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JUAN J. ZALDÍV ZALDÍVAR AR ORTEGA
AGRESIVOS y PODEROSOS TOROS de AYE YER.. R.... JjuA
EL PUERTO DE SANTA SAN TA MARÍA - 2007 200 7 JjuA
AGRESIVOS y PODEROSOS AGRESIVOS TOROS de AYER. AYER..... ((Conferencia-Libro, pronunciada en el Excmo. ATENEO de Sevilla (España), el (28-05-2000).
Un miura en Zahariche (Foto del autor). PORTADA. En la antigua plaza de toros de Madrid, Madrid, el (23-06-1872), el toro de don Pedro Pedro Varela, Varela, llamado «Moñudo», lidiado en «plaza partida», partida», después de recibir dos estocadas de Ángel Pastor, saltó la barrera frente al tendido 11, rompió los tablones de la contrabarrera, se metió por debajo de la maroma, subió hasta el último escalón del tendido 12, donde murió a bayonetazos, desde la grada, por los milicianos del distrito de la Latina, sin haber haber ocurrido desgracias. En el nº 135 del del semanario «El Ruedo» (Consultorio Taurino), se hace referencia de los catorce o quince toros que, según las crónicas, saltaron al tendido. En el semanario «La Lidia antigua», que se publicó desde 1882 a 1900, ambos inclusive, el salto de «Moñudo» «Moñudo» sirvió de tema al dibujante Daniel Perea para un cromo (no una fotografía en colores), que publicó dicho semanario con fecha (19-07-1886).
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CONTENIDO Páginas 7 Prólogo ........................................................ Introducción ................................................. 11 El Toro: Hijo Pródigo de la Zootecnia ............ 15 El Toro de Ayer ............................................. 19 Cuadro I. Medidas Zoométricas ........... 21 Cronologia Histórica Años 1557 a 1750 ................................ 23 Evolución del Toreo a Caballo al de a Pie Años 1750 a 1850 ................................ 27 La Etapa de los Toros Poderosos ................... 29 Cuarenta años de Varas Años 1850 a 1890 ................................. 31 Cuadro II. Cuarenta Años de Varas ........ 35 Cuadro III. Caballos muertos ................. 39 Jaquetón, un Toro Excepcional ............ 95 Cuadro IV. Años 1851 a 1880 ................. 101 Evolución de los Miuras, Siglos XIX y XX ..... 110 Cronologia Histórica, continuación ...... 112 Cronologia Siglo XX ..................................... 123 Cuadro V. Años 1880 a 1910 ................ 135 Cronologia Histórica, continuación ...... 136 Cuadro VI. Años 1911 a 1950 .............. 191 Cronologia Histórica, continuación ...... 192 Reflexión Sobre El Toro de Hoy ................... 213 Colofón ....................................................... 215 Bibliografía .................................................. 217
NOTA: En este formato se han editado exclusivamente treinta ejemplares, correspondiendo a este ejemplar el Nº ___. Ediciones restringidas de libros, en artesanía digital renovable. El Puerto de Santa María
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PRÓLOGO l mundo de la Tauromaquia gira en torno del toro (ganadero), y del torero – apoderado, con permiso de los empresarios, y siempre que todos juntos logren que el público asista a los festejos en número suficiente para que los tres primeros puedan obtener beneficios económicos, o sociales en algún caso esporádico. Los libros que tratan del tema TORO suponen un 12% del total que se han publicado sobre Tauromaquia, que yo calculo han sido una cifra cercana a los cuarenta mil títulos; de alguno de ellos solamente queda un único ejemplar en Archivos y Bibliotecas Nacionales; de otros existen verdaderos tesoros Bibliófilos distribuidos entre media docena de Bibliotecas Taurinas particulares, cuyo número de obras diferentes existentes en cada una de ellas rondan entre 5.000.- y 7.000.- títulos. Hoy tengo el honor de prologar un libro que tiene como protagonista principal al toro bravo. Este libro reúne todos los ingredientes necesarios para atraer la atención de los aficionados a la Fiesta. D. Juan J. Zaldívar Ortega nos escribe, casi nos habla, hasta con amor, de su admiración hacia el toro bravo, y se pregunta: ¡A qué aguardamos para protegerle, estudiarle y conservar sus valores míticos y reales! Es ingente el caudal de sabiduría desarrollado como investigador del entorno y del comportamiento del toro bravo en las dehesas de las ganaderías y en los ruedos del mundo taurino. Su amor al toro bravo lo lleva dentro desde su niñez, en que se entretenía con toritos de juguete. En su «cronología histórica» nos señala datos de acontecimientos importantes, desde 1557 a 1950, realizando un profundo estudio de los toros más sobresalientes toreados en España y México, resaltando sus
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orígenes, cualidades y comportamiento ante los varilargueros. Cuadros estadísticos nos ayudan a comprender cuanto el autor nos expone, resaltando en especial su CUADRO I en el que indica las medidas zoométricas comparativas entre los toros de: RAZA ANDALUZA - TOROS DE ALTAMIRA - TOROS ACTUALES Un estudio profundo y muy profesional, que nos invita a comprender cuál ha sido la senda seguida por los ganaderos de bravo en la, en principio, «domestificación» del toro de lidia, y en segundo lugar el llevado a cabo para cambiar su genio agresivo en bravura dócil. Las ganaderías fueron en un principio propiedades de grandes terratenientes, que supieron seleccionar sus reses para hacerlas más aptas para ser toreadas pie a tierra. Reyes, Duques, Marqueses e incluso eclesiásticos, dieron categoría a la crianza de reses bravas. En esta época, siglos XVIII y XIX, los ganaderos mandaban en la Fiesta, e incluso decidían el orden en que debían de salir al ruedo sus toros, acostumbrando a indicar que el lidiado en quinto lugar fuera el que mejor nota había obtenido en el campo. Pero a finales del siglo XIX reinó con luz propia en la Tauromaquia Rafael Guerra «Guerrita», que impuso sus voluntades a ganaderos y empresarios; él pudo decir: Yo soy el amo de toros, toreros y empresarios..........y en esta época se inició, con más descaro, la mengua de las formas antropométricas del toro. Con José y Juan; Joselito, grande como torero, como empresario y «casi grande como arquitecto», aconsejó y logró imponer sus criterios a ganaderos y empresarios, para que se realizase una mejor selección del toro en el campo, para que éste estuviese acorde con las nuevas formas y maneras de torear que había traído Belmonte, y que tan bien asimiló el mismo Joselito. Llegó la guerra civil, 1936 – 1939, y con ella el saqueo de ganaderías, unas por la necesidad perentoria de saciar hambrunas, y otras por odios no contenidos entre patrones y asalariados. El nuevo toro de los primeros años 40 del siglo XX fue el novillo terzón, que fue lidiado indistintamente por todos los matadores en activo........pues no había otros para ser toreados. El Reglamento Taurino se modificó para poderse aceptar legalmente la disminución de la edad y consiguientemente del peso de las reses a lidiar.
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Más adelante se llegó a la época nefasta del toro artista y del toro atleta, dos eufemismos que encierran un solo significado cierto: LOS TOROS PIERDEN SU PRIMACÍA EN LOS FESTEJOS A FAVOR DE LOS TOREROS. ***
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Cuando se me pide opinión acerca de la revolución más importante habida en la Tauromaquia, desde 1700 a 2007, nunca digo que fueran las aportadas por Belmonte o MANOLETE, siempre contesto que la revolución taurina más importante, por sus consecuencias sobre el toro, fue la llevada a cabo en 1928 con la llagada del peto para proteger a los caballos de las astas de los toros. Creo fue beneficiosa para mayor plasticidad de la Fiesta, el no ver caballos despanzurrados por las arenas de las plazas fue un logro importante que sensibilizó los festejos taurinos, pero el abuso del peto, primero sencillo pero que ahora forma un bunker inexpugnable junto al caballo y picador, ha degenerado en el monopuyazo, en plazas de 1ª la segunda entrada del toro al caballo se resuelve, casi siempre, con un refilonazo para cumplir con el Reglamento, que obliga a que el toro sea llevado dos veces a los caballos. Unan ustedes: disminución antropométrica del toro, su transformación en animal más bravo pero con menos genio, que obedece mejor y acude más suave a los cites, y la introducción del peto, y creo sacarán conclusiones muy de acuerdo con el título del libro del Dr. D. Juan J. Zaldívar Ortega. ***
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Confío en que este soberbio estudio sobre los Toros de Lidia, que abarca toda la Historia del Toreo hasta 1950, tenga su continuación, y que el autor nos regale sus conocimientos adquiridos, y guardados, sobre la segunda mitad del pasado siglo XX. Creo que todos sus muchos lectores nos lo merecemos. Amén. Fernando del Arco de Izco, 14 Febrero de 2007 Socio fundador del «Círculo Taurino Amigo de la Dinastía Bienvenida de Barcelona»
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El Toro de Lidia Introducción l tema de ésta interesantísima publicación, de las que hay muy pocas en su género, viene a llenar un campo importantísimo, por siglos olvidado, del verdadero protagonista de la Fiesta Brava: EL TORO, que de ahora en adelante ha quedado -¡al fin!- históricamente reivindicado, y los aficionado, ganaderos, profesionales veterinarios y el público interesado en tan sugestivo tema, encontrarán en este libro la evolución del toro en nuestra Fiesta Nacional, siendo digno de hacer resaltar el hecho singular de que se haya escrito en el Estado de Zacatecas, cuna del toro bravo en América, por un español egresado de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, que llegó desde Sevilla al Nuevo Mundo, y que haya sido gestado de una conferencia que se pronunció primero en la Feria de Aguascaliente-2000 -la «Feria de México», en el Auditorio del HOTEL DE ANDREA, y después en la Feria de Sevilla-2000 -la «Feria del Mundo», en el Excmo. ATENEO (18-05-2000), circunstancias que le dan al libro una dimensión universal. El toro bravo con todo y su grandeza, ya lo versó Gerardo Diego: «Es el comienzo. Es el alfa. El chiquero -vientre y sombra- arroja sobre la alfombra una negra sed de alfalfa. Y ahí está el toro. En la mitad de la ruedo. Como un asombro, tan hermoso como desconocido. Como un b ello raudal de energía. Llenando con su belleza y señorío, con su eterna condición de ofrecer glorias y tragedias, iluminando con su bravura y nobleza el aire siempre trémulo, envuelto en el evocador sonar de los clarines.» Sin embargo, no es el momento de hace r un ensayo sobre la filogenia del toro de lidia, que el autor deja para mejor ocasión, y menos aún de contestar las eternas interrogantes ¿De dónde ha venido? ¿Quién moldeó su figurra? ¿Quién cuidó de su bravura? ¿Qué profundo misterio arrastra su biología?, porque ninguna de ellas han podido ser descifradas ni siquiera por aquellos que han acumulado sabiduría de siglos y logrado encauzar la genética hacia depuradas perfecciones de casta y estilo. Incontables toros, tan bravos y nobles como fuertes e invencibles hasta el borde de la muerte, frutos de una serie de mutaciones manejadas por sabios ganaderos, en juego casi ideal, han dejado siempre al descubierto, sin embargo, un interrogante prendido en la mano del Creador. Una interrogante que permanece sin descifrar el primer cuestionamiento sobre su apellido: bravo. Y, sin una clara definición de lo que es la bravura, dicha interrogante sigue sumergida en el fascinante misterio biológico que siempre ha sido. Entre esos incontables toros hay que citar a los lidiados por Pedro Romero, que estoqueó sin recibir percance serio alguno, un total superior a los 5.600 toros, cifra verdaderamente record, en las 28 temporadas que lidió -desde 1771 a 1799-, igual número de años que Rafael Molina (Lagartijo el Grande), pero con una media de 200 corridas por temporada, «estando persuadido según Romero- de que fueron muchas más.» Después de el gran torero rondeño hay que citar al cordobés antes señalado, fallecido en su ciudad natal el (01-10-1900), quién aparece en la historia taurina con proporciones verdaderamente gigantescas. Fue, sin duda, uno de los cinco o seis eslabones de la gran cadena de toreros cumbres que desde Pedro Romero a Joselito el Gallo han sido ejes de la torería en sus épocas respectivas.
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Los Poderosos Toros de Ayer... La estadística de sus actuaciones en las plazas no tienen par en la historia del toreo, salvo acaso en Pedro Romero. Tras largos años de aprendizaje como banderillero y media espada, toreó como matador 28 temporadas, participando en 1.632 corridas, de ellas, otra cifra record, de 404 en Madrid, y estoqueó en junto 4.687 toros. Y después de Rafael Molina (Lagartijo) hay que citar a un matador de toros, de origen africano, nacido en Palpa (Perú) el (02-10-1838). Aleccionado por el mexicano José María Vázquez, se hizo torero y tomó la alternativa en 1859, habiendo sido uno de los matadores de más larga vida profesional, pues actuó como tal más de cincuenta años, ya que la última corrida en la que tomó parte se celebró el (19-09-1909), en Lima, alternando con Bonarillo, cuando tenía 71 años. Estoqueó unos 3.000 cornúpetos en su larga vida taurina. ¿Quién puede hacer que un toro... -como refería Francisco Calderón Díaz ( Frasquito)-, que él, con José Trigo y Charpa, varilargueros famosos, picaran en la plaza de Ronda, el (20-051853), al fenomenal Campeón, de don Clemente Lesaca-, pueda tomar el número inconcebible de sesenta y cinco varas, mate once caballos e hiera de muerte a cinco? «Aquella fiera -había hecho la cubrición de vacas en la ganadería, y si tenía la edad de seis años pasados, hallábase flaca. Era cosa admirable -añadía-: hecho pedazos su morrillo, desangrándose, harto de cornear y rendido materialmente, se le caía la cabeza en las últimas varas; y, sin embargo, tocando el suelo con el hocico, apenas sentía que uno de nosotros entraba en suerte, levantaba y partía con la misma fiereza, con el mismo ímpetu que en las primeras varas...» Desde los tiempos de don Antonio Miura, en España y de don Antonio Llaguno, en México, casi un siglo después, la inteligencia de tan excepcionales ganaderos, con un Océano de por medio, descubrieron los hilos de esta delicada trama, analizando con precisión los factores que parecen condicionar el comportamiento de ese animal mitológico frente a las distintas suertes del toreo, tratando de influir en el mismo con el poder mágico de la imaginación creadora y sentaron las bases de una rica experiencia sobre que después se ha desarrollado el arte y la ciencia de criar toros bravo. Los ganaderos españoles y mexicanos «-tanto monta, monta tanto...-», sintieron siempre «una profunda admiración y una gran respeto por el toro de lidia», como lo señaló el insigne veterinario salmatino Juan Cruz Sagredo, por ese singular toro bravo de los campos íberos o los ranchos zacatecanos, como el de San Mateo, «símbolo de una tradición y de una raza, tantas veces vilipendiado y prostituido; el más noble y bello animal, a la que indómito, fuerte y aguerrido de la escala biológica.» Porque sé, lector aficionado y amable, que, como quien esto escribe -nos dice Cruz Sagredo-, crees a pie juntilla en el toro como eje y base de la Fiesta Nacional, sin escatimar argumento en su defensa y sosteniendo valientemente que los derechos del toro de lidia son intangibles, precisamente porque ha de morir -misión de profunda trascendencia espiritual- para que la Fiesta se consume: supremo tributo, por la imperecedera fama» y mítico orgasmo para vencer a la muerte misma. Y desde el superior plano de la cultura -también de la economía-, el toro de lidia inspira amor, poesía y arte; infunde admiración y afecto; enciende pasiones y es dador de glorias y tragedias, como es la vida misma. Gloria para sí, noble, codicioso, fuerte y valiente; glorias o tragedias para su matador, en día de triunfo cuajado de emociones imborrables o de sufrimientos y muertes que coronaron leyendas; glorias, en fin, para el ganadero, criador y dador de castas.
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Don Rafael Campos de España profundiza en la idea de que «el hombre y el toro se encontraron en el mundo circunstancialmente. Y esa circunstancia, por tratarse de personajesreyes en su especie (el hombre es el rey de la Creación, el toro es el rey de los animales irracionales) dio lugar a algo insólito, como es, que el hombre no viera en su encuentro con el toro, únicamente la faceta utilitaria o deportiva, sino que profundizara en otros estratos de su intelecto para buscar en el arriesgado juego, un arte vivo en el que concurren todas las Bellas Artes.» Se ha dicho muchas veces que la Fiesta de Toros como tal, empezó en los juegos aristocráticos (Toros y Cañas) que los nobles practicaron con los toros, y, que posteriormente, enraizó este gusto en el pueblo soberano, para dar lugar al toreo de a pie que comenzó a practicarse cuando se fundaba la ciudad colonial de Zacatecas (08-09-154 6), por hombres de la más modesta cuna, cuales fueron albañiles, alfareros barberos, caldereros, carniceros, cargadores, carpinteros, ebanistas, electricistas, herreros, hojalateros, impresores, panaderos, tapiceros, toneleros, vinateros, zapateros, etcétera. Hoy, el arte, la cultura taurina y la ciencia de criar toros y el toreo, han pasado a ser una función político-social-económica de gran trascendencia, ya que está enraizada de ancestral manera, lo mismo en México que en España, «en la Taurofilia racial, y va unida al desarrollo de los pueblos», y sus ideas circulan en dos vertientes fundamentales, la económica y la social, y porque «ninguna otra experiencia, desde el punto socio-económico y político, es tan rica en matices, como la que se produce a lo ancho y a lo largo de la fenomenología denominada en España Fiesta Nacional...», y en México, «Fiesta de las Fiestas.» Para don Rafael Campos de España el toro-totem maravilloso, ese rey... y que no es otro que el inigualable toro de lidia. ¿Habeis visto algo más hermoso?, se preguntó también el ilustre y siempre recordado ganadero zacatecano don Antonio Llaguno. Su simple contemplación en el campo es una maravilla -así lo sentía Domingo Ortega- y un recreo para los sentidos. Ahí le brindo al lector el fragmento de «El Poema de los Toros», de Cortines y Murube: «¡Cómo andan tranquilos con perezosa majestad de atleta! ... ... ... .... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Y sienten en la sangre el celo y la querencia. ¡Parécenme sagrados, toros que van a una pagana fiesta!»
Cualquier país con una riqueza única, la cuida, la mima y la enaltece. Inglaterra con su caballos de pura sangre, Bretaña con los suyos, etcétera, han creado un culto hacia lo que consideran tesoros incalculables de su patrimonio. Por el contrario, en los países (México y España, entre otros) que guardamos esta maravilla hecha ser viviente, el toro n o goza de ninguna protección y sólo recibe cuidados materialistas para su explotación. ¿Hay algo más incomprensible?, se preguntan todos los criadores y la mayoría de los aficionados ¡A qué aguardamos para protegerle, estudiarle, conservar sus valores míticos y reales! ¿Acaso están ciegas, sordas y mudas las Universidades Hispanas? Este libro, que contiene un caudal casi inagotable de información científica, técnica, estadística y cultural, será estimado por haber hecho justicia plena al TORO BRAVO, en una centuria en la que sólo se hablaba y escribía de los toreros.
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Desde éstas torretas, de las que el autor levantó varias en el rancho de reses bravas «El Coloradito», en el municipio de Villa de Cos (Estado de Zacatecas), propiedad de los hermanos ex matadores Huerta (Joselito y Víctor), y don Juan Flores, actual propietario de La Guadalupana, se estudió e investigó la conducta gregaria del ganado bravo bravo durante siete años, con resultados tan sorprendentes como hasta hoy desconocidos. 14
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stiguidos miembros del Presi- como tan erróneamente los definía nuestro insigne dium, señoras y señores: «Les sabio doctor don Gregorio Marañón, cuya sabidudecía ayer mismito», en inequívova ría, como vemos, no llegó a tanto, ya que el toro expresión marca don Antonio bravo, nó el que sale solamente al ruedo, si no al Burgos, concretamente el (31-03- que está en la dehesa, no sólo es un ser de una 1965), en la clausura oficial del riqueza sicológica inmensa, de una memoria adCiclo de Caza celebrado en este mirable, es una criatura que ama, se enamora, en amora, sienExcelentísimo Ateneo, placenta siempre viva de la te la alegría, la tristeza y el dolor; tiene en su tierna Cultura sevillana y Universal, en que aseguré a to- juventud sentido de divertirse, de jugar hasta las dos que volvería algún día a informaros de cuántos escondidas, de hacer hacer carreras, ansias de entreteestudios, investigaciones y resultados obtuviera en nimiento, de aprender y de observar y analizar cuanel entonces primer decenio de mis investigaciones to ocurre a su alrededor. con los toros bravos. Tal Tal y como lo prometí, aquí esto, no sin sentir la tristeza más profunda y emotiva Si estudiar los animales, sus diversos comal observar que muchos de los que afectuosamenafectuosamen - portamientos, suponía para el sabio griego te saludé aquel memorable día, se fueron para siem- Aristóteles, uno de los mayores atractivos para pre, muy especialmente al inolvidable Carlos enriquecer el conocimiento humano, hacerlo adenMelgarejo Osborne, con el que alterné ese día y al trándose en el siquis de los toros bravos, que es lo que seguimos debiendo un homenaje, disertando que hecho toda mi vida, va aún más allá y supone sobre la Captura de Animales Silvestres, Silvestre s, acompa- tanto como descubrir los maravillosos hilos del fasñados de los señores García Díaz, presidente de cinante tejido de la obra del Creador y nos lleva a la la Sección de Actos Públicos de éste Docto Ate- cósmica y doble interpretación de una realidad, que, neo, el ingeniero jefe de la V Región de Pesca por un lado, supera toda capacidad imaginativa, imaginati va, al Fluvial y Caza, don Juan Aizpuru, y el presidente comprobar que Dios repartió virtudes, inteligencia del Real Círculo de Labradores, señor Esquivias y habilidades en todas sus criaturas; y, por el otro, Salcedo, entre otras personalidades, que de cora- que sólo los hombres pueden disfrutar del libre alzón me gustaría siguieran estando aquí todas. A bedrío y tener la doble facultad de ser santos o los que ya no están, unos segundos de silencio criminales. No nada más a nosotros. robosantes de cariño en su recuerdo. Los demás, sometidos a las implacables Dios me otorgó la inmensa suerte de ha- leyes de la selección natural, no pueden salirse ber podido cumplir la promesa que «ayer mismito» del esquema en que la madre naturaleza los ha hiciera, distinguidos sevillanos ateneístas, de vol- encasillado. El león está ahí, siendo siempre león, ver para hablaros de los toros bravos, de mis en- como el coyote, la ardilla o el asno. Todos están trañables amigos, de ese maravilloso ser que es sujetos a unas estrictas normas de vida... el que «físicamente hermoso, pero demasiado estúpido», se sale de ellas no puede pue de sobrevivir. Ese esquema
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Los Poderosos Pod erosos Toros de Ayer... ya no existe para el toro de lidia y los animales domésticos, pues concretamente concretamente el primero ha sido substancialmente manipulado hasta extremos que nadie podía haber imaginado hace apenas un siglo. Y es que el toro que sale al ruedo en nuestros días no es más que una caricatura del toro que lidió, por ejemplo, Manuel Ballón, o Miguel Canelo, diestros sevillanos, siendo éste el primero que aparece en cuentas administrativas de nuestra Real Maestranza, como torero de a pie y que ajustó su trabajo como lidiador en la plaza de Madrid, en mayo de 1733, en 2.100 reales, estrenando la nueva plaza sevillana del Baratillo, Baratil lo, que sustituyó a la cuadrilonga donde anteriormente celebraba sus corridas la Real Maestranza. Según don José Daza, Miguel Canelo estaba integrado al grupo de toreros sevillanos que hacían su aprendizaje en el Matadero, esa ancestral Escuela del Toreo. Lidió en la plaza de Sevilla los años 1734, 36 y 37. Debió morir este último año, pues en las cuentas a él correspondientes figura una partida que dice: «A Francisco Canelo, hermano de Miguel, se le dan 675 reales por acompañar a Juan Santander, y en atención a haber muerto su hermano Miguel.» La orden de pago llell eva fecha del (30-08-1737). Parece, pues, seguro que dicho año toreó algunas corridas, sin que se sepa acerca de su destreza y otras habilidades, pero lo cierto es que esta nota debe figurar en cabeza de las de todos los lidiadores de a pie, por ser el primero que aparece mencionado como tal en documentos taurinos de la época profesional del toreo de a pie.
PASEÍLLO BIOGRÁFICO. Para no extraviarme en tan extenso tema, resulta más que obligado, hacer una especie de Paseíllo Biográfico, Biográfico, ya que hay perentoria necesidad de contrarrestar el atrevimiento que supone venir nada menos que a Sevilla, cuna de la alegría y de la espiritualidad del mundo, a disertar sobre el toro bravo, tras más de cinco lustros recorriendo el mundo, contestando así la pregunta que muchos de ustedes, con toda lógica, han de hacerse: ¿Quién será este paisano que viene de Las Américas para hablarnos de nuestros toros bravos? Y me arranco saliendo por la puerta de Cuadrillas para justificar mi atrevida presencia en este excelentísimo foro de la cultura andaluza, la
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de mi querida tierra, y ante tan distinguidas autoridades y conocedores de nuestra Gran Fiesta. Antes que nada debo deciros que mi profundo cariño y admiración a Sevilla son tan viejos como mi vida... aquí estuve con mi abuelo, en La Maestranza, Maestranza , viendo corridas de toros a poco de aprender a caminar y, desde aquel día, me llevé lle vé el alma de niño cargada de su embrujo. Por eso cuando, desde esta hermosa y sin par Ciudad, partí hacia América, hace ahorita mismo veintidós años, como buen marinero en el Guadalquivir Guadalqui vir de la vida, solté de mi barco las amarras, pero dejé atado al pie de la Torre Torre de Oro un hilo invisible que fuí mentalmente extendiendo hasta el corazón de México, donde está ubicada la hermosa y colonial ciudad de Zacatecas, donde viví estos dos decenios...(1980-2000) y cada vez que me embargaba la tristeza de estar tan lejos, recordaba a Sevilla, a nuestra mágica Andalucía, tiraba del hilo y resucitaba en mi corazón la alegría aleg ría de la primavera y en mi alma resplandecía la religiosidad de Sevilla, que he vuelto a vivir estos días, acompañado de mi hijo primogénito Juan Luis, que además de la alegría y la espirutualidad tiene la gloria de haber nacido en Sevilla, al igual que mi último hijo Emilio Daniel. Juan Luis es hoy mi me jor anfitrión, anfitrión , mi propia sangre creadora de dos varones sevillanos. Y de esa misma misma sangre, otro otro de mis siete hijos, Joaquín, casado con Zaira, una guapa y tierna joven mexicana, hija de don Carlos Salmón, un huésped distiguido que me acompaña desde la hermosa ciudad mexicana de Zacatecas (México), de la que nació mi primer nieto mexicano-español, precisamente el mismo día mes y hora que éste su abuelo, que fuecbautizado como Juan Carlos, porque ya tengo dos nietas nietas canadiense, nacida en Calgary Calgar y. Pero continuo haciendo el paseillo biográfico, el de la justificación de mi colosal atrevimiento de hablar sobre Los Agresivos y Poderosos Toros de Ayer... y los Mansos e Inválidos Toritos Toritos de Hoy . A la mayoría de los niños se les regala el Día de los Reyes Magos una pelota, que en mis tiempos era de trapo y en el mejor de los casos de badana, una bicicleta, un patín... y si están vinculados con la Fiesta Brava, capotillos, muletas, monterillas, miniespadas, banderillas, etcétera. Nunca he sabido que a un pequeño le hayan haya n regalado toritos de diversos pelos. Esos regalos de los Reyes Magos, que ni fueron reyes y menos ma-
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Los Poderosos Toros de Ayer... gos, sino sabios astrólogos, de los que hay en el Oriente más que toreros en España, tienen un papel decisivo en la profesión que cada niño escogerá después. No debemos, pues, regalarles armas, porque muchos se inclinarán por la violencia y sus secuelas. Mi amor y dedicación vital por los toros no es fruto de la casualidad y menos de la improvisación, ya que nació el día (06-01-1935), cuando tenía este autor dieciséis meses de edad. Aquella mañana de Reyes estaba en la cuna. Miraba el techo de la habitación cuando, creo que fue mi padre, dijo: ¡Mira! ¡Mira!, señalando hacia el suelo y a la derecha. Dicen que los niños no recuerdan casi nada de su infancia, pero por pequeño que sea, si de pronto se encuentran en su habitación seis toritos, que veía grandísimos, todos de colores ¡eso no se olvidará ya nunca!; sin embargo, mi afición a los toros estaba ya infundida antes de nacer, pues ya de nacido se dijo que fue primero jugar con los toros que andar de pie . El despertar de aquella mañana de ese Día de Reyes Magos fue impresionante y nunca lo he olvidado a lo largo de los ya próximos setenta años de existencia, cuando mi padre don Emilio Zaldívar Muñoz, colocó al lado de mi cuna, junto a mis zapatitos de infante -en la casa donde nací, en la Plaza de Jesús, número 96, ubicada a una vivienda de distancia del edificio Casa Consistorial, hoy Ayuntamiento, de la entonces Villa y hoy Ciudad de Puerto Real (Cádiz), localidad donde naciera el famoso torero Bernardo Gabiño, el (20-08-1812) y este autor, el (20-08-1933) y mi nieto mexicano el (20-08-2000)-, un cajoncito de toros y seis pequeños astados, adquiridos por mi abuelo paterno, don Ramón Zaldívar del Cid, cuyos diferentes pelajes sigo recordando, especialmente uno, que era castaño encendido y ojo de perdiz. Pasé después meses, años, en-trenido encajonando los toritos, entrañables amigos de mi infancia. Mi abuelo me dio los mejores regalos de la vida y ellos hicieron nacer en mi mente un cariño inenarrable, una verdadera pasión por los toros bravos, esos que miles de veces deseé acariciar en aquellos cortijos de la familia paterna en el término municipal de Puerto Real, especialmente en La Esparraguera. Gateando salía a la Plaza de Jesús, arrastrando el cajón y tirando de los toritos que alguien de la familia me enseñó a amarralos y así pasaba
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las horas, llevándolos de un lado a otro para que pastaran, bebieran y, después, una vez encajonados, pasear el cajón por la plaza, preocupado de que no se fueran a salir. Un día de 1936 cuando oí el paso silbante de las bombas cruzando el cielo de Puerto Real, recuerdo que salí corriendo de la escuela -hice pinta, como se dice en México- llegué a casa y cubrí los toritos con mi cuerpo para que no les pasara nada. Así que, una niñez así, cargadas de fantasías, grabaron en la mente el deseo de dedicarme a estudiar los toros bravos, cosa que comencé a realizar cuando apenas contaba seis años de edad y participé, llevando el ganado mestizo en bravo, de mi querido e inolvidable amigo, don José Derqui Goyena, en un largo periplo de transhumancia, desde la hermosa y soñadora dehesa de La Algaida -ubicada dos kilómetros antes de la ciudad de Puerto Real, partiendo desde El Puerto de Santa María, hoy desgraciadamente en ruinas su casa y corrales-, hasta la Sierra Norte de Sevilla. Años después, en orden cronológico, conocí a los ganaderos don José García Barroso, criador de reses bravas e ilustre abogado jerezano, de ahí que fuese en su cortijo Picado donde anestesié a distancia el primer toro de lidia; como con su hijo don Manuel García Fernández Palacios, amigo entrañable desde la infancia, que tanto colaboró en las primeras investigaciones, así como el ganadero cordobés don Ramón Sánchez; a José Luis Osborne Vázquez y con él fui muchas veces a ver los toros en su cortijo de Bolaños y, después, con su hijo don José Luis Osborne Domecq... y desde que felizmente concluí los estudios en mi querida Facultad de Veterinaria de Córdoba, el dominar el sistema de inyecciones a distancia, recorrer España anestesiando, tranquilizando y miorrelajando toros de lidia, conocer a más de un centenar de ganaderos, desde el célebre y siempre recordado don Eduardo Miura, hasta don Alipio Pérez Tabernero, pasando por don Carlos Melgarejo Osborne, inolvidable y siempre generoso amigo; don Javier Molina, don Juan Guardiola y un largo etcétera. La mano de la Providencia compensó ese cariño y pasión por curar los toros bravos, poniendo un día en las mías un producto a la vez tranquilizante y anestésico, según la dosificación, que resultó maravilloso para dominar con profundo afecto humano a cuantos toros lo aplicaba. Y fue la
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Los Poderosos Toros de Ayer... Providencia porque a los pocos meses de abandonar por la edad el manejo siempre peligroso con los toros, dicho producto dejó de producirse en los Laboratorios Parke Davis y desde entonces, nadie ha podido acercarse a los bovinos estando en su estación y llevarlos de un lado a otro en su propio terreno... ¡y menos un Miura! Todos aquellos años, más de cuarenta, recibí el apoyo y la comprensión de los ganaderos bravos e hice la autopromesa de escribir un día una obra para dedicársela a todos ellos, incluyendo a los criadores de reses bravas de México, desde el mágico criador zacatecano, don Antonio Llaguno González, hasta el matador y ganadero Joselito Huerta. El libro ya está escrito... y salió al mercado. Se titula: 4.000 Toros Bravos 4.000 , que espero lidiar en un mano a mano con ustedes en este Foro de cultura, si tengo éxito en la corrida de hoy, cortando siquiera una oreja.
La primera vez que en Sevilla se cortó una tuvo lugar en corrida celebrada en el coso de la Real Maestranza de Caballería, durante la Feria de San Miguel de 1915, y el protagonista fue José Gómez Ortega (Joselito). El primer astado indultado en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla se llamó Zancajoso, de don Anastasio Martín, que mató 11 caballos, y fue indultado por su bravura el (03-05-1861), después de tomar codiciosamente 33 varas. Curado de sus heridas, se le condujo a la dehesa nuevamente y padreó tres años.
JUAN J. ZALDÍVAR ORTEGA
6.000 TOROS BRAVOS 6.000 (Asombrosos, de Bandera, Notables, Asesinos, Mansos e Inauditos)
Manual Taurino I (A-G) Manual Taurino II (H-Z) ZACATECAS (México) 2002. 18
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Los Poderosos Toros de Ayer...
EL TORO de AYER... stá magistralmente pintado en las paredes de la Cueva de Altamira (Santander) y en las otras rupestres de hace unos pocos de días, si los comparamos con la fecha en que aparecieron los primeros mamíferos sobre la Tierra hace ya más de 250 millones de años. Ahí están y tienen, aproximadamente, las medidas zootécnicas:
Altura a la cruz ..............................1.72 m. Altura al morrillo .......................... 2,05 m. Longitud nuca-nacim. de la cola . 3.05 m. Anchura anterior de la pelvis ....... 0.80 m. Perímetro torácico ........................ 2.35 m. Perímetro del antebrazo ............... 0.40 m. Perímetro de la caña ................... 0.25 m. Peso a los cinco años ................ 900 kilos «ABC» de Sevilla, (30-05-1969). (Véase CUADRO I, en página 19). Esas medidas de los toros de la cueva rupestre de Altamira... las tienen muchos otros criados desde tiempos ancestrales en las extensas Marismas del Guadalquivir. Medí hace cuarenta años uno de ellos en le dehesa El Tesorillo, en el término municipal de El Puerto de Santa María ¡y tenía casi exactamente esas medidas! Las razas retinta y negra andaluzas presenta sementales de enormes proporciones. La sal, el sol y los pastos de nuestra legendaria Baja Andalucía, han dado al mundo la raza bovina más singular de cuantas existen, el tesoro vivo más valioso que el Creador le ha dado a este Mundo... y al hombre ¡y a la Cultura, las Letras y las Artes! ¿Cuándo iniciaremos una cruzada para defenderlo de su extinción?
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Entre esos toros elefantes que se lidiaron en el pasado figura Cucharero, de la ganadería española de Anastasio Martín, negro, lidiado en la plaza de toros de Málaga el (03-06-1877). Para dar idea de su enorme alzada, bastará decir que sobresalía más de una cuarta por el lomo de los restantes toros con él encerrados en los corrales; otro detalle en verdad impresionante: una de las veces que, durante su lidia, se acercó a la barrera comenzó a rascarse la barba sobre el filo de las tablas, ¡sin levantar la cabeza! Supóngase lo que serían los cuernos proporcionados al tamaño del cuerpo, a más de afiladísimos, como hechos a lima y formón. Tomó 10 varas y los picadores no consiguieron hacerle sangre; el piquero Calderón (hijo) sufrió en una caída la fractura de la clavícula izquierda; en otro tumbo, Juan Fernández fue a parar de cabeza al callejón, mientras Cucharero, sin esfuerzo, se entretenía en sostener con sus cuernos al caballo, balanceándole cual leve pluma. Los banderilleros Antón y Juan Molina sólo lograron ponerle cada uno medio par; así es que en el último tercio estaba el terrible Cucharero tan dueño de su poder como cuando salió del toril. Rafael Molina (Lagartijo), que era el espada encargado de estoquearle, dijo al verle aparecer en el ruedo estas palabras, resumen gracioso de la impresión causada en el ánimo del gran torero por la tremebunda estampa de Cucharero: «¡Mardita sea la vaca que ta parió!.» Lagartijo, a pesar de todos sus enormes recursos, no pudo dominar su miedo durante los dos primeros tercios; tocan a matar, y allá va el maestro cordobés rodeado de sus fieles Mariano Antón y el Gallo, y sin darle un solo pase, corriendo de un lado para otro, siempre a considerable
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Los Poderosos Toros de Ayer... distancia de Cucharero, al cabo de media hora condescendencia que prueba el inmenso prestigio que disfrutaba Lagartijo- pudo acabar con aquél torazo, uno de los mayores que se han visto en las plazas de toros. Su cabeza, mandada cortar por el gran torero, pesó 101 kilos. En su casa de Córdoba la tenía Rafael, y las madrugadas en las que llegaba a acostarse un tanto cargado de vino, armado de un bastón, descargaba su furia alcohólica sobre la inofensiva cabeza de Cucharero, acordándose del pánico pasado ante ella la tarde malagueña inolvidable para el maestro y para los aficionados.
Al primer toro, según parece, que le pusieron por primera vez nombre, se llamó Capitán. Fue el (25-05-1758) y lo lidió el día de su alternativa José Cándido, en la plaza de Madrid, cedido por Diego del Álamo (el Malagueño).
Recordamos ahora también al joven Juan Trigo, que fue conocido por el Niño de San Román, torerillo nacido en Sevilla, en el barrio de Triana, que debió su apodo a ser hijo del sacristán de la parroquia de San Román. Su oficio primero fue el Ya años antes, el (18-08-1869), Rafael de tallista; pero, decidido a ser torero, se había Molina había toreado otro toro de grandes propor- arrojado varias veces al ruedo en diferentes plazas, ciones, de Siguri, de nombre Hortelano, lidiado en logrando vencer la resistencia de sus padres para Badajoz. No fué notable por su bravura, pero sí por dedicarse de lleno a la profesión. Un 22 de sepsu tamaño, y, sobre todo, por la longitud de sus tiembre, sin que sepamos el año, volvió a lanzarse astas, que como las de Altamira, se aproximaban al ruedo en la plaza de Sevilla, en el sexto novillo, a un metro de longitud. Tenía ocho años cuando se de la ganadería de Villamarta, y fue cogido y vollidió, y había sido rechazado por algunos espadas teado aparatosamente, resultando herido con tan de crédito, por su desproporcionada armadura. Le grave cornada que falleció en la enfermería de la mató Lagartijo de un pinchazo y un gran volapié, e plaza a la media hora de entrar en ella. Era sumahizo que disecaran su cabeza, que la conservó como mente simpático e inteligente, pero su desbordado trofeo de su lidia... así que se fue de compañero entusiasmo por los toros le impidió razonar debidamente, y murió por asta de toro cuando aún no disecado con Cucharero. había cumplido el servicio militar. Y ahora, permitidme un aperitivo, unas taEn aquellos años de mediados del siglo pas del pasado, unas curiosidades. Al primer toro, según parece, que le pusieron por primera vez nom- XVIII, dentro del periodo de transición del toreo a bre, se llamó Capitán. Fue el (25-05-1758) y lo caballo al de a pie, aparecieron muchos diestros lidió el día de su alternativa José Cándido, en la que lo mismo eran notables capeadores que otras plaza de Madrid, cedido por Diego del Álamo (el veces formaban parte en diversas cuadrillas de esMalagueño); que, por cierto, le atropelló al dar un padas reconocidos. Entre ellos, ocupa un lugar pase, por lo que hubo de retirarse, aunque se igno- preferente Antonio Ebassun, que su tiempo -se prera la importancia del percance. Poco tiempo des- sentó a torear por primera vez en Zaragoza el año pués, el diestro José Cándido toreó en Sevilla los 1747-, no tuvo igual, por sus extraordianrias habilidades y algunas de cuyas suertes fueron pintadas años de 1762, 1764 y 1771. por Goya. Otro de esos habilidosos capeadores Interesante recordar también a los valien- fue Bernardo Chavo, de la última mitad del siglo tes diestros que enfrentaron aquellos primitivos to- XVIII, que perteneció también a la cuadrilla de Maros, como Francisco Díaz, que fue uno de los pri- nuel Palomo. Al parecer toreó como espada por meros lidiadores de a pie nacido en Sevilla. Con el los años de 1760 en adelante, figurando en cartediminuto afectuoso de Frasquitole elogia José Daza. les de 1766, como peón del citado matador. Era el hermano menor de Juan e Ignacio Díaz, y su A lo largo del primer período de transición escuela y escenario de sus triunfos debió ser el Matadero de Sevilla. Otro de los primeros lidiadores entre el puro toreo de a caballo, en el que desemde que tengamos noticia fue el almirante de Castilla, peñaron un papel fundamental los habituales chudon Alfonso Rodríguez de Cabrera, que toreó en la los, que dos siglos (1550-1750), los toros rejoneantigua plaza de Madrid el año 1648, autor del libro ados y lidiados a pie, no llevaron nombre, hasta el año 1758, como ya quedó señalado. titulado: Reglas de Torear .
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CUADRO I MEDIDAS ZOOMÉTRICAS Razas Andaluzas
Toros de Altamira
Toros actuales
*Altura a la cruz ... 1,72 m.
1,65 m.
1,20 m.
*Altura al morrillo 2,05 m.
1,80 m.
1,32 m.
*Desde la nuca-nacimiento de la cola ....... 3,05 m.
2,60 m.
2,10 m.
*Anchura anterior de la pelvis .... 0,80 m.
0,65 m.
0,49 m.
*Perímetro torácico .....
2,35 m.
2,15 m.
1,65 m.
*Perímetro del antebrazo ..... 0,40 m.
0,30 m.
0,21 m.
*Perímetro de la caña ............... 0.25 m.
0,20 m.
0,17 m.
*Peso a los cinco años ......... 1.200 kilos.
760 kilos.
500 kilos.
«ABC» de Sevilla, sábado (31-05-1969). El Puerto de Santa María
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Los Poderosos Toros de Ayer... En lo que consideramos un segundo peDel (24-06-1526) datan las primeras carriodo de transición, entre los años 1750-1850, lo tas de relación a la Corte de España, importante para los ganaderos criadores consistía por las que el primo de Hernán Cortés, en producir toros para que se lucieran en el primer don Juan Gutiérrez Altamirano, llevó a tercio, es decir, con los de a caballo. Por ello, se México los primeros toros bravos de daba el caso de que la selección era hemiplégica, Navarra, para realizar la primera corriexclusivamente para los varilargueros, y muchos da de toros en el Nuevo Mundo. de ellos desarrollaban un gran sentido para los de a pie, de ahí que, independientemente de que no se adecuaban para torearlos como hoy, produjeron muchas cornadas. blicó la obra señalada el año de 1924, que incluía en el título del libro el mismísimo año de mil quiniLa historia nos obliga a dar un largo paso entos veintinueve, como lo señala el conocido crohacia el pasado para recordar que el (24-06-1526) nista taurino mexicano don Manuel Montes de Oca datan las primeras cartas de relación a la Corte de (El Filibustero), del diario deportivo mexicano, La España, por las que el primo de Hernán Cortés, Afición (Sábado (05-06-1999), página 22). don Juan Gutiérrez Altamirano, llevó a México los primeros toros bravos procedentes de una ganadeSin embargo, el también importante historía de Navarra, para realizar la primera corrida de riador e investigador don José de Jesús Núñez y toros de que se tiene noticia en el Nuevo Mundo. Domínguez, habiéndose ya publicado la obra don Años antes, a partir de 1493, fue cuando Cristóbal Nicolás Rangel, encontró que en otra obra editada Colón llevó consigo, en su segundo viaje al Nuevo muchos años antes, se expone que la primera coMundo, los primeros toros y vacas para que se rrida de toros fue el (24-06-1926). Núñez y reprodujeran, primero en Las Antillas y luego en Domínguez se apresuró a llevarle el dato a don NiMéxico, a partir de 1521. colás y al conocer los datos, los hechos y su sustento histórico, le manifestó que había que esperar Así que el (24-06-1526), día de San Juan a que la primera edición de su libro se agotara para Bautista, se celebró la primera corrida de toros en poder hacer la aclaración en la segunda y poner el Continente Americano, en la ciudad de México, las cosas en su lugar. ya que se saben fechas, nombres y lugares que precisan el nacimiento exacto de las corridas de La situación anterior es narrada por don toros en dicho país. Le correspondió al insigne José de Jesús Núñez y Domínguez en su esplénmaestro e ilustre erudito don Nicolás Rangel, naci- dida obra titulada: Historia y Tauromaquia do en León (Estado mexicano de Guanajuato), Mexicanas, que fue editada en 1944 por Ediciones muerto en la ciudad de Cuernavaca (Morelos), el Botas y se transcribe dicho relato en la página núaño 1935, consignar en su famosísima obra histó- mero 12. Cabe destacar que la fecha en que fue rica denominada: Historia del Toreo en México. publicada la obra de don Nicolás Rangel, en 1924 Época Colonial, 1529-1821», editada en 1924, que al de 1935 en que murió el distinguido maestro «la primera corrida de toros se realizó en territorio guanajuatense, transcurrieron más de diez años, de Anáhuac el (13-08-1529).» en los que bien pudo haber realizado la aclaración pertinente y no la hizo. En la misma obra, don Nicolás Rangel sostiene los argumentos históricos para asegurar La falta de dicha rectificación, no ha impela fecha señalada, misma que anunció jubilo- dido que hoy en día esté unánimente aceptada por samente entre el distinguido grupo del que forma- todos los historiadores e investigadores del munba parte, como lo era nada menos que el gran ora- do, la última fecha señalada, como ha quedado dor y hombre culto don Jesús Urieta, el finísimo consignada en el libro titulado: Efemérides Naciopoeta José Juan Tablada, Jesús Luján, Efrén nales o Narraciones anecdóticas de los asuntos Rebolledo, Ernesto Elorduy y muchos otros, cuya más culminantes de la Hstoria de México, y cuyo presencia habitual, hicieron famoso el todavía autor es Ricardo Pérez, miembro de la Sociedad vigernte Café Salón Bach y la Cervecería Salón del Mexicana de Geografía y Estadística, México 1904. Comercio. Y sucedió que don Nicolás Rangel pu- Libro cuya existencia ignoraba don Nicolás Rangel.
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Los Poderosos Toros de Ayer... Es pues, enteramente seguro, que la primera corrida de toros que se efectuó en México fue el día de San Juan Bautista, exactamente el (24-06-1526), en que «la Ciudad entera ardía en festejos de todo linaje», según la cuenta el cronista soldado Bernal Díaz del Castillo. Tal vez las dos fechas marquen una mínima diferencia, pero cobran una importancia inconmensurable tratándose de la primera corrida de toros en territorio azteca. Como quedó señalado, en 1493, Cristóbal Colón llevó consigo, en su segundo viaje al Nuevo Mundo, los primeros toros y vacas para que se reprodujeran, primero en Las Antillas y luego en México, a partir de 1521. Pero hay que añadir un hecho: los valientes conquistadores navarros y vascos, embarcaron toros y vacas de casta de su región, y los intrépidos andaluces, vacunos encastados de las Marismas del Guadalquivir, junto con caballos marismeños de poblaciones como Almonte, que resultaron extraordinarios por su resistencia para las interminables correrías de los conquistadores.
CRONOLOGÍA HISTÓRICA 1557: En agosto de ese año, el minero sevillano Bartolomé de Medina, residente en Pachuca (México), inventó el Beneficio de Patio o de Amalgama.
1559: Aparece la primera referencia de que «se corren toros en la plaza pública de la ciudad de Zacatecas, a pie de la Iglesia Mayor» (Testimonios de Zacatecas, página 133), donde aquel año, mediante un auto (Folio 7) en que se trata de construir la Casa de Cabildo en dicha ciudad, en casas de Diego Hernández de Proaño. Medio siglo antes, en la ciudad de Benavente, hacia 1506-1507, se celebró una corrida de toros, como una de las muchas fiestas que se dieron en España, en honor del nuevo rey, Felipe el Hermoso, casado con Doña Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos. Para entonces, el autor de la crónica pintada del reinado, nos deja ver la anarquía con que entonces se celebraban las corridas de toros, en las que lo que menos se hacía era torear. Medio centenar de hombre a pie, llevando en su mano izquierda la capa que entonces se usaban de indumentaria y en la derecha una lanza de medianas proporciones o un sable, y varios jinetes con lan-
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zas de mayor tamaño, todos a una, dedicados a clavarle lanzas y sables a un indefenso toro, en la plaza de armas de Benevante. En el folio 7 del Libro I (b), año de 1559. Se halla un auto en que se trata de «hacer Casa de Cabildo a el pie de la Iglesia mayor en la plaza pública, donde se corren los toros», en casas de Diego Hernández de Proaño, las mismas que constan al folio 7, 47, 49 y como consta del número 12. Se manda hacer el puente del arroyo que va de la plaza pública a la calle de Tacuba. La Iglesia mayor estuvo en el mismo lugar que hoy se halla.
1570: Visitó, la desde muchos siglos antes ciudad cosmopolita de Sevilla, el rey Felipe II.
1585: El 20 de julio, Felipe II firmó otorgarle a la ciudad de Zacatecas (México) el título de Muy Noble y Leal, en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Concesión dada a la Ciudad de Nuestra Señora de los Zacatecas, en la Nueva Galicia.
1599: En Sevilla nació el pintor Diego Velázquez, en 1599, mientras don Miguel de Cervantes (El Príncipe de los Ingenios) estaba preso en la Cárcel Real y comenzó a escribir El Quijote.
1601: El (29-07-1601), se corrieron toros en la ciudad de México, para festejar el alumbramiento de la reina de España, doña Margarita.
1616: Juan Cazalla, toreador de a caballo del siglo XVII, era enano y sus actuaciones tuvieron el sello de la singularidad propio de tal desproporción. Estaba al servicio, como bufón, del caballero don Melchor de Alcázar. Fue protegido del duque de Medina-Sidonia y se presentó en Sevilla, en 1616, matando un toro de una lanzada. Lidió más veces en Sevilla y en Madrid. De las fiestas en la capital andaluza, en 1617, ha dejado relación el poeta Juan de Aguijo, y en ella elogió a este pigmeo.
1617: El (31-12-1617), nació en Sevilla Bartolomé Murillo, famoso pintor que fue llamado Príncipe de los pintores nacionales.
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Los Poderosos Toros de Ayer... 1642: En la ciudad se promulgó la bula papal sobre el dogma de la Inmaculada Concepción.
1649: Se presentó y propagó en Sevilla y sus inmediaciones una terrible epidemia de peste que redujo la población a la mitad, pero aún así fue muy inferior a la peste negra que, a lo largo del año 1348, acabó en la ciudad italiana de Florencia con casi toda su población.
agresiones y tuviese presente que era un amigo y compañero; más éste insistió en su mal lenguaje, empleando cuantos términos creyó ser bastantes para mortificarlo y zaherir la buena reputación de aquél, y así fue, que hubo necesidad de ofrecer y aceptar un duelo, quedando muerto el hombre que llevó la provocación hasta el terreno del desafío.
Como era lógico, de este hecho se formó causa, y substanciada por todos sus trámites, le fue impuesta a Manuel Ballón la pena de seis años de presidio en el de Ceuta (África). Qué situación 1667: tan degradante para un joven pundonoroso! Lleno Don Pedro Castrillo y Venegas, caballero de dolor y de vergüenza, tuvo que atravesar las calles rejoneador, nacido en Écija (Sevilla), rejoneó en di- del país que le vio nacer, y allá en su mente formacha ciudad en las fiestas de 1667. ba la idea de recuperar algún día lo que por entonces había perdido: honra y libertad. He aquí las 1671: palabras que de cuando en cuando se le escapaDon Pedro Carrillo, caballero rejoneador, ban de sus labios, y las lágrimas arrasaban su ojos, maestrante de Sevilla, rejoneó en las fiestas cele- no de cobardía, sino de vergüenza. bradas en 1671, y lo hizo muy lucidamente, según la Relación de don Carlos de Cepeda. A los pocos meses de estar en Ceuta supo que los moros fronterizos eran sumamente aficio1702: nados a la fiesta de los toros, y cuyas costumbres Nació en Sevilla, Manuel Ballón (el Africa- venían de sus antepasados, en las que tenían la no) Según la biografía publicada en El Clarín (nú- mayor diversión y alegría. Nadie extrañará que mero 20, 1850): «Por los años de 1702 nació en el Ballón, al tener esas noticias, pasase por su imabarrio de la Cestería, extramuros de la hermosa ginación una ráfaga de esperanza de estrechar ciudad de Sevilla. Manuel Ballón (así se llama, y contra su pecho a sus padres y sus amigos, y no Bellón, como equivocadamente dice la Historia adquirir su libertad y su honra, que era todo su del toreo., quien se crió con una educación regular, anhelo. ¿Cómo poder conseguirlo?, decía el de ssegún y como permitía la escasa fortuna de sus venturado joven. ¡Infeliz! Este deseo de recuperar padres; desde los primeros años se conoció en él prendas tan estimables le hicieron cometer otra deseos de trabajar y poder llegar a ser algún día el nueva falta; y he aquí, que sin reflexión de ninguna báculo de la vejez de aquellos objetos tan queri- especie y fija su imaginación en ser otra vez feliz y dos. Con efecto, colocado de aprendiz en una querido, se marchó al campo enemigo, y desde tonelería, se dio tal maña y fue tanta su aplicación, entonces ¡oh fatalidad!, se le llamó el Renegado. que a los pocos años era un acreditado oficial, mereciendo las mayores muestra de aprecio y cariño, de las personas que le trataron. Allí se le cumplieron sus deseos, y tomó lecciones que sirvieron después para reformar perSu fisonomía era agraciada; sus ojos, ras- fectamente nuestra escuela taurómaca: desde engados y vivos, revelaban inteligencia; su conducta tonces data la verdadera regeneración del toreo, irreprensible le hacía acreedor a las simpatías de quedando después tan perfeccionado este arte y era una completa nobleza de alma y sentimientos con reglas tan fijas y seguras, como pueden tenerpundonorosos; así permaneció, según cuentan, las con el compás nuestros ingenieros y arquitechasta el año 1714, que tuvo una desazón con un tos. Instruído Ballón en los medios de burlar los compañero suyo del mismo ejercicio y en cuya toros, concibió el proyecto de trasladarse al país ocasión fue insultado con las palabras más que lo vio nacer, ya porque su corazón jamás olvidenigrativas; sin embargo, de este ataque brusco dó la religión santa que le enseñaron sus padres, y que recibió Ballón, no hizo otra cosa que aconse- ya porque creyó que viéndole verdaderamente arre jar al que tan mal le trataba que moderase sus pentido le perdonarías sus extravíos.
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Los Poderosos Toros de Ayer... Así fue que, según los antecedentes de que se disponen, por los años 1718 a 1720 llegó a Gibraltar en unión de otros árabes, adonde había pasado con objeto de vender naranjas, dátiles, babuchas y otros objetos de su comercio. Pues bien; ya tenemos a Ballón fuera del suelo africano; ya tiene cumplidos sus deseos, y ya, en fin, ha vuelto a pisar la tierra de sus afectos y de sus constantes desvelos; ¿qué hacer ahora?; nada le arredra, nada le detiene; era cristiano y buen hijo, y ante esta consideración no podía esperarse más que una
resolución firme, decidida, y era la de abandonar a los moros y volver otra vez al seno de su familia, alcanzando el perdón de la Iglesia. Esa fue la verdad, pues llevó a cabo su determinación, y vestido de marinero se presentó en la ciudad de San Roque (Cádiz) en ocasión que se corrían novilladas bajo la dirección de Francisco Romero, natural de Ronda, quien toreaba a su estilo y usanza de aquellos tiempos. Manuel Ballón quería recoger glorias, tenía deseos de ser útil en
Dos imágenes del célebre cortijo Zahariche, en La Campana (Sevilla), donde se siguen criando de a de veras, desde hace 160 años. Es el rancho de los toros de Miura. Arriba: El salón de los trofeos y los recuerdos. Abajo: Una panorámica de la casa-cortijo. El Puerto de Santa María
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Los Poderosos Toros de Ayer... lo que pudiera, y con los conocimientos adquiridos en África no tuvo inconveniente en suplicarle a Romero le dejase matar un toro, en lo cual no hubo dificultad, no sin merecer antes la venia del presidente; en ese vestuario se le vio salir al ruedo y, con mucha serenidad y garbo, tomar un capote y colocarlo en un palo de más de una tercia de largo, figurando una muleta parecida a la que se usa en nuestros días, y marchó adonde estaba el toro con un arrojo indecible, al que trasteó perfectamente, logrando darle muerte con una sola estocada, cara a cara y cuerpo a cuerpo, en términos que causó la admiración de los espectadores, y recibió como recompensa la más completa ovación, tal vez la primera que históricamente recibió un diestro de a pie en la tauromaquia porque era también la primera que habían vsito esta clase de suerte hecha con tanta gracia y gentileza. Dos días después de la ocurrencia citada se corrieron toros en la plaza de Algeciras (Cádiz) en celebridad del nacimiento de un príncipe real, y también Manuel Ballón lució sus habilidades dos tardes seguidas, estoqueando en cada una un toro de la misma manera, con grande aceptación de la concurrencia. Esta novedad se extendió como una chispa eléctrica por todo el país, y claro es que, sorprendidos en Ronda (Cádiz) con un espectáculo no conocido entonces, llamaron a Ballón los maestrantes de dicha ciudad para solemnizar el regio natalicio, dando funciones de toros, en las que mató otras dos tardes, logrando en ellas iguales triunfos que en las demás partes, y en la segunda verificó esos nuevos estilos de muletear y estoquear, Francisco Romero, que fue la primera vez que imitó a su maestro y amigo Manuel Bellón. Con ese motivo la Real Maestranza de Sevilla, que en todas las ocasiones había procurado dar la mayor brillantez a sus funciones de toros, mandó que se trasladase a la referida ciudad, y no tan sólo trabajó el año que llegó, que probablemente fue en 1725, cuando se inauguró la Real Maestranza de Caballería, sino el siguiente, con asombro y admiración del público, que jamás había visto aquella clase de lidia. Después se reconcilió con la Iglesia, habiendo logrado a fuerza de constancia, lo que con tanto anhelo deseaba; pero a poco desapareció de Sevilla, y, según dicen, parece que murió en la Inquisición de Córdoba, ignorándose la causa, que no pudo ser otra que la envidia, pero la verdad no ha podido averiguarse hasta hoy.
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Recién llegado de África, el diestro sevillano Manuel Ballón, llegó en el verano de 1720 a la ciudad de San Roque (Cádiz), vestido de marinero y así le vio salir al ruedo. Con mucha serenidad y garbo, tomó un capote y lo colocó en un palo de más de una tercia de largo, figurando armar una muleta parecida a la que se usa en nuestros días, y marchó adonde estaba el toro con un arrojo indecible, al que trasteó perfectamente, logrando darle muerte con una sola estocada, cara a cara y cuerpo a cuerpo, en términos que causó la admiración de los espectadores... el arte de torear con muleta y de estoquear quedó establecido en la Fiesta Brava por Ballón. De las demás leyendas se encuentra la que recogió El bachiller González de Ribera, asesorado por don Luis Carmena y Millán, a quien siempre intrigó el carácter misterioso del torero. Algo hay de muy cierto, que su destreza para burlar y matar a los toros fueron admirables, y su influencia en la aceptación del toreo de a pie, como arte independiente del rejoneo y alanceamiento, fue decisiva. Conjeturar sobre las nebulosidades que rodean su vida, muchas veces artificialmente creadas, su carácter y su condición social, no nos llevaría más que a aumentar con una nueva interpretación arbitraria de los muchos testimonios que podríamos señalar; pero sería labor inútil y fuera de lugar en un trabajo de este tipo.
1707: Para ese año ya se tienen noticias de que existía en la urbe de Sevilla el coso llamado del Baratillo, que era de madera y cuadrilongo.
1718: Juan Esteller, matador de toros, natural de Sevilla, donde nació en 1718. Fue uno de los más distinguidos espadas de su época; parcheaba y burlaba muy bien, ponía banderillas admirablemente y esperaba a la toros con mucho valor en el momento de darles muerte. Sostuvo competencia con Manuel Bellón (el Africano), llevándole éste ventaja con el capote y con el estoque.
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Los Poderosos Toros de Ayer... Fue uno de los matadores que el 30 de mayo de 1754 inauguró la plaza de toros construida en las inmediaciones de la Puerta de Alcalá (Madrid).Tenemos noticias de que Manuel Ballón no estuvo en esa inauguración.
1730:
1720-21: Nació en España el verdadero toreo de a pie, implantado por el diestro sevillano Manuel Ballón, que de inmediato imitó Francisco Romero, natural de Ronda, quien toreaba a su estilo y usanza de aquellos tiempos. Esa nueva forma de usar en el toreo una muleta, fue pues, proveniente de África... y la trajo a la plaza de toros de San Roque (Cádiz) un repatriado que toreó vestido de marinero; en este estado se le vio salir al ruedo y, con mucha serenidad y garbo, tomar un capote y colocarlo en un palo de más de una tercia de largo, figurando una muleta parecida a la que se usa en nuestros días, y marchó adonde estaba el toro con un arrojo indecible, al que trasteó perfectamente, logrando darle muerte con una sola estocada, cara a cara y cuerpo a cuerpo, en términos que causó la admiración de los espectadores, y recibió como recompensa la más completa ovación, porque era la primera vez que habían visto esta clase de suerte hecha con tanta gracia y gentileza, repetimos.
1750-1850:
1725: En 1725 se fundó la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Tradicionalmente, la temporada taurina comienza el domingo de Resurrección y continúa con los festejos que se celebran con motivo de la Feria de Abril y cuyo número ha constado en los últimos años de 16-18 espectáculo, llenos de luz, de color y de pasión. También se celebran corridas de toros en la festividad del Cor pus Christi , el día 15 de agosto, festividad de la Virgen de los Reyes, tan querida de todos los sevillanos por ser la excelsa patrona de la Ciudad; el último fin de semana de septiembre, en que los sevillanos celebran su Feria de San Miguel, y el 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar, en corrida con la que oficialmente se da por terminada la temporada; si bién pueden darse espectáculos taurinos con posterioridad.
1726: Se publicó en el área metropolitana de Sevilla una especie de edicto religioso «... las mu jeres que se bañen en el río Guadalquivir, serán excomulgadas por el arzobispo de Sevilla.»
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Don Francisco Águila, picador de la Real Maestranza de Caballería, que actuó en su plaza el año 1730. Es de los más antiguos picadores de que tenemos noticia.
Segunda Etapa en la Evolución del Toreo a Caballo al Toreo a Pie: En esa segunda etapa de la evolución del toreo, en el tránsito del toreo exclusivamente a caballo al de a pie, el papel jugado por los primeros picadores, entre los años 1750 y 1850, fue fundamental y esa suerte fue admirada y estimulada por todos los aficionados, que aún no habían podido conocer más que la lidia a base de mantazos para defenderse de los peligrosos y feroces astados, sin que tuviesen a la vista más que atisbos de lo que con los años sería el bello arte que hoy todos disfrutamos, que transformó en esencia el diestro sevillano Curro Romero. Fue por ello que durante más de un siglo, el arte de picar estuvo por delante del toreo de a pié, al que sirvió de colchón y de progreso futuro. No hay que extrañarse que los buenos picadores, descendientes directos de los rejoneadores aportados por la nobleza, fuesen elogiados ya desde los tiempos del célebre don José Daza, que junto con Juan Merchante y otros, fuesen los maestros iniciadores de ese bello arte... y de que se anunciaran en los carteles con más bomba y platillo que los propios diestros antiguos. Ese entusiasmo popular tenía un trasfondo social de grandes dimensiones, sobre el que bien merece reflexionar, pues desde aquellos años el pueblo llano estimó que sus hijos habían vencido a los señores de a caballos, a la nobleza, ya que los primeros realizaban el rejoneo burlando a los toros desde el caballo y, los segundos, aguantaban con valor y a pie firme firme las brutales embestidas de aquellos poderosos astados. Un ejemplo de lo dicho lo tenemos con Mateo Doblado, picador, que fue presentado en la plaza de Madrid por los hermanos Romero, el día (19-09-1791). Como curiosidad, y para darnos cuenta de la importancia que tenían los picadores en aquellos tiempos, para memar el gran poder de los
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Los Poderosos Toros de Ayer... toros, basta ver lo que en este caso se decía de él en los carteles: «Y Mateo Doblado, vecino de Xerez (Jerez ser más bien de Córdoba. Además de con los célebres Romero, trabajó con Conde y otros espadas de mucho cartel. Aun figuraba su nombre en los carteles de Madrid el año 1805. En ese segundo período de transición más de un caballero, se decidió bajar de su caballo, tal vez por soberbia propia de hombres valientes, y enfrentarse a los toros. En ese sentido evolutivo fue un ejemplo lo ocurrido en la lidia del toro de pelo retinto, de la ganadería española de doña Manuela de la Dehesa y Angulo, de nombre Gascón que marcó, al ser lidiado en Madrid, uno de las vertientes de la evolución del toreo. En las distintas y singulares etapas de dicha evolución, nació a principios del siglo XIX, otro personaje digno de destacar, que desde la nobleza pasó a torear a pie, dejando a un lado su alcurnia y sus caballos. Se trata de don Rafael Pérez de Guzmán, descendiente de la noble e histórica familia de los Guzmanes. Nacido en Córdoba el (1611-1803), y dejando un día las armas, tuvo aventuras con mozas populares, anduvo en alguna pendencia, y su figura logró verse envuelta en una aureola de simpatía entre majos, mujeres y toreros, porque el linaje de caballero era excesivamente desprendido, sencillo, galante y obsequioso, para dedicarse a la lidia de reses bravas. El día (29-05-1831), después de tomar parte en una novillada benéfica en la plaza de Sevilla, en la que conoció al matador Juan León (Leoncillo), actuó ese día como matador, en una corrida en la que actuaban Roque Miranda y Francisco Montes (Paquiro). Recortes escribió: «Mató Roque Miranda el primer toro, y al llegar el momento de estoquear el segundo, de nombre Gascón, retinto, de doña Manuela de la Dehesa y Angulo, solicitó Montes permiso de S. M. para cederlo a un caballero aficionado; una vez obtenida la venia, salió don Rafael al ruedo y con muy pocos paces trasteó al toro, citó para recibir y dio fin al animal de una estocada algo caída, siendo muy aplaudido.
do por Montes; Caminito, de Cabrera; Carpinte- ro, retinto, y Libertado, ambos de Gaviria, y al toro de nombre Serrano, retinto, de don José Pinto López, que el lector podrá ver en el orden cronológico y alfabético establecido en el libro: 4.000 Toros Bravos 4.000 , de este autor. Sin embargo, lo más interesante de la etapa en que se estableció el arte de picar toros, que fue en realidad un paso combinado con caballeros que lo mismo rejoneaban que picaban, lo tenemos en la singular figura de don José Daza,que nos cuenta: «Me acuerdo que en la plaza de la Puerta de Alcalá, de Madrid, después de haber quebrado al garrochón, solté el resto a tiempo que el toro volvía a perseguirme, y viendo que no bastaban los pies del caballo a escaparnos, echado sobre el espaldar de la silla, en la misma velocidad le fue haciendo amagos con el brazo; remontóse a tirar la cornada, y vino a parar mi mano la punta del asta, se la agarré y fuimos forcejeando largo trecho hasta poder escaparme; que dice un aserto, que el necesitado se agarra de un ascua ardiendo.» Peor lo pasó en la misma plaza con un toro de los grandes de Castilla, montando una yegua. «Era el toro tan grande en valentía que le venía estrecho el extenso ámbito de la plaza. Se me disparó tan largo y llegó tan pronto, que fue indistinto el acometerle, ponerle el rejón en el cerviguillo y le salió por la barriga, y meter el cuerno por la yegua, sobrada una cuarta de punta por el espinazo; llevársela arrollada largo rato, caer arrebujados toro y yegua, en agonía, forcejeando sobre mi. Y discurriendo por las estremecidas que el toro estaba vivo eché mano a las astas, metido entre ellas repechado al testuz para escapar de las puntas y que él me alzase. Cuya controversia duró hasta que los toreros, que estaban algo lejos, sublevando todo el rebujón, y salí sin lesión, de que di y doy gracias a la piedad infinita, así como me complacían de aquel conflicto. Pasado el susto y la piadosa conmoción de aquel común les fue, y aun es, grata la memoria de la visualidad: la yegua blanca muerta sirviéndole de almohada al toro, negro, difunto, y yo como culebra roscado a ellos.»
Nuestro improvisado matador también Lances semejantes que le acaecieron en estoqueó con éxito los toros ya señalados: Atrevi- su favorita suerte de picar nos cuenta don José do, negro, de don Vicente Vázquez, también cedi- Daza muchos. Entre los más significativos tene-
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Los Poderosos Toros de Ayer... mos el de aquella «asombrosa cuarta corrida» de toros de don Pedro Aguado que debió dejar memoria entre los aficionados que la presencairon. Fue en la plaza de Madrid, y en ella «a primera suerte de toril me derribó uno, y apenas pude incorporarme vi a don Antonio Gamero que me acompañaba rodando por el suelo, que lo freía a cornada, y aunque estropeado del porrazo, se lo quité de encima a garrochadas desde el suelo. Y a Fernando del Toro, que salió a suplirle, lo derribó otro, que a no socorrerle prontamente mi garrocha acabaría con él y con su caballo.» Y qué no decir del quite que le hizo Daza a Jerónimo José Cándido, quien nos narra: «Fué el Cándido a Cádiz a matar uno de gran malicia a los medios de la plaza, y advirtiendo el riesgo que llevaba, me previne a tiempo que le quitó la muleta de la mano, y su arrogante destreza sin mudar de sitio, suplió con el sombrero la falta, que no le bastó para la defensa, tocándoselo el toro por cima de los lomos, y volviendo a buscarlo, encontró el estorbo en mi garrocha.» En base a las anécdotas expuesta, nos debe instruir sobre la manera de efectuar quites con la garrocha, tan bizarra y frecuente suerte a lo largo del siglo XVIII, tan inexplicable para los aficionados actuales, pero que constituían el mayor disfrutes de los antiguos aficionados. Aquellas fueron las proezas que realizaron los primeros rejoneadores-picadores para defender de la muerte a los primeros toreros de a pie durante la primera etapa evolutiva del toreo, se escindieron dos artes, el de picar y el de torear a pie. De lo dicho se desprende la peligrosidad inminente de aquellos feroces toros, grandes, de extremidades finas y ligeras, y algunos extremadamente ágiles, como venados, que tantos percances produ jeron. En ese sentido recordamos las fechas del (12-06-1831) en que Guindo , de don Juan Vázquez, después del duque de Veragua I, lidiado en Aranjuez (Madrid), después de la segunda vara saltó en limpio el callejón, sin tomar carrera para hacer-lo, salvó las maromas y se metió en los tendidos, recorriendo algunos de ellos como si andara en el potrero. En el tendido 6 lo mataron Miranda y el Tiñoso, auxiliados por voluntarios realistas, después de haber provocado una peligrosa entampida entre los aficionados.
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Y hay que citar, entre muchos otros, como Totovío, de don José Ginés, corrido en Valdepeñas el (15-06-1876), que saltando por dos veces al tendido de sombra, dando muerte a un niño e hiriendo gravemente a dos agentes de la Autoridad, hizo que el pánico se apoderara de todos los espectadores, resultando muchos con piernas y brazos fracturados, y a causa del susto fueron sangradas más de 200 personas, siendo muerto a tiros por miembros de la Benemérita Guardia Civil.
1830: En 1830, se fundó la Escuela de Tauromaquia y se abrieron los Jardines de María Luisa.
1832-1890: La Etapa de los Toros Poderosos: 1832: En la segunda corrida celebrada en la plaza de Almagro (Ciudad Real), el ( 27-08-1832), un utrero, Piñones, hirió el caballo al célebre picador Cristóbal Ortiz, nacido en Medina Sidonia (Cádiz) el (21-071750), al ponerle una vara, saliendo el picador y caballo huídos y el toro tras de ellos. Al darle alcance el astado, le embistió, levantado al jaco de los cuartos traseros, desarzonando al viejo piquero, que cayó de cabeza al suelo. Murió del golpe en la madrugada del siguiente día, a los cincuenta y ocho años de profesión. Todavía no se hacía mención en 1832 del número de las varas que recibían los toros, ni el número de jacos que mataban .
1840: Para muestra un botón, refiriéndonos a la agresividad de aquellos primitivos toros que se lidiaban como se pudiera: tal fue el caso Pajarito, lidiado en Málaga, el (16-08-1840); era de pelo negro mulato, corpulento y alto, de don José Arias de Saavedra, que de salida mató el caballo a Poquito pan, arrojándole al callejón. Arrancó nuevamente y mató el caballo al picador José Trigo, arremetió a Francisco Briones , matándole el caballo del primer hachazo, e hiriéndole en la cabeza. Siguió de amo en el redondel hasta matar seis caballos. En vista de la imposibilidad de picarle, el presidente ordenó se le pusiesen banderillas, cosa también casi imposible, no consiguiendo ponerle José Redondo (Chiclanero) más que una. Se tocó a muerte y lo verificó Francisco Montes (Paquiro) en los medios de la pla-
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Los Poderosos Pod erosos Toros de Ayer... za de un golletazo a la media vuelta, sin precederlo de un pase de muleta.
Los primeros 10 astados nominados en la Tauromaquia fueron: Capitán, de ganadería desconocida; Gascón, de doña Manuela de la Dehesa y Angulo; Atrevido, de don Vicente Martínez; Caminito, de Cabrera; Carpintero y Libertado, de Gaviria; Serrano, de don José Pinto; Guindo y Piñones, de ganadería desconocida y Pajarito, de don José Arias Saavedra. 1841: El poderoso y bravo astado de la ganadería española del duque de Veragua, Saltador , lidiado en Madrid el (27-10-1841), mató siete caballos y mandó a la enfermería igual número de picadores seriamente lesionados. Este suceso dio lugar a que al anunciar las corridas siguientes a aquélla se advirtiese que «en caso de inutilizarse los picadores señalados en el cartel, «no puede exigirse que salgan otros.» Es la primera referencia histórica señalando el número de caballos muertos por astas de toro.
1844: De los toros notables lidiados ese año de 1844, los de don Joaquín Pérez de la Concha Conch a ocupan el primer lugar, con dos de sus astados lidiado en la plaza de Cádiz: Carasucia -que por su poder y bravura se le perdonó la vida, siendo el primero que históricamente fue indultado-, y Hechicero, mandó a la enfermería a todos los picadores y mató siete caballos.
Al parecer, fue en la corrida celebrada el (23-06-1844) cuando se comenzó a tener en cuenta el número de varas recibidas y de caballos muertos por los toros. La otra ganadería que lidió ese año fue la de don Félix Gómez, en la plaza de Madrid, sobresaliendo Cartero, de pelo retinto y grande, lidiado el (23-06-1844), tomó 18 varas y mató ocho caballos. Este Cartero debe de ser el que, según la Tauromaquia de Rafael Guerra (Guerrita ( Guerrita), ), se lidió
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en Madrid dicho día, pertenecía a la torada de don Félix Gómez, de Colmenar Viejo (Madrid), llegó 12 veces a los picadores y mató 11 caballos.
1845: Sin embargo, varios años antes, y ello sucedió en algunos toros, que además de ser poderosos para atacar el caballo y recibir decenas de puyazos, la incipiente selección a que fueron sometidos comenzó ya ya hacerse patente y ello permitió en ocasiones que salieran a los ruedos toros tan poderosos como nobles; tal fue el caso de Fontela, del duque de Veragua I, de pelo berrendo en colorado, lidiado en Madrid el (29-09-1845), tomó 20 varas y mató siete caballos. Resultó nobilísimo en todos los tercios, aunque hirió al picador José Muñoz. La reina Isabel II inauguró oficialmente el famoso y legendario Puente de Triana.
1846: Los astados historiados a lo largo de 1846 184 6 pertenecieron perteneciero n a cuatro antiguas ganaderías españolas: la de Pérez de la Concha, que lidió en Sevilla el utrero, Trespicos, que mandó a la enfermería nueve picadores y un banderillero, matando 10 caballos; Lebrijo, de don Francisco Taviel Taviel de Andrade, lidiado en Málaga, el (16-08-1846), tomó con poder y codicia 14 varas y mató siete caballos; Patita, negro, bien puesto y de mucho peso, de los duques de Osuna y de Veragua I, se lidió en la nueva plaza Mayor de Madrid el (17-10-1846), (17-10-1846 ), en una corrida real celebrada, tomó codiciosamente 10 varas, derribó muchas veces y mató ocho caballos. José Redondo (el Chiclanero Chiclanero)) ejecutó con el toro Patita, antes citado, el salto del trascuerno. Fué muerto el bravo y noble animal por Francisco Montes (Paquiro (Paquiro)) de una estocada al volapié y otra arrancando. En 1846 la proporción entre puyazos y caballos muertos fue de 1 caballo por cada dos puyazos. En 1846, el Prado de San Sebastián, donde se ubicaron las instalaciones insta laciones de l Feria de Abril, en Sevilla, era entonces un ejido. El documento incial de la Feria de Abril tiene fecha de (25-081846), y fue aprobado por el H. Ayuntamiento Ayuntamiento en sesión celebrada el mismo día, presidida por el alcalde, conde de Montelirio. El texto de la moción
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Los Poderosos Pod erosos Toros de Ayer... presentada por los señores Ibarra y Bonaplata (1) es digno y oportuno de reproducirse literalmente, de forma que haga reflexionar a las autoridades de todos los países. Don José María Ibarra, fue uno más entre los incontables vascos que viene a engrosar la lista de la diáspora de ese pueblo por el mundo. Don José María, cuyos padres eran sin duda procedente de Ibarra, fue el fundador de la Feria de Abril de Sevilla, junto con su amigo Narciso Bonaplata, de origen catalán. Dos admirables hombres de empresa, creadores de riqueza, que hicieron, según don Juan Infantes-Galán, la Sevilla moderna.
1847: Sevilla no desaprovechó la ocasión que en 1847 le brindó la Reina Isabel II con su decreto autorizador de una Feria de Ganado de tres días en el mes de abri l.l.
1848: El célebre diestro hispano, Francisco Montes (Paquiro (Paquiro), ), a la sazón delicado de la vista, es histórico que toreó con gafas en la plaza de toros de Sevilla, la tarde del de l (05-11-1848).
1849: Ya desde principios de la temporada de ese año, José Redondo (el ( el Chiclanero), Chiclanero), había logrado enmudecer a todos los cucharistas sevillanos... y al propio Cúchares Cúchares,, incluyendo el célebre carpintero, al Patriarca del barrio de San Bernardo, y el 29 de abril del citado año, en la Feria de Sevilla, bregando el Chiclanero con Tesorero, de la vacada de Rauri, tratándoselo de acomodar a Francisco Montes (Paquiro ( Paquiro), ), su maestro y protector, fue cogido y herido en el costado izquierdo.
1850-1890: CUARENTA AÑOS de VARAS. VARAS QUE RECIBIERON LOS L OS ASTADOS ESTUDIADOS (Véase CUADRO II, en la página 33). A lo largo de 1850 (2, a pie de la pag. 30 ), la mayoría de los astados de que tenemos referencia fueron lidiados en la antigua plaza de Madrid. Siguiendo un orden cronológico, el primer toro, «Veleto», lidiado en dicha plaza en mayo de 1850, perteneció a don Diego Hidalgo Hidalgo Barquero, en competencia competencia con otros de diferentes ganaderías andaluzas, siendo calificado como el mejor de aquella temporada, por lo que la citada corrida fue la primera de las que después se llamarían Corridas-Concurso de Ganaderías. Los otros astados fueron: «Zalamero», de don Félix Gómez, se lidió en la Corte el (2406-1850), en competencia con otras cinco ganaderías, por lo que ese año se dieron en la capital de España dos Corridas-Concurso. Fue calificado como el mejor de los seis por un jurado nombrado para tal propósito. Y un mes después, el 21 de julio del año de referencia, también en Madrid, Rumbón, retinto oscuro, bien armado y receloso, de don Manuel de la Torre Torre Rauri, con el que acabó de eclipsarse el célebre matador Francisco Montes (Paquiro ( Paquiro). ).
A Rumbón, fue el primer toro de la tarde, abanto y manso, y lo foguearon, llegando a la muerte descompuesto y defendiéndose peligrosamente, siendo el primero históricamente citado que fue fogueado. Francisco Montes (Paquiro ( Paquiro)) le dio un pase Con fecha (17-05-1849), Señorito, de pelo natural y otro cambiándole, teniendo que safarse berrendo en negro, capirote y astifino, de don José ya, pues buscaba el cuerpo. Al intentar otro pase, María Benjumea, peleó bravamente en Madrid con se le coló el toro, arrollándolo y dándole una cornaun tigre de Bengala, al que le infrigió profundas da en la pantorrilla izquierda, levantándole por dos cornadas y murió. Es la primera referencia que te- veces y pisoteándole el pecho y la cabeza. Lo mató nemos de un enfrentamiento de ese tipo. José Redondo (el (el Chiclanero). Chiclanero). (1) «La agricultura, el primero y más sólido ramo de riqueza de una nación, va decayendo en la nuestra de un modo que aflige a todo amante de la prosperidad. Sevilla, que por su posición geográfica y por la clase de su riqueza debería ser emporio de los productos de la tierra, el centro de transacciones y el gran mercado agrícola de España, verá su decadencia venir a pasos agigantados si no se pone al frente de la agricultura nacional para hacerla marchar al par de otros ramos de riqueza pública en el camino del progreso y de las reformas...»
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Los Poderosos Pod erosos Toros de Ayer... La última que también lidió toros en MaEl (05-05-1851), en la plaza de Madrid, el drid durante 1850, fue de la antigua an tigua vacada espa- diestro Cayetano Sanz lidió dos poderosos toros: ñola de don Manuel García Aleas y llevó el nombre Archivel , retinto oscuro, del marqués de Casade Veleto, que en la tarde del día (03-10-1850), Gaviria, tomó 19 varas del Pelón y de José Trigo, y recibió 26 varas, mató 10 caballos y mandó a la el segundo, Sombrerero, de pelo retinto de don enfermería a los picadores Muñoz y el Pelón. Pelón. En Elías Gómez, fue estoqueado por el citado mata1850 la proporción entre puyazos y caballos muer- dor, después de tomar 22 varas; Andaluz varas; Andaluz , de Ferrer, tos fue de 1 caballo por cada 2.6 puyazos. de Pina de Ebro, se jugó en Barcelona el 22 de mayo, aguantó 30 puyazos y mandó a la enferme1851: ría al célebre picador Charpa. Como se verá, la El (23-03-1851) se celebró en Madrid una mayoría de los toros hasta ahora lidiado, fuecorrida de novillos de la viuda de Freire y de don ron de pelo retintos y castaños. Dámaso González, de Miraflores de la Sierra. Las reses de esta última ganadería solía llegar a la corSin embargo, no fue hasta el mes de junio te después de ser toreadas por los pueblos, por -al que le damos el apodo de El Mes de los Puyazos, Puyazos, cuyo motivo se manifestaban resa-biadas y des- cuando contabilizamos mayor número de puyas, compuestas. El matador de toros Isidro Santiago encabezando la lista Machorro , con 53, de don (Barragán Barragán), ), que sabía bien en esto, le dijo el día de José María Torres Torres (Arahal, Sevilla), que el año de la corrida a un amigo: referencia, lidiado en Cádiz, «sin volver la cara, mató nueve caballos, hirió a cuatro y volvió a los corrales «Estos toros de don Dámaso, cuando vie- indultado; el 2 de junio de 1851, se lidiaron en la nen a Madrid, saben demasiado; más quisiera matar plaza de Madrid astados de al menos tres ganadeun toro de Veragua o de Gaviria, por grande que rías, todos ellos poderosos y de ganaderos espafuera, que uno de estos pequeños de Miraflores.» ñoles, que relacionamos sus nombres. Tenía razón el torero madrileño madril eño sobre el peligro de Bonito, de Gaviria, tomó 20 varas, matales cornúpetos. Estoqueó con mucha gracia al primero, Borrego, negro, de Freire, y escuchó tando éste Manuel Díaz (Lavi ( Lavi ); ); Peinado, de pelo aplausos; salió el segundo, Jardinero, retinto, de berrendo en negro, perteneciente a la vacada del don Dámaso; al darle un pase de muleta fue duque de Veragua, soportó 17 puyas y lo estoqueó empitonado el diestro por la pantorrilla izquierda y también Manuel Día (el Lavi), Lavi), después de bandecuando parecía estar ya curado, se le presentaron rillearlo superiormente; y, por último, Portero, asunas calenturas y murió el 4 de abril de dicho año. tado de pelo castaño, de la ganadería de don Ramón Romero Balmaseda, que fue estoqueado por ( Pucheta), ), luego de aguantar 22 vaChaparro, de don Mariano Téllez de León, José Muñoz (Pucheta de Colmenar Viejo (Madrid), lidiado en la Corte el ras, en la plaza de Madrid. (28-04-1851), abrió la serie de toros que tomaron 3, en la pag. 31 ) ese año más puyazos, con 16 varas de Juan MarAsimismo a Estornino ( 3, ),, de tín (el (el Pelón ) y Juan Álvarez (Chola (Chola), ), siendo rema- la vacada española de don José Picavea de Lesaca, tado por Cayetano Sanz. lidiado en Málaga el (15-06-1851), que tomó (2) Entre los años 1850-1890, aparecieron apareciero n todavía toros verdaderamente poderosos, pero sin embargo aún entre esos años se observaron en las plazas y en una misma corrida, los dos extremos en el temperamento de algunos astados, de dos diferentes ganaderías; es decir, el toro sumamente bravo y agresivo y el astado bravo de embestida noble. Así ocurrió el (21-07-1857), en la plaza de Madrid: el primero, de la ganadería española del duque de Veragua, «Cigarrero», que además de tomar 10 varas, arremetió contra los burladeros, rompiendo de tremendo hachazos los tableros del ruedo, arrancándolos del firme; y el otro de don Faustino Udaeta, «Garboso», que entonces era de don Justo Hernández, que fue un toro de bandera, por su bravura y extraordinaria nobleza, arremetiendo con fiereza a la vez en 11 varas y terminando con siete caballos. Así tenemos también al astado de la famosa ganadería española del marqués del Saltillo, «Estrellaíto», fue lidiado en Valencia en 1882. Tomó Tomó 6 varas, derribó ocho veces y acabó con todos los caballos de que disponía la EmpreEmpresa. Ademas hirió, aunque levemente, al picador Bartolesi. «Estrellaíto» se hizo amo del redondel por no haber caballos no aguantó más varas, y en vista de ello el pú blico armó un escándalo mayúsculo.
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Los Poderosos Toros de Ayer... creciéndose al castigo, más de 40 varas, y fué tan buena pelea y aguantó bravamente 28 puyazos. Y codicioso que en uno de los puyazos atravesó el por último, Tesorero, de pelo retinto oscuro, de ruedo recargando; el 24 de junio del año de refe- don Anastacio Martín, lidiado en Madrid el 21 de rencia, el toro de la ganadería española de don Luis septiembre, aceptó 18 varas, siendo estoqueado María Durán, negro, buen mozo y bien armado, de por Manuel Arjona Guillé nombre Machorro, fue lidiado en Jerez de la Frontera (Cádiz, España) el citado día y recibió 33 va- 1852: ras, matando tres caballos. Fue un toro de una El año de 1852 fue también el de los fijeza en los engaños y bravura admirables, por lo puyazos, y en él destacaron: Verdugo, de pelo que el público lo indultó, pero él despreció el que le negro, lidiado en la plaza de Madrid, el (12-04-1852), perdonaran la vida, negándose a volver a los corra- una corrida compuesta por astados de dos vacadas, les, por lo que murió a manos de Gaspar Díaz, sobresaliendo dicho astado, de don Luis María hermano del Lavi . Durán, que se acercó 19 veces a los picadores; Vinatero, también de pelaje negro, de Romero En los meses de julio a septiembre de Balmaseda, recibió 26 puyazos y ambos toros fue1851, señálamos a: Merino, precioso toro de pelo ron estoqueados José Redondo (el Ghiclanero); y ensabanado en negro, del duque de Veragua, juga- Chinelo, negro, de Durán, lidiado en Madrid el (19do en Madrid, el (14-07-1851) y estoqueado por 04-1852), tomó 19 varas de Lorenzo Sánchez y Julián Casas (el Salamanquino), después de ha- José Trigo. ber recibido 19 varas; Saltador , de Pérez Laborda, corrido en Barcelona el (12-09-1851). En el mes de mayo se lidiaron también en la antigua plaza de la Corte: Lisardo, de pelo beCon bravura aguantó buen número de rrendo en colorado, de don Joaquín de la Concha y puyazos, que bien pudieron ser unos 18, y dejó Sierra, el (10-05-1852), aceptó 18 varas, siendo despara el arrastre siete caballos; Sillero, de doña pachado por Francisco Arjona Herrera (Cúchares) Cecilia Montoya y Ortigosa, viuda de Zalduendo, y de la misma corrida, Carbonero, de Lesaca, se de Caparroso (Navarra), lidiado en Barcelona el (18- acercó 16 veces a los varilargueros, matando un 09-1851). En los corrales mató al toro que debía gran número de caballos. Dio cuenta de él el correrse en séptimo lugar. En el redondel hizo una gaditano, nacido en la población de Chiclana de la Frontera, José Redondo (Chiclanero). Y el 30 de mayo del año, Jardinero, de don Manuel García El Recuadro-1851: Puente y López, antes Aleas, recibió 17 varas y lo El número total de varas recibidas por mató el gaditano José Redondo (Chiclanero). los 15 toros notables estudiados a lo Contando al referido astado, otros dieciséis toro largo del año 1851, fue de 376 varas y llevaron el mismo nombre, siendo el último de ellos mataron 150 caballos; es decir, que ese el lidiado el (13-11-1977), en la Monumental plaza año, cada astado mató una media de México. En esa corrida y de la misma ganadería 10 caballos y recibió 25 varas. La española fue lidiado Pavito, también de pelo retinproporción fue de 1 caballo muerto por to como su hermano y estoqueado por José Recada 2.5 varas. El astado de nombre dondo, aguantó 18 puyas. Machorro , de la ganadería sevillana de don José María Torres, fue el que más En junio sobresalieron: Frutero, de Convaras ha recibido en la historia de la cha y Sierra, jugado en Sevilla el día 11, tomó 23 tauromaquia, ya que de él sabemos su varas y mató ocho caballos; Estornino, de don nombre, la ganadería a la que Plácido Comesaña, lidiado en Madrid el 18 de juperteneció y la fecha de la corrida. nio, tomó 20 varas de los picadores Lorenzo (3) Los toros que se llamaron « Estornino», de los que históricamente alcazan el número de 12, fueron un ejemplo de ello. El primero, de la vacada española de don José Picavea de Lesaca, lidiado en Málaga el (15-06-1851), tomó creciéndose al castigo, más de 40 varas, y fué tan codicioso que en uno de los puyazos atravesó el ruedo recargando; el segundo, de la vacada española de don Severo Murillo, lidiado en Barcelona el (29-06-1851). Sin volver la cara tomó 30 puyas.
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Los Poderosos Toros de Ayer... Sánchez, Arce, Gil Gallego y Osuna, y fue remata- Madrid; Tirano, de Mazpule, se lidió en Barcelona do por Julián Casas (El Salamanquino); Jabalí , de el 3 de octubre de 1852, llegó 18 veces con codicia don Julián Berrendero, de San Agustín (Madrid), a los de a caballo, matando seis potros. Y, por lidiado en la Corte, el día 21, fue un magnífico ejemplar, siempre con alegría y voluntad de lucha, llegó El Recuadro-1852: 16 veces a los jinetes, recibiendo la muerte a maEl número total de varas recibidas por nos de Francisco Arjona Herrera (Cúchares). Del los 15 toros notables estudiados a lo mismo mes y año, Bragadito, chorreado en verdulargo del año 1852, fue de 294 varas y go, de don José de la Cunha, aceptó 21 puyazos el mataron 120 caballos; es decir, que ese día 24 (4), de manos de José Redondo (Chiclanero) año, cada astado mató una media de 8 en Madrid;. En las tradicionales fiestas madrileñas caballos y recibió 19 varas. La a San Juan Bautista, el (24-06-1852), Bragadito, proporción fue de 1 caballo muerto por chorreado en verdugo, de don José de la Cunha, cada 2 varas. Los dos astados que más aceptó 21 puyazos el citado día, pereciendo a varas recibieron fueron: Vinatero, de manos de José Redondo (Chiclanero). pelo y de la vacada de Romero Balmaseda, lidiado en Madrid el En septiembre y octubre de 1852 sólo (12-04- 1852), que recibió 26 puyazos, aparecen corridas lidiadas en Madrid y Barcelona. siendo etoqueado por José Redondo El 14 de septiembre, se lidiaron en la plaza de (Chiclanero); y el astado llamado Madrid toros de dos ganaderías: Melenas, negro, «Baratero», lidiado el (31-10-1852), de de Lesaca, soportó 17 varas y fue muerto por el pelo cárdeno, del marqués del Saltillo, Lavi; y Protestante, de Laffitte, que con coraje y que resistió 31 varas y mató 4 caballos. poder llegó 10 veces a los jinetes, y para el arrasLo remató Francisco Arjona (Cúchares). tre ocho caballos; Bucero, retinto, de don Manuel García Aleas, muerto por Manuel Trigo el (01-101852), después de tomar 16 varas, en la plaza de (4) El (24-07-1852), todo iba bien en la lidia en la plaza de toros de El Pue rto de Santa María (Cádiz)... corrida en la que alternaba Luis Carmena y Millán, pero al picar Carlos Puerto y Santo, el cuarto toro, de nombre Medialuna, cornialto, colorado, bermejo, careto, algo salpicado y ojo de perdiz, de la ganadería de Anastasio Martín, que salió abanto y con muchos pies, que tuvo que parar Julián Casas (el Salmanquino), después de dejar muertos sobre la arena seis caballos, a cambio de nueve puyazos, quedándose el toro un tanto aplomado, ocurrió el siguiente percance al picador Puerto, que era muy querido en El Puerto de Santa María, donde había llegado desde niño: «Carlos Puerto, tratando de sacar al toro de su aplomo, le citó muy en corto. En ese crítico instante, cuando todo el público admiraba la serenidad del picador, que se estrechó de un modo magistral con la fiera, el gobernador civil de la provincia, que en mal hora presidía la corrida, indicó a un agente que arreara al caballo, y castigado el animal con los latigazos en los cuartos traseros se cruzó ante el toro, éste le entró con tal violencia que lo sacó de la silla y lo enganchó, llevándoselo clavado en el cuerno derecho, y campaneado por espacio de varios segundos, lo arrojó con furia sob re la arena. Se escuchó entonces en todos los ámbitos de la plaza una exclamación de horror, mezclada con gritos y denuestos a la autoridad, que se acentuaron y subieron de punto, hasta tener que intervenir la fuerza armada y desalojar la plaza. La herida del diestro era verdaderamente horrible. El cuerno del toro penetró por la ingle derecha, y le atravesó todo el cuerpo, hasta salir por un costado, destrozándole el vientre y algunas costillas. Heróica fue la serenidad de Carlos Puerto en tan impresionante trance. Marchó por su pie a la enfermería, teniendo que sujetarse con ambas manos los intestinos, que se agolpaban a la boca de la herida, y soportando con resignación inconcebible las cruelísimas operaciones facultativas; sólo se lamentaba de la suerte de su anciana madre. Terminada la primera cura se le trasladó a la casa de Erasmo Olvera, su amigo de la niñez. Ni la más leve queja exhaló contra el móvil de su desdicha; y al oir a uno de sus amigos pedir castigo para el culpable, sólo respondió: No hay ningún culpable; y retírate, que es hora de pensar en Dios. A las cuatro y media de la tarde del día (29-06-1852) dejó de existir, a los treinta y nueve años de edad aun no cumplidos.
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CUADRO II CUARENTA AÑOS de VARAS VARAS QUE RECIBIERON LOS ASTADOS ESTUDIADOS. 5(2)
6(3)
31(8) 44(9)
22(4)
40(5)
45(6)
39(7)
48(10) 31(11) 26(12) 16(13)
27(14) 20(15) 72(16) 48(17) 46(18) 34(19) 38(20) 19(21) 19(22) 8(23)
11(24) 3(25)
8(26)
10(27) 3(28)
5(30)
5(31)
1(33)
2(36)
2(39)
1(43)
1(50)
1(51)
5(40)
2(53) 1 (65) Explicación: El número inicial se refiere al de los toros; el señalado entre paréntesis, al número de varas recibidas.
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Los Poderosos Toros de Ayer... último, dos corridas celebradas en la Corte, en una, se lidió Gonzalo , de pelo retinto, de Taviel de Andrade, tomó 19 varas y lo mató Manuel Trigo, el (24-10-1852); y Baratero, cárdeno, lidiado día 31 de octubre de 1852, resistió 31 varas y mató cuatro caballos. Lo remató Francisco Arjona Herrera (Cúchares).
1853: El año 1853, puede marcar una corta etapa de poderío homogéneo en un gran número de toros de las más diferentes ganaderías, y así nos encontramos con Lucerito, de pelo colorado encendido, de Taviel de Andrade, lidiado en Madrid el 4 de abril, recibió 20 varas de Carlos Puerto, Antonio Calderón, Sevilla y Osuna, matándolo Juan Casas (el 8alamanquino); Monterilla, del día 18 de abril, de pelo negro, del mismo ganadero, que después de aceptar 20 puyas, fue estoqueado por el citado diestro en Madrid; Malacabeza, de pelo negro, de la ganadería portuguesa de la señora viuda de Cunha, fue estoqueado por el diestro Manuel Trigo, en la plaza multicitada, el 29 de mayo, tomó 16 varas; Magallanes, de pelo negro, de la citada ganadería, fue lidiado en Madrid el 31 de julio, tomó 17 varas de los hermanos Calderón y José Trigo, estoqueándolo admirablemente Francisco Arjona Herrera (Cúchares); Rasuelo, del marqués del Saltillo, lidiado en Barcelona el (31-07-1853), arremetió 19 veces a los picadores, matando nueve caballos. El (20-05-1853), los famosos picadores Antonio Calderón, José Trigo y Charpa, picaron en la plaza de Ronda (Cádiz, España), al fenomenal toro de don Clemente Lesaca, al que por carecer de nombre en la tauromaquia le bautizamos con el de «Campeón», que tomó el número inconcebible de sesenta y cinco varas, matando once caballos y dejando mal
heridos a cinco. Aquella fiera decía Frasquito que había hecho la cubrición de vacas en la ganadería, y si bien tenía la edad de seis años cumplidos, hallábase flaca. «Es cosa admirable -añadía-: hecho pedazos su morrillo, desangrándose, harto de cornear y rendido materialmente, se le caía la cabeza, tocando el suelo con el hocico, apenas sentía que uno de nosostros entraba en suerte, levantaba y partía con la misma fiereza, con el mismo ímpetu que en las primeras varas.» El (10-08-1853), en la plaza de toros de Cádiz -a la fecha, en 1999, dicha ciudad inexplicablemente sigue sin plaza de toros ( 5)-Matajacas, de Martínez Varela, tomó 35 varas y fue indultado; Lebrato, negro, de don Francisco Mazpule, lidiado en Madrid el (29-08-1853), tomó 20 varas y lo remató Julián Casas (el Salaman-quino); Moñito, de Hidalgo Barquero, lidiado en Madrid el (05-09-1853), llegó con coraje 23 veces a los jinetes y en ellas mató seis caballos, dejando a varios malheridos. En el resto de la lidia, Moñitos , cumplió bien, volteando a Manuel Díaz (Lavi ); Pulido, del marqués del Saltiillo, corrido en Barcelona el (1809-1853), y siempre con codicia, tomó 31 varas, matando en el transcurso de ellas cinco caballos; y por último, Portero, de pelo negro, de don Hidalgo Barquero, corrido en Madrid el (19-09-1853), aceptó 21 puyazos y lo mató Cayetano Sanz. En octubre, Garduño, de pelo castaño, de don Julián Castrillón, de Vejer de la Frontera (Cádiz, España), jugado en Madrid el 24 del citado mes, de 1853, tomó 17 varas y lo mató Francisco Arjona Herrera (Cúchares). El día 30, se lidiaron en la antigua plaza de toros de Madrid, toros de tres ganaderías, resaltando tres de ellos: Cocinero, de Miura,
(5) Hacia 1790 ya contaba la ciudad de Cádiz con una plaza de madera. En 1862 la reina Isabel II inauguró otra del mismo material, con planos del arquitecto Manuel García del Llano. En 1929 se inauguró la plaza definitiva de la ciudad, con una corrida de toros del ganadero Indalecio García Mateo, que fueron lidiados por Victoriano Roger (Valencia II ), Antonio Posadas y José García (Algabeño). Fue demolido el coso gaditano en la década de los años 1950 y el doctor Juan J. Zaldívar Ortega tuvo la oportunidad de asistir en ella a las dos últimas corridas. (6) Los datos citados se deben a don José María de Cossío; sin embargo, en el dia rio La Afición, de México, los cronistas taurinos AB y AAB, con respecto al toro antes señalado, dice: «Alternativa de Antonio Sánchez (El Tato), en Madrid, llevando como padrino a Francisco Arjona Herrera (Curro Cúchares) y de testigos a Cayetano Sanz, Manuel Arjona Guillén y Ángel López (Regatero), con el toro «Cocinero», de Gaspar Muñoz.»
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Los Poderosos Toros de Ayer... fue el primero que mató el día de su alternativa, cedido por Francisco Arjona Herrera (Cúchares), Antonio Sánchez (el Tato)(6); Guitarrero, de pelo retinto, de don Gaspar Muñoz, de Ciudad Real, fue muerto por Francisco Arjona Herrera (Cúchares), después de recibir 16 puyazos; y el también de pelo retinto oscuro, Venao, de don Manuel García Aleas, estoqueado por Manuel Arjona Guillén, después de aceptar también 16 varas.
da a volapié, que era su especialidad, el famoso diestro Cayetano Sanz.
El Recuadro-1853 El número total de varas recibidas por los 20 toros notables estudiados a lo largo del año 1853, fue de 411 varas y mataron 161 caballos; es decir, cada astado mató una media de 8 caballos y recibió 20,5 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,5 varas. En las plazas de Cádiz y Barcelona se lidiaron los astados que recibieron mayor números de varas ese año: El (10-08-1853), en la plaza de toros de Cádiz, el toro llamado «Matajacasù, de la ganadería del señor Martínez Varela, tomó 35 varas y fue indultado; el (18-09-1853), el astado de la vacada española del marqués del Saltillo, de nombre «Pulido», fue corrido en Barcelona el citado día, y siempre con codicia, tomó nada más que 31 varas, matando en el transcurso de ellas cinco caballos.
El Recuadro-1854 El número total de varas recibidas por los 6 toros notables estudiados a lo largo de 1854, fue de 116 varas y mataron 55 caballos; es decir, cada astado mató una media de 9 caballos y recibió 19,3 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,1 varas. En Madrid se lidiaron los dos astados que recibieron mayor número de varas: «Leoncito», de pelo colorado encendido, de la ganadería española de Cabrera, lidiado el (25-06-1854), aguantó 26 puyazos, matándolo Cayetano Sanz. Y el 14 de mayo, de Torres Ramirez corrido en Madrid, fue el primero que estoqueó Antonio Sánchez (Tato), de nombre «Soldao», de pelo colorado encendido, de Hidalgo Barquero, aceptó 24 varas, siendo rematado por Manuel Arjona Guillén.
Otro de asombrosa fiereza al ya citado Cigarrero, fue Jabonero, ensabanado, de don Ramón Zambrano, de Alcalá del Río, corrido en Madrid el (18-09-1854). Al ciego de cólera, se estrelló contra la barrera, rompiendo las tablas y un pie derecho y colándose en el callejón.
1854:
1855:
El (14-05-1854) se lidiaron en Madrid toros de dos ganaderías, destacando por su bravura y poder, Sablazo, de pelo negro, de don José Torres Ramírez, del Arahal, que tomó 16 varas, siendo muerto por Antonio Sánchez (Tato). Este toro fue el primero que de la ganadería de Torres Ramírez fue corrido en Madrid, y el segundo, Soldao, de pelo colorado encendido, de Hidalgo Barquero, aceptó 24 varas, siendo rematado por Manuel Arjona Guillén; Inglés, de pelo negro, de la ganadería portuguesa de Cunha, lidiado en Madrid el 22 de mayo de ese año, que después de tomar 18 puyazos, lo mató Francisco Arjona Herrera (Cúchares); Leoncito, de pelo colorado encendido, de Cabrera, lidiado en Madrid el 25 de junio, tras de aguantar 26 puyazos, lo mató de una admirable estoca-
A lo largo de 1855 se dieron una serie de sucesos protagonizado por los toros, uno de ellos le causó la muerte, como veremos, al picador Antonio Fernández (Oliva). El primer hecho ocurrió en Madrid el 23 de abril, en que fue lidiado Belloso, retinto, de don Elías Gómez. Al encerrarle se desmandó y embistió a un individuo que iba a caballo, derribándole y matándole el jaco, a más de inferir otros daños, siendo muy bravo durante la lidia.
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El (29-04-1855) se celebró en Madrid una corrida con seis toros de don Félix Gómez para Francisco Arjona Herrera (Cúchares), Manuel Arjona y José Muñoz (Pucheta). Cuando hubo acabado la lidia de los seis toros, el público pidió uno de gracia y se le concedió, apareciendo en el ruedo Pan-
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Los Poderosos Toros de Ayer... talones, retinto claro, cornilargo y bizco del izquier-
do, de don Manuel Bañuelos y Salcedo, que tomó cinco varas de Calderón, Fuentes y Juan Martín. Saltaron al ruedo Gonzalo Mora, Victoriano Alarcón (el Cabo) y Antonio Fernández (Oliva), que acababan de entrar en la plaza, y pidieron permiso a la presidencia, el primero para estoquear y los otros para poner banderillas. Concedido aquél, ni Cúchares y menos el presidente advirtieron el estado de embriaguez en que Oliva se encontraba. Puso el Cabo dos soberbios pares; Oliva agarró un par, y descuidado de entrar por su terreno, se dirigió a la cabeza del toro, que le tiró un derrote y le dio una espantosa cornada en la ingle derecha y parte superior del muslo, de unos 20 centímetros de extensión, penetrando en el vientre, con salida de los intestinos. A las siete de la tarde el día siguiente, 30 de abril, falleció.
rado, de don Taviel de Andrade, lidiado el (04-061855), corrido en Madrid, estoqueándolo Francisco Arjona Herrera (Cúchares), después de aguantar 19 varas. Apenas 5 días después, el 9 de junio, Lucerito, del marqués de la Merced, de Andújar (Jaén), lidiado en tarde de estreno de la ganadería en Madrid; lo mató Manuel Arjona Guillén, después de aceptar 16 puyas. Y justo un día después, en la misma plaza, Liebro, retinto, de don Manuel García Aleas, estoqueado por José Muñoz (Pucheta), después de tomar 16 varas.
1856:
De 1856 destacaron por el número de puyas que recibieron, los toros siguientes: Buen- Mozo, del duque de Veragua, jugado en marzo, sin que sepamos el lugar,sufrió 15 varas, mató seis caballos y dejó tres mal heridos. El (31-03-1856), Zamarro, de pelo retinto oscuro, de don Justo Otro de los hechos más destacado de 1855 García Rubio, de Colmenar Viejo, jugado en Masucedió en la plaza de Barcelona, el día 1 de julio, drid, siendo estoqueado por Gonzalo Mora, desal entonces banderillero Pedro Aixelá (Peroy ), que pués de tomar 18 varas. En abril no contamos le cedió el matador Manuel Arjona, a Peineto, de con nombres de toros notables y en mayo sólo a Bermejo; suceso con características de fausto, Cuajaito, de Miura, criado en la dehesa de El Cuarto porque era la confirmación de las dotes toreras de (Sevilla), lidiado en la plaza de Sevilla el (22-05Aixelá y porque fue el primer toro estoqueado por 1856), recibió bravamente 28 varas (Véase CUAun espada catalán en un espectáculo público de DRO III,en la página siguiente), matando siete caaquella categoría. En esa misma corrida, Jardine- ballos. ro, de don Pedro Galo Elorz, de casta pura navarra, cogió al diestro Antonio Luque (Camará), ocaEl 2 de junio del año de referencia, se dio sionándole una grave herida de unos 12 centíme- el hecho más relevante del año, Pedroso, del dutros de longitud en la tetilla izquierda. que de Veragua, corrido en Madrid, le correspondió a Cayetano Sanz, que entonces se encontraEn cuanto a los astados notables lidiados ba en su mayor apogeo; desdeñó la ayuda de sus en 1855, sólo contamos los estoqueados en el mes peones. Había dado una buena estocada a volapié de junio, y así figuran: Ramillete, berreno en colo- en los tercios al toro antes señalado, dejándole mortalmente herido, pero el bravo astado, en un último esfuerzo, se revolvió contra su matador, el El Recuadro-1855 cual se encontraba sin defensa, con la sola ayuda El número total de varas recibidas por de la muleta. Por pundonor no saltó a la barrera, los 5 toros notables estudiados a lo largo sien-do enganchado por la faja y arrojado por la del año 1855, fue de 78 varas y mataron cola, produciéndole la fractura de tres costillas. 47 caballos; es decir, ese año, cada Desde aquel momento comenzó a decaer astado mató una media de 9 caballos y Cayetano como torero. recibió 15,4 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 1,6 varas. En los meses de junio y julio, Morenillo, «Cochinito», de don Joaquín J. Barbero, de pelo negro, del duque de Veragua, corrido en que recibió el mayor número de Madrid el (16-06-1856), tomó 17 puyazos, siendo puyazos fue lidiado en Jerez de la muerto por Julián Casas (el Salamanquino); Atre- Frontera, el 22 de junio, y aceptó vido, negro, de don Justo Hernández, lidiado en la 22 varas, volviendo al corral Corte el 22 de junio, tomó la alternativa el matador indultado. burgalés Domingo Mendívil, de manos de Manuel
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CUADRO III Caballos que murieron en el ruedo: 13(1) 89(6) 3(11) 1(20)
30(2) 59(7) 5(12) 1(21)
55(3) 39(8) 2(13) 2(30)
67(4) 22(9) 1(15)
74(5) 13(10) 1(19)
Total de caballos muertos contabilizados en un siglo (1850-1950): 2.667. Explicación: La cifra inicial se refiere al número de toros y la que aparece en paréntesis, el número de caballos que aquellos mataron en el ruedo. A esa cantidad habría que agregarle aproximadamente un 25-30 por cien que murieron en las caballerizas a consecuencias de las lesiones sufridas por asta de toros. Domínguez, que le cedió dicho toro, alternando también con Manuel Díaz (el Lavi ). De la misma corrida y ganadería fue Jaquetón, de pelo negro, que tomó 17 varas y lo mató famoso diestro Manuel Domínguez (Desperdicios). Gigante, de pelo cárdeno, del marqués
del Saltillo, corrido en Madrid el (07-07-1856), tomó 16 varas y lo mató Julián Casas, y Cochinito, de pelo retinto, de don Juan José Zapata y Bueno, lidiado en Jerez de la Frontera (Cádiz, España), el 24 de julio de 1856, tomó 20 varas y mató ocho caballos, siéndole perdonada la vida. En los meses de septiembre y octubre, los astados lidiados en Madrid: Escogío, de bonito pelo castaño encendido, del Saltillo, lidiado el (15-09-1856), fue muerto por Cayetano Sanz, después de tomar 24 varas; Cañamón, de don Justo Hernández, tomó 17 varas el (22-09-1856), sien-
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do rematado por Julián Casas y, por último, Ma- yoral , berrendo en negro, de Veragua, lidiado el (13-10-1856) fue estoqueado por Cayetano Sanz, tras tomar 16 varas.
El Recuadro-1856 El número total de varas recibidas por los 9 toros notables estudiados a lo largo de1856, fue de 171 y mataron 82 caballos; es decir, cada astado mató una media de 9 caballos y recibió 19 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2 varas. El que recibió mayor número de puyazos fue de Miura, criado en la dehesa El Cuarto (Sevilla), que recibió el nombre de « Cuajaito», fue lidiado en Sevilla el (22-05-1856), y recibió bravamente 28 varas, matando siete caballos.
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Los Poderosos Toros de Ayer... 1857: El diestro Cayetano Sanz, con la lidia de Caramelo, del duque de Veragua I, abre la relación de los toros notables por su poder en 1857. Se lidió en Madrid el domingo 13 de abril, tomó 16 varas y fue magistralmente estoqueado por Cayetano Sanz. El domingo siguiente, 20 de abril, Berrendo, negro, de don Justo Hernández, también lidiado en Madrid, tomó 20 varas de Juan Fuentes, Sevilla, Gastañita y Arce, siendo también rematado por Cayetando Sanz. Del mes de mayo contamos solamente Cigarrero, de don Vicente Martínez, de Colmenar Viejo (Madrid), tomó 16 varas de Arce, Juan de la Fuente y Sevilla, el día 11, dando cuenta de él Francisco Arjona Herrera (Cúchares). El primer día de junio de 1857, Barrabás, bien armado, de pelo barroso oscuro y receloso, de Concha y Sierra, lidiado en El Puerto de Santa María, marcó una época en la vida de de Manuel Dominguez (Desperdicio), pues al entrar a matarlo recibió una terrible cornada, en la que perdió el ojo derecho el famoso diestro, cuya biografía es una de las más interesantes, por su extremada rareza, que torero alguno haya tenido. En esa misma corrida se corrió Romerito, retinto oscuro, de don Manuel Bañuelos, tomó 19 varas y lo mató el Manuel Díaz (Lavi ). De dicho percance, ofrecemos un resumen: La terrible cornada fue una de las más célebres por sus circunstancias de cuantas registra la historia del toreo y se rodeó, además, de cien detalles espeluznantes de que conviene desproveer al suceso, ya de por sí impresionante, y demostrativo del temple de Domínguez. Una hoja suelta publicada en Sevilla narró así la lidia de Barrabás, causante de la desgracia: «Hízose el bicho de condición, y Domínguez, a quien tocaba matar, lo pasó dos veces escupiéndose el toro y yéndose al lado opuesto de la plaza, que era el del sol; allí lo pasó otra vez, y armándose para la muerte le tiró un volapié, en el que se le escupió otra vez el bicho, no pudiéndole agarrar la estocada sino por las últimas costillas; pero al sentir el toro la espada se revolvió, cogiendo a Domínguez por la espalda, arrollándolo y tirándolo al suelo, de donde volvió a recogerlo. Domínguez se agarró a los pitones, y en dos derrotes que le hizo el toro le dio una cornada en la
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mandíbula inferior y otra encima del ojo derecho, el cual se lo vació en el acto. Los chulos se llevaron al toro y éste se entableró a la entrada de la enfermería. Los picadores, los chulos y el otro espada desplegaron todos los recursos para apartarlo de aquel sitio a fin de que pudiera Domínguez entrar a curarse. El Tato se armó para la muerte y logró dar al toro una corta en los rubios a paso de banderillas; pero ni por ésas: Barrabás sin dejar aquel sitio. Por fin se abrió la puerta grande del corral y el toro, ya huído, se entró dentro. Entonces fue cuando el desgraciado Domínguez pudo ser conducido a la enfermería.» Parece que la brega por apartar el toro de la puerta de la enfermería duró casi diez minutos, durante los cuales Domínguez, tras acabarse de desprender el ojo, estuvo desangrándose arrimado a la barrera, sereno e impertubable. Al final de la hoja señalada apareció la siguiente noticia: «Según el conductor del correo de Puertos llegado llegado hoy a esta Ciudad (Sevilla), ayer a las seis de la tarde vivía aun el desgraciado Domínguez. Ignoramos si habrá esperanzas de que salve la vida.» Al dorso de la hoja decía: «Al otro día estaba el muelle del vapor que vino lleno de gente para saber la novedad.» La impresión que la noticia de la cornada, que se creyó mortal, causó en Madrid y en Sevilla fue enorme. Dos veces al día se fijaban en Madrid, en el café de la Iberia los telegramas que daban cuenta del curso de la curación del diestro, y El Enano exponía sus noticias en los cafés de los dos Amigos y Moratín. En Sevilla aparecieron muchas circulares, especialmente dos, tiuladas ambas: Últimas noticias del célebre espada Manuel Domínguez. Puerto de Santa María., (03-061857). En la primera, al dar cuenta de la gravedad, dice que le obligaron a cumplir las diligencias de cristiano, y a disponer testamentariamente de sus bienes. En la segunda, más optimista, pondera la robusta contextura del diestro y «el valor y la resignación» excepcionales, ya que «ni una queja se le ha oido desde el faltal momento de su cogida.» Pero lo que da idea de su extraordinario temple es que él mismo se hizo la primera cura eficacísima, y por cierto con la técnica más primi-
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Los Poderosos Toros de Ayer... tiva , taponándose las dos ventanas de la nariz y la tremenda herida de la boca con sendas torcidas de papel de estraza. Cuando la mañana siguiente entró a visitarle el doctor que le asistía, pensando encontrarle cadáver, le halló durmiendo, y reconocidas sus lesiones hubo de exclamar admirado: -Se ha salvado usted mismo, Manuel . La fuerte naturaleza de Manuel abrevió la curación y a los noventa días aceptaba en un contrato su reaparición en Málaga, imponiendo que el ganado fuera de Concha y Sierra, a la que perteneció Barrabás, el toro causante de la desgracia. Mató dos toros y su actuación fue brillantísima, siendo de notar en ella no sólo el valor que supo sobreponerse al recuerdo de la feroz cogida, sino la serenidad con que se condujo faltándole el ojo derecho, lo que pasmaba a otro torero tuerto, el famoso José Antonio Calderón (Capita), que aseguraba que al perder el ojo izquierdo anduvo dos años sin su sitio, equivocándose en la medida de los bultos y terrenos. Junio de 1857 fue uno de los meses del que contamos con mayor número de toros notables lidiados. El día 2, Calzonero, en la plaza de Córdoba, de don Rafael José Barbero, tomó 23 varas y mató ocho caballos, hirió gravemente a un picador, rematándolo Francisco Arjona Herrera (Cúchares); Monascillo, de don Anastasio Martín, jugado en la plaza de Cádiz el 7 de junio, y debido al gran número de varas, que tomó -unas 40- sin volver la cara, murió desangrado. Un día después, en la plaza de Madrid, se jugó Perezo- so, de don Justo Hemández, que cumplió en todas las suertes, aguantando 20 varas por varias caídas y siete caballos muertos. El domingo (14-06-1857), Jumao, cárdeno y bien puesto, del marqués del Saltillo, lidiado en Granada y con espectacular coraje y poder arremetió 31 veces a los jinetes, ocasionándoles fuertes golpes y matándoles ocho caballos. Un día después, en Madrid, se jugaron toros del duque de Veraguam I, destacando dos ejemplares: Carabino, que hirió, a Francisco Arjona (Cúchares), en una oreja y en un carrillo; y Miserable, de pelo castaño encendido, fue estoqueado por Francisco Arjona Herrera (Cúchares), después de haber tomado 16 varas.
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El domingo (21-06-1857), se lidiaron en Madrid toros de dos ganaderías, unos del duque de Veragua, destacando Cigarrero, que tomó 10 varas, y de un topetazo rompió los tableros y el firme; la otra ganadería fue don Faustino Udaeta, que entonces era de don Justo Hernández, de la fue corrido Garboso, bravo y noble, que en 11 varas terminó con siete caballos. En la corrida celebrada el 24 de junio, destacó Azulejo , de Romero Balmaseda, jugado en la plaza de El Puerto de Santa María, tomó 23 varas y mató nueve caballos, perdonándosele la vida. El 15 de agosto, picando en Jerez de la Frontera, Manuel García y García, le dio una caída Limeto, de Barrero, y el caballo que montaba le pisó la cabeza, haciéndole perder el cono-cimiento y tuvo fuerte hemorragia por la nariz; no obstante, ya recobrado, se negó a pasar a la enfermería, se limpió con un capote la sangre y siguió en su puesto sencillamente. Exactamente lo mismo hizo el 21 de agosto, casi un año antes, cuando picó en la plaza de Antequera (Málaga), que al poner una vara al segundo de la tarde, de nombre Granadillo, castaño, del marqués de Saltillo, sufrió una fuerte caída y varias lesiones en el hombro derecho; entrando en la enfermería de la plaza, y saliendo inmediatamente, a pesar de la oposición de los médicos, colocó cuatro magníficos puyazos en medio de ovaciones En la misma corrida antes citada, Gua- reño, de don José Adalid, tomó 27 varas y mató 12 caballos, muriendo desangrado. El el tomo IV de la Enciclopedia de don José María de Cossio, aparece el mismo toro, pero con el nombre de Juareño, pues dice: «El toro de la ganadería española de Adalid, de nombre Juareño, fue lidiado en Jerez de la Frontera (Cádiz), también el 15 de agosto, recibió 27 varas, mató 12 caballos y murió desangrado en la plaza a consecuencia de los puyazos recibidos.» Así que se trata de un error, al duplicarse dicho astado, y hay que desconsiderar o anular a uno de ellos. Cortito, de don Manuel Suárez, lidiado en
Málaga (Andalucía, España) el (06-09-1857), recibió 22 varas, mató 10 caballos y dejó a un picador lesionado, siendo el primero que estoqueó Manuel Domínguez después de su grave cogida en El Puerto de Santa María. Dos semanas después, el domingo 20 de septiembre, se lidiaron en Madrid,
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Los Poderosos Toros de Ayer... toros de tres ganaderías, resultando un ejemplar poderoso de cada una; Gitano (7), de pelo retinto, de García de Aleas, lo mató Francisco Arjona Herrera, después de tomar 27 varas; Silleto, de pelo cárdeno, del Saltillo, estoqueado por Cayetano Sanz, después de acercarse 17 veces a los picadores; y Gitano, García Puente, de Colmenar Viejo (Madrid), lidiado en San Sebastián, tomó 27 varas, siendo el que más alcanzó aquella. temporada. El mes de septiembre lo cerró, Barrigón, retinto, de don Manuel Bañuelos, que recibió 16 varas y lo mató Cayetano Sanz.
En los meses de octubre y noviembre de 1857 nos encontramos con Naranjo, de pelo castaño, de Cabrera, lidiado en la plaza de Madrid el (11-10-1857); lo mató Cayetano Sanz, después de aceptar 17 varas; y Remendao, de pelo retinto, de don Saturnino Ginés, de San Agustín de Alcobendas, lidiado en Madrid el 19 de octubre, tomó 21 varas y fue muerto también por Cayetano Sanz. Y el último de 1857, Gigante, de pelaje retinto oscuro, de don Justo Hernández, que el 8 de noviembre, lidiado en Madrid, siendo estoqueado por (Cúchares), después de tomar 21 puyazos.
T(7)(7)Toros que llevaron el nombre de «Gitano.» *El (20-09-1857), de don Manuel García Puente, tomó 27 varas, siendo el que más alcanzó aquella. temporada. *El (24-101869), de don Manuel García Puente (antes Aleas). *El (01-05-1874), de don Rafael Laffite, el toro «Gitano» fue digno de pasar a la historia del toreo. *El (28-06-1878), de la señora viuda de don Joaquín Murube, toro extraordinario. *El (24-04-1881), de don Pablo Benjumea, djó para el arrastre seis caballos, en 17 varas que aguantó. *El (14-08-1881), de don Manuel García Puente López (antes Aleas), asestó con su fenomenal fiereza varios varetazos al diestro Salvador Sánchez (Frascuelo). *El (24-07-1887), de don Eduardo Ibarra, que permitió toda clase de caricias estando en los corrales, y después peleó tan bravamente, que tomó 10 varas y mató seis caballos. *El (29-06-1893), de don Vicente Martínez, fue bravísimo. *El (22-04-1894), de don Juan Vázquez, aguantó 14 varas, crecién-dose al castigo, ocasionando seis caídas y matando un caballo. *El (11-06-1895), de don Eduardo I Miura, fue excelente en todos los tercios, sufrió en el primero ocho puyazos, por seis caídas y cinco caballos para el arrastre.
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*El (15-05-1901), del duque de Veragua I, fue muy bravo y noble. *El (06-08-1911), del marqués de Villagodio, al que le fue concedido un premio de 5.000 pesetas por la su nobleza y bravura de su astado, lidiado en San Sebastián. *El (25-07-1912), de don Antonio Sánchez (de Añover del Tajo), después de tomar varios puyazos, acudio al requerimiento del ganadero a comer hierba por lo que fue indultado. *El (12-09-1917), de la ganadería española de Coquilla, fue otro excelente toro. *El (11-05-1923), de Concha y Sierra, fue bravísimo y presentó serias difícicultades en la lidia, poniendo en grave riesgos a todos los lidiadores. *El (26-08-1928), de don José Encinas, desarrolló una magnífica pelea. *En la temporada de 1931-32, de Piedras Negras (México), fue extraordinario. Fue el que consagró definitivamente el diestro mexicano Alberto Balderas. *El día (15-10-1939), de La Trasquila (México), fue muy bravo. *El (09-12-1945), de Torrecillas (Zacatecas, México), fue otro gran toro. *El (21-02-1965), de Campo Alegre (México), fue muy bravo y nombre. Resulta extraño no contar con un toro Gitano de don Antonio Llaguno González.
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Los Poderosos Toros de Ayer... El Recuadro-1857 El número total de varas recibidas por los 20 toros notables estudiados en 1857, fue de 419 y mataron 141 caballos; es decir, cada astado mató una media de 7 caballos y recibió 20 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,9 varas. Los dos astados que recibieron más varas fueron precisamente los que murieron sangrados en el ruedo: «Monascillo», al que recibiría unas 40 y «Guareño», con 27. Ya para finales de 1857 fueron dos los toros, como vemos, que murieron desangrados durante su lidia en la plaza: Monascillo, en la plaza de Cádiz, el 7 de junio, siendo el primero que registra la historia; Juareño o Guareño, en la plaza de Jerez de la Frontera, el 15 de agosto.
En junio se jugaron toros en las plazas de Sevilla y Madrid, en la primera se lidió Mileto, negro, astifino y bien armado, de don Anastasio Martín, el 7 de junio, tomó 26 varas, dando grandes caídas y matando ocho caballos. Lo banderilleó Antonio Carmona (Gordito), que se hallaba de espectador, a instancias del público, y lo mató Manuel Domínguez (Desperdicios). Los corridos en Madrid fueron: Judío, de pelo negro zaíno, de don Justo Hernández, lidiado el 14 de junio, aceptó 10 varas, siendo rematado por famoso diestro Francisco Arjona Herrera (Cúchares); Capirote, de pelo cárdeno, tomó 16 varas y fué rematado por Francisco Arjona Herrera (Cúchares) ,y Cochinito , de pelo cárdeno, ambos del señor Cabrera, lidiados 28 de junio, tomó 17 varas de Francisco Calderón y Azaña. Chocolatero, de Zalduendo, lidiado en
El ganadero don Justo Hernández, con Atrevido, retinto, lidiado en la vieja plaza de madera en Madrid, el 5 de abril, abrió la serie de astado poderosos de ese año, recibiendo 19 puyazos de Castañitas, Antonio Pinto y Francisco Calderón; Monterilla, del marqués del Saltillo, el 11 de abril, al ser conducido a la plaza de Madrid, para ser lidiado al día siguiente, se escapó, matando a un estudiante de Veterinaria e hiriendo a varios transeuntes. El 19 de abril, Cervato, retinto oscuro, de don Manuel Bañuelos, recibió 21 varas de Francisco Calderón, Pinto y Castañitas, rematándolo Antonio Sánchez (Tato).
Pamplona el 7 de julio, abrió la serie del mes, tomando 22 varas y matando 10 caballos, y el público pidió se le perdonara la vida, entrando indultado en los corrales. Un día después, en la misma plaza y ganadería señalada, se corrió a Ligero, de pelo retinto oscuro y bien armado; así que, fue un hecho insólito que en una sola corrida se indultaran dos toros de la misma ganadería . Tres días después, la ganadería del duque de Veragua, en la vieja plaza de Madrid, presentó dos toros notables: Famoso y Hortelano, lidiados el 11 de julio, siendo Famoso el primero que mató el día de su alternativa Ángel López (Regatero), cedido por Cayetano Sanz. Hortelano, fue estoqueado por el mismo diestro citado, después de tomar 16 varas, en una de las cuales, y de resultas de una caída, se lesionó fuertemente en el pecho el picador Coriano.
Tres corridas se jugaron en la plaza de Madrid en el mes de mayo; en la primera, el domingo 3, Bonito, toro berrendo en colorado, de don Justo Hernández, tomó 18 varas y lo remató Cayetano Sanz; la segunda, el domingo 17, Dor- mido, del duque de Veragua II, tomó 10 varas de Francisco Calderón, Coriano y Charpa, estoqueándolo Antonio Sánchez (Tato); y en la tercera, el día 30, Naranjero, del marqués de la Conquista, fueron dos: Airoso, retinto, tomó 19 varas del Naranjero, Arce y el Esterero. mató seis caballos y dejó tres mal heridos, y Gamito, de pelo retinto, fue estoqueado por el diestro Julián Casas, luego de tomar 17 puyazos.
El (15-08-1858), Almirante , de pura casta navarral, fue lidiado en Pasajes (Guipúzcoa), en una plaza construida en la plaza del Ayuntamiento, de la que se escapó, para entrar en el edificio, convirtiendolo en su Almirantazgo; subió las escaleras hasta el último piso asomándose a uno de los balcones, como queriendo inspecccionar la situación de sus naves... En septiembre, el día 8, de don Manuel García Puente y López (antes Aleas), presentó en la plaza de Madrid dos toros poderosos: Codicioso, que tomó 21 varas de Francisco Calderón, Azaña, Arce y el Coriano, siendo rematado por Francisco Arjona (Cúchares) y Re- tinto, que aguantó 17 varas.
1858:
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Los Poderosos Toros de Ayer... En los meses de septiembre y octubre de 1858 todas las corridas con toros notables se jugaron en Madrid, abriendo la relación Princeso, colorado, el día 13 de septiembre, de don José Maldonado, de Ciudad Real, siendo su matador Antonio Sánchez (Tato), después de tomar 17 varas. Del día 19 fueron dos: Capirote, del duque de Veragua, lidiado por Antonio Sánchez (Tato) en Madrid, tomó 19 varas, y Capirote, de pelo retinto, de doña Gala Ortiz, tomó 16 varas de Joaquín Coyto (Charpa), el Coriano y Pinto, y lo mató también Antonio Carmona (Tato). Probablemente, en esa misma corrida, se lidió el poderoso toro del duque de Veragua, Gasparón, que mató ocho caballos en 17 puyazos. El 10 de octubre de 1858, Perdigón, de pelaje negro, de don Justo Hernández, corrido en Madrid, siendo estoqueado por Francisco Arjona Herrera (Cúchares), después de tomar 18 varas.
El Recuadro-1858 El número total de varas recibidas por los 16 toros notables estudiados a lo largo del año 1858, fue de 294 y mataron 112 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 7 caballos y recibió 18.6 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,6 varas. El burel que recibió más puyazos fue «Mileto», en Sevilla el (07-06-1858), tomó 26 varas, dando grandes caídas y matando ocho caballos. El 7 de julio de 1858, en la plaza de Pamplona se dio por primera vez el caso insólito de que fueran indultado dos toros de una ganadería, la de Zalduendo: «Chocolatero» y «Ligero.» 1859: Todos los toros notables corridos a lo largo de 1859 se lidiaron en la antigua plaza de Madrid, con la excepción de uno jugado en Jerez de la Frontera (Cádiz). Abre la lista Castelar , del duque de Veragua, que tomó 14 varas y mató siete caballos. Seguidamente Donoso, de don Manuel García Aleas, lidiado en Madrid el 1 de mayo de 1859, tomó 16 varas de el Coriano, Muñoz y Oliver, y lo estoqueó Cayetano Sanz. El 19 de junio, don Justo Hernández, presentó dos toros notables: Moral , que después de
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acercarse 18 veces a los picadores, fue muerto por Francisco Arjona Herrera (Cúchares); y Cari- ñoso, que tomó sin volver la cara 14 varas, y más hubiera resistido de no ponerse a llover y suspenderse la corrida. Retirado a los corrales, se le atendieron las heridas cariñosamente. La ganadería de don Vicente Martínez llevó a Madrid otro astado notable, el 29 de junio, Romito, de pelo retinto oscuro, siendo estoqueado por Cayetano Sanz, después de tomar 16 varas, y Saeto, de pelo retinto, del duque de Veragua, que recibió 16 varas, siendo estoqueado por Francisco Arjona Herrera (Cúchares). Don Manuel García Aleas, presentó en Madrid, el 4 de julio, a Ballestero, retinto, que tomó 10 varas de Francisco Calderón, José Barrera Trigo y Oliver, acabando con él Francisco Arjona Herrera (Cúchares); del 11 de julio, Sabandijo, de pelo retinto oscuro, de Gaviria, tomó 16 puyas y acabó con él Cayetano Sanz. Y, el último de ese mes fue Lunares, lidiado en la plaza de Jerez de la Frontera (Cádiz), de don Joaquín Jaime Barrero, de pelo berrendo en cárdeno, tomó 23 varas y fue banderilleado por el Antonio Carmona (Gordito). En los meses de septiembre y octubre de 1859, se lidiaron en Madrid el 5 de septiembre, un toro de don Manuel Bañuelos: Calzadito, retinto, recibió 23 varas, siendo muerto por Antonio Sánchez (Tato) y dos astados de don José Arias Saavedra: Almiñano, cárdeno, recibió 17 varas de Francisco Calderón, Arce, el Naranjero y Oliver, matándolo Francisco Arjona Herrera (Cúchares), y Perruno, de pelo castaño encendido, que fue estoqueado también por Cúchares, después de aceptar 19 varas. El 3 de octubre, se lidiaron en la plaza de Madrid dos poderosos astados, ambos de la antigua y celebrada ganadería española del Saltillo: Conocedor , aguantó 20 varas y mató seis caballos, y la lidia del segundo, Jardinero, berrendo en negro, fue nefasta para el diestro sevillano Manuel Domínguez. Tomó 20 varas, siendo muerto por Francisco Arjona Herrera (Cúchares). El 9 de octubre se lidiaron en Madrid dos astados notables: Naranjo, de pelo colorado, de don Manuel Bañuelos, tomó 17 varas y acabó con él Antonio Sánchez (Tato) y Ronquillo, negro, del marqués del Saltillo, siendo estoqueado por Francisco Arjona Herrera (Cúchares), después de aceptar 17 varas.
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Los Poderosos Toros de Ayer... El Recuadro-1859 El número total de varas recibidas por los 12 toros notables estudiados a lo largo del año 1859, fue de 200 y mataron 85 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 7 caballos y recibió 16.6 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,3 varas. El astado que recibió más puyazos fue «Lunares», lidiado en la plaza de Jerez de la Frontera (Cádiz), de don Joaquín Jaime Barrero, de pelo berrendo en cárdeno, tomó 23 varas y fue banderilleado por el Antonio Carmona (Gordito). 1860: El año 1860 fué también el de los puyazos, como nos lo demuestrarán algunos de los siguientes toros: Girón, de pelo negro, salpicado, de don Justo Hernández, que en la tarde del 13 de febrero, en la plaza de Madrid, soportó 21 varas y lo mató Angel López (Regatero), quien con este bravo cornúpeto tomó la alternativa de manos de Julián Casas (El Salamanquino); el 4 de abril, Guineo, de don Rafael Laffitte, que se lidió en Málaga el citado día, soportó 17 varas, casi todas de castigo, matando cinco caballos; Corzo, de pelo colorado, de doña Gala Ortiz, lidiado en la plaza de Madrid el 30 de abril, tomó 21 puyazos, siendo rematado por Antonio Sánchez (Tato). También en el mismo mes y día, el de la ganadería española de don Félix Górriez, Fortuna, corrido en Madrid, aguantó con bravura 21 varas y mató cinco caballos. En los meses de mayo y junio de 1860, contamos con los astados: Meneos, que un día de mayo, del año de referencia, de don Ildefonso Sánchez Tabernero, corrido en Valladolid, tomó 16 varas, mató y literalmente despedazó seis caballos, lanzando un bandullo de caballo -trozos de intestinos- hasta el palco de la presidencia; Mirandillo , de pelo retinto, de don Manuel García Aleas, jugado en Madrid el 13 de mayo, después de tomar 16 puyas fue estoqueado por Francisco Arjona Herrera (Cúchares); Matajacas, de pelo castaño, de Arias de Saavedra, en Madrid, y el 28 de mayo, tomó 19 varas, siendo estoqueado por José Rodríguez (Pepete); Matacaballos, el 17 de junio, del duque de Veragua, corrido en Madrid, aguantó
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16 varas, dejó tendidos en la arena siete caballos e hirió a los picadores Mariano Cortés (el Naraniero ) y Juan Martín (el Pelón). En esa misma corrida, Tejón, de don Félix Gómez, le fracturó tres muelas al picador Bruno Azaña. A lo largo del mes de julio de 1860, los más representativos y todos lidiados en Madrid, fueron: Chiclanero , de pelo retinto, de don Vicente Martínez, corrido el día 1, tomó 22 varas de Pinto y el Pelón, y lo mató Francisco Arjona (Cúchares); Gorrión, de pelo retinto, de don Félix Gómez, lidiado el día 9, tomó 18 varas y acabó con él Antonio Sánchez (Tato); Regatero, de pelo retinto oscuro, de don Vicente Martínez, jugado el día 15, fue muerto por José Rodríguez (Pepete), luego de aceptar 17 puyazos. Y el 24 de julio del mismo año, Lagarto, de Aleas, lidiado en la plaza de Valencia, tomó con poder 24 varas. Lagarto fue conceptuado como el mejor
toro de aquel año. Sin embargo, nos cabe la duda de saber cuál fue el mejor, pues también los críticos valencianos señalaron que el mejor de ese año fue Larguito, de don Manuel García Puente (antes Aleas), que pese a que corneó a Rafael Molina ( Lagartijo) al banderillearle, «fue considerado como el mejor toro corrido en aquella plaza dicho año. Su cabeza la conservaba el ganadero en Colmenar Viejo (Madrid).» Nadie hubiera podido pensar la tarde del 24 de julio de 1860, después de haber catalogado la afición valenciana a Lagarto, como el mejor toro de aquel año, que un día antes, Contador , negro, de don Joaquín Jaime Barbero, lidiado en El Puerto de Santa María (Cádiz, España), la ciudad con los más ricos aromas vinateros del mundo, el 23 de julio, fue mucho más poderoso, ya que arremetió 39 veces a los picadores Calderón, Trigo y Alavés, sin matarles ningún caballo, dicho sea en elogio de aquellos excelentes piqueros, Lo debió estoquear Antonio Carmona (Tato); pero el público solicitó le fuera perdonada la vida. El 19 de agosto, se lidiaron en la plaza de Barcelona tres poderosos toros, que como el resto de la corrida, fueron todos de la antigua ganadería de don Nazario Carraquiri, y se llamaron: Manta al hombro, que tomó 24 varas; Martillo, recibió 20 varas y Sereno, tomó un total de 25 varas; Re- galón, de García Puente, de Colmenar Viejo, li-
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Los Poderosos Toros de Ayer... diado en Madrid el 3 de octubre, mató 10 caballos y lesionó a los picadores el Pelón y Muñoz... A dos meses vista y en la vecina ciudad de Zaragoza, siguiendo la autopista del Mediterráneo (Valencia-Barcelona), se lidió un toro excepcionalmente poderoso: Llavero (8 y 9), de Carriquiri, lidiado el (14-10-1860), haciendo honor a su nombre, al disponer de todas las llaves de las puyas, tomó sin volver la cara un solo instante, nada menos que 53 varas. Por esta hazaña, que también realizó otros astado, fue indultado y devuelto a los corrales. Moñito , negro, del marqués del Saltillo,
jugado en Madrid el domingo anterior, fue estoqueado por Antonio José Suárez, después de tomar 21 varas. El 21 de octubre, Baratero, de Laffitte, jugado en Madrid, presentaba una lámina tan hermosa y bien cuidada; se disecó y envío a la Exposición Universal de París de ese año.
El Recuadro-1860 El número total de varas recibidas por los 21 toros notables estudiados en 1860, fue de 476 y mataron 147 caballos; es decir, cada astado mató una media de 7 caballos y recibió 22,7 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3,2 varas. Los toros que recibieron más puyazos fueron: «Contador» , lidiado en El Puerto de Santa María (Cádiz), de don Joaquín Jaime Barbero, el 23 de julio, arremetió 39 veces a los picadores, y, sobre todo, «Llavero», de Carraquiri, lidiado en Zaragoza el 14 de octubre, haciendo honor a su nombre al disponer de todas las llaves de las puyas, al tomar, sin volver la cara un solo instante, nada menos que 53 varas. Por esta hazaña fue indultado y devuelto a los corrales.
(8) Semejante efeméride tuvo lugar en Zaragoza, donde fue lidiado el excepcional «Llavero», de la ganadería española de don Nazario Carriquiri, el (14-10-1860), al tomar, sin volver la cara un solo instante, nada menos que 53 varas. Cuarenta años después, otro toro de la misma ganadería, llamado también «Llavero», chorreado, claro y ojo de perdiz, pero con el nombre del nuevo propietario, señor Espoz y Mina (antes Carriquiri), lidiado en Pamplona el (07-07-1900), que tomando sólo siete varas, produciendo siete caídas y matando siete caballos, fue estoqueado por el famoso diestro sevillano Antonio Fuentes y fue considerado como el mejor toro de la temporada entre los exigentes aficionados navarros. Si consideramos las 53 varas que recibió el toro del mismo nombre y de la misma ganadería, el (14-10-1860), reflexionaremos sobre el hecho inequívoco de cómo en 40 años, aquel gran números de puyas bajó a sólo siete. (9) Don Agustín Linares, nos dice con respecto a este astado: «Podría asegurar, de una manera fehaciente y sin lugar a dudas, que el caso de este toro, es insólito en los anales taurinos, no sólo en México, sino en el planeta taurino. ¡Veamos, pues...! Encontrábase « Llavero» en el potrero del embarcadero, junto a sus cinco hermanos de corrida, que iban a ser lidiados en la plaza de Torreón, entablándose a reglón seguido un combate entre todos -de la ganadería mexicana de Vista Hermosa, propiedad de don Jorge Barbachano Ponce-, y, escapándose del potrero, llegando a una hacienda vecina de nombre San Isidro y mezclándose con ganado allí existente. Una vez pasado el furor, regresaron a la ganadería, a excepción de «Llavero.» Una mujer que allí estaba, al ver al toro, le lanzó piedras para apartarlo, siendo grande su sorpresa cuando el toro se le vino encima, golpeándola. Entró en su defensa el marido, carnicero, de nombre Espiridión Palacios, tirándole varios tiros, hiriéndole y, con la suerte para el toro, de no interesarle ninguna parte vital. El toro fue echado en una camioneta por los vaqueros, siendo curado y regresado a la hacienda. Ocho días después, el (14-09-1975), fue lidiado en e l coso de Torreón, por Jaime Rangel, el que le cortó la oreja, siendo bravísimo y no desmotrando ningún agotamiento, a pesar de tener todavía en el cuerpo varias balas.» En la misma corrida, del día (14-09-1975), en la que se lidió al toro de nombre «Llavero», fue lidiado el toro llamado « Solitario», también de la ganadería mexicana de Vista Hermosa, propiedad de don Jorge Barbachano Ponce, en sexto lugar, yéndose el astado para arriba después de una buena pelea con los caballos y con el que, desgraciadamente, no pudo José Antonio Gaona, debido a la fiereza del toro.
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Los Poderosos Toros de Ayer... 1861:
sabresaliente de espada de Julián Casas (El A lo largo del año 1861 se lidiaron una se- Salamanquino) y Manuel Domínguez (Desperdirie de toros notables en las plazas de Madrid, Se- cios), y estoqueó los toros Ojinegro y Volunta- villa, Bilbao y Cáceres, comenzando por los dos rio, de don Félix Gómez, uno, y de don Manuel presentados el domingo 1 de abril: Confitero, de García Aleas, el otro. Cuatro días después, tampelo negro, del marqués del Saltillo, lidiado en bién en Madrid, se corrió Zafranero, de pelo retinMadrid, tomó 19 varas y fué estoqueado por Anto- to, de don Vicente Martínez, el 20 de junio, y con nio Sánchez (Tato); Papelero, de pelo negro, de él tomó la alternativa Manuel Carmona, cediéndodon Francisco Arjona Guillén (Cúchares), lidiado le espada y muleta Cayetano Sanz. Había tomaen Madrid el 7 de abril, fué estoqueado por Antonio do este toro 18 varas de Sevilla, Cayetano Ruiz, Sánchez (Tato), después de aguantar 19 puyazos; Miguel Alanís y Onofre Alvarez, estos dos últimos y Corzo , de pelo retinto, doña Gala Ortiz, esto- nuevos en Madrid. El 22 de julio, Zafreño, de don queado por el Tato en la misma plaza, el 14 de Antero López, lidiado en Madrid, cogió al diestro abril, después de tomar 16 varas; Espejito, cárde- Cayetano Sanz, ocasionándole una herida de alno, del marqués del Saltillo, estoqueado por Anto- guna gravedad en la mano derecha. nio Sánchez (Tato), el 31 de abril, después de tomar 19 varas; Serrano, de pelo negro, de don SanLos meses de septiembre y octubre de tiago Martínez, tomó 22 varas, siendo igualmente 1861 aportaron los notables astados: Brujito , del estoqueado por el Tato. marqués de Veragua, lidiado el 2 de setiembre, en Bilbao, fue calificado por uno de los mejores que En mayo se dieron dos corridas en Se- se han jugado en el circo taurino de la invicta villa villa y otras dos en Madrid. La primera fue de donostierra; Mariposo , de don José María don Anastasio Martín, en la que «Zancajoso» Benjumea, lidiado en Cáceres el 8 de septiembre, mató 11 caballos y fue indultado por su bra- gravemente a Rafael Molina (Lagartijo); y Mellizo, vura el (03-05-1861) en la plaza sevillana. Cu- retinto oscuro, de don Vicente Martínez, fue jugarado de sus heridas, se le condujo a la dehesa do en Madrid el 29 de septiembre y acabó con él nuevamente y padreó tres años. Fue el primer Manuel Carmona, después de tomar 19 varas. toro a quien se perdonó la vida en esta plaza. Tomó 33 varas. El 20 de mayo, en la plaza de Madrid, Rivero, del marqués de Salvatierra, cogió a un chulo, hiriéndole levemente. Después hizo lo El Recuadro-1861 propio con un carpintero de los encargados del servicio de barreras. Diez días después se preEl número total de varas recibidas sentó como sobresaliente de espada, el matador por los 10 toros notables estudiados de toros Agustín Perera -nacido en Sevilla el (16a lo largo del año 1861, fue de 215 y 08-1836)-, en una corrida de ocho toros de don mataron 60 caballos; es decir, que Miguel Martínez Azpillaga, en El Puerto de Santa ese año, cada astado mató una María, para Manuel Domínguez y José Rodríguez media de 6 caballos y recibió 22,7 (Pepete). Agustín Perera estoqueó los dos últimos varas. La proporción fue de 1 cornúpetos: Redondo, negro, y Ardillo, de pelo caballo muerto por cada 3,5 varas. colorado. El (31-05-1861), Macareno, de pelo reEl astado que recibió más puyazos tinto, de don Santiago Martínez, de Trujillo fue «Zancajoso», de don Anastasio (Cáceres, España), lidiado en Madrid, tomó 17 Martín, que mató 11 caballos, y fue varas, siendo estoqueado por Cayetano Sanz. indultado por su bravura el (03-05-1861) en la plaza de En los meses de junio y julio de 1861 queSevilla. Curado de sus heridas, se le daron registrados los astados: Barbero, berrendo condujo a la dehesa nuevamente y en negro, de Concha y Sierra, lidiado en Madrid el padreó tres años. Fue el primer toro 16 de junio, tomó 18 varas, matándolo Julián Caa quien se perdonó la vida en esta sas (El Salamanquino). En la misma corrida alterplaza, después de tomar 33 varas. naron Manuel Fuentes (Bocanegra), que se presentó por primera vez en Madrid, figurando como
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Los Poderosos Toros de Ayer... 1862:
por Cayetano Sanz, después de tomar 16 puyas. El año de 1862 fue abundante en toros de Y, por último, Corucho, de pelo retinto, de don poder y bravura, entre ellos los siguientes: Joci- Manuel García Aleas ( 10), lidiado el día 30, tomó nero, de don Antonio I Miura, berrendo en negro, 17 varas y lo estoqueó a muerte Francisco Arjona pero dominando el blanco, fue lidiado en Madrid el Herrera (Cúchares). En esa corrida y de la misma 20 de abril. Salió en segundo lugar, y arremetió ganadería se lidió el toro de pelo retinto oscuro, contra la cabalgadura de Antonio Calderón, a quien que llevó el nombre de Zurdo, tomó 17 varas y lo dio una caída al descubierto. Acudió José mató Antonio José Suárez. Rodríguez (Pepete) al quite, y el animal, que se hallaba corneando el caballo del picador, se revolLos meses de junio y julio de 1862 nos vió vivamente y corneó horriblemente al valeroso ofrecen los astados notables siguientes: Caimán, diestro, que entró moribundo en la enfermería con lidiado el 10 de junio, por el matador de toros o de el corazón destrozado. Jocinero tomó con enor- novillos, Joaquín Gil y Pérez (El Huevatero), que me poder 18 varas de Antonio Calderón, Mariano toreó como casi siempre con su paisano Manuel Cortés (el Naranjero) y Andrés Alvarez. Pasó al Pérez (El Relojero), en una corrida de toros celesegundo tercio crecido y desafiante, dio un puntazo brada en Huesca (Aragón), en la cual halló la mueral banderillero Juan Yust y arrolló a Cayetano Sanz, te el picador Juan Martín (el Pelón), por el toro que lo mató con desconfianza de dos pinchazos y citado, de Pérez de la Borda ( 11). Cinco días desdos estocadas a volapié. pués, Gaditano , de don Faustino Udaeta, corrido en la antigua plaza de Madrid, aguantó nueve vaEl mes de mayo de 1862 fue testigo de ras y mató seis caballos. el 16 del mes de referenvarios astados poderosos, todos lidiados en la an- cia; Guantero, de precioso pelo ensabanado en tigua plaza de Madrid, comenzando por Cortizo, negro, de Miura, lidiado también en Madrid, tomó de Oliveira, lidiado el día 11, tomó 20 varas, si- 18 varas y lo mató Cayetano Sanz. Y, por último, guiéndole los dos astados de la de don Vicente Coriano, lidiado el 29 de junio, de don Vicente Martínez, el primero, Granado, de pelo retinto, Martínez, aguantó 14 varas, igualmente en Madrid, tomó 17 varas y acabó con él Julián Casas (el matando seis caballos e hiriendo al varilarguero Salamanquino) y, el segundo, Mariposo , de pelo Coriano. Lo mató malamente Cayetano Sanz. El castaño, tomó 16 varas de Bruno Azaña, al que 25 de julio, Cochinito, de don Rafael José Barbehirió, Antonio Arce y Antonio Calderón. Lo despa- ro, fue lidiado en la mítica ciudad de Cádiz (Andachó Cayetano Sanz; el 18 de mayo, Golondrino , lucía, España) y por su gran bravura y nobleza fue de pelo negro, de don Manuel Suárez, fue muerto indultado a petición del público. (10) El mismo ganadero lidió años después, también en la plaza de Madrid, otros dos toros con el mismo nombre de «Zurdo», el segundo de la serie, el (02-09-1866), que fue estoqueado por Antonio Carmona (Gordito), y el tecero, el (10-04-1871), fue estoqueado por Francisco Arjo na Reyes (Currito), hijo del famoso Cúchares. Los tres, curiosamente, recibieron 17 varas cada uno, sin que podamos señalar los caballos que dejaron fueran de combate, ni los que hirieron. (11)En las fiestas de San Lorenzo, en Huesca, el (10-08-1862) -otros dicen que fue el 10 de junio del mismo año-, al poner una vara al toro « Caimán», colorado, de Pérez Laborda, sufrió una caída al descubierto «el Pelón.» Al intentar incorporarse le acometió el astado y le clavó en la tetilla el asta, cuya punta salió por el cuello, llevándolo arrastrado u nos instantes. La cogida no podía tener tintes y características más dramáticas. Intentaron los espadas Manuel Pérez (el Relojero) y Joaquín Gil (el Huevatero) auxiliar al desgraciado torero, y cuando lograron que la bestia soltara «al Pelón», fue trasladado a la enfermería del hospital, dondo murió a la media hora escasa de ingresar. Para socorrer a la viuda se organizó una suscripción que alcanzó muy pronto gran cantidad, da das las simpatías con que contaba tan buen varilarguero. El Boletín de Loterías y Toros publicó las listas de los donantes, y en ellas aparecen los mejores toreros y aficionados de aquel tiempo. Juan Martín (el Pelón) fue picador de excelente escuela, valiente y entendido, no muy sobrado de facultades físicas. La desgracia que sufrió pudo haberle pasado a cualquiera, pues no era «el Pelón» de los picadores que se acobardaban ante el peligro de toros inilidiables y marrajos.
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Los Poderosos Toros de Ayer... El (10-08-1862), en la misma corrida en que se lidió Caimán, fue jugado Nevao, haciendo una gran pelea en todas las suertes y llegó a la muerte en buenas condiciones, a pesar de haber aguantado 20 varas y matado seis caballos. Ese mismo mes, el día 31, se lidiaron en Madrid dos notables astados del marqués del Saltillo: Bragadito, negro, muerto por Gonzalo Mora, después de acercarse 16 veces a los picadores, y Recobero, con el que recibió la alternativa el matador Manuel Fuentes (Bocanegra), astado que aceptó cuatro varas de Juaneca, cinco de Lanceta y cuatro de Fuentes; su padrino de ceremonia el matador Manuel Domínguez (Desperdicios), haciendo constar que éste sólo mató dos toros, el segundo y el tercero, no pudiendo matar el quinto por haber sido herido en la mano derecha por la espada al matar del tercero, por lo que Bocanegra tuvo esa tarde que matar cuatro, haciéndolo de forma admirable. En octubre de 1862 hay que destacar a Precioso, de pelo retinto, como fueron la mayoría de los toros aquellos años, corrido el 19 de octubre, de don Manuel García Aleas, jugado en Madrid, tomó 20 varas, y en una de ellas dió una cornada en el pie derecho al picador Marqueti, matándolo el diestro Antonio José Suárez.
El Recuadro-1862 El número total de varas recibidas por los 10 toros notables estudiados a lo largo del año 1862, fue de 268 y mataron 98 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 6 caballos y recibió 16 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,63 varas. Cuatro astados recibieron un máximo de 20 varas.
1863: A lo largo de 1863, el número de varas que recibieron los astados más poderosos, fue bastante uniforme. Entre esos astados, tres de la ganadería de Miura y corridos en la plaza de Madrid: Serranito, que llegó tan entero al último tercio, que el Antonio Carmona (Gordito) tuvo que aprovecharse de un momentáneo descuido del astado, para matarle de un descabello sin preceder a esperar darle una estocada. Es el momento de recordar aquel comentario de Juan Belmonte sobre los miuras...: «... que nunca se logra vencerlos, cuando otros toros, llegado un momento de la lidia, se entregan»; Sevillano, de pelo berrendo en colorado, que fue estoqueado por Francisco Arjona Herrera (Cúchares), después de tomar 16 varas; Morcillo, demostró mucho sentido, pasándolo mal los banderilleros Cuco y Mariano Antón para cumplir su suerte. Muñoz se libró de una cogida, yendo embrocado, por su oportunidad en tirarse al suelo; y, por último, Canito, de Benjumea, que lidió en su reaparición en Madrid el diestro Antonio Reverte, infrigiéndole una terrible cornada, resultando con dos puntazos en el cuello y en el muslo derecho, cuyas heridas tardaron algún tiempo en curar. El (13-04-1863), Luchano, de pelo retinto, de don Félix Gómez y sobrinos, lidiado en Madrid, tomó 18 varas y lo mató Antonio Sánchez (el Tato); Peluquero, berrendo en negro, de don Joaquín Jaime Barrero, de Jerez de la Frontera (Cádiz), lidiado en Madrid el 19 de abril, tomó 16 varas y lo mató Antonio Sánchez (Tato); Grajito, negro, de Miura, lidiado el (18-05-1863) en Madrid, lo estoqueó Antonio Carmona (Gordito) y tomó 17 varas, y en la caída de una de ellas fue pisoteado el picador Antonio Calderón, sufriendo intensa conmoción cerebral; y Liebro, de pelo retinto, de Aleas, lidiado once años antes (10-06-1855), lidiado en Madrid el 18 de mayo de 1863, tomó 19 varas y fue estoqueado a muerte por Gonzalo Mora.
NOTA. En aquellos años iniciales, la mayoría de las corridas, o de manera muy frecuente, estaban integradas por astados de dos o más ganaderías, así por ejemplo, la celebrada en Madrid el (18-051862), estuvo compuesta por toros de dos ganaderías, entre los que destacaron: el toro de Miura, negro, de nombre «Grajito», estoqueado por Antonio Carmona (Gordito). Tomó 17 varas, y en la caída de una de ellas fue pisoteado el picador Antonio Calderón, sufriendo intensa conmoción cerebral; y el astado presentado por el ganadero Aleas, llamado «Liebro» -fue lidiado once años antes (1006-1855) otro con el mismo nombre y de la misma ganadería-, fue éste segundo « Liebro», de pelo retinto, el que tomó 19 varas y fue estoqueado a muerte por Gonzalo Mora.
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Los Poderosos Toros de Ayer... El (12-07-1863), Saltador , pelo cárdeno, de Miura, lidiado en Madrid, tomó 20 varas del Esterero, Sevilla, Bruno Azaña, al que hirió en la cabeza y le produjo fuerte conmoción cerebral, y Antonio Calderón, al que dio una cornada en el pie derecho. A Julián Casas, que era el espada encargado de matarlo, le sacaron la media luna, lo que no le impidió descabellar, siendo por ello llamado a la presidencia y multado en medio de imponente bronca. Parralito, de pelo colorado, de Miura, lidiado en Madrid el 1 de octubre, tomó 16 varas y produjo una fuerte contusión a Antonio Calderón y una conmoción al Esterero; Tortolillo , de pelo castaño, de Miura, lidiado también en la Corte, el 21 de octubre, tomó 19 puyazos; lo estoqueó el Antonio Carmona (Gordito).
El Recuadro-1863 El número total de varas recibidas por los 8 toros notables estudiados a lo largo del año 1863, fue de 128 y mataron 51 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 6,3 caballos y recibió 16 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,03 varas. Cuatro astados recibieron un máximo de 20 varas.
drón », por el alma de mis difuntos y la salud de
mis vivos, que me cortaba la coleta. Algo parecido ocurrió con Pajarito, de don Francisco Aranda (antes Siguri), de Jerez de la Frontera (Cádiz), lidiado en Madrid en 1864. Fué bravo y duro con los picadores, ocasionándole a Marqueti una fuerte contusión que le impidió tomar parte en la corrida del domingo siguiente. Sin embargo, la mayoría lo toros que, si bien eran enormemente poderosos, como fue el caso de Florido, de pelo retinto, de don Manuel García Aleas, corrido en Madrid el 12 de mayo, que pese a tomar 17 varas, sí comenzaron a permitir que los diestros los estoquearan con cierta facilidad, arte supremo que ya era importantísimo saber culminar; Marismeño, de doña Dolores Monge, viuda de Murube, lidiado en Ronda (Cádiz, España), el 24 de mayo, tomó 21 varas y mató cuatro caballos. Su cabeza fue paseada en triunfo por la plaza al son de la música. Sin embargo, un toro fue la excepción y se ganó el premio de ser el mejor de toda una época: Lancero, de don Higinio Flores, lidiado el (04-09-1864), en Villarrobledo (Albacete), fue verdaderamente extraordinario en bravura, prontitud de acometida y, por si fuera poco, tomó nueve varas, ocasionó nueve caídas y mató igual número de caballos. Este magnífico bicho, al parecer noble hijo de vital simetría , fue estoqueado exitosamente por Cayetano Sanz.
1864: A lo largo de 1864 de todas las ganaderías seguía saliendo toros poderosos, exclusivamente para propiciar el espectáculo que ofrecían los picadores para dominar a los agresivos astados, que tanto gustaba al público; por ello, cuando algún diestro quería lucirse lidiando con arte a su enemigo, era común que no pudiese lograrlo, como resultó en abril de ese año con Secretario, de pelo retinto, de don Vicente Martínez, lidiado en Madrid el 10 de abril, tomó 16 varas y acabó con él, después de serias dificultades, Francisco Arjona Herrera (Cúchares), diestro que aún las vio peores un mes después, en mayo del mismo año, con Ladrón, lidiado en la plaza de Madrid, de una ganadería que desconocemos, resultó tan bronco y difícil, que, a pesar de echar mano de todos sus probados recursos y habilidades el espada, fue cogido dos veces, recordando Cúchares siempre las dificultades del bicho, hasta el extremo de decir: Si yo supiese que en lo que me queda por torear habían de salirme tres bichos como el «La-
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El (11-09-1864), Patibuloso, de pelo negro, de la vacada de Miura, lidiado en Madrid, aguantó 18 veces a los picadores y lo estoqueó José Ponce. Y a poco más de una semana para que finalizara el año 1864, se dió un hecho que nos debe hacer reflexionar sobre el concepto y definición que se sigue teniendo sobre la bravura y que nos mantiene alejados de entender los maravillosos y extraños mecanismos ence-fálicos sobre los que emerge esa formidable fuerza que irradian los toros, hasta ahora incomprensible, porque nadie puede estar seguro. Así nos encontramos con Libertado, de don Vicente Romero y García, lidiado en Jerez de la Frontera (Cádiz) el 22 de diciembre, siendo utrero y desecho de tienta por aparentemente nula bravura, tomó 36 varas y mató seis caballos. Fue indultado por su bravura, y vuelto a la dehesa, en la que estuvo padreando tres años. Se le volvió a lidiar en Cádiz el (16-05-1869) y se manifestó aún bravamente. ¿Cómo puede entenderse?
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Los Poderosos Toros de Ayer... El Recuadro-1864 El número total de varas recibidas por los 10 toros notables estudiados a lo largo del año 1864, fue de 178 y mataron 58 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 5,8 caballos y recibió 17,8 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3,07 varas. El astado que más varas recibió fue «Libertado», de don Vicente Romero y García, lidiado en Jerez de la Frontera (Cádiz) el 22 de diciembre de 1864, siendo utrero y desecho de tienta por presumiblemente manso, tomó 36 varas y mató seis caballos. Fue indultado por su bravura, y vuelto a la dehesa; estuvo padreando tres años. Se le volvió a lidiar en Cádiz el 16 de mayo de 1869 y se manifestó aún bravamente. ¿Cómo puede entenderse? , volvemos a preguntar.
dor el Esterero, siendo estoqueado por Francisco Arjona Herrera (Cúchares); Y por último, Chale- co, de Pérez de la Concha, lidiado en Cádiz, la ciudad más antigua del Occidente de Europa, el 4 de junio, que tomó gran cantidad de varas, debieron ser más de 30, y mató ocho caballos.
Y entre 11 y 30 puyas recibieron la mayoría de los toros a lo largo de 1865, entre ellos, Me- sonero, de pelo negro tostado, de Ripamilán, fue corrido en Huesca (Aragón, España) el 11 de agosto. En todos los tercios hizo buena pelea, y en el primero sufrió 11 varas y dio siete caídas. Lesionó a los picadores Arce y Calderón; Fierabrás, de pelo cárdeno, careto, de Pérez de la Concha, lidiado en Cartagena el 13 de agosto, tomó 19 varas, dio 12 caídas y mató nueve caballos; dos días después, Capirote, de don Justo Hernández, se lidió en la plaza de toros de Cartagena, tomó 15 varas después de dar seis caídas y matar cuatro caballos; de la misma corrida y ganadería, Manchego , retinto, tomó 24 varas, dio siete caídas y dejó para el arrastre a cuatro caballos; Bigotero, negro listón y cornicorto, de don José María Benjumea, lidiado en Antequera (Málaga) el 21 de agosto, aguan1865: El extraordinario poder y fortaleza de los tó recargando 18 puyazos y mató dos caballos, astado lidiados, que no toreados artísticamente, muriendo a manos del Tato de un excelente volapié; debía excitar en extremo a los aficionados y fueron y de la misma corrida y ganadería Farolero, tomó muchos los que pidieron enfrentarlos a otras fie- sin volver la cara 27 varas y mató dos caballos; ras; y así, el 25 de marzo de 1865, Garabato, de Lucero, del marqués del Saltillo, lidiado en Madrid pelo negro, de don Andrés Fontecilla, salió al rue- el 17 de septiembre, tomó 15 varas, dio siete caído de la vieja plaza de Madrid, para enfrentarse das y mató seis caballos. Y el 29 de octubre, Pre- con un elefante, a quien acometió en vano. En esa cioso, retinto, de García Puente (antes Aleas), limisma corrida, Mainete, de Carriquiri, también se diado en Madrid, aguantó 16 puyazos, ocasionó 8 enfrentó a otro elefante, contra el que luchó brava- caídas y mató seis caballos. mente... -¿competencia entre sus toros frente a las fieras?-, corneándolo varias veces. El Recuadro-1865 El número total de varas Molinero , del duque de San Lorenzo, se recibidas por los 12 toros notables lidió en Cádiz el 17 de abril, aguantó nueve varas, estudiados a lo largo del año 1865, fue dio seis caídas, mató cinco caballos y mandó a la de 213 y mataron 84 caballos; es decir, enfermería a los picadores Gallardo, Juan Trigo y cada astado mató una media de 5,8 José Calderón; en ese mismo año, tal vez en caballos y recibió 17,7 varas. La promayo, Liebro, de don Manuel Bañuelos y Salcedo, porción fue de 1 caballo muerto por fue otro de los que lucharon con el elefante llamacada 2,5 varas. El toro que más varas do Pizarro en la plaza de Madrid. Acometió al recibió fue «Chaleco», de Pérez de la trompudo siete veces, ocasionándole en una de Concha, lidiado en Cádiz, la ciudad ellas una herida en la trompa, después de lo cual más antigua del Occidente de Europa, el elefante esquivó la pelea, tal y como hizo su el 4 de junio, que tomó gran cantidad hermano Pizarro; Sombrero, de pelo negro, de de varas, debieron ser más de 30, Oliveira, lidiado en Madrid el 3 de junio, tomó 19 y mató ocho caballos. varas e hirió en la cabeza y conmocionó al pica-
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Los Poderosos Toros de Ayer... 1866: Uno de los astados lidiados en la tradicional feria taurina anual de 1866, en la ciudad-puerto de Algeciras (Cádiz), Moñudo, de don Carlos Conradi, aguantó con coraje y codicia 20 puyazos, matando buen número de caballos. Ninguna referencia tenemos de toros lidiados en otras plazas hasta, Carcelero, del duque de San Lorenzo, corrido en Cádiz el 11 de junio, que hizo una gran pelea y fue calificado unánimemente de superior; Molinero, de don Nazario Carriquiri, corrido en Barcelona el 17 de junio, le infrigió una cornada al banderillero Juan Sánchéz (Noteveas) al tomar el estribo, de seis centímetros en la pantorrilla derecha. Ese mismo 17 de junio, alternó en el circo sevillano con Jacinto Machío, su antiguo amigo, como sustituto de Manuel Domínguez, que le protegía y aleccionaba, estoqueando ganado de don José Rosa Silva, de Umbrete. A partir de esa fecha apareció su nombre con bastante asiduidad en los carteles anunciadores de corridas andaluzas y extremeñas; el toro de Miura, Jaqueta, fue corrido en Córdoba el 31 de junio,. aguantó 36 varas, dejando en el redondel ocho caballos, a más de dos que murieron en los corrales a consecuencia de las caricias que les propinó el picador que, como el toro, se apodaba Jaqueta. Molinero, lidiado 15 de agosto, en Zara-
goza, en una corrida, en la que Francisco Arjona Herrera (Cúchares), Francisco Arjona Reyes (Currito) y Pablo Herráiz estoquearon seis toros de don Cándido López, de Egea de los Caballeros, ocupó el cuarto lugar, tomó un puyazo de Coriano, que sacó el pie derecho del estribo; el toro tiró un derrote hacia la montura, le atravesó el pie de un pitonazo y lo derribó del caballo. Fue traslado de inmediato a Madrid, donde fue atendido en el hospital; pero Cúchares, con deseos de adelantar el proceso de curación, lo sacó del establecimiento sanitario y solicitó el auxilio de los mejores facultativos. Complicada la herida con unas calenturas, dejó de existir Manuel Ledesma el 18 de septiembre de 1866. En septiembre fueron notables por su poder: Gueto, de don Joaquín Murube, corrido en
Palencia el 2 de septiembre, aguantó 20 varas y dejó para el arrastre seis caballos; el mismo día fue corrido, Zurdo, de pelo retinto, de don Manuel García Aleas (12), en Madrid, aceptó 17 puyazos y lo mató Antonio Carmona (Gordito). Días después fue lidiado Florido, de don Vicente Martínez, jugado en Madrid el 16 de septiembre y dio un puntazo en la pantorrilla izquierda al diestro Rafael Molina (Lagartijo). La fecha últimamente citada tuvo lugar la inauguración oficial de la plaza de toros San Pedro, en la hermosa ciudad colonial de Zacatecas, mientras en España se lidiaron muchos toros con gran poder. Carcelero fue el que mató al banderillero,
padre de Gabriel López, en la plaza de Vitoria. Éste nació el (21-09-1852) en Madrid. Gabriel López (Mateíto), hijo del banderillero de la cuadrilla de Julián Casas (El Salamanquino) Mateo López. Aficionado a los toros desde la infancia y animado por su padre, a los diez años ya figuraba en la cuadrilla de niños madrileños dirigida por Gonzalo Mora y Vicente Ortega. Catorce años contaba cuando ocurrió la muerte de su padre, en 1866, ocasionada por el toro llamado Carcelero, también en la plaza de Vitoria. Accediendo a las súplicas de su madre, dejó de torear y entró en el oficio de impresor, que cultivó durante algunos años. La abandonó definitivamente, volviendo a su vieja afición y se vino a nuestra América, donde ganó nombradía y dinero. El (04-11-1877) actuó Mateíto en la plaza de Madrid en una novillada con mucho éxito, afianzándose más en él por este motivo el propósito de no volver a la imprenta. Toreando cuantas corridas se le ofrecían, se presentó en la plaza de Vitoria, y resultó cogido por un toro del mismo nombre que el que le diera la muerte a su padre, de la misma ganadería y en la misma ciudad. Por fortuna no fueron graves las consecuencias del accidente. Bufano, don Félix Gómez, lidiado en Ma-
drid el 4 de octubre, enganchó a Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo) en el momento de saltar la barrera, sacándole del derrote al redondel, sin otras consecuencías que el susto; Lechuguino , entrepelado en cárdeno, de Romero Balmaseda, fue li-
(12) El mismo ganadero lidió el (30-05-1862), también en Madrid, otro toro llamado «Zurdo», que fue estoqueado por Antonio Carmona (Gordito), y el tecero, el (10-04-1871), fue estoqueado por Francisco Arjona Reyes (Currito). Los tres,curiosamente, recibieron 17 varas cada uno, sin que podamos señalar los caballos que dejaron fueran de combate, ni los que hirieron.
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Los Poderosos Toros de Ayer... diado en la Corte el 21 de octubre, tomó 18 varas y fue hábilmente estoqueado por Antonio Sánchez (el Tato); y, por último, Mariñique, de don Fructuoso Flores, fue jugado en Valencia el (25-111866), donde aguantó con bravura hasta 20 puyazos.
El Recuadro-1866 El número total de varas recibidas por los 8 toros notables estudiados a lo largo del año 1866, fue de 187 y mataron 60 caballos; es decir, cada astado mató una media de 7,5 caballos y recibió 23,3 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3 varas. El astado que más varas recibió fue el toro de la famosa vacada sevillana de Miura, de nombre «Jaqueta», corrido en Córdoba el 31 de junio de 1866, aguantó 36 varas, dejando en el redondel ocho caballos, a más de dos que murieron en los corrales a consecuencia de las caricias que les propinó el picador que, como el toro, se apodaba Jaqueta. 1867: La Feria de Abril sevillana abre el año 1867, con una de sus corridas, en la fue lidiado Cardenillo, de don Anastasio Martín, que tomó 18 puyazos y mató ocho caballos. En Madrid fue corrido Fanteoso, de don Rafael José de Concha, el 21 de abril, y le fracturó la clavícula izquierda a Cayetano Sanz. La fecha señalada, murió el picador, Martín Arias Algar (el Velonero), en Zaragoza; Pintado, de Cipriano Ferrer, de Pina de Ebro (Zaragoza), le dio una tremenda caída, dando con la cabeza tan fuerte golpe en el estribo de la barrera, que le causó la muerte; sin embargo, otro cronista asegura que el toro se llamó Peluso, retinto. El 22 de abril, se celebraron dos corridas, en Linares (Jaén), en la que se corrió Alpargatero, de Fontecilla y fue tan bravo que mató ocho caballos en 20 varas que aguantó; la otra plaza fue Madrid, en la que se lidió Cisquero, de Taviel de Andrade, tomó 19 varas y mató seis caballos; saltó al callejón y arrancó y volteó media puerta fingida, sacando el aro que la unía a una columna.
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A lo largo del mes de junio de 1867 se celebraron corridas que dieron toros muy poderosos y algunos con mucho sentido en las plazas de Madrid, Barcelona y Cádiz; precisamente, el cornúpeto de la vacada del marqués del Saltillo, llamado Castillo, fue corrido en Cádiz el día 9 de junio, llegando 27 veces a los caballos, matando nueve de ellos, rompiendo cuatro garrochas y dando siete caídas. Por hacerse de mucho sentido presentó grandes dificultades para matarlo, lo cual hizo Ponce con no pocos apuros; el 16 de junio, Sargento, de don Nazario Carriquiri, lidiado en Barcelona, recibió 24 varas y mató diez caballos. Caramelo, del marqués del Saltillo, fue
lidiado en Cádiz el 17 de junio, en una corrida en la que torearon Antonio Sánchez (Tato) y José Ponce. De preciosa lámina, colorado, ojo de perdiz, de hocico chato, bien puesto de cuerna, y ésta de color de caramelo. Cuando se lidió tenía ocho años y nueve hierbas. Salió aquella tarde en segundo lugar. Tomó 27 varas, al igual que Casti- llo, rompió cuatro garrochas, dio siete caídas espantosas, una a Gallardo, que se retiró a la enfermería con graves contusiones en un brazo, y otra al reserva, contra las tablas, que le dejó sin sentido; mató nueve caballos, y salía tan impetuosamente de la suerte, que siempre a quien acudía al quite le hizo saltar la barrera. Con lo dicho se adueñó por completo del redondel. Dicen las crónicas de la época que «se quedaba como dormido sobre los caballos, pero que después llegaba a las tablas tras de los toreros antes que ellos.» Nicolás Baro y Mateo López pasaron grandes fatigas por haberse hecho el toro de mucho sentido; pero los dos lo hicieron muy bien, y fueron muy aplaudidos por un gran par de banderillas al cuarteo, Baro y por un par excelente al sesgo, Mateo López. Al llegar al tercer tercio el público pidió que se perdonara la vida a un animal tan bravo y tan duro al castigo. La presidencia no accedió. Ponce, que estrenaba flamante vestido azul y plata, requirió los avíos de matar, comprendió que el toro se fijaba más en el diestro que en el engaño y que le encerraba en tablas si trataba de muletearlo, trató de matarlo a toro corrido. La expectación en el público era enorme, apercibido del peligro en que se hallaba José Ponce. Éste, con un valor a toda prueba, aprovechó una oportunidad, se embraguetó con él y le dio una gran estocada en todo lo alto.
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Los Poderosos Toros de Ayer... El toro, a pesar de quedar mortalmente herido, no se dolió al estoque, tiró un derrote y enganchó al diestro por el brazo derecho, dándole un puntazo en la cabeza y un varetazo en el brazo dicho, derribándo a Ponce y tratando de cornearle, lo que no pudo hacer por caer muerto junto a su matador. Éste, al levantarse, dio un puntapié al toro, diciendo: «¡Pícaro!», y pasó a la enfermería en medio de una gran ovación. Tan notable toro, picado por los citados varilargueros y por Pinto y Curro Calderón, fue llamado por algunos revisteros de aquella corrida Castillo y Copa Alta, pero el mismo ganadero aclaró la confusión, haciendo saber que fue Caramelo su verdadero nombre. Siguiendo con de junio y agregando julio, nos encontramos con Lamido, de don Francisco Aranda (antes Siguri), corrido el Madrid el 23 de junio, aguantó con mucho poder y bravura 16 puyazos, dejando para el arrastre seis caballos; el día 29, Marqués, de don Félix Gómez, también lidiado en Madrid, hirió al picador Antonio Arce. Y el día 30, Cartero, de don José Antonio Adalid, en la desaparecida plaza de toros de Cádiz (Andalucía, España), tomó 20 varas y mató 11 caballos, siéndole perdonada la vida; y, por último, Mariposo, de don Rafael José de la Concha, lidiado en Madrid el 5 de julio, hirió gravemente a Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), cuando saltaba la barrera para refugiarse. El banderillero madrileño Mateo López Vázquez, formado en la cuadrilla de Cayetano Sanz, salió a la arena de la plaza de Vitoria el (0408-1867), en corrida que alternaban el matador citado y Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo). El quinto toro, Cuartelero, colorado, ojo de perdiz, bizco del izquierdo, de don Nazario Carriquiri, comenzó buscando la salida, y así continuó durante toda la lidia, saltando varias veces al calle jón. Al recortar Mateo entre la puerta de arrastre y el chiquero, fue enganchado por la cadera derecha, y volteado en el aire, cayó ante la cara del toro; quiso incorporarse, pero el manso y criminal animal lo recogió de nuevo, dándole una cornada en el cuello, del que resultó lesionada la yugular. Trasladado al hospital, mejoró, hasta el punto de ordenar el médico se le levantase y tomase algún alimento. Por exceso en la comida le sobrevino una alta fiebre y se arrancó los vendajes en un momento de lirio. La hemorragia que le produjo le llevó a la tierra el (23-08-1867).
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En los meses de agosto y septiembre de 1867 tenemos: Nevao, corrido en Madrid el 11 de agosto, de Mazpule, hizo una excelente pelea, aguantando 22 varas y matando siete caballos, y no terminó con más por haberse resentido de los cuartos traseros al saltar la barrera persiguiendo a un peón; Tirabuzones, de don José Adalid, lidiado en El Puerto de Santa María el 1 de septiembre, llegó 30 veces a los picadores, mató seis caballos, conservando sus facultades hasta morir, por lo que puso en grave aprieto a varios lidiadores; el día 14, a Perdigón, de don Higinio Flores, lidiado en el Tomelloso por la cuadrilla de Francisco Arjona Herrera (Cúchares), aguantó unas 20 varas y mató cinco caballos, y después de esto saltó la barrera y entró en el arrastradero, donde mató dos de las mulillas de arrastre. Fue muerto a tiros por la Guardia civil. En de octubre de 1867 todas las corridas se celebraron en Madrid. De la primera, el día 6 de octubre, tenemos a Tornero, de don Antonio I Miura, que le ocasionó a Cayetano Sanz una herida en la nalga derecha; Sevillano, de Taviel de Andrade, que el día 20 cogió a Rafael Molina (Lagartijo), volteándole e infiriéndole dos heridas en la región trocanteriana (rodilla) izquierda; y, por último, a Señorito, de don Manuel Bañuelos, tomó nueve varas del Francés y Juaneca y fue estoqueado magistralmente por Salvador Sánchez (Frascuelo), que recibió aquel día la alternativa de manos de Francisco Arjona (Cúchares).
El Recuadro-1867 El número total de varas recibidas por los 12 toros notables estudiados a lo largo del año 1867, fue de 252 y mataron 95 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 8 caballos y recibió 21 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,64 varas. El toro que más varas recibió, el 1 de septiembre, fue «Tirabuzones», de don José Antonio Adalid, lidiado en El Puerto de Santa María (Cádiz), el (01-09-1867), que llegó 30 veces a los picadores, mató seis caballos, conservando sus facultades hasta morir, por lo que puso en grave aprieto a varios lidiadores.
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Los Poderosos Toros de Ayer... 1868: Los aficionados que asistieron a la plaza de toros de Palma de Mallorca (Archipiélago balear, España), en sus tradicionales fiestas de 1868, quedaron admirados de la bravura y poder de Coleto, de don Máximo Hernán, al verlo aguantar 22 puyazos y matar 12 caballos. En el mes de abril concretamente el día 14, se lidiaron seis grandes toros de Miura, que dieron lugar a una corrida rica de emociones. El tercero, Calzadito, fue el más grande de la corrida; toro largo y ligero, proporcionó varias de esas emociones. El buen Juan Trigo -relató Aurelio Ramírez Bernal-, en una caída, quedó al descubierto, y su padre José (13, al pie pag. 55) , a la sazón con cincuenta años cum-plidos, que presenciaba el espectáculo desde la barrera, vio el inminente peligro, su sangre le prestó alas para volar en socorro de su hijo, y, más pronto que se dice, saltó a la arena, acudió al lugar donde iba a consumarse una tragedia, y asiendo a Juan lo retiró en sus brazos, reconociendo entonces que la cornada sólo había roto los antes del vestido. A la vista de aquel acto tan conmovedor, mil aplausos y no pocas lágrimas premiaron la conducta paterna del viejo picador que, agradecido, descubrió la cabeza exhibiendo las venerables canas de la vejez. Tras esta escena patética, el toro se fue tras el banderillero Cirineo, y por evitar la cogida acudió Frascuelo al quite y tuvo que tirarse de cabeza al callejón. Y, por último, la nota final para conmover al público: Gordito, con toda su ligereza y vista reconocidas, fue en el acto de estoquear arrollado dos veces, teniendo que tirarse ambas veces al suelo para no ser cogido y tuvo que pasar a la enfermería para que le reconocieran una fuerte lesión como consecuencia de un varetazo que le impidió seguir toreando. La cuadrilla toda, ante la intención aviesa y mayor velocidad que demostraba el ya célebre Calzadito , tuvo momentos de verdadero estupor, y gracias a que el Tato alcanzó la suerte de agarrarrle una estocada baja a volapié, no se contaron más percances. Los otros toros fueron: el primero, llamado Pardito; el segundo Chicorro, se vio en grave apuro el picador Juan Trigo, que tuvo que tirarle la montera para no ser cogido, el tercero, el citado Calzadillo; y el cuarto, llamado Corcito, le puso Juan Trigo una extraordinaria vara que se aplaudió enormemente, y agrandó la fama del joven picador.
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Siguiendo adelante con los meses de abril y mayo, contamos la corrida de seis Miura, lidiada el (14-04-1868), que dieron lugar a una corrida rica de emociones. El primer toro, Pardito, cogió al famoso banderillero Matías Muñiz y le desnudó casi por completo al tirarle una cornada tipo tijera de sastre, sin consecuencias; con el segundo, Chicorro, se vio en grave apuro el picador Juan Trigo, que tuvo que tirarle la montera para no ser cogido, como quedó señalado. El 18 de abril, a Cervato, de don Manuel Bañuelos, que al ser conducido a la plaza madrileña se escapó, matando a un estudiante, hirió a dos personas más y produjo otros diferentes daños; Jabaíto, del marqués del Saltillo, lidiado en Sevilla el día 19, que en 13 varas despachó cinco caballos. Al derribar un caballo, éste cogió debajo a un dependiente de la plaza y le ocasionó la fractura de la pierna izquierda. En mayo, Clavellino, de don Joaquín Pérez de la Concha, lidiado en Madrid el (10-05-1868), tomó 18 varas y mató ocho caballos. Y, por último, Primero, corrido en Barcelona el 31 de mayo de don Antonio I Miura, hirió a un picador, tomó 17 varas y mató cinco caballos. El mes de junio de 1868 fue pródigo en toros poderosos, comenzando por Avión, corrido el día 11, del marqués del Saltillo, en Granada, tomó 18 varas, mató cinco caballos y dejó tres mal heridos; del día 14, Canario, del duque de Veragua, corrido en Madrid, recibió con bravura 17 puyazos; del día 21, Guapito, de Taviel de Andrade, también jugado en Madrid, cogió al picador Lorenzo García, causándole una conmoción cerebral, una contusión en la región lumbar y una herida en la mandíbula. Lechuguino, de don Faustino Udaeta, ju-
gado en Madrid el (28-06-1868), cogió al espada Villaverde, infiriéndole una grave herida en la parte anterior del muslo derecho, de 12 centímetros de extensión por cinco de profundidad. Y, por último, a Merino, del duque de Veragua II, corrido en quinto lugar en la corrida celebrada en Valencia el (30-06-1868), le pusieron 20 varas magistrales entre Calderón, Agujetas, Arjona y Gallardo, en dos de las cuales le dejaron clavada la garrocha, sin que esto le quitase arrestos. Fue estoqueado por Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo) de un gran volapié.
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Los Poderosos Toros de Ayer... En el mes de julio la lista se engrosa con Africano, de Pérez de la Concha, corrido el (0707-1868) en Barcelona, tomó con bravura 16 varas y mató siete caballos; Almendrito, de pelo cárdeno, también de Pérez de la Concha, lidiado en Madrid el 10 de julio, tomó seis varas, mató otros tantos caballos y ocasionó cinco caídas. De la corrida celebrada en Sevilla el (19-07-1868), en la que actuó José Cineo (Cirineo), cierta revista taurina dejó escrito: «Cirineo, con un bonito traje celeste y plata -el mismo color que vistió Julián Casas ( el Salamanquini ), el (25-01-1878), cuando lidió a Ten- dero, en una corrida en Madrid, con ocasión de celebrarse las bodas de don Alfonso XII y doña Marcedes de Orleáns-, lo pasó tres veces al natural y una de pecho, y le endosó una magna a un tiempo hasta la mano a Hortelano, dándole antes tres lances de capa al natural, dos navarras y dos farolillos, para recibir palmas, música y puros.» En agosto de 1868, Jaqueta, de don Antonio I Miura, fue corrido en Barcelona el día 2, después de tomar con coraje cinco puyazos, ocasionando otros tantos tumbos, remató en las ta-
blas con tal ímpetu que cayó al recular para no levantarse más, rematándole así el puntillero. De la misma corrida y ganadería fue Pimienta, considerando como tipo de los toros de más poder que se han jugado en aquella plaza, aguantando 23 varas por 16 caídas y ocho caballos muertos; Nevao, de Mazpule, corrido en Madrid el 11 de agosto, hizo una excelente pelea en el primer tercio, aguantando 22 varas y matando siete caballos, y no terminó con más por haberse resentido de los cuartos traseros al saltar la barrera persiguiendo a un peón, ya señalado; del día 23, Huerfanito, del conde de la Patilla, lidiado en Cádiz (Andalucía, España), fué bravo en todos los tercios, aguantando en el primero 23 puyazos. El mes de septiembre no se quedó al rezago en toros notables. El día 12, en Valdepeñas, fue jugado Bocanegra, de don José Maldonado, el cual, después de lesionar a dos picadores, cogió al novillero Fernando Gutiérrez y Márquez ( el Niño), ocasionándole una gravísima herida en la ingle derecha; Princeso, de pelo colorado, fue corrido en Madrid el (13-09-1868), fue jugado en Madrid, Princeso, colorado, de don José Maldonado, de Ciudad Real, siendo su matador Antonio Sánchez (el Tato), tomó 17 varas.
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Una de estas cabezas disecadas puede ser de «Jaqueta», el toro criado en Zahariche por don Antonio I Miura, corrido en Barcelona el día (02-08-1868), después de tomar con coraje cinco puyazos, ocasionando otros tantos tumbos, remató en las tablas con tal ímpetu que cayó al recular para no levantarse más.
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Los Poderosos Toros de Ayer... El (02-10-1868) -otros refieren que el 11 de dicho mes-, Pocapena, de Veragua, lidiado en Madrid, cogió al entonces banderillero Angel Fernández (Valdemoro), después matador de toros, cuando intentaba ponerle un par de banderillas, ocasionándole una herida de consideración en el muslo izquierdo. Valdemoro había nacido en Valdemoro (Madrid) el (01-03-1840), siendo su pri-
El Recuadro-1868 El número total de varas recibidas por los 12 toros notables estudiados a lo largo del año 1868, fue de 257 y mataron 106 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 7 caballos y recibió 21 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,4 varas. Tres astados ocupan los primeros lugares, con 23 varas cada uno, «Pimienta», de don Antonio I Miura, considerando como tipo de los toros de más poder que se han jugado en Barcelona, produjo 16 caídas y ocho caballos muertos; «Huerfanito» , del conde de la Patilla, lidiado en Cádiz (Andalucía, España), fué bravo en todos los tercios, aguantando en el primero 23 puyazos. El día (02-08-1868), «Jaqueta», de don Antonio I Miura, fue corrido en Barcelona y después de tomar con coraje cinco puyazos, ocasionando otros tantos tumbos, remató en las tablas con tal ímpetu que se produjo una intensa hemorragia cerebral, cayendo al recular, para no levantarse más, rematándole así el puntillero.
mer oficio el de carpintero; Calesero, de doña Dolores Monge, del día 9, se corrió en Madrid, tomando 19 varas y matando cuatro caballos.
1869: Al igual que en 1868, los aficionados que asistieron a la plaza de toros de Palma de Mallorca (Archipiélago balear, España), en sus tradicionales fiestas de 1869, quedaron admirados de la bravura y poder de Soberbio, compañero de dehesa de Coleto, ambos de don Máximo Hernán, al verlo aguantar 20 puyazos y matar 12 caballos. El 4 de abril, Cabezón, corrido en Madrid y de la ganadería de Gutiérrez, aguantó 15 varas y mató cinco caballos; también en la plaza de Madrid, el 25 de abril, se lidió Reajero, de Romero García, que fue considerado como uno de los que mejor lidia hicieron en la citada plaza, llegando con codicia 19 veces a los picadores. En mayo contamos a Peluco, corrido en la Feria de San Isidro de Madrid, el 17 de mayo de 1869, del duque de Veragua, tomó con gran bravura y codicia l8 puyazos, siendo de la misma corrida y ganadería, Ceacero, tomó 15 varas y dejando inertes sobre la arena seis caballos. El último toro notable corrido en mayo, el día 30, fue Enamora- do, negro, de don Juan Castrillón, picado en Cádiz el citado día, por Francisco Cazalla y Moreno (el Caíto), le tiró un derrote que le arrancó de cuajo el cuero cabelludo de la región occipital. El 14 de junio del citado año expiró en medio de grandes sufrimientos, a consecuencia del derrote sufrido.
El mes de junio se corrió Matacaballos, de don Antonio I Miura, lidiado en Barcelona el (0606-1869), tomó con coraje buen número de varas, (13) El conde Dos Arcos, torero y noble portugués, de quien dice Sánchez de Neira: «La historia taurina del vecino reino de Portugal menciona un hecho de gran importancia referente al valiente adalid de dicho nombre... En 1750 celebráronse fiestas reales de toros en Salvatierra, tomando parte como caballero en plaza el referido, que tuvo la desgracia de sufrir una terrible cornada que le dejó tendido en tierra. En la corte y alto magnates que presenciaban la fiesta vióse aumentar el espanto que tal suceso produjo, al mirar que el anciano padre -como José-, que a la sazón contaba ochenta años de edad, marqués de Marialva, se arrojó de pronto al redondel, sacó la espada y con el capotillo o ferreruelo en la mano izquierda, fuése al toro con gran resolución; enmudeció asombrada la concurrencia, cuyos gritos y lamentos habían sido atronadores, como si temiesen ver una segunda catástrofe; pero el denuedo marqués, auxiliado por la Providencia, consiguió dar a la fiera tan tremenda estocada, que a los pocos pasos, y cuando Marialva se arrodillaba a besar a su hijo exánime, caía aquélla rodando para no levantarse más.» Ésta anécdota dio asunto a una brillante narración del conde de Sabugosa, que es a la que sin duda alude Sánchez de Neira. Como pretexto, la trágica muerte del conde dos Arcos fue aprovechada por el marqués de P ombal influyendo en el rey José, para que prohibiese las corridas reales.
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Los Poderosos Toros de Ayer... unas 20, despachando ocho caballos. Un día después, otro de Miura, de pelo negro mulato, Tablo- nes, fue lidiado en Madrid, tomó 19 varas, y al picador Sacanelles le fracturó el brazo izquierdo; fue muerto por Antonio Sánchez (Tato). Cartero, de López Cordero, berrendo en colorado, se lidió en Cádiz el (30-06-1869), en una corrida en la que alternaban el Antonio Carmona (Gordito) y Antonio Sánchez (Tato), tomó 20 varas con tanta codicia, alegría y bravura, que de forma unánime el público pidió al presidente le perdonara la vida, quien, a los acordes de la música que sonó en su honor y de la ovación de los espectadores, fue retirado a los corrales. El hermoso Garboso, de pelo ensabanado, de Pérez de la Concha, lidiado en Madrid el (04-07-1869), llegó 25 veces a los picadores; tres días después, fue aciago para la torería ya que Peregrino, de don Vicente Martínez, castaño, astifino, de muchos pies y de condición incierta, pronto y receloso, lidiado en Madrid, inutilizó al célebrre diestro Antonio Sánchez (Tato), ya que los doctores tuvieron que amputarle una pierna, tres días después de haber recibido una cornada en el pie izquierdo. Al toro le acosaron y tomó seis varas y un refilonazo de Francisco Calderón, José Iglesias (Morondo) y Manuel Gutiérrez ( Agujetas), que actuó de reserva. Al salir de darle una magnífica estocada a volapié el Tato, recibió del cornúpeto la cornada señalada. El domingo 11 de julio, cuando el matador algecireño José Lara (Chicorro), estaba en lo más alto de su popularidad, y tras haber toreado ese año decenas de corridas, le confirmó la alternativa en Madrid el matador Julián Casas (el Salamanquino). En esta corrida se lidiaron tres toros de Veragua y tres de don Vicente Romero García. El segundo de la tarde, Gerineldo, de Romero García, alcanzó al matador al tomar la barrera y le ocasionó una herida por contusión y desgarro en la parte superior de la pierna derecha, de los cuales no tardó en sanar. Un domingo después, el toro negro, Airoso, de don Carlos López Navarro, de Colmenar Viejo, lidiado en Madrid, tomó 16 varas de José Calderón, Marqueti y Sacanelles.
Mondéjar (Juaneca), mató 18 caballos en el ruedo y tres que murieron en las cuadras. Al tocar a banderillas, el público, impresionado y conmovido por la increíble bravura del toro, pidio le fuera perdonada la vida; accedio el presidente, y Gordito fue retirado a los corrales, en donde murió a consecuencia de las heridas causadas por las puyas. Alternó aquella tarde con Antonio Carmona, Rafael Molina (Lagartijo). Hortelano, de Siguri, lidiado en Badajoz
el 18 de agosto, no fué notable por su bravura, pero sí por su tamaño, y, sobre todo, por el de sus astas. Tenía ocho años cuando se lidio, y había sido rechazado por algunos espadas de crédito, por su desproporcionada armadura. Le mató Rafael Molina (Lagartijo) de un pinchazo y un gran volapié, e hizo que disecaran su cabeza, que la conservó como trofeo de su lidia; Perrero, berrendo, del día 21, del duque de Veragua II, lidiado en la plaza Bilbao, tomó 19 varas, ocasionó 10 caídas y mató seis caballos. Un día después, el 22 de agosto, Cartujo, de don Vicente Martínez, fue lidiado en Bilbao, tomó 11 varas y mató cinco caballos. Ermitaño, de don Félix Gómez, abrió el
mes de septiembre, lidiado en Madrid el día 5, fué el primero que mató en la plaza de la capital de España José Giráldez (Jaqueta), cedido por Lagartijo. Le produjo una intensa conmoción cerebral al célebre picador Francisco Calderón Díaz. Aprovechamos para relacionar los nombre de los otros toros que hirieron a Paco: Entre los percances más graves que sufrió a lo largo de su vida taurina se cuentan los siguientes; en 1863, un toro de Narbón le causó una luxación completa de la articulación escápulo-humeral; en 1869, Ermita- ño, de don Féliz Gómez, le produjo una intensa conmoción cerebral, y en el mismo año de 1869, Valiente, de Pérez de la Concha, le infirió una cornada en la espalda; en 1864, Coraza, de Oliveira, le hirió en el muslo derecho; en 1871, Gallardo, del duque de Veragua II, le hirió en la cara; en 1872, Confitero , de Bañuelos, le ocasionó la fractura de tres costillas; Goloso, del conde de la Patilla, lidiado el (03-08-1878), le contusionó gravemente en Cartagena.
Gordito, negro y pequeño, pero bien cria-
do, de don José López Cordero, lidiado en El Puerto de Santa María el (26-07-1869), tomó 30 varas de Onofre Álvarez, Antonio Calderón y Antonio
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Siguiendo el mes de septiembre, el día 10, Banderillo, retinto, de don Julián Bañuelos y Salcedo, lidiado en Madrid, tomó 16 varas y lo
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Los Poderosos Toros de Ayer... mató Rafael Molina (Lagartijo). Dos días después, también en Madrid, Colilla, del duque de Veragua II, tomó 22 varas de Marqueti, José Calderón, Ramón Agujetas y José Fuentes, y lo mató Salvador Sánchez Povedano (Fracuelo), después de matar a siete caballos. Castaño, de sólo tres años de edad (utrero), de don Andrés Fontecilla, lidiado en Úbeda (Jaén) el (20-09-1869), tomó 26 varas y mató tres caballos. Un día después, el 21 de septiembre, Barrabás, de don Anastasio Martín, lidiado en Ecija -el Sartén de Andalucía-, provincia de Sevilla, aguantó 18 varas y mató seis caballos. El 24 de octubre, tomó la alternativa en Madrid, de manos de Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo) le diestro sevillano Agustín Perera, quien mató los toros corridos en primero y sexto lugar: Cariñoso, retinto, de Aleas, y Gitano, negro, de Taviel de Andrade. Era la primera alternativa que concedía Frascuelo. Toreó con ambos aquella tarde Jacinto Machío.
El Recuadro-1869 El número total de varas recibidas por los 17 toros notables estudiados a lo largo del año 1869, fue de 339 y mataron 117 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 6,9 caballos y recibió 19,9 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,9 varas. «Gordito», de don José López Cordero, negro, pequeño, pero bien criado, fue lidiado en El Puerto de Santa María el (26-071869), tomó 30 varas de Onofre Álvarez, Antonio Calderón y Antonio Mondéjar (Juaneca), mató 18 caballos en el ruedo y tres que murieron en las cuadras. 1870: Durante la década de los año 1870-80, el número de puyas a los toros más famosos se mantuvo con ligeros cambios, y así nos encontramos con una media de entre 31 y 6 puyazos. Durante ese año se lidiaron una larga lista de astados que recibieron muchas varas. Comenzándola con los lidiados en el mes de abril: Tuno, de pelo negro, del duque de Veragua, lidiado en Madrid el día 18, tomó 18 varas y contusionó en el pecho al
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picador Juaneca; fue banderilleado por el espada Frascuelo y lo mató Francisco Arjona Reyes (Currito). En 1870 le correspondió a la veterana plaza de Cádiz abrir la relación de los toros notables por sus hechos, muchas veces desagradables, y poderosos. Y así, el 4 de abril banderilleó en la citada plaza, José Sánchez del Campo (Cara-Ancha), a Cigarrero, de Murube, siendo cogido y volteado, sufriendo una cornada honda y larga en la axila derecha.También hirió al picador Juan Gallardo. Cigarrero fue estoqueado por el diestro Antonio Carmona (Gordito), matándolo trabajosamente. Entonces Cara-Ancha fungía en la cuadrilla de dicho matador. El mes de mayo de 1870 fue pródigo en toros notables, la mayoría de ellos se lidiaron en corridas celebradas en Madrid y una en Cádiz. Abre la lista Cuadrado, de pelaje retinto, de don Féliz Gómez, lidiado el 16 de mayo, se acercó 16 veces a los picadores y lo mató Cayetano Sanz, siendo lidiado también en esa corrida; Rebollo, de la misma vacada, tomó cinco varas, hirió dos caballos y dio dos caídas. Al matarlo a volapié Francisco Arjona Reyes (Currito), el hijo de Cúchares, recibió de Rebollo una cornada en el escroto de pronóstico reservado. Esta cogida determinó la frialdad y dejadez en el buen torero que la sufriera, quien desde aquella fecha no lució las excelentes cualidades que poseía. El 22 de mayo, salió al ruedo de la plaza de Madrid, Pies de plata, de Pérez de la Concha, de pelo berrendo en castaño, tomó 18 puyazos y fue estoqueado por Antonio José Suárez. El domingo (29-05-1870), salieron al ruedo de la Corte tres toros de la ganadería de don Vicente Martínez: Balleno, retinto, que tomó bravamente 20 puyazos de Juaneca, Socanelles, José y Francisco Calderón; Botonero, que tomó 10 varas y mató cinco caballos. Al estoquearlo Frascuelo escuchó una de las ovaciones más grandes de su vida torera; y Rabanero, tomó 19 varas. En la misma fecha, pero de doña Dolores Monge y en plaza de Cádiz, el diestro Juan Yust, estoqueó a Cumbrero , después de aceptar 13 varas y matar siete caballos. El 5 de junio, se celebró una corrida en Palencia con seis toros de don Fernando Gutiérrez, de Benavente, para Gregorio López Calderón y
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Los Poderosos Toros de Ayer... Agustín Perera. Un testigo presencial del espectáculo que se desarrolló en dicha corrida, lo narró del modo siguiente: «Salió en primer lugar el toro, de nombre Peregrino, negro mulato, que fue picado por Jordán y Torrijos; el primero recibió un fuerte golpe contra la barrera y fue conducido a la enfermería. Banderilleado Peregrino por Noteveas y Vinagre, le mató con miedo, y, lógicamente mal, Gregorio López. El torilero dio suelta al segundo, de nombre Girón, negro listón cariavacado, corto y apretado de cuerna. Salió abanto, y en un momento dejó cinco caballos fuera de combate, pues no daba lugar a Torrijos y Borgue para entrar por derecho poniéndole en suerte. Aunque el toro sólo había recibido dos puyazos en regla, mandó el presidente poner banderillas, lo que costó no pocos trabajos cumplimentar a Vinagre y Ricardo Moreno, que tuvieron que recurrir a la media vuelta, siendo el segundo perseguido por el bicho, que saltó tras él la barrera y le dio un fuerte pisotón en el pie derecho, por lo que no pudo continuar toreando. Agustín Perera, que antes de la lidia había señalado que los toros no tendrían condiciones para la lidia, se dirigió a la res con serenidad pasmosa, pasándola dos veces por alto, para entrar de largo al volapié y dejar media estocada algo atravesada. Tres pases más, y, al recoger la muleta, se le arrancó el toro, por lo que Perera arrojó la muleta y el estoque tomando el olivo. Los pocos de la cuadrilla que estaban aun útiles se encontraban a respetable distancia, por lo cual no tenía el matador quien le ayudase en esos momentos de apuros, y fue necesario que un agente de la autoridad saltase al ruedo para hacer cumplir con su obligación a tan amendrantada gente; no lo consiguió, y Perera, deseando terminar pronto, se fue al toro, que estaba sesgado a las tablas. En aquel momento los de uno de los tendidos comenzaron a gritar increpando a la cuadrilla; el matador quedó un instante mirando a la presidencia; entonces dio Girón una arrancada, y arrollando a Perera lo dejó sentado en el estribo de la barrera; un capote oportuno hubiera evitado la catástrofe; pero no le hubo, y ésta se consumó, metiendo el toro de nuevo la cabeza y volteando al infeliz espada, que se levantó sin notar la herida; unos paisanos que había entre barreras vieron que tenía sangre en el pecho.
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Le condujeron a la enfermería, donde fue reconocido, resultando con una cornada de unos nueve centímetros de extensión, por cinco de profundidad, encima de la tetilla derecha, la que no calificaron de gravedad, siendo trasladado al hospital... En tanto, López Calderón conferenció con la presidencia, negándose a matar a Girón en vista de que los peones estaban aterrados y no querían salir a la plaza, por lo cual se mandó matar el bicho a tiros por la Guardia Civil, y los pocos toreros que quedaban útiles fuesen conducidos a la cárcel... Perera estaba perfectamente asistido, y cuando ya se le creía fuera de peligro, se presentó una complicación y murió a las cuatro de la madrugada del día (10-06-1870).» Este fue el sangriento final del mediano espada sevillano, cuyo principales datos se tomaron de un artículo de Bruno del Amo (Recortes). Continuando con el mes de junio, el día 6, Moquita , de pelo negro, de López Navarro, lidiado en Madrid, tomó 17 puyazos y lo mató Antonio Luque (Cúchares de Córdoba). El 12 de junio, Jabonero, del duque de Veragua, lidiado en la entonces nueva plaza de Madrid, siendo estoqueado por Cayetano Sanz, después de tomar 17 varas. En julio, el día 12, Judío, del duque de Veragua, lidiado en Madrid, tomó 19 varas y lo mató Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), quien, por cierto, llevaba aquella tarde el vestido bordado en negro que sacó el Tato el día de la cogida que motivó la amputación de la pierna, tra je que había regalado a Salvador Sánchez. En los meses de agosto y octubre, pues ninguna referencia tenemos de septiembre, el 22 de agosto, Amapolo, retinto, de Pérez de la Concha, fue lidiado en Bilbao, tomó 27 varas y mató ocho caballos. El 11 de octubre, Luminoso, de don Manuel García Puente, al ser conducido a Madrid se escapó en la madrugada del citado día, entró en la ciudad, llegando hasta la calle de la Libertad, donde cogió a un carretero y volteó a varias personas. Entre los cabestros y vaqueros lo recogieron en la calle de Alcalá, conduciéndolo a la plaza. Dos días después, el 13 de octubre, se lidiaron en Granada dos astado: Flor de Jara, negro, lombardo, de don Andrés Fontecilla, remató siempre en los tableros y en seis varas mató cuatro caballos; y Gallito , de pelo cárdeno, veleto, en siete cornadas mató cuatro caballos. Era nuy duro y hubiera aguantado más, si al colearle Bocane-
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Los Poderosos Toros de Ayer... gra inoportunamente no le hubiese quitado fuerzas. El mismo diestro, al rematar un quite, fue enganchado y volteado por Gallito, evitando oportunamente Hermosilla el que la cogida fuese de consecuencias más desagradables, al colearlo.
El Recuadro-1870 El número total de varas recibidas por los 14 toros notables estudiados a lo largo del año 1870, fue de 212 y mataron 72 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 5 caballos y recibió 15 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3 varas. El astado que recibió más varas durante 1870, fue «Amapolo», de Pérez de la Concha, lidiado el (22-08-1870), en Bilbao, tomó 27 varas y mató ocho caballos. En 1870, se comenzaron a otorgar ovaciones a los toreros en lugar de a picadores, porque se vieron las primeras faenas artísticas. 1871: El hecho que abre el año 1871 lo protagonizó Angero, retinto, de don Antonio Hernández, lidiado en Madrid el 9 de abril de 187I, tomó 16 varas de Marqueti, Antonio y Francisco Calderón. Un día después, El 10 de abril, Zurdo, retinto, de don Manuel García Aleas, lidiado en Madrid, aceptó 17 puyas y lo mató Francisco Arjona Reyes (Currito), hijo de Cúchares. El mismo ganadero lidió años antes, también la plaza de Madrid, otros dos toros con el mismo nombre de Zurdo, el primero de la serie, el 30 de mayo de 1862, que fue estoqueado por Antonio José Suárez y el segundo, el (02-09-1866), que fue estoqueado por Antonio Carmona (Gordito). Los tres, curiosamente, recibieron 17 varas cada uno, sin que podamos señalar los caballos que dejaron fueran de combate, ni los que hirieron. El 24 de abril, Jerezano, de Pérez de la Concha, lidiado en Bilbao la fecha señalada, en cuya afición dejó gratos recuerdos por su bravura y poder. Tomó con bravura gran cantidad de puyazos, que por número de caballos que mató pudieron ser más de 30, y dejó fuera de combate a 10 caballos.
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En los meses de mayo y junio de 1871, enlistamos a: Bizco, de don Justo Hernández, corrido en Madrid, fracturó al picador Juan Antonio Mondéjar (Juaneca) el cuello del húmero izquierdo; Gasparón, de pelo negro, del duque de Veragua, lidiado en Madrid el 4 de junio, soportó 16 puyazos y lo mató Rafael Molina (Lagartijo); del día 20, Murciano, de don Vicente Martínez, también corrido en Madrid, hirió al picador Sevilla en un muslo, en una mano y en los labios. Y dos días después, Cantarero, de don Vicente Romero, de Jerez de la Frontera, lidiado en El Puerto de Santa María, en una corrida de competencia entre esa ganadería y la de Miura, tomó 28 varas y mató nueve caballos. La ganadería de don Antonio I Miura, con uno de sus astados corridos en Bilbao, el (22-081871) cierra la lista de los toros notables de ese año, con Sonajero, lidiado en tercer lugar, era de pelo berrendo en castaño, cornicorto, pero bien puesto, tomó 16 varas, sin volver nunca la cara, matando nueve caballos. Llegó bravísimo a todos los tercios, creciéndose al final, al darle el primer pinchazo Rafael Molina (Lagartijo).
El Recuadro-1871 El número total de varas recibidas por los 6 toros notables estudiados a lo largo del año 1871, fue de 123 y mataron 45 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 7,5 caballos y recibió 21 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,73 varas. Los astados que más varas recibieron fueron: «Jerezano», Pérez de la Concha, lidiado en Bilbao el (24-04-1871), en cuya afición dejó gratos recuerdos por su bravura y poder. Tomó con bravura gran cantidad de puyazos, que por número de caballos que mató pudieron ser más de 30, y dejó fuera de combate a 10 caballos; «Cantarero», de don Vicente Romero, de Jerez de la Frontera, lidiado en El Puerto de Santa María (Cádiz), el (22-06-1871), en una corrida de competencia entre esa ganadería y la de Miura, tomó 28 varas y mató nueve caballos.
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Los Poderosos Toros de Ayer... 1872: El año 1872 se abrió con un hecho anecdótico: Anastasio, de don Vicente Martínez, cuando era conducido a la plaza de Madrid, se arrojó por el Puente de los Viveros al río Jarama, resultando ileso. Y de lo citado pasamos a la Feria de Abril de Sevilla, al día 19 de abril, en una corrida en la que toreó como sustituto de Rafael Gómez (Gallo), herido la tarde anterior, el matador Manuel Fuentes (Bocanegra), enfrentándose con su alternante Manuel Arjona (Gordito), en unos años en que la afición cordobesa se había volcado con Rafael Molina (Lagartijo) y dado a él la espalda; así que esa tarde, fue su desquite con Gordito, a quien derrotó pasaportando a sus tres enemigos: Cuajadito, Cuervecito y Peñerizo, del marqués del Saltillo, de tres magníficas estocadas. Aquella efeméride ocurrió en un momento en que Manuel Arjona había sido repudiado por la afición madrileña y Bocanegra aprovechó su triunfo para consolidar su crédito en Madrid. El 29 de abril, Trompetero, de don Rafael Laffitte, lidiado en la plaza de Jerez de la Frontera (Cádiz), que aceptó 26 varas y mató siete caballos, se le perdonó la vida a petición unánime del público. Un día después, Espejito, de pelaje cárdeno y bragado, del duque de San Lorenzo, jugado también en Jerez de la Frontera (Cádiz, Espa-
ña), tomó 20 varas y mató ocho caballos, volviendo a los corrales indultado. Como vemos, algunos ganaderos ya estaban logrando toros más nobles, sin perder la habitual ferocidad y poder, para que se lucieran los matadores y no sólo los picadores. La famosa ganadería de don Antonio I Miura (Véase imagen a pie de página) aportó el (26-05-1872), uno más de sus poderosos asta-dos, Canito, negro y bien puesto, que fue a los picadores 21 veces, ocasionó bastantes tumbos y mató siete caballos. Fue rematado por Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo). Don Rafael Laffite, lidió en Madrid a Chato, el 2 de junio, tomó 13 varas y mató nueve caballos. Bernardo Ojeda, que pidió permiso para banderillearlo vestido de paisano, fue cogido, resultando con una cornada; y el domingo 23 de junio, el marqués de Salvatierra, corrió también en Madrid, a Larguito, que hirió gravemente en el hipocondrio al matador José Machío. De la misma corrida, pero de don Pedro Varela, Moñudo , se saltó la barrera, rompió la contrabarrera, donde murió a bayonetazos, sin haber ocurrido desgracias. El (09-08-1872), Lechuzo , de don Valetín Flores, lidiado en Valdepeñas (La Mancha, España), hirió de muerte al picador Ramón Martínez ( Agujetas), hermano de Manuel. El hecho más no-
Portada de la famosa ganadería de Miura... lo dijo Julián López (El Juli): «Tentar en Miura tiene un sabor especial...» (Programa T.V.E, jueves (30-03-2000). 62
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Los Poderosos Toros de Ayer... table tuvo lugar el (19-08-1872), con Caramelo, de pelo colorado, boyante, pegajoso y siem-pre duro en la quimera de vencer a los de a caballo, de una corrida de seis de don Rafael Laffitte, lidiado en cuarto lugar, dio ocasión a uno de los más epopéyicos lances que registra la Tauromaquia: «Desafió el picador Francisco Calderón Díaz (Frasquito) al toro en los tercios del redondel, y al arrancársele, cogió un soberbio puyazo en el centro mismo del morrillo; el toro, duro y valiente, estirándose con poderoso empuje, logró llegar al pecho del caballo, introduciendo en él todo el cuerno izquierdo. El cuadro que se ofrecía -con permiso de los miembros de la Sociedad Protectora de Animales- era magnífico. Ni Calderón cedía ni el toro tampoco, y así, en bravo regateo, iba reculando el caballo, y celoso el toro por acabar con su enemigo, le había empujado seis varas de distancia, ganando, al fin, el bravo bovino, que vio muerto a sus plantas el caballos. Ciego el toro de coraje, habíase dormido en la cornada, y no se retiraba ni sacaba el asta, y entonces Calderón, que había caído de pie, como era mérito en tan singular picador, se adelantó a arrancar la divisa del toro por su propia mano; sentir el toque, sacudir nerviosamente el cuerpo y retirar la mano derecha de Calderón, fue cosa momentánea, quedando nuevamente dormido el toro sobre su víctima. No titubeó entonces Frasquito, y decidido como estaba a ganar la divisa como trofeo, tendió el brazo de nuevo y de un tirón se apoderó de las codiciadas cintas blancas y negras. El dolor que recibió el toro por el desgarre de sus carnes al salir el hierro de la divisa, le hizo sacar el cuerno del pecho del caballo y, fijándose en el picador, quiso acometerle; pero Frasquito era hombre rápido en sus resoluciones, y armándose con la garrocha se dispuso a defenderse. ¡Qué hermoso momento aquél! El peligro era cierto, la lucha desigual y dudoso el triunfo, y en aquel sublime instante un salvador se apareció al quite. Era Frascuelo, el diestro valiente y nervioso, que acudía presto a salvar a su querido picador, y cogiendo al toro de la cola le zarandea y troncha hasta conseguirlo, en bien calculado giros, retirarlo del sitio, ganado así prez y honra torera. Se produjo el delirio en el público; la ovación a Frasquito y a Frascuelo fue imponente, con esa grandiosa majestad que no puede ser descrita... Todos los espectadores pro-
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rrumpieron en una misma frase: ¡Que le den el toro!! y el toro fue de Frasquito, porque así lo pedía toda la plaza, y a esta petición accedió la presidencia...» En tal lance cabe preguntarse: ¿No será cierto que «el hombre y el toro se encontraron en el mundo circunstancialmente?...», para ser protagonistas de hechos inenarrables. El (08-09-1872), Manguito, negro mulato, del duque de Veragua y que resultó bravísimo, lidiado en Madrid, tomó 16 varas del Francés, Juaneca y el Gangao, el matador Cayetano Sanz le concedió la alternativa al matador Francisco Díaz (Paco de Oro). Díaz había nacido en Cádiz el (1502-1840).
El Recuadro-1872 El número total de varas recibidas por los 6 toros notables estudiados a lo largo del año 1872, fue de 96 y mataron 38 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 6,3 caballos y recibió 16 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,5 varas. El astado que más varas recibió fue «Trompetero», de don Rafael Laffite, lidiado en la plaza de Jerez de la Frontera (Cádiz), el (2904-1872), aceptó 26 varas y mató siete caballos, se le perdonó la vida a petición unánime del público. Un día despuués, el toro del duque de San Lorenzo, de pelaje cárdeno y bragado, de nombre «Espejito», jugado también en Jerez de la Frontera (Cádiz, España), tomó 20 varas y mató ocho caballos, volviendo a los corrales indultado. Como vemos, algunos ganaderos ya estaban logrando toros más nobles, sin perder la habitual ferocidad y poder, para que se lucieran los matadores y no sólo los picadores. 1873: La cantidad de puyas que recibieron los toros más notables a lo largo de 1873 osciló entre las 39 varas que tomó el toro de la ganadería española de don Rafael Laffitte, Parrillero, corrido en la plaza sevillana el (20-04-1873), resultó bravísimo, noble y mató 8caballos y dejó cuatro mal heridos,
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Los Poderosos Toros de Ayer... que murieron en los corrales-, y la 10 varas que recibió Caparrota el 14 de septiembre. En esta ocasión abre la relación de los toros notables de 1873, Parrillero , de don Rafael Laffitte, jugado en la plaza de Sevilla el domingo 20 de abril, fue muy bravo y noble y arremetió 39 veces a los jinetes, mató ocho caballos y dejó cuatro mal heridos, que murieron en los corrales. Al siguiente domingo, es decir, el 27 de abril, Se- villano, de pelo retinto, de don José Gutiérrez, procedente de don Elías Gómez, lidiado en Madrid, tomó 18 puyas y lo remató José de Lara (Chicorro). Ya en mayo, el día 4, Nevaíto, de pelo negro, salpicado, del duque de Veragua, lidiado en Madrid, tomó 17 puyazos, siendo muerto por José Lara (Chicorro). En junio de 1873, el día 12, Manano, de don Andrés Fontecilla, lidiado en Ubeda (Jaén), recibió un crecido número de varas -pueden ser unas 20- y dejó para el arrastre siete caballos. El 22 de junio de 1873, fueron lidiados en la plaza de Madrid dos poderosos astados, de don José Bermúdez Reina: Charretelo, que hirió gravemente en el brazo derecho a Rafael Molina (Lagartijo) y Soriano, de pelo negro, fue lidiado por Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), después de tomar 21 varas. El 24 de junio, Renco (en otro lugar se dice que fue el toro Valiente, eso sí, de la mismas ganadería) berrendo en negro y alunarado, de don Rafael Laffitte, lidiado en segundo lugar, tomó cinco varas de Calderón, Chuchi y Bartolesi, en una corrida que se celebró ese día en la plaza de Jerez de la Frontera (en otro lugar se dice que fue en la plaza de El Puerto de Santa María), en la que alternaron Frascuelo y Chicorro, que sustituía a Lagartijo. El banderillero Rafael Bejarano y Vivar (el Cano), que toreaba esa tarde cubriendo el puesto de su compañero Juan Yust, corrió a Renco de tercio a tercio, tomó un burladero pero no pudo ocultar todo el cuerpo por haber refugido en él varias personas; el cornúpeto embistió codicioso al extremo del capote y atravezó la pantorrilla izquierda de el Cano con un asta, tan vigorosamente lanzada, que la punta del pitón se clavó en las tablas y sacó astillas. En la enfermería diagnosticaron los médicos una rápida curación de la herida, a
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pesar de la gravedad que presentaba. Pasado unos días, el herido quiso marcharse a Córdoba en vista de quue se hallaba bastante mejorado. La noche del día 2 de julio, se advirtieron los síntomas de tétanos, y declarada esta espantosa complicación al siguiente día, murió el 4 de dicho mes, a las tres de la tarde. En septiembre de 1873, la lista comienza con Ballestero, retinto, de don Vicente Martínez, lidiado en Madrid el domingo 7 de septiembre, aguantó 17 varas. Le banderillearon Juan Molina y José Gómez (Gallito) y lo remató Rafael Molina (Lagartijo). El domingo siguiente, Caparrota , cardeno obscuro, del duque de San Lorenzo, fue lidiado en Madrid, tomó 10 varas y lo mató Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo). El 21 de septiembre, Cometo, del duque de Veragua, también en Madrid, tomó 18 varas y mató cinco caballos. En noviembre, el día 1, Cerrajero, cárdeno, de don Antonio Hernández, fue lidiado en la Corte por Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), después de tomar 18 varas. El (12-11-1873), Bo- lero, de don Andrés Fontecilla, lidiado en Úbeda (Jaén), al correr tras un peón remató en los tableros, echando abajo, al ímpetu de la acometida, 16 metros de barrera.
El Recuadro-1873 El número total de varas recibidas por los 10 toros notables estudiados a lo largo del año 1873, fue de 182 y mataron 62 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 6 caballos y recibió 16 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3 varas. El astado que más varas recibió fue «Parrillero», de don Rafael Laffitte, jugado en la plaza de Sevilla el 20 de abril, fue muy bravo y noble y arremetió 39 veces a los jinetes, mató ocho caballos y dejó cuatro mal heridos, que murieron en los corrales. Ese año se produjeron tres cornadas, una sufrida por Manuel Fuentes (Bocanegra) y dos por Fernando Gómez (Gallito chico).
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Los Poderosos Toros de Ayer... 1874: La temporada de 1874 fue desgraciada para el famoso matador de toros Fernando Gómez (Gallo). El 19 de abril de ese año, fue contratado con José Machío en Madrid, y resultó herido por Carabuco, de Anastasio Martín; se confió demasiado al cuadrar en la cabeza, no pudo salir del embroque por falta de piernas y sufrió dos heridas en el muslo derecho, una de ellas gravísima. Miranda, del duque de Veragua II, fue el
último que se lidió en la antigua plaza de Madrid, que fue derribada en 1874, aunque desconocemos el día. La lista de hechos y de toros notables la abre Palomino, del duque de Veragua, que se corrió el 10 de marzo, en Madrid, ocasionó una grave cogida en el muslo derecho a Manuel Fuentes (Bocanegra). El 19 de marzo, Caravia, de don Anastasio Martín, lidiado en Madrid, cogió al diestro Fernando Gómez (Gallito chico) al ponerle un par cuarteando, causándole una herida grave. Para el día 22 de marzo, el hasta entonces banderillero José Sánchez del Campo (Cara Ancha), después de los éxitos logrados en Madrid banderilleando en las cuatro últimas corridas y ante la respuesta tan favorable del público, sintió la necesidad de corresponderles con su agradecimiento, y anunció en los carteles que estoquería el sexto toro de la corrida para el día antes citado. Vestido de tórtola y oro salió al ruedo y derrumbó al toro, de nombre Canario, sardo, de don Antonio Hernández, de una estocada caída, después de un brillante trasteo y entre aplausos. En los meses de abril y mayo de 1874, el día 23 de abril, Medias negras, berrendo en negro, Bermúdez Reina, lidiado en Madrid, tomó 18 puyazos y lo mató Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo). Y tres días después, también en Madrid, Pimiento, de pelo castaño encendido, del marqués del Saltillo, tomó 16 varas y lo mató Rafael Molina (Lagartijo). El domingo 12 de abril, Cor- dón, negro, de Miura, lidiado Madrid, fue estoqueado por Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), después de aceptar 18 puyazos. El picador Antonio Benítez (El Grapo) recibió aquella tarde la alternativa. Y por último, el domingo 26 de abril, Pimiento, de pelo castaño encendido, del marqués del Saltillo, lidiado en Madrid, tomó 16 varas y lo mató Rafael Molina (Lagartijo).
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Los días 1, 8, 5, 12 y 14 de mayo -el día 12, Espejito, de don Antonio I Miura, fue el primero que mató el día de su alternativa Manuel Hermosilla, cedido por Rafael Molina (Lagartijo)-. El día 14, Molinero, del duque de Veragua, fue corrido en la tercera de abono, acometió con nobleza y bravura a los jinetes en gran número de ocasiones, que pudieron ser 20, matándoles siete caballos; el día 17, Cabezón, de don Anastasio Martin, mandó a la enfermería a los picadores Benítez y Antonio Calderón, y causó a José Machío una herida grave en el muslo derecho de ocho centímetros; los días 24 y 28 de mayo -este último día, Mulato , de pelo colorado, de Miura, fue estoqueado por Rafael Molina (Lagartijo), aceptó 16 varas y el picador Manuel Feijóo, tomaba aquella tarde la alternativa, se organizaron pues en la Corte siete corridas de toros, y se contrataron a los diestros Antonio Carmona (Gordito), Manuel Fuentes (Bocanegra), Rafael Molina (Lagartijo), José Sánchez del Campo (Cara-Ancha) y Manuel Hermosilla. La cuadrilla de Bocanegra, nueva en la Corte, la componían Anillo, Bienvenida, el Barbi y Cara-Ancha, que se presentó banderilleando de primeras -en la corrida del día 1- con el Barbi , con dos excelentes pares al cuarteo, al toro llamado Gitano, negro, de don Rafael Laffite, lidiado en segundo lugar. Las citadas corridas y el toro Gitano fueron dignos de pasar a la historia del toreo, pues se reunieron los mejores banderilleros de la época y en las se destapó quien habría de ser uno de los más grandes maestros de la tauromaquia: José Sánchez del Campo (Cara-Ancha), a quien, desde el primer instante le colmaron las simpatías del público, y en las cuatro corridas escuchó continuos aplausos al ejecutar sus suertes preferidas, pues ya era un banderillero maestro, elegantísimo, preciso e inteligente hasta la genialidad. El 24 de mayo, Algarrobo , castaño aldinegro y veleto, de don Vicente Romero y García, se lidió en Córdoba y más que por sus condíciones de lidia (tomó ocho varas y mató tres caballos), merece recordarse por haber de salida saltado al callejón, enganchando a una mujer de Lucena, que trataba de salir de la plaza, y a un cabo de guardias municipales, que se dirigía a ella, matando a la mujer de una tremenda cornada en el abdomen
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Los Poderosos Toros de Ayer... e infiriendo cuatro gravisímas al guardia, El toro salió al redondel con un trozo de la camisa ensangrentada de la mujer en el asta, matándolo Rafael Molina (Lagartijo). Cuatro días después, Mulato, de pelo colorado, de don Antonio I Miura, lidiado en Madrid el (28-05-1874), fue estoqueado por Rafael Molina (Lagartijo), y aceptó 16 varas. El picador Manuel Feijóo, tomaba aquella tarde la alternativa. El 31 de mayo, Lechero, de don Anastasio Martín, fue corrido en Granada, tomando con vigoroso poder 26 varas y dejando para el arrastre siete caballos. El 28 de junio, Artillero, retinto, de don Nazario Carriquiri, infirió una cornada de gravedad a Pedro Aixelá y Torrijo (Peroy ), en la plaza de Barcelona, matándolo Antonio Carmona (Gordito). El 5 de julio, Lumbrero, del duque de Veragua II, lidiado en primer lugar en la corrida celebrada en Madrid el 5 de julio, tomó ocho varas, mató cuatro caballos, hirió en un pie al picador José Calderón y recibió una buena estocada de Rafael Molina (Lagartijo el Grande). Viente días después, Co- chero, de don Atanasio Linares, lidiado en Granada el 25 de julio, que tomó muchas varas, que pudieron ser 20, y mató ocho caballos. En los meses de agosto y septiembre, el día 2 de agosto, Jabonero, de don Vicente Martínez, lidiado en Palma de Mallorca, tomó 12 varas y mató seis caballos. El 4 de septiembre, los diestros Rafael Molina (Lagartijo), Francisco Arjona Reyes (Currito), Salvador Sánchez (Frascuelo), Vicente García Villaverde, José Lara (Chicorro), José Machío y Ángel Fernández Baldemoro, lidiaron en Madrid toros del duque de Veragua. Ya en septiembre, Toruno, también del duque Veragua, lidiado en la inauguración de la plaza nueva de Madrid, tomó 10 varas, mató cuatro caballos, siendo estoqueado por Manuel Fuentes (Boca-neqra). Toruno fue banderilleado por la pareja formada con Manuel Mejías Luján (Bienvenida) y Mariano Antón. Ese año de 1874, el banderillero Bienvenida figuraba en la cuadrilla de Bocanegra. El día 13, Chamorro, de don José Antonio Adalid, lidiado en Madrid, tomó 16 varas y mató seis caballos; y Chimeno, de don José Antonio Adalid, aguantó también 16 varas del Francés, Canales, Antonio Calderón y Manuel Gutiérrez (Melones), matándolo Rafael Molina (Lagartijo).
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El 20 de setiembre, el matador Manuel Hermosilla y Llanera, toreó en la plaza de Madrid, alternando con los mismos espadas que el día 12 de junio en que hizo en esa plaza su presentación, es decir, con Rafael Molina ( Lagartijo) y Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo). El tercer toro, de Veragua, Cachucho, era negro bragado, buen mozo, cornigacho y bizco del izquierdo, tendía a refugiarse en las tablas, pero Hermosilla logró que las abandonara, volviendo el matador a desliar el trapo y a pasar a Cachucho, saliendo a cada pase por pies, porque el bicho se revolvía. Cuando se decidió matar salió herido de gravedad, después de haberlo suspendido y dejado caer en el suelo, presentando en la enfermería una cornada en la parte interna del muslo derecho. Lagartijo mató a Cachucho con admirable valentía. Y, por último, Cariñoso, de don Vicente Martínez, de Colmenar Viejo, lidiado en Valladolid, recibió 15 varas y mató cinco caballos. El (04-10-1874), Perdigón, de pelo colorado, de don Ildefonso Núñez de Prado -otros señalan que fue de la ganadería de Laffitte-, lidiado en Madrid, tomó 16 varas y al banderillearle Juan Molina sufrió dos cornadas en el muslo izquierdo, o mejor dos puntazos corridos. Fue estoqueado por Rafael Molina (Lagartijo) y el público dio carácter de venganza familiar a la faena y muerte que Rafael Molina dio al causante de la cogida, que otros cronistas le citan coon el nombre de Bolichero.
El Recuadro-1874 El número total de varas recibidas por los 15 toros notables estudiados a lo largo del año 1874, fue de 213 y mataron 69 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 5 caballos y recibió 14 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 4,6 varas. El astado que más varas recibió fue «Lechero», de don Anastasio Martín, corrido en Granada el 31 de mayo, tomó con vigoroso poder 26 varas y dejando para el arrastre siete caballos. Ya en 1874 las varas por toro iniciaron un claro descenso y un considerable aumento de varas por caballo muerto.
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Los Poderosos Toros de Ayer... 1875: El año 1875 fue rico en sucesos, hechos trágicos ( 14, véase al pie de la página 66 ) y parteaguas en la fiesta de los toros, ya que en él comenzó una época en que los lidiadores de a pie, al comprobar una ligera pérdida en el poder de los toros, vieron la oportunidad de restarle éxitos a los picadores, realizando faenas más artísticas que arrancaron aplausos y ovaciones en los tendidos; si bien, en la medida en que se fueron ciñendo a los astados y provocando mayores emociones en el público, sufrieron serios percances en busca de fama, gloria y dinero. Abre la lista de 1875 Avellano, del duque de Veragua II, que lidiándose en Barcelona hirió gravemente a José Machío. Sin embargo, continuaron saliendo toros poderosos, como Pañue- lero, de don Carlos López Navarro, antes del conde de Salvatierra, que jugado en Valladolid, hizo una magnífica pelea, aguantó 16 varas, ocasionó 10 caídas y dejó para el arrastre siete caballos. El astado de la vacada del marqués de Salvatierra, Meleno, lidiado en Madrid el 18 de marzo,cogió al entones banderillero Fernando Gómez (Gallito chico) y le produjo dos heridas de importancia. El 23 de marzo, Mayoral , del marqués del Saltillo, jugado en Madrid, el que al iniciarse la lidia, de súbito saltó el callejón a la altura del tendido 4 y cogió en él a Ramón Granda, hermano del Francés, al que tiró contra la barrera, ocasionándole fuertes contusiones. El 30 de marzo, Ojinegro, de pelo colorado, ojinegro y bizco del izquierdo, de don Félix Gómez, lidiado en Madrid, saltó la barrera por la puerta de caballos, y encontrando abierta la que conducía a las caballerizas, entró en el patio, donde bebió agua en el pilón que allí había, volvió de nuevo a la plaza, ocasionando en el patio de caballos numerosos sustos, entre ellos a una aguadora, que murió a conecuencias del susto a los pocos días. El 25 de abril salieron al ruedo de Madrid dos bravo y poderosos toro de la ganadería española de Núñez de Prado. El primero, Choricero, fue lidiado el citado día, recibió 13 varas y mató cinco caballos. En esa corrida, pero de la ganadería de don José Antonio Adalid, antes de Núñez de Prado, se lidió Rayo, que tomó 12 puyazos y mató cinco caballos.
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En mayo fue jugado Albejón, de González de la Vega, en la plaza de los Barrios (Cádiz), que hirió gravemente al banderillero Carlos Escoto. El cornúpeto de pelo colorado, comicorto, Cortito, de don Roque Alaiza, lidiado en Barcelona el domingo 2 de mayo, le infrigió una cornada en el muslo izquierdo al espada Felipe García, ocasionándole un serio puntazo. En Barcelona, Tirabe- que, corrido el (09-05-1875), de don Roque Alaiza, le dio un gran achuchón al banderillero Antonio Valero (Papelero) en el momento de tomar las tablas, lanzándole a la contrabarrera. De la misma corrida y ganadería, Coloso, corneó a los banderilleros Bernardo Ojeda y Manuel Zúñiga. El domingo 23 de mayo, Apreturas, del duque de Veragua, lidiado en Madrid, tomó la alternativa José Sánchez del Campo (Cara-Ancha) de manos de Rafael Molina (Lagartijo). En esa corrida murió el banderillero Mariano Canet. Un toro de don Antonio I Miura, uno de los dos que se lidiaron en esa corrida, de nombre Chocero, castaño, ojo de perdiz, meleno y astillado del derecho, tomó siete varas y mató dos caballos, dando una cornada de muerte al banderillero Mariano Canet (Yusío) y otra a un mozo de caballos. Seguidamente, algunos otros toros lidiados por Cara-Ancha, entre ellos: Cigarrero, el 4 de abril de 1870, de Murube; Canario, el día 22 de marzo de 1874, de don Antonio Hernández;; Bolero, el 21 de junio de 1877, del marqués de Salas, se lidió en Madrid; Corneto, el 6 de septiembre de 1877, en Murcia, de Pérez de la Concha; Lechuzo, el 2 de octubre de 1881, en Madrid, de Adalid; Basilisco, el (16-07-1882), de Barrionuevo; Baratero, el (29-10-1882), de don Manuel García Puente y López, lidiado en Madrid; Carpintero, el (16-09-1894), lidiado en Madrid. de don Eduardo I Miura. En los meses de junio y julio relacionamos a: Aguardentero, del duque de Veragua II , lidiado en Madrid el 29 de junio, tomó 16 varas, mató cuatro caballos e hirió al picador Juan León (Gaceta). El 2 de julio, Abutardo, de Arribas, corrido en Barcelona, tomó 26 varas y mató siete caballos; Cervato, del marqués de Salas, fue lidiado en Madrid el 4 de julio, hirió a Ángel Pastor al ponerle éste un par de banderillas. De la misma corrida y ganadería fue Parro, primer toro presentado en Madrid por el marqués de Salas.
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Los Poderosos Toros de Ayer... El (25-07-1875), el cuatreño, Barrabás, del marqués de Villavilviestre, corrido en Constantina (Sevilla), dejó muertos siete caballos en 10 varas que tomó. De la misma corrida y ganadero se lidió a Temerario, que soportó nueve varas y mató seis caballos. Ya en Agosto, Pimiento, de don Vicente Martínez, lidiado en Palma de Mallorca (España) el 8 de agosto, tomó 17 varas, mató cinco caballos y cogió sin consecuencias a Manuel Hermosilla, pasándole de un asta a otra y dejándole caer en pie.
cárdeno, jugado el 26 de septiembre en la plaza de Sevilla, de Pérez de la Concha, hizo una gran pelea en todos los tercios, y su cabeza la guardaba el ganadero como trofeo honroso. Sartenito, de Laffite, jugado en Madrid el 31 de octubre de 1875, aguantó siete varas, por igual número de caídas y cinco caballos muertos.
El Recuadro-1875 El número total de varas recibidas por los 14 toros notables estudiados a lo largo del año 1875, fue de 180 y mataron 81 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 5,7 caballos y recibió 12,8 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,2 varas. El astado que más varas recibió fue «Abutardo», de Arribas, lidiado el (02-07-1875), corrido en Barcelona, tomó 26 varas y mató siete caballos.
En septiembre, Melenillo, del marqués del Saltillo, lidiado en Madrid el día 5, era negro, listón y bien puesto. En el primer tercio soportó 10 varas y mató seis caballos. Bravo y noble, Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo) aprovechó bien estas circunstancias, luciéndose al propinarle una buena estocada recibiendo. Un día después, Bo- nito, de García Puente y López (antes Aleas), lidiado en Murcia, aguantó 11 varas, tumbó a los picadores 11 veces, mató ocho caballos y dejó tres mal heridos. En la misma fecha, 8 de septiembre, Medianoche, de don José Becerra, lidia- 1876: Boticario, de la vacada de don Carlos do en San Fernando (Cádiz), tomó 19 varas, derribó 10 veces y mató nueve caballos. López Navarro, lidiado en 1876, abre la lista del año, haciendo. un brillante primer tercio, aguanSerranito, de don Joaquín Murube, que tando 10 varas y matando siete caballos. Ninguna se lidió en Madrid el 12 de septiembre, soportó 13 información disponemos de los meses de abril y varas, de las cuales le quedaron clavadas dos mayo, hasta el 4 de junio, con Cadete, de la vacapuyas, dio ocho tumbos y mató cuatro caballos. El da de Laffitte, lidiado en Madrid, que en todos los día 20, Granero, de pelo colorado encendido, de tercios hizo magnífica pelea, y en el primero Pérez de la Concha, lidiado en Valencia tomó con aguantó 18 varas y dejó en el redondel cuatro cacoraje 16 varas. Y, por último, Primoroso, de pelo ballos. Un día después y de la misma ganadería, (14) Pero el año 1875 tuvo una característica trágica, debido al gran número de percances sangrientos, algunos mortales, que los toros lidiados ese año protagonizaron, destancando entre ellos, de forma resumida, los siguientes: Avellano, de la ganadería de Veragua II , lidiado en Barcelona, hirió gravemente al matador José Machio; Meleno, de la vacada española del marqués de Salvatierra, fue lidiado en Madrid el (18-03-1875). Cogió al entones banderillero Fernando Gómez (Gallito chico) y le produio dos heridas de importancia; Mayoral , del marqués del Saltillo, lidiado en Madrid el (23-03-1875), al iniciarse la lidia, de súbito saltó el callejón a la altura del tendido 4 y cogió a Ramón Granda, hermano del Francés, al que tiró contra la barrera, ocasionándole fuertes contusiones; Cortito, de pelo colorado, comicorto, de la ganadería española de don Roque Alaiza, lidiado en Barcelona el (02-05-1875), corneó al espada Felipe García, ocasionándole un puntazo en el muslo izquierdo; Coloso , de la ganadería española de don Roque Alaiza, lidiado en la Monumental de Barcelona el (09-05-1875), cogió a los banderilleros Bernardo Ojeda y Manuel Zúñiga; el día (23-05-1875), un toro de Miura, de nombre Chocero, de pelo castaño, ojo de perdiz, meleno y astillado del derecho, le infrigió una cornada de muerte al banderillero Mariano Canet (Yusío) y otra cornada a un mozo de caballos, en la plaza de Madrid; el 4 de julio de 1875, el toro llamado Cervato, de la ganadería española del marqués de Salas, lidiado en Madrid, hirió a Ángel Pastor al ponerle éste un par de banderillas.
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Los Poderosos Toros de Ayer... Artillero, lidiado en Córdoba, era castaño, aldine-
gro, achispao por detrás y resultó bravo y duro, voluntario y noble hasta su muerte, recibiendo 12 varas de Juaneca, Francisco Calderón, Chuchi y Rodríguez, matando tres caballos, siendo coleado por Lagartijo y banderilleado por Mariano Antón y Juan Molina. Lo mató el gran Rafael de una magnífica estocada a volapié.
garon los cabestros y vaqueros. En la arena tomó 14 varas y mató seis caballos, matándolo el Gordito después de una gran faena artística.
A lo largo del mes de agosto enlistamos a: Generoso, de pura casta navarra, de Lizaso, lidiado en Cartagena (España) el 6 de agosto, en cuarto lugar, tomó 25 puyazos y fue estoqueado por Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo). El El (11-06-1876), se inauguró la plaza de (10-08-1876), fue corrido en la antigua plaza de toros de Málaga (España), con una corrida en la Jerez de los Caballeros (Badajoz, España), un que se lidiaron, entre otros astados, todos de la curioso toro de pelo totalmente rubio, Gaditano, doña Dolores Monge, viuda de Murube, los siguien- de Pérez de la Concha, que en magnífica pelea tes: Baratero, de pelo negro lombardo, listón, aguantó 24 varas, la mayoría de ellas de castigo. meleno y cornibrocho, tomó 17 puyas y mató sie- El 22 de agosto, Almendrito, cárdeno, de don te caballos, siendo estoqueado por Antonio Joaquín Pérez de la Concha, lidiado en Almería, Carmona (Gordito), y la cabeza fue llevada por un tomó nada menos que 43 varas. Su cabeza fue doctor alemán a la Exposición de Viena; Sala- disecada y regalada al ganadero por la Empresa. manquino, de pelo negro, lidiado por el matador Manuel Domínguez (Desperdicios), banderilleado El día 1 de octubre, Cuervo, de la vacada por Valentín Martín y Lorenzo -aún sin haber to- de Otaolaurruchi (antes de Orozco), que se jugó mado la alternativa como matador de toros- al par en Madrid el 1 de octubre, recibió con bravura sucon Isidro Rico (el Culebra) y picado por Santillo, frió 11 puyazos y dejó para el arrastre seis cabaAntonio Calderón (el padre), José Fuentes y Ca- llos. A lo largo del año 1876, Salvador Sánchez nales. Salamanquino fue francamente bravo, tomó Povedano (Frascuelo), le cedió al entonces noviocho varas, por dos caídas y tres caballos muer- llero Ángel Pastor muchos toros por provincias, le tos, sin llegar a sobresaliente. Con Gordito alter- llevó muchas veces como media espada y al fin le naron esa tarde memorable, Manuel Domín-guez autorizó para tomar la alternativa, creyéndole ya y Rafael Molina (Lagartijo). La plaza de Málaga, cuajado. De manos de Rafael Molina (Lagartijo), a con capacidad para 14.000 espectadores. quien fue a pedirla expresamente a la ciudad de Córdoba, la tomó el día 22 de octubre. Totovío, de don José Ginés, fue corrido en Valdepeñas el 15 de junio, saltando por dos En esa corrida se estoquearon dos toros veces al tendido de sombra, dando muerte a un de Miura, dos del Saltillo y dos de Laffitte por Laniño e hiriendo gravemente a dos agentes de la gartijo, Frascuelo, Chicorro y Ángel Pastor. Salió Autoridad. El pánico se apoderó de los especta- el primer toro, de Antonio I Miura, Madroño , y dores, resultando muchos con piernas y brazos después de tomar siete puyazos del Chuchi , Julio rotos, y a causa del susto fueron sangradas más Fernández y Marqueti, y de ser banderilleado, de 200 personas. Totovio fue muerto a tiros por la Rafael Molina (Lagartijo) le cedió los trastes a Ángel Guardia civil. El 24 de junio, Tintoreto, de don Pastor Gómez, consagrándolo matador de toros. Máximo Hernán, jugado en Barcelona, aguantan- Atribulado de emoción, Ángel toreó a Madroño do 18 veces a los jinetes, dio nueve tumbos y mató bien de muleta, matándolo de un pinchanzo sin seis caballos. soltar, una corta perpendicular y una honda caída al volapié, siendo muy aplaudido. En el sexto, En el mes de julio, Terciopelo, de don Fanfarrón , de Laffitte, lo lanceó con cinco José Becerra, lidiado en Barcelona el 23 de julio, verónicas exclentes y un farol superior. aguantó 18 varas, mató seis caballos y mandó a la enfermería al picador Esterero. En Valencia, el Suguiendo con los toros del mes de octumismo día de julio, Vinatero , de don Antonio bre, contamos con: Greñudo, de don Antonio I Hernández, al sacarlo del tren rompió el cajón, hi- Miura, lidiado en Madrid el 8 de octubre de 1876, rió a una persona y no siguió adelante porque An- le infrigió una cornada al banderillero Manuel Molina tonio Carmona (Gordito) lo entretuvo hasta que lle- al tomar la barrera, ocasionándole una herida en
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Los Poderosos Toros de Ayer... la pantorrilla izquierda, y pisoteó a Rafael Molina (Lagartijo) al hacerle un quite. Y el día 29, Confi- tero, del marqués de Salas, lidiado en Madrid, tomó 16 varas y mató seis caballos. El (29-10-1876), el matador de toros José Lara (Chicorro), obtuvo en la plaza de Madrid el éxito mayor de su vida torera, ya que cortó la primera oreja a Medias negras, que el público madrileño pidió para coronar la labor de un matador. Antonio Peña y Goñi describió así la faena de Chicorro en la corrida de la fecha citada, a la que asistieron el rey Alfonso XII, la princesa de Asturias y los príncipes electores de Sajonia Weimar. Alternó José Lara (Chicorro) con Rafael Molina (Lagartijo) y Frascuelo en la muerte de seis toros, uno de cada una de las siguientes ganaderías: Miura, Barbero y Benjumea, y tres de Salas. Dejó escrito Peña y Goñi: «Salió el tercero de Benjumea, llamado Medias negras, berrendo en negro, capirote y botinero y bien armado. Lo que hizo Chicorro con este toro se necesita haberlo visto para creerlo. Comenzó por dar el salto de la garrocha de un modo admirable, se dirigió inmediatamente a cuerpo limpio al toro y le arrancó la divisa en un recorte ceñidísimo, saliendo Chicorro en seguida a ofrecérsela a los príncipes de Baviera, que ocupaban, con Alfonso XII, el palco regio. Aceptado el regalo, presentóse nuevamente Chicorro en la plaza, tocaron a banderillas, cogió dos pares de acuarta, clavólas magistralmente al cuarteo, luego un par de las comunes, y lo clavó también de una manera admirable. Entre el delirio de los espectadores, asombrados por tales faenas, se apoderó Chicorro de los trastos de matar, dirigiéndose al toro y lo echó a rodar de un pinchazo en hueso y un asombroso volapié hasta la mano, que hizo morir instantaneamente a Me- dias negras, sin necesidad de puntilla. Lo que pasó en la plaza no hay nadie capaz de describirlo. No se ha visto jamás espectáculo semejante, ni más cigarros y prendas de vestir desparramados por la arena. Ni creo que se haya visto jamás a un torero ejecutar cuatro suertes distintas: el salto de la garrocha, quitar la divisa sin capote al brazo, poner tres pares de banderillas, dos de ellos a cuarta, y matar, finalmente, al toro; todo ello admirablemente, con matemática
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precisión y sin solución de continuidad. El público, fuera de sí y no sabiendo de qué modo había de colocar su entusiasmo a la altura del mérito de José Lara (Chicorro), pidió desaforadamente que el toro le fuera concedido, y a ello accedió la presidencia. El afortunado lidiador le cortó la oreja a la res y la mostró a los espectadores, que aplaudieron con frenesí, consumándose de tal suerte un acto sin precedente en aquellos tiempos en la plaza de toros de Madrid.»
El Recuadro-1876 El número total de varas recibidas por los 14 toros notables estudiados a lo largo del año 1876, fue de 215 y mataron 72 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 5,1 caballos y recibió 17,9 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3,4 varas. El astado que más varas recibió fue «Almendrito», jugado el 22 de agosto, de don Joaquín Pérez de la Concha, lidiado en Almería, tomó nada menos que 43 varas. Su cabeza fué disecada y regalada al ganadero por la Empresa. El hecho más dramático y mulltitudinario de la fiesta brava tuvo lugar el (15-06-1876), ya que «Totovío», de don José Ginés, corrido en Valdepeñas (Madrid), saltando por dos veces al tendido de sombra, dando muerte a un niño e hiriendo gravemente a dos agentes de la Autoridad, sembró el pánico entre los espectadores, resultando muchos con piernas y brazos rotos, y a causa del susto fueron sangradas más de 200 personas. F ue muerto a tiros por la Guardia Civil. El (29-10-1876), el matador de toros José Lara (Chicorro), obtuvo en la plaza de Madrid el éxito mayor de su vida torera, ya que cortó la primera oreja a «Medias negras», que el público madrileño pidió para coronar la labor de un matador. 1877: La noche del Jueves Santo, del día 29 de marzo, en que entró a Madrid una corrida de don Vicente Martínez, uno de los toros, Churrero o Churro (Nombres equivalentes según la Tauroma-
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Los Poderosos Toros de Ayer... quia de Guerrita), hirió a seis personas y atropelló a mucha gente. Lo mató a tiros el portero del ministerio de Marina. Se había escapado de la estación del Norte, rompiendo el jaulón en que iba metido con destino a Zaragoza para lidiarse el 1 de abril de ese año. Guindaleto, negro, bragado, cornialto y
de condición nerviosa, viva y traicionera, de don José Antonio Adalid, lidiado en Madrid el (15-041877), tomó ocho varas de Juan Trigo y Antonio Suárez y mató dos caballos. Entraron a un quite a un tiempo Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo) y Hermosilla, salieron trompicados y acometidos ambos, y el toro embistió, al fin, contra el primero, que resultó con tres heridas de gravedad, una de ella terrible, y la empresa de Madrid, por hallarse heridos dos de los diestros que componían el abono, hubo de organizar una corrida para el 22 de abril, mientras procuraba salir del tropiezo. Sin embargo, en la misma obra de don José María de Cossío -tomo IV- y en otro lugar dice: «El toro de la ganadería española de Adalid, de nombre Lagartijo, pelo negro y bragado, fue lidiado en segundo lugar el 15 de abril e hirió gravemente al espada Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo). Así que hay un error en el nombre del astado, sin que sepamos cuál es el verdadero.»
Los banderilleros Antón y Juan Molina sólo lograron ponerle cada uno medio par; así es que en el último tercio estaba el terrible Cucharero tan dueño de su poder como cuando salió del toril. Lagartijo, que era el espada encargado de estoquearle, dijo al verle aparecer en el ruedo estas palabras, resumen gracioso de la impresión causada en el ánimo del gran torero por la tremebunda estampa de Cucharero: «¡Mardita sea la vaca que ta parío!.» Rafael Molina (Lagartijo), a pesar de todos sus enormes recursos, no pudo dominar su miedo durante los dos primeros tercios; tocan a matar, y allá va el maestro cordobés rodeado de sus fieles Mariano Antón y el Gallo, y sin darle un solo pase, corriendo de un lado para otro, siempre a considerable distancia de Cucharero, al cabo de media hora -condescendencia que prueba el inmenso prestigio que disfrutaba Lagartijo- pudo acabar con aquel torazo, uno de los mayores que se han visto en las plazas de toros. Su cabeza, mandada cortar por el gran torero, pesó 101 kilos. En su casa de Córdoba la tenía Rafael Molina, y las madrugadas en las que llegaba a acostarse un tanto cargado de vino, armado de un bastón, descargaba su furia alcohólica sobre la inofensiva cabeza de Cucharero -y de Hortelano-, acordándose del pánico pasado ante ella la tarde malagueña inolvidable para el maestro y para los aficionados.
El burel de Anastasio Martín, negro, Cu- En los meses de mayo y junio citamos a charero, lidiado en la plaza de toros de Málaga el 3 de junio, fue de gran tamaño. Para dar idea de Miserable, lidiado el (10-05-1877), del duque de su enorme alzada, bastará decir que sobresalía Veragua II, lidiado en quinto lugar en la corrida más de una cuarta por el lomo de los restantes celebrada en Madrid. José Sánchez del Campo toros con él encerrados en los corrales; otro deta- (Cara-Ancha) le dio un quiebro de rodillas, y Lagalle en verdad impresionante: Cucharero, una de res, al intentar dar el salto de la garrocha, cayó y las veces que, durante su lidia, se acercó a la ba- recibió del cornúpeto una grave cornada. El 21 de rrera comenzó a rascarse la barba sobre el filo de junio, se lidió en Madrid, Bolero, del marqués de las tablas, ¡sin levantar la cabeza! Supóngase lo Salas. Al colearle Hermosilla fue cogido y sufrió que serían los cuernos proporcionados al tamaño una herida, y al matarle Cara-Ancha fue engandel cuerpo, a más de afiladísimos, como hechos a chado y volteado terriblemente, resultando con una grave herida en la parte interna del muslo derecho. lima y formón. Tomó 10 varas y los picadores no consiguieron de ninguna manera hacerle sangre; el piquero Calderón (hijo) sufrió en una caída la fractura de la clavícula izquierda; en otro tumbo, Juan Fernández fue a parar de cabeza al callejón, mientras Cucharero, sin esfuerzo, se entretenía en sostener con sus cuernos al caballo, balanceándole cual leve pluma.
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En julio se lidiaron en Valencia y Barcelona toros con mucho poder y resistencia. El primero, Carnerudo, de la vacada de Murube, lidiado en Valencia el 23 de julio, era de pelo cárdeno obscuro, bien armado y gordo, tomó 19 varas de Marqueti, Chuchi y Manuel Calderón, matándoles seis caballos. Un día después, fue corrido también en Valencia, Confitero, del duque de Veragua. Era berren-
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Los Poderosos Toros de Ayer... do en negro y, aunque sin recargar, recibió 24 toro, de nombre Baratero, de doña Francisca puyazos. Lo mató magistralmente Rafael Molina Velázquez, quedando bien en sus dos toros. (Lagartijo), cortando una oreja. El día 29, Borra- cho, de Carriquiri, lidiado en Barcelona, aguantó El (07-10-1877), Medialuna , de pelo cár22 varas, hizo dar nueve caídas y mató 8 caballos. deno oscuro, que se lidió en Valencia, dejó bien puesto el pabellón de la ganadería española de El 15 agosto, se lidió un toro que vino a Pérez de la Concha, ya que tomó 22 varas y mató dejar de manifiesto, una vez más, que los astado nueve caballos. Cerezo, del marqués del Saltillo, con excesivo poder seguían impidiendo el nuevo fue el primero que mató en Madrid, Salvador modo de torear, que ya comenzaban a exigir el Sánchez Povedano (Frascuelo), el (14-10-1877). gusto de muchos aficionados; es decir, que de- El 21 de octubre picó su primer toro, Rumbón , seaban ver faenas más artísticas que angustio- negro zaíno de Miura, el célebre varilarguero Masamente emocionantes. Tal fue el caso de Pere- nuel Martínez Riesgo ( Agujetas), que tomó cuagrino, retinto oscuro, de don Agustín Flores, corritro puyazos de Agujetas y el Chuchi , por mitad, do en Jumilla (Murcia), llegando a los picadores dando al piquero novel un fuerte porrazo contra las 31 veces, tumbándolos 17 y matando 11 caballos. tablas y matándole un caballo. La Santera y Julián Llegó a la muerte en buenas condiciones de forta- Sánchez banderillearon a Rumbón y le mató leza y acometividad, lo que despertó admiración, Currito, que vestía de verde y oro. El único picador pero a la vez disgusto de que materialmente no de toros, con alternativa en Madrid, que llevaba pudo el diestro que le corrrespondió hacer nada treinta y tres años de ejercicio ininterrumpido, fue artístico. entonces Manuel Martínez Riesgo ( Agujetas), puesto que alternó en tanda en corridas formales, El (22-08-1877), Arriero, de don Rafael por primera vez con el Chuchi , en carteles de la Laffitte y Castro, fue lidiado en Bilbao y sin volver 18 a. corrida de abono, el (21-10-1877), se lidiaron la cabeza, aceptó 18 varas, dejando muertos ocho cuatro toros de Miura y dos de Laffite, para Currito, caballos. Aprovechando sus excelentes condicio- Frascuelo y Cara-Ancha. nes hizo con él Lagartijo una faena memorable, coronándola con una estocada soberbia, saliendo Se presentó en Sevilla, el 11 de noviemcogido de tanto estrecharse con el toro, aunque bre, Manuel Gómez (el Tiri ). Picador de novillos ileso gracias a su serenidad. sevillano que hizo célebre a Ligero, que fue domesticado por él. Picó muy poco y dio en buscar En septiembre, el día 6, toreó en Murcia a sus aptitudes toreras diferente destino. Compró el matador José Sánchez del Campo ( Cara-An- al marqués de Tablantes un becerro de un año de cha), siendo alcanzado por Corneto, de Pérez de edad, al que tuvo la paciencia y arte de domestila Concha, recibiendo un puntazo en la región car y enseñarle a hacer diversas habilidades. A pubiana, que pudo ser de fatales consecuencias. poco de comprarle ya le exhibe en los teatros de Carcelero, mató al banderillero, padre de Gabriel Puerto Real, Cádiz y Sevilla, así como en la plaza López, en la plaza de Vitoria. Toreando cuantas de Jerez de la Frontera (Cádiz).. corridas se le ofrecían, se presentó en la plaza de Vitoria, y resultó cogido por un toro del mismo El Tiri se había especializado en domar nombre que el que le diera la muerte a su padre, paradas de cabestros. El 11 de noviembre, se prede la misma ganadería y en la misma ciudad. Por sentó con él en la plaza de Sevilla, y los años de fortuna no fueron graves las consecuencias del 1878 y 1879 en la de Madrid. Se discutió sobre accidente. las condiciones de bravura del toro. Es lo cierto que en Estepona, yendo de paso para Algeciras, El 30 de setiembre, toreó el matador de dio una cornada al domador en el arco orbitario toros sevillano, José Giráldez y Díaz ( Jaqueta), derecho. El banderillero Francisco de Diego (Lorito), nacido en Sevilla el (17-04-1837), en el coso de su al correrle en Madrid, fue alcanzado y no recibió ciudad natal, alternando con Rafael Molina (Lagar- sino un varetazo por la oportuna presencia del Tiri . tijo) y Chicorro, recibiendo la segunda alternativa, En junio de 1878 volteó a éste aparatosamente ya que Jaqueta había vuelto a trabajar aquella tem- cuando le paseaba. Tenía el propósito el Tiri de porada con novilleros, cediéndole Rafael el primer picar montado sobre él. Ignoro si llegó a hacerlo.
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Los Poderosos Toros de Ayer... El Recuadro-1877 El número total de varas recibidas por los 9 toros notables estudiados a lo largo del año 1877, fue de 158 y mataron 54 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 6 caballos y recibió 17,5 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,9 varas. El astado que más varas recibió fue «Peregrino», de pelo retinto oscuro, de don Agustín Flores, corrido en Jumilla (Murcia), llegando a los picadores 31 veces, tumbándolos 17 y matando 11 caballos. Llegó a la muerte en buenas condiciones de fortaleza y acometividad, lo que despertó admiración, pero a la vez disgusto de que materialmente no pudo el diestro que le corrrespondió hacer nada artístico. En Valencia, la tarde del (23-07-1877), Rafael Molina (Lagartijo), le cortó una oreja al berrendo en negro, «Confitero», de Muribe, tras aguantar 24 puyazos.
lleno de coraje y hombría, se retiró mohino y contrito en medio de las ovaciones más grandes. Murió el (14-08-1882), cuando contaba sesenta y cuatro años de edad. Clavellino, de don José Antonio Adalid,
tomó 10 varas y mató siete caballos en una de las corridas reales celebradas en la antigua plaza de Madrid, en enero de 1878. En la celebrada el 26 de enero, salió al ruedo madrileño el banderillero Rafael Ardura Campago (Quico), que, junto con su compañero Joaquín Vega (El Chato), banderillearon admirablemente a Corzo, negro, del marqués del Saltillo, que remató José Antonio Suárez. Esta fue la primera corrida de toros en que tomó parte Ardura en la plaza de Madrid. Del mismo festejo real, Milagroso, retinto de don Manuel García Puente y López (antes Aleas), que mientras el diestro hacía el brindis, acometió a los alabarderos, a quienes rompió varias alabardas y destrozó la ropa de algunos. Felipe García lo coleó en vista de que el trance era de peligro. Su cabeza disecada se conserva en el cuerpo de Guardia del cuartel de Alabarderos.
En abril, el día 28, Chamorro, de don Rafael Laffitte, lidiado en Madrid, hirió gravemente a 1878: Valentín Martín después de darle éste una estocaCuando el (25-01-1878), el matador Julián da, en que fue suspendido y derribado, y en la enCasas (el Salamanquino), nacido en Béjar fermería se le apreció una cornada de suma grave(Salamanca), se hallaba disfrutando de su bien dad, pero su juventud robusta pudo con la terrible ganado retiro en sus haciendas de ganado bravo, herida. Esa corrida estuvo compuesta por tres toen su región natal, con motivo de celebrarse las ros de Miura y cuatro de Laffitte y el toro Chamorro bodas de don Alfonso II y doña Mercedes de ocupó el séptimo y último lugar. El lector puede Orleáns, se organizaron varias corridas, y el Sala- preguntarse: ¿Y por qué siete toros en una corrimanquino se ofreció desde su retiro a participar. da? Porque la temporada de 1878 impuso Frascuelo a la empresa de Madrid la condición de no matar A tal efecto se trasladó a la Corte con sus nunca el último toro, así que, en cada corrida desesenta años con igual fachenda que la que anta- bían figurar siete, y mataría el séptimo un sobreño paseara por la Corte, y salió en la primera fun- saliente, que fue aquella tarde Valentín Martín y ción, vestido de celeste y plata, al frente de 17 Lorenzo. Esa es la respuesta. diestros que en aquellas corridas tomaron parte. Al intentar estoquear al toro Tendero, negro, de don El 4 de mayo, Finito, don José Antonio Antonio Hernández, después de unas faenas pre- Adalid, se escapó al hacer el apartado en las devias que demostraron el coraje y la gallardía del hesas de la Muñoza y persiguió a Salvador Sánanciano y también la falta de fuerzas de su cuerpo, chez Povedano (Frascuelo). Éste se metió con el le dio tres pases, dos con la derecha y uno por caballo que montaba en el río Jarama, pero Finito alto; pinchó seis veces como buenamente pudo, lo alcanzó e hiriéndole la cabalgadura lo bañó ricayéndose en dos de sus entradas a matar. En gurosamente. Salvador pidió le echaran este toro, vista de la debilidad que se notaba en Julián Ca- y a los doce días lo estoqueó en Madrid. El 16 de sas, pidió el público que fuera el toro al corral, y así mayo, Centello, de don José María Benjumea, lilo ordenó el rey poco después. El pobre torero, diado en Madrid, cogió a Francisco Arjona Reyes
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Los Poderosos Toros de Ayer... (Currito), hijo del célebre Cúchares, fracturándole la clavícula derecha. Diez días después, Botica- rio, del marqués de Salas, lidiado en Madrid, mató en siete varas siete caballos. Estando en la ganadería se escapó en una ocasión y mató 11 pares de mulas de labor. El 30 de mayo, Famoso, de don Nazario Carriquiri, lidiado en Barcelona, llegó a tomor 31 varas y dejar inermes sobre la arena 10 caballos. Una de las más bellas tardes del famoso picador Juan Trigo la tuvo en la plaza de Málaga el 15 de junio. Se lidiaron siete toros de Veragua, y Juan Trigo, siguiendo una costumbre de su padre, que cuando picaba ganado del duque gustaba de hacer con la garrocha hondas zanjas en los morrillos, se entusiasmó tanto en su trabajo, que desapareció su apatía, famosa y proverbial con el tiempo, y sonaron en su honor largas ovaciones. Al primer toro, Jicarero, le dio dos tremendos puyazos, doliéndole tanto el castigo al animal que no quiso tomar más de cinco varas y se desangró por la ancha y honda herida que le había producido la garrocha del buen picador. En el séptimo y último toro de la citada corrida malagueña, Cachucho, modelo de bravura, seco, duro y pegajoso, que tomó 16 varas, del brazo de Juan Trigo, digno Hércules, dio nueve caídas y mató ocho caballos, matándolo Rafael Molina (Lagartijo), y en una de las varas fue como sigue: «El bravísimo Cachucho, ya harto de cornear y matar caballos, hecho el morillo una criba de tantos puyazos hondos, partió al caballo; Trigo le recibió con todo el esfuerzo que de él debía esperarse, y ¡qué hermoso grupo para haberlo trasladado al lienzo por mano de un consumado artista! Por espacio de un minuto lucharon forcejeando de poder a poder; el bravo Cachucho había conseguido llegar al caballo en un supremo empuje sobre su cuarto posterior, y corneándole, ora clavaba el asta derecha, ora la izquierda sobre el vientre del solípedo, quedándose dormido, sin movimiento de cabeza a veces, sacando en determinados instantes el asta para clavar ambas al mismo tiempo. Aquel lance era tan terrible que por la misma magnitud de él se hacía interesante en grado superlativo; pero al fin tuvo término, y en una última titánica contracción de acerada musculatura del famoso Trigo, cedió Cachucho y fue despedi-
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do con la garrocha, de la cual media vara casi había penetrado en la ancha cerviz de aquella fiera... Cuando Trigo pudo recobrarse, la mano derecha cayó pesadamente sobre el borrén delantero de la silla, el cuerpo quedó inclinado sobre el mismo y hubieron de transcurrir largos segundos para que cediera la agitada respiración que, a prolongarse más, le hubiese asfixiado por falta de aire en los pulmones.» El (04-11-1886) picó su última corrida en Sevilla y desapareció del arte taurino, que cultivó tan gallardamente. El 24 de junio, Morriones , de don Atanasio Linares, jugado en Granada, mató siete caballos e hirió a dos picadores. Volteó también a Bocanegra, sin consecuencias. A petición del público se le perdonó la vida. El (20-08-1882), cuando tenía once años, se volvió a lidiar en la misma plaza. Hizo una buena pelea, recibiendo 11 varas por 12 tumbos y seis caballos muertos. También del 24 de junio, Pantero, de don Atanasio Linares, corrido en Cabra (Córdoba, España), aguantó 19 puyazos, dió 11 tumbos y mató nueve caballos. El 28 de junio, el matador Ángel Pastor, sustituyendo a Currito, que había sido herido en Madrid el 16 de mayo, obtuvo en la plaza de Málaga el triunfo más grande de su vida taurina. Se lidiaron reses de Murube por Rafael Molina (Lagartijo) y por él. El público le recibió con desconfianza expectante, que se resolvió en interés y entusiasmo cuando, con un estupendo cambio en la cabeza, seguido de ochos pases naturales maravillosos, con la derecha y en redondo, saludó al segundo toro de la tarde, de nombre Gitano, que despachó de una estocada arrancando, suerte que ejecutó de un modo perfecto; y luego al cuarto, de nombre Botello, y al sexto, llamado Sereno, con los que acabó de dos medias estocadas, después de una serie de pases naturales que mantuvieron a la gente con las bocas y las manos estruendosas un buen rato. El 6 de agosto, se celebró una corrida para pegadores portugueses en la plaza de Málaga. La mañana de ese día los pegadores realizaron la operación de enfundar las astas de los toros. El picador malagueño, José Pérez Moreno, se hallaba allí de espectador, en un corralillo próximo cuando inesperadamente se salió un cabestro, Botica- rio -que por ello no merecería ocupar aquí un sitio-, que actuó exactamente igual que un toro bra-
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Los Poderosos Toros de Ayer... vo, ya que estaría iracundo por el mal trato que le dieron en los jaulones, y atacó al indefenso p icador, lo arroyó, lo tiró al suelo, corneó y le dio varios derrotes... enganchándolo y volteándole, falleciendo a las 22:00 horas de dicho día. Chandarme, de Pérez de la Concha, li-
diado en Ciudad Real el (07-08-1878), resultó magnífico, por lo cual el empresario mandó disecar la cabeza. Con Alpargatero, de Carriquiri, lidiado en sexto lugar, el 25 de agosto, el picador Luque Arcas, cosechó en Barcelona un gran triunfo; tomó 21 varas de Emilio Bartolesi, Francisco Fuentes y Luque; dio dos caídas, una a Bartolesi y otra a Fuentes, y recibió ocho puyazos de Manuel Luque, que, por la limpieza y gallardía con que se los puso, fue objeto de una entusiasta ovación. Del mismo día, pero corrido en Sevilla, Naguasblancas, de pelo negro, de Pérez de la Concha, corrido en Sevilla, aguantó 20 varas. En septiembre, el día 15, Finito, negro zaino, pelo rizado, cornibrocho y de buena estampa, de don Andrés Fontecilla, lidiado en Málaga, tomó 14 puyas, derribó siete veces y mató 10 caballos. Y por último, el (01-12-1878), Cantarillo, berrendo en negro, botinero, capirote y caído de cuerna, del duque de Veragua, lidiado en las fiestas reales que se verificaron en aquellos días, resultó bravo y codicioso, puso en aprieto a Rafael Molina (Lagartijo) y a un paje, arremetiendo a los alabarderos. Entre los señores Vela y Floranes le pusieron 14 rejones de los de hoja de peral, a consecuencia de los cuales murió.
El Recuadro-1878 El número total de varas recibidas por los 9 toros notables estudiados a lo largo del año 1878, fue de 143 y mataron 65 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 7,2 caballos y recibió 16 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,2 varas. El astado que más varas recibió fue «Famoso», de don Nazario Carriquiri, lidiado el (30-05-1878), en Barcelona, llegó a tomor 31 varas y a dejar inermes a 10 caballos.
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1879: El año de 1879 tuvo lugar en la plaza de Madrid uno de esos espectáculos en parte pintoresco, que con escasa frecuencia se presentan, propiciados por el calor anímico de la afición, cuando aparece un enconado desacuerdo entre la autoridad y los diestros. El protagonista que encendió esta vez la mecha fue Pelaespigas, de don José Antonio Adalid, lidiado el 4 de mayo. Después de ponerle cinco varas, el presidente ordenó que se le quemara, que se le foguera, a la vez que el público pidió acaloradamente que se le volviera al corral, promoviéndose un alboroto, en el transcurso del cual los espectadores arrojaron al redondel buen número de botellas y otros objetos. El presidente, por evitar que el conflicto creciera, ordenó la retirada del toro al corral, y Rafael Molina (Lagartijo), Juan Molina y Bienvenida, por oponerse a que se fogueara al astado, fueron conducidos de orden de la presidencia al Saladero... la cárcel. Ninguna referencia tenemos de los toros lidiados en abril, no apareciendo el primer astado notable hasta el 11 de mayo, el bravo toro de la vacada de Murube, Guiñaposo, de pelo castaño encendido, corrido en Barcelona, tomó 22 varas, derribando ocho veces y matando cuatro caballos. Lo estoqueó Rafael Molina (Lagartijo) de manera admirable. Cinco días después, Mocito , negro, de Núñez de Prado, fue lidiado en Madrid el 16 de mayo, en cuyo coso aceptó 16 varas y lo estoqueó Felipe García. El 22 de mayo, toreó su última corrida el célebre banderillero Esteban Argüelles Armilla, nacido en Madrid el (19-02-1879), el cuarto toro, Cachucho, negro zaíno, de Miura, le cogió y derribó al clavarle un par desigual cuarteando, aunque sin consecuencias, falleciendo poco después a consecuencia de un fuerte catarro vesical que se complicó con otras afecciones, para morir el 1 de septiembre de 1879, en plena juventud y triunfo. Julio fue un mes rico en sucesos y toros notables. El día 6, el matador de toros Valentín Martín y Lorenzo, realizó el siguiente quite magistral en Madrid: al correr Regaterín, sustituto de Armilla, del primero toro, Tirao , del duque de Veragua II, sufrió un revolcón; pero Valentín se interpuso temerariamente, haciendo, de poder a poder, tres quites consecutivos. Escuchó una gran ovación, que se repitió el 14 de octubre, en Zaragoza, al hacer otro quite a José Gómez ( Gallo),
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Los Poderosos Toros de Ayer... cuando fue cogido y volteado a gran altura al poner un par sesgando a Clavellino, de Ferrer.
plaza madrileña, por el toro, llamado Joci-nero, retinto oscuro y cornigacho, del marqués de Salas, al ponerle un par de banderillas.
El (14-07-1879), Bonito, de don Antonio I Miura, jugado en Madrid, sufrió 17 caricias de los picadores y mató siete caballos. Le estoqueó Felipe García. Dos días después, también en Madrid, Siemprevivo, de don Rafael Laffitte y Castro, le infrigió un puntazo en la mano derecha al matador Francisco Arjona Reyes (Currito), hijo de Cúchares.
A lo largo de septiembre de 1879, el día 5, el matador Manuel Molina Sánchez, hermano de Lagartijo, recibió de manos de éste su alternativa en la plaza de Murcia, confirmándosela él mismo en Madrid el (14-07-1880), alternando aquel día, además de con su hermano, con Francisco Arjona (Currito). Manuel mató a Triguero, de la vacada de don Antonio Hernández, de forma regular. Dos El 20 de julio, Calzonero, de Taviel de días después, Bizcochero, de don Rafael Laffitte, Andrade, que se encontraba en los corrales de la lidiado en Madrid, al estoquearlo Salvador Sánchez plaza de Valencia, cuando fue sacado de los cajo- (Frascuelo) recibió una grave lesión en el tórax, nes su compañero de dehesa, de nombre Manti- contusiones y la pérdida de un diente. llino, acometió contra él, llegándole con tal ímpetu que le ocasionó la muerte al chocar los dos El 23 de septiembre, Vinatero, de don testuces. Fue exactamente igual lo que ocurrió en Andrés Fontecilla, antes del marqués de Navala plaza de toros de El Puerto de Santa María sequilla, lidiado en Úbeda (Jaén), en ocho varas (Cadíz) en 1958, cuando dos miuras chocaron de mató seis caballos. Cinco días después, el picafrente la tarde anterior a la corrida, en que fueron dor Manuel Luque Arcas, que siguió la temporada desencajonados para que los observaran los afi- de 1879 con Antonio Carmona (el Gordito), tuvo cionados... y allí estaba este autor. otra de sus mejores actuaciones en Málaga, picando al quinto toro, Pañero , negro, de don El mes de agosto también fue rico en acon- Anastasio Martín. Y el 29 de septiembre, Cocine- tecimientos. Vanidoso, de don Hernán Rozalén, ro, del marqués del Saltillo, lidiado en Sevilla, tomó al ser conducido a Santander, un día de ese mes, 15 varas y mató cinco caballos. se escapó cerca de Hiendelaencina, acometió al mayoral, ocasionándole heridas que tardaron en curar dos meses, siendo necesario matarlo a tiEl mes de octubre de 1879 también fue ros. El día 3, Huracán (15), del conde de la Patilla, pródigo en hechos. El día 5, en la arena de la plalidiado en Alicante, hirió al picador Curro Calderón za de Madrid, fue investido matador de toros Juan y al puntillero Isidro Buendía. Tomó 18 varas y mató Ruiz (Lagartija), de manos de Salvador Sánchez siete caballos. Por la mañana, al ser enchiquera- (Frascuelo), que le cedió el toro de Miura, Lindo, do ya había herido de muerte a un empleado de la negro. Su segundo, de la misma ganadería, Per- digón; pero en ninguno de los dos tuvo suerte aqueplaza. lla tarde Lagartija. El domingo 12, Primoroso, de El 21 de agosto, Aguilar , lidiado Ante- Miura, lidiado en Madrid mandó en el primer terquera (Málaga), de don José Orozco y García, tomó cio a la enfermería al picador Cangao. En la suerte 16 varas y mató siete caballos. Y por último, el de matar, al estar pasándole sobre las tablas, co(31-08-1879), el novillero Juan Ruiz (Lagartija), su- gió a Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), ocafrió una de las más graves cogidas -una cornada sionándole la fractura completa del cuello quirúrgidebajo de la tetilla derecha- de su vida torera en la co del húmero izquierdo, matándolo Felipe García. (15) . En la relación de don José María de Cossio aparece otro toro del mismo nombre y ganadería, y en cuya reseña dice: «El toro de la vacada española del conde de la Patilla, llamado «Huracán», fue jugado en Barcelona el (24-09-1883). Sufrió, recargando siempre, gran número de puyas, matando nueve caballos y mandando a la enfermería al picador Francisco Calderón y al puntillero Isidro Buendía. Mató, también, en los corrales, a un mozo que pretendio hostigarle.» Así que se trata de otro error del citado autor, sin que podamos aclarar si fue en Alicante o en Barcelona, además de las diferentes fechas.
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Los Poderosos Toros de Ayer... El 6 de julio de ese año, el mismo Valentín, realizó el siguiente quite magistral en Madrid: al correr Victoriano Regatero y López (Regaterín), sustituto del Armilla, el primero toro, Tirao, de Veragua, sufrió un revolcón; pero Valentín se interpuso temerariamente, haciendo, de poder a poder, tres quites consecutivos. Escuchó una gran ovación. Bonito, de don Antonio I Miura, lidiado en Madrid el 26 de octubre de 1879 -otro toro con el mismo nombre fue lidiado el 14 de julio de ese año, cogió al espada Juan Ruiz (Lagartija), después de darle tres pinchazos y una estocada, infiriéndole una herida grave en la región trocanteriana derecha de alguna gravedad. Felipe García, que sustituyó al herido, también fue cogido por el mismo toro, resultando con una grave lesión en la mano derecha. El 16 de noviembre, actuó por vez primera en la plaza de Madrid, junto a Antonio Carmona (Gordito), el banderillero Ricardo Verdute y Fernández (Primitivo), pareando al segundo toro de la tarde, Morato, de don Juan Antonio Mazpule, con dos buenos pares, uno al cuarteo y otro al relance. En aquella corrida alternaron Cuatrodedos y Bienvenida. Y, por último, el 2 de diciembre, Ventoso, del duque de Veragua II, de pelo cárdeno y de hermosa lámina, se corrió en las fiestas reales verificadas el citado día. Salió con tal violencia, que arrancó tras un peón, dio contra uno de los pilarotes de madera de la barrera, frente al tendido 10, rompiéndose al encontronazo el cuerno izquierdo por la cepa y reculando un gran trecho, quedó conmo-cionado, retirándosele de la lidia.
El Recuadro-1879 El número total de varas recibidas por los 8 toros notables estudiados a lo largo del año 1879, fue de 117 y mataron 36 caballos; es decir, cada astado mató una media de 4,5 caballos y recibió 14,5 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3,2 varas. Dos astados recibieron el mayor y el mismo número de varas: «Guiñaposo», de don Joaquín Murube, el (11-04-1879), corrido en Barcelona, tomó 22 varas, derribando ocho veces y matando cuatro caballos, siendo estoqueado por Rafael Molina (Lagartijo) de manera admirable.
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1880-1925: Entre los años 1880-1925, los ganaderos se vieron obligados a reorganizar parcialmente la tienta de sus reses, en busca de animales más aptos para un nuevo tipo de toreo, que permitiera la realización de faenas más artísticas, y así comenzaron a salir a los ruedos toros con características ligeramente diferentes. En esos años, la selección del ganado bravo se realizó sin los debidos conocimientos de la Zootecnia especializada, asignatura que aun permanece ajena en gran medida a las Facultades de Veterinaria, orientada hacia la explotación del ganado de lidia, y el afán de lograr animales más aptos para un toreo artístico se hizo en menoscabo de la calidad biológica de los toros, sentándose así las bases para su posterior debilitamiento funcional y deterioro genético. También sin fecha, sabemos de los astados Sereno, de Tiburcio Arroyo, retinto y bizco del izquierdo, lidiado en Alcalá de Henares (Madrid) el día del Corpus de 1880; aguantó seis varas, mató dos caballos y cogió al banderillero Quico, dándole dos cornadas en un muslo y un fuerte varetazo en la espalda. Lo mató Francisco Sánchez (Frascuelo); y Talego, de Sánchez Tabernero, jugado en Valladolid el año 1880, que hirió a los picadores Joaquín Chico y el Cangao. El 14 de marzo, Corcito, de don Antonio I Miura, lidiado en Madrid, aguantó sin volver la cara 15 varas, saltó al callejón, volteando sin graves consecuencias a un vendedor de naranjas. En México, el 28 de marzo, salieron al ruedo algún que otro toro poderoso, tal fue el caso de Garlopo (16), del que reseñamos lo siguiente: En la larga historia taurina de la ganadería mexicana de Santín, actualmente (julio del 2000) en poder de los Herederos del Ing. don Agustín Cruz Barbosa, ocupa un lugar preferente el toro, llamado Garlopo (16, página siguiente ), ya que en el cuadro de honor de la famosa vacada que diera tantas tardes de gloria al toreo en México, destacó este bravísimo astado, existiendo en la ganadería la documentación que acredita las excelencias de dicho toro y, que copiada literalmente dice:
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Los Poderosos Toros de Ayer... «El que suscribe, Juez de Plaza de la corrida que se verificó en esta ciudad el 28 de marzo del corriente año.
CERTIFICA: Que el primer toro que se jugó en la Plaza del Paseo Viejo de San Francisco, fue de la raza de Santín, habiendo recibido 9 varas en las cuales mató 6 caballos. Se tocó a banderillas no obstante que aun estaba entero, conservando su bravura, fiereza, arrogancia y entereza hasta que murió, recibiendo dos estocadas y no se permitió que tomara más varas por la escasez de caballos, dejando al público plenamente satisfecho y contento con su juego. Para los usos convenientes extiendo el presente en Puebla a 28 de marzo de 1880.- Firmado y Rubricado, Ignacio Torres.» Según los libros de la hacienda y la inscripción que figura en una placa, fue muerto por el matador de toros español, Bernardo Gaviño. Este hermoso ejemplar fue disecado totalmente, destacando con toda su arrogancia, donde se engalla altiva su cabeza, en la residencia de la familia Barbosa, en la bella ciudad de Toluca. A lo largo del mes de abril de 1880, las plazas de Madrid, Sevilla y Granada fueron escenarios donde salieron toros notables. El 3 de abril, Castellano, de don Antonio I Miura, lidiado en Granada, tomó 14 varas, siendo la del Rubio la primera. José Gómez (Gallo), padre, le puso el primer par, y Rafael Molina (Lagartijo) lo estoqueó admirablemente. De la misma corrida y ganadería fue Malagracia, que tomó 17 varas y mató 5 caballos. El (04-04-1880) se lidiaron también en Granada astados de dos ganaderías: Coleto , de don Vicente Martínez, fue estoqueado por Fernando Gómez (Gallo), el día que tomó la alternativa de manos de Francisco Arjona Reyes (Currito), hijo de Cúchares; y Corcito, de don Rafael Laffitte y Castro, que tomó 12 varas, recargando siempre, y mató siete caballos. El (12-04-1880), Pichichi , de don José
Antonio Adalid, antes de Núñez de Prado, corrido en Madrid la fecha señalada, aguantó bien ocho varas por cuatro caídas y tres caballos muertos. El (29-04-1880), el banderillero Mariano Tornero fue cogido, volteado y sufrió una grave herida en la ingle, por el toro Abejarruco, de la ganadería de Barbero, jugado en Cádiz ese día. El 9 de mayo, salió a picar por última vez en Madrid en una corrida de seis toros, dos de Núñez de Prado, dos de Pérez de la Concha, dos de Anastasio Martín y uno de don Ignacio Roquete; los seis primeros para Lagartijo, Currito y Frascuelo, y el último para Hipólito Sánchez Arjona. El primer toro, Agachaíto , negro y corniapretado, de Núñez de Prado, dio una caída a Manuel Luque, que ya le había puesto tres puyas, y entró por su pie a la enfermería con una contusión en el vientre que al caer se produjo con la perilla de la silla. Ni el público dio importancia a la lesión, ni los médicos que le reconocieron tampoco. Arcas marchó a caballo a su hospedaje, y a la mañana siguiente se declaró la peritonitis, muriendo el (11-05-1880). Fue Manuel Luque un varilarguero de los bueno, arrebatado a la vida cuando llegaba a la perfección su arte. Buen jinete y con grandes conocimientos de las reses, sobresalió en seguida por su decisión y su coraje, y se le olvidó injustamente a poco de morir. Y, por último, Media Luna, de pelo jabonero, lidiado en la plaza de Granad a en la tarde del (30-05-1880), perteneciente a la vacada de Pérez de la Concha, aguantó con bravura y poder 22 varas. El (06-06-1880), Galguito, del duque de Veragua, fue matado de un volapié superior por el matador Francisco Arjona Reyes (Currito), hijo de Cúchares; Golondrino , de don Anastasio Martín, lidiado en Madrid el día (06-06-1880). Con bravura y poder tomó 21 puyazos, ocasionó 12 caídas y mató siete caballos. El domingo el 13 de junio, tambien en Madrid, Currito escuchó grandes ovaciones en las faenas que hizo a los toros Mirandillo y Calcetero, de López Navarro, a los
(16) Otro «Garlopo» fue lidiado por el gran artista de los ruedos, Pepe Ortiz, de la antigua ganadería mexicana de Atenco, con el que se doctoró en la plaza capitalina, el (02-11-1925). Fungió como padrino el inolvidable diestro sevillano, Manuel Jiménez (Chicuelo), en corrida de mano a mano, repitiéndose este cartel en diferentes plazas, y también en algunas de ellas con toros de Atenco, llamándose «el cartel del arte.» Al bravísimo «Garlopo» le hizo Pepe Ortiz, una inspirada faena, con el mayor clasicismo, obteniendo orejas y rabo, y siendo aclamado el toro en el arrastre.
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Los Poderosos Toros de Ayer... que toreó y mató bizarramente; y tuvo varias tardes más brillantes aquel año, así como en 1881 , en que sobresalió la faena quie llevó a cabo con Presidiario, de González Nandín, el 19 de abril de 1880; y de la ganadería del marqués de Salvatierra, Vizcaíno, aguantó con bravura seis varas por cinco caídas, y en la séptima arremetió impetuosamente a Manuel Martínez ( Agujetas), que, clavando en todo lo alto, castigó de tal manera, que Viz- caíno hubo de ser apuntillado. En los meses de junio y julio de 1880: Lobito, de don Nazario Carriquiri, lidiado en Barcelona el 24 de junio, tomó 21 varas, dio 13 caídas y mató nueve caballos. En julio, Batallón, de don Sabino Flores, lidiado en Vinaroz, tomó ocho varas, dio ocho caídas y mató seis caballos. Este toro dio lugar a que el público intentase destruir la plaza, pues mató todos los caballos que en ella había; ante tal actitud, los empresarios tuvieron que salir inmediatamente a buscar más caballos, pagándolos a como pedían. Cachorro, de la ganadería española de don Sabino Flores de Peñascosa, fue lidiado también en Vinaroz, en compañía de Batallón. En ocho varas mató cuatro caballos y dejó dos mal heridos. En vista de que este toro acabó con los caballos que había dejado Ba- tallón, se repitió otra vez el escándalo por parte de los aficionados. El toro de pelo retinto encendido, Lobito, de don Nazario Carriquiri, lidiado en Barcelona el 24 de junio, uno de los mejores que se han visto en la plaza barcelonesa por lo bravo, duro y noble. Entre Bartolesi, Francisco Fuentes, Bastón y Sabaté le pusieron 20 varas, llevando 12 caídas y perdiendo nueve caballos, sillas, capotes, todo cuanto encontraba en el ruedo corneaba. Persiguiendo al banderillero Añillo, tropezó con un caballo, lo enganchó y lo tiró contra los tableros desde unos 10 metros de distancia. El 8 de julio, Zafranero, de don Pedro Lizaso, lidiado en Pamplona, tomó ocho varas, dio cinco caídas y mató dos caballos, siendo estoqueado por Salvador Sánchez (Frascuelo ). Al volcarse el diestro sobre el morrillo fue enganchado y herido por el animal en el antebrazo; Limonero, de don Anastasio Martín, fue lidiado en Sevilla el 15 de julio, y en 20 varas que soportó, ocasionó 10 caídas, mató seis caballos y mandó un picador a la enfermería; Moralo, de Mazpule, lidiado en la
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plaza de Palma de Mallorca el 18 de julio, saltó 14 veces la barrera, siendo imposible hacerle salir del callejón, por lo cual se le dió muerte allí mismo. De la misma fecha anterior, Guareño, del marqués de Salas, lidiado en Madrid, hirió gravemente en un potrero de la dehesa a un vaquero, el (2707-1879). La última corrida en que tomó parte Ángel López (Regatero) fue la celebrada en Valencia el 24 de julio, como sustituto de Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), herido a La sazón. El Regatero, vestido con traje de esmeralda y oro, hizo una faena pésima a su primero, de nombre Car- bonero, de la ganadería de doña Dolores Monge, vida de Murube, que lo cogió y derribó al pasarlo de muleta, yendo en su ayuda Lagartijo oportuna y bizarramente. Luego mató su segundo, Zambito, sin hacer nada extraordinario; su tercero, Rabi- gordo, igualmente, y el último, Coronel , como los demás, de Murube, le fue devuelto al corral. Aquella tarde terminó su vida torera. En agosto de 1880, el día 1, Revuelto, de la vacada de Ripamilán, lidiado en Barcelona, saltó ocho veces al callejón y lo intentó otras tres. El 15 de agosto, se celebró una novillada en Madrid con ganado de don Donato Palomino, de Chozas de la Sierra, que habían de estoquear Gabriel López (Mateíto) y Tomás Parrondo (el Manchao). A la salida de una vara, el primer toro, Valencia- no, retinto, albardado y con cabeza, se arrancó hacia los chiqueros, vaciló el banderillero Nicolás Fuentes y López y fue arrollado, cayendo al suelo. Pudo levantarse para volver a caer, arrojando sangre por el pecho. El novillo le había inferido una cornada mortal, a consecuencia de la cual falleció a poco de entrar en la enfermería. El matador Gabriel López (Mateíto) tuvo que rematarlo, imponiéndose con gran serenidad al pánico que el accidente causó en las cuadrillas. Hasta 1883 siguió toreando, en Madrid y provincias, y este año se embarcó nuevamente para La Habana, pasado después a México y Veracruz. Su constante actividad novilleril cesó el (14-051885) en que tomó la alternativa de manos de Manuel Fuentes (Bocanegra), que le cedió la muerte del toro Bonito, de Laffite, coincidiendo con Manuel Ortega (el Marinero), que la tomó el mismo día en Sevilla.
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Los Poderosos Toros de Ayer... El día 2 de septiembre -el mes de las fiestas tradicionales de todos los zacatecanos (Zacatecas, México), porque el día 8 de ese mes, también el de la Fiestas Patria-, del año 1880, se inauguró oficialmente la nueva plaza de Vitoria. En tan memorable día se celebró una corrida, llamándose Soberbio, el primer toro que pisó el redondel, que era un colmenareño (Colmenar Viejo, Madrid) del ganadero don José Gómez -otros dicen que de Féliz Gómez-, siendo estoqueado por Rafael Molina (Lagartijo). El 12 de septiembre, Campolargo, del conde de la Patilla, corrido en Salamanca, con gran coraje y poder, llegó 16 veces a los picadores, derribándoles en todas con violencia, dejando en el redondel seis caballos muertos y otros tantos mal heridos que murieron en los corrales. El 27 de septiembre, Redondo, de Núñez de Prado, después de Adalid, lidiado en Madrid, llegó a los picadores en doce ocasiones, los tumbó en seis y mató cuatro caballos, conservándose bravo hasta el final de la pelea. Un día después, Zapatero, de don Agustín Flores, se jugó en la inauguración de la plaza de Caravaca, recibió 10 varas y mató cinco caballos, siendo estoqueado por Francisco Arjona Reyes (Currito), hijo de Cúchares. Y de la misma corrida y ganadería fueron: Andaluz , que llegó a la muerte con tres varas rotas y clavadas en el morrillo, después de tomar 15 puya y matar cuatro caballos. Lo estoqueó Ángel Pastor; y Cuadrillero, también de don Agustín Flores, que recibió muchas varas -unas 20- y mató cinco caballos. Lo estoqueó el cordobés Rafael Molina (Lagartijo). A lo largo de octubre enlistamos como toros notables a: Barrigón, del marqués de Salas, lidiado en Madrid el 10 de octubre, recibió con gran poder nueve varas y mató cuatro caballos. De la misma corrida y ganadería, Guareño, que resistió 10 varas y mató ocho caballos. El 12 de octubre, Centinela, retinto, grande, del Ayuntamiento de Moncayo, procedente de don Raimundo Díaz, de Peralta (Navarra), al clavar un par de banderillas Rafael Ardura Campago (Quico), que estaba en la cuadrilla del espada Lorenzo Quílez, salió perseguido por el toro señalado, que lo alcanzó en el preciso momento de tomar las tablas y le corneó la pierna derecha. El herido pareció mejorar, pero se presentó la gangrena y el (16-10-1880) falleció el infeliz rehiletero.
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Cabezudo, del marqués de Salas, fue li-
diado como defectuoso en una novillada en Madrid el 12 de diciembre. Con bravura aguantó 14 varas, mató tres caballos y dejó dos mal heridos. El (19-12-1880), con Rumbón, de la ganadería de Recio Ipola, hizo su presentación en la plaza de Madrid, como banderillero, Joaquín Sanz (Punteret ), en una corrida para el Ostión y Mateíto. Punteret banderilleó de primeras con Ramón López el último toro de puntas, con el nombre señalado, clavando dos soberbios pares cuarteando, que le valió una ovación y que el público pidiera para él la muerte del toro, cosa que no permitió Mateíto.
El Recuadro-1880 El número total de varas recibidas por los 25 toros notables estudiados a lo largo del año 1880, fue de 327 y mataron 115 caballos; es decir, cada astado mató una media de 4,6 caballos y recibió 13 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,8 varas. El astado que más varas recibió fue «Media Luna», de pelo jabonero, lidiado en la plaza de Granada en la tarde del (30-05-1880), perteneciente a la vacada de Pérez de la Concha, aguantó con bravura y poder 22 varas. 1881: Los años 1881, 82 y 83 arrojan muchos hechos y toros notables, algunos de ellos por su sentido. Tal fue el caso de Percho, de don Ildefonso Tabernero, jugado en Salamanca que mandó a la enfermería a tres picadores y al espada Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), quien a pesar de estar herido salió valientemente a estoquear a tan agresivo astado. Igualmente lo fue Carito, del duque de Veragua, que recibió sin volver la cara más de 14 puyazos, matando cuatro caballos e hiriendo tres. De la misma corrida y ganadería fue el bravísimo astado que tomó 14 puyazos y mató cinco caballos, mal hiriendo a otros tres. Se lidiaron en Montevideo el (02-02-1881). Para enchiquerarlo hubo necesidad de enlazar a Carito. En marzo contamos a Bolero, que fue corrido el día 6, en una novillada, de don Cándido Altozano. Saltó al callejón 17 veces, intentándolo
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Los Poderosos Toros de Ayer... otras varias, y fue el primer toro que mató en Madrid el Mestizo. Del 20 de marzo estudiamos dos astados, el primero de ellos lidiado en Aranjuez y el otro en el coso madrileño: Camposolo, de pelo cárdeno, careto y
bien puesto, del marqués de Salas, fue herrado en 1877 y mató en la dehesa cuatro toros, una vaca y dos becerros. Por sus correrías se hizo temible entre el vecindario de la vacada. Se intentó encajonarle varias veces sin resultado; se anunció dos veces su lidia y las corridas se suspendieron a causa del mal tiempo; por fin, fue estoqueado por Ángel Pastor en la plaza de Aranjuez el 20 de marzo; el segundo, Morito, del duque de Veragua, que fue estoqueó por el espada de alternativa Ángel Pastor, en una corrida de seis toros, defectuosos algunos, Joaquín Sanz Almenar (Punteret ), que había banderilleado con dos estupendos pares, escuchó una enorme ovación al colear oportunísimamente al tercero, Ojitos, en una caída al descubierto del picador Badila. El 5 de junio del repetido año hizo su presentación como banderillero en corrida formal ante el público madrileño, oyendo aplausos. Abril fue próspero en toros poderosos y en hechos, comenzando por Ruiseñor , de Miura, lidiado en Sevilla el 17 de abril de 1881. Con admirable codicia aguantó 16 varas, mandando a me jor vida seis caballos. De la misma fecha, fueron lidiados en Madrid, Cuatreño, recibiendo 11 varas y matando tres caballos; y Papelero, ambos de don Félix Gómez, que poco tiempo después fue heredada por sus hijos, recibió siete puyazos mató cinco caballos. El 19 de abril, se lidiaron dos toros, uno en Madrid, Presidiario, de González Nandín, al que le hizo una gran faena el matador Francisco Arjona Reyes (Currito), hijo de Cúchares, y el otro, Jazmín, del marqués del Saltillo, corrido en Sevilla, aguantó con poder 15 varas, matando cuatro caballos. En Granada fueron jugados dos toros el día 24, Gitano, que recibió 17 varas y mató cuatro caballos; y Naranjito, que aguantó 14 varas y mató ocho caballos. Ambos de don Pablo Benjumea. En Madrid, el día 29 de mayo salieron a la arena dos toros poderosos: Cardaor , que arremetió 12 veces a los jinetes, y Confitero, que tomó 7 varas, dio cinco tumbos y mató 11 caballos. Ambos astados fueron del marqués de Salas.
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En junio, el día 17, Marqués, de don Donato Palomino, lidiado en Madrid, hirió gravemente al piquero Miguel García (Miguelín). En 1881, contaba José Sánchez del Campo (Cara-Ancha) unos treinta y tres años de edad, cuando en una de sus manifestaciones dijo: «El toro con el que ejecuté por vez primera con éxito la suerte de matar recibiendo se llamaba Calceto, colorado, ojinegro y bien puesto. La faena que realicé ante aquel bravo animal, el 19 de junio, resonó y se comentó largo tiempo por toda España.» En aquella corrida debió lidiarse también Fierabrás, de don José Antonlo Adalid, en la plaza de Sevilla, que recibió 17 varas y mató siete caballos. El (24-06-1881), Tendero, de don Vicente Cuadrillero, se corrió en la plaza de Villalón (Valladolid), arremetió 24 veces a los picadores, en las que demostró codicia y poder, matando siete caballos, Al banderillero Victoriano Alcón (el Cabo) le volteó, ocasionándole una herida de alguna importancia. El 29 de junio de 1881, Cantare- ro, de Benjumea, se lidió en la plaza de Burgos y le dio un puntazo en el pie derecho al picador José Bayard y Cortés (Badila). El mes de julio fue abundante en toros y hechos notables, comenzando por Madrileño, de don Manuel Bañuelos y Salcedo, que se jugó en Madrid el día 3, en el último tercio, y al cornear un caballo, se enredó con la cuerda que sujeta a los caballos para engancharlos al tiro de mulas, cayendo después de seguir corneándole sin poder librarse. Rafael Molina (Lagartijo) y un monosabio intentaron en vano cortar la cuerda. Sacaron la media luna, y cuando con ella se intentaba cortarla, se levantó el toro y con un cabeceo consiguió verse libre. El 5 de julio, Valenciano, del marqués del Saltillo, lidiado en Jerez de la Frontera (Cádiz), tomó sin volver la cara 14 varas, y queriendo más pelea, el público protestó de que se pasase a otra suerte. En las referidas varas dio 10 tumbos y mató siete caballos. Cinco días después, Limonero, de don Antonio Hernández, lidiado en Madrid, al ir a ponerle un par Diego Prieto (Cuatro-dedos), tropezó o resbaló y se cayó, corneándole repetidas veces y causándole una seria herida incisa y gran contusión. Sargento, de don Higinio Flores, se lidio en Murcia (España) el (16-07-1881), ocasionando la muerte de siete caballos en 22 varas que
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Los Poderosos Toros de Ayer... aguantó. Paco Frascuelo y Lagartija se aprovecharon bien de las condiciones nobles del toro e hicieron varios jugueteos con él. La nobleza de los toros comenzó a ser sentida y aprovechada por los diestros.
la fractura de un brazo al picador Francisco Calderón. Y al domingo siguiente, día 18, Madroño , colorado, de don Ignacio Martí, fue primero que se lidió en Madrid de dicho ganadero; tomó nueve varas, dio cuatro caídas y produjo la fractura del hombro derecho al picador Manuel Gutiérrez (Melones). El 25 de julio, Molinero, de Otaolaurruchi El domingo 25, se lidiaron en Madrid seis toros (antes de don José Orozco), de Sanlúcar de del Saltillo y dos del cura La Morena, por Antonio Barrameda (Cádiz), fue lidiado en la plaza de Villena Gil, José Machío, José Sánchez del Campo ( Cara(Alicante) y llevaba ya puestas 15 varas, que sin Ancha) y Ángel Pastor. La labor realizada aquella duda no eran bastantes, cuando la presidencia or- tarde por Cara-Ancha fue reputada como la mejor denó, por hacerse de noche, que se pasase a la de su vida torera, entusiasmando al público, espesuerte de banderillas, siendo esta decisión protes- cialmente, con la muerte del séptimo toro, tada por el público. El 30 de julio, fue cogido, vol- Cajetero, al que después de lancear magníficateado y herido en la plaza de Alicante por el quinto mente de capa y banderillearlo al cuarteo y al quietoro, Llorón , de don Félix Gómez, el banderillero bro, lo recibió en la muerte de un modo asombroAntonio García (Morenito). Un mes y año antes, el so. La corrida hizo época y quedó como efeméride (30-05-1880), Morenito se presentó en Madrid a en la historia del toreo. El toreo artístico estaba las órdenes del Gordito, con quien permaneció estableciéndose en aquellas fechas, ya que hasta 1881. Y el día 31, Corcito, de Puente y en la última corrida citada se lidió a «Tesore- López, corrido en Alicante, tomó 10 varas y mató ro» , también del marqués del Saltillo, que tres caballos. En la primera de Pinto recargó con resultó extraordinario por su bravura y nobletal fuerza que picador y caballo abrieron brecha en za, aguantando 10 varas, matando cinco caballos. la barrera, metiéndoles en el callejón. El 7 de agosto, Mechones , del duque de Veragua, que se lidió en Cartagena, aguantó con bravura y recargando 19 varas, y hubiera sufrido más si los picadores se lo hubieran propuesto. Dejó tendidos en la arena nueve caballos. Y el domingo 14 de agosto, Jarito, de don Esteban Hernández, de la antigua ganadería de don Pablo Valdés, que ya en los siglos XVI y XVII se conocía, fue lidiado en Santander, tomando 17 varas y matando 15 caballos. Saltó varias veces al calle jón, y en una de ellas arremetió contra un inspector de Policía, poniéndole en grave aprieto y proporcionándole el consiguiente susto. _
El 2 de octubre, la ganadería de don José Adalid, presentó el Madrid dos toros notables: Bailarín, colorado, ojalado y veleto, tomó bravamente nueve varas y mató tres caballos. Antes, verificándose el apartado, había herido al vaquero Antonio Millán; y a Lechuzo, lidiado en tercer lugar, que al entrar a matarlo recibiendo, José Sánchez del Campo (Cara-Ancha), fue volteado, y una vez que el animal cayó vencido, se fue andando a la enfermería, de donde, curado de contusiones en la tibia y costado derecho, salió a torear contra la opinión facultativa. Un día después, Cabrero, de don Raimundo Díaz, lidiado en Soria el día 3, tomó 22 varas sin volver la cara, dio 10 caídas a los picadores. mató siete caballos y mandó a la enfermería al varilarguero Román de la Rosa.
Ya en septiembre, el día 4, en la plaza de Madrid, el matador José Sánchez del Campo (Cara-Ancha) le hizo una labor maravillosa al quinto de la tarde, Cigarrero, de don Antonio I Miura, chorreado en verdugo, matándolo de una soberbia El 9 de octubre, picando Colita en Madrid, estocada aguantando, después de cuatro natura- por Matías Uceta (Currito y su jefe Cara-Ancha, el les y dos cambiados de pura perfección clásica y cuarto toro, Zancajoso, en la 18a. corrida de aboúnica maestría. Cuatro fechas después, Cantare- no, de Anastasio Martín, para Rafael Molina ( Laro, novillo retinto, albardao, de tres años, de don gartijo), que embestía poco a los caballos y hacía José Gómez, lidiado en Madrid el 8 de septiem- extraños, fue diestramente azuzado por Lagartijo bre, tomó siete varas y mató cuatro caballos. Si- para que lo hiciera con más premura. Zancajoso, guiendo con septiembre, el día 11, Sesgo, de después de las suertes que le hizo el gran maesSánchez Tabernero, lidiado en Salamanca, le causó tro, embistió inesperadamente a Colita, el cual le
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Los Poderosos Toros de Ayer... señaló un puyazo, corriendo la garrocha hasta la barriga del astado. El presidente, sin hacerse cargo de las condiciones en que Uceta había puesto tal puya, le llamó, y después de multarle con 75 pesetas le hizo conducir a la cárcel.
Galindo, que ya actuaba como banderillero en la plaza de Madrid en 1877-, quien por milagro pudo salvarse de sus tenaces acometidas, y lo intentó nueve más. Pasmado no sólo era consumado saltarín, sino que en el ruedo no paraba un momento, corriendo, brincando, lo que hizo, como es natural, En el mes de octubre, concretamente el dificilísima su lidia. Rafael Molina (Lagartijo) no pudo día 16, se lidiaron: Alpargatero, de la ganadería dominarlo, y cuando, oídos los tres avisos, iban a de Ferrer, de Pina de Ebro, en Zaragoza, que sin salir los mansos, un sablazo en las costillas propivolver la cara y queriendo siempre tomó 17 varas, nado a mansalva por Rafael acabó con la inquieta dejando en el redondel ocho caballos; y Cam- vida del acróbata. panero, de don Antonio Hernández, se lidió en Gandía (Valencia) y sin volver la cara tomó 16 vaEl 10 de abril, en la plaza de Madrid, se ras y mató cinco caballos, mereciendo por su bra- lidió el primer toro de la naciente ganadería espavura ser banderilleado por Ángel Pastor y Salvador ñola de don Femando Concha y Sierra, Mesone- Sánchez Povedano (Frascuelo), matándolo el pri- ro. Acometió nueve veces a los jinetes, causándomero de una magnífica estocada a volapié. El (25- les seis caídas y matándoles cinco caballos. En 10-1881), Vallehermoso, de don Eduardo Ibarra, esa corrida, por hallarse cogido José Sánchez del fue corrido en Madrid, hizo una magnífica pelea en Campo (Cara-Ancha) el día anterior, toreó alternantodas las suertes, calificándosele como uno de los do con Rafael Molina (Lagartijo) y Rafael Gómez mejores astados lidiados aquel año. Arremetió 11 Ortega (El Gall o ), con toros de Concha y Sierra, veces a los picadores, por ocho caídas, seis ca- nuevos en la plaza madrileña, y Ángel Pastor fue ballos muertos y dos malheridos. cogido por el quinto de la tarde, Capirote, al cambiar de manos la muleta, resultó de una El Recuadro-1881 peligrosísima herida en el costado derecho, que le El número total de varas recibidas puso en trance grave. Lo mató Rafael Molina (Lapor los 26 toros notables estudiados a gartijo). lo largo del año 1881, fue de 354 y mataron 144 caballos; es decir, que La lista de los toros con poder, bravura y ese año, cada astado mató una nobleza, que hirieron a muchos diestros a los largo media de 5,5 caballos y recibió 13,8 de 1882 (Véase pág. siguiente) es larga y la iniciamos varas. La proporción fue de 1 caballo resumida con Carpintero, de la ganadería de muerto por cada 2,4 varas. El astado Murube, lidiado en Sevilla el (16-04-1882), que deque más varas recibió fue «Cabrero», mostró bravura en todos los tercios, aguantó en el de don Raimundo Díaz, lidiado en primero 14 puyazos por ocho caídas y cuatro caSoria el (03-10-1881), tomó 22 varas ballos muertos. Y siguiendo con abril, los astados sin volver la cara, dio 10 lidiados: el 23 de abril, Belenero, de D. J. A. Adacaídas a los picadores, mató siete lid, corrido en Granada, aguantó 20 puyazos y mató caballos y mandó a la enfermería al cinco caballos, dejando dos mal heridos; de don picador Román de la Rosa. Rafael Barrionuevo, Culebro, lidiado en Granada en la misma corrida, tomó 12 varas y mató seis 1882: caballos, malhiriendo a tres más; y Bordador , de La nota pintoresca del año 1882 se la llevó la señora viuda de Murube; se lidió en Madrid el 30 con todos los merecimientos el llamado toro acróba- de abril de 1882. Al salir Juan Molina en falso para ta, cuyo verdadero nombre fue Pasmado, de don clavarle par, resbaló y cayó. El bicho hizo por el Ildefonso Sánchez Tabernero, lidiado en Madrid el bulto, lo recoge y voltea, infiriéndole dos heridas, (12-10-1882), era de pelo negro, grande, corniveleto, en la región glútea izquierda y en la nariz. es decir, con todas las características de un ejemplar manso, que dejó en vergüenza a quien le bauEn mayo de 1882, el día 4, Bizcochero, tizó con ese nombre. De tal ligereza y agilidad, de la condesa de Salvatierra, lidiado en Madrid hique saltó la barrera 14 veces, dos de ellas detrás rió gravemente en una pierna al matador Cayetano del banderillero Galindo -debe tratarse de José Sanz; el día 14, Jaquetón , de don Joaquín Benju-
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Los Poderosos Toros de Ayer... mea, lidiado también en Madrid, le fracturó la clavícula izquierda al picador José Bayard (Badila) .
mató seis caballos. El día 18, Peregrino, del marqués del Saltillo, jugado en Valencia, con coraje y poder sufrió 16 puyazos, ocasionando nueve caíEl 15 del mes de referencia, Asesino, de das y matando ocho caballos. Y por último, Pana- Menasalvas, lidiado en Talavera de la Reina, cogió derito, de don Joaquín o de don José María Benjual mulato Meri al ponerle un par, causándole una mea, fue de los permiten a los lidiadores el lucigrave herida en el muslo derecho. Y en la plaza de miento, corrido en Madrid el 20 de mayo,llegó con Madrid, Gachito, de pelo negro, de Pérez de la coraje 12 veces a los picadores. Concha, jugado en Madrid el día 16, recibió 16 caricias de los picadores y mató seis caballos y De los meses de junio y julio de 1882, nos de la misma corrida y ganadería anterior, Coriano, encontramos con los astados siguientes: Aguar de pelo negro, recibió 16 varas, dio seis caídas y dentero, del duque de Veragua II, que el 29 de
Relación de los 16 Percances Graves Ocurridos Durante 1882: (17) *«Estrellaíto», del marqués del Saltillo, hirió en Valencia al picador Bartolesi; *«Zapatero», de don Manuel Bañuelos, hirió gravemente en Madrid a José Sánchez del Campo (Cara-Ancha); *«Capirote», le asestó en Madrid una cornada peligrosa en el costado derecho a Ángel Pastor, el 10 de abril de 1882; * «Bordador», de la señora viuda de Murube, le infrigió dos heridas al banderillero Juan Molina, una en la región glútea izquierda y otra en el lomo de la nariz, el 30 de abril en Madrid; *«Albejón», de González de la Vega, en los Barrios (Cádiz), hirió gravemente al banderillero Carlos Escoto, en mayo; *«Bizcochero», de la condesa de Salvatierra. hirió gravemente en una pierna, el día 4 de mayo en Madrid, a Cayetano Sanz; *«Jaquetón», el (14-05-1882), de Benjumea, le fracturó en Madrid la clavícula izquierda al célebre picador José Bayard y Cortés ( Badila) . Un día después, *«Asesino», de Menasalvas, en Talavera de la Reina, cogió al mulato Meri al ponerle un par, causándole una grave herida en el muslo derecho. El (18-05-1882), en Valencia, *«Perrunito», del Saltillo, infrigió una grave caída que le ocasionó la fractura de una clavícula y tres costillas, contusiones que le mermaron sus facultades, para morir el (17-08-1882) en su casa de Jerez, al picador Manuel Gallardo, de El Puerto de Santa María (Cádiz); *«Nazareno», de don Joaquín Murube, en Sevilla el 11 de junio, cogió al diestro Jaqueta al arrancarse a matar y le infirió una cornada; *«Marismeño», de Lizaso, el 24 de junio, cogió el joven banderillero, Luis Recatero ( Regaterillo), en Madrid; -nacido en Madrid el (01-05-1863)-, en la plaza de Tolosa, infrigiéndole una gravísima en el muslo, que le mantuvo más de dos meses en cama y que, posteriormente, tuvo un largo y complicado proceso de curación; *«Aguardentero», del duque de Veragua, hirió al picador Juan León (Gaceta), el (29-06-1882); *«Baratero», de don José Clemente, hirió a un mayoral y a uno de los gañanes de la vacada, el (06-08-1882, en Cartagena; *«Gitano», de don Manuel García Puente López (antes Aleas), en San Sebastián el (14-08-1882), asestó varios varetazos al diestro Salvador Sánchez (Frascuelo); *«Portugués», de don Rafael Laffitte, en Bilbao el (14-08-1882), cogió a Manuel López ( Nelú), que era el encargado de alargar las banderillas a los peones, ocasionándole una herida de gravedad en el muslo izquierdo; y *«Curtidor», de don Antonio Hernández, el 26 de septiembre, en Valladolid, le infrigió una gran cornada al banderillero Pablo Herráiz.
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Los Poderosos Toros de Ayer... junio, tomó 16 varas, mató cuatro caballos e hirió al picador Juan León (Gaceta), en la plaza de toros de Madrid; del marqués de Salas, Mariposa, lidiado en Madrid el 10 de julio, recibió ocho varas, derribó siete veces y mató cinco caballos; a los cornúpetos de la torada de Miura, ambos corridos en Madrid, uno el 13 de julio, Capachito, que en 11 varas, derribó siete veces a los picadores y mató dos caballos; y el otro, Majano que recibió 12 varas y mató seis caballos, jugado 14 de julio, llegó 14 veces a los hombres de la pica y dejó para el arrastre seis caballos. Nos parece extraño que se lidiaran dos corridas seguidas de Miura en la Corte, pero así fue. El 4 de julio, se corrieron en Madrid dos toros notables del marqués de Salas: Parro, con el que se inició la ganadería del marqués de Salas, y Cervato, hirió a Ángel Pastor al ponerle éste un par de banderillas.
Alegre, de Bilbao, el 13 de agosto, tomó bravamente 10 varas y fué estoqueado por Bocanegra. En esa corrida alternaron los diestros Manuel Fuentes (Bocanegra), José Lara (Chicorro) y Fernando Gómez (El Gallo); Currito, que fue lidiado en Vista-Alegre (Bilbao) el 14 de agosto, recibió nueve varas, derribando en todas ellas y matando cuatro caballos. Pertenecía a la vacada sevillana de Murube. Y cierra el mes de agosto, Gi- tano, del ganadero don Manuel García Puente López (antes Aleas), lidiado en San Sebastián el 14 de agosto, asestó varios varetazos al diestro Salvador Sánchez (Frascuelo). Septiembre no fue menos que agosto y la lista de los toros relevantes por las más diversas causas y éstos fueron; Cucharero, colorado, de don Bartolomé Muñoz, lidiado el día 2. El matador de raza negra, Ángel Valdéz, animado por sus triunfos americanos fue a España, y en Madrid, el citado día, tomó la alternativa de manos de Villaverde, quien le cedió el primer toro, Cucharero. No gustó toreando -allí estaba presente un trasfondo claramente discriminatorio-, tanto en la citada corrida como las otras en que intervino. En vista de ello decidió volver nuevamente a su país, donde su labor era tan apreciada. No tenía grandes conocimientos del toreo. Se distinguía por su frescura y serenidad ante el toro y su gran valentía a la hora de matar. La Lidia, al juzgarle por su trabajo la tarde de la alternativa, decía: «Ángel Valdez ha debido morir moralmente para nuestro circo. Ensayos como los de la otra tarde puede producir, por desgracia, muertes que no se detengan en los límites de lo moral.»
El 16 de julio, durante la lidia de Basilisco, de Barrionuevo, que había derribado a Francisco Calderón, picador de Salvador Sánchez (Frascuelo), se intercambiaron palabras de insulto Largartijo con Cara-Ancha, lanzando las primeras Rafael Molina con motivo de aclarar quién de los dos había de llevarse el toro. José Sánchez del Campo (Cara-Ancha) fue el más prudente y serio, ya la cuestión se resolvió en Madrid, donde ambos los reconciliaron en una respetuosa, aunque fría amistad; Cisquero , de don José María Benjumea, lidiado en Madrid el 20 de julio, y codicioso en todas las suertes, durante la primera aguantó 11 varas y mató cinco caballos y su compañero de dehesa, Ramillete, manifestándose muy bravo y noble, soportó también 11 varas, matando cuatro caballos, pero ya permitió al matador lucirse más artísticamente... la selección de ganado más toreable estaba en marcha. Y el día 23, Dudoso, del marqués del Saltillo, lidiado en El Puerto de Santa María (Cádiz, España), recibió 17 varas y mató cuaCantarero, utrero, retinto, albardao, de tro caballos. don José Gómez, fue lidiado en Madrid el 8 de septiembre, tomó siete varas y mató cuatro caEl mes de agosto también salieron al ruedo ballos. El 26 de septiembre, Curtidor , de don toros notables, como los que llevaron los nombres Antonio Hernández, lidiado en Valladolid, le infrigió de Baratero, de don José Clemente, lidiado en Car- una gran cornada al banderillero Pablo Herráiz; ta-gena, el 6 de agosto, hirió a un mayoral y a uno d e y, por último, con Charpito, de don Rafael Laffite, los gañanes de la vacada; Capirote, de don José lidiado el 28 de septiembre, tomó la alternativa Clemente, antes de González Nandín, jugado en en Sevilla, Diego Prieto Barrera (Cuatrodedos), Riotinto (Huelva), al inaugurarse la plaza el día 12 de de manos de Francisco Arjona Reyes (Currito). agosto, fue bravo y noble en todas las suertes, reci- El segundo que le correspondió lidiar, sexto de la biendo la muerte a manos de Francisco Arjona Re- corrida, Jazminito, berrendo en negro y bien puesyes (Currito), hijo del célebre Cúchares; Casailla, de to; este toro lo corrió por derecho de un extremo pelo cárdeno, perteneciente a la vacada de Pérez de a otro de la plaza, siendo unánimente aplaudido la Concha, rompió plaza al inaugurarse la de Vista- por el público y lo banderilleó Cara-Ancha; del
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Los Poderosos Toros de Ayer... mismo día y año citados, Maquinista , de don Agustín Flores, lidiado en Caravaca el (28-09-1882), tomó 15 puyas y mató seis caballo. Lo estoqueó Ángel Pastor. De los meses de octubre y noviembre de 1882 enlistamos a Compañero, de don Ildefonso Sánchez Tabernero, lidiado en Madrid el 12 de octubre, siendo el primero que pisó las arenas de la plaza madrileña perteneciente a dicha vacada; del día 29 de octubre, Baratero, de don Manuel García Puente y López, lidiado en Madrid, saltó ocho veces al callejón. Ha sido uno de los toros más difíciles de llevar de la dehesa a la plaza. Lo mató magistralmente Cara-Ancha. El astado de nombre Baratero, estuvo principio destinado para llevarlo a la plaza de toros de Murcia, después, a Madrid; más tarde, a Burgos, escapándose desde Buitrago. Al fin, consiguieron encajonarle, y llevarlo en un carro a Madrid... entonces no había rifle anestésico; y, por último, Ga- llardo, de don José Gómez, lidiado en Madrid el 19 de noviembre de 1882. En la segunda vara le rompieron una arteria, a consecuencia de lo cual sangraba abundantemente; no obstante, aguantó nueve varas más.
El Recuadro-1882 El número total de varas recibidas por los 24 toros notables estudiados a lo largo del año 1882, fue de 397 y mataron 128 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 5 caballos y recibió 16,5 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3,1 varas. El astado que más varas recibió fue «Belenero», de don José Adalid, corrido el (23-04-1882), en Granada, aguantó 20 puyazos y mató cinco caballos, dejando dos mal heridos
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Y los frutos que buscaron afanosamente los ganaderos no tardaron en llegar y fueron muy abundantes. Como se verá después, el año 1883 marcó el punto culminante en el número de toros poderosos, año que se convirtió en un parteaguas en la evolución de la crianza y selección de los toros bravos, iniciándose desde entonces un lento proceso de deterioro biológico de tan hermosos aniAdemás de los señalados y jugados el males, que comenzaron a dejar su hasta enmismo año de 1882, figuran los toros: Albejón, de tonces protagónico sitio, a favor del lucimienla vacada de González de la Vega, lidiado en la to cada año más acentuado, de los toreros. vieja y taurina plaza de los Barrios (Cádiz), hirió Pero el año de 1883 comenzó, curiosamengravemente al banderillero Carlos Escoto; Asesi- no, de Carriquiri, que al sentirse encajonado, se te, con el hecho de que uno de los primeros toros despedazó los cuernos y las manos atacando con lidiados fue echado vivo al corral, tal fue el utrero rabia las tablas, expirando en su reducida prisión. retinto, Lechuguino, de don José Gómez, que el Estaba en principio destinado a lidiarse en la pla- 7 de enero, fue lidiado en Madrid, tomó 18 varas, mató tres caballos, volteó peligrosamente al Mestiza de Madrid. zo al pretender quebrarle, le rompió el traje y volvió Del marqués del Saltillo, Estrellaíto, lidia- al corral por no poder acabar con él Jacinto Padilla do en el coso de la bella ciudad mediterránea de (Mulato Mery ); el 8 de abril, Ventanero del marValencia, tomó 6 varas, derribó ocho veces y aca- qués del Saltillo, lidiado en Madrid, aguantando bó con todos los caballos de que disponía la Em- nueve varas y matando cuatro caballos; el 19 de presa, que serían sobre 20 jamelgos. Además hi- abril, Madrileño, de don Jacinto Trespalacios, tamrió, aunque levemente, al picador Bartolesi. bién en Madrid, tomó nueve varas, dio cuatro caíEstrellaíto se hizo amo del redondel por no haber das y mató igual número de caballos, y el 3 de más caballos para seguirle picando y no tuvo que mayo, doña Carmen García Gómez y Hermanas, aguantar más varas; en vista de ello el público armó envió a la antigua Monumental de Barcelona una un escándalo mayúsculo; de don Sabino Flores, memorable corrida en que sus toros alcanzaron Clarillo, fue lidiado en Hellín (Albacete, España) el uno de sus más resonantes éxitos, destacando: Caramelo, que recibió 11 varas y mató cinco caaño 1882, mató seis caballos. ballos; y Veleto, que había sido antes semental en
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Los Poderosos Toros de Ayer... la ganadería, por su buena estampa, de pelo retinto oscuro y apretado, recibió 18 veces a los picadores, los tumbó en 12 ocasiones y mató seis caballos. Alcanzó a Torerito en el momento de tomar las tablas y le lanzó contra la contrabarrera, cayendo sin sentido y resultando con una fuerte contusión torácica. También pisoteó a Manuel Molina.
este año célebre por el gran número de toros notables, por las más diversas circunstancias, que se lidiaron. Palomino , de don Antonio Hernández, cuando tranquilamente presenciaba la tienta, en 1879, el picador que fue de la cuadrilla de Montes, Francisco Briones (Negri ), se salió por una puerta, y, salvando unas escaleras, le cogió, tirándole conEl (25-08-1883), Avellano, retinto, tra las piedras, a consecuencia de lo cual falleció a albardao, de la ganadería de don José Padín, luego los pocos días. En la misma tienta cogió y volteó, de don Tiburcio Arroyo, lidiado en Segovia, tomó sin consecuencias, a los diestros Ángel Pastor y a siete varas, produjo cinco caídas, mató tres caba- Frascuelo. Al fin, fue lidiado en Madrid, en una corrillos y llegó tan bravo y noble a la muerte, que el da de Beneficencia el día al principio señalado. diestro español José Machío tiró la muleta, le citó *Mellizo: El 29 de junio, de don Vicente con un pañuelo y lo acabó de una buena estocada. Martínez, lidiado en Barcelona, puso en graves La relación de toros de bandera fue enriqueciéndo- aprietos a todos los picadores y les mató cinco se de forma espectacular y de ese mismo año de caballos, sin que sepamos el número de varas, que 1883, citaremos entre otros astados a: bien pudieron ser unas 15. *Secretario: El 29 de junio, de don Vicen*Regajero: El 1 de abril, de don José Ma- te Martínez, lidiado en Barcelona, aguantó 14 varía Benjumea, jugado en Madrid. Con gran bravura ras, dio 21 caídas y mató ocho caballlos. *Odalisco: De pelo retinto, bien puesto, y poder llegó 13 veces a los jinetes, ocasionó cuatro tumbos y despachó cuatro caballos. de don Juan Manuel Sánchez, lidiado en Santander *Manchego: El 20 de abril, de don Rafael el 22 de julio, aguantó con coraje 19 varas, ocasioLaffitte Castro, lidiado en Jerez de la Frontera nando 16 caídas nada menos, dejando muertos (Cádiz), tomó 15 varas y mató siete caballos. siete caballos y cinco malheridos. La reseña que *Soto: El 6 de mayo, de Mazpule, corrido en La Voz Montañesa hizo don José Estrañi de en Barcelona, saltó la barrera y dentro del callejón esta corrida fue comentada en toda España. y cogió a Rafael Bejarano (la Pasera), de la cuadri*Manchego : El 20 de agosto, de pelo bella de Lagartijo, le infirió una cornada en el muslo rrendo en colorado, de don Andrés Fontecilla, lidiaizquierdo, de la cual falleció el 1 de julio de 1883, do en Linares, tomó 14 varas y mató cinco cabadespués de amputarle la pierna herida. llos. *Navarro: De Mazpule, después de los *Guitarrero: De pelo retinto y listón, de la señores Gómez Oñoro y Compañía, se corrió en ganadería española de don José Gómez, que fue Barcelona el 6 de mayo. Bravo y noble, aguantó 12 lidiado en la plaza de Segovia el 25 de agosto, revaras, dando 11 tumbos y matando ocho caballos. sultó muy bravo y noble, sin haber perdido su po*Melenero: El 11 de mayo, de don Diego der, ya que tomó 12 varas y mató cuatro caballos. *Bailador : De pelo negro, bien puesto de y don Pablo Benjumea, lidiado en Madrid, tomó 16 varas y lo mató Francisco Arjona Reyes ( Currito), pitones, con cinco años y seis meses de edad, de hijo del célebre Cúchares. don Andrés Fontecilla (luego de don Carlos *Pollito: El 24 de mayo, de don Anastasio Eizaguirre), lidiado en la plaza de Linares (Jaén, Martin, jugado en Sevilla, hizo una gran pelea en Andalucía), el (29-08-1883), que resultó de una brael primor tercio, llegándose 14 veces a los picado- vura y un poder tan enormes, que Rafael Molina res y liquidando cuatro caballos. (Lagartijo) y los picadores de su cuadrilla, José y *Fierabrás: De don Pablo Benjumea, lidia- Manuel Calderón, al escribir al ganadero felicitándo en Málaga el 26 de mayo, tomó 17 varas. Fiera- dole por los toros Manchego y Pajarito, decían a brás nos recuerda al bravo personaje que intervie- propósito de Bailador : ne en las célebres Morismas de Bracho, en la ciu«...toro buen mozo, divinamente encordad colonial de Zacatecas (México), en los últimos nado, fino y escaso de carnes, en las primeras día de agosto, desde hace más de dos siglos. varas demostró mucho poder, y cuando se quedó *Palomino : Fue lidiado el 17 de junio, en los tercios, sin desafiar nunca y siempre natural incluído aquí por haber puesto un tinte trágico en en la suerte, tomó «veintiuna varas», y con decir
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Los Poderosos Toros de Ayer... que mató 13 caballos es suficiente para comprender que no dejó nada que desear, pues es toro que ; no puede olvidarse con facilidad y «que no ha» tenido en los tiempos que corremos compañero, «pues ha sido un verdadero fenómeno.» «En este toro, del señor Fontecilla, nos sucedió una rareza, que fue la de tener que retirarnos a pie a la fonda. Que creía usted muchos y que podamos torearlos, es lo que desean sus afectísimos, que le aprecian: Rafael Molina, José Calderón y Manuel Calderón.» Este toro era hijo de uno de la ganadería de Miura. De la misma corrida fue el de pelo negro lombardo y bien puesto, de la vacada española de Fontecilla, que llevó el nombre de Pajarito, se jugó en Linares (Jaén, Andalucía), recargando en todas las varas, aguantó 11. Rafael Molina (Lagartijo) aprovechó bien las facultades lidiables del bicho y lo mató de una soberbia estocada que le valió una entusiasta ovación y música.
*Pajarito: Del 29 de agosto, el de pelo negro lombardo y bien puesto, de Fontecilla, que repetimos, se jugó en Linares (Jaén, Andalucía), recargando en todas las varas, aguantó 11. Rafael Molina (Lagartijo) aprovechó bien las facultades lidiables del bicho y lo mató de una soberbia estocada que le valió una entusiasta ovación y música. *Campasolo: De Pérez de la Concha, lidiado en Madrid, con el que obtuvo Francisco Arjona Reyes (Currito), hijo de Cúchares, un gran éxito, con ese toro de bandera. Sin embargo, junto a los toros de bandera que ya comenzaron a ver los aficionados en los ruedos de España y México, continuaban apareciendo otros semejantes a los lidiados en la etapa anterior, es decir, astados con rezagos atávicos muy marcados, como fueron los casos siguientes:
*Elefante: De don Nazario Carriquiri, de pelaje colorado encendido, ojo de perdiz y abundante de cuerna, llamado así por sus largos colmillos, lidiado en Tudela (Navarra) el 8 de septiembre de 1883, tomó 31 varas, derribando 12 veces a diversos picadores y dejando muerto en la arena cinco caballos. * Aceituno: Del conde de Patilla, lidiado en la plaza de Utiel (Valencia), el (12-09-1883), tomó 17 varas y mató ocho caballos.
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El Recuadro-1883 El número total de varas recibidas por los 18 toros notables estudiados a lo largo del año 1883, fue de 273 y mataron 91 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 5 caballos y recibió 15 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3 varas. El astado que más varas recibió fue «Elefante», de don Nazario Carriquiri, colorado, ojo de perdiz y abundante de cuerna, llamado así por sus largos colmillos, lidiado en Tudela (Navarra) el (08-09-1883), tomó 31 varas, derribando 12 veces a diversos picadores y dejando muerto en la arena cinco caballos. 1884: Corredor , de doña Carmen García y her-
manas, jugado en San Sebastián el año 1884, fue ya uno de los toros de bandera por su extraordinaria bravura, poder y nobleza que fueron las características más salientes de este cornúpeto durante toda la lidia, en el transcurso de la cual aguantó 14 varas, dió nueve caídas y mandó a mejor vida cinco caballos. A principios de 1884, concretamente el 3 de marzo, cuando ya acariciaba el éxito al matador de toros Tomás Parrondo (Manchao) -que sólo trabajó de matador el día de su alternativa-, fue herido de gravedad en una novillada celebrada en la plaza de Madrid, donde ya se había presentado el (25-07-1880), por Cismo o Retinto, pues de ambos modos fue nombrado. Cismo era de pelo negro, cornicorto, grande de cuerpo y con la mayor parte del lomo pelado; en un escrito se dice que pertenecía a la vacada de don Donato Palomino y, en otro, a la de don Antonio Fernández de Heredia. Con frecuencia, la selección fallaba y aparecieron astados, como Granizo, huidizo novillo de la condesa de Salvatierra, lidiado en Madrid el 9 de marzo, cuando la ganadería era de López Navarro, saltó la barrera 22 veces y lo intentó seis más. Atropelló al puntillero Joaquín del Río ( Alone), sin herirle y Marinero, cobarde en el primer tercio, le pusieron banderillas de fuego. Volteó sin
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Los Poderosos Toros de Ayer... consecuencias graves a Tomás Parrondo ( el Manchao), encargado de darle muerte, en el momento de darle una estocada, resultando con varias heridas graves. No consiguió matar al bicho después de darle diez entre pinchazos y estocadas, por lo que Cismo volvió al corral. El día 12, Granadito, de la ganadería que luego fué de don Faustino Udaeta, que, pastando en los prados, cogió a uno de los vaqueros, ocasionándole una grave herida en la vejiga. En Madrid se lidiaron toros de dos ganaderos hermanos, el (04-05-1884), uno de ellos estaba representado por los hijos de don Félix Gómez: Remendao, saltó la barrera 10 veces; el otro, Rosquillero, don José Gómez, lesionó a Francisco Arjona (Currito). Aquella tarde, que fue la de inauguración en Madrid de la ganadería de don Tiburcio Arroyo a nombre de don José Gómez, resultaron lesionados los picadores Bartolesi y Canales y el mozo de plaza Francisco Rodríguez (Cordilla ). El 29 de mayo, en la plaza de toros de Madrid, confirmó su alternativa el famoso diestro Luis Mazzantini y Eguía, con Morito , de doña Dolores Monge, viuda de Murube, llevando como padrino a Rafael Molina Sánchez (Lagartijo), en un mano a mano con el matador citado, al que le dio una estocada a volapié. El 1 de junio, Lechuzo, de don Antonio I Miura, lidiado en Córdoba (España), tomó 18 varas, derribó 10 veces, mató seis caballos y dejó heridos malamente tres más. Calcetero, del duque de Veragua, colorao, ojinegro, bragao, de muchas libras, lidiado en tercer lugar en la corrida de Beneficencia celebrada en Madrid el 8 de junio Torearon la corrida Rafael Molina (Lagartijo), Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), Francisco Arjona Reyes (Currito) y Fernando Górnez (Gallo). Calcetero se mostró bravo y de mucho poder en el primer tercio. Tomó 11 varas y mató tres caballos. Al recortarle el Gallo a la salida de una caída de Cirilo Martin, tomó viaje tras él, y al saltar el Gallo la barrera frente al tendido 6 le alcanzó Calcetero, causándole una herida de importancia en la región genital. Le banderillearon muy bien Pablo Herráiz y Regaterín; Frascuelo le hizo una gran faena y le mató de un pinchazo y una estocada recibiendo, siendo ovacionado. El
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24 de junio, Capote, de la ganadería portuguesa de Pereira Palha, corrido en Santander, tomó 16 varas y mató nueve caballos. En los meses de julio y agosto fueron notables, Finito, de Murube, lidiado en Málaga el 17 de julio, de pelo negro, chorreado en morcillo, tomó 18 varas y conservó su bravura y nobleza hasta morir, siendo estoquearlo por Rafael Molina (Lagartiijo) a volapié de manera insuperable. Zapatero, del conde de la Patilla, lidiado
en Vitoria el 6 de agosto, aguantó, siempre recargando, buen numero de varas -que pudieron ser 15-, derribando muchas veces, hizo seis bajas en las caballerizas. Boticario, de Arribas Hermanos, lidiado en Cádiz el 15 de agosto, tomó con gran poder 12 varas, derribó siete veces y mató seis caballos, llegando noble y manejable a la muerte. El 14 de septiembre, fueron lidiados en Madrid los toros: Cantinero, Lucero, Bellotero y Romero, de don Félix Gómez, corridos en medio de una continua lluvia. Cantinero (llamémosle I) fue considerado como uno de los mejores toros que se han lidiado en la Corte; Bellotero contusionó a José Trigo; Lucero, a Canales; Romero, a José Trigo, y Cantinero, a Juan Trigo. Si la tarde hubiera sido buena y el piso hubiera estado en circun-stancias normales, al cuarto toro probablemente hubieran estado fuera de combate todos los picadores y las cabellerizas vacías. En octubre se lidiaron astados en las plazas de Cádiz y Madrid, el primero de ellos, Ofi- cial , de Arribas Hermanos, fue lidiado en Cádiz (España), la tarde del día 5, después de voltear y herir al banderillero Ávalos, saltó al callejón y lesionó al picador Chato y de pilón contusionó e hirió a tres policías. De mismo día, en Madrid, Mojoso , de don Félix Gómez, fue el primero que mató en la plaza de Madrid, Rafael Guerra (Guerrita). El día 16, Zambombito, de don Anastasio Martín, con coraje y poder aguantó 13 varas por siete caídas y seis caballos muertos, considerándose como uno de los mejores toros lidiados en Madrid durante el citado año. El 19 de octubre, Bizcochero, de Arribas Hermanos, lidiado en la plaza de Cádiz, hirió gravemente al picador Francisco Avilés (Currito).
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Los Poderosos Toros de Ayer... El Recuadro-1884 El número total de varas recibidas por los 8 toros notables estudiados a lo largo del año 1884, fue de 117 y mataron 50 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 6,25 caballos y recibió 15 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2 varas. El astado que más varas recibió fue «Lechuzo», de don Antonio I Miura, lidiado en Córdoba (España) el 1 de junio de 1884, tomó 18 varas, derribó 10 veces, mató seis caballos y dejó heridos malamente tres más. «Granizo», huidizo novillo de la condesa de Salvatierra, lidiado en Madrid el (09-03-1884), cuando la ganadería era de López Navarro, saltó la barrera 22 veces y lo intentó seis más. 1885: Tronera, de don Juan López Cordero, li-
diado en la plaza de Cádiz, sin que pueda precisar la fecha, abre con todos los merecimiento la lista de toros notables de 1885, porque la historia de este toro corre por Tauromaquias y libros de toros, sin que yo haya podido comprobar su veracidad, harto sospechosa, pues el suceso más notable toca y aun pasa los términos de lo verosímil. Según estos informes, Tronera, berrendo en colorado y bien puesto, arremetió 13 veces a los picadores, matando 12 caballos. El público pidió, y consiguió, que le fuera perdonada la vida al bravo y duro animal, y cuando, tras de curarle de las heridas, le conducían de nuevo a la dehesa, penetró desmandado en una choza donde dormía un niño. La madre, ante el peligro, cogió un barrote de hierro, y al humillar el toro para la embestida, le dio tan fuerte golpe en la nuca, que rodó muerto el toro. Quede consignada ésta que parece leyenda, en la que el fondo de la verdad será, probablemente, que fué un bravísimo toro. El 8 de febrero,el banderillero Luis Recatero (Regaterillo), se presentó ante la afición madrileña en corrida formal por vez primera. Banderilleó en la cuadrilla de Valentín Martín, de pareja con el Manchao, el quinto toro, Maceto, de Orozco, al que clavó un buen par al cuarteo, que fue muy
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aplaudido. Maceto fue el primer toro banderilleado por Regaterillo, siendo los restantes conocidos, todos ellos relacionados en el este libro, fueron: Manquito, negro, de Murube; Marismeño, de Lizaso; Meleno, negro; Nevaíto, de don Esteban Hernández; Orejudo, negro, y Segoviano, de Núñez de Prado. El 12 de abril, se celebró en Madrid una corrida con seis toros de don Félix Gómez para Lagartijo, Frascuelo y el Gallo. El tercer bicho, Tramposo, retinto, después de tomar 10 varas, llegó al segundo tercio defendiéndose; al ponerle Antonio García (Morenito) un par fue enganchado y corneado horriblemente en el vientre, con salida de los omentos; por él reapareció en Madrid, y banderilleó con Almendro, el cuarto toro de la corrida, Tornero, negro zaino, de Murube, tan magníficamente, que ambos fueron objetos de muchos aplausos. En mayo, el día 4, Estanquero, de doña María Josefa Fernández, viuda de Barrionuevo, de pelo cárdeno y bien dispuesto de cuerna, lidiado en Madrid, tomó nueve varas, dio seis caídas y mató cuatro caballos. El 14 de mayo, con Bonito, de don Rafael Laffite, tomó la alternativa de matador Gabriel López (Mateíto), de manos de Manuel Fuentes (Bocanegra), que le cedió la muerte del citado toro Bonito, coincidiendo con Manuel Ortega (el Marinero), que la tomó el mismo día en Sevilla. También el 14 de mayo, el crítico taurino Mariano del Todo Herrero, enjuiciando al diestro cordobés Manuel Fuentes (Bocanegra), basándose en la magistral faena que le hiciera a Taberne- ro, dejó escrito en La Lidia: «No es Bocanegra un torero fino, elegante y alegre, como suele darnos con frecuencia la ciudad de los califas; pero le sobraba en cambio serenidad y aplomo en sus buenos tiempos y valentía siempre; y aun en el declive de sus facultades físicas le hemos visto faenas tan magistrales y preciosas, como la empleada con el toro, de nombre Tabernero, de la antigua ganadería de Surga, en la corrida del (1405-1885)... Indicado queda que Manuel Fuentes tuvo una época en su profesión en que a más de fama recogió provecho; pero no el suficiente para que al llegar cierto límite pudiera retirarse a la tranquilidad del hogar. Bocanegra, toreando hasta el límite de su vida, murió pobre.»
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Los Poderosos Toros de Ayer... El (30-05-1885), Pelma, negro, del duque de Veragua II, lidiado en la plaza de Aranjuez por Lagartija, en sexto lugar, persiguió al banderillero madrileño Mariano Tornero Serisola, que, al ver se apurado, se refugió en un burladero, pero el toro se estrelló contra las tablas del mismo, sufriendo contusiones y una herida en la boca, saliendo de la enfermería con la cara vendada a seguir rehileteando. Dos meses después de haber tenido un percance (30-05-1885), el banderillero Mariano Tornero Serisola toreando también con Lagartija, el (03-08-1885), en la plaza de San Roque (Cádiz), cuando Tornero preparaba a Capiro- te , negro, de Anastasio Martín, para que lo banderilleara Galindo, resbaló al pisar la lengüeta de un cencero y cayó al suelo; se le arrancó Capi- rote, lo recogió con los cuernos y lo empi-tonó por el costado derecho. Tras las primeras curas en la enfermería de la plaza fue embarcado en el vapor inglés James Haynes para conducirlo a Cádiz, muriendo a bordo, en la bahía de Algeciras a unas horas de partir, el día (04-08-1885), siendo enterrado en el cementerio de dicha ciudad. El 4 de junio, hizo su presentación en Madrid el picador sevillano Juan Román Caro, y el primer toro, Recajero, de Aleas, fue estoqueado por Fernando Gómez (Gallo). Una prueba más de su valor es la que sigue: en una de las primeras corridas que toreó el Espartero en Madrid, al poner Juan Román una vara a un toro de mucho poder sufrió una fuerte caída y quedó debajo del caballo, que le dio con una herradura en la frente y le cubrió de sangre el rostro. En vez de retirarse a la enfermería, cosa que optro hubiese hecho como lo más natural, volvió a montar a caballo y siguió picando más crecido de coraje y de serenidad. El 22 de julio, después de restablecerse Antonio García (Morenito) de las varias cornadas recibidas el 12 de abril de ese año, reapareció en Madrid, y banderilleó con Almendro, el cuarto toro de la corrida, Tornero, negro zaino, de Murube, tan magníficamente, que ambos fueron objetos de muchos aplausos, como ya quedó antes señalado. Marchó con el Gallo la temporada de aquél invierno a Montevideo, y en su plaza sufrió otra cogida el (21-02-1886). El (12-04-1885) se celebró en Madrid una corrida con seis toros de Félix Gómez para Lagartijo, Frascuelo y el Gallo. El ter-
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cer bicho, Tramposo, retinto, después de tomar 10 varas, llegó al segundo tercio defendiéndose; al ponerle Antonio García (Morenito) un par fue enganchado y corneado horriblemente en el vientre, con salida de los omentos, por el animal, antes de que Frascuelo, insistiendo mucho y peligrosamente se lo llevara de un modo temerario, haciéndole un quite que quedó como ejemplo. Invitado tres años más tarde para encargarse de las operaciones de tienta del ganado del marqués del Saltillo, en la Isla Menor (Sevilla), comenzaron los ejercicios el (16-11-1888). Al día siguiente se reanudaron y el primer becerro sacado del rodeo, Dudoso , cárdeno obscuro, entrepelado, tomó en toda regla tres puyazos, arremetió al caballo que montaba Caro, a quien hizo caer de espaldas por el lado izquierdo, infiriéndole una terrible cornada en la parte inferior derecha del vientre, con salida de los intestinos. Trasladado a Sevilla, murió a las 5 de la tarde del día (0112-1888). El novillo causante de la muerte de Juan Román se jugó en Madrid el (02-10-1890), y tomó con mucho poder diez varas de Trescalés, Cantares y Crespo; lo banderillearon Gallo, Guerrita y Luis Mazzantini, quien lo mató de una estocada a volapié. El 2 de agosto, Arbolario, colorado, ojo de perdiz, de don Carlos López Navarro, de Colmenar Viejo, lidiado en Vitoria, en segundo lugar, saltó al tendido, produciendo el consiguiente pánico, y salió por la puerta de los toreros, abierta, a la calle, donde fue muerto a tiros. En otro pasaje del libro de don José María de Cossio, aparece con esa misma fecha, corrida y plaza, el toro del ganado de la condesa de Salvatiarra, de Villarrubia de los Ojos del Guadiana (ya en esta fecha de López Navarro), Herbolario, lidiado en Vitoria el 2 de agosto, saltó al tendido y salió a la calle, donde le mató a tiros la Guardia Civil. En el tumulto promovido por el toro resultaron heridas y contusas más de 40 personas. Así que se trata del mismo astado y, por tanto, de un error humano sin otra importancia, que la simple aclaración. En septiembre, el día 13, Carbonero, del marqués del Saltillo, negro entrepelado, bragado y bien puesto, se lidió en Sevilla, tomando con él la alternativa, de manos de Antonio Carmona (Gordito), Manuel García (El Espartero). Tres días después, Clavellino, de don Félix Gómez, corrió a
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Los Poderosos Toros de Ayer... un vaquero, obligándole a tirarse al río y permanecer en él tres horas; en otra ocasión se escapó de noche, y a un viajero le hizo estar subido en un árbol hasta después de amanecer. Se lidió en Madrid el (16-09-1885), tomando bravamente 12 varas.
nada en el recto al célebre matador Bernardo Gaviño, nacido en Puerto Real (Cádiz), el (20-081812), a los 74 años de edad, en la plaza de Texcoco, población cercana a la ciudad de México. Debido a la cornada falleció once días después en su casa ubicada en el callejón de Tablajeros, en la capital mexicana. Él fue el introductor en América de las entonces nuevas normas técnicas para lograr un toreo artístico, empleadas por los diestros españoles, siendo al final considerado como si hubiese nacido en México. Toreó muchas tardes en la antigua plaza de toros San Pedro, en la colonial y hermosa ciudad de Zacatecas.
El 20 de septiembre, el banderillero Rafael Rodríguez Calvo (El Mojino), figuraba en la cuadrilla de su paisano cordobés Rafael Molina (Lagartijo), en la que realizó una magnífica campaña en los tres meses que permaneció toreando junto al gran Rafael, sustituyendo a Juan Molina hasta esa corrida, en la que actuaron juntos, banderilleando al par los toros Espejuelo y Mila- El autor de este libro-conferencia nació grito, haciendo ambos una admirable labor y escuchando muchos aplausos. también en Puerto Real el (20-08-1933)... cosas del destino... y, además, por si fuera poca coincidencia, este portorrealeño escribió en la dicha ciuEl Recuadro-1885 dad el libro titulado: «Ayer Plaza de Toros San El número total de varas recibidas por Pedro... Hoy Hotel Quinta Real», en una edición los 4 toros notables estudiados a lo de lujo enriquecida con valiosa y antigua informalargo del año 1885, fue de 44 y ción, pero que, una vez más, no fue justamente mataron 16 caballos; es decir, que valorada ni por el Corporativo de la supuesta notaese año, cada astado mató una ble cadena hotelera, ni por el Gobierno del Estado media de 4 caballos y recibió 11 vade Zacatecas, agrediéndose con ello el rico patriras. La proporción fue de 1 caballo monio cultural de una ciudad Patrimonio Cultural muerto por cada 2,7 varas. El astado de la Humanidad (¿?), del que forma parte el antique más varas recibió fue «Tronera», guo coso de San Pedro ya históricamente rescade don Juan López Cordero, lidiado tado en dicha obra. en la plaza de Cádiz, arremetió 13
veces a los picadores, matando 12 caballos. El público pidió, y consiguió, que le fuera perdonada la vida al bravo y duro animal, y cuando, tras de curarle de las heridas, le conducían de nuevo a la dehesa, penetró desmandado en una choza donde dormía un niño. La madre, ante el peligro, cogió un barrote de hierro, y al humillar el toro para la embestida, le dio tan fuerte golpe en la nuca, que rodó muerto el toro. Quede consignada ésta que parece leyenda, en la que el fondo de la verdad será, probablemente, que fue un bravísimo toro. 1886: El 31 de enero, fue un día trágico en la fiesta brava mexicana, ya que Chicharrón, de la ganadería azteca de Ayala, le infirió gravísima cor-
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Para 1886 los ganaderos de toros bravos había logrado muchos astados, que, sin perder más que ligeramente su ancestral poder y feroz acometividad, como ocurrió con «Aguardentero», de González Landin, lidiado en Málaga, ya fue calificado como uno de los mejores toros lidiados en aquella plaza, por su notable bravura y nobleza, permitiendo el éxito a sus lidiadores. Aquellos nuevos toros permitieron que triunfaran todos, diestros, picadores y banderilleros . Así, el 15 de mayo, cuando Rafael Rodríguez Calvo (El Mojino), nacido en Córdoba (España) el (25-02-1859), banderilleaba el quinto toro de la tarde, Cigarrito, negro mulato, de Ibarra, los partidarios de su paisano Rafael Molina (Lagarti jo), ausente voluntariamente aquel año de la plaza de toros madrileña, lo aclamaron gritando: «¡Viva Córdoba!, por los dos maravillosos pares al cuarteo que puso.
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Los Poderosos Toros de Ayer... Algunos de los otros toros que banderilleó con resonante éxito fueron: Clarito y Tremendo, del conde de la Patilla, el 3 de agosto de 1887, en Madrid; Espejuelo y Milagrito, el (20-09-1885), en Madrid; Jocinero , de Atanasio Linares, el (1810-1887), en Jaén; Mirlo, de Adalid, el (17-061881); Pajuelero, de López Navarro, el (11-061896); Regalado, de Udaeta y en Madrid, el (3105-1891). El que se escucharan muchas palmas en las plazas, comenzó a ser un hecho común. El (20-06-1886), toreó por última vez en Madrid, el banderillero Manuel Sánchez del Campo, escuchó muchas en su honor al colocarle dos magníficos pares a Amapolo , castaño, del duque de Veragua, el último que banderilleó. Un día después, picó por última vez en su vida torera, en Madrid, a Galonero, Manuel María Ledesma y Muñoz ( El Coriano). El 4 de julio, Tonelero, de la ganadería lusitana de Palha, jugado en La Coruña, llegó 14 veces a los jinetes, derribando en 10 y matando siete caballos. Dos domingos después, Presidia- rio, de don Carlos Conradi, jugado en Sevilla, en competencia con cornúpetos de Benjumea, Ibarra, Miura, Cámara y don Anastasio Martín, el (18-071886), tomó 15 varas, dio 11 tumbos y mató siete caballos... y, curiosamente, se había anunció como «desecho de tienta y cerrado.» Los días 15 y 30 de agosto, se lidiaron dos toros notables: Barquero, de don José Pereira Palha Blanco, de Portugal, lidiado el (15-08-1886), en Badajoz, tomó 10 varas y mató cinco caballos; y Aborrecido, del duque de Veragua, se corrió en San Sebastián, el (30-08-1886), en una corrida nocturna, el célebre varilarguero Badila, al picar a dicho toro, hizo el mismo lance que ejecutó el también picador José Arana Molina ( Agustín Molina) a Marismeño. Recordando el hecho puedo citar que al picador Badila le valió una sonora ovación, mientras que a Guerrita, el público respondió verdaderamente hostil, arreciando una lluvia de naranjas contra su picador Rafael Molina, cuando se dispuso a picar el tercero de la tarde... y Guerrita ordenó a su piquero que se retirase a las cuadras (Véa el lector el toro Marismeño, de fecha (16-04-1899).
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En septiembre fueron notables: Vencedor , de Ibarra, cárdeno oscuro, bragado y bien armado, lidiado en Murcia el 8 de septiembre, tomó 10 varas, mató cinco caballos y puso en camino de la enfermería a dos picadores. Un día después, Ligero, de don Filiberto Mira, lidiado en Alburquerque (Badajoz), hirió de muerte al banderillero Eloy Moreno González. El 26 de septiembre, Bandolero, de don Juan Sánchez, de Carreros (Salamanca), lidiado en Madrid, le produjo una herida al picador José Bayard (Badila), siendo estoqueado por Luis Mazzantini. En octubre citamos a dos astados: Fini- to, de don Antonio Fernández de Heredia, jugado en Albacete el día 7. Al terminar una larga Santos López (Pulguita) fue volteado y cogido, resultando con una herida en el muslo derecho. Mazzantini fue también alcanzado al salir de darle una estocada, resultando con una herida en la parte externa del muslo derecho de cinco centímetros de profundidad. Y tres días después, en Madrid, Coriabo, de don Eduardo Ibarra, fue el primero que mató, alternando Joaquín Sanz (Punteret ), cedido por Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo).
El Recuadro-1886 El número total de varas recibidas por los 4 toros notables estudiados a lo largo del año 1886, fue de 53 y mataron 26 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 6,5 caballos y recibió 13,2 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2 varas. El astado que más varas recibió fue «Presidiario», de don Carlos Conradi, jugado en Sevilla, en competencia con cornúpetos de Benjumea, Ibarra, Miura, Cámara y don Anastasio Martín, el (18-07-1886), tomó 15 varas, dio 11 tumbos y mató siete caballos... y, curiosamente, se había anunció como «desecho de tienta y cerrado.»
1887: Con el célebre Manzanito, de don Joaquín Murube, lidiado en Sevilla el año 1887, tomó la alternativa José Centeno e hirió a todos los toreros que actuaron en aquella corrida y el público
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Los Poderosos Toros de Ayer... pidio su indulto. Ya en 1887 se presentaron corri- mayo, Peluquero, de don Antonio Hernández, lidas en las que todos los toros fueron bravos y diado en Madrid durante la Feria de San Isidro, nobles, como fue la de don Agustín Solís, vecino hirió gravemente a Salvador Sánchez Povedano de Trujillo (Cáceres), ganadería popularmente co- (Frascuelo) cuando entró a estoquearlo. nocida por «del cura Solís», que antes perteneció al marqués viudo de Salas. Jaquetón es quizá el El 19 de mayo, se lidiaron dos astados más representativo de la bravura del toro de lidia. notables, uno en Zaragoza, Salado, de don Félix Se anunció en Madrid la tercera corrida del abono Gómez, de Colmenar Viejo (Madrid), que saltando del año 1887, con seis toros de la ganadería de directamente al tendido, donde después de voldicho señor Solís, y como matadores Francisco tear a varias personas, lo mataron Miguel AlmenArjona Reyes (Currito) -hijo del célebre Cúchares), dro y Casto Díaz; y el otro, en la Real Maestranza Salvador Sánchez (Frascuelo) y Angel Pastor. To- de Sevilla, Zapatero, de don Joaquín Pérez de la maron entre los seis toros 48 varas, dieron 20 caí- Concha, cogió al diestro Luis Mazzantini al pasar das y mataron 20 caballos, en el tercer festejo de de muleta y le infirió una cornada de gravedad en abono. el vientre y otra en el escroto. Tres días después, Entre todos se destacó Jaquetón, corri- el 22 de mayo, recibió la alternativa José Centeno do en cuarto lugar, un toro excepcional. Era de y Laboise, cuyo padrino fue Francisco Arjona Repelo cárdeno, chorreado, cornicorto y algo escu- yes (Currito) y pareó Luis Recatero (Regaterillo) rrido de carnes. En cuanto salió arremetió con bra- de segundas con el Morenito el toro de la cesión, vura al Sastre, al que derribó, matándole el caba- Meleno, negro, haciéndolo con mucho lucimienllo. Con igual resultado acomete inmediatamente to. El mismo día últimamente citado, Mirandillo , a Fuentes. Atacó nuevamente al Sastre y nueva- del marqués de Salas, lidiado en Madrid el 22 de mente le derriba y mata al caballo. Toma después mayo, hirió de gravedad a Antonio García (el Moreun gran puyazo de Canales; embiste a continua- nito). Pidió el público que el bicho volviera al coción a Manitas, le derriba y quita la vida a la cabal- rral, y como el presidente no accediese, se produgadura (Véase Recuadro II). jo un gran revuelo, inundándose en poco tiempo el redondel con las banquetas sueltas de madera que El 27 de febrero, Saltador , negro, de don por entonces se usaban en los tendidos. Antonio Hernández, fue el primero que picó en la plaza de Madrid, Antonio Bejarano y Millán (PegoEn la corrida de Beneficencia, del 3 de te), que hizo su presentación en la cuadrilla del junio, se lidiaron ocho toros del marqués del Saltillo, Guerra. En abril, a raiz de la separación, tan por Luis Mazzantini, Rafael Guerra ( Guerrita), anecdótica como irremediable, del maestro Salva- Reverte y Emilio (el Bomba), constituyendo una dor Sánchez Povedano (Frascuelo) con su bande- fiesta magnífica y memorable. El guipuzcoano rillero Victoriano Recatero (Regaterín), ocurrida en estoqueó de forma magistral a sus dos astados, la corrida celebrada el 11 de abril, en la fue el más Montañés, negro mulato, y Bandolero , cárdeno. importante protagonista el toro, llamado Naranjito, Un mes después, Madrileño, del conde de Patide Benjumea, el célebre banderillero ingresó de lla, le produjo al picador José Trigo y Ruiz, una inmediato en la cuadrilla de Luis Mazzantini, y el contusión en la pierna izquierda en el circo de (17-04-1887), es decir, a los seis días de la sepa- Madrid. Y el 24 de julio, Gitano, de don Eduardo ración, fue ovacionado tempestuosamente al ban- Ibarra, lidiado en Valencia, permitió en los corraderillear los toros, Mochuelo y Estornino, de les toda clase de caricias, y después peleó tan Miura. Los aplausos fueron pasando de los pi- bravamente, que tomó 10 varas y mató seis cabacadores a los banderilleros y, posteriormen- llos. Acabó con él Rafael Molina (Lagartijo) de una soberbia estocada. te, a los diestros de a pié. El 17 de abril, Canito y Sanguijuelo, de En agosto, el día 15, Caparrota, de don la ganadería de Miura, fueron lidiados en la segun- José Linares, de Ciudad Real, lidiado en Cabra da corrida de abono de la Feria de Sevilla, por Fran- (Córdoba), tomó siete varas y mató cinco cabacisco Arjona Reyes (Currito), hijo de Cúchares. Al llos. El 19 de agosto, Provincial , de Ripamilán, primero, Sanguijuelo , dificilísimo, lo mató de una jugado en Tarragona, recibió 20 varas y mató nuecorta, y al segundo de una gran estocada. En ve caballos, siendo espléndidamente lidiado y
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«Jaquetón», un Toro Excepcional. En el año 1887, un toro alcanzó la cumbre en los valores que debe tener un auténtico toro bravo, con el astado de la ganadería de don Agustín Solís, vecino de Trujillo (Cáceres), ganadería popularmente conocida por «del cura Solís», que antes perteneció al marqués viudo de Salas. Es, como decimos, el ejemplar más representativo de la bravura del toro de lidia. Se anunció en Madrid la tercera corrida del abono del año 1887, con seis toros de la ganadería de dicho señor Solís, y como matadores Francisco Arjona Reyes (Currito) -hijo del célebre Cúchares-, Salvador Sánchez (Frascuelo) y Ángel Pastor. Toda la corrida fue muy brava. Tomaron entre los seis toros 48 varas, dieron 20 caídas y mataron 20 caballos. Entre todos se destacó Jaquetón, corrido en cuarto lugar. Era de pelo cárdeno, chorreado, cornicorto y algo escurrido de carnes. En cuanto salió arremetió con bravura al picador Sastre, al que derribó, matándole el caballo. Con igual resultado acomete inmediatamente a su colega Fuentes. Atacó nuevamente al Sastre y nuevamente le derriba y mata al caballo. Toma después un gran puyazo de Canales; embiste a continuación a Manitas, le derriba y quita la vida a la cabalgadura. Dos varas más de Fuentes, con pérdida de otro caballo. Nueva vara de Canales, al que desmonta, sale tras el caballo, le derriba y lo deja moribundo. Manitas le pone la última vara. Al hacer el quite Ángel Pastor tropieza con un caballo y cae; el toro cornea furiosamente al caballo, que al sentirse herido cocea, alcanzando al cornúpeto en el testuz. Mete Pulguita el capote y Jaquetón cae al quererle seguir. Se levanta, da unos pasos, junta las manos, mete la cabeza entre ellas, sin dejar de moverla, presa de una terrible convulsión. El público, que se había entusiasmado ante tan admirable pelea, ovacionando cada vara, se opuso a que banderilleara. Angel Pastor, que intentó hacerlo, y pidió a la presidencia que se perdonara la vida a Jaquetón. Accedió el presidente, que lo era don Juan José Giménez; pero mientras esto sucedía, Francisco de Diego (Corito) le clavó un par. Salieron los mansos; pero Jaquetón no pudo seguirles, no podía dar un paso, no cedía la convulsión y con dificultad se tenía en pie. Ante la imposibilidad de restituirle a los corrales, Currito, por orden presidencial, salió a rematar al bravísimo Jaquetón, descabellándole, después de tres seudopases, al cuarto intento; tiene en su abono que el movimiento constante de la cabeza dificultaba en gran medida su lidia. Dijo La Lidia: ... «hay que advertir, para apreciar la bravura del toro, que fue horriblemente picado, por más que sus tremendas acometidas no dejaban a los picadores meterse en dibujos.» El veterinario don Simón Sánchez le reconoció detenidamente en el desolladero, apreciando la rotura de un pulmón, sin duda por el esfuerzo hecho en la suerte de varas, y una fuerte contusión en el testuz, la que ocasionó la fuerte conmoción y la convulsión que paralizaron los movimientos del animal. Jaquetón, en nuestra jerga, es, ya lo he indicado, símbolo de bravura, de fiereza; es a la vez término de comparación en cualquier sentido, y por eso decimos muchas veces «era un Jaquetón», o «no era precisamente un Jaquetón» cuando queremos expresar la poca bravura de un toro. Jaquetón ha dado nombre a muchos periódicos y sociedades taurinas, entre éstas una en Barcelona, que lleva muchos años de existencia, y de la que han sido presidentes los más competentes críticos y aficionados de la Ciudad Condal. Hace pocos años vi en Trujillo la cabeza de Jaquetón. Está disecada al estilo antiguo, es decir, que puede decirse que está estrictamente la cabeza, sin apenas cuello -como le gustan a don Antonio III Miura Martínez-. Su aspecto es insignificante, muy cariavacado, muy corto de pitones y muy afilados, muy descarnada y estrecha. Su dueño, un empleado de la casa de Banca Artadoitia y Cortés, la cuida con esmero, preservándola en lo posible de las inevitables contingencias del tiempo.
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Los Poderosos Toros de Ayer... muerto por Manuel García (Espartero). Y cuando salía un toro de los de años atrás, como ocurrió el día (31-08-1887) con Gorrete, de don Antonio I Miura, lidiado en Málaga, que golpeó al picador Badila contra las tablas, volteó dos veces a el Espartero, hirió en un brazo a Juan Molina, le dio un varetazo a Lagartijo, una cornada en una mano a Torerito, volteó al picador Agujetas y derribó a Manene y a Luis Mazzantini.
Y en aquel 1887, otro célebre astado de la ganadería española de doña Dolores Monge, viudad de don Joaquín Murube, de nombre Manzanito, lidiado en Sevilla en el año 1887, el día que tomó la alternativa José Centeno, hirió a todos los toreros que actuaron en aquella corrida y el público pidió su indulto.
1888:
A lo largo de 1888 fueron saliendo a El 4 de septiembre, tomó en Madrid la al- los ruedos de España, lo mismo en Madrid, ternativa de picador de toros José Sevilla Mauricio, Málaga y otras plazas de primera, toros que picando en tanda con José Bayard (Badila), Vida- dejaban buen recuerdo entre los aficionados alegre, del conde de la Patilla. Al salir el cuarto por su bravura y poder, pero, sobre todo, portoro, Escribano, castaño, se le arrancó y le dio que producían en el ánimo de los aficionaun tremendo tumbo que le impidió seguir en su dos una emoción más acorde -menos violenpuesto a José Sevilla. Actuaron como matadores ta- con la nueva época de torear que se aveen aquella corrida Bocanegra, Frascuelo y Luis cinaba. De esas características fueron los de Mazzantini. la célebre ganadería del duque de Veragua: «Escribano», lidiado en Madrid, «de insupeEl 19 de septiembre, Comisario, de don rables estampa y bravura», por Rafael Molina Antonio Hernández, lidiado en Madrid, tomó ocho ( Lagartijo ) y Salvador Sánchez Povedano varas, dió siete caídas y mató cuatro caballos. El (Frascuelo), mediante faenas más artísticas y 29 de septiembre, Casiano, don Juan Vázquez, admirablemente instrumentadas, siendo fue el primero de dicha vacada que se lidió en estoqueado por éste último, y «Podenco», de Madrid, tomó nueve varas, dio tres caídas y mató don Juan J. González Nandín, lidiado en la dos caballos. plaza de Málaga, fue también excelente. Ya no se señalaron, por primera vez, ni el número de varas ni los caballos muertos, porque lo El Recuadro-1887 que comenzó a ser interesante para los afiEl número total de varas recibidas por cionados fueron las faenas más artísticas que los 11 toros notables estudiados a lo los toreros realizaron. largo del año 1887, fue de 102 y mataron 46 caballos; es decir, cada astado mató El 15 de enero, Campero, de la vacada una media de 4,1 caballos y recibió 9,2 mexicana de San Diego de los Padres, propiedad varas. La proporción fue de 1 caballo del Lic. don Nicolás González Jáuregui, lidiado en muerto por cada 2,2 varas. El astado que Puebla (México), hirió de muerte al banderillero más varas recibió fue «Provincial», de Juan Romero (Saleri ). Sin embargo, los cronistas Ripamilán, jugado en Tarragona el (19taurinos mexicanos AB y ABB, sobre dicha corri08-1887), recibió 20 varas y mató 9cabada dicen: «El (15-01-1888), el banderillero español llos, siendo espléndidamente lidiado y Juan Romero (Saleri ), de la cuadrilla sevillana de muerto por Manuel García ( Espartero). Y Diego Prieto (Cuatro Dedos), resultó mortalmente cuando salía un toro de los de años herido en la ingle izquierda por el toro de nombre atrás, como ocurrió el día 31 con «Gorre- Campero, de la ganadería mexicana de San Criste», de Miura, lidiado en Málaga, goltóbal la Trampa.» peó al picador Badila contra las tablas, volteó dos veces a el Espartero, El 28 de febrero, Cocinero, de don Felipe hirió en un brazo a Juan Molina, le dio Victoria, lidiado en La Unión (Montevideo), hirió de un varetazo a Lagartijo, una cornada en muerte a Joaquín Sanz (Punteret ) al ponerle éste una mano al Torerito, volteó al picador un par de banderillas desde una silla. En abril de Agujetas y derribó a Manene y a 1888, Luis Recatero (Regaterillo), volvió de MéxiLuis Mazzantini. co a España y banderilleó en Madrid con Luis
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Los Poderosos Toros de Ayer... Mazzantini y alguna vez con Hermosilla. Con aquél continuó en 1889, y el 29 de junio de ese año resultó cogido en Burgos por un toro de don Joaquín Murube, Manquito, negro, al banderrillearlo. Sufrió un puntazo en el costado derecho. El 9 de abril se lidiaron en Madrid dos toros ligeramente disminuidos en su poder, ambos de don Felipe de Pablo Romero: Cuchillero, tomó 13 varas, dio ocho caídas y mató tres caballos. Lo pasaportó Manuel Hermosilla; Chato, recibió 13 varas, matando cuatro caballos. Lo remató Rafael Guerra (Guerrita ). El 22 de abril, fue lidiado en Madrid, Abaniquero, de pelo cárdeno, de don Juan Vázquez, hizo una buena pelea en el primer tercio, aguantando 10 varas de mucho castigo, ocasionando tres caídas y la muerte de tres caballos. De la misma corrida, pero de Núñez de Prado, fue Carasucia, que recibió bravamente ocho puyas, derribó cuatro veces y mató dos caballos, siendo considerado como un toro de bandera. El 22 de abril, Valentín Martín y Lorenzo, volvió a torear en Barcelona, después de que regresara de obtener sonados triunfos en las plazas de México, teniendo en la ciudad condal una de sus mejores tardes, matando de modo admirable su primer toro, Estornino, de Arribas. Volvió a torear en la misma plaza con Salvador Sánchez (Frascuelo), su antiguo jefe (Véase, seguidamente, al toro de nombre Galeote). Los éxitos logrados con los nuevos toros comenzaron a otorgar grandes triunfos a los toreros. Sin embargo, de vez en cuando, como sucedió el domingo 29 de abril, Escribano, de don Francisco Gallardo, que se lidió en Madrid, alcanzó en un derrote al picador Manuel Pérez (Sastre), y sacándole del estribo le dio una cornada considerable. El 6 de mayo, se organizó en Madrid una novillada con tres toros de Orozco y tres de don Manuel Montes para estoquear el Mancho y Manene. El primer toro, Bailador , de Orozco, cogió al Manchao, que hubo de ingresar en la enfermería con la clavícula fracturada; el bicho sembró el pánico en la plaza, y Manene no tuvo más remedio que dar cuenta de la corrida y la dio de un modo sobresaltado y ridículo, pues el toro le hizo bailar de aquí para allá. Diez días después, Quinito, de de don Antonio I Miura, le produjo una intensa conmoción cerebral en la plaza madrileña, al picador Francisco Fuentes.
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El 17 de mayo, el matador Valentín Martín y Lorenzo alternó con su antiguo jefe y maestro Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), en la plaza de Barcelona, donde un mes antes, el 22 de abril, obtuvo un gran éxito. Ese día, Frascuelo sufrió una cornada gravísima del toro Galeote, de don Clemente Zapata, matando al cornúpeto Valentín, que escuchó aplausos. El 20 de mayo, se presentó como banderillero de toros, en la plaza de Madrid, el después matador Rafael Rodríguez Davie (Pepete), en una corrida en la que alternaron Manuel Hermosilla, Juan Ruiz (Lagartija) y Rafael Guerra (Guerrita), con toros de don Eduardo Ibarra, pareando Pepete en unión de Antonio Guerra el cuarto toro, Jabaíto, negro, figurando además como sobresaliente de espada. El 5 de julio, he aquí lo que se escribió de una corrida -en la que se lidiaron dos buenos toros: Montesinos y Traidor -, y concretamente sobre Valentín Martín, sobre Juan Guillén Sotelo: «Todo artista tiene una página de oro en el historial de su vida, y esta página llegó para Valentín en la corrida de Madrid del citado día 5. No pisaba la plaza madrileña desde la infausta del 6 de junio de 1886. Ya para terminarse la primera temporada de 1888, la empresa Romero Flores organizó en un día laborable, el jueves 5 de julio, una corrida que no tenía justificación. Seis toros de don Anastasio Hernández, estoqueados por Lagartijo... y el olvidado Valentín Martín. Recuerdo que a todos sorprendió el anuncio de la tal extraordinaria, que verdaderamente lo fue por sus resultados, y que ha quedado como una de las mejores corridas de aquella época... Valentín, que vestía traje verde botella y oro, había tomado de capa al segundo, llamado Montesinos, de pelo negro, con dos verónicas embarulladas, viéndose apurado junto a las tablas del 7, e hizo su faena de muleta con mucho lucimiento y parando mucho, y a toda ley y en toda regla mató a su primer enemigo con una gran estocada arrancando, que le valió una gran ovación y todo un estanco de puros fajados que le echaron desde el tendido 1... En el cuarto toro, Traidor , también negro, dio Rafael Molina (Lagartijo) una larga monumental en un quite al Pajarero, recrudeciéndose la ovación. Valentín mató a Traidor de una estocada contraria arrancando, haciendo mucho el toro por
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Los Poderosos Toros de Ayer... Cohasta él, n el punto de hocicarle en la salida, alcanzándole el derrote el brazo derecho, sin avería. El público estaba absorto.»
Sin embargo, los triunfos se convertían en tragedias cuando salían toros con sentido, como ocurrió a partir del (16-11-1888) en que fue invitado el picador sevillano Juan Román Caro, para encargarse de las operaciones de tienta del ganado del marqués del Saltillo, en la Isla Menor (Sevilla), en cuyo día comenzaron los ejercicios. Al día siguiente se reanudaron y el primer becerro sacado del rodeo, Dudoso, cárdeno obscuro, entrepelado, tomó en toda regla tres puyazos, arremetió al caballo que montaba Caro, a quien hizo caer de espaldas por el lado izquierdo, infiriéndole una terrible cornada en la parte inferior derecha del vientre, con salida de los intestinos. Trasladado a Sevilla, como quedó señalado, murió a las 5 de la tarde del (01-12-1888). El novillo causante de la muerte de Juan Román se jugó en Madrid el (0210-1890), y tomó con poder diez varas de Trescalés, Cantares y Crespo; lo banderillearon Gallo, Guerrita y Maz-zantini, quien lo mató de una estocada a volapié. Y ocurrió lo mismo el 25 de diciembre, en que se organizó en Córdoba una novillada, para estoquear reses de la ganadería de Rafael Molina (Lagartijo), el picador Pegote, el Torerito, Almendro, Manene, el Mojino y el Melo. Por suspenderse aquel día, se celebró al día siguiente... El ganado se manifestó malintencionado, y la primera víctima de las malas intenciones de los bichos fue el Torerito, que resultó cogido al pasar la muleta al segundo novillo; y el Melo sufrió un puntazo al hacer un quite en el tercero: Manuel Martínez (Manene) había banderilleado al segundo con un magnífico par de frente; al hacer un quite al picador Formalito en el cuarto, el que le correspondía matar, salió andando, se le arrancó el animal, enganchó a Manene por la parte superior del muslo izquierdo, y después de suspenderlo y recargar en el cuerpo, lo despidió y volteó entre los pitones, dándole una horrible cornada que, penetrando por el muslo, llegó a interesar la vejiga de la orina. El accidente señalado tuvo un fatal desenlace el día (28-12-1888). El toro causante de la desgracia se llamaba Aguardentero, negro, mogón del derecho, de pocas libras y ligero de patas. Manuel Martínez Disterlet fue un banderillero de primera arrebatado en flor a la vida...
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El Recuadro-1888 El número total de varas recibidas por los 5 toros notables estudiados a lo largo del año 1888, fue de 102 y mataron 47 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 9,4 caballos y recibió 9,4 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3,9 varas. El astado que más varas recibió fue «Chato», 13 varas, matando cuatro caballos. Lo remató Rafael Guerra (Guerrita ). El (22-04-1888) fue lidiado en la plaza de toros de Madrid. 1889: Estrellaíto, de don Félix Gómez, lidiado
en San Sebastián, abre la lista de los toros de bandera corridos en 1889, ya que hizo una faena magnífica en todos los tercios, ocupando un lugar preferente entre los astados que ya comenzaron a refinarse para permitir un toreo más artístico. Es- trello fue otro de los de bandera, también de don Félix Gómez, más tarde de sus hijos, lidiado como Estrellaíto, en San Sebastián el año 1889, tal vez en la misma corrida. Dio un magnífico juego, con nobleza y bravura, en todos los tercios. El toro del ganado de don José Pereira Palha, de pelo cárdeno, salpicado, Criminoso, fue lidiado en Madrid el 28 de abril, tomó 11 puyas, produjo 11 caídas y mató cuatro caballos. El 30 de mayo, con Neblino, de Miura, lidiado en Madrid, confirmó la alternativa Julio Aparici (Fabrilo), a su vuelta de una triunfal excursión a La Habana, donde toreó el invierno anterior con el Gallo y Cuatrodedos. En esa corrida alternó con Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), que le cedió el astado citado, y con Castañuelo, su segundo y sexto de la corrida, quedó regular como en el otro. El 7 de junio, Belonero , de don Felipe de Pablo Romero, fue el primero que mató día de su alternativa, Enrique Santos (Tortero ), cedido por Frascuelo. El 16 de junio, toreó por última vez en Madrid Manuel Fuentes (Bocanegra), a Chaparro, de don Agustín Solís. Bocanegra fue sustituto de Frascuelo, en la corrida de inauguración de la nueva plaza madrileña. Fue, como se comprenderá, el
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Los Poderosos Toros de Ayer... último que estoqueó el desgraciado Manuel Fuentes (Bocanegra), porque cuatro días después, el 20 de junio, se verificó en Baeza (Jaén) una novillada para torerillos principiantes. Salió en cuarto lugar un toraco, Hormigón, colorado, grande y de mucha cuerna, de don Agustín Hernández; el pánico... mejor le decimos al lector que lea el toro referido, en el libro: 4,000 Toros Bravos 4.000 , de este autor. El 6 de julio, en la plaza de toros de Madrid, el utrero, Agüelito, berrendo, de don Joaquín Mazpule, saltó la barrera y cogió hiriéndolo de gravedad, al escritor don Eduardo del Palacio (Sentimientos), y cuando lo estoqueaban, a don Nicolás Salachard, siendo devuelto al corral. El 28 de julio, el diestro mexicano Ponciano Díaz Salinas, hizo su presentación como matador de toros en Madrid, ejecutando, con la colaboración de los picadores Oropesa y González, que le acompañaron, diversas suertes del toreo mexicano y poniendo banderillas a caballo a toro Escribano, de la ganadería de Palha. En esa misma corrida, picó en tanda José Gutiérrez (Cano). El toro picado en primer lugar por el Cano se llamó Peluquero , berrendo en negro, de la ganadería de Pérez de la Concha. El (13-04-1879), Ponciano Díaz Salinas, se presentó como jefe de cuadrilla en la plaza de Puebla. Ponciano nació en la antiquísima hacienda de Atenco, en el Estado de México, el (19-11-1858). El (17-10-1889), tuvo lugar, en la plaza de toros de Madrid la alternativa del matador mexicano Ponciano Díaz, siendo su primer toro de la ganadería de Veragua, Lumbrero, que le cedío ese día su padrino Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo). El toro de Miura, Ventanero, lidiado en Bilbao el domingo 21 de agosto, tomó dos varas, derribó a los picadores Agujetas y Matacán, y después de dar una caída al descubierto a Badila, fue desafiado por éste, que se levantó y se dirigió a él para quebrarle a cuerpo limpio, respuesta que repitió en varias ocasiones, siendo estoqueado seguidamente por el diestro Luis Mazzantini. El domingo 28 de agosto, Azafranero, retinto, listón y grande, de la viuda de Gota, toreándole en Tarazona de Aragón, Manuel García (el Espartero), al darle un pase, recibió una gran cornada en el muslo izquierdo.
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El 1 de septiembre, Culebro, de don Cipriano Ferrer, lidiado en Barcelona, tomó ocho varas y mató dos caballos. Un aficionado que le había cuidado en los corrales, se arrojó al ruedo llamando al toro, que se marchó tras él mansamente. Lobato, de doña Carlota Sánchez, se escapó al verificarse el encierro en Salamanca el (10-091889), hiriendo gravemente a varias personas. En la arena mató tres caballos, no obstante haber quedado mogón de los dos cuernos de embestir a las paredes de los corrales. Lo mató el Espartero. Otro toro del mismo nombre y ganadería, fue lidiado en Badajoz el 16 de agosto, hirió gravemente a los picadores Ignacio Luengo (Jarete) y José Fernández (Pepe el Largo).
El Recuadro-1889 El número total de varas recibidas por los 4 toros notables estudiados a lo largo del año 1889, fue de 27 y mataron 9 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 2,25 caballos y recibió 6,7 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 3 varas. El astado que más varas recibió fue «Criminoso», del ganado portugués de don José Pereira Palha, de pelo cárdeno, salpicado, lidiado en Madrid el (28-04-1889), tomó 11 puyas, produjo 11 caídas y mató cuatro caballos. 1890: Religioso, de pelo negro y con serio tra-
pío, de Ibarra, lidiado en Alicante en 1890, abre la lista de los toros notables; era manso en los corrales, hasta permitir que se le montaran encima; sin embargo, resultó bravo y duro al primer castigo, inutilizando siete caballos y envíando a la enfermería a varios picadores. El 1 de enero, Ciga- rrero, de don Antonio I Miura, lidiado en Montevideo, hizo caer al picador José Bayard ( Badila), produciéndole una hemorragia pulmonar y graves contusiones en la cabeza. Manene, de don Juan Vázquez, lidiado
en Madrid el 24 de abril, tomó seis varas y mató seis caballos, siendo el toro que más acometieron los picadores aquel año. Romito, del duque
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Los Poderosos Toros de Ayer... de Veragua, fue lidiado el 12 de mayo, en Madrid. Ese día, Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), se despidió del torero en dicha plaza, con Rega- lón, de la misma ganadería. Era jabonero sucio, con bragas, meleno y de muchas libras; tomó con poder seis varas, mató dos caballos y llegó huído a la muerte. Sin embargo, otro cronista nos dice: «... se despidió de los ruedos el célebre diestro Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), con el toro de nombre Pregonero, al que mató de una extraordinaria estocada hasta la mano.» Ese memorable día, pues, ocurrieron varios hechos: el de la despedida del famoso diestro Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), con el toro de nombre Regalón, y apadrinó en su alternativa a Lagartijo. Romito fue banderilleado por Julián Benegas (Berrinche). Perinolo, del duque de Veragua, fue el último toro que picó Matías Uceta (Colita), actuando en la corrida de despedida de Frascuelo, al lado de éste y por última vez, permitiéndole alcanzar los postreros aplausos de su vida taurina. En esa corrida fue herido el banderillero Francisco Baden (Moños). En 1890 pertenecía a la cuadrilla de Lagartijillo, toreando con él en la tarde memorable del 12 de mayo de ese año, en la despedida de Frascuelo. Finito, de don José Torres de la Cortina,
lidiado en Madrid el 22 de mayo, tomó 10 varas, derribó ocho veces y mató siete caballos. Resultó el mejor toro de aquel año. Carando, de don Pedro Manjón, fue lidiado en la desaparecida plaza de toros de Cádiz el 5 de junio de 1890 e hirió en una mano al gran picador José Bayar (Badila). El 18 de julio, los toros Primero y Rosale- ro, del duque de Veragua, fueron admirablemente banderilleados en la plaza de Madrid por Saturnino Aransáez. Ambos toros fueron estoqueados por Juan Jiménez (el Ecijano), que alternó en esa corrida con Rafael Molina (Lagartijo) y Antonio Moreno (Lagartijillo). Fue una de las tardes más brillantes de la vida torera de Aransáez: bregó durante toda la lidia activamente y con inteligencia. El domingo siguiente, Abaniquero, lidiado en Sevilla, de don Pablo Benjumea, fue el primero que estoqueó Antonio Reverte Jiménez. Entre los muchos accidentes provocados por los toros en 1890, citamos a: Bernardo Hierro, herido por Tornillero , de don José Torres de la
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Cortina, lidiado en Madrid el 10 de agosto, en una novillada y a José Bayard (Badila), herido de consideración en la mano derecha, por Palmeño, de don Eduardo Ibarra, lidiado en Gijón (Asturias, España) el 15 de agosto. El 20 de septiembre, Aguilillo, del marqués del Saltillo, lidiado en primer lugar en la corrida de inauguración de la plaza de Valladolid, fue estoqueado por Rafael Molina (Lagartijo). Dudo- so, del marqués del Saltillo, fue lidiado en Madrid el 2 de octubre, tomó con mucho poder 10 varas de Tres-Calés, Cantares y Crespo y lo banderillearon Gallo, Guerrita y Mazzantini, quien lo mató de una estocada a volapié. El 5 de octubre, Luis Mazzantini alternó en Madrid con el Gallo y Guerra; al cuarto toro, Grajito, se lo volvieron al corral, tras de haberle dado varias estocadas, aplaudiéndole a pesar de ello el público, ya que la vitalidad del bicho había asombrado a todos. El 18 de octubre, el ya para entonces famoso banderillero, estoqueó a Jocinero, que le cedió su jefe Rafael Guerra (Guerrita), en la plaza de Jaén (Andalucía), matándolo de media estocada superior, después de una lucida faena de quites y banderillas. Y el (30-11-1890), Cornigordo , de don José Antonio Adalid, fue lidiado en Sevilla, siendo el primero que mató el día de su alternativa, cedido por Fernando Gómez (Gallo), a Enrique Vargas (Minuto).
El Recuadro-1890 El número total de varas recibidas por los 5 toros notables estudiados a lo largo del año 1890, fue de 32 y mataron 29 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 5,8 caballos y recibió 6,4 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 1,1 varas. El astado que más varas recibió fue Finito, de don José Torres de la Cortina, lidiado en Madrid el (22-04-1890), tomó 10 varas, derribó ocho veces y mató siete caballos. Resultó el mejor toro de aquel año.
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Los Poderosos Toros de Ayer...
CUADRO IV 1851 - 1880 Año
Toros estudiados
No. Varas
_____ ______ 1851 15 1852 15 1853 20 1854 6 1855 5 1856 9 1857 20 1858 16 1859 12 1860 21 1861 10 1862 10 1863 8 1864 10 1865 12 1866 8 1867 12 1868 12 1869 17 1870 14 1871 6 1872 6 1873 10 1874 15 1875 14 1876 14 1877 9 1878 9 1879 8 1880 25
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______ 376 294 411 116 78 171 419 294 200 476 215 268 128 178 213 187 252 257 339 212 123 96 182 213 180 215 158 143 117 327
No. Caballos muertos/año ______ 150 120 161 105 47 82 141 112 85 147 60 98 51 58 84 60 95 106 117 72 45 38 62 69 81 72 54 65 36 115
Media de Media Caballos varas caballos muertos/varas muertos _____ 10 8 8 9 9 9 7 7 7 7 6 6 6.3 5.8 5.8 7.5 8 7 6.9 5 7.5 6.3 6 5 5.7 5.1 6 7.2 4.5 4.6
____ 25 19 20.5 19.3 15.4 19 20 18.6 16.6 22.7 22.7 16 16 17.8 17.7 23.3 21 21 19.9 15 21 16 16 14 12.8 17.9 17.5 16 14.5 13
________ 1/2.5 1/2 1/2.5 1/2.1 1/1.6 1/2 1/2.9 1/2.6 1/2.3 1/3.2 1/3.5 1/2.63 1/2.03 1/3.07 1/2.5 1/3 1/2.64 1/2.4 1/2.9 1/3 1/2.73 1/2.5 1/3 1/4.6 1/2.2 1/3.4 1/2.9 1/2.2 1/3.2 1/2.8
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Los Poderosos Toros de Ayer... 1891: La ganadería española de don Félix Gómez, dsifrutará siempre el alto honor de haberse anticipado a la mayoría de las restantes en seleccionar toros de bandera, tal y como en México lo será por siempre el mágico ganadero zacatecano don Antonio Llaguno González. En esta ocasión Presidiario, lidiado en Almagro (Ciudad Real) el año 1891, fue uno de los toros más bravos que se lidiaron en aquella plaza, y al ser arrastrado tocó la música en su honor. Y recordamos al que abrió la exitosas lista: Zalamero, lidiado en la Corte el (24-06-1850), en competencia con otras cinco ganaderías, por lo que ese año se dieron en la capital de España dos Corridas-Concurso. Fué calificado como el mejor de los seis por un jurado nombrado para tal propósito; a Estrellaíto y a Es- trello, lidiados en San Sebastián, que hicieron una lidia magnífica en todos los tercios, ocupando un lugares preferente, en 1889, entre los astados que ya comenzaron a refinarse para permitir un toreo más artístico, por su nítida bravura y nobleza... y muchos más que irán citándose en los próximos años. Muchas otras ganaderías se incorporaron al reto de seleccionar toros de bandera, como lo fue la de don Jorge Díaz, con Sandino, considerado como uno de los mejores que se han lidiado en la plaza de Pamplona el año 1891. Soportó 10 caricias de los picadores, proporcionándoles ocho tumbos y matando cinco caballos. Clavellino, de don Manuel García Puente y López (antes Aleas), lidiado en Madrid, tomó nueve varas, matando cinco caballos e hiriendo al picador Mariano Vargas (Tornero) gravemente. El 19 de abril, en corrida celebrada en Madrid, tomó la alternativa Enrique Vergas González (Minuto), acompañándole Luis Mazzantini y Fernando Gómez Ortega (el Gallo), en la lidia de reses de Aleas. Era como todos sabemos circunstancia de protocolo en los doctorados taurinos el que el padrino cediera su primer toro al nuevo matador. El Gallo, que era partidario de que las alternativas en la plaza de Sevilla tuvieran la misma categoría que las otorgadas en el circo madrileño, no cedió el primer toro a Minuto, armándose por ello un escándalo. Al llegarle el momento de actuar a Enrique Vargas con el tercero de la tarde, Gijoncito, intentó brindar, y estando haciéndolo le acometió el toro, teniendo que to-
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mar precipitadamente la barrera, cayéndose y ocasionándose una herida que le imposibilitó para seguir la lidia. El 30 de mayo, abrió plaza en Aranjuez, Lumbrero, retinto albardao -dijo La Lidia-, de mucho peso, buen mozo y bien colocado; uno de los seis astados de Veragua que debía lidiar y estoquear en solitario Rafel Molina el Grande (Lagarti jo). No fue muy voluntarioso, puesto que solamente aguantó cinco varas, pero de gran poder en uno de Manuel Calderón, derribando a éste de latiguillo, y echándole encima todo el peso de la cabalgadura. Conmocionado por el golpe, el picador fue retirado a la enfermería, continuando la lidia, clavando seguidamente Antolín dos grandes pares al cuarteo y uno bueno Juan Molina al sesgo, y acabando Rafael con el primero de la corrida de una excelente estocada a volapié. Terminada ésta con los incidentes que nadie ignora, al trasladarse los diestros a la fonda, y enterarse del estado de su compañero Calderón, se vino en conocimiento que lo que se creía una indisposición pasajera, como tantas otras del mismo origen, revestía caracteres de más gravedad, hasta el punto de que aumentándose progresivamente, motivaron el fatal desenlance de privar de la vida al desdichado picador en las primeras horas del siguiente día. Manuel Calderón fue el menos brillante de los hermanos. Reunía muy buenas cualidades, pero en ocasiones le faltaba decisión, y a lo largo de su vida torera resultó muy desigual. No obstante, como en aquellos días comenzaba la decadencia de la suerte de varas , Manuel Calderón, que no pecó de sobresaliente, se mantuvo en un digno plano, si no llegó a la altura de sus hermanos, y lució grandes habilidades. El 30 de mayo, día de San Fernando, Lu- nares, del duque, de Veragua, lidiado en la plaza de Aranjuez, fue protagonista de un hecho singular: Ese día acudió Francisco Bonar y Casaso (Bonarillo), como otros muchos diestros y aficionados, a ver torear en dicho coso a Rafael Molina (Lagartijo), ya que por entonces el gran diestro cordobés estaba alejado del circo madrileño. Al salir el sexto toro, Lunares, del duque de Veragua II, como ya quedó señalado, se arrojó el sevillano de espontáneo a la plaza y pidió al maestro que le
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Los Poderosos Toros de Ayer... dejara matar el bicho, cosa a que accedió Lagarti jo. Al darle Bonarillo un pase natural, vestido de paisano, fue enganchado y volteado, recibiendo una herida grave en la ingle, de la que se habló mucho y se criticó la excesiva benevolencia por parte del diestro cordobés de haberle concedido el que estoqueara al veragüeño. Pero no ese día herido solamente Bonarillo, sino que en esa misma corrida lo fue también, y de forma grave el banderillero Rafael Martillez (Manene chico ). Un hecho parecido ocurrió en la plaza México, a poco de inciarse la temporada de 1999: Un espontáneo saltó al ruedo y el joven matador de turno, que lidiaba un toro de su lote, se vio sorprendido y, para evitar males mayores, tuvo el gesto de dejarle la muleta para que le diese unos pases. El público reaccionó contra la actitud del torero y durante varios días después la Prensa se encargó de aumentar la importancia del humanitario acto, pero ya vemos que Largartijo concedió a Bonarillo que hiciese su entera voluntad.
der, bravura y cierta nobleza, tomando 11 varas y mató seis caballos. Recordamos al lector a Sandino, de la misma ganadería, considerado como uno de los mejores que se han lidiado en la plaza de Pamplona el año 1891. El 11 de agosto, Cominero, de don Agustín Solís, lidiado en Ciudad Real el 16 de agosto, tomó 12 varas, derribó nueve veces y mató seis caballos. El toro de la ganadería española del ex torero don Luis Mazzantini, Jaquetón, lidiado en Linares (Jaén, Andalucía) el 28 de agosto, se portó excelentemente en todas las suertes, por su bravura y nobleza, aguantando en la primera 11 puyazos y matando un caballo. El 2 de septiembre, Barroso, berrendo en negro, de la vacada de Tabernero, que se lidió en Palencia, se le castigó tanto en el primer tercio, que al ordenar el presidente se pasase a otra suerte no pudo hacerse, viéndose obligado Antonio Moreno (Lagartijillo) a descabellarlo, sin intentar estocada alguna. Florido, de pelo jabonero, de Pérez de la
Escribano, de don Faustino Udaeta, ne-
gro jirón, calcetero y bien armado, lidiado en Madrid el 31 de mayo, persiguió al banderillero Miguel Almendro, terminó en las tablas y se rompió un cuerno por la mitad. No obstante, tomó ocho varas, por seis caídas y cuatro caballos. Le mató superiormente, tras una inmensa faena, Rafael Guerra (Guerrita) en medio de una ovación de las más entusiastas de su gloriosa vida torera. El día 14 de junio, Airoso, de Bañuelos, de Colmenar Viejo, lidiado en cuarto lugar en la corrida celebrada en Bilbao, hirió al espada Juan Jiménez (Ecijano) y tomó nueve varas de los picadores Badila e Infantes. El domingo 21 de junio, Piñonero, colorado, del duque Veragua II, lidiado en Madrid tan magistralmente por Rafael Bejarano Carrasco (Torerito), que obtuvo los laureles que más satisfacción pueden causar a un hombre: lidió y estoqueó de tal modo a dicho toro, que en medio de la más entusiasta ovación con que fue coronada su faena, una guapa moza arrojó al espada fervorosamente las enaguas, una media y los zapatos, y desnuda se hubiera quedado seguramente de no intervenir los guardias, que impidieron el ya esperado espectáculo. El 17 de julio, Lazarillo, de don Jorge Díaz, lidiado en Tudela (Navarra), ya conjugó po-
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Concha, se lidió en Játiva, el 15 de septiembre, ofreciendo una magnífica lidia, aguantó nueve varas, derribando con violencia en todas ellas, matando cinco caballos. El mismo 15 de septiembre, Pajarito, de la vacada de López Conde, infrigió dos mortales cornadas al novillero Jacinto Caballero (el Alfarero), natural de Córdoba, como consecuencia de las cuales sufrió una doble rotura de la espina dorsal. Ese día asistía como espectador a una corrida celebrada en Alcalá de Guadaira; durante la lidia del sexto toro se echó al redondel para auxiliar al diestro encargado de estoquear al cornúpeto citado; unos instantes después fue cogido y atropellado contra una pared de la plaza, resultando con la espina dorsal rota por dos partes. El 17 de septiembre del mismo año, es decir, dos días después de horrible percance, falleció. Granoso, de pelo berrendo en negro, de
don José Moreno Santamaría, corrido en Madrid el 24 de septiembre, llegó seis veces a los jinetes, derribándoles tres veces, matándoles dos caballos, hiriendo al espada Reverte. El 16 de octubre, Baratero, de Ripamilán, lidiado en Barcelona, fue de gran bravura y nobleza sufrió nueve varas, dio siete caídas, despachó tres caballos y lesionó al picador Zafra. El 29 de octubre, Moli- nero, de Miura, lidiado en la plaza de Madrid, y en la que actuaron de picadores José Bayard y Cor-
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Los Poderosos Toros de Ayer... tes (Badila), junto con su compañero Antonio Bejarano y Millán (Pegote), recibieron una ovación estruen-dosa por la magnífica labor de varas llevada a cabo por ambos con aquel magnífico y bravo miura. El (04-12-1891) se presentó en Madrid, el novillero Juan Ripoll Orozco (Juanerillo) -nacido en Altea (Alicante) el (27-06-1875)-, alternando con Miguel Báez (Litri I ) y ganado de Berrocal y Arroyo. No le acompañó la suerte, pues vio ir al corral a su primer toro, manso y fogueado, correspondiéndole en segundo lugar el toro que más veces ha saltado la valla de la barrera en la plaza de Madrid, llamado Tachuelero, pues lo hizo 24 veces y lo intentó ocho más, por lo que no pudo lucirse.
El Recuadro-1891 El número total de varas recibidas por los 12 toros notables estudiados a lo largo del año 1891, fue de 109 y mataron 52 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 4,3 caballos y recibió 9 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2 varas. El astado que más varas recibió en 1891 fue «Cominero», de don Agustín Solís, lidiado en Ciudad Real el (16-08-1891), ya que tomó 12 varas, derribó nueve veces y mató seis caballos. El (04-12-1891) se lidió en Madrid a «Tachuelero», de Berrocal y Arroyo, que ha sido el astado que más veces ha saltado la valla de la barrera, pues lo hizo 24 veces y lo intentó ocho más, por lo que no pudo lucirse el diestro.
dor. Y Cuervo, colmenareño (Colmenar Viejo, Madrid), de don Félix Gómez, lidiado en Almagro (España) el año 1892, bravo y noble en todos los tercios, al ser arrastrado tocó la música en su honor. El 27 de marzo, Sombrerero, del duque de Veragua, lidiado en Madrid, por Miguél Báez (Litri ), éste sufrió una gravísima cornada en la ingle, en el momento de entrar a descabellar, y la motivó principalmente la estúpida costumbre que tiene mucha gente de arrojarse al ruedo antes de que expiren los toros. El 24 de abril, Jardinero, de pelo cárdeno, de don Juan Vázquez, jugado en Madrid, aguantó con grande poder y codicia ocho varas de castigo, dando seis tumbos y matando cuatro caballos. De la misma corrida y ganadería fue Moreto, de pelo negro, arremetió con codicia a los picadores en 10 ocasiones, derribándoles en siete y matando tres caballos. Colmenero, de don Felipe de Pablo Ro-
mero, lidiándose en Madrid el 8 de mayo, le dio una terrible cornada en el bajo vientre al banderillero Manuel Antolín. El 17 de mayo, Amapolo, de Concha y Sierra, lidiado también en Madrid, fue el primero que mató como espada de cartel Enrique Vargas (Minuto). Valiente, de pelo jabonero, de Pérez de la Concha, corrido en Madrid el 3 de julio, fue muy aplaudido en el arrastre y la Prensa lo calificó de superior . Los aficionados de Valencia vivieron intensamente la corrida celebrada en su plaza el domingo 24 de julio, con la actuación de Alcucillo, negro, bien puesto, de Ibarra, de Sevilla, que lesionó en una caída al picador Francisco Fuentes, saltó por la puerta del arrastre, la rompió, hirió a un periodista y a varios caballos. Lo mató Luis Mazzantini muy bien. El mismo día, en Sevilla, Sisón, de Moreno Santamaría, infrigió una cornada en la región glútea, al matador Miguel Báez (Litri ), que puso en peligro su vida.
1892: Se lidió Cabrero el día del Corpus del año 1892, en la plaza de Bilbao. Al salir al ruedo, por su estampa hermosa, cárdeno claro, le fue tributada una ovación a uno de los Pérez Tabernero, probablemente a don Antonio, que ocupaba un palco, de cuya ganadería procedía el animal. Ma- drileño, de don Basilio Peñalver, lidiado en Cádiz, tomó 20 varas y mató nueve caballos, causándole una fuerte herida incisa y gran contusión al lidia-
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En los meses de septiembre y octubre de 1892: Morito, de don Agustín Solís (antes Salas), lidiado en Madrid el 28 de septiembre, hirió al picador Badila y fue estoqueado por Julio Aparici (Fabrilo). El 8 de diciembre, hizo su presentación en Madrid, Emilio Torres Reina (Bombita), alternando con Antonio Fuentes, en una corrida de toros de punta de don Vicente Martínez, estrenándose con Lumbrero, retinto, que resultó bravo y
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Los Poderosos Toros de Ayer... noble. Cuadró a Lumbrero después de una buena faena, citó a recibir, matándolo certeramente. El público se levantó de los asientos y debutó al debutante una gran ovación. Era la suerte de recibir, que ya tanto entusiasmaba.
El Recuadro-1892 El número total de varas recibidas por los 3 toros notables estudiados a lo largo del año 1892, fue de 38 y mataron 16 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 5,3 caballos y recibió 5,3 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,3 varas. Los astados más notables fueron: «Madrileño», de don Basilio Peñalver, lidiado en Cádiz, tomó 20 varas y mató nueve caballos, causándole una fuerte herida incisa y gran contusión al lidiador; y «Cuervo», astado colmenareño (Colmenar Viejo, Madrid), de don Félix Gómez, lidiado en Almagro (España) fue muy bravo y noble en todos los tercios; al ser arrastrado tocó la música en su honor.
nos de Rafael Bejarano (Torerito), que sustituía a Rafael Guerra (Guerrita), que le cedió a Artillero , de Carriquiri, confirmándosela en Madrid el mismo espada, el (03-03-1894), sin cesión de trastos. Mató los toros Jardinero y Bragadito, de Torres Cortina, y su trabajo dejó contento al público. El 6 de abril de 1893, don José María Benjumea, presentó en Madrid un toro con mucho sentido, Canito, negro, el día de la reaparición del diestro Antonio Reverte, infrigiéndole una terrible cornada, resultando con dos puntazos en el cuello y en el muslo derecho, cuyas heridas tardaron algún tiempo en curar. Dudoso, de don Faustino Udaeta, corrido
en la Monumental en Madrid el 21 de mayo, recibió ocho varas, dio ocho caídas y mató tres caballos. De la misma corrida y ganadería fue lidiado Risquero, berrendo en negro, aparejado, alto y abierto de astas, lidiado en la plaza de Madrid en octavo lugar, en la corrida de Beneficencia del año citado, aguantó con dureza y poder nueve varas, por siete caídas y tres caballos muertos. Su cabeza, disecada, fue entregada como premio al ganadero, con una dedicatoria de la Comisión de la Diputación madrileña en una placa de plata. Escamillo, de los señores Herederos del marqués de Fuente el Sol, lidiado en Vinaroz el 29 de mayo, tomó 11 varas, derribó ocho veces y mató seis caballos.
1893: Nazareno , de don Juan J. González
El 1 de junio, Pandereto, negro, del duque Veragua, lidiado en Madrid, tomó seis varas, siendo el último que toreó Rafael Guerra (Guerrita) en su despedida del toreo. Ese toro, así como todos los de las cinco corridas de despedida de Lagartijo, fueron picados por José Arana Molina ( Agustín Molina ) y concretamente Pandereto, lo fue por Antonio Cabezas, (el Pajarero), picador de toros madrileño. Dos días después, Distinguido , de don Félix Gómez, lidiado en la Monumental de Madrid, cogió e hirió gravemente al diestro Antonio Arana (Jarana).
Nandín, lidiado en la Real Maestranza de Sevilla, abre la relación de los lidiados en 1893, en una corrida de competencia; llegó con codicia a los picadores en 15 ocasiones, dándoles varias caídas y matando seis caballos. Obtuvo el primer premio. En contraste, Padrón, de don Carlos Conradi y Galin, jugado en Madrid, desarrolló mucho sentido y citado por el banderillero sevillano Rodas para darle el sesgo, le cortó el terreno al lidiador, cogiéndole y produciéndole varias heridas. Seño- rito, en cambio, de don Agustín Solís, que se jugó en Alicante el año 1893, dejó ya muy gratos recuerdos entre los aficionados por la bravura, noEn junio, el día de San Juan Bautista, en bleza y poder que demostró durante toda la lidia, plena celebración de las Fallas, Jarana, de pelo pero no dejaron constancia de las varas que acep- jabonero, de Pérez de la Concha, lidiado en la plató, dándose comienzo a los significativos silencio. za de Valencia el 24 de junio, fue bravísimo, con poder y nobleza, despidió a los picadores las 14 El 2 de abril, tomó la alternativa en la pla- veces que les acometió y mató cinco caballos. za de Zaragoza, el matador Francisco González Cinco días después, Gargantillo, de don Basilio (Faíco) -nacido en Sevilla el (14-11-1872)-, de ma- Peñalver, lidiado en la plaza de Játiva (Valencia),
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Los Poderosos Toros de Ayer... hirió gravemente al espada Julio Aparici Pascual (Fabrilo), al estoquear a su primer toro. En esa misma corrida, Gitano, de don Vicente Martínez, le dio un puntazo en la mano derecha al picador Antonio Bejarano y Millán (Pegote).
de su padrino Francisco Bonal (Bonarillo), que le cedió dicho toro. Chocolate, de doña Teresa Núñez de Prado, lidiado en Madrid el 1 de octubre, saltó la barrera y dio una cornada al alguacilillo Modesto Contreras.
El (02-07-1893), Portero, negro y gacho, de Luis Mazzantini, fue el que le produjo la única cornada grave al matador Rafael Bejarano Carrasco (Torerito), al infrigirle una en la pierna derecha, en la plaza de Madrid. Rosadito, de pelo castaño retinto, de don Eduardo Ibarra, fue lidiado en la plaza de San Fernando (Cádiz) el 16 de julio. Al entrar por segunda vez y ponerle el tercer par, el banderillero Antonio Lobo (Lobillo), le cogió, volteándole y recogiéndole del suelo varias veces, infiriéndole una herida en la ingle izquierda, otra en la región inguinal y otra en la ilíaca penetrante de vientre, que le ocasionaron la muerte a los pocos momentos. Y por último, Pabellón, de pelo cárdeno oscuro, perteneciente a la vacada de Pérez de la Concha, lidiado en Madrid el (30-07-1893), soportó con gran bravura y poder 12 varas, ocasionando otras tantas caídas y matando siete caballos. Según la Prensa de aquellos tiempos, ya comenzaron a notar la falta de toros como Pabellón. ¿Qué pensarían de los toritos inválidos de nuestros días?
El 22 de octubre, en la segunda temporada del año 1893, después de sanar de las cornadas que le propinara Canito, negro, de Benjumea, el matador Antonio Reverte llegó a su cumbre en las cuatro corridas en que actuó en la plaza de Madrid. De los siete toros que mató tan colosalmente merece especial mención Cerrojo, de Palha, negro, lidiado el 22 de octubre de ese año en la décimosexta corrida de abono, al que toreó en medio de una constante ovación, que se hizo inmensa cuando se premió con ella la soberbia estocada que puso remate a la faena.
Entre otros hechos de 1893 citamos: El 11 de septiembre, fue inaugurada la plaza de toros de la bella ciudad de Salamanca (España), con capacidad para 10 mil 858 espectadores, por Luis Mazzantini y Rafael Bejarano (Torerito), quienes en un mano a mano lidiaron ejemplares de Eloy y Lamamié Clairac. El 17 de septiembre, se doctoró Antonio Fuentes, en la plaza de Madrid, de manos de Fernando Gómez (El Gallo), con el toro, llamado Corredor , de don José Clemente. El día 25 de septiembre, Barbero, de don Miguel Torres Sanz, de Colmenar Viejo, que, lidiado en Madrid el 25 de septiembre, recibió 13 varas y mató seis caballos.
El Recuadro-1893 El número total de varas recibidas por los 7 toros notables estudiados a lo largo del año 1893, fue de 79 y mataron 36 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 5,1 caballos y recibió 11,3 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,2 varas. El astado que más varas recibió fue «Nazareno», de don Juan José González Nandín, lidiado enn la Real Maestranza de Sevilla, en una corrida de competencia, que llegó con codicia a los picadores en 15 ocasiones, dándoles varias caídas y matando seis caballos. Obtuvo el primer premio. Según la Prensa de aquellos tiempos, ya comenzaron a notar la falta de toros como «Pabellón.» ¿Qué pensarían de los toritos inválidos de nuestros días? 1 1894: Años de Cornadas
El 29 de septiembre, a la edad de 30 años, se presentó en Sevilla, Andrés Castaño Becerra (Cigarrón), picando su primer toro, Cochinito y que estoqueó Espartero. Como se sabe, Castaño nació en Jerez de la Frontera (Cádiz, España) el 2 de diciembre de 1863. El (30-09-1893), con Teso- rero, de don Antonio Halcón, recibió la alternativa en Madrid el matador Miguel Báez (Litri I ), de mano
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La rigurosa selección de algunos ganaderos españoles, buscando las nuevas virtudes para el lucimiento artístico de los diestros, no tardó en dar más frutos, pero el espacio de los medios de difusión antes destinado a comentar el poderío de los toros fue ocupado por la descripción de los más variados hechos. Entre esas ganaderías figuraron
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Los Poderosos Toros de Ayer... a la cabeza, las ya señaladas, encabezadas por la de don Féliz Gómez, la de don Manuel García Puente, que lidió en Santander el año 1894 a Veleto, siendo éste el último de la corrida y, a pesar de que un picador le metió media vara de palo e n el quinto puyazo, aguantó 11 más y dejó tendidos en la arena seis caballos.
darse que la temporada de 1894 marcó el momento más glorioso de la vida taurina de Rafael Guerra (Guerrita). Cinco días después, el 29 de abril, fue corrido en la plaza de Madrid, Esmorraíto, de don José Orozco y García. Al clavar un par al quiebro hirió gravemente a José Sánchez del Campo (Cara-Ancha).
El (03-03-1894), sin cesión de trastos, le fue confirmada la alternativa en Madrid al matador Francisco González (Faíco), de manos de Rafael Bejarano (Torerito), matando con general beneplácito a Bragadito y Jardinero, de Torres Cortina. (El (02-04-1893), tomó la alternativa en la plaza de Zaragoza, el matador Francisco González (Faíco), nacido en Sevilla el (14-11-1872), de manos de Rafael Bejarano (Torerito), que sustituia a Guerrita, que le cedió el toro, de nombre Artillero, de Carriquiri).
Mayo de 1894 fue rico en hechos. El día 3, Mageto, de don José Clemente, lidiado en Zaragoza, tomó seis varas y mató igual número de caballos. Lo estoqueó acertadamente Enrique Vargas (Minuto). El domingo día 10, Cardenillo, de Pérez de la Concha, colorado listón, lidiado en Madrid, arremetió ocho veces a los picadores, tumbándolos en cinco de ellas. Granadino, de pelo castaño, ojinegro, de la misma corrida y ganadería citada, aguantó nueve varas, derribó siete veces y mató cuatro caballos. El día 13, Latonero, de Udaeta, lidiado en Madrid, alcanzó en su huía al matador Reverte al llegar a las tablas y le produ jo la fractura del peroné, no pudiendo volver a torear hasta el (16-08-894), y ese día lo hizo en Bayona (Francia).
El 4 de marzo, se presentó a tomar la alternativa en Madrid, sin mediar cesión de trastos, el matador Joaquín Navarro (Quinito), alternando con Torerito y Faíco, en la muerte de reses de Torres Cortina. Le correspondieron los toros So- riano y Grajito; si en el primero quedó bien, en el El 17 de mayo se lidiaron en una corrida segundo escuchó dos avisos y estuvo hecho un de Madrid, tres toros poderosos, todos de don Félix verdadero desastre. Gomez: Cocinero, astado de pelo colorado y de cuerna descomunal, que se le conceptuó como el El 25 de marzo, se inició la temporada toro más grande lidiado en la corte, y lo mató Rataurina en la nueva plaza de Madrid, actuando en fael Guerra (Guerrita) gallardamente, pesando 414 la corrida inaugural el famoso diestro Reverte, kilos en canal, es decir, unos 840 kilogramos en estoqueando, entre otros, el toro Pocapena, de vivo. Reajero, soportó nueve puyazos por cinco don Manuel Bañuelos, de forma magistral, por lo caídas y mató cuatro caballos. (El toro del mismo que fue largamente ovacionado. Igualmente y de nombre, lidiado un cuarto de siglo antes, el (25la misma ganadería, se corrió Matajacas, que asi- 04-1869), recibió 19 varas.); y Garitero, aguantó mismo hizo una gran pelea, arrancándose desde superiormente nueve varas, matando cinco cabalejos y con bravura a los caballos en nueve oca- llos y ocasionando siete caídas. siones, recargando en casi todas ellas. El 20 de mayo se lidiaron en Madrid: A lo largo de abril se corrieron: Cuquito, Chimeneo, de pelo castaño, astifino, de don negro, entrepelado, de don Juan Vázquez, lidiado Agustín Solís, que se portó magníficamente en en Madrid, tomó 10-12 varas, produjo seis caídas varas y llegó en buenas condiciones a la muerte. y mató seis caballos, el 22 de abril. Gitano, de Jardinero , de los señores Navarro (antes Salas), castaño, carinegro, de la misma corrida y ganade- recibió dos varas, y persiguiendo a Rafael Guerra ría, aguantando recargó en 14 varas, creciéndose (Guerrita), al pretender saltar tras él la barrera, se al castigo, ocasionando seis caídas y matando un inutilizó de los cuartos traseros, rompiéndose la caballo. El 24 de abril, Farolero, negro, de don pata izquierda. Arrastrándose, acometió al picaJuan Vázquez, lidiado en Madrid, tomó 13 varas, dor Molina, corneándole el caballo e impidiendo derribó dos veces y mató un caballo. El matador que ningún lidiador se le acercara... lo normal de Rafael Guerra Bejarano (Guerrita), realizó una gran un toro o de cualquier fiera herida. En los potreros faena, rematándolo admirablemente. No debe olvi- de Miura, cuando hay un toro con fractura o muy
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Los Poderosos Toros de Ayer... mal herido, ningún vaquero osa acercarse. Es cuando el rifle anestésico se hace imprescindible. El domingo (27-05-1894), Perdigón, colorado, ojo de perdiz, listón, delantero y astifino, de don Eduardo I Miura, lidiado en Madrid, cumplió bien en el primer tercio y llegó a la muerte desparramando la vista y ganando terreno. Al darle Espartero la primera estocada, fue enganchado a la salida, siendo volteado y despedido a una altura de dos metros, cayendo de espaldas sobre la nuca. El valiente torero sevillano se levantó, cogió de nuevo la espada y la muleta, y al intentar darle otra estocada en el lado contrario, le cogió nuevamente el toro por el vientre, despidiéndolo a corta distancia. Espartero, al caer, contrajo todo el cuerpo, y en esta posición fue nuevamente corneado por la res. Separado el bicho del sitio de peligro, el diestro se incorporó, pero no pudo ponerse en pie. Manuel García falleció a los veinte minutos de ingresar en la enfermería. Es digno de recordar que ese fatídico día alternó con Espartero su compañero Antonio Fuentes y Zurita, quien dejó al descubierto el magnífico torero que más tarde fuera, y actuaron de banderilleros en la corrida, como subalternos en la cuadrilla y a las órdenes de Espartero, Manuel Antolín, hermano mayor de los tres toreros del mismo apellido, y José Roger (Valencia), que unos minutos antes de la mortal cogida banderillearon al toro Perdigón, causante de la tragedia, pese a los esfuerzos que ellos realizaron por hacer los quites correspondientes. El picador Joaquín Trigo y Pino, hijo del famoso varilarguero José Trigo y hermano de Juan Trigo, que desde el (09-11-1884) se presentó por primera vez en Sevilla formando parte poco después de la cuadrilla de Espartero, fue el que picó al toro asesino de su jefe, Perdigón, repetimos, aquella trágica tarde, retirándose de los toros. El 24 de junio, en las tradicionales fiestas madrileñas a San Juan Bautista, Manigero, novillo negro, de Pérez de la Concha, lidiado en Madrid, tomó nueve varas por igual número de caídas y siete caballos muertos. Tres días después, Emilio Torres Reina (Bombita), confirmó su alternativa en Madrid, en corrida de seis toros de don José Antonio Adalid, en la que tomaron parte Guerrita y Antonio Fuentes. El sexto de la tarde, Cotufo, cárdeno, fue toreado y estoqueado bajo
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una fuerte lluvia, en medio de un barrizal y con relámpagos... y, sin embargo, Bombita lo toreó serena y artísticamente, matándolo de una estocada delantera sin soltar, un pinchazo y un volapié. El toro de la alternativa, que le fue cedido por Rafael Guerra, se llamó Gañafón. En Julio, Madrileño, berrendo en negro y bien armado, del diestro Luis Mazzantini, que el día 15 fue lidiado en Barcelona, en competencia con reses de Miura y Benjumea, ganó un diploma de primer premio, haciendo una pelea magnífica; la corrida de Murube, con Finito, lidiado en Málaga el 17 de julio, de pelo negro, chorreado en morcillo, tomó 18 varas, mataría unos seis caballos, y conservó su poder, bravura y nobleza hasta morir, siendo estoqueado por Rafael Molina (Lagartijo) a volapié de una manera insuperable. El 29 de julio, Piamonte, de pelo berrendo, de don Faustino Udaeta, le infrigió una cornada grave en la plaza de Madrid al diestro apodado el Cortijano, tratándose el percance de una herida en el hipocondrio izquierdo posterior, de la cual falleció en el mes de agosto siguiente. En los meses de agosto y septiembre de 1894, el día 15 de agosto, Listón, de la viuda de López Navarro, lidiado en San Sebastián, tomó 13 varas, dio 11 caídas y mató siete caballos. Con él hizo Rafael Guerra (Guerrita), aprovechándose de la bravura y nobleza del referido astado, una de las mejores faenas de su vida taurina. El 14 de septiembre los toros Cantinero, Bellotero, Lucero y Romero, todos de la ganadería de don Félix Gómez, fueron corridos en Madrid, en medio de una continua lluvia. Cantinero (llamémosle I ) fue considerado como uno de los mejores toros que se han lidiado en Madrid. Bellotero contusionó a José Trigo; Lucero, a Canales; Romero, a José Trigo, y Canti- nero, a Juan Trigo. Si la tarde hubiera sido buena y el piso hubiera estado en circunstancias normales, el último toro citado, probablemente hubiera dejado fuera de combate todos los picadores. El domingo 16 de septiembre, Bravo, de don Eduardo I Miura, fue el último que picó en Madrid José Trigo y el último que estoqueó José Sánchez del Campo (Cara-Ancha). El domingo siguiente, Mayorcano, de don Esteban Hernández, lidiado en Valladolid el (23-09-1894), dejó un magnífico recuerdo entre los aficionados vallisoletanos, por su bravura y nobleza. Y el 30 de septiembre,
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Los Poderosos Toros de Ayer... Encarnadillo, de Moreno Santa-maría, lidiado en
Madrid por Julio Aparici Pascual (Fabrilo), en su última corrida en la capital, recibiendo una cornada o puntazo en el brazo izquierdo, de su segundo toro de la tarde. En los meses de octubre y diciembre de 1894, el día 7 de octubre, Escapulario, de don Amador García, lidiado en Fuencarral (Madrid), cogió a un vecino entre la talanquera (valla o pared que se construyen en la plazas para defenderse de los toros), matándole en el acto. Y Caminero, de pelo retinto, listón y veleto, que fue desechado en la tienta, peleó en Madrid con un león el 9 de diciembre y le dió muerte. Era de la ganadería de don Esteban Hernández.
El Recuadro-1894 El número total de varas recibidas por los 13 toros notables estudiados a lo largo del año 1894, fue de 84 y mataron 49 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 4,4 caballos y recibió 7,6 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 1,7 varas. El astado que más varas aguantó en 1894 fue «Madrileño», berrendo en negro y bien armado, de la ganadería del diestro Luis Mazzantini, que el día 15 de julio fue lidiado en Barcelona, en competencia con reses de Miura y Benjumea, ganó un diploma de primer premio, haciendo una pelea magnífica El (17-05-1894) se lidió en una corrida de Madrid, de don Félix Gomez: «Cocinero», astado de pelo colorado y de cuerna descomunal, que se le conceptuó como el toro más grande lidiado en la corte, lo mató Rafael Guerra (Guerrita) , pesando 414 kilos en canal, es decir, unos 840 kilogramos en vivo. 1895: Cabrito, de Pérez de la Concha, abre la
lista de los toros poderosos a lo largo de 1895, siendo lidiado en Valverde del Camino (Huelva, España), tomó 14 varas y mató ocho caballos, llegando noble a la muerte. Valverde del Camino es
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famoso por sus fábricas de botas camperas, hechas con cuero excelemente tratado; Centello, de Cortina, que se lidió en La Habana el (06-011895), hirió gravemente al Marinero y Palomar . Lo remató Manuel Calleja (Colorín). En febrero, el día 17, Pavito, berrendo en colorado, capirote, de don Fernando Pérez Tabernero, lidiado en Madrid, se estrelló con coraje ocho veces a los jinetes, ocasionándoles cinco caídas. El 10 de marzo toreó Arturo Paramio en Santiago de Cuba, y un periódico taurino que se publicaba en Sevilla, titulado La Muleta, dio su número correspondiente al 14 de abril de dicho año la noticia siguiente: «Cogida y muerte de Arturo Paramio -matador de novillos nacido en Cádiz. Por noticias recibidas de Santiago de Cuba, se supo que en la corrida celebrada en la plaza de toros de Colón, de dicha capital, el 10 del mes próximo pasado, fue cogido por el segundo bicho el matador de novillos gaditano Arturo Paramio, recibiendo tan terrible cornada en el corazón que quedó cadáver en acto. El bicho, que pertenecía a la ganadería de Castellanos, del país, era de gran romana, bastante desarrollado de herramientas, Cocodrilo , y con muy malas intenciones. El valiente diestro, después de empuñar las armas toricidas, se dirigió al asesino, que se encontraba en la querencia de un caballo muerto; cuantos esfuerzos hizo para sacarlo fueron inútiles, y entonces, y sin fijarse si el astado estaba o no en condiciones de entrar a matar, y ciego de coraje, se dejó caer entre las enormes astas de bueyacón; la estocada fue en todo lo alto, el bicho cayó herido de muerte y el pundonoroso espada cogido y volteado.» Según el relato, Paramio cayó de costado; se incorporó, llevándose la mano al pecho; pero como también estaba herido de muerte, cayó de nuevo, no sin antes pronunciar estas palabras: ¡Madre mía, ese asesino me ha matado! . Recogido por sus compañeros, fue conducido a la enfermería, donde los facultativos le observaron una profundísima herida en el pecho por el lado izquierdo y que al mismo tiempo tenía taladrado el corazón. Pero todo debió ser un mal entendido o una broma terriblemente pesada (Véase el libro: Leyendas, Anécdotas y Supersticiones Taurinas, de este autor, en prensa). Pasa a la página no. 110.
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Los Poderosos Toros de Ayer...
EVOLUCIÓN del TORO DE MIURA, SIGLO XIX
«Catalán», de don Eduardo I Miura, longiforme y hermoso, fue uno de los más bravos que se han lidiado en Madrid hasta nuestros días.
«Perdigón», el toro criado por de don Antonio I Miura que mató a «El Espartero.» Prdigón
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Los Poderosos Toros de Ayer...
EVOLUCIÓN del TORO DE MIURA, SIGLO XX
«Jocinero», de don Antonio I Miura, el astado que mató al primer «Pepete.»
«Chocero», el toro de Miura que mató en la plaza de Madrid al banderillero «Llusío.» El Puerto de Santa María
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Los Poderosos Toros de Ayer... Viene de la página no. 107 . El 25 de marzo, la collera de matadores formada por Nicanor Villa y Arilla (Villita) y José García Rodríguez ( Algabeño), después de haberse enfrentado los días 19 y 23 del mismo mes, alcanzó un alto grado de competencia, disputándose de continuo los aplausos. Aunque el Algabeño imponía más al entrar a matar, Villita era mejor en el conjunto de las suerte, y ese 25 de marzo, Villita lidió y mató al veragüeño, Morito, de un modo insuperable. El (14-04-1895), el matador Antonio Fuentes y Zurita, dio otra gran prueba de serenidad -al igual que el día 27 de mayo en que murió Manuel García (Espartero)-, en la plaza de Barcelona, donde un toro del ganado de Ripamilán, Comisario, colorado, alto, ojo de perdíz y bien armado, lidiado en Barcelona el citado día, saltó la barrera y la contrabarrera, cayendo en pleno tendido, produciéndose el lógico pánico, atropellos y desgracias. Fuentes dominó la situación, el toro fue muerto a tiros por un cabo de la Guardia civil y otros dos individuos, y la corrida continuó, ordenada y dirigida por el valiente diestro sevillano. En la misma corrida, Molinero, de Ripamilán, en un claro acto de huída, saltó al tendido, sin herir a nadie de importancia. El 21 de abril, recibió la alternativa en Sevilla el matador Juan Gómez de Lesaca y García, de manos de Rafael Guerra (Guerrita), que le cedió a Belonero, berrendo en negro, de don José María Benjumea. En mayo, el día 18, Granadino, colorado, de preciosa lámina, de Pérez de la Concha, fue considerado como uno de los buenos toros que se han lidiado en la plaza de Madrid. Aguantó 10 varas, dio igual número de caídas y mató cinco caballos. El día 26, Espejito, de don Rafael Surga, lidiado en Málaga, tomó 16 varas y mató seis caballos, llegando a la muerte tan entero como cuando salió del toril. El mismo día 26 de mayo de 1895, el banderillero y pelotari Luis Ramírez Marchariena (el Guipuzcoano) -nacido en San Sebastián el (23-06-1869)-, trabajó por primera y única vez con Rafael Gómez (Gallo) en corrida formal. Banderilleó a Grillito, de Ibarra, librándole Luis Mazzantini de una cogida al poner el segundo par. Sin embargo, demostró es tarde una gran valentía, una mayor rudeza y pocos conocimientos para enfrentarse con toros de poder y sentido. En la plaza de Córdoba, también en la misma fe-
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cha, Lobero, del marqués de los Castellones, fue el primero que se lidió del ganado de este nombre, siendo estoqueado por Rafael Guerra (Guerrita). En junio, el día 2, Bellotero, de don Félix Gómez, fue lidiado en Madrid, en la corrida de Beneficencia que se verificó el citado día. Ocupó el cuarto lugar, y se distinguió entre todos por su bravura y fortaleza. Aguantó 11 varas, dio siete buenas caídas y mató cuatro caballos, y hubiera soportado más puyazos si los picadores no hubieran andado tan reacios. El día 11, Gitano, de don Eduardo I Miura, lidiado en Madrid, fue excelente en todos los tercios, sufrió en el primero ocho puyazos, por seis caídas y cinco caballos para el arrastre. En la misma corrida, se volvió a presentar en Madrid el matador Antonio Reverte, provocándole Limonero, tan tremendo hocicazo al entrar a matar, que sufrió un colapso que puso en peligro su vida. El 16 de junio, el marqués de Villamarta presentó en Madrid dos astados: Botellino, cárdeno; en el momento de entrar a matar ocasionó una fuerte contusión en el codo izquierdo a Antonio Moreno (Lagartijillo); y Jabaíto, que fue bravo y noble durante toda la lidia. El 21 de julio, se presentaron en Madrid dos astados notables: Cimbareto, al que el banderillero y pelotari Luis Ramírez Marchariena (el Guipuzcoano), escuchó en el ruedo madrileño la ovación más prolongada, tal vez, de su vida torera, al parear a dicho toro, de don Juan Vázquez. Esa tarde recibió uno de los pocos premios a su voluntad y valentía. El 26 de julio, Granadero, retinto, de Udaeta, cogió en la plaza de Santander, al matador Francisco Bonar y Casado (Bonarillo), resultando con una herida en la región glútea derecha y un puntazo en el muslo derecho. En los meses de agosto y septiembre de 1895 destacaron: Enamorado, de pelo castaño y algo veleto, de don Esteban Hernández, jugado en Alicante el 11 de agosto, fue bravo y noble durante toda la lidia, soportó en el primer tercio ocho varas y mató cinco caballos. El 8 de septiembre, se celebró en Madrid una corrida de novillos del duque de Veragua, para Cayetano Leal, el Pepe-Hillo mexicano y Nicanor Villalta (Villita); salió el último toro, Ciervo, colorado, listón y abierto de pitones, que tomó seis varas de Riñones, el Murciano y el Gallego, matándolo Villita, de un volapié histórico, siendo su último toro como novillero.
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Los Poderosos Toros de Ayer... En Madrid, los días 22 y 29 de septiembre y 13 y 17 de octubre, de 1895, toreó Emilio Torres Reina (Bombita), que asombró y embriagó al público, desplegando un toreo de muleta maravilloso y matando admirablemente, gracias a la nobleza y excepcional bravura de muchos de los astados presentados; en la primera corrida, los toros Verdugo y Dudoso; en la segunda, si bien con menos fortuna, Gargantillo y Marinero, de Moreno Santamaría; en la tercera, Pregonero y Listón, de Pérez de la Concha, y en la última, Bigotero, de Murube, y Bolonero de Tabernero. Al banderillearno el Chato estuvo a punto de ser cogido, pero intervino el Guipuzcoano al quite, y el toro lo persiguió, lo alcanzó junto a las tablas y lo corneó, apreciándosele en la enfermería una herida en la región anal, que se calificó de grave. No quiso ir al hospital y el 1 de noviembre falleció en su domicilio víctima de una infección. Entre los toros lidiados por Villita, citamos los siguientes: Morito , el 25 de marzo de 1895, de Veragua, y Tocinero , berrendo en sardo y bien armado, de Moreno Santa María lidiado el 29 de septiembre del mismo año citado, que le cedió Luis Mazzantini en la plaza de Madrid, alternando con Emilio Torres (Bombita), al que mató de una soberbia estocada. El 22 de septiembre, el matador de toros sevillano, Fernando Gómez (Gallo), nacido en la capital de la Bética el (18-08-1847) -fue del signo Leo-, toreó por última vez en Madrid, a Roperito, si bien, con el primer toro le concedió la alternativa a su paisano José García ( Algabeño). Escuchó una ovación al quebrar de rodillas al sexto toro, Sanguijuelo, de Veragua, negro. Entre los astados lidiados en la taurina plaza de Valladolid (España), el día 23 de septiembre, fecha en la que ya aparecieron toros altamente calificados para realizar verdaderas faenas artíticas, se lidiaron dos poderoso toros, del marqués de los Castellones: Pajarillo, que aguantó 10 puyas, dió seis tumbos y mató un caballo; y el astado de pelo castaño encendido, Sanguijuelo , que aceptó ocho varas, dio siete caídas y dejó tendidos en la arena cuatro caballos. Resulta curioso que un día antes, se lidiara a más de 800 kilómetros de distancia una plaza (Sevilla) de la otra (Valladolid), con la diferencia de 24 horas, dos toros con el mismo nombre y de dos diferentes ganaderías (Veragua y Castellones).
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El (29-09-1895), tomó la alternativa el hasta entonces triunfal novillero, Nicanor Villa y Arilla, matador de toros nacido en la pilarica ciudad de Zaragoza el (10-01-1869), de manos de Luis Mazzantini, que le cedió a Tocinero, berrendo en sardo y bien armado, de la ganadería española de Moreno Santamaría, en la plaza de Madrid, alternando con Emilio Torres (Bombita), al que mató de una soberbia estocada. La corrida no terminó, suspendida por causa de la lluvia y la oscuridad que invadió el ruedo. El (17-10-1895), en Madrid, Emilio Torres Reina (Bombita) lidió a Bolonero, de Tabernero, y Bigotero de Murube, desplegando un toreo de muleta maravilloso y matando admirablemente; ésta fue su última corrida, tuvo otras tres antes: en la primera (22 de septiembre), los toros de nombre Verdugo y Dudoso; en la segunda (29 de septiembre), si bien con menos fortuna, los toros Gargantillo y Marinero , de Moreno Santamaría; en la tercera (13 de octubre), los astados de nombre Pregonero y Listón, de Pérez de la Concha, astados ya multicitados.
El Recuadro-1895 El número total de varas recibidas por los 10 toros notables estudiados a lo largo del año 1895, fue de 99 y mataron 42 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 4,2 caballos y recibió 9,9 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2,1 varas. El astado que más varas recibió ese año fue «Espejito», de don Rafael Surga, lidiado en Málaga, tomó 16 varas y mató seis caballos, llegando a la muerte tan entero como cuando salió del toril. NOTA. A lo largo de 1895 se dieron ya grandes faenas artísticas, protagonizando las primeras, la célebre collera de matadores formada por Nicanor Villa y Arilla (Villita) y José García Rodríguez ( Algabeño), quienes después de haberse enfrentado los días 19 y 23 de marzo, alcanzaron un alto grado de competencia, disputándose de continuo los aplausos, como los recibidos el 25 de marzo. Aunque el Algabeño imponía más al entrar a ma-
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Los Poderosos Toros de Ayer... tar, Villita era mejor en el conjunto de las suerte, y ese día 25, lidió y mató el toro veragüeño, Morito, de un modo insuperable, como ya quedó citado. Y qué no decir de lo sucedido en Madrid, los días 22 y 29 de septiembre y 13 y 17 de octubre, de 1895, en que Emilio Torres Reina (Bombita), que asombró y embriagó al público, desplegando un toreo de muleta maravilloso y matando admirablemente, gracias a la nobleza y excepcional bravura de muchos de los astados presentados.
1896: Con Cazuquito, astado de bandera, del duque de Veragua, se inició el año taurino de 1896, lidiado en Madrid el 26 de enero y que fue el último que estoqueó el día de sus despedida el diestro Vicente García (Villaverde). El 17 de mayo, el marqués de Villamarta, presentó en la plaza de toros de Valencia (España) una corrida en la que destacaron, Gachón, de pelo cárdeno claro, que realizó una excelente pelea en todos los tercios, aguantando en el primero ocho varas, por cinco caídas y seis caballos muertos; y Viudito, de pelo cárdeno, llegó ocho veces a los jinetes, ocasionándoles cinco caídas y la muerte de cinco caballos. Dos pedazos de garrocha le dejaron dentro del cuerpo. El 24 de mayo, Escandaloso, de don Faustino Udaeta, de pelo negro, listón, bragado y meano, lidiado en Barcelona, tomó nueve varas, derribó siete veces y mató cuatro caballos. El 31 de mayo, se lidiaron en la plaza de Madrid, tres poderosos toros del duque de Veragua II, llevando el primero el nombre Verdejo, fue corrido en quinto lugar, aguantando bravamente 7 varas y ocasionando seis caídas; Montañéz , fue jugado en sexto lugar en la corrida, resultando con gran nobleza y bravura durante toda la lidia, aguantó en ella ocho varas, ocasionó seis caídas y mató tres caballos; y Sereno, del que desconocemos el poder que tuvo. Esa tarde, después de varios triunfos en las plazas de Madrid y de Sevilla, Antonio Reverte sufrió en la capital de España un puntazo hondo y grave en el muslo izquierdo, por Sereno, jugado en la undécima corrida de abono del citado año. De mucho poder, duro y bravo, cogió al picador Chato, a la vez que hirió de gravedad a Antonio Reverte. El 11 de junio, trabajó en Madrid por última vez, el gran banderillero Rafael Rodríguez Calvo (el Mojino), banderilleando a Pajuelero, de
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López Navarro, con un par muy bueno al cuarteo. El 29 de junio, Papelero, de Veragua II, anatómicamente defectuoso, fue corrido en Madrid la fecha señalada. Era negro, bragado y bien puesto. Hizo una gran pelea desde que salió hasta su muerte, dando motivo de lucimiento a los espadas Faíco y Minuto. Papelero sufrió siete puyazos, dio seis caídas soberbias y envió al otro mundo cuatro caballos. Lo mató Faíco bastante bien. El 25 de julio, en la plaza de Valladolid, al intentar Juan Ruiz (Lagartija) descabellar a su segundo, Montesinos, se le arrancó éste y cayó el diestro, hiriéndole con el estoque en la primera falange del dedo pulgar de la mano de derecha. La herida, una vez curada en la enfermería, no parecía tener importancia, pero debió infestarse, se inflamó la mano y brazo, sintiendo grandes dolores, quedando inútil para torear, pese a que no se le amputó miembro alguno. El 25 de julio, Perdigón escribió una página verdaderamente trágica en la tauromaquia. En esta ocasión, el suceso tuvo lugar en la plaza de toros de la villa de Vergara (Guipúzcoa) y nos permitimos describir la historia en forma breve: El año 1896, el banderillero Florencio Vicente y Casado (Frascuelito) -nacido en Zaragoza el (07-11-1871), contrajo matrimonio, prometiendo a la familia de su mujer, que eran acomodados industriales vascos, abandonar su profesión tan pronto cumpliera sus compromisos pendientes. El 25 y 26 de julio de 1896 debía torear en Vergara, alternando con Ramón Laborda (Chato). Ese día 25, se enfrentó al primer novillo, Perdigón, de don Pedro Galo Elorza, y al salir de unos capotazos, se resbaló Frascuelito y el animal le produjo unas contusiones en el vientre. Por su pie fue a la enfermería y todos pensaron que la cogida carecía de importancia. Al día siguiente se le presentó la peritonitis, falleciendo a la misma hora en que empezaba la segunda novillada, última que debía haber toreado en su vida para dar comienzo a otra menos azarosa. Moñocano , de don Esteban Hernández,
que se lidió en la plaza de Valencia el 27 de julio, sufrió nueve varas, creciéndose al castigo. Llegó bueno a la muerte, que se la proporcionó Rafael Guerra (Guerrita), magistralmente. El 3 de agosto, Desertor , de Concha y Sierra, fue también li-
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Los Poderosos Pod erosos Toros de Ayer... diado en Valencia, e hirió gravemente al diestro Manuel Nieto (Gorete ( Gorete). ). Tres días después, Esmeraldo, de Concha y Sierra, lidiado en Vitoria (País Vasco) el (06-08-1896), recibió nueve puyazos y mató cinco caballos. El (15-08-1896), Chaparro, de don Romualdo Jiménez y Beltrán, lidiado en Jaén (Andalucía), fue tan ágil de movimientos, que en los dos primeros tercios volteó sin consecuencias graves a cuatro banderilleros. Cogió a Francisco Montes, sin dañarlo, cuando éste lo toreaba de muleta, Mató dos caballos, y revoleó a cuantos toreros se le aproximaron, en vista de lo cual fue devuelto a los corrales y se le acabó de un tiro. Un día después, el 16 de agosto, Calcetero,, del duque de Veraggua, lidiado en San Sebastero tián, hizo una gran pelea en el primer tercio, matando cinco caballos y recibiendo unas 10 varas, llegando bravo y noble a la muerte, dio ocasión a Luis Mazzantini a que alcazase una gran ovación. ovaci ón. El 26 de agosto, Duendo, de pelo negro, de don Anastasio Martín, lidiado lidi ado en Valencia Valencia de Alcántara, tomó nueve varas y mató cinco caballos. A lo largo de septiembre de 1896: Grillito, de Ibarra, lidiado en Bayona (Francia), el 3 de septiembre, en corrida en alternaron Antonio Reverte con Guerrita Guerrita,, ocupando el segundo lugar Grillito . Al arrodillarse Reverte en un adorno, después de darle una lucida estocada, alargó el cuello y le infirió una de las cornadas más tremendas registradas en la historia del toreo. Sanó milagrosamente y gracias a los esfuerzos de extraordinarios doctores franceses y españoles, quedando desde entonces claramente mermado en sus facultades físicas y mentales. El 11 de septiembre, Confitero, de don Sabino Flores, lidiado en Utiel (Valencia, España), resultó muy bravo en varas y mató cinco caballos. Cabrillo, de pelo colorado, del marqués de los Castellones, lidiado en Valladolid el (17-091896), tomó ocho varas y dio cinco caídas, hiriendo a los picadores Formalito y Pegote Pegote,, este último de alguna importancia. De la misma corrida y ganadería, Redondillo, en ocho varas ocasionó cinco caídas y mató dos caballos. En octubre, Florido, de pelo albahío, de Pérez de la Concha, corrido en Madrid el (04-10-
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1896), fue bravo y noble en todos los tercios, tomó con coraje ocho varas, todas de castigo, y mató cuatro caballos. Bombita le pasó superiormente de muleta y en los medios de la plaza lo mató de una gran estocada que le valió una de sus más grandes ovaciones. El 11 de octubre, Pañuelero, negro, de la viuda de López Navarro, le causó en Madrid, al matador Francisco Bonar (Bonarillo (Bonarillo)) una herida con desgarro, de 20 centímetros de extensión en el antebrazo derecho. El 15 de octubre, se celebró en Guadalajara (España) una corrida para Antonio Moreno (Lagartijillo Emili o Torres Torres (Bombita ( Bombita). ). No pudienLagartijillo)) y Emilio do torear el primero por estar lastimado de un ojo, lo sustituyó Juan Gómez Lesaca y García; salió el segundo toro de la tarde, Cachurro, retinto y albardado, de Ripamilán; tomó tres varas del Inglés y Calesero Calesero,, quedándose en los tercios cerca de torile. Lesaca, que se hallaba hallab a muy cerca, volvió la cabeza para advertir al Inglés que entrara en suerte; se le arrancó el bicho, y con el terreno ganado le siguió hasta las tablas, donde el matador se había detenido sin querer saltar las tablas, creyéndose que iba a pasar de largo, y lo empitonó por la pierna derecha. Rodó Lesaca por la arena, se incorporó después de hacerle el quite Bombita y fue conducido a la enfermería, donde se le reconoció una herida en la parte superior del muslo derecho de 15 centímetros de extensión por cinco de profundidad. En estado grave fue trasladado a Madrid, donde murió ese día a las once de la noche. El (18-10-1896), el matador Emilio Torres (Bombita Bombita), ), realizó una faena histórica al sexto de la tarde, Zancajoso, del duque Veragua; y el (2510-1896), en la Monumental de Barcelona (España), el famoso diestro Fernando Gómez Góme z (El (El Gallo), Gallo), padre de los famosos Rafael y José, toreó su última corrida, lidiando a muerte un toro de la célebre ganadería del duque de Veragua. El 13 de noviembre, toreando Emilio ToTorres (Bombita (Bombita)) en Madrid, se desbordó el entusiasmo del público ante la faena que llevó a cabo en el tercer toro, Lucerito, de don José María Benjumea; y el respetable aplaudió a Frascuelo y Lagartijo que presidieron la corrida.
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Los Poderosos Pod erosos Toros de Ayer... El Recuadro-1896 El número total de varas recibidas por los 14 toros notables estudiados a lo largo del año 1896, fue de 101 y mataron 51 caballos; es decir, que ese año, cada astado mató una media de 3,6 caballos y recibió 7,2 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2 varas. El astado que más varas recibió ese año fue «Calcetero», del duque de Veragua, lidiado en San Sebastián el 16 de agosto, hizo una gran pelea en el primer tercio, matando cinco caballos y recibiendo unas 10 varas, llegando bravo y noble a la muerte, dio ocasión a Luis Mazzantini a que alcanzase una gran ovación.
1897: El 3 de marzo, con Curioso, berrendo en castaño, de don Tiburcio Arroyo, de Miraflores de la Sierra (antes Mazpule), hizo su presentación en Madrid el entonces novillero Ricardo Torres Reina (Bombita (Bombita); ); lidiado en quinto lugar, salió huyendo de un puyazo y atropelló a Ricardo, enganchándolo en su huída por el sobaco derecho sin empuntarlo, y lo llevó suspendido desde la puerta de caballos hasta los tercios del tendido 2, donde pudo desprenderse, siendo detalle digno de tenerse en cuenta, por la serenidad que reveló, el de que no soltase el capote a pesar del atroz zarandeo que sufrió. El primer novillo se llamó Espejito. Entre los novillos y toros que lidió Ricardo Torres Reina Rei na (Bombita ( Bombita), ), el lector encontrará, además de los dos señalados, los siguientes: Greñu- do, negro, de Adalid, el 6 de noviembre de 1898; Junquero, de don Esteban Hernández, el (19-031897); Ropero, castaño claro, ojinegro y bien puesto, de don Esteban Hernández; y Zuriano, negro, con bragas, terciado y recogido de cabeza y muy bravo, de Argimiro Pérez Pére z Taberner Tabernero, o, con el que tomó la alternativa. El domingo 5 de marzo, Azafrán, de don Ignacio Valero, Valero, de Lora del Río, al ser conducido al matadero de Sevilla, en la madrugada del citado
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día, se desmandó por la población. La gente trasnochadora, entre los cuales se hallaban Enrique Vargas (Minuto (Minuto), ), Bonarillo y Gapita Gapita,, recibió no pocos sustos. Enrique Vargas subió a su domicilio por un estoque, y dándole unos pases p ases al astado, le adjudicó una certera estocada haciéndole rodar. El día 19 de marzo, en la plaza de Madrid, toreó por segunda vez el novillero novi llero Ricardo Torrres Torrres Reina (Bombita (Bombita), ), lidiando entre otros al novillo, Junquero, de don Estebán Hernández, al que, tras una faena dominadora y adornadísima adornadísi ma con la muleta, tumbó sin puntilla de una media estocada en las mismas péndolas. En la medida en que se acercaba el siglo XX el número de varas continuó descendiendo, y para 1897, se lidiaron astados como Playero, el 18 de abril, en la Real Maestranza de Sevilla, de pelo negro, de Murube, que después de acercarse seis veces a los picadores, le fue perdonada perdona da la vida, y no por su bravura, sino por la leyenda que traía de la dehesa, en donde se dejaba acariciar y montar de todo el que se atrevía a intentarlo. inten tarlo. Toreaban Toreaban aquella tarde Reverte y Bonarillo Bonarillo;; Llorón, cárdeno, de don Víctor Biencinto, lidiado en Madrid el 29 de junio, que a poco de salir del chiquero dio un salto de unos cinco metros y estuvo a punto de caer en el tendido. Tomó ya sólo siete varas y mató cuatro caballos. En las plazas de Madrid y Valencia se lidiaron, en la primera, Corcito, del marqués de Villamarta, el 6 de mayo, alternando en la corrida Emilio Emili o Torres Torres (Bombita ( Bombita)) con Luis Mazzantini, Guerrita y Reverte, ocupando Corcito el octavo y último lugar; llegó a la muerte receloso, incierto en extremo y revuelto, y al tercer intento, fue e nganchado Bombita y lanzado a cierta distancia; con la ropa rota, sin mirarse siquiera, siguió la faena hasta rematar al de Villamarta de un estocada y un pinchazo. El 27 de mayo, Lengüeto, cárdeno, salpicado, de buena estampa y mucho peso, de don José Manuel de la Cámara, lidiado en quinto lugar en Valencia, hirió de muerte al diestro Julio Aparici (Fabrilo Fabrilo)) al banderillearle éste. Su hermano Francisco Aparici Pascual presenció la trágica cogida, y él fue quien hizo el primer quite al funesto astado, dando lugar a que las asistencias de la plaza se llevaran a la enfermería el cuerpo ensangrentado de Julio Fabrici (Fabrilo ( Fabrilo). ).
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Los Poderosos Pod erosos Toros de Ayer... He aquí la muerte de Fabrilo Fabrilo:: «Se lidiaron ese día seis toros del ganadero citado: Lengüeto, con las características características antes señaladas, tomó ocho varas, dio dos caídas, mató dos caballos y pasó al tercio de banderillas, que el público valenciano pidió llevasen a cabo los dos espadas (Antonio Reverte Jiménez y Julio). Éstos se negaron ante las malas condiciones del toro, que se defendía, y prometieron parear al siguiente; el público peor y el más hostil a Fabrilo produjo una gritería espantosa, y Aparici Aparici tomó los palos, se los ofreció a Reverte, que se negó a tomarlos, tomarl os, y se dispuso a banderillear. Entró una vez en falso y a la segunda clavó un par, pero Lengüeto lo enganchó con el pitón izquierdo por la ingle y le dio una cornada de muerte. Sufrió una herida de 15 centímetros en el vientre. Declarada la peritonitis, falleció Fabrilo,, entre crueles sufrimientos, el 30 de mayo. Fabrilo Espartero, de don Victoriano Angoso, lidiado en Valladolid el 30 de mayo, hirió de muerte al banderillero Cayetano Panero (Peterete (Peterete). ). Es decir, el 30 de mayo murieron por astas de toro Julio Aparici (Fabrilo Fabrilo)) y un banderillero, Victoriano Angoso.
En 1897, en la medida en que continuaba continuab a el eclipse de los toros poderosos, comenzaron a darse, junto a muchos astados de bandera, sensacionales faenas, lo mismo en novillos que en toros, y muchas cornadas, algunas mortales; y así, el 19 de marzo, en la plaza de Madrid, toreó por segunda vez el novillero Ricardo Torrres Reina (Bombita Bombita), ), lidiando entre otros al novillo Junquero, de don Estebán Hernández, al que, tras una faena dominadora y adornadísima con la muleta, tumbó sin puntilla de una media estocada en las mismas péndolas, como ya quedó señalado..
1898: Brochito, del marqués del Saltillo, en la
corrida verificada en la Monumental de Madrid, el 25 de enero, abre la relación de toros notables, dejando ocho caballos en el redondel en las 12 varas que aguantó con bravura y recargando. El 2 de febrero, conocedora la empresa de la plaza de Madrid del valor del torero torer o Antonio Olmedo (Valen(Valentín)) -nacido en Alcalá del Río (Sevilla) el (27-06tín 1874)-, le dio la oportunidad de torear ante la afición madrileña, con novillos de Veragua y en unión Desde 1897 comienzan a silenciarse de Jerezano y Ricardo Ricard o Torres Torres (Bombita ( Bombita). ). Valentín en la prensa el número de varas recibidas y estoqueó con su particular arrojo los novillos el de los caballos muertos . Mallorquino y Verdugo, siendo revolcado y cogido sin consecuencias por su ignorancia, y perdienEl 27 de junio, en Madrid dos toros: Es- do en el segundo las zapatillas y el traje, que queVeragua, hirió Rafael Guerra. Esa tar- dó destrozado. tornino, de Veragua, de picó por última vez en Madrid, Antonio Antonio Bejarano Fierabrás, negro zaíno y algo bizco del (Pegote Pegote); ); y Taurón, de la ganadería citada. izquierdo, de Arribas Hermanos, lidiado en Barcelona en quinto lugar, en una novillada el 27 de El Recuadro-1897: marzo, siendo el causante de la muerte de Juan El número total de varas recibidas por Ripoll y Orozco (Juanerillo ( Juanerillo). ). Llegó muy poco caslos 8 toros notables estudiados a lo tigado al último tercio y con más nervio y peligro largo del año 1897, de los que de los convenientes para torero tan desentrenado. sólo tenemos información de dos, fue Tras una faena embarullada, al entrar a matar agade 13 y mataron 7 caballos. Ese año, rró una estocada delantera y contraria casi a un los dos astado mataron una media de tiempo, quedando el diestro en la cara por no mar3,5 caballos y recibieron 6,5 varas. La La car la salida con la muleta. Fue cogido por la enproporción fue de 1 caballo muerto trepierna con el pitón derecho, penetrándole la por cada 2 varas. El que más varas cornada en el abdomen, con destrozos en las vísrecibió fue «Llorón», cárdeno, de don ceras, falleciendo a los treinta minutos de estar Víctor Biencinto, lidiado en Madrid el en la enfermería de la plaza. (29-06-1897), que a poco de salir del chiquero dio un salto de unos cinco El (02 -05-1898) ocurrió en la plaza de Mametros y estuvo a punto de caer en el drid un hecho curioso, en la que no era costumbre tendido. Tomó ya sólo siete conceder trofeos, se le dieron dos orejas al matavaras y mató cuatro caballos. dor Leandro Sánchez de León (Cacheta ( Cacheta). ). Ese día rejonearon a Calero , los señores Fernández
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Los Poderosos Toros de Ayer... Heredia y Rodil. Llegó la hora de matarlo, haciéndolo tan espléndidamente Cacheta, que se le concedieron las dos orejas de su enemigo.
1899:
El (12-05-1898), ya retirado el matador Valentín Martín y Lorenzo, tomó parte en una corrida patriótica celebrada en Madrid. Valentín derribó al segundo toro de la tarde, Balleno, de don Vicente Martínez, de una estocada corta y caída, terminando ese día su vida torera, el ejemplar banderillero de uno de los colosos (Frascuelo) del arte de torear. Cimbareto, de don Felipe de Pablo Romero, lidiado en Madrid el 15 de mayo, tomó nueve varas y mató ocho caballos.
También el año 1899 fue rico en efemérides, algunas cornadas graves y trágicas, y sucesos, en grandiosas faenas y grandes ovaciones. El 12 de marzo, el entonces novillero Ricardo Torres Reina (Bombita), sufrió en Madrid otra cornada, Ropero , castaño claro, ojinegro y bien puesto, de don Esteban Hernández, lo enganchó al darle una estocada, lanzándole con limpieza a gran altura y causándole una extensa herida. El 6 de noviembre, sufrió otra cornada en Madrid, en el costado derecho, de bastante importancia, infrigida por el toro, Greñudo, negro, de Adalid, al momento de estoquearlo, como ya quedó señalado.
El (09-10-1898), Estornino, de doña Carmen García Gómez y Hermanos (antes Aleas), lidiado en Valencia, tomó siete varas y mató seis caballos. El domingo 23 de octubre, Matajacas, de don Jacinto Trespalacios, toreó por última vez en Madrid el banderillero Ricardo Verdute y Fernández, nacido en Sevilla el (23-08-1848). Entre los toros que banderilleó en su vida contamos a Morato, el (16-11-1879), con el que actuó por vez primera en la plaza de Madrid, de don Juan Antonio Mazpule y Sosito , de don Manuel Bañuelos, banderilleado, el (08-04-1888). El 6 de noviembre, el entonces novillero Ricardo Torres (Bombita), sufrió en Madrid una cornada en el costado derecho, por Greñudo, negro, de Adalid, al estoquearlo, y otra el (12-03-1899), por Ropero, castaño claro, ojinegro y bien puesto, de don Esteban Hernández.
El Recuadro-1898: El número total de varas recibidas por los 3 toros notables estudiados a lo largo del año 1898, de los que solamente tres tenemos información, fue de 28 y mataron 22 caballos; es decir, que ese año, los tres astados mataron una media de 7,3 caballos y recibieron 9,3 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 1,27 varas. El astado que más varas recibió ese año fue «Brochito», del marqués del Saltillo, en Madrid, el (25-01-1898), abre la relación de toros notables, de jando ocho caballos en el redondel en las 12 varas que aguantó con bravura y recargando.
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Se incia la época de las grandes figuras del toreo.
El 26 de marzo, los entonces jóvenes matadores cordobeses Rafael González (Machaquito) y Rafael Molina Martínez ( Lagartijo chico); cada uno de ellos era el complemento del otro: Machaquito, nervioso, apasionado, se iba hacia los toros deseoso de hacerlo todo, y todo lo e jecutaba con rapidez, acierto y sobriedad; Rafael Molina (Lagartijo), por el contrario, toreaba con aplomo, moviendo apenas los pies y con clásica elegancia y gallardía...), lidiaron ese día en Madrid toros de Castellones; los dos primeros: Muletero y Bragao, fueron de los más grandes vistos en Madrid; ambos murieron de dos volapiés soberbios, sin que los matadores resultaran tropezados. Histórico citar lo ocurrido el domingo 16 de abril en Madrid, en la tercera de abono, en que se estoquearon seis toros de Camará, para Rafael Guerra (Guerrita)y Reverte, ante gran espectación, motivada por la brillante temporada que ambos llevaban. El primero, de Guerrita, Marismeño, negro, grande y muy bravo, tomó ocho varas del Zurito y de Molina, dándoles cuatro caídas y matando un caballo, siendo aplaudidísimos en los quites los espadas. En la última vara, Agustín Molina regateó con Marismeño en el recargue, metiéndole en las palomillas (entre los espectadores se contaban el marqués de los Castellones y Marcelino Unceta, que le vieron después en la carnicería) más de 40 centímetros de garrocha. El coraje con que le embistió aquel buen toro y el empuje del jinete dieron como resultado que Marismeño cayese muerto a la salida de la suerte, necesitando, por mera fórmula, la puntilla de Joaquín Alones.
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Los Poderosos Toros de Ayer... Recordando un hecho semejante, puedo citar que al picador Badila le valió una sonora ovación, en la corrida nocturna en la plaza de San Sebastián, el (30-08-1886), que dio un lance absolutamente idéntico a Aborrecido , del duque Veragua. Sin embargo, con Rafael Guerra (Guerrita), el público respondió verdaderamente hostil, arreciando una lluvia de naranjas contra Molina, cuando se dispuso a picar el tercero de la tarde... y Guerrita ordenó a su piquero que se retirase a las cuadras. Siguiendo con abril de 1899, el día 30, Corucho, de don Felipe de Pablo Romero, pelo negro lidiado en Valencia en una novillada, cogió, al entrarle a matar, a Francisco Aparici (Fabrilo), dándole una cornada de muerte. El 11 de mayo, el matador de toros Antonio Montes Vico, confirmó su alternativa en Madrid, llevando como padrino a Antonio Moreno (Lagartijillo) y de testigo a Emilio Torres (Bombita), con Tesorero, del duque de Veragua II.
nando con José Rodríguez (Pepete) en la muerte del ganado de Pérez de la Concha, Carrasco y Juan Moreno. Toreó el primero, Carpintero, castaño, de Pérez de la Concha, que llegó a la muerte descompuesto, y fue, como el segundo que lidio, pájaro de cuenta . Sin embargo, hay que citarlo, nunca leyó este autor un comentario como el aparecido en El Toreo de España, sobre la actuación de Lesaca: «Demostró un desconocimiento completo del toreo y un valor que rayaba en la temeridad. Manejó la muleta sin ton ni son, y al herir entraba a que los toros lo prendieran, como sucedió en su presentación, en que sufrió cinco cogidas... Mucho necesita aprender si desea continuar en la profesión... en la que no basta ser valiente, si no se tienen conocimientos para practicarla.» En la misma corrida, Escapulario, de don Juan Manuel Sánchez, fue lidiado en Madrid el (29-06-1899). Fue el primero estoqueado en la capital de España por Antonio Guerrero (Guerrerito) el día de su alternativa. Actuó de padrino de la ceremonia Enrique Vargas (Minuto).
El 4 de junio, en Barcelona, Escapulario, de Palha cogió e hirió gravemente al matador de novillos y banderillero José Huguet (Mellaíto), naEn julio, el día 6, Agüelito, berrendo, de cido en Barcelona, concretamente en el célebre don Joaquín Mazpule, lidiado en la plaza de toros barrio de la Barceloneta. Empezó figurando como de Madrid, saltó la barrera y cogió hiriéndolo de banderillero en una cuadrilla de niños barcelone- gravedad, al escritor don Eduardo del Palacio (Senses y después como auxiliar en la cuadrilla de las timientos), y cuando lo estoqueaban, a don Nicoseñoritas toreras Lolita y Angelita. Pasado el furor lás Salachard, siendo devuelto al corral. El 23 de de las actuaciones de dicha cuadrilla, trabajó a julio, Artillero, retinto, de Lizaso Hermanos, fue las órdenes de varios novilleros, y dotado de un el primero que se lidió en la corrida de inauguraindudable valor, decidió dedicarse a matar novillos. ción de la plaza de Luchón (Francia), que se celebró ese día, fue estoqueado por Enrique Vargas El domingo 11 de junio, Ballestero, ne- (Minuto). Dos días después, Cerrojolo, de don gro, abierto y abundante de pitones, de doña Celsa Eduardo I Miura, lidiado en Barcelona el 25 de Fontfrede, viuda de Concha y Sierra, fue el último julio, hirió de gravedad a Antonio Boto ( Regaterin). que mató en Madrid, Rafael Guerra (Guerrita). Sin Y, por último, Domingo, de don Felipe de Pablo embargo, los cronistas taurinos mexicanos AB y Romero, lidiado en Valencia el 27 de julio, hizo AAB, dicen: «El (15-10-1899), en la plaza de Zara- una gran pelea en el tercio de varas. goza (España), Rafael Guerra Bejarano (Guerrita), toreó por última vez en su vida y con una frase El 13 de agosto, fue cogido en la plaza de célebre: Yo no me voy de los toros, me echan. El La Coruña, Luis Mazzantini, al pasar de muleta al 24 de junio, Cogetero, de Miura, lidiado en Barce- tercer bicho, Temprano, castaño, de la vacada lona, le dio dos cornadas de gravedad en la panto- del duque Veragua, que le volteó con aparatosidad, rrilla y en el muslo derechos a Emilio Torres ocasionándole dos heridas de consideración en el (Bonbita) al estoquearle éste. muslo derecho y en la región glútea. El 29 de junio, pisó por primera vez la plaza de Madrid el matador Juan Gómez de Lesaca y García -nacido en Sevilla el (24-06-1867)-, alter-
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En 1899, a un año de pasar la barrera del siglo XIX y entrar en el último del milenio 2000, es decir, en la centuria XX, se dio en la Fiesta Brava
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Los Poderosos Toros de Ayer... otro hecho histórico: El día 1 de septiembre se celebró en Madrid una corrida en la que se enfrentaron dos cuadrillas: la de los matadores Gallos, sevillanos, y la de los cordobeses Machaquito y Lagartijo chico, en franco desafío. En esta competencia interprovincial española, fueron notables cuatro toros: Limonero, Noteveas, Pajarito y Re- partido, de la que narramos, en cada uno de ellos y de forma repetida, la inusitada efeméride: «El ganadero don Esteban Hernández apartó días antes cuatro toros de buen tamaño, buenas carnes y mejor armadura, y otros cuatro bastante mayores, de más arrobas y cornamennta más considerable. Hubo quien dijo que estos últimos tenían seis años. Si no los tenían, lo parecían. Había desigualdad notoria en la presentación de la corrida, que hacía justo el sorteo verificado, aunque no en la forma en que se hizo de que la suerte designase el lugar en que cada toro habría de correrse, sino en la de que cada espada estoquease un toro de los mayores y otros de los más pequeños, sorteándose los que habían de ser. Los matadores cordobeses salieron favorecidos para su mayor lucimiento, correspondiéndoles tres de los cuatro toros de mayor respeto. La corrida se dio con gran expectación, y sucedió en ella lo que se esperaba. Machaquito y el hijo de Juan se llevaron de calle desde el primer quite a los sevillanos; mataron de un modo admirable sus cuatro toros; no cesaron de oir ovaciones. El Gallo (Rafael) fue aplaudido banderilleando -lo escasillaron como banderillero-, y oyó dos silbas espantosas al atravesar el estoque, huyendo en sus dos toros, de los cuales el cuarto, llamado Limonero, de pelo sardo, que era de los grandes, era mucho toro para él; y el otro espada sevillano se mostró tan nulo como en las corridas que antes toreara en la Corte. Los tres toros grandes que correspondieron a los cordobeses, uno a Machaquito y dos a Lagartijo el Chico, murieron de tres soberbias estocadas. Media primorosa dio Rafael González al primero, Pajarito, de pelo negro, tan admirablemente colocada que tumbó aquella mole cárnica. Las faenas de Lagartijo el Chico merecen párrafo aparte. Su segundo, Repartido, de pelo cárdeno, era un toro con toda la barba: grande, hondo, cornalón y con muchas arrobas. El sobrino de su tío, que estrenaba terno canela y oro, le tomó de mu-
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leta con sobria finura y reposada elegancia, sin mover los pies ni encorvar el busto, y entrándole corto y derecho, vaciando a la perfección, dio con la mano en el morrillo, dejando el acero dos dedos caídos. La ovación fue imponente. El sexto fue un buen toro en el primer tercio, y dicho queda que era de los buenos mozos. Se llamó Noteveas y era castaño asardado por la cara y bien puesto, aunque mogón del izquierdo. Tomó siete puyazos por seis caídas y seis caballos muertos, siendo ovacionado el ganadero, quien envió recado a Rafael Molina Martínez (Lagartijo el Chico) de que se lo brindase. Hízolo así éste, y sujetando a la res con la muleta con gran habilidad, apartándola de la querencia de los caballos muertos, le dio tablas en las del 1 y lo echó a rodar de una estocada magnífica hasta la mano. La segunda ovación fue más grande que la primera.» Así nos describió El bachiller González de Ribera la corrida en que los matadores sevillanos quedaron muy por debajo de los cordobeses... en esa ocasión. El 12 de septiembre se celebró en Fitero (Navarra) una corrida de cuatro toros de Zalduendo, para José Rodríguez Davie (Pepete), actuando Calerito de sobresaliente de espada. Mató los dos primeros y escuchó grandes aplausos. Salió el tercero, Cantinero , retinto oscuro, bien armado y de mucha romana. Tomó una vara de Cerrajas, entró Pepete al quite y lo lanceó con dos medias verónicas; al terminar dando una larga, el animal le cortó el terreno, saltando tras él la barrera y cayendo al callejón -como de costumbre y en casi todas las plazas, entre ellas la Monumental de Zacatecas- estaba lleno de espectadores, y el diestro fue enganchado y lanzado al redondel. En brazos de sus compañeros entró en la enfermería, donde los médicos le apreciaron una herida de dieciocho centímetros de profundidad por seis de anchura en la cara posterior del muslo izquierdo, de pronóstico grave. A las seis y media del día siguiente falleció entre agudos dolores. El 17 de septiembre, Figuerito , de don José Moreno Santamaría y Hermano, lidiado en Zalamea la Real, recibió 11 varas y mató seis caballos. Lo estoqueó Ángel Garufa Padilla. El 29 de septiembre, Morraíto , de Murube, fue banderilleado en Madrid con notable lucimiento, por Rafael Martínez (Manene chico) y en
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Los Poderosos Toros de Ayer... la fecha del 9 de octubre del mismo año, a Lagu- nero, de la ganadería también española, del conde de la Patilla. Nos permitimos recordar al lector que el (05-05-1899), banderilleó por primera vez en la plaza de Madrid, Manene chico, en unión de Juan Molina, pasando inadvertido, no reapareciendo hasta el 29 de septiembre citado. El (29-10-1899), se despidió de la afición de Barcelona, el matador de toros José Lara (Chicorro) -nacido en Algeciras (Cádiz) el (19-031839)-, en una corrida de seis toros de don Filiberto Mira, para él, que tenía entonces sesenta años de edad, su sobrino Jerezano y Parrao. En el toro cuarto hasta se rejuveneció el amigo Chicorro, tal vez acordándose de sus buenos tiempos, de aquellos en que cortó la oreja de un toro en la plaza madrileña, cuando nadie había tenido hasta entonces tal honor. Fresco, tranquilo, valiente, llegó hasta la cara del cuarto toro, después de pronunciar con verdadera energía el característico ¡fuera todos!, y en medio de los aplausos del público dio dos pases altos y uno ayudado, lo que le valió una ovación y música, continuando con uno natural y otro ayudado, para señalar un pinchazo superior, con justicia aplaudido, repitiéndose la ovación al propinar una estocada que hizo moder el polvo a Pode- roso, sin necesitar puntilla. Se le concedió la ore ja del bicho en medio de un diluvio de cigarros y un entusiasmo jamás visto en la plaza. Lo que de él escribió don Juan Franco del Río, lo podrá encontrar el lector interesado, si es que no lo leyó en las páginas anteriores, en el toro de nombre Lumbrero, de la misma fecha y corrida a propósito de la despedida de José Lara (Chicorro) en la plaza de Barcelona: «Chicorro. ¡El héroe de la fiesta! Cuando en el toro tercero le devolvió estoque y muleta su sobrino, Manuel Lara Reyes (Jerezano), y se dispuso, montera en mano, a brindar a la presidencia la muerte del toro Lumbrero, negro zaíno, señalado con el número 40, el público, con rara unanimidad, gritó con verdadero interés: «¡Que no! ¡Que no! » Pero el veterano Chicorro, con extrema energía, se impuso al público y a sus compañeros, que querían arrebatarle los trastos de matar, y después de pronunciar el brindis con visible emoción, se dirigió en busca del de Mira, al que le dio sólo tres pases por alto, y lo hizo rodar como un rayo de una
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estocada entera y algo caída. La ovación no tuvo límite y el entusiasmo fue incomparable. El público se lanzó al ruedo para abrazar y besar al viejo José, siendo cogido en brazos y conducido hasta el palco presidencial. El ruedo se llenó de botas de vino, americanas, blusas, zapatos, gorras, sombreros y puros, y por petición general le fue concedida a Chicorro la oreja de la víctima...
El Recuadro-1899 El número total de varas recibidas por los 3 toros notables estudiados a lo largo del año 1899, de los que sólo de tres tenemos información, fue de 26 y mataron 13 caballos; es decir, que ese año, los tres astado mataron una media de 4,3 caballos y recibieron 8,6 varas. La proporción fue de 1 caballo muerto por cada 2 varas. El astado que más varas recibió ese año fue «Figuerito», de don José Moreno Santamaría y Hermano, lidiado en Zalamea la Real el 17 de septiembre, recibió 11 varas y mató seis caballos. Lo estoqueó Ángel Garufa Padilla. 1900: El año 1900, último del siglo XIX, refle ja ya un claro decaimiento de la fortaleza biológica de los toros bravos. Para muestra un botón, dice el viejo dicho. Basta comparar el cambio experimentado en una ganadería de las más famosas de España, la de Carriquiri, después Espoz y Mina: «Llavero», chorreado, claro y ojo de perdiz, lidiado en Pamplona el (07-07-1900), tomó siete varas dio siete caídas y mató siete caballos, siendo estoqueado por el famoso diestro sevillano Antonio Fuentes. «Llavero», de la misma ganadería, recibió 53 varas y debió matar más de 20 caballos, el (14-10-1860)... a sólo 40 años de distancia. Y si acaso, dependiente del país y de la categoría de la plaza, a un toro, como el lidiado en 1900, en la de Tlaquepaque (Estado mexicano de Jalisco): «Valiente», de la antigua ganadería mexicana de Atenco, se le consideró «un bravísimo animal», porque mató
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