libro con el diseño de su vida, y Dios ha prometido no abandonarlo hasta cumplir con todo lo que Él h escrito. Dios no se arrepiente de sus promesas, nosotros sí. La razón por la cual muchos de nosotros no hemos podido tener relación definida con Dios, aunque pract practiicamos camos la rel religión ón,, es porque porque
la semilla en nuestra vida no ha echado raíz. Dios sabe exactamente cuánta agua necesita la semilla de nuestra vida. Tal vez usted pensará que al principio no está viendo resultados porque no ha visto algo verde salir de la tierra. Si uste compra una bolsita con semillas y la foto de enfrente muestra flores lindas, esto no quiere decir que florecerá el primer día que las plan plantte; no importa cu cuán ántta ag aguua les eche y cuántas veces al día, no va a ver flores hasta pasado un tiempo.
Por el contrario, si le echa much agua, puede atrasar el tiempo de florecimiento porque no deja que la raíz se forme. Por el contrario, Dios sí sabe cuánta agua necesita su vida para para que que la la raí raízz pren prenda bien bien.. Siga buscando a Dios en s soledad, aunque el enemigo le diga que usted está perdiendo tiempo; no le haga caso porque este ángel caído, envidioso, quiere que siga e la ignorancia de su herencia y todo lo que él dice es pura MENTIR Acepte las promesas de Dios, s
Creador, y verá que cuando tome raíz, usted será fuerte y encontrará su propósito en medio de s soledad y vivirá como nunca había vivido. Inyecte su alma con el antídoto rojo que es la Sangre de Jesucristo que limpia tod infección.
BIOGRAFÍA Alguien le preguntó a Annette Moreno cómo sabía que lo que estaba haciendo tenía propósito. S repuesta fue interesante; ella dijo que si escuchaba los perros ladrar, estaba segura de que iba por bue camino. Cuando ella empezó viajar por primera vez cantando sus composiciones, su gran sorpresa fue que muchos la abrazaban, pero también otros tantos la juzgaron.
Con los ataques, frustración e inseguridad de que tal vez no era el camino que Dios le había mostrado, El Señor le manda a una person que nunca había conocido y le dice: “No te preocupes mientras los perros perros estén ladran adrando. do. Preocúpat reocúpatee cuando ya no lo estén haciendo”. Esto la motivó a seguir por u camino pedregoso, pero satisfactorio, con la seguridad de que Dios está en este plan que hast ahora sigue caminando. Desde los tres años, la música h
sido gran parte de la vida y de la carrera de Annette Moreno. Ell decidió hacer un libro-resumen de todas sus experiencias en sus viajes por much chas as part partes del mundo, así así como de sus canciones, tales como: “Complicado”, “Bájate de l Canoa”, “Guardián de mi corazón”…..y otros más. De est manera, nos explica cómo los momentos lindos son para hacernos sonreír y los momentos difíciles, para para hacern acer nos fuert ertes. Las canciones que ha grabado ha
causado bastante controversia en el ambiente religioso, por lo cual ella reitera la importancia de no buscar una religión, sino la razón por la cual cada quien fue creado.
“Cuando encuentra la razón de or qué existe, encuentra a S Creador, porque su diseño original original está está apegado apegado a Dios” Dios”,, nos dice Annette, inspirada en Salm 139:16. Durante su tiempo de carrera, ella su banda han ofrecido algo distinto
que ha atraído a ambos mundos de religión y no religión. Su música es escuchada en todo género de emisoras. Su mayor dedicación es su relación con Dios y su familia.
Contáctame http://www.annettemo