Etapas de la deglución El transporte del bolo alimenticio desde la boca hacia al estómago se desarrolla en cuatro etapas o fases. Donde solo el periodo oral es voluntario; los periodos faríngeos y esofágicos se producen de forma involuntaria y refleja.
Fase preparatoria En esta etapa, los alimentos introducidos en la cavidad oral son cortados, desgarrados y triturados por los dientes, gracias a la acción de los músculos masticadores. Mientras, las glándulas salivales humedecen el alimento con saliva hasta formar una masa compacta y homogénea llamada bolo alimenticio. La duración de esta etapa puede variar entre los sujetos. Hay personas que realizan una masticación lenta, triturando varias veces el alimento y otras que realizan muy pocos movimientos masticatorios. El bolo resultante se ubica sobre el dorso de la lengua, permitiendo que quede en posición preparatoria. En esta fase, la cavidad bucal se encuentra sellada periféricamente y posteriormente el paladar blando se encuentra en posición baja. Las vías respiratorias están abiertas y la respiración nasal continúa. Fase oral propulsiva Cuando el bolo alimenticio está formado y listo para ser deglutido, la lengua efectúa una combinación de movimientos linguales de tipos ondulatorios y peristálticos que permiten empujar el bolo alimenticio desde el dorso de la lengua, hacia atrás, hasta la entrada de la faringe. Cuando el alimento alcanza el istmo de las fauces se desencadena el reflejo de deglución, el que coloca en funcionamiento otros actos coordinados con el fin de proteger las vías respiratorias. Fase faríngea Esta etapa comienza cuando el bolo contacta los pilares anteriores de la faringe y la base de la lengua. Es aquí cuando se inicia el proceso involuntario o “reflejo de deglución”. El velo del paladar abandona su posición baja de unión con la raíz de la lengua para elevarse y cerrar la parte nasal de la faringe, evitando de este modo el ingreso del alimento a la cavidad nasal. La función respiratoria se interrumpe. Esta suspensión transitoria está perfectamente sincronizada con la deglución. Comienza con la entrada del bolo en la parte oral de la faringe y termina cuando este ya ha penetrado en el esófago. Es importante destacar que, en la mayoría de los casos, la deglución va precedida y seguida con una espiración. El dorso de la lengua llega a tocar el velo del paladar impidiendo que el alimento pueda regresar a la boca. La raíz de la lengua retrocede para proteger más la laringe y propulsar los alimentos que han penetrado en la parte oral de la faringe.
La epiglotis desciende bloqueando la entrada a la laringe, protegiendo el aparato respiratorio de falsas rutas que pudieran conducir hasta allí partículas sólidas o liquidas. Las cuerdas vocales se aproximan hacia la línea media para proteger la vía área. El peristaltismo (conjunto de movimientos de contracción) faríngeo se pone en marcha desde la parte proximal a la distal, empujando así el alimento hacia el esófago. El hueso hioides, se dirige hacia adelante y hacia arriba, arrastrando consigo a la laringe. La laringe se eleva y ejerce un componente de tracción sobre las fibras del constrictor inferior de la faringe, musculo que constituye la mayor parte del esfínter superior del esófago. La laringe participa por ello en la apertura del esfínter. Y por último el esfínter superior del esófago se dilata para dar paso a los alimentos, recuperando enseguida su tonicidad para prevenir el reflujo. Fase esofágica El bolo llega al esófago y es conducido hasta el estómago. La fuerza de gravedad basta para impulsar a los líquidos pero los movimientos de la pared esofágica realizan el trabajo en el caso de los sólidos. Cuando el bolo es transportado por el esófago, la laringe, epiglotis, hioides, paladar blando y lengua regresan a su posición original. Asimismo, la mandíbula retoma su postura habitual y se reanuda la respiración.
(Como los movimientos de la lengua propulsan el alimento hacia posterior, los receptores sensoriales de la orofaringe y de la lengua son estimulados, enviando información sensorial hacia la corteza y tronco cerebral. Cuando el bolo pasa entre la parte anterior de los arcos fauciales y el punto que existe entre la base de la lengua que se cruza con el borde inferior de la mandíbula, termina la etapa oral de la deglución y comienza la faríngea (Logeman, 1998). El inicio de las bases sucesivas del proceso de la deglución está controlado por las áreas neuronales distribuidas por la sustancia reticular del bulbo y la porción inferior de la protuberancia. Estas aéreas en conjunto reciben el nombre de “centro de la deglución”. (Guyton y Hall, 1998). La actividad motora es controlada por los nervios IX y X. El nervio VII puede, además, contribuir a la actividad sensorial. Los Nervios V, VII, XII han sido identificados como posibles contribuyentes a la porción aferente)