L a misión de Editorial Vida es proporcionar los recursos
necesarios a fin de alcanzar a las personas para Jesucristo Jesucristo y ayudarlas a crecer en su fe.
LOS SIETE PECADOS CAPITALES DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS Edición en español publicada por Editorial Vida – 2008 Miami, Florida © 2008 por Willow Creek Association Originally published in the U.S.A. under the title: Te Seven Deadly Sins of Small Group Ministry Copyright © 2002 by by Willow Creek Association
Published by permission of Zondervan, Grand Rapids, Rap ids, Michigan Traducción: Alicia Guerci Guerci Edición: Carolina Galán Diseño interior: Good Idea Productions, Inc. Adaptación de Cubierta: Cathy Spee Reservados todos los derechos. A menos que se indique lo contrario, el texto bíblico se tomó de la Santa Biblia Nueva Versión Internacional. ©1999 por la Sociedad Bíblica Internacional. ISBN - 978-0-8297-4884-0 Categoría: Ministerio cristiano / General Impreso en Estados Unidos de América Printed in the United States of America 08 09 10 11 12 ❖ 6 5 4 3 2 1
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Published by permission of Zondervan, Grand Rapids, Rap ids, Michigan Traducción: Alicia Guerci Guerci Edición: Carolina Galán Diseño interior: Good Idea Productions, Inc. Adaptación de Cubierta: Cathy Spee Reservados todos los derechos. A menos que se indique lo contrario, el texto bíblico se tomó de la Santa Biblia Nueva Versión Internacional. ©1999 por la Sociedad Bíblica Internacional. ISBN - 978-0-8297-4884-0 Categoría: Ministerio cristiano / General Impreso en Estados Unidos de América Printed in the United States of America 08 09 10 11 12 ❖ 6 5 4 3 2 1
CONTENIDO
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1. Pecado Nº 1: Objetivos Objetivos ministeriales ministeriales poco poco claros claros . . . . . . . . . . . . . . . . 13 2. Estrategias y herramientas para desarrollar objetivos específicos específicos del ministerio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 3. Pecado Nº 2: Falta de un líder guía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 4. Estrategias y herramientas para elegir líderes guía eficientes . . . . . . . . 65 5. Pecado Nº 3: Estructuras Estructuras de capacitación capacitación insatisfacto insatisfactorias rias . . . . . . . . . . 77 6. Estrategias y herramientas para mejorar las estructuras de capacitación capacitación insatisfactorias insatisfactorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 7. Pecado Nº 4: Incumplimiento Incumplimient o de la formación constante de líderes . 105 8. Estrategias y herramientas herramientas para formar líderes líderes . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 9. Pecado Nº 5: Mentalidad Mentali dad grupal cerrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131 10. Estrategias y herramientas herramient as para transformar la mentalidad grupal . . . 145 11. Pecado Nº 6: Definición D efinición estrecha de grupo pequeño peque ño. . . . . . . . . . . . . 159 12. Estrategias y herramientas para ampliar el alcance de los grupos pequeños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175 13. Pecado Nº 7: Incumplimiento Incumpli miento del proceso de integración . . . . . . . . . 197 14. Estrategias y herramientas herramientas para para mejorar la integración integración . . . . . . . . . . . 211
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Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227 Anexo 1: Modelo de planificaciones del ministerio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 234 Anexo 2: Perfil de tarea del director de grupos pequeños de WCCC [Willow Creek Community Church]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241 Anexo 3: La función del instructor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246 Anexo 4: Componentes centralizados de la capacitación. . . . . . . . . . . . . . . 247 Anexo 5: Perfiles de los programas curriculares de Willow Creek. . . . . . . . 249 Anexo 6: Definición modificada de grupo pequeño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 251 Anexo 7: Proceso de integración en WCCC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253
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INTRODUCCIÓN ¿NECESITA TU IGLESIA UNA GUÍA DE SOLUCIÓN DE PROBLEMAS?
i tu iglesia tiene un ministerio de grupos pequeños, es probable que te identifiques con la siguiente historia sobre una iglesia que no avanza más. Hace cuatro años, First Community Church [Primera Iglesia Comunitaria] lanzó tres proyectos de ministerio entre los que se contaba el reavivamiento de una actividad en estado letal de grupos pequeños. Le pidieron a la directora de educación cristiana (que ya supervisaba la escuela dominical de niños y adultos, la actividad de OANSA, un puñado de grupos pequeños de discipulado y una reunión de mujeres) que emprendiera la tarea con los grupos pequeños. Ese año el esfuerzo dio como resultado la creación de once grupos pequeños nuevos, pero al año siguiente no se formó ninguno. Nadie se sintió particularmente molesto. Dado que la iglesia creció, se fue dividiendo en más departamentos. Mientras cada sección, incluso la de grupos pequeños, mantenga felices a sus integrantes y evite problemas, se le permite seguir adelante. Los grupos pequeños se consideran algo positivo. La iglesia cree que se mantienen sanos teológicamente porque cada grupo utiliza uno de dos materiales curriculares, ambos escritos por el pastor asistente. El año pasado la iglesia terminó las nuevas instalaciones, con lo que se duplicó el espacio para las reuniones y los demás ministerios. Esto hizo que la asistencia aumentara un sesenta por ciento en seis meses. No obstante, los que recién comienzan a asistir se quejan de que no pueden integrarse en la iglesia. Los grupos pequeños existentes en este momento tienen un promedio de diecisiete personas cada uno y no hay líderes nuevos en vista. La directora de educación cristiana se queja de estar exhausta, tratando de mantenerse al día con los dieciséis líderes y todos los otros ministerios, incluso uno nuevo para personas solteras. 5
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Los líderes de la iglesia están cansados de escuchar quejas. Le han pedido al pastor principal que trabaje con el equipo y proponga soluciones. Los ancianos están divididos en cuanto al proyecto de grupos pequeños. Algunos conocen iglesias donde estos grupos suplen las necesidades que surgen de un crecimiento rápido y profundizan el discipulado de los concurrentes. Un anciano que vio aparecer y desaparecer grupos pequeños duda de que esta estrategia funcione alguna vez en esta iglesia. (Después de todo, los grupos pequeños no son para todos.) Y el pastor principal y otros dos miembros del personal en realidad no están muy a favor del ministerio de grupos pequeños porque por lo general siempre llevaron a cabo actividades tradicionales basadas en programas ya establecidos. ¿Qué debería comenzar a hacer la iglesia First Community para desarrollar una estrategia que le dé una nueva proyección al ministerio de grupos pequeños? Quizá deberían analizar las tácticas actuales. O tal vez podrían estudiar el tema de los grupos pequeños en las Escrituras y a lo largo de la historia de la iglesia. ¿Qué deberían evaluar primero? Dado las limitaciones de tiempo, dinero y personas en la iglesia, ¿qué nivel de prioridad les deberían dar a los problemas clave? ¿Y quién puede saber si las nuevas estrategias van a funcionar? Si puedes responder claramente estas preguntas, devuelve este libro para que te regresen el dinero. Si no, te va a hacer bien. Guía de solución de problemas
El relato sobre la iglesia First Community es ficticio, pero típico de las congregaciones donde hemos trabajado, incluso Willow Creek Community Church [Iglesia Comunitaria de Willow Creek]. Recuerda que es muy bueno estar acompañado cuando uno se siente mal; por eso estamos contentos de que estés a nuestro lado. En otras palabras, ¡percibimos tu sufrimiento! Nosotros somos fanáticos de los nuevos dispositivos. Nos encanta adivinar cómo funcionan. Así que, cuando abrimos la caja y encontramos esas indispensables instrucciones del fabricante, tomamos papel, lápiz y un café y comenzamos a observar todos los detalles que aparecen escritos. Seguro... Si crees esto, ¡no eres fanático de los dispositivos! Los hombres verdaderos, en especial los que aman los dispositivos, no piden ayuda ni leen jamás las instrucciones. Esa es la idea. ¡La aventura, el misterio, el desafío! Hay que adivinar cómo es la cuestión. Pero aun los fanáticos de los dispositivos leen el final de las instrucciones porque siempre hay algo que funciona mal. Por esta razón, necesitan una guía 6
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de solución de problemas. Afortunadamente, si bien las instrucciones pueden llegar a tener docenas de páginas, las guías de solución de problemas son breves. La mayoría resume los problemas del aparato en dos columnas. La columna izquierda enumera los problemas y la derecha sugiere qué hay que verificar. Aun los dispositivos más complejos tienen relativamente pocas categorías «con probabilidad de funcionar mal». Tú ya sabes que el ministerio de grupos pequeños es más complejo que cualquier dispositivo promedio. ¿No te agradaría que el ministerio de grupos pequeños viniera con un manual del usuario y una guía de solución de problemas especialmente diseñados para tu iglesia? Hasta ahora, los «manuales del usuario» sobre grupos pequeños tal vez totalicen unas decenas de miles de páginas. Lo que nosotros anhelamos es tener una guía de solución de problemas que facilite el diagnóstico y recomiende soluciones eficaces. Por medio de la obra ministerial de Willow Creek y la consulta a otras iglesias hemos identificado algunas causas comunes (nosotros las denominamos «los siete pecados capitales») que desencadenan el fracaso del ministerio de grupos pequeños. Durante los años en que colaboramos con Willow Creek y otras organizaciones para solucionar problemas similares atravesamos grandes frustraciones, ajustes rápidos, «decisiones calamitosas» y «prácticas beneficiosas» a fin de descubrir soluciones básicas que funcionen. Este libro es lo mejor que logramos para ofrecerte una guía de solución de problemas para el ministerio de grupos pequeños. El corazón de Dios se entristecería al ver que el sueño de Jesús sobre la vida comunitaria (tal como se expresa en Juan 17) se disipa porque tú crees que estás enfrentando obstáculos impredecibles y sin solución. La verdad es que estas cuestiones son predecibles. Si tienes problemas en el desarrollo del ministerio de grupos pequeños, lo más probable es que se hayan originado en uno de estos siete pecados capitales. Resuelve cómo trabajar en estas siete áreas (como si averiguaras el proceso de funcionamiento interno de un dispositivo complejo), y lo más probable es que el ministerio de grupos pequeños funcione sin problemas. Este libro te ayudará a detectar los problemas e implementar las soluciones. No obstante, mientras desarrollábamos este método para solucionar problemas descubrimos que es una cuestión de buenas y malas noticias. La mala noticia es que no se puede tergiversar el sistema de grupos pequeños. De veras no se puede. Si ignoras tan solo uno de los siete conceptos clave, eso hará estragos en el ministerio. Y la buena noticia es que no se puede tergiversar el sistema de grupos pequeños. (¿No lo acabamos de decir? Te recuerda a Yogi 7
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Berra: «¡Otra vez déjà vu!») Entonces, ¿por que decimos que la mala noticia es la buena noticia? Si bien no se puede tergiversar el sistema, éste es sin duda algo grandioso. Es una gran manera de realizar el ministerio. No poder tergiversar el sistema reporta muchos beneficios. Visión general de los siete pecados capitales
Este libro le dedica dos capítulos a cada uno de los siete pecados capitales del ministerio de grupos pequeños. El primero te ayuda a detectar el problema y el segundo proporciona soluciones, es decir, el «ajuste». Los siete pecados siguen un orden lógico, pero siéntete con libertad de leerlos sin seguir la secuencia provista. Puedes leer este repaso general y luego dirigirte inmediatamente al tema donde necesites más ayuda en este momento. Esta visión general te servirá de referencia inmediata para la solución de problemas en el futuro. Es probable que, tal como nos sucedió a nosotros, descubras que has cometido la mayoría o incluso todos los errores. No pasa nada. Se describirá la penitencia que hay que cumplir. (No obstante, no se puede comprar ningún indulto.) Pecado Nº 1: Objetivos ministeriales poco claros
El capítulo 1 te ayudará a diagnosticar si padeces de objetivos inespecíficos del ministerio. La pregunta fundamental es si has decidido qué papel han de desempeñar los grupos pequeños dentro de la obra general de la iglesia (qué serán cuando «crezcas») y si has escogido un método para lograr objetivos específicos. Te ayudaremos a decidir entre ser una iglesia con grupos pequeños o de grupos pequeños, para lo cual es necesario enfatizar particularmente la importancia de tomar una decisión definida. Cuando termines este capítulo, te garantizamos que serás capaz de determinar el nivel de claridad que posees en este momento. El capítulo 2 ofrece estrategias y herramientas para desarrollar objetivos específicos en el ministerio, tanto en el aspecto de la iglesia en su totalidad como en los ministerios en particular. Examinaremos estrategias alternativas que incluyen los aspectos correspondientes a alcance del cuidado, requisitos del liderazgo, propósito del grupo y componentes de la reunión, la integración y la multiplicación de ese grupo. Esto requerirá comunicación, coordinación y colaboración para vincular la planificación de la actividad de la iglesia en general y de las áreas de ministerio entre sí.
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Pecado Nº 2: Ausencia de un líder guía
El capítulo 3 te ayudará a detectar los problemas relacionados con el líder guía. «Líder guía» es el término que se emplea en Willow Creek para referirse a la persona que encabeza el ministerio de grupos pequeños de una iglesia. Nos centraremos en las decisiones clave que debe enfrentar un líder guía en ciertos momentos y cómo hacer para elegir a la persona que cumpla esa función. Además elaboraremos una descripción de su tarea. Si solucionas este asunto estarás en condiciones de crecer y permanecer durante mucho tiempo. Las estrategias y herramientas del capítulo 4 para desplegar un liderazgo eficiente resolverán los problemas. Expondremos las cualidades esenciales de un líder guía y explicaremos en qué debe centrar su atención. Ayudaremos a estos líderes dirigentes a determinar cuál es el objetivo y la estrategia, a seleccionar a individuos, a trabajar en equipo y a monitorear el progreso. Pecado Nº 3: Programas de capacitación insuficientes
Todas las iglesias con que trabajamos luchan con el tema que se trata en el capítulo 5: identificar los síntomas y las causas de la insuficiente capacitación que se lleva a cabo en los grupos pequeños. Definiremos el concepto de alcance del cuidado para desarrollar una actividad beneficiosa, analizaremos una estrategia de pastoreo que los instructores puedan utilizar con los líderes y explicaremos cómo respaldar y desarrollar grandes líderes. El capítulo 6 proporciona estrategias y herramientas para tener un programa de capacitación eficaz. Incluye las características requeridas para llevar a cabo la capacitación, además de modelos prácticos para capacitar a instructores. También comentaremos cómo puede el personal de la iglesia supervisar mejor los grupos de capacitación. Pecado Nº 4: Incumplimiento de la formación continua de líderes
El capítulo 7 señala los peligros y los resultados de la falta de un programa para formar líderes. Describiremos en qué consiste la cultura del desarrollo eficaz de líderes para que puedas compararla con una iglesia que no la tenga. Explicaremos por qué es vital que, dentro de tu área de ministerio, seas un modelo de la formación de líderes. Advertencia: Si no empleas una estrategia de aprendizaje para formar líderes, en la que también se tenga en cuenta la diferencia entre líderes asistentes y aprendices, ¡no tardará en manifestarse el error! La buena noticia es que el capítulo 8 proporciona estrategias y herramientas para formar líderes. Detallaremos la idea de los «grupos turbo», una solu9
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ción significativa para incrementar la cantidad de líderes. También explicaremos cómo crear un clima propicio para la formación de líderes de manera que se incorpore al sistema de grupos pequeños. Pecado Nº 5: Mentalidad grupal cerrada
El capítulo 9 le echa un vistazo al problema y a las causas básicas de los grupos cerrados; grupos que no tienen una silla disponible. La existencia de demasiados grupos pequeños limita la eficacia de este ministerio. Las causas que generan los grupos cerrados son falta de visión, falta de seguimiento y respuesta ante el tamaño del grupo, mal ejemplo en cuanto a la silla disponible y confusión sobre cómo se procura integrar a los nuevos. El capítulo 10 nos dice cómo abrir los grupos cerrados. Hemos visto grupos que ciertamente han ocupado las sillas disponibles con creyentes alejados y gente que desea integrarse. Explicaremos cómo aplicarlo en tu iglesia y te incentivaremos para que seas valiente al promover este movimiento trascendental frente a la congregación a fin de que la comunidad crezca como resultado de la obra continuada tanto en un grupo como en una vida. Pecado Nº 6: Definición estrecha de grupo pequeño
El capítulo 11 te ayudará a detectar si posees una definición demasiado limitada del concepto de grupos pequeños. Examinaremos las definiciones comunes de grupos pequeños y describiremos el rango de posibilidades que estos incluyen. Necesitas a líderes que entiendan el propósito de los grupos pequeños. Te mostraremos cómo emplear el concepto de «continuidad de los grupos pequeños» para que puedas determinar los elementos que limitan tu ministerio. El capítulo 12 explora cómo ampliar el alcance de los grupos pequeños que posees. Muchas iglesias están descubriendo innumerables tipos de grupos pequeños que conectan a las personas y las ayudan a madurar espiritualmente. Describiremos patrones de maduración para que puedas ampliar de manera creativa la definición que tienes de los grupos pequeños e incorpores más vida grupal a la congregación. Pecado Nº 7: Incumplimiento del proceso de integración
El capítulo 13 trata una lección importante que tuvimos que aprender a medida que nos comprometíamos más con el ministerio de grupos pequeños. Cuando se desarrollan estrategias de integración, la ignorancia no es una bendición. No subestimes el potencial que poseen las reuniones más numerosas 10
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para «alimentar» los grupos pequeños. Las reuniones de tamaño intermedio, tales como escuelas dominicales, estudios bíblicos para adultos y programas especiales pueden ayudar a integrar los grupos en la totalidad del cuerpo de la iglesia. Averigua si la estructura que aplicas actualmente descuida las posibilidades de integración. El capítulo 14 muestra cómo conectar a las personas mediante actividades de integración bien programadas. Expondremos una estrategia para toda la iglesia a fin de ayudar a la gente a participar en varios ministerios o grupos pequeños que favorezcan la vida comunitaria mediante redes en continuo desarrollo. Mostraremos cómo reunir y evaluar la información para lograr este objetivo. Antes de que entres en el confesionario
En este libro encontrarás historias de iglesias que se encuentran en diversas etapas de transición en sus grupos pequeños. Las pautas sobre transición y liderazgo que te ofrecemos se centran en una decisión o discernimiento específicos del líder: tener la seguridad de que la luz que aparece al final del túnel no es un tren. Esperamos que los anexos te resulten muy beneficiosos. Incluyen herramientas que utilizamos tanto nosotros como otras iglesias para implementar las estrategias que se describen en este libro. Si estas herramientas no se adecuan exactamente a tu situación, al menos es probable que te cultiven el pensamiento para desarrollar estrategias apropiadas para tu iglesia. Tal vez hayas decidido dedicarte al ministerio de grupos pequeños después de leer nuestro libro Building a Church of Small Groups [Cómo construir una iglesia de grupos pequeños]. Aun así, es inevitable que te enfrentes con mesetas y obstáculos, tal como sucedió con First Community Church. La vida nunca se desarrolla conforme a un plan, y el ministerio de grupos pequeños jamás sigue exactamente el modelo. ¿Recuerdas la ahora famosa indirecta del comandante del Apolo 13, Jim Novell? «Houston, hemos tenido un problema», dijo después de la explosión de un tanque de oxígeno. Esta explosión dañó el otro tanque de oxígeno y también los sistemas de propulsión, de agua y de navegación del módulo de comando. Obligados a refugiarse en el módulo lunar, los astronautas se dieron cuenta de que los filtros de monóxido de carbono estaban fallando. Los receptáculos con forma cuadrada de los filtros que habían rescatado del módulo de comando no encajaban en las aberturas redondas de los receptáculos del módulo lunar. Tenían que resolver el problema… o morir. 11
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Me encanta la escena que se desarrolla tanto en la película como en el libro cuando los controladores de tierra captan la magnitud del problema. Los ingenieros se reúnen alrededor de una mesa cubierta de lo que parecen ser restos de una venta de artículos usados: bolsas plásticas, guantes, cartones, cintas y cuerdas. El líder dice: «Esto es todo lo que tienen para trabajar. Su labor es diseñar cómo conectar los receptáculos de los filtros usando solamente estos materiales, y luego enseñarles cómo implementarlo. Tenemos apenas unas horas antes de que el aire se vuelva mortífero». Los riesgos eran elevados. El tiempo, los recursos y las personas escasos. (Se parece a la iglesia local, ¿no?) Afortunadamente, el equipo elaboró un mecanismo de rescate que purificó el aire para tres astronautas desesperados. El exitoso rescate ha pasado a la historia. Tu situación no es muy diferente. Enfrentas el abrumador desafío de construir una estructura de grupos pequeños que le infundan vida comunitaria a la iglesia y les proporcione respaldo y transformación espiritual a todas aquellas personas cuyo cuidado te ha sido encomendado. Pero no hay ningún grupo disponible de ingenieros que estén dispuestos a ayudarte a ensamblar los recursos existentes para arreglar el sistema de grupos pequeños que posees. Hasta ahora, la mayoría de las iglesias, incluso la nuestra, se han tenido que arreglar por sí solas para solucionar los problemas. Esperamos que este libro funcione como tu equipo de controladores de tierra.
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Capítulo 1 PECADO Nº 1:
OBJETIVOS MINISTERIALES POCO CLAROS Síntomas de objetivos ministeriales poco claros Los líderes no están de acuerdo en el propósito de los grupos pequeños El sendero de la iglesia para el desarrollo del ministerio está bloqueado Se van deteriorando las relaciones entre las personas que están más dedicadas a la comunidad de la iglesia Los miembros de la iglesia esperan demasiada atención de los miembros del personal Los grupos pequeños tienen una visión limitada y no saben qué función desempeñan dentro de la estrategia general de la iglesia
Fue la reunión que puso fin a todas las otras. Yo (Bill) aún siento escalofríos cuando lo recuerdo. Mi hijo formaba parte del grupo de Niños Exploradores y los muchachos y sus padres habían sido convocados a una reunión. Llegamos a la hora indicada y nos ubicamos entre los once niños y los quince padres que habían podido asistir. —Muy bien, comencemos —empezó diciendo Kevin, un jefe de grupo de cuarenta y cinco años de edad. —Es hora de pensar en el campamento anual de los Niños Exploradores. ¿Alguien ha pensado en algo? —Vamos a necesitar varios vehículos para trasportar los residuos cuando ya se hayan ido los niños —dijo un padre. —¿Por qué no cambiamos el menú este año? —preguntó María. —¡Me parece que los niños están cansados de la mantequilla de cacahuete!
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Se hizo un silencio de unos treinta segundos mientras seguíamos reunidos en el abarrotado subsuelo de la iglesia donde se realizaban estas aterradoras reuniones. Entonces el pequeño Bobby, de siete años, rompió el silencio. —¿Y si llueve otra vez? No me gusta nada que llueva. —¡Qué debilucho! —dijo Mark, un campista veterano de ocho años, cuyo vocabulario solía ir acompañado de esta clase de palabras tan alentadoras para sus compañeros exploradores. Otros intervinieron con comentarios socarrones y chanzas. —Bueno, cálmense. Sigamos con el mismo programa que tuvimos el año pasado —sugirió el jefe. —Parece que funcionó bien. A menos que, como en el caso de nuestra familia, uno no haya participado el año anterior. No teníamos ni idea de qué sucedería este año ni de qué había ocurrido el año anterior, cuando cientos de muchachitos invadieron los bosques de Illinois. —El año pasado fue grandioso… —comenzó a decir el pequeño Mike, tras lo cual hizo una pausa lo suficientemente prolongada como para que Kevin y los padres pensaran que toda esta experiencia del campamento podría llegar a producir algún impacto, —… ¡si te gustan los mosquitos y el barro!— Todo el salón explotó en una carcajada. Mike rogó diciendo, — ¡Por favor, no nos lleven al mismo lugar para acampar! ¡Era un pantano!— Para ese entonces los niños gritaban histéricos y fue necesario que los padres ayudaran a restablecer el orden. —Ya basta, muchachos, cálmense. Padres, necesitamos que nos ayuden con esta actividad. ¿Quién se ofrece a colaborar este año? —preguntó Kevin. —Necesitamos a unas diez personas. Nuestra tropa se encargará de organizar los materiales para los deportes y los juegos. La respuesta fue unánime: quince padres sentados inmóviles mientras pensaban por qué habían escogido la actividad de los niños exploradores en lugar de clases de natación. Yo podría estar sentado junto a la piscina, bronceándome al sol y viendo a mis hijos juguetear bajo el cálido sol veraniego. En cambio, es probable que me encuentre caminando con dificultad por un bosque asfixiante, defendiéndome del ataque de los insectos y luchando para poder dormir tres horas en una tienda de campaña con un grupo de niños de segundo grado cuya ambición en la vida es hacer exactamente lo opuesto a lo que les diga.
— ¿Y qué sucederá con las actividades de capacitación? ¿Les van a enseñar alguna labor? —preguntó Harold. En 1967, en un campamento de niños exploradores, Harold había aprendido a hacer una variedad de nudos marineros. —Quiero que mi hijo aprenda algo mientras está ahí. ¿Van a aprender a armar una tienda de campaña, a tallar alguna cosa o a encender una fogata? 14
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La petición de Harold tomó desprevenido a Kevin. Él estaba pensando en logística, no en actividades de capacitación. Tenía que reclutar a padres, no capacitar a niños. El comentario de Harold me hizo pensar. ¿No es éste el propósito de los grupos de niños exploradores? ¿No se supone que tienen que adiestrar a jóvenes en el delicado arte de la supervivencia en situaciones límite; capacitarlos para que se defiendan sin armas del ataque de un animal salvaje, atrapar peces con la mano y construir una casa de madera sin un hacha? ¡Los campamentos de niños exploradores deberían formar la próxima generación de Daniel Boones y Davy Crocketts! —Yo no quiero que mi hijo juegue con fuego —dijo Linda, que cree que el grupo de Niños Exploradores es un servicio de niñeras con uniforme. — ¡Lo que menos deseo hacer es pasar todo el día en urgencias en un hospital! Ah, además mi hijo Jimmy quiere preguntar algo. Quiere saber si pueden llevar videojuegos. Por supuesto. ¿Y por qué no una refrigeradora portátil, un teléfono celular y una computadora de viaje para que tanto él como los otros muchachos se mantengan actualizados sobre la situación del mercado? Imposible crear el nuevo Rey de la Frontera del Oeste. —Los niños tendrán muchas cosas que hacer que no suponen peligro —aseguró frustrado el jefe de grupo. —Pero los videojuegos no están permitidos. Como venía diciendo, necesitamos gente que planifique las actividades y supervise a los niños en cada uno de los encuentros deportivos. ¿Alguien tiene un arco y flecha y sabe cómo usarlo? A esta altura de la reunión deseaba haber llevado uno. Esta angustia tenía que terminar de una manera u otra. Parecía que otros estaban sintiendo lo mismo. (Algunos padres que había en el fondo del salón contemplaban un juego de ruleta rusa, varias madres estaban enojadas porque sus maridos se habían quedado en casa viendo un partido de béisbol, y los niños, que ya hacía rato que estaban aburridos, comenzaban a planear cómo iban a secuestrar una noche al jefe del grupo durante el campamento.) La Sra. Peters y su hijo Jeffrey, que habían llegado tarde a la reunión, sugirieron que todos los padres fueran al campamento y compartieran una tienda de campaña para «experimentar en carne propia la actividad de los exploradores». No se la volvió a ver. Las autoridades todavía la están buscando. Bueno, en realidad no es así, pero estuvo bastante cerca. — ¿Por qué no esperamos hasta el año próximo? Nadie tiene tiempo para faltar tres días al trabajo a mitad de semana solo para ayudar—. Algunos asintieron con la cabeza. 15
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—Pero entonces no vamos a practicar arquería ni usar rifles de aire comprimido ni hamacas de soga ni historias junto a la fogata nocturna —se lamentaron los muchachos. Ni mosquitos, ni inodoros portátiles ni calambres musculares, pensaron los padres. Para este entonces, incluso nuestro amado jefe de grupo ya había tenido suficiente, así que elevó la voz para captar la atención de todos. —Miren, tenemos que hacer este campamento. Todas las otras tropas van a ir, ¡y todo va a salir bien! Así que, ¿quién puede colaborar? Los padres comenzaron a ofrecerse con cierta reticencia, los niños acordaron tranquilizarse lo suficiente como para que se mantuviera un poco el orden, y otro campamento de verano fue anotado en el calendario. Cuando reflexiono sobre lo sucedido, me doy cuenta de que fue un desastre desde el primer momento. En cierto modo todos saben que la actividad de los exploradores les hace bien a estos niños y que el campamento les resulta divertido. Pero no se tenía una visión clara de la actividad, no se entendía cómo encajaba en el plan general de madurez de estos niños, ni tampoco si existía una estructura o un proceso para alcanzar los resultados deseados. Cada padre tenía un concepto distinto de lo que significaba el éxito de la actividad de los exploradores y del campamento, por lo tanto, no se podía llegar a ningún acuerdo. La gente estaba frustrada y enojada con el líder y entre sí. Aparte de eso, ¡todo estaba bien! El ministerio de grupos pequeños suele padecer el mismo problema. Todos sienten que lo correcto es incrementar la actividad comunitaria de la iglesia y que los grupos pequeños ayudan de alguna manera a lograrlo. Pero son pocos los que entienden o siquiera concuerdan sobre lo que se debe hacer para llevarlo a cabo. Los líderes han fracasado en la tarea de aclarar diversas áreas: el llamado de Dios, la visión de esa iglesia, el propósito de los grupos y el papel que debe desempeñar cada uno de los integrantes para lograr esa visión que Dios les dio. Aparte de eso, ¡todo está bien! ¿Por qué sucede esto? Porque hay muchas iglesias que se lanzan a realizar el ministerio de grupos pequeños sin tener un objetivo en mente. Son como el estudiante universitario que estudia alegremente arte y poesía alemana, trabaja como socorrista todos los veranos y luego, el día que se gradúa, decide que cuando sea mayor en realidad quiere ser científico de navegación espacial. En una iglesia tras otra (¡incluso Willow Creek!), ciertas personas adultas que suelen tener sentido común comienzan a formar grupos pequeños sin decidir qué quieren que sea
este ministerio «cuando sea mayor». 16
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Es probable que estas iglesias, en medio del entusiasmo de iniciar los grupos, hayan considerado detalladamente los modelos de ministerio, los tipos de grupos y los objetivos de crecimiento espiritual. Pero jamás han llegado a decidir exactamente cuál era el propósito de los grupos pequeños, ni han definido cómo encajan dentro de la vida de la iglesia. Es inevitable que estos esfuerzos de los grupos pequeños sufran un punto muerto. Los líderes de la iglesia que influyen en la estrategia de la congregación dicen que el camino del progreso del ministerio parece estar bloqueado. Los integrantes, los líderes y los instructores de los grupos pequeños se sienten confundidos, enojados o indiferentes en cuanto al papel que estos grupos desempeñan en la iglesia. ¿No sabes qué hacer?
Si el caso siguiente te resulta conocido, es probable que tu iglesia padezca de objetivos ministeriales poco claros. Hemos cambiado los nombres, pero esto es lo que sucedió en una reunión real de una iglesia también real, una iglesia que todavía no ha decidido qué quiere ser cuando sea grande. De hecho, esta iglesia jamás ha llegado a escoger un sistema para implementar en el ministerio de grupos pequeños, ni ha analizado los principios básicos de los diversos modelos que se aplican a esta actividad. La iglesia comenzó con la actividad grupal hace diez años y aproximadamente el treinta por ciento de los adultos se integraron en ellos. La junta directiva desea desarrollar el ministerio de grupos pequeños, así que tres meses atrás aprobaron de manera unánime un nuevo modelo para este ministerio que presentó Jennifer, quien trabaja como pastor asistente en esa área. Jennifer le ofrece con entusiasmo a la junta una actualización diciendo: «Las cosas van bien. Tenemos treinta y cinco grupos, y estoy capacitando a instructores para que supervisen a los líderes de los grupos pequeños. Esto me dará libertad para desarrollar y capacitar más líderes nuevos». Repentinamente Doug, un anciano experimentado y presidente de la junta pregunta: «Bob, ¿cómo anda tu clase? Cada domingo que pasa veo más gente. ¿Utilizas grupos?» Jennifer hace una pausa, esperando la respuesta de Bob. Este dice que la clase no trabaja con grupos, pero que a él le encanta enseñar y que todas las semanas se añaden más personas. Doug dice: «Las clases son una manera estupenda de conectar con personas que los grupos no pueden alcanzar. Hace diez años que tenemos grupos aquí, pero hay muchas personas que no se han integrado. Deberíamos fomentar las clases». 17
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Antes de que Jennifer pudiera decir nada, Hank expresa lo siguiente: «¿Y si les diéramos prioridad a las clases? Tenemos maestros muy capaces. La asistencia a las reuniones está creciendo muchísimo y ya no queda lugar para nadie más. Si no ubicamos pronto a estas personas en una clase o algo, las vamos a perder». «Incluyamos este tema en la agenda para la próxima reunión», dice Doug. «Jennifer, gracias por estar unos minutos con nosotros. Estás haciendo un buen trabajo con los grupos pequeños. Sigue así». Jennifer aún no se retira porque quiere que le aclaren algo. Dice: «Tenía entendido que la falta de espacio para las aulas había obligado a comenzar con los grupos pequeños. Dijimos que si fomentábamos demasiado las clases, la gente se iba a frustrar». Algunos miembros de la junta se muestran de acuerdo. Pero entonces Mike dice: «Por eso tenemos que acelerar el tema de ampliar las instalaciones. Sara, ¿conseguiste el informe sobre sitios probables? (Como no estaba enterada de estos asuntos, Jennifer se sorprendió al saber que hacía dos semanas que la junta había comenzado a buscar terrenos.) Sara, presidenta de la comisión de construcciones, dice: «Tenemos algunas opciones. Si la gente responde bien, ¡en dieciocho meses podríamos tener un edificio nuevo!». «Entonces podemos encarar el problema de la falta de espacio», dice Hank. «Asegurémonos de incluir entre seis y diez aulas nuevas para adultos. Eso solucionaría el tema del aumento de asistencia y ayudaría a que todos encontraran un espacio en la iglesia. Echémosle un vistazo ahora mismo a esos sitios posibles». Doug despide amablemente a Jennifer. «Lo siento, Jennifer, pero tendremos que seguir con ese asunto en otra reunión. Ahora debemos dedicarnos al tema de esos terrenos y es una cuestión financiera confidencial. Gracias otra vez por tu colaboración». Jennifer se retira desanimada. ¿Qué sentido tiene desarrollar un modelo gru pal, se pregunta, si nadie lo va a respaldar ni promover? ¿Por qué estaba la junta directiva tan entusiasmada con los grupos hace tres meses, y ahora se muestra ambivalente? ¿No se dan cuenta de que los grupos y las clases pueden trabajar simultáneamente para edificar la comunidad de la iglesia?
Cuando las iglesias no escogen un modelo para el ministerio de grupos pequeños, ni definen sus principios esenciales, los miembros del equipo se decepcionan, la gente sigue sin integrarse y la causa de Cristo anda a saltos en vez de avanzar a puro galope.
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PECADO Nº 1: OBJETIVOS MINISTERIALES POCO CLAROS
Modelos de grupos pequeños
Líderes visionarios como Ralph Neighbour, Carl George, Lyman Coleman, Roberta Hestenes y Gareth Icenogle proporcionaron grandes ideas para desarrollar una comunidad espiritual mediante grupos pequeños. Las ideas conjuntas de todos ellos constituyen una línea de pensamiento sobre modelos para grupos pequeños. Si bien cada modelo es diferente, la mayoría entra en una de tres categorías. Reconocemos que estas categorías corren el riesgo de estar muy simplificadas, pero creemos que te ayudarán a decidir el camino que debes seguir y el propósito de los grupos pequeños en tu iglesia. En un extremo de la línea se encuentra la categoría correspondiente a «la iglesia con grupos pequeños». En este modelo, los grupos pequeños conforman un área, una de las tantas que hay en la congregación. En el otro extremo está la categoría de «la iglesia es grupos pequeños». Este modelo considera que cada célula es una iglesia pequeña. La categoría «iglesia de grupos pequeños» considera que cada grupo es una pequeña comunidad dentro de la iglesia en general. El personal y los ministerios de este tipo de iglesia conforman un pequeño esqueleto de grupos, de modo que cada integrante se conecte con la iglesia a través de esa comunidad. Tal como repetimos continuamente en ámbitos públicos, Willow Creek Community Church decidió ser una iglesia de grupos pequeños. Pero este modelo tal vez no sea lo mejor para tu iglesia. El pecado capital aquí no está en elegir un modelo diferente al nuestro. El error consiste en no desmenuzar profundamente este tema hasta estar en condiciones de ofrecer un enunciado definido de lo que se pretende lograr a fin de que toda la gente de la congregación entienda dónde encajan los grupos pequeños dentro de la visión y estrategia generales de la iglesia. El síntoma que revela la existencia de objetivos inespecíficos del ministerio es la ruptura relacional entre aquellos que están más dedicados a la obra comunitaria. Al comienzo todo es de color de rosa. La gente percibe una profunda visión comunitaria basada en la propia naturaleza divina. Ven que Dios utiliza los grupos pequeños para transformar vidas. Los líderes mejoran sus habilidades para el liderazgo, pastorean a la gente con dedicación y forman a la nueva generación de líderes que está surgiendo. La mayoría de las personas pide que las relacionen con los grupos. Pero de inmediato surgen preguntas difíciles. «¿Cómo trabajan los grupos pequeños en la iglesia? ¿Qué sucede con la escuela dominical? ¿Qué efecto va a tener en el personal, los colaboradores y las iniciativas actuales del ministerio?». Mientras la iglesia lucha para controlar la tensión, el conflicto aumenta. 19
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CAPITALES DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS
La gente pregunta por qué el pastor principal y la junta directiva no «toman las riendas». Los miembros del personal se preguntan qué función cumplen y hasta qué punto tienen asegurado su trabajo. Todo esto, sumado a las dificultades para mantener a los líderes y sustentar los programas. Mientras tanto, los líderes principales se preguntan por qué los grupos pequeños no se adecuan al programa existente. Algunos temen que algunos grupos renegados, estimulados por el éxito, se alejen para formar una iglesia nueva. Es irónico pensar cuántos problemas se evitarían si las iglesias primero analizaran y luego escogieran uno de los modelos de ministerio de grupos pequeños que aparecen en el gráfico siguiente. Te sugerimos que te empapes de la literatura que existe actualmente sobre grupos pequeños. Recuerda que no hay ningún problema en que elijas y prefieras aquellos principios y estrategias que mejor se adecuan a tu filosofía del ministerio. Puedes utilizar el gráfico para evitar mezclar y unir elementos incompatibles.
MODELOS DE GRUPOS PEQUEÑOS IGLESIA CON GRUPOS
IGLESIA DE GRUPOS
IGLESIA ES GRUPOS
Propósito
Ayudar a la gente a encontrar un lugar en la iglesia
Un medio para desarrollar a la iglesia como comunidad
La expresión primordial de la iglesia
Principio organizativo
Alguien desea comenzar un grupo
Se considera una estrategia que relacione afinidad con geografía
Se considera una estrategia que relacione geografía con afinidad
Ingreso en un grupo
Sistema de ubicación (centralizado)
Invitación del grupo o actividad de integración (descentralizado)
Asignada por la geografía (responsabilidad del grupo)
Membresía en el grupo
Opcional para el crecimiento No requerido para ser miembro de la iglesia
Esencial para el crecimiento Requerida para ser miembro de la iglesia
Esencial para el crecimiento Requerida para ser miembro de la iglesia
Función de los líderes de grupo
Líder generalmente reactivo
Pastor-líder proactivo
Autoridad pastoral y conductora
Elegido por el líder
Recomendado por el personal o elegido por el líder
Diseñado por el personal
Utilización de un programa curricular
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PECADO Nº 1: OBJETIVOS MINISTERIALES POCO CLAROS
Formato de la reunión de grupo
Diseñado por el líder o el programa curricular
Diseñado por el líder + Estrategia del ministerio
Diseñado por el líder + Patrón diseñado
Autoridad de la iglesia sobre el Baja grupo
Baja
Alta
Monitoreo de la iglesia sobre Bajo los grupos
Alto
Alto
Actividad evangelística basada en el grupo
Impulsada
Requerida
Posible
Iglesia con grupos pequeños
En la iglesia con un modelo de grupos pequeños, todos consideran que el propósito del ministerio es servir de medio para que una persona interesada conecte con otras. Otras actividades también se consideran igualmente válidas en este sentido. Los comentarios típicos en una iglesia de este tipo serían: «Oye, qué bueno que estás en un grupo. Ah, ¿estás en una clase en vez de un grupo? Eso también es genial. Ah, ¿estás en una comisión pero no en un grupo ni una clase? Me parece excelente». En otras palabras, es una elección, una forma de conectar. Mientras estés conectado en algún lado, estás «adentro». Las luchas por ganar terreno son un riesgo inherente de las iglesias con grupos pequeños porque este ministerio compite con todos los otros departamentos para conseguir líderes, sustento financiero, lugar para reunirse y visibilidad. Estas luchas se pueden volver sumamente ásperas cuando se define el presupuesto anual: «¿Cómo pueden recortar la suma para traer oradores invitados antes de lo destinado al boletín de la iglesia?». «¿Qué necesidad hay de un nuevo letrero para la iglesia?». «¡Pídanles a los jóvenes que traigan los útiles de trabajo y la comida!». Iglesias de grupos pequeños
Al examinar el gráfico de los modelos de grupos pequeños, podrías trazar una gruesa línea vertical entre los sistemas de iglesia con e iglesia de. Todo lo que se encuentra a la derecha, bajo iglesia con, da por hecho que la totalidad 21
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CAPITALES DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS
de la congregación participará en los grupos. El cruce de esa línea requiere un cambio radical en la filosofía de la congregación, cuyos efectos deben ser seriamente evaluados. El propósito de los grupos pequeños en el modelo correspondiente a iglesia de, consiste en lograr que la congregación sea una comunidad. Este sistema considera que la comunidad de la iglesia en general es una red de pequeñas comunidades más pequeñas que procura la madurez espiritual de sus integrantes. Por lo tanto, el concepto de grupos pequeños penetra todas las áreas de la iglesia. Los líderes del ministerio y los miembros de la congregación se acostumbran a diseñar y a desarrollar la obra en función de la infraestructura de los grupos pequeños. Estos grupos no están limitados a ningún departamento ni subministerio determinado. Pero tampoco se convierten en la expresión plena de la vida comunitaria de la iglesia local. En esta filosofía no escucharás ni «tenemos un departamento de grupos pequeños» ni «el grupo es la iglesia». La Iglesia es grupos pequeños
Sin embargo, en el modelo de iglesia es, vas a oír : «El grupo es la iglesia». Evidentemente este sistema se encuentra dentro de la misma idea de iglesia de. Pero el sistema de iglesia de, suele distinguirse en cuanto al concepto que tiene de la naturaleza y expresión de la iglesia, además del grado de énfasis que se aplica a los grupos pequeños. El propósito de los grupos en el paradigma de iglesia es, considera que estos constituyen la congregación en su forma más pequeña. Este modelo considera que los grupos pequeños son el elemento central de la vida congregacional. Los que defienden esta posición enseñan que «la iglesia es la célula; la célula es la iglesia». Enfatizan que todas las actividades, es decir, la evangelización, la adoración, el compañerismo y el estudio bíblico, tienen lugar dentro del grupo. Seamos realistas. Al margen del modelo que elijas, iglesia con, de o es, el concepto teológico que tengas de la iglesia influirá en tu decisión. Algunos teólogos creen que los grupos pequeños representan la manifestación plena de la esposa de Cristo. No obstante, hay otros que argumentan que estos grupos deben estar ligados a la congregación en general para que puedan disfrutar de liderazgo pastoral, administración apropiada de los sacramentos (aun cuando se celebren en el ámbito de grupos pequeños), enseñanza bíblica sana y disciplina de la iglesia.
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PECADO Nº 1: OBJETIVOS MINISTERIALES POCO CLAROS
¿Estás estableciendo principios claros?
Las iglesias que nunca adoptan un modelo de ministerio pierden la oportunidad de establecer los principios que caracterizan la actividad de los grupos pequeños. Si uno no define estos principios, ¿cómo se sabe qué deben lograr estos grupos, o cómo van a transformar a las personas? En Willow Creek Community Church deseamos convertirnos en una iglesia de grupos pequeños. No es una decisión correcta o incorrecta. Es una decisión específica. Todos nosotros, desde el pastor principal, Bill Hybels, hasta los ancianos, la junta de pastores, el personal y los colaboradores clave, compartimos el sueño de proporcionarle un lugar en la vida comunitaria de la congregación a cada persona que dice que Willow Creek es su iglesia. Los grupos pequeños son esenciales para la práctica de la vida congregacional y constituyen el método fundamental para llevar a cabo el ministerio. Más que decir simplemente que deseamos darle a cada persona un lugar en la comunidad de la iglesia, decidimos adoptar, y adaptar, el modelo de la meta-iglesia desarrollado por Carl George. El concepto bíblico que sustenta este modelo es el enfoque que aplica al desarrollo del individuo dentro de la vida comunitaria de la iglesia cuidando a cada integrante y manteniendo intacta la comunidad. Este concepto aparece en Éxodo 18 cuando Jetro, el suegro de Moisés, observa que Israel, una nación compleja, no está organizada correctamente para poder solucionar los conflictos entre sus miembros. Jetro proporciona instrucciones para estructurar la nación de modo que se le preste atención a cada persona sin que los líderes se desgasten. (¿No te gustaría que tu suegro hiciera lo mismo por tu iglesia?) Mediante el ministerio de enseñanza y sus escritos, Carl George se convirtió en un Jetro para nosotros. Él explica cómo las Escrituras, desde Éxodo 18, pasando por Ezequiel 34, hasta llegar a Hechos 6, muestran el interés de Dios de no pasar nunca por alto al individuo dentro de la comunidad general de la iglesia. Dios actúa para asegurarse de que las personas se desarrollen espiritualmente, resuelvan los conflictos, tengan suplidas sus necesidades y sean bien pastoreadas por líderes competentes. Una vez entendimos cómo aplicar a un modelo de ministerio estos principios bíblicos subyacentes, adaptamos la estructura de los grupos pequeños y modificamos los resultados que esperábamos que alcanzaran. Basándose en los ejemplos de Jetro y Jesús, Carl George acuñó el término «alcance del cuidado», que se refiere a la capacidad de una persona para responder eficientemente a las necesidades de aquellos a quienes pastorea. Hay que cuidar a todos, pero nadie debe tener la responsabilidad de cuidar a un número exagerado de 23
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personas. Un alcance de cuidado razonable significa que los líderes no deben tener más de diez personas por grupo, y que los instructores deben supervisar solo a cuatro o cinco líderes. Nuestros instructores reúnen a los líderes en «cofradías» para que se conecten unos con otros a fin de que aprendan y se respalden mutuamente. Los instructores visitan los grupos pequeños para alentar a los líderes y al grupo mientras forman la comunidad. Y también se reúnen individualmente con cada líder de grupo pequeño para cuidarlo y ayudarlo a crecer. Si bien estas actividades nunca se prescriben como algo obligatorio, se llevan a cabo para asegurarse de que el rebaño esté bien cuidado. Colar el mosquito y tragarse el camello
En los últimos meses, yo (Russ) visité varias cofradías y «supercofradías» (que incluyen líderes, instructores y líderes del personal de la iglesia). Después de varias conversaciones con instructores, líderes y aprendices de líder, surgió un denominador común: hay muchas personas que no tienen en claro cuál es nuestra estrategia. Yo pensé: ¡No puede ser! ¿No lo habíamos decidido ya? Después de reflexionar un poco más, me di cuenta de que se requiere algo más que decisión para lograr objetivos definidos del ministerio; es preciso estar alertas. Cometimos el pecado número uno… ¡otra vez! Dos síntomas evidentes nos llevaron a diagnosticar que, si bien la congregación aceptó definidamente el objetivo de que cada miembro se integre en un grupo, perdimos claridad en cuanto a cómo encajan estos grupos en la vida comunitaria de la iglesia local. Un síntoma es que muchas personas se decepcionan porque los miembros del personal no les prestan atención. La gente quiere que Willow Creek Community Church funcione como una iglesia tradicional, donde pueden pedirle a cualquier integrante del personal que se ocupe de sus necesidades. A su vez, muchos de nosotros respondemos indebidamente a estos requerimientos y perdemos la oportunidad de hacer que el grupo pequeño o el líder de ese grupo se ocupe de la gente. No estamos cumpliendo ni con la estrategia ni con la estructura que establecimos. El segundo síntoma de este terrible pecado es que cada vez hay más personas que dicen: «Yo asisto a un grupo, así que no tengo obligación de participar en las otras actividades de la iglesia, en especial en la evangelización». La gente se concentra tanto en una parte de nuestra visión, es decir, en los grupos, que pierde el propósito general de la iglesia: convertir en seguidores de Cristo plenamente consagrados a aquellos que no tienen religión. Esto se acerca peligrosamente a los patrones farisaicos de la vida congregacional. Y no podemos tolerarlo. 24
PECADO Nº 1: OBJETIVOS MINISTERIALES POCO CLAROS
Los fariseos estaban tan enfocados en el sistema que se olvidaron del concepto general. Limpiaban las copas en lugar de los corazones, y seguían la letra de la ley pero mataban su espíritu. Tal como lo expresó Jesús en Mateo 23:24, colaban los mosquitos y se tragaban los camellos. La gente de nuestra congregación aceptó la vida grupal y lo hizo bien. Esto nos entusiasma. Pero algunos se volvieron miopes y lo único que ven ahora es la comunidad de la iglesia y no a los que están afuera y alejados de Dios. Si esto no se corrige, esta visión reducida se convertirá en «ceguera hacia los interesados», es decir, incapacidad de ver la situación grave en que se encuentran los perdidos. Es probable que tú tengas que vencer obstáculos similares cuando sincronices los grupos pequeños con otros objetivos esenciales, ya sea con la evangelización, la adoración u otros esfuerzos globales del ministerio. En Willow Creek Community Church no solo seguimos el modelo de la meta-iglesia sino que también aplicamos el método de alcanzar a los interesados. En una ocasión Jon Wallace, que encabezó el ministerio de grupos pequeños desde 1993 a 1995, declaró que Willow Creek estaba tratando de hacer algo sin precedentes en la historia de la iglesia. Puso en práctica un modelo de reunión evangelística de fin de semana, resueltamente dirigida a alcanzar a los interesados, junto con la estrategia de la meta-iglesia de grupos pequeños, un sistema intensamente orientado hacia la vida comunitaria de la congregación. Esta combinación ha requerido un esfuerzo denodado y un liderazgo consagrado a cada paso del trayecto. (¡Lo que explica por qué enfrentamos algunos baches en la carretera de la implementación!) No te olvides de esto. Cuando te encuentres con gente que se queja de las reuniones públicas, de la estrategia evangelística o de cualquier otra filosofía esencial del ministerio, enfrentas el desafío de ofrecer claridad. Cuando le agregas a la mezcla el tema de los grupos pequeños, ya sea en el modelo de la meta-iglesia u otro, es aun más necesario aclarar qué lugar ocupan los grupos pequeños dentro de los ministerios de la iglesia. Las dos causas fundamentales de esta confusión son metas imprecisas de la iglesia en general y falta de alineación en el ministerio. Metas imprecisas de la iglesia en general
Yo (Bill) viajé recientemente a Europa para enseñar en representación de la Asociación Willow Creek, una red mundial de más de siete mil iglesias locales con principios similares. Mientras aguardaba un vuelo de Frankfurt a Ginebra se oyó por el altavoz: «Sr. Sagamoto, preséntese inmediatamente en la puerta B24. El vuelo 1135 está aguardando. Sr. Sagamoto, por favor, pre25
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séntese en la puerta». Diez minutos más tarde el mensaje se oyó nuevamente. Luego una vez más. Lo que supuse fue que el vuelo 1135 tenía 238 pasajeros en la lista y 237 comenzaban a enojarse. Me imaginé al Sr. Sagamoto sentado en un salón del aeropuerto y profundamente dormido por el desfase horario después de un vuelo de quince horas. «Su vuelo está esperando. ¡Por favor, preséntese en la puerta!» Incluso el anunciador sonaba molesto. Para ese entonces, si yo hubiera sido el Sr. Sagamoto, ya habría decidido tomar otro vuelo por el solo hecho de evitar encontrarme con 237 pasajeros enojados. Me imaginaba la fotografía y la historia en las noticias: «Pasajero dormido demora vuelo internacional. Los pasajeros pierden las conexiones de vuelo a toda Europa. La economía se resiente. Sagamoto agredido con almohadas y mantas en el momento de abordar. Su condición es crítica». Algunas iglesias están atascadas en la puerta de partida de los grupos pequeños porque alguien no subió a bordo y se niega a volar. Puede ser el pastor, un anciano importante o un miembro del personal. O tal vez suceda que todos convengan que volar es lo correcto; el único inconveniente es que cada uno desea un avión y un horario diferentes. Una iglesia atascada desarrolló la cuestión de la iglesia con-de-es para acordar cómo poner en práctica la vida comunitaria. Seleccionaron un modelo y lo adaptaron a su contexto a fin de elaborar una meta para «cuando nuestros grupos pequeños crezcan». Aun así, no pueden hacer que el avión despegue porque no es suficiente elaborar un concepto definido sobre dirección y diseño. También es necesario traducir estos conceptos para aplicarlos a cada área de ministerio donde se espera que arraiguen los grupos pequeños. Todos los ministerios deben subir a bordo para que este vuelo despegue. Solamente coincidir en cuanto al proceso (viajar en avión) y el objetivo (París) no es suficiente. Debemos viajar juntos en el mismo avión y llegar habiendo formado una comunidad. En Willow Creek acordamos emplear en toda la iglesia una serie de términos para fijar metas claras en cada área de ministerio. Enunciamos las metas de los grupos pequeños mediante declaraciones tanto cuantitativas como cualitativas. Las cinco metas: nuestra frase para los objetivos individuales y organizacionales
Empleamos el sintagma «las cinco metas» como marco de referencia para el desarrollo espiritual individual. Por ejemplo, cuando una persona se con26
PECADO Nº 1: OBJETIVOS MINISTERIALES POCO CLAROS
vierte en miembro oficial de la iglesia, le hacemos preguntas referentes a cada área:
Gracia. ¿Cómo se convierte una persona en creyente en el verdadero
sentido de la palabra? ¿Cómo te sucedió a ti?
Crecimiento. ¿Que hábitos espirituales desarrollas en este momento para
fomentar tu crecimiento espiritual?
Grupo. ¿Estás conectado con un grupo pequeño de creyentes aquí en
Willow Creek para obtener crecimiento, respaldo de amor y sentido de responsabilidad?
Dones. ¿Estás utilizando responsablemente tus dones espirituales en
algún servicio de la iglesia?
Buena mayordomía. A la luz del precedente bíblico del diezmo en rela-
ción a las ofrendas, ¿sustentas habitualmente esta congregación teniendo como meta llegar a dar el diez por ciento (o superarlo en la medida que Dios te prospere)? Esta terminología en común sobre las metas ayuda a las personas a reafirmar su compromiso con Cristo y esta iglesia, y también decide cuáles son los pasos que se deben seguir para su crecimiento espiritual. Nosotros elaboramos el programa de los grupos pequeños en función de las cinco metas para que los líderes empleen en los grupos las mismas ideas y el mismo lenguaje que la congregación. También aplicamos estas cinco metas en los objetivos organizacionales. Con respecto a la meta de crecer en la gracia, hablamos sobre cómo experimenta y extiende esta gracia la gente, y también describimos la forma en que creemos que Dios desea actuar en Willow Creek para que sea una comunidad llena de gracia. Metas cualitativas y cuantitativas
En Willow Creek somos mucho más específicos que simplemente expresar nuestro deseo de convertirnos en una iglesia de pequeños grupos. Definimos los objetivos de la iglesia en general y de cada ministerio mediante declaraciones cualitativas y cuantitativas sobre los grupos pequeños. Determinar y lograr esas metas es un desafío. Por ejemplo, en 1995 establecimos la meta de 27
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«proporcionarle un lugar en la vida comunitaria de la congregación a cada persona que dice que Willow Creek es su iglesia». Intenta lograr esto en una iglesia donde la asistencia los fines de semana supera las 17.000 personas. Definimos cualitativamente el concepto de «un lugar en la vida comunitaria de la congregación». Significaba que cada persona necesitaba ponerse en contacto con un grupo que tuviera un líder definido e idóneo. Deseábamos que cada persona de cada grupo (comenzando a la edad de tres años en Promiseland, nuestro ministerio infantil) considerara ese entorno como su comunidad primaria. Esto implicaba que cada grupo debía convertirse en una comunidad que cuide a cada individuo. Y requería líderes competentes que hicieran todo lo que estuviera a su alcance para alimentar espiritualmente lo mejor posible a cada persona. Con respecto a la cantidad, nuestro deseo era que a la persona le resultara anormal no estar en un grupo. Cuando una persona llegaba a Willow Creek y se le preguntaba, «¿En qué grupo pequeño estás?», y respondía, «En ninguno», se producía desconcierto y desazón porque se creía que era anormal estar desconectado de la comunidad de la iglesia. Llegamos al punto de ponerle nombre y fecha a esa meta. Por ejemplo, en 1995 teníamos aproximadamente a 8.000 personas en grupos pequeños, así que pensamos que podríamos conectar unas 20.000 para fines del año 2000. Los objetivos definidos para la iglesia en general, expresados en forma de metas, nos forzaron a trazar una línea en la arena. En la medida en que Dios obrara entre nosotros era un hecho que en cinco años Willow Creek Community Church sería una iglesia diferente. Esto se convertiría en nuestra expresión del cuerpo de Cristo al trabajar juntos para cumplir durante los cinco años siguientes sus propósitos en South Barrington, Illinois. Aún teníamos que darle a cada líder una función para concretar el sueño. Tras declarar lo que podría suceder en el futuro si Dios lo permitía, dividimos la meta de la iglesia en general en partes para que los integrantes de cada ministerio (parejas, solteros, hombres, mujeres, estudiantes, niños, visitas, angustiados y voluntarios) pudieran participar del objetivo. Esto hizo que nuestro sueño se hiciera tangible. Cada área estaba comprometida a alcanzar un objetivo definido del ministerio. Falta de alineación en el ministerio
Además de establecer metas definidas para la iglesia en general, también tuvimos que alinear los ministerios, tanto en forma vertical (con la misión de la iglesia) como horizontal (unos con otros). Las iglesias que carecen de ali28
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neación de los diversos niveles de ministerio no salvarán la brecha existente entre los objetivos definidos y la concreción del sueño de la vida comunitaria en la congregación. La determinación de metas y la posterior división en partes para aplicar a nivel departamental desencadenan conversaciones interesantes porque la gente tiene que comenzar a cumplir con la agenda de la iglesia y no solo la propia. Estas conversaciones hicieron brotar lo mejor de nuestros líderes. Desde los músicos hasta las líderes de la actividad de mujeres, desde los ministerios de cuidado y actividades de hombres hasta los adultos solteros y estudiantes, todos nos unimos para intentar edificar juntos una iglesia. Esto exige alineación. La alineación vertical significa que los objetivos del liderazgo deben corresponder con la práctica. Declara lo siguiente: «Nuestra iglesia sabe adónde se dirige. Oramos al respecto, escuchamos consejos sabios y llegamos a un consenso entre los líderes principales. Lo especificamos, describimos y diagramamos. Prestamos atención a aspectos cualitativos y cuantitativos de cada ministerio y de la iglesia en general. Ahora bien, unámonos todos y trabajemos para alcanzar esa meta». La alineación horizontal sincroniza a todos mientras avanzan hacia la meta vertical o general de la iglesia. Esta alineación requiere que los líderes vayan más allá de la simple comunicación entre sí y logren coordinación y colaboración mutuas. En primer lugar, los ministerios que avanzan hacia metas verticales se asemejan a una banda que marcha ejecutando una música grandiosa pero sin sentido de formación o cadencia. Se van pisando los talones y arruinan las oportunidades. Luego aprenden a encararlas juntos. Por ejemplo, nuestro ministerio Promiseland ofrece oportunidades maravillosas de alineación horizontal del ministerio porque hay una gran cantidad de niños que visitan las instalaciones cada año. Sus padres tal vez no desean asistir a la iglesia todavía, y simplemente dejan ir a sus hijos mayores o los envían con otra familia. Quizá piensan: La iglesia es buena para mi hijo pero para mí todavía no. ¿Recuerdas el problema farisaico que describimos en los grupos que tienen una visión encasillada y pierden de vista a los interesados? Se aferran a la meta denominada Grupo en relación a los individuos que están en los grupos pequeños, pero se olvidan de que Willow Creek promueve la vida comunitaria de la congregación para cumplir un propósito. Imagínate lo que podría suceder si, en lugar de esto, alentáramos a cada grupo a realinearse en sentido horizontal. Se pueden capitalizar resultados con las oportunidades que ofrece Promiseland. Los ministerios de matrimonios, de hombres y de mujeres tal 29
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vez puedan trabajar con los niños de Promiseland para alcanzar a los padres que todavía no asisten a la iglesia. Simplemente necesitamos sentarnos juntos y soñar. ¿Hasta qué punto definiste cada ministerio en función de los objetivos de la iglesia? ¿Creaste metas cualitativas y cuantitativas para que se conviertan en una iglesia de pequeños grupos donde las personas se den cuenta de su responsabilidad cotidiana como seguidoras de Cristo? ¿Sabe cada persona definidamente cuál es su función en la obra? ¿Entienden todos cómo se alinea su grupo pequeño con los demás a fin de cumplir la misión de la iglesia en general? Definición de alto nivel
El establecimiento de un propósito definido para la iglesia, la dirección en que se mueve el grupo pequeño y el cumplimiento de todo esto en la congregación requiere una ética de trabajo similar a la de un profesional universitario. La verdadera tarea comienza cuando se pone de manifiesto y se confiesa el pecado de no tener objetivos definidos del ministerio. Pero aquí está la buena noticia. Cuando se determine el propósito de los grupos pequeños, cuando este propósito se exprese mediante un modelo bien formulado y luego se estructure en función de metas específicas, se percibirá una energía desbordante. Si bien en Willow Creek todavía cometemos algunos errores en esta área, el trabajo arduo ha dado fruto. Ahora contamos con varios miles de líderes que nos llevan en la misma dirección. El capítulo siguiente describe estrategias y herramientas que nos ayudaron en el proceso. Esperamos que a medida que las utilices y adaptes, adquieras claridad en cuanto al destino que persigues y la forma de llegar allí con integridad y sin perder el objetivo. Podríamos preguntarnos qué habría sucedido en la vida de Jennifer si la reunión descrita anteriormente en este capítulo hubiera tomado otro rumbo. ¿Qué habría pasado si la iglesia hubiese sabido para qué fue llamada en realidad, trabajado para definir la estrategia y el modelo, adaptado los componentes esenciales de ese modelo a su contexto y cultura, y posteriormente alineado los ministerios para alcanzar el objetivo? Jennifer habría concluido su presentación, y la junta de pastores habría incrementado la confianza en su liderazgo. Ella tal vez hubiese regresado a su oficina para dar el paso siguiente en el proceso de desarrollo de los grupos pequeños. Estaría elaborando estrategias y herramientas para que los líderes implementaran lo que los ancianos, la junta y el personal estaban tan profundamente comprometidos a realizar. Y su labor, 30
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a pesar de los desafíos y las angustias ocasionales, le habría permitido transitar hacia destinos desafiantes del ministerio, en vez de quedarse atascada y ociosa en la puerta de salida. Por favor, rogamos su atención a la información actualizada sobre la partida retrasada del vuelo 1135 . No gracias. Vamos a cambiar de aerolínea.
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