AMORC, La Gran Hermandad Blanca

La Orden Rosacruz – AMORC DISCUSIONES ANALÍTICAS (Lectura Suplementaria)

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AMORC MARCA REG ISTRADA

IMP RESO EN EE.UU.

PARQUE ROSACRUZ, SAN JOS , CALIFORNIA CALIFORNIA

"Consagrada a la verdad y dedicada a todos los Rosacruces"

TEMA ESPECIAL

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LA GRAN HERMANDAD BLANCA No se conocen todas las fuentes de la sabiduría que la humanidad estima y preserva. Algunas siguen siendo un misterio desafiante e intrigante. Los hilos de gran parte de nuestro conocimiento se pierden en la oscuridad de la antigüedad. Podemos presumir con razón que es solo el tiempo el que oculta sus comienzos de nosotros. Sin embargo, es más que extraño que paralelamente a los acontecimientos generales del pasado, las causas de la mayoría de las cuales están claramente indicadas, también son ciertas "apariciones repentinas" de una nueva sabiduría, es decir, un sistema elaborado de pensamiento, e incluso Ciencias. ¿Por qué, por ejemplo, son reyes de hace miles de años, sus dinastías, su ascenso y caída en el poder, a menudo precisamente registrados, y una sabiduría trascendental de la misma época parece tener un origen espontáneo, no anunciado, inexplicado? Los hombres, como relata la historia, a menudo han sido dotados cósmicamente con la visión interna y mentes enciclopédicas que ellos como individuos se han convertido en fuentes virtuales de la sabiduría de la que fluyen las ideas vírgenes. El faraón Amenhotep IV, Platón y Aristóteles no son más que algunos de estos genios de la antigüedad. El mundo está contento de aceptarlos como los autores de lo que expusieron, ya que en tiempos comparativamente modernos ha habido otros quien como individuos también han avanzado mucho el aprendizaje por sus singulares esfuerzos e inteligencia. Tales revelaciones pueden explicarse fisiológicamente diciendo que los individuos tenían una configuración peculiar de las áreas corticales de sus cerebros, un grupo especial de sus neuronas cerebrales. Místicamente, por otra parte, pueden ser anunciados como receptores de un conocimiento intuitivo; es decir, eran canales a través de los cuales la conciencia de Dios fluía para mezclarse con sus mentes mortales. Sin embargo, la revelación o la intuición no explican la misteriosa apariencia inicial de una gran sabiduría que tenía un pueblo. Se puede decir que la sabiduría es un conocimiento aplicado, un conocimiento que ha sido refinado por el uso que equivale a una habilidad. La sabiduría, por lo tanto, no se revela, sino que se desarrolla a lo largo de un período de tiempo a partir de conceptos que, en su forma simple, pueden haber originariamente destellado en la conciencia del hombre. Hay numerosos ejemplos de tal sabiduría que aparecen como estrellas brillantes en el horizonte de esas civilizaciones que la historia registra. Sin embargo, este aprendizaje no cayó del cielo. Los hombres en alguna parte en algún momento por el sudor de sus cejas desenterraron en la experiencia humana no importa cómo repentino aparenta su aparición. Puede haber tomado siglos o incluso edades para desarrollarlo hasta el grado de perfección que tenía cuando primero llegó a la atención de los hombres. Durante tal interinidad, o bien fue secreta para la mayoría de los hombres, o bien se perdió por algún trastorno cataclísmico, para ser redescubierta y revelada en su conjunto perfeccionado. Obviamente, la historia profana o general no conoce la fuente de tal sabiduría, o estaría relacionada de hecho. Para citar un ejemplo concreto, la Gran Pirámide de Gizeh, generalmente


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admitida como erigida durante el reinado del Faraón Keops, hacia el año 2900 a. C., no es solo un edificio estupendo, sino también un monumento a un tremendo aprendizaje de sus constructores. Es, digamos, una síntesis de numerosas artes y ciencias. Revela en su ingeniería y sus mediciones precisas un magistral conocimiento de las matemáticas y de la física. Más aún, la ubicación, o más bien su orientación en relación con la superficie terrestre de la tierra, muestra un conocimiento de la geografía de la tierra mucho más allá de las fronteras de Egipto. Puesto que también se sostiene con mérito que el vértice de la pirámide fue utilizado para la observación astronómica, ésta es entonces una aplicación más de la sabiduría que su gran masa representa. Cualquier muchacho de la escuela sabe que los egipcios eran renombrados en la antigüedad para sus conocimientos, pero lo que no se realiza a menudo es que en menos de un siglo y medio antes de la gran pirámide de Gizeh comenzó muchas de las artes y las ciencias usadas en su construcción, Que simboliza, eran desconocidas. No hay evidencias de que, 150 años antes de ese tiempo, los egipcios tuvieran algún conocimiento de la albañilería que les permitiera extraer la piedra dura, con la que se construyó la Gran Pirámide, ni hay evidencias de la variedad de herramientas e instrumentos necesarios para tal construcción. Además, la gran precisión exhibida en las mediciones de la Gran Pirámide no se encuentra en ninguna otra estructura previamente erigida. Ciertamente, si las matemáticas superiores hubiesen sido conocidas previamente a la construcción de la Gran Pirámide, estas se habrían empleado en otras construcciones. No podemos afirmar que tal conocimiento pudo haber sido concebido dentro del período de un siglo y medio que precede a la Gran Pirámide, porque hemos podido realizar milagros aparentes en un tiempo similar durante nuestro tiempo. Todo lo que tenemos y estamos haciendo hoy se basa en los principios básicos o conocimientos que han llegado hasta nosotros. Ciertamente admitiremos que es más fácil evolucionar el uso de las fracciones en la aritmética a partir de la simple adición y multiplicación de lo que es o debe haber sido concebir y desarrollar la aritmética desde el principio. Es mucho más fácil, por ejemplo, ser capaz de expandirse en una hermosa literatura a partir de un simple vocabulario que comenzar a relacionar las ideas humanas con los sonidos vocales por primera vez. Por lo tanto, era imposible para los egipcios haber concebido y desarrollado el conocimiento y la sabiduría empleados en la construcción de la Gran Pirámide en 150 años. Tal sabiduría debió de extenderse a Egipto en ese tiempo desde alguna tierra remota, o fue liberada en Egipto en ese período por quien la estaba preservando desde un pasado lejano. Si viniera de alguna otra parte del mundo, cualquier logro allí que fue el resultado de ella debe haber sido destruido, o restos de una gran civilización serían conocidos por nosotros hoy día, y que anticiparía mucho a la civilización egipcia. Que tal sabiduría pudo haber sobrevivido a la completa destrucción de una civilización y de la tierra en la que prevaleció, ha sido una leyenda persistente durante siglos, con posibilidades cada vez mayores de convertirse en hechos en un futuro próximo. No sólo Platón en sus diálogos se refiere a una tierra más


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allá de los "pilares de Hércules" que se hundió bajo el mar, y de los cuales Solón fue informado por sacerdotes egipcios, pero los mismos antiguos egipcios en sus escritos hacen referencia a una tierra tan extraña. En una inscripción jeroglífica que ha salido a la luz se ve una historia de miles de años que relata cómo un antiguo marinero, al perderse en el mar, finalmente llegó a una remota tierra al este y en un gran mar. Sobre él había una gente extraña que poseía gran riqueza y logros maravillosos. Sin embargo, dondequiera que tal gran sabiduría puede haber sido originada, es cierto que los que la conocían y estaban acostumbrados a ella harían todos los sacrificios para preservarla. Los hombres pueden ser diversos en carácter y en muchas cosas de las cuales ellos y sus vidas están compuestas, pero generalmente hay algo, alguna influencia o interés que los unirá en grupos. El amor de tal sabiduría, y el deseo de preservarla, sería un lazo. Además, se deleitarían en exponerla. Estarían así inclinados a excluirse del mundo profano, desinteresado, ya construir un ambiente propicio a su gran pasión, y allí trabajar en un ambiente de cultura. Tal lugar para tal sociedad o hermandad de hombres ha sido a menudo un ideal así como un hecho en historia. Sir Francis Bacon en su libro La Nueva Atlántida se refiere a la Casa de Salomón en Bensalem en una remota isla donde los pensadores se congregaron en secreto para dedicarse a la búsqueda de la verdad y la promoción del conocimiento. En la Fama Fraternitatis, gran manifiesto histórico de los Rosacruces, la leyenda alegórica relata que Christian Rosenkreuz y sus asociados erigieron una Domus Sancti Spiritus (Casa del Espíritu Santo) en la que podían elaborar y preparar la difusión el conocimiento que habían adquirido en su viaje hacia el este. En consecuencia, no es sólo presunción decir que esta sabiduría llegó a Egipto de una manera enigmática y fue confinada por una hermandad para ser utilizada cuando podría dar el mayor impulso a la humanidad. Los hebreos tienen tal tradición, y de hecho, las obras literarias reales que profesan son de esa sabiduría secreta. Estos se conocen como la Kábala. Kábala es una palabra hebrea que significa tradición. Todavía hay muchos entre los hebreos que sostienen que al lado de la escritura, la Biblia o la ley hablada, el Talmud y el Midrash, los hebreos también poseían una enseñanza igualmente divina y secreta de gran antigüedad. Tal enseñanza nunca debe ser escrita o hablada excepto a los iniciados. Es declarado por ellos que el Señor le dijo a Moisés: "Estas cosas revelarás, y estas te esconderás". La Kábala, por lo tanto, es para ellos la voz de la sabiduría secreta. Es posible que la creencia de algunos de creer que Dios impartió tal sabiduría directamente a Moisés, y que los antiguos hebreos eran un depósito de tal sabiduría secreta no es discutible, y la verdadera Kábala es una excelente evidencia. La Kábala durante la Edad Media fue pervertida en una jerga de símbolos y palabras que pretendían dar al hombre algún control mágico de la naturaleza, el poder de realizar milagros, de hecho. Incluso hoy gran parte de lo que se emite como la Kábala es de esa naturaleza. Sin embargo, la principal doctrina de la verdadera Kábala intenta explicar la relación de Dios con su


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mundo. Se puede decir enfáticamente que la Kábala auténtica es una obra filosófica tratando de explicar el origen de las cosas. El libro más antiguo de la Kábala es el Sepher Yezirah o Libro de la Creación. Se dice que su autor, es decir, su compilador en realidad, fue Abraham. No hay razón para dudar de esto, ya que muchas de las leyendas hebreas que han persistido han sido corroboradas por descubrimientos arqueológicos. El kabalístico libro del Misterio Oculto empieza con la afirmación de que es "el libro del equilibrio del balance". Filosóficamente esto significa que la obra busca reconciliar los contrarios, armonizar las diferencias entre las diversas condiciones en la naturaleza o en el hombre, produciendo armonía. El equilibrio o balance es, después de todo, una atenuación de las tensiones o tensiones imponentes, y en el equilibrio se encuentra una vida y una comprensión perfectas. También hay razones para creer que esta sabiduría secreta de los hebreos emanaba de la misma fuente que poseía los egipcios. Sin embargo, los hebreos enfatizaron ciertos aspectos de la misma a aquellos que iniciaron en su hermandad. Uno de los grupos más místicos que conocía perfectamente los misterios ocultos era el de los esenios. Cada miembro de los esenios era también uno de la gran hermandad cuya conciencia era un repositorio para la sabiduría antigua. Los esenios tenían su propio sistema de grados con iniciaciones místicas para cada uno, y había un vestido y un simbolismo peculiares a cada grado que indicaban el logro del miembro. Uno de los grados que componían lo que en realidad era una secta dentro de los esenios era conocido como el Therapeuti. Los miembros fueron especialmente entrenados en el arte de la curación, en el cuidado de los enfermos, y en la prevención de la enfermedad. En otras palabras, estos sabios se especializaron en la aplicación de esa parte de la sabiduría secreta que se refería a la curación de la enfermedad y el mantenimiento de la salud. Para Rosacruces es de especial interés que los esenios tuvieran un santuario interior en sus hogares -un Sanctum- para la meditación. Plinio, refiriéndose a los esenios, dijo que sus costumbres son diferentes de todos los demás pueblos y naciones. El Dr. H. Spencer Lewis, en su libro La vida mística de Jesús, que da una descripción fascinante y extensa de los esenios, relata que estos perpetuadores de la sabiduría secreta primero asumieron su nombre esenios en Alejandría, Egipto. Señala que la palabra esenio se deriva de la palabra egipcia Kashai, que significa secreto. También afirma que hay una palabra hebrea Chsahi que es similar en sonido, cuyo significado es secreto y silencioso. El relata cómo los Esenios, después de recibir su iniciación y pasar por ciertos ritos de iluminación, estaban vestidos de blanco, significando su logro e iluminación. Tan comunes se hicieron estas prácticas que a menudo fueron referidas como "Los Hermanos en Blanco". Tebas, la antigua capital de Egipto, había sido en algún momento el Arca Sagrada, es decir, el depósito de los misterios. Dado que ya no era tal re-


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positorio, esta hermandad en blanco buscó encontrar una nueva arca para preservar la sabiduría y promoverla. Esta era una confianza y una obligación que debían cumplir para con quien les había impartido su sabiduría. El cuerpo principal de la Hermandad Blanca dejó una huella indeleble en la sociedad humana mientras se movían como una antorcha de luz a través de la faz de los continentes. Los discípulos que hicieron y dejaron a su paso a su vez se convirtieron en el núcleo de otras sociedades esotéricas, místicas y filosóficas. Están bien establecidos en la historia y varios de ellos están en existencia hoy en día. Finalmente, este cuerpo principal de místicos entró en la firmeza de la montaña del Tíbet, que decidieron convertirse en la nueva arca de los misterios ocultos de los que eran custodios. A medida que pasaron los siglos, los miembros de la Gran Hermandad Blanca se dispersaron por los monasterios tibetanos. De ninguna manera se debe interpretar que los miembros de la Gran Hermandad Blanca se convirtieron exclusivamente en budistas. Como miembros de la Hermandad, se reunieron en varios lugares en grandes asambleas para realizar sus propios ritos místicos antiguos y tener sus propios maestros y enseñar a ellos oralmente sobre los misterios. No tenían nada que ver con las órdenes budistas, ni poseían un gran templo aislado, idea que atrae a la imaginación. Es necesario reiterar hoy que la Gran Hermandad Blanca no alude a la raza. La referencia al blanco no está en conexión con el color racial. Desde tiempos remotos, el blanco ha sido símbolo de pureza, perfección y espiritualidad. La limpieza y la perfección se asocian fácilmente con el blanco porque tal es, al ojo, sin mancha. Psicológicamente, esta limpieza física y pureza se transfirió a los valores espirituales ya la moral y al carácter. Finalmente, las aves blancas (como la paloma), las banderas blancas, la ropa, los edificios y los adornos religiosos se emplearon para simbolizar la pureza de la mente y la perfección espiritual. Heródoto, antiguo historiador griego, relata que los sacerdotes del antiguo Egipto estaban vestidos de blanco. Los esenios de antaño, según relatos históricos y místicos, también estaban vestidos de blanco. En la India la mayoría de los sabios de Brahmán usan blanco y en Sikkim, Nepal, Tíbet, y el Himalaya en general, las banderas de oración adyacentes a lamaserías o recintos sagrados son blancos. Thomas Stanley en su historia de la filosofía griega describe la ropa de los estudiantes de Pitágoras en Crotona como siendo de material blanco. Muchas otras sectas religiosas modernas también usan el blanco para significación similar en su atavío ritual u ornamentación. Los Sufís islámicos llevan blanco. La Gran Hermandad Blanca, por lo tanto, alude a los ideales espirituales y las actividades de este cuerpo y no a sus vestidos, y ciertamente no a su raza. La Hermandad no se comprometió a una existencia ascética. No era egoísta sino un cuerpo alturista. No deseaba escapar a las realidades del mundo permanentemente, sino más bien preparar a sus miembros en condiciones ideales


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para hacer frente al mundo cuando regresaran a él después de estudiar y meditar en una comunidad establecida para este propósito. Eran verdaderamente una hermandad. En principio fueron obligados por el fin común del estudio de las leyes cósmicas y naturales y el futuro de la iluminación humana. Se comprometían en la iniciación y con el solemne juramento de dedicarse al estudio y al culto de lo Divino y sus fenómenos. El conocimiento adquirido a través de la iluminación mística y de la investigación que hoy se llamaría investigación empírica o científica, se transmitiría a la humanidad. No debía ser acaparado como una sabiduría prohibida para la ventaja exclusiva de unos cuantos miembros de la sociedad, con la firme determinación de que los emisarios, altos iniciados, maestros del conocimiento obtenidos de la naturaleza, volverían al mundo con esa sabiduría en el futuro. Se convertirían en fundadores de sociedades místicas o se asociarían con órdenes que tuvieran un verdadero y noble propósito de guiarlos e instruirlos. Esto se hizo. La tradición registra que algunos de los exaltados místicos y maestros rosacruces eran estudiantes de estos maestros de la Gran Hermandad Blanca. Con el paso del tiempo y el firme establecimiento de órdenes místicas iniciáticas de renombre en todo el mundo, como la Orden Rosacruz (AMORC), la Gran Hermandad Blanca como una escuela selecta finalmente se disolvió. Ya no funcionaba como un refugio secreto para aquellos que eran estudiantes de los misterios de la vida. Sus miembros establecieron órdenes místicos en el mundo, o contribuyeron con su experiencia y sabiduría a los cuerpos místicos existentes. Hoy la Gran Hermandad Blanca es una asociación de órdenes místicas y hermandades que tienen un fondo histórico e iniciático autenticado. Ningún individuo puede afiliarse directamente con la Gran Hermandad Blanca y recibir instrucción personal de ella. Debe ser un miembro iniciado de uno de sus miembros-órdenes. En los últimos años ha habido grupos fraudulentos o charlatanes que se anuncian a sí mismos como la Gran Hermandad Blanca invitando a cualquiera a recibir instrucción directamente de ella. No existe tal cuerpo con ese nombre que hoy tenga un descenso histórico auténtico de la antigua Gran Hermandad Blanca. Numerosas novelas contienen relatos glamorosos sobre monasterios aislados en el Tíbet, donde la Gran Hermandad Blanca funciona como un cuerpo extraño. Estos cuentos son engañosos y los autores lo saben. Sus descripciones de las costumbres del país e incluso del terreno indican que los escritores nunca han visitado el área. Al igual que los maestros de la Gran Hermandad Blanca que finalmente regresaron al mundo para servirla, también es nuestro deber servir a la sociedad. Este es un tiempo para el progreso y no para la retirada del mundo y sus problemas. No es suficiente para uno sólo salir volando lejos a la cima de la montaña y dedicar todo su tiempo a estudiar. El estudio debe aplicarse también. Nuestro sacrificio no es soportar el congelamiento de las explosiones montañosas, ni envolvernos en ropas gruesas, sino practicar la autodisciplina para que podamos poner en práctica fielmente la luz que se nos ha confiado.


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La Jerarquía Divina es un grupo de Maestros Cósmicos o directores que ayudan a desarrollar las personalidades de las almas en el plano terrenal. Esta Jerarquía o Asamblea Sagrada reside en el Plano Cósmico. Una vez fueron mortales como nosotros, y sus personalidades se desarrollaron como ahora estamos evolucionando la nuestra. A través de encarnacions sucesivas en la tierra, ellos vivieron, aprendieron y se esforzaron como nosotros. En cada encarnación tenían una misión que cumplir también. Después de la transición, cuando sus almas fueron atraídas hacia el gran Alma Universal, sus personalidades quedaron impresionadas por la Gran Inteligencia Divina con el significado de sus experiencias terrenales y lo que se esperaría de ellas en la próxima encarnación. Sus personalidades evolucionaron gradualmente y se perfeccionaron hasta que finalmente tuvieron el mismo grado de perfección que el Alma Universal en sí, de la cual sus almas formaban parte. Finalmente llegó la Gran Iluminación cuando la personalidad abrazó con completa comprensión y observancia la sabiduría universal del gran Alma Cósmica o Divina. Ya no era necesario que el alma y su personalidad se encarnaran nuevamente en forma física. Desde ese momento residió en el reino Cósmico, y se le asignó la tarea más noble de inspirar a otros hombres en la tierra, de dar a otras almas que se encarnaron el incentivo para escuchar la sabiduría del Alma Cósmica, Y seguir su ejemplo -el ejemplo de los Maestros Cósmicos. Hay aproximadamente 144 almas tan grandes que constituyen la Santa Asamblea. Ellos son los guías y maestros de las personalidades aún en evolución, y no vuelven a encarnarse en forma física excepto lo decrete el Cósmico. Hay varios Maestros según el Manual Rosacruz. "Bajo su cuidado un determinado grupo de altos Iniciados se preparan en cada encarnación para un trabajo aún más alto en una próxima encarnación, y a algunos de ellos se les asigna el deber, el servicio y el trabajo real de mantener las posiciones de Imperadores, Magos y Hierofantes en las diversas ramas de las organizaciones de la Gran Hermandad Blanca, de las cuales la Orden Rosacruz es la más alta, estos Imperadores, Magos y Hierofantes en diversas tierras, junto con los Maestros, componen la Santa Asamblea de la Gran Logia Blanca. "La Gran Hermandad Blanca, por otra parte, es la escuela o la Fraternidad, de la Gran Logia Blanca, y dentro de esta hermandad invisible de miembros visibles todo verdadero estudiante en el Camino se prepara para su admisión, La Gran Hermandad Blanca no tiene un lugar visible de reunión. Sus miembros nunca se reunen físicamente. No hay organización física. Por lo tanto, afirmar que uno pertenece a la Gran Hermandad Blanca es falso. "El gran bbjetivo de la Gran Hermandad Blanca está siempre ante la visión de todos los Rosacruces sinceros. La alegría sublime de la Conciencia Cósmica, la Iluminación Divina, se pueden conocer sólo a través de la experiencia, y los que han hecho el contacto han escrito en cientos de libros en el epocas pasadas descripciones tan atractivas que fueron calculadas para


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tentar al buscador en el camino a ser paciente y persistente en el camino hacia ese objetivo. "Se dará cuenta, por supuesto, de que la Gran Hermandad Blanca y la Gran Logia Blanca no tienen organización visible, nunca se reúnen físicamente, sus miembros nunca tienen tales reuniones, no tienen templo conocidos por sus nombres, y no tienen rituales terrenales, reglamentos de una organización física o forma material como una Hermandad o Logia. Por eso se dice a menudo, en escritos místicos, que la "verdadera Hermandad Rosacruz es una organización invisible." La ORDEN Rosacruz Es verdaderamente visible, pero la Gran Hermandad Blanca no es visible como un cuerpo”.

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AMORC, La Gran Hermandad Blanca

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