Sociología de Género Curso 2012/13 Tema 1. - La aparición a parición del género: géne ro: historia hi storia y conteto social soc ial -1. “Introducción”. Cesar !ste"an #alé $choa -2. “Las fronteras sociales del siglo XXI”. %al&ador 'l"arracin Lendine(
Tema Tema 2. - Las conceptuali(aciones a de"ate -3. “El género” )amiro *ar+ues %anche( -4. “Androcentrismo un caso !articular de sociocentrismo” "aria I. Ascaso #ére$ -%. &'eminismos& &'eminismos& &La igualdad de la mu(er& ,a&ier ermoso )ui( -). “'eminismo negro * !osmoderno” 'licia Costas ernande( -+.&,on las mu(eres una minora&/ ,ose 'ntonio uig Camps
Tema 3. - La intersección inter sección entre lo p"lico y lo pri&ado: tra"ao amilia y ormas de participación de las mueres -0. “#ers!ectias “#ers!ectias teóricas sore sore la familia * las relaciones ntimas” ,ulia $rtega To&ar -. “"u(er * traa(o. La diisión seual del traa(o en el an5lisis sociológico6 de natural a socialmente construida” Luis ere( ere( -17. “La maternidad en occidente * sus condiciones de !osiilidad en el siglo XXI” ,
,osé 'ntonio uig Camps -11. -11. “8acia nueos indicadores de traa(o * género6 un !rolema muc9o m5s :ue estadstico” 'ntonio León -12. “;emocracia !aritaria en Euro!a” *4 5olores #ón(ale( )edondo -13. “;esigualdad * relaciones de género en las organi$aciones6 diferencias numéricas acción !ositia * !aridad” 6uria '. %an( *ateos
Tema 7. 8 'spectos 9estructurales de la &iolencia de género -14.
Tema ;. - La L a construcc const rucción ión de las seualidades seua lidades -1). “Introducción” “8eteroseualidades” “8eteroseualidades” “La discriminación social de la mu(er en ra$ón del seo” Clara '. erreros #arcias *iguel '. )odrigue( *an(ano
Tema <. 8 #lo"ali(ación y género -1+. “=loali$ación * nueas seridumres seridumres de las mu(eres” *aria Lourdes )ui( #arde
TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL
T1-1 Introducción: La solución romántica Inicio Charlotte Perkins Gilman y Jane Addams son un ejemplo de las mujeres que durante cierto tiempo fueron incapaces de seguir adelante . Era como si hubieran llegado al borde de la vida adulta y se hubieran negado a continuar. Se detenían en seco, paralizadas. paralizadas. El problema no consistía en que no tuvieran cosas que hacer. Todas ellas tenían responsabilidades y eran mujeres con otros intereses como, la ciencia, el arte, la filosofía, y eran también apasionadas apasionadas idealistas pero, ¿qué iba a hacer una mujer en el nuevo mundo del del siglo XIX? Se fabricaba una una vida como las de su madre en en el calor familiar o se arrojaba al nervioso activismo del “mundo moderno”. Desde luego estaría fuera de lugar si pretendía encajar en el “mundo masculino” de los negocios, la política o la ciencia. Pero desde un punto de vista histórico, quizá quedara aún más fuera de lugar si se quedaba en casa, aislada de la gran marcha de la industria y el progreso. Ciertamente esta pregunta que se hacia Charlotte Perkins Gilman y Jane Addams, ya se la hicieron otras mujeres, que al igual que ellas se derrumbaron por no tener respuestas. Pero sólo en el último siglo esta cuestión privada a pasado a ser en el mundo occidental, un problema publico, “la “ la cuestión femenina ”, ”, o “el “el problema de la mujer ”. ”. El sufrimiento de Charlotte Perkins Gilman y Jane Addams, la indecisión que les paralizaba, se extiende en los siglos XIX y XX a decenas de miles de mujeres. Una minoría trasforma su parálisis en ira, y se convierte en activistas de los movimientos reformistas, otras permanecieron permanecieron deprimidas, trastornadas o enfermas. Mientras las mujeres descubrían nuevas preguntas y dudas , los hombres del “sistema “sistema ” (médicos, filósofos, científicos) abordaron la cuestión femenina en una corriente continua de libros y artículos y los hombres descubrían que las mujeres eran un interrogante en si mismo y una anomalía desde el punto de vista de la industria. No se las podía incluir en el mundo masculino, pero no parecían encajar tampoco en su lugar tradicional. Desde el punto de vista masculino la cuestión femenina era un problema de control: la mujer se había convertido en un problema social y merecía ser investigado. Estos hombres y frecuentemente mujeres se presentaban como autoridades sobre el doloroso dilema al que se enfrentaban Charlotte Perkins Gilman y Jane Addams. ¿Cuál es la verdadera naturaleza de la mujer? Y, en un mundo industrial, que ya no hacía honor a las habilidades tradicionales de las mujeres, ¿qué debía hacer? Los médicos encabezaron a los nuevos expertos y fueron los primeros en dar su juicio sobre las consecuencias sociales de la anatomía femenina y en prescribir un plan de vida “natural” para las mujeres. Les siguió una horda de expertos, mas especializados, especializados, que trataban de imponer su autoridad para definir las actividades domésticas de la mujer hasta los menores detalles del trabajo de la casa y la crianza de los hijos. La relación entre las mujeres y los expertos no era muy distinta de las relaciones convencionales entre mujeres y hombres. Nunca fue una relación entre iguales, ya que la autoridad de los expertos expertos residía en la negación o destrucción destrucción de las fuentes de 1 Introducción: La solución Romántica
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL
T1-1 Introducción: La solución romántica Inicio Charlotte Perkins Gilman y Jane Addams son un ejemplo de las mujeres que durante cierto tiempo fueron incapaces de seguir adelante . Era como si hubieran llegado al borde de la vida adulta y se hubieran negado a continuar. Se detenían en seco, paralizadas. paralizadas. El problema no consistía en que no tuvieran cosas que hacer. Todas ellas tenían responsabilidades y eran mujeres con otros intereses como, la ciencia, el arte, la filosofía, y eran también apasionadas apasionadas idealistas pero, ¿qué iba a hacer una mujer en el nuevo mundo del del siglo XIX? Se fabricaba una una vida como las de su madre en en el calor familiar o se arrojaba al nervioso activismo del “mundo moderno”. Desde luego estaría fuera de lugar si pretendía encajar en el “mundo masculino” de los negocios, la política o la ciencia. Pero desde un punto de vista histórico, quizá quedara aún más fuera de lugar si se quedaba en casa, aislada de la gran marcha de la industria y el progreso. Ciertamente esta pregunta que se hacia Charlotte Perkins Gilman y Jane Addams, ya se la hicieron otras mujeres, que al igual que ellas se derrumbaron por no tener respuestas. Pero sólo en el último siglo esta cuestión privada a pasado a ser en el mundo occidental, un problema publico, “la “ la cuestión femenina ”, ”, o “el “el problema de la mujer ”. ”. El sufrimiento de Charlotte Perkins Gilman y Jane Addams, la indecisión que les paralizaba, se extiende en los siglos XIX y XX a decenas de miles de mujeres. Una minoría trasforma su parálisis en ira, y se convierte en activistas de los movimientos reformistas, otras permanecieron permanecieron deprimidas, trastornadas o enfermas. Mientras las mujeres descubrían nuevas preguntas y dudas , los hombres del “sistema “sistema ” (médicos, filósofos, científicos) abordaron la cuestión femenina en una corriente continua de libros y artículos y los hombres descubrían que las mujeres eran un interrogante en si mismo y una anomalía desde el punto de vista de la industria. No se las podía incluir en el mundo masculino, pero no parecían encajar tampoco en su lugar tradicional. Desde el punto de vista masculino la cuestión femenina era un problema de control: la mujer se había convertido en un problema social y merecía ser investigado. Estos hombres y frecuentemente mujeres se presentaban como autoridades sobre el doloroso dilema al que se enfrentaban Charlotte Perkins Gilman y Jane Addams. ¿Cuál es la verdadera naturaleza de la mujer? Y, en un mundo industrial, que ya no hacía honor a las habilidades tradicionales de las mujeres, ¿qué debía hacer? Los médicos encabezaron a los nuevos expertos y fueron los primeros en dar su juicio sobre las consecuencias sociales de la anatomía femenina y en prescribir un plan de vida “natural” para las mujeres. Les siguió una horda de expertos, mas especializados, especializados, que trataban de imponer su autoridad para definir las actividades domésticas de la mujer hasta los menores detalles del trabajo de la casa y la crianza de los hijos. La relación entre las mujeres y los expertos no era muy distinta de las relaciones convencionales entre mujeres y hombres. Nunca fue una relación entre iguales, ya que la autoridad de los expertos expertos residía en la negación o destrucción destrucción de las fuentes de 1 Introducción: La solución Romántica
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL conocimiento que la mujer pudiera tener autónomamente. Pero era una relación que ha durado hasta nuestra misma época, hasta el momento en que la mujer empezó a descubrir que la respuesta de los expertos a la cuestión femenina no era ciencia, después de todo, sino nada más que la ideología de una sociedad machista disfrazada de verdad objetiva.
La cuestión femenina. La cuestión femenina surgió en el curso de una trasformación histórica cuya dimensión no han captado aun del todo t odo las generaciones posteriores. Se trataba de la “revolución industrial”. La gente era arrancada de repente de la tierra por la fuerza o por la presión del hambre y las deudas. Una vida campesina y estable que había tenido una considerable permanencia durante siglos se vio destruida Marx y Engels fueron los primeros en comprender la naturaleza de catástrofe de tales cambios. Un viejo mundo estaba muriéndose y otro nuevo nacía. Han pasado más de 150 años y la polvareda no se ha asentado todavía. Al otro lado de la revolución industria quedaba lo que para nuestros fines denominaremos Antiguo Orden. Solo aquí, en la vida cotidiana, encontramos las pautas que nos permiten hablar de un “orden”
Las pautas de la vida social en el Antiguo Orden. Destacan en el Antiguo Orden tres pautas de vida social que son las que le dan coherencia.
Pauta 1ª.- El antiguo orden es unitario . La vida para la gran mayoría de la gente, tiene una unidad y simplicidad que nunca dejará de fascinar al “ hombre industrial ” que venga posteriormente. No es una vida dividida en distintas esferas o áreas de experiencia: “el “el trabajo ” o “la casa ”, ”, entre “lo “lo público ” y “lo privado ” “lo sacro ” y “lo profano ”. ”. La producción ( alimentos, ropas, herramientas) tiene lugar en los mismos espacios, donde las personas nacen, crecen, se emparejan. La relación familiar no se limita al área de lo emocional; es una relación de trabajo. Los ritos y supersticiones confirman la unidad del cuerpo con la tierra, la biología, y el trabajo. Las relaciones humanas de familia y aldea están por encima de todo. No hay todavía una “economía” externa que conecte la suerte de los campesinos con las decisiones de un comerciante en una ciudad lejana. Si la gente pasaba hambre no era porque hubiera caído el precio de la cosecha, sino porque no había llovido. Existen mercados pero no aún un mercado que dicte las oportunidades y actividades de la gente corriente.
Pauta 2ª.-El antiguo orden es patriarcal. La autoridad autoridad familiar recae en los varones varones o en el varón de más edad. El padre toma las decisiones y bajo el dominio paterno, las mujeres no tienen que hacer elecciones complejas ni plantearse preguntas sobre su naturaleza o su destino; la norma consiste simplemente en obedecer. El orden patriarcal del hogar se extiende al gobierno de la aldea, la iglesia, la nación. Es decir, el patriarcado del antiguo orden quedaba reforzado por la organización y las creencias
2 Introducción: La solución Romántica
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL en todos los niveles de la sociedad. Para las mujeres era un sistema total del que no podían escapar. Pero el dominio de los padres no se basa en la mera coacción. La autoridad patriarcal intenta justificarse en las mentes de cada uno de sus hijos mediante una religión que gira precisamente alrededor de la figura del padre.
Pauta 3ª.- El antiguo orden es también ginocéntrico . Las habilidades y el trabajo de las mujeres son indispensables para la supervivencia. La mujer es siempre subordinada, pero está lejos de ser dependiente y desamparada. No sólo era su productividad lo que daba importancia a la mujer en el antiguo orden. Se daba por supuesto que todas las mujeres habían aprendido de sus madres y abuelas, las habilidades necesarias para criar a los hijos, curar enfermedades corrientes y cuidar a los enfermos. No podía existir “cuestión femenina ” en el antiguo orden, el trabajo de la mujer estaba cortado a su medida; las líneas de autoridad que debía seguir estaban claras. Era difícil que se considerara una “inadaptada ” en un mundo que tanto dependía de su capacidad y de su trabajo. Tampoco podía imaginarse tomando dolorosas decisiones sobre qué dirección dar a su vida dado que, dentro del orden patriarcal, todas las decisiones importantes las tomaba por ella el padre o el marido, si es que no estaban tomadas ya por la tradición. La cuestión femenina espera a la llegada de la era industrial que en el espacio de unas cuantas generaciones, tirará por la borda todas las “relaciones establecidas y congeladas ” del antiguo orden. La unidad entre vida biológica y económica, pública y privada, se hará añicos; los antiguos patriarcas serán derribados de sus tronos y al mismo tiempo, se expropiarán los viejos poderes de las mujeres. La trasformación social fundamental, fue el triunfo de la economía de mercado. En el antiguo orden la producción se regía por factores naturales ( alimentos, refugio, mano de obra y recursos disponibles), solo se vendían los ocasionales excedentes. Pero en la economía de mercado, las leyes del intercambio comercial iban a dictar el empleo de la mano de obra y de esos recursos. La mentalidad pueblerina de la producción casera iba a dar paso a una amplia red de interdependencias económicas que uniría las vidas del campesino y el ciudadano, dela gente del norte y la del sur. Esta red de dependencias, el mercado, había ido ganando terreno, muy poco a poco, desde finales de la Edad Media. Pero durante largo tiempo este naciente capitalismo había sido un producto urbano, sin embargo la mayor parte de la gente seguía viviendo de la tierra, de la “economía natural ” del antiguo orden. Sólo en el siglo XIX, con la industrialización y el desarrollo del capitalismo moderno empezó el mercado a sustituir a la naturaleza, como fuerza rectora de las vidas de la gente corriente.
El Nuevo Orden. Con el triunfo del mercado, los patrones de vida establecidos que definían el antiguo orden se vinieron abajo irrevocablemente. La antigua unidad entre trabajo y hogar, producción y vida familiar se vio quebrada. Cuando la producción entró en la fábrica, al hogar no le quedaron sino las actividades biológicas de tipo más personal: la comida, 3 Introducción: La solución Romántica
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL el sexo, el sueño, el cuidado de los niños. La vida se iba a dividir en dos esferas bien distintas: una esfera “pública” de trabajo , gobernada esencialmente por el mercado y una esfera “privada” de relaciones íntimas y existencia biológica individual. Las dos esferas se oponen entre sí con arreglo a sus valores fundamentales, y la línea entre ellas está cargada de tensión moral. El mercado desafía a siglos de moral religiosa. En el antiguo orden el comercio era considerado deshonroso y prestar dinero con intereses se denunciaba como usura. Pero el mercado que domina el nuevo orden rechaza todas las categorías morales con fría indiferencia. Para que unos obtengan beneficios es necesario que otros se empobrezcan, ya no hay espacio para el afecto humano, la generosidad ni la lealtad. Frente al mercado, todos los aspectos “humanos” de la persona deben agolparse en la esfera de la vida privada, y limitarse como mejor puedan a las actividades personales y biológicas que en ella se encuentran. Sólo en el hogar o, en general, en la vida privada, se puede esperar encontrar el amor, la espontaneidad, los cuidados y la alegría que el mercado rechaza. Para los hombres, que pasan diariamente de una a otra esfera, la vida privada adquiere ahora un atractivo sentimental proporcional a la frialdad e impersonalidad del mundo “ exterior ”. El hogar les permita responder a las necesidades corporales que se le niegan en su lugar de trabajo y encontrar la solidaridad humana que está prohibida en el mercado. Simultáneamente, las fuerzas que dividen la vida en “pública” y “privada” ponen en duda el sitio y la función de las mujeres. Las tareas de las mujeres, sobre las que se basaba la economía del antiguo orden, les han sido arrancadas, eliminando lo que había sido el origen de la dignidad femenina hasta en las circunstancias más opresivas.
Los camios del Nuevo Orden en la mu!er
Examinemos este cambio, con sus implicaciones contradictorias para la situación de la mujer: Era el fin del orden ginocéntrico . Las tradicionales atribuciones productivas de las mujeres (fabricación de tejidos, fabricación de prendas de vestir, trasformación de alimentos) pasaron a las fábricas. Las mujeres de la clase obrera podrían proseguir en el nuevo mundo industrial con su antigua tarea, pero ya no controlarían el proceso de producción. Acabarían olvidando sus antiguas habilidades.
Pero al mismo tiempo era el fin del dominio del padre . A medida que la producción de los bienes necesarios sale del hogar, los lazos orgánicos que mantenían unida la jerarquía familiar se van soltando. El padre no controla ya los procesos productivos del hogar, ahora es un asalariado, como puede serlo su hijo o su hija o incluso su esposa. Puede exigir sumisión, puede tiranizar a su mujer y a sus hijos, invocar las sanciones de la religión patriarcal, pero ahora es la empresa quien aporta “ los frutos de la tierra ” y organiza el trabajo productivo de la familia. El ocaso de la autoridad patriarcal dentro de la familia fue un tema constante en la literatura sociológica de comienzos de siglo.
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL La vida de las mujeres se vieron envueltas en confusión, en el antiguo orden las mujeres se ganaban el sustento participando en el trabajo compartido de la familia, fuera de casa no había forma de ganarse la vida. Las mujeres nacían, crecían y envejecían dentro del denso recinto humano de la familia. Pero con la caída del antiguo orden, se empezaba a vislumbrar algo parecido a una elección, aunque resultara muy lejana para la mayoría de las mujeres. Ahora era posible que la mujer entrara en el mercado y ofreciera su trabajo a cambio de los medios para su supervivencia ( pero en menor medida que un hombre) Entrar en el mercado como trabajadora podía significar salarios bajos y condiciones miserables de trabajo, soledad e inseguridad, pero también significaba la posibilidad, de independizarse del dominio familiar. Sin embargo esta existencia, no parecía demasiado “natural ” a mujeres cuyas madres habían vivido y muerto en la intimidad de la familia. Tales eran las ambiguas opciones que las mujeres empezaron a plantearse a finales del siglo XVIII y principios del XIX. En la mayoría de los casos la “ elección ” la hacían las propias circunstancias: algunas mujeres se veían obligadas a buscar un empleo pagado sin tener en cuenta las perturbaciones que pudiera provocar en la familia, otras estaban atadas a las responsabilidades familiares por mucho que desearan trabajar fuera. Pero la caída del antiguo orden había roto el patrón que ligaba a cada mujer a un solo destino incuestionable. Y este cambio tuvo un doble impacto: no se podía juzgar simplemente como un adelanto o un retroceso para las mujeres. Las trasformaciones fueron por su propia naturaleza, contradictorias. El capitalismo industrial liberó a las mujeres de la inacabable rutina del trabajo productivo casero, pero al mismo tiempo les arrebató las atribuciones que habían constituido su peculiar motivo de dignidad. Soltó las ataduras del patriarcado, pero impuso las cadenas del trabajo asalariado. Estos cambios, proporcionaron las bases materiales para el nacimiento de “ la cuestión femenina” . La cuestión femenina era nada menos que el problema de cómo iban a sobrevivir las mujeres y qué iba a ser de ellas en el mundo moderno.
El nuevo mac"ismo. La cuestión femenina, entraba en el dominio de la vida pública como “tema” para deliberación de estudiosos, hombres de estado y científicos. La nueva era necesitaba una nueva forma de explicar la sociedad y la naturaleza humana. La mentalidad que enmarcó la cuestión femenina y que posteriormente esbozó sus principales respuestas, nació con la aparición del nuevo orden, en la lucha contra la autoridad patriarcal. Si la historia de Occidente entre los siglos XVI y XVIII pudiera condensarse en una sola alegoría, esta sería el drama de la derrota del otrora todopoderoso padre. En política, en ciencia, en filosofía, había un tema dominante: la lucha contra las viejas estructuras de la autoridad patriarcal, representada por el rey, los señores feudales, el Papa y muchas veces, el padre de familia. Era una época, muy alejada de nuestros días de predominio empresarial, en la que los miembros de la clase media en ascenso 5 Introducción: La solución Romántica
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL (la burguesía) no eran aun la clase establecida, sino los rebeldes. Una clase que luchó en las revoluciones inglesa, norteamericana y francesa, contra las fuerzas que se oponían al comercio y la obtención de beneficios individuales. La Revolución Francesa supuso un acto definitivo: asesinato del rey, cierre de las iglesias; y donde los vencedores revolucionarios se quitaron de encima el yugo del padre y se declararon una fraternidad de ciudadanos libres. Mientras los revolucionarios de la pujante clase media luchaban contra las restricciones del antiguo orden en materia de negocios derribando cabezas coronadas, los pensadores y los eclesiásticos trabajaban para desarrollar sistemas de pensamiento que se ajustaran a la mueva era. La filosofía abandonó su búsqueda de Dios y la Verdad y firmó una tregua pragmática con el materialismo e individualismo de la economía de mercado. La religión aprendió a volverse ciega en cuestiones éticas ante el mercado y limitarse a los asuntos de la vida privada. Pero el modo de pensamiento que mejor se ajustaba a las condiciones del mercado y a las inclinaciones de los hombres que lo dominaban no llegó de la filosofía ni de la religión, se produjo en la ciencia.
La ciencia había dirigido el asalto intelectual a la ideología patriarcal. Desde Galileo, a comienzos del siglo XVII, se había enfrentado a la Inquisición sobre el problema de si la tierra era el centro del universo, la ciencia se había situado como antagonista o al menos desdeñosa ante la doctrina religiosa y la autoridad tradicional. La física de Newton, la química de Lavoisier o la biología de Darwin, no necesitaban dioses, ni otras fuerzas inaprehensibles para explicar la naturaleza. La ciencia creció con el mercado . Se apropio de los aspectos más revolucionarios de la mentalidad comercial (su lealtad al hecho empírico, su tenaz pragmatismo, su tendencia a la abstracción numérica ) y los convirtió en una herramienta de precisión para entender y dominar el mundo material. La ciencia se burlaba de la vieja ideología patriarcal. La ciencia en los siglos XVIII y XIX, fue el enemigo declarado de los fantasmas, el misterio y los conjuros y una buena amiga de los revolucionarios. Socialistas como Marx y para feministas como Charlotte Perkins Gilman la ciencia fue la fuerza liberadora contra la injusticia y la dominación. Pero oponerse a las estructuras patriarcales de la autoridad no era necesariamente tener una intención o sensibilidad feminista . La visión del mundo que nació con los nuevos tiempos era, en realidad, claramente machista . Era una concepción derivada del mercado, del área de la vida económica o pública. Resultaba, por naturaleza, externa a las mujeres y capaz sólo de considerarlas “ ajenas ”, distintas. La ideología patriarcal también convertía a las mujeres en subordinadas, por supuesto. Pero el campo del que surgía era el habitado por las propias mujeres, ya que la vida en el antiguo orden no estaba fragmentada en un terreno alejado de las mujeres. La visión machista de la naturaleza humana excluye de forma casi automática a la mujer y considera esa naturaleza orientada al hombre desde el punto de vista biológico y capitalista, el “hombre económico” descrito por Adams Smith, guiados por una mente puramente racional y calculadora. 6 Introducción: La solución Romántica
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL Para el hombre económico, los objetos inanimados del mercado ( el dinero y las mercancías que lo representan) están vivos y poseen una importancia casi sagrada. Por el contrario, las cosas verdaderamente vivas no poseen, desde un punto de vista estrictamente “racional ” ningún valor, excepto en la medida en que influyen en el mercado y afectan al propio interés económico: los empleados son “ factores de producción ”, donde, por ejemplo una buena esposa en un “ activo ”. Al final, las leyes del mercado llegan a parecer las leyes de la naturaleza humana. Desde esa posición superior, la mujer resultaba inevitablemente ajena, misteriosa. Ella habitaba, en el otro terreno, el de la vida privada, que desde el mercado parecía un lugar atrasado y preindustrial o un espejo en el que se reflejaba invertido todo lo que resultaba normal en el mundo real de los hombres. Desde una perspectiva machista, parecía que la mujer era una versión más primitiva del hombre, no porque hubiera una evidencia de su inferior inteligencia, sino a causa de su carácter afectivo y generoso, que en sí mismo se consideraba una prueba de esas inferioridades. El “buen salvaje” de Rousseau era, como su mujer ideal, compasiva y dadivosa. Darwin consideraba que la mujer tenia mayor ternura y menor egoísmo, una intuición especial pero que esas eran características de razas inferiores y de un estado menos desarrollado. Todo lo específicamente femenino se convirtió en un reto para la mente científica y racional, El cuerpo de la mujer, con sus ritmos autónomos y sus posibilidades engendradoras, resulta una frontera, otra parte del mundo natural que debía explorarse y explotarse. En el siglo XIX, una nueva ciencia, la ginecología , empezó a estudiar ese extraño territorio y dedujo que el cuerpo femenino era, no sólo primitivo, sino profundamente patológico. La psique femenina, por supuesto, se convirtió en un enigma científico. El psicólogo Stanley Hall lo llamó “terra incógnita” y Freud “el enigma de la naturaleza femenina”. El descubrimiento de la mujer como anomalía (como una cuestión) fue el componente esencial de la percepción machista.
#espuestas racionalistas $ románticas. Dentro del marco de la nueva ideología machista no había más que dos respuestas posibles a la cuestión femenina, que denominaremos “racionalista ” y “r omántica ”. Se trata de concepciones opuestas entre sí, pero su origen fue el mismo y su desarrollo fue unido y paralelo al de la cultura machista. En cada momento habría defensores para cada “solución” y ninguna se dejaría completamente de lado. No obstante la victoria de la solución romántica sería abrumadora y se vería reforzada, en la vida real, por todo el peso de la economía y la capacidad de persuasión de las autoridades científicas.
El racionalismo se%ual La respuesta racionalista consistía, esquemáticamente, en admitir a las mujeres en la sociedad moderna en plano de igualdad con los hombres. Si el problema era que las mujeres estaban, en ciertos sentidos “fuera” no había más que dejarles “entrar”. El racionalismo sexual comparte el espíritu crítico de la ciencia: desprecia los mitos 7 Introducción: La solución Romántica
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL patriarcales de la inferioridad femenina, denuncia los “papeles sexuales ” modernos como invención social arbitraria y sueña con un orden social en el que mujeres y hombres no sólo sean iguales, sino, en la medida de lo posible, funcionalmente intercambiables. Nacido en la Revolución Francesa, el racionalismo sexual es una ideología radical. Pese a su radicalismo, el racionalismo sexual, no dejaba de ser machista. Miraba el mundo de las mujeres desde el mercado, Charlotte Perkins Gilman ( quizá la mas brillante defensora del racionalismo en Norteamérica ) sostenía que el hogar era “primitivo ” y que las mujeres como resultado de su confinamiento en él, padecían un “desarrollo detenido ”, hasta el punto de que se habían convertido casi en una especie separada. Betty Friedan (racionalista sexual) consideraba el hogar como una “trampa” que atrofiaba a las amas de casa. El racionalismo sexual se apresuraba demasiado a volcarse en la esfera pública tal como la habían definido los hombres. La feminista racionalista no suele cuestionar la naturaleza del esfuerzo de su participación en el trabajo, ni a quien se sirve. Veían a las mujeres desarrollando carreras “satisfactorias ”, pero no cuestionaba el propósito social de los puestos de trabajo existentes. El programa del racionalismo sexual consiste en la asimilación, con una serie de formaciones auxiliares ( guarderías por ejemplo) como elementos necesarios para fomentar la rápida integración de las mujeres en lo que había sido el mundo masculino. Si el asalto ideológico a la autoridad patriarcal había hecho imaginables las ideas racionalistas. La revolución industrial hizo que el programa racionalista pareciese inevitable. El grueso del antiguo trabajo de las mujeres había sido trasladado a las fábricas ¿Por qué no iban a seguirle las restantes actividades domésticas? Gilman urgía a que se crearan restaurantes, guarderías, servicios domésticos “ en plan comercial ”, para que se hicieran cargo de los deberes femeninos. Liberada de estas pesadas tareas “rudimentarias”, la familia se convertiría en una asociación voluntaria de individuos. Desde la perspectiva del s. XIX, parecía probable que tales acontecimientos se fueran desarrollando por si solos. El mercado había asumido tantas actividades femeninas, desde hacer vestidos hasta trasformar alimentos, que ¿quién iba a impedirle que engullera el hogar y la familia y en su lugar produjera individuos autónomos y sin sexo?
El romanticismo se%ual Fue en gran parte, el horror de tal perspectiva lo que inspiró la otra respuesta a la cuestión femenina: el romanticismo sexual . Igual que el espíritu machista, el romanticismo sexual ve a las mujeres como anómalas, casi fuera del mundo masculino. Pero, mientras que el racionalista se rebelaba contra esta situación, el romántico se encontraba cómodo en ella. El romanticismo sexual amaba el misterio de la mujer y proponía mantenerla fuera del mundo para que siguiera siendo misteriosa. Así como el racionalismo sexual está históricamente ligado a una corriente más amplia de pensamiento racionalista, el romanticismo sexual surgió con el “ movimiento romántico ” de los siglos XVIII y XIX. El racionalismo daba la bienvenida a la nueva era 8 Introducción: La solución Romántica
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL del capitalismo industrial: el romanticismo retrocedía con repugnancia. La revolución industrial, tal como nos muestra un paseo por cualquier gran ciudad, fue una tragedia estética. Aldeas pintorescas, bosques, arroyos, se desvanecieron bajo la carga del “progreso” industrial. En el mundo del mercado capitalista e industrial, las relaciones humanas no alcanzaron nunca la impersonal benevolencia que había previsto Adam Smith. La “mano invisible ” que invocaba Smith para mantener un orden social que transcurriera con fluidez y justicia no consiguió aliviar a empresarios en bancarrota, trabajadores hambrientos ni granjeros apartados de sus tierras. El espíritu romántico aportó la nostalgia por el antiguo orden o por versiones imaginarias de el. Nada podía ser más aberrante, desde un punto de vista romántico, que el programa del racionalismo sexual. Disolver el hogar ( mediante la eliminación de las últimas tareas domésticas y la incorporación de las mujeres al trabajo exterior) sería acabar con el último refugio frente a los horrores de la sociedad industrial. Liberar a la mujer sería eliminar la única cosa que protegía al hombre de su destrucción psíquica en el duro mundo del mercado. Si ella se convertía en una versión femenina del “hombre económico ” otro individuo en busca de su propio camino, este sería un mundo sin amor ni calor humano. El hombre debía tener un refugio contra la salvaje lucha del mercado, tenia que haber consuelo para su solitaria búsqueda como “hombre económico ” El romanticismo sexual aseguraba que el hogar era ese refugio, y la mujer ese consuelo. En el espíritu romántico hay un rechazo apasionado y humanista del mercado, pero sólo una rebelión furtiva y a medias: no pretende vencer al mercado, sino sólo escapar de él para refugiarse en brazos de la mujer. La mujer debía de ser contrapunto del mercado en todos los aspectos, la antítesis del hombre económico. Desde la perspectiva de RUSKIN, la construcción romántica de la mujer es artificial. El hombre económico es racional, por consiguiente, la mujer romántica es intuitiva, emocional e incapaz de razonar en términos cuantitativos. El hombre económico es competitivo; ella es tierna y sumisa. El hombre económico es interesado; ella es altruista, incluso masoquista. Un racionalista podría considerar a la esposa de los románticos, en realidad, una pupila que depende económicamente de su marido. Charlotte Perkins afirmaba que era una especie de combinación de ama de llaves y prostituta que se ganaba su sustento. El racionalismo sexual podía ser cínico, en cuanto a las relaciones de familias en cuanto aceptar las interacciones del mercado, pero reconocía el mundo social que había creado el mercado, no se apartaba de los hechos. El romanticismo sexual por el contrario, estaba ligado por su propia naturaleza a las mentiras y la evasión. El hogar mitificado ofrecía al romántico un modo de huir del mercado y su intensa necesidad de ese hogar, precisamente como escape, le obligaba a mentir sobre la realidad de las relaciones humanas en su interior.
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La ciencia $ el triunfo del romanticismo se%ual. Fue el romanticismo sexual el que triunfó, desde el ideal victoriano del siglo XIX hasta la mística feminista de mediados del XX. El nuevo “orden” se basó en gran medida en la concepción romántica de la mujer y el hogar. La ideología dominante definía a la mujer como una perpetua extraña y el hogar como un refugio idílico frente al desagradable pero real mundo masculino. El romanticismo sexual triunfó, no sólo porque resultaba psicológicamente cómodo para la mayoría de los hombres ( y para muchas mujeres), sino por una razón práctica que los racionalistas sexuales del primer periodo industrial no habían podido prever. El romanticismo sexual encajaba perfectamente con las necesidades de la económica que estaba madurándose y que iba a depender cada vez mapas del modelo económico de consumo domestico individual para alimentar su crecimiento. Y, una vez el romanticismo sexual le ha dado forma, la mujer se convierte en una trabajadora mas adecuada cuando la industria la necesita: la “mujer romántica” debe trabajar por poco sueldo, normalmente en tareas que requieren sumisión y entrega y vuelve rápidamente al sitio al que “pertenece” cuando acaba su trabajo. Las nuevas ideas revolucionarias de “derechos” y “libertad” que la burguesía ascendiente había gritado en otro tiempo a la cara de los monarcas, dejaban de lado implícitamente el sexo, como se han apresurado a recordar siempre las feministas. El romanticismo se vio obligado a buscar su legitimidad fuera del mundo laboral normal de los hombres, en alguna autoridad superior al realismo económico o el idealismo político. Esa autoridad fue la ciencia. Durante más de cien años, la respuesta romántica a la cuestión femenina se articularía, no en términos políticos, estéticos o morales, sino en el lenguaje científico. Y en ello había una dolorosa ironía. La ciencia había sido una fuerza revolucionaria, opuesta al perjuicio, pero a medida que el antiguo orden se desvanecía en el pasado y la “clase media en ascenso” se convertía en la nueva clase dominante, la ciencia firmó la paz con el orden social, y la ciencia asumió la defensa del romanticismo sexual. Los expertos científicos que se comprometieron en la defensa del romanticismo sexual, médicos, psicólogos, especialistas en ciencia domestican etc., aseguraban tener un corpus especializado de conocimiento científico, y su carrera se basaba en esa afirmación. Pero sin la ciencia ellos carecían de legitimidad, y la ciencia en sus manos sufrió extrañas distorsiones hasta hacerse irreconocible. La ciencia en otro tiempo había atacado a la autoridad, pero el nuevo experto científico se convirtió en la autoridad. Su trabajo no consistió en buscar lo verdadero , sino en pronunciarse sobre que era lo adecuado . La toma de poder sobre las vidas femeninas por parte de los expertos no fue rápida ni sencilla, había que destruir o desacreditar las viejas redes mediante las que las mujeres habían ido aprendiendo unas de otras. Pero los expertos no habrían podido vencer si no hubieran tenido la acogida de tantas mujeres que les buscaron e incluso se organizaron para extender su influencia. No se trataba exclusivamente de mujeres crédulas o conservadoras, las que les dieron apoyo sino de mujeres independientes, 10 Introducción: La solución Romántica
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL progresistas, incluso feministas. Los expertos eran “científicos ” y parecía que sólo la ciencia podía acabar con a ignorancia y la injusticia. ¿No se había enfrentado la ciencia a las a las autoridades patriarcales del antiguo orden y a todas las marañas de limitaciones a la mujer? Esa fue la base del idilio entre las mujeres y los nuevos expertos: la ciencia había estado de parte del progreso y la libertad, ignorar sus dictados era seguir en la “era de las tinieblas ”, y seguirlos era unirse al avance imparable de la historia. Harían falta otras generaciones para que el idilio se deshiciera y las mujeres descubriesen que en realidad, los expertos les habían traicionado a la ciencia y a ellas.
11 Introducción: La solución Romántica
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T1-2 Las fronteras sociales del siglo XXI Inicio Esta lectura pretende concretar las consecuencias específicas del cambio social posterior a la Constitución de 1978 sobre la vida de las mujeres. En las previsiones de cambio social no es fácil identificar actores o movimientos organizados que puedan iniciar y ejecutar retos y desafíos de gran envergadura. Ni siquiera entre los propios movimientos organizados por mujeres. La actual situación de falta de promotores no implica que no vaya a haber cambios, resaltando la fragmentación y la existencia de múltiples actores. María Ángeles Durán propone la sustitución de fronteras por retos , ya que una frontera marca límites entre el antes y el después, pero no implica protagonistas y antagonistas, ni conlleva un simbolismo tan dramático como el reto. Las cuatro fronteras de Durán
Es difícil dar nombre a las corrientes de cambio, por su complejidad y evolución, o incluso por su intensidad, pero para Durán existen al menos cuatro fronteras: I.
Las relacionadas con la desnaturalización del cuerpo .
II.
Las relacionadas con los nuevos usos del espacio.
III.
Las relacionadas con los nuevos usos del tiempo .
IV.
Las relacionadas con la producción de nuevos mitos que refuercen la demanda de nuevos modelos de las relaciones entre hombres y mujeres.
I.- Las fronteras del cuerpo. En el último tercio del siglo XX se produjo en los países desarrollados un cambio espectacular en el sentido de la des-naturalización del cuerpo. El cuerpo humano nunca ha sido meramente biológico, mera naturaleza; pero en la historia humana, el cuerpo ha sido una frontera estable, un límite a la actuación de la voluntad y de la cultura. Esa estabilidad de los límites ha recibido en el s. XX el envite de los avances técnicos en biología y medicina, que han modificando la relación entre el ser humano y su cuerpo. Pero es a las mujeres a las que han afectado más estos avances porque han roto la tradicional asociación entre lo natural y lo femenino, contrapuesta a la asociación de lo masculino con la racionalidad y la cultura. La principal consecuencia de la nueva relación de fuerzas entre la disponibilidad de tecnología y los nuevos valores igualitarios e individualistas ha sido la conversión de la “ naturalidad ” de la maternidad en la “ opcionalidad ” de la misma. La procreación se ha convertido en una elección en lugar de una obligación, y en la mayoría de las mujeres de los países desarrollados tienen a su alcance planificar, evitar o elegir el embarazo. La desnaturalización de la mujer. Todo esto ha supuesto la disociación de la reproducción y la actividad sexual de las mujeres, suponiendo una revolución comparable, en sus efectos sociales, al descubrimiento e implantación de la agricultura. El cuerpo de la mujer ha abandonado parcialmente su condición natural y Las fronteras sociales del s.XXI
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL se ha hecho más culto, o mas político. Esto es solo el principio, ya que el las próximas décadas los avances científicos podrían llevar a elegir el sexo de la descendencia, y la posibilidad de modificar la condición uterina de las gestaciones. Las des-uterinización de la gestación, y la posibilidad de inseminación con esperma procedente de bancos de donantes, abren la vía para formas desconocidas de familia y de organizaciones sociales que no tendrán por base los lazos de consanguineidad y afinidad que hasta ahora habíamos conocido. La relación con el cuerpo es nueva no solo por evitar las leyes de la naturaleza en lo referente a la procreación, ya que también se han des-naturalizado otros aspectos de la relación con el cuerpo, desde la alimentación a la apariencia estética. El termino des-naturalización no significa ir contra la naturaleza, sino el dominio sobre ella, y aunque afecta a los dos sexos, tiene más importancia para las mujeres. Así, si tradicionalmente se ha definido a la mujer por los papeles asociados con la reproducción y con el cuidado de la vida, las mujeres del siglo XXI se desnaturalizarán y serán muy diferentes a sus antecesoras. El cuerpo ha ganado valor en los últimos lustros, y su cuidado ( salud, estética) se ha convertido en una exigente obligación social teñida de ribetes morales. Muchas mujeres la viven como una imposición social ante la que no se pueden evadir y que contrarresta otros logros obtenidos mediante la educación y la lucha política. La esperanza de vida. Es difícil averiguar hacia dónde van a llevar las nuevas formas de relación con su cuerpo y la liberación de las tradicionales formas de servidumbre de las mujeres. No podemos saber las consecuencias sociales de las técnicas de clonación o terapias génicas, pero lo que sí se ha producido a principios del siglo XXI es el gran aumento de la esperanza de vida, que es aún mayor para las mujeres que para los hombres. Esta prolongación de la existencia significa que las mujeres tendrán que acostumbrarse a tratar con cuerpos envejecidos, y a acostumbrarse a que pasarán tantos años vivas después del climaterio, que ser vieja será tan normal como ser joven o de edad potencialmente fértil. En España ya se ven zonas o barrios de las grandes ciudades con mujeres españolas mayoritariamente ancianas que son atendidas por inmigrantes recién incorporadas a la sociedad española. Si el último tercio del siglo XX trajo a las mujeres españolas un nuevo modo de relación con la procreación y la frontera inicial de la vida, eliminando las condenas morales y legales por el uso de la planificación de la natalidad, es probable que en el primer tercio del siglo XXI traiga cambios equivalentes en relación con la frontera de la muerte. La expansión del margen de autonomía individual ante los hechos biológicos sigue siendo un objetivo político en las sociedades desarrolladas y es sobre todo la indefensión y dispersión de los enfermos terminales y la población de edad muy avanzada lo que ha impedido que el cambio en relación con los derechos de salida ( la eutanasia, cuidados paliativos o los tratamientos contra el dolor ) vaya más rápido. En España, se han producido pequeños cambios legales en torno al testamento vital y al registro de las últimas voluntades, pero sigue sin modificarse sustancialmente la Las fronteras sociales del s.XXI
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL situación legal de quienes quieren decidir por sí mismos el momento o condiciones de su muerte. Estudios sociológicos constatan, desde hace décadas, un cambio en las actitudes de la población y en las prácticas sanitarias en relación con la eutanasia, pero la situación legal sigue siendo la misma a la de la época preconstitucional. Aunque los derechos de salida son tan importantes para los hombres como para mujeres, la relación de unos y otras con la muerte no es igual. Por razones históricas y culturales, las mujeres han desempeñado en España el papel de cuidadores de enfermos y moribundos, de organizadoras de las honras fúnebres y de mantenedoras de la memoria familiar. Viven anticipadamente la experiencia de la muerte de los suyos antes de afrontar la suya. Por lo que a sí mismas se refiere, las mujeres piensan más en la muerte, y les toca vivir más años en su antesala, y sufrir la dependencia y la enfermedad en una situación de precariedad económica y de soledad. Por ello cualquier cambio social o legal que tenga que ver con la autonomía en la disposición del cuerpo al final de la vida les afectará más profundamente que a los varones.
II.- Los nuevos usos del espacio. Relacionados con el espacio los últimos cambios son los siguientes: a. Un nuevo equilibrio en la relación entre espacios privados y públicos. b. Un nuevo tipo de vínculos político/territoriales, especialmente en los ámbitos autonómico y europeo. c. Un uso creciente de los espacios móviles, sobre todo del automóvil privado, que genera espacios de privacidad y gran autonomía de desplazamientos. d. La mayor disponibilidad de espacios que se utilizan temporal y cíclicamente (para fines de semanas, vacaciones, etc.) tanto de modo recurrente como variando el destino en cada ocasión. e. El retraso en el acceso de la juventud al uso de espacios domésticos propios. f. El lento pero progresivo crecimiento de la utilización de espacios institucionales para la población de edad avanzada, tanto en uso diurno como temporal y permanente. a) El nuevo equilibrio en la relacin entre espacios privados ! p"blicos.
En la obra de Luís de León titulada La prefecta casada (1583) sintetizó el modelo de cómo debían ser las mujeres de su época, y muchos de sus aspectos siguieron vigentes hasta la mitad del siglo XX, perdiendo su validez social en su totalidad a comienzos del XXI. Un cambio espectacular ha sido el de la nueva relación con el espacio , tanto por la adscripción que se hacía de las mujeres a los espacios domésticos como por la precaución y recelo con que tradicionalmente se veía su acceso a los lugares públicos. Las españolas han logrado, en medio siglo, un acceso casi igualitario a los espacios relacionados con la educación, la investigación y la cultura ( aunque no a las posiciones Las fronteras sociales del s.XXI
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL de poder dentro de ellos). Y en las generaciones más jóvenes, el acceso al automóvil y
al desplazamiento por motivos turísticos ya no representa una barrera para las mujeres. b) Los nuevos v#nculos pol#tico$territoriales.
Por comparación con el recién terminado s. XX, hay cambios dignos de mención en la geografía política, aunque no son específicos de género: 1º.- La nueva definición de la relación con el espacio de las comunidades autónomas .
Es decir, hay más diferencias percibidas y reales en la vinculación política con su espacio de residencia entre las mujeres españolas de diversas comunidades autónomas que la que había hace veinticinco años. 2º.- La intensificación de la relación con el espacio europeo como un espacio propio y diferenciado de otros espacios políticos . Las diferencias entre las mujeres españolas y
las de otros países europeos se han reducido en este periodo. 3º.- Tiene por protagonistas a los inmigrantes recientemente asentados en España :
magrebíes, latinoamericanos, subsaharianos, europeos del este, y orientales, que han cambiado decisivamente la sociedad española y sus coordenadas espaciales tradicionales. Se ha detenido la emigración tradicional, y la ha sustituido la inmigración masiva, ya no tiene sentido hablar sólo de los “españoles/as”, a menos que se t rate de actividades muy concretas restringidas a la población de origen. Lo que realmente constituye hoy la sociedad española es la población que reside en ella: y aunque respecto al conjunto de la población los inmigrantes sólo constituyen una décima parte, esta proporción crece ininterrumpidamente. La inmigración no se reparte homogéneamente por el territorio y no está muy desequilibrada por género en su conjunto, pero sí cuando se desagrega por ocupaciones o países de procedencia. Los inmigrantes traen su propia cultura y estilos de organización familiar y social, y las relaciones de género de algunos países son muy distintas a las que se dan en España y la experiencia de otros países europeos señala que la integración se produce más rápidamente en el ámbito laboral que en los valores y prácticas sociales. Si en su conjunto los inmigrantes han ocupado los estratos menos valorados del sistema productivo español, en el caso de las mujeres inmigrantes se ha producido una fuerte concentración en dos actividades poco valoradas: las labores domésticas y la prostitución. c) Los espacios %viles.
En la actualidad el automóvil ha permitido la aparición de zonas suburbanas residenciales, con sus propios núcleos de servicios, lo que ha modificado los hábitos de consumo y ocio. Las mujeres de edad intermedia y avanzada no han accedido mayoritariamente a la conducción, lo que limita sus posibilidades de desplazamiento. En cambio las mujeres jóvenes han accedido al carné de conducir casi en las mismas condiciones que los varones de su edad. El automóvil propio es un espacio de intimidad, tanto más relevante cuanto que el acceso de los jóvenes a la independencia residencial se ha retrasado.
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL d) La disponibilidad de nuevos &o varios) espacios.
Comparados con otras familias europeas, las españolas sufren el llamado “ mal de piedra ”, es decir, la propensión a invertir su patrimonio en inmuebles para uso propio. No solo son habitualmente propietarias de su vivienda principal, sino que frecuentemente poseen o utilizan otra residencia secundaria. La tardía emancipación de los hijos respecto a los padres encuentra en el uso discontinuo de los espacios residenciales un alivio a la presión familiar. El resultado es un patrón complejo de utilización del espacio, con frecuentes desplazamientos durante las vacaciones y fines de semana de toda la familia o de parte de sus miembros. La vivienda es el mayor exponente del estilo de vida y la posición social de la familia. Siendo habitual que la administradora de los recursos económicos y sociales de la familia, la gestión de la/s vivienda/s es uno de los cometidos principales de las amas de casa. Además de relacionarse con los espacios propiedad de la familia, las mujeres españolas del siglo XXI consumen desplazamientos de ocio, y es posible que el deseo y posibilidades de relacionarse con otros lugares se extienda en los próximos años. e) El retraso de la independencia espacial de la 'uventud.
Los jóvenes españoles se independizan más tarde que los europeos, debido a la debilidad del mercado laboral, la carestía de viviendas o al apoyo financiero que les ofrecen sus familias. La fuerte inversión en la educación de la generación siguiente, la proyección de las aspiraciones propias en el futuro de los hijos y la alta permisividad en materia de conducta sexual ha hecho que la edad de abandono del hogar paterno sea en España inusualmente elevada en el contexto europeo. Lo que esto trae consigo, además de una intensa relación intergeneracional y el retraso en la edad de matrimonio, es la aparición de nuevas categorías socio-ocupacionales: por ejemplo, los jóvenes ocupados temporales sin vivienda propia pero con amplio cash disponible para gastos de bolsillo, que les permite, por su nivel de vida, asimilarse a estratos ocupacionales medios/altos. f) Los espacios a'enos( residenciales ! espacios institucionales.
Los hogares españoles funcionan como hospitales de acogida para los familiares enfermos. Tradicionalmente, la generación progenitora mantenía en su propio hogar a algún hijo casado, ( el primogénito y últimamente el ultimogénito) para que procediese al cuidado de los padres en la vejez, aunque esta función se encomendaba también frecuentemente a las hijas solteras. Con el aumento de la esperanza de vida esta forma de organización familiar se ha debilitado. Las parejas ancianas viven más años solos en sus domicilios, y es más frecuente que, llegada la viudez, el cónyuge superviviente siga viviendo en su domicilio en lugar de instalarse, fijo o por turnos, en el de sus hijos. Es la mejora del nivel de vida, y en concreto la extensión del sistema de pensiones, lo que ha propiciado este cambio. El porcentaje de hogares unifamiliares respecto al total de hogares crece cada año, los cuales están habitado principalmente por mujeres de edad avanzada.
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL El traslado de los ancianos a residencias u otros tipos de hogar institucionales es todavía muy bajo en España por comparación con los países de la U.E., pero es una tendencia que crece lentamente. A medida que aumente la proporción de personas de edad muy avanzada ( por encima de los ochenta años), las actuales pautas de residencia familiar de las personas mayores dependientes tendrán que modificarse.
III.- Las fronteras del tie%po. El ciclo de vida.
El análisis del uso del tiempo aplicado a sujetos individuales admite dos perspectivas básicas: la sincrónica y la diacrónica . La primera (sincrónica o transversal) es similar a un corte en el tiempo, que trata de averiguar qué hace cada uno en un momento dado o, en un periodo breve de tiempo y fácil de acotar tal como un día o una semana. En la perspectiva diacrónica (longitudinal) lo que se trata de conocer es la distribución del uso del tiempo a lo largo de un período dilatado, generalmente un ciclo completo de vida. Desde esta perspectiva diacrónica, ejemplificada por los ciclos de vida, el primer dato que salta a la vista para la comprensión de las fronteras del siglo XXI es que los niños nacidos en el umbral del cruce de siglo tendrán una esperanza media de vida próxima a los cien años, algo más larga en el caso de las niñas. Esto no le había ocurrido a ningún grupo humano a lo largo de la historia, por lo que no existen modelos de referencia para llenar tantos años añadidos de vida. Este alargamiento vital modifica el modo en que hombres y mujeres viven las etapas tradicionalmente llamadas niñez, juventud, madurez y vejez. Si hace dos mil quinientos años las protagonistas de las historias con catorce años eran capaces de administrar el patrimonio doméstico que incluía animales y esclavos, en el siglo XXI, consideraremos a una mujer de catorce años todavía como una niña con un estatuto jurídico, psicológico y económico de inmadurez. Pero al mismo tiempo, los estudios se prolongan hasta cerca de la treintena y el matrimonio y el primer hijo se retrasan, especialmente entre las mujeres muy cualificadas profesionalmente, hasta aproximarse a la edad en que por causas naturales la fertilidad se reduce considerablemente. Esto implica la aparición de una nueva categoría social, la de la población de edad “madura ”, con pautas de vida semejantes a la de los más jóvenes, y que mantienen altas tasas de actividad social y económica hasta los sesenta y cinco años. Actualmente en España, el colectivo de edad ente cuarenta y cinco y sesenta y cinco años todavía refleja las pautas desiguales para hombre y mujeres respecto a la educación y el empleo, ya que fueron educados a mitad del siglo XX; pero estas diferencias se van borrando como consecuencia de la entrada de generaciones educadas en la igualdad. A pesar de los importantes cambios producidos en el primer tercio del ciclo vital (infancia y juventud) los cambios más espectaculares de este siglo XXI se pronostican para el segundo tercio del ciclo vital.
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL La prolongación de la esperanza de vida no se traduce tanto en el aumento del número de años transcurridos en las etapas de juventud o madurez, cuanto en el alargamiento de los años poslaborales y de la etapa llamada del “ nido vacío ”, o posterior abandono de los hijos del hogar paterno. En la España de comienzos del siglo XXI, con menos de 1,3 hijos por mujer, nacidos en su mayoría por planificación familiar, y en proporción creciente de padres o madres no españoles o que han adquirido recientemente la nacionalidad, tanto la maternidad como la etapa de fertilidad no procreativa han cambiado completamente de contenido. En la imagen tradicional de la mujer/madre, ésta presta servicios de cuidado y reproduce biológicamente su sociedad de origen. Sin embargo, en los inicios del siglo XXI ya no son los niños el colectivo que necesita del tiempo de las mujeres. Para el año 2050 se prevé que el número de mayores de ochenta y cinco años en Europa se triplique respecto al final del s. XX, siendo estos los que necesitaran esa atención de la mujer. Las tres amenazas. Aunque los avances sociales, económico y sanitarios hayan permitido subir el techo de la esperanza de vida “ libres de incapacidad ”, esto ha traído una carga agridulce para las mujeres, pues viven más años sanas, pero, proporcionalmente, aún crecen más los años que viven y esperan vivir ancianas y enfermas. Debido a que los varones son menos longevos y tienden a casarse con mujeres más jóvenes que ellos, en los últimos años de vida acechan a las mujeres tres amenazas posibles: 1. La soledad por falta de cónyuge. 2. La enfermedad degenerativa de su propia longevidad. 3. La pobreza causada por el agotamiento de sus recursos patrimoniales, así como la precariedad de las rentas poslaborales que nunca tuvieron o fueron insuficientes por su escasa incorporación al mercado laboral. La búsqueda de una definición para ésta época sobrevenida por el alargamiento del ciclo vital refleja el rechazo de la idea de vejez, que lleva asociado el deterioro físico y mental y la proximidad de la muerte. Así vejez es un término casi proscrito que se sustituye por tercera edad, mayores, jubilados o ancianos . Actualmente y dado el crecimiento del grupo de los mayores de sesenta y cinco años, se reserva la definición de mayores para aquello que tienen más de ochenta y cinco años. En España según el censo de 2002 hay 219.336 varones y 500.899 mujeres que han superado esa edad: es decir dos mujeres por varón. M.A. Durán demuestra, con datos del INE del año 2001, como la demanda generada por los mayores de sesenta y cinco años, relativa a los cuidados, recaería sobre las mujeres de entre dieciocho a sesenta y cinco años si éstas fueran las únicas encargadas de satisfacerla. Una carga excesiva e incompatible con su plena integración en la vida laboral, educativa, o simplemente de ocio.
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL El tie%po en la vida cotidiana.
Las encuestas sobre uso del tiempo arrojan visiones muy innovadoras de la estructura social y económica de España, ya que permiten remontar el problema de la invisibilidad de los recursos no monetarizados, entre los que es prioritario el trabajo doméstico de las mujeres. Distribución del tiempo. En un trabajo de M.A. Durán, realizado en 2003, una mujer adulta dedica de medias 2,26 horas diarias al trabajo profesional y al estudio, así como 4,41 horas al trabajo doméstico. Los varones dedican 4,39 horas al empleo y 1,34 al hogar. La suma del trabajo remunerado ( o profesional) y no remunerado ( o doméstico) o carga global de trabajo, es de 6,13 horas para los varones y 7,07 para las mujeres. Según otras fuentes del CSIC, que recogen con mayor extensión las actividades simultáneas y difusas, como el cuidado, la carga de las mujeres es bastante más pesada y la diferencia respecto a los varones resulta aún mayor. No parece posible que las próximas generaciones de mujeres puedan seguir haciéndose cargo del cuidado de niños, enfermos y ancianos en la medida que venían haciendo hasta ahora, lo que exigirá una revisión de los pilares básicos y económicos del Estado de bienestar. La situación familiar es una variable clave en la desigual disponibilidad y distribución
del tiempo de mujeres y hombres. Los solteros, independientemente del género, tienen dedicaciones relativamente parecidas, pero los varones casados aumentan casi una hora su dedicación al empleo respecto a los solteros ( Encuesta del CSIC sobre el uso del tiempo en 2003), en tanto las casadas la reducen en hora y media respecto a las solteras. Sin duda la redistribución del tiempo en la vida diaria es una de las fronteras hacia la que camina, lentamente la sociedad española. Pero todavía falta mucho para que se consoliden hábitos y estructuras que realmente permiten conciliar las responsabilidades familiares con la presencia en el empleo y en la vida pública.
I.- *ás allá de la ciencia ! las le!es( %itos para el futuro. La diferencia entre Mito e Historia depende en gran medida del punto de vista del observador. En la “ Historia de los dioses y los héroes ” de J. Campbell, indica que hay temas mitológicos que se encuentran en todas las culturas; sin embargo, el tratamiento dado al rema es muy distinto según se le considere historia o leyenda. Son numerosos los mitos y leyendas que aportan explicaciones sobre épocas lejanas y desconocidas. Muchos mitos tienen por objetivo la explicación de épocas lejanas, las de los orígenes; son mitos sobre el origen del mundo, de la vida, de la sociedad o de una persona o grupo social concreto. La mayor dificultad que el investigador encuentra en el análisis comparado de las creencias y los mitos es que los sujetos, pueblos o sociedades que “ creen ” en ellos, los toman por conocimientos objetivos, pertenecientes al ser y no al inventar ; pero simultáneamente, consideran que las creencias de sus vecinos, de otros pueblos y sociedades, son invenciones .
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL Las relaciones entre hombres y mujeres han sido objeto desde siempre de regulaciones legales, justificaciones y normativas religiosas, y de interpretaciones literarias, sin que los límites entre unos y otros tipos de aproximación hayan sido claros. Al contrario, la perspectiva legal, la religiosa y la legendaria/literaria se han influido entre sí profundamente. En la sociedad española de comienzos del siglo XXI, el pensamiento lógico-científico tiene cada vez mayor importancia, y las mujeres están cada vez más integradas en el sistema educativo. Ya han conseguido una integración total en el acceso a los niveles de estudios primarios y secundarios, y en numerosas disciplinas del nivel universitario. Sin embargo, el acceso al sistema de producción, conservación y modificación de mitos continúa estándoles prácticamente vedado, al menos en lo referido al poderosísimo cuerpo de ideas mítico-religiosas vinculado con el pensamiento cristiano. Las mujeres españolas de comienzos del s. XXI no han logrado ejecutar los principios, teóricamente defendidos por la Constitución de 1978, de igualdad de sexo y no discriminación, cuando estos entran en conflicto con normas internas de organización de la Iglesia Católica . A las mujeres se les sigue prohibiendo, en virtud de su género, el acceso a la condición sacerdotal y a la jerarquía eclesiástica y a su maquinaria de creación de pensamiento y de opinión pública. Lo que en el ámbito civil y político ha desaparecido ( la desigualdad de las mujeres y su consiguiente incapacidad para el acceso a cargos públicos), en el ámbito religioso se ha mantenido como principio normativo, emanado de una revelación que los varones jerarcas de la comunidad eclesiástica consideran divina. Por lo que se refiere al papel de las mujeres, el conflicto entre el sistema laico de creencias y el sistema religioso se ha resuelto parcialmente por la vía del debilitamiento de las creencias religiosas y, sobre todo, de sus usos y prácticas. Los medios de comunicación actúan como plataformas de emisión de otros mitos y figuras elevadas pero hasta ahora no han logrado crear modelos que superen a las figuras tradicionales cristianas. Existen corrientes cristianas, como Somos Iglesia, que pretender abrir la participación de la mujer en la vida de la y en la vida laica; pero en su conjunto, la Iglesia Católica defiende una posición arcaica en este tema y su posición se haya más cercana a otros credos no cristianos que al de otras iglesias cristianas como la anglicana. Desafortunadamente la llegada de nuevos colectivos inmigrantes no va a aportar una mejora de la situación, sobre todo en el caso de los inmigrantes musulmanes, que pueden tener incluso un efecto retroactivo respecto a la igualdad entre géneros. Para los movimientos sociales que favorecen la integración de la mujer en todos los ámbitos de la vida pública y privada, que no hacen sino aplicar un mandato expresado en el Art. 14 de la Constitución española, la relación con las entidades religiosas plantea un difícil problema estratégico. A diferencia de lo ocurrido en los años anteriores a la Guerra Civil de 1936-1939, no hay un clima antirreligioso porque las creencias religiosas se han confinado al ámbito de lo subjetivo y privado. En la medida en que se trate de un asunto privado, y que cada individuo pueda seguirlas libremente o no, no levanta un rechazo social grave aun a pesar de que sus principios entren en contradicción con los constitucionales. Muchos creyentes resuelven esta situación Las fronteras sociales del s.XXI
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL considerando que la posición mantenida por la Iglesia no es vinculante para ellos. Como dicen todos los estudios sociológicos, su conducta contradice en la práctica social la normativa religiosa. Para mantener la paz entre las opuestas fuerzas sociales, la Iglesia católica ha aceptado su pérdida de peso en la esfera pública; y, paralelamente, los movimientos sociales modernizadores han renunciado a la crítica activa de sus contenidos doctrinales, además de reconocerle un lugar social privilegiado que la defiende de la competencia de nuevos credos y organizaciones religiosas. Por su carácter laico y modernizador, los movimientos sociales a favor de la igualdad de las mujeres hacen una buena alianza con los propulsores del pensamiento científico, pero se sienten incómodos en el tratamiento y utilización práctica de los mitos. Los movimientos sociales a favor de la igualdad de las mujeres han dejado libre el campo del inconsciente, de los sentimientos y de la fantasía a otros tipos de movimientos sociales que tradicionalmente se han ocupado de ellos con maestría; pero este abandono o renuncia conlleva un elevado coste estratégico. Si el fondo legendario o mítico de la sociedad española no se renueva con mitos que funcionen como potenciadores del cambio social, los viejos mitos ofrecerán una resistencia invisible que retardará y hará más doloroso el proceso de cambio. La tarea de construcción de nuevos mitos parece, en principio, imposible. Para que un mito produzca efectos sociales no sólo ha de ser creado como relato sino que necesita el respaldo o la adhesión social, un hueco entre las creencias. Los nuevos mitos favorables a la igualdad y a la integración de las mujeres podrían surgir dentro de la Iglesia Católica o fuera de ella: o lo que es más probable, por un sistema de mestizaje entre viejos y nuevos mitos, o de redefinición de los anteriores mediante rasgos nuevos y reubicación en términos de centralidad e importancia. Las organizaciones religiosas son cuerpos socialmente vivos y evolucionan constantemente. Las iglesias cristianas no son una excepción y su historia es la historia de un permanente sincretismo ( tratar de conciliar doctrinas diferentes) con otras religiones y cuerpos míticos locales, así como de su adaptación constante a los valores y normas legales de las sociedades en las que han arraigado. También las iglesias cristianas responden a un credo monoteísta y estrictamente patriarcal basado en la idea de un Dios-Padre intemporal y de un Dios-Hijo que interviene de forma visible e histórica para lograr la salvación de los hombres y posibilitar su acceso al Reino de los Cielos. A los ojos de los observadores externos lo anterior entra en contradicción con la devoción a santos y ángeles o las múltiples advocaciones de María, y nos asemejan al mundo politeísta, en el que las figuras femeninas adoptan papeles centrales para la organización de creencias, sentimientos y ritos sociales. Si para la sociedad civil es un problema la coexistencia con organizaciones con cuerpos doctrinales que niegan principios constitucionales, para las organizaciones religiosas también es un problema la oposición frontal a la sociedad civil. Hasta ahora
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TEMA 1: LA APARICIÓN DEL GÉNERO: HISTORIA Y CONTEXTO SOCIAL los movimientos de cambio social desde dentro de las organizaciones religiosas cristianas han tenido poco éxito en lo referente a la redefinición del papel que corresponde a las mujeres en la vida privada y en la pública. En este tema, la relación de la Iglesia con sus sectores renovadores es similar a la que sostuvo con otras corrientes renovadoras en los siglos XV y XVI, esto es, de enfrentamiento y rechazo. En el siglo XXI, la virginidad no tiene el valor que tuvo históricamente en las sociedades cristianas, sobre todo porque la prole no se vincula con la propiedad de la misma forma. Las mujeres de este siglo tienen una relación con el sexo y con su propio cuerpo tan diferente de la que tuvieron las mujeres de siglos anteriores que difícilmente pueden volcar su afectividad o tomar como modelo a la figura de la virgen y madre María. Además, la reproducción social debe cada vez menos al esfuerzo individual de las mujeres/madres, y la maternidad deviene una actividad más social que física, muy dilatada en el tiempo, más encaminada a la protección de los dependientes por enfermedad o vejez que a la estricta gestación y protección de los niños. Se hacen necesarios nuevos mitos o figuras modélicas que corporeicen las necesidades, ensueños y anhelos colectivos de las mujeres que se mantienen identificadas con sus orígenes cristianos pero que al mismo tiempo aspiran a una posición igualitaria en el sistema social. No pueden construirse movimientos sociales fuertes, integradores, sobre este trasfondo mítico. Por eso, las grandes figuras cristianas femeninas, especialmente María y su madre, Ana, son un caballo de batalla estratégico en el que se proyecta la lucha entre creencias sobre igualdad o inferioridad de las mujeres. Los movimientos sociales tendrán que elegir entre derrocarlas, olvidarlas o sumarlas a su propia causa. Cualquiera de las opciones es difícil lenta y costosa, pero estas creaciones femeninas condensan tal riqueza cultural que su pérdida produciría un vacío y un desgarro difícil de paliar. Paradójicamente, en la era de la tecnología los hombres y las mujeres siguen haciéndose preguntas para las que no encuentran respuestas y siguen también necesitando modelos imaginarios que apoyen su lucha por las mejoras sociales, en lugar de frenarlas.
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María Ángeles Durán
TEMA 2: L AS CONCEPTUALIZACIONES A DEB ATE
T2-3 El Género Introducción El género tiene que ver con los conceptos de masculinidad y feminidad construidos socialmente; no tiene por qué ser una consecuencia directa del sexo biológico de un individuo. La distinción entre sexo y género es fundamental, ya que hay muchas diferencias entre hombres y mujeres que no tienen un origen biológico. Las interpretaciones sociológicas dadas a las diferencias y desigualdades de género han adoptado posiciones contrapuestas sobre este asunto del sexo y género. Exploraremos tres grandes enfoques al respecto: Primero : Nos centraremos en los argumentos que señalan una base biológica para las diferencias de conducta entre hombres y mujeres. Segundo : Nos centraremos en las teorías que otorgan una importancia clave a la socialización y el aprendizaje de los roles de género. Tercero : Abordaremos las ideas de los estudiosos que creen que ni el género ni el sexo tienen un fundamento biológico, sino que son una construcción enteramente social.
El género y la biología: ¿diferencias naturales? ¿En que medida las diferencias en el comportamiento de hombres y mujeres se deben a diferencias biológicas (o sea mas al sexo que al género)?
Teorías de la “diferencia natural” . Algunos autores sostienen que hay ciertos aspectos biológicos humanos que son responsables de las innatas diferencias de comportamiento que hay entre hombres y mujeres. Lo cual implica que los factores naturales son responsables de la desigualdad entre géneros típica en la mayoría de sociedades (p.e., son los hombres los que cazan y no las mujeres, tendencia a la agresión de unos y no de otros). Para otros la “teoría de la diferencia natural ” no les convence pues dicen que se basan en datos de comportamiento animal y no en evidencias de comportamiento humano. Afirman que el grado de agresividad de los varones varía considerablemente de una cultura a otra, al igual que el nivel de pasividad y dulzura que se espera de las mujeres. Añaden, además, que el hecho de que un rasgo sea mas o menos universal no implica que su origen sea biológico; pueden existir factores culturales generales que lo produzcan. No hay pruebas de que existan mecanismos que vinculen fuerzas biológicas con los complejos comportamientos sociales que despliegan los seres humanos: hombres y mujeres. Los que piensan en la diferencia natural, biológica o predisposición innata, prescinden del papel vital que tiene la interacción social en la configuración del comportamiento humano.
La socialiación de género Otra de las vías a tener en cuenta para comprender los orígenes de la diferencia en razón del género es el estudio de la socialización de género , el aprendizaje de unos determinados roles
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de Anthony Giddens
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con la ayuda de agentes sociales ( familia, medios de comunicación). Este enfoque establece una distinción entre sexo biológico y género social : un bebe nace con el primero y desarrolla el segundo . Las diferencias de género no están determinadas biológicamente, se producen culturalmente. Según esta perspectiva, las desigualdades de género aparecen porque los hombres y las mujeres son socializados en roles diferentes . Las teorías de la socialización de género las han propiciado los funcionalistas, para quienes los chicos y las chicas aprenden “roles sexuales ” y las identidades masculina y femenina ( la masculinidad y la feminidad) que les acompañan. En este proceso se ven guiados por sanciones positivas y negativas ( que recompensan o restringen los comportamientos- p.e., “los chicos no juegan con muñecas”-). Si un individuo desarrolla prácticas de género que no se corresponden con su sexo biológico (se desvía) la explicación se considera que radica en su socialización inadecuada o irregular. Según esta perspectiva funcionalista , los agentes de socialización contribuyen al mantenimiento del orden social, ocupándose que la socialización de género de las nuevas generaciones se desarrolle con tranquilidad. Esta rígida interpretación de los roles sexuales ha sido muy criticada pues, entre otras cuestiones, hacen caso omiso de la capacidad que tienen los individuos para rechazar o modificar, las expectativas sociales que rodean a los roles sexuales. Es importante recordar que los seres humanos no son sujetos pasivos o receptores incondicionales de la “ programación ” de género, tal como algunos sociólogos han sugerido. Las personas son agentes activos que crean y modifican los roles por si mismos. Giddens considera que, aunque se debe ser escépticos con el enfoque de los roles sexuales, muchos estudios han demostrado que, hasta cierto punto, las identidades de género son el resultado de las influencias sociales, los cuales fluyen a través de muchos canales diferentes; los juguetes, los libros ilustrados y los programas de TV con lo que los niños pequeños entran en contacto tienden a destacar la diferencia entre atributos masculinos y femeninos. Hay investigaciones feministas que han demostrado hasta que punto los productos culturales y mediáticos que se comercializan en el mercado juvenil encarnan actitudes tradicionales respecto al género y al tipo de objetivos y ambiciones que se espera que tengan las chicas y los chicos. Esta claro que la socialización de género es muy poderosa.
La construcción social del género y el se!o En los últimos años las teorías sobre la socialización y el rol de género se han visto muy criticadas. Estas teorías señalan que el sexo y el género son construidos ( ambos) socialmente, en vez de serlo biológicamente ( el sexo) y culturalmente ( el género). Pero no solo el género es una construcción social, sino que el propio cuerpo humano está sometido a fuerzas sociales que lo configuran y alteran de diversas maneras. Cambiamos nuestro cuerpo de lo que generalmente se considera como “natural ” ( la dieta, el ejercicio, un pirsin y la moda personal, cirugía estética o el cambio de sexo). La tecnología está difuminando los límites de nuestro cuerpo físico. Ante esto, prosigue el razonamiento de que el cuerpo y la biología humana no nos “vienen dados ”, sino que están sujetos a la acción humana y a la elección personal dentro de determinados contextos sociales. Según esta perspectiva, los autores que se centran en los roles de género y en el aprendizaje del
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mismo aceptan implícitamente que las diferencias de género “tienen” una base biológica. Para el enfoque de la socialización, la distinción biológica entre los sexos proporciona un marco que se vuelve “culturalmente elaborado ” en la propia sociedad. En contraste con esto, los teóricos que creen en la construcción social del sexo y del género rechazan que las diferencias de género puedan tener base biológica alguna. Emergen, según ellos, en relación con las diferencias sexuales que se perciben en la sociedad y, a su vez, ayudan a configurarlas. Es decir, las identidades de género y las diferencias sexuales están inextricablemente 1 unidas dentro del cuerpo de los seres humanos.
"e#inidades$ #asculinidades y relaciones de género Gran parte de las primeras investigaciones sobre el género se centraban casi exclusivamente en las mujeres y en los conceptos de la feminidad. A los sociólogos les preocupaba mas comprender la opresión de la mujer por parte del hombre y su papel en el mantenimiento del patriarcado. Sin embargo, desde finales de 1980 se ha prestado más atención a los estudios críticos que tratan del hombre y de la masculinidad. Este cambio en los últimos años, dentro de la sociología de género y de la sexualidad, ha producido un nuevo énfasis en el estudio del hombre y de la masculinidad dentro del contexto global de las relaciones de género , esas interacciones entre hombres y mujeres que siguen pautas sociales.
R. W. Connell: el orden de género Connell plantea una de las mas completas explicaciones teóricas del género. Su enfoque ha tenido una gran influencia en la sociología al integrar los conceptos de patriarcado y masculinidad en una teoría omnicomprensiva de las relaciones de género. Según Connell, las masculinidades son una parte esencial del orden de género y no pueden entenderse al margen de él, o a partir de las feminidades que las acompañan. A Connell le interesa saber de que manera el poder social que ostentan los hombres crea y mantiene la desigualdad de género. Desde el nivel individual hasta el institucional, diversos tipos de masculinidad y de feminidad se ordenan en torno a una premisa central: el dominio del hombre sobre la mujer . Según Connell, las relaciones de género son el resultado de interacciones y prácticas cotidianas, y plantea tres aspectos que interactúan para formar el orden de género de una sociedad: el trabajo , el poder y la catexis (las relaciones personales o sexuales ). Estos tres ámbitos representan los principales enclaves en los que se constituyen y condicionan las relaciones de género.
El trabajo . Hace referencia a la división sexual de las actividades, tanto dentro del hogar (domesticas y cuidados de los niños), como en el mercado laboral ( cuestiones como la segregación ocupacional y la desigualdad en el salario). El poder . Opera a través de las relaciones sociales como la autoridad, la violencia y la ideología en las instituciones ( Estado, ejército y vida doméstica ). La catexis . Tiene que ver con la dinámica interna de las relaciones íntimas, emocionales y personales (como: el matrimonio, la sexualidad y la crianza de los hijos).
1
Difícil de desenredar, confuso.
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Las relaciones de género, tal como se ponen en práctica en estas tres áreas sociales, se estructuran en un nivel social dentro de un determinado orden de género. El régimen de género , lo usa Connell, para hacer alusión al funcionamiento de las relaciones de género en ámbitos mas pequeños, como son determinadas instituciones. Así tanto una familia como un barrio o un Estado tendrán sus propios regímenes de género.
La jerarquía de género Connell cree que hay diferentes expresiones de masculinidad y feminidad. En el nivel social estas versiones contrapuestas se ordenan dentro de una jerarquía que gira en torno a una premisa definitoria: la dominación de la mujer por parte del hombre. Ver figura:
La jerarquía de Género Masculinidad hegemónica
Masculinidad cómplice
Más poderosa
Masculinidades subordinadas
Feminidades subordinadas
Masculinidad homosexual
Feminidad recalcada
Feminidad resistente
Menos poderosa
Connell utiliza estilizados “tipos “ tipos ”. En la cima se halla la ideales ”. masculinidad hegemónica que domina todas las demás masculinidades y feminidades de la sociedad2. La masculinidad hegemónica se manifiesta sobre todo con la heterosexualidad y el matrimonio, pero también con la autoridad, el trabajo remunerado, la fuerza y la resistencia física (p.e., el actor y gobernador Arnold Schwarzenegger). Aunque pocos están a la altura de esa masculinidad hegemónica, muchos se benefician de ella, a este beneficio Connell lo denomina “dividendo “dividendo patriarcal ” y considera que los que se benefician de el encarnan la masculinidad cómplice .
En cuanto a la subordinación con la masculinidad hegemónica: la masculinidad homosexual , es la mas importante de las masculinidades subordinadas, que se considera lo contrario del “auténtico hombre ”; ”; no está a la altura del ideal masculino hegemónico, hegemónico, representa muchos de los rasgos “descartados “descartados ” de ese ideal. La masculinidad homosexual está estigmatizada y, para los hombres, figura en el extremo inferior de la jerarquía de género. Connell indica que todas las feminidades ocupan posiciones subordinadas respecto a la masculinidad hegemónica. Una de sus manifestaciones, la feminidad recalcada , es un importante complemento de la ella, su objetivo es dar cabida a los hombres dóciles, cuidadores y empáticos. Entre las mujeres jóvenes se asocia con la receptividad sexual, y en las mas mayores 2
Se hace referencia al concepto hegemonía: el dominio de la sociedad que ejerce un grupo determinado, no mediante la fuerza bruta sino a través de una dinámica cultural que se extiende a la vida privada y a los ámbitos sociales. Así, los medios de comunicación, la educación y la ideología pueden ser canales que la hegemonía utiliza para establecerse.
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implica la maternidad. Por último hay feminidades subordinadas que rechazan la versión de feminidad recalcada indicada cuya abrumadora atención que se le concede, como norma social convencional, supone no otorgar voz a las demás feminidades subordinadas. Entre las mujeres que han adoptado formas de vida no subordinadas se encuentran las feministas, lesbianas, solteronas, comadronas, brujas, prostitutas y trabajadoras manuales. La experiencia de estas feministas resistentes “se “se le oculta a la historia ”. ”.
El cambio de orden de género: las tendencias de crisis Connell aunque ha planteado una jerarquía de género, rechaza la idea de que las relaciones de género sean fijas o estáticas. Por el contrario las considera como resultado de un proceso continuo y abierto al cambio, tienen para el un carácter dinámico. Esta posibilidad de cambio constante hace que las pautas de las relaciones de género sean susceptibles de alteración y que estén sometidas a la capacidad de acción del ser humano ( p.e., mujeres de feminidad recalcada pueden desarrollar una conciencia feminista). Algunos sociólogos sugieren que la sociedad occidental está pasando una “ crisis de género ”, ”, pero Connell afirma que lo que estamos es en presencia de poderosas tendencias de crisis , las cuales pueden ser de tres tipos: 1º.- Crisis de institucionalización ,
con el que alude al proceso de debilitamiento gradual que están sufriendo las instituciones que tradicionalmente han sustentado el poder del hombre: la familia, el Estado. Esa legitimación de la dominación de la mujer por parte del hombre está perdiendo fuerza. 2º.- Crisis de sexualidad ,
por la que la heterosexualidad hegemónica es menos dominante que antes. Al aumentar la pujanza de la sexualidad de las mujeres y homosexuales aumenta la presión ejercida sobre la hegemonía tradicional. 3º.-
Crisis
de
la
formación
de
intereses ,
los intereses sociales tienen nuevos fundamentos que contradicen el orden de género existente. Indica Connell que las acciones de los individuos y grupos pueden producir cambios en el orden de género. En su estudio de Connell sobre los efectos de la globalización en el orden de género, dice que el propio género se ha globalizado. Esto implica la interacción entre órdenes de género locales, así como la creación de nuevos espacios para las relaciones de género mas allá de las localidades específicas, lo cual contribuye a su globalización. De manera que hoy es posible hablar de un “orden de género global ”, ”, que proporciona el contexto futuro de la construcción y representación de las masculinidades. masculinidades.
%ers&ecti'as sobre la desigualdad de género Hemos visto que el género es un concepto creado socialmente que atribuye diferentes roles e identidades sociales a hombres y mujeres, pero que no suelen ser neutrales: en casi todas las sociedades el género es un importante forma de estratificación social; con una gran influencia en los roles de grupos e individuos que representan, dentro de las instituciones sociales, desde el hogar hasta los organismos estatales. Aunque los roles de hombres y mujeres varían de una cultura a otra, no se sabe de ninguna sociedad en la que ellas tengan mas poder que ellos. Los
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roles masculinos suelen estar mejor valorados y recompensados que lo femeninos. La división del trabajo predominante entre los sexos ha hecho que los hombres y las mujeres ocuparan posiciones desiguales desde el punto de vista del poder, el prestigio y la riqueza. Investigar y explicar la desigualdad de género se se ha convertido en una preocupación capital para los sociólogos. Revisaremos los principales enfoques teóricos que pretenden explicar el carácter de la desigualdad de género en el nivel social.
Enfoques funcionalistas Para este enfoque la sociedad es un sistema de partes entrelazadas que, cuando está en equilibrio, opera suavemente para producir solidaridad social. Sus perspectivas pretenden mostrar que las diferencias en razón del género contribuyen a la estabilidad y la integración de la sociedad. Estas ideas actualmente han sido muy criticadas por prescindir de las tensiones sociales en beneficio del consenso y divulgar una idea conservadora del mundo social. Los autores partidarios de la escuela de las “diferencias “ diferencias naturales ” suelen argumentar que la división del trabajo entre hombres y mujeres tiene una base biológica. Unos y otras realizan las labores para las que están mejor dotados desde el punto de vista biológico. Para el antropólogo MURDOCK, le parecía tan práctico como apropiado que las mujeres se centraran en las responsabilidades responsabilidades domésticas y ffamiliares amiliares,, mientras que los hombres trabajaran fuera de casa. A Talcott PARSONS, pensador funcionalista, le preocupaba el papel de la familia en las sociedades industriales, con especial interés en la socialización de niños y niñas, creyendo que las familias estables que apoyaran a sus hijos era el factor clave para una socialización exitosa. Para Parsons, si hay una clara división sexual del trabajo, la familia opera de manera mas eficiente. Donde las mujeres tienen roles expresivos (proporcionando cuidado y seguridad a los niños y apoyo emocional) y los hombres roles instrumentales (proporcionar el sustento a la familia). Como este rol masculino es estresante, las mujeres deberán proporcionar sus tendencias expresivas para estabilizar y consolar a los hombres. Esto garantiza la solidaridad de la familia. propuso otra perspectiva funcionalista sobre la crianza de los hijos, señalando que la madre es crucial para la primera socialización de niños y niñas. Un estado de privación de la madre (por ausencia de la madre o separación de ella ) corre un alto riesgo de socializarse de manera inadecuada. Ello puede producirle en su vida posterior graves problemas sociales y psicológicos. Por ello mantiene que la madre debe mantener con el niño una relación continua, estrecha y personal. Para él, el rol de madre debe ser específicamente femenino. John BROWLBY
Evaluación Las feministas han criticado con dureza las afirmaciones que vinculan la división sexual del trabajo con un fundamento biológico, pues no hay nada inevitable o natural en la distribución delas tareas dentro de la sociedad. Continuamente aparecen datos que cuestionan la tesis de la privación de la madre. La idea parsoniana de la mujer “expresiva” ha sido igualmente atacada por feministas y por otros sociólogos, que sostienen que tal concepción permite que se mantenga la dominación doméstica de la mujer.
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(E)*+,(./ .ac an Grill: La educación y la for#ación de las #asculinidades y las se!ualidades/ Investigación etnogeográfica en un instituto público de secundaria en Gran Bretaña con el fin de analizar su “régimen de género ”: como se interpretan las relaciones de género dentro de los límites de ese centro educativo. Partiendo de la obra de Connell, a Mac an Grill le interesaba como participan activamente los colegios en la creación de una gama de masculinidades y feminidades entre los estudiantes. Las conclusiones a las que llegó es que el propio instituto es una institución que se caracteriza por ciertas pautas de género y de heterosexuales. El “régimen” predominante fomenta entre los estudiantes la construcción de unas relaciones de género que coincide con el régimen de género global. Factores como: los procedimientos disciplinarios, interacciones entre profesores y alumnos ( y viceversa) o labores de vigilancia, contribuían a la formación de masculinidades heterosexuales. Mac an Grill señala la existencia de cuatro tipos de masculinidad que aparecen en el ámbito escolar:
Los machitos , grupo de chicos blancos de clase obrera que desafían a la autoridad del instituto y contemplan con indiferencia el aprendizaje y a quienes sacan buenas notas. Concluye que este grupo está sufriendo una “crisis de masculinidad”. Al no contar con empleos manuales (no cualificados o poco cualificados ) que definían sus futuras identidades les plantea problemas de su futuro de difícil comprensión. Los triunfadores académicos , que se ven así mismos como futuros profesionales. El estereotipo que tienen de ellos los machitos ( y profesores) es el de chicos afeminados, “triunfadores gilipollas ”. Para este tipo de triunfadores la manera que tienen de lidiar, con ese despiadado estereotipo, es mantener la confianza en que el esfuerzo y las credenciales académicas les garantizarán un futuro seguro. Los nuevos emprendedores , chicos que gravitan hacia nuevos estudios profesionales como la informática y los negocios. Son los hijos de la nueva “ cultura empresarial ”. Para estos chicos los exámenes de acceso a la enseñanza secundaria son relativamente inútiles, al centrarse estos chicos en el mercado y en una planificación instrumental de futuro. Los auténticos ingleses , son los mas problemáticos del sector de clase media, ya que mantienen una actitud ambivalente hacia el aprendizaje académico, pero se consideran mejores “árbitros culturales” que sus profesores. Como auténticos ingleses tienen que dar la sensación de que el éxito académico no les importa. Al estudiar a los alumnos homosexuales, Mac an Grill descubrió que siempre que en clase había un debate relacionado con el género o la sexualidad, se daba por hecho un conjunto característicos de valores y normas sexuales basados en las relaciones tradicionales y la familia nuclear. Por eso, estos muchachos, sufren difíciles “confusiones y contradicciones ” al construir sus identidades de género y sexuales, y al mismo tiempo desplazados por los demás.
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de Anthony Giddens
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T2-4 Androcentrismo Androcentrismo, un caso particular de sociocentrismo La pertenencia a un grupo social propone, si no determina, una visión de la realidad diferente de la que tendrían los miembros de otros grupos ( p.e., si mi grupo tiene coche, supongo y hablo como si todos lo tuvieran). Este sesgo de la percepción se manifiesta de varias maneras. Una de las mas comunes es la de atribuir al todo social las características de la parte a la que el sujeto pertenece. La pertenencia a un grupo determinado propone una línea de observación preferente, a la vez que oculta o dificulta otras ( p.e., cuando uno tiene un defecto en la nariz se fija mas en las narices de los otros, que aquellos que no lo tienen o no le dan importancia ). Las personas de posición social elevada pueden llegar literalmente llegar a no ver entre una multitud de personas mas que 6 ó 7 que no son de su misma condición. La pertenencia a un grupo supone un ángulo de visión diferente y también unas pautas de percepción propias del grupo que este transmite a sus miembros. Con la percepción de grupo se adquiere también un sistema de valores que se proyectan sobre lo percibido. Todo aquel y todo aquello que no es del grupo es percibido en general como no importante, no significativo o como “no normal ”. La expresión “no normal” es aséptica, pero la usual de “anormal ” empieza a dejar de serlo. De calificar algo de anormal a hacerlo de “incorrecto ”, “ malo ” o “aberrante ” no hay mas que un paso y la adhesión a los usos y valores del grupo empuja a darlo. En antropología, el termino “ etnocentrismo ”1 designa precisamente la deformación consistente en ver o juzgar las prácticas y valores de una sociedad o una cultura ajena a través del prisma de las prácticas y valores de aquella a la que pertenece el observador. Un término mas general el de “ sociocentrismo ”, sirve para designar toda deformación de este tipo y no solo la que se produce al examinar culturas o sociedades globales diferentes de la propia. Al percibir unas cosas y dejar de percibir otras y al tender a juzgar las prácticas de personas de otros grupos o a los grupos mismos, los sujetos defienden consciente o inconscientemente los intereses del grupo. En cualquier sociedad que asigne en mayor o menor grado papeles diferentes a varones y mujeres (lo que incluye procesos de socialización diferente ) los varones constituyen un grupo social diferenciado, por lo que la pertenencia al colectivo masculino supone la posibilidad de percibir o juzgar la realidad con un sistema de deformaciones propio del grupo. No debería ser difícil admitir que los varones ( salvo algunas excepciones) tienden a un particular sociocentrismo. Este hecho, sin embargo es negado por la inmensa mayoría de varones, y estudiosos de las ciencias sociales, incluso piensan que por ser varones les facilita una percepción mas ajustada de la realidad. Quizá esta creencia no se manifieste radicalmente entre los científicos sociales de sexo masculinos, pero la mayoría piensa que el oficio de científico inmuniza de los errores propios de la pertenencia a un grupo. Así es como el discurso científico aparece lleno de distorsiones, observaciones y lecturas desde ángulos de visión e intereses masculinos. Llamamos
androcentrismo
a este tipo peculiar de error en el discurso, popular o científico,
1
También, como la actitud o punto de vista por el que se analiza el mundo de acuerdo con los parámetros de la cultura propia. Cree que el grupo étnico al que pertenece es el mas importante.
Androcentrismo
de Josep-Vicent Marqués
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producido por la pertenencia acrítica de sus productores al colectivo masculino. La peculiaridad de esta perspectiva reviste una gravedad específica, dado que la pretensión masculina de constituir el todo social es probablemente mayor que la de otros grupos sociales parciales. Si la sociología, abrumadoramente inaugurada por científicos varones, ha venido desentendiéndose del estudio del varón como construcción social y de los varones como grupo o agente social colectivo, debe ser porque participaba acríticamente de la confusión entre varón y miembro pleno o global de la especie humana. Lo natural ( o normalidad) de ser varón es tal que este no necesita ser descrito ni explicado. Si debería serlo la mujer, reducida a pura peculiaridad. Este mecanismo inconsciente, por el que el varón a un tiempo ocupa la totalidad del discurso y desaparece, se manifiesta en buena parte de la literatura sociológica que cuando habla de la mujer (pese a ser mayoritarias) lo hace como si fuera una minoría. El rasgo principal del androcentrismo sería precisamente la sistemática resistencia a analizar la peculiaridad masculina, a la vez que se habla del ser humano en general atribuyéndole las características de los varones.
Androcentrismo
de Josep-Vicent Marqués
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T2-5 Feminismos Introducción El feminismo, en su doble vertiente de teoría política y movimiento organizado, tiene sus raíces en la Proclamación de la Universalidad de los Derechos de Igualdad y Libertad promovidos por la Ilustración y la Revolución Francesa. Las Sufragistas y algunas intelectuales de la talla de Simone de Beauvoir y Betty Friedman mantuvieron viva la llama de este movimiento hasta su eclosión en la segunda mitad del siglo XX. El feminismo aparece como radicalización del proyecto político ilustrado cuando las mujeres se dieron cuenta de la contradicción manifiesta entre: 1. Proclamación de la universalidad de los nuevos derechos de igualdad y libertad promovidos por la Ilustración y la Revolución Francesa y 2. Su exclusión de los mismos. Este diálogo reivindicativo con la Ilustración, protagonizado en la teoría de Mary Wollstonecraft y su “Vindicación de los derechos de las mujeres”, fue continuado por las sufragistas del s.XIX, quienes, se plantearon la igualdad en todos los terrenos (Elisabeth Cady Staton y Susan B. Anthony ). Posteriormente las sufragistas defenderán espacios públicos y privados diferentes para ambos sexos, lo que se conoció como “la ideología de las esferas separadas” . De origen burgués y carácter interclasista, el sufragismo resultó contestado por los sectores femeninos que, nacidos en el seno de los grandes movimientos socialistas de carácter marxista, ligaban y subordinaban la liberación de las mujeres a la eliminación de la sociedad de clases.
Después del Sufragismo Tras la consecución del derecho al voto escalonadamente en los países occidentales durante primera mitad del siglo XX y las reformas legales que le siguieron, el feminismo se adormece a partir de la Segunda Guerra Mundial. Sólo Simone de Beauvoir, es capaz de producir lo que será reivindicado posteriormente como un contexto fundacional del feminismo contemporáneo: El segundo sexo, donde se denuncia la “otredad ” impuesta a las mujeres por los varones como el fundamento de su desigualdad. Tuvo que escribir Betty Friedman “La mística de la femineidad” para canalizar las dispersas energías de las mujeres en una organización, la National Organization of Women(NOW), principal defensora del feminismo liberal. Hablar de feminismos liberal, radical y socialista tiene sentido porque representan auténticas Weltanschauungen (distintas visiones) acerca de la problemática de las relaciones entre los sexos y son posiciones en permanente diálogo y confrontación desde los años 60. La teoría feminista liberal y marxista socialista hunden sus raíces en las ideologías centenarias de tal nombre, mientras que el feminismo radical surge del movimiento de liberación de las mujeres que se desgajan de la New Left estadounidense, parcialmente marxista.
Feminismo Liberal Parte de la división sexual del trabajo entre varones y mujeres, que se corresponde con la división
Feminismos
de Raquel Osborne
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entre lo público y lo privado: el prestigio y los privilegios se asocian con la primera de estas áreas mientras que la segunda constituye una rémora para las mujeres. La igualdad de derechos y oportunidades, oportunidades, así como la educación, serán los nivelatorios sexuales. Según el feminismo radical , las mujeres fueron históricamente el primer grupo oprimido; el sexismo constituye, además, su “opresión principal”, ocupando el racismo y la clase social un segundo plano. Kate Millet acuña el concepto de patriarcado : Sistema de dominación por medio del cual los varones se benefician del control sexual, económico y psicológico de las mujeres. Al conceder una importancia excepcional a los cuerpos, a la sexualidad y a los procesos reproductivos así como a instituciones como la heterosexualidad y la familia entendidas como formas patriarcales de dominación, las radicales revolucionaron la teoría política al considerar formas de dominación esferas que hasta entonces se consideraban fuera del dominio de lo público su eslogan: “Lo personal es lo político”, resumió estas ideas. Feminismo Socialista
Incorpora algunos presupuestos centrales del feminismo radical al poner el acento en la comprensión del importante papel que juegan las instituciones culturales ( familia, institución heterosexual, etc.) en la opresión de las mujeres; pero al insistir en analizar estas instituciones dentro del contexto de una sociedad de clases, el feminismo socialista continúa empleando un método marxista. Por tanto, se rechaza el supuesto de que todas las mujeres tienen los mismos problemas y están oprimidas esencialmente de la misma forma. Por ello, se recomienda el estudio de problemas de las mujeres en diferentes clases y diferentes grupos raciales o étnicos, con especial referencia a los privilegios masculinos. Todas las feministas socialistas se muestran de acuerdo en que el patriarcado es tan importante como el capitalismo y que ambos se refuerzan mutuamente. Se niega, a diferencia de las radicales, a considerar la opresión económica como secundaria; asimismo, al contrario que el marxismo tradicional, rechazan tratar al sexismo como secundario. Mientras que desde estas tres perspectivas se propone la superación del sistema de sexo-género (otra forma de conceptualizar la dominación patriarcal) como forma de lograr la igualdad, existen otras formas de entender el feminismo en las que el acento radica en resaltar lo que de diferente tienen las mujeres con los varones. En su vertiente anglosajona y como una derivación del feminismo radical, se sostiene que la opresión de las mujeres proviene de la supresión del principio femenino, no sólo en nosotras/os mismos sino en la sociedad en general. Con la restauración cultural de dicho principio (y erradicación de todo lo masculino/negativo) volverán las bondades al mundo, y de ahí la denominación de feminismo cultural . Las versiones francesa e italiana de la diferencia, tienen en común con la que acabamos de relatar el énfasis en que el camino hacia el cambio tiene que provenir de nuestro interior, de una transformación de nuestro subconsciente que nos haga romper con una posible asimilación al mundo de los valores masculinos y de un proceso de autoestima que nos distancia mentalmente del mundo de los varones. Cuando se habla de f eminismo eminismo de la diferencia (por contraste con el llamado feminismo de la igualdad, mas de corte ilustrado) se subraya sobre todo las diferencias con los varones. Pero desde los años ochenta existe un nuevo énfasis en la integración de la diversidad de las mujeres en el feminismo. Frente al afán inicial de buena parte del feminismo contemporáneo de búsqueda
Feminismos
de Raquel Osborne
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de lo que de común tienen todas las mujeres en detrimento de otros aspectos de su identidad como personas, se produjo la incorporación crítica en el feminismo. Sobre la base de que la opresión genérica no puede ser analizada separada de las otras ( clase, raza, opción sexual) se resalta que los más importantes sistemas de opresión funcionan entrelazadamente y que existe una simultaneidad de opresiones que para muchas mujeres son igualmente importantes. Esto plantea el tema de las distintas posiciones de sujeto que desde el posmodernismo trata legítimamente de contrastar con la idea ilustrada de un único sujeto universalizable, también como mujeres, que ocultarían la auténtica realidad plural de las mujeres. Feminismo Institucional
Fue cobrando importancia, frente a los grupos activistas de siempre, lo que se ha denominado feminismo institucional , compuesto por mujeres que ya no pretenden situarse por fuera del sistema, y abogan por reformas graduales desde dentro. Pactos interclasistas entre mujeres de países nórdicos, lobbies de mujeres en Estados Unidos, ministerios o institutos de la mujer en la vieja Europa Occidental Occidental son formas en que estos planteamientos cobran su forma.
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de Raquel Osborne
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T2-6 Feminismo negro y posmoderno El feminismo negro Muchas feministas negras y de los países en vías de desarrollo dicen que las versiones del feminismo esbozadas no se aplican por igual a la experiencia de las mujeres blancas y no blancas. Señalan que las principales escuelas de pensamiento feministas no tienen en cuenta las divisiones de tipo étnico que existen entre las mujeres, porque dichas corrientes se centran en los dilemas de la mujer blanca, principalmente de clase media, que vive en las sociedades industrializadas. Indican que no es válido generalizar teorías sobre el conjunto de la subordinación femenina a partir de la experiencia de un determinado grupo de mujeres. Además la idea de que haya un tipo de opresión de género “única”, que experimenten por igual todas las mujeres, resulta problemática. La insatisfacción con los tipos de feminismo actual ha tenido como consecuencia la aparición de una corriente de pensamiento que se centra en los problemas concretos de las mujeres negras. En el prólogo a sus memorias personales, la feminista negra estadounidense bell hooks (escrito siempre con minúsculas) lo explica con ejemplos como éste:
A muchas pensadoras feministas que están escribiendo y hablando en la actualidad sobre el hecho de ser una chica les gusta sugerir que las muchachas negras tienen una mayor autoestima que las blancas. …”en la tradicional vida sureña de los negros, se esperaba que las chicas supieran expresarse… nuestros padres y profesores nos instaban a ponernos en pie correctamente y hablar con claridad. Se suponía que esos rasgos elevaban la raza…..…Éstas son las variables que los investigadores blancos no suelen tener en cuenta cuando calibran la autoestima de las mujeres negras con un criterio que ha sido tomado de valores procedentes de la experiencia de los blancos. Las obras del feminismo negro estadounidense hacen hincapié en la poderosa influencia que tienen el legado de la esclavitud, la segregación y el movimiento de los derechos civiles sobre las desigualdades desigualdades de género que afectan a la comunidad negra. Señalan que las primeras sufragistas sufragistas negras apoyaron la campaña de los derechos de la mujer, mujer, pero después se dieron cuenta de que no se podía prescindir del problema de la raza: se discriminaba a las mujeres negras por su raza y por su género . La feminista bell hooks señala que los marcos explicativos de los que son partidarias la feministas blancas ( p. e., su idea de la familia como baluarte del patriarcado ) puede que no sean aplicables a las comunidades negras, donde la familia representa el principal ámbito de solidaridad frente al racismo. Por lo tanto, según las feministas negras, no se puede esperar que teorías de la igualdad entre géneros que no tienen en cuenta el racismo puedan explicar adecuadamente la opresión de las mujeres negras.
Las dimensiones de clase son son otro de los factores que no pueden ser desatendidos en el caso de muchas mujeres negras. Algunas feministas negras mantienen que la fuerza de la teoría feminista negra radica en haberse centrado en la interacción de las cuestiones de raza, clase y género . Para ellas las mujeres negras sufren desventajas múltiples, en función de su color, de su sexo y de su posición social. Cuando estos tres factores se combinan, se refuerzan e intensifican unos a otros.
Feminismo negro y posmoderno
de Anthony Giddens
TEMA 2: L AS CONCEPTUALIZACIONES A DEB ATE
El feminismo postmoderno Al igual que el feminismo negro, el feminismo postmoderno desafía la idea de que exista una base unitaria de identidades y experiencias compartida por todas las mujeres. Esta corriente del feminismo se nutre del fenómeno cultural de la postmodernidad en: las artes, la arquitectura y la economía. Podemos encontrar algunas de sus raíces en los trabajos de teóricos europeos como Lacan, Derrida y Simone de Beauvoir. El feminismo postmoderno rechaza la afirmación de que existe una teoría general que puede explicar la posición de las mujeres en la sociedad, o una única esencia o categoría universal de “mujer”. Por consiguiente, estas feministas rechazan los argumentos clásicos utilizados para explicar la desigualdad de género, tales como patriarcado, la raza o la clase, tildándolos de “esencialistas ”. En su lugar, la postmodernidad es partidaria de la validez de diferentes puntos de vista. No existe un núcleo esencial que represente “lo femenino ” sino muchos individuos y grupos, con diferentes experiencias (Heterosexuales, Lesbianas, Mujeres negras, Mujeres trabajadoras, etc.): La diversidad de grupos e individuos se da de diferentes formas. El feminismo postmoderno hace hincapié en el lado positivo de la diversidad, con su contenido de pluralidad, diferencia y apertura. Para el feminismo postmoderno el reconocimiento de la diferencia es fundamental . Al tiempo que reconocen la importancia de las diferencias, las feministas postmodernas también han acentuado la importancia de la “deconstrucción ”. En concreto han procurado deconstruir el lenguaje masculino y la visión masculina del mundo. En su lugar han intentado crear términos y un lenguaje fluidos y abiertos que reflejen de modo más próximo las experiencias de las mujeres. Para muchas feministas postmodernas, los hombres ven el mundo en términos de parejas, o conjuntos binarios (bueno vs malo; verdadero vs falso; bello vs feo). Los hombres, afirman, consideran lo masculino como normal y lo femenino como una desviación. La “deconstrucción ” implica atacar los conceptos binarios y resituar estos términos opuestos de una manera nueva y positiva. Según CARRINGTON, el feminismo postmoderno suele ser el que peor se relaciona con las otras corrientes feministas. Esto se debe a su convencimiento de que muchas feministas van por mal camino cuando creen posible ofrecer explicaciones globales de la opresión de la mujer y encontrar los pasos necesarios para su resolución.
Feminismo negro y posmoderno
de Anthony Giddens
TEMA 2: Las conceptualizaciones a debate
T2-7 ¿Son las mujeres una minoría? ntroducci!n El clásico tratamiento de las mujeres como minoría desde la sociología se halla conternporáneamente interrelacionado con las políticas de igualdad tejidas en torno a las mujeres. Toda teoría acarrea importantes consecuencias en la acción, pudiendo dar lugar a intervenciones en la vida pública, que es lo que, a mi entender, confiere su sentido a la. sociología y, en particular, a la sociología del género. El título alude a la existencia de un importante desarrollo en sociología de la temática de las minorías en relación a las mujeres. La conceptualización de las mujeres como minoría se traducirá, en términos de políticas públicas, en lo que se conoce como medidas de acción o discriminación positiva impulsadas , en lo que a las mujeres atañe, por el movimiento feminista. Una definición
¿Cómo es definido el concepto de minoría para que sea aplicable a las mujeres, un grupo numéricamente mayoritario en nuestras sociedades? La definición más comúnmente aceptada fue la propuesta por Louis WIRTH (que él aplicaba sobre todo a la minoría sociológica por excelencia en la literatura norteamericana, los negros). Un grupo minoritario es cualquier grupo de personas que, a causa de sus características físicas o culturales, se encuentra sometido a una discriminación respecto de los demás miembros de la sociedad en la que vive, recibiendo de ésta un trato diferente e injusto. (Incluso aunque los negros se encontraran en situación de mayoría numérica habríamos de seguir considerándoles sin lugar a dudas como una minoría por razón de su posición de subordinación social, política y económica). Esta definición de minoría a causa de la inferioridad del estatus, y no por su envergadura estadística, es lo que permite la aproximación sociológica entre las llamadas minorías étnicas y las mujeres. A partir de los años 50 este tema fue retomado por una corriente del feminismo francófono, inscrita en otra tradición de pensamiento que podríamos denominar como feminismo materialista , cuyas integrantes consideran que los términos de «mayoría» y «minoría » describen más el poder de los grupos que su tamaño relativo. Colette GUILLAUMIN , representante de esta corriente, entiende por minoría no aquellos que serían forzosamente menores en número, sino más bien aquellos que en una sociedad están en estado de "menor poder", sea este poder económico, jurídico, político .
"azones #ist!ricas del sur$imiento % consolidaci!n de las minorías A partir de las Revoluciones francesa y norteamericana emergen y se diseminan las doctrinas universalistas acerca de la igualdad, la libertad y el sufragio. Ahora bien, una cosa son los principios y otra muy distinta su realización. Los no propietarios, las mujeres y, en el caso de los Estados Unidos, los negros se vieron excluidos del disfrute de aquellos derechos. Pero la exclusión de todos aquellos sectores respecto de los derechos civiles y políticos básicos resultaba difícilmente sostenible.
¿Son las mujeres una minoría?
De Raquel Osborne
TEMA 2: Las conceptualizaciones a debate Desde el período revolucionario de finales del siglo XVIII son muchos los pensadores liberales que han apoyado la causa de la liberación de los pueblos o grupos oprimidos. John Stuart MilI y Harriett MilI, entre otros, trabajaron sobre esta contradicción del pensamiento y la práctica liberales en el caso de las mujeres. Se pedía la extensión de los derechos cívicos a quienes carecían de propiedad, por no mencionar a los afectados por la esclavitud, e implícitamente se empezó así la vindicación de los derechos de las mujeres. En los Estados Unidos, las semejanzas entre la situación de los negros y las mujeres no son accidentales, sino más bien históricas al tiempo que analógicas. En el siglo XVII, el estatuto legal de los esclavos negros fue copiado del de las mujeres y los niños, reminiscencia de su estatuto de origen medieval, análogo al de los «siervos», por el que quedaban todos bajo la autoridad del paterfamilias . Con posterioridad, la lucha por el abolicionismo de la esclavitud estuvo ligada desde el principio a la lucha por la emancipación de las mujeres. En el siglo XIX, por la influencia de la Revolución Industrial, los reajustes que sufre la institución de la familia y el nuevo orden económico que se impone crean, entre otros, a las mujeres y a los negros como grupos problemáticos. La ideología de la democracia, surgida a partir de las Revoluciones francesa y norteamericana, y consolidada con el liberalismo, redujo la situación de casta (en la que algunos habían visto englobados a las mujeres y a los negros) para dar paso a una situación de mayor movilidad social. En Europa la evolución es algo diferente. El siglo XIX , también llamado «la edad del nacionalismo», vio el despertar de una serie de movimientos nacionales (bien de los que culminaron en la formación de países como Italia y Alemania, bien en el sentido de los movimientos pan-eslavistas o pan-germanistas surgidos al calor de los imperios modernos). Estos reajustes de las fronteras políticas, efectuados para reducir a un estado nacional común a poblaciones dotadas de rasgos culturales muy diversos, provocaron graves desajustes para importantes sectores de las poblaciones implicadas. Las minorías, señala WIRTH, son en parte un subproducto de la ideología del nacionalismo, que sostenía que todos los grupos debían tener su Estado. El reconocimiento político de este nuevo fenómeno tuvo lugar con ocasión de la firma del tratado de Versalles , que proclamó que cualquier grupo perteneciente a una minoría, ya sea étnica, cultural o religiosa, tenía derecho a la misma protección y oportunidades que cualesquiera otros grupos. El hacer recaer el acento exclusivamente en los grupos tuvo implicaciones negativas, al favorecer a las minorías mas militantes dejando de lado a los individuos o a las minorías menos organizadas, cuyas «diferencias» se vieron, con frecuencia, sojuzgadas. Otros dos importantes factores que han contribuido al surgimiento de los problemas y los derechos de las minorías son la secularización y los avances de la ciencia moderna . La secularización del mundo moderno, que se manifiesta en la extensión del racionalismo, la ciencia y el escepticismo hacia toda idea heredada del pasado y que provenga de la divinidad, rompe con la idea sacralizada de los estamentos y las castas, alimentada por las supersticiones acerca de la inferioridad de las «razas» y los grupos étnicos. Los ideales de igualdad de oportunidades han permitido el acceso de
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De Raquel Osborne
TEMA 2: Las conceptualizaciones a debate las masas a la cultura y a la educación. El concepto de raza fue cayendo científicamente en desuso tras la comprobación genética de su irrelevancia. No es la «raza» (ni la naturaleza) la que marca las diferencias entre las gentes, sino la lengua, la religión, la economía, las actitudes y los hábitos sociales, las instituciones y los valores . La ciencia ha demostrado palpablemente que estos rasgos pueden ser modificados. Cuando Louis WIRTH escribe su trabajo sobre los grupos minoritarios, nos hallamos en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. Y escribe como sociólogo en los Estados Unidos, país que, como él expresa, posee una representación abundantísima de las minorías mundiales a causa de su origen y de su historia. la sociología de aquel país posee ya en la primera mitad del presente siglo una muy fuerte implantación institucional y social. Donde la pujante y dinámica Escuela de Chicago produce importantes frutos en ese período. Esta conjunción de factores: idiosincrasia histórica y cultural estadounidense, junto a una sociología con una fuerte ligazón con el tejido social , convierte a esta sociología en la lógica impulsora de los estudios sobre las minorías y/o los grupos minoritarios, orientándose hacia tres grandes bloques: los grupos de inmigrantes , los negros y, finalmente, las mujeres . Siendo este último grupo el que trataremos.
&esarrollo de la perspecti'a sociol!$ica acerca de las minorías El término de «hombre marginal » no era sino la aplicación al peculiar contexto norteamericano del concepto del «extraño » acuñado por SIMMEL, que lo describía (al «extraño») como alguien próximo y distante a la vez, respecto del grupo, que no resultándole indiferente, lo ve, al mismo tiempo, como alguien ajeno. Simmel aplicó específicamente a los judíos, el concepto de extraños, no por sus rasgos individuales, sino por su adscripción de grupo. A principios de siglo Robert Park (que conoce a SIMMEL por una conferencia de este) se refiere al hombre marginal como un «híbrido cultural », un tipo de personalidad que vive y comparte íntimamente la vida cultural de dos pueblos distintos, que no acaba de romper con su pasado y tampoco es aceptado por el nuevo mundo en el que se mueve. Park está hablando no de un tipo de personalidad sino de un proceso social, el proceso de aculturación por medio del cual el proceso de « civilización y progreso » tiene lugar. Para Everett V. STONEQUIST las personalidades marginales aparecen dondequiera que haya transiciones y conflictos culturales, pero las situaciones prototípicas son aquellas en las que aparecen la raza y la nacionalidad. Sin embargo, para PARK la concepción individual que de sí mismo posee el hombre marginal es un producto social, no individual, fruto de la encrucijada en la que se encuentra. Para STONEQUIST, es verdaderamente la segunda generación de inmigrantes la que experimenta el problema de la marginalidad con mayor agudeza, puesto que en ella sí que se genera «un punto de encuentro entre dos culturas »: cuanto más participa de la cultura dominante esta generación, más vivirá como crisis personal el rechazo.
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De Raquel Osborne
TEMA 2: Las conceptualizaciones a debate
Por último, Everett HUGUES entiende el concepto como una cuestión de estatus (entendido éste como un sistema de relaciones sociales), definido en última instancia por la identificación con una cultura determinada. En consecuencia, no se trata únicamente de un fenómeno en el que aparece la mezcla de diferentes razas y culturas, como sería el caso de los negros, sino de dilemas que suceden en situaciones de amplio conflicto y cambio social, generadoras de una confusión en la identidad social de las personas adscritas a determinados grupos Éste sería el caso de las mujeres «nuevas» (como lo expresa Kate MILLET a finales de los años sesenta) mujeres preparadas que acceden a puestos de trabajo en los que su incorporación como colectivo es reciente. Al no contar con una definición de estatus tienen que abrirse paso en un mundo en el cual no reciben el reconocimiento esperado, y esto es debido a su pertenencia al grupo de las mujeres. En los 70, algunas sociólogas feministas trataran este tema al hablar de “ token women ”, mujeres que se encuentran en minoría numérica en entornos laborales tradicionalmente reservados a los varones. Estas «pioneras» tendrán que enfrentarse no sólo a un insuficiente reconocimiento de su trabajo, sino a situaciones de especial dificultad por mor de su nuevo estatus profesional. Otra línea conceptual seguida en el análisis de los grupos minoritarios es la que parte de B. BERREMAN, quien aplicó la teoría de las castas , originada en la India, a la situación de los negros norteamericanos. El sistema de casta se sostiene por medio de una elaborada etiqueta que mantiene a cada uno en su sitio, y que sólo funciona mientras permanece claramente establecida la «distancia social» apropiada para cada grupo. («el lugar del negro», «el sitio de la mujer»; por cierto, concepto éste el de distancia social acuñado por Robert Park en 1924). Parecidas pautas de etiqueta rigen para hombres y mujeres y se ligan a un sistema de estratificación, que se ve cuestionado cuando aparece la «rebelión», tal y como señala Laurel RICHARDSON en su análisis acerca de los cambios en la ceremonia de abrir la puerta . Cuando se produce una situación de nueva y amplia movilidad social, como sucedió a partir de los años sesenta con las mujeres, las reglas de la etiqueta entre hombres y mujeres, que Richardson ejemplifica con dicha ceremonia, quedan en entredicho como síntoma de que las cosas están cambiando en esas relaciones. El siguiente paso en el análisis de las mujeres como una minoría lo proporcionó Gunnar MYRDAL que compara el estatus minoritario de los negros con el de las mujeres. La desaparición global de un sistema paternalista para dar paso a uno regido por los valores democráticos impulsados por la revolución industrial cambió el estatus tanto de los negros como de las mujeres. Las semejanzas históricas y estructurales entre los negros, en una cultura dominada por los blancos, y entre las mujeres, en una cultura masculina, fueron destacadas por Myrdal. Ambos grupos se ven inducidos a recurrir a las mismas tácticas de acomodación: una forma insinuativa o implorante de agradar a los demás, cierta tendencia a estudiar los puntos débiles del grupo dominante a fin de influir sobre éste, y una apariencia de desamparo e ignorancia bajo la que se oculta un fraudulento deseo de dominio. La definición de minoría incluye aspectos objetivos y subjetivos : el hecho de la discriminación y la conciencia de la discriminación (cuestiones ya indicadas por Wirth ¿Son las mujeres una minoría?
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TEMA 2: Las conceptualizaciones a debate e intuidas en Myrdal). En el caso de las mujeres, tanto en los años cincuenta, como incluso en nuestros días, podemos comprobar que muchas mujeres no despliegan una conciencia colectiva de grupo. Helen HACKER, en su trabajo sobre las mujeres como grupo minoritario, indica que estas poseen “un estatus de grupo minoritario ”, término utilizado para categorizar a las personas a las que se les han negado derechos a los que son acreedoras desde el punto de vista del observador. Desde el momento en que consideremos que la pertenencia a su sexo no justifica las desigualdades que podemos observar (en los terrenos laborales, familiares, políticos, de prestigio social, etc.) resulta válido pensar que las mujeres ocupan un estatus minoritario en nuestra sociedad. Pensarlas de esta manera permite, además, reflexionar sobre dos aspectos interrelacionados: por una parte, que las mujeres manifiestan a menudo muchas de las características psicológicas imputadas habitualmente a grupos minoritarios autoconscientes y, por otra parte, que algunos de estos rasgos pueden ser estrategias conscientes de resistencia a los estereotipos al uso , Para empezar con la primera cuestión, debemos tener en cuenta, como hace Hacker, que si la concepción acerca de uno mismo, colectivamente hablando, resulta en buena parte un reflejo de cómo somos vistos y definidos por los demás, la constante reiteración a las mujeres de que son inferiores repercutirá en numerosos rasgos de carácter y actitudes (no olvidemos que, corno decía William I. Thomas, si definimos algo como real será real en sus consecuencias). Los análisis clásicos acerca de los prejuicios raciales y étnicos han sido muy iluminadores para ilustrar las diversas formas en que las mujeres son estigmatizadas. Los prejuicios (otro concepto clave en el análisis de las minorías, entendidos como las opiniones o actitudes mantenidas por los miembros de un grupo respecto de otro ), así como la discriminación (la conducta real hacia ellos) borran aquí sus fronteras. De entre las variantes de la estigmatización podemos destacar, siguiendo a Edwin SCHUR los siguientes aspectos: •
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Cada mujer es tratada, primero como «una mujer», y en segundo lugar por sus cualidades personales y sus logros. Las mujeres son vistas como «todas iguales» y, por lo tanto, sustituibles unas por otras. A las mujeres (entendidas como las Otras no esenciales ) se les impone un estatuto de segundonas y, en consecuencia, son susceptibles de ser tratadas como un objeto. La subordinación significa, además, que muchas cosas se les pueden «hacer» fácilmente (discriminación, acoso, violencia;) de igual modo, las mujeres pueden ser ignoradas, o descartadas, o trivializadas; tratadas como unas niñas o como unas no personas. Finalmente, su estatus social es visto como conseguido vicariamente a través de los hombres.
Son varios los artículos, trabajos y estudios, que ponen de manifiesto la devaluación de que son objeto las mujeres, así como los riesgos que conlleva el tener comportamientos que pudieran interpretarse como poco femeninos en un contexto que
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De Raquel Osborne
TEMA 2: Las conceptualizaciones a debate penaliza altamente semejante posibilidad. En cualquier caso, y como comenta Schur, subyace un proceso de devaluación que impide a las mujeres expresarse o mostrarse libremente. En esta línea se pronuncia otro conocido artículo, éste de Warner, Wellman y Weitzman, en el que se sostiene que lo que erróneamente se ha interpretado como una internalización de los rasgos maladaptativos del sistema de opresión (el estereotipo del «Samba» o tío Tom de los negros, aplicable también a las mujeres) sería más bien una estrategia del oprimido para sacar el mayor partido a su situación. La figura del Sambo, cuando es referida a las mujeres, nos las sitúa como más próximas a la «naturaleza» (y a los varones, se sobreentiende, más próximos a la «cultura») y estereotípicamente femeninas, con unos rasgos asociados de carácter nutricio, emocional, expresivo, dócil y débil. Se nos presenta a una mujer satisfecha con su situación, y de esta forma se justifica su opresión por esos rasgos de carácter. En la crítica a esta postura, la figura del Sambo se ve más como un rol que como expresiones de la personalidad, y así se resalta el sistema de opresión y la estructura social que promueve su existencia. Este enfoque sigue la senda abierta por Erving Goffman, quien aparte de haber resaltado desde hacía tiempo este tipo de estrategias de simulación por parte de mujeres y negros, enfatiza la necesidad de tener en cuenta el punto de vista de los actores implicados, capaces de una actividad racional. Hablamos, pues, de una dramaturgia, de una concepción que responde más a una cuestión de forma que de contenido que llena el hiato existente entre el carácter de la persona y su comportamiento. Como el individuo implicado en estas actuaciones es capaz de cálculo, de simulación consciente, de manera que su yo psíquico queda preservado, resultan posibles diferentes tipos de comportamiento según la ocasión lo requiera. De esta forma, queda abierta la posibilidad en un momento dado de la movilización colectiva capaz de impulsar el cambio social, como así ha ocurrido en el caso de los negros y de las mujeres. Con todo lo visto, podríamos volver ahora al concepto de «hombre marginal» y emplearlo para la «mujer marginal», la «mujer nueva" a que nos referíamos anteriormente. Rosabeth KANTER, en su estudio sobre los problemas que surgían con la inserción de las mujeres en las grandes corporaciones, analizó el fenómeno del «tokenismo». Con este término Kanter quería expresar la especial problemática que se producía cuando las mujeres se incorporaban en un pequeño número a trabajos tradicionalmente reservados a los varones, en obvia situación de mayoría. En estas situaciones, las mujeres se ven definidas por su master status o estatus principal (el ser mujer) y por la asignación de estereotipos en virtud de su pertenencia al grupo de las mujeres. Sus respuestas oscilan desde el aislamiento hasta su supuesta asimilación al mundo de los varones, pasando por una acentuación de la deferencia hacia los mismos, y adoptan, según los casos, las diversas estrategias que la situación permite.
La actualidad de un concepto: la acci!n positi'a Al igual que el concepto de minoría fue traído de la India de las castas a los Estados Unidos, como mencionamos al principio de este escrito, el concepto de acción positiva
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De Raquel Osborne
TEMA 2: Las conceptualizaciones a debate remonta igualmente sus antecedentes a la India en forma de medidas contrarias al sistema de castas, pero se ha desarrollado en aquel país occidental aplicado inicialmente a los negros y, en menor grado, a las minorías étnicas para, más tarde, incluir también a las mujeres. Con posterioridad todos los países del ámbito occidental han adoptado estas medidas en mayor o menor grado. Que en España su implantación real sea casi inexistente se debe, sobre todo, a la menor incorporación de las mujeres al mundo laboral, así como a la inexistencia de un movimiento feminista fuerte. El hecho de equiparar sociológicamente a las mujeres con las minorías por razón de su discriminación histórica, y subsiguiente retraso en la igualdad, se pretende compensar con medidas especiales, convirtiendo a las mujeres en acreedoras de las políticas de acción o discriminación positiva. Se considera que de las actitudes, comportamientos y estructuras fundadas sobre la idea de un reparto tradicional de los papeles entre las mujeres y los hombres se derivan efectos perjudiciales para las primeras. Las acciones positivas buscan eliminar o compensar estos efectos negativos. Estas políticas hicieron resurgir las tensiones que van unidas a la plena participación de la mujer en el mercado laboral (por citar un solo ámbito) relacionadas con su papel en la familia. Una noción como el valor del mérito en conexión con las oportunidades en el mundo del trabajo remunerado oculta la forma en la que el género interviene de forma desigual según se trate de uno u otro sexo, valorándose no al mas cualificado sino al mas afín (en este caso al varón). Las acciones positivas tenderían precisamente a corregir este defecto. Otra crítica habitual a las acciones positivas es la de que en ellas no se contempla a las personas como individuos, sino como instrumentos de políticas sociales . Pero resulta que, por lo común, se percibe el atributo de género en el caso de las mujeres ( o de los negros cuando de la «raza» se trata) en mucha mayor medida que en el de los varones (o en el de los blancos, por seguir con el paralelismo). Al trasfondo de una discriminación por razones de sexo se suma la política contemporánea del Estado del bienestar redistribucionista, que alienta la competición entre los diferentes grupos ( algunos de cuyos miembros duplican su pertenencia) por un. conjunto de recursos escasos. Sería, pues, del todo necesario moverse desde la lógica de las políticas redistributivas a la ética de la solidaridad con los que son diferentes.
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De Raquel Osborne
TEMA 3: LA INTERSECCIÓN ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO : TRABAJO,
FAMILIA Y FORMÁS DE PARTICIPACIÓN
T 3- 8 : PERSPECTIVAS TEÓRICAS SOBRE LA FAMILIA Y LAS RELACIONES ÍNTIMAS
El estudio dela familia y la vida familiar ha sido abordado de diversas maneras por sociólogos. Rastrearemos brevemente la evolución del pensamiento sociológico antes de centrarnos en los enfoques contemporáneos a la hora de estudiar la familia.
El fu!"#$l"% Para la perspectiva funcionalista, la sociedad es un conjunto de instituciones sociales que desempeñan funciones especficas con el fin de garanti!ar la continuidad y el consenso. "a familia reali!a importantes labores que contribuyen a la satisfacción de las necesidades sociales básicas y que ayudan a perpetuar el orden social. "os sociólogos que trabajan dentro de esta tradición han considerado que la familia nuclear representaba ciertos roles especiali!ados en las sociedades modernas. #on la llegada de la industriali!ación, la familia pierde importancia como unidad de producción económica y se centra más en la reproducción, la crian!a de los hijos y la sociali!ación. $eg%n &alcott Parsons las dos funciones principales de la familia son la socialización primaria y la estabilización de la personalidad. "a %#!"$l"'$!"( )*"&$*"$ es el proceso mediante el cual los niños aprenden las normas culturales de la sociedad en la que han nacido. "a familia es el escenario más importante para el desarrollo de la personalidad humana. "a +%$"l"'$!"( .+ l$ )+*%#$l".$. tiene que ver con el rol que desempeña la familia a la hora de asistir emocionalmente a sus miembros adultos. El matrimonio entre hombres y mujeres adultos es el acuerdo mediante el cual se sustentan las personalidades maduras y se mantienen sanas. En la sociedad industrial el papel que tiene la familia en la estabili!ación de las personalidades adultas es esencial. $e debe a que la familia nuclear suele encontrarse lejos de sus parientes. Para Parsons, la familia nuclear era la unidad mejor provista para ocuparse de las demandas de la sociedad industrial. En la 'familia convencional(, una especiali!ación de roles dentro de la familia nuclear conlleva que el marido adopta el papel 'instrumental( de sustento del hogar y la esposa asuma el de carácter 'afectivo( y emocional en el ámbito dom)stico. En la )poca actual la idea parsoniana de la familia nos parece algo inadecuado y anticuado. "as teoras familiares funcionalistas han sufrido duras crticas. *istas en su conte+to histórico eran comprensibles. "os años posteriores a la $egunda uerra -undial contemplaron el regreso de las mujeres a sus tradicionales roles y la recuperación por parte de los hombres del puesto %nico como sost)n de la familia. l recalcar la importancia que tiene la familia en el desempeño de ciertas funciones, Parsons y /ales prescinden del papel de otras instituciones sociales 0gobierno, medios de comunicación, escuelas1.
Ef#/u+% f+&""%$% Para muchas personas, la familia constituye una fuente vital de consuelo y comodidad, amor y compañerismo. &ambi)n puede ser un escenario de e+plotación, soledad y profundas desigualdades. El feminismo ha tenido un gran impacto en la sociologa por haber puesto en tela de juicio la visión de la familia como ámbito armonioso e igualitario. -uchas autoras feministas han cuestionado la idea de que la familia sea una unidad cooperativa basada en unos intereses comunes y en el apoyo mutuo. 2an 1
TEMA 3: LA INTERSECCIÓN ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO : TRABAJO,
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intentado mostrar que la presencia de relaciones de poder desiguales dentro de ella supone que ciertos de sus miembros tienden a beneficiarse más que otros. 3na de las preocupaciones primordiales es la división del trabajo doméstico4 cómo se distribuyen las tareas entre los miembros del hogar. Entre las feministas e+isten diferentes opiniones sobre la aparición de esa división en la historia. -ientras que algunas las consideran un resultado del capitalismo industrial, otras afirman que está relacionada con el patriarcado, anterior a la industriali!ación. "a distinción de la los ámbitos dom)stico y laboral, hi!o que cristali!aran 'esferas masculinas( y 'esferas femeninas(. "as sociólogas feministas han llevado a cabo estudios sobre cómo comparten hombres y mujeres laborales dom)sticas, investigando la valide! de afirmaciones como la de la 'familia asim)trica( 05oung y 6ilmott1, qu) con el paso de tiempo las familias se están haciendo más igualitarias en la distribución de los roles y las responsabilidades. "as conclusiones muestran que las mujeres siguen siendo las principales responsables de las labores dom)sticas y que disfrutan de menos tiempo libre que los hombres, a pesar de que hay más mujeres trabajando fuera de casa con empleos remunerados que nunca. lgunos sociólogos han e+aminado los entornos opuestos del trabajo remunerado y del que no lo está, centrándose en la contribución que hacen al conjunto de la economa las labores dom)sticas no remuneradas que reali!an las mujeres. En segundo lugar, las feministas han llamado la atención sobre las relaciones de poder desiguales que e+isten dentro de muchas familias 0violencia de g)nero1. "as sociólogas feministas han tratado de comprender cómo sirve la familia de escenario para la opresión de g)nero e incluso para los malos tratos fsicos. El estudio de las actividades asistenciales es una tercera área en la que las feministas han hecho importantes aportaciones. "as mujeres no sólo suelen hacerse cargo de ciertas tareas como limpiar y cuidar de los niños, sino tambi)n invierten una gran cantidad de trabajo emocional en el mantenimiento de las relaciones personales 07uncombe y -arsden1.
P+*%)+!"0$% *+!"++% "os estudios teóricos y empricos reali!ados desde una perspectiva feminista durante las %ltimas d)cadas han generado un creciente inter)s en la familia, tanto entre los acad)micos como entre el conjunto de la población. #onceptos como el de 'segundo turno(, que alude al papel dual de la mujer, en el mundo laboral y en casa. En la %ltima d)cada ha aparecido un importante corpus de obras sociológicas que parte de presupuestos feministas, aunque no se base estrictamente en ellos. tención primordial reciben las grandes transformaciones que están teniendo lugar en los tipos de familia8 la formación y disolución de familias y hogares, as como la evolución de las e+pectativas que los individuos tienen respecto a sus relaciones personales. El aumento del divorcio y de la paternidad o maternidad en solitario, la aparición de 'familias reconstruidas( y de hogares homose+uales, as como la gran aceptación de la cohabitación, son asuntos que preocupan. Anthony Giddens: La transformación de la intimidad En The Transformation of Intimacy (199!" se intenta comprender de qu) manera se están transformando las relaciones ntimas en la sociedad moderna. En la introducción se haca notar que el matrimonio en la sociedad premoderna estaba relacionado con el conte+to económico necesario para fundar una familia o posibilitar la transmisión de la propiedad. 2
TEMA 3: LA INTERSECCIÓN ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO : TRABAJO,
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El $* *#&1"!# se desarrolló a finales del siglo 9*:::. pesar de prometer una relación igualitaria basada en la atracción mutua, el amor romántico ha tendido a facilitar la dominación del hombre sobre la mujer. -uchos hombres resolvan las tensiones entre la respetabilidad del amor romántico y las compulsiones del amor pasional separando la comodidad de la esposa y el hogar de la se+ualidad de la amante o la prostituta. "a doble moral imperante obligaba a la esposa llegar virgen al matrimonio. "a fase mas reciente de la modernidad ha presenciado otra transformación de la naturale!a de las relaciones ntimas8 la %+2u$l".$. )l1%"!$ "as personas de las sociedades modernas tienen muchas más opciones de las que han tenido nunca para escoger cuándo, con qu) frecuencia y con qui)n tendrán se+o. "a se+ualidad plástica desconecta el se+o de la reproducción. #on la aparición de la se+ualidad plástica se produce un cambio en la naturale!a del amor. "os ideales del amor romántico se están fragmentando y están siendo reempla!ados por el $* !#flu++, que es activo y contingente y desentona con las cualidades eternas y %nicas del amor romántico. "as personas pueden elegir4 mientras que antes era difcil o imposible conseguir el divorcio, las personas casdas y ano están obligadas a permanecer juntas si la relación no funciona. "as personas cada ve! persiguen más el ideal de *+l$!"( )u*$, que las parejas mantienen la relación porque deciden hacerlo. El concepto de amor confluente se va consolidando como posibilidad real, la idea de encontrar al hombre o la mujer adecuados va dejando paso a la idea de encontrar la relación adecuada. El amor se basa en la intimidad emocional que genera confian!a, y se desarrolla seg%n la preparación de cada miembro de la pareja. E+iste otra variedad de formas de relación pura. 3na de ellas puede ser el matrimonio, e+presión de dicha relación. "as relaciones puras no están limitadas al matrimonio, ni tan siquiera a las relaciones heterose+uales. :ncluso en algunas e+presiones de relaciones homose+uales se acercan más al ideal de las relaciones puras por su carácter abierto y negociado. lgunos crticos han afirmado que la inestabilidad de la relación pura contrasta con la complejidad de las prácticas familiares. l centrarse en las relaciones de adultos, señalan los crticos, la idea de relación pura refleja la marginación de los niños y la niñe! en el pensamiento sociológico 0$mart y ;eale1 -uchas de las ideas presentes en #a transformación de la intimidad tambi)n se encuentran en los escritos del matrimonio compuesto por /ec< y /ec<=ernsheim.
4l*"!5 B+!6 7 El"'$+5 B+!6-+*%5+"&: El normal caos del amor En $l normal caos del amor 0>??@1 3lrich /ec< y Eli!abeth /ec<=ernsheim e+aminan el carácter tempestuoso de las relaciones sociales, matrimonios y pautas familiares en el conte+to de un mundo que cambia rápidamente4 señalan que las tradiciones, normas y directrices que solan regir las relaciones personales y ano están vigentes, y que los individuos se enfrentan ahora a un sinfn de opciones relacionadas con la construcción, ajuste, mejora o disolución de las uniones que forman con los demás. Para /ec< y /ec<=ernsheim nuestra )poca está llena de intereses enfrentados entre lo que es la familia, el trabajo, el amor y la libertad para luchar por los objetivos individuales. "a colisión se percibe de forma aguda dentro de las relaciones personales. demás de los hombres, hay cada ve! mas mujeres que tienen carrera profesional en el curso de su vida, y tanto unos como otras hacen hincapi) en sus necesidades profesionales y personales. "os autores llegan a la conclusión de que en la )poca actual 3
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entran en las relaciones muchos más elementos que antes. demás del amor, se+o, niños, matrimonio que son objeto de negociación, están el trabajo, la poltica, la economa, las profesiones y la desigualdad. "as parejas contemporáneas se enfrentan a una amplia variedad de problemas que van desde lo prosaico hasta lo profundo. /ec< y /ec<=ernsheim señalan que la 'batalla de los se+os( es el 'drama principal de nuestra )poca(. unque el matrimonio y la familia pare!can mucho más 'endebles( que nunca, siguen siendo cosas muy importantes para la gente. 2ay menos gente que se casa, pero el deseo de vivir con otra persona en pareja se mantiene realmente firme. Esta contradicción, seg%n los autores, tiene una e+plicación8 el amor. "a 'batalla entre los se+os( de la actualidad es la indicación más clara del 'hambre de amor( que tienen las personas. 2ay muchas tensiones entre hombres y mujeres, pero persisten una esperan!a y una f) profunda en la posibilidad de encontrar un amor aut)ntico con el que reali!arse. /ec< y /ec<=ernsheim señalan que el amor se ha convertido en algo cada ve! más importante precisamente porque nuestro mundo es realmente abrumador, impersonal, abstracto y cambia con tanta rápide!. El amor es el %nico lugar en el que las personas pueden encontrarse a s mismas y conectar con los demás. En un mundo incierto y arriesgado como el nuestro, el amor es real8 $l amor es una b%s&ueda de uno mismo" una ansia de estar realmente en contacto con el yo y con el t%" de compartir el cuerpo y el pensamiento" de encontrarse el uno al otro sin guardarse nada" de haber confesiones y ser perdonado" de comprender " de confirmar y de apoyar lo &ue era y lo &ue es" de a'orar un hogar y de confiar en contrarrestar las dudas y ansiedades &ue genera la vida contempornea. )i nada parece cierto o seguro" si incluso respirar resulta arriesgado en un mundo contaminado" entonces la gente se lanza a la caza de enga'osos sue'os amorosos hasta &ue" de repente" se convierten en pesadillas.
El amor es desesperado y tranquili!ador al mismo tiempo. 3na 'fuer!a poderosa que obedece sus propias leyes y que graba sus mensajes en las e+pectativas, ansiedades y pautas de comportamiento de las personas(. $e ha criticado a estos autores que centraran su estudio e+clusivamente en la heterose+ualidad.
97&u B$u&$: Amor líquido En su libro #i&uid #ove0ABBC1, el sociólogo Digmunt /auman afirma que las relaciones de hoy en da están 'en boca de todos y aparentemente el %nico juego en el que merece la pena embarcase, a pesar de su notorio riesgo(. El libro trata de la 'fragilidad de las relaciones humanas(. El h)roe de su libro es 'el hombre sin vnculos(. "os vnculos que unen al hombre de /auman no son rgidos, y puede liberarse de ellos rápidamente si cambian las circunstancias, y como estas cambian a menudo, usa la metáfora 'lquido( para describir la sociedad moderna, caracteri!ada en su opinión por el cambio constante y la falta de la!os duraderos. $ostiene /auman que en mundo de 'individuali!ación generali!ada(, las relaciones son una bendición ambivalente8 repletas de deseos contradictorios. ;os balanceamos entre dos polos constituidos por la seguridad y l a libertad. El resultado es una sociedad de 'parejas semiseparadas( que mantienen 'relaciones de bolsillo(, con ello /auman se refiere a lago que puede utili!arse cuando se necesita, pero echarse al fondo del bolsillo cuando no hace falta. ;uestra forma de responder a la 'fragilidad de los vnculos humanos( es sustituir la 4
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calidad de nuestras relaciones por la cantidad, perdiendo importancia la profundidad y ganando importancia del n%mero de ellas. "as personas ahora hablan más de contactos y redes, y menos de relaciones. "as redes suponen contactos momentáneos. veces se acusa a /auman de ser demasiado pesimista respecto a la transformación de nuestras relaciones ntimas que ha tenido lugar en los %ltimos tiempos.
C#!lu%"(: .+$+ %#*+ l#% 0$l#*+% f$&"l"$*+% "os defensores de la familia afirman que debemos recuperar el sentido moral de la familia, recuperar su idea tradicional, que era mucho más estable y ordenada que la complicada red de relaciones en la que la mayora de nosotros nos encontramos 0F;eill1. "as transformaciones que afectan a la esfera personal y emocional traspasan las fronteras de cualquier pas concreto. Encontramos los mismos temas casi en todas partes, en mayor o menor grado y seg%n el conte+to cultural en el que tienen lugar. #hina8 la tasa de divorcio es relativamente baja en comparación con la de los pases occidentales, pero crece con rapide!, como ocurre en otras sociedades asiáticas en desarrollo. El matrimonio y la familia son mucho más tradicionales, a pesar de la poltica oficial que limita los nacimientos mediante una me!cla de incentivos y sanciones. En #hina se habla mucho de proteger a la familia 'tradicional(. En muchos pases occidentales, el debate a%n es más intenso y divergente. "os defensores del modelo tradicional familiar hablan de ruptura de la familia. "a familia es el punto de encuentro de una serie de tendencias que afectan a la sociedad en su conjunto8 el aumento de la igualdad entre los se+os, la incorporación generali!ada de las mujeres a la fuer!a de trabajo, los cambios en el comportamiento y las e+pectativas se+uales y la evolución de las relaciones entre hogar y trabajo. "os cambios mas importantes los que afectan a nuestras vidas personales, en la se+ualidad, la vida emocional, el matrimonio y la familia. Está en marcha una revolución global, que avan!a irregularmente y con muca resistencia en las distintas partes del mundo. tros contestan que la familia no se está derrumbando, solo se está diversificando. $e debera de promover estructuras familiares y comportamientos se+uales más diversos. ;o es posible un retorno a la vida familiar tradicional. "os cambios sociales que han transformado los tipos de matrimonio y de familia anteriores son casi irreversibles. 2oy en da las relaciones se+uales estables y el matrimonio no pueden ser como antes. "a comunicación de los sentimientos se ha hecho crucial para nuestras vidas en el ámbito personal y familiar. El divorcio no siempre refleja infelicidad. ;o hay duda de que las tendencias que influyen en la se+ualidad, el matrimonio y la familia crean en algunas personas profundas ansiedades, a la ve! que, para otros, generan nuevas posibilidades de satisfacción y autorreali!ación. "os que se alegran de que hoy en da e+ista una gran variedad de formas familiares, porque consideran que )sta nos libera de las limitaciones y sufrimientos del pasado, tienen bastante ra!ón 0solteros, parejas que cohabitan, homose+uales1. Es preciso hallar un equilibrio entre las libertades individuales que todos valoramos en nuestra vida individual y la necesidad de establecer relaciones estables y duraderas con otras personas.
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T 3- 9: MUJER Y TRABAJO. LADIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO EN EL ANÁLISIS SOCIOLÓGICO: DE NATURAL A SOCIALMENTE CONSTRUIDA V. FERREIRA! ". LA DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO D#$#%#&' ()* +/0: el concepto se utiliza en tres acepciones: -
División técnica del trabajo: referida a los procesos de producción. Para Marx es la causa principal de las desigualdades de clase y de la alienación División social del trabajo: diferenciación existente en la sociedad como un todo. Para omte y Dur!"eim aumenta la solidaridad social creando lazos de interdependencia División sexual del trabajo: diferenciaciones sociales existentes entre "ombres y mujeres
#a $ociolog%a cl&sica "a teorizado sobre las dos primeras pero "a considerado la división sexual como algo inexorable dada la función de la mujer en la reproducción biológica. 'ienden a dar una interpretación natural de un fenómeno social #a progresiva integración de la mujer en el trabajo remunerado en las soc. industrializadas y la cr%tica feminista desde fines de los () "an llevado a replantear la división sexual del trabajo. #as condiciones de desigualdad de las mujeres en el trabajo remunerado se convierten en el centro del an&lisis sociológico actual: - *l empleo femenino se concentra en un pe+ue,o nmero de profesiones las menos cualificadas y remuneradas/0 en el escalafón inferior de las empresas y dentro de los empleadores económicamente menos rentables - *l concepto segregación surgido en los 1)2/0 indica la influencia de algn tipo de discriminación +ue impide el acceso a cual+uier empleo. #a segregación se puede analizar en diferentes tipos de desigualdad social sexual0 racial0 religiosa03/ y se manifiesta en los sectores de actividad0 en las ocupaciones y cualificación. *n el mercado de trabajo se da una segregación "orizontal diferenciación en profesiones y sectores de actividad/0 vertical inserción en diferentes niveles de cualificación/ y transversal concentración femenina en los sectores menos rentables y peor remunerados/ - #a literatura cl&sica sobre segregación sexual en el empleo0 a menudo no facilita una lectura comprensiva por+ue supone la segregación como resultado de los procesos de mercado considerados neutros desde el punto de vista de los sexos/ y no consideran el género sexual como mecanismo de desigualdad económica. abe se,alar: C0#)'+) )%+12+1*#%+ se centra en la comparación de los puestos de trabajo entre "ombres y mujeres0 identificando diferencias en la normatividad y en la naturaleza de las actividades. 4undamentan la división sexual del trabajo en la fragmentación del proceso productivo0 estructura de la familia0 función económica de la mano de obra femenina0..
C0#)'+) 20'%+12+#$#%+: surge en los 5) y combina la perspectiva estructural con la de la interacción social. $e centran en la influencia de las relaciones sociales de sexo en la jerar+uización de las cualificaciones0 las formas de control de cada lugar de trabajo y en la categorización de los distintos puestos de trabajo. *l mecanismo de segregación se traslada a las relaciones sociales de sexo en lugar de las diferencias naturales o necesidades funcionales del sistema productivo. *l concepto identidad es clave y se entiende como la instancia mediadora entre las estructuras sociales y las acciones individuales. $e trata de un proceso de negociación y construcción de sentido por parte de los sujetos sociales y no como una categor%a definida y r%gida #as principales corrientes sociológicas sobre la división sexual del trabajo surgidas tras la 66 7.M se estructuran en teor%as +ue toman como referencia la familia o el mercado y las +ue estructuran una visión conjunta de ambas esferas
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8ctualmente el debate se centra en torno al car&cter socialmente construido de las relaciones sociales de sexo y de las identidades ocupacionales masculinas y femeninas.
"."! LA DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO EN LA FAMILIA - T)0 ()* 24#+* 516'0 B)27), 8!: la segregación es producto de las particularidades de la fuerza de trabajo masculina y femenina. #a lógica de la organización y funcionamiento de la familia0 tiende a +ue cada miembro se especialice en su esfera0 se trata de una decisión racional. #a mujer se especializa en la esfera doméstica y cuando participa en el mercado de trabajo lo "ace con desventaja0 ya +ue no posee cualificación y no tiene experiencia profesional9 supedita el trabajo a la actividad en el "ogar buscando empleos poco exigentes y flexible. umerosas mujeres compiten por un nmero limitado de puestos y los salarios son a la baja ;tro tipo de teor%as similares parten de los supuestos atributos de las mujeres y establecen un paralelismo con los puestos de trabajo +ue ocupan cocinar0 limpiar03/ r%ticas a la 'eor%a del capital "umano: - #a opción racional elude las relaciones de poder en los procesos de decisión dentro de la familia y el diferencial de información entre los sujetos - *xisten ocupaciones
".;! LA DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO EN EL MERCADO DE TRABAJO 'rasladan el punto de observación "acia el mercado de trabajo y las estrategias de los empleadores se dan en los 1)2. Destacan las teor%as sobre: - D1*#%60 ()* 6)2(0 () +/0 D0)#'<), B0'!, S)<6)'+2#&' ()* )64*)0
E(=(%! 8l centrarse en los empleadores se observa la diferenciación de los puestos de trabajo en dos segmentos: primario puestos cualificados0 bien remunerados y con estabilidad/ y el secundario no cualificados y con alta rotación/0 donde abundan las mujeres. *llo se explica por la tendencia al abandono del puesto prioriza la familia/0 la clara diferencia social +ue puede permitir la discriminación0 la escasa cualificación y la poca participación sindical. 8 nivel macroestructural la mano de obra femenina "a llegado a constituir una categor%a +ue es usada en función de las demandas del mercado de trabajo r%ticas a la 'eor%a: onsideran a las mujeres como un blo+ue "omogéneo concentrado en el sector secundario0 cuando muc"as lo "acen en la 8dm. Pblica y en los servicios. 'ampoco puede explicar la segregación existente en el interior de cada segmento -
L ()%21*#>#22#&' ()* +/0 B$)6'! *l efecto de descualificación de la tecnolog%a sobre el trabajo simplificando tareas y disminuyendo el nivel de cualificación/ contribuye a aumentar la feminización de la estructura del empleo r%ticas a la 'eor%a: 2
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#as relaciones sociales de sexo impregnan las definiciones sociales de cualificación o formación no se reconocen las capacidades necesarias para desempe,ar puestos de trabajo t%picamente femeninos/. #o m&s importante es luc"ar por su reconocimiento social en el contexto de os puestos de trabajo +ue ocupan
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E* )/?2#+0 #'(1%+#* () )%)$ B$)6', B1)<)*! #as mujeres son una facción de éste ejército cuya función es la degradación de los salarios masculinos0 debido a su vinculación intermitente con el mercado de trabajo en momentos de crisis son las primeras en ser expulsadas del mercado/ r%ticas a la 'eor%a: o explica por +ué0 en los momentos de crisis0 los empleadores no mantienen a las mujeres +ue tienen salarios m&s bajos/0 ni por+ué se "acen cargo de la doble tarea laboral y doméstica. 'ampoco +ueda claro +ue ejerzan una presión sobre los salarios ya +ue el mercado est& muy segmentado y "ombres y mujeres no compiten por los mismos puestos
".3! LA DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO EN LA FAM@LIA Y EN EL MERCADO DE TRABAJO $e incluyen las teor%as +ue explican la segregación laboral considerando en conjunto la división sexual en ambas esferas del trabajo mercantil y no mercantil/ y el &mbito doméstico y el productivo apitalismo y patriarcado son dos sistemas autónomos de opresión y explotación +ue se refuerzan mutuamente - T)0 () *0% %#%+)6% (1*)% D)*45, +6'! Parten de la "ipótesis +ue la dominación de las mujeres de la esfera privada y opera mediante el patriarcado/ y la opresión de clase de la esfera pblica y opera a través del capitalismo/ est&n esencialmente separadas y pertenecen a esferas diferentes. o obstante se entrelazan0 siendo una clase explotada por los "ombres en el modo de prod. doméstico Delp"y "ace énfasis en la relevancia económica de la producción doméstica de las mujeres r%tica: Presupone +ue todas las mujeres son domésticas y coloca a "ombres y mujeres en esferas diferentes >artman acerca las corrientes feministas al marxismo: es el patriarcado lo +ue reproduce la segregación y mediante las pr&cticas obstaculizadoras de acceso a la formación profesional y a los sindicatos0 los "ombres mantienen el control. #as mujeres se ven empujadas "acia el matrimonio y a la esfera doméstica y a la dependencia de los "ombres ?alby est& de acuerdo con la intersección capitalismo-patriarcado pero sostiene +ue en lugar de complementarse se "ayan en tensión. Para ?alby el patriarcado es un modo de producción doméstico y un sistema interrelacionado de estructuras sociales mediante los cuales los "ombres explotan a las mujeres el trabajo doméstico0 el remunerado0 el estado0 la cultura0 la violencia masculina y la sexualidad/. #a posición de la mujer en la familia est& determinada por su trabajo remunerado r%tica: tesis excesivamente economicista y estructural0 no tiene en cuenta a los individuos concretos ni la interdependencia entre lo masculino y lo femenino. 8dem&s obvia la influencia de las ideolog%as y valores en la configuración de los roles.
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4rente a estas teor%as
".! LAS TEOR@AS DE LAS RELACIONES SOCIALES DE SEXO C51( F01<)0**%, #21*+, 9! *l concepto transversalidad es clave en ésta teor%a. Mediante él se destaca el papel de las relaciones sociales de sexo en todas las esferas de la vida social económica0 pol%tica0 simbólica/ 4rente a las anteriores +ue se basaban en la articulación entre las esferas productiva y reproductiva0 rec"azan la noción de esferas separadas +ue posteriormente se articulan. 8mbos sexos ocupan un lugar simult&neo en ambas esferas y es preciso analizar conjuntamente los procesos de producción y reproducción la f&brica y la casa/ onciben las relaciones sociales de sexo como relación social compleja0 con distintas modalidades antagonismo0 contradicción0 complementariedad0 paradoja/ +ue coexisten en ambas esferas y en lo simbólico. ombina la sociolog%a estructural con la estrategia de los agentes0 donde lo simbólico y la subjetividad individual tienen un papel clave $upone un avance en relación al modelo marxista y reduccionista del antagonismo estructural 8un+ue las relaciones sociales de sexo tienen una din&mica propia0 se articulan con otro tipos de relaciones sociales clase0 etnia0 generacional03/ y se transforma junto a otros cambios sociales.
;! LA IDENTIDAD COMO CONCEPTO DE LIGAÓN ENTRE ESTRUCTURAS SOCIALES Y ACCIÓN SOCIAL *l an&lisis convencional de la división sexual del trabajo no atribuye a las relaciones sociales de sexo un papel en la determinación de la estructura ocupacional0 consider&ndolas una dimensión exógena a las leyes del mercado. *n realidad0 las relaciones sociales de sexo como resultado de la relación entre estructuras económicas y no económicas/ son incorporadas como dimensión del trabajo y se refleja en la segregación sexual de las ocupaciones. *ntiende el mercado como un ve"%culo para el ejercicio del poder pol%tico y la expresión de valores culturales y +ue las identidades masculina y femenina se constituyen también en los contextos de trabajo #a división sexual del trabajo sigue modelos diferenciados segn las sociedades0 desafiando las concepciones naturalistas y economicistas #a desnaturalización disociación de los rasgos biológicos/ y la desfuncionalización disociación de las necesidades de la familia o del capitalismo/ de la división sexual del trabajo lleva a una definición +ue tenga en cuenta +ue los términos en +ue el mundo es comprendido por las personas son objetos sociales0 productos de la interacción social. *sta visión constructivista se basa en: a/ División de género sexual desnaturalizada: el género sexual no es algo +ue se posea0 sino +ue se construye en la interacción cotidiana0 como parte de un proceso de construcción social. #a 4
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estratificación sexual es una pr&ctica institucional e individual. >ombres y mujeres son diferentes pero la magnitud de la diferencia y la forma en +ue se manifiesta var%an a nivel regional e "istórico b/ oncepción de identidad personal y social no esencialista y desnaturalizada: al enfrentarse con la realidad los sujetos sociales recurren a una construcción subjetiva mediante la cual interpretan y moldean el mundo0 es la identidad #a identidad psicológicamente supone la estructura personal0 afectiva y cognitiva. 8 nivel sociológico es el instrumento al +ue se recurre para presentarse en im&genes apropiadas a los contextos sociales0 culturales y laborales. $e construye en la interacción social Distinción entre - 6dentidad personal conjunto de sentido e im&genes para representarnos en el pasado/ - 6dentidad social posición negociada entre la identidad personal y las exigencias del contexto/ - 6dentificación proceso por el cual asimilamos un atributo de otra persona y se toma como modelo/ *n una sociedad dominada por valores como la autonom%a y una ética de derec"os0 las exigencias sociales "acia las mujeres est&n m&s cerca de valores como la solidaridad y la ética de cuidados #as relaciones sociales de sexo tienen un papel fundamental en la determinación de las formas de autoridad +ue afectan al estatus0 las remuneraciones0 las ocupaciones y las formas contractuales. #as identidades y las relaciones sociales de sexo son parte de la cultura0 de la producción de sentido y se "ayan en un proceso continuo de luc"a y negociación. *llo se ve reforzado por las relaciones de poder0 pol%ticas0 étnicas y sexuales0 ya +ue lo percibido como masculino se valora m&s +ue lo femenino *l poder social personal o institucional/ impone la definición de las situaciones y establece cómo se plantean los fenómenos y los problemas
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T3-10 La maternidad en Occidente y sus condiciones de posibilidad en el s. XXI Introducción Los cambios familiares que estamos experimentando en el mundo occidental pueden interpretarse como un paso más en el proceso de “civilidad” que se inició con los estados modernos. Sin embargo, las mujeres, junto a otros colectivos sociales, fueron durante largo tiempo excluidas de los derechos de ciudadana ! la función materna quedó sujeta a un sistema familiar que mantuvo, aunque modificado, su secular carácter patriarcal. "esde finales del s. ## se vive un cambio importante social que se empie$a a considerar como el inicio de una segunda modernidad. %l proceso de “despatriarcali$ación” de nuestro sistema familiar puede ser visto como una de las transformaciones más notables que abre la posibilidad de la equidad entre sexos ! generaciones. &ero, al mismo tiempo, genera nuevos riesgos ! problemáticas sociales. La función materna es redefinida ! reubicada en nuestra sociedad, teni'ndose la posibilidad de gestionar, con un amplio margen de autonoma, su capacidad reproductiva. &ero otros procesos estructurales, relacionados con la organi$ación social, están impidiendo tener los hijos que se deseen.
Sobre la fecundidad, la maternidad y las polticas familiares! una discusión desde la sociolo"a de la familia La maternidad es una experiencia femenina por excelencia. Sin mujeres que deseen ser madres no ha! sociedad con futuro posible. %l demógrafo (. ). *%+)"%- /+"0, ante la disminución constante de la fecundidad en %spa1a, imaginaba tres posibles escenarios de evolución demográfica2 3. Si se mantiene 4 35567 indefinidamente las tendencias actuales se terminara la especie humana. %ste escenario, indica el demógrafo, no es deseable. 8. Si se producen desde ahora 4 35567 ciclos de declive demográfico seguidos de periodos de recuperación, el promedio de crecimiento estará en torno a cero. %ste escenario es desestabili$ador, dado que los ciclos provocan en la economa un efecto acordeón de poca eficacia 4 escuelas, universidades, mercado laboral, etc.7 6. 9eniendo en cuenta el modelo de reproducción 4 descrito anteriormente7, cada ve$ centrado menos en la familia, la regulación demográfica deberá asumirse como objetivo colectivo explicito. %ste tercer escenario le parece a la autora ristina :rullet discutible. Las reflexiones de :rullet sobre ese tercer escenario, es la siguiente2 a) Sobre la primera afirmación de ese escenario 2 la reproducción humana estará
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menos centrada en la familia , es discutible !a que depende del significado dado a la
palabra “familia”, e interpreta que el demógrafo estableció el tipo de familia convencional occidental 4 padre
la progresiva disminución de la fecundidad en %spa1a situó el n?mero de hijos por mujer, en edad f'rtil, en los mnimos mundiales a finales del s. ##. %n la actualidad, la familia ! las polticas familiares han pasado a formar parte de la agenda poltica de los partidos polticos. &olticas que pretenden incrementar la fecundidad, con lo que *ernánde$ ordón tena ra$ón al anunciar en 3556 que la “ regulación demográfica ” acabara asumi'ndose en %spa1a como un objetivo colectivo explicito. Sin embargo, aunque el control de la fecundidad ha sido asumido en distintos tiempos ! lugares por los poderes p?blicos de pases occidentales ! no occidentales, ho! por ho! es impensable la regulación directa de la fecundidad en los pases democráticos /ccidentales. Las mujeres han obtenido derechos reproductivos ! tienen libertad para gestionar su fecundidad gracias a la expansión del libre uso de m'todos anticonceptivos ! a su creciente autonoma en la planificación de su pro!ecto de vida. )s que, si el objetivo explcito es mejorar las tasas de fecundidad deseada, solo
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puede hacerlo por va indirecta. &or ejemplo subsidiando la reproducción asistida ! mejorando las condiciones de vida de las mujeres. Se deca que la maternidad ha sido impuesta a las mujeres. @o! se dice que la maternidad es una elección. Seg?n el parecer de ristina :rullet, no es ni lo uno ni lo otro. %n el pasado la maternidad no fue solo una imposición porque tambi'n hubo deseo ! go$o de la maternidad, aunque sea cierto que ha habido ! ha! maternidades que han sido un obstáculo para reali$ar otros deseos ! pro!ectos. )ctualmente en %spa1a las mujeres viven la paradoja de tener libertad de controlar su fecundidad, pero se mueven en un contexto con fuertes constricciones para la experiencia de la maternidad. Ana cosa es libertad para ser o no madre ! otra es que se den las condiciones para poder elegir. %ntre esas constricciones tenemos2 a. %n %spa1a la le! obliga a continuar un embara$o no deseado en el caso de que no se cumplan las condiciones para un aborto legal. on lo cual, aunque una mujer no puede ser propiedad de nadie, ella tampoco es propietaria de su propio cuerpo. b. Se derivan del ejercicio de la maternidad en %spa1a en el mercado de trabajo. "onde la función materna es considerada como un asunto privado que no debe inferir en su actividad laboral, as, podemos decir, que en el marco laboral, la maternidad debe permanecer oculta 4 madres jóvenes ! mujeres embara$adas contin?an siendo penali$adas en sus derechos7. c. %l conjunto de limitaciones al derecho a la maternidad derivadas de nuestra organi$ación social de los tiempos de vida. 9odava se supone ho!, contra toda evidencia, que las mujeres están disponibles para solventar las necesidades del grupo familiar a lo largo de las 8B h. del da. on ello se está penali$ando la calidad de vida de las mujeres. %n consecuencia, sera apropiado para las mujeres espa1olas que desean tener hijos un “objetivo colectivo explícito ” que considerara2 3. )segurar el derecho individual de las mujeres a la maternidad 4compartido con el derecho de los hombres a ser padres7. 8. %liminar todas las formas de discriminación social sobre la función materna que se practican desde el ámbito laboral. 6. rear desde los poderes p?blicos nuevas condiciones de posibilidad en la organi$ación social para que este derecho se pudiera ejercer en las mejores condiciones posibles. %llo implica cuatro lneas básicas de intervención2 a. Cncrementar ! diversificar los servicios de apo!o a las familias. b. )mpliar los permisos laborales a hombres ! mujeres. c. +epensar la organi$ación horaria de los servicios adaptándolos a las nuevas formas de vida d. &romover una nueva cultura familiar que se ajuste a los derechos individuales ! tienda a favorecer la democracia familiar.
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Sobre la familia y la función materna en la primera modernidad La antropologa nos ha mostrado como en la ma!ora de las sociedades conocidas la diferenciación de actividades por ra$ón de sexo siempre ha implicado una minusvaloración de las reali$adas por las mujeres, siendo este un dispositivo básico para el mantenimiento del orden social patriarcal. La función materna siempre ha tenido un reconocimiento simbólico de segundo orden, siempre subordinado a la importancia del poder ! el hacer masculino. La función materna adquiere nuevas formas ! contenidos a lo largo de los s. #C# ! ## cuando se expande en /ccidente la industriali$ación, la urbani$ación ! el liberalismo poltico ! económico. %n la teora poltica del %stado moderno la sociedad se contempla como una unidad dividida en dos esferas2 la de los asuntos p?blicos ! la de los privados. )s, la división sexual del trabajo queda asociada a esta visión dicotómica de la sociedad ! de la vida humana. Solo en la esfera p?blica se constitu!e el individuo
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para que estos tres elementos dejen de estar articulados en un todo, puesto que el primer contrato de género ha estado cuestionado 4 no ha sido lineal ni uniforme 7 ! marcado por las desigualdades entre grupos sociales. &odemos afirmar que a principios del s. ##C el ethos de la domesticidad !a no tiene credibilidad en %spa1a entre las mujeres jóvenes, !a que ma!oritariamente recha$an ser identificadas en exclusiva como “amas de casa”. Se constata tambi'n que el amor romántico ha dejado atrás el mito de ser un amor para siempre !a que se incrementan las rupturas con!ugales ! la biografa individual muestra la existencia de varias parejas a lo largo del tra!ecto vital. %n cuanto el sentimiento de privacidad queda vinculado al derecho de todo hombre ! toda mujer a gestionar su vida personal más allá de los modelos convencionales. )s pues aumentan las parejas de hecho con hijos, familias monoparentales ! gineparentales, parejas sin hijos ! otros tipos de parejas. 9odo ello está comportando en %spa1a la aprobación de nuevas regulaciones de las relaciones de familia. 9odo esto significa que en nuestro sistema familiar, con hogares monoparentales ! familias recompuestas, la alian$a pierde peso mientras que la filiación se refuer$a, tanto la filiación por va materna, como el deseo del vnculo filial con el padre biológico.
Sobre la fra"ilidad de la alian#a, la crisis de la autoridad parental y la modificación de la di$isión se%ual del traba&o "esde la antropologa se considera familia a un sistema de vnculos ! relaciones de parentesco que comprenden2 Las relaciones de alianza 2 vnculos por matrimonio •
•
Las relaciones de filiación 2 vnculos entre ascendentes ! descendentes !
parientes colaterales. •
Las relaciones de afinidad 2 vnculos con la familia poltica.
%ntre unas ! otras vara lo que es considerado comportamiento legtimo o ilegtimo. La institución familiar es por tanto una construcción cultural que vara en el tiempo ! en el espacio. %l sistema occidental de familia se ha construido en base a la tradición judeocristiana que nos legó tres ejes normativos 4 el deber ser 7 que a su ve$ fueron fortalecidos por los estados modernos2 ). &rimero es la alian$a ! despu's la filiación :. La primaca de la autoridad patriarcal . La organi$ación familiar en torno a la división sexual del trabajo %stos ejes en la actualidad son abiertamente cuestionados. Deamos el proceso2 A) Primero es la alianza y después la filiación
%n el s. #CC la Cglesia cristiana 4 con un importante papel espiritual ! material en /ccidente 7 impone como ?nico matrimonio legtimo el matrimonio de mutuo acuerdo ! lo convierte en sacramento, esto es, indisoluble. ) partir de ese momento el núcleo conyugal
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empe$ará a tomar ma!or relevancia frente a los intereses del linaje. "el mismo modo, frente a la práctica de la poligamia, la monogamia se constituirá como la ?nica alian$a reconocida por la Cglesia cristiana para la formación de una familia legtima. Enicamente tras el matrimonio 4 vínculo de alianza 7 pueden venir los hijos 4 vínculo de filiación7. %l %stado moderno reconstru!e este eje normativo. rea el ódigo ivil e institu!e el matrimonio civil como primer paso para constituir una familia legtima. Se mantiene la idea del matrimonio como contrato o pacto de mutuo acuerdo, pero no se modifica la desigualdad poltica entre mujeres ! hombres. Si no se sigue el orden civilmente establecido2 alian$a F filiación, los hijos e hijas serán ilegtimos ! las madres estigmati$adas. Se necesita el reconocimiento de un padre 4 marido de la madre7 que da la entrada al hijo o hija en sociedad al trasmitirle su nombre de familia 4 patrilinealidad 7. 9odo ello ha cambiado. )ctualmente en %spa1a la alianza matrimonial no es necesaria para tener criaturas legtimas. uestro actual ódigo de familia considera iguales ante la le! a todos los hijos e hijas, sea cual sea la situación social o civil de la madre, la cual puede transmitir su apellido de familia, tanto si forma una familia gineparental como biparental. %sto supone una ruptura simbólica profunda con una tradición patrilineal ! patriarcal que negaba a la madre el derecho a transmitir el nombre de su familia a sus descendientes. "espu's de una ruptura de pareja 4 separación de hecho, legal o divorcio 7 los hijos se quedan ma!ormente a vivir con la madre, sobre todo si son de poca edadG manteniendo, en su ma!ora, una custodia compartida entre padre ! madre. &ero las separaciones con!ugales tienden a debilitar el vnculo filial del padre mientras lo refuer$an en las madres. B) La primacía de la autoridad patriarcal
La máxima autoridad dentro de la familia es la del marido ! padre, siendo la tradición familiar cristiana patriarcal. H con el contrato de g'nero de la primera modernidad las principales decisiones familiares contin?an subordinadas a la autoridad masculina. %l %stado liberal moderno institu!e la subordinación de la esposa a trav's del matrimonio civil, siendo el esposo el “ cabeza de familia” representante legal ante el %stado ! la sociedad. ) lo largo de los s. #C# ! ## la intensificación del proceso de industriali$ación ! de salari$ación masculina comporta la ausencia del padre del ámbito privado
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función materna en el hogar, adquiera autoridad femenina ante los hijos gracias a su continua interacción con ellos. /tros procesos inherentes a la modernidad avan$ada pondrán en cuestión la autoridad materna, como la de los expertos 4 m'dicos, ginecólogos, pedagogos, psicólogos 7 que convierten el saber practico de crian$a de las madres en conocimiento “ no científico”. %n la segunda mitad del S. ##, se acent?an la reducción de la autoridad paterna tradicional ! la de los saberes femeninos, por la incorporación creciente de las mujeres al mercado de trabajo, al adquirir estas mas autonoma económica ! social. Los tres elementos que soportan la autoridad moderna del padre 4 su salario, cabe$a de familia ! la mediación de la madre7 dejan de presentarse de manera compartida. Se inicia un proceso donde la autoridad del padre !a no se da por supuesto, sino que se va adquiriendo progresivamente junto a la autoridad de la madre 4 caso de familias biparentales7. ) finales del s. ## aparece un nuevo agente de devaluación de los saberes parentales2 los medios de comunicación de masas ! las nuevas tecnologas de la comunicación. El debate actual sobre la autoridad parental cae a menudo en una confusión conceptual entre “ autoridad patriarcal ” ! “ autoridad parental ”. %l primer concepto hace
referencia a la le! masculina que impone normas no negociadas ! discriminatorias por ra$ón de g'nero ! edad. %l segundo concepto, se relaciona con el sentido originario del t'rmino autoridad, es decir el reconocimiento a la autora 4 auctoritas2 crear hacer crecer, etc.7, bien distinto a la autoridad como sujeción o autoritarismo. La autoridad “parental” es un adjetivo sin marca lingIstica de g'nero, ! que por lo tanto inclu!e la autoridad del padre ! de la madre. %n la actualidad se tiende a valorar positivamente la autoridad basada en el amor ! la proximidad ! a reducir o eliminar el autoritarismo. @o! nos encontramos en los inicios de un posible proceso de transición hacia un nuevo modelo de familia democrática no patriarcal, que debe fundamentarse en una ma!or corresponsabilidad en el reparto de los roles con!ugales ! parentales ! en la comunicación ! la negociación entre sus miembros. &ara construir nuevas formas de relación intrafamiliar es necesario disponer ! concederse tiempo personal de unos a otros, mantener una interacción cotidiana, conocimiento ! seguimiento negociado de las posiciones cambiantes de cada miembro a lo largo del ciclo familiar. Ano de los principales problemas ho! en %spa1a es la falta de tiempo de madres ! padres para poder mantener una mejor relación cotidiana con sus hijos e hijas. La cuestión es como hacer posible un mejor reparto de los tiempos familiares de manera que hijos e hijas puedan tambi'n participar en la construcción de unas relaciones familiares democráticas. &ero la construcción de una autoridad parental democrática no es un asunto exclusivamente privado de cada familia. ontrariamente, esta es una de las problemáticas que debe ser tratada desde el ámbito de lo p?blico. C) La organización familiar en torno a la división sexual del trabao
La familia se organi$a en torno a la división sexual del trabajo que empuja a cooperar a hombres ! mujeres en la resolución de los problemas inherentes a la vida cotidiana.
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%sta cooperación se da tanto en el pasado premoderno 4 con una producción ! reproducción poco segregados7, como el la primera modernidad 4 con extensión de una segregación sexuada de producción Jfabrica, empresa< ! reproducción Jfamilia< 7. %n las sociedades premodernas, estructuradas sobre una economa agrcola, los hombres ! mujeres de toda edad participaban de espacios ! tiempos de trabajo comunes. La primera modernidad opera un cambio radical en la tradicional forma de entender la división sexual del trabajo. %l liberalismo poltico aporta una nueva concepción de la vida social que separa los asuntos públicos de los asuntos privados , que queda fuertemente asociada a la secular división sexual del trabajo. )s en los s. #C# ! ## se conforma ! consolida el modelo ideal de la mujer “ama de casa” ! “madre amantsima” cu!a actividad cotidiana la reali$a en el hogar ! coopera con el esposo que lo hace fuera del hogar, siendo ambos mantenedores del grupo familiar. @asta fechas mu! recientes ser una buena madre ! esposa significaba atender a los hijos, marcar pautas de la vida cotidiana, atender el hogar, hijos ! marido ! estar siempre disponible. Ser padre significaba traer el dinero a casa ! marcar la le! dentro del hogar. &ero en la actualidad esta división sexual del trabajo se ha modificado. Se ha impuesto la “doble presencia” de las mujeres 4 trabajo remunerado ! dom'stico7 ! empie$a a reconocerse la importancia social ! económica de su trabajo en el ámbito privado
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familiares, pero los recursos temporales de las familias de origen 4sobre todo las abuelas7 en apo!o a sus hijas tambi'n se está agotando debido a que tambi'n se incrementa el porcentaje de mujeres adultas activas en el mercado laboral. &ero, la crisis de legitimidad de la división sexual del trabajo como eje estructurador de las relaciones familiares parece ser irreversible en el mundo occidental.
Sntesis final 3. %n el mundo occidental estamos experimentando la crisis del modelo de familia patriarcal construido en la primera modernidad. %n %spa1a a lo largo de la democracia, se han incrementado2 derechos ! deberes de hombres ! mujeres, la igualdad entre sexos ! la libertad para construir el tra!ecto biográfico individual ! familiar. 8. Los cambios en la posición social de las mujeres occidentales 4p?blicos ! privados7, han tenido fuertes impactos en la redefinición delas relaciones con!ugales ! parentales. %l incremento de las rupturas con!ugales ! la reproducción asistida están desinstitucionali$ando el modelo de familia convencional básico hasta finales del s. ##. 6. %n %spa1a, como en otros pases democráticos, se ha reformado el ódigo de familia ! se están aprobando nuevas le!es sobre las relaciones familiares. B. La función materna es redefinida ! reubicada en la vida de las mujeres. %n %spa1a el ethos de la domesticidad !a no tiene credibilidad entre las mujeres jóvenes. El amor romántico ha dejado atrás el mito de un amor para siempre. H el sentimiento de privacidad se vincula al derecho individual a gestionar la vida personal ! afectiva más allá de los modelos convencionales. K. @o! en %spa1a, las mujeres jóvenes gestionan con gran autonoma su capacidad reproductora ! han decidido tener pocos hijos. . *acilitar la reali$ación del deseo de maternidad desde los poderes p?blicos es legtimo si se respetan los derechos individuales. =. on nuestras prácticas hemos transformado de manera profunda los tres ejes normativos que estructuraron nuestro sistema familiar de races judeocristianas ! fortalecidas por el %stado moderno. M. @o! las madres que trabajan fuera del hogar ! forman parte de una familia biparental esperan que el padre aporte algo mas que una parte de sus ingresos, es decir, una ma!or participación, en tiempo e iniciativa personal, en el trabajo domestico ! en la crian$a ! atención a los hijos. &ero los hombres se resisten. 5. )unque la onstitución espa1ola ! el ódigo de familia afirman el derecho de igualdad de mujeres ! hombres en la vida social ! familiar, esto no significa un cambio automático en las prácticas. )unque debemos reconocer que estos principios han calado en nuestra sociedad. 3>. Los comportamientos familiares en %spa1a reproducen a menudo de los
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esquemas del pasado. 33. %l derecho a la elección de la maternidad en %spa1a implica tres limitaciones2 a. La le! obliga a continuar un embara$o no deseado 4caso de no cumplirse las condiciones establecidas7 b. La función materna es considerada exclusivamente como un asunto privado c. Las madres ! padres no disponen de los servicios necesarios para atender sus responsabilidades familiares ! laborales 38. /tras limitaciones al derecho a la maternidad se derivan de nuestra organi$ación social de los tiempos ! espacios de vida. 36. Ana poltica familiar progresiva que pretenda atender a las necesidades de la familia debera2 a. onsiderar el derecho individual de las mujeres a la maternidad b. %liminar todas las formas de discriminación social sobre la función materna especialmente en el ámbito laboral. c. rear nuevas condiciones de posibilidad en la organi$ación social para poder ejercer la maternidad en las mejores condiciones posibles. a. b. c. d.
3B. %n %spa1a, esto implica operativamente cuatro lneas básicas de intervención2 Cncrementar ! diversificar los servicios de apo!o a la familia )mpliar los permisos laborales a hombres ! mujeres para que puedan atender a sus hijos ! familiares dependientes +epensar la organi$ación de los servicios ! de los espacios p?blicos &romover una nueva cultura practica familiar ajustada a los derechos individuales ! favore$ca la democracia familiar. 3K. La situación actual en %spa1a demanda nuevas formas de articulación entre individuos, familias ! %stado de bienestar.
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T3-11 . - HACIA NUEVOS INDICADORES DE TRABAJO Y GÉNERO: UN PROBLEMA MUCHO MÁS QUE ESTADÍSTICO
11.1. La necesidad de nuevos indicadores de trabajo y género La función de un indicador es condensar la información ofrecida por las estadísticas existentes para dar cuenta de aquello que se quiere medir a través de un número ( indicador), que sea de lectura rápida y permita comparaciones temporales y/ o espaciales. n particular, los indicadores sociales constituyen medidas cuantitativas de los fenómenos sociales que permiten anali!ar las condiciones de vida de un sector o sectores de po"lación determinados. #iden los principales ras$os de la sociedad, su interrelación y cam"io. %irven de $uía con el fin de detectar pro"lemas específicos y poder contri"uir al dise&o de políticas pú"licas que tiendan a aumentar la calidad de vida de las personas. stas afirmaciones y definiciones $enerales no informan acerca de la orientación ideoló$ica y política que 'ay detrás de un sistema de indicadores. or ello, no es ocioso insistir en los ses$os que pueden presentarse en el análisis estadístico la forma en que se reco$e y se presenta la información* los pro"lemas de medición* y los de construcción y co'erencia conceptual, condicionan nota"lemente los resultados de un estudio. La elección y ela"oración de un sistema de indicadores sociales normalmente están orientadas por dos elementos que no siempre se 'acen explícitos. La intencionalidad política: qué y para qué se quiere medir. El enfoque teórico que sustenta la ela"oración del sistema e intentar dar cuenta de la estructura de relaciones o"+eto del análisis. n relación a las sociedades patriarcales, los indicadores 'an refle+ado lo que se puede denominar “el mundo masculino. no se tiene en cuenta la participación en los espacios más privados de relación social o en el tra"a+o familiar doméstico espacios asi$nados socialmente a las mu+eres. -e aquí que al visi"ili!ar sólo la parte pú"lica de los procesos, ésta se 'ace universal* siendo lo único que queda refle+ado en las estadísticas e indicadores. uando desde esta perspectiva se ela"oran indicadores para las mu+eres, se las está midiendo0 desde un referente masculino, no se está anali!ando a las mu+eres desde ellas mismas, sino que se está midiendo 'asta qué punto las mu+eres se están inte$rando en el mundo masculino. La idea de ela"orar nuevos indicadores está en la "ase de recuperar el mundo invisi"le, no de a$re$arlo, sino de inte$rarlo. -e a'í la necesidad, en primer lu$ar, de contar con nuevos modelos económicos que representen toda la realidad y no solo una parte de ella.
11.!. El sesgo androcéntrico de los modelos económicos 1radicionalmente, los modelos económicos 'an sido ela"orados como a"stracciones de la producción y distri"ución mercantil capitalista. Los modelos ela"orados desde la teoría económica (con matices se$ún escuelas), 'an presentado casi exclusivamente la economía de mercado, pero con pretensiones de ser refle+o toda la realidad económica. l resultado 'a sido que dic'os esquemas interpretativos ofrecen una visión desfi$urada de la realidad, esconden una parte de los procesos fundamentales para la reproducción social y 'umana, "ásicamente el tra"a+o que se reali!a en los 'o$ares, sin los cuales, el mercado0 ni siquiera podría su"sistir.
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%e o"serva que nuestras sociedades funcionan y su"sisten a través de procesos que podríamos denominar de producción y reproducción0. La participación en estos procesos se acostum"ran a denominar tra"a+o, empleo o actividad, sin que las definiciones sean claras y las fronteras entre ellos nítidas. %e pueden se&alar tres como las más relevantes
.El empleo (o autoempleo),........... asi$nado socialmente a los 'om"res. el único considerado por la economía como tra"a+o. .El trabajo familiar doméstico.......tiene como o"+etivo el cuidado de la vida 'umana. tradicionalmente reali!ado por las mu+eres. .El trabajo de participación ciudadana ......conocido tam"ién como tra"a+o voluntario. en$lo"a actividades muy variadas. reali!adas en distintos espacios sociales. 2ue las definiciones no sean precisas es un síntoma claro de la dificultad de separar totalmente estas actividades. 3ay determinadas producciones de "ienes que se$ún la situación socio'istórica del 'o$ar o la sociedad 'a pasado de un ám"ito a otro. stos procesos no son ni tan independientes ni tan autónomos como lo pretende la disciplina económica. 4-e donde proviene la fuer!a de tra"a+o5, 4son suficientes los salarios para ase$urar la reproducción 'umana5. 6 pesar de que el sistema en términos monetarios7económicos no podría su"sistir con solo el tra"a+o mercantil, muc'o más importante es otro aspecto del trabajo familiar doméstico, aquel que lo define, que determina su o"+etivo "ásico el ser responsable del cuidado de la vida "umana. Lo cual implica no sólo la su"sistencia "ioló$ica, sino el "ienestar, la calidad de vida, los afectos, las relaciones, etc. %in em"ar$o, a pesar de la importancia de esta actividad, desde la política y la economía se 'a i$norado y ocultado su relevancia. 6ca"ar con la invisi"ilidad de este tra"a+o si$nifica entre otras cosas reconocer y dar valor a la importancia de las mu+eres. on esta visión androcéntrica, dic'os esquemas interpretativos no están en condiciones de dar cuenta de los diversos planos en que se mueven las mu+eres como tra"a+adoras, madres y ciudadanas. 6demás, tam"ién son adecuados para el análisis de la po"lación masculina, ya que esconden la actividad de afectos y cuidados sin la cual dic'os 'om"res y sus 'i+as e 'i+os no podrían su"sistir.
11.#. $bjetivos de la propuesta Los datos estadísticos reco$idos corresponden fundamentalmente a la actividad mercantil de las personas* ya que el tra"a+o familiar doméstico ni es una actividad económicamente relevante ni tiene siquiera el estatus de tra"a+o0. l análisis de tra"a+o de mercado se presenta un ses$o de $énero. omo el ám"ito reconocido y valorado socialmente es el masculino, ése es el que se mide y el que se utili!a como referente, a él se a$re$an0 las mu+eres. s decir, 'ay un elemento que se considera central y lo demás se define en relación a él por ne$ación, como lo que no es, sin existencia propia sino en relación a0. s decir, no se reconoce la diferencia ni la diversidad.
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ara e+emplificar la afirmación anterior, consideremos las cate$orías más "ásicas utili!adas por la ncuesta de o"lación 6ctiva (6) las de po"lación económicamente activa y po"lación económicamente inactiva. omo consecuencia, la po"lación inactiva es una especie de ca+ón de sastre donde quedan incluidas las personas que estudian, como las mu+eres que sólo reali!an tra"a+o doméstico, o los +u"ilados, los pensionistas, los rentistas, etc. n definitiva, la definición de po"lación activa su"estima nota"lemente el tra"a+o de las mu+eres al i$norar la actividad no remunerada que se reali!a en el 'o$ar. l resultado es que la participación femenina se mide en relación al mundo masculino, al que tiene valor, al que 'ay que parecerse y lle$ar. 6unque sin 'acerse explícita, se está manteniendo la idea de que el óptimo es que las mu+eres se acerquen cada ve! más al modelo masculino. -esde una visión más realista, se 'ace necesario considerar el concepto de actividad en sentido amplio, incluyendo los distintos tipos de tra"a+o. o"lación con actividad, al menos reali!a uno de los tra"a+os se&alados y po"lación sin actividad o po"lación inactiva a las personas que no realicen nin$uno de los dos tra"a+os. 6sí, se tendrá: población activa doméstica% población ocupada doméstica y población inactiva doméstica. n definitiva, se trata de considerar los distintos tra"a+os que participan en el proceso de reproducción social, recuperando, nom"rando y dando valor a toda aquella actividad imprescindi"le para la vida 'umana que 'a permanecido oculta sin reconocimiento social. n concreto, los principales o"+etivos de nuestra propuesta de un sistema de indicadores sociales de tra"a+o y $énero $uardan relación con el análisis de a) Los requerimientos de tra"a+o necesarios para la reproducción y el "ienestar de las personas. ") Los conflictos de tiempo. c) La desi$ualdad entre mu+eres y 'om"res en relación en la participación en los distintos tipos de tra"a+os y las diferencias se$ún niveles de renta. 1odo ello encaminado a mane+ar una visión más realista del funcionamiento social, a facilitar el se$uimiento de la evolución de las distintas desi$ualdades entre los sexos y los efectos específicos de las políticas pú"licas en el ám"ito familiar. 88.9. 6l$unos pro"lemas en relación con la selección y ela"oración de índices e indicadores l primer problema es la elección de los indicadores que se considerarán más relevantes con relación al o"+etivo a conse$uir. La o"li$ación de ele$ir viene de la conveniencia de limitar su número para ofrecer mayor facilidad de interpretación y destacar los ras$os más si$nificativos. :n segundo tipo de pro"lemas aparece si se pretende construir al$ún índice con los indicadores seleccionados. n esta situación, además de ser ar"itraria la selección, tam"ién será ar"itraria la importancia relativa, la ponderación, que se otor$ue a cada uno de ellos en el índice final. %i$nifica decidir qué aspectos del fenómeno estudiado se consideran más relevantes. 1am"ién en la construcción de un índice pueden sur$ir pro"lemas de correlación entre los indicadores y de estandari!ación de los mismos. Los pro"lemas de correlación 'acen referencia a la falta de independencia entre los indicadores. l pro"lema de la correlación entonces es que un mismo 'ec'o se reco$e con más de un indicador. ;o existe una solución clara a esta
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cuestión, so"re todo cuando los indicadores disponi"les son limitados. l tema de la estandari!ación se presenta porque distintos indicadores pueden tomar valores que fluctúen en ran$os muy diferentes, con lo cual, los que se encuentren en ran$os más elevados tendrían mayor peso en el índice. ara evitar este pro"lema, se estandari!an los valores de los distintos indicadores a una escala común utili!ando valores de referencia para cada uno de ellos. :n tercer problema $uarda relación con los indicadores de desi$ualdad, entre mu+eres y 'om"res en la participación en los distintos tra"a+os. %i se pretende medir niveles de desi$ualdad y 'acer un se$uimiento de su evolución, antes de definir indicadores apropiados, se de"iera discutir el si$nificado de i$ualdad o desi$ualdad0 y lo que se consideran niveles acepta"les u óptimos. <$ualdad0en el tra"a+o es un concepto relativo que exi$e definir primero “i$ualdad en qué0 y se$undo en relación a qué0. -esde nuestra perspectiva no se trata de i$ualdad en el modelo masculino de tra"a+o de mercado. ;o es el o"+etivo medir exclusivamente la inte$ración de las mu+eres en el mercado la"oral. %e entiende más "ien como una distri"ución equitativa de tra"a+os e in$resos entre mu+eres y 'om"res, traducido en i$ualdad en la responsa"ilidad y cuidado de la vida 'umana y en la participación en el tra"a+o remunerado.
11.&. 'ndices e indicadores: una propuesta Los tres primeros 'acen referencia a las desi$ualdades entre mu+eres y 'om"res en la distri"ución de los distintos tra"a+os* los dos se$undos ofrecen información acerca de la inte$ración de las mu+eres en el tra"a+o de mercado, por una parte, y la de los 'om"res en el tra"a+o familiar doméstico por otra* y, finalmente, los dos últimos refle+an las diferencias o desi$ualdades entre mu+eres y 'om"res entre sí en relación a determinadas cate$orías.
'ndices de trabajo Índices de desigualdad entre mujeres y hombres
Índices de integración de mujeres y hombres
1. Índice de desigualdad en la realización de trabajo de mercado. =. >ndice de desi$ualdad en la reali!ación de tra"a+o familiar doméstico. ?. >ndice de desi$ualdad en la reali!ación $lo"al de tra"a+o. 1. Índice de integración de las mujeres en trabajo de mercado.
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Índices de diferencia o desigualdad para mujeres y hombres
=. >ndice de inte$ración de los 'om"re en tra"a+o familiar doméstico. 1. Índice de diferencia de mujeres y hombres según el ciclo vital. =. >ndice de desi$ualdad de mu+eres y 'om"res se$ún nivel social.
La metodolo$ía utili!ada para ela"orar y representar los índices es la de dia$ramas radiales (me+or ver fi$uras en la pá$.88@ del li"ro). :n dia$rama radial es una forma $ráfica de presentación de datos que tiene la venta+a de mostrar de forma simple, visual e intuitiva un con+unto de indicadores y el índice construido a partir de ellos. Los valores o"tenidos para cada uno de los diferentes índices tam"ién fluctuarán entre cero y uno. %in em"ar$o, 'ay que tener en cuenta que en estos valores transformados de área, si "ien el valor uno representa i$ualdad o inte$ración total y el valor cero, exactamente lo contrario, la escala no es lineal. sto si$nifica que, por e+emplo, un valor índice de A,@ no representa una situación equivalente al @AB de la i$ualdad o inte$ración total. Los valores de los índices se de"en considerar como un número que no expresa una situación concreta y que sólo tienen sentido a nivel comparativo un mayor valor del índice expresa una me+or situación en el aspecto anali!ado.
11.(. 'ndices de desigualdad en la reali)ación de trabajos entre mujeres y "ombres -e los siete índices construidos en el estudio ori$inal, se presentan aquí a modo de e+emplo metodoló$ico los dos primeros de desi$ualdad. 3ay que tener en cuenta de que estos indicadores no informan so"re valores a"solutos, por lo que se podría dar una i$ualdad por a"a+o0(i$ualdad en precariedad).
11.(.1 . Índice de desigualdad en la realización de trabajo de mercado ste índice refle+a la desi$ualdad entre mu+eres y 'om"res en la participación en el tra"a+o de mercado. Los seis indicadores seleccionados para construir el índice fi$uran en el cuadro 9.=. uadro 9.=. Indicadores del índice de desigualdad en la realización de trabajo de mercado
-efinición Celación entre la tasa de ocupación femenina y la tasa de ocupación masculina. Celación entre la tasa de ocupación femenina a tiempo completo (o so"reocupada) con presencia de menores (en relación al total de 'o$ares en los que 'ay menores) y la tasa de ocupación masculina equivalente a la anterior. Celación entre el porcenta+e de mu+eres que ocupan puestos de responsa"ilidad (en relación al total de mu+eres ocupadas) y el porcenta+e de 'om"res de esas mismas características. Celación entre el nivel de in$reso medio de las mu+eres y el nivel de in$reso medio de los 'om"res. Celación entre la tasa de ocupación con contrato temporal masculina y la tasa de ocupación con contrato temporal femenina. Celación entre el tiempo medio por participante dedicado a tra"a+o de
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mercado por las mu+eres y el tiempo medio por participante dedicado a tra"a+o de mercado por los 'om"res.
El primero se refiere sólo a la ocupación. El segundo, en cam"io, considera dos aspectos importantes la situación más crítica del ciclo vital y, por otra, el tipo de +ornada, que refle+a no sólo la ocupación sino las diferencias en 'oras dedicadas al tra"a+o de mercado. El tercer indicador informa so"re un aspecto de la ocupación en el tra"a+o de mercado, si$nifica una forma de se$re$ación vertical la ocupación en puestos de responsa"ilidad. “El tec"o de cristal unas "arreras invisi"les que les impiden acceder a puestos de poder. El cuarto indicador, considera los in$resos en ve! de los salarios tiene la venta+a de refle+ar no solo las desi$ualdades de $énero directamente relacionadas con el tra"a+o de mercado y que se concretan en los salarios, sino tam"ién desi$ualdades que son consecuencia de la distinta ocupación de mu+eres y 'om"res en el mercado, como las pensiones o las +u"ilaciones. El quinto, las mu+eres se muestran como un $rupo particularmente vulnera"le. ara el cálculo de éste indicador de desi$ualdad en la temporalidad, el cociente se construye al revés (el porcenta+e de 'om"res en relación al de mu+eres) ya que la tasa de temporalidad de las mu+eres es mayor que la de los 'om"res. El *ltimo indicador 'ace referencia a la desi$ualdad en tiempo de dedicación al tra"a+o de mercado entre mu+eres y 'om"res, una cosa es participar, y otra muy distinta, el número de 'oras que se dedica a la actividad. D"tener un valor uno en un indicador de desi$ualdad no si$nifica necesariamente una situación más desea"le, ya que podría tratarse de una situación de i$ualdad “por abajo. ste caso podría darse en los indicadores de desi$ualdad en la ocupación, en el in$reso y en la temporalidad. -e aquí que sea importante tener en cuenta tam"ién los valores a"solutos correspondientes para mu+eres y 'om"res. n cam"io, una mayor i$ualdad en tiempo de tra"a+o, lo más pro"a"le es que si$nificase una reducción de la +ornada la"oral para am"os sexos, lo cual podría considerarse una situación más desea"le.
11.(.!. Índice de desigualdad en la realización de trabajo familiar doméstico uadro 9.?. Indicadores del índice de desigualdad en la realización de trabajo familiar doméstico Indicador -esi$ualdad en la ocupación -esi$ualdad en la ocupación a tiempo completo -esi$ualdad en la ocupación en actividades de limpie!a y cocina -esi$ualdad en tareas de cuidados -esi$ualdad en tiempo dedicado a tra"a+o familiar doméstico -esi$ualdad en tiempo de tra"a+o familiar doméstico de casadas/ os
Definición Celación entre el porcenta+e de 'om"res y el porcenta+e de mu+eres que reali!a tra"a+o familiar doméstico (al menos una 'ora semanal). Celación entre el porcenta+e de 'om"res y el porcenta+e de mu+eres que reali!a tra"a+o familiar doméstico, al menos a tiempo completo. Celación entre el porcenta+e de 'om"res y el porcenta+e de mu+eres que reali!a actividades de limpie!a en cocina exclusivamente. Celación entre el porcenta+e de 'om"res y el porcenta+e de mu+eres que reali!a actividades de cuidado de menores en exclusiva ( en relación al total de 'o$ares donde 'ay menores). Celación entre el tiempo medio por participante dedicado a tra"a+o familiar doméstico por los 'om"res y el tiempo medio por participante dedicado a tra"a+o familiar doméstico por las mu+eres. Celación entre el tiempo medio por participante dedicado a tra"a+o familiar doméstico por los 'om"res casados y el tiempo medio por participante dedicado a tra"a+o familiar doméstico por las mu+eres casadas.
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El primer indicador de desi$ualdad en la ocupación en tra"a+o familiar doméstico considera la ocupación en los términos más $enerales, es decir, de acuerdo con el criterio participar al menos una 'ora en la semana de referencia0. El segundo completa la información anterior, considerando la ocupación en tra"a+o familiar doméstico a tiempo completo. Los dos indicadores siguientes permiten o"servar las diferencias en dos actividades claves de las que se reali!an en el 'o$ar. n am"os casos se considera la ocupación de mu+eres y 'om"res en exclusiva en la actividad porque es el dato que da cuenta más claramente de las desi$ualdades. El quinto, es una información complementaria a la de lo dos primeros indicadores que solo informa"an acerca de la ocupación. %e trata de tiempo medio por participante, o sea, no se está considerando a las personas que no participan, que mayoritariamente son 'om"res. El *ltimo indicador, es análo$o al anterior, pero referido a una situación específica. +os observaciones en relación con estos indicadores. 1. 6l contrario de lo que sucedía con los indicadores de tra"a+o de mercado, la ocupación o el número de 'oras de dedicación de los 'om"res es siempre menor que el de las mu+eres, por lo que los cociente se construyen al revés se considera la tasa o valor masculino con relación al femenino. !. stos indicadores refle+an mayor i$ualdad con valores cercanos a la unidad. l pro"lema de los valores a"solutos se plantea aquí con al$unos matices importantes. %i estos indicadores y, en particular, los dos últimos referidos a tiempos de tra"a+o, mostrarán valores que refle+aran i$ualdad, difícilmente se trataría de “igualdad por abajo. n ese caso, el si$nificado más pro"a"le es que dic'o tra"a+o se estaría repartiendo porque los 'om"res estarían asumiendo parte del que reali!a"an anteriormente las mu+eres. Ealores a"solutos muy "a+os podrían refle+ar o una disminución de la calidad de vida de todos y todas o una importante participación de los servicios pú"licos de cuidados. s posi"le que si los 'om"res fueran compartiendo el tra"a+o familiar doméstico, simultáneamente presionarían para reducir la +ornada la"oral mercantil adaptándola a los requerimientos a las necesidades del 'o$ar. n este caso, la valoración social del tra"a+o familiar doméstico se$uro que sería distinta (mayor).
,.-. esultados uadro 9.9. Indicadores e índices de desigualdad en la realización de trabajo de mercado =AAA
8FFA
-esi$ualdad en la ocupación -esi$ualdad en la ocupación a tiempo completo con menores -esi$ualdad en la ocupación en puestos de responsa"ilidad
Ealores mu+eres @G,9
Ealores 'om"res H9,8
Ealores mu+eres @A,A
Ealores 'om"res HH,?
98,I
I9,F
A,9F
9=,A
HF,@
8H,G
=?,H
A,H9
8@,G
=9,=
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-esi$ualdad en el in$reso -esi$ualdad en la temporalidad -esi$ualdad en el tiempo de tra"a+o de mercado >ndice
88G,@I= ==,8 ?G,H
8IA,@GA 8@,I
A,G@ A,H8
H?,@GG ==,?
8=,9A9@ 8F,I
9?,I
A,I9
?H,GI
99,HI
A,9F
A,9I
uadro 9.@. Indicadores e índices de desigualdad en la distribución de trabajo familiar doméstico =AAA
8FFA
-esi$ualdad en la ocupación -esi$ualdad en la ocupación a 1 -esi$ualdad en la ocupación en actividades de limpie!a y cocina -esi$ualdad en tareas de cuidados -esi$ualdad en tiempos de 1J-esi$ualdad en tiempos de 1J- de casadas/ os >ndice
Ealores mu+eres FA,F
Ealores 'om"res H@,H
Ealores mu+eres F8,I
Ealores 'om"res @@,8
99,A
@,9
A,8=
@@,8
G,=
GG,=
?,F
A,AG
HH,9
=,H
@A,F
=,A
A,A9
@@,=
8,F
=?,G
I,F
A,?I
?A,H
8A,@
?A,9
F,=
A,?A
?H,A
8A,9
A,AI
A,AG
l análisis de los índices de desi$ualdad permite o"servar, en primer lu$ar, las exa$eradas diferencias en el comportamiento de mu+eres y 'om"res en el tra"a+o familiar doméstico en relación al tra"a+o de mercado. :n valor de A,9F para =AAA del índice de desi$ualdad en tra"a+o de mercado expresa un cierto $rado de i$ualdad0 entre mu+eres y 'om"res en esta actividad. n cam"io, un valor de A,AI para =AAA del índice de desi$ualdad en tra"a+o familiar doméstico expresa una casi total desi$ualdad entre am"os sexos en el tra"a+o desarrollado en el 'o$ar. :na primera conclusión es que la principal desi$ualdad se da en tra"a+o familiar doméstico. l índice de desi$ualdad en la reali!ación de tra"a+o de mercado, no 'a variado entre 8FFA y =AAA (A,9I y A,9F respectivamente). n cam"io, en relación al tra"a+o familiar doméstico, el índice 'a aumentado un ??,?B (de A,AG a A,AI entre 8FFA y =AAA), el incremento en términos a"solutos es poco si$nificativo. n relación al trabajo de mercado, la esta"ilidad del valor del índice se de"e a que al$unos indicadores 'an aumentado y otros 'an disminuido. l menor valor con diferencia lo presenta el se$undo indicador de desi$ualdad en la ocupación con presencia de menores, que muestra la importante diferencia del porcenta+e de mu+eres ocupadas en relación con los 'om"res cuando se considera esta situación. sta diferencia de 9? puntos, está movida tanto por una importante disminución de la tasa de ocupación femenina cuando se considera tiempo completo con presencia de menores, como de un incremento si$nificativo de la tasa masculina en esas
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condiciones. sto revela que el empleo femenino continua estando muy influenciado por la presencia de personas dependientes en el 'o$ar. or otra parte, el último indicador de desi$ualdad en el tiempo de tra"a+o es el que muestra una mayor i$ualdad entre mu+eres y 'om"res para el a&o =AAA, aunque representa aproximadamente una diferencia de siete 'oras semanales de tra"a+o de mercado entre am"os. ste indicador presenta un valor "astante superior a los dos primeros que refle+an desi$ualdad en la ocupación. sto 'ace pensar que las mu+eres, cuando tienen 'i+os o 'i+as peque&as, no tienden tanto a reducir su +ornada la"oral, sino, más "ien, o se retiran del mercado o permanecen con +ornadas completas.
n relación al trabajo familiar doméstico, el primer indicador, de desi$ualdad en la ocupación, es el que presenta con diferencia el valor más elevado para am"os a&os 8FFF y =AAA, así como un incremento muy si$nificativo. l valor de A,I? para el a&o =AAA si$nifica una participación del I?B de los 'om"res en relación a las mu+eres. 6'ora "ien, estar ocupado al menos una 'ora es relativamente fácil. n cualquier caso, se está refle+ando la incorporación de los 'om"res en la actividad. Las mu+eres permanecen alrededor de F8B, los 'om"res 'a aumentado de @@B a H@B. %i se considera el se$undo indicador, de ocupación a tiempo completo, cam"ia el panorama. %e dan valores escandalosamente más "a+o que el primero los 'om"res en =AAA sólo representa el 8=B de la ocupación de las mu+eres en esas condiciones. Lo cuál puede estar refle+ando que $ran parte de la ocupación masculina en esta actividad es de ayuda y no de asumir la actividad como una responsa"ilidad propia, al menos no al mismo nivel que la asumen las mu+eres. Los indicadores tercero y cuarto, refle+an un altísimo $rado de se$re$ación en estas actividades. 6 pesar de mostrar li$eros incrementos, las desi$ualdades continúan siendo exa$eradamente $randes. Jinalmente, los dos últimos indicadores, tam"ién presentan valores "a+os (A,?I y A,?A para =AAA), lo cual refle+a que se mantiene una importante desi$ualdad en relación a los tiempos de tra"a+o. n consecuencia, la pauta cultural que esta"lece la división de los tra"a+os por sexo si$ue socialmente vi$ente y la distri"ución más o menos equitativa de am"os tra"a+os entre mu+eres y 'om"res está aún muy le+os de conse$uirse. %in em"ar$o, las mu+eres se 'an ido inte$rando en el tra"a+o de mercado, en cam"io, los 'om"res no 'an reali!ado el mismo proceso, y el tra"a+o familiar doméstico si$ue siendo un asunto de mu+eres0. l cam"io que se 'a producido 'a estado motivado fundamentalmente por el cam"io de comportamiento de las mu+eres, los 'om"res como $rupo 'umano no 'an asumido que el cuidado de las personas tam"ién es asunto de ellos. 1eniendo en cuenta que la participación de las mu+eres en el mercado de tra"a+o no podrá tener características análo$as a las de los 'om"res mientras éstos no asuman su responsa"ilidad en el cuidado de las personas en el 'o$ar, parece más o menos claro que, todo en con+unto, requiere a medio pla!o una or$ani!ación social de tiempos y tra"a+os distinta a la actual. -e aquí la importancia de comen!ar a implementar políticas pú"licas que apunten a este o"+etivo más a lar$o pla!o y no sólo poner en marc'a determinados servicios sociales, como servicios de $uarderías, que finalmente compartan con las mu+eres las tareas de cuidados, consolidándose el modelo de “doble presencia para las mu+eres y el de “unipresencia para los 'om"res.
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¿Qué es un indicador social y puntos clave en su elección? Se entenderá por indicadores las unidades de información básicas, las medidas que actúan como referencias observables de los concentos que se definen y que interesa conocer. En cambio, por índice se entenderá un número obtenido a partir de diversos indicadores. Se trata de un número estadístico que resume la información proporcionada por los indicadores. Y que permite la comparación con otros índices ó bien estudiar su evolución en el tiempo Son fundamentalmente económicos y androcéntricos Puntos clave 1. Elección del indicador . !onocer los ses"os #olíticos $eóricos %lo que quiere, desde donde y con que&' (. )ecesidad. Elaborar nuevos indicadores que valoren el traba*o invisible +. )úmero de indicadores más adecuado está entre cuatro y oco, menos de cuatro ofrecen escasa información y más de oco dificultan la interpretación.
Sesgo androcéntrico )uestra sociedad funciona con procesos de producción. Son tres las formas de participar$raba*o de mercado $raba*o domestico $raba*o altruista El único valorado en términos económicos el de mercado fundamentalmente masculino. )o sirve cuando se aplica a la mu*er ya que no se trata de incorporarse al mundo masculino. $ampoco para el ombre ya que se trata de un mundo compartido donde se valoren cuidados de dependientes, sentimientos, crecimiento personal #arado*a de #i"ou #i"ou se plantea que es una parado*a que un plato de comida preparado por un cocinero en un restaurante se considere parte de la renta nacional, y, en cambio, si ese mismo plato de comida lo prepara una ama de casa para consumo de la familia no se contabili/a en la renta nacional. #i"ou 0resuelve0 la parado*a utili/ando una definición de renta nacional que sólo incluya los bienes y servicios que se intercambien por dinero.
Propuesta nuevos indicadores evitar2"re"arse a indicadores masculinos %se asume como masculino o no e3iste' )o tener en cuenta el traba*o familiar !onceptos como los de la E# 4# inactivo56 estudiantes, *ubilados, amas de casa 7b*etivos a lo"rar& $ener en cuenta los requerimientos necesarios para la reproducción y bienestar de las personas 1
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& $ener en cuenta conflictos de tiempo & $ener en cuenta la desi"ualdad se"ún tipos de traba*o y niveles de renta )uevos conceptos-.. #oblación activa domestica, ocupada ó desocupada &)o e3iste diferencia en este apartado entre activa y ocupada En este traba*o si se busca siempre se encuentra .)o ay paro domestico
Problemas que plantea la elaboración de indicadores 1.-Elección,. 8ndicadores de desi"ualdad primero e3i"e definir 4i"ualdad en que5 no solo en salario& sino además en todo traba*o necesario para la vida umana9 se"undo 4con respecto a que5 no olvidar valores absolutos se trata de me*ora no de ser i"uales en precario 8ndicadores de inte"ración no e3presan desi"ualdad sino situación de ombres y mu*eres frente a determinada situación me*or 4comparando con 4 o valorando evolución 2.- Número :a e3periencia demuestra que el número de indicadores más adecuado está entre cuatro y oco- menos de cuatro ofrecen escasa información y más de oco dificultan la interpretación. 3.- Elaboración del índice ;ay que valorar la ponderación de uno indicadores sobre otros, la correlación entre ellos y la estandari/ación de los indicadores 4.- Relación entre ambos . )o es lineal Si valoramos el dia"rama radial el indicador es lon"itudinal y el indice un area Propuesta de índices de trabajo
!ndices de desiualdad entre mu"eres # $ombres
!ndices de interación de mu"eres # $ombres !ndices de di%erencia ó desiualdad &ara mu"eres # $ombres
1. =ndice de desi"ualdad en la reali/ación de traba*o de mercado. . =ndice de desi"ualdad en la reali/ación de traba*o familiar doméstico. !. =ndice de desi"ualdad en la reali/ación "lobal de traba*o. 1. índice de inte"ración de las mu*eres en traba*o de mercado . =ndice de inte"ración de los ombres en traba*o familiar doméstico. l. =ndice de diferencia de mu*eres y ombres se"ún el ciclo vital. . índice de desi"ualdad de mu*eres ombres se"ún nivel social.
Su representación Diarama radial
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manera que el cero representa la peor situación y el uno la me*or. Si se unen los valores de cada uno de los indicadores, se obtiene un área cuya medida sería el valor del índice, llamado en in"lés índice S>7# %0médida de la superficie del resultado total0' que resume al con*unto de indicadores. Problemas En primer lu"ar, la elección de los valores?para estandari/ar al valor uno y cero respectivamente. ora bien, si se trata de un índice de desi"ualdad se puede considerar de forma más simple para cada indicador, el valor cero como refle*o de desi"ualdad total y el valor uno como refle*o de i"ualdad total. #ero en el caso de índices de inte"ración, necesariamente ay que considerar para los indicadores sus valores de referencia.
En se"undo lu"ar, en los dia"ramas radiales se presenta un problema de construcción "ráfica, ya que la secuencia en que se ordenan los indicadores en los e*es afecta al área resultante. @n índice que refle*e i"ualdad o inte"ración total vendrá representado por el área total del e3á"ono que es ,A unidades cuadradas. Sin embar"o, para simplificar la lectura y la comparación, el valor del área total también se pondera a uno y. así, los valores obtenidos para cada uno de los diferentes índices también fluctuarán entre cero y uno. Si bien el valor uno representa i"ualdad o inte"ración total y el valor cero e3actamente lo contrario, la escala no es lineal por lo tanto un valor del índice de B,C no representa una situación equivalente al CBD de la i"ualdad o inte"ración total. e aquí que los valores de los índices se deben considerar como un número que no e3presa una situación concreta y que sólo tienen sentido a nivel comparativo- un mayor valor del índice e3presa una me*or situación en el aspecto anali/ado.
"ndice de desigualdad en el trabajo de mercado
'ndicador
De%inición
esi"ualdad en la ocupación
Felación entre la tasa de ocupación femenina y la tasa de ocupación masculina,
esi"ualdad en la ocupación a tiempo completo con menores
esi"ualdad en la ocupación en puestos de responsabilidad esi"ualdad en el in"reso esi"ualdad en la temporalidad
Felación entre la tasa de ocupación femenina a tiempo completo %o sobreocupada' con presencia de menores %en relación al total de o"ares en los que ay menores' y la tasa de ocupación masculina equivalente a la anterior. G ??Felación entre el porcenta*e de mu*eres que ocupan puestos de responsabilidad %en relacion al total de mu*eres ocupadas' y el porcenta*e de ombres de esas mismas características, Felación entre el nivel de in"reso medio de las mu*eres y el nivel de in"reso medio de los ombres Felación entre la tasa de ocupación con contrato temporal masculina y la tasa de ocupación con contrato temporal femenina.
(
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esi"ualdad en el tiempo de $>.
Felación entre el tiempo medio por participante dedicado a traba*o de mercado por las mu*eres y el tiempo medio por participante dedicado a traba*o de mercado por los ombres,
#ndice de desigualdad en el trabajo domestico 8 'ndicador esi"ualdad en la ocupación
esi"ualdad en la ocupación a tiempo- completo
De%inición Felación entre el porcenta*e de ombres y el porcenta*e de mu*eres que reali/a traba*o familiar doméstico %al menos una ora semanal'. Felación entre el porcenta*e de ombres y el porcenta*e de mu*eres que reali/a traba*o familiar doméstico a tiempo completo.
esi"ualdad en la ocupación en actividades de limpie/a y cocina
Felación entre el porcenta*e porcenta*e de ombres y el porcenta*e de mu*eres que reali/a traba*os de limpie/a limpie/a y cocina en e3clusiva Felación entre el porcenta*e porcenta*e de ombres ombres y porcenta*e de esi"ualdad en tareas de mu*eres que reali/a actividades de cuidado de menores en cuidados e3clusiva %en relación con el total de o"ares con menores' Felación entre el tiempo medio por participante dedicado a esi"ualdad en tiempo dedicado traba*o familiar domestico por los ombres y tiempo medio por a traba*o familiar domestico participante dedicado dedicado a traba*o familiar domestico domestico por las mu*eres Felación entre el tiempo medio por participante dedicado a esi"ualdad en tiempo de traba*o familiar domestico por los ombres casados y el tiempo traba*o familiar doméstico en medio por participante dedicado a traba*o familiar domestico casadasHos por las mu*eres
$studio de estos índices en %arcelona 1&&'(''' )onclusiones 1.( las e3a"eradas diferencias en el comportamiento de mu*eres y ombres en el traba*o familiar doméstico en relación al traba*o de mercado. .( la principal desi"ualdad se da en traba*o familiar doméstico !.( la desi"ualdad entre mu*eres y ombres en términos "enerales en el traba*o de mercado no se a modificado en la última década.
+
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*.( la desi"ualdad respecto al traba*o familiar domestico el índice a aumentado un ((,(D aunque, al partir de valores tan e3tremadamente ba*os, el incremento en términos absolutos es poco si"nificativo. +.( la estabilidad del índice índice de traba*o de mercado mercado se debe a que unos indicadores indicadores an subido y otros an disminuido ,.( el más si"nificativo es el el que valora la dedicación dedicación al cuidado de menores en cuanto cuanto a diferencia entre ombre y mu*eres %+( puntos puntos porcentuales porcentuales menos'. >u*eres en esta etapa vital más desempleadas -.( el tiempo de traba*o es el que muestra muestra una mayor i"ualdad entre mu*eres y ombres ombres para el aIo BBB, BBB, aunque representa representa apro3imadamente apro3imadamente una diferencia diferencia de siete oras semanales de traba*o de mercado entre ambos. .( si lo cru/amos con los dos primeros concluiríamos que las mu*eres no acortan su *ornada con la maternidad maternidad sino que abandonan el traba*o ó la mantiene mantiene a tiempo (raba"o %amiliar domestico
1.( relación >u*eresH;ombre que reali/an traba*o familiar. Es eJ que presenta con diferencia diferencia el valor me*or me*or .#ero ay que que recordar recordar que en este caso caso 0estar ocupado ocupado00 se define como 0aber dedicado al menos una ora a la actividad la semana de referencia0, con lo cual es relativamente fácil ser persona ocupada en traba*o familiar .( el se"undo indicador, de ocupación a tiempo completo, el panorama cambia. :a ocupac ocu pación ión de mu*ere mu*eress y ombre ombress natura naturalme lmente nte dismin disminuy uyee en relaci relación ón al primer primer indicador, la ocupación en traba*o familiar doméstico a tiempo completo de los ombres en BBB sólo representa el 1D de la ocupación de las mu*eres en esas condiciones !.( los indicadores tercero y cuarto, de ocupación en e3clusiva en actividades de limpie/a y cocina y en tareas de cuidados, las desi"ualdades entre mu*eres y ombres cont contin inúa úann sien siendo do e3a" e3a"er erad adam amen ente te "ran "rande dess %val %valor ores es de B,BA B,BA y B,B+ B,B+ para para BBB BBB respectivamente'. $eniendo en cuenta que el valor uno representa la má3ima i"ualdad, estos valores seIalan dónde está la fuente principal de desi"ualdad entre mu*eres y ombres. *.(los dos últimos indicadores, también presentan valores ba*os %B,(K y B,(B para BBB', lo cual refle*a que se tiene una importante desi"ualdad en relación a los tiempos traba*o.
C
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T 3- 12 : Democracia paritaria en Europa
1. Ciudadanía revisada La falta de participac participación ión de las mujeres mujeres en la vida política y su exclusión exclusión de la ciudadanía ciudadanía salta a la vista como una característica permanente de la historia de las distintas civilizaciones del milenio. Solo el S. XX parece haber empezado, parcial e imperfectamente, a alterar esta situación. La emancipación de las mujeres es un asunto estrictamente contemporáneo, pero esto no es suficiente para ue la modernidad sea sea perfecta, varias son las razones. razones. El fenómeno histórico de la exclusión política de las mueres ha tomado numerosas ! diferentes formas. Las razones y motivos presentados para justificar esta exclusión han variado a lo lar!o de las
"pocas y de una sociedad a otra. # no es solo una cuestión de ideolo!ías, la institución social entera ha estado imponiendo la exclusión política de las mujeres en nombre de al!unos de los principios fundamentales ue la definen como, la división del trabajo entre los sexos, la separación y definición de las esferas p$blica y privada, y la concepción de ciudadanía. "a inte#ración de las mueres como un factor en la interpretación histórica ! socioló#ica de la democracia democracia plantea plantea important importantes es cuestiones cuestiones políticas. políticas. % pesar de la rapidez con la ue se han
transformado todos los demás aspectos de la condición femenina en la sociedad contemporánea la situación de las mujeres en el poder si!ue siendo la de una minoría subordinada, no parece ue el problema sea atribuible a un caso aislado de inercia cultural. &sta inercia o inflexibilidad deriva de causas inherentes al sistema. La demanda del establecimiento de la paridad entre hombres y mujeres en los distintos puestos de decisión política está inte!ralmente li!ada a tres elementos ue le !arantizan el lu!ar indiscutible ue ocupa actualmente en el debate político. '. $na o%servación. (ue hace cincuenta a)os cuando el sufra!io universal se extendió a todas las mujeres europeas, pero su presencia en los distintos puesto de decisión política no ha hech hechoo pro! pro!re reso soss impo import rtan ante tess en las las $lti $ltima mass d"ca d"cada dass y cont contra rast staa con con el ritm ritmoo de transformación en las demás esferas de la vida social. *. $n inventario. Los resultados resultados de las diversas estrate!ias estrate!ias para promover la i!ualdad i!ualdad sexual han sido en la mayoría de los casos extremadamente desalentadores. &n el nivel simbólico, las políticas de acción positiva en beneficio de !rupos desfavorecidos o discriminados, entre los cuales se incluye a las mujeres, tienen frecuentemente efectos esti!matizadores. +. $n poderosos ar#umento. La formulación del problema de la situación de la mujer en la vida política como una cuestión de paridad traslada el debate a otro terreno. a. &l viejo asunto de la paridad es visto como una lucha contra las desi!ualdades y la discriminación, se basaba en un consenso perceptivo, puesto ue el sistema político es esencialm esencialmente ente democrátic democrático, o, su funcionam funcionamiento iento debe mejorarse mejorarse para promover promover la participación de las mujeres. desacuerdo preceptivo, preceptivo, puesto ue la b. &l nuevo asunto de la paridad introduce un desacuerdo democracia implica reparto del poder, es necesario transformar el funcionamiento institucional ue ase!ura el monopolio de los hombres en los puestos de autoridad.
'
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an pronto como el ar!umento de al paridad se introduce como un elemento en el debate político, sus oponentes deben hacerle frente y declarar su oposición. Las objeciones más serias son las ue conciernen a su factibilidad' '. la aplicación de la paridad supondría cambios ue alcanzaría a la vida política y al funcionamiento de las instituciones. *. el establecimiento de la paridad afectaría en distintos !rados a las premisas políticas ue !obiernan la or!anización de nuestra sociedad democrática como una sociedad de individuos. +. afectaría tambi"n a la visión atomística de la formación de los lazos sociales, de la i!ualdad política como una i!ualdad formal ante la ley . La propuesta de introducir la paridad dentro de los ór!anos de representación podría parecer la imposición de una norma arbitraria ue violaría la autodeterminación de los partidos políticos y los ciudadanos para adoptar o ele!ir a los candidatos ue uisieran. -ero la composición de los ór!anos políticos es siempre sinónimo de un tipo arbitrario de autodefinición. ay ejemplos ue muestran casos típicos en los ue la composición de un ór!ano le!islativo se define arbitrariamente, a pesar del principio de i!ualdad formal de los ciudadanos/ por encima o debajo de los cuarenta a)os de edad o de los ciudadanos de diferentes !rupos "tnicos. "a demanda de paridad de representación &ue solo re&uiere una reforma le#al' es &ui()s m)s radical de lo &ue parece. &n virtud de la paridad de representación, las diferencias relativas al sexo
en cate!oría, posición o aspiraciones pueden, al menos visiblemente, convertirse en una cuestión política ue desafía la institución misma de las diversas esferas de actividad y los criterios ue !obiernan su desarrollo. Esto mismo se puede aplicar a las relaciones entre los suetos &ue derivan de la ciudadanía. La
paridad aparece auí como un mecanismo corrector de las formas bajo las ue se ha reproducido la división permanente de la actividad política entre una masa de ciudadanos pasivos y una neooli!aruía de decidores. oy en día no hay participación política sin reparto de poder, y esto $ltimo es a su vez inconcebible sin el nivel más alto posible de tránsito de responsabilidades políticas. "a cuestión es m)s complea en lo &ue se refiere a la relación entre la paridad ! la formación de la identidad de los suetos. % primera vista, la expectativa de la paridad parece apoyarse en premisas
ue contradicen dos tendencias clave de nuestro tiempo/ '. La primera tendencia corresponde al pro!resivo debilitamiento en la cultura contemporánea de la representación rí!ida y sustancialista de la diferencia entre los sexos, se!$n la cual cada sexo representa una entidad a priori, dotada de características claras y distintas. *. La se#unda tendencia corresponde a la mayor individualización de las formas de relación entre los sexos, resultado de una situación en la ue los estereotipos identificadores de los roles se han vuelto considerablemente más frá!iles y precarios. &s posible sin embar!o interpretar de otra forma la idea de paridad, presentándola como al!o ue no es ni la expresión de la institucionalización política de la diferencia entre los sexos ni el vehículo de una identidad femenina colectiva ue está planteando más y más problemas, la hipótesis sería poner la sexualidad en materia de debate para colocarla en la a!enda política lo ue euivale a hacer de ella una cuestión ne!ociable.
'
*acti%ilidad se refiere a la disponibilidad de los recursos necesarios para llevar a cabo los objetivos o metas se)aladas. 0eneralmente la factibilidad se determina sobre un proyecto
*
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2. Democracia paritaria ! feminismo estatal. El concepto de paridad sur#e a finales de los +, en el contexto de la investi!ación sobre la presencia y el papel de las mujeres en la toma de decisiones políticas, económicas y sociales en &uropa, el inter"s sobre el papel de las mujeres se fundamenta en teorías sobre la ciudadanía, la i!ualdad y la representación. mediados de los ,' el
1onsejo de &uropa abrió la discusión sobre la paridad, vinculándola a la i!ualdad de mujeres y hombres como el criterio fundamental de la democracia. Los ministros concluyeron ue la tarea de lo!rar la i!ualdad entre mujeres y hombres no debería por más tiempo considerarse como asunto $nicamente de las mujeres, sino como al!o ue concierne a la sociedad entera. "a Comunidad Europea inició el de%ate so%re la exclusión política de las mueres a principios de los a/os ,. 1on objeto de aplicar su tercer pro!rama de acción comunitario sobre i!ualdad de
oportunidades para hombres y mujeres 2'33'4'3356, se creó en '33* una red europea de expertos sobre mujeres en la toma de decisiones, con la misión de promocionar la participación de las mujeres en el proceso de toma de decisiones en todos los niveles y en todos los sectores de la sociedad. 7ás tarde, el 1onsejo de 7inistros de la 8nión &uropea adoptó una 9ecomendación para la participación euilibrada de mujeres y hombres en los procesos de toma de decisiones 2'33:6. La participación reuiere la presencia de las mujeres en todos los ór!anos de toma de decisiones en todos los niveles de la vida política, económica, social y cultural. La recomendación se diri!e tambi"n a las instituciones y ór!anos de la 1omunidad &uropea. El reconocimiento del derecho %)sico a la i#ualdad de las mueres ! los hom%res' como un derecho separado' no existe en nin#0n lu#ar del mundo . Se considera normal ue en &uropa las
asambleas electas nacionales y locales ten!an un ;3 < de miembros masculinos, ue el -arlamento &uropeo est" compuesto en un =5 < por hombres y ue las decisiones económicas las tomen , el 35< de los casos, hombres. Tras la e#unda uerra undial' el asunto de la i!ualdad sexual fue tomado en cuenta solamente por el feminismo estatal. &ste feminismo estatal estaba anclado en el principio de i!ualdad entre
hombres y mujeres como un principio de derechos humanos y un imperativo de justicia social. >esde el comienzo, sin embar!o, existió un importante error de juicio desde el punto de vista de la crítica le!al al colocar el principio de i!ualdad entre hombres y mujeres en lo más bajo de la jeraruía le!islativa. >esde '3?;, con la aprobación de la >eclaración 8niversal de los >erechos umanos, las actividades para promover la i!ualdad entre hombres y mujeres han incluido la le!islación, diversas estrate!ias y las políticas p$blicas. -ese a su reconocimiento como un derecho humano, la i!ualdad entre sexos fue considerada como un ideal ue hay ue promover. comien(os de la d4cada de los 5,' la
paridad estaba desarrollada solamente en los países escandinavos y representaba una etapa intermedia entre un modelo tradicional de ley laboral y el nuevo modelo de feminismo estatal. &n los comienzos del S. XX@, el abismo entre la i!ualdad formal y neutral y la efectiva i!ualdad sexual en todas las esferas de la sociedad a escala mundial todavía subsiste.
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TEMA 3:
LA INTERSECCIÓN ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO : TRABAJO, FAMILIA Y FORMÁS DE PARTICIPACIÓN
Sin embar!o, en la 1onferencia de -eAín, por primera vez, el eslo!an los derechos de la mujer son derechos humanos pareció abrir una nueva era en el mundo de las leyes internacionales sobre derechos humanos.
3. 6aridad ! el derecho fundamental a la i#ualdad entre hom%res ! mueres. &l pleno cumplimiento de los derechos humanos para todos reuiere ue la i!ualdad de los sexos, en la teoría y en la práctica, se considere como un derecho básico y fundamental. -re!untarnos sobre la situación de los derechos de la mujer en el si!lo XX@ si!nifica darnos cuenta de la sin!ularidad y el estado incompleto de estos derechos. La cuestión de la paridad entre mujeres y hombres debe tomarse como una prioridad política, ue emana de los principios fundamentales y constitutivos de la ciudadanía. &n lo ue respecta a la aplicación de la paridad, las normas básicas han de ser revisadas y reescritas. La reconstrucción de la ciudadanía europea como una ciudadanía edificada sobre una democracia basada en la paridad permite superar la división entre las esferas p$blica y privada, y el viejo anta!onismo entre i!ualdad y diferencia. La i!ualdad no es nunca completamente aduirida por las mujeres, y debe ser constantemente le!itimada, justificada, defendida y reconuistada. &l '= de octubre de '335, el ribunal de Busticia de las 1omunidades &uropeas 2B1&6 se pronunció sobre el si!nificado del principio !eneral de i!ualdad entre hombres y mujeres, a propósito de la contradicción entre i#ualdad formal, interpretada como i!ualdad de trato entre individuos pertenecientes a !rupos de diferente sexo, e i#ualdad sustantiva, interpretada como la i!ualdad entre esos dos !rupos. &n esencia, la cuestión es si el derecho de todo individuo a no sufrir discriminación por razón de sexo debería ser secundario respecto a los derechos de un !rupo desfavorecido, en este caso las mujeres, a fin de compensar la discriminación sufrida por dicho !rupo. &n este caso, se pidió al ribunal ue decidiera sobre la le!alidad se!$n la ley comunitaria de i!ualdad de trato, de una ley del estado alemán de Cremen aplicable a los servicios p$blicos 2las mujeres con i!ual capacitación ue sus rivales masculinos deben recibir preferencia para ser contratadas o promocionadas allí donde est"n menos representadas6. &l tribunal falló en contra de una le!islación nacional diri!ida a establecer la i!ualdad de representación de las mujeres, porue sustituye la i!ualdad de oportunidades por el resultado ue sólo la aplicación de dicha i!ualdad de oportunidades puede conse!uir. Lo ue la ley comunitaria permite, como una dero!ación del principio de i!ualdad formal, son las medidas de euiparación pro!resivas necesarias para alcanzar al!$n día la i!ualdad de trato. "a diferencia &ue ha! entre i#ualdad ! e&uiparación es considera%le. La ley comunitaria autoriza
medidas nacionales en el terreno del empleo, ue incluyen la promoción, la cual, al dar un trato favorable a las mujeres, pretende mejorar su capacidad para competir en el mercado de trabajo y aspira a ue puedan ejercer una carrera profesional en i!ualdad con los hombres, en otras palabras, la ley comunitaria sobre i!ualdad cae en la trampa de su propia ló!ica interna, ue no puede conducir a una i!ualdad sustantiva. &s preciso establecer un nuevo derecho básico ue ten!a como objetivo la i!ualdad de hombres y mujeres.
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LA INTERSECCIÓN ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO : TRABAJO, FAMILIA Y FORMÁS DE PARTICIPACIÓN
istóricamente, la construcción de la i!ualdad entre los sexos se basó en el supuesto de ue las mujeres pertenecían a un !rupo desfavorecido o minoritario, al ue debía aplicarse un planteamiento antidiscriminatorio de i!ualdad formal. Sin embar!o, el análisis de la i!ualdad le!al en lo tocante al !"nero debe basarse en un hecho obvio. Di las mujeres ni los hombres son !rupos humanos separados, sino ue las mujeres y los hombres son la especie humana. Son la sociedad humana, y la sexualidad humana trasciende todas las clases, cate!orías y !rupos humanos. &l corolario de este cambio de paradi!ma es la exi!encia de la i#ual cate#oría para las mujeres y los hombres en todas las esferas de la vida en sociedad. Las autoridades p$blicas deben adoptar medidas diri!idas a conse!uir la i!ualdad y !arantizar la participación en i!ualdad en instituciones y or!anismos políticos, sociales, administrativos y judiciales.
7. "e#islación so%re i#ualdad de oportunidades para hom%res ! mueres. 1. Crítica de la teoría le#al contempor)nea so%re la i#ualdad de #4nero. 8isión histórica de la construcción de la le! so%re i#ualdad.
>esde el comienzo del si!lo XX, el derecho a la i!ualdad de hombres y mujeres ha experimentado un pro!reso creciente y no lineal. Su definición, su interpretación y su aplicación se han caracterizado por unos conceptos y herramientas le!ales incapaces de producir los resultados deseados. La crítica de la teoría le!al de la i!ualdad y el análisis de su desarrollo histórico muestran una disfunción en las herramientas conceptuales de la cultura le!al dominante. 1. 9#ualdad ante la le!. &l desarrollo del derecho a la i!ualdad tiene reconocimiento de la i#ualdad formal *entre los ciudadanos 2i!ualdad ante la
sus orí!enes en el ley6. &s el le!islador uien decide las características individuales y colectivas de los beneficiarios de la ley. &s "ste un planteamiento de ló!ica se!mentada donde pueden caber las más fla!rantes desi!ualdades sustantivas, las cuales se justifican le!almente excluyendo a ciertas personas 2mujeres, extranjeros, judíos, ne!ros..6 ue se considera no tienen las características ele!idas para la clasificación. 1on frecuencia, la ley establece distintas cate!orías se!$n el !"nero, creando así dos cate!orías sociole!ales, dentro de las cuales toda persona podría esperar beneficiarse de la i!ualdad ante la ley, pero una ley con diferentes normas. &stas leyes no consideraban a las mujeres como similares al hombres, y su diferencia sexual servía como justificación para hacer una distinción le!al. 2. 9#ual trato en la le! . %pareció por primera vez mas de '5E a)os despu"s de la i!ualdad ante la ley.
La discriminación no está prohibida, y es incluso inevitable en la complejidad de las relaciones sociales, políticas y económicas. &s la ley la ue califica ciertos motivos para la discriminación como ile!ales. La prohibición de la discriminación por motivos de sexo apareció más tarde, y de forma distinta de la relativa a raza, reli!ión u ori!en social. La ló!ica le!al parece presentar serias imperfecciones, pues considera el sexo sólo como un posible criterio de discriminación. &n vez de considerar un hecho obvio la dualidad sexual de la especie humana, el sistema le!al emplea la ló!ica de eliminar un criterio de entre los demás. ratar el sexo como una clasificación mas reduce a las mujeres a una cate!oría clasificada, como los otros !rupos abarcados. &l sexo no puede ser una cate!oría como las demás, porue aparece en todas las demás cate!orías ue se aplican a las personas sexuadas/ un hombre ne!ro o una mujer ne!ra...
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i#ualdad formal, interpretada como i!ualdad de trato entre individuos pertenecientes a !rupos de
diferente sexo
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LA INTERSECCIÓN ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO : TRABAJO, FAMILIA Y FORMÁS DE PARTICIPACIÓN
Las autoridades p$blicas y los individuos deben emprender acciones positivas para !arantizar el derecho básico de las mujeres y los hombres a la i!ualdad. La evolución en la interpretación de la discriminación hecha por las cortes supremas y los tribunales muestra claramente los límites del planteamiento antidiscriminatorio y su fracaso a la hora de !arantizar de manera efectiva la i!ualdad de mujeres y hombres. 3. 9#ualdad de oportunidades e i#ualdad de resultados. &sta
es la cuestión de la acción positiva y hay ue !arantizar ue fi!ure en la a!enda de las autoridades p$blicas de uienes toman las decisiones económicas y sociales y de los interlocutores sociales en el entorno del trabajo. Los problemas son/ '. por un lado, de índole le#al ! teórica ue sur!en de discutir la le!alidad de las medidas de preferencias diri!idas a un !"nero ue pondrían en peli!ro la i!ualdad formal de uienes están sujetos a la ley y están relacionados con las enormes dificultades para imponer estas medidas a trav"s de disposiciones le!ales vinculantes y con el carácter limitado y discutido de los pro!ramas de acción positiva, emprendidos de forma voluntario y poco sistemática. *. por otro lado, pueden existir pro%lemas pr)cticos/ no es posible, mediante un pro!rama de acción positiva, cambiar las relaciones sociales ue determinan las condiciones de trabajo de las mujeres, así como su situación en la esfera privada y su cate!oría en la esfera p$blica. La se!re!ación de las mujeres en el mundo laboral tiene sus orí!enes en todas las relaciones sociales de !"nero, en la impre!nación de los estereotipos transmitidos por el sistema escolar, la familia y los medios de comunicación, y en la virtual exclusión de las mujeres de los foros de la decisión económica y política. La i!ualdad entre los sexos estará paralizada hasta ue no se reconozca como un derecho autónomo básico, y mientras la le!alidad de las medidas concretas diri!idas a la i!ualdad sea puesta en duda por un análisis ue ar!umenta ue tales medidas no deben violar la i!ual protección ante la ley de todos los ciudadanos, sin distinciones por motivos de sexo. 2. 9#ualdad de trato en el ordenamiento le#al comunitario.
&l análisis de la !eometría variable del principio de i!ualdad de trato dentro de la estructura de la ley comunitaria nos permite captar la importancia de adoptar una base completamente nueva para la i!ualdad entre los sexos, ue poseería la fuerza de un derecho fundamental y no operaría de manera circunstancial y fra!mentaria. La ley comunitaria reconoce tres tipos de i!ualdad/ 1. 9#ualdad de trato para los nacionales de los Estados miem%ros. %rt.
: del ratado de 9oma. -rohíbe a un &stado miembro poner a un ciudadano nacional de otro &stado en una situación de desventaja de hecho o de derecho en relación con la forma en ue un ciudadano nacional de dicho &stado miembro sería tratado en las mismas circunstancias. &n casos relativos a la i!ualdad entre los sexos, el ribunal ha considerado la discriminación contra mujeres trabajadoras como justificada cuando demuestra estar motivada por los objetivos !enerales de la política social de un &stado miembro. 2. 9#ualdad de trato para los tra%aadores inmi#rantes. %rt.
?; del ratado de 9oma. Libre circulación de trabajadores y la i!ualdad de trato. La aplicación de la i!ualdad de trato para trabajadores inmi!rantes se lleva a efecto principalmente mediante la adopción de re!lamentos, e.d., mediante un instrumento de la ley comunitaria ue es totalmente supranacional, de aplicación !eneral, obli!atorio en todos sus elementos y directamente aplicable en todos los estados miembros.
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TEMA 3:
LA INTERSECCIÓN ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO : TRABAJO, FAMILIA Y FORMÁS DE PARTICIPACIÓN
La i!ualdad profesional entre los sexos esta compuesto de directivas, e. d., de instrumentos ue son
vinculantes sólo en cuanto al resultado obtenido, y ue dejan en manos de las autoridades nacionales la elección y la forma de los m"todos de aplicación. 3. 9#ual retri%ución por i#ual tra%ao. %rt. ''3 del ratado de 9oma. La i!ualdad de los hombres y las mujeres no constituye un derecho fundamental, sino ue es, por el contrario, fra!mentaria, diacrónica y coyuntural. -ara las trabajadoras, la i!ualdad de trato se convirtió en un elemento de la ley comunitaria solo dieciocho a)os despu"s de la adopción del %rt. ''3. -ara la mayoría de los &stados miembros y para la 1omisión era una disposición con un carácter puramente pro!ramático, pero, para otros pocos el %rt. ''3 era, por el contrario una disposición de la ley comunitaria directamente aplicable. "a le#islación comunitaria relativa a la i#ualdad de los sexos revela al#unas deficiencias conceptuales en el principio de no discriminación' &ue su%sisten en el sistema le#al. La
i!ualdad de los sexos tiene un contenido ne!ativo, ya ue prohíbe el trato discriminatorio, pero no permite el reconocimiento de un derecho autónomo a la i!ualdad de hombres y mujeres. La prohibición contra la discriminación sirve ciertamente para eliminar la discriminación directa e intencionada por razón de sexo, pero no permite la eliminación de la desi!ualdad indirecta, resultado del !"nero. 1uando la i!ualdad entre hombres y mujeres está instrumentalizada le!almente por un sistema ue proclama de manera abstracta la i!ualdad formal de trato para todos los sujetos le!ales, y esos sujetos se definen como individuos ajenos a la sociedad e intercambiables, el sistema pro!rama de al!una forma su propia ineficacia. Si al!uien tiene ue demostrar ue la discriminación está motivada principalmente por el sexo, esto obli!a a la victima a presentar la prueba, mientras ue el discriminador puede defenderse ale!ando ue su motivación era otra ue la discriminación sexual. La 1omunidad no ha aportado los medios necesarios para lo!rar la i!ualdad sexual. Sus sistema de i!ualdad es simplemente una copia de la forma más anticuada de feminismo estatal, cuyo pro!rama es la inte!ración de la mujer como un !rupo de ries!o en el mundo laboral. &l ratado de Fmsterdam modifica la cate!oría le!al de la i!ualdad entre hombres y mujeres y por primera vez, incluye el principio de i!ualdad entre hombres y mujeres, es importante porue introduce una competencia !eneral, aplicable a todas las políticas de la 1omunidad y ue ya no se limita sólo a la esfera de las actividades profesionales. &l ratado de Fmsterdam contiene tambi"n modificaciones al %rt. ''3 ue le!itiman la acción positiva a favor del sexo menos representado en materias de empleo y ocupación. La nueva formulación del %rt. ''3 defiende la tesis de ue la acción positiva representa un deterioro del principio de i!ualdad formal, li!ado estrechamente al concepto de euiparación pro!resiva. Gtra disposición a)adida al ratado de Fmsterdam está relacionada con la prohibición de diversos tipos de discriminación, incluyendo la discriminación por razón de sexo. La 8nión &uropea debe reconocer la i!ualdad de los hombres y las mujeres como un derecho fundamental autónomo y no como una concesión benevolente.
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. Ciudadanía europea en una democracia paritaria. Los pro!resos institucionales en la 8nión &uropea deberían ser capaces de revolucionar las democracias europeas, introduciendo la cuestión del !"nero en el corazón de su ciudadanía y de sus procedimientos democráticos, una visión de las democracias europeas basada, en lo relativo a la paridad, en el derecho a la i!ualdad de mujeres y hombres en todos los aspectos de la vida en sociedad. Si la i!ualdad entre hombres y mujeres constituye realmente uno de los cimientos esenciales de la democracia, debería ser preceptivo ase!urar el reconocimiento de un derecho autónomo a esta i!ualdad en el ratado de la 8nión &uropea. La i!ualdad sexual debería constituirse sobre nuevos cimientos y en lo ue respecta a la di!nidad humana de mujeres y hombres debería estar anclada en la i!ual cate!oría de los dos componentes sexualmente diferenciados de la humanidad y en la paridad como el concepto or!anizativo subyacente a las relaciones políticas y de poder entre los sexos. 1. 8alor sustantivo de la democracia: i#ualdad de ciudadanos.
Se trata de !arantizar, mediante la paridad, la di!nidad inherente y los derechos i!uales e inalienables de todos los miembros de la familia humana. >esde un punto de vista le!al, la i!ualdad entre los sexos debe recibir una expresión, un contenido, una interpretación y una práctica en el marco de los principios y derechos fundamentales. "a paridad no se puede reducir a un pro%lema de participación de las mueres en la esfera del poder. 1uando hoy decimos ue la i!ualdad sexual debe basarse en la paridad si se uiere !arantizar
efectivamente, esto no es ni sorprendente ni imposible. &n este momento constituye la realización social de los valores fundamentales y de la democracia. 1uando afirmamos ue el ser humano tiene !"nero y ue el ciudadano tiene !"nero, estamos simplemente expresando en t"rminos le!ales el carácter universal de la dualidad sexual y de las relaciones sociales basadas en el sexo ue "sta ori!ina. &sta definición facilita la introducción del !"nero en la estructura de la ley y en el sistema le!al, porue es imposible tener una persona le!almente abstracta. &l sujeto le!al se define siempre en virtud de su pertenencia a una esfera a la ue se aplica la ley. >ado ue la construcción de la identidad social de una persona y su lu!ar en el orden económico, político, social y civil se basa en la diferencia bioló!ica de sexo, es necesario incluir el !"nero en la definición de sujeto le!al. &l derecho al respeto y a la di!nidad abarca a todas las personas. La i!ualdad de cate!oría es contextual, como todo dentro del ámbito de la ley. La cate!oría es al!o más ue un simple conjunto de disposiciones le!ales formales. La i!ualdad de cate!oría impone una obli!ación de resultado a todas las instituciones políticas y sociales, esto es, consiste en la obli!ación ue tienen de actuar las autoridades p$blicas, ue deben tomar las medidas necesarias para cumplir sus obli!aciones. "a paridad se expresa le#almente por la i#ualdad de cate#oría para hom%res ! mueres.
2. Democracia colectiva como procedimiento: paridad en democracia.
La democracia es la materialización de un concepto de sociedad tan libre y justa como sea posible, ue !arantice la autonomía de los individuos ue la constituyen. -ero la autonomía de los individuos es imposible sin la autonomía de la colectividad.
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&s necesario introducir en la política una obli!ación vinculante de i!ualdad de cate!oría para mujeres y hombres, así como de representación y participación en las instituciones de los tres poderes del &stado. Las mujeres no deberían tener ue luchar mediante las cuotas para alcanzar un cierto n$mero, o una cierta masa crítica, en las asambleas y cámaras, instituciones !ubernativas y ór!anos de poder . "a aplicación de las políticas de%e %asarse en la paridad. odas las relaciones sociales tienen una dimensión de !"nero, y no se puede construir una democracia ue carezca de "ste. La condición de valor sustantivo de la i!ualdad para todos los individuos necesita ue se pon!a fin a la división sexual en el ejercicio y en la aplicación del poder, ue se reconozca el !"nero de los ciudadanos y ue se apliue la i!ualdad de participación de los dos !"neros en las instituciones políticas. &l respeto por la di!nidad del ser humano exi!e ue , por medio de instrumentos le!ales de obli!ación inmediata, se !arantice el reparto euilibrado del poder basado en la paridad, para ase!urar el ejercicio pleno y activo de las prerro!ativas de la ciudadanía social, económica y política.
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T 3 – 13 DESIGUALDAD Y RELACIONES DE GÉNERO EN LAS ORGANIZACIONES: DIFERENCIAS NUMÉRICAS, ACCIÓN POSITIVA Y PARIDAD Existe un tope invisible que impide a las mujeres llegar, en el terreno público, donde están los hombres. Es lo que se ha denominado techo de cristal, que oculta una discriminación indirecta, no reflejada en las leyes y que se mide por los resultados diferenciales. Ello es lo que justificaría las acciones positivas y la paridad. artimos de desigualdades reales sustantivas entre hombres y mujeres en cuanto al acceso a los recursos, el poder de los amigos, el tiempo disponible y los modelos de sociali!ación. ara contrarrestar las desigualdades entre miembros de grupos con diferente poder social se han utili!ado, en primer lugar, las acciones positivas, cuyo objetivo es el de desmasculini!ar los sistemas de cooptación existentes" más recientemente, se acu#ó el t$rmino de democracia paritaria tras la constatación de que, en democracia, lo números cuentan% se necesita una masa crítica, es decir, incrementar la cantidad relativa de mujeres para lograr un cambio cualitativo en las relaciones de poder, objetivo de ambas iniciativas. En las democracias occidentales contemporáneas nos encontramos con una situación que podríamos calificar como de igualdad formal, de igualdad en las leyes. En Espa#a, donde hemos llegado con retraso a causa de las circunstancias que imperaban bajo la dictadura franquista, hemos recorrido en estos &' a#os de democracia un camino muy apretado, diríamos, hacia dicha igualdad. (in embargo, se constata que nos hallamos muy lejos de la igualdad real entre mujeres y varones. )a presencia más numerosa de mujeres en la política ha sido posible gracias a las cuotas primero, y a la aplicación del principio de paridad por parte de algunos partidos a partir de los a#os noventa, pero el resto de indicadores acusa una desigualdad de hecho entre los sexos, resultado de una discriminación latente puesto que su justificación no está escrita ya en ninguna parte como sucedía en $pocas anteriores. Esto es lo que sigue dando su sentido a los movimientos actuales de mujeres y a las políticas públicas que en todos los países *avan!ados+ se siguen llevando a cabo, vía los nstitutos de la -ujer o ministerios ad hoc y los sucesivos planes de igualdad de oportunidades.
6.1.- Pr!r"#$% %&'(r#") * !+r "#) +#/r%"#) %0r r&! En democracia, los números cuentan. ue existe un d$ficit cuantitativo en lo relativo al número de mujeres que participa en los órganos de poder político y administrativo o en las más altas jerarquías del mundo del trabajo y de la empresa, resulta obvio. )o que ya no parece tan conocido es que a partir de una cantidad o proporción dada la cantidad produce formas cualitativas nuevas, es decir, es capa! de producir cambios significativos en toda organi!ación social. /n clásico de la sociología, 0eorg (immel, resaltó la forma en que el tama#o de un grupo determina su dinámica interna. En forma complementaria, destacó asimismo cómo el tama#o de los grupos influye en la dinámica social. ero (immel se refirió a números absolutos, a grupos grandes o grupos peque#os en relación con el todo social. 1o examinó la interacción presente entre grupos de diferente tama#o. En esta tarea se concentraron numerosos sociólogos y2o especialistas en investigación sobre relaciones en torno a la ra!a. ero el análisis que nos interesará comentar aquí es el de la socióloga estadounidense 3osabeth -oss 4anter, en cuyo relevante trabajo anali!aba esta interacción entre hombres y mujeres en el mundo organi!ativo de la empresa. 5ontemporáneamente, se ha acu#ado el t$rmino del 6techo de cristal, es decir7, *el tope invisible que impide a las mujeres llegar a donde están los hombres+" o, dicho de otra manera, los obstáculos que no permiten la participación de las mujeres en pie de igualdad con los varones. Existen dos mecanismos principales de acceso, tanto a la trama organi!ativa del poder como a la administración pública y al mundo laboral en general%
−
El de la libre concurrencia, donde el acceso se hace a trav$s de una selección objetiva" y
−
El de cooptación, es decir, *cuando la promoción depende, en cambio, de la designación+.
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8unque la discriminación resulta más manifiesta en el segundo de los casos, tambi$n la supuesta *libre concurrencia+ comporta problemas de lo que se ha dado en denominar discriminación indirecta. 9e hecho, bajo el techo de cristal lo que se oculta es una discriminación de este tipo, la más frecuente y la que nos resulta de mayor inter$s puesto que la directa está prohibida por la 5onstitución y las leyes y resulta, en consecuencia, de más fácil denuncia, jurídicamente hablando. )a discriminación indirecta se mide sobre todo por los resultados diferenciales del tipo de los se#alados más arriba. (obre estos últimos se sustenta la presunción de dicha discriminación, y $sta sería la base jurídica para el planteamiento de las acciones positivas. )a conciencia de la importancia de la proporción de los números entre miembros de grupos con diferente poder social condujo, en un primer momento y en el seno de los partidos políticos, al planteamiento de las cuotas. 9ado que, de entre los factores que entran en juego, se achaca al sistema de cooptación existente buena parte de lo inaccesible de la entrada de las mujeres a los lugares de decisión, las acciones positivas y su concreción más llamativa, las cuotas, se proponían como medios para lograr el objetivo de introducir controles dentro de los sistemas de cooptación a fin de lograr su desmasculini!ación. En un segundo momento se llegó a la idea de democracia paritaria como un derecho más de ciudadanía, el derecho a la igualdad, a fin de eliminar el llamado *d$ficit democrático+. (e trata de conseguir un reparto equilibrado del poder público y político entre mujeres y hombres :en proporción del ;<=> indistintamente@ como elemento fundamental para resolver este problema que aqueja a nuestras sociedades. ara ello se habla de *cambiar la estructura de los procesos de decisión con el fin de asegurar la igualdad en la práctica+, es decir, de elevar a cifras igualitarias con los hombres la participación política femenina para, a partir de ahí, transformar la práctica política, femini!ándola. 5uando se discuten las ra!ones, o la juste!a de las mismas, por las que las mujeres Ay algunos varonesA exigen una democracia paritaria, o, en sentido más amplio, la participación en condiciones de igualdad con los hombres en todos los ámbitos de la vida en sociedad, se suelen esgrimir, por lo general, tres tipos de argumentos%
−
El de una cuestión de estricta justicia democrática Apues de otra forma, se afirma, el sistema democrático no estará legitimadoA. (e sostiene que lo importante es cambiar la representación y, si eso se logra, se está ya cambiando el mundo. Es decir, hay un decantamiento por un argumento $tico.
−
El de corte utilitarista o pragmático% se habla del desperdicio en recursos humanos que supone no contar con la aportación de las mujeres, de la mayor sensibilidad de $stas ante ciertos problemas resultado de su experiencia vital, de la imagen de modernidad que aportan a los partidos o del efecto dominó sobre los otros partidos en cuanto uno de ellos incrementa su oferta femenina de.
− El argumento de la *diferencia+ que las mujeres aportan al mundo generi!ado de las instituciones, tradicionalmente masculinas% *la inadecuación del mundo político a las mujeres se resuelve por la cantidad+ porque, se afirma, *la cantidad es calidad cuando se alcan!a una masa crítica+. 5uando se habla de acciones positivas y, más recientemente, de paridad, se está pensando que las políticas tradicionales conducentes a la igualdad de oportunidades, cuyo objetivo es la igualdad de condiciones del punto de partida, resultan insuficientes en situaciones o grupos en los que se parte de una desigualdad real sustantiva, por más que la igualdad formal se haya conseguido. 9e hecho se comprueba que si se aplica simplemente la igualdad de oportunidades, la diferencia entre los dos grupos aumentará con el transcurso del tiempo. En el caso de la democracia representativa, si la variable de sexo=g$nero no tuviera relevancia, la proporción de personas elegidas oscilaría entre un > y un ; por la aleatoriedad del sistema de elección, pero como es de sobra sabido, la realidad discurre por cauces muy distintos. 6.2. M")%#-'- + "r)"#$% * r!r+&""#$% + ) +-#&)+)+
5on desigualdad real sustantiva nos referimos a las diferencias importantes que existen entre dos grupos que compiten por un mismo bien, diferencias relativas a%
TEMA 3:
LA INTERSECCIÓN ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO : TRABAJO , FAMILIA Y FORMÁS DE PARTICIPACIÓN
B. El acceso a los recursos, &. El poder de los amigos, C. El tiempo disponible y ;. )os modelos de sociali!ación, por mencionar algunos factores relevantes pero no los únicos. 5omo consecuencia de todo ello, el grupo más fuerte ganará inevitablemente la competición de que se trate.
6.2.1. E )""- ) - r"&r--
Day dos condiciones para que el poder sea realmente poder y no *mera+ influencia% que sea explícito y que sea legítimo. Estas dos circunstancias concurren en grado óptimo en el poder político, el más público y visible que existe, por lo que se le considera el analogado por excelencia. )as mujeres han tenido a lo largo de la historia *influencia+, qu$ duda cabe, pero sin reunir las condiciones de explicitud y2o legitimidad a que acabamos de aludir, situación que se sigue repitiendo en la actualidad, si bien algo más atenuada. ersiste una diferencia de estatus simbólica entre los sexos, por lo cual los varones go!an de un excedente de valoración por el mero hecho de serlo, mientras que las mujeres necesitan sobrecualificarse, demostrar, de una parte, que son más que lo que se espera de ellas y, de otra, que no son eso que al mismo tiempo se espera de ellas. /n requisito imprescindible para la consecución de una igualdad real de oportunidades, la igualdad de condiciones del punto de partida, no se cumple en las mujeres que, con el mismo nivel de estudios :que los varones@ acceden, mayoritariamente, a grupos profesionales de nivel inferior. Este tipo de reflexiones desmitifica el tema de los m$ritos, defendido como el único criterio aceptable, m$ritos supuestamente rebajados por la paridad según argumentan sus detractores. 5abría deducir que, para los sectores contrarios al principio de la paridad, como el artido opular espa#ol, la presencia de la mujer en la vida política está, pues, vinculada a la voluntad *privada+ de un dirigente político. Ello nos conduce directamente al segundo apartado.
6.2.2. E !+r + - )'#-
nterpretando el t$rmino *amigos+ en el sentido amplio de *grupo juramentado+ que le confiere 8morós al observar que los varones actúan como grupo de iguales o afines frente al conjunto de las mujeres, que en este caso seríamos las *otras+, las diferentes, las que se quedan fuera y frente a las que los varones se agrupan como si fueran una pi#a. 8l menos dos vertientes aparecen en este apartado% a. )a selección entre iguales o afines, relacionada con la forma en que la percepción del m$rito fluctúa con el estatus de la persona a ser evaluada, es decir, con su encuadre en algún grupo, a nuestros efectos el de los hombres o el de las mujeres. 5omo es bien sabido, *toda $lite suele admitir en su seno fundamentalmente a individuos de sus mismas características+, siquiera sea por pura inercia, siendo frecuente que quienes se encuentran en condiciones de definir la política de una empresa o la constitución de una $lite cualquiera sean varones que ya pertenecen a ella. b. )a relativa a las redes informales, env$s de las relaciones formales en las organi!aciones, de manera que las mujeres suelen, por lo general, estar excluidas de esas redes informales, esgrimi$ndose habitualmente su falta de tiempo, en alusión a la doble jornada laboral de la que los varones se hallan muy a menudo exentos. tro motivo menos tangible subyace a esta exclusión, a saber, que entre varones y mujeres no se conciben relaciones de amistad. )a creación y utili!ación de las redes informales masculinas proviene, con todo sentido, de un anterior mundo segregado, en el que los sexos se educaban por separado, con todas las
TEMA 3:
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afinidades y contactos que esto crea. Esto no se corresponde con el mundo actual en el que las mujeres participan en todos los terrenos educativos con los varones, a veces en superior número. )a situación de marginación, soledad y aislamiento se puede ver acrecentada *por la falta de modelos femeninos de referencia y el apoyo de otras mujeres que actúen como mentoras+, actitud que puede resultar sospechosa y que no abunda, por otra parte, entre las mujeres por el *síndrome de la abeja reina+, t$rmino aplicado a quienes consideran que han llegado ahí por sus propios m$ritos y, en consecuencia, se desvinculan del resto de las mujeres que *no lo han logrado+. or otra parte, un estudio conjunto de la /niversidad 8utónoma de Farcelona y de 55 se#alaba *varias ra!ones del estancamiento de la mujer en los puestos medios. )a principal era que los hombres parecen tener mejores condiciones para participar en actividades informales con la clientela. Es decir, que asumen sin reparos cenar o tomar copas como parte del trabajo, mientras que las mujeres son más reacias. or otra parte, las propias mujeres, según ese texto, renuncian a veces a sus aspiraciones, al tener más obligaciones dom$sticas y familiares que sus compa#eros+. Godo esto enla!a con
6.2.3. E 0#'! +#-!%#
(e observa, estudio tras estudio, que el reparto de las tareas dom$sticas sigue siendo muy desfavorable para las mujeres, sean $stas amas de casa o asalariadas. 5on todo, se pueden hacer algunos matices% si bien el sexo es lo que determina qui$n reali!a el trabajo dom$stico, el nivel de estudios contribuye efica!mente a suavi!ar la división sexual del trabajo en el hogar, pero la variable más decisiva no es tanto la categoría del marido como la de la mujer% sólo la hipogamia de la mujer le permite contar con un mayor poder de negociación en el seno de la pareja y lograr así alguna distribución más equitativa de las tareas dom$sticas. 8ún en países con un desarrollado estado de bienestar y a pesar de los contrastados avances de las mujeres nórdicas, los estudios acerca de las que se dedican a la política siguen mostrando que, mientras que para los varones en parecida situación la familia parece ser un apoyo, para las mujeres políticas la familia continúa siendo una carga extra, por muy go!osamente que se vivan las relaciones afectivas. /n índice de la difícil compaginación entre ambas esferas parece desprenderse, al menos en el caso espa#ol, del predominio de mujeres solteras o separadas, así como de mujeres sin hijos, entre las que, al menos hace algunos a#os, se dedicaban a la política. or el contrario, la inmensa mayoría de los varones tenía hijos por muy extensa que fuera su dedicación a los asuntos públicos. 5on esto queremos se#alar que, con harta frecuencia, la que ha llegado al umbral del puesto directivo ya presenta un perfil de disponibilidad temporal que le permite una dedicación importante a la empresa, demostrada normalmente en su trayectoria anterior. (in embargo, el discurso dominante por parte de los colegas masculinos sostiene lo contrario, poniendo por delante la supuesta falta de tiempo de las mujeres, discurso que por dominante aparece como de sentido común aunque la realidad desmienta el dato. 9e la supuesta falta de compromiso con la tarea profesional se achaca, por extensión, una especial dificultad para generar confian!a en los colegas y respeto en los empleados, pero ello no parece sino ocultar, por inconfesable, lo que subyace a esta desenfocada percepción% la no aceptación del mando femenino.
6.2.4. L- '+- + -"#)#5)"#
%$a. (e suele decir que las mujeres no han sido sociali!adas en el poder, que el poder no es una meta para ellas. En estudios pre=feministas sobre la participación política, se obtenía como resultado un supuesto desinter$s de las mujeres por este terreno de la actividad humana. 5on posterioridad, trabajos de investigación reali!ados con una óptica feminista pusieron de manifiesto que el aparente desinter$s por la participación política o el posicionamiento ideológico no tenían que ver específicamente con el sexo femenino sino más bien con las condiciones de vida de las personas, condiciones relacionadas con la edad, el nivel de estudios o el empleo. Estos resultados
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enla!an con la corriente de la sociología feminista que apunta a que los intereses de las personas responden más bien a su experiencia y a su ubicación en el mundo. (e observa, pues, que ha sido esta experiencia la que ha hecho a las mujeres recha!ar en buena medida la política al uso, que han entendido como unas formas de hacer desde las que se escamotea su propia vida, sus propios intereses, siendo así percibido este ámbito como un locus que las ha ignorado tradicionalmente. 5uando las mujeres han cambiado su ubicación social a causa de su mayor incorporación a lo público, su inter$s por la política ha aumentado. Her aproximarse situaciones de poder sin tantos obstáculos por delante posee el efecto de un imán hacia el que las mujeres se sienten atraídas. Es decir, no es sólo la sociali!ación hacia el *no poder+ lo que disuade del mismo" las mujeres saben que *el poder llama al poder+, que por el hecho de ser mujeres parten de una situación previa de menor poder, tanto individual como colectivamente, y como esto las sitúa en desventaja de antemano, provoca su retraimiento. b. ue las mujeres no *quieran+ participar directamente en la política es respondido por la socióloga 4anter por las dificultades, atisbadas o sabidas por las demás, con que se encuentran las que 4anter denomina toIen Jomen, traducido como *mujeres símbolo+ por 9ahlerup, mujeres que se hallan solas en un mundo de hombres. Es tal el esfuer!o que muchas de estas mujeres tienen que efectuar para adaptarse a un mundo de varones, sin acabar finalmente siendo una más, que no es extra#o que sirvan como antimodelo para muchas otras. En este contexto cobra todo su sentido el reverso de la pregunta que muy inteligentemente reali!a 0arcía de )eón% en ve! de preguntar por qu$ las mujeres se interesan menos por la política, se plantea el siguiente interrogante% Kqu$ tiene la política que no gusta a las mujeresL, desculpabili!ándolas de este modo por este aparente desinter$s. 1uestra autora responde que el modelo cultural masculino, bajo el que se entiende la vida de una forma estrictamente unidimensional en t$rminos de poder, trabajo, ambición etc., no deja espacio para otras dimensiones y crea un entorno en el que las mujeres, o no pueden cumplir con este modelo o no se sienten cómodas por la actitud de los varones, plenos de resistencias ante el acceso de las mujeres a estas posiciones.
6.3. D )- '&7r- -8'9 ) ) ')-) "r80#")
ara entender un poco más qu$ significan o por qu$ se piden las acciones positivas, no es ocioso aclarar cuán significativas son las proporciones entre grupos con diferente estatus en las organi!aciones de todo tipo y en la vida social en general. Ello ayudará a comprender qu$ significa estar en minoría tanto en lo que respecta a la dinámica entre las personas que componen los grupos como en cuanto a las posibilidades de ejecución de ciertas políticas o de tomar determinadas iniciativas. 4anter sostiene la existencia de unas situaciones estructurales Ael hallarse en minoría num$ricaA como determinante de las relaciones de subordinación para las personas implicadas. )ynn Mimmer apunta como deficiencia en su planteamiento el haber tratado de crear unas categorías neutrales respecto del g$nero" así, ser hombre o mujer no supondría una diferencia a la hora de encontrarse en situación de minoría num$rica, cosa que los resultados de numerosos estudios desmienten% no basta con constatar la desproporción num$rica si no tenemos en cuenta la disparidad de poder social realmente existente. 5on todo, el enfoque de 4anter introducía una gran novedad respecto de tratamientos anteriores% intentar desindividuali!ar el problema, tradicionalmente achacado a deficiencias de sociali!ación y educativas en general, para de esta manera *desculpabili!ar+ a las mujeres por *no estar a la altura+ de lo exigido por la situación. 5omo contrapartida indeseada se desculpabili!ó, no obstante, a los varones de la creación de las dificultosas situaciones en que trabajan muchas mujeres. or todo ello nos interesará examinar someramente, en primer lugar, qu$ sucede cuando las mujeres, un grupo con menor poder que los hombres en todos los órdenes, forman una minoría exigua, para, en segundo lugar, anali!ar algunas de las posibilidades que se abren cuando las mujeres componen una minoría más amplia que, a partir del C<=C'?, constituye una masa crítica. (e podrán romper de esta manera algunos mitos o especulaciones relativas a si las mujeres en el poder o en altos cargos se asimilan
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a la dinámica existente sin más transformaciones Acomo si ello dependiera de una mera decisión voluntaristaA, al igual que se comprenderán los costes que, tan a menudo, supone el estar en minoría absoluta en un lugar donde la casi totalidad de personas son varones.
6.3. 1. T:%#-'9, '&7r- -8'
5uando en un grupo se produce una mayoría casi total de varones y una minoría casi total de mujeres tiene lugar una dinámica determinada entre aquellos que dominan num$ricamente y las que 4anter denomina toIen Jomen, *mujeres símbolo+, y que 0arcía de )eón ha estudiado en el caso de las pioneras profesionales en Espa#a bajo la denominación de *$lites discriminadas+% con ello alude a las primeras mujeres que ingresaron en la cúspide de las profesiones, minoritariamente, a partir de los a#os sesenta del pasado siglo. 5uando dos grupos con diferente bagaje entre sí interactúan socialmente se produce inevitablemente un fenómeno de aculturación, por el que el grupo con menor poder se incorpora, se *suma+ inevitablemente a la cultura del grupo con mayor poder. Na (immel habló en su momento de la *cultura femenina+ en referencia a las cualidades distintivas que poseían las mujeres. 1o mencionaba la *cultura masculina+ pues lo masculino era lo universal, y lo que se diferenciaba del modelo era la forma de estar y hacer de las mujeres. 1unca planteó la posibilidad de que las mujeres pudieran atravesar la barrera del mundo masculino y dejaran de ser tan diferentes" es decir, el mundo de las relaciones intersexuales iba a ser apenas transformado despu$s de todo. 8ctualmente, la situación ha cambiado% en primer lugar, las mujeres se han incorporado, por la vía de la inserción profesional, al mundo masculino" en segundo lugar, y por una cuestión de carencia de poder, deberán adaptarse indefectiblemente a dicho mundo" por último, y dadas ciertas condiciones Ade número, por ejemploA, la cultura *superior+ Arelativa al grupo más poderosoA acabará *contaminada+ por la cultura de los dominados, sólo que en mucha menor medida a corto pla!o y de manera mucho más asistemática que a la inversa. Es decir, la contemporánea asimetría de poder, traducida normalmente en t$rminos num$ricos, produce permeabilidad entre los dos modelos culturales si bien en condiciones desfavorables para los miembros del grupo dominado, esto es, tambi$n minoritario. odemos clasificar en dos grandes sectores la respuesta de las mujeres ante esta difícil situación%
−
El de quienes se comportan con el ya citado *síndrome de la abeja reina+, y cuya conducta responde a lo que 8morós denomina, de forma más barroca, *síndrome del becario desclasado+, desmarcándose del resto de las mujeres que :aún@ no ha llegado" y
−
El de quienes adoptan una postura solidaria, crean conciencia social y contribuyen a que se llegue a la masa crítica.
5onviene recordar que la $lite femenina se encuentra aislada, tanto de la $lite masculina, de quien depende su legitimación interina y precaria, como de la masa femenina, que no ha podido incorporarse a esas parcelas de poder, dinámica que se crea a partir de la interacción de grupos compuestos por personas que encarnan sexos con una diferente categoría social o estatus.
4anter destaca tres fenómenos asociados a las *mujeres símbolo+% a. )a visibilidad% las mujeres atraen una atención desproporcionada sobre sí mismas sin propon$rselo" b. )a polari!ación% las diferencias entre las unas y los otros son exageradas por ellos, y c. )a asimilación% los atributos de la minoría se distorsionan para que encajen en las ideas preconcebidas acerca de su sexo.
Estos tres fenómenos generan, a su ve!, diversas actuaciones o percepciones por parte de las mujeres.
a.
)a visibilidad produce una presión en su actuación ya que%
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−
siempre se sienten observadas"
−
saben que lo que hagan va a ser tomado como una se#al de lo que *hacen todas las mujeres+, lo cual genera la *sobrecarga de identidad+ o la *sobrerrepresentación+"
−
notan que se da demasiada importancia a su apariencia física"
−
perciben que si lo hacen demasiado bien pueden dejar en evidencia a algunos de los dominantes.
3espuestas típicas a estas situaciones son%
−
la necesidad de mostrar la excelencia% el superlogro, la necesidad del sobrerrendimiento, mientras que es posible para un hombre mediocre alcan!ar comparativamente un $xito mayor"
−
ello supone tener que estar siempre en la cresta de la ola, denotando una fortale!a psíquica extraordinaria y constante. En suma, no poder aparecer c omo d$biles"
−
el sobreesfuer!o en el trabajo para contrarrestar el excesivo inter$s por su apariencia física"
−
el intento de limitar la propia visibilidad% hacia ese fin se encaminan los esfuer!os por pasar inadvertidas, por ejemplo, en la vestimenta, masculini!ándola lo más posible, se#al de la necesidad de adaptación a un mundo predominantemente masculino"
−
al mismo tiempo, la pretensión de minimi!ar los $xitos para no parecer que compiten ni destacan más que ellos.
Estas reflexiones nos ayudan, de paso, a rebatir el estereotipo del *miedo al $xito+ por parte de las mujeres, que mejor traduciríamos como temor a destacar :frente a los varones@ porque conocen que eso les puede acarrear problemas.
b. )a polari!ación produce un estrechamiento de los la!os entre los dominantes, que utili!an todos los pretextos para recordar a la mujer símbolo que es diferente, que no es una de ellos, que es una extra#a. orque no es una de ellos se la deja fuera de ciertas redes informales, según hemos tenido ocasión de comprobar. 5omo en estas situaciones las mujeres son demasiado pocas no pueden crear una subcultura que contrarreste estos fenómenos, así que se ven limitadas a responder%
−
bien en forma de aislamiento% repetimos que las mujeres, en posiciones de lidera!go, se hallan a menudo aisladas de la $lite masculina al igual que de la masa de las mujeres"
−
bien, en un intento de ser aceptadas por los dominantes, por medio de mostrarles lealtad dejando pasar o incluso participando en los comentarios o chistes que reflejan actitudes estereotipadas hacia las propias mujeres"
−
bien pretendiendo integrarse por la vía de ser consideradas excepciones a su sexo, lo cual aporta lu! al citado síndrome de la abeja reina, mostrando prejuicios hacia otras mujeres.
c. )a asimilación, finalmente, conduce a diversas trampas de rol como consecuencia de los estereotipos que se aplican a las mujeres. )a asimilación conduce, pues, a ciertos estereotipos asignados a algunas mujeres, lo cual facilita la adopción de respuestas típicas por parte de algunas de ellas% el papel de madre, de seductora, de mascota o de damas de hierro, los únicos permitidos, que en ningún caso responden al de las mujeres como individuos puesto que la individuación se la autoatribuyen los varones.
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6.3.2. L) ")%0#+)+ - ")#+)+ ; + "&<%+ - )")%5) ) ')-) "r80#")=
)a masa crítica se define, como ya hemos indicado, no sólo por un incremento en la cantidad relativa de mujeres. mplica, y esto es más importante, *un cambio cualitativo en las relaciones de poder que permite por primera ve! a la minoría utili!ar los recursos de la organi!ación o de la institución para mejorar su propia situación y la del grupo al que pertenece+. -ás aún% con la incorporación de las mujeres a las instituciones y organi!aciones tradicionalmente masculinas, se ha acabado poniendo en cuestión la masculinidad de dichas entidades. 8 esta situación ha tratado de dar respuesta el planteamiento de la paridad, más allá del que se desprende de la consideración de las mujeres como un grupo minoritario en un marco dominante. (i se sigue esta última lógica, tal y como se ha hecho con los esclavos, los negros, los inmigrantes etc. en tanto que miembros de un grupo discriminado, criterio en el que se basa la mayoría de las legislaciones que promueven la igualdad, se aplica un planteamiento antidiscriminatorio de igualdad formal cuya instrumentación se aplica por medio de las acciones positivas. 5on este modelo, la carga de la prueba recae en el grupo que se siente discriminado. En el mejor de los casos, se mejora la igualdad de oportunidades de las mujeres y se consiguen iniciativas puntuales, de difícil continuidad, y la lógica profunda del sistema Ala desigualdad sustantiva de hombres y mujeresA permanece incuestionada. 1o se trata meramente de incorporarse gradualmente a un mundo masculino y masculini!ado. 9esde la perspectiva de la paridad se sostiene que los hombres y las mujeres no son grupos humanos separados sino la base constitutiva de la especie humana. )a relación de interdependencia establecida estructuralmente ha de dar lugar a una posición de equivalencia entre los sexos, estableciendo la paridad entre mujeres y hombres *como una prioridad política, que emana de los principios fundamentales y constitutivos de la ciudadanía, del mismo modo que el sufragio universal o la separación de poderes+. (i bien el locus de la representación política es el analogado por excelencia, el objetivo de este cambio de paradigma es la consecución de la igualdad para ambos sexos en todas las esferas de la vida social. 5onstituirse en una masa crítica, pasar a ser una minoría menos minoritaria Apara situarse en torno al C
−
9isminución de los estereotipos femeninos, sin abolirlos en su totalidad"
−
5reación de nuevos roles y modelos para las mujeres, jóvenes o no"
−
Oin de la resistencia abierta contra las mujeres que se dedican a la política"
−
5ambio en las actitudes negativas de los electores ante la posibilidad de verse representados por mujeres"
−
8pertura de espacios para las mujeres en la política.
En todos los casos las mujeres en la política sienten que con su incorporación semimasiva se ha creado un mejor ambiente en el seno de las instituciones políticas. or contra, siempre que las mujeres políticas tienen hijos y familia que atender lo viven como un problema, a diferencia de los varones, que ya comentamos que lo percibían como un apoyo.
TEMA 3:
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)a sola presencia de una mujer en un foro hasta ese momento exclusivamente masculino es percibida por los varones como amena!adora y subversiva, generando con toda seguridad algún tipo de resistencia. ero para que pueda producirse un cambio duradero debe estar al menos presente una minoría significativa de mujeres. 8 este fenómeno se refiere la segunda parte del análisis de 9ahlerup cuando comenta que la minoría como masa crítica se diferencia de la situación de *toIenismo+ por ese salto cualitativo que se mencionaba en la definición de masa crítica y que implicaba la capacidad para *movili!ar los recursos de las organi!aciones o instituciones para acelerar su incremento num$rico y mejorar su posición en general+. tros cambios se producen con el aumento de la presencia de las mujeres en la política%
−
5ambios institucionales y de procedimiento, por los que se consigue cambiar la naturale!a de las instituciones y que las mujeres tengan cabida en ellas.
−
8l mismo tiempo se acaba haciendo repercutir en la legislación los asuntos de las mujeres, haci$ndola sensible al impacto de g$nero, al igual que se dan los pasos necesarios para favorecer el acceso continuado de las mujeres a la política y que deje de ser una actividad fragmentaria.
−
(e ha alterado, asimismo, el discurso de la política, tanto en lo relativo a los mores y el estilo masculinos propios de unas instituciones con una ausencia pertina! de mujeres como en cuanto a las agendas políticas, que incluyen temas que hace poco tiempo se hubieran considerado propios del mundo de *lo privado+.
−
8simismo se va logrando que todo partido que se precie tenga un amplio número de mujeres en sus listas electorales, del mismo modo que la presencia de mujeres en altos cargos va siendo considerada un signo de distinción, cuando no de modernidad.
6.4. A '+ + !8
)a acción positiva no se aplica exclusiva, ni tan siquiera centralmente, a las mujeres. -edidas de este tipo fueron arbitradas en primer lugar para la minoría de los negros en los Estados /nidos, tras un período de duros enfrentamientos a comien!os de los sesenta durante el movimiento a favor de las libertades civiles. Demos partido en este trabajo de la existencia de la igualdad formal entre mujeres y varones pero de su desigualdad real. ara ello hemos explorado algunos de los mecanismos mediante los que se mantiene la desigualdad en las organi!aciones, el significado de las proporciones num$ricas entre mujeres y varones que pertenecen a grupos con diferente estatus y el papel que para paliar estas situaciones pueden jugar las medidas de acción positiva y la paridad. ue las mujeres necesitan una sobrecualificación en todos los órdenes para lograr posiciones similares a las de los varones resulta difícilmente soslayable. El techo de cristal, la discriminación indirecta, el d$ficit democrático, la democracia paritaria etc. no son conceptos gratuitos sino que permiten desvelar los sutiles mecanismos por los que discurre la desigualdad. 9esde nuevas posiciones de sujeto han sido creados y convertidos en herramientas para formular las preguntas deseadas% Kpor qu$ no hay igualdad, más allá de la igualdad formalL )a paridad entre mujeres y hombres en los distintos ámbitos de la vida no se consigue por sí sola, porque hablamos de desigualdad de poder y de privilegios. )as mujeres en minoría :las toIen Jomen, mujeres símbolo@ y la minoría de las mujeres en tanto que grupo con menor poder necesitan aliarse mutuamente para conseguir logros en la larga marcha hacia la igualdad. 9e forma voluntarista, y en minoría, parece imposible cambiar nada Amás bien se cambia a las mujeres y de mala manera, como hemos visto en el análisis del *toIenismo+A. 9icho de otra manera% las mujeres, cuando son pocas, difícilmente pueden cambiar las cosas. (ólo las alian!as entre ellas y el dejar de ser minoría pueden transformar los ámbitos del poder. ara ello las acciones positivas y, sobre todo la paridad, pueden jugar un papel relevante.
TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
T 4-14. Violencia de Género Por “violencia contra la mujer” se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada !a violencia contra la mujer abarca los siguientes actos" !a violencia física, sexual # psicológica que se produzca en la familia, incluidos los malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el $ogar, la violencia relacionada con la dote, la violación por el marido, la mutilación genital femenina # otras pr%cticas tradicionales nocivas para la mujer, los actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia # la violencia relacionada con la explotación !a violencia física, sexual # psicológica perpetrada dentro de la comunidad en general, inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso # la intimidación sexuales en el trabajo, en instituciones educacionales # en otros lugares, la trata de mujeres # la prostitución forzada !a violencia física, sexual # psicológica perpetrada o tolerada por el &stado donde quiera que ocurra &sta definición se recoge en la Plataforma de 'cción de (eijing aprobada en )* +onferencia de la aciones -nidas sobre la .ujer, ampli%ndola con la consideración de la violencia contra la mujer durante los conflictos armados # la utilización de la mujer como “arma de guerra” como crímenes de guerra /esde mediados de los años noventa, las distintas 'dministraciones $an ido afrontando esta grave problem%tica social con la adopción de diversos Planes de 'ctuación contra la *iolencia /om0stica # con modificaciones legislativas como la !e# )ntegral contra la *iolencia de 10nero •
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DIVERSOS ACTOS EN LOS QUE SE MATERALIA LA VIOLENCIA DE G!NERO. La "iolencia en el #$%i&o 'ri"ado : 2e consideran actos de violencia de g0nero en el %mbito privado, los diversos $ec$os de violencia física, sexual o psicológica que tienen lugar en el entorno familiar &jemplos" Infanticidio femenino: !a consideración de la inferioridad de una persona de sexo femenino con respecto a otra del sexo masculino est% en el origen de pr%cticas violentas que atentan contra el derec$o a la vida de las niñas desde el momento del nacimiento o incluso antes &stas pr%cticas son frecuentes en algunas regiones de 'sia Mutilación genital femenina (MFG): +onsiste en la extirpación total o parcial de los órganos genitales externos de las niñas, con graves consecuencias para la salud 2e practica en 3frica, 'sia, 4riente .edio # sus emigrantes Violencia en el ámbito de las relaciones afectivas: &s la manifestación de violencia contra las mujeres m%s extendida en todo el mundo, afectando a un ma#or número de personas, en los distintos grados 5amenazas, acoso, $ostigamiento, $umillaciones, palizas, violaciones, secuestro # $asta el asesinato6 •
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Violencia relacionada con la dote: En muchas regiones del mundo (India, a!istán o "angladesh), las mu#eres sufren violencia a causa de desacuerdos o incum$limientos, acerca de la dote, de su familia de origen con su es$oso% Violencia $or matrimonios for&ados: El matrimonio $reco&, con o sin consentimiento de la #oven, es considerado una forma de violencia, al su$oner un atentado contra la salud, las
TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
o$ortunidades ' la autonoma de la #oven% Generalmente, los matrimonios $recoces son acordados $or las familias, lo ue aumenta el riesgo $ara la vida, la integridad ' la dignidad de las mu#eres% En algunas &onas rurales de *hina los hombres +com$ran es$osas en subastas%
La "iolencia en el #$%i&o '(%lico) 'quellos actos de violencia física, sexual o psicológica que tienen lugar en entornos públicos de la comunidad, o bien que son ejecutados o tolerados desde el &stado, del tipo que sean, entre los que cabe mencionar la aplicación de le#es o normas que agravan las penas cuando son dirigidas a mujeres &jemplos" Violencia de la comunidad contra las mu#eres: &n muc$os países se legisla, se impone por norma o se toleran pr%cticas violentas contra las mujeres, incluso su muerte &s el caso de los asesinatos “por $onor” en los que un miembro de la familia pueda matar a una mujer de la misma para salvaguardar el $onor familiar por causa de constatación o sospec$a de relaciones prematrimoniales, adulterio, violación o amor no consentido familiarmente &stos asesinatos apenas tienen consecuencias para los culpables Violencia contra las mu#eres en conflictos armados: !as condiciones de violencia armada, de vulneración de derec$os, de desamparo # ausencia de normas entre la población refugiada, sitiada o desplazada se manifiesta con violencia específica contra las mujeres que son utilizadas como “botín de guerra” -coso se.ual: 2e considera que $a# acoso sexual cuando la mujer sufre un comportamiento de car%cter sexual o sexista, no deseado ni consentido que afecta a su dignidad o su seguridad personal Para que exista “acoso sexual laboral” según la 4)7 deben integrarse tres elementos" un comportamiento de car%cter sexual, que no sea deseado # que la víctima lo perciba como un condicionante $ostil para su trabajo, convirti0ndolo en algo $umillante e insoportable, que puede ocasionar el abandono de la víctima !a mujer que lo sufre est% en unas circunstancias de especial vulnerabilidad, por la desprotección, subordinación o precariedad de su situación personal, con respecto a su acosador /rata de mu#eres ' ni0as, comercio se.ual, $rostitución for&ada: !a prostitución forzada # el comercio sexual con mujeres # niñas se dan en todo el mundo &n los países occidentales tienen lugar de forma clandestina mientras que en otras regiones del mundo 57ailandia, epal, )ndia6 las familias lo perciben como una salida a la pobreza por lo que venden a sus $ijas a las redes de tr%fico &n otras ocasiones, la prostitución forzada tiene lugar tras el engaño a las interesadas o a sus familiares, despu0s de $aberlas prometido un empleo tradicional o $aberlas “donado” para el servicio religioso •
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EL UM*RAL DE +ERCE+CION SOCIAL DE LA VIOLENCIA DE G!NERO &l umbral de percepción social de la violencia de g0nero se define como el grado de violencia contra las mujeres que la sociedad identifica # condena en un momento $istórico concreto 5depende de la sensibilidad ciudadana ante la discriminación femenina6 8asta la segunda mitad del siglo 99 # gracias a la presión política de los movimientos feministas, no se inclu#e la violencia contra las mujeres en las agendas gubernamentales 2in embargo, la violencia de g0nero no es un fenómeno exclusivo de nuestra 0poca, lo que ocurre es que el umbral de percepción social de la violencia contra las mujeres $a sido mu# bajo, de $ec$o, $asta el año :;<; no se tipifica en nuestro +ódigo Penal la violencia física $abitual en la familia #a que
TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
no se consideraba un problema de inter0s político !a violencia de g0nero $o# en día tiene las siguientes características" 2e reduce frecuentemente a la violencia en el %mbito dom0stico &n ese %mbito, a su vez, se reduce a los malos tratos Por lo que no inclu#e otro tipo de violencia tales como el incesto !os malos tratos se vinculan con las agresiones físicas # con las mujeres asesinadas, no se valora suficientemente la violencia psicológica o la violencia social, o el elevado numero de suicidios !as agresiones # abusos sexuales en la pareja suelen incluirse dentro del maltrato físico, pero no se aborda específicamente la violencia sexual Gráficamente la percepción de violencia que acabamos de describir, sería como una pir%mide, donde su base sería la violencia de baja intensidad o discriminación sexual, en el escalón siguiente la violencia psicológica, a continuación la física, por último en el v0rtice los $omicidios /ebemos tener presente que la violencia de g0nero es un proceso, # en consecuencia, cada nivel de violencia contiene # agrava el estadio anterior &s decir, los comentarios despectivos # sexistas anteceden normalmente a las vejaciones psicológicas m%s deleznables, # la violencia psíquica suele preceder # convivir con la física &sta afirmación no equivale a sostener que cada estadio de violencia sea desencadenante del siguiente, aunque constitu#a un factor de riesgo /e la violencia social no se deriva necesariamente la psicológica # 0sta a su vez no tiene por qu0 materializarse en una agresión física • •
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TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES ) T 4- 15
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
“LOS MALOS TRATOS: UN PROBLEMA ESTRUCTURAL”
Índice: 1. Introducción 2. La ampliación de las cifras de la violencia: las macroencuestas 3. La amalgama de sexismo y maltrato 4. Violencias perpetradas por mueres !. La primac"a del enfo#ue de g$nero %. &amilia y roles de g$nero '. (l ciclo de la violencia ). La ley integral *. La +excesiva, udiciali-ación del prolema 1/. La denuncia oligatoria 11. Intervención desde el sistema sanitario 12. Los tratamientos terap$uticos 13 resumen
.1 INTRODUCCIÓN Los malos tratos en la parea constituyen una forma de agresión contra las mueres0 se producen en el marco de las relaciones familiares0 afectivas e "ntimas. La ruptura del supuesto modelo ideal por medio de la violencia supone un "ndice grave0 de grado de suordinación del colectivo femenino al control masculino. (n 2//) fallecieron en (spaa '! mueres y desde 1*** ace una media de %3 al ao. e a llegado a alar de una cifra estructural de asesinatos macistas. (n cuanto a denuncias de mueres a omres fueron %3.34' y viceversa fueron 1/.*/2 #ue es un 1'. La violencia en el seno de la parea est5 aumentando0 con la peor parte acia las mueres.
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TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
e seala adem5s #ue los malos tratos f"sicos y ps"#uicos se dan en todas las clases sociales. (sta afirmación a servido para comatir el mito de #ue sólo un determinado sector de mueres6pores0 de escasa educación0 con riesgo de exclusión social06sufren maltrato0 pero a deado paso a otro mito0 #ue niega diferencias de vulnerailidad entre las mueres. 7on ello se est5n confund!ndo "# ncd!nc# 6la violencia tiene lugar en todas las clases6 con "# $%!"!nc# 6pero seda m5s entre los estratos m5s aos de la sociedad6 Larrauri 2//'. 8s" In$s 8lerdi mostraa su mayor frecuencia en los sectores de nivel social y educativo m5s aos. (l cruce de perfiles psicológicos muestra a un varón no loco ni con adiciones de entre 2!64/ aos traaador poco cualificado. uceden asimismo en todas las edades0 y tami$n son las edades en #ue se cr"a la prole. Var"an asimismo seg9n la nacionalidad0 por su proyección lineal ascendente de la violencia acia las mueres extraneras por parte de pareas y ex pareas. &rente a los "ndices e#uivalentes en el caso de las espaolas. (n cuanto a las denuncias por malos tratos por parte de mueres extraneras a sus pareas las cifras del 2//2 son de *)%1 denuncias y acaan en 2//' en 21./)3 denuncias con un aumento del !3 mientras #ue las denuncias por mueres espaolas a ascienden al 21. odas las mueres pueden ser v"ctimas de violencia de g$nero0 pero; unas m5s #ue otras; dependen de ciertos factores.
'#c(o%!) d! %!)*o : adem5s de la clase0 la edad o la nacionalidad0 est5: a< La personalidad de los agresores0 < el auso del alcool y drogas0 c< las pareas de eco0d< la amena-a de un divorcio0 e< la dependencia económica< factores culturales0g< mayores "ndices de violencia contra la muer en ciudades #ue en -onas rurales0 < trastornos psicopatológicos0 i< prolemas socioeconómicos o frustraciones personales0 y otras varias #ue la mayor"a son de violencia sexual. (l concepto interseccionalidad seala #ue un an5lisis m5s aproximado a la realidad de #uien reconoce #ue los factores son diversos y m9ltiples las supresiones #ue convergen en las personas: factores de clase0 de etnia0 de orientación sexual0 de edad0 de religión o de cultura se unen al g$nero para marcar nuestra posición en la vida. =asta ace poco la pregunta era >existe actualmente m5s violencia0 m5s agresiones0 o aora la vemos m5s?. La respuesta es m9ltiple: por un lado0 la violencia se a eco m5s visile culturalmente. @or otro lado0 una parte de la violencia oculta a salido a la superficie6 el maltrato y el acoso laoral6 deido a la movili-ación social e institucional en curso. 2
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8 pesar de la mayor conciencia social0 y de los profundos camios legislativos0 las cifras de mueres muertas se mantienen altas asta el punto o de #ue se la a llegado a considerar co+o un# cf%# !)(%uc(u%#" . 8 menudo se liga la desigualdad con la violencia. i la desigualdad fuera el 9nico factor no ar"a explicación para los casos en #ue las v"ctimas son mueres con suficiente recursos económicos y ailidades sociales. (sto indica #ue deemos tener en cuenta otros factores para explicarla y no 9nicamente la desigualdad de g$nero. ++(xiste muca violencia usto cuando se an producido fuertes camios en la situación de las mueres,,. La correlación+a mayor suordinación0 mayor violencia, dee dear paso a la de+a menor suordinación6mayor autonom"a60 mayor violencia. e a comproado #ue en (uropa las cifras de mayor violencia de g$nero son en pa"ses nórdicos y #ue a la ve- tienen los indicadores m5s altos en igualdad de g$nero. 7astells A1**)0 asocia esta cuestión a lo #ue $l denomina+el fin del patriarcado,0 y #ue Lluis &la#uer 1*** prefiere modular como+el declive del patriarcado,0 con la susecuente p$rdida del poder masculino. Btra mati-ación la tradición del dereco a castigar a la muer por adulterio y no a la inversa. (l castigo era imperativo si no el conyuge #uedaa desonrado. Cna diferencia con la actualidad. (n cual#uier caso0 la visiilidad de la violencia es un arma de dole filo: de una parte no se tolera en la conciencia p9licaD de otra0 es un recordatorio de los peligros del eercicio de la liertad.
Cu#d%o 1. L!, n(!*%#" &o"!nc# d! *n!%o , &o"!nc# do+)(c#. La ley pretende enfocar el prolema de la violencia sore la muer en la relaciones de parea de forma integral para dotar a la muer de recursos #ue le permitan decidir de forma autónoma. @aralelamente0 sin emargo0 la ley a reali-ado una serie de acciones contravertidas: 1. Limita al concepto +violencia de g$nero, a la violencia dom$stica. @arece evidente #ue es erróneo limitarla el 5mito dom$stico. odos los delitos agravados en la ley re#uieren de una muer6parea0 la agravación no es+por el eco de ser muer, s" es desde la perspectiva de g$nero entonces deer"a aarcar tami$n a la traaadora sexual etc. >por #u$ est5n excluidas?. ampoco se plantea la prolem5tica de las mueres coaccionados al tr5fico de personas para eercer la prostitución o cual#uier otro tipo de traao. >Eo forman ellas parte del g$nero?. (xisten m9ltiples formas de violencia de g$nero0 matrimonios for-osos0 asesinatos; por onor; Lo #ue se protege es la muer es una delimitada relación afectiva y en un determinado contexto0 no en el 5mito familiar ni la pa- familiar.
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/. L# #+$"#c0n d! "#) cf%#) d! "# &o"!nc#: "#) M#c%o!ncu!)(#). (n 1**)0 en el marco del III @lan de Igualdad de Bportunidades entre Fueres y =omres0 se crea el plan de acción contra la violencia dom$stica. ami$n se reali-a una+Facroencuesta a nivel nacional0 sore la violencia contra las mueres para conocer cu5ntas mueres son v"ctimas de actos de violencia0 malos tratos yGo ausos sexuales y las causas #ue contriuyen a su aparición,. =an sido reali-adas tres de estas encuestas en el 2///02//2 y 2//%. =emos de tener en cuenta como punto de partida de la distinción entre+ "# &o"!nc# ,2 "#) cf%#) d! "# &o"!nc# #ue es una cuestión pol"tica . Las cifras de la violencia an aumentado por diversas ra-ones: 6@or ampliación de #uienes se considera victimarios y v"ctimas: de maridos a pareas de eco a +ex, de todo tipo0 incluyendo novios. 6deido a la creación de nuevas leyes0 eemplo la orden de protección del 2//30 #ue incrementan las denuncias0 la ley org5nica del 2//3 #ue introduo nuevos tipos delictivos y la modificación de algunos de los ya existentes. 6@or ampliación de la definición de la conducta #ue cae catalogar como violencia: (n el acoso sexual0 por su redefinición como acoso leve0 grave y muy grave. (n el maltrato0 al estilo de las Facroencuestas del Instituto de la Fuer0 $o% )u d)(nc0n !n(%! +#"(%#(o d!c"#%#do , +#"(%#(o (cnco.
-M#"(%#(o ($o A 2 (cnco: las mueres tipo 8 son a#u$llas #ue afirman #ue0 en la actualidad0 alguna persona de su ogar es causante0; frecuentemente; o;; a veces de al menos una, de las trece situaciones #ue se descrien. -M#"(%#(o ($o B2 d!c"#%#do: se incluyen a las mueres+#ue afirman aer sufrido alguna situación durante el 9ltimo ao por la #ue se ayan considerado maltratadas por alg9n familiar. (l informe extrae las siguientes conclusiones: 6Fueres tipo 8: (l 12046 1.)%!./// mueres6admite en el momento de la encuesta lo #ue se a dado en denominar+Faltrato t$cnico, es decir0 aun#ue ellas no se ayan reconocido expl"citamente como maltratadas0 an sido consideradas; t$cnicamente; como tales. 6Fueres de tipo H:+el 40 2 de las mueres espaolas mayor de xviii aos declara aer sido v"ctima de malos tratos durante el 9ltimo ao. (s decir0 se auto clasifican como maltratadas,. 4
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(n la mayor parte de los casos el !20 el agresor es el marido o parea0 un 12.! lo son por los ios0 un11 por el @adre0 un 11.4 la madre0 un 1'0* por =ermanos y 130) por otras personas. @or lo #ue respecta a las mueres consideradas+como t$cnicamente, maltratadas el '402 no son a manos del marido. Las mueres tipo 8 son a#uellas #ue an respondido+frecuentemente, o + a veces ,alguna de las trece frases reseadas a continuación. 1. Le impide ver a la familia.2 Le #uita el dinero #ue usted gana.3 la insulta o amena-a.4. ecide las cosas #ue puede o no acer.! en ciertas ocasiones0 le produce miedo.% le dea el peor sitio de la casa.' se enfada y llega a empuarle.) dice #ue a dónde va ir sin $l.* le dice las cosas #ue ace est5n mal0 #ue es torpe.1/ ironi-a o no valora sus creencias.11 no valora el traao #ue reali-a.12 delante de sus ios dice cosas para no dearle en uen lugar.13 insiste en tener relaciones sexuales aun#ue sepa #ue no tiene ganas. La Facroencuesta fue celerada como un gran avance en el conocimiento o de la prolem5tica del maltrato y por lo #ue de implicación seria por parte de la 8dministración del (stado0 referidos a toda la polación femenina mayor de edad. Los oetivos eran el estalecimiento de un perfil de las mueres v"ctimas y el conocimiento de las consecuencias o sintomatolog"a0 tanto f"sica como psicológica0 producida por tales actos06as" como a los varones maltratadores con el conunto de los varones,. el mismo modo0 manear la categor"a de Faltrato t$cnico permite detectar mucas situaciones de maltrato oculto0 uno de los graves prolemas a los #ue se enfrenta las pol"ticas preventivas en este terreno.
3. L# #+#"*#+# d! )!)+o , +#"(%#(o . Fe-clan en su formulación sexismo con maltrato0 cuando no son lo mismo las actitudes sexistas0 #ue el maltrato psicológico y menos a9n #ue la violencia f"sica. ado #ue no ay una l"nea divisoria clara entre ciertas conductas sexistas y el maltrato6 como tampoco la ay en algunas de las situaciones de acoso6. (sta no distinción entre uno u otro factor presupone #ue el sexismo conduce siempre a la violencia: para #ue aya violencia de g$nero tiene #ue aer previamente sexismo pero la situación inversa no tiene por#u$ cumplirse6todo marcista no es necesariamente violento6es decir0 la desigualdad no acierta a explicar toda la violencia. e produce un error metodológico como es el de suponer relaciones de causa6efecto0 sucede a menudo cuando se ala del proceso #ue conduce a la drogadicción. (n el tema #ue nos ocupa0 en primer lugar0 se me-clan sin explicación + todo es violencia,6situaciones insultos0 sexismos0 maltrato psicológico y violencia f"sica6#ue son cualitativamente diferentes entre s"D 5
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6en segundo lugar0 la Facroencuesta presenta como ineludile la escalada de ecos menos graves a los m5s graves en una relación de causa6efecto cuales sólo es parcialmente cierto ya #ue: no todo sexismo conduce a la violenciaD no toda la violencia contra las mueres6parea procede de sexismo. =ay eemplos #ue an difundido los medios de comunicación. Fucas de las cuestiones #ue las Facroencuestas denominan maltrato t$cnico coinciden con las de Lu) Bonno u! 6# d!no+n#do2 +c%o+#c6)+o) ,: son pe#ueos0 casi imperceptiles controles y ausos de poder #ue los varones eecutan permanentemente. on formas de dominación; suave;J on de uso reiterado a9n en los varones Knormales;0 a#uellos #ue desde el discurso social no podr"an ser llamadas violentos0 ausadores0 controladores o marcistas,. La intención de Honino es visuali-ar estas conductas como un primer paso la #uiera de las relaciones de dominio y la posterior acia unas relaciones m5s igualitarias. =ay muco m5s macismo #ue violencia0 las situaciones de maltrato se generan en un proceso y no de la noce a la maana. @or otra parte en la Facroencuesta se investiga sore la violencia en el 5mito dom$stico0 #ue incluye a las pareas y tami$n la de otras personas del ogar. 8un#ue los porcentaes de uno u otro concepto se presentan por separado en el interior del traao0 # "# 6o%# d! "#) *%#nd!) cf%#) (odo )! #+#"*#+# !n2 &o"!nc# !n !" 7+8(o do+)(co, lo #ue con m5s precisión se deer"a expresar como violencia de g$nero. (s decir0 se incluir"an como violencia de g$nero lo #ue en la pr5ctica incluye una parte #ue es propiamente tal y otra #ue ser"a otra cosa a saer0 violencia en el 5mito dom$stico.GG. (ntre las mueres consideradas+t$cnicamente, como maltratadas0 la mayor parte de los actos de violencia son causados por la parea A'202<0 cifra #ue aa en las mueres #ue se declaran maltratadas A!2<0 pero todo lo no engloado en esas cifras corresponde otro tipo de relación m5s all5 de lo erótico6afectiva AInstituto de la Fuer0 2///<. 7asi dos millones de mueres sufren violencia dom$stica0 entendida sin emargo como violencia de omre a muer en el seno de la parea0 es decir0 como violencia de g$nero cuando en realidad se trata de violencia familiar. 4. 9o"!nc#) $!%$!(%#d#) $o% +u!%!) 8l tra-ar una l"nea divisoria respecto a #uienes crea la violencia en función del sexo0 oservamos #ue una parte de esta violencia es causada por mueres. 8 la ora de los resultados es desagregado por sexo es el de la violencia producida por los padres y por las madresD pues ien0 la violencia generada por las madres representa el1104 en cuanto al maltrato declarado se refiere0 #ue e#uivale a '2.*// casosAfrente a '/.4// de violencia por parte del padre o un11<. iguiendo los criterios de la Facroencuesta0 el concernido es el maltrato t$cnico0 cifra de 23).'2/ mueres A2!1.''! si el maltratador es el padre<. 6
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(sto nos da pie a introducir uno de los temas ta9es sore la violencia entre personas #ue conviven y es el de las violencias perpetradas por mueres0 en primer lugar contra otras mueres. >u$ pasa con la violencia de muer a muer0 sea de madres a ias0 de ias a madres0 de mueres en pareas de lesianas etc.? >cómo calificar la violencia f"sica0 sore todo0 el maltrato psicológico #ue producen las mueres acia los omres en parea?. Las cifras6+menores, al lado de las grandes cifras #ue corresponden a la violencia de omre a muer60 parece como si no existiera violencia por parte de las mueres. (n las Facroencuestas indica la falta de voluntad de investigar en ese tipo de violencia. =aitualmente la expresión; violencia de g$nero Kse refiere sólo a la violencia contra la muer. ealando #ue las cantidades de una y otra violencia no son comparales. 7on todo0 cuando se anali-a la violencia de muer a omre es evidente #ue la violencia f"sica es muco menor #ue en estos casos0 y cuando se produce0 con frecuencia es una violencia defensiva0 pero no siempre. Eo referimos a#u" a la violencia #ue se ace por sadismo0 de forma consciente y para acer dao. 8lgunos estudios alan de #ue las mueres son tan protagonistas como los omres en el mal trato psicológico. Las cifras de violencia acia personas ancianas y nios son muy altas. 8s" pues0 la casu"stica nos muestra #ue ay mueres #ue maltratan a su descendencia0 matan a sus maridos e incluso a ios y apoyan la violencia las guerras. Las agresiones entre adolescentes0 #ue est5n corando protagonismo incluye a las cicas0 casi siempre contra otras cicas0 contra sus madres0 del mismo modo las relaciones de parea comien-a aflorar la violencia entre las mueres. (s decir0 las mueres pueden ser tami$n violentas0 a veces con violencia f"sica directa y mucas otras con violencia m5s 9til0 psicológica. !. L# $%+#c;# d!" !nfou! d! *n!%o (l enfo#ue #ue se a impuesto a sido el #ue manea una perspectiva de g$nero0 enfo#ue movili-ado desde feminismo y asimilado institucional y0 en parte socialmente. esde esta óptica se seala #ue los factores de riesgo6trastornos psicopatológicos0 prolemas socioeconómicos o frustraciones personales0 el alcool etc.6pueden concurrir y acer de detonantes en la violencia contra las mueres0 pero #ue la principal ra-ón ay #ue allarla en la desigualdad de poder entre los sexos0 creada a partir de una forma determinada reconstrucción de la masculinidad y la feminidad. e presume #ue el elemento 5sico para #ue se produ-ca los ausos no es una supuestamente inerente agresividad masculina0 ni su superioridad f"sica como determinante para la coacción sexual o el mal trato0 ya #ue son muco m5s frecuentes
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los malos tratos ps"#uicos y emocionales en los #ue por cierto tami$n aundan las mueres. e entiende como m5s decisiva la existencia. 6de una desigualdad de poder para #ue el resultado de la violencia sea el #ue conocemos y06como parte de ello0 una mentalidad masculina0 lo #ue Bonno denomina !" MMT<+od!"o )oc#" d! "# +#)cu"nd#d (%#dcon#" 6!*!+0nc#- #ue convierte a la masculinidad en un factor de riesgo. 8utosuficiencia0 elicosidad eroica0 autoridad sore las mueres y valoración de la erar#u"a son los valores #ue integran el FF=0 ad#uirido por los varones a trav$s de la sociali-ación. (stos valores0 interiori-ados0 engendran mentalidades y 5itos de vida poco saludales para los propios varones0 y riesgos para las personas de su entorno. ee #uedar claro #ue no ay ning9n determinismo por nacer del sexo masculino0 pero no es f5cil sustraerse a los efectos del modelo. La contrapartida a este modelo ser"a el M'T< o modelo social de la feminidad tradicional egemónica0 del #ue Bonno sólo menciona su asistencia. @ara comprender algunos mecanismos presentes en las situaciones de maltrato es la visión de g$nero como una construcción sociocultural y no como un atriuto personal. Lo cual comporta unas determinadas consecuencias en la vida y la salud de las v"ctimas: 6Los malos tratos son eercidos por nomre con el #ue se mantiene o se a mantenido un v"nculo afectivo y amoroso y con el #ue con frecuencia se tienen ios. (s decir0 tiene lugar en el seno de las relaciones expresivas0 no instrumentales. 6Los malos tratos no son ecos aislados sino #ue se suceden a lo largo del tiempo0 con secuelas de miedo crónico y deilitamiento o de la estructura f"sica y psicológica de la muer #ue los parece. 6=ay una estrategia premeditada en el varón maltratador0 no sólo acerca de cómo golpear en partes no visiles del cuerpo sino tami$n en no acerlo a ser posile en p9lico. (llo nos indica #ue no son conductas improvisadas. ino una estrategia sistem5tica de control0 dominación y anulación del otro ALorente0 2//1<.Btros estudios sealan como explicación m5s citada por los maltratadores el eercicio de la violencia para la consecución de ciertas prestaciones a las #ue creen tener dereco de sus mueres y para controlar el dinero. 6(l de producirse en el 5mito dom$stico0 invisile a los dem5s0 permite ocultarlos. 6(n mucos casos los maltratadores tienen una uena imagen p9licaD no as"0 necesariamente0 la v"ctima. 6Las mueres maltratadas son las 9nicas v"ctimas de violencia #ue no son consideradas totalmente inocentes sino merecedoras del maltrato o por ra-ón de su deilidad0 su comportamiento etc.. 8
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%. '#+"# , %o"!) d! *n!%o. Moas Farcos 1**! seala0 #ue la agresión s5dica y prolongada ocurre por lo general en situaciones cuando la v"ctima es incapa- de escapar de la tiran"a de su verdugo y es suyugada por fuer-as f"sicas0 económicas0 legales0 sociales o psicológicas. (stas condiciones suelen ocurrir en c5rceles0 urdeles etc.0 es decir en instituciones totales0 pero lo cierto es #ue se dan tami$n0 y con muca frecuencia0 en la intimidad del ogar. La familia se presenta como un refugio seguro y en este sentido ien a las necesidades psicológicas de la gente0 pero simult5neamente es el escenario donde se representan las m5s violentas pasiones umanas. La violencia se desarrolla en la intimidad del ogar0 donde se generan grandes tensiones0 con la consagración extrema entre lo p9lico y lo privado0 como refugio 9ltimo y cotidiano en el #ue se dea salir el propio yo. 8 esto se aaden su invisiilidad p9lica0 los comportamientos eróticos y agresivos0 no permitidos en p9lico0 tienen a#u" un espacio posile. e este modo0 la normativa de g$nero0 lire de mediaciones e iniiciones sociales0 puede desplegarse en su totalidad. La realidad familiar responde a una situación de desigualdad real6material y autonom"a suetiva6pero sin emargo la familia concentre en s" los ideales y expectativas de vida de los #ue la forman: para el varón0 la muer a de ser su sustento0 mientras #ue para ella el ideal es ser su apoyo. (n esa situación de relación tan fuerte es f5cil #ue se cree una importante mutua dependencia ps"#uica. 8s" pues0 cuando en este marco #ue propicia la desigualdad0 la mutua dependencia y la impunidad0 la r"gida adscripción a los ideales de g$nero se ace imposile de cumplir0 puede surgir una escalada de agresiones por parte de #uien se alla en la parte superior de la erar#u"a. (ste es el punto de partida com9n para comprender la mentalidad psicológica #ue propicia este tipo de situaciones de extrema violencia entre los sexos.
E" #n7")) d! Lu) Bonno sore el traao: Pun(o d! &)(# +#)cu"no. La cuestión del maltrato es la asunción por parte del varón del ideal tradicional de masculinidad. La normativa de g$nero prescrie #ue el omre dee:
-)#8!% +7). Las óvenes aprenden desde muy nias a no mostrarse m5s listas #ue los cicos. -Pod!% +7). 8un#ue muco de ello no sea cierto. -T!n!% +7). F5s poder0 m5s $xito o0 el salario mayor es el de ellos6y cuando sucede lo contrario0 resulta una umillación.
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Los otros varones0 son al mismo tiempo aliados y competidores. Las mueres0 sin emargo0 son las otras0 las suordinadas #ue descansan modelo de superioridad de los varones: ellas son menos0 por#ue uno de los componentes de este ideal de masculinidad es la desvalori-ación de la muer yGo de lo femenino. (l varón no acepta nada #ue cuestione su yo. iempre dee tener el controlD otra cosa supone una deilidad de signo femenino. (llo incide en su poca capacidad de empat"a. (l ideal de dominio comporta adem5s el de protección y ienestar económico de los no iguales. 7uando el varón compruea su inadecuación a dico ideal surge una importante fuente de tensiones en relación con este modelo interiori-ado. (ntre los rasgos #ue definen esa masculinidad est5n el uso de la fuer-a en el 5mito de la parea en nuestro caso.
Pun(o d! &)(# f!+!nno Cn estudio pionero sore la ideolog"a a propósito de los malos tratos nos acerca a la óptica femenina en esta prolem5tica. 8 las mueres se les adudica tradicionalmente la responsailidad acerca de la marca del orden y la pa- familiares. 8s"0 en las relaciones entre sus miemros. @or extensión0 el $xito o el fracaso de la relación afectiva de la parea dependen de ella. @or medio del matrimonio y la familia la muer ad#uiere su identidad social0 su papel asumido de ser una uena esposa y una uena madre0 interiori-ando de forma singular similar a su marido0 un rol muy tradicional.
<#+o&c60 trasmite la idea de proceso acia una situación de maltrato responden a una pauta y #ue conducen al control y dominio asoluto sore la muer. Fuy importante en este proceso es la mentalidad0 afectada por amas partes0 de #ue $l es superior: sae lo #ue ella tiene #ue acer0 mientras #ue la muer parece no saerlo y por eso necesita su protección. Cn fracaso de su papel0 representa el fracaso de su vida6y de su econom"a6. e a" #ue0 mientras pueda ocultar sus prolemas0 la muer tiende aguantar lo #ue sea. Fatices: 1N0 el papel de ama de casa sumisa a ido decayendo con la incorporación de las mueres de clase media el traao remuneradoD y en 2Nlugar0 a crecido la desaproación p9lica #ue condona el maltrato. (llo a conducido al sentimiento de frustración por parte de la muer tradicional con su papel0 pero sin #ue uieran aierto todav"a los cauces para lograr salir de $l0 sin contar con una alternativa clara. 8l res#ueraarse0 tanto a nivel social como individual0 la imagen afectada de la esposa tradicional y sumisa. Le mueve la necesidad imperiosa de ocultar lo #ue comien-a a estar mal visto0 sore todo si se lleva a cao con esc5ndalo. (n un marco de aceptación r"gida de los ideales de g$nero por parte de amos0 el varón ten"a la excusa para agredir 10
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como gendarme de las normas de g$nero #ue estalecen cuales el papel de cada cual en la familia. (sta camiante situación i-o m5s palmaria la necesidad de mayores recursos y apoyos #ue icieran cre"les las alternativas a una sumisión generadora de violencia.
=. E" cc"o d! "# &o"!nc# . 8nte la prolongación en el tiempo de las situaciones de maltrato 6cinco aos de media6 ace la pregunta? Eo es la de por #u$ los varones cometen violencia0 sino por#ue aguantan tanto las mueres en una relación de ese tipo. (l $nfasis en la capacidad de aguante de las mueres a residido en las explicaciones alusivas al maso#uismo femenino. S!*>n Ro#) M#%co) consideró en 1*)! el diagnóstico de; $!%)on#"d#d +#)ou)(# ; para calificar a las personas #ue permanecen en relaciones explotadoras en las #ue son aitualmente maltratadas;. Cna explicación de las violencias contra las mueres0 tiende a culpaili-ar a la v"ctima de las agresiones #ue padece. os grande respuestas de @atricia Villavicencio0 #uien atriuye la permanencia en esta situación a los condicionamientos internos psicológicos0 a las arreras externas sociales. ore los aspectos psicológicos0 los expertos coinciden en #ue no ay un+perfil, del maltratador0 pero s" unas pautas de conducta #ue se repiten de forma casi clónica entre mucos maltratadores. (l maltratador aplica sore su v"ctima un proceso sistem5tico de destrucción de la personalidad #ue adem5s la enganca0 creando una fuerte dependencia en la v"ctima. @uesto #ue la violencia procede en fases0 y el victimario destruye la autoestima de la v"ctima y la isla de sus relaciones previas0 $sta acaa contando con su verdugo tanto para lo positivo como para lo negativo0 es lo #ue d!)c%8! !" cc"o d! "# &o"!nc#. Lo #ue confunde con amor es una profunda dependencia #ue es rec"proca expresada de manera muy destructiva por los maltratadores violentos. Eo astan0 pues0 los condicionamientos materiales6dependencia económica0 ios6para entender el fenómeno0 entre otras cuestiones por#ue mucas maltratadas reali-an una actividad laoral remunerada.6La estrategia del agresor0 el aislamiento paulatino de la v"ctima0 la posesividad0 los celos0 las amena-as y coacciones6son pasos acia el control asoluto de la muer. L.OalPer oservó #ue las mueres empleaan unas pautas a la ora de descriir el proceso del maltrato0 #ue se repet"an c"clicamente0 y en 1*'* resumió en (%!) f#)!) "o u! d!no+n0 !" cc"o d! "# &o"!nc# Aorres y &ern5nde- 2//!0<.
1. '#)! d! #cu+u"#c0n d! (!n)0n en la #ue el maltratador crea un clima de ostilidad por medio de continuos pe#ueos conflictos0 asados en ausos psicológicosD la v"ctima0 en la creencia irreal de #ue ella puede controlar la agresión0 asume un rol sumiso0 refor-5ndole entonces en su conducta0 #ue va a m5sD
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2. '#)! d! !$"o)0n &o"!n(# o #*%!)0n: momento de grave castigo f"sico0 psicológico y sexual del maltratador a su parea: desordada por el miedo y la raia0 es la fase en #ue la muer puede decidir contar lo #ue pasa y denunciar a su pareaD 3. '#)! d! %!conc"#c0n o "un# d! +!" caracteri-ada por la manipulación afectiva. (l agresor se retracta de lo eco y retorna la parea con disculpas y carios0 regalos y promesas de camio. (llo supone #ue la muer se tran#uilice0 pensando #ue $l est5 verdaderamente arrepentido y no volver5 a las andadas. Le permite tami$n ver el lado ueno de su parea0 lo cual alimenta la ilusión de #ue $l va a camiar. 7laro #ue las cosas no van a suceder as" y tarde o temprano el ciclo comien-a0 cada ve- con m5s frecuencia con m5s deterioro y una menor autoestima por parte de la muer. La perversa din5mica creada por el maltratador entre $l y su v"ctima0 recreada por+ "# (!o%;# d! "# un0n (%#u+7(c# ayuda a entender el engance psicológico #ue vincula la v"ctima a su agresor. La dependencia emocional se crea con estos episodios de reconciliación. (l ciclo de la violencia ayuda a explicar por #u$ algunas mueres retiran su denuncia6#ue interponen en la fase de agresión6al encontrarse la fase de luna de miel.
C0+o )! )#"! d! !)(! cc"o nf!%n#"? 7uando las cosas empeoran0 dea de aparecer la fase de reconciliación y ya no ay posiilidad de acercamiento para la muer sino sólo tensión y miedo. (n ese momento es cuando se acen m5s proale #ue us#ue ayuda0 y s" cuenta con ella0 es posile #ue el c"rculo se rompa.
). L# "!, n(!*%#" . La ley espaola 2//4 de +Fedidas de protección integral contra la violencia de g$nero, se iniciaa un amplio programa de leyes favorales a las mueres yGo a los derecos de las minor"as sexuales y0 de medidas sociales por parte del goierno socialista. (spaa se a convertido en una referencia udicial en el mundo. =a sacado el prolema del 5mito de lo privado y lo a transformado en un prolema de derecos umanos. Einguna ley acaa con los delitos0 y est5 contra la violencia de g$nero0 tampoco0 a pesar de las medidas emprendidas0 medidas cautelares0 etc. igue aiendo mueres asesinadas #ue alarma este tipo de violencia. >8caso es inevitale esta violencia? Las ra-ones #ue explican la perpetuación del fenómeno0 la nacionalidad es un factor de riesgo0 aun#ue los inmigrantes son el1/ de la polación0 suman el 4! de muertas0 mientras #ue entre las espaolas a experimentado un leve descenso. (llo indica #ue ay motivos #ue ayudan a explicar las muertes6#ue no son inevitales6. (n el caso de las inmigrantes0 sore todo la sin papeles0 el eco de no atreverse a pedir de ayuda0 desconocer el idioma y los recursos a su disposición son factores de desprotección reconociles.
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TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
*. L#2!c!) udc#"@#c0n d!" $%o8"!+#. =ay una cr"tica central a la Ley Integral0 #ue era la+excesiva, udiciali-ación del tema0 #ue la ley era necesaria apenas se cuestiona: m5s ien ay una significativa coincidencia de opinión #c!%c# d!" )o8%! #c!n(o u! )! 6# $u!)(o "o) #)$!c(o) $!n#"!) !n d!(%+!n(o d! "o) #)$!c(o) $%!&!n(&o) .. (llo redunda en el dese#uilirio sore el #ue ay pleno consenso entre los gastos y el resto de prestaciones previstas. esde los 5mitos ur"dicos la cr"tica se a centrado !n )!#"#% "# o8"*#c0n d! "# d!nunc# co+o ""#&! $#%# "# )o"uc0n d! "o) $%o8"!+#) # "# &o"!nc# 0 sin dotar recursos a los aspectos incluidos en la visión integral del prolema. (n ciertos casos ien aireados en los medios de comunicación0 se an visto fallos en el cumplimiento y seguimiento de las órdenes de protección0 con resultados letales. Las mueres sometidas a los malos tratos tienen #ue acudir necesariamente a los servicios ur"dicos. (s decir0 sólo $stos tienen la posiilidad de confirmar y legitimar los malos tratos y sólo ellos tienen la llave de los recursos de ayuda y protección. (l resto de profesionales est5n suordinados a esta oligación de comunicar0 incluso por encima de la opinión de la muer. e oserva d"a a d"a la #uea de #ue los u-gados est5n colapsados. =ay expertos #ue piensan #ue penali-ar los escalones m5s aos de la violencia0 la ocasional o la leve0 est5 aciendo dif"cil deslindar el campo de la intervención penal del de los conflictos familiares. Fa#ueda en el 2//* escrie el efecto perverso de la nueva normativa0 a acaado por llevar ante los triunales mucas disputas familiares60 deando en la penumra los casos aut$nticamente graves de violencia de g$nero. e eco el para algunos excesivo recurso por parte del feminismo tradicional para meorar la posición social de las mueres0 califican dica postura femenina como de 28!n!)(#%)+o #u(o%(#%o por considerar #ue a generali-ado la imagen social de #ue la violencia es el productor explicativo de la desigualdad entre los sexos y #ue $sta se percia como un prolema de orden p9lico. 8nte el colapso del sistema udicial0 se resalta la necesidad de la prevención en tanto #ue forma m5s efica- de intervención. La falta de preparación y sensiilidad de mucos letrados y ueces es un eco en los u-gados compatiles. La #uea es #ue en mucos casos no se percie la adecuada formación ni se a provisto del personal necesario. e eco0 las sentencias diferencian a unos u-gados de otros0 desde el mundo ur"dico se insiste en la creación de protocolos espec"ficos #ue permitan valorar #u$ mueres son las #ue corren m5s riesgos. (s imposile poner un polic"a tras cada denunciante y0 este modo0 el peligro se difumina y los fallos incrementan. 13
TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
1/. L# d!nunc# o8"*#(o%# . 8nte la pregunta de #u$ puede estar fallando con la escalada de las muertes0 La ecretar"a Qeneral para las @ol"ticas e Igualdad declaraa+: la ley tiene una ma#uinaria #ue funciona0 pero n!c!)(#+o) u! "#) +u!%!) d!nunc!n $o%u! !) !" $#)o +$%!)cnd8"! $#%# $%o(!*!%"#).
Un# %!co+!nd#c0n d!" Con)!o d! Eu%o$# d! // )!#"#8# u! "# #(!nc0n # "#) &;c(+#) d! !)(# &o"!nc# no d!8! d!$!nd!% d! "# $%!)!n(#c0n $%!&# d! d!nunc#. Sn !+8#%*o "# L!, In(!*%#" 6# )u$!d(#do "# o8(!nc0n d! #,ud#) !con0+c#) !(c.. @or extensión0 dica orden se a convertido0 en la pr5ctica0 en+. La acreditación de situaciones de maltrato, a efectos de reciir ayudas. La dole cara #ue tiene la cuestión de la denuncia: de las !2 v"ctimas recogidas por 8mnist"a en su informe 2//!0 el 3/0 perdieron la vida tras presentar la denuncia. (n tres casos nada impidió a los agresores acercarse a las v"ctimas. (n 2//)0 el porcentae de fallecidas #ue a"an denunciado a su parea o ex parea fue sólo del 23. Los datos parecen indicar #ue no se a logrado transmitir el mensae de #ue tras la denuncia se gana en seguridad y cada muerte tras la denuncia lo muestra de forma palpale0 es un recordatorio en este sentido. (n el otro platillo de la alan-a0 el3! de las mueres denunciantes optó por no solicitar la orden de protección. En !" nfo%+! d! A+n)(;# apunta a #ue uno de los efectos indeseados es #ue se pueda estar+for-ando, a mucas mueres #ue no lo desean a #ue se metan por la v"a udicial0 y #$un(# # o(%o) $o)8"!) c#+no) co+o nfo%+!) d! (%#8##do%!) )oc#"!) o $%of!)on#"!) d! #(!nc0n $%+#%# co+o fu!n(!) +7) u! )o"&!n(!) $#%# )!+!#n(! #c%!d(#c0n por su opinión de #ue0 en los casos de agresiones0 a de ser la propia v"ctima la #ue a de denunciar los ecos mientras #ue la laor de los profesionales consiste en apoyarla. La Ley del dereco de las mueres por la erradicación de la violencia macista prevea la asistencia y protección para las v"ctimas sin exigir la interposición previa de la denuncia. @ara poner en marca los mecanismos adecuados de ayuda astar5 un informe psicológico o m$dico. Cna ve- #ue existe condena firme del agresor se ace preceptiva la orden de aleamiento0 y se impone el delito de #uerantamiento de condena amas partes0 privando a las v"ctimas0 sin contar con su consentimiento0 de reanudar su relación de parea. Los ueces no suelen aplicarlo a las mueres. La cantidad de mueres #ue se niega a declarar una ve- llegado al uicio es alt"simo: las cifras un %2 de las denunciantes. Las ra-ones parecen ser m9ltiples0 desde una desconfian-a en el funcionamiento de la usticia penal asta la situación de precariedad económica generada0 pasada por el temor a las represalias.
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TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
8nte esta masiva negativa a declarar0 se est5 deatiendo en c"rculos ur"dicos la posiilidad0 de suspender la dispensa a declarar prevista por la ley. (l complemento ser"a la meora del asesoramiento legal para #ue la v"ctima cono-ca y sea consciente de las consecuencias de sus actos. (n la pr5ctica0 desde La irección Qeneral de Instituciones @enitenciarias se oserva #ue son mucas las mueres #ue vuelven con sus agresores0 #ue insisten en poder comunicarse con ellos pese a la existencia de órdenes de aleamiento o #ue solicitan al ue- la liertad de su parea cuando est5 en prisión. oledad 7a-orla se pronuncia contraria al aleamiento autom5tico y #ue el aleamiento en las condenas por maltrato0 deer"a ser discrecional y valorando riesgo cada caso. e esta forma0 opina la fiscal0 se cumplir"an todos los aleamientos0 ar"a menos situaciones #ue controlar y se controlar"a el meor. ui-5 el desfase entre denuncias y órdenes de protección nos est5 indicando #ue un porcentae de mueres no se siente seriamente amena-ada cuando denuncia0 pero aun as" acude a veces a la v"a penal como 9nico camino para la otención de una serie de eneficios inoteniles por otro camino. (sto puede estar inflando las denuncias. 7ae acerse0 la siguiente pregunta:> cu5ntas mueres no denunciar"an si tuvieran otro camino para otener las ayudas #ue precisan?. Eo ser"a meor dedicar m5s recursos a los sistemas preventivos6el sanitario y de servicios sociales60 tan importante en la función de detección. @or otro lado y ante el desfase entre las órdenes de protección solicitadas y las concedidas0 8mnist"a pide #ue cada resolución udicial denegatoria sea fundamentada. @ese a los avances #ue por s" misma a representado la Ley Integral y los importantes recursos destinados a las necesidades de las mueres maltratadas deplora en sus conclusiones las deficiencias #ue todav"a #uedan por curir. 11. In(!%&!nc0n d!)d! !" ))(!+# )#n(#%o . (n relación con el 5mito sanitario0 desde 8mnist"a 2//! seala #ue0 pese a #ue desde el (stado se es consciente de la importancia preventiva de este 5mito o los expertos an puesto de manifiesto o #ue+el goierno espaol contin9a sin tratar la respuesta sanitaria a la violencia contra las mueres con la prioridad #ue merece, el 3/ #ue acude a los amulatorios a sufrido violencia por parte de su parea0 pero no es $sta la ra-ón expl"cita por la #ue acude a la consulta0 #ue #ueda silenciada ao el pelo de migraas0 dolores musculares etc. (stima un *! de v"ctimas #ue se dirige en el primer ao de agresión a las consultas de atención primaria sin comunicar su situación. (n 2//% 8mnist"a ped"a al Finisterio de anidad #ue destinar5 recursos para formar a los profesionales #ue traaan en estos centros y capacitarlos para detectar los casos de
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TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
violencia. (n 2//' anidad ailitó un protocolo para la detección m$dica del maltrato la consulta. Cn informe del 2//) destacaa #ue los m$dicos de familia formados en esta materia de tengo tan casi el dole de casos #ue los #ue no lo est5n. 7C8MB 2. L#2o(%# %!#"d#d d! "#) &;c(+#) d! &o"!nc# d! *n!%o. Ef!c(o) d! "# (o"!%#nc#. Las v"ctimas no saen #u$ es lo #ue deen acer por#ue todas las decisiones aparecen como malas0 cuando su decisión afecta la unidad dom$stica0 la tendencia es disminuir la identidad como individuo asta niveles insospecados0 posponiendo cual#uier inter$s personal al inter$s #ue presume de protección dom$stica. Las mueres6pareaGmadre deen sacrificarse. @ara soportarlo0 la muer+recrea, su realidad0 la sustituye por un espeismo mediante un proceso de reatriución #ue usca la coerencia con el papel de pasividad y aceptación #ue a decidido asumir en esa ruptura de su realidad. Las v"ctimas de la violencia de g$nero convierte la realidad en un espeismo para+creer, en otra realidad y para+crear, otra realidad. Llamaremos retriución al proceso de recrear la realidad y #ue llama la atención la utili-ación selectiva de los uenos recuerdos o valoraciones de la experiencia anterior0 su conversión en im5genes de referencia y su utili-ación como parte de las !$!c(#() de la muer #ue sucede desear #ue suceda. (stas expectativas son +7*!n!) mentales #ue act9an como mantenedoras6refor-ado oras de la relación dom$stica situada en un ideal imaginario. R gracias a ese proceso de reatriución0 la v"ctima puede llegar a tolerar esa terrile realidad en la #ue vive por#ue tiene la esperan-a de camiar a las personas. R tras esta real creación de una nueva realidad aparece la tolerancia. Llamamos tolerancia frente a la agresión al compleo mecanismo de respuesta #ue lleva la v"ctima a una complea conducta adaptativa #ue se caracteri-a por minimi-ar la importancia de lo sucedido.
Ef!c(o) d! "# (o"!%#nc#. (n la realidad diaria esta tolerancia #ue a creado artificialmente provoca un efecto encadenado de gran importancia en la protección y prevención de la muerte omicida #ue es: 6perpetuar la violencia.6isminuir la conciencia de riesgo.6La consiguiente disminución de la autoprotección.6( inevitalemente0 el silencio.6La imposiilidad de uscar protección en el entorno inmediato.6 iene un efecto posterior y es el camio de ese miedo y de esa conciencia de riesgo #ue ten"a antes0 para parecer la amivalencia de la v"ctima cuando ya a"a tomado conciencia del riesgo y a lo#uear una respuesta e#uitativa efica-. S 16
TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
La amivalencia sit9a la v"ctima con una conciencia variale del riesgo #ue est5 sometida. 8lgunos casos en los #ue la v"ctima a"a denunciado las agresiones y se a"a protegido solicitando medidas de aleamiento y0 tras un determinado per"odo de tiempo o ien a"a roto dicas medidas o no las a"a renovado.
L# #+8"!nc# , "# $%dd# d! %!f!%!nc#) de las v"ctimas es un denominador com9n en las personas inmersas en esa istoria de relación interpersonal patológica. (l concepto de amivalencia y la explicación de su resistencia a trav$s de la teor"a de la dole identidad. (s #ue se trata de una verdadera creencia de la v"ctima. La v"ctima a tenido conciencia del riesgo0 pero sin emargo a llegado a crear una nueva y realidad deseada de una familia no excesivamente rota o simplemente intentar preservarla.
E)(o) !%%o%!) )on: 6ya no lo volver5 a acer.6Lo sucedido no tiene tanta importancia0 y le pasan a mucas familias.6=a llegado al l"mite0 ya no puede acer otra cosa m5s grave.6 engo #ue acerlo por mis ios.6. Eo tengo riesgo por#ue nunca me a agredido.6Eo tiene energ"a ni fuer-as para matarme.6Eo es capa- de matar ni una mosca.6 P!%o !" +#,o% !%%o% d! (odo) !) u! (!%+n#%7 c%!,ndo)! "o u! u!%! c%!!%. 7uando la v"ctima llega a ese 9ltimo error0 #ue reside en creer #ue es real lo #ue #uiere creer0 no se autoproteger5. (sta situación de amivalencia ondulante parece descriir algunas muertes omicidas #ue emos revisado y se caracteri-a por un aandono de la protección #ue la sociedad le an rindado y #ue la v"ctima deer"a adoptar. @ermanecer durante seis aos como media seg9n el estudio0 de #ue la parea camie su comportamiento0 el miedo al reca-o social0 a las represalias ya los procesos udiciales. @uesto #ue0 seg9n este estudio 4 de las cinco mueres fallecidas por violencia de su parea no a"an denunciado previamente0 se ace la propuesta de un# d!nunc# $u!n(!0 #ue consistir"a en efectuar la denuncia0 pero retrasar o mantener en suspenso las decisiones udiciales para #ue as" el agresor tenga la oportunidad de rectificación de su comportamiento. (n ve- de proceder a la detención de la parea0 se le llamar"a a declarar0 y sólo s" se repitiera la agresión se tomar"a las medidas #ue la ley permite. e esta manera0 la muer agredida podr"a0 de una parte0 denunciar a su agresor sin #ue ello supiera tener #ue dear de convivir con $l. (n opinión de 7oo0 esta medida otorgar"a+una mayor capacidad de decisión a la muer y de control de los efectos de su denuncia, y ser"a aplicale sin reformar el 7ódigo @enal. 12. Lo) (%#(#+!n(o) (!%#$u(co) . Cna de las cuestiones pendientes son los tratamientos de reailitación de los agresores. Moas Farcos y otros0 comen-aron a pronunciarse sore este aspecto de la cuestión0 parec"a desprenderse #ue estos individuos0 caracteri-ados por una personalidad 17
TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
antisocial0 no tienen remedio0 psicológicamente alando. (stos m$dicos apuntaan m5s ien a la necesidad de la prevención en el entorno familiar #ue es donde se crea las personalidades antisociales0 #ue no son consideradas como enfermedades mentales0 #ue les impida cumplir la c5rcel #ue se les imponga. Mecordemos #ue este tipo de agresor destaca por su comportamiento +normal, en el resto de sus actividades. @ara Moas Farcos0 los prolemas de ese entorno familiar aya causado las personas agresoras ace #ue no desarrolle la empat"a necesaria acia el sufrimiento aeno0 #ue care-can de sentimientos de culpa0 y cuando crecen0 por lo general0 cometan actos violentos. + on analfaetos emocionales, incapaces de ponerse en el lugar de otro0 #ue a9n en prisión y en tratamiento0 +siguen siendo maltratadores en potencia,. =asta ace poco los grupos de mueres l"deres en las campaas en contra de la violencia se manifestaan en sentido desfavorale a los tratamientos a los agresores por considerar completamente irredimiles a estas personas. @artiendo de la convicción de #ue no eran enfermos sino marcistas. Tl argumentó encierra un componente utilitarista como de agravio comparativo: s" los recursos son escasos0 >cómo es #ue se gasta0 en el 2//* tres millones de euros en reeducación de agresores0 sólo uno menos #ue para ayudar a las v"ctimas?0 esde los planteamientos feministas en torno a ciertos comportamientos de los maltratadores y del proceso de la violencia o la premeditación de las conductas. " todos estos son rasgos espec"ficos del maltrato de g$nero0 >cómo no acer incapi$ en los intentos de reailitación0 m5s all5 del necesario castigo?. 7omo sealan los expertos el maltratador seguir5 teniendo relaciones con mueres y0 por tanto0 ay #ue intentar ataar o paliar en la medida de lo posile su comportamiento0 ay #ue reailitarlo. Las mayores eneficiarias ser5n las propias mueres. La Ley Integral contra la violencia de g$nero contempla #ue los omres deen someterse oligatoriamente a terapias en condenas inferiores a dos aos y sino tienen antecedentes. (sto se aplica en los delitos de malos tratos leves. Los integrantes del Qrupo 2!6colectivo #ue aglutina varias asociaciones de mueres uristas etc.6e muestran en desacuerdo con esta medida pues consideran #ue para la #ue las terapias sean eficaces an de estar incorporadas a las penas y no ser alternativas a $stas. =ace aos (nri#ue (ceur9a y otros0 empe-aron a traaar con v"ctimas de violencia de parea. 7onstataron: 8 #ue entre el 4/6%/ de las mueres se#u"a viviendo con el agresor y H< #ue el maltrato es una con ruta crónica. ecidieron0 por tanto0 tratar tami$n a los maltratadores. ealando de #ue un 4/ de los #ue llegaan a la terapia reca-aan el 18
TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
tratamiento o aandonaan antes de la tercera sesión. e los #ue #uedaan0 un%! aandonaan totalmente la violencia. Las cifras en manos del Qrupo 2! son m5s optimistas0 la no reincidencia un )/ siempre #ue los implicados est$n motivados y recian un tratamiento adecuado. (n las prisiones0 donde el seguimiento de estos programas es voluntario0 exist"an0 en el 2//% programas de re de ailitación en 33 de las%4 prisiones y participaan en ellos 31* internos. &uera de las prisiones al menos 1.'// de los condenados por maltrato y eximidos de la presión de"an someterse a reailitación. La realidad es #ue mucos dos de ellos no lo est5n reciiendo por falta de programas de reailitación diseados y de centro para impartirlos. eg9n los criterios del Qrupo 2! ay motivos para pensar #ue su eficacia es dudosa oy por oy por no cumplir los siguientes re#uisitos: aordar las distintas dimensiones de la conducta del maltratador Acognitiva0 conductual0 emocional y educativa< acia la muer0 insistir en #ue es una violencia sexista sustentada en una ideolog"a de dominación y contar con profesionales capacitados en violencia de g$nero. 8 los prolemas apuntados se une la preocupación por la sensación de impunidad #ue pueden sentir los maltratadores0 oligados a acer una terapia para la #ue no tienen feca. 7omo coartada para el eludir responsailidades.
13. R!)u+!n. La conciencia sore la gravedad de la violencia de g$nero a impulsado importantes iniciativas institucionales y legales. R como toda iniciativa relevante $sta genera deates. 7omo son las circunstancias #ue convierten en vulnerales a las mueres o a #ue mueres ampara la Ley Integral Las mayores cotas de igualdad parecen correlacionarse con un aumento de la violencia contra las mueresD al mismo tiempo0 si la perspectiva de g$nero. (l factor de la desigualdad de g$nero como componente principal de la violencia. Las Facroencuestas por medio de la diferenciación entre maltrato declarado y maltrato t$cnico. Las categor"as empleadas no est5n exentas de pol$mica0 como la amalgama entre sexismo y maltrato. La familia se revela como un lugar potencialmente peligroso0 no solo por#ue propicia la intimidad de invisiilidad de los comportamientos m5s personales sino por#ue la relaciones de parea se an regido tradicionalmente por un modelo r"gido de división sexual #ue ya no ves el imperante socialmente alando0 y #ue oy la parea lo viven como un ideal imposile de cumplir0 se generan unos conflictos de relaciones de mutua dependencia por las #ue el varón pretende dominar y anular a su parea0 desencadenan una din5mica de maltrato0 estudiada como+el ciclo de la violencia,. 19
TEMA 4: ASPECTOS ( ESTRUCTURALES )
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
La Ley Integral contra la violencia de g$nero de 2//4 a marcado un ito. (st5 resultando complicado ponerla en marca0 por parte de los sectores se taca de excesiva udiciali-ación0 #ue comporta en un contexto de recursos escasos0 #ue se canalicen acia la v"a penal en detrimento de medidas preventivas0 tanto sanitarias como educativas. e seala #ue la otención de la usticia por el camino de las denuncias0 re#uisito ineludile para #ue los mecanismos legales se pongan en marca0 sigue siendo no pocas veces una carrera de ost5culos para las v"ctimas. @or ello a aido mueres #ue an admitido aer visto frustradas sus expectativas. estaca como imperiosa la necesidad de aumentar la dotación en el sistema sanitario ya #ue casi todas pasan por los servicios de salud0 al igual #ue una parte de los maltratadores. (s oligada0 pues0 una mayor asignación de recursos para cumplir las previsiones legislativas0 entre ellas la de los tratamientos terap$uticos a los agresores y a las v"ctimas0 para #ue no se extienda la sensación de impunidad entre los maltratadores y de impotencia entre las v"ctimas. &in
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TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
T 5- 16 : LA CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES 1. Del sexismo: desiguldd ! "ode# La primera cuestión a debatir, si queremos dilucidar la génesis de la desigualdad entre géneros, es que debemos tener en cuenta la sexualidad si deseamos explicar el sexismo. Sin embargo, no existe un acuerdo acerca de si el primero es el factor causal del segundo o viceversa. De una parte, encontramos sectores del feminismo en los que la sexualidad es la fuerza motora del sexismo. Para otros sectores, ha sido, sin embargo, la propia desigualdad la que ha conformado o deformado la sexualidad. Las consecuencias polticas de unas u otras posturas son diferentes! as, mientras las primeras pondr"n el acento en la sexualidad como fuente de desigualdad en detrimento de otros factores de ndole socioeconómica, las segundas acentuar"n sobre todo las cuestiones laborales, legales o de participación poltica abordando tem"ticas como el control de la natalidad o el aborto ba#o el prisma de la salud o de la igualdad $ evitando, con ello, el estigma que impregnaba la connotación sexual. %l origen del debate lo encontramos en el surgimiento de la ola del feminismo a finales de los a&os '( en la cual, las mu#eres preconizaron el control de sus cuerpos como pieza clave para su liberación al ob#etivar que su opresión como mu#eres abarcaba la sexualidad. Se entendió, por tanto que, la desigualdad general engendraba la subordinación sexual lo cual, a su vez, poda ser considerado como germen del sexismo )o machismo, como se suele denominar desde un punto de vista coloquial*. +utoras como ate -illet orientaron la teora feminista hacia la sexualidad como no lo haba hecho antes nadie. %n su libro Política sexual sostiene que la sexualidad refle#a la tensión entre la dominación masculina $ la subordinación femenina destacando, con ello, las diferencias de poder en el terreno de la sexualidad. %l poder opera mediante comple#os $ contradictorios mecanismos,
que
producen dominación a
la par
que
subordinación,
subordinación #unto con resistencias siempre partiendo del marco de referencia establecido, a su vez, por la sexualidad masculina. 1
TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
. El sexo ! el g$%e#o& '(u$ de)i%e (u$* ate -illet fue asimismo pionera en la distinción de las nociones de sexo $ género, distinción mu$ importante para comprender la din"mica que rige las relaciones de poder entre sexos. /a$le 0ubin, que prefiere utilizar la terminologa1sistema de sexo2género1 lo define como el con#unto de disposiciones por los que una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana, sistema por el cual son satisfechas las necesidades sexuales as transformadas. La importancia conceptual de esta postura consiste en que permitió contar con herramientas que parecan describir adecuadamente 3la reproducción social de la sexualidad $ la reproducción de las convenciones acerca del sexo $ del género1. De este modo, de una parte, se resalta la naturaleza poltica del sistema género mientras que, de otra, se desvela el entramado de opresión basado en el género, el deseo $ las pr"cticas sexuales. De esta forma, el feminismo, desafiando posiciones asentadas en las ciencias sociales ha mostrado que los estereotipos habituales sobre el género constitu$en relaciones sociales con races en la historia. 4omo tales, sus formas pueden cambiar, no sólo histórica sino también transculturalmente, pero el género permanece como una caracterstica marcada por la desigualdad de poder, en los que la misoginia cultural $ la dominación masculina son rasgos centrales a tener en cuenta. La sexologa, por su parte, ha intentado dar cobertura cientfica a estas nociones. 5ohn -one$, por e#emplo, ha distinguido entre identidad genérica - el sentido que cada cual posee de s mismo en tanto que hombre o mu#er2, rol genérico – la expresión externa de ese sentir $ preferencia sexual - la elección del6la compa&ero6a sexual2. %stas nociones, cu$o uso se halla mu$ extendido, suelen concebirse habitualmente como ligadas a la heterosexualidad, que entonces se convierte en algo 3natural1. La consecuencia es que todo aquello que no enca#e en este esquema 7 la homosexualidad, el transexualismo $ dem"s opciones sexuales2 es considerado como un comportamiento desviado. atherine -ac8innon, que funde por completo las dos categoras al sostener que el género se halla conformado por la sexualidad, mientras que la 2
TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
sexualidad, se encuentra amplia, si no totalmente, determinada por el género Pero 3es la sexualidad la que determina el sexo $ no a la inversa1 conclu$e -ac8innon. 9gualmente, sobredimensiona el componente sexual de la opresión femenina en detrimento de factores económicos $ sociales.
+. L ,o%s#u,,i% so,il de l sexulidd +:n cuando para la ma$ora de las personas, la sexualidad es una cuestión privada $ personal, es indudable que existe una dimensión social de la misma. La acu&ación moderna del término construcción social corresponde a ;erger $ Luc8mann para el que la realidad social, incluida la propia identidad, emerge por medio de la interacción social. 0eferido a la sexualidad podemos concluir que, no sólo la fisiologa influ$e en el sexo sino que factores de tipo económico, poltico, cultual, religioso<.configuran los significados que damos a la sexualidad. Los individuos se hallan conformados en relación con un con#unto preexistente de significados que poseen un gran poder de control social sobre sus conductas, una especie de guión que, autores como 5ohn /agnon denominan script o sexual script $ que puede ser considerado como un instrumento que nos orienta $ nos hace comprender el entorno que nos rodea $ nuestra relación con el mismo. %sta perspectiva implica que sólo se pueden hacer las elecciones apropiadas si se comprende el contexto social $ poltico. +dem"s, no supone un abandono de los principios éticos con los que entender la sexualidad $ que reposan en la distinción foucaultiana entre libertad para llevar a cabo 3actos sexuales1 $ libertad de 3elección sexual1 en la que lo que se tiene en cuenta es el contexto $ el significado de cualquier acto para los participantes. Para 4arole =ance, que participa de este enfoque 3construccionista1, la pregunta b"sica descansa sobre la forma en la que est" construido el 3género1 $ cómo se ha ido creando la noción de 3mu#er1. %llo ha contribuido a la creación de una tensión dialéctica entre, por una parte, la necesidad de de2construir la categora de mu#er, por medio de la cual ha sido definida $ encerrada en un estrecho marco de actuación> por otra, la necesidad de construir o tomar
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conciencia en tanto que 3mu#eres1 $ dotarla de un sólido significado poltico, imprescindible para construir un movimiento. %sta misma dualidad se halla presente cuando hablamos sobre el 3cuerpo1, directamente relacionado con la sexualidad. +s, mientras desde esta perspectiva se rechazan las teoras deterministas, de corte biologicista, también ha habido otras tendencias a actuar como si el cuerpo no existiera haciéndolo, casi 3desaparecer1 lo cual resulta realmente plausible con la experiencia de las mu#eres.
/. 0l,e# ! "elig#o& ls dos ,#s de l sexulidd )eme%i% Para las mu#eres la economa de mercado ha tenido dos caras! de una parte, al contar con menos recursos que los hombres $, debido a la doble moral a la que han estado sometidas, las mu#eres se hallaban expuestas a la prostitución o al acoso laboral> de otra, la incipiente $ precaria autonoma propiciada por la amplia incorporación de las mu#eres al mercado laboral tra#o consigo la libertad respecto al estricto control familiar $ la b:squeda del placer $ la experimentación sexual. %sta dualidad de placer $ peligro es una constante en la vida sexual de las mu#eres. %l resultado ha sido propugnar en ocasiones un exceso de proteccionismo frente a los deseos masculinos $ su potencial agresividad, con la contrapartida de negar a las mu#eres la exploración de su sexualidad. %l movimiento feminista, por su parte, ha sabido articular todo un an"lisis $ una poltica contra el peligro sexual, pero le est" siendo m"s difcil hacer lo propio con la b:squeda del placer debido al sentimiento de culpabilidad que puede sentir aquéllas que hacen hincapié en las posibilidades del disfrute femenino en un contexto en el que cualquier mu#er se halla expuesta a la violencia sexual, parcela tanto m"s importante a cultivar por un movimiento cu$a razón de ser es la liberación de la mu#er. %llo es debido a que el miedo paraliza una actitud reivindicativa, actitud contraria a la toma de iniciativas $ al intento de una autodefinición de las mu#eres de su propia sexualidad. Desde hace treinta a&os, las mu#eres est"n tratando de redefinir su experiencia, sin de#ar el monopolio del discurso a los 3expertos1. Se tratara de
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TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
plantearse una serie de preguntas! ?qué desean las mu#eres@, ?qué experiencias o fantasas las limitan@ Los dos frentes se encuentran abiertos! el de la lucha contra la violencia $ la negación del placer femenino $ el de la b:squeda de una voz sin intermediaciones que ofrezca un discurso basado en la propia experiencia $ aspiraciones. Le#os de ser incompatibles ambos frentes, la liberación no ser" posible mientras se cometa una sola agresión contra alguna mu#er, pero, a su vez, la eliminación de la violencia no terminar" mientras no se reconozca a las mu#eres como seres vivos $ autónomos.
0RUEAS DE AUTOCONTROL DE CONOCI2IENTOS A. ?Bué significa el control por parte de las mu#eres de su propio cuerpo@
. ?De qué forma la sexualidad femenina se ha visto coartada! •
Por el poder de los hombres parad definir la sexualidad
•
Por las limitaciones del matrimonio
•
Por las cargas de la reproducción
•
Por la amenaza de la violencia@
3ETEROSEXUALIDADES 1.- I%#odu,,i%. %s probable que cuando hablamos de sexualidad, nos refiramos a 3sexualidad heterosexual1, identificada con la pasividad femenina frente a la iniciativa masculina de la penetración vaginal como sinónimo de relación sexual, del coito como el culmen de dicha actividad. 4on ello, implicamos que el comportamiento heterosexual significa la norma, la 3me#or1 actividad posible, debiendo realizarla de determinada manera $, que los miembros de cada
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TEMA 5: LA
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género, se conducen de diferente manera, en el sentido normativo $ descriptivo del término. %n este tema, tratamos en primer lugar, la heterosexualidad frente a la homosexualidad, guiados por la importancia social asignada a la relación homosexual, ba#o sociedades donde las relaciones heterosexuales son m"s numerosas, pero no como forma de menoscabo a la minora. Cablar de heterosexualidades implica que, incluso dentro del comportamiento sexual entre ambos sexos, se presupone la existencia de una pluralidad a la hora de entender $ vivir la sexualidad. Se produce una ma$or permisividad en el espectro de las variaciones sexuales, que se ampla gracias a la separación sexo6reproducción $ a los avances de la situación de las mu#eres en lo referido a este campo. o sólo se produce un desarrollo de la variedad en cuanto a la conducta heterosexual, sino que también ha existido una variación histórica, con situaciones que $a existan, pero que ahora son legitimizadas, toleradas o incluso despenalizadas. %ntre los cambios históricos, podramos tomar como e#emplo a la institución matrimonial, que va desde su concepción como marco adecuado para la procreación, pero no para el amor, hasta la posterior unión de ambos factores> desde la asexualidad obligada para la mu#er, hasta la aprobación de su disfrute como fin para me#orar la convivencia. +dulterios por ambas partes, intercambio de pare#as> separaciones, divorcios, nuevos matrimonios> mu#eres que viven solas o con sus hi#os $ conviven con un hombre sin casarse> pr"cticas de m"s de una relación combinadas con largos perodos de celibato> menor importancia de la virginidad o actividad sexual cada vez con m"s edad. Eodos ellos son cambios experimentados en las formas de relación heterosexual, cu$o resultado ofrece una diversidad de formas de vida familiar o de cohabitación, en buena medida impulsadas por las transformaciones experimentadas por las mu#eres. + partir de los a&os F( se ha producido una cierta crisis de la heterosexualidad $ de la familia! menos matrimonios frente a un ma$or n:mero
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TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
de ellos por persona, m"s divorcios> m"s cohabitación, ni&os fuera del matrimonio,
m"s
solteros
o
pare#as
sin
ni&os,
as
como
familias
monoparentales. %n %spa&a, en estos aspectos, se sigue el modelo de otras sociedades industriales avanzadas de occidente, aunque de una forma menos acusada.
+.- El des,u4#imie%o del ,lo#is. Para la ma$ora de la gente, el sexo es sinónimo de penetración, como forma de hacer el amor que favorece a los hombres, aunque no necesariamente a las mu#eres. La ense&anza nacional2 católica disociaba en las
mu#eres sexualidad $
placer sexual.
%xista
la
idea, impulsada
cientficamente por textos médicos $ manuales, $ arropada ba#o la creencia freudiana, de que el ob#etivo de la mu#er madura era llegar al orgasmo por estimulación de la vagina, exaltando la importancia del pene como fuente de placer para ambos sexos. +quello que no fuera coito, era englobado ba#o la denominación de 3#uegos previos1. +quellas mu#eres, que de esta forma, no conseguan llegar al orgasmo, eran catalogadas como disfuncionales o frgidas. + partir de +lfred inse$, pero, sobre todo, de Gilliam -asters $ =irginia 5ohnson, se propuso una nueva forma de definir el acto sexual, con m:ltiples formas de obtención de placer, m"s acordes con la experiencia femenina. %l descubrimiento del cltoris proporcionó a las mu#eres una forma diferente de entender su sexualidad $, de comunicar esa nueva comprensión a sus pare#as sexuales, logrando un nuevo sentido de auto2respeto $ autonoma. %n los a&os H(, inse$ subra$ó la importancia del cltoris frente a la idea freudiana imperante, que pona el acento en el orgasmo vaginal. Iue en los a&os F(, ba#o un contexto social diferente, con una sexologa que luchaba por convertirse en disciplina $ profesión, cuando -astersJ5ohnson rompieron con la tradición de Ireud al identificar el cltoris como principal fuente del orgasmo femenino. 4omienzan a delimitarse las fronteras entre la psiquiatra $ la sexologa. Se empieza a destacar la ma$or capacidad org"smica de la mu#er respecto al varón, e incluso con una ma$or intensidad gracias a la estimulación clitoridiana.
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TEMA 5: LA
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La institución matrimonial, amenazada ba#o la insatisfacción femenina de no experimentar orgasmos en el coito, sirve como excusa, para poner énfasis en el cltoris como método para salvaguardar las relaciones heterosexuales. La teora psicoanaltica ilustraba una sexualidad femenina pasiva, que simbolizaba su papel secundario en la vida, frente al hombre activo $ protagonista. Las mu#eres reciban el mensa#e de que sexualidad significaba ausencia de poder $ acto sexual como acto de sumisión. -astersJ5ohnson ofrecan un mensa#e distinto, una sexualidad $a no orientada exclusivamente hacia la vagina como complemento del pene, si bien es cierto, que estos autores obvian las relaciones sociales, no reparan en pensar que las mu#eres sufren problemas sexuales debido al proceso de socialización en una cultura que las deval:a o disuade sobre su propia sexualidad. Eodos estos traba#os sirvieron para establecer una base sobre la que edificar una interpretación feminista $ radical acerca de la sexualidad. %l sexo no tena por qué reducirse a la dominación masculina $ la pasividad $ servilismo femenino. + partir de los F( $ durante los a&os K( florecieron en %% los denominados 3grupos de concienciación1, donde se discutan cuestiones como 3el mito del orgasmo vaginal1. +nne oedt, sostena que el cltoris es el centro de la sensibilidad sexual $ el equivalente femenino del pene. Las feministas aseveraban, que existe el miedo por parte de los hombres a que las mu#eres busquen la compa&a de otras mu#eres en un sentido m"s amplio, adem"s del sexual. %l reconocimiento del orgasmo clitoridiano como un hecho, amenazara la institución sexual, como indicativo de que el placer sexual se podra obtener tanto con hombres como con mu#eres, de forma que, el poder de la heterosexualidad pasara a convertirse en una opción. Las mu#eres experimentan un cambio radical en la comprensión de su sexualidad, que en lugar de estar centrada en el varón, pasa a estar centrada en s mismas. La sexualidad fue reinterpretada como un mecanismo tanto de opresión como de liberación de la mu#er. ate -illet sostena que el coito era un microcosmos que concentraba las relaciones de poder entre ambos sexos. 8
TEMA 5: LA
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La consolidación de la sexologa como una profesión supuso que el sexo de#ó de estar dominado por la profesión médica. %l movimiento feminista recogió los nuevos datos 3cientficos1 que enca#aban con el nuevo papel de la mu#er que se gestaba e impulsaba, a la par que, reconoca e incorporaba a su experiencia la propia experiencia de las mu#eres. Las nuevas voces procedan de mu#eres que contaban sus propias vivencias, en primero persona. +s, las nuevas investigaciones, no se referan $a a los tipos o frecuencias de los actos sexuales, sino que se centraban en los significados que las protagonistas atribuan a la actividad $ las relaciones sexuales. Se pasó de la técnica a los sentimientos, %l descubrimiento del cltoris tra#o consigo en los a&os F(, la novedad del sexo oral. %l ma$or conocimiento de las pr"cticas sexuales de los ga$s $ lesbianas, as como la posibilidad de convertir el sexo heterosexual en algo m"s recproco e igualitario, no fueron a#enos a su popularidad %l “Informe Hite” impulsó esta tendencia, con especial atención al dato de que la ma$ora de las mu#eres no tenan orgasmos durante el coito $ s mediante la estimulación del cltoris. La originalidad de Cite reside en que transformó las que#as femeninas provenientes de la presión recibida por éstas desde los "mbitos social $ marital hacia el ideal del orgasmo vaginal, en una reivindicación del derecho al disfrute pleno del sexo, como cuestión poltica $ como desafo a la dominación masculina. %n dicho informe se defenda que las mu#eres no eran frgidas en su con#unto, no estaban enfermas, sino que, se encontraban oprimidas por el varón.
/.- El "u%o : U% %ue7 7e#si% del o#gsmo )eme%i%o. Eras la consagración del cltoris con el centro del placer femenino $ del orgasmo, en los a&os K( surgen nuevos datos que cuestionan su hegemona. %l punto / )denominado as por %rnst /rafenberg, primero que lo describió en los a&os H(* es un "rea sensible situado #usto detr"s de la pared frontal de la vagina, que cuando es estimulado de forma adecuada, provoca un
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TEMA 5: LA
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orgasmo 3m"s profundo1 que el clitoridiano, acompa&ado de emisión de lquido procedente de la uretra $ diferente de la orina. Para las mu#eres, exista el temor de retornar a la ideologa del orgasmo vaginal volviendo con fuerza hacia las normas sexuales patriarcales, aunque por otro lado, se encontraba explicación tranquilizadora a esa especie de 3e$aculación1, que supona un alivio para aquellas mu#eres a las que les suceda esta situación durante el orgasmo.
8.- L 9ee#osexulidd ,omo i%siu,i%. Solemos dar por hecho que el comportamiento heterosexual radica en que la naturaleza as no hizo para la reproducción de la especie. + la par, identificamos el sexo )macho $ hembra* con el género )comportamiento social diferenciado* $ con la identidad sexual )elección del ob#eto sexual*. Ii#ar esta pauta como la normal o natural nos conduce a! A. + guiarnos por criterios de ma$ora, tildando a las minoras como desviadas. . ;uscar explicación al porqué de las conductas minoritarias, sin #uzgar las ma$oritarias. M. + no explorar las variaciones históricas ni culturales que se ciernen sobre todos los aspectos de la realidad sexual. N.
+l considerar natural el comportamiento heterosexual, no reflexionamos sobre su car"cter estructural, de institución, construida socialmente. %l feminismo, en su af"n por descubrir las formas de opresión de
las mu#eres ha cuestionado los fundamentos de la división del traba#o por sexos, las estructuras sociales $ las normas e ideologas que rigen los comportamientos $ creencias. %l convencimiento de reflexionar $ #uzgar todos los "mbitos en que se desenvuelven las mu#eres #unto con el descubrimiento de que 3lo personal es poltico1 llevó a la exploración $ crtica de algo tan aparentemente 3natural1 como es la heterosexualidad. Ireud, en sus Tres ensayos sore la teoría sexual! 3delimitó1 la obligada conexión entre sexualidad $ elección de ob#eto heterosexual. %n la
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TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
fase m"s madura de su teora, consideró que en el ni&o convivan una variada gama de impulsos que denominó 3perversidad polimorfa1> posteriormente se desarrolla una elección de ob#eto bisexual, seguida de una lucha por medio de la cual el6la #oven se ve constre&ido hacia un comportamiento propiamente humano, as como hacia las estructuras de la )hetero* sexualidad genital normal. La sexualidad se canaliza socialmente hacia la orientación heterosexual. La socialización en la infancia se centra en procesos por los que se crean las personalidades femeninas $ masculinas, a través del aprendiza#e por parte de los ni&os en el seno de la familia nuclear de las conductas consideradas apropiadas o determinantes. Ealcott Parsons aduce que el proceso de socialización de los géneros constitu$e el vnculo necesario entre las necesidades funcionales de la sociedad $ la personalidad de los miembros que la integran. Dice que lOs ni&Os se identifican con su madre cuando son peque&os, las ni&as contin:an esa lnea, mientras que los varones acabar"n haciéndolo con su padre. Por medio
de
esta
identificación
psicológica,
de
los
papeles
sexuales
representados por cada progenitor, se favorecer" una 3personalidad masculina1 que tiende al predominio de intereses, necesidades $ funciones instrumentales, $ una femenina, con primaca en intereses, necesidades $ funciones expresivas, creando la base de la división sexual del traba#o, seres adaptados $ conformes con el buen funcionamiento de la sociedad. %stos planteamientos quedaron obsoletos a partir de los a&os F(, en que la familia nuclear tradicional de#ó de ser hegemónica $, nuevas concepciones se abrieron paso en las ciencias sociales. %n su momento Lévi2Strauss analizó la forma en que el matrimonio se aseguraba por medio de una serie de prohibiciones que fundamentaban la división del traba#o por sexos, remarcando las diferencias biológicas entre los sexos, de forma que facilitara la construcción de las diferencias genéricas que conocemos, reprimiendo lo que de 3femenino1 puede haber en el hombre $ lo que de 3masculino1 en la mu#er. Seg:n la antropóloga
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TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
/a$le 0ubin, Lévi2Strauss se acercó mucho a la afirmación de que la heterosexualidad supone un proceso institucional. 0ubin llega a la conclusión de que si la división sexual del traba#o fuera tal que los adultos de ambos sexos cuidaran por igual de los ni&os, el ob#eto de deseo primario sera bisexual. Si la heterosexualidad no fuera obligatoria, este amor temprano por la madre, no tendra por que ser suprimido $ el pene no sera sobrevalorado. 0ubin pone de relieve la no naturalidad de la heterosexualidad. +drienne
0ich
consideró
la
construcción
social
de
la
heterosexualidad como una institución impuesta a las mu#eres a través de fuerzas estructurales controladas por los hombres. 0ich antepone la sexualidad a otros factores socio2económicos e ideológicos a la hora de explicar la subordinación femenina, conclu$endo que, mientras la heterosexualidad no sea una auténtica opción para las mu#eres, constituir" el mecanismo principal para la dominación sobre la mu#er. tra forma adicional de cuestionar la naturalidad de la referencia heterosexual, 0ich, la ad#udica a la existencia de la violencia sexual $ la dificultad de independencia económica para las mu#eres. -ientras no resulte seguro para las mu#eres mane#arse sin un hombre, la heterosexualidad no podr" ser vista como una auténtica opción, no podremos distinguir entre qué es lo que realmente desean las mu#eres $ qué es lo que la sociedad les indica que deben desear.
5.- Amo# ! sexo: 'u%idos* 'se"#dos* n aspecto esencial de la heterosexualidad se refiere a la unión o separación entre sexo $ amor. + primera vista, diramos que estas dos variables se hallan m"s unidas en la mu#er que en el hombre, apo$"ndonos en los distintos comportamientos $ actitudes ante la sexualidad que ad#udicamos a cada sexo. Los hombres, parece, poseen un ma$or impulso sexual $ les cuesta m"s controlarse, mientras las mu#eres, tienen menor deseo $ se controlan me#or> pese a esto, desde hace a&os, la sexologa no ha de#ado de aportar
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TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
datos que muestras una sexualidad femenina con rasgos especficos pero, una potencia similar, sino ma$or, a la masculina. Si mu#eres $ hombres difieren en sus sexualidades $ en la forma en que se relacionan mutuamente, puede ser debido, por una parte, a la diversa canalización de los sentimientos en la socialización correspondiente a cada sexo, con la aprobación del sexo para unos $ su condena para otras> por otra parte, a las peculiares estrategias $ motivaciones que guan a las mu#eres en su acercamiento a la sexualidad $ al amor a causa de la situación de desigualdad e inferioridad en que se encuentran. Podra pensarse, a razón de los resultados de distintas investigaciones, que las normas culturales han impulsado a los hombres a exagerar su actividad sexual $ a las mu#eres a esconder la su$a $, de ahQ, el dispar resultado estadstico. Datos recientes, relacionados con la actividad sexual extramarital, apuntan a que las mu#eres declaran que entablan este tipo de relaciones en un porcenta#e similar al de los hombres, QR frente al AAR. Puede deberse tanto a un descenso en la diferencia de h"bitos sexuales como, a una ma$or sinceridad. tro dato se&ala que los hombres practican el sexo sin amor m"s a menudo que las mu#eres, lo que conduce a pensar que, entonces, las mu#eres deben practicar el sexo con hombres a las que ellas quieren pero que no las corresponden. na interpretación no ortodoxa sugiere que, dada la ambigedad del concepto 3amor1, es posible que las mu#eres lo usen con m"s frecuencia que los varones, refiriendo a la misma actividad sexual que los hombres, buscando #ustificarla, algo que los hombres no necesitan e incluso les hara quedar mal. %n el estudio de 0ubin, sobre las relaciones sexuales entre las pare#as de la clase obrera norteamericana, se observa la disparidad de expectativas que a menudo manifiestan hombres $ mu#eres, donde éstas :ltimas se que#an de las excesivas demandas sexuales de sus maridos $, la ausencia de
comunicación
verbal
con éstos.
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0ubin sugiere que la
TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
3disponibilidad sexual1 omnipresente en el hombre se debe también a una comple#a respuesta destinada a compensar un proceso de socialización que reduce el desarrollo del lado emocional de su personalidad en todo, excepto en la expresión de su sexualidad. -ientras, la demanda femenina de una manifestación emocional de naturaleza no sexual, desarrolla el lado afectivo de su personalidad en todo excepto en la expresión de su sexualidad. De esta forma, no seran tanto los 3ma$ores impulsos sexuales masculinos1 lo que les impulsara a esta demanda, sino el hecho de que los hombres se desarrollan con escasas oportunidades de expresar sus emociones de amor $ ternura. Los mitos a$udan a #ustificar $ ocultar la dominación $ a sobrellevar la subordinación. Eanto hombres como mu#eres utilizan la sexualidad de mu$ diferente forma como consecuencia de la desigualdad genérica $ del conflicto entre los sexos. Eomando como e#emplo a la familia tradicional, vemos que en una sociedad en la cual las mu#eres no gozaban de independencia económica ni, por supuesto, de libertad sexual, su :nico poder consista en ser avaras con su sexo, a través del intercambio de sexo $ sumisión buscando el seguridad económica $ estatus social que ofreca el varón.
%sta pauta se ha suavizado. Las mu#eres siguen demandando 3pruebas de amor1 antes de embarcarse en relaciones sexuales, dado que el sexo $ el amor
son
recursos
estratégicos
necesarios
ante
una
situación
de
subordinación. Eambién las formas de experimentar la excitación sexual difieren seg:n sexos! las mu#eres se excitan con lo que 3les hacen1 a ellas, mientras que los hombres parecen excitarse, m"s bien, con lo que 3ellos hacen1, tanto en la realidad como en sus fantasas. %n el antiguo régimen, las familias concertaban los matrimonios entre sus hi#os por razones de conveniencia, sin contemplar el amor. Posteriormente, los cón$uges, podan elegir a su pare#a, pudiendo unir matrimonio con amor. +:n as, mientras persista una desigualdad económica, no se puede esperar una vigencia del amor puro.
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TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
+ las mu#eres se les ha
etiquetado de m"s rom"nticas en
cuestiones de amor, que sirve para enmascarar la manipulación del sexo que las mu#eres se ven obligadas a llevar a cabo en sus relaciones con los hombres, al anteponer $ demandar 3amor1 de la parte masculina como condición para conceder sus favores sexuales. %sto responde a la ideologa reinante, guiada por la doble moral sexual, en que las mu#eres ven mucho m"s condicionada la libertad en el uso de su sexualidad que los hombres $, a su vez, son divididas entre mu#eres decentes o estigmatizadas como putas. Bue las mu#eres se muestren m"s evasivas o menos atradas por ciertas
formas de sexualidad
tpicas
$
tradicionalmente masculinas
)pornografa, prostitución...*, no quiere decir que tengan menos curiosidad por lo sexual, de hecho, el consumo de novelas rosa o la utilización de los consultorios sexológicos son facetas donde se hace mu$ visible la presencia femenina. Eambién ha$ razones que explican su menor interés activo por lo explcitamente sexual $a que, de un lado, se #ustifica la violencia contra las mu#eres $, de otro, porque se les ha asignado un papel como protagonistas de ese sexo explcito para uso del varón )como prostitutas, su#eto2ob#eto de la pornografa...* o incluso se les ha definido tradicionalmente como seres asexuados. %sta asexualidad ha sido asumida por las mu#eres como una forma de e#ercer la virtud que, en este "mbito, se les ha exigido. Dicho ideal de virtud femenina posee efectos contradictorios en el estatus de la mu#er. Por una parte refuerza el sentido de su vala $ por otra parte, compromete a las mu#eres a aceptar $ reforzar su estatus subordinado, debiendo evitar las "reas de actividad asociadas al mundo masculino, en sentido amplio $, por supuesto, en un sentido m"s especfico, en el "rea de lo sexual.
0RUEAS DE AUTOCONTROL DE CONOCI2IENTOS A.
%n el texto, los cambios que se contemplan en este terreno se
refieren, sobre todo, a los %% ?Bué cambios piensa que se han producido
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TEMA 5: LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS SEXUALIDADES
en %spa&a en este sentido@ ?4ree que pueden haber transformado, en alguna medida, nuestra concepción de la heterosexualidad como una institución@
2.
+nalice con detalle la sección titulada 3 #mor y sexo $unidos%
$separados@1. 4onforme a sus lecturas, experiencia $ reflexión, medite sobre su propia visión en torno a este aspecto de la cuestión.
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TEMA 6: GLOBALIZACIÓN
Y GÉNERO
T 6 – 17 Globalización y nuevas servidumbres de las mujeres. Rosa Cobo. La globalización es el hecho social más significativo de finales del siglo XX y principios del XXI y da nombre al profundo proceso de transformación social más importante tras la revolución industrial, que está cambiando formas de estratificación, relaciones sociales e instituciones. Por eemplo la crisis de la familia patriarcal genera nuevos modelos familiares, cambio de la !tica del trabao por la del consumo, la fle"ibilización del mercado de trabao por la p!rdida de derechos sociales, debilitamiento de la pol#tica frente a los poderes financieros y el dominio de las nuevas tecnolog#as. $l escenario de estos cambios es una crisis del modelo de sociedad, el del bienestar, nacido tras la II %uerra &undial, la quiebra del pacto social, el derrumbe del patriarcal, el fin del proletariado como agente de transformación social y la guerra contra la igualdad. $stos cambios sociales tienen su correlato en los de los imaginarios colectivos y su redefinición de naturaleza cultura, que viene modificado por la aceleración de producciones tecnológicas y artificiales. 'ata(ay )no hay nada de natural en la naturaleza* +demás estas nuevas tecnolog#as actan como e"tensiones del yo construyendo suetos biotecnológicos en sociedades socio tecnológicas que hacen esperar cambios en la noción de sueto, en nuestra forma de pensar, nuestra simbólica social que facilitaran nuevos escenarios sociales, formas culturales, pol#ticas e ideológicas que -ernando uesada se pregunta si nos obligan a remodelar nuestras estructuras de pensamiento abriendo una v#a del nuevo imaginario pol#tico, qu! capacidad de influencia tendrán ahora las mueres o si la mitad de la población tendrá un nuevo espacio. $s crucial en este momento producir conocimiento femenino que descifre estos nuevos hechos sociales con suficiente capacidad e"plicativa para dar cuenta de la compleidad de las mueres como colectivo social y desmonten las configuraciones teóricas que han dado enormes ventaas a los varones y al sistema capitalista. 'ay que e"aminar los cambios concretos en sus pol#ticas de resistencia en la sociedad civil, pol#ticas institucionales de igualdad/
TEMA 6: GLOBALIZACIÓN
Y GÉNERO
que les refuerzan como colectivo les dan mayor autonom#a individual, ambas necesarias en su construcción cono suetos libres y autónomos. 1. Globalización: un concepto polivalente. 0u origen se remonta a los a1os 23, a pesar de que la ca#da del muro de 4erl#n y la $uropa socialista ha sido aprovechada para que algunos teóricos neoliberales argumenten la racionalidad del capitalismo, la globalización económica y el libre mercado. 'ay que desmontar el determinismo económico que mantiene que la globalización neoliberal es inevitable y se basa en que la supuesta racionalidad económica conduce a pol#ticas neoliberales, ocultando que la realidad es el proceso inverso. Las pol#ticas económicas neoliberales, e"cluyen y empobrecen a quienes carecen de la información, tecnolog#a y cultura para integrarse en este nuevo polarizado mercado laboral, en un proceso de reencantamiento ideológico que ya adelantó 5eber, aunque no en su actual dimensión, alimentado por los medios de comunicación que son los nuevos sacerdotes de esta nueva religión perversa de la desigualdad. 'ay que decir que no e"isten fuerzas aenas a la voluntad humana 6-&I, 4&/7 que dirigen el curso de la historia. 8icens 9avarro se1ala que la globalización no e"ige pol#ticas neoliberales, pues las econom#as se pueden globalizar en el conte"to de pol#ticas socialdemócratas o socialistas, de hecho los más globalizados, 0uecia, -inlandia, :inamarca, 9oruega y 'olanda, tienen los estados del bienestar más desarrollados de toda la ;$.
TEMA 6: GLOBALIZACIÓN
Y GÉNERO
-ernando uesada, pese a e"istir una globalización dominante, e"isten otros procesos de globalización que ponen de manifiesto su carácter abierto e inconcluso. 9o obstante es el dominante neoliberal el que ha generado más cambios en la vida de las mueres. La globalización, como todo proceso, tiene su lado positivo y su lado perverso, la econom#a por encima de la !tica y la pol#tica, que el crecimiento económico sea un fin en s# mismo, impedir cualquier desarrollo humano, hacer que la pobreza y la e"clusión formen parte de la condición humana y se constituyan en sistemas de dominación históricamente estructurados. $l lado positivo lo formar#an las enormes posibilidades tecnológicas para la humanidad, la facilidad para la comunicación intercultural, que abre la hasta ahora utópica idea de una comunidad moral global. 0i el neoliberalismo no se hubiera apropiado de la globalización en vez de una imposición, una uniformización global, que está generando movimientos sociales pol#ticos, muchas veces fundamentalistas, que se agarran a su identidad cultural para sustraerse a esa estandarización cultural que impone el consumo capitalista, hubiera desembocado en un interculturalismo beneficioso. . Capitalismo !lobal y e"clusión social. $n el origen de la globalización encontramos dos factores, las tecnolog#as informacionales y la reestructuración del capitalismo. 0egn
TEMA 6: GLOBALIZACIÓN
Y GÉNERO
Lourdes 4ener#a, teórica feminista, e"plica que esta globalización económica no hace sino volver al Laissez>faire del capitalismo del XIX, se1ala el papel de los $stados en la erosión de fronteras económicas al imponer la desregulación de mercados facilitando los intereses del neoliberalismo. 0in embargo han sido las entidades transnacionales financieras e industriales las que han impuesto las reglas del uego, -&I, 4&, &ercosur/ se han consolidado cono estructuras de poder pol#tico y económico que transcienden los estados nación, socavan su soberan#a y minan las bases de las instituciones democráticas.
TEMA 6: GLOBALIZACIÓN
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modificación de nuestro entorno social, naturalmente mediados por las grandes instituciones estructuras represivas de la modernidad. :esparecen erarqu#as de nacimiento y sangre, poder patriarcal, se"ual, de etnia o de clase que limitaban la capacidad de construirse y eercer como suetos. $ste periodo histórico que estamos viviendo está transformando nuestras formas de pensar, desde conceptos como espacio y tiempo, hasta la definición de lo que es natural o artificial. La globalización es multidimensional, económica, cultural y pol#tica, basada en el pensamiento neoliberal, su !nfasis en la productividad, la eficiencia y la recompensa financiera que han acentuado el individualismo, la competencia y una aparente tolerancia de la desigualdad social y la codicia. $ste modelo ideológico se basa en que el beneficio es una obetivo moralmente aceptable, la sociedad debe estar al servicio de la econom#a, cuyos beneficios hacen que todo se subordine a la lógica económica a pesar de generar una gran desigualdad social, que recurre al vieo discurso conservador de que es un hecho natural imposible de erradicar y !ste a su vez a la filosof#a del m!rito y esfuerzo personal, todo ello apoyado por los medios de comunicación. ?odo esto intenta erradicar el principio !tico pol#tico sobre el que se edificó la modernidad@ La igualdad, que el neoliberalismo presenta como algo obsoleto que obstaculiza el crecimiento económico y a la vez trata de reutilizar la idea del m!rito para ustificar las nuevas desigualdades y estratificación sociales. La idea del m!rito nace en la Ilustración para deslegitimar la estructura estamental medieval, basada en el nacimiento y la sangre. 0e apoya en que la inteligencia y el esfuerzo deben modelar la sociedad. $l neoliberalismo, elimina su carácter emancipador y lo usa para legitimar las nuevas desigualdades. Para La nueva econom#a neoliberal es una lógica suprahistórica que se nos impone por su má"ima racionalidad, sólo podemos elegir estar entre los ganadores o los perdedores. 9o es necesario hacer muchos
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análisis para saber el lugar que asigna a las mueres este discurso ideológico. B.> $l concepto de democracia como sistema supeditado a la econom#a en el que los suetos desarrollan y ampl#an sus derechos como consumidores. La democracia neoliberal ve al ciudadano como mero consumidor y concreta su libertad en la elección del obeto a consumir. $l consumo, el mercado el dinero son valores sagrados y como tales, quedan fuera de la discusión pol#tica. Pese a ello brotan a su vez otras formas de pensar, herederas de la tradición mar"ista, anarquista y cr#tica, que quieren dar respuestas a la realidad social, con nuevas estructuras de dominio y erarqu#as de poder. La dificultad surge de que la realidad social de hoy, difiere mucho de la de hace tres d!cadas. 'oy estamos asistiendo a la descomposición de la aristocracia obrera del primer mundo, al que se incorporan masas de mueres en condiciones de sobree"plotación. 0e necesita un proyecto pol#tico que aglutine creativa y solidariamente las singularidades e intereses espec#ficos de cada grupo oprimido, ya que una solución local no puede hacer frente a una estructura de dominio económico de carácter universal. ;n marco organizativo y normativo consensuado para cada proyecto pol#tico que permita una agenda comn. $s importante desactivar los mecanismos de opresión y socializar a los individuos en la solidaridad. $n este conte"to, el feminismo es el sueto colectivo más leg#timo, hay mueres en todos los movimientos sociales y el feminismo no puede ser uno más porque sus vindicaciones concretas están presentes en el resto de los grupos sociales, e"cluidos, e"plotados o subordinados, lo que lo convierte en medular para todo proyecto colectivo de transformación social. -ernando uesada@ )hay indicios de que caminamos hacia un nuevo imaginario pol#tico*. &. 'os pro!ramas de ajuste estructural. ()*.
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0on el principal instrumento de las pol#ticas económicas neoliberales dise1adas por los gobiernos nacionales, pero dictados o inspirados por el -&I y el 4&. 0e empezaron a implantar en los 23 y han intensificado la e"pansión del mercado, creando las condiciones que posibilitan la libre circulación de los mercados, sin obligaciones. $l -&I y el 4& otorgan pr!stamos de auste estructural a cambio de profundas reformas que promocionan la competitividad de las econom#as estatales a base de recortes sociales. Lourdes 4ener#a, el modelo neoliberal ha significado el uso de mano dura, impuesta verticalmente, sin un proceso democrático. Las pol#ticas económicas obedecen al pago de intereses de deudas contra#das con instituciones internacionales y no a promover o proteger los derechos humanos, deudas que nunca podrán ser pagadas sino que generan una mayor dependencia, más desempleo y pobreza. 0asCia 0assen e"plica como las econom#as en desarrollo, al plegarse a los P+$, debilitan su teido industrial y económico, no logran reducir su deuda, recurren al recorte del gasto pblico, obstaculizando el acceso a la salud nutrición de los sectores más d!biles, las mueres y los ni1os, cuyo resultado tiene los mismos efectos que un genocidio capitalista patriarcal que provoca muertes en segmentos de la población. +. ,ujeres y !lobalización: -istoria de un silencio conceptual. 0ilencio conceptual es un t!rmino de Isabella 4aCCer que pone al descubierto como el análisis de los P+$, silencian que la reestructuración global se produce en un terreno marcado por el g!nero. &aria>Xose +grá alerta de los efectos de la globalización, como la feminización de la pobreza o la segregación gen!rica del mercado laboral, escondidos en minuciosos análisis que hablan del aumento de la desigualdad o de A.B33 millones de personas que viven con menos de A D al d#a, sin aclarar que la gran mayor#a son mueres. 9o se puede entender un análisis de los efectos de la globalización, sin e"plicar la variable de g!nero.
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6. (rimero la amilia y despu/s el trabajo: reproductivo y plusval0a de di!nidad !en/rica.
impuesto
La muer no accede al mercado laboral con los mismos recursos y la misma movilidad, por lo que no puede competir en igualdad de condiciones. Ingrid Palmer, economista feminista, denomina impuesto reproductivo al trabao no pagado que realizan en el hogar, por el pacto patriarcal que firmaron los varones de izquierda y derecha tras la II %uerra &undial, por el que el hombre era el proveedor económico y la muer queda como cuidadora y dom!stica, lo que implica una asimetr#a en las pensiones de veez y viudedad y una desvalorización del trabao femenino. Eonasdottir, el impuesto reproductivo tiene ra#ces muy profundas, bao la e"plotación económica y dom!stica, está otra e"plotación. Los varones controlan y e"plotan el cuidado y amor de las mueres sin devolver equitativamente aquello que han recibido y e"trayendo una plusval#a de dignidad gen!rica que incapacita a la muer a reconstruir sus reservas emocionales y sus posibilidades de autoestima y autoridad. $stos conceptos e"plican la precariedad y d!bil inserción social, su poca presencia en las instituciones pol#ticas y en los poderes fácticos y su subordinación en los espacios sociales en los que se manean y distribuyen los recursos. 7. )umento del trabajo !ratuito de las mujeres. ;no de los efectos más rotundos de los P+$, es el aumento del trabao gratuito de las mueres, resultado directo de los recortes de las ayudas sociales ya que, las funciones que el $stado rechaza, recaen en las mueres. +demás las pol#ticas macroeconómicas a trav!s del sistema impositivo, las pol#ticas monetarias y los tipos de cambio, influyen en las condiciones materiales de las mueres. 0i a1adimos la sobree"plotación en ciertos sectores, concluimos que las mueres trabaan más y en peores condiciones.
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Las pol#ticas económicas neoliberales refuerzan los impuestos indirectos y rebaan los directos, lo que impacta más en las mueres, que administran el presupuesto del consumo familiar. Las transferencias de renta, segn la F<:$ no han crecido nada y en muchos casos han disminuido a partir de los a1os 23. Los altos tipos de inter!s sumados al recorte del gasto pblico, recaen de forma desproporcionada sobre mueres y ni1os, que eran los más beneficiados por los programas sociales. $stas pol#ticas influyen asim!tricamente en las relaciones de g!nero. $l $stado redefine y e"pande lo privado invisibilizando los costes desplazados de la econom#a remunerada a la gratuita. La necesidad de )alargar* el salario, implica un incremento del trabao dom!stico, cambiando los hábitos de compra, cocina/ +fectan más a las mueres del sur, de pa#ses en desarrollo porque se relaciona con el grado de desarrollo de los derechos sociales, la democracia y la formación cultural, aunque en los pa#ses desarrollados están apareciendo ciertas caracter#sticas de subdesarrollo debido a los recortes, a pesar de la movilización de movimientos feministas. . 2e!re!ación !en/rica del mercado !lobal de trabajo. La globalización neoliberal ha supuesto la amplia inserción de las mueres en el mercado laboral mundial. Los procesos de producción taylorista que se están desplazando a la periferia económica, están generando nuevas estructuras laborales mundiales. Para las mueres, en los pa#ses desarrollados, el trabao está en la industria y los servicios, en los pa#ses en desarrollo en el trabao gratuito en el hogar y la agricultura monetaria, que sustituye a la de subsistencia. Los P+$ no tienen los mismos efectos para todas las mueres, ya que dependen de diferentes conte"tos económicos, pol#ticos culturales aunque la tendencia general es el aumento de mueres en el mercado laboral, hay e"cepciones.
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$n los antiguos pa#ses socialistas de la $uropa del $ste, ?ailandia o
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Las aportaciones sociales del empresario se están recortando en todos los pa#ses. $l impuesto reproductivo que pagan las mueres a los varones se incrementa en la misma proporción, en que se recortan las pol#ticas sociales. La entrada masiva de mueres en el mercado laboral en condiciones de sobree"plotación, es una condición necesaria para la aplicación de pol#ticas neoliberales. $n los 23, las mueres subsidiaron el trabao remunerado de los hombres, con la producción dom!stica la agricultura de subsistencia. 'oy segn 0asCia 0assen forman las clases de servidumbre, masas de mueres y emigrantes en la producción. Para 0asen las mueres desempe1an un rol cr#tico por feminización de la supervivencia. La producción alimenticia de subsistencia, el trabao informal, la emigración, la prostitución/ están creciendo como importantes opciones de económica de supervivencia, tanto en los sectores legales, como ilegales. Las remesas de dinero que se env#an, fruto de estos trabaos, son herramientas de los gobiernos para amortiguar el desempleo la deuda e"terna, a costa de las mueres. 15. ) modo de conclusión. La globalización de las pol#ticas neoliberales significa para las mueres, más trabao gratuito, más trabao mal pagado, en general un empobrecimiento de los más pobres. 0e lleva al l#mite la lógica del beneficio, es un mundo de ganadores y perdedores, donde las mueres se incorporan a una econom#a marcada por la desigualdad de g!nero. $l capitalismo neoliberal está renovando el pacto histórico con el patriarcado en unos nuevos t!rminos, desaparece el varón proveedor económico y aparece la proveedora frustrada, que para 'eidi 'artman y