SALUD, NUTRICIÓN NUTRI CIÓN y BIENES BIENESTAR TAR Los dossier dossie rs de
LOS NUEVOS TRATAMIENTOS NATURALES VALIDADOS POR LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Nº3
MARZO 2014
¿Qué hacer la FATIGA CRÓNICA?
I
¿Está cansado de estar cansado?
Si le sirve de consuelo, no es el único. En los países desarrollados, el cansancio es el primer motivo por p or el que se acude al médico. No obstante, hay que aclarar que el cansancio que se prolonga hasta el punto de tener que ir al médico muy pocas veces es síntoma de una enfermedad (menos de un 10% de los casos). Se estima que entre un 20% y un 40% de la población se queja de estar cansada. En algo menos de la mitad de los casos, este cansancio no tiene ninguna explicación y la mayoría de las veces desaparece antes de tres meses. Si se prolonga, el pronóstico es menos favorable y en muchos casos los médicos no encuentran una explicación razonable a sus causas. En este Dossier voy a hacer hincapié en las formas habituales de cansancio, las que se pueden tratar con facilidad y en las que tiene más difícil solución.
I
Thierry SOUCCAR
SALUD NUTRICIÓN BIENESTAR
Pensar en los medicamentos
Esta es una norma que debe recordar cada vez que un síntoma como el cansancio crónico (o cualquier otro) irrumpa de manera violenta en su vida y se convierta en una carga: en primer lugar, piense en los medicamentos. ¿Ha iniciado algún tratamiento poco antes o incluso unos meses antes de la aparición de ese síntoma? sí ntoma? Varios Varios medicamentos son conocidos por provocar fatiga sin explicación aparente. Este es el caso de los inhibidores de la bomba de protones (IBP) recetados para el re�ujo gastroesofágico y esofagitis, antihistamínicos (para la alergia), ansiolíticos, corticosteroides, antidepresivos, antihipertensivos, diuréticos, estatinas (tratamientos para el colesterol alto), betabloqueantes utilizados para la angina y la hipertensión arterial e incluso antibióticos. Las personas que toman IBP durante más de tres meses tienen un riesgo alto de tener dé�cit de magnesio, lo que puede llegar a producir fatiga crónica. Por
E
s uno de los mayores especialistas en nutrición y biología del envejecimiento, de renombre internacional. Pertenece al American College of Nutrition y ha escrito más de 15 libros, entre ellos muchos best seller . Gracias a sus libros, y también a su presencia en medios de comunicación como Sciences et Avenir, Le Nouvel Observateur y en LaNutrition.fr , se ha convertido en una pieza clave de la revolución de la nutrición moderna. Estudió Bioquímica Nutricional en la Universidad de California. Inició después sus propias investigaciones, que le han llevado a trabajar desde hace 20 años junto con las �guras más importantes en nutrición, biología del envejecimiento y medicinas naturales innovadoras y a transmitir su mensaje a un público más amplio. Al volver a Franci Franciaa en 1994, ierry Souccar fundó la primera sección de nutrición en francés en la revista mensual Sciences et Avenir , que se convirtió de inmediato en la gran referencia para el público dentro de este campo. ierry Souccar se ocupó posteriormente de las cuestiones de nutrición, salud y biología de esta revista durante 15 años y colaboró también en la revista Le Nouvel Observateur y en numerosos reportajes e investigaciones emitidos por la televisión francesa. El año 2000 ingresa en el American College of Nutrition. En ese mismo año el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos lo premió por su libro Le programme de longue vie (“Programa para una vida larga”), escrito en colaboración con Jean-Paul Curtay y que fue considerado una de las mejores obras de divulgación sobre el envejecimiento. Ha escrito otros 13 importantes libros sobre la salud y la nutrición, entre ellos el best seller Santé, Mensonges et Propa gande (“Salud, mentiras y publicidad”), escrito en colaboración con la abogada Isabelle Robard en 2004, del que se han vendido más de 80.000 ejemplares.
u
L o s d o s s i e r s d e S a l u d , N u t r i c i ó n y B i e n e s t a r • FATIGA CR ÓNICA • Marzo 2014
ello, la FDA (Food and Drug Administration: la agencia norteamericana de alimentos y medicamentos), recomienda a los médicos que controlen el nivel de magnesio en sangre antes de recetar ningún medicamento. Los ansiolíticos de la familia de las benzodiazepinas (Valium, Xanax –alprazolam en su nombre genéricoLexatin, Stilnox…), pueden acarrear cansancio, disminuyendo además la actividad de algunas regiones del cerebro. En España, por ejemplo, durante el periodo 2003-2010, el incremento total en el consumo de ansiolíticos e hipnóticos fue de un 34,3%, siendo superior al observado en Portugal (24,0%), Italia (4,0%) o Francia, que bajó un 6,1%. 1 u ¿Cómo
conseguir energía?
L
a respiración celular se puede comparar en gran medida con la combustión de la gasolina en el motor de un coche después de que el carburante haya hecho contacto con el oxígeno. En nuestro caso, los alimentos son el combustible y el humo del tubo de escape es el dióxido de carbono. Los alimentos son depósitos de electrones asociados al hidrógeno. Si prendemos fuego a la glucosa (azúcar), se quema en el aire liberando unas 4 calorías (Kcal) por gramo. Pero la temperatura corporal no es lo su�cientemente alta como para quemar la glucosa. Para ello, en nuestras células existen enzimas especializadas que nos ayudan a llevar a cabo esta operación de manera progresiva. De este modo, la glucosa y otros carburantes de origen alimentario se desintegran de forma gradual. En algunos momentos se desprenden átomos de hidrógeno de la glucosa, pero no se entregan directamente al oxígeno, sino más bien a una sustancia denominada NAD. Dicha sustancia va a desechar electrones de hidrógeno entregándoles a una cadena de transporte que controlará su “caída” hacia el oxígeno con el �n de liberar, en cada etapa, un poco de energía, antes que malgastar todo a través de una única reacción explosiva. De esta manera, los electrones caen drásticamente como por la gravedad desde un transportador a otro a lo largo de la cadena de transporte. Al �nal de la cadena se encuentra el oxígeno. La cadena de transporte de electrones es una colección de moléculas que albergan a las mitocondrias, que son las centrales energéticas de nuestras células. La mayoría de estos transportadores de electrones son proteínas, a excepción del tercer eslabón de la cadena, la coenzima Q10. 1
t
Existe el mismo riesgo con los antidepresivos, sobre todo con la fluoxetina (Prozac), la paroxetina (Paxil), la sertralina (Zoloft) y la venlafaxina (Effexor), que producen interferencias en el circuito y el nivel de neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina. Los antihistamínicos se recetan cuando existen manifestaciones alérgicas. Los últimos miembros en incorporarse a la familia, como la cetirizina (Zyrtec) o la loratadina (Clarityne), se toleran bastante bien. Pero la fexofenadina (Telfast), que se suele dar a los pacientes que sufren rinitis alérgica, puede ser el origen del cansancio, sobre todo en las personas mayores, que tienden a eliminar peor este medicamento. Durante años, a los pacientes que estaban tomando antibióticos se les ha dicho que, si se encontraban cansados, se debía a la infección y no al tratamiento. Pero hoy sabemos que los antibióticos pueden provocar una gran fatiga. Los casos más frecuentes se han registrado con el sulfametoxazol/trimetoprima (Bactrim) y la cefalexina (Keforal). Respecto a las estatinas, es más difícil encontrar la relación causa-efecto, ya que el cansancio no suele manifestarse hasta meses después de haber comenzado el tratamiento. Para identi�car al culpable, a veces uno se tiene que convertir en Sherlock Holmes... Sin embargo, si como millones de personas, usted está tomando estos medicamentos, no busque más el origen de su cansancio. En 2012 se publicó un estudio sobre este tema, realizado sobre 1.016 hombres y mujeres que no padecían ninguna enfermedad. De ellos, una tercera parte estuvieron tomando cada día durante seis meses 20 g de simvastatina (Zocor) y otra tercera parte tomaron placebo. Resultado: el nivel de energía del grupo “estatinas” era más bajo que el del grupo “placebo”, tanto en reposo como después de un esfuerzo. Las mujeres parecen más sensibles que los hombres. La explicación es que las estatinas reducen una sustancia llamada coenzima Q10, que participa en la producción de energía (ver el cuadro). Para saber si las estatinas -u otro medicamento- es el culpable de su cansancio, interrumpa el tratamiento, con la aprobación de su médico, claro está. (En el caso de las estatinas, si prolongara esa pausa de manera inde�nida no pasaría nada, pero esa es otra historia…). No se olvide de consultarlo con el médico. Si continúa con el tratamiento, seguramente sea necesario que tome un complemento de coenzima Q10 para contra-
Estudio publicado en la “Revista Española de Salud Pública”, editada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que pone de mani�esto que en los últimos 25 años no ha cesado el aumento en el consumo de estos medicamentos.
u
L o s d o s s i e r s d e S a l u d , N u t r i c i ó n y B i e n e s t a r • FATIGA CR ÓNICA • Marzo 2014
rrestar tanto los efectos perjudiciales de las estatinas sobre la energía como los dolores musculares. ¿Ha hecho ya un repaso a su botiquín? Pues pasemos ahora a los problemas de salud que pueden ocasionar fatiga crónica y que no siempre se pueden identi�car con facilidad.
SEIS PROBLEMAS DE SALUD SILENCIOSOS QUE PUEDEN EXPLICAR EL CANSANCIO
1El corazón
Cuando el cansancio se presenta durante las actividades cotidianas, como las tareas domésticas o la jardinería, a veces puede ser señal de que el corazón está pasando por di�cultades. Si usted se da cuenta de que cada vez le resulta más complicado terminar las tareas que antes realizaba sin di�cultad o si nota que le falta el aire subiendo las escaleras, tiene que acudir al médico. Puede que descubra que una válvula de su corazón no funciona bien. Es una situación que se gestiona sin problemas con un cambio de estilo de vida y, en último caso, con medicamentos. Ahí es donde aparece de nuevo nuestra coenzima Q10. Cuando un corazón entra en insu�ciencia, el organismo recurre de modo exagerado a la utilización del coenzima Q10 como un factor de compensación. Podemos encontrar coenzima Q10 en los menudillos, la carne de vaca, las sardinas, la caballa, los cacahuetes o el aceite de soja. El cuerpo también la fabrica a partir del ácido amino L-tirosina, con la ayuda de 7 vitaminas, ni más ni menos (B2, B3, B5, B6, C, B9, B2). Pero el organismo no siempre consigue fabricar las cantidades necesarias, por lo que para este tipo de cansancio en el que cuesta respirar, en el que recuperarse de un esfuerzo lleva su tiempo, hace falta tomar un complemento de CoQ10, de entre 50 y 150 mg al día. Los estudios demuestran que muchos pacientes (no todos) mejoran; probablemente se trate de aquellos que, antes de empezar a tomar el complemento, tenían niveles muy bajos de CoQ10.
2Nivel alto de azúcar en sangre
En los casos de diabetes o prediabetes, el azúcar que se genera en la digestión de los alimentos permanece en la sangre, en lugar de ser captado por las células para
t
convertirse en energía. Como resultado, nos encontramos cansados por la falta de energía disponible. Con un análisis de sangre sabremos si nuestra glucemia es alta. Y después, nada de asustarse. En la mayoría de los casos (mientras el páncreas siga produciendo insulina), podremos solucionar el problema con unos sencillos cambios en nuestra forma de vida: bajando de peso, realizando actividad física y llevando una alimentación con bajo índice glucémico (evitando los alimentos re�nados y azucarados).
3La tiroides
La tiroides es una pequeña glándula alojada en la parte inferior del cuello. Controla, entre otras cosas, la rapidez con la que los alimentos se convierten en energía. Cuando la glándula tiroides no produce su�cientes hormonas, nos sentimos cansados, tenemos escalofríos, engordamos. El hipotiroidismo afecta tanto a hombres como a mujeres; a los sesenta años, a prácticamente una de cada cinco mujeres le faltan hormonas tiroideas. Si nuestro sistema inmunitario ataca a la tiroides (en los análisis de sangre aparecen autoanticuerpos), es necesario iniciar urgentemente una dieta sin gluten ni lácteos. En cualquier caso, un medicamento a base de hormonas tiroideas (Levothroid y Eutirox) puede compensar de forma temporal o duradera el descenso en la secreción de hormonas naturales. Los suplementos alimenticios no son e�caces.
4
Una infección urinaria silenciosa
Las infecciones de orina no siempre se mani�estan con dolor, quemazón al orinar o sensación de que algo pasa. En algunos casos, el único síntoma es un cansancio poco común. Mediante un análisis de orina se puede saber de qué se trata en realidad. En ocasiones es recomendable practicar simultáneamente un análisis de sangre.
5Falta de hierro
Las mujeres, entre la pubertad y la menopausia, adolecen de una falta de hierro, que se debe a la pérdida de sangre por la menstruación. Cuanta menos hemoglobina y/o glóbulos rojos, menos oxígeno disponible para los tejidos, lo que conlleva fatiga. Por lo general, los hombres se encuentran a salvo del cansancio por falta de hierro, excepto en los casos de pequeñas hemorragias silenciosas. El dé�cit de hierro se
u
L o s d o s s i e r s d e S a l u d , N u t r i c i ó n y B i e n e s t a r • FATIGA CR ÓNICA • Marzo 2014
corrige con alimentos como la carne roja, la morcilla o las lentejas. En los casos más graves, hay que tomar un medicamento a base de hierro. Yo no le aconsejo tomar complementos de vitaminas con hierro, ya que el hierro puede reaccionar con la vitamina C y formar radicales libres.
6La apnea del sueño
Se trata de un problema muy común. Se trata de pausas respiratorias transitorias y anormalmente largas durante el sueño (de 5 a 30 veces cada hora). Cada una de estas interrupciones supone un “minidespertar” del que no somos conscientes. Como resultado, no se ha descansado lo su�ciente aunque se hayan pasado ocho horas en la cama, aparentemente dormidos. Para evitarlo, es recomendable adelgazar si se tiene sobrepeso, dejar de fumar, consumir poco alcohol por la noche y evitar los somníferos y los ansiolíticos sedativos. Se puede realizar también un estudio clínico por el otorrinolaringólogo para descartar problemas obstructivos mecánicos en las vías respiratorias (nariz, laringe, faringe, etc.) así como procesos in�amatorios agudos o crónicos. “En ese caso hay que iniciar un protocolo de tratamiento, que suele ser muy e�caz”, señala la doctora Marianne Cayatte (Montpellier). Así, para solucionar el problema existen diversos recursos terapéuticos, que van desde una reparación quirúrgica de las posibles obstrucciones respiratorias hasta la instalación de un aparato de presión positiva automático (CEPAP) que insu�a aire durante el sueño cuando percibe que el paciente hace una pausa de apnea.
MAYOR Y CON BUENA SALUD… PERO CADA VEZ MÁS CANSADO Ya ha visto que la energía se origina en el interior de las células en pequeñas organelas llamadas mitocondrias, que para ello utilizan la comida como combustible. Con la edad, estas mitocondrias van produciendo cada vez menos energía. Eso se ve muy bien en las personas mayores que tienen problemas para subir las escaleras, que se quedan sin aire y se quejan de estar cansadas todo el día. No hay que ser bioquímico para entender que la reacción natural sería comer más abundantemente para obtener más energía transportando más carburante a las centrales energéticas celulares. El problema está en que esas centrales ya funcionan mal, por lo que el exceso de
t
comida apenas cambia la condición física, e incluso se corre el riesgo de que se quede almacenada en forma de grasa. Además, con esta dieta, las mitocondrias se van a estropear todavía más rápido. De ahí el cansancio. En realidad, la mejor estrategia es comer justo lo necesario, con el �n de preservar un poco las mitocondrias. La clave está en dos sustancias: el acetil-L-cartinina y el ácido alfa lipoico. Cuando se toman en forma de suplementos, mejoran el funcionamiento de las centrales energéticas y las protegen del desgaste. Los estudios sobre este tema han sido dirigidos por el profesor Bruce Ames, de la Universidad de California (Berkeley), conocido mundialmente por haber desarrollado una prueba (que lleva su nombre) que permite identi�car sustancias potencialmente cancerígenas según el desgaste que provocan en los genes. Bruce Ames demostró que el acetil-L-carnitina estimula la producción de energía por parte de las mitocondrias, permitiéndolas quemar más grasas. En de�nitiva: más vitalidad y energía y menos cansancio. Sin embargo, esta energía adicional tiene un precio. Experimentalmente se ha comprobado que en una dosis elevada, el acetil-L-carnitina favorece los radicales libres y, por tanto, la oxidación y desgaste de las mitocondrias. Ames consideró entonces proporcionar a la vez ácido alfa lipoico. Esta sustancia es un poderoso antioxidante que neutraliza directamente los radicales libres generados por la producción de energía, protegiendo así a la mitocondria. Además, en este formato, aumenta el nivel celular de otros dos antioxidantes que “recicla”: la vitamina C y el glutatión. Así que obligatoriamente hay que asociarlas al ácido alfa lipoico.
LA CAUSA PRINCIPAL DEL CANSANCIO ES EL ESTRÉS
I
Inflamación a todos los niveles
La causa principal del cansancio, esa que empuja a ir al médico, está muchas veces ligada al estrés. Así, el estrés está vinculado al cansancio constante que viene acompañado de desmotivación, irritabilidad, problemas de memoria y concentración, sueño y problemas digestivos (colon irritable). A menudo implica también cambio de peso, dolores musculares, reacciones de la piel y ansiedad generalizada. Cuando este tipo de cansancio no tiene ninguna re-
u
L o s d o s s i e r s d e S a l u d , N u t r i c i ó n y B i e n e s t a r • FATIGA CR ÓNICA • Marzo 2014
t
lación con un situación o enfermedad en concreto (poliartitris reumatoide, cáncer, accidente cerebro vascular, esclerosis múltiple, enfermedad de Lyme y otras enfermedades infecciosas), los responsables son supuestamente los sistemas de regulación del estrés, que no están desempeñando ya su función.
trosis) y aceites de pescado (omega-3) está asociado a niveles bajos de proteína C-reactiva.
Cuando estos sistemas se encuentran desbordados, como en el caso del estrés crónico, se produce una cascada de reacciones a todos los niveles. Éstas generan autoinmunidad (el sistema inmunitario se vuelve contra uno mismo, es decir, ataca a los propios tejidos del organismo), trastornos metabólicos (incremento del nivel de azúcar en sangre) y, por supuesto, trastornos psiquiátricos y somáticos de todo tipo. También provocan inflamación (nada que ver con la “hinchazón”, sino que se trata de una alteración celular que está en la base de la mayoría de las enfermedades crónicas).
En numerosos casos de cansancio, otro dato que se constata es el nivel bajo de cortisol. El cortisol es una hormona liberada por la glándula suprarrenal como respuesta al estrés. Desde el punto de vista biológico, la señal parte de una zona del cerebro llamada hipotálamo, en forma de una hormona denominada CRH (hormona liberadora de corticotropina). La CRH estimula otra estructura del cerebro, la hipófisis, para que segregue una segunda hormona llamada ACTH, que produce la secreción de cortisol por parte de las glándulas suprarrenales.
La inflamación está dirigida por un conjunto de sustancias que llamamos citocinas. Son unos intermediarios tremendamente potentes. En numerosos experimentos se ha comprobado que son capaces de provocar fatiga, anorexia, fiebre, letargo, dolores musculares, trastornos de la memoria y la concentración, problemas de sueño y hasta depresión. De hecho, hoy en día podemos decir que el cansancio que se prolonga en el tiempo está asociado siempre a una forma de inflamación generalizada. Uno de los medios para saber si nos encontramos en un estado inflamatorio consiste en medir el nivel de proteína C reactiva en sangre. Cuanto mayor es la inflamación, más alto es el nivel de esta proteína. Un excelente estudio ha concluido que el nivel de la proteína C reactiva es alto en los casos de cansancio crónico, no sólo en sus manifestaciones más graves (como es el síndrome de fatiga crónica), sino también en las más leves.2 Según este estudio, el número de glóbulos blancos también es alto cuando existe fatiga crónica; ésta es otra forma de medir un estado inflamatorio. Todos los métodos para gestionar el estrés como son el yoga, la meditación o la práctica de la coherencia cardiaca reducen la inflamación. Los suplementos alimenticios también pueden ser eficaces. Un gran estudio americano publicado en 2013 descubrió que el consumo habitual de complementos de glucosamina, condoitrina (comúnmente utilizada para la ar2 3
I
Un nivel de cortisol demasiado bajo
El cortisol tiene efectos estimulantes: pone al cuerpo sobre aviso y le prepara para la acción. Se trata de la “hormona de la alerta”, la que segregamos a partir de las 5 ó 6 de la mañana. Por ello, la cercanía del amanecer puede asemejarse a un pequeño estrés que, acompañado del cortisol, nos permite afrontar los retos que nos esperan durante la jornada. El pico de secreción culmina hacia las 8 ó 9 de la mañana, para luego pasar a disminuir progresivamente a lo largo del día y llegar a un nivel mínimo entre las 10 y las 12 de la noche: es el momento de irse a dormir. Esto es lo que ocurre cuando estamos en forma. Pero cuando nos encontramos cansados de manera crónica, es muy diferente. Según estudios realizados a personas que sufren el síndrome de la fatiga crónica, en numerosas ocasiones estas personas tienen un nivel de cortisol mucho más bajo de lo normal, con una secreción matinal escasa. 3 Los niveles bajos se atribuyen a una perturbación del diálogo entre el hipotálamo y las glándulas suprarrenales, ligado directamente con el estrés. Entiendo que pueda parecer paradójico leer aquí que el estrés, que estimula la secreción de cortisol, puede en algunos casos manifestarse por un nivel de cortisol demasiado bajo. Hay que diferenciar entre estrés temporal, que efectivamente aumenta el nivel de cortisol, y el estrés crónico, que puede reducirlo de manera duradera. En mi opinión, este fenómeno aún no tiene una explicación satisfactoria. Algunos investigadores creen que una retroseñal negativa dirigida a la hipó�sis origina este nivel de
Raison CL, Lin JM, Reeves WC. Association of pe ripheral in�ammator y m arkers with chronic fatigue in a population -based sample . Brain Behav Immun. 2009 Mar;23(3):327-37. doi: 10.1016/j.bbi.2008.11.005. Epub 11 Dic 2008. PubMed PMID: 19111923. Jerjes WK, Cleare AJ, Wessely S, Wood PJ, Taylor NF. Diurnal patterns of salivary cortisol and cortisone output in chronic fatigue syndrome. J Affect Disord. 2005;87:299– 304.
u
L o s d o s s i e r s d e S a l u d , N u t r i c i ó n y B i e n e s t a r • FATIGA CR ÓNICA • Marzo 2014
cortisol bajo; otros estudios se inclinan más bien por una leve insu�ciencia de las glándulas suprarrenales tras largos periodos de sobreestimulación. Recientemente unos investigadores han expuesto además la hipótesis de que este nivel bajo de cortisol tiene lugar después de periodos prolongados de estrés crónico o traumático.4
u
t
El síndrome de la fatiga crónica
E
l síndrome de la fatiga crónica se diagnostica cuando una persona se queja de un cansancio severo que le dura más de seis meses, sin ningún motivo aparente.
De hecho, no todos los pacientes con síndrome de fatiga crónica tienen un nivel de cortisol reducido. Al tratar de clasi�carlos en subgrupos, vemos que eso afecta a quienes han sufrido un estrés importante en su infancia, mientras que los pacientes que también se encuentran cansados, pero que no han tenido traumas en sus primeros años de vida, tienen un nivel de cortisol normal.5 Esto se ha comprobado mediante experimentos con animales: aquellos que han sufrido estrés en el comienzo de su vida, más adelante tienen un nivel de cortisol insu�ciente.6
Deben darse cuatro de los ochos síntomas siguientes: • Dolores musculares. • Dolores articulares. • Dolor de garganta. • Ganglios dolorosos. • Problemas de concentración y memoria. • Dolor de cabeza. • Indisposición después de realizar un esfuerzo. • Problemas para dormir.
Sea como sea, cuando nos falta cortisol, nos encontramos terriblemente cansados y nos cuesta funcionar. Para saber si tenemos su�ciente cortisol o no, basta analizarlo en una muestra de saliva tomada a primera hora del día. Si quisiéramos un estudio más completo para, por ejemplo, conocer el nivel de cortisol que producen las glándulas suprarrenales, sería necesario hacer un análisis de sangre.
cortisona, van a ser incapaces de reaccionar ante una emergencia (como, por ejemplo, la que se puede presentar mientras se conduce un coche). Las consecuencias pueden ser trágicas, por lo que es necesario tener un cuidado especial cuando se toma hidrocortisona (y decírselo al médico en caso de enfermedad u hospitalización).
Cuando el paciente está cansado y tiene el cortisol bajo, algunos médicos recomiendan terapia hormonal con pequeñas dosis de hidrocortisona (de 5 a 15mg/día). Este tratamiento parece bastante eficaz. En una investigación publicada en 1999 por investigadores británicos se estudió a 32 pacientes con síndrome de fatiga crónica a los que habían dado hidrocortisona a razón de 5 ó 10 mg al día durante un mes, o bien un placebo. Como resultado, los pacientes que habían sido tratados con hidrocortisona informaron que habían notado una importante disminución de la fatiga. 7 Pero este tratamiento conlleva el riesgo de acabar por completo con la síntesis de cortisol por parte de las glándulas suprarrenales. En efecto, el cortisol ayuda a mantener la tensión arterial, el nivel de azúcar en sangre y el nivel de energía en un momento de estrés importante, como puede ser una enfermedad o una lesión. Ahora bien, si las glándulas suprarrenales se quedan en reposo al seguir un tratamiento a base de 4 5 6 7 8
I
La función de los neurotransmisores
Hace algunos años, unos investigadores avanzaron la hipótesis de que, en las manifestaciones de fatiga crónica, existe un desequilibrio entre dos mensajeros químicos del cerebro: la serotonina y la dopamina. La serotonina tiene efectos inhibidores, mientras que la dopamina favorece la vigilia y el estar despierto. 8 Según esta hipótesis, tener una relación serotonina/dopamina demasiado alta en el cerebro aceleraría la aparición del cansancio a lo largo del día o como respuesta a un esfuerzo. Hay que destacar que esta hipótesis no explica el cansancio que se siente al despertarse. Podemos conocer nuestro nivel de dopamina, serotonina y otros neurotransmisores a través de análisis biológicos que se realizan en el laboratorio. El per�l analítico de los neurotransmisores se realiza en laboratorios especializados para tal �n.
Fries E, Hesse J, Hellhammer J, Hellhammer DH. A new view of hypocortisolism. Psychoneuroendocrinology . 2005;30:1010–1016. Heim C, Nater UM, Maloney E, Boneva R, Jones JF, Reeves WC. Childhood trauma and risk for chronic fatigue syndrome: association with neuroendocrine dysfunction. Arch Gen Psychiatry. 2009;66:72–80. Heim C, Ehlert U, Hellhammer DH. The potential role of hypocortisolism in the pathophysiology of stress-related bodily disorders. Psychoneuroendocrinology. 2000;25:1–35. Cleare AJ : Low-dose hydrocortisone in chronic fatigue syndrome: a randomised crossover trial. Lancet. 6 Feb 1999; 353(9151):455-8. Meeusen R, Watson P, Hasegawa H, Roelands B, Piacentini MF. Central fatigue: the serotonin hypothesis and beyond. Sports Med. 2006;36:881–909.
u
L o s d o s s i e r s d e S a l u d , N u t r i c i ó n y B i e n e s t a r • FATIGA CR ÓNICA • Marzo 2014
Cuando se sospecha que existe un desequilibrio, el único medio para aumentar el nivel de dopamina consiste en tomar suplementos de L-tirosina, un aminoácido que genera dopamina en el cerebro y que se prepara en la farmacia mediante fórmulas magistrales.
DOS SUSTANCIAS SIN RIESGOS PARA LOS CASOS DE CANSANCIO PERSISTENTE
I
t
quejaban de estar continuamente cansados y les dividieron en 3 grupos. A los dos primeros se les pidió que realizaran una actividad física a razón de tres sesiones de veinte minutos a la semana, mientras que los voluntarios del tercer grupo no hicieron ningún tipo de ejercicio. Resultado: al cabo de seis semanas, los que habían hecho deporte se encontraban menos cansados. Indicaron que los síntomas de cansancio se habían reducido en un 65%, combinado con un incremento del 20% del nivel de energía. 11
El magnesio es el mineral más recetado contra el cansancio persistente. Lo extraño es que existen pocos estudios que justi�quen este uso, que se apoya sobre todo en consideraciones biológicas (lo cual no es ninguna razón para no probarlo).
La actividad física actuaría además como una especie de “vacuna antifatiga” en algunas situaciones, como por ejemplo, en aquellos profesionales que trabajan demasiado. Un estudio ha comprobado que las personas que realizan una actividad deportiva al menos 4 horas a la semana muestran una menor tendencia a la depresión o al “burnout syndrome” (quemados por el trabajo).
En 1991, unos investigadores observaron que algunos pacientes afectados por el síndrome de la fatiga crónica (SFC) tenían unos niveles de magnesio en los glóbulos rojos más bajos de lo normal, lo que les llevó a pensar en probar en ellos los efectos de un complemento de magnesio. Se dividió a 32 pacientes en dos grupos, uno de los cuales recibió un placebo y el otro inyecciones intramusculares de sulfato de magnesio durante seis semanas.
Si usted sufre cansancio prolongado, y quiere recuperar su ritmo habitual de actividad, debe tener en cuenta las siguientes consideraciones: Debe comenzar partiendo de un mínimo de tareas diarias, como planchar, limpiar o hacer la compra, y dividirlas en actividades ligeras y breves repartidas a lo largo de todo el día. Esto no debería agravarle los síntomas.
El magnesio
Resultado: aquellos a los que se les administró magnesio manifestaron un mayor nivel de energía, una mejora de su estado emocional y una disminución de dolores relacionados con el SFC.9 En este estudio se suministró el magnesio por goteo, pero también se puede tomar por vía oral.
I
La vitamina B12
I
Contra el cansancio, ¡muévase!
Unos investigadores inyectaron a pacientes que sufrían de fatiga crónica de 2.500 a 5.000 mg de cianocobalamina (vitamina B 12) cada 3 días. Resultado: después de varias semanas de tratamiento, entre un 50 y un 80 % de los voluntarios experimentaron mejoría en su estado.10
Otra paradoja del cansancio es que puede reducirse al practicar ejercicio. En un estudio, unos investigadores analizaron a 36 adultos jóvenes con buena salud que se 9 10 11
A continuación, puede pasar a una actividad física progresiva. Se trata de empezar desde un nivel muy bajo que debe ir aumentando poco a poco. Por ejemplo, estirar, caminar un poco, dar algún paseo en bicicleta... Normalmente se tolera bien, pero si a este nivel de actividad se cansa, la próxima vez tendrá que hacer un poco menos. A partir de ese momento es recomendable que comience a levantar pesas de forma ligera. Puede comenzar con el peso corporal (por ejemplo, subir los brazos o las piernas) e ir aumentando de forma gradual hasta acabar haciendo flexiones contra la pared. Es necesario ejercitar la musculatura antes de pasar a ejercicios aeróbicos como la marcha rápida, el running (carrera), la natación, la bicicleta o el tenis.
I
Desaparición espontánea
El cansancio duradero (más de tres meses) y que no tiene explicación es muy difícil de tratar, pero habi-
Cox IM, Campbell MJ, Dowson D. Red blood cell magnesium and chronic fatigue syndrome. Lancet. 1991;337(8744):757–760. Lapp CW : e rationale for using high-dose cobalamin (vitamin B12). CFIDS Chronicle Physicians’ Forum 1993;Fall:19–20. Timothy W P, Sara S, et al. A Randomized Controlled Trial of the Effect of Aerobic Exercise Training on Feelings of Energy and Fatigue in Sedentary Young Adults with Persistent Fatigue, Psychother Psychos 2008;77:167-174.
u
L o s d o s s i e r s d e S a l u d , N u t r i c i ó n y B i e n e s t a r • FATIGA CR ÓNICA • Marzo 2014
tualmente acaba por desaparecer espontáneamente o volverse soportable, incluso sin tratamiento. En un estudio, el 40% de los pacientes que había acudido a consulta por este tipo de cansancio, 6 meses después se encontraban en plena forma. Incluso el síndrome de fatiga crónica permite tener esperanza. Investigadores holandeses del departamento de psicología médica del hospital universitario de Nijmegen hicieron un seguimiento a 246 pacientes que sufrían esta forma severa de cansancio. Tras 18 meses, tan solo el 3% se encontraba totalmente repuesto, si bien el 17% de ellos notaba una mejoría. 12 Según un estudio realizado a 103 pacientes durante una media de 39 meses, 6 de ellos se recuperaron completamente y 65 manifestaron haber mejorado. 13
Las informaciones contenidas en esta publicación se proporcionana únicamente con �nes informativos y no pueden ser consideradas como recomendaciones médicas personalizadas. No debe seguirse ningún tratamiento basándose únicamente en el contenido de este dossier, y se recomienda al lector que para cualquier asunto relacionado con su salud y bienestar, consulte con profesionales sanitarios debidamente acreditados ante las autoridades sanitarias. El editor de esta publicación no es un proveedor de servicios médicos homologados. El editor no practica la medicina bajo ningún título, ni ninguna otra profesión terapéutica y en ningún caso mantendrá una relación médico-paciente con sus lectores. La editorial no es responsable de la exactitud, �abilidad, e�cacia ni del uso correcto de la información que usted recibe, ni de los problemas de salud que puedan resultar de programas de formación, productos o eventos de los que pueda tener conocimiento a través de esta publicación. Los productos citados pueden tener contraindicaciones. El editor no es responsable de los eventuales errores u omisiones. Ninguna de las informaciones ni de los productos mencionados en este dossier están destinados a diagnosticar, tratar, aliviar o curar ninguna enfermedad.
12 13
t
I
Suplementos alimenticios
Las dosis son a título indicativo y existen contraindicaciones. Consulte a su médico. Coenzima Q10 Magnesio Vitamina B12 Acetil-L-carnitina Ácido alfalipoico L-tirosina
100 mg al día aprox. 300 mg al día aprox. 1 mg al día (vía oral) 1.000 mg al día aprox. 400 mg al día aprox. De 500 a 1.500 mg al día, fuera de las comidas Glucosamina/condroitina 1.000/500 mg al día aprox. Aceite de pescado 1.000 mg al día aprox.
Los dossiers de Salud, Nutrición y Bienestar ierry Souccar Juan-M. Dupuis Calle Capitán Haya, 35. 28020 Madrid Teléfono: +34 912 194 721
[email protected] Para cualquier consulta relacionada con su suscripción, puede contactar en el teléfono +34 912 194 721 o a través del e-mail
[email protected] Copyright © 2014. Ediciones de Salud, Nutrición y Bienestar, SL
Vercoulen JH: Prognosis in chronic fatigue syndrome: a prospective study on the natural course. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 1996 Mayo;60(5):489-94. Joyce J: e prognosis of chronic fatigue and chronic fatigue syndrome: a systematic review. QJM. 1997 Mar;90(3):223-33.