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LA INFANCIA Philippe Aries (1914-1984)
La actitud de los adultos frente al niño ha cambiado mucho en el curso de la Historia y, ciertamente sigue cambiando hoy día ante nuestros ojos !in embargo esos cambios han sido tan lentos e im"erce"tibles #ue nuestros contem"or$neos no se han dado cuenta de ellos %en la actualidad, ya #ue todo se mue&e a"resuradamente, se notan mejor' (n otros tiem"os, esas mutaciones mutaciones no se distinguían distinguían de los datos constantes constantes de la naturale)a naturale)a** las eta"as de la &ida humana se identi+caban, de hecho con las estaciones No es #ue el hombre estu&iese com"letamente inerme en su enfrentamiento con la naturale)a, "ero no estaba en condiciones de inuir en ella e-ce"to con inter&enciones mínimas, modestas y an.nimas #ue resultaban e+caces s.lo "or#ue se re"etían durante mucho tiem"o/ el obser&ador s.lo "odía descubrirlas en el momento en #ue se acumulaban tamo #ue su densidad las hacía e&identes Con 0l niño, "ues, ha sucedido lo mismo #ue con la agricultura/ no se "uede hablar de re&oluci.n de la infancia, como no se "uede hablar de re&oluci.n agrícola, aun#ue tambi0n se haya intentado hacerlo arece #ue la historia del niño, como la de la familia, en la antig2edad romana, se &io com"licada durante mucho tiem"o "or una "roblem$tica noci&a/ el llamado tr$nsito de la familia gentilicia a la familia nuclear %los historiadores de la (dad 3edia y de la era moderna han señalado el mismo contra contrasen sentid tido' o' ara &erlo &erlo con mayor mayor clarid claridad ad es "refe "referib rible le es"era es"erarr los resultados de las in&estigaciones de 4eyne y de 3anson No obstante, ya se "ueden formular algunas obser&aciones !e sabe #ue el niño romano reci0n nacido se lo "osaba en el suelo Corres"ondía entonces al "adre reconocerlo cogi0ndolo en bra)os* es decir, ele&arlo %ele&are' del suelo/ ele&aci.n física #ue #ue en sent sentid ido o +gur +gurad ado, o, se ha con& con&er erti tido do en criar criarlo lo !i el "adr "adre e no lo 5ele&aba5 al niño 0ste era abandonado, e-"uesto ante la "uerta, al igual #ue sucedía con los hijos de los escla&os cuando el amo no sabía #u0 hacer con ellos 6!e debe, "ues, inter"retar a#uel gesto como una es"ecie de "rocedimiento de ado"ci.n, seg7n el cual no se ace"taba al niño como un crecimiento cuales constituía un nada, un nihii destinado a desa"arecer, a no ser #ue se le reconociere mediante una decisi.n ree-i&a del "adre8 La &ida le era dada dada dos dos &ece &eces, s, la "rim "rimera era cuan cuando do salí salía a del del &ien &ientr tre e de la madr madre e y la segunda cuando el "adre lo 5ele&aba5 (s tentador %relacionar este hecho con la frecuencia con la #ue se "roducían las ado"ciones en 9oma !eg7n 4eyne, en realidad los la)os sanguíneos contaban mucho menos #ue los &ínculos electi&os, y cuando un romano se sentía mo&ido a la funci.n de "adre "refería ado"tar el hijo de otro o criar el hijo de un escla&o, o un niño aban abando dona nado do,, ante antes s #ue #ue ocu" ocu"ar arse se auto autom$ m$ti tica came ment nte e del del hijo hijo "or "or 0l "rocreado (n 7lti 7ltimo mo caso caso,, los los niño niños s 5e 5ele le&a &ado dos5 s5 habr habría ían n sido sido fa&o fa&orrecid ecidos os "or "or una una elecci.n, mientras #ue a los otros se les abandonaba/ se mataba a los hijos no deseados de los escla&os, o a los niños libres no deseados "or las m$s di&e di&ers rsas as ra)o ra)one nes, s, no s.lo s.lo a los los hijo hijos s de la mise miseri ria a y del del adul adulte terio rio Así, Así, 1
Augusto hi)o abandonar reci0n nacidos a las "uertas del "alacio im"erial E 4eyne señala #ue el abandono de los niños desem"eñaba entre los romanos la funci.n #ue entre nosotros tiene el aborto or otra "arte, a la &ista de cuanto se sabe sobre la historia de la familia del niño y de la anticonce"ci.n, se "uede ad&ertir una correlaci.n entre los tres factores siguientes/ lo ele&ado del niño en el momento del nacimiento* la "r$ctica, muy difundida, de la ado"ci.n, y la e-istencia del infanticidio La se-ualidad se encuentra, "ues, se"arada de la "rocreaci.n La elecci.n de un heredero es &oluntaria Los sub"roductos del amor, sea conyugal o no lo sea, #uedan su"rimidos (sa situaci.n cambi. a lo largo de los siglos II y III, "ero no "or m0ritos al cristianismo/ los cristianos s.lo se a"ro"iaron de la nue&a moral A"arece entonces un modelo distinto de la familia y el niño !e le reconoce f$cilmente en las l$"idas funerarias italianas y galo@romanas, en las #ue se re"resenta a los c.nyuges junto con sus hijos/ los es"osos re"iten e-actamente el gesto ritual de las nu"cias, la de-trarum junctio, cogi0ndose de la mano derecha A "artir de ese momento, el matrimonio asume una dimensi.n "sicol.gica y moral #ue no tenía en la 9oma m$s antigua* se e-tiende m$s all$ de la &ida, a la muerte, como demuestra el hecho de #ue re"rodu)ca la simbología sobre la tumba La uni.n de los dos cuer"os se hace sagrada, al igual #ue los hijos #ue son el fruto de ella Los &ínculos naturales camales y sanguíneos son m$s im"ortantes #ue las decisiones de la &oluntad (l matrimonio es m$s im"ortante #ue el concubinato, el nacimiento #ue la ado"ci.n !e inicia entonces un largo "eriodo #ue termina en nuestra 0"oca, en la #ue el concubinato y la ado"ci.n recu"eran una funci.n #ue habían "erdido tras la gran transformaci.n "sicol.gica del siglo III !e había su"erado una eta"a notable ero el matrimonio, #ue "re&alecía sobre otras formas de uni.n libre, era un matrimonio monog$mico 3onogamia, este ti"o de uni.n estable y res"etada se "arece a la situaci.n &igente actualmente en los "aíses musulmanes ara #ue se con&ierta en la familia occidental de hoy %como se "resenta actualmente, a "esar de las contestaciones' es necesario añadirles la indisolubilidad, #ue sí se im"uso bajo el inujo de la Iglesia, "ero tambi0n, "robablemente, gracias al consenso de la "ro"ia comunidad, sobre la #ue la Iglesia y el (stado, hasta el siglo I a"ro-imadamente, tenían "oco "oder en lo referente a la &ida "ri&ada %y el matrimonio ha sido durante mucho tiem"o un hecho de la &ida "ri&ada' La indisolubilidad consagraba una e&oluci.n antigua, "recristiana, del matrimonio, en el sentido del refor)amiento de los elementos biol.gicos, naturales, en "erjuicio de las inter&enciones de la &oluntad consciente y de la mente l7cida !e sustraía la "rocreaci.n a la elecci.n y se la dejaba a la naturale)a, a una naturale)a creada "or
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se-ualidad/ el coito se había con&ertido en acto de "lacer, "ero tambi0n de fecundaci.n Como ha demostrado
E &ice&ersa, a medida #ue se re&alori)aba la fecundidad @legítima e ilegítima@ se recurría cada &e) menos a la ado"ci.n (se fen.meno es tanto m$s signi+cati&o cuanto #ue la sociedad medie&al y la moderna se han &isto agobiadas "or la obsesi.n de la im"otencia y de la esterilidad (l "eor male+cio #ue le "odía tocar a uno era #uedarse im"otente Incluso hoy, #ue la fe en las &irtudes de la carne y de la sangre est$n en baja, las "arejas #ue #uieren ado"tar niños %"or lo menos en Francia' se enfrentan a grandes di+cultades* a esas di+cultades se las disfra)a de e-igencias cautelares, "ero son "robablemente la consecuencia de antiguas a&ersiones "rofundamente enrai)adas 9e&alori)aci.n %ambigua' del niño/ (l infanticidio se con&irti. en delito, est$ "rohibido abandonar a los reci0n nacidos, los cuales est$n rigurosamente tutelados "or la ley %la de la Iglesia y la del (stado' Los infanticidios y los abortos est$n se&eramente condenados y "erseguidos judicialmente Lo #ue asombra no es tanto la 5criminali)aci.n5 del infanticidio, asimilado a un homicidio, como la falsa resistencia #ue o"one la mentalidad "o"ular a esta inno&adora asimilaci.n (n realidad, el infanticidio ha e-istido mucho tiem"o bajo formas &ergon)osas en las #ue se "ueden constatar su"er&i&encias de tiem"os en los #ue se admitía el abandono (l niño desa"arecía &íctima de una desgracia #ue no era "osible e&itar/ caía dentro de la chimenea encendida o dentro de una tinaja y nadie había "odido sacarlo a tiem"o 3oría as+-iado en el lecho donde dormía con sus "adres sin #ue 0stos se hubiesen dado cuenta Los obis"os de la Contrarreforma sos"echaban #ue ni el "adre ni la madre estaban libres de cul"a, e hicieron cuanto estu&o en sus manos "ara #ue los hijos durmiesen en un lecho se"arado de los "adres %el uso de la cuna se instaur. tarde y estaba limitado a las clases su"eriores/ se generali). gracias a estas "resiones, #ue al "rinci"io tu&ieron una +nalidad moral y, m$s tarde, higi0nica' :oda&ía en el siglo 4III fueron acusados de brujería indi&iduos #ue "enetraban en las habitaciones %"ero 6c.mo "odía suceder eso sin el consentimiento de los amos de la casa8', e-"onían, a los "e#ueños, a las llamas del hogar, y &ol&ían a "onerlos en el lecho, donde a "oco morían con los "ulmones abrasados (ste era el destino reser&ado a los niños deformes o in&$lidos, "ero #ui)$ tambi0n a los no deseados !i bien la fecundidad es bien&enida y &enerada, no todo nacimiento es un fausto acontecimiento La Iglesia debe inter&enir "ara obligar a los "adres a hacer bauti)ar o"ortunamente a los reci0n nacidos y, ciertamente, es mucho des"u0s de lo #ue consideran los estudiosos del folGlore cuando el bautismo se con&ierte en ocasi.n de &erdadera +esta (n los comien)os "arece m$s im"ortante la "uri+caci.n de la "arturienta (s de creer #ue en los siglos 4II@4III, la mentalidad "o"ular hubiese asimilado la condena del infanticidio, considerado como delito La re&alori)aci.n de la fecundidad %la admirable familia numerosa' se había difundido entre las clases m$s bajas "recisamente cuando las clases acomodadas tendían a reducir los nacimientos y estimaban, en cambio, una familia cada &e) menos numerosa N.tese el car$cter ambiguo del antiguo infanticidio "o"ular/ era diferente del aborto o del acto con el #ue la jo&en madre se desembara)aba del niño tras el "arto, hecho igualmente frecuente, y se "arecía en cambio al 1
abandono #ue se "racticaba entre los romanos* en ambos casos, al niño le #uedaba una "robabilidad de sal&arse
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La infancia "erder$, a lo largo de la alta (dad 3edia y durante bastantes siglos, la acentuada "eculiaridad #ue había ad#uirido en 9oma en la 0"oca im"erial, de la cual es testigo el "uesto #ue ocu". en el arte y en la decoraci.n !e dis"ensar$, mientras #ue, en cambio, la tendencia a re&alori)ar y sacrali)ar el matrimonio no s.lo se mantendr$ sino #ue incluso se &er$ refor)ada (s como si, m$s all$ de un cierto límite, los la)os sanguíneos, #ue habían creado un es"acio a"arte "ara el niño, actuasen en sentido contrario y redujesen ese es"acio arece como si el hombre de "rinci"ios de la (dad 3edia s.lo &iese en el niño un hombre "e#ueño o, mejor dicho, un hombre a7n "e#ueño #ue "ronto se haría @o debería hacerse@ un hombre 4ol&ía a ser sin duda lo #ue había sido en la 9oma re"ublicana, stultissima Fue necesario el atributo de di&ino "ara #ue el niño es7s, se librase de ella, atributo #ue res"landecía en el resto soberano de la bendici.n (l
se ha su"erado la eta"a, #ue se redescubre la infancia La forma "e#ueña inca"a) de crecer se ha con&ertido en una es"ecie de monstruo #ue en bre&e ser$ objeto de di&ersi.n en las cortes "rinci"escas, al igual #ue los animales e-.ticos y raros/ el enano (n el inmenso esfuer)o "ara e&angeli)ar las )onas rurales em"rendido "or las abadías benedictinas y "or sus "rioratos, con la fundaci.n de "arro#uias ca"itulares, continuado luego "or la "redicaci.n de las .rdenes mendicantes, el bautismo de los reci0n nacidos se con&ierte en una de las funciones im"ortantes del sacerdote, una ra).n "ara situarlo en la &ecindad "ara #ue "ueda llegar a tiem"o en caso de urgencia, ya #ue los seglares eran reacios a suministrar ellos mismos el sacramenta (l bautismo deja de ser colecti&o "or inmersi.n y "asa a ser indi&idual y "or as"ersi.n* adem$s debía tener lugar lo antes "osible tras el nacimiento La insistencia de la iglesia en este "unto @al igual #ue su lucha contra el infanticidio demostraba la im"ortancia #ue daba al niño :ambi0n se ad&ierte 0sta en las se&eras reglas de los manuales del confesor res"ecto a la "rotecci.n a "restar al hijo, a su derecho a mamar la leche materna #ue un nue&o embara)o "odría "oner en "eligro de agotamiento Con el tiem"o, el hombre com7n descubría el alma, es decir, la "ersonalidad del niño aun antes #ue su cuer"o Los eclesi$sticos ya no eran los 7nicos #ue se indignaban "or el asesinato de los niños, ya #ue el "ueblo había seguido sus huellas (s de notar #ue la llamada &íctimas de los homicidios rituales de los hebreos eran niños, niños "e#ueños, "ero tambi0n @señal de cu$n difícil era distinguir las di&ersas eta"as de la infancia y de la adolescencia@ niños mayores, j.&enes a"rendices (n los 3iracles de Notre@
de orden social %"or ejem"lo, la escla&itud, la situaci.n "sicol.gica de la 9oma de los "rimeros siglos de la era cristiana (n ambos casos, el im"ulso "arece ser el mismo, la escolari)aci.n de la educaci.n, cuales#uiera #ue hayan sido las formas, muy &ariables, #ue haya ado"tado Los signos distinti&os de la infancia a"arecen, "or tanto, en la &estimenta de las clases #ue est$n en condiciones de frecuentar la escuela, o #ue est$n "arcialmente instruidas %noble)a de toga y burguesía "rofesional y mercantil' !e trata de indicios #ue &ale la "ena obser&ar "or#ue es sabido lo #ue eso signi+ca y los cambios #ue su"one "odía 1
detenerse en la su"er+cie e ir acom"añado de la mayor indiferencia "or la muerte infantil, suceso muy "robable en los "rimeros años %como, #ui)$, entre las nodri)as de lauto' :ambi0n en las clases su"eriores se mimaba a los "e#ueños, sobre todo las madres, las abuelas, e incluso los "adres, "ero cada &e) menos a "artir de mediadas del siglo 4II %en Francia' E ello se debe al nacimiento de otro ti"o de sensibilidad hacia la infancia, destinado a "erturbar la actitud de los adultos frente al niño hasta el siglo n sentimiento bifronte/ de un lado, solicitud y ternura, una es"ecie de forma moderna de mimar, y del otro, tambi0n solicitud, "ero con se&eridad/ la educaci.n Ea había 5niños malcriados5 en el siglo 4II, mientras #ue dos siglos antes no se encontraba ni uno solo ara 5malcriar5 a un niño hay #ue tener hacia 0l un sentimiento de ternura e-tremadamente fuerte, y tambi0n es necesario #ue la sociedad haya tomado conciencia de los límites #ue, en bien del muchacho, debe obser&ar la ternura :oda la historia de la infancia, desde el siglo 4III hasta nuestros días, est$ constituida "or una di&ersa dosi+caci.n de ternura y de se&eridad (n el siglo 4III, bajo la inuencia de 9ousseau y del 5o"timismo5 del siglo de las luces, "arece haber "re&alecido la ternura %al menos en Francia' (n realidad, tras esta a"ariencia e-terior había una gran rigide)/ los alumnos de 3adame de =enlis no dis"onían de un minuto "ara ellos y sus juegos no eran sino un "rete-to "ara im"artir lecciones de gram$tica o de moral Los muchachos tenían #ue sufrir este condicionamiento, afable "ero im"lacable (n el siglo I "re&aleci. la se&eridad %sobre todo en Inglaterra'/ tiene lugar entonces el com"licado juego de la "edagogía, de la moral y del amor artiendo de estas &ariables, un matem$tico "odría construir modelos (l reci0n nacido, aun antes de hacerse niño #ueda liberado de las &endas #ue lo tenían "risionero y embadurnado de orina y heces (n las clases su"eriores se le re"resenta com"letamente desnudo, como el es7s niño de otros tiem"os o el chi#uitín de os $lbumes de fotografía de +nales del siglo I 6Liberado8 Asís se creía entonces, aun#ue hoy ya no se est$ tan seguro* Louise :illy, estudiosa de la historia americana nos informa #ue se &uel&e a las fajas %con una forma de com"romiso #ue deja fuera los bra)os' (n todo caso liberado, admit$moslo, "ero no "or mucho tiem"o, ya #ue los hombres y las mujeres "rogresistas habían em"e)ado a "rohibirle orinarse en la cama en nombre de la lim"ie)a y de la higiene na &e) #ue había su"erado esta eta"a @los m$s testarudos recibían a)otes y castigos de 5educadores5 e-as"erados =estaban ingeniosos mecanismos orto"0dicos "ara hacer im"racticable la masturbaci.n or 7ltimo, tenía #ue sufrir en la Inglaterra de las "ublic schools, en los con&ites y en los colegios, una disci"lina a7n m$s rigurosa #ue la im"uesta "or las 5"edagogías5 del siglo 4II (sto e&identemente, se a"licaba a los hijos m$s "ri&ilegiados de las clases su"eriores, y muy 5ilustradas5, en las grandes ciudades (n cambio, a la burguesía de "ro&incias, y m$s a7n a las clases "o"ulares y a los medios rurales, esos re+namientos s.lo llegan en "arte, o no llegan en absoluto Los "adres oscilaban entre el tradicional e-ceso de carantoñas y las "ali)as (-iste una &astísima colecci.n de dibujos y caricaturas del siglo I donde se &e a un muchacho #ue "one el grito en el cielo, a un "adre o a un maestro fuera de sí #ue lo a)ota se&eramente ante una madre en 1
l$grimas y un gru"o de com"añeros horrori)ados Las re&istas literarias actuales %sobre todo las americanas' han "uesto de moda los artículos sobre la familia feli) ero esta e-"lotaci.n de la iconografía del garrote e-"lica m$s la actitud de hoy #ue la de ayer !e "odría dibujar una geografía de los "aíses del l$tigo y del garrote %es"ecialmente ingleses' y de los "aíses en los #ue domin. el 5solideo5 No es t0rmino f$cilmente traducible a otros idiomas, "ero todos los niños franceses lo conocen bien, incluso hoy día (s interesante la historia de este t0rmino (l 5solideo5 era originariamente el gorro de los sacerdotes cuya tonsura cubría y #ue "rotegía del frío la cabe)a ra"ada al cero (n franc0s antiguo 5lle&ar el solideo5 signi+ca recibir las .rdenes (s "robable #ue los gol"es en la cabe)a fuesen "ri&ilegio de los no&icios, de los escolares con+ados a maestros tonsurados, #ue sustituían los gol"es de f0rulas %el tro)o de madera o de cuero con el #ue a)otaba la mano del alumno rebelde o distraído' o de fusta %la 5disci"lina5 mon$stica' (l t0rmino 5solideo5 es un juego de "alabras habitual entre los cl0rigos (so mismo se difundi. "ronto en las familias, sobre todo entre las mujeres (l 5solideo5, con&ertido en "esco).n es un gol"e suministrado a los niños* tu&o una gran a"licaci.n y se introdujo Incluso en las aldeas francesas m$s retr.gradas de +nales del siglo I* de 0l se tienen muchos testimonios, tanto de "arte de a#uellos #ue lo han recibido como de "arte de los "sic.logos, "si#uiatras, "edagogos y dem$s es"ecialistas actuales de la infancia, salidos de las facultades 5ciencias humanas5, #ue se sienten ante 0l conmo&idos e indignados 6(s #ue no ha sido el conocimiento del niño, junto al contem"or$neo del 5sal&aje5, la "rimera de las ciencias del hombre8 (s así como se estudi. a "rinci"ios del siglo I el muchacho sal&aje descubierto e la )ona des0rtica de A&eyon y recogido "or uno de los "rimeros 5"sic.logos5 (se mismo sistema de amaestramiento dio luego lugar a la reeducaci.n sistem$tica de los ciegos y de los sordomudos Los estudiosos de la infancia %no los m0dicos, #ue eran m$s bien &alederos del trato se&ero y del castigo' descubrieron en el siglo I #ue las amena)as, los castigos cor"orales, eran in7tiles y enseñaron de acuerdo con el (miir de ean ac#ues 9ousseau, a seguir las indicaciones la naturale)a infantil, a no o"onerse a ella, sino m$s bien a utili)arla
La muerte infantil, #ue durante mucho tiem"o fue "ro&ocada, y m$s tarde ace"tada, ha llegado a ser absolutamente intolerable Pui)$ no nos damos cuenta hasta #u0 "unto es reciente esta actitud !eñala una fase de+nida de la sensibilidad, o al menos "ara mucho tiem"o, y no se "uede concebir c.mo "odría retrocederse/ las m$s horribles im$genes de los e-terminios na)is son a#uellas de los cad$&eres de niños, de a#uellos cuer"ecillos es#uel0ticos y, al mismo tiem"o, hinchados (l hombre occidental ha e-"erimentado el siglo 4III y en el I una re&oluci.n en la afecti&idad #ue, ciertamente, no lo hace mejor, sino diferente !us sentimientos se subdi&iden de otro modo, y, en "articular, se concentran m$s en el hijo (n la "elícula Aga Au nom du F2hrer, entre las im$genes de matan)as de niños hebreos, rusos, "olacos, etc, se intercalan otras conmo&edoras de muchachos alemanes/ un "ueblo #ue ama a los niños !in embargo, dentro de esta nue&a sensibilidad, se com"rueba entre 1@ 1Q un cambio en la actitud de los occidentales hacia la infancia, cambio #ue "odría ser "rofundo (l "e#ueño rey del siglo I, al #ue las familias erigían fastuosos se"ulcros, era un raro muchacho, de una rare)a fruto de la contrace"ci.n e+ca), aun#ue t$ctica ero la natalidad, incrementada en los años del baby@boom %1D@1R', disminuye desde 1@Q, y el fen.meno es general en >ccidente (ntre el baby@boom y la disminuci.n de la natalidad de 1S a 1D había una diferencia de medios, "ero no de moti&aciones A &eces disminuía la natalidad, a &eces aumentaba, "ero en ambos casos la +nalidad consistía en conseguir una 5familia feli)5 y el futuro bienestar de 1s hijos A "artir de 1, la disminuci.n demogr$+ca ya no res"onde a las mismas moti&aciones Ea no es child@oriented, como des"u0s de 1S o como el incremento de los años de 1D a 1R, la imagen del niño ya no es "ositi&a, como en el siglo I (n (stados nidos, donde "rinci"almente se le ha rendido culto, es donde m$s e&idente es el reujo (n las urbani)aciones "ara ancianos en Florida no se "ermite #ue residan j.&enes (n otros lugares, las &i&iendas solo se al#uilaban a condici.n de #ue los in#uilinos no tu&iesen m$s de dos hijos %actualmente eso es "oco "robable, "ero es una cuesti.n de "rinci"io' (n ciertos establecimientos se "rohíbe la entrada a los niños no acom"añados !in duda alguna, estas medidas se e-"lican como consecuencia de &einte años de absoluta 5"ermisi&idad5* sin embargo, no se tolerarían en otros tiem"os (stos indicio @y e-isten otros@, no signi+can #ue se est0 &ol&iendo a 0"ocas de indiferencia Hay un límite de sensibilidad #ue se ha su"erado recientemente y demasiado a fondo "ara #ue sea "osible una &uelta atr$s ero e-iste el riesgo de #ue, en la sociedad de mañana, el "uesto del niño no sea el #ue ocu"aba en el siglo I* es "osible #ue se destrone al rey y #ue el niño no siga concentrando en 0l, c.mo ha sucedido durante un siglo o dos, todo el amor y la es"eran)a del mundo T
T (ste estudio a"areci. originalmente en el 4ol 4I de la (nciclo"edia (inaudi en 1Q !e "ublica con autori)aci.n de (lnaudi du !euil 1