ALIANZA PARA EL PROGRESO El propósito de ALPRO "mejorar las condiciones económicas y sociales de los países subdesarrollados de América con pretensión de que los pueblos se orienten por formas democráticas de gobierno en vez de las totalitarias como el comunismo. Convenio realizado por Estados Unidos con 20 repúblicas de América. EU reconoce a México la participación y esfuerzos orientados a la eliminación de gobiernos totalitarios o comunistas por formas democráticas. Antes de la Segundad Guerra Mundial, el modelo de cooperación hemisférica de occidente solo se daba en convenios comerciales comerciales o militares para resolver problemas problemas de intereses intereses privados. Por lo general Estados Unidos desplegaba fuerzas para la resolución de estos. Standar Oil tenía concesiones a nivel Latinoamérica. Incluyendo México México y Venezuela. En 1936 Bolivia Expropio la industria petrolera, mismo pasó en México en 1938. Rockefeller dueño de Standar Oil vio con premura sus intereses en Venezuela, por lo que permaneció desde 1937 al 1939 involucrado con su concesionaria Creole, con junto con quienes un grupo norteamericano realizaron un estudio de la economía en Venezuela, arrojando la conclusión de que la mayor parte del gasto público era en materia de la industria petrolera, dejando de lado la agricultura a gricultura y otras ramas del sector primario. Una vez consumada la expropiación petrolera en México, Rockefeller visito a Lázaro Cárdenas en su casa para convenir los términos de transición de los bienes de Standar Oil. Cárdenas le explico a Rockefeller que los motivos reales de la expropiación fueron por una cuestión meramente histórica, de tal forma, que la expropiación respondía a una continuidad de logros de independencias por parte del pueblo mexicano, del cual el petróleo, siendo el activo principal y reactor de la economía mexicana , debía ser de los mexicanos en su totalidad. Rockefeller en su visión capitalista le costó entenderlo. Después de la reunión con Cárdenas, Rockefeller reunió a un grupo interdisciplinario integrado por banqueros, economistas, abogados y sociólogos a cual se les denomino "El Grupo", Rockefeller le encomendó determinar una estrategia que relacionara la rentabilidad del capital privado y el bienestar público. Sin embargo las diferencias que presentaba dicha unión dificulto la formación de un acuerdo en todos los puntos del conflicto, logrando a fin de cuentas definir el camino indicado. El presidente Roosevelt declaro, a partir de la expropiación mexicana, que las relaciones económicas de EUA con los países latinoamericanos eran adversas, contrarios de las relaciones políticas. Se temía que esto no aportara a la cooperación efectiva de América Latina con los EUA en tiempos de la guerra. El 14 de junio de 1940, Rockefeller leyó un memorándum denominado “Política Económica Hemisférica” a Harry L. Hopkings, asesor del presidente D. Roosevelt. El
documento mencionaba un programa de medidas para absorber los excedentes de los países latinoamericanos y para fomentar la inversión pública como privada. Adoptaba una posición para el incremento de las relaciones culturales, científicas y educativas con ayuda de la iniciativa privada. El 16 de Agosto de 1940 se crea la Oficina de Coordinación de las relaciones comerciales y culturales entre las repúblicas americanas y se nombra a Nelson Rockefeller como coordinador de asuntos Interamericanos. Posteriormente el 20 de Diciembre fue nombrado Secretario de Estado Asistente, encargado de las relaciones con las repúblicas latinoamericanas donde pudo exponer mejor sus ideas de mejora de relaciones entre EUA y AL. Del 21 de febrero al 8 de Marzo de 1945, el ministro de Relaciones Exteriores de México, Ezequiel Padilla, propuso la celebración de la “Conferencia Interamericana obre Problemas de la Guerra y la Paz” en la Ciudad de México, reunión a la que fue Nelson Rockefeller y que con él se conformo gran parte de la agenda para la adopción de soluciones. Un producto clave fue la “Carta Económica de las Américas” donde se reafirmaron y extendieron los principios y aspiraciones interamericanos que tendían a la mejoría. Como consecuencia de las balanzas de pago desfavorables en la mayoría de estos países, los problemas financieros y los grandes malestares sociales no tardaron en presentarse. El fracaso del gobierno de los Estados Unidos para llevar al cabo una política efectiva que mejorase las condiciones adversas en que se encontraba la América Latina después de la guerra, llevaron a Rockefeller a considerar lo que podía hacer el capital privado por mejorar las economías latinoamericanas y en consecuencia para fortalecer los lazos políticos y culturales interamericanos. El primer intento de llevar a cabo las ideas de Rockefeller fue en el “Convenio Económico de Bogotá, Colombia” suscrito por todas las naciones miem bros de la Organización de Estados Americanos en 2 de Mayo de de 1948. En este documento se declaro los propósitos de cooperación y los principios que le aspiraban aquellos contenidos en la “Carta Económica de las Américas, la “Carta de las Naciones Unidas” y la Carta de los Estados Americanos. Después Rockefeller concibió introducir en el discurso de de Harry S. Truman el “Punto IV” donde argumentaba “una cooperación realista y constante entre la empresa privada y el gobierno, aquí y en el exterior” En 1955, Rockefeller renuncia al cargo de asistente especial y regresa a Nueva York donde de manera privada y con financiamiento de sus hermanos elaboró un proyecto de investigación bajo el nombre de America Mid Century. En 1958 publicó parte del estudio que seria las bases para la “Alianza para el Progreso” de Kennedy.
Posterior a la guerra de Corea (1953), el periodo siguiente (1954-1958) fue de los que descuidaron más la política de la “buena vecindad” de AL. Las economías de varios países estaban en malas condiciones. Se quejaban de que Eu no les había dado suficiente ayuda para protegerse de ataques de grupos izquierdistas. Al finalizar el periodo, menos del 7% de la partida total de ayuda militar al exterior fue para América latina y el resto para Europa y Asia. Para resolver esta situación, se mandaron varios emisarios a diferentes países para dar a conocer la buena voluntad, sin embargo, en ese entonces, al vicepresidente Richard Nixon, en un a viaje a Sudamérica, fue abucheado, golpeado y maltratado físicamente. A raíz de esto, el presidente de Brasil, Kubitchek, dirigió una carta el 28 de mayo del 1958, expresando a “vuestra Excelencia su solidaridad y estima” por lo ocurrido y que esto fuese borrado de la memoria por “el resultado de verdaderos esfuerzos que tiendan a la creación de algo más profundo y durable en la defensa y preservación del destino común”. En respuesta , Eisenhower escribió: …”Me complace que haya tomado la iniciativa en este asunto”. El 6 de agosto del 1958, en Brasilia se expidió una comunicación conjunta con EU denominada “Operación Panamericana” que determinaba un incremento medio anual en Al de 300dls a 500dls en 1980 en base aprestamos en promedio de 600 millones de Dólares anuales. Esto propósito era solo una idea lejana que torno cercanía cuando Cuba declaro en el 1959 su tono comunista, fue cuando se considero la posibilidad de la Operación Panamericana. El 13 de septiembre en Bogotá, en una reunión solemne del Consejo de la Organización de Estados Americanos con 19 votos a favor y 1 de la delegación cubana en contra, se firma el “Acta de Bogotá” que tiene en principio las ideas de Rockefeller de cooperación para el desarrollo económico y mejora social comprendidas dentro del marco de la Operación panamericana. Con esto se formo la segunda base para la “Alianza para el Progreso” que fomentaría Kennedy. En 1961, en el periodo de Kennedy, este expuso sus ideas en el discurso inaugural en la Casa Blanca: “… debe de estar de acuerdo con la concepción de la Operación Panamericana…he pedido a los pueblos de este hemisferio que se unan en una nueva alianza para el progreso…”. El 27 de mayo se autorizo definitivamente un fondo de 600 mdd para el Programa Social y Económico Interamericano en el Congreso de EU. Los programas estarían a cargo de la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID). El 5 de Agosto del 1961, bajo los auspicios de la OEA, se convoco la Reunión Especial del Consejo Interamericano Económico y Social (CIES), en Punta del Este, Uruguay, con el fin de Delinear la Alianza para el Progreso. Se firmaron documentos fundamentales como: 1.
La Declaración a los Pueblos de América y 2. La Carta de Punta del Este que establecía La Alianza para el Progreso dentro de la Operación Panamericana. Se adoptaron 16 medidas de atención a aspectos económico y social, integración económica, productos básicos de exportación y revisión anual del progreso económico y social. En términos generales, la Alianza para el Progreso es una frase que describe los programas económicos y sociales que emprenden los firmantes de la Carta de Punta del Este tanto en sus relaciones de gobierno a gobierno, como de gobierno con particulares en el campo latinoamericano. Es un tanto obscuro y aventurado determinar dónde se encuentra la oficina central de administración y fomento del programa completo de la Alianza para el Progreso. Gran parte de sus actividades y a ciencia cierta las que corresponden a los Estados Unidos, están centradas en la Agencia del Desarrollo Internacional (AID) dentro del Departamento de Estado, donde un administrador asistente de la oficina correspondiente a la América Latina actúa como Coordinador de la Alianza para el Progreso a través de innumerables comités, los más importantes de los cuales son el Comité de la Alianza para el Progreso y el Comité de Préstamos para el Desarrollo. En aquel documento se dice que "se ponga a disposición de los países latinoamericanos un aporte de capital procedente de fuentes exteriores, durante los próximos diez años, de por lo menos US $ 10,000 millones, dando prioridad a los países de menor desarrollo relativo. Los Estados Unidos, a condición de que los países latinoamericanos adopten ciertas reformas, les ayudarán a conseguir otra décima parte de otros fondos públicos, mientras que los propios países deberán proveer el 80% restante de los fondos ya sea incrementando los impuestos, poniendo acciones en venta, propiciando el ahorro y la inversión internos o bien atrayendo la inversión extranjera. Total de la inversión directa de capital norteamericano en toda la América Latina (incluyendo las dependencias europeas) hasta el periodo que termina en 1961 es de un poco más de $ 10,000 millones de dólares, la cifra que se ha propuesto para los próximos diez años de $ 100,000 millones. Los países que resultaron favorecidos por estas autorizaciones de préstamo y obligaciones fueron: Chile con 215 millones, o sea el 17.8 % del total; Brasil con 203 millones o 16.8%; México con 142 millones o el 14 %; Argentina con 79 millones o 6.5 %; Perú, Venezuela y Colombia con 72 millones cada uno o sea 6 % cada uno. Estos seis países juntos recibieron cerca de 854 millones, o sea, cerca del 71 % del total. En la práctica una cantidad muy pequeña de los fondos autorizados ha sido desembolsada, y del total aprobado durante el primer año de operaciones que terminó el 28 de febrero de 1962, cerca del 60 % se destinó a categorías no productivas como el financiamiento de
compras, balanzas de pago, apoyo presupuestario, reconstrucción, créditos industriales y bienes de capital, compañías nacionales y bancos, y solamente el 40 % restante se dirigió a las empresas productivas de las que las masas pueden participar. Tratando de justificar las autorizaciones de los fondos, los administradores de estas agencias alegan que la colocación de estas sumas no es sólo benéfica para la situación en la América Latina sino que beneficia también grandemente a la economía norteamericana. Destacan que entre 80 y el 85 % del dinero autorizado o prestado a la América Latina no sale de los Estados Unidos, sino que es gastado en el país en maquinaria, equipo, artículos y servicios que incrementan la producción, el empleo y las exportaciones de los Estados Unidos. Hay muchos latinoamericanos que creen que la Alianza para el Progreso es más una alianza para el progreso de los Estados Unidos que para el de la América Latina, y que no es sino un vasto proyecto escondido tras una máscara de altruismo aparente, fomentando préstamos para los países que necesitan capital urgentemente, capital que servirá para satisfacer la compra de materiales, equipo, artículos y servicios en los Estados Unidos, destinándolos a capítulos no productivos de acuerdo con proyectos ideados por los mismos prestamistas en colaboración con intereses establecidos y que para las masas no son más que proyectos fantásticos. Efectivamente, se ve un colonialismo que se introduce por la puerta trasera. Al verse amenazado Estados unidos por ideas fascistas determino indispensable la generación de técnicas para estimular la prosperidad económica de AL para recuperar su poder y hacer que en estos países prevaleciera la dependencia hacia ellos. En el documento creado de la idea anterior se exponía lo indispensable que eran las empresas privadas como única vía para incrementar las relaciones culturales, científicas y educativas. A partir de este postulado las ideas de Rockefeller fueron aceptadas y formaron parte de cada programa de desarrollo económico y social de América Latina. Se convirtió en coordinador de Asuntos Interamericanos, estuvo a cargo hasta que fue nombrado Secretario de Estado Asistente encargado de mantener las relaciones públicas "cordiales". Posteriormente en 1945 se creó una conferencia denominada "Conferencia Interamericana sobre problemas de la guerra y a paz", con esta se adaptaron 180 resoluciones, destacando la relativa a asuntos económicos y sociales que se materializó en la Carta económica de las Américas" (este favoreciera a la política posbélica de EU). Mientras duro la guerra los países latinos tuvieron ingresos procedentes de la venta de materiales estratégicos, limitando la importación de otros artículos de los que carecían, acumularon una gran cantidad de oro y divisas, no obstante en años posteriores a la guerra su situación cambio desvalorizando seriamente los precios y disminuyendo la demanda de materias primas.
Esta crisis provocó que Rockefeller tuviera la oportunidad de considerar la posibilidad de intervenir con capital privado, para apoyar a la economía pero también para fortalecer lazos políticos. Esto llevo a formar la Asociación Internacional Americana para el Desarrollo Económico y Social. La maquilación de planes y programas prosiguió en la presidencia de Truman donde recalcaba la importancia de las relaciones entre empresas privadas y el gobierno.