MANUAL DEL MAESTRO SECRETO
CON UN ESTUDIO PRELIMINAR SOBRE EL ORIGEN UNIVERSAL Y FUNDAMENTAL UNIDAD DE LOS G RADOS SUPERIORES DE TODOS LOS RITOS Y SISTEMAS POR ALDO LAVAGNINI (MAGISTER)
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AL MAESTRO SECRETO Aunque todavía no poseáis una perfecta y clara conciencia de ello, vuestra admisión en este cuarto grado os abre, por medio de los conocimientos que se le relacionan, una nueva etapa de progreso, mientras, al mismo tiempo, demuestra las íntimas y secretas aspiraciones de vuestro corazón, de aquella Vida Elevada en el Santuario del Ser y cuya mística presencia nos guía y nos impulsa constantemente hacia adelante !ero estás en el umbral del secreto santuarioyen donde desarrollan los traba"os de eleste grado, en eltodavía cual hab#is sido admitido e$teriormente, cuyo realsesignificado deb#is buscar en silencio y en el aislamiento de lo que es la tumba aparente de vuestra Vida Superior A su deslumbrante resplandor o shekinah se refiere la palabra de paso que se os ha dado como medio de reconocimiento de esta íntima realidad %a verdadera cualidad del &aestro Secreto 'la Sabiduría (mnisciente de nuestro propio Ser )eal* se os revelará, pues, directamente en el Santasantórum de la +omprensión nterior, como premio de la persistencia de vuestros esfuerzos en esta b-squeda silenciosa %a Verdad, que es el .ien 'la finalidad y el t#rmino de todas las aspiraciones humanas y la legítima satisfacción de todo deseo* se halla en esencia en nosotros mismos, "unto con el &anantial perenne e inagotable de la Vida, y en ning-n otro lugar nos es posible encontrarla realmente/ nuestra e$istencia personal, en todas sus fases y posibilidades, es una progresiva revelación exterior de la %uz o )esplandor latente que se encuentra en nuestro íntimo y que ha de aparecer siempre más clara y firmemente manifiesta El cuarto grado masónico se refiere alegóricamente a esta b-squeda individual del Manantial secreto de la %uz, de la Verdad y de la vida, para que individualmente se revele y se manifieste a trav#s de nosotros, convertido en impulso y factor de progreso 0o queremos, sin embargo, anticipar lo que ha de ser más bien la conclusión del estudio al que está dedicado el presente 1&anual2, que se propone poner en evidencia la primera de las nueve etapas que realizan integralmente el &agisterio !ero si queremos, desde un principio, hacer hincapi# en que esta mística !uerta que da acceso al &agisterio del Arte es interior, como el +amino estrecho y derecho de la Verdad y de la Vida, que se abre con la llave de marfil o de plata de la nocencia El cuarto grado masónico es uno de los más universalmente reconocidos en todos los ritos, siendo tanto en el yorquino y en el escoc#s como en los ritos y sistemas anteriores Sin embargo, hay algunos, como el franc#s y otros, que lo brincan de plano pasando directamente al de electo o elegido, al que dedicamos nuestro quinto 1&anual23 pero un atento estudio de su simbología demostrará a todo masón su utilidad y necesidad como piedra fundamental del edificio filosófico constituido por los grados superiores En el )ito escoc#s 'como en los demás sistemas en los que se haya verificado una innecesaria multiplicación de los grados, por encima de un septenario o de una docena fundamental* encontramos con frecuencia la aparente duplicación de un determinado grado, cuya simbología se halla por consiguiente dividida entre dos o más Este es el caso para el grado intermedio de Maestro Perfecto, cuyos símbolos y ceremonias pertenecen en gran parte al precedente, aquí considerado3 no puede decirse lo mismo de su denominación y de otros de sus elementos, que se refieren a un grado superior 45678
9icha multiplicación de los fundamentales y genuinos grados masónicos universales, por medio de grados ad"untos que complican el simbolismo con elementos un poco arbitrarios, o bien tomados en pr#stamo de los primeros 4a los que deben lógicamente restituirse8, srcina cierta confusión en las edades que suben y bajan, y los toques, palabras y baterías que se repiten en forma algo caprichosa, así como otros elementos cuya superfluidad queda demostrada por el hecho de que estos grados intermedios se dan por comunicación, es decir, se pasan, cuando más, con una lectura superficial, y si alguna vez se traba"a en ello se considera como pura curiosidad5 !or otro lado, la misma selección natural de un n-mero reducido de grados 4entre los :; nominativos siguen a los tres simbólicos8 que noy pueden darse por comunicación , es una prueba de queque sólo #stos se consideran como efectivos fundamentales y los demás prácticamente in-tiles !ero esta selección hace que se pierda con los innecesarios tambi#n alg-n grado importante desde el punto de vista iniciático, así como aquellas tradiciones y elementos simbólicos que fueron tomados de los grados principales repartidos entre los intermedios !ara que esta selección 4que por el hecho de ser inevitable y necesaria se ha hecho natural y espontánea) llene su cometido, restableciendo aquel rdo ab chao que es divisa de la (rden, precisa que los &aestros sepan 1reunir lo esparcido2 reintegrando los grados fundamen tales, primitivos y universales en un con"unto armónico que revele su tríplice progresivo ob"etivo iniciático, m!stico y mágico" !or esta razón nuestra obra, aunque adherida a las tradiciones masónicas y respetuosa con los diferentes )itos y Sistemas actualmente practicados 'que considera diferentes aspectos de una sola Verdad universal* más bien que basarse sobre un )ito determinado, quiere ir al fondo, hacia lo que constituye la esencia fundamental, el srcen com#n y la finalidad de todos, buscando e ilustrando la realización simbólica de un n-mero limitado de grados, que llamamos alegóricamente los nueve maestros 4por su evidente relación con la leyenda de
7, 5?7, @7, :;7, :@7 y ::7 del )ito Escoc#s, cuya nomenclatura igualmente adoptamos 9ichos grados pueden tambi#n, por razones prácticas, reducirse, seg-n el uso más general, a seis -nicamente 4dos grupos de tres o tres grupos de dos8/ 67, 567, 7?7, :;7, :@7 y ::7, que hacen, con los tres simbólicos y universales, un total de nueve grados, siete de los cuales dedicados al &agisterio !ero, para nuestro estudio simbológico actual, preferimos considerarlos como los 0ueve &aestros que busc an la Vida Elevada de la (rden y su verdadera palabra, aBadi#ndoles el =7, 5>7 y el @73 el futuro decidirá cuáles grados realmente deben conservarse, y cuáles sería tal vez más sabio eliminar definitivamente de la pesada estructura 1escocesa, antigua y aceptada2@ +onfiamos que este traba"o ilustrativo no será in-til para la unificación universal de la rden, que es nuestra Suprema Cinalidad, unificación a la cual podemos llegar sólo por medio de una más profunda comprensión Estudiar e interpretar en silenciosa comprensión es competencia especial de los &aestros Secretos, que se re-nen en el Santuario del Ser, ba"o la protección del signo del silencio" A esta meditación individual invitamos a los que nos leen, ya que e$iste un solo centro al que llegan y hacia el cual tienden todos los que buscan individualmente el suyo propio
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Dnicamente en Estados nidos, creemos, por medio de representaciones esc#nicas, es adonde se da una idea más clara de esos grados intermedios !ero, en todo caso, los traba"os, -nicamente se reducen a la colocación del grado @ El significado srcinario de esta palabra será e$plicado más adelante
PRIMERA PARTE
LA UNIDAD FUNDAMENTAL DE TODOS LOS RITOS Y SISTEMAS MASÓNICOS +onsiderados desde un punto de vista e$terior y superficial, los diferentes )itos y sistemas &asónicos se presentan como algo esencialmente distinto y diferenciado Aunque no se puede negar que haya entre ellos evidentes puntos de contacto, #stos aparecen más bien como secundarios, en relación con lo que hace de cada )ito un con"unto separado de los demás Sin embargo, en la multiplicidad y diversidad e$terior de todos los )itos y Sistemas que se han propuesto y usado en los dos -ltimos siglos 4representando la vida moderna de la masonería8, hay una unidad radical y fundamental, cuya base y srcen primero ha de trazarse en las #pocas más antiguas y cuya esencia no es tan profundamente modificada por las diferencias e$teriores como en un principio pudi#ramos creer Esta unidad substancial, manifestación de un arquetipo universal y divino, puede aparecer alguna vez como muerta o perdida$ pero esto no le impide renacer perennemente, como el ave C#ni$ de la leyenda, toda vez que la madurez de los tiempos ofrece la oportunidad o la necesidad de su renovada manifestación !ara encontrar esa nidad hemos de buscar la esencia interior, el espíritu Animador de todo )ito o Sistema, es decir, el Cundamento niciático de cada grado con sus respectivas características
LOS GRADOS SIMBÓLICOS 0o hay necesidad redemostrar cómo los tres grados fundamentales de toda iniciación filosófica o práctica, que hoy se conocen como grados simbólicos, han formado y constituyen universalmente la esencia básica de todo desarrollo ulterior/ un atento estudio y la comprensión de su valor lo hacen evidente !or esta razón, si ha habido alg-n sistema que de alguna manera se haya ale"ado de esta verdadera piedra angular de la (rden, su vida y su fortuna hubieron de ser efímeras El estudio de estos grados que hemos hecho en los tres 1&anuales2 precedentes, nos pone en condición de conocer la esencia iniciática de los mismos, que puede resumirse en las tres preguntas que siguen, a las que buscan y se esfuerzan por dar una contestación adecuada/
%&e dónde venimos' %(uines somos' %* dónde vamos' Ellas nos conducen al Estudio/ primero, de los !rincipios Cundamentales, o sea, de dios y de la 0aturaleza, con el conocimiento de los tres primeros n-meros3 segundo, de nosotros mismos y de la esencia de nuestra vida, por medio de un análogo conocimiento de los tres n-meros que siguen a los primeros3 tercero, de nuestro 9estino y de la facultad proftica que se relaciona con el mismo, como expresión de los planes del +" " *" ", con el conocimiento de los -ltimos tres n-meros que ·
·
completan el primer novenario, base de la d#cada En correspondencia con esta base filosófica o especulativa, ha de desarrollarse una análoga base operativa, que puede igualmente resumirse en la contestación factiva a las tres preguntas que constituyen, desde el cuarto de refle$ión, el testamento o programa del futuro iniciado/
%uál es vuestro deber hacia &ios' %uál es vuestro deber hacia vos mismo' %uál es vuestro deber hacia la humanidad' %a contestación a la primera es el establecimiento por medio de la CE 'primera columna de la vida renovada* de una más perfecta relación con el !rincipio Eterno de la vida individual3 la contestación a la segunda es la ES!E)A0HA 'segunda columna* que hace fecunda, efectiva y productiva la primera, madurando el perfeccionamiento individual3 la contestación a la tercera no puede ser sino A&(), principio y base de la Craternidad, o perfecta relación con nuestros seme"antes, con la cual -nicamente se llega al &agisterio %a tríplice contestación operativa constituye la clave de las palabras sagradas y de paso de cada grado !or consiguiente, podemos así reunir la esencia universal de los tres grados simbólicos como base necesaria de todo desarrollo ulterior/ APRENDIZ Iiempo
!asado
COMPAÑERO
!resente
Estudiode el(rigen (sea,de 9ios
MAESTRO
Cuturo
laEsencia
el9estino Vida
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Artes
Framática, %ógica y )etórica
%ógica, Aritm#tica y Feometría
)etórica, &-sica y Astronomía
9esarrollo vertical )elaciones con 9ios Virtudes C e Cacultades
Esperanza
+onciencia
Etapas +aracterísticas +orrespondencias
horizontal consigo mismo nteligencia
niciación
Elevación
!urificación
luminación
0acimiento
+recimiento
c#ntrico con los demás Amor Voluntad E$altación !erfección )egeneración
(tras infinitas correspondencias podrían establecerse, pero las que hemos dado nos parecen suficientes para fi"ar de una manera clara las características de los tres grados, como han de entenderse universalmente, por encima de sus distintas realizaciones más o menos locales y transitorias Su forma e$terior puede, pues, variar y progresar, adaptándose al tiempo y a las condiciones, pero su Esencia permanecerá siempre la misma
REALIZACIÓN SEPTENARIA 9e este sistema fundamental de tres grados, se pasa fácilmente, por e$tensión natural, a un septenario del cual nos dan la clave las edades de los mismos tres primeros grados, correspondiendo el primer temario al Aprendiza"e, el cuarto y quinto a un estado de ompa-ero o .legido y el se$to y s#ptimo a la efectiva realización del &agisterio En otras palabras, hay una correspondencia análoga a la que hemos establecido con las siete artes, siendo el primero, segundo y tercer grado la tríplice realización del de Aprendiz, el segundo, cuarto y quinto la tríplice realización del grado de +ompaBero, y el tercero, se$to y s#ptimo la tríplice realización del &agisterio Se dan como e"emplos típicos de esta realización septenaria varios sistemas iniciáticos orientales, como el hind- con los grados de +rihasta, Purohita, /akir, 0anniasi, 1irvana, 2ogi, 3rahmatma, el mitríaco con los de corax, riphius, Miles, 4eo, Perses, 5eliodromus, pater, y el egipcio, con los de Pastophoris, 1eocoris, Melanophoris, hristophoris, 3alahate, *stronomo y 6eurgo" 9e"amos a los que se interesan por las curiosidades históricas y el pasado de la iniciación, investigar el valor efectivo de estas denominaciones y sus e$actas correspondencias rituales %o que deseamos notar es que todo sistema septenario tiene una doble correspondencia con el sistema de doce grados al que tiende a producir, de la misma manera que el primitivo ternario tiende a desarrollarse naturalmente en un septenario %as investigaciones históricas confirmarán fácilmente, a quien se tome la pena de hacerlo, cómo el crecimiento y desarrollo de los grados, que ha sido siempre progresivo es, en el fondo, gobernado por mágico poder de las losleyes n-meros que regula el crecimiento de toda cosa enque correspondencia con aqu#l los arquetipos que son invariables de toda manifestación 9e manera no es posible ning-n ale"amiento de los mismos sin la consecuente necesidad de regresar despu#s para acercase al previsto punto" G los n-meros :, y 5@ han de considerarse como los que indican los tres puntos fundamentales de todo desarrollo progresivo Ioda adición de uno o más grados a los tres primitivos acabará, con el tiempo, en una realización septenaria3 y toda intención septenaria puede fácilmente e$tenderse en un ciclo de doce, así como las siete Cuerzas cósmicas 'manifestadas en los colores y en las notas de la m-sica* se e$presan y realizan en los doce signos del zodíaco, en correspondencia con las doce fases de la Fran (bra y las doce Kerarquías +readoras En virtud de la misma %ey matemática, así como hay una doble correspondencia entre los tres grados fundamentales y los siete derivados 'cada uno de los primeros correspondiendo a tres de #stos, sea a losdetres primeros a losgrados, siguientes que los desarrollan* entre elo sistema siete y el de ydoce por representar los cinco hay que tambi#n siguen a correspondencia los primeros, un complemento o aspecto sucesivo de algunos de los precedentes en su cíclica manifestación !or esta razón, los siete grados del )ito ngl#s del )eal Arco o de +orL, corresponden más o menos con los siete primeros 4o bien los siete grados fundamentales8 del sistema de doce que particularmente estudiamos, como e$tensión natural del ternario y del septenario en un ciclo de perfección que nos ayudará para buscar el orden interior en la apariencia caótica e$terior
LOS SIETE GRADOS 0o puede negarse, sin embargo, que un puro y sencillo sistema de siete grados, aBadiría al prestigio de ese n-mero 'que preside todas las octavas cósmicas y caracteriza el &agisterio* el mágico encanto de la áurea simplicitas, que es el distintivo más evidente de toda verdadera Sabiduría Es cierto que, si a los tres grados simbólicos -nicamente se aBadieran cuatro grados sucesivos 4&aestro Secreto, &aestro !erfecto, +abM )osacruz y +abM Nadosh8 las venta"as prácticas de este sistema, capaz de incluir y absorber todo el simbolismo masónico, serían sin duda muy grandes, y se lograría más fácilmente la unificación efectiva de la (rden y su regeneración iniciática" Es, por consiguiente, oportuno un preventivo estudio esquemático de todo sistema de siete grados, su correspondencia natural con los primeros siete n-meros, los siete colores, las siete notas de la m-sica y los siete rayos de la evolución espiritual El primero de los siete grados 'al que se ingresa con la iniciación o inicio del ciclo* será siempre el de neófito o aprendi7, cualquiera sea el nombre que pueda dársele +orresponde con el estudio de los tres primeros n-meros y de la gramática, o sea, de los signos que son el fundamento de las ideas %a virtud que ha de demostrarse en este grado es la CE, como base y principio de todo progreso y realización sucesiva Aunque sea tan sólo primero, en virtud de la nidad que representa, tiene que ser una s!ntesis de todos los demás En el segundo de los siete grados ser confirma y establece 'por la instrumentalizad del n-mero @* la cualidad recibida con la iniciación, es el resultado de una elevación que hace madurar la CE en ES!E)A0HA +ompete a estereconociendo grado el estudio de lose$presado n-meros 6, y J signos8 y de la lógica , que establece las relaciones entre las ideas, el verbo por> los es el obrero o miles, el Soldado del deal representado por la estrella" En el tercer grado, con el conocimiento de los n-meros , ? y = y el estudio de la retórica, hay que manifestar la cualidad soberana del A&(), que levanta un arco entre las dos columnas Esta cualidad implica la muerte al ego!smo, despu#s de haber vencido el vicio y el error, para volver al estado de inocencia en el cual -nicamente puede el amor manifestarse !or esta razón, la muerte simbólica se halla representada en este grado como conditio sine qua non para seguir adelante El cuarto grado es la consecuencia natural del precedente/ muestra la %uz que ha de buscarse interiormente, en el centro de la ámara del Medio convertida en Iumba y Santuario resplandeciente ndica la necesidad de la !)9E0+A y, por medio del conocimiento integral de la d#cada, penetra en el estudio de la Aritm#tica, o sea, de los !rincipios num#ricos y neumónicos que rigendeellauniverso Sus metales son el plomooculto, y la plata y sus el colores blanco dede la la inocencia el verde vida Este grado, eminentemente franquea paso alelSantuario Verdad y hace del secreto la base de la reali7ación, y, por lo tanto, es emblemático de la Secreta 9octrina de la (rden de la que, con su llave, nos abre la puerta El quinto grado debe necesariamente relacionarse con el estudio de la Feometría y la práctica de la KSI+A, con la nteligencia Activa, que por medio de la intuición nos conduce a buscar las verdades que se hallan escondidas en las profundidades de las cosas/ en este grado, por lo tanto, debe conocerse la verdadera palabra, de la cual el grado anterior indica la primera letra" El se$to grado, correspondiendo a la &-sica, es aqu#l que nos abre la mente a la comprensión de las armon!as cósmicas, mientras realiza la me"or armonía de la vida individual 'por medio de la IE&!%A0HA que asegura un perfecto equilibrio fisiopsíquico* y una relación más íntima con el !rincipio de la Vida y más perfecta con nuestro pró"imo
9ebe ser un grado al mismo tiempo m!stico y práctico, que nos hace conocer y practicar la )eligión niversal de la Sabiduría y del Amor/ representa al +aballero del deal, y se relaciona analógicamente tanto con el grado de &aestro Secreto como con el +ompaBero, de los que constituye correlativamente el magisterio" El s#ptimo grado, en especial correspondencia analógica con el tercero y el quinto que lo preceden 4y con los -ltimos cuatro de nuestro estudio de doce, que representan sus diversos aspectos8, se relaciona con el estudio y el dominio de la Astronomía entre las artes 'o sea, con la crecida capacidad de irradiar la %uz &asónica en las tinieblas profanas* y con la C()IA%EHA, que constituye el coronamiento y el resultado de las demás virtudes anteriores
EL CUARTO GRADO Sin embargo, la transición de : a no se verifica de golpe/ aunque potencialmente e$istentes ab eterno, todos los grados se manifiestan generalmente uno tras otro, por un proceso de formación enteramente análogo al de la vegetación En otras palabras, en un determinado sistema o con"unto de circunstancias, se siente la necesidad de tal grado, y se forma así primero el verbo que lo domina 4que es, hasta cierto punto, análogo al primer brote de una planta8 alrededor del cual se desarrollan los s!mbolos, signos, palabras e ideas que se le relacionan Así nace o renace cada grado 'manifestación contingente de un arquetipo pree$istente en el mundo inmortal de las ideas* siempre cuando sea justa la hora y la edad para abrir los traba"os en el mismo Esto se aplica igualmente a los tres primeros como a los sucesivos/ desde el primer grado fundamental 'semilla de todos* se formó el segundo, que contenía en sí mismo potencialmente el tercero, que se separó en un segundo tiempo !ero debe notarse que todo sistema de uno o dos grados no puede todavía considerarse realmente masónico/ la verdadera &asonería empieza con los tres grados que caracterizan su base simbólica !ues ninguna %ogia puede formarse antes que haya Maestros$ y ninguno puede ser &aestro sino pasando previamente por los estados de aprendi7 y compa-ero" %a necesidad de un cuarto grado se ha sentido constantemente, como consecuencia y efecto de la actividad en los tres primeros, sobres los cuales, sin embargo, -nicamente se han establecido la primera y todas las sucesivas Frandes %ogias Siendo el &agisterio siempre demasiado simbólico, hubo de buscar una distinción y un medio para hacerlo más efectivo en un cuarto grado
supermasónico, abriera nuevas posibilidades de progreso que fueconcreta, naturalmente el huevo o semilla del quequenacieron o, me"or dicho, tomaron una yforma desarrollándose sucesivamente, los grados siguientes Es, pues, algo difícil trazar históricamente el srcen del cuarto grado, y tambi#n sería difícil afirmar que antes no e$istía +on el nombre de Maestro .scocs, un cuarto grado se encuentra en Crancia y otros países en la primera mitad del siglo OV, mientras en nglaterra e$istía con el nombre de *rco 9eal en la Fran %ogia de *ntiguos Masones que se opuso en la misma #poca a la que fue fundada en 55 Este cuarto grado fue confirmado en 5=5:, con la fusión de las dos Frandes %ogias de los antiguos y de los modernos" Sistemas de cuatro grados se formaron ocasionalmente, como el 9ito de la rden de la /elicidad, creado en !arís, en 56@, por algunos oficiales de marina, y el 9ito del 5ermano 5enoch 45:8
SISTEMAS DE CINCO GRADOS %a creación de un quinto y de un se$to grado *distingui#ndose dos o tres grados en el que se había admitido como suplemento* fue muy natural, una vez se hubo verificado la admisión del cuarto n antiquísimo sistema de cinco grados es el 9ito de los 5ermanos de 0an :uan, cuya institución se pretende contemporánea del +ristianismo 9e este )ito se celebró una asamblea el @6 de "unio de 5>:> con delegados de nglaterra, Escocia, *@J8 El color distintivo es el verde y su emblema una columna truncada, con manifiesta analogía al grado que nos ocupa en este manual 5
A lo que parece, en esa #poca había sacrificios humanos tambi#n entre los israelitas %a historia puede leerse al final del capítulo O del 4ibro de los :ueces"
El qu into, .lecta, muestra la necesidad de la paciencia y de la sumisión, a-n en los actos notoriamente in"ustos El argumento se refiere a una cristiana, idólatra de nacimiento, que se convirtió con toda su familia oyendo un discurso de San !ablo y tuvo la necesidad de sacrificarse por su fe Seg-n el manual de nstrucción, hace alusión a ella San Kuan en su segunda epístola El color distintivo de este grado es el ro"o y su emblema dos manos cruzadas en forma de alianza y una copa" Su afinidad simbológica con el grado escoc#s de +aballero )osacruz es, por lo tanto, muy transparente %as hermanas, miembros de la (rden, llevan como distintivo un alfiler con la estrella de cinco puntas, y femenina además tienen una banda conunolosdecinco colores de la orden Entre los sistemas de masonería es, indudablemente, los me"ores
SISTEMAS DE SEIS GRADOS Entre los )itos masónicos de seis grados, encontramos dos fundamentales, que se remontan a la primera mitad del siglo OV, el ;rlands, de srcen político, y en el ap!tulo de lermont atribuido a )amsay %a nomenclatura de los tres grados ad"untos es de/ Maestro ;rlands, Perfecto Maestro ;rlands y Muy *lto y Poderoso Maestro ;rlands, para el primero, y para el segundo/ aballero del =guila o Maestro .legido, aballero ;lustre, 0ublime e ;lustre aballero" %os dos sistemas multiplicaron despu#s sus grados, que se fusionaron, como series distintas, y tuvieron influencia en los sistemas posteriores, de los que hablamos a continuación Se de seis en grados 9ito deaunque los /iladelfos , instituido +arbona en 5?;, de consideró #stos se dividen tres el puntos, sin llevar nombre en propio, pertenece talpero, vez, como más dos propiamente, a los sistemas de 5; grados Iambi#n en seis grados fue constituido el 9ito de la >nión *lemana, creado en 5? por veintidós hermanos, con la siguiente nomenclatura/ *dolescente, 5ombre, *nciano, Mesopolita, &iocesano, 0uperior" El 9ito de los ;luminados 6eósofos, inspirado por el sistema de SPedenborg y establecido en %ondres en 5J, tuvo por ob"eto la enseBanza y propagación de la teosofía cristiana, ad"untando a los tres grados simbó licos los siguientes/ .scocs 0ublime de la :erusaln eleste o 6eósofo ;luminado, 5ermano *7ul y 5ermano 9ojo" !or -ltimo, nos resta mencionar la rden del 6emple, aparecida en 5?;>, pretendiendo ser interrumpida continuación de laa homónima fundada en la #poca las +ruzadas 4y trágicamente de riente, Maestro del suprimida en 5@>:8, aBadiendo los tres grados simbólicos los de/deMaestro =guila 1egra de 0an :uan, Maestro Perfecto del Pel!cano" +on ob"eto de ocultar su srcen masónico esta nomenclatura se cambió, tres aBos despu#s, como sigue/ ?" ;niciado$ @" ;niciado del ;nterior$ A" *depto$ B" *depto de riente$ C" *depto del =guila 1egra$ D" *depto Perfecto del Pel!cano"
SISTEMAS DE SIETE GRADOS El paso de seis a siete, con un cuarto grado que constituye la clave de la bóveda formada por el segundo grupo de tres, fue uno de los más naturales, independientemente de la importancia especial que a este n-mero constantemente se ha atribuido, y realmente tiene
El más antiguo, importante y difundido 4mereciendo el nombre de >niversal) es el llamado 9ito de ork o del 9eal *rco, que ad"unta a los tres grados simbólicos los que siguen/ Maestro Pasado, Maestro de Marca E&arL &aster8, Muy .xcelente Masón 4Super e$cellent &ason8 y 9eal *rca 0anta 4
EXTENSIÓN DEL SEPTENARIO %os sistemas septenarios que acabamos de ver, como e$tensión natural del ternario primitivo, se hallan formados en general por tres grados de perfección 'desarrollo progresivo del cuarto grado* y un grado superior, ad"unto a los tres simbólicos, formando un ternario con las dos tríadas anteriores %a distinción de este -ltimo grado, con la formación orgánica del segundo ternario, constituye el principio de la e$tensión del septenario en un novenario, srcinando el s#ptimo grado una nueva tríada análoga a las dos precedentes !or esta razón, los sistemas de ocho grados son raros y transitorios, y tienden, naturalmente, a aumentar o disminuir en uno o dos grados 9ichos sistemas deben considerarse como septenarios ' formados por dos tríadas y una unidad superior* a los que se ad"unta un nuevo grado, generalmente intermedio A esta categoría pertenecen el 9ito de 0Hedenborg y e l 9ito Moderno /rancs, nacidos respectivamente en 5@5 y 5J5, fundamentalmente septenarios con la adopción del octavo grado de Iadosh 4más propiamente s#ptimo8
RITO DE YORK 5Aprendiz
RITO DE SWEDENBORG
5Aprendiz
RITO FRANCÉS 5Aprendiz
@+ompaBero
@+ompaBero
:&aestro
:&aestro
:&aestro
6&aestropasado
6Electo
6Elegido
> &aestro de marca
> +ompaBero +ohen
J &uy E$celente &asón )ealArcaSanta
J &aestro +ohen Arquitecto
@+ompaBero
> Escoc#s J +aballero de (riente )osacruz ? Nadosh
SISTEMAS DE NUEVE GRADOS Entre los sistemas de nueve grados, mencionaremos primero un 9ito Primitivo ;ngls, compuesto de nueve grados, de los que hace mención un manuscrito de la primera mitad del siglo OV %os seis grados superiores son los siguientes/ Maestro Perfecto o *rquitecto ;rlands, Maestro .legido, *prendi7 .scocs, ompa-ero .scocs, Maestro .scocs, aballero de riente" En 5>6 apareció el 9ito de los .legidos ohens de &artinez !ascalis, derivado del de SPedenborg, de carácter igualmente filosófico, que se difundió especialmente en Crancia y Alemania, con varias modificaciones %os grados ad"untos llevan los nombres de/ +ran .legido, *prendi7 ohen, ompa-ero ohen, Maestro ohen, +ran *rquitecto, aballero omendador" El 9ito de los ;luminados de *vignon, de carácter herm#tico, creado en 5J por el alquimista benedictino !ernetty, tiene para los grados superiores la siguiente nomenclatura/ el 9ito 1acional Mexicano, igualmente de nueve grados, con la nomenclatura de/ *prendi7 admitido, ompa-ero, Maestro Masón, Maestro aprobado, aballero del 0ecreto, aballero del =guila Mexicana, Perfecto *rt!fice, +ran :ue7, +ran ;nspector +eneral de la rden"
Cinalmente, son de nueve grados el 9ito de los 5ermanos de la 9osa y de la 9osacru7 de ro3 pero, formando estos grados un novenario distinto del ternario simbólico, los mencionaremos nuevamente entre los sistemas de doce grados
SISTEMAS DE DIEZ GRADOS na vez los nueve grados se hayan amalgamado perfectamente en el con"unto armónico de un 6riple ternario, se impone fácilmente la adopción de un d#cimo grado, superior y supremo, que completa el septenario de los grados superiores Así nacieron todos los sistemas de diez grados &encionaremos primero el 9ito de *dopción o &asonería Cemenina, creada en la primera mitad del siglo OV, con la siguiente nomenclatura/ *prendi7a, ompa-era, Maestra, Maestra Perfecta, .legida, .scocesa, 0ublime .scocesa, &ama de la Paloma, &ama de la 3eneficencia o 9osacru7, y Princesa de la orona" n 9ito de 4ata bservancia nació en Viena, en 5J, a consecuencia de una escisión entre algunos miembros de la .stricta homónima, con los siete grados superiores de/ 5ermano *fricano, aballero de 0an *ndrs, aballero del =guila o Maestro .legido, Maestro .scocs, 0oberano Mago, Maestro Providencial de la ru7 9oja, Mago o aballero de la laridad y de la 4u7" El 9ito de 0an Mart!n lo formó alrededor de la misma #poca %uis +laudio de San &artín, principal discípulo de &artinez de !ascalis, igualmente con siete grados superiores/ Maestro *ntiguo,
.legido, *rquitecto, Masón del 0ecreto, Pr!ncipe de :erusaln, aballero de Palestina y aballero+ran Iadosh" En 5?; fue establecido en 0arbona el 9ito de los /iladelfos, con dos clases ad"untas a la primera o simbólica, la segunda de tres y la tercera de cuatro grados El cuarto y se$to grado, divididos en tres puntos, hacen que la segunda clase sea en realidad de siete grados que llevan los nombres de/ Maestro Perfecto, .legido, *rquitecto, 0ublime .scocs, aballero de la .spada, aballero de riente, Pr!ncipe de :erusaln" na reducción del 9ito de Perfección, adoptada por la +ran 4ogia 9eal de 2ork de .erlín, fue organizada con los siete grados superiores de/ .legido de los 1ueve, .legido de los (uince, .legido de Perignán, .scocs 9ojo, .scocs de 0an *ndrs, aballero de riente, Pr!ncipe de :erusaln" !or el contrario, el )ito Sueco propagado por Hinnendorf se e$tendió a diez grados, hasta poco tiempo practicado por grados la Franque %ogia 0acional deSan Alemania, fundada en 5; por el mismo *prendi7 y ompa-ero de 0an Hinnendorf %os siete siguen a los de Kuan son/ *ndrs, Maestro .scocs de 0an *ndrs, aballero de riente, aballero de ccidente, onfidente de 0an :uan, onfidente de 0an *ndrs, aballero omendador" n octavo grado se ad"unta a los siete grados superiores en la rden de los *rquitectos de =frica, instituida en !rusia en 5J, atribuy#ndose la iniciativa al rey Cederico , y dividi#ndose los ocho grados que siguen al primer templo en dos grupos de cinco y tres, con los nombres de/ *rquitecto o *prendi7 de los 0ecretos .gipcios, ;niciado de los 0ecretos .gipcios, 5ermano osmopolita, /ilósofo ristiano, Maestro de los 0ecretos .gipcios, *rminger, Miles, .ques"
EL CICLO DE PERFECCIÓN 9esarrollándose los grados superiores 4sobre la base y en analogía con los simbólicos, de los que constituyen la e$tensión8 en tres grupos de tres, llegamos naturalmente a los sistemas de doce grados que contemplan todo ciclo relacionado con los grados simbólicos Así como todo sistema superior a los tres grados tiende a crecer hasta doce, así igualmente todo sistema superior a doce tiende a reducirse, por la importancia siempre menor que adquieren, como consecuencia natural, los grados intermedios
SISTEMA DE DOCE GRADOS Entre los sistemas de 5@ grados mencionaremos primero el )ito o Sistema de los 5ermanos de la 9osa ru7 y de los 5ermanos de la 9osacru7 de ro, (rden que seg-n los mismos fue introducida en (ccidente en 55?? %a nomenclatura de los nueve grados del segundo es la siguiente/ elador, 6eórico, Práctico, /ilósofo, *depto :oven, *depto Mayor, *depto .xento, Maestro del 6emplo, Mago" 9esde el punto de vista filosófico es tambi#n importante el 9ito de los /ilaletas 4Amigos de la Verdad8, instituido en !arís en 5:, en el seno de una %ogia llamada 4es *mis 9unis, en el que tomaron parte nobles personalidades de la #poca Este cenáculo poseía una importante biblioteca, gabinetes de física y de historia natural, y adquirió por sus traba"os una "usta reputación %os nueve grados que siguen a los tres simbólicos se reparten en dos clases de tres y seis con los nombres de/
.legido, .scocs, ;niciado, aballero/ilaleta de riente, 9osacru7, aballero del 6emplo, /ilósofo desconocido, 0ublime /ilósofo, o Maestro de todos los grados" Se conoce de nombre un 9ito de los ;luminados del God!aco, cuyos grados corresponden con los doce signos zodiacales Iambi#n de doce grados fue la &asonería Andrógina del ap!tulo Metropolitano de los aballeros y &amas .scocesas de /rancia, creado en 5?5; en el seno de la %ogia MontF6abor de !arís !ero el más importante, masónicamente, entre los sistemas de doce grados, es el 9ito 0ueco que se organizó en 5 y del cual desde entonces han sido Maestros 9einantes los monarcas de Suecia En este sistema, a los tres grados que constituyen la 4ogia de 0an :uan, sigue una 4ogia de 0an *ndrs o .scocesa, con los dos de *prendi7 y ompa-ero de 0an *ndrs y Maestro de 0an *ndr s 4los dos grados llevan tambi#n los nombres de Maestro .legido y Maestro .scocs)"
%a tercera 4ogia o ap!tulo de los ;ntendentes se compone de cuatro grados/ 5ermano ;niciado de 0alomón o aballero de riente , aballero de ccidente o
RITOS DE 13 Y 1 GRADOS 0o muy diferentes de los de 5@ son los sistemas que los superan de uno o dos grados, así como en los sistemas de diez grados el onceavo y doceavo están potencialmente contenidos en el d#cimo En los de trece y catorce, los grados que sobran son duplicados o desarrollos de otros 9e esta naturaleza es el 9ito *donhiramita del .arón Ischoudi, aparecido en 5? y derivado del .scotismo 9eformado en 5; grados, que ya hemos mencionado En este sistema, a los tres grados simbólicos siguen los de/ Maestro *ntiguo o Perfecto, .legido de los J o Peque-o .legido, .legido de Perpignán, .legido de los ?C o +ran Maestro .legido, Peque-o *rquitecto o *prendi7 .sco cs, +ran *rquitecto o ompa-ero .scocs, Maestro .scocs, aballero de riente, aballero 9osacru7, 1oaquita o aballero Prusiano" El 9ito de los ;luminados de 3aviera , creado en 55 por Adam Qeishaupt, aunque nominalmente en 5: grados, pertenece en realidad a los sistemas novenarios por el hecho de que los tres grados simbólicos se hallanMayor" precedid porque cuatro grados instrucción/ 1ovicio, Minerval, ;luminado Menor e ;luminado %ososseis siguen a los de azules son tres grupos de dos/ 1ovicio .scocs y aballero .scocs, .popto o 0acerdote ;luminado, 9egente o Pr!ncipe ;luminado, Mago /ilósofo y 5ombre 9ey" !or esta razón se acerca notablemente a los sistemas de doce grados En catorce grados, además del 9ito de los /iladelfos de 1arbona 4que ya hemos citado entre los sistemas de diez grados8, fue el 9ito de los .legidos de la nion de )ennes, que ad"unta los dos grados sublimes del Pr!ncipe *depto y .legido de la
OR!GENES DEL "RITO ESCOCÉS# %legamos así a los orígenes del 9ito .scocs, al que naturalmente se acercan todos los sistemas de más de doce grados, por la duplicación o multiplicación de los grados fundamentales El primero cronológicamente parece haber sido el 9ito .scocs /ilosófico de la 4ogia Madre de Marsella, creado cerca del 5>;, en 5? grados, es decir, con los 5> grados ad"untos de/ Maestro Perfecto, +ran .scocs, aballero del =guila 1egra, omendador del =guila 1egra, 9osa ru7, ? sobre las cenizas del +apítulo de +lermont al disolverse #ste
Este +onse"o se propuso reunir en un con"unto armónico todos los grados entonces practicados y diseminados, sobre la base del sistema templario El resultado fue un )ito de @> grados 4que puede considerarse un duplicado del sistema de 5@, o como un triple septenario aBadido al ternario simbólico8, que fue la base del )ito Escoc#s de :: grados 9ichos grados fueron agrupados en siete clases, la primera de las cuales comprendía los tres fundamentales o simbólicos, a los que seguían/ Segunda clase/ Maestro 0ecreto$ Maestro Perfecto$ 0ecretario Kntimo$ ;ntendente de los edificios$ Preboste y :ue7" Iercera clase/ Maestro elegido de los nueve, Maestro elegido de los quince, ;lustre elegido, :efe de
las doceclase/ tribus"+ran Maestro *rquitecto, aballero 9eal *rca, +ran .legido *ntiguo, Maestro +uarta Perfecto" Ruinta clase/ aballero de la .spada o de riente, Pr!ncip e de :erusaln, aballero de riente y ccidente, aballero 9osacru7, +ran Pont!fice o Maestro ad vitam" Se$ta clase/ +ran Patriarca 1oaquita, +ran Maestro de la llave de la Masoner!a, Pr!ncipe del 4!bano, aballero 9eal *rco" S#ptima clase/ aballero del 0ol, Pr!ncipe *depto, +ran omenda dor del =guila blanca y negra, ;lustr!simo 0oberano omendador del 9eal 0ecreto"
SIMPLIFICACIONES DEL SISTEMA 9ado lo intrincado de un sistema de esta naturaleza, por el n-mero e$cesivo de grados, es natural que el primer momento se grados sintió laque necesidad de simplificarlo, y lo prueba el hecho de que casi desde todos los sistemas de menos hemos e$aminado anteriormente 'y especialmente los que se acercan a la d#cada y a la docena* son casi todos cronológicamente posteriores, habiendo nacido más o menos cerca de 5> El 0oberano onsejo de los aballeros de riente que se separó en 5J@ del Soberano +onse"o de los Emperadores de (riente y (ccidente, no hizo más que suprimir los diez grados que siguen a los quince primeros, quedando los mismos reducidos a este -ltimo n-mero !or el contrario, el 9ito .scocs /ilosófico, fundado en 5J por un m#dico de !arís, parece haber suprimido los primeros en su con"unto de trece grados superiores, que son en realidad once 4dividi#ndose el primero en tres partes8/ aballero del =guila 1egra o 9osacru7 de la 6orre de 5eredom, aballero del /nix, aballero del 0ol, 0ublime /ilósofo, aballero del ;ris,
;niciado, +ran .scocs, 0ublime Maestro del *nillo 4uminoso" Verdaderas simplificaciones son el 9ito de 0an Mart!n, el .scotismo 9eformado de 6schoudi y el 9ito de los /ilaletas, de los que ya hemos hablado, que más se acercan, con sus respectivas clasificaciones, interpretaciones y nomenclaturas, a los grados iniciáticos universales, fundamento y esencia inmutable de todos los )itos y Sistemas
SU EXTENSIÓN A 33 GRADOS Y M$S Sin embargo, el n#mero de los grados tuvo que e"ercer una notable fascinación sobre los que no entendían perfectamente su significado, desde el momento que, mientras hubo por un lado inter#s en la simplificación y reducción a un con"unto armónico, lógico y razonable, por el otro prosiguió el crecimiento hasta ::, transformándose así el 9ito de 5eredom en el 9ito .scocs *ntiguo y
*ceptado, seg-n hoy se conoce y practica
na vez admitido el principio, tampoco este n-mero fue considerado por algunos suficiente y satisfactorio, como lo muestra la creación subsecuente de sistemas respectivamente de ?5, =; y =@ grados El primero, en ?5, es el del +apítulo &etropolitano de Crancia, instituido en 5?>, siendo los grados armónicos repartidos en = series de = %a primera serie comp rende los grados que van del de *prendi7 a ;ntendente de .dific ios, la segunda diferentes clases de Elegidos, la tercera gravita alrededor del grado de Perfecto Masón, la cuarta y la quinta comprenden diferentes clases de Escoceses3 la se$ta re-ne, con el grado de 1oaquita y de Pr!ncipe de :erusaln, distintas clases de aballeros" %a s#ptima va del aballero
del =guila al y.scocs de 0an *nd rs"los%agrados octavade/ tiene su centro en el .legido grado de0upremo, +ran ;nspector omendador la novena comprende Masón 5ermtico, .scocs de 0an *ndrs del ardo, aballero e ;lustre omendador del =guila 1egra, /ilósofo 0upremo omendador de los *stros, 0ublime /ilósofo desconocido, aballero de la ábala y aballero de la 3alan7a" En =; y =@ grados fueron respectivamente los ritos de Misraim y de Memfis, aparecidos, "unto con el )ito Escoc#s Antiguo y Aceptado, en los primeros aBos del siglo OO El 9ito de Memfis, instituido en Crancia en 5?:=, se divide en tres series '0imbólica, /ilosófica y M!sticaF y en siete clases %a serie simbólica, formada por las tres primeras clases, se compone de :> grados que pueden considerarse como un facsímil del )ito Escoc#s %a segunda comprende otros :: grados que van desde el de aballero /ilaleta al de aballero del 6emplo de la en talia y se divide en cuatro series que comprenden 5 clases %a primera serie de :: grados, llega hasta la se$ta serie de 9eal *rco, que corresponde a los grados 5:7 y 567 del )ito Escoc#s3 la segunda, con otros :: grados, corresponde con los 5= siguientes del mismo )ito3 la tercera y la cuarta llevan hasta el grado =;, abarcando toda una serie de @; 0upremos 6ribunales y onsejos"
EL RITO ESCOCÉS EN 33 GRADOS 0o se sabe todavía cómo, cuándo y dónde los :: grados de este )ito fueron definitivamente establecidos3 cierto es que el místico n-mero :: no fue e$traBo a su fortuna y rápida difusión, que se efectuó a principios del siglo OV Es igualmente cierto que de escocs y antiguo tiene -nicamente los nombres, que tampoco han sido e$traBos a su aceptación 9icha calificación remonta sus orígenes al grado de Maestro escocs, que dio lugar a la Serie +apitular de !erfección que, en el )ito de que nos ocupamos, comprende los grados que van del 67 al 567, sin conservar tampoco este nombre G la otra de 1antiguo y aceptado2 viene del mismo nombre de antiguos y aceptados masones Eancient and accepted free masons) con que se distinguió la Fran %ogia que en nglaterra se contrapuso a la primitiva Fran %ogia de %ondres Es cierta su filiación, directa o indirecta, del onsejo de .mperadores de riente y ccidente, que en 5J5 había otorgado a Esteban &arín carta patente con autorización para propagar en Am#rica el 9ito de 5eredom de que hemos hablado3 tambi#n aparece demostrado que el Emperador Cederico no tuvo nada que hacer con las +randes onstituciones de la (rden, fechadas en 5?6 poco antes de su muerte, que se le atribuyeron con la evidente intención de abrir más fácilmente el camino para su aceptación
0adie tuvo conocimiento de estas Frandes +onstituciones antes de que, en diciembre de 5?;@, el Supremo +onse"o de +harleston 'el primer Supremo +onse"o del nuevo )ito, que se había fundado el :5 de mayo del aBo anterior* diera a conocer su e$istencia El segundo Supremo +onse"o fue fundado el aBo siguiente en Santo 9omingo por el conde de Frasse Iilly que, debiendo regresar a Crancia, supo crear en 5?;6 otro Supremo +onse"o en !arís y uno en &ilán el aBo siguiente !oco despu#s se establecieron Supremos +onse"os en los demás países, y en 5?> se verificó en %ausana la primera +onvención en la que se tomaron acuerdos internacionales para la unidad del )ito %os :: grados se agrupan en siete clases, la primera de las cuales comprende los tres grados simbólicos universalmente reconocidos de *prendi7, ompa-ero y Maestro" %a segunda los cinco grados de Maestro 0ecreto, Maestro Perfecto, 0ecretario Kntimo o Maestro ingls, Preb oste y :ue7 o Masón ;rlands, ;ntendente de .dificios o Maestro en ;srael" %a tercera abarca los tres gra dos de .legido de los 1ueve, .legido de los (uince y 0ublime aballero .legido" %a cuarta los de +ran Maestro *rquitecto, 9eal *rco, +ran .legido, Perfecto y 0ublime Masón" Estas tres clases completan la primera rden apitular de Perfección" %a quinta clase comprende los grados de/ aballero de riente o de la .spada, Pr!ncipe de :erusaln, aballero de riente y ccidente, 0oberano Pr!ncipe 9osacru7 4grado 5?78 Estos grados constituyen los 0oberanos ap!tulos 9osacruces" %a se$ta clase comprende nueve grados 4del 5=7 al @78 que, con los tres siguientes, pertenecen a la "urisdicción de los onsejos de aballeros Iadosh8 +ran Pont!fice, Maestro de todas las logias simbólicas, 1oaquita o aballero Prusiano, aballero 9eal 5acha o Pr!ncipe del 4!bano, :efe del 6abernáculo, Pr!ncipe del 6abernáculo, aballero de la 0erpiente de 3ronce, .scocs 6rinitario o Pr!ncipe de la Merced, +ran omendador del 6emplo o 0oberano omendador del 6emplo de :erusaln" %a s#ptima clase se divide en dos series de tres grados %os tres primeros siguen a los precedentes como/ @?7 aballero del 0ol, @=7 +ran .scocs de 0an *ndrs, :;7 +ran .legido aballero Iadosh" G los tres -ltimos constituyen los grados administrativos/ el grado :57 +ran ;nspector, ;nquisidor, omendador forma los 0oberanos 6ribunales de la (rde n, el grad o :@7 o 0ublime Pr!ncipe del 9eal 0ecreto forma los +onsistorios y el ::7, o sea, de +ran ;nspector +eneral, los 0upremos onsejos" Entre estos grados los tres primeros, el 67, 567, 5?7, :;7, :57, :@7 y ::7 son lo que no se pueden dar por comunicación, es decir, en que efectivamente se verifican los traba"os3 mientras de los demás se dan ordinariamente algunas noticias sumarias, "unto con los signos, palabras, toques, etc, de"ándose al estudio individual el profundizarlos
VENTA%AS Y DESVENTA%AS Es muy posible que un tal aumento de los grados haya nacido de la intención loable de hacer obligatorio, de esta manera, el ascenso menos repentino, pues es sabido que cuanto más rápido sea el ascenso, menor será la profundidad en la cualidad de verdadero masón que, por medio del simbolismo de cada grado, se construye o se graba n mayor n-mero de grados, que hubieran debido 4en la intención de los fundadores8, escalarse uno despus del otro, hubiera debido hacer el sistema más efica7 como m#todo de educación, además que aBadir a la nstitución 4y al que los posea de derecho8, el prestigio innegable de ese n-mero
!ero esa buena intención se ha frustrado en la práctica, en vista de la incomodidad administrativa que resultaría al hacerse efectiva esa multiplicación Aunque se dieran individualmente uno por uno, esparcidos convenientemente, sería muy difícil y factor de verdadera confu sión el trabajar realmente en cada uno3 y, por otro lado, de nada serviría el poseer separadamente un grado en cuya cámara no se traba"a !or consiguiente, su simplificación se ha impuesto naturalmente, de manera que los :: grados sólo son tales de nombre/ su n-mero efectivo puede decirse que varía entre siete y diez, incluyendo los tres simbólicos G cuanto me"or se estudian y se profundizan abundamos en el convencimiento de que los grados verdaderos un n-mero muy limitado, que toma un carácter mucho más claro y definido precisamente en suson reducción
"ORDO AB C&AO# 9a la importancia muy relativa del grado :57, que casi -nicamente sirve como intermediario entre el :;7 y el :@7, puede decirse prácticamente que el )ito Escoc#s es un sistema de = grados, cuyos J superiores forman tres series distintas/ la primera, que comprende el 67 y el 567, constituye la 4ogia apitular de Perfección$ la segunda está formada por el grado 5?7 aislado como 0oberano ap!tulo 9osacru7, y la tercera, comprende los tres grados de Iadosh, Pr!ncipe del 9eal 0ecreto y 0oberano +ran ;nspector, que forman respectivamente el onsejo, onsistorio y 0upremo onsejo" Estos tres grupos corresponden enteramente, si los complementamos con : grados intermedios 4>7, 5>7 y @78 a los nueve maestros en tres grupos de tres, que sirven de base a nuestro estudio Adoptando la misma nomenclatura del )ito Escoc#s, los nueve grados superiores serían los siguientes/ !rimera orden capitular 4grados filosófic os o de perfección8/ Maestro 0ecreto, Maestro .legido, Perfecto y 0ublime Masón" Segunda orden capitular 4grados místicos o rosacrucianos8/ aballero de riente, Pr!ncipe 9osacru7, aballero del 0ol" Iercera orden capitular 4grados mágicos y administrativos8/ aballero .legido Iadosh, 0ublime Pr!ncipe del 9eal 0ecreto, 0oberano +ran ;nspector" 9e acuerdo con el )ito de GorL, seg-n se practica en Am#rica, encontramos una e$acta y perfecta correspondencia con otro de estos grados/ !rimer grupo/ Maestro Pasado, Maestro de Marca, Muy excelente Masón EPast Master, Mark Master, 0uperexcellent Mason)" Segundo grupo/ 9eal *rca 0anta, aballero de la ru7 9oja, aballero de Malta E5oly 9oyal *rch, rder of the 9ed ross, rder of Inights of Malta)" Iercer grupo/ aballero 6emplario y +ran omendador del 6emplo Erder of Inights 6emplars, 0hrine)" na análoga correspondencia se hace evidente con todos los )itos que tengan alg-n valor, cualquiera que sea el n-mero de los grados que los componen/ las diferencias provienen de que alguna vez un grado se encuentra olvidado o desusado, mientras que de otros se forman duplicados o triplicados, cuyo atento análisis demuestra que constituyen aspectos arbitrariamente distintos de una misma cosa G cuando los grados se multiplican e$cesivamente, #stos se re-nen en grupos o series que más bien corresponden con un solo grado
Eliminando todo lo que hay de in-til y arbitrario, ya sea en el )ito Escoc#s como en los de &emfis y &israim 'y el tiempo y el uso contribuyen a completar este traba"o, mientras la comprensión lo iluminará definitivamente* y restituyendo en su unidad srcinaria el grado que se encuentre olvidado y separado en aspectos distintos y diferentes, siempre llegamos a un sistema de grados que se acercan o se confunden con estos tres grupos de tres, o sea con los nueve maestros que buscan la 9octrina niciática, la m!stica palabra escondida o perdida en un simbolismo puramente formal, o mal comprendido +ualquiera sea la clasificación que se adoptara en lo futuro, como lo más conveniente para la nificación y 9ignificación de la (rden, divisiónpara novenaria 4aunque comprenda tres grados en que no se traba"a8, nos ha parecido la másesta adaptada poder comprender en una serie orgánica todo el simbolismo masónico A estos nueve maestros hemos confiado la tarea de iluminarnos, como verdaderas &usas inspiradoras, en nuestra tarea descriptiva, llevando ese orden que patentiza la verdadera lu7, en el caso de los ritos y sistemas aparecidos en los dos siglos pasados, y de los que hemos heredado los vestigios Sin embargo, no todos estos nueve grados son indispensables para una organización masónica ideal y perfecta/ posiblemente sólo algunos de ellos se consideran realmente -tiles para la &asonería del porvenir, que tiene que nacer de la comprensión iniciática y operativa de la actual
EL CUARTO GRADO El cuarto grado, del que ahora nos ocupamos, aparece en el )ito Escoc#s parcialmente confundido y duplicado el quinto, aunque el nombre de esto se refiera más bien al se$to grado iniciático 4grado 567 con del )ito Escoc#s y J7 del GorLino8 Sin embargo, la verdadera esencia del grado que ahora nos ocupa hemos de buscarla en el homónimo del 9ito .scocs *ntiguo y *ceptado, que "ustamente se considera como primero y fundamental entre los grados superiores, aunque sea necesario reintegrarlo con algunos elementos simbólicos que le fueron tomados por el sucesivo/ entre ellos el color verde del collar y la piedra c-bica dentro del círculo, con referencia a la cuadratura del mismo !or lo tanto, la siguiente interpretación simbólica se refiere a los dos grados de maestro secreto y perfecto del 9ito .scocs, buscando la unidad interior de la cual derivaron y a la cual nos hemos esforzado en reconducirlos Rue el segundo de estos dos grados sea un aspecto del cuarto que queda por otro lado demostrado por su simbología cuya base es el n-mero 6, mientras su palabra sagrada pertenece realmente a un grado más adelantado
SEGUNDA PARTE
SIMBOLISMO DE LA RECEPCIÓN EN EL MEDIO DE SIETE El paso del tercero al cuarto grado es el paso del ternario al cuaternario, que se efect-a por medio del n-mero : , o sea, por el centro del septenario" En otras palabras, vez llega do al septenario 'que es la edad4la del-nica gradoque de &aestro* con el fin una de encontrar en elsimbólicamente mismo la potencia de irradiación octonaria puede conducir al triple ternario del &agisterio Cilosófico8, hay que retroceder hasta el centro de dicho septenario y realizarlo en aquella perfección tetrágona o cuaternaria que se halla simbolizada por la cuadratura del círculo o por el cubo de un perfecto desarrollo individual, dentro de la esfera de su actividad en la vida El n-mero : y el amanecer del cuarto día de la semana y de la creación son, pues, los que hemos de tomar primero en consideración, refiri#ndonos al significado de este pase" En el Apocalipsis 4cap =, vv 5*@85 se hace referencia a un período correspondiente a tres aBos y medio como medida del tiempo durante el cual queda entregado a los Fentiles 4paganos o profanos8 el patio del Iemplo, este -ltimo ha de ser medido para que comprenda -nicamente el altar y a los que adoran en l" Esto significa que -nicamente se comprenden dentro del Santuario 'o llegan a la comprensión de la Verdad* los que y sus ideales y se establecen ellos 4es decir, pasan del siguen ternariosus de propias la pura aspiraciones, deación al cuaternario de superiores la )ealización, a trav#s delenn-mero : 8, mientras que a los que moran en la percepción e$terior 'el patio del Iemplo* no se les mide 4es decir, no tienen necesidad de someterse a las leyes o reglas de la vida superior8, sino que se les de"a otro medio ciclo 4: aBos y 8 para que aprendan lo que necesitan aprender, antes de llegar a la altura de la Vida Superior Esta división es muy oportuna, en el tema que nos ocupa, entre el aspecto puramente e$terior, ceremonial o simbólico de la &asonería 'el patio del Iemplo, que se ha dado a los gentiles, o al entendimiento profano* y su comprensión y reali7ación filosófica 'el altar y los que adoran en #l* que es el verdadero 0antuario de los Maestros 0ecretos Eo 1nner Shrine28 de la (rden Ires aBos y medio es igualmente el período de tiempo durante el cual seg-n tradición, permaneció en el8Egipto de laKes-s, ilusión3 y : laciclos y indica, seg-nescondido 9aniel 4O, la duración de la desgracia de los hi"os de srael, o sea, uno de los más importantes ciclos históricos"
5
1&e fue dada una caBa seme"ante a una vara, y se me di"o/ %evántate y mide el Iemplo de 9ios, y el altar, y a los que adoran en #l2 1G echa fuera el patio que está fuera del Iemplo, y no lo midas, porque es dado a los Fentiles3 y hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses2 Algo seme"ante es la e$presión un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo 'o sea, tres ciclos y medioF como un ciclo de :J; aBos, se obtiene el n-mero 5@J;, que indica una de las #pocas más apro$imadas para que el Sol y la %una vengan en con"unción, nuevamente en el mismo grado del zodíaco
!or dichas razones, este punto intermedio entre : y 6 representa constantemente un momento crítico en la e$istencia individual y en el progreso iniciático, y muy oportunamente la cifra : caracteriza el paso o l!mite que divide la Masoner!a 0imbólica de su comprensión filosófica o, seg-n la alegoría que se nos presenta al principio de la recepción de este grado, entre la escuadra del Kuicio 'dominio e$clusivo de la &oral y de la aplicación e$terior de la %ey o reglaF y el compás del Entendimiento En otras palabras, una vez comprendida la triple manifestación e$terior de la %ey o !rincipio niversal, e$presado por el 9elta en sus tres ángulos y en sus tres lados, es necesario ingresar en el medio, con otra media unidad/ así llegamos a la ttrada o tetragrama, que es la Palabra Perdida por la &asonería Simbólica, que debe ser encontrada y reintegrada por la /ilosófica" %a secreta comprensión, con la cual llegamos al centro del Iernario y realizamos el +uaternario, está muy bien simbolizada por &ercurio 'el ángel o planeta de la nteligencia, que domina sobre el cuarto día de la semana y de la creación, en el cual se manifiesta efectivamente por medio de los luminares o lumbreras y de las estrellas, aquella luz potencial o simbólica 4energía creadora en estado latente por falta de aplicación) cuyo primer srcen se halla en el primer d!a de la creación
EL MAESTRO "PERDIDO# En el umbral del Santuario de una más profunda comprensión, el maestro simbólico se nos presenta con características seme"antes a las del profano que pide la lu7" Esto no debe maravillarnos porque todo progreso se verifica y se realiza por medio de ciclos sucesivos en los que se repiten, en una nueva forma, las características de los ciclos precedentes Iodo círculo se divide, pues, en seis se$tantes iguales al radio, con el cual hacen siete !or consiguiente, en los siete aBos que conducen al &agisterio simbólico, se recorren respectivamente los tres se$tos inferiores 4que corresponden con el uso de la escuadra) y los tres superiores 4que corresponden al compás8 despu#s de los cuales ingresamos nuevamente en el dominio de la escuadra Ale"ándose del compás de la ra7ón, el &aestro se encuentra perdido efectivamente Sin embargo, como la nstrucción del terce r grado nos lo enseBa, todo maestro perdido puede encontrarse nuevamente entre la escuadra y el compás, es decir, en el centro del círculo, que representa el uso armónico y perfectamente equilibrado de estas dos facultades del juicio y de la comprensión, mientras cada una de ellas por sí misma nos haría e$traviar y perder la llave de los conocimientos, que ha de ser el resultado de nuestros esfuerzos filosóficos Así pues, una vez recorrido todo el círculo, necesita dirigirse hacia el centro de la comprensión, en vez de volver al dominio ilusorio de la escuadra" %a acacia de la nocencia y de la nmortalidad no puede encontrarse fuera de este centro, ni con una sola de las facultades, cuyo perfecto equilibrio se halla simbolizado por la disposición de los dos instrumentos %os maestros perdidos 1como astros lanzados le"os de sus órbitas y deslumbrados por el esplendor de sus propios rayos2, buscan y claman por un +u!a 1que os salve de situación tan lastimosa2 !ues este Fuía, que es
.uscando un Fuía, o una 4ogia de Maestros Perfectos, los &aestros perdidos se encuentran entre compaBeros que, como ellos, buscan la Verdad, o el deal desaparecido que los oriente y los diri"a en sus traba"os que se hallan suspensos, mientras Adonhiram 1guarda las herramientas en las columnas, esperando que se presente el más apto para dirigir las obras2
EL SEPULCRO DE &IRAM Aquí llega la necesidad de ingresar en el sepulcro del Fran 9esaparecido, para buscar aquella %uz (rientadora la -nica que puede guiarnos en se lashalla tinieblas la ignorancia en que nos de encontramos,que poresfalta del discernimiento que sólo en la deámara del medio o centro nuestro ser El 0epulcro de 5iram es, en ese grado, una duplicación de la ámara del Medio del anterior, así como #sta, a su vez, repite el símbolo del uarto de 9eflexión que admite al profano en el Iemplo para que llegue al estado de Aprendiz por medio de los tres via"es alegóricos na vez alcanzados los siete aBos de la !erfección, hay que buscar en el centro de esta edad la perfecta realización del Iernario deológico en un +uaternario (perativo, seg-n lo muestran los primeros siete arcanos del Iarot5 %a b-squeda en el centro del ser, como de la edad, es pues, el símbolo fundamental que se nos presenta en esta cíclica repetición del +uarto de )efle$ión, de la +ámara del &edio y del Sepulcro de
V#ase el estudio de #stos en el Manual del Maestro
En el )eino de la &uerte y de las sombras ha de aparecer la Vida que todo lo anima hacia una &eta que no es menos real, aunque desconocida
EL DIVINO CORAZÓN El corazón misterioso que el &aestro Secreto tiene que buscar y encontrar en la tumba de
LAS PIR$MIDES DE EGIPTO En cone$ión con el emblema del Sepulcro de
@
El n-mero 5@ de los Iitanes tiene su correspondencia hind- en 5@ tattvas, cuando se consideren 4como se acostumbra en aquellos sistemas filosóficos8 además de los > tattvas elementales 4bhutas8, los cinco elementos sutiles de la sensación 4tanmatras8, con los principios de la inteligencia 4&anas y .uddhi8, que tambi#n son aspectos de la sustancia o !raLriti
Es, pues, cierto que la mayoría de ellas 'las menores y posteriores* sirvieron como reales sepulcros de los que ordenaron su construcción3 pero esto no se puede decir de todas, y especialmente es cierto que la mayor y la más antigua 4que puede considerarse como modelo u srcinal de las demás8, nunca sirvió para tal ob"eto, sino que tenía un propósito muy diferente
Además de ser 'por las particulares, e$actas medidas y proporciones de su construcción, así como por su perfecta orientación y disposición geográfica* un verdadero Iemplo o &onumento de Sabiduría, su función especial iniciática aparece evidente a quien la considera con suficiente atención G el iniciado en la cámara central de la Fran !irámide, en la cual se encuentra una especie de urna simbólica y vac!a, presenta una analogía demasiado estrecha con el maestro secreto, que se encierra en solitaria meditación en la Iumba de
EL SANTUARIO DE LA VIDA %a &uerte y sus símbolos son en &asonería la preparación y la puerta de una mejor comprensi ón de la vida" En este sentido ha de entenderse la silenciosa meditación que el Maestro perdido hace en la tumba de
Saliendo de la Sepultura en la que ha logrado la me"or comprensión de la Vida que patentizan los ob"etos que lleva consigo, el candidato es admitido en la +ámara Verde, emblema de la esperan7a inmortal que ha nacido en su corazón, como consecuencia de sus estudios y meditaciones %os emblemas de la muerte han servido para revelarle lo que la Vida es realmente y su esencia indestructible, sobreviviendo a la destrucción y a los cambios que producen la regeneración de todas las formas Aquí caben las primeras preguntas que deben hacerse al graduante, con ob"eto de despo"arle del
velo de ignorancia que todavía recubre TRu# de que la vidaU TRu# ideas os hab#is formado sobre su íntima esencialoanimadora, o seaconcepto sobre la ten#is realidad se encierra y revela en las diferentes formas que la manifiestanU T+re#is que este principio interior de la vida pueda cesar de ser o e$istir por el hecho de que haya muerto o cesado de ser una e$presión e$teriorU %a vida ha de reconocerse como esencia espiritual, como una manifestación del Ser que procede desde adentro hacia fuera, y, por lo tanto, algo muy distinto, en esencia y realidad, de un simple refle"o o reacción a las acciones e$teriores, o bien consecuencia automática de actividades físicoquímicas, que son realmente efectos y no causas de la misma En otras palabras, hay que reconocer la +onciencia como centro verdadero y principio interior de la vida , así como el carácter indestructible de este +entro o !rincipio, y su necesaria permanencia a trav#s de todos los cambios que puedan verificarse en su manifestación %a creencia o temor de que la vida pueda cesar de ser no puede basarse sino en la ilusión de que #sta sea el aefecto de la actividad orgánica e inseparable de su manifestación !ero cuando su esencia es espiritual independiente llegamos la conv icción de que y d e q ue e sfisiológica de las manifestaciones e$teriores, nos libertamos para siempre de aquella creencia o temor que caracteriza su consideración superficial na tal permanencia o supervivencia naturalmente presupone la preexistencia" !uede ser inmortal -nicamente lo que nunca tuvo nacimiento !or tanto, si el principio interior de la vida sobrevive a la muerte de su manifestación e$terior, es porque su e$istencia debe considerarse anterior al nacimiento de #sta En otras palabras, la Vida, como !rincipio, participa de la inmanencia que caracteriza al Ser en proporción de su trascendencia El dios hind- de la nteligencia '+aneshaF se representa con cabeza de elefante, y tambi#n .uda 'el Sabio* toma al encarnarse, la forma de un elefante blanco, llevando un lirio en la trompa, que penetra de esta manera milagrosamente en el costado derecho de su madre, la reina &aya, esposa del rey sudhodana de la estirpe de los SaLys 5
+omo nuestra conciencia, nuestra Vida )eal se halla establecida en la eternidad3 y si trascendemos el punto de vista ilusorio de nuestra personalidad limitada, llegando al cora7ón de nuestro ser, esta realidad se nos hará individualmente patente, como la %lave de &arfil que nos permite la !erfecta +omprensión de la vida na vez reconocida la naturaleza permanente del !rincipio de la Vida dentro de nuestro propio ser, ese conocimiento nos hará comprender como esa misma Vida se encuentra en toda la naturaleza, sin e$cepción/ en los minerales, como en los átomos y en los astros, no menos que en los seres orgánicos %a naturaleza en su con"unto cesará de aparecernos ba"o el aspecto inanimado de la
tumba Dnica de 5iram, y se hará, no menos que nuestro propio cuerpo, el templo viviente de la Vida
EL PRIMER VIA%E Este reconocimiento preliminar es el principio de los via"es o etapas de e$periencia y progreso que esperan al candidato El primero de estos via"es está relacionado con la arquitectura de la Iumba de
1Kehová, con sabiduría , fundó la tierra3 afirmó los cielos con intelig encia la Sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas2 4!rov :*5= y =*58
+orresponde con el águila de la Esfinge, al mismo corazón y a las manos de la 9ivinidad +readora &asónicamente puede identificarse con Adonhiram 'el SeBor de la Vida Elevada* indicando el querer, como segundo t#rmino del +uaternario <#rcules, el h#roe que conquistó su inmortalidad con el triunfo del !rincipio 9ivino sobre las debilidades humanas, ocupa el ángulo del Sudoeste %a piel de león que lleva como trofeo, en memoria del primero de sus traba"os zodiacales, indica los instintos animales dominados y su"etos a las aspiraciones e inspiraciones superiores, y la ma7a o clava que constituye su arma, análoga al cetro, es emblema del !oder de la nidad que sólo puede asegurar el triunfo Esta clava será, naturalmente, de encina, el árbol que le corresponde El león lo representa entre los cuatro animales, constituyendo la parte inferior de la Esfinge que muestra el atrevimiento que hace efectivo el querer" +omo emblema de la Cuerza y de la heroica virtud, masónicamente corresponde a
EL SEGUNDO VIA%E
Sin embargo, despu#s del deslumbramiento momentáneo ocasionado por la repentina claridad, el recipiendario empieza a distinguir al (riente un 9elta luminoso dentro de un +írculo nfinito, y en el 9elta ve el refle"o de su propia ndividualidad ba"o el aspecto de una Estrella resplandeciente, en cuyo centro hállase un punto que es al mismo tiempo %uz y Iiniebla, por ser (rigen y Esencia nfinita de una y otra Este centro se le aparece como un jerogl!fico misterioso y mutable" En un principio es como un vórtice, que todo mana y todo devora y al mismo tiempo, cabeza y cola de la Serpiente de la Eternidad3 despu#s este torbellino aparece como una espiral o una serpiente de fuego, que, enroscada en el:punto, abre sus espiras y toma la forma de la letra F, con sus m-ltiples interpretaciones %a letra F, a su vez, se cierra formando el "eroglífico de la Sal, en cuyo medio aparece el centro vital de la +onciencia que constituye el &ercurio Cilosófico, y entonces, en su lugar, resplandece, dentro de un nimbo azul, el jo &ivino, que es 1la %uz Verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo2 !ero no se han terminado las metamorfosis de este punto radical que es (rigen, Esencia, Sustancia y )ealidad de todo3 el nimbo azul y el ("o se disuelven en una luz amarilla, y la pupila luminosa se manifiesta como la d#cima letra del alfabeto hebreo 'la mano creadora o !rincipio del niverso, la 9ivinidad ba"o el aspecto de .rahma, cuyo soplo manifiesta todo lo e$istente 9esciende entonces una línea vertical y aparece la letra vau, s!mbolo de
EL TERCER VIA%E %a segunda etapa del místico progreso ha terminado3 hay que emprender un nuevo via"e, descendiendo del (riente hacia la región del Sur, o sea, desde el conocimiento de los !rincipios a su aplicación más fecunda Aquí aparece un nuevo símbolo del todo desconocido en los grado s anteriores/ el *rca de la *lian7a o *rca 9eal de la 0abidur!a, en que se encuentra o manifiesta la %ey de la Vida 5 %a cándida llave, con la cual el Arca puede abrirse, representa el entendimiento espiritual, alcanzado por medio de la visión interior, con el cual se comprende la %ey de la Vida V#ase el Manual del ompa-ero, págs 55*5@6 de la segunda edición Esta Arca es simbólicam ente id#ntica al misterioso cofre vac!o que aparece en el lugar más sagrado de la Fran !irámide, dado que los dos tienen e$actamente las mismas medidas : 5
G la nueva esperan7a que ahora guía al &aestro Secreto es el contrario de la desesperación que lo hizo ingresar y encerrarse en el Sepulcro de
EL ARCA DE LA ALIANZA Alumbrada por un candelabro de siete luces 'que hace referencia a los siete .lohim o !rincipios +readores, manifiestos en los siete planetas, así como a los siete fuegos o +entros Vitales del hombre y a las siete virtudes* se encuentra ahora, ante el recipiendario, el *rca de la *lian7a, sobre la cual dos querubines de oro se arrodillan en muda adoración, uno frente al otro, con sus alas desplegadas y "untas sobre las cabezas %os dos querubines constituyen el primer símbolo que hemos de tomar en consideración Ierub en hebraico 1pró$imo2 y caracteriza aquellaestado de representada conciencia depor proximidad interior con el !rincipiosignifica de Vida que hace posible y manifiesta alian7a el Arca y su contenido %os querubines, por encima del Arca, forman el propiciatorio, otro nombre revelador del estado de conciencia que se consigue con esa 1pro$imidad2, o sea, con el reconocimiento de nuestra unidad y directa relación con el Principio .sencial de todo8 la paz que viene de nuestro establecimiento en la )ealidad, y la conciliación o propiciación que así se realiza de todos los conflictos, contrariedades y dificultades de la e$istencia El Arca está formada de madera de acacia, revestida de oro por dentro y fuera Este metal, con el cual han sido labrado s a martillo tambi#n los querub ines, es simbólico de la /e, materia prima necesaria para el establecimiento individual de una tal alianza3 en cuanto a la acacia, la incorruptibilidad de esta madera es otro símbolo evidente de la incorruptibilidad de todo pensamiento puro dominado por el sentido de la Eternidad %a corona de oro que adorna el Arca en su parte superior, formando ho"as, flores y frutos, representa la corona de pensamientos elevados y fecundos que acompaBan constantemente tal estado de conciencia +on la blanca llave, alegórica de la pure7a de sus intenciones, que el &aestro Secreto lleva de su -ltimo via"e, le es posible averiguar el contenido del Arca Sin embargo, la fragilidad del material de que se compone requiere un e$tremo cuidado/ la llave puede romperse fácilmente 'como lo indican alguna vez las alegorías relativas a este grado* y el contenido del Arca permanece oculto e impenetrable, si no concurren a formarla el oro de la Ce, la plata de la Esperanza y el cobre del Amor
Así pues, si la llave de marfil fracasa en su intento, la esperan7a que lo sostiene puede, en unión de los otros dos metales, formar el material necesario para for"ar una nueva llave seg#n el modelo recibido, tarea #sta que no le será en e$tremo difícil, pues todo &aestro debe tener conocimiento del arte de trabajar los metales"@ 9entro del Arca se encuentran las dos 6ablas de la 4ey, un vaso de oro lleno de maná y la vara de *arón" %as Iablas de la %ey son de mármol blanco, es decir, de la piedra más pura y refinada y tienen grabados en letras hebreas los diez mandamientos recibidos por &ois#s sobre el &onte Sinaí/ los cuatro deberes del hombre para con 9ios en la primera, los seis restantes que debe guardar con sus seme"antes, en la segunda %a %ey no puede grabarse ni en el metal ni en la madera/ -nicamente la piedra blanca o materia prima purificada de nuestro ser, en su e$presión orgánica :, a pesar de su fragilidad, se considera como material idóneo para recibirla y conservarla Esta piedra blanca es la misma piedra bruta srcinaria sobre la cual se e"ercen los primeros esfuerzos del Aprendiz, dirigidos al dominio de sí mismo, que el +ompaBero ha de transformar en piedra blanca, de la que se sirve el &aestro como plancha para tra7ar, esforzándose en transformarla en piedra filosofal" A ella hace referencia el escritor del Apocalipsis al hablar de una piedra blanca que será entregada a quien venciere las pruebas que se hallan en el Sendero de la !erfección, sobre la cual se halla grabado un nuevo nombre por todos desconocido, menos por quien lo recibe %a 4ey de la
EL CUARTO VIA%E +on el reconocimiento la práctica de lael%ey nterior, que &aestro Secreto guarda yreconocer conserva en su propio corazón, será yme"or entendido significado de laelmística rama que permitió la tumba de
+omo reza la instrucción de este grado5/ 1el Maestro Perfecto conoce la escuadra, el triángulo, el c!rculo y su cuadratura2 %a primera es la rectitud del "uicio y el discernimiento espiritual que el &aestro Secreto ha encontrado en su peregrinación solitaria a la Iumba de
LA CUADRATURA DEL C!RCULO Este clásico problema, que se ha considerado como una imposibilidad matemática, tiene en la Feometría de la Vida individual una importante y definida aplicación@ Aquel mismo c!rculo o +iclo de la Vida manifiesto en el espacio y en el tiempo, que se ha reconocido al (riente como expresión de un principio divino en sus tres aspectos 'que es tambi#n !rincipio Animador de nuestro ser como ("o de la conciencia y Fenio ndividual que se encuentra en el centro de la estrellaF debe ser individualmente rectificado por el &aestro Secreto3 y a esta rectificación se refiere el uso armónico y perfecto de la Escuadra con el +ompás, prerrogativa del &agisterio, sin lo cual todo &aestro se encuentra perfectamente perdido" %a necesaria correlación de esta -ltima con la primera o fase preliminar de recepción en este grado, puede seralsuficiente paramasónico demostrary que -nicamente el problemauna de arbitraria la cuadratura del c!rculo pertenece, de en realidad, cuarto grado e innecesaria multiplicación grados puede haberlo separado temporalmente El carácter simbólico y moral de esta cuadratura parece evidente cuando se considera que tambi#n se halla representada por un cub o dentro de un c!r culo o triple círculo, siendo siempre su significado la expresión y adaptación tetrágona de los principios en el ciclo de la vida y de las necesidades" Así como el c!rculo es el emblema de toda e$presión que mana de un centro, seg-n un radio o compás determinado, que constituye su principio o elemento creador, la línea y el ángulo recto representan esta e$presión como directa irradiación En el primer caso tenemos, pues, la manifestación ondulatoria de los sonidos, y en el segundo la e$presión rectilínea de la luz 4cuyas vibraciones son perpendiculares a la dirección rectilínea del radio8 &oral y masónicamente hay que combinar estos dos elementos de la vida individual en una -nica y perfecta e$presión
+omo lo muestra la figura, la perfecta e$presión de esta cuadratura viene a ser la cru7 dentro del c!rculo que, como la piedra c-bica abierta en su e$tensión piramidal 4v#ase el 1 Manual del Maestro8, relaciona íntimamente los primeros grados masónicos con los superiores 5 @
(uinto en el )ito Escoc#s
na vez más, el simbolismo de la Fran !irámide es sumamente elocuente en este punto, dado que la altura de la misma es el radio de un círculo e$actamente equivalente al cuadrilátero de su base
Esta solución matemáticamente infantil de un problema tan importante y considerado como insoluble, puede no satisfacer a todas las inteligencias3 sin embargo 'moral como matemáticamente* la cuadratura e$terior ha de ser precedida por una correspondiente cuadratura interior" Es decir/ los cuatro ángulos rectos de la e$presión tetrágona de la personalidad deben encontrarse primero en el centro del círculo, como la cru7 de la cual hay que sacar la escuadra, que nos permitirá medir la e$presión circular en sus cuatro ángulos, resolviendo así el problema tambi#n e$teriormente En otras palabras, la +ruz será la %ey interiormente reconocida que, e$presándose o e$teriorizándose en un juicio perfecto, permitirá la e$presión tetrágona de cada punto del ciclo de la existencia"? Cinalmente, refiri#ndose a la piedra c#bica dentro del triple c!rculo que vemos en el mandil del grado >7 escoc#s, reconoceremos en este cubo la perfección individual secretamente alcanzada con la observancia de la %ey nterior y que ha de e$presarse e$teriormente en pensamientos, palabras y acciones %a !iedra +-bica de la !erfección ndividual 4en el medio del +írculo de la E$istencia8, dentro de la cual se encuentra el Sepulcro !iramidal de
%URAMENTO Ga hemos dicho en nuestros precedentes 1&anuales2, que el "uramento masónico, más bien que una obligación debeque considerarse como símbolo del dereconocimiento interior de los deberes comprensión" !or relativos a e$terior, cada grado, es en su esencia un grado consiguiente, debe considerarse como abusivo, basándose sobre una falta de comprensión de lo que es en realidad nuestra nstitución, cualquier "uramento en el que se le pida al candidato algo más que el reconocimiento de los deberes relativos al grado que se le da simbólicamente"
5
En cuanto a la relación X Y @@ Z Y :565>= con la que se mide la circunferencia por el diámetro, tiene tambi#n una importancia mística demostrando cómo toda e$presión o realización concreta tiene por principio un ternario 4el n-mero :8 al que hay que ad"untar algo más 'es decir, una nueva unidad de otro orden, que llamará en e$istencia un cuaternario, en cuy o centro unitario aparece la estrella de cinco puntas 4el hombre8, que tiende a la perfección novenariaF para que la misma pueda efectuarse, midiendo perfectamente el círculo y facilitando su cuadratura Es, pues, necesario que la cru7 sobresalga fuera del círculo seg-n el valor e$acto de dicha relación para que la cuadratura exterior pueda realizarse
%os deberes y obligaciones que en este cuarto grado deben reconocerse, son/ 57, el secreto sobre todo lo que se relaciona con los traba"os del Santuario y &isterios del grado3 @7, el estudio al que todo &aestro Secreto tiene la obligación de dedicarse para me"or conocerse a sí mismo e igualmente reconocer el !rincipio niversal de la Vida presente en todos los seres3 :7, respetar los derechos y la libertad individual de los demás, sin abusar nunca de sus poderes o facultades3 67, rectificar todo pensamiento, palabra y acción, seg-n la %ey o !rincipio del .ien, interiormente reconocidos %a primera de estas obligaciones es evidente/ los secretos de cada grado no pueden comunicarse ni ser de utilidadque alguna que el candidato no hayanecesaria alcanzado correspondiente grado de comprensión, debehasta considerarse como condición parael recibirlos y aprovecharlos -tilmente Sin embargo, esta obligación de todos los grados debe ser considerada por el Maestro 0ecreto de una manera más especial, en virtud de su nombre que hace del silencio el fundamento de su progreso filosófico" El estudio es otra de las obligaciones más especiales de los maestros secretos8 aunque la Verdad se halle presente dentro de nosotros en estado de omnisciencia latente, su revelación es progresiva y se manifiesta buscándola con el estudio Este grado, que pudiera llamarse tambi#n *prendi7 /ilósofo, debe convertir, por consiguiente, el estudio en uno de los cuatro puntos cardinales de su realización En las tenidas de este grado no debieran tratarse otros asuntos fuera del estudio y de la admisión de nuevos candidatos3 tambi#n deberían hacerse especialmente en este grado, e"ercicios de meditación en el silencio" El respeto a la libertad individual es un tercer punto de capital importancia/ la libertad es un derecho fundamental de todo ser consciente, y nuestro primer deber hacia nuestros seme"antes Ioda evolución o progreso procede siempre de un principio de libertad, así es que toda fuerza o voluntad que se oponga a la libertad individual y la obstaculice o limite ba"o cualquier prete$to, es una fuerza que se opone al progreso y a la evolución, y demuestra, por lo tanto, que procede del Error y de la ignorancia, pues #stos -nicamente, en realidad, son los que atan o esclavizan a los hombres Dltima y no menor obligación de los Maestros 0ecretos es la de esforzarse activamente para una justa y perfecta expresión de la ley o Principio de
TRASLACIÓN DEL CORAZÓN +on este propósito y el reconocimiento íntimo de su necesidad, el recipiendario se hace digno de trasladar el corazón de
AcompaBado por el &M de +erM, vuelve sobre las trazas de su via"e precedente e ingresa otra vez en el Sepulcro 'en el cual no es difícil reconocer una identidad de construcción con la Piedra #bica de puntaF con el propósito de sacar aqu#l filosófico corazón, ardiente de Amor y de Sabiduría, incorruptible e inmortal por su srcen y naturaleza divina, y convertido, de ahora en adelante, en Fuía e nspirador de todos sus pensamientos, palabras y acciones E"ecutada la primera parte de esta noble y necesaria tarea, tiene que pararse al (ccidente y depositar allí la preciosa carga, mientras se prepara el Santuario del Ser para recibirlo dignamente El laurel y el sus olivo que loa sus coronan son el emblema de lay Victoria sobre mismo, sobreponiendo deales vicios, errores y pasiones, de la !azalcanzada del alma que se síderiva de esta conquista 'la !az que sigue a las tempestades interiores, a la lucha oscura con los instintos y tendencias negativas* enteramente desconocida por quien no haya triunfado alguna vez victoriosamente en la lucha sobre las tendencias inferiores Dnicamente cuando sabemos llevar nuestros ;deales en el ccidente de la vida material, podemos efectivamente merecer esta m!stica corona" Aquí Adonhiram 'el SeBor de la Vida Elevada* lo acompaBa, "unto con el &M de +erM, en su viaje derecho desde el (ccidente al (riente, mientras los demás &&M, representando sus pensamientos disciplinados, forman la bóveda de acero 'una verdadera fortale7a mentalF por encima de sus cabezas 9epositada sobre la !iedra +-bica del ara la rna de (ro con el +orazón de
En el ritual del quinto grado escoc#s se encuentra una traslación o levantamiento de un g#nero distinto/ la traslación del cadáver de
En cuanto al cadáver que se levanta por medio de cuerdas 4cuyo color verde es un emblema de la esperanza de me"orarnos que nunca debe desaparecer8, representa al hombre muerto en sus vicios, errores y pasiones, cuya individu alidad se levanta en la vida renovada iluminada por la Verdad y manifiesta como Virtud
CONSAGRACIÓN Efectuada la traslación o levantamiento del +orazón o centro de la Vida Elevada por encima del Ara, se efect-a la consagración del &aestro Secreto que, arrodillado delante de la misma, tiende sus manos por encima de la urna de oro Lsímbolo equivalente al Arca de la Alianza* y delimita así con los brazos, una de las cuatro caras superiores de la !iedra +-bica de punta, o de la !irámide deal que se eleva sobre el Ara %os cuatro golpes misteriosos que se suman a la fórmula hacen hincapi# sobre la observancia de las cuatro virtudes cardinales 'prudencia, "usticia, templanza y fortaleza* en las que ha de e"ercerse el &aestro Secreto5 que aspira a la perfección, así como al cuadrinomio que la realiza/ los cuatro puntos de toda realización Es, pues, necesario SA.E) para querer/ nadie puede querer sino lo que conoce, sabiendo que puede conseguirlo Sin embargo, así como el querer no es perfecto sin el saber, tampoco el saber puede considerarse perfecto sin el RE)E), siendo la unión de la Sabiduría con el Amor y del conocimiento con la Voluntad, o sea, de la Verdad con la Virtud, la -nica que hace al Cilósofo o Maestro Perfecto" !ero, con sólo saber y querer se forman las intenciones y los propósitos, y para que sean efectivos es necesario que se actualicen o realicen" Esto se logra -nicamente AI)EVW09(SE, con lo que se consigue 9ominio y Soberanía y se transforma el potencial latente en actividad y poder manifiesto/ hacer es, pues, necesario despu#s de saber y querer Sin embargo, así como sin atrevimiento no hay acción, todo atrevimiento que no sea bien reglado, medido y definido, conduce naturalmente a la imprudencia y nos aparta de los límites que nos habíamos propuesto, con resultados pasa"eros y destructivos, más bien que durables y constructivos 5
Estas cuatro virtudes masónicas completan, en la &asonería Cilosófica, el conocimiento de las tres virtudes, que separadamente se consigue en los tres primeros grados
!or esta razón, debemos igualmente aprender a +A%%A)0(S, pensando y midiendo toda acción en el silencio de la refle$ión, y buscando al interior, en el secreto de nosotros mismos, la %uz de la inspiración que nos diri"a en una actividad constructora, en armonía con los planes del FM AM
EL CETRO En este grado 4y en los que le siguen de la serie filosófica u (rden +apitular de !erfección8 el cetro sustituye al mallete, para dar sobre la espada los golpes simbólicos de la consagración Encontramos este emblema en tres distintas formas en el primero, cuarto, s#ptimo y noveno arcano del Iarot, respectivamente, como vara mágica, cetro y pastoral , representando el !oder de la Sabiduría y en la Voluntad 4mano derecha8 como capacidad y efectividad de dominio Ambos aspectos de este símbolo se relacionan con los dos aspectos de la letra yod, conocida por el &aestro Secreto en su via"e oriental, manifestándose como principios y potencialidades activas en el hombre
En el mago o titiritero, representado en el primer arcano, vemos la nteligencia que se apropia este !oder por medio de su reconocimiento de la unidad de todo " En el emperador, la nteligencia, sentada sobre la piedra c#bica 4o +uaternario de la )ealización8, deviene por medio del mismo !rincipio interiormente reconocido, voluntad dominadora" En el carro del triu nfo o dominio efectivo, este mismo !oder pone en movimiento la piedra c-bica de la personalidad inferior, transformada en un carro perfectamente conducido o dirigido por la ndividualidad desarrollada en su triple potencialidad G en el ermita-o o maestro secreto, el yod se prolonga en el vau, que es el ligamento que une la tierra con el cielo"
LA MARC&A En los dos gr ados de Maestro 0ecreto y Maestro Perfecto, seg-n el rito Escoc#s, la marcha es igualmente de cuatro pasos$ sin embargo, -nicamente en el segundo se da la marcha verdadera de este grado, reproduciendo los cuatro pasos, las cuatro etapas de la peregrinación que hemos visto efectuarse seg-n los puntos cardinales, de (ccidente a 0orte, de 0orte a (riente, de (riente a &ediodía y luego nuevamente a (ccidente Esta marcha es muy característica para el grado de que se trata, haciendo referencia a los cuatro puntos que en el mismo han de realizarse en sus distintos aspectos, simbolizados por las cuatro estaciones de la 0aturaleza, de la Vida
Iambi#n muestra la perfec ta cuadratura del c!rculo de nuestra e$istencia individual, que ha de efectuarse con cuatro pasos diagonales en derredor de la cru7 perfectamente orientada que mide nuestra e$pansión armónica en las cuatro direcciones del espacio, sobresaliendo en cada una de ellas 'sobre dicho círculo* en e$acta proporción con la relación indicada por X , rectificándose de esta manera 4como lo muestra la proporción entre los dos catetos de todo triángulo rectángulo, evidenciada en el inmortal 6eorema de Pitágoras8 todo punto del círculo con la escuadra o ángulo recto interior tendido entre los dos e$tremos
LOS SIGNOS El signo del silencio es -nicamente el primero de los cuatro signos de este grado, siendo otros dos el de adoración y reconocimiento, que se dan en el sucesivo El signo del silencio muestra el dominio de las palabras 'que el &aestro Secreto tiene que realizar en un grado mayor que el Aprendiz* y la virtud de la prudencia ndica, por lo tanto, la práctica de la meditación y la refle$ión silenciosa a la cual es necesario acostumbrarse para poderse encaminar y progresar en el &agisterio Cilosófico El hombre que habla mucho no puede ser igualmente amante de la refle$ión y es naturalmente imprudente/ la facultad de pensar y de hablar se desarrollan generalmente una a e$pensas de la otra, y quien se acostumbra a la meditación busca naturalmente el silencio y el aislamiento Además, el dominio del pensamiento 'y en general el dominio de uno mismo* empieza con el dominio de la palabra/ quien no sabe lengua, tampocoy lasabrá vencer un pensamiento molesto, un impulso irrefle$ivo o unadominar violenta su pasión %a Verdad Virtud difícilmente acompaBan al hombre de muchas palabras, y prefieren más bien la sencillez y la modestia !or estas razones debemos aprender a callar, con el fin de aprender a pensar y e$presar despu#s dignamente el Verbo de Vida que se manifiesta en nuestro corazón como
El signo de reconocimiento es un signo de rectitud, de fidelidad y firmeza/ los pies y las rodillas se "untan en las comunes aspiraciones que dirigen los primeros en un mismo sendero y hacen doblar la segunda en una misma devoción G el movimiento que e"ecutan las manos derechas indica que en el corazón ha de encontrarse la %ey o !rincipio que debe gobernar nuestra vida Estos cuatro signos representan un con"unto armónico que sintetiza admirablemente al significado de los signoseldesilencio, los tres grados precedentes, en un nuevo grado de e$presión !rimero como medio de purificación y elevación del ser3 segundo, el esfuerzo de realizar el deal más elevado en toda su e$presión3 tercero, la virtud de la fidelidad y de la perseverancia indispensable a todo logro3 cuarto, la rectitud en la e$presión de la %ey nterior que debe guiarnos en todas nuestras acciones El toque de este grado, que debe seguir al signo de reconocimiento, representa evidentemente un nuevo progreso en relación con los contactos que nos efect-an para reconocerse en los tres primeros grados masónicos +on este adelanto llegamos al codo, medida antigua y universal, particularmente importante para nosotros por ser la unidad de que se sirvieron los constructores de la Fran !irámide Esta unidad sería una medida ideal representando e$actamente la die7millonsima parte del radio polar de la ?
tierra" En cuanto al toque de bater!a que se dan para el cuarto grado en el )ito Escoc#s, pertenecen realmente a otros grados y los estudiaremos en su debido lugar %a palabra de paso que da el )ito Escoc#s para el 67 grado se interpreta ordinariamente en los rituales e instrucciones como resplandeciente" Sin embargo, dicha palabra de ninguna manera tiene este sentido, y debería en tal caso alterarse su pronunciación El significado de esa palabra, seg-n su pronunciación corriente, es flor, mientras que suprimiendo la -ltima vocal puede significar 1plenitud, superabundancia, lo que se mueve y vive, placa de oro, capullo, adorno2 !or lo tanto, muy bien puede interpretarse como el reconocimiento de la vida, necesario para pasar de la +ámara (scura a la +ámara Verde, o sea, de la Iumba de
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%a base de la pirámide de Nhufu mide en cada lado :J> codos y [, indicando de esta manera los días solares de cada aBo, y un día más que se complementa cada cuatro aBos G su altura de 456?m@;?8 multiplicada por mil millones, representa 'tal vez con una apro$imación mayor de la que ha podido calcularse recientemente* \la distancia de la Iierra al Sol] @ +ompárese el sonido de esta palabra con el sánscrito jiva que quiere decir 1unidad de vida, ser viviente2 4cfr El latín vivus de gvivus)"
9icha letra es tambi #n inicial de la palabra de pase en el )ito de GorL, palabra que significa morada y se refiere al establecimiento en nuestra conciencia de los !rincipios de la Verdad %a palabra que se da en el >7 grado escoc#s es una prueba más de que este grado debería identificarse con el 67, por relacionarse directamente con el :7, con el que se aprende como medio necesario para un progreso ulterior: !udiera por tanto, muy bien adoptarse esta palabra para el 67 grado, en donde su significado encuentra una nueva aplicación Además, en su forma hebraica, el significado de su primera letra ' dienteF muestra una curiosa analogía con el material de que se compone la mística llave que permite el ingreso en el Santuario G el mismo diente ha sido venerado como emblema de Sabiduría El conocimiento de la acacia restablece en nosotros la inocencia ednica y nos reintegra a un estado de pureza e incorruptibilidad Así alcanzamos el derecho de acercarnos nuevamente al ^rbol de la Vida, que se encuentra en medio del jard!n de nuestra expresión orgánica, y acercarnos al !oder de la %lama, representado por la .spada /lam!gera del Ruerubín que guarda dicho árbol 4o facultad8 de toda profanación %a espada flam!gera es la letra Gain, inicial de la palabra de paso, que indica, además de su valor num#rico , la necesidad de realizar filosóficamente la edad simbólica del &aestro, para que nos sea posible acercarnos 'en estado de pureza, inocencia y consecuente incorruptibilidad* al Cuego 9ivino que, con la regeneración, nos hace partícipes de su !oder +reador Este -ltimo se halla muy bien representado por la palabra sagrada que significa mano, como símbolo del 9ivino
Es interesante notar, a propósito del levantamiento a que se hace alusión, que en este -ltimo )ito la palabra sagrada se halla sustituida por la e$presión/ 1TRu# haremos con esta piedraU2, a la que se contesta/ 1%evantarla2, haciendo un análogo movimiento con las manos Este toque es tambi#n simbólico del *rca de la *lian7a, los dos pulgares levantados representando los dos querubines, el uno enfrente del otro, que se tocan superiormente con los e$tremos de las alas En el cuarto y quinto grado del )ito de GorL hay un signo de orden que puede considerarse esot#ricamente como pregunta o respuesta al signo de silencio del )ito Escoc#s, con el cual de todos modos se relacionan lógicamente ambos, refiri#ndose a la
%a suma de los tres n-meros 4@> Y @ _ > Y 8 nos da el n-mero siete que corresponde al d!a o per!odo de descanso en la perfección que sigue a todo ciclo de actividad Cinalmente, la mano levantada, e$presada por la primera letra de la palabra sagrada, además de ser la mano creadora, es la mano que bendice, emblema del !oder que se conquista elevando nuestros pensamientos y aspiraciones, así como los deseos y los motivos de las acciones G nos sugiere que, así como hay una sola )ealidad o !rincipio de Vida, así tambi#n hay una sola mano o !rincipio Activo en el universo, id#ntico al !rincipio del .ien que lo inspira y lo dirige y que debemos considerar nuestra mano 'y toda nuestra actividad* como s!mbolo y manifestación actual de la Dnica &ano, o del Dnico ser !oder, que vehículos obra en todas cosas, purificando intenciones que nos animan para que podamos me"ores paralas su expresión creativa ylas constructora Este es tal ve z el secreto más profundo e importante de este grado, que nos hace partícipes y cooperadores directos del !oder +reador del niverso, en cualquier acto que realicemos, por humilde o elevado que sea3 la mano que traba"a y se esfuerza en una actividad material, la mano del artista que crea, la mano fraternal que se nos une en acto de solidaridad y la mano del &aestro que bendice, son igualmente e$presiones del !oder de la nidad, del que todos debemos adquirir conciencia %a conciencia de que nuestra mano es una expresión directa de la &ano +readora, la identifica con la mano del Ruerubín que lleva la Espada Clamígera, con la que guarda y protege el ^rbol de la Vida, y nos dará aquel !oder que -nicamente puede confiarse a la inocencia y pure7a de las intenciones \
COLLAR Y MANDIL El ritual del )ito Escoc#s prescribe para el cuarto grado banda y mandil blancos, forrados y ribeteados de negro3 sin embargo, el color más apropiado para este grado es el verde, que en este )ito, igual como en el de GorL, se prescribe para el quinto, unido al blanco, emblema de la inocencia que se requiere de los &aestros Secretos, estableci#ndose en la dea de la Vida nmortal yydepureza una Esperanza que nunca muere !or lo tanto, el mandil blanco y forrado de negro 4colores que se refieren, respectivamente, a la %uz del Santuario y a la (scuridad del Sepulcro8, debería llevar en su borde el color verde de la vida manifiesta en la naturaleza El ojo divino bordado en la solapa azul 4emblemática del firmamento8 hace evidente alusión al principio universal e individual de la conciencia, cuya nidad el &M SM trata de reconocer En cuanto a la piedra c#bica de tres círculos conc#ntricos, que es el símbolo más apropiado para el centro del mandil, se refiere no solamente al ideal de una recta y coherente expresión individual en las tres esferas del pensamiento, de la palabra y de la acción, sino que tambi#n nos incita a meditar sobre la actividad del Fran !rincipio +onstructor en los tres mundos
Es "ustamente en este triple círculo 4o manifestación cíclica, tanto cósmica como individual8 que debe buscarse la cuadratura 'o perfecta medida rectangular* por medio de la escuadra que se le aplica en cada punto en todo momento y circunstancia %a banda o collar que se usen tambi#n tienen que ser verdes, como lo es toda manifestación del cielo sobre la tierra$ mientras el negro, que propiamente corresponde con su parte interior, hace referencia al aspecto negativo de la vida y a la noche que complementa el día en todos los ciclos de la naturaleza %as dos ramas de olivo y laurel recuerdan al &M SM la pa7 que sólo puede conseguir y mantener por medio de una constante victoria, o del dominio del (rden y de la %uz que logre establecer sobre sus instintos y tendencias negativas3 lo que sólo puede realmente lograrse anteponiendo lo deal a lo manifiesto y lo espiritual a lo material, seg-n lo indica el 9ivino Iriángulo de oro sobrepuesto, con la letra que corresponde con la !alabra +readora65 %a "oya, que es la llave de marfil con la que se abren la urna de oro y el Arca, es un símbolo evidente de fidelidad y de prudencia, de discreción y de secreto3 es, además, emblemática de la capacidad de penetración de la mente que se coloca en un punto de vista central/ en el centro del círculo o en la +ámara del &edio, entre la escuadra y el compás, en donde constantemente puede encontrarse todo lo que se haya perdido" Siendo el uso %lave inseparable su posición c#ntrica, seríaque muyme"or conveniente incrustarla el medio de de unala medalla, disco o de anillo de plata, el metal se asocia con lasen manifestaciones de la Vida en la naturaleza, y el más sensitivo en la acción de la lu7, razón por la cual tiene una importancia básica en la fotografía
EL PANTACLO Y LA COPA %a llave incrustada o en relieve en medio de un círculo o medalla de plata 4en el reverso del cual puede grabarse un triángulo con la letra yod en el centro8 viene a constituir un pantaclo8 el tercer instrumento mágico que se une al cetro y a la espada" Iambi#n es un emblema de la unidad dentro del círculo u ( inicial de la manifestación, de cuya unión resulta el n-mero 5; que particularmente se refiere a este grado
En vez de la letra hebraica pudi#ramos igualmente poner dentro del triángulo el símbolo de la tetraktis formado por diez puntos dispuestos triangularmente, representando pequeBas esmeraldas sobre un fondo de plata
Calta, en apariencia, en la simbología del +uarto Frado, el cuarto de los elementos o instrumentos que vemos sobre la mesa del primero de los arcanos 4v#ase la figura en la pág :=8/ la copa !ero no es así
TERCERA PARTE
"ORDO AB C&AO# FILOSOF!A INICI$TICA PARA EL GRADO DE MAESTRO SECRETO Es universalmente conocida la importancia que en la filosofía pitagórica dábase a los n-meros G aunque sea difícil decir en lo partícula cuál fue precisamente la enseBanza de !itágoras sobre este importante tema, sin embargo, sabemos umbre que el poder de los n#meros y sus individuales características servían de base con paracertid e$plicar la constitución del universo y el proceso de creación o formación !or esta razón, tanto en la escuela pitagórica como en la platónica, y en las que se reanudan con ellas, considerábase el estudio de las matemáticas como fundamento necesario de todo real conocimiento G no se puede negar que tambi#n la ciencia moderna, aunque en forma muy diferente, ha tenido que seguir el mismo camino, de manera que la base matemática del universo es un hecho indiscutible, reconocido y probado en todos los tiempos 0inguna otra ciencia fuera de las matemáticas puede realmente considerarse como ciencia exacta8 y cuanto más nos ale"amos de los principios matemáticos, tanto más le"os estaremos del dominio de la verdadera ciencia, sustituyendo #sta con el empirismo, es decir, la construcción y acumulación de hipótesis y reglas provisionales, caracterizadas por su relatividad y consecuente inestabilidad En lugar de ello, los principios matemáticos tienen por característica su inmutabilidad e inmanencia, en la universalidad del espacio y en la eternidad del tiempo/ son los mismos y siempre podemos confiar en ellos con la plena seguridad de que, mientras los sigamos, no podemos estar equivocados ba"o cualquier latitud y contingencia e$terior, en cualquier #poca o momento que lo consideremos 0o hay condición de relatividad e$terior que pueda hacer, por e"emplo, que la suma de los ángulos de un triángulo sea, ni más ni menos de dos ángulos rectos !or consiguiente, la filosofía iniciática, como toda verdadera metafísica, no puede tener otra base que la que ofrecen los !rincipios &atemáticos, de los que busca la esencia profunda, el significado y el valor universal, siendo a la vez ciencia moral y ciencia exacta y absoluta del .sp!ritu" Entre las siete artes liberales que tanta importancia tienen universalmente en la tradición masónica, las tres primeras, que constituyen el trivium, deben considerarse a la vez como introducción y aplicación de las que siguen formando el quadrivium8 la gramática o estudio de los signos, es, por e"emplo, la introducción necesaria al conocimiento de los n-meros y de las formas3 pero -nicamente cuando conozcamos #stos perfectamente, podremos comprender realmente el significado y la potencia de todos los signos simbólicos y su aplicación operativa que es mágica reali7ación" gualmente, sin la lógica es imposible entender los principios matemáticos3 pero, a su vez, no es verdadera lógica la que no tenga #stos como fundamentos G -nicamente la lógica matemática es la que puede conducirnos al conocimiento de la
!or consiguiente, el trivium ha de ser constantemente la introducción y la conclusión del quadrivium en general, y de cada una de las ciencias o artes de que se compone El septenario de #stas se resuelve prácticamente 'con la doble adición anterior y posterior del trivium al quadrivium* en una d#cada y encuentra su perfecta e$presión en un duodenario, que necesariamente ha de corresponder con los doce grados masónicos" &ientras en un simple sistema de siete grados, el estudio especial de cada arte naturalmente pertenece a uno de los grados, en un sistema de doce dicho estudio debe corresponder a una sabia combinación del trivium con el quadrivium, considerándose cada uno de los cuatro elementos de #ste en los tres aspectos indicados por aqu#l En cuanto a las cuatro artes y ciencias que componen el quadrivium, debemos empezar por reconocer su naturaleza puramente matemática, dado que la m#sica puede identificarse con el álgebra y la astronom!a con la mecánica, tanto cósmica como general Sin embargo, no hay que olvidar que toda ciencia es introducción y base teórica del arte correspondiente, o sea, que el conocimiento especulativo ha de ser principio y fundamento de una actividad y reali7ación operativa" !or esta razón se llaman iniciáticamente artes más bien que ciencias, en cuanto su real conocimiento es un arte al igual que su aplicación G toda la &asonería estriba en un progresivo y gradual conocimiento siempre más perfecto, y en una igualmente siempre me"or aplicación operativa de estas artes, a las que nos inicia para que podamos dominarlas y ser sus adeptos"
LA EDAD DEL MAESTRO SECRETO En cada grado masónico la edad representa, por medio de un n#mero determinado, el grado de comprensión individualmente alcanzado y su e$tensión filosófica3 simbólicamente es el fundamento aritmtico de una capacidad geomtrica que ha de aplicarse armónicamente en una perfecta arquitectura, de acuerdo con las leyes de la &-sica y de la Astronomía !or consiguiente, la e$presión aritm#tica de la edad de cada grado debe considerarse igualmente en sus consecuencias y aplicaciones geom#tricas, musicales y astronómicas !or e"emplo, la edad del Aprendiz se aplica geom#tricamente al conocimiento de las : dimensiones, que ha de reconocer y labrar en cada uno de los ángulos de las piedras, para realizar la armonía del con"unto, tocando el acuerdo fundamental de los tres mundos 'e$terior, interior y trascendente* o sea, del Sol, de la %una y del &ercurio individual gualmente la edad del +ompaBero constituye geom#tricamente la Estrella de > puntas, que es un pentacorde vibrante con notas de la inteligencia, para lograr las J caras de la !erfección Cilosófica, que constituye el centro de la .strella y es astro nómicamente el principio de la gravitación individual" %a edad del &aestro se e$presa geom#tricamente como centro del doble triángulo de las seis caras del cubo y de las dos direcciones o polaridades de las tres dimensiones Este centro es la cámara del medio en la que deben vibrar armónicamente las notas o facultades activas de nuestro ser e$presando astronómicamente, en los planetas individuales, la inspiración de las = musas y de los = ciclos y coros ang#licos Esto hace que las seis caras y los ocho ángulos de la piedra c#bica de eleven al novenario de la piedra c#bica de punta cuyo centro o cora7ón elevado representa el n-mero 5;, que es la edad del Maestro 0ecreto"
Este n-mero, conside rado como secreto y sagrado por los antiguos, se obtiene ad"untando al ternario primitivo su expresión septenaria" Iambi#n es de importancia capital el n-mero 6, siendo igual a 5 _ @ _ : _ 63 el con"unto de los cuatro n-meros constituye la figura que se llama tetractis, la unión de la &ónada con un .inario, un ternario y un cuaternario Feom#tricamente tambi#n llegamos a la 9#cada por medio del centro de la Estrella dentro del cuaternario de su perfecta realización e$terior 'otro aspecto de la cuadratura del c!rculo de la e$istencia, que conduce naturalmente al n-mero 5; En el campo de la m-sica, el n-mero 5; e$presa las notas secretas que se obtienen ad"untando y substrayendo de las fundamentales y conocidas los semitonos 4sostenidos y bemoles8 y las completan con un doble quinario de notas intermedias, cuyo conocimiento es necesario para realizar una perfecta armonía Cinalmente, la edad de los &aestros Secretos es la e$presión aritm#tica de la misma !alabra Sagrada de este grado, o sea, del !rincipio +reador simbolizado en la Mano &ivina 'una mano de diez dedos 4los 5; sephirots8, equivalente a las dos manos derecha e izquierda y a los dos aspectos masculino y femenino de la humanidad, que tienen necesidad de completarse el uno con el otro para alcanzar la !erfección nitaria e$presada en el n-mero por la unión del 5 con el =, que representa el 5ijo5; que se sienta a la derecha del Padre"
LA DÉCADA CREADORA
; ' 5 ' 5; y los dos intermedios
con los que se reconoce y se realiza el orden y la perfección que surgen y se manifiestan gradualmente en el universo y en nuestro propio mundo individual, del caos, o potencialidad latente primordial
%a unidad constituye el principio de todos los n-meros 4así como el ; representa su negación y potencialidad latente8, la letra A, el alfa o aleph, de la que se desarrollan todas las posibilidades, e$presadas por las sucesivas cifras o letras del alfabeto G el n-mero 5;, o sea, la unión de la unidad con su principio negativo, es una nueva potencia unitaria de todas las cifras nacidas del n-mero 5, que encierra en sí y por medio de las cuales se acerca, en la sucesión lógica de sus m-ltiples combinaciones, al 41infinito28 que matemáticamente se identifica con el ;, como los dos aspectos positivo y negativo de la Eternidad, sea, la cabe7a y la cola de la Fran Serpiente 9ivina, continuamente engullida por su propia bocao voraz El Aprendiz se inició en la Aritm#tica con el estudio de la unidad3 y el &aestro Secreto, que ya tiene un conocimiento sumario del significado iniciático de los nueve primeros n-meros, debe empezar nuevamente este estudio con el ;, símbolo del caos amorfo y de Saturno o +ronos, la 9ivinidad %atente, Cuente 0egativa de toda e$istencia o actividad, y que continuamente devora a sus hijos o creaciones" Es característico notar a este propósito que las dos palabras cero y cifra tienen la misma etimología, derivando del semítico sefer, que tiene el primer sentido en la lengua árabe y el segundo en la hebrea %as cifras arábigas nos vinieron, pues, del (riente, de los árabes que a su vez las aportaron de la ndia 0o será in-til dar aquí las anotaciones de las mismas, precisamente en estas tres formas/
Volviendo a nuestro estudi o, el c!rculo vac!o que representa el cero, o sea, al mismo tiempo la negación y el potencial latente que aumenta y multiplica al infinito el valor simple de las demás cifras, es la imagen natural de aquel principio primordial e indistinto de todo lo que es inefable e indefinible, pues cuanto digamos de #l como atribución de cualidades, deben considerarse al mismo tiempo como ausencia y valor infinito de toda cualidad" !or consiguiente, aritm#ticamente el ; y el 5 lo representan por igual3 algebraicamente se identifica el _5 con el '5 Feom#tricamente 'o sea, en t#rminos de espacio* es al mismo tiempo el punto sin dimensión y la totalidad del espacio que todo lo engendra 9esde el punto de vista de la mecánica, se identifican en #l como una sola cosa, la quietud absoluta y el movimiento en infinita rapidez Astronómicamente es el 0ol oscuro central cuya 4u7 ;nfinita 'srcen, manantial y destino de toda irradiación o manifestación de 4u7 y de
%a .iblia *que es, en su primer libro o sepher, el resumen y la transcripción simbólica de más antiguas tradiciones cosmogónicas* nos dice que/ 1En !rincipio creó 9ios los cielos y la tierra G la tierra estaba desordenada y vac!a, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de 9ios se movía sobre la haz de las aguas2 Esto quiere decir que el cielo y la tierra 'las dos polaridades 4interior y e$terior8 de toda manifestación 'fueron primero creados, en principio, como potencialidad latenteEninmanifiesta caoscírculo primordial, seg-n lo e$plica el segundo versículo el símboloo del u ( primordial, el cielo representa la superficie 4e$tensión e$te rior8 y la tier ra la circunferencia 4delimitación o e$presión e$terior8 como potencialidades latentes de una misma unidad manifiesta" El círculo está desordenado por el hecho de hallarse vacío de toda forma ordenada y definida3 por la misma razón el potencial latente que se halla comprendido en el mismo es infinita tiniebla y pudiera representarse por un punto sin el c!rculo Fpunto id#ntico al infinito o abismo de toda cosa En este abismo se mueve el esp!ritu o respiración de 9ios con movimiento infinito y latente que es, como hemos dicho, absoluta quietud" &ás e$plícita la primera Estancia del %ibro de 9zyan, se e$presa en esta forma/ 1%a obscuridad sola llenaba el Iodo limitado 0ada e$istía 0o había tiempo porque yacía durmiente en el Seno nfinito de la 9uración El Visible que fue y el nvisible que es descansaban en el Eterno 0o*Ser, el Ser Dnico, sólo la Corma na de E$istencia se e$tendía, ilimitada, infinita, incausada, en el sueBo sin sueBos, y la Vida latía inconsciente en el Espacio niversal 2 Sin embargo, tampoco este espacio, como el tiempo, exist!a, por no haber lugar y hallarse el Iodo inmergido en sí mismo, es decir, en su potencialidad latente, todav!a inmanifiesta como espacio o contingencia %a dificultad de e$presar la nada, que es el Iodo latente y omnipotente, hace que no se pueda encontrar una forma más satisfactoria
EL &UEVO DE BRA&MA' DE SEB O DE TIEN Se hace, pues, necesario para las inteligencias ordinarias, e$presar este símbolo de una manera más concreta, palpable y evidente Así es que'equivalente el
!or esta razón .rahma se llama Nalahamsa, el 1+isne del Iiempo2, que deposita el huevo o principio latente de toda creación, de cuyo ; nacen todas las cifras o sephirot" %os egipcios igualmente decían en sus rituales que Seb, el 9ios del Iiempo, puso un 1
EL PUNTO EN EL C!RCULO %a Serpiente bíblica nos presenta otra imagen del mismo 9ios creador o Cuerza +reativa que empieza su manifestación desde el estado de potencial latente +on el símbolo de la Serpiente entendida como Cuerza +readora 'y por ende, capacidad reproductiva hombre* pasamos del círculo o cero símbolo del c!rculo conenelelpunto , que corresponde al huevo conprimordial el germenal central de la vida y al principio de la creación en el que se manifiestan sus potencialidades latentes Esto es el primer d!a de la misma, representado como creación de la lu7, o sea, del principio activo de e$pansión consciente, anterior a la creación del espacio y del tiempo
%a lu7, que se halla en estado potencial 'por no e$istir todavía el espacio y el tiempo en los que se manifiesta su irradiación* es, por lo tanto, el centro del c!rculo e, iluminándolo con su e$pansión hará del mismo el espacio en que se verifica la creación o se manifiesta su !oder +reador Es, pues, el árbol o !rculo reativo,
Cormado por la misma Serpiente 'reflejo exterior del Punto" %a luz, como principio de conciencia, es tambi#n el árbol del bien y del mal, y las manifestaciones inteligentes de este !rincipio 'Adán y Eva* son así +ausas +readoras del .ien y del &al, seg-n se acercan y se establecen en el centro, o bien en la periferia de la creatividad
+omo se ve, el simbolismo de los primeros capítulos del +nesis es algo cuya profundidad -nicamente puede entender el &aestro Secreto, con el conocimiento perfecto de la &cada o 2od primordial, que sólo puede facilitarle la %lave para entenderlo, en unión con la espada filosófica de la penetración y del discernimiento
ORIGEN DEL FALICISMO El c!rculo con el punto, emblema astrológico y herm#tico del sol y del !rincipio de la Vida, de la %uz y de la +onciencia, representación huevo con elindividual, germen, o es sea,tambi#n del centro o !rincipio Vital y +onsciente de todo universo y de todadel manifestación un símbolo fálico en cuanto representa horizontalmente 'así como la cru7 los e$presa en su perfil vertical* la unión de los dos !rincipios &asculino y Cemenino, o sea, el principio activo de irradiación y penetración 4el centro del círculo y el poder activo de la serpiente8, y el principio pasivo de recepción y absorción 4el espacio del círculo que recibe y absorbe a la vez la irradiación central y su refle"o perif#rico8
Antiguo símbolo ario del Sol
&aterialmente, el punto en el círculo es una acción gráfica del lingam yoni 4la representación del órgano masculino en el femenino8, así como de los emblemas equivalentes, especie de altares o templos circulares primitivos que se encuentran a-n actualmente en varias partes de Europa Este culto 4srcinariamente sagrado como todo culto, cuya finalidad es constantemente elevadora) de los dos !rincipios o aspectos de la 9ivinidad +readora 'el !adre y la &adre del niverso, el Sol y la %una, o sea, la lu7 vital y el espacio destinado a contenerla y e$presarla* degeneró más de una vez 4por la incomprensión de los hombres que tomaron el símbolo e$terior y material por la realidad interior y espiritual8, en un culto de los órganos de la generación y en orgías degradantes por la prostitución de energías y poderes destinados a reproducir la especie y elevar al individuo, y no hacer del mismo el esclavo del Vicio y de la lusión que conducen a la degeneración
DOBLE SIGNIFICADO DE LA SERPIENTE Esto es tambi#n el srcen del doble significado de la Serpiente que, mientras por un lado representa a la propia 9ivinidad 'ya sea como !rincipio o como 9ios +reador, %ogos o 9emiurgo, con sus atributos de (mnisciencia, (mnipresencia y (mnipotencia* por el otro, indica al Fenio del &al o !oder de la lusión, que conduce a la perversión de los poderes y habilidades del hombre Este poder de la serpiente se encuentra, pues, en cada hombre, en cada ser individualizado, como aspecto particular, rayo o manifestación del 9ivino !oder que constituye el !rincipio (perativo de la creación, siendo la Cuerza +readora ndividual que se manifiesta orgánicamente como capacidad reproductiva 4el mismo 2od se considera cabalísticamente tambi#n como representación del órgano masculino8 y mentalmente como creación ideal"
El poder de la serpiente se llama en la ndia Iundalini 4que significa enroscada) y se pone su asiento a la base de la espina dorsal, en el centro que se llama Muladhara 4v#ase el 1&anual del &aestro28, siendo la misma espina dorsal el +amino Vertical de su manifestación que es progresiva ascensión En la ciencia llamada Goga, se considera prácticamente el desarrollo consciente de dicha fuerza o poder serpentino, que se necesita hacer ascender desde el más ba"o al más elevado de los centros o chakras del organismo psicofísico, en el cual se realiza la mística Maithuna o conjunción de shiva con 0hakti 4el !rincipio del Ser, manifiesto en la conciencia, y el de la Energía, manifiesto en la materia8 Shiva y ShaLti respectivamente, centro yconscientemente la circunferencia del círculo la manifestación universal como son, individual, que han de elunificarse , siendo esto eldepropósito y objeto final de toda la manifestación
EL O%O El c!rculo con el punto es tambi#n un símbolo del o"o, o sea, del centro de la conciencia y de la visión3 pero simbolizan más bien el ojo divino ' el ojo de 0hiva o de &angma en la terminología oriental, centro de la visión o percepción espiritual* el o"o impar de los cíclopes, que es el doble órgano de la vida y percepción inmaterial Este símbolo es esencialmente unitario, y así como muestra la unidad del ser y de la vida en su c#ntrica y conc#ntrica e$presión, tambi#n representa la visión unit aria de%ala visión )ealidad, más bien que laes doble visión de la apariencia ilusoria unificada , o central, la propia visión creadora que manifiesta y e$presa la %uz nterior '1la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo2* o sea, de un ("o que es al mismo tiempo, sol o lámpara del cuerpo8 centro de %uz, de Vida y de Cuerza %a pupila de este o"o viene a ser aquel punto o foco central de la conciencia en el cual se concentra y del cual se e$presa la unidad espiritual del 0er" !or lo tanto, el símbolo del ("o 9ivino que encontramos en este grado, ha de ser meditado con toda atención por el Maestro que aspira al 0ecreto Magisterio del *rte" Esta meditación le e$plicará el significado de aquellas metamorfosis de las que hemos hablado en la segunda parte3 la letra F, el ("o y el 2od son distintos aspectos de una misma cosa/ el 9ivino entro creador que es !unto omnipresente, omnisciente y omnipotente %a manifestación individual de este +entro corresponde con el cósmico /iat 4uxN Es la luz interior que aparece en el caos de los pensamientos, errores e ilusiones de la personalidad y que -nicamente tiene el poder de orientar su actividad hacia lo )eal y lo más elevado !or consiguiente, esta %uz es id#ntica a la facultad del discernimiento, libertando al hombre de sus errores y manifestando el orden divino en el estado caótico primordial !ronunciando estas palabras, el &aestro Secreto llama a la e$presión el !oder de la %uz en su propio mundo, que sólo pueden destruir las tinieblas y las sombras de la vida interior y e$terior
LA UNIDAD +on el punto en medio del círculo pasamos del ; que simboliza el aspecto negativo del Ser a la nidad de su expresión activa o creadora que manifiesta la multiplicidad y diversidad aparente de las cosas, o formas contingentes de dicha e$presión )econocer la unidad interior en la diversidad y multiplicidad e$terior, como )ealidad (mnipresente, nmanente y Irascendente es al mismo tiempo 'en los distin tos grados de su realización consciente* el principio y el fin de la ;niciación" %a primera vislumbre de esta Verdad es la lu7 simbólica que nos inicia en el conocimiento la )ealidad su pleno dominio en nosotros3 como !oder superhumano, nos conduce al estado dede magister o másy que hombre" 9icho reconocimiento se consigue abriendo el ojo interior , el o"o de la visión central y, por consiguiente, unitaria G este o"o, a su vez, se abre por aquel mismo poder de la serpiente que produce e$teriormente la lusión o Ientación 'el animal 4Cacultad, Cuerza o !oder8 sutil 1más que todos los animales del campo 4c!rculo o e$presión e$terior8 que Kehová 4el Ser8 había hecho2 Este poder ha de ser elevado o e$altado, así 1como &ois#s levantó la serpiente en el desierto2, para que 1el árbol codiciable para alcanzar la sabiduría2 d# sus me"ores frutos, insinuándose como 2od creador desde las profundidades a las sublimidades, o sea, desde los infiernos a los cielos !or esta razón en toda verdadera niciación es preciso bajar antes de poder subir, y la Cuerza Ascensional que se adquiere y nos eleva sobre las cumbres de las montaBas de la Abstracción es proporcional a la profundidad del descenso o humillación que se verifica en las entra-as de la manifestación +on otra alegoría, que se basa igualmente en los símbolos que acabamos de e$aminar, el huevo m!stico producido e incubado por la Serpiente de la lusión ha de dar nacimiento a la !aloma, +isne o ^guila, que nos eleva por encima de la misma ilusión en el cielo o 9ominio de la )ealidad Así se abre individualmente el jo de &angma o de 0hiva a la percepción unitaria de la )ealidad, y la lusión Ientadora se transmuta en el 9iscernimiento niciático e niciador !or esta misma razón la Serpiente es a la vez, uno de los símbolos más frecuentes y universalmente difundidos de la niciación
EL NMERO 1 El n-mero 5, como línea o Cuerza vertical y descendente, es un emblema del !oder de la nidad o %uz cósmica de quesídesciende su manifestación y se e$presa como actividad creadora, produciendo o emanando misma lasendemás cifras 4id#nticas con los sephirot de los que hablamos más adelante8 y n#meros 4combinaciones de cifras o Cuerzas !rimordiales8 El n-mero 5 es así el reador del >niverso 'el verdadero %ogos o 9emiurgo* como lo es de las demás cifras y n-meros/ el
Es el principio del (rden y de la Armonía, que como tal se e$presa en todo caos, o agregación desordenada e inarmónica, manifestando la unidad latente en capacidad unificadora$ así esta Cuerza une los átomos primordiales en agrupaciones siempre más comple"as, en átomos físicos y químicos, en mol#culas y agregados moleculares, y forma con #stos los cristales y las diferentes sustancias amorfas del reino mineral Esta misma Cuerza nitaria asimila y re-ne orgánicamente las sustancias amorfas minerales para producir las m-ltiples manifestaciones de la Vida en los tres reinos/ vegetal, mineral y humano, que evolucionan el uno del otro hasta producir en el estado humano la conciencia individual o individualidad consciente Sinanhelo embargo, aquí no aselaacaba la manifestación delde!oder de la nidad, sinoelque se intensifica con el de conducir perfección la Fran (bra la +reación Así como hombre tiene cuerpo animal, manifestando potencias y facultades que lo sit-an en un reino o categoría distinta de los animales, en esta misma forma humana tiene que e$presarse algo más que el hombre 'el Magister o Superhombre, ob"eto y resultado de la iniciación, que constituye un verdadero quinto reino en la naturaleza
LA LETRA I En esta segunda fase de la manifestación del !oder de la nidad, el n-mero 5 se cambia en la letra i En esta -ltima el punto, por encima de la línea vertical ascendente, representa el +entro 9ivino srcinario, principio y finalidad de la +reación, ob"eto de la aspiración y de los esfuerzos del Go consciente que trata de levantarse desde las profundidades de la lusión en que se encuentra, y ascender Aqu#l/ 1así es*568 necesario que el
LA L!NEA EN EL C!RCULO %a hemos hablado, tratando del cetro 4que re-ne y equilibra sus dos posibilidades ascendente y descendente8, del !oder de la nidad simbolizado en la vara mágica y en el bastón o pastoral de los patriarcas, de los obispos y del ErmitaBo En el primer arcano del Iarot vemos este !oder que desciende hacia la manifestación3 en el noveno la ascensión que realiza con su e$tremidad superior floreciente, apoyándose con el otro e$tremo firmemente sobre la tierra
n igual progreso se nota en estos dos arcanos en la lu7, que en el primero aparece como una le"ana estrella y en el segundo mana de una lámpara su"eta por la mano derecha, o sea, la Voluntad que ilumina el Sendero de la Vida, mientras la nteligencia se apoya firmemente sobre el !oder de la nidad en su perfecta realización individual
+orresponde este progreso con el crecimiento que se verifica dentro del c!rculo de la manifestación, en el cual, naciendo la unidad como línea recta vertical del punto srcinario, se produce, con su e$pansión horizontal, la cru7 de la que nacen, con la dualidad, todos los n-meros
%a l!nea dentro del c!rculo es un símbolo muy importante, por cuanto con la rotación del círculo sobre la mism a como eje se produce la esfera o huevo en el cual y del cual se srcina toda manifestación El desarrollo del germen en el huevo se produce, pues, como una l!nea perpendicular, por medio de aquella segmentación que srcinará la futura espina dorsal, e igualmente una l!nea vertical es el hombre con su organismo psicofísico en el centro del aura formada por sus vehículos superiores
El Adepto, en la plenitud y perfección de su manifestación, es la doble cru7 equilibrada que nace de la crucifi$ión y constituye la cuadratura de la esfera de su e$istencia ob"etiva, transformándose el poder de la serpiente en el ^guila que sublimiza y eleva todas sus facultades
LOS PARES OPUESTOS %a línea en el círculo e$presa tambi#n los pares de opuestos que se desarrollan de los dos lados de la línea central, de la que parten, ale"ándose progresivamente, para acercarse de nuevo y volver a la unidad" El c!rculo debe considerarse, en este caso, tanto como el principio latente de todo como su cíclica manifestación, mientras la línea corresponde al principio unitario que la srcina !artiendo que es el rayo primordial luz correspondiente primer díadedelalal!nea, manifestación, encontramos en de loslan-meros @, :, 6 y > al del semiciclo descendente, las manifestaciones dual, septenaria y cuaternaria de la naturale7a, hasta el hombre, en el que se e$presan la inteligencia y la razón +on el n-mero J entra en acción un principio superior a la razón humana/ el Fenio ndividual, simbolizado por la letra F, que muestra el centro de la Estrella y desarrolla el se$to sentido interior de la conciencia %os n-meros , ? y =, que contin-an el semiciclo ascendente, caracterizan las sucesivas etapas iniciáticas simbólicamente indicadas por la e$altación al &agisterio &asónico Así llegamos nuevamente a la l!nea vertical o n-mero 5, que corresponde con el punto de partida, dentro de la perfección de la 9#cada, en el cual el *J, cuya suma es constantemente igual a 55, es decir, a la oposición de las dos unidades inicial y terminal del ciclo, o sea, simbólicamente, el Adepto con el cetro del poder o vara del &agisterio Iambi#n puede representarse estos cinco pares de n-meros con los dedos de las dos manos humanas 'respectivamente, izquierda y derecha* o sea, en los diez dedos de la &ano 9ivina que las sintetiza 'seg-n el significado de la Palabra 0agrada de este grado* en sus dos aspectos, que equivalen a las dos tablas o expresiones de la 4ey / el .ien y el &al que se manifiestan en la vida del hombre, seg-n la polaridad de sus pensamientos
EL NMERO 1* !ara llegar al n-mero, las nueve primeras cifras pueden combinarse en cinco complementarios que lo reproducen/ 5 _ = Y 5; @ _ ? Y 5; : _ Y 5; 6 _ J Y 5; > _ > Y 5;
pares
En el -ltimo de estos pares el n#mero cinco se halla repetido / representa esta -ltima ecuación el estado humano, es decir, la inteligencia que obra sobre los pares de opuestos y la humanidad en su con"unto 4el n-mero 5;8 formada por sus dos mitades o aspectos 'que se complementan, como la mano izquierda con la derecha y las dos tablas de la %ey* que son el hombre y la mujer"
En el n-mero >>, formado por estas dos cifras, hemos de ver, por consiguiente, la e$presión del matrimonio perfecto, en el cual los dos aspectos de una misma unidad cooperan para la realización del reino de 9ios o del Espíritu sobre la tierra El 6 y el J presentan el místico matrimonio de la rosa o Estrella 4el n-mero J que resulta de las cinco puntas o p#talos y del centro o corola8 con la cru7 4n-mero 68, o sea, la potencialidad del +risto o Fenio ndividual que se realiza en la Fran (bra +readora de la naturaleza y en la regeneración de la personalidad humana 4n-meros 6J y J68
EL TRIPLE TRI$NGULO El triple triángulo y el nonágono 4que figura en el campamento de los !ríncipes del )eal Secreto8 nos dan una representación de la dcada, integrando y combinando el triángulo o tetractis de la !erfección 9ivina con la hptada de la !erfección humana, indicada por el doble triángulo o Sello de Salomón 'el verdadero emblema del Septenario %a suma de los dos tiende naturalmente a producir este emblema, que pertenece por igual a los &aestros Secretos y a los Soberanos Frandes nspectores de la (rden, pues estos -ltimos realizan todas sus posibilidades Sin embargo, ha de considerarse como mística y esot#ricamente más correcto el que se da a continuación y que muestra el Iernario 9ivin o en el centro del doble triángulo que realiza la I#trada en un septenario concntrico para su perfecta expresión c!clica"
En cuanto a los tres triángulos en el c!rculo 4además de indicar la cíclica combinación de las tres cualidades o gunas8, representan el esfuerzo de un triple ternario en la b-squeda del centro que siempre huye de sus pasos cuando #stos se dirigen centrífugamente hacia lo e$terior, mientras se acercan a #l con el movimiento centrípeto dirigido hacia lo interior %os dos movimientos están indicados para las dos espirales involutiva y evolutiva, representadas, respectivamente, por los n-meros J y =, cuya unión forma el cuarto signo del zodíaco
Son #stos, evidentemente, los nueve maestros o grados filosóficos que buscan incesantemente la palabra perdida Fo sea, la Verdad Cinal acerca de la )ealidad Absoluta de todo* que -nicamente puede encontrarse en el centro, o en el íntimo sagrario de cada ser 9e una manera análoga se halla e$presada la dcada por la novenaria m!stica irradiació n del Sol 9ivino o nión +entral 'el ("o o E"e de la +onciencia* en el triángulo o 9elta que lo manifiesta e$teriormente como/ Sensación, !ercepción, +omprensión nteligencia, )azón, ntuición Aspiración, 9eseo, Voluntad Son #stos los nueve rayos individuales que han de iluminar a los 0ueve &aestros en su b-squeda silenciosa, las 0ueve &usas que han de inspirarlos, para que lleguen al ob"eto final de sus esfuerzos, indicado por el n-mero 5;, o sea, el punto en el medio del círculo y la perfecta pronunciación de la +ran Palabra de la
LA TETRAKTIS En la tetractis pitagórica hay otra e$p resión de la dcada, como resultante de la suma de los n-meros 5 _ @ _ : _ 6 Y 5; Esto quiere decir, iniciáticamente, que para llegar a la comprensión del universo hay primeros que sumarn-meros, o integrar el estudio o comprensión significado de los cuatro o sea, la &ónada, la 9íada, ladelIríada y la I#trada En otras palabras, hay que ver y saber cómo todo deriva de la nidad, se e$presa a trav#s de la 9ualidad, se manifiesta en una Irinidad y se realiza en un +uaternario %a tetraktis viene a ser así id#ntica al tetragrama, o sea, el con"unto de cuatro letras o signos que constituyen el nombre verdadero de la 9ivinidad o la !alabra Sagrada de la Verdad, cuya correcta pronunciación es expresión retórica de la comprensión lógica de su significado gramatical"
El significado de esta !alabra, como hemos visto, es mano, refiri#ndose particularmente a la &ano +readora y a sus diez dedo s, que son las diez prime ras cifras o sephiroth, y los diez primeros n-meros/ el ; preantinómico de la +orona formará con su centro unitario y sus nueve estrellas el 5; del )eino o !erfección
EL $RBOL DE LOS SEP&IROT& +aracterística e$presión de la &cada es el llamado =rbol de los 0ephiroth 4que el niciado puede prácticamente identificar con el =rbol de lade FE.)A<, el principio de la Cuerza, de la Ce y del Kuicio, de la elección, del deber y del libre albedrío, la Voluntad hi"a de la razón que elige y determina la dirección individual J I!
0EISA<, la Victoria, o sea, el Iriunfo de la Voluntad y la firmeza que establece el dominio del deal y asegura el progreso evolutivo de la manifestación ? <(9, la Floria o esplendor que manifiesta la Fracia nspiradora del FM AM, la coordinación armónica y la %ey de Kusticia que gobierna todas las cosas y relaciona todo efecto con una causa y toda causa con un efecto
= GES(9, la fundación, el Arquetipo o base invisible de toda manifestación visible, el plan del FM AM, esencia y principio prof#tico de todo lo que puede hacerse y se hará, la potencialidad eterna de todo lo que fue y será 5; &A%NI, el )eino del Iernario 9ivinoen el Septenario de la !erfección, la clausura del ciclo en el cumplimiento de la (bra y su sello celestial El estudio de estos sephiroth, en sus relaciones con los n-meros que les corresponden, es muy instructivo para la comprensión de los primeros princ ipios que constitu yen la base decimal del
>niverso" dice el 0epher 2et7irah/ lo s 0ephiroth son diez como los n#meros8 1diez y no nueve, diez+omo y no once2 Cácil nos es, por lo tanto, ver en ellos las potencialidades divinas que se ocultan en los n-meros como Aspectos del Ser y que tambi#n pueden, simbólicamente, relacionarse con los diez primeros Arcanos del Iarot, con los que tienen manifiesta analogía, así como con las propiedades generales de los n-meros que acabamos de ver
COMBINACIONES TERNARIAS !ara me"or entenderlos será muy -til su división en los tres ternarios 'seg-n los n-meros que forman ob"eto del estudio de los tres primeros grados masónicosF, debi#ndose considerar el -ltimo como síntesis cíclica que los comprende y resume en la perfección de la &cada"
El primer ternario muestra al Ser que se e$presa como Sabiduría, refle"ándose en la nteligencia, y, por lo tanto, se refiere al SA.E) en sus tres aspectos El segundo ternario indica la manifestación armónica de la Fracia y de la Cuerza de la .elleza, y corresponde con RE)E) En el tercero, la Victoria manifiesta la Floria o Esplendor 9ivino, o sea, el plan del FM AM, e$presando el AI)EVE)SE G el reino o cumplimiento se resume en la contemplación silenciosa de la !erfección/ 1G vio 9ios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno2, o sea, Y 5; En el cuerpo del hombre o del Fran Adán niversal 4 *dam Iadmon, el Fran
Cinalmente, los diez sephiroth indican muy bien los diez oficiales del Santuario de los &aestros Secretos, y los correspondientes de una %ogia Simbólica, de esta manera/ Iether al maestro que se asienta en el (riente, hocmah al (rador, 3inah al Secretario, hesed al
LA CA!DA EDÉNICA 9esde otrolapunto de humana, vista, el n-mero tambi#n 5, indica la caída del e$cluida hombre ydel su #$odo delo!araíso Ierrenal/ unidad o sea, 5; el n-mero se halla, pues, c!rculo ; que constituye el "ardín (rigen de esta e$clusión es el mismo !oder de la Serpiente que de Ientador 4n-mero J8 reconvierte en niciador 4n-mero =8, por medio del equilibrio de los opuestos, o %ey de Kusticia y +ausalidad 4n-mero ?8, conduciendo a la ndividualidad 4n-mero 58, por efecto de su crecimiento, temporalmente fuera del círculo de la manifestación 4el ;8 Algo análogo se verifica con el y J8 aprende la divina necesidad de disciplinar y ordenar sus acciones 4n-mero 8 en armonía con la %ey 4n-mero ?8, y de esta manera puede regresar nuevamente 4n-mero =8 a la casa paterna 4el 5; como !lenitud8 En ambos casos el n-mero 5; indica propiamente el regreso al punto de srcen despu#s de una larga peregrinación, por la misma numeral tiene quepara serregresar recorridaenpor la el nidad en su caminorepresentada involutivo*evolutivo/ es elserie n-mero 5 queque se prepara el ;, hombre redimido por la iniciación que se encuentra nuevamente frente a las puertas del Ed#n, el hi"o pródigo que se ha hecho sabio con la e$periencia ganada en el sufrimiento, y que así puede regresar a la casa del !adre %as dos alegorías se hallan así representadas simbólicamente por la serie numeral/ ;, 5, @, :, 6, >, J, , ?, =, 5;, que muy bien indica las diferentes etapas sucesivas de toda iniciación 9e la misma manera puede interpretarse aritmosóficamente la venida o ca!da de los hi"os de srael en Egipto, quienes, impulsados por las necesidades materiales 4n-mero @8, toman ese camino 4n-mero :8 y allí se establecen 4n-mero 68 hasta convertirse en esclavos 4n-mero >8 de este país que simboliza la ilusión de la materia +on el n-mero J, que representa el nacimiento de &ois#s ' &esías4n-mero o +audillo se manifiesta la esperanza y el principio de!erfecta la redención, y empieza el xodo 8 libertador* con la derrota de los egipcios 4establecimiento de la Kusticia o n-mero ?8, y despu#s de una larga peregrinación en el desierto 4n-mero =8, llegan nuevamente a la 6ierra Prometida 4n-mero 5;8
LA M!STICA ALIANZA )epresentando el regreso de la manifestación unitaria individual a su (rigen o +ausa !rimera ' Ed#n, +asa del !adre y Iierra !rometida* el n-mero 5; indica tambi#n la mística alianza que individualmente se establece con el !rincipio de Vida y que es, al mismo tiempo, causa, medio y efecto de dicho regreso evolutivo, despu#s de un #$odo involutivo El n-mero 5;, que e$presa esta alianza en el reconocimiento de 5; 4eyes o Principios Morales de conducta individual, repartidas en @ Iablas, se halla reproducido por los 5; dedos de las manos que se entrelazan y se unen mutuamente en el toque que realmente pertenece a este grado, y representa una unión más íntima y estrecha que en los precedentes
%a alian7a, que se halla representada alegóricamente por el *rca y su contenido 'la vara de *arón, el vaso de maná y las dos tablas de la 4ey, o sea, un uaternario de realización* es la que establece una más perfecta unión y cooperación del 5 con el ;, o sea, de la ndividualidad consciente con las infinitas potencialidades latentes de la +ausa !rimera El n-mero 5 reproduce en sí la vara del !oder de la nid ad, y el n-me ro ; el vaso de maná 'la sustancia que surge de las potencialidades latentes que son la nada aparente* mientras los dos "untos en el 5; dan las dos Iablas de la %ey, la primera de las cuales indica los 6 deberes del hombre con el !rincipio de Vida 4el centro del
c!rculo , osus sea,seme"antes el n-mero4la58circunferencia y la segunda los J restantes que debe para con o periferia del círculo queobservar es el ;8 Feom#tricamente, los 6 primeros deberes forman una cru7 o cuadrante dentro del círculo, mientras los seis restantes miden he$agonalmente, con el rayo, el círculo de la manifestación individual Así vemos que el n-mero 5; no es e$traBo al probl ema de la cuadratura moral del c!rculo de la existencia"
LOS DIEZ MANDAMIENTOS Estos diez mandamientos no son simples preceptos elementales de moral e$terior o profana, sino que abarcan un sentido esot#rico o iniciático que se revela al estudio que de ellos hagamos con los conocimientos que hemos adquirido acerca del significado de los n-meros El la la afirmación del Principio nidad tendrásabsoluta dioses a"enos delante de mí2 Es decir/ 1Soy el Ser que es por sí mismo, el !rincipio de Vida y de %uz que ilumina tu conciencia, que te sacó de las tinieblas profanas, de la esclavitud de la lusión 0o tendrás otros principios, consideraciones o deberes delante de m!2 El segundo es la negación de realidad de todo lo que es refle"o, imagen o manifestación e$terior/ 10o te harás imagen, ni ninguna seme"anza de cosa que est# arriba en el cielo, ni aba"o en la tierra, ni en las aguas de la tierra3 no te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque soy Kehová tu 9ios, fuerte, celoso, que visitó la maldad de los padres sobre los hi"os, sobre los terceros y sobre los cuartos a los que me aborrecen y que hago misericordia en millares a los que me aman y guardan mis mandamientos2 Este segundo mandamiento no significa, como puede creerse, la prohibición absoluta de formar imágenes e$teriores interiormente, de seres y cosas visibles e esta invisibles, que por se refiere a los ídolos e imágenes que 1nos hacemos2 cambiando nuestrasino ilusión la realidad En consecuencia, no es necesario que el ídolo se manifieste ob"etivamente/ toda vez que anteponemos en el santuario de nuestra !ntima conciencia un 1í dolo2 o imagen que proviene de nuestra ilusión, al reconocimiento de la )ealidad, que es el !rincipio de la Vida en nosotros, faltamos a este mandamiento e incurrimos implícitamente en la sanción del mismo, que es pura y sencilla consecuencia causal de la %ey nitaria Iodo error que en nosotros antepongamos a la Verdad, todo lo que nos hace esclavos de la gnorancia, del Canatismo y de la Ambición, es un ídolo que anteponemos al verdadero &ios 3 y otros tantos ídolos son las consideraciones materiales que prevalecen en nuestras decisiones, así como los males y las condiciones negativas de que hablamos y nos hacemos imágenes interiormente El tercer mandamiento se refiere a nuestra individual responsabilidad en el uso del verbo o palabra/ 10o tomarás el nombre de Kehová tu 9ios en vano3 porque no dará por inocente Kehová al que tomare su nombre en vano2
Ioda palabra que pronunciemos es una esencia que invocamos y evocamos por medio del poder del pensamiento, a la que nos atamos o con la que nos relacionamos en nuestra íntima conciencia3 por esta razón 1ninguna palabra puede pronun ciarse en vano2, en cuanto su esencia se manifestará inevitablemente seg#n la intención evocadora" !or lo tanto, la &asonería 'que tiene por lema fundamental las enigmáticas palabras con que se inicia el EvM de SM KM 'nos enseBa como primera cosa a controlar y dominar la e$presión verbal de nuestros pensamientos Este control, claramente indicado por el signo del aprendi7, se halla confirmado por el signo de silencio que caracteriza a los &aestros Secretos/ dominar toda palabra vana o destructiva es un constructivo" e"ercicio del que no este podemos antes de poder hacer en de forma las mismas un uso verdaderamente Sobre puntoprescindir nuestra (rden sigue, aunque muy reducida, la huella clásica de la disciplina y enseBanza pitagórica, en las que tambi#n se les imponía a los novicios un período de cinco aBos, durante el cual debían tan sólo escuchar sin hablar" El cuarto mandamiento hace hincapi# sobre la necesidad de observar un sptimo d!a de descanso y recreación espiritual, para cerrar cada ciclo de seis días de actividad y comenzar uno nuevo/ 1Acordarte has del día de reposo para santificarlo/ seis días traba"arás y harás toda tu obra3 mas el s#ptimo día será reposo para Kehová tu 9ios/ no hagas en #l obra alguna, t-, ni tu hi"o, ni tu hi"a, ni tu sierva, ni tu criada, ni tu bestia, ni el e$tran"ero que está dentro de tus puertas/ porque en seis días hizo Kehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el s#ptimo día, por tanto, Kehová bendi"o el día del reposo y lo santificó2 Este mandamiento es la e$presión de un principio matemático que gobierna una necesidad cósmica8 todo ciclo o c!rculo se mide, pues, e$actamente con un pol!gono de seis lados iguales al radio, que viene a ser un sptimo elemento interior con relación al hexágono e$terior Ioda obra o actividad es un c!rculo que se divide necesa riamente en seis partes iguales al radio, y una vez terminado el ciclo hay que descansar, interiorizándose en este sptimo elemento santificador, destinado para preparar convenientemente una nueva obra o ciclo de actividad %a elección del día es cosa de importancia secundaria/ cualquiera que sea el día será un sábado o sptimo 4el hebreo 0habbath quiere decir etimológicamente sptimo, habiendo despu#s tomado tambi#n la acepción secundaria de descanso8, despu#s de un ciclo de seis días que le preceden %o esencial es hacer del mismo un día de interiorización santificante en el descanso de la actividad e$terior, o sea, de toda obra dirigida por nuestro yo 4nosotros mismos8, o por nuestros propios pensamientos 4nuestros hi"os e hi"as8, nuestros deseos e instintos 4la sierva, la criada y la bestia8, y las palabras y sugestiones e$teriores 4el e$tran"ero que está dentro de nuestras puertas8
Este mandamiento puede entenderse en la plenitud de su significado sólo cuando alcanzamos en nuestra evolución espiritual el n-mero J del principio +risto ' &aimon o Fenio ndividual* en el cual reconocemos la unidad de la vida de todos los seres de la que somos personalmente partícipes 0o se refiere, pues, -nicamente a matar materialmente o destruir la manifestación orgánica de un ser viviente 'Iemplo de la Vida Dnica* sino tambi# n a todo lo que crea un impedimento y un obstáculo para la perfecta manifestación de esa
%os dos conceptos que es preciso aclarar sobre este punto son/ 1qu# es la Verdad2 y 1qui#n es nuestro pró"imo2 En relación con el primero, el niciado debe saber que la Verdad no se identifica con lo que nos relatan los sentidos o impresiones e$teriores, y que hay que profundi7ar y ver lo que se oculta en lo !ntimo de cada ser, cosa o persona, para ver cuál es en realidad su más verdadera intención o finalidad En cuanto a nuestro pró"imo, es aqu#l a quien, evidentemente, quien la 4ey de la
Este dcimo punto 'dedo o mandamiento de la %ey* es de importancia esencial para alcanzar 4más o menos rápidamente seg-n lo observamos u olvidamos8 la Suprema y )eal Cinalidad de nuestro progreso/ aquella libertad en la
OTRAS DÉCADAS B!BLICAS 9esde el punto de vista de la simbología iniciática del n-mero 5;, no será in-til seBalar la importancia fundamental de los primeros die7 capítulos del F#nesis, así como los die7 !atriarcas anteriores al diluvio, y los die7 libros fundamentales de la .iblia, es decir, el 1!entateuco2, los 1+uatro Evangelios2 y el 1Apocalipsis2 El primer capítulo del F#nesis nos muestra la +reación hecha en principio, o sea, en el mundo mental, como planes o ideas, que debían despu#s manifestarse e$teriormente El segundo trata de la manifestación material u ob"etiva del hombre y de todos los seres vivientes El tercero se refiere a la tentación, o sea, a la nteligencia que come del fruto del ^rbol del .ien y del &al, ale"ándose de esta manera del ^rbol de la Vida y de su estado primitivo de inocencia El cuarto capítulo trata de los tres hi"os de Adán/ la voluntad egoísta de +aín, quien sacrifica las aspiraciones espirituales simbolizadas por Abel, y la reconciliación evolutiva representada por Seth El quinto habla de los diez !atriarcas comprendidos y el se$to de sus de generaciones y degeneraciones , así como de la alianzaentre entreAdán 9ios y 0o#3 0o#, el cual, a seme"anza Adán, tuvo tambi#n tres hi"os El s#ptimo se refiere a la fábrica del Arca y al diluvio, en previsión del cual fue construida, permitiendo la supervivencia del justo 1o y de sus hi"os El octavo capítulo describe la cesación del diluvio y el sacrificio de 0o#3 el noveno la multiplicación de los J
A9^0 SEI< E0(S +A0A0 &A
edad/=:;aBos 2 =5@ 2 2 =;> 2 2 =5; 2 2 ?=> 2 2 =J@ 2
? = 5;
edad/:J>aBos 2 =J= 2 2 2 2 =>; 2
%os nombres y características de los !atriarcas 4o #pocas que caracterizan8 tienen analogía con los n-meros del orden y de la edad Esta -ltima oscila alrededor de los =;; aBos, indicando el ciclo particular al que cada uno se refiere y que se completa con el n-mero 5;;; -nicamente la edad de aBos, que corresponden con los días del aBo solar3 característica es tambi#n la de %amech 'el noveno patriarca* que e$presa la triple perfección del n-mero repetido tres veces En cuanto a los 9iez %ibros Cundamentales de la .iblia *> del Antiguo y > del 0uevo Iestamento* pueden considerarse igualmente una perfecta e$presión de la d#cada que empieza con el n-mero 5 del F#nesis, o principio srcinario de todo, para acabar con el 5; de la final revelación, en la que se encierra el !lan de la 0ueva Kerusal#n, o sea, de una nueva creación" Entre el 5 y el > se integra el Antiguo Iestamento, que tiene que acabar 'en su parte esencial* con el n-mero > de la humanidad, con el 9euteronomio o segunda ley/ 1G nunca más se levantó profeta en srael como &ois#s, a quien haya conocido Kehová cara a cara2 49euteronomio :6, 5;8 +on el J empieza el nacimiento del +risto en el centro de la Estrella, y su perfecto desarrollo 4n-mero 8, su muerte 4n-mero ?8 y resurrección 4n-mero =8 en vida Eterna, o sea, el 0uevo Iestamento que se refiere a la regeneración, así como el Antiguo e$presa la generación"
EL CANDELABRO DE SIETE LUCES %a comprensión del d#cimo mandamiento hace perfecta la m!stica alian7a de la criatura con el +reador, del
%as siete luces o fuegos deben encenderse y brillar en el Santuario de nuestra íntima conciencia, ante el Arca o receptáculo arcano, símbolo de aquella Alianza que nos convierte en verdaderos masones, (breros luminados y +onscientes del Fran Arquetipo, que constantemente se dedican con Ce, Ardor, %ibertad y Cirmeza a la realización de sus planes, con un siempre más perfecto conocimiento y una siempre me"or observancia de sus %eyes
EL ARCO IRIS Y EL ARCA DE NOÉ
9ebe notarse a este propósito que, tambi#n en la mitología pagana, el Arco ris fue siempre considerado como un símbolo de las relaciones entre el cielo y la tierra, y la misma ris fue personificada como Mensajera de los dioses, representándosela con alas de oro, muy seme"ante a 0iqu#, la diosa de la Victoria, pero distingui#ndose por el caduceo que lleva en la mano, a seme"anza de &ercurio ris y
EL DÉCIMO ARCANO DEL TAROT %a rueda de la Cortuna, de la Vida o del 9estino, que constituye el d#cimo arcano del Iarot, es un símbolo interesantísimo, como e$presión alegórica de las potencialidades del n-mero, %ey o )egla Soberana de la Vida y de la creación
!or estas razones el n-mero 5; fue venerado en la antigedad como divino o celestial, y el sistema decimal fue siempre conocido aunque, por considerarse sagrado, lo fuera sólo de los niciados5 %a rueda, que constituye la parte central de la figura, es un c!rculo que se mueve alrededor de su centro o eje, el ciclo de la manifestación, producido por la unidad central nmanente y Eterna El pie o sost#n de la rueda es una e$presión dual de la nidad +entral, que puede muy bien parangonarse a las dos columnas que sostienen el Iemplo del niverso Esta dualidad se halla evidenciada por las dos serpientes que forman en el mismo un verdadero caduceo" En la figura que reproducimos, este pie apoyándose en una zátara sobre el mar de la Vida, o el (c#ano que constituye las aguas de flota la esencia primordial
%a rueda tiene ? rayos, opuestos de dos en dos/ esto quiere decir que se halla producida por la cru7 de los elementos 'el cuaternario de la realización* o por la irradiación centr!peta del eje" Sobre su circunferencia, o perímetro e$terior, se apoya un ternario simbólico, constituido por Anubis 'el Fenio del .ien que asciende del lado derecho*, Iifón 'el Fenio del &al que desciende del izquierdo* y la Esfinge, la Sabiduría niciática que se mantiene inmóvil en el centro en el más perfecto equilibrio, por encima de ambos %a Esfinge, coronada por una corona de nueve puntas o por el símbolo del Azufre, tiene sus alas abiertas y desplegadas, indicando este particular que su apoyo se halla más bien en las regiones celestes3 por esta razón se establece y se sienta en una posición de libertad y dominio, entre las dos opuestas fuerzas de la evolución, por encima de la ley alterna de los ciclos, llevando en la mano derecha la espada del discernimiento y poder" Así debe establecerse el niciado, cuyo símbolo es el primer arcano, por encima de la %ey de los opuestos, sobre la tierra que le ha sido dada, en una posición de dominio y equilibrio transmutador, avanzando el pie izquierdo en dirección al (riente del +onocimiento, y manteniendo firme el derecho en el (ccidente, sobre el terreno de la acción El ancho sombrero de esta figura iniciática tiene algo más que una simple analogía con el símbolo matemático del 3 representa las infinitas posibilidades del c!rculo o cielo de la manifestación, en las que ha de centrarse la nteligencia, para adquirir el poder de e$presarlas e$teriormente, y por lo tanto se relaciona íntimamente con las alas de la Esfinge que acabamos de ver %a mano izquierda se eleva en un gesto que tiene analogía con el del +ompaBero, llevando la vara simbólica del !oder o conciencia de la nidad, que debe conve rtirse en fulcro de la rueda de sus actividades G la derecha se e$tiende por encima de la mesa, sobre la cual se encuentran otros tres instrumentos mágicos, la copa del Saber o de la +omprensión, la espada del atrevimiento y el pantaclo del silencio 5
V#ase a este propósito lo que escribe <!.lavatsLy en el volumen 57 de la &octrina 0ecreta"
(tros representan este mismo arcano con la vara en la mano derecha, e$presando así la Voluntad, el querer, que hace efectivo el saber, por medio del atrevimiento y del silencio"
LA PIEDRA CBICA DE PUNTA' EL C!RCULO Y LA ESFERA !ertenece a este grado el símbolo de la piedra c-bica de punta como centro de un círculo o de una esfera, de los que debe hacer la cuadratura o cubatura" %a piedra es, pues, el mismo masón que ha encontrado y levantado su propio centro ideal y espiritual, mientras el círculo representa la esfera de la actividad en la que se encuentra y act-a Volvemos así otra vez al punto de partida/ al ; o huevo primordial de la manifestación, que simboliza tanto el macrocosmo como el microcosmo y la unidad de ambos3 pues en el fondo son id#nticos en cuanto hay un solo centro y una sola manifestación y la ilusión de la separatividad cesa cuando uno alcanza la perfección del sptimo sentido de la Verdad
&ientras el hombre ordinario es una unidad potencial todavía inconsciente de sus posibilidades y poderes latentes, el niciado que ha ingresado por sus propios esfuerzos en el Santuario del Ser ' representado por el n-mero ; y al que se llega como consecuencia de un progreso o evolución en la serie numeral* ha venido a ser una unidad activa y consciente, capaz de manifestar estos poderes, cuya efectividad tiene su raíz en la íntima realización de la conciencia %a piedra bruta o unidad amorfa se ha convertido en piedra c#bica, y #sta ha levantado su centro, que se ha transformado en el vrtice al cual ascienden sus aspiraciones 4los ángeles8 y del cual descienden sus inspiraciones 4los arcángeles8, para realizarse tetragónicamente en la misma piedra c#bica de la personalidad regenerada, o de una actividad conforme con estos mismos principios !or lo tanto, la !iedra +-bica viene a ser aquí la equivalencia de la Esfinge que tomao esfera su asiento el vrticeo equilibrado de lalevanta )uedaendelalamano Vidael 4c!rculo de la sobre manifestación8, del niciado que !oder de la nidad a la altura del c!rculo de su sombrero, para e$presarlo con Kuicio, 9iscernimiento, )ectitud y Cirmeza en un cuaternario de realización 4+opa*.astón*Espada*!antaclo, o sea, Saber*Ruerer*Atreverse*+allar8 que corresponde con la cuadratura del círculo o esfera que lo rodea %a comprensión del hecho de que nuestra piedra c#bica individual es centro de un c!rculo o esfera de pensamiento y e$presión activa, del cual o de la cual debe hacer la cuadratura, manifestando el rden del !lan 9ivino, en el caos de los errores, imperfecciones y fatalidades humanas, es efectivamente lo que hay de más esencial en este grado, digno complemento de los que lo preceden y preparación de los que lo siguen, y para acabar la obra que aquí -nicamente se indica y puntualiza
Es, pues, necesario que la !iedra +-bica 4cuyo entro .levado es el Santuario del Ser y el mismo corazón de
LAS LETRAS DEL ALFABETO +abe en este grado completar el estudio de las letras del alfabeto, que hemos empezado en los de Aprendiz y +ompaBero %a letra & reproduce en su forma srcinaria las ondulaciones de las aguas, siendo este -ltimo e$actamente el sentido del nombre hebraico de la letra mem" En ese sentido, y como decimotercera del alfabeto primitivo de @@ letras, se refiere al &isterio del 0acimiento 4entendiendo las aguas como semen) y de la &uerte, aqu#llosy por ende a la regeneración, que es combinación y sublimación de Esta letra 'una de las tres letras madres del alfabeto hebreo* es la inicial de masón y maestro, de mysto y misterio, de mago, magnitud y muerte, así como de la !alabra Sagrada del tercer grado !odemos ver en ella las dos columnas y el lazo que las une, cuyo levantamiento formará el arco real del &agisterio Su valor num#rico 6; en hebraico y 5;;; en cifras romanas multiplica la d#cada en el ciclo cuaresimal de todas las purificaciones, y la eleva a su triple o c#bica potencia %a 0 es en hebraico nun, el 1pez2 o Vida, la eterna Afrodita nacida de las aguas madres, y tiene relación con el producto de la purificación/ la +nosis, conocimiento o Sabiduría que con ella se alcance 4el dios caldeo (án, considerado a seme"anza de Ihoat en Egipto como el niciador y la Cuente de toda precisam cabezaSagrada de pe7)" letra simbólicamente, es la tercera y #ltima masón consonante en elSabiduría, nombre detiene y en ente la !alabra de Esta &aestro3 en su forma grecolatina, tiene analogía con el aleph hebraico y nos muestra el ligamento que una las dos columnas, acentuando en ellas el carácter de fuer7a respectivamente ascendente y descendente %a forma fenicia de esta letra tiene analogía con el látigo o f#rula, y con emblemas análogos empleados simbólicamente, que podemos ver en la mano de figuras antiguas
El ;, cuyo correspondiente simbólico y ordinal es en hebraico ghain, aparece en un círculo que representa el huevo, el ojo y el sol" !or lo tanto, esta letra es muy importante para el maestro secreto y, con las dos precedentes, forma una especie de trinomio de magisterio, análogo al trinomio &.0 de la palabra de &aestro y a &S0 de la palabra masón ("o es tambi#n el sentido de la letra ghain, fon#ticamente característica de los idiomas semitas, la decimose$ta de aqu#l alfabeto, con valor num#rico ; %a forma latina de la letra ! se acerca a la hebrea más bien que a la griega3 esta -ltima nos presenta la perfecta arquitectura de una puerta, con sus dos columnas y el arquitrabe, mientras la primera es un símbolo preeminencia, elevando un semicírculo, a seme"anza de banderilla, de un asta o línea de vertical En el alfabeto hebraico es decimas#ptima, con valor num#ricopor ?;encima y su nombre pe o fe significa 1boca23 en correlación con la precedente hace referencia al signo de silencio que acompaBa la visión secreta de la verdad %a ( o qoph 'decimonona letra hebrea, con valor num#rico 5;;* nos presenta la forma característica de bonete distintivo de un alto oficio sacerdotal o regio3 es, pues, como la precedente, un símbolo de preeminencia y elevación En hebraico denomina la parte posterior de la cabeza, y en griego se encuentra como numeral, con el nombre copa y valor =; %a forma griega de la letra ) es id#ntica a la ! latina3 la latina aparece como fusión de ! y R, es decir, una R elevada Su nombre hebraico resh significa 1cabeza2 4nótese la identidad fon#tica con resh o rish sánscrito 1profeta, vidente28, siendo la vig#sima letra con valor num#rico @;; %as letras !R) constituyen un trinomio de nobleza y e$altación %a S latina es una serpiente, cuya forma tiene analogía con la de la letra hebraica tsad, mientras la sigma griega, triforme, se relaciona igualmente con la primera y con shin y samek$ esta -ltima significa 1sost#n2, con valor num#rico J;, mientras shin tiene el sentido de 1diente2 y vale num#ricamente :;; %a suma de las dos equivale, por consiguiente, a los :J;7 del círculo y a los días siderales del aBo solar %a S y la I son dos símbolos que se complementan/ este -ltimo es masónicamente la unión de la perpendicular con el nivel, e iniciáticamente la cru7 o martillo de Ihor 4el dios &arte8, reproducido por el mallete de las tres luces, emblema equivalente a la escuadra del Venerable de una %ogia simbólica %a unión de las dos letras forma el símbolo significativo, que reproducimos/ la fuer7a serpentina que act-a sobre el tau individual, para despu#s levantarse hasta la cumbre, formando así el otro emblema conocido con el nombre de cru7 ansada o %lave de sis En hebraico tau significa 1cruz2, terminando como vig#sima segunda letra del alfabeto, con valor num#rico 6;; %a es letra moderna derivada de V, como la F de +, por la necesidad de distinguir entre los dos sonidos, adquiriendo una forma práctica id#ntica a la 1griega2/ es una curva que desciende y sube 'la humillación o descenso a los infiernos, preliminar necesario de la exaltación o sublimación" En lengua hebrea se identifica fon#ticamente con la vau" %a V muestra el equilibrio de las dos fuerzas descendente y ascendente o tendencias centrípeta y centrífuga de la creación +omo ángulo invertido es tambi#n el símbolo de la parábola, o sea, del arco involutivoFevolutivo que constituye la esencia de toda creación o manifestación/ la involución de la +onciencia en la forma, y la consecuente evolución de #sta, ba"o el estímulo de aqu#lla, para que así puedan manifestarse progresivamente las posibilidades inherentes en ambas, hasta que la +onciencia, dominando por completo la forma, la supera y se libra así de su necesidad
%a letra Q, de srcen más reciente en los alfabetos modernos, reproduce, sin embargo, por su forma, la shin semítica y el sigma griego3 tambi#n puede considerársela como una & invertida, y por ende la elevación equilibrada que se establece en la concurrencia de dos arcos involutivos Es decir, algo análogo a la esfinge sentada en la tangente de la )ueda del 9estino, que acabamos de estudiar +on esta letra, por lo tanto, bien pudiera terminarse un alfabeto iniciático" %a O 'análoga a las dos griegas y *es una cru7 que muestra la focali7ación de un centro elevado de las aspiraciones e inspiraciones del hombre / los ángeles y arcángeles que suben en la mística escalera %a importancia de esta letra se nos hará más evidente en grados superiores %o mismo hemosdedeladecir la G, queH muestra la e$pansión yo individual la conciencia y el árbol vida,demientras es el rayo o !oder deldel /uego que une laentierra con el cielocósmica y que todo niciado, nuevo !rometeo, debe lanzarse a conquistar
EL DIEZMO 0o podemos de"ar el estudio iniciático del n-mero 5; 'de la triple tr!ada que resume y concentra los poderes desarrollados en su evolución, en la unidad srcinariaF sin tratar la bíblica obligación del die7mo, a la que se su"etó voluntariamente el mismo Abraham, con relación al )ey niciado &elquisedec Seg-n relata el capítulo OV del F#nesis/ 1Salió el )ey de Sodoma a recibirlo 4a Abraham8 Entonces &elquisedec, rey de Salem 'el cual era sacerdote del 9ios alto* sacó pan y vino3 y bendí"ole, y di"o/ .endito sea Abraham del 9ios alto, poseedor de los cielos y de la tierra3 y bendito ?
sea el 9ios alto, que entregó tus enemigos en tu mano G dióle 4Abraham8 los die7mos de todo" %a obligación del die7mo, que constituía parte importante de la legislación "udía, es la obligación universal que todos los ;niciados en la
Así -nicamente puede el &aestro Secreto, en cualquier circunstancia, cesar de ser esclavo de las consideraciones materiales y realizar la 9ivina %ibertad del Espíritu El die7mo es manifestación paralela concomitante y demostración del individual reconocimiento de este !rincipio, que lo hará prácticamente operativo en la vida3 y una vez se realice constituirá el me"or y más deseable seguro, ayudando al establecimiento del orden divino en el caos del mundo, oscurecido por los errores y pre"uicios profanos" !ues no menor que la importancia individual y psicológica es el significado y valor social del reconocimiento de la %ey del 9iezmo, cuya fiel aplicación -nicamente puede sostener y llevar al triunfo las ideas y movimientos progresistas, que constituyen la saly dedificultades la tierra, sinmateriales la cual no hay esperanza de que puedan resolverse los problemas, temores que atormentan el mundo de hoy, y que precisamente tienen su raíz en la visión material de la e$istencia
CUARTA PARTE APLICACIÓN MORAL Y OPERATIVA DE LA DOCTRINA SIMBÓLICA DE ESTE GRADO %os cuatro puntos que caracterizan al &aestro Secreto pueden muy bien resumirse en el cuadrinomio Saber*Ruerer*Atreverse*+allar Sin embargo, este cuadrinomio iniciático 4al lado del conocido trinomio libertad*igualdad*fraternidad8 debe entenderse y realizarse en aquel espíritu que se produce en nosotros con la iniciación, pues su comprensión profana estaría muy le"os de su entendimiento inspirador Corma este cuadrinomio, con las cuatro virtudes cardinales '!rudencia, Kusticia, Iemplanza y Cortaleza* los cuatro ángulos del Santuario de la vida regenerada, en los que, seg-n el ritual del quinto grado escoc#s, se encuentran cuatro grupos de cuatro column as y sobre cada columna cuatro luces encendidasF imagen de la cuádruple comprensión y fecunda multiplicación del cuaternario y de su irradiación octonaria, que tiene que difundirse universalmente y dominar todo el mundo de la manifestación +ada una de las cuatro virtudes debe, pues, realizarse en los cuatro t#rminos del cuadrinomio, formándose así los cuatro grupos de cuatro columnas, y cada columna debe ser iluminada por su cuádruple entendimiento y finalidad, que hace fecundos sus ben#ficos efectos, multiplicándose en las cuatro direcciones cardinales del espacio
SABER 0aber es, al mismo tiempo, el primer punto y la finalidad del cuadrinomio/ e$presando lo que conocemos en nuestros deseos, aspiraciones y voluntad, y realizándolo en la acción, volvemos con el silencio a la muda concentración que se manifestará en un grado más profundo y elevado de +onocimiento y Saber !or lo tanto, el Saber, interpretado iniciáticamente 'seg-n el significado del latín scire y sapere, de los que derivan scientia y sapientia*, nos otorga el conocimiento y la conciencia que, así adquirida o realizada, dará gusto o sabor 4sapor tiene la misma etimología que sapientia) a nuestra mentalidad 0cire es 1sentir, percibir o ver interiormente2, relacionándose esta palabra con la raíz indoeuropea +, de la que deriva tambi#n el sánscrito hit, principio abstracto de la conciencia, y hitta, la mente Así pues, la Sabiduría verdadera se realiza constantemente en el centro 'en aquel místico centro que es el Santuario ndividual de nuestro ser* coincidiendo con la actividad centrípeta de nuestra personalidad/ todo lo que se dirige hacia el entro tiende a la 0abidur!a, y #sta se hace efectiva seg-n la profundidad lograda por el movimiento centrípeto Si tal movimiento interesa sólo a la superficie de la mente, reproduciendo en #sta las imágenes de las cosas y refle"os de ideas e$teriores, tendremos como resultado un mero conocimiento superficial e ilusorio, pues lo real de las cosas se percibe -nicamente con lo real de nuestro mismo ser" !ara llegar a la realidad hemos de reflexionar8 interiorizarnos e identificarnos dentro de nosotros mismos, con lo que deseamos saber y conocer +onseguimos el verdadero y supremo conocimiento cuando sentimos y percibimos nuestra unidad con el objeto del mismo conocimiento" !or consiguiente, partiendo del dualismo entre el yo y aqul, debe esto resolverse en una e$periencia de s!ntesis unitaria que coincide con la Sabiduría
DISCERNIMIENTO El verdadero conocimiento, que es Sabiduría, se realiza por medio del discernimiento 'la capacidad de penetrar, ver y comprobar lo real en toda cosa y distinguirlo de su apariencia ilusoria o irreal !or lo tanto, el saber se identifica iniciáticamente con la calificación del discernimiento 4 viveka o discriminatio) entre lo real y lo irreal, cuyo desarrollo caracteriza la madurez de la inteligencia Esta facultad es el reconocimiento de un grado más profundo de realidad, de lo que es interior e ideal con respecto a lo que es e$terior y material3 o sea, e$actamente lo contrario de lo que ocurre al hombre todavía dominado lusión de los sentidos otras palabras, en absoluto puede llamarse irreal por por ser latodo necesariamente unaEn manifestación de aunque la )ealidad que es nada la E$istencia en sí, el discernimiento filosófico e iniciático es la facultad con la cual penetramos, por medio de nuestra inteligencia, desde la periferia al centro de la manifestación y reconocemos que lo 9eal se halla en razón directa de la Espiritualidad, Irascendencia e nmanencia Es más real lo que más se acerca al Ser y a la esencia trascendente de las cosas, lo que permanece y queda como fulcro y testigo de todos los cambios y variaciones e$teriores3 igualmente es menos real 4y comparativamente irreal8 lo que constituye la superficie, species o aspecto e$terior de una determinada cosa, lo que se halla su"eto a cambios y variaciones, que hacen de la misma sustancia algo distinto En otras palabras, la )ealidad es lo que constituye la esencia y sustancia de todo, mientras todo lo que es forma variable y transitoria debe considerarse como irreal o ilusorio Se identifica, por ende, la )ealidad con el &undo de los !rincipios o nóumenos, con el (riente simbólico que seollega en el curso de todo via"e o progreso masónico, siendo #stos losde los planes simbólicos,al ideas manifestaciones directas y eternas del FM AM Entre los estudios hombres, las ciencias matemáticas son las que más se acercan a la )ealidad !ura3 por consiguiente, toda verdadera ciencia o conocimiento debe e$presarse y realizarse en trminos matemáticos, o sea, independientemente de las circunstancias y contingencias e$teriores y variables %os n#meros son realidades de un orden superior a todas sus aplicaciones, por la sencilla razón de que pree$isten y perduran despu#s de ellas, con los mismos caracteres divinos de la nmanencia y de la Irascendencia3 lo mismo puede decirse de todos los !rincipios y %eyes que se estudian en el quadrivium" Este criterio filosófico debe aplicar el niciado a todo cuanto constituye el ob"eto de sus estudios y refle$iones, sin de"arse desviar por el dominio de la apariencia, que, por ser e$teriormente evidente, no posee los caracteres de trascendencia e inmanencia que caracterizan los principios matemáticos/ seg-n encuentra y e$teriores, realiza su centro, apoyándose en ladominio )ealidad, o sea, se basa la periferia las contingencias será dóminus de dicho o dominado por elsobre mismo A esto sede refiere el conocimiento de la Verdad que nos liberta de toda esclavitud o servidumbre/ ante todo de la esclavitud del error y de la ilusión3 luego del mal que en el error tiene su raíz, y finalmente de toda limitación que es en sí, fundamentalmente, ilusoria
REALIDAD CENTRAL E ILUSIÓN PERIFÉRICA El problema del c!rculo y de su cuadratura que se presenta al niciado en este grado, cuando regresa del (riente y se halla en los dominios del (ccidente, tiene relación con este fundamental discernimiento que sabe distinguir entre la realidad central y la ilusión perifrica"
Aprendiendo a concentrarse, o sea, descendiendo a las profundidades de sí mismo, el niciado encuentra un siempre más firme apoyo o !oder de Fravitación ndividual en la )ealidad, y aumenta correspondientemente la potencia e$presiva o irradiación activa de dicho +entro, produciendo una Cuerza +entrífuga de Voluntad )ealizadora igual en intensidad a la Cuerza +entrípeta de la concentración con la que llega a conocerse !or esta razón se ha dado tanta importancia en todos los tiempos al conocimiento de sí mismo, por ser #sta la -nica senda, recta y angosta, que nos puede conducir individualmente a la percepción de lo )eal %a )ealidad es siempre central y siempre se consigue en un centro, sea #ste simbólicamente la +ámara odel Iumba de
LA AUTOPSIA El nombre griego autopsia, usado con referencia a los &isterios, caracteriza la 1visión de uno mismo2, que es resultado de la concentración en el silencio y el principio de todo conocimiento real Sin embargo, verse a s! mismo, en su sentido iniciático, no significa ver el refle"o e$terior de la forma física en un espe"o, ni el refle"o de la personalidad en la mente/ son #stas dos ilusiones perif#ricas de la realidad central, en la que debemos individualmente concentrarnos para conocernos y vernos verdaderamente %a personalidad, en su doble aspecto físico y mental, con determinadas cualidades y facultades, virtudes y defectos, es siempre un reflejo exterior *en la materia física o en la sustancia mental* de lo que somos interiormente y constituye la individualidad" !or lo tanto, sobre #sta -nicamente debe concentrarse la atención, para llegar a esa verdadera autopsia"
En otras palabras, nunca se conoce a sí mismo, iniciáticamente, quien concentra su atención sobre cualquier manifestación perif#rica de su personalidad, sobre todo lo que reviste su 1yo2 de formas visibles o invisibles, facultades, poderes, pensamientos y actividades, todo esto es heteropsia, o sea, visión de la arquitectura e$terior e interior del &ausoleo o Sepulcro de nuestra vida verdadera8 de la )ealidad en nosotros, eterna, inmortal e incorruptible como el mismo corazón de
"LOS +UE SABEN Y LOS +UE NO SABEN# +omo reza sencillamente un áureo librito que, en otras palabras, se refiere a este mismo cuaternario de reali7ación/ 1Sólo e$isten en el mundo dos clases de hombres/ los que saben y los que no saben$ y lo que cuenta es este conocimiento %a religión que un hombre profese, la raza a la que pertenezca, no tienen importancia3 lo que realmente interesa es este conocimiento2 +ualquiera sea su creencia, los que no saben son paganos o materialistas 'adoradores de deidades que pueden llamarse riquezas u honores, comodidades y necesidades, errores, ilusiones y temores de distinta naturaleza, dificultades y preocupaciones Su atención se halla localizada hacia lo e$terior 'la ilusión perif#rica* habiendo elegido 1el amplio camino que conduce a la perdición2, por cuanto ale"a a uno de la conciencia central de la )ealidad y lo hace perder en la ilusión de la separación %os que saben, al contrario, son los verdaderos fieles de todas las religiones y pertenecen a una sola/ la )eligión niversal de la Verdad, de la cual las demás son distintos aspectos, formas y adaptaciones particulares Su atención se enfoca hacia el centro, más bien que hacia la periferia3 hacia el espíritu interior, más bien que hacia la forma e$terior, y ven y "uzgan rectamente respecto de la )ealidad/ por lo tanto, elige n el sendero angosto que lleva a la Vida, cuya puerta es estrecha 1y que pocos 'un reducido n-mero, en relación con la gran mayoría de los hombres* son los que la hallan2 %os primeros, e$traviados por los errores que les han hecho perder de vista el criterio de la )ealidad, no saben que e$iste un !lan 9ivino para todos los hombres 'que es la evolución o desarrollo desde el interior a lo exteriorF y en vez de cooperar conscientemente con este !lan 4en el que -nicamente se encuentra la verdadera libertad8 se de"an guiar por sus ilusiones y se convierten en otros tantos esclavos inconscientes de la Catalidad &ientras los segundos, habiendo encontrado la verdadera lu7 que alumbra desde adentro 1a todo hombre que viene a este mundo2, y sigui#ndola fielmente, se ponen en armonía con el !lan 9ivino, con el cual cooperan conscientemente, convirti#ndose en (breros del FM AM %a &asonería ofrece esta lu7 a sus adeptos que se inician en el secreto de la m!stica &octrina e$presada por sus símbolos y alegorías
LA LUZ DE LA REALIDAD %a %uz de la )ealidad es la que se nos hace manifiesta individualmente en el más elevado punto de vista interior Esto quiere decir que no es la misma constantemente, aunque brote de id#ntica Cuente, sino que se hace más elevada, más brillante, más clara, más límpida y pura a medida que asciende nuestra vida interior %legando a la percepción de un más elevado aspecto de la )ealidad, lo que de"amos atrás 'a pesar de que antes fuera realidad para nosotros, y siga si#ndolo con respecto a lo que es inferior o más material* es ahora comparativamente ilusión" En otras palabras, si bien desde un punto de vistadeob"etivo 'y tambi#n absolutamente su o substanciaF las cosas que nos rodean y el dominio los hechos son realidad 4realidad en ob"etiva sensible8* nuestro concepto de las mismas, la idea que de ellas nos formamos y el valor que individualmente les atribuimos, constituyen una realidad de orden superior a la precedente 4la realidad sub"etiva o mental8 que, con respecto a #sta, es comparativamente ilusoria Ahora, sea ultra las cosas mismas, sea como consecuencia de las ideas que nos formamos de ellas y del valor que les atribuimos, hay una realidad más elevada, que es la esencia #nica, el &anantial !rimero, trascendente e inmanente de las unas como de las otras/ #sta es la que se llama )ealidad Absoluta o Irascendente, con respecto a la cual las dos realidades exterior e interior 4ob"etiva y sub"etiva8 son y se convierten en una d-plice ilusión !or lo tanto, progresamos en el sentido de la )ealidad, y nos acercamos siempre más a ella, seg-n nos alejamos de la material evidencia exterior y nos adentramos y elevamos en el 9eino ;deal de la
*bstracción" El idealista vive en plandedelasrealidad superior al materialista3 perotrasciende la 1verdadera luz2 que buscamos trasciende el un )eino deas, así como este )eino interior el dominio e$terior de los hechos +on esto no queremos significar que nos tengamos que abstraer por completo de lo material, o simplemente descuidarlo/ bien al contrario, el dominio material de los hechos es, actualmente, nuestra necesidad de e$presión, y como tal ha de ser dominado individualmente, para que haga manifiesto el )eino de las deas, iluminado por la %uz de la )ealidad En otras palabras, le"os de descuidar lo material, o de"arlo fuera de nuestra consideración, debemos cuidar que sea una siempre más perfecta expresión de lo que somos, encontramos y realizamos anteriormente, cooperando con el FM AM 9M M para que en esa misma materialidad se manifiesten debidamente sus planes" Así pues, partiendo de nuestra e$presión material como base sobre la cual se apoyan firmemente los pies del entendimiento ob"etivo y relativo 'que son tambi#n los instrumentos simbólicos de todo progreso* de buscar interiormente, en ele más alto, elevado e ideal dominio de la abstracción, la -nica y hemos verdadera luz que puede guiarnos iluminarnos, y esforzarnos constantemente en manifestarla en el dominio práctico de la vida3 pues esta mism a %uz, como toda cosa o talento material o espiritual, se nos da y proporciona #nicamente para el uso que de ella sepamos hacer Así se distingue el &aestro Secreto, como 1dealista práctico2, del que se pierde, con la escuadra del :uicio, en el dominio interior de la Abstracción, olvidando el compás con que debe medir y realizar su e$presión
EL BIEN Y EL MAL ngresamos ahora en un aspecto o fase sucesiva de discernimiento/ lo que nos hace reconocer prácticamente, desde el más elevado punto de vista, lo bueno y lo malo"
+omo criterio general debe considerarse bueno lo que ayuda y favorece el progreso individual, y malo todo lo que retarda y obstaculiza Esta distinción es la que me"or puede guiarnos en un "usto, recto y práctico discernimiento, aplicable a todas las contingencias y circunstancias de la vida3 y todo lo que la vida nos presenta 'oportunidades favorables como pruebas en apariencia desfavorables* debe utilizarse sabiamente en este sentido Ante todo hemos de convencernos de que lo que tiene más valor no son las cosas y condiciones en s! mismas, sino nuestra propia actitud 'la actitud que elegimos* respecto de ellas" Ioda condición o circunstancia, cualquiera que sea, es una oportunidad favorable para algo que debemos aprender y manifestar, una ocasión que se nos brindaypara revelar ypara demostrar lo más elevado nosotros %as mismas tinieblas son condición necesaria oportunidad la manifestación de la en %uz, así como el caos material lo es para el orden 9ivino Ioda circunstancia, todo trance favorable o desfavorable, puede y debe convertirse en oportunidad para nuestro progreso individual y as! mismo, para el progreso de los demás que, de cualquier manera, vengan o estn en contacto con nosotros, siendo #sta su real finalidad Así pues, todo, indistintamente, debe ser acogido con perfecta serenidad y comprensión, considerando el mal aparente como ocasión para revelar y manifestar un bien real que se encuentra detrás del mismo en estado latente 1ada debe tener el poder de turbarnos o desalentarnos/ en todo 'ser o cosa* hemos de ver lo real, que es lo bueno y más elevado3 y de esta manera favorecernos su e$presión na circunstancia adversa es un amigo que se nos presenta bajo la máscara de un enemigo, y como tal hay que reconocerlo, por medio de nuestro discernimiento &anifestando en cada circunstancia lo me"or y más elevado de nuestro ser, obrando constantemente de acuerdo con nuestros principios y con lo que consideramos como más alto e ideal, nos ponemos en armonía con el !lan 9ivino y favorecemos su e$presión, y no hay condición contraria que no pueda y no deba de esta manera resolverse en un bien efectivo y real para todos los que se hallen interesados o comprometidos en la misma !or lo tanto, el discernimiento debe guiarnos para obrar seg#n los principios y no seg-n las circunstancias, considerándose #stas como el molde que debe recibir y e$presar aqu#llos/ así cooperamos en la manifestación perfecta del !lan FM AM en nuestra vida y en la de nuestros seme"antes
IMPORTANCIA Y UTILIDAD DE LAS COSAS
Aquí tambi#n necesita e"ercerse nuestro discernimiento espiritual/ hay que distinguir y ver claramente la relativa importancia y utilidad de las cosas, desde el punto de vista más elevado, para cesar de ser esclavos inconscientes de ellas y utilizar lo más provechosamente, cooperando con el !lan Evolutivo, nuestros esfuerzos, medios y posibilidades &uchas de las cosas que para la gran mayoría de los hombres tienen una importancia soberana, no tienen ninguna o la tienen muy limitada para el niciado que posea un más elevado discernimiento de la )ealidad, siendo para este -ltimo más importante lo que contribuye a elevar al hombre interiormente y manifestar su nobleza y sus me"ores talentos y potencialidades latentes
manifestación individual %os que la obstaculizan y le ponen límites, siempre pertenecen a la categoría de los que no saben que se trata de un legítimo derecho de todo ser humano, que los que saben respetan constantemente Iambi#n es preciso aprender a no "uzgar la importancia de las cosas por su magnitud e$terior/ una mínima cosa puede ser alguna vez de mucha mayor importancia que una más grande Seg-n nuestro criterio se funde sobre la realidad central o la ilusión perifrica" %o más importante siempre es lo que más favorece y ayuda la e$presión de los planes del FM AM, en los cuales cada uno de nosotros tiene un lugar, una responsabilidad y un deber que precisamente les corresponde !or lo tanto, cada uno debe esforzarse en "uzgar por sí mismo y no entremeterse indebidamente ' especialmente con un "uicio negativo* en lo que no le corresponde, aunque fuera con la más elevada y altruista finalidad +ada cual tiene que cumplir con su deber, y a ninguno se le pide realizar 'y mucho menos ju7garF el deber a"eno El niciado en los &isterios del Arte debe esforzarse en hacer lo más -til como obrero, instrumento y medio para la e$presión de los planes del FM AM, eligiendo constantemente, de acuerdo con este criterio, su particular actividad y ocupaciones en la forma más provechosa Así evitará perder el tiempo como los demás, reservándose especialmente para sí lo que los demás no pueden reali7ar a#n" 0unca codiciará el lugar, ocupación o empleo de otro, sino que buscará siempre su propio lugar, en armonía con los !lanes con los que tiene el privilegio de cooperar, y estará siempre dispuesto a cederlo a otro cuando esto parezca más oportuno y deseable, sin que constituya una renuncia de su deber Iambi#n en sus estudios y lecturas elegirá 1lo más -til2 para su particular actividad y servicio, y procurará e$presar lo que sabe, con prudente discernimiento, para que sus conocimientos y su iluminación interior sean los más -tiles para los demás/ onocimiento y sabidur!a son, pues, talentos que se nos dan para el uso, y seg-n sabemos emplearlos -tilmente se nos multiplicarán
VERDAD Y ERROR 0uestros conocimientos y la sabiduría que los complementa deben servirnos ante todo para discernir entre la Verdad y el Error, entre lo "usto y lo in"usto El iniciado debe e$traermoneda de loscorriente metales L errores,el e$celso pre"uicios y mentiras convencionales que saber constituyen en elprofanos mundo e$terior* privilegio de pensar por sí mismo, que se aprende y se e"erce despojándose y aislándose voluntariamente de aqullos" !or esta razón evitará contribuir, con su propio pensamiento 'así como con sus palabras y acciones* al enaltecimiento de aquellos valores ilusorios, sobre los que se apoyan la gnorancia, la Superstición y el Canatismo G debe, sobre todo, evitar ser esclavo de tales errores y supersticiones, pues no tiene ning-n valor real la opinión de la mayor!a3 este -ltimo es un criterio absolutamente profano, por ser la Verdad eminentemente aristocrática, distinguido privilegio de los que se esfuer7an para conquistarla Así pues, el niciado ha de ser verificado, igualmente en sus pensamientos, palabras y acciones, )E+IC+^09(%(S, antes de e$presarlos, con la escuadra interior del juicio que nace del discernimiento G, así como diferente es el criterio profano del criterio iniciático de la Verdad, debe atenerse a este -ltimo, que le evitará confundir la apariencia con la realidad, y servir aqu#lla en lugar de #sta
Sobre todo debe cuidar de no emitir nunca pensa mientos mal#volos hacia nada ni nadie para ser fiel a la Verdad y no contribuir al incremento del error
EGO!SMO Y ALTRUISMO
*firmar en silencio y aprender a ver interiormente la hispa &ivina o &ivinidad 4atente que se encuentra en todo ser humano, es uno de los me"ores y más prácticos e"ercicios que los &aestros Secretos puedan hacer, que nunca de"a de dar los más deseables resultados exteriores, cuando #stos no se busquen y apetezca, pues serían otros tantos obstáculos para la libre manifestación de la %uz, que ha de ser la #nica finalidad de nuestros esfuerzos Así se resuelven, en la forma más satisfactoria para todos, las dificultades y desarmonías de la e$istencia En todo caso lo que se necesita es que cada cual se e$prese e irradie espontánea y libremente %( &EK(), es decir, la %uz 9ivina que en ellos siempre se encuentra en estado latente, y cuya manifestación plena es la 0ecesidad y Cinalidad Suprema de la E$istencia Aprendamos a buscarla y verla igualmente dentro de nosotros mismos y de los demás/ la vida tendrá entonces una nueva ra7ón hasta aquel momento desconocida, y se nos abrirán siempre nuevas y mayores posibilidades
+UERER Así como el saber iniciático se identifica con la claridad del discernimiento, así tambi#n el querer de que aquí se trata es la Voluntad purificada y despo"ada de todo deseo personal Esta purificación de la voluntad es la consecuencia natural del discernimiento e"ercido sobre los motivos que nos impulsan a la acción/ toda vez que se consiga un discernimiento lo suficiente claro y elevado, la voluntad será igualmente purificada en un grado correspondiente &ientras nuestra atención se concentra sobre lo más elevado y real, lo que es menos elevado y comparativamente irreal pierde naturalmente toda atracción para nosotros 0o de otranuestras manera puede realmente purificarse nuestra voluntad sino enalteciendo y elevando constantemente miras y aspiraciones, y concentrándolas siempre más arriba, seg-n el poder de percepción de la inteligencia El &aestro Secreto que en el Santuario de su propio corazón haya realmente realizado una m!stica alian7a con el !rincipio de la Vida, no podrá hacer ni desear ninguna cosa que no sea la más perfecta manifestación de Sus planes, y todo lo restante cesará de tener poder y atracción sobre #l Estos planes son las Supremas 0ecesidades +ósmicas, y las %eyes e mpulsos 'e$presiones de la Voluntad Dnica* que las actualizan y reconducen la &ultiplicidad en la conciencia de la nidad +on el reconocimiento de estos !lanes, la Voluntad ndividual se identifica con la +ósmica Voluntad que preside toda manifestación, cuya e$istencia y poder quedan demostrados por el (rden y la nteligencia que reinan doquiera 9espo"ándose de sus limitaciones personales y vibrando al unísono con el Dnico !oder, #ste se multiplica y se identifica con la misma (mnipotencia %a Voluntad ndividual, efectivamente, se hace siempre más fuerte y poderosa, seg-n sabe trascender y superar las limitaciones de los deseos personales, que son otros tantos obstáculos para su libre y perfecta e$presión !or esta razón, este segundo punto del uaternario de 9eali7ación se identifica con
SUBLIMACIÓN DE LOS METALES El deseo que tiene que ser eliminado es -nicamente el deseo personal que parte de las limitaciones del Ego y de la ilusión de separación, y por lo tanto es deseo egoFísta !ero la íntima esencia de lo que indica la palabra desiderium va mucho más allá de lo que significa el sánscrito kama, que puede más "ustamente por al libido" En ytodo deseomismo hay, en el fond%uz o, una manifestación de lo 9ivino que buscatraducirse su e$presión e$terior es 9ios 'nuestra nspiradora y Espíritu Animador* que quiere manifestarse como algo que se convierte en objeto del mismo deseo Este impulso de naturaleza espiritual es en sí mismo puro y perfecto3 pero, encadenado a nuestra comprensión limitada, se hace partícipe de estas mismas limitaciones que lo transforman en deseo más o menos impuro e imperfecto !or e"emplo, el deseo de una cosa en sí misma no es malo/ es un impulso divino hacia una consecución cuya recta y "usta localización puede contribuir a nuestra felicidad Sin embargo, el deseo que se localiza hacia algo que pertenece a nuestro pró"imo, es un deseo que se ha hecho impuro por la pureza de la inteligencia3 y todo deseo que se localiza hacia lo manifestado tiene algo de impuro e indeseable para quien desea encaminarse en el Sendero de la !erfección
Este deseo tiene que elevarse y concentrarse, destacándose de las cosas y ob"etos e$teriores, para fi"arse en la esencia central y srcinaria de las mismas que se encuentran dentro de nosotros y espera ser interiormente reconocida para adquirir el poder de manifestarse e$teriormente Esto quieren significar las palabras evang#licas, tan poco entendidas/ 10o os hagáis tesoros en la tierra 4el dominio de la manifestación ob"etiva, o sea, el deseo dirigido hacia la ilusión perifrica8, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan3 mas haceos tesoros en el cielo 4la realidad central, srcen y manantial de toda la manifestación8 !or lo tanto, todo deseo es un metal que tiene que ser sublimado o elevado, o sea, transmutado por medio de la semilla queel esconde centro o corazón vital/ elque plomo deseo egoístay concentrado sobre lointerior material, esta-o deenlasuintemperancia, el mercurio se fi"adel sobre lo a"eno el hierro de la violencia que destruye y esclaviza, caracterizando la fuerza de voluntad egoísta3 el cobre del amor pasional y la misma plata que se manifiesta en la vanidad de las posesiones, deben transmutarse en aquel oro puro interior o esencia espiritual incorruptible , con los cuales se consiguen verdaderas riquezas y tesoros íntimos
LA ESENCIA INTERIOR DE LAS COSAS
En otras palabras, hay que considerar aquellas cosas 'sean cuales fueren* como pertenecientes al c!rculo de la manifestación, y buscar en ellas el centro correspondiente, identificándonos con ese +entro 'pues hay un solo centro en el niverso* y así descubriremos su &anantial en nosotros mismos, y tendremos el poder de manifestarlas desde el interior, o sea, desde su )ealidad +entral a su Apariencia !erif#rica %as cosas materiales, como las espirituales, obedecen igualmente a esta %ey, que es la misma %ey de la +reación, identificándose la Voluntad ndividual con el 2od o /iat +reador, nstrumento o Vehículo con el que se revela Así, por e"emplo, quien desee la riqueza, debe fi"ar su atención en la esencia divina interior de la misma, y no en sus manifestaciones, considerando esta Esencia como algo que se encuentra dentro de sí, en su Ser Espiritual, o Vida Elevada, de donde tiene que brotar e$teriormente, como el agua de una fuente o la luz del sol 9ebe cesar de ir en busca del dinero en cualquier forma y reconocer interiormente la 9ivina !resencia, que por s! misma buscará y seleccionará su manifestación e$terior por medio del instrumento o vehículo más adecuado gualmente, quien desee más salud debe cesar de considerarla dependiente de lo e$terior, y especialmente debe buscarla por medios que se basan sobre la idea y el reconocimiento impl!cito de la enfermedad %o -nico que debe hacer es concentrar toda su atención en la esencia y manantial interior de la vida, deseando una me"or e$presión de su nfinita !erfección, apartando por completo la atención de los remedios, aplicaciones y condiciones e$teriores
ATREVERSE Elevando constantemente nuestras aspiraciones hacia el centro que les indica el 9iscernimiento, #stas se convierten en los ^ngeles que suben por la escala de la nteligencia/ así los deseos purificados adquieren las alas con las que se encaminan hacia la Cuente de toda realización %legamos así al tercer punto, o sea, el atrevimiento, que no debe confundirse con la osadía de nuestras facultades inferiores/ #stas, como los Figantes mitológicos, pueden muy bien intentar escalar el cielo3 pero, mientras sean meramente humanas serán constantemente rechazadas por el Cuego de K-piter 'id#ntico al !oder de la %lama que ale"a a los mortales del paraíso terrenal* que quema y destruye toda impureza En su sentido iniciático, el atrevimiento más bien puede compararse con los Arcángeles 'o sea, las inspiracionesF que descienden del +ielo, como respuestas, seg-n suben los ^ngeles como aspiraciones purificadas Aquí tiene que estar muy alerta nuestro discernimiento para evitar que las nspiraciones +elestes se confundan con las tentaciones terrestres/ #stas vienen de abajo y no de arriba3 del +írculo de la lusión !erif#rica, en vez del +entro de la )ealidad 9ivina %a escuadra del Kuicio debe aplicarse correctamente, seg-n nuestro +riterio de la Verdad, para que podamos definir y aclarar la proveniencia de las mismas
&ientras el Ruerer debe resolverse en un dinamismo centrípeto, el Atreverse no puede ser sino la resultante e$c#ntrica del mismo dinamismo/ una actividad o acción, un traba"o o labor interiormente inspirado, que puede hacerse corresponder en cierta manera con la pierna del compás que traza el c!rculo de la manifestación, aquel mismo c!rculo del cual el &aestro Secreto ha de buscar constantemente la cuadratura" Este símbolo muestra la atención y e$tremo cuidado que debemos tener con relación al tercer punto de la realización, despu#s de haber encontrado con el 9iscernimiento el centro del círculo, y haber fi"ado sobre el mismo con la Voluntad centrada, la punta del compás Es, pues, necesario que la línea que se traza con los planes del FM AM, y por esta razón cada punto tiene que escuadrarse seg#ncorresponda la norma interior" 9ebemos siempre estar muy seguros de que son las inspiraciones divinas 4que descienden en respuesta a nuestras aspiraciones superiores8 las que nos guían constantemente en la actividad
ACTIVIDAD DESINTERESADA !or lo tanto, nuestra actividad ha de convertirse en la más desinteresada e$presión de nuestras inspiraciones Iodo lo que nace de un inter#s personal viene de aba"o/ es una e$presión del 0haitán o ;lusión Perifrica 'la Serpiente o +írculo tentador* que quiere hacernos sus esclavos, ale"ándonos de la más noble y digna tarea de (breros del FM AM y cooperadores en la actuación de sus planes %a tentación se presenta a cadala momento, pues constantemente tenemos'emblema que elegir$ esta razóny hemos de llevar con nosotros escuadra sobre cada punto del c!rculo depor perfección* cada punto debe ser vrtice de un triángulo rectángulo" G una vez más se nos hace evidente la importancia del teorema geom#trico que lleva el nombre inmortal de !itágoras %a suma de los do s cuadrados construidos sobre los catetos debe ser igual al -nico cuadrado construido sobre la hipotenusa, que es el diámetro del c!rculo" Es decir, que el producto total de nuestras actividades pasadas, sumado con las que nos esperan en cada momento, debe ser igual a la unidad potencial de nuestra existencia para que pueda clausurarse el ciclo de la misma, seg-n el diámetro inicial, e$presión del radio de nuestras posibilidades +onsiderando los e$tremos del diámetro como los dos polos del nacimiento y de la muerte, podemos medir sobre cada punto del c!rculo, los dos catetos de la actividad pasada y futura que deben concentrarse en perfecta escuadra, culminando en el vrtice del !resente 0unca debemos olvidar que este v#rtice resulta de lo que hemos hecho y prepara lo que seremos, manifestando ambos las potencialidades latentes del diámetro 'la unidad en la que se inicia y se resume todo ciclo vital 9e ahí que sea ilusorio buscar afuera lo que sólo puede provenir del centro de la manifestación individual
LAS SEIS CUALIDADES +on este tercer punto se relacionan las seis cualidades que miden constantemente con el radio del círculo que puede trazarse sobre cada punto del ciclo de la e$istencia !ueden agruparse estas cualidades o calificaciones en : pares, el primero de los cuales se refiere al dominio de sí mismo en el doble c!rculo de la actividad mental y e$terior, el segundo al binomio tolerancia*contentamiento y el tercero a la unidad de propósito y a la confianza
+omo condiciones necesarias para el perfecto desarrollo de una actividad inspirada adentro, estas cualidades pueden tambi#n considerarse como el complemento de las tres que vimos para el grado de +ompaBero/ alegr!a, fervor y libertad" %as mismas cualidades e$presan, pues, la mística alianza entre el
DOMINIO DE LA MENTE El signo de silencio indica el dominio de la mente como uno de los ob"etos fundamentales del &aestro Secreto/ es preciso aprender a callar, no solamente las palabras, sino tambi#n los pensamientos que no están en armonía con las finalidades constituidas por nuestras aspiraciones más elevadas Especialmente deben evitarse todas aquellas emociones 4o movimientos interiores8 que turben su claridad y le impidan refle"ar debidamente los planes siempre perfectos del FM AM, como, por e"emplo, toda forma de irritación o impaciencia, angustia o temor
1ada 'nada de lo que acontece e$teriormente y quiere imponerse en nosotros, sobreponi#ndose a nuestras buenas intenciones* debe tener el poder de turbarnos y, menos todavía, hacernos desviar de nuestros más elevados propósitos y me"ores determinaciones Iodo esto pertenece al c!rculo de la ilusión mientras que locentral que debe dirigirnos y dominar ha de serperifrica, -nicamente la realidad de nuestro verdadero sernuestros pensamientos y acciones Sobre todo cuanto intente imponerse a nuestras determinaciones debemos aprender a proyectar la lu7 interior del discernimiento, que puede dominarlas y evitar que nos dominen/ son las tinieblas del caos e$terior sobre las que debe verterse, para disiparlas, la %uz que interiormente hemos encontrado !ero para este fin se necesita que nuestra atención se concentre sobre la lu7, ya no sobre las tiniebla s, pues de otra manera #stas llenarían , con nuestros o"os, todo el c!rculo de la manifestación individual 0ada debe turbar la serenidad y el equilibrio de nuestra mente y contristarnos, y es nuestro deber mantenernos contentos, serenos y alegres en cualquier situación, por la siguiente triple razón/ primero, lo que cuenta no son las cosas en sí mismas, sino nuestra propia actitud interior respecto de ellas3 segundo, nuestro dominio sobre las mismas depende del dominio que tengamos sobre nuestra tercero, serenidad nuestra es la #nica condición que permite propia a la %uzmente3 interior brillar la enperfecta ellas, como un sol de en un cielo mente sin nubes Ioda vez que las cosas e$ternas tienen el poder de hacernos desviar de nuestra tarea, o de la perfecta condición de equilibrio y serenidad mental en la que puede dignamente cumplirse, nos hacemos esclavos de las mismas e indignos obreros del FM AM, el !rincipio deal y 9ivino, al que sólo hemos de servir 'con alegría, fervor y libertad* reconociendo su (mnisciencia y (mnipotencia %o importante no es lo que nos acon tece 'un pasivo reflejo perifrico, producido por nuestras acciones y pensamientos pasados* sino lo que en cada momento pensamos y hacemos" 0o desperdiciemos, por lo tanto, en la tristeza, en la melancolía y en la recriminación un tiempo precioso que podemos -tilmente emplear fi"ando nuestra atención en aquella %uz infinita que brilla constantemente en nosotros, y que tiene el poder de disipar toda tiniebla e$terior, a condición de que nos abramos interiormente para recibirla, llenándonos con ella y proyectándola e$teriormente
Se nos hace así patente la necesidad de aprender a concentrarnos, a fi"ar el pensamiento sobre un punto o una meta determinada, evitando que cualquier cosa tenga el poder de desviarlo/ en esto precisamente estriba el dominio de la mente
DOMINIO DE LA ACCIÓN %a actividad viene a ser rectamente dirigida cuando la iluminan nuestras más altas inspiraciones 9ebemos aprender a realizar nuestro propio deber, seg-n nos dicta interiormente nuestro Fenio ndividual, que es distinto de aquellos deberes que muchas veces se creen en el deber de imponernos los demás %a doctrina del deber 'llam ado en sánscrito &harma, de la ra íz dhri, que significa 1sostener, soportar, dirigir2* es uno de los puntos de más importancia en la Cilosofía niciática Ioda ella estriba en aprender nuestro deber , que consiste en manifestar nuestro Ser interior, hacer que se e$presen sus cualidades, potencialidades y posibilidades latentes !ues nuestro verdadero deber es el sostn, y por ende, el impulso interior 'lo que nace de nuestra Vida Elevada, del
TOLERANCIA El me"or cumplimiento de nuestro deber, buscando la e$presión de lo más elevado, nos muestra tambi#n la necesidad de una actitud de tolerancia y comprensión que hemos de observar respecto de los que se esfuerzan en sus particulares caminos, los que, aunque distintos del que seguimos, son igualmente dirigidos hacia la misma finalidad, pues 0( es el ob"eto, finalidad, &eta y )azón Suprema de todo 0o debemos nunca perder de vista la unidad en la multiplicidad, ya que cuando lo hagamos nos ale"amos de aquella visión central en la que -nicamente reside la !erfecta +omprensión, y nos circunscribimos en la estrechura del Canatismo na vez hayamos superado en nosotros mismos la superstición ignorante, con una más elevada e iluminada comprensión de la Verdad, habremos adquirido tambi#n una más perfecta comprensión para los que todavía se hallan más o menos ale"ados de nuestro punto de vista, y con esta comprensión aquella inalterable tolerancia que constantemente va acompaBada del perfecto conocimiento
Así pues, toda forma de intolerancia demuestra una correspondiente angostura o limitación de la inteligencia/ quien realmente sabe, comprende 'como la e$tensión del compás que llega más allá del alcance ordinario de sus brazos* y de esta manera entiende lo bueno y lo "usto que se esconde tambi#n en muchos llamados errores y prácticas supersticiosas 0o debemos, por consiguiente, usar la escuadra sin el compás, ni #ste sin aqu#lla %a comprensión es necesaria para el "uicio3 pero tampoco puede haber una "usta comprensión sin el "uicio3 sólo que esto ha de ser lo más posible recto" %a perfección se encuentra constantemente en el medio, es decir, entre la escuadra y el compás" !or esta razón el &aestro Secreto pone entre estos dos instrumentos del gradoque anterior la entre %laveelde un ;luminado entendimiento que debe caracterizarlo, emblema de la armon!a realiza Kuicio y la +omprensión
CONTENTAMIENTO El contentamiento, en las circunstancias de la vida individual 'cualesquiera que sean* es condición necesaria para la eficiencia de todo lo que uno haga o pueda hacer %a vida, con todo lo que nos presenta de agradable o desagradable, debe aceptarse serena y alegremente, sin murmuraciones ni lamentos/ nunca debemos de"arnos dominar por la depresión y el descontento, sino aceptarlo todo con aquella paciencia que es e$presión de una paz interior que nada puede turbar 0o se trata simplemente de 1resignarse2, sino más a-n de cooperar con las mismas dificultades, oposiciones y contrariedades, considerándolas como oportunidades para la
manifestación de la medios 4u7 ;nterior, acordes del necesarios producción un grado más elevado de armonía, e instrumentos bien que,para por la medio de ellos,final debedee$teriorizarse Se necesita, para eso, algo más que la simple ausencia negativa de la turbación/ una actitud positiva de activa .enevolencia y Amor, que no se de"a vencer o dominar por ninguna contrariedad En otras palabras, debemos aprender a dar la bienvenida a todo lo que acaezca en nuestra vida, a todo lo que advenga sobre nuestro sendero, e"ercitando aquel 9iscernimiento que nos permita desenmascarar la ilusión perifrica de la apariencia, y evidencia su realidad central, que no puede ser sino ben#fica Acord#monos de que todo descontento o depresión es una nube que se forma sobre el límpido cielo de nuestro ser, un obstáculo y un impedimento para la %uz que debería y debe manifestarse desde adentro3 y que todo lo que somos y podemos ser, todo lo que la vida puede presentarnos, es lo que
se ha expresado y se está expresando, teniendo su srcen causativo en nosotros mismos UNIDAD Y CONSISTENCIA DE PROPÓSITO Esta cualidad es el resultado natural de la firmeza de concentración que ha producido nuestro querer/ la unidad de propósito deriva de habernos establecido firmemente sobre la unidad central, mientras que todo lo que puede desviarnos, hacernos dudar y vacilar, sólo puede provenir del c!rculo perifrico de la lusión +uando nuestro -nico intento sea la e$presión de la nidad +entral o Vida Elevada de nuestro ser, la manifestación de la %uz %atente desde su -nico &anantial, nada ni nadie tendrá el poder de desviarnos, y todo se convertirá en áurea oportunidad para la e$presión de esta %uz, con el au$ilio y la guía inspiradora de los arcángeles que descienden por esa mística escalera, que corresponde al llamado *ntaskárana de la filosofía hind-
Así pues, para lograr la unidad y coherencia de propósito que haga eficiente nuestra actividad individual, debemos con frecuencia concentrarnos, o sea, hacer que suban constantemente los ángeles de nuestras aspiraciones y propósitos elevados hacia la nidad +entral, infinitamente más sabia y poderosa que nuestra 1personalidad2 Iodo cuanto hagamos debe derivar de este #nico propósito de e$presar la luz interior3 por lo tanto, hemos de hacerlo AM %M FM 9M FM AM 9M M, o sea, seg-n el deal nspirador, más bien que por complacer a los que lo vean, absteni#ndonos de la acción cuando lo "uzguemos más sabio, pero e"ecutando todo como mejor podamos, sin de"arnos dominar "amás por consideraciones de conveniencia y utilidad personal Cinalmente, nada debe alejarnos del sendero interior, -nico en el que se encuentran nuestras posibilidades de progreso/ el Sendero que conduce al reconocimiento y dominio siempre más completo de la nidad +entral sobre la lusión !erif#rica !or lo tanto, se necesita que constantemente "uzguemos cuál de las dos nos guía, cuál de las dos nos inspira y dirige en lo que queremos, intentamos o hacemos
CONFIANZA !ara que la %uz nterior se intensifique y su poder se afirme cada vez más, hemos de tener absoluta confian7a en su Fuía nspiradora, en su Sabiduría y !oder, como el verdadero &aestro Secreto que mora en nosotros, y es infinitamente más que nosotros 'supremamente Sabio, !oderoso y .ueno %a +onfianza abre el canal a la e$presión interior, mientras toda forma de desconfianza lo cierra o clausura3 pero para esto necesitamos centrarnos y concentrarnos siempre más e$clusivamente en lo interior 'la )ealidad +entral* en vez de fi"arnos en los ob"etos, cosas y personas en su modalidad e$terna
CALLAR El cuarto punto del +uaternario no debe considerarse por ning-n concepto como menos importante que los precedentes, y tampoco importa que su sentido más profundo no aparezca superficialmente 9esde un punto de vista analógico, el SA.E) puede parangonarse con el Aire que constituye la esfera de la manifestación3 el RE)E) con el Cuego que sube, como las aspiraciones y los deseos de los hombres, de la tierra al cielo3 el AI)EVE)SE con el Agua que desciende para fecundar y fertilizar la tierra y +A%%A) con la Iierra en cuyo seno germina y brota silenciosa la semilla de la realización
Iambi#n puede equipararse el saber a la cabeza humana de la Esfinge3 el querer a sus alas de águila, que se dirigen hacia arriba3 el atreverse a sus patas y pecho de león, y el callar a la parte posterior e inferior taurina del monstruo 'palabra equivalente etimológicamente a mirabiliaF simbólico
Cinalmente, hay una igual correspondencia entre el Saber y las copas o corazones de los naipes3 el Ruerer y los bastones, cetros o flores3 el Atreverse y las espadas o picas y el +allar y los dineros, cuadros o pantaclos que completan el cuaternario" G esto nos demuestra cómo el simbolismo iniciático se encuentra muchas veces en donde menos lo sospecharíamos, y por ello debemos cuidar de no despreciar o considerar indigno de nuestra consideración lo que todavía no comprendemos
EL PODER DEL SILENCIO En el silencio se oculta un !oder que en vano buscaríamos en la palabra hablada/ todas las grandes Cuerzas y las posibilidades latentes de la 0aturaleza traba"an en silencio, y en el silencio cumplen sus mayores milagros En general puede decirse que la intensidad y valor de una fuerza y su real eficiencia obran en razón inversa del ruido con que puede aqu#lla manifestarse e$teriormente3 el ruido más bien suele denotar una atrición, o sea, un desperdicio de energía que no se ha concentrado perfectamente en la finalidad hacia la cual la misma fuerza fue dirigida +ultivar el silencio, en todo lo que se refiere a nuestros proyectos y actividades es, pues, la me"or manera de asegurar su realización en la forma más deseable, pues propicia el apoyo de aquellos !oderes nvisibles que -nicamente en el silencio pueden encontrar un medio conveniente para su e$presión Esta virtud del Secreto y del Silencio nos la enseBa la &asonería fundamentalmente, desde la primera admisión del profano como Aprendiz en el Iemplo de sus &isterios3 y es la condición que nos asegura un progreso real en la carrera masónica/ el secreto final de la (rden no puede comprenderse y realizarse individualmente sino en el m!stico silencio de la b#squeda interior" %a eficiente actividad de una %ogia y de cualquier agrupación masónica estará siempre en razón directa del m!stico silencio y del secreto que guardará sobre sus tenidas y labores3 y todo verdadero &asón se reconocerá por las cualidades del silencio y de la discreción que guarde sobre sus relaciones y conocimientos, así como sobre todo lo que se refiere a las actividades y proyectos de la (rden !or lo tanto, el deber y la virtud del silencio e$terior sobre las actividades, aspiraciones y proyectos interiores se hallan "ustamente remachados en este cuarto grado de reali7ación Lque introduce a la &asonería Cilosófica, &ística y &ágica, sintetizando la Simbólica, así como la d#cada re-ne en sí las primeras = cifras* en el mismo nombre del &aestro Secreto y en el signo de silencio que lo caracteriza
*prender a callar 'callar respecto de lo que somos, sabemos, queremos y hacemos/ he aquí una condición necesaria, ya sea para nuestro individual progreso filosófico, ya sea para el adelanto de aquella parte de la (bra que especialmente nos está encomendada o de cualquier manera depende, directa o indirectamente, de nosotros El sabio se impone el deber de no hablar nunca de sí mismo, ni siquiera para defenderse cuando sea acusado, pues todo lo que uno pueda decir de sí, nace de la personalidad ilusoria e refuerza la ilusión de la misma, mientras aspira a superarla en un sentido más profundo de la ndividualidad, que es constante e$presión luminosa que emana del Ser interior
DISCIPLINA EXTERIOR %a iniciática virtud del Silencio debe considerarse ba"o el doble aspecto de disciplina exterior y reali7ación interior" %a primera es el hábito o costumbre de callar todo lo que no se considere #til, necesaria y desinteresada expresión de nuestros pensamientos, venciendo y dominando la locuacidad instintiva que nace de la vanidad y falta de refle$ión El Verbo es un poder que debe ser inteligentemente dirigido y usado, y toda palabra vana que digamos nos es tomada en cuenta, aumentando la pasividad e imperfección de nuestra personalidad !ara adquirir la conciencia y el uso disciplinado de este !oder, las antiguas Escuelas niciáticas ' e"emplo clásico la !itagórica* prescribían aBos de absoluto silencio a sus discípulos, con el ob"eto de que antes aprendieran a escuchar y reflexionar convenientemente Aprender a callar es, por lo tanto, uno de los puntos de más importancia y trascendencia de la educación individual3 más a-n, puede decirse que es la base de esta -ltima/ lo que es en nosotros más real e interior, puede encontrar -nicamente en el silencio un vehículo o medio conveniente para su e$presión e$terior, mientras que las palabras, en general, nos ale"an de lo )eal, fortificando en nosotros el !oder de la lusión que se trueca por Aqu#l 9e aquí brota el criterio que debe guiar al niciado en lo que convenga callar o e$presar/ hay que callar todo logeneral que no debe sea una expresión lo 9eal9iscernimiento y no ayude o favore7ca plenaenmanifesta ción"y Esta regla aplicarse condeaquel ndividualsu que cada caso circunstancia nos hace ver lo real y se convierte en vehículo o canal para su más perfecta e$presión !ero tambi#n aquí debe notarse que la afirmación interior es casi siempre más -til, efectiva y deseable que su e$presión verbal y audible, pues la má$ima potencialidad de la !alabra es la que nace del Silencio mismo, y aprender a hablar interiormente, manifestando el !oder del Silencio en nosotros, es de mucha mayor importancia que cualquier e"ercicio retórico e$terior Se nos hace, por lo tanto, cada vez más evidente que el místico poder de la palabra radica en el Silencio mismo, y que en este -ltimo hay que buscar el primero, por medio de una conveniente disciplina e$terior que prepare aquella realización interior, que hará de nuestras palabras ' igualmente interiores y e$teriores* e$presiones verdaderas de la Vida Espiritual que nos anima, de la )ealidad que somos y que de tal manera se manifiesta a trav#s y por medio de nosotros
Aprender a callar toda palabra in-til o vana es, por otro lado, iniciática obediencia al tercer mandamiento/ por ser 9ios es la )ealidad de todo, no hay palabra que no sea &ios mismo, y que pueda hablarse sin referirse a una de sus infinitas manifestaciones Ioda vez que en nuestras palabras no favorecemos estas manifestaciones, tomamos en vano uno de sus nombres, que son todas las palabras de todos los idiomas del universo/ de ahí el cuidado sumo que se requiere para la comprensión de nuestra responsabilidad individual en el uso de cada palabra
REALIZACIÓN INTERIOR Sin embargo, el punto más importante del silencio es su reali7ación interior, es decir, la manifestación de aquel estado del alma en que aprendemos a callar todo lo que proviene de la voz efímera de los sentidos y de todo refle"o personal en nosotros mismos Seg-n una tradición oriental, la Serpiente encierra en sí toda Sabiduría3 pero hay que destruir su cabe7a para encontr arla en el corazón G el +orazón de la Sabiduría, que es su vida animadora, se identifica con el Amor3 como no hay, entre los que viven sobre la tierra, animal más sutil y silencioso que la serpiente, es evidente la relación de este símbolo con el Silencio y su realización interior %a cabeza de la serpiente, la #nica parte que silba y se halla en condición de da-ar, es el aspecto egoísta y mal#fico del conocimiento, representando el !oder de la lusión podermirada debe ser individualmente destruido por el niciado, penetrándolo y dominándolo conEste la clara del 9iscernimiento Cilosófico, y arrancando así con la Voluntad la raíz del mal representada por el diente venenoso Así se llega al +orazón de la Sabiduría, que es la vida interior de la serpiente, y levantándolo 'como el propio corazón de
descentrándonos del error que 4que 1come2 es la ;lusión Perifrica dominada por yla +abeza de la Serpiente o absorbe su , misma cola2 concentrándonos sobre la Verdad, que es la )ealidad +entral, ob"eto de nuestros esfuerzos y aspiraciones, el corazón palpitante tanto de nuestra vida individual como de la Vida niversal !or lo tanto, la Serpiente, así entendida, se identifica simbólicamente con el ^rbol del .ien y del &al del que nos hablan el segundo y tercer capítulo del F#nesis, mientras su corazón es el mismo ^rbol de la Vida, del que constituye la periferia G la Serpiente enroscada en este ^rbol de la Vida 'así como la doble serpiente blanca y negra del caduceo, emblema de los dos principios del .ien y del &al* viene a ser lo mismo que e$presa el c!rculo con el punto, sobre el cual ya hemos hablado suficientemente
LA PR$CTICA DE LA CONCENTRACIÓN +on lo que de"amos dicho llegamos a la práctica de la concentración de la mente, como medio para alcanzar el +orazón de la Sabiduría, identificado con el Amor que a ella conduce Wste, a su vez, constituye una sola cosa con el deseo de liberación, que corresponde iniciáticamente con el +uarto !unto del +uaternario de la )ealización 'liberación del +írculo lusorio de la !ersonalidad, por medio del +entro ndividual en el que se manifiesta en cada momento, en potencial plenitud, la Eterna )ealidad Aprender a concentrarse interiormente el complemento de la práctica del silencio e$terior, siendo #ste la introducción y el es medio para llegar a necesario aquella condición de la mente en la que calla toda vana palabra interior, o sea, todo pensamiento que no e$presa la )ealidad Esta práctica es el e"ercicio al que especialmente deben dedicarse los &aestros Secretos, aislándose de las infinitas e$teriores y de sus refle"os, y buscando la Verdad que dentro de ellos mismos se encierra, para alcanzar la !erfección Cilosófica, &ística y &ágica del &agisterio 9icha práctica comprende cuatro aspectos o Cases sucesivas, que corresponden simbólicamente con la Iumba de
En una cuarta y -ltima fase, que corresponde a la octava del 2oga L 0hamadhi o identidad* el niciado levanta el corazón de su Vida Elevada en la suprema realización de la Vida ndividual, en la que #sta se identifica y late al unísono con el +entro de la Vida na, conv ertido en estrella radiante y luminosa" +omo se ve, el significa y el alcance de los símbolos masónicos llegan mucho más allá de lo que pudi#ramos pensar y de lo que no es dado conocer con un estudio somero G, en lo particular, el conjunto simbólico de cada grado es, en sí mismo, un sistema completo, suficiente a conducirnos 'con su perfecto entendimiento y práctica realización* al (b"eto Cinal de nuestras aspiraciones y a la Suprema Cinalidad de la e$istencia Iodo debe ser refle$ionado, meditado y puesto en práctica individualmente, en el silencio del ser/ así se hace realmente tal el &aestro Secreto, con el secreto entendimiento de la +ran 9ealidad, cuyo resplandor interior, iluminando el Santuario, constituye la inefable mística e$periencia a la que se refieren la palabra de paso y el signo de silencio, que indica aquello de que no se puede hablar por estar más allá de toda palabra, pensamiento o e$presión verbal
E%ERCICIO %a práctica de la concentración se realiza y perfecciona con el e"ercicio A este propósito será conveniente dedicar cada día a este entretenimiento un período variable entre diez minutos y una hora, aprendiendo a dirigir la atención hacia el centro de nuestro ser individual 4o sea, hacia la )ealidad8 con un discernimiento y ale"amiento siempre más perfecto de la ilusión perif#rica Es conveniente que sea todos los días a la misma hora y en el mismo lugar 'aunque sin necesidad de hacer de esto una regla absoluta e irrevocable* con el ob"eto de facilitar la cooperación de la parte instintiva o subconsciente de la mente, que tiene por características el hábito y la tendencia a repetir las mismas e$periencias en las mismas condiciones cíclicas de tiempo y espacio
Cí"ese muy bien la atención en esta l!nea interior centra l de nuestra vida, que es el eje o Culcro, o sea, el n-mero 5, centro del c!rculo hori7ontal de nuestra manifestación orgánica &ant#ngase esta idea muy clara en la mente, meditando atentamente sobre su sentido/ en esta línea se encuentra el punto central de nuestra conciencia, en el cual se enfoca la )ealidad, subiendo y ba"ando aparentemente entre los dos e$tremos 'la base del cuerpo y el v#rtice de la cabeza, que son simbólicamente los nfiernos y los +ielos* aunque realmente inmóviles en el centro ( sea, inmovilidad interior y movilidad e$terior +onsid#rese este punto interior 'polarizado y enfocado e$teriormente en una l!nea 'como centro y de nuestra de todo quelosomos o podemos ser,e$teriormente esencia de todas nuestrasde cualidades yrealidad facultades, fuente vida, primordial delotodo que puede aparecer en derredor nosotros y tomar forma en el c!rculo de la e$istencia !uede imaginarse este centro como un cora7ón ardiente 4el +orazón de
CONCLUSIÓN %a Esfinge, imagen del +uaternario, es a la vez el símbolo que me"or resume emblemáticamente la 9octrina niciática de este cuarto grado, intermedio entre los tres simbólicos y los tres o : veces : grados superiores, resumiendo los que preceden y completándolos con el conocimiento integral de la dcada 'naturalmente derivada del cuaternarioF que es en sí la introducción necesaria a los que le siguen
En dcada, los primeros grupos de : n-meros *5*@*:, 6*>*J, * ?*=,laob"eto dela estudio de los: tres primeros grados, se une aqu#l n-mero 5; que e$presa la suma de los 6 primeros y resulta a su vez, del ; 'srcen negativo de las demás cifras*, a cuya derecha se sienta la unidad generadora con el poder de las nueve cifras e$presado por la dcima letra del alfabeto hebreo que, por ser la más sencilla, se considera como engendradora de las demás !or lo tanto, así como el n-mero 5; completa la primera serie numeral e inicia una serie más amplia y valiosa formada por la combinación de dos cifras, así tambi#n el grado que acabamos de estudiar completa y sintetiza el primer ternario simbólico con la ttrada fecunda, y al mismo tiempo abre el ciclo novenario de la realización filosófica, mística y mágica del &agisterio, en la que se multiplican las potencialidades latentes de los : grados simbólicos Feom#tricamente el n-mero 5; se encuentra al centro de las nueve caras y v#rtices de la !iedra +-bica de !unta, resultado filosófico de la labor de los tres grados simbólicos, constituyendo esta -ltima la arquitectura, ya sea de la Iumba de >, como los dos querubines tienen que "untarse y combinarse el uno con el otro, para que se realice en cada grado una perfecta armonía Así, dos pentagramas o nteligencias conscientes tienen que fusionarse en la humanidad, representando al hombre y a la mu"er3 el +risto o !rincipio creador indicado por el n-mero J tiene que nacer en el uaternario, morir sobre la +ruz, e$altarla y dominarla3 la !erfección 9ivina, representada por el n-mero :, ha de e$presarse en la humana 4n-mero 8, para su triunfo sobre la tierra/ el binario 4n-mero @8 debe equilibrarse en la perfecta "usticia de la %ey 4n-mero ?8, que lo
hace perfecto en su cubo o tercera potencia3 y en cuanto al !oder de la nidad 4 vara, cetro o bastón, representado por el n-mero 58, no puede ser realmente dominado y perfectamente e$presado sino por el niciado o ErmitaBo que ha llegado al &agisterio de la Sabiduría y del Amor, representado por el n-mero = 9e cuanto hemos dicho se induce muy clara la base matemática de toda la simbología y filosofía iniciática3 #sta, en cada grado, puede y debe trazarse sobre aquellos !rincipios Eternos e nmutables representados por los n#meros y e$presados por las figuras geomtricas que se relacionan con los primeros 9e esta Aritm#tica y Feometría Cilosófica ha de nacer la &-sica de la 9ivina nspiración, como tercer elemento realizador 4correspondiente al atreverse) de acabamos un uaternario cuyos+omo dos primeros t#rminos 4la sabidur!a aritmtica y la voluntad geomtrica) de nombrar cuarto punto viene naturalmente el Silencio Astronómico, o sea, la ley de los astros que realiza la Arquitectura niversal basada en el Amor o Fravitación de todo en su irradiación unitaria %legamos así a una final comprensión de la 6trada y de su realización decimal, que debe constituir la conclusión natural del estudio de este grado %a unidad es, pues, el n-mero que se relaciona con el primer t#rmino del cuaternario/ SA.E) el conocimiento o verdadera ciencia que se obtiene con el estudio de la Aritm#tica niciática, reduciendo todos los n-meros a su srcen unitario, y todos los seres y cosas al -nico !rincipio Este conocimiento unitario es la vara mágica de todo poder real, y al mismo tiempo, la lámpara que ilumina el Santuario de la Vida y el Sendero niciático con la %uz resplandeciente del rayo individual 4v#ase el noveno Arcano8 gualmente la dualidad se relaciona con el segundo t#rmino 'Ruerer* y con la segunda ciencia del quadrivium8 la Feometría RE)E) es, pues, la línea que se traza interiormente entre dos puntos ' nuestro centro individual y el ob"eto de nuestras aspiraciones* siendo esta línea una e$presión geom#trica de la Voluntad, &adre Feneradora 4o geometr!a) de todas las cosas A su vez, la trinidad muestra la Voluntad traducida en acción y, por lo tanto, se relaciona con el tercer t#rmino del cuaternario 'AI)EVE)SE* y con la &-sica que preside a todos los ritmos, y es, además, inspiración creadora que manifiesta la Voluntad Feom#trica en el ciclo del tiempo !or medio de la actividad el agente se une a la obra, y la Cuerza que ejecuta, a la Sabiduría que concibe los planes, realizándose la .elleza como tercer elemento resultante de la armónica cooperación de los dos primeros En cuanto al cuarto t#rmino '+A%%A)* es la resultante de la circunscripción y cuadratura del ciclo de la actividad, que muestra la perfecta relación del centro con la periferia/ aquella cuadratura cuya división ternaria srcina el Hodíaco que limita perifricamente la zona o poder de irradiación en todo entro Astral Este m!stico centro silencioso 'la zona central de silencio y el fulcro interior inmóvil de la actividad y del movimiento e$terior* es la %lave de &arfil que introduce al &aestro Secreto en el Santuario oculto de la 0aturaleza