«Un amor bien regulado»: los afectos
m ag isteriales isteriales
en la educación AnaLauraAbramo AnaLauraAbramo wski
El eros pedagógico: entre romances fugaces y amores eternos No es sin amor” que suced sucedee la educaci educación. ón. Así, se estaría asumiendo la nece
sidad !«es con»" del amor en la educación, pero, al mismo tiempo, la dificultad de definirlo positi#amente$% El amor en la educación suele tratarse tomando una noción de &olanyi citado en !'irsc(man, $)*+:**" como una «dimensión tcita»: la presencia prese ncia del amor, su necesidad, y (asta la opinión sobre -l, serían tan ob#ias .ue no (arían falta demasiadas sistemati/aciones, definiciones definiciones o e0plicaciones% &ero 1de .u- trata este amor2 13ul es su intensidad, su te0tura, su tempera tura2 1Amor entre .ui-nes2 1A .u-2 1por .u-2 14esde cundo2 1'asta cundo2 Algunas de estas preguntas animan este traba5o$, moti#ado, en una primera ins tancia, por la constatación de una creciente, y al mismo tiempo difusa, centralidad de los afectos en la escena pedagógica: &or un lado, #ie5os argumentos (ablan de la docencia como una profesión preexiselegida, en gran medida, «por el amor a los ni6os»7% Un particular y preexistente afecto por los c(icos fue y contin8a siendo, para muc(os 5ó#enes,
$ 9o es sin» dice ermn arcía !$)))" «es un giro para decir .ue una cosa implica otra, pero .ue a la segunda segunda no podemos podemos definirla»% Esta Esta e0presión, utili/ada (abitualmente (abitualmente para para (ablar del inconsciente, es usada por este psicoanalista para tocar el tema de las pasiones% ; Este articulo se desprende de una in#estigación, actualmente en curso, dirigida por la 4ra%
Argentina% =lacso>Argentina% 7 En un estudio de Alliaud A% y colaboradores !$))?" los moti#os de elección de la carrera >
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moti#o suficiente para elegir la carrera docente% Un afecto .ue, adems de pree0istente, se considera necesario para lle#ar adelante la ardua tarea de educar: «te deben gustar los c(icos para ser maestra>o» es una sentencia de larga data, pero toda#ía efecti#a% La e0presión (abla tambi-n de una ternura natural, espontánea, tal #e/ súbita .ue generarían los ni6os a los adultos .ue se disponen a ense6arles, .uienes, rendidos, no tendrían otra alternati#a .ue .uererlos% En esta línea, .ue liga al afecto por los ni6os con lo #ocacional, el traba5o docente, aun siendo una labor no muy bien remunerada, se acep taría por traer consigo recompensas afecti#as @% Un enunciado .ue podría condensar la modalidad de este afecto magisterial sería: «uiero a los c(icos, siempre los .uise, y por este amor (e decidido dedicarme a ense6arles»% ;" &or otro lado, los dictados de las psicologías y las pedagogías centradas en el ni6o y el aprendi/a5e desde (ace muc(os a6os #ienen contribuyendo a dar centralidad al cari6o y al afecto en la educación% Bomando marcada dis tancia de las prcticas ulicas magistroc-ntricas consideradas autoritarias y #erticales, afirman .ue es necesario vencer la distancia .ue separa a maes tros de alumnos, creando y manteniendo un espacio intimo entre ambos?% El imperati#o de conocer a los c(icos, saber .ue les pasa y .u- sienten ms all de su condición de alumnos re.uiere, para ser practicado, .ue se ponga en 5uego algo del orden de la afecti#idad% 7" Una cuestión propia de la -poca contempornea .ue afecta tambi-n al escena rio educati#o es a.uel mandato de autenticidad .ue proclama: «s- t8 mismoC «lib-rate»% Esta nue#a norma .ue nos impulsa a con#ertirnos en nosotros mis mos, tal como ayer nos e0igía ser disciplinados y obedientes !E(renberg, ;DDD", demanda un «yo» e0pansi#o y una imponente personalidad F .ue debe sacar, de adentro para afuera, sentimientos, iniciati#a, empu5e, in#enti#a y carisma% Así, se incita al maestro>a a re#elar sus emociones íntimas, a desin(i birse, a generar las distancias, a generar espacios y momentos de intimidad% G docente ms frecuentemente mencionados por una muestra de alumnos de D@>D7, www%nale5andria%com"% ?% Oeg8n afirma Erica McPilliam !$)))", la e0presión «todos los o5os depositados en míC (a de5ado de ser la medida de la e0celencia docente para pasar a ser una se6al de su regresión% % En un artículo .ue lle#a por título «&rofesionali/ación y 3apacitación docente», Bedesco sos tiene .ue «desde (ace ya muc(os a6os, los especialistas en este tema recomiendan poner el acen to no sólo en las calificaciones intelectuales de los futuros docentes sino en sus características de personalidad»%
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MAGISTE RIALES
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Qtra cosa .ue (ace tiempo #iene con#ocando a poner en el centro de la escena educati#a al afecto es la comprobación de su supuest a falta! c(icos carentes de afecto carencia deducida de malos comportamientos, de con ductas agresi#as, de problemas de aprendi/a5e o de datos de la composición similiar, entre otros indicadores obligarían a los profesores a brindarlo compensatoriamente para .ue la ense6an/a y el aprendi/a5e de5en de resultar tan dificultosos% En este caso, un maestro imaginario diría: Iuiero a los c(icos por.ue otros !los .ue deberían (acerlo" no lo (acen y por.ue si no son .ueridos no pueden aprender»% Un fenómeno tambi-n propio de estos tiempos, y ligado al punto anterior, es la llamada contención afectiva a cargo del docente % Ante la constatación de la falta de afecto, sería el maestro o profesor el encargado de darlo, supliendo lo .ue la familia y otras instituciones no prestan% Algo .ue se suele agregar a este diagnóstico es .ue, en este mismo mo#imiento de brindar afecto !en sus #ariadas formas: acariciando, alimentando, escuc(ando problemas, curando (eridas, sacando pio5os, etc%", se estaría relegando la tarea específica de ense6ar% uienes impugnan esta modalidad del afecto magisterial R.ue forma parte de un fenómeno mayor llamado asistencialismo tal #e/ tomarían la e0presión de ermn arcía para a#an/ar un paso ms y decir: es cierto, la educación "no es sin# amor, pero tampoco puede reducirse sólo a eso% Ac el maestro imaginario sentenciaría: «Los .uiero por.ue otros no lo (acen y esto me consume el tiempo destinado a ense6ar !y despu-s la gente dice .ue lo 8nico .ue (ago es .uererlos"»% &or otra parte, denuncias de acoso se0ual, la conformación de pare5as de amantes entre docentes y alumnos y tratos dudosamente afectuosos entre profesores y estudiantes+ casos dados a conocer por los medios de comunicación, pero no instalados toda#ía en el debate educati#o local tambi-n tienen .ue #er, es ms .ue ob#io, con el tema del amor en la educación% =inalmente, el cari6o y el afecto confluirían a la (ora de enumerar las cualidades de lo .ue se considera un «buen docente»: un buen docente, adems de preparado y bien formado, debe ser afectuoso, cari6oso, dulce, clido% ,
* «Oi se decide .ue el maestro simplemente FIsustituyaI a la familia en el cumplimiento de cier tas de contención afecti#a o de orientación -ticomoral !corno es ciertamente el caso en ciertos conte0tosS el resultado es un retroceso en el perfil profesional de la acti#idad% La maestra Tmadre sustitutaI est le5os de la maestra profesional especialista en ense6an/a y aprendi/a5e de determinados contenidos culturales socialmente #lidos» !Bedesco y Benti =anfani, ;DD;"% +'ace unos a6os, trascendió en la prensa el caso de un profesor de educación física .ue fue ec(ado del colegio secundario en el .ue traba5aba por (aber sentado a una alumna de $@ a6os en sus rodillas% 3uando se lo reprendió por este (ec(o, manifestó .ue se relacionaba de ese modo con la estudiante por.ue «la .uería muc(o», y al decir esto, puso de pie a la c(ica «acomodando el bra/o derec(o sobre la cintura de ella»% El telegrama de despido sostenía .ue la decisión de separarlo del establecimiento se debía a «actos contrarios al decoro moral» !Abiad, ;DD7"%
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EDUCAR; FIGURAS Y EFECTOS DEL AMOR
3omo puede #erse, pareciera .ue asistimos a una progresi#a "afectivi$ación# de las relaciones pedagógicas. a sea por.ue la crisis social re.uiere de docentes .ue, ante todo, contengan a sus alumnos afecti#amente, por.ue ante magras recom pensas pecuniarias se ubican en el centro las retribuciones afecti#as o por.ue la desautori/ación de prcticas de ense6an/a ms o menos autoritarias, #erticales y rígidas (ace tiempo est (abilitando relaciones menos distantes, ms íntimas y afecti#as entre docentes y alumnos, los maestros y profesores parecen (aberse #uelto ms querendones .ue antes% Algo para tener en cuenta, y no menor, es .ue la progresi#a afecti#i/ación de la figura del docente suele recortarse contra el fondo de un pasado siempre impreciso en el .ue los docentes (abrían sido distantes, se#eros, rígidos, fríos% Mientras tanto, el amor magisterial sigue mostrndose reacio a ser definido positi#amente% Qscilando entre romances fugaces y amores eternos, el eros magisterial, por momentos, pareciera un fenómeno reciente, inaugurado por los a#atares de la actual psicología y las terapias de «e0pansión del yo»% En otras oca siones, el cari6o de los docentes por los alumnos .uiere mostrarse eterno, ms all y ms ac de tiempos y lugares% El ob5eti#o de mi traba5o es acercarme a algo .ue (e decidido llamar afecto magisterial, .ue se refiere, sobre todo, a a.uel .ue parte del docente y se dirige al alumno% Esto es, pretendo estudiar la configuración de la afecti#idad de la figura del docente% Mi indagación surge de las siguientes preguntas: %por qu& 'abra que querer a los ni(os para ense(arles) %*or qu& los maestros y profesores deberan sentir afecto por sus alumnos) %+e qu& está 'ec'o este afecto magisterial! %uál es su tenor, intensidad, temperatura, textura) %+esde cuándo existe el- man dato que dice que los maestros deben querer a los ni(os para ense(arles)
A estas preguntas iniciales se (an ido sumando otras .ue tienen .ue #er con: 1ante .u- problemas, temas, conflictos, situaciones, es con#ocada la cuestión de los afectos a la escena educati#a2 1u- es lo .ue los (ace surgir, resurgir, ad.ui rir centralidad o .uedar al margen2 13on .u- finalidad se lo llama a tomar parte en la escena pedagógica2 13ules son los supuestos beneficios de .ue el afecto ad.uiera un lugar allí2 13ul es la función o utilidad .ue se ad5udica a los afec tos en el #ínculo2 1&ara .u- (ay .ue .uerer a los alumnos2 1&ara .ue aprendan2 1&ara .ue se forme su carcter2 1&or .u- si en la casa no los .uieren, alguien tiene .ue .uererlos2 1&ara .ue no se porten mal2 1El amor es acaso un medio para conseguir algo !.ue aprendan, .ue se formen, .ue obede/can" o es un fin2»: en sí mismo !se .uiere a los c(icos, ante todo, por.ue sí, por.ue son .ueribles"2 1En nombre de .u- se .uiere, odia, cuida, etc%2 Algunas de ests preguntas estarn dando #ueltas en las pginas .ue siguen%
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T9o es sin» amor .ue sucede la educación, 1pero de .u- amor se trata2 Es cierto: «9o es sin» amor .ue sucede la educación, pero no es cual.uier amor el que tiene lugar allí, el .ue siente !o debe sentir" el docente (acia el alumno, ni esto fue siempre de la misma manera% Afirmar, adems, .ue «no es sin» amor .ue acontece el acto educati#o no es lo mismo .ue decir .ue «a los docentes les deben gustar los c(icos para poder ense6arles»V ni tampoco implica traducir y reemla/ar inmediatamente la palabra «amor» por «cari6oC"% En esta línea, sostener .ue «no es sin» amor .ue sucede la educación no tiene por ob5eti#o tra/ar un continuum inmutable de afectividad magisterial, ni mapear un piso de cari6o y siempre omnipresente en todas y cada una de las prcticas escolares de este y otros tiempos% Adems, la pretensión de dic(a empresa c(ocaría rpidamente contra los maestros de anta6o, rígidos, se#eros y (asta golpeadores% Oería demasiado apresurado, detrs de aporreos y tiradas de ore5as, pretender #er un cari6o solapado o sostener .ue, despu-s de todo, «cada uno .uiere a su manera»% 3astigos, (umillaciones y a/otes, aun perpetrados con las me5ores intenciones pedagógicas, insisten en mostrar los límites de esa cosa llamada amor% Bal #e/, sería me5or comen/ar a (acer 5ugar en el rubro de los afectos pedagógicos sentimientos tales como la crueldad, el odio o el rencor )% Entonces, 1de .u- amor trata el encuentro pedagógico2 En principio, de un amor .ue no es eterno, puro, natural ni siempre bien intencionado, sino ms Wbien (ec(o de sentimientos, placeres y emociones por dems ambi#alentes, cambiantes e (istori/ables% El #ínculo pedagógico trata, adems, de un amor .ue depende de constricciones, mandatos o regulaciones% 4ic(o de otro modo: «a .uerer, a sentir de determinada manera y no de otra, se aprende% Es la pedagoga australiana Erica McPilliam !;DD@" la .ue recurre a la noción de placeres inapropiados e inapropiados para e0plicar esta cuestión: Los «buenos» docentes se conducen de acuerdo a prescripciones sobre la buena ense6an/a .ue estn disponibles para ser pensadas y sentidas% 'ablar de afectos apropiados nos (ace prestar atención al (ec(o de .ue las probabilidades alrededor de nuestros deseos y nuestros place res no son naturales sino entrenadas% Este (ec(o permanece in#isible ba5o la apariencia de la buena pedagogía como «natural»% Es natural .ue un buen maestro deba cuidar a sus alumnos, Es natural .ue un maestro deba .uerer saber sobre sus alumnos% Es fcil ol#idar, tal como &eter 3ryle plantea, .ue la GG naturali/ación» es ella misma una construcción moderna, una forma de organi/ación del lengua5e a tra )%Nale aclarar .ue esa #ía de indagación, la de los odios y crueldades pedagógicas, no ser abordadV en el presente traba5o%
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#-s del cual ciertas ideas sobre lo .ue es correcto se #uel#en pensables% Entonces, cómo llegamos a sentir ense6ando, como llegamos a desear a.uellos placeres .ue ello proporciona, puede ser encendido como un dominio .ue es, antes .ue espontneo, gobernado% Los placeres .ue sentimos como «buenos» maestros no son ilimitados pues son producto de discursos disciplinarios% Ma0imi/amos nuestros placeres pedagógicos traba5ando dentro de las reglas discursi#as de «ense6an/as apropiadas»% Oi esas reglas dictan .ue las relaciones de dedicación y cuidado son el modo correcto de ense6ar, entonces esto es lo .ue nos «sale» (acer% 4ecir .ue el placer o el «sentir cari6o por los ni6os» se entrena y disciplina, .ue no es natural, espontneo m inmutable no significa en absoluto negar la e0is tencia real de sentimientos% &or el contrario, esta afirmación conduce a sostener .ue los sentimientos efecti#amente sentidos por los docentes no se ale5an, sino .ue son producto de los sentimientos pensables, decibles y disponibles para ser sentidos en determinados tiempos y espacios $D% El planteo de McPilliam permite a#an/ar en muc(as direcciones% Una de ellas es la .ue lle#a a abandonar la idea de una marc(a progresi#a y ascendente (acia la optimi/ación de las prcticas pedagógicas% McPilliam !$)))" cuenta .ue las e0ten sas con#ersaciones en la mesa de la cocina con su mam y sus dos tíos Rlos tres, maestros de escuela en Australia en la d-cada del cincuenta fueron para ella las primeras prcticas de entrenamiento en el rubro de los placeres pedagógicos% Oeg8n las an-cdotas rememoradas, en ciertas y apropiadas circunstancias, sus familiares pegaban, sacudían y /amarreaban a sus estudiantes, y esto en absoluto los con#er tía en malos maestros% &or el contrario, eran malos maestros, por a.uel entonces, a.uellos docentes .ue no pegaban correctamente, en su 5usta medida, en el momento indicado% Aun.ue cueste aceptarlo, los castigos corporales o el trato indi ferente (acia los alumnos no eran prcticas equivocadas .ue fueron sabiamente superadas en el camino (acía el progreso, sino productos (istóricamente situados% &or otra parte, (ablar de la regulación o de la domesticación de las pasiones no implica pensar solamente en procesos restricti#os o coerciti#os% 3uando Mic(el =oucault !$))D:$*", criticando la «(ipótesis represi#a», decía .ue el poder no es sólo represi#o, sino tambi-n producti#o, estaba sosteniendo .ue el poder, adems de reprimir, censurar y pro(ibir, incita. En el caso de los afectos, $D% Xemo Hodei !$))*:)", un autor .ue se traba5ar en el pró0imo apartado, cuando (abla de las pasiones en su relación con la ra/ón dice algo en una línea similar: en Xa/ón y FFpasionesI forman parte de constelaciones de sentido teórica y un culturalmente condicionadas, aun cuando para nos otros sean familiares y ya difíciles de sustituir, FIXa/ónI y IpasionesI son, pues, t-rminos pre5u/ gados, .ue es necesario (abituarse a considerar como nociones correlati#as y no ob#ias, .ue se definen recíprocamente !por contraste y por diferencia" sólo dentro de determinados (ori/ontes conceptuales y de específicos parmetros #alorati#os»%
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no se trataría entonces de #er e0clusi#amente cómo determinadas pasiones fue ron confinadas, doblegadas y encau/adas, sino de e0aminar, al mismo tiempo, .u- modos de sentir fueron incitados y autori$ados. En esta línea, T.uerer a los ni6os» podría entenderse como el resultado de la represión de ciertas pasio nes !por e5emplo, de algunos odios o crueldades, pero tambi-n de algunos amores demasiado intensos", como así tambi-n de la autori/ación de modos de #ínculación ms íntimos y cercanos con los estudiantes% Beniendo en cuenta .ue los amores, las formas de .uerer, son (istóricas y cambiantes, producto de regulaciones, tal como plantea Erica McPilliam, me interesa indagar en los matices y las variaciones de la afectividad de la figura docente. La pregunta .ue pondr- en 5uego en el apartado .ue sigue es:1desde 38ando (ay .ue brindar cari6o a los alumnos cuando se les ense6a2
Un romance no tan nue#o El punteo .ue da inicio a este escrito permitiría sostener .ue la escena pedagó gica actual se (alla crecientemente afecti#i/ada% La pregunta .ue le sigue a dic(a afirmación es la .ue apunta a los orígenes de ese cari6o% 14esde cundo y por .u- a los maestros se les pide .ue sean cari6osos2 13undo y por .u- comen/a ron a impugnarse los maestros (ura6os, distantes, se#eros, desamorados2 La (ipótesis de una in&dita y reciente afecti#i/ación del #ínculo pedagógico cae rpidamente por tierra ante un fragmento publicado en $);D en l onitor de la ducación omún .ue dice: «Oe necesita una maestra de #erdad, .ue ame su profesión, .ue no sea aptica, dormida, rutinariaV .ue animada del #i#o an(elo de perfeccionarse sepa producir siempre ms y me5orV .ue sinti-ndose feli/ en presencia de los ni6os confunda su alma con la de ellos, manteniendo esa simptica comunión de afectos .ue permite, al ni6o, manifestarse como es, ya" maestro, conocerlo bien» !cit% en Oarlo, $))+:@D"% &or otra parte, unos a6os antes, Oarmiento afirmaba .ue «la #erdadera sabi duría de la escuela consistía en pre#enir antes .ue en curar, en culti#ar los me5o res sentimientos de nuestra naturale/a, para lo cual las maestras mu5eres estn especialmente dotadas% 3on su simpatía y dul/ura pueden e5ercer su dominio sobre los ni6os y 5ó#enes ms groseros% En el rostro del maestro (ay un poder latente I.ue brilla con amor por los alumnos y entusiasmo por su noble causaFF» !tomado de im-ne/, en &uiggrós, $)):7;)"% En Argentina, a fines del siglo Y
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plina debe ser amablemente inducida% 4ice Adriana &uiggrós !ídem:7@l" .ue el Xeglamento para Escuelas Militares confeccionado en $)D) sostenía .ue los directores y maestros procurarían «mantener el orden y estimular la aplicación de los alumnos, siendo afectuosos, empleando la persuasión pre#enti#a y esfor /ndose en .ue -stos los 5u/guen nobles y 5ustos, y tengan respeto y cari6o»% Estas edulcoradas citas del siglo Y
Xa/ón #s% pasionesV «si no puedes contra tu enemigo, 8nete a -l» &or milenios los amores, las emociones, las pasiones se (an considerado impre#isi bles, turbadoras, peligrosas y destructi#as, contrapuestas a la ra/ón y al buen enten dimiento% A partir de esta relación de oposición binaria .ue se encuentra ya en la matri/ platónica de pensamiento, se sostiene en el dogma religioso cristiano y, de distintas maneras,aun toda#ía sigue operando se (a propuesto temperar, mode rar, e0tirpar y controlar los «concupiscentes» eflu#ios emocionales con la inter#en ción de la lu/ de la ra/ón !Hodei, $))*V 'irsc(man, $)*+"% El binarismo ra/ón pasiones puede #erse traducido en pares de opuestos tales como: lógica y ausencia de lógicaV orden y desordenV transparencia y oscuridadV ley y arbitrio !Hodei, $))*"% &ero el siglo YN<<, y sobre todo el YN<<<, fueron escenario de un resurgimiento y una amplia re(abilitación del asunto de las pasiones, consideradas, esta #e/, desde su positividad. 4ice Xemo Hodei !$))*:$ $" respecto de las pasiones .ue «aun.ue Zant persista en considerarlas un Icncer de la ra/ónI, 4escartes y Opino/a mientras tanto ya (an moti#ado el rol, los economistas e0altado la fun ción ci#ili/adora y los romnticos proclamarn dentro de poco la irrenunciabi lidad%
“UN AMOR BIEN REGULADO»: LOS AFECTOS MAGISTERIALES EN LA EDUCACIÓN
+)
4i#ersos intelectuales del siglo YN<< !entre ellos, =rancis Hacon, Haruc(, Opino/a, 4a#id 'ume" comen/aron a ocuparse de describir e in#estigar detalladamente las pasiones, con la con#icción de .ue ya no se podía depender del precepto religioso para ponerles freno !'irsc(man, $)*+"% Así, a medida .ue a#an/aba el siglo YN<<, de sostenerse la necesidad de coerción, represión y control de las pasiones, pasó a plantearse la necesidad de ci#ili/arlas o, me5or dic(o, de metaformasear las pasiones da6inas para transformarlas en benignasV esto es, hacer de lo destructi#o algo constructi#o» !ídem:;@"% «19o es posible discriminar» entre las pasiones y combatir el fuego con el fuego, utili/ar un con5unto de pasiones relati#amente inocuas para contrarrestar otras ms peligrosas y destructi#as o .ui/ para debilitar y domar las pasiones mediante las luc(as intestinas dedivide et impera0# !ídem:;+" l[ % Esta disección de las pasiones lle#ó a los filósofos a encontrar pasiones ben-ficas, prudentes, constantes% La idea del inter&s, como pasión calma, disciplinada, ra/onable$;, se #ol#ió de uso com8n entre los grandes moralistas a principios del O<LQ YN<<, dando lugar a una m0ima de gran popularidad, acu6ada por el estadista (ugonóte 4u.ue de Xo(an, .ue #ersaba: «El inter-s no mentir» !cit% en ídem:@7"% Los derroteros de la noción de inter-s le permiten a Albert 'irsc(man encontrar argumentos con#incentes para entender cómo fue construy-ndose el «espíritu» del capitalismo, esto es, cómo la codicia, la a#aricia y el deseo de lucro de5aron de ser condenadas para pasar a ser consideradas pasiones con#enientes y positi#as% &or su parte, Xemo Hodei !$))*:$+", en su intento por delinear una «eometría de las pasionesC en occidente, tambi-n ubica en el surgimiento de la economía política y en la introducción de la noción de inter-s un punto de infle0ión en el cual las pasiones comien/an a ser anali/adas con detalle y di#ididas en: «IcalmadasI, como las llamaba 'ume !o IfríasI, esto es, tran.uilas, permeables a la racionalidad y compatibles con una estructura de orden: los intereses, precisamente", y IagitadasI o IcalientesI !esto es, normalmente litigiosas, (iri entes, rebeldes a la ra/ón y a la #oluntad, o bien delicadas, pero #agas, (umorales, inconsistentes"»% Las pasiones «calientes» o «agitadas», ale5adas de cual.uier atributo de raciolidad, son rec(a/adas por la economía política y por los di#ersos desarrollos de la -tica y la costumbre y en#iadas al campo de la «irracionalidad» o de las emociones d-biles% Oe consideran turbias, poco inteligentes, cada #e/ ms ci-gas, mudas y abatidas, reducidas a puro mo#imiento del nimo, fluctuantes% 3ontin8a Hodei !ídem:;D": «El orden parece por esto reinar sólo entre las pasio $$% 4ice 'irsc(man !$O*H:7+" .ue toda la doctrina del contrato social es un producto de la estrategia de compensar pasiones sal#a5es a partir de pasiones «domadoras»% $; 3uando el t-rmino Iinter-sI se #ol#ió corriente en Europa Qccidental a fines del siglo YN
)D 9es tran.uilas o frías adaptadas por la economía política o por la ra/ón calculadora, mientras las otras pasiones parecen crecer sel#ticas y bra#íasC% Bal #e/ sobre este piso pueda comen/ar a comprenderse de .ue estn (ec(o los amores .ue Oarmiento, ya en el siglo Y
Para que los maestros quieran a los niños tiene que haber niños queribles
Una #erdad .ue (oy puede resultar de &erogrullo es .ue, para .ue el docente .uiera a sus alumnos, debe (aber ni6os .ueribles, .ue inspiren, por lo menos algo de ternura% Bal como lo se6alara oportunamente &(ilippe Aries ba5o la conocida fórmula de Tsentimiento moderno de infanciaC, la ni6e/ como ob5eto de amor, cuidado y ternura comen/ó a perfilarse, en Europa, a partir del siglo YN< !Narela y ]l#are/ Uría, $))$" Antes de esta -poca no (abía moti#os suficientes para encari6arse con los pe.ue6ines .ue, adems de abundar, no tenían pronosticada, en principio, una #ida demasiado prolongada% &ero el (ec(o de traer de manera desafectada (i5os al mundo comen/ó a ser re#isado en el marco de una nue#a recepti#idad ante los fenómenos de población y una nue#a actitud frente a la muerte !Nigarello, ;DD?"% En el siglo YN<<<, el llamado de atención frente a la despoblación !tal #e/ sin .ue la demografía (ubiera cambiado ob5eti#amente" Tda testimonio de una mayor atención al lactante, de una sensibilidad ms aguda ante los riesgos .ue enfrenta para sobre#i#ir y de un nue#o esfuer/o por (acer ms sistemticas ciertas pre#encionesC !idem:;+"% En el marco de estas transformaciones, nue#as prcticas, precausiones y preconceptos sobre la (igiene y el cuidado del infante fueron tomando su lugar% En relación con el cuidado y la educación del cuerpo, eorges Nigarello dice .ue a fines del siglo YN<<<, se insitía en promo#er una postura corporal natural considerada liberadora en relación con prcticas anteriores entendidas como coerciti#as% Esto confirmadice Tesos nue#os dis
$7 9o debería perderse de #ista, en un e studio en los amores en la educación, lo .ue 9orbert Elías !;DDD:$@@" (a llamado proceso de ci#ili/ación% Este proceso implicó una regulación global de emociones e impulsos #inculada a la internali/ación de pro(ibiciones .ue dieron lugar a la autoin(ibición y la autorregulación: T a lo largo de este cambio social, los seres (umanos se #en e0(ortados cada #e/ ms a ocultar de la mirada de otros, o incluso de sí mismos, acciones, manifestaciones instinti#as y apetitos .ue antes podían e0presar abiertamenteC%
“UN AMOR BIEN REGULADO#: LOS AFECTOS MAGISTERIALES EN LA EDUCACI ÓN_____________________ $1
cursos sobre la infancia, en los .ue a una mayor sensibilidad por su especifici dad se a6ade una pedagogía ms preocupada por su autonomíaC!ídem:$;"% 9o es .ue ant es de este período las caricias y mimos para con los ni6os (ubieran estado definiti#amente ausentesV lo .ue no se producía era el esfuer/o cons ciente de los adultos de comportarse de manera afectuosa con los pe.ue6os ya .ue esta modalidad del trato, o bien era e#aluada negati#amente, o directamente no se la consideraba #ital para la reproducción de la sociedad !Harrn, $))$"FI% &ero, paulatinamente, «el cuidado de los ni6os ganó terreno como preocupación social y la ternura se con#irtió en un #alor y (asta comen/ó a percibírsela como probable factor educati#oC !ídem: $D+"% Es oportuno, en e ste punto, traer a .uien (a logrado erigirse como el padre de la infanciaV ^ean^ac.ues Xousseau% 3omo es sabido, en su obra -milio, Xousseau !;DDD:)D" se ocupa de de5ar en claro .ue el ni6o es ni6o: «E$ no debe ser ni animal ni (ombre, sino ni6o»% Luego agrega .ue «la naturale/a (a for mado a los ni6os para ser amados y socorridos» !ídem:)?": «Amad a la infanciaV fa#oreced sus 5uegos, sus placeres, su amable instinto» !ídcm:+@"% Xousseau #a a tomar un lugar pri#ilegiado en este ensayo por.ue, adems de (aber contribuido con la pedagogía «in#entando» como suele decirse al ni6o como ob1eto de amor, su pensamiento cabalga en la tensión antes descripta entre la ra/ón y pasiones% 4ice en el +iscurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los 'ombres !$))+:;@+": «A pesar de lo .ue digan los moralistas, el entendimiento (umano debe muc(o a las pasiones .ue, a la recíproca, le deben muc(o tambi-nV es gracias a su acti#idad por lo .ue nuestra ra/ón se perfeccionaV sólo tratamos de conocer por.ue deseamos go/ar, y no es posible concebir por .u- .uien no tenga ni deseos ni temores (a de darse la molestia de ra/onar»% Oobre esta relación conflicti#a entre ra/ón y pasiones y, sobre todo, en la luc(a entre pasiones benignas y da6inas, calurosas y templadas, irn tomando forma los afectos magisteriales (acia el siglo YN<<<% &or eso, una buena alternati#a es seguir las pi stas .ue, respecto de este asunto, fue de5ando Xousseau en su milio o de la educación. ,
Xousseau ama a Emilio 3omo decía ms arriba, en milio puede #erse la tensión, propia de la -poca, entre la impugnación de las pasiones y su celebración, como así tambi-n la $@% 3uenta Harran !$))D:*?", estudiando el caso rioplatense, .ue a fines de siglo 0i0 un #ecino fu- a dar el p-same por la muerte de su (i5o a un rico estanciero y .ue este buen (ombre de campo estaba ms apenado por la muerte de un borrego .ue por la de su pe.ue6o ni6o: «El c(i.uilín ya criadito, .u- lstima», di5o el #ecino, a lo .ue el estanciero contestó: «Oi, lstima, pero (i5os se tienen, mas carneros finos no se (acen[»%
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E D U C A :R FIG UR ASY EFECT OSDELA MOR
luc(a sin tregua de las pasiones «buenas» contra las «malas»% En este #ai#-n, Xousseau pasa de afirmar .ue las pasiones debilitan al (ombre R«son nuestras pasiones las .ue nos (acen d-biles» !Xousseau, ;DDD:$+*" a feste5ar algo así como .ue las pasiones mue#en al mundo: «sólo la pasión nos (ace obrarV y 1cómo apasionarse por intereses .ue no nos afectan2» !ídem:;$D"% Xousseau critica .ue en la educación de los ni6os se proceda ec(ando mano a pasiones propensas a la corrupción del alma: «Xesulta e0tra6o .ue, desde .ue se inter#iene en la educación de los ni6os, no se (aya imaginado otro aparato para conducirlos .ue la emulación, los celos, la necesidad, la #anidad, la a#ide/, el #il temor, todas las pasiones más peligrosas, las ms prontas a desbandadas, y las ms a propósito para corromper el alma, incluso antes de .ue el cuerpo estformado» !ídem: ))V la cursi#a es mía"% luego, el autor de milio describe su propuesta para e#itar .ue las pasio nes peligrosas tengan sitio para irrumpir: «Oe (an ensayado todos los instrumen tos e0cepto uno, el 8nico precisamente .ue puede con#enir: la libertad bien regulada»% La libertad bien regulada, dice Xousseau, consiste en «encadenar» al ni6o con el solo la/o de la necesidad y de la fuer/a de las cosas, sin de5ar si.uiera .ue rec(iste% Esto lo (ar fle0ible y dócil «sin .ue ning8n #icio tenga ocasión de germinar en -lV pues 5ams se animan las pasiones en tanto .ue ellas carecen de efecto» !ibídem"% Unas pginas ms adelante, insiste: 9o e0iste su5eción tan perfecta como la .ue conser#a la apariencia de la libertadV se cauti#a así la misma #oluntad% El pobre ni6o .ue no sabe nada, .ue no puede nada, .ue no conoce nada, 1no est a #uestra mer ced2 19o dispon-is, con relación a -l, de todo cuanto le rodea2 19o sois el maestro para conducirle como os pla/ca2 Ous traba5os, sus 5uegos, sus placeres, sus penas, todo, 1no estn en #uestras manos sin .ue -l lo sepa2 %Oin duda -l no debe (acer lo .ue .uiere, sino .ue debe .uerer lo .ue #osotros .uer-is .ue (agaV no debe dar un paso .ue no lo (ayis pre #istoV no debe abrir la boca, sin .ue sepis lo .ue #a a decir !ídem:<7@"%
Oi bien Xousseau propone cautivar la #oluntad del ni6o, (aciendo .ue &l quiera lo que el preceptor quiere que 'aga, en absoluto plantea el recurso a la coerción o a la obligación% En su tarea pedagógica, el maestro no debe in#ocar su propia autoridad, sino .ue debe apelar a la autoridad e0ternaR de la naturale/a !4onald, ;DDD"% El camino para educar a los ni6os no es inculcarles el deber por la #ía de la obediencia por.ue: Al intentar persuadir a #uestros alumnos del deber de la obediencia, agregis a esta pretendida persuasión la fuer/a y las amena/as o, lo .ue es peor, la adulación y las promesas \%%%S 1u- deri#a de todo esto2 &rimeramente, .ue imponi-ndoles un deber .ue ellos no sienten, les
BIEN RECUL ADO »: LOS AFECTOS MAGI STERIALES EN LA EDUCACI ÓN________________________$3
indispon-is contra #uestra tiranía y los desviáis de sentir amor 'acia, vosotros2 .ue les ense6is a ser disimulados, falsos, mentirosos, para arrancar recompensas o sustraerse a los castigos !Xousseau, ;DDD:)*V la cursi#a es mía"% La persuasión no se logra recurriendo a la obediencia, a amena/as o a argumentaciones intelectuales% Bampoco persuadir es con#encer: Es una inepcia el e0igir de ellos .ue se aficionen a las cosas .ue se les dice #agamente son para su bien, sin .ue ellos sepan cul es este bien, y cundo se les asegura .ue obtendrn el beneficio siendo mayores, sin .ue ellos muestren a(ora inter-s alguno por este supuesto beneficio, .ue no acertarían a comprender% ue el ni6o no (aga nada ba5o palabra: nada es bueno para -l sino lo .ue -l siente como bueno% Lan/ndole siempre delante de sus luces, cre-is emplear la pre#isión y os e.ui#ocis% &or amarle con algunas vanos instrumentos de los .ue acaso no (aga uso 5ams, le arrebatis el ins trumento ms uni#ersal del (ombre .ue es el buen sentidoV le acos tumbris a de5arse siempre seducir, a no ser nunca nada ms .ue una m.uina en manos de los dems% uer-is .ue -l sea dócil de pe.ue6oV esto es .uerer .ue sea cr-dulo y enga6ado cuando sea mayor% Le decís sin cesar: «Bodo lo .ue yo os pido es para beneficio #uestroV pero no estis en edad de conocerloC Vu- me importa a mí .ue (agis o no lo .ue yo e0i5o2 Es para #os solo para .uien tra ba5is !ídem:;D7V la cursi#a es mía"%
&ersuadir a los ni6os no es amarlos con vanos instrumentos, atormentarlos con a.uellas palabras .ue no estn en condiciones de entender% El amor pedagógico .ue propone Xousseau no es mera seducción o palabrerío% Adems, llamati#amente !a los o5os del presente", Xousseau impugna el #ie5o c(anta5e pedagógico .ue implora: «te lo digo por tu bien, ya #as a #er cuando seas grande»% &or otro lado, en distintos pasa5es, Xousseau !ídem:?;" insiste con .ue sería saludable .ue el preceptor se con#irtiera en compa(ero de su alumno, atrayendo su confian$a, para .ue se forme un apego sólido entre ambos% &lantea .ue tiene .ue (aber una verdadera afección entre alumno y preceptor y .ue, incluso, lle guen a considerarse inseparables! «3uando ellos se consideran como obligados a pasar sus días unidos, les importa (acerse amar mutuamente, y por esta ra/ón llegan a .uererse» !ídem:?@V la cursi#a es mía"% Adems de detallar la modalidad del #ínculo entre alumno y preceptor, Xousseau se detiene en la figura del maestro: -ste debe ser .uerible, respetable, #irtuoso y, sobre todo, debe saber (acerse amar: «'aceos respetable a todo el mundoV comen/ad por 'aceros amar, a fin de .ue cada uno bus.ue complaceros%
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E D U C A :R F I G U R A S% EFECTO SDELAM OR
9o ser-is maestro del ni6o, si no lo sois de todo cuanto le rodeaV y esta autori dad no ser nunca suficiente si ella no est fundada en la estimación de la #irtud» !ídem: $D7"% Luego, Xousseau e0ige al maestro abrir su cora/ón, «pues no (aci-n dolo, el de los dems os .uedar para siempre cerrado% Lo .ue es imperati#o dar es #uestro tiempo, son #uestros cuidados, #uestros afectos, todo lo .ue sois» !ibí dem"% ms adelante agrega: «Maestros, abandonad los melindres, sed #irtuosos y buenos, .ue #uestros e5emplos se graben en la memoria de #uestros alumnos, en espera de .ue ellos puedan penetraren sus cora/ones» !ídem: $$ 7"% &ero amar a los ni6os, sostiene Xousseau, no implica mimarlos en e0ceso o concederles todo lo .ue piden% Bampoco significa e#itarles penas y sufrimientos, pues se corre el riesgo de (acerlos d-biles y capric(osos% 9o se trata de educarlos delicadamente, sino de buscar .ue sean robustos y fuertes% El amor rousseau niano no se muestra blando ni se sensibili/a fcilmente, es ms bien se#ero: «e0iste un e0ceso de rigor y un e0ceso de indulgencia, y debemos e#itar igual mente ambos% Oi de5is padecer a los ni6os, e0pon-is su salud, su #idaV los (ac-is miserables actualmenteV si les a(orris con e0cesi#o cuidado toda clase de males tar, los preparis para grandes miseriasV les (ac-is delicados, sensibles» !ídem:)7"% 3uando Xousseau describe con detalles, paso a paso, la educación de Emilio, est .ueriendo de5ar en claro .ue el tipo de afecto, el cuidado o la aten ción .ue el preceptor brinde al alumno redundar en la conformación de su carcter% Así, los ni6os sern tímidos, obstinados, d-biles, fuertes, capric(osos% Oeg8n cómo se los trate y .u- tipo de #ínculo se construya con ellos% «Bodo lo .ue somos nos es dado por la educación» es una de las m0imas ms famosas de Xousseau y #ale en este punto recordarla para pensar en el atributo de exterioridad .ue tiene la conformación del carcter del ni6o% En relación con el traba5o sobre el carcter, dice Alan 'unt !$)))" .ue en el siglo Y
Un amor bien regulado Entonces, 1de .u- estn (ec(os los afectos magisteriales2 1&or .u- los maestro deberían .uerer a los alumnos para ense6arles2 1u- temas o situaciones con #ocan a (ablar del !y a dar un lugar al" amor en educación2 13ul es el sentido de este amor2 1Es un medio para conseguir algo o es un fin en sí mismo2 1Es
“UN BIEN REGULADO»; LOS AFECTOS
MAGISTERIALES
EN LA EDUCACI ÓN________________$
En nombre de .u- se debería .uerer a los alumnos2 por 8ltimo, 1cuan no#edosa es la postulación de la necesidad de afecto en el #ínculo pedagógico2 Beniendo en cuenta .ue los afectos son producto de regulaciones (istóricas, no se trata de desec(ar la (ipótesis presentada al inicio acerca de la centralidad de LQO afectos en la escena pedagógica actual, sino de a#an/ar en su comple5i/ación: &or un lado, es posible #er en el mbito educati#o un cari6o (acia los alum nos>ni6os .ue se e0plica con un «por.ue sí», por.ue simplemente «gustan»% 4e a(í se (acen deri#ar tambi-n gratificaciones y recompensas% Bratndose del amor, este argumento tiene una legitimidad innegable% Oin embargo, el edificio afecti#o pedagógico no podr sostenerse por muc(o tiempo sobre estas patas sin tambalear: tanto la (istori/ación de la noción de ni6o como los estudios sobre las transformaciones actuales de la infancia $? de5an en e#i dencia .ue la ternura propia de los ni6os no es para nada natural. Entonces, y si esa ternura no se comprueba 1.u- ocurre2 1 si no todos los c(icos gustan a los maestros del mismo modo2 1Oe acaba el amor y listo2 ;" 14e .u- temperatura, intensidad, te0tura puede ser el afecto magisterial)
Xousseau describe un amor magisterial templado, sin e0cesos, ni permisi#o ni desmesuradamente rígido, pero .ue no de5aría de lado cierto tono de se#eridad% Oi bien las psicologías contemporneas (an a#alado un amor ms rela5ado y descontracturado y (an incitado al establecimiento de relaciones mis íntimas, la pelea entre pasiones agitadas y calmas sigue #igente, como así tambi-n el temor a la re#elación de pasiones peligrosas% La alarma ante los casos de acoso se0ual en las escuelas estaría dando cuenta de esto% 7" &or otro lado, 1de dónde «sale», o de dónde #iene, el afecto .ue siente el docente por su alumno2 Los imperati#os actuales de ser genuinamente uno mismo estarían diciendo .ue los afectos salen de adentro !bien aden tro" para afuera% En este escenario, el amor del preceptor rousseauniano podría resultar demasiado impostado, en tanto Xousseau no parece estar escrutando en su interioridad para #er si siente o no amor por Emilio% Bampoco el afecto del preceptor (acia su alumno estaría supeditado a las personalidades de ambos% 4e alguna manera, el atributo !e0terior" de «afec ti#idad (acia el alumno» .ue tendría .ue incorporar el maestro de Xousseau estaría #inculado con la conformación de su carcter en tanto docente% 4ice Alan 'unt !$)))" .ue a mediados del siglo YY el tema del carácter fue reempla/ado por el traba5o de la personalidad, sin la fi5e/a contenida en el carcter, sino relacionada con la autoformación personal (acia el autodes cubrimienro y con el traba5o de formar una identidad indi#idual distinti#a% La pregunta .ue sigue a esto es si e0isten acaso afectos puros o si algunos $?% Oobre este terna pueden consultarse los traba5os de Mariano 9arodowski y 3ristina 3orea e
EDUCAR: FIGURAS Y EFECTOS DEL AMOR
afectos son ms aut-nticos .ue otros% 3on Erica McPilliam es posible con testar .ue no, para luego afirmar .ue, en relación con los sentimientos sen tibles en estos tiempos, pareciera .ue la condición de su legitimidad sería su procedencia desde una interioridad bien profunda% @" Qtra cosa para seguir pensando es en el afecto magisterial en tanto compen satorio% El repaso de la obra de Xousseau muestra .ue esta idea es bastante no#edosa: Xousseau no dice .ue Emilio necesita cari6o del maestro por.ue no lo recibe en otro lado o por.ue otros no lo .uieren lo suficiente% Menos a8n el amor estaría poniendo en peligro la función bsica de ense6ar, sino todo lo contrario% Xesta indagar el origen de la antinomia .uerer #s% ense 6ar !o asistir #s% ense6ar", pero, en principio, el recorrido propuesto mues tra .ue se trataría de una relación binaria construida, no necesaria% ?" 1&or .u- (abría .ue .uerer a los alumnos2 1&or.ue son c(icos2 1&ara .ue aprendan2 1&or.ue sí2 1El amor es un medio o un fin en sí mismo2 Xousseau no parece un pedagogo enamorado del amor. Ou preocupación por persuadir al ni6o, por (acer .ue -l .uiera lo .ue el preceptor .uiere .ue .uiera, parece apuntar a culti#ar una nueva sensibilidad y una nueva sociabilidad. &odría a#en turarse .ue el sentido del amor e0cede la intimidad del #ínculo docente alumno o, dic(o de otro modo, no se agota en lo .ue siente cada uno, sino .ue tiene un fin mayor, la «producción del buen ciudadano» y de nue#os #ínculos !de amor, respeto" intersub5eti#os entre los ciudadanos !4onald, ;DDD"IIF% " =inalmente, tra/ando una continuidad entre Xousseau y los maestros con temporneos, podría decirse .ue todos quieren a sus «Emilios» para .ue aprendan, pero tambi-n, y .ui/s sobre todo, los aman por.ue les pasa lo mismo .ue a Xousseau !;DDD:$+$": «o contemplo al ni6o y me agradaV yo lo imagino (ombre y me place a8n msV su sangre ardiente parece calentar la míaV yo creo #i#ir de su #ida, y su #i#acidad me re5u#enece»% 1&or .u- los docentes deben .uerer a sus alumnos2 Nale la pena, creo, seguir manteniendo abierta esta pregunta%
$% 4ice ^ames 4onald !;DDD:*;" .ue «La producción del buen ciudadano es comprendida como la supuesta liberación del ni6o natural% Oi el FF(ombre nació libre y -l est, en todas parV2V acorraladoI, la futura libertad a la cual Xousseau aspira es a la transformación de esas cómemeV for5adas por la mente en compromisos e.uitati#os y recíprocos entre la sociedad y el indi#iduo, en #ínculos intersub5eti#os de unión y amor y respeto% El ciudadano #irtuoso es a.uel .ue #i#e esos #ínculos como sus propios deseos, como sus propias aspiraciones y como su propia culpa manifestando, así, una capacidad para el autodisciplinamiento% La moderna y bien ordenadaV constitución política depende menos de la coerción .ue de este autodisciplinamiento de los ciu dadanos libres, pudiendo, así, rei#indicar la autoridad de la #irtud y de la naturale/a»%
B&'(&)*r+,-+ AH
&ablo !;DD7", «El caso del profesor .ue sentó a la alumna en las rodillas», larn, Huenos Aires, ;;>D*>D7% 7 F^lXA9, ^os- &edro !$))D", 3istoria de la sensibilidad en el 4ruguay 5tomo6! La cultura brbara«: $+DD$+D", Monte#ideo, Ediciones de la Handa Qriental, =acultad de 'umanidades y 3iencias% !$))$", 3istoria de la sensibilidad en el 4ruguay !tomo <
ork, 3ambridge Uni#ersiry &ress% McPlLL 3apacitación docente», en www%iipe