Alexander Went: constructing international politics Traducido by Flor =) La falsa promesa promesa de las instituciones internacionales [1] de John J. Mearsheimer, Mearsheimer, es una una particular bienvenida en dos aspectos. Primero, es el intento más sistemático a la fecha por el neo realismo de direccionar la teoría crítica de las relaciones internacionales (IR) [2]. Segundo, le recuerda al neo liberalismo y las teorías teorías críticas, normalmente encerradas en su propio tiray-afloja, que ellos tienen en común, un interés anti realista en las bases institucionales de la vida internacional [3]. Falsa promesa, por lo tanto, impulsa una discusión productiva en todos los bandos. Desafortunadamente, será muy duro para muchos de los teóricos críticos el tomar seriamente una discusión de ese programa de desarrollo tan lleno de fusiones, verdades a medias y malos entendidos. Como sea, hasta cierto punto, es inevitable el malentendido cuando los antropólogos de una cultura exploran otra por primera p rimera vez. Un dialogo entre estas dos culturas está atrasado atrasado y falsa promesa es un buen inicio. La teoría crítica (IR), sin embargo, no es solo una teoría. Es una familia de teorías que incluyen el posmodernismo (Ashley, Walker), constructivismo (Adler, Kratochwil, Ruggie, y ahora Katzenstein), Neo Marxismo (Cox, Gill), Feminismo (Petersin, Sylvester) y otros. Lo que los une es un consenso, basado en cómo el mundo político es socialmente construido [4], lo que consta de dos afirmaciones básicas: que la estructura fundamental de la política internacional son mas sociales que estrictamente materiales (una consigna que se opone al materialismo), y que esas estructuras estructuras moldean la identidad y los intereses de los actores, más que solo su conducta (una consigna que se opone al racionalismo). Sin embargo teniendo estas dos consignas en común no hace más de la teoría crítica una única teoría como lo hace de hecho el neorrealismo y el neoliberalismo, ambas en el uso del juego teórico las hace una única teoría. Algunos teóricos críticos son estatistas y otros no; algunos creen en la ciencia y otros no; algunos son optimistas y otros pesimistas; algunos al estrés y otros a la estructura [5]. Así, en mi réplica me referí a mí mismo como un constructivista, esperando a que otros teóricos críticos estuviesen de acuerdo con mucho de lo que decía. Yo me dirijo a cuatro problemas: suposición, conocimiento objetivo, explicación de la guerra y la paz, y las la s responsabilidades de los formuladores de políticas. políti cas. Suposiciónes
Yo comparto los cinco supuestos realistas de Mearsheimers (p.10): que la política internacional es anárquica, y que los Estados tienen capacidad ofensiva, y que no se puede ser cien por ciento certero acerca de las intenciones de los demás, desean sobrevivir y son racionales. Nosotros incluso compartimos dos más: un compromiso a los Estados como unidad de análisis, y a la importancia de la teorización sistemática o tercera imagen. El último énfasis sostenido, en la yuxtaposición de estructura al discurso y en el hincapié del rol de lo individual de la teoría crítica (p.40), Mearsheimer oscurece el hecho de que los constructivistas son estructuralistas. En realidad, uno de nuestras principales objeciones al neorrealismo es que no es lo suficientemente estructural: esta adopción de la metáfora
individualista de que la microeconomía restringe el efecto de la estructura al comportamiento estatal, ignorando como ellos deben además constituir la identidad de Estado e intereses. El constructivismo piensa que los intereses estatales son en gran parte construidos por las estructuras sistémicas, no exógenas a ellas; esto lleva a un estructuralismo más sociológico que microeconómico. Donde el estructuralismo neorrealista y constructivista realmente difieren, sin embargo, es en su concepción acerca de que está hecha la estructura. Los neorrealistas piensan que está hecho solo de una distribución de capacidades materiales, mientras el constructivismo cree que también está hecho de relaciones sociales. Las estructuras sociales tiene tres elementos: comparten conocimiento, recursos materiales y práctica [7]. Primero, las estructuras sociales son definidas, en parte, por un entendimiento compartido, expectativas o conocimiento. Esto constituye el actor en una situación y la naturaleza de sus relaciones, si es cooperativa o conflictiva. Un dilema de seguridad , por ejemplo, es una estructura social compuesta de entendimientos intersubjetivos en el cual los Estados son tan desconfiados que ellos asumen el peor de los escenarios respecto de las intenciones ajenas, y como un resultado define sus intereses en los términos de la autoayuda. Una comunidad de seguridad es una estructura social diferente, una compuesta de conocimiento compartido en el cual los Estados creen en otro para resolver las disputas sin guerra [8]. Esta dependencia de la estructura social en ideas es el sentido en el cual el constructivismo tiene una visión idealista (o idea-ista) de la estructura. Lo que hace a estas ideas (Y en consecuencia la estructura) social, aunque, es su calidad intersubjetiva. En otras palabras, socialidad (en contraste con materialidad, en el sentido de las capacidades de la fuerza bruta), se refiere al conocimiento compartido. Segundo, las estructuras sociales incluyen recursos materiales como el oro y los tanques. En contraste a la disociada visión neo realista de tales capacidades, el constructivismo discute que ese recurso material solo adquiere significado para la acción humana a través de la estructura del conocimiento compartido en el cual ellos están integrados. Por ejemplo, quinientos armas nucleares británicas son menos amenazantes a los EEUU que cinco armas nucleares norcoreanas, esto porque los británicos son amigos de los EEUU y los mencionados orientales no, y la amistad o enemistad es una función del entendimiento compartido. Como estudiante de políticas mundiales, el neo realismo probablemente no discreparía, pero como teorista el ejemplo plantea un gran problema, desde que este elude completamente su definición material de estructura. Las capacidades materiales como tal no explican nada; sus efectos presuponen estructuras de conocimiento compartido, que varían y que no son reducibles a capacidades. El constructivismo es por lo tanto compatible con los cambios en el poder material que afecta las relaciones sociales (cf. Mearsheimer, p. 43), siempre y cuando esos efectos puedan demostrar que presuponen aun más las relaciones sociales. Tercero, las estructuras sociales no existen en la cabeza de los actores ni en las capacidades materiales, sino en la práctica. La estructura social existe solo en el proceso. La guerra fría fue una estructura de conocimiento compartido que gobernó grandes relaciones de poder por cuarenta años, pero que una vez que ellos dejaron de actuar sobre esta base, se acabo. En suma, las estructuras sociales son reales y objetivas, no solo dichos. Pero esta objetividad depende del conocimiento compartido, y en ese sentido la vida social son ideas all the way down (*) (hasta que tengas los recursos naturales y biológicos). Así, al preguntar ¿Cuándo las ideas, como oposición al poder y el interés, importan? es hacer la pregunta incorrecta. Las
ideas siempre importarán, desde que el poder y el interés no tienen efectos aparte del conocimiento compartido que los constituye como tales [8]. La pregunta real, como Mearsheimer nota (p. 42), es por qué existe una estructura social, como la auto ayuda (en el cual el poder y el auto interés determina la conducta), en vez de otra como la seguridad colectiva (en cuales no). La exposición se opone al carácter normativo del que esta pregunta hace énfasis. Los constructivistas tienen un interés normativo en promover el cambio social, pero ellos persiguen esto tratando de explicar cómo aparentemente la estructura social natural, como la auto-ayuda o la guerra fría, son efectos de la práctica (este es el lado critico de la teoría crítica). Esto me sorprende acerca de las repetidas referencias de Mearsheimer (yo conté catorce) a los logros, objetivos y esperanzas de los teóricos críticos para hacer que el amor y la paz prevalezcan en la tierra. Aun si todos tenemos tales esperanzas (de lo que tengo dudas), y aun si esto fuera éticamente incorrecto (aunque Mearsheimer parece aprobarlos; p. 40), ellos están al punto en la evaluación de las teorías críticas de las políticas mundiales. Si fallan las teorías críticas, esto será porque ellos no explican cómo funciona el mundo, no por sus valores. Enfatizando los últimos recuerdos de la vieja táctica realista de retratar a los oponentes como utópicos más preocupado de cómo el mundo debería ser en vez de cómo es. Los teóricos críticos tienen compromisos normativos, tal como los neo realistas, pero nosotros también estamos meramente tratando de explicar el mundo. Obj etividad
Mearsheimer sugiere que los teóricos críticos no creen que hay un mundo objetivo del cual podamos llegar a tener conocimiento (pp. 41 ff). Este no es el caso. Hay dos asuntos aquí, ontológica y epistemológica. La cuestión ontológica es si las estructuras sociales tienen un objetivo de existencia, a lo cual me dirigí por encima. Las estructuras sociales son fenómenos colectivos, que confrontan individual como externamente la existencia de hechos sociales. La guerra fría fue solo tan real para mí tanto como lo fue para Mearsheimer. La cuestión epistemológica es si podemos tener conocimiento objetivo de estas estructuras. Aquí Mearsheimer ignora una distinción clave entre los críticos teóricos modernos y posmodernos. Estos últimos son en realidad escépticos respecto de la posibilidad del conocimiento objetivo, aunque en su trabajo empírico ellos aun atienden a la evidencia y la inferencia. Los constructivistas, sin embargo, son modernistas quienes aprueban completamente el proyecto científico de teorías de falsificación contra la evidencia. En un artículo citado por Mearsheimer, yo me avoque a un enfoque científico-realista a la investigación social, el cual tomo una línea muy pro-ciencia [11]. Y a pesar de sus afirmaciones, hay ahora un cuerpo substancial de trabajo constructivista empírico que encarna una epistemología totalmente convencional [12]. Mearsheimer acierta, sin embargo, que los teóricos críticos no creen que podamos hacer una distinción clara entre sujeto y objeto. Entonces otra vez, casi todos los filósofos de la ciencia hoy en día rechazan tal ingenua epistemología. Todas las observaciones son teórico-cargadas en el sentido de que lo que vemos es mediado por nuestras teorías existentes, y en la medida que el conocimiento es inherentemente problemático. Pero esto no significa que esa observación, por no hablar de la realidad, es teórico-determinado. El mundo está allá afuera limitando nuestras creencias y nos puede castigar por las incorrectas. Montezuma tuvo una teoría de que los españoles fueron dioses, pero estaba equivocado, con consecuencias
desastrosas. Nosotros no tenemos acceso inmediato al mundo, pero esto no evita el entendimiento de cómo este funciona. plicar Ex
la Guerra y la Paz
Mearsheimer enmarca el debate entre realistas y teóricos críticos como uno entre una teoría de la guerra y otra de la paz. Esto es un error fundamental. Hablar de construcción social es como hablar del juego teórico: analíticamente neutral entre el conflicto y la cooperación [13]. La crítica teórica no predice la paz [14]. La guerra no refuta más a la teoría crítica de lo que la paz refuta al realismo. La raíz de la confusión se da al confundir descripción y explicación. La cuestión descriptiva es el grado en el cual los estados toman parte en prácticas de la realpolitik (guerra, balance, búsqueda de ganancias-relativas) contra la aceptación del imperio de la ley y el constreñimiento institucional en su autonomía. Los estado a veces toman parte en la política de poder, pero esto no describe los pasados mil trescientos años y aun menos hoy en día, cuando muchos de los estados siguen muchas de las leyes internacionales gran parte del tiempo [15], y cuando los dilemas de la guerra y la seguridad son excepciones más que una regla, Los Grandes Poderes no prosiguen la tendencia de conquistar a los más pequeños, y el libre intercambio se expande más que el constreñimiento [16]. La frecuencia relativa de la realpolitik , sin embargo, no tiene nada que ver con el realismo. El realismo, debe ser entendido como una explicación de la realpolitik , no una descripción de él. Confundir ambas hace imposible decir cuán bien una explica a la otra, y cae en la tautología de que el la guerra hace al realismo real *(comillas agregadas N. del .T). El realismo no tiene el monopolio de lado feo y brutal de la vida internacional. Aun si estuviésemos de acuerdo en una descripción de la realpolitik , podemos rechazar una explicación realista. La cuestión explicativa es por qué los estados toman parte en la guerra o la paz. La representación de Mearsheimer respecto del constructivismo lógico causal en esta cuestión es cercano a un treinta por ciento de certeza. La lógica tiene dos elementos, la estructura y el organismo. Por un lado, la teorización constructivista trata de mostrar como la estructura social de un sistema hace posibles las acciones a través de actores constituyentes con ciertas identidades e intereses y las capacidades materiales con ciertos significados. Perdido de la cuenta de Mearsheimer está el énfasis en como la organización y la interacción producen y reproducen estructuras de conocimiento compartido todo el tiempo. Desde la imposibilidad de esto discutiremos aquí varias dinámicas a través de las cuales este proceso toma posición [17], déjenme ilustrarlo. Y desde que Mearsheimer no ofrece una explicación neo realista para la cooperación interestatal, concede terreno a los institucionalistas, déjenme enfocarme en el caso concreto de por qué los estados a veces caen en dilemas de seguridad y guerra, esto es, por qué toman parte en la conducta de la realpolitik . En la anarquía es lo que los estados hacen de ella Yo discutí que tal comportamiento es una profecía-autocumplida [18], y que esto se debe a la a la organización y estructura social. Así, en el lado de la organización, lo que los estados le hacen a otro afecta la estructura social en la cual ellos están integrados, por una reciprocidad lógica. Si ellos se militarizan, otros se amedrentaran y se armarán, creando dilemas de seguridad en los términos de cuál de ellos definirá la identidad egoísta y el interés. Pero si ellos toman parte en una política de tranquilidad, como los soviéticos lo hicieron en los pasados mil novecientos ochenta, esto tendrá un efecto distinto en la estructura del conocimiento compartido, moviéndolo a través de una seguridad comunal. La profundidad de la interdependencia es un factor aquí, como es
el rol de los estados revisionistas, cuyas acciones, es probable, sean especialmente peligrosas. Sin embargo, en el lado estructural, la habilidad del estado revisionista de crear una guerra de todos contra todos depende de la estructura de conocimiento compartido en los cuales ellos están inmersos. Si las interacciones pasadas crearon una estructura en la cual los estados en status quo, son divididos o ingenuos, los revisionistas prosperarán y el sistema tenderá a un mundo Hobbesiano en el cual domine el poder y el auto-interés. En contraste, si las interacciones pasadas crearon un estructura en el cual los estados en status quo creen y se identifican con los otros, los depredadores son más propensos a enfrentar la seguridad colectiva respondiendo como la guerra del golfo [19]. La historia importa. El dilema de la seguridad no son actos de Dios: ellos son efectos de la práctica. Esto no significa que una vez creados necesariamente se puedan escapar (ellos son, después de todos dilemas), pero pone el lugar causal en espacio correcto. Contrastar esta explicación de la política de poder con la pobreza del neo realismo [20]. Mearsheimer cree importante que en anarquía, los estados no puedan ser cien por ciento seguros de si los otros no atacarán. Sin embargo aun en la sociedad domestica, no puedo estar seguro de si estaré seguro de camino a mi clase. No hay garantías en la vida, doméstica o internacional, pero el hecho de que en anarquía la guerra es posible no significa debe ocurrir en cualquier momento [21]. En realidad, puede ser muy poco probable, como lo es en muchas interacciones hoy en día. Posibilidad no es una probabilidad. La anarquía como tal no es una causa estructural. Lo que importa es su estructura social, la cual varía a través de anarquías. Una anarquía de amigos difiere de una de enemigos, una de auto-ayuda de una de seguridad colectiva, y estas son todas constituidas por estructuras de conocimiento compartido. Mearsheimer no provee un argumento del por qué esto es incorrecto; el simplemente afirma que es. Otra explicación realista para la política de poder valora algo mejor. Aunque los neo realistas quieren evitar argumentos de la naturaleza humana, aun ellos estaría de acuerdo que en la medida que los humanos-nacen-en-grupos son propensos al miedo y la competencia, lo que puede predisponerlos a la guerra [22]. Sin embargo, este factor se enfrenta a las dinámicas compensatorias de la interdependencia y la formación de la identidad colectiva, la cual a veces lo supera. La distribución de capacidades materiales también importa, especialmente si la ofensa es dominante y la acumulación militar preocupará por supuesto a otros estados. Otra vez, sin embargo, el significado de poder depende de la estructura subyacente de conocimiento compartido. Una acumulación (militar) británica representará menos amenaza para EEUU que una norcoreana y la acumulación es menos probable de ocurrir en una comunidad de seguridad que en un dilema de seguridad. A fin de obtener de la anarquía y el materialismo fuerzas para reforzar la premisa de la política de poder y la guerra, por lo tanto, los neo realistas se vieron forzados a hacer adicionales supuestos ad hoc respecto de la estructura social del sistema internacional. Vemos esto en los intereses de Mearsheimer en el hiper-nacionalismo, el énfasis de Stephen Walt en la ideología en el balance de la amenaza, la fijación de Randall Schweller en la distinción status quo-revisionista y como discutí en mi anárquica pieza, en mis suposiciones de que las anarquías son sistemas de auto-ayuda [23]. Incorporando estas suposiciones se genera más poder explicatorio, pero ¿cómo? En estos casos el trabajo causal crucial esta hecho por lo factores sociales, no materiales. Este es el núcleo de la visión constructivista, no de la neo realista.
El problema se agudiza cuando los neo realistas tratan de explicar la ausencia relativa de guerras inter-estatales en el mundo de hoy. Si la anarquía es tan determinante, ¿por qué no hay más bosnios? ¿Por qué los estados débiles no están siendo asesinados fuera de la izquierda y derecha? Eso estrecha la credulidad en pensar que la paz entre Noruega y Suecia, o los EEUU y Canadá o Nigeria y Benin son todas debido al balance material. Mearsheimer dice que la cooperación es posible cuando el núcleo de intereses no esté amenazado (p. 25), y el que algunos estados son especialmente amistosos por razones históricas o ideológicas (p. 31). Pero esto pide totalmente el cuestionamiento de por qué en un aparente mundo realista los estados no encuentran sus intereses amenazados por otros y la pregunta de cómo ellos puede llegar a ser amigos. Quizás Mearsheimer diría que muchos de los estados de hoy en día son soberanos y de status quo [24]. Pero esto otra vez pide el cuestionamiento. ¿Qué es la soberanía si no una institución de reconocimiento mutuo y no-intervención? ¿Y no está siendo el status quo relacionado a la internacionalización de esta institución en los intereses estatales? David Strang ha discutido que esos estados reconocidos como soberanos tienen mejores posibilidades de sobrevivir en anarquía que aquellos que no [25]. Lejos de confrontar este argumento, Mearsheimer los presupone. El crecimiento del Neo realismo residente en factores sociales para hacer su trabajo explicativo sugiere que si alguna vez hubo candidato para un programa de investigación degenerado en las teorías IR, es este [26]. La respuesta progresiva (en el sentido lakatosiano) sería regresar a las raíces materialistas del realismo demostrando que los entendimientos de fondo que dan capacidades de significado son causados por condiciones materiales aún más profundas o que las capacidades tienen un significado intrínseco que no puede ser ignorado. Para mostrar que la base material determina la súper estructura internacional, en otras palabras, los realistas deberían estar purgando su teoría de contenido social, no adhiriéndola como lo hacen actualmente [27] Y los anti-realistas, en cambio, debería estar tratando de mostrar como los poderes causales de los hechos materiales presupone contenido social, no intentar demostrar que las instituciones explican variaciones adicionales mas allá de lo explicado por la distribución de poder e intereses, como si lo último fuese una privilegiada línea de base pre-social. Responsabilidad
Una importante virtud de Falsa Promesa es que une al neo realismo y a sus rivales a las responsabilidades éticas de los realizadores de la política extranjera. Estas responsabilidades dependen en parte en cuanto es posible cambiar la estructura de conocimiento compartido dentro de la anarquía. Si tal cambio es imposible, entonces Mearsheimer está en lo correcto de que sería irresponsable para aquellos encargados de la seguridad nacional ir tras él. Por otro lado, si esto es posible, entonces sería irresponsable seguir con políticas que perpetúan viejas órdenes destructivas, especialmente si nos preocupamos del buen-inicio de las generaciones futuras. Para decir que las estructuras son socialmente construidas no es una garantía de que estas puede ser cambiadas [28]. Algunas veces las estructuras sociales que limitan las estrategias de transformación son imposibles. Esto se remonta a la naturaleza colectiva de las estructuras sociales; el cambio estructural depende en cambiar un sistema de expectaciones que puede ser un reforzamiento mutuo. Una cuestión clave en la determinación de las responsabilidades de los hacedores de política, por lo tanto, es cuantas partes flojas contiene una estructura social. Los neo realistas creen que hay pequeñas partes flojas en el sistema, y así los estados
que se desvían del poder político serán castigados o asesinados por la lógica de la anarquía. Los institucionalistas cree que tales peligros han sido tremendamente reducidos por las instituciones tales como la soberanía y la paz democrática y que hay por lo tanto mas posibilidades para un cambio pacífico. El ejemplo de Gorbachov resulta instructivo, desde que la guerra fría fue una estructura social altamente conflictiva. Yo estoy de acuerdo con Mearsheimer (p. 46) que las fuerzas nucleares soviéticas le dieron a Gorbachov un margen de seguridad para sus políticas. Sin embargo otra persona en su lugar pudo haber encontrado una solución más agresiva a un decline en el poder. Lo que es tan importante respecto del régimen de Gorbachov es que el tubo el coraje para ver como las propias practicas soviéticas sostenían la guerra fría, y para emprender una revaloración de las intenciones occidentales. Esto es exactamente lo que un constructivista haría, pero no un neo realista, quien restaría atención a tales factores sociales tanto como ingenuos y como mera súper estructura. En realidad, lo que es tan llamativo del neo realismo es su total negligencia del rol explicatorio de la práctica estatal [29]. Parece no importar lo que los estados hacen: Brezhnev, Gorbachov, Zhirinovsky, ¿Qué diferencia hace? La lógica de la anarquía siempre nos llevará al punto de partida. Esta es una actitud inquietante si las causas de la realpolitik son las mismas condiciones de lo cual es una respuesta; en la medida que el realismo aconseja realpolitik , por lo tanto, es una parte del problema. Mearsheimer dice que los críticos teóricos son intolerantes a los realistas por esta razón (p. 42). Las ironías de esta sugerencia a un lado, lo que importa es lograr que los hacedores de política acepten la responsabilidad para resolver conflictos más que simplemente gestionarlo o explotarlo. Si el neo realismo puede movernos en esa dirección, entonces es su deber, pero como lo veo, la ética neo realista se cae a una "sauve qui peut." Analizar la construcción social de la política internacional es analizar como los procesos de interacción producen y reproducen las estructuras sociales cooperativa o conflictual- que moldean la identidad y los intereses de los actores y el significado de sus contextos materiales. Es opuesto a dos rivales: la visión materialista, de la cual el neo realismo es una expresión, que las fuerzas materiales determinan la vida internacional a per ce y el la teorética visión de la elección racional (rational choice) en el que las interacciones no cambian las identidades y los intereses. El ensayo de Mearsheimer es una importante apertura a la evaluación comparativa de estas hipótesis. Pero el neo realismo no contribuirá en nada mas al debate mientras ellos crean que el constructivismo es una utopía subversiva que no cree en un mundo real y que espera paz en nuestro tiempo.
Notas del traductor: (*) Esta es una expresión modista del inglés, así que no la modifique para no quitarle se sentido, pero hace referencia a que lo social se mueve solo en las ideas, ideas hasta el final.
[1] John J. Mearsheier, the false promise of international institutions, international security, Vol. 19, No. 3 (Winter 1994/95). Las subsiguientes referencias aparecen con parétesis en el texto.
[2] Otro esfuerzo incluye Robert Giplin, The richness of the traditional of political realism International Organization, Vol. 38, No. 2 (Spring 1984), pp. 287-304, and Markus Fischer, "Feudal Europe, 800-1300," International Organization, Vol. 46, No. 2 (Primavera 1992), pp. 427-466. [3] En el neo liberalismo y la teoría crítica, ver a R. Keohane, International institutions: Two ap- proaches," International Studies Quarterly, Vol. 32, No. 4 (December 1988), pp. 379-396, y Wendt, "Collective Identity Formation and the International State," American Political Science Review, Vol. 88, No. 2 (June 1994), pp. 384-396. Mearsheimer trata la seguridad colectiva como tercera forma de institucionalismo, pero esto es injustificado. La seguridad colectiva es un enfoque al orden internacional, discutible en cualquier espacio neoliberal o critico, no una forma de análisis institucional. [4] Esto los hace a todos constructivistas en un sentido general, pero como la literatura critica ha evolucionado, este término se aplica a una escuela particular.